MAPA DEL PASADO El colegio de la Sagrada Familia en Montería nació el 6 de enero de 1923 como respuesta a la demanda de nuestro carisma expresada por algunos ciudadanos y autorizada por el obispo de Cartagena, Monseñor Pedro Adán Briosceli. Inició como escuela primaria desde kínder hasta los grados superiores de primero y segundo. Poco a poco la obra se fue consolidando en número de alumnas y profesorado hasta que en 1928 el colegio entregó los primeros diplomas con el título de Maestras. En respuesta a la demanda de personal capacitado en el área comercial, el colegio optó por orientar en esta rama los grados superiores. En 1952 se crea un colegio femenino de Bachillerato Superior el cual en 1963 hubo de trasladarse a sede autónoma, la cual como Fraternidad de Hermanas fue establecida en 1972, quedando cada sede con Comunidad Local propia. En esta temporada no sólo se consolidan las estructuras físicas, sino también la proyección del evangelio con tinte franciscano amigoniano, constituyéndose los Clubes Mariano, Cívico, de Caridad y Social. En 1973 se celebraron con júbilo las Bodas de Oro del Colegio, aprovechando la ocasión para consagrar su Capilla, la cual representó una nueva aportación desde su riqueza espiritual a la atención integral de la comunidad educativa; así, formación humana y espiritual se fueron constituyendo en una unidad de trascendencia para la historia. A esta fecha las autoridades civiles y eclesiásticas y la población en general resaltaron los valores que desde nuestra identidad las hermanas testificaban y proyectaban a toda la comunidad educativa y sociedad en general. Como testimonio de ello, en 1977, celebrando los 25 años de la ciudad de Montería, el alcalde mayor, exalumno, entregó al colegio la Condecoración Cruz de José María Córdoba, máximo honor como reconocimiento a larga labor realizada en favor de la educación y la cultura. El carisma franciscano fue emergiendo entre los quehaceres académicos y se constituyó en el eje espiritual y fundamento de la formación humana de las alumnas. Celebraciones como su fiesta patronal, el mes de mayo consagrado a la Virgen María, la Niña María, la Inmaculada Concepción, etc. engalanaron las aulas y en general todos los espacios de que gozaban los colegios. Esta espiritualidad se fue tornando en una específicamente nuestra, fundamentada en el Padre Luis Amigó, enriqueciéndola con todos los elementos pedagógicos que como filosofía y método se fueron implementando. Sobre esta base espiritual, a partir de los años 90 y como un colegio pujante en la sociedad monteriana, en la práctica y en la fundamentación de sus principios se constituyó en un colegio de pedagogía amigoniana, criterios, lineamientos y espiritualidad que ilumina todo un hacer pastoral académico en función de la formación de nuevas generaciones que desde el Evangelio en perspectiva amigoniana siguieron aportando a la sociedad posibilidades de hombres, mujeres y familias nuevas, que se hacen zagales de Buen Pastor. Con el fin de hacer más extensivo el alcance de su carisma en los medios populares, el colegio abre cuatro filiales, estando al frente de ellas e imprimiéndoles la fuerza de nuestra espiritualidad las propias hermanas. En 1956, escuela María Goretti, 1963 escuela Antonia Santos, 1970 Colegio Cecilia de Lleras y en 1971 escuela Fray Luis Amigó como proyección apostólica de alfabetización por parte de las alumnas de bachillerato. Además de la formación de las alumnas las hermanas impulsaron otros frentes apostólicos, particularmente en zonas populares, atendiendo la evangelización de las familias, la catequesis presacramental, atención a los jóvenes, la acción social caritativa, y lo muy nuestro, atención a los presos. MAPA DEL PRESENTE A partir del año 2000 las transformaciones educativas en el país han sido notorias; la exigencia, particularmente a los centros educativos privados ha sido de límites estrechos, y el colegio ha respondido a la altura, al punto de que en el 2007 recibió la certificación; en este mismo año el Colegio obtuvo por primera vez la categoría de MUY SUPERIOR en las pruebas ICFES. Con humildad se afirma que “en sus 86 años el Colegio ha sido estimulado en todas sus efemérides con placas alusivas, con menciones y condecoraciones que hablan no sólo de la lucha librada en el servicio sino de la retribución agradecida de la comunidad que respalda el trabajo realizado”. A partir de esta fecha el colegio se propuso a través de la implementación de un Sistema de Gestión de Calidad, generar en sus empleados la cultura del control y un enfoque de procesos integrado, orientados a la satisfacción de sus beneficiarios. La labor educativa del colegio está apoyada en la PEDAGOGIA AMIGONIANA, que busca a través de sus principios de prevención – persuasión y emulación, replantear el quehacer pedagógico para tratar de responder a los problemas educativos conocidos en los diferentes diagnósticos, tomados de la realidad familiar, institucional, local y nacional. Un gran paso dado en esta época ha sido la unificación de las sedes, habilitando la del bachillerato para acoger a las alumnas de la primaria y del preescolar con todas sus exigencias de planta física y dotación. El carisma amigoniano que ya desde la década anterior había sido impulsado por la H. María Victoria Córdoba, se vio como un grupo fuerte, con bases espirituales y de gran compromiso. Ahora resplandece con muchos frutos apostólicos acompañados siempre por las hermanas del colegio y del hospital; se trabaja en barrios periféricos tales como Villa Cielo, Nueva Esperanza, Mocarí, el Cerrito y la Granja y últimamente con su proyección en el acompañamiento de un nuevo grupo amigoniano en el Ceibal. Este gran grupo amigoniano que despliega sus tareas desde el colegio, lo hace en sus diferentes representaciones: zagales, Juventud y M.L.A. Los zagales son aproximadamente 110, la juventud la conforman alumnas de los grados mayores y el M.L.A. lo conforma un grupo de profesores. Las actividades pastorales dentro del colegio abundan desde sus bases en espiritualidad amigoniana, los encuentros, convivencias, retiros, preparación a los sacramentos y formación académica Una proyección significativa es la Obra Social “Luis Amigó” que ayuda a familias pobres. En el ámbito laboral, los empleados no académicos también tienen su proceso formativo y acompañamiento espiritual. Las Escuela de Padres ha sido un instrumento evangelizador de gran importancia; este año 2011 en el colegio se ha declarado “El Año de la Familia” tomando como modelo la Familia de Nazareth, con el fin de impulsar sus valores. Existe un grupo de padres y de madres líderes que trabajan en rescate de la familia desde los vínculos escolares. El colegio goza de gran acogida y aprobación en la ciudadanía, autoridades civiles y eclesiásticas, exalumnas, alumnas y comunidad educativa en general, dan su voto de confianza y de estímulo a su labor. Los nexos académicos y sociales son amplios, universidades, colegios e instituciones privadas establecen convenios y contactos relacionales de mutuo apoyo. Problemáticas relevantes: Los grupos Amigonianos se ven un poco limitados en su formación y acción apostólica debido a la cantidad de trabajo y actividades académicas de sus miembros. Las nuevas pobrezas que acosan a las familias como la soledad y el abandono, la infidelidad, imprudencia y mal uso de los mmcs, la permisividad y la búsqueda de protagonismo, hacen una juventud endeble sin capacidad de asumir el fracaso o la derrota, sin espíritu de lucha y por lo tanto van menguando el sentido de la vida y el deseo de crecer en busca de sus ideales. En el contexto educativo de la ciudad han aparecido los megacolegios que por sus facilidades económicas y dotación infraestructural, se constituyen en una amenaza, al menos mientras dura su auge, para la educación privada. En el presente el colegio ha optado por una modalidad con énfasis en inglés. MAPA DEL FUTURO El colegio mira al futuro en perspectiva amplia, la cimiente sembrada por nuestras hermanas que nos han precedido han sido fecundas, ante la labor apostólica educativa aún hay mucho que aportar. Sus sueños siguen creyendo en la posibilidad de hacer grande la ciudad de Montería abonándole a la cultura y a la vida profesional con mujeres preparadas desde una sólida formación y espiritualidad. Su proyección se fundamenta en un mayor conocimiento y apropiación del modelo Pedagógico Amigoniano. La cátedra amigoniana tiende a implementarse dentro del pensum educativo y el prerrequisito a los educadores será de carácter informativo y formativo con miras a adquirir una identidad amigoniana. Los grupos, zagales, Juventud y M.L.A. serán un baluarte apostólico y laboral dentro de la obra. La proyección apostólica fuera del colegio tendrá mayor alcance con el trabajo en comunión entre las Hermanas y los laicos Amigonianos. La pastoral de la escuela de padres siempre será una herramienta apostólica que requiere un fortalecimiento y dedicación. El proyecto de uso de tiempo libre es alternativa de acompañamiento y terapia ocupacional. El bilingüismo es opción obligada conforme a las exigencias de la sociedad. La pastoral vocacional sigue siendo prioritaria en la comunidad. Conforme a la exigencia de la sociedad el bilingüismo es una meta propuesta a mediano plazo. Crear incentivos y ofertas para el aumento en el número de alumnas.