Universidad Nacional de Colombia Facultad de artes Programa de Cine y Televisión 2022-2 Teoría e historia de medios audiovisuales III Docente: Efrain Bahamon Pena David Julian Rodriguez Caicedo El montaje en el cine de Lav Diaz “...Fue casi una década de trabajo obsesionado con una idea que alguien pronuncia en la película: El silencio es siempre una negación de la verdad y contra ello hay que hacer cine” Bajo una lluvia húmeda y con una densa selva de fondo, una anciana canta a capella para sus familiares y amigos, es la madre de Lamalan, nacido en lo profundo del bosque; en su canción dice: “Soy la madre de Lamalan, he visto la cara del sufrimiento, he compartido mi felicidad, una vida nació, mi bebe está riendo, yo crecí en tranquilidad, con las plantas del bosque, con el viento pasado y las nubes volando…” “Soy la madre de Lamalan, he visto la cara del sufrimiento, se fue camino al vacío, la oscuridad lo engulló por completo, la muerte lo abrazó, él nunca volvió a casa, soy la madre de Lamalan”. Esta escena se desarrolla en un plano general completamente estático que dura casi seis minutos continuos, los personajes sentados se componen en el tercio horizontal central, sobre ellos los troncos de los árboles y bajo sus pies una densa maleza. Es uno de los planos con más duración de la película, la cual dura más de cinco horas y es el ejemplo del ritmo en el cine de Lav Diaz, en que las situaciones se desarrollan de manera lenta y pausada, los personajes son quienes mueven el ritmo y los grandes planos generales acompañan sus dramas como si de un voyeur paciente se tratase, como si los espectadores fuéramos observadores estáticos que no esperan una resolución inmediata de los conflictos sino que fluyen con cada segundo, viviendo las experiencias a la par que los personajes en pantalla. El montaje desempeña un papel crucial en la narrativa y la estética de una película. Uno de los directores contemporáneos que ha demostrado una maestría excepcional en este aspecto es Lav Diaz. Este director utiliza el montaje como una herramienta poderosa para transmitir su visión cinematográfica única. Lav Diaz, director de cine filipino, ha consolidado su reputación por su estilo contemplativo y su enfoque de la duración en sus películas. Hace parte del movimiento cinematográfico conocido como Slow Cinema. El montaje es otro elemento central en su obra pues Díaz emplea lo emplea de manera magistral para crear un ritmo propio y sumergir al espectador en una experiencia cinematográfica pausada que no busca la espectacularidad sino la inmersión total muy cercana al documental. La extensa duración de sus películas sumerge al espectador en la atmósfera de sus historias. Al alargar los planos y dar espacio a los personajes y su entorno, crea una sensación de realismo crudo y una conexión profunda con los temas que aborda. Sus películas exploran la historia y la sociedad filipina, así como cuestiones universales como la injusticia social, la violencia y la lucha por la libertad. Sus películas a menudo presentan planos largos y continuos, lo que le permite explorar la profundidad emocional de los personajes y los entornos en los que se encuentran. Esta elección estilística, combinada con el montaje preciso, crea una sensación de inmersión y de tiempo suspendido. Díaz también utiliza el montaje para establecer contrastes visuales y temáticos, crea imágenes impactantes que capturan la esencia de los paisajes filipinos que se convierten en símbolos visuales. Puede alternar entre diferentes líneas narrativas, tiempos históricos o perspectivas, creando un tejido complejo de imágenes y emociones. Este enfoque fragmentado yuxtapone diferentes realidades y resalta las tensiones subyacentes en la sociedad. A través de su control meticuloso del montaje, Díaz logra generar una tensión gradual y una sensación de anticipación en el espectador. Esto se evidencia en algunas de sus películas, donde las transiciones entre diferentes tramas y personajes se llevan a cabo con una precisión quirúrgica. Pese a haber estado haciendo cine desde la década de los 90, no llamó la atención del público internacional hasta el año 2013, cuando Norte, el fin de la historia entró en la competencia del festival de Cannes, desde entonces ganó varios premios con sus posteriores estrenos. Las películas del director y las películas de Hollywood presentan muchas diferencias en términos de estilo, temática, enfoque narrativo y producción. Las películas de Diaz son conocidas por su duración excepcionalmente larga, a diferencia de las películas de Hollywood que suelen tener una duración estándar de alrededor de dos horas. El ritmo narrativo pausado y contemplativo contrasta con el ritmo más rápido y centrado en la acción de las películas de Hollywood. Sus películas abordan temas sociales y políticos profundos y no solo en el entretenimiento y las historias comerciales. Es importante tener en cuenta que estas diferencias son generalizaciones y no se aplican a todas las películas de Lav Diaz o Hollywood, ya que ambos ámbitos tienen una amplia variedad de estilos y enfoques. El director transmite su visión artística al contar historias poderosas. Su enfoque refleja su compromiso con la exploración de la experiencia humana y las complejidades sociales, por eso sus películas tienen una gran carga de crítica social y política, habla de las injusticias históricas o modernas de su país, Filipinas. La mayoría de sus películas rescatan la importancia de la historia para el desarrollo de una nación, en sus palabras: “Se desprecia el pasado cuando en realidad no somos otra cosa que pasado”, Se evoca el tiempo para la reflexión tal como ocurre en la primera escena descrita, en la que podemos ver las consecuencia de una violencia interna desmesurada a través de una madre que ha perdido a su hijo y que ahora lo llorá mientras canta, la muerte no es solo un evento digno de titulares sino que afecta también de manera profunda a una población impotente que sólo puede lidiar con la pérdida de sus familiares a través de rituales fúnebres en los que unos personajes acompañan a otros en sus duelos eternos.