Apuntes de Historia de España tema 9. La II República 1 Tema 9. La Segunda República. La Constitución de 1931. Política de reformas y realizaciones culturales. Reacciones antidemocráticas. INTRODUCCIÓN La Segunda República (1931-36) es un nuevo intento de solucionar los viejos problemas de España, esta vez mediante la creación de un sistema democrático puro en España. Inspirada también en el regeneracionismo, se caracteriza, al igual que la primera, por la inestabilidad, las divisiones internas, la radicalización y el desfavorable contexto internacional: la crisis económica del 29 le afecta plenamente, al igual que la crisis de las democracias en Europa y la llegada de los fascismos y el recurso al uso de la violencia. La dictadura de Primo de Rivera había dejado sin Constitución y sin sistema democrático a España; la II República iba a intentar consolidar la democracia en España. La corta vida de la República pasa por tres momentos diferentes: un primer bienio reformista (1931-33), un segundo bienio de paralización de las reformas y retroceso democrático (1933-35), y unos últimos meses (1936), en los que el Frente Popular -unión de republicas e izquierdasretoma la política reformista en una sociedad cada vez más polarizada. 1. Proclamación de la República, gobierno provisional y Constitución de 1931. Tras la dimisión de Primo de Rivera, los republicanos, los catalanistas de izquierdas y el PSOE firmaron el pacto de San Sebastián (agosto, 1930) por el que se comprometían a derribar la monarquía y formar un gobierno provisional en una futura segunda república. Se formó un Comité revolucionario, presidido por Alcalá Zamora (Derecha Liberal Republicana), que prepara un levantamiento militar y una huelga general; aquel se precipitó y fracasó (sucesos de Jaca, diciembre de 1930; sus cabecillas Fermín Galán y Ángel García Hernández serían fusilados). El general Berenguer, sucesor de Primo de Rivera, había fracasado en su intento de restablecer la Constitución de 1876, mediante la convocatoria de elecciones generales a las que se niegan los partidos políticos, incluidos los monárquicos: la gran mayoría sólo quería que Berenguer y Alfonso XIII abandonaran sus puestos. La pérdida de apoyos y la soledad de la monarquía era manifiesta. Berenguer fue sustituido por el almirante Aznar (febrero 1931). El nuevo gobierno convoca elecciones municipales para el 12 de abril, pero estas se convirtieron en un plebiscito nacional contra la monarquía. El triunfo de los republicanos en las grandes ciudades (41 de 50 capitales) llevó a la proclamación espontánea de la república en algunas localidades y al estallido del júbilo popular, lo que provocó la renuncia de Alfonso XIII. Los firmantes del pacto de San Sebastián constituyen un gobierno provisional que proclama oficialmente la II República (14 de abril). Empezaba así su andadura la II República en medio de un ambiente de júbilo, consenso y alegría, al igual que con la Gloriosa. El Gobierno provisional: primeras disposiciones y oposición al mismo De acuerdo con el Pacto de San Sebastián, se crea un gobierno de concentración: había representantes de la derecha republicana (Alcalá Zamora y Miguel Maura), radicales (Lerroux y Diego Martínez Barrio), izquierda republicana (Azaña y Marcelino Domingo), del PSOE (Largo Caballero, Fernando de los Ríos, Indalecio Prieto) y de los nacionalismos catalán y gallego. Fueran quedaban la derecha monárquica, el obrerismo radical y el nacionalismo vasco. Sus primeras disposiciones: amnistía general a los presos políticos, libertades políticas y sindicales, convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes -una sola Cámara- para el 28 de junio, por sufragio universal masculino, inicio de medidas reformistas referidas al ejército y a la situación de los campesinos, búsqueda de una solución a la cuestión autonómica, Apuntes de Historia de España tema 9. La II República 2 medidas secularizadoras de la vida política: la más destacada fue declarar voluntaria la enseñanza religiosa y privar a la Iglesia de intervenir en la elaboración de los planes de estudios, un derecho que venía ejerciendo desde hacía mucho tiempo. Otras fueron: disolución de la órdenes militares, prohibición de participación oficial en actos religiosos, fin de las exenciones tributarias a la Iglesia. Estas líneas reformistas del gobierno provisional se profundizarán en el bienio progresista. Las actuaciones reformistas contaron desde el principio con la oposición de un sector del ejército y de la oligarquía económica, puesto que veían peligrar sus intereses. Pero, sobre todo, chocaron con la Iglesia, que se resistía a aceptar la concepción laica que los republicanos tenían del Estado El cardenal Segura destaca en su oposición a la República, a la que considera que era obra de los “enemigos de la Iglesia y el orden social”, por lo que estaba justificado la formación de un “compacto frente unido” en defensa de la Monarquía y de la Iglesia Católica. Esta actitud realimentó el anticlericalismo de una parte del pueblo y se produjeron numerosas quemas de conventos e iglesias (jornadas de los días 11-12 de mayo en Madrid -unos 20 conventos o iglesias son quemados- y en otras ciudades especialmente del sur). Los resultados de las elecciones (28 de junio), con una amplia participación electoral, ponen de manifiesto la fragmentación política. Triunfó la coalición formada por el PSOE y los partidos republicanos de izquierda (250 diputados de los 464). La derecha, desunida, quedó en minoría. Una segunda minoría de importancia fue el Partido Radical de centro-derecha (Lerroux). Este resultado permitió ratificar al gobierno provisional. Poco después Alcalá Zamora sería designado presidente y Azaña jefe de gobierno. La Constitución de 1931 Una Comisión de las Cortes elaboró un proyecto, que sería aprobado en diciembre de 1931. Sus principales características son: Realiza una estricta división de poderes: potencia el legislativo (Cortes unicamerales: Congreso de los Diputados), separa totalmente el judicial y crea un cuarto poder, la Presidencia de la república elegida por el Parlamento, con potestad para proponer al Presidente del Gobierno (doble confianza: Presidente - Cortes) y para disolver las Cortes. Carácter socializante: Define al Estado como una "república de trabajadores de toda clase”. Además, aunque contemplaba la propiedad privada, también aparece la posibilidad de expropiación para fines de interés público y general. Exaltación republicana y democrática: toda ella destila el ideal democrático (sufragio universal desde 23 años incluyendo a las mujeres) y laico: ha sido considerada como un código para la reforma social y política de España. Carácter avanzado en su tiempo: introduce el matrimonio civil y el divorcio; recoge derechos colectivos (trabajo, educación, salud, vivienda); frente a la extensión de las dictaduras europeas que proclamaban el uso de la fuerza como instrumento de política tiene orientación pacifista al “renunciar a la guerra como instrumento de política internacional” y proclama “el acatamiento de las normas universales del Derecho internacional”. Estado autonómico. La dicotomía entre estado federal o centralista se resolvió con la posibilidad de establecer autonomías. Dicho concepto fue moderado con el del “estado integral, compatible con la autonomía de los municipios y de las regiones”. Carácter novedoso. La Constitución del 31 crea una serie de órganos de gran importancia posterior, como el Tribunal de Garantías Constitucionales (similar al actual Tribunal Constitucional) o la Diputación Permanente. En conclusión, era una Constitución democrática, fruto del acuerdo entre los socialistas y la pequeña burguesía republicana, y no de un consenso generalizado de las fuerzas políticas que, de Apuntes de Historia de España tema 9. La II República 3 todos modos, hubiera sido imposible en aquellas circunstancias. Aunque fue aprobada por una gran mayoría (368) se crean profundas discrepancias: los temas más polémicos fueron la cuestión autonómica y la cuestión religiosa. Pero, mientras en el primer caso se alcanzó una "fórmula de concordia" que se plasmó en el "Estado integral" que hizo posible el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1932, en el segundo se optó por una fórmula de confrontación no buscando el consenso ni siquiera con la derecha católica republicana. El artículo 26, verdadero punto neurálgico de la Constitución, prohíbe a las Órdenes religiosas el ejercicio de la industria, el comercio y la enseñanza, les impide adquirir y conservar bienes, salvo los que se destinen a su vivienda o al cumplimiento directo de sus fines privativos, y posibilitaba que los bienes de las Órdenes religiosas pudieran ser nacionalizados. Al aprobarse los asuntos relativos a la iglesia el sector católico del gobierno dimite y la derecha se ausentó de los debates. 2. El bienio reformista (1931-1933) 2.1. Política de reformas durante el bienio reformista. Tras la aprobación de la Constitución de 1931, se elige como presidente a Alcalá Zamora y se estableció un gobierno dirigido por Azaña y compuesto por una coalición republicano-socialista. Guiados por el espíritu regeneracionista del siglo XX intentarán modernizar el viejo estado y solucionar los viejos problemas desde una ideología de izquierdas. El gobierno lleva a cabo el mayor intento reformador de la historia de España, aplicando reformas relativas a todos los problemas que arrastraba España: la estructura de la propiedad de la tierra, el problema militar, el religioso, social, educativo, autonómico, etc. a) La cuestión religiosa El gobierno republicano pretendía limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad española y secularizar la vida social. La Constitución establecía la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos y la supresión del presupuesto del culto y clero. Y estos principios se hicieron efectivos inmediatamente. También se aprobó el divorcio, el matrimonio civil y se secularizaron los cementerios. Se prohibió la enseñanza a las órdenes religiosas. La Ley de Congregaciones permitió la disolución de la orden de los jesuitas y sus bienes fueron nacionalizados. El problema religioso creó al régimen republicano sus mayores enemigos, dando lugar a grandes enfrentamientos. Muestra de la radicalización del conflicto fue la quema de conventos (11 y 12 de mayo de 1931). Gran parte de la jerarquía de la Iglesia mostró su antagonismo hacia la República y movilizó a la opinión católica en su contra. A todo ello el gobierno respondió expulsando de España al cardenal Segura, primado de España, y al obispo de Vitoria. b) Reforma militar Azaña quiso modernizar, profesionalizar y democratizar al Ejército, acabar con la macrocefalia militar y su protagonismo político. Para ello quiso reducir sus efectivos, poner fin al fuero especial de los militares y asegurar su obediencia al poder civil. Por la Ley de retiro de la oficialidad podían pasar a la reserva y con su sueldo íntegro los militares que no firmasen la adhesión al régimen (se acogen más de la mitad de los oficiales). Además se cerró la Academia Militar de Zaragoza y desaparecieron los tribunales de honor y la prensa exclusivamente militar. Con estas medidas la república se ganó la animadversión de los africanistas, por considerar las reformas como una agresión al estamento militar. c) Reforma agraria Fue la más importante por el papel de la agricultura en la economía española y por su influencia en la República. Se trataba de solucionar el viejo problema agrario, con dos objetivos: solucionar la miseria de buena parte del campesinado español y modernizar la economía española. Entre las primeras medidas se decretó la prohibición de rescindir los contratos de arrendamiento; la limitación de la jornada a 8 horas y el establecimiento de salarios mínimos. Apuntes de Historia de España tema 9. La II República 4 La Ley de Reforma Agraria (1932) permitía la expropiación de los latifundios mal explotados y reparto de tierras entre comunidades de campesinos, con explotación individual o colectiva, creando para ello el Instituto de Reforma Agraria (IRA). La expropiación se hacía con indemnización, salvo las tierras de la grandeza nobiliaria. Sus resultados fueron bastante limitados y supusieron un considerable aumento de la tensión social (oposición tanto por la derecha como por la izquierda: ocupación de fincas, incendios de cortijos, enfrentamientos con la Guardia Civil). La lentitud en su aplicación, que tanto exaltó los ánimos de los campesinos, se debió a los trámites burocráticos y legales que requerían las expropiaciones, pero también a la escasez de presupuesto para abordar la indemnización a los propietarios de las tierras expropiadas. d) La reforma territorial del estado Se intentaba solucionar el viejo problema de la estructura de España, agudizado con la aparición de los nacionalismos a finales del XIX. El derecho a la autonomía quedó reconocido en la Constitución de 1931. Ante la proclamación de la República Catalana (Maciá, 14 de abril), el gobierno provisional había reconocido la Generalitat como ente autónomo provisional. En 1932 se aprueba el Estatuto de Cataluña, así como su antiguo órgano de gobierno, la Generalitat. Las lenguas oficiales serían el catalán y el castellano y, excepto las competencias exclusivas del Estado (asuntos exteriores, moneda, defensa y control de fronteras), la Generalitat tenía amplias atribuciones en materia de orden público, sanidad, cultura, hacienda, transportes, etc. En octubre de 1936, ya iniciada la guerra, se aprueba el Estatuto de autonomía vasco (José Antonio Aguirre, PNV, primer lendakari). El retraso de su aprobación se debió al carácter confesional y poco democrático del nacionalismo vasco. La fuerte implantación carlista en Navarra le llevó en un principio a preferir el foralismo, al considerar la legislación republicana contraria a la religión. Los estatutos de autonomía de Galicia y Andalucía no llegaron a aprobarse en Cortes: el primero solo logró un proyecto de estatuto en junio de 1936 y el segundo quedó en una fase inicial. e) Las reformas educativas Su objetivo principal fue promover una educación mixta, laica, obligatoria y gratuita y hacer del Estado el garante del derecho a la educación de toda la población. Se hizo un esfuerzo de creación de escuelas sobre todo en la primaria y se aumentó el número de maestros, aumentando el presupuesto de educación en más de un 50%. También, para aumentar el nivel cultural de la población se crearon las misiones pedagógicas (La Barraca) y las bibliotecas ambulantes. Por problemas de presupuesto no se pudieron llevar a cabo todas las reformas previstas, además la República se encontró con el gran problema de tener que atender a una población estudiantil que antes lo hacía la Iglesia. Las reformas sociales. f) Reformas laborales El encargado de llevarlas a cabo fue el socialista Largo Caballero, ministro de trabajo. Se trataba de una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales, como la ley de contratos de trabajo, la de Jurados Mixtos, la reducción de la jornada laboral, la ampliación de los seguros sociales, el reforzamiento del papel de los sindicatos en la contratación de las tareas del campo... Estas medidas provocaron la irritación de los empresarios y el empeño de los partidos conservadores de que el PSOE saliera del gobierno. 2.2. Realizaciones culturales. La República recibió el apoyo de muchos intelectuales. El lema de "cultura para todos" se convirtió en un objetivo colectivo. Muchos dirigentes republicanos y socialistas pertenecían al mundo cultural y veían en el ideal republicano el instrumento eficaz de regenerar al país. Apuntes de Historia de España tema 9. La II República 5 Los más jóvenes adoptaron una actitud de militancia a su favor. En 1930 se formó la Agrupación al servicio de la República (Ortega, Marañón, López de Ayala.), Ortega y Marañón se presentaron a las elecciones de 1931, consiguiendo acta de diputados. Sin embargo, grandes intelectuales como Miguel de Unamuno y Pío Baroja, integrantes de la generación del 98, se sintieron desplazados, ya que la Segunda República se decantó por una democracia de masas, lo que terminó rechazando el propio Ortega, acusando de demagogia a los gobernantes, Poetas como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Miguel Hernández o el cineasta Luís Buñuel, componentes de la Generación del 27, se identificaron plenamente con el ideal republicano. Formaban un grupo vinculado a la Residencia de Estudiantes de Madrid. El Gobierno provisional diseñó un plan educativo de cuya aplicación se ocuparon Marcelino Domingo y Fernando de los Ríos, según el modelo de la Institución Libre de Enseñanza: escuela laica, mixta, obligatoria y gratuita. Desde la Revista de Occidente, que fundara Ortega en 1923, se difundió lo más importante de la filosofía y la ciencia europea de la época. Destacan igualmente el Teatro Itinerante (la compañía teatral universitaria “La Barraca” creada e impulsada por Federico García Lorca y subvencionada por el Ministerio de Instrucción Pública, y el Búho, dirigido por Max Aux) y las Misiones Pedagógicas, creadas en mayo de 1931 con el objetivo de difundir la cultura general y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares. Igualmente destacaron las Universidades Populares y las bibliotecas ambulantes y rurales. 2.3. Los problemas del bienio reformista Las reformas polarizaron la vida política española y los reformistas se toparon con una importante oposición, tanto de los sectores directamente más afectados (Iglesia, Ejército, propietarios de tierras, organizaciones patronales...) como de los sectores radicales del movimiento obrero que promoveron una oleada de conflictividad, alentada por la alta incidencia del paro y las duras condiciones de vida en algunas zonas de España. Por la derecha se reorganizan las fuerzas contrarias al régimen con una clara actitud conspirativa. El Ejército intenta el golpe de estado (Sanjurjo, agosto 1932) y su sector derechista se organiza en la UME (organización militar clandestina de importante papel en la conspiración de 1936). Por la izquierda, la impaciencia de los trabajadores frente a las reformas y el desencanto ante la lentitud y timidez, según ellos, de estas reformas, provocaron una oleada de conflictos sociales. Las huelgas obreras y las insurrecciones campesinas menudeaban. Especial significación tuvieron los levantamientos de campesinos en Castilla-la Mancha, Extremadura y Andalucía; en 1931 tuvieron lugar los sucesos de Corral de Almaguer (Toledo)1. A finales del año 31 tuvieron lugar los sucesos de Castilblanco de los Arroyos (Badajoz)2; En Arnedo (Rioja),3 Y, sobre todo, tuvo su gran repercusión cuando el levantamiento campesino de Casas Viejas4 Los sucesos de Casas Viejas fueron aprovechados por la derecha y la izquierda radical para forzar la salida de los socialistas del gobierno y el derrumbe de la coalición. El desgaste del gobierno llegó hasta tal punto que Azaña dimitió y Alcalá Zamora convocó elecciones para noviembre de 1933. 1 donde los campesinos ocuparon las fincas y la Guardia Civil puso orden, muriendo cinco campesinos y siete heridos muy graves 3 ante las manifestaciones de protesta de los campesinos por la lentitud de las reformas, la poca cantidad de tierra expropiada y los obstáculos a los campesinos, la represión de la guardia civil tuvo como resultado un campesino muerto. Los campesinos se vengaron con la muerte de los cuatro guardias civiles. 4 la Guardia Civil, para vengar la muerte de sus compañeros en Castilblanco, según parece, mató a siete personas e hirió a treinta al disparar sobre una manifestación. 5 tuvo como resultado veinticinco muertos, esta vez con la guardia de asalto de protagonista y la guardia civil en un papel secundario. Apuntes de Historia de España tema 9. La II República 6 3. El bienio conservador (1933-1935). La reacción antidemocrática. Mientras que la izquierda acudió desunida a aquellas elecciones y los anarquistas se abstuvieron, la derecha concurrió unida. El partido ganador fue la CEDA y se formó un gobierno presidido por Lerroux (republicano radical) con el apoyo de la CEDA, pero sin entrar en el gobierno. El gobierno realizó una contrarreforma legislativa: paralizó la reforma agraria, ordenó la devolución de las tierras a la nobleza y dio libertad de contratación (bajada de salarios), dio un presupuesto para el culto y el clero, amnistió a los golpistas del 32, redujo el presupuesto de educación y recortaron la autonomía en Cataluña y paralizó la del País Vasco. El PSOE y la UGT amenazan con la revolución si entraban en el gobierno miembros de la CEDA. En octubre de 1934, Gil Robles exigió la entrada en el gobierno de tres ministros de la CEDA, incluido él. La UGT, con escasa participación de la CNT, convocó huelgas generales en las grandes ciudades. La declaración del estado de guerra por el gobierno hizo que tuvieran escaso éxito, salvo en Madrid, Cataluña y Asturias. En Cataluña Lluís Companys declaró la Republica catalana y una huelga general, pero la no intervención de la CNT y la llegada del ejército acabaron con la sublevación. En Asturias, los mineros protagonizaron una revolución social, fruto del acuerdo entre socialistas, comunistas y anarquistas (revolución de octubre de 1934). Columnas de mineros armados ocuparon la cuenca minera. El gobierno mandó a la legión, grupo elitista de los africanistas, mandados por Franco, que tras una dura represión sofocó la revuelta. (1000 mineros muertos, 200 heridos, 5000 detenidos La revolución de Octubre endureció la postura del gobierno. Las cárceles se llenaron de presos políticos y entraron cinco miembros de la CEDA en el gobierno, con Gil Robles en la cartera de Guerra y Franco como Jefe del Estado Mayor. Se suspendió el Estatuto de autonomía de Cataluña, se devolvieron las propiedades a los jesuitas y se presentó un anteproyecto para modificar la Constitución, contemplando la abolición del divorcio, la restricción de las autonomías y la negativa a la socialización de la propiedad. Un escándalo de corrupción del gobierno de Lerroux (el estraperlo) fue aprovechado por Gil Robles para forzar otra crisis y pedir la jefatura del gobierno; Alcalá Zamora no accedió y convocó elecciones. 4. El Frente Popular (1936) La represión de octubre y las medidas posteriores posibilitaron la creación de una coalición electoral de las fuerzas de izquierdas (Frente Popular formado por republicanos, socialistas y comunistas) que ganará las elecciones (febrero, 1936), ante la desunión de las derechas. Esta coalición electoral tenía un programa común: amnistía para los presos de octubre y aplicación de la legislación reformista del bienio de izquierdas. Además tenían el compromiso de que, una vez ganadas las elecciones, la coalición se disolvería y gobernarían los republicanos de Azaña. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República y Casares Quiroga, presidente del gobierno. El gobierno, formado exclusivamente por republicanos y apoyado por los socialistas, decretó la amnistía, restableció el estatuto y el gobierno catalán y reanudó la reforma agraria. Para frenar los rumores de golpe de estado trasladó a los generales más proclives a él lejos de Madrid (Mola a Navarra, Franco a Canarias, Goded a Baleares 5). El triunfo del Frente Popular trajo consigo una intensa movilización popular que creó un clima de tensión social: huelgas obreras, toma de fincas, incendios de conventos e iglesias... Los anarquistas, los comunistas y el sector de Largo Caballero del PSOE radicalizaron sus posturas, propugnando la revolución social. 5 Otros generales significados, como Orgaz, Villegas, Fanjul y Saliquet quedaron en situación de disponibles. Sin embargo esta política de traslados no serviría para frenar la conspiración militar y el golpe, que finalmente se produjo entre el 17 y el 18 de julio, e incluso en algún caso, como el del general Franco, les hizo aumentar su rechazo al gobierno de Azaña al considerar su destino a Canarias como una degradación, una humillación y un destierro. Apuntes de Historia de España tema 9. La II República 7 En 1933 había nacido Falange Española, fundada por José Antonio Primo de Rivera, que jugará un importante papel en el desarrollo de los acontecimientos que condujeron a la Guerra Civil. Las fuerzas reaccionarias y partidos de la derecha la utilizan como fuerza de choque: sus frecuentes razias y enfrentamientos con los grupos más radicales de la izquierda, principalmente con las organizaciones juveniles, sus actos violentos y asesinatos contribuyeron a crear un clima de inseguridad y violencia propicio para las intentonas militares. El gobierno republicano no extremista, que pretendía el cumplimiento de la ley, se veía desbordado por la espiral de violencia que generaba el extremismo de la izquierda y el terrorismo fascista. Las milicias falangistas fueron ilegalizadas por el gobierno y sus líderes fueron encarcelados, con José Antonio a la cabeza. Los carlistas también crearon sus milicias, los requetés, que se unieron a la dialéctica de las pistolas de la que hablaba José Antonio. Además, la actitud conspirativa de la derecha provocaba la respuesta de la izquierda, que quema iglesias y asesina a destacados dirigentes de la derecha, mientras esta asesinaba a personajes representativos de la izquierda. Es decir, el principio de acción-represión-acción. CONCLUSIÓN El fracaso de la República fue el fracaso de España. El intento de solucionar los viejos problemas de una forma tajante y súbita, sin tener en cuenta las circunstancias políticas, económicas y sociales del momento, no tuvo éxito. La guerra civil no fue solo el resultado de la dinámica de la República, sino que hay que integrarla dentro de su contexto internacional -triunfo de los totalitarismos y crisis de las democracias en Europa- y dentro de las dificultades de implantación del nuevo régimen de España. Es, por tanto, el penúltimo episodio de la crisis iniciada en el 98 en España. La importancia del periodo de la segunda república se debe no solo a su intento de establecer un sistema democrático moderno puro, mediante el esfuerzo reformista global más importante de la historia de España, sino también por su fracaso, por dejar paso a la guerra civil y a la dictadura y por servir de referencia para la transición española, que imitó parte de sus aciertos, pero también tuvo en cuenta sus fallos. Apuntes de Historia de España tema 9. La II República 8 Anexo al tema 9 Partidos políticos y sindicatos durante la II República. a) Izquierdas Partidos republicanos: reformistas, no revolucionarios P. Radical-socialista (Marcelino Domingo) de carácter democrático, anticlerical y con una posición avanzada en materia social, ajena, sin embargo, a la tradición marxista". Acción Republicana (Manuel Azaña) se caracteriza por su autonomismo, el anticlericalismo, el compromiso con la reforma agraria y la reforma del Ejército. Organización Republicana Autonomista Gallega (ORGA) (Santiago Casares Quiroga) de tendencia republicana, autonomista y de izquierdas. Estas tres formaciones se fundirían en Izquierda Republicana (1934) (Manuel Azaña). Esquerra Republicana de Catalunya (Francesc Macià, Lluís Companys) de izquierdas e independentista. PSOE - UGT. Su fuerza crece durante la II República. Dos corrientes: socialdemócrata (Julián Besteiro, Indalecio Prieto) y revolucionaria (Francisco Largo Caballero, secretario general de la UGT). PCE: (José Díaz). Escasa fuerza electoral hasta integrarse en el Frente Popular en 1936. POUM: de tendencia antiestalinista (trotskista) CNT: un millón de afiliados en 1936. Dos corrientes: moderada (los trentistas) y la radical FAI (Durruti, Ascaso), defiende la vía revolucionaria. b) Las Derechas Partido Radical: (Alejandro Lerroux), de centro, carácter populista. Derecha Liberal Republicana (Niceto Alcalá Zamora) Partidos Agrarios: inicialmente proliferan estos partidos agrarios de orientación católica, muchos de los cuales se integran en Acción Popular para crear la CEDA Acción Española (José María Pemán, Ramiro de Maeztu) monárquicos, conservadores y católicos, orientados por Angel Herrera Oria (ANCP). Nacionalismo conservador: PNV, Lliga Regionalista CEDA, poderosa coalición constituida en 1933. Dirigida por José María Gil Robles. Ideario muy conservador, defensora de la propiedad agraria y los intereses de los propietarios, del poder de la Iglesia y del ejército. Renovación Española: monárquicos. José Calvo Sotelo (partidario del golpe de estado). Acuerdos electorales con carlistas (Comunión Tradicionalista). JONS y Falange Española (José Antonio Primo de Rivera): ideología fascista y partidarios de la violencia.