Tonatzin: la leyenda de la diosa azteca que fue sustituida por la Virgen de Guadalupe Antes de la llegada de los españoles, los indígenas mesoamericanos adoraban a una diosa que, decían, era la madre de todos. Luego de la llegada de los españoles a México, muchas cosas cambiaron. Las tradiciones, alimentos e idioma que tenían los europeos, se mezclaron con las tradiciones, alimentos e idioma de los indígenas nativos. Tras la conquista de México, por parte de los españoles, liderados por Hernán Cortés, otra de las cosas importantes que se encargaron de cambiar fue la religión, pues ellos relacionaban a los dioses aztecas con demonios y veían de manera horrorosa los sacrificios humanos que las culturas mesoamericanas realizaban para sus dioses. Actualmente, en México se tiene un culto muy profundo a la Virgen de Guadalupe, a quien se le conoce como la “madre de todos los mexicanos”, sin embargo, detrás de la adoración a esta figura, hay una historia. Y es que antes de la llegada de los españoles, los indígenas nativos adoraban a una diosa llamada Tonantzin, de quien se tenía un centro de devoción. Tonantzin, en náhuatl, significa “nuestra madre”. De acuerdo con el texto escrito por el franciscano Antonio Valeriano, Nican Mopohua, se narran las apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, en 1531. Él se refería a ella como Tonantzin, y al lugar como Tonantzintla, que se traduce como lugar de nuestra madrecita.