Subido por Christian Hedmon

Día de Muertos en Janitzio

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Janitzio, Michoacán.- Es en esta noche, según relatan los habitantes de la isla,
cuando surgen las sombras de la princesa Mintzita, hija del último Caltzonci, y de
Itzihuapa, hijo del señor de Janitzio, quienes profundamente enamorados no
pudieron desposarse por la inesperada llegada de los conquistadores. Para salvar a
su padre de las torturas del conquistador de Michoacán Nuño de Guzmán, la
princesa ofreció, a cambio de la libertad del viejo monarca, el tesoro fabuloso que se
encontraba inmerso en las profundidades del lago de Pátzcuaro, entre Janitzio y
Pacanda. Itzihuapa se convirtió en el vigésimo primer guardián de tan fantástica
riqueza.
Y es durante la noche del primero de noviembre de cada año, cuando despiertan
guardianes del tesoro y, al tañer las campañas, suben la cuesta de la isla. Los
novios Mintzita e Itzihuapa se encaminan al panteón y reciben ofrendas de vivos.
Una leyenda Purépecha dice que al morir las almas vuelan como mariposas
monarcas sobre un lago encantado hasta la Isla de Janitzio y solo se necesita abrir
el corazón para que al atravesar en lancha el lago se puedan ver las almas
dibujarse entre las aguas del lago de Pátzcuaro.
Día de Muertos en Janitzio, la puerta del cielo
Somos mortales porque estamos hechos de tiempo y de historia. Pero hay
salidas instantáneas a través de la cultura, que es un acto poético, que
disuelve el tiempo, para escapar de la historia y de la muerte.- Octavio Paz.
Como cada año, durante el puente de Noviembre, los Mexicanos de todos los
rincones del país festejamos el tradicional “Día de Muertos” para recordar y celebrar
a aquellos que se nos han adelantado a nuestro destino, y Janitzio es un lugar
emblématico para las celebraciones de día de muertos
Uno de los Estados de México donde mayor arraigo tiene el “Día de Muertos” es en
Michoacán, particularmente en un pueblo Purépecha que vive cerca del lago de
Pátzcuaro, quienes al llegar el Puente del 2 de Noviembre, llevan a cabo una
velación rodeando el lago y la Isla de Janitzio.
El Día de Muertos en Janitzio es una de los eventos religiosos más importantes de
Michoacán y todo México.
.
Los festejos para conmemorar el Día de los Muertos en México encuentran su
máxima expresión en una isla del estado de Michoacán, Janitzio. Flores de
cempasúchil inundan los panteones, velas iluminan el camino de las almas y
colocan comida para recibirlos, durante toda la noche se recitan cantos y rezos.
La isla de Janitzio trae consigo todo un halo de misterio y es que, según cuenta las
leyendas del lugar, que cuando las almas regresan, puede notarse en el ondear del
lago de Pátzcuaro. La ofrenda a las ánimas es todo un espectáculo visual que se
remite a tradiciones purépechas.
Los hombres, a la media noche, en balsas sobre el lago, lanzan redes de pesca en
forma de mariposa para demostrar su habilidad. La iluminación es proporcionada
por veladoras encendidas, brindando imágenes poderosas que arraigan la tradición.
La fiesta que se celebra en Janitzio tiene su origen a partir de una leyenda de amor
entre dos príncipes purépechas, antiguos habitantes de Michoacán. Su amor se ve
interrumpido por la llegada de los españoles y termina con la muerte del varón
ahogado en el lago para proteger un tesoro. El nombre de la fiesta, Animecha
Kejtzitakua, significa ‘ofrenda a las ánimas’.
La música que se utiliza para estas celebraciones son las Pirekuas, música
tradicional purépecha, que se canta en su idioma original. Estos cantos son
considerados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como lo es el propio
festejo del Día de Muertos.
El sentimiento de melancolía y el paisaje colorido forman un panorama que
conmueve e invita a la celebración y el acompañamiento para mantener vivas las
tradiciones. En Michoacán, la celebración del 1 y 2 de noviembre se acompaña
también con diversos eventos culturales que animan al festejo y comida inigualable.
Al llegar la víspera del Día de Muertos, todo es un ambiente de fiesta hasta que
llega la hora de que empiezan a sonar las campanas y las almas se presentan,
mientras los vivos se empiezan a congregar ante los despojos mortales de los que
se han ido.
Antes de la medianoche del día primero de noviembre las mujeres y los niños se
dirigen en silencio al cementerio llevando las ofrendas para sus muertos. Sobre las
tumbas de sus deudos irán colocando con cariño y recogimiento las ofrendas
florales, así como los alimentos que tanto gustaron en vida al difunto. Las velas se
irán encendiendo una a una transformando el oscuro cementerio en un jardín de
luces misteriosas. Una campana colgante del arco que da acceso al camposanto
tañera melancólica toda la noche en memoria de los muertos. En toda la isla se
escucha el eco de los cantos en purépecha, que imploran el descanso eterno para
las almas de los ausentes y la felicidad para quienes estamos aún vivos.Janitzio
tiene varios significados, entre ellos: «Lugar donde llueve», «Cabellos de elote», y
«Lugar de Pesca». Pintoresco lugar ubicado en la parte central del lago de
Pátzcuaro. La comunidad indígena del pueblito ha conservado en gran parte la
autenticidad de sus costumbres, como la lengua purépecha, vestuario y la velación
de la noche de muertos, ceremonia que cada 1 y 2 de noviembre atrae visitantes de
todo el mundo.
Durante la noche del 1 de noviembre la gente llega hasta las tumbas con ofrendas,
flores, pan, frutas, símbolos y recuerdos para venerar a sus seres que ya no están
materialmente.
Para el día 1° de noviembre se ponen ofrendas y altares a los «angelitos», muertos
chiquitos que han dejado el mundo de los vivos. Si es su primera ofrenda, el padrino
de bautizo lleva un arco el cual será arreglado con flor de cempoalxóchilt o tiringuinitzitziqui(en purépecha, flor amarilla) y flor de ánima, orquídea propia de esta época;
asimismo, lleva dulces de azúcar con figuras de ángel o de animalitos; juguetes e
inclusive ropa, como parte de la ofrenda. La preparación de la ofrenda en la que
toda la familia interviene, es anunciada con cohetes, al igual que durante el recorrido
de su casa, a la de los papás del ahijado. En el trayecto van cantando alabanzas y
rezando. Mientras que, en el hogar del Pequeño difunto, los padres han dispuesto el
altar donde se colocan las ofrendas y han preparado platillos de la cocina tradicional
como pozole, nacatamales, atole, entre otros, que se invitaran a los que llegan.
ANIMECHA KEJTZITAKUA
El día 2 de noviembre la ofrenda está dedicada a los difuntos grandes o adultos. La
velación comienza la noche del día primero con la preparación de las ofrendas que se
han de colocar en las tumbas o en los altares familiares y concluye ya entrada la mañana
del día 2. Para los muertos recientes, es decir los de primera ofrenda, las honras
empiezan con el novenario, que inicia nueve días antes, haciendo coincidir el ultimo día
con el de muertos; familiares y amigos allí reunidos, rezan el rosario y piden por el
eterno descanso del alma del difunto. Concluidas las actividades en la casa, salen con las
ofrendas hacia el cementerio, donde habrán de permanecer hasta el amanecer, al igual
que los demás habitantes de la localidad que ofrendaron a sus deudos. Durante la
velación, acostumbran intercambiar las ofrendas con las personas cercanas o conocidas,
como forma de no regresar las mismas cosas a sus hogares.
Erigen un altar y se sientan a contemplar las llamas de sus velas mientras van murmurando oraciones toda la
noche.
El día 2 de noviembre la ofrenda está dedicada a los difuntos grandes o adultos. (Foto:
especial)
En los sepulcros se colocan arcos de varas entrelazadas arreglados con flores amarillas
de cempoalxóchilt, de los que penden frutas como plátanos, naranjas, limas, jícamas,
panes en formas de animales o de rosca cubiertos con gránulos de azúcar pigmentada
en color rosa, así como figurillas de azúcar en formas diversas. Las tumbas son cubiertas
con servilletas bordadas y sobre ellas ponen cazuelas, jarros y canastas con la comida
que fuera del gusto del difunto y las velas que guiaran el camino de los muertos.
El altar familiar, que se coloca en los hogares, se compone según la costumbre de cada
lugar, instalándose imágenes religiosas, fotografías de los familiares que han dejado este
mundo, ropa y objetos personales o de trabajo, para evocar su presencia; se encienden
velas alrededor de una cruz de pétalos de flor de cempoalxóchilt, las cuales deberán
permanecer encendidas, ya que estas le servirán de guías a los muertos. Asimismo, se
disponen, en floreros de barro negro, que es la cerámica utilizada con fines
ceremoniales, ramos de flor amarilla y de anima, y pequeños sahumerios del mismo
material, con oloroso y humeante copal.
Los alimentos son variados: frutas y vegetales, pan, atados de maíz, generalmente de
color, dulces de azúcar de formas diversas; sin faltar los vasos de agua para las animas
que llegan sedientas y los recipientes de sal, a la que se atribuye múltiples significados,
para algunos representa el sudor, para otros es ofrenda de tierra; hay quienes la
identifican con la sal del bautismo o evocación de que sirve para evitar la corrupción de
los cuerpos. Un camino de pétalos de flor de cempoalxóchilt, dispuesto desde la puerta
de entrada, hasta el altar conducirá a las animas hasta la ofrenda.
Ofrendas de Día de Muertos en Janitzio
Las ofrendas de día de muertos (de dos, tres o hasta siete niveles) que encontrarás
en los hogares y el panteón de la isla de Janitzio están adornadas con cempasúchil,
imagenes, velas y comida deliciosa para estar más cerca de los difuntos, traerles un
poco de paz y alumbrar su camino en la oscuridad.En los altares podrás encontrar
fruta, bebidas, pan de muerto y dulces, así como platos típicos de la región, como
los charales, el pescado blanco, los tamales de ceniza, el Turkus (una quesadilla de
pescado con tortilla azul), la Pájpakata (caldo de tripa de pescado en hoja de
calabaza), el Kuiris (pato gallareta en salsa) y muchas delicias más.¿A poco no
parece super interesante? Pues no te quedes con las ganas de vivir esta
experiencia; agarra tus chivas y date una vuelta por Janitzio este Día de Muertos.
¡No te olvides de tomar muchas fotos!Tampoco te olvides de descargar la app DiDi
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Las celebraciones de día de muertos comienzan el 1 de noviembre, cuando el sol se
mete en el horizonte. A partir de ese momento puedes comenzar a ver la procesión
de luces, flores y cantos que se dirigen al panteón de Janitzio.El cementerio a la
orilla de la isla comienza a alumbrarse de velas y las tumbas empiezan a tomar
colorido gracias a las ofrendas que los habitantes traen a sus difuntos. Una vez
terminados los preparativos, las personas se sientan a rezar y pasar un momento en
compañía de los que ya no están.Pero no todo es tan solemne como parece, ya que
en ambos días se llevan a cabo celebraciones con música tradicional en vivo,
espectáculos de los pescadores, leyendas y muchos otros eventos más que puedes
apreciar a lo largo de Janitzio.
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