Janitzio, Michoacán.- Es en esta noche, según relatan los habitantes de la isla, cuando surgen las sombras de la princesa Mintzita, hija del último Caltzonci, y de Itzihuapa, hijo del señor de Janitzio, quienes profundamente enamorados no pudieron desposarse por la inesperada llegada de los conquistadores. Para salvar a su padre de las torturas del conquistador de Michoacán Nuño de Guzmán, la princesa ofreció, a cambio de la libertad del viejo monarca, el tesoro fabuloso que se encontraba inmerso en las profundidades del lago de Pátzcuaro, entre Janitzio y Pacanda. Itzihuapa se convirtió en el vigésimo primer guardián de tan fantástica riqueza. Y es durante la noche del primero de noviembre de cada año, cuando despiertan guardianes del tesoro y, al tañer las campañas, suben la cuesta de la isla. Los novios Mintzita e Itzihuapa se encaminan al panteón y reciben ofrendas de vivos. Una leyenda Purépecha dice que al morir las almas vuelan como mariposas monarcas sobre un lago encantado hasta la Isla de Janitzio y solo se necesita abrir el corazón para que al atravesar en lancha el lago se puedan ver las almas dibujarse entre las aguas del lago de Pátzcuaro. Día de Muertos en Janitzio, la puerta del cielo Somos mortales porque estamos hechos de tiempo y de historia. Pero hay salidas instantáneas a través de la cultura, que es un acto poético, que disuelve el tiempo, para escapar de la historia y de la muerte.- Octavio Paz. Como cada año, durante el puente de Noviembre, los Mexicanos de todos los rincones del país festejamos el tradicional “Día de Muertos” para recordar y celebrar a aquellos que se nos han adelantado a nuestro destino, y Janitzio es un lugar emblématico para las celebraciones de día de muertos Uno de los Estados de México donde mayor arraigo tiene el “Día de Muertos” es en Michoacán, particularmente en un pueblo Purépecha que vive cerca del lago de Pátzcuaro, quienes al llegar el Puente del 2 de Noviembre, llevan a cabo una velación rodeando el lago y la Isla de Janitzio. El Día de Muertos en Janitzio es una de los eventos religiosos más importantes de Michoacán y todo México. . Los festejos para conmemorar el Día de los Muertos en México encuentran su máxima expresión en una isla del estado de Michoacán, Janitzio. Flores de cempasúchil inundan los panteones, velas iluminan el camino de las almas y colocan comida para recibirlos, durante toda la noche se recitan cantos y rezos. La isla de Janitzio trae consigo todo un halo de misterio y es que, según cuenta las leyendas del lugar, que cuando las almas regresan, puede notarse en el ondear del lago de Pátzcuaro. La ofrenda a las ánimas es todo un espectáculo visual que se remite a tradiciones purépechas. Los hombres, a la media noche, en balsas sobre el lago, lanzan redes de pesca en forma de mariposa para demostrar su habilidad. La iluminación es proporcionada por veladoras encendidas, brindando imágenes poderosas que arraigan la tradición. La fiesta que se celebra en Janitzio tiene su origen a partir de una leyenda de amor entre dos príncipes purépechas, antiguos habitantes de Michoacán. Su amor se ve interrumpido por la llegada de los españoles y termina con la muerte del varón ahogado en el lago para proteger un tesoro. El nombre de la fiesta, Animecha Kejtzitakua, significa ‘ofrenda a las ánimas’. La música que se utiliza para estas celebraciones son las Pirekuas, música tradicional purépecha, que se canta en su idioma original. Estos cantos son considerados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como lo es el propio festejo del Día de Muertos. El sentimiento de melancolía y el paisaje colorido forman un panorama que conmueve e invita a la celebración y el acompañamiento para mantener vivas las tradiciones. En Michoacán, la celebración del 1 y 2 de noviembre se acompaña también con diversos eventos culturales que animan al festejo y comida inigualable. Al llegar la víspera del Día de Muertos, todo es un ambiente de fiesta hasta que llega la hora de que empiezan a sonar las campanas y las almas se presentan, mientras los vivos se empiezan a congregar ante los despojos mortales de los que se han ido. Antes de la medianoche del día primero de noviembre las mujeres y los niños se dirigen en silencio al cementerio llevando las ofrendas para sus muertos. Sobre las tumbas de sus deudos irán colocando con cariño y recogimiento las ofrendas florales, así como los alimentos que tanto gustaron en vida al difunto. Las velas se irán encendiendo una a una transformando el oscuro cementerio en un jardín de luces misteriosas. Una campana colgante del arco que da acceso al camposanto tañera melancólica toda la noche en memoria de los muertos. En toda la isla se escucha el eco de los cantos en purépecha, que imploran el descanso eterno para las almas de los ausentes y la felicidad para quienes estamos aún vivos.Janitzio tiene varios significados, entre ellos: «Lugar donde llueve», «Cabellos de elote», y «Lugar de Pesca». Pintoresco lugar ubicado en la parte central del lago de Pátzcuaro. La comunidad indígena del pueblito ha conservado en gran parte la autenticidad de sus costumbres, como la lengua purépecha, vestuario y la velación de la noche de muertos, ceremonia que cada 1 y 2 de noviembre atrae visitantes de todo el mundo. Durante la noche del 1 de noviembre la gente llega hasta las tumbas con ofrendas, flores, pan, frutas, símbolos y recuerdos para venerar a sus seres que ya no están materialmente. Para el día 1° de noviembre se ponen ofrendas y altares a los «angelitos», muertos chiquitos que han dejado el mundo de los vivos. Si es su primera ofrenda, el padrino de bautizo lleva un arco el cual será arreglado con flor de cempoalxóchilt o tiringuinitzitziqui(en purépecha, flor amarilla) y flor de ánima, orquídea propia de esta época; asimismo, lleva dulces de azúcar con figuras de ángel o de animalitos; juguetes e inclusive ropa, como parte de la ofrenda. La preparación de la ofrenda en la que toda la familia interviene, es anunciada con cohetes, al igual que durante el recorrido de su casa, a la de los papás del ahijado. En el trayecto van cantando alabanzas y rezando. Mientras que, en el hogar del Pequeño difunto, los padres han dispuesto el altar donde se colocan las ofrendas y han preparado platillos de la cocina tradicional como pozole, nacatamales, atole, entre otros, que se invitaran a los que llegan. ANIMECHA KEJTZITAKUA El día 2 de noviembre la ofrenda está dedicada a los difuntos grandes o adultos. La velación comienza la noche del día primero con la preparación de las ofrendas que se han de colocar en las tumbas o en los altares familiares y concluye ya entrada la mañana del día 2. Para los muertos recientes, es decir los de primera ofrenda, las honras empiezan con el novenario, que inicia nueve días antes, haciendo coincidir el ultimo día con el de muertos; familiares y amigos allí reunidos, rezan el rosario y piden por el eterno descanso del alma del difunto. Concluidas las actividades en la casa, salen con las ofrendas hacia el cementerio, donde habrán de permanecer hasta el amanecer, al igual que los demás habitantes de la localidad que ofrendaron a sus deudos. Durante la velación, acostumbran intercambiar las ofrendas con las personas cercanas o conocidas, como forma de no regresar las mismas cosas a sus hogares. Erigen un altar y se sientan a contemplar las llamas de sus velas mientras van murmurando oraciones toda la noche. El día 2 de noviembre la ofrenda está dedicada a los difuntos grandes o adultos. (Foto: especial) En los sepulcros se colocan arcos de varas entrelazadas arreglados con flores amarillas de cempoalxóchilt, de los que penden frutas como plátanos, naranjas, limas, jícamas, panes en formas de animales o de rosca cubiertos con gránulos de azúcar pigmentada en color rosa, así como figurillas de azúcar en formas diversas. Las tumbas son cubiertas con servilletas bordadas y sobre ellas ponen cazuelas, jarros y canastas con la comida que fuera del gusto del difunto y las velas que guiaran el camino de los muertos. El altar familiar, que se coloca en los hogares, se compone según la costumbre de cada lugar, instalándose imágenes religiosas, fotografías de los familiares que han dejado este mundo, ropa y objetos personales o de trabajo, para evocar su presencia; se encienden velas alrededor de una cruz de pétalos de flor de cempoalxóchilt, las cuales deberán permanecer encendidas, ya que estas le servirán de guías a los muertos. Asimismo, se disponen, en floreros de barro negro, que es la cerámica utilizada con fines ceremoniales, ramos de flor amarilla y de anima, y pequeños sahumerios del mismo material, con oloroso y humeante copal. Los alimentos son variados: frutas y vegetales, pan, atados de maíz, generalmente de color, dulces de azúcar de formas diversas; sin faltar los vasos de agua para las animas que llegan sedientas y los recipientes de sal, a la que se atribuye múltiples significados, para algunos representa el sudor, para otros es ofrenda de tierra; hay quienes la identifican con la sal del bautismo o evocación de que sirve para evitar la corrupción de los cuerpos. Un camino de pétalos de flor de cempoalxóchilt, dispuesto desde la puerta de entrada, hasta el altar conducirá a las animas hasta la ofrenda. Ofrendas de Día de Muertos en Janitzio Las ofrendas de día de muertos (de dos, tres o hasta siete niveles) que encontrarás en los hogares y el panteón de la isla de Janitzio están adornadas con cempasúchil, imagenes, velas y comida deliciosa para estar más cerca de los difuntos, traerles un poco de paz y alumbrar su camino en la oscuridad.En los altares podrás encontrar fruta, bebidas, pan de muerto y dulces, así como platos típicos de la región, como los charales, el pescado blanco, los tamales de ceniza, el Turkus (una quesadilla de pescado con tortilla azul), la Pájpakata (caldo de tripa de pescado en hoja de calabaza), el Kuiris (pato gallareta en salsa) y muchas delicias más.¿A poco no parece super interesante? Pues no te quedes con las ganas de vivir esta experiencia; agarra tus chivas y date una vuelta por Janitzio este Día de Muertos. ¡No te olvides de tomar muchas fotos!Tampoco te olvides de descargar la app DiDi Food para encontrar los mejores platillo al momento que más se te antojen. Las celebraciones de día de muertos comienzan el 1 de noviembre, cuando el sol se mete en el horizonte. A partir de ese momento puedes comenzar a ver la procesión de luces, flores y cantos que se dirigen al panteón de Janitzio.El cementerio a la orilla de la isla comienza a alumbrarse de velas y las tumbas empiezan a tomar colorido gracias a las ofrendas que los habitantes traen a sus difuntos. Una vez terminados los preparativos, las personas se sientan a rezar y pasar un momento en compañía de los que ya no están.Pero no todo es tan solemne como parece, ya que en ambos días se llevan a cabo celebraciones con música tradicional en vivo, espectáculos de los pescadores, leyendas y muchos otros eventos más que puedes apreciar a lo largo de Janitzio.