Subido por Luis Martin

Niveles de vida decentes

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Niveles de vida decentes: requisitos
previos materiales para el bienestar
humano
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Narasimha D. Rao &
Jihoon Min
Investigación de Indicadores Sociales volume 138, pages225–244
(2018)Cita este artículo
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Abstracto
Definimos un conjunto de condiciones materiales universales,
irreductibles y esenciales para lograr el bienestar humano básico, junto
con indicadores y umbrales cuantitativos, que pueden ser
operacionalizados para las sociedades en función de las costumbres y
preferencias locales. Obtenemos apoyo para este nivel de vida decente
(DLS) de diferentes relatos de la justicia básica, incluido el enfoque de
capacidad y las necesidades básicas. El DLS va más allá de los
indicadores de pobreza multidimensional existentes al abordar de
manera integral las condiciones de vida y los medios de participación
social. El DLS ofrece una base normativa para desarrollar presupuestos
de salario mínimo y referencia, y para evaluar los impactos
ambientales, como el cambio climático, de la erradicación de la
pobreza.
Introducción
¿Cuáles son, concretamente, los componentes esenciales de una
vida digna, una que vaya más allá de la mera subsistencia o "pobreza
extrema"? ¿Qué "cosas" deberían tener las personas y qué recursos
necesitan las sociedades para proporcionar estos bienes? Las
limitaciones de los ingresos, y en particular de la Línea Internacional
de Pobreza, como medida de la pobreza son ahora bien conocidas
(Reddy y Pogge 2009; Reddy 2008; Stiglitz et al. 2009). Sin alguna
noción de los requisitos humanos, no hay forma coherente de
especificar un nivel de ingresos, y mucho menos entre países, que
pueda apoyar un nivel de vida particular. Desde la formulación del
Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado en el Informe sobre
Desarrollo Humano de las Naciones Unidas en 1990, se han propuesto
una serie de indicadores multidimensionales de pobreza, como el
Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) y, más recientemente, el
Indicador de Progreso Social (SPI). En general, el enfoque de estos
indicadores está en medir los resultados del bienestar humano, en
lugar de especificar los requisitos para lograr estos resultados. Aquí,
proponemos un conjunto de requisitos materiales que son esenciales
para el florecimiento humano, o lo que llamamos niveles de vida
decentes ("DLS"). El DLS pretende ser un punto de partida para
especificar de manera integral los componentes materiales de un
indicador de pobreza multidimensional, como el SPI. Otra motivación
para centrarse en las condiciones materiales es proporcionar una base
para determinar la dependencia de la erradicación de la pobreza de los
recursos naturales y orientar su asignación cuando proceda.Footnote1
Nuestra propuesta de DLS se basa en conceptualizaciones previas de la
pobreza y la justicia básica. Específicamente, nos basamos en enfoques
de necesidades básicas anteriores (Doyal y Gough 1991; Max-Neef et
al. 1991; Wiggins 1998), pero también encontrar apoyo para el DLS
desde el enfoque de capacidades (Nussbaum 2000; Sen 1987, 1993),
como explicaremos más adelante. Los defensores de ambos enfoques
definen las necesidades básicas (o capacidades) a un nivel de
abstracción que evita la especificación de los productos materiales, en
parte debido a su dependencia de la cultura, el contexto y las
características físicas de los pueblos. Los enfoques de necesidades
básicas de Max-Neef y Doyal & Gough (D&G) lidian con la dependencia
material de las necesidades humanas ("satisfactores" materiales, en su
lenguaje). Sin embargo, ninguno de los dos enfoques llega a especificar
un conjunto universal de satisfactores materiales de las necesidades
humanas básicas. Llenamos este vacío aquí. Vemos el DLS como un
conjunto de condiciones materiales que las personas en todas partes
deberían tener, sin importar cuáles sean sus intenciones o concepción
de una buena vida, o qué otros derechos puedan reclamar. Estos
requisitos materiales no tienen un valor intrínseco propio. Se justifican
como derechos sólo en la medida en que sean condiciones previas
esenciales para satisfacer las necesidades básicas o proporcionar
capacidades centrales. Especificamos en qué medida y cómo tales
condiciones materiales pueden generalizarse y especificarse para todos,
y dónde los procesos democráticos tendrían que asumir el control para
alcanzar el nivel de especificidad requerido para su plena
operacionalización. Argumentamos, utilizando datos de encuestas
globales, que en algunos casos productos particulares merecen ser
incluidos en el DLS, donde las personas a nivel mundial revelan una
abrumadora proclividad para ellos otras alternativas potenciales.
También mostramos que la provisión de DLS a los hogares genera más
requisitos previos sociales (materiales) a diversas escalas, incluso a
nivel comunitario y social.
El resto del documento está organizado de la siguiente manera. En la
sección 2, discutimos el apoyo al DLS en las necesidades básicas y las
teorías de capacidades, en los enfoques de recursos para la justicia y en
el derecho y la política internacionales. En la sección 3, profundizamos
en el concepto de DLS y su alcance, y proponemos algunos principios
que son necesarios para guiar la selección y especificación de sus
componentes. En la sección 4, examinamos las aplicaciones prácticas
de dicho DLS, comparándola con otros indicadores de pobreza y con
los presupuestos de referencia y las estimaciones del salario digno. En
la sección 5, exponemos los componentes reales del DLS, la
justificación de su inclusión y los indicadores de umbral de cantidad,
cuando proceda. En la sección 6, concluimos con algunas reflexiones
para seguir trabajando.
Antecedentes teóricos
La precedencia para definir un DLS radica en la filosofía y el derecho y
la política internacionales. El primero proporciona una base ética a
partir de la cual definir de manera integral un DLS, mientras que el
segundo presta apoyo a la definición de un estándar universal en
términos de condiciones de vida y hacerlo como una cuestión de
derechos humanos.
Niveles de vida decentes como cuestión de justicia
Varias corrientes de pensamiento apoyan la noción de que las personas
deberían tener derecho, sin importar qué más quieran, a un conjunto
inviolable de bienes (un "mínimo básico"), para florecer en una
sociedad justa. Estos incluyen las nociones de bienes primarios
(Rawls 1971), bienes básicos (Reinert 2011), los enfoques de
necesidades básicas mencionados anteriormente, los derechos a niveles
de vida decentes (Blake 2001) y, posiblemente, incluso los enfoques de
capacidades (Nussbaum 2000; Sen 1987). Los enfoques de capacidades
en principio definen la pobreza en términos de falta de opciones para
llevar a cabo diversas funciones. Nussbaum apoya la importancia de
ciertas capacidades humanas centrales, que son derechos universales,
independientemente del estatus relativo de las personas en la sociedad,
o de otros valores que posean (Nussbaum 2000). Estas capacidades
centrales (vida; salud corporal; integridad corporal; sentidos,
imaginación y pensamiento; emociones; razón práctica; afiliación;
otras especies; juego; y control sobre el entorno) proporcionan una
base para definir los requisitos materiales universales para el
florecimiento humano, si se puede establecer que estos requisitos son
instrumentales y esenciales. En contraste con Nussbaum, se sabe que
Sen coloca el "hacer" y el "ser" por encima del "tener" en la definición
de los estándares de vida (Sen 1987). La principal objeción de Sen es
que las personas tienen diferentes habilidades para convertir los
recursos en funcionamiento. Sin embargo, a pesar de la renuencia de
Sen a privilegiar las posesiones, reconoce (pero no se involucra
ampliamente) la idea de que algunas capacidades básicas pueden ser
susceptibles de mercantilización, delineándolas en aquellas que pueden
no variar mucho entre las personas (como satisfacer los requisitos
nutricionales, escapar de enfermedades evitables, ser educado y estar
protegido) y aquellas que pueden depender significativamente de la
cultura (como evitar la vergüenza, participar en actividades
comunitarias y tener respeto por sí mismo) (Alkire 2002: 186).
Tomando estos juntos, es posible trazar un hilo conductor de
capacidades entre Nussbaum y Sen que brindan oportunidades para
una buena salud y seguridad ("bienestar físico", como nos referimos
más adelante), que se prestan con relativa facilidad para definir
requisitos materiales esenciales. Otro punto en común se refiere a la
importancia del compromiso social, que puede interpretarse no solo
como el compromiso con las personas ("afiliación" y "participación en
actividades comunitarias"), sino también el compromiso crítico con el
conocimiento sobre el mundo ("ser educado", "razón práctica", "otras
especies"). Consideramos que estas capacidades permiten el "bienestar
social". Si bien estas capacidades son culturalmente más específicas y
difíciles de relacionar con los productos básicos, más tarde justificamos
la inclusión de solo los medios de compromiso social en un DLS. Otras
capacidades se relacionan con la dignidad humana y el bienestar
psicológico, que no consideramos que dependan de las condiciones
materiales.Footnote2
As we aim to do in this study, there have been several attempts to
develop social indicators in the past, some that explicitly aim to
operationalize capabilities or others that resemble them
(Robeyns 2006). The HDI is the most well-known case of the former.
Ramos and Silber (2005) use empirical analysis to compare several
multidimensional human development approaches, and show that
there is a great empirical resemblance between them. Robeyns points
out that the capability approach “offers the underpinnings of a
multidimensional empirical analysis”, and a basis to integrate theory
and practice. Among indicators that bear resemblance to capabilities,
the most similar to our effort is the Dutch index of living conditions
(Boelhouwer 2002), which has many common dimensions, but is more
of a positive than a normative indicator, and doesn’t focus on material
resources.
Proponents of basic needs approaches, particularly Max-Neef and
D&G, more directly justify a material basis for a ‘basic minimum’,
through the notion of satisfiers of, or intermediate, needs, which are
essential preconditions to meet basic needs. Both Max-Neef and D&G
delineate universal satisfiers from context-specific satisfiers in
principle, but they give limited attention to concretely defining
universal satisfiers. D&G define all intermediate needs as having to
fulfill the requirement that their lack can lead to a sustained
degradation of people’s basic human needs, which they define as
physical health and critical autonomy.Footnote3 Brevemente, la salud física
sana se interpreta como la ausencia de discapacidad crónica,
enfermedad y deterioro de la función cognitiva. La autonomía refleja la
capacidad de aprender, trabajar, participar y reflexionar sobre la
cultura y disfrutar del ocio. Wiggins (1998) también describe las
necesidades absolutas como tener que cumplir con la prueba de ser
necesario y suficiente para evitar daños graves. Vemos las categorías de
salud física y autonomía de D&G como directamente paralelas a las
capacidades relacionadas con el bienestar físico y social descritas
anteriormente. Además, la noción de prevención de daños es útil para
identificar los riesgos para el bienestar y las condiciones materiales que
pueden mitigarlos.
Una forma de interpretar el DLS es como una profundización de la
jerarquía de necesidades intermedias o satisfactores, a fin de hacer
operativa la noción de necesidades o capacidades básicas, para
identificar qué satisfactores materiales universales requieren las
personas en todas partes; que, a su vez, informan qué recursos
materiales en los países se requieren para proporcionar esos
satisfactores. La Figura 1 muestra esta jerarquía de requisitos
materiales, derivados principalmente de las necesidades y capacidades
básicas, y que permiten el bienestar físico y social.
Figura 1
Niveles de vida decentes (DLS): jerarquía de requisitos materiales y su
derivación. Utilizamos el lenguaje de Doyal y Gough (1991) para las
necesidades básicas y Nussbaum (2000) para las capacidades centrales
para definir el bienestar físico y social, para lo cual el DLS sirve como
requisito previo
Imagen a tamaño completo
Niveles de vida decentes como base para la asignación de recursos
El DLS también pretende formar la base para determinar las
necesidades de energía y otros recursos para erradicar la pobreza (Rao
y Baer 2012). Este punto de vista tiene precedencia en la filosofía
política. Algunos han considerado que los derechos humanos básicos
dan lugar a derechos de recursos (Dworkin 1981; Pogge 2002),
mientras que otros también consideran que los derechos a una vida
digna proporcionan un respaldo contra las cargas del daño ambiental
(Caney 2009, 2010), o una dimensión importante de la justicia
distributiva (Sovacool y Dworkin 2015). Walker et al. (2016) utilizan el
Estándar de Ingreso Mínimo (MIS) para justificar un requisito mínimo
de energía para el Reino Unido, identificando la dependencia
energética (servicio) de los productos identificados. Estas necesidades
energéticas, cuando se definen en función de un nivel de vida mínimo
universal, pero condiciones de recursos específicas de cada país,
también proporcionan una base para evaluar la adecuación del espacio
de carbono en un mundo con restricciones climáticas para permitir
este nivel de vida mínimo a nivel mundial bajo diferentes escenarios de
desarrollo futuro de tecnología baja en carbono (Lamb y Rao 2015). ).
Por ejemplo, si la energía para la erradicación de la pobreza fuera
limitada incluso en los escenarios más optimistas de logros
tecnológicos, se intensificaría la obligación moral de reducir las
emisiones (procedentes del consumo no esencial) en los países
industrializados. Por otra parte, si las necesidades de energía para la
erradicación de la pobreza fueran modestas en comparación con el
crecimiento energético previsto sólo en los países en desarrollo, la
asignación equitativa de los esfuerzos de mitigación del clima puede
seguir siendo deseable, pero no necesariamente impulsada por el
objetivo de proporcionar espacio de carbono para la erradicación de la
pobreza.
Precedencia en el derecho y la política internacionales
En la limitada orientación disponible en el derecho y la política
internacionales, un objetivo común parece ser definir un conjunto
de condiciones de vida que proporcionen más que subsistencia, y
posiblemente incluso más que las dimensiones tradicionales de
pobreza de la nutrición, la salud y la educación. El Informe sobre
Desarrollo Humano de 1993 describe el nivel de vida decente como "la
capacidad de vivir una vida saludable, garantizar la movilidad física y
social, comunicarse y participar en la vida de la comunidad (incluido el
consumo)" (PNUD 1993). Cabe destacar la escasa atención prestada a
la elaboración o justificación de esta definición, teniendo en cuenta que
tener acceso a recursos para lograr un nivel de vida digno era la base
aparente para incluir los ingresos en el IDH. Sin embargo, esta
definición incluye muchos elementos que van mucho más allá de la
subsistencia y la seguridad básicas. En particular, cabe destacar la
referencia a la movilidad, la comunicación y la participación en la
sociedad.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(PIDESC) también encarna una concepción amplia de los niveles de
vida.Nota a pie de página4 El párrafo 1 del artículo 11 define el derecho a un "nivel
de vida adecuado... incluyendo una alimentación, vestimenta y
vivienda adecuadas, y a la mejora continua de las condiciones de vida".
El PIDESC incluye otros derechos conexos, como la participación, la
libre determinación, la vida, entre otras condiciones. Sin embargo,
como documento político, estos pactos tienen más valor simbólico que
práctico o normativo. Sin embargo, con 164 partidos y cuatro
signatarios, son indicativos de aspiraciones generalizadas para las
personas, que no deben tomarse a la ligera.
Otros indicadores de pobreza multidimensional y
salario mínimo
Este DLS tiene paralelismos con otros indicadores de pobreza
multidimensional y con los esfuerzos de política para definir los
salarios mínimos, que tienen por objeto proporcionar medios
suficientes para comprar un conjunto de productos básicos esenciales
(Anker 2006). Es útil compararlos con el DLS, ya que comparten
objetivos comunes relacionados con la puesta en práctica de las
definiciones de pobreza para las políticas. En comparación con el DLS,
los indicadores de pobreza tienden a centrarse más en los resultados,
que en los requisitos previos materiales, y tienden a ser específicos del
contexto y no universales. Elaboramos ambas comparaciones a
continuación.
Otros indicadores de pobreza multidimensional
Se han elaborado varios indicadores de pobreza multidimensional,
entre ellos el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM),Nota a pie de página5 la
Medida de Privación Individual (IDM),Nota a pie de página6 y el Índice de
Progreso Social (SPI).Nota a pie de página7 Todos estos indicadores tienen
algunos componentes materiales, pero comparten el objetivo de
medir los resultados de varias dimensiones del bienestar humano.
Proporcionan diferentes formas de hacer un seguimiento más realista
del progreso de la pobreza y del bienestar social en su conjunto. Sin
embargo, tienen diferencias importantes entre ellos, en alcance y
enfoque. MPI se centra en los hogares (ignorando así la dinámica
intrafamiliar). Abarca la educación, la salud y seis condiciones de vida,
las últimas de las cuales son implícitamente sustituibles en la forma en
que se cuentan en el indicador compuesto. IDM se centra en los
individuos (género), y cubre una amplia gama de privaciones sociales y
económicas. De suma importancia, se deriva enteramente de métodos
participativos en múltiples países. El IDM selecciona 15 dimensiones
para su medida final de pobreza, después de solicitar una clasificación
de los participantes de todas las dimensiones de importancia para
ellos. SPI es una métrica colectiva y nacional que también tiene un
alcance amplio, basada en el informe de la Comisión Fitoussi sobre el
bienestar más allá del PIB (Informe de la Comisión sobre la Medición
del Desempeño Económico y el Progreso Social). De interés para este
trabajo es que al centrarse en los resultados, proporcionan una
orientación limitada sobre los medios para superar las privaciones. En
muchos casos, los resultados se definen en términos de posesiones (es
decir, "tener" algo), como tener una nutrición adecuada o tener un
televisor. Sin embargo, en algunas dimensiones, como la salud (por
ejemplo, la esperanza de vida o las muertes relacionadas con la
contaminación en el SPI), no se especifica cómo estos indicadores se
traducen en medios.
El índice holandés de condiciones de vida mencionado anteriormente
también comparte muchas dimensiones con el DLS. Sin embargo, se
desarrolló para rastrear el estado de la sociedad a lo largo del tiempo,
sin ningún contenido normativo sobre las condiciones mínimas de vida
esenciales.
El IPM, el IDM y el SPI prestan apoyo al DLS, en la medida en que
todas las dimensiones subyacentes de las privaciones en el DLS son, en
algún nivel de abstracción, parte de estos indicadores. El DLS no es tan
completo como el IDM o el SPI en el desarrollo de dimensiones no
materiales, particularmente las aplicables a los derechos políticos y
sociales. Sin embargo, el DLS va más allá de estos otros indicadores de
pobreza al centrarse en los medios o las necesidades intermedias
esenciales ("satisfactores"). En particular, el DLS concede mayor
importancia a las condiciones de vida y define los medios para
comprometerse con la sociedad contemporánea con más detalle (véase
la sección 4.2).
Presupuestos de referencia y salarios dignos
Este proyecto comparte similitudes con el trabajo en curso sobre
presupuestos de referencia y salarios justos (Anker 2006;
Considerando 2015). Es similar en el sentido de que busca un alto
grado de especificidad en las medidas de los productos básicos en el
DLS. Sin embargo, otras iniciativas presupuestarias de referencia son
todas nacionales (por ejemplo, Reino Unido, Estados Unidos) o
regionales (por ejemplo, UE). Este proyecto busca primero definir
satisfactores universales globales que trasciendan la dependencia
contextual, luego definir umbrales o pautas específicas del contexto
para dichos umbrales.
Otra desviación importante de las iniciativas presupuestarias de
referencia está en el contenido normativo. En la política social nacional
en Europa y los Estados Unidos, los esfuerzos para definir salarios
justos o presupuestos de referencia para la pobreza se derivan del
poder adquisitivo de un conjunto más amplio de bienes y servicios
(canastas) en diferentes países. Sin embargo, estos presupuestos de
referencia en los Estados Unidos se definen estrechamente en función
de los alimentos, o en Europa han evolucionado en gran medida
independientes entre sí, y con una estandarización o justificación
normativa limitada, si la hay, (Deeming 2015). Esto ha comenzado a
cambiar recientemente en Europa (Storms et al. 2014). Los esfuerzos
actuales para enumerar los niveles de vida mínimos en Europa tienden
a ser nacionales y se centran en métodos participativos (Bradshaw et
al. 2008; Considerando 2015). Por ejemplo, el Nivel de Vida Mínimo
(MIS) en el Reino Unido se desarrolló con métodos participativos. Lo
que la gente caracteriza como necesidades refleja la integración
cultural y las comodidades a las que las personas se han
acostumbrado.Nota a pie de página8 Esto pone en tela de juicio la generalización a
otras regiones, en particular a los países en desarrollo.
Niveles de vida decentes: conceptos y principios
Proponemos el DLS como un "mínimo común denominador" de los
requisitos materiales básicos que son instrumentales (pero no
suficientes) para lograr dimensiones físicas y, en cierta medida,
sociales, del bienestar humano, ya sea concebido como necesidades
básicas o capacidades básicas, e independientes de los valores de las
personas o la estatura relativa en la sociedad.
En el caso del bienestar social, es más difícil conceptualizar la
dependencia de la mercancía, particularmente considerando que las
posesiones materiales pueden satisfacer objetivos sociales (por
ejemplo, símbolos de estatus) debido a las normas prevalecientes, no
porque sean intrínsecamente esenciales (Max-Neef et al. 1991). Como
se describe más adelante, restringimos nuestra excursión al ámbito
social solo a los medios de compromiso social, no al cumplimiento de
ningún objetivo social. En la medida en que estos no son esenciales y
están impulsados por el valor, argumentamos que pertenecen a un DLS
solo si son deseados globalmente por una abrumadora mayoría de
personas.
A continuación describimos con más detalle un conjunto de principios
para guiar la selección de productos básicos en el DLS. A continuación,
discutimos las limitaciones al alcance del DLS.
Principios rectores
Al justificar un DLS en términos de requisitos materiales para todos,
nos enfrentamos a una serie de desafíos. La más obvia es que múltiples
productos pueden satisfacer una necesidad o capacidad, y que la
elección apropiada puede depender de la cultura y otros factores
contextuales. Además, indicamos anteriormente que la prevención de
daños, tal como se utiliza en los enfoques de necesidades básicas, es
una base útil a partir de la cual desarrollar criterios de selección para
los productos básicos. Sin embargo, el daño también depende del
contexto y de las vulnerabilidades humanas, y no se especifica
adecuadamente en las teorías de las necesidades básicas. En tercer
lugar, dado que uno de nuestros objetivos es vincular la erradicación de
la pobreza con el uso de los recursos naturales, debemos ser
exhaustivos en la determinación de las necesidades de recursos
esenciales. Presentamos algunos principios para guiar la especificación
de los satisfactores universales a la luz de estos tres desafíos.
1. 1.
Los componentes de un DLS deben ser necesarios e
indispensables, o deseados globalmente. Puede haber muchos
satisfactores de materiales que pueden satisfacer una necesidad o
capacidad. Por lo tanto, necesitamos criterios para la inclusión
en un DLS. Un bien pertenece a un DLS si y sólo si cumple las
condiciones (a) Y (b) Y (ya sea c.1 o c.2) a continuación:
1. (a)
Satisface al menos una necesidad o capacidad básica (es
decir, ayuda a cumplir una dimensión o previene el daño a
la propia realización de las personas)Nota a pie de página9;
2. (b)
No daña la satisfacción de las necesidades o capacidades de
nadie;
3. (c)
1. 1.
Es el único satisfactor de al menos una
necesidad/capacidad básica;
2. 2.
Es uno de los muchos satisfactores que compiten,
pero se prefiere abrumadoramente a escala global
para al menos una dimensión. El listón debe estar
alto para tal apoyo: los bienes deben ser propiedad o
deseados por una abrumadora mayoría de
poblaciones en todos los países donde están
disponibles y son asequibles.
Si una necesidad/ capacidad puede ser satisfecha por una serie de
satisfactores que no cumplen con la condición (c.1) o (c.2), entonces el
constituyente de DLS debe decidirse en una fase de implementación, a
través de enfoques participativos.
Tomemos algunos ejemplos. Para una nutrición adecuada, si muchas
dietas diferentes (por ejemplo, a base de carne o vegetarianas) pueden
proporcionar la nutrición requerida y ninguna es universalmente
deseada [(a) y (b) cumplida, pero no (c.1) ni (c.2)], entonces la
especificación de un DLS debe permanecer en el nivel de nutrientes,
permitiendo que se determinen diferentes dietas a nivel local a través
de métodos participativos. Por otro lado, considere la educación, que
podría decirse que depende de la adquisición de conocimientos de los
medios de comunicación, así como del aula. Si los periódicos y las
televisiones son dos medios competidores que ofrecen contenido
equivalente, los televisores pueden ser parte de un DLS si son
universalmente deseados [violan (c.1) pero cumplen (c.2)]. Sin
embargo, si el alcohol fuera universalmente deseado [(c.2) satisfecho) y
consumido, pero se sabe que causa daño a la salud humana (violando
(b)], no debe incluirse.
1. 2.
Un DLS limita el riesgo de daño para lograr el bienestar
humano básico a un umbral aceptable. Los componentes de
DLS pueden incluirse porque evitan daños a la satisfacción de las
necesidades básicas, como la buena salud. Sin embargo, la
evaluación del daño potencial no es sencilla. La ambigüedad
radica en al menos dos aspectos: cuál es el riesgo de un efecto
(que a su vez es el producto de la gravedad de un efecto y su
probabilidad); y la propia vulnerabilidad a ella. Es la
combinación de estos los que juntos definen el riesgo de daño. Se
requerirían diferentes recursos para mitigar el riesgo
dependiendo del grado de aversión al riesgo que se elija, como es
bien sabido en el análisis de riesgos. Debido a esta dependencia,
un DLS eventualmente necesitaría definir dichos umbrales de
riesgo, especialmente para diferentes tipos de personas, que
tienen diferentes niveles de tolerancia al riesgo. Por ejemplo, la
persona promedio puede tolerar unos días de calor extremo o
clima bochornoso, particularmente con un acceso adecuado a
líquidos y sombra, pero los ancianos pueden tener una tolerancia
mucho menor para las mismas condiciones. En la práctica, un
DLS estaría supeditado al establecimiento de tales umbrales de
riesgo.
Proponemos dos condiciones de contorno cualitativas para establecer
estos umbrales. Por un lado, todos deben estar aislados de condiciones
potencialmente fatales, incluso de baja probabilidad (por ejemplo,
vacunas contra enfermedades, como la poliomielitis). Además, el daño
también debe incluir la exposición prolongada a molestias extremas. La
ausencia de "incomodidad extrema" en un hogar, por ejemplo, puede
definirse como la ausencia de exposición prolongada a la
contaminación del aire interior, iluminación inadecuada por la noche,
altas temperaturas o humedad ambientales, trabajo excesivo para
satisfacer otras necesidades básicas (por ejemplo, cocinar o lavarse).
Tales condiciones extremas pueden debilitar (física, emocional o
psicológicamente). El trabajo excesivo en las tareas domésticas puede
ser debilitante, pero también puede reducir el tiempo disponible para
realizar actividades de ocio o lucrativas. Por ejemplo, las mujeres pasan
horas recolectando y llevando leña y agua en los países pobres,
cocinando y lavando ropa, lo que restringe sus oportunidades y
opciones para participar en otros roles en la sociedad (Pachauri y
Rao 2013). Hay un juicio involucrado en cuanto a cuándo el costo de
oportunidad de su tiempo se vuelve "dañino", pero en algún momento
este costo de oportunidad debe reconocerse como un gravamen injusto.
1. 3.
Los derechos individuales dan lugar a necesidades materiales a
nivel familiar, comunitario o social. Los DLS son derechos
individuales, pero la sociedad suele estar organizada de tal
manera que las personas comparten recursos materiales, en
diferentes niveles o agregación. Nos parece útil definir el DLE en
tres escalas: hogar, comunidad y sociedad en general. Las
familias comparten hogares y acceso a servicios públicos (por
ejemplo, conexiones eléctricas); los miembros de una comunidad
suelen compartir escuelas, hospitales o infraestructura de
transporte para lograr la movilidad. La provisión de estas
instalaciones, a su vez, puede requerir el desarrollo y uso de
infraestructura física a nivel municipal, estatal o nacional (por
ejemplo, redes de carreteras, redes eléctricas). Los niveles y tipos
de mecanismos de intercambio son una función de nuestros
tiempos, reflejando normas, tecnología, economía u otras
características sociales. Esto tiene tres implicaciones prácticas
para un DLS: diferentes componentes de DLS pueden definirse y
medirse en diferentes niveles de agregación, de acuerdo con las
normas vigentes; es posible que estas definiciones deban
revisarse en el futuro si los cambios en estas normas requieren
diferentes modos de organización para determinados
bienes/servicios; el disfrute efectivo de estos componentes del
DLS depende de la distribución equitativa de estos componentes
(incluso dentro de los hogares (véase la sección 4.2 infra).
Boundaries of Inquiry
Centrarse en las necesidades materiales esenciales El alcance de este
proyecto no permite una evaluación exhaustiva de un DLS, sino que se
centra en elementos materiales esenciales. Cualquier DLS debe incluir
"bienes" políticos, civiles y psicológicos (ya sea que se consideren
derechos, libertades u otras formas de derechos), que permitan a las
personas tener autoestima y participar como constituyentes políticos,
es decir, comprender, participar y disentir contra las instituciones
políticas que los gobiernan (Heinrichs 2006). Damos por sentados
estos derechos, pero limitamos su operacionalización a aspectos que
implican principalmente necesidades materiales, a saber, los medios
de compromiso social. Por ejemplo, el bienestar psicológico (por
ejemplo, la autoestima), una vez que las personas
tienen otros elementos de un DLS, como una buena salud y educación,
depende mucho menos de las posesiones materiales que de cómo las
personas se tratan entre sí. Las instituciones políticas y la concesión de
derechos políticos requieren infraestructura física para funcionar (por
ejemplo, infraestructura de votación, defensa nacional), sin embargo,
hasta donde sabemos, hay poca base para vincular las instituciones
"buenas" (por ejemplo, democracia vs. autocracia) con la extensión de
la infraestructura. Dejamos esto a un lado para futuras investigaciones.
Qué condiciones sociales previas no materiales son necesarias para
garantizar que las instituciones políticas proporcionen derechos
políticos y sociales decentes es una cuestión compleja y profunda, que
no tenemos el alcance de abordar. Remitimos a los lectores al IDM
para aprender más sobre lo que los derechos políticos y sociales
importan a las personas, ya que se desarrolló en base a enfoques
participativos.
Centrarse en la definición de un DLS, no en su realización Este
documento establece los primeros principios para definir una canasta
específica de bienes y servicios para los individuos en una sociedad en
particular. Otras medidas que habría que adoptar para definir
plenamente un SISTEMA de desarrollo del niño para una sociedad en
particular y adoptar medidas concretas para su realización. Estos
incluyen varios desafíos de política, como sobre quién recae la
responsabilidad de proporcionar DLS, cómo hacer que los
constituyentes de DLS sean asequibles y garantizar la entrega
equitativa de un DLS a todos. Estas son preguntas importantes para la
investigación posterior.
Niveles de vida decentes: constituyentes e
indicadores
Pasamos ahora a los componentes específicos de un DLS, los
satisfactores materiales universales del bienestar humano básico
(resumidos en la Tabla 1). Los agrupamos en satisfactores de las
dimensiones de bienestar físico y social respectivamente. Luego
indicamos los requisitos materiales más específicamente, delineados en
aquellos que son propiedad de un hogar y aquellos que representan
requisitos sociales agregados, que se compartirían en algún nivel de
organización social. Luego seguimos con una explicación (justificación)
de cada elemento. Especificamos indicadores y cantidades mínimas,
incluyendo cualquier apoyo empírico, cuando sea relevante y factible.
También indicamos dónde serían apropiadas las personalizaciones
específicas del contexto (por ejemplo, a través de procesos
participativos). Algunos de los componentes y sus umbrales
cuantitativos se han introducido y justificado en trabajos anteriores
(Rao y Baer 2012). Hacemos referencia a los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) de la ONU cuando sea relevante.
Nutrición
Satisfactores universales Nutrición adecuada, incluidos
macronutrientes (energía, proteínas) y micronutrientes (incluidos
hierro, zinc y vitaminas); almacenamiento en frío.
Requisitos del hogar Ingesta diaria mínima (dependiente del contexto)
de calorías totales, proteínas, vitaminas y minerales; un refrigerador de
tamaño modesto (por ejemplo, 100 l).
Fundamento Las necesidades nutricionales son un campo complejo
pero bien transitado de la salud pública. Es bien sabido que en muchos
países en desarrollo la desnutrición (entre los pobres) y la obesidad
(entre los ingresos medios y altos) prevalecen y aumentan (FAO 2008).
Esto ha contribuido a las disparidades de salud en estos países
(Hawkesworth et al. 2010). La evidencia más reciente muestra que la
nutrición de micronutrientes (específicamente proteínas, hierro y zinc)
ha disminuido debido a la presión del aumento de la producción
agrícola de cereales de alto rendimiento con menor contenido
nutricional (DeFries et al. 2015). Por lo tanto, es importante no solo
garantizar las calorías adecuadas, sino el tipo correcto de alimentos.
Las necesidades diarias reales pueden fijarse a nivel nacional. La
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) apoya el uso de un conjunto de referencia de las
necesidades de ingesta de calorías para hombres y mujeres, sobre la
base de las cuales se pueden calcular las desviaciones para tener en
cuenta las diferencias en la edad y el nivel de actividad (FAO 2001).
Muchos países tienen instituciones de salud pública que publican
pautas dietéticas para la ingesta total de calorías y, en algunos casos,
para los micronutrientes.
Tener almacenamiento en frío evita los riesgos de mala salud de las
enfermedades transmitidas por los alimentos y las molestias
relacionadas con el tiempo dedicado a preparar y comprar alimentos.
Las mujeres suelen soportar esta carga, además de las tareas de
recolección de agua y combustible para cocinar. El grado de
incomodidad depende de una serie de factores, incluidos el clima y la
dieta,Nota a pie de página10 pero también el acceso a los mercados. En muchas
zonas urbanas, donde los alimentos frescos se pueden comprar a
diario, no es fácil argumentar que los refrigeradores son
universalmente esenciales, o que siempre evitan las
molestias extremas. Sin embargo, dado que el apoyo empírico (véase
más adelante) indica un deseo abrumador de poseer un refrigerador, el
almacenamiento en frío merece la inclusión al menos sobre la base de
ser un satisfactor abrumadoramente deseado sin sustitutos (véase la
sección 1).
Apoyo empírico Casi el 100% de los hogares poseen refrigeradores en
las economías desarrolladas. En las zonas urbanas de determinadas
economías emergentes (China, India, Brasil, Sudáfrica), el acceso a la
electricidad y la propiedad de refrigeradores ya tienen, o tienden a una
saturación de más del 90% de penetración por encima de un
determinado umbral de ingresos (véase el cuadro 3, en el material
complementario).
Cuadro 1 Niveles de vida decentes: indicadores de
necesidades materiales
Mesa de tamaño completo
Refugio
Satisfactor universal Hogares duraderos que son resistentes al clima
severo y a los vectores portadores de enfermedades.
Requisitos del hogar Techo y paredes sólidas: ladrillo, madera,
concreto o construcción de cemento / acero.
Fundamento La vivienda segura (ODS 11.1) es, al igual que la
alimentación, un objetivo universalmente aceptado de la política de
desarrollo y un componente de los indicadores de pobreza
multidimensionales. Sin embargo, su formulación igualmente carece
de especificidad.
ONU Hábitat coloca el espacio suficiente y la vivienda duradera como
su principal prioridad para sacar a las personas de los barrios
marginales en las zonas urbanas.Nota a pie de página11 La construcción robusta
protege de las inclemencias del tiempo y, por lo tanto, proporciona
seguridad física básica.
Condiciones de vida
Satisfactores universales (a) Espacio mínimo en el suelo; b)
iluminación adecuada; c) confort básico (rango limitado de
temperatura y humedad en espacios habitados); d) un suministro de
agua adecuado y accesible; y e) la eliminación segura de desechos.
Requisitos del hogar (a) Mínimo de 30 m2 y 10 m2 por persona
adicional, por encima de tres miembros; b) iluminación eléctrica c)
equipos modernos de calefacción/refrigeración, si es necesario para
mantenerse en las condiciones de confortNota a pie de página12; d) Suministro de
agua adecuado y fiable (mínimo de 50 L per cápita por día) a partir de
una fuente de agua accesibleNota a pie de página13; e) aseos internos
mejorados.Nota a pie de página14
Requisitos colectivos La provisión de los servicios domésticos
mencionados anteriormente puede requerir la presencia de una
infraestructura troncal, para electricidad, agua y saneamiento. La
organización industrial y la tecnología para esta infraestructura
dependen de la ubicación y las normas prevalecientes, y por lo tanto
deben decidirse localmente. Por ejemplo, hoy en día las redes eléctricas
centralizadas a escala nacional proporcionan acceso a la electricidad,
pero el agua y el saneamiento generalmente caen dentro de la
jurisdicción estatal o municipal. La tecnología para el saneamiento
puede diferir dependiendo de las normas culturales.
Fundamento El hacinamiento puede conducir a una serie de riesgos
para la salud (por ejemplo, relacionados con el saneamiento) y a
tensiones emocionales menos visibles por la falta de privacidad y
libertad personal. La cantidad de espacio suficiente debe decidirse a
nivel local. Sin embargo, como guía, vale la pena considerar las
directrices nacionales para el espacio vital mínimo en los países ricos,
pero densamente poblados. Por ejemplo, en Taiwán, el espacio vital
mínimo recomendado oscila entre 7 y 13 m.2 por persona, dependiendo
del número de miembros. En Corea, el estándar mínimo es de 12
m2 para una persona, y 8–10 m2 para cada miembro adicional. En
trabajos anteriores, sugerimos que este umbral debería estar más cerca
de los 10 m.2/cap, que es el espacio de piso real al que se estancan los
hogares indios de clase media (Rao y Baer 2012). Además,
consideramos que las casas tienen espacios compartidos(baños y
cocina) que no se escalan con el tamaño del hogar, pero requieren un
espacio mínimo en el piso. Áreas urbanas (rurales) de tamaño
promedio de viviendas de China de ~ 32 (37) m2 ofrece otro punto de
referencia potencial,Nota a pie de página15 ya que las familias suelen ser pequeñas
(debido a la política histórica de un solo hijo), y es probable que los
niveles de vida en promedio en China reflejen una agregación de una
amplia gama de densidades de población y condiciones de vida.
Los estándares de iluminación y acondicionamiento del espacio hablan
de habitabilidad y de evitar condiciones extremas que puedan causar
molestias extremas o, en el peor de los casos, la muerte. El riesgo de
estos resultados variaría con la gravedad de las condiciones climáticas
y con la vulnerabilidad de las personas (por ejemplo, los ancianos
pueden tener una tolerancia más baja que los jóvenes). Al igual que en
la nutrición, habría que establecer otros umbrales de exposición (por
ejemplo, grados-días máximos fuera de la zona de confort o niveles de
humedad) y la vulnerabilidad para los países en función de las
características medias de los grupos de población y las condiciones
climáticas. Hay muchas referencias disponibles para definir una zona
de confort, como las directrices nacionales sobre las condiciones de
ocupación en el lugar de trabajo (por ejemplo, US ASHRAE 55).Nota a pie de
página16 Estos pueden ajustarse a las preferencias de adaptación de las
personas en diferentes condiciones climáticas (Nicol 2004).
El abastecimiento de agua y el saneamiento, al igual que los alimentos,
se han examinado ampliamente en las políticas de salud pública y
desarrollo. Gleick (1998) sugiere que 50 l per cápita por día es un
mínimo para todas las abluciones humanas. El Banco Mundial cuenta
con indicadores para mejorar el agua y el saneamiento, que
proporcionan guías útiles para la calidad y accesibilidad de estos
servicios. Adoptamos el indicador del Banco Mundial para mejorar el
saneamiento y la fuente de agua. El suministro de agua interno o
accesible evita las horas de trabajo que normalmente las mujeres
realizan para recolectar agua. Un saneamiento mejorado y accesible es
esencial no sólo para evitar la propagación de enfermedades por
defecación al aire libre, sino también para proporcionar condiciones
seguras a las mujeres.
Clothing
Satisfactor universal a) Ropa suficiente para lograr el confort básico
(como se ha definido anteriormente) en las condiciones climáticas
imperantes; b) el acceso a las lavadoras.
Requisitos del hogar Una cierta cantidad de tela (m2) con materiales
adecuados adaptados al clima local;
Requisitos colectivos Número mínimo de lavadoras compartidas por
cada 1000.
Fundamento Al igual que con la alimentación y la vivienda, la ropa es,
hasta donde sabemos, un elemento integral de todos los indicadores de
pobreza, pero también relativamente no especificada. La ropa es
también una característica de la vida humana que está profundamente
arraigada en la cultura y la tradición. Esto lo convierte en un claro
candidato para una mayor especificación a través de métodos
participativos locales. La única característica de importancia normativa
es que estas prendas son suficientes para la actividad diaria en las
condiciones climáticas locales.
Lavar la ropa es esencial para la higiene básica. La necesidad de
lavadoras es una cuestión de evitar molestias extremas por el trabajo
manual excesivo. Sin embargo, las lavadoras pueden ser compartidas
por el número de hogares. En las zonas urbanas, las instalaciones
compartidas en edificios de apartamentos y comunidades ya es una
práctica común. En las zonas rurales, donde los hogares están mucho
más dispersos, compartir instalaciones puede convertirse en una
molestia. Sin embargo, dado que nuestro objetivo es satisfacer la
norma, no la excepción, evitamos los derechos individuales de los
hogares a las lavadoras.
Apoyo empírico En la mayoría de los países desarrollados, la mayoría
de los hogares tienen lavadoras. Sin embargo, las instalaciones de
lavado comunales son comunes en las zonas urbanas de muchos países,
incluidos los Estados Unidos, donde solo el 82% de los hogares tienen
lavadoras (Tabla 3, en el material suplementario).
Atención médica
Satisfactor universal Instalaciones de atención médica preventiva y
curativa suficientes y accesibles.
Requisitos colectivos Médicos mínimos por cada 1000 personas (rango
posible de 1.5 a 1.7); y el gasto mínimo nacional en salud (posible rango
de PPA)Nota a pie de página17$~450–700 por cap).
Fundamento Los resultados de salud típicos en los indicadores de
pobreza, como la esperanza de vida y la mortalidad infantil, ofrecen
poca información sobre las necesidades de atención médica. Aunque la
buena salud depende primero de una nutrición adecuada y de
condiciones higiénicas, en realidad, los seres humanos inevitablemente
se enfrentan a enfermedades, accidentes y otros peligros para la salud.
La atención médica es fundamental para prevenir enfermedades (por
ejemplo, vacunas), proporcionar cuidado infantil y proporcionar
atención curativa básica. Para proporcionar estos servicios básicos, es
necesario que haya suficientes puestos de salud al alcance de la
población, con instalaciones adecuadas en cada uno (por ejemplo,
refrigeración para medicamentos, electricidad para rayos X) y personal
calificado. Estas condiciones no son de ninguna manera suficientes
para garantizar una alta calidad de la atención médica, pero pueden
considerarse necesarias.
Pero, ¿cómo se debe determinar un conjunto mínimo de condiciones
materiales? Los servicios de salud son necesarios para reducir la
morbilidad, evitar la muerte prematura y cuidar a los ancianos
(cuidados paliativos) ya que pierden capacidad de funcionamiento.
Todas estas características de una sociedad sana están bien
representadas por la esperanza de vida media, que es la principal
medida de salud en las medidas de pobreza, como el IDH, y el SPI más
reciente. De hecho, existe una relación positiva entre los recursos
destinados a un sistema de atención de la salud y la esperanza de vida
media, aunque con una variación significativa, y con rendimientos
decrecientes más allá de un punto (Ver material complementario). Esto
sugiere que definir un DLS requiere seleccionar un umbral para la
esperanza de vida. Sin embargo, no existe una base normativa conocida
para definir una duración mínima de una vida.Nota a pie de página18 La
preferencia subjetiva tampoco es útil, porque las personas
generalmente aspiran a vivir más tiempo. En lugar de buscar un
umbral normativo, seleccionamos este umbral en función de dónde
empíricamente encontramos que los recursos dejan de tener un efecto
positivo en la esperanza de vida. Sobre la base de un extenso análisis
empírico de la correlación entre la esperanza de vida y una serie de
indicadores diferentes de los recursos de atención médica, incluido el
gasto nacional per cápita, encontramos que el gasto en atención médica
se correlaciona con la esperanza de vida (LE) (ver Material
complementario) en un cierto rango, ~ 70-75 años, pero no muy por
debajo (donde las mejoras en LE requieren pocos recursos) o por
encima (donde el aumento de los recursos del sistema de atención
médica tiene poco efecto en la mejora de LE).
Sobre esta base, proponemos que las sociedades requieran un gasto
mínimo en salud, para mantener una esperanza de vida promedio de
70-75 años. El gasto per cápita sugerido (y la esperanza de vida de
referencia) es solo una guía: las sociedades individuales pueden
personalizar este valor en función de las características específicas de
su sistema de atención médica. También encontramos que el número
de médicos (específicamente, ~ 1.5-1.7 por 1000) también se
correlaciona con la esperanza de vida. Sin embargo, dado que el
número de médicos no plantea requisitos materiales particulares (los
médicos no comen más calorías que las personas de otras profesiones),
nos centramos en el gasto del sector de la atención médica como la
métrica principal para un DLS.
Apoyo empírico Estimamos un gasto anual de 450-700 dólares per
cápita, correspondiente al costo promedio de la mitad más eficiente de
los países que han alcanzado una esperanza de vida de >65 años (y una
mortalidad infantil de <15 muertes por cada 1000 nacidos vivos) y >74
años (y una mortalidad infantil de <25). Una advertencia, sin embargo,
es que no está claro en qué medida estos gastos incluyen la atención
médica preventiva o si esta última se correlaciona con los costos
generales de la atención médica. Consulte el material complementario
para obtener más información.
Calidad del aire
Satisfactores universales Concentración máxima de partículas (PM)Nota
a pie de página19; Este es un satisfactor único, ya que es la restricción de un
material "malo", el material particulado, que es un subproducto de
otros productos, incluidos algunos que pueden ser parte de un DLS.
Este requisito, por lo tanto, limita las tecnologías utilizadas para
cumplir con otros DLS.
Requisitos del hogar Cocina moderna, que utiliza combustible gaseoso
o electricidad; modernos equipos de calefacción/refrigeración. Tener
un medio ambiente limpio como parte de una vida decente se refleja en
las necesidades intermedias de D&G y en los indicadores SPI e IDM,
pero sin más detalles. Según la Carga Mundial de Morbilidad, la
contaminación del aire en los hogares (generalmente por la quema de
biomasa) es el tercer factor de riesgo para la salud más alto, lo que lleva
a más de 4 millones de muertes prematuras por año (Lim et al. 2012),
que son principalmente mujeres y niños. Su evitación requiere que los
hogares cocinen estufas y equipos de calefacción que funcionen con
combustibles líquidos o gaseosos, en lugar de quemar combustibles
sólidos (biomasa).
Requisitos colectivos La contaminación del aire ambiente procedente
de otras fuentes, incluida la industria y el transporte, también
contribuye a los riesgos para la salud. Esto implica que las opciones de
transporte ofrecidas como parte de la movilidad pueden tener que
incluir el transporte público en las zonas urbanas, y posiblemente
incluso restringir los motores a las tecnologías eléctricas y otras
tecnologías no contaminantes. El alcance de estas restricciones sería
muy específico del contexto y, por lo tanto, tendría que determinarse a
nivel local.
Educación
Satisfactor universal Escolarización adecuada con instalaciones y
personal adecuados.
Requisitos colectivos Número adecuado de escuelas, equipadas con
espacio, personal docente, instalaciones y plan de estudios equilibrado.
Fundamento El interés humano en adquirir conocimientos y la
necesidad de la educación obligatoria están bien establecidos y se
incluyen en todos los indicadores de pobreza mencionados. La
duración de la escolaridad requerida es más ambigua. Con respecto a la
duración, la mayoría de los países (69%) que tienen requisitos mínimos
requieren entre 9 y 12 años, mientras que el 21% requiere solo
educación primaria.Nota a pie de página20 Elegimos el límite inferior de la opción
mayoritaria para el DLS.
Sin embargo, la calidad de la educación es difícil de medir. A diferencia
de la atención médica, no existe una relación clara entre el logro
educativo (o el ausentismo de los maestros) y el gasto en educación.
Estos factores se reservan para futuras investigaciones.
Información y Comunicación
Satisfactor universal Acceso de los hogares a los servicios de
información y comunicación.
Requisitos del hogar Un teléfono por hogar, un monitor de
televisión/computadora por hogar;
Exigencia colectiva Comunicación accesible e infraestructura de
televisión/internet.
Fundamento La importancia del compromiso social y político para el
florecimiento humano se encuentra en todos los relatos de la justicia
básica (Alkire 2002), e incluso en los derechos humanos
internacionales, como se discutió anteriormente. Los servicios de
información proporcionan conocimiento sobre la sociedad que permite
a las personas participar críticamente como participantes políticos.Nota a
pie de página21 El acceso a la información puede incluso considerarse parte del
aprendizaje, cuando se interpreta más ampliamente como la
adquisición de conocimientos sobre el mundo y la sociedad.Nota a pie de
página22 Tales conocimientos no pueden adquirirse individualmente sin
acceso a los servicios de información. El IDM y el SPI incluyen acceso
telefónico y a Internet.
La tecnología desempeña un papel importante en la determinación del
medio de dicho acceso. Como tal, los satisfactores específicos de este
componente de DLS son en gran medida un producto de los tiempos
actuales y de nuestro futuro previsible. Por ejemplo, se puede
argumentar que las personas solo necesitan tener periódicos para
obtener información. Existe un elemento de conformidad con los
patrones consuntivos globalizados inherente a la elección de teléfonos
celulares y dispositivos para acceder a Internet. Sin embargo, estas
nuevas tecnologías pueden llegar a ser esenciales para acceder a este
tipo de servicios, ya que hacen que las tecnologías más antiguas sean
obsoletas y no estén disponibles. Además, incluso si las alternativas no
se extinguen, no pueden proporcionar el mismo nivel de acceso a la
información, lo que daría lugar a disparidades significativas en el
acceso a la información y, por lo tanto, a un disfrute desigual de los
derechos básicos a la participación como iguales en la sociedad.
El acceso a los servicios de comunicación es distinto del acceso a la
información, ya que implica el uso de dispositivos que permiten la
comunicación interactiva con otras personas, lo cual es importante
para que las personas sientan un sentido de pertenencia y pertenencia
a la comunidad.
Apoyo empírico Casi el 100% de los hogares poseen televisores y
teléfonos en las economías desarrolladas. En las zonas urbanas de
determinadas economías emergentes (China, India, Brasil, Sudáfrica),
la propiedad ya tiene, o tiende a, una saturación de más del 90% de
penetración por encima de un determinado umbral de ingresos.
Movilidad
Satisfactor universal Acceso a opciones de movilidad adecuadas.
"Adecuado" se refiere a la disponibilidad (dentro de una cierta
distancia del hogar) de transporte motorizado. En particular, se puede
proporcionar una movilidad adecuada con el transporte público. Puede
haber excepciones en las zonas rurales, que tendrían que determinarse
a nivel local.
Requisitos colectivos Transporte público adecuado en áreas urbanas e
infraestructura vial para apoyar el acceso a carreteras pavimentadas y
transporte motorizado para todos. Solo en áreas remotas escasamente
pobladas, la propiedad doméstica de vehículos puede ser necesaria.
Fundamento La importancia del transporte es subestimada en la
literatura. El IPM incluye un vehículo, pero solo entre una lista de
activos sustituibles que comprenden un indicador de nivel de vida. Las
personas universalmente tienen que trabajar lejos de sus hogares o
acceder a los mercados para vender productos para su sustento. Existe
cierta evidencia de que a través de la historia las personas pasan
aproximadamente la misma cantidad de tiempo en promedio (~ 1 h /
día) viajando (Schafer y Victor 2000). Es solo el modo de transporte, y
por lo tanto la distancia accesible, lo que ha aumentado con el tiempo.
Si esto es un hecho, pasar más tiempo viajando podría decirse que
puede interpretarse como una carga (y, por lo tanto, una incomodidad
extrema). Sin transporte motorizado de ningún tipo, la vida de las
personas se restringiría a unos pocos kilómetros de su hogar, lo que
podría conducir a la exclusión social y restringir las oportunidades de
participar en la sociedad, mediante la venta de productos, los viajes por
ocio o el aprendizaje de otras sociedades.
La cantidad de infraestructura que se requiere para proporcionar
acceso a todos es, hasta donde sabemos, una pregunta de investigación
no abordada. Es necesaria una futura investigación empírica en esta
dirección.
Apoyo empírico En los países desarrollados, la propiedad de
automóviles a menudo es <85% y disminuye en las áreas urbanas. La
propiedad de vehículos es consistentemente mayor en las áreas rurales,
probablemente debido a la falta de alternativas.
Libertad de reunión/disidencia
Satisfactor universal Espacios públicos adecuados y de acceso seguro.
Requisitos colectivos Espacio público mínimo por cada 1000
habitantes (con instalaciones adecuadas para garantizar la seguridad,
como la iluminación nocturna).
Fundamento Un espacio público adecuado evita el hacinamiento, y es
importante fomentar un sentido de libertad, para la realización de
actividades de ocio, y para congregarse para actividades políticas y
sociales. Esto es particularmente importante en áreas urbanas
densamente pobladas. Este es también un ODS (11.7), que enfatiza la
necesidad de tales espacios para mujeres, niños, ancianos y personas
con discapacidad. Aquí también, no hay orientación disponible en la
literatura para la cantidad de espacio. Sin embargo, debe haber una
amplia evidencia empírica a partir de la cual desarrollar puntos de
referencia razonables en investigaciones posteriores.
Conclusiones e investigaciones complementarias
Hemos propuesto un conjunto universal de productos materiales y
condiciones que los hogares y las sociedades requieren, como mínimo,
para superar la pobreza y apoyar una vida decente para todos. Vamos
más allá de los indicadores existentes, tanto en alcance como en
especificidad. El hambre no es solo calorías adecuadas, sino vitaminas
y minerales adecuados. El refugio debe tener espacio adecuado,
construcción sólida, estufas modernas, equipos de calefacción /
refrigeración, iluminación, agua y baños, acceso a Internet y al
transporte público. Las comunidades deben tener escuelas y clínicas de
salud. A su vez, los países deberían gastar recursos suficientes en
infraestructura física, atención de la salud y educación para garantizar
el suministro de estos bienes y servicios. Ninguno de estos sistemas
debe generar contaminación del aire más allá de los niveles seguros.
Las cantidades de estos artículos se especificarían localmente, sobre la
base de métodos participativos, y un análisis más detallado. Estos DLS
también son una función de nuestros tiempos: se han especificado en
función de las tecnologías y normas actuales, pero con cuidado de
incluir solo aquellos que tienen un atractivo universal demostrable.
Nada de lo que proponemos es conceptualmente nuevo: en un nivel
más alto de abstracción, los elementos del DLS se pueden rastrear a
necesidades básicas o teorías de capacidad. Hemos empujado los
límites de la especificidad, a fin de generar un tablero para la pobreza
material que es universal, pero debe traducirse en cantidades basadas
en el contexto y los procesos democráticos. El DLS puede guiar el
establecimiento de presupuestos de referencia y salarios dignos, y
políticas de desarrollo. También tienen por objeto identificar los
requisitos de recursos ambientales para proporcionar un nivel de vida
básico a todos, a fin de evaluar si existen conflictos entre la
sostenibilidad social y ambiental a escala mundial.
Sin embargo, estos requisitos no son suficientes para garantizar el
bienestar, ni necesariamente superan la pobreza relativa. En
sociedades con disparidades significativas y una riqueza significativa
entre unos pocos, las personas pueden tener derecho a más, incluso si
tienen suficiente para evitar la privación absoluta. La realización de
estos objetivos plantea otro conjunto de problemas, entre los que se
encuentra hacer que estos servicios sean asequibles.
Notas
1. Nos referimos a la dependencia de los recursos a través de
dimensiones consuntivas del bienestar humano, no a través de
los medios de vida. Véase la sección 2.2.
2. Esta agrupación de bienestar en bienestar físico, social y
psicológico está inspirada en Narayan et al. (2000), quien define
las siguientes dimensiones del bienestar: bienestar material,
bienestar corporal, bienestar social, bienestar psicológico y
libertad de elección.
3. D&G va más allá que otros proponentes de las necesidades
básicas y especifica categorías de necesidades intermedias (o
esenciales): alimentos nutricionales y agua; carcasa protectora;
trabajo no peligroso y entorno físico; atención médica adecuada;
la seguridad en la infancia; relaciones primarias significativas;
seguridad económica y física; educación adecuada; y el control
seguro de la natalidad y la maternidad. Doyal y Gough (1991).
4. Pacto Internacional de Economía, Derechos Sociales y
Culturales, www.ohchr.org.
5. Véase Alkire y Santos (2014); www.ophi.org.uk.
6. Véase Wisor et al. (2015); www.iwda.org.au/introducing-theindividual-deprivation-measure/.
7. Imperativo de Progreso Social
(www.socialprogressimperative.org).
8. En el Reino Unido, las repetidas encuestas del Estándar de
Ingreso Mínimo (MIS) muestran que las personas,
particularmente los jóvenes, incluyen aspiradores y hierros en su
lista de productos "esenciales" como medios para presentarse a sí
mismos y a sus hogares con un orden adecuado a los visitantes
(Walker et al. 2016).
9. La noción de que los satisfactores pueden satisfacer múltiples
necesidades se aborda en los satisfactores "sinérgicos" de MaxNeef (Max-Neef et al. 1991).
10.Ciertas sociedades rurales en China no poseen refrigeradores
porque comen carne ahumada y no consumen diario.
Véase http://www.theatlantic.com/technology/archive/2016/05
/why-refrigerators-were-so-slow-to-catch-on-in-china/481029/.
11. Véase ONU Hábitat, "El derecho a una vivienda adecuada", hoja
informativa 21.
12. La importancia de este umbral es establecer la necesidad de aire
acondicionado en condiciones de calor y humedad, donde
ninguna adaptación o tecnología puede llevar a un hogar a las
condiciones de confort.
13. El Banco Mundial define una fuente de agua potable accesible y
mejorada como: incluye agua entubada en las instalaciones
(conexión de agua doméstica entubada ubicada dentro de la
vivienda, parcela o patio del usuario) y otras fuentes mejoradas
de agua potable (grifos o tuberías públicas, pozos tubulares o
pozos, pozos excavados protegidos, manantiales protegidos y
recolección de agua de lluvia). Indicadores del desarrollo
mundial (http://data.worldbank.org/data-catalog/worlddevelopment-indicators).
14. El Banco Mundial define los inodoros mejorados como inodoros
de descarga conectados a un sistema de alcantarillado, tanque
séptico, letrinas de pozo o inodoros de compostaje. Indicadores
del desarrollo mundial.
15. Véase Estadísticas Nacionales de China
en http://www.stats.gov.cn/tjsj/ndsj/2014/zk/html/Z0617E.htm
.
16. Ver https://www.ashrae.org/resources-publications/bookstore/standard-55.
17. Se trata de un índice de paridad del poder adquisitivo (PPA)
específico del sector de la salud proporcionado por el Banco
Mundial.
18. Hay investigaciones que indican que la edad puede incluso ser la
métrica incorrecta: la capacidad cognitiva, en lugar de años, es
un mejor indicador del envejecimiento (Skirbekk et al. 2012), lo
que es consistente con el enfoque de capacidades.
19. Las directrices de calidad del aire de la OMS (AQG) indican
niveles medios anuales de 10 a 35 μg/m3.
20.
Véase Educación unesco
2030. http://www.uis.unesco.org/Education/Pages/right-toeducation-2030.aspx.
21. Tendría que haber condiciones sobre la calidad de los servicios
de información (por ejemplo, la propaganda gubernamental por
sí sola no cumpliría con el objetivo de proporcionar a las
personas información adecuada para involucrar y criticar
políticamente al gobierno. Sin embargo, esto se deja de lado
sobre la base de que no es un problema de recursos.
22.
Doyal y Gough (1991) se refieren a la importancia del
conocimiento intercultural como parte de la autonomía "crítica",
para poder ser autorreflexivo sobre la propia cultura.
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Descargar referencias
Agradecimientos
Financiación de acceso abierto proporcionada por el Instituto
Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA). Este
documento fue desarrollado con contribuciones de un conjunto de
consultas celebradas en IIASA, Austria, London School of Economics
en Londres y la Universidad de Columbia en Nueva York. Agradecemos
a Ian Gough, Jan-Hendrik Heinrich, Des Gasper, Sanjay Reddy,
Thomas Pogge y Debra Satz por sus valiosos comentarios. Esta
investigación fue posible gracias a la subvención inicial del Consejo
Europeo de Investigación 2014 para el proyecto 'Decent Living Energy',
No. 637462.
Información del autor
Autores y Afiliaciones
1. Instituto Internacional de Análisis de Sistemas
Aplicados (IIASA), Schlossplatz 1, 2361, Laxenburg,
Austria
Narasimha D. Rao & Jihoon Min
Autor para correspondencia
Correspondencia a Narasimha D. Rao.
Material complementario electrónico
A continuación se muestra el enlace al material complementario
electrónico.
Material complementario 1 (docx 250 kb)
Derechos y permisos
Acceso abierto Este artículo se distribuye bajo los términos de la
Licencia Internacional Creative Commons Atribución 4.0
(http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/), que permite el uso,
distribución y reproducción sin restricciones en cualquier medio,
siempre que dé el crédito apropiado al autor (s) original (s) y la fuente,
proporcione un enlace a la licencia Creative Commons e indique si se
realizaron cambios.
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