Niveles de vida decentes: requisitos previos materiales para el bienestar humano Narasimha D. Rao & Jihoon Min Investigación de Indicadores Sociales volume 138, pages225–244 (2018)Cita este artículo Accesos 24k 84 Citas 194 Altmetric Métricasdetails Abstracto Definimos un conjunto de condiciones materiales universales, irreductibles y esenciales para lograr el bienestar humano básico, junto con indicadores y umbrales cuantitativos, que pueden ser operacionalizados para las sociedades en función de las costumbres y preferencias locales. Obtenemos apoyo para este nivel de vida decente (DLS) de diferentes relatos de la justicia básica, incluido el enfoque de capacidad y las necesidades básicas. El DLS va más allá de los indicadores de pobreza multidimensional existentes al abordar de manera integral las condiciones de vida y los medios de participación social. El DLS ofrece una base normativa para desarrollar presupuestos de salario mínimo y referencia, y para evaluar los impactos ambientales, como el cambio climático, de la erradicación de la pobreza. Introducción ¿Cuáles son, concretamente, los componentes esenciales de una vida digna, una que vaya más allá de la mera subsistencia o "pobreza extrema"? ¿Qué "cosas" deberían tener las personas y qué recursos necesitan las sociedades para proporcionar estos bienes? Las limitaciones de los ingresos, y en particular de la Línea Internacional de Pobreza, como medida de la pobreza son ahora bien conocidas (Reddy y Pogge 2009; Reddy 2008; Stiglitz et al. 2009). Sin alguna noción de los requisitos humanos, no hay forma coherente de especificar un nivel de ingresos, y mucho menos entre países, que pueda apoyar un nivel de vida particular. Desde la formulación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado en el Informe sobre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas en 1990, se han propuesto una serie de indicadores multidimensionales de pobreza, como el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) y, más recientemente, el Indicador de Progreso Social (SPI). En general, el enfoque de estos indicadores está en medir los resultados del bienestar humano, en lugar de especificar los requisitos para lograr estos resultados. Aquí, proponemos un conjunto de requisitos materiales que son esenciales para el florecimiento humano, o lo que llamamos niveles de vida decentes ("DLS"). El DLS pretende ser un punto de partida para especificar de manera integral los componentes materiales de un indicador de pobreza multidimensional, como el SPI. Otra motivación para centrarse en las condiciones materiales es proporcionar una base para determinar la dependencia de la erradicación de la pobreza de los recursos naturales y orientar su asignación cuando proceda.Footnote1 Nuestra propuesta de DLS se basa en conceptualizaciones previas de la pobreza y la justicia básica. Específicamente, nos basamos en enfoques de necesidades básicas anteriores (Doyal y Gough 1991; Max-Neef et al. 1991; Wiggins 1998), pero también encontrar apoyo para el DLS desde el enfoque de capacidades (Nussbaum 2000; Sen 1987, 1993), como explicaremos más adelante. Los defensores de ambos enfoques definen las necesidades básicas (o capacidades) a un nivel de abstracción que evita la especificación de los productos materiales, en parte debido a su dependencia de la cultura, el contexto y las características físicas de los pueblos. Los enfoques de necesidades básicas de Max-Neef y Doyal & Gough (D&G) lidian con la dependencia material de las necesidades humanas ("satisfactores" materiales, en su lenguaje). Sin embargo, ninguno de los dos enfoques llega a especificar un conjunto universal de satisfactores materiales de las necesidades humanas básicas. Llenamos este vacío aquí. Vemos el DLS como un conjunto de condiciones materiales que las personas en todas partes deberían tener, sin importar cuáles sean sus intenciones o concepción de una buena vida, o qué otros derechos puedan reclamar. Estos requisitos materiales no tienen un valor intrínseco propio. Se justifican como derechos sólo en la medida en que sean condiciones previas esenciales para satisfacer las necesidades básicas o proporcionar capacidades centrales. Especificamos en qué medida y cómo tales condiciones materiales pueden generalizarse y especificarse para todos, y dónde los procesos democráticos tendrían que asumir el control para alcanzar el nivel de especificidad requerido para su plena operacionalización. Argumentamos, utilizando datos de encuestas globales, que en algunos casos productos particulares merecen ser incluidos en el DLS, donde las personas a nivel mundial revelan una abrumadora proclividad para ellos otras alternativas potenciales. También mostramos que la provisión de DLS a los hogares genera más requisitos previos sociales (materiales) a diversas escalas, incluso a nivel comunitario y social. El resto del documento está organizado de la siguiente manera. En la sección 2, discutimos el apoyo al DLS en las necesidades básicas y las teorías de capacidades, en los enfoques de recursos para la justicia y en el derecho y la política internacionales. En la sección 3, profundizamos en el concepto de DLS y su alcance, y proponemos algunos principios que son necesarios para guiar la selección y especificación de sus componentes. En la sección 4, examinamos las aplicaciones prácticas de dicho DLS, comparándola con otros indicadores de pobreza y con los presupuestos de referencia y las estimaciones del salario digno. En la sección 5, exponemos los componentes reales del DLS, la justificación de su inclusión y los indicadores de umbral de cantidad, cuando proceda. En la sección 6, concluimos con algunas reflexiones para seguir trabajando. Antecedentes teóricos La precedencia para definir un DLS radica en la filosofía y el derecho y la política internacionales. El primero proporciona una base ética a partir de la cual definir de manera integral un DLS, mientras que el segundo presta apoyo a la definición de un estándar universal en términos de condiciones de vida y hacerlo como una cuestión de derechos humanos. Niveles de vida decentes como cuestión de justicia Varias corrientes de pensamiento apoyan la noción de que las personas deberían tener derecho, sin importar qué más quieran, a un conjunto inviolable de bienes (un "mínimo básico"), para florecer en una sociedad justa. Estos incluyen las nociones de bienes primarios (Rawls 1971), bienes básicos (Reinert 2011), los enfoques de necesidades básicas mencionados anteriormente, los derechos a niveles de vida decentes (Blake 2001) y, posiblemente, incluso los enfoques de capacidades (Nussbaum 2000; Sen 1987). Los enfoques de capacidades en principio definen la pobreza en términos de falta de opciones para llevar a cabo diversas funciones. Nussbaum apoya la importancia de ciertas capacidades humanas centrales, que son derechos universales, independientemente del estatus relativo de las personas en la sociedad, o de otros valores que posean (Nussbaum 2000). Estas capacidades centrales (vida; salud corporal; integridad corporal; sentidos, imaginación y pensamiento; emociones; razón práctica; afiliación; otras especies; juego; y control sobre el entorno) proporcionan una base para definir los requisitos materiales universales para el florecimiento humano, si se puede establecer que estos requisitos son instrumentales y esenciales. En contraste con Nussbaum, se sabe que Sen coloca el "hacer" y el "ser" por encima del "tener" en la definición de los estándares de vida (Sen 1987). La principal objeción de Sen es que las personas tienen diferentes habilidades para convertir los recursos en funcionamiento. Sin embargo, a pesar de la renuencia de Sen a privilegiar las posesiones, reconoce (pero no se involucra ampliamente) la idea de que algunas capacidades básicas pueden ser susceptibles de mercantilización, delineándolas en aquellas que pueden no variar mucho entre las personas (como satisfacer los requisitos nutricionales, escapar de enfermedades evitables, ser educado y estar protegido) y aquellas que pueden depender significativamente de la cultura (como evitar la vergüenza, participar en actividades comunitarias y tener respeto por sí mismo) (Alkire 2002: 186). Tomando estos juntos, es posible trazar un hilo conductor de capacidades entre Nussbaum y Sen que brindan oportunidades para una buena salud y seguridad ("bienestar físico", como nos referimos más adelante), que se prestan con relativa facilidad para definir requisitos materiales esenciales. Otro punto en común se refiere a la importancia del compromiso social, que puede interpretarse no solo como el compromiso con las personas ("afiliación" y "participación en actividades comunitarias"), sino también el compromiso crítico con el conocimiento sobre el mundo ("ser educado", "razón práctica", "otras especies"). Consideramos que estas capacidades permiten el "bienestar social". Si bien estas capacidades son culturalmente más específicas y difíciles de relacionar con los productos básicos, más tarde justificamos la inclusión de solo los medios de compromiso social en un DLS. Otras capacidades se relacionan con la dignidad humana y el bienestar psicológico, que no consideramos que dependan de las condiciones materiales.Footnote2 As we aim to do in this study, there have been several attempts to develop social indicators in the past, some that explicitly aim to operationalize capabilities or others that resemble them (Robeyns 2006). The HDI is the most well-known case of the former. Ramos and Silber (2005) use empirical analysis to compare several multidimensional human development approaches, and show that there is a great empirical resemblance between them. Robeyns points out that the capability approach “offers the underpinnings of a multidimensional empirical analysis”, and a basis to integrate theory and practice. Among indicators that bear resemblance to capabilities, the most similar to our effort is the Dutch index of living conditions (Boelhouwer 2002), which has many common dimensions, but is more of a positive than a normative indicator, and doesn’t focus on material resources. Proponents of basic needs approaches, particularly Max-Neef and D&G, more directly justify a material basis for a ‘basic minimum’, through the notion of satisfiers of, or intermediate, needs, which are essential preconditions to meet basic needs. Both Max-Neef and D&G delineate universal satisfiers from context-specific satisfiers in principle, but they give limited attention to concretely defining universal satisfiers. D&G define all intermediate needs as having to fulfill the requirement that their lack can lead to a sustained degradation of people’s basic human needs, which they define as physical health and critical autonomy.Footnote3 Brevemente, la salud física sana se interpreta como la ausencia de discapacidad crónica, enfermedad y deterioro de la función cognitiva. La autonomía refleja la capacidad de aprender, trabajar, participar y reflexionar sobre la cultura y disfrutar del ocio. Wiggins (1998) también describe las necesidades absolutas como tener que cumplir con la prueba de ser necesario y suficiente para evitar daños graves. Vemos las categorías de salud física y autonomía de D&G como directamente paralelas a las capacidades relacionadas con el bienestar físico y social descritas anteriormente. Además, la noción de prevención de daños es útil para identificar los riesgos para el bienestar y las condiciones materiales que pueden mitigarlos. Una forma de interpretar el DLS es como una profundización de la jerarquía de necesidades intermedias o satisfactores, a fin de hacer operativa la noción de necesidades o capacidades básicas, para identificar qué satisfactores materiales universales requieren las personas en todas partes; que, a su vez, informan qué recursos materiales en los países se requieren para proporcionar esos satisfactores. La Figura 1 muestra esta jerarquía de requisitos materiales, derivados principalmente de las necesidades y capacidades básicas, y que permiten el bienestar físico y social. Figura 1 Niveles de vida decentes (DLS): jerarquía de requisitos materiales y su derivación. Utilizamos el lenguaje de Doyal y Gough (1991) para las necesidades básicas y Nussbaum (2000) para las capacidades centrales para definir el bienestar físico y social, para lo cual el DLS sirve como requisito previo Imagen a tamaño completo Niveles de vida decentes como base para la asignación de recursos El DLS también pretende formar la base para determinar las necesidades de energía y otros recursos para erradicar la pobreza (Rao y Baer 2012). Este punto de vista tiene precedencia en la filosofía política. Algunos han considerado que los derechos humanos básicos dan lugar a derechos de recursos (Dworkin 1981; Pogge 2002), mientras que otros también consideran que los derechos a una vida digna proporcionan un respaldo contra las cargas del daño ambiental (Caney 2009, 2010), o una dimensión importante de la justicia distributiva (Sovacool y Dworkin 2015). Walker et al. (2016) utilizan el Estándar de Ingreso Mínimo (MIS) para justificar un requisito mínimo de energía para el Reino Unido, identificando la dependencia energética (servicio) de los productos identificados. Estas necesidades energéticas, cuando se definen en función de un nivel de vida mínimo universal, pero condiciones de recursos específicas de cada país, también proporcionan una base para evaluar la adecuación del espacio de carbono en un mundo con restricciones climáticas para permitir este nivel de vida mínimo a nivel mundial bajo diferentes escenarios de desarrollo futuro de tecnología baja en carbono (Lamb y Rao 2015). ). Por ejemplo, si la energía para la erradicación de la pobreza fuera limitada incluso en los escenarios más optimistas de logros tecnológicos, se intensificaría la obligación moral de reducir las emisiones (procedentes del consumo no esencial) en los países industrializados. Por otra parte, si las necesidades de energía para la erradicación de la pobreza fueran modestas en comparación con el crecimiento energético previsto sólo en los países en desarrollo, la asignación equitativa de los esfuerzos de mitigación del clima puede seguir siendo deseable, pero no necesariamente impulsada por el objetivo de proporcionar espacio de carbono para la erradicación de la pobreza. Precedencia en el derecho y la política internacionales En la limitada orientación disponible en el derecho y la política internacionales, un objetivo común parece ser definir un conjunto de condiciones de vida que proporcionen más que subsistencia, y posiblemente incluso más que las dimensiones tradicionales de pobreza de la nutrición, la salud y la educación. El Informe sobre Desarrollo Humano de 1993 describe el nivel de vida decente como "la capacidad de vivir una vida saludable, garantizar la movilidad física y social, comunicarse y participar en la vida de la comunidad (incluido el consumo)" (PNUD 1993). Cabe destacar la escasa atención prestada a la elaboración o justificación de esta definición, teniendo en cuenta que tener acceso a recursos para lograr un nivel de vida digno era la base aparente para incluir los ingresos en el IDH. Sin embargo, esta definición incluye muchos elementos que van mucho más allá de la subsistencia y la seguridad básicas. En particular, cabe destacar la referencia a la movilidad, la comunicación y la participación en la sociedad. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) también encarna una concepción amplia de los niveles de vida.Nota a pie de página4 El párrafo 1 del artículo 11 define el derecho a un "nivel de vida adecuado... incluyendo una alimentación, vestimenta y vivienda adecuadas, y a la mejora continua de las condiciones de vida". El PIDESC incluye otros derechos conexos, como la participación, la libre determinación, la vida, entre otras condiciones. Sin embargo, como documento político, estos pactos tienen más valor simbólico que práctico o normativo. Sin embargo, con 164 partidos y cuatro signatarios, son indicativos de aspiraciones generalizadas para las personas, que no deben tomarse a la ligera. Otros indicadores de pobreza multidimensional y salario mínimo Este DLS tiene paralelismos con otros indicadores de pobreza multidimensional y con los esfuerzos de política para definir los salarios mínimos, que tienen por objeto proporcionar medios suficientes para comprar un conjunto de productos básicos esenciales (Anker 2006). Es útil compararlos con el DLS, ya que comparten objetivos comunes relacionados con la puesta en práctica de las definiciones de pobreza para las políticas. En comparación con el DLS, los indicadores de pobreza tienden a centrarse más en los resultados, que en los requisitos previos materiales, y tienden a ser específicos del contexto y no universales. Elaboramos ambas comparaciones a continuación. Otros indicadores de pobreza multidimensional Se han elaborado varios indicadores de pobreza multidimensional, entre ellos el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM),Nota a pie de página5 la Medida de Privación Individual (IDM),Nota a pie de página6 y el Índice de Progreso Social (SPI).Nota a pie de página7 Todos estos indicadores tienen algunos componentes materiales, pero comparten el objetivo de medir los resultados de varias dimensiones del bienestar humano. Proporcionan diferentes formas de hacer un seguimiento más realista del progreso de la pobreza y del bienestar social en su conjunto. Sin embargo, tienen diferencias importantes entre ellos, en alcance y enfoque. MPI se centra en los hogares (ignorando así la dinámica intrafamiliar). Abarca la educación, la salud y seis condiciones de vida, las últimas de las cuales son implícitamente sustituibles en la forma en que se cuentan en el indicador compuesto. IDM se centra en los individuos (género), y cubre una amplia gama de privaciones sociales y económicas. De suma importancia, se deriva enteramente de métodos participativos en múltiples países. El IDM selecciona 15 dimensiones para su medida final de pobreza, después de solicitar una clasificación de los participantes de todas las dimensiones de importancia para ellos. SPI es una métrica colectiva y nacional que también tiene un alcance amplio, basada en el informe de la Comisión Fitoussi sobre el bienestar más allá del PIB (Informe de la Comisión sobre la Medición del Desempeño Económico y el Progreso Social). De interés para este trabajo es que al centrarse en los resultados, proporcionan una orientación limitada sobre los medios para superar las privaciones. En muchos casos, los resultados se definen en términos de posesiones (es decir, "tener" algo), como tener una nutrición adecuada o tener un televisor. Sin embargo, en algunas dimensiones, como la salud (por ejemplo, la esperanza de vida o las muertes relacionadas con la contaminación en el SPI), no se especifica cómo estos indicadores se traducen en medios. El índice holandés de condiciones de vida mencionado anteriormente también comparte muchas dimensiones con el DLS. Sin embargo, se desarrolló para rastrear el estado de la sociedad a lo largo del tiempo, sin ningún contenido normativo sobre las condiciones mínimas de vida esenciales. El IPM, el IDM y el SPI prestan apoyo al DLS, en la medida en que todas las dimensiones subyacentes de las privaciones en el DLS son, en algún nivel de abstracción, parte de estos indicadores. El DLS no es tan completo como el IDM o el SPI en el desarrollo de dimensiones no materiales, particularmente las aplicables a los derechos políticos y sociales. Sin embargo, el DLS va más allá de estos otros indicadores de pobreza al centrarse en los medios o las necesidades intermedias esenciales ("satisfactores"). En particular, el DLS concede mayor importancia a las condiciones de vida y define los medios para comprometerse con la sociedad contemporánea con más detalle (véase la sección 4.2). Presupuestos de referencia y salarios dignos Este proyecto comparte similitudes con el trabajo en curso sobre presupuestos de referencia y salarios justos (Anker 2006; Considerando 2015). Es similar en el sentido de que busca un alto grado de especificidad en las medidas de los productos básicos en el DLS. Sin embargo, otras iniciativas presupuestarias de referencia son todas nacionales (por ejemplo, Reino Unido, Estados Unidos) o regionales (por ejemplo, UE). Este proyecto busca primero definir satisfactores universales globales que trasciendan la dependencia contextual, luego definir umbrales o pautas específicas del contexto para dichos umbrales. Otra desviación importante de las iniciativas presupuestarias de referencia está en el contenido normativo. En la política social nacional en Europa y los Estados Unidos, los esfuerzos para definir salarios justos o presupuestos de referencia para la pobreza se derivan del poder adquisitivo de un conjunto más amplio de bienes y servicios (canastas) en diferentes países. Sin embargo, estos presupuestos de referencia en los Estados Unidos se definen estrechamente en función de los alimentos, o en Europa han evolucionado en gran medida independientes entre sí, y con una estandarización o justificación normativa limitada, si la hay, (Deeming 2015). Esto ha comenzado a cambiar recientemente en Europa (Storms et al. 2014). Los esfuerzos actuales para enumerar los niveles de vida mínimos en Europa tienden a ser nacionales y se centran en métodos participativos (Bradshaw et al. 2008; Considerando 2015). Por ejemplo, el Nivel de Vida Mínimo (MIS) en el Reino Unido se desarrolló con métodos participativos. Lo que la gente caracteriza como necesidades refleja la integración cultural y las comodidades a las que las personas se han acostumbrado.Nota a pie de página8 Esto pone en tela de juicio la generalización a otras regiones, en particular a los países en desarrollo. Niveles de vida decentes: conceptos y principios Proponemos el DLS como un "mínimo común denominador" de los requisitos materiales básicos que son instrumentales (pero no suficientes) para lograr dimensiones físicas y, en cierta medida, sociales, del bienestar humano, ya sea concebido como necesidades básicas o capacidades básicas, e independientes de los valores de las personas o la estatura relativa en la sociedad. En el caso del bienestar social, es más difícil conceptualizar la dependencia de la mercancía, particularmente considerando que las posesiones materiales pueden satisfacer objetivos sociales (por ejemplo, símbolos de estatus) debido a las normas prevalecientes, no porque sean intrínsecamente esenciales (Max-Neef et al. 1991). Como se describe más adelante, restringimos nuestra excursión al ámbito social solo a los medios de compromiso social, no al cumplimiento de ningún objetivo social. En la medida en que estos no son esenciales y están impulsados por el valor, argumentamos que pertenecen a un DLS solo si son deseados globalmente por una abrumadora mayoría de personas. A continuación describimos con más detalle un conjunto de principios para guiar la selección de productos básicos en el DLS. A continuación, discutimos las limitaciones al alcance del DLS. Principios rectores Al justificar un DLS en términos de requisitos materiales para todos, nos enfrentamos a una serie de desafíos. La más obvia es que múltiples productos pueden satisfacer una necesidad o capacidad, y que la elección apropiada puede depender de la cultura y otros factores contextuales. Además, indicamos anteriormente que la prevención de daños, tal como se utiliza en los enfoques de necesidades básicas, es una base útil a partir de la cual desarrollar criterios de selección para los productos básicos. Sin embargo, el daño también depende del contexto y de las vulnerabilidades humanas, y no se especifica adecuadamente en las teorías de las necesidades básicas. En tercer lugar, dado que uno de nuestros objetivos es vincular la erradicación de la pobreza con el uso de los recursos naturales, debemos ser exhaustivos en la determinación de las necesidades de recursos esenciales. Presentamos algunos principios para guiar la especificación de los satisfactores universales a la luz de estos tres desafíos. 1. 1. Los componentes de un DLS deben ser necesarios e indispensables, o deseados globalmente. Puede haber muchos satisfactores de materiales que pueden satisfacer una necesidad o capacidad. Por lo tanto, necesitamos criterios para la inclusión en un DLS. Un bien pertenece a un DLS si y sólo si cumple las condiciones (a) Y (b) Y (ya sea c.1 o c.2) a continuación: 1. (a) Satisface al menos una necesidad o capacidad básica (es decir, ayuda a cumplir una dimensión o previene el daño a la propia realización de las personas)Nota a pie de página9; 2. (b) No daña la satisfacción de las necesidades o capacidades de nadie; 3. (c) 1. 1. Es el único satisfactor de al menos una necesidad/capacidad básica; 2. 2. Es uno de los muchos satisfactores que compiten, pero se prefiere abrumadoramente a escala global para al menos una dimensión. El listón debe estar alto para tal apoyo: los bienes deben ser propiedad o deseados por una abrumadora mayoría de poblaciones en todos los países donde están disponibles y son asequibles. Si una necesidad/ capacidad puede ser satisfecha por una serie de satisfactores que no cumplen con la condición (c.1) o (c.2), entonces el constituyente de DLS debe decidirse en una fase de implementación, a través de enfoques participativos. Tomemos algunos ejemplos. Para una nutrición adecuada, si muchas dietas diferentes (por ejemplo, a base de carne o vegetarianas) pueden proporcionar la nutrición requerida y ninguna es universalmente deseada [(a) y (b) cumplida, pero no (c.1) ni (c.2)], entonces la especificación de un DLS debe permanecer en el nivel de nutrientes, permitiendo que se determinen diferentes dietas a nivel local a través de métodos participativos. Por otro lado, considere la educación, que podría decirse que depende de la adquisición de conocimientos de los medios de comunicación, así como del aula. Si los periódicos y las televisiones son dos medios competidores que ofrecen contenido equivalente, los televisores pueden ser parte de un DLS si son universalmente deseados [violan (c.1) pero cumplen (c.2)]. Sin embargo, si el alcohol fuera universalmente deseado [(c.2) satisfecho) y consumido, pero se sabe que causa daño a la salud humana (violando (b)], no debe incluirse. 1. 2. Un DLS limita el riesgo de daño para lograr el bienestar humano básico a un umbral aceptable. Los componentes de DLS pueden incluirse porque evitan daños a la satisfacción de las necesidades básicas, como la buena salud. Sin embargo, la evaluación del daño potencial no es sencilla. La ambigüedad radica en al menos dos aspectos: cuál es el riesgo de un efecto (que a su vez es el producto de la gravedad de un efecto y su probabilidad); y la propia vulnerabilidad a ella. Es la combinación de estos los que juntos definen el riesgo de daño. Se requerirían diferentes recursos para mitigar el riesgo dependiendo del grado de aversión al riesgo que se elija, como es bien sabido en el análisis de riesgos. Debido a esta dependencia, un DLS eventualmente necesitaría definir dichos umbrales de riesgo, especialmente para diferentes tipos de personas, que tienen diferentes niveles de tolerancia al riesgo. Por ejemplo, la persona promedio puede tolerar unos días de calor extremo o clima bochornoso, particularmente con un acceso adecuado a líquidos y sombra, pero los ancianos pueden tener una tolerancia mucho menor para las mismas condiciones. En la práctica, un DLS estaría supeditado al establecimiento de tales umbrales de riesgo. Proponemos dos condiciones de contorno cualitativas para establecer estos umbrales. Por un lado, todos deben estar aislados de condiciones potencialmente fatales, incluso de baja probabilidad (por ejemplo, vacunas contra enfermedades, como la poliomielitis). Además, el daño también debe incluir la exposición prolongada a molestias extremas. La ausencia de "incomodidad extrema" en un hogar, por ejemplo, puede definirse como la ausencia de exposición prolongada a la contaminación del aire interior, iluminación inadecuada por la noche, altas temperaturas o humedad ambientales, trabajo excesivo para satisfacer otras necesidades básicas (por ejemplo, cocinar o lavarse). Tales condiciones extremas pueden debilitar (física, emocional o psicológicamente). El trabajo excesivo en las tareas domésticas puede ser debilitante, pero también puede reducir el tiempo disponible para realizar actividades de ocio o lucrativas. Por ejemplo, las mujeres pasan horas recolectando y llevando leña y agua en los países pobres, cocinando y lavando ropa, lo que restringe sus oportunidades y opciones para participar en otros roles en la sociedad (Pachauri y Rao 2013). Hay un juicio involucrado en cuanto a cuándo el costo de oportunidad de su tiempo se vuelve "dañino", pero en algún momento este costo de oportunidad debe reconocerse como un gravamen injusto. 1. 3. Los derechos individuales dan lugar a necesidades materiales a nivel familiar, comunitario o social. Los DLS son derechos individuales, pero la sociedad suele estar organizada de tal manera que las personas comparten recursos materiales, en diferentes niveles o agregación. Nos parece útil definir el DLE en tres escalas: hogar, comunidad y sociedad en general. Las familias comparten hogares y acceso a servicios públicos (por ejemplo, conexiones eléctricas); los miembros de una comunidad suelen compartir escuelas, hospitales o infraestructura de transporte para lograr la movilidad. La provisión de estas instalaciones, a su vez, puede requerir el desarrollo y uso de infraestructura física a nivel municipal, estatal o nacional (por ejemplo, redes de carreteras, redes eléctricas). Los niveles y tipos de mecanismos de intercambio son una función de nuestros tiempos, reflejando normas, tecnología, economía u otras características sociales. Esto tiene tres implicaciones prácticas para un DLS: diferentes componentes de DLS pueden definirse y medirse en diferentes niveles de agregación, de acuerdo con las normas vigentes; es posible que estas definiciones deban revisarse en el futuro si los cambios en estas normas requieren diferentes modos de organización para determinados bienes/servicios; el disfrute efectivo de estos componentes del DLS depende de la distribución equitativa de estos componentes (incluso dentro de los hogares (véase la sección 4.2 infra). Boundaries of Inquiry Centrarse en las necesidades materiales esenciales El alcance de este proyecto no permite una evaluación exhaustiva de un DLS, sino que se centra en elementos materiales esenciales. Cualquier DLS debe incluir "bienes" políticos, civiles y psicológicos (ya sea que se consideren derechos, libertades u otras formas de derechos), que permitan a las personas tener autoestima y participar como constituyentes políticos, es decir, comprender, participar y disentir contra las instituciones políticas que los gobiernan (Heinrichs 2006). Damos por sentados estos derechos, pero limitamos su operacionalización a aspectos que implican principalmente necesidades materiales, a saber, los medios de compromiso social. Por ejemplo, el bienestar psicológico (por ejemplo, la autoestima), una vez que las personas tienen otros elementos de un DLS, como una buena salud y educación, depende mucho menos de las posesiones materiales que de cómo las personas se tratan entre sí. Las instituciones políticas y la concesión de derechos políticos requieren infraestructura física para funcionar (por ejemplo, infraestructura de votación, defensa nacional), sin embargo, hasta donde sabemos, hay poca base para vincular las instituciones "buenas" (por ejemplo, democracia vs. autocracia) con la extensión de la infraestructura. Dejamos esto a un lado para futuras investigaciones. Qué condiciones sociales previas no materiales son necesarias para garantizar que las instituciones políticas proporcionen derechos políticos y sociales decentes es una cuestión compleja y profunda, que no tenemos el alcance de abordar. Remitimos a los lectores al IDM para aprender más sobre lo que los derechos políticos y sociales importan a las personas, ya que se desarrolló en base a enfoques participativos. Centrarse en la definición de un DLS, no en su realización Este documento establece los primeros principios para definir una canasta específica de bienes y servicios para los individuos en una sociedad en particular. Otras medidas que habría que adoptar para definir plenamente un SISTEMA de desarrollo del niño para una sociedad en particular y adoptar medidas concretas para su realización. Estos incluyen varios desafíos de política, como sobre quién recae la responsabilidad de proporcionar DLS, cómo hacer que los constituyentes de DLS sean asequibles y garantizar la entrega equitativa de un DLS a todos. Estas son preguntas importantes para la investigación posterior. Niveles de vida decentes: constituyentes e indicadores Pasamos ahora a los componentes específicos de un DLS, los satisfactores materiales universales del bienestar humano básico (resumidos en la Tabla 1). Los agrupamos en satisfactores de las dimensiones de bienestar físico y social respectivamente. Luego indicamos los requisitos materiales más específicamente, delineados en aquellos que son propiedad de un hogar y aquellos que representan requisitos sociales agregados, que se compartirían en algún nivel de organización social. Luego seguimos con una explicación (justificación) de cada elemento. Especificamos indicadores y cantidades mínimas, incluyendo cualquier apoyo empírico, cuando sea relevante y factible. También indicamos dónde serían apropiadas las personalizaciones específicas del contexto (por ejemplo, a través de procesos participativos). Algunos de los componentes y sus umbrales cuantitativos se han introducido y justificado en trabajos anteriores (Rao y Baer 2012). Hacemos referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU cuando sea relevante. Nutrición Satisfactores universales Nutrición adecuada, incluidos macronutrientes (energía, proteínas) y micronutrientes (incluidos hierro, zinc y vitaminas); almacenamiento en frío. Requisitos del hogar Ingesta diaria mínima (dependiente del contexto) de calorías totales, proteínas, vitaminas y minerales; un refrigerador de tamaño modesto (por ejemplo, 100 l). Fundamento Las necesidades nutricionales son un campo complejo pero bien transitado de la salud pública. Es bien sabido que en muchos países en desarrollo la desnutrición (entre los pobres) y la obesidad (entre los ingresos medios y altos) prevalecen y aumentan (FAO 2008). Esto ha contribuido a las disparidades de salud en estos países (Hawkesworth et al. 2010). La evidencia más reciente muestra que la nutrición de micronutrientes (específicamente proteínas, hierro y zinc) ha disminuido debido a la presión del aumento de la producción agrícola de cereales de alto rendimiento con menor contenido nutricional (DeFries et al. 2015). Por lo tanto, es importante no solo garantizar las calorías adecuadas, sino el tipo correcto de alimentos. Las necesidades diarias reales pueden fijarse a nivel nacional. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) apoya el uso de un conjunto de referencia de las necesidades de ingesta de calorías para hombres y mujeres, sobre la base de las cuales se pueden calcular las desviaciones para tener en cuenta las diferencias en la edad y el nivel de actividad (FAO 2001). Muchos países tienen instituciones de salud pública que publican pautas dietéticas para la ingesta total de calorías y, en algunos casos, para los micronutrientes. Tener almacenamiento en frío evita los riesgos de mala salud de las enfermedades transmitidas por los alimentos y las molestias relacionadas con el tiempo dedicado a preparar y comprar alimentos. Las mujeres suelen soportar esta carga, además de las tareas de recolección de agua y combustible para cocinar. El grado de incomodidad depende de una serie de factores, incluidos el clima y la dieta,Nota a pie de página10 pero también el acceso a los mercados. En muchas zonas urbanas, donde los alimentos frescos se pueden comprar a diario, no es fácil argumentar que los refrigeradores son universalmente esenciales, o que siempre evitan las molestias extremas. Sin embargo, dado que el apoyo empírico (véase más adelante) indica un deseo abrumador de poseer un refrigerador, el almacenamiento en frío merece la inclusión al menos sobre la base de ser un satisfactor abrumadoramente deseado sin sustitutos (véase la sección 1). Apoyo empírico Casi el 100% de los hogares poseen refrigeradores en las economías desarrolladas. En las zonas urbanas de determinadas economías emergentes (China, India, Brasil, Sudáfrica), el acceso a la electricidad y la propiedad de refrigeradores ya tienen, o tienden a una saturación de más del 90% de penetración por encima de un determinado umbral de ingresos (véase el cuadro 3, en el material complementario). Cuadro 1 Niveles de vida decentes: indicadores de necesidades materiales Mesa de tamaño completo Refugio Satisfactor universal Hogares duraderos que son resistentes al clima severo y a los vectores portadores de enfermedades. Requisitos del hogar Techo y paredes sólidas: ladrillo, madera, concreto o construcción de cemento / acero. Fundamento La vivienda segura (ODS 11.1) es, al igual que la alimentación, un objetivo universalmente aceptado de la política de desarrollo y un componente de los indicadores de pobreza multidimensionales. Sin embargo, su formulación igualmente carece de especificidad. ONU Hábitat coloca el espacio suficiente y la vivienda duradera como su principal prioridad para sacar a las personas de los barrios marginales en las zonas urbanas.Nota a pie de página11 La construcción robusta protege de las inclemencias del tiempo y, por lo tanto, proporciona seguridad física básica. Condiciones de vida Satisfactores universales (a) Espacio mínimo en el suelo; b) iluminación adecuada; c) confort básico (rango limitado de temperatura y humedad en espacios habitados); d) un suministro de agua adecuado y accesible; y e) la eliminación segura de desechos. Requisitos del hogar (a) Mínimo de 30 m2 y 10 m2 por persona adicional, por encima de tres miembros; b) iluminación eléctrica c) equipos modernos de calefacción/refrigeración, si es necesario para mantenerse en las condiciones de confortNota a pie de página12; d) Suministro de agua adecuado y fiable (mínimo de 50 L per cápita por día) a partir de una fuente de agua accesibleNota a pie de página13; e) aseos internos mejorados.Nota a pie de página14 Requisitos colectivos La provisión de los servicios domésticos mencionados anteriormente puede requerir la presencia de una infraestructura troncal, para electricidad, agua y saneamiento. La organización industrial y la tecnología para esta infraestructura dependen de la ubicación y las normas prevalecientes, y por lo tanto deben decidirse localmente. Por ejemplo, hoy en día las redes eléctricas centralizadas a escala nacional proporcionan acceso a la electricidad, pero el agua y el saneamiento generalmente caen dentro de la jurisdicción estatal o municipal. La tecnología para el saneamiento puede diferir dependiendo de las normas culturales. Fundamento El hacinamiento puede conducir a una serie de riesgos para la salud (por ejemplo, relacionados con el saneamiento) y a tensiones emocionales menos visibles por la falta de privacidad y libertad personal. La cantidad de espacio suficiente debe decidirse a nivel local. Sin embargo, como guía, vale la pena considerar las directrices nacionales para el espacio vital mínimo en los países ricos, pero densamente poblados. Por ejemplo, en Taiwán, el espacio vital mínimo recomendado oscila entre 7 y 13 m.2 por persona, dependiendo del número de miembros. En Corea, el estándar mínimo es de 12 m2 para una persona, y 8–10 m2 para cada miembro adicional. En trabajos anteriores, sugerimos que este umbral debería estar más cerca de los 10 m.2/cap, que es el espacio de piso real al que se estancan los hogares indios de clase media (Rao y Baer 2012). Además, consideramos que las casas tienen espacios compartidos(baños y cocina) que no se escalan con el tamaño del hogar, pero requieren un espacio mínimo en el piso. Áreas urbanas (rurales) de tamaño promedio de viviendas de China de ~ 32 (37) m2 ofrece otro punto de referencia potencial,Nota a pie de página15 ya que las familias suelen ser pequeñas (debido a la política histórica de un solo hijo), y es probable que los niveles de vida en promedio en China reflejen una agregación de una amplia gama de densidades de población y condiciones de vida. Los estándares de iluminación y acondicionamiento del espacio hablan de habitabilidad y de evitar condiciones extremas que puedan causar molestias extremas o, en el peor de los casos, la muerte. El riesgo de estos resultados variaría con la gravedad de las condiciones climáticas y con la vulnerabilidad de las personas (por ejemplo, los ancianos pueden tener una tolerancia más baja que los jóvenes). Al igual que en la nutrición, habría que establecer otros umbrales de exposición (por ejemplo, grados-días máximos fuera de la zona de confort o niveles de humedad) y la vulnerabilidad para los países en función de las características medias de los grupos de población y las condiciones climáticas. Hay muchas referencias disponibles para definir una zona de confort, como las directrices nacionales sobre las condiciones de ocupación en el lugar de trabajo (por ejemplo, US ASHRAE 55).Nota a pie de página16 Estos pueden ajustarse a las preferencias de adaptación de las personas en diferentes condiciones climáticas (Nicol 2004). El abastecimiento de agua y el saneamiento, al igual que los alimentos, se han examinado ampliamente en las políticas de salud pública y desarrollo. Gleick (1998) sugiere que 50 l per cápita por día es un mínimo para todas las abluciones humanas. El Banco Mundial cuenta con indicadores para mejorar el agua y el saneamiento, que proporcionan guías útiles para la calidad y accesibilidad de estos servicios. Adoptamos el indicador del Banco Mundial para mejorar el saneamiento y la fuente de agua. El suministro de agua interno o accesible evita las horas de trabajo que normalmente las mujeres realizan para recolectar agua. Un saneamiento mejorado y accesible es esencial no sólo para evitar la propagación de enfermedades por defecación al aire libre, sino también para proporcionar condiciones seguras a las mujeres. Clothing Satisfactor universal a) Ropa suficiente para lograr el confort básico (como se ha definido anteriormente) en las condiciones climáticas imperantes; b) el acceso a las lavadoras. Requisitos del hogar Una cierta cantidad de tela (m2) con materiales adecuados adaptados al clima local; Requisitos colectivos Número mínimo de lavadoras compartidas por cada 1000. Fundamento Al igual que con la alimentación y la vivienda, la ropa es, hasta donde sabemos, un elemento integral de todos los indicadores de pobreza, pero también relativamente no especificada. La ropa es también una característica de la vida humana que está profundamente arraigada en la cultura y la tradición. Esto lo convierte en un claro candidato para una mayor especificación a través de métodos participativos locales. La única característica de importancia normativa es que estas prendas son suficientes para la actividad diaria en las condiciones climáticas locales. Lavar la ropa es esencial para la higiene básica. La necesidad de lavadoras es una cuestión de evitar molestias extremas por el trabajo manual excesivo. Sin embargo, las lavadoras pueden ser compartidas por el número de hogares. En las zonas urbanas, las instalaciones compartidas en edificios de apartamentos y comunidades ya es una práctica común. En las zonas rurales, donde los hogares están mucho más dispersos, compartir instalaciones puede convertirse en una molestia. Sin embargo, dado que nuestro objetivo es satisfacer la norma, no la excepción, evitamos los derechos individuales de los hogares a las lavadoras. Apoyo empírico En la mayoría de los países desarrollados, la mayoría de los hogares tienen lavadoras. Sin embargo, las instalaciones de lavado comunales son comunes en las zonas urbanas de muchos países, incluidos los Estados Unidos, donde solo el 82% de los hogares tienen lavadoras (Tabla 3, en el material suplementario). Atención médica Satisfactor universal Instalaciones de atención médica preventiva y curativa suficientes y accesibles. Requisitos colectivos Médicos mínimos por cada 1000 personas (rango posible de 1.5 a 1.7); y el gasto mínimo nacional en salud (posible rango de PPA)Nota a pie de página17$~450–700 por cap). Fundamento Los resultados de salud típicos en los indicadores de pobreza, como la esperanza de vida y la mortalidad infantil, ofrecen poca información sobre las necesidades de atención médica. Aunque la buena salud depende primero de una nutrición adecuada y de condiciones higiénicas, en realidad, los seres humanos inevitablemente se enfrentan a enfermedades, accidentes y otros peligros para la salud. La atención médica es fundamental para prevenir enfermedades (por ejemplo, vacunas), proporcionar cuidado infantil y proporcionar atención curativa básica. Para proporcionar estos servicios básicos, es necesario que haya suficientes puestos de salud al alcance de la población, con instalaciones adecuadas en cada uno (por ejemplo, refrigeración para medicamentos, electricidad para rayos X) y personal calificado. Estas condiciones no son de ninguna manera suficientes para garantizar una alta calidad de la atención médica, pero pueden considerarse necesarias. Pero, ¿cómo se debe determinar un conjunto mínimo de condiciones materiales? Los servicios de salud son necesarios para reducir la morbilidad, evitar la muerte prematura y cuidar a los ancianos (cuidados paliativos) ya que pierden capacidad de funcionamiento. Todas estas características de una sociedad sana están bien representadas por la esperanza de vida media, que es la principal medida de salud en las medidas de pobreza, como el IDH, y el SPI más reciente. De hecho, existe una relación positiva entre los recursos destinados a un sistema de atención de la salud y la esperanza de vida media, aunque con una variación significativa, y con rendimientos decrecientes más allá de un punto (Ver material complementario). Esto sugiere que definir un DLS requiere seleccionar un umbral para la esperanza de vida. Sin embargo, no existe una base normativa conocida para definir una duración mínima de una vida.Nota a pie de página18 La preferencia subjetiva tampoco es útil, porque las personas generalmente aspiran a vivir más tiempo. En lugar de buscar un umbral normativo, seleccionamos este umbral en función de dónde empíricamente encontramos que los recursos dejan de tener un efecto positivo en la esperanza de vida. Sobre la base de un extenso análisis empírico de la correlación entre la esperanza de vida y una serie de indicadores diferentes de los recursos de atención médica, incluido el gasto nacional per cápita, encontramos que el gasto en atención médica se correlaciona con la esperanza de vida (LE) (ver Material complementario) en un cierto rango, ~ 70-75 años, pero no muy por debajo (donde las mejoras en LE requieren pocos recursos) o por encima (donde el aumento de los recursos del sistema de atención médica tiene poco efecto en la mejora de LE). Sobre esta base, proponemos que las sociedades requieran un gasto mínimo en salud, para mantener una esperanza de vida promedio de 70-75 años. El gasto per cápita sugerido (y la esperanza de vida de referencia) es solo una guía: las sociedades individuales pueden personalizar este valor en función de las características específicas de su sistema de atención médica. También encontramos que el número de médicos (específicamente, ~ 1.5-1.7 por 1000) también se correlaciona con la esperanza de vida. Sin embargo, dado que el número de médicos no plantea requisitos materiales particulares (los médicos no comen más calorías que las personas de otras profesiones), nos centramos en el gasto del sector de la atención médica como la métrica principal para un DLS. Apoyo empírico Estimamos un gasto anual de 450-700 dólares per cápita, correspondiente al costo promedio de la mitad más eficiente de los países que han alcanzado una esperanza de vida de >65 años (y una mortalidad infantil de <15 muertes por cada 1000 nacidos vivos) y >74 años (y una mortalidad infantil de <25). Una advertencia, sin embargo, es que no está claro en qué medida estos gastos incluyen la atención médica preventiva o si esta última se correlaciona con los costos generales de la atención médica. Consulte el material complementario para obtener más información. Calidad del aire Satisfactores universales Concentración máxima de partículas (PM)Nota a pie de página19; Este es un satisfactor único, ya que es la restricción de un material "malo", el material particulado, que es un subproducto de otros productos, incluidos algunos que pueden ser parte de un DLS. Este requisito, por lo tanto, limita las tecnologías utilizadas para cumplir con otros DLS. Requisitos del hogar Cocina moderna, que utiliza combustible gaseoso o electricidad; modernos equipos de calefacción/refrigeración. Tener un medio ambiente limpio como parte de una vida decente se refleja en las necesidades intermedias de D&G y en los indicadores SPI e IDM, pero sin más detalles. Según la Carga Mundial de Morbilidad, la contaminación del aire en los hogares (generalmente por la quema de biomasa) es el tercer factor de riesgo para la salud más alto, lo que lleva a más de 4 millones de muertes prematuras por año (Lim et al. 2012), que son principalmente mujeres y niños. Su evitación requiere que los hogares cocinen estufas y equipos de calefacción que funcionen con combustibles líquidos o gaseosos, en lugar de quemar combustibles sólidos (biomasa). Requisitos colectivos La contaminación del aire ambiente procedente de otras fuentes, incluida la industria y el transporte, también contribuye a los riesgos para la salud. Esto implica que las opciones de transporte ofrecidas como parte de la movilidad pueden tener que incluir el transporte público en las zonas urbanas, y posiblemente incluso restringir los motores a las tecnologías eléctricas y otras tecnologías no contaminantes. El alcance de estas restricciones sería muy específico del contexto y, por lo tanto, tendría que determinarse a nivel local. Educación Satisfactor universal Escolarización adecuada con instalaciones y personal adecuados. Requisitos colectivos Número adecuado de escuelas, equipadas con espacio, personal docente, instalaciones y plan de estudios equilibrado. Fundamento El interés humano en adquirir conocimientos y la necesidad de la educación obligatoria están bien establecidos y se incluyen en todos los indicadores de pobreza mencionados. La duración de la escolaridad requerida es más ambigua. Con respecto a la duración, la mayoría de los países (69%) que tienen requisitos mínimos requieren entre 9 y 12 años, mientras que el 21% requiere solo educación primaria.Nota a pie de página20 Elegimos el límite inferior de la opción mayoritaria para el DLS. Sin embargo, la calidad de la educación es difícil de medir. A diferencia de la atención médica, no existe una relación clara entre el logro educativo (o el ausentismo de los maestros) y el gasto en educación. Estos factores se reservan para futuras investigaciones. Información y Comunicación Satisfactor universal Acceso de los hogares a los servicios de información y comunicación. Requisitos del hogar Un teléfono por hogar, un monitor de televisión/computadora por hogar; Exigencia colectiva Comunicación accesible e infraestructura de televisión/internet. Fundamento La importancia del compromiso social y político para el florecimiento humano se encuentra en todos los relatos de la justicia básica (Alkire 2002), e incluso en los derechos humanos internacionales, como se discutió anteriormente. Los servicios de información proporcionan conocimiento sobre la sociedad que permite a las personas participar críticamente como participantes políticos.Nota a pie de página21 El acceso a la información puede incluso considerarse parte del aprendizaje, cuando se interpreta más ampliamente como la adquisición de conocimientos sobre el mundo y la sociedad.Nota a pie de página22 Tales conocimientos no pueden adquirirse individualmente sin acceso a los servicios de información. El IDM y el SPI incluyen acceso telefónico y a Internet. La tecnología desempeña un papel importante en la determinación del medio de dicho acceso. Como tal, los satisfactores específicos de este componente de DLS son en gran medida un producto de los tiempos actuales y de nuestro futuro previsible. Por ejemplo, se puede argumentar que las personas solo necesitan tener periódicos para obtener información. Existe un elemento de conformidad con los patrones consuntivos globalizados inherente a la elección de teléfonos celulares y dispositivos para acceder a Internet. Sin embargo, estas nuevas tecnologías pueden llegar a ser esenciales para acceder a este tipo de servicios, ya que hacen que las tecnologías más antiguas sean obsoletas y no estén disponibles. Además, incluso si las alternativas no se extinguen, no pueden proporcionar el mismo nivel de acceso a la información, lo que daría lugar a disparidades significativas en el acceso a la información y, por lo tanto, a un disfrute desigual de los derechos básicos a la participación como iguales en la sociedad. El acceso a los servicios de comunicación es distinto del acceso a la información, ya que implica el uso de dispositivos que permiten la comunicación interactiva con otras personas, lo cual es importante para que las personas sientan un sentido de pertenencia y pertenencia a la comunidad. Apoyo empírico Casi el 100% de los hogares poseen televisores y teléfonos en las economías desarrolladas. En las zonas urbanas de determinadas economías emergentes (China, India, Brasil, Sudáfrica), la propiedad ya tiene, o tiende a, una saturación de más del 90% de penetración por encima de un determinado umbral de ingresos. Movilidad Satisfactor universal Acceso a opciones de movilidad adecuadas. "Adecuado" se refiere a la disponibilidad (dentro de una cierta distancia del hogar) de transporte motorizado. En particular, se puede proporcionar una movilidad adecuada con el transporte público. Puede haber excepciones en las zonas rurales, que tendrían que determinarse a nivel local. Requisitos colectivos Transporte público adecuado en áreas urbanas e infraestructura vial para apoyar el acceso a carreteras pavimentadas y transporte motorizado para todos. Solo en áreas remotas escasamente pobladas, la propiedad doméstica de vehículos puede ser necesaria. Fundamento La importancia del transporte es subestimada en la literatura. El IPM incluye un vehículo, pero solo entre una lista de activos sustituibles que comprenden un indicador de nivel de vida. Las personas universalmente tienen que trabajar lejos de sus hogares o acceder a los mercados para vender productos para su sustento. Existe cierta evidencia de que a través de la historia las personas pasan aproximadamente la misma cantidad de tiempo en promedio (~ 1 h / día) viajando (Schafer y Victor 2000). Es solo el modo de transporte, y por lo tanto la distancia accesible, lo que ha aumentado con el tiempo. Si esto es un hecho, pasar más tiempo viajando podría decirse que puede interpretarse como una carga (y, por lo tanto, una incomodidad extrema). Sin transporte motorizado de ningún tipo, la vida de las personas se restringiría a unos pocos kilómetros de su hogar, lo que podría conducir a la exclusión social y restringir las oportunidades de participar en la sociedad, mediante la venta de productos, los viajes por ocio o el aprendizaje de otras sociedades. La cantidad de infraestructura que se requiere para proporcionar acceso a todos es, hasta donde sabemos, una pregunta de investigación no abordada. Es necesaria una futura investigación empírica en esta dirección. Apoyo empírico En los países desarrollados, la propiedad de automóviles a menudo es <85% y disminuye en las áreas urbanas. La propiedad de vehículos es consistentemente mayor en las áreas rurales, probablemente debido a la falta de alternativas. Libertad de reunión/disidencia Satisfactor universal Espacios públicos adecuados y de acceso seguro. Requisitos colectivos Espacio público mínimo por cada 1000 habitantes (con instalaciones adecuadas para garantizar la seguridad, como la iluminación nocturna). Fundamento Un espacio público adecuado evita el hacinamiento, y es importante fomentar un sentido de libertad, para la realización de actividades de ocio, y para congregarse para actividades políticas y sociales. Esto es particularmente importante en áreas urbanas densamente pobladas. Este es también un ODS (11.7), que enfatiza la necesidad de tales espacios para mujeres, niños, ancianos y personas con discapacidad. Aquí también, no hay orientación disponible en la literatura para la cantidad de espacio. Sin embargo, debe haber una amplia evidencia empírica a partir de la cual desarrollar puntos de referencia razonables en investigaciones posteriores. Conclusiones e investigaciones complementarias Hemos propuesto un conjunto universal de productos materiales y condiciones que los hogares y las sociedades requieren, como mínimo, para superar la pobreza y apoyar una vida decente para todos. Vamos más allá de los indicadores existentes, tanto en alcance como en especificidad. El hambre no es solo calorías adecuadas, sino vitaminas y minerales adecuados. El refugio debe tener espacio adecuado, construcción sólida, estufas modernas, equipos de calefacción / refrigeración, iluminación, agua y baños, acceso a Internet y al transporte público. Las comunidades deben tener escuelas y clínicas de salud. A su vez, los países deberían gastar recursos suficientes en infraestructura física, atención de la salud y educación para garantizar el suministro de estos bienes y servicios. Ninguno de estos sistemas debe generar contaminación del aire más allá de los niveles seguros. Las cantidades de estos artículos se especificarían localmente, sobre la base de métodos participativos, y un análisis más detallado. Estos DLS también son una función de nuestros tiempos: se han especificado en función de las tecnologías y normas actuales, pero con cuidado de incluir solo aquellos que tienen un atractivo universal demostrable. Nada de lo que proponemos es conceptualmente nuevo: en un nivel más alto de abstracción, los elementos del DLS se pueden rastrear a necesidades básicas o teorías de capacidad. Hemos empujado los límites de la especificidad, a fin de generar un tablero para la pobreza material que es universal, pero debe traducirse en cantidades basadas en el contexto y los procesos democráticos. El DLS puede guiar el establecimiento de presupuestos de referencia y salarios dignos, y políticas de desarrollo. También tienen por objeto identificar los requisitos de recursos ambientales para proporcionar un nivel de vida básico a todos, a fin de evaluar si existen conflictos entre la sostenibilidad social y ambiental a escala mundial. Sin embargo, estos requisitos no son suficientes para garantizar el bienestar, ni necesariamente superan la pobreza relativa. En sociedades con disparidades significativas y una riqueza significativa entre unos pocos, las personas pueden tener derecho a más, incluso si tienen suficiente para evitar la privación absoluta. La realización de estos objetivos plantea otro conjunto de problemas, entre los que se encuentra hacer que estos servicios sean asequibles. Notas 1. Nos referimos a la dependencia de los recursos a través de dimensiones consuntivas del bienestar humano, no a través de los medios de vida. Véase la sección 2.2. 2. Esta agrupación de bienestar en bienestar físico, social y psicológico está inspirada en Narayan et al. (2000), quien define las siguientes dimensiones del bienestar: bienestar material, bienestar corporal, bienestar social, bienestar psicológico y libertad de elección. 3. D&G va más allá que otros proponentes de las necesidades básicas y especifica categorías de necesidades intermedias (o esenciales): alimentos nutricionales y agua; carcasa protectora; trabajo no peligroso y entorno físico; atención médica adecuada; la seguridad en la infancia; relaciones primarias significativas; seguridad económica y física; educación adecuada; y el control seguro de la natalidad y la maternidad. Doyal y Gough (1991). 4. Pacto Internacional de Economía, Derechos Sociales y Culturales, www.ohchr.org. 5. Véase Alkire y Santos (2014); www.ophi.org.uk. 6. Véase Wisor et al. (2015); www.iwda.org.au/introducing-theindividual-deprivation-measure/. 7. Imperativo de Progreso Social (www.socialprogressimperative.org). 8. En el Reino Unido, las repetidas encuestas del Estándar de Ingreso Mínimo (MIS) muestran que las personas, particularmente los jóvenes, incluyen aspiradores y hierros en su lista de productos "esenciales" como medios para presentarse a sí mismos y a sus hogares con un orden adecuado a los visitantes (Walker et al. 2016). 9. La noción de que los satisfactores pueden satisfacer múltiples necesidades se aborda en los satisfactores "sinérgicos" de MaxNeef (Max-Neef et al. 1991). 10.Ciertas sociedades rurales en China no poseen refrigeradores porque comen carne ahumada y no consumen diario. Véase http://www.theatlantic.com/technology/archive/2016/05 /why-refrigerators-were-so-slow-to-catch-on-in-china/481029/. 11. Véase ONU Hábitat, "El derecho a una vivienda adecuada", hoja informativa 21. 12. La importancia de este umbral es establecer la necesidad de aire acondicionado en condiciones de calor y humedad, donde ninguna adaptación o tecnología puede llevar a un hogar a las condiciones de confort. 13. El Banco Mundial define una fuente de agua potable accesible y mejorada como: incluye agua entubada en las instalaciones (conexión de agua doméstica entubada ubicada dentro de la vivienda, parcela o patio del usuario) y otras fuentes mejoradas de agua potable (grifos o tuberías públicas, pozos tubulares o pozos, pozos excavados protegidos, manantiales protegidos y recolección de agua de lluvia). Indicadores del desarrollo mundial (http://data.worldbank.org/data-catalog/worlddevelopment-indicators). 14. El Banco Mundial define los inodoros mejorados como inodoros de descarga conectados a un sistema de alcantarillado, tanque séptico, letrinas de pozo o inodoros de compostaje. Indicadores del desarrollo mundial. 15. Véase Estadísticas Nacionales de China en http://www.stats.gov.cn/tjsj/ndsj/2014/zk/html/Z0617E.htm . 16. Ver https://www.ashrae.org/resources-publications/bookstore/standard-55. 17. Se trata de un índice de paridad del poder adquisitivo (PPA) específico del sector de la salud proporcionado por el Banco Mundial. 18. Hay investigaciones que indican que la edad puede incluso ser la métrica incorrecta: la capacidad cognitiva, en lugar de años, es un mejor indicador del envejecimiento (Skirbekk et al. 2012), lo que es consistente con el enfoque de capacidades. 19. Las directrices de calidad del aire de la OMS (AQG) indican niveles medios anuales de 10 a 35 μg/m3. 20. Véase Educación unesco 2030. http://www.uis.unesco.org/Education/Pages/right-toeducation-2030.aspx. 21. Tendría que haber condiciones sobre la calidad de los servicios de información (por ejemplo, la propaganda gubernamental por sí sola no cumpliría con el objetivo de proporcionar a las personas información adecuada para involucrar y criticar políticamente al gobierno. Sin embargo, esto se deja de lado sobre la base de que no es un problema de recursos. 22. Doyal y Gough (1991) se refieren a la importancia del conocimiento intercultural como parte de la autonomía "crítica", para poder ser autorreflexivo sobre la propia cultura. Referencias Alkire, S. (2002). Dimensiones del desarrollo humano. Desarrollo Mundial, 30(2), 181–205. Artículo Google Académico Alkire, S., & Santos, M. E. (2014). Medición de la pobreza aguda en el mundo en desarrollo: Solidez y alcance del índice de pobreza multidimensional. Desarrollo Mundial, 59, 251–274. doi:10.1016/j.worlddev.2014.01.026. Artículo Google Académico Anker, R. (2006). 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Este documento fue desarrollado con contribuciones de un conjunto de consultas celebradas en IIASA, Austria, London School of Economics en Londres y la Universidad de Columbia en Nueva York. Agradecemos a Ian Gough, Jan-Hendrik Heinrich, Des Gasper, Sanjay Reddy, Thomas Pogge y Debra Satz por sus valiosos comentarios. Esta investigación fue posible gracias a la subvención inicial del Consejo Europeo de Investigación 2014 para el proyecto 'Decent Living Energy', No. 637462. Información del autor Autores y Afiliaciones 1. Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), Schlossplatz 1, 2361, Laxenburg, Austria Narasimha D. Rao & Jihoon Min Autor para correspondencia Correspondencia a Narasimha D. Rao. Material complementario electrónico A continuación se muestra el enlace al material complementario electrónico. Material complementario 1 (docx 250 kb) Derechos y permisos Acceso abierto Este artículo se distribuye bajo los términos de la Licencia Internacional Creative Commons Atribución 4.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/), que permite el uso, distribución y reproducción sin restricciones en cualquier medio, siempre que dé el crédito apropiado al autor (s) original (s) y la fuente, proporcione un enlace a la licencia Creative Commons e indique si se realizaron cambios.