A Cristo coronad Matthew Bridges nació en Essex, Inglaterra el 14 de julio de 1800. De sus primeros años de vida y adolescencia no se conocen detalles, pero bien podemos asumir que realizó sus estudios de primaria y secundaria puesto que fue nombrado clérigo de la iglesia anglicana. Lo apasionaban la literatura y la historia, y producto de sus investigaciones publicó un libro titulado El Imperio Romano Bajo Constantino el Grande, el cual contenía varios pasajes en los que Bridges expresaba sus posturas en contra de la Iglesia Católica Romana. Sorprendentemente, en 1848 se convirtió al catolicismo junto con otros clérigos bajo la influencia de John Henry Newman, y en 1848 publicó la obra Himnos del corazón, para ser usado por los Católicos (Hymns of the Heart, for the Use of Catholics). En el prefacio de este libro expresaba su remordimiento por haber escrito en contra de la Iglesia Católica Romana. En 1851 dio a conocer una colección de escritos suyos bajo el título La Pasión de Jesús, una Colección de piezas originales correspondientes a los cinco misterios misterios dolorosos en el rosario de nuestra bendita Señora. En el tercer misterio doloroso (la corona de espinas), aparece un poema de seis estrofas titulado Canto de los Serafines (Song of the Seraphs) que consta de seis estrofas. Este poema, aunque en el contexto de la humillación del Mesías por parte de los soldados romanos cuando pusieron una corona de espinas sobre su cabeza, le da un enfoque triunfal al remitirse a la visión de Juan en Apocalipsis 19:12 donde se presenta a Cristo como juez: “…y había en su cabeza muchas diademas”, transportando así al lector de la burla mundanal al júbilo en la gloria celestial. Todas las estrofas empiezan con el texto Coronadlo con muchas coronas (Crown Him with many crowns), y cada una de las estrofas desarrolla un motivo por el cual debemos exaltar a Jesús. Los cantos católicos por lo general no eran tenidos en cuenta en las iglesias protestantes, pero este himno en especial era tan grandioso, que simplemente no se podía ignorar, por lo que empezó a incluirse en los himnarios protestantes alrededor de 1860, con la salvedad de que se omitían la segunda estrofa en la que el autor llama a María La rosa mística, y la tercera estrofa que se refiere a las heridas de cristo como misterios. A los protestantes no les parecía aceptable que una producción nacida en un contexto radicalmente católico pudiera gozar de tanta popularidad entre sus feligreses, por lo que, en 1874, Godfrey Thring, un clérigo anglicano, decidió escribir otras seis estrofas basadas en la teología protestante para reemplazar el texto de Matthew Bridges, usando la misma métrica y la misma temática de desarrollar características de Cristo por las cuales debe ser exaltado. De este modo las iglesias protestantes pudieron cantar este himno sin sentir que estaban incluyendo las creencias católicas en su culto. A través de los años ambas versiones de la letra se han ido entremezclando para dar resultado a varias versiones de este himno tanto en Inglés como en Español. La melodía más popular con la que se conoce el himno A Cristo Coronad se llama DIADEMATA. Fue compuesta por George Job Elvey y publicada por primera vez en 1868 en la segunda edición del himnario Himnos Antiguos y modernos (Hymns Ancient and Modern). A Cristo coronad, en cualquiera de sus versiones, transmite al cristiano un sentimiento de solemnidad y majestad al transportar su mente a los momentos triunfales en que Cristo es horado como Rey del universo.