Trabajo de investigación: El secreto bancario en el ordenamiento jurídico costarricense 2023 2 Introducción El secreto bancario en primera instancia se puede entender como el compromiso de las entidades bancarias para no revelar la información de sus clientes, sin embargo, a la hora de analizarlo, y especialmente la normativa que lo sustenta, el concepto empieza a extender por distintos documentos de diferente índole y ramas de estudio, haciendo necesaria la indagación exhaustiva para lograr una comprensión más certera, de ahí la importancia de esta investigación. El reto es que en Costa Rica el secreto bancario no está estipulado en una legislación como tal, la cual contenga de forma íntegra todos los aspectos relevantes o que le atañen, sino que se encuentra distribuido en diferentes leyes, códigos y normas que de alguna manera terminan complementándose entre sí en el mejor de los casos. Esto dificulta su aplicación o abre portillos para su interpretación según la fuente utilizada o el asunto en discusión, y en ocasiones, debe haber un tipo de mediador, como la Sala Constitucional, que consolide los conceptos y emita su criterio ante la situación que se le presente. Además, se dan casos excepcionales donde sí se considera permitido levantar el secreto bancario cuando el objetivo final está por encima de los derechos individuales, por ejemplo cuando sea de interés público. Este trabajo de investigación contiene en su desarrollo la definición del secreto bancario, continuando por las normas jurídicas costarricenses que lo regulan, para seguir con la jurisprudencia judicial y criterios administrativos relacionados; finalizando con los supuestos que ameritan su levantamiento. 3 Desarrollo Concepto de secreto bancario La definición secreto bancario tiene dos componentes que se deben comprender por separado antes de entender su significado como un todo. Según la Real Academia Española (s.f.) la palabra secreto se refiere a una “cosa que cuidadosamente se tiene reservada y oculta”; mientras la palabra bancario hace referencia a lo “perteneciente o relativo a la banca o a los bancos”. Al unir ambos conceptos se tiene algo que debe permanecer reservado en relación con una entidad bancaria, sin embargo, esta explicación no termina de aclarar el tema. Para ampliar a la explicación anterior, el secreto bancario puede analizarse desde una óptica a nivel general y desde la legislación costarricense. Bajo el primer enfoque, Rubí (2010) lo describe de la siguiente manera: El secreto bancario resulta ser el deber de los funcionarios de guardar el secreto acerca del contenido de la información financiera de los clientes, al cual acceden en razón de sus funciones laborales, deber que a su vez se instaura como un derecho para el usuario de los servicios. (p. 23) Con esta aclaración ya se conoce qué es lo que debe permanecer reservado, la información financiera de los clientes, y con lo “financiero” se relaciona a las entidades bancarias, pues son estas las encargadas de procesar este tipo de datos como consecuencia de su naturaleza y función. Ahora bien, si se analiza el concepto desde el punto de vista jurídico costarricense, su alcance se reduce, pasando a referirse únicamente a la información financiera de las cuentas corrientes, excluyendo lo demás, como se detalla en el Código de Comercio (CM, 1964): Las cuentas corrientes bancarias son inviolables y los bancos solo podrán suministrar información sobre ellas a solicitud o con autorización escrita del dueño, o por orden de autoridad judicial competente. Se exceptúa la intervención que en cumplimiento de sus funciones determinadas por la ley 4 haga la Superintendencia General de Entidades Financieras, o la Dirección General de Tributación autorizada al efecto. (Artículo 615) Es decir, la legislación de Costa Rica no contempla la privacidad especifica de toda la información financiera de un individuo, sino solo una parte, la de las cuentas corrientes; y el resto, se resguarda bajo diferentes marcos jurídicos, por ejemplo la Constitución Política (Const, 1949), la cual menciona el derecho a la intimidad y la inviolabilidad de documentos y comunicaciones privadas (Artículo 24), dentro de los cuales entran contratos y otro tipo de información que manejan los bancos con sus clientes. Finalmente, se observa que la definición del concepto secreto bancario puede variar según el entorno donde se analice y el objetivo que se persigue, puesto que va de la mano de la legislación de cada país y su interés o acciones para proteger la privacidad de los individuos en lo referente a sus finanzas, a la vez que procuran el cumplimiento de la ley. Normas jurídicas que regulan el secreto bancario El secreto bancario en Costa Rica, como se vio previamente, está comprendido entre distintos marcos jurídicos que funcionan en conjunto para garantizar los derechos de los individuos en cuanto a la privacidad de su información financiera, ya sea directa o indirectamente. Si se organizan estas normas en orden de jerarquía, serían las siguientes: Constitución Política La Const (1949) indica que “se garantiza el derecho a la intimidad, a la libertad y al secreto de las comunicaciones. Son inviolables los documentos privados y las comunicaciones escritas, orales o de cualquier tipo de los habitantes de la República” (Artículo 24); de esta manera protege la privacidad de los clientes de entidades bancarias por defecto, porque contempla en sí todos los casos donde media documentación o información privada, sea con una entidad bancaria o de otro tipo. 5 Código de Comercio El CM (1964), según se detalló en la sección previa, sí hace referencia a la protección de datos financieros, pero específicamente los relacionados a las cuentas corrientes, y limita el acceso a ellos únicamente en situaciones puntuales donde exista un respaldo jurídico (Artículo 615). Por lo tanto, esta norma podría ser una de las más explicitas en lo que respecta al secreto bancario al hacer referencia a los cuentacorrentistas, aunque con un alcance limitado al no mencionar otro tipo de servicios o productos existentes en el sector financiero en los cuales también rige este principio. Código Tributario El Código de Normas y Procedimientos Tributarios (CT, 1971) menciona cómo la Administración Tributaria puede acceder a la información financiera privada de usuarios con obligaciones tributarias vigentes con el fin de cumplir su labor como ente recaudador y fiscalizador (Artículos 114 – 117). En este caso, el bien común prevalece sobre el bien individual, porque el derecho a la intimidad pasa a un segundo plano cuando se ponen en riesgo los fondos públicos, y se le permite a las entidades bancarias compartir datos con los entes tributarios, pero no más de ahí, en otras palabras, se mantiene la confidencialidad entre ambos. Código Penal El Código Penal (CP, 1970) establece sanciones de prisión para los funcionarios de entidades reguladas por la SUGEF quienes revelen la información secreta o confidencial a la cual tienen acceso como consecuencia de su labor (Artículo 203); y siendo que los bancos, públicos y privados, figuran dentro de esas entidades reguladas, se ven impactados de manera directa por esta disposición. Con esto se observa que el acto de revelar datos financieros privados sí tiene una consecuencia tangible en la legislación costarricense que contribuye a proteger los derechos de los usuarios que acceden a servicios bancarios. Ley Orgánica del Banco Central La Ley Orgánica del Banco Central (LOBCR, 1995) establece una serie de reglas sobre el manejo de la información que deben respetar las entidades reguladas por 6 la Superintendencia de General de Entidades Financieras (SUGEF), entre las cuales prevalece el hecho de no brindar información a terceros, inclusive imponiendo una sanción de tres a seis años de prisión para quien incumpla este aspecto (Artículo 133). De nuevo, aunque no se encuentra la definición secreto bancario expresa como tal, sí se hace referencia al acto obligatorio mantener oculta o reservada información financiera de los individuos, y sus implicaciones de que se incumpla la norma. Ley Reguladora del Mercado de Valores Conforme la Ley Reguladora del Mercado de Valores (LRMV, 1997), los funcionarios que tienen acceso a la información de los inversionistas deben mantener la confidencialidad sobre la misma y no la pueden utilizar para su beneficio (Artículo 108). De esta forma, se cubre otra arista de la información financiera de los clientes bancarios, la relacionada a sus inversiones y/o servicios relacionados. Ley sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, actividades conexas, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo Según la Ley sobre Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas, Drogas de Uso No Autorizado, Legitimación de Capitales, Actividades conexas, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo (1998) las entidades están obligadas a reportar actividades o transacciones sospechosas vinculadas a sus clientes (Artículos 24-25), con lo cual se rompe el secreto bancario con el propósito de evitar o evidenciar actos ilícitos. La información se mantiene confidencial entre los bancos y las autoridades, pero no deja de ser un tipo de levantamiento a este derecho. Jurisprudencia judicial y criterios administrativos sobre el secreto bancario Si bien existe una legislación que en su conjunto engloba los aspectos referentes al secreto bancario basándose en diferentes normas jurídicas, no se puede hallar una norma específica que los consolide todos, haciendo necesaria la intervención de la 7 Sala Constitucional y otras instancias administrativas para aclarar los puntos que quedan por fuera o difusos en lo ya establecido, como menciona Rubí (2010) “la jurisprudencia ha sido llamada a dirimir conflictos relacionados con el manejo de la información financiera, por lo que es incuestionable que existe un serio problema a nivel de ley” (p. 273). En párrafos anteriores se mencionaron las distintas normas como la Constitución Política, el Código de Comercio, el Código Penal y la Ley Orgánica del Banco Central, entre otras, que tienen relación con el secreto bancario, sin embargo, tanta variedad permite a los usuarios y/o entidades resguardarse en una u otra dependiendo del tema que los atañe para defender sus derechos o sus acciones, lo cual puede prestarse para su manipulación o inclusive para confusión, no solo de los ciudadanos sino de las instancias que velan por su cumplimiento. La Procuraduría General de la República (PGR) es otro órgano público que se ha pronunciado con respecto a asuntos conectados con el secreto bancario, a fin de guiar a la Administración Pública en su correcta interpretación y aplicación, por ejemplo, en el año 2009 compartió una opinión jurídica con una serie de preguntas y respuestas para aclarar las dudas referentes a tema en cuestión por parte de los diputados de la República. Otro ejemplo es la Resolución n.° 578-1992 del 28 de febrero de 1992, donde se menciona que la actividad bancaria está protegida en cuanto a su divulgación por el artículo 24 de la Constitución; o la Resolución n.° 8996-2002 del 13 de septiembre del 2002, donde indica que la información sobre los antecedentes crediticios de los deudores sí es de dominio público, aunque limitada en cuanto a los detalles. Supuestos bajo los cuales se puede levantar el secreto bancario El derecho que tienen los ciudadanos a que se garantice la privacidad de su información en ocasiones interfiere con los derechos de otros individuos o del colectivo, y es aquí cuando se justifica o se permite el levantamiento del secreto bancario. Esto puede ocurrir en los siguientes casos, aunque no en todos se refiere 8 a un levantamiento del secreto bancario expreso, lo puede ser en un modo implícito, como los eventos detallados por Rubí (2010): • En capitulaciones matrimoniales, lo cual se refiere a un acuerdo que realiza el matrimonio de administrar bienes y cuentas en común, otorgándoles autorización para actuar ante las entidades donde poseen esos bienes y servicios. • Cuando hay liquidación de bienes gananciales porque en estos casos los conyugues tienen derecho al cincuenta por ciento de los bienes adquiridos durante el matrimonio, y mientras medie la autorización judicial, las entidades deberán brindar la información para no interferir con el proceso. • Si hay acreedores de un cliente bancario, estos pueden reclamar parte del patrimonio del deudor a fin de garantizar el cumplimiento de la deuda, por ejemplo cuando una operación de crédito pasa a cobro judicial. Si bien la entidad no debe revelar la información bancaria de su cliente al acreedor, de alguna manera sí lo hará con la instancia judicial para cumplir con lo demandado, dígase el embargo de las cuentas u otros. • Cuando prevalezca el interés público, ya sea en temas relacionados a Partidos Políticos, a recaudación de impuestos por parte del Ministerio de Hacienda (MH), asuntos donde se requiera la fiscalización de la Contraloría General de la República (CGR), para garantizar la sana competencia por parte de la Comisión para promover la competencia (COPROCOM), y otros donde sea necesaria la cooperación internacional. En estos casos el hecho de que se levante el secreto bancario no necesariamente constituirá en que se revele la información al público, sino que se hará del conocimiento de la entidad que así lo requiera y será esta la que asuma el compromiso de confidencialidad. Sin embargo, si se remite a lo que indica la ley únicamente, se debe hacer referencia al CM, como lo indica la Procuraduría General de la República (2009): El numeral 615 del Código de Comercio define los supuestos en que opera el levantamiento del secreto bancario, sean, a solicitud o con autorización 9 escrita del cuentacorrentista, por orden de autoridad judicial competente, y por intervención de la Superintendencia General de Entidades Financieras en cumplimiento de sus funciones legales. Esto limita el levantamiento del secreto bancario a tres situaciones específicas como lo son la solicitud expresa del propio cliente, mediante orden judicial o porque así lo requiera la SUGEF con su debida justificación; dejando por fuera cualquier otro tipo de requerimiento y resguardando así la intimidad de los clientes bancarios. 10 Conclusiones Al finalizar esta investigación, se puedo entender el concepto de secreto bancario desde diversas perspectivas, no solo como un derecho de los ciudadanos de mantener reservada su información financiera sino como un derecho general a la privacidad, el cual incluye el aspecto financiero. Es interesante ver las distintas normas jurídicas que hacen referencia al secreto bancario, desde el punto de vista de la privacidad de la información, las cuales abarcan desde su concepción hasta su aplicación y las sanciones ante su incumplimiento. Según las circunstancias se puede hacer referencia a una u otra norma, siendo la Constitución Política la máxima autoridad al respecto, y desde aquí se detalla el derecho que no se revele información privada con la salvedad de los casos donde exista una autorización judicial o de las entidades públicas que velan por el bien común. Sin embargo, es la Sala Constitucional la llamada a aclarar las situaciones difusas para los usuarios o entidades, lo cual no solo toma tiempo y dinero sino que amerita un reprocesamiento innecesario de la legislación que podría solventarse con una normativa exclusiva para esta cuestión. Se considera necesario que no solo desde el punto de vista profesional, sino como ciudadanos costarricenses, las personas indaguen sobre sus derechos relacionados al secreto bancario, pero se considera aún más urgente que las autoridades consoliden las normas jurídicas que contemplen directa o implícitamente este concepto, y lo amplíen de forma tal que se aclaren todos los aspectos que lo componen, en cuanto a su aplicación, sanciones, excepciones, entidades involucradas, sujetos afectados o implicados, y cualquier otro afín. 11 Referencias Barboza, J. (s.f.) Vulnerabilidad del Secreto Bancario ante la necesidad de información para combatir el Crimen Organizado [Tesis de licenciatura, ULACIT]. Repositorio Institucional - ULACIT. Bartels, J. y Arias, A. (2008). El secreto bancario. Aspectos Históricos y Problemática actual. Revista Electrónica de Historia, 11(1), 67-88. https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409469X2010000200004 Código de Comercio [CC]. Ley 3284 de 1964. 30 de abril de 1964 (Costa Rica). Código de Normas y Procedimientos Tributarios [CT]. Ley 4755 de 1971. 03 de mayo de 1971 (Costa Rica). Código Penal [CP]. Ley 4573 de 1970. 4 de mayo de 1970 (Costa Rica). Constitución Política de Costa Rica [Const]. Art. 24. 7 de noviembre de 1949 (Costa Rica). Dictamen 148 de 1994 [Banco Anglo Costarricense]. Proceso de intervención al Banco Anglo. 12 de setiembre de 1994. Ley 7558 de 1995. Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica. 03 de noviembre de 1995. D.O. No. 225. Ley 7732 de 1997. Ley Reguladora del Mercado de Valores. 17 de diciembre de 1997. D.O. No. 18. Ley 8204 de 1998. Ley sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, actividades conexas, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo. 30 de abril de 1998. D.O. No. 51. Opinión Jurídica 061-J de 2009. Opinión jurídica de la Asamblea Legislativa sobre el secreto bancario. 14 de julio de 2009. 12 Procuraduría de la Ética Pública. (s.f.). Información confidencial. https://www.pgr.go.cr/wpcontent/uploads/2017/05/Informacion_confidencial.pdf Rubí, J. P. (2010). Tutela jurídica del secreto bancario contrapuesto al derecho a la información y la necesidad de una efectiva regulación en la legislación costarricense [Tesis de licenciatura, Universidad de Costa Rica]. Repositorio Institucional - Universidad de Costa Rica. Real Academia Española. (s.f.). Secreto. En Diccionario de la lengua española. Recuperado el 13 de julio de 2023, de https://dle.rae.es/cultura?m=form Real Academia Española. (s.f.). Bancario. En Diccionario de la lengua española. Recuperado el 13 de julio de 2023, de https://dle.rae.es/cultura?m=form