EL UNIVERSO VALORATIVO JUVENIL ESPAÑOL A TRAVÉS DE UN NUEVO MARCO DE ANÁLISIS. Josué Gutiérrez Barroso. Grupo Sociología de los Valores. XI Congresso Español de Sociología 2013. INTRODUCCIÓN La presente comunicación es un desarrollo de la Teoría de Modelos Culturales (TMC) elaborada por Josué Gutiérrez (Gutiérrez, 2012). Esta teoría es un instrumento para el estudio de las culturas y consta de tres esferas (normativa, valorativa y sociopolítica) y su sustento teórico se basa en diversos conceptos como el hábitus de Bourdieu (Bourdieu, 1998), la ciudad por proyectos de Boltanski y Chiapello (Boltanski y Chiapello, 1998), las lógicas de Dubet y Martuccelli, (Dubet y Martuccelli, 2000) los conceptos de cultura culta y popular de Grignon y Passeron (Grignon y Passeron, 1992) ), así como la teoría materialista/postmaterialista de R. Inglehart y Díez Nicolás (Inglehart, 1971; Inglehart y Diez Nicolás, 1994; Diéz Nicolas, 2000). Por cuestiones de espacio, en esta comunicación sólo se tratará la esfera valorativa, a la que añadiremos la cuestión de los códigos morales recogido en la normativa. Así, veremos cómo se puede estudiar científicamente y de forma diferente los valores de un grupo social, en este caso de los jóvenes, a través del análisis de fuentes secundarias de datos (CIS, INJUVE…). En esta investigación tomaremos como hipótesis diversos tópicos existentes respecto al sector juvenil español: que son mentalmente abiertos; progresistas en cuanto a la religión, inmigración y otras conductas polémicas; se identifican con sus iguales, tienen una imagen positiva de ellos mismos, le conceden una importancia a la amistad bastante importante y se muestran despreocupados respecto al futuro. Estos rasgos definen de una u otra forma la concepción en el imaginario social del joven actual. Por otro lado, cabe destacar que la aplicación íntegra de la TMC se está realizando en la Tesis Doctoral titulada “La paradoja del cambio generacional en la Isla de la Gomera: consecuencias demográficas, sociales y económicas” (aprobada por el Departamento de la Unviersidad de La Laguna en febrero de 2009) donde se está empleando la TMC para construir el universo cultural de jóvenes y adultos en La Gomera y en España. 1 1. BREVE DESCRIPCIÓN DEL MARCO TEÓRICO: DEFINCIÓN DE MODELO CULTURAL Y ESFERA VALORATIVA Un concepto clave en esta comunicación es el de modelos culturales. Éste se podría definir como una herramienta que trata de sistematizar la cultura de un determinado sector social, cultural o étnico, cuyo fin último es proporcionar una herramienta con la cual los investigadores sociales obtengan la información lo más fiable y ordenada posible a la hora de estudiar las diferentes culturas. Cabe resaltar que esta teoría se concibe para estudiar sectores de población amplios, pues su utilidad viene dada al sistematizar categorías que se suelen presentarse algo caóticas, como los relacionados con los diferentes aspectos de la cultura, para así ordenarlos y tratar de que doten de un sentido a la misma. La teoría de los modelos culturales se compone de tres esferas. Éstas son la normativa, la valorativa y la estratégica. Claramente están inspiradas en las “lógicas” de los autores François Dubet y Danilo Martuccelli (Dubet y Martuccelli, 2000:74-82), si bien tiene algunas especificidades. No es el momento aquí de explicar las tres esferas propuestas, pues éstas se encuentran desarrolladas por Josué Gutiérrez (Gutiérrez, 2012). Así, el objeto de la comunicación es el estudio de la esfera valorativa de los jóvenes españoles. Esta esfera lo que trata es de dar cuenta del universo valorativo de un grupo social o cultural. No es nuestro objetivo definir lo que son los valores y sus connotaciones éticas o morales. Simplemente, diremos que “el significado sociológico del concepto valor se relaciona con la definición de lo bueno y lo malo, de lo que es importante o relevante en la vida, de lo aceptable y lo rechazable, de lo admitido o lo prohibido, de lo que hay que hacer o evitar” (Sanchez,, Megías y Rodríguez, 2004:37). Por lo tanto, se corresponde con la lógica de la subjetivación ya definida por Dubet y Martuccelli. Por otro lado, a modo de resumen, esta esfera valorativa estará dividida en varias partes. En primer lugar, estudiaremos qué valores son preponderantes y cuáles no. En segundo lugar, estudiaremos el grado de autonomía grupal que posee el universo valorativo de los jóvenes, es decir, cómo de diferente es respecto al resto de la sociedad (intergrupal) y en qué se diferencian entre los propios jóvenes (intragrupal). Más adelante se analizará la tolerancia de los jóvenes respecto a otros grupos socioculturales diferentes, además del grado de acuerdo con conductas sociales controvertidas. Por otro lado, también se expondrán lo que hemos llamado aspectos mentales del grupo como 2 son la perspectiva de futuro y el grado de felicidad. En último lugar, analizaremos la cuestión religiosa y sus posibles consecuencias en las normas sociales (matrimonio, emancipación juvenil, amistad y descendencia) existentes en los jóvenes. 2. VALORES Y PRINCIPIOS ÉTICOS PREPONDERANTES Cabe desterrar de esta investigación la idea de que existe una falta de valores. En realidad, lo que actualmente se está viviendo es una sustitución de valores preponderantes, cuestión que, como todo cambio social, origina cierta conflictividad. En primer lugar, aplicaremos la escala de R. Inglehart para analizar la situación en la que se encuentra la juventud española en el plano de los valores. La teoría de Inglehart viene a decir que los habitantes de sociedades avanzadas, al conseguir niveles altos de seguridad física y económica, pasan a darle más importancia a los valores postmaterialistas, por lo que a más seguridad económica más influencia en la sociedad de valores postmaterialistas (Inglehart, 1971; Inglehart y Welzel, 2006). Los datos expuestos en la tabla 1 fueron resultado de la aplicación de la Encuesta Mundial de Valores en España, dirigida por Díez de Nicolás. Dicha Encuesta es un referente a nivel nacional y ha sido explotada también para diferentes Comunidades Autónomas (Elzo, 2002; Pino y Bericat, 1998). TABLA 1. ESCALA DE MATERIALISMO -PO STMATERIALISMO DE JO VENES Y ADULTO S. ESPAÑA 2007 (%) Materialista Mezcla Postmaterialista T otal 15-29 años 30-49 años 50 y más años 35,9 52,2 11,9 31,6 54,6 13,8 31,1 54,5 14,4 42,8 48,7 8,6 Fuente: Encuesta Mundial de Valores 2007. Como se dijo, se distinguen dos tipos de grupos de valores, los materialistas y los postmaterialistas (Díez Nicolás, 2000). Los valores denominados como materialistas engloban cuestiones como mantener el orden en el país, luchar contra la subida de precios, mantener una economía estable, luchar contra la delincuencia, mantener una alta tasa de crecimiento económico y procurar que el país tenga unas fuerzas armadas poderosas. Por otro lado, los postmaterialistas tienen que ver con cuestiones como dar a la gente más oportunidades de participar en las decisiones que conciernen a su trabajo y a su comunidad, dar a la gente más oportunidades de participar en las decisiones políticas importantes, proteger la libertad de expresión, procurar que nuestras ciudades y el campo sean más bonitos, lograr una sociedad menos impersonal y más humana y progresar hacia una sociedad en la que las ideas sean más importantes que el dinero. 3 Según los datos expuestos, en España se da una mezcla de ambas escalas, aunque todavía se destacan los valores materialistas por encima de los postmaterialistas. Como advierte Díez Nicolás, al analizar los datos de España se percibe que la posibilidad de que el cambio en el contexto social y económico hacia mayores niveles de inseguridad pueda ser la causa de una disminución del postmaterialismo (Díez Nicolás, 2011). Sin embargo, y para el fin de esta investigación, cabe resaltar que sí existen diferencias entre los jóvenes y adultos mayores de 50 años (tabla 1). Sin duda, los jóvenes son menos materialistas y más postmaterialistas que los adultos. Sin embargo, no se trata de un choque de universos valorativos, pues como dice Galland al estudiar los valores de jóvenes en Europa (Galland et al., 2008), no se ha producido una sustitución de los modernos por los tradicionales, pues no se excluyen. De esta forma, se compatibilizan por parte de los jóvenes creando una escala de valores sui generis. Ya centrándonos en el sector juvenil español, existen una serie de cuestiones que los jóvenes definen como las más importantes en sus vidas (tabla 2).En primer lugar, cabe destacar que no existen apenas diferencias entre sexos. Sin duda, para ellos y ellas lo más importante es la familia. En segundo lugar se coloca la salud, por delante de la amistad y el trabajo. TABLA 2. LO MÁS IMPO RTANTE EN LA VIDA PARA LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008 (%) Familia Hombres Mujeres 80,4 79 65,5 62,8 54,1 48,2 46,1 84,1 82,7 66,3 63,2 45,9 35,3 44,7 Salud Amistad Trabajo Ganar dinero Sexualidad Tiempo Libre Fuente: INJUVE (2008:23). En una época marcada por la crisis económica y la precariedad laboral, el ámbito laboral y el ganar dinero se sitúan en el cuarto y quinto puesto respectivamente en la jerarquización de los jóvenes. La sexualidad se sitúa por delante del tiempo libre en el caso de los hombres, siendo al revés en el caso de las mujeres. Por lo tanto, el sector juvenil masculino le da mucha más importancia al sexo que el femenino. Por otro lado, como en todo universo valorativo, es necesario determinar cómo se ven los jóvenes españoles a ellos mismos (tabla 3). Un 86% se autoperciben como responsables y prudentes, definiéndose un 80% también como optimistas. Con menor puntuación, pero igualmente importantes, se califican los que se consideran positivos y decididos. Analizando estos datos, queda plasmada una concepción positiva que los 4 jóvenes tienen de ellos mismos, otorgando la mayor parte de los encuestados calificaciones optimistas para el grupo etáreo al que se adscriben. TABLA 3. AUTO PERCEPCIÓ N JUVENIL DE LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008. (%) Responsables/Prudentes 86 Optimistas/alta autoestima 80,7 Positivos/emprendedores Exigentes/decididos Fuente: INJUVE (2008:25). 60,8 50 Los jóvenes españoles también tienen una serie de principios éticos que rigen su forma de ser y de actuar. Éstos, según los datos recogidos en la tabla 3, se pueden agrupar en tres conjuntos. El primero, que es lo que está más generalizado (entre 8,8 y 8,9 sobre 10), lo conforman la lucha contra el hambre y la defensa de los derechos humanos. En este sentido, tienen bastante asumido la solidaridad con las personas que se encuentran en alguna de las situaciones anteriores, cuestión que se demuestra en la mayor presencia de la juventud en el voluntariado (INJUVE, 2008: 97-99). TABLA 4. PRINCIPIO S ÉTICO S FUNDAMENTALES DE LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008 (Escala de 1 a 10, siendo 1 menos importante y 10 más importante) Lucha contra el hambre 8,9 Defensa de derechos humanos 8,84 8,54 8,45 Libertad Individual La paz La igualdad de sexos Defensa de la naturaleza Defensa de España La revolución La religión Fuente: INJUVE (2008:33). 8,41 8,36 6,82 4,43 4,34 El segundo grupo son un conjunto de principios que son importantes, pero no llegan a la puntuación de los dos primeros (entre 8,3 y 8,5 sobre 10). Entre éstos se encuentra la libertad individual, la paz, la igualdad de sexos y la defensa de la naturaleza. De esta forma, se ha generado una conciencia pacífica, igualitaria en términos de sexo y medioambiental que indican cierta aproximación a los valores postmaterialistas recogidos en la escala de Inglehart expuesta anteriormente. Por último, los principios éticos menos importantes son la revolución y la religión, con lo cual se manifiesta el perfil autocomplaciente de los jóvenes (sin motivación para cambiar el mundo en términos revolucionarios) y la poca influencia de la religión en su vida cotidiana. Después de analizar los valores y principios éticos según escalas, es necesario detenerse en algunos de ellos con el objeto de analizarlos con mayor profundidad. La libertad, como ya se observó en la tabla 3 es uno de los valores más importantes para los 5 jóvenes. Y es que, la libertad, unida al individualismo (a menudo lo segundo es una prolongación de lo primero), es vista como una ventaja que tienen los jóvenes respecto a los adultos, pues un 26% del sector juvenil así lo declara (GETS, 2010:58). En un mundo como el actual, donde predomina el individualismo sobre la conciencia colectiva o grupal, el que los jóvenes consideren ese atributo como una cualidad muy valorada viene dada porque es una respuesta de dicho sector ante la realidad social, política, cultural y económica imperante. Así, “el individuo se vuelve incierto, fragmentado, forzado a utilizar lógicas opuestas; y el sujeto ya no está arraigado en una provisión homogénea de valores e identidades, está diseminado y descentrado” (Dubet, 2006:82). Los jóvenes, por tanto, utilizan todos los medios disponibles (ya sean materiales o ideológicos) para conseguir lo que se proponen. La igualdad de género también es un principio muy valorado por la juventud española, a tenor de los resultados analizados (tabla 3). Es relevante el hecho de que, en referencia al grado de acuerdo sobre la igualdad entre hombres y mujeres hayan diferencias tanto entre sexos como entre grupos de edad juvenil (tabla 4). Así, a medida que se aumentan los años, aumenta el grado de acuerdo en que los hombres y mujeres han de ser iguales. Además, por sexos, los hombres tienen tendencias igualitarias mayores que las mujeres. TABLA 4. GRADO DE ACUERDO DE JÓ VENES RESPECTO A LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HO MBRES. ESPAÑA 2008 (%) Sexo Hombre Muy a favor 62,2 Bastante a 34 Indiferente 0,6 Poco a Favor 1,2 Nada a favor 0,7 Fuente: INJUVE (2008c) Mujer 15-19 Edad 20-24 25-29 Total 67,9 26,6 0,6 2 1,2 60,9 34,5 1 1,5 0,8 64,1 32,6 0,5 0,9 0,6 68,2 26,2 0,4 2,2 1,2 65 30,4 0,6 1,6 0,9 Observando los datos de forma global, la mayor parte de la juventud, en torno a un 95%, se muestra de acuerdo en la igualdad entre hombres y mujeres, con lo cual se reafirma la idea de que éste es un principio bastante importante para este sector etáreo. Existen también otro tipo de valores que se recogen en estudios concretos de algún ámbito. Uno de los ámbitos más prolíficos es el de la publicidad, pues no son pocos los que extraen los valores de los jóvenes a través este medio. Uno de ellos es el editado por el INJUVE en el que se destaca que “la publicidad dirigida a jóvenes menores de 25 años enfatiza el disfrute del presente, la diversión, la amistad, la exaltación del grupo, el disfrute del tiempo libre, el dinamismo, la vitalidad, la independencia, la rebeldía, la trasgresión, la naturalidad o la autenticidad” (Sánchez, 6 Mejías y Rodríguez, 2004:151). Superada esa edad, las claves serían otras, comenzando a destacarse la identificación con los adultos, la formación y la preparación para el futuro, la proyección y el éxito profesional, social y económico, la afirmación de la individualidad frente al grupo, la estabilidad afectiva, el bienestar y el cuidado de la salud, etc. Otro estudio de este tipo es el de Gutiérrez (2007), donde, a través de los anuncios destinados a jóvenes construye el universo valorativo juvenil, clasificando los valores según primen lo individual o colectivo. Entre los primeros destacan la creencia en un mundo justo, importancia de la estética, felicidad obligatoria, autorregulación o autonomía personal, rebeldía y autenticidad. Por otro lado, entre los que prima lo colectivo se encuentran el compromiso y la importancia de la amistad y de la relación con los demás. En este sentido, se aprecia la existencia de una mayor cantidad de valores asociados al individuo que al colectivo, con lo cual se reafirma la idea de que la juventud española es bastante individualista. En relación a este último esquema, el consumo es otro valor que, si no explícitamente, los jóvenes tienen bastante interiorizados. Y es que, el consumo en la actualidad es un terreno donde a priori, prácticamente se “difumina la identidad de clase” (Alonso, 2004:32), lo cual no significa, como dice el propio autor, que desaparezca. En cierto sentido, el hecho de consumir es algo asumido por todas las clases sociales y grupos de edad, si bien lo que se consume sí que es distinto según la tipología con la el grupo social del que se trate. Es por ello que la publicidad y las grandes marcas comerciales tienen como objetivo el sector juvenil, resaltando para ellos valores como autonomía personal, rebeldía, autenticidad.., con los cuales ellos se sienten identificados. Por lo tanto, el consumo no es sólo el acto de comprar, sino que a través de dicho fenómeno se construye la personalidad de los jóvenes. 3. TOLERANCIA CON GRUPOS SOCIALES Y CONDUCTAS POLÉMICAS Otra dimensión dentro de la llamada esfera valorativa es la tolerancia respecto a otros grupos sociales y respecto a conductas controvertidas. Es necesario, por tanto, analizar el grado de tolerancia respecto a estas cuestiones de un sector social como el juvenil, autodefinidos como abiertos y que son “viejos románticos bajo la máscara de jóvenes refunfuñones” (Freire, 2008:210). 7 Primeramente, es necesario determinar el grado de rechazo general a diversos colectivos por parte de los jóvenes españoles (tabla 5). Cabe destacar que esta clasificación del rechazo se realizó a través de la pregunta a quién no te gustaría tener como vecino, pues el concepto vecino es algo que en el día a día es muy cercano y podría influir en el joven. El grupo social más denostado por ellos son el de los exdelincuentes, el cual se lleva el mayor porcentaje de rechazo. Acto seguido se encuentran el de los exdrogadictos, gitanos, musulmanes, enfermos de sida e inmigrantes, con porcentajes muy cercanos entre ellos. Con un 6 y un 5% se encuentran las personas de color y los homosexuales, seguidos por los de otra religión y otras ideas políticas, completando el último lugar el de minusválidos. TABLA 5. GRADO DE RECHAZO DE LO S JÓ VENES A CO LECTIVO S EXCLUIDO S. ESPAÑA 2008 (%) Exdelincuente Exdrogadicto 28 16 Gitano Musulmán Enfermo de Sida Inmigrante Persona de color Homosexual Otra religión Otras ideas políticas Minusválido Fuente: INJUVE (2008:35). 15 13 12 10 6 5 2,5 2,5 1 A tenor de los datos, cabe destacar que casi un 30% de los jóvenes no cree en la reinserción social de los presos, pues a ninguno le gustaría vivir con un exdelincuente. Además, también llama poderosamente la atención la distinción entre musulmanes y los de otra religión, pues el grado de rechazo entre ambas se diferencia en 10,5 puntos porcentuales. Este hecho muestra que el sector juvenil también se ve influenciado por los prejuicios existentes relativos a la visión diferente de los musulmanes (más peligrosos) respecto los del resto de religiones minoritarias, tal vez por la identificación de dicha religión con el terrorismo y el fundamentalismo. El caso de la homosexualidad se tratará más adelante por separado, al igual que el de los inmigrantes. Este último punto, el de la tolerancia con la inmigración, es importante porque influye directamente en la integración social de un país. En el caso de los jóvenes españoles, un 90% de los mismos declaran que cualquier persona es libre de trabajar en cualquier país, sea o no sea su lugar de nacimiento (tabla 6). 8 TABLA 6. CREENCIA DE LO S JÓ VENES DE Q UE TO DA PERSO NA TIENE LIBERTAD PARA VIVIR Y TRABAJAR EN CUALQ UIER PAÍS, AUNQ UE NO SEA EL SUYO . ESPAÑA 2008. (%) Sexo Hombre Si 88,5 No 7,5 NS/NC 4 Fuente: INJUVE (2008b) Mujer 15-19 Edad 20-24 25-29 Total 92,9 4,9 2,1 93,1 4,2 2,6 92 5,4 2,7 88 8,2 3,9 90,6 6,3 3,1 Sin embargo, esta postura de libertad de elección del país donde trabajar es mera fachada, es decir, una postura políticamente correcta. De esta forma, contrasta el hecho de que solo un 48% de los jóvenes declaren que la inmigración es positiva (tabla 7), más cuando un 90% afirman que las personas deberían de tener la libertad de elegir el país donde trabajar. Al definir la inmigración como positiva o negativa apenas existen diferenciados por edad, si bien la respuesta negativa va en aumento al ir cumpliendo años. Como se observa en la tabla 35, se cumple dicha hipótesis de que cuanto más años se cumplen, más negativa se valora la inmigración. Según sexos tampoco existen demasiadas diferencias. TABLA 7. CREENCIA DE JÓ VENES DE Q UE LA INMIGRACIÓ N ES PO SITIVA O NEGATIVA. ESPAÑA 2008. (%) Hombre Sexo Mujer 15-19 Edad 20-24 25-29 Total Positiva 50,5 45,6 45,5 50,4 48 48,1 Negativa 25,5 24,3 22,2 24,1 27,3 24,9 Ni una ni otra 19,5 23,3 24,9 20,9 19,4 21,3 NS/NC 4,6 6,8 7,4 4,6 5,3 5,6 Fuente: INJUVE (2008b) Además de calificar la inmigración en términos positivo-negativo, sería interesante determinar cómo califican la cantidad de inmigrantes existentes en España los jóvenes españoles. Este dato reafirma el hecho de que la tolerancia que en un principio se tiene respecto a que cada uno tenga la libertad de trabajar en el país que quiera es un mero espejismo. Un 67% de los jóvenes afirma que el número de inmigrantes en España es excesivo, siendo el porcentaje de mujeres que responden de esa forma un 70,5% y de hombres un 65% (tabla 8). Según las edades de los jóvenes, a más años mayor es el porcentaje de jóvenes que afirman que el porcentaje es excesivo, pues de 15 a 19 lo consideran un 67% y de 25 a 29 un 69,2%. Estos datos acerca de la opinión de los jóvenes respecto a la inmigración son una muestra más de lo afirmado con anterioridad: los jóvenes son en teoría tolerantes con la inmigración, cuestión que no defienden en la praxis de su vida cotidiana. 9 TABLA 8. CALIFICACIÓ N DEL NÚMERO DE INMIGRANTES Q UE HAY EN ESPAÑA SEGÚN LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008. (%) Sexo Edad Total Hombre Mujer 15-19 20-24 25-29 Excesivo Adecuado 65 29,3 70,5 23,3 67,7 27,2 65,4 28,9 69,2 23,9 67,6 26,4 Escaso NS/NC 1,2 1 1,1 1,1 1,2 1,1 4,6 5,2 4 4,6 5,7 4,9 Fuente: INJUVE (2008a) La tolerancia ha de ser analizada no sólo respecto a los grupos sociales, sino también la relativa a conductas polémicas o comportamientos morales (tablas 9 y 10). Respecto a la violencia de género en la pareja, un 81% de los jóvenes no la justificaría nunca, con lo cual se refrenda la idea expuesta en el apartado de valores preponderantes sobre la tendencia a creer en la igualdad de género por parte de los jóvenes. Por otro lado, existe cierta tolerancia a la conducta de emborracharse a propósito, pues más de la mitad de los jóvenes justificaría dicho comportamiento. Esta permisividad viene dada porque el beber en España es un acontecimiento social, reflejado en la celebración de botellones y otros eventos donde el ingerir alcohol es un fenómeno ampliamente generalizado. TABLA 9. JUSTIFICACIÓ N DE CO MPO RTAMIENTO S MO RALES DE LO S JÓ VENES ESPAÑO LES. 2010 (%) (1 no se justifica nunca y 10 se justifica siempre) Violencia de género en la pareja Emborracharse a propósito Fuente: González y González-Anleo, 2010. 01-feb 03-abr 05-jun 07-oct 81,9 36,1 3,9 14,2 6,2 7,2 5,8 20,6 TABLA 10. O PINIO NES DE JO VENES EN TO RNO A TRES CO NDUCTAS CO NTRO VERTIDAS. ESPAÑA 2008. (%) Se acepta Se acepta con condiciones No se acepta nunca Consumo de 17,1 31,5 46,8 drogas 59,8 19,2 17,4 Aborto Homosexualidad 79,6 14,9 2,9 Fuente: INJUVE (2008:45). Algo similar ocurre con el consumo de drogas, pues las respuestas en torno a su aceptación o no se encuentran al 50%. De esta forma, cada vez más se intentan diferenciar por parte de los jóvenes las diferentes drogas, pues cada una de ellas tiene una imagen social diferente. Así, la marihuana suele estar ampliamente aceptada (incluso a veces se plantea su legalización), mientras que otras como la cocaína o la heroína, si bien son consumidas, no se suele plantear tanto su legalización. Respecto al aborto, casi un 60% de los jóvenes lo aceptaría, si bien es necesario aclarar que el 10 porcentaje de los que la rechazaría es el mismo que el que lo aceptaría con condiciones, con lo cual las opiniones respecto a este tema están bastante divididas. La homosexualidad, por su parte, se acepta por un 80% de los jóvenes y un 15% también la acepta pero con condiciones. Es, por tanto, un fenómeno que la juventud española tiene perfectamente asumido y no cuenta con el rechazo que existía hasta no hace muchos años. Además, el perfil de los que se muestran favorables es el de un joven de izquierdas, no creyente, español con estudios superiores y que estudia y trabaja (INJUVE, 2008:39). Visto los datos, por tanto, en la aceptación de la homosexualidad puede estar relacionada con la ideología política y religiosa, al igual que el nivel de estudios y la nacionalidad. 4. GRADO DE AUTONOMÍA Como ya se dijo en el marco teórico, la juventud, dentro de su esfera valorativa, tiene cierto grado de autonomía intergrupal e intragrupal. La primera hace referencia a la autonomía respecto a otros grupos sociales diferenciados por edad (adultos, niños, mayores de 65 años) en cuanto a sus valores e identidades. La segunda implica la idea de que la juventud no es homogénea, pues se ve influenciada por la existencia de diferentes estilos (de música, ropa...), etnias, religión, clase social o tendencia sexual, formándose subgrupos que hace que la juventud no sea un todo sin fisuras, si bien existen, como hemos visto a lo largo de esta investigación, ciertos patrones que se repiten. La autonomía intergrupal, como ya se afirmó, implica la definición de la identidad de los jóvenes mediante la oposición con el resto de las edades. Y es que, la mayor parte de los jóvenes se identifican, en primer lugar, y teniendo en cuenta que esta variable es de respuesta múltiple, con las personas de su misma generación, pues esa identificación la apoya un 47% de la juventud española (tabla 11). 11 TABLA 11. IDENTIDADES SO CIALES BÁSICAS DE LO S JO VENES. ESPAÑA 2009 (%) Personas de misma generación 47,7 Personas de las mismas aficiones gustos 40,6 Con todos por igual Personas del mismo género 35,5 17 Personas de la misma profesión. 6,3 Personas del mismo municipio. 5,9 Personas de la misma clase social 5,1 Personas de la misma región o nacionalidad Personas de las mismas ideas políticas 4,4 Personas de las mismas ideas religiosas 1,2 2,5 Fuente: GET S (2010:70) También la juventud le otorga a las aficiones y los gustos bastante importancia (40%). Sin embargo, hay que destacar que un 35,5% de los mismos se identifican con todas las personas por igual, lo cual indica el aparente deseo de este sector de “igualar a toda la humanidad”, pues todos somos humanos y se identifican, por tanto, con dicha especie. Además, la pertenencia a la clase, al igual que la nacionalidad, ideas políticas y religiosas apenas son un elemento de identificación de los jóvenes. La mayoritaria identificación de los jóvenes con las personas de su misma generación justifica, en gran parte, el estudio de la juventud como grupo cultural/social concreto con algunos rasgos propios. Las nuevas tecnologías han sido cruciales a la hora de la expansión de unos hábitos, costumbres y modas homogéneos entre las diferentes sociedades que habitan el ciberespacio. Este proceso ha impactado notablemente en “los sectores infantiles y juveniles de modo que generan en ellos la desmedida pretensión de igualarse a sus similares en otras áreas planetarias” (Bergalli y Rivera, 2007:10). Los jóvenes tienen una identificación propia, pues se “se sienten en otro espacio de identidad, con atributos y características bien opuestas y diferentes, con valores y estilos de vida que padres y profesores no comparten en general” (Younis, 2000:662). Si bien los jóvenes tienen un bajo nivel de asociacionismo y organización social (como el resto de la sociedad española), no es menos cierto que, involuntariamente, se ha generado una idea de que los jóvenes son afines entre ellos por el simple hecho de tener una determinada edad, ignorando completamente la clase, el origen social, la religión, la etnia e incluso, en cierta manera, la familia. Pero lo anterior no implica que la juventud española sea un grupo totalmente homogéneo y sin fisuras. Anteriormente se dijo que los jóvenes se identifican más con la edad que con el resto de los atributos, pero eso no significan que otros factores 12 sociales, culturales, religiosos o económicos no influyan en ellos, aunque ni ellos mismos sean conscientes en un primer momento. Por lo tanto, a nivel nacional “no hay una visión homogénea de esa cohorte de jóvenes, (pues) las disparidades geográficas y de clase social son considerables” (De Miguel, 2006:XXXIII). De esta forma, una cosa es cómo se identifiquen los jóvenes y otra bien distinta las características sociales, económicas y políticas de ese colectivo en concreto. Dentro del colectivo juvenil tampoco existe unanimidad en lo que se refiere a su actuación como grupo social. El 11,2% de los jóvenes declaran, de entre sus problemas, que carecen de apoyo por parte de la sociedad y las instituciones (GETS, 2010:58). Pero lo que es paradójico es que la propia juventud declara que uno de los problemas más importantes de su grupo es la “falta de confianza en los jóvenes” (GETS, 2010:58). Por otro lado, el nivel de exigencia dentro de la juventud es bastante elevado, pues son muy poco autocomplacientes consigo mismos y con su grupo. “Se critican muy duramente a sí mismos, como resultado de la culpa que han interiorizado y que les ha trasmitido la sociedad” (Younis, 2000:664). Dicho sentimiento viene dado porque, como se ha dicho, sin quererlo, los jóvenes manifiestan cuestiones relativas a la clase, origen social o características de la personalidad. Por ejemplo, es habitual que los jóvenes que trabajan y estudian digan a los que solo estudian que se lo han dado todo hecho; que los que se quedan en casa y no se independizan son unos vagos, etc. Los ejemplos aquí podrían ser muy numerosos. Además, la juventud tampoco son un colectivo homogéneo en términos de conciencia de grupo, pues existen variaciones entre unas y otras cohortes de jóvenes. Así, los de 25 años en adelante, en general, “estigmatizan a los adolescentes entre 14 y 18 años como la juventud más mala que nos espera a los adultos del mañana (que son los que hablan)”(Younis, 2000:664). Este discurso asumido por los jóvenes es muy típico en los adultos, que siempre nombran a la juventud como peor que lo que fueron ellos en sus tiempos, apreciándose así cierto anhelo de un pasado mejor. Por último, la autonomía intergrupal e intragrupal son fenómenos que funcionan simultáneamente en la realidad, pues como afirma Younis, en la vida cotidiana, “los jóvenes buscan diferenciarse (…) y se comparan ( con adultos y con otros jóvenes) con el propósito de ser ellos mismos, de afirmar una personalidad propia positiva (frente a la negativa de los adultos) eligiendo un estilo de vida y de ser joven frente a otro, al mismo tiempo que desean instituir sus propios espacios simbólicos o materiales para la 13 realización de las identidades del yo: independencia, autonomía, casa y pareja” (Younis, 2000:685). 5. FELICIDAD Y PERSPECTIVA DE FUTURO. La felicidad es uno de las variables fundamentales a la hora de medir la calidad de vida de una sociedad. La juventud a menudo se asocia con la mejor época de la vida y no pocas veces es añorada una vez que el individuo se hace adulto. Quizás, esta etapa de la vida sea la de unos mayores niveles de felicidad, según los datos recogidos en la Encuesta Mundial de Valores (tabla 12). En general, en España un 91% de la población se declara como bastante o muy feliz. Respecto a los que son felices, es verdad que existen diferencias, pero no son demasiado importantes, pues los jóvenes que se declaran bastantes o muy felices son un 94,5%, siendo el de los adultos un 87%. Sin embargo, el porcentaje de los adultos de 50 y más años que se muestra poco o nada feliz duplica al de los jóvenes que escogen esa opción, con lo cual la edad podría estar relacionada con la expresión de dicho sentimiento. TABLA 12. SENTIMIENTO DE FELICIDAD DE JO VENES Y ADULTO S. ESPAÑA 2007 (%) T otal 15-29 años 30-49 años 50 y más años Muy feliz Bastante feliz 13,7 78,7 24,2 70,3 13,5 82,8 7,9 79,9 Poco feliz 6,3 4,7 3,3 10 Nada feliz 1,2 0,7 0,4 2,2 Fuente: Encuesta Mundial de Valores 2007. Sin embargo, otro indicador que muestra el estado anímico de un grupo social es el de la satisfacción general con su vida. La diferencia con el concepto de felicidad es que la primera es algo mucho más cercano que la segunda, que se ve como un término abstracto y lejano. Los jóvenes españoles, en un 83% se declaran bastante o muy satisfecho/a con su vida (tabla 13), cuestión que en parte choca con la situación socioeconómica de la juventud en un país como España (emancipación tardía, precariedad laboral...). El perfil de esta juventud satisfecha es que tiene pocos años, es estudiante y católica practicante (INJUVE, 2008:21), con lo que la edad, la ocupación y la religión pueden estar relacionados con la satisfacción vital de los jóvenes. TABLA 13. SENSACIÓ N DE SATISFACCIÓ N GENERAL EN LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008. (%) Poco o nada satisfecho/a 16 Bastante o muy satisfecho/a 83 Fuente: INJUVE (2008:22). 14 Otro aspecto que suele influir a la hora de definirse una persona feliz/infeliz o satisfecho/insatisfecho es la perspectiva de futuro que se tenga. La mitad de la juventud española declara que existe un futuro prometedor para los jóvenes (tabla 14), lo cual indica que si bien su situación actual puede ser calificada como buena (al ser felices), respecto a su futuro no lo tienen muy claro. Y es que, un 61% declara que la crisis actual tendrá un impacto muy negativo en el futuro de los jóvenes. La juventud, en la actualidad, tiene unas perspectivas acerca de lo que le deparará el mañana tremendamente negativas, lo que les influye a la hora de prepararse para su futuro laboral y social (invierten más años de estudios para evitar quedarse fuera del mercado laboral, dependencia de la familia...). Esa falta de horizontes de futuro también se tiene en cuenta por los jóvenes como un problema, pues un 8,44% de los mismos así lo declaran (GETS, 2010:58). TABLA 14. O PTIMISMO ANTE EL FUTURO DE LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2010 (%) T otalmente de acuerdo De acuerdo En desacuerdo T otalmente en desacuerdo 9,2 16,7 38 45,5 37,2 25,7 9,1 4,4 Independientemente de la situación actual, existe un futuro prometedor para los jóvenes La crisis económica actual tendrá un impacto muy negativo en mi futuro profesional y Fuente: González y González-Anleo, 2010. Dichas perspectivas no muy positivas se refrendan a la hora de calificar su situación económica dentro de un año. Así, la mitad de los jóvenes españoles declaran que será regular, calificando un 40% que será buena o muy buena (tabla 14). Las diferencias entre sexos apenas son relevantes, pues los porcentajes son similares para ambos grupos. TABLA 15. SITUACIÓ N ECO NÓ MICA PERSO NAL EN UN AÑO DE LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008 (%) Se xo TO TAL Hombre Muje r Muy Bue na/Bue na Re gular 39,8 48,6 41,7 47,9 37,9 49,4 Mala/Muy Mala 4,9 4,2 5,7 NS/NC 6,6 6,2 7 TO TAL 100 100 100 Fuente: INJUVE (2008:19). TABLA 16. SITUACIÓ N ECO NÓ MICA PERSO NAL ACTUAL DE LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008 (%) Se xo TO TAL Hombre Muje r Muy Bue na/Bue na Re gular 37,1 47,9 37,8 47,5 36,3 48,4 Mala/Muy Mala 14,5 14 15 NS/NC 3,1 0,7 0,1 TO TAL 100 100 100 Fuente: INJUVE (2008:19). 15 Vistos los datos anteriores, los jóvenes creen que el futuro a largo plazo será tremendamente negativo para sus intereses, si bien ven el futuro cercano ( a un año vista) relativamente bueno, quizás porque no piensan que dentro de un periodo tan escaso de tiempo su situación vaya a cambiar en exceso, pues la definición de la situación económica personal en un año y la actual (tabla 16) no la consideran muy diferentes. Ante los interrogantes acerca del futuro de los jóvenes, éstos ven precariedad e inestabilidad a corto plazo, pero inversiones estratégicas a largo plazo. De esta forma, observan que han de invertir capital económico para así obtener un mayor capital cultural, social y humano con el objetivo de afrontar un futuro que se vislumbra oscuro. Sólo así se comprende, por ejemplo que un joven que acepte “hipotecarse sus próximos treinta o cuarenta años a cambio de una vivienda digna no está renunciando al futuro: está aceptando, a su pesar, que no hay otro que el que le marcan los grandes poderes económicos” (Bergalli y Rivera,2007:41). Quizás dicha afirmación pueda parecer demasiado fuerte, pero, tal y como afirman Alaminos y Penalva, “es la clase media, y en especial los jóvenes que han formado unidades familiares nuevas, la que se encuentran más expuestas a posibles crisis financieras causadas por las fluctuaciones al alza de los tipos de interés” (Alaminos y Penalva, 2010:165). Otra salida ante un futuro tan difícil de planificar y tan poco prometedor es la de vivir al día. Los jóvenes españoles han dejado “poco espacio para la planificación del futuro, pues se vive fundamentalmente en el presente” (De Miguel, 2006:XXXIV). Así se explica ese deseo de disfrutar el momento y de obtener el placer inmediato, pues, al existir ese presentismo exacerbado, es lo que ven más a su alcance, tal y como han expuesto algunos autores (Verdú, 2005:101). 6. CÓDIGOS MORALES Los códigos morales, que forman parte de la esfera normativa según la teoría de modelos culturales, suelen fundamentar gran parte de las normas sociales imperantes en la sociedad. En este caso, se estudiará la influencia de la religión en los jóvenes y de otros factores que influirán el desarrollo de la personalidad de los mismos. Según el Informe Juventud en España 2008, casi la mitad de los jóvenes españoles se declara católico no practicante (tabla 17), lo cual indica cierta flexibilidad en torno al tema religioso por parte de ellos, pues son religiosos a nivel espiritual pero no lo manifiestan acudiendo a la celebración de los diferentes ritos de la Iglesia. Por lo 16 tanto, los jóvenes “(son) católicos, pero no ejercen, entre otras cosas porque los contenidos son contrarios a los procesos de modernización y los principios liberales” (Alaminos y Penalva, 2010:176). TABLA 17. AUTO DEFINICIÓ N EN MATERIA RELIGIO SA DE LA JUVENTUD ESPAÑO LA. 2008 (%) Católico Practicante 11,7 Católico no Practicante 49,8 Creyente en otra religión No creyente Indiferente 7,9 8 9,2 Ateo Agnóstico No Contesta T OT AL Fuente: INJUVE (2008: 40). 8 3,8 1,7 100 Cabe destacar que la segunda definición religiosa más importante es la de católico practicante, la cual tiene un porcentaje similar a los que se muestran indiferentes, no creyentes, ateos o creyentes en otra religión, aunque estas cuatro últimas con porcentajes más bajo que los católico practicantes. TABLA 18. CREYENTES EN ALGUNA RELIGIÓN Y FRECUENCIA A DE ASISTENCIA A EVENTOS RELIGIOSOS (sin contar los de tipo social como bodas...). ESPAÑA 2010. (% ) Varias veces a la semana N.C. TOTAL 7.2 3.9 11.9 Casi todos los domingos y festivos 2.9 3.5 13.7 2.2 1.3 1.5 0.7 1.3 1.9 100 100 100 15.6 28.9 4.3 0.7 100 Casi nunca De 18 a 24 De años 25 a 34 años De 55 a 64 Varias veces al año Alguna vez al mes 70.3 75.2 53.0 16.7 14.8 18.1 65 y más años 33.2 17.4 Fuente: CIS (2010). Elaboración Propia El CIS también establece la frecuencia de la asistencia a eventos religiosos, sin contar los eventos de tipo social como bodas, bautizos o funerales (tabla 18). Se aprecia una diferencia por edad sustancial, pues entre un 70 y 75% de los jóvenes casi nunca asiste a eventos religiosos, siendo el porcentaje de mayores de 55 de un 53%. Además, a medida que aumenta la edad del creyente más personas asisten a eventos religiosos, pudiendo significar un mayor grado de espiritualidad al aumentar la edad. Como se dijo en el apartado de las costumbres y tradiciones de la juventud, una de las cosas que más hace dicho colectivo es ver la televisión y escuchar música, lo cual puede estar relacionado con la forma de pensar de los jóvenes. Tal es así que, como se ha demostrado, “el cambio cultural y social (en España) queda plasmado en las producciones audiovisuales de este país” (Alaminos y Penalva, 2010:155). 17 TABLA 19. AUDIENCIA DE LA TELEVISIÓ N PO R EDAD. ESPAÑA 2010. (% pe ne tración se gún e spe ctadore s/ día) % que la ve n al día % que no la ve n al día 14 a 19 años 86,5 13,5 20 a 24 años 25 a 34 años 45 a 54 años 84,7 84,7 88,8 15,3 15,3 11,2 55 a 64 años 90,7 65 y más años 90,6 Fuente: EGM 2010. Elaboración Propia 9,3 9,4 Un elemento que suele influir tanto en el sector juvenil como en el adulto es la televisión, suceso ampliamente analizado en los llamados “Estudios Culturales”. En España, la influencia de la televisión es incuestionable (tabla 19). Así, de cada 10 personas, más de 8 ven la televisión diariamente, lo cual indica que es uno de los medios de comunicación social más importantes. Sin embargo, es necesario destacar que la influencia de la televisión en la sociedad es una cuestión recíproca: la sociedad influye en lo que sale por la televisión y ésta última influye en la conformación de mentalidades de las personas. Por un lado, un medio de comunicación publicita, entre otras cosas, unos códigos morales inherentes en su programación para así crear referentes morales, sociales, etc. Sin embargo, hay que resaltar que la sociedad también influye en la programación de los medios de comunicación social, pues en éstos sólo aparecerán cuestiones que están presentes mayoritariamente en la población, ya que sino ésta no se identificaría con lo expuesto en la televisión. Además de la televisión, como ya se dijo anteriormente, otro elemento que puede influenciar en la forma de pensar de los jóvenes es la música y todo lo que ésta conlleva: estilos, tipologías, etc. En muchos casos la música en sí misma no influye directamente por sus letras (que incluso pueden ser en otro idioma que el que el joven conoce), sino por la forma de vestir del cantante, la forma de pensar, la ideología política del artista, la violencia que pueden expresar (Ferrandis y Feixa, 2005) etc. Por tanto, la música, según los estudios recientes, tiene las siguientes funciones entre la juventud española (INJUVE, 2008:118): es objeto de consumo que homogeneiza y anula las fronteras sociales y territoriales, aporta referentes que ayudan a la identificación y la construcción personal, permite el reconocimiento y la diferenciación con los demás, actúa como vínculo de expresión, puede expresar una contestación política al sistema establecido y permite la construcción de comunidades e identidades 18 excluyentes. Por tanto, la música es un elemento que puede estar relacionado directamente en la construcción de identidades y la formación de la personalidad de los jóvenes. 7. NORMAS SOCIALES Los códigos morales descritos anteriormente, además de las circunstancias socioeconómicas imperantes en cada sector o grupo social, pueden relacionarse directamente, entre otras cosas, en las diferentes normas sociales tales como las relaciones familiares, las relaciones matrimoniales y las amistades. Las relaciones familiares en la actualidad de los jóvenes españoles pueden ser algo diferentes respecto a las existentes hace décadas a tenor de los datos aquí expuestos. El 69% de los jóvenes declaran que su modelo de familia es democrático, señalando el resto que es más bien autoritario. Además, los jóvenes se sienten a gusto con este tipo de modelo familiar, pues el 90% de los mismos declaran estar satisfecho con las relaciones familiares basadas en el talante negociador de la familia (González y González-Anleo, 2010). A juicio de De Miguel, “se produce pues un proceso de democratización de la institución familiar, junto con las relaciones de convivencia y tolerancia nuevas” (De Miguel, 2006:XXXI). De esta forma, el modelo autoritario existente en generaciones anteriores se ha visto sustituido por un sistema de relaciones en la familia basado en el consenso, donde todas las decisiones no son tomadas únicamente bajo el criterio del cabeza de familia ni tomando como referencia la variable sexo.. Sin embargo, y según Mari-Klose, el hecho de que las familias actuales sean más igualitarias en términos de género existe de forma teórica, pues en algunas tareas (como el trabajo doméstico) el género femenino asume la mayor parte de la responsabilidad (Mari Klose, 2006:142). Además, ese mayor grado de igualdad de género “no ha servido para reducir las desigualdades entre familias” (Mari Klose, 2006:139). Esa igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en la familia no supone un aumento en cuanto a la cohesión de la misma. De esta forma, junto al proceso de igualdad de género, se ha gestado en la familia un modelo familiar cada vez más individualista, donde la práctica totalidad de sus miembros conviven bajo el mismo techo pero no comparten ni experiencias ni el día a día. Este individualismo no sería posible bajo un modelo de familia autoritaria. Así, el hecho de disponer de un sistema familiar democrático surge a raíz de que 19 “la crisis económica exige un grado elevado de solidaridad por parte de las generaciones adultas en un momento en que cambios profundos en las orientaciones normativas de los integrantes más jóvenes hacen difícil una convivencia en armonía bajo los códigos de convivencia profundamente autoritarios” (Mari Klose, 2006:139). Sin embargo, es necesario aclarar que un aumento del individualismo no supone la emancipación de los jóvenes a vivir fuera de la casa de los padres. Así, la emancipación es tardía y minoritaria entre los jóvenes, pues un 85% vive con sus padres y/o madres (tabla 20). Además, se observa en España “una orientación cultural hacia la vivienda en propiedad como condición previa a la emancipación” (Alaminos y Penalva, 2010:166), por lo que, dado los problemas económicos y financieros de los jóvenes y la sociedad en general, hacen muy complicada la salida de los hijos/as del hogar familiar. TABLA 20. EMANCIPACIÓ N DE LO S JÓ VENES. LUGAR DE RESIDENCIA DE LO S JÓ VENES (%). ESPAÑA 2008 ESPAÑA 2008 En casa de mis padre s o familiare s En casa de mis sue gros En mi casa o con pare ja En piso compartido con amigos… En una re side ncia de 63 0,9 26,3 7,9 0,2 e studiante s En casa de otras pe rsonas Total Fuente: INJUVE, 2008. 1,5 100 Este bajo nivel de emancipación juvenil, influido sin duda por el contexto social, económico y educativo, ha sido decisivo en el funcionamiento del modelo familiar español. Habitualmente, a este modelo familiar se le ha denominado familismo, definido éste como un “sistema de bienestar donde los problemas individuales de los integrantes de la red familiar (desempleo, falta de recursos y vivienda, enfermedad) tienden a ser definidos como asuntos familiares” (Mari Klose, 2006:150). Por lo tanto, la familia asume en gran parte la incertidumbre socio-económica de los jóvenes, que todavía no han interiorizado las exigencias del mundo actual. El resultado de este nivel de emancipación ha supuesto la transformación del domicilio familiar en una estructura de convivencia semejante a la de los “pisos compartidos” (Alaminos y Penalva, 2010:166), pero con individuos vinculados con relaciones de parentesco. 20 La nueva forma que adquiere la familia es, por tanto, una adaptación al mundo actual. Así, “si el mundo social contemporáneo está compuesto por una vasta red de vínculos sociales, es entonces en la medida en que tales vínculos se hacen más sólidos que las respectivas sociedades demuestran una mayor capacidad de integración de sus componentes” (Bergalli y Rivera, 2007:5). Este es el caso del vínculo entre jóvenes y adultos en el seno de la familia, el cual es una respuesta, como se ha afirmado anteriormente, a las diferentes situaciones nacidas en las sociedades contemporáneas. Frente a una realidad que exige flexibilidad, improvisación, iniciativa, etc, los jóvenes todavía tienen valores heredados de sus ascendientes que difícilmente pueden ser asumidos por ellos dada la situación económica actual. Reflejo de esta cuestión es que en España gran parte de los jóvenes desearía una emancipación donde no pierda ninguna comodidad de las que dispone en casa de sus padres. Todo esto supone que desean irse de la casa de sus padres con una vivienda propia, un automóvil y todo tipo de comodidades tecnológicas que difícilmente puede asumir el joven dadas las condiciones laborales reinantes en la actualidad para este sector social. Sin embargo, a pesar de lo dicho, no hay que asignar a los jóvenes la etiqueta de parásito. Resultados de algunos estudios desechan esta idea (Mari Klose, 2006:87), pues sostienen que la dilatación en el tiempo que los jóvenes pasan en casa de sus padres y madres no tiene que ver con una suerte de parasitismo, pues la inmensa mayoría de los jóvenes no suscriben la idea de que en ningún lado se está mejor que en casa. La demora en cuanto a su emancipación, por tanto, se basa tanto en las expectativas que se tienen a la hora de abandonar la casa de sus padres (no bajar el nivel de vida existente en el hogar familiar) como por las circunstancias económicas existentes en la realidad (precariedad laboral, temporalidad...). Resultado de dicha tardanza es el hecho de que la juventud española muestre unos “niveles de frustración (…) en sus deseos y expectativas considerables” (Mari Klose, 2006:87). Volviendo al fenómeno de la nupcialidad, y según Mari Klose, “Los jóvenes españoles siguen prefiriendo emancipaciones a la vieja usanza, por vía matrimonial, prudentes y responsables” (Mari Klose 2006:105). En esta cuestión la situación se ve influida, en España, por el tipo de familia expuesto en el apartado de relaciones familiares denominado familismo. De esta forma, sus ansias no son muy diferentes a la que en su momento tenían sus padres a la hora de independizarse: casa propia, casarse, etc...cuestión que sin duda influye a la hora de abandonar el hogar familiar. Además, la prudencia en cuando a casarse es muy elevada, pues “la inmensa mayoría de los jóvenes 21 españoles han mantenido una o varias relaciones de pareja antes del matrimonio” (Mari Klose, 2006:61), por lo que cuando abandonan el hogar familiar ha de ser con alguien que ellos piensen que puede ser duradero. Por lo tanto, la juventud deja de ser el momento idóneo para casarse, pues, según datos del CIS del año 2006, las mujeres se casan por primera vez alrededor de los 29 años, siendo la edad de los hombres de 31 años en primeras nupcias (Mari Klose, 2006:54). Sin embargo, pese a pensar que puede haber, una vez casado y emancipado, una estabilidad duradera, los jóvenes tienen grandes probabilidades de ruptura de la pareja, pues la fragilidad, flexibilidad y estado líquido (en términos de Zygmunt Bauman) de las relaciones humanas en la nueva generación son máximas. Este fenómeno sin duda no es propio únicamente de la nupcialidad, sino que se presenta en la esfera laboral, familiar, de amistades..., siendo una característica propia de las sociedades contemporáneas, como afirman autores como Zygmunt Bauman (Bauman, 2006). La amistad es otro elemento muy importante para los jóvenes. Además de cumplir el papel de confidente, compañero de fiestas y otras funciones de carácter lúdico, las amistades de los jóvenes también suelen entenderse de forma utilitarista para conseguir algún objetivo propuesto por ellos, que van desde conseguir entradas para conciertos hasta lograr algún puesto de trabajo. Por lo tanto, las amistades y las relaciones con los demás son cuestiones primordiales para los jóvenes, máxime en una época donde las relaciones sociales, laborales y económicas se definen en muchas ocasiones en términos de redes. Para el establecimiento de dichas redes sociales en torno a la amistad y las relaciones sociales, resulta crucial la utilización y el conocimiento de las Tecnología de la Información y Comunicación (TICs) existentes en la actualidad. Tal y como dice Jesús M. De Miguel, la vida de los jóvenes “es una interacción continua a través del teléfono móvil, teléfono fijo, Internet, Messenger y Chat” (De Miguel, 2006:XXXII). Estos canales de interacción, unidos a otros mucho más recientes como Twitter, Facebook o Tuenti, conforman el sistema de relaciones sociales de la juventud, los cuales poco a poco van sustituyendo las relaciones face to face por relaciones a través de la tecnología, tanto para lo referido a la amistad como al resto de relaciones sociales (de amor, laborales...). 22 CONCLUSIONES Como se ha visto, en esta comunicación se ha intentado analizar el universo valorativo de un grupo social, en este caso los jóvenes españoles, a través de la aplicación de una parte de la Teoría de Modelos Culturales (TMC), concretamente a través de la exposición de la esfera valorativa de dicho grupo social. Por otro lado, varias de las hipótesis de partida de esta investigación no se han podido confirmar. Por un lado, los jóvenes se caracterizan por ser creyentes pero no practicantes. Sin embargo, las normas sociales (matrimonio, emancipación,) están muy influida por el contexto socieconomico de los jóvenes (precaridad laboral, familismo...), pero siempre teniendo en cuenta que ello no merma la individualidad característica de los jóvenes actuales. Respecto a las amistades, los jóvenes las consideran tremendamente importantes para su vida personal. Además, dan preponderancia a los valores materialistas por encima de los postmaterialistas, por lo que son menos progresistas de lo que se podría concebir a priori. Sin embargo, tienen una imagen positiva de ellos mismos y un grado elevado de felicidad grupal, si bien son conscientes de las perspectivas negativas de futuro. Por último, respecto a la tolerancia con diferentes grupos sociales y conductos polémicas, los jóvenes son tolerantes teóricamente, pero al preguntarle por cuestiones concretas se muestran menos tolerantes de lo que se definen de forma abstracta. BIBLIOGRAFÍA AIMC (2010): Estudio General de Medios EGM, Febrero-Noviembre de 2010, Madrid. Alaminos, A. y C. Penalva (2010): “La vida cotidiana en la España del siglo XXI”, en S. Del Campo y J.F. Tezanos España. Una sociedad en cambio, Madrid: Biblioteca Nueva. Alonso, L. E. (2004): Las políticas del consumo: transformaciones en el proceso de trabajo y fragmentación de los estilos de vida, en RES, nº 4. Bauman, Z. (2006): Vida líquida, Barcelona: Paidós. Bergalli, R. Y I. Rivera Beiras (Coords.) (2007): Jóvenes y adultos. El difícil vínculo social, Barcelona: Anthropos. Boltanski, L. y E. Chiapello (1998): El nuevo espíritu del capitalismo, Madrid: Akal. Bourdieu, P. (1998): La distinción, Madrid: Taurus. Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) (2010): Barómetro octubre 2010, Madrid:CIS. 23 De Miguel, J.M. (2006) “Prólogo” en P. Mari-Klose, y M. Mari-Klose: Edad del cambio. Jóvenes en los circuitos de solidaridad intergeneracional, CIS y Siglo XXI, Madrid. Díez Nicolás, J. y R. Inglehart (eds.) (1994): Tendencias mundiales de cambio en los valores sociales y políticos, Madrid: FUNDESCO. Diez Nicolás, J. (2000): “La escala de postmaterialismo como medida del cambio de valores en sociedades contemporáneas” en Andrés Orizo, F. y J. Elzo (eds.) España 2000. Entre localismo y la globalidad. La encuesta europea de valores en su tercera aplicación, 1981-1999, Madrid: Santa María. Diez Nicolás, J. (2011): ¿Regreso a los valores materialistas?. El dilema entre seguridad y libertad en los países desarrollados, RES, nº15. Diez Nicolás, J. e R. Inglehart (eds) (1994): Tendencias mundiales de cambios en los valores sociales y políticos, Madrid: Fundesco. Dubet, F. (2006): El declive de la institución. Profesiones, sujetos e individuos en la modernidad, Barcelona: Gedisa. Dubet, F. y D. Martuccelli (2000): ¿En qué sociedad vivimos?, Buenos Aires: Losada. Elzo, J. (dir.) (2002): Los valores de los vascos y navarros ante el nuevo milenio. Tercera Aplicación de la Encuesta Europeea de Valores (1990,1995,1999), Bilbao:Universidad de Deusto. Encuesta Mundial de Valores 2007, en www.wvsevsdb.com/ Ferrandiz, F. y C. Feixa (eds.) (2005): Jóvenes sin tregua. Culturas y políticas de la violencia, Barcelona:Anthropos. Freire, E. (2008): La generación de las mil emociones. Mileuristas II, Barcelona: Ariel. Galland, O., Y. Lemel y S. Djezriri (2008): SociologieTradition vs. Modernity: The Continuing Dichotomy of Values in European Society, Revue française de sociologie, Vol. 49, Supplement: An Annual English Selection, pp. 153-186. González Blasco, P. y J. González Anleo Grande de Castilla (dir): Jóvenes españoles 2010, Madrid: Fundación SM. Grignon, C. y J.C. Passeron (1992): Lo culto y lo popular, Madrid: La Piqueta. Grupo de Estudio sobre Tendencias Sociales (GETS) (2010): El horizonte social y político de la juventud española, Madrid: INJUVE. Gutiérrez Barroso, J. (2007): Publicidad televisiva y valores de los jóvenes. La construcción del universo valorativo juvenil, IX Congreso Español de Sociología, Grupo de trabajo 24. Gutiérrez Barroso, J. (2012): Teoría de modelos culturales (TMC). Una herramienta de análisis social, VII Congreso Portugués de Sociología. Asociación Portuguesa de Sociología, Grupo de teoría y metodología. Inglehart, R. (1971): The silent revolution in Europe:Intergenerational Change in Post-Industrial Societies, American Political Science Review, 65. Inglehart, R. y C. Welzel(2006), Modernización, cambio cultural y democracia: la secuencia del desarrollo humano, Madrid: CIS. Instituto de la Juventud Española (INJUVE) (2008): Informe Juventud 2008, Madrid: INJUVE. Instituto de la Juventud Española (INJUVE) (2008b): Jóvenes e inmigración. Sondeo de opinión 2º encuesta, Madrid:INJUVE. Instituto de la Juventud Española (INJUVE) (2008c): Jóvenes e igualdad de género. Sondeo de opinón 3ª encuesta, Madrid: INJUVE. 24 Mari-Klose, P. y M. Mari-Klose (2006): Edad del cambio. Jóvenes en los circuitos de solidaridad intergeneracional, Madrid: CIS y Siglo XXI. Pino, J. del y E. Bericat (1998): Valores sociales en la cultura andaluza, Madrid:CIS. Sánchez Pardo, L.; I. Megías Quirós; E. Rodríguez San Julián (2004): Jóvenes y Publicidad: Valores de la comunicación publicitaria para jóvenes, Madrid: INJUVE. Verdú, V. (2005): Yo y tú, objetos de lujo, Barcelona: Debate. Younis, J.A. (2000): Los jóvenes, como son y como son vistos, Las Palmas de Gran Canaria: Dirección General de Juventud del Gobierno de Canarias. 25