EL UNIVERSO VALORATIVO JUVENIL ESPAÑOL A TRAVÉS DE UN

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EL UNIVERSO VALORATIVO JUVENIL ESPAÑOL A TRAVÉS DE UN
NUEVO MARCO DE ANÁLISIS.
Josué Gutiérrez Barroso. Grupo Sociología de los Valores. XI Congresso
Español de Sociología 2013.
INTRODUCCIÓN
La presente comunicación es un desarrollo de la Teoría de Modelos Culturales
(TMC) elaborada por Josué Gutiérrez (Gutiérrez, 2012). Esta teoría es un instrumento
para el estudio de las culturas y consta de tres esferas (normativa, valorativa y
sociopolítica) y su sustento teórico se basa en diversos conceptos como el hábitus de
Bourdieu (Bourdieu, 1998), la ciudad por proyectos de Boltanski y Chiapello (Boltanski
y Chiapello, 1998), las lógicas de Dubet y Martuccelli, (Dubet y Martuccelli, 2000) los
conceptos de cultura culta y popular de Grignon y Passeron (Grignon y Passeron, 1992)
), así como la teoría materialista/postmaterialista de R. Inglehart y Díez Nicolás
(Inglehart, 1971; Inglehart y Diez Nicolás, 1994; Diéz Nicolas, 2000).
Por cuestiones de espacio, en esta comunicación sólo se tratará la esfera
valorativa, a la que añadiremos la cuestión de los códigos morales recogido en la
normativa. Así, veremos cómo se puede estudiar científicamente y de forma diferente
los valores de un grupo social, en este caso de los jóvenes, a través del análisis de
fuentes secundarias de datos (CIS, INJUVE…). En esta investigación tomaremos como
hipótesis diversos tópicos existentes respecto al sector juvenil español: que son
mentalmente abiertos; progresistas en cuanto a la religión, inmigración y otras
conductas polémicas; se identifican con sus iguales, tienen una imagen positiva de ellos
mismos, le conceden una importancia a la amistad bastante importante y se muestran
despreocupados respecto al futuro. Estos rasgos definen de una u otra forma la
concepción en el imaginario social del joven actual.
Por otro lado, cabe destacar que la aplicación íntegra de la TMC se está
realizando en la Tesis Doctoral titulada “La paradoja del cambio generacional en la
Isla de la Gomera: consecuencias demográficas, sociales y económicas” (aprobada por
el Departamento de la Unviersidad de La Laguna en febrero de 2009) donde se está
empleando la TMC para construir el universo cultural de jóvenes y adultos en La
Gomera y en España.
1
1. BREVE DESCRIPCIÓN DEL MARCO TEÓRICO: DEFINCIÓN DE
MODELO CULTURAL Y ESFERA VALORATIVA
Un concepto clave en esta comunicación es el de modelos culturales. Éste se
podría definir como una herramienta que trata de sistematizar la cultura de un
determinado sector social, cultural o étnico, cuyo fin último es proporcionar una
herramienta con la cual los investigadores sociales obtengan la información lo más
fiable y ordenada posible a la hora de estudiar las diferentes culturas.
Cabe resaltar que esta teoría se concibe para estudiar sectores de población
amplios, pues su utilidad viene dada al sistematizar categorías que se suelen presentarse
algo caóticas, como los relacionados con los diferentes aspectos de la cultura, para así
ordenarlos y tratar de que doten de un sentido a la misma.
La teoría de los modelos culturales se compone de tres esferas. Éstas son la
normativa, la valorativa y la estratégica. Claramente están inspiradas en las “lógicas”
de los autores François Dubet y Danilo Martuccelli (Dubet y Martuccelli, 2000:74-82),
si bien tiene algunas especificidades. No es el momento aquí de explicar las tres esferas
propuestas, pues éstas se encuentran desarrolladas por Josué Gutiérrez (Gutiérrez,
2012).
Así, el objeto de la comunicación es el estudio de la esfera valorativa de los
jóvenes españoles. Esta esfera lo que trata es de dar cuenta del universo valorativo de
un grupo social o cultural. No es nuestro objetivo definir lo que son los valores y sus
connotaciones éticas o morales. Simplemente, diremos que “el significado sociológico
del concepto valor se relaciona con la definición de lo bueno y lo malo, de lo que es
importante o relevante en la vida, de lo aceptable y lo rechazable, de lo admitido o lo
prohibido, de lo que hay que hacer o evitar” (Sanchez,, Megías y Rodríguez, 2004:37).
Por lo tanto, se corresponde con la lógica de la subjetivación ya definida por Dubet y
Martuccelli.
Por otro lado, a modo de resumen, esta esfera valorativa estará dividida en varias
partes. En primer lugar, estudiaremos qué valores son preponderantes y cuáles no. En
segundo lugar, estudiaremos el grado de autonomía grupal que posee el universo
valorativo de los jóvenes, es decir, cómo de diferente es respecto al resto de la sociedad
(intergrupal) y en qué se diferencian entre los propios jóvenes (intragrupal). Más
adelante se analizará la tolerancia de los jóvenes respecto a otros grupos socioculturales
diferentes, además del grado de acuerdo con conductas sociales controvertidas. Por otro
lado, también se expondrán lo que hemos llamado aspectos mentales del grupo como
2
son la perspectiva de futuro y el grado de felicidad. En último lugar, analizaremos la
cuestión religiosa y sus posibles consecuencias en las normas sociales (matrimonio,
emancipación juvenil, amistad y descendencia) existentes en los jóvenes.
2.
VALORES Y PRINCIPIOS ÉTICOS PREPONDERANTES
Cabe desterrar de esta investigación la idea de que existe una falta de valores. En
realidad, lo que actualmente se está viviendo es una sustitución de valores
preponderantes, cuestión que, como todo cambio social, origina cierta conflictividad.
En primer lugar, aplicaremos la escala de R. Inglehart para analizar la situación
en la que se encuentra la juventud española en el plano de los valores. La teoría de
Inglehart viene a decir que los habitantes de sociedades avanzadas, al conseguir niveles
altos de seguridad física y económica, pasan a darle más importancia a los valores
postmaterialistas, por lo que a más seguridad económica más influencia en la sociedad
de valores postmaterialistas (Inglehart, 1971; Inglehart y Welzel, 2006).
Los datos expuestos en la tabla 1 fueron resultado de la aplicación de la
Encuesta Mundial de Valores en España, dirigida por Díez de Nicolás. Dicha Encuesta
es un referente a nivel nacional y ha sido explotada también para diferentes
Comunidades Autónomas (Elzo, 2002; Pino y Bericat, 1998).
TABLA 1. ESCALA DE MATERIALISMO -PO STMATERIALISMO DE JO VENES Y
ADULTO S. ESPAÑA 2007 (%)
Materialista
Mezcla
Postmaterialista
T otal
15-29 años
30-49 años
50 y más años
35,9
52,2
11,9
31,6
54,6
13,8
31,1
54,5
14,4
42,8
48,7
8,6
Fuente: Encuesta Mundial de Valores 2007.
Como se dijo, se distinguen dos tipos de grupos de valores, los materialistas y
los postmaterialistas (Díez Nicolás, 2000). Los valores denominados como materialistas
engloban cuestiones como mantener el orden en el país, luchar contra la subida de
precios, mantener una economía estable, luchar contra la delincuencia, mantener una
alta tasa de crecimiento económico y procurar que el país tenga unas fuerzas armadas
poderosas. Por otro lado, los postmaterialistas tienen que ver con cuestiones como dar a
la gente más oportunidades de participar en las decisiones que conciernen a su trabajo y
a su comunidad, dar a la gente más oportunidades de participar en las decisiones
políticas importantes, proteger la libertad de expresión, procurar que nuestras ciudades y
el campo sean más bonitos, lograr una sociedad menos impersonal y más humana y
progresar hacia una sociedad en la que las ideas sean más importantes que el dinero.
3
Según los datos expuestos, en España se da una mezcla de ambas escalas,
aunque todavía se destacan los valores materialistas por encima de los postmaterialistas.
Como advierte Díez Nicolás, al analizar los datos de España se percibe que la
posibilidad de que el cambio en el contexto social y económico hacia mayores niveles
de inseguridad pueda ser la causa de una disminución del postmaterialismo (Díez
Nicolás, 2011). Sin embargo, y para el fin de esta investigación, cabe resaltar que sí
existen diferencias entre los jóvenes y adultos mayores de 50 años (tabla 1). Sin duda,
los jóvenes son menos materialistas y más postmaterialistas que los adultos. Sin
embargo, no se trata de un choque de universos valorativos, pues como dice Galland al
estudiar los valores de jóvenes en Europa (Galland et al., 2008), no se ha producido una
sustitución de los modernos por los tradicionales, pues no se excluyen. De esta forma,
se compatibilizan por parte de los jóvenes creando una escala de valores sui generis.
Ya centrándonos en el sector juvenil español, existen una serie de cuestiones que
los jóvenes definen como las más importantes en sus vidas (tabla 2).En primer lugar,
cabe destacar que no existen apenas diferencias entre sexos. Sin duda, para ellos y ellas
lo más importante es la familia. En segundo lugar se coloca la salud, por delante de la
amistad y el trabajo.
TABLA 2. LO MÁS IMPO RTANTE EN LA VIDA
PARA LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008 (%)
Familia
Hombres
Mujeres
80,4
79
65,5
62,8
54,1
48,2
46,1
84,1
82,7
66,3
63,2
45,9
35,3
44,7
Salud
Amistad
Trabajo
Ganar dinero
Sexualidad
Tiempo Libre
Fuente: INJUVE (2008:23).
En una época marcada por la crisis económica y la precariedad laboral, el ámbito
laboral y el ganar dinero se sitúan en el cuarto y quinto puesto respectivamente en la
jerarquización de los jóvenes. La sexualidad se sitúa por delante del tiempo libre en el
caso de los hombres, siendo al revés en el caso de las mujeres. Por lo tanto, el sector
juvenil masculino le da mucha más importancia al sexo que el femenino.
Por otro lado, como en todo universo valorativo, es necesario determinar cómo
se ven los jóvenes españoles a ellos mismos (tabla 3). Un 86% se autoperciben como
responsables y prudentes, definiéndose un 80% también como optimistas. Con menor
puntuación, pero igualmente importantes, se califican los que se consideran positivos y
decididos. Analizando estos datos, queda plasmada una concepción positiva que los
4
jóvenes tienen de ellos mismos, otorgando la mayor parte de los encuestados
calificaciones optimistas para el grupo etáreo al que se adscriben.
TABLA 3. AUTO PERCEPCIÓ N JUVENIL
DE LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008. (%)
Responsables/Prudentes
86
Optimistas/alta autoestima
80,7
Positivos/emprendedores
Exigentes/decididos
Fuente: INJUVE (2008:25).
60,8
50
Los jóvenes españoles también tienen una serie de principios éticos que rigen su
forma de ser y de actuar. Éstos, según los datos recogidos en la tabla 3, se pueden
agrupar en tres conjuntos. El primero, que es lo que está más generalizado (entre 8,8 y
8,9 sobre 10), lo conforman la lucha contra el hambre y la defensa de los derechos
humanos. En este sentido, tienen bastante asumido la solidaridad con las personas que
se encuentran en alguna de las situaciones anteriores, cuestión que se demuestra en la
mayor presencia de la juventud en el voluntariado (INJUVE, 2008: 97-99).
TABLA 4. PRINCIPIO S ÉTICO S FUNDAMENTALES DE LO S JÓ VENES. ESPAÑA
2008 (Escala de 1 a 10, siendo 1 menos importante y 10 más importante)
Lucha contra el hambre
8,9
Defensa de derechos humanos
8,84
8,54
8,45
Libertad Individual
La paz
La igualdad de sexos
Defensa de la naturaleza
Defensa de España
La revolución
La religión
Fuente: INJUVE (2008:33).
8,41
8,36
6,82
4,43
4,34
El segundo grupo son un conjunto de principios que son importantes, pero no
llegan a la puntuación de los dos primeros (entre 8,3 y 8,5 sobre 10). Entre éstos se
encuentra la libertad individual, la paz, la igualdad de sexos y la defensa de la
naturaleza. De esta forma, se ha generado una conciencia pacífica, igualitaria en
términos de sexo y medioambiental que indican cierta aproximación a los valores
postmaterialistas recogidos en la escala de Inglehart expuesta anteriormente. Por último,
los principios éticos menos importantes son la revolución y la religión, con lo cual se
manifiesta el perfil autocomplaciente de los jóvenes (sin motivación para cambiar el
mundo en términos revolucionarios) y la poca influencia de la religión en su vida
cotidiana.
Después de analizar los valores y principios éticos según escalas, es necesario
detenerse en algunos de ellos con el objeto de analizarlos con mayor profundidad. La
libertad, como ya se observó en la tabla 3 es uno de los valores más importantes para los
5
jóvenes. Y es que, la libertad, unida al individualismo (a menudo lo segundo es una
prolongación de lo primero), es vista como una ventaja que tienen los jóvenes respecto a
los adultos, pues un 26% del sector juvenil así lo declara (GETS, 2010:58). En un
mundo como el actual, donde predomina el individualismo sobre la conciencia colectiva
o grupal, el que los jóvenes consideren ese atributo como una cualidad muy valorada
viene dada porque es una respuesta de dicho sector ante la realidad social, política,
cultural y económica imperante. Así, “el individuo se vuelve incierto, fragmentado,
forzado a utilizar lógicas opuestas; y el sujeto ya no está arraigado en una provisión
homogénea de valores e identidades, está diseminado y descentrado” (Dubet, 2006:82).
Los jóvenes, por tanto, utilizan todos los medios disponibles (ya sean materiales o
ideológicos) para conseguir lo que se proponen.
La igualdad de género también es un principio muy valorado por la juventud
española, a tenor de los resultados analizados (tabla 3). Es relevante el hecho de que, en
referencia al grado de acuerdo sobre la igualdad entre hombres y mujeres hayan
diferencias tanto entre sexos como entre grupos de edad juvenil (tabla 4). Así, a medida
que se aumentan los años, aumenta el grado de acuerdo en que los hombres y mujeres
han de ser iguales. Además, por sexos, los hombres tienen tendencias igualitarias
mayores que las mujeres.
TABLA 4. GRADO DE ACUERDO DE JÓ VENES RESPECTO A LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y
HO MBRES. ESPAÑA 2008 (%)
Sexo
Hombre
Muy a favor
62,2
Bastante a
34
Indiferente
0,6
Poco a Favor
1,2
Nada a favor
0,7
Fuente: INJUVE (2008c)
Mujer
15-19
Edad
20-24
25-29
Total
67,9
26,6
0,6
2
1,2
60,9
34,5
1
1,5
0,8
64,1
32,6
0,5
0,9
0,6
68,2
26,2
0,4
2,2
1,2
65
30,4
0,6
1,6
0,9
Observando los datos de forma global, la mayor parte de la juventud, en torno a
un 95%, se muestra de acuerdo en la igualdad entre hombres y mujeres, con lo cual se
reafirma la idea de que éste es un principio bastante importante para este sector etáreo.
Existen también otro tipo de valores que se recogen en estudios concretos de
algún ámbito. Uno de los ámbitos más prolíficos es el de la publicidad, pues no son
pocos los que extraen los valores de los jóvenes a través este medio. Uno de ellos es el
editado por el INJUVE en el que se destaca que “la publicidad dirigida a jóvenes
menores de 25 años enfatiza el disfrute del presente, la diversión, la amistad, la
exaltación del grupo, el disfrute del tiempo libre, el dinamismo, la vitalidad, la
independencia, la rebeldía, la trasgresión, la naturalidad o la autenticidad” (Sánchez,
6
Mejías y Rodríguez, 2004:151). Superada esa edad, las claves serían otras, comenzando
a destacarse la identificación con los adultos, la formación y la preparación para el
futuro, la proyección y el éxito profesional, social y económico, la afirmación de la
individualidad frente al grupo, la estabilidad afectiva, el bienestar y el cuidado de la
salud, etc.
Otro estudio de este tipo es el de Gutiérrez (2007), donde, a través de los
anuncios destinados a jóvenes construye el universo valorativo juvenil, clasificando los
valores según primen lo individual o colectivo. Entre los primeros destacan la creencia
en un mundo justo, importancia de la estética, felicidad obligatoria, autorregulación o
autonomía personal, rebeldía y autenticidad. Por otro lado, entre los que prima lo
colectivo se encuentran el compromiso y la importancia de la amistad y de la relación
con los demás. En este sentido, se aprecia la existencia de una mayor cantidad de
valores asociados al individuo que al colectivo, con lo cual se reafirma la idea de que la
juventud española es bastante individualista.
En relación a este último esquema, el consumo es otro valor que, si no
explícitamente, los jóvenes tienen bastante interiorizados. Y es que, el consumo en la
actualidad es un terreno donde a priori, prácticamente se “difumina la identidad de
clase” (Alonso, 2004:32), lo cual no significa, como dice el propio autor, que
desaparezca. En cierto sentido, el hecho de consumir es algo asumido por todas las
clases sociales y grupos de edad, si bien lo que se consume sí que es distinto según la
tipología con la el grupo social del que se trate. Es por ello que la publicidad y las
grandes marcas comerciales tienen como objetivo el sector juvenil, resaltando para ellos
valores como autonomía personal, rebeldía, autenticidad.., con los cuales ellos se
sienten identificados. Por lo tanto, el consumo no es sólo el acto de comprar, sino que a
través de dicho fenómeno se construye la personalidad de los jóvenes.
3. TOLERANCIA
CON
GRUPOS
SOCIALES
Y
CONDUCTAS
POLÉMICAS
Otra dimensión dentro de la llamada esfera valorativa es la tolerancia respecto a
otros grupos sociales y respecto a conductas controvertidas. Es necesario, por tanto,
analizar el grado de tolerancia respecto a estas cuestiones de un sector social como el
juvenil, autodefinidos como abiertos y que son “viejos románticos bajo la máscara de
jóvenes refunfuñones” (Freire, 2008:210).
7
Primeramente, es necesario determinar el grado de rechazo general a diversos
colectivos por parte de los jóvenes españoles (tabla 5). Cabe destacar que esta
clasificación del rechazo se realizó a través de la pregunta a quién no te gustaría tener
como vecino, pues el concepto vecino es algo que en el día a día es muy cercano y
podría influir en el joven. El grupo social más denostado por ellos son el de los
exdelincuentes, el cual se lleva el mayor porcentaje de rechazo. Acto seguido se
encuentran el de los exdrogadictos, gitanos, musulmanes, enfermos de sida e
inmigrantes, con porcentajes muy cercanos entre ellos. Con un 6 y un 5% se encuentran
las personas de color y los homosexuales, seguidos por los de otra religión y otras ideas
políticas, completando el último lugar el de minusválidos.
TABLA 5. GRADO DE RECHAZO DE LO S JÓ VENES A
CO LECTIVO S EXCLUIDO S. ESPAÑA 2008 (%)
Exdelincuente
Exdrogadicto
28
16
Gitano
Musulmán
Enfermo de Sida
Inmigrante
Persona de color
Homosexual
Otra religión
Otras ideas políticas
Minusválido
Fuente: INJUVE (2008:35).
15
13
12
10
6
5
2,5
2,5
1
A tenor de los datos, cabe destacar que casi un 30% de los jóvenes no cree en la
reinserción social de los presos, pues a ninguno le gustaría vivir con un exdelincuente.
Además, también llama poderosamente la atención la distinción entre musulmanes y los
de otra religión, pues el grado de rechazo entre ambas se diferencia en 10,5 puntos
porcentuales. Este hecho muestra que el sector juvenil también se ve influenciado por
los prejuicios existentes relativos a la visión diferente de los musulmanes (más
peligrosos) respecto los del resto de religiones minoritarias, tal vez por la identificación
de dicha religión con el terrorismo y el fundamentalismo. El caso de la homosexualidad
se tratará más adelante por separado, al igual que el de los inmigrantes.
Este último punto, el de la tolerancia con la inmigración, es importante porque
influye directamente en la integración social de un país. En el caso de los jóvenes
españoles, un 90% de los mismos declaran que cualquier persona es libre de trabajar en
cualquier país, sea o no sea su lugar de nacimiento (tabla 6).
8
TABLA 6. CREENCIA DE LO S JÓ VENES DE Q UE TO DA PERSO NA TIENE LIBERTAD PARA VIVIR Y
TRABAJAR EN CUALQ UIER PAÍS, AUNQ UE NO SEA EL SUYO . ESPAÑA 2008. (%)
Sexo
Hombre
Si
88,5
No
7,5
NS/NC
4
Fuente: INJUVE (2008b)
Mujer
15-19
Edad
20-24
25-29
Total
92,9
4,9
2,1
93,1
4,2
2,6
92
5,4
2,7
88
8,2
3,9
90,6
6,3
3,1
Sin embargo, esta postura de libertad de elección del país donde trabajar es mera
fachada, es decir, una postura políticamente correcta. De esta forma, contrasta el hecho
de que solo un 48% de los jóvenes declaren que la inmigración es positiva (tabla 7), más
cuando un 90% afirman que las personas deberían de tener la libertad de elegir el país
donde trabajar. Al definir la inmigración como positiva o negativa apenas existen
diferenciados por edad, si bien la respuesta negativa va en aumento al ir cumpliendo
años. Como se observa en la tabla 35, se cumple dicha hipótesis de que cuanto más años
se cumplen, más negativa se valora la inmigración. Según sexos tampoco existen
demasiadas diferencias.
TABLA 7. CREENCIA DE JÓ VENES DE Q UE LA INMIGRACIÓ N ES PO SITIVA O NEGATIVA. ESPAÑA 2008. (%)
Hombre
Sexo
Mujer
15-19
Edad
20-24
25-29
Total
Positiva
50,5
45,6
45,5
50,4
48
48,1
Negativa
25,5
24,3
22,2
24,1
27,3
24,9
Ni una ni otra
19,5
23,3
24,9
20,9
19,4
21,3
NS/NC
4,6
6,8
7,4
4,6
5,3
5,6
Fuente: INJUVE (2008b)
Además de calificar la inmigración en términos positivo-negativo, sería
interesante determinar cómo califican la cantidad de inmigrantes existentes en España
los jóvenes españoles. Este dato reafirma el hecho de que la tolerancia que en un
principio se tiene respecto a que cada uno tenga la libertad de trabajar en el país que
quiera es un mero espejismo. Un 67% de los jóvenes afirma que el número de
inmigrantes en España es excesivo, siendo el porcentaje de mujeres que responden de
esa forma un 70,5% y de hombres un 65% (tabla 8). Según las edades de los jóvenes, a
más años mayor es el porcentaje de jóvenes que afirman que el porcentaje es excesivo,
pues de 15 a 19 lo consideran un 67% y de 25 a 29 un 69,2%. Estos datos acerca de la
opinión de los jóvenes respecto a la inmigración son una muestra más de lo afirmado
con anterioridad: los jóvenes son en teoría tolerantes con la inmigración, cuestión que
no defienden en la praxis de su vida cotidiana.
9
TABLA 8. CALIFICACIÓ N DEL NÚMERO DE INMIGRANTES Q UE HAY EN ESPAÑA SEGÚN LO S
JÓ VENES. ESPAÑA 2008. (%)
Sexo
Edad
Total
Hombre
Mujer
15-19
20-24
25-29
Excesivo
Adecuado
65
29,3
70,5
23,3
67,7
27,2
65,4
28,9
69,2
23,9
67,6
26,4
Escaso
NS/NC
1,2
1
1,1
1,1
1,2
1,1
4,6
5,2
4
4,6
5,7
4,9
Fuente: INJUVE (2008a)
La tolerancia ha de ser analizada no sólo respecto a los grupos sociales, sino
también la relativa a conductas polémicas o comportamientos morales (tablas 9 y 10).
Respecto a la violencia de género en la pareja, un 81% de los jóvenes no la justificaría
nunca, con lo cual se refrenda la idea expuesta en el apartado de valores preponderantes
sobre la tendencia a creer en la igualdad de género por parte de los jóvenes. Por otro
lado, existe cierta tolerancia a la conducta de emborracharse a propósito, pues más de la
mitad de los jóvenes justificaría dicho comportamiento. Esta permisividad viene dada
porque el beber en España es un acontecimiento social, reflejado en la celebración de
botellones y otros eventos donde el ingerir alcohol es un fenómeno ampliamente
generalizado.
TABLA 9. JUSTIFICACIÓ N DE CO MPO RTAMIENTO S MO RALES DE LO S JÓ VENES ESPAÑO LES.
2010 (%) (1 no se justifica nunca y 10 se justifica siempre)
Violencia de género en la pareja
Emborracharse a propósito
Fuente: González y González-Anleo, 2010.
01-feb
03-abr
05-jun
07-oct
81,9
36,1
3,9
14,2
6,2
7,2
5,8
20,6
TABLA 10. O PINIO NES DE JO VENES EN TO RNO A TRES CO NDUCTAS
CO NTRO VERTIDAS. ESPAÑA 2008. (%)
Se acepta
Se acepta con condiciones
No se acepta nunca
Consumo de
17,1
31,5
46,8
drogas
59,8
19,2
17,4
Aborto
Homosexualidad
79,6
14,9
2,9
Fuente: INJUVE (2008:45).
Algo similar ocurre con el consumo de drogas, pues las respuestas en torno a su
aceptación o no se encuentran al 50%. De esta forma, cada vez más se intentan
diferenciar por parte de los jóvenes las diferentes drogas, pues cada una de ellas tiene
una imagen social diferente. Así, la marihuana suele estar ampliamente aceptada
(incluso a veces se plantea su legalización), mientras que otras como la cocaína o la
heroína, si bien son consumidas, no se suele plantear tanto su legalización. Respecto al
aborto, casi un 60% de los jóvenes lo aceptaría, si bien es necesario aclarar que el
10
porcentaje de los que la rechazaría es el mismo que el que lo aceptaría con condiciones,
con lo cual las opiniones respecto a este tema están bastante divididas.
La homosexualidad, por su parte, se acepta por un 80% de los jóvenes y un 15%
también la acepta pero con condiciones. Es, por tanto, un fenómeno que la juventud
española tiene perfectamente asumido y no cuenta con el rechazo que existía hasta no
hace muchos años. Además, el perfil de los que se muestran favorables es el de un joven
de izquierdas, no creyente, español con estudios superiores y que estudia y trabaja
(INJUVE, 2008:39). Visto los datos, por tanto, en la aceptación de la homosexualidad
puede estar relacionada con la ideología política y religiosa, al igual que el nivel de
estudios y la nacionalidad.
4. GRADO DE AUTONOMÍA
Como ya se dijo en el marco teórico, la juventud, dentro de su esfera valorativa,
tiene cierto grado de autonomía intergrupal e intragrupal. La primera hace referencia a
la autonomía respecto a otros grupos sociales diferenciados por edad (adultos, niños,
mayores de 65 años) en cuanto a sus valores e identidades. La segunda implica la idea
de que la juventud no es homogénea, pues se ve influenciada por la existencia de
diferentes estilos (de música, ropa...), etnias, religión, clase social o tendencia sexual,
formándose subgrupos que hace que la juventud no sea un todo sin fisuras, si bien
existen, como hemos visto a lo largo de esta investigación, ciertos patrones que se
repiten.
La autonomía intergrupal, como ya se afirmó, implica la definición de la
identidad de los jóvenes mediante la oposición con el resto de las edades. Y es que, la
mayor parte de los jóvenes se identifican, en primer lugar, y teniendo en cuenta que esta
variable es de respuesta múltiple, con las personas de su misma generación, pues esa
identificación la apoya un 47% de la juventud española (tabla 11).
11
TABLA 11. IDENTIDADES SO CIALES BÁSICAS
DE LO S JO VENES. ESPAÑA 2009 (%)
Personas de misma generación
47,7
Personas de las mismas aficiones gustos
40,6
Con todos por igual
Personas del mismo género
35,5
17
Personas de la misma profesión.
6,3
Personas del mismo municipio.
5,9
Personas de la misma clase social
5,1
Personas de la misma región o
nacionalidad
Personas de las mismas ideas políticas
4,4
Personas de las mismas ideas religiosas
1,2
2,5
Fuente: GET S (2010:70)
También la juventud le otorga a las aficiones y los gustos bastante importancia
(40%). Sin embargo, hay que destacar que un 35,5% de los mismos se identifican con
todas las personas por igual, lo cual indica el aparente deseo de este sector de “igualar a
toda la humanidad”, pues todos somos humanos y se identifican, por tanto, con dicha
especie. Además, la pertenencia a la clase, al igual que la nacionalidad, ideas políticas y
religiosas apenas son un elemento de identificación de los jóvenes.
La mayoritaria identificación de los jóvenes con las personas de su misma
generación justifica, en gran parte, el estudio de la juventud como grupo cultural/social
concreto con algunos rasgos propios. Las nuevas tecnologías han sido cruciales a la
hora de la expansión de unos hábitos, costumbres y modas homogéneos entre las
diferentes sociedades que habitan el ciberespacio. Este proceso ha impactado
notablemente en “los sectores infantiles y juveniles de modo que generan en ellos la
desmedida pretensión de igualarse a sus similares en otras áreas planetarias” (Bergalli y
Rivera, 2007:10).
Los jóvenes tienen una identificación propia, pues se “se sienten en otro espacio
de identidad, con atributos y características bien opuestas y diferentes, con valores y
estilos de vida que padres y profesores no comparten en general” (Younis, 2000:662). Si
bien los jóvenes tienen un bajo nivel de asociacionismo y organización social (como el
resto de la sociedad española), no es menos cierto que, involuntariamente, se ha
generado una idea de que los jóvenes son afines entre ellos por el simple hecho de tener
una determinada edad, ignorando completamente la clase, el origen social, la religión, la
etnia e incluso, en cierta manera, la familia.
Pero lo anterior no implica que la juventud española sea un grupo totalmente
homogéneo y sin fisuras. Anteriormente se dijo que los jóvenes se identifican más con
la edad que con el resto de los atributos, pero eso no significan que otros factores
12
sociales, culturales, religiosos o económicos no influyan en ellos, aunque ni ellos
mismos sean conscientes en un primer momento. Por lo tanto, a nivel nacional “no hay
una visión homogénea de esa cohorte de jóvenes, (pues) las disparidades geográficas y
de clase social son considerables” (De Miguel, 2006:XXXIII). De esta forma, una cosa
es cómo se identifiquen los jóvenes y otra bien distinta las características sociales,
económicas y políticas de ese colectivo en concreto.
Dentro del colectivo juvenil tampoco existe unanimidad en lo que se refiere a su
actuación como grupo social. El 11,2% de los jóvenes declaran, de entre sus problemas,
que carecen de apoyo por parte de la sociedad y las instituciones (GETS, 2010:58). Pero
lo que es paradójico es que la propia juventud declara que uno de los problemas más
importantes de su grupo es la “falta de confianza en los jóvenes” (GETS, 2010:58).
Por otro lado, el nivel de exigencia dentro de la juventud es bastante elevado,
pues son muy poco autocomplacientes consigo mismos y con su grupo. “Se critican
muy duramente a sí mismos, como resultado de la culpa que han interiorizado y que les
ha trasmitido la sociedad” (Younis, 2000:664). Dicho sentimiento viene dado porque,
como se ha dicho, sin quererlo, los jóvenes manifiestan cuestiones relativas a la clase,
origen social o características de la personalidad. Por ejemplo, es habitual que los
jóvenes que trabajan y estudian digan a los que solo estudian que se lo han dado todo
hecho; que los que se quedan en casa y no se independizan son unos vagos, etc. Los
ejemplos aquí podrían ser muy numerosos.
Además, la juventud tampoco son un colectivo homogéneo en términos de
conciencia de grupo, pues existen variaciones entre unas y otras cohortes de jóvenes.
Así, los de 25 años en adelante, en general, “estigmatizan a los adolescentes entre 14 y
18 años como la juventud más mala que nos espera a los adultos del mañana (que son
los que hablan)”(Younis, 2000:664). Este discurso asumido por los jóvenes es muy
típico en los adultos, que siempre nombran a la juventud como peor que lo que fueron
ellos en sus tiempos, apreciándose así cierto anhelo de un pasado mejor.
Por último, la autonomía intergrupal e intragrupal son fenómenos que funcionan
simultáneamente en la realidad, pues como afirma Younis, en la vida cotidiana, “los
jóvenes buscan diferenciarse (…) y se comparan ( con adultos y con otros jóvenes) con
el propósito de ser ellos mismos, de afirmar una personalidad propia positiva (frente a
la negativa de los adultos) eligiendo un estilo de vida y de ser joven frente a otro, al
mismo tiempo que desean instituir sus propios espacios simbólicos o materiales para la
13
realización de las identidades del yo: independencia, autonomía, casa y pareja” (Younis,
2000:685).
5. FELICIDAD Y PERSPECTIVA DE FUTURO.
La felicidad es uno de las variables fundamentales a la hora de medir la calidad
de vida de una sociedad. La juventud a menudo se asocia con la mejor época de la vida
y no pocas veces es añorada una vez que el individuo se hace adulto.
Quizás, esta etapa de la vida sea la de unos mayores niveles de felicidad, según
los datos recogidos en la Encuesta Mundial de Valores (tabla 12). En general, en España
un 91% de la población se declara como bastante o muy feliz. Respecto a los que son
felices, es verdad que existen diferencias, pero no son demasiado importantes, pues los
jóvenes que se declaran bastantes o muy felices son un 94,5%, siendo el de los adultos
un 87%. Sin embargo, el porcentaje de los adultos de 50 y más años que se muestra
poco o nada feliz duplica al de los jóvenes que escogen esa opción, con lo cual la edad
podría estar relacionada con la expresión de dicho sentimiento.
TABLA 12. SENTIMIENTO DE FELICIDAD DE JO VENES Y ADULTO S.
ESPAÑA 2007 (%)
T otal
15-29 años
30-49 años
50 y más años
Muy feliz
Bastante feliz
13,7
78,7
24,2
70,3
13,5
82,8
7,9
79,9
Poco feliz
6,3
4,7
3,3
10
Nada feliz
1,2
0,7
0,4
2,2
Fuente: Encuesta Mundial de Valores 2007.
Sin embargo, otro indicador que muestra el estado anímico de un grupo social es
el de la satisfacción general con su vida. La diferencia con el concepto de felicidad es
que la primera es algo mucho más cercano que la segunda, que se ve como un término
abstracto y lejano. Los jóvenes españoles, en un 83% se declaran bastante o muy
satisfecho/a con su vida (tabla 13), cuestión que en parte choca con la situación
socioeconómica de
la juventud en un país como España (emancipación tardía,
precariedad laboral...). El perfil de esta juventud satisfecha es que tiene pocos años, es
estudiante y católica practicante (INJUVE, 2008:21), con lo que la edad, la ocupación y
la religión pueden estar relacionados con la satisfacción vital de los jóvenes.
TABLA 13. SENSACIÓ N DE SATISFACCIÓ N GENERAL EN
LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008. (%)
Poco o nada satisfecho/a
16
Bastante o muy satisfecho/a
83
Fuente: INJUVE (2008:22).
14
Otro aspecto que suele influir a la hora de definirse una persona feliz/infeliz o
satisfecho/insatisfecho es la perspectiva de futuro que se tenga. La mitad de la juventud
española declara que existe un futuro prometedor para los jóvenes (tabla 14), lo cual
indica que si bien su situación actual puede ser calificada como buena (al ser felices),
respecto a su futuro no lo tienen muy claro. Y es que, un 61% declara que la crisis
actual tendrá un impacto muy negativo en el futuro de los jóvenes. La juventud, en la
actualidad, tiene unas perspectivas acerca de lo que le deparará el mañana
tremendamente negativas, lo que les influye a la hora de prepararse para su futuro
laboral y social (invierten más años de estudios para evitar quedarse fuera del mercado
laboral, dependencia de la familia...). Esa falta de horizontes de futuro también se tiene
en cuenta por los jóvenes como un problema, pues un 8,44% de los mismos así lo
declaran (GETS, 2010:58).
TABLA 14. O PTIMISMO ANTE EL FUTURO DE LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2010 (%)
T otalmente de acuerdo
De acuerdo
En desacuerdo
T otalmente en desacuerdo
9,2
16,7
38
45,5
37,2
25,7
9,1
4,4
Independientemente de la situación actual,
existe un futuro prometedor para los jóvenes
La crisis económica actual tendrá un impacto
muy negativo
en mi
futuro profesional
y
Fuente:
González
y González-Anleo,
2010.
Dichas perspectivas no muy positivas se refrendan a la hora de calificar su
situación económica dentro de un año. Así, la mitad de los jóvenes españoles declaran
que será regular, calificando un 40% que será buena o muy buena (tabla 14). Las
diferencias entre sexos apenas son relevantes, pues los porcentajes son similares para
ambos grupos.
TABLA 15. SITUACIÓ N ECO NÓ MICA PERSO NAL EN UN AÑO DE
LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008 (%)
Se xo
TO TAL
Hombre
Muje r
Muy Bue na/Bue na
Re gular
39,8
48,6
41,7
47,9
37,9
49,4
Mala/Muy Mala
4,9
4,2
5,7
NS/NC
6,6
6,2
7
TO TAL
100
100
100
Fuente: INJUVE (2008:19).
TABLA 16. SITUACIÓ N ECO NÓ MICA PERSO NAL ACTUAL DE
LO S JÓ VENES. ESPAÑA 2008 (%)
Se xo
TO TAL
Hombre
Muje r
Muy Bue na/Bue na
Re gular
37,1
47,9
37,8
47,5
36,3
48,4
Mala/Muy Mala
14,5
14
15
NS/NC
3,1
0,7
0,1
TO TAL
100
100
100
Fuente: INJUVE (2008:19).
15
Vistos los datos anteriores, los jóvenes creen que el futuro a largo plazo será
tremendamente negativo para sus intereses, si bien ven el futuro cercano ( a un año
vista) relativamente bueno, quizás porque no piensan que dentro de un periodo tan
escaso de tiempo su situación vaya a cambiar en exceso, pues la definición de la
situación económica personal en un año y la actual (tabla 16) no la consideran muy
diferentes.
Ante los interrogantes acerca del futuro de los jóvenes, éstos ven precariedad e
inestabilidad a corto plazo, pero inversiones estratégicas a largo plazo. De esta forma,
observan que han de invertir capital económico para así obtener un mayor capital
cultural, social y humano con el objetivo de afrontar un futuro que se vislumbra oscuro.
Sólo así se comprende, por ejemplo que un joven que acepte “hipotecarse sus próximos
treinta o cuarenta años a cambio de una vivienda digna no está renunciando al futuro:
está aceptando, a su pesar, que no hay otro que el que le marcan los grandes poderes
económicos” (Bergalli y Rivera,2007:41). Quizás dicha afirmación pueda parecer
demasiado fuerte, pero, tal y como afirman Alaminos y Penalva, “es la clase media, y en
especial los jóvenes que han formado unidades familiares nuevas, la que se encuentran
más expuestas a posibles crisis financieras causadas por las fluctuaciones al alza de los
tipos de interés” (Alaminos y Penalva, 2010:165).
Otra salida ante un futuro tan difícil de planificar y tan poco prometedor es la de
vivir al día. Los jóvenes españoles han dejado “poco espacio para la planificación del
futuro, pues se vive fundamentalmente en el presente” (De Miguel, 2006:XXXIV). Así
se explica ese deseo de disfrutar el momento y de obtener el placer inmediato, pues, al
existir ese presentismo exacerbado, es lo que ven más a su alcance, tal y como han
expuesto algunos autores (Verdú, 2005:101).
6. CÓDIGOS MORALES
Los códigos morales, que forman parte de la esfera normativa según la teoría de
modelos culturales, suelen fundamentar gran parte de las normas sociales imperantes en
la sociedad. En este caso, se estudiará la influencia de la religión en los jóvenes y de
otros factores que influirán el desarrollo de la personalidad de los mismos.
Según el Informe Juventud en España 2008, casi la mitad de los jóvenes
españoles se declara católico no practicante (tabla 17), lo cual indica cierta flexibilidad
en torno al tema religioso por parte de ellos, pues son religiosos a nivel espiritual pero
no lo manifiestan acudiendo a la celebración de los diferentes ritos de la Iglesia. Por lo
16
tanto, los jóvenes “(son) católicos, pero no ejercen, entre otras cosas porque los
contenidos son contrarios a los procesos de modernización y los principios liberales”
(Alaminos y Penalva, 2010:176).
TABLA 17. AUTO DEFINICIÓ N EN MATERIA
RELIGIO SA DE LA JUVENTUD ESPAÑO LA. 2008 (%)
Católico Practicante
11,7
Católico no Practicante
49,8
Creyente en otra religión
No creyente
Indiferente
7,9
8
9,2
Ateo
Agnóstico
No Contesta
T OT AL
Fuente: INJUVE (2008: 40).
8
3,8
1,7
100
Cabe destacar que la segunda definición religiosa más importante es la de
católico practicante, la cual tiene un porcentaje similar a los que se muestran
indiferentes, no creyentes, ateos o creyentes en otra religión, aunque estas cuatro
últimas con porcentajes más bajo que los católico practicantes.
TABLA 18. CREYENTES EN ALGUNA RELIGIÓN Y FRECUENCIA A DE ASISTENCIA A EVENTOS RELIGIOSOS (sin contar los de
tipo social como bodas...). ESPAÑA 2010. (% )
Varias veces a
la semana
N.C.
TOTAL
7.2
3.9
11.9
Casi todos los
domingos y
festivos
2.9
3.5
13.7
2.2
1.3
1.5
0.7
1.3
1.9
100
100
100
15.6
28.9
4.3
0.7
100
Casi nunca
De 18 a 24
De años
25 a 34
años
De 55 a 64
Varias veces al
año
Alguna vez al
mes
70.3
75.2
53.0
16.7
14.8
18.1
65 y más años
33.2
17.4
Fuente: CIS (2010). Elaboración Propia
El CIS también establece la frecuencia de la asistencia a eventos religiosos, sin
contar los eventos de tipo social como bodas, bautizos o funerales (tabla 18). Se aprecia
una diferencia por edad sustancial, pues entre un 70 y 75% de los jóvenes casi nunca
asiste a eventos religiosos, siendo el porcentaje de mayores de 55 de un 53%. Además, a
medida que aumenta la edad del creyente más personas asisten a eventos religiosos,
pudiendo significar un mayor grado de espiritualidad al aumentar la edad.
Como se dijo en el apartado de las costumbres y tradiciones de la juventud, una
de las cosas que más hace dicho colectivo es ver la televisión y escuchar música, lo cual
puede estar relacionado con la forma de pensar de los jóvenes. Tal es así que, como se
ha demostrado, “el cambio cultural y social (en España) queda plasmado en las
producciones audiovisuales de este país” (Alaminos y Penalva, 2010:155).
17
TABLA 19. AUDIENCIA DE LA TELEVISIÓ N PO R EDAD.
ESPAÑA 2010. (% pe ne tración se gún e spe ctadore s/ día)
% que la ve n
al día
% que no la ve n al día
14 a 19 años
86,5
13,5
20 a 24 años
25 a 34 años
45 a 54 años
84,7
84,7
88,8
15,3
15,3
11,2
55 a 64 años
90,7
65 y más años
90,6
Fuente: EGM 2010. Elaboración Propia
9,3
9,4
Un elemento que suele influir tanto en el sector juvenil como en el adulto es la
televisión, suceso ampliamente analizado en los llamados “Estudios Culturales”. En
España, la influencia de la televisión es incuestionable (tabla 19). Así, de cada 10
personas, más de 8 ven la televisión diariamente, lo cual indica que es uno de los
medios de comunicación social más importantes. Sin embargo, es necesario destacar
que la influencia de la televisión en la sociedad es una cuestión recíproca: la sociedad
influye en lo que sale por la televisión y ésta última influye en la conformación de
mentalidades de las personas. Por un lado, un medio de comunicación publicita, entre
otras cosas,
unos códigos morales inherentes en su programación para así crear
referentes morales, sociales, etc. Sin embargo, hay que resaltar que la sociedad también
influye en la programación de los medios de comunicación social, pues en éstos sólo
aparecerán cuestiones que están presentes mayoritariamente en la población, ya que
sino ésta no se identificaría con lo expuesto en la televisión.
Además de la televisión, como ya se dijo anteriormente, otro elemento que
puede influenciar en la forma de pensar de los jóvenes es la música y todo lo que ésta
conlleva: estilos, tipologías, etc. En muchos casos la música en sí misma no influye
directamente por sus letras (que incluso pueden ser en otro idioma que el que el joven
conoce), sino por la forma de vestir del cantante, la forma de pensar, la ideología
política del artista, la violencia que pueden expresar (Ferrandis y Feixa, 2005) etc. Por
tanto, la música, según los estudios recientes, tiene las siguientes funciones entre la
juventud española (INJUVE, 2008:118): es objeto de consumo que homogeneiza y
anula las fronteras sociales y territoriales, aporta referentes que ayudan a la
identificación y la construcción personal, permite el reconocimiento y la diferenciación
con los demás, actúa como vínculo de expresión, puede expresar una contestación
política al sistema establecido y permite la construcción de comunidades e identidades
18
excluyentes. Por tanto, la música es un elemento que puede estar relacionado
directamente en la construcción de identidades y la formación de la personalidad de los
jóvenes.
7. NORMAS SOCIALES
Los códigos morales descritos anteriormente, además de las circunstancias
socioeconómicas imperantes en cada sector o grupo social, pueden relacionarse
directamente, entre otras cosas, en las diferentes normas sociales tales como las
relaciones familiares, las relaciones matrimoniales y las amistades.
Las relaciones familiares en la actualidad de los jóvenes españoles pueden ser
algo diferentes respecto a las existentes hace décadas a tenor de los datos aquí
expuestos. El 69% de los jóvenes declaran que su modelo de familia es democrático,
señalando el resto que es más bien autoritario. Además, los jóvenes se sienten a gusto
con este tipo de modelo familiar, pues el 90% de los mismos declaran estar satisfecho
con las relaciones familiares basadas en el talante negociador de la familia (González y
González-Anleo, 2010).
A juicio de De Miguel, “se produce pues un proceso de democratización de la
institución familiar, junto con las relaciones de convivencia y tolerancia nuevas” (De
Miguel, 2006:XXXI). De esta forma, el modelo autoritario existente en generaciones
anteriores se ha visto sustituido por un sistema de relaciones en la familia basado en el
consenso, donde todas las decisiones no son tomadas únicamente bajo el criterio del
cabeza de familia ni tomando como referencia la variable sexo.. Sin embargo, y según
Mari-Klose, el hecho de que las familias actuales sean más igualitarias en términos de
género existe de forma teórica, pues en algunas tareas (como el trabajo doméstico) el
género femenino asume la mayor parte de la responsabilidad (Mari Klose, 2006:142).
Además, ese mayor grado de igualdad de género “no ha servido para reducir las
desigualdades entre familias” (Mari Klose, 2006:139).
Esa igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en la familia no supone
un aumento en cuanto a la cohesión de la misma. De esta forma, junto al proceso de
igualdad de género, se ha gestado en la familia un modelo familiar cada vez más
individualista, donde la práctica totalidad de sus miembros conviven bajo el mismo
techo pero no comparten ni experiencias ni el día a día. Este individualismo no sería
posible bajo un modelo de familia autoritaria. Así, el hecho de disponer de un sistema
familiar democrático surge a raíz de que
19
“la crisis económica exige un grado elevado de solidaridad por
parte de las generaciones adultas en un momento en que cambios
profundos en las orientaciones normativas de los integrantes más
jóvenes hacen difícil una convivencia en armonía bajo los códigos
de
convivencia
profundamente
autoritarios”
(Mari
Klose,
2006:139).
Sin embargo, es necesario aclarar que un aumento del individualismo no supone
la emancipación de los jóvenes a vivir fuera de la casa de los padres. Así, la
emancipación es tardía y minoritaria entre los jóvenes, pues un 85% vive con sus padres
y/o madres (tabla 20). Además, se observa en España “una orientación cultural hacia la
vivienda en propiedad como condición previa a la emancipación” (Alaminos y Penalva,
2010:166), por lo que, dado los problemas económicos y financieros de los jóvenes y la
sociedad en general, hacen muy complicada la salida de los hijos/as del hogar familiar.
TABLA 20. EMANCIPACIÓ N DE LO S
JÓ VENES. LUGAR DE RESIDENCIA DE LO S
JÓ VENES (%). ESPAÑA 2008
ESPAÑA 2008
En casa de mis padre s o
familiare s
En casa de mis sue gros
En mi casa o con pare ja
En piso compartido con
amigos…
En una re side ncia de
63
0,9
26,3
7,9
0,2
e studiante s
En casa de otras pe rsonas
Total
Fuente: INJUVE, 2008.
1,5
100
Este bajo nivel de emancipación juvenil, influido sin duda por el contexto social,
económico y educativo, ha sido decisivo en el funcionamiento del modelo familiar
español. Habitualmente, a este modelo familiar se le ha denominado familismo, definido
éste como un “sistema de bienestar donde los problemas individuales de los integrantes
de la red familiar (desempleo, falta de recursos y vivienda, enfermedad) tienden a ser
definidos como asuntos familiares” (Mari Klose, 2006:150). Por lo tanto, la familia
asume en gran parte la incertidumbre socio-económica de los jóvenes, que todavía no
han interiorizado las exigencias del mundo actual. El resultado de este nivel de
emancipación ha supuesto la transformación del domicilio familiar en una estructura de
convivencia semejante a la de los “pisos compartidos” (Alaminos y Penalva, 2010:166),
pero con individuos vinculados con relaciones de parentesco.
20
La nueva forma que adquiere la familia es, por tanto, una adaptación al mundo
actual. Así, “si el mundo social contemporáneo está compuesto por una vasta red de
vínculos sociales, es entonces en la medida en que tales vínculos se hacen más sólidos
que las respectivas sociedades demuestran una mayor capacidad de integración de sus
componentes” (Bergalli y Rivera, 2007:5). Este es el caso del vínculo entre jóvenes y
adultos en el seno de la familia, el cual es una respuesta, como se ha afirmado
anteriormente, a las diferentes situaciones nacidas en las sociedades contemporáneas.
Frente a una realidad que exige flexibilidad, improvisación, iniciativa, etc, los
jóvenes todavía tienen valores heredados de sus ascendientes que difícilmente pueden
ser asumidos por ellos dada la situación económica actual. Reflejo de esta cuestión es
que en España gran parte de los jóvenes desearía una emancipación donde no pierda
ninguna comodidad de las que dispone en casa de sus padres. Todo esto supone que
desean irse de la casa de sus padres con una vivienda propia, un automóvil y todo tipo
de comodidades tecnológicas que difícilmente puede asumir el joven dadas las
condiciones laborales reinantes en la actualidad para este sector social.
Sin embargo, a pesar de lo dicho, no hay que asignar a los jóvenes la etiqueta de
parásito. Resultados de algunos estudios desechan esta idea (Mari Klose, 2006:87),
pues sostienen que la dilatación en el tiempo que los jóvenes pasan en casa de sus
padres y madres no tiene que ver con una suerte de parasitismo, pues la inmensa
mayoría de los jóvenes no suscriben la idea de que en ningún lado se está mejor que en
casa. La demora en cuanto a su emancipación, por tanto, se basa tanto en las
expectativas que se tienen a la hora de abandonar la casa de sus padres (no bajar el nivel
de vida existente en el hogar familiar) como por las circunstancias económicas
existentes en la realidad (precariedad laboral, temporalidad...). Resultado de dicha
tardanza es el hecho de que la juventud española muestre unos “niveles de frustración
(…) en sus deseos y expectativas considerables” (Mari Klose, 2006:87).
Volviendo al fenómeno de la nupcialidad, y según Mari Klose, “Los jóvenes
españoles siguen prefiriendo emancipaciones a la vieja usanza, por vía matrimonial,
prudentes y responsables” (Mari Klose 2006:105). En esta cuestión la situación se ve
influida, en España, por el tipo de familia expuesto en el apartado de relaciones
familiares denominado familismo. De esta forma, sus ansias no son muy diferentes a la
que en su momento tenían sus padres a la hora de independizarse: casa propia, casarse,
etc...cuestión que sin duda influye a la hora de abandonar el hogar familiar. Además, la
prudencia en cuando a casarse es muy elevada, pues “la inmensa mayoría de los jóvenes
21
españoles han mantenido una o varias relaciones de pareja antes del matrimonio” (Mari
Klose, 2006:61), por lo que cuando abandonan el hogar familiar ha de ser con alguien
que ellos piensen que puede ser duradero. Por lo tanto, la juventud deja de ser el
momento idóneo para casarse, pues, según datos del CIS del año 2006, las mujeres se
casan por primera vez alrededor de los 29 años, siendo la edad de los hombres de 31
años en primeras nupcias (Mari Klose, 2006:54).
Sin embargo, pese a pensar que puede haber, una vez casado y emancipado, una
estabilidad duradera, los jóvenes tienen grandes probabilidades de ruptura de la pareja,
pues la fragilidad, flexibilidad y estado líquido (en términos de Zygmunt Bauman) de
las relaciones humanas en la nueva generación son máximas. Este fenómeno sin duda
no es propio únicamente de la nupcialidad, sino que se presenta en la esfera laboral,
familiar, de amistades..., siendo una característica propia de las sociedades
contemporáneas, como afirman autores como Zygmunt Bauman (Bauman, 2006).
La amistad es otro elemento muy importante para los jóvenes. Además de
cumplir el papel de confidente, compañero de fiestas y otras funciones de carácter
lúdico, las amistades de los jóvenes también suelen entenderse de forma utilitarista para
conseguir algún objetivo propuesto por ellos, que van desde conseguir entradas para
conciertos hasta lograr algún puesto de trabajo. Por lo tanto, las amistades y las
relaciones con los demás son cuestiones primordiales para los jóvenes, máxime en una
época donde las relaciones sociales, laborales y económicas se definen en muchas
ocasiones en términos de redes.
Para el establecimiento de dichas redes sociales en torno a la amistad y las
relaciones sociales, resulta crucial la utilización y el conocimiento de las Tecnología de
la Información y Comunicación (TICs) existentes en la actualidad. Tal y como dice
Jesús M. De Miguel, la vida de los jóvenes “es una interacción continua a través del
teléfono móvil, teléfono fijo, Internet, Messenger y Chat” (De Miguel, 2006:XXXII).
Estos canales de interacción, unidos a otros mucho más recientes como Twitter,
Facebook o Tuenti, conforman el sistema de relaciones sociales de la juventud, los
cuales poco a poco van sustituyendo las relaciones face to face por relaciones a través
de la tecnología, tanto para lo referido a la amistad como al resto de relaciones sociales
(de amor, laborales...).
22
CONCLUSIONES
Como se ha visto, en esta comunicación se ha intentado analizar el universo
valorativo de un grupo social, en este caso los jóvenes españoles, a través de la
aplicación de una parte de la Teoría de Modelos Culturales (TMC), concretamente a
través de la exposición de la esfera valorativa de dicho grupo social.
Por otro lado, varias de las hipótesis de partida de esta investigación no se han
podido confirmar. Por un lado, los jóvenes se caracterizan por ser creyentes pero no
practicantes. Sin embargo, las normas sociales (matrimonio, emancipación,) están muy
influida por el contexto socieconomico de los jóvenes (precaridad laboral, familismo...),
pero siempre teniendo en cuenta que ello no merma la individualidad característica de
los jóvenes actuales.
Respecto a las amistades, los jóvenes las consideran tremendamente importantes
para su vida personal. Además, dan preponderancia a los valores materialistas por
encima de los postmaterialistas, por lo que son menos progresistas de lo que se podría
concebir a priori. Sin embargo, tienen una imagen positiva de ellos mismos y un grado
elevado de felicidad grupal, si bien son conscientes de las perspectivas negativas de
futuro. Por último, respecto a la tolerancia con diferentes grupos sociales y conductos
polémicas, los jóvenes son tolerantes teóricamente, pero al preguntarle por cuestiones
concretas se muestran menos tolerantes de lo que se definen de forma abstracta.
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