UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA RICA Escuela de Psicología Maestría en Psicología Clínica Curso: PSICOLOGÍA DE LA INTERVECIÓN EN CRISIS Profesora: MPsc. Gabriela Espinoza Cruz “Intervención en Crisis para la Atención de Padres y Madres con Hijos e Hijas Abusados Sexualmente” Realizado por: Licda. Vanessa Alfaro Montero Marzo, 2011 “La vivencia de la pérdida no es la misma… perder es dejar algo «que era», para entrar en otro lugar donde hay otra cosa «que es». Y esto «que es» no es lo mismo «que era»”. Jorge Bucay 1 INTRODUCCIÓN La familia es el primer y más importante contexto social, emocional, interpersonal, económico y cultural para el desarrollo de los seres humanos. Sus relaciones tienen una profunda influencia sobre todos los seres humanos por lo que los factores protectores o de riesgo dentro del núcleo influyen significativamente en el desarrollo de la salud mental de los niños y las niñas. De ahí que, el principal papel de la familia es la contención afectiva, es decir, brindar, fortalecer y mantener el apoyo, amor, solidaridad, acompañamiento de los miembros, respeto, comunicación, etc. A la vez se modelan patrones de conducta, de expresión y manejo de emociones, de resolución de conflictos, de formas de relacionarnos con otras personas, etc. (Engel, 1990). La teoría de Crisis nos habla que éstas se pueden presentar en cualquier momento de la vida y que es de esperar que las vivamos en conjunto con nuestra familia y/o de forma individual, ya sea porque son circunstanciales o producto del desarrollo normal de la vida. Si hablamos de una crisis circunstancial que produce efectos negativos en la víctima y en sus familiares tendría que mencionarse al abuso sexual infantil. El abuso sexual infantil es un grave problema social que afecta no solamente a la persona menor de edad, agredida directamente, sino también a sus padres, hermanos, hermanas y familiares cercanos. Debido a esto es que se convierte en una necesidad la atención del niño o la niña abusados y por otro lado, sin ser menos importante, la de sus padres que, inevitablemente podrían experimentar una crisis debido a los hechos. ¿Qué ocurre en el seno familiar cuando una persona revela que ha sido abusada sexualmente? Esto dependerá de muchos factores, entre los que cabría mencionar como uno de los principales es si el abuso fue perpetrado en la propia familia o bien se produjo por una persona conocida pero no familiar o por un total desconocido. Si el agresor fue un familiar también tendrá mucho que ver si esta persona pertenece al núcleo más cercano o por el contrario si es un pariente más o menos lejano. Todo esto, por supuesto, se desarrollará de una u otra manera según sea la salud emocional de la que goce cada familia. 2 El impacto que tanto la víctima como la familia vayan a experimentar dependerá de alguno de los siguientes aspectos que se mencionan a continuación (Bass y Davis, 1995): Otro tipo de violencia intrafamiliar (física, psicológica) Prolongación del abuso sexual. Frecuencia del abuso sexual. La relación de la persona ofensora con la víctima. Presencia de actos agresivos. Uso de la fuerza. Debido a que una situación de abuso revelada probablemente llevará a muchos miembros de la familia a una crisis, es que se ha encontrado la necesidad de desarrollar la siguiente propuesta de intervención de atención a los padres y madres de víctimas de abuso sexual en la infancia. Se pretende que la siguiente propuesta pueda ser empleada por profesionales que en su quehacer, estén en contacto con personas menores de edad y que por lo tanto puedan encontrarse en riesgo de una situación de abuso sexual y la revelación de la misma, ya que es imposible garantizar que a nuestros niños, niñas y/o adolescentes una agresión de este tipo no se presente y por lo tanto, es importante tener elementos claros que permitan hacer una adecuada intervención en crisis. Existen principios y pasos de cómo debe ser una intervención de atención para niños y niñas que revelan el abuso, pero es común dejar de lado a los padres y otros familiares de esos niños y niñas que también reciben una noticia que es impactante y a veces devastadora. Ante esta necesidad se busca que la propuesta cumpla con los objetivos que a continuación se mencionan: 1. Comprender el concepto jurídico del abuso sexual. 2. Entender la dinámica del abuso sexual. 3. Conocer los efectos a corto y mediano plazo que se pueden presentar en los niños y niñas víctimas de abuso sexual. 4. Exponer los mitos que hay respecto al abuso sexual infantil. 5. Crear un espacio seguro para que los padres y madres puedan recibir apoyo. 3 6. Proporcionar una adecuada ayuda y orientación en momentos de crisis en los padres del niño, niña o adolescente para que el impacto emocional sea lo menor posible en ambas partes. 7. Garantizar una adecuada guía sobre las acciones y decisiones que deben tomar los padres para la protección de su hijo o hija que ha sido víctima de una situación de abuso sexual. 4 PROPUESTA I. Intervención En Crisis Para Padres y Madres: Una Necesidad El apoyo que el niño o la niña obtenga de sus padres es clave en el proceso de recuperación cuando ha sido víctima de abuso sexual. Cuando los padres reaccionan mostrando una escasa comprensión, los niños y las niñas pueden presentar un peor nivel de adaptación (Dubowitz, Black, Harrington, Verschoore, 1993). Diversos estudios hablan sobre la importancia que tiene la reacción de la madre ante una revelación de abuso, refiriéndose a que el vínculo con la madre es fundamental en el desarrollo emocional de los niños y niñas. La reacción de la madre puede ser de creencia a la revelación de su hijo o hija, pero a la vez puede producirse una afectación tan grande que se bloquee, y sea incapaz de prestarle la ayuda que en ese momento se requiere. También existe la posibilidad de que la madre no apoye, sino que se niegue a creer lo que se ha revelado y que su reacción inmediata sea colérica y de rechazo (Cantón y Cortés, 2010). Sanders-Phillips, Moisan, Wadlington, Morgan, English (1993) realizaron una serie de investigaciones en donde encontraron el papel fundamental que juega la madre del niño o niña abusado sexualmente. Refieren que el apoyo de la madre y su acompañamiento durante todo el proceso de sanar tiene mejores pronósticos para la persona menor de edad que en aquellos casos en donde a falta de comprensión, hubo presencia de mayor incidencia en el desarrollo de depresión en niños y niñas entre los 8 y 13 años de edad. Davies (1995), estudió a 30 padres de víctimas de abuso sexual cometido por un íntimo o conocido de la familia. Al descubrirse los abusos sexuales los padres habían experimentado un elevado nivel de estrés, incluso después de producirse la intervención de las instituciones correspondientes, que rara vez se ocupan de sus necesidades y de entender que ellos también se encuentran en una situación de crisis. La presión experimentada produjo un deterioro de la relación de pareja (sobre todo si ya tenían problemas anteriores) y de las relaciones padres- hijo(a) (especialmente cuando la víctima era adolescente). Los padres, según conclusiones del estudio, se sintieron solos y desbordados por los problemas que debieron afrontar. La mayoría de los padres manifestó que habría necesitado ayuda 5 durante esta fase inmediata a la revelación, sobre todo en los aspectos relativos al manejo del niño o la niña, mencionando con frecuencia no saber cómo manejar la conducta sexualizada que es común en estos casos de abuso sexual. Además, la decisión de denunciar lo sucedido les había ocasionado problemas en sus relaciones con amigos y otros familiares y, a menudo, se resintió su confianza en los demás. (Cantón y Cortés, 2010). Cuando en una familia se descubre el abuso, se presentará una crisis. Los sentimientos que generalmente caracterizan estas crisis son: miedo, angustia, impotencia, culpa, rabia, confusión, frustración, decepción, tristeza, dolor, incertidumbre, decepción, desesperanza y soledad entre otros, pues el hecho puede significar una ruptura familiar, castigo para la persona que abusó, rechazo de los otros miembros de la familia, confusión en lo que se debe hacer o a quién acudir y más. (Bass y Davis, 1995). Las primeras intervenciones o primera ayuda es un proceso que busca informar, apoyar y proteger tanto a la víctima como a sus padres; además es vital estabilizar a la familia para que ésta se constituya en un soporte válido para el niño o la niña. Lo más importante es reunir rápidamente la información disponible y asumir la función de apoyo, tomando en cuenta las inquietudes y preocupaciones más esenciales del niño o la niña y de sus padres. El ejercicio de la terapia, más específica y completa, se deberá delegar a un especialista en psicología capacitado para trabajar el tema. (Engel, 1990) La función primordial de la intervención es brindar a la víctima y a su familia una ayuda efectiva, creíble y solidaria, teniendo claridad sobre su función y los pasos a seguir. Debe además, actuarse como enlace con las diferentes organizaciones e instituciones que deberían estar involucradas, de manera que pueda ir construyendo una red social de apoyo para el niño o la niña y su familia; y evitar, en lo posible una victimización secundaria (Bruna, 2007). El proceso de intervención en casos de abuso sexual puede ser bastante difícil, teniendo en cuenta que la mayoría de las víctimas son niñas o niños pequeños, o que no están en condiciones de identificar y explicar sus necesidades y sentimientos, esto incide directamente en los sentimientos y actitudes que tienen los padres, ya que se pueden llegar a sentir aun más confundidos y culpables de no haber identificado la situación de abuso con anticipación. La intervención, en estos casos, deberá dirigirse a su familia y, en el momento 6 adecuado, remitir a la víctima a profesionales entrenados para tal efecto. La duración de esta ayuda es muy variable, puede ir de una a dos reuniones hasta varias entrevistas, dependiendo de las circunstancias. Se debe garantizar la seguridad del niño o la niña tomando las precauciones necesarias (Cantón y Cortés, 2010). Lo ideal en casos de abuso intrafamiliar sería separar a la víctima de la persona que le ha abusado. Lamentablemente, a veces es a la niña o al niño al que se le saca de la casa, y se aplica cuando la persona que la abusó convive con la víctima y no existe otra alternativa. Cuando esto ocurra, las instituciones competentes, como el PANI, deberán buscar primero a miembros de la familia ampliada (tíos, tías, abuelas, abuelos) para que le brinden apoyo y, en última instancia, pensar en la posibilidad de la internación en una familia u hogar sustituto, siempre en forma transitoria (Bruna, 2007). II. Conceptos Básicos Es necesario que cualquier profesional que vaya a participar en una intervención en crisis para padres y madres de niños y niñas víctimas de abuso sexual, tenga claro una serie de conceptos jurídicos que le serán de mucha utilidad debido a que muchas de las preguntas o inquietudes que deberá atender están en ese rango. Deberá suministrar orientación a los padres y madres con respecto a qué hacer, cómo hacerlo y a dónde dirigirse, por lo que a continuación se dan algunas definiciones sencillas pero jurídicas para una clara comprensión por parte del profesional. Conceptualización jurídica del Abuso Sexual: El abuso sexual es definido por ley como cualquier conducta de tipo sexual que se realice con un niño o niña, incluyendo las siguientes situaciones: a. Con contacto físico: Tocar o invadir el cuerpo de la persona menor de edad. Hacer a la persona menor de edad tocar o invadir el cuerpo de una o varias personas en sus genitales. 7 b. Sin contacto físico: Poner al niño o niña a ver acciones de tipo sexual (pornografía, revistas, actos sexuales o los genitales de otra persona) Poner al niño o niña a que vean su desnudez. Poner al niño o niña a escuchar sonidos relacionados con el acto sexual. Utilizar la imagen o voz de la persona menor de edad con fines sexuales. Someter al niño o niña a explotación sexual comercial. Estas situaciones planteadas se pueden dar ya sea en forma conjunta, sólo una de ellas o varias. Pueden ser efectuadas en un episodio único, en repetidas ocasiones o hasta en forma crónica por muchos años. El abusador (o la abusadora) sexual utiliza el engaño, manipulación, amenaza, fuerza o violencia contra su víctima y los que le rodean. No importa si hay consentimiento con una única excepción (Relaciones con rango de edad). (Asamblea Legislativa De La República De Costa Rica, 1999). Una definición más sencilla y que usualmente se utiliza para explicarla a las personas como padres de familia y familiares suele ser la siguiente: Es cualquier situación con una intención sexual... de una persona de mayor poder hacia otra (mayor edad, tamaño, fuerza, experiencia de vida o experiencia sexual, autoridad, etc.), que interfiere con su desarrollo sexual, físico o emocional (Bruna, 2007). Concepto jurídico de víctima: Es la persona que haya sufrido daños, e inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como consecuencia del delito. 8 Podrá considerarse víctima a una persona independientemente de que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene a la persona autora del hecho delictivo. En la expresión víctima se incluye además, de acuerdo al caso particular, a las personas dependientes o relacionadas con la víctima. (Asamblea Legislativa De La República de Costa Rica, 1999). Concepto de víctima menor de edad: Víctima menor de 18 años de edad que requiere especial consideración de sus derechos fundamentales e interés superior en cualquier decisión familiar, administrativa o judicial que afecte su situación personal y desarrollo. (Asamblea Legislativa, 1999). Conductas penales sancionables en Materia de Abuso Sexual: (según Ley contra la Explotación Sexual de las Persona Menores de Edad) Violación. Relaciones sexuales con menores de edad. Actos sexuales pagados con menores de edad. Abusos sexuales contra personas menores e incapaces. Abusos sexuales contra personas mayores de edad. Trata de personas. Fabricación o producción de pornografía. Tenencia de pornografía. Difusión de pornografía. Corrupción, proxenetismo. Rufianería. (Asamblea Legislativa De La República de Costa Rica, 1999). Denuncia del Abuso Sexual: En la denuncia se manejan dos conceptos de cómo se hace la misma: La Forma: que se hace de manera verbal o por escrito ante la instancia correspondiente y, El Fondo: se hace una descripción del hecho en una forma clara, precisa y circunstanciada. 9 Por otra parte hay un tiempo y lugar para realizar la denuncia. Con respecto al tiempo se denuncia cuando se tenga una sospecha razonable de que se cometió o se está cometiendo algún tipo de abuso sexual contra un niño, niña o adolescente. Los lugares en donde se deberá interponer una denuncia son: Ministerio Público. Oficinas del Organismo de Investigación Judicial, que permanecen abiertas las 24 horas del día. Sistema de emergencia 9-1-1. Patronato Nacional de la Infancia. (PANI) Delegación de la Policía del Ministerio de Seguridad Pública. La facultad de denunciar refiere que toda persona que sea víctima, testigo o se entere que se ha cometido un abuso sexual contra personas menores de edad puede hacerlo. El deber obliga a cualquier funcionario público o de institución privada que conozca o sospeche de una situación de abuso sexual a denunciarla inmediatamente. (Asamblea Legislativa, 1999). Proceso Penal: Está formado por e fases: 1. Investigación del hecho una vez que se haya puesto la denuncia. Se buscarán todas las pruebas que puedan dar consistencia al siguiente paso. 2. Acusación del presunto(a) ofensor(a) después de que se han recolectado todas las pruebas y sean presentadas ante un(a) juez(a) para que determine si se pasa a juicio o se da el sobreseimiento de la causa. 3. Juicio. Principales Medidas de Asistencia a las Víctimas: En principio las víctimas tendrás la posibilidad de recibir por parte de las autoridades ayuda en: Asistencia médica: en la fase de atención inmediata y continuada. 10 Jurídica: asesoría en las diferentes áreas del derecho para que conozcan sus derechos, posibilidades y oportunidades. Social: posible asistencia para alojamiento, vivienda, educación y trabajo. Psicológica: medidas de asistencia inmediata que incluye acompañamiento durante el proceso y tratamiento a mediano y largo plazo hasta su recuperación. Precondiciones para el abuso sexual: Algunos factores que hacen vulnerables a las personas menores de edad son (Bass y Davis, 1995): Condiciones individuales, tales como: Aislamiento Niños y niñas inseguros. Niños y niñas deprimidos. Sin ninguna educación sexual. Situación de extrema confianza con la persona ofensora. Coerción. Condiciones socioculturales que comúnmente se ven presentes: Falta de educación sexual. Situación de desventaja y falta de poder en los niños y niñas. Familias desinformadas. Familias disfuncionales. Comunidades desinformadas Mitos sobre el abuso sexual infantil: Fundamental para esta propuesta es que los profesionales que vayan a hacer uso de la misma tengan claro que atenderán a muchos padres y madres que manejan diversos mitos y que éstos tienden a confundir, culpabilizar y agravar aun más la situación que se está experimentando con la revelación. Por lo tanto, seguidamente se presentan los mitos más comúnmente manifestados por las familias y las víctimas y que será necesario valorar cuáles están presentes en la familia que estamos interviniendo (Engel, 1990): 11 “El Abuso Sexual es sólo cuando ocurre una violación o penetración por parte del abusador/a.” Falso: El término Abuso Sexual como ya se indicó en el apartado anterior implica una serie de conductas de tipo sexual que se realizan con un niño o niña, dentro de las cuales se encuentra la violación, existiendo una serie de otras formas de abuso, todas ellas consideradas como Abuso Sexual. “Algunos tipos de abuso sexual no causan daño” Falso: Todo tipo de abuso sexual es destructivo. “El Abuso Sexual Infantil es poco frecuente o no existe” Falso: El Abuso Sexual Infantil constituye una forma de maltrato infantil altamente frecuente en nuestra sociedad. No obstante, el mismo temor de los niños y niñas víctimas para develar la situación, así como las aprehensiones de los padres o cuidadores al sospechar de una situación de abuso, hacen que los casos que se denuncian aún constituyan un porcentaje menor, comparado con el universo total de casos afectados por esta problemática, sospechándose la existencia de una gran cifra negra de casos de Abuso Sexual no detectados. “Los Agresores Sexuales son enfermos mentales” Falso: La presunción que detrás de cada agresor/asexual existe alguna patología psiquiátrica que explique su conducta abusiva es errónea. La mayoría de los abusadores/as sexuales, si bien presenta algún tipo de trastorno psicológico a la base, realiza los abusos en conciencia sin ningún estado de enajenación mental propio de alguna patología psiquiátrica, evidenciando incluso una adaptación normal al resto de los ámbitos de su vida. 12 “Los Abusos Sexuales son fáciles de detectar” Falso: La creencia de que un caso de Abuso Sexual se detecta rápidamente es errónea. Múltiples son las razones que dificultan la identificación del abuso, tales como: miedo del niño o niña a castigos, amenazas del abusador/a hacia el niño o niña, creencia del niño o niña de que no le van a creer o lo van a culpar de lo sucedido, y tal vez la más importante es que como adultos no estamos preparados para hacerle frente a una realidad como esta, resultándonos más simple pensar que no esta sucediendo realmente, que no vemos lo que vemos, que debe ser un error lo que sospechamos, o que simplemente estamos exagerando al sospechar. “Los niños o niñas generalmente mienten cuando señalan que están siendo víctimas de algún abuso” Falso: La conducta más natural de los niños o niñas es decir la verdad cuando algo les afecta o les está haciendo daño, la mentira que si bien se puede dar en otros ámbitos o situaciones de la vida de un niño corresponde más bien a la fantasía. La probabilidad de que un niño o niña llegue a elaborar como fantasía una situación de Abuso Sexual es bajísima, por lo tanto cuando un niño o niña nos denota que algo así le ha ocurrido, lo más probable es que estemos ante una situación de abuso real. “El Abuso Sexual Infantil ocurre sólo cuando hay pobreza” Falso: El Abuso Sexual Infantil ocurre en todas las clases sociales y todos los estratos socioculturales. Lo que sucede es que en clases con mayores recursos económicos se tiende a ocultar aún más la situación, produciéndose menos denuncias a instancias públicas o privadas. “La madre es cómplice o culpable” Falso: La responsabilidad la tiene la persona que abusó sexualmente de la niña o el niño. 13 “El Abuso Sexual es provocado por la víctima” Falso: Cualquier conducta del niño o niña que ha sido víctima de una situación de abuso puede ser entendida por el agresor/a como una provocación, como una forma de justificar su propio comportamiento. Por lo tanto tras esta creencia se encuentra sólo un intento de culpabilizar a la víctima de su propio comportamiento abusivo. “El Abuso Sexual Infantil ocurre en lugares solitarios y en la oscuridad” Falso: La mayor parte de los Abusos Sexuales cuyas víctimas son niños o niñas son cometidos por personas conocidas, como ya se menciono en el apartado anterior, y por tal generalmente ocurre en espacios familiares dentro de su entorno y a cualquier hora del día. “Los Abusos Sexuales afectan a niños o niñas mayores o adolescentes” Falso: Los Abusos Sexuales pueden afectar a niños o niñas de diversas edades, siendo el grupo más vulnerable los niños o niñas menores de 12 años, encontrándose casos de niños y niñas abusados sexualmente incluso en rangos menores a los 2 años de edad. Indicadores o Síntomas del Abuso Sexual Infantil: (Derosier, 1989). • Físicos: – Dificultades para andar o sentarse. – Ropa interior rasgada o manchada. – Hinchazón en la zona genital o anal. – Dolor, comezón, sangre, flujos genitales o raspaduras en la zona vaginal o anal. – Infecciones urinarias y dolor al orinar. – Infecciones vaginales o enfermedades de transmisión sexual. – Embarazos. – • Conductuales: (se pueden presentar en otros tipos de situaciones emocionales) 14 Preescolares • Actividades sexuales con juguetes tales como simular tener sexo con muñecas o muñecos o pidiendo a sus hermanos, hermanas o amigos juegos sexuales. • Conductas regresivas: hablar como bebé, repentinamente. • Se vuelve demasiado apegado o apegada a una persona. • Retraimiento social. • Temores inexplicables. • Temor a una persona en especial. • No tolera que le vean desnudarse. • Demostrar un interés anormal en las cosas sexuales. • Cambiar de carácter a menudo; mostrarse aislado o aislada y con depresión. • Mojar la cama, pesadillas, miedo de ir a la cama. • Introducirse objetos en los genitales o el recto. • Agresividad y rebeldía inesperadas sin explicación. Escolares • Cambios bruscos en el rendimiento escolar, bajan sus calificaciones. • Dificultad para concentrarse. • Problemas con la autoridad. • Mentiras. • Falta de control de esfínteres. • Fugas del hogar; delincuencia. • Malas relaciones con sus compañeros, amistades, familia. • Coerción sexual hacia otros niños o niñas. • Excesiva sumisión a las personas adultas. • Repentinamente rechazan al padre o a la madre. • Enfermedades sicosomáticas (dolores de cabeza y dolores abdominales). • Rehúsa hablar del “secreto” que comparte. • Madurez ficticia, comportarse como “adultos”. • Conocimiento e interés inusual en el sexo más allá de su nivel de desarrollo. 15 Adolescentes • Depresión seria. • Desconfianza; se resisten a confiar en otras personas. • Conducta de autodestrucción: alcohol y/o uso de drogas, desórdenes en la alimentación. • Promiscuidad. • Excesiva inhibición sexual. • Autoimagen negativa. • Depresión seria. • Desconfianza; se resisten a confiar en otras personas. • Conducta de autodestrucción: alcohol y/o uso de drogas, desórdenes en la alimentación. • Promiscuidad. • Excesiva inhibición sexual. • Autoimagen negativa. ¿Qué Efectos Produce El Abuso Sexual?: • Bloqueo que puede afectar la memoria, los sentimientos y las percepciones de algún período de su niñez (tiempo en que ocurrió el abuso). • Odio al propio cuerpo, sentirse sucia o sucio. • Desvalorización personal, pobre autoestima. • Depresión, fobias, ansiedad y problemas psicosomáticos, drogas, alcoholismo y otros. • Problemas de relación con otras personas, social y sexualmente. • Miedo a la intimidad e incapacidad para poner límites y autoafirmarse. • Comportamientos auto agresivos, mutilándose con cortaduras, quemaduras o golpes y realizando intentos de suicidio. • Establecer muchas relaciones de abuso, incluso de maltrato. • Los varones victimizados tienden a ser abusadores y agresores, mientras que las mujeres victimizadas tienden a ser maltratadas y nuevamente abusadas. • Desórdenes de personalidad. 16 III. Objetivos de la Intervención Se establece como principales objetivos a cumplir, por medio de con los siguientes objetivos: 1. Realizar una contención emocional apropiada dirigida al padre y a la madre cuyo hijo o hija revela que ha sido víctima de abuso sexual. 2. Valorar el significado emocional que esta situación de abuso produce en el padre y en la madre, que por socialización por género puede ser diferente para cada uno de ellos. 3. Ofrecer espacio para la comprensión de los que les ha pasado como familia, evitando que mitos y doctrinas como el adultocentrismo se conviertan en el punto de partida de las reacciones de los padres del niño o niña. 4. Implementar estrategias de afrontamiento que fortalezca al padre y a la madre para todo el proceso de acompañamiento de su hijo o hija víctima del abuso sexual. 5. Proporcionar información clara de los pasos que deberán llevar a cabo como lo son la denuncia, lugares en dónde hacerlo, instituciones que puedan apoyarles a lo largo de su recuperación etc. IV. Procedimiento De La Intervención Intervención en el ámbito familiar Cuando iniciamos una intervención en crisis dirigida al padre y/o madre del niño o niña abusado(a) sexualmente es importante mantener presente que debemos observar y obtener información para elaborar el Perfil CASIC de cada uno de los padres (Ver Anexo 1), ya que con éste podremos realizar una aplicación más pertinente de las herramientas para la contención y estabilización de la persona. Debemos de estar conscientes de que a veces el padre y la madre, cada uno por su parte, pueden reaccionar de maneras diferentes a la noticia sobre un abuso de su hijo o hija, y por lo tanto las conductas y sentimientos que vayan a presentar sean igualmente diversas. Además es importante contemplar que nuestra intervención puede darse en alguna de las siguientes fases (Carvalho, Galväo, Cardoso, 2009): 17 Reacción emocional de impacto Tales como el llanto, los gritos, amenazas, culpa, desesperación, incertidumbre o paralización del padre o madre. Esta reacción emocional asusta e intimida al niño o niña y podría provocar que se retracte de lo que ha revelado, por lo que la intervención irá dirigida a que exprese sus sentimientos sin llegar a que éstos se desborden. Hay que dar la contención emocional adecuada para esta primera fase. No se presenta en todas las personas ya que depende de que tan racional sea. También es posible que se presente una reacción de incredulidad ante lo que el niño o niña ha revelado, por lo que es fundamental valorar si hay presencia de algún mito o rol de género inapropiado que impida a la persona entender lo sucedido. Propiciar que la persona hable y exprese lo que está pensando será la mejor forma de valorar el impacto y cómo lo está digiriendo. Intrusión La persona empieza a darle una explicación a lo sucedido y es en este momento que la ayuda es vital, con el fin de proporcionar nuevas perspectivas sin que surjan conclusiones llenas de mitos o roles sociales disfuncionales; o que por otro lado se llene de culpa y mayor desesperación por todas las consecuencias que se van a producir por el abuso sexual. La persona le da un significado o un sentido a los hechos sucedidos y va a depender de la fase anterior, es decir de la intrusión. Se pueden examinar las dimensiones de los hechos para poder ir teniendo claridad en lo que se debería hacer de forma inmediata, o de lo que se ha hecho hasta el momento para la protección y estabilidad del niño o niña. Consumación Negación o bloqueo del impacto Penetración Se da un seudo-equilibrio. Se comienzan a dar pasos para la ejecución de las principales acciones dirigidas a que la situación de abuso sexual no se vuelva a presentar, o que el niño y niña se encuentren en un lugar seguro. A la vez se coordinaría con las instituciones que han de intervenir en el proceso de denuncia y ayuda para la persona menor de edad y ellos por su parte, dentro de un marco de Terapia de Crisis. 18 Intervención de Primer Momento: En esta etapa se han de aplicar los Primeros Auxilios Psicológicos, que abarca la asistencia inmediata y de modo usual se lleva a cabo en una sesión (encuentro interpersonal). Los Primeros Auxilios Psicológicos pretenden ofrecer apoyo emocional, reducir el peligro de muerte y enlazar a la persona en crisis con los recursos sociales de ayuda. (Slaikeu, 1996). “Se reconoce que es un fuerte golpe para la familia, pero ahora lo principal es la protección y defensa del niño o niña y se les ofrecerá apoyo e información para enfrentarlo” (Slaikeu, 1996). a. Realizar contacto psicológico: Se define este primer contacto como empatía o “sintonización” con los sentimientos y necesidades de una persona durante su crisis. La tarea es escuchar cómo la persona en crisis visualiza la situación y se comunica con nosotros. A si mismo, se invita a la persona a hablar, y a escucharse, sobre lo sucedido (los hechos) y dar cuenta de sus reacciones (sentimientos y actitudes) ante el acontecimiento, estableciendo lineamientos reflexivos y sentimientos encontrados. Existen varios objetivos del primer contacto psicológico; el primero es que la persona sienta que se le escucha, acepta, entiende y apoya; lo que a su vez conduce a una disminución en la intensidad de sus ansiedades; el primer contacto psicológico puede servir para reducir el dolor de estar solo durante una crisis, pero en realidad se dirige a algo más que esto. (Slaikeu, 1996). Estrategias: 1) Afecto inducido: esta técnica busca la liberación de las emociones que en ese momento se estén experimentando, sobre todo si la madre o el padre no pueden manifestar lo que están sintiendo en ese momento de crisis. Se considera que es un buen método a utilizar sobre todo con los padres, ya que por socialización se sabe que los hombres tiene una gran cantidad de impedimentos para la expresión de sus sentimientos o emociones. La técnica se desarrolla instruyendo a la persona para que pueda relajarse para luego pasar a indagar acerca de los hechos que le fueron revelados por parte de su hijo o hija, pidiéndole que pueda dar detalles. Se alienta a que la persona pueda liberar sus emociones contenidas y se apoya a la vez para que 19 logre ir teniendo claridad en sus sentimientos relacionados con los hechos. Validar esos sentimientos que, probablemente son normales ante esa situación anormal. Este proceso le ayudará a ponerse en contacto con todos los sentimientos que se han generado, con aquellos que no quiera admitir y que se hayan bloqueado para aceptar y translaborar los mismos. (Slaikeu, 1996) 2) Escucha empática: es algo dinámico, ya que no basta tener interés, sino que hay que mostrarlo, y no basta mostrar interés, hay que sentirlo. La persona escuchada se da cuenta, de inmediato, si nos aburrimos, distraemos, estamos molestos o incómodos. Algunas técnicas para esto (Derosier, 1989; Engel, 1990) pueden ser: Preguntas incompletas: Una pregunta incompleta tiene la ventaja de dejar muchas cosas en el aire y de darle a la persona las riendas para llevarnos a donde desee ir. Por ejemplo: — ¿Y su niña de dijo...? — Para que el padre o la madre puedan completar con lo que más le pueda estar doliendo o con lo que tiene dificultad de comprender. Indicaciones que queremos saber más: Hay varias indicaciones que podemos usar para que la persona siga hablando. Uno de los más típicos es simplemente decir, "cuénteme más". Podríamos, también, decir algo como, "¡Qué difícil!". Repetir una frase o palabra clave: Una de las técnicas más importantes de la escucha empática es dejarle saber a la persona que la acompañamos al repetir, de vez en cuando, unas dos o tres palabras en el mismo tono de voz que la otra persona ha usado, o simplemente una de las palabras claves. Dichos empáticos: Un dicho empático es un comentario como, "entonces en este momento se sientes confundido", o "veo que está sufriendo". Estos dichos son muy potentes pero sólo se recomiendan ser usados de vez en cuando. Preguntas empáticas: En contraste a las preguntas diagnósticas que son más bien de índole mecánica, las preguntas empáticas van al grano de lo que la persona está sintiendo. Estas consultas son extremamente potentes. 20 Una buena interrogativa es, por ejemplo, "¿Qué estás sintiendo en este momento?" O sin completar la frase y alargando la palabra sintiendo, "¿Estás sin-tien-do...?" Lenguaje corporal: Uno de los mejores pasos en cuanto al lenguaje corporal es invitarle a una persona a que tome asiento, si no lo ha hecho todavía. El tomar asiento le dejamos saber que estamos dispuestos a darle tiempo y escuchar. Que no vamos a medirle el tiempo que nos hablan. Las personas que realmente están interesadas en lo que otra persona tiene que decir tienden a inclinarse hacia ella, y se refleja su interés en su rostro y a través de su cuerpo y tono de voz. Podemos señalar con la cabeza que estamos escuchando, también, al moverla como si estuviéramos consintiendo. Respetar las pausas: El silencio en las relaciones interpersonales a veces no se sabe manejar correctamente. Sin embargo, una de las importantes herramientas en el escuchar empático es el de no interrumpir las pausas. Cuando la persona hace una pausa su mente sigue trabajando en el problema. Cuando respetamos las pausas es algo parecido a ofrecerle una silla a la persona, es una forma de decirles que no estamos por dejarlos. La persona que se siente realmente escuchada comienza, inclusive, a hablar más lento y a dejar más pausas. Cuando el sujeto siente confianza, que no será interrumpido, inicia una trayectoria interna, cada vez más profunda, donde inicia el proceso de autocomprensión en una forma más profunda y analítica y cuando sale de esa pausa muchas veces ha tenido la oportunidad de reflexionar y seguir el proceso de descubrimiento en cuanto a su situación. Técnicas de Respiración: Una buena manera de lograr tranquilizarse si la persona se encuentra descompensada es instruyéndola a que pueda respirar de manera diafragmática, lenta y profundamente. 21 b. Examinación de las dimensiones del problema: “La indagación se enfoca en tres momentos: presente, pasado inmediato y futuro inmediato” (Slaikeu, 1996). Un adecuado interrogatorio para valorar el presente puede ser el siguiente: ¿Qué fue lo que te dijeron? (en caso de que haya sabido del abuso de su hijo o hija por otra persona) ¿Qué fue lo que te contó tu hijo o hija? ¿Cómo te sentiste en ese momento? ¿Cómo reaccionaste? ¿Qué pensaste en ese momento? ¿Qué fue lo que dijiste y cómo lo dijiste? ¿Cómo te has venido sintiendo? (si han pasado días, semanas o meses para la solicitud de ayuda profesional) ¿Has pensado qué debes hacer? O ¿Qué puedes hacer? ¿Puedes creerle a tu hijo o hija? ¿Qué sientes con respecto a tu hijo o hija? ¿Considerarías que tu niño o niña, o incluso usted mismo(as) corre algún peligro de su vida? (en casos en que sea el presunto(a) ofensor(a) sexual una persona que ejerza otros tipos de violencia) El pasado inmediato puede remitir a diversos acontecimientos que pueden intensificar la crisis, por ejemplo la propia historia de abuso de alguno de los padres, en donde es común estar ante la presencia del abuso no resuelto de la madre y puede ser importante la indagación, ya que ella podría encontrarse en una condición de mayor necesidad de contención y de apoyo, además de que su reacción y manejo puede estar mediado por la manera en que ella fue tratada por su familia en su momento. Se podría hacer uso de las siguientes preguntas: ¿Quién abusó de ti? ¿Te fue posible revelar el abuso que sufriste? ¿Cómo reaccionó tu familia al enterarse? ¿Qué hicieron para protegerte? ¿Cuándo lo supieron? ¿Cómo sobreviviste al abuso? 22 Por último, en el futuro inmediato se enfoca cuáles son los eventuales riesgos para la persona y prepararse para las soluciones inmediatas y/o urgentes. (Slaikeu, 1996) Tener claridad del problema es fundamental para poder hacer las recomendaciones pertinentes sobre la protección de ese niño o niña, que hasta el momento se habían encontrado en una situación de vulnerabilidad y riesgo de mayores daños. El profesional tiene que saber quién es el presunto(a) ofensor(a) sexual y la relación de cercanía con la persona menor de edad, porque de ahí dependerá las instrucciones que han de darse sobre qué hacer como padre y madre para evitar que siga presentándose la situación abusiva. c. Análisis de posibles soluciones: Slaikeu (1996) menciona que esta fase de los Primeros Auxilios Psicológicos va a llevarnos a identificar una serie de soluciones alternativas tanto para las necesidades inmediatas como para las que pueden dejarse para después. Esto implica guiar o acompañar a la persona en crisis a generar alternativas seguido de otras posibilidades. Una segunda cuestión es la importancia de analizar los obstáculos para la ejecución de un plan en particular. En situaciones de abuso es común que los padres y madres no sepan con certeza qué deben hacer, ya que por lo general este tipo de situaciones nunca esperamos que nos sucedan. Se deberán preguntar por ¿qué han hecho posterior a la revelación del abuso? ¿qué medidas adoptaron para la protección de la persona menor de edad? Es importante mientras se hace la intervención de esta fase no hacer comentarios que puedan hacer sentir a los padres culpables, aun cuando las acciones que se hayan dado no hayan sido las correctas. Debemos recordar que por lo general las personas no saben cómo actuar ante este tipo de problemas y por lo tanto es común que lo que a veces se hace empeora la condición emocional del niño o niña. (Carvalho, Galväo, Cardoso, 2009). Habrá que dar indicaciones con respecto a los siguientes temas ya mencionados en el apartado de conceptos básicos: lo que es un abuso sexual, explicar que es un delito, debe ser denunciado tanto por la víctima como por la persona que presuntamente ofendió a la persona menor de edad, los efectos del abuso, proceso de denuncia, dónde hacerlo, etc. Debido a que se convierte en mucha información para poder retener lo ideal es tener material como panfletos que puedan ser entregados a los padres. Esta fase en donde se brinda información la encuentro 23 fundamental en la práctica porque, en muchas ocasiones cuando no ha habido la intervención de un profesional con conocimientos de la denuncia y el proceso producto de la misma, las familias se llegan a sentir a veces arrepentidas de haber denunciado, confundidas con todo el proceso debido a que no lo entiende y la afectación sobre el niño o niña puede aun ser mayor porque sus padres no logran apoyarlo(a) y fortalecerlo(a). (Cantón y Cortés, 2010). Estrategias: 1) Preparar a la familia con respecto al proceso que hay que seguir: exámenes médicos, psicológicos, procedimientos legales, posibles cambios de residencia, etc. 2) Es conveniente utilizar una comunicación directa y abierta, pero nunca una actitud agresiva ni acusadora. 3) En lo referente a los sentimientos de culpa, especialmente de la madre, es importante aclararles que culparse por no haber evitado el abuso no aporta ninguna solución. Al contrario, esa actitud sirve para que el sentimiento de culpabilidad familiar pueda crear sentimientos negativos hacia la víctima. 4) Hay que evitar al máximo que sea el niño o la niña quien tenga que dejar su ambiente familiar. Esa debería ser la salida, únicamente cuando la familia no ofrece las garantías de protección requeridas. d. Iniciar pasos concretos: “Implica ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta para manejar la crisis. El objetivo es en realidad muy limitado: no es más que dar el mejor paso próximo, dada la situación” (Slaikeu, 1996). Importante tomar en cuenta que lo ideal es que el padre o la madre sean los que actúan en pro de la protección y seguridad de su hijo o hija. Para este momento habrá que valorar si es necesario el acompañamiento por parte de algún tercero, mismo que puede ser otro miembro de la familia que pueda apoyar y acompañar a medida que se realizan acciones vitales como acudir al Patronato Nacional de la Infancia, dándoles indicaciones del número de teléfono y dirección de la oficina local de acuerdo al lugar de residencia de la familia. También el Ministerio Público y la oficina pertinente para presentarse y realizar proceso 24 en ella. Por otro lado, pude hacerse necesaria la comunicación a otros miembros de la familia sobre la situación para que puedan ayudarles con hospedaje, ayuda económica, compañía, etc. (Bruna, 2007). Estrategias: 1) Luego de haber tomado las precauciones para asegurar la protección del niño o la niña, hay que preparar a la familia para la evaluación física y emocional de la víctima, explicándoles que es un paso muy importante para conocer la dimensión del daño. 2) Además hay que tratar de convencer a la familia sobre la necesidad de denunciar el caso ante las autoridades correspondientes, y de esa manera evitar que haya otras víctimas. Cuando el abuso es intrafamiliar (padre, madre, tío, abuelo) es muy probable que la familia no quiera denunciar el hecho en las instancias judiciales o policiales. Esto puede deberse a diversos motivos como: dependencia económica, lealtad hacia el responsable y al grupo familiar, miedo a las consecuencias, vergüenza, el qué dirán…, etc. 3) Otro aspecto importante que debe tratarse con la familia es la reacción de la misma al enterarse del abuso. La familia debe saber que la niña o niño necesita mucho afecto, apoyo y comprensión. Hay que enfatizar que la persona menor de edad no es culpable de lo sucedido y es necesario que se lo hagan saber, que lo expresen verbalmente, que le aseguren su afecto. “Debe de entender que en estos momentos es cuando el niño o niña necesita más cariño y comprensión”. “Hay que evitar preguntas que le hagan creer que se le considera culpable como: ¿Por qué lo dejaste que te hiciera eso?, ¿Por qué no me lo contaste antes?, ¿Por qué no dijiste, gritaste, escapaste o te defendiste?, ¿Estás seguro o segura de que fue así como pasó? (Bruna, 2007, p.19). 4) Hay que hablar con la familia acerca de los posibles cambios en el comportamiento de la niña o niño que puede llegar a preocuparles, por lo que es muy importante que continúen recibiendo ayuda, y si es posible continuar luego 25 con un tratamiento terapéutico más profundo que les permita encauzar todo lo sucedido de manera positiva. 5) Incorporar algunas recomendaciones para que fortalezcan la autoestima de sus hijos e hijas.(Ver Anexo 2) e. Verificar el progreso: “Implica el extraer información y establecer un procedimiento que permita el seguimiento para verificar el progreso de ayuda El seguimiento puede suceder mediante un encuentro posterior, cara a cara o por teléfono o correo electrónico (Slaikeu, 1996). Se buscará poder verificar qué acciones de las recomendadas ya se han ejecutado y poder valorar la condición y estabilidad de los padres, recordando que en la medida en que éstos se encuentren lo más estables posibles bajo las circunstancias, su hijo o hija van a tener un mejor pronóstico. Podría ser muy positivo para los padres, incorporarlos a un grupo de apoyo para padres de niños y niñas que han sido víctimas de abuso sexual si lo hubiera, permitiéndoles compartir con otras familias las vivencias, duelos, cambios, dolores, preguntas, procesos, etc. En caso de que se requiera, se podría optar por una terapia de crisis si los padres no logran compensarse, tal vez por su propia historia de abuso o violencia experimentados. 26 CONCLUSIONES Después de haber realizado una revisión de diversos materiales que se han escrito con respecto a la intervención del abuso sexual me es posible llegar a concluir lo siguiente: Existe claridad con respecto a las intervenciones que se deben realizar a las víctimas directas del abuso sexual, es decir, a los niños, niñas y adolescente, sin embargo se ha dejado de lado la intervención que los padres de esos niños y niñas necesitan. Las instituciones del país, públicas y privadas, parece que no están incluyendo de manera rigurosa a los padres de las víctimas en proceso de atención de primera instancia, a pesar de que pueden encontrarse en una evidente crisis. Es vital pensar que la propia estabilidad emocional del niño o niña estará determinada, como se evidenció a lo largo de la propuesta, por la forma en que sus padres manejen la revelación, fundamentalmente la madre. Por esta razón sería imprescindible la atención y/o intervención de los padres para poder garantizar que se cuente con un importante y significativo factor protector para la persona menor de edad. Niños o niñas cuyos padres les creen, les apoyan y respetan desarrollarán menos depresión o cuadros ansiosos producto del abuso. La atención a los padres también resulta importante cuando se conoce que, alguno de ellos fue víctima de abuso sexual infantil y por lo tanto se corra el riesgo de que, por la revelación de su hijo o hija se desencadene o reactive su propio dolor y que los sentimientos que se producen sean más complicados o intensos. Cuando los padres no saben cómo enfrentar el caos que el abuso sexual de sus hijos o hijas les produjo, aunado a la cercanía con el(la) ofensor(a) sexual, los cambios que se deben hacer, las pérdidas producto de los hechos, más todos los sentimientos y preguntas que se producen y que parecen no tener una respuesta lógica; se desarrolla un ambiente para el niño o la niña que no es positivo ni sano y que puede llegar a intensificar la culpa que de por sí ya siente la persona menor de edad. Un buen profesional y su adecuada intervención buscará evitar que algo así sea lo próximo que deberá enfrentar ese(a) pequeño(a). Se propone que se analice la posibilidad de crear en las instituciones que trabajan en la atención de este tipo de crisis, de un grupo de apoyo para los padres y las madres 27 cuyos hijos e hijas han sido abusados sexualmente. Esto permitiría que se sientan acompañados, orientados y escuchados por otros que también están o estuvieron enfrentando la misma problemática. Se conoce la riqueza terapéutica de los grupos de apoyo, por lo que podríamos garantizar que ese niño o niña va a recibir de parte de sus padres apoyo, comprensión, tolerancia, afecto, ayuda, valor, amor, respeto, fortaleza, etc. Esta propuesta busca la realización de una intervención en crisis con el uso de los Primeros Auxilios Psicológicos. Queda por desarrollar una propuesta de intervención para la Terapia de Crisis que pueda profundizar sobre algunos de los temas que son realmente fundamentales para la manifestación de sentimientos, asumir las pérdidas más inmediatas, realizar los cambios sin que se vean mediados por la culpa, la vergüenza o la indiferencia. 28 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Asamblea Legislativa De la República de Costa Rica. (1999). Ley contra la Explotación Sexual de las Personas Menores de Edad. Bass, E y Davis, L. (1995). El Coraje de Sanar. España: Ediciones Urano S.A. Bruna, N. (2007). Intervención en casos de casos de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. Defensa de Niños y Niñas Internacional DNI- Costa Rica. Bucay, J. (2003). El Camino de las Lágrimas. España: Editorial Nuevo Extremo. Cantón, J y Cortés, M.R. (2010). Guía para la Evaluación del Abuso Sexual Infantil. España: Ediciones Pirámide. Carvalho, C, Galväo, M. T, Cardoso, M.V. (2009). Child Sexual Abuse: The Perception Of Mothers Concerning Their Daughters' Sexual Abuse. Revista Latino-Americana de Enfermagem (RLAE), Vol. 17 (4), pp. 501-506. Davies, M.G. (1995) Parental distress and ability to cope following disclosure of extrafamilial sexual abuse. Child Abuse and Neglect, 10, pp. 399-408. Derosier, P. (1989). The Woman Inside from Incest Victim to survivor. Alaska: Mother Courage Press. Dubowitz, H; Black, M; Harrington, D; Verschoore, A. (1993). A follow up story of behavior problems associated with child sexual abuse. Child Abuse and Neglect, 17, pp. 174-754. Engel, B. (1990). The right to Innocense: Healing the Trauma of Childhood Sexual Abuse. New York: The Random House Publishing Group. 29 Sanders-Phillips, K; Moisan, P; Wadlington, S; Morgan, S; English, K. (1993). Ethnic differences in psychological functioning among black and latino sexually abuse girls. Child Abuse and Neglect, 19, 691-706. Slaikeu, K.A. (1996). Intervención en Crisis: Manual para práctica e investigación (2a ed.). México: Manual Moderno. 30 ANEXO 1 Funcionamiento CASIC durante la Crisis Conductual: ¿Cuáles actividades (acudir al trabajo, a la escuela, dormir, comer y así sucesivamente) han sido las más afectadas por el incidente de crisis? ¿Cuáles áreas no han sido afectadas por la crisis? ¿Cuáles conductas se han incrementado, fortalecido o dañado por la crisis? ¿Cuáles estrategias de afrontamiento se han intentado, y cual fue el relativo éxito/fracaso de cada uno? Afectiva: ¿Cómo se siente la persona con las secuelas del incidente de crisis? ¿Airado? ¿Triste? ¿Deprimido? ¿Aturdido? ¿Se expresan libremente los sentimientos o se mantienen ocultos? ¿Los sentimientos expresados son los adecuados en el manejo de la persona? ¿El estado afectivo da algunas claves como para la etapa de translaboración de las crisis? Somática: ¿Existen molestias físicas asociados con el incidente de crisis? ¿Es esto una reactivación de problemas anteriores o es algo “totalmente nuevo”? Si la crisis proviene de una pérdida física (pérdida de un miembro corporal, cirugía, enfermedad), ¿Cual es la naturaleza exacta de la pérdida, y cuáles son los efectos de ésta sobre otros funcionamientos del organismo? ¿Hay antecedentes de uso de drogas o sustancias que participan en el estado de crisis? ¿Requiere medicación alguna? 31 Interpersonal: ¿El impacto de la crisis de la persona sobre el inmediato mundo social de la familia y los amigos resulta adaptativo o se encuentra en franca desadaptación? ¿Es posible hacer uso de la red y de los sistemas sociales de ayuda? Valorar la ayuda disponible de la familia o los amigos ¿Cuál es la actitud interpersonal que se adopta durante el tiempo de la crisis, por ejemplo, aislamiento, dependencia, etc.? Cognoscitiva: Las expectativas o metas vitales perturbadas por el incidente de crisis Las reflexiones o pensamientos introspectivos usuales El significado del incidente precipitante en la parcialidad y totalidad de la vida Presencia de los “debería”, tales como “yo debería haber sido capaz de manejar esto” Patrones ilógicos de pensamiento acerca de resultados inevitables Los patrones usuales para hablarse a sí mismo El estado del dormir Imágenes de una fatalidad inminente 32 ANEXO 2 PADRES GENERADORES DE AUTOESTIMA EN SUS HIJOS(AS) Estos padres son aquellos que: No sólo dicen con frecuencia “TE QUIERO”, sino también “ME GUSTA PORQUE....” Descienden al nivel de sus hijos para que su tamaño y altura no sea dominante. Emplean un lenguaje fácilmente comprensible, pero sin tratarlos como bebés ni con ironía. Escuchan con calma y atención las desordenadas historias, explicaciones y fantasías de sus hijos(as). Se fascinan y emocionan ante una demostración de las cualidades personales y aptitudes de sus hijos(as), que son diferentes de las propias. Dan muchos besos y abrazos, pero se retraen (sin mostrarse ofendidos) cuando sus hijos(As) optan por el distanciamiento físico. Les dicen a sus hijos(as) cuánto han enriquecido su vida y cuánto han aprendido de ellos. Prometen incondicionalmente a sus hijos(as) que cuidarán de ellos(as), hasta que sean capaces de desenvolverse por sí solos. Disponen la casa de manera que no sólo esté pensada para los adultos, sino también para los niños(as). Se esfuerzan por satisfacer las necesidades de cada hijo(a) por separado, sin seguir reglas o estrategias rígidas en la educación de ellos(as). Educan premiando el buen comportamiento y raras veces usan castigos. Estimulan a cada hijo(a) a desarrollar su propia individualidad (por ej: a la hora de escoger ropa, decoración de su habitación, regalos, asignaturas escolares y carrera, amigos). Planean y defienden su derecho a pasar un tiempo de ocio suficiente con sus hijos(as). 33 Se apuntan a actividades de ocio y vacaciones pensadas para el placer de sus hijos(as), además de para su propio descanso y estímulo. Animan a sus hijos(as) a cuidar de sí mismos y les enseñan las habilidades necesarias para poder sobrevivir y ser independientes. Piden (pero no exigen) una ayuda adecuada de sus hijos(as). Elogian a sus hijos(as) por sus esfuerzos y pequeños progresos así como por sus grandes logros. Piden a sus hijos(as) su opinión y puntos de vista y los escuchan con respeto e interés aunque difieran de los propios. Los apoyan en momentos de desengaños y sufrimiento (por triviales que sean) y les dejan expresar sus sentimientos con la mayor libertad posible. Demuestran su confianza dejando que los hijos(as) corran riesgos calculados y aprendan de sus propios errores. Involucran a los hijos(as) en el mundo adulto, en lugar de guardar distancia (por ejemplo: los incluyen en las conversaciones, los llevan alguna vez a la oficina y celebran reuniones sociales para todas las edades). Dicen “NO LO SE” o “LO SIENTO”, en lugar de fingir saber todas las respuestas o tener siempre la razón. 34