SOCIEDAD PERUANA EN LAS PRIMERAS DÉCADAS REPUBLICANAS A mitad del siglo XIX éramos una sociedad estratificada. La diferencia social se baso en el acceso a una buena reputación social, la riqueza y la educación. Durante el siglo XVIII surgió la asociación entre el color de piel y la condición social del individuo y se mantuvo hasta el siglo XIX. En ese tiempo se les margino a los afrodescendientes, indígenas y orientales (China). No obstante, no se excluyó el desarrollo de un mestizaje cultural. Se sumaron a las elites otros grupos regionales conformados por hacendados, funcionarios, comerciantes o militares ya que tenían una mezcla de vida aristócrata y de burguesía estadounidense y europea. Ellos eran personas importantes en sus localidades y actuaban como intermediarios. Lograron ser nombrados como funcionarios públicos. LA CONDICIÒN DE LAS ELITES La población que pertenecía a este sector social tuvo la necesidad de trabajar para poder subsistir. La mayor parte de la población era indígena, estos tuvieron que enfrentar el pago de una contribución. Esta contribución surgió en 1826 con una reforma fiscal, pero se abolió en 1895. En 1854 se decretó el fin de la esclavitud durante el gobierno de Ramón Castilla. LOS SECTORES POPULARES RAMÒN CASTILLA Fue un militar y político peruano que llegó a ser presidente del Perú en dos ocasiones. Es considerado el primer presidente progresista e innovador de la República peruana y patrón del Arma de Caballería del Ejército Peruano. En dicha ley se estipulaba un pago para fomentar el ingreso de inmigrantes. Esto permitió el arribo masivo de inmigrantes chinos, quienes fueron destinados a las tareas agrícolas y al servicio doméstico. En 1849 llegaron los primeros chinos al Perú los cuales lo hicieron mediante un contrato. En 1854 sumaron gran cantidad de inmigrantes quienes sufrieron una dura explotación laboral. LEY GENERAL DE INMIGRACIÓN DE 1849 Los chinos culíes pudieron optar por salir de las haciendas y establecerse en los pueblos cercanos donde iniciaron pequeños negocios, solo una vez saldada su deuda el contrato finalizaba. En el contrato se precisaban las obligaciones que el culí asumía con el patrón que adquiría por traspaso ese documento. Además, el contrato establecía una serie de condiciones como el tiempo obligatorio de trabajo del culí. Una vez cumplido ese tiempo el peón quedaba libre, y como constatación de que había alcanzado la libertad, el patrón debía darle una boleta que lo certificara. La nueva élite del guano El auge del guano dio como resultado la aparición de una nueva clase socioeconómica, aunque tuvo los medios a su alcance no ayudó al desarrollo del capitalismo en nuestro país. Para Basadre, lo que apareció con el guano fue una “plutocracia” nítidamente diferente de la aristocracia colonial. La antigua clase alta debía adaptarse a una sociedad en la que el dinero empezaba a dominar. El economista norteamericano Shane Hunt propuso hablar de una “economía rentista”, es decir, una sociedad conformada por un reducido grupo de familias adineradas, amantes del consumo suntuoso, sin espíritu empresarial, cuya riqueza se formó sin esfuerzo tecnológico alguno y manteniendo; una alta tasa de desempleo. Heraclio Bonilla, historiador peruano, tratando de buscar factores más estructurales, sostuvo la inexistencia de una “burguesía nacional” como consecuencia, a su vez, de la carencia de un “mercado interno”. Así se explicaría el atraso del surgimiento del capitalismo en el Perú. Para Bonilla, los consignatarios no crearon una “industria nacional”, sino que se dedicaron al mero comercio especulativo. Cuando colocaron parte de sus capitales en la agricultura (algodón y azúcar) fue para devenir en una clase rentista que se apropió del excedente generado por una mano de obra asalariada no capitalista (los coolíes) y para someterse a las exigencias de un mercado internacional que escapaba a su control. Estos mercadores, entonces, no solo no fueron burgueses, sino que eran solo nominalmente “nacionales”, pues en la práctica eran profundamente dependientes, Paul Gootenberg, historiador norteamericano, por su parte, cuestionó la supuesta carencia de una demanda interna: existía un mercado a la espera de una industria, que no surgió. Esta élite del guano fomentó una suerte de “modernización tradicionalista”, término que usó Fernando de Trazegnies, es decir, recibió elementos liberal-capitalistas, pero sin modificar la estructura social del país. No reclamaron la formación de una clase burguesa con una conciencia social propia que asumiera el manejo de la modernización. Más bien, era esta nueva élite oligárquica la que se encargó de manejar el proceso. Esta peculiar modernidad conservaba un clima social aristocratizante que generó ambivalencias entre la prédica liberal y la percepción en el que la élite absorbió elementos liberal-capitalistas compatibles con su dominio aristocrático y no los difundió al resto de la población. En suma, estos elementos “modernos” contribuyeron a acentuar la distancia entre la élite y una mayoría que aún vivía en un mundo tradicional y arcaico. Jorge Basadre (1922 – 1933). Historia de la República del Perú. Tomo 3, Editorial Orbis Ventures, 2005, pág. 240 1. De la lectura, resume la manera cómo los diversos autores definen a esta clase emergente Responde: 1 ¿cuáles son las características de la nueva clase emergente de la bonanza guanera? ..................................................................................................................................................................................