segundo piso - Representación Profesoral

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Informe de la Asamblea de Profesores de Sede Bogotá
8 de marzo de 2013
Auditorio León de Greiff (segundo piso)
Con menor asistencia que en ocasiones anteriores, deliberó un grupo de profesores
y profesoras de diferentes facultades. Después de escuchar varios informes de la
Representación Profesoral y de diversas reuniones de profesores y profesoras en
algunas facultades (Medicina Veterinaria y Zootecnia, Ciencias, Ciencias
Económicas, Medicina, Ciencias Humanas) y algunos departamentos (Ingeniería
Mecánica y Mecatrónica, Ingeniería de Sistemas), se llegó a las siguientes
reflexiones y propuestas, no sometidas a votación. Dos aspectos generan franco
disenso:
1. Respecto del estancamiento del diálogo entre directivas y trabajadores para
la solución de las peticiones salariales, se propuso acudir a alguna figura
que permitiera reconocer el trabajo en equipo entre profesores y
trabajadores, diseñando alguna modalidad de reconocimiento económico a
la participación de los trabajadores en actividades académicas remuneradas
de extensión, educación continuada e investigación. La objeción a esta
propuesta radicó en un peligro de profundización de los estímulos a la
productividad que tienden a individualizar el trabajo, en una lógica
privatizadora y de venta de servicios que para nada conviene a la
Universidad.
2. Respecto de los riesgos generados por el proyecto de renovación urbana del
CAN, han surgido propuestas de transacción parcial o total del campus a
cambio de nuevas instalaciones en los predios del Centro Agropecuario
Marengo. En sentido contrario, se argumentó que el campus de la
Universidad no es un bien transable, sino un patrimonio de la Nación. En tal
sentido, debe exigirse a las directivas no ceder ni negociar un solo milímetro
de los territorios de la Universidad involucrados de manera inconsulta en el
proyecto de renovación del CAN.
En cierto consenso o convergencia se expresó lo siguiente:
1. Insistir en el carácter estructural de la crisis de la Universidad, en el marco
de la crisis financiera acumulada en la educación superior pública. Con base
en esta premisa, entrar lo más pronto posible en un proceso colectivo de
análisis y construcción de una visión de largo plazo que permita afrontar las
causas de esta crisis, con la participación de toda la comunidad universitaria
y de cara a la formulación de una política de Estado en Educación Superior
que incluya la reforma a la Ley 30/92. Esto implica un llamado organizado a
un proceso de claustros y colegiaturas, con agenda precisa, información
clara y transparente por parte del CSU y las directivas universitarias,
metodología de discusión, elección de delegados y construcción de acuerdos
o consensos y debate de los disensos. Este proceso merece una forma de
organización del profesorado que apoye la labor de la representación
profesoral, a través de grupos de trabajo según las necesidades temáticas y
logísticas.
2. Rechazar, de manera contundente el comunicado del Ministerio de
Educación Nacional sobre su participación en el actual conflicto salarial, en
particular, en lo afirmado en el punto 3: “En razón a la autonomía
universitaria, es competencia de las directivas de la Universidad Nacional
establecer el régimen administrativo y salarial del personal vinculado a esta
institución (incluido el cuerpo docente)”. Esta interpretación amañada de la
autonomía no hace más que impulsar la idea de que la Universidad es una
empresa autofinanciable que debe pagar los costos de su nómina con la
venta de servicios y no recibir presupuesto alguno del Estado para su
funcionamiento, en el mismo modelo aplicado a los hospitales públicos,
convertidos con la Ley 100 de 1993 en “empresas sociales del Estado”, que
venden servicios a diferentes pagadores. Por esta vía, se profundizaría, de
manera irreversible, la privatización absoluta de las universidades públicas.
Los trabajadores y docentes de las universidades públicas somos empleados
del Estado con régimen especial, no empleados del gobierno nacional ni
operarios de ninguna empresa privada.
3. No entrar en el debate aislado del Estatuto de Personal Académico sin tener
en cuenta la estructura y el modelo de universidad que se requiere para
superar la crisis, menos aún, a través del mecanismo de consulta electrónica
individual que adelanta el Rector. En consecuencia, exigir al Rector no tener
en cuenta dicha consulta para el debate sobre la reforma de este Estatuto.
4. Rechazar el estilo de gestión autoritario y vertical del decano de la Facultad
de Ciencias Humanas, profesor Sergio Bolaños, expresado en: a) su rechazo
a convocar a reunión de profesores de la facultad; b) el cuestionamiento a la
convocatoria autónoma que realizaba la representación profesoral junto con
la mayoría de colegas en cargos de dirección de unidades académicas
básicas de la Facultad; c) el bloqueo a la comunicación entre la
representación profesoral y la comunidad académica de la Facultad. La
Universidad no es una empresa, con cargos gerenciales que ordenan y
operarios que obedecen. Es una comunidad autónoma, con pares
académicos que temporalmente cumplen funciones académicoadministrativas. No es aceptable, entonces, expresiones de mando y
obediencia debida como las que ha tenido el profesor Bolaños.
5. Demandar, tanto a los trabajadores como a las directivas de la Sede Bogotá,
mantener la Universidad abierta y deliberante para desarrollar el proceso de
debate sobre la crisis estructural que afecta a la Universidad y superar la
dispersión propia de las soluciones individuales frente a la crisis.
6. Abrir un espacio permanente de encuentro de profesores para el análisis de
la Universidad, articulado al proceso que se propone de Claustros y
Colegiaturas, los días lunes de 11 a 1 p.m.
7. Llamar a una expresión colectiva de defensa de la Universidad, mediante un
abrazo en cadena de profesores, estudiantes y trabajadores por el perímetro
del campus en un día de la semana del 11 al 15 de marzo.
8. Proponer al Consejo Superior Universitario la derogatoria del Acuerdo 58
de 2012 por medio del cual se otorgaron las bonificaciones a los altos cargos
directivos de la Universidad. No tienen ninguna justificación en medio de la
crisis presupuestal reconocida por las mismas directivas.
9. Solicitar al Representante Profesoral en el Consejo Superior Universitario la
propuesta de una sesión extraordinaria de ese organismo en la semana del
11 al 15 de marzo, con tema único: la solución del conflicto salarial de los
trabajadores en el marco de la crisis financiera de la Universidad.
10. Convocar a Asamblea de profesores el día lunes 11 de marzo a las 10 a.m. en
el auditorio de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Bogotá, marzo 8 de 2013.
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