1 04 de mayo 2023 - Año 3 - Edición N° 006 Voces puneñas resuenan en Lima 2 04 de mayo 2023 - Año 3 - Edición N° 006 REVISTA DIGITAL DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS Equipo Editorial: Guillermo Vásquez Cuentas Carlos Portugal Mendoza René Calderón Vilca Jr. Estados Unidos 297 – 601 Cel. 971964641 Portada: Acuarela de Guzmán Emilio Huanca, “Yanariko” Diseño y diagramación Moises Bustincio Carátula Guzmán Emilio Huanca, “Yanariko” Guzmán Emilio Huanca cuyo nombre artístico es “Yanarico”, es ya un consagrado y muy reconocido acuarelista y pintor al óleo. Su renombre ha pasado las fronteras continentales, pues así lo ratifican sus exposiciones individuales y colectivas realizadas en los Estados Unidos, Europa, África,Asia yAmérica Latina. Nació en Jacantaya, Moho, Puno, Perú. Estudió en Escuela ParticularAdventista de Jacantaya, y más tarde en Colegio Nacional “San Luis Gonzaga” de Chuquibamba, Condesuyos,Arequipa. Se graduó de la Escuela Nacional de BellasArtes “Carlos Baca Flor” deArequipa. Es miembro fundador y presidente de laAsociación deArtistas “Luces del Sur”. Ha obtenido diversos premios, entre ellos: Primer premio Internacional deAcuarela,Agûillon Francia 2012. Primer premio (I.A.G.T.T.) Taiwan Revolution – Paipei 2016. 2004 Primer premio nacional de arte y Michel Oil Cia. – PERÚ. 2004 Primer Premio XXXII Acuarela viva nacional de ICPNA– PERÚ. 1997 Primer premio nacional de acuarela del premio "John Constable" del British Council - PERÚ. 1994 Segundo Premio Nacional deAcuarela del Premio John Constable del British Council - PERÚ. 1994 Primer premio nacional de acuarela Michel y Cia. – PERÚ. 1991 Primer Premio XXI ICPNAnacional living acuarela – PERÚ. El desaparecido escritor puneño Walter Quispe Santos, dejó dicho que “Yanarico es un maestro del realismo; que logra expresar, a través de la acuarela, la naturaleza altiplánica donde destacan el manejo de las brumas y la composición de la atmósfera, con una disciplina permanente y oportuna; la combinación de los colores de manera limpia, transparente, original, tal como se muestra la naturaleza a los ojos del artista en las distintas épocas del año a ese cromatismo le agrega un valor más de su propuesta estética, la presentación de los planos de la acuarela muy bien diferenciados. Se trata por lo tanto de un artista que ha despertado un vivo interés de la crítica nacional e internacional”. 3 Nuestra palabra E l Perú y Puno han salido, tal vez transitoriamente, de un movimiento de protestas que el país experimentó durante casi dos meses, el último de 2022 y el primero de 2023. Como es sabido, la largada a la carrera de violencias de las partes oficial y popular, la dio la caída del presidente Castillo y su reemplazo de quien fue su vicepresidenta en la fórmula electoral que compitió y triunfó en los últimos comicios generales. No puede dejar de ser lamentable la pérdida de vidas humanas que exceden el medio centenar, causadas por la acción policial que algunos han calificado piadosamente como “excesos”, pero que desde el ámbito internacional han sido condenadas sin ambages. Son igualmente lamentables los daños de variada clase que el viento de violencia dejó a su paso, y lo son también los perjuicios económicos que afectaron y aun afectan a las actividades productivas y a las mismas vivencias domesticas de miles de hogares. El signo campesino, indígena, marcó a fuego las marchas y concentraciones multitudinarias que colmaron plazas y calles de muchas ciudades del sur del Perú, especialmente de Puno, región ésta con la que quienes trabajamos esta publicación estamos inclaudicablemente identificados. Cierto es que los objetivos de la pasada lucha, que fueron solo de coyuntura política no han podido ser logrados. Ello, pese a que todos los protagonistas los compartieron y pese a todos los esfuerzos y sacrificios desplegados. Todo ello quedó en el camino. Pero cierto es también que en esa lucha ha surgido el embrión naciente de una conciencia de identidad y propósitos visionarios, cuya consecución futura demandará el empleo de estrategias que hagan realidad las por siglos sentidas aspiraciones de los pueblos del Perú profundo, en un nuevo orden de justicia social en democracia. Creemos que inéditas conquistas y realizaciones trascendentales por y para las mayorías nacionales irán apareciendo en la realidad peruana durante los próximos años y las próximas décadas. Los editores 4 UNA DURA LUCHA por la segunda independencia asoma en la historia del Perú Escribe: Guillermo Vàsquez Cuentas E n la historiografía peruana, es lugar muy común postular que durante el llamado “proceso independencista” si bien se había logrado la emancipación del Perú del poder político y militar de España, separándose de la metrópoli, adquiriendo cierto poder de decisión sobre su vida política y militar, sus grandes mayorías poblacionales compuesta por indios e indígenas no habían rescatado o recuperado el poder político, social, económico y militar que los invasores europeos les habían arrebatado con gran y sistemática violencia durante varios siglos de abusos y crímenes de toda laya, reduciendo brutalmente su población. Como descendientes y herederos de quienes en los andes centrales desde siglos inmemoriales desarrollaron autónomamente notabilísimas culturas, no se vieron beneficiados con la emancipación conseguida por las capas sociales de criollos, algunos sectores de españoles y parte de mestizos que integraban la “República de Españoles”, clara y nítidamente diferenciada de la “Republica de los Indios”, íntegramente de indígenas de la ellos eran parte. 5 Simón Bolívar tenía una opinión personal sobre los indios cuando escribió: “Los blancos [de Perú] tienen el carácter de los indios, y los indios son todos truchimanes, todos ladrones, todos embusteros, todos falsos, sin ningún principio de moral 1 que los guíe” . Desde el lado opuesto a conceptuaciones como la anterior, Manuel Gonzáles Prada dijo a principios del siglo XX: “Nuestra forma de gobierno se reduce a una gran mentira, porque no merece llamarse república democrática un estado en que dos o tres millones de individuos viven fuera de la ley”2 (o sea, sin el amparo de la ley). Por su parte, José Carlos Mariátegui dejó escrito en sus Siete Ensayos que nada parece haber cambiado desde la independencia política de España: “El hacendado, el latifundista, es un señor feudal. Contra su autoridad, sufragada por el ambiente y el hábito, es impotente la ley escrita. El trabajo gratuito está prohibido por la ley, sin embargo, el trabajo gratuito, y aun el trabajo forzado, sobrevive en el latifundio. El juez, el subprefecto, el comisario, el maestro, el recaudador, están enfeudados a la gran propiedad. La ley no puede prevalecer contra los gamonales”. Tanto la república de españoles, como la de indios que conformaban la sociedad colonial “lucharon separada y a veces concurrentemente por abatir el poder colonial, pero con distintos medios y métodos” refiere sobre el tema, Virgilio Roel. Para algunos, el 28 de julio de 1821 fue el “día en que se perdieron las espe1 Bolívar, Simón. [1812] “Manifiesto de Cartagena”. Escritos polí cos. Madrid: Alianza Editorial, 1975. 2 González Prada, Manuel. “Nuestros indios” [1904] en Proyecto Ensayo Hispánico. 6 de enero de 2004. h p://www.ensayistas.org/antologia/XIXA/gzlezpr ada/index.htm 3 Milciades Ruiz: PERÚ: PATRIA PERDIDA en punoculturaydesarrollo.blogspot.com ranzas de recuperar la genuina patria ancestral. Esa patria era el Tahuantinsuyo”3. De ahí que celebrar centenario, bicentenario y aniversarios de esa fecha significa ―en esa línea de análisis― es celebrar toda una historia de sufrimientos de la opresión blanco criolla sobre los indígenas, ya que el encuentro de los tahuantinsuyanos con los europeos fue sinónimo de muerte.4 Indígenas en Puno durante el siglo XX A lo largo de la primera mitad del siglo XX la economía de los indígenas puneños agrupados en “estancias”, parcialidades y comunidades se sustentaba en la actividad agropecuaria, cuyo rubro más importante era la producción de de lana de ovinos y de fibra de alpaca destinada a la exportación, actividad esta que corría a cargo de empresas exportadoras con sede en Arequipa. Lo atrayente de los beneficios que podía deparar esa actividad productiva hizo que pequeños grupos de hacendados y quienes querían serlo ejercieran presiones y acciones inescrupulosas para despojar a los indígenas de sus tierras. El tributo que pagaban los indígenas hasta 1854 constituía una suerte de protección a la posesión y propiedad de sus tierras; al mismo tiempo, el gobierno de Piérola “impuso como requisito el saber leer y escribir en castellano para ejercer el derecho al voto, lo que dejó a los campesinos fuera del sistema político ya que, en el siglo XIX, como contribuyentes, habían tenido acceso al sistema electoral de la época. Con estos antecedentes, los campesinos puneños iniciaron en el siglo XX una campaña por obtener una “ciudadanía indígena” que reconociera su derecho a ser 5 parte integrante de la nación peruana” . Era evidente la existencia de conflicto latente entre, de un lado, el mundo oficial en el que radicaban poderes en distintos niveles que protegían grandes propietarios de tierras; y, por otro, a los grupos y organizaciones indígenas puneñas. Ese conflicto asumía, en señaladas ocasiones, carácter de manifiesto, expresado en actos de rebeldía que se escribieron con tinta sangre el primer cuarto y poco más del siglo XX. Los Casos de Santa Rosa de Juli, Rumi Maki, Juan Bustamante, Huancho Lima, entre muchos otros, dan testimonio de la consecuente posición del campesinado puneño por dar termino a la discriminación racista, a la desigualdad socioeconómica que ha sufrido desde tiempos coloniales. Cierto es que el poder monopolizado por la estructura administrativa 4 Alberto Flores Galindo: EUROPA Y EL PAÍS DE LOS INCAS. LA UTOPIA ANDINA. Ed. Ins tuto de Apoyo Agrario. Lima 1986, p 11 ss. 5 Annalyda Alvarez Calderon Gerbolini: EN BÚSQUEDA DE LA CIUDADANÍA INDÍGENA. PUNO 1900-1930. Ed. Fundación M.J. Bustamante de la fuente, Lima marzo 2021. 6 oficial, intentó a lo largo de la república y sobre todo en ese cuarto de siglo XX congraciarse de alguna manera con el campesino peruano y puneño. Una de las medidas más traídas y llevadas para amenguar el conflicto latente, fue la creación de la Sección de Asuntos Indígenas en el entonces Ministerio de Fomento, mediante Decreto Supremo de 12 de setiembre de 1921 durante el gobierno de Leguía. Se fundamenta la dación de este instrumento el “deber del Estado de proteger a los indígenas en su trabajo, propiedad, libertad individual y demás derechos… ya que no sería posible permitir, sin grave responsabilidad, que los indígenas fueran tratados diversamente a los demás ciudadanos, con violación del artículo 17 de la Constitución del Estado que establece que las leyes protegen y obligan igualmente a todos”6. Entre otras misiones se asigna a esta dependencia “Atender las quejas y reclamos de cualquier género que fueren presentados por los indígenas, amparar a la raza indígena de los abusos y exacciones de que pudiere ser víctima; impedir, directamente o por 6 J o s é Va r a l l a n o s : L E G I S L A C I Ó N I N D I A N A REPUBLICANA, Lima, 1947. medio de las autoridades competentes, los abusos que pudiesen cometerse contra la propiedad, trabajo, libertad individual y demás derechos de los indígenas”. Como ocurrió con muchas otras buenas intenciones desde Bolívar y seguidores, esta también quedó en las letras y en el papel. Al año siguiente, mediante Decreto Supremo de 29 de marzo de 1922, se crea al Patronato de la Raza Indígena, con la misión de “organizar en todos los lugares de la República donde sea necesario, la protección y defensa de la raza indígena y estimular por los medios más adecuados su desenvolvimiento cultural y económico”. Algunos meses después, el 6 de octubre de 1922, se promulga la Ley Nº 605 mediante la cual se “Prohíbe en lo absoluto, los servicios gratuitos y obligados que se conocen con las denominaciones de “alcaldes de vara”, “agentes” y celadores municipales”, “guardias de cárcel”, “pongos, semaneros, mitanes, alguaciles palmeros, fiscales”, etc., en las provincias de la región de Sur”.7 Supina hipocresía oficial. Esas medidas y acciones políticas, aunque ―como siempre― quedaron el 7 Jose Varallanos: id papel, fueron el resultado de las acciones pro indígenas de intelectuales y organizaciones que denunciaban la situación de servilismo semifeudal que agobiaba a los campesinos de haciendas en el Perú y en Puno. En ellas apareció un personaje, déspota, tiránico y abusivo al que se denominó “gamonal”. Un propietario de tierras en Azángaro, José Urquiaga ―que llegó a representar a esa provincia como diputado― describió lo siguiente en un largo informe 8 al Congreso : “Los gamonales explotan al indio; los gamonales que lo tienen esclavizado, que lo han hecho la víctima de sus ansias de lucro. Son los que obligan a estos seres desvalidos y sin poder levantarse para protestar de todas las iniquidades que con ellos se cometen”. Urquiaga denuncia la nula atención que las instancias burocráticas debían dispensar a las comisiones de indios que llegaban a Lima reclamando por derechos: “…en distintas ocasiones ―dice― hemos visto venir a la capital de la república comisiones de indígenas que no han traído otro objeto que solicitar al 8 José Urquiaga. Indios (PUNO – 1916). h ps://fondoeditorial.unmsm.edu.pe/index.php/f ondoeditorial/ 7 gobierno que se les haga justicia. ahora bien, ¿qué han alcanzado? Todos sabemos cuál ha sido el triste fin de esas comisiones”. “Los indios de Puno ―señala Urquiaga― fueron obligados a trasladarse á las minas de Potosí; y es sabido que tanto por lo rudo del trabajo, como del mal trato a que se les tenía sometidos, había entre ellos una mortalidad horrible”. El parlamentario azangarino se explaya al describir cada una de las figuras institucionalizadas desde tiempos de la colonia, para la inicua explotación servil de los indígenas en las haciendas, entre ellos los “segunda”, “hilacatas”, “Alguaciles”, “propios”, “mitanes”, “pongos”, así como relata con detalle los protocolos de nombramiento de esos cargos, el rol de los beneficiarios que recaía en el gobernador, juez de paz, cura o guardia civil, todos quienes aplicaban formas y procedimientos instituidas como costumbres antiguas, para vivir a expensas del trabajo de los indios. El control y uso del poder estatal En la realidad social peruana actual es ostensible la existencia de una elite de cariz económico y social, residente en señalados distritos de la capital de la república (principalmente San Isidro, Miraflores, Surco, La Molina). Esa elite crea, reproduce y va innovando mecanismos para mantener el control del poder político del Estado y ejercer en mil y una formas su injerencia en las decisiones políticas más cruciales de los gobiernos que esa elite impone o logra controlar. Lo hace a través de las organizaciones políticas que domina, de consuno con entidades empresariales, culturales, de comunicación, así como organismos públicos de naturaleza jurisdiccional y de preservación del orden interno y del orden público. Desde ese pequeñísimo territorio esa reducida capa social innegablemente racista y profundamente discriminadora, determina en último análisis, los destinos del país, cuya cabal realidad no conocen, interpretan ni representan. Por supuesto, la elite dominante no está sola. Hay capas de mestizos capitalinos y provincianos tanto o más racistas que secundan el quehacer de ese reducido ámbito de la clase política peruana. “Existe una discriminación de origen colonial que persiste hasta el día de hoy. Lo que tenemos en Perú es una profunda crisis de representación en la que estas poblaciones no sienten para nada que el sistema político las represente”, refiere una conocida entidad extranjera que investiga el acontecer político social en países americanos.9 Héctor Béjar señala que “hay un "racismo aceptado" y "visible", que forma parte de la vida nacional y que está en las entrañas de la organización social peruana”10. “Su origen empieza con la invasión hispana y permanece durante los 300 años de régimen colonial y 200 de republicano. En la reciente ola de protestas, el racismo se ha puesto en evidencia en la actuación de la clase política, las fuerzas de seguridad y los medios de comunicación”. Todos estos “todavía conservan una imagen del pasado, del indio sucio, analfabeto y pobre, cubierto de andrajos, consecuencia de la explotación de los terratenientes…”. “Ninguna élite que manejó el Estado o influyó en él recogió las demandas de los de abajo, las reconoció como legítimas y las transformó en leyes”, acota el sociólogo Sinesio López. 9 Democracy Now! en español (@DemocracyNowEs) h ps://t.co/YjPXBiJFD3 h ps://t.co/0n4789de3m 10 Héctor Béjar: EXCANCILLER DESENTRAÑA LAS RAÍCES DEL CONFLICTO EN EL PERÚ. Rusia Today 3 febrero 2023 8 Antecedentes próximos de la protesta indígena En 1969, cuando se estaba ejecutando un proceso de cambios profundos en casi todas las estructuras económico sociales, el general Velasco conductor de ese proceso, señalaba con cierta reiteración que con las acciones y medidas impulsadas por el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada se estaba aboliendo el “orden oligárquico” prevaleciente hasta entonces, y se buscaba alcanzar la “segunda independencia del Perú”, ya que la primera, la de 1821, había quedado inconclusa. La retórica de Velasco incluía una crítica explícita a las élites que habían liderado el movimiento en favor de la independencia y habían dominado el país luego de ella. La naturaleza «incompleta» de la independencia y el estado de postración en que se había mantenido a las clases populares indígenas eran atribuidos al egoísmo y falta de patriotismo de las élites. El 8 de septiembre de 1970 cuando se conmemoraron los 150 años del desembarco de San Martín, Velasco dijo que “la revolución de hoy es, de este modo, heredera histórica de esa primera lucha por nuestra independencia…”. Durante el régimen velasquista se reiteró infinidad de veces que se estaba desarrollando una lucha por una «nueva» o «segunda» emancipación. “…una y otra vez los peruanos escuchaban o leían que el gobierno revolucionario estaba conquistando la «segunda independencia» de la patria”, se comentaba en los medios de entonces. La Reforma Agraria de 1970 significó un cambio revolucionario en la situación de las aspiraciones y luchas de importantes sectores de la población indígena del Perú. Estos pasaron a ser oficialmente denominados como “campesinos”, pues se dijo que así se recusaba el término “indígena” por el uso discriminatorio que implicaba. A pesar de todo ello, la práctica política que se venía desarrollando conforme y hasta más allá del Plan Inca y a la Bases Ideológicas de la Revolución Peruana”, según los cuales el Perú se encaminaba a la configuración finalista de una “Democracia social de Participación Plena” fue detenida con el golpe derechista del general Morales Bermúdez, con cuyo régimen se inició otro proceso: el de desvirtuación y desmantelamiento del conjunto de reformas ejecutadas. Los propósitos de ir hacia una segunda independencia se cayeron y la realidad social peruana en este aspecto volvió a mostrarse algo parecida a la que imperaba antes al proceso de cambios. Los años de la década de 80 los indígenas en una muy amplia mayoría no secundaron al terrorismo subversivo del senderismo, aun cuando las “fuerzas del orden” no diferenciaban entre senderistas y campesinos y la dura represión causó el mayor número de “desapariciones” y las más graves violaciones a los derechos humanos, sobre todo en el lapso más agudo del “conflicto armado interno” entre 1983-1985. La mayoría de los ciudadanos peruanos, entre ellos los indígenas, eligieron en 1990 a Alberto Fujimori con el evidente propósito de impedir que la elite blanca, limeña y económicamente pudiente ligada a los intereses de la potencia hegemónica del continente, que en conjunto estaban representadas por el candidato Mario Vargas Llosa, accediera a la conducción del Estado. Luego el autogolpe fujimorista, la captura del máximo líder senderista, la Asamblea Constituyente de 1933, aprobada con fraude, no marcaron (tuvieron) una participación organizada y efectiva de las masas campesinas entre las que se afirmaba la creencia de que la pena de muerte que aparecía en texto constitucional, iba a ser aplicada a cualquier persona que tuviera apariencia indígena, eso porque la mayoría de los detenidos durante el conflicto eran presentados en trajes de rayas, tenían apariencia y apellidos indígenas y muchos de estos procedentes de Puno. Las acciones y medidas de corte asistencialista que el gobierno de Fujimori 9 impulsara en el campo, hizo que este obtuviera cómodo triunfo electoral en 1995; triunfo al que los indígenas contribuyeron decisivamente. Sin embargo, con el andar de días y años, la compra de medios de prensa, personas e instituciones por parte de Vladimiro Montesinos ―su brazo derecho― para que apoyen al gobierno fujimorista, terminó por marcar el deterioro y desprestigio de Fujimori, quien tuvo que renunciar, haciéndolo inusitadamente desde el extranjero. Luego vendrían los gobiernos de Toledo, de Alan García en dos periodos, de Ollanta Humala, de Kuczynski, Vizcarra, todos envueltos en escándalos por el manejo doloso de los asuntos del gobierno y en la concesión de la explotación de los recursos naturales del país en beneficio del capital extranjero. En todos esos casos, hasta el de Sagasti, las masas campesinas continuaron siendo las convidadas de piedra en el manejo de los asuntos públicos en los más altos niveles. El apoyo franco del campesinado indígena a Pedro Castillo que en una segunda vuelta electoral venció a la ya eterna candidata de la derecha, Keyko Fujimori, se hizo más explícito en el sur del país y abrumador en Puno. Pero el nuevo gobernante de extracción campesina sufrió el embate cotidiano, fuerte, falaz y concertado, del Congreso, Poder Judicial, Fiscalía Nacional, prensa escrita, televisada y radial, intelectualidad de derecha y extrema derecha, militares capacitados en centros académicos de Estados Unidos metidos a políticos, etc., con intensidad que nunca se había dado en la historia del Perú. La protesta indígena La defenestración de Castillo por un congreso signado por una impopularidad nunca vista, produjo el ascenso al poder de Dina Boluarte cuya felonía desencadenó las protestas de los indígenas. Prometer y no cumplir eso de que “si Castillo se iba, ella se iba con él”, incendió las praderas altiplánicas, cusqueñas, ayacuchanas, apurimeñas y aledañas a ellas, que tuvo como respuesta oficial la muerte. Peruanos entrenados para matar pagados con dineros del pueblo; fusiles y balas que se compró con dineros del pueblo, se emplearon para reprimirlo criminosamente. Organismos internacionales de derechos humanos y algunos países latinoamericanos, no tardaron en expresar su dura condena a los hechos generados y autorizados desde las alturas del poder. Lo que andando el tiempo se conocerá, es que ya antes de la defenestración de Castillo, la señora Boluarte ―bajo las sutiles maniobras de una embajadora especialista en menesteres golpistas en diferentes países― habría pactado con la mayoría derechista del Congreso, personajes claves del Poder Judicial y fiscalía y representantes de las fuerzas del orden, restituir y mantener el sistema (cuyo cambio Castillo apenas había intentado arañar) implantando un gobierno que cada vez desecha subterfugios para mostrar su signo derechista, fascistoide, clasista, racista, represivo, discriminador e ilegitimo por la escasísima aprobación que las encuestas registran. Sin embargo, el régimen actual permanece muy bien asentado sobre bayonetas. A quienes han realizado actos de protesta en buena parte de regiones del país y a los que han venido a la capital peruana para que sus demandas sean oídas por los 10 detentatarios del poder político "les han acuñado todo tipo de calificativos que van desde "terroristas", vándalos financiados por Bolivia o por el narcotráfico, entre otros, con el objetivo de deslegitimar sus peticiones, que también son de índole política”, Béjar dixit. En estos días, las frases más empleadas para referir y conceptuar la crisis por quienes pertenecen o aspiran pertenecer a esos “altos” y elitistas sectores sociales, fueron sin duda: “indios de m”, “cholos de m”. Eso lo podría corroborar la saturación de esos vocablos en su habla cotidiana de ciertos hogares, círculos familiares, empresas, instituciones habituadas a la práctica soterrada o abierta de la discriminación social y económica. Si ya lo pensaron antes, ahora están ansiosas de poner en el orden del día de su hegemonismo fundamentalista, la drástica reducción cuando no la imposible desaparición de lo que se vino en denominar “las poblaciones excedentes y nocivas”, que en su momento se erigió en el propósito central etnonocida que muy bien fue empleado durante los siglos XIX y XX especialmente en Estados Unidos y en Argentina, para desaparecer en esos países, a los antiquísimos dueños de este continente. Precisamente en esa línea, el gobierno de Fujimori ejecutó “programas de esterilización forzosa” que se aplicó a casi un cuarto de millón de mujeres indígenas en Perú empleando diversos medios coactivos, desde amenazas hasta la compra de voluntades con la entrega de alimentos. La finalidad evidente de ese programa apuntaba a reducir las tasas de crecimiento poblacional de cholos e indígenas. La reacción de éstos frente a esa suerte de etnocidio no se hizo esperar. En una jornada de capacitación de mujeres aimaras en Acora hace algunos años, se hizo la siguiente reflexión: “Si el gobierno y los representantes a congreso se eligen mediante la mayoría de votos, entonces debemos tener más y más votos y para eso hay que tener más y más hijos”. Frente a las intenciones reduccionistas y frente a la mentalidad racista prevaleciente en las elites políticas del país, una lucha sorda, latente, subyacente, ha empezado a manifestarse con nitidez contra la histórica supremacía económica, política y social de las capas sociales blanco-criollas, especialmente localizadas en los barrios de pudientes de la capital de la república. El poder indígena que por décadas y quizás hasta por siglos ha permanecido medio oculto, afloró y materializó en las acciones y marchas de protesta que han remecido el Perú durante los últimos tramos del año anterior y principios del actual. El protagonismo aimara Si bien una faceta relevante de la protesta indígena masiva que remeció al país, fue la histórica afirmación de la unidad en la lucha en torno a objetivos comunes explícitos (Renuncia de Boluarte, cierre del Congreso, Asamblea Constituyente) por parte de quechuas y aimaras en Puno, son éstos últimos, sobre todo los del sur puneño, los que han llevado el mayor peso en las responsabilidades de plantear iniciativas tácticas de acción indígena y en ejecutar éstas en consecuencia. Las reiteradas marchas en la ciudad de Puno y los viajes hasta la capital de la república, así lo demuestran. Se enfatiza en que la gran protesta comporta una causa esencialmente de indígenas, indios, cholos, originarios, porque escrutando con especial cuidado las imágenes propaladas por la televisión o publicadas en los diarios y revistas, no es posible advertir la presencia protagónica de “mistis”, mucho menos de blancos en las marchas y concentraciones. Eso, por un lado. Por otro, ha sorprendido que miembros de la comunidad intelectual puneña 11 que proclamaban su simpatía con corrientes indigenistas y hasta declaraban su abierta militancia en ellas, hayan guardado discretamente sus plumas, salvo la publicación de uno que otro artículo en los medios y redes sociales. Tenemos escrito 11 que la nación aimara (en realidad “Kolla”), hoy por hoy es una nación triestatal dado que está asentada en territorios de tres Estados: Bolivia, Chile y Perú. De las múltiples sub etnias que conformaron esa nación, subsisten en el Perú, concretamente en la región de Puno, la descendiente de los Lupaccas que ocupa parte de la provincia de Puno y el íntegro de las provincias de El Collao, Chucuito y Yunguyo; y, la descendiente de la etnia Omasuyos Pacajje que ocupa íntegramente la provincia de Moho y parte de Huancané y parte del área de Alto Tambopata en Sandia. La etnia aimara de los Lupaccas desde el pre incario fue estableciendo y consolidando un mercado regional en su zona de influencia desde Atacama hasta Caraveli en la costa y hasta poco más de Larecaja en el pie de monte de la cordillera oriental de los Andes. Durante el virreinato se mantuvo el sistema de intercambios económicos con algunas variantes impuestas por el régimen colonial; y, durante la república, la acumulación progresiva de pequeños capitales prove- 11 Guillermo Vásquez Cuentas: Ensayo corto LA NACIÓN AIMARA. SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS, en el libro del autor ESCRITOS POR LA PUNEÑIDAD, Ed. Universidad Nacional del Al plano, Puno 2021. (puede bajarse en punoculturaydesarrollo.blogspot.com) nientes de la agricultura, de la ganadería de auquénidos, el engorde de vacunos, la producción notable de quinua, la textilería y hasta el contrabando, les permitió ―a señalados grupos de Lupaccas como ilaveños, unicachis y ollarayas, entre otros― incursionar con emprendimientos mentados y exitosos en Lima y ciudades del sur, y consolidarlos especialmente en los rubros de comercio, transportes y confecciones. De esa base económica pudo beber, sin duda, el apoyo a las acciones de protesta, que les permitieron a los aimaras ejercer liderazgo a nivel nacional y gravitación sobresaliente en la lucha política desplegada. Debe quedar registrado entonces, para la historia del Perú y de Puno, que liderazgo motor directriz e impulsor de las protestas de fines de 2022 y principios de 2023 estuvo a cargo de los aimaras lupaccas del sur de Puno. Es momento de preguntarse si las masivas protestas que protagonizaron masas indígenas, sobre todo de las regiones sureñas asumen en consciencia generalizada una suerte de misión histórica de rescatar e impulsar una finalidad liberadora de la gente campesina indígena del Perú profundo. ¿Son los primeros escarceos de la dura y larga lucha por la segunda independencia, posible de avizorar en el horizonte histórico de nuestro país? ¿Se ha abierto una nueva etapa en la historia de las luchas indígenas por su plena ciudadanía? Hay quienes opinan que lo insatisfactorio de la lucha cumplida, ―aun inconclusa según parece―, es que “se trató de la lucha por objetivos coyunturales, presentistas, sin un atisbo de reivindicación social ni de objetivos que respondan a una visión del futuro de las masas indígenas en el Perú”12. Pero en esencia, ¿cuáles eran o siguen siendo, los propósitos y objetivos de los protestantes en jornadas recientes? Andrés Chirinos en SERVINDI el 4 de enero responde con un preciso párrafo: “Los pueblos campesinos e indígenas del Perú básicamente reclaman respeto a la vida, al derecho a decidir, a participar en la democracia con igualdad. A que se termine ―de una vez por todas― una larga historia donde no son tratados como humanos. El gobierno junto al Congreso, y otros poderes, solo viene demostrando racismo y desprecio a la vida... El apoyo a la causa indígena y campesina es hoy en día parte de la defensa de una democracia aplastada por oscuros y criminales intereses. Los pueblos indígenas enfrentan el 2023 un desafío histórico por alcanzar ciudadanía y democracia en el Perú”. 12 Frase atribuida a José Luis Renique. INFORME 12 Las protestas de Puno Recuento de una valerosa y sacricada lucha limitaciones del momento hacen que su contenido no sea exhaustivo, pero igual esperamos que sirvan para el conocimiento y memoria de estas jornadas en las que lamentablemente han sido asesinadas tantas personas, cuyos nombres con mucho respeto consignamos. D esde el mismo día 7 de diciembre del 2022, en que se produjo el golpe de Estado del expresidente Castillo y su vacancia declarada por el Congreso de la República, una ola de protestas ha venido ocurriendo a nivel nacional autoconvocadas por diversas organizaciones sociales campesinas, indígenas, sindicales, estudiantiles con el respaldo de algunos partidos de izquierda. Los departamentos del sur del Perú y Puno en particular han tenido un importante peso en estas movilizaciones en las que la participación gravitante ha estado en manos de las poblaciones rurales quechuas y aymaras. Presentamos a continuación un recuento cronológico e información de los sucesos ocurridos en Puno en el curso de estas históricas protestas. Sin duda las Semana del 12 al 18 de diciembre: Paro regional, bloqueo de carreteras y toma de los puentes internacionales El 7 de diciembre mientras se producían movilizaciones en Lima y otras partes del país, en Puno, y sus provincias se realizaron diversas protestas. En la ciudad del lago, en horas de la tarde, se realizó una masiva concentración y marcha de las asociaciones y dirigentes de la ciudad del lago, el Frente de Defensa de la cuenca de Coata y dirigentes aymaras (La República, 7 de diciembre 2023). Tras la muerte de personas y la toma del aeropuerto en Andahuaylas, el 12 de diciembre el Gobierno declaró el estado de emergencia en Arequipa, Apurímac e Ica (Decreto Supremo 139-2002-PCM ) sin incluir todavía a Puno. Los días 13 y 14 de diciembre se realizó en este departamento un paro regional que paralizó las ciudades de Puno y Juliaca y las provincias de Azángaro, Carabaya, Sandia, Melgar, El Colla, Chucuito, Yunguyo entre otras (Defensoría 13 del Pueblo, 2022). Asimismo, se bloquearon diversas carreteras y la vía Puno-Desaguadero y fueron tomados los puentes internacionales de Desaguadero e Ilave. El día 15, en el marco de una marcha convocada a nivel nacional, se realizó una gran movilización en la ciudad de Puno con unas 4,000 personas; el 16 igualmente en Juliaca donde además de la población local participaron delegaciones de la Central de Cooperativas Mineras Rinconada y Lunar de Oro. En Carabaya se produjo la quema del peaje de San Gabán y daños y saqueo del local de SERFOR; en el distrito de Caracoto, provincia de San Román, desconocidos quemaron la caseta de peaje de la vía Juliaca – Puno (Defensoría del Pueblo, 2022). El 14 de diciembre del 2022, el Gobierno declaró el estado de emergencia por 30 días calendario en todo el territorio nacional (Decreto Supremo 143-2022PCM), señalando que la PNP mantendrá el control del orden interno con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Asimismo, se declaró la inmovilización social obligatoria en 15 provincias (Decreto Supremo N°144-2022-PCM), incluyendo a San Román y Carabaya en Puno, a partir del 16 de diciembre y por cinco días calendario. Debido a las protestas fueron suspendidas las operaciones de cinco aeropuertos del país, entre ellos el “Inca Manco Capac” de Juliaca. El 15 de diciembre en Ayacucho son asesinadas 10 personas por las fuerzas del orden; investigaciones de la fiscalía revelarían que al menos 6 de ellos fueron muertos por militares, aun cuando no ofrecían peligro (IDL Reporteros, 15 de febrero 2023). Semana del 19 al 25 de diciembre: Movilizaciones y tregua por navidad. Continuó el paro general en las provincias de Puno y San Román y las movilizaciones en las provincias de San Román, Azángaro, Yunguyo, Melgar, Pomata, Chucuito, San Antonio de Putina, El Collao, Huancané entre otras. En Puno y Juliaca se realizaron plantones y movilizaciones de las empresas de transporte urbano, SUTEP, organizaciones sociales y la población local. Por las fiestas navideñas se produce una tregua en las protestas (Defensoría del Pueblo, 2022). Semana del 26 de diciembre al 1 de enero: Continúan las movilizaciones y se realiza el encuentro macro regional de organizaciones Mientras a nivel nacional se produjo una tregua hasta el 4 de enero, en Puno continúan las paralizaciones en Chucuito, Yunguyo y El Collao y movilizaciones en Juliaca y Puno (Defensoría del Pueblo, 2022). Continuaron los 14 bloqueos de carreteras en diversos puntos del departamento. El 28 de diciembre se conformó un nuevo comité de lucha regional, con 3 representantes de cada provincia (Pachamama Radio, 28 diciembre 2023). En los días siguientes se acordó radicalizar las acciones y no permitir ninguna instancia de diálogo. Algunas organizaciones participantes fueron del Frente de Defensa Unificado en contra de la Contaminación de la Cuenca del Río Coata y del Lago Titicaca, SUTEP Puno), Frente de Organizaciones Populares de Puno, Rondas Campesinas Urbanas de la Provincia de San Román, dirigentes de las Cuatro Zonas, Organización de Transportistas de Juliaca, dirigentes de la Plaza Comercial Internacional San José, Frente de Defensa del Sector Chilla, Federación de Transportistas de Puno, Organización de Mujeres Micaela Bastidas de Juliaca, entre otros (El Comercio, 19 de enero 2023). El 31 de diciembre, en una reunión de representantes de los frentes en el “Primer Encuentro Macrorregional de Organizaciones Sociales, Rumbo al Paro Nacional”, realizado en Arequipa, se acordó retomar las protestas a partir del 4 de enero (Perú 21, 31 de diciembre). Semana del 2 al 8 de enero: Fuertes enfrentamientos y primeros hechos de violencia El 3 de enero se realizó una marcha por la Paz en la ciudad de Puno, como parte de este tipo de actividades convocadas a nivel nacional por la PNP y otras organizaciones para el cese de las protestas. El 4 de enero se retomaron los paros, movilizaciones y bloqueos de carreteras en las provincias de Puno, San Román, Huancané, Azángaro, El Collao, Melgar, Carabaya (especialmente en Macusani), Chucuito y Lampa, movilizaciones que continuaron durante la semana (Defensoría del Pueblo, 2023). El día 4 de enero fue quemada la caseta del peaje de Ilave (Defensoría del Pueblo, 2023) y el 6 de enero se produjo un enfrentamiento en el aeropuerto “Inca Manco Capac” de Juliaca con el saldo de 10 civiles y 4 policías heridos y la quema de un vehículo policial (El Buho, 6 de enero 2023). En los días siguientes continuaron los enfrentamientos por el aeropuerto de Juliaca. La mina San Rafael, paraliza sus operaciones debido a las protestas de las comunidades locales y el bloqueo de las carreteras. No las reabrió sino hasta los primeros días de marzo mediante acuerdo con dichas comunidades. Del 9 al 15 de enero: La masacre del 9 de enero en Juliaca y el entierro de las víctimas El lunes 9 de enero llegaron a la ciudad de Puno miles de pobladores aymaras de la zona sur del departamento (Juli, Ilave, Pichacani, Acora y otros). Y lo mismo ocurre en Juliaca con los pobladores quechua de la zona norte. Ese día el paro es total en Puno y Juliaca y se producen movilizaciones en las otras provincias (Defensoría del Pueblo, 2023). 15 En Juli se impidió el pase de ambulancia que trasladaba a un recién nacido con su consiguiente fallecimiento (Defensoría del Pueblo, 2023). Se produjeron fuertes enfrentamientos en los exteriores del aeropuerto Inca Manco Cápac entre policías y ciudadanos desde medio día hasta aproximadamente las cinco de tarde, con un total de 17 personas asesinas y un menor que, luego de estar herido, fallecería el 12 de enero. Además, hubo más de un centenar de personas heridas. Uno de los muertos fue el estudiante de medicina Marco Antonio Samillán Sanga, quien se encontraba auxiliando a los manifestantes heridos. Los disparos a los asesinados fueron a quemarropa y a matar. (Infobae 9 de enero 2023; El Buho, 9 de enero 2023). En la noche del 9 de enero desconocidos intentaron tomar la comisaria de Ilave; en Puno fue incendiada la casa del congresista Jorge Flores Ancasi y atacados y quemados varios vehículos policiales, la sede del Poder Judicial, la SUNAT y Plaza Vea (Defensoría del Pueblo, 2023). Esta última y otros locales fueron saqueados por sectores lumpen de la ciudad. El 10 de enero continuaron las movilizaciones en provincias como Moho, Melgar y Huancané (Defensoría del Pueblo, 2023) y en Juliaca unos 300 manifestantes atacaron y quemaron vehículo policial asesinando al suboficial de segunda José Luis Soncco Quispe y dejando herido al suboficial de tercera Ronald Villasante Toque (La República, 10 de enero). Una delegación del gobierno nacional integrada por viceministros de Estado y otros funcionarios llegó a Puno buscando establecer un espacio de diálogo, sin embargo, no fueron recibidos por ninguna autoridad o representante de la población (Plataforma Digital Oficial, 10 de enero 2023). El Gobierno Regional de Puno decretó los días 10, 11 y 12 de enero duelo en la región. El 10 de enero el gobierno nacional declaró duelo nacional el día 11 de enero de 2023 (Decreto supremo 0032023-PCM) por los decesos ocurridos en Puno durante los días de protesta. El 10 de enero la Federación Regional de Folklore de Puno anunció la suspensión de la presentación pública de la “Fiesta de la Candelaria 2023”. La parro- quia de San Juan vistió de negro a la Virgen de la Candelaria en señal de luto por las víctimas ocurridas en las protestas. El 11 de enero una masiva movilización acompañó el cortejo fúnebre de los fallecidos el 9 de enero. Los féretros partieron del Hospital Carlos Monge Medrano al cementerio de la ciudad de Juliaca, siendo una de las paradas el aeropuerto Inca Manco Cápac. Ese día y durante el resto de la semana se realizaron LISTA DE ASESINADOS EN EL DEPARTAMENTO DE PUNO FECHA 09/01/2023 12/01/2023 18/01/2023 19/01/2023 19/01/2023 LUGAR (Distrito, Provincia) NOMBRE Y EDAD CIVILES ASESINADOS Nelson Huber Pilco Condori, 21. Rubén Fernando Mamani Muchica, 55. Giovani Gustavo Illanes Ramos, 21. Gabriel Omar López Amanqui, 35. Roger Rolando Cayó Sacaca, 22. Edgar Jorge Huaranca Choquehuanca, 22. Reynaldo Hilaquita Cruz, 21. Marco Antonio Samillán Sanga, 29. Juliaca, San Román. Cristian Armando Mamani Ancco, 22. Eder Jesús Mamani Luque, 38. Raúl Franklin Mamani Apaza, 20. Y.A.H., 17. Ever Mamani Arqui. Héctor Quilla Mamani. E.Z.L.H. Marcos Quispe Quispe. Eliot Cristhian Arizaca Luque. Juliaca, San Román. B.A.J., 15. (Fue herido el 9 de enero) Macusani, Carabaya. Sonia Aguilar Quispe, 35. Macusani, Carabaya. Salomón Valenzuela Chua, 30. Ilave, El Collao. Isidro Arcata Mamani, 62. CIVILES FALLECIDOS POR ACCIDENTE DE TRÁNSITO Y HECHOS VINCULADOS A LOS BLOQUEOS 09/01/2023 10/01/2023 05/03/2023 Chucuito, Puno. S.A., RN. MIEMBRO DE LA PNP ASESINADO Juliaca, San Román. SO2 PNP José Luis Soncco Quispe. Cabo SMV Alex Quispe Serrano, 24. Cabo SMV Franz Canaza Cahuaya, 20. Cabo SMV Elvis Pari Quiso, 20. Ilave, El Collao. Cabo SMV Carlos Quispe Montalico, 22. Soldado EP Elías Lupaca Inquilla, 19. Soldado EP Percy Alex Castillo, 19. Fuente: Defensoría del Pueblo. Reporte Crisis Política y Conflicto Social. Reporte Diario. 7 de febrero 2023. 16 paros y movilizaciones en Puno, San Román, Chucuito, Azángaro, Yunguyo, El Collao, Melgar, San Antonio de Putina, Moho, Azángaro y otras provincias (Defensoría del Pueblo, 2023). El 15 de enero de 2023 el Gobierno declaró en estado de emergencia a las regiones de Puno, Cusco, Lima y el Callao y las provincias de Andahuaylas (Apurímac), Tambopata y Tahuamanu (Madre de Dios) y el distrito de Torata en Moquegua (Decreto supremo N°009-2023-PCM), por un plazo de 30 días calendario. Además, fueron declaradas en estado de emergencia por el mismo período las carreteras de la Red Vial Nacional, Panamericana Sur, Panamericana Norte, Carretera Central, Corredor Vial Sur Apurímac-CuscoArequipa y Corredor Vial Interoceánica. Semana del 16 al 22 de enero: Nuevas víctimas y el paro nacional del 19 de enero El 16 y 17 hubo paro en Juliaca y Puno y movilizaciones en todo el departamento por las muertes ocurridas el 9 de enero (Defensoría del Pueblo, 2023). Ambas ciudades amanecieron con un cierrapuertas total, las instituciones públicas y privadas atendieron a puertas cerradas. El 18 es asesinada en Macusani, ASESINATOS IMPUNES La revisión de los 18 fallecidos el 9 de enero en Juliaca revela que 12 murieron por heridas de arma de fuego, uno de ellos por las múl ples heridas de perdigón y 11 por proyec l de arma de fuego disparada de frente. Tres de los fallecidos 18 fallecidos eran menores de edad; Elmer Leonardo Huanca, de 16 años, Jamileth Aroquipa Hancco, de 17 años, Roger Cayo Sacaca recibió una bala en el ojo izquierdo que se alojó en el cerebro. La familia solicitó que no se le extraiga el proyec l para no cambiar su rostro. Gabriel López Amanqui presentó 72 orificios de perdigones que no salieron de su cuerpo. El caso de Edgar Huarancca Choquehuanca, un ayudante de cocina de 22 años presenta no uno sino tres orificios de proyec l (La República, 24 de febrero). Catorce de las 18 víc mas fueron aba dos cerca del aeropuerto Inca Manco Cápac de Juliaca. Videos y fotogra as recabadas indican que los disparos se registraron cuando no había una amenaza contra policías, militares o civiles (La República, 24 de febrero). Familiares y el pueblo de Puno exigen jus cia El 24 de febrero en Lima una delegación de los familiares de las víc mas y heridos en la masacre de Juliaca, su defensa legal y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, realizaron una conferencia de prensa exigiendo se conozca la verdad sobre lo sucedido y celeridad en la inves gación fiscal para acceder a la jus cia, pues transcurridos más de 2 meses de los hechos se ha avanzado muy poco en las inves gaciones. En ese sen do pidieron que el Ministerio Público asigne a un fiscal con experiencia. En la conferencia de prensa, Raúl Samillán Sanga, hermano del estudiante ejecutado extrajudicialmente en Juliaca, y actual presidente de la Asociación de Már res y Víc mas del 9 de enero – Juliaca, señaló: “Marco Antonio junto a otros brigadistas acudieron cerca del aeropuerto para ayudar a los hermanos que estaban desangrando, para salvarles la vida. Al socorrer a uno de ellos, le cae una bala por la espalda. Pude ver como los cuerpos llegaban cada 5 minutos al hospital. Que nunca más se ponga de luto a una 17 en medio de las protestas, Sonia Aguilar y Salomón Valenzuela Chua fallece al día siguiente por una herida de bala. La noche del 18 fue incendiada la comisaria de Macusani. El 19 de enero se realizó un paro nacional 24 horas y una marcha nacional hacia Lima, denominada “Segunda marcha de los 4 suyos”, convocados por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP), el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación en el Perú (SUTEP) y otras organizaciones. Por ello diversas delegaciones de Puno empiezan a viajar a la capital; así, el 17 de enero, un contingente de aymaras parte desde Ilave; otras delegaciones llegan a la ciudad de Puno para partir desde allí hacia Lima. En Lima el contingente de Puno fue uno de los mayores junto con las delegaciones de Apurímac, Cusco y Ayacucho; también llegaron estudiantes de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno y la Universidad Nacional de Juliaca (La Jornada, 19 de enero 2023). El 19 de enero se realizó en la plaza de Armas de Puno una concentración con participación de delegaciones de los distritos de Vilque, Mañazo, Atuncolla y Paucarcolla, comerciantes, transportistas y docentes. Se produjo un nuevo enfrentamiento entre manifestantes y la PNP en las inmediaciones del aeropuerto Inca Manco Cápac. El paro regional continuó en los siguientes días (Defensoría del Pueblo, 2023). El paro nacional del 19 de enero abarcó al 38 % de las provincias del país (RPP, 20 de enero) y tuvo 127 puntos de bloqueo en las carreteras (el mayor número alcanzado) en 8 regiones, siendo Puno la que tuvo el mayor número, con 26 puntos de bloqueo (SUTRAN, 19 de enero 2023). El 19 de enero en Ilave un policía disparo a manifestantes en el centro de la ciudad hiriendo a 6 de ellos, falleciendo Isidro Arcata Mamani (La República, 20 de enero 2023) . El Centro Binacional de Atenpoblación entera y ojalá podamos tocar el corazón de todos”. Por su parte, el Dr. Wilmer Quiroz Calli, abogado de las víc mas, denunció graves irregularidades en la inves gación fiscal. Al respecto, afirmó que al inicio la Fiscalía que intervino fue la de crimen organizado ante evidentes ejecuciones extrajudiciales. Además, que a una semana de los hechos recién se derivó la competencia a una Fiscalía Común; y que, hasta el viernes 17 de febrero, la Fiscalía lo único que realizó fue recabar documentos. También, denunció que la Fiscalía de San Román recién visualizó los videos, que faltaban las pericias psicológicas y balís cas, las declaraciones de los efec vos de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional del Perú, y que no se había citado a ninguno de los agraviados. Asimismo, señaló que la inves gación fiscal es “contra quienes resulten responsables” cuando es evidente la par cipación de los efec vos policiales y militares. “Hemos pedido que se inicie las inves gaciones contra los jefes de los opera vos y contra el oficial Pedrera Ruiz, Jefe de la DINOES a cargo de la seguridad del aeropuerto de Juliaca”, señaló el Dr. Quiroz. Finalmente, demandó la creación de una Fiscalía Especializada en Derechos Humanos para que se sancione a los responsables de la masacre; y que el Ejército y la Policía entreguen las pericias restantes. Armando Moisés Halire Mamani, abogado de la Asociación de Már res y Víc mas del 9 de enero de Juliaca, declaró “Lo que hemos vivido es ción en Frontera – CEBAF fue incendiado y produjeron nuevos enfrentamientos en Ilave, siendo incendiada el 21 la Comisaria de la PNP de Ilave, el Ministerio Público, y las cajas de ahorros Cusco, Tacna, Banco y financiera Credinka (Defensoría del Pueblo, 2023). El 22 de enero se movilizó la provincia de Carabaya (San Gabán) y en Yunguyo se atacan y queman las oficinas de SENASA, SUNAT (aduanas), PNP y Migraciones (Defensoría del Pueblo, 2023). muy triste, eso nunca se dio a conocer. Nunca han escuchado a los deudos, heridos. Somos gente emprendedora, solidaria. Duele que nos marginen, que nos digan cholos, indios, somos peruanos como ustedes. Pedimos que nos escuchen y que se conozca la verdad”. En la conferencia de prensa, también estuvo presente, Demetrio Aroquipa Mamani, padre de J.A., 17 años, ejecutada extrajudicialmente: “Ese día salimos con mi hija, mi otra hija y mi esposa al mercado. Salimos 4, pero regresamos 3 más un ataúd. Ella era estudiante de Psicología, era una niña responsable. A mi hija, al caerle una bala, perdió la vida. Pido jus cia”. Julia Paccsi Turpo, herida con un proyec l de arma de fuego en el cuello, declaró: “yo estaba lavando la ropa, ese día, era como las 4 de la tarde. Los helicópteros volaban bajo disparando bombas lacrimógenas. Yo vivo cerca del aeropuerto. Vi como niños, jóvenes y adultos se escapaban diciendo “los policías están disparando” mientras pedían agua. Yo saqué un balde de agua, pero me cayó un perdigón en el cuello. Ahora estoy en Lima con mi tratamiento. Pido jus cia para todo el pueblo de Juliaca” Además, informaron que los reportes señalan que son hubo 39 heridos por proyec l de arma de fuego, 45 por perdigones, 23 heridos graves, por fracturas y otras causas, y 77 heridos por quemaduras, contusiones y 20 efec vos de la policía con heridas leves. Es decir, un total de 204 heridos. (Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 24 de febrero 2023) 18 Del 23 al 29 de enero: Las movilizaciones y la suspensión de las fiestas de la Virgen de la Candelaria El 23 de enero se encuentran en paro y con masivas movilizaciones Juliaca y Puno, y también la provincia de Melgar. Se producen nuevos enfrentamientos entre manifestantes y la PNP en los alrededores del aeropuerto Inca Manco Cápac. En los días siguientes se producen movilizaciones en las provincias de Azángaro, El Collao y Chucuito (Defensoría del Pueblo, 2023). En Lima el 24 de enero se realizó una gran movilización con importante participación de las delegaciones de Puno. Ese día en una conferencia con la prensa extranjera la Presidenta Dina Boluarte afirmó que “Puno no es el Perú” en un confuso llamado al diálogo y reclamando que las autoridades y dirigentes de Puno porque no recibían a sus enviados. La afirmación discriminadora fue rechazada en el departamento y a nivel nacional, obligando a Palacio de Gobierno a emitir un comunicado de disculpas (La República, 24 de enero 2023). El Gobierno envió un contingente de 500 miembros del ejército peruano de los cuarteles de Moquegua y Tacna a Puno para ser distribuidos en la región. A su paso por Laraqueri (Pichacani, Puno) los pobladores les cerraron el paso obligándolos a proseguir a pie fuera del camino (INFOBAE, 24 de enero 2023). Desde el 25 de enero el Gobierno amplió el toque de queda en Puno durante 10 días, mediante el Decreto Supremo 013-2023-PCM, medida complementaria a la declaración de emergencia establecida mediante el Decreto Supremo 009-2023PCM. El 26 de enero la provincia de Puno se encuentra en paro; en Juliaca hay movilizaciones y llegan de Antauta (Melgar) a bordo de unidades vehiculares. Se suceden paralizaciones en Huancané y otras provincias del departamento. El 27 de enero, el presidente de la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno (FRFCP), anunció que se acordó postergar las actividades programadas para el 4 y 5 de febrero (concurso de danzas originarias) y el 12,13 y 14 de febrero (concurso de trajes de luces). Sin embargo, una asamblea de presidentes y delegados de los 200 conjuntos participantes en dichas actividades las suspendió definitivamente por el luto que guarda la región y porque continúan realizándose las protestas (Andina, 31 de enero 2023). Las actividades religiosas como las misas y la procesión si se realizaron. Del 30 de enero al 5 de febrero: La militarización de Puno Continuó el Paro en Juliaca y Puno y movilizaciones en las provincias. El 31 de enero del 2023 se realizó una nueva movilización en los alrededores del aeropuerto Inca Manco Cápac. El 2 de febrero en Ayaviri se impidió el pase de una ambulancia que trasladaba a una gestante en trabajo de parto. El 4 de febrero el Gobierno declaró nuevamente el estado de emergencia por sesenta (60) días calendario en los departamentos de Madre de Dios, Cusco, Puno, Apurímac, Arequipa, Moquegua y Tacna (Decreto Supremo 018-2023-PCM). Se encargó a la PNP el control del orden interno, con el apoyo de las Fuerzas Armadas; excepto en el departamento de Puno donde dicho control queda a cargo de las Fuerzas Armadas, la cual pasó a dirigir el Comando Unificado de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional en el departamento. Con esta medida se inició la peligrosa militarización del departamento que ha tenido funestas consecuencias. Se dispuso también la inmovilización social obligatoria, por diez días calendario desde las 20:00 a las 04:00 horas y se señaló que bajo el estado de emergencia las Fuerzas Armadas protegerán los activos críticos nacionales, las instituciones públicas o privadas y/o instalaciones estratégicas vinculadas con la explotación o transporte de recursos naturales y/o vías que determine la PNP. 19 parse por haber viajado a Lima y reunirse con representantes del Ejecutivo (El Comercio, 10 de febrero). El 17 se realizaron nuevas movilizaciones en Juliaca, Puno, Sandia y Azángaro. Del 6 al 12 de febrero: Paro Nacional del 9 de febrero El 6 de febrero se realizaron movilizaciones en Juliaca, en especial de los familiares de los fallecidos durante las protestas, así como en las provincias de Yunguyo, Puno, Lampa, San Román, Azángaro, Carabaya, Chucuito y Yunguyo (Defensoría del Pueblo, 2023). El 9 de febrero se acató en el departamento de Puno el paro nacional convocado por la CGTP, SUTEP y otras organizaciones, produciéndose un fuerte enfrentamiento en el aeropuerto Inca Manco Capac en Juliaca, con el saldo de 23 heridos, tres alcanzados por proyectil de arma de fuego, uno de los cuales uno es un menor de 11 años (Infobae, 9 de febrero 2023). Se registraron enfrentamientos entre el Ejército y la población en Desaguadero, impidiendo los pobladores de Cristo Blanco el ingreso del ejército a la zona (El Buho, 9 de febrero 2023). Del 20 al 26 de febrero: Paro nacional y continuación de las protestas en Puno El 20 de febrero se convocó a un paro nacional que sin embargo tuvo escasa participación de las regiones del país, salvo en Puno. Ese día miles de aimaras ingresaron a la capital de la región vestidos de manera uniforme: los hombres con terno y las mujeres en polleras y mantas del mismo color y desfilaron pacíficamente anunciando que se produciría una “guerra civil” si el Gobierno seguía enviando militares a los pueblos en Puno (La República, 21 de febrero). Durante la semana se produjeron fuertes movilizaciones en la ciudad de Lima, en las que participaron activamente las delegaciones de Puno. Del 13 al 19 de febrero: Continúan los bloqueos pese a la militarización El 13 de febrero paralizaron las ciudades de Juliaca y Puno y se bloquearon las carreteras del departamento, esto a pesar de que el Comando Unificado FFAA y PNP anunció que tomaría el control de las vías. El 15 de febrero Juliaca y Puno pararon y se realizaron movilizaciones en Melgar, Azángaro Lampa, Yunguyo San Antonio de Putina y otras provincias (Defensoría del Pueblo, 2023). El 14 de febrero el Gobierno prorrogó el estado de emergencia en el departamento de Lima y la Provincia Constitucional del Callao por 30 días calendario (Decreto supremo 0222023-PCM). El 16 de febrero, Marco Antonio Mamani Luna, alcalde del distrito de San Antón en Puno, tras ser castigado por las rondas campesinas, fue obligado a discul- El 21 de febrero el puente internacional de Ilave nuevamente fue bloqueado con una estructura metálica reforzada, en rechazo a la acción del Ejército y la Policía Nacional que días antes habían retirado una estructura similar. Bajo el control de los manifestantes el bloqueo del puente se levanta den determinados días y horas. Ese mismo día, los pobladores de la zona sur de Puno llegaron hasta la capital del departamento reafirmando la huelga indefinida y su rechazo en contra de Dina Boluarte. Acompañados por bandas de músicos, pancartas y banderas desfilaron en la plaza de la ciudad (La República, 21 de febrero). En Juliaca los choferes de triciclos y tricimotos protestaron mediante una marcha rodante. Los siguientes días continuaron el paro y las movilizaciones en las provincias de Puno y Juliaca, mientras que se producían masivas movilizaciones en la provincia de Sandia y San Antonio de Putina (Defensoría del Pueblo, 2023). En los siguientes días el paro se generalizó en las 13 provincias y en las comunidades del departamento nuevas delegaciones se prepararon para viajar nuevamente a la ciudad de Lima (La República, 23 febrero 2023). Del 27 de febrero al 5 de marzo: Represión a mujeres con sus hijas e hijos y protestas contra la militarización en Juli El día 27 de febrero comunidades de la provincia de Azángaro, el SUTEP, asociaciones de barrios, centros poblados, comités de riego y delegaciones de la provincia de Azángaro y distrito de Asillo se movilizan en Juliaca junto a la población local. En la provincia de Puno, San Román y Huancané se producen un paro parcial (Defensoría del Pueblo, 2023). En Juli e Ilave la población local se concentra para despedir a las delegaciones que parte nuevamente hacia Lima como parte de una campaña que esta vez se denomina “Movilizaciones por la dignidad y el patriotismo” (La República, 28 de febrero). Desde la plaza de Juli 15 buses y otros vehículos partieron rumbo a Lima, los mismos que, al igual que el caso de otras delegaciones, fueron intervenidas por la PNP hasta en 12 ocasiones a lo largo de la ruta bajo diversos pretextos, siendo amenazados las personas con ser detenidos en caso anden en grupos y porten whipalas (La República, 2 de marzo 2023). 20 El 1 de marzo se realizaron movilizaciones en Puno y Juliaca. En la avenida Simón Bolívar de la ciudad de Puno los comerciantes del mercado Unión Progreso, junto con otros grupos , realizan el lavado de banderas en desagravio del país por las acciones del gobierno. En los días siguientes continúan las movilizaciones de rechazo en las provincias de Puno, San Román, Chucuito, Lampa y Azángaro. En el curso de la semana se realizan varias manifestaciones en Lima las cuales fueron fuertemente reprimidas, siendo el caso más grave el de las mujeres y niños de Puno, aymaras, que fueron atacadas con gas BLOQUEO DE CARRETERAS Desde que se iniciaron las protestas en Puno en diciembre pasado, el tránsito vehicular estuvo bloqueado en la mayor parte de la red vial. La ciudad de Puno estuvo prác camente aislada por los bloqueos realizados por la población local en cada punto. Aquí una relación de los puntos de bloqueo el 21 de enero, una de las jornadas con mayores bloqueos a nivel nacional. ¤ Kilómetro 212, carretera Moquegua-Torata-Mazo Cruz-Desaguadero- Santa Rosa, El Collao, Puno ¤ Kilómetro 213, carretera Moquegua-Torata-Mazo Cruz-Desaguadero- Santa Rosa, El Collao, Puno ¤ Kilómetro 310, carretera Moquegua-Torata-Mazo Cruz-Desaguadero- Santa Rosa, El Collao, Puno ¤ Kilómetro 4 y 10, vía Juliaca-Pu na-Sandía-Azata San Miguel, San Román, Puno ¤ Kilómetro 171, carretera Tacna-Tarata-Mazo Cruz Capazo, El Collao, Puno ¤ Kilómetro 21, vía Huancane-Ninantaya - Moho, Moho, Puno ¤ Kilómetro 1251, longitudinal de la sierra sur- Pucara, Lampa, Puno ¤ Kilómetro 42, vía Juliaca-Pu na-Sandia-Azapata Taraco, Huancane, Puno ¤ Kilómetro 1263, longitudinal de la sierra sur- Pucara, Lampa, Puno ¤ Kilómetro 56+713, vía Huancane-Ninantaya - Huancance, Huancance, Puno ¤ Kilómetro 1280, longitudinal de la sierra sur- Pucara, Lampa, Puno ¤ Kilómetro 59, vía Juliaca-Pu na-Sandia-Azapata Huancane, Huancane, Puno ¤ Kilómetro 1294, longitudinal de la sierra sur - Calapuja, Lampa, Puno ¤ Kilómetro 71, vía Calapuja-Macusani-Lechemayo Asillo, Azangaro, Puno ¤ Kilómetro 1362, longitudinal de la sierra sur - Puno, Puno, Puno ¤ Kilómetro 99+500, vía Calapuja-MacusaniLechemayo- Asillo, Azangaro, Puno ¤ Kilómetro 1387, longitudinal de la sierra sur - Plateria, Puno, Puno ¤ Kilómetro 180, vía Calapuja-Macusani-Lechemayo Macusani, Carabaya, Pun ¤ Kilómetro 1391, longitudinal de la sierra sur- Acora, Puno, Puno ¤ Kilómetro 248, carretera Urcos-Mazuco-Iñapari Ayapata, Carabaya, Puno ¤ Kilómetro 1414, longitudinal de la sierra sur - El Collao, Ilave, Puno ¤ Kilómetro 296, carretera Repar ción - Juliaca, San Román, Puno ¤ Kilómetro 1450, longitudinal de la sierra sur - Juli, Chucuito, Puno ¤ Kilómetro 250 al 271+200, carretera Repar ción Cabanillas, San Román, Puno ¤ Kilómetro 1463, longitudinal de la sierra sur Pomata, Chucuito, Puno. lacrimógeno por la PNP en las inmediaciones de la Plaza San Martín el 2 de marzo (La República, 3 de marzo 2023). El 3 de marzo llegó a Juliaca la Fiscal de la Nación Patricia Benavides para inaugurar la fiscalía de Derechos Humanos e Interculturalidad que investigará las muertes ocurridas en las protestas. Sin embargo, cientos de personas rechazaron su presencia. El sábado 4 de marzo en la ciudad de Juli cientos de aimaras rechazaron la presencia de efectivos del Ejército y de la Policía Nacional por ser responsables de las muertes en Juliaca, Carabaya e Ilave; quienes efectuaron una prolongada balacera hiriendo a 6 personas y arrojaron gas lacrimógeno desde un helicóptero (La República, 4 de marzo 2023). En protesta fueron incendiados el local del Poder Judicial y la Comisaria de la ciudad. En la plaza de armas de Puno, dos grupos de empresarios puneños se dividieron y confrontaron, demandando unos la reactivación económica y otros la continuación de la huelga indefinida (La República, 4 de marzo 2023). Luego de la represión en Juli, que dejó siete civiles heridos según informó la Red de Salud Chucuito-Juli, el domingo 5 de marzo la población de Juli protesto haciendo hincapié de que no aceptarán ninguna ayuda humanitaria del plan “Con Punche Puno”. Ese mismo domingo en Ilave (El Collao) se ahogaron 6 militares al intentar —por órdenes superiores— atravesar el río Ilave, cuando volvían a su base, el cuartel Pachacutec en Ilave, luego de haber tratado de ir a Juli y ser impedidos de hacerlo por la población, la misma que intervino rescatando a los demás soldados. Varios de los fallecidos eran oriundos de Puno (La República 5 y 9 de marzo 2023). Por su parte el Ministerio de Defensa, a través del comunicado 003-2023CCFFAA, señala que el accidente se produjo debido al ataque de la población a 21 la patrulla y que esta se habría visto obligada a cruzar el río. A MODO DE RECUENTO Al cerrar esta nota cronológica, continúan las protestas en Puno, esta vez demandando también el cese de la militarización del departamento y nuevas delegaciones llegan a Lima para una nueva ola de movilizaciones. No ocurre lo mismos con el resto de las regiones del país y del sur andino donde las manifestaciones han venido disminuyendo. El resultado final de este nuevo ciclo de protestas en Puno, sostenidas principalmente por los quechuas y aymaras, es incierto, sobre todo por la militari- zación del departamento y la obstinación de la Presidenta Dina Boluarte y el Congreso. Lo que sí está claro es que a más de tres meses de iniciada la crisis política el pueblo de Puno, olvidado e invisibilizado por el centralismo limeño, ha entrado una vez más en la historia del Perú y que el despertar político de amplios sectores de su población, especialmente en las zonas rurales, marca un nuevo hito en la lucha en nuestro país por una democracia donde se respete el derecho a la representación, a la protesta y los derechos humanos de quienes protestan. El costo sin embargo ha sido muy grande para el pueblo de Puno, con numerosos muertas y cientos de heridos; con una economía perjudicada por lo prolongado de las huelgas, paros y bloqueos como también por la suspensión de la Fiesta de la Candelaria. REFERENCIAS Defensoría del Pueblo, 2022. Reportes diarios Crisis política y protesta social, del 11 al 31 de diciembre. Defensoría del Pueblo, 2023. Reportes diarios Crisis política y protesta social, del 1 de enero al 26 de febrero 2023. Noticias y reportajes ANDINA, 31 de enero 2023. Puno suspende actividades de festividad honor a virgen de candelaria. https://andina.pe/agencia/noticia-punosuspende-actividades-de-festividad-honor-avirgen-de-candelaria-2023-927336.aspx 22 CNDDHH, 24 de febrero 2023. Nota de Prensa. https://derechoshumanos.pe/2023/02/justicia -para-juliaca-y-que-se-conozca-la-verdad/ EL BUHO, 6 de enero 2023. Puno enfrentamientos en el aeropuerto. https://elbuho.pe/2023/01/ puno-enfrentamientos-en-aeropuerto-dejuliaca-entre-policias-y-manifestantes-dejanvarios-heridos-video/ EL BUHO, 9 de enero 2023. Paro Juliaca que sucedió en las inmediaciones del aeropuerto. https://elbuho.pe/2023/01/paro-juliaca-quesucedio-en-las-inmediaciones-del-aeropuerto -donde-se-produjeron-12-muertes/ EL BUHO, 9 de febrero 2023. Protestas en Perú. https://elbuho.pe/2023/02/en-vivo-protestasen-peru-inicia-nuevo-paro-nacional/ EL COMERCIO, 19 de enero 2023. Protestas en Puno. https://elcomercio.pe/politica/protestas -en-puno-quienes-son-los-dirigentes-queestuvieron-en-la-reunion-reservada-en-laque-se-definio-reanudar-el-paro-nacionaldina-boluarte-pedro-castillo-noticia/ INFOBAE, 9 de enero 2023. Casos, muerte y violencia dejaron 17 muertos en Puno. https://www.infobae.com/america/peru/2023 /01/09/paro-nacional-hoy-9-de-enero-envivo-minuto-a-minuto-de-las-protestas-ymovilizaciones-en-puno-arequipa-y-otrasregiones-del-peru/ INFOBAE, 24 de enero 2023. https://www.infobae. com/peru/2023/01/24/militarizacion-en-elsur-reportan-que-contingente-del-ejercito-sedesplaza-de-moquegua-a-puno/ INFOBAE, 9 de febrero 2023. Puno, civiles y policías se enfrentan en exteriores del aeropuerto. https://www.infobae.com/peru/2023/02/09/p uno-policias-y-civiles-se-enfrentan-en-losexteriores-del-aeropuerto-de-juliaca-a-unmes-de-17-muertes/ INSTITUTO DE DEFENSA LEGAL IDL Reporteros, 15 febrero 2023. Radiografía de homicidios. https://www.idl-reporteros.pe/ radiografia-de-homicidios/ LA JORNADA, 19 de enero 2023. Miles de indígenas siguen marcha hacia Lima. https://www.jornada.com.mx/notas/2023/01/ 17/mundo/miles-de-indigenas-siguenmarcha-hacia-lima-para-apoyarmanifestaciones/ LA REPÚBLICA, 7 de diciembre 2023. Puneños se movilizan para exigir una asamblea constituyente. https://larepublica.pe/sociedad /2022/12/07/punenos-se-movilizan-paraexigir-una-asamblea-constituyente-lrsd LA REPÚBLICA, 24 de enero 2023. Dina Boluarte justificó así el haber podido entablar el diálogo en algunas regiones. https://larepublica.pe/politica/congreso/2023/01/24/dinaboluarte-justifico-asi-haber-podido-entablardialogo-algunas-regiones-puno-es-peruprotestas-gobierno-conferencia-prensa58408 LA REPÚBLICA, 21 de febrero 2023. Manifestantes cierran el puente internacional. https://larepublica.pe/sociedad/2023/02/21/p uno-manifestantes-contra-el-gobierno-dedina-boluarte-cierran-el-puente-internacional-de-ilave-lrsd-1748922 LA REPÚBLICA, 23 de febrero 2023. https://larepublica.pe/politica/2023/02/23/par o-nacional-aimaras-y-quechuas-se-alistanpara-viajar-a-lima-crisis-politica-dinaboluarte-retoman-manifestaciones-inicio-declases-escolares-lrsd-1465376 LA REPÚBLICA, 2 de marzo 2023. https://larepublica.pe/sociedad/2023/03/02/punodelegacion-que-viajan-rumbo-a-lima-fueintervenida-hasta-12-veces-por-la-policialrsd-135102 LA REPÚBLICA, 3 de marzo 2023. Ciudadanos aimaras denuncias que fueron reprimidos. https://larepublica.pe/sociedad/2023/03/03/p uno-ciudadanos-aimaras-denuncian-quefueron-reprimidos-por-la-policia-en-limalrsd-81516 LA REPÚBLICA, 4 de marzo 2023. Protestas en Puno. https://larepublica.pe/sociedad/ 2023/03/04/protestas-en-puno-manifestantesenfrentados-entre-los-que-piden-renuncia-dedina-boluarte-o-reactivacion-economica-lrsd204020 LA REPÚBLICA, 4 de marzo 2023. Puno, Ejército abre fuego contra aymaras en Juli. https://larepublica.pe/sociedad/2023/03/04/p uno-ejercito-abre-fuego-contra-aymaras-dejuli-que-reclamaban-por-agresion-a-suspaisanos-en-lima-lrsd-138652 LA REPÚBLICA 5 de marzo 2023. Puno, soldados mueren ahogados. https://larepublica.pe/ sociedad/2023/03/05/puno-soldadosmueren-ahogados-tras-intentar-cruzar-riopor-orden-de-sus-superiores-lrsd-438035 LA REPÚBLICA, 7 de marzo 2023. Hay un sentimiento herido. https://larepublica.pe/politica/ actualidad/2023/03/07/liubomir-fernandezsobre-puno-hay-un-sentimiento-herido-portodas-las-declaraciones-de-boluarte-111230 PACHAMAMA RADIO, 28 de diciembre 2022. Conforman comité de lucha en la región Puno. https://www.pachamamaradio.org /conforman-comite-de-lucha-en-la-regionpuno-para-retomar-protestas-contra-el-nivelcentral-a-partir-del-4-de-enero/ PERÚ21, 31 de diciembre 2022. https://peru21.pe/ politica/paro-nacional-macrosur-congresomacrosur-reanudara-el-caos-en-enero-conparo-nacional-noticia/ PLATAFORMA DIGITAL, 10 de enero 2023. https://www.gob.pe/institucion/pcm/noticias/ 687404-delegacion-de-alto-nivel-delejecutivo-llego-a-la-region-puno-parapropiciar-el-dialogo-con-autoridades-yrepresentantes RADIO PROGRAMAS DEL PERU, 20 de enero 2023. Defensora del pueblo: el 38% de provincias han estado con acciones colectivas. https://rpp.pe/peru/actualidad/defensoradel-pueblo-el-38-de-provincias-han-estadocon-acciones-colectivas-de-protestasnoticia-1461313 23 PUNO: las protestas en números E ntre el 11 de diciembre del 2022 y el 5 de marzo 2023 Puno, con 344 acciones de protesta colectiva, concentró el 43% de las 804 acciones realizadas en los departamentos de Puno, Apurimac, Cusco, Arequipa y Ayacucho en contra del gobierno de la Presidenta Dina Boluarte. La base de esta información son los Reportes diarios de la Defensoría del Pueblo “Crisis Política y Protesta Social”. El mes de enero del 2023 fue el de mayor número de protestas en los cinco departamentos. En Puno la semana del 16 al 22 de enero fue la del mayor número de acciones de protesta colectiva con un total de realizaron 54 movilizaciones, paros, concentraciones y marchas entre otras acciones. En el mismo período ocurrieron 22 acciones en los que se Número de acciones de protesta por mes, según departamento 175 180 Porcentaje de acciones colectivas de protesta, Diciembre 2022 – Febrero 2023 131 140 120 APURIMAC, 23% 100 PUNO, 43% AREQUIPA, 8% 160 80 94 75 72 77 60 12 20 CUSCO, 20% 41 39 40 AY ACUCHO, 6% 22 19 19 5 8 15 0 PUNO CUSCO DICIEMBRE AYACUCHO ENERO AREQUIPA FEBRERO APURIMAC 24 Puno: número de protestas colectivas y destrucción de bienes públicos por semana 60 54 48 50 40 40 33 30 30 20 10 29 23 23 2 23 19 18 0 4 0 5 7 3 1 1 1 0 0 2 0 Acciones colec vas destruyeron bienes públicos desde casetas de peaje, patrulleros hasta incendios de comisarías y locales del poder judicial. En esas acciones se incluyen las muertes de 21 civiles por el Ejército y la PNP; 1 menor por el bloqueo de carreteras (Chucuito); y el asesinato de un policía (Juliaca). Por otro lado, soldados murieron ahogados en el río Ilave. En todas las provincias de Puno se realizaron acciones colectivas de protesta, en especial en las provincias de Puno y San Román. Los números que presentamos corresponden tanto a las protestas en las capitales de provincia como las que se realizaron en sus distritos. Los datos seguramente contienen omisiones dadas las dificultades para recabar información en medio de una situación de alto conflicto. Acciones destruc vas Protestas por provincia Desde el 11 de diciembre 2022 al 5 de marzo del 2023 PROVINCIAS ACCIONES COLECTIVAS AZANGARO CARABAYA CHUCUITO EL COLLAO HUANCANE LAMPA MELGAR MOHO PUNO SAN ANTONIO DE PUTINA SAN ROMAN SANDIA YUNGUYO TOTAL 31 14 21 21 10 12 17 7 80 11 87 13 20 344 25 F Huancané reinvindica a sus personajes históricos Escribe: José Luis Ayala Olazával inalmente, después de siete años de intensa labor, han sido colocadas 17 nomenclaturas con nombres de personajes históricos de Huancané. Se trata de un homenaje con ocasión de los 100 años de Huacho Lima, de un acto de reconocimiento a los héroes civiles de esa gesta política. El hecho incluye a destacados escritores, músicos, y profesores. Estudiantes del Pedagógico de Huancané y público en general se dieron cita en el parque Chiriwano, lugar donde se realizó la Tinka, con el fin de llamar a los ajayus (espíritus). Luego se desarrolló con marcado éxito el tour cultural por las diecisiete nuevas calles ubicadas en los barrios Los Pinos, Alto Miraflores, Huallatani, Pajcha y Santa Rosa. Se trata de calles que llevan nombres de personajes históricos e ilustres de Huancané. Es a la vez de un reconocimiento, como debió de ser antes a huancaneños que en vida lograron realizar una ejemplar obra cultural, histórica, pedagógica, política, musical y literaria. Muchos de ellos, entregaron lo mejor de su talento. Los nombres de las calles permitirán familiarizar a las futuras generaciones con los nombres de huancaneños ilustres y sin duda, servirá de referencia en la formación plural de una identidad plural de tres vertientes: hispana, quechua y aymara. Es por esa razón que ha sido instituida la Avenida Andrés Ignacio Ccama Condori, quien encabezó el primer movimiento insurreccional en 1737, al que se 26 plegaron los huancaneños para liberarse de la opresión hispana. Antonio Francisco Luque Luque fue defensor legal de campesinos de Huancho. Mariano Mercedes Pacco Mamani mostró en Lima las cicatrices de las torturas y heridas de las balas que no pudieron matarlo. El jirón Carlos Condorena Yujra, es dedicado a él como presidente de la República Tahuantinsuyana del Perú. La avenida Julio Mendoza Díaz reconoce a un defensor de Huancané que dirigió el “Libro de Oro de Huancané”. Vicente Mendoza Díaz viajó a Rusia en 1962 para asistir al XII Congreso del Partido Comunista y dialogó con los primeros cosmonautas soviéticos del mundo, Leonidas Cuentas Gamarra escribió varias obras de investigación de antropología. Evaristo Corimayhua Carcasi fue fusilado el 16 de diciembre de 1923, en la puerta de la capilla de Huancho por orden del oficial E. P. Luis Vinatea. El jirón Rita Puma lleva ese nombre como homenaje a una mujer de 24, activista de una nueva educación basada en la igualdad de derechos de varones y mujeres. Felipe Sánchez Huanca fundó el Centro Musical de Danzas y Teatro “Los Chiriwanos de Huancané”. Mariano Luque Corimayhua fundó la Primera Escuela Rural Nocturna de Aña AñaHuancho (1910-1921). Fermín Aguilar Carpio fundó la Estudiantina Huancané “Alma aymara”. Pedro Casilla fue decapitarlo por liderar un reclamo frente a campesinos expoliados. Jerónimo Mamani Atayupanqui es autor de la música del Himno a Huancané. Juan Bustamante Dueñas sacrificó su vida en la rebelión de Huancané (1866-1868). Inti Condorena acompañó a Pedro Vilcapaza durante la rebelión de Túpac Amaru II y fue ahorcado en Azángaro. Juan Luis Ayala Loayza es autor de la Etnohistoria de Huancané y el diccionario español-aymara. aymaraespañol. “Por fin se hizo un acto de justicia. Después de siete años de incesante lucha, se ha logrado la colocación de diecisiete nomenclaturas viales de las calles nuevas en Huancané con nombres de personajes históricos e ilustres, acción que fue gestionada desde el 09 de diciembre del 2015, logrando a la vez la Ordenanza Municipal N. º 001-2018-MPH-CM-H”, dijo el gestor Fernando Chuquipiunta Machaca. ROMERÍA Luego hubo una romería a la Cripta a los Héroes Civiles de la Gesta de Huancho Lima (1923), en el cementerio general de Huancané, donde los descendientes colocaron ofrendas florales, tantawawas, coronas y una tómbola de Todos los Santos a las almas de Evaristo Corimayhua Carcarsi, Carlos Condorena Yujra, Mariano Mercedes Pacco Mamani, Mariano Luque Corimayhua, Antonio Francisco Luque Luque, Rita Puma, Pedro Nina Cutipa Corimayhua, Melchor Cutipa Luque, Manuel Huahuluque y demás héroes civiles anónimos de 1923. Es menester hacer alusión que cuando un pueblo hace justicia a la memoria de sus mejores hijos, es una lección de historia, de moral pública y patriotismo. Todo se debe al permanente compromiso social del poeta huancaneño Fernando Chuquipiunta Machaca, que desarrolló un encomiable trabajo cultural y pedagógico. LISTA DE LAS 17 CALLES NUEVAS Avenida Andrés Ignacio Ccama Condori ž Jirón Antonio Francisco Luque Luque ž Jirón Mariano Mercedes Pacco Mamani ž Jirón Carlos Condorena Yujra ž Avenida Julio Mendoza Díaz ž Jirón Vicente Mendoza Díaz ž Jirón Leonidas Cuentas Gamarra ž Jirón Evaristo Corimayhua Carcasi ž Jirón Rita Puma ž Jirón Felipe Sánchez Huanca ž Jirón Mariano Luque Corimayhua ž Jirón Fermín Aguilar Carpio ž Jirón Pedro Casilla ž Jirón Jerónimo Mamani Atayupanqui ž Jirón Juan Bustamante Dueñas ž Jirón Inti Condorena ž Jirón Juan Luis Ayala Loayza. ž 27 Lo urgente y lo importante Una mirada desde lo regional en la posibilidad de una tercera narrativa Escribe: 1 Luis F. Vilcatoma Salas 1 En la gestión institucional pública y privada, empresarial o política existen dos conceptos importantes que hay que tener en cuenta para una buena gestión: lo urgente y lo importante. Lo urgente, cuando se trata de atender sí o sí circunstancias difíciles y agravantes que de no ser atendidas no será posible lo importante, y lo importante como la orientación hacia objetivos y metas estratégicas y visionarias del comportamiento institucional. ¿Es posible apelar a estos conceptos para construir una ruta provechosa hacia un escenario político mejor en el Perú que nos saque del entrampamiento en que nos hallamos? Como hay la impresión de que sí, paso a la siguiente argumentación: El conflicto social manifestante y disruptivo por la salida de Castillo, y demandante con una agenda maximalista: renuncia de Dina Boularte, cierre del Congreso, nuevas elecciones y Asamblea Constituyente (la libertad de Pedro Castillo y su restitución declinó rápidamente), fue escalando prontamente luego de la muerte por bala de protestantes en Puno incluyendo un policía calcinado en la ciudad de Juliaca, configurándose un estado de polarización aguda sin diálogo entre fuerzas antagónicas donde la única salida, hasta el momento, es la del arrasamiento del uno al otro, en una metáfora de guerra sin conceptos límite y sin una significación otra ordenadora o reordenadora de lo social; que no es política sino solo fuerza, o es política acorazada con fuerza, porque la política implica diálogo, 1 Docente universitario, Doctor en Educación y Postdoctorado en É ca y Filoso a 28 reflexión, juego de códigos interpretativos y no autismo, y al final de cuentas la posibilidad de una solución política en el reconocimiento del otro y el reconocimiento recíproco entre los bandos contendientes. La “solución” no política y simplificada es la coacción en su máxima expresión alimentada por segmentos actorales cultores de la violencia (la “paja” del granero) y no el movimiento social mismo (el “grano” del granero), como si fuera la única salida del antagonismo político o de una ideología subrepticia de quienes apuestan todavía por la “toma” del poder estatal (piensan que el Estado es una cosa y no relaciones políticas) por la vía “insurreccional”, completamente desvinculados del significado de la hegemonía y su construcción en una sociedad que por más compleja que sea como la nuestra tiene un importante despunte en lo que se conoce como ciudadanía y ciudadanos como aquellos que hoy no embarcados en la polarización destructiva sin embargo sufren sus consecuencias materiales, psicológicas y subjetivas por la toma de carreteras, calles y plazas, elevamiento de la canasta familiar en más del 100%, pérdida de cosechas, alimentos malogrados, fallecidos por no haber podido llegar al hospital, hambre particularmente en los sectores más pobres del país y otras plagas más que las están pagando, para empezar, los más pobres sin voz y representación en este desbarajuste social y político, porque la polarización destructiva, como la que estamos viviendo, no expresa a los más sufrientes y golpeados sino a los más radicalizados. Es una polarización con coacción y no con hegemonía en ambos extremos del conflicto que conviene a los segmentos ultras de ambos bandos: en la narrativa de la derecha, a quienes atizan la represión (el “orden” dicen) porque es la única forma de no cambiar las cosas o cambiarlas para que todo siga igual con la paz de los cementerios y los hospitales; y en la narrativa ultra del otro polo que (del conglomerado popular plural y descentralizado) con micro agendas encadenadas en la agenda maximalista, quienes impulsan una polarización desordenadora del sistema global, seguramente como una forma de acumular fuerzas políticas y posiblemente con una agenda oculta que es menester saber, para que todos la conozcan. Una agenda que probablemente transite en el sentido común de los años 70 cual era en esos años el pensar que la profundización de la crisis exacerbaría las contradicciones del sistema haciendo estallar la “revolución”; que no se resolvió en el debate de los 80 alrededor del tema de la democracia y la participación en las elecciones de ese año y que condujo a la ruptura de IU en su Primer Congreso (1989); y menos se resolvió con motivo de lo que se conoce como el periodo post fujimorista y post senderista. 2 En una polarización catastrófica de esta manera no se puede estar con ninguna de las dos narrativas extremas porque la violencia abandonada a su libre curso concluye minando por completo la vida colectiva, sino por la edificación de una narrativa diferente despolarizadora desde el interno del movimiento social y desde toda esa franja social no comprometida con la extremidad de las cosas que se vienen manifestado, de alguna manera, atendiendo a una máxima importante en la lucha política: “luchar con razón, ventaja y sin sobrepasarse”. Lo urgente en consecuencia es buscar la despolarización destructiva en que se halla el país para encontrar una salida política construyendo y apelando a una narrativa alternativa desescalante, no 29 al centro de los extremos sino por encima de los mismos que tenga al diálogo democrático (“comunitario” indican algunos), horizontal, plural y desde las “bases” territoriales y sociales, como el eje de la activación política; con una agenda desburocratizada amplia e incluyente de la política y la economía y formalizada, para darle continuidad en el espacio y el tiempo, reinterpretando permanentemente la realidad, reconstruyendo el vínculo societal y autonomía decisional, evitando la imposición externa y menos coactiva como lo hacía el violentismo senderista. Una despolarización dialogal que sería el inicio de todo un proceso competitivo y de disputa en el terreno electoral como en todos los espacios de la vida sociopolítica construyendo identitariamente lo heterogéneo, hacia la edificación de una contrahegemonía a la hegemonía de la clase gobernante. Se trata en otras palabras de transitar de la fuerza dominante al diálogo dominante con las características anotadas, con liderazgos legítimos y propuestas concretas con interpelación de la razón y la conciencia de los actores, aislando a los “señores de la violencia” que es como separar la paja del trigo en el terreno de las necesidades sociales. Separar y/o controlar el violentismo polarizante, en estas circunstancias, más que ser un problema de la policía es un problema de las propias masas sociales en movimiento subjetivadas en la necesidad de superar la lógica de la multitud y el tumulto anárquico y agresivo por la lógica de la ciudadanía, en un esfuerzo que compromete a las instituciones y organizaciones de la sociedad civil como de los partidos progresistas y de izquierda afirmados en la necesidad constructora de una nueva hegemonía que es dirección y no coacción. La “razón de ser” se extrae de la muerte del otro. ¿Estamos para eso? 3 La población originaria de quechuas y aimaras que hoy se movilizan en y desde la Región Puno lo hacen respondiendo en primer lugar a un ethos colectivo de larga trama histórica donde se combinan abusos, injusticias, ilegalidades, represiones sangrientas, abandono del Estado y racismo, desde los españoles y a todo lo largo de los siglos siguientes con el dominio oligárquico terrateniente y gamonal, el abuso y la desigualdad social en toda su intensidad y extensión que las reformas de Velasco no suprimieron completamente aunque abrieron la trocha para cambios en la dinámica y características de las estructuras socioeconómicas de la región: migración social que ha alterado el balance campo-ciudad por lo cual Puno es hoy una Región con 1,173 millones según datos del año 2017, más urbana (53.8%) que rural (46.2%) especialmente de quechuas y aimaras con un fuerte componente identitario que incluso acompaña a los migrantes fuera del departamento (Arequipa, Moquegua, Tacna, Lima). La población quechua a ese mismo año era de 537,972 personas de las cuales 297,363 están en la urbe y 240,609 en el medio rural. En cuanto a la población aimara son 318,363 personas de las cuales 129,179 habitan en la urbe y 189,184 en el medio rural. De las 13 provincias que tiene la región la población aimara es gravitante en las provincias de Puno, Chucuito, Collao, Huancané, Moho, Yunguyo pero especialmente en Chucuito, Collao y Moho. La región tiene una importante integración vial (carreteras, trochas carrozables) y comunicacional (internet, celulares, T.V., radio) y en los últimos años un mayor dinamismo del capital comercial con acumulación principalmente en Juliaca de la Provincia San Román e Ilave de la Provincia El Collao y todo lo que va hasta la frontera con Bolivia (Desaguadero, Yunguyo), justamente los dos espacios más densos de la protesta y el violentismo incluyendo la muerte de ciudadanos en el actual episodio político que se vive. Una población andina originaria agricultora y ganadera (vacunos, ovinos para el engorde y la venta en pie o carne, camélidos), pero también comercial (formal y no formal), minera, de servicios públicos 30 (hoteles, restaurantes, transporte) y la pesca que sus componentes despliegan en su propio lugar o en las ciudades como Juliaca, Puno, Azángaro, Ilave y varias más según sea la ubicación en la diferenciación social, porque esta es una población rural en proceso de diferenciación social con campesinos pobres, medios y algunos, como los estudiosos dicen, también de acomodados, pero todos unidos con un código unitario de sentido por una cultura originaria que horizontalmente les da un potencial de legitimación para la supervivencia y el progreso como para la resistencia frente a la agresión y el desprecio desde la orilla opuesta. Es una población que en su dinamismo de progreso envía a sus hijos a la universidad, como a la Universidad Nacional del Altiplano-Puno (UNAP) y anteriormente a la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (UANCV) u otras más recientes como la Universidad Nacional de Juliaca (UNAJ), o fuera del departamento como es a la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa (UNSA); jóvenes que una vez profesionalizados han dado lugar a una reconfiguración del poder regional (gobierno regional y municipios para empezar) desplazando a mestizos acriollados y criollos de apellidos citadinos y gamonaloides que anteriormente controlaban el aparato estatal subregional. Esta población originaria aimara y quechua en su gran mayoría ha votado por Pedro Castillo no como el “mal menor” sino como el “bien mayor” porque consideró a este personaje como un auténtico representante de su ethos colectivo; como la expresión de ellos mismos en el poder del Estado a la manera de un acontecimiento histórico; que al ser destituido por el Congreso fraudista y vacantista debido a las razones que todos conocemos, el impacto sociocultural ha sido fulminante. Se sienten humillados y agredidos en lo 31 más íntimo de su ser individual y colectivo. Sienten que ha sido muy fácil que la derecha se haya desprendido de Castillo porque es una derecha o un gobierno de los mistis que nunca han tomado en serio las decisiones de esta población, en este caso expresada mediante el derecho al voto. Y así como antes la élite del poder nacional simplemente negó reivindicaciones y derechos originarios a la tierra, al agua, al respeto cultural, a la justicia y aplastaron a sangre y fuego sus demandas y no atendieron sus petitorios, hoy consideran que con esa misma prepotencia han sacado a Castillo porque el voto de quienes lo eligieron no tiene valor alguno. Algo que la derecha se encargó de alimentar desde el primer día del gobierno castillista con el absurdo manejo vacantista manoseando las leyes y la Constitución y la propia cultura originaria. Si la situación no explotó en los meses del gobierno de Pedro Castillo fue porque este mismo personaje actuó como una especie de freno o “tapón” de un magma social creciente por las razones indicadas alimentadas por los efectos de la crisis económica venida desde atrás; la crisis política en el largo ciclo de la crisis que se inicia el 2006, y la pandemia COVID-19. Al salir Pedro Castillo de la jefatura del gobierno se rompe el dique y viene el desborde social extremo en esta parte del Perú con todas las características que tiene de movilización masiva, ira y un significante que ha articulado todos los eslabones del descontento social nacional: la renuncia de Dina, nuevas elecciones, el cierre del Congreso y Asamblea Constituyente. Un significante o una idea agluti- mamente; sino el cambio raigal de las condiciones estructurales del país. nante hecha sentido común compartida por grandes y chicos, jóvenes y adultos, hombres y mujeres del campo y la ciudad, sin diálogo y con un territorio transformado también en un recurso identitario. El ápice o “meseta” de este significante es “la renuncia de Dina” sí o sí por “traidora”, es la voz. Habría que profundizar sin embargo en el universo narrativo de esta población sobre el sentido de la “traición” a Castillo, si es el sentido como todos lo entendemos normalmente (deslealtad, “descompromiso”, “puñalada por la espalda”) o hay algo más como, por ejemplo, una forma de resarcimiento al Castillo destituido; de rechazo contra le derecha por la humillación de los votantes de Perú Libre al negarles su voto; de venganza contra una derecha elitista, limeña, vacadora, manipuladora y racista. Posiblemente en ese sentido la presidenta Dina Boluarte no sea sino el medio, instrumento o camino por el cual discurre esta tromba de protesta cuyos alcances van más allá de las formalidades democráticas y la misma elección de un nuevo presidente(a) y congresistas próxi- 4 En el no diálogo (como es lo que está sucediendo hasta el momento) la superación de la polarización sólo podría transcurrir, hasta donde van las cosas, en su punto alto como está siendo la “toma de Lima”, por cualquiera de los dos caminos siguientes: la continuidad en el uso de la fuerza por uno y otro polo de la contradicción hasta su resolución siempre en términos de fuerza: represión y más heridos y fallecidos, investigados, detenidos, destrucción de la ciudad, desorden en el interior del país y millones de peruanos en las más difíciles condiciones de vida. El otro camino, es el de la renuncia de la Sra. Dina Boularte a la Presidencia de la República y el adelanto de elecciones con matices más o menos y sin reformas políticas básicas. La testarudez y mediocridad del conservadurismo congresal en su intención de sacarle la vuelta al sentido democrático de las reformas con reformas (bicameralidad, reelección, etc.) proclives a sus intereses, ha acelerado la necesidad de apresurar la partida de la Sra. Dina Boluarte como de los congresistas actuales; además que la presidenta de la República se encuentra en el nivel más bajo de legitimidad puerta abierta para la ingobernabilidad y el caos. Lamentablemente la reiteración de la presidenta sobre su no renuncia no es sino la reiteración en la vía de la fuerza para la “solución” del conflicto polarizado y la continuación de la dificultad para el diálogo en el nivel alto del sistema político. 32 El diluvio de la justicia Notas sobre las protestas políticas en Puno Escribe: Carlos Portugal Mendoza “No somos la inundación de la barbarie; somos el diluvio de la justicia”. Gonzáles Prada. C omo las mujeres quechuas y aymaras que cargan en sus espaldas a sus niñas y niños, así el sur andino y en especial Puno echó sobre sus hombros el peso de las protestas políticas recientes, bregando por la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, elecciones inmediatas y una Asamblea Constituyente. Incluso cuando las protestas empezaron a declinar en el resto del país, Puno ha continuado con ellas a pesar de su impacto sobre la economía y la vida social del departa- mento. ¿Cómo explicar la sacrificada y persistente lucha del pueblo puneño? La politización de los quechuas y aymaras Para responder esto es necesario remontarse a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (2021) cuando Pedro Castillo alcanzó el 89.2% de los votos válidos del departamento (JNE, 2021). Respaldo significativamente mayor incluso al obtenido en Puno en anteriores 33 segunda vuelta por los candidatos García (69%), Ollanta (78%) y Kucsynki (63%). Mezcla de identificación con las características populares del candidato, expectativa por un cambio radical y el rechazo a la candidata de la derecha, el voto en Puno comprometió la lealtad política de la población. Al punto de que, para fines del año 2022, cuando las crecientes evidencias de corrupción del gobierno, el incumplimiento de promesas como la segunda reforma agraria y la Asamblea Constituyente, y evidente mala gestión del gobierno, habían hecho caer a 27% el respaldo del país al gobierno del expresidente, en el Sur ese respaldo alcanzaba todavía al 42% (IPSOS, 11 de noviembre 2023). Un aspecto fundamental para el elevado respaldo a Castillo y la politización de la población de Puno y del resto del país fue la confrontación étnica producida en la segunda vuelta del 2021. Como se recuerda la derecha, en su desesperación por "probar" un supuesto fraude, acusó a los ciudadanos de las zonas rurales de copar mesas electorales y alterar actas, sin percatarse que su acusación confrontaba a pueblos originarios que se sintieron así, discriminados y calumniados. Por ejemplo, en el caso de Puno, en el centro poblado de Totorani en el distrito de Acora se cuestionó que los miembros de mesa electoral tuvieran el mismo apellido Catacora, hecho que la Oficina Nacional de Procesos Electorales ONPE esclareció señalando que no se trataba de familiares y que habían sido nombrados por sorteo. Como se sabe en las comunidades es usual el predominio de algunos apellidos sin que involucre familiaridad y en el caso de los Catacora se trata del apellido de antiguos caciques que se suele adoptar por prestigio desde hace siglos. La pertenencia a un pueblo originario es un aspecto fundamental en el caso de Puno, departamento donde no solo un 69.9% de sus habitantes tienen como lengua materna el quechua y el aymara, sino que un 90.7% de la población mayor de 12 años se autoidentifica, por sus costumbres, antepasados y costumbres, como perteneciente a dichos pueblos originarios (INEI, Censo 2017). Puno es el departamento con el mayor porcentaje de población originaria respecto al total de su población. El fortalecimiento de la identidad quechua y aymara En las últimas décadas diversos factores han fortalecido en el altiplano la identificación como pueblo originario, como por ejemplo la ampliación de la educación bilingüe en el altiplano, la Declaración de la Fiesta de la Candelaria como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la afirmación política de la identidad aymara en Bolivia, el empoderamiento de las organizaciones mujeres, el reconocimiento oficial a las autoridades consuetu- dinarias, entre otros. Incluso la propia pandemia obligó a un protagonismo especial a las comunidades que acentuaron el control de sus territorios como manera de protegerse del Covid-19. La autoafirmación como pueblo originario ha sustentado la indignación política de la población frente a lo que se considera el “robo del voto”; primero por un parlamento que no dejó gobernar a quien habían elegido y luego con la vacancia y sustitución del presidente que habían elegido. Sustitución que siendo constitucional no ha sido legítima para la población. Esa indignación es también un reclamo por el respeto al derecho de la población y en particular de los pueblos quechua y aymara a participar en las decisiones políticas. Participación que ya fue limitada cuando el líder aymara Walter Aduviri Calisaya fue elegido el 2019 Presidente Regional, no pudiendo ejercer ese mandato por su injusta detención a causa de hechos acaecidos con el “aymarazo” del 2011. 34 Pero la indignación por robo del voto no es la única fuente de las protestas, se nutre también de la grave situación que atraviesa la población del altiplano. El acoso a los territorios y el deterioro de las condiciones sociales Los pueblos originarios —hablamos especialmente de los aymara— no suelen involucrarse propiamente en los aspectos políticos del régimen republicano dominante, su mundo gira fundamentalmente en torno a sus territorios y los valores que guían su convivencia entre iguales entre personas y la naturaleza. En todo caso, su proyecto tiene que ver más con el autogobierno y defensa de sus territorios que en formar parte de la institucionalidad política vigente. Sin embargo, el acoso a sus territorios, amenazados por la contaminación generada por la actividad minera informal especialmente y por las ciudades (desechos sólidos y aguas servida), y la presencia de denuncios mineros en el 24.2% del departamento (Cooperacción, 2022), han llevado a los quechuas y aymaras a interesarse en la institucionalidad política. Así, puede entenderse la candidatura y elección de Walter Aduviri, principal líder del “aymarazo”, convulsión social (2011) en contra de la expansión minera en territorios aymara (Chucuito), exigiendo la anulación de la concesión minera otorgada a la empresa canadiense Bear Creek Mining Corporation. Este acoso a los territorios se produce en medio de una creciente vulnerabilidad de la población rural, cuya base productiva se ve afectada por los problemas climáticos y la falta de alternativas económicas en el campo, qué, si bien son paliadas por la actividad comercial que simultáneamente realizan la población, han llevado a acentuar la migración fuera del departamento, hacia Arequipa, Tacna y Lima principalmente. Puno no es sólo uno de los 4 departamentos con mayor pobreza del país, con 43.7% de su población en esa condición (INEI, 2021), sino también uno de los 2 únicos departamentos (el otro es Loreto) cuya población disminuyó entre el 2007 y 2017. En ese período el departamento perdió un -7.5% de su población (INEI; 2007,2017). La pérdida fue más severa para las áreas rurales cuya población habría disminuido en -19% en ese período. La fuerte migración revela la difícil situación productiva en el ámbito rural donde predomina el minifundio, y la dependencia de la población de actividades de naturaleza informal desde el comercio informal, el contrabando, y hasta la minería informal, en los que el 90.4% de la población trabaja (COMEX PERU,2023). Protesta social y otra forma de hacer política La protesta social en Puno, como en los departamentos del sur, ha seguido un curso muy diferente al de los conocidos “conflictos sociales” en los cuales, producidas las acciones de fuerza de envergadura, se forman mesas de “diálogo” en las que los representantes del gobierno de turno ofrecen inversión y servicios públicos a cambio de que las poblaciones limiten sus protestas al punto de hacer viable la continuidad de los proyectos, proyectos que generalmente son de la actividad minera. En este caso, en cambio, no hubo voluntad de diálogo por parte del gobierno, pues se envió funcionarios de menor rango, pero tampoco por las organizaciones sociales que protestaban; es más éstas, cerraron dicha posibilidad y descartaron toda negociación exigiendo que se cumplan sus demandas políticas, poniendo por delante la acción directa y las medidas de fuerza. Por otro lado, las protestas no tuvieron propiamente líderes visibles, y se argumentaba que se trataba de movilizaciones auto convocadas, sin dirigentes, a nivel de comunidad o distrito. Esto en parte para evitar la identificación y criminalización de los y las líderes, pero sobre todo para expresar directamente la voluntad de quienes decidían protestar. Esta estrategia radical sorprendió a las autoridades y a los políticos, y es producto del fracaso del modo en que se gestionan los conflictos en el país; empezando a surgir así otra forma de hacer política desde las organizaciones comunales. Sin embargo, se puede advertir debilidades en la estrategia seguida, especialmente respecto a la construcción de alianzas fuera del departamento y en lo que fue “la toma de Lima”, así como una desmedida confianza las fuerzas propias y en que los objetivos podían ser alcanzados a corto plazo. Más allá de esto, se trata de una inmensa experiencia social que madu- 35 rara seguramente por cuanto tiene un trasfondo estructural y una base comunitaria con ancestral existencia. Las mujeres, especialmente campesinas, han tenido un rol muy importante en las protestas tanto en Puno como en Lima. En el campo puneño su protagonismo se ha visto incrementado en los últimos años por el aumento de su participación como productoras agropecuarias, habiendo pasado de ser el 25.2% al 39.8% del total de productores agropecuarias entre los Censos Agropecuarios del 2004 y el 2014 (INEI, 2022). La respuesta del gobierno a las protestas sociales no ha sido muy diferente a la que lamentablemente se siguió en los años de la violencia política. Escudado en la sucesión constitucional legal, la represión y sus consecuencias han costado la vida de 67 personas (49 civiles por represión, 11 en accidentes y hechos vinculados a los bloqueos, 1 policía y 6 militares) estando en investigación muchos de los casos de las víctimas civiles por cuanto se habrían violado los derechos humanos con muertes arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales (Amnistía Internacional, 2023). Además de la represión violenta, en Puno se instauraron las declaratorias de emer- gencia, el toque de queda y hasta el control militar de los territorios. No puede dejarse de mencionar el trasfondo de discriminación y racismos presente en las acciones represivas llevadas adelante y el desconocimiento de los derechos especiales que tienen los pueblos indígenas, especialmente sobre sus territorios. A modo de conclusión Los hombres y mujeres de Puno, en especial los pueblos quechuas y aymaras del altiplano, han realizado masiva protesta política buscando hacer respetar su voto en las elecciones presidenciales del 2021 y proponiendo una salida política en la cual sea la voluntad popular (nuevas elecciones) la que se exprese. Teniendo como trasfondo la crítica situación social en que se encuentran, producto de la desatención del Estado, la discriminación y la corrupción, los pueblos quechuas y aymaras de Puno se proyectaron desde sus ancestrales territorios a las ciudades, la capital del departamento, Juliaca y hasta la capital del país, para hacer respetar su derecho a participar políticamente. Esta inédita afirmación de este derecho abre las puertas a una necesaria evolución del sistema político y el relevo de la clase política del país, pero también supone la maduración de las organizaciones y líderes protagonistas de la protesta para construir alianzas con otros sectores del país y construir un proyecto común en medio de una inestabilidad política que no fue generado por la sociedad civil sino por la clase política. Puno: Reducción de la población, autoiden ficaciones y otros datos sociales Provincias Población 2017 % Reducción de productores la población menos 5 has 2007-2017 (2014) % % de la desnutrición población en % del total de la población crónica pobreza total (2017) menores 5 (2020) Quechua Aymara años (2020) 46.60% 39.49% 9.20% 27.20% Autoiden ficación Puno 219494 -4.20% 79.54% Azángaro 110392 -19.30% 58.80% 95.17% 0.46% 15.60% 41.40% Carabaya 73322 -0.80% 66.77% 93.32 0.90% 21.40% 49.30% Chucuito 89002 -29.50% 74.20% 1.15% 94.87% 11.30% 48.60% El Collao 63878 -21.20% 77.23% 1.34% 92.56% 8.10% 41.10% Huancané 57661 -17.10% 87.41% 35.52% 61.39% 14.10% 43.10% Lampa 40856 -15.30% 32.90% 93.68% 0.93% 13.50% 47.60% Melgar 67138 -10.20% 30.65% 90.03% 0.46% 16.00% 41.50% Moho 19753 -29.00% 86.97% 1.12% 95.41% 15.90% 47.90% S.A. de Pu na 36113 -28.50% 47.83% 73.66% 13.94% 18.50% 39.20% 307417 27.70% 66.74% 70.08% 17.67% 10.20% 23.10% Sandia 50742 -18.40% 76.62% 77.55% 14.96% 13.10% 37.90% Yunguyo 36939 -22.10% 99.30% 1.11% 90.85% 10.40% 45.20% 1172697 -7.50% 73.01% 56.98% 33.72% 14.20% 43.70% San Román Total PUNO 36 Puno y el Perú de estas semanas Escribe: Christian Reynoso Escribir sobre temas de la coyuntura política y más sobre una crisis como la que vivimos hoy en día es complicado. Algunos escritores optan por el silencio; otros, por el contrario, piensan que es indispensable abordarlos. Christian Reynoso forma parte de estos últimos, y ha venido publicando desde el 13 de diciembre de 2022, en su columna semanal en el portal de “La Mula” (https://christianreynoso.lamula.pe/), artículos o pequeñas crónicas con tinte de ensayo, dedicados a la protesta social en nuestro país y en Puno. Por su valor testimonial y fuente para la reflexión, nuestra revista “Altiplania” presenta, con su amable autorización, una selección de estos textos. PREGUNTAS PARA EL PERÚ (20 de diciembre de 2022) Mientras que la vida en Lima parece seguir con normalidad ad-portas de las fiestas navideñas, y los centros comerciales rebosan de gente oficiosa por comprar regalos, y los parques se llenan de árboles artificiales luminosos y canciones de Navidad para el deleite de los paseantes, parece que el Congreso de la República marcha en igual sintonía. Obcecado en su propósito de conservar, la gran mayoría de congresistas, sus curules, sueldos y gollerías, y haciendo oídos sordos al clamor del país, zurrándose en las muertes de los más de veinte peruanos ocurridas en los últimos días en las regiones del país. Mientras tanto, en Ayacucho, Apurímac, La Libertad, Junín, Cusco, Arequipa, allá lejos de Lima, la sociedad civil llora a sus muertos a consecuencia de los disparos de bala de las Fuerzas Armadas; mientras que, otras ciudades del sur y del país se mantienen militarizadas, en medio de la protesta generalizada de un sector mayoritario que pide cambios inmediatos en la conducción política del país, en todos sus niveles, además de justicia y necesidad de ser escuchados. Pues ya no quieren ni Marías del Carmen, ni Chirinos, ni Montoyas, ni funcionarios corruptos, ni prensa limeña parcializada ni Constitución infalible. 37 Las causas estructurales del momento al que hemos llegado (una vez más), pueden encontrarse en la gran narrativa de análisis políticos, sociológicos, antropológicos e históricos que se leen en la prensa ―de todo tipo― en los últimos días. Pero lo que queda claro es que, pese a todo ese historial que, en tanto antecedente debería servir para no repetir una mala historia, parece que los peruanos y los políticos en especial no hemos aprendido absolutamente nada en el objetivo de construir un país que, pese a sus grandes diferencias con las que convive, dialogue con empatía y sin balas. ¿Cuántos muertos más se necesitarán para que haya un cambio en el rumbo actual de la crisis? ¿Cuál es la ruta clara y legal para concretar el adelanto de elecciones? ¿Cuánto de gestión y cuánto de voluntad política será indispensable para llegar a un acuerdo? ¿La mezquindad que es expresión del Congreso podrá pasar a un segundo plano por el bien del país? ¿Seguiremos igual o peor una vez que haya una solución? ¿Será posible que nos reconciliemos como peruanos? ¿Será un deseo vano pedir a los Reyes Magos que ya no tengamos políticos farsantes? ¿Será todo esto una utopía? 4 DE ENERO: HORA CERO (3 de enero de 2023) A las cero horas del 4 de enero en la región Puno se reiniciarán las movilizaciones y protestas para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, y que de esta manera se convoque a nuevas elecciones. Así lo han manifestado los dirigentes de los distintos gremios y organizaciones sociales de las trece provincias puneñas. Más allá de que haya divergencias respecto a la alteración del orden público, el transporte y las pérdidas en el sector turístico (se viene la Fiesta de la Candelaria), la decisión está tomada. También han advertido que si hay actos de violencia y desmanes serán responsabilidad de los infiltrados del Estado. Similar situación se vive en otras regiones del sur como Arequipa y Cusco, especialmente, y desde luego en todo el país. La tregua por las fiestas navideñas y el Año Nuevo ha llegado a su fin, e iniciamos este 2023 con un panorama incierto, hundido el Perú en una suerte de eterno conflicto, por herencia de una clase política indiferente a la realidad. En tanto, el estado de emergencia decretado por el gobierno seguirá vigente lo que probablemente traerá nuevos enfrentamientos y más muertos. De esta manera, el país entra a un espiral de violencia. Es evidente que Dina Boluarte no renunciará a la presidencia (al menos por ahora, en la medida del efecto que tengan las movilizaciones). Más bien, Boluarte ha optado por anunciar proyectos de inversión para el primer semestre del 2023, con inyección de presupuestos orientados a mejorar las condiciones de vida. Pero Boluarte no puede pasar por alto los 28 muertos que ha dejado su mandato durante sus primeros días de gobierno ni puede pretender dulcificar la indignación del país mediante estas medidas. Eso lo sabe el Perú. Y es razón suficiente para mantener las movilizaciones además del rechazo absoluto a la clase política enquistada en Lima (léase Palacio y Congreso de la República). Resulta inaceptable que luego de 28 muertos no haya ni un solo cambio significativo en el país y que todo siga igual en la esfera política. ¿Tan poco valen los muertos en el Perú? E insisto en la idea ya mencionada en columnas anteriores, mientras las muertes no ocurran en Lima, todo seguirá igual. El centralismo también es válido para la muerte en el Perú. Mientras que las marchas por la paz, para abrazarse y pedir un alto a las protestas, convocadas por el propio Ejecutivo y la Policía Nacional ―al mismo tiempo que reprime la protesta―, evidencian la franca estupidez y visión de un gobierno que parece no entender la gravedad de lo que viene ocurriendo en el país. PUNO SANGRE CALIENTE (10 de enero de 2023) Dina Boluarte tendría que ser una política estúpida para creer que después de lo que ha ocurrido en Juliaca y Puno, pueda seguir al mando del gobierno. Si es así, no es política, pero sí algo peor que una estúpida. Lo mismo podemos pensar de su primer ministro Otárola y el resto del gabinete. Y lo mismo de los congresistas que pretenden quedarse en sus curules. A estas alturas es inviable que el Perú esté gobernado por Boluarte y compañía y un congreso deslegitimado. Los políticos peruanos se han degradado tanto (herencia del fujimorismo, especialmente) que el hartazgo ya no conoce de paciencia. El asesinato de 17 civiles en Juliaca, el 9 de enero, en su gran mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años, a manos de las Fuerzas Armadas (balas y perdigones), además del asesinato de un suboficial PNP, carbonizado a manos de los manifestantes, no solo es expresión de una ultraviolencia innecesaria, sino irracional, y debe ser condenada. Pero es también el resultado de un gobierno que ya lleva otros 28 muertos en la espalda y que, no obstante, hace oídos sordos a la voluntad de un sector mayoritario del país (es decir, el país que no es Lima), que pide la renuncia de la presidenta para la convocatoria a nuevas elecciones. Una corriente de opinión dice que será más de lo mismo, y seguramente será así, pero eso no significa que haya que tolerar que quienes hoy están en el 38 gobierno y en el Congreso, manchados de sangre, sigan ahí, hundiendo al país en sus mezquindades y luchas de poder. De esta manera, es el gobierno y sus voceros, además de la derecha (enquistada en Lima), quienes son los principales instigadores de este descontento y revueltas con las consecuencias ya conocidas. Hay pues dos lecturas irreconciliables, antagónicas, despreciativas y racistas, en la forma de pensar y vivir el Perú, que han marchado paralelas con el correr de la historia, y que han tenido su punto álgido de enfrentamiento con la elección de Pedro Castillo, elección legítima que ha sido bombardeada desde el primer día. Más allá de la incapacidad de Castillo y la corrupción de la gente de su entorno, hay que reconocer que no se arrodilló ante la derecha, ante Lima, decisión que, al mismo tiempo, fue su talón de Aquiles. Por el contrario, Boluarte ni bien vistió la banda presidencial cruzó la línea fronteriza y hoy tenemos 46 muertos y ciudades paralizadas y destruidas. ¿Dónde están los líderes de opinión y políticos de toda tienda, que suelen salir a hablar y a presionar cuando las muertes ocurren en Lima? Hoy guardan un silencio cómplice. ¿Por qué no hay una presión política para que tanto el gobierno como el congreso asesino de hoy dejen el poder? Tal vez, por eso, como se trata de ejercer presión, ahora se hable de “sitiar Lima” desde las regiones, pues la indignación crece. ¿Será posible? ¿Será razón para nuevos enfrentamientos y muertes? Seguro que sí. En todo caso, ¿cuántos más muertos se necesitan? Al parecer, el gobierno envía a Puno una comisión espuria sin capacidad de decisión, para negociar ¿qué?, puesto que la consigna es clara: la renuncia de Boluarte, que se vayan todos, frase ya simbólica en el imaginario peruano. No hay más. Pero Puno y Juliaca siguen con la sangre caliente. Han matado a sus hijos. Y seguramente mientras más balas haya más sangre hirviendo habrá, no obstante, la consciencia de que todo esto condenará al atraso de la región en lo económico, social y cultural. Por eso mismo, es también lamentable que hayan sido los propios puneños urbanos quienes hayan saqueado e incendiado los centros comerciales de la ciudad sin ningún empacho, corriendo con sus bolsas, con sus asquientos aprovechamientos. Los vecinos de tu barrio, los de la vuelta de la esquina, las señoras comerciantes, los delincuentes y los borrachos de paso. Solo algunos gritos de la gente indignada impedían el saqueo con la condición de que los productos vayan a la hoguera. De esta manera, se deslegitima una protesta justa y la convierte en una anarquía delincuencial por encima de los muertos. No vengan a echar la culpa a los aimaras y quechuas. La sangre hierve en Puno, las palomas de las plazas vuelan sin saber lo que ocurre, el cielo azulino se alza hermoso, pero en las calles, en las casas, en las familias, el dolor cobra vida y la sangre se calienta. “TAL VEZ VAMOS A MORIR” (24 de enero de 2023) “Tal vez vamos a morir”, dicen, mientras se despiden y abordan el bus. Las personas que los rodean aplauden y les hacen vivas. Las madres de los muchachos los abrazan y parece que no quisieran desprenderse de ellos. Lloran y les dan la bendición. Se sienten desamparadas, porque lo que los muchachos dicen, que tal vez van a morir, es cierto. La gente se conmueve, yo también, y una vez que la puerta del bus se cierra, empiezan las arengas: “Dina asesina”, “Ni una muerte más”, “Dina asesina”, “El pueblo unido jamás será vencido”. En efecto, esa gente, ese clamor son del pueblo y los muchachos también. Son estudiantes de la Universidad Nacional del Altiplano y están yendo a Lima para pedir la renuncia de la presidenta. Desde la tarde, en el Parque de la Madre de Puno, se han reunido cientos de personas para esperar a las delegaciones que viajarán a Lima. Dos buses aguardan sobre la pista. Antes de partir, han sido equipados con víveres (galletas, fideos, arroz, porotos, latas de atún), paquetes de agua y gaseosas, papel higiénico y algunas frazadas y colchonetas. Los productos han sido comprados con la colaboración de todos, pero también hay vecinos que traen bolsas con provisiones que dar. Otros estudiantes, con un megáfono y una caja de cartón acondicionada como alcancía, solicitan a la muchedumbre y a los mirones apoyo económico. Todos colaboran. Hay una hermandad que no necesita ser declarada. Una vez que el bus de los estudiantes parte es el turno del siguiente en el que va la delegación de una comunidad campesina de Pomata. El ritual se repite casi de manera similar. Esta vez no son muchachos universitarios, sino hombres y mujeres mayores, campesinos, con los rostros un tanto cansados, pero al mismo tiempo con una fuerza que expresa determinación por lo que están haciendo. Más protocolares, uno de ellos habla antes de abordar el bus. También dice que tal vez mueran en las marchas, pero es necesario ir a Lima a decirle al gobierno asesino que deje de matar al pueblo. Enseguida, el bus parte. La gente corre tras él, mientras aplaude y da vivas. Los parabrisas han sido escritos con: “Puno rumbo a Lima”. Y una bandera del Perú flamea por allí. Una vez más Puno en la historia. Las delegaciones llegarán a Lima en más de veinte horas. Y luego irán a marchar. 39 Enseguida, los llamarán terroristas, vándalos, radicales, violentistas, indios de mierda; los enmarrocarán, los apresarán, y los despreciarán y les dirán que se vuelvan. Todos esos periodistas, líderes de opinión, políticos y policías que no conocen más allá de Lima. El gobierno no los atenderá, mucho menos otros hermanos de Puno que lucran con la cultura y belleza de Puno. Más bien, les darán las espaldas. Otros tantos puneños limeñizados hasta se asustarán de ellos y marcarán su distancia, pero luego vendrán a bailar a la Candelaria, a rezar a la mamita, orgullosos de su cultura, hipocritones. Otros puneños con perfil bajo los apoyarán sin alarde. Y cómo todo esto no va a reventar la indignación y la rabia. VIAJAR Y LLEGAR EN TIEMPOS DE DINA (31 de enero de 2023) El 8 de enero debía tomar un vuelo Juliaca - Lima, pero las manifestaciones contra el gobierno de Dina Boluarte desde el día 4 en que acabó la tregua y los posteriores enfrentamientos con la policía, produjeron el cierre del aeropuerto Inca Manco Cápac. El 9 de enero los enfrentamientos en Juliaca dejaron 17 civiles y un policía muerto lo que empeoró la situación. Paro general, carreteras bloqueadas, aeropuerto inhabilitado, vuelos cancelados, gobierno oído sordos, indignación. Dos semanas después, urgencias de salud me obligan a tener que viajar a Lima. A cualquier costo. El primer paso es ir en auto de Puno a Arequipa para tomar el vuelo Arequipa – Lima. Hay más posibilidades de viajar desde esta ciudad que desde Juliaca. Se corre la voz de que los fines de semana las carreteras se desbloquean por horas y se puede pasar. Algunas personas ofrecen el servicio de manera particular a un costo de 120 a 200 soles por persona. Advierten que el viaje puede demorar mucho más de los normal (que es 5 horas) y que hay que ir por carreteras alternas. Yura, la entrada a Arequipa, también está bloqueada. Con Moisés, mi cuñado, hacemos el viaje por nuestra cuenta. Salimos en la madrugada del sábado y sorteamos el primer bloqueo, fuera del radio de Juliaca, pero a poco de llegar a Cabanillas, poco antes de la mitad del recorrido, el bloqueo es insalvable. No hay ninguna oportunidad ni forma de negociar con los manifestantes. Debemos dar media vuelta. Otro tanto de vehículos hace lo mismo. Lo intentamos nuevamente en la noche del mismo día con igual resultado. Solo queda esperar el siguiente fin de semana, tal vez tengamos más suerte. Esta vez lo logramos, pero a un costo cargado de incertidumbre y horas de espera. Partimos en la noche. El primer bloqueo a la altura de Huataquita, antes de llegar a Cabanillas, nos obliga a esperar hora y media. Hay más de cuarenta vehículos entre autos, minivans y camiones, que van sumando. En la medida que más tiempo pasa, los conductores más se exasperan, lo que los lleva a organizarse para ir a demandar el paso a los manifestantes junto con todos quienes esperamos. Llueve. La oscuridad asusta. Los manifestantes al mando del bloqueo fuman y nos dirigen la luz de sus linternas en los rostros. Cada quien expone sus ideas en demanda de paso. Queda sentado, ante todo, que compartimos el ideal del paro y la indignación frente a los muertos y el pedido de renuncia de Boluarte. “No nos presionen”, dice el líder de los manifestantes. “De pasar, van a pasar”. “¿En cuánto tiempo?”. “No lo sabemos, deben esperar”. “Ya llevamos cerca de dos horas”. “Un par de horas más”. Los ánimos se caldean. Más oscuridad, más cigarrillos, más lluvia. Se retoma el diálogo. “Media hora”, se acuerda finalmente. Pasado el primer bloqueo avanzamos unos kilómetros más y antes de 40 llegar al sector de Aychuyo un nuevo bloqueo se levanta. Unos diez manifestantes, la gran mayoría mujeres, tienen una actitud más radical. Barricada, fogata, hollín, banderas del Perú, banderolas contra Dina y el gobierno, un camión estacionado a modo de muro de contención, rostros amenazantes, linternas, cigarrillos y pantallas de celular que se prenden y apagan. A ratos, la lluvia. La espera y la negociación se prolongan por tres horas y media, hasta que se decide abrir una porción de la pista, algo menos de medio carril, lo que permite apenas el paso de un vehículo. Viene a continuación el trabajo de los conductores de dirigir el tráfico de los vehículos de uno y otro lado que esperan ansiosos y poco les importa guardar orden con tal de ganar unos metros y sortear el bloqueo. Pugnas y riñas, mientras los manifestantes alimentan su fogata, impasibles. Alguien dice somos más de cien personas y podemos doblegar a los manifestantes y abrir la pista en su totalidad, pero nadie se atreve. Llegamos a Arequipa. El viaje ha durado seis horas más de lo habitual, allá en los tiempos en que Dina no estaba en el gobierno. “¿DE QUÉ NACIÓN HABLAMOS?” (7 de febrero de 2023) No debe sorprendernos que el Congreso de la República haya archivado los recientes proyectos del Ejecutivo para el adelanto de elecciones en 2023, ni que haya bloqueado las iniciativas de algunos congresistas con tal fin. El Congreso siempre ha actuado de espaldas al Perú, y esta no iba a ser la excepción. No les interesa ni el país ni las demandas ciudadanas que ya llevan más de un mes de manifestaciones en diversas regiones y en la capital, con el saldo de más de sesenta muertos y un panorama que no parece encontrar solu- ción. El Congreso una vez más solo ha cuidado sus intereses y sus bolsillos. Un discurso ya redundante, pero que es necesario decirlo una y otra vez. Mientras tanto, la presidenta Dina Boluarte y su gabinete viven en un país de fantasía. Según las últimas encuestas más del 70% del país pide su renuncia y desaprueba su gestión, sin embargo, Boluarte cree que quien pide su dimisión solo es un grupo minoritario de violentistas. También Boluarte cree que los 17 muertos en Juliaca, el pasado 9 de enero, han sido producto de balas dum dum disparadas por los propios ciudadanos, hecho que contradice los informes médicos y llena de vergüenza una situación dolorosa y abusiva. De esta manera, hay una narrativa mentirosa que intenta justificar la represión y el abuso, las muertes y la estupidez de una clase política que no escucha a la mayoría del país. Parece que vamos en camino de una dictadura sino la estamos viviendo ya. Las movilizaciones y protestas legítimas, en tanto inaceptable la continuidad de un gobierno asesino que se aferra al poder, y que están colmadas de indignación y hastío por los políticos, además del cansancio de una desigualdad estructural con guiños racistas, están siendo criminalizadas, “terruqueadas” y combatidas con balas. A lo que se suman estados de emergencia, militarización, detenciones arbitrarias, sojuzgamientos convenencieros (véase las detenciones de los manifestantes por causa de sus cuadernos de cuentas), persecución y abuso ante la libertad de expresión (véase la detención de Aida Aroni Chilcce, mujer campesina), y la concentración de una prensa limeña parcializada. De esta manera, la crisis que vivimos (en la que unos son más afectados que otros), ha vuelto a poner en tapete de manera violenta y sostenida las distancias sociales, económicas, políticas y culturales en la que vivimos los peruanos. Lo que conducirá a una polarización que, lejos de servir para corregir y dialogar, no hará más que acrecentar las diferencias. Así, mientras la clase política no tome cartas en el asunto más allá de sus intereses, habrá siempre una fractura difícil de curar, como si fuéramos una nación huérfana. Tal como el Covid-19 que nos mostró un Perú desnudo, sin oxígeno ni hospitales. Cabe preguntarse, entonces, como lo hace Aida Aroni, tras haber sido apresada abusivamente y 48 horas después liberada: “¿De qué nación hablamos?”. ESCENAS DEL PERÚ DE HOY (21 de febrero de 2023) Escena 1: Unos cincuenta manifestantes (no necesariamente aimaras), de perfil urbano, levantan pacíficamente sus carteles de “Dina asesina” y gritan arengas pidiendo su renuncia. Un grueso contingente policial los acordona y les impide el paso a marchar. Se encuentran en un extremo del parque Kennedy, en Miraflores, Lima. Más de veinte camionetas del Serenazgo miraflorino están estacionadas en los alrededores. Los serenos hablan, llaman, filman, sudan, están ansiosos; de seguro reciben disposiciones del alcalde, quien ha prohibido marchas en su distrito al que considera “zona restringida”, tal cual dueño de hacienda. Los serenos y los policías causan más revuelo que los manifestantes. Francamente mucha hilaridad. Al frente, en el restaurante Haití, buen número de carcamanes y señoritos toman su café y miran la escena, impasibles. Otros comen helados. No sé si esto resulta grotesco, natural o sencillamente es el Perú. Escena 2: Miles de pobladores aimaras liderados por sus tenientes y tenientas gobernadoras, ataviados con sus 41 ropas de gala, marchan por las calles de la ciudad de Puno, hasta llegar y hacer su paso por la plaza de Armas. La mole de la Catedral y el cielo puneño los ampara. Al frente, en la comisaría, los policías los miran con contemplación. Los marchantes llevan banderas del Perú, wifalas y carteles contra la presidenta Boluarte y el Congreso. “Asesina”, “Renuncia”. Es una marcha más dentro del nuevo paro convocado para estos días. Los ciudadanos puneños urbanos curiosean: algunos se suman a la marcha y otros cuchichean: “¿hasta cuándo?”. Los restaurantes y cafés puneños esperan que todos se vayan para abrir sus puertas. Escena 3: La larga mesa con mantel naranja del “Comedor exclusivo de congresistas”, en el Congreso de la República, sostiene los platos y viandas del buffet diario. El almuerzo por comensal cuesta 80 soles, el desayuno 31, y la cena, 80. Hace unos meses el almuerzo costaba 16 soles. Todos esos platos son pagados con la plata de los peruanos. Los congresistas comen rico, reciben sueldos jugosos, pero nunca atienden las demandas del país. Por eso no quieren irse. “Son unos descarados hijos de puta que se dan la gran vida”, me dice el taxista que me lleva a Miraflores, mientras comentamos el tema. La congresista Chirinos dice: “El que quiera comer que coma. Todos los peruanos tenemos derecho a comer rico”. Montoya añade: “Querrán que comamos alfalfa seguramente". Mientras que Cerrón dice que le “parece interesante”. Sinvergüenzas. “Ese comedor debería cerrarse”, añade el taxista. Escena 4: Hombres y mujeres de Puno, en los alrededores del parque de la Madre, dan su aporte espontáneo para comprar alimentos para las nuevas delegaciones de estudiantes universitarios y de pobladores que viajarán a Lima, para seguir con las marchas en contra del “ La situación se torna aún más compleja: por un lado, la legitimidad de las movilizaciones contra el gobierno; por otro, el gran perjuicio social y económico que sufre la región y que la está condenando a un ostracismo; y, nalmente, el cero interés del gobierno, del Congreso y de las autoridades locales”. gobierno. El recuerdo y la indignación por los 18 muertos del 9 de enero, en Juliaca, siguen en la memoria, además de la otra treintena de muertos en lo que va del gobierno de Dina Boluarte. Saben que en Lima la comida se acabará pronto y que necesitarán ayuda y más colectas. Pero hay temor: te pueden encarcelar, tal como ha ocurrido con la profesora Yaneth Navarro, acusada de ser “financista” de las movilizaciones, al encontrársele 1900 soles producto de la colecta. “Hoy por hoy, en este país, hasta por dar comida te pueden encarcelar”, comentan. No sé si esto resulta grotesco, natural o sencillamente es el Perú. AUTOCRÍTICA Y ROMANTICISMO EN PUNO (28 de febrero de 2023) Hace un par de semanas en esta columna escribimos: “a este punto, la paralización está poniendo al borde del abismo a la región [Puno] y que el cansancio empieza a notarse y a causar estragos”. Hoy, a poco de cumplirse dos meses de protestas y paros en Puno, la situación se torna aún más compleja: por un lado, la legitimidad de las movilizaciones contra el gobierno; por otro, el gran perjuicio social y económico que sufre la región y que la está condenando a un ostracismo; y, finalmente, el cero interés del gobierno de Dina Boluarte, del Congreso y de las autoridades locales para prestar atención a lo que viene atravesando Puno. Lo cierto es que la región está quedando solitaria y acaso aislada en la praxis de las protestas contra el gobierno, no obstante que las encuestas señalan la alta desaprobación de la presidenta y el Congreso. Pero da la impresión de que los puneños se han quedado solos y apenas se mantienen como un bastión a fuerza de resistencia, pero a un costo muy alto. Y esta situación está perjudicando de manera irreversible a la región en distintos niveles, como si se tratara de una segunda pandemia. Desde luego, las protestas y paros siguen siendo legítimos contra el gobierno asesino y el Congreso inútil, pero quizá haya llegado el momento de pensar en cambiar de estrategia. Esto pasa por aceptar en primer lugar que los objetivos trazados no han podido cumplirse hasta hoy (la renuncia de Boluarte y la convocatoria a nuevas elecciones), y pasa por hacer una reflexión política en la que deberían intervenir población, dirigentes y autoridades locales, sobre la experiencia de estos dos meses de protestas y dejando de lado el romanticismo, pues algo ha fallado o se ha desgastado y es momento de la autocrítica. Uno se pregunta: ¿dónde están el presidente regional y los alcaldes puneños?, para encontrar canales de diálogo y solución. Podemos entender que están replegados frente a las movilizaciones, pero su función como líderes debe ponerse a prueba hoy. 42 Lo que trato de expresar es que Puno no puede irse al abismo por una protesta legítima que está más allá de las fronteras puneñas, pues parece que los puneños están destruyendo Puno a costa de ser escuchados, pero debería haber límites en tanto conservación del tejido y el desarrollo social puneños. En todo caso, el campo de lucha y diálogo está en Lima, tal como lo entendieron, inicialmente, cuando fue la llamada “toma de Lima”. Y allí deberían concentrarse los esfuerzos de la indignación y el dolor de la muerte. Sin duda, un escenario complejo, porque implica tomar posición y ubicarse en un lado u otro. Al mismo tiempo, es verdad que hay un gran sector de puneños que, aunque no lo diga, está harto de los paros y protestas. Es evidente que en Lima y acaso en el resto de las regiones poco importa lo que vive Puno y la agenda de sus demandas. La vida continúa en el país. Así de cruel o insensible: es que hay que trabajar, comer, crecer, vivir. En ese sentido, la reflexión debe apuntar a superar la incertidumbre social y económica, los horarios restringidos, las treguas de fin de semana, los mercados y bancos cerrados, las carreteras bloqueadas, el transporte limitado, la situación de la educación que enfrentan los estudiantes de distintos niveles ante un panorama aleatorio, la frontera PerúBolivia cerrada, el temor, la psicosis, etcétera. Todo ello no exime que la renuncia de Boluarte y las nuevas elecciones deberían ser imprescindibles como un parteaguas para encausar un nuevo momento de inicio para el país. MÁS MUERTES QUE CARGAR (7 de marzo de 2023) Seis muertos más en el Perú, como consecuencia de las políticas militarizadas del gobierno asesino de Dina Boluarte y su gabinete cómplice; también como conse- cuencia de un Congreso indiferente, lleno de pobres diablos y diablas a quienes solo les interesa conservar sus curules. Esta vez los muertos son en la provincia de El Collao, Ilave, en Puno. Esta vez los muertos son seis soldados puneños (entre 18 y 20 años), quienes, por órdenes superiores, intentaron cruzar el río Ilave con sus pertrechos y sin saber nadar. Los militarotes en Lima han querido justificar que fueron atacados por la turba de manifestantes, pero lo cierto es que ha sido una negligencia. Más bien, los manifestantes salvaron de morir ahogados a otros tantos soldados. Estos hechos ocurridos el domingo 5 de marzo, vuelven a abrir una nueva herida en el país y en particular en Puno. O tal vez sea mejor decir que profundizan más la herida ya abierta desde los primeros muertos en Ayacucho, los de Juliaca, Apurímac, Cusco y Lima desde que Dina Boluarte asumió el gobierno, sin entender su papel de gobierno transitorio. Pues, su deseo inicial (y actual) era gobernar hasta 2026. De esta manera, el hecho significativo de que por primera vez una mujer haya asumido la presidencia del Perú ha quedado manchado por el abuso, la represión y la sangre de cerca de 70 peruanos muertos hasta la fecha, en tres meses de gobierno. Así será recordada la primera “ ... muchos soldados de la zona se ven en la disyuntiva de tener que disparar a quienes podrían ser sus propios padres o familiares. Una situación terrible que se aanza con la estupidez y matonería de los políticos”. mujer presidenta. Y tarde o temprano Dina Boluarte, su premier Alberto Otárola y todos los responsables de las muertes tendrán que dar cuentas a la justicia. Los seis soldados muertos eran de la zona, es decir, hijos de campesinos puneños. En ese sentido, las políticas represivas de Boluarte y la militarización de la región Puno están pervirtiendo la armonía social y emocional de una colectividad que, indignada, pide su renuncia, pues, no quieren transigir con un gobierno que ha matado a sus hijos. Hay que entender que la presencia de más militares llegados de otras regiones, helicópteros que gasean, tanques y movimientos militares no hacen más que exacerbar la protesta. Es una provocación, afirman. Mientras que muchos soldados de la zona se ven en la disyuntiva de tener que disparar a quienes podrían ser sus propios padres o familiares. Una situación terrible que se afianza con la estupidez y matonería de los políticos. La policía también en una actitud matonesca ha disparado bombas lacrimógenas a diestra y siniestra a mujeres aimaras que marchaban junto con sus hijos en las calles de Lima. Solo se puede calificar de cobardes a estos policías que para ello se escudan en sus armas, pero no son capaces de mover un solo dedo para enfrentarse a la delincuencia, a las mafias del sicariato, al narcotráfico, a los violadores y feminicidas. El mundo al revés. Peor aún, el ministro de Educación Óscar Becerra, quien parece que de educación no tiene nada ni mucho menos parece entender la cosmovisión del Perú, insulta y denigra a las mujeres aimaras comparándolas con animales y minimizando su protesta. Dina Boluarte que también es mujer y de raíces andinas no dice nada. En otros tiempos, cuando la derecha no gobernaba, ya habrían censurado a este ministro, y mientras tanto… los muertos van sumando cada vez más. 43 Marchas a Lima El ayni cultura ancestral Escribe: Bruno Ismael Medina Enríquez E l año 2000 se realizó la histórica marcha de los cuatro suyos, evento que señalaría el fin del régimen de Alberto Fujimori, al año siguiente el 2001 sucede la Marcha del Qollasuyo, en razón que el presidente interino Valentín Paniagua había anunciado que el trazo de la “Transoceánica” no pasaría por Puno. En ambos casos la presencia de manifestantes puneños en Lima fue significa1 tiva, años después se repite este hecho, donde la solidaridad de los puneños residentes en Lima, no es ajena, con algunas variantes que amerita recontarlo. En Julio del año 2000, Alberto Fujimori asumía por tercera oportunidad la presidencia, luego de legislar una interpretación auténtica de la Constitución de 1993, postular y ser reelegido como presidente, tras una elecciones turbulentas en la que el candidato de oposición era un “cholo de acero”, quien había cerrado su campaña electoral en un amplio local de puneños, cuando nadie le daba espacio; estos hechos oficiales motivaron una reacción nacional contra dicho régimen, que permitió se organizara una llamada Marcha de los cuatro suyos hacia Lima, desde todas las regiones del país, recla2 mando por el fraude electoral contra Alejando Toledo y contra la rere-reelección fujimorista, es así que hacia fiestas patrias de ese año, 1 El ayni para la cultura andina es como una muestra de colaboración solidaria heredada de nuestros ancestros, hoy una prác ca que no es posible ser ex rpada de la tradición puneña. 2 Téngase en cuenta que Alejandro Toledo sería elegido al siguiente año, con el voto masivo de esos movimientos populares, voto que luego fue traicionado por Toledo, como Cholo de Harvard, mantuvo el sistema neoliberal en la conducción del Perú, y ofreció sus servicios a la corrupción recibiendo ingentes can dades de dinero, mo vo por el cual según parece, en los próximos días estará purgando condena. 44 Lima recibió a miles de miles de peruanos como manifestantes en las calles de Lima. Desde Puno llegaron un gran número de pobladores que se sumaron a esta movilización nacional; los días 26, 27 y 28 de julio las calles de Lima se llenaron de manifestantes cuando Fujimori iba a sumir el mandato presidencial, movilización muy significativa que como colofón y hecho más resaltante, fue el incendio del Banco de la Nación, por orden de Vladimiro Montesinos, para acusar a los manifestantes. En esa ocasión la solidaridad humanitaria de los puneños en Lima se presentó de manera espontánea, los puneños fueron alojados en la calle, en domicilios, o en dos locales de las instituciones más importes de puneños en Lima, siendo apoyados también con alimentación, por esos días. Al año siguiente esta actitud solidaria de los puneños en Lima, tuvo una respuesta muy significativa en el mismo Puno, cuando una delegación muy numerosa llega desde Lima a la Festividad de la Virgen de la Candelaria, primera ocasión en la que nos cupo conducir una delegación bien organizada por una de las instituciones de puneños en Lima más importantes, la que tuvo una aceptación 45 significativa entre la comunidad de la ciudad de Puno; lo que hizo que se entablara desde entonces, una relación muy fraterna entre Puno y Lima en los poste3 riores años. Ese año 2001 se produce otra situación que motiva la presencia masiva de los puneños en las calles de Lima. Valentín Paniagua ejercía la presidencia interina del Perú, designado por el Congreso solo para convocar a nuevas elecciones, y gestionar las riendas del país con mayor democracia, sin embargo este hecho para Puno no fue tan aceptado, en razón que durante ese gobierno interino se anunciara que la Carretera Transoceánica —que luego sería denominada interoceánica— no pasaría por Puno, el único trazo anunciado seria el que se dirige de Madre de Dios a Nazca por lo que solo beneficiaba a la región Cusco, de donde era originario el presidente Paniagua, quien así lo había dispuesto. Este hecho fue visto como una afrenta contundente contra los puneños, su largo sueño de contar con una carretera de penetración a la Selva se veía frustrado, a pesar de que el trazo original de esa tan ansiada carretera era hacia el puerto de Ilo en Moquegua y por supuesto pasaría por Puno, Paniagua deja el gobierno en julio del 2001 con esa decisión ya tomada y pronto a ejecutarse por parte de alguna constructora brasileña. Decisión que por supuesto no fue muy bien recibida en Puno. En abril de ese año llegan a Lima más de 100 alcaldes puneños, acompañados de un sin número de dirigentes puneños, su inquietud a ser alcanzada en reuniones con el Poder Ejecutivo, fue lograr que se rectifique la decisión del 3 “Del Gran Cambio a la Consolidación” Bruno Medina Enríquez, Edic. Brisas del Ti caca, Lima 2002. Pág. 244 gobierno sobre dicha carretera y que Puno sea considerado en esta decisión y no seguir siendo olvidado como siempre. En aquella ocasión el respaldo de las instituciones puneñas en Lima fue muy solidaria, teniendo reuniones de trabajo muy masivas que coordinamos en un local de Brisas del Titicaca. “ .... los puneños dominan grandes emporios y zonas comerciales, logradas a fuerza de empeño y solidaridad mutua, manteniendo sus viejas costumbres y tradiciones ancestrales, sin importar que su origen sean de la ciudad o del campo...”. Sin embargo ese clamor del pueblo de Puno y sus autoridades municipales que llegara a Lima, no fue escuchado por el gobierno que salía, ni por el que entraba, el nuevo Presidente por el que Puno había votado masivamente, no tomaba en cuenta esta inquietud, ni en una declaración siquiera; por lo que hacía el mes de setiembre del 2001, se realiza desde Puno la que sería conocida como la Marcha del Qollasuyo, con la presencia en Lima de cientos de cientos de pobladores que durante varios días de días, exigían en trámites, marchas y reclamos, que el gobierno central se acuerde de Puno, en este caso que se anule el compromiso inicial de Presidente Paniagua con los inversionistas brasileños y que un nuevo trazo de la carretera interoceánica pasara por Puno, hecho que tiempo después fue tomado en cuenta cuando el proyecto de la concesionara IIRSA Sur considerara tres rutas en dicha carretera. Logro de esta movilización. Lo que cabe de este artículo, es el papel que jugó la comunidad puneña en Lima ante esta nueva presencia masiva de sus coterráneos en la Capital en aquella ocasión, por cierto, numerosa, el apoyo fue de carácter humanitario y solidario, muy a pesar de que algunos consideraran que el apoyo y solidaridad tenia tintes políticos, aunque esa postura lindaba con la discriminación y el racismo. Por encima de esos conceptos y actitudes de algunos puneños en Lima, a esta masiva delegación no solo se les dio cobijo, sino se les dio alimentos de subsistencia por más de una semana, en que estuvieron en la Capital, y gracias a los aportes de muchos puneños, anónimos, empresarios, emprendedores, seres comunes que hacían llegar cajas, sacos, bolsas de diversos alimentos, materiales que sirvieron para prepararles en ollas comunes la alimentación diaria, gente de todo nivel económico o social se hizo presente; y esto que quede como para la historia: no falto la ocasión de que la esposa de un general del ejército, puneña por cierto, muy solidaria consiguió muchísimos colchones de algún cuartel para alojarlos en los dos locales donde se les hospedó (esta vez la Central Folclórica Puno y Brisas del Titicaca), sin considerar que ello fuera una acción política de dichas instituciones, sin no más bien una actitud humanitaria, que se vieron precisados en cumplir los puneños en Lima en afán de cumplir el designio de haber nacido en Puno, cuya cultura nos ha cultivado la solidaridad como modo de acción. En verdad que esta actitud del puneño fuera de su lar siempre ha sido de manifiesto muy solidario. Esta actitud heredada de la cultura ancestral basada en 46 el ayni y la solidaridad, ha permitido y permite que el puneño sea solidario, téngase en cuenta que esta actitud la llevan en la sangre, en la mente y en la actitud diaria y en el quehacer cotidiano; las consecuencias de esta forma de ser, son los grandes triunfos de los puneños han alcanzado a donde fueran lejos de Puno, el quechua o aymara que llega a las grandes ciudades, se sacrifica, trabaja duro, se apoya mutuamente y progresa, en el caso de Lima, hoy el puneño tiene una presencia muy significativa, no solo en el Folklore y la música, que es lo más conocido, sino principalmente en el comercio en general, los puneños dominan grandes emporios y zonas comerciales, logradas a fuerza de empeño y solidaridad mutua, manteniendo sus viejas costumbres y tradiciones ancestrales, sin importar que su origen sean de la ciudad o del campo, hoy dominan en grandes mercados, supermercados de variado destino, de confecciones, de abarrotes, son fabricantes de diversos productos, son grandes importadores y distribuidores; ahí están como muestra Gamarra, Av. Grau, Montevideo, Caquetá, los diversos Unicachis, ni que decir lo que sucede en los distritos de la periferia de Lima y en el Callao. No hay que olvidar de cuando se inició la crisis sanitaria de la pandemia, la solidaridad con los puneños afectados fue muy significativa, más aún ante la necesidad de retornar a los lugares de su origen, luego de haber perdido el trabajo o cuando la situación se presentó entonces más crítica, la solidaridad puneña fue muy significativa para aliviar los males que se manifestaron. Han pasado más de 20 años de las primeras presencias masivas de los puneños en Lima. Esta vez las movilizaciones se presentan en razón que aseveran que su deseo de alcanzar un mejor destino para su pueblo, expresado mediante el “ ...el ayni y la solidaridad, han permitido y permite que el puneño sea solidario, téngase en cuenta que esta actitud la llevan en la sangre, en la mente y en la actitud diaria y en el quehacer cotidiano...”. voto presidencial ha sido traicionado; es más, su presencia en Lima es demandar que el centralismo por fin tome en cuenta a esa región que hoy tiene el -1.80 de crecimiento demográfico, lo que quiere decir que cada vez hay menos habitantes en Puno, según el censo de 2017; por eso en esta ocasión como en el 2001 en que han visto defraudadas sus aspiraciones, la población puneñas del campo y la ciudad se ha hecho masivamente presente en estas movilización auto convocada desde todas las regiones del Perú, siendo la puneña la delegación más numerosa entre las demás, aunque sin poner la cantidad de personas hombres y mujeres en estas líneas; pero si es tan evidentemente significativa, que ha despertado entre los puneños en Lima la más amplia muestra de solidaridad y apoyo humanitario. Aunque inicialmente la plaza Manco Cápac, fue el lugar a donde llegaban de distintas regiones, sin embargo frente a las dificultades presentadas con la autoridad policial, tuvieron que adoptar alternativas distintas, y esta vez las organizaciones de base, sean familiares, distri- tales o provinciales de puneños en Lima, han mostrado su gesto solidario, la acción se presentó con cada quien según su lugar de origen, o sus lazos familiares en la capital, situaciones que han permitido brindarles un lugar de cobijo, o una mano solidaria que bridara alimentos, muchas de estas acciones se han mantenido, de manera anónima, y sin interés de figurar, pero principalmente en afán cumplir ciertos niveles de seguridad que fueron tomados en cuenta, para no hacer saber dónde están alojados, ni donde se alimentan, ni que acciones están tomando, en afán de protegerse de posible represión. De ahí que el ayni anónimo y solidario se presentó en esta ocasión de distinto modo, sea con apoyo directo, familiar, copoblano o comunitario, por parte de los grupos familiares de puneños en Lima con cierto poder económico, de los que hay muy significativos y numerosos, agrupaciones distritales o de comunidades que se sumaron solo por el concepto de ayudar, hasta instituciones de mayor convocatoria como el Club Departamental Puno, cuya sede se convirtió en un lugar muy prolijo de acopio y distribución de bienes, alimentos, medicinas, hasta la Asociación de residentes puneños en el Callao, o sus dirigentes que se encargaron de preparar alimentos, como también las asociaciones comerciales que cuentan con locales disponibles que dieron cobijo, personas en general que no permiten que su nombre o cargo, sea visible o conocido, en fin, el puneño una vez más se ha mostrado pasible de cumplir una de sus costumbres culturales ancestrales. El Ayni. Por cierto, con algunas excepciones de quienes no suelen utilizar esta práctica por su posición política o social, por su heredado racismo natural, o porque no es de su origen cultivarlo, que motiva una pregunta sin respuesta. ¿La herencia del gamonalismo aún existe? 47 Marchas en Lima defendiendo el voto traicionado Entrevista a Bruno Enríquez Bruno Enríquez, estudioso de la cultura puneña y de los migrantes del altiplano a la capital, es en la actualidad presidente del Club Departamental Puno institución que ha sido especialmente receptiva a la solidaridad de quienes viviendo en Lima prestaron apoyo a los hermanos puneños que vinieron a la capital para protestar y hacer oír su voz. En esta entrevista hace un recuento de la masiva presencia de habitantes de los pueblos del altiplano en las movilizaciones en Lima y de sus vivencias. ¿Desde cuándo y desde de que lugares de Puno vinieron las delegaciones que se hicieron presentes en las recientes protestas en Lima? Las delegaciones de Puno empezaron a llegar a partir del 13 o 15 de enero. Vinieron de todo Puno; empezando por la zona norte del departamento, hemos visto a personas de Cuyo Cuyo, Tambopata y de Sandia, también del mismo Macusani, Ollachea, otros; de Ayaviri han venido de Nuñoa y Santa Rosa. De Juliaca llegó gente de la ciudad; de Azángaro han venido de Arapa, José Domingo Choquehuanca y Tirapa, de Asillo han venidos dos o tres grupos, de la misma ciudad de Azángaro otros grupos; de Lampa y Huancané, Rosaspata, Conima, Moho. Los más numerosos han sido las delegaciones de Sur de Puno; de Ilave, de diferentes distritos de El Collao, de la zona del lago, Coata, Chucuito, de Yunguyo y de varias parcialidades de Juli. De la misma ciudad de Puno han venido varios grupos, el más numeroso el de la Universidad Nacional del Altiplano, del Instituto Pedagógico. De Juliaca también han venido varios grupos como de otros tantos lugares que no mencionamos. Puno ha sido la región con mayor representación entre quienes vinieron a Lima; llegaron en enero y el último bloque puneño se fue alrededor del 20 de febrero, por cierto, todos voluntariamente autoconvocados. 48 En total habrían sido unas 2,000 a 2,500 personas del interior que han llegado a la capital, cada grupo era de 20 o 30 personas. Ahora están volviendo a venir poco a poco, no sabemos cuántos más volverán. Entendemos que en su mayoría fueron personas de las zonas rurales ¿fue así?, ¿cuál ha sido la participación de las mujeres? Fundamentalmente se han trasladado gente del campo, no solamente ha venido gente de las ciudades como es el caso de Juliaca o Puno. La Federación Agraria ha sido uno de los grupos de mayor movilización, de modo que sus bases en las provincias de Puno se organizaron para viajar a Lima. En el campo, además de los comuneros están las rondas campesinas, los dirigentes, las federaciones agrarias provinciales. También han venido comerciantes de Juliaca con mucha vinculación con el campo. De las ciudades menores, han venido de un espectro amplio, pero fundamentalmente ha venido personas del campo. Las mujeres han participado en buen número y han tenido un rol importante pues son las que manejaban la economía, se encargan del abastecimiento y la alimentación. La gente ha venido con sus propios recursos, no han sido “financiados” por el contrabando o la informalidad. Hay que tener en cuenta que los campesinos son también comerciantes y eso ha hecho posible que reúnan dinero. En cada grupo se organizaban en comisiones, uno era el responsable, el otro de los alimentos, con responsabilidades compartidas, y la responsable de economía. Además, las mujeres seguían marchando, a la vanguardia de su grupo. ¿Cuál era el objetivo con que vinieron los hermanos de Puno a Lima? ¿Cómo se organizaron aquí en la ciudad? Tenían un objetivo fundamental y común, un propósito que seguramente fue madurando luego del 7 de diciembre. No solo eran las conocidas consigas de “que se vaya la presidenta”, “que se cierre el congreso”, “una nueva Constitución” y en menor medida “que le devuelvan la presidencia a Castillo”, sino sobre todo decían que se había traicionado, desconocido, el voto que masivamente le dieron a Castillo. “ Las personas que llegaron a Lima vinieron de un mundo distante, diferente; la provincia es la provincia y el campo es el campo, ambos muy diferentes de lo que es Lima. Pensaban que iban a estar poco tiempo movilizándose y que con eso bastaría para cerrar el Congreso y que se vaya la presidenta”. Una vez más veían que no se respetaba su voto, que se traicionaba a Puno; el que se haya dicho que el Puno no es el Perú exacerbó más a la gente. Pese a que vinieron organizados por provincias, en Lima no hubo una dirección única. Se trató de organizar esa dirección con los responsables de las diferentes delegaciones, sin embargo, como habían llegado “auto convocados” no dependían de nadie y se manejaban de manera independiente. En Puno tampoco hubo un comando único que tuviera una estrategia común, no hay un partido, una organización centralizadora. La falta de dirección unificada en Lima fue la mayor dificultad que tuvieron porque no faltaban quienes, siguiendo consignas políticas ya formadas, buscaban hacer prevalecer sus ideas. Así ocurrió con los maestros, quienes son los más politizados, y que seguían unos a la FENATEP y otros al SUTEP, algunos desprestigiando indebidamente la participación en las luchas de la mayor central de trabajadores, la CGTP, desconociendo su gran experiencia en exitosas jornadas en la capital. Ocurrió entonces que en las marchas unos caminaban por un lado y los otros por otro, generando así conflictos, aunque las gentes del campo por su parte, no les hacían caso a quienes promovían posturas que dividían, no los seguía, y así en las movilizaciones cada grupo iba en diferentes direcciones. Al final han tenido que entender que todos tenían que realizar un solo esfuerzo, según parece solo con esta experiencia, en la segunda oportunidad están mejor organizados Las personas que llegaron a Lima vinieron de un mundo distante, diferente; la provincia es la provincia y el campo es el campo, ambos muy diferentes de lo que es Lima. Pensaban que iban a estar poco tiempo movilizándose y que con eso bastaría para cerrar el Congreso y que se vaya la presidenta. Pero, se encontraron 49 con un Congreso empecinado en quedarse y un Poder Ejecutivo en la misma orientación. En Lima han sufrido mucho realizando las movilizaciones, caminado en un día 30 o 40 kilómetros en medio del verano limeño; hombres y mujeres llegaban a los alojamientos totalmente agotados. Si lograron aguantar en la capital ha sido en parte gracias a la reacción solidaria de los puneños en Lima, que ha sido muy positiva. Estos se aparecían con alimentos y otras cosas que eran acopiadas y luego se trasladaban a los lugares donde se alojaban los manifestantes ubicados en Comas, Callao, la Victoria, San Juan de Lurigancho y otros distritos. Para acoger a las 2,500 personas que llegaron, el contacto fue a través de los parientes, los amigos y paisanos. Por ejemplo, en el Callao grupos de huancaneños, moheños y conimeños los alojaron en garajes y casas; más de uno se dedicó a preparar en su casa la comida para todos. También han sido alojados en locales de las asociaciones de residentes puneños, en diversos distritos de Lima y el Callao. Según han comentado, también los comerciantes y emprendedores puneños en la capital tuvieron también un papel muy importante; por ejemplo, en la Victoria en uno de tantos edificios propiedad de puneños, usado como depósitos por los comerciantes de Gamarra y la Avenida Grau, deben haber estado 150 o 200 personas. En ese mismo distrito hay otros edificios de paisanos, los llamados “el rey del sostén”, el “rey de bividi”, que son grandes confeccionistas como comerciantes de Unicachi, donde fueron acogieron. ¿Qué otros apoyos de los puneños recibieron en Lima, como se organizaban las marchas en la capital? La solidaridad puneña en Lima no solo ha sido de tres organizaciones gran- des, como el Club Departamental en Lima, la Asociación Departamental del Callao y de la Central Folklórica, sino ha sido del emprendedor común de las organizaciones distritales y comunales que gracias al parentesco se han entablado buenos nexos de apoyo. Por otro lado, estuvieron también alojados en la Universidad Nacional de Ingeniería, que recibió por alrededor de una semana a unos 60 u 80 estudiantes y trabajadores de las universidades de Puno y Juliaca, esta última con la delegación más numerosa. En cambio, entre los 192 hombres y mujeres alojadas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, estuvieron también comuneros y pobladores, porque ingresaron gracias a la toma de la universidad realizada por los estudiantes sanmarquinos. El día que la policía entró a la universidad detuvo a 193 personas, quienes fueron llevadas a la Comisaria, obligándolas a dejar sus mochilas y maletas con sus pertenencias que luego fueron trasladadas por la policía. Tras estar presos un día y una noche, al salir les dejaron recoger sus cosas, pero una vez fuera, se dieron con la ingrata “ El pensamiento puneño está orientado por ese afán de reivindicación largamente postergado, de “rescatar lo que es mío”, lo que “nos pertenece ancestralmente”. sorpresa de que no encontraron el dinero que habían traído para sus gastos, que en conjunto sería una cantidad indeterminada, pero muy alta. Los detenidos fueron acusados y judicializados, siendo además amenazados diciéndoles que si los volvían a encontrar en Lima serían apresados. La mayoría de ellos eran de Juliaca, de Puno y de Huancané. Con todo esto, no les quedo sino regresar a Puno, por falta de dinero y por las amenazas que recibieron. En las marchas y manifestaciones no faltaron los “ternas”, o infiltrados e inclusive extremistas que provocaban a la policía, eso siempre no falta. La táctica de la policía ha sido significativa, ha habido dos o tres casos que nos causaban risa; por decir, un grupo marchaba escoltado por la policía por la avenida Arequipa, hacia Miraflores. En algún momento los policías los bloquean en la avenida y los hacen pasar por una calle lateral, les dejan avanzar hasta que los manifestantes se dan cuenta que han llegado a una calle cerrada donde no hay pase. De esa manera les hicieron una encerrona y ya no pudieron llegar a Miraflores (risas). Otro día, iban hacia el Congreso por la avenida Abancay y los policías les dejan la calle para que avancen, pero cuando llegan a la altura del jirón Huallaga, encuentran que no podían ir ni para la derecha, ni para la izquierda, de modo que no les quedo más que regresarse, pues estaban encerrados, rodeados. Finalmente, ¿cuál es el balance que puede hacerse de esta experiencia de protesta? Es conocido que Puno ha sido siempre una región ajena a la capital, que siempre ha estado abandonada por el Estado, es conocido que la población de Puno viene disminuyendo porque las personas salen del departamento. Así, según el último censo, entre el 2007 y el 50 2017 la población se ha reducido en unas 100,000 personas. El índice de aumento de la población es decreciente. Eso no permite que Puno se desarrolle, sabemos que con los resultados de la reforma agraria por su mala aplicación el puneño se ha sentido traicionado por Lima, igual en los años 80 en que no ha habido inversiones de envergadura, ni que decir después de los años 90s, en que se entregó todo al capital, el desarrollo en Puno no es tomado en cuanta. Entonces hay un resentimiento permanente, por lo cual Puno y todo el Sur vota por una alternativa de cambio; así, votó por Toledo, Alan García, Humala y otros. Pero, aun así, no ha habido resultados para el desarrollo de Puno, y se sienten entonces traicionados por los políticos. Además, hay una idiosincrasia, especialmente en el sector aymara alimentada por la influencia de los movimientos sociales en América Latina y, en particular, del caso boliviano por ser parte del Qollasuyo. El pensamiento puneño está orientado por ese afán de reivindicación largamente postergado, de “rescatar lo que es mío”, lo que “nos pertenece ancestralmente”. Quienes vinieron a Lima tenían la firme convicción de que estaban luchando en beneficio de Puno, que estaban respondiendo a quienes no respetaban el voto que dieron por Castillo. La gente se preguntaba, ¿entonces, ¿cuándo me van a dejar elegir, si a éste que elegí y ganó, no lo “ Pienso que más que un movimiento aymara, lo que tenemos en Puno, es un movimiento andino, un movimiento común de quechuas y aymaras, que se maniesta con fuerte ahínco por la defensa de la comunidad, de sus costumbres, de su tierra, y en contra de la promesa eternamente traicionada por los políticos”. dejan gobernar? Pienso que más que un movimiento aymara, lo que tenemos en Puno, es un movimiento andino, un movimiento común de quechuas y aymaras, que se manifiesta con fuerte ahínco por la defensa de la comunidad, de sus costumbres, de su tierra, y en contra de la promesa eternamente traicionada por los políticos. ¿Qué experiencia se llevan quienes vinieron desde Puno a luchar en la capital? Para ellos, según lo que decían, la primera gran experiencia es haber logrado venir a la capital para reclamar por sus derechos. Se sienten satisfechos porque se trata de una primera y grata experiencia propia autoconvocada, que la asumieron con seguridad y convicción; luego de esa gran experiencia de la marcha del Qollasuyo hacen 21 años, la que si fue dirigida por los alcaldes. Cuando se regresaban, tuvimos con algunos una reunión y contaban que estaban satisfechos de haber conocido al monstro por dentro; decían “para mí Lima ya no es lo que creía”, “cualquier rato voy a venir a conquistarla, si yo no vengo, vendrán mis hijos para estudiar o trabajar”, seremos millones. Algunos jóvenes incluso se han quedado permanentemente, y serán un nexo con los de Puno. Todos se llevan la satisfacción de una tarea cumplida; algunas personas me han dicho que volverían si su comunidad los envía nuevamente en comisión o se auto convocan, y volverían con más experiencia. Los nuevos grupos que vengan ya no tendrán miedo a hacer marchas, a enfrentarse a los policías y los gases lacrimógenos, y toda esa experiencia seguramente la van a recoger ahora que Puno ha sido militarizada. 51 Origen y desarrollo institucional de la Intendencia de Puno (1784-1824) L a Intendencia de Puno fue creada por Real Orden de 5 de junio de 1 1784 , formada por los Partidos o Subdelegaciones de Chucuito, Paucarcolla —también conocida como Subdelegación de Guancane2 —Lampa, Azángaro y Carabaya3. Siendo establecida su capital en la ciudad de Puno, población que dio nombre a la intendencia4. Estos territorios habían pertenecido al Virreinato del Perú hasta 1776, fecha en la que pasaron a formar parte del recién creado Virreinato del Río de la Plata. Poco después del establecimiento de las intendencias en este virreinato —el 25 de noviembre de 1783—, hubo que hacer algunos ajustes territoriales sobre el plan inicial. Así, el 30 de diciembre de ese mismo año el Virrey Vértiz y el Superintendente Francisco de Paula Sanz, presentaron un informe conjunto en el que proponían la creación de otra intendencia Escribe: Miguel Luque Talaván Universidad Complutense de Madrid 52 en la zona ocupada por la antigua demarcación de la provincia del Collao —formada por las provincias de Lampa, Azángaro y Carabaya—, a las que se añadirían 5 Paucarcolla y Chucuito . Dos eran las razones alegadas para apoyar su propuesta: la primera de ellas se refería a que esta región abarcaba un territorio muy extenso para ser incluido en la Intendencia de La Paz, a la que en un principio había sido asignado. La segunda razón aducida fue que gobernar tan vastos territorios era una tarea demasiado ingente para un solo intendente. La Corona vio lógica tal petición y aprobó la creación de la Intendencia de Puno. Así, el Virreinato del Río de la Plata vio aumentado de ocho a nueve el número de sus intendencias, situación que se mantuvo de 1784 a 1796, año en el que se reincorporaron los territorios de Puno al Virreinato del Perú. Cuando en 1787 se creó la Audiencia de Cuzco, a ésta se le asignó una demarcación bajo su jurisdicción que, a pesar de estar en su mayor parte en el Virreinato del Perú, se introducía en territorio rioplatense y más concretamente en algunos de los distritos de la Intendencia de Puno, como eran Carabaya, Lampa y Azángaro. Se daba así la complicada situación de que mientras que parte de la intendencia dependía judicialmente de la Audiencia peruana del Cuzco, la otra —formada por los partidos de Paucarcolla y Chucuito— estaba subordinada de la Audiencia rioplatense de Charcas6. Además, se sumaba el hecho que la circunscripción de la Intendencia de Puno continuó repartiendo su dependencia eclesiástica —hasta 1824— entre el peruano Obispado de Cuzco, y el Obispado de La Paz, sufragáneo del Arzobispado de Charcas —que desde 1776 pertenecía a la demarcación del Virreinato del Río de la Plata7—. Para remediar XIX—, puede ser dividida en los siguientes cinco períodos cronológicos: 1 de 1700 a 1776; 2) de 1776 al 5 de junio de 1784; 3) del 5 de junio al 1784 a 1787; 4) de 1787 al 1 de febrero de 1796; y 5) del 1 de febrero de 1796 a 1824. esta situación, en 1782 se llegó a proponer a la Corona el establecimiento de un obispado en cualquiera de las tres provincias norteñas —Lampa, Azángaro o Carabaya—, junto con la erección de una catedral en Puno o en Lampa. Aunque finalmente este proyecto nunca se materializó, a pesar de que hubo dos nuevas peticiones en el mismo sentido, una en el año 1785, realizada por el Visitador General Jorge de Escobedo y Alarcón, y la otra en 1801-1803, hecha por Francisco Carrascón y Solá, Racionero de la Catedral de Cuzco, que solicitó al rey la creación del Virreinato de Puno, con sede episcopal y audiencia8. El problema administrativo fue finalmente resuelto por una Real Cédula de 1 de febrero de 1796, que incorporó la Intendencia de Puno al Virreinato del Perú, quedando sometidos sus cinco partidos —en lo judicial— a la Audiencia de Cuzco9. A tenor de lo expuesto, la evolución jurisdicción tanto la civil como ¡a eclesiástica— de Puno —en los siglos XVIII Los partidos administrativos A) Los partidos de Chucuito, Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya (1700-1776) Los partidos de Chucuito, Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya —que más tarde integrarían la Intendencia de Puno—, pertenecieron al Virreinato del Perú desde su fundación en el siglo XVI, aunque aquí nos centraremos únicamente en el siglo XVIII. Durante el período todos ellos dependieron judicialmente de la 10 Audiencia Charcas . Esta situación perduró hasta 1776, en que se creó el Virreinato del Río de la Plata, al que le fueron entregados numerosos territorios que hasta ese momento habían estado bajo la jurisdicción del Virreinato peruano y entre ellos los cinco partidos citados. En lo referente a la situación desde el punto de vista eclesiástico —que se mantuvo tras 1776—, mientras que Chucuito y Paucarcolla eran dependientes de la Diócesis de La Paz —sufragánea del Arzobispado de Charcas - Lampa, Azángaro y Carabaya lo eran de la de Cuzco —sufragánea del Arzobispado de Lima—. Ambas sedes eclesiásticas pertenecían al virreinato del Perú. (Cuadro 1) B) Los partidos de Chucuito, Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya (1776-5 de junio de 1784) Tras la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, los cinco partidos siguieron dependiendo en lo judicial de la Audiencia de Charcas —ahora en este virreinato—. En lo eclesiástico, la división 53 Cuadro 1. Divisiones administrativas y eclesiásticas de los partidos de 11 Chucuito, Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya (1700-1776 ) Partidos CHUCUITO División administrativa Audiencia de Charcas (Virreinato del Perú) PAUCARCOLLA Audiencia de Charcas (Virreinato del Perú) LAMPA Audiencia de Charcas (Virreinato del Perú) AZÁNGARO Audiencia de Charcas (Virreinato del Perú) CARABAYA Audiencia de Charcas (Virreinato del Perú) en dos diócesis —La Paz y Cuzco— siguió en vigor, aunque con un importante matiz, como era el de que mientras que el Obispado de La Paz pertenecía ahora del Virreinato del Río de la Plata, el Obispado de Cuzco continuaba en el Virreinato del Perú. Esta situación en lo eclesiástico se mantuvo sin cambios hasta el año 1824. Administrativamente, todo permaneció igual hasta que eclesiástica Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Perú) Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) con la creación de la Intendencia de Puno el 5 de junio de 1784, el poder de la Audiencia de Charcas se vio mermado en estos territorios. (Cuadro 2) C) La Intendencia de Puno (5 de junio de 1784-1787) Entre el 5 de junio de 1784 —fecha de la erección de la Intendencia de Puno—, y 1787 —año en el que se creó la Audiencia de Cuzco—, Puno siguió subordinado judicialmente a la Audiencia de Charcas —dependiente del Virreinato del Río de la Plata—. La división eclesiástica continuó siendo la descrita en el epígrafe B. (Cuadro 3) D) La Intendencia de Puno (1787-1 de febrero de 1796) Cuando en 1787 se creó la Audiencia de Cuzco, le fue asignada una jurisdicción que abarcaba partidos pertenecientes a los virreinatos del Perú y del Río de la Plata, En este caso estuvo la fronteriza Intendencia de Puno ya que los partidos de Chucuito y Paucarcolla siguieron dependiendo judicialmente de la Audiencia de Charcas —Virreinato del Río de la Plata—, mientras que los de Lampa, Azángaro y Carabaya pasaron a estar subordinados a la recién creada Audiencia de Cuzco —en el Virreinato del Perú—, Esta posición dual se mantuvo hasta que el 1 de febrero de 1796, y ante las protestas que la división había causado por los perjuicios que de ella se derivaban, los territorios de Puno fueron segregados del Cuadro 2. Divisiones administrativas y eclesiásticas de los partidos de Chucuito, Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya 12 (1776-5 de junio de 1784 ) Partidos División administrativa Audiencia de Charcas(Virreinato CHUCUITO del Río de la Plata) Audiencia de Charcas(Virreinato PAUCARCOLLA del Río de la Plata) Audiencia de Charcas(Virreinato LAMPA del Río de la Plata) Audiencia de Charcas(Virreinato AZÁNGARO del Río de la Plata) Audiencia de Charcas(Virreinato CARABAYA del Río de la Plata) Fuente: elaboración propia. División eclesiástica Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Río de la Plata) Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Río de la Plata) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) 54 Cuadro 3. Divisiones administrativas y eclesiásticas de la Intendencia de Puno (5 de junio de 1784-178713) Partidos División administrativa Intendencia de Puno. Audiencia CHUCUITO de Charcas (Virreinato del Río de la Plata) Intendencia de Puno. Audiencia PAUCARCOLLA de Charcas (Virreinato del Río de la Plata) Intendencia de Puno. Audiencia LAMPA de Charcas (Virreinato del Río de la Plata) Intendencia de Puno. Audiencia AZÁNGARO de Charcas (Virreinato del Río de la Plata) Intendencia de Puno. Audiencia CARABAYA de Charcas (Virreinato del Río de la Plata) División eclesiástica Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Río de la Plata) Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Río de la Plata) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Fuente: elaboración propia. Virreinato del Río de la Plata para pasar nuevamente a depender por completo del Virreinato del Perú14. La división eclesiástica continuó siendo la descrita en el epígrafe B. (Cuadro 4) E) La Intendencia de Puno (1 de febrero de 1796-1824) Desde el 1 de febrero de 1796, Puno pasó nuevamente a ser posesión virreinal peruana, viendo de este modo unificada su Cuadro 4. Divisiones administrativas y eclesiásticas de la Intendencia de 15 Puno (1787 -1 de febrero de 1796) Partidos División administrativa Intendencia de Puno. Audiencia CHUCUITO de Charcas (Virreinato del Río de la Plata) Intendencia de Puno. Audiencia PAUCARCOLLA de Charcas (Virreinato del Río de la Plata) Intendencia de Puno(Virreinato JAMPA del Río de la Plata) Audiencia de Cuzco (Virreinato del Perú) Intendencia de Puno.(Virreinato AZÁNGARO del Río de la Plata). Audiencia de Cuzco (Virreinato del Perú) Intendencia de Puno.Virreinato CARABAYA del Río de la Plata. Audiencia del Cusco. Virreinato del Perú División eclesiástica Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Río de la Plata) Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Río de la Plata) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú) Arzobispado de Lima. Virreinato del Perú anterior y dual división administrativa, al ser sometidos sus cinco partidos, en lo judicial, a la única jurisdicción de la Audiencia de Cuzco. Y es así como continuó la Intendencia de Puno hasta 1824, año en el que, con la emancipación peruana, se puso fin a la existencia de esta institución. La división eclesiástica continuó siendo la descrita en el epígrafe B. (Cuadro 5) Los Intendentes A) Intendentes de la Intendencia de Puno. Período virreinal rioplatense (5 de junio de 1784-1 de febrero de 1796) De 1784 —fecha de la creación de la Intendencia de Puno—, a 1796 —año en el que este territorio pasó del Virreinato del Río de la Plata, al del Perú—, cuatro inten16 dentes se sucedieron en el cargo : José Reseguir (14 de junio de 1784-6 de agosto 17 de 1788) ; José Joaquín Contreras (f de 18 agosto de 1788-1790) ; Francisco José de Mesa Ponte y Castillo (1 de enero de 19 1790-1795) y el Dr. José Antonio de Campos (1795-1796)20 B) Intendentes de la Intendencia de Puno. Período virreinal peruano (1796(1814)-1824) 55 22 José María Químper CROQUIS DE LA INTENDENCIA DE PUNO (1792) Fuente: Elaboración propia inspirada en el plano de la Intendencia de Puno (1792) realizado por el P. Benito Valencia y reproducido en Torres Luna, 1968, [entre] pp. 210-211. Este croquis ha sido además completado con los mapas contenidos en: Morales Padrón, 1988, tomo I y tomo II. VV.AA.: Atlas 2000. La nueva visión de la Tierra. Círculo de Lectores: GEO. Barcelona, 1996, pp. 208-209 y 214-215. Nota: Laguna de Chucuito y Laguna de Umamarca son los topónimos usados por el P. Benito Valencia para referirse al Lago Ti caca. Desde la incorporación de la Intendencia de Puno al virreinato peruano en 1796, diez intendentes ejercieron su gobierno hasta el año 1824, en el que se produjo la emancipación definitiva del Perú. Fueron estos: Tomás Semper (1 de 21 enero de 1796 – 31 de marzo de 1801) ; Doctor Ignacio Maldonado (31 de marzo Cuadro 5. Divisiones administrativas y eclesiásticas de la Intendencia de Puno (1 de febrero de 1796-1824) Partidos División administrativa Intendencia de Puno. Audiencia CHUCUITO de Cuzco (Virreinato del Perú) Intendencia de Puno. Audiencia PAUCARCOLLA de Cuzco (Virreinato del Perú) LAMPA AZÁNGARO CARABAYA División eclesiástica Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Río de la Plata) Obispado de La Paz(Arzobispado de Charcas. Virreinato del Río de la Plata) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Intendencia de Puno. Audiencia Lima. de Cuzco (Virreinato del Perú) Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Intendencia de Puno. Audiencia Lima. de Cuzco (Virreinato del Perú) Virreinato del Perú) Obispado de Cuzco(Arzobispado de Intendencia de Puno Lima. Virreinato del Perú) Fuente: elaboración propia de 1801 – 17 de diciembre de 1801) ; José González de Navarra y Montoya (18 de septiembre de 1801 – 30 de junio de 1806)23; Manuel Quimper Benítez del Pino (1 de noviembre de 1806 – finales de enero de 181024; Manuel Antonio Nieto (1 de febrero de 1810 – 22 de marzo de 25 1810) ; Doctor Mariano Agustín del Carpio (22 de marzo de 1810-12 de julio 26 1810) ; Manuel Quimper Benítez del 13 de julio de 1810-14 de agosto de 1814)27; Doctor Manuel Velarde ejerció el mando durante el período revolucionario de 1814— (14 de agosto de 1814 – noviembre de 1814)28; Martín de Rivarola (noviembre de 1814 – mayo de 29 1815) ; Francisco de Paula González (1815)30; Narciso Basagoitia (1816)31; y Doctor Tadeo Joaquín de Gárate (22 de enero de 1817 —fines de diciembre de 32 1824) . Pablo Echevarría (fines de diciembre de 1824-1825), fue la última autoridad española al frente de la Intendencia de Puno —aunque no fuese su intendente—. Y a pesar que la Batalla de Ayacucho, perdida por los españoles a finales de 1824, puso definitivamente fin a la soberanía española sobre el continente americano, Echevarría se mantuvo en su 33 puesto hasta comienzos del año 1825 . La Intendencia de Puno durante la emancipación: de circunscripción colonial a departamento del Perú En las dos primeras décadas del siglo XIX, las posesiones españolas en la América continental iniciaron los procesos emancipadores que condujeron a su definitiva separación de la metrópoli34. El análisis del origen y evolución de los mismos, excede los límites temáticos de este trabajo por lo que aquí únicamente nos limitaremos a historiar brevemente e proceso independentista peruano, fijando también nuestra atención en como éste afectó a la región de Puno35. 56 El 6 de mayo de 1820, el General José de San Martín fue designado generalísimo de la expedición que, contra el bastión realista del Perú, había organizado el senado chileno. La expedición resultó inicialmente un éxito, coronado con la entrada de San Martín en Lima el 12 de junio de 1821, y con la proclamación de la independencia, el 28 de julio, por una asamblea de notables —reunida por el propio San Martín— que le confirió a este el título de Protector del Perú. Desde ese momento, San Martín comenzó a dar disposiciones actuando como si la independencia del Perú fuese ya completa. De esta época data la creación de la Diputación Provincial de Puno, institución casi desconocida establecida el 16 de junio de 1822 y formada sobre los territorios de la intendencia homónima, sin que ello significara la supresión de la citada intendencia. Conforme a Ascensión Martínez Riaza, la Diputación Provincial de Puno celebró “(...) un total de 102 sesiones hasta el 27 de febrero de 1824”36. Constituyendo su demarcación la base territorial sobre la que se formó el Departamento 37 de Puno . Pero lo cierto es que la realidad distaba mucho de ser optimista. Gran parte del interior del Perú se encontraba aun en poder de las tropas realistas que además mantenían prácticamente intactos sus efectivos. San Martín comprendió entonces que para poder vencer a las tropas realistas debía conseguir la ayuda del General Simón Bolívar que recientemente había logrado conquistar Quito. Por ello, solicitó 38 una entrevista con Bolívar en Guayaquil . En este encuentro, San Martín le pidió ayuda para conquistar Perú, ofreciendo ponerse a sus órdenes, oferta a la que Bolívar rehusó, prometiendo únicamente el envío de 1.000 hombres para esta campaña. San Martín interpretó esta negativa, pensando que su figura era un obstáculo para el éxito del proyecto y que Bolívar lo emprendería próximamente. Por esta razón, al regresar al Perú, convocó al Congreso el 20 de septiembre de 1822 y allí renunció al mando, anunciando también sus intenciones de abandonar la vida pública, marchándose definitivamente del Perú el mismo día39. Tras su marcha, el gobierno fue asumido por una junta presidida por José La Mar que, debido a sus continuas derrotas frente a las tropas realistas, fue depuesta; siendo sustituida, el 28 de febrero de 1823, por el electo Presidente de la República del Perú, José de la Riva Agüero. Este comprendió pronto que para lograr la completa independencia, hacía falta conseguir la ayuda de Bolívar que, finalmente, aceptó acudir a 40 liberar el Perú. Puno, al igual que el resto del Perú, fue uno de los últimos baluartes realistas en la vorágine emancipadora, y a pesar de que la independencia del Perú había sido proclamada de jure el 28 de julio de 1821, no la consiguió de facto hasta el 9 de diciembre de 1824. Mientras que Puno no la lograría hasta el 27 del mismo mes y año. Los funcionarios realistas se mantuvieron en el bastión puneño hasta el último momento, cuando, perdida ya la Batalla de Ayacucho, entendieron que los días de la soberanía española sobre la América continental habían llegado a su fin. No obstante, la Historia de la última fase de la guerra de la independencia peruana, iniciada en 1823, no terminó hasta el 22 de enero de 1826, cuando las guarniciones realistas que aun resistían en el puerto de El Callao bajo las órdenes de José Ramón Rodil, se convencieron de que ya no iban a recibir ayuda de España, aceptando la capitulación41. Conclusiones Durante los siglos XVI y XVII, el Virreinato del Perú comprendía dentro de su jurisdicción prácticamente toda la parte sur del continente americano —exceptuando los dominios portugueses—. A lo largo del siglo XVIII, este virreinato sufrió dos importantes segregaciones de territorio al crearse los de Nueva Granada y Río de la Plata. Con la fundación del Virreinato de Nueva Granada, el Perú perdió los territorios del norte esto es, los pertenecientes a las Audiencias de Santa Fe de Bogotá, Quito y Panamá, más los de la Capitanía General de Venezuela. En 1776, se creó el Virreinato del Río de la Plata, integrado por las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Paraguay, 57 Santa Cruz de la Sierra y Charcas. Se recortaban así al Perú grandes extensiones territoriales por el sur y por el este. En 1776, fue asignado al Virreinato del Río de la Plata el territorio que, desde 1784, conformaría la Intendencia de Puno. Cuando en 1787 se creó la Audiencia de Cuzco, a esta se le asignó un distrito bajo su jurisdicción que, a pesar de estar en su mayor parte en el Virreinato del Perú, se introducía en territorio rioplatense y más concretamente en algunos de los distritos de la Intendencia de Puno, como eran: Carabaya, Lampa y Azángaro. De este modo se daba la complicada situación de que mientras que parte de la intendencia dependía judicialmente de la Audiencia peruana del Cuzco, la otra —formada por los partidos de Paucarcolla y Chucuito— estaba subordinada a la Audiencia rioplatense de Charcas. A esta situación se sumaba el hecho de que la circunscripción de la Intendencia de Puno continuó repartiendo su dependencia eclesiástica —hasta 1824— entre el Obispado de Cuzco, sufragáneo del Arzobispado de Lima —en el Virreinato del Perú—, y el Obispado de La Paz, sufragáneo del Arzobispado de Charcas, que desde 1776 pertenecía a la demarcación del Virreinato del Río de la Plata. El problema admiistrativo fue finalmente resuelto por una Real Cédula de 1 de febrero de 1796, al quedar incorporada la Intendencia de Puno al Virreinato del Perú, y quedar sometidos sus cinco partidos —en lo judicial— a la Audiencia del Cuzco. Por todo lo expuesto, y con la finalidad de poder racionalizar el análisis de su origen y evolución histórica, así como de su paso de demarcación colonial a departamento del Perú independiente, consideramos adecuado dividir la evolución jurisdiccional —tanto la civil como la eclesiástica— de la región de Puno en cinco períodos: 1) de 1700 a 1776 —fecha de creación del Virreinato del Río de la Plata—; 2) de 1776 al 5 de junio de 1784 —fecha de creación de la Intendencia de Puno—; 3) del 5 de junio de 1784 a 1787 —fecha de la creación de la Audiencia del Cuzco—; 4) de 1787 al 1 de febrero de 1796 —fecha de la reincorporación de Puno al Virreinato del Perú—; y 5) del 1 de febrero de 1796 a 1824 —momento en el que los últimos representantes realistas al frente de la Intendencia de Puno, tuvieron que abandonar su puesto, al haber sido consumada ya la independencia del Perú—. Notas 1 2 3 Ésta es la fecha que proporciona John Lynch (Lynch, 1962, p. 68). Mientras que en la obra de Luis Navarro García, que da como fecha el 21 de junio de 1784, podemos leer —en relación con las diferencias de opinión existentes entre los autores sobre el momento exacto de la creación de la Intendencia de Puno—: «Esta es la fecha que da Machado en la “Razón de los Superintendentes Subdelegados de Real Hacienda, Intendentes de Ejército y Provincia y Tenientes Letrados Asesores Ordinarios de unos y otros que se han nombrado para los distritos de tos Virreinatos de las Indias y de los Gobiernos Independientes ”, que se extendió el 8 de agosto de 1787». (A.G.I., Indif. Gral., 843). Ravigniani dice que las fechas de creación de la Intendencia de Puno son las de 6 de mayo y 5 de junio de 1784 (“El Virreinato de la Plata. 1776-1810”. “Historia de la Nación Argen na”, dirigida por Ricardo Levene. Buenos Aires, 1940, tomo IV, sección 1, página 161). Nosotros hemos encontrado el tulo de Reseguin, erróneamente datado el 14 de junio de 1783, y la disposición de Gálvez en que se le concedía la Intendencia de Puno, anotada en un Extracto de la Carta núm. 898 de Vér z al Ministro, con que acompañaba la solicitud de Reseguin. Dicha nota es de 13 de mayo de 1784. (A.G.L, Lima, 1.125)» (Navarro García, 1959, p. 42, nota número 17). Esta denominación solo la hemos visto citada en: Acevedo, Las intendencias ..., 1992; y en A. Vidal Ortega y A. M. Bascary: “Los intendentes surperuanos (1784-1825)”, en M. Alcántara Sáez (compilador-director): América La na. Realidades y perspec vas. I Congreso Europeo de La noamericanistas (Salamanca. 1996). Ediciones Universidad de Salamanca. [Edición electrónica]. Salamanca, 1997, taller 30, p. 254, aunque con la forma Huancané. Edberto Óscar Acevedo ofrece una relación de los pueblos 4 5 6 7 que integraban las cinco subdelegaciones que conformaban la Intendencia de Puno en el periodo virreinal rioplatense. Pertenecían a la Subdelegación de Chucuito los pueblos de: Pichacani. y San Antonio de Esquilache. A Paucarcolla o Guancanc: Paucarcolla, Coala, Capachica, Vilque Chiquito, Moho, Conima, Charaque, y Tiquillaca. A Lampa: Vilque, Manazo, Cavana, Cavanilla, Caracoto, Hatuncolla, Pucará, Ayaviri, Orulillo, Nuñoa, Santa Rosa, Macari, Cupi, Vaiviri, Umachiri, Yalle, Calapuja, y Nicasio. A Azángaro: Azillo, Pu na, Acora, Dañe, Juli, Pomata, lunguio, Sepita, Desaguadero. Arapa, Caminaca, Pusi, Saman, Taraco, San ago de Pupuja, Chupa, Muñani, Poto, y Achaya. A Carabaya: Coasa, Usicayos, Crucero, Sandia, Quiaca, Phara, Ayapata, Macusani, Luata, Ollachea, Cuyu-Cuyu, Patanbuco, y Corani (Acevedo, Las intendencias1992, pp. 52-53). Antes de ser designada la capital de la intendencia, Puno había sido creada capital de la Provincia de Paucarcolla, el 4 de noviembre de 1668 por el Virrey del Perú Pedro Antonio Fernández de Castro, Conde de Lemos, el cual rebau zó la población con el nombre de San Carlos de Puno, en homenaje al Rey Carlos II (Tauro, 1966, tomo II, G-P, voz “Puno”, p. 600). Véase la nota número 35. Fernández Astorga, 1980, p. 264. Lynch, 1962, pp. 67-68. La circunstancia de que un territorio estuviese vinculado a dos diócesis dis ntas no resultaba a pica en Indias, puesto que no era infrecuente que las demarcaciones eclesiás cas no coincidieran con las civiles. Así, el Obispado de Trujillo, tenía jurisdicción sobre la diócesis de Jaén de Bracamoros, que se encontraba en el distrito de la Audiencia de Quito, perteneciente al Virreinato de Nueva Granada (Laviana Cuetos, 1992, tomo XI-1, p. 649). 8 Estos interesantes proyectos son descritos concisamente en los trabajos de Pilar Fernández Astorga (1980, pp. 263-264) y de Vladimiro Bermejo (1947, p. 33). Las fuentes que u lizó Fernández Astorga proceden del Archivo General de Indias (Sevilla), mientras que Bermejo no indica la procedencia de sus datos. La importancia de estas no cias aconseja prudencia a la hora de su análisis. Por ello consideramos necesaria la realización de una minuciosa labor de inves gación, con el fin de esclarecer todos los detalles relacionados con esta cues ón. 9 Fisher, 1970, pp. 49-53. “ 10 („.) la creación de la Audiencia de Charcas en 1559, a la cual por cédula de 29 de3 agosto de 1563 se dio sus límites dentro de los que quedó el Cuzco con toda su jurisdiccit comprensión, pero negando que se llevasen indios de Chucuito a Potosí, declarando el “que eso era contra su intención”, pero por cédula de 26 de mayo de 1573 derogó la que había expedido para agregar la provincia de Cuzco en lo judicial a la Audiencia de Charcas previniendo volviese a pertenecer a la de Lima. Determinó en esta vez que el territorio de El Collao, inclusive Ayavirí, Asillo, San Gabán y Carabaya correspondiente a la jurisdicción de Charcas.” (A. Torres Luna: Puno histórico. Talleres Gráficos del Colegio Unión Ñaña ma, 1968, p. 139). 11 Año de creación del Virreinato del Río de la Plata. 12 Fecha de creación de la Intendencia de Puno. 13 Recordemos que, con la creación de la Audiencia de Cuzco en 1787, los par dos puneños de Lampa, Azángaro y Carabaya pasaron a depender judicialmente de la mencionada audiencia, adscrita al Virreinato del Perú. 14 En la Colección Mata Linares (Real Academia de la Historia. Madrid), se conservan tres documentos de singular impor- 58 tancia y transcendencia para la Historia administra va de la Intendencia de Puno en esta etapa. El primero de ellos, de 7 de diciembre de 1790, es una copia una Real Cédula dirigida al virrey, presidente y oidores de la Audiencia de Buenos Aires, sobre la consulta hecha al rey, acerca de si convendría agregar la Intendencia de Puno a la Audiencia del Cuzco —creada en 1737— y que pasase a depender por completo del Virreinato del Perú (Real Academia de la Historia. Madrid. Colección Mata Linares. Signatura: 9/1655-1780, Tomo CXV, Folio 297), El segundo documento, es otra copia de una Real Cédula, fechada el 16 de agosto de 1792, solicitando a la Audiencia de Buenos Aires que informase sobre la conveniencia o no conveniencia de unir el territorio de la Intendencia de Puno a la jurisdicción de la Audiencia del Cuzco (Real Academia de la Historia. Madrid. Colección Mata Linares. Signatura: 9/16Í -1780, Tomo CXVI, Folio 142). El tercer y úl mo documento, se trata de la copia de la Real Cédula de 1 de febrero de 1796, por la que defini vamente la Intendencia de Puno fue agregada al Virreinato del Perú y a la Audiencia del Cuzco, segregándola de este modo del Virreinato del Rio de la Plata (Real Academia de la Historia. Madrid. Colección Mata Linares. Signatura: 9/165, 1780, Tomo CXVIII, Folios 18-19). Más no cias sobre la Real Cédula de 1 de febrero de 1796 así como de sus antecedentes, en: Deustua Pimentel,1965, pp. 193-197. 15 Véase la nota número 13 16 Los intendentes interinos han sido contabilizados como intendentes ordinarios. Las notas biográficas que se dan de cada uno de los intendentes son puramente orienta vas. Un breve estudio sobre los intendentes de Huamanga, Arequipa, Cuzco y Puno, en el periodo comprendido entre 1784 y la independencia del Perú, en: VIdal Ortega, Bascary, 1997, pp. 242-274. 17 Pilar Fernández Astorga, de la Universidad de Deusto —Bilbao—, realizó su memoria de Licenciatura en la sección de Historia Moderna y Contemporánea, de la Facultad de Filoso a y Letras de la mencionada universidad, sobre José Reseguín. Véase: Fernández Astorga, 198C pp. 261-265. José Reseguín, Coronel de Dragones, fue el primer intendente de Puno ( tulo de 21 de junio de 1784. Tomó posesión el 14 de junio de 1784 ejerció hasta 6 de agosto de 1788) (Acevedo, La intendencias..., 1992, p. 45). Nacido en España, era militar, par cipando en la expedición del Virrey Pedro Antonio de Ceballos Cortés y Calderón al Río de la Plata entre los años 1776 1777. Llegó a ser Teniente Coronel del Regimiento de Dragones de la guarnición de Montevideo, teniendo a su cargo la expedición que el Virrey Juan José Vér z y Salcedo envió a la zona del Alto Perú para sofocar la revuelta de Túpac Amaru. Por su actuación en dicha empresa, fue ascendido a coronel y se le concedió el nombramiento de comandante en jefe de los Dragones de Montevideo (para conocer más datos sobre sus ac vidades públicas antes de su nombramiento como intendente de Puno, véase: Lynch, 1967, pp. 95-97). Reseguín solicitó la Intendencia de Salta en noviembre de 1783, pero le fue denegada, siéndole concedida la Intendencia de Puno por Real Orden de 14 de junio de 1784. Falleció el 6 de agosto de 1788, siendo todavía intendente. Fue sus tuido interinamente en el cargo por el Teniente Gobernador José Joaquín Contreras (Torres Luna, 1968, p. 278). En relación a los negocios ilegales de Reseguín durante su mandato en Puno, véase: Vidal Ortega; Bascary, 1997, pp. 268-269. 18 José Joaquín Contreras, Teniente Asesor, fue el segundo intendente de Puno —interino— (1788-1790). Abogado de la Audiencia de Charcas, había sido Teniente Gobernador de Intendencia de Puno durante el mandato de su antecesor Reseguín. Al morir éste, Contreras se hizo cargo del gobierno de la intendencia de forma interina. Durante su mandato, por Real Cédula dada por el rey Carlos III el 3 de mayo de 1788, se creó la Audiencia pretorial de Cuzco bajo cuya jurisdicción se pusieron los siguientes territorios —tal y como describe la citada Real Cédula—: «E/ Rey, Virrey, Gobernador y Capitán General de las Provincias del Perú Presidente de mi Real Audiencia de Lima, para mayor decoro de la ciudad del Cuzco, an gua metrópoli del Perú (...) he venido por mi real decreto de 26 de febrero del corriente año en crear una nueva en dicha ciudad del Cuzco cuyo distrito ha de comprender la extensión que aquel Obispado (cuyas provincias son las de Abancay, Azángaro, Aymaraes, Canas y Canchi o Timta. Calca, Lares, Carabaya, Masques, Chumbivilca, Cotabambas, Cuzco, Lampa, Paucartambos, Vilcabamba, Urubamba) y todas las demás provincias y territorios que con precedente informe de Jorge Escobedo, Superintendente y Delegado señalaréis vos (...)» (Torres Luna. 1968. p. 168). Para saber cuáles eran las provincias que había que añadir a las ya mencionada en la Real Cédula, el Virrey Francisco Teodoro de Croix pidió parecer al Visitador General Jorge de Escobedo y Alarcón, que aconsejó la incorporación de la Intendencia de Puno, y de ser posible también la de Arequipa, a la jurisdicción de la Audiencia de Cuzco. Finalmente, la Intendencia de Arequipa no fue integrada en ella. Contreras fue sucedido en el cargo por el I Marqués de Casa-Hermosa (Ibidem). 19 Francisco José de Mesa Ponte y Cas llo, Coronel de los Reales Ejércitos, I Marqués de Casa-Hermosa, fue el tercer intendente de Puno ( tulo del 7 de enero de 1789. Tomó posesión el 1 de enero de 1790-1795) (Acevedo, Las intendencias .... 1992, p. 45). Nació en las islas Canarías, hijo de José de Mesa, Coronel del Regimiento de Infantería de Tacorante —isla de Tenerife—. El genealogista Femando González-Doria cita en su obra al I Marqués de Casa-Hermosa como Francisco José de Mesa y Ponte Pagés (F. González-Doria: Diccionario heráldico y nobiliario de los reinos de España. Editorial Bitácora. Madrid, 1987. p. 105). Francisco José de Mesa Ponte y Cas llo, sirvió durante vein cuatro años en el regimiento de su padre, donde alcanzó el grado de teniente coronel. Abandonó el servicio militar ac vo para marchar a Indias a ocupar el cargo de corregidor de Huaylas —Virreinato del Perú—, desde el 12 de octubre de 1766. En este su primer des no americano, ya demostró su capacidad al frente de un cargo administra vo (Lynch, 1962, pp. 274-275). El 30 del mismo mes y año, el rey Carlos III le concedió el tulo de Marqués de Casa-Hermosa (González-Doria, 1987, p. 105). Después de ser establecidas las intendencias en el Perú, fue designado subdelegado del Par do de Huaylas en 1785. Ascendido a coronel en 1789, fue nombrado Intendente de Puno el 7 de marzo del mismo año; tomando posesión del cargo el 1 de enero de 1790. Durante su mandato como corregidor de Huaylas, propuso la supresión de los repar mientos a cambio de sueldos fijos. Cuando llegó n ser intendente se planteó terminar con la corrupción en la tesorería local, acrecentar los ingresos para la Corona y depurar responsabilidades entre las autoridades subalternas corruptas. Esta úl ma medida le acarreó no pocos enemigos que le acusaron de imparcialidad, consiguiendo que fuese llevado a los tribunales bajo falsas acusaciones (véase: V. Rodríguez Casado: “Causa seguida contra el marqués de Casa Hermosa, gobernador intendente del Puno”. Anuario de Extudios Americanos (Sevilla), III (1946), pp. 957-968). Finalmente fue absuelto de todos los cargos imputados, re rándose a España (Lynch, 1962, pp. 274-275). A Casa-Hermosa se debe también la reconstrucción y reparación de diversos pueblos puneños —destruidos tras la revuelta de Túpac Amaru—; la restauración de caminos, puentes e iglesias; la construcción de un cementerio de una cárcel de hombres y mujeres, de una casa pretorial —con cuartel y sala de armas—; y la instalación en un nuevo edificio de las administraciones de tabacos y correos (A. Moreno Cebrián: “El marqués de Casa Hermosa, corregidor de Huaylas e intendente de Puno”. Anuario de Estudios Atlán cos (Madrid-Las Palmas), 24 (1978), pp. 118-119. Recomendamos consultares- te ar culo para conocer con más detalle las labores de gobierno de Casa-Hermosa. Véase también: Lynch, 1962, pp. 127-128, p. 226, y pp. 232-234. Serena Fernández Alonso ha publicado un ar culo en el que aborda el análisis de la figura del Marqués de Casa-Hermosa: S. Fernández Alonso: “Un noble canario en el gobierno local indiano: el marqués de Casa Hermosa en la Intendencia de Puno'*, en IX Coloquio de Historia CanarioAmericana (1990). Cabildo Insular de Gran Canaria. Las Palmas, 1992, tomo 1, pp. 717-736). Fue sus tuido en el cargo por José Antonio de Campos. 20 El Doctor José Antonio de Campos, Caballero de la Orden de San ago y Caballero de la Real y Dis nguida Orden de Carlos III, fue el cuarto intendente de Puno —interino— (17951796). José Antonio de Campos fue nombrado Gobernador e Intendente interino de Puno por el virrey del Río de la Plata. Bajo su gobierno se decretó la incorporación de la Intendencia al Virreinato del Perú, segregándola de la rioplatense, año de 1796 (Torres Luna, 1968, p. 168). 21 Tomás Semper, Teniente Coronel de los Reales Ejércitos, Caballero de la Orden de San ago, fue el quinto intendente de Puno (1 de enero de 1796-31 de marzo de 1801), y el primero de la nueva etapa administra va de la intendencia. Bajo su gobierno fue dictada la Real Cédula de 1 de febrero de 1796 por la que se decretaba la incorporación de la Intendencia de Puno al Virreinato del Perú. Se mantuvo el cargo hasta que se re ró el 31 de marzo de 1801, haciéndose cargo del gobierno el Doctor Ignacio Maldonado, 22 El Doctor Ignacio Maldonado, fue el sexto intendente de Puno —interino— (31 de marzo de 1801hasta 17 de sep embre de 1801). Abogado, se hizo cargo del mando de la intendencia hasta finales del año 1801, en que fue sus tuido por José González de Navarra y Montoya 23 José González de Navarra y Montoya, Coronel de los Reales Ejércitos, Caballero de la Orden de San ago, fue el sép mo intendente de Puno (18 de sep embre de 1801-30 de junio de 1806). Tomó posesión de su cargo como Gobernador Militar y Polí co e Intendente de Puno el 18 de sep embre de 1801. Entre los logros atribuidos a su gobierno hay que destacar la creación del Ayuntamiento de Puno y el establecimiento de las milicias de los cinco par dos de la intendencia. También es conocida su oposición a que los indígenas puneños, cumpliendo el servicio de la mita, acudiesen a las minas de Potosí. Cuatro, de los cinco, par dos que componían la Intendencia de Puno estaban obligados a suministrar una cuota anual de tributarios para el servicio de mita en esas minas. La oposición a dicho servicio llegó a su máxima expresión durante el gobierno de González de Navarra (J. Fisher: Minas y mineros en el Perú colonial (1776-1824). Ins tuto de Estudios Peruanos. Lima, 1977, pp. 185-186). Fue también un notorio an clericalista al acusar al clero puneño de ser “rico, idiota y opresor, lleno de vicios y robando al indio, de quien vendía hasta a sus hijos” (Torres Luna, 1968, pp 170-171). Sus di ciles relaciones con el clero, hicieron que este tomase parte muy ac va en la Revuelta de Juli (1806) uno de los episodios más di ciles a los que tuvo que hacer frente durante su mandato. Y que fue promovido por los curas de Juli y secundado por una buena parte de la comunidad indígena de la citada localidad. Las razones que condujeron a ella 59 fueron la profunda crisis de subsistencia que afectó a la zona sur de los Andes entre 1804 y 1806; sumada al rechazo de parte de la población dirigida por los curas locales— contra algunas medidas tomadas por González de Navarra que fueron calificadas como de “mal gobierno” y entre las que encontramos la venta de terrenos comunales —pertenecientes a las comunidades indígenas— entre algunas de las autoridades locales españolas. La Revuelta de julio de 1806 ha sido estudiada por Nuria Sala Víla (Sala Vila, 1991, pp. 343374). 24 Manuel Quimper Benítez del Pino, Comisario Ordenador, fue el octavo intendente de Puno (I de noviembre de 1806finales de enero de 1810). Natural de Lima, fue enviado a España por su familia para que iniciase su carrera de marino. Fruto de su formación naval, Quimper realizó un viaje por las islas de Otahe , cuya descripción plasmó por escrito en una serie de líenlos que fueron publicados sucesivamente en el Mercurio Peruano —desde el 2 de sep embre de 1792 en adelante—. Tras una breve estancia en España, nuevamente regresó al Perú como Comisario Ordinario e Intendente de Puno, cargo este úl mo del que tomó posesión el 1 noviembre de 1806, hasta finales de enero de 1810 en que entregó el mando a su sucesor Manuel Antonio Nieto (Torres Luna, 1968, p. 171). 25 Manuel Antonio Nieto, Coronel de los Reales Ejércitos, fue el noveno intendente de Puno (1 de febrero de 1810-22 de marzo 1810). Sólo estuvo unos meses al frente de la intender ya que falleció súbitamente desempeñando el cargo, el 22 de marzo de ese mismo año, por lo i tuvo que ser reemplazado interinamente por el Doctor Mariano Agus n del Carpió (Pilar Fernandez, 171 y 173). 26 El Doctor Mariano Agus n del Carpió, Teniente Asesor, fue el décimo intendente Puno —interino— (22 de marzo de 181012 de julio de 1810). Carpió gobernó interinamente no hasta que le sucedió el 13 de julio de 1810, el que fuera octavo intendente de Puno, Mar Quimper Benítez del Pino (Pilar Fernández). 27 Quimper se hizo cargo nuevamente de la intendencia (13 de julio de 1810-14 de agosto de 1814), dándose así la circunstancia de haber sido el octavo y el undécimo intendente de Puno—. Gobernó hasta el 14 de agosto de 1814, en que tuvo que abandonar Puno por haber sido invadida la región por las fuerzas revolucionarias del Cuzco, dirigidas por el Coronel José Pinelo (Pilar Fernández, L. Guzmán Palomino: “José Pinelo”. Enciclopedia Biográfica e Histórica del Siglos XIX-XX. Dirección, coordinación, revisión, epígrafes, diagramación y edición: Carlos Milla Batres. Editorial Milla Batres. Lima, 1994, tomo VIII P-R, p. 108 y p. 110). Quimper seria posteriormente nombrado intendente de Huamanga (Torres Luna, 1968, p. 171, y p. 173). 28 Durante el interregno revolucionario, el pueblo eligió al Doctor Manuel Velarde como intendente (14 de agosto de 1814-noviembre de 1814), el cual se mantuvo en el mando hasta que en el mes de noviembre se tuvo no cia de la aproximación a Puno de las fuerzas realistas comandadas por el General Ramírez, Velarde se re ró. Su gobierno no ha sido contabilizado, por no haber recibido su nombramiento de la Corona. (Pilar Fernández Astorga, pp. 174-175) 29 Con la marcha del Doctor Manuel Velarde, asumió el gobierno de Puno de forma interina el Alcalde Mar n de Rivarola, Teniente Coronel de los Reales Ejércitos, que pasó a ser el duodécimo intendente de Puno —interino— (noviembre de 1814-mayo de 1815) (Pilar Fernandez, p. 173). 30 Francisco de Paula González Vigil, tacneño, Coronel de los Reales Ejércitos, y decimotercer intendente de Puno —interino— (1815), se hizo cargo de la intendencia en mayo de 1815, con el principal obje vo de erradicar los focos revolucionarios que aún permanecían en la zona, consiguiendo cumplir parcialmente su misión. Hizo ejecutar a Miguel Pascual de San Román Cuentas, en Puno después de la batalla de Umachiri. 31 Sucedió a Francisco de Paula González, Narciso Basagoi a, Coronel de los Reales Ejércitos, que fue el decimocuarto intendente de Puno (1816). En 1801, había sido nombrado subdelegado del Par do de Lampa, bajo el gobierno del Intendente José González de Navarra y Montoya. Basagoi a tuvo una par cipación muy ac va en la lucha contra las revueltas independen stas que asolaron el Perú entre finales de 1809 y 1815. Nombrado en 1816, sirvió por muy poco empo en este des no ya que el rey había designado como nuevo intendente a Tadeo Joaquín de Gárate. Basagoi a murió prisionero del General José de San Mar n durante la guerra de emancipación. 32 Tadeo Joaquín de Gárate, Caballero de la Real y Dis nguida Orden Americana de Isabel la Católica y Caballero de la Orden de la Flor de Lis —Francia—, fue el decimoquinto intendente de Puno (22 de enero de 1817 a fines de diciembre de 1824). Natural de la ciudad de La Paz, fue subdelegado de Chucuito en 1807. Realista convencido, fue diputado y secretario de las Cortes de Cádiz, de su actuación mereció que el rey Fernando VIl le nombrase Gobernador Intendente de Puno. Además, gozaba del raro privilegio —dispensado a muy pocas personas— de ser Intendente Honorario en ejercicio desde 1817. Bajo su mandato, en 1821, se proclamó la independencia del Perú —de jure—, por lo que Gárate reforzó las posiciones españolas en Puno para evitar que la revolución fuese a más. Como dato de interés ofrecemos a con nuación la lista de funcionarios que tenía la Intendencia de Puno en el momento de la proclamación de la independencia peruana en 1821, con indicación de su procedencia: Intendente: Tadeo Joaquín de Gárate —americano—; Asesor: Manuel A. Carpió —americano—; Administrador: Miguel Garcés —americano—; Contador: José V. Larriva —americano—; Tesorero: Pablo Egaña —español—; Ensayador: Mateo Cossío —español—; Subdelegado de Azángaro: Francisco Antonio Larrauri —español—; Subdelegado de Huancané (Puno): Mariano Cáceres — español—; Subdelegado de Chucuito: Miguel de Urbina —español—; Subdele- 33 34 35 36 37 37 39 40 41 gado de Carabaya: Juan Sanz Pérez —americano—; Subdelegado de Lampa: Francisco Quiñones —americano— ( VIdal Ortega; Bascary, 1997, p. 254). Torres Luna, 1968, p. 174. Acerca de la crisis del orden colonial —que condujo a la independencia—, y sobre la búsqueda del estado nacional en Hispanoamérica, véase: F. X. Guerra y M. Quijada (coordinadores): Imaginar la nación. AHILA (Asociación de Historiadores La noamericanistas Europeos). Cuadernos de Historia La noamericana, n.° 2, 1994. R. Krebs: “Orígenes de la conciencia nacional chilena”, en 1. Buisson, G. Kahle, H. J. Kónic y H. Pietschmann (edición). K. Müller y M.*}. Rodero (redacción): Problemas de la formación del estado y de la nación en Hispanoamérica. Inter Na ones. Bonn —Federal Republic of Germany—, 1984, pp. 107-125. G. Lohmann Villena: “Cri cismo e ilustración como factores forma vos de la conciencia del Perú en el siglo XVIII”, en relación a la influencia de los Estados Unidos en la independencia y en la formación de las nuevas naciones hispanoamericanas, puede consultarse: M. Rodríguez Vallejo: La revolución americana de 1776 y el mundo hispánico. Ensayos y documentos. Editorial Tecnos. Madrid, 1976. M. E. Simmons: La revolución norteamericana en la independencia de Hispanoamérica. Editorial Mapire (Colecciones Mapire, 1492). Madrid, 1992. Acerca de este periodo, véase: L. Alayza y P. Soldán: “Influencia de Ja carta de Cádiz de 1812 en la emancipación y organización del Perú”. Revista del Ins tuto Sanmar niano del Perú (Perú), IX (1945), pp. 41-100. D. Cahill: “Una visión andina: el levantamiento de Ocongate de 1815”. Histórica (Lima), XI1/2 (diciembre 1988), pp. 133-159- Fisher, 1970, pp. 201-232. A. Mar nez Riaza: “Las diputaciones provinciales americanas en el sistema liberal español”. Revista de Indias (Madrid), Lll/195-196 (1992), p. 686, Las diputaciones provinciales surgieron como símbolo de la renovación ins tucional en las Cortes de Cádiz para “(...) modernizar y racionalizar el gobierno territorial de la Península y Ultramar, tanto en sus aspectos polí cos como económicos”. (Ibidem, p. 647). En la actualidad no disponemos de datos suficientes sobre las diputaciones provinciales del Peni, constando su existencia en Lima, Cuzco, Puno, Arequipa, Charcas, Potosí y Cochabamba (Ibidem, p. 686). Para más datos consúltese: Ibidem, pp. 647-691. La entrevista de Guayaquil, es uno de los episodios más polémicos de la Historia de la emancipación americana y sobre ella se han escrito numerosas obras que tratan de enaltecer a uno o a otro caudillo (M. Lucen a Salmoral [coordinador]: Historia de Iberoamérica. Tomo III. Historia Contemporánea. Ediciones Cátedra. Madrid, 1992, pp. 119-127). Pilar Fernández Astorga. Pilar Fernández Astorga Tauro, 1966, tomo 11, G-P, pp. 599601. Torres Luna, 1968, pp. 204-240. Lucena Salmoral, 1992, pp. 119-127; Tauro, 1966, tomo II, GP, pp. 599-601. Torres Luna, 1968, pp. 204-240. 60