Subido por Jose Alberto Santos Eslava

ALTIPLANIA-6

Anuncio
1
04 de mayo 2023 - Año 3 - Edición N° 006
Voces
puneñas
resuenan
en Lima
2
04 de mayo 2023 - Año 3 - Edición N° 006
REVISTA DIGITAL DE
INFORMACIÓN Y ANÁLISIS
Equipo Editorial:
Guillermo Vásquez Cuentas
Carlos Portugal Mendoza
René Calderón Vilca
Jr. Estados Unidos 297 – 601
Cel. 971964641
Portada:
Acuarela de Guzmán Emilio Huanca, “Yanariko”
Diseño y diagramación
Moises Bustincio
Carátula
Guzmán Emilio Huanca,
“Yanariko”
Guzmán Emilio Huanca cuyo nombre artístico es
“Yanarico”, es ya un consagrado y muy reconocido
acuarelista y pintor al óleo. Su renombre ha pasado las
fronteras continentales, pues así lo ratifican sus
exposiciones individuales y colectivas realizadas en los
Estados Unidos, Europa, África,Asia yAmérica Latina.
Nació en Jacantaya, Moho, Puno, Perú. Estudió en
Escuela ParticularAdventista de Jacantaya, y más tarde
en Colegio Nacional “San Luis Gonzaga” de
Chuquibamba, Condesuyos,Arequipa.
Se graduó de la Escuela Nacional de BellasArtes “Carlos
Baca Flor” deArequipa. Es miembro fundador y
presidente de laAsociación deArtistas “Luces del Sur”.
Ha obtenido diversos premios, entre ellos: Primer
premio Internacional deAcuarela,Agûillon Francia
2012. Primer premio (I.A.G.T.T.) Taiwan Revolution –
Paipei 2016. 2004 Primer premio nacional de arte y
Michel Oil Cia. – PERÚ. 2004 Primer Premio XXXII
Acuarela viva nacional de ICPNA– PERÚ. 1997 Primer
premio nacional de acuarela del premio "John
Constable" del British Council - PERÚ. 1994 Segundo
Premio Nacional deAcuarela del Premio John
Constable del British Council - PERÚ. 1994 Primer
premio nacional de acuarela Michel y Cia. – PERÚ.
1991 Primer Premio XXI ICPNAnacional living
acuarela – PERÚ.
El desaparecido escritor puneño Walter Quispe Santos,
dejó dicho que “Yanarico es un maestro del realismo; que
logra expresar, a través de la acuarela, la naturaleza
altiplánica donde destacan el manejo de las brumas y la
composición de la atmósfera, con una disciplina
permanente y oportuna; la combinación de los colores de
manera limpia, transparente, original, tal como se
muestra la naturaleza a los ojos del artista en las distintas
épocas del año a ese cromatismo le agrega un valor más
de su propuesta estética, la presentación de los planos de
la acuarela muy bien diferenciados. Se trata por lo tanto
de un artista que ha despertado un vivo interés de la
crítica nacional e internacional”.
3
Nuestra
palabra
E
l Perú y Puno han salido, tal vez
transitoriamente, de un movimiento de protestas que el país
experimentó durante casi dos meses, el
último de 2022 y el primero de 2023.
Como es sabido, la largada a la carrera de
violencias de las partes oficial y popular,
la dio la caída del presidente Castillo y su
reemplazo de quien fue su vicepresidenta
en la fórmula electoral que compitió y
triunfó en los últimos comicios generales.
No puede dejar de ser lamentable la
pérdida de vidas humanas que exceden el
medio centenar, causadas por la acción
policial que algunos han calificado
piadosamente como “excesos”, pero que
desde el ámbito internacional han sido
condenadas sin ambages. Son igualmente
lamentables los daños de variada clase
que el viento de violencia dejó a su paso, y
lo son también los perjuicios económicos
que afectaron y aun afectan a las actividades productivas y a las mismas vivencias domesticas de miles de hogares.
El signo campesino, indígena,
marcó a fuego las marchas y concentraciones multitudinarias que colmaron
plazas y calles de muchas ciudades del sur
del Perú, especialmente de Puno, región
ésta con la que quienes trabajamos esta
publicación estamos inclaudicablemente
identificados.
Cierto es que los objetivos de la
pasada lucha, que fueron solo de coyuntura política no han podido ser logrados.
Ello, pese a que todos los protagonistas los
compartieron y pese a todos los esfuerzos
y sacrificios desplegados. Todo ello quedó
en el camino. Pero cierto es también que
en esa lucha ha surgido el embrión
naciente de una conciencia de identidad y
propósitos visionarios, cuya consecución
futura demandará el empleo de estrategias
que hagan realidad las por siglos sentidas
aspiraciones de los pueblos del Perú
profundo, en un nuevo orden de justicia
social en democracia.
Creemos que inéditas conquistas y
realizaciones trascendentales por y para
las mayorías nacionales irán apareciendo
en la realidad peruana durante los
próximos años y las próximas décadas.
Los editores
4
UNA DURA LUCHA
por la segunda independencia
asoma en la historia del Perú
Escribe: Guillermo Vàsquez Cuentas
E
n la historiografía peruana, es lugar
muy común postular que durante el
llamado “proceso independencista” si bien se había logrado la emancipación del Perú del poder político y militar de
España, separándose de la metrópoli,
adquiriendo cierto poder de decisión sobre
su vida política y militar, sus grandes
mayorías poblacionales compuesta por
indios e indígenas no habían rescatado o
recuperado el poder político, social,
económico y militar que los invasores
europeos les habían arrebatado con gran y
sistemática violencia durante varios siglos
de abusos y crímenes de toda laya, reduciendo brutalmente su población. Como
descendientes y herederos de quienes en
los andes centrales desde siglos inmemoriales desarrollaron autónomamente
notabilísimas culturas, no se vieron beneficiados con la emancipación conseguida
por las capas sociales de criollos, algunos
sectores de españoles y parte de mestizos
que integraban la “República de Españoles”, clara y nítidamente diferenciada de la
“Republica de los Indios”, íntegramente de
indígenas de la ellos eran parte.
5
Simón Bolívar tenía una opinión
personal sobre los indios cuando escribió:
“Los blancos [de Perú] tienen el carácter
de los indios, y los indios son todos truchimanes, todos ladrones, todos embusteros,
todos falsos, sin ningún principio de moral
1
que los guíe” .
Desde el lado opuesto a conceptuaciones como la anterior, Manuel Gonzáles
Prada dijo a principios del siglo XX:
“Nuestra forma de gobierno se reduce a
una gran mentira, porque no merece
llamarse república democrática un estado
en que dos o tres millones de individuos
viven fuera de la ley”2 (o sea, sin el amparo
de la ley). Por su parte, José Carlos Mariátegui dejó escrito en sus Siete Ensayos que
nada parece haber cambiado desde la
independencia política de España: “El
hacendado, el latifundista, es un señor
feudal. Contra su autoridad, sufragada por
el ambiente y el hábito, es impotente la ley
escrita. El trabajo gratuito está prohibido
por la ley, sin embargo, el trabajo gratuito,
y aun el trabajo forzado, sobrevive en el
latifundio. El juez, el subprefecto, el
comisario, el maestro, el recaudador, están
enfeudados a la gran propiedad. La ley no
puede prevalecer contra los gamonales”.
Tanto la república de españoles,
como la de indios que conformaban la
sociedad colonial “lucharon separada y a
veces concurrentemente por abatir el poder
colonial, pero con distintos medios y
métodos” refiere sobre el tema, Virgilio
Roel.
Para algunos, el 28 de julio de 1821
fue el “día en que se perdieron las espe1 Bolívar, Simón. [1812] “Manifiesto de Cartagena”.
Escritos polí cos. Madrid: Alianza Editorial, 1975.
2 González Prada, Manuel. “Nuestros indios” [1904]
en Proyecto Ensayo Hispánico. 6 de enero de 2004.
h p://www.ensayistas.org/antologia/XIXA/gzlezpr
ada/index.htm
3 Milciades Ruiz: PERÚ: PATRIA PERDIDA en
punoculturaydesarrollo.blogspot.com
ranzas de recuperar la genuina patria
ancestral. Esa patria era el Tahuantinsuyo”3. De ahí que celebrar centenario,
bicentenario y aniversarios de esa fecha
significa ―en esa línea de análisis― es
celebrar toda una historia de sufrimientos
de la opresión blanco criolla sobre los
indígenas, ya que el encuentro de los
tahuantinsuyanos con los europeos fue
sinónimo de muerte.4
Indígenas en Puno durante el siglo XX
A lo largo de la primera mitad del
siglo XX la economía de los indígenas
puneños agrupados en “estancias”, parcialidades y comunidades se sustentaba en la
actividad agropecuaria, cuyo rubro más
importante era la producción de de lana de
ovinos y de fibra de alpaca destinada a la
exportación, actividad esta que corría a
cargo de empresas exportadoras con sede
en Arequipa. Lo atrayente de los beneficios
que podía deparar esa actividad productiva
hizo que pequeños grupos de hacendados y
quienes querían serlo ejercieran presiones
y acciones inescrupulosas para despojar a
los indígenas de sus tierras.
El tributo que pagaban los indígenas hasta 1854 constituía una suerte de
protección a la posesión y propiedad de sus
tierras; al mismo tiempo, el gobierno de
Piérola “impuso como requisito el saber
leer y escribir en castellano para ejercer el
derecho al voto, lo que dejó a los campesinos fuera del sistema político ya que, en
el siglo XIX, como contribuyentes, habían
tenido acceso al sistema electoral de la
época. Con estos antecedentes, los campesinos puneños iniciaron en el siglo XX una
campaña por obtener una “ciudadanía
indígena” que reconociera su derecho a ser
5
parte integrante de la nación peruana” .
Era evidente la existencia de
conflicto latente entre, de un lado, el
mundo oficial en el que radicaban poderes
en distintos niveles que protegían grandes
propietarios de tierras; y, por otro, a los
grupos y organizaciones indígenas puneñas. Ese conflicto asumía, en señaladas
ocasiones, carácter de manifiesto, expresado en actos de rebeldía que se escribieron con tinta sangre el primer cuarto y
poco más del siglo XX. Los Casos de
Santa Rosa de Juli, Rumi Maki, Juan
Bustamante, Huancho Lima, entre muchos
otros, dan testimonio de la consecuente
posición del campesinado puneño por dar
termino a la discriminación racista, a la
desigualdad socioeconómica que ha
sufrido desde tiempos coloniales.
Cierto es que el poder monopolizado por la estructura administrativa
4 Alberto Flores Galindo: EUROPA Y EL PAÍS DE LOS
INCAS. LA UTOPIA ANDINA. Ed. Ins tuto de Apoyo
Agrario. Lima 1986, p 11 ss.
5 Annalyda Alvarez Calderon Gerbolini: EN
BÚSQUEDA DE LA CIUDADANÍA INDÍGENA. PUNO
1900-1930. Ed. Fundación M.J. Bustamante de la
fuente, Lima marzo 2021.
6
oficial, intentó a lo largo de la república y
sobre todo en ese cuarto de siglo XX
congraciarse de alguna manera con el
campesino peruano y puneño.
Una de las medidas más traídas y
llevadas para amenguar el conflicto
latente, fue la creación de la Sección de
Asuntos Indígenas en el entonces Ministerio de Fomento, mediante Decreto
Supremo de 12 de setiembre de 1921
durante el gobierno de Leguía.
Se fundamenta la dación de este
instrumento el “deber del Estado de
proteger a los indígenas en su trabajo,
propiedad, libertad individual y demás
derechos… ya que no sería posible permitir, sin grave responsabilidad, que los
indígenas fueran tratados diversamente a
los demás ciudadanos, con violación del
artículo 17 de la Constitución del Estado
que establece que las leyes protegen y
obligan igualmente a todos”6. Entre otras
misiones se asigna a esta dependencia
“Atender las quejas y reclamos de cualquier género que fueren presentados por
los indígenas, amparar a la raza indígena
de los abusos y exacciones de que pudiere
ser víctima; impedir, directamente o por
6 J o s é Va r a l l a n o s : L E G I S L A C I Ó N I N D I A N A
REPUBLICANA, Lima, 1947.
medio de las autoridades competentes, los
abusos que pudiesen cometerse contra la
propiedad, trabajo, libertad individual y
demás derechos de los indígenas”.
Como ocurrió con muchas otras
buenas intenciones desde Bolívar y seguidores, esta también quedó en las letras y en
el papel.
Al año siguiente, mediante Decreto
Supremo de 29 de marzo de 1922, se crea
al Patronato de la Raza Indígena, con la
misión de “organizar en todos los lugares
de la República donde sea necesario, la
protección y defensa de la raza indígena y
estimular por los medios más adecuados su
desenvolvimiento cultural y económico”.
Algunos meses después, el 6 de octubre de
1922, se promulga la Ley Nº 605 mediante
la cual se “Prohíbe en lo absoluto, los
servicios gratuitos y obligados que se
conocen con las denominaciones de
“alcaldes de vara”, “agentes” y celadores
municipales”, “guardias de cárcel”, “pongos, semaneros, mitanes, alguaciles palmeros, fiscales”, etc., en las provincias de la
región de Sur”.7 Supina hipocresía oficial.
Esas medidas y acciones políticas,
aunque ―como siempre― quedaron el
7 Jose Varallanos: id
papel, fueron el resultado de las acciones
pro indígenas de intelectuales y organizaciones que denunciaban la situación de
servilismo semifeudal que agobiaba a los
campesinos de haciendas en el Perú y en
Puno. En ellas apareció un personaje,
déspota, tiránico y abusivo al que se denominó “gamonal”.
Un propietario de tierras en Azángaro, José Urquiaga ―que llegó a representar a esa provincia como diputado―
describió lo siguiente en un largo informe
8
al Congreso :
“Los gamonales explotan al indio;
los gamonales que lo tienen esclavizado,
que lo han hecho la víctima de sus ansias
de lucro. Son los que obligan a estos seres
desvalidos y sin poder levantarse para
protestar de todas las iniquidades que con
ellos se cometen”. Urquiaga denuncia la
nula atención que las instancias burocráticas debían dispensar a las comisiones de
indios que llegaban a Lima reclamando
por derechos: “…en distintas ocasiones
―dice― hemos visto venir a la capital de
la república comisiones de indígenas que
no han traído otro objeto que solicitar al
8 José Urquiaga. Indios (PUNO – 1916).
h ps://fondoeditorial.unmsm.edu.pe/index.php/f
ondoeditorial/
7
gobierno que se les haga justicia. ahora
bien, ¿qué han alcanzado? Todos
sabemos cuál ha sido el triste fin de esas
comisiones”.
“Los indios de Puno ―señala
Urquiaga― fueron obligados a trasladarse
á las minas de Potosí; y es sabido que tanto
por lo rudo del trabajo, como del mal trato
a que se les tenía sometidos, había entre
ellos una mortalidad horrible”.
El parlamentario azangarino se
explaya al describir cada una de las figuras
institucionalizadas desde tiempos de la
colonia, para la inicua explotación servil
de los indígenas en las haciendas, entre
ellos los “segunda”, “hilacatas”, “Alguaciles”, “propios”, “mitanes”, “pongos”, así
como relata con detalle los protocolos de
nombramiento de esos cargos, el rol de los
beneficiarios que recaía en el gobernador,
juez de paz, cura o guardia civil, todos
quienes aplicaban formas y procedimientos instituidas como costumbres
antiguas, para vivir a expensas del trabajo
de los indios.
El control y uso del poder estatal
En la realidad social peruana actual
es ostensible la existencia de una elite de
cariz económico y social, residente en
señalados distritos de la capital de la
república (principalmente San Isidro,
Miraflores, Surco, La Molina). Esa elite
crea, reproduce y va innovando mecanismos para mantener el control del poder
político del Estado y ejercer en mil y una
formas su injerencia en las decisiones
políticas más cruciales de los gobiernos
que esa elite impone o logra controlar. Lo
hace a través de las organizaciones políticas que domina, de consuno con entidades empresariales, culturales, de comunicación, así como organismos públicos de
naturaleza jurisdiccional y de preservación
del orden interno y del orden público.
Desde ese pequeñísimo territorio esa
reducida capa social innegablemente
racista y profundamente discriminadora,
determina en último análisis, los destinos
del país, cuya cabal realidad no conocen,
interpretan ni representan.
Por supuesto, la elite dominante no
está sola. Hay capas de mestizos capitalinos y provincianos tanto o más racistas
que secundan el quehacer de ese reducido
ámbito de la clase política peruana.
“Existe una discriminación de
origen colonial que persiste hasta el día de
hoy. Lo que tenemos en Perú es una
profunda crisis de representación en la que
estas poblaciones no sienten para nada que
el sistema político las represente”, refiere
una conocida entidad extranjera que
investiga el acontecer político social en
países americanos.9
Héctor Béjar señala que “hay un
"racismo aceptado" y "visible", que forma
parte de la vida nacional y que está en las
entrañas de la organización social peruana”10. “Su origen empieza con la invasión
hispana y permanece durante los 300 años
de régimen colonial y 200 de republicano.
En la reciente ola de protestas, el racismo
se ha puesto en evidencia en la actuación
de la clase política, las fuerzas de seguridad y los medios de comunicación”.
Todos estos “todavía conservan una
imagen del pasado, del indio sucio, analfabeto y pobre, cubierto de andrajos, consecuencia de la explotación de los terratenientes…”. “Ninguna élite que manejó el
Estado o influyó en él recogió las
demandas de los de abajo, las reconoció
como legítimas y las transformó en leyes”,
acota el sociólogo Sinesio López.
9 Democracy Now! en español (@DemocracyNowEs)
h ps://t.co/YjPXBiJFD3 h ps://t.co/0n4789de3m
10 Héctor Béjar: EXCANCILLER DESENTRAÑA LAS RAÍCES
DEL CONFLICTO EN EL PERÚ. Rusia Today 3 febrero 2023
8
Antecedentes próximos de la protesta
indígena
En 1969, cuando se estaba ejecutando un proceso de cambios profundos en
casi todas las estructuras económico
sociales, el general Velasco conductor de
ese proceso, señalaba con cierta reiteración
que con las acciones y medidas impulsadas
por el Gobierno Revolucionario de la
Fuerza Armada se estaba aboliendo el
“orden oligárquico” prevaleciente hasta
entonces, y se buscaba alcanzar la
“segunda independencia del Perú”, ya que
la primera, la de 1821, había quedado
inconclusa. La retórica de Velasco incluía
una crítica explícita a las élites que habían
liderado el movimiento en favor de la
independencia y habían dominado el país
luego de ella. La naturaleza «incompleta»
de la independencia y el estado de postración en que se había mantenido a las clases
populares indígenas eran atribuidos al
egoísmo y falta de patriotismo de las élites.
El 8 de septiembre de 1970 cuando
se conmemoraron los 150 años del desembarco de San Martín, Velasco dijo que “la
revolución de hoy es, de este modo, heredera histórica de esa primera lucha por
nuestra independencia…”.
Durante el régimen velasquista se
reiteró infinidad de veces que se estaba
desarrollando una lucha por una «nueva» o
«segunda» emancipación. “…una y otra
vez los peruanos escuchaban o leían que el
gobierno revolucionario estaba conquistando la «segunda independencia» de la
patria”, se comentaba en los medios de
entonces.
La Reforma Agraria de 1970 significó un cambio revolucionario en la
situación de las aspiraciones y luchas de
importantes sectores de la población
indígena del Perú. Estos pasaron a ser
oficialmente denominados como “campesinos”, pues se dijo que así se recusaba el
término “indígena” por el uso discriminatorio que implicaba.
A pesar de todo ello, la práctica
política que se venía desarrollando
conforme y hasta más allá del Plan Inca y a
la Bases Ideológicas de la Revolución
Peruana”, según los cuales el Perú se
encaminaba a la configuración finalista de
una “Democracia social de Participación
Plena” fue detenida con el golpe derechista
del general Morales Bermúdez, con cuyo
régimen se inició otro proceso: el de
desvirtuación y desmantelamiento del
conjunto de reformas ejecutadas. Los
propósitos de ir hacia una segunda independencia se cayeron y la realidad social
peruana en este aspecto volvió a mostrarse
algo parecida a la que imperaba antes al
proceso de cambios.
Los años de la década de 80 los
indígenas en una muy amplia mayoría no
secundaron al terrorismo subversivo del
senderismo, aun cuando las “fuerzas del
orden” no diferenciaban entre senderistas
y campesinos y la dura represión causó el
mayor número de “desapariciones” y las
más graves violaciones a los derechos
humanos, sobre todo en el lapso más
agudo del “conflicto armado interno” entre
1983-1985.
La mayoría de los ciudadanos
peruanos, entre ellos los indígenas,
eligieron en 1990 a Alberto Fujimori con el
evidente propósito de impedir que la elite
blanca, limeña y económicamente
pudiente ligada a los intereses de la
potencia hegemónica del continente, que
en conjunto estaban representadas por el
candidato Mario Vargas Llosa, accediera a
la conducción del Estado. Luego el autogolpe fujimorista, la captura del máximo
líder senderista, la Asamblea Constituyente de 1933, aprobada con fraude, no
marcaron (tuvieron) una participación
organizada y efectiva de las masas campesinas entre las que se afirmaba la creencia
de que la pena de muerte que aparecía en
texto constitucional, iba a ser aplicada a
cualquier persona que tuviera apariencia
indígena, eso porque la mayoría de los
detenidos durante el conflicto eran presentados en trajes de rayas, tenían apariencia y
apellidos indígenas y muchos de estos
procedentes de Puno.
Las acciones y medidas de corte
asistencialista que el gobierno de Fujimori
9
impulsara en el campo, hizo que este
obtuviera cómodo triunfo electoral en
1995; triunfo al que los indígenas contribuyeron decisivamente. Sin embargo, con el
andar de días y años, la compra de medios
de prensa, personas e instituciones por
parte de Vladimiro Montesinos ―su brazo
derecho― para que apoyen al gobierno
fujimorista, terminó por marcar el deterioro y desprestigio de Fujimori, quien
tuvo que renunciar, haciéndolo inusitadamente desde el extranjero.
Luego vendrían los gobiernos de
Toledo, de Alan García en dos periodos, de
Ollanta Humala, de Kuczynski, Vizcarra,
todos envueltos en escándalos por el
manejo doloso de los asuntos del gobierno
y en la concesión de la explotación de los
recursos naturales del país en beneficio del
capital extranjero. En todos esos casos,
hasta el de Sagasti, las masas campesinas
continuaron siendo las convidadas de
piedra en el manejo de los asuntos públicos
en los más altos niveles.
El apoyo franco del campesinado
indígena a Pedro Castillo que en una
segunda vuelta electoral venció a la ya
eterna candidata de la derecha, Keyko
Fujimori, se hizo más explícito en el sur
del país y abrumador en Puno. Pero el
nuevo gobernante de extracción campesina sufrió el embate cotidiano, fuerte,
falaz y concertado, del Congreso, Poder
Judicial, Fiscalía Nacional, prensa escrita,
televisada y radial, intelectualidad de
derecha y extrema derecha, militares
capacitados en centros académicos de
Estados Unidos metidos a políticos, etc.,
con intensidad que nunca se había dado en
la historia del Perú.
La protesta indígena
La defenestración de Castillo por un
congreso signado por una impopularidad
nunca vista, produjo el ascenso al poder de
Dina Boluarte cuya felonía desencadenó
las protestas de los indígenas. Prometer y
no cumplir eso de que “si Castillo se iba,
ella se iba con él”, incendió las praderas
altiplánicas, cusqueñas, ayacuchanas,
apurimeñas y aledañas a ellas, que tuvo
como respuesta oficial la muerte. Peruanos
entrenados para matar pagados con dineros
del pueblo; fusiles y balas que se compró
con dineros del pueblo, se emplearon para
reprimirlo criminosamente. Organismos
internacionales de derechos humanos y
algunos países latinoamericanos, no
tardaron en expresar su dura condena a los
hechos generados y autorizados desde las
alturas del poder.
Lo que andando el tiempo se conocerá, es que ya antes de la defenestración de
Castillo, la señora Boluarte ―bajo las
sutiles maniobras de una embajadora
especialista en menesteres golpistas en
diferentes países― habría pactado con la
mayoría derechista del Congreso, personajes claves del Poder Judicial y fiscalía y
representantes de las fuerzas del orden,
restituir y mantener el sistema (cuyo
cambio Castillo apenas había intentado
arañar) implantando un gobierno que cada
vez desecha subterfugios para mostrar su
signo derechista, fascistoide, clasista,
racista, represivo, discriminador e ilegitimo
por la escasísima aprobación que las
encuestas registran. Sin embargo, el
régimen actual permanece muy bien asentado sobre bayonetas.
A quienes han realizado actos de
protesta en buena parte de regiones del país
y a los que han venido a la capital peruana
para que sus demandas sean oídas por los
10
detentatarios del poder político "les han
acuñado todo tipo de calificativos que van
desde "terroristas", vándalos financiados
por Bolivia o por el narcotráfico, entre
otros, con el objetivo de deslegitimar sus
peticiones, que también son de índole
política”, Béjar dixit.
En estos días, las frases más
empleadas para referir y conceptuar la
crisis por quienes pertenecen o aspiran
pertenecer a esos “altos” y elitistas sectores
sociales, fueron sin duda: “indios de m”,
“cholos de m”. Eso lo podría corroborar la
saturación de esos vocablos en su habla
cotidiana de ciertos hogares, círculos
familiares, empresas, instituciones habituadas a la práctica soterrada o abierta de la
discriminación social y económica.
Si ya lo pensaron antes, ahora están
ansiosas de poner en el orden del día de su
hegemonismo fundamentalista, la drástica
reducción cuando no la imposible desaparición de lo que se vino en denominar “las
poblaciones excedentes y nocivas”, que en
su momento se erigió en el propósito central
etnonocida que muy bien fue empleado
durante los siglos XIX y XX especialmente
en Estados Unidos y en Argentina, para
desaparecer en esos países, a los antiquísimos dueños de este continente.
Precisamente en esa línea, el
gobierno de Fujimori ejecutó “programas
de esterilización forzosa” que se aplicó a
casi un cuarto de millón de mujeres indígenas en Perú empleando diversos medios
coactivos, desde amenazas hasta la compra
de voluntades con la entrega de alimentos.
La finalidad evidente de ese programa
apuntaba a reducir las tasas de crecimiento
poblacional de cholos e indígenas. La
reacción de éstos frente a esa suerte de
etnocidio no se hizo esperar. En una jornada
de capacitación de mujeres aimaras en
Acora hace algunos años, se hizo la
siguiente reflexión: “Si el gobierno y los
representantes a congreso se eligen
mediante la mayoría de votos, entonces
debemos tener más y más votos y para eso
hay que tener más y más hijos”.
Frente a las intenciones reduccionistas y frente a la mentalidad racista
prevaleciente en las elites políticas del
país, una lucha sorda, latente, subyacente,
ha empezado a manifestarse con nitidez
contra la histórica supremacía económica,
política y social de las capas sociales
blanco-criollas, especialmente localizadas
en los barrios de pudientes de la capital de
la república. El poder indígena que por
décadas y quizás hasta por siglos ha
permanecido medio oculto, afloró y
materializó en las acciones y marchas de
protesta que han remecido el Perú durante
los últimos tramos del año anterior y
principios del actual.
El protagonismo aimara
Si bien una faceta relevante de la
protesta indígena masiva que remeció al
país, fue la histórica afirmación de la
unidad en la lucha en torno a objetivos
comunes explícitos (Renuncia de
Boluarte, cierre del Congreso, Asamblea
Constituyente) por parte de quechuas y
aimaras en Puno, son éstos últimos, sobre
todo los del sur puneño, los que han
llevado el mayor peso en las responsabilidades de plantear iniciativas tácticas de
acción indígena y en ejecutar éstas en
consecuencia. Las reiteradas marchas en la
ciudad de Puno y los viajes hasta la capital
de la república, así lo demuestran.
Se enfatiza en que la gran protesta
comporta una causa esencialmente de
indígenas, indios, cholos, originarios,
porque escrutando con especial cuidado
las imágenes propaladas por la televisión o
publicadas en los diarios y revistas, no es
posible advertir la presencia protagónica
de “mistis”, mucho menos de blancos en
las marchas y concentraciones. Eso, por un
lado. Por otro, ha sorprendido que miembros de la comunidad intelectual puneña
11
que proclamaban su
simpatía con corrientes
indigenistas y hasta declaraban su abierta militancia
en ellas, hayan guardado
discretamente sus plumas,
salvo la publicación de uno
que otro artículo en los
medios y redes sociales.
Tenemos escrito 11
que la nación aimara (en
realidad “Kolla”), hoy por
hoy es una nación triestatal
dado que está asentada en
territorios de tres Estados:
Bolivia, Chile y Perú. De las
múltiples sub etnias que
conformaron esa nación, subsisten en el
Perú, concretamente en la región de Puno,
la descendiente de los Lupaccas que ocupa
parte de la provincia de Puno y el íntegro
de las provincias de El Collao, Chucuito y
Yunguyo; y, la descendiente de la etnia
Omasuyos Pacajje que ocupa íntegramente la provincia de Moho y parte de
Huancané y parte del área de Alto Tambopata en Sandia.
La etnia aimara de los Lupaccas
desde el pre incario fue estableciendo y
consolidando un mercado regional en su
zona de influencia desde Atacama hasta
Caraveli en la costa y hasta poco más de
Larecaja en el pie de monte de la cordillera
oriental de los Andes. Durante el virreinato
se mantuvo el sistema de intercambios
económicos con algunas variantes
impuestas por el régimen colonial; y,
durante la república, la acumulación
progresiva de pequeños capitales prove-
11 Guillermo Vásquez Cuentas: Ensayo corto LA NACIÓN
AIMARA. SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS, en el libro del
autor ESCRITOS POR LA PUNEÑIDAD, Ed. Universidad
Nacional del Al plano, Puno 2021. (puede bajarse en
punoculturaydesarrollo.blogspot.com)
nientes de la agricultura, de la ganadería de
auquénidos, el engorde de vacunos, la
producción notable de quinua, la textilería
y hasta el contrabando, les permitió ―a
señalados grupos de Lupaccas como
ilaveños, unicachis y ollarayas, entre
otros― incursionar con emprendimientos
mentados y exitosos en Lima y ciudades
del sur, y consolidarlos especialmente en
los rubros de comercio, transportes y
confecciones.
De esa base económica pudo beber,
sin duda, el apoyo a las acciones de
protesta, que les permitieron a los aimaras
ejercer liderazgo a nivel nacional y gravitación sobresaliente en la lucha política
desplegada. Debe quedar registrado
entonces, para la historia del Perú y de
Puno, que liderazgo motor directriz e
impulsor de las protestas de fines de 2022 y
principios de 2023 estuvo a cargo de los
aimaras lupaccas del sur de Puno.
Es momento de preguntarse si las
masivas protestas que protagonizaron
masas indígenas, sobre todo de las
regiones sureñas asumen en consciencia
generalizada una suerte de misión histórica de rescatar e impulsar una finalidad
liberadora de la gente
campesina indígena del
Perú profundo. ¿Son los
primeros escarceos de la
dura y larga lucha por la
segunda independencia,
posible de avizorar en el
horizonte histórico de
nuestro país? ¿Se ha
abierto una nueva etapa en
la historia de las luchas
indígenas por su plena
ciudadanía?
Hay quienes opinan
que lo insatisfactorio de la
lucha cumplida, ―aun
inconclusa según parece―,
es que “se trató de la lucha por objetivos
coyunturales, presentistas, sin un atisbo de
reivindicación social ni de objetivos que
respondan a una visión del futuro de las
masas indígenas en el Perú”12.
Pero en esencia, ¿cuáles eran o
siguen siendo, los propósitos y objetivos
de los protestantes en jornadas recientes?
Andrés Chirinos en SERVINDI el 4 de
enero responde con un preciso párrafo:
“Los pueblos campesinos e indígenas del
Perú básicamente reclaman respeto a la
vida, al derecho a decidir, a participar en la
democracia con igualdad. A que se termine
―de una vez por todas― una larga
historia donde no son tratados como
humanos. El gobierno junto al Congreso, y
otros poderes, solo viene demostrando
racismo y desprecio a la vida... El apoyo a
la causa indígena y campesina es hoy en
día parte de la defensa de una democracia
aplastada por oscuros y criminales intereses. Los pueblos indígenas enfrentan el
2023 un desafío histórico por alcanzar
ciudadanía y democracia en el Perú”.
12 Frase atribuida a José Luis Renique.
INFORME
12
Las protestas de Puno
Recuento de una valerosa y sacricada lucha
limitaciones del momento hacen que su
contenido no sea exhaustivo, pero igual
esperamos que sirvan para el conocimiento
y memoria de estas jornadas en las que
lamentablemente han sido asesinadas
tantas personas, cuyos nombres con
mucho respeto consignamos.
D
esde el mismo día 7 de diciembre
del 2022, en que se produjo el
golpe de Estado del expresidente
Castillo y su vacancia declarada por el
Congreso de la República, una ola de
protestas ha venido ocurriendo a nivel
nacional autoconvocadas por diversas
organizaciones sociales campesinas, indígenas, sindicales, estudiantiles con el
respaldo de algunos partidos de izquierda.
Los departamentos del sur del Perú y Puno
en particular han tenido un importante
peso en estas movilizaciones en las que la
participación gravitante ha estado en
manos de las poblaciones rurales quechuas
y aymaras.
Presentamos a continuación un
recuento cronológico e información de los
sucesos ocurridos en Puno en el curso de
estas históricas protestas. Sin duda las
Semana del 12 al 18 de diciembre: Paro
regional, bloqueo de carreteras y toma
de los puentes internacionales
El 7 de diciembre mientras se
producían movilizaciones en Lima y otras
partes del país, en Puno, y sus provincias se
realizaron diversas protestas. En la ciudad
del lago, en horas de la tarde, se realizó
una masiva concentración y marcha de las
asociaciones y dirigentes de la ciudad del
lago, el Frente de Defensa de la cuenca de
Coata y dirigentes aymaras (La República,
7 de diciembre 2023).
Tras la muerte de personas y la toma
del aeropuerto en Andahuaylas, el 12 de
diciembre el Gobierno declaró el estado de
emergencia en Arequipa, Apurímac e Ica
(Decreto Supremo 139-2002-PCM ) sin
incluir todavía a Puno. Los días 13 y 14 de
diciembre se realizó en este departamento
un paro regional que paralizó las ciudades
de Puno y Juliaca y las provincias de Azángaro, Carabaya, Sandia, Melgar, El Colla,
Chucuito, Yunguyo entre otras (Defensoría
13
del Pueblo, 2022). Asimismo, se
bloquearon diversas carreteras y la vía
Puno-Desaguadero y fueron tomados los
puentes internacionales de Desaguadero e
Ilave. El día 15, en el marco de una
marcha convocada a nivel nacional, se
realizó una gran movilización en la ciudad
de Puno con unas 4,000 personas; el 16
igualmente en Juliaca donde además de la
población local participaron delegaciones
de la Central de Cooperativas Mineras
Rinconada y Lunar de Oro. En Carabaya
se produjo la quema del peaje de San
Gabán y daños y saqueo del local de
SERFOR; en el distrito de Caracoto,
provincia de San Román, desconocidos
quemaron la caseta de peaje de la vía
Juliaca – Puno (Defensoría del Pueblo,
2022).
El 14 de diciembre del 2022, el
Gobierno declaró el estado de emergencia
por 30 días calendario en todo el territorio
nacional (Decreto Supremo 143-2022PCM), señalando que la PNP mantendrá el
control del orden interno con el apoyo de
las Fuerzas Armadas. Asimismo, se
declaró la inmovilización social obligatoria en 15 provincias (Decreto Supremo
N°144-2022-PCM), incluyendo a San
Román y Carabaya en Puno, a partir del 16
de diciembre y por cinco días calendario.
Debido a las protestas fueron
suspendidas las operaciones de cinco aeropuertos del país, entre ellos el “Inca Manco
Capac” de Juliaca. El 15 de diciembre en
Ayacucho son asesinadas 10 personas por
las fuerzas del orden; investigaciones de la
fiscalía revelarían que al menos 6 de ellos
fueron muertos por militares, aun cuando
no ofrecían peligro (IDL Reporteros, 15 de
febrero 2023).
Semana del 19 al 25 de diciembre: Movilizaciones y tregua por navidad.
Continuó el paro general en las
provincias de Puno y San Román y las
movilizaciones en las provincias de San
Román, Azángaro, Yunguyo, Melgar,
Pomata, Chucuito, San Antonio de Putina,
El Collao, Huancané entre otras. En Puno
y Juliaca se realizaron plantones y movilizaciones de las empresas de transporte
urbano, SUTEP, organizaciones sociales y
la población local. Por las fiestas navideñas
se produce una tregua en las protestas
(Defensoría del Pueblo, 2022).
Semana del 26 de diciembre al 1 de
enero: Continúan las movilizaciones y
se realiza el encuentro macro regional
de organizaciones
Mientras a nivel nacional se
produjo una tregua hasta el 4 de enero, en
Puno continúan las paralizaciones en
Chucuito, Yunguyo y El Collao y movilizaciones en Juliaca y Puno (Defensoría
del Pueblo, 2022). Continuaron los
14
bloqueos de carreteras en diversos puntos
del departamento.
El 28 de diciembre se conformó un
nuevo comité de lucha regional, con 3
representantes de cada provincia (Pachamama Radio, 28 diciembre 2023). En los
días siguientes se acordó radicalizar las
acciones y no permitir ninguna instancia
de diálogo. Algunas organizaciones participantes fueron del Frente de Defensa
Unificado en contra de la Contaminación
de la Cuenca del Río Coata y del Lago
Titicaca, SUTEP Puno), Frente de Organizaciones Populares de Puno, Rondas
Campesinas Urbanas de la Provincia de
San Román, dirigentes de las Cuatro
Zonas, Organización de Transportistas de
Juliaca, dirigentes de la Plaza Comercial
Internacional San José, Frente de Defensa
del Sector Chilla, Federación de Transportistas de Puno, Organización de
Mujeres Micaela Bastidas de Juliaca,
entre otros (El Comercio, 19 de enero
2023).
El 31 de diciembre, en una reunión
de representantes de los frentes en el
“Primer Encuentro Macrorregional de
Organizaciones Sociales, Rumbo al Paro
Nacional”, realizado en Arequipa, se
acordó retomar las protestas a partir del 4
de enero (Perú 21, 31 de diciembre).
Semana del 2 al 8 de enero: Fuertes
enfrentamientos y primeros hechos de
violencia
El 3 de enero se realizó una marcha
por la Paz en la ciudad de Puno, como
parte de este tipo de actividades convocadas a nivel nacional por la PNP y otras
organizaciones para el cese de las protestas. El 4 de enero se retomaron los paros,
movilizaciones y bloqueos de carreteras en
las provincias de Puno, San Román, Huancané, Azángaro, El Collao, Melgar, Carabaya (especialmente en Macusani),
Chucuito y Lampa, movilizaciones que
continuaron durante la semana (Defensoría del Pueblo, 2023).
El día 4 de enero fue quemada la
caseta del peaje de Ilave (Defensoría del
Pueblo, 2023) y el 6 de enero se produjo un
enfrentamiento en el aeropuerto “Inca
Manco Capac” de Juliaca con el saldo de
10 civiles y 4 policías heridos y la quema
de un vehículo policial (El Buho, 6 de
enero 2023). En los días siguientes continuaron los enfrentamientos por el aeropuerto de Juliaca.
La mina San Rafael, paraliza sus
operaciones debido a las protestas de las
comunidades locales y el bloqueo de las
carreteras. No las reabrió sino hasta los
primeros días de marzo mediante acuerdo
con dichas comunidades.
Del 9 al 15 de enero: La masacre del 9 de
enero en Juliaca y el entierro de las
víctimas
El lunes 9 de enero llegaron a la
ciudad de Puno miles de pobladores
aymaras de la zona sur del departamento
(Juli, Ilave, Pichacani, Acora y otros). Y lo
mismo ocurre en Juliaca con los pobladores quechua de la zona norte. Ese día el
paro es total en Puno y Juliaca y se
producen movilizaciones en las otras
provincias (Defensoría del Pueblo, 2023).
15
En Juli se impidió el pase de ambulancia
que trasladaba a un recién nacido con su
consiguiente fallecimiento (Defensoría del
Pueblo, 2023).
Se produjeron fuertes enfrentamientos en los exteriores del aeropuerto
Inca Manco Cápac entre policías y ciudadanos desde medio día hasta aproximadamente las cinco de tarde, con un total de 17
personas asesinas y un menor que, luego
de estar herido, fallecería el 12 de enero.
Además, hubo más de un centenar de
personas heridas. Uno de los muertos fue
el estudiante de medicina Marco Antonio
Samillán Sanga, quien se encontraba auxiliando a los manifestantes heridos. Los
disparos a los asesinados fueron a quemarropa y a matar. (Infobae 9 de enero 2023;
El Buho, 9 de enero 2023).
En la noche del 9 de enero desconocidos intentaron tomar la comisaria de
Ilave; en Puno fue incendiada la casa del
congresista Jorge Flores Ancasi y atacados
y quemados varios vehículos policiales, la
sede del Poder Judicial, la SUNAT y Plaza
Vea (Defensoría del Pueblo, 2023). Esta
última y otros locales fueron saqueados
por sectores lumpen de la ciudad.
El 10 de enero continuaron las movilizaciones en provincias como Moho,
Melgar y Huancané (Defensoría del
Pueblo, 2023) y en Juliaca unos 300 manifestantes atacaron y quemaron vehículo
policial asesinando al suboficial de
segunda José Luis Soncco Quispe y
dejando herido al suboficial de tercera
Ronald Villasante Toque (La República,
10 de enero). Una delegación del gobierno
nacional integrada por viceministros de
Estado y otros funcionarios llegó a Puno
buscando establecer un espacio de diálogo,
sin embargo, no fueron recibidos por
ninguna autoridad o representante de la
población (Plataforma Digital Oficial, 10
de enero 2023).
El Gobierno Regional de Puno
decretó los días 10, 11 y 12 de enero duelo
en la región. El 10 de enero el gobierno
nacional declaró duelo nacional el día 11
de enero de 2023 (Decreto supremo 0032023-PCM) por los decesos ocurridos en
Puno durante los días de protesta.
El 10 de enero la Federación
Regional de Folklore de Puno anunció la
suspensión de la presentación pública de la
“Fiesta de la Candelaria 2023”. La parro-
quia de San Juan vistió de negro a la Virgen
de la Candelaria en señal de luto por las
víctimas ocurridas en las protestas.
El 11 de enero una masiva movilización acompañó el cortejo fúnebre de los
fallecidos el 9 de enero. Los féretros
partieron del Hospital Carlos Monge
Medrano al cementerio de la ciudad de
Juliaca, siendo una de las paradas el aeropuerto Inca Manco Cápac. Ese día y
durante el resto de la semana se realizaron
LISTA DE ASESINADOS EN EL DEPARTAMENTO DE PUNO
FECHA
09/01/2023
12/01/2023
18/01/2023
19/01/2023
19/01/2023
LUGAR (Distrito, Provincia)
NOMBRE Y EDAD
CIVILES ASESINADOS
Nelson Huber Pilco Condori, 21.
Rubén Fernando Mamani Muchica, 55.
Giovani Gustavo Illanes Ramos, 21.
Gabriel Omar López Amanqui, 35.
Roger Rolando Cayó Sacaca, 22.
Edgar Jorge Huaranca Choquehuanca, 22.
Reynaldo Hilaquita Cruz, 21.
Marco Antonio Samillán Sanga, 29.
Juliaca, San Román.
Cristian Armando Mamani Ancco, 22.
Eder Jesús Mamani Luque, 38.
Raúl Franklin Mamani Apaza, 20.
Y.A.H., 17.
Ever Mamani Arqui.
Héctor Quilla Mamani.
E.Z.L.H.
Marcos Quispe Quispe.
Eliot Cristhian Arizaca Luque.
Juliaca, San Román.
B.A.J., 15. (Fue herido el 9 de enero)
Macusani, Carabaya.
Sonia Aguilar Quispe, 35.
Macusani, Carabaya.
Salomón Valenzuela Chua, 30.
Ilave, El Collao.
Isidro Arcata Mamani, 62.
CIVILES FALLECIDOS POR ACCIDENTE DE TRÁNSITO Y HECHOS VINCULADOS A LOS
BLOQUEOS
09/01/2023
10/01/2023
05/03/2023
Chucuito, Puno.
S.A., RN.
MIEMBRO DE LA PNP ASESINADO
Juliaca, San Román.
SO2 PNP José Luis Soncco Quispe.
Cabo SMV Alex Quispe Serrano, 24.
Cabo SMV Franz Canaza Cahuaya, 20.
Cabo SMV Elvis Pari Quiso, 20.
Ilave, El Collao.
Cabo SMV Carlos Quispe Montalico, 22.
Soldado EP Elías Lupaca Inquilla, 19.
Soldado EP Percy Alex Castillo, 19.
Fuente: Defensoría del Pueblo. Reporte Crisis Política y Conflicto Social. Reporte Diario. 7 de febrero 2023.
16
paros y movilizaciones en Puno, San
Román, Chucuito, Azángaro, Yunguyo, El
Collao, Melgar, San Antonio de Putina,
Moho, Azángaro y otras provincias
(Defensoría del Pueblo, 2023).
El 15 de enero de 2023 el Gobierno
declaró en estado de emergencia a las
regiones de Puno, Cusco, Lima y el Callao
y las provincias de Andahuaylas (Apurímac), Tambopata y Tahuamanu (Madre de
Dios) y el distrito de Torata en Moquegua
(Decreto supremo N°009-2023-PCM), por
un plazo de 30 días calendario. Además,
fueron declaradas en estado de emergencia
por el mismo período las carreteras de la
Red Vial Nacional, Panamericana Sur,
Panamericana Norte, Carretera Central,
Corredor Vial Sur Apurímac-CuscoArequipa y Corredor Vial Interoceánica.
Semana del 16 al 22 de enero: Nuevas
víctimas y el paro nacional del 19 de
enero
El 16 y 17 hubo paro en Juliaca y
Puno y movilizaciones en todo el departamento por las muertes ocurridas el 9 de
enero (Defensoría del Pueblo, 2023).
Ambas ciudades amanecieron con un
cierrapuertas total, las instituciones
públicas y privadas atendieron a puertas
cerradas. El 18 es asesinada en Macusani,
ASESINATOS IMPUNES
La revisión de los 18 fallecidos el 9 de enero en
Juliaca revela que 12 murieron por heridas de
arma de fuego, uno de ellos por las múl ples
heridas de perdigón y 11 por proyec l de arma de
fuego disparada de frente. Tres de los fallecidos
18 fallecidos eran menores de edad; Elmer
Leonardo Huanca, de 16 años, Jamileth Aroquipa
Hancco, de 17 años, Roger Cayo Sacaca recibió
una bala en el ojo izquierdo que se alojó en el
cerebro. La familia solicitó que no se le extraiga el
proyec l para no cambiar su rostro. Gabriel López
Amanqui presentó 72 orificios de perdigones que
no salieron de su cuerpo. El caso de Edgar
Huarancca Choquehuanca, un ayudante de
cocina de 22 años presenta no uno sino tres orificios de proyec l (La República, 24 de febrero).
Catorce de las 18 víc mas fueron aba dos
cerca del aeropuerto Inca Manco Cápac de
Juliaca. Videos y fotogra as recabadas indican
que los disparos se registraron cuando no había
una amenaza contra policías, militares o civiles
(La República, 24 de febrero).
Familiares y el pueblo de Puno exigen jus cia
El 24 de febrero en Lima una delegación de
los familiares de las víc mas y heridos en la
masacre de Juliaca, su defensa legal y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, realizaron una conferencia de prensa exigiendo se
conozca la verdad sobre lo sucedido y celeridad
en la inves gación fiscal para acceder a la jus cia,
pues transcurridos más de 2 meses de los hechos
se ha avanzado muy poco en las inves gaciones.
En ese sen do pidieron que el Ministerio Público
asigne a un fiscal con experiencia.
En la conferencia de prensa, Raúl Samillán
Sanga, hermano del estudiante ejecutado extrajudicialmente en Juliaca, y actual presidente de la
Asociación de Már res y Víc mas del 9 de enero
– Juliaca, señaló: “Marco Antonio junto a otros
brigadistas acudieron cerca del aeropuerto para
ayudar a los hermanos que estaban desangrando, para salvarles la vida. Al socorrer a uno de
ellos, le cae una bala por la espalda. Pude ver
como los cuerpos llegaban cada 5 minutos al
hospital. Que nunca más se ponga de luto a una
17
en medio de las protestas, Sonia Aguilar y
Salomón Valenzuela Chua fallece al día
siguiente por una herida de bala. La noche
del 18 fue incendiada la comisaria de
Macusani.
El 19 de enero se realizó un paro
nacional 24 horas y una marcha nacional
hacia Lima, denominada “Segunda
marcha de los 4 suyos”, convocados por la
Confederación General de Trabajadores
del Perú (CGTP), la Asamblea Nacional de
los Pueblos (ANP), el Sindicato Unitario
de Trabajadores en la Educación en el Perú
(SUTEP) y otras organizaciones. Por ello
diversas delegaciones de Puno empiezan a
viajar a la capital; así, el 17 de enero, un
contingente de aymaras parte desde Ilave;
otras delegaciones llegan a la ciudad de
Puno para partir desde allí hacia Lima. En
Lima el contingente de Puno fue uno de los
mayores junto con las delegaciones de
Apurímac, Cusco y Ayacucho; también
llegaron estudiantes de la Universidad
Nacional de San Antonio Abad del Cusco,
de la Universidad Nacional del Altiplano
de Puno y la Universidad Nacional de
Juliaca (La Jornada, 19 de enero 2023).
El 19 de enero se realizó en la plaza
de Armas de Puno una concentración con
participación de delegaciones de los
distritos de Vilque, Mañazo, Atuncolla y
Paucarcolla, comerciantes, transportistas y
docentes. Se produjo un nuevo enfrentamiento entre manifestantes y la PNP en las
inmediaciones del aeropuerto Inca Manco
Cápac. El paro regional continuó en los
siguientes días (Defensoría del Pueblo,
2023).
El paro nacional del 19 de enero
abarcó al 38 % de las provincias del país
(RPP, 20 de enero) y tuvo 127 puntos de
bloqueo en las carreteras (el mayor número
alcanzado) en 8 regiones, siendo Puno la
que tuvo el mayor número, con 26 puntos
de bloqueo (SUTRAN, 19 de enero 2023).
El 19 de enero en Ilave un policía disparo a
manifestantes en el centro de la ciudad
hiriendo a 6 de ellos, falleciendo Isidro
Arcata Mamani (La República, 20 de
enero 2023) . El Centro Binacional de Atenpoblación entera y ojalá podamos tocar el
corazón de todos”.
Por su parte, el Dr. Wilmer Quiroz Calli,
abogado de las víc mas, denunció graves irregularidades en la inves gación fiscal. Al respecto,
afirmó que al inicio la Fiscalía que intervino fue la
de crimen organizado ante evidentes ejecuciones
extrajudiciales. Además, que a una semana de los
hechos recién se derivó la competencia a una
Fiscalía Común; y que, hasta el viernes 17 de
febrero, la Fiscalía lo único que realizó fue recabar
documentos.
También, denunció que la Fiscalía de San
Román recién visualizó los videos, que faltaban
las pericias psicológicas y balís cas, las declaraciones de los efec vos de las Fuerzas Armadas,
de la Policía Nacional del Perú, y que no se había
citado a ninguno de los agraviados. Asimismo,
señaló que la inves gación fiscal es “contra
quienes resulten responsables” cuando es
evidente la par cipación de los efec vos policiales y militares. “Hemos pedido que se inicie las
inves gaciones contra los jefes de los opera vos
y contra el oficial Pedrera Ruiz, Jefe de la DINOES
a cargo de la seguridad del aeropuerto de Juliaca”, señaló el Dr. Quiroz. Finalmente, demandó la
creación de una Fiscalía Especializada en Derechos Humanos para que se sancione a los responsables de la masacre; y que el Ejército y la Policía
entreguen las pericias restantes.
Armando Moisés Halire Mamani, abogado
de la Asociación de Már res y Víc mas del 9 de
enero de Juliaca, declaró “Lo que hemos vivido es
ción en Frontera – CEBAF fue incendiado
y produjeron nuevos enfrentamientos en
Ilave, siendo incendiada el 21 la Comisaria
de la PNP de Ilave, el Ministerio Público, y
las cajas de ahorros Cusco, Tacna, Banco y
financiera Credinka (Defensoría del
Pueblo, 2023). El 22 de enero se movilizó
la provincia de Carabaya (San Gabán) y en
Yunguyo se atacan y queman las oficinas
de SENASA, SUNAT (aduanas), PNP y
Migraciones (Defensoría del Pueblo,
2023).
muy triste, eso nunca se dio a conocer. Nunca han
escuchado a los deudos, heridos. Somos gente
emprendedora, solidaria. Duele que nos marginen, que nos digan cholos, indios, somos
peruanos como ustedes. Pedimos que nos escuchen y que se conozca la verdad”.
En la conferencia de prensa, también estuvo
presente, Demetrio Aroquipa Mamani, padre de
J.A., 17 años, ejecutada extrajudicialmente: “Ese
día salimos con mi hija, mi otra hija y mi esposa al
mercado. Salimos 4, pero regresamos 3 más un
ataúd. Ella era estudiante de Psicología, era una
niña responsable. A mi hija, al caerle una bala,
perdió la vida. Pido jus cia”.
Julia Paccsi Turpo, herida con un proyec l de
arma de fuego en el cuello, declaró: “yo estaba
lavando la ropa, ese día, era como las 4 de la
tarde. Los helicópteros volaban bajo disparando
bombas lacrimógenas. Yo vivo cerca del aeropuerto. Vi como niños, jóvenes y adultos se escapaban diciendo “los policías están disparando”
mientras pedían agua. Yo saqué un balde de
agua, pero me cayó un perdigón en el cuello.
Ahora estoy en Lima con mi tratamiento. Pido
jus cia para todo el pueblo de Juliaca”
Además, informaron que los reportes
señalan que son hubo 39 heridos por proyec l de
arma de fuego, 45 por perdigones, 23 heridos
graves, por fracturas y otras causas, y 77 heridos
por quemaduras, contusiones y 20 efec vos de la
policía con heridas leves. Es decir, un total de 204
heridos. (Coordinadora Nacional de Derechos
Humanos, 24 de febrero 2023)
18
Del 23 al 29 de enero: Las movilizaciones y la suspensión de las fiestas de la
Virgen de la Candelaria
El 23 de enero se encuentran en
paro y con masivas movilizaciones Juliaca
y Puno, y también la provincia de Melgar.
Se producen nuevos enfrentamientos entre
manifestantes y la PNP en los alrededores
del aeropuerto Inca Manco Cápac. En los
días siguientes se producen movilizaciones en las provincias de Azángaro, El
Collao y Chucuito (Defensoría del Pueblo,
2023).
En Lima el 24 de enero se realizó
una gran movilización con importante
participación de las delegaciones de Puno.
Ese día en una conferencia con la prensa
extranjera la Presidenta Dina Boluarte
afirmó que “Puno no es el Perú” en un
confuso llamado al diálogo y reclamando
que las autoridades y dirigentes de Puno
porque no recibían a sus enviados. La afirmación discriminadora fue rechazada en el
departamento y a nivel nacional, obligando a Palacio de Gobierno a emitir un
comunicado de disculpas (La República,
24 de enero 2023).
El Gobierno envió un contingente
de 500 miembros del ejército peruano de
los cuarteles de Moquegua y Tacna a Puno
para ser distribuidos en la región. A su paso
por Laraqueri (Pichacani, Puno) los pobladores les cerraron el paso obligándolos a
proseguir a pie fuera del camino
(INFOBAE, 24 de enero 2023).
Desde el 25 de enero el Gobierno
amplió el toque de queda en Puno durante
10 días, mediante el Decreto Supremo
013-2023-PCM, medida complementaria
a la declaración de emergencia establecida
mediante el Decreto Supremo 009-2023PCM. El 26 de enero la provincia de Puno
se encuentra en paro; en Juliaca hay movilizaciones y llegan de Antauta (Melgar) a
bordo de unidades vehiculares. Se suceden
paralizaciones en Huancané y otras
provincias del departamento.
El 27 de enero, el presidente de la
Federación Regional de Folklore y Cultura
de Puno (FRFCP), anunció que se acordó
postergar las actividades programadas para
el 4 y 5 de febrero (concurso de danzas originarias) y el 12,13 y 14 de febrero (concurso
de trajes de luces). Sin embargo, una asamblea de presidentes y delegados de los 200
conjuntos participantes en dichas actividades
las suspendió definitivamente por el luto que
guarda la región y porque continúan realizándose las protestas (Andina, 31 de enero
2023). Las actividades religiosas como las
misas y la procesión si se realizaron.
Del 30 de enero al 5 de febrero: La militarización de Puno
Continuó el Paro en Juliaca y Puno
y movilizaciones en las provincias. El 31
de enero del 2023 se realizó una nueva
movilización en los alrededores del aeropuerto Inca Manco Cápac. El 2 de febrero
en Ayaviri se impidió el pase de una ambulancia que trasladaba a una gestante en
trabajo de parto.
El 4 de febrero el Gobierno declaró
nuevamente el estado de emergencia por
sesenta (60) días calendario en los departamentos de Madre de Dios, Cusco, Puno,
Apurímac, Arequipa, Moquegua y Tacna
(Decreto Supremo 018-2023-PCM). Se
encargó a la PNP el control del orden
interno, con el apoyo de las Fuerzas Armadas; excepto en el departamento de Puno
donde dicho control queda a cargo de las
Fuerzas Armadas, la cual pasó a dirigir el
Comando Unificado de las Fuerzas
Armadas y Policía Nacional en el departamento. Con esta medida se inició la peligrosa militarización del departamento que
ha tenido funestas consecuencias.
Se dispuso también la inmovilización social obligatoria, por diez días calendario desde las 20:00 a las 04:00 horas y se
señaló que bajo el estado de emergencia las
Fuerzas Armadas protegerán los activos
críticos nacionales, las instituciones
públicas o privadas y/o instalaciones estratégicas vinculadas con la explotación o
transporte de recursos naturales y/o vías
que determine la PNP.
19
parse por haber viajado a Lima y reunirse
con representantes del Ejecutivo (El
Comercio, 10 de febrero). El 17 se realizaron nuevas movilizaciones en Juliaca,
Puno, Sandia y Azángaro.
Del 6 al 12 de febrero: Paro Nacional del
9 de febrero
El 6 de febrero se realizaron movilizaciones en Juliaca, en especial de los
familiares de los fallecidos durante las
protestas, así como en las provincias de
Yunguyo, Puno, Lampa, San Román, Azángaro, Carabaya, Chucuito y Yunguyo
(Defensoría del Pueblo, 2023).
El 9 de febrero se acató en el departamento de Puno el paro nacional convocado por la CGTP, SUTEP y otras organizaciones, produciéndose un fuerte enfrentamiento en el aeropuerto Inca Manco
Capac en Juliaca, con el saldo de 23 heridos, tres alcanzados por proyectil de arma
de fuego, uno de los cuales uno es un
menor de 11 años (Infobae, 9 de febrero
2023). Se registraron enfrentamientos
entre el Ejército y la población en Desaguadero, impidiendo los pobladores de
Cristo Blanco el ingreso del ejército a la
zona (El Buho, 9 de febrero 2023).
Del 20 al 26 de febrero: Paro nacional y
continuación de las protestas en Puno
El 20 de febrero se convocó a un
paro nacional que sin embargo tuvo escasa
participación de las regiones del país, salvo
en Puno. Ese día miles de aimaras ingresaron a la capital de la región vestidos de
manera uniforme: los hombres con terno y
las mujeres en polleras y mantas del
mismo color y desfilaron pacíficamente
anunciando que se produciría una “guerra
civil” si el Gobierno seguía enviando militares a los pueblos en Puno (La República,
21 de febrero). Durante la semana se
produjeron fuertes movilizaciones en la
ciudad de Lima, en las que participaron
activamente las delegaciones de Puno.
Del 13 al 19 de febrero: Continúan los
bloqueos pese a la militarización
El 13 de febrero paralizaron las
ciudades de Juliaca y Puno y se bloquearon
las carreteras del departamento, esto a
pesar de que el Comando Unificado FFAA
y PNP anunció que tomaría el control de
las vías. El 15 de febrero Juliaca y Puno
pararon y se realizaron movilizaciones en
Melgar, Azángaro Lampa, Yunguyo San
Antonio de Putina y otras provincias
(Defensoría del Pueblo, 2023). El 14 de
febrero el Gobierno prorrogó el estado de
emergencia en el departamento de Lima y
la Provincia Constitucional del Callao por
30 días calendario (Decreto supremo 0222023-PCM).
El 16 de febrero, Marco Antonio
Mamani Luna, alcalde del distrito de San
Antón en Puno, tras ser castigado por las
rondas campesinas, fue obligado a discul-
El 21 de febrero el puente internacional de Ilave nuevamente fue bloqueado
con una estructura metálica reforzada, en
rechazo a la acción del Ejército y la Policía
Nacional que días antes habían retirado una
estructura similar. Bajo el control de los
manifestantes el bloqueo del puente se
levanta den determinados días y horas. Ese
mismo día, los pobladores de la zona sur de
Puno llegaron hasta la capital del departamento reafirmando la huelga indefinida y su
rechazo en contra de Dina Boluarte. Acompañados por bandas de músicos, pancartas y
banderas desfilaron en la plaza de la ciudad
(La República, 21 de febrero). En Juliaca
los choferes de triciclos y tricimotos protestaron mediante una marcha rodante. Los
siguientes días continuaron el paro y las
movilizaciones en las provincias de Puno y
Juliaca, mientras que se producían masivas
movilizaciones en la provincia de Sandia y
San Antonio de Putina (Defensoría del
Pueblo, 2023). En los siguientes días el paro
se generalizó en las 13 provincias y en las
comunidades del departamento nuevas
delegaciones se prepararon para viajar
nuevamente a la ciudad de Lima (La República, 23 febrero 2023).
Del 27 de febrero al 5 de marzo: Represión a mujeres con sus hijas e hijos y
protestas contra la militarización en Juli
El día 27 de febrero comunidades
de la provincia de Azángaro, el SUTEP,
asociaciones de barrios, centros poblados,
comités de riego y delegaciones de la
provincia de Azángaro y distrito de Asillo
se movilizan en Juliaca junto a la población local. En la provincia de Puno, San
Román y Huancané se producen un paro
parcial (Defensoría del Pueblo, 2023).
En Juli e Ilave la población local se
concentra para despedir a las delegaciones
que parte nuevamente hacia Lima como
parte de una campaña que esta vez se denomina “Movilizaciones por la dignidad y el
patriotismo” (La República, 28 de febrero). Desde la plaza de Juli 15 buses y otros
vehículos partieron rumbo a Lima, los
mismos que, al igual que el caso de otras
delegaciones, fueron intervenidas por la
PNP hasta en 12 ocasiones a lo largo de la
ruta bajo diversos pretextos, siendo
amenazados las personas con ser detenidos
en caso anden en grupos y porten whipalas
(La República, 2 de marzo 2023).
20
El 1 de marzo se realizaron movilizaciones en Puno y Juliaca. En la avenida
Simón Bolívar de la ciudad de Puno los
comerciantes del mercado Unión Progreso,
junto con otros grupos , realizan el lavado
de banderas en desagravio del país por las
acciones del gobierno. En los días
siguientes continúan las movilizaciones de
rechazo en las provincias de Puno, San
Román, Chucuito, Lampa y Azángaro.
En el curso de la semana se realizan
varias manifestaciones en Lima las cuales
fueron fuertemente reprimidas, siendo el
caso más grave el de las mujeres y niños de
Puno, aymaras, que fueron atacadas con gas
BLOQUEO DE CARRETERAS
Desde que se iniciaron las protestas en Puno en
diciembre pasado, el tránsito vehicular estuvo
bloqueado en la mayor parte de la red vial. La ciudad de
Puno estuvo prác camente aislada por los bloqueos
realizados por la población local en cada punto. Aquí una
relación de los puntos de bloqueo el 21 de enero, una de
las jornadas con mayores bloqueos a nivel nacional.
¤
Kilómetro 212, carretera Moquegua-Torata-Mazo
Cruz-Desaguadero- Santa Rosa, El Collao, Puno
¤
Kilómetro 213, carretera Moquegua-Torata-Mazo
Cruz-Desaguadero- Santa Rosa, El Collao, Puno
¤
Kilómetro 310, carretera Moquegua-Torata-Mazo
Cruz-Desaguadero- Santa Rosa, El Collao, Puno
¤
Kilómetro 4 y 10, vía Juliaca-Pu na-Sandía-Azata San Miguel, San Román, Puno
¤
Kilómetro 171, carretera Tacna-Tarata-Mazo Cruz Capazo, El Collao, Puno
¤
Kilómetro 21, vía Huancane-Ninantaya - Moho,
Moho, Puno
¤
Kilómetro 1251, longitudinal de la sierra sur- Pucara,
Lampa, Puno
¤
Kilómetro 42, vía Juliaca-Pu na-Sandia-Azapata Taraco, Huancane, Puno
¤
Kilómetro 1263, longitudinal de la sierra sur- Pucara,
Lampa, Puno
¤
Kilómetro 56+713, vía Huancane-Ninantaya - Huancance, Huancance, Puno
¤
Kilómetro 1280, longitudinal de la sierra sur- Pucara,
Lampa, Puno
¤
Kilómetro 59, vía Juliaca-Pu na-Sandia-Azapata Huancane, Huancane, Puno
¤
Kilómetro 1294, longitudinal de la sierra sur - Calapuja, Lampa, Puno
¤
Kilómetro 71, vía Calapuja-Macusani-Lechemayo Asillo, Azangaro, Puno
¤
Kilómetro 1362, longitudinal de la sierra sur - Puno,
Puno, Puno
¤
Kilómetro 99+500, vía Calapuja-MacusaniLechemayo- Asillo, Azangaro, Puno
¤
Kilómetro 1387, longitudinal de la sierra sur - Plateria, Puno, Puno
¤
Kilómetro 180, vía Calapuja-Macusani-Lechemayo Macusani, Carabaya, Pun
¤
Kilómetro 1391, longitudinal de la sierra sur- Acora,
Puno, Puno
¤
Kilómetro 248, carretera Urcos-Mazuco-Iñapari Ayapata, Carabaya, Puno
¤
Kilómetro 1414, longitudinal de la sierra sur - El
Collao, Ilave, Puno
¤
Kilómetro 296, carretera Repar ción - Juliaca, San
Román, Puno
¤
Kilómetro 1450, longitudinal de la sierra sur - Juli,
Chucuito, Puno
¤
Kilómetro 250 al 271+200, carretera Repar ción Cabanillas, San Román, Puno
¤
Kilómetro 1463, longitudinal de la sierra sur Pomata, Chucuito, Puno.
lacrimógeno por la PNP en las inmediaciones de la Plaza San Martín el 2 de marzo
(La República, 3 de marzo 2023). El 3 de
marzo llegó a Juliaca la Fiscal de la Nación
Patricia Benavides para inaugurar la fiscalía
de Derechos Humanos e Interculturalidad
que investigará las muertes ocurridas en las
protestas. Sin embargo, cientos de personas
rechazaron su presencia.
El sábado 4 de marzo en la ciudad
de Juli cientos de aimaras rechazaron la
presencia de efectivos del Ejército y de la
Policía Nacional por ser responsables de
las muertes en Juliaca, Carabaya e Ilave;
quienes efectuaron una prolongada balacera hiriendo a 6 personas y arrojaron gas
lacrimógeno desde un helicóptero (La
República, 4 de marzo 2023). En protesta
fueron incendiados el local del Poder Judicial y la Comisaria de la ciudad.
En la plaza de armas de Puno, dos
grupos de empresarios puneños se dividieron y confrontaron, demandando unos
la reactivación económica y otros la continuación de la huelga indefinida (La República, 4 de marzo 2023).
Luego de la represión en Juli, que
dejó siete civiles heridos según informó la
Red de Salud Chucuito-Juli, el domingo 5
de marzo la población de Juli protesto
haciendo hincapié de que no aceptarán
ninguna ayuda humanitaria del plan “Con
Punche Puno”. Ese mismo domingo en
Ilave (El Collao) se ahogaron 6 militares al
intentar —por órdenes superiores— atravesar el río Ilave, cuando volvían a su base,
el cuartel Pachacutec en Ilave, luego de
haber tratado de ir a Juli y ser impedidos de
hacerlo por la población, la misma que
intervino rescatando a los demás soldados.
Varios de los fallecidos eran oriundos de
Puno (La República 5 y 9 de marzo 2023).
Por su parte el Ministerio de Defensa, a
través del comunicado 003-2023CCFFAA, señala que el accidente se
produjo debido al ataque de la población a
21
la patrulla y que esta se habría visto obligada a cruzar el río.
A MODO DE RECUENTO
Al cerrar esta nota cronológica,
continúan las protestas en Puno, esta vez
demandando también el cese de la militarización del departamento y nuevas delegaciones llegan a Lima para una nueva ola de
movilizaciones. No ocurre lo mismos con
el resto de las regiones del país y del sur
andino donde las manifestaciones han
venido disminuyendo.
El resultado final de este nuevo
ciclo de protestas en Puno, sostenidas
principalmente por los quechuas y aymaras, es incierto, sobre todo por la militari-
zación del departamento y la obstinación
de la Presidenta Dina Boluarte y el
Congreso. Lo que sí está claro es que a
más de tres meses de iniciada la crisis
política el pueblo de Puno, olvidado e
invisibilizado por el centralismo limeño,
ha entrado una vez más en la historia del
Perú y que el despertar político de
amplios sectores de su población, especialmente en las zonas rurales, marca un
nuevo hito en la lucha en nuestro país por
una democracia donde se respete el
derecho a la representación, a la protesta
y los derechos humanos de quienes
protestan.
El costo sin embargo ha sido muy
grande para el pueblo de Puno, con numerosos muertas y cientos de heridos; con
una economía perjudicada por lo prolongado de las huelgas, paros y bloqueos
como también por la suspensión de la
Fiesta de la Candelaria.
REFERENCIAS
Defensoría del Pueblo, 2022. Reportes diarios Crisis
política y protesta social, del 11 al 31 de
diciembre.
Defensoría del Pueblo, 2023. Reportes diarios Crisis
política y protesta social, del 1 de enero al 26
de febrero 2023.
Noticias y reportajes
ANDINA, 31 de enero 2023. Puno suspende actividades de festividad honor a virgen de candelaria. https://andina.pe/agencia/noticia-punosuspende-actividades-de-festividad-honor-avirgen-de-candelaria-2023-927336.aspx
22
CNDDHH, 24 de febrero 2023. Nota de Prensa.
https://derechoshumanos.pe/2023/02/justicia
-para-juliaca-y-que-se-conozca-la-verdad/
EL BUHO, 6 de enero 2023. Puno enfrentamientos
en el aeropuerto. https://elbuho.pe/2023/01/
puno-enfrentamientos-en-aeropuerto-dejuliaca-entre-policias-y-manifestantes-dejanvarios-heridos-video/
EL BUHO, 9 de enero 2023. Paro Juliaca que
sucedió en las inmediaciones del aeropuerto.
https://elbuho.pe/2023/01/paro-juliaca-quesucedio-en-las-inmediaciones-del-aeropuerto
-donde-se-produjeron-12-muertes/
EL BUHO, 9 de febrero 2023. Protestas en Perú.
https://elbuho.pe/2023/02/en-vivo-protestasen-peru-inicia-nuevo-paro-nacional/
EL COMERCIO, 19 de enero 2023. Protestas en
Puno. https://elcomercio.pe/politica/protestas
-en-puno-quienes-son-los-dirigentes-queestuvieron-en-la-reunion-reservada-en-laque-se-definio-reanudar-el-paro-nacionaldina-boluarte-pedro-castillo-noticia/
INFOBAE, 9 de enero 2023. Casos, muerte y
violencia dejaron 17 muertos en Puno.
https://www.infobae.com/america/peru/2023
/01/09/paro-nacional-hoy-9-de-enero-envivo-minuto-a-minuto-de-las-protestas-ymovilizaciones-en-puno-arequipa-y-otrasregiones-del-peru/
INFOBAE, 24 de enero 2023. https://www.infobae.
com/peru/2023/01/24/militarizacion-en-elsur-reportan-que-contingente-del-ejercito-sedesplaza-de-moquegua-a-puno/
INFOBAE, 9 de febrero 2023. Puno, civiles y policías se enfrentan en exteriores del aeropuerto.
https://www.infobae.com/peru/2023/02/09/p
uno-policias-y-civiles-se-enfrentan-en-losexteriores-del-aeropuerto-de-juliaca-a-unmes-de-17-muertes/
INSTITUTO DE DEFENSA LEGAL IDL Reporteros, 15 febrero 2023. Radiografía de homicidios. https://www.idl-reporteros.pe/ radiografia-de-homicidios/
LA JORNADA, 19 de enero 2023. Miles de indígenas siguen marcha hacia Lima.
https://www.jornada.com.mx/notas/2023/01/
17/mundo/miles-de-indigenas-siguenmarcha-hacia-lima-para-apoyarmanifestaciones/
LA REPÚBLICA, 7 de diciembre 2023. Puneños se
movilizan para exigir una asamblea constituyente. https://larepublica.pe/sociedad
/2022/12/07/punenos-se-movilizan-paraexigir-una-asamblea-constituyente-lrsd
LA REPÚBLICA, 24 de enero 2023. Dina Boluarte
justificó así el haber podido entablar el
diálogo en algunas regiones. https://larepublica.pe/politica/congreso/2023/01/24/dinaboluarte-justifico-asi-haber-podido-entablardialogo-algunas-regiones-puno-es-peruprotestas-gobierno-conferencia-prensa58408
LA REPÚBLICA, 21 de febrero 2023. Manifestantes cierran el puente internacional.
https://larepublica.pe/sociedad/2023/02/21/p
uno-manifestantes-contra-el-gobierno-dedina-boluarte-cierran-el-puente-internacional-de-ilave-lrsd-1748922
LA REPÚBLICA, 23 de febrero 2023.
https://larepublica.pe/politica/2023/02/23/par
o-nacional-aimaras-y-quechuas-se-alistanpara-viajar-a-lima-crisis-politica-dinaboluarte-retoman-manifestaciones-inicio-declases-escolares-lrsd-1465376
LA REPÚBLICA, 2 de marzo 2023. https://larepublica.pe/sociedad/2023/03/02/punodelegacion-que-viajan-rumbo-a-lima-fueintervenida-hasta-12-veces-por-la-policialrsd-135102
LA REPÚBLICA, 3 de marzo 2023. Ciudadanos
aimaras denuncias que fueron reprimidos.
https://larepublica.pe/sociedad/2023/03/03/p
uno-ciudadanos-aimaras-denuncian-quefueron-reprimidos-por-la-policia-en-limalrsd-81516
LA REPÚBLICA, 4 de marzo 2023. Protestas en
Puno. https://larepublica.pe/sociedad/
2023/03/04/protestas-en-puno-manifestantesenfrentados-entre-los-que-piden-renuncia-dedina-boluarte-o-reactivacion-economica-lrsd204020
LA REPÚBLICA, 4 de marzo 2023. Puno, Ejército
abre fuego contra aymaras en Juli.
https://larepublica.pe/sociedad/2023/03/04/p
uno-ejercito-abre-fuego-contra-aymaras-dejuli-que-reclamaban-por-agresion-a-suspaisanos-en-lima-lrsd-138652
LA REPÚBLICA 5 de marzo 2023. Puno, soldados
mueren ahogados. https://larepublica.pe/
sociedad/2023/03/05/puno-soldadosmueren-ahogados-tras-intentar-cruzar-riopor-orden-de-sus-superiores-lrsd-438035
LA REPÚBLICA, 7 de marzo 2023. Hay un sentimiento herido. https://larepublica.pe/politica/
actualidad/2023/03/07/liubomir-fernandezsobre-puno-hay-un-sentimiento-herido-portodas-las-declaraciones-de-boluarte-111230
PACHAMAMA RADIO, 28 de diciembre 2022.
Conforman comité de lucha en la región
Puno. https://www.pachamamaradio.org
/conforman-comite-de-lucha-en-la-regionpuno-para-retomar-protestas-contra-el-nivelcentral-a-partir-del-4-de-enero/
PERÚ21, 31 de diciembre 2022. https://peru21.pe/
politica/paro-nacional-macrosur-congresomacrosur-reanudara-el-caos-en-enero-conparo-nacional-noticia/
PLATAFORMA DIGITAL, 10 de enero 2023.
https://www.gob.pe/institucion/pcm/noticias/
687404-delegacion-de-alto-nivel-delejecutivo-llego-a-la-region-puno-parapropiciar-el-dialogo-con-autoridades-yrepresentantes
RADIO PROGRAMAS DEL PERU, 20 de enero
2023. Defensora del pueblo: el 38% de
provincias han estado con acciones colectivas. https://rpp.pe/peru/actualidad/defensoradel-pueblo-el-38-de-provincias-han-estadocon-acciones-colectivas-de-protestasnoticia-1461313
23
PUNO:
las protestas en números
E
ntre el 11 de diciembre del 2022 y
el 5 de marzo 2023 Puno, con 344
acciones de protesta colectiva,
concentró el 43% de las 804 acciones
realizadas en los departamentos de Puno,
Apurimac, Cusco, Arequipa y Ayacucho
en contra del gobierno de la Presidenta
Dina Boluarte. La base de esta información son los Reportes diarios de la Defensoría del Pueblo “Crisis Política y
Protesta Social”.
El mes de enero del 2023 fue el de
mayor número de protestas en los cinco
departamentos.
En Puno la semana del 16 al 22 de
enero fue la del mayor número de
acciones de protesta colectiva con un
total de realizaron 54 movilizaciones,
paros, concentraciones y marchas entre
otras acciones. En el mismo período
ocurrieron 22 acciones en los que se
Número de acciones de protesta por mes, según departamento
175
180
Porcentaje de acciones colectivas de
protesta, Diciembre 2022 – Febrero 2023
131
140
120
APURIMAC,
23%
100
PUNO, 43%
AREQUIPA, 8%
160
80
94
75
72 77
60
12
20
CUSCO, 20%
41
39
40
AY ACUCHO, 6%
22 19
19
5
8
15
0
PUNO
CUSCO
DICIEMBRE
AYACUCHO
ENERO
AREQUIPA
FEBRERO
APURIMAC
24
Puno: número de protestas colectivas y destrucción
de bienes públicos por semana
60
54
48
50
40
40
33
30
30
20
10
29
23
23
2
23
19
18
0
4
0
5
7
3
1
1
1
0
0
2
0
Acciones colec vas
destruyeron bienes públicos desde
casetas de peaje, patrulleros hasta incendios de comisarías y locales del poder
judicial. En esas acciones se incluyen las
muertes de 21 civiles por el Ejército y la
PNP; 1 menor por el bloqueo de carreteras (Chucuito); y el asesinato de un
policía (Juliaca). Por otro lado, soldados
murieron ahogados en el río Ilave.
En todas las provincias de Puno se
realizaron acciones colectivas de
protesta, en especial en las provincias de
Puno y San Román. Los números que
presentamos corresponden tanto a las
protestas en las capitales de provincia
como las que se realizaron en sus distritos. Los datos seguramente contienen
omisiones dadas las dificultades para
recabar información en medio de una
situación de alto conflicto.
Acciones destruc vas
Protestas por provincia
Desde el 11 de diciembre 2022
al 5 de marzo del 2023
PROVINCIAS
ACCIONES
COLECTIVAS
AZANGARO
CARABAYA
CHUCUITO
EL COLLAO
HUANCANE
LAMPA
MELGAR
MOHO
PUNO
SAN ANTONIO DE PUTINA
SAN ROMAN
SANDIA
YUNGUYO
TOTAL
31
14
21
21
10
12
17
7
80
11
87
13
20
344
25
F
Huancané
reinvindica a sus
personajes históricos
Escribe: José Luis Ayala Olazával
inalmente, después de siete años de
intensa labor, han sido colocadas 17
nomenclaturas con nombres de
personajes históricos de Huancané. Se
trata de un homenaje con ocasión de los
100 años de Huacho Lima, de un acto de
reconocimiento a los héroes civiles de esa
gesta política.
El hecho incluye a destacados escritores, músicos, y profesores. Estudiantes
del Pedagógico de Huancané y público en
general se dieron cita en el parque Chiriwano, lugar donde se realizó la Tinka, con
el fin de llamar a los ajayus (espíritus).
Luego se desarrolló con marcado
éxito el tour cultural por las diecisiete
nuevas calles ubicadas en los barrios Los
Pinos, Alto Miraflores, Huallatani, Pajcha
y Santa Rosa. Se trata de calles que llevan
nombres de personajes históricos e ilustres
de Huancané.
Es a la vez de un reconocimiento,
como debió de ser antes a huancaneños
que en vida lograron realizar una ejemplar
obra cultural, histórica, pedagógica, política, musical y literaria. Muchos de ellos,
entregaron lo mejor de su talento.
Los nombres de las calles permitirán familiarizar a las futuras generaciones con los nombres de huancaneños
ilustres y sin duda, servirá de referencia en
la formación plural de una identidad plural
de tres vertientes: hispana, quechua y
aymara. Es por esa razón que ha sido instituida la Avenida Andrés Ignacio Ccama
Condori, quien encabezó el primer movimiento insurreccional en 1737, al que se
26
plegaron los huancaneños para liberarse de
la opresión hispana. Antonio Francisco
Luque Luque fue defensor legal de campesinos de Huancho. Mariano Mercedes
Pacco Mamani mostró en Lima las cicatrices de las torturas y heridas de las balas
que no pudieron matarlo. El jirón Carlos
Condorena Yujra, es dedicado a él como
presidente de la República Tahuantinsuyana del Perú. La avenida Julio Mendoza
Díaz reconoce a un defensor de Huancané
que dirigió el “Libro de Oro de Huancané”.
Vicente Mendoza Díaz viajó a Rusia en
1962 para asistir al XII Congreso del
Partido Comunista y dialogó con los
primeros cosmonautas soviéticos del
mundo, Leonidas Cuentas Gamarra
escribió varias obras de investigación de
antropología.
Evaristo Corimayhua Carcasi fue
fusilado el 16 de diciembre de 1923, en la
puerta de la capilla de Huancho por orden
del oficial E. P. Luis Vinatea. El jirón Rita
Puma lleva ese nombre como homenaje a
una mujer de 24, activista de una nueva
educación basada en la igualdad de derechos de varones y mujeres.
Felipe Sánchez Huanca fundó el
Centro Musical de Danzas y Teatro “Los
Chiriwanos de Huancané”. Mariano
Luque Corimayhua fundó la Primera
Escuela Rural Nocturna de Aña AñaHuancho (1910-1921). Fermín Aguilar
Carpio fundó la Estudiantina Huancané
“Alma aymara”. Pedro Casilla fue decapitarlo por liderar un reclamo frente a
campesinos expoliados. Jerónimo Mamani
Atayupanqui es autor de la música del
Himno a Huancané. Juan Bustamante
Dueñas sacrificó su vida en la rebelión de
Huancané (1866-1868). Inti Condorena
acompañó a Pedro Vilcapaza durante la
rebelión de Túpac Amaru II y fue ahorcado
en Azángaro. Juan Luis Ayala Loayza es
autor de la Etnohistoria de Huancané y el
diccionario español-aymara. aymaraespañol.
“Por fin se hizo un acto de justicia.
Después de siete años de incesante lucha,
se ha logrado la colocación de diecisiete
nomenclaturas viales de las calles nuevas
en Huancané con nombres de personajes
históricos e ilustres, acción que fue gestionada desde el 09 de diciembre del 2015,
logrando a la vez la Ordenanza Municipal
N. º 001-2018-MPH-CM-H”, dijo el
gestor Fernando Chuquipiunta Machaca.
ROMERÍA
Luego hubo una romería a la Cripta
a los Héroes Civiles de la Gesta de
Huancho Lima (1923), en el cementerio
general de Huancané, donde los descendientes colocaron ofrendas florales, tantawawas, coronas y una tómbola de Todos
los Santos a las almas de Evaristo Corimayhua Carcarsi, Carlos Condorena Yujra,
Mariano Mercedes Pacco Mamani,
Mariano Luque Corimayhua, Antonio
Francisco Luque Luque, Rita Puma, Pedro
Nina Cutipa Corimayhua, Melchor Cutipa
Luque, Manuel Huahuluque y demás
héroes civiles anónimos de 1923.
Es menester hacer alusión que
cuando un pueblo hace justicia a la
memoria de sus mejores hijos, es una
lección de historia, de moral pública y
patriotismo. Todo se debe al permanente
compromiso social del poeta huancaneño
Fernando Chuquipiunta Machaca, que
desarrolló un encomiable trabajo cultural y
pedagógico.
LISTA DE LAS 17 CALLES NUEVAS
Avenida Andrés Ignacio Ccama
Condori
ž Jirón Antonio Francisco Luque Luque
ž Jirón Mariano Mercedes Pacco
Mamani
ž Jirón Carlos Condorena Yujra
ž Avenida Julio Mendoza Díaz
ž Jirón Vicente Mendoza Díaz
ž Jirón Leonidas Cuentas Gamarra
ž Jirón Evaristo Corimayhua Carcasi
ž Jirón Rita Puma
ž Jirón Felipe Sánchez Huanca
ž Jirón Mariano Luque Corimayhua
ž Jirón Fermín Aguilar Carpio
ž Jirón Pedro Casilla
ž Jirón Jerónimo Mamani Atayupanqui
ž Jirón Juan Bustamante Dueñas
ž Jirón Inti Condorena
ž Jirón Juan Luis Ayala Loayza.
ž
27
Lo urgente y lo importante
Una mirada
desde lo regional
en la posibilidad
de una tercera narrativa
Escribe:
1
Luis F. Vilcatoma Salas
1
En la gestión institucional pública y privada, empresarial o
política existen dos conceptos importantes que hay que tener en
cuenta para una buena gestión: lo urgente y lo importante. Lo
urgente, cuando se trata de atender sí o sí circunstancias difíciles y
agravantes que de no ser atendidas no será posible lo importante, y lo
importante como la orientación hacia objetivos y metas estratégicas y
visionarias del comportamiento institucional. ¿Es posible apelar a
estos conceptos para construir una ruta provechosa hacia un escenario político mejor en el Perú que nos saque del entrampamiento en
que nos hallamos? Como hay la impresión de que sí, paso a la
siguiente argumentación:
El conflicto social manifestante y disruptivo por la salida de
Castillo, y demandante con una agenda maximalista: renuncia de
Dina Boularte, cierre del Congreso, nuevas elecciones y Asamblea
Constituyente (la libertad de Pedro Castillo y su restitución declinó
rápidamente), fue escalando prontamente luego de la muerte por bala
de protestantes en Puno incluyendo un policía calcinado en la ciudad
de Juliaca, configurándose un estado de polarización aguda sin
diálogo entre fuerzas antagónicas donde la única salida, hasta el
momento, es la del arrasamiento del uno al otro, en una metáfora de
guerra sin conceptos límite y sin una significación otra ordenadora o
reordenadora de lo social; que no es política sino solo fuerza, o es
política acorazada con fuerza, porque la política implica diálogo,
1 Docente universitario, Doctor en Educación y Postdoctorado en É ca y Filoso a
28
reflexión, juego de códigos interpretativos
y no autismo, y al final de cuentas la posibilidad de una solución política en el reconocimiento del otro y el reconocimiento
recíproco entre los bandos contendientes.
La “solución” no política y simplificada es la coacción en su máxima expresión alimentada por segmentos actorales
cultores de la violencia (la “paja” del
granero) y no el movimiento social mismo
(el “grano” del granero), como si fuera la
única salida del antagonismo político o de
una ideología subrepticia de quienes
apuestan todavía por la “toma” del poder
estatal (piensan que el Estado es una cosa y
no relaciones políticas) por la vía “insurreccional”, completamente desvinculados
del significado de la hegemonía y su construcción en una sociedad que por más
compleja que sea como la nuestra tiene un
importante despunte en lo que se conoce
como ciudadanía y ciudadanos como aquellos que hoy no embarcados en la polarización destructiva sin embargo sufren sus
consecuencias materiales, psicológicas y
subjetivas por la toma de carreteras, calles
y plazas, elevamiento de la canasta familiar en más del 100%, pérdida de cosechas,
alimentos malogrados, fallecidos por no
haber podido llegar al hospital, hambre
particularmente en los sectores más pobres
del país y otras plagas más que las están
pagando, para empezar, los más pobres sin
voz y representación en este desbarajuste
social y político, porque la polarización
destructiva, como la que estamos viviendo,
no expresa a los más sufrientes y
golpeados sino a los más radicalizados. Es
una polarización con coacción y no con
hegemonía en ambos extremos del
conflicto que conviene a los segmentos
ultras de ambos bandos: en la narrativa de
la derecha, a quienes atizan la represión (el
“orden” dicen) porque es la única forma de
no cambiar las cosas o cambiarlas para que
todo siga igual con la paz de los cementerios y los hospitales; y en la narrativa ultra
del otro polo que (del conglomerado
popular plural y descentralizado) con
micro agendas encadenadas en la agenda
maximalista, quienes impulsan una polarización desordenadora del sistema global,
seguramente como una forma de acumular
fuerzas políticas y posiblemente con una
agenda oculta que es menester saber, para
que todos la conozcan. Una agenda que
probablemente transite en el sentido
común de los años 70 cual era en esos años
el pensar que la profundización de la crisis
exacerbaría las contradicciones del sistema
haciendo estallar la “revolución”; que no
se resolvió en el debate de los 80 alrededor
del tema de la democracia y la participación en las elecciones de ese año y que
condujo a la ruptura de IU en su Primer
Congreso (1989); y menos se resolvió con
motivo de lo que se conoce como el
periodo post fujimorista y post senderista.
2
En una polarización catastrófica de
esta manera no se puede estar con ninguna
de las dos narrativas extremas porque la
violencia abandonada a su libre curso
concluye minando por completo la vida
colectiva, sino por la edificación de una
narrativa diferente despolarizadora desde
el interno del movimiento social y desde
toda esa franja social no comprometida
con la extremidad de las cosas que se
vienen manifestado, de alguna manera,
atendiendo a una máxima importante en la
lucha política: “luchar con razón, ventaja y
sin sobrepasarse”.
Lo urgente en consecuencia es
buscar la despolarización destructiva en
que se halla el país para encontrar una
salida política construyendo y apelando a
una narrativa alternativa desescalante, no
29
al centro de los extremos sino por encima
de los mismos que tenga al diálogo democrático (“comunitario” indican algunos),
horizontal, plural y desde las “bases” territoriales y sociales, como el eje de la activación política; con una agenda desburocratizada amplia e incluyente de la
política y la economía y formalizada, para darle continuidad en el espacio
y el tiempo, reinterpretando permanentemente la realidad, reconstruyendo el
vínculo societal y autonomía decisional,
evitando la imposición externa y menos
coactiva como lo hacía el violentismo
senderista. Una despolarización dialogal
que sería el inicio de todo un proceso
competitivo y de disputa en el terreno electoral como en todos los espacios de la vida
sociopolítica construyendo identitariamente lo heterogéneo, hacia la edificación
de una contrahegemonía a la hegemonía de
la clase gobernante. Se trata en otras palabras de transitar de la fuerza dominante al
diálogo dominante con las características
anotadas, con liderazgos legítimos y
propuestas concretas con interpelación de
la razón y la conciencia de los actores,
aislando a los “señores de la violencia” que
es como separar la paja del trigo en el
terreno de las necesidades sociales.
Separar y/o controlar el violentismo
polarizante, en estas circunstancias, más
que ser un problema de la policía es un
problema de las propias masas sociales en
movimiento subjetivadas en la necesidad
de superar la lógica de la multitud y el
tumulto anárquico y agresivo por la lógica
de la ciudadanía, en un esfuerzo que
compromete a las instituciones y organizaciones de la sociedad civil como de los
partidos progresistas y de izquierda afirmados en la necesidad constructora de una
nueva hegemonía que es dirección y no
coacción. La “razón de ser” se extrae de la
muerte del otro. ¿Estamos para eso?
3
La población originaria de
quechuas y aimaras que hoy se movilizan
en y desde la Región Puno lo hacen
respondiendo en primer lugar a un ethos
colectivo de larga trama histórica donde se
combinan abusos, injusticias, ilegalidades,
represiones sangrientas, abandono del
Estado y racismo, desde los españoles y a
todo lo largo de los siglos siguientes con el
dominio oligárquico terrateniente y gamonal, el abuso y la desigualdad social en
toda su intensidad y extensión que las
reformas de Velasco no suprimieron
completamente aunque abrieron la trocha
para cambios en la dinámica y características de las estructuras socioeconómicas de
la región: migración social que ha alterado
el balance campo-ciudad por lo cual Puno
es hoy una Región con 1,173 millones
según datos del año 2017, más urbana
(53.8%) que rural (46.2%) especialmente
de quechuas y aimaras con un fuerte
componente identitario que incluso acompaña a los migrantes fuera del departamento (Arequipa, Moquegua, Tacna,
Lima). La población quechua a ese mismo
año era de 537,972 personas de las cuales
297,363 están en la urbe y 240,609 en el
medio rural. En cuanto a la población
aimara son 318,363 personas de las cuales
129,179 habitan en la urbe y 189,184 en el
medio rural. De las 13 provincias que tiene
la región la población aimara es gravitante
en las provincias de Puno, Chucuito,
Collao, Huancané, Moho, Yunguyo pero
especialmente en Chucuito, Collao y
Moho.
La región tiene una importante
integración vial (carreteras, trochas carrozables) y comunicacional (internet, celulares, T.V., radio) y en los últimos años un
mayor dinamismo del capital comercial
con acumulación principalmente en
Juliaca de la Provincia San Román e Ilave
de la Provincia El Collao y todo lo que va
hasta la frontera con Bolivia (Desaguadero, Yunguyo), justamente los dos espacios más densos de la protesta y el violentismo incluyendo la muerte de ciudadanos
en el actual episodio político que se vive.
Una población andina originaria agricultora y ganadera (vacunos, ovinos para el
engorde y la venta en pie o carne, camélidos), pero también comercial (formal y no
formal), minera, de servicios públicos
30
(hoteles, restaurantes, transporte) y la
pesca que sus componentes despliegan en
su propio lugar o en las ciudades como
Juliaca, Puno, Azángaro, Ilave y varias
más según sea la ubicación en la diferenciación social, porque esta es una población rural en proceso de diferenciación
social con campesinos pobres, medios y
algunos, como los estudiosos dicen,
también de acomodados, pero todos
unidos con un código unitario de sentido
por una cultura originaria que horizontalmente les da un potencial de legitimación
para la supervivencia y el progreso como
para la resistencia frente a la agresión y el
desprecio desde la orilla opuesta.
Es una población que en su dinamismo de progreso envía a sus hijos a la
universidad, como a la Universidad
Nacional del Altiplano-Puno (UNAP) y
anteriormente a la Universidad Andina
Néstor Cáceres Velásquez (UANCV) u
otras más recientes como la Universidad
Nacional de Juliaca (UNAJ), o fuera del
departamento como es a la Universidad
Nacional San Agustín de Arequipa
(UNSA); jóvenes que una vez profesionalizados han dado lugar a una reconfiguración del poder regional (gobierno regional
y municipios para empezar) desplazando a
mestizos acriollados y criollos de
apellidos citadinos y gamonaloides que
anteriormente controlaban el aparato
estatal subregional.
Esta población originaria aimara y
quechua en su gran mayoría ha votado por
Pedro Castillo no como el “mal menor”
sino como el “bien mayor” porque consideró a este personaje como un auténtico
representante de su ethos colectivo; como
la expresión de ellos mismos en el poder
del Estado a la manera de un acontecimiento histórico; que al ser destituido por
el Congreso fraudista y vacantista debido
a las razones que todos conocemos, el
impacto sociocultural ha sido fulminante.
Se sienten humillados y agredidos en lo
31
más íntimo de su ser individual y colectivo. Sienten que
ha sido muy fácil que la
derecha se haya desprendido
de Castillo porque es una
derecha o un gobierno de los
mistis que nunca han tomado
en serio las decisiones de esta
población, en este caso expresada mediante el derecho al
voto. Y así como antes la élite
del poder nacional simplemente negó reivindicaciones
y derechos originarios a la
tierra, al agua, al respeto
cultural, a la justicia y aplastaron a sangre y fuego sus
demandas y no atendieron sus
petitorios, hoy consideran que
con esa misma prepotencia han sacado a
Castillo porque el voto de quienes lo
eligieron no tiene valor alguno. Algo que
la derecha se encargó de alimentar desde
el primer día del gobierno castillista con
el absurdo manejo vacantista manoseando las leyes y la Constitución y la
propia cultura originaria.
Si la situación no explotó en los
meses del gobierno de Pedro Castillo fue
porque este mismo personaje actuó como
una especie de freno o “tapón” de un
magma social creciente por las razones
indicadas alimentadas por los efectos de la
crisis económica venida desde atrás; la
crisis política en el largo ciclo de la crisis
que se inicia el 2006, y la pandemia
COVID-19. Al salir Pedro Castillo de la
jefatura del gobierno se rompe el dique y
viene el desborde social extremo en esta
parte del Perú con todas las características
que tiene de movilización masiva, ira y un
significante que ha articulado todos los
eslabones del descontento social nacional:
la renuncia de Dina, nuevas elecciones, el
cierre del Congreso y Asamblea Constituyente. Un significante o una idea agluti-
mamente; sino el cambio
raigal de las condiciones
estructurales del país.
nante hecha sentido común compartida por
grandes y chicos, jóvenes y adultos,
hombres y mujeres del campo y la ciudad,
sin diálogo y con un territorio transformado también en un recurso identitario.
El ápice o “meseta” de este significante es “la renuncia de Dina” sí o sí por
“traidora”, es la voz. Habría que profundizar sin embargo en el universo narrativo
de esta población sobre el sentido de la
“traición” a Castillo, si es el sentido como
todos lo entendemos normalmente (deslealtad, “descompromiso”, “puñalada por
la espalda”) o hay algo más como, por
ejemplo, una forma de resarcimiento al
Castillo destituido; de rechazo contra le
derecha por la humillación de los votantes
de Perú Libre al negarles su voto; de
venganza contra una derecha elitista,
limeña, vacadora, manipuladora y racista.
Posiblemente en ese sentido la
presidenta Dina Boluarte no sea sino el
medio, instrumento o camino por el cual
discurre esta tromba de protesta cuyos
alcances van más allá de las formalidades
democráticas y la misma elección de un
nuevo presidente(a) y congresistas próxi-
4
En el no diálogo (como
es lo que está sucediendo hasta
el momento) la superación de
la polarización sólo podría
transcurrir, hasta donde van las
cosas, en su punto alto como
está siendo la “toma de Lima”,
por cualquiera de los dos
caminos siguientes: la continuidad en el uso de la fuerza
por uno y otro polo de la
contradicción hasta su resolución siempre en términos de
fuerza: represión y más heridos y fallecidos, investigados, detenidos, destrucción
de la ciudad, desorden en el interior del
país y millones de peruanos en las más
difíciles condiciones de vida.
El otro camino, es el de la renuncia
de la Sra. Dina Boularte a la Presidencia de
la República y el adelanto de elecciones
con matices más o menos y sin reformas
políticas básicas. La testarudez y mediocridad del conservadurismo congresal en
su intención de sacarle la vuelta al sentido
democrático de las reformas con reformas
(bicameralidad, reelección, etc.) proclives
a sus intereses, ha acelerado la necesidad
de apresurar la partida de la Sra. Dina
Boluarte como de los congresistas actuales; además que la presidenta de la República se encuentra en el nivel más bajo de
legitimidad puerta abierta para la ingobernabilidad y el caos. Lamentablemente la
reiteración de la presidenta sobre su no
renuncia no es sino la reiteración en la vía
de la fuerza para la “solución” del conflicto
polarizado y la continuación de la dificultad para el diálogo en el nivel alto del
sistema político.
32
El diluvio de la justicia
Notas sobre las protestas políticas en Puno
Escribe: Carlos Portugal Mendoza
“No somos la inundación de la barbarie;
somos el diluvio de la justicia”.
Gonzáles Prada.
C
omo las mujeres quechuas y
aymaras que cargan en sus
espaldas a sus niñas y niños, así el
sur andino y en especial Puno echó sobre
sus hombros el peso de las protestas políticas recientes, bregando por la renuncia de
la presidenta Dina Boluarte, el cierre del
Congreso, elecciones inmediatas y una
Asamblea Constituyente. Incluso cuando
las protestas empezaron a declinar en el
resto del país, Puno ha continuado con
ellas a pesar de su impacto sobre la
economía y la vida social del departa-
mento. ¿Cómo explicar la sacrificada y
persistente lucha del pueblo puneño?
La politización de los quechuas y
aymaras
Para responder esto es necesario
remontarse a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (2021) cuando Pedro
Castillo alcanzó el 89.2% de los votos
válidos del departamento (JNE, 2021).
Respaldo significativamente mayor
incluso al obtenido en Puno en anteriores
33
segunda vuelta por los candidatos García
(69%), Ollanta (78%) y Kucsynki (63%).
Mezcla de identificación con las
características populares del candidato,
expectativa por un cambio radical y el
rechazo a la candidata de la derecha, el voto
en Puno comprometió la lealtad política de
la población. Al punto de que, para fines del
año 2022, cuando las crecientes evidencias
de corrupción del gobierno, el incumplimiento de promesas como la segunda
reforma agraria y la Asamblea Constituyente, y evidente mala gestión del gobierno,
habían hecho caer a 27% el respaldo del
país al gobierno del expresidente, en el Sur
ese respaldo alcanzaba todavía al 42%
(IPSOS, 11 de noviembre 2023).
Un aspecto fundamental para el
elevado respaldo a Castillo y la politización de la población de Puno y del resto del
país fue la confrontación étnica producida
en la segunda vuelta del 2021. Como se
recuerda la derecha, en su desesperación
por "probar" un supuesto fraude, acusó a
los ciudadanos de las zonas rurales de
copar mesas electorales y alterar actas, sin
percatarse que su acusación confrontaba a
pueblos originarios que se sintieron así,
discriminados y calumniados. Por ejemplo, en el caso de Puno, en el centro
poblado de Totorani en el distrito de Acora
se cuestionó que los miembros de mesa
electoral tuvieran el mismo apellido Catacora, hecho que la Oficina Nacional de
Procesos Electorales ONPE esclareció
señalando que no se trataba de familiares y
que habían sido nombrados por sorteo.
Como se sabe en las comunidades es usual
el predominio de algunos apellidos sin que
involucre familiaridad y en el caso de los
Catacora se trata del apellido de antiguos
caciques que se suele adoptar por prestigio
desde hace siglos.
La pertenencia a un pueblo originario es un aspecto fundamental en el caso
de Puno, departamento donde no solo un
69.9% de sus habitantes tienen como
lengua materna el quechua y el aymara,
sino que un 90.7% de la población mayor
de 12 años se autoidentifica, por sus
costumbres, antepasados y costumbres,
como perteneciente a dichos pueblos originarios (INEI, Censo 2017). Puno es el
departamento con el mayor porcentaje de
población originaria respecto al total de su
población.
El fortalecimiento de la identidad
quechua y aymara
En las últimas décadas diversos
factores han fortalecido en el altiplano la
identificación como pueblo originario,
como por ejemplo la ampliación de la
educación bilingüe en el altiplano, la
Declaración de la Fiesta de la Candelaria
como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la afirmación política de la identidad
aymara en Bolivia, el empoderamiento de
las organizaciones mujeres, el reconocimiento oficial a las autoridades consuetu-
dinarias, entre otros. Incluso la propia
pandemia obligó a un protagonismo especial a las comunidades que acentuaron el
control de sus territorios como manera de
protegerse del Covid-19.
La autoafirmación como pueblo
originario ha sustentado la indignación
política de la población frente a lo que se
considera el “robo del voto”; primero por
un parlamento que no dejó gobernar a
quien habían elegido y luego con la
vacancia y sustitución del presidente que
habían elegido. Sustitución que siendo
constitucional no ha sido legítima para la
población. Esa indignación es también un
reclamo por el respeto al derecho de la
población y en particular de los pueblos
quechua y aymara a participar en las decisiones políticas. Participación que ya fue
limitada cuando el líder aymara Walter
Aduviri Calisaya fue elegido el 2019
Presidente Regional, no pudiendo ejercer
ese mandato por su injusta detención a
causa de hechos acaecidos con el “aymarazo” del 2011.
34
Pero la indignación por robo del
voto no es la única fuente de las protestas,
se nutre también de la grave situación que
atraviesa la población del altiplano.
El acoso a los territorios y el deterioro de
las condiciones sociales
Los pueblos originarios —hablamos
especialmente de los aymara— no suelen
involucrarse propiamente en los aspectos
políticos del régimen republicano dominante, su mundo gira fundamentalmente en
torno a sus territorios y los valores que guían
su convivencia entre iguales entre personas
y la naturaleza. En todo caso, su proyecto
tiene que ver más con el autogobierno y
defensa de sus territorios que en formar
parte de la institucionalidad política vigente.
Sin embargo, el acoso a sus territorios, amenazados por la contaminación
generada por la actividad minera informal
especialmente y por las ciudades (desechos sólidos y aguas servida), y la
presencia de denuncios mineros en el
24.2% del departamento (Cooperacción,
2022), han llevado a los quechuas y
aymaras a interesarse en la institucionalidad política. Así, puede entenderse
la candidatura y elección de Walter
Aduviri, principal líder del “aymarazo”, convulsión social (2011) en contra
de la expansión minera en territorios
aymara (Chucuito), exigiendo la
anulación de la concesión minera otorgada a la empresa canadiense Bear
Creek Mining Corporation.
Este acoso a los territorios se
produce en medio de una creciente
vulnerabilidad de la población rural,
cuya base productiva se ve afectada por
los problemas climáticos y la falta de
alternativas económicas en el campo,
qué, si bien son paliadas por la actividad
comercial que simultáneamente realizan
la población, han llevado a acentuar la
migración fuera del departamento, hacia
Arequipa, Tacna y Lima principalmente.
Puno no es sólo uno de los 4 departamentos con mayor pobreza del país, con
43.7% de su población en esa condición
(INEI, 2021), sino también uno de los 2
únicos departamentos (el otro es Loreto)
cuya población disminuyó entre el 2007 y
2017. En ese período el departamento
perdió un -7.5% de su población (INEI;
2007,2017). La pérdida fue más severa
para las áreas rurales cuya población
habría disminuido en -19% en ese período.
La fuerte migración revela la difícil
situación productiva en el ámbito rural
donde predomina el minifundio, y la
dependencia de la población de actividades
de naturaleza informal desde el comercio
informal, el contrabando, y hasta la minería
informal, en los que el 90.4% de la población trabaja (COMEX PERU,2023).
Protesta social y otra forma de hacer
política
La protesta social en Puno, como en
los departamentos del sur, ha seguido un
curso muy diferente al de los conocidos
“conflictos sociales” en los cuales, producidas las acciones de fuerza de envergadura, se forman mesas de “diálogo” en las
que los representantes del gobierno de
turno ofrecen inversión y servicios
públicos a cambio de que las poblaciones
limiten sus protestas al punto de hacer
viable la continuidad de los proyectos,
proyectos que generalmente son de la actividad minera.
En este caso, en cambio, no hubo
voluntad de diálogo por parte del gobierno,
pues se envió funcionarios de menor
rango, pero tampoco por las organizaciones sociales que protestaban; es más
éstas, cerraron dicha posibilidad y descartaron toda negociación exigiendo que se
cumplan sus demandas políticas, poniendo
por delante la acción directa y las medidas
de fuerza. Por otro lado, las protestas no
tuvieron propiamente líderes visibles, y se
argumentaba que se trataba de movilizaciones auto convocadas, sin dirigentes, a
nivel de comunidad o distrito. Esto en
parte para evitar la identificación y criminalización de los y las líderes, pero sobre
todo para expresar directamente la
voluntad de quienes decidían protestar.
Esta estrategia radical sorprendió
a las autoridades y a los políticos, y es
producto del fracaso del modo en que se
gestionan los conflictos en el país;
empezando a surgir así otra forma de
hacer política desde las organizaciones
comunales. Sin embargo, se puede
advertir debilidades en la estrategia
seguida, especialmente respecto a la
construcción de alianzas fuera del
departamento y en lo que fue “la toma
de Lima”, así como una desmedida
confianza las fuerzas propias y en que
los objetivos podían ser alcanzados a
corto plazo.
Más allá de esto, se trata de una
inmensa experiencia social que madu-
35
rara seguramente por cuanto tiene un trasfondo estructural y una base comunitaria
con ancestral existencia. Las mujeres,
especialmente campesinas, han tenido un
rol muy importante en las protestas tanto
en Puno como en Lima. En el campo
puneño su protagonismo se ha visto incrementado en los últimos años por el
aumento de su participación como productoras agropecuarias, habiendo pasado de
ser el 25.2% al 39.8% del total de productores agropecuarias entre los Censos Agropecuarios del 2004 y el 2014 (INEI, 2022).
La respuesta del gobierno a las
protestas sociales no ha sido muy diferente
a la que lamentablemente se siguió en los
años de la violencia política. Escudado en
la sucesión constitucional legal, la represión y sus consecuencias han costado la
vida de 67 personas (49 civiles por represión, 11 en accidentes y hechos vinculados
a los bloqueos, 1 policía y 6 militares)
estando en investigación muchos de los
casos de las víctimas civiles por cuanto se
habrían violado los derechos humanos con
muertes arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales (Amnistía Internacional, 2023).
Además de la represión violenta, en Puno
se instauraron las declaratorias de emer-
gencia, el toque de queda y hasta el control
militar de los territorios.
No puede dejarse de mencionar el
trasfondo de discriminación y racismos
presente en las acciones represivas
llevadas adelante y el desconocimiento de
los derechos especiales que tienen los
pueblos indígenas, especialmente sobre
sus territorios.
A modo de conclusión
Los hombres y mujeres de Puno, en
especial los pueblos quechuas y aymaras
del altiplano, han realizado masiva protesta
política buscando hacer respetar su voto en
las elecciones presidenciales del 2021 y
proponiendo una salida política en la cual
sea la voluntad popular (nuevas elecciones)
la que se exprese. Teniendo como trasfondo
la crítica situación social en que se encuentran, producto de la desatención del Estado,
la discriminación y la corrupción, los
pueblos quechuas y aymaras de Puno se
proyectaron desde sus ancestrales territorios a las ciudades, la capital del departamento, Juliaca y hasta la capital del país,
para hacer respetar su derecho a participar
políticamente.
Esta inédita afirmación de este
derecho abre las puertas a una necesaria
evolución del sistema político y el relevo de
la clase política del país, pero también supone
la maduración de las organizaciones y líderes
protagonistas de la protesta para construir
alianzas con otros sectores del país y construir un proyecto común en medio de una
inestabilidad política que no fue generado por
la sociedad civil sino por la clase política.
Puno: Reducción de la población, autoiden ficaciones y otros datos sociales
Provincias
Población
2017
%
Reducción de
productores
la población
menos 5 has
2007-2017
(2014)
%
% de la
desnutrición
población en
% del total de la población
crónica
pobreza total
(2017)
menores 5
(2020)
Quechua
Aymara
años (2020)
46.60%
39.49%
9.20%
27.20%
Autoiden ficación
Puno
219494
-4.20%
79.54%
Azángaro
110392
-19.30%
58.80%
95.17%
0.46%
15.60%
41.40%
Carabaya
73322
-0.80%
66.77%
93.32
0.90%
21.40%
49.30%
Chucuito
89002
-29.50%
74.20%
1.15%
94.87%
11.30%
48.60%
El Collao
63878
-21.20%
77.23%
1.34%
92.56%
8.10%
41.10%
Huancané
57661
-17.10%
87.41%
35.52%
61.39%
14.10%
43.10%
Lampa
40856
-15.30%
32.90%
93.68%
0.93%
13.50%
47.60%
Melgar
67138
-10.20%
30.65%
90.03%
0.46%
16.00%
41.50%
Moho
19753
-29.00%
86.97%
1.12%
95.41%
15.90%
47.90%
S.A. de Pu na
36113
-28.50%
47.83%
73.66%
13.94%
18.50%
39.20%
307417
27.70%
66.74%
70.08%
17.67%
10.20%
23.10%
Sandia
50742
-18.40%
76.62%
77.55%
14.96%
13.10%
37.90%
Yunguyo
36939
-22.10%
99.30%
1.11%
90.85%
10.40%
45.20%
1172697
-7.50%
73.01%
56.98%
33.72%
14.20%
43.70%
San Román
Total PUNO
36
Puno y el Perú
de estas semanas
Escribe: Christian Reynoso
Escribir sobre temas de la coyuntura política y más sobre una crisis como la que
vivimos hoy en día es complicado. Algunos escritores optan por el silencio; otros, por el
contrario, piensan que es indispensable abordarlos. Christian Reynoso forma parte de
estos últimos, y ha venido publicando desde el 13 de diciembre de 2022, en su columna
semanal en el portal de “La Mula” (https://christianreynoso.lamula.pe/), artículos o
pequeñas crónicas con tinte de ensayo, dedicados a la protesta social en nuestro país y
en Puno. Por su valor testimonial y fuente para la reflexión, nuestra revista
“Altiplania” presenta, con su amable autorización, una selección de estos textos.
PREGUNTAS PARA EL PERÚ (20 de
diciembre de 2022)
Mientras que la vida en Lima parece
seguir con normalidad ad-portas de las
fiestas navideñas, y los centros comerciales rebosan de gente oficiosa por
comprar regalos, y los parques se llenan de
árboles artificiales luminosos y canciones
de Navidad para el deleite de los paseantes,
parece que el Congreso de la República
marcha en igual sintonía. Obcecado en su
propósito de conservar, la gran mayoría de
congresistas, sus curules, sueldos y gollerías, y haciendo oídos sordos al clamor del
país, zurrándose en las muertes de los más
de veinte peruanos ocurridas en los últimos
días en las regiones del país.
Mientras tanto, en Ayacucho,
Apurímac, La Libertad, Junín, Cusco,
Arequipa, allá lejos de Lima, la sociedad
civil llora a sus muertos a consecuencia de
los disparos de bala de las Fuerzas Armadas; mientras que, otras ciudades del sur y
del país se mantienen militarizadas, en
medio de la protesta generalizada de un
sector mayoritario que pide cambios inmediatos en la conducción política del país, en
todos sus niveles, además de justicia y
necesidad de ser escuchados. Pues ya no
quieren ni Marías del Carmen, ni Chirinos,
ni Montoyas, ni funcionarios corruptos, ni
prensa limeña parcializada ni Constitución
infalible.
37
Las causas estructurales del
momento al que hemos llegado (una vez
más), pueden encontrarse en la gran narrativa de análisis políticos, sociológicos,
antropológicos e históricos que se leen en
la prensa ―de todo tipo― en los últimos
días. Pero lo que queda claro es que, pese a
todo ese historial que, en tanto antecedente
debería servir para no repetir una mala
historia, parece que los peruanos y los
políticos en especial no hemos aprendido
absolutamente nada en el objetivo de construir un país que, pese a sus grandes diferencias con las que convive, dialogue con
empatía y sin balas.
¿Cuántos muertos más se necesitarán para que haya un cambio en el rumbo
actual de la crisis? ¿Cuál es la ruta clara y
legal para concretar el adelanto de elecciones? ¿Cuánto de gestión y cuánto de
voluntad política será indispensable para
llegar a un acuerdo? ¿La mezquindad que
es expresión del Congreso podrá pasar a un
segundo plano por el bien del país?
¿Seguiremos igual o peor una vez que haya
una solución? ¿Será posible que nos reconciliemos como peruanos? ¿Será un deseo
vano pedir a los Reyes Magos que ya no
tengamos políticos farsantes? ¿Será todo
esto una utopía?
4 DE ENERO: HORA CERO (3 de
enero de 2023)
A las cero horas del 4 de enero en la
región Puno se reiniciarán las movilizaciones y protestas para pedir la renuncia de
la presidenta Dina Boluarte, y que de esta
manera se convoque a nuevas elecciones.
Así lo han manifestado los dirigentes de
los distintos gremios y organizaciones
sociales de las trece provincias puneñas.
Más allá de que haya divergencias respecto
a la alteración del orden público, el transporte y las pérdidas en el sector turístico
(se viene la Fiesta de la Candelaria), la
decisión está tomada. También han advertido que si hay actos de violencia y
desmanes serán responsabilidad de los
infiltrados del Estado.
Similar situación se vive en otras
regiones del sur como Arequipa y Cusco,
especialmente, y desde luego en todo el
país. La tregua por las fiestas navideñas y
el Año Nuevo ha llegado a su fin, e
iniciamos este 2023 con un panorama
incierto, hundido el Perú en una suerte de
eterno conflicto, por herencia de una clase
política indiferente a la realidad. En tanto,
el estado de emergencia decretado por el
gobierno seguirá vigente lo que probablemente traerá nuevos enfrentamientos y
más muertos. De esta manera, el país entra
a un espiral de violencia.
Es evidente que Dina Boluarte no
renunciará a la presidencia (al menos por
ahora, en la medida del efecto que tengan
las movilizaciones). Más bien, Boluarte ha
optado por anunciar proyectos de inversión para el primer semestre del 2023, con
inyección de presupuestos orientados a
mejorar las condiciones de vida. Pero
Boluarte no puede pasar por alto los 28
muertos que ha dejado su mandato durante
sus primeros días de gobierno ni puede
pretender dulcificar la indignación del país
mediante estas medidas. Eso lo sabe el
Perú. Y es razón suficiente para mantener
las movilizaciones además del rechazo
absoluto a la clase política enquistada en
Lima (léase Palacio y Congreso de la República).
Resulta inaceptable que luego de 28
muertos no haya ni un solo cambio significativo en el país y que todo siga igual en la
esfera política. ¿Tan poco valen los
muertos en el Perú? E insisto en la idea ya
mencionada en columnas anteriores, mientras las muertes no ocurran en Lima, todo
seguirá igual. El centralismo también es
válido para la muerte en el Perú. Mientras
que las marchas por la paz, para abrazarse
y pedir un alto a las protestas, convocadas
por el propio Ejecutivo y la Policía
Nacional ―al mismo tiempo que reprime
la protesta―, evidencian la franca estupidez y visión de un gobierno que parece
no entender la gravedad de lo que viene
ocurriendo en el país.
PUNO SANGRE CALIENTE (10 de
enero de 2023)
Dina Boluarte tendría que ser una
política estúpida para creer que después de
lo que ha ocurrido en Juliaca y Puno, pueda
seguir al mando del gobierno. Si es así, no
es política, pero sí algo peor que una estúpida. Lo mismo podemos pensar de su
primer ministro Otárola y el resto del gabinete. Y lo mismo de los congresistas que
pretenden quedarse en sus curules. A estas
alturas es inviable que el Perú esté gobernado por Boluarte y compañía y un
congreso deslegitimado. Los políticos
peruanos se han degradado tanto (herencia
del fujimorismo, especialmente) que el
hartazgo ya no conoce de paciencia.
El asesinato de 17 civiles en Juliaca,
el 9 de enero, en su gran mayoría jóvenes
de entre 20 y 30 años, a manos de las
Fuerzas Armadas (balas y perdigones),
además del asesinato de un suboficial PNP,
carbonizado a manos de los manifestantes,
no solo es expresión de una ultraviolencia
innecesaria, sino irracional, y debe ser
condenada. Pero es también el resultado de
un gobierno que ya lleva otros 28 muertos
en la espalda y que, no obstante, hace oídos
sordos a la voluntad de un sector mayoritario del país (es decir, el país que no es
Lima), que pide la renuncia de la presidenta para la convocatoria a nuevas elecciones. Una corriente de opinión dice que
será más de lo mismo, y seguramente será
así, pero eso no significa que haya que
tolerar que quienes hoy están en el
38
gobierno y en el Congreso, manchados de
sangre, sigan ahí, hundiendo al país en sus
mezquindades y luchas de poder.
De esta manera, es el gobierno y sus
voceros, además de la derecha (enquistada
en Lima), quienes son los principales instigadores de este descontento y revueltas
con las consecuencias ya conocidas. Hay
pues dos lecturas irreconciliables, antagónicas, despreciativas y racistas, en la forma
de pensar y vivir el Perú, que han
marchado paralelas con el correr de la
historia, y que han tenido su punto álgido
de enfrentamiento con la elección de Pedro
Castillo, elección legítima que ha sido
bombardeada desde el primer día. Más allá
de la incapacidad de Castillo y la corrupción de la gente de su entorno, hay que
reconocer que no se arrodilló ante la derecha, ante Lima, decisión que, al mismo
tiempo, fue su talón de Aquiles. Por el
contrario, Boluarte ni bien vistió la banda
presidencial cruzó la línea fronteriza y hoy
tenemos 46 muertos y ciudades paralizadas y destruidas.
¿Dónde están los líderes de opinión
y políticos de toda tienda, que suelen salir a
hablar y a presionar cuando las muertes
ocurren en Lima? Hoy guardan un silencio
cómplice. ¿Por qué no hay una presión
política para que tanto el gobierno como el
congreso asesino de hoy dejen el poder?
Tal vez, por eso, como se trata de ejercer
presión, ahora se hable de “sitiar Lima”
desde las regiones, pues la indignación
crece. ¿Será posible? ¿Será razón para
nuevos enfrentamientos y muertes?
Seguro que sí. En todo caso, ¿cuántos más
muertos se necesitan?
Al parecer, el gobierno envía a Puno
una comisión espuria sin capacidad de
decisión, para negociar ¿qué?, puesto que
la consigna es clara: la renuncia de
Boluarte, que se vayan todos, frase ya
simbólica en el imaginario peruano. No
hay más. Pero Puno y Juliaca siguen con la
sangre caliente. Han matado a sus hijos. Y
seguramente mientras más balas haya más
sangre hirviendo habrá, no obstante, la
consciencia de que todo esto condenará al
atraso de la región en lo económico, social
y cultural.
Por eso mismo, es también lamentable que hayan sido los propios puneños
urbanos quienes hayan saqueado e incendiado los centros comerciales de la ciudad
sin ningún empacho, corriendo con sus
bolsas, con sus asquientos aprovechamientos. Los vecinos de tu barrio, los de la
vuelta de la esquina, las señoras comerciantes, los delincuentes y los borrachos de
paso. Solo algunos gritos de la gente indignada impedían el saqueo con la condición
de que los productos vayan a la hoguera.
De esta manera, se deslegitima una
protesta justa y la convierte en una anarquía delincuencial por encima de los muertos. No vengan a echar la culpa a los
aimaras y quechuas. La sangre hierve en
Puno, las palomas de las plazas vuelan sin
saber lo que ocurre, el cielo azulino se alza
hermoso, pero en las calles, en las casas, en
las familias, el dolor cobra vida y la sangre
se calienta.
“TAL VEZ VAMOS A MORIR” (24 de
enero de 2023)
“Tal vez vamos a morir”, dicen,
mientras se despiden y abordan el bus. Las
personas que los rodean aplauden y les
hacen vivas. Las madres de los muchachos
los abrazan y parece que no quisieran
desprenderse de ellos. Lloran y les dan la
bendición. Se sienten desamparadas, porque
lo que los muchachos dicen, que tal vez van
a morir, es cierto. La gente se conmueve, yo
también, y una vez que la puerta del bus se
cierra, empiezan las arengas: “Dina asesina”, “Ni una muerte más”, “Dina asesina”,
“El pueblo unido jamás será vencido”. En
efecto, esa gente, ese clamor son del pueblo
y los muchachos también. Son estudiantes
de la Universidad Nacional del Altiplano y
están yendo a Lima para pedir la renuncia
de la presidenta.
Desde la tarde, en el Parque de la
Madre de Puno, se han reunido cientos de
personas para esperar a las delegaciones
que viajarán a Lima. Dos buses aguardan
sobre la pista. Antes de partir, han sido
equipados con víveres (galletas, fideos,
arroz, porotos, latas de atún), paquetes de
agua y gaseosas, papel higiénico y algunas
frazadas y colchonetas. Los productos han
sido comprados con la colaboración de
todos, pero también hay vecinos que traen
bolsas con provisiones que dar. Otros estudiantes, con un megáfono y una caja de
cartón acondicionada como alcancía, solicitan a la muchedumbre y a los mirones
apoyo económico. Todos colaboran. Hay
una hermandad que no necesita ser declarada.
Una vez que el bus de los estudiantes parte es el turno del siguiente en el
que va la delegación de una comunidad
campesina de Pomata. El ritual se repite
casi de manera similar. Esta vez no son
muchachos universitarios, sino hombres y
mujeres mayores, campesinos, con los
rostros un tanto cansados, pero al mismo
tiempo con una fuerza que expresa determinación por lo que están haciendo. Más
protocolares, uno de ellos habla antes de
abordar el bus. También dice que tal vez
mueran en las marchas, pero es necesario ir
a Lima a decirle al gobierno asesino que
deje de matar al pueblo. Enseguida, el bus
parte. La gente corre tras él, mientras
aplaude y da vivas. Los parabrisas han sido
escritos con: “Puno rumbo a Lima”. Y una
bandera del Perú flamea por allí.
Una vez más Puno en la historia.
Las delegaciones llegarán a Lima en más
de veinte horas. Y luego irán a marchar.
39
Enseguida, los llamarán terroristas, vándalos, radicales, violentistas, indios de
mierda; los enmarrocarán, los apresarán, y
los despreciarán y les dirán que se vuelvan.
Todos esos periodistas, líderes de opinión,
políticos y policías que no conocen más
allá de Lima. El gobierno no los atenderá,
mucho menos otros hermanos de Puno que
lucran con la cultura y belleza de Puno.
Más bien, les darán las espaldas. Otros
tantos puneños limeñizados hasta se asustarán de ellos y marcarán su distancia, pero
luego vendrán a bailar a la Candelaria, a
rezar a la mamita, orgullosos de su cultura,
hipocritones. Otros puneños con perfil
bajo los apoyarán sin alarde. Y cómo todo
esto no va a reventar la indignación y la
rabia.
VIAJAR Y LLEGAR EN TIEMPOS
DE DINA (31 de enero de 2023)
El 8 de enero debía tomar un vuelo
Juliaca - Lima, pero las manifestaciones
contra el gobierno de Dina Boluarte desde
el día 4 en que acabó la tregua y los posteriores enfrentamientos con la policía,
produjeron el cierre del aeropuerto Inca
Manco Cápac. El 9 de enero los enfrentamientos en Juliaca dejaron 17 civiles y un
policía muerto lo que empeoró la situación. Paro general, carreteras bloqueadas,
aeropuerto inhabilitado, vuelos cancelados, gobierno oído sordos, indignación.
Dos semanas después, urgencias de
salud me obligan a tener que viajar a Lima.
A cualquier costo. El primer paso es ir en
auto de Puno a Arequipa para tomar el
vuelo Arequipa – Lima. Hay más posibilidades de viajar desde esta ciudad que
desde Juliaca. Se corre la voz de que los
fines de semana las carreteras se desbloquean por horas y se puede pasar. Algunas
personas ofrecen el servicio de manera
particular a un costo de 120 a 200 soles por
persona. Advierten que el viaje puede
demorar mucho más de los normal (que es
5 horas) y que hay que ir por carreteras
alternas. Yura, la entrada a Arequipa,
también está bloqueada.
Con Moisés, mi cuñado, hacemos el
viaje por nuestra cuenta. Salimos en la
madrugada del sábado y sorteamos el
primer bloqueo, fuera del radio de Juliaca,
pero a poco de llegar a Cabanillas, poco
antes de la mitad del recorrido, el bloqueo
es insalvable. No hay ninguna oportunidad
ni forma de negociar con los manifestantes. Debemos dar media vuelta. Otro tanto
de vehículos hace lo mismo. Lo intentamos nuevamente en la noche del mismo
día con igual resultado. Solo queda esperar
el siguiente fin de semana, tal vez
tengamos más suerte. Esta vez lo logramos, pero a un costo cargado de incertidumbre y horas de espera.
Partimos en la noche. El primer
bloqueo a la altura de Huataquita, antes de
llegar a Cabanillas, nos obliga a esperar
hora y media. Hay más de cuarenta
vehículos entre autos, minivans y camiones, que van sumando. En la medida que
más tiempo pasa, los conductores más se
exasperan, lo que los lleva a organizarse
para ir a demandar el paso a los manifestantes junto con todos quienes esperamos.
Llueve. La oscuridad asusta. Los manifestantes al mando del bloqueo fuman y nos
dirigen la luz de sus linternas en los rostros.
Cada quien expone sus ideas en demanda
de paso. Queda sentado, ante todo, que
compartimos el ideal del paro y la indignación frente a los muertos y el pedido de
renuncia de Boluarte. “No nos presionen”,
dice el líder de los manifestantes. “De
pasar, van a pasar”. “¿En cuánto tiempo?”.
“No lo sabemos, deben esperar”. “Ya
llevamos cerca de dos horas”. “Un par de
horas más”. Los ánimos se caldean. Más
oscuridad, más cigarrillos, más lluvia. Se
retoma el diálogo. “Media hora”, se
acuerda finalmente.
Pasado el primer bloqueo avanzamos unos kilómetros más y antes de
40
llegar al sector de Aychuyo un nuevo
bloqueo se levanta. Unos diez manifestantes, la gran mayoría mujeres, tienen una
actitud más radical. Barricada, fogata,
hollín, banderas del Perú, banderolas
contra Dina y el gobierno, un camión estacionado a modo de muro de contención,
rostros amenazantes, linternas, cigarrillos
y pantallas de celular que se prenden y
apagan. A ratos, la lluvia.
La espera y la negociación se
prolongan por tres horas y media, hasta
que se decide abrir una porción de la pista,
algo menos de medio carril, lo que permite
apenas el paso de un vehículo. Viene a
continuación el trabajo de los conductores
de dirigir el tráfico de los vehículos de uno
y otro lado que esperan ansiosos y poco les
importa guardar orden con tal de ganar
unos metros y sortear el bloqueo. Pugnas y
riñas, mientras los manifestantes
alimentan su fogata, impasibles. Alguien
dice somos más de cien personas y
podemos doblegar a los manifestantes y
abrir la pista en su totalidad, pero nadie se
atreve. Llegamos a Arequipa. El viaje ha
durado seis horas más de lo habitual, allá
en los tiempos en que Dina no estaba en el
gobierno.
“¿DE QUÉ NACIÓN HABLAMOS?”
(7 de febrero de 2023)
No debe sorprendernos que el
Congreso de la República haya archivado
los recientes proyectos del Ejecutivo para
el adelanto de elecciones en 2023, ni que
haya bloqueado las iniciativas de algunos
congresistas con tal fin. El Congreso
siempre ha actuado de espaldas al Perú, y
esta no iba a ser la excepción. No les interesa ni el país ni las demandas ciudadanas
que ya llevan más de un mes de manifestaciones en diversas regiones y en la capital,
con el saldo de más de sesenta muertos y
un panorama que no parece encontrar solu-
ción. El Congreso una vez más solo ha
cuidado sus intereses y sus bolsillos. Un
discurso ya redundante, pero que es necesario decirlo una y otra vez.
Mientras tanto, la presidenta Dina
Boluarte y su gabinete viven en un país de
fantasía. Según las últimas encuestas más
del 70% del país pide su renuncia y desaprueba su gestión, sin embargo, Boluarte
cree que quien pide su dimisión solo es un
grupo minoritario de violentistas. También
Boluarte cree que los 17 muertos en
Juliaca, el pasado 9 de enero, han sido
producto de balas dum dum disparadas por
los propios ciudadanos, hecho que contradice los informes médicos y llena de
vergüenza una situación dolorosa y
abusiva. De esta manera, hay una narrativa
mentirosa que intenta justificar la represión
y el abuso, las muertes y la estupidez de
una clase política que no escucha a la
mayoría del país.
Parece que vamos en camino de una
dictadura sino la estamos viviendo ya. Las
movilizaciones y protestas legítimas, en
tanto inaceptable la continuidad de un
gobierno asesino que se aferra al poder, y
que están colmadas de indignación y hastío
por los políticos, además del cansancio de
una desigualdad estructural con guiños
racistas, están siendo criminalizadas,
“terruqueadas” y combatidas con balas. A
lo que se suman estados de emergencia,
militarización, detenciones arbitrarias,
sojuzgamientos convenencieros (véase las
detenciones de los manifestantes por causa
de sus cuadernos de cuentas), persecución
y abuso ante la libertad de expresión (véase
la detención de Aida Aroni Chilcce, mujer
campesina), y la concentración de una
prensa limeña parcializada.
De esta manera, la crisis que
vivimos (en la que unos son más afectados
que otros), ha vuelto a poner en tapete de
manera violenta y sostenida las distancias
sociales, económicas, políticas y culturales
en la que vivimos los peruanos. Lo que
conducirá a una polarización que, lejos de
servir para corregir y dialogar, no hará más
que acrecentar las diferencias. Así, mientras la clase política no tome cartas en el
asunto más allá de sus intereses, habrá
siempre una fractura difícil de curar, como
si fuéramos una nación huérfana. Tal como
el Covid-19 que nos mostró un Perú
desnudo, sin oxígeno ni hospitales. Cabe
preguntarse, entonces, como lo hace Aida
Aroni, tras haber sido apresada abusivamente y 48 horas después liberada: “¿De
qué nación hablamos?”.
ESCENAS DEL PERÚ DE HOY (21 de
febrero de 2023)
Escena 1: Unos cincuenta manifestantes (no necesariamente aimaras), de
perfil urbano, levantan pacíficamente sus
carteles de “Dina asesina” y gritan arengas
pidiendo su renuncia. Un grueso contingente policial los acordona y les impide el
paso a marchar. Se encuentran en un
extremo del parque Kennedy, en Miraflores, Lima. Más de veinte camionetas del
Serenazgo miraflorino están estacionadas
en los alrededores. Los serenos hablan,
llaman, filman, sudan, están ansiosos; de
seguro reciben disposiciones del alcalde,
quien ha prohibido marchas en su distrito
al que considera “zona restringida”, tal
cual dueño de hacienda. Los serenos y los
policías causan más revuelo que los manifestantes. Francamente mucha hilaridad.
Al frente, en el restaurante Haití, buen
número de carcamanes y señoritos toman
su café y miran la escena, impasibles.
Otros comen helados. No sé si esto resulta
grotesco, natural o sencillamente es el
Perú.
Escena 2: Miles de pobladores
aimaras liderados por sus tenientes y
tenientas gobernadoras, ataviados con sus
41
ropas de gala, marchan por las calles de la
ciudad de Puno, hasta llegar y hacer su
paso por la plaza de Armas. La mole de la
Catedral y el cielo puneño los ampara. Al
frente, en la comisaría, los policías los
miran con contemplación. Los marchantes
llevan banderas del Perú, wifalas y carteles
contra la presidenta Boluarte y el
Congreso. “Asesina”, “Renuncia”. Es una
marcha más dentro del nuevo paro convocado para estos días. Los ciudadanos
puneños urbanos curiosean: algunos se
suman a la marcha y otros cuchichean:
“¿hasta cuándo?”. Los restaurantes y cafés
puneños esperan que todos se vayan para
abrir sus puertas.
Escena 3: La larga mesa con mantel
naranja del “Comedor exclusivo de
congresistas”, en el Congreso de la República, sostiene los platos y viandas del
buffet diario. El almuerzo por comensal
cuesta 80 soles, el desayuno 31, y la cena,
80. Hace unos meses el almuerzo costaba
16 soles. Todos esos platos son pagados
con la plata de los peruanos. Los congresistas comen rico, reciben sueldos jugosos,
pero nunca atienden las demandas del país.
Por eso no quieren irse. “Son unos descarados hijos de puta que se dan la gran
vida”, me dice el taxista que me lleva a
Miraflores, mientras comentamos el tema.
La congresista Chirinos dice: “El que
quiera comer que coma. Todos los
peruanos tenemos derecho a comer rico”.
Montoya añade: “Querrán que comamos
alfalfa seguramente". Mientras que Cerrón
dice que le “parece interesante”. Sinvergüenzas. “Ese comedor debería cerrarse”,
añade el taxista.
Escena 4: Hombres y mujeres de
Puno, en los alrededores del parque de la
Madre, dan su aporte espontáneo para
comprar alimentos para las nuevas delegaciones de estudiantes universitarios y de
pobladores que viajarán a Lima, para
seguir con las marchas en contra del
“
La situación se torna
aún más compleja:
por un lado, la legitimidad
de las movilizaciones
contra el gobierno; por
otro, el gran perjuicio
social y económico que
sufre la región y que la
está condenando a un
ostracismo; y, nalmente,
el cero interés del
gobierno, del Congreso y
de las autoridades
locales”.
gobierno. El recuerdo y la indignación por
los 18 muertos del 9 de enero, en Juliaca,
siguen en la memoria, además de la otra
treintena de muertos en lo que va del
gobierno de Dina Boluarte. Saben que en
Lima la comida se acabará pronto y que
necesitarán ayuda y más colectas. Pero hay
temor: te pueden encarcelar, tal como ha
ocurrido con la profesora Yaneth Navarro,
acusada de ser “financista” de las movilizaciones, al encontrársele 1900 soles
producto de la colecta. “Hoy por hoy, en
este país, hasta por dar comida te pueden
encarcelar”, comentan. No sé si esto
resulta grotesco, natural o sencillamente es
el Perú.
AUTOCRÍTICA Y ROMANTICISMO
EN PUNO (28 de febrero de 2023)
Hace un par de semanas en esta
columna escribimos: “a este punto, la paralización está poniendo al borde del abismo
a la región [Puno] y que el cansancio
empieza a notarse y a causar estragos”.
Hoy, a poco de cumplirse dos meses de
protestas y paros en Puno, la situación se
torna aún más compleja: por un lado, la
legitimidad de las movilizaciones contra el
gobierno; por otro, el gran perjuicio social
y económico que sufre la región y que la
está condenando a un ostracismo; y, finalmente, el cero interés del gobierno de Dina
Boluarte, del Congreso y de las autoridades locales para prestar atención a lo que
viene atravesando Puno.
Lo cierto es que la región está
quedando solitaria y acaso aislada en la
praxis de las protestas contra el gobierno,
no obstante que las encuestas señalan la
alta desaprobación de la presidenta y el
Congreso. Pero da la impresión de que los
puneños se han quedado solos y apenas se
mantienen como un bastión a fuerza de
resistencia, pero a un costo muy alto. Y
esta situación está perjudicando de manera
irreversible a la región en distintos niveles,
como si se tratara de una segunda pandemia. Desde luego, las protestas y paros
siguen siendo legítimos contra el gobierno
asesino y el Congreso inútil, pero quizá
haya llegado el momento de pensar en
cambiar de estrategia.
Esto pasa por aceptar en primer
lugar que los objetivos trazados no han
podido cumplirse hasta hoy (la renuncia de
Boluarte y la convocatoria a nuevas elecciones), y pasa por hacer una reflexión
política en la que deberían intervenir
población, dirigentes y autoridades locales, sobre la experiencia de estos dos meses
de protestas y dejando de lado el romanticismo, pues algo ha fallado o se ha desgastado y es momento de la autocrítica. Uno
se pregunta: ¿dónde están el presidente
regional y los alcaldes puneños?, para
encontrar canales de diálogo y solución.
Podemos entender que están replegados
frente a las movilizaciones, pero su
función como líderes debe ponerse a
prueba hoy.
42
Lo que trato de expresar es que
Puno no puede irse al abismo por una
protesta legítima que está más allá de las
fronteras puneñas, pues parece que los
puneños están destruyendo Puno a costa de
ser escuchados, pero debería haber límites
en tanto conservación del tejido y el desarrollo social puneños. En todo caso, el
campo de lucha y diálogo está en Lima, tal
como lo entendieron, inicialmente, cuando
fue la llamada “toma de Lima”. Y allí deberían concentrarse los esfuerzos de la indignación y el dolor de la muerte. Sin duda, un
escenario complejo, porque implica tomar
posición y ubicarse en un lado u otro. Al
mismo tiempo, es verdad que hay un gran
sector de puneños que, aunque no lo diga,
está harto de los paros y protestas.
Es evidente que en Lima y acaso en
el resto de las regiones poco importa lo que
vive Puno y la agenda de sus demandas. La
vida continúa en el país. Así de cruel o
insensible: es que hay que trabajar, comer,
crecer, vivir. En ese sentido, la reflexión
debe apuntar a superar la incertidumbre
social y económica, los horarios restringidos, las treguas de fin de semana, los
mercados y bancos cerrados, las carreteras
bloqueadas, el transporte limitado, la situación de la educación que enfrentan los
estudiantes de distintos niveles ante un
panorama aleatorio, la frontera PerúBolivia cerrada, el temor, la psicosis, etcétera. Todo ello no exime que la renuncia de
Boluarte y las nuevas elecciones deberían
ser imprescindibles como un parteaguas
para encausar un nuevo momento de inicio
para el país.
MÁS MUERTES QUE CARGAR (7 de
marzo de 2023)
Seis muertos más en el Perú, como
consecuencia de las políticas militarizadas
del gobierno asesino de Dina Boluarte y su
gabinete cómplice; también como conse-
cuencia de un Congreso indiferente, lleno
de pobres diablos y diablas a quienes solo
les interesa conservar sus curules. Esta vez
los muertos son en la provincia de El
Collao, Ilave, en Puno. Esta vez los
muertos son seis soldados puneños (entre
18 y 20 años), quienes, por órdenes superiores, intentaron cruzar el río Ilave con sus
pertrechos y sin saber nadar. Los militarotes en Lima han querido justificar que
fueron atacados por la turba de manifestantes, pero lo cierto es que ha sido una negligencia. Más bien, los manifestantes
salvaron de morir ahogados a otros tantos
soldados.
Estos hechos ocurridos el domingo
5 de marzo, vuelven a abrir una nueva
herida en el país y en particular en Puno. O
tal vez sea mejor decir que profundizan
más la herida ya abierta desde los primeros
muertos en Ayacucho, los de Juliaca,
Apurímac, Cusco y Lima desde que Dina
Boluarte asumió el gobierno, sin entender
su papel de gobierno transitorio. Pues, su
deseo inicial (y actual) era gobernar hasta
2026. De esta manera, el hecho significativo de que por primera vez una mujer haya
asumido la presidencia del Perú ha
quedado manchado por el abuso, la represión y la sangre de cerca de 70 peruanos
muertos hasta la fecha, en tres meses de
gobierno. Así será recordada la primera
“
... muchos soldados de
la zona se ven en la
disyuntiva de tener que
disparar a quienes podrían
ser sus propios padres o
familiares. Una situación
terrible que se aanza con
la estupidez y matonería de
los políticos”.
mujer presidenta. Y tarde o temprano Dina
Boluarte, su premier Alberto Otárola y
todos los responsables de las muertes
tendrán que dar cuentas a la justicia.
Los seis soldados muertos eran de la
zona, es decir, hijos de campesinos puneños. En ese sentido, las políticas represivas
de Boluarte y la militarización de la región
Puno están pervirtiendo la armonía social y
emocional de una colectividad que, indignada, pide su renuncia, pues, no quieren
transigir con un gobierno que ha matado a
sus hijos. Hay que entender que la
presencia de más militares llegados de
otras regiones, helicópteros que gasean,
tanques y movimientos militares no hacen
más que exacerbar la protesta. Es una
provocación, afirman. Mientras que
muchos soldados de la zona se ven en la
disyuntiva de tener que disparar a quienes
podrían ser sus propios padres o familiares.
Una situación terrible que se afianza con la
estupidez y matonería de los políticos.
La policía también en una actitud
matonesca ha disparado bombas lacrimógenas a diestra y siniestra a mujeres
aimaras que marchaban junto con sus hijos
en las calles de Lima. Solo se puede calificar de cobardes a estos policías que para
ello se escudan en sus armas, pero no son
capaces de mover un solo dedo para
enfrentarse a la delincuencia, a las mafias
del sicariato, al narcotráfico, a los violadores y feminicidas. El mundo al revés.
Peor aún, el ministro de Educación Óscar
Becerra, quien parece que de educación no
tiene nada ni mucho menos parece
entender la cosmovisión del Perú, insulta y
denigra a las mujeres aimaras comparándolas con animales y minimizando su
protesta. Dina Boluarte que también es
mujer y de raíces andinas no dice nada. En
otros tiempos, cuando la derecha no gobernaba, ya habrían censurado a este ministro,
y mientras tanto… los muertos van
sumando cada vez más.
43
Marchas a Lima
El ayni cultura
ancestral
Escribe:
Bruno Ismael Medina Enríquez
E
l año 2000 se realizó la histórica marcha de los cuatro suyos,
evento que señalaría el fin del régimen de Alberto Fujimori, al
año siguiente el 2001 sucede la Marcha del Qollasuyo, en
razón que el presidente interino Valentín Paniagua había anunciado
que el trazo de la “Transoceánica” no pasaría por Puno. En ambos
casos la presencia de manifestantes puneños en Lima fue significa1
tiva, años después se repite este hecho, donde la solidaridad de los
puneños residentes en Lima, no es ajena, con algunas variantes que
amerita recontarlo.
En Julio del año 2000, Alberto Fujimori asumía por tercera
oportunidad la presidencia, luego de legislar una interpretación
auténtica de la Constitución de 1993, postular y ser reelegido como
presidente, tras una elecciones turbulentas en la que el candidato de
oposición era un “cholo de acero”, quien había cerrado su campaña
electoral en un amplio local de puneños, cuando nadie le daba espacio; estos hechos oficiales motivaron una reacción nacional contra
dicho régimen, que permitió se organizara una llamada Marcha de
los cuatro suyos hacia Lima, desde todas las regiones del país, recla2
mando por el fraude electoral contra Alejando Toledo y contra la rere-reelección fujimorista, es así que hacia fiestas patrias de ese año,
1 El ayni para la cultura andina es como una muestra de colaboración solidaria heredada de
nuestros ancestros, hoy una prác ca que no es posible ser ex rpada de la tradición puneña.
2 Téngase en cuenta que Alejandro Toledo sería elegido al siguiente año, con el voto masivo
de esos movimientos populares, voto que luego fue traicionado por Toledo, como Cholo de
Harvard, mantuvo el sistema neoliberal en la conducción del Perú, y ofreció sus servicios a
la corrupción recibiendo ingentes can dades de dinero, mo vo por el cual según parece, en
los próximos días estará purgando condena.
44
Lima recibió a miles de miles de peruanos
como manifestantes en las calles de Lima.
Desde Puno llegaron un gran
número de pobladores que se sumaron a
esta movilización nacional; los días 26, 27
y 28 de julio las calles de Lima se llenaron
de manifestantes cuando Fujimori iba a
sumir el mandato presidencial, movilización muy significativa que como colofón y
hecho más resaltante, fue el incendio del
Banco de la Nación, por orden de Vladimiro Montesinos, para acusar a los manifestantes. En esa ocasión la solidaridad
humanitaria de los puneños en Lima se
presentó de manera espontánea, los
puneños fueron alojados en la calle, en
domicilios, o en dos locales de las instituciones más importes de puneños en Lima,
siendo apoyados también con alimentación, por esos días.
Al año siguiente esta actitud solidaria de los puneños en Lima, tuvo una
respuesta muy significativa en el mismo
Puno, cuando una delegación muy numerosa llega desde Lima a la Festividad de
la Virgen de la Candelaria, primera
ocasión en la que nos cupo conducir una
delegación bien organizada por una de
las instituciones de puneños en Lima más
importantes, la que tuvo una aceptación
45
significativa entre la comunidad de la
ciudad de Puno; lo que hizo que se entablara desde entonces, una relación muy
fraterna entre Puno y Lima en los poste3
riores años.
Ese año 2001 se produce otra situación que motiva la presencia masiva de los
puneños en las calles de Lima. Valentín
Paniagua ejercía la presidencia interina del
Perú, designado por el Congreso solo para
convocar a nuevas elecciones, y gestionar
las riendas del país con mayor democracia,
sin embargo este hecho para Puno no fue
tan aceptado, en razón que durante ese
gobierno interino se anunciara que la
Carretera Transoceánica —que luego sería
denominada interoceánica— no pasaría
por Puno, el único trazo anunciado seria el
que se dirige de Madre de Dios a Nazca
por lo que solo beneficiaba a la región
Cusco, de donde era originario el presidente Paniagua, quien así lo había
dispuesto.
Este hecho fue visto como una
afrenta contundente contra los puneños, su
largo sueño de contar con una carretera de
penetración a la Selva se veía frustrado, a
pesar de que el trazo original de esa tan
ansiada carretera era hacia el puerto de Ilo
en Moquegua y por supuesto pasaría por
Puno, Paniagua deja el gobierno en julio
del 2001 con esa decisión ya tomada y
pronto a ejecutarse por parte de alguna
constructora brasileña. Decisión que por
supuesto no fue muy bien recibida en
Puno.
En abril de ese año llegan a Lima
más de 100 alcaldes puneños, acompañados de un sin número de dirigentes puneños, su inquietud a ser alcanzada en
reuniones con el Poder Ejecutivo, fue
lograr que se rectifique la decisión del
3 “Del Gran Cambio a la Consolidación” Bruno Medina
Enríquez, Edic. Brisas del Ti caca, Lima 2002. Pág. 244
gobierno sobre dicha carretera y que Puno
sea considerado en esta decisión y no
seguir siendo olvidado como siempre. En
aquella ocasión el respaldo de las instituciones puneñas en Lima fue muy solidaria,
teniendo reuniones de trabajo muy
masivas que coordinamos en un local de
Brisas del Titicaca.
“
.... los puneños
dominan grandes
emporios y zonas
comerciales, logradas a
fuerza de empeño y
solidaridad mutua,
manteniendo sus viejas
costumbres y tradiciones
ancestrales, sin importar
que su origen sean de la
ciudad o del campo...”.
Sin embargo ese clamor del pueblo
de Puno y sus autoridades municipales que
llegara a Lima, no fue escuchado por el
gobierno que salía, ni por el que entraba, el
nuevo Presidente por el que Puno había
votado masivamente, no tomaba en cuenta
esta inquietud, ni en una declaración
siquiera; por lo que hacía el mes de
setiembre del 2001, se realiza desde Puno
la que sería conocida como la Marcha del
Qollasuyo, con la presencia en Lima de
cientos de cientos de pobladores que
durante varios días de días, exigían en
trámites, marchas y reclamos, que el
gobierno central se acuerde de Puno, en
este caso que se anule el compromiso
inicial de Presidente Paniagua con los
inversionistas brasileños y que un nuevo
trazo de la carretera interoceánica pasara
por Puno, hecho que tiempo después fue
tomado en cuenta cuando el proyecto de la
concesionara IIRSA Sur considerara tres
rutas en dicha carretera. Logro de esta
movilización.
Lo que cabe de este artículo, es el
papel que jugó la comunidad puneña en
Lima ante esta nueva presencia masiva de
sus coterráneos en la Capital en aquella
ocasión, por cierto, numerosa, el apoyo fue
de carácter humanitario y solidario, muy a
pesar de que algunos consideraran que el
apoyo y solidaridad tenia tintes políticos,
aunque esa postura lindaba con la discriminación y el racismo. Por encima de esos
conceptos y actitudes de algunos puneños
en Lima, a esta masiva delegación no solo
se les dio cobijo, sino se les dio alimentos
de subsistencia por más de una semana, en
que estuvieron en la Capital, y gracias a los
aportes de muchos puneños, anónimos,
empresarios, emprendedores, seres
comunes que hacían llegar cajas, sacos,
bolsas de diversos alimentos, materiales
que sirvieron para prepararles en ollas
comunes la alimentación diaria, gente de
todo nivel económico o social se hizo
presente; y esto que quede como para la
historia: no falto la ocasión de que la
esposa de un general del ejército, puneña
por cierto, muy solidaria consiguió muchísimos colchones de algún cuartel para
alojarlos en los dos locales donde se les
hospedó (esta vez la Central Folclórica
Puno y Brisas del Titicaca), sin considerar
que ello fuera una acción política de dichas
instituciones, sin no más bien una actitud
humanitaria, que se vieron precisados en
cumplir los puneños en Lima en afán de
cumplir el designio de haber nacido en
Puno, cuya cultura nos ha cultivado la
solidaridad como modo de acción.
En verdad que esta actitud del
puneño fuera de su lar siempre ha sido de
manifiesto muy solidario. Esta actitud
heredada de la cultura ancestral basada en
46
el ayni y la solidaridad, ha permitido y
permite que el puneño sea solidario,
téngase en cuenta que esta actitud la llevan
en la sangre, en la mente y en la actitud
diaria y en el quehacer cotidiano; las
consecuencias de esta forma de ser, son los
grandes triunfos de los puneños han alcanzado a donde fueran lejos de Puno, el
quechua o aymara que llega a las grandes
ciudades, se sacrifica, trabaja duro, se
apoya mutuamente y progresa, en el caso
de Lima, hoy el puneño tiene una
presencia muy significativa, no solo en el
Folklore y la música, que es lo más conocido, sino principalmente en el comercio
en general, los puneños dominan grandes
emporios y zonas comerciales, logradas a
fuerza de empeño y solidaridad mutua,
manteniendo sus viejas costumbres y
tradiciones ancestrales, sin importar que su
origen sean de la ciudad o del campo, hoy
dominan en grandes mercados, supermercados de variado destino, de confecciones,
de abarrotes, son fabricantes de diversos
productos, son grandes importadores y
distribuidores; ahí están como muestra
Gamarra, Av. Grau, Montevideo, Caquetá,
los diversos Unicachis, ni que decir lo que
sucede en los distritos de la periferia de
Lima y en el Callao.
No hay que olvidar de cuando se
inició la crisis sanitaria de la pandemia, la
solidaridad con los puneños afectados fue
muy significativa, más aún ante la necesidad de retornar a los lugares de su origen,
luego de haber perdido el trabajo o cuando
la situación se presentó entonces más
crítica, la solidaridad puneña fue muy
significativa para aliviar los males que se
manifestaron.
Han pasado más de 20 años de las
primeras presencias masivas de los
puneños en Lima. Esta vez las movilizaciones se presentan en razón que aseveran
que su deseo de alcanzar un mejor destino
para su pueblo, expresado mediante el
“
...el ayni y la
solidaridad, han
permitido y permite que
el puneño sea solidario,
téngase en cuenta que
esta actitud la llevan en
la sangre, en la mente y
en la actitud diaria y en
el quehacer cotidiano...”.
voto presidencial ha sido traicionado; es
más, su presencia en Lima es demandar
que el centralismo por fin tome en cuenta a
esa región que hoy tiene el -1.80 de crecimiento demográfico, lo que quiere decir
que cada vez hay menos habitantes en
Puno, según el censo de 2017; por eso en
esta ocasión como en el 2001 en que han
visto defraudadas sus aspiraciones, la
población puneñas del campo y la ciudad
se ha hecho masivamente presente en estas
movilización auto convocada desde todas
las regiones del Perú, siendo la puneña la
delegación más numerosa entre las demás,
aunque sin poner la cantidad de personas
hombres y mujeres en estas líneas; pero si
es tan evidentemente significativa, que ha
despertado entre los puneños en Lima la
más amplia muestra de solidaridad y
apoyo humanitario.
Aunque inicialmente la plaza
Manco Cápac, fue el lugar a donde
llegaban de distintas regiones, sin embargo
frente a las dificultades presentadas con la
autoridad policial, tuvieron que adoptar
alternativas distintas, y esta vez las organizaciones de base, sean familiares, distri-
tales o provinciales de puneños en Lima,
han mostrado su gesto solidario, la acción
se presentó con cada quien según su lugar
de origen, o sus lazos familiares en la capital, situaciones que han permitido brindarles un lugar de cobijo, o una mano solidaria que bridara alimentos, muchas de
estas acciones se han mantenido, de
manera anónima, y sin interés de figurar,
pero principalmente en afán cumplir
ciertos niveles de seguridad que fueron
tomados en cuenta, para no hacer saber
dónde están alojados, ni donde se alimentan, ni que acciones están tomando, en
afán de protegerse de posible represión.
De ahí que el ayni anónimo y solidario se presentó en esta ocasión de
distinto modo, sea con apoyo directo, familiar, copoblano o comunitario, por parte de
los grupos familiares de puneños en Lima
con cierto poder económico, de los que
hay muy significativos y numerosos,
agrupaciones distritales o de comunidades
que se sumaron solo por el concepto de
ayudar, hasta instituciones de mayor
convocatoria como el Club Departamental
Puno, cuya sede se convirtió en un lugar
muy prolijo de acopio y distribución de
bienes, alimentos, medicinas, hasta la
Asociación de residentes puneños en el
Callao, o sus dirigentes que se encargaron
de preparar alimentos, como también las
asociaciones comerciales que cuentan con
locales disponibles que dieron cobijo,
personas en general que no permiten que
su nombre o cargo, sea visible o conocido,
en fin, el puneño una vez más se ha
mostrado pasible de cumplir una de sus
costumbres culturales ancestrales. El Ayni.
Por cierto, con algunas excepciones
de quienes no suelen utilizar esta práctica
por su posición política o social, por su
heredado racismo natural, o porque no es
de su origen cultivarlo, que motiva una
pregunta sin respuesta. ¿La herencia del
gamonalismo aún existe?
47
Marchas en Lima
defendiendo el voto traicionado
Entrevista a Bruno Enríquez
Bruno Enríquez, estudioso de la cultura puneña y de los migrantes
del altiplano a la capital, es en la actualidad presidente del Club
Departamental Puno institución que ha sido especialmente
receptiva a la solidaridad de quienes viviendo en Lima prestaron
apoyo a los hermanos puneños que vinieron a la capital para
protestar y hacer oír su voz. En esta entrevista hace un recuento de
la masiva presencia de habitantes de los pueblos del altiplano en las
movilizaciones en Lima y de sus vivencias.
¿Desde cuándo y desde de que lugares
de Puno vinieron las delegaciones que se
hicieron presentes en las recientes
protestas en Lima?
Las delegaciones de Puno empezaron a llegar a partir del 13 o 15 de enero.
Vinieron de todo Puno; empezando por la
zona norte del departamento, hemos visto a
personas de Cuyo Cuyo, Tambopata y de
Sandia, también del mismo Macusani, Ollachea, otros; de Ayaviri han venido de Nuñoa
y Santa Rosa. De Juliaca llegó gente de la
ciudad; de Azángaro han venido de Arapa,
José Domingo Choquehuanca y Tirapa, de
Asillo han venidos dos o tres grupos, de la
misma ciudad de Azángaro otros grupos; de
Lampa y Huancané, Rosaspata, Conima,
Moho. Los más numerosos han sido las
delegaciones de Sur de Puno; de Ilave, de
diferentes distritos de El Collao, de la zona
del lago, Coata, Chucuito, de Yunguyo y de
varias parcialidades de Juli. De la misma
ciudad de Puno han venido varios grupos, el
más numeroso el de la Universidad
Nacional del Altiplano, del Instituto Pedagógico. De Juliaca también han venido
varios grupos como de otros tantos lugares
que no mencionamos. Puno ha sido la
región con mayor representación entre
quienes vinieron a Lima; llegaron en enero
y el último bloque puneño se fue alrededor
del 20 de febrero, por cierto, todos voluntariamente autoconvocados.
48
En total habrían sido unas 2,000 a
2,500 personas del interior que han llegado
a la capital, cada grupo era de 20 o 30 personas. Ahora están volviendo a venir poco a
poco, no sabemos cuántos más volverán.
Entendemos que en su mayoría fueron
personas de las zonas rurales ¿fue así?,
¿cuál ha sido la participación de las
mujeres?
Fundamentalmente se han trasladado gente del campo, no solamente ha
venido gente de las ciudades como es el
caso de Juliaca o Puno. La Federación
Agraria ha sido uno de los grupos de
mayor movilización, de modo que sus
bases en las provincias de Puno se organizaron para viajar a Lima. En el campo,
además de los comuneros están las rondas
campesinas, los dirigentes, las federaciones agrarias provinciales. También han
venido comerciantes de Juliaca con mucha
vinculación con el campo. De las ciudades
menores, han venido de un espectro
amplio, pero fundamentalmente ha venido
personas del campo.
Las mujeres han participado en buen
número y han tenido un rol importante pues
son las que manejaban la economía, se
encargan del abastecimiento y la alimentación. La gente ha venido con sus propios
recursos, no han sido “financiados” por el
contrabando o la informalidad. Hay que
tener en cuenta que los campesinos son
también comerciantes y eso ha hecho posible
que reúnan dinero. En cada grupo se organizaban en comisiones, uno era el responsable,
el otro de los alimentos, con responsabilidades compartidas, y la responsable de
economía. Además, las mujeres seguían
marchando, a la vanguardia de su grupo.
¿Cuál era el objetivo con que vinieron
los hermanos de Puno a Lima? ¿Cómo
se organizaron aquí en la ciudad?
Tenían un objetivo fundamental y
común, un propósito que seguramente fue
madurando luego del 7 de diciembre. No
solo eran las conocidas consigas de “que se
vaya la presidenta”, “que se cierre el
congreso”, “una nueva Constitución” y en
menor medida “que le devuelvan la presidencia a Castillo”, sino sobre todo decían
que se había traicionado, desconocido, el
voto que masivamente le dieron a Castillo.
“
Las personas que
llegaron a Lima
vinieron de un mundo
distante, diferente; la
provincia es la provincia y
el campo es el campo,
ambos muy diferentes de
lo que es Lima. Pensaban
que iban a estar poco
tiempo movilizándose y
que con eso bastaría para
cerrar el Congreso y que
se vaya la presidenta”.
Una vez más veían que no se respetaba su
voto, que se traicionaba a Puno; el que se
haya dicho que el Puno no es el Perú
exacerbó más a la gente.
Pese a que vinieron organizados por
provincias, en Lima no hubo una dirección
única. Se trató de organizar esa dirección
con los responsables de las diferentes delegaciones, sin embargo, como habían
llegado “auto convocados” no dependían
de nadie y se manejaban de manera independiente. En Puno tampoco hubo un
comando único que tuviera una estrategia
común, no hay un partido, una organización centralizadora. La falta de dirección
unificada en Lima fue la mayor dificultad
que tuvieron porque no faltaban quienes,
siguiendo consignas políticas ya formadas,
buscaban hacer prevalecer sus ideas. Así
ocurrió con los maestros, quienes son los
más politizados, y que seguían unos a la
FENATEP y otros al SUTEP, algunos
desprestigiando indebidamente la participación en las luchas de la mayor central de
trabajadores, la CGTP, desconociendo su
gran experiencia en exitosas jornadas en la
capital. Ocurrió entonces que en las
marchas unos caminaban por un lado y los
otros por otro, generando así conflictos,
aunque las gentes del campo por su parte,
no les hacían caso a quienes promovían
posturas que dividían, no los seguía, y así
en las movilizaciones cada grupo iba en
diferentes direcciones. Al final han tenido
que entender que todos tenían que realizar
un solo esfuerzo, según parece solo con
esta experiencia, en la segunda oportunidad están mejor organizados
Las personas que llegaron a Lima
vinieron de un mundo distante, diferente;
la provincia es la provincia y el campo es el
campo, ambos muy diferentes de lo que es
Lima. Pensaban que iban a estar poco
tiempo movilizándose y que con eso
bastaría para cerrar el Congreso y que se
vaya la presidenta. Pero, se encontraron
49
con un Congreso empecinado en quedarse
y un Poder Ejecutivo en la misma orientación. En Lima han sufrido mucho realizando las movilizaciones, caminado en un
día 30 o 40 kilómetros en medio del verano
limeño; hombres y mujeres llegaban a los
alojamientos totalmente agotados.
Si lograron aguantar en la capital ha
sido en parte gracias a la reacción solidaria
de los puneños en Lima, que ha sido muy
positiva. Estos se aparecían con alimentos
y otras cosas que eran acopiadas y luego se
trasladaban a los lugares donde se alojaban
los manifestantes ubicados en Comas,
Callao, la Victoria, San Juan de Lurigancho y otros distritos. Para acoger a las
2,500 personas que llegaron, el contacto
fue a través de los parientes, los amigos y
paisanos. Por ejemplo, en el Callao grupos
de huancaneños, moheños y conimeños
los alojaron en garajes y casas; más de uno
se dedicó a preparar en su casa la comida
para todos. También han sido alojados en
locales de las asociaciones de residentes
puneños, en diversos distritos de Lima y el
Callao.
Según han comentado, también los
comerciantes y emprendedores puneños en
la capital tuvieron también un papel muy
importante; por ejemplo, en la Victoria en
uno de tantos edificios propiedad de puneños, usado como depósitos por los comerciantes de Gamarra y la Avenida Grau,
deben haber estado 150 o 200 personas. En
ese mismo distrito hay otros edificios de
paisanos, los llamados “el rey del sostén”,
el “rey de bividi”, que son grandes confeccionistas como comerciantes de Unicachi,
donde fueron acogieron.
¿Qué otros apoyos de los puneños recibieron en Lima, como se organizaban
las marchas en la capital?
La solidaridad puneña en Lima no
solo ha sido de tres organizaciones gran-
des, como el Club Departamental en Lima,
la Asociación Departamental del Callao y
de la Central Folklórica, sino ha sido del
emprendedor común de las organizaciones
distritales y comunales que gracias al
parentesco se han entablado buenos nexos
de apoyo. Por otro lado, estuvieron
también alojados en la Universidad
Nacional de Ingeniería, que recibió por
alrededor de una semana a unos 60 u 80
estudiantes y trabajadores de las universidades de Puno y Juliaca, esta última con la
delegación más numerosa. En cambio,
entre los 192 hombres y mujeres alojadas
en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, estuvieron también comuneros y
pobladores, porque ingresaron gracias a la
toma de la universidad realizada por los
estudiantes sanmarquinos. El día que la
policía entró a la universidad detuvo a 193
personas, quienes fueron llevadas a la
Comisaria, obligándolas a dejar sus
mochilas y maletas con sus pertenencias
que luego fueron trasladadas por la policía.
Tras estar presos un día y una noche, al
salir les dejaron recoger sus cosas, pero
una vez fuera, se dieron con la ingrata
“
El pensamiento
puneño está
orientado por ese afán
de reivindicación
largamente postergado,
de “rescatar lo que es
mío”, lo que “nos
pertenece
ancestralmente”.
sorpresa de que no encontraron el dinero
que habían traído para sus gastos, que en
conjunto sería una cantidad indeterminada,
pero muy alta. Los detenidos fueron
acusados y judicializados, siendo además
amenazados diciéndoles que si los volvían
a encontrar en Lima serían apresados. La
mayoría de ellos eran de Juliaca, de Puno y
de Huancané. Con todo esto, no les quedo
sino regresar a Puno, por falta de dinero y
por las amenazas que recibieron.
En las marchas y manifestaciones
no faltaron los “ternas”, o infiltrados e
inclusive extremistas que provocaban a la
policía, eso siempre no falta. La táctica de
la policía ha sido significativa, ha habido
dos o tres casos que nos causaban risa; por
decir, un grupo marchaba escoltado por la
policía por la avenida Arequipa, hacia
Miraflores. En algún momento los policías
los bloquean en la avenida y los hacen
pasar por una calle lateral, les dejan
avanzar hasta que los manifestantes se dan
cuenta que han llegado a una calle cerrada
donde no hay pase. De esa manera les
hicieron una encerrona y ya no pudieron
llegar a Miraflores (risas).
Otro día, iban hacia el Congreso por
la avenida Abancay y los policías les dejan
la calle para que avancen, pero cuando
llegan a la altura del jirón Huallaga,
encuentran que no podían ir ni para la derecha, ni para la izquierda, de modo que no
les quedo más que regresarse, pues estaban
encerrados, rodeados.
Finalmente, ¿cuál es el balance que
puede hacerse de esta experiencia de
protesta?
Es conocido que Puno ha sido
siempre una región ajena a la capital, que
siempre ha estado abandonada por el
Estado, es conocido que la población de
Puno viene disminuyendo porque las
personas salen del departamento. Así,
según el último censo, entre el 2007 y el
50
2017 la población se ha reducido en unas
100,000 personas. El índice de aumento de
la población es decreciente. Eso no permite
que Puno se desarrolle, sabemos que con
los resultados de la reforma agraria por su
mala aplicación el puneño se ha sentido
traicionado por Lima, igual en los años 80
en que no ha habido inversiones de envergadura, ni que decir después de los años
90s, en que se entregó todo al capital, el
desarrollo en Puno no es tomado en cuanta.
Entonces hay un resentimiento permanente, por lo cual Puno y todo el Sur vota
por una alternativa de cambio; así, votó por
Toledo, Alan García, Humala y otros. Pero,
aun así, no ha habido resultados para el
desarrollo de Puno, y se sienten entonces
traicionados por los políticos. Además, hay
una idiosincrasia, especialmente en el
sector aymara alimentada por la influencia
de los movimientos sociales en América
Latina y, en particular, del caso boliviano
por ser parte del Qollasuyo. El pensamiento puneño está orientado por ese afán
de reivindicación largamente postergado,
de “rescatar lo que es mío”, lo que “nos
pertenece ancestralmente”.
Quienes vinieron a Lima tenían la
firme convicción de que estaban luchando
en beneficio de Puno, que estaban respondiendo a quienes no respetaban el voto que
dieron por Castillo. La gente se preguntaba, ¿entonces, ¿cuándo me van a dejar
elegir, si a éste que elegí y ganó, no lo
“
Pienso que más que
un movimiento
aymara, lo que tenemos
en Puno, es un
movimiento andino, un
movimiento común de
quechuas y aymaras, que
se maniesta con fuerte
ahínco por la defensa de
la comunidad, de sus
costumbres, de su tierra,
y en contra de la promesa
eternamente traicionada
por los políticos”.
dejan gobernar?
Pienso que más que un movimiento
aymara, lo que tenemos en Puno, es un
movimiento andino, un movimiento
común de quechuas y aymaras, que se
manifiesta con fuerte ahínco por la defensa
de la comunidad, de sus costumbres, de su
tierra, y en contra de la promesa eternamente traicionada por los políticos.
¿Qué experiencia se llevan quienes
vinieron desde Puno a luchar en la
capital?
Para ellos, según lo que decían, la
primera gran experiencia es haber logrado
venir a la capital para reclamar por sus
derechos. Se sienten satisfechos porque se
trata de una primera y grata experiencia
propia autoconvocada, que la asumieron
con seguridad y convicción; luego de esa
gran experiencia de la marcha del Qollasuyo hacen 21 años, la que si fue dirigida
por los alcaldes. Cuando se regresaban,
tuvimos con algunos una reunión y
contaban que estaban satisfechos de haber
conocido al monstro por dentro; decían
“para mí Lima ya no es lo que creía”,
“cualquier rato voy a venir a conquistarla,
si yo no vengo, vendrán mis hijos para
estudiar o trabajar”, seremos millones.
Algunos jóvenes incluso se han quedado
permanentemente, y serán un nexo con los
de Puno.
Todos se llevan la satisfacción de
una tarea cumplida; algunas personas me
han dicho que volverían si su comunidad
los envía nuevamente en comisión o se
auto convocan, y volverían con más experiencia. Los nuevos grupos que vengan ya
no tendrán miedo a hacer marchas, a
enfrentarse a los policías y los gases lacrimógenos, y toda esa experiencia seguramente la van a recoger ahora que Puno ha
sido militarizada.
51
Origen y desarrollo institucional de la
Intendencia de Puno (1784-1824)
L
a Intendencia de Puno fue creada
por Real Orden de 5 de junio de
1
1784 , formada por los Partidos o
Subdelegaciones de Chucuito, Paucarcolla
—también conocida como Subdelegación
de Guancane2 —Lampa, Azángaro y Carabaya3. Siendo establecida su capital en la
ciudad de Puno, población que dio nombre
a la intendencia4. Estos territorios habían
pertenecido al Virreinato del Perú hasta
1776, fecha en la que pasaron a formar
parte del recién creado Virreinato del Río
de la Plata.
Poco después del establecimiento
de las intendencias en este virreinato —el
25 de noviembre de 1783—, hubo que
hacer algunos ajustes territoriales sobre el
plan inicial. Así, el 30 de diciembre de ese
mismo año el Virrey Vértiz y el Superintendente Francisco de Paula Sanz, presentaron un informe conjunto en el que
proponían la creación de otra intendencia
Escribe: Miguel Luque Talaván
Universidad Complutense de Madrid
52
en la zona ocupada por la antigua demarcación de la provincia del Collao —formada por las provincias de Lampa, Azángaro y Carabaya—, a las que se añadirían
5
Paucarcolla y Chucuito . Dos eran las
razones alegadas para apoyar su
propuesta: la primera de ellas se refería a
que esta región abarcaba un territorio muy
extenso para ser incluido en la Intendencia
de La Paz, a la que en un principio había
sido asignado. La segunda razón aducida
fue que gobernar tan vastos territorios era
una tarea demasiado ingente para un solo
intendente. La Corona vio lógica tal petición y aprobó la creación de la Intendencia
de Puno. Así, el Virreinato del Río de la
Plata vio aumentado de ocho a nueve el
número de sus intendencias, situación que
se mantuvo de 1784 a 1796, año en el que
se reincorporaron los territorios de Puno al
Virreinato del Perú.
Cuando en 1787 se creó la
Audiencia de Cuzco, a ésta se le asignó
una demarcación bajo su jurisdicción
que, a pesar de estar en su mayor parte en
el Virreinato del Perú, se introducía en
territorio rioplatense y más concretamente en algunos de los distritos de la
Intendencia de Puno, como eran Carabaya, Lampa y Azángaro. Se daba así la
complicada situación de que mientras
que parte de la intendencia dependía judicialmente de la Audiencia peruana del
Cuzco, la otra —formada por los partidos
de Paucarcolla y Chucuito— estaba
subordinada de la Audiencia rioplatense
de Charcas6.
Además, se sumaba el hecho que
la circunscripción de la Intendencia de
Puno continuó repartiendo su dependencia eclesiástica —hasta 1824— entre
el peruano Obispado de Cuzco, y el Obispado de La Paz, sufragáneo del Arzobispado de Charcas —que desde 1776
pertenecía a la demarcación del Virreinato del Río de la Plata7—. Para remediar
XIX—, puede ser dividida en los
siguientes cinco períodos cronológicos:
1 de 1700 a 1776; 2) de 1776 al 5 de
junio de 1784; 3) del 5 de junio al 1784 a
1787; 4) de 1787 al 1 de febrero de 1796; y
5) del 1 de febrero de 1796 a 1824.
esta situación, en 1782 se llegó a
proponer a la Corona el establecimiento
de un obispado en cualquiera de las tres
provincias norteñas —Lampa, Azángaro
o Carabaya—, junto con la erección de
una catedral en Puno o en Lampa.
Aunque finalmente este proyecto nunca
se materializó, a pesar de que hubo dos
nuevas peticiones en el mismo sentido,
una en el año 1785, realizada por el Visitador General Jorge de Escobedo y Alarcón, y la otra en 1801-1803, hecha por
Francisco Carrascón y Solá, Racionero
de la Catedral de Cuzco, que solicitó al
rey la creación del Virreinato de Puno,
con sede episcopal y audiencia8. El
problema administrativo fue finalmente
resuelto por una Real Cédula de 1 de
febrero de 1796, que incorporó la Intendencia de Puno al Virreinato del Perú,
quedando sometidos sus cinco partidos
—en lo judicial— a la Audiencia de
Cuzco9.
A tenor de lo expuesto, la evolución
jurisdicción tanto la civil como ¡a eclesiástica— de Puno —en los siglos XVIII
Los partidos administrativos
A) Los partidos de Chucuito,
Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya (1700-1776)
Los partidos de Chucuito, Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya —que
más tarde integrarían la Intendencia de
Puno—, pertenecieron al Virreinato del
Perú desde su fundación en el siglo XVI,
aunque aquí nos centraremos únicamente
en el siglo XVIII. Durante el período todos
ellos dependieron judicialmente de la
10
Audiencia Charcas . Esta situación
perduró hasta 1776, en que se creó el
Virreinato del Río de la Plata, al que le
fueron entregados numerosos territorios
que hasta ese momento habían estado bajo
la jurisdicción del Virreinato peruano y
entre ellos los cinco partidos citados. En lo
referente a la situación desde el punto de
vista eclesiástico —que se mantuvo tras
1776—, mientras que Chucuito y Paucarcolla eran dependientes de la Diócesis de
La Paz —sufragánea del Arzobispado de
Charcas - Lampa, Azángaro y Carabaya lo
eran de la de Cuzco —sufragánea del Arzobispado de Lima—. Ambas sedes eclesiásticas pertenecían al virreinato del Perú.
(Cuadro 1)
B) Los partidos de Chucuito,
Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya (1776-5 de junio de 1784)
Tras la creación del Virreinato del
Río de la Plata en 1776, los cinco partidos
siguieron dependiendo en lo judicial de la
Audiencia de Charcas —ahora en este
virreinato—. En lo eclesiástico, la división
53
Cuadro 1. Divisiones administrativas y eclesiásticas de los partidos de
11
Chucuito, Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya (1700-1776 )
Partidos
CHUCUITO
División administrativa
Audiencia de Charcas
(Virreinato del Perú)
PAUCARCOLLA
Audiencia de Charcas
(Virreinato del Perú)
LAMPA
Audiencia de Charcas
(Virreinato del Perú)
AZÁNGARO
Audiencia de Charcas
(Virreinato del Perú)
CARABAYA
Audiencia de Charcas
(Virreinato del Perú)
en dos diócesis —La Paz y Cuzco— siguió
en vigor, aunque con un importante matiz,
como era el de que mientras que el Obispado de La Paz pertenecía ahora del Virreinato del Río de la Plata, el Obispado de
Cuzco continuaba en el Virreinato del Perú.
Esta situación en lo eclesiástico se mantuvo
sin cambios hasta el año 1824. Administrativamente, todo permaneció igual hasta que
eclesiástica
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Perú)
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas.
Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima.
Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima.
Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima.
Virreinato del Perú)
con la creación de la Intendencia de
Puno el 5 de junio de 1784, el poder de la
Audiencia de Charcas se vio mermado en
estos territorios. (Cuadro 2)
C) La Intendencia de Puno (5 de
junio de 1784-1787)
Entre el 5 de junio de 1784 —fecha
de la erección de la Intendencia de Puno—,
y 1787 —año en el que se creó la
Audiencia de Cuzco—, Puno siguió subordinado judicialmente a la Audiencia de
Charcas —dependiente del Virreinato del
Río de la Plata—. La división eclesiástica
continuó siendo la descrita en el epígrafe
B. (Cuadro 3)
D) La Intendencia de Puno (1787-1
de febrero de 1796)
Cuando en 1787 se creó la
Audiencia de Cuzco, le fue asignada una
jurisdicción que abarcaba partidos pertenecientes a los virreinatos del Perú y del
Río de la Plata, En este caso estuvo la fronteriza Intendencia de Puno ya que los
partidos de Chucuito y Paucarcolla
siguieron dependiendo judicialmente de la
Audiencia de Charcas —Virreinato del
Río de la Plata—, mientras que los de
Lampa, Azángaro y Carabaya pasaron a
estar subordinados a la recién creada
Audiencia de Cuzco —en el Virreinato del
Perú—, Esta posición dual se mantuvo
hasta que el 1 de febrero de 1796, y ante las
protestas que la división había causado por
los perjuicios que de ella se derivaban, los
territorios de Puno fueron segregados del
Cuadro 2. Divisiones administrativas y eclesiásticas de los partidos de
Chucuito, Paucarcolla, Lampa, Azángaro y Carabaya
12
(1776-5 de junio de 1784 )
Partidos
División administrativa
Audiencia de Charcas(Virreinato
CHUCUITO
del Río de la Plata)
Audiencia de Charcas(Virreinato
PAUCARCOLLA
del Río de la Plata)
Audiencia de Charcas(Virreinato
LAMPA
del Río de la Plata)
Audiencia de Charcas(Virreinato
AZÁNGARO
del Río de la Plata)
Audiencia de Charcas(Virreinato
CARABAYA
del Río de la Plata)
Fuente: elaboración propia.
División eclesiástica
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Río de la Plata)
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Río de la Plata)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima. Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima. Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima. Virreinato del Perú)
54
Cuadro 3. Divisiones administrativas y eclesiásticas de la Intendencia de
Puno (5 de junio de 1784-178713)
Partidos
División administrativa
Intendencia de Puno. Audiencia
CHUCUITO
de Charcas (Virreinato del Río de
la Plata)
Intendencia de Puno. Audiencia
PAUCARCOLLA de Charcas (Virreinato del Río de
la Plata)
Intendencia de Puno. Audiencia
LAMPA
de Charcas (Virreinato del Río de
la Plata)
Intendencia de Puno. Audiencia
AZÁNGARO
de Charcas (Virreinato del Río de
la Plata)
Intendencia de Puno. Audiencia
CARABAYA
de Charcas (Virreinato del Río de
la Plata)
División eclesiástica
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Río de la Plata)
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Río de la Plata)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima. Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima. Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima. Virreinato del Perú)
Fuente: elaboración propia.
Virreinato del Río de la Plata para pasar
nuevamente a depender por completo del
Virreinato del Perú14. La división eclesiástica continuó siendo la descrita en el
epígrafe B. (Cuadro 4)
E) La Intendencia de Puno (1 de
febrero de 1796-1824)
Desde el 1 de febrero de 1796, Puno
pasó nuevamente a ser posesión virreinal
peruana, viendo de este modo unificada su
Cuadro 4. Divisiones administrativas y eclesiásticas de la Intendencia de
15
Puno (1787 -1 de febrero de 1796)
Partidos
División administrativa
Intendencia de Puno. Audiencia
CHUCUITO
de Charcas (Virreinato del Río de
la Plata)
Intendencia de Puno. Audiencia
PAUCARCOLLA de Charcas (Virreinato del Río de
la Plata)
Intendencia de Puno(Virreinato
JAMPA
del Río de la Plata) Audiencia de
Cuzco (Virreinato del Perú)
Intendencia de Puno.(Virreinato
AZÁNGARO
del Río de la Plata). Audiencia de
Cuzco (Virreinato del Perú)
Intendencia de Puno.Virreinato
CARABAYA
del Río de la Plata. Audiencia del
Cusco. Virreinato del Perú
División eclesiástica
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Río de la Plata)
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Río de la Plata)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima. Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Lima. Virreinato del Perú)
Arzobispado de Lima. Virreinato del
Perú
anterior y dual división administrativa, al
ser sometidos sus cinco partidos, en lo
judicial, a la única jurisdicción de la
Audiencia de Cuzco. Y es así como
continuó la Intendencia de Puno hasta
1824, año en el que, con la emancipación
peruana, se puso fin a la existencia de esta
institución. La división eclesiástica
continuó siendo la descrita en el epígrafe
B. (Cuadro 5)
Los Intendentes
A) Intendentes de la Intendencia de
Puno. Período virreinal rioplatense (5 de
junio de 1784-1 de febrero de 1796)
De 1784 —fecha de la creación de
la Intendencia de Puno—, a 1796 —año en
el que este territorio pasó del Virreinato del
Río de la Plata, al del Perú—, cuatro inten16
dentes se sucedieron en el cargo : José
Reseguir (14 de junio de 1784-6 de agosto
17
de 1788) ; José Joaquín Contreras (f de
18
agosto de 1788-1790) ; Francisco José de
Mesa Ponte y Castillo (1 de enero de
19
1790-1795) y el Dr. José Antonio de
Campos (1795-1796)20
B) Intendentes de la Intendencia de
Puno. Período virreinal peruano (1796(1814)-1824)
55
22
José María Químper
CROQUIS DE LA INTENDENCIA DE PUNO (1792)
Fuente: Elaboración propia inspirada en el plano de la Intendencia de Puno
(1792) realizado por el P. Benito Valencia y reproducido en Torres Luna,
1968, [entre] pp. 210-211. Este croquis ha sido además completado con los
mapas contenidos en: Morales Padrón, 1988, tomo I y tomo II. VV.AA.: Atlas
2000. La nueva visión de la Tierra. Círculo de Lectores: GEO. Barcelona, 1996,
pp. 208-209 y 214-215.
Nota: Laguna de Chucuito y Laguna de Umamarca son los topónimos usados
por el P. Benito Valencia para referirse al Lago Ti caca.
Desde la incorporación de la Intendencia de Puno al virreinato peruano en
1796, diez intendentes ejercieron su
gobierno hasta el año 1824, en el que se
produjo la emancipación definitiva del
Perú. Fueron estos: Tomás Semper (1 de
21
enero de 1796 – 31 de marzo de 1801) ;
Doctor Ignacio Maldonado (31 de marzo
Cuadro 5. Divisiones administrativas y eclesiásticas de la Intendencia de Puno (1
de febrero de 1796-1824)
Partidos
División administrativa
Intendencia de Puno. Audiencia
CHUCUITO
de Cuzco (Virreinato del Perú)
Intendencia de Puno. Audiencia
PAUCARCOLLA
de Cuzco (Virreinato del Perú)
LAMPA
AZÁNGARO
CARABAYA
División eclesiástica
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Río de la Plata)
Obispado de La Paz(Arzobispado de
Charcas. Virreinato del Río de la Plata)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Intendencia de Puno. Audiencia
Lima.
de Cuzco (Virreinato del Perú)
Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Intendencia de Puno. Audiencia
Lima.
de Cuzco (Virreinato del Perú)
Virreinato del Perú)
Obispado de Cuzco(Arzobispado de
Intendencia de Puno
Lima. Virreinato del Perú)
Fuente: elaboración propia
de 1801 – 17 de diciembre de 1801) ; José
González de Navarra y Montoya (18 de
septiembre de 1801 – 30 de junio de
1806)23; Manuel Quimper Benítez del
Pino (1 de noviembre de 1806 – finales de
enero de 181024; Manuel Antonio Nieto (1
de febrero de 1810 – 22 de marzo de
25
1810) ; Doctor Mariano Agustín del
Carpio (22 de marzo de 1810-12 de julio
26
1810) ; Manuel Quimper Benítez del 13
de julio de 1810-14 de agosto de 1814)27;
Doctor Manuel Velarde ejerció el mando
durante el período revolucionario de
1814— (14 de agosto de 1814 –
noviembre de 1814)28; Martín de Rivarola (noviembre de 1814 – mayo de
29
1815) ; Francisco de Paula González
(1815)30; Narciso Basagoitia (1816)31; y
Doctor Tadeo Joaquín de Gárate (22 de
enero de 1817 —fines de diciembre de
32
1824) . Pablo Echevarría (fines de
diciembre de 1824-1825), fue la última
autoridad española al frente de la Intendencia de Puno —aunque no fuese su
intendente—. Y a pesar que la Batalla de
Ayacucho, perdida por los españoles a
finales de 1824, puso definitivamente fin a
la soberanía española sobre el continente
americano, Echevarría se mantuvo en su
33
puesto hasta comienzos del año 1825 .
La Intendencia de Puno durante la
emancipación: de circunscripción colonial a departamento del Perú
En las dos primeras décadas del
siglo XIX, las posesiones españolas en la
América continental iniciaron los procesos
emancipadores que condujeron a su definitiva separación de la metrópoli34. El
análisis del origen y evolución de los
mismos, excede los límites temáticos de
este trabajo por lo que aquí únicamente nos
limitaremos a historiar brevemente e
proceso independentista peruano, fijando
también nuestra atención en como éste
afectó a la región de Puno35.
56
El 6 de mayo de 1820, el General
José de San Martín fue designado generalísimo de la expedición que, contra el
bastión realista del Perú, había organizado
el senado chileno. La expedición resultó
inicialmente un éxito, coronado con la
entrada de San Martín en Lima el 12 de
junio de 1821, y con la proclamación de la
independencia, el 28 de julio, por una asamblea de notables —reunida por el propio
San Martín— que le confirió a este el título
de Protector del Perú. Desde ese momento,
San Martín comenzó a dar disposiciones
actuando como si la independencia del
Perú fuese ya completa.
De esta época data la creación de la
Diputación Provincial de Puno, institución
casi desconocida establecida el 16 de junio
de 1822 y formada sobre los territorios de
la intendencia homónima, sin que ello
significara la supresión de la citada intendencia. Conforme a Ascensión Martínez
Riaza, la Diputación Provincial de Puno
celebró “(...) un total de 102 sesiones hasta
el 27 de febrero de 1824”36. Constituyendo su demarcación la base territorial
sobre la que se formó el Departamento
37
de Puno .
Pero lo cierto es que la realidad
distaba mucho de ser optimista. Gran parte
del interior del Perú se encontraba aun en
poder de las tropas realistas que además
mantenían prácticamente intactos sus efectivos. San Martín comprendió entonces
que para poder vencer a las tropas realistas
debía conseguir la ayuda del General
Simón Bolívar que recientemente había
logrado conquistar Quito. Por ello, solicitó
38
una entrevista con Bolívar en Guayaquil .
En este encuentro, San Martín le pidió
ayuda para conquistar Perú, ofreciendo
ponerse a sus órdenes, oferta a la que
Bolívar rehusó, prometiendo únicamente
el envío de 1.000 hombres para esta
campaña. San Martín interpretó esta negativa, pensando que su figura era un
obstáculo para el éxito del proyecto y que
Bolívar lo emprendería próximamente.
Por esta razón, al regresar al Perú, convocó
al Congreso el 20 de septiembre de 1822 y
allí renunció al mando, anunciando
también sus intenciones de abandonar la
vida pública, marchándose definitivamente del Perú el mismo día39. Tras su
marcha, el gobierno fue asumido por una
junta presidida por José La Mar que,
debido a sus continuas derrotas frente a las
tropas realistas, fue depuesta; siendo sustituida, el 28 de febrero de 1823, por el
electo Presidente de la República del Perú,
José de la Riva Agüero. Este comprendió
pronto que para lograr la completa independencia, hacía falta conseguir la ayuda
de Bolívar que, finalmente, aceptó acudir a
40
liberar el Perú.
Puno, al igual que el resto del Perú,
fue uno de los últimos baluartes realistas en
la vorágine emancipadora, y a pesar de que
la independencia del Perú había sido
proclamada de jure el 28 de julio de 1821,
no la consiguió de facto hasta el 9 de
diciembre de 1824. Mientras que Puno no
la lograría hasta el 27 del mismo mes y
año. Los funcionarios realistas se mantuvieron en el bastión puneño hasta el último
momento, cuando, perdida ya la Batalla de
Ayacucho, entendieron que los días de la
soberanía española sobre la América continental habían llegado a su fin. No obstante,
la Historia de la última fase de la guerra de
la independencia peruana, iniciada en 1823,
no terminó hasta el 22 de enero de 1826,
cuando las guarniciones realistas que aun
resistían en el puerto de El Callao bajo las
órdenes de José Ramón Rodil, se convencieron de que ya no iban a recibir ayuda de
España, aceptando la capitulación41.
Conclusiones
Durante los siglos XVI y XVII, el
Virreinato del Perú comprendía dentro de su
jurisdicción prácticamente toda la parte sur
del continente americano —exceptuando
los dominios portugueses—. A lo largo del
siglo XVIII, este virreinato sufrió dos
importantes segregaciones de territorio al
crearse los de Nueva Granada y Río de la
Plata. Con la fundación del Virreinato de
Nueva Granada, el Perú perdió los territorios del norte esto es, los pertenecientes a las
Audiencias de Santa Fe de Bogotá, Quito y
Panamá, más los de la Capitanía General de
Venezuela. En 1776, se creó el Virreinato
del Río de la Plata, integrado por las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Paraguay,
57
Santa Cruz de la Sierra y Charcas. Se recortaban así al Perú grandes extensiones territoriales por el sur y por el este.
En 1776, fue asignado al Virreinato
del Río de la Plata el territorio que, desde
1784, conformaría la Intendencia de Puno.
Cuando en 1787 se creó la Audiencia de
Cuzco, a esta se le asignó un distrito bajo
su jurisdicción que, a pesar de estar en su
mayor parte en el Virreinato del Perú, se
introducía en territorio rioplatense y más
concretamente en algunos de los distritos
de la Intendencia de Puno, como eran:
Carabaya, Lampa y Azángaro. De este
modo se daba la complicada situación de
que mientras que parte de la intendencia
dependía judicialmente de la Audiencia
peruana del Cuzco, la otra —formada por
los partidos de Paucarcolla y Chucuito—
estaba subordinada a la Audiencia rioplatense de Charcas. A esta situación se
sumaba el hecho de que la circunscripción
de la Intendencia de Puno continuó repartiendo su dependencia eclesiástica —hasta
1824— entre el Obispado de Cuzco, sufragáneo del Arzobispado de Lima —en el
Virreinato del Perú—, y el Obispado de La
Paz, sufragáneo del Arzobispado de Charcas, que desde 1776 pertenecía a la demarcación del Virreinato del Río de la Plata. El
problema admiistrativo fue finalmente
resuelto por una Real Cédula de 1 de
febrero de 1796, al quedar incorporada la
Intendencia de Puno al Virreinato del Perú,
y quedar sometidos sus cinco partidos
—en lo judicial— a la Audiencia del
Cuzco.
Por todo lo expuesto, y con la finalidad de poder racionalizar el análisis de su
origen y evolución histórica, así como de su
paso de demarcación colonial a departamento del Perú independiente, consideramos
adecuado dividir la evolución jurisdiccional
—tanto la civil como la eclesiástica— de la
región de Puno en cinco períodos:
1) de 1700 a 1776 —fecha de creación del Virreinato del Río de la Plata—;
2) de 1776 al 5 de junio de 1784
—fecha de creación de la Intendencia de
Puno—;
3) del 5 de junio de 1784 a 1787
—fecha de la creación de la Audiencia del
Cuzco—;
4) de 1787 al 1 de febrero de 1796
—fecha de la reincorporación de Puno al
Virreinato del Perú—; y
5) del 1 de febrero de 1796 a 1824
—momento en el que los últimos representantes realistas al frente de la Intendencia
de Puno, tuvieron que abandonar su
puesto, al haber sido consumada ya la independencia del Perú—.
Notas
1
2
3
Ésta es la fecha que proporciona John Lynch (Lynch, 1962, p.
68). Mientras que en la obra de Luis Navarro García, que da
como fecha el 21 de junio de 1784, podemos leer —en relación con las diferencias de opinión existentes entre los
autores sobre el momento exacto de la creación de la Intendencia de Puno—: «Esta es la fecha que da Machado en la
“Razón de los Superintendentes Subdelegados de Real
Hacienda, Intendentes de Ejército y Provincia y Tenientes
Letrados Asesores Ordinarios de unos y otros que se han
nombrado para los distritos de tos Virreinatos de las Indias y
de los Gobiernos Independientes ”, que se extendió el 8 de
agosto de 1787». (A.G.I., Indif. Gral., 843). Ravigniani dice
que las fechas de creación de la Intendencia de Puno son las
de 6 de mayo y 5 de junio de 1784 (“El Virreinato de la Plata.
1776-1810”. “Historia de la Nación Argen na”, dirigida por
Ricardo Levene. Buenos Aires, 1940, tomo IV, sección 1,
página 161). Nosotros hemos encontrado el tulo de Reseguin, erróneamente datado el 14 de junio de 1783, y la disposición de Gálvez en que se le concedía la Intendencia de Puno,
anotada en un Extracto de la Carta núm. 898 de Vér z al
Ministro, con que acompañaba la solicitud de Reseguin.
Dicha nota es de 13 de mayo de 1784. (A.G.L, Lima, 1.125)»
(Navarro García, 1959, p. 42, nota número 17).
Esta denominación solo la hemos visto citada en: Acevedo,
Las intendencias ..., 1992; y en A. Vidal Ortega y A. M.
Bascary: “Los intendentes surperuanos (1784-1825)”, en M.
Alcántara Sáez (compilador-director): América La na. Realidades y perspec vas. I Congreso Europeo de La noamericanistas (Salamanca. 1996). Ediciones Universidad de Salamanca. [Edición electrónica]. Salamanca, 1997, taller 30, p.
254, aunque con la forma Huancané.
Edberto Óscar Acevedo ofrece una relación de los pueblos
4
5
6
7
que integraban las cinco subdelegaciones que conformaban
la Intendencia de Puno en el periodo virreinal rioplatense.
Pertenecían a la Subdelegación de Chucuito los pueblos de:
Pichacani. y San Antonio de Esquilache. A Paucarcolla o Guancanc: Paucarcolla, Coala, Capachica, Vilque Chiquito, Moho,
Conima, Charaque, y Tiquillaca. A Lampa: Vilque, Manazo,
Cavana, Cavanilla, Caracoto, Hatuncolla, Pucará, Ayaviri,
Orulillo, Nuñoa, Santa Rosa, Macari, Cupi, Vaiviri, Umachiri,
Yalle, Calapuja, y Nicasio. A Azángaro: Azillo, Pu na, Acora,
Dañe, Juli, Pomata, lunguio, Sepita, Desaguadero. Arapa,
Caminaca, Pusi, Saman, Taraco, San ago de Pupuja, Chupa,
Muñani, Poto, y Achaya. A Carabaya: Coasa, Usicayos,
Crucero, Sandia, Quiaca, Phara, Ayapata, Macusani, Luata,
Ollachea, Cuyu-Cuyu, Patanbuco, y Corani (Acevedo, Las
intendencias1992, pp. 52-53).
Antes de ser designada la capital de la intendencia, Puno
había sido creada capital de la Provincia de Paucarcolla, el 4
de noviembre de 1668 por el Virrey del Perú Pedro Antonio
Fernández de Castro, Conde de Lemos, el cual rebau zó la
población con el nombre de San Carlos de Puno, en homenaje al Rey Carlos II (Tauro, 1966, tomo II, G-P, voz “Puno”, p.
600). Véase la nota número 35.
Fernández Astorga, 1980, p. 264.
Lynch, 1962, pp. 67-68.
La circunstancia de que un territorio estuviese vinculado a
dos diócesis dis ntas no resultaba a pica en Indias, puesto
que no era infrecuente que las demarcaciones eclesiás cas
no coincidieran con las civiles. Así, el Obispado de Trujillo,
tenía jurisdicción sobre la diócesis de Jaén de Bracamoros,
que se encontraba en el distrito de la Audiencia de Quito,
perteneciente al Virreinato de Nueva Granada (Laviana
Cuetos, 1992, tomo XI-1, p. 649).
8
Estos interesantes proyectos son descritos concisamente en
los trabajos de Pilar Fernández Astorga (1980, pp. 263-264) y
de Vladimiro Bermejo (1947, p. 33). Las fuentes que u lizó
Fernández Astorga proceden del Archivo General de Indias
(Sevilla), mientras que Bermejo no indica la procedencia de
sus datos. La importancia de estas no cias aconseja
prudencia a la hora de su análisis. Por ello consideramos necesaria la realización de una minuciosa labor de inves gación,
con el fin de esclarecer todos los detalles relacionados con
esta cues ón.
9
Fisher, 1970, pp. 49-53.
“
10 („.) la creación de la Audiencia de Charcas en 1559, a la cual
por cédula de 29 de3 agosto de 1563 se dio sus límites dentro
de los que quedó el Cuzco con toda su jurisdiccit comprensión,
pero negando que se llevasen indios de Chucuito a Potosí,
declarando el “que eso era contra su intención”, pero por
cédula de 26 de mayo de 1573 derogó la que había expedido
para agregar la provincia de Cuzco en lo judicial a la
Audiencia de Charcas previniendo volviese a pertenecer a la
de Lima. Determinó en esta vez que el territorio de El Collao,
inclusive Ayavirí, Asillo, San Gabán y Carabaya correspondiente a la jurisdicción de Charcas.” (A. Torres Luna: Puno
histórico. Talleres Gráficos del Colegio Unión Ñaña ma, 1968,
p. 139).
11 Año de creación del Virreinato del Río de la Plata.
12 Fecha de creación de la Intendencia de Puno.
13 Recordemos que, con la creación de la Audiencia de Cuzco en
1787, los par dos puneños de Lampa, Azángaro y Carabaya
pasaron a depender judicialmente de la mencionada audiencia, adscrita al Virreinato del Perú.
14 En la Colección Mata Linares (Real Academia de la Historia.
Madrid), se conservan tres documentos de singular impor-
58
tancia y transcendencia para la Historia administra va de la
Intendencia de Puno en esta etapa. El primero de ellos, de 7
de diciembre de 1790, es una copia una Real Cédula dirigida
al virrey, presidente y oidores de la Audiencia de Buenos
Aires, sobre la consulta hecha al rey, acerca de si convendría
agregar la Intendencia de Puno a la Audiencia del Cuzco
—creada en 1737— y que pasase a depender por completo
del Virreinato del Perú (Real Academia de la Historia. Madrid.
Colección Mata Linares. Signatura: 9/1655-1780, Tomo CXV,
Folio 297), El segundo documento, es otra copia de una Real
Cédula, fechada el 16 de agosto de 1792, solicitando a la
Audiencia de Buenos Aires que informase sobre la conveniencia o no conveniencia de unir el territorio de la Intendencia de Puno a la jurisdicción de la Audiencia del Cuzco
(Real Academia de la Historia. Madrid. Colección Mata Linares. Signatura: 9/16Í -1780, Tomo CXVI, Folio 142). El tercer y
úl mo documento, se trata de la copia de la Real Cédula de 1
de febrero de 1796, por la que defini vamente la Intendencia de Puno fue agregada al Virreinato del Perú y a la
Audiencia del Cuzco, segregándola de este modo del Virreinato del Rio de la Plata (Real Academia de la Historia. Madrid.
Colección Mata Linares. Signatura: 9/165, 1780, Tomo CXVIII,
Folios 18-19). Más no cias sobre la Real Cédula de 1 de
febrero de 1796 así como de sus antecedentes, en: Deustua
Pimentel,1965, pp. 193-197.
15 Véase la nota número 13
16 Los intendentes interinos han sido contabilizados como
intendentes ordinarios. Las notas biográficas que se dan de
cada uno de los intendentes son puramente orienta vas. Un
breve estudio sobre los intendentes de Huamanga, Arequipa,
Cuzco y Puno, en el periodo comprendido entre 1784 y la
independencia del Perú, en: VIdal Ortega, Bascary, 1997, pp.
242-274.
17 Pilar Fernández Astorga, de la Universidad de Deusto —Bilbao—, realizó su memoria de Licenciatura en la sección de
Historia Moderna y Contemporánea, de la Facultad de Filoso a y Letras de la mencionada universidad, sobre José Reseguín. Véase: Fernández Astorga, 198C pp. 261-265.
José Reseguín, Coronel de Dragones, fue el primer intendente de Puno ( tulo de 21 de junio de 1784. Tomó posesión
el 14 de junio de 1784 ejerció hasta 6 de agosto de 1788) (Acevedo, La intendencias..., 1992, p. 45). Nacido en España, era
militar, par cipando en la expedición del Virrey Pedro
Antonio de Ceballos Cortés y Calderón al Río de la Plata entre
los años 1776 1777. Llegó a ser Teniente Coronel del Regimiento de Dragones de la guarnición de Montevideo,
teniendo a su cargo la expedición que el Virrey Juan José
Vér z y Salcedo envió a la zona del Alto Perú para sofocar la
revuelta de Túpac Amaru. Por su actuación en dicha
empresa, fue ascendido a coronel y se le concedió el
nombramiento de comandante en jefe de los Dragones de
Montevideo (para conocer más datos sobre sus ac vidades
públicas antes de su nombramiento como intendente de
Puno, véase: Lynch, 1967, pp. 95-97). Reseguín solicitó la
Intendencia de Salta en noviembre de 1783, pero le fue denegada, siéndole concedida la Intendencia de Puno por Real
Orden de 14 de junio de 1784. Falleció el 6 de agosto de
1788, siendo todavía intendente. Fue sus tuido interinamente en el cargo por el Teniente Gobernador José Joaquín
Contreras (Torres Luna, 1968, p. 278). En relación a los negocios ilegales de Reseguín durante su mandato en Puno,
véase: Vidal Ortega; Bascary, 1997, pp. 268-269.
18 José Joaquín Contreras, Teniente Asesor, fue el segundo
intendente de Puno —interino— (1788-1790). Abogado de
la Audiencia de Charcas, había sido Teniente Gobernador de
Intendencia de Puno durante el mandato de su antecesor
Reseguín. Al morir éste, Contreras se hizo cargo del gobierno
de la intendencia de forma interina. Durante su mandato, por
Real Cédula dada por el rey Carlos III el 3 de mayo de 1788, se
creó la Audiencia pretorial de Cuzco bajo cuya jurisdicción se
pusieron los siguientes territorios —tal y como describe la
citada Real Cédula—: «E/ Rey, Virrey, Gobernador y Capitán
General de las Provincias del Perú Presidente de mi Real
Audiencia de Lima, para mayor decoro de la ciudad del Cuzco,
an gua metrópoli del Perú (...) he venido por mi real decreto
de 26 de febrero del corriente año en crear una nueva en
dicha ciudad del Cuzco cuyo distrito ha de comprender la
extensión que aquel Obispado (cuyas provincias son las de
Abancay, Azángaro, Aymaraes, Canas y Canchi o Timta.
Calca, Lares, Carabaya, Masques, Chumbivilca, Cotabambas,
Cuzco, Lampa, Paucartambos, Vilcabamba, Urubamba) y
todas las demás provincias y territorios que con precedente
informe de Jorge Escobedo, Superintendente y Delegado
señalaréis vos (...)» (Torres Luna. 1968. p. 168). Para saber
cuáles eran las provincias que había que añadir a las ya
mencionada en la Real Cédula, el Virrey Francisco Teodoro de
Croix pidió parecer al Visitador General Jorge de Escobedo y
Alarcón, que aconsejó la incorporación de la Intendencia de
Puno, y de ser posible también la de Arequipa, a la jurisdicción de la Audiencia de Cuzco. Finalmente, la Intendencia de
Arequipa no fue integrada en ella. Contreras fue sucedido en
el cargo por el I Marqués de Casa-Hermosa (Ibidem).
19 Francisco José de Mesa Ponte y Cas llo, Coronel de los
Reales Ejércitos, I Marqués de Casa-Hermosa, fue el tercer
intendente de Puno ( tulo del 7 de enero de 1789. Tomó
posesión el 1 de enero de 1790-1795) (Acevedo, Las intendencias .... 1992, p. 45). Nació en las islas Canarías, hijo de
José de Mesa, Coronel del Regimiento de Infantería de Tacorante —isla de Tenerife—. El genealogista Femando González-Doria cita en su obra al I Marqués de Casa-Hermosa como
Francisco José de Mesa y Ponte Pagés (F. González-Doria:
Diccionario heráldico y nobiliario de los reinos de España.
Editorial Bitácora. Madrid, 1987. p. 105). Francisco José de
Mesa Ponte y Cas llo, sirvió durante vein cuatro años en el
regimiento de su padre, donde alcanzó el grado de teniente
coronel. Abandonó el servicio militar ac vo para marchar a
Indias a ocupar el cargo de corregidor de Huaylas —Virreinato del Perú—, desde el 12 de octubre de 1766. En este su
primer des no americano, ya demostró su capacidad al
frente de un cargo administra vo (Lynch, 1962, pp. 274-275).
El 30 del mismo mes y año, el rey Carlos III le concedió el
tulo de Marqués de Casa-Hermosa (González-Doria, 1987,
p. 105). Después de ser establecidas las intendencias en el
Perú, fue designado subdelegado del Par do de Huaylas en
1785. Ascendido a coronel en 1789, fue nombrado Intendente de Puno el 7 de marzo del mismo año; tomando posesión del cargo el 1 de enero de 1790. Durante su mandato
como corregidor de Huaylas, propuso la supresión de los
repar mientos a cambio de sueldos fijos. Cuando llegó n ser
intendente se planteó terminar con la corrupción en la tesorería local, acrecentar los ingresos para la Corona y depurar
responsabilidades entre las autoridades subalternas corruptas. Esta úl ma medida le acarreó no pocos enemigos que le
acusaron de imparcialidad, consiguiendo que fuese llevado a
los tribunales bajo falsas acusaciones (véase: V. Rodríguez
Casado: “Causa seguida contra el marqués de Casa Hermosa,
gobernador intendente del Puno”. Anuario de Extudios
Americanos (Sevilla), III (1946), pp. 957-968). Finalmente fue
absuelto de todos los cargos imputados, re rándose a
España (Lynch, 1962, pp. 274-275). A Casa-Hermosa se debe
también la reconstrucción y reparación de diversos pueblos
puneños —destruidos tras la revuelta de Túpac Amaru—; la
restauración de caminos, puentes e iglesias; la construcción
de un cementerio de una cárcel de hombres y mujeres, de
una casa pretorial —con cuartel y sala de armas—; y la instalación en un nuevo edificio de las administraciones de
tabacos y correos (A. Moreno Cebrián: “El marqués de Casa
Hermosa, corregidor de Huaylas e intendente de Puno”.
Anuario de Estudios Atlán cos (Madrid-Las Palmas), 24
(1978), pp. 118-119. Recomendamos consultares- te ar culo
para conocer con más detalle las labores de gobierno de
Casa-Hermosa. Véase también: Lynch, 1962, pp. 127-128, p.
226, y pp. 232-234. Serena Fernández Alonso ha publicado un
ar culo en el que aborda el análisis de la figura del Marqués
de Casa-Hermosa: S. Fernández Alonso: “Un noble canario en
el gobierno local indiano: el marqués de Casa Hermosa en la
Intendencia de Puno'*, en IX Coloquio de Historia CanarioAmericana (1990). Cabildo Insular de Gran Canaria. Las
Palmas, 1992, tomo 1, pp. 717-736). Fue sus tuido en el
cargo por José Antonio de Campos.
20 El Doctor José Antonio de Campos, Caballero de la Orden de
San ago y Caballero de la Real y Dis nguida Orden de Carlos
III, fue el cuarto intendente de Puno —interino— (17951796). José Antonio de Campos fue nombrado Gobernador e
Intendente interino de Puno por el virrey del Río de la Plata.
Bajo su gobierno se decretó la incorporación de la Intendencia al Virreinato del Perú, segregándola de la rioplatense,
año de 1796 (Torres Luna, 1968, p. 168).
21 Tomás Semper, Teniente Coronel de los Reales Ejércitos, Caballero de la Orden de San ago, fue el quinto intendente de
Puno (1 de enero de 1796-31 de marzo de 1801), y el primero
de la nueva etapa administra va de la intendencia. Bajo su
gobierno fue dictada la Real Cédula de 1 de febrero de 1796
por la que se decretaba la incorporación de la Intendencia de
Puno al Virreinato del Perú. Se mantuvo el cargo hasta que se
re ró el 31 de marzo de 1801, haciéndose cargo del gobierno
el Doctor Ignacio Maldonado,
22 El Doctor Ignacio Maldonado, fue el sexto intendente de
Puno —interino— (31 de marzo de 1801hasta 17 de
sep embre de 1801). Abogado, se hizo cargo del mando de la
intendencia hasta finales del año 1801, en que fue sus tuido
por José González de Navarra y Montoya
23 José González de Navarra y Montoya, Coronel de los Reales
Ejércitos, Caballero de la Orden de San ago, fue el sép mo
intendente de Puno (18 de sep embre de 1801-30 de junio
de 1806). Tomó posesión de su cargo como Gobernador
Militar y Polí co e Intendente de Puno el 18 de sep embre
de 1801. Entre los logros atribuidos a su gobierno hay que
destacar la creación del Ayuntamiento de Puno y el establecimiento de las milicias de los cinco par dos de la intendencia.
También es conocida su oposición a que los indígenas puneños, cumpliendo el servicio de la mita, acudiesen a las minas
de Potosí. Cuatro, de los cinco, par dos que componían la
Intendencia de Puno estaban obligados a suministrar una
cuota anual de tributarios para el servicio de mita en esas
minas. La oposición a dicho servicio llegó a su máxima expresión durante el gobierno de González de Navarra (J. Fisher:
Minas y mineros en el Perú colonial (1776-1824). Ins tuto de
Estudios Peruanos. Lima, 1977, pp. 185-186). Fue también un
notorio an clericalista al acusar al clero puneño de ser “rico,
idiota y opresor, lleno de vicios y robando al indio, de quien
vendía hasta a sus hijos” (Torres Luna, 1968, pp 170-171). Sus
di ciles relaciones con el clero, hicieron que este tomase
parte muy ac va en la Revuelta de Juli (1806) uno de los
episodios más di ciles a los que tuvo que hacer frente
durante su mandato. Y que fue promovido por los curas de
Juli y secundado por una buena parte de la comunidad indígena de la citada localidad. Las razones que condujeron a ella
59
fueron la profunda crisis de subsistencia que afectó a la zona
sur de los Andes entre 1804 y 1806; sumada al rechazo de
parte de la población dirigida por los curas locales— contra
algunas medidas tomadas por González de Navarra que
fueron calificadas como de “mal gobierno” y entre las que
encontramos la venta de terrenos comunales —pertenecientes a las comunidades indígenas— entre algunas de las
autoridades locales españolas. La Revuelta de julio de 1806
ha sido estudiada por Nuria Sala Víla (Sala Vila, 1991, pp. 343374).
24 Manuel Quimper Benítez del Pino, Comisario Ordenador,
fue el octavo intendente de Puno (I de noviembre de 1806finales de enero de 1810). Natural de Lima, fue enviado a
España por su familia para que iniciase su carrera de marino.
Fruto de su formación naval, Quimper realizó un viaje por las
islas de Otahe , cuya descripción plasmó por escrito en una
serie de líenlos que fueron publicados sucesivamente en el
Mercurio Peruano —desde el 2 de sep embre de 1792 en
adelante—. Tras una breve estancia en España, nuevamente
regresó al Perú como Comisario Ordinario e Intendente de
Puno, cargo este úl mo del que tomó posesión el 1
noviembre de 1806, hasta finales de enero de 1810 en que
entregó el mando a su sucesor Manuel Antonio Nieto (Torres
Luna, 1968, p. 171).
25 Manuel Antonio Nieto, Coronel de los Reales Ejércitos, fue el
noveno intendente de Puno (1 de febrero de 1810-22 de
marzo 1810). Sólo estuvo unos meses al frente de la intender
ya que falleció súbitamente desempeñando el cargo, el 22 de
marzo de ese mismo año, por lo i tuvo que ser reemplazado
interinamente por el Doctor Mariano Agus n del Carpió
(Pilar Fernandez, 171 y 173).
26 El Doctor Mariano Agus n del Carpió, Teniente Asesor, fue el
décimo intendente Puno —interino— (22 de marzo de 181012 de julio de 1810). Carpió gobernó interinamente no hasta
que le sucedió el 13 de julio de 1810, el que fuera octavo
intendente de Puno, Mar Quimper Benítez del Pino (Pilar
Fernández).
27 Quimper se hizo cargo nuevamente de la intendencia (13 de
julio de 1810-14 de agosto de 1814), dándose así la circunstancia de haber sido el octavo y el undécimo intendente de
Puno—. Gobernó hasta el 14 de agosto de 1814, en que tuvo
que abandonar Puno por haber sido invadida la región por
las fuerzas revolucionarias del Cuzco, dirigidas por el Coronel
José Pinelo (Pilar Fernández, L. Guzmán Palomino: “José Pinelo”. Enciclopedia Biográfica e Histórica del Siglos XIX-XX.
Dirección, coordinación, revisión, epígrafes, diagramación y
edición: Carlos Milla Batres. Editorial Milla Batres. Lima,
1994, tomo VIII P-R, p. 108 y p. 110). Quimper seria posteriormente nombrado intendente de Huamanga (Torres Luna,
1968, p. 171, y p. 173).
28 Durante el interregno revolucionario, el pueblo eligió al
Doctor Manuel Velarde como intendente (14 de agosto de
1814-noviembre de 1814), el cual se mantuvo en el mando
hasta que en el mes de noviembre se tuvo no cia de la aproximación a Puno de las fuerzas realistas comandadas por el
General Ramírez, Velarde se re ró. Su gobierno no ha sido
contabilizado, por no haber recibido su nombramiento de la
Corona. (Pilar Fernández Astorga, pp. 174-175)
29 Con la marcha del Doctor Manuel Velarde, asumió el
gobierno de Puno de forma interina el Alcalde Mar n de
Rivarola, Teniente Coronel de los Reales Ejércitos, que pasó a
ser el duodécimo intendente de Puno —interino—
(noviembre de 1814-mayo de 1815) (Pilar Fernandez, p.
173).
30 Francisco de Paula González Vigil, tacneño, Coronel de los
Reales Ejércitos, y decimotercer intendente de Puno —interino— (1815), se hizo cargo de la intendencia en mayo de
1815, con el principal obje vo de erradicar los focos revolucionarios que aún permanecían en la zona, consiguiendo
cumplir parcialmente su misión. Hizo ejecutar a Miguel
Pascual de San Román Cuentas, en Puno después de la
batalla de Umachiri.
31 Sucedió a Francisco de Paula González, Narciso Basagoi a,
Coronel de los Reales Ejércitos, que fue el decimocuarto
intendente de Puno (1816). En 1801, había sido nombrado
subdelegado del Par do de Lampa, bajo el gobierno del
Intendente José González de Navarra y Montoya. Basagoi a
tuvo una par cipación muy ac va en la lucha contra las
revueltas independen stas que asolaron el Perú entre finales
de 1809 y 1815. Nombrado en 1816, sirvió por muy poco
empo en este des no ya que el rey había designado como
nuevo intendente a Tadeo Joaquín de Gárate. Basagoi a
murió prisionero del General José de San Mar n durante la
guerra de emancipación.
32 Tadeo Joaquín de Gárate, Caballero de la Real y Dis nguida
Orden Americana de Isabel la Católica y Caballero de la
Orden de la Flor de Lis —Francia—, fue el decimoquinto
intendente de Puno (22 de enero de 1817 a fines de
diciembre de 1824). Natural de la ciudad de La Paz, fue
subdelegado de Chucuito en 1807. Realista convencido, fue
diputado y secretario de las Cortes de Cádiz, de su actuación
mereció que el rey Fernando VIl le nombrase Gobernador
Intendente de Puno. Además, gozaba del raro privilegio —dispensado a muy pocas personas— de ser Intendente Honorario en ejercicio desde 1817. Bajo su mandato, en 1821, se
proclamó la independencia del Perú —de jure—, por lo que
Gárate reforzó las posiciones españolas en Puno para evitar
que la revolución fuese a más. Como dato de interés ofrecemos a con nuación la lista de funcionarios que tenía la
Intendencia de Puno en el momento de la proclamación de la
independencia peruana en 1821, con indicación de su procedencia:
Intendente: Tadeo Joaquín de Gárate —americano—;
Asesor: Manuel A. Carpió —americano—; Administrador:
Miguel Garcés —americano—; Contador: José V. Larriva
—americano—; Tesorero: Pablo Egaña —español—; Ensayador: Mateo Cossío —español—; Subdelegado de Azángaro:
Francisco Antonio Larrauri —español—; Subdelegado de
Huancané (Puno): Mariano Cáceres — español—; Subdelegado de Chucuito: Miguel de Urbina —español—; Subdele-
33
34
35
36
37
37
39
40
41
gado de Carabaya: Juan Sanz Pérez —americano—; Subdelegado de Lampa: Francisco Quiñones —americano— ( VIdal
Ortega; Bascary, 1997, p. 254).
Torres Luna, 1968, p. 174.
Acerca de la crisis del orden colonial —que condujo a la independencia—, y sobre la búsqueda del estado nacional en
Hispanoamérica, véase: F. X. Guerra y M. Quijada (coordinadores): Imaginar la nación. AHILA (Asociación de Historiadores La noamericanistas Europeos). Cuadernos de Historia
La noamericana, n.° 2, 1994. R. Krebs: “Orígenes de la
conciencia nacional chilena”, en 1. Buisson, G. Kahle, H. J.
Kónic y H. Pietschmann (edición). K. Müller y M.*}. Rodero
(redacción): Problemas de la formación del estado y de la
nación en Hispanoamérica. Inter Na ones. Bonn —Federal
Republic of Germany—, 1984, pp. 107-125. G. Lohmann
Villena: “Cri cismo e ilustración como factores forma vos de
la conciencia del Perú en el siglo XVIII”, en relación a la
influencia de los Estados Unidos en la independencia y en la
formación de las nuevas naciones hispanoamericanas,
puede consultarse: M. Rodríguez Vallejo: La revolución
americana de 1776 y el mundo hispánico. Ensayos y documentos. Editorial Tecnos. Madrid, 1976. M. E. Simmons: La
revolución norteamericana en la independencia de Hispanoamérica. Editorial Mapire (Colecciones Mapire, 1492).
Madrid, 1992.
Acerca de este periodo, véase: L. Alayza y P. Soldán:
“Influencia de Ja carta de Cádiz de 1812 en la emancipación y
organización del Perú”. Revista del Ins tuto Sanmar niano
del Perú (Perú), IX (1945), pp. 41-100. D. Cahill: “Una visión
andina: el levantamiento de Ocongate de 1815”. Histórica
(Lima), XI1/2 (diciembre 1988), pp. 133-159- Fisher, 1970, pp.
201-232.
A. Mar nez Riaza: “Las diputaciones provinciales americanas
en el sistema liberal español”. Revista de Indias (Madrid),
Lll/195-196 (1992), p. 686,
Las diputaciones provinciales surgieron como símbolo de la
renovación ins tucional en las Cortes de Cádiz para “(...)
modernizar y racionalizar el gobierno territorial de la Península y Ultramar, tanto en sus aspectos polí cos como económicos”. (Ibidem, p. 647). En la actualidad no disponemos de
datos suficientes sobre las diputaciones provinciales del Peni,
constando su existencia en Lima, Cuzco, Puno, Arequipa,
Charcas, Potosí y Cochabamba (Ibidem, p. 686). Para más
datos consúltese: Ibidem, pp. 647-691.
La entrevista de Guayaquil, es uno de los episodios más polémicos de la Historia de la emancipación americana y sobre
ella se han escrito numerosas obras que tratan de enaltecer a
uno o a otro caudillo (M. Lucen a Salmoral [coordinador]:
Historia de Iberoamérica. Tomo III. Historia Contemporánea.
Ediciones Cátedra. Madrid, 1992, pp. 119-127).
Pilar Fernández Astorga.
Pilar Fernández Astorga Tauro, 1966, tomo 11, G-P, pp. 599601. Torres Luna, 1968, pp. 204-240.
Lucena Salmoral, 1992, pp. 119-127; Tauro, 1966, tomo II, GP, pp. 599-601. Torres Luna, 1968, pp. 204-240.
60
Descargar