MUNDO EMOCIONAL Y EL PODER DE LAS CONVERSACIONES José Carlos Castro Material didáctico reproducido en la Universidad César Vallejo, para uso exclusivo en clase. Los textos contenidos en este documento han sido tomados de diferentes libros y fuentes físicas y digitales. I. MUNDO EMOCIONAL Las emociones son mensajeras que nos anuncian algo que es importante para nosotros: algo que debemos cuidar, honrar, proteger, agradecer o cualquier otra acción que estamos necesitando. La envidia, por ejemplo, es la emoción que nos dice que eso que envidamos en realidad es algo que a nosotros nos importa, aunque no lo queramos aceptar. Entender esto es importante para que, partir de ese descubrimiento, podamos comenzar a movernos y a generar acciones que nos ayuden a conseguirlo. El miedo viene a ser la emoción que nos anuncia que hay algo que tememos perder y que en verdad nos importa. Por ello conviene descubrir qué es lo que creemos que podemos perder y queremos mantener, nos puede llevar a tomar acciones orientadas a su protección y cuidado. Conviene que las emociones sean “habitadas”, es decir, interiorizadas, sentidas, expresadas, reflexionadas y despedidas, según la intensidad en que nos aparezcan. Querer anularlas, esconderlas o minimizarlas puede ser un gran error, porque al no dejar que cumplan con su ciclo completo comienzan a enquistarse y enraizarse en nuestro interior, causándonos un profundo daño. Si tengo rabia, por ejemplo, en un nivel alto, resulta favorable encontrar una manera para que yo pueda expresar toda esa rabia, pero de una manera sana, sin dañar a nadie. Hay personas que salen a caminar, que golpean con furia una almohada, que escuchan música enérgica o cualquier otra cosa que nos permita sacar de nosotros toda esa energía que la rabia nos trae. Luego de eso, viene el proceso de reflexión en donde analizo qué me causó esa rabia, cuál es el daño que eso me ha causado y qué acciones puedo tomar para que eso no continúe. Las emociones son sostenidas por el cuerpo y las disposiciones corporales generan emociones, en una retroalimentación mutua. Es importante tomar conciencia de que nuestros juicios (creencias sobre los demás o el mundo externo) nos genera determinadas emociones, que finalmente nos llevarán a realizar diversas acciones, según la forma en que estamos observando el mundo. Como ya hemos dicho, ante una emoción relevante conviene asegurarnos de que cumpla su ciclo completo: reconocerla, habitarla, expresarla, resignificarla, reconstruirla lingüísticamente y utilizarla para la generación de una nueva coherencia (disposición para la acción desde dicha emoción, nuestros pensamientos y nuestra corporalidad). Página | 1 No todas las emociones son fáciles de identificar. Hay algunas que las tenemos muy presentes y que podemos reconocer con facilidad, pero hay otras que nos confunden y nos cuenta identificar. De ahí que hemos reducido todo nuestro mundo emocional a dos palabras, “bien” y “mal”, lo cual se refleja cuando te encuentras con personas y al preguntarles ¿cómo estás? Casi siempre te responden con la misma palabra: bien. Quizá no sepamos de manera cognitiva qué emociones estamos teniendo, pero seguro es que nuestros cuerpos sí lo saben. Cuando alguien no está procesando adecuadamente sus emociones, aunque no lo sepa y diga que está bien, seguro que algo en su cuerpo no está funcionando bien y de manera equilibrada. Reconocer las emociones es algo que puede ser aprendido, en tanto comencemos a tomar consciencia de su importancia para nuestras vidas y practiquemos el reconocerlas. También parece ser que nos resulta más fácil identificar las emociones del pasado que las presentes. Cuando conversas con alguien y le preguntas qué emoción está teniendo en este momento, seguramente le será difícil responder y quizá se limite a identificar algunas emociones básicas, como la tristeza, la rabia, el miedo, la culpa o la vergüenza, pero si le preguntamos por cómo se sintió en determinado momento de su vida, te responderá con más facilidad: triste, con rabia, avergonzado, etcétera. 1.1. Propósito de las emociones Todas las emociones tienen un propósito: Alegría. Celebración, disfrute y sanación. Tristeza. Reparar las heridas internas. Desagrado. Mantener distancia y preservarse. Ira. Poner límites. Amor. Apego y seguridad. Estar vivos. Sorpresa. Adrenalina y exploración. Miedo. Precaución y protección. 1.2. La rueda de Plutchik Las emociones son uno de los fenómenos que más altibajos ha experimentado a lo largo de la historia de la Psicología. Así, han vivido momentos en los que resultaban un asunto de importancia capital, y otros en los que apenas eran consideradas. En la actualidad la vida emocional es objeto de interés para la mayoría de los profesionales que se dedican al estudio de la mente y la conducta, habiéndose categorizado de muy diversas formas. Un conocimiento profundo de esta cuestión puede contribuir a comprender una parte de nosotros mismos que influye en casi todos los aspectos de la vida (decisiones, relaciones, etcétera). Página | 2 Es necesario precisar que el estudio de las emociones no es determinante. Así, diversos autores sostienen diferentes perspectivas sobre el mundo de las emociones. Por ejemplo, para la identificación de cuáles son las emociones básicas, es decir, aquellas con las cuales nacemos, a diferencia de otras que pueden aparecer más adelante como resultado del condicionamiento social, diversos autores realizan propuestas distintas, tal como se muestra en la siguiente tabla: EMOCIÓN BÁSICA Ira Miedo Tristeza Alegría Sorpresa Amor Ternura Asco Odio Erotismo Vergüenza Orgullo Culpa P. Ekman AUTORES D. Goleman C. Izard S. Bloch Frente a esta variedad de información, una propuesta teórica interesante es la que conocemos como la rueda de las emociones de Robert Plutchik, que no se limita a la conceptualización de las emociones, sino también al abordaje de sus potenciales interacciones. En principio, Robert Plutchik identifica un total de ocho emociones básicas. Él defiende que las emociones no son positivas o negativas per se, más bien establece que todas ellas tienen una función concreta y adaptativa. Estas pueden activarse de forma consciente o no consciente, pero actúan como precursoras de una serie de comportamientos que garantizan la supervivencia. La lista de las emociones básicas según Plutchik son: Alegría: emoción expansiva que resulta en un aumento de energía, se activa con acontecimientos positivos. Su función es la de reproducción de aquellas acciones que la generan y la de apertura hacia las personas. Miedo: el miedo en psicología es una emoción de supervivencia que previene del peligro, permite actuar con cautela y se activa ante la percepción de un estímulo amenazante. Su función es la orientación hacia la protección. Tristeza: emoción introspectiva que permite la reorganización de la persona y el afrontamiento de las pérdidas, ya que se activa ante ellas. Su función es la de reintegración, el reconocimiento de la pérdida y el conocimiento de los propios límites. Aquí encontrarás más información sobre la tristeza. Página | 3 Asco: emoción de supervivencia que previene del peligro, se activa ante la percepción de objetos, sustancias o incluso entidades que nos resultan amenazadoras. Su función es la de protección a través de la generación de rechazo. Ira: emoción que conecta con la fuerza, se activa ante la frustración, el engaño o cuando la energía de nuestro deseo y meta se ve bloqueada por un obstáculo. La función de la ira es la movilización de energía orientada a provocar un cambio en una situación que nos resulta molesta, así como la destrucción del peligro. Sorpresa: emoción que se activa ante aquello inesperado o imprevisto. La función de esta emoción es la orientación, ya que facilita los procesos ligados a la atención y la exploración. Confianza: emoción relacionada con la seguridad y esperanza en los aspectos positivos. Su función es la incorporación, y permite generar lazos sociales y de apoyo. Anticipación: es la emoción ligada a la búsqueda de recursos o alternativas de forma previa mediante La rueda de las emociones de Plutchik está compuesta por estas ocho emociones básicas. Lo importante de esta herramienta es que las emociones son reconocidas como reconoce dimensiones que raramente se presentan solas y que podían expresarse en distintos grados de intensidad. Este último matiz es el que dota de riqueza a esta propuesta teórica. Plutchik indicó que los estados emocionales descritos albergaban cierta similitud entre ellos, lo que los hacía susceptibles de ser combinados de distintas maneras, culminando en la formación de un sentimiento más complejo. Se refirió a estos solapamientos como díadas; y las diferenció como primarias, secundarias o terciarias (cada vez menos frecuentes y bordadas por afectos con menor grado de parentesco). Procedemos seguidamente a abordar cada una de las emociones básicas, señalando sus distintos grados de intensidad y la manera particular en que pueden entrelazarse unas con otras para adquirir matices nuevos y casi infinitos. 1.2.1. Interpretación primaria La primera interpretación de esta herramienta toma en cuenta las siguientes consideraciones: Tipología. Las emociones se dividen en emociones básicas y compuestas: o Las emociones básicas se sitúan en el núcleo central de todo el círculo, en la segunda circunferencia y son: alegría, confianza, miedo, sorpresa, tristeza, aversión, ira y anticipación. o El resto de las emociones que aparecen son clasificadas como emociones compuestas o secundarias. Antagonismos: cada emoción primaria tiene un polo opuesto, de modo que: Página | 4 o La alegría es lo opuesto a la tristeza. o El miedo es lo contrario de la ira. o La anticipación es lo opuesto a la sorpresa. o El asco es lo opuesto a la confianza. Combinaciones: las emociones sin color representan una emoción que es una mezcla de las 2 emociones principales. Por ejemplo, anticipación y alegría se combinan para ser optimismo. La alegría y la confianza se combinan para ser amor. Las emociones son a menudo complejas, y ser capaz de reconocer cuándo un sentimiento es en realidad una combinación de dos o más sentimientos distintos es una habilidad útil. Intensidad: la dimensión vertical del cono representa la intensidad: las emociones se intensifican a medida que se mueven desde el exterior hacia el centro de la rueda, lo que también se indica mediante el color: cuanto más oscura es la sombra, más intensa es la emoción. Por ejemplo, la ira en su menor nivel de intensidad es molestia. En su nivel más alto de intensidad, la ira se convierte en ira. O, una sensación de aburrimiento puede intensificarse al odio si no se controla, que es de color púrpura oscuro. Esta es una regla importante sobre las emociones a tener en cuenta en las relaciones: si no se controla, las emociones pueden intensificarse. Aquí radica la sabiduría de mejorar su vocabulario emocional: es la base de la navegación efectiva de las emociones. La rueda de emociones de Plutchik nos ayuda a ver la conciencia emocional a través de una lente más amplia, es decir profundizar “el conocimiento de una persona de un tema o campo en particular”. Por lo tanto, mejorar la percepción emocional significa no solo tener palabras para las emociones, sino comprender cómo se relacionan las diferentes emociones entre sí y cómo tienden a cambiar con el tiempo. 1.2.2. Uso de la rueda de Plutchik Para saber cómo trabajar la rueda de las emociones, es imprescindible entender la clasificación de las emociones y sus relaciones de acuerdo con Plutchik. Como se ha mencionado anteriormente, en esta rueda encontramos las ocho emociones básicas, con mayor y menor intensidad. La combinación de estas da lugar a las llamadas emociones compuestas, que se componen por dos emociones básicas. Estas emociones compuestas o secundarias se encuentran en la parte más externa del dibujo, en el área sin color, y forman parte de la primera díada emocional. La combinación de las emociones básicas da lugar a un total de veinticuatro emociones compuestas, que Plutchik clasificó en tres díadas diferentes, dando lugar a emociones menos frecuentes. Veamos qué son las emociones combinadas de Robert Plutchik: Díada primaria La primera díada se compone de la combinación entre las emociones básicas que se encuentran al lado: Página | 5 Alegría + Confianza → Amor Alegría + Anticipación → Optimismo Confianza + Miedo → Sumisión Miedo + Sorpresa → Alarma Sorpresa + Tristeza → Decepción Tristeza + Asco → Remordimiento Asco + Ira→ Desprecio Ira + Anticipación → Agresión Díada secundaria La segunda díada está formada por la combinación de las emociones básicas con un grado de separación: Alegría + Miedo → Culpa Alegría + Ira → Orgullo Confianza + Sorpresa → Curiosidad Confianza + Anticipación → Fatalismo Miedo + Tristeza → Desesperación Sorpresa + Asco → Incredulidad Tristeza + Ira→ Envidia Asco + Anticipación → Cinismo Ira + Tristeza → Envidia Díada terciaria La tercera díada es el resultado de la mezcla de las emociones básicas con dos grados de separación: Alegría + Sorpresa → Deleite Alegría + Asco→ Morbosidad Confianza + Tristeza → Sentimentalismo Confianza + Ira → Dominación Miedo + Asco → Vergüenza Miedo + Anticipación → Ansiedad Sorpresa + Ira → Indignación Tristeza + Anticipación → Pesimismo Página | 6 1.3. Reconstrucción lingüística de las emociones Comparto con ustedes la reconstrucción lingüística de las emociones más comunes, es decir, la creencia que da origen a la emoción. Emociones relacionadas con la preocupación por la identidad que generamos (pública o privada) como consecuencia de nuestras acciones En esta categoría se encuentran las siguientes emociones: • Arrepentimiento. Dañé a alguien y pude haberlo evitado. No volveré a hacerlo, pido perdón a Dios y ofrezco disculpas a quienes afecté. • Culpa. Violé mis principios y valores personales, me siento inferior, no me puedo perdonar y merezco ser castigado. • Vergüenza. Violé los principios y valores de la comunidad y esto afecta mi identidad pública. Ofrezco disculpas a los afectados y deseo desaparecer del mundo. • Turbación o bochorno. Todos me miran por lo que ha ocurrido sorpresivamente y me juzgan, por lo que deseo desaparecer del mundo. • Remordimiento. Me siento mal porque alguien está sufriendo por algo que hice y pude haber evitado. Emociones conectadas a nuestra preocupación por el destino o suerte de otra gente o por acciones que realizan y que no necesariamente nos afectan en forma directa En esta categoría se encuentran las siguientes emociones: • Envidia. Me molesta ese logro (que yo no he podido) y deseo que lo pierdas. • Admiración. Eso está muy bien hecho y si yo tuviera que hacerlo me gustaría hacerlo así. Cuando no se distinguen dominios, se convierte en IDOLATRÍA. • Desprecio. No puedo esperar nada bueno por eso que hiciste. Soy superior a ti y no hablaré contigo. • Compasión. Te pasó algo que te está haciendo sufrir. Esas cosas pasan, sufro con tu sufrir y quiero ayudarte. • Lástima. Te pasó algo que te está haciendo sufrir. Ojalá no pasaran esas cosas, pero no me concierne y tampoco puedo hacer nada al respecto. Emociones que tienen que ver con nuestra preocupación por la defensa de lo que consideramos nuestra independencia, autonomía y dignidad En esta categoría se encuentran las siguientes emociones: • Celos. Eso que has hecho es una deslealtad al amor que siento por ti y deseo castigarte. • Rabia. Lo que has hecho me daña y es injusto y deseo castigarte. Página | 7 • Indignación. Faltaste a tu promesa y eso me ha dañado. Cumple tu promesa o atente a las consecuencias. Emociones que surgen específicamente de la forma en que revivimos el pasado En esta categoría se encuentran las siguientes emociones: • Nostalgia. Fue un periodo maravilloso de mi vida, pero no volverá a suceder. Disfruto recordarlo y quisiera volver a vivir esos días. Emociones que tienen una relación directa con los juicios de ganancia o pérdida de posibilidades En esta categoría se encuentran las siguientes emociones: • Tristeza. He perdido algo y eso disminuye mis posibilidades. Quiero recordar lo perdido. • Miedo. Puedo perder algo que disminuirá mis posibilidades. El regalo del miedo es que nos permite CUIDAR, pero que no nos tome. • Frustración. Por más que lo intento no puedo lograrlo. Esto es injusto y no puedo hacer más. Me daré por vencido si continúa esto así. • Ansiedad. Eso que pasó puede causarme algo muy malo y no puedo hacer nada al respecto. No puedo tranquilizarme. • Pánico. Eso que pasó puede hacer que yo pierda todo y no puedo enfrentarlo. Estoy paralizado. • Gratitud. No estabas obligado a hacer eso, pero ha sido beneficioso, para mí o para otros. Quedo abierto a tus pedidos. Abre las puertas a la humildad. Sexto grupo: emociones gatilladas por nuestras propias acciones En esta categoría se encuentran las siguientes emociones: • Arrogancia. Sé cómo funcionan las cosas y los demás son menos inteligentes que yo, así que no necesito escuchar a nadie. • Orgullo. Hay mérito en lo que hice y me siento satisfecho. Me felicito a mí mismo. • Satisfacción. Lo que tengo colma ese deseo o necesidad y eso me causa bienestar y placer. 1.4. Algunas reflexiones sobre nuestro mundo emocional A continuación, comparto con ustedes algunas reflexiones sobre nuestro mundo emocional: Cuando la necesidad de complacer a los otros es mayor a las necesidades de nuestro propio ser (complacemos a los demás por encima de nuestros propios deseos, necesidades o aspiraciones), se genera una pérdida de dignidad y de libertad en nosotros mismos. En este caso, aprender a decir NO es un aprendizaje fundamental. Página | 8 La pasión se entiende como el deseo de fundirse con aquello que amas. Es querer ser uno solo aquello que es objeto de tu pasión (pasión por la música, pasión por el arte, pasión por tu pareja, etcétera). Cuando haces algo que consideras que va en contra de tus valores personales sientes culpa, pero cuando crees que lo que has hecho viola las normas de tu comunidad, lo que sientes es vergüenza. La alegría puede ser confundida con la excitación y de ahí que muchas veces, cuando nos sentimos infelices intentamos compensar esa falta de felicidad con algo que nos genere excitación, como el consumo de licor, las drogas o cualquier cosa que lleve al límite nuestros sentidos y sensaciones. El problema de eso es que comenzamos a acostumbrarnos a ese ciclo y generamos dependencia y resistencia, de forma tal que cada vez requerimos emociones más fuertes para llenar ese vacío que sentimos por la falta de alegría natural en nuestras vidas. La ternura es la emoción que nos pone en contacto con la seguridad. Es la emoción que nos dice: “Ven aquí que yo te sostengo”. La tristeza es una emoción muy especial que nos anuncia que hemos perdido algo que en verdad nos importa. Sin embargo, en alguna ocasión puede ocurrir algo extraño con esta tristeza, cuando nos deshacemos de algo que nos ha estado martirizando por mucho tiempo y, contrario a lo que podríamos suponer, nos sentimos tristes por haber perdido eso que habíamos cargado por mucho tiempo y que ahora ya no tenemos. También puede pasar que confundamos la tristeza con el asombro, como cuando escuchamos o vemos algo muy bello, como un hermoso atardecer, y comenzamos a llorar; en este caso, la causa del llanto no es la tristeza, sino el asombro por la belleza de lo que estamos experimentando. No es posible hablar de emociones buenas y emociones malas. Como ya dijimos, todas las emociones son mensajeras que nos anuncian algo y ese es su trabajo. El problema surge cuando no prestamos atención a ese mensaje y nos quedamos con la emoción o carecemos de la habilidad para asimilarla, dejando que nos controles y nos vuelva sus esclavos. Si una persona es demasiado malhumorada o rabiosa, por ejemplo, es solo que no aprendió la sabiduría de la rabia y lo único que sabe es sacarla y esconderla. El arte de vivir tiene que ver no con borrar las heridas y cicatrices, sino de vivir con ellas, pero en paz, sin seguirnos castigando. II. EL PODER DE LAS CONVERSACIONES En este apartado se hace referencia a los diferentes tipos de conversaciones que podemos sostener con nosotros mismos y con los demás. Conversaciones del mundo interior Las conversaciones acerca de nuestra historia (el pasado, los recuerdos). Los procesos reflexivos sobre las acciones realizadas para instalar aprendizajes. Página | 9 La oración, es la conversación con Dios. La meditación, es la conversación aquietante, en donde se acalla la conversación “privada”. Proporciona serenidad. La intuición, es esa conversación proveniente de una sensación, un pálpito, una sabiduría interna. Los sueños, la conversación en el proceso onírico. La conversación con el cuerpo: el diálogo privado con los órganos, sus manifestaciones, a través del dolor de la enfermedad, de la sanación. Conversaciones del mundo exterior Las conversaciones funcionales y relacionales: en donde las personas estamos danzando con el conversar de otro, lo que se dice y lo que se escucha y a partir de ahí se construye el diálogo. Las conversaciones corporativas: de contexto, de aprendizaje, de objetivos, de reclamo, de reconocimiento, de inicio, de cierre, de especulación… La conversación para coordinar acciones. La conversación de propósito, en donde la persona trae sus talentos, habilidades y dones y le pone voz a algo más grande que su propio paso en el hacer y se permite solo ser. La conversación con quienes ya no están. El intencionar: conversación dirigida con el propósito de movilizar la energía con un propósito definido. La conversación con la madre tierra, la “pachamama”, honrar la sabiduría de lo esencial, de los elementos, del abuelo fuego, de la pureza del aire, la limpieza del agua, la fertilidad de la tierra… Las conversaciones con el mundo emocional: permitirnos escuchar el mensaje que nos brinda nuestro sentir. Las conversaciones de queja. Suelen hacerse a escondidas. Asumimos el rol de víctimas, tienen un aire de injusticia y prejuicios en contra y siempre hay un culpable, pero no se puede hacer nada. Las conversaciones de reclamo: o Reclamos legítimos: con pedidos y solicitudes provenientes de un incumplimiento o falla a una promesa establecida previamente, o también; o Reclamos implícitos, que se dan producto de amplias promesas, que se constituyen y pactan a través del tiempo, (por ejemplo, cuando una pareja hace “votos” en su boda) Página | 10 Las conversaciones de feedback: de reconocimiento a la labor realizada, exaltando virtudes y acciones y también de mejora. Las declaraciones de perdón, de derechos humanos, de libertad, de éxito, de fracaso, como grandes anuncios que generan y establecen compromisos sociales. Las conversaciones de llamados de “lealtad a la tribu”, a las costumbres de familia, de comunidad, de grupo, que buscan prevalecer la historia. Las conversaciones para construir relaciones y cultivarlas: Invitaciones, llamadas, saludos, celebraciones. Conversaciones para planificar las conversaciones. BIBLIOGRAFÍA Anzorena, O. (2008). Maestría Personal - El camino del Liderazgo, Un modelo para la práctica del coaching y la facilitación del Desarrollo Personal y Organizacional. LEA. Anzorena, O. (2012). El Arte de Comunicarnos - Conceptos y técnicas para una comunicación interpersonal efectiva. LEA. Asociación Argentina de Profesionales de Coaching (AAPC) (2015). Significación del Coaching Ontológico, Constructivista y Sistémico – Modelo 7CCOP. Leven Anclas. Asociación Española de Coaching (ASESCO) (2018). 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