VERACIDAD Y RESPETO AL HABLAR, PRÁCTICAS DE ÉTICA EN EL EJERCICIO DEL PERIODISMO RADIOFÓNICO, SEMILLA QUE SE SIEMBRA EN EL AULA PARA EL ALUMNO DE LA LICENCIATURA EN COMUNICACIÓN Y COMPETENCIA PROFESIONAL DE UN LOCUTOR DE RADIO. Crystiam del Carmen Estrada Sánchez. Competencias transversales para la formación integral del estudiante. Experiencia. Ética, periodismo radiofónico, competencia profesional, locutor de radio. El interés y la demanda de los jóvenes Tabasqueños por ingresar a estudiar la licenciatura en comunicación crece cada semestre, por lo menos en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco esta ha llegado a incrementarse hasta en un 60 por ciento, aproximadamente (página web de la UJAT) esto implica, entre tantas cosas, la urgente necesidad de mejorar y trabajar cada vez más en los programas de las asignaturas y planes de estudios de dicha carrera profesional, pero también implica crear nuevas y mejores estrategias de enseñanza en el aula, mismas que le permitan al alumno generar competencias para un mejor desempeño en el inicio y trayecto de su profesión, tal y como lo señaló René Thierry en junio del 2012, durante un módulo impartido a los catedráticos de la UJAT y en el cual mencionó “Es importante sensibilizar a los profesores universitarios sobre la importancia de una enseñanza centrada en el aprendizaje que contribuya a desarrollar competencia entre los alumnos y propiciar procesos autosugestivos”. Indudablemente las palabras del Doctor deben hacer eco en nuestra práctica docente, pero además nos debe motivar para que como catedráticos le demos al alumno, las herramientas necesarias para un mejor desempeño laborar y así este considere la dignificación de su quehacer como comunicador, dentro de los medios de comunicación masivos. Lo anterior tiene que ver también con la ética profesional, la cual se constituye por un conjunto de derechos y obligaciones morales que tiene el individuo en busca del bien común, esta ética en la práctica profesional no es nada más que la aplicación de esas normas, fundadas en la honradez, la cortesía y el honor, pero sobre todo en el ejercicio de nuestra profesión como comunicadores y en la de los alumnos como futuros profesionales debe ser contribuir al fortalecimiento de las estructuras de la conducta moral del individuo. (Morales Arturo, 2007). La falta de ética profesional al no hablar con la verdad y respeto a los demás, no solo afecta a las víctimas que la sufren, aunque ellas sean las primera perjudicadas: Consecuencias hay muchas, las más importantes son: la baja autoestima de quienes las cometen y el desprestigio de la profesión, así de esta manera se destruye la desconfianza pública y se frustra la esperanza de los sectores sociales, que justamente esperan la realización correcta del trabajo de los individuos que fueron privilegiados con una formación profesional. El abogado Lautaro Ríos (2011), con respecto a esto dice: “Las actuaciones contrarias a la ética no solo dañan a quienes las sufren, sino principalmente a la comunidad humana en que acontecen y esta última es la más afectada. Las normas éticas tienen la función de guiar el actuar cotidiano de la persona de modo que sea humanizante. Las normas éticas que debe seguir la persona en su actuar son: La norma de intimidad: Implica que la persona siempre debe respetar su interioridad, profundidad, la riqueza que el mismo construye. Toda persona constituye una originalidad única e irrepetible, que simultáneamente se descubre a si mismo y se construye a si mismo, ella es condición de posibilidad de su propia realización, por eso necesita respetarse y respetar a los demás en todos los casos y en todos los ámbitos, en este caso tanto en el docente como en el del alumno. Norma de veracidad: La persona debe siempre buscar y manifestar la verdad a si mismo, rechazando toda falsedad o sentido que defórmela verdad de las cosas y de las personas, todo lo que atente contrala realidad y la verdad, será falso. El comportamiento ético no solo es asunto del alumno, sino también del docente, sin duda alguna de toda actuación humana, sin embargo compromete más a los docentes, sobre todo a quienes formamos en el nivel superior, ya que la sociedad espera profesionales egresados de este nivel educativo, que demuestren una actuación correcta en todos los sentidos, pues los profesionales tienen un fin social y este consiste en servir adecuadamente y buscar el bien común. Y es precisamente al hablar de medios de comunicación masivos cuando se olvida en ocasiones la ética profesional, pues es son en ocasiones mal utilizados y eso del bien común pareciera no importar, cuando los comunicólogos hablamos de los medios masivos de comunicación, nos referimos a todos los medios tanto electrónicos como escritos, pero lo que a esta ponente atañe y en su práctica docente desea externar ante ustedes, se refiere específicamente a la radio, la cual es definida como un medio de comunicación de mayor penetración en el mundo (Avilés Raúl, 1984), la radio como medio de comunicación , es hoy por hoy y seguirá siendo el medio de comunicación de mejor penetración y fácil acceso al público en general, por ello la importancia de que dentro de su programación, existan mejores contenidos, formas claras y veraces de comunicar; manteniendo informada a la ciudadanía con fundamentos y respeto de lo que se dice, a través del discurso que se pronuncia. Es el medio de comunicación electrónico que penetra más rápido que cualquier otro, pues no requiere siempre de energía eléctrica para funcionar, en cualquier momento se puede suspender lo que se trasmite en su programación para anunciar emergencias o noticias de gran importancia para la ciudadanía y en cualquier lugar donde una persona se encuentre, puede llevar un aparato de radio; (Avilés Raúl, 1984) también es de fácil acceso, pues de casi todos los medios electrónicos que existen es uno de los más económico para poderlo adquirir y para poderlo escuchar. Mediante un aparato de radio, el ser humano puede estar al tanto de todo lo que pudiera ocurrir en su comunidad, estado o país, sino preguntemos a los habitantes de Nueva Jersey en Estados Unidos, quienes experimentaron en el año de 1938, la dramatización radiofónica que hiciera el reconocido Orson Welles en la cadena CBS, llamada La guerra de los mundos, esta adaptación de la obra a la radio fue tan real que causo pánico en los habitantes del lugar, mismos que creyeron en su gran mayoría que en realidad los extraterrestres, estaban invadiendo la tierra. Las reacciones que el radioescucha pudiera tener al escuchar a un locutor de radio son innumerables, por ello es necesario e imprescindible considerar, que los contenidos del discurso radiofónico a pronunciar sean analizados, investigados, comprobados y cotejados, previo anuncio y difusión de los mismos, con veracidad, responsabilidad y respeto, considerando para ellos la ética profesional, la cual deberá ir implícita en los contenidos temáticos de la impartición de la asignatura dentro de lo que llamamos los docentes, el currículo oculto. Vale la pena mencionar lo que en relación a lo anterior nos comenta Lourdes Benítez Cereijo ( Julio 2012) “En no pocas ocasiones he escuchado decir que las palabras tienen alma. Tal vez alguien se pregunte cómo puede ser eso posible cuando las palabras son como brisas que pasan, acarician el rostro y después no vuelven más. Sin embargo, me atrevería a afirmar que no solo tienen alma, también poseen fibra, emoción, sentimiento..., elementos todos que cobran vida en esos profesionales de la voz y artistas de la expresión oral que son los locutores. Con los ecos aún latentes del II Encuentro Científico Nacional de Locución —espacio de análisis y diálogo acerca de temas claves de ese sector en el país— quedaron revoloteando algunas ideas sobre las cuales valdría la pena volver la mirada. Entre ellas, los principales desafíos que enfrenta el ejercicio de la locución. Con ese propósito JR conversó con experimentados profesionales del habla. «Muchos son los retos», comentó Marialina Grau, presidenta de la sección de Locución de la UNEAC. «Debemos darle la importancia que merece a la expresión oral, la limpieza al hablar, el respeto al español que hablamos en nuestro país y el cuidado de las curvas entonacionales, todo lo cual conforma nuestra identidad. Los cubanos hablamos con una musicalidad que nos distingue, de la misma forma que los argentinos, chilenos, uruguayos y mexicanos tienen la suya». ¿Cuántas veces no vemos o escuchamos en nuestros medios de comunicación a personas que emplean frases foráneas, copian estilos o se proyectan de una forma que no es la idónea? En busca de las causas nos topamos con un aspecto que ha generado mucha polémica: la intrusión profesional. Según algunos experimentados locutores, es común ver a populares artistas —ajenos al campo de la locución— presentando o conduciendo espacios para aprovechar su atractivo en aras de despertar el interés del público. Sin embargo, no son pocos los que con su desempeño perjudican el ejercicio del buen decir ya que no están formados o habilitados. «Se impone atajar a tiempo cuestiones como estas que desvirtúan la profesión. Como consecuencia se cae en la chabacanería y la banalidad reflejada en la mala dicción, en los problemas para articular, y en la incorrecta pronunciación y lectura de la cadena hablada. Injustamente se atribuyen erratas al locutor, que ha sido siempre una persona preparada y patrón de la expresión oral. Ni la radio ni la televisión pueden hacerse eco de malos ejemplos con frases que desgraciadamente se van acuñando en el público». Hay casos excepcionales, recordó Marialina. «Tenemos los ejemplos de Rosita Fornés, quien fue muy buena conductora, además de cantante, actriz y bailarina, pero se preparó para esa labor; y el de Esther Borja, conductora también durante muchos años de un programa musical. Ellas lo pudieron hacer, pero esa no es la situación de la mayoría. Ser actor o cantante no implica que puedas llevar adelante la conducción y ese es un factor que se debe conocer y tener presente». En opinión de los profesionales entrevistados, la búsqueda de voces y rostros del agrado del público —en un intento de ganar en atractivo o proyectar más naturalidad— no significa sacrificar la técnica y la profesionalidad. Para Miguel Sierra, locutor de la emisora Radio Cadena Habana, «si tienes incorporado hablar correctamente lo haces con naturalidad, de lo contrario la expresión oral se percibe forzada y conduce a la pérdida de credibilidad». Consideró que el principal desafío de la locución es lograr ser reconocida como tal y que no se minimice, pues es un arte con un alto nivel de responsabilidad. «Los locutores devienen paradigmas no solo del idioma sino también del sistema de valores. Las personas imitan a los locutores —quienes llegan al círculo más estrecho de las relaciones interpersonales—, por tanto no se puede descuidar la importancia de un individuo frente a un micrófono». Hay quienes afirman que en Cuba hay una decadencia de la locución, señaló César Arredondo, con sus dotes de excelente comunicador. «Pienso que no es así, sino que simplemente estamos en otro momento donde es vital insistir en la superación y el adiestramiento». Ante los retos, se impone la necesidad de abogar por profesionales cada vez más preparados y capaces de responder a las exigencias de una labor para nada sencilla. El locutor no es ese personaje que está en los medios como un simple transmisor de mensajes o ideas plasmadas en un guión. Es un artista capaz de dominar la técnica y poseer sensibilidad, un orfebre de la voz, que educa y se erige como patrón identitario de referencia y paradigma de la cultura idiomática. Por lo anterior, la importancia de que en la Licenciatura en comunicación se enseñen mejores estrategias pedagógico-didácticas que permitan al alumno un mejor aprendizaje y desarrollo, en lo personal y profesional, ya que si el alumno decidiera, en su práctica profesional, ejercer la locución de radio, deberá conocer y aplicar competencias que le hayan sido aprendidas, prácticas y empleadas dentro del aula; en el nivel superior, pero sobre todo en la asignatura de periodismo radiofónico. La asignatura de periodismo radiofónico que se imparte en el 7º semestre de la licenciatura en comunicación, de la División Académica de Educación y Artes, en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, pertenece al área sustantiva profesional, es una de las materias que bien podría ayudar dentro del aula, a los catedráticos y estudiantes de la Licenciatura en Comunicación, a crear competencias para un mejor uso y aplicación de los contenidos en la radio; estas competencias, podrían permitir que este alumno sea capaz y profesional como locutor dentro de este medio de comunicación electrónico tan importante en su uso en el mundo. Por lo anterior, es que como docente en el nivel superior de la Licenciatura en Comunicación de en la UJAT, me he dado a la tarea de implementar nuevas técnicas pedagógico- didácticas en dicha asignatura y que permitan al alumno dentro y fuera del aula, tener la capacidad de hablar como locutor de radio, con veracidad y respeto de un hecho o suceso, pero también de las personas. Para ello se implementaron los siguientes pasos básicos: La investigación a fondo de un hecho noticioso suceso de interés social. Seguidamente se exhorto al alumno a la búsqueda exhaustiva y adquisición de fuentes de información (pruebas), mismas que le permiten tener un mejor y más conocimiento sobre ese hecho o suceso, así como también pruebas para poder hablar con conocimiento y fundamento de los mismos. Una vez obtenidas, analizadas, revisadas y perfectamente bien identificados los contenidos informativos de las fuentes de información, se procedió a determinar el género radiofónico mediante el cual se debería transmitir la información sobre ese hecho noticioso o suceso. Para que posteriormente se diera inicio a la redacción de la nueva información, creando así un texto claro, con perfecta redacción, que permitió al alumno (locutor) y al radioescucha conocer sobre ese hecho noticioso o suceso de manera clara y veraz. Finalmente, este hecho noticioso o suceso, fue difundido y trasmitido en una radiodifusora en el estado de Tabasco. En relación al respeto, desde los inicios de la asignatura y durante el trabajo áulico, el profesor presentó, ejemplificó y explicó a los alumnos, los contenidos de los artículos 6º y 9º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en donde se pudo comprender en que marco legal y jurídico deben conducir sus palabras, contenidos y trabajo profesional como comunicadores, mediante el ejercicio de la locución de radio y de cualquier uso de los medios de comunicación. De igual manera, el profesor debe explicar y ejemplificar al alumno, las cualidades y características que requieren el ejercicio del periodismo radiofónico, como la ética, los principios y valores, que implican en todo momento aplicarlos para el profesional de la comunicación. El proceso parece fácil pero lleva tiempo y requiere también del interés y responsabilidad personal del alumno, así como de la paciencia y experiencia del docente, pero esta tarea no es difícil, ya que si el profesor va guiando, asesorando, corrigiendo y trabajando mano a mano, cátedra a cátedra, junto con el alumno, ambos lograran excelentes resultados. No se está inventando nada a este respecto, solo se requieren de procesos pedagógicos y didácticas nuevas que nos permitan avanzar en nuestro quehacer como docentes, las cuales indudablemente nos permitirán crear en ellos esas competencias que en el nivel superior y en su vida profesional se requieren, ante los retos del crecimiento del mundo globalizado. Finalmente, nada esta escrito sobre los procesos pedagógicos y didácticos que los docentes utilizamos en el aula, estamos en constante cambio y en permanente aprendizaje, no solo ellos, sino también nosotros como docentes, debemos ser conscientes de que todos estamos inmersos y somos responsables del devenir de los tiempos, en la educación superior. REFERENCIAS. 1. www.ujat.com 2. Avilés Raúl. Los medios de comunicación y su desarrollo en la sociedad. Mc Graw edit. 2004. 3. Benítez Cereijo Lourdes. Para hablar bien en la radio. Porrua. 2012. 4. Morales, Arturo. La ética en la docencia. Colombia edit. 2007. 5. Thierry, René. UNAM, Facultad de Filosofia y Letras, 2012.