PUNTODEVISTA Competencia clave, competencia distintiva y ventaja competitiva; ¿Cuál es la diferencia? ANN MOONEY STEVENS INSTITUTE OF TECHNOLOGY HOBOKEN, NEW JERSEY ABSTRACTO. La competencia clave, la competencia distintiva y la ventaja competitiva son los conceptos de negocios más importantes en los que gerentes, investigadores y educadores confían al momento de tomar decisiones, investigar o enseñar. Sin embargo, se ha prestado poca atención en definirlos. Como resultado, se han transformado en palabras de moda que se utilizan frecuentemente y sus significados a menudo se dan por sentados, pero no se alcanzan a comprender por completo. En este artículo, el autor revisa la evolución de estos conceptos en la literatura relacionada a negocios y entrega definiciones completas, modelos conceptuales y ejemplos para ayudar a clarificar y distinguirlos, de manera de evitar malas interpretaciones comunicacionales. Palabras claves: competencias, ventaja competitiva, estrategia Copyright © 2007 Heldref Publications D esde su creación a mediados de siglo 20, el estudio de las disciplinas de negocios se estableció como una disciplina académica. La proliferación de planes de estudios de negocios, revistas y asociaciones de profesionales y académicos es evidencia de un crecimiento dramático en la educación de negocios. A pesar de que el crecimiento ha mejorado la comprensión de negocios y las prácticas de negocios informadas, tal crecimiento trae también varios problemas. Por ejemplo, aquellos que realizan negocios, investigadores y educadores se confunden respecto de conceptos y términos importantes utilizados de forma generalizada en el campo. Un entendimiento de los conceptos claves es de suma importancia para forjar los cimientos sobre los cuales se sustentas quienes practican esta disciplina y los académicos que la comunican, así como es también clave para la construcción de investigaciones futuras. En este artículo exploro tres conceptos importantes; competencia clave, competencia distintiva y ventaja competitiva. Expertos en negocios, en particular aquellos de gestión estratégica y marketing, están constantemente aconsejando a empresas de toda la industria que desarrollen competencias claves y distintivas, y que creen una ventaja competitiva. Un análisis de estos tres conceptos, sin embargo, revelan un problema. Han sido tomados de alguna forma de un estatus de palabras de moda, donde se usan de manera tan frecuente que sus significados e interrelaciones se dan por sabidos y asumen representar ideas que no están necesariamente validadas. Profesionales e investigadores parecen subestimar la complejidad de estos conceptos, quizás porque existe poca información acerca de lo que estos conceptos significan y cómo se relacionan entre sí. En este artículo reviso y sintetizo la evolución del uso de tres conceptos importantes en el léxico común de negocios: competencia clave, competencia distintiva y ventaja competitiva. Este análisis de literatura de negocios sirve como base para ofrecer definiciones completas, modelos conceptuales y ejemplos con los que los conceptos se pueden entender y comunicar. Esta es una aproximación práctica ya que los conceptos son a menudo una parte muy relevante en el desarrollo y comprensión de las estrategias de negocios. Además, una comprensión clara de estos tres conceptos ayudará a evitar problemas de raíz con la ambigüedad, permitiendo así bases conceptuales más rigurosas para futuras investigaciones. La evolución del uso de Competencia clave, Competencia Distintiva, y Ventaja Competitiva en la literatura Competencia clave A pesar de que fue Yrews (1971) quien presentó el concepto de competencia clave como “El corazón de la competencia” (p. 46) y definida como “lo que la empresa puede realizar particularmente bien” (p. 46), un trabajo anterior de Ansoff (1965) entregó una abundante discusión a su significado. Ansoff no utilizó el término competencia clave, pero describió los elementos más importantes del concepto en su intento de crear “un hilo común” (p. 105) en las competencias de la empresa que representa “una relación entre los mercados de productos presentes y futuros que permitirá a las personas que no pertenecen al negocio percibir hacia dónde se dirige la compañía, y la gestión interna proporcionar una guía” (p. 105). Desde Ansoff y Yrews, los investigadores han agregado riqueza al significado de competencia clave. Un estudio que influenció fue el de Prahalad y Hamel (1990), quien explicó que las competencias claves son las competencias principales que una empresa utiliza para competir, a pesar de que las competencias pueden a menudo ser difíciles de identificar o eclipsadas por la relevancia de los productos de la empresa. Utilizando la analogía de un árbol, Prahalad y Hamel explicaron que las competencias claves son como las raíces del sistema que “proporcionan nutrición, sustento y estabilidad” (p. 82) y advierten que “uno obvia la fortaleza de un competidor al mirar sólo sus productos finales de la misma manera que cuando obviamos la fortaleza de un árbol sólo al observar sus hojas” (p. 82). Consistente con Prahalad y Hamel (1990), otros investigadores han descrito las competencias claves como la base de una construcción de bloques de la estrategia corporativa de una empresa. (Collis & Montgomery, 1995; Frery, 2006). En particular, al decidir diversificar, los investigadores han acentuado los beneficios de elegir negocios que se acerquen a las competencias claves existentes (por ejemplo, expertise gerencial, capacidades innovadoras) debido a que el uso de tales habilidades puede tener resultados en costo – eficiencia y efectividad operacional que ayudan a una empresa a competir en nuevos negocios. (Markides, 1997; Porter, 1987). Por ejemplo, Nike has utilizado favorable y exitosamente su expertise en marketing al extender su marca más allá de las zapatillas hacia la ropa deportiva y tiendas de retail, además de auspiciar clubes deportivos y comunidades en línea que tienen probabilidades de comprar sus productos, (Holmes, 2006). Un análisis de las competencias claves también pueden colaborar al momento de evaluar estrategias de diversificación pasadas al revelar una necesidad de más desarrollo de competencia, outsourcing, reestructuración, o reducción. (Hafeez, Zhang, & Malak, 2002; Webster, Malter, & Ganesan, 2005). Por ejemplo, en 2005, IBM vendió su división de computadores personales (PC) a Lenova, principalmente porque 111 Revista de Educación para negocios IBM percibió que los PCs tenían poco que ver con su competencia clave de proporcionar servicios, softwares y computadores de alta gama. Mi revisión de la investigación acerca de las competencias claves destacan dos atributos esenciales de las mismas. Primero, una competencia clave debe ser una habilidad o capacidad de una empresa más que meramente una propiedad de un recurso. Segundo, las competencias claves deben ser destacadas en ayudar a una empresa a alcanzar sus objetivos (Collis & Montgomery, 1995; Prahalad & Hamel, 1990). En otras palabras, una competencia clave es esencial es las actividades de generación de valor de una empresa. Competencia Distintiva El término competencia distintiva fue acuñado por primera vez por Selznick (1957), quien argumentó que las competencias distintivas “pueden dar paso a una mejor forma de clasificar las organizaciones que enfocándose en las similitudes de las estructuras o en objetivos” (p. 50). En otras palabras, las competencias distintivas ayudan a que una empresa a sobresalir en sus mercados cuando sus competencias son superiores a las competencias de sus competidores (Yrews, 1971, 1980; Collis & Montgomery, 1995; Hitt & Irely, 1985; Littler, 2005). Selznick explicó, Una competencia distintiva no se restringe necesariamente al resultado de una adaptación peculiar de una organización a sus propios propósitos especiales y programas. Se puede desarrollar una competencia de alguna forma más general, como cuando decimos que una empresa es buena en marketing, pero menos exitosa en producción. (p. 50) Sin embargo, es importante notar que individuos fuera de la empresa deben poner atención a una competencia distintiva, o como lo explica Neil (1986), “Debe ser altamente visible a los consumidores” (p. 20). Además, una competencia distintiva debe ser sustentable; de otra manera su existencia será demasiado efímera como para tener un impacto significativo en la empresa. Collis y Montgomery (1995) recomendaron que para que una competencia distintiva sea sustentable, debe ser difícil de imitar. Las empresas pueden lograr este objetivo al involucrar factores como confianza en la marca, tecnología exitosa, ambigüedad causal (e.g., dificultad en desenredar cuál es la fuente o cómo se crea), y disuasión económica (e.g., economías a escala). Por ejemplo, las tiendas Target han desarrollado una competencia distintiva al poseer una marca mediante la cual, con una simple y rápida mirada a su marca roja, los clientes son capaces de asociarlo con su cadena de tiendas y su estrategia de precios bajos todos los días. En resumen, varios de los atributos claves de la competencia distintiva emergen de la literatura. Primero, la competencia distintiva, como competencia clave, debe ser una habilidad o capacidad de la empresa. Segundo, como lo sugiere el término, una competencia distintiva debe ser distintiva: debe ser visible a los consumidores y percibida como superior a aquellas de otras empresas. Y, por último, para que una competencia distintiva sea sustentable, debería ser difícil de imitar. Ventaja Competitiva Probablemente el concepto de negocios más común hoy en día sea el de ventaja competitiva. A pesar de su amplio uso, pocos investigadores han intentado definir el concepto y es a menudo confundido con competencia distintiva (Day & Wensley, 1988). Las excepciones incluyen trabajos de Ansoff (1965), quien define ampliamente ventaja competitiva como “las propiedades individuales de un mercado o producto que le darán a la empresa una fuerte posición competitiva” (p. 79), y Uyterhoeven, Ackerman, y Rosenblum (1973) y Hofer y Schendel (1978), quienes se refieren a ventajas competitivas como la manera en la cual una empresa aplica sus habilidades y recursos a un producto o mercado individual. El libro de Porter (1985) titulado Ventaja Competitiva impulsa el concepto de ventaja competitiva dentro de la jerga popular de negocios. Porter no articula una definición del concepto, pero explicó que una ventaja competitiva hace referencia a factores organizacionales que le permiten a una empresa superar a sus competidores. Como tal, Porter argumentó que sostener una ventaja competitiva debería ser el propósito central de la estrategia competitiva de una organización y la creación de valor es la forma de alcanzarla. La ventaja competitiva crece fundamentalmente en razón del valor que una empresa es capaz de generar para sus compradores que excede el costo de la empresa en crearlo. El valor es lo que los compradores están dispuestos a pagar y el valor superior se origina del ofrecer precios más bajos que los competidores por beneficios equivalentes o que proporcionen beneficios únicos que más que compensen un precio superior. (Porter, 1985, p. 3) Los argumentos de Porter (1985) reflejan el marco común para evaluar ventaja competitiva del análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas). La ventaja competitiva se origina de la habilidad de la empresa de hacer uso 112 Revista de Educación para negocios de sus fortalezas internas para responder a oportunidades medioambientales externas mientras evitan amenazas externas y debilidades internas. La visión basada en recursos de una empresa ofrece una alternativa a este marco básico al enfocarse en recursos superiores como una fuente de ventaja competitiva sostenible (Barney, 1991; Wernerfelt, 1984). Como lo explicaron Collis y Montgomery (1995), “La ventaja competitiva, independiente de su fuente, puede finalmente ser atribuida a la posesión de un recurso valioso que permite a la empresa llevar a cabo actividades mejor o de forma más económica que sus competidores” (p. 120). Además, para ser sostenible, una ventaja competitiva debería ser difícil de imitar o sustituir (Barney, 1991). Por ejemplo, King (2007) argumentó que las empresas sostenían una ventaja competitiva cuando sus competencias poseían una fuerte ambigüedad causal porque sus competidores tenían pocas posibilidades de identificar o entender tales competencias lo suficientemente bien como para imitarlas. Por ejemplo, los competidores has encontrado difícil imitar la atmósfera de tienda única de Starbucks y sus competencias de marca, como resultado, Starbucks ha sostenido su ventaja competitiva. (Michelli, 2006). Así, como una competencia distintiva, una ventaja competitiva debe ser difícil de imitar para ser sostenible. A diferencia de una competencia distintiva, una ventaja competitiva debe también permitir superar la empresa con la cual se compara. Por último, una ventaja competitiva puede ser una capacidad de la empresa o, a diferencia de una competencia distintiva o clave, puede ser un recurso superior tal como una ubicación favorable, un producto deseable o el nombre de una marca reconocida que le permita a la empresa ser exitosa. Definiciones de conceptos y sus interrelaciones La primera revisión de la literatura muestra que a pesar del variado uso de los conceptos de competencia clave, competencia distintiva y ventaja competitiva sus definiciones completas no existen. En la siguiente sección presento definiciones para estos conceptos que incorporan los atributos claves de estos. Competencia clave: Una capacidad que es central a las actividades generadoras de valor de la empresa. Competencia distintiva: Una capacidad que es visible a los clientes, superior a las competencias de otras empresas con las que se compara y difícil de imitar. Ventaja competitiva: Una capacidad o recurso que es difícil de imitar y valioso en ayudar a la empresa a superar a sus competidores. Competencia clave, competencia distintiva y ventaja competitiva comparten atributos comunes, pero son distintos. Para enfatizar esas diferencias, la Tabla 1 muestra los atributos esenciales que componen cada concepto. Como lo muestra la Tabla 1, los conceptos no son siempre mutuamente exclusivos, y cada uno puede tomar o emular cualidades de los otros. Presento estas relaciones en la Figura 1 y las discuto en las siguientes secciones. Como lo muestra el modelo conceptual (ver Figura 1), una competencia clave también puede ser una competencia distintiva (Trayectoria 1). Una competencia clave es una competencia distintiva si la competencia clave es visible a los clientes, difícil de imitar y superior a las competencias de las empresas con las que se compara. Sin embargo, esta situación no ocurre a menudo debido a que las competencias claves tienden a no ser muy visibles a los clientes. (Prahalad & Hamel, 1990). Por ejemplo, una competencia clave importante de General Electric (GE) es su habilidad de levantar y gestionar diversos negocios, lo que no es una competencia distintiva debido a que no es altamente visible a los clientes. Los clientes tienen más probabilidades de reconocer la fortaleza de los productos y servicios de General Electric que de apreciar su competencia de diversidad de gestión. Contrariamente, el servicio al cliente de la tienda de departamentos Nordstrom es una competencia clave debido a que clave para su negocio, pero al mismo tiempo es una competencia distintiva debido a que es altamente visible a sus clientes y se percibe como superior en comparación a la de otros del retail. Como se muestran en la Trayectoria 2 del modelo (ver Figura 1), una competencia distintiva puede transformarse en una ventaja competitiva. Como lo explicaron Hofer and Schendel (1978), Los bloques de construcción claves de la estrategia del nivel de segmentación de mercado o del producto pueden ser las competencias distintivas de la organización…y su habilidad para usar esas competencias para crear mayores ventajas competitivas en su acción de dominio elegido. (p. 66) McGee (2000) encontró que los vendedores al por menor independientes tenían más posibilidades de crear una ventaja competitiva en mercados dominados por vendedores de masas cuando desarrollaban competencias distintivas. Sin embargo, las competencias distintivas no siempre daban como resultado una ventaja competitiva debido a que podían no ser valiosas en ayudar a la empresa a superar a sus competidores. Por ejemplo, una pequeña tienda de juguetes local puede que se distinga de los vendedores de masas con una atmósfera de tienda superior que incluya un área donde los niños jueguen. Aun cuando los clientes puedan apreciar la atmósfera, todavía se pueden inclinar a comprar en la tienda Toys “R” Us debido a sus precios más bajos. TABLA 1: Atributos esenciales de las competencias claves, las competencias distintivas y las ventajas competitivas Concepto Atributo Competencia clave Capacidad de la empresa ✓ Clave en actividades de generación de valor ✓ Competencia Ventaja distintiva competitiva ✓ Visible a los clientes ✓ Superior a sus competidores ✓ Difícil de imitar ✓ Valioso para la empresa 113 Revista de Educación para negocios ✓ ✓ A pesar de que una competencia clave puede llegar a ser una competencia distintiva, una competencia distintiva puede también venir de competencias únicas que separen a la empresa de sus competidores, pero no son centrales en las actividades de generación de valor de la empresa y, así, no son competencias claves. (Trayectoria 3). Por ejemplo, la producción de productos finales de una empresa puede ser una competencia distintiva, pero a menudo no representa las capacidades claves que conducen las operaciones de la empresa. (Prahalad & Hamel, 1990). El Hummer de la General Motor’s (GM), por ejemplo, es diferente de entre otros vehículos deportivos en la industria automotriz debido a su robusto diseño único, sin embargo, es poco lo que conecta este producto con otros que ofrece la GM. De manera similar, una ventaja competitiva no necesariamente emerge de una competencia distintiva; la ventaja competitiva puede representar una competencia clave que tampoco es una competencia distintiva (Trayectoria 4). En la muestra de 2000 gerentes medios, King, Fowler, y Zeithaml (2001) encontraron que las competencias que llevaban a las ventajas competitivas eran generalmente caracterizadas por ser tácitas, robustas e integradas, lo que puede o no significar que sobresalgan como competencias distintivas. Por ejemplo, competencia clave (e.g., la habilidad de GE de levantar diversidad de negocios) podría terminar siendo una ventaja competitiva debido a que le permite a la empresa obtener mayores márgenes; sin embargo, esos márgenes no son visibles a los clientes. Una ventaja competitiva tampoco necesita surgir de una competencia – clave o distintiva. Más que eso, una empresa puede derivar una ventaja competitiva de un activo o recurso único tales como una localización favorable (e.g., una estación de gas puede ser exitosa sólo por su proximidad con una autopista) o un nombre de marca fuerte (e.g., la marca fuerte de Johnson & Johnson’s les permite vender más que muchos de sus competidores; Trayectoria 5). 114 Revista de Educación para negocios Una ilustración de la Industria de las bebidas Un ejemplo más rico y completo de las interrelaciones entre las competencias claves, las competencias distintivas y la ventaja competitiva se puede encontrar en la industria de las bebidas. La distribución de la empresa de Coca-Cola es una competencia clave porque es una capacidad esencial que es central en las actividades de generación de valor - la venta de sus productos bebestibles – de la empresa. CocaCola utiliza su poder de distribución para hacer que sus productos estén disponibles para sus clientes, sacar a sus competidores y explorar nuevos mercados. La distribución de CocaCola es también una competencia distintiva debido a que es difícil de imitar y está generalmente considerada como superior en comparación con otras empresas de bebestibles. Por último, la distribución de Coca-Cola es una ventaja competitiva debido a que es valiosa para la empresa pues la posiciona como mejor que sus competidores. Los consumidores de Coca-Cola compran sus productos en gran medida debido a que están convenientemente disponibles para compra. En contraste, la distribución de Royal Crown Cola (RC Cola), otra empresa de bebestibles sólo satisface el atributo de competencia clave. La distribución de RC Cola es una competencia clave de la empresa ya que, al igual que para CocaCola, es esencial para sus actividades de generación de valor – la venta de sus bebestibles. Sin embargo, la distribución de RC Cola no representa una competencia distintiva o una ventaja competitiva debido a que a pesar de que su distribución o disponibilidad es un factor que afecta la decisión de compra de los clientes, la distribución de RC Cola no es tan poderosa como aquella de sus competidores, tales como Coca-Cola o Pepsi. Es importante reconocer que la competencia distintiva y la ventaja competitiva se miden en comparación de las empresas contra la cual la empresa en cuestión está evaluada. Por ejemplo, si se evaluara la distribución de RC Cola sólo en términos de su fortaleza contra otras empresas de bebestibles más pequeñas (excluyendo Coca-Cola y Pepsi), su distribución podría ser vista como una competencia distintiva y como una ventaja competitiva. Sin una comparación explicita a empresas específicas, el juicio tiende a ser en relación con la industria como un todo. Implicaciones en educación de negocios Los investigadores y las personas relacionadas con negocios usan comúnmente los conceptos de competencia clave, competencia distintiva y ventaja competitiva. Sin embargo, una revisión del desarrollo de estos conceptos revela que sus definiciones, comprensión de estos e interrelaciones no se encuentran en la literatura, lo que da paso a ambigüedades y confusiones. Por ejemplo, muchos expertos en negocios solicitan la importancia de desarrollar competencias claves (Collis & Montgomery, 1995; Markides, 1997; Porter, 1987; Prahalad & Hamel, 1990), sin embargo, el valor real de las competencias claves se demuestra cuando forman una base para una ventaja competitiva, lo que no siempre sucede. La unión entre competencias claves y ventaja competitiva es tan importante que las definiciones de los conceptos se pueden confundir. Por ejemplo, uno de los artículos más citados en competencias claves – Prahalad y Hamel (1990) – sugieren que las competencias claves deberían ser difíciles de imitar. A pesar de que ser imitable de manera imperfecta es lo que más se desea ya que permite que las competencias claves se conviertan en ventajas competitivas, una competencia clave puede existir y no ser todavía una ventaja competitiva (e.g., el ejemplo de RC Cola confiando en su competencia clave de distribución). El concepto de competencia distintiva también puede ser mal interpretado. Así como con la competencia clave, los expertos a menudo ofrecen asesorías a las empresas respecto a desarrollar competencias distintivas (Yrews, 1980; Collis & Montgomery, 1995; Hitt & Ireland, 1985; Neil, 1986). Sin embargo, una tonalidad de competencias distintivas que no siempre se le clarifica a la empresa es que las competencias 115 Revista de Educación para negocios distintivas son valiosas sólo cuando ayudan a formar la base de una ventaja competitiva. Una competencia distintiva diferencia una empresa de otra. Por ejemplo, Google tiene una competencia distintiva, desarrollar tecnología de búsqueda en línea superior, y Kodak tiene la competencia distintiva de crear rollos de película fotográfica superior. La competencia distintiva de Google es una ventaja competitiva porque le permite ser superior a sus competidores como Yahoo. A pesar de que la competencia distintiva de Kodak en películas de fotografía lo separa de sus competidores, no representa una ventaja competitiva porque el mercado de película de fotografía tradicional ya no es lo rentable que solía ser debido a la expansión de la fotografía digital. Las definiciones, modelos y tablas que presento y discuto en este artículo pueden ser herramientas útiles en ayudar a gerentes y estudiantes de negocios a entender los conceptos de competencia clave, competencia distintiva y ventaja competitiva. Por ejemplo, los instructores pueden utilizar estas herramientas en conjunto con las discusiones de casos como una manera de ayudar a los estudiantes a identificar la posición competitiva de una empresa. Podría ser también de interés de empresas que utilicen estas herramientas, especialmente el modelo de interrelación de conceptos, como una manera de pensar con elementos claves de su estrategia de negocios. Por ejemplo, los gerentes pueden considerar qué competencias claves o qué competencias distintivas tienen y cómo esas competencias pueden llevarlos a desarrollar una ventaja competitiva. Esta investigación teórica podría también formar la base de futuras investigaciones empíricas y teóricas. Los investigadores pasados han explorado cómo las empresas pueden desarrollar competencias claves (Prahalad & Hamel, 1990), competencias distintivas (Collis & Montgomery, 1995), y ventaja competitiva (Porter, 1985). Sin embargo, los investigadores han llevado a cabo pocas investigaciones que exploren cómo las competencias claves y las competencias distintivas se pueden desarrollar de manera que sean también ventajas competitivas para las empresas. King, Fowler, y Zeithaml (2001) señalan que “Muchas empresas son conscientes vagamente del valor de sus competencias o de la importancia de las competencias que no tienen” (p. 95). Como resultado, tienen poca comprensión de cómo las competencias se pueden desarrollar y convertir en ventajas competitivas. Ulrich y Smallwood (2004) señalan que las empresas a menudo desatienden las competencias organizacionales – distintivas o claves – en comparación con sus inversiones activos físicos. Ulrich y Smallwood sugieren estrategias específicas acerca de cómo los gerentes pueden evaluar las competencias y construir sobre las mismas para producir ventajas competitivas. Ciertos tipos de competencias tienen mayor probabilidad de transformarse en ventajas competitivas. Por ejemplo, las competencias distintivas como la capacidad de desarrollo de un producto superior (e.g., el Ipod de Apple) puede tener mayor probabilidad de crear una ventaja competitiva debido a que influencia la decisión de compra de un cliente de un producto sobre otro. Valdría la pena que existiese mayor investigación que explore los factores que intervienen entre estas competencias (claves y distintivas) competitiva. y la ventaja Discusión El entendimiento acerca de competencia clave, competencia distintiva y ventaja competitiva a menudo se dan por sentado, pero son mal interpretados. Abordo este problema clarificando las definiciones e interrelaciones entre este trio de conceptos. Proporciono aclaración al respecto al revisar la evolución del uso de estos conceptos en la literatura y sintetizando la revisión como definiciones completas. Esta revisión acerca de la competencia clave, la competencia distintiva y la ventaja competitiva se realizó con la intención de evitar los problemas que surgen como resultado de la mala utilización de esos conceptos. Al entender los atributos más importantes y las interrelaciones de los conceptos aquí enfatizados, los gerentes tendrán mejor capacidad de comunicar estos conceptos dentro de las empresas. Los académicos, en particular aquellos de gestión estratégica, también se pueden beneficiar de la revisión de la literatura que aquí presento en este artículo. Una mejor comprensión de los conceptos ayudará a evitar ambigüedades en la literatura y a proporcionar una fundación conceptual solida sobre la cual construir futuras investigaciones. Puede ayudar además a académicos a mejorar sus enseñanzas acerca de estos conceptos a futuras personas relacionadas con negocios. NOTAS Las investigaciones de la Dr. Ann Mooney son práctica de toma de decisiones estratégicas y de conflicto de juntas de directivos y ejecutivos. La correspondía debería dirigirse a la 116 Revista de Educación para negocios Dr. Ann Mooney, Profesor Asistente de Stevens Institute of Technology, Howe School of Technology Management, �Castle Point en Hudson, Hoboken, NJ 07030. Email: [email protected] REFERENCES Andrews, K. (1971). Personal values and corporate strategy. Harvard Business Review, 49, 103. Andrews, K. (1980). “Vast wasteland” revisited. Harvard Business Review, 58, 28–42 Ansoff, I. (1965). Corporate strategy. New York: McGraw-Hill. Barney, J. (1991). Firm resources and sustained competitive advantage. Journal of Management, 17, 99– 120. Collis, D. J., & Montgomery, C. A. (1995). Competing on resources: Strategy in the 1990s. 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