¿Por qué una institución educativa puede ser una empresa que se gerencia? La educación durante su proceso evolutivo en su quehacer educativo, ha sido enmarcada en sus avances por gestión de gerencia de manera significativa; en cuanto ésta herramienta administrativa se aplica en las instituciones de forma gradual e integral, es decir, involucrando a toda la comunidad educativa, en las cuales sus dirigentes la realicen en propiedad, idoneidad; prestando su servicio educativo a los estudiantes, satisfaciendo sus intereses, necesidades, y así aumentar en calidad educativa, con eficacia, productividad y competitividad. Retomando el contexto histórico, analicemos como ha sido esta evolución: en las instituciones educativas tanto públicas como privadas hacia mediados de los años 80’s su administración fue llevada a cabo en forma centralizada por el MEN; a través de dos departamentos: el FER y el CEP. El FER se encargó lo relativo a la planta de personal y el CEP, los temas pedagógicos y de formación docente, y en este ámbito las secretarías de educación pasaron a un segundo plano. Los colegios eran solo simples receptores pasivos para cumplir con dicha gestión, basado en un proyecto pedagógico no autónomo en el cual el docente no podía innovar y los rectores tenían poco liderazgo entre la comunidad educativa. A principios de los 90’s con la Constitución Política de 1991 y la Ley General de Educación de 1994, condujo a la escuela a descentralizarse en su base administrativa; ampliando su cobertura educativa estableciendo un plan de trabajo más equitativo con políticas, plan de estudio, PEI, métodos y proyectos pedagógicos ejecutados con un rol democrático y más responsable, puesto que, de manera responsable involucra a todos los actores educativos (rector, docentes, estudiantes, comunidad). Desde este momento los establecimientos educativos como organización a nivel empresarial se consolidan para trabajar como una gerencia sólida, jerarquizada, esquematizada en las cuales se toman las decisiones precisas que articulan a todos los estamentos del gobierno escolar hacia una dirección unificada y con horizonte institucional. Sin embargo, el hecho de entregar y fortalecer las instituciones con un ámbito empresarial, ha provocado que se descuide el objetivo principal de la educación en la búsqueda de acreditaciones con el propósito de aumentar un beneficio económico disfrazado de el reconocimiento social de los entes. Hay que entender que la finalidad de manejar la educación como una unidad empresarial, se refiere entre suso objetivos a que los recursos sean destinados a proyectos con los cuales se pueda poner a prueba los conocimientos que se adquieren en la institución. La participación de la comunidad como beneficiarios de esos proyectos, debería ser una prioridad lo que daría el plus a la entidad que los lleve a cargo. Así de esta manera se fundamentan las acciones pedagógicas con base a un PEI que lidera el director con su equipo de trabajo, los actores educativos a través de la comunicación activa; fortaleciendo sus funciones internas y externas: planificando, coordinando, supervisando y controlando, que le proporcionan sellar su identidad como institución; permitiéndole cumplir su finalidad en educar en saber hacer y para ser, caracterizando la efectividad del servicio con rendimiento autónomo que la gerencie, otorgando a las partes involucradas sustentando en su dinámica innovadora y creativa.