Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. // Aquest poble m’honora amb els llavis, però el seu cor està lluny de mi. Domingo XXII del Tiempo Ordinario, ciclo B Evangelio: Mc 7,1-23 Apuntes para la homilía Hemos escuchado, discurso del Pan Eucaristía. estos domingos, de Vida, sobre el la Hemos visto como las palabras enigmáticas de Jesús sobre “comer mi carne” y “beber mi sangre”, son Palabras de Vida Eterna. El corazón del hombre y de la mujer anhela un Amor Infinito y Eterno, y este Amor sólo puede venir de Dios mismo. Sólo Dios mismo lo puede saciar, sólo Dios lo puede llenar a rebosar. En el Evangelio de hoy hay una llamada de Dios a amarle con todo el Corazón, y no de manera rutinaria e hipócrita. Porque sólo así puede Dios llenar a rebosar el corazón del hombre. Y porque sólo así, nos podríamos atrever a decir, es Dios feliz. Dios ha querido depender también de nuestro amor: ¡Tengo Sed (de vuestro amor)!, dirá clavado en cruz. Lo hemos escuchado: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Y porque el corazón del hombre está lejos de Dios, que es amor: … de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre. El exorcista de Roma hace una afirmación impresionante que ya hemos recordado otras veces: “El mal ha entrado en el mundo cuando Dios ha querido crear unos seres de una grandeza extraordinaria. Tanto para el hombre como para el ángel, la libertad es algo irrenunciable.” La libertad del corazón del hombre está herida, está inclinada hacia el mal. Lo mismo les pasa a los ángeles caídos, los demonios. Para ellos esto parece que no tiene remedio, pero para el hombre habría remedio. ¿Cómo quiere conseguir Dios salvar al hombre que tiene la libertad de su corazón herida e inclinada hacia el mal? ¡Con lazos de Amor! Escuchemos lo que nos dice San Juan, en su primera carta (1 Jn 4,7-11): Queridos hermanos, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios. Todo aquel que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios ha mostrado su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Queridos hermanos, si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos unos a otros. ¿Por qué tenemos que amarnos los unos a los otros? ¡Porque Dios nos ha amado tanto primero! Esta es una razón del corazón que la razón no siempre entiende. Y ¿por qué? Porque, como nos recuerda Pascal, el corazón tiene unas razones que la razón no entiende. La principal razón del Cristianismo (yo tengo que amar, a Dios y al hermano, porque Dios me ha amado, y mucho, primero), es una razón del Corazón. Recordemos que la Eucaristía es el más esponsal de los sacramentos. ¡Celebramos una Alianza Nueva y Eterna sellada con una sangre derramada en una cruz! Por ello, a la Eucaristía tenemos que venir con un corazón enamorado de Dios, que lo está eternamente e inmensamente de cada uno de nosotros. Tenemos que participar en la Eucaristía con todo el corazón y con toda el alma. En la Eucaristía damos gracias por un Amor demasiado grande, para hacerlo de manera rutinaria. Y si lo hemos hecho, debemos confesarnos y pedir perdón. En la Eucaristía venimos a llenarnos de Dios para, así, poder darlo a los hermanos. Santiago nos ha dicho, en la segunda lectura (Jm 1,17-27): La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo. María Santísima, la Madre de Dios Hijo, la Hija de Dios Padre, la Esposa de Dios Espíritu Santo, y todos los ángeles y santos y santas del cielo, nos ayudarán a celebrar la Eucaristía con todo el corazón y con toda el alma. Que así sea. Que així sigui. Mn. Joan Manuel Serra i Oller ([email protected]) www.bisbatsantfeliu.cat / www.mossenjoan.com Ver esta y otras homilías mías en: www.mossenjoan.com/index_JMSO.html www.evangelizaciondigital.org www.movimientosacerdotalmariano.es www.camino-neocatecumenal.org 500 años del nacimiento de Santa Teresa de Ávila: www.mistica.es / www.carmelcat.cat www.stj500.es / www.stj500.cat Más sobre los milagros eucarísticos: http://www.catequesisenfamilia.org/postcomunion/narraciones/2128historias-de-la-eucaristia-el-milagro-de-los-peces.html «¿Quién negará de este pan el Misterio, cuando un mudo pez nos predica la fe?» https://es.wikipedia.org/wiki/Milagro_de_los_peces http://webcatolicodejavier.org/mAlboraya.html http://www.santdubte.com/ca_index.htm http://webcatolicodejavier.org/meucaristicos.html http://www.corazones.org/sacramentos/eucaristia/milagros_eucaristicos.ht m http://adoracionperpetua.info/bibliotecaf.php?li_1=x&li_2=x&li_3=current &li_4=x&li_5=x&li_6=x&li_7=x&li_8=x http://www.therealpresence.org/eucharst/mir/a3.html San José de Cupertino, el santo volador https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_de_Cupertino http://www.autorescatolicos.org/PDF051/AAAUTORES01794.pdf http://gloria.tv/media/18A76s5Tku3 (Versió catalana en preparació. S’escriu primer en castellà perquè la majoria dels destinataris, al Continent Digital, son de llengua castellana). Nota: si no quieres recibir más emails de este cura tan pesado, sólo responde “baja” y disculpa.