UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE PSICOLOGÍA INFLUENCIA DE LA PRACTICA MUSICAL EN LA EFICIENCIA ATENCIONAL TESIS PARA ACREDITAR LA EXPERIENCIA EDUCATIVA PROYECTO DE INVESTIGACION E INTERVENCION EN PSICOLOGIA PRESENTA: ALAN ZURIEL AGUILAR JAIME TITULAR DE LA EXPERIENCIA EDUCATIVA DRA. MARÍA ESTHER BARRADAS ALARCÓN DIRECTOR 1. ISAAC ECHAZARRETA NIEVES DIRECTOR 2. MTRO. MAURICIO ELISEO AGUIRRE SERENA DIRECTOR 3. MTRA. MARTHA ELENA AGUIRRE SERENA DIRECTOR 4. MTRO. CECILIO JUAREZ OSORIO VERACRUZ, VER. MAYO 2020 INDICE Pág. CAP. I CAP. II CAP. III CAP. IV CAP. V CAP. VI RESUMEN………………….……………………………..……………………………………………………………………………. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………………….………….. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA…………………………………………………………………………………………. 1.1 Delimitación del problema……………………………………………………………………………………… 1.2 Descripción del Problema………………………………………………………………………………………. 1.3 Preguntas de Investigación…………………………………………………………………………………….. 1.4 Justificación …………………………………………………………………………………………………………… FUNDAMENTACION TEORICA………………………………………………………………………………………………… 2.1 Estado del arte………………………………….………………………………………………………………… 2.2 Bases Teóricas………………………………….…………………………………………………………………. 2.2.1 Concepto y definición de la atención…………………………………………………………. 2.2.2 Sistema atencional……………………………………………………………………………………. 2.2.2.1 Alerta……………………………………………………………………………………………. 2.2.2.2 Orientación…………………………………………………………………………………… 2.2.2.3 Control Ejecutivo…………………………………………………………………………... 2.3.2 Psicología de la música……………………………………………..………………………………. 2.2.3.1 El comienzo de la cognición musical…………………………………………. 2.2.4 La interpretación musical…………………………………………………………………………. 2.2.4.1 Interpretación musical y su impacto en los cambios cerebrales estructurales……………………………………………………………………………………………. 2.2.4.2 Interpretación musical y su impacto en las funciones cognitivas…… BASE EPISTEMICA………………………………………………………………………………………………………………….. 3.1 Objetivos……………………………………………………………………………………………..……. 3.2 Hipótesis/supuestos …………………………………………………………………………………… 3.3 Variables. …………………………………………………………………………………………..……………. 3.3.1 Definiciones operacionales…………………………………………………………………………… METODOLOGÍA………………………………………………………………………………………………..……………….…… 4.1 Orientación Metodológica y Tipo de Estudio………………………………………………….….….. 4.2 Tipo de estudio……………………………………………………………….…………………….……………….. 4.3 Población y muestra………………………………………………………………………………………………. 4.3.1 Tipo de Muestra…………………………………………………………………………………………. 4.3.1.1 Criterios de inclusión………………………………………………………………………. 4.3.1.2 Criterios de exclusión……………………………………………………………………… 4.4 Técnicas de acopio de información ………………………………………………………………………… 4.4.1 Propiedades psicométricas………………………………………………………………………… 4.5 Procedimiento ……………………………………………………………………………………………………….. 4.6 Aspectos Administrativos……………………………………………………………………………………….. 4.7 Cronograma……………………………………………………………………………………………………………. ANALISIS DE DATOS Y RESULTADOS (E.R) …………………..…………………………………………………………. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES (E.R) ………………………………………………………………………….. FUENTES DE CONSULTA………………………………………………………………………………………………………….. APENDICE (S): Instrumentos de recolección de los datos……………………………………………………………. 1 1 1 2 3 4 4 18 18 19 19 20 20 21 22 22 24 26 29 29 29 30 30 32 32 32 32 33 33 33 33 34 34 35 36 37 CAPITULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 1.1 Delimitación del problema Práctica musical sobre el nivel de atención y su influencia en los estudiantes de nuevo ingreso a los talleres libres para niños de 6 a 12 años de la escuela libre de música del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) durante el periodo agosto – diciembre del 2020. 1.2 Descripción del problema Diariamente, el ser humano se ve expuesto a una cantidad innumerable de estímulos, sin embargo, cada individuo cuenta con la capacidad de filtrar la información que recibe y así enfocarse en la que le es relevante e ignorar la que no, este proceso se conoce como atención (Banich, 1997 citado en Otrosky et al. 2012). Si bien el cerebro humano no para de procesar estímulos, no todos son trabajados de forma consciente, pues depende del interés o relevancia que estos estímulos representen para los individuos. Es aquí cuando la capacidad atencional de cada individuo entra en juego, ya que mediará la habilidad de este para discriminar los estímulos irrelevantes y de aprovechar de la mejor manera aquellos que sean de interés, además de maximizar la cantidad de información y aprendizaje que se pueda extraer de ellos. En adición a esto, la cantidad de investigaciones realizadas para determinar la influencia de diversas actividades en la capacidad atencional de los individuos van en incremento, una de estas actividades es la ejecución musical. Diversos estudios realizados alrededor del mundo han evaluado los beneficios del entrenamiento musical en actividades relacionadas con la atención, atención sostenida, atención auditiva, memoria verbal y lectura (Huotilainen, 2010 citado en EllenWinner, Goldstein y Vincent, 2014; Wang, Ossher y Reuter, 2015; Moreno et 1 al., 2011; Tierney y Kraus, 2013; Strait, Parbery, Hittner y Kraus, 2012). Así mismo, Méndez y Angulo (2018) observaron como el aprendizaje supervisado de violín después de un tiempo era seguido por una mejoría en la atención sostenida de los estudiantes evaluados de la Universidad Autónoma de Chile. En México no se ha realizado una amplia investigación de la influencia de la practica musical en las capacidades cognitivas, sin embargo, Sarfson y Larraz (2017) realizaron sesiones de aprendizaje musical en adultos mayores de 65 año en los que, si bien no se encontraron cambios significativos en su capacidad cognitiva, sí logró mantenerla aun cuando en evaluaciones iniciales se podía observar un deterioro de la misma y en un caso aislado, se pudo notar una mejoría considerable de las capacidades cognitivas. Planteada toda esta evidencia y con los resultados obtenidos de esta investigación se podrían obtener conclusiones que evidencien el papel que juega la educación musical en los procesos atencionales, así mismo, esta información podría ser aplicada al campo mediante intervenciones que empleen a la música como un apoyo para niños con problemas atencionales. 1.3 Preguntas de investigación Con base en las distintas variables presentes en el planteamiento del problema se pueden extraer las siguientes preguntas de investigación: ¿Existe una relación entre la eficiencia atencional y la práctica musical? ¿Se puede observar alguna diferencia en la relación entre la capacidad atencional y la práctica musical según la edad de los evaluados? ¿Se puede observar alguna diferencia de los procesos atencionales entre las diferentes especializaciones (canto, piano, guitarra, dirección coral) que ofrecen los talleres de educación musical? 2 1.4 Justificación Es bien sabido que existe un tipo de preconcepción hacía las personas practicantes de un tipo de arte de manera profesional, las cuales usualmente son vistas como individuos excepcionales con un talento nato, aunado a esto, existen una variedad de estudios que sugieren una relación entre las capacidades cognitivas, su desarrollo, rendimiento académico y la educación musical (Álvaro y Serrano, 2019). Sin embargo, sería pertinente indagar respecto a si efectivamente se trata de individuos con capacidades singularmente mejores o si fue su capacitación en educación musical la que propicio esta mejora, en este caso específico, una mejora en sus capacidades atencionales. Así mismo, otras investigaciones se empeñan en observar el papel que ocupa la educación musical en la mejora del desarrollo con niños diagnosticados con TDAH (Ruiz, Cuadros y Lewis , 2018). Teniendo esto presente, los resultados de esta investigación podrían aportar información pertinente sobre los efectos de la practica musical en las capacidades cognitivas, específicamente, la capacidad atencional. De igual forma, dicha información podría ser empleada para el desarrollo de técnicas que usen la capacitación musical como herramienta para intervenir en distintos padecimientos del desarrollo, como lo es el TDAH. Además, los análisis a realizar podrían generar la información adecuada para brindarle a la educación musical un espacio entre el abanico de actividades que pueden favorecer al desarrollo y mantenimiento óptimo de cualquier individuo. 3 CAPITULO II FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA Este capítulo consta del primer apartado 2.1 Estado del arte, que se conforma de resultados de investigaciones relacionadas con el tema abordado en la presente investigación. Así mismo, el apartado 2.2 Marco teórico, es desarrollado con el contenido teórico relacionado con la temática de la influencia del entrenamiento musical en las capacidades cognitivas de los individuos. 2.1 Estado del arte La investigación realizada por Méndez y Angulo (2018) de nombre “el aprendizaje de un instrumento musical como el violín mejora la atención sostenida” tiene como objetivo indagar en el efecto del aprendizaje de un instrumento musical, en este caso el violín, sobre el proceso cognitivo de atención sostenida. Se requirió de 30 participantes para la realización del experimento, de entre 18 y 23 años, 6 hombres y 24 mujeres, todos estudiantes de la Universidad Autónoma de Chile, los cuales fueron divididos en los grupos de músicos, experimental y control. Para evaluar su capacidad de atención sostenida se utilizó la Escala de Magallanes de Atención Visual (EMAV2), que tiene como objetivo valorar de manera cuantitativa y cualitativa la capacidad de mantener, codificar y estabilizar la atención a estímulos visuales. Se realizó una evaluación mediante el EMA V2 una semana antes de iniciar el taller de violín. Seguido a esto, una semana después de la finalización del taller, se realizó otra evaluación y se compararon los resultados de los 3 grupos. Los resultados apoyan la tesis que sugiere que el aprendizaje supervisado de una nueva tarea como la interpretación del violín, pueden mejorar la atención sostenida. En la primera evaluación se encontró una 4 mayor puntuación en el grupo de músicos sobre los demás, seguido a esto, en la segunda evaluación, los puntajes del grupo de músicos y el experimental tendieron a igualarse, mientras que el grupo control no mostró mejorías. En la memoria para obtener el título de profesor musical, realizada por Medina (2015) de título “Atención a la música: efecto de la practica musical sobre la eficiencia de procesos atencionales” se buscó evidenciar el efecto que tiene la práctica musical sobre tres sistemas atencionales, la alerta, orientación y el control ejecutivo. Se realizó una comparación entre pianistas profesionales adultos con profesionales no músicos, mientras realizaban tareas de estilo cognitivo, enfocadas en las tres áreas antes mencionadas. La muestra constó de 41 sujetos, de los cuales 22 eran pianistas profesionales y 19 profesionales sin educación musical. Para medir la eficiencia de la alerta atencional, orientación y control ejecutivo se utilizó la tarea conocida como Attentional Network Test que consiste en 5 flechas horizontales mostradas en la pantalla, la atención debe ir dirigida a la flecha central, que puede ir acompañada por las 4 fechas restantes, apuntando ya sea hacía la izquierda, la derecha o sin ninguna dirección. El objetivo de la tarea es que, mediante el uso del mouse de computadora, se indique si la flecha central apunta a la izquierda pulsando el botón izquierdo del mouse, o si apunta a la derecha pulsando el botón derecho. El experimento se dividió en una fase de prueba y otros 3 bloques experimentales de los cuales se extraía la información, cada bloque experimental constaba de 96 ensayos. Al final, los resultados demostraron que, si bien el índice de respuestas correctas no variaba drásticamente, los tiempos de respuesta de los músicos profesionales fueron significativamente menores a los de los no músicos, así mismo la red de control ejecutivo se mostró más eficiente en los pianistas. Adicionalmente, se encontró que la red atencional de alerta de igual forma es más eficiente en los músicos 5 profesionales, aunado a esto se evidenció una correlación inversa entre la red atencional de alerta y la red atencional de orientación, lo que sugiere que, debido a la eficiencia de trabajo de la red atencional de alerta, necesitan menos de la orientación, factor que influye en sus tiempos de respuesta. Por otro lado, en el artículo examining the relationship between skilled music and attention, se buscó evaluar la ejecución de músicos bien entrenados en tareas cognitivas que implicaran la demanda de la atención sostenida, midiendo la discriminación temporal y visual (Wang et al. 2015). La cantidad de participantes fue un total de 74, de los cuales 34 eran músicos y los otros 40 no tenían educación musical, todos ellos estaban entre un rango de edad de 18 a 25 años. Las evaluaciones eran realizadas mediante computadoras, en las cuales todos los participantes realizaban ambos tipos de actividades, de discriminación espacial y discriminación temporal. Seguido a esto, una vez finalizadas las pruebas digitales, se les aplicaba una batería de pruebas de inteligencia, las cuales incluían la secuencia de números del WAIS-III, el test de matrices progresivas de Raven, la prueba need for cognition scale que evalúa el compromiso y gusto por mantenerse en un estado de pensamiento activo, el Imaginal Processes Inventory para evaluar el nivel de distracción y aburrimiento y, por último un cuestionario post-experimental para evaluar su nivel de interés, concentración y aburrimiento en cada prueba. Los resultados de este experimento evidenciaron una mejor puntuación en las tareas de discriminación temporal y visual demandantes de atención temporal en los músicos. Si bien la discriminación visual en músicos no fue significativamente superior, en cuanto a la auditiva el rendimiento se mostró con gran diferencia, poniendo a los músicos por encima de los no músicos. Con base en los resultados, los autores concluyeron que la educación musical, debido a la naturaleza de sus actividades, 6 como lo es la identificación y adecuación de distintos patrones rítmicos, podría promover la mejora de la discriminación auditiva en tareas de atención sostenida y mantenerse aún en tareas que no están dentro del ámbito musical. Del mismo modo, EllenWinner, et. al. (2014) evidenciaron en el capítulo “Resultados cognitivos de la educación musical” del libro “¿El arte por el arte?” que las clases musicales mantienen una correlación con procesos de atención auditiva. En Finlandia, Huotilainen (2010) citado en EllenWinner, et. al. (2014) comparó dos grupos de niños de entre 9 y 13 años, algunos con educación musical y otros sin esta. Los resultados de su evaluación demostraron que los niños involucrados con actividades musicales se desarrollaron con más rapidez y de mejor manera en la batería de pruebas neuropsicológicas. específicamente, las tareas en las que se notó una mayor puntuación de los niños entrenados musicalmente fueron las que estaban involucradas con mantener la atención auditiva en presencia de sonidos distractores. La conclusión del autor fue que cantar e interpretar piezas musicales estimula la atención auditiva, la cual permanece aun cuando no se esté llevando acabo una actividad de índole musical, lo que les permite a los individuos permanecer centrados en dichas actividades aun cuando puedan existir distractores auditivos. De igual manera, en el artículo musical training during early childhood enhances the neural encoding of speech in noise, se buscó probar el efecto del entrenamiento musical sobre el desarrollo del aprendizaje en entornos con ruidos distractores en los niños (Strait et al. 2012). Los participantes del experimento fueron en total 31 niños de entre 7 y 13 años, 15 de ellos tenían educación musical constante desde los 5 años, con un mínimo de 4 años de educación constante (20 minutos por día), los otros 16 acumulaban experiencia musical menor a 5 años durante toda su vida. Todos los integrantes de cada grupo fueron evaluados en atención 7 (Integrated visual and auditory plus continous performance test), memoria de trabajo visual y auditiva (Woodcock Johnson III test of cognitive abilities) y en pruebas que evaluaban la capacidad de distinguir el discurso en ambiente ruidosos (Words in noise test y Hearing in the noise test). Los resultados evidenciaron un mejor rendimiento en todas las pruebas en aquellos niños con entrenamiento musical constante. La conclusión a la que se llegó fue que el desarrollo de la percepción en entornos ruidosos está relacionado con el entrenamiento musical a edades tempranas, lo que se traduce a una mayor capacidad atencional en los niños, característica que favorece su proceso de adquisición de conocimientos. Tierney y Kraus (2013) en su artículo The ability to tap a beat relates to cognitive, linguistic, and perceptual skills evaluaron la hipótesis que propone una relación entre individuos que son capaces de sincronizarse con un beat, es decir con un patrón rítmico constante y sus habilidades para lectura, así como su relación con la atención y el backward masking. La cantidad total de integrantes para el experimento fue de 58 sujetos. A los participantes se les evaluaba mediante una actividad sencilla, tenían que sincronizar los toques que daban a un pad que detectaba los golpes, con un patrón constante de ritmo, el cual consistía en una secuencia invariable de golpes de una caja de batería que sonaba a través de unos altavoces. Así mismo, para las habilidades lectoras se utilizó la prueba of word reading efficiency, para la atención se utilizó el Integrated visual and auditory continous performance test y para las actividades backwardmasking se utilizó el Institute for hearing research multicentre battery of auditory processing, de igual modo se evaluó el CI mediante las subpruebas de matrices y vocabulario del Wechsler abbreviated scale of intelligence. Los resultados de la investigación fueron que aquellos individuos con mejor rendimiento en la prueba de sincronización, a su vez, evidenciaban mejores resultados en las áreas de lectura, atención auditiva y el backward 8 masking. Debido a esto, los autores llegaron a la conclusión de que un entrenamiento rítmico en los individuos podría mejorar las habilidades para la lectura, atención sostenida, función auditiva y flexibilidad cognitiva. En music training for the development of speech segmentation se reportaron los resultados de un estudio longitudinal que tenía como finalidad evaluar la influencia del entrenamiento musical en la habilidad de segmentación del habla (Francois, Chobert, Besson y Schön, 2012). El total de participantes útiles del experimento fue de 24 niños de 8 años, los cuales eran aleatoriamente asignados a clases de pintura o música. Las evaluaciones se realizaron antes de iniciar el entrenamiento, un año después de haber iniciado y a los dos años. El experimento consistía en presentar a los niños un abanico de sonidos al mismo tiempo, todos ellos eran palabras ficticias o semi ficticias, después, se les exponía a sólo dos palabras, una seguida de la otra, y ellos debían indicar cuál de las dos había aparecido entre el total de sonidos al que fueron expuestos con anterioridad. Los resultados mostraron que aquellos niños que recibieron la educación musical vieron incrementado su rendimiento en la actividad después de la primera evaluación de manera significativamente más grande que el otro grupo que había recibido clases de pintura. Esto sugiere que el entrenamiento musical puede facilitar la segmentación del idioma, lo que podría influir de manera positiva en el desarrollo verbal del niño. Por otro lado, Ruiz, Cuadros y Lewis (2018) en su artículo “NeuroArte un programa de fortalecimiento de las funciones ejecutivas en niños con TDAH” buscaron determinar el efecto de un programa musical neurocognitivo en las funciones ejecutivas de niños diagnosticados con TDAH. Las principales funciones ejecutivas evaluadas fueron el control inhibitorio, memoria de trabajo y planificación. Para estos fines se seleccionaron 12 niños 9 escolarizados de 10 años diagnosticados con TDAH para participar en el programa estimularte; para evaluar dichas funciones, se utilizó la evaluación neuropsicológica de las funciones ejecutivas en niños (ENFEN). Los resultados de las evaluaciones evidenciaron mejoras después de la intervención del programa en el control inhibitorio, memoria de trabajo y planificación. Esto se traduce en una mejora respecto a la capacidad de modificar o corregir errores, además de la capacidad de incorporar nuevas conductas en función del desarrollo de un plan de acción para alcanzar un objetivo. Por último, la conclusión a la que se llegó fue que el programa de NeuroArte y la estimulación musical pueden ser una herramienta alternativa para buscar el desarrollo de las funciones ejecutivas. Por otro lado, en el artículo “Influencia del entrenamiento musical en el desarrollo cognitivo y lingüístico de niños de 3 a 4 años”, se quiso determinar el efecto que tiene el entrenamiento musical formal en el desarrollo cognitivo de los niños haciendo énfasis en el lenguaje (Herrera, Hernández-Candelas, Lorenzo y Ropp, 2014). Durante 2 años, un total de 1482 niños de un programa educativo de una escuela en Puerto Rico, 80 de ellos se tomaron el rol de grupo experimental, a quienes se le brindó educación musical formal aunada a su programa habitual, así mismo, 130 niños fueron tomados para ser el grupo control, lo cuales no participaron en dichas clases, pero tenían asignaturas musicales en su programa normal. Para evaluarlos se utilizó la versión española del High Scope del Children Observation Record (COR), el cual es un instrumento que evalúa iniciativa, relaciones sociales, representación creativa, música y movimiento, lenguaje y pensamiento lógico en el desarrollo del infante. Para la recolección de datos se capacitó durante 2 días a los maestros, con el objetivo de que pudieran llenar con precisión los datos requeridos en el COR, el instrumento fue llenado 6 veces durante todo el periodo del experimento, el cual fue aplicado 10 tanto a los niños del grupo control como del grupo experimental. Los resultados de la investigación demuestran que el desarrollo infantil puede verse mejorado por la educación musical formal continua, las diferencias se encontraron principalmente en las áreas de representación creativa, música y movimiento, lenguaje y pensamiento lógico, si bien las puntuaciones de ambos grupos aumentaban con el paso del tiempo, el incremento se hacía significativo en el grupo experimental. En cuanto al lenguaje, las diferencias significativas se hicieron notar desde el inicio de las clases formales, excepto entre la prueba 2 y el 3, por lo que se sugiere que la educación musical estimula de forma apropiada el cambio cognitivo y el desarrollo del lenguaje en los niños. Por otra parte, Schellenberg (2011) en su artículo Examining the association between music lessons and inteligence intentó determinar si las relaciones entre habilidades cognitivas y el entrenamiento musical podían atribuirse a una causalidad de este y si esta relación podía estar mediada por las funciones ejecutivas. Los participantes fueron un total de 106 niños, todos de 9 a 12 años de los cuales 50 estaban musicalmente entrenados y los otros 56 no. Se les realizaron pruebas de CI y funciones ejecutivas. Las relaciones encontradas fueron entre CI y funciones ejecutivas, entrenamiento musical y CI, pero no hubo correlación entre entrenamiento musical y funciones ejecutivas. Estos resultados no apoyan la hipótesis de que la relación entre CI y el entrenamiento musical están mediados por las funciones ejecutivas. Lo que sugiere que los individuos con CI más elevado tienen más probabilidades de tomar lecciones musicales y de desempeñarse mejor en diversas pruebas de habilidad cognitiva, excepto aquellas que evalúan funciones ejecutivas. Así mismo, Yang Hua, et al., (2014) en el artículo A longitudinal study on children´s music training experience and academic development, buscaron averiguar la relación que existe 11 entre el entrenamiento musical y el rendimiento académico, específicamente en las habilidades cognitivas generales. Se realizaron 2 estudios longitudinales, uno con 27 niños entrenados musicalmente y 12 sin entrenamiento, de igual manera, otro estudio con adultos, de los cuales eran 15 músicos y 15 no músicos. Los adultos eran evaluados con el DelisKaplan executive function system, en el cual se podían obtener resultados respecto a fluidez verbal, tarea de Stroop, fluidez de diseño y tareas del tipo Trail-Making. Los resultados de este estudio demuestran que sí bien se presentaban mejorías relacionadas con las personas con entrenamiento musical, no estaban presentes en todos los tipos de tareas. Las conductas donde se encontró mayor diferencia fueron en la fluidez verbal, las tareas del tipo Trail Making, para niños y adultos, y en la fluidez de diseño, esta última sólo se observó en adultos. Así mismo, Moreno et al. (2011) en el artículo short term music training enhances verbal intelligence and executive function, buscó registrar los efectos de dos programas educativos distintos en la inteligencia y el rendimiento de las funciones ejecutivas en niños de preescolar, las programas consistían en uno de música y otro de artes visuales. La población total final del experimento consistió en 48 niños de entre 4 y 6 años, de los cuales 24 fueron sometidos al programa musical y los 24 restantes al programa de artes visuales, ambos impartidos de forma computarizada e interactiva. Los participantes fueron evaluados mediante la aplicación de subpruebas del WPPSI-III, específicamente la prueba de vocabulario y la de diseño de bloques, aunado a esto, a los padres se les aplicó un cuestionario el cual se buscaba indagar respecto a la educación artística previa de los niños, así como la educación recibida por los padres. Los resultados del experimento exhibieron una mejora en la ejecución de las tareas de vocabulario en los niños que había recibido el entrenamiento. Finalmente, los autores 12 concluyeron que el entrenamiento musical estimula procesos como la atención y la memorización verbal, lo que se ve reflejado en las tareas de vocabulario. En el artículo “efectos de la música sobre las funciones cognitivas” de Custonio y Cano (2017) se realizó una revisión documental de 38 artículos que realizaron estudios experimentales, correlacionales y longitudinales. Así mismo, la revisión se enfocó en diversos temas referentes a la relación entre la música y las capacidades cognitivas, diferencias neuronales entre individuos con entrenamiento musical e individuos no músicos, así como la evaluación de los resultados del llamado “efecto Mozart”. Según los resultados del análisis, las conclusiones a las que llegaron los autores fueron que, se ha evidenciado con claridad cambios cerebrales después de un entrenamiento musical, siendo transitorios para los individuos que no son músicos y persistentes en aquellos que sí lo son, además de presentar una correlación con ciertas habilidades cognitivas; por otro lado, no se encontró evidencia contundente de la relación entre la música y la mejora de la inteligencia, únicamente en tareas del tipo visoespaciales. Del mismo modo, en otro artículo de revisión documental que lleva por nombre “Influencia de la formación musical en el rendimiento académico: una revisión bibliográfica”, que tuvo como objetivo conocer acerca de aquellos procesos cognitivos que explican la relación entre la educación musical y el rendimiento académico (Álvaro y Serrano, 2019). El procedimiento de recolección se llevó de manera estructurada mediante tres pasos: búsqueda inicial, sistemática y manual; aunado a esto, se emplearon una serie de criterios de inclusión para los artículos, los cuales fueron: que sus poblaciones de experimentación fueran de entre 6-18 y 18-35 años de edad, que fueran estudios experimentales, publicaciones realizadas en el 2000 y 2018, además, se compararon estudiantes de música y estudiantes que no lo eran, 13 analizando su relación con las funciones ejecutivas y/o el rendimiento académico. Los resultados generales evidenciaron una mejora en los alumnos con formación musical en características como memoria verbal, funciones ejecutivas, atención selectiva y plasticidad cerebral. Algunos elementos encontrados que pueden interceder entre el rendimiento académico positivo y la educación musical son las diferencias individuales preexistentes en los alumnos, el tiempo de entrenamiento, entre otros. Al final, basada en los resultados analizados, la conclusión a la que se llegó fue que la formación musical produce efectos positivos sobre las diferencias neuroanatómicas, rendimiento académico y habilidades cognitivas, lo que repercute en el aumento del logro y rendimiento académico. En adición a esto, en el artículo “Influencias del aprendizaje musical en el bienestar de un grupo de personas mayores de 65 años”, se buscó indagar respecto a la mejora subjetiva y el mantenimiento o mejora de las habilidades cognitivas de los participantes, en relación con actividades de audio percepción (audición musical activa, entrenamiento de discriminación auditiva, lectura musical) y canto grupal (Sarfson y Larraz, 2017). La cantidad total de participantes fue de 40 personas, todas mayores de 65 años. La evaluación se realizó antes y después del experimento, se utilizaron el Screening del deterioro cognitivo en psiquiatría (SCIP-S), el factor g-R, evaluación del factor general de inteligencia por medio de la inteligencia fluida, la escala GENCAT de Calidad de Vida y la escala de satisfacción con la vida. El programa realizado constaba de sesiones semanales de 2 horas de duración por un año completo, en el cual se realizaban actividades relacionadas con la familiarización de lenguaje musical, vocabulario musical, técnica y audiciones vocales comentadas. En cuanto al bienestar subjetivo, se mostró una mejoría para todos los participantes. Respecto a las capacidades cognitivas de los participantes, si bien en todos los individuos se observó una 14 estabilidad de estas aun cuando mostraban un deterioro inicial en las primeras evaluaciones, un solo caso analizado mostró una pequeña mejoría en las puntuaciones relacionadas con estas capacidades. En el artículo de nombre Visual-spatial sequence learning and memory in trained musicians se buscó evaluar el aprendizaje de secuencias visoespaciales además de las habilidades de memoria en músicos profesionales (Esperanza, David, y William, 2017). Se requirió de 24 músicos con educación y entrenamiento profesional y 24 sujetos no músicos, con poca o nula experiencia musical, dicha población realizó tareas de aprendizaje de secuencias visoespaciales, vocabulario receptivo, razonamiento no verbal, y actividades de memoria a corto plazo. Los instrumentos utilizados para medir estas habilidades mencionadas fueron el Wechsler Abbreviated Scale Intelligence (WASI II), principalmente las matrices de razonamiento, la prueba Peabody Picture Vocabulary Test IV (PPTV), Digit Span, ligeramente diferente a la usada en la prueba Wechsler Memory Scale (WMS III) para medir la memoria a corto plazo, y por último, se utilizó una tarea basada en el juego Simon creado por la compañía Milton Bradley para medir el aprendizaje de secuencia visoespacial y la memoria. Los datos recabados muestran que los músicos entrenados presentan un mejor rendimiento de las habilidades visoespaciales, así mismo para el vocabulario y el razonamiento no verbal. De igual forma, la investigación concluyó que las diferencias encontradas en las habilidades visoespaciales no podían explicarse por diferencias de edad, años de educación, razonamiento no verbal, o memoria a corto plazo, pues el experimento fue diseñado para evitar que intervinieran dichas variables. Por último, las diferencias en estas habilidades sugieren que el entrenamiento profesional de los músicos genera un 15 incremento en las habilidades visoespaciales y sensorio motoras, derivadas de la naturaleza de los procesos requeridos para tocar un instrumento musical. De igual modo, Amezcua, C. (2006) presentó su tesis para obtener el grado doctor en ciencias del comportamiento, que lleva por nombre “Efectos de la música en el aprendizaje de tareas de razonamiento visoespacial”. Dicha investigación tenía como objetivo evaluar si la música tiene un papel facilitador en el aprendizaje de habilidades visoespaciales a largo plazo, y analizar los cambios visibles en un EEG. La población total fue de 22 niños, los cuales fueron divididos en 2 grupos, los que únicamente se sometían a la escucha de ruido blanco y los que escuchaban piezas de Mozart, todo esto 10 minutos previos al entrenamiento visoespacial. La evaluación de sus habilidades se realizaba antes y después del entrenamiento, al igual que se registraba mediante EEG cuando los participantes se encontraban en reposo y cuando se encontraban realizando tareas de identificación de patrones. Los resultados de los experimentos sugieren que tanto el ruido blanco como la música de Mozart tienen un efecto sobre el rendimiento en habilidades visoespaciales. La música facilitó las tareas relacionadas con la rotación, abstracción e identificación de figuras, mientras que el ruido ayudó en aquellos procesos relacionados con la identificación de características esenciales, secuenciación, seriación y razonamiento mediante analogías, actividades en las cuales se especuló que la música podría fungir más como un elemento distractor. Respecto a lo encontrado en el EEG, se infiere que la música está relacionada con un mayor acoplamiento entre hemisferios, mientras que el ruido blanco se reflejaba más en áreas temporales y posteriores. En otra investigación con el nombre de Effect of musical expertise on visuospatial abilities: Evidence from reaction times and mental imagery se tenía el objetivo de averiguar si las 16 habilidades de percepción visoespacial se encontraban de alguna manera mejoradas en aquellos individuos que habían recibido una educación musical profesional (Brochard, Dufour, Després, 2004). La cantidad total de participantes para el experimento número uno fue de 20 individuos, de los cuales 10 eran músicos profesionales, con una educación formal y varias horas de practica instrumentista diaria, el otro grupo corresponde a estudiantes sin ningún tipo de educación o experiencia musical. La tarea consistía en observar una línea de referencia en la pantalla, vertical u horizontal, la cual desaparecería después de un tiempo, seguido a esto aparecería un punto en alguno de los extremos de las líneas al que tendrían que reaccionar. Esta tarea requiere de la habilidad de los participantes para mantener una adecuada imagen mental de la línea de referencia para mejorar sus tiempos de respuesta. Para el segundo experimento se buscaron 24 participantes, 12 músicos y 12 no músicos. El procedimiento de este era aún más sencillo, pues sólo tenían que responder lo más rápido posible con la respuesta correcta para un estímulo determinado, en este caso un punto verde o un punto rojo. Los resultados de los experimentos mostraron que ambos grupos fueron capaces de desenvolverse en ambas actividades, sin embargo, los tiempos de respuesta en los músicos expertos fueron constantemente más cortos que los estudiantes sin habilidades musicales. Estos resultados sugieren que la efectividad de los músicos en este tipo de actividades podría ser explicada parcialmente por una mejor integración sensorio motriz. 17 2.2 Bases teóricas 2.2.1 Concepto y definición de la atención La atención, de forma concreta puede ser vista como un mecanismo cognitivo del cerebro que se encargar del procesamiento de estímulos, acciones o pensamiento que sean considerados relevantes para el organismo, mientras que otros estímulos distractores e irrelevantes son ignorados (Fuentes y García, 2008). Así mismo, aunque en la literatura existen diversas perspectivas en cuanto a atención se refiere, gran parte de esta coincide en que la atención no es un proceso singular, sino que se identifican distintas formas y tipos de atención. Bajo esta perspectiva, la atención puede ser clasificada como selectiva, dividida y sostenida (Fan et. al., 2005). La atención selectiva es aquella que se emplea cuando se necesita focalizar nuestros sentidos a un estímulo en específico. Por otro lado, la atención dividida es comprendida como la capacidad de lograr atender más de un estímulo a la vez, por ejemplo, cuando se está conduciendo se debe atender el mecanismo de conducción, los otros autos, señales de tránsito, entre otros estímulos. Por último, la atención sostenida ocurre cuando se requiere de mantenerse enfocado en una actividad en específico durante un periodo prolongado de tiempo, como pueden ser los alumnos de cualquier asignatura con duración de 45 minutos. De igual modo, la atención también puede clasificarse, según su grado de control, en voluntaria e involuntaria. En este sentido, la atención voluntaria se manifiesta cuando se ejecuta un mantenimiento intencionado de la focalización atencional, por ejemplo, a la hora de ver una película o realizar alguna tarea en específico, mientras que, por otro lado, la involuntaria ocurre cuando el cambio en el foco atencional se da de forma espontánea e incontrolada por la presencia de un estímulo de forma súbita, como podría ser el momento el que un individuo camina por la calle y de pronto escucha un accidente automovilístico. De 18 igual forma, la atención puede presentarse de forma interna o externa, la primera es denominada así porque aparece cuando el individuo presta atención a pensamientos y sensaciones interiores, mientras que la atención externa va dirigida a estímulos del ambiente. Por último, dependiendo de la modalidad de la atención se puede hablar de atención visual o auditiva. 2.2.2 Sistema atencional Desde la perspectiva anatómica, la atención no se encuentra ubicada únicamente en una sola región del cerebro, sino que se distribuye por diversas redes neuronales encontradas por todo el cerebro. Según Petersen y Posner (2012) existen 3 redes atencionales: alerta, orientación y ejecutiva, las cuales realizan un trabajo en equipo para formar la atención humana. Dichas redes mantienen un cierto grado de independencia y al mismo tiempo de colaboración, todo con la finalidad de adaptarse a los distintos desafíos atencionales con los que se encuentra el ser humano diariamente. 2.2.2.1 Alerta Este sistema se refiere a el estado de preparación en la atención. Para ejemplificar, es similar a cuando se está por cruzar una calle, y el semáforo comienza a parpadear, en ese momento nuestro cerebro se prepara para la siguiente acción, en este caso, cruzar la calle. El estado de alerta es indispensable para el rendimiento en actividades que requieren de una demanda cognitiva superior. Estudios de neuroimagen (Fan et al. 2001) encontraron que esta red se ve presente en áreas como las regiones cerebrales frontales y parietales lateralizadas principalmente del hemisferio derecho, así como estructuras subcorticales como el tálamo. 19 2.2.2.2 Orientación Esta red es activada cuando se requiere de seleccionar información en específico entre un grupo de estímulos, esta acción puede ser de forma involuntaria o voluntaria. La primera ocurre cuando sucede un evento de forma imprevista, por ejemplo, si se llegara a activar una alarma de teléfono en una sala de lectura, la atención de todos los que se encuentren en la habitación se dirigiría al sitio del cual proviene el estímulo. Por otro lado, cuando se activa de forma voluntaria, se da en situaciones en las que se necesita de buscar un estímulo en específico, por ejemplo, cuando en una biblioteca se realiza la búsqueda de un libro en específico. Estevéz, García y Junqué (1997) observaron la actividad de esta red en regiones subcorticales llamadas ganglios basales, especialmente en el núcleo pulvinar y el colículo superior. 2.2.2.3 Control ejecutivo El uso de esta red se ve implicada en el momento que se realizan operaciones mentales complejas, donde se requiere de realizar un monitoreo de estímulos distractores, la regulación de la atención, la toma de decisiones y la auto regulación. Por ejemplo, cuando se realiza alguna actividad, como problemas matemáticos, mientras se ignoran estímulos distractores del ambiente, como voces, sonidos del ambiente, estímulos visuales, entre otros. Este tipo de red atencional es de suma importancia para el desarrollo del ser humano, pues le permite adquirir nuevos conocimientos, tanto en ambientes escolares, profesionales como en cualquier espacio donde sea posible el intercambio de conocimiento. En cuanto a los estudios de neuroimagen (Bush, Luu y Posner, 2000) se ha encontrado que la red atencional de control ejecutivo tiene como áreas principales la corteza cingulada 20 anterior, y regiones de la corteza prefrontal lateral, como la corteza prefrontal ventromedial, la amígdala y la corteza orbitofrontal. 2.2.3 Psicología de la música La psicología de la música es entendida como la interdependencia entre la mente humana y la música. Durante el siglo XX, en los años sesenta, se comenzó a tomar en cuenta en el campo de investigación de la Psicología del Desarrollo, y a finales del mismo siglo también en el de la Psicología Cognitiva. Las investigaciones realizadas por esta corriente se han ocupado, por una parte, de los elementos del lenguaje en la música, como lo son el ritmo, la melodía, armonía, timbre, entre otros, abordados desde distintas metodologías y enfoques teóricos. Por otra parte, también se encarga de estudiar los aspectos conductuales de los individuos como resultado de su interacción con la música, aquellos aspectos como la memoria musical, las condicionantes sociales que definen las preferencias musicales, la capacidad comprensiva de los elementos del lenguaje musical, entre otros (Nicolás, María, Romero y Vicente, 2015). Durante el siglo XX, los primeros intentos en relacionar la música con la psicología consistían únicamente en la medición de la aptitud musical mediante pruebas estandarizadas. Dichas pruebas tenían como objetivo medir la capacidad para discernir entre tonos, timbres, intensidades, duración, memoria rítmica, entre otros aspectos del mundo musical. Por consecuente, esta etapa de la psicología de la música se centró únicamente en evaluar el grado de sensibilidad musical en individuos sin aprendizaje previo (de forma innata), fuera de un contexto musical. Después, poco a poco se fueron añadiendo evaluaciones de estos mismos elementos, pero dentro de un contexto musical (Fernández y García, 2015). 21 2.2.3.1 El comienzo de la cognición musical A inicio de los años 60, los estudios psicométricos comenzaron a presentar un declive en el área de la psicología musical, en parte por la aparición del desarrollo neopiagetiano (Lacárcel, 1995). Desde una perspectiva general, el panorama psicométrico y conductista estaba siendo desplazado por el cognitivo en la época de los 60, sin embargo, no fue hasta los años 80 que esta vertiente empezó a tomar protagonismo en el ámbito de la psicología de la música, término que se va modificando hasta aparecer el termino de “cognición musical”, haciendo referencia al procesamiento mental de los estímulos e información musical (Fernández y García, 2015). Gracias a este cambio se genera otro enfoque interdisciplinar empleando la utilización de nuevas tecnologías para su estudio, como modelos computacionales de sistemas dinámicos, redes neurales, registros de comportamientos neuronales en los sistemas auditivos de animales e imágenes digitales del sistema cerebral humano (Gjerdingen, 2008 citado en Fernández y García, 2015). 2.2.4 La interpretación musical En la interpretación musical se necesita que el intérprete cuente con tres habilidades motoras básicas: coordinación, secuenciación y la organización espacial del movimiento (Zatorre, Chen y Penhune, 2007). En cuanto a la coordinación, se refiere a la buena organización del ritmo musical, respecto a la organización espacial y la secuenciación del movimiento se les llaman así a las secuencias de distintos movimientos que se requieren para ejecutar las notas musicales en los instrumentos. La coordinación se ha encontrado relacionada con diversas regiones corticales y subcorticales, cerebelo, ganglios basales, área motora suplementaria y el córtex premotor dorsal. En cuanto a la secuenciación de movimientos se le relaciona con el cerebelo, ganglios basales, área motora suplementaria y área premotora suplementaria, 22 córtex premotor y córtex prefrontal. Así mismo, para la organización espacial, los movimientos para tocar un instrumento dependen de la activación del córtex parietal, sensoriomotor y premotor, pues implica la integración de datos motores, sensoriales y espaciales. De igual forma, es importante tener en cuenta el punto de unión entre el sistema motriz y el auditivo, el córtex premotor, área que se encuentra relacionada con la transformación sensorio motriz (Soria, Duque y García, 2011). Cuando se toca un instrumento e inclusive cuando solamente se escucha música, el cerebro lleva a cabo procesos interactivos auditivo motores. Dichos procesos son de 2 tipos: proalimentación y retroalimentación. La proalimentación se da cuando el sistema auditivo repercute en la ejecución del sistema motor. Por otro lado, la retroalimentación se lleva a cabo cuando se está ejecutando un instrumento, pues el musico tiene que controlar constantemente el tono, las respuestas sonoras del instrumento, controlando las ejecuciones motoras. Otro elemento importante para la interpretación musical es la lectura de partituras. En cuanto a su comprensión y elaboración, se sabe que este tipo de lecturas son muy diferentes a la lectura convencional con letras y números. La lectura musical requiere de una gran recopilación de información que deberá ser utilizada al instante; el intérprete debe reproducir el tono, duración, velocidad e intensidad de la obra según los símbolos que se pueden observar en la partitura. Así mismo, el musico debe tener la capacidad de crear una predicción mental de como sonará la obra y crear un plan motor para ejecutarlo en sus instrumentos. Tomando todos estos elementos se puede observar la complejidad que conlleva el proceso de la interpretación musical, lo que se traduce en un ejercicio cognitivo elevado, además de su extensa representación cerebral en los individuos. 23 2.2.4.1 Interpretación musical y su impacto en los cambios cerebrales estructurales Diversos estudios han demostrado que la práctica musical bien estructurada a edades tempranas trae consigo modificaciones en la estructura cerebral. Gaser y Schlaug (2003) realizaron un estudio en el que se comparó la estructura cerebral de músicos pianistas e individuos no músicos, sin entrenamiento musical. Los resultados mostraban una diferencia de tamaño en las áreas motoras, auditivas y visoespaciales, las cuales se presentaban de mayor tamaño en los pianistas. Respecto a las áreas motoras que se ven estimuladas por el entrenamiento musical, la evidencia parece demostrar que, dependiendo de la naturaleza en la ejecución de determinado instrumento, será la estructura cerebral que se verá influenciada. Por ejemplo, violinistas, cellistas y guitarristas evidenciaron que poseían una mayor representación cerebral de sus dedos de la mano izquierda (encargada de la digitación de las notas en el instrumento) en la corteza motora primaria, a diferencia del grupo de personas sin educación musical; así mismo, se ha encontrado que las áreas motoras de las manos, determinadas por la longitud del surco precentral en pianistas, evidencia una mayor longitud en ambos lados del surco, resultando una menor asimetría interhemisférica, fenómeno que no se observa en individuos no músicos; de igual forma, al realizar una comparación de músicos cantantes y no músicos, se encontró que los primeros muestran una mayor representación cerebral de la laringe y la boca en la corteza somatosensorial (Elbert et al., 1995; Amunts et al., 1997; Kleber et al., 2010). En cuanto a las habilidades visoespaciales, se ha encontrado que, en comparación con individuos adultos no músicos, pianistas profesionales evidenciaban un aumento remarcable en la materia gris en la región parietal superior; fenómeno que es de gran interés, pues esta 24 área cerebral tiene un papel importante en la integración multimodal de la información sensorial visual, auditiva y somatosensorial (Hutchinson et al., 2003). Sobre su influencia en las áreas auditivas cerebrales se ha observado que existe una diferencia de tamaño del área auditiva primaria, siendo que para los músicos dicha área se observa más grande en comparación con la de los no músicos (Schneider et al., 2002). Un detalle remarcable de este estudio es que esta diferencia de tamaño en los músicos también correlacionó con su desempeño en una tarea de discriminación de tonos, habilidad indispensable dentro de la disciplina musical. De igual forma, se han encontrado diferencias en las cortezas auditivas secundarias, con un mayor impacto en el hemisferio derecho. Así mismo, áreas de la corteza prefrontal, como la corteza frontal dorsolateral, la cual se encuentra relacionada con funciones ejecutivas, como la memoria de trabajo, se han visto mayormente desarrolladas en músicos adultos (Bermudez et al., 2009). En adición a esto, Slumming et al., (2002) observó que la práctica musical puede llegar a alterar las áreas relacionadas con el lenguaje. Después de evaluar el área de broca de músicos de la british symphony orchestra y la de individuos no músicos, se encontró una mayor densidad y volumen de la materia gris en el área de broca, zona relacionada con los elementos motrices del lenguaje hablado. Hasta ahora, los estudios parecen confirmar que la practica musical formal y constante generan cambios estructurales en el cerebro, principalmente asociados con un incremento en el tamaño de distintas estructuras, las cuales se muestran con un mayor tamaño. Estas modificaciones son remarcables, pues un incremento en el tamaño de distintas áreas cerebrales se puede entender como un aumento en las conexiones de las neuronas de dichas regiones y, como consecuencia, un funcionamiento más eficiente. 25 Por último, es importante remarcar que estos cambios también son influenciados por la cantidad de tiempo que se tenga de formación musical, pues aquellos que inician a una edad temprana muestran aún mejores diferencias que aquellos individuos que comienzan su entrenamiento en edades más avanzadas. 2.2.4.2 Interpretación musical y sus efectos en las funciones cognitivas Por funciones cognitivas se entienden todos aquellos procesos mentales que nos permiten llevar a cabo cualquier tipo de tarea. Logran que los individuos mantengan un rol activo en los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de la información, elementos que le permiten adaptarse al medio que le rodea. Ejemplos de dichas funciones pueden ser la memoria, atención, lenguaje y percepción. Para la interpretación musical profesionalmente es necesaria la utilización e integración de varias de estas funciones a la vez; un musico necesita leer, oír, tocar e interpretar piezas musicales, todos estos elementos son ejecutados de forma simultánea durante la ejecución de una obra musical. Debido a que la interpretación musical conlleva la integración de diversos tipos de funciones, existen buenas razones para evaluar si dicha actividad puede propiciar al desarrollo y mejoramiento de las funciones cognitivas, entre ellas, la atención. Cuando un musico profesional se dispone a practicar, mientras ejecuta una pieza musical realiza diversas acciones simultaneas, verifica la calidad del sonido, la afinación, movimientos cuidadosamente realizados, lectura de partituras, entre otras. Sin embargo, cuando se es profesional todas estas acciones son realizadas de forma inconsciente, pues la constancia ha sido tal que todos estos procesos son realizados de manera totalmente automática, es decir, sin demandas atencionales o pesadas, ni mucho menos con consciencia. 26 En un panorama general, las diferencias en cuanto a funciones cognitivas entre personas con practica musical e individuos sin ninguna experiencia musical, se han observado en distintas áreas. Lógicamente, los músicos han mostrado un mejor procesamiento en cuanto a estímulos auditivos musicales, como distinguir entre diferencias tonales, sin embargo, un detalle interesante es que esta agudeza auditiva musical parece influir también en el procesamiento auditivo lingüístico, incluso sugiriendo que esta agudeza puede facilitar el aprendizaje de un segundo idioma (Shön, Magne y Besson, 2004). También se han encontrado mejoras en habilidades cognitivas como la memoria, en específico la memoria auditiva, mejoras en el control inhibitorio para tareas que requieren la eliminación de información conflictiva, mejoramiento en las habilidades matemáticas, habilidades lingüísticas y habilidades socio afectivas, tanto para niños como para adultos. Respecto a su influencia en la atención, Amezcua (2006) encontró que al evaluar el desempeño de músicos pianistas e individuos no músicos en tareas que medían la eficiencia de sus redes atencionales de alerta, control ejecutivo y orientación, los pianistas presentaban una mejora en el control inhibitorio de estímulos distractores y fueron más rápidos para contestar sin perder precisión en sus respuestas. Así mismo, Méndez y Angulo (2018) evaluaron la atención sostenida en violinistas, individuos no músicos que recibieron un taller de violín e individuos sin práctica musical en lo absoluto. Al finalizar la investigación, se encontró una mejoría en el desempeño de la atención sostenida de los participantes que recibieron el taller, de igual forma, este grupo y el grupo de violinistas, puntuaron significativamente mayor que el grupo de no músicos. 27 De igual forma, Tierny y Kraus (2013) encontraron que, en los individuos, su habilidad para mantener un ritmo constante mediante un “beat” se encontraba relacionada positivamente con su capacidad atencional, es decir, aquellos participantes que eran capaces de mantener un ritmo constante con mayor efectividad también evidenciaban tener capacidad atencional mayor a aquellos que no puntuaron tan bien. En este sentido, es importante tener en cuenta que el ritmo, es un elemento indispensable en la práctica musical, como ya se llegó a mencionar anteriormente. Debido a todos estos descubrimientos es que se busca ahondar en si es que acaso la práctica musical constante y organizada tiene algún efecto en el desarrollo y rendimiento de la atención. 28 CAPITULO III BASE EPISTEMICA 3.1 Objetivo Identificar la influencia de la práctica musical sobre los niveles de atención en los estudiantes de nuevo ingreso a los talleres libres para niños de 6 a 12 años de la escuela libre de música del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) durante el periodo agosto – diciembre del 2020. Detectar si los niveles atencionales se relacionan con la práctica musical. Evaluar si la relación entre los niveles atencionales y la práctica musical se ven modificados según la edad de los individuos. Conocer la diferencia en la calidad de los procesos atencionales según cada una de las diferentes especializaciones (canto, piano, guitarra, dirección coral) que ofrece la carrera en educación musical. 3.2 Hipótesis Hipótesis 1: se podrá observar una correlación positiva de la práctica musical con los niveles de atención una vez que haya finalizado el curso de educación musical. Hipótesis 2: los efectos del curso musical en la atención no se verán afectados por la edad que tengan los evaluados. Hipótesis 3: los niveles atencionales finales variarán dependiendo del tipo de especialización que curse cada niño. 29 3.3 Variables V1 Práctica musical V2 Nivel atencional 3.3.1 Definición conceptual Práctica musical: hace referencia al entrenamiento relacionado con el aprendizaje y aplicación de todos los elementos que intervienen en la interpretación musical: la técnica motriz, el ritmo, la teoría, entro otros (Medina, 2015). Nivel atencional: la capacidad de los individuos para funcionar de manera adecuada mediante la filtración o selección de información, lo que responde a la capacidad de procesamiento limitada del ser humano; a esto se le conoce como atención (Banich, 1997 citado en Ostrosky et al., 2012). 3.3.2 Definición operacional Práctica musical: para los fines de esta investigación, sólo se considera práctica musical aquella que se presenta de manera sistemática, es decir, con un plan estructurado, profesionales capacitados para la enseñanza y que se realiza de forma constante. Nivel atencional: la prueba NEUROPSI atención y memoria (Ostrosky et al., 2012) se encarga de medir la atención y concentración mediante la evaluación de 3 escalas especificas: atención selectiva, atención sostenida y control atencional. 30 Puntuación total normalizada Clasificación 116 – en adelante Normal alto 85 – 115 Normal 70 – 84 Alteración leve 69 - o menos Alteración severa 31 CAPITULO IV METODOLOGIA 4.1 Orientación metodológica y tipo de estudio El presente estudio es de orientación cuantitativa, pues utiliza la recolección de datos numéricos para realizar comprobación de hipótesis, además de que emplea el análisis estadístico. De este modo se pretende establecer patrones de comportamiento y comprobación de teorías (Hernández, Fernández, Baptista, 2010). 4.2 Tipo de estudio El tipo de estudio es correlacional pues “asocia variables mediante un patrón predecible para un grupo o población. Tiene como finalidad conocer la relación o grado de asociación que exista entre dos o más conceptos, categorías o variables en un contexto en particular”. (Hernández, Fernández y Baptista, 2010) 4.3 Población y muestra La muestra consta de 20 participantes, de los cuales son 10 niños y niñas de entre 6 y 12 años recién ingresados al curso de formación musical de la escuela libre de música IVEC, los 10 restantes no asistirán a ningún curso. Los participantes del curso musical tendrán la opción de elegir entre teclado, guitarra, violín, viola, violonchelo, batería, percusión orquestal, oboe, fagot, clarinete, flauta transversa, trompeta o corno como instrumento para ser capacitados. 32 4.3.1 Tipo de muestra El tipo de muestreo empleado es el intencional, ya que se realiza una selección de manera voluntaria sobre aquellos elementos tomados en cuenta para la muestra, asumiendo que esta será representativa de la población que se busca evaluar (Hernández, et al., 2014). 4.3.1.1 Criterios de inclusión Criterio 1: rango de edad entre 6 y 12 años. Criterio 2: tener poca o nula práctica musical previa. 4.3.1.2 Criterios de exclusión Criterio 1: detección de algún tipo de problema atencional. Criterio 2: padecimiento de algún tipo de problema motriz. Criterio 3: antecedentes de alteraciones neurológicas. 4.4 Técnicas de acopio de información El instrumento empleado para realizar la medición de la atención en todos los grupos es la prueba NEUROPSI Atención y Memoria. Una prueba de ejecución máxima donde se incluyen diversas subpruebas con alta validez neuropsicológica. Para su aplicación se requiere de: libreta de estímulos, protocolo de aplicación, hojas blancas, cronometro y lápiz. El rango de edad para el que está dirigido esta prueba es de los 6 años en adelante. Respecto a la cantidad de ítems contenidos en la prueba, para la escala de atención-funciones ejecutivas es necesario responder un total de 53, todos son ítems de respuesta corta, es decir, se realizan cuestionamientos sin ofrecer alternativas de respuestas y para estos hay solamente una respuesta correcta. La evaluación es efectuada en todos los grupos; niños y niñas del curso 33 de educación musical y niños y niñas sin acudir a ningún tipo de curso. Todo esto con la finalidad de observar como se relaciona la variable de atención con el grupo sometido a la variable de práctica musical y poder diferenciarlo de aquellos en los que no se encuentra presente esta última variable. 4.4.1 Propiedades psicométricas del instrumento Respecto a la confiabilidad y para la obtención de las normas de la prueba, esta fue aplicada a 950 individuos completamente sanos, de una de edad entre 6 y 85 años. Según la edad de los individuos, la muestra fue dividida en nueve grupos: 6-7, 8-9, 10-11, 12-13, 14-15, 1630, 31-55, 56-64 y 65-85, de 55 integrantes cada uno. Por otra parte, para la validez, se tomó en cuenta la literatura referente a las áreas cognitivas y procesos que se buscan evaluar, en este caso: orientación, atención, concentración y memoria, así mismo, sobre los distintos trastornos y síndromes relacionados con la atención y la memoria. Respecto a la calificación, la prueba ofrece resultados del tipo cuantitativos y cualitativos. Las respuestas brindan las puntuaciones naturales, de las cuales se obtienen las puntuaciones normalizadas para cada grupo de edad. Al final, se obtienen los resultados individuales de las pruebas de atención y de memoria, así como una calificación global. 4.5 Procedimiento Fase 1: se selecciona la población con la que se trabajará. Fase 2: se elige el instrumento con el que se recabará información. En este caso es el NEUROPSI Atención y Memoria, aplicable a para niños y adultos de 6 años en adelante. Fase 3: aplicación de la evaluación previa. Fase 4: aplicación del curso de educación musical formal. 34 Fase 5: evaluación posterior al curso. Fase 6: análisis e interpretación de la información. Fase 7: conclusiones correspondientes al reporte de investigación. 4.6 Aspectos administrativos Recursos financieros: considerando la papelería requerida y transporte, se estima que la realización de esta investigación requiere de alrededor de $400. Recursos tecnológicos: computador portátil, paquetería de office, dispositivo móvil. Recursos humanos: participantes de la investigación, profesores de música, colaboradores en la aplicación del instrumento. Recursos materiales: test NEUROPSI Atención y Memoria, hojas de papel, lápices, cronometro. 35 4.7 Cronograma CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES 2020 ACTIVIDADES FEB MAR ABR 2020 MAY JUN AGO SEP OCT NOV DIC Elección del tema e inicio del marco referencial Elaboración del planteamiento del problema y marco teórico Elaboración de la base epistémica Metodología Búsqueda del instrumento de acopio Aplicación del instrumento Calificación y vaciado de datos Análisis de resultados Conclusiones Entrega del proyecto 36 FUENTES DE CONSULTA Amezcua, C. (2006) Efectos de la música en el aprendizaje de tareas de razonamiento visoespacial. (Tesis doctoral). Universidad de Guadalajara, Guadalajara, Jalisco. Álvaro-Mora, C., & Serrano-Rosa, M. (2019). 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