Página |1 “La desestabilización de los organismos internacionales ante la soberanía nacional” El uso de las organizaciones internacionales se ha podido establecer como un ejercicio constante y ordinario de los Estados modernos, más, sin embargo, a través del siguiente documento se trata de precisar desde un punto de vista argumentativo si estos pueden llegar a ser nocivos para la soberanía de un país independiente o no. Ante ello, se hace oportuno señalar que quizás las instituciones y organismos internacionales no recaen en un apego efectivo o positivo real como quisieran hacerlo, ya que, con sus principios y lógicas partidistas, han promovido diferencias, aunque se planteen como democráticas e igualitarias, dependiendo principalmente de las decisiones que estiman aquellos países con mayor influencia; ante este sentido se plantea como tesis principal si, los organismos internacionales pueden llegar a ser nocivos para la estabilidad política, social, económica e incluso cultural de un país mediante el ventajismo de aquellos Estados potencia. Ante estas posturas, e iniciando con el FMI, el mismo considerado como “un organismo mundial integrado por 190 países procura fomentar la cooperación monetaria internacional, afianzar la estabilidad financiera, facilitar el comercio internacional, estimular un nivel alto de empleo” (FMI, 2022); más sin embargo se pudiera precisar como una institución netamente partidista, la cual según sus bases podrá servir como un banco y ayudar a aquellos países que poseen déficit fiscal o que se encuentra en numero rojos ante la devaluación y la deuda ante otra institución de carácter internacional, pero la misma emplea un nivel no tan igualitario porque esta disponible para poder determinar un financiamiento a países con mayor secuela futura para poder cubrir con sus gastos que aquellos que se encuentran en total pobreza, a nuestro juicio no se trata de una postura real y efectiva, cuyos principios han sido establecidos a lo largo de nuestra historia, se siente separatista y humillante para aquellos Estados que no cuentan con las bases propias para poder afianzar una nueva oportunidad mercantil. De la misma forma nos concebimos hablar sobre lo que aparenta fomentar otras instituciones mundiales como la Organización de las Naciones Unidas, aquella creada en el años 1945 y que aparentaba constituirse como una respuesta del mundo ante el llamado a la calma y la paz, no obstante pareciera no adquirir plena relevancia en el campo de las ataduras políticas, todo con la simple razón de que no se puede concebir como una verdadera fuente estratégica si la misma pasa por múltiples factores que denotan un porvenir distinto al que estamos acostumbrados como sociedad, si es cierto que los mismos están para incentivar la paz universal, “tales como la asistencia a procesos políticos, la reforma de sistemas de justicia, el entrenamiento de fuerza de seguridad” (ONU, 2017); en ese caso según la cita, no existe una real y confiable veracidad a lo que se precisa por el simple hecho de ser una nueva era en la que la lógica de las corrientes políticas han decaído sobre la voluntad de las potencias mundiales, aquí es donde quizás la realidad toma un camino distinto, el exponer que no podemos aceptar que exista una institución que proponga la paz haciendo uso de la guerra, inspirando a la guerra y con tantos casos universales donde la guerra aparenta ser la única solución. De la misma forma, y continuando con la investigación existen otro tipo de organismos internacionales que según su empleo y estructura, podría aparentar ser una ventana a la protección de ciertos gobiernos en la dominación geopolítica del mundo, como quizás sea el caso de la OTAN, una organización que adquiere relevancia por querer, precisarnos que su administración se desarrolla por “garantizar la libertad y la seguridad de sus países miembros por medios políticos y militares” (OTAN, 2023); la misma cuyo principio fundamental a estado arraigado al desarrollo porcentual de la guerra, “sirva de ejemplo que en el año 1990 el gasto medio de defensa de los países de la OTAN era el 4,1% del producto interno Bruto” (Ruiz, 2003) y aquí es donde nuevamente surge la duda estratégica, aquella que afianza una voluntad Página |2 propia de que no se puede componer en un Estado de iniciativa social y objetiva plenamente, o de poder alentar a la creación de un organismo pacifico sino es con el uso y aplicabilidad de la violencia, los mismos han tomado su iniciativa desde un punto de vista más ecológico, exponiendo casos en donde se evidencia que “se podrán reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 40% y 50% para el 2050” (UN, 2022). En ese caso, las organizaciones internacionales aparentan ser una figura de orden y control no solo para exponer las diferentes áreas que deben ser tomadas en cuenta para un perfecto desenvolvimiento de los pueblos sino también para la organización propia de cada uno de ellos, pero como en toda organización siempre existirá el plano de la democracia, por ello autores como Adam Smith exponen que para cualquier organización, “cuanto mayor sea su número, más naturalmente se dividirán entre las distintas clases y subdivisiones” (Adam, 1776)., no se habla entonces de un hecho que aparenta una dicotomía distinta, sino que se asoma a la relevancia cabal de una concepción política que va a depender directamente de aquellos que hacen valor a la propia institución. Un ejemplo de ello se desarrolla con la ONU, su creación se emplea justo después del termino de la segunda guerra mundial como respuesta al mundo, es justo por ello que, el considerar que las potencias mundiales no tienen influencia, es falso, por ejemplo para el caso de la ONU y la creación del Estado de Israel, uno de los principales influyentes en ello y como conservador de los derechos fundamentales del pueblo judío, se emplea en los Estados Unidos de América, aunque se trató de una época cuyo fin jurídico y geográfico se vio altamente deteriorado, donde “los sectores extremistas de este movimiento nacional palestino, acusaron a las aspiraciones sionistas de ser la causa de sus propias aspiraciones no hubiesen sido satisfechas” (Brunotto, 2006); hablamos de que, se trató literalmente de una reubicación del pueblo judío, no obstante, cada potencia mundial siempre ha jugado a su mejor hazaña y mejor estrategia por lo que puede suponer que a los EEUU le convenía tener un país aliado donde poner sus bases militares en el viejo mundo. Uno de las de las características que poseen los organismos internacionales como la ONU es que sirve como una figura de control para aquellos que figuran como sus organizadores, tienen poder político, o simplemente son fuente inversora de recursos para su mantenimiento y administración, bajo esa situación, países como Rusia siendo otro Estado de derecho considerado potencia mundial y sobre todo influyente, también ha hecho su parte en este tipo de organismos; por ejemplo el caso de la extinta unión soviética en el siglo pasado, y la actual influencia de Vladimir Putin, al miedo constante y directo hacia el mundo. Con esto se indica que, por mas de que existe un verdadero soporte político, el hecho mismo del desarrollo de los organismos internacionales surgen justamente por la necesidad que poseen cada uno de ellos en consumir su propio escenario cabal. Ante ello se piensa que, “el mantenimiento de la mayor seguridad del país, la preservación y el fortalecimiento de su soberanía e integridad territorial, y de posiciones firmes y prestigiosas de la comunidad mundial” (Sánchez, 2010); anulado a ello, también surge la concepción de la influencia de estos organismos internacionales como es el caso del FMI, ante la apreciación de la propia economía mundial, al poder concebir que, “la participación de China en el comercio mundial se ha multiplicado casi por 10 en las tres últimas décadas” (Arora, 2010); produciendo con ello que, los organismos internacionales siempre van a estar a la vanguardia de lo que se decide según los países élites, ya que se pudiera pensar que controlan el mundo. Página |3 BIBLIOGRAFÍA Arora, V. et al (2010). Medir la influencia China. Finanzas & desarrollo. Recuperado de: https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2010/12/pdf/arora.pdf. Adam, S. (1776). La riqueza de las naciones. 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