EL EVANGELIO DE CRISTO Parte I El día de Reposo, El día del “eño y El primer día de la semana: Una perspectiva canónica y, por tanto, apostóli a Primera Edición, Noviembre de 2017 1 CONTENIDO Pág. Introducción….………………………………………………………………………………………………………………….4 1. Declara ió de la do t i a del día del seño segú los ate is os de uest as iglesias………………………………………………………………………………………………………………………………8 2. El día de reposo en la historia de la humanidad según la revelación divina………….…… 3. El primer día de la Semana para nuestra iglesia según La Escritura……………………………74 4. El Día del Señor en nuestro Canon.…..…………….………………………………………………………..115 5. Conclusiones preliminares .………………………………………………………………………………………142 6. Análisis al pastor Sam Waldron………………………………………………………………………………..145 7. Análisis al pastor John Piper……………………………………………………………………………………..230 8. Análisis y comentario a la confesión de Fe Westminster sobre el día de reposo cristiano………………………………………………………………………………………………………………………..272 9. Análisis a la Confesión Católica Romana sobre el día de reposo cristiano.……………….294 10. Análisis al pastor Ignacio de Antioquía………………………………………………………………….. 11. A álisis a la Dida he e ua to al día del “eño ………………………………………………….344 12. La cuestión del lenguaje griego……………………………………………………………………………….359 13. Desarrollo histórico de la doctrina del día del seño en nuestra iglesia……………… 14. Conclusiones definitivas en cuanto al día de reposo, el primer día de la semana y el día del Señor ………………………………………………………………………………………………………………..388 15. Aplicaciones para la iglesia cristiana del siglo XXI………………………………………………….397 16. Resumen………………………………………………………………………………………………………………….401 17. Referencias bibliográficas………………………….……………………………………………………………402 18. APÉNDICES………………………………………………………………………………………………………….…..408 A. Comentario de Sam Waldron al la doctrina del día de reposo expuesta en la Confesión Bautista de 1689…………………………………………………………………………………………………………… B. Sermón de John Piper ¿E iste e ve dad u día del “eño ? ……………………………...413 2 C. Capítulo 21 de la Confesión de Fe de Westminster…………………………………………………420 D. Carta a los Magnesios……………………………………………………………………………………………….423 E. La Didache: Texto griego y texto traducido al español …………………………………………….427 F. Sermón: Tomando la mesa del Señor indignamente…………………………………………………448 19. Acerca del Autor……………………………………………………………………………………………………..457 3 INTRODUCCIÓN Leer este tratado cambiará sus vidas, se los aseguro. ¿Por qué hago una declaración tan significativa? Porque el Evangelio es poder de Dios para salvación. Y este tratado se trata precisamente de esto: Del Evangelio. Piensen en esto: Nuestro Creador no nos dejo sin esperanza por el pecado de nuestro padre Adán. Nuestro Creador tuvo compasión de nosotros, y nos dio una oportunidad de salvación en Cristo Jesús, quien siendo Dios, se hizo hombre como nosotros y padeció nuestra vejaciones; quien además fue nuestro sustituto en el madero, para librarnos del castigo de nuestros pecados y darnos vida en él por medio no solo de su muerte sino también de su resurrección, la cual también experimentaremos nosotros en el día de Cristo, cuando venga en las nubes para juzgar al mundo y salvar a los que lo esperan, día en el cual también serán creados cielos nuevos y tierra nueva donde morará para siempre la justicia y los rectos de corazón verán a Dios. ¡Glorioso! A su tiempo, nuestros días en esta tierra cesarán y llegado el día designado resucitaremos para que cada uno de nosotros reciba según lo que haya hecho en el cuerpo, sea bueno o malo. ¡Es evidente cómo viven los hombres! Su estilo de vida está caracterizado por el odio, la envidia, la soberbia, el fraude, la mentira, la lujuria, la inmundicia sexual, y la adoración a dioses que no son sino invento de los hombres que dan la espalda a su Creador ¿Cuál será el destino eterno de tales hombres ante Dios? Por eso, el ser humano precisa de una salvación que lo traslade de la oscuridad y la condenación a la vida y la luz, y esta esperanza es dada a nosotros por medio de Jesucristo, el Hijo de Dios, y Señor de todos. Pero Jesucristo para que pueda ser obedecido por los hombres, necesita ser anunciado en todo lugar y en toda época, y el mensaje de salvación en él, es lo que también conocemos como el Evangelio, el anuncio de la buena nueva para la humanidad. Así que, a la larga, la vida eterna o la condenación dependen de que los hombres puedan escuchar este Evangelio de Jesucristo, el Salvador, y de que obedezcan lo que este mensaje ordena. Pero si el contenido de este mensaje en algún momento es presentado de forma distorsiva ¿Qué podría pasar? En algunas ocasiones la distorsión del Evangelio de Cristo puede no conllevar a la condenación de las personas, porque todavía contiene suficiente verdad, tanto que al ser obedecido pueda todavía dar luz a los que lo crean. Pero algunas distorsiones pueden ser tan graves y serias respecto al Evangelio, que aquellos que sigan tal mensaje distorsivo, podrían estar en peligro de ser condenados, ya que lo que estarían poniendo en práctica 4 no sería el mensaje de Jesús que da vida a los que lo obedecen, sino un anuncio despojado de verdad, de tal manera que no puede salvar a los que siguen tal Evangelio. ¡La vida de los hombres depende de este Evangelio! ¡No es cosa efímera el esfuerzo de comunicarlo fielmente! Hermanos, lo que ayer pudo ser una pequeña desviación del mensaje evangelio, una pequeña concesión en cuanto a su contenido, en cinco, diez, cincuenta o cien años, puede resultar en una desviación seria (y lo ha hecho). Lo que hoy podría ser una distorsión pequeña, en un siglo podrá ser una herejía. Y puede que el Evangelio distorsivo en algún grado todavía salve a los hombres, pero puede llegar un punto en que la distorsión empeore a tal magnitud que los hombres que sigan tal Evangelio, en vez de ser salvados por Dios, sean llevados a la condenación (Y ha pasado en la historia de nuestra iglesia). De ahí, la necesidad y la importancia eterna de conocer, comprender, asimilar, entender y comunicar efectivamente el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo ¡De nuestra fe en él depende nuestra vida eterna! El asunto que ustedes van a leer en este tratado es apenas la punta del Iceberg, y puede que al haber leído este tratado queden con la sensación de que mi tema aquí abordado haya sido insignificante, aunque dudo que al final esa sea su reacción. Más bien, una vez hayan leído este breve escrito, querrán conocer más y mejor el Evangelio del Señor, y no solo querrán, sino que estarán en el deber de hacerlo. Permítanme dar una ilustración de la importancia de este tratado: El arquitecto verificó que las bases del edificio quedarán bien puestas, y así fue. Enseguida el constructos comenzó a edificar sobre tales bases, pero no lo hizo con la excelencia requerida, así que las columnas horizontales o vigas fueron instaladas de manera irregular, desniveladas, pero aun así, se empezaron a levantar los muros. Al darse cuenta el constructor que las paredes quedaban desniveladas, por muchas distracciones, prefirió construir las columnas también torcidas y así se daba simetría a la construcción ¡Todo el primer piso del edificio está inclinado! Pero, el constructor del primer piso sufrió un accidente y no pudo continuar con el segundo piso (son cinco pisos en total). Entonces otro constructor asumió la obra de continuar, y así lo hizo: Movilizó su personal y siguió levantando los muros sobre las vigas y columnas torcidas que venían del primer piso. Este constructor edificó el segundo y tercer piso ¿Cómo creen que se verá esta edificación? ¡Está toda torcida! ¡Es un peligro seguir edificando! La cuestión es que desde la primera planta había desniveles en las vigas y columnas, y por tanto en las paredes, y si seguía construyendo sobre ese primer piso, el resultado del 5 segundo piso no sería mejor. Para garantizar el éxito de la edificación se debía hacer la corrección desde el primer piso: Enderezar las vigas y las columnas. ¿Qué si la doctrina de la Trinidad sobre la cual la iglesia (el constructor) ha edificado su evangelio está torcida y desnivelada? ¡Qué peligro seguir construyendo así! ¿Qué si la doctrina de la segunda venida de Cristo sobre la cual la iglesia ha edificado está distorsionada desde hace casi dos mil años? ¡Pudimos haber trabajado en vano todos estos cientos de años! ¿Qué si la doctrina de la Ley y su relación con el cristiano sobre la cual la iglesia (el constructor) ha formulado el resto de enseñanzas estaba equivocada desde un comienzo? ¡Necesitaremos derribar casi todo el edificio y bajar hasta el primer piso y comenzar de nuevo! Bien, este tratado no es acerca de la Trinidad o de la venida de Cristo, ni de la Ley y el cristiano, pero he mencionado tales doctrinas para mostrar que es de suma importancia tener unas columnas derechas y unas vigas bien niveladas para tener una buena construcción, o al menos para garantizar que la estructura del edificio será apropiada. En este tratado, lo que quiero contarles es que como ayudante de construcción, noté que una pared estaba torcida, algunos ladrillos no encajaban, y eso que estaba haciendo lo que mis maestros me decían. Así que al notar este problema, intenté averiguar la razón que le daba origen, y tuve que descender desde el tercer piso al segundo, y una vez en el segundo, me percaté que la falencia venía desde el primer piso, así que descendí para encontrar la raíz del problema. ¡Y allí estaba! Una viga y dos columnas están torcidas, y sobre ellas se ha seguido construyendo, y una vez que quise mirar todo el edificio, observé que está quedando torcido ¡Prácticamente se nos está viniendo encima! Pero la corrección no se puede hacer a menos que más ayudantes, e incluso los maestros de obra, se percaten de la falla que hay en el primer piso, y si siguen construyendo, podrán terminar en un colapso. La falla viene del primer piso. La finalidad de este tratado es seguir construyendo, pero haciendo las correcciones necesarias desde el primer piso ¡Vaya trabajo! ¡Pero gracia a Dios es posible! Este escrito está pensado para los maestros de obra: Obispos, pastores, reverendos, teólogos, profesores, cardenales, ancianos, sacerdotes, los presbíteros, en fin, para los maestros de la obra, pues son ellos quienes necesitan percatarse de la corrección que hay que hacer desde el primer piso, pues si siguen edificando sobre un primer y segundo piso torcido, la edificación podría venirse al piso en cualquier momento. 6 Sin embargo, si usted no tiene el título de maestro, pastor, evangelista, obispo, no importa, este libro también es para usted, ya que usted como yo, es un ayudador en la edificación de esta construcción, y si logro hacerle ver a usted dónde y cómo podemos hacer la corrección necesaria, podríamos ayudar a enderezar el edificio. Dos son más que uno, y si somos tres, cuatro, diez, cien, mil, cien mil, un millón, mucho mejor. Un día el Arquitecto volverá para ver cómo quedo su obra. Por eso, querido hermano, aunque algunos de los nuestros no nos presten atención, ellos tendrán que dar cuenta al inversionista. Nuestra función es señalar el problema y tratar de corregirlo ¡Oro al Señor para que toda su iglesia corrija el desnivel que lleva ahí casi dos mil años! Usted ya supondrá todo lo que puede ocurrir en un edificio de tres pisos que ha sido construido sobre columnas y vigas que están torcidas desde el primer piso ¡Muchas paredes tendrán que tirarse al suelo, muchas columnas tendrán que ser enderezadas y veremos que mucho de lo construido no sirvió! Pero eso es mejor que seguir construyendo sin corregir desde abajo. Y el costo emocional también será alto, pues pensemos por ejemplo, en el desanimo de los que llevan trabajando arduamente durante años en el tercer piso, y ahora deben ver cómo sus paredes y adornos deben ser tirados al suelo ¡Pero es mejor sufrir un poco así, en vez de seguir construyendo un edificio al borde del colapso! ¡Nuestro deber ético es corregirnos! ¡Ayúdenme a enderezar lo que está torcido! ¡Venga, déjenme mostrarles dónde está el problema! 7 1. DECLARACIÓN DE LA DOCTRINA EN LOS CATECISMOS DE NUESTRAS IGLESIAS 1.1 CATECISMO CATÓLICO ROMANO: SEGUNDA PARTE: La celebración el misterio cristiano, Primera sección: El misterio pascual en el tiempo de la iglesia. Capítulo Segundo: La celebración Sacramental del Misterio Pas ual, III ¿Cuá do ele a ? : El día del Señor 1166 "La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se llama o azó día del “eño o do i go" “C . El día de la Resu e ió de C isto es a la vez el "primer día de la semana", memorial del primer día de la creación, y el "octavo día" en que Cristo, tras su "reposo" del gran Sabbat, inaugura el Día "que hace el Señor", el "día que no conoce ocaso" (Liturgia bizantina). El "banquete del Señor" es su centro, porque es aquí donde toda la comunidad de los fieles encuentra al Señor resucitado que los invita a su banquete (Cf. Jn 21,12; Lc 24,30): El día del Señor, el día de la Resurrección, el día de los cristianos, es nuestro día. Por eso es llamado día del Señor: porque es en este día cuando el Señor subió victorioso junto al Padre. Si los paganos lo llaman día del sol, también lo hacemos con gusto; porque hoy ha amanecido la luz del mundo, hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la salvación (S. Jerónimo, pasch.). 1167 El domingo es el día por excelencia de la Asamblea litúrgica, en que los fieles "deben reunirse para, escuchando loa palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recordar la pasió , la esu e ió la glo ia del “eño Jesús da g a ias a Dios, ue los hizo e a e a la espe a za i a po la esu e ió de Jesu isto de e t e los ue tos " “C : Cuando meditamos, oh Cristo, las maravillas que fueron realizadas en este día del domingo de tu santa Resurrección, decimos: Bendito es el día del domingo, porque en él tuvo comienzo la Creación... la salvación del mundo... la renovación del género humano... en él el cielo y la tierra se regocijaron y el universo entero quedó lleno de luz. Bendito es el día del domingo, porque en él fueron abiertas las puertas del paraíso para que Adán y todos los desterrados entraran en él sin temor (Fanqîth, Oficio siriaco de Antioquía, vol 6, 1ª parte del verano, p.193b) 1 TERCERA PARTE: la vida en cristo. Segunda sección: Los Diez Mandamientos. Capítulo p i e o: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fue zas a tí ulo , El Tercer mandamiento: II El día del Señor: 8 II EL DÍA DEL SEÑOR ¡Este es el día que ha hecho el Señor, exultemos y gocémonos en él! (Sal 118, 24). El día de la Resurrección: la nueva creación 2174 Jesús esu itó de e t e los ue tos el p i e día de la se a a Mt , ; M , ; Lc 24, 1; Jn 20, 1). En cuanto es el p i e día , el día de la Resu e ió de C isto e ue da la p i e a ea ió . E ua to es el o ta o día , ue sigue al sá ado Cf. M , 1); Mt 28, 1), significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Para los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del “eño H k iak h e a , dies do i i a , el do i go : Nos reunimos todos el día del sol porque es el primer día (después del sábado judío, pero también el primer día), en que Dios, sacando la materia de las tinieblas, creó al mundo; ese mismo día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos (S. Justino, Apol. 1,67). El domingo, plenitud del sábado 2175 El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios. Porque el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, y lo que se practicaba en ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo (Cf. 1 o 10,11): Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por Él y por su muerte. (S. Ignacio de Antioquía, Magn. 9, 1). 2176 La celebración del domingo cumple la prescripción moral, inscrita en el corazón del ho e, de da a Dios u ulto e te io , isi le, pú li o egular bajo el signo de su o dad u i e sal ha ia los ho es “. To ás de A., s. th. -2, 122, 4). El culto dominical realiza el precepto moral de la Antigua Alianza, cuyo ritmo y espíritu recoge celebrando cada semana al Creador y Redentor de su pueblo. La Eucaristía dominical 2177 La celebración dominical del día y de la Eucaristía del Señor tiene un papel p i ipalísi o e la ida de la Iglesia. El do i go, e el ue se ele a el iste io pas ual, 9 por tradición apostólica, ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de p e epto ? CIC can. 1246, 1). "Igualmente deben observarse los días de Navidad, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción, San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo y, finalmente, todos los Santos" (? CIC can. 1246, 1). 2178 Esta práctica de la asamblea cristiana se remonta a los comienzos de la edad apostólica (Cf. Hch 2, 42- ; Co , . La a ta a los He eos di e: No a a do is vuestra asamblea, o o algu os a ostu a ha e lo, a tes ie , a i aos utua e te (Hb 10, 25). La t adi ió o se a el e ue do de u a e ho ta ió sie p e a tual: Ve i te p a o a la iglesia, acercarse al Señor y confesar sus pecados, arrepentirse en la oración... Asistir a la sagrada y divina liturgia, acabar su oración y no marcharse antes de la despedida... Lo hemos dicho con frecuencia: este día os es dado para la oración y el descanso. Es el día que ha hecho el Señor. En él exultamos y nos gozamos. (Autor anónimo, serm. dom.). 2179 La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se e o ie da a u pá o o, o o su pasto p opio ? CIC can. 515, 1). Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración dominical de la Eucaristía. La parroquia inicia al pueblo cristiano en la expresión ordinaria de la vida litúrgica, le congrega en esta celebración; le enseña la doctrina salvífica de Cristo. Practica la caridad del Señor en obras buenas y fraternas: No puedes orar en casa como en la iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se eleva a Dios como desde un solo corazón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes. (S. Juan Crisóstomo, incomprehens. 3, 6). La obligación del domingo 2180 El a da ie to de la Iglesia dete i a p e isa la le del “eño : El do i go las demás fiestas de p e epto los fieles tie e o liga ió de pa ti ipa e la isa (? CIC a . . Cu ple el p e epto de pa ti ipa e la isa uie asiste a ella, do de uie a que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la ta de ? CIC can. 1248, 1). 2181 La Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que 10 estén excusados por una razón seria [por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños] o dispensados por su pastor propio (Cf. ? CIC can. 1245). Los que deli e ada e te falta a esta o liga ió o ete u pe ado g a e. 2182 La participación en la celebración común de la Eucaristía dominical es un testimonio de pertenencia y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Los fieles proclaman así su comunión en la fe y la caridad. Testimonian a la vez la santidad de Dios y su esperanza de la salvación. Se reconfortan mutuamente, guiados por el Espíritu Santo. 2183 Cua do falta el i ist o sag ado u ot a ausa g a e ha e i posi le la pa ti ipa ió en la celebración eucarística, se recomienda vivamente que los fieles participen en la liturgia de la palabra, si ésta se celebra en la iglesia parroquial o en otro lugar sagrado conforme a lo prescrito por el obispo diocesano, o permanezcan en oración durante un tie po o e ie te, solos o e fa ilia, o, si es opo tu o, e g upos de fa ilias ? CIC can. 1248, 2). Día de gracia y de descanso 2184 Así como Dios esó el día s pti o de toda la ta ea ue ha ía he ho G , , así también la vida humana sigue un ritmo de trabajo y descanso. La institución del día del Señor contribuye a que todos disfruten del tiempo de descanso y de solaz suficiente que les permita cultivar su vida familiar, cultural, social y religiosa (Cf. GS 67, 3). 2185 Durante el domingo y las otras fiestas de precepto, los fieles se abstendrán de entregarse a trabajos o actividades que impidan el culto debido a Dios, la alegría propia del día del Señor, la práctica de las obras de misericordia, el descanso necesario del espíritu y del cuerpo. Las necesidades familiares o una gran utilidad social constituyen excusas legítimas respecto al precepto del descanso dominical. Los fieles deben cuidar de que legítimas excusas no introduzcan hábitos perjudiciales a la religión, a la vida de familia y a la salud. El amor de la verdad busca el santo ocio, la necesidad del amor cultiva el justo trabajo. [S. Agustín, civ. 19, 19). 2186 Los cristianos que disponen de tiempo de descanso deben acordarse de sus hermanos que tienen las mismas necesidades y los mismos derechos y no pueden descansar a causa de la pobreza y la miseria. El domingo está tradicionalmente consagrado por la piedad cristiana a obras buenas y a servicios humildes para con los enfermos, débiles y ancianos. 11 Los cristianos deben santificar también el domingo dedicando a su familia el tiempo y los cuidados difíciles de prestar los otros días de la semana. El domingo es un tiempo de reflexión, de silencio, de cultura y de meditación, que favorecen el crecimiento de la vida interior y cristiana. 2187 Santificar los domingos y los días de fiesta exige un esfuerzo común. Cada cristiano debe evitar imponer sin necesidad a otro lo que le impediría guardar el día del Señor. Cuando las costumbres [deportes, restaurantes, etc.] y los compromisos sociales (servicios públicos, etc.) requieren de algunos un trabajo dominical, cada uno tiene la responsabilidad de dedicar un tiempo suficiente al descanso. Los fieles cuidarán con moderación y caridad evitar los excesos y las violencias engendrados a veces por espectáculos multitudinarios. A pesar de las presiones económicas, los poderes públicos deben asegurar a los ciudadanos un tiempo destinado al descanso y al culto divino. Los patronos tienen una obligación análoga con respecto a sus empleados. 2188 En el respeto de la libertad religiosa y del bien común de todos, los cristianos deben esforzarse por obtener el reconocimiento de los domingos y días de fiesta de la Iglesia como días festivos legales. Deben dar a todos un ejemplo público de oración, de respeto y de alegría, y defender sus tradiciones como una contribución preciosa a la vida espiritual de la sociedad humana. Si la legislación del país u otras razones obligan a trabajar el domingo, este día debe ser al menos vivido como el día de nuestra liberación que nos ha e pa ti ipa e esta eu ió de fiesta , e esta asa lea de los p i og itos i s itos e los ielos H , -23). RESUMEN 2189 Gua da ás el día del sá ado pa a sa tifi a lo Dt , des a so o pleto, o sag ado al “eño E , . . El día s pti o se á día de 2190 El sábado, que representaba la coronación de la primera creación, es sustituido por el domingo que recuerda la nueva creación, inaugurada por la resurrección de Cristo. 2191 La Iglesia celebra el día de la Resurrección de Cristo el octavo día, que es llamado con toda razón día del Señor, o domingo. 2192 El do i go ha de o se a se e toda la Iglesia o o fiesta p i o dial de p e epto (? CIC a . , . El do i go las de ás fiestas de p e epto, los fieles tie e o liga ió de pa ti ipa e la isa ? CIC can. 1247). 12 2193 El do i go las de ás fiestas de p e epto... los fieles se a ste d á de a uellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del “eño o disf uta del de ido des a so de la e te del ue po ? CIC can. 1247). 2194 La i stitu ió del do i go o t i u e a ue todos disf ute de u suficientes pa a ulti a la ida fa ilia , ultu al, so ial eligiosa G“ , eposo o io . 2195 Todo cristiano debe evitar imponer, sin necesidad, otros impedimentos para guardar el día del Señor. 2 1.2 CONFESIÓN BAUTISTA DE LONDRES DE 1689 Capítulo 22: De la adoración religiosa y del día de reposo 1. La luz de la naturaleza muestra que hay un Dios, que tiene señorío y soberanía sobre todo; es justo, bueno y hace bien a todos; y que, por lo tanto, debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído y servido con toda el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas.1 Pero el modo aceptable de adorar al verdadero Dios fue instituido por él mismo, y está de tal manera limitado por su propia voluntad revelada que no se debe adorar a Dios conforme a las imaginaciones e invenciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, ni bajo ninguna representación visible ni en ningún otro modo no prescrito en las Sagradas Escrituras.2 1. Jer. 10:7; Mr. 12:33. 2. Gn. 4:1-5; Ex. 20:4-6; Mt. 15:3,8,9; 2 R. 16:10-18; Lv. 10:1-3; Dt. 17:3; 4:2; 12:29-32; Jos. 1:7; 23:6-8; Mt. 15:13; Col. 2:20-23; 2 Ti. 3:15-17. 2. La adoración religiosa ha de tributarse a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y a él solamente;1 no a los ángeles, ni a los santos, ni a ninguna otra criatura; 2 y desde la Caída, no sin un mediador; ni por la mediación de ningún otro, sino solamente de Cristo. 3 1. Mt. 4:9,10; Jn. 5:23; 2 Co. 13:14. 2. Ro. 1:25; Col. 2:18; Ap. 19:10. 3. Jn. 14:6; Ef. 2:18; Col. 3:17; 1 Ti. 2:5. 3. Siendo la oración, con acción de gracias, una parte de la adoración natural, la exige Dios de todos los hombres.1 Pero para que pueda ser aceptada, debe hacerse en el nombre del Hijo,2 con la ayuda del Espíritu,3 conforme a su voluntad,4 con entendimiento, reverencia, humildad, fervor, fe, amor y perseverancia;5 y cuando se ora con otros, debe hacerse en una lengua conocida.6 1. Sal. 95:1-7; 100:1-5. 2. Jn. 14:13,14. 3. Ro. 8:26. 4. 1 Jn. 5:14. 13 5. Sal. 47:7; Ec. 5:1,2; He. 12:28; Gn. 18:27; Stg. 5:16; 1:6,7; Mr. 11:24; Mt. 6:12,14,15; Col. 4:2; Ef. 6:18. 6. 1 Co. 14:13-19,27,28. 4. La oración debe ser por cosas lícitas, y a favor de toda clase de personas vivas, o que vivirán más adelante;1 pero no a favor de los muertos ni de aquellos de quienes se pueda saber que han cometido el pecado de muerte.2 1. 1 Jn. 5:14; 1 Ti. 2:1,2; Jn. 17:20. 2. 2 S. 12:21-23; Lc. 16:25,26; Ap. 14:13; 1 Jn. 5:16. 5. La lectura de las Escrituras,1 la predicación y la audición de la Palabra de Dios, 2 la instrucción y la amonestación los unos a los otros por medio de salmos, himnos y cantos espirituales, el cantar con gracia en el corazón al Señor, 3 como también la administración del bautismo4 y la Cena del Señor:5 son parte de la adoración religiosa a Dios que ha de realizarse en obediencia a él, con entendimiento, fe, reverencia y temor piadoso; además, la humillación solemne,6 con ayunos, y las acciones de gracia en ocasiones especiales, han de usarse de una manera santa y piadosa.7 1. Hch. 15:21; 1 Ti. 4:13; Ap. 1:3. 2. 2 Ti. 4:2; Lc. 8:18. 3. Col. 3:16; Ef. 5:19. 4. Mt. 28:19,20. 5. 1 Co. 11:26. 6. Est. 4:16; Jl. 2:12; Mt. 9:15; Hch. 13:2,3; 1 Co. 7:5. 7. Ex. 15:1-19; Sal. 107. 6. Ahora, bajo el evangelio, ni la oración ni ninguna otra parte de la adoración religiosa están limitadas a un lugar, ni son más aceptables por el lugar en que se realizan, o hacia la dirección que se dirigen;1 sino que Dios ha de ser adorado en todas partes en espíritu y en verdad;2 tanto en cada familia en particular3 diariamente,4 como cada uno en secreto por sí solo;5 así como de una manera más solemne en las reuniones públicas,6 las cuales no han de descuidarse ni abandonarse voluntariamente o por negligencia, cuando Dios por su Palabra o providencia nos llama a ellas. 7 1. Jn. 4:21. 2. Mal. 1:11; 1 Ti. 2:8; Jn. 4:23,24. 3. Dt. 6:6,7; Job 1:5; 1 P. 3:7. 4. Mt. 6:11. 5. Mt. 6:6. 6. Sal. 84:1,2,10; Mt. 18:20; 1 Co. 3:16; 14:25; Ef. 2:21,22. 7. Hch. 2:42; He. 10:25. 7. Así como es la ley de la naturaleza que, en general, una proporción de tiempo, por designio de Dios, se dedique a la adoración a Dios, así en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todas las épocas, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete como día de reposo, para que sea guardado santo para él;1 el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el 14 último día de la semana y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana, que es llamado el Día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del último día de la semana.2 1. Gn. 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27,28; Ap. 1:10. 2. Jn. 20:1; Hch. 2:1; 20:7; 1 Co. 16:1-2; Ap. 1:10; Col. 2:16,17. 8. El día de reposo se guarda santo para el Señor cuando los hombres, después de la debida preparación de su corazón y de haber ordenado de antemano todos sus asuntos cotidianos, no solamente observan un santo descanso durante todo el día de sus propias labores, palabras y pensamientos1 acerca de sus ocupaciones y diversiones seculares, sino que también se dedican todo el tiempo al ejercicio público y privado de la adoración de Dios, y a los deberes que son por necesidad y por misericordia. 2 1. Ex. 20:8-11; Neh. 13:15-22; Is. 58:13,14; Ap. 1:10. 2. Mt. 12:1- ;M . : , 3 1.3 DECLARACIÓN DE LA DOCTRINA A ESTUDIAR: El primer día de la semana como día del “eño y el día de reposo cristiano Como se puede leer en los catecismos católicos y bautista (el de Westminster es idéntico al bautista en este aspecto), nuestra iglesia ha enseñado y sigue enseñando que Dios ordenó el día de reposo, el séptimo día, para adoración y alabanza, un día santo para él; y que este día, luego de la resurrección del Señor ya no es más el séptimo día, sino el p i e o, ue es lla ado el día del “eño (Domingo – del latín Dominicus). En este día los creyentes han de reunirse para adorar a Dios, y así mismo han de descansar de sus labores en este día, y también de sus diversiones y dedicaciones seculares. Ambos catecismos sostienen que este día es uno de precepto, es decir que su observancia es obligatoria, y que su desatención e incumplimiento es considerada un pecado, por cuanto este día vino a suceder al sábado, que era un día ordenado por el Señor como santo, y que debía ser guardado so pena de castigo, tal como era el día de reposo. Esta es la exposición de la doctrina eclesial del día del Señor como reposo cristiano. Así que en este tratado me dispongo con la ayuda de Dios a ampliar, clarificar, revisar y aplicar la doctrina apostólica sobre este asunto. ¡Dios me ayude! 15 2. EL DÍA DE REPOSO EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD SEGÚN LA REVELACIÓN DIVINA 2.1 La Creación y el día de reposo Gén.1.31; 2:1-3 Y io Dios todo lo ue ha ía he ho, he a uí ue e a ue o e g a manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación En efecto, Dios cesó de su acción creadora el sexto día, y el séptimo día descansó y bendijo este día, que duraba desde el atardecer del día sexto hasta el atardecer del séptimo día. Adán y el séptimo día ¿Debía Adán reposar de sus labores en este día? ¿Estaba Dios ordenando que toda la posteridad de Adán reposara también el séptimo día de cada semana? En efecto, el séptimo día de la creación es un día santo, es un día bendito por Dios porque en él reposo de toda su creación. No tenemos evidencia explicita de que Adán y su posteridad debían igualmente reposar en este día, o al menos no se nos da en el libro de Génesis. Pero eso no implica que no fuera así. Es decir, Adán en realidad pudo haber guardado el día de reposo, pero aún así, aquí en Génesis 1-3, todavía no se nos dice de qué manera Adán y su posteridad debía guardar este día, en caso que fuera algo que debía hacer. 2.2 El día de reposo previo a la entrega de la Ley Éxo.16.4-5 Y Jeho á dijo a Mois s: He a uí o os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger ada día Éxo.16.22-30 E el se to día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. Y dijo Moisés: 16 Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo. Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará. Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estese, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. Así el pueblo reposó el s pti o día No sabemos si entre Adán y Moisés la humanidad guardaba el séptimo día. En realidad no lo sabemos. Dos posibilidades hay: La primera es que en efecto así fuera, que la humanidad, o parte de ella, entre Adán y hasta algún periodo de la humanidad, guardara el día sábado. De ser así, lo más probable es que para la época en que Dios destruyó la tierra, ya no se guardara este día, pues desde Noé hasta Moisés no se hace mención alguna de este precepto. Ni siquiera con los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. La segunda posibilidad es que la humanidad desde la caída misma, desde Adán, no guardara el séptimo día, aun cuando sus semanas fueran de siete días. Y por lo tanto ahora Dios ordena a su pueblo, descendiente de su siervo Abraham, que guarde este día como reposo. Sea cual sea el panorama, una cosa es segura, y es que Dios le recordó a Moisés ahora sobre el día de reposo: El séptimo día, aun antes de dar la Ley. ¿Qué implica que Dios ordenara reposar el séptimo día aun antes de dar la ley en el Sinaí? En mi opinión implica que Dios está mostrando a su pueblo que la santidad que él quiere para ellos comenzó no en el Sinaí, sino desde que fueron sacados de Egipto, y que la voluntad de Dios para ellos es que guardaran este séptimo día, este día de reposo. Ahora bien ¿implica esto que toda la humanidad debe guardar el día de reposo por cuanto fue ordenado aun antes de la Ley? En realidad, Dios aborrece el adulterio, la mentira, la idolatría, y que se tomara su nombre en vano, aun antes de dar la ley, es decir, estas cosas eran pecado, no solo a partir del Sinaí, sino aun antes de la entrega de la ley, pues ya había pecado en el mundo. Así que en efecto, se puede concluir que este mandato implica que el reposo del día sábado era un precepto de Dios permanente y continuo, que así como el querría que ninguno matara, diera falso testimonio o codiciara, así tampoco querría que alguno violara el séptimo día. 17 No obstante, este es un asunto que merece mucha más reflexión teológica, ya que la implicación de mi anterior declaración conlleva en sí muchas consecuencias para la vida de los hijos de Dios, incluyendo nosotros, los del Nuevo Pacto. Así que, sin entrar por ahora a fondo en el asunto, también es posible que en esta ocasión, días antes de la entrega de la Ley, fuera esta la primera vez que Dios ordenara oficialmente a los hombres, en este caso, a los hijos de Jacob, guardar el séptimo día. Recordemos que entre el relato de la Creación y la promesa del Maná, no hubo mención alguna del día de reposo, solo que se asume que es posible que la humanidad, o parte de ella (los fieles) observaran tal día. 2.3 El día de reposo en la Ley El día de reposo en el pacto del Decálogo Éxo.19.3-4 Y Mois s su ió a Dios; Jeho á lo lla ó desde el o te, di ie do: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egip ios, ó o os to so e alas de águilas, os he t aído a í Dios habría ahora de hacer un pacto de vida con Israel, Dios quería que estos hijos de Abraham heredasen la tierra prometida y tuvieran vida eterna, y este pacto eran Los Diez Mandamientos: Éxo.19.5-17 Aho a, pues, si die eis oído a i oz, gua da eis i pa to, osot os se is mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Entonces Moisés descendió y se lo dijo al pueblo. Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. No matarás. No cometerás 18 adulterio. No hurtarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, i osa algu a de tu p óji o El día de reposo en otras ordenaciones Moisés no solo dio Los Diez Mandamientos, sino que también enseñó otras directrices al pueblo de Dios, y en estas leyes el sábado era un precepto también reiterado: Éxo.23.11-17 mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar. Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero. Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca. Tres veces en el año me celebraréis fiesta. La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías. También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo. Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jeho á el “eño Éxo.24.6-7 Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos Éxo.31.12-18 Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo. Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá. Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó. Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra es itas o el dedo de Dios 19 Entonces el día de reposo ahora tomaba una connotación importante y es que era una señal de que Dios santificaba a Israel. En esto pasaje no se refiere a todas las fiestas o días de reposo, sino en particular al séptimo, que también le fue dado a Israel como señal de que Dios los santificaba. Ahora bien, nótese que el fundamento de esta señal y de esta santificación, era que Dios mismo había reposado en el séptimo día. Es decir, Dios reposó en el séptimo día, luego ordena a Israel que lo guarde aun antes del Sinaí, y entonces lo incluye dentro de la ley, pero el mismo día de por sí es dado también como una señal entre Dios e Israel, de que era él, el Creador, el mismo que descansó en el séptimo día, quien los santificaba a ellos. Si bien, había otras cosas que Dios mandó, como no matar, no robar, no adulterar, i gu a de estas e a dada po señal al pue lo: No ates, po ue esta es u a señal de ue o los sa tifi o . No, solo el día de eposo, el eposo de Dios, fue dado o o señal de que él era quien santificaba a su pueblo. Éxo.34.31-35;35:1-3 E tonces Moisés los llamó; y Aarón y todos los príncipes de la congregación volvieron a él, y Moisés les habló. Después se acercaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todo lo que Jehová le había dicho en el monte Sinaí. Y cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. Cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo, decía a los hijos de Israel lo que le era mandado. Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios. Moisés convocó a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas que Jehová ha mandado que sean hechas: Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá. No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo Así que el la observancia del día de reposo era enfática como voluntad de Dios para Israel. No cabe duda. La seriedad del día de reposo Núm.15.32-41 Esta do los hijos de Is ael e el desie to, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés. Y Jehová 20 habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tie a de Egipto, pa a se uest o Dios. Yo Jeho á uest o Dios Dios fue tan certero en su mandato y santidad, que ni siquiera permitió que un hombre que violó el sábado pudiera ser perdonado. Era cosa seria tomarse los mandatos de Dios. Y el castigo fue tan severo que ni siquiera el robo se castigaba así. Era un pecado grave ante Dios violentar el sábado, el día de reposo, el séptimo día. 2.4 El Séptimo día e Israel La maldad de Israel Con el pasar del tiempo, Israel se fue corrompiendo cada vez más hasta el punto de seguramente violar el día de reposo, y los profetas amonestaban continuamente tal conducta: Isa.1:13 No e t aigáis ás a a of e da; el i ie so e es a o i a ió ; lu a ue a día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas sole es La queja de Dios, no era que el pueblo ya no guardara el día de reposo, que no cesara de trabajar, sino que su maldad no era cubierta por tal observancia. El día de reposo en el profeta Isaías Isa.56.1-7 Así dijo Jeho á: Gua dad de e ho, ha ed justi ia; po ue e a a está i salvación para venir, y mi justicia para manifestarse. Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal. Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no 21 profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa se á lla ada asa de o a ió pa a todos los pue los - La bendición de guardar el día de reposo por los extranjeros y eunucos Aquí Dios dice que tanto extranjeros como eunucos, que seguramente moraban entre Israel, podrían ser bendecidos siendo llevados al santo monte de Dios, y estar en casa de oración divina, esto, si ellos abrazaban su pacto y guardaban sus días de reposo. “i e a go, o puede e te de se o o di ie do sola e te o ue gua de el día de eposo ¿Pues de u se i ía eso si los ho es p a ti a a aldad? Así ue esta es u a manera de decir, que aunque ellos no fueran parte del pueblo de Dios, de todos modos, por abrazar la justicia (y esto incluía la observancia del séptimo día) ellos podrían gozar de la salvación y favor divinos. Isa.58.13-14 “i et aje es del día de eposo tu pie, de ha e tu olu tad e i día sa to, lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Ja o tu pad e; po ue la o a de Jeho á lo ha ha lado Esta es una promesa que Dios también hace a Israel respecto a guardar el día sábado, indicando que lo que él buscaba no era solamente una cesación de labores, sino una reorientación de la vida misma hacia él, un buscar su voluntad en este día, y eso llamando a este día, un día santo y glorioso. Así era como Dios, a través del profeta Isaías, ordenaba y revelaba que esperaba que su pueblo guardara el día de reposo, el séptimo día. El pecado de profanar el día de reposo Jer.17.21-25 Así ha di ho Jeho á: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusalén. Ni saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo, ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres. Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, sino endurecieron su cerviz para no oír, ni recibir corrección. No obstante, si vosotros me obedeciereis, dice Jehová, no metiendo carga por las puertas de esta ciudad en el día de reposo, sino que santificareis el día de reposo, no haciendo en él ningún trabajo, entrarán por las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus príncipes, los varones de Judá y los moradores de Jerusalén; y esta iudad se á ha itada pa a sie p e 22 Así Dios instaba a su pueblo a guardar el día de reposo para poder bendecir a Israel con tantas y poderosas bendiciones. Eze.20.10-13 Los sa u de la tie a de Egipto, y los traje al desierto, y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá. Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. Mas se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis estatutos, y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere, vivirá; y mis días de reposo profanaron en gran manera; dije, por tanto, que de a a ía so e ellos i i a e el desie to pa a e te i a los Así que el pueblo mismo habiendo recibido la doctrina del día de reposo, lo desechó y lo profanó y por esto mismo Dios los castigó. Aquí queda mostrado que Dios veía en el día de reposo una señal también para Israel, de que él, el Señor era quien los santificaba. El celo por el día de reposo luego del exilio Luego del regreso de Babilonia los restauradores determinaron que el sábado debería ser guardado celosamente para no incurrir otra vez en pecado: Neh.10.28-31 Y el esto del pue lo, los sa e dotes, le itas, po te os a to es, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento, se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos y estatutos de Jehová nuestro Señor. Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos. Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda Neh.13.15-19 E a uellos días i e Judá a algu os ue pisa a e laga es e el día de reposo, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos y toda suerte de carga, y que traían a Jerusalén en día de reposo; y los amonesté acerca del día en que vendían las provisiones. También había en la ciudad tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en día de reposo a los hijos de Judá en Jerusalén. Y reprendí a los señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día de reposo? ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el día 23 de reposo? Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del día de reposo, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del día de reposo; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de eposo o i t oduje a a ga 2.5 El día de reposo y las naciones gentiles antes de Cristo ¿Israel era la única nación que guardaba el día de reposo? Por lo visto así era, las demás naciones no tenían este sagrado mandamiento, además de que tenían otros dioses, para los cuales no existía un día de reposo, como sí lo era el caso de Jehová. Así que es del todo bien seguro, que la única nación que observaba el día de reposo y que guardaba este día para su Dios era el pueblo israelita. ¿Exigía el arrepentimiento gentil observar el sábado? La nación de Nínive había suscitado la ira de Dios, por lo que en un movimiento de misericordia ordenó al profeta Jonás profetizar contra Nínive, de que por su pecado sería destruida: Jon.1.2. Le á tate e a Ní i e, a uella g a su ido su aldad dela te de í iudad, p ego a o t a ella; po ue ha Así que Jonás, luego de ser reprendido por el Señor, llegó a predicar contra ella: Jon.3.4 Y o e zó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De a uí a ua e ta días Ní i e se á dest uida Habiendo Jonás dado su mensaje, esta ciudad se arrepintió de su pecado: Jon.3.5-8 Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos El Señor vio entonces su arrepentimiento y perdonó su pecado: 24 Jon.3.10 Y io Dios lo ue hi ie o , ue se o i tie o de su del al ue ha ía di ho ue les ha ía, o lo hizo al a i o; se a epi tió Ahora bien, no quiero ser impertinente, pero ¿los ninivitas se arrepintieron de no guardar el sábado? Es decir ¿reconocieron que no observar el sábado era parte de su pecado? Entonces cuando se arrepintieron ¿comenzaron a observar el sábado? Uno podría responder que fue así. Que los ninivitas de ahora en adelante, dado que el sábado no era solo una señal para Israel, sino también una expresión de la voluntad de Dios para toda la humanidad, entonces ellos ahora guardaron el sábado. Pero esta posibilidad en mi parecer es muy remota, porque se hubiera precisado que Jonás les entregara la Ley de Dios y que la observaran, pero al menos eso no es lo que el libro dice. Solo se nos informa que ellos se arrepintieron, y en particular de su maldad, de su rapiña. No descarto que no haya sido posible que los ninivitas hayan sido ordenados por Dios para guardar el día de reposo también, porque no hay evidencia de que ellos no hayan guardado el sábado, pero el contexto de toda la historia de la Escritura, me lleva a pensar que es muy improbable que los ninivitas y las demás naciones fueran reprendidas por el Señor por no guardar sus días de reposo, por no guardar el sábado. Pero esto merece muchas más reflexión de la aquí planteada. Probablemente años más tarde Nínive sería nuevamente el tema de la profecía, esta vez en boca del profeta Nahum, quien la denuncia contra Dios, pero no se le acusa de violar el sábado: Nah.1.1 P ofe ía so e Ní i e. Li o de la isió de Nahu de El os Nah.3.1-4 ¡A de ti, iudad sa gui a ia, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje! Chasquido de látigo, y fragor de ruedas, caballo atropellador, y carro que salta; jinete enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; y multitud de muertos, y multitud de cadáveres; cadáveres sin fin, y en sus cadáveres tropezarán, a causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra en hechizos, que sedu e a las a io es o sus fo i a io es, a los pue los o sus he hizos Por tanto, reitero que no me parece lo más acertado aseverar que Jonás acusó a Nínive de no guardar el sábado, y así el arrepentimiento de Nínive no implicó que esta ciudad y sus habitantes ahora establecieran el día de reposo. ¿Acaso no dice la Escritura, que el Señor bendeciría a los que abracen su pacto y guarden sus días de reposo? Claro que sí. Pero lo hace mediante el profeta Isaías, que es leído no 25 en Nínive sino en Israel, y es dado a aquellos extranjeros que se encuentran en Israel, no en todas las naciones. Y además esta profecía fue escrita después de que el profeta Jonás visitara Nínive. El contexto impide hacer esta conexión: Is. 56:3-7 Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos - Los extranjeros no estaban en pacto con Dios Además de esto, al leer la Ley uno encuentra que no todos los que estaban en Israel eran israelitas, sino que allí había extranjeros con quienes Dios no había concertado pacto alguno, sino que el pacto solo lo había establecido con Israel, pues había leyes que los extranjeros como tal no estaban ordenados guardar: Deu.14:21 Ni gu a osa o te i a o e is; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Jeho á tu Dios. No o e ás el a ito e la le he de su ad e Por ejemplo, los extranjeros no tenían derecho a comer la Pascua, primero debían ser circuncidados: Éxo.12.43-48 Y Jeho á dijo a Mois s a Aa ó : Esta es la o de a za de la pas ua; i gú extraño comerá de ella. Mas todo siervo humano comprado por dinero comerá de ella, después que lo hubieres circuncidado. El extranjero y el jornalero no comerán de ella. Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo. Toda la congregación de Israel lo hará. Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y se á o o u o de uest a a ió ; pe o i gú i i u iso o e á de ella Ahora bien, la orden de la Pascua no era que todos la comieran, sino los israelitas, y que si algún extranjero quería hacerlo también, debía ser circuncidado. Pero también era 26 posible, y seguramente así sucedió, que hubo entre Israel personas extranjeras que no comieron la Pascua. Así que aunque hubiera extranjeros en Israel, éstos no necesariamente estaban en pacto con Dios, ellos no estaban beneficiados con el pacto divino que fue concertado en el Sinaí. Entonces ¿debían los extranjeros guardar el Sábado? Éxo.20.9-11 “eis días t a aja ás, ha ás toda tu o a; as el s pti o día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el s pti o día; po ta to, Jeho á e dijo el día de eposo lo sa tifi ó Éxo.23.11- 2 as el s pti o año la deja ás li e, pa a ue o a los po es de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar. Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero. Aunque el mandamiento incluye a los siervos, tanto naturales como extranjeros, no necesariamente implica que los extranjeros estuvieran bajo la misma ley, bajo el día de reposo, sino que lo guardarán como extensión de la obediencia del israelita, y que el mismo extranjero se llegaba a beneficiar de este descanso que el pueblo de Israel tomaba. Por supuesto esta interpretación tiene dificultades y es que si había extranjeros, éstos tenían que traer sus sacrificios al Señor: Lev.17.8-9 Les di ás ta i : Cual uie a ó de la asa de Is ael, o de los extranjeros que moran entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio, y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de reunión para hacerlo a Jehová, el tal varón será igualmente cortado de su pue lo Así que si había extranjeros en Israel, era casi seguro que también adoraban a Dios, así no fueran pueblo suyo por heredad de Abraham, Isaac y Jacob. Y con esto concuerdan las palabras del profeta Isaías: Isa.56.1-7 Así dijo Jeho á: Gua dad de e ho, ha ed justi ia; po ue e a a está i salvación para venir, y mi justicia para manifestarse. Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal. Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y 27 escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa se á lla ada asa de o a ió pa a todos los pue los Así que, los extranjeros no estaban en pacto con Dios, aunque aun así lo adorasen, pero el guardar el día de reposo por voluntad de ellos, era una señal de santificación y una manera por la que el extranjero vendría a ser bendecido por Dios. 2.6 El día de reposo en los días de Jesús El pueblo de Israel recibió la orden de guardar el día de reposo de manera oficial en el Sinaí, y hasta los mismos tiempos de Jesús esto no había cambiado: Mat.12.1-14 E a uel tie po i a Jesús po los se ados e un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo. Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra. Y salidos los fa iseos, tu ie o o sejo o t a Jesús pa a dest ui le Mat.24.20-22 O ad, pues, ue uest a huida o sea e i ie o ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por ausa de los es ogidos, a uellos días se á a o tados 28 Una cosa es segura mediante una lectura del Evangelio de Mateo, y es que Jesús no abolió el día de reposo, o no al menos para los judíos, ya que Mateo de por sí es un Evangelio para judíos. Compárese el ultimo pasaje escrito por Marcos y Lucas, escritos como es reconocido universalmente para gentiles: Mar.13.18-19 O ad, pues, ue uest a huida o sea e i ie no; porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. Lc. 21:20-24 Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los ge tiles se u pla A diferencia del Evangelio de Mateo, ni Lucas ni Marcos incluyen el día de reposo en su exhortación sobre el tiempo del fin, cosa que Mateo sí hace en su amonestación: Mat.24.20-22 O ad, pues, ue uest a huida o sea e i ie o ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por ausa de los es ogidos, a uellos días se á a o tados Jesús no abolió el día de reposo Entonces, ya sea leyendo Mateo, Marcos, Lucas o incluso el mismo Juan, aunque no lo cito acá, uno se puede persuadir de que Jesús no abolió el día de reposo. Jesús no cambió el día de reposo al primero de la semana Ni durante su ministerio terrenal, ni después de su resurrección Jesús cambió alguna vez el día de reposo para que su pueblo, sus seguidores, inicialmente de los judíos, lo observaran el primer día de la semana. Mar.16.1-18 Cua do pasó el día de eposo, Ma ía Magdale a, Ma ía la ad e de Ja o o, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. Pero decían entre sí: ¿Quién nos 29 removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande. Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo. Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo. Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron. Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo. Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron. Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrá sus a os, sa a á Mat.28.1-20 Pasado el día de eposo, al a a e e del p i e día de la se a a, i ie o María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán. Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, 30 tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy. Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he a dado; he a uí o esto o osot os todos los días, hasta el fi del u do. A Luc.24.1-50 El p i e día de la se a a, u de añana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido. Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 31 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan. Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos. Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los e dijo Hec.1.4-9 Y esta do ju tos, les a dó ue o se fue a de Je usal , si o ue espe ase la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le e i ió u a u e ue le o ultó de sus ojos 32 Jua.20. El p i e día de la se a a, Ma ía Magdale a fue de aña a, sie do aú os u o, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos. Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas. Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos. Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Hizo además Jesús muchas otras 33 señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, te gáis ida e su o e Jua.21 Despu s de esto, Jesús se a ifestó ot a ez a sus dis ípulos ju to al a de Tiberias; y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos. Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos. Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme. Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y hay 34 también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habría de es i i . A Así que en realidad no hay mención alguna de que Jesús cambiara el día de reposo, el séptimo día, por el primer día de la semana. Si hubo tal cambió no fue en las palabras de Jesús, o al menos, no quedo registrado en las Escrituras. 2.7 El día de reposo para la iglesia primigenia ¿Cuál era el día de reposo para la iglesia primigenia? ¿El séptimo día? ¿El primer día? En efecto, aquí debemos buscar la respuesta en la literatura canónica, en el Nuevo Testamento, y en efecto, eso me dispongo a hacer. Lucas escribió dos historias, una sobre Jesús, y la otra acerca de la expansión de la fe cristiana desde Jerusalén hasta Roma misma, por medio del apóstol Pablo. Este último ante todo es un libro histórico, pero no necesariamente está desprovisto de riqueza teológica y doctrinal, pues en él podemos hallar verdades permanentes para la iglesia cristiana, ya sea porque en él mismo se dictaminan, o bien porque en él se halla apoyo indirecto de tales verdades. Así que voy a revisar el relato de Lucas para constatar de primera mano, cuál sería el día de reposo para la iglesia primigenia. 2.7.1 El día de reposo para la iglesia judía según Lucas El cristianismo comenzó en Jerusalén como tal, por supuesto, sin querer con este desconocer el ministerio del Señor Jesús, sino que lo hago para resaltar que la primera iglesia fundada oficialmente sería la iglesia de Jerusalén. Por supuesto esta iglesia estaba conformada en su mayoría de judíos nativos, o bien prosélitos al judaísmo. Era una iglesia judía que proclamaba a Cristo como el Mesías. Esta era su particularidad. La iglesia Judía como regla general siguió guardando la Ley Hec.2.41-42 Así ue, los ue e i ie o su pala a fue o autizados; se añadie o aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la o u ió u os o ot os, e el pa ti ie to del pa e las o a io es Hec.6.7 Y e ía la pala a del “eño , el ú e o de los dis ípulos se ultipli a a grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obede ía a la fe 35 Hec.10.9-15 Al día siguie te, ie t as ellos i a po el a i o se a e a a a la iudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios li pió, o lo lla es tú o ú Hec.10.25-29 Cua do Ped o e t ó, salió Co elio a e i i le, post á dose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre. Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido. Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir? Hec.11.1-3 O e o los apóstoles los he a os ue esta a e Judea, ue también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Y cuando Pedro subió a Jerusalén, disputaban con él los que eran de la circuncisión, diciendo: ¿Por qué has entrado en casa de hombres incircuncisos, y has comido con ellos? Por la misma historia que Lucas nos cuenta, es evidente que los creyentes judíos no habían cambiado su patrón de vida, que era guardar la Ley del Señor, y esto implicaba necesariamente que el día de reposo para la iglesia de Jerusalén como para todo Israel seguía siendo el séptimo día, como quedo establecido desde la Creación. El Concilio de Jerusalén no cambió el día de reposo Aproximadamente en el año 49 d.C, se celebró en Jerusalén un concilio al que asistieron en su mayoría judíos, cuyo objetivo era definir la doctrina apostólica de la observancia de la Ley para los gentiles, y en este concilio se deja ver claramente cuál era el día de reposo establecido: El sábado. Hec.15.1-30 E to es algu os ue e ía de Judea e seña a a los he a os: “i o os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión. Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos. Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los 36 ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos. Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles. Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos; y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os gua da eis, ie ha is. Pasadlo ie 37 Así que en el Concilio de Jerusalén tampoco hubo cambio alguno sobre el día de reposo. Este día seguiría siendo el sábado, y ninguna indicación se da acá de este día cambiaría. El día de reposo para Lucas y Teófilo Hec.17.1-4 Pasa do po Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos g a ú e o, uje es o les o po as Lucas es el escritor de Hechos, y él relata que Pablo acostumbraba visitar las sinagogas los días de reposo, por supuesto podía hacerlo porque él mismo era un judío y tenía entrada en ellas, él estaría siendo algo lícito. ¿Qué día dice Lucas que era el día de reposo a su lector Teófilo? ¿Tenía dos días de reposo el apóstol Pablo? ¿Reposaba Pablo el Sábado y luego el primer día de la semana? Hec.18.1-11 Despu s de estas osas, Pa lo salió de Ate as fue a Co into. Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas. Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a griegos. Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo. Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles. Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga. Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados. Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se detu o allí u año seis eses, e señá doles la pala a de Dios Es probable que entre los corintios que creyeron estuvieran varios judíos, y no solo Crispo, sino con él otros también. Así que para estos judíos, de acuerdo a la ley, el día de reposo, era por supuesto el séptimo día. Pero ahora se habían convertido a Cristo ¿Les enseñó Pablo que el día de reposo había cambiado a algún otro día? Al menos Lucas no lo dice, y no parece ser una posibilidad. 38 La iglesia judía guardó la ley aun después del concilio de Jerusalén Hacia el año 60 d.C, Pablo viajó a Jerusalén para hacer un peregrinaje en la fiesta de Pentecostés, y allí recibió la noticia de que millares de judíos celosos de la ley habían creído. ¿Qué día observan estos judíos celosos de la ley? ¿Cuál era el día de reposo para estos judíos incluyendo al mismo Jacobo? ¿El sábado o algún otro día de la semana? Hec.21.18-20 Y al día siguie te Pa lo e t ó o osot os a e a Ja o o, se halla a reunidos todos los ancianos; a los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio. Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley. Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres. ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido. Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley. Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se a ste ga de lo sa ifi ado a los ídolos, de sa g e, de ahogado de fo i a ió El día de reposo según la Ley era el sábado, así que estos judíos por supuesto guardarían este reposo el día señalado en ella. Un cambio en el día, sería tomado por los judíos, no solo o o apostasía a Mois s, si o u a p ofa a ió al is o Dios: Alguie a ia la Le . Ahora bien, esta multitud de judíos por supuesto guardaban la Ley, y Jacobo le aconseja a Pablo que participe con ellos, para que se sepa que él también anda conforme a la ley, y que no es un apostata ni falso maestro. ¿Qué sería el día de reposo para Pablo según la ley? ¿El séptimo día o algún otro? La iglesia judía guardó el día de reposo el séptimo día, tal como está en la ley Así que si la iglesia judía era celosa de la ley y de las costumbres, es muy poco probable que ellos hubieran cambiado el día de reposo por otro día. Además, porque la Ley, tanto el Decálogo como la Creación, estipula que el día de reposo es el séptimo día. Los judíos, por supuesto seguirían guardando el séptimo día. 2.7.2 El día de reposo para la iglesia gentil según Lucas 39 Esteban evangelizó a los samaritanos, pero fue Pedro quien evangelizó a los primeros gentiles como tal, y esto no sin revelación divina, sino que el Espíritu le guió a Cesarea para predicar a Cornelio y su familia. Hec.11.18 E to es, oídas estas osas, alla o , glo ifi a o a Dios, diciendo: ¡De a e a ue ta i a los ge tiles ha dado Dios a epe ti ie to pa a ida! Posteriormente se fundaría la iglesia en Antioquía, conformada por griegos, es decir, por gentiles, la cual fue consolidada por los ministerios de Bernabé y Pablo, allí se les llamó a los discípulos por primera vez como cristianos. Hec.11.26 Y se o g ega o allí todo u año o la iglesia, e seña o a a los dis ípulos se les lla ó istia os po p i e a ez e A tio uía u ha ge te; Luego Pablo y Bernabé son enviados por esta iglesia a hacer discípulos entre los gentiles, más gentiles, esto sería probablemente para el año 46 d.C. Pablo y Bernabé regresan a Antioquía para el año 49 d.C, y allí disputan con los fariseos que ordenaban a los gentiles guardar la ley. Entonces se celebra el Concilio de Jerusalén: Hec.15.1-30 E to es algu os ue e ía de Judea e seña a a los he a os: “i o os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión. Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos. Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos. Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles. Y cuando ellos callaron, 40 Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos; y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien El Concilio de Jerusalé o o de a gua da Los Diez Ma da ie tos Notemos hermanos que en este Concilio la solución acerca de la Ley, no fue planteada en términos del Decálogo. Es decir, la proposición apostólica a la solicitud de los Fariseos de enseñar a los gentiles a guardar la Ley, no fue que los gentiles guardarían únicamente Los Diez Mandamientos, sino que en realidad no guardarían nada, ellos no estarían bajo la Ley, y se les pide hacer cosas, como lo explico en otro tratado, acerca de la convivencia con los Judíos. Si los gentiles en realidad para esta época, para el año 49 d.C, guardaban Los Diez Mandamientos, implicaría entonces que guardaban el día de reposo, o bien, un día de reposo. ¿Es así? Y si era así ¿Qué día reposaban? 41 Los Diez Mandamientos son Los Diez Mandamientos, y el Cuarto de ellos especifica un día de reposo, y este día es el establecido por Dios en la Creación, el séptimo día, a menos que tengamos evidencia alguna de que para esta fecha ya los apóstoles habían cambiado el día de reposo del séptimo a otro día. Pero tal cosa no es mencionada en la Escritura, ni en Lucas aquí en su relato. Y esta hubiera sido la oportunidad y el momento más adecuado que tenía la iglesia para resolver acerca de la Ley en cuanto al Evangelio, y notemos que su resolución no fue ordenar Los Diez Mandamientos. Este pensamiento lo amplio en mi tratado: El E a gelio III Pa te: La ley y el Evangelio . Pero por ahora señalo que el decálogo no fue establecido como obligatorio para la iglesia, y de haber sido así, el séptimo día sería entonces el día en que la iglesia gentil habría de reposar. Pues ¿Quién, cómo o cuándo cambió el día de reposo? Para Lucas y Teófilo, el día de reposo era el séptimo día No se sabe con certeza la fecha de redacción de Lucas, pero de todos modos, en su relato histórico tenemos buena información para conocer e identificar cuál era el día de reposo para Lucas y para su destinatario Teófilo: El séptimo día. Luc.23.54-56; 4:1 Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento. El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que ha ía p epa ado, algu as ot as uje es o ellas ¿A qué día de reposo se refería Lucas en su Evangelio? Por supuesto, al sábado. Y esto mismo fue lo que entendió Teófilo. Hec.13.13-15 Ha ie do za pado de Pafos, Pa lo sus o pañe os a i a o a Pe ge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén. Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron. Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, ha lad Pablo entraba en las sinagogas en los días de reposo a predicar allí, los cuales según Lucas y así lo entendía Teófilo, era el séptimo día de cada semana, el sábado. 42 Hec.18:4 Y dis utía e la si agoga todos los días de eposo, g iegos pe suadía a judíos a Este era el año 52 d.C probablemente, y Pablo tenía la costumbre de predicar en las sinagogas en los días de reposo, los cuales según Lucas y así lo entendía Teófilo, era el día séptimo de cada semana. En la cosmovisión de Lucas, el día de reposo era el séptimo día Así que leyendo a Lucas uno puede darse cuenta que él consideraba que el día de reposo era el séptimo día, el sábado; y de esta manera se lo transmitió a Teófilo su lector, y lo que es importante para la iglesia cristiana es que Teófilo no tendría razón alguna para haber entendido que el día de reposo había cambiado. Si Teófilo se hubiera convertido en un maestro cristiano, seguramente hubiera enseñado que el día de reposo era el séptimo día, tal y como lo había sido enseñado por los apóstoles y por Lucas mismo. Para Lucas el día de reposo no es otro día sino el séptimo Una implicación inequívoca de que para Lucas el día de reposo era el séptimo día, y también para Teófilo es que el primer día de la semana no era el día de reposo: Hec.20.4-7 Y le a o paña o hasta Asia, “ópate de Be ea, A ista o “egu do de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas. Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la edia o he Tanto en el Evangelio de Lucas como en su relato sobre los hechos apostólicos, el día de reposo era el séptimo día, y no otro. Así que Lucas al informar a Teófilo que la iglesia de Troas se reunió el primer día de la semana para partir el pan, no estaba diciendo que era el día de reposo. Además nótese que la iglesia de Troas se reunió de noche para comer el pan, y no existe manera alguna de demostrar que ese día la iglesia de Troas reposó, como si fuera un día de reposo, un sábado. No, Teófilo no entendió eso, para Teófilo el día de reposo era el séptimo día, y la iglesia de Troas se reunió a partir el pan el primer día de la semana, que es el día después del día de reposo. Pero Lucas no le informa a Teófilo que el Sábado fue cambiado por otro día. 43 Esperaría el primer versículo o frase que implique tal cosa. Hasta ahora la Iglesia no la ha dado. El día de Reposo para la Iglesia Primigenia según Lucas era el séptimo día En conclusión, leyendo la literatura lucana, se puede evidenciar que al igual que en toda la historia de la humanidad, el séptimo día era el día de reposo. No hubo cambios en la iglesia que encontramos registrada en los Hechos, ni en la iglesia judía, ni en la iglesia gentil. El día de reposo siguió siendo considerado el séptimo día de la semana. 2.8 El día de reposo en las cartas apostólicas Habiendo revisado el asunto en el registro histórico que tenemos de la iglesia, ahora me dispongo a hacerlo en el resto de literatura del Nuevo Testamento, ya habiendo revisado los Evangelios, ahora lo haré con las demás escritos: Las cartas apostólicas. 2.8.1 Jacobo San.2.1-14 He a os íos, ue uest a fe e uest o glo ioso “eño Jesu isto sea si acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. Hermanos míos, ¿de qué ap o e ha á si algu o di e ue tie e fe, o tie e o as? ¿Pod á la fe sal a le? La Ley Real según Jacobo 44 Aquí Santiago llama al mandato de amar al prójimo como La Ley Real. Y esto es acorde con Pablo quien también hizo una declaración similar: Gál.5:14 Po ue toda la le e esta sola pala a se u ple: A a ás a tu p óji o o o a ti is o Rom.13.8-10 No de áis a adie ada, si o el a a os u os a ot os; po ue el ue a a al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el u pli ie to de la le es el a o La Ley Real no es el Decálogo Esta es una lectura que se hace de esta porción de la Escritura, en la que se implica que la Ley Real a la que se refiere Santiago es el Decálogo, ya que él dice que si una persona no viola el séptimo mandamiento, pero sí el sexto del decálogo, entonces ya es transgresor de toda la Ley, y queda convicto como violador de ella: Stg. 2:8-11 “i e e dad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pe o atas, a te has he ho t a sg eso de la le Sin embargo, esta es una interpretación equivocada de las palabras de Santiago y lo explico en dos razones: La primera es que Santiago no dice que la Ley Real sea el Decálogo, él dice que cumplir la Ley Real, es decir, amar al prójimo es hacer bien, pero que hacer acepción de personas es violar el sexto mandato del decálogo, el de no matar, y por tanto, quien transgrede el sexto mandato ya no estaría cumpliendo la Ley Real, es decir, ya no estaría amando al prójimo, ya sería un transgresor de la Ley Real. Entonces, la Ley Real no es el Decálogo, sino amar al prójimo, y esto es lo mismo que enseñarían otros apóstoles. La segunda razón, es que si la Ley Real es amar al prójimo, y amar al prójimo es guardar el Decálogo, entonces violar un punto de éste, por ejemplo, el octavo mandamiento, sería violentar la Ley Real ¿no es así? Entonces violar el primer mandamiento sería transgredir la Ley Real ¿no es así? Y lógicamente transgredir el cuarto mandato sería violar la Ley Real ¿No es así? 45 Así que si violar el cuarto mandato es transgredir la Ley Real, por ende el creyente debe cuidar de no hacerlo, es decir, debe guardar el cuarto mandamiento, debe acordarse del día de reposo, del séptimo día para santificarlo, pues así estará guardando la Ley Real. Entonces si la Ley Real es el Decálogo, en ultima instancia, porque este es el amor por el prójimo, entones hay que guardar el cuarto mandamiento. Hay que reposar el séptimo día, el sábado. Así que esperaría y llamaría a toda la cristiandad a amar a su prójimo mediante el reposo sabatino, y acordarse de este séptimo día para santificarlo. Y yo tendría que hacerlo. Esa sería la implicación lógica de que el Decálogo sea la identidad de la Ley Real. La Iglesia debería guardar el sábado si la Ley Real es el Decálogo Así que si el Decálogo es el amor por el prójimo, y este debe ser observado, entonces la conclusión inherente es que en definitiva la iglesia judía y gentil ha de observar el sábado, el Cuarto Mandamiento. ¿Guardar el día de reposo fue una doctrina apostólica? Entonces si nuestra interpretación de que el Decálogo ha de ser guardado, y por tanto el sábado ha de ser observado, debe necesariamente sostenerse que esta es la doctrina apostólica, es decir, que los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo enseñaron que la iglesia, tanto de judíos como de gentiles, debe acordarse del día de reposo para santificarlo. Y por ende, esta tuvo que ser una enseñanza dada por los apóstoles. Es decir, que Pedro, los Doce y posteriormente Pablo enseñaban a la iglesia a guardar el día de reposo, tanto a judíos como a gentiles. Y uno esperaría que lo hicieran con el mismo ahínco que reprendían a los creyentes respecto al robo, la mentira, el adulterio, la idolatría y la codicia. Que con el mismo celo reprendieran tanto a judíos como a gentiles a vivir en santidad también lo hicieran para acordarse del día de reposo para santificarlo. Esta aplicación de la Ley sería la aplicación coherente con la premisa de que la Ley Real, la del amor por el prójimo, se cumple guardando el Decálogo. Este no es el momento para analizar y discutir si la iglesia debe guardar o no el día de reposo. Por ahora, lo que expongo es que el día de reposo fue establecido en la creación, que Jesús no lo cambió, y tampoco sus apóstoles. El día de reposo sigue siendo el séptimo día. Así que si la iglesia ha de guardar el día de reposo, ha de hacerlo el séptimo día. Jacobo no cambió el día de reposo 46 Si Jacobo está diciendo que el amor por el prójimo son Los Diez Mandamientos, entonces implícitamente estaría diciendo que se debe guardar cada punto, para no ser transgresor de la Ley Real, y eso implica guardar el día de reposo, que al menos Jacobo no dice que ha cambiado. Más bien, él cita el séptimo y sexto mandato del Decálogo en su exhortación ¿qué nos hace pensar que él cambió el día de reposo? Jacobo, no es el apóstol ni maestro que cambió el día de reposo. 2.8.2 Primera y Segunda a los Tesalonicenses Pablo había conformado esta iglesia mediante un ministerio que comenzó por su predicación en las sinagogas judías en los días de reposo: Hec.17.1-4 Pasa do po A fípolis Apolo ia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los g iegos piadosos g a ú e o, uje es o les o po as Para la iglesia de Tesalónica el día de reposo era el sábado Entonces allí había judíos y gentiles que escuchaban la ley cada día de reposo ¿de dónde venía la idea de un día de reposo? En efecto, de la Tora, tanto del día de reposo divino, como del cuarto mandato. Eso es una realidad innegable. Y todas estas personas sabían que el día de reposo era el séptimo día de la semana, el sábado. Hermanos, ¿será que Pablo enseñó a la iglesia recién fundada que el día de reposo ya no sería el séptimo día sino otro día? Bueno, al menos yo mismo no encuentro evidencia de ello. En su carta a los Tesalonicenses, Pablo es enfático en condenar dos pecados que al parecer eran practicados en Tesalónica: La idolatría y la inmoralidad sexual: 1 Tes. 1:9-10 po ue ellos is os ue ta de osot os la a e a e ue os e i isteis, ó o os o e tisteis de los ídolos a Dios, pa a se i al Dios i o e dade o 1Te.4.2-6 Po ue a sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de 47 vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos di ho testifi ado Si Pablo no menciona exhortaciones contra el robo, la mentira, la codicia, la blasfemia, la deshonra de los padres y la observación del sábado, es porque quizá estos no eran pecados problema en la iglesia tesalónica, y si lo fueran entonces Pablo debió haberles exhortado respecto a ellos. ¿Les enseñó que el día de reposo ya no era el séptimo día? Si la iglesia de Tesalónica, creía que debía guardar el Decálogo, entonces sería evidente que lo haría observando el día de reposo, tal y como está estipulado en la Ley: El séptimo día. Así que el punto aquí no es si la iglesia debía o no guardar el Decálogo, y por ello el día de reposo. El tema en cuestión es que si era así, entonces el séptimo día debió ser observado por la iglesia, siguiendo la doctrina de que Los Diez Mandamientos debían ser guardados. Algo que por supuesto no es apostólico, es decir, guardar el Decálogo. ¿O sí lo es? Pablo no cambió el día de reposo en su carta a los Tesalonicenses Por tanto, lo más probable, según la evidencia, no es que la Iglesia de Tesalónica considerara el día de reposo cualquier día, sino el séptimo, y ante tal enseñanza Pablo no dijo nada diferente. 2.8.3 Pablo a los Gálatas ¿Enseñó Pablo que los creyentes deben guardar el Decálogo? Como ya lo dije, este es un tema que abordo en otro tratado, en el que amplio la relación entre la Ley y el Evangelio, pero por ahora deseo que leamos el siguiente texto: Gál.4.21-31;5:1-14 De id e, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto; Porque más son los hijos de las desolada, que de la que tiene marido. Así 48 que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa. Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea. Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz. ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban! Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la le e esta sola pala a se u ple: A a ás a tu p óji o o o a ti is o El argumento de Pablo para los que quería sujetarse a la ley, ya fuera a toda ella, o solamente a Los Diez Mandamiento es que, en primer lugar, los creyentes no están bajo el pacto del Sinaí, donde el Decálogo fue dado, sino que vienen de la Jerusalén celestial, que es libre. Ellos no son ciudadanos según la circuncisión en la carne, sino la que se hace en espíritu. En segundo lugar, Pablo dice que lo que importa en Cristo es la fe que se expresa a través del amor, y por ello mismo articula que el creyente está libre, y que debe amar a los demás, pues toda la le e esta sola pala a se u ple: A a ás a tu p óji o o o a ti is o Así que Pablo no enseñó explícitamente que los creyentes deben guardar el Decálogo, la enseñanza apostólica es que la Ley, incluyendo el decálogo se cumple en la Sentencia Real, la misma que citó Santiago (suponiendo que Jacobo escribió antes de Pablo): Amarás a tu p óji o o o a ti is o Si Pablo hubiera enseñado a guardar el Decálogo, entonces enseñaría a guardar el día de reposo, es decir, el séptimo día Ahora bien, admitiendo que Pablo sí enseñó a guardar el Decálogo, como lo sostiene tanto la iglesia católica y reformada, entonces Pablo enseñó a guardar el cuarto mandamiento, es decir, a reposar el séptimo día, pues ¿en qué parte de sus escritos Pablo cambió el día 49 de reposo, cambió el séptimo día por otro? Al menos en su carta a los gálatas tampoco lo hace. Los gálatas consideraban que el día de reposo era el séptimo día E to es al de i Pa lo: Po ue la le se u ple e u a sola pala a ¿Qu le o leyes vendrían a la mente de los gálatas? Exacto, por lo menos y en esencia el Decálogo, y éste sostenía como tal que el séptimo día es el mismo en que Dios reposó. Los gálatas no deberían haber llegado a la conclusión de que el día de reposo cambió, pues Pablo no les dijo eso. ¿O ustedes cómo saben que los gálatas observaban otro día? ¿Tienen evidencia? 2.8.4 Primera a los Corintios Probablemente hacia el año 57, Pablo escribiría a los corintios esta carta. Recordemos que Pablo había estado con ellos por un año y medio enseñándoles la palabra de Dios: Hec.18.1Despu s de estas osas, Pa lo salió de Ate as fue a Co i to. Y halló a u judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas. Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a griegos. Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo. Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles. Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga. Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados. Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios ¿Enseñó Pablo a guardar el día de reposo? Como se evidencia en el relato histórico de Lucas, Pablo fue los días de reposo, que hasta ahora seguía siendo el sábado, a discutir en las sinagogas de los judíos. Allí fue a persuadir a judíos y a griegos acerca del Evangelio. Si el Evangelio enseña que los creyentes han de guardar Los Diez Mandamientos, entonces Pablo pudo haber enseñado esto durante este año y medio que permaneció con la iglesia de Corintio, conformada por judíos y gentiles. 50 Y si Pablo enseñó Los Diez Mandamientos como obligatorios para la iglesia, entonces el día de reposo indiscutiblemente sería el séptimo día. Esta iglesia estaba conformada por judíos que conocían las Escrituras, y Pablo si en realidad cambió el día de reposo, debió darles evidencia escritural o al menos apostólica, o la ual dije a algo así: El día de eposo aho a es el p i e día de la se a a o el te e o . Y algo ue sa e os de Pa lo es que su enseñanza era común para todas las iglesias, es decir no solo se lo debió haber enseñado a Corinto, sino al resto de iglesias que él plantaba: Desde el año 45, la iglesia de Antioquía, la Iglesia de Galacia, de Cilicia, de Siria, etc. Pero hasta ahora, ninguna evidencia hay de tal enseñanza apostólica. Lo que sabemos es que él mismo sostenía que la ley se cumplía amando al prójimo. El primer día de la semana es un día después del día de reposo Suponiendo que se mantenía el calendario de semanas de siete días en el imperio, o aun si no fuera así, los judíos reposaban el séptimo día de su semana, el sábado, y este era el día en que los judíos se reunían en la sinagoga para leer la Tora. Ahora, bien, no había de manera regular un octavo día, sino que el ciclo comenzaba de nuevo, es decir, luego del día de reposo, seguía nuevamente el primer día de la semana, no el octavo. Y a este día es que Pablo hace referencia en su carta apostólica: 1Co.15.58; 16:1-4 Así ue, he a os íos a ados, estad fi es constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. Y si fuere propio que yo ta i a a, i á o igo El primer día de la semana no era el día de reposo El contexto histórico de este verso es que la Iglesia de Jerusalén tenía una necesidad física y las iglesias gentiles habían acordado enviar una ayuda monetaria a ella, y es posible que aquí los corintios le hayan preguntado en una carta acerca del asunto a Pablo, no tanto de cuándo recoger ofrendas para sus pastores, sino de cómo se haría el procedimiento para recolectar y llevar la ofrenda a la iglesia de Jerusalén. 51 Lo primero que Pablo les aclara es que él no quiere que se recojan ofrendas cuando él vaya, sino que ya todo esté listo, y solamente se debe designar quiénes llevarían el donativo a Jerusalén. Y esto era algo que Pablo quería que se hiciera no solo en Corintio sino en todas las iglesias, incluyendo las de Galacia. En este contexto es que Pablo dice a los corintios que él quiere que recojan el donativo para la iglesia de Jerusalén, cada primer día de la semana, mientras él llega allá, que este sea el día en que cada hermano, dé conforme ha sido prosperado. ¿Quiere decir aquí Pablo que el día de reposo ha cambiado al primer día de la semana? Por el hecho de que se recoja un donativo particular para la iglesia de Jerusalén no pienso que implique que Pablo con esta directriz esté diciendo y enseñando que éste es el nuevo día de reposo. ¿O En realidad Pablo dice que éste es el nuevo día de reposo que ha cambiado el sábado? Yo espero pacientemente evidencia que constate que así es. Evidencia bíblica que hasta ahora nuestra iglesia que enseña que el día de reposo cambió, no ha dado. Pablo no está diciendo que este primer día de la semana es el día de reposo ¿O cómo se puede llegar a esa conclusión? ¿Cómo es que se entiende tal premisa implícita en el texto? La iglesia corintia por supuesto seguía rodeada de judíos, allí había sinagogas judías, y ellas se reunían el día de reposo, que era el séptimo día. Aquí Pablo menciona el primer día de la semana, no el día de reposo. Si este primer día de la semana era el día de reposo, implícitamente la iglesia corintia debería haberlo guardado cesando de toda obra, descansando, lo cual es improbable, a menos que este haya sido el día de mercado en el imperio romano. La iglesia corintia conocía que el día de reposo era el séptimo día Pablo no les ha dicho que ellos deben recoger la ofrenda para Jerusalén el día de reposo, sino el primer día de la semana, un día después del día de reposo. Además era evidente que los corintios también conocían la Ley: 1Co.11.8-9 Po ue el a ó o p o ede de la uje , si o la uje del a ó , ta po o el a ó fue eado po ausa de la uje , si o la uje po ausa del a ó Por tanto, si se le preguntase a la iglesia corintia cuál era el día de reposo, no hay evidencia que permita inferir que ella respondería: El segundo , o el tercero de la semana , sino tal y como está estipulado en la Ley, en el Génesis y en el Sinaí: El s pti o día . No, Pablo no cambió el día de reposo. 52 2.8.5 Pablo a los Romanos Rom.13.8-14; 15:1-7 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y i gu o ue e pa a sí Pablo declaró que el Decálogo se cumple amando al prójimo Nuevamente Pablo asevera que la Ley se cumple en amando al prójimo, y cita cinco mandatos del Decálogo, los cuales dice que se cumplen amando al prójimo, y también cualquier otro mandamiento se cumple de la misma manera. Esa es la declaración explicita de Pablo. Ahora bien, si se quiere sostener que de todos modos Pablo enseña que se debe guardar el Decálogo, y por ende el día de reposo, entonces el día señalado por la Ley, es el mismo que quedo designado por Dios desde la creación: El séptimo día, a menos que se demuestre que Pablo enseñaba que el día de reposo había cambiado, pero por lo visto, para esta fecha, año 57 d.C, nada de eso había sucedido. El día de reposo era el sábado, y siempre fue el sábado. Los que guardaban el día, observaban el sábado 53 Pablo dice que en la iglesia de Roma, había hermanos que hacían caso de un día y otros no. Había algunos que pensaban que un día era mejor que otro, para otros todos los días eran iguales. Suponiendo que era un hecho que la iglesia de Roma, conformada tanto por judíos como por gentiles, guardaba la doctrina que enseña que el Decálogo es obligatorio para la iglesia, ¿qué día consideraría la iglesia como día de reposo? ¿Será que los judíos de la iglesia romana reposaban el sábado y los gentiles el domingo o lunes? Por supuesto toda la iglesia reposaría el mismo día ¿qué día? Si la respuesta se base en que la iglesia ha de guardar el Decálogo, entonces ¿qué día ordena el Decálogo? En efecto, el séptimo. Si la respuesta es que era el primer día de la semana u otro día, ¿en qué se basa la respuesta? ¿Qué evidencia bíblica, apostólica y teológica se da para sostener esa premisa? ¿En que parte del registro apostólico quedo consignado el cambio de día? Por lo tanto, el día que la iglesia consideraba como día de reposo, es el que señalaba y señala la Tora: El séptimo día. Así que si se sostiene que la iglesia cristiana guarda el Decálogo y por ende el día de reposo, entonces el día que se guardaba era el séptimo día, si es que se guardaban Los Diez Mandamientos. Desde esa perspectiva, se interpretaría que Pablo se refiere al conflicto entre días, como que algunos quería guardar más días, como las fiestas ordenadas en la Tora, la Pascua, el Pentecostés, entre otras; y que otros no haría caso de tales días, pues ellos solamente guardaban el Decálogo, incluyendo por supuesto el reposo del séptimo día. El día de reposo para la iglesia romana era el séptimo día No hay doctrina alguna apostólica hasta el momento, año 57 d.C, fecha aproximada en que fuera escrita esta carta que señale un cambio en el día de reposo. Así que si la iglesia romana reposaba, lo habría hecho conforme al Decálogo: El Séptimo día. Esto en caso de que en realidad hubiera guardado el Cuarto Mandamiento, o bien, el Decálogo. 2.8.6 Primera a Timoteo En su primera carta a Timoteo, o bueno, una de los ejemplares que tenemos, pues seguramente entre Pablo y Timoteo hubo mucha más correspondencia por el ministerio que ambos compartían, no se nos dice mucho sobre el día de reposo, si éste cambió o siguió siendo el séptimo día como está escrito en la ley. 54 1Ti.1.3-11 Co o te ogu ue te uedases e Efeso, ua do fui a Ma edo ia, pa a ue mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido e o e dado Pablo dice que la Ley es dada o fue dada para cuanto se oponga a la sana doctrina: sodomismo, matricidio, irreverencia, inmoralidad, secuestro, entre otros pecados. ¿Se incluirá la transgresión al día de reposo? Si Pablo se está refiriendo al Decálogo en particular, éste sostenía que el día de reposo era el séptimo día, y en ese sentido Pablo en este escrito a Timoteo no hace referencia alguna al día de reposo, y mucho menos lo cambia. Así que en esta carta es improbable que Timoteo haya recibido instrucción alguna de que el día de reposo fuera cambiado de día, del séptimo a otro día de la semana. Hacer eso sería cambiar la ley misma. 2.8.7 Segunda a los Corintios 2Co.3.7-17 Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el 55 corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espí itu; do de está el Espí itu del “eño , allí ha li e tad La ley es el ministerio de Muerte Esto no lo digo yo, lo dice Pablo mismo: el ministerio de muerte fue grabado con letras en piedra ¿qué fue grabado en piedra sino la Ley? Éxo.31.15-18 “eis días se t a aja á, as el día s pti o es día de eposo o sag ado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá. Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó. Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios Pablo aquí hace referencia inequívoca a Los Diez Mandamientos que fueron escritos en piedra, por el mismo dedo de Dios ¿fue esto glorioso? Pablo mismo dice que lo fue. Ahora bien, ¿qué día era el día de reposo en esta Ley, en este ministerio de muerte? Por supuesto, el séptimo día, el día que desde la creación fue establecido. Y como tal no ha habido cambio. Si la doctrina apostólica es en verdad que la iglesia ha de guardar el ministerio de muerte (El Decálogo), entonces ese ministerio declara con suma claridad que ha de reposar el séptimo día. A menos que por algún apóstol, o el Señor mismo tal día haya cambiado, pero cambiar el día ¿no es cambiar la ley? La iglesia de corintio sabía que el día de reposo era el que estaba estipulado en la ley, el séptimo día Por tanto, es inequívoco en mi opinión, dada la evidencia de ambas cartas, que el séptimo día era el día de reposo. Y que si la iglesia hubiera guardado el Decálogo lo habría hecho observando el séptimo día. 2.8.8 A Tito En su carta a Tito, Pablo no hace mención explicita de que el día de reposo haya cambiado, aun cuando él dice a Tito que él debe enseñar lo que está de acuerdo con la sana doctrina, interesantemente, en un contexto de reprender a los de la circuncisión que por ganancia deshonesta enseñaban cosas que no conviene. Pero por lo visto Pablo no 56 resuelve el asunto ordenando que la iglesia guarde únicamente el Decálogo, sino que menciona una serie de comportamientos sociales: Tit.1.10-11 Po ue ha aú u hos o tu a es, ha lado es de a idades engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene. Tit.1.16 P ofesa o o e a Dios, pe o o los he hos lo iega , sie do a o i a les e eldes, ep o ados e ua to a toda ue a o a Tit.2.1 Pe o tú ha la lo ue está de a ue do o la sa a do t i a Notemos cómo el enfoque de Pablo no fue aclarar a Tito que lo único que debían guardar los creyentes era el Decálogo, sino que le dio una serie de instrucciones de vida para que las guardasen los discípulos, y ninguna instrucción se dio respecto al día de reposo. Hasta ahora, no se ha dado evidencia en ningún escrito de que el día de reposo fuera cambiado por otro día. No hay evidencia. Zenas el interprete de la ley Además Tito también debía proveer sustento para Zenas, interprete de la ley. ¿Cuál sería el día de reposo para este interprete de la ley? ¿Cómo podría este interprete de la ley de Moisés mostrar que el día de reposo fue cambiado a otro día? Nuevamente no hay evidencia de tal cosa. Para Tito el día de reposo era el Sábado Pablo nos cuenta que Tito lo acompañó en su viaje a Jerusalén y que estuvo en el Concilio de Jerusalén: Gál.2.1-5 Despu s, pasados ato e años, su í ot a ez a Je usal o Be a , lle a do también conmigo a Tito. Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles. Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse; y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del e a gelio pe a e iese o osot os Esto nos permite inferir que Tito era ya un discípulo de Cristo para el año 49 d.C, fecha aproximada del Concilio, entonces analicemos: 57 ¿Enseñaba Pablo a guardar el día de reposo? Si era así ¿qué día era señalado? Si era el primer día de la semana ¿no hubo una contradicción entre Pablo y Jacobo, quien citó que el día de reposo era el sábado?: Hec.15.13-21 Y ua do ellos alla o , Ja o o espo dió di ie do: Va o es he a os, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo Cuando Tito sube a Jerusalén ¿qué día guardaba esa iglesia como el día de reposo? ¿El primer día de la semana o el sábado? Si la respuesta es que la iglesia judía guardaba el primer día de la semana como reposo ¿no contradice eso toda la evidencia de una iglesia judía celosa de la ley, que guardaba aun las costumbres de los padres? Así que se debe demostrar que para el año 49, o la fecha del Concilio, la iglesia ya guardaba el primer día de la semana como día de reposo. ¿Qué evidencia hay de ello? Ninguna. En la iglesia de Jerusalén estaban los de la circuncisión, hombres que habían creído en el Señor Jesucristo, ¿qué día reposaban ellos? La evidencia muestra que era el día establecido, es decir, el séptimo, pues eran hombres ceñidos a la Tora. Así que Pablo hubieran enseñado otro día de reposo sería acusado en realidad no solo de enseñar que no se guarde la ley, sino peor aun, de cambiarla. Por tanto, Tito allí encontró que los apóstoles, ancianos y creyentes de Jerusalén guardaban el día de reposo como estaba establecido: el día que se leía la Tora, es decir, el séptimo día. Y Tito escuchó que la iglesia gentil o de ía gua da ada de la le , ue o se i uiete a los ge tiles, po ue Mois s a tie e uie lo p edi ue ada día de eposo ¿ u día? El séptimo. ¿Le enseñó Pablo a Tito que el día de reposo fue cambiado? ¿Dónde está la evidencia? 58 Por tanto, para Tito, un viejo discípulo de Pablo, el día de reposo era inequívocamente el ue está des ito e la To a: eposó Dios el s pti o día lo e dijo . 2.8.9 A los Filipenses En la carta a los filipenses tampoco se halla el cambio de día de reposo. Allí Pablo dice que él era un hombre ceñido a la justicia de la ley, irreprensible en cuanto a ella: Fil.3.4-6 Au ue o te go ta i de u o fia e la a e. “i algu o pie sa ue tie e de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible ¿Cuál era el día de reposo para Pablo? Por supuesto, si él era un hombre irreprensible en cuanto a la justicia de la ley, eso implica que él guardaba el Decálogo tanto como pudiera, y ello implica necesariamente que observaba el día de reposo, el séptimo día. Ahora bien, Pablo mismo acostumbraba a visitar las sinagogas judías para predicar allí en el día de reposo, como ya lo hemos visto de manera contundente, pero interesantemente Pablo dijo a los corintios que él hacía esto para poder ganar a los judíos, él se comportaba como si estuviera bajo la ley: 1Co.9.19-21 Po lo ual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no esta do o si le de Dios, si o ajo la le de C isto , pa a ga a a los ue está si le Si Pablo habría de sujetarse a la ley para ganar a los judíos ¿qué día reposaba? En efecto, el séptimo día, pues así lo estipula la ley. Si Pablo sabía que el día de reposo había cambiado por otro día ¿cómo lo supo? ¿Cambió el día Jesús o los apóstoles? Hubo doctrinas que Pablo dice que recibió por revelación, pero de todas ellas, ninguna ha dicho que el día de reposo cambió. Así que para los Filipenses, de la provincia de Macedonia, el día de reposo era por supuesto el sábado, y Lidia, la mujer de Filipos lo sabía bien: Hec.16.11-14 )a pa do, pues, de T oas, i i os o u o di e to a “amotracia, y el día siguiente a Neápolis; y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días. Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, 59 hablamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo ue Pa lo de ía 2.8.10 A los Efesios ¿Fue abolida la ley? Efe.2.14-16 Po ue l es uest a paz, ue de a os pue los hizo u o, de i a do la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo ue po, ata do e ella las e e istades Pablo dijo hacia el año 63 d.C en su carta a los Efesios que el Señor abolió en su carne la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, lo que implicaría que ya no hay una ley que separa a judíos y a gentiles, sino que ambos son un cuerpo en Cristo. Si la ley sigue en pie, entonces se ha de reposar el sábado, y los gentiles, que no lo hacen, sería acusados legítimamente de pecado; pero si la ley, es abolida, aquellas cosas que los gentiles ya no guarden de la ley, no pueden ser objeto de culpa ante los judíos, como los alimentos y los días. Sin embargo, más adelante Pablo menciona el cuarto mandamiento en la misma carta: Efe.6.1-3 Hijos, o ede ed e el “eño a uest os pad es, po ue esto es justo. Ho a a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tie a Si se interpreta que por esta cita del quinto mandamiento, la ley sigue en pie, es decir el Decálogo, entonces para el año 63 d.C, el día de reposo sigue siendo el séptimo día. Si Pablo no cambia el Quinto mandamiento ¿por qué habría de cambiar el Cuarto? Y si tiene la potestad ¿cuándo y cómo lo hizo? ¿En verdad lo hizo? Para los Efesios el día de reposo era el Sábado Así que ya sea que Pablo esté diciendo que la ley fue abolida (y cumplida ahora en el amor por el prójimo), o que ésta está en pie, de cualquier manera no hay cambio en el día de reposo. Éste sigue siendo el séptimo día. En su carta a los Efesios no hay cambio al respecto. Ese es el punto. 60 2.8.11 A los Colosenses Col.2.5-23 Po ue au ue esto ause te e ue po, o o sta te e espí itu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual 61 conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a uest os pad es e todo, po ue esto ag ada al “eño ¿Guardaban los Colosenses las fiestas, luna nueva y días de reposo? Pablo dice que los colosense estaban completos en Cristo, que tenían vida en él y esto porque habían resucitado con Cristo, estaban vivos, y por tanto no debían permitir que nadie los juzgara en cuanto a días de reposo, fiesta o luna nueva. ¿Qué quiso decir? Hay dos manera de interpretar esta frase: Una, como queriendo decir que los Colosenses guardaban estas cosas y que no debían permitir que nadie les impidiera esta gracia, la de celebrar los días de reposo, luna nueva o fiestas, e incluso tener preferencia respecto a algunos alimentos. Y la otra, es que ellos, no guardaban tales días, y que no debían preocuparse del juicio de otros sobre ellos ¿cuál es la más coherente con el texto y la historia? La segunda es preferible. Pues de ser la primera interpretación la verdadera implicación, entonces quedaría por sentando que la iglesia de Colosas y otras iglesias, celebraban Luna Nueva, Fiestas y Días de reposo, y que además seleccionaban sus comidas y bebidas, pero esto es algo que Pablo mismo argumenta en otras cartas diciendo que estos son los rudimentos del mundo: Gál.4.8-11 Cie ta e te, e ot o tie po, o o o ie do a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de osot os, ue ha a t a ajado e a o o osot os 62 Rom.14.2-3 Po ue u o ee ue se ha de o e de todo; ot o, ue es d il, o e legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al ue o e; po ue Dios le ha e i ido Así que por la misma doctrina paulina, ese no parece ser significado de la frase, e incluso el contexto de la carta o se e t a e festi idades o ele a io es si o e us a las cosas de arriba, no las de la tie a , esta es la e ho ta ió de Pa lo, ue us ue la renovación del hombre interior, no mediante festividades sino vistiéndose de toda virtud divina. Para Pablo someterse a tales cosas, en cuanto a comida, bebida, días de fiesta, o de reposo, sería someterse a los rudimentos del mundo. E to es la f ase: Po ta to, adie os juzgue e o ida o e e ida, o e ua to a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el ue po es de C isto , i pli a ue los Colosenses en virtud de su fe no deberían preocuparse por tales cosas, ni permitir que se les opaque en su fe, ya que en Cristo están completos. Entonces ¿no se preocupaban los Colosenses por comida y bebida? Tal parece que no. Que para Pablo el reino de Dios no consistía en comida o bebida, sino paz y gozo en el Señor, era evidente. ¿Se preocupaban los colosenses por días de fiesta? ¿Qué fiestas? Por el contexto se entienden que serían fiestas judías: El día del perdón, la Pascua, Los Tabernáculos, las primicias y otras fiestas determinadas por los líderes de Israel. Entonces los colosenses no estaban preocupados por ponerlas en práctica, y no debían permitir que nadie los juzgara en esto. Ellos estaban completos en Cristo. ¿Guardaban los colosenses los días de reposo? ¿Cuáles días? En la ley había dos clases de días de reposo: La primera eran días de reposo que acompañaban a cada fiesta, es decir, en cada fiesta, había días de reposo extraordinarios, aparte del día de reposo común, que era el séptimo día: Lev.23.2-28 Ha la a los hijos de Is ael diles: Las fiestas sole es de Jeho á, las uales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas: Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis. Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; 63 ningún trabajo de siervo haréis. Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis. Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová. Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. Ofreceréis además un macho cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz. Y el sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el sacerdote. Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones. Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios. Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación. Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. También habló Jehová a Moisés, diciendo: A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para e o ilia os dela te de Jeho á uest o Dios Así que había días de reposo ordinarios, es decir, el séptimo día; y había días de reposo extraordinarios, que señalaban el comienzo y/o final de una fiesta al Señor. Entonces ¿a qué días de reposo se refiere Pablo en esta carta? Si los colosenses no se han de preocupar por fiestas, eso implica que no los ha de afanar los días de reposo de esas fiestas, así ue días de eposo e lo ue espe ta a los olose ses por la evidencia lógica es una referencia al día de reposo ordinario, es decir, el séptimo día. 64 Aunque también podría ser una referencia a esos días extraordinarios de reposo, citados aparte como un refuerzo a la idea de que no deben preocuparse por tales fiestas. Esto también es probable, aunque yo me inclino por la primera interpretación, es decir, que a los colosenses no les ha de preocupar el día de reposo. Ahora bien, admitiendo que en realidad la iglesia de Colosas y con ella toda la iglesia, sí debe preocuparse por un día de reposo ¿cuál es ese día? Si es el día estipulado en la ley, entonces no hay otra opción más que el séptimo día. Pues hasta ahora no había habido a io algu o e ua to al día de eposo, si o ue fue esta le ido e la ea ió : Dios eposó el s pti o día lo sa tifi ó Para la iglesia de Colosas, el día de reposo sería el séptimo día Al menos por esta carta no se dice que el día legal de reposo haya cambiado. Seguía siendo el séptimo día. 2.8.12 A Filemón En esta carta Pablo no abarca muchos temas teológicos, y aunque es importante, de todas maneras, en ella no se dice si los creyentes han de guardar la ley, o si el día de reposo ha cambiado. Por consiguiente yo concluyo por toda la evidencia dada hasta ahora, que para Filemón, el día de reposo, es el séptimo día. 2.8.13 Último escrito de Pablo Pablo declaró que Timoteo conocía las Escrituras desde niño, y eso implica que él sabía Los Diez Mandamientos, él conocía el Decálogo, y sabía cuál era el día de reposo ordenado en él: El Séptimo Día. Así que si Timoteo creía que él y la iglesia debía guardar el Decálogo, entonces sabía por tanto, que el día de reposo que debía guardar era el séptimo día, pues para la fecha, año 67 d.C, nadie había cambiado el día de reposo. Pablo no cambió el día de reposo Por tanto, al leer los textos divinos que fueron escritos por el apóstol Pablo uno no puede encontrar rastro de que el día de reposo ha cambiado, y por tanto, se debe sostener necesariamente que el día de reposo es el mismo día que Dios ha bendecido desde el principio, a saber, el séptimo día. 65 2.8.14 Primera y Segunda de Pedro En ninguna de las dos cartas Pedro hace alusión al día de reposo, no insta a la iglesia a guardar el séptimo día, más bien su enfoque es hacer exhortaciones para que la iglesia crezca en el Señor Jesucristo. Si Pedro, sostenía que la iglesia debía guardar el Decálogo, algo que hasta ahora no ha dicho apóstol alguno, de todos modos el día de reposo que la iglesia debiera observar es el séptimo día. Pedro no propuso un cambio en el día de reposo Así que tampoco el apóstol Pedro propuso u ordeno cambio alguno en el día de reposo, el cual fue establecido por Dios desde el mismo principio: El séptimo día. 2.8.15 Judas En esta breve epístola el autor insta a al iglesia a defender la fe de los santos, que por lo visto, según el contexto, tiene que ver más con la moralidad y santidad de la iglesia, que con alguna doctrina esencial del Evangelio, la fe, la justificación, la salvación en Cristo, entre otras. Y en esta epístola tampoco Judas hace cambio alguno sobre el día de reposo o sobre el Decálogo. El día de reposo permanece intacto desde su establecimiento en la creación y afirmación en el Decálogo, sigue siendo el sábado. 2.8.16 A los Hebreos Heb.3.7-19; 4:1-16 Po lo ual, o o di e el Espí itu “a to: “i o e eis ho su oz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que 66 pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad. Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones. Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones. del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el opo tu o so o o El día de reposo para el autor de hebreos es evidentemente el séptimo día En este pasaje no voy a entrar a explicarlo, pero sí quiero hacer notar que el autor habla de dos reposos como tal: Uno que es un reposo prometido, un reposo futuro, que se supone Israel debiera haber alcanzado por medio de Josué, pero que a causa de incredulidad no logró; pero este reposo, sí es alcanzado por aquellos que tienen fe en Dios, es un reposo tanto en el p ese te o o u eposo ue apu ta ha ia el futu o: p o u e os e t a e ese eposo . 67 Y en este contexto el autor se refiere al reposo de Dios también, recordando que las o as de Dios esta a a a adas desde la fu da ió del u do: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas (las de Dios) estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. Y otra vez aquí: No e t a á e i eposo Así que es claro, contundente y evidente, que para el autor de Hebreos, el día de reposo que Dios estableció es el séptimo día, y este reposo es el que él relaciona con el reposo futu o al ual e t a a los e e tes: Po ta to, ueda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las su as. P o u e os, pues, e t a e a uel eposo Así que si este pasaje implica que los creyentes deben guardar el día de reposo, porque están bajo el Decálogo, este es un pasaje inequívoco en cuanto a que el día de reposo que tendría que observar la iglesia es el séptimo día. El autor de Hebreos no dice que el día reposo es otro día Heb.10.24-25 Y o side o os u os a ot os pa a estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino e ho tá do os; ta to ás, ua to eis ue a uel día se a e a ¿Qué día se congregaba la iglesia judía? Si era el sábado, entonces no había caso en discutir si había otro día de reposo, pero si era el primer día de la semana, u otro día, entonces ¿el día de reposo cambió? ¿Que la iglesia se reuniera ahora un domingo o un lunes, implicaría que el día de reposo fue cambiado? Esa podría ser una conjetura aceptable, es decir, deducir que el día de reposo cambió ya que la iglesia judía se congrega ordinariamente otro día de la semana, pero notemos hermanos, que este es un razonamiento netamente personal, especulativo y que no tiene asidero teológico ni bíblico. Yo no puedo concluir que por el hecho de que la iglesia judía ahora se reuniera el primer día de la semana, entonces el día de reposo cambió. Si esa es la premisa que quiero sostener, al menos debo dar algo de evidencia. Argumentar y declarar que el día de reposo cambió por cuanto la iglesia judía o gentil se reunía otro día, es pasar por alto la abundante evidencia escritural en cuanto al día de reposo, de que este es el séptimo día. Si la iglesia se reunía otro día, eso significaba eso y nada más, es decir, que la iglesia se reunía no el día de reposo, es decir, el séptimo día, sino otro día. Eso es lo que la evidencia 68 bíblica permite inferir. Ir un paso más allá, es moverse fuera de la información de la misma Escritura. Por tanto, no es bíblico, apostólico ni teológico argumentar que el día de reposo cambió a otro día, cuando la Escritura es consistente en la misma verdad: El día de reposo es el séptimo día. La iglesia solía reunirse otro día. Son datos diferentes. Para los hebreos el día de reposo era el séptimo Entonces los Hebreos a partir de esta carta escrita a ellos no pudieron haber concluido que el día de reposo había cambiado, por cuanto en ella misma el autor declara que el día de reposo, es el séptimo día, el día que Dios bendijo desde la creación. Si la iglesia judía se reunía otro día de la semana, eso no implicaba que ellos estaban razonando que el día de reposo había cambiado. Si se le preguntase a los Hebreos, cuál es el día de reposo ¿qué contestarían ellos? 2.8.17 El Evangelio de Juan Jua.5.1-18 Despu s de estas osas ha ía u a fiesta de los judíos, su ió Jesús a Jerusalén. Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto 69 los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino ue ta i de ía ue Dios e a su p opio Pad e, ha i dose igual a Dios Jua.7.19-24 ¿No os dio Mois s la le , i gu o de osot os u ple la le ? ¿Po u procuráis matarme? Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte? Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis. Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre. Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre? No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo jui io Jesús no cambió el día de reposo En estas dos referencias sobre el día de reposo sobre las que Jesús fue acusado de haber quebrantado el día de reposo, una cosa es segura, aquí Jesús no cambió el día de reposo, más bien el dice que los judíos circuncidaban en el día de reposo, es decir en el séptimo día. No hay cambio sobre el día de reposo. Jua.19.30-31 Cua do Jesús hu o to ado el i ag e, dijo: Co su ado es. Y ha ie do inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las pie as, fuese uitados de allí Los lectores de Juan reconocía al séptimo día como día de reposo Jua ue ta a sus le to es ue el día de eposo de la Pas ua e a u día de eposo de g a sole idad ¿Qu día e a ese día de eposo pa a estos le to es? E efe to, estos le to es del Evangelio de Juan, que probablemente estarían leyéndolo posterior a la destrucción de Jerusalén, es decir, después del año 70 d.C, identificaban al séptimo día como día de reposo. Los lectores de Juan no pudieron llegar a otra conclusión, a otra idea, por ejemplo de que el día de reposo había cambiado. Si se le preguntase a los lectores de Juan, cuál es el día de reposo ¿qué contestarían ellos? “i pe sa os ue ellos pod ía de i : el p i e o de la se a a o el segu do ¿Co ase e qué hacemos esa presunción? Más bien, la evidencia genérica y coherente de la Escritura es que el día de reposo es el séptimo día. 70 2.8.18 Las cartas de Juan 1Ju.3.1-8 Mi ad uál a o os ha dado el Pad e, pa a ue sea os lla ados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, pa a desha e las o as del dia lo Asumamos que Juan está diciendo lo que se lee en su carta, que el pecado es infracción de la ley, y que esta ley es el Decálogo, y que Cristo nos libera de la transgresión de la Ley, entonces por esa lógica los creyentes debemos guardar el Decálogo, y por ende velar por cada mandato en él ¿Qué ordena el Cuarto Mandamiento? En efecto, que los israelitas se acuerden del séptimo día, para reposar en él, que cesen de toda labor cotidiana, y por ende esto mismo debería hacer la iglesia gentil: Cesar de toda labor productiva cotidiana y reposar el séptimo día. El día de reposo es el séptimo día Lo que aquí quiero enfatizar no es tanto sobre el uso del Decálogo para la iglesia, si ésta debe o no guardarlo, sino si el día de reposo ha cambiado por otro día. Al menos Juan tampoco dice aquí que tal día ha cambiado. Además, en mi opinión, es lícito suponer que los lectores del Evangelio, puedan ser los mismos que los de esta carta, y en ninguno de los dos escritos se dice que el día de reposo ha cambiado. Y aun si los lectores del Evangelio no fueran los mismos que los de esta carta, de todos modos, nada ha cambiado en el Decálogo, el día de reposo sigue siendo el mismo. 2.8.19 El Apocalipsis En el libro profético de Apocalipsis no se halla referencia alguna al día de reposo o a cambio alguno de su día por otro. En este libro profético se alaba el guardar los mandatos de Dios, y si estos mandatos incluyen el Decálogo, entonces queda claro que el día de reposo es el séptimo día. 71 2.9 Literatura extra – canónica 2.9.1 No hay un cambio del día de reposo en la literatura canónica Así que habiendo revisado nuestra literatura canónica, aquella que la iglesia cristiana reconoce como autoritativa y como inspirada por Dios, puedo decir con confianza, humildad y disposición a ser corregido, que no hay evidencia alguna para sostener que Dios haya cambiado el día de reposo del séptimo día por otro día. Por tanto al no haber cambio, se debe seguir sosteniendo, enseñando e instruyendo a la iglesia que el día de reposo fue el séptimo día, es el séptimo día y será el sábado. Esto es lo primero que quiero afirmar y dejar por sentado con evidencia que puede ser constatada. 2.9.2 El cambio de día de reposo por otro día ha sido propuesto por maestros cristianos, pero sin evidencia apostólica ¿Entonces cómo, cuándo y quién propuso en nuestra iglesia que el día de reposo cambió? En el capítulo 13 de este tratado expongo la manera en que la doctrina del cambio de día de reposo fue tomando lugar en la Iglesia Cristiana. Por lo pronto, me resta decir que esta doctrina fue formulada por nuestros maestros de la fe sin evidencia apostólica, cosa que hasta el día de hoy muchos de ellos siguen sosteniendo. El Catecismo católico por ejemplo, menciona a San Ignacio en su exposición del cambio de día de reposo al domingo: 75 El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios. Porque el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, y lo que se practicaba en ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo (Cf. 1 o 10,11): Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por Él y po su ue te. “. Ig a io de A tio uía, Mag . , 1 Más adelante analizaré las palabras de Ignacio pero por ahora quiero señalar lo siguiente, y es que nótese que Ignacio dice que los cristianos ya no deberían sabatizar, observar el sábado, sino guardar el día del Señor (admitiendo que es el primer día de la semana), pero Ignacio no dice en su cita que el día del Señor remplazó el sábado. ¿Lo notan? 72 Así que en realidad, no sé cómo nuestra iglesia llegó a la conclusión equivocada de que el día de reposo fue cambiado. Al menos Ignacio no lo dijo. Entonces, el hecho es que nuestra iglesia ha propuesta esta teoría del cambio de día de reposo al primer día de la semana, al cual lla ó hemera kuriakos o Dominicus , e uest o idio a El Día del Señor sin dar evidencia bíblica de ello. Algún maestro cristiano confesó esta teoría, y la iglesia, seguramente sin mala intención, pero sin tomarse el trabajo de analizar la premisa, la aceptó, promulgó y ordenó. Hasta la fecha, tanto la iglesia católica como reformada sostiene esta premisa errónea de un cambio del día de reposo. 2.10 Conclusión sobre el día de reposo según los apóstoles Por tanto, a la luz de la Escritura, de la Ley y los Profetas, del registro histórico de la iglesia apostólica, de las cartas apostólicas y de la literatura canónica, puedo afirmar que el día de reposo establecido por el Señor fue el séptimo día, tal y como él lo ordena en la creación. Que este día fue ordenado en la ley del Sinaí para ser conmemorado cesando de todo trabajo cotidiano. Que este día, siendo el séptimo día, no ha cambiado, no ha sido modificado, por Dios, por profeta, ni por apóstol alguno. Invito a mi iglesia a confesar esta realidad bíblica y evangélica: El día de reposo es el Séptimo día, el sábado, no otro día. 73 3. EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA PARA LA IGLESIA SEGÚN LA ESCRITURA Habiendo establecido fijamente con evidencia textual, teológica y exegética (no tan exhaustivamente como quisiera pero abierto a que se me demande más de ella) que el día de reposo es el séptimo día, el sábado, ahora me dispongo a ampliar el pensamiento apostólico en lo que respecta al primer día de la semana. 3.1 El primer día de la Semana entre Adán y Moisés El primer día de la historia de la creación fue hecha la luz: Gén.1.1-5 E el p i ipio eó Dios los ielos la tie a. Y la tie a esta a deso de ada vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la ta de la aña a u día Con toda la importancia del primer día en mente, de todos modos Dios no ordenó conmemorar el primer día, sino que bendijo al séptimo día: Gén.2.1-3 Fue o , pues, a a ados los ielos la tie a, todo el ej ito de ellos. Y a a ó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había he ho e la ea ió Y entre Adán y Moisés, quien recibió la Ley en el Sinaí, no hubo hincapié alguno en celebrar, guardar o conmemorar el primer día de la semana, el primer día de la creación, si se puede decir. El octavo día Gén.17.9-13 Dijo de ue o Dios a A aha : E ua to a ti, gua da ás i pa to, tú tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto pe petuo 74 Aquí hago una referencia al octavo día, ya que en el catecismo católico al primer día de la semana, al domingo se le llama el octavo día: 9 La Iglesia celebra el día de la Resurrección de Cristo el octavo día, que es llamado con toda razón día del “eño , o do i go 1 Por ahora, quiero hacer notar hermanos que el octavo día, el día de la circuncisión del niño, no necesariamente coincidía con el primer día de la semana. Supongamos que Isaac nació el tercer día de la semana (miércoles para nosotros), eso implica que al cuarto día de la semana siguiente (jueves), es decir, el octavo día de su nacimiento ha de ser circuncidado, pero no necesariamente sería el primer día de la semana (el Domingo). Esto es importante notarlo. 3.2 El primer día de la Semana entre Moisés y la división del reino Ahora bien, una vez que Dios ordena la ley en el Sinaí, y la entrega a Moisés, en ella es claro e inconfundible el hecho de que Dios ordena reposar el séptimo día, no el primero de la semana. Eso es un hecho bien marcado. 3.2.1 El primer día de la semana y el octavo día en la Ley Sin embargo, en la ley se hace mención del primer día de la semana y del octavo día, con un significado particular, pero solamente en relación con las fiestas del Señor, purificaciones y rituales de adoración, allí se le menciona porque en ellos hay ordenamientos que Israel debía seguir: La fiesta de las primicias (Pentecostés) – El día cincuenta Lev.23.10-23 Ha la a los hijos de Is ael diles: Cua do ha áis e t ado e la tie a ue o os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis. Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. De 75 vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová. Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. Ofreceréis además un macho cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz. Y el sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el sacerdote. Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones. Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová uest o Dios Los israelitas debían presentar una ofrenda el día siguiente del día de reposo, es decir, necesariamente un primer día de la semana, y a partir de este día contar cincuenta días, y al día cincuenta, nuevamente hacer una ofrenda, la ofrenda de las primicias, y este día, necesariamente sería también un primer día de la semana, y este día, en la fiesta de las primicias, sería por orden de Dios, un día de reposo, ningún trabajo de siervo se hará en él. Ahora bien, notemos que el día cincuenta es día de reposo, pero no el día que fue ofrecida la ofrenda primera, es decir, el día uno en la cuenta de los cincuenta días. Solo el último día es día de reposo. Y esto es habitual en las fiestas del Señor, las cuales comienzan y terminan con días de reposo: Lev.23.4-8 Estas so las fiestas sole es de Jeho á, las o o a io es sa tas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo ha is El punto entonces en la Fiesta de Pentecostés, no es celebrar cada primer día de la semana, pues en esta fiesta se involucran ocho primeros días de la semana, y en los tales no hay celebración alguna, sino solo en el último día. Así que la Fiesta de las Primicias, no es la fiesta del primer día de la semana, es la Fiesta de las primicias, que comienza y termina en un primer día de la semana. 76 La fiesta de los Tabernáculos - El Octavo Día Lev.23.34-43 Ha la a los hijos de Is ael diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días. El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis. Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo, además de los días de reposo de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Jehová. Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jeho á uest o Dios Aquí la fiesta ordenada es la de los Tabernáculos, la cual comenzaba y terminaba con un día de reposo, pero no necesariamente la fiesta comenzaba un primer día de la semana y finalizaba otro, sino que empezaba a los quince días del mes séptimo, que podía, según el calendario, ser cualquier día numérico de la semana. Por tanto, la fiesta podía comenzar un primer, segundo o cualquier día de la semana, inclusive podía ir de día de reposo a día de reposo, y por tanto Israel tener dos días de reposo seguidos. Esto era probable en la Teocracia. Ahora bien, en esta fiesta no se dice el siguiente primer día de la semana sino el octavo día, y yo creo que hay una razón muy particular para ello, y es que la fiesta duraba siete días, y se cerraba con un día de reposo adicional, que no necesariamente coincidiría con un primer día de la semana, sino con cualquier otro día, y por eso se le llama el octavo día. Por ejemplo, la Fiesta de los Tabernáculos, comenzaría el cuarto día de la semana (un martes en la tarde), y entonces finalizaría el siguiente martes en la tarde, donde comenzaría el octavo día (un miércoles). Ade ás, ue se e io a el o ta o día po ue la instrucción de cerrar la fiesta con un día de eposo o liga a ue se le lla e el o ta o día , es de i , el o ta o día de la fiesta 77 (siendo este día el cierre oficial de la celebración), el cual como he mencionado no necesariamente sería un primer día de la semana, sino bien podría ser cualquier otro día. Es de i , el o ta o día a uí señala u a i st u ió : Cele e po siete días, y al octavo día reposen, como al p i ipio de la fiesta La i st u ió e ot as pala as pod ía se : Cele e po siete días, al día siguie te epose ¿Cuál es el día despu s de te i a la fiesta de siete días? Así es, el octavo. ¿Y luego del octavo día seguía el noveno? Por supuesto que no. El octavo día, solo cobraba sentido cuando se le usaba como el cierre de la fiesta de los Tabernáculos. La circuncisión ordenada el octavo día Lev.12.2-3 Ha la a los hijos de Is ael diles: La uje ua do o i a d a luz a ó , será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda. Y al octavo día se circu ida á al iño Ya he dicho que la circuncisión del niño al octavo día no necesariamente es el primer día de la semana. Así que si se quiere resaltar la importancia del octavo día, en efecto, debe hacerse comprendiendo que el octavo día puede ser cualquier día de una semana. La purificación del leproso – El octavo día Lev.14.2-10 Esta se á la le pa a el lep oso ua do se li pia e: “e á t aído al sa e dote, éste saldrá fuera del campamento y lo examinará; y si ve que está sana la plaga de la lepra del leproso, el sacerdote mandará luego que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas, limpias, y madera de cedro, grana e hisopo. Y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. Después tomará la avecilla viva, el cedro, la grana y el hisopo, y los mojará con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas corrientes; y rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra, y le declarará limpio; y soltará la avecilla viva en el campo. Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará fuera de su tienda siete días. Y el séptimo día raerá todo el pelo de su cabeza, su barba y las cejas de sus ojos y todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su cuerpo en agua, y será limpio. El día octavo tomará dos corderos sin defecto, y una cordera de un año sin tacha, y tres décimas de efa de flor de harina para ofrenda amasada con aceite, y un log de aceite 78 Aquí también se menciona el Octavo día, pero del mismo modo se llama octavo día, porque no coincide con ningún día en particular, este día octavo, puede ser cualquier día. La edad del cordero para sacrificio – El octavo día Lev.22.26-30 Y ha ló Jehová a Moisés, diciendo: El becerro o el cordero o la cabra, cuando naciere, siete días estará mamando de su madre; mas desde el octavo día en adelante será acepto para ofrenda de sacrificio encendido a Jehová. Y sea vaca u oveja, no degollaréis en un mismo día a ella y a su hijo. Y cuando ofreciereis sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable. En el mismo día se comerá; o deja is de l pa a ot o día. Yo Jeho á Del mismo modo se menciona el Octavo día, porque este día octavo puede ser cualquier día. El becerro puede nacer un miércoles y ser sacrificado entonces el Jueves de la siguiente semana. La importancia aquí no es tanto el octavo día sino más bien los siete días que permanece el cordero con su madre siendo amamantado. El año de reposo – El octavo año Lev.25.2-7; 18-22 Ha la a los hijos de Is ael diles: Cua do ha áis e t ado e la tie a que yo os doy, la tierra guardará reposo para Jehová. Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos. Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña. Lo que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra. Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo; y a tu animal, y a la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer. Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros; y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros, y habitaréis en ella con seguridad. Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos; entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años. Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta ue e ga su f uto, o e is del añejo Se le ordenó a Israel dejar reposar la tierra cada siete años, cultivando la tierra seis años y dejándola descansar el séptimo año, siguiendo el patrón de seis de trabajo y uno de descanso. Y después del descanso de la tierra, se podría retomar labores en ella, por supuesto, el octavo año. No hay otra manera mejor de describir el ciclo. El octavo día en el reino 79 1Re.8.62-66 E to es el e , todo Is ael o l, sa ifi a o í ti as dela te de Jeho á. Y ofreció Salomón sacrificios de paz, los cuales ofreció a Jehová: veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová. Aquel mismo día santificó el rey el medio del atrio, el cual estaba delante de la casa de Jehová; porque ofreció allí los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz, por cuanto el altar de bronce que estaba delante de Jehová era pequeño, y no cabían en él los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz. En aquel tiempo Salomón hizo fiesta, y con él todo Israel, una gran congregación, desde donde entran en Hamat hasta el río de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios, por siete días y aun por otros siete días, esto es, por catorce días. Y al octavo día despidió al pueblo; y ellos, bendiciendo al rey, se fueron a sus moradas alegres y gozosos de corazón, por todos los e efi ios ue Jeho á ha ía he ho a Da id su sie o a su pue lo Is ael Aquí después de catorce días de fiesta, se hubiera podido decir, al día quince despidió al pueblo, pero no se hace así, señalando la duración de dos semanas de fiesta, dos semanas de siete días, y luego al octavo día de esa ultima semana, despidió al pueblo. Ese octavo día, bien pudo ser un Lunes, un martes, o cualquier otro día. En la Ley no hay orden alguna de ele a p i e os días de ada se a a el p i e día de la se a a o los Entonces nótese que en la Ley no fue ordenado celebrar ningún primer día de la semana, ni siquiera en la fiesta de Pentecostés, pues lo que se celebraba a allí era el comienzo y final de la fiesta, que en efecto comenzaba un primer día y finalizaba un primer día de la semana. Pero no necesariamente se celebran todos los siete primeros días de la semana durante esta fiesta, sino solo el último día, el día cincuenta, y éste era convocado como reposo. Así Israel reposaba dos días seguidos, el día cuarenta y nueve, un sábado y luego el día cincuenta, un primer día de la semana. 3.3 El primer día de la Semana entre la división del reino y el exilio Eze.43.21-27 To a ás luego el e e o de la expiación, y lo quemarás conforme a la ley de la casa, fuera del santuario. Al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto, para expiación; y purificarán el altar como lo purificaron con el becerro. Cuando acabes de expiar, ofrecerás un becerro de la vacada sin defecto, y un carnero sin tacha de la manada; y los ofrecerás delante de Jehová, y los sacerdotes echarán sal sobre ellos, y los ofrecerán en holocausto a Jehová. Por siete días sacrificarán un macho cabrío cada día en expiación; asimismo sacrificarán el becerro de la vacada y un carnero sin tacha del rebaño. Por siete días harán expiación por el altar, y lo limpiarán, y así lo consagrarán. Y acabados estos 80 días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el altar vuestros holo austos uest as of e das de paz; e se is a eptos, di e Jeho á el “eño Esta es una profecía dada por Ezequiel, la cual ni siquiera establece el octavo día como el primer día de la semana, sino como cualquier día, habiéndose dicho que por siete días se limpiaría el altar, y luego, al octavo día, no necesariamente un primer día de la semana, se aceptarían sacrificios. Este no es el momento de tratar sobre la interpretación de esta profecía. 3.4 El primer día de la Semana entre el exilio y la venida de Cristo Neh.8.14-18 Y halla o es ito e la le ue Jeho á ha ía a dado po a o de Mois s, que habitasen los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo; y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito. Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín. Y toda la congregación que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande. Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito Aquí Israel, habiendo regresado de la cautividad, no celebró el octavo día, sino la fiesta de los Tabernáculos, que finalizaba con un día de reposo, independientemente de su número en la semana, fuera el día primero, segundo o tercero. 3.5 El primer día de la semana entre la encarnación y la ascensión de Cristo No ha ía fiesta o a dato algu o de ele a en los días de Jesús los p i e os días de la se a a Co o lo he e puesto hasta aho a, Dios o o de ó e su Le gua da el primer día de ada se a a , ta po o el o ta o día de ada se a a . Dios o de ó sus fiestas pa a Israel, sus purificaciones y sus rituales, en los cuales el numero siete era prominente y se otorgaba el octavo día como cierre de algunas fiestas o fin de un ciclo. Pero como tal no se ordenó guardar el octavo día de la semana. No existía tal mandamiento. Jesús no ordenó guardar el primer día de cada semana en su ministerio terrenal 81 Al menos leyendo los Evangelios no parece que durante su ministerio Jesús haya ordenado a sus discípulos guardar o celebrar el primer día de la semana. Este sería un día cotidiano en los discípulos. El Señor resucitó un primer día de la semana Mar.16.1-18 Cua do pasó el día de eposo, Ma ía Magdale a, Ma ía la ad e de Ja o o, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande. Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo. Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo. Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron. Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo. Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron. Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; so e los e fe os po d á sus a os, sa a á Mat.28.1-20 Pasado el día de eposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo 82 del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán. Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy. Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del u do. A Luc.24.1-50 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido. Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón 83 profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan. Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos. Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los e dijo 84 Jua.20. El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos. Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas. Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos. Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Hizo además Jesús muchas otras 85 señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, te gáis ida e su o e Jesús no ordenó celebrar el día de su resurrección cada semana Entonces es completamente evidente que nuestro Señor resucitó el primer día de la semana, un día pasado el día de reposo. Cabe la pena recordar que este primer día de la semana comenzaba en la tarde del Sábado y terminaba en la tarde del domingo, así que no se puede leer el texto como queriendo decir que el día comenzó a la media noche, entre sábado y domingo. Aquí hay que hacer una lectura que haga justicia tanto al calendario judío como al romano. Una cosa es segura, para la mañana del primer día de la semana, un domingo (aunque el día no se llamaba así), ya el Señor no estaba en la tumba, y se dice que esto fue aun siendo oscuro, bien podría ser a las 5 o 6 am. ¡Nuestro Señor resucitó! Notable es también que nuestro Señor no dio mandamiento alguno a sus apóstoles de que guardaran el primer día de la semana en conmemoración a su resurrección. El Señor no ordenó tal cosa. El Señor y la Fiesta de las primicias Dado que el Espíritu Santo fue enviado el día de Pentecostés, es decir el día cincuenta de la fiesta de Pentecostés, esto nos permite hacer una aproximada reconstrucción de los hechos y fechas que rodearon la muerte, resurrección y ascensión de nuestro Señor Jesucristo. El Señor comió la pascua con sus discípulos el catorce del mes primero según el calendario judío, como lo estipulaba Dios en la ley: Lev.23.4-8 Estas so las fiestas sole es de Jeho á, las o o a io es sa tas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo ha is Así que entre la tarde del Jueves y la tarde del Viernes, era la Pascua del Señor, la fecha en que se sacrificaba al cordero: 86 Mar.14.1-2 Dos días despu s e a la pas ua, la fiesta de los pa es si le adu a; buscaban los principales sacerdotes y los escribas cómo prenderle por engaño y matarle. Y de ía : No du a te la fiesta pa a ue o se haga al o oto del pue lo Luc.22.7-9 Llegó el día de los pa es si le adu a, e el ual e a e esa io sa ifi a el cordero de la pascua. Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua pa a ue la o a os. Ellos le dije o : ¿Dó de uie es ue la p epa e os? Así que el Señor murió en la fiesta de la pascua. Murió entre la tarde del Jueves y la tarde del Viernes. Así que tan pronto acabó el día viernes, se dio comienzo a la fiesta de los panes sin levadura, por siete días comerían panes sin levadura. Y este primer día era solemne, era un día de santa convocación y también reposo. En esta ocasión coincidieron dos días de reposo: El día de reposo ordinario semanal, y el día de reposo que marcaba el inicio de la fiesta de los panes sin levadura, Juan mismo lo denota en su Evangelio: Jua.19.31 E to es los judíos, po ua to e a la p epa a ió de la pas ua, a fi de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), oga o a Pilato ue se les ue ase las pie as, fuese uitados de allí Así que la fiesta de los panes sin levadura comenzó la tarde o la noche del viernes, y nuestro Señor fue sepultado con prisa para que no quedara ese primer día de la fiesta, que era día de reposo, sin sepultura: Jua.19.40-42 To a o , pues, el ue po de Jesús, lo e ol ie o e lie zos o espe ias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepul o esta a e a, pusie o a Jesús Entonces el sábado, que comenzó en la tarde del viernes, fue el primer día de los panes sin levadura, y estos siete días de fiesta terminaría el siguiente viernes en la tarde, y el séptimo día sería entre el jueves, a los ocho días de la entrega del Señor, y el viernes, este día también tuvo que ser santa convocación. Y al día siguiente, el siguiente sábado sería entonces un día de reposo ordinario. Ahora bien, la Fiesta de las primicias era celebrada a partir del primer día de la semana, después del primer sábado de la Pascua. En este caso, el día primero de la fiesta de las primicias sería entonces el mismo día en que resucitó nuestro Señor: Lev.23.10-23 Ha la a los hijos de Is ael diles: Cua do ha áis e t ado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros 87 frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis. Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová. Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. Ofreceréis además un macho cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz. Y el sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el sacerdote. Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones. Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová uest o Dios Así que si la Fiesta de las Primicias comenzó el primer día de la Semana, después del sábado de Pascua2 o de Panes sin Levadura, que en este año coincidió con un sábado ordinario, de ahí en adelante se deben contar cincuenta días, y el quincuagésimo día, sería el día de Pentecostés, en el que descendió el Espíritu Santo. Entonces el Señor resucitó el primer día de la Fiesta de primicias, un primer día de la semana, y el Pentecostés se cumplió ocho domingos después, incluyendo el día de la resurrección del Señor. Por tanto, si según Lucas el Señor estuvo cuarenta días con ellos, entonces el Señor fue llevado al cielo un viernes, el día cuarenta en la fiesta de primicias, y envió el Señor el Espíritu el día cincuenta ¡Aleluya! Sin embargo, la Fiesta de las Primicias como tal, no era todo el periodo de cincuenta días, sino el primer día de la fiesta, que era un primer día de la semana, y el último día, que también sería un primer día de la semana, un día después del séptimo día, del día de reposo. 88 Así que el Señor resucitó el primer día de la fiesta de primicias, y envió su Espíritu en el día en que se ofrecían las primicias como tal. - Pablo llama al Señor las primicias 1Co.15.20-23 Mas aho a C isto ha esu itado de los ue tos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los ue so de C isto, e su e ida Este pasaje se interpreta de dos maneras, una en la que Cristo se llama las primicias, y otra en la que Cristo, es el primero en resucitar, y las primicias son aquellos que resucitaron luego de la resurrección del Señor: Mat.27.51-53 Y he a uí, el elo del te plo se asgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, apa e ie o a u hos De cualquier modo hay una asociación entre Cristo y las primicias, y aun en lo que tiene que ver con la fiesta como tal. Aunque yo mismo me inclino en llamar a Cristo, las primicias. - Pablo dice que los creyentes tienen las primicias del Espíritu Rom.8.22-23 Po ue sa e os ue toda la ea ió gi e a u a, a u a está o dolo es de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adop ió , la ede ió de uest o ue po Así que aquí Pablo podría estar diciendo que él y los creyentes tienen las primicias del Espíritu, que en realidad es el mismo Espíritu, y no algo que él añade al don del Espíritu Santo, sino que el Espíritu es las primicias, pues él fue enviado el día de las primicias también. Así que el Señor marcaría el inicio de las primicias y así mismo también el Espíritu sería enviado como primicias. Y ambos eventos acontecen un primer día de la semana. - El Señor no ordenó celebrar la fiesta de las Primicias 89 Ahora bien, aun con toda esta tipología cumplida, el Señor mismo no ordenó celebrar la fiesta de las primicias, él no ordeno que su iglesia conmemora cada año su resurrección y el descenso de su Espíritu. Así tampoco ordenó que se celebrase cada primer día de la semana una conmemoración en su nombre. No hay tal ordenamiento. - El Señor comió pan durante las primicias Jua.21.12-14 Les dijo Jesús: Ve id, o ed. Y i gu o de los dis ípulos se at e ía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus dis ípulos, despu s de ha e esu itado de los ue tos Luc.24.29-31 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fue o a ie tos los ojos, le e o o ie o ; as l se desapa e ió de su ista Este dato es interesante porque durante el periodo de cincuenta días de las primicias, Israel no podía comer pan, como se puede leer en las indicaciones de la fiesta. ¿Por qué el Señor comió pan y lo dio a sus discípulos? Varias opciones: La primera es que la fiesta de los panes sin levadura era concomitante con la de las primicias, y en esto no pecarían los discípulos al guardar aun la Ley. La segunda es que la fiesta de las primicias todavía no se había inaugurado, sino que correría al menos tres semanas después, pues si aceptamos que la tercera aparición del Señor, pudo ser quince días después de su resurrección, así estarían las cuentas. O en tercer lugar, que el Señor, siendo Señor, y él mismo las primicias, partiría el pan con sus discípulos. Yo me inclino por pensar que se comía el pan como fiesta concomitante con las primicias, o bien se comía el pan durante este periodo, por alguna razón, sin ser delito contra la ley. Desconozco el asunto a profundidad. El Señor no estableció el primer día de la semana para conmemorar alguna celebración Habiendo explicado la posibilidad de que el Señor cumpliera la fiesta de primicias, queda claro que el Señor mismo tampoco ordenó que su iglesia celebrara la fiesta de las p i i ias, o los p i e os días de ada se a a . No hay indicación alguna. 90 Antes bien, como se dijo anteriormente, la iglesia judía seguiría guardando la ley, y esto incluye la celebración de las fiestas del Señor, incluyendo Pentecostés mismo. 3.6 El primer día de la semana desde la ascensión de Cristo hasta su nuevo regreso 3.6.1 Para Jacobo Santiago escribió su carta a la iglesia judía para amonestarla sobre su conducta descuidada en cuanto a la santidad. En ella como tal no se hace mención alguna del primer día de la semana como tal. No obstante hay una cita que reconoce que la iglesia judía como tal se congregaba: San.2.1-3 He a os íos, ue uest a fe e uest o glo ioso “eño Jesu isto sea si acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí e pie, o si tate a uí ajo i est ado Aquí no se nos dice el día específico en que la iglesia judía se congregaba, sin embargo es de ota ue la pala a t adu ida a uest o español o o o g ega ió e este te to, proviene no del vocablo griego ekklesia, sino de sunagoge, que es la palabra más usual para describir sinagoga, como el lugar de reunión de judíos. Además por lo visto en este carta, es muy posible que esta comunidad no estuviera compuesta por judíos y gentiles, sino exclusivamente judíos, pues aunque la iglesia puede ser equiparada en algunos contextos con el Israel de Dios , no obstante Santiago hace u a e ió u e pli ita de sus desti ata ios, ue o pa e e i lui a los ge tiles: Las do e t i us San.1.1 “a tiago, sie vo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispe sió : “alud Así que lo más posible entonces, es que esta carta fuera escrita a judíos, y esa sea una razón por la que Jacobo utiliza el término sinagoga en esta carta. ¿Cuándo se congregabas estas doce Tribus? Aquí no se nos dice. Si estas tribus guardaban el día de reposo, entonces es posible que se reunieran el sábado a leer a los profetas, ahora a la luz del Mesías. De cualquier modo no se nos dice explícitamente el día en que ellos se reunían. 91 3.6.2 Para Pablo Los Tesalonicenses En estas cartas como tal no hay mención del primer día de la semana. Aunque era evidente que estas iglesias se reunían, pero no se nos dice el día como tal de reunión. Esta era una iglesia conformada tanto por gentiles como por judíos, y por tanto, se reconocía y sabía que el día de reposo era el sábado. Entonces si los judíos observaban el sábado ¿lo harían los gentiles? Si los gentiles también reposaban, sería lo más lógico entonces pensar que ese probablemente sería el día de reunión establecido. De todos modos no sabemos con certeza el día de reunión de la iglesia a través de la lectura de estas dos cartas. Gálatas Esta iglesia también estaría conformada por judíos y gentiles, y en ella se hace hincapié en que las personas no necesitan estar bajo la ley para heredar el reino de Dios, sino es suficiente la fe que obra por medio del amor, y este amor es el que cumple toda la ley. Si las iglesias de Galacia creían que el Decálogo era normativo para ellos, entonces sería un hecho que ellos reposaban el sábado, y posiblemente este sería su día predilecto de reunión. Pero como acontece en otras cartas, en este tampoco se da información de cuándo la iglesia se reunía formalmente. Primera a los Corintios Esta carta fuera escrita hacia el año 57 d.C3, casi diez años después del Concilio de Jerusalén y casi 20 años después del llamado de Pablo para discipular gentiles. En esta carta es la única en que se hace mención del primer día de la semana: 1Co.15.58; 16:1-4 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a 92 éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. Y si fuere propio que yo ta i a a, i á o igo Nuevamente recordemos el contexto: Las iglesias gentiles habían acordado enviar un donativo a la iglesia de Jerusalén, porque seguramente estaba en necesidad, o bien en muestra de hermandad: Rom.15.25-27 Mas aho a o a Je usal pa a i ist a a los sa tos. Po ue Ma edo ia y Acaya (Provincia donde está Corinto) tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, de e ta i ellos i ist a les de los ate iales Y las indicaciones de Pablo en esta carta tienen apariencia de ser una respuesta a alguna p egu ta o i uietud so e la of e da pa a los sa tos. Nótese E ua to a la of e da pa a los sa tos . Así ue e a u te a ue a ha ía estado so e la esa e t e los corintios y Pablo. Es muy posible que Acaya fuera la provincia que hizo la proposición, luego se sumó Galacia, y luego Macedonia (el orden no es prioridad ahora), y ahora Acaya pregunta a Pablo sobre cómo llevar a cabo este donativo. Y Pablo responde: 1 Cor 16:1-4 E ua to a la of e da pa a los sa tos, ha ed osot os también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. Y si fue e p opio ue o ta i a a, i á o igo Así que la misma orden que recibe Corinto aquí es la misma que Pablo ha dado en las iglesias de Galacia, los gálatas. ¿Cuál es la orden? Cada p i e día de la se a a, ada u o po ga apa te algo, segú ha a p ospe ado, gua dá dolo, pa a ue ua do o llegue o se e oja e to es of e das . Veamos más detalladamente la orden apostólica para las iglesias, que por supuesto no sería solo para Corinto, sino también para Galacia y luego para Macedonia. Cada u o po ga apa te algo segú ha a p ospe ado El ue ea ue ha p ospe ado mucho, dará mucho, el que poco, dará poco. Cada uno dará con liberalidad. De todos modos se enfatiza que cada uno ponga aparte algo. Se implica la participación de toda la iglesia, y un continuo apartar algo, pues cada primer día de la semana, cada uno debía apartar algo, no era cada mes, o cada quince días, sino cada primer día de la semana. 93 Gua dá dolo ¿Que á de i Pa lo ue ada uie gua de e su asa la of e da ue ha apartado? Puede ser. Entonces ¿Para qué quiere Pablo que cada quien vaya guardando su of e da se a al e te? El te to sigue di ie do: pa a ue ua do o llegue o se ecojan of e das . ¿Qu juego ha e esta f ase o el he ho de ue e ue ada uie gua de su ofrenda? Bien, aquí podría entenderse que la ofrenda de cada uno ya está lista para ser entregada cuando Pablo llegue, y la misma iglesia ya debería tener designado a quien enviar con el donativo para Jerusalén. Así que esto es probable, sobre todo en una cultura donde no había bancos. Pensemos en cada persona llevando su ofrenda el primer día de la semana a la iglesia, y dándolo a guardar allí. Esto sería un peligro. Aunque también ese puede ser el significado. Es decir, que Pablo quiere que la ofrenda se guarde por la iglesia, se reúna poco a poco, cada primer día de la semana. En tal caso debería alguien estar guardándola, contabilizando y siendo responsable de la ofrenda. Esto también es posible. En cualquier caso, Pablo no quiere que cuando él llegue no haya nada recogido, ya sea en casa de cada quien o en la iglesia, y esto no lo hace porque está interesado en la cantidad, aunque Pablo estimula un dar generoso en su segunda carta, sino tal vez que no se diga que su presencia física influyó en algo para que la gente diera. Así la ofrenda sería netamente personal, sin la presencia de Pablo. Muy sabio de su parte. Ahora bien, la cuestión es que si se trata de poner algo aparte en casa de cada uno, entonces cada quien podría guardarlo en su casa cualquier día. Pero si se trata de llevarlo a la asamblea y depositarlo mientras viene Pablo, esto sí implicaría que se haga en lo posible un día en que la asamblea se haya reunido. Así que, lo más probable es esto último. Es decir, que en efecto, cada quien pusiera algo aparte y lo diera a guardar en la iglesia, y cuando Pablo llegue, la ofrenda de toda la iglesia ya estaría lista. Pero ¿por qué el primer día de la semana? ¿Por qué no el segundo o tercero? ¿Por qué no el día de reposo? Leyendo la sola carta de Corintios, uno no podría comprender bien el porqué de este día. Sin embargo, uno podría aventurarse a afirmar que este día podría ser el más probable para que la iglesia estuviera reunida en pleno ¿con que fin? - Toda iglesia se reunía en un solo lugar Pablo asume que la iglesia se reúne eventualmente en un solo lugar: 94 1Co.14.23 “i, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran i do tos o i dulos, ¿ o di á ue estáis lo os? 1Co.14.34-35 uest as uje es alle en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la o g ega ió Cito estos dos pasajes como sustento de que en efecto la iglesia se reunía eventualmente toda en un solo lugar, incluyendo aquí las mujeres. - La iglesia se reunía para edificación 1Co.14.26 ¿Qu ha , pues, he a os? Cua do os eu ís, ada u o de osot os tie e salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación Así que era evidente que Pablo quería que cuando la iglesia se reuniera, lo hiciera para edificación. - La iglesia se congregaba para comer la Mesa del Señor 1Co.11.17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo. Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. Si, pues, nos 95 examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré e o de ua do o fue e No sé si la iglesia tenía varias reuniones, pero una cosa es segura y es que había una reunión cuyo motivo era comer la mesa del Señor. Había una reunión cuyo motivo era lo mejor, y esto era comer el pan y beber la copa. ¿Qué día se reunía la iglesia para este fin? Al menos en esta carta no se nos dice el día en la iglesia lo hacía. Podría suponerse que este día fuera el primer día de la semana, pero al menos aquí en Corintio no se nos da esta información. - La iglesia de Troas se reunió el primer día de la semana para comer la Mesa del Señor Aunque aquí en esta carta no se nos dé información explicita sobre cuando se reunía la iglesia a comer la Mesa del Señor, sí hay una persona, muy afín a Pablo, compañero y discípulo suyo, que nos da una información sobre este asunto: Lucas. Hec.20.2-12 Y despu s de e o e a uellas egio es, de e ho ta les o a u da ia de palabras, llegó a Grecia. Después de haber estado allí tres meses, y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se embarcase para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia. Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas. Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente o solados Aquí Lucas cuenta a Teófilo que la iglesia de Troas se reunió el primer día de la semana para partir el pan. Ni siquiera se reunieron para escuchar a Pablo, sino para partir el pan. 96 - Partir el pan es comer la Mesa del Señor Aunque Lucas no dice que la iglesia se reunió para comer la Mesa del Señor, no obstante, pa e e lo ás p o a le ue es eso lo ue uie e i pli a po la f ase pa ti el pa . Notemos que esta es una imagen que también Pablo mismo usa para describir la Santa Cena: 1Co.10.16-17 La opa de e di ió ue e de i os, ¿ o es la o u ió de la sa g e de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel is o pa 1Co.11.23-24 Po ue o e i í del “eño lo ue ta i os he e señado: Que el “eño Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de í Debemos recordar que Pablo fue el maestro de Lucas, así que no podemos menospreciar el hecho de que Lucas esté influenciado por Pablo en su teología. Es cosa segura que así es. Y ambos, pueden usar términos similares, por su relación de amigos, compañeros y maestro – discípulo. - Corinto se reunía el primer día de la semana para partir el pan Entonces con la información que tenemos puedo deducir, no con un cien por ciento de certeza, pero sí con bastante, de que la iglesia de Corinto también se reunía el primer día de la semana para partir el pan, pues en la carta se nos deja ver que la iglesia se reunía con el propósito de comer la Mesa del Señor, y en la misma carta se hace una exhortación a separar la ofrenda el primer día de la semana, que es el día que Lucas cuenta que la iglesia de Troas se reunió para comer el pan. Y no solo Corinto sino también Galacia se podía haber reunido el primer día de la semana para lo mismo, y allí también se apartarían las ofrendas este día. - El primer día de la semana era el día apto para recolectar las ofrendas porque toda la iglesia se reunía Así que en lo que respecta a la ofrenda para los santos de Jerusalén, la indicación de Pablo no parece entonces que cada uno el primer día de la semana aparte algo y lo deje en su casa, sino la implicación más bien sería que ese día lo deposite en la iglesia, y así cuando Pablo llegue, la ofrenda ya esté lista, y todos hayan podido dar poco a poco. - La iglesia apostólica se reunía el primer día de la semana para partir el pan 97 Entonces es un hecho, o yo lo veo así, de que la iglesia primigenia se reunía cada primer día de la semana para partir el pan. Este era el día estipulado por ellas para comer la mesa del Señor. Y es que en efecto era una Cena, es decir, que incluso el horario en que podían reunirse no era necesariamente la mañana sino la noche, pues por ejemplo en Troas, Pablo predicó en aquella reunión y por la información se sabe que era de noche, tanto que a la postre comieron el pan hacia la media noche, ya casi el día siguiente. Así que por esta información que tenemos podemos concluir que era una práctica de la iglesia apostólica reunirse cada primer día de la semana para partir el pan, es decir, para comer la Mesa del Señor. ¿Es ilícita y apresurada mi conclusión? Espero sus comentarios. - El motivo de la congregación cristiana era comer la cena del Señor Por tanto, la reunión cristiana, o al menos la del primer día de la semana tenía como motivo de celebración y congregación, participar del pan y de la copa del Señor. La iglesia se reunía con este fin. Por supuesto, puede que esto no fuera lo único que se hiciera en esta reunión, sino que en ella también se ministraran los dones espirituales para el beneficio de la iglesia: 1Co.14.26 ¿Qu ha , pues, he a os? Cua do os eu ís, ada u o de osot os tie e salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo pa a edifi a ió Pero el motivo central era la Mesa del Señor. - Para Pablo el primer día de la semana era el día de partir el pan Por tanto, según la literatura Paulina, el primer día de la semana no era el día de reposo, ni el día que cambió al reposo, o al menos eso no se dice en sus textos. Más bien por medio de ellos y con la información de Lucas, podemos determinar que Pablo reconocía que este día era el día que la iglesia se reunía a partir el pan. No se nos dice en sus textos quién, cómo y cuándo se estableció este día para partir el pan. Pues en su carta a los Corintios Pablo no está dando la orden de reunirse el primer día para partir el pan, pues esto ya es un hecho, así que la señalación del día tuvo que ser una instrucción previa, pero no se nos dice cómo fue establecida o a raíz de qué fue determinado este día como tiempo para comer la mesa del Señor. 3.6.3 Para Lucas y Teófilo Lucas informa a Teófilo que el partimiento del pan es una institución del Señor 98 Luc.22.14-20 Cua do e a la ho a, se se tó a la esa, o l los apóstoles. Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, di ie do: Esta opa es el ue o pa to e i sa g e, ue po osot os se de a a Interesantemente Lucas le informa a Teófilo que el partir el pan, o el comer la Mesa del Señor, es un ordenamiento del mismo Señor, y que esta es la razón por la cual la iglesia celebra esta comida en honor al Señor. Esto también lo afirma Pablo, quien seguramente, fue quien lo enseñó a Lucas: 1Co.11.23-26 Po ue o e i í del “eño lo ue ta i os he e señado: Que el “eño Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del “eño a u iáis hasta ue l e ga Así que la cosa más probable es que Lucas haya aprendido de Pablo que la mesa del Señor era un mandato suyo, un memorial en su honor. El apóstol Pablo debió continuar y enseñar la celebración Por supuesto, Pablo sería el apóstol que enseñaría en cada una de sus iglesias, de las que plantaba y fundaba, que el Señor había establecido una comida en su honor, un pan y una copa de bendición. Así que no cabría duda que en sus viajes misioneros él mismo establecería este memorial en nombre del Señor, así por ejemplo lo hizo en Galacia y Corinto, e incluso pudo ser el mismo quien lo haya hecho en Troas. Por tanto, sería casi un hecho que en todas aquellas regiones que él predicaba y hacía discípulos ordenara y estableciera la Mesa del Señor, en Siria, Cilicia y Galacia. Sin embargo, Pablo no era el único misionero a los gentiles, también Bernabé por ejemplo luego del Concilio de Jerusalén, se separó de Pablo para ir a Chipre, y posiblemente de allí saldría a otro lugar a evangelizar: 99 Hec.15.37-41 Y Be a ue ía ue lle ase o sigo a Jua , el ue te ía po sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del “eño , pasó po “i ia Cili ia, o fi a do a las iglesias Entonces, es muy posible que no solo Pablo sino también los demás evangelistas enseñaran la mesa del Señor a las iglesias, y continuaran con esta celebración. El día establecido por Pablo era el primer día de la semana Vemos un patrón general entonces y es que todas las iglesias, al menos las gentiles, se reunían el primer día de la semana para comer esta mesa del Señor, y esto posiblemente era efectuado no en la mañana, sino en las noches, pues sería incluso contraproducente que personas estuvieran bebiendo vino a primera hora del día. Pero ¿por qué Pablo y los demás evangelistas establecieron el primer día de la semana para este memorial? - Pablo no informa el porqué del primer día Como ya lo dije anteriormente, al menos el apóstol Pablo no informa porqué él escogió el primer día para esta celebración. - ¿Comían el pan las iglesias judías? La iglesia cristiana como tal no fue iniciada en tierras gentiles, sino en el mismo centro geográfico de adoración: Jerusalén. Allí fue donde el Espíritu Santo descendió y allí se dice que ya había una iglesia establecida: Hec.2.41-47 Así ue, los ue e i ie o su pala a fue o autizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos 100 Entonces queda claro que ya había una iglesia en Jerusalén como tal. Allí estuvo instalada la primera iglesia del Nuevo Pacto. En este mismo registro, Lucas informa a Teófilo que esta iglesia de Jerusalén tenía unos rasgos particulares: Hec.2.41-47 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los ue ha ía de se sal os Esta iglesia de Jerusalén, perseveraba en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. ¿Qué es aquí el partimiento del pan? Pa a Teófilo el pa ti ie to del pa pod ía se isto o o u a uest a de ge e osidad de los unos a los otros, que se servían unos a otros. Sin embargo, también es posible que Teófilo e te die a a uí o o pa ti ie to del pa aquel partimiento del pan en memoria del Señor. Y este parece ser el significado preferente ¿Por qué? En primer lugar, porque Lucas le había escrito a Teófilo en su primer tratado que el Señor había instituido partir el pan en memoria de él: Lc. 22:19-20 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por osot os se de a a Así ue este pa ti ie to del pa a te ía u a efe e ia e el a te io t atado. En segundo lugar, Lu as des i e pa ti el pa o o u a e pe ie ia dife ente a comunión u os o ot os pa e e ue esta o u ió e a de tal g ado ue: los ue habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus p opiedades sus ie es, lo epa tía a todos segú la e esidad de ada u o Esto era tener comunión. Incluso la palabra comunión es traducida del vocablo koinonia, y cómun, es propiamente koinos, en griego. 101 Así que tener una muestra de tener comunión, por supuesto sería partir el pan, pero también y en eso se enfoca Lucas, sería cubrir con los bienes de uno las necesidades de otros. Eso sería comunión aquí. Y po ta to pa ti ie to del pa pod ía se u a e pe ie ia dife e te. Y en tercer lugar, Teófilo al seguir la lectura se encontraría con el pasaje de Pablo predicando en Troas, donde la iglesia se reunió el primer día de la semana para partir el pan. Así ue lo ás p o a le es ue a uí Lu as este des i ie do el pa ti ie to del pa como la Mesa del Señor. Hec.20.2-12 Y despu s de e o e a uellas egio es, de e ho ta les on abundancia de palabras, llegó a Grecia. Después de haber estado allí tres meses, y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se embarcase para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia. Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas. Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente o solados Entonces esto indica que la Mesa del Señor era celebrada por la iglesia de Jerusalén también y esto como la primera iglesia apostólica. - ¿Cuándo cenaba la iglesia de Jerusalén? Entonces si era un hecho que la iglesia de Jerusalén partía el pan en memoria del Señor ¿qué día lo hacían? Aquí tenemos cuatro opciones: La primera es que Teófilo haya asumido que la iglesia judía celebraba la Mesa el día de reposo, es decir el sábado en la noche. 102 Si la iglesia judía comía el pan en la noche del sábado, entonces en efecto ya no sería en el día de reposo, pues incluso el mismo Lucas afirma implícitamente en su primer tratado que el día de comenzaba en la noche del sexto día (viernes): Luc.23.51-56 Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie. Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento Así que, tal parece que el tratado de Teófilo con la comprensión del calendario judío, y eso implicaría que si la iglesia judía comía en la noche del sábado, en realidad, no sería ya el día de reposo, sino el primer día de la semana y eso podría dar luz al relato de Lucas sobre la partición del pan en Troas: Hec.20.7, 11-12 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche…Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fue o g a de e te o solados Si el primer día de la semana comenzaba oficialmente en la noche del sábado, entonces podría ser que Lucas se esté refiriendo acá en su relato de Pablo en Troas, a la noche del sábado. Eso es lícito desde este punto de vista judío. No o sta te, Lu as ta i di e ue Pa lo p edi ó hasta la edia o he po ue l de ía sali al día siguie te ue u a ez llegada la luz del día, pa tió. Vea os. Si Pablo debía salir al día siguiente, entonces implicaría que debía salir el segundo día de la semana, pero Lu as di e ue lo hizo fue al a a e e , lo ue i pli a ue el día siguie te a se ía al otro día después de la noche en que fueron reunidos los discípulos, y eso es un lenguaje de un horario romano, en el que el día termina no en la tarde (como el judío) sino en la noche y eso implicaría que Pablo zarpó el segundo día de la semana. Así que aquí Lucas está utilizando un lenguaje romano de los días. Entonces si la iglesia judía cenaba en la noche del sábado, eso sería el primer día de la semana desde la perspectiva judía, pero sería el séptimo día desde la perspectiva romana. Si la iglesia de Troas cenó en la noche del primer día de la semana, eso ya sería el segundo día desde la perspectiva judía, pero todavía el primer día desde una visión romana. Entonces, no sabemos exactamente cuál horario hubiera podido usar la iglesia judía. 103 La segunda es que Teófilo no haya conocido el día de la mesa del Señor en la iglesia judía como tal. Ahora bien, si Teófilo no sabe cuándo la iglesia judía cenaba, debe haber concluido esto porque no hay información explicita en el tratado de Lucas. Y así queda en incógnita cuándo los discípulos de Jerusalén cenaban. No hay más que decir al respecto. La tercera es que Teófilo haya asumido que la iglesia de Jerusalén cenaba el primer día de la semana estableciendo el patrón para todas las iglesias posteriores, incluyendo las gentiles. O bien, Teófilo pudo asumir que así como la iglesia de Troas se reunía el primer día de la semana, entonces también la iglesia judía haría lo mismo, siendo que esta sería una iglesia que desde el principio perseveraba en la cena del Señor. Pero si Teófilo concluye que la iglesia de Jerusalén cenaba el primer día de la semana, entonces en realidad, la iglesia judía cenaría, según su propio horario, más bien al segundo día de la semana, en la noche del primer día. Entonces si la iglesia de Jerusalén cenaba el primer día de la semana, lo haría en tres posibles horarios: Uno en la noche del Sábado, que en realidad ya es el primer día de la semana; otro sería en la noche del domingo, que sería entonces ya el segundo día; o tercero, en un horario entre la mañana y la noche del domingo, sin que pase de este día, pero la complejidad de este ultimo horario sería la ingesta de vino durante el día y la reunión de los discípulos durante el jornal de trabajo, pues en aquel tiempo el primer día de reposo no era un día de descanso ordinario. Sin embargo, parece ser que la hora de la cena, el día exacto de la cena no es tanto lo que está en juego, pues incluso en Troas, Pablo cenó con los discípulos casi hacia la media noche, que en un horario judío, sería ya el segundo día. Hec.20.2-12 Y despu s de e orrer aquellas regiones, y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia. Después de haber estado allí tres meses, y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se embarcase para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia. Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas. Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; y un 104 joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente o solados Así que si existe una rigidez en cuanto a la hora del día, aquí Pablo un judío, si él viera el horario desde su cosmovisión judía, entonces en realidad cenó el segundo día de la semana, y si fue desde la perspectiva gentil, fue casi al segundo día, pues incluso pudo ser pasada la media noche que cenaron. Entonces desde esta perspectiva parece poco importante si la iglesia judía cenaba por ejemplo el domingo en la noche, es decir, al segundo día según su calendario. Y la cuarta opción es que la iglesia cenaba cada vez que pudiera, si fuera posible todos los días. Hec.2.41-47 Así ue, los ue e i ie o su pala a fue o autizados; se añadie o aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el “eño añadía ada día a la iglesia los ue ha ía de se sal os Lucas dice que los discípulos estaban todo los días en el templo, y que partían el pan en las casas, con sencillez y alegría. Por supuesto no se podía cenar en el templo, sería engorroso hacerlo e inapropiado, era un lugar de oración y meditación, y enseñanza. Sería complicado para los discípulos comer la mesa del Señor allí. Así que en efecto lo harían en casas, esto implica que lo hacían en subgrupos, cada casa sería un subgrupo, aunque era la iglesia de Jerusalén. ¿Comían todos los días? Puede ser que sí, puede ser que no. - El Señor partió el pan y comió el segundo día de la semana judía La historia de Lucas dice que el Señor halló dos discípulos que iban hacia Emaus, y que fue invitado por ellos a comer, a quedarse con ellos, porque el sol ya se había ocultado, o estaba ya a punto de ocultarse. Esto implicaría que el primer día de la semana en sus mentes, ya estaba declinando: 105 Luc.24.28-43 Llega o a la aldea ado de i a , l hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan. Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y o ió dela te de ellos Aquí vemos a nuestro Señor partiendo el pan con sus discípulos ya cuando el día había declinado, esto sería ya el segundo día judío. Y aun más luego comió con los Once, y ya seguramente era más tarde, ya sería con seguridad el segundo día. Así que es posible que la iglesia judía si cenaba el primer día de la semana no estuviera tan interesada en la rigidez del día, sino en cenar el primer día de la semana, así esto implicara que ya fuera el segundo día, y así lo pudo entender Teófilo. - Es posible que la iglesia judía comiera el domingo en la noche Habiendo analizado la situación del día y de los horarios ¿qué día sería el más probable que la iglesia judía comiera el pan? ¿Sería el sábado en la noche? ¿Sería el domingo en la noche? ¿Serían todos los días? Para la época en que Teófilo leería el segundo tratado de Lucas, ya el cristianismo estaba establecido, aun si lo leyó antes del año 70 d.C. Lo que implica que Teófilo ya sabía y conocía las costumbres cristianas. Es más, es posible que Teófilo perteneciera a una iglesia, sea judía o gentil. Así que Lucas aquí informando entonces a Teófilo, cómo, por qué y desde cuándo vendría la práctica de la que él mismo participa, es decir, del partir el pan. 106 Y si el patrón de comer el primer día de la semana no es solo gentil, sino también judío, entonces se comprendería que la iglesia judía comería también este mismo día. Y este podría ser el patrón que siendo practicado por la iglesia judía, estableció en la iglesia gentil. - Al menos sabemos que la iglesia gentil comía la noche del domingo Entonces, no tenemos mucha certeza sobre el patrón del cenar de la iglesia judía, sino que se asume que era el mismo de las gentiles, siendo evidente que no es que los judíos imitaron a aquellos, sino viceversa. Lo que sí sabemos es que los apóstoles y evangelistas establecieron este patrón en las iglesias gentiles. ¿Por qué el primer día de la semana? Lucas tampoco da información explicita del porqué la iglesia debía celebrar la mesa el primer día de la semana, o al menos yo no la veo. En su Evangelio, su primer tratado, Lucas no informa que el Señor estableció este día para cena suya, y es que de haberlo hecho así, entonces hubiera quedado establecido, según el horario judío, no el primer día, sino el segundo día de la semana. Así que por ahora ni por la información de Pablo ni de Lucas se sabe el porqué del primer día de la semana para partir el pan. 3.6.4 Para Pedro En ninguna de las dos cartas de Pedro, ni en sus intervenciones relatadas por Lucas, se puede conocer la cosmovisión de Pedro en cuanto al primer día de la semana. 3.6.5 Para Juan Jua.13.1-30 A tes de la fiesta de la pas ua, sa ie do Jesús ue su ho a ha ía llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase, sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo 107 entenderás después. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos. Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy. De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. Él entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de o he Jua.20. El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos. Pero María estaba 108 fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas. Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos. Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, te gáis ida e su o e Jua.21 Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran 109 cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos. Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos. Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme. Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habría de es i i . A Juan no relata que el Señor estableció la Mesa del Señor Particularmente Juan no se enfoca en su libro sobre el partimiento del pan ni del vino, ni en la institución de esta mesa para la iglesia. Ese no es su enfoque. Por tanto es muy difícil hacer una conexión entre el primer día de la semana y la institución de la mesa del Señor a partir del Evangelio de Juan. Ese no es su interés en este pasaje. 110 Además para sus lectores, si son creyentes, y es muy posible que lo sean, ya es un hecho que ellos conmemoraban la mesa del Señor, y es muy probable que lo hicieran el primer día de la semana, como las demás iglesias. Sin embargo, aun así, nada les dice Juan sobre el porqué celebran la mesa el primer día de la semana en este evangelio. El Señor apareció en la noche del primer día de la semana Juan relata en su libro sobre Jesús, que el Señor resucitó en efecto el primer día de la semana, después del día de reposo, y que este día apareció a los discípulos y allí les comisionó para enviarlos al mundo. Esto fue en la noche de aquel primer día de la semana, es decir, en realidad, ya el segundo día según el horario judío. Así que Juan, al menos para mí, aquí no establece ninguna señal que nos lleve a entender porqué el primer día de la semana se habría de comer la mesa. El Señor aparece nuevamente otro primer día de la semana En esta ocasión estaban otra vez reunidos los discípulos, no comiendo la Mesa del Señor, pues ni siquiera en su primer encuentro con el Señor fue así, sino que estaban reunidos por miedo a los judíos. Aun en esta aparición tampoco el Señor estableció el primer día como día de adoración o de comer la mesa del Señor. ¿O sí? ¿Me lo pueden indicar ya que no lo leo esto en los textos? Juan no nos informa el porqué la iglesia ha de cenar el primer día de la semana Así que aunque Juan menciona dos episodios de aparición del Señor, no da información sobre el establecimiento del primer día de la semana para comer la mesa del Señor o mucho menos como día de adoración. 3.7 ¿Existía el primer día de la semana antes de la resurrección del Señor? ¿Cómo llamamos nosotros al día después del Domingo? Lunes ¿Y después del Miércoles que día sigue? Jueves ¿Y luego del Viernes? Sábado (del griego Sabbaton) ¿y luego del Sábado que día sigue? Así es, el Domingo. Hermanos, ¿cómo llamaban los judíos al séptimo día? Así es Shabbath ¿Y luego del día de reposo cuál día seguía? El primer día de la semana ¿Y luego del tercer día de la semana 111 qué día seguía? El Cuarto. ¿Y luego del Quinto día de la semana? El Sexto ¿Y luego del sexto día? El séptimo, llamado Shabbath, reposo. Hermanos míos, los judíos llamaban los días de la semana por orden cardinal, primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo también llamado Shabbath. Y para la época de Jesús, así es como se denominaban los días. Por eso sabemos que en la cosmovisión judía el Señor cenó el quinto día, fue crucificado el sexto día, estuvo en la tumba el séptimo día, el día de reposo, y se levantó al día siguiente ¿qué día seguía? El primer día de la semana. El asunto no es más complejo que esto. 3.8 El primer día de la semana en la literatura extra-canónica 3.8.1 Catecismo Católico 1166 "La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se llama o azó día del “eño o do i go" “C . El día de la Resu e ió de C isto es a la vez el "primer día de la semana", memorial del primer día de la creación, y el "octavo día" en que Cristo, tras su "reposo" del gran Sabbat, inaugura el Día "que hace el Señor", el "día que no conoce ocaso" (Liturgia bizantina). El "banquete del Señor" es su centro, porque es aquí donde toda la comunidad de los fieles encuentra al Señor resucitado que los invita a su banquete (Cf. Jn 21,12; Lc 24,30): El día del Señor, el día de la Resurrección, el día de los cristianos, es nuestro día. Por eso es llamado día del Señor: porque es en este día cuando el Señor subió victorioso junto al Padre. Si los paganos lo llaman día del sol, también lo hacemos con gusto; porque hoy ha amanecido la luz del mundo, hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la salvación (S. Jerónimo, pasch.).4 3.8.2 Confesión de Londres de 1689 . Así o o es la le de la atu aleza ue, en general, una proporción de tiempo, por designio de Dios, se dedique a la adoración a Dios, así en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todas las épocas, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete como día de reposo, para que sea guardado santo para él; el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el último día de la semana y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana, que es llamado el Día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo 112 como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del último día de la semana. 5 Énfasis mío. Equiparar al día de reposo con el primer día de la semana es una idea sin apoyo textual ni teológico. Así que hasta ahora, yo no he recibido un análisis exegético, bíblico, teológico o textual de nuestra iglesia y obispos que sustente que el primer día de la semana es un día de reposo, que ha sustituido el Sábado ordenado en la creación, y que éste día se llame el día del Señor. En realidad no sé sobre cuál base textual y teológica es que nuestros obispos sostienen esta premisa. Pero lo que quiero mostrar es que por ahora es únicamente literatura extracanónica la base de esta creencia. Más adelante comentaré, con la ayuda de Dios, los catecismos que explican y sostienen esta enseñanza. 3.9 Conclusión sobre el primer día de la semana 3.9.1 El Señor resucitó el primer día de la semana La profecía decía que el Señor resucitaría al tercer día, y en efecto esto se cumplió, pues siendo que el Señor murió el viernes, y resucitó el domingo, según el horario judío, fueron tres días que el Señor estuvo muerto: Viernes, sábado y domingo. Entonces es muy importante el dato que cuentan los historiadores sobre la resurrección del Señor, pues allí quieren ser insistentes en que nuestro Señor resucitó en efecto al tercer día, y por ello señalan que el resucitó el primer día de la semana, para que no haya dudas del cumplimiento de la profecía. ¡Nuestro Señor es real! 3.9.2 El Señor no ordenó guardar el primer día de la semana en memorial suyo Leyendo el Nuevo Testamento no se ve evidencia alguna de que el Señor haya ordenado a su iglesia guardar de alguna manera el primer día de la semana, ni él ni sus apóstoles hicieron tal cosa. 3.9.3 El primer día de la semana era el día ordinario de comer la mesa del Señor en la iglesia primigenia 113 Lo que sí es evidente por la información que hay, aunque es poca, es que la iglesia comía la mesa del Señor, lo más probable la noche de cada domingo. Ese era al menos el día ordinario de Cenar. 3.9.4 No se sabe por qué los apóstoles cenaban el primer día de la semana Tampoco hay evidencia del por qué la iglesia escogió cenar el primer día de la semana. Ya vimos las complejidades de establecer el horario, y también que el mismo Señor en realidad, si quiso establecer su Mesa el primer día de la semana, lo hizo cenando el segundo día, según el horario judío. 3.9.5 La motivación de la reunión semanal de la iglesia gentil primigenia era comer el pan Lo que sí se ve es que la Cena del Señor es el evento que congrega a la iglesia (al menos la gentil) cada primer día de la semana. Si se retira esta celebración ¿qué convocaría a la iglesia? 3.9.5 El primer día de la semana no es un día de reposo ni el día que sustituyó al Shabbath Una cosa que sí es muy clara es que el Señor no estableció el primer día como día de reposo. Tampoco los apóstoles lo hicieron. El domingo no es el nuevo día de reposo de la iglesia cristiana. Afirmar que el domingo remplazó al sábado, es una premisa sin sustento textual y teológico. No es real. 114 4. EL DÍA DEL SEÑOR EN NUESTRO CANON 4.1 El día del Señor antes de Moisés Abraham Jua.8.47-59 El ue es de Dios, las pala as de Dios o e; po esto o las oís osot os, porque no sois de Dios. Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga. De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte. ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo? Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra. Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue De a ue do a Jua , Jesús dijo ue A aha se gozó de ue ha ía de e el día de C isto, lo io, se gozó ¿A u día se está efi ie do Jesús? ¿Se referiría al día de reposo? ¿Se referiría a la muerte de Cristo? ¿Se referiría a su resurrección? ¿Se referiría a su segunda venida? ¿Se referiría a la eternidad? Yo considero que uno puede hacer un análisis de todas estas opciones y dar razones de que el día ue io A aha fue este u otro, no obstante, me parece a mí, que la información es insuficiente para saber a qué día se refiere Jesús acá. Algu o pod ía de i : “e efie e al día de eposo. Es e ide te Algu o ás: “e efie e a la esu e ió . Es o io así ada u o pod ía pe sa ue se efie e a ie to día. Lo importante entonces es la evidencia que cada uno proporcione para sustentar que se refiere a éste u otro día, o evento como tal. De mi parte, no creo contar con evidencia suficiente para afirmar que se refiere al día de la resurrección, al día de la muerte de Jesús, o tampoco al día de reposo. 115 De ual uie a e a, o e os a A aha “eño , o al e os o e plí ita e te. e seña do a sus hijos a e a del día del El juicio del gran día Jud.1.3-7 A ados, po la g a soli itud ue te ía de es i i os a e a de uest a o ú salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fue o puestas po eje plo, suf ie do el astigo del fuego ete o Judas dice que el Señor encerró en prisiones de oscuridad y eternas a los ángeles pecadores, y los reservó para el juicio del gran día. Esto implica que ya desde aquella época, desde el mismo comienzo del mundo y de la caída angelical, había establecido un gran día, que sería día de juicio. Sin embargo, aun así no se llamaba el día del Señor en aquel tiempo, es decir cuando el Señor aprisionó a los ángeles rebeldes. El día de reposo, el séptimo día Suponiendo y admitiendo que Adán sabía del día de reposo, del séptimo día, pareciera entonces lógico que él pudiera enseñar a sus hijos acerca de él. No sabemos si él ordenó reposar en este día, pues al menos no tenemos ese mandato en la creación, sino solamente se dice explícitamente que Dios bendijo el séptimo día. Aun así, si Adán en efecto enseñó que se debía guardar el día de reposo (aunque no hay evidencia de ello), entonces este día sería conocido como el sábado o reposo, no se nos di e e plí ita e te ue se lla a a e a uel tie po el día del “eño , si o el s pti o día o día de reposo. Y esto, suponiendo que en realidad Adán enseñó sobre el día de reposo a sus hijos. 116 No hay referencia explicita sobre el día del Señor antes de Moisés Así que aunque en la mente de la personas pudiera estar la idea del día de reposo, este día o e a lla ado el día del “eño , si o el sá ado eposo . Y así is o, au ue pudiera haber un día de juicio de parte del Señor en la cosmovisión de algunas personas a tes de Mois s, o o sta te, o se le lla a a el día del “eño : Jud.1.14-15 De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores i píos ha ha lado o t a l 4.2 El día del Señor entre Moisés y la división del reino Cuando Moisés saca a Israel de Egipto, el Señor ordena a su pueblo acordarse del día de reposo y guardarlo santo, el séptimo día: Éxo.16.4-5 Y Jeho á dijo a Mois s: He a uí o os ha llo e pa del ielo; el pue lo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger ada día Éxo.16.22-30 E el se to día e ogie o do le po ió de o ida, dos go e es para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo. Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará. Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estese, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. Así el pueblo reposó el séptimo día Ahora bien, este reposo es un día consagrado o apartado para el Señor, y esto implica que es un día del Señor. Y este día de reposo para el Señor también fue dado a los israelitas para que ellos reposaran cada semana. 117 Todo lo santo es del Señor Ex. 20: 8-11 A u date del día de eposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó Aquí claramente se dice que el Señor santificó el séptimo día, y un aspecto de la santificación es que le pertenece al Señor, es del Señor. Y esto se sabe porque así también habla el Señor no solo del día de reposo, sino de todo aquello que es santo: - El santo tabernáculo: Éxo.20.25-26 Y si e hi ie es alta de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás. No subirás por gradas a mi altar, para que tu des udez o se des u a ju to a l - Los santos sacerdotes Éxo.29:44 Y sa tifi a el ta e á ulo de eu ió y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes - el alta ; santificaré asimismo a Aarón El santo aceite de la unción Éxo.30.29-33 Así los o sag a ás, se á osas sa tísi as; todo lo ue to a e e ellos, será santificado. Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes. Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones. Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros. Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será o tado de e t e su pue lo - El santo pacto de Dios Éxo.19.5 Aho a, pues, si die eis oído a i oz, gua da eis mi pacto, vosotros seréis mi espe ial teso o so e todos los pue los; po ue ía es toda la tie a Así que todo lo que es consagrado y dedicado al Señor viene, con todo derecho, a ser del Señor. 118 Por tanto, desde esta perspectiva en efecto, el día de reposo también es día del Señor, es un día suyo, santificado por él, y que pertenece a él. Es un día del Señor en ese sentido. El día de reposo es conocido como el día de reposo, no como el día del Señor No obstante, aunque con legítimo derecho, el día de reposo es día del Señor, de todos modos en la mente de los Israelitas, este día no era conocido como El día del Señor (Yom Yahweh), sino el día de reposo (Yom Shabbath). La evidencia es tanta que por esa razón no la incluyo, porque es plenaria en este aspecto. ¿O hay alguna duda al respecto? 4.3 El día del Señor entre la división del reino y el exilio 4.3.1 El profeta Amós El día es u o de a ie to de u eve to p oféti o Amó.8.7-14 Jeho á ju ó po la glo ia de Ja o : No e ol ida ja ás de todas sus o as. ¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto. Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo. He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed. Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: Por tu Dios, oh Dan, y: Por el camino de Beerseba, caerán, y nunca más se le a ta á Aquí el Señor profetiza que habrá un día de castigo, pero ¿será esto una referencia a un día de veinticuatro horas, de salida del sol a salida del sol, o de salida de sol a puesta de sol? Lo que se narra en esta profecía no puede acontecer en un solo día físicamente, sino que es la descripción de un evento que tendrá que suceder. Además enseguida el profeta, eite a: ie e días , po esta f ase, se i pli a el u pli ie to de u e e to ue el Señor está anunciando, y no necesariamente se refiere a que todo tenga que cumplirse en un día ordinario, en veinticuatro horas sino en un periodo de tiempo predeterminado por Dios. Veamos otro ejemplo: 119 Amó.9.11-12 En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado; para que aquellos sobre los cuales es invocado mi nombre posean el resto de Edom, y a todas las naciones, di e Jeho á ue ha e esto Hec.15.14-18 “i ó ha o tado ó o Dios isitó po p i e a ez a los ge tiles, pa a tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito (citando a Amós): Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi o e, Di e el “eño , ue ha e o o e todo esto desde tie pos a tiguos La referencia que cita Jacobo en el Concilio es el pasaje de la Septuaginta del profeta Amós, que he copiado aquí de la biblia Hebrea, de ahí la diferencia de lenguaje, pero es el mismo pasaje como tal. Nótese que el p ofeta ha la de a uel día , pe o si día a á fue a u pe iodo o di a io de veinticuatro horas, entonces todo lo profetizado acontecería en un solo día, pero Santiago está diciendo que la profecía se está cumpliendo y no necesariamente en un periodo de veinticuatro horas, sino en un periodo de tiempo estimado, por ejemplo, desde el descenso del Espíritu y la fundación de la iglesia hasta que Pedro predicara a los gentiles, eso pudo bien haber sido un periodo de doce años. Así ue día e la Es itu a o se efie e sie p e a u pe iodo de ei ti uat o ho as, o a un lapso entre dos atardeceres, sino que su lenguaje es tipológico de un evento que se lle a á a a o. Po eje plo, llegará el día cuando en mi universidad sea el mejor y todos e ga a e o o e i esfue zo No e esa ia e te, esto señala do u a fe ha particular, sino un periodo de tiempo en el que estos eventos se llevarán a cabo, podrían ser dos meses, tres meses, en fin. El día del Señor, Yom Yahweh Amó.5.16-21 Por tanto, así ha dicho Jehová, Dios de los ejércitos: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay!, y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que sepan endechar. Y en todas las viñas habrá llanto; porque pasaré en medio de ti, dice Jehová. ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene 120 resplandor? Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asa leas ¿Se referirá el profeta al día de reposo en esta profecía? En realidad, no parece ser ese el caso. Pues aquí el advierte que el día de Jehová, Yom Yahweh, no será un día de gozo y alegría, sino uno de oscuridad y miedo. Así que no parece ser una referencia al día de reposo. Por lo menos el profeta Amós nos deja saber que ya para aquella época (750 a.C)1, los israelitas hablaban de un día del Señor, en hebreo Yom Yahweh, y que no necesariamente era el día de reposo ordinario. 4.3.2 El profeta Isaías El día del castigo, el día de Jehová (Yom Yahweh) Isa.1.10-13 P í ipes de “odo a, oíd la pala a de Jeho á; es u had la le de uest o Dios, pueblo de Gomorra. ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo (Yom Shabbath), el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas sole es La referencia aquí del Señor es en cuanto al día de reposo ordinario, que por la maldad del pueblo ya no era un día agradable al Señor, sino un día en que él se sentía hastiado del pecado de su pueblo. Pero más adelante Isaías hace otra referencia al día de Jehová: Isa.2.6-21 Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres traídas del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros. Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos, y sus carros son innumerables. Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos. Y se ha inclinado el hombre, y el varón se ha humillado; por tanto, no los perdones. Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de su majestad. La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día. Porque día de 121 Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido; sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán; sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados; sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas. La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día. Y quitará totalmente los ídolos. Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra. Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase, y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra Aquí el Señor señala que habrá un día, un periodo de tiempo en el que él castigará a los hombres, y que solamente él será exaltado. En aquel día el Señor será exaltado. He aquí otra referencia similar: Isa.13.6-13 Aullad, po ue e a está el día de Jehová (Yom Yahweh); vendrá como asolamiento del Todopoderoso. Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas. He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes. Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre. Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ej itos, e el día del a do de su i a Aquí el profeta Isaías profetiza que el día de Jehová, Yom Yahweh, vendrá y en este día habrá destrucción para el pecador. Es un día de castigo para los malos. El día de delicia, santo, glorioso y venerado del Señor: El día de reposo Isa.58.1-14 Cla a a oz e uello, o te dete gas; alza tu oz o o t o peta, a u ia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por 122 entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha ha lado Por lo visto en este pasaje, el pueblo determinaba un día de ayuno, que bien podría ser un día de reposo, o cualquier otro día. Y los judíos denominaban este día de ayuno o era su intención ha e de l día ag ada le al “eño . Y pa a esto se hu illa a , se estía de cilicio y se afligían, y con ello esperaban agradar a Dios y deleitarse en él. Pero Dios les reprende diciendo que tal cosa en realidad no era para él nada agradable, sino que más bien le ordenaba hacer justicia, cubrir al desnudo y saciar al hambriento. Y otra indicación era que el pueblo llamara al día de reposo, día de delicia, santo y glorioso del Señor, y que venerasen ese día, no haciendo su voluntad ni sus caminos. Por todas estas obras de justicia, Dios les recompensaría. Aquí el día en cuestión inequívocamente es el día de reposo (Yom Shabbath), que como lo vimos anteriormente, es el séptimo día. Así que a los judíos se les ordeno venerar este día, tenerlo como santo y glorioso del Señor. 123 ¿Es el día de reposo el día del Señor? En efecto, es un día santo, el Señor dice que es su día, que le pertenece a él. Es el día que él ha santificado. Es también día del Señor. De eso no hay duda. Sin embargo, aquí no se llama al día de reposo como Yom Yahweh, como se ha venido mostrando que hay un día del Señor, que está relacionado en particular con un periodo de castigo ¿Era el Yom Shabbath idéntico al Yom Yahweh? 4.3.3 Sofonías El día de Jehová (Yom Yahweh) Sof.1.7-9 Calla e la p ese ia de Jeho á el “eño , po ue el día de Jehová está cercano; porque Jehová ha preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus convidados. Y en el día del sacrificio de Jehová castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido extranjero. Asimismo castigaré en aquel día a todos los que saltan la puerta, los que llenan las casas de sus seño es de o o de e gaño Idéntico a la referencia del profeta Isaías, Yom Yahweh aquí es descrito por Sofonías como un día de castigo para los pecadores. 4.3.4 Ezequiel Eze.30.2-5 Hijo de ho e, p ofetiza, di: Así ha di ho Jeho á el “eño : La e tad: ¡Ay de aquel día! Porque cerca está el día, cerca está el día de Jehová; día de nublado, día de castigo de las naciones será. Y vendrá espada a Egipto, y habrá miedo en Etiopía, cuando caigan heridos en Egipto; y tomarán sus riquezas, y serán destruidos sus fundamentos. Etiopía, Fut, Lud, toda Arabia, Libia, y los hijos de las tierras aliadas, caerán con ellos a filo de espada Nuevamente, un anuncio profético de Yom Yahweh como día de castigo. Aunque en este contexto se profetiza, no un castigo mundial, sino uno para naciones específicas, de ahí se podría inferir que este día del Señor, ya se cumplió, o bien que es un anuncio profético todavía. 4.4 El día del Señor entre el exilio y la primera venida de Cristo 4.4.1 Abdías Día de castigo para las naciones, pero salvación para el remanente 124 Abd.1.1-17 Visió de A días. Jeho á el “eño ha di ho así e ua to a Edo : He os oído el pregón de Jehová, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla. He aquí, pequeño te he hecho entre las naciones; estás abatido en gran manera. La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra? Si te remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová. Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche (¡cómo has sido destruido!), ¿no hurtarían lo que les bastase? Si entraran a ti vendimiadores, ¿no dejarían algún rebusco? ¡Cómo fueron escudriñadas las cosas de Esaú! Sus tesoros escondidos fueron buscados. Todos tus aliados te han engañado; hasta los confines te hicieron llegar; los que estaban en paz contigo prevalecieron contra ti; los que comían tu pan pusieron lazo debajo de ti; no hay en ello entendimiento. ¿No haré que perezcan en aquel día, dice Jehová, los sabios de Edom, y la prudencia del monte de Esaú? Y tus valientes, oh Temán, serán amedrentados; porque todo hombre será cortado del monte de Esaú por el estrago. Por la injuria a tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza, y serás cortado para siempre. El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivo su ejército, y extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia. No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad. Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia. Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza. De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido. Mas en el monte de Sion habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones Como viene siendo usual en los profetas, Yom Yahweh viene siendo asociado con día de castigo, aunque aquí hay una referencia de que en ese tiempo habrá un remanente de Israel que se salve. 4.4.2 Profeta Joel El profeta del Yom Yahweh 125 Joe.1.14-16 P o la ad a u o, o o ad a asa lea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová. ¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. ¿No fue arrebatado el alimento de delante de nuestros ojos, la alegría y el pla e de la asa de uest o Dios? Joe.2.1-2 To ad t o peta e “io , dad ala a e i sa to o te; tie le todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de l lo ha á e años de u has ge e a io es Joe.2.9-12 I á po la iudad, o e á po el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones. Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo? Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, o a u o llo o la e to Joe.2.28-31 Y despu s de esto de a a i Espí itu so e toda a e, p ofetiza á vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová Joe.3.12-16 "Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos. Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel Joel es en realidad el profeta que anuncia el día de Jehová, el día del Señor, Yom Yahweh, y lo representa como un día de castigo, de oscuridad, en que el sol deje de resplandecer y la luna se convierta en sangre. Por supuesto, otros profetas ya lo habían anteriormente anunciado, pero éste en su corta profecía, tiene al día del Señor como elemento central de 126 ella. Porque viene el día del Señor es que Israel y las naciones deberían convertirse ¿Les suena ese mensaje algo evangélico? 4.4.3 Zacarías Zac.14.1-4 He a uí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el o te, la ot a itad ha ia el su Nuevamente Zacarías, este también profetiza un Yom Yahweh, día del Señor, que será de Juicio, pero de esperanza para Israel. 4.4.4 Malaquías Mal.4.1-6 Po ue he a uí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos. Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hie a la tie a o aldi ió 4.4.5 Los profetas anuncian un Yom Yahweh espantoso y terrible Por todas las evidencias que se presentan aquí, una cosa es segura, hay un día del Señor, que será espantoso, terrible, de castigo para las naciones y de esperanza para Israel. Y por este día es que se ordena a las naciones arrepentirse y buscar de Dios. Si Malaquías, cuatrocientos años antes de Cristo, profetizó de este día, es porque en efecto, aunque habían acontecido días de castigo en el pasado, todavía queda un día del Señor para castigar a las naciones. Un día de juicio. Y antes de este día, él enviaría a Elías, es decir, a Juan el Bautista: 127 Mat.17.9-13 Cua do des e die o del o te, Jesús les a dó, di ie do: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos. Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista 4.5 El día del Señor para Cristo Cristo profetizó un día de Juicio Universal En su ministerio terrenal el Señor no se refirió al Yom Yahweh como tal, aunque sí se refirió de manera evidente a un día de juicio universal: Mat.10.14-15 Y si algu o o os e i ie e, i o e e uest as pala as, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo que en el día del juicio, será ás tole a le el astigo pa a la tie a de “odo a de Go o a, ue pa a a uella iudad Mat.11.20-24 E to es o e zó a e o e i a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: Ay de ti, Corazín! Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras. Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades [nombre griego del lugar de los muertos] serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti Cristo habló del día de su venida Mat.24.36-44 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, 128 también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pe sáis El Señor habló de un día en que comerá de nuevo la pascua Mar.14.22-25 Y ie t as o ía , Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada. De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios Cristo dijo que su día será cuando venga el reino de Dios Luc.17.20-30 P egu tado po los fa iseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros. Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis. Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis. Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación. Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste En la anterior enseña za, o side o ue días del Hijo del Ho e pod ía efe i se a los tiempos en que Jesús estuvo en Judea ministrado, pero también puede ser una referencia a los días e ue el “eño ol e á, e to es tal e e to se á el día del Hijo del Ho e . Jesús habló de un día en que él vendría, castigaría a las naciones y comería con sus discípulos la Pascua Aunque el Señor no habló de el día del Señor como tal, sí hizo entonces referencia a un juicio futuro, a una venida y a un día donde el volverá a estar con sus discípulos, y esto lo asoció a un día, el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. 4.6 El día del Señor para los apóstoles Ahora veamos el concepto de lo que era el día del Señor para los apóstoles. 129 4.6.1 El día del Señor para Jacobo San.5.7. Po ta to, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la llu ia te p a a la ta día Jacobo como tal no hace referencia al día del Señor, sino a la venida del Señor, que por supuesto, se relaciona con su regreso y todos los eventos que sucederán en aquel momento. ¿Es esta venida el día del Señor? ¿Son realidades idénticas? 4.6.2 El día del Señor para Pedro Hec.2.14-21 E to es Ped o, po i dose e pie o los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será sal o Pedro reitera que el Yom Yahweh vendrá Aquí Pedro insta a sus oyentes a arrepentirse, declarándoles que el día del Señor vendrá, ese día espantoso y terrible, como lo profetizó Joel. Entonces aquí tenemos una idea de lo que en la mente de Pedro era el día del Señor, traducido del griego jo hemera kurios. Pedro afirma que el día del Señor es la venida del Señor 2Pe.3.1-13 A ados, esta es la segu da a ta ue os es i o, e a bas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran 130 voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia Así que el día del Señor es definitivamente en la mente de Pedro un nombre que se da a la venida del Señor, es decir, el día Señor será la venida del Señor, y la venida del Señor será el día del Señor, o al menos, la venida del Señor será parte del día del Señor. Y este día será día de juicio, aunque también día de esperanza para los creyentes, que esperan cielos nuevo y tierra nueva, donde mora la rectitud. Así que Pedro escribe a las iglesias de su época que jo hemera kurios es la venida del Señor, o al menos que serán eventos concomitantes, si es que son diferentes. 4.6.3 El día del Señor para Pablo El día del Señor se refiere a la venida del Señor 1Te.4.16-18; 5:1-6 Po ue el “eño is o o oz de a do, o oz de a á gel, o trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos 131 vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por ta to, o du a os o o los de ás, si o ele os sea os so ios Por tanto, el día del Señor, en griego, jo hemera kurios, será un día de gloria para los creyentes, en el que recibirán al Señor en santidad, pero será destrucción para los impíos. 2Te.1.6-12;2:1-2 Po ue es justo dela te de Dios paga o t i ula ió a los ue os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto o e i ie o el a o de la e dad pa a se sal os La evidencia entonces es inequívoca: Los apóstoles llamaba al día del Señor, el día de su venida, que es esperanza para los creyentes y destrucción para los impíos ¿No era esto mismo lo que decían los profetas judíos? 4.6.4 El día del Señor para Juan El último día 132 Jua.6.39-40 Y esta es la olu tad del Pad e, el ue e e ió: Que de todo lo ue e diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero Por la evidencia apostólica, este día postrero, será cuando el Señor venga, y resucite a los que creyeron en él. Ese es el último día. El día que vio Abraham Jua.8.47-59 El ue es de Dios, las pala as de Dios o e; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios. Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga. De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte. ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo? Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra. Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del te plo; at a esa do po e edio de ellos, se fue Como dije al principio de este punto, aquí el día que vio Abraham, que Cristo llama su día, puede ser referenciado al día de reposo ordinario, a la resurrección de Cristo, a su muerte, o bien a su venida. Sin embargo, por toda la cosmovisión que tenían los apóstoles en aquella época, es posible, pero solo posible, que Jesús se esté refiriendo aquí a su venida, al día en que los muertos resucitarán, y por tanto, también Abraham, quien está muerto, resucitará. Pero esto es una conjetura y no tengo la suficiente evidencia para definirlo. El día del juicio 1Ju.4.17 E esto se ha pe fe io ado el a o e osot os, pa a ue te ga os o fia za en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros e este u do 133 En la mente de Juan y los demás apóstoles, estaba claro que este día, el día de juicio sería el día en que él se manifieste de nuevo. ¿No es así? El día del Señor, jo hemera kuriakos Apo.1.9-11 Yo Jua , uest o he a o, opa tí ipe uestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están e Asia: a Efeso, Es i a, P ga o, Tiati a, “a dis, Filadelfia Laodi ea - El día del Señor, jo hemera kuriakos, es Su gran día de ira y salvación. Juan está diciendo que él llegó a estar en el Espíritu en el día del Señor, jo hemera kuriakos, haciendo alusión al día de la venida del Señor Jesucristo, al día del juicio, al día en el que el castigaría a las naciones, al día en que él daría recompensa a sus siervos, al día en que nuevos cielos y nueva tierra sea establecida, al día en que los muertos resucitarían. ¿Será posible? Voy a mostrar evidencia de que en efecto Juan está en el día escatológico del Señor, es decir, en su espantoso, terrible y glorioso día: Primero. Permítanme recordar cómo está escrito el texto griego: Ginomai en pneuma en jo hemera kuriakos kai akou mou pone mega hos salpigx La palabra griega en los textos base de nuestra traducción castellana, de la cual se traduce esta a o , o es el e o se o esta , que en griego sería eimi, o jen u otro, sino ginomai, que un erudito griego, sin duda sabrá que significa en primer lugar ser hecho, convertirse, llegar a ser . Por tanto, una traducción también posible (aun preferible) del texto sería esta: Llegu a esta e el Espí itu e el día del “eño E to es llegar a estar en el Espíritu o e a u estado o di a io e el ue estu ie a Jua , si o ue e su li o p of ti o, la f ase llegar a estar en el Espíritu o a significados similares a los que cobraba la frase para Ezequiel: Eze.2.1-2 Me dijo: Hijo de ho e, po te so e tus pies, ha la o tigo. Y luego ue me habló, entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me habla a Eze.3.11-12 Y e e t a a los auti os, a los hijos de tu pue lo, há lales diles: Así ha dicho Jehová el Señor; escuchen, o dejen de escuchar. Y me levantó el Espíritu, y oí detrás 134 de mí una voz de gran estruendo, que decía: Bendita sea la gloria de Jehová desde su luga Eze.37.1 La a o de Jeho á i o so e í, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso e edio de u alle ue esta a lle o de huesos Apo.4.1-2 Despu s de esto i , he a uí u a pue ta a ie ta e el ielo; la p i e a oz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba (ginomai) en el Espíritu; y he aquí, u t o o esta le ido e el ielo, e el t o o, u o se tado Traducción griega de Apocalipsis 4:2: Kai eutheos ginomai en pneuma kai idou thronos keimai en jo ouranos kai en jo thronos khatemai Apo.17.3 Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, ue te ía siete a ezas diez ue os Apo.21.10-11 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el istal Nótese nuevamente que Juan utiliza la frase ginomai, para denotar que él llegó a estar en el Espí itu. Así ue o esto i te p eta do ue esta e el Espí itu es u estado espi itual extático en el que el profeta ve cosas y oye cosas de una dimensión celestial, así como Ezequiel también por el Espíritu pudo recibir sus profecías y ver cosas gloriosas que tendrían lugar en su futuro. Así también, Juan por estar en el Espíritu, en este éxtasis, es que podía ver cosas espirituales: Ap. 1:10-11 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, P ga o, Tiati a, “a dis, Filadelfia Laodi ea Segundo. El tema de la Revelación de Cristo a Juan es una profecía que abarca varios sucesos y realidades: La condición de la Iglesia actual, la gloria del Hijo, el gobierno del Hijo, la preeminencia del Cordero, la venida del Señor, la acción del anticristo, la derrota del anticristo y del mundo pecador, la aparición gloriosa de Jesús, los juicios divinos sobre 135 la tierra, la ira de Dios castigando al mundo, el juicio eterno, la venida del reino, y la gloria sempiterna, cielos nuevos y tierra nueva. Y todos estos acontecimientos describen lo que desde los profetas se venía anunciando como Yom Yahweh, el día de Jehová, el día del Señor, espantoso y terrible. Miremos algunas referencias en la revelación de Juan sobre el día que ha llegado: Apo.6.15-17 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y ui pod á soste e se e pie? Apo.16.13-14 Y i salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso Isa.13.6-13 Aullad, po ue e a está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso. Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas. He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes. Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre. Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ej itos, e el día del a do de su i a Mal.4.1-6 Po ue he a uí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos. Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él 136 hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los pad es, o sea ue o e ga hie a la tie a o aldi ió Así que si Juan con la frase jo hemera kuriakos se refiere al día del Señor, es decir, el gran día de su juicio y salvación, al Yom Yahweh, en realidad estaría haciendo justicia a todo el tema de su libro. Además Juan vio eventos particulares en el día del Señor: vio sus juicios, su liberación, eventos cósmicos que acompañarían la venida de Cristo. En realidad, Jua esta a e el Espí itu e el día del “eño . Tercero. La audiencia original a la que escribió Juan eran las siete iglesias de Asia: Ap. 1:10-11 Yo esta a e el Espí itu e el día del “eño , oí det ás de í u a g a oz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, P ga o, Tiati a, “a dis, Filadelfia Laodi ea ¿Quiénes eran estas iglesias? ¿Quiénes habían sido sus pastores y maestros? Con respecto a Éfeso sabemos inequívocamente que allí predicó Pablo y también Timoteo. Con respecto a Laodicea, tenemos igualmente una referencia inequívoca de que Pablo había sido al menos un escritor a esta iglesia. Sin embargo, tenemos una carta que fue dirigida a todas las iglesias de Asia: La primera carta de Pedro, y probablemente su segunda carta también fue para estas mismas iglesias: 1Pe.1.1-2 Ped o, apóstol de Jesu isto, a los e pat iados de la dispe sió e el Po to, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia paz os sea ultipli adas 2Pe.1.1-2 “i ó Ped o, sie o apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: G a ia paz os sea ultipli adas, e el o o i ie to de Dios de uest o “eño Jesús 2Pe.3.1 Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la 137 promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el p i ipio de la ea ió Ahora bien, la fecha aproximada de la muerte de Pedro, se calcula hacia el 67 d.C, es decir, que Pedro tuvo que escribir estas cartas como ultima fecha posible ese mismo año. Entonces para el año 67 d.C, estas iglesias recibieron instrucciones apostólicas. ¿Qué eral el día del Señor (jo hemera kurios) para estas iglesias? 2Pe.3.1-13 A ados, esta es la segu da a ta ue os es i o, e a as despie to o exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia Sin lugar a dudas, las iglesias de Asia habían sido enseñadas que jo hemera kurios, era el día escatológico del Señor, es decir, su gran día de juicio y salvación, era el mismo Yom Yahweh que había sido profetizado desde los profetas antiguos. La iglesia de Asia esperaba el día del Señor, se apresuraba para él, y era un día de esperanza para ella. Así que cuando Juan escribió que él estaba en el día del Señor, ¿qué entendió la iglesia asiática? ¿Asumió que Juan estaba en el primer día de la semana (teoría que discutiré 138 posteriormente)? ¿O asumió que estaba en el gran día del Señor terrible y espantoso? Según la evidencia ¿a qué premisa nos debemos inclinar? Yo me inclino a la segunda, por la evidencia textual que tengo. A menos que se nos demuestre y dé evidencia de que la iglesia asiática llamaba jo hemera kuriakos a otro día, en realidad no e iste fu da e te teológi o pa a asu i ue Jua estaba en el Espíritu otro día que no fuera el día del Señor, el Yom Yahweh Cuarto. Juan usa una construcción griega diferente a los demás autores del Nuevo Testamento: Pablo y Pedro hablaron del día del Señor, como jo hemera kurios, que en efecto su t adu ió es El día del “eño . Jo, o o a tí ulo el ; hemera, como sustantivo para día ; kurios, o o o e pa a “eño . De ahí la t adu ió el día del Señor. Pero Juan usa jo hemera kuriakos. Jo, el a tí ulo el ; hemera, el sustantivo día; y kuriakos el adjeti o del “eño . La diferencia radica en que Kurios es un nombre, en cambio kuriakos es un adjetivo. Es decir, un día, el día que le pertenece al Señor, que es suyo y de nadie más. Es un día de él. ¿Cuál es ese día? Recordemos que todo lo santo le pertenece al Señor: días, personas, objetos, sacrificios, cosas, etc. Pero en este contexto, el día que le pertenece al Señor, que es suyo, que es de él, no es otro sino el Yom Yahweh: Su gran día, el día de su venida, en el que ha de castigar a la tierra y salvar a sus seguidores. Este es el día del Señor. Así que en conclusión, doy evidencia de que Juan en realidad, llegó a estar en el Espíritu en el día del Señor, en su glorioso, santo y terrible día, el día en que sus juicios vendrían y su salvación aparecería. Este el día del Señor, un único día. Por supuesto, esto no implica que Juan viajó en el tiempo, sino que tuvo una visión del día del Señor, llegó a verlo en el Espíritu. 4.6.5 El día del Señor para la iglesia apostólica Por tanto, mediante la evidencia textual y la reflexión exegética y teológica, he expuesto que el día del Señor en la visión apostólica era el Gran Día del Señor, el día de su aparición y manifestación. Ese era su día, el Yom Yahweh, el día del Señor. ¡Aleluya! 4.7 El día del Señor en la literatura extra – canónica 4.7.1 Citas extra – Escriturales que llaman al primer día de la semana el día del Señor 139 La realidad es que en nuestra literatura canónica jamás se llama el día del Señor a otra realidad aparte de la venida de Cristo y su glorioso juicio sobre el mundo y salvación para los hombres. En nuestra Escritura, el día del Señor es uno, uno solo, y es el gran día de Dios, de Cristo, el Yom Yahweh. Sin embargo, desde tiempos antiquísimos, nuestros maestros han enseñado que cada p i e día de la se a a, ta i ha de lla a se el día del “eño : Catecismo católico 1166 "La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se llama con razón día del “eño o domingo" (SC 106). El día de la Resurrección de Cristo es a la vez el "primer día de la semana", memorial del primer día de la creación, y el "octavo día" en que Cristo, tras su "reposo" del gran Sabbat, inaugura el Día "que hace el Señor", el "día que no conoce ocaso" (Liturgia bizantina). El "banquete del Señor" es su centro, porque es aquí donde toda la comunidad de los fieles encuentra al Señor resucitado que los invita a su banquete (Cf. Jn 21,12; Lc 24,30): El día del Señor, el día de la Resurrección, el día de los cristianos, es nuestro día. Por eso es llamado día del Señor: porque es en este día cuando el Señor subió victorioso junto al Padre. Si los paganos lo llaman día del sol, también lo hacemos con gusto; porque hoy ha amanecido la luz del mundo, hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la salvación (S. Jerónimo, pasch.) 3 Confesión Bautista de Londres, 1689 . Así o o es la le de la atu aleza ue, en general, una proporción de tiempo, por designio de Dios, se dedique a la adoración a Dios, así en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todas las épocas, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete como día de reposo, para que sea guardado santo para él; el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el último día de la semana y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana, que es llamado el Día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del último día de la semana 4 Sin embargo, siendo escriturales, apegados a la palabra de Dios, asiduos en recorrer la revelación divina, y tratando de determinar mediante un proceso histórico – gramático, 140 cuál sea el concepto apostólico sobre el día del Señor, considero que no hay razón lógica ni coherente para sostener que el primer día de la semana sea el día del Señor. La postulació de ue el p i e día de la se a a sea pueda lla a se ta “eño se illa e te o es a ó i a, apostóli a, í li a i e a g li a. i el día del 141 5. CONCLUSIONES PRELIMINARES A continuación expongo de forma concisa las conclusiones que un estudio somero, ni siquiera tan exhaustivo como se quisiera, me permite inferir, y esto antes de dar respuesta a las objeciones que se puedan plantear a mis proposiciones. Las conclusiones que aquí relaciono son el fruto del análisis de la doctrina tomando en cuenta únicamente los hechos y los datos canónicos de la palabra de Dios y su consistencia sobre un tema en particular: El día de eposo, el p i e día de la se a a el día del “eño 5.1 El día de reposo fue establecido por Dios desde la creación misma. Suficiente evidencia bíblica hay respecto a que el Señor mismo estableció el día de reposo en el séptimo día de su creación, día que en realidad cesó su obra creadora, y día que bendijo y santificó. 5.2 El día de reposo santificado por el Señor es el séptimo día A lo largo de toda la revelación bíblica respecto al día de reposo, se puede determinar con una certeza absoluta, que el día de reposo es el séptimo día y esto sin duda. Pues en este día el Señor cesó de hacer los cielos y la tierra, obra que había acabado en seis días. Este fue el mismo día que sería ordenado más adelante en el Sinaí, en el pacto de Dios, Los Diez Mandamientos. No hay ni un solo texto divino, ni una sola conexión teológica que puede permitir dudas en cuanto al día ordenado para reposar, es decir, el séptimo día. 5.3 El pacto en el Sinaí ordena guardar el día de reposo, el séptimo día. Ya sea que la iglesia cristiana, adherida no al Antiguo sino al Nuevo Pacto, tenga que guardar o no la Ley (incluyendo el Decálogo) sigue siendo cosa segura que de ser necesario guardar la ley, entonces el día de reposo que la iglesia debiera observar, si se aferra y sujeta al Decálogo, sería inequívocamente el séptimo día. 5.4 Ningún apóstol dijo que el día de reposo había sido remplazado por otro día Si admitimos que la voz de nuestros apóstoles está registrada en sus escritos, de los cuales osot os te e os algu os eje pla es o sig ados e lo ue lla a os El Ca o , entonces no tenemos ninguna voz profética y apostólica que haya que el día de reposo fue cambiado. Según nuestros apóstoles el día de reposo no fue remplazado por ningún otro día. 142 Así que, humildemente espero se me suministre referencia textual canónica y/o teológica que nos permita a mí y a muchos creyentes, comprender y entender que en realidad el sábado fue cambiado divinamente por otro día. Pero entre tanto afirmo con humildad que no hay tal evidencia, sino más bien la Escritura demuestra otra cosa, a saber, que el día de reposo, sigue siendo el sábado, y por lo visto no hay razón para pensar que va a cambiar. 5.5 Jesús resucitó el primer día de la semana Decir que Jesús resucitó el séptimo día, o el segundo día de la semana, o el cuarto, es una afirmación que niega y se aparta de los hechos claros del Evangelio, por el que se nos da a conocer sin duda alguna que nuestro Señor resucitó el primer día de la semana, un día después del día de reposo. Que en un calendario judío comenzó en la noche del sábado, y en uno romano, a la medianoche entre sábado y el primer día. Sabemos que el Señor resucitó el primer día de la semana. 5.6 El primer día de la semana era el día ordinario en que la iglesia se reunía a comer la Cena del Señor La evidencia textual y teológica ha arrojado como resultado de este análisis sobre el primer día de la semana en la vida cristiana de la iglesia primigenia, que este era el día regular en que la iglesia se reunía a conmemorar la muerte del Señor, celebración instituida por Cristo mismo, y que debe ser perpetuada hasta que él venga. 5.7 No existe evidencia textual canónica ni teológica que nos informe la razón por la que los apóstoles consideraron cenar el primer día de cada semana Los registros bíblicos no brindan información, o al menos no la suficiente, para determinar el porqué la iglesia escogió por mano de los apóstoles cenar el domingo de cada semana. Si tiene evidencia de este asunto, la espero con gusto. Gracias. 5.8 El día del Señor es uno: El día escatológico del Señor Como se expuso, es lícito llamar al día de reposo, día del Señor, puesto que todo aquello que es santificado por él, viene a ser suyo: Cosas, sacrificios, personas, e incluso los días por él santificados, incluyendo el día de reposo (este es el único día ordinario santificado). Sin embargo, en los profetas, la ley y los escritos apostólicos, el día del Señor predominante es Yom Yahweh, o jo hemera kuriakos, es decir, el día del Señor que viene siendo anunciado como día de juicio para los malos, castigo para los impíos, pero con todo, día de esperanza para los fieles que siguen a Dios y al Cordero. 143 Son dos categorías diferentes el día de reposo y el día del Señor, aun cuando exista elementos afines a ambas, co o po eje plo, se del “eño ; pero siempre el día de reposo (Yom Shabbath) era un día y una realidad diferente al día del Señor (Yom Yahweh) profetizado en los profetas y el Evangelio. 5.9 El primer día de la semana no es el día del Señor ni el día de eposo . Por tanto, cada primer día de la semana, en realidad, no es el día del Seño , menos, el primer día de la semana sustituyó al sábado como reposo. u ho 5.10 Las implicaciones y aplicaciones de la verdad sobre este asunto se brindarán más adelante Todavía no es el momento apropiado para determinar las implicaciones y las aplicaciones para la teología de la iglesia cristiana y para su praxis. Estas dos cosas se darán después de examinar, argumentar y analizar las posiciones y formulaciones históricas que la iglesia ha dado respecto a esta doctrina. Pero una vez se respondan y se analicen los puntos expuesto por la iglesia en lo que respecta al domingo como día de reposo cristiano, procederé a formular implicaciones y aplicaciones para mis hermanos en Cristo. ¡Dios me ayude! 144 6. ANALISIS DE LA EXPOSICIÓN DE SAM WALDRON SOBRE EL DÍA DE REPOSO CRISTIANO ¿Por qué analizar los escritos de hombres piadosos respecto a este tema? En el punto anterior he formulado unas conclusiones bastante serias para la fe cristiana y su práctica, y ante ellas y sus implicaciones, algunos de ustedes quizá quieran aportar contestando a mis interrogantes y brindando evidencia que sostenga la teoría del domingo como día de reposo cristiano, tal como está planteada en el catecismo católico y bautista. Así que es posible que algunos de ustedes estén pensando a medida que lee : Yo puedo y quiero dar evidencia a Juan Pablo de que lo planteado en los catecismo es correcto y es e dad . Y para ese efecto, mi correo está a la disposición. Solo que he decidido dar un paso adelante de su reacción y respuesta, y por ello me he dispuesto a analizar las respuestas que otros hombres santos han dado respecto a este asunto. Teólogos ya han elaborado y formulado una teología que no solo hace declaraciones sobre la doctrina, sino que intentan articularla desde la Escritura, y así se tiene la meta de establecerla como verdad apostólica, como doctrina del Señor y su Evangelio. Así que por ello, he querido interactuar con alguna literatura sobre el asunto. Es como si pudiéramos tener un debate escrito con ellos. Esa es la idea. La metodología de mi análisis En cada caso, pido amablemente que ustedes puedan leer previamente todo el contenido teológico que cada uno de los maestros pro-reposo cristiano que me dispongo a analizar, que, en este primer caso, será Samuel Waldron. En cada análisis, distribuiré mi contenido analítico en partes para ayudar a su lectura y comprensión, tratando de mantener el hilo expositivo de cada uno de los autores. Es decir, evitando descontextualizar sus frases, pues esto es lo último que conviene a este estudio. Al finalizar mi análisis, daré unas conclusiones sobre lo que a mí me pudo haber parecido el planteamiento teológico de cada autor y así mismo daré una síntesis de mis análisis de sus exposiciones, pero pido a ustedes leer cuidadosamente todo el comentario que hago a cada uno de los expositores y catecismos. 145 6.1 ¿Por qué Sam Waldron? Antes de entrar a comentar y argumentar mediante preguntas y replicas al trabajo de exposición que ha hecho Sam Waldron respecto a la Confesión de Fe de Londres de 1689, del cual me serviré con su conocimiento, expreso que de acuerdo a mi concepción teológica de lo que significa ser creyente y ser un hijo de Dios, no vacilo por un momento de la santidad y justicia que el profesor Sam posee por medio de su fe en Cristo, razón por la cual, con toda certeza y humildad le reconozco como mi hermano y consiervo en la fe del Señor Jesús, ante quien doy gracias por la fe del pastor Sam y a quien pido que pueda fortalecerlo en toda buena obra. He determinado analizar la exposición del profesor Sam Waldron, porque como lo mencioné en la introducción su respuesta a i p egu ta i fa til pa a í lo e a, o pa a él), contribuyó a la hechura del tratado que ustedes están leyendo. Además, porque Sam Waldron, representa a uno de los teólogos reformados influyentes de mi época (yo lo considero así), por lo cual es un privilegio enorme poder interactuar con su trabajo al respecto. Así que, con el conocimiento de mi hermano de que estoy utilizando su exposición acerca del día de reposo, me dispongo a comentar y replicar su exposición escrita. Pues aunque somos hermanos, esto no implica que no tengamos el derecho y la responsabilidad de exhortarnos unos a otros y crecer en el conocimiento del Señor Jesucristo. En el APÉNDICE A, se encontrará toda la exposición que el profesor Sam ha hecho defendiendo y sosteniendo lo que él lla a el p i ipio del día del “eño . E este pu to lo que haré es ir párrafo a párrafo de su exposición escrita del capitulo 22 sobre la adoración religiosa y del día de reposo de la Confesión de fe de Londres de 1689, versión en español. No he copiado aquí todo el capitulo 22 de la Confesión (ustedes pueden y deberían leerlo) porque considero que es posible hacer mis análisis sin necesidad de transcribir todo el capítulo, sino únicamente lo que respecta al día de reposo. Sin embargo, he copiado el artículo primero porque es el encabezado en el que se supone el resto de doctrinas son enseñadas, i lu e do la de el día del “eño 6.2 Exposición de la Doctrina en la Confesión Bautista de Fe (CFBL) en lo que respecta al día de reposo cristiano: CFBL Capítulo 22, artículos 1, 7 y 8: 146 1. La luz de la naturaleza muestra que hay un Dios, que tiene señorío y soberanía sobre todo; es justo, bueno y hace bien a todos; y que, por lo tanto, debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído y servido con toda el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas.1 Pero el modo aceptable de adorar al verdadero Dios fue instituido por él mismo, y está de tal manera limitado por su propia voluntad revelada que no se debe adorar a Dios conforme a las imaginaciones e invenciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, ni bajo ninguna representación visible ni en ningún otro modo no prescrito en las Sagradas Escrituras.2 1. Jer. 10:7; Mr. 12:33.2. Gn. 4:1-5; Ex. 20:4-6; Mt. 15:3,8,9; 2 R. 16:10-18; Lv. 10:1-3; Dt. 17:3; 4:2; 12:29-32; Jos. 1:7; 23:6-8; Mt. 15:13; Col. 2:20-23; 2 Ti. 3:15Énfasis mío. 7. Así como es la ley de la naturaleza que, en general, una proporción de tiempo, por designio de Dios, se dedique a la adoración a Dios, así en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todas las épocas, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete como día de reposo, para que sea guardado santo para él;1 el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el último día de la semana y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana, que es llamado el Día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del último día de la semana.2 1. Gn. 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27,28; Ap. 1:10. 2. Jn. 20:1; Hch. 2:1; 20:7; 1 Co. 16:1; Ap. 1:10; Col. 2:16,17 8. El día de reposo se guarda santo para el Señor cuando los hombres, después de la debida preparación de su corazón y de haber ordenado de antemano todos sus asuntos cotidianos, no solamente observan un santo descanso durante todo el día de sus propias labores, palabras y pensamientos1 acerca de sus ocupaciones y diversiones seculares, sino que también se dedican todo el tiempo al ejercicio público y privado de la adoración de Dios, y a los deberes que son por necesidad y por misericordia. 2 1. Ex. 20:8-11; Neh. 13:15-22; Is. 58:13,14; Ap. 1:10. 2. Mt. 12:1míos. ;M. : , 1 Énfasis 6.3 Análisis de la Exposición de Sam Waldron En su libro Exposición de la Confesión Bautista de Fe de 1689 , el hermano y pastor Samuel Waldron, comentando el capitulo 22, sobre el día de reposo argumenta: 147 . La luz de la atu aleza uest a ue ha u Dios, ue tie e seño ío so eranía sobre todo; es justo, bueno y hace bien a todos; y que, por lo tanto, debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído y servido con toda el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas.1 Pero el modo aceptable de adorar al verdadero Dios fue instituido por él mismo, y está de tal manera limitado por su propia voluntad revelada que no se debe adorar a Dios conforme a las imaginaciones e invenciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, ni bajo ninguna representación visible ni en ningún otro modo no prescrito en las Sagradas Escrituras.2 1. Jer. 10:7; Mr. 12:33. 2. Gn. 4:1-5; Ex. 20:4-6; Mt. 15:3,8,9; 2 R. 16:10-18; Lv. 10:1-3; Dt. 17:3; 4:2; 12:29-32; Jos. 1:7; 23:6-8; Mt. 15:13; Col. 2:20-23; 2 Ti. 3:15-17 Énfasis mío. 6.3.1 Primera parte de mi análisis: He citado este artículo primero del capítulo 22, porque quiero partir de un terreno que comparto en común con mi profesor Sam Waldron, y es la autoridad final de las Escrituras en asuntos de fe y practica. Esto significa que me moveré en las Escrituras y que no apelaré a una autoridad fuera de ella en mi argumentación, ya sea un concilio histórico (aparte del de Jerusalén, en el siglo I), una enseñanza papal, otra Confesión de fe, o un libro extra-canónico. Me apegaré completamente a lo que está registrado en la Escritura, y desde este principio haré mi argumentación al profesor Waldron. 6.3.2 Segunda Parte: Sam Waldron expone: III. “u día señalado La idea clave del párrafo 1 de este capítulo es que Dios tiene y ejerce el derecho de establecer cómo quiere ser adorado. El hombre no tiene derecho a entrometerse con sus propias ideas, sus opiniones o su autoridad en la adoración divina. Es solo desde este marco y desde esta perspectiva como podemos apreciar la enseñanza puritana y bíblica sobre el día de reposo. De la misma manera que cualquier otro elemento de la adoración esta establecido por Dios y no por una autoridad eclesiástica, así también el día de la adoración publica no esta dejado a la decisión del hombre. Por un mandato positivo, moral y perpetuo, Dios establece el día. Ahora bien, al tratar el día señalado de la adoración, la Confesión explica: Su institución (Parrafo 7) y su santificación (Parrafo 8). La explicación aquí tratará solo de su institución. 148 La Confesión menciona en primer lugar la necesidad natural de un día señalado para la adoración. La Confesión enseña que la ley de la naturaleza requiere un día señalado para la adoración. Hay dos cosas que son evidentes por la luz de la naturaleza. En primer lugar, Dios debe ser adorado pública y colectivamente por parte de los hombres. En segundo lugar, tal adoración pública y colectiva requiere una proporción de tiempo publica y colectivamente acordada. Tal proporción de tiempo debe ser señalada por Dios, porque la única alternativa (que los hombres la señalaran) violaría las prerrogativas de Dios en su adoración. A continuación se menciona la promulgación positiva del día señalado. Si bien la revelación general (La ley de la naturaleza) deja claro que es necesario un día señalado para la adoración, la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería ser. Descansar para la adoración en el séptimo día o en el primer día no está escrito por la Creación en los corazones de los hombres. Puesto que la ley de la naturaleza no especifica la proporción correcta o la parte especifica de nuestro tiempo para la adoración publica, debe haber un mandamiento positivo de Dios para especificar ese tiempo. El término positi o utilizado a uí e la Co fesió sig ifi a algo añadido a la ley de la naturaleza y la revelación general. El día señalado debe ser revelado mediante una revelación especial. Algu os ha p egu tado: “i el día de eposo es u a le o al ¿po u los ge tiles si revelación especial no son condenados en la biblia po ue a ta lo? . La azó es evidente. Es un mandamiento positivo revelado solo mediante una revelación especial. Los mandamientos positivos, como deja claro la Confesión, pueden ser también morales. De esta manera, el carácter especialmente revelado del día de reposo no significa que sea ceremonial 3 6.3.2.1 Mi análisis: El ho e o tie e de e ho a e t o ete se o sus p opias ideas, sus opi io es o su auto idad e la ado a ió di i a Esta es la ase del p i ipio egulado de la ado a ió pu ita a, es que Dios mediante las Escrituras es quien legisla la adoración a él, la adoración tal y como a él agrada. Dado ue este o es u t atado so e el p i ipio egulado pu ita o o e t a a a aliza aquí su validez, sino que me atendré a algo en lo que estoy de acuerdo, y es que la Escritura ha de ser el estándar y la autoridad sobre nuestra adoración, y se esperaría entonces que ella sea la legisladora en cuanto al día de adoración. Ahora bien, antes de que pueda decírseme que yo debo analizar el principio puritano, puedo decir que lo que estoy haciendo es puritano, pues al analizar la doctrina de la Confesión, contrastándola y revisándola con la Escritura, estoy practicando ya el principio 149 regulador puritano, que sé que Waldron también sostiene y enseña. Así que en este que hago, soy puritano. Me apego a la Escritura, a lo que está allí ordenado y prohibido. Hay que recordar que el principio regulador sostiene que la forma de adorar a Dios es haciendo únicamente lo que él manda tal y cómo está presentado en las Escrituras, y que cualquier cosa que se haga en términos de adoración que no esté en la Escritura es una adoración falsa. Este es el enunciado de los puritanos. Así que para Waldron, desde este principio, no guardar el día del Señor ¿sería una falsa adoración? Su respuesta podría ser afirmativa si quiere ser congruente con el principio regulador. De la misma manera que cualquier otro elemento de la adoración está establecido por Dios y no por una autoridad eclesiástica, así también el día de la adoración publica no está dejado a la decisión del hombre. Por un mandato positivo, moral y perpetuo, Dios establece el día Bien, Sam anuncia que el día de adoración está establecido por Dios mediante un mandato positivo, moral y perpetuo. Y quiero entonces conocer ese mandato por el que Dios ha ordenado el día de adoración. Nos conviene a todos conocer cuál es ese mandato. La Co fesió e io a e p i e luga la necesidad natural de un día señalado para la adoración. La Confesión enseña que la ley de la naturaleza requiere un día señalado para la adoración. Hay dos cosas que son evidentes por la luz de la naturaleza. En primer lugar, Dios debe ser adorado pública y colectivamente por parte de los hombres. En segundo lugar, tal adoración pública y colectiva requiere una proporción de tiempo pública y colectivamente acordada. Tal proporción de tiempo debe ser señalada por Dios, porque la única alternativa (que los hombres la señala a iola ía las p e ogati as de Dios e su ado a ió . Énfasis mío. Me p egu to si la e esidad atu al , la le de la atu aleza la luz de la atu aleza son sinónimos aquí, o en caso contrario, a qué se refiere cada uno de ellos. En primer lugar es posible conocer qué es la le de la atu aleza , a ue “a is o afirma que la Confesión la usa para dar su enseñanza sobre el día de adoración. Bien, ¿cuál será esa ley de la naturaleza que menciona la Confesión? En su artículo 7 de este mismo capítulo, la Confesión señala: 7. Así como es la ley de la naturaleza que, en general, una proporción de tiempo, por designio de Dios, se dedique a la adoración a Dios, así en su Palabra, por un mandamiento 150 positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todas las épocas, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete como día de reposo, para que sea guardado santo para él;1 el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el último día de la semana y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana, que es llamado el Día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del último día de la semana.2 1. Gn. 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27,28; Ap. 1:10. 2. Jn. 20:1; Hch. 2:1; 20:7; 1 Co. 16:1; Ap. 1:10; Col. : , 6 En este párrafo, la Confesión menciona la ley de la naturaleza , pero no especifica cuál sea esa ley ¿lo notan? Ahora bien, la misma Confesión, en su capítulo primero podría darnos una señal de lo que es la le de la atu aleza : . Las Sagradas Escrituras constituyen la única regla suficiente, segura e infalible de todo conocimiento, fe y obediencia salvadores 1. Aunque la luz de la naturaleza y las obras de la creación y de la providencia manifiestan de tal manera la bondad, sabiduría y poder de Dios que dejan a los hombres sin excusa 2, no obstante, no son suficientes para dar el conocimiento de Dios y de su voluntad que es necesario para la salvación 3. Por lo tanto, agradó al Señor, en distintas épocas y de diversas maneras, revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su iglesia4; y posteriormente, para preservar y propagar mejor la verdad y para un establecimiento y consuelo más seguros de la iglesia contra la corrupción de la carne y la malicia de Satanás y del mundo, le agradó poner por escrito esa revelación en su totalidad, lo cual hace a las Santas Escrituras muy necesarias 5, habiendo cesado ya las maneras anteriores por las cuales Dios revelaba su voluntad a su pueblo 6 1. 2 Ti. 3:15-17; Is. 8:20; Lc. 16:29,31; Ef. 2:20. 2. Ro. 1:19-21,32; Ro. 2:12a,14,15; Sal. 19:1-3. 3. Sal. 19:1-3 con vv. 7-11; Ro. 1:19-21; 2:12a,14,15 con 1:16,17 y 3:21. 4. He. 1:1,2a. 5. Pr. 22:19-21; Lc. 1:1-4; 2 P. 1:12-15; 3:1; Dt. 17:18ss.; 31:9ss., 19ss.; 1 Co. 15:1;2 Ts. 2:1,2,15; 3:17; Ro. 1:8-15; Gá. 4:20; 6:11; 1 Ti. 3:14ss.; Ap. 1:9,19; 2:1, etc.; Ro. 15:4; 2 P. 1:19-21. 6. He. 1:1,2a; Hch. 1:21,22; 1 Co. 9:1; 15:7,8; Ef. 2:20 4 A uí la o fesió usa po p i e a ez e ella la f ase la luz de la atu aleza , que si bien no se lla a a á le de la atu aleza pod ía a oja os algu a pista de lo esta última es 151 podría ser. Notemos que la Confesión adjunta tres citas bíblicas para referirse a la luz de la naturaleza y las obras de la creación y de la providencia que reflejan a Dios y que dejan al homb e si e usa de su pe ado . Esos tres textos son como siguen: Rom.1.19-21, 32 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue e te e e ido… quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican Rom.2:12a, 14, 15 Porque todos los que sin ley han pecado, si le ta i pe e e á … Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus azo a ie tos Sal.19.1-3 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su oz Entonces, según la Confesión ¿cuál es la luz de la naturaleza? En estos pasajes se dice que el testimonio de Dios está expresado en la creación, que las cosas invisibles de Dios se hacen manifiestas por medio de las cosas creadas, de modo que (los hombres pecadores) no tienen excusa. Entonces esta podría ser la luz de la naturaleza, que consistiría en el testimonio de Dios por medio de la creación, en la que los cielos cuentan la gloria de Dios. Pero la Confesión también cita el clásico pasaje que se utiliza para proponer la escritura de la ley en el corazón de los hombres, citando el texto de Romanos 2:12-15, para referenciar su f ase de la luz de la atu aleza, las o as la p o ide ia de Dios . Entonces, ¿la luz de la naturaleza consiste en el testimonio de Dios en la creación y en la ley escrita en el corazón del hombre? También en el capítulo 20, la Confesión menciona u a ez ás la luz de la atu aleza : Esta promesa de Cristo, y la salvación por medio de él, es revelada solamente por la Palabra de Dios.1 Ni las obras de la creación ni la providencia, con la luz de la naturaleza, revelan a Cristo, o la gracia que es por medio de él, no en forma general ni velada; 2 igual 152 como tampoco los hombres que no tengan una revelación de él por la promesa del evangelio pueden obtener una fe salvadora o arrepentimiento. 3 1. Hch. 4:12; Ro. 10:13-15. 2. Sal. 19; Ro. 1:18-23 3. Ro. 2:12a; Mt. 28:18-20; Lc. 24:46,47 con Hch. 17:29,30; Ro. 3:9-20 Aquí nuevamente la Confesión al mencionar la luz de la naturaleza cita el pasaje del Salmo 19 y de Romanos 1:18-23. Así ue es i duda le ue ua do la Co fesió se efie e a la luz de la atu aleza lo ha e ha ie do alusió al testi o io de Dios a los ho es po medio de la creación. Esa es para la Confesión la luz de la atu aleza . Pe o ¿I lu e la Luz de la atu aleza la le es ita e el o azó de los ho el capítulo primero de la Confesión así sería. Prosigamos. “a Wald o e io a la le de la atu aleza ta i es? “egú la luz de la atu aleza : La Confesión menciona en primer lugar la necesidad natural de un día señalado para la adoración. La Confesión enseña que la ley de la naturaleza requiere un día señalado para la adoración. Hay dos cosas que son evidentes por la luz de la naturaleza. En primer lugar, Dios debe ser adorado pública y colectivamente por parte de los hombres. En segundo lugar, tal adoración pública y colectiva requiere una proporción de tiempo pública y colectivamente acordada. Tal proporción de tiempo debe ser señalada por Dios, porque la única alternativa (que los hombres la señalaran) violaría las prerrogativas de Dios en su adoració . Ya sa e os a u se efie e la luz de la atu aleza , pe o a ¿ u se efie e Wald o la le de la atu aleza ? o Bueno, el mismísimo Sam Waldron nos lo explica: A o ti ua ió se e io a la p o ulga ió positi a del día señalado. “i ie la revelación general (La ley de la naturaleza) deja claro que es necesario un día señalado para la adoración, la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería se …Puesto ue la le de la atu aleza o espe ifi a la p opo ió o e ta o la pa te especifica de nuestro tiempo para la adoración publica, debe haber un mandamiento positivo de Dios para especificar ese tiempo Entonces es inequívoco y seguro que la ley de la naturaleza según Sam Waldron es la revelación general . Ahora bien ¿qué es la revelación general para Waldron? 153 En su mismo libro, nuestro hermano Sam, comentando el apítulo de la CBFL El Del evangelio del al a e de su g a ia e p esa su pe sa ie to so e la revelación general: II. La necesidad de esta revelación (Párrafo 2) El párrafo 2 trata el tema de la necesidad de la revelación del evangelio que se menciona en el párrafo 1 (véase el capítulo . Co ie za afi a do ue esta p o esa de C isto, la sal a ió po edio de l es e elada sola e te po la Pala a de Dios es de i , solo po la revelación especial y redentora contenida en la Biblia. Esto se resalta después mencionando sus implicaciones negativas. Nos concentraremos aquí en la primera parte de tales implicaciones, mientras que la segunda se tratará bajo el párrafo 3. El acento que pone este párrafo en la revelación escriturada no tiene el propósito de menospreciar la claridad o el alcance de la revelación general. Tales pasajes como Génesis 1:31; Salmo 19:1-6; Hechos 14:16-17; Romanos 1:18-23 y 2:12-14 declaran explícitamente que el ser, la sabiduría, la santidad, la justicia, la ley, la ira y la bondad (gracia común) de Dios se revelan clara y convincentemente en la Creación. La bondad o gracia común de Dios no es, sin embargo, el evangelio. La promesa de un Redentor no es ni podía ser e elada a u u do o aído e ue todo e a u ue o G . : . 6 Énfasis mío Notemos que en la teología de Sam, él mismo implica que esa revelación general incluye la o a de la le es ita e los o azo es citando Romanos 2:12-14, la cual ha sido interpretada como que todos los hombres tienen la ley de Dios escrita en sus corazones de manera constitucional: Joh Mu a o se a: La Le de Dios los o f o ta y se graba ella misma en sus o ie ias so e la ase de lo ue ellos so ati a o stitu io al e te . La i pli a ió de esto es obvia. Si los salvajes están en posesión de la Ley de Dios, esto es solo porque la Ley fue escrita en el corazón de Adán en la Creación y no ha sido borrada ni aun por la aída 7 E to es, de a ue do a “a Wald o ta ié de a ue do a la CBFL la le de la atu aleza la luz de la atu aleza se ía té i os sinónimos, pues tanto Waldron como los teólogos de la CFBL implican que en tal ley y luz se incluye el testimonio de la gloria de Dios en la creación y la escritura constitucional de la ley en el corazón de los hombres. Y ahora habiendo definido lo que la Co fesió “a lla a la le de la atu aleza sabiendo que esa ley de la naturaleza incluye la escritura de la ley en el corazón de los hombres, como lo sostiene la Confesión, quiero determinar cuál es esa ley escrita en el 154 corazón de los hombres, y en esto, tanto la Confesión como Waldron tienen el mismo pensamiento: La Confesión Bautista de Londres es clara en su capítulo 19, artículos 1 y 2: 1. Dios dio a Adán una ley de obediencia universal escrita en su corazón, 1 y un precepto en particular de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal; 2 por lo cual le obligó a él y a toda su posteridad a una obediencia personal completa, exacta y perpetua; prometió la vida por el cumplimiento de su ley, y amenazó con la muerte su infracción; y le dotó también del poder y de la capacidad para guardarla. 3 1. Gn. 1:27; Ec. 7:29; Ro. 2:12a, 14,15. 2. Gn. 2:16,17. 3. Gn. 2:16,17; Ro. 10:5; Gá. 3:10,12. 2. La misma ley que primeramente fue escrita en el corazón del hombre continuó siendo una regla perfecta de justicia después de la Caída;1 y fue dada por Dios en el monte Sinaí,2 en diez mandamientos, y escrita en dos tablas; los cuatro primeros mandamientos contienen nuestros deberes para con Dios, y los otros seis, nuestros deberes para con los hombres.3 1. Para el Cuarto Mandamiento, Gn. 2:3; Ex. 16; Gn. 7:4; 8:10,12; para el Quinto Mandamiento, Gn. 37:10; para el Sexto Mandamiento, Gn. 4:3-15; para el Séptimo Mandamiento, Gn. 12:17; para el Octavo Mandamiento, Gn. 31:30; 44:8; para el Noveno Mandamiento, Gn. 27:12; para el Décimo Mandamiento, Gn. 6:2; 13:10,11. 2. Ro. 2:12a, , . . E . : , ; : , ; Dt. : 8 Así que, de acuerdo a los teólogos de Londres, la Ley escrita en los corazones de los hombres, según ellos, es El Decálogo, Los Diez Mandamientos ordenados también en el Sinaí. No hay duda de ello. ¿Qué piensa Sam sobre la identidad de esa ley en el corazón de los hombres? Veamos: La p i ipal afi a ió del pá afo de la Co fesió , apitulo , La le de Dios es que la misma Ley escrita en el corazón de Adán fue reiterada en los Diez Mandamientos. El texto clásico que debe examinarse aquí es Romanos 2:12.14-15… 9 Y también afirma: …Así, al afirmar que los gentiles están en posesión de la ley, Pablo enseña que existe una identidad sustancial entre los Diez Mandamientos y la Ley de Dios es ita po ea ió e el o azó de Adá todos sus des e die tes 10 - Para la CBFL y Sam Waldron la ley natural incluye el Decálogo de Dios escrito en el corazón de los hombres. 155 Así que este es el punto al que hemos llegado, y es que cuando la Confesión y también Sam Waldron se refieren a la luz de la naturaleza y también a la ley de la naturaleza (revelación general según Waldron), en ello se implica el testimonio de la gloria de Dios en la creación y también la obra del Decálogo escrito en el corazón de Adán y sus descendientes, siendo esta ley escrita constitucionalmente en ellos la misma que fue dada en el Sinaí. Ese es el punto. - ¿Cómo sabe el hombre la necesidad de adorar un día en especial? Traigamos de nuevo el párrafo que estamos analizando: La Confesión menciona en primer lugar la necesidad natural de un día señalado para la adoración. La Confesión enseña que la ley de la naturaleza requiere un día señalado para la adoración. Hay dos cosas que son evidentes por la luz de la naturaleza. En primer lugar, Dios debe ser adorado pública y colectivamente por parte de los hombres. En segundo lugar, tal adoración pública y colectiva requiere una proporción de tiempo pública y colectivamente acordada. Tal proporción de tiempo debe ser señalada por Dios, porque la única alternativa (que los hombres la señalaran) violaría las prerrogativas de Dios en su adoració . Énfasis míos. He a os, a uí Wald o di e ue la ley de la naturaleza requiere un día señalado para la ado a ió ¿cómo es que la ley de la naturaleza señala un día para la adoración? Es más ¿cómo es que es evidente por medio de la luz de la naturaleza (sinónimo de la ley de la naturaleza) que Dios debe ser adorado pública y colectivamente y que tal adoración requiere una proporción de tiempo acordada colectivamente? Notemos que lo que Waldron está diciendo es que por la ley y luz de la naturaleza (la creación y la ley escrita en el corazón humano) el hombre ya sabe que hay un día para adorar. ¿No es lo que está él diciendo? Continuemos. 6.3.3 Tercera Parte Sam Waldron expone: A o ti ua ió se e io a la p o ulga ió positi a del día señalado. “i ie la revelación general (La ley de la naturaleza) deja claro que es necesario un día señalado para la adoración, la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería ser. Descansar para la adoración en el séptimo día o el primer día no está escrito por la Creación en los corazones de los hombres. Puesto que la ley de la naturaleza no especifica la proporción correcta o la parte especifica de nuestro tiempo para la adoración publica, de e ha e u a da ie to positi o de Dios pa a espe ifi a ese tie po 15 156 6.3.3.1 Mi análisis Hermanos ¿leen bien lo que acaba de decir Sam Waldron solo un párrafo después del que acabábamos de analizar? Nuevamente: …la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería ser. Descansar para la adoración en el séptimo día o el primer día no está escrito por la Creación en los corazones de los hombres Pero Sam, tú mismo dices que la revelación general, la ley de la naturaleza, la luz de la naturaleza, implica e incluye la ley escrita en el corazón de los hombres, la cual es idéntica y es la misma que aquella ley dada por Dios en el Sinaí, es decir El Decálogo ¿por qué afirmas ahora que descansar en el séptimo día no está escrito en los corazones de los hombres? Hay tres posibilidades del porqué Sam hace esto: La primera es que Sam, en realidad, no crea que la Ley, los Diez Mandamientos, está escrita en los corazones de los hombres de manera constitucional. Y si es así entonces Sam es incoherente en su libro y así mismo sería un hecho que Sam ya no confiesa el capítulo 19 de la Confesión, y por tanto su perspectiva de la ley ya no sería reformada, pues la Confesión es clara en que la ley escrita en el corazón de los hombres es la misma que fue dada en el Sinaí: 2. La misma ley que primeramente fue escrita en el corazón del hombre continuó siendo una regla perfecta de justicia después de la Caída;1 y fue dada por Dios en el monte Sinaí,2 en diez mandamientos, y escrita en dos tablas; los cuatro primeros mandamientos contienen nuestros deberes para con Dios, y los otros seis, nuestros deberes para con los hombres.3 1. Para el Cuarto Mandamiento, Gn. 2:3; Ex. 16; Gn. 7:4; 8:10,12; para el Quinto Mandamiento, Gn. 37:10; para el Sexto Mandamiento, Gn. 4:3-15; para el Séptimo Mandamiento, Gn. 12:17; para el Octavo Mandamiento, Gn. 31:30; 44:8; para el Noveno Mandamiento, Gn. 27:12; para el Décimo Mandamiento, Gn. 6:2; 13:10,11. 2. Ro. 2:12a, , . . E . : , ; : , ; Dt. : 12 Entonces, sería bueno y justo que Sam publica y explícitamente confiese cuál es su verdadera posición en cuanto a la CBFL y su teología de la Ley. La segunda posibilidad es que Sam haya experimentado un olvido mientras redactaba este párrafo. Es decir, que aunque él sí cree que la ley en el corazón del hombre es el Decálogo, experimentó un olvido involuntario al escribir: Des a sa pa a la ado a ió en el séptimo día o el p i e día o está es ito po la C ea ió e los o azo es de los ho es Quizá 157 lo escribió en momento de cansancio y sus editores tampoco lo notaron. Esa es otra posibilidad. Y si esto fue así, entonces Sam se equivocó, porque la ley escrita en el corazón de los hombres, que sería según la CBFL, idéntica al Decálogo, sí enseña y señala el día de adoración: El séptimo día, como también la misma Confesión lo sostiene. Y la tercera posibilidad es que Sam Waldron tenga que hacer una negación de alguna de sus premisas teológicas (inclusive negando dos puntos de la Confesión) para seguir sosteniendo una doctrina, y así, él mismo cae en una bancarrota teológica, y no solo él sino también la misma CBFL en este punto sobre el día señalado de la adoración. ¿Por qué digo esto? Veamos. La Confesión misma afirma: 1. Dios dio a Adán una ley de obediencia universal escrita en su corazón, 1 y un precepto en particular de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal; 2 por lo cual le obligó a él y a toda su posteridad a una obediencia personal completa, exacta y perpetua; prometió la vida por el cumplimiento de su ley, y amenazó con la muerte su infracción; y le dotó también del poder y de la capacidad para guardarla. 3 1. Gn. 1:27; Ec. 7:29; Ro. 2:12a, 14,15. 2. Gn. 2:16,17. 3. Gn. 2:16,17; Ro. 10:5; Gá. 3:10,12. 2. La misma ley que primeramente fue escrita en el corazón del hombre continuó siendo una regla perfecta de justicia después de la Caída;1 y fue dada por Dios en el monte Sinaí,2 en diez mandamientos, y escrita en dos tablas; los cuatro primeros mandamientos contienen nuestros deberes para con Dios, y los otros seis, nuestros deberes para con los hombres.3 1. Para el Cuarto Mandamiento, Gn. 2:3; Ex. 16; Gn. 7:4; 8:10,12; para el Quinto Mandamiento, Gn. 37:10; para el Sexto Mandamiento, Gn. 4:3-15; para el Séptimo Mandamiento, Gn. 12:17; para el Octavo Mandamiento, Gn. 31:30; 44:8; para el Noveno Mandamiento, Gn. 27:12; para el Décimo Mandamiento, Gn. 6:2; 13:10,11. 2. Ro. 2:12a, , . . E . : , ; : , ; Dt. : Énfasis mío 13 Entonces si en realidad esto es así, si el Decálogo, Los Diez Mandamientos, son escritos constitucionalmente en el corazón de los hombres, entonces la ley natural, la ley de la naturaleza, la revelación general sí señalan que hay un día de adoración y así mismo (contrario a lo que Sam dice) señala el día en que tal adoración debe ser hecha: El séptimo día. 158 Sin embargo Sam Waldron plantea una teología en los siguientes términos: . La p i ipal afirmación de los párrafos 1 y 2 es que la misma Ley escrita en o azó de Adá fue eite ada e los Diez Ma da ie tos , Co e ta io a la CBFL, pág. 324. . Si bien la revelación general (La ley de la naturaleza) deja claro que es necesario un día señalado para la adoración, la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería ser. Descansar para la adoración en el séptimo día o el primer día no está escrito por la Creación en los corazones de los hombres Comentario a la CBFL, pág. 374. Hermanos, si Los Diez Mandamientos están escritos en el corazón del hombre, entonces el día de adoración ya está señalada constitucionalmente: El Séptimo día. Pues es evidente y obvio que hay un Cuarto Mandamiento que sí señala el día de descanso. Por eso, no entiendo la declaración de Sam, pues su incoherencia se hace evidente. Pues si la Ley en realidad está escrita en el corazón del hombre, y esta ley incluye el Cuarto Mandamiento, por el que Dios ordena reposar el séptimo día ¿Cómo es que ahora Sam confiesa que en el corazón del hombre no se sabe cuál es el día de descansar para la adoración? Si en realidad, por la ley y luz de la naturaleza, el ser humano no sabe cuál es el día para reposar o como la CBFL dice para adorar, entonces la premisa de que la Ley esté escrita en el corazón del hombre es negada. Hermanos, si vamos a sostener que Los Diez Mandamientos están escritos en el corazón del hombre, debemos sostener su integralidad, como lo hace la Confesión, mostrando que este Decálogo son Los Diez Mandamientos y por ende, si queremos afirmar que el hombre ha de adorar cómo la ley de la naturaleza lo prescribe, entonces es claro, lógico y evidente que ya hay un día señalado por la ley: El Séptimo día. Pero si nosotros afirmamos (como lo hace Waldron) que la ley en el corazón del hombre no dictamina el día en que debe ser hecha la adoración, entonces estamos negando el cuarto mandamiento en el corazón humano, y por ende la ley en el corazón del hombre. Hermanos míos, yo sé porque Sam Waldron y muchos de ustedes tienen que recurrir a estas peripecias teológicas contra-racionales y antilógicas, yo lo sé, pero solo hasta el final se darán cuenta de ello y lo podré mostrar. ¡Adelante! 159 6.3.4 Cuarta Parte Sam prosigue: A o ti ua ió se e io a la p omulgación positiva del día señalado. Si bien la revelación general (La ley de la naturaleza) deja claro que es necesario un día señalado para la adoración, la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería ser. Descansar para la adoración en el séptimo día o el primer día no está escrito por la Creación en los corazones de los hombres. Puesto que la ley de la naturaleza no especifica la proporción correcta o la parte especifica de nuestro tiempo para la adoración publica, debe haber un mandamiento positivo de Dios para especificar ese tiempo. El término positi o utilizado a uí e la Co fesió sig ifi a algo añadido a la le de la atu aleza la revelación general. El día señalado debe ser revelado mediante una revelación especial. 14 6.3.4.1 Mi análisis Recordemos que para Sam la Revelación General (Ley de la naturaleza) implica e incluye la ley escrita en el corazón de los hombres, el Decálogo, pero él férreamente declara: El t i o positi o utilizado a uí e la Co fesió sig ifi a algo añadido a la ley de la naturaleza y la revelación general. El día señalado debe ser revelado mediante una e ela ió espe ial Reitero que estoy desconcertado en la manera en que Sam interpreta la ley escrita en el corazón del hombre, al punto que debe negar que en ésta se señale el día de adoración, cuando tal cosa es clara en el Cuarto Mandamiento. Pero sabiendo las razones de esta contradicción, seguiré la corriente del pensamiento teológico de Sam, porque esta no será la ultima vez que le veamos haciendo peripecias teológicas. Se los aseguro. Entonces, Sam habiendo concluido (negando el capítulo 19 de la misma Confesión Bautista) que el día de adoración no está señalado en la ley natural (que incluye el Decálogo según CBFL), él aho a di e ue debe haber un mandamiento positivo de Dios para especificar ese tiempo . Ahora bien, puesto que para Sam, la ley escrita en el corazón del los hombres no señala el día de des a so pa a la ado a ió , l a gu e ta ue debe haber un mandamiento positi o de Dios pa a señala ese tie po ue positi o sig ifi a algo añadido a la le de la atu aleza la e ela ió ge e al . Es decir, hermanos, que si teníamos dudas de la lógica de Waldron, aquí él mismo nos está aclarando que con valentía él prosigue, pues aunque él mismo sostiene el Decálogo escrito en el corazón del hombre, también afirma que en ese Decálogo no se muestra el 160 día de adoración, sino que debe haber un mandamiento añadido a esa ley natural. No hay dudas de que Sam aquí está haciendo lo mejor que puede para que su incoherencia con la Confesión no sea detectada (Obviamente, es como tratar de tapar el sol con un dedo). Lo entiendo. Sé porque debe hacerlo. Es el resultado de querer sostener la Confesión tanto en su capítulo 19 (La ley escrita en el corazón del hombre), como su capítulo 22 (El cambio de día de reposo y adoración). Bien, ¿cuál será ese mandamiento dado por Dios por el que él señala el día de adoración? 6.3.5 Quinta Parte Sam expone: Algu os ha p egu tado: “i el día de eposo es u a ley moral ¿por qué los gentiles sin e ela ió espe ial o so o de ados e la i lia po ue a ta lo? . La azó es evidente. Es un mandamiento positivo revelado solo mediante una revelación especial. Los mandamientos positivos, como deja claro la Confesión, pueden ser también morales. De esta manera, el carácter especialmente revelado del día de reposo no significa que sea e e o ial 15 6.3.5.1 Mi análisis La primera cosa que quiero que notemos es que Sam Waldron, contra viento y marea, no niega que se está hablando del día de reposo, pues a la p egu ta Si el día de reposo es una ley moral ¿por qué los gentiles sin revelación especial no son condenados en la biblia por quebrantarlo? El o o testa: Yo esto ha la do de u día de ado a ió dife e te al día de reposo , si o ue l is o ad ite ue se está hablando de un día de reposo, o como él mismo lo específica: el día de eposo ue es u a le o al . Aquí uno pensaría que es suficiente evidencia para que Sam se detenga y admita que hay un día de reposo: El séptimo día. Pero contra todo pronóstico y tratando de evadir la lógica humana, él sencillamente sigue. Lo comprendo. Entiendo la encrucijada en que está. Me compadezco de él. Así que es inequívoco que Sam ve al día de reposo como el día de adoración, y más adelante lo veremos aun más ratificado por él mismo. Entonces si es así ¿por qué Sam sencillamente no admite que ya hay un día señalado de adoración: el séptimo día? Porque no puede. Y ya veremos el porqué. Notemos lo que Sam dice respecto al día de reposo: Es un mandamiento positivo revelado solo media te u a e ela ió espe ial 161 Contra toda lógica Sam insiste en que la ley no muestra qué día se debe adorar, y afirma que hay un mandamiento por revelación especial (de Dios) que dictamina cuál debe ser ese día. Abróchense sus cinturones, porque pronto veremos cuál es ese mandamiento. 6.3.6 Sexta Parte Sam escribe: Pe o o solo se lla a positi o a este a da ie to po se á algo añadido a la le de la naturaleza; también se lo llama moral y perpetuo. Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas azo es 16 6.3.6.1 Mi análisis Hermanos, tengo ganas de llorar. ¿Por qué? Noten el mandamiento positivo, moral y perpetuo que Sam Waldron dice que Dios ha ordenado, léanlo: Pe o no solo se llama positivo a este mandamiento por será algo añadido a la ley de la naturaleza; también se lo llama moral y perpetuo. Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas azo es ¿No es esto digno de que irrumpamos en llanto? El hombre que comenzó afirmando que era Dios quien tenía el único derecho de ordenar lo que es lícito o no para la adoración, ahora dice que hay un mandamiento añadido a la ley (positivo) moral (obligatorio para todos los hombres) pe petuo pa a todas las po as ¿Cuál? Este mandamiento de un día en siete como día de reposo Querido Sam, con dolor en mi corazón, te imploro que por favor nos muestres dónde, cuándo, cómo y quién promulgo este mandamiento positivo moral y perpetuo de un día en siete como día de reposo. Espero humildemente tu respuesta. Yo conozco solo un mandamiento que ordenó Dios con su propio dedo: Éxo.20.8-11 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó 162 ¿Ustedes hermanos conocen otro mandamiento de un día en siete como reposo? Pues Sam se ha in e tado u ue o a da ie to: u día e siete o o eposo . ¿Está hablando Sam del día de reposo ordinario del séptimo día? Por supuesto que no, pues él mismo dice que la ley natural no señala tal día de adoración o reposo, (niega la premisa de la ley escrita en el corazón del hombre), y dice que es por medio de un mandamiento positivo (añadido a la ley) que el hombre conoce este reposo. Así que no hay duda, de que Sam está hablando de un mandato diferente al Cuarto Mandamiento del Decálogo. En algunos casos, Sam admite que está hablando del día de reposo, pero ahora niega que ese mandamiento sea el mandato positivo, moral y perpetuo dado por Dios. Sam está enredado en su propia teología, que de teología (conocimiento de Dios por medio de la Escritura) ya queda poco. Sin embargo, Sam prosigue dando el sostén escritural de ese mandamiento de un día en siete como reposo. Lo veremos a continuación. 6.3.7 Séptima Parte Sam Waldron sostiene: …Este a da ie to de u día e siete o o día de eposo puede e se ue es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones. Fue instituido en la Creación (Ge 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27). Lo que fue instituido desde la Creación tiene significado mientras continúe la Creación. Así tanto Jesús como Pablo basan el deber ético de que algo fue instituido en la Creación. (Mt. 19:4-8; 1 Ti. 2:13; 1 Cor. 11:8-9). Fue incluido en el Decálogo (Ex. 20:8-11). Dios considero oportuno incluir la ordenanza del día de reposo en los Diez Mandamientos. Los Diez Mandamientos tienen una importancia que trasciende las demás leyes del Antiguo Testamento (Véase capítulo 19 de la Confesión). Solo ello fueron hablados directamente por Dios. Solo ellos fueron escritos por el dedo de Dios. Solo ellos fueron colocados en el Arca del Pacto. Se dice que están escritos en los corazones de los creyentes de Nuevo Pacto (Jer. 31:33). Se lo cita repetidamente como leyes morales fundamentales de significado perpetuo en el Nuevo Testamento (Ro. 13:8-10; Mt. 22:18-19). La idea de que el día de reposo es una ley ceremonial y temporal contradice abiertamente estos hechos bíblicos. Continúa con el día del Señor. El día del Señor del Nuevo Pacto encarna el principio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de eposo el día del “eño 22 163 6.3.7.1 Mi análisis Según Waldron, el sostén escritural, profético y divino del mandamiento (dado por Dios) de un día en siete como reposo, se fundamenta sobre tres pilares: Su institución en la Creación; su inclusión en el Decálogo; y el principio del día del Señor. En esta séptima parte me dispongo a analizar el primer y segundo fundamento, o sea, su institución en la Creación y su inclusión en el Decálogo. …Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones. Fue instituido en la Creación (Ge 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27). Lo que fue instituido desde la Creación tiene significado mientras continúe la Creación. Así tanto Jesús como Pablo basan el deber ético de que algo fue instituido en la Creación. (Mt. 19:4-8; 1 Ti. 2:13; 1 Cor. 11:8- Leamos el sostén bíblico que proporciona Sam Waldron de su anterior observación: Gén.2.3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra ue ha ía he ho e la ea ió Éxo.20.8-11 A u date del día de eposo pa a sa tifi a lo. “eis días t a aja ás, ha ás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo lo sa tifi ó Mar.2.27 Ta i les dijo: El día de reposo (Jesús aquí se refería también al séptimo día) fue hecho por causa del hombre, o el ho e po ausa del día de eposo Queridos hermanos ¿Qué día hace referencia los textos que el profesor Waldron su i ist a o o sost de u día e siete o o eposo ? Pe ítanme decir dos cosas. La primera es que los textos de Sam Waldron, no sostienen ni son base escritural de un mandamiento dado por Dios de un día en siete como día de reposo. Si en la Creación, Dios hu ie a di ho: Dios eposó el s pti o día, e dijo este día, así se de e eposa algu a día de la se a a o A ué date de sa tifi a u día e t e siete pa a eposa o El día de reposo, que puede ser cualquier día, fue creado a causa del ho e , o pod ía o siderar la propuesta de Waldron; pero no lo puedo hacer (ojalá ustedes tampoco) porque los 164 textos que él mismo suministra no prueban ni informan de un mandamiento positivo (añadido a la ley), moral y perpetuo de un día en siete para el reposo. En segundo lugar, los tres textos divinos que suministra Waldron, en realidad son un sustento, no de un día entre siete para reposar, sino del día de reposo, que claramente ha sido establecido como el séptimo día. Los textos de Sam prueban más bien que hay un día de reposo establecido por Dios, ordenado en el Decálogo (que se supone está en el corazón de todo hombre) y citado por Jesús, y ese día no es un día enigmático ni desconocido, sino que es el séptimo día, el último día de la semana. Vamos al segundo sustento del mandamiento de reposar un día en siete: …Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones. …Fue incluido en el Decálogo (Ex. 20:8-11). Dios considero oportuno incluir la ordenanza del día de reposo en los Diez Mandamientos. Los Diez Mandamientos tienen una importancia que trasciende las demás leyes del Antiguo Testamento (Véase capítulo 19 de la Confesión). Solo ello fueron hablados directamente por Dios. Solo ellos fueron escritos por el dedo de Dios. Solo ellos fueron colocados en el Arca del Pacto. Se dice que están escritos en los corazones de los creyentes de Nuevo Pacto (Jer. 31:33). Se los cita repetidamente como leyes morales fundamentales de significado perpetuo en el Nuevo Testamento (Ro. 13:8-10; Mt. 22:18-19). La idea de que el día de reposo es una ley ceremonial y temporal contradice abiertamente estos hechos bíblicos A continuación los textos de base o de referencia: Éxo.20.8-11 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de eposo lo sa tifi ó Muy bien Sam, estoy de acuerdo contigo. Dios ordenó reposar un día a la semana ¿cuál? En efecto, el séptimo día, porque en este día Dios mismo reposó de sus obras, eso es lo que él enseña en el Cuarto Mandato del Decálogo, el cual recuerda que según la CBFL, y tú mismo está escrito en el corazón del hombre. Ahora Sam provee una línea lógica de aplicación de esta ordenanza, como sigue: 165 - Solo ellos (Los Diez Mandamientos) fueron hablados por Dios directamente Solo ellos (El Decálogo) fueron escritos por el dedo de Dios. Solo ellos fueron colados en el Arca del Pacto Se dice que están escritos en los corazones de los creyentes (Jer. 31:33)* Se los cita repetidamente como leyes morales fundamentales de significado perpetuo en el Nuevo Testamento.** Afirmar que el día de reposo es una ley ceremonial y temporal contradice los abiertamente los hechos bíblicos. *Jer.31.33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me será po pue lo ** Rom.13.8-10 No de áis a adie ada, si o el a a os u os a ot os; po ue el ue a a al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el u pli ie to de la le es el a o Mat.22.18-19 Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le p ese ta o u de a io Considero que esta referencia está errada. Hermanos míos, si Dios ordenó en el Decálogo que se tuviera que reposar no cualquier día, sino el mismo día en que él reposo de la creación, a saber, el séptimo día; si este Decálogo es tan particularmente glorioso; si este Decálogo está en el corazón del creyente; y sus Diez ordenanzas son de obligatorio cumplimiento en el Nuevo Testamento ¿qué día deberían reposar los cristianos? En efecto, si el Decálogo es de obligatorio cumplimiento, la iglesia no necesita buscar un nuevo día de reposo, porque ya está establecido y el mismo Sam Waldron ha suministrado los textos que lo enseñan: El séptimo día, el Shabbath. A estas alturas uno esperaría, con toda la evidencia bíblica que Sam suministra, que él mismo admita que si existe tal cosa como un mandato positivo, moral y perpetuo, establecido en la creación, incluido en el Decálogo, de adorar un día en siete, sea el séptimo día, El Shabbath. Hasta ahora un resumen de su teología respecto a este día de adoración: - La ley de la naturaleza ordena un día de adoración 166 - La ley de la naturaleza incluye el Decálogo (Los Diez Mandamientos, inclusive el Cuarto) escrito en el corazón de todos los hombres Pero, La ley de la naturaleza no señala cuál día debe adorarse Dios tuvo que promulgar un mandamiento para especificar ese día de adoración, un mandato de un día entre siete Ese día entre siete fue establecido en la Creación Ese día entre siete fue incluido en el Decálogo El Decálogo, por su particularidad, obliga a los cristianos a que se le obedezca Entonces, Sam ¿Es ese el día ordenado por Dios? Para Sam no lo es. De lo contrario, no tendría que acudir a diseñar y poner en boca de nuestro Dios un mandato que no existe, (de reposar un día en siete). Sam no ha mostrado evidencia bíblica, profética, escritural ni apostólica de que Dios haya dado un mandamiento de reposar un día en siete. Puesto ue la le de la atu aleza o espe ifi a la p opo ió o e ta o la pa te especifica de nuestro tiempo para la adoración publica, debe haber un a da ie to positi o de Dios pa a espe ifi a ese tie po 18 Sam Waldron dice que Dios dio un mandamiento positivo (que no está en el corazón de los hombres (la ley natural)) para especificar el día de adoración, luego cita como sostén bíblico de un mandato de adoración de un día en siete textos divinos que señalan claramente la ordenanza del día de reposo, el séptimo día, y aun así, Sam sigue diciendo que no hay una ley natural (la ley en el corazón del hombre) que muestre cuál es el día de adoración. Desconcertante, ¿no les parece? Pero sé porque él y quizá algunos de ustedes tienen que hacerlo. No los juzgo. - Hasta ahora Sam ha mostrado con los textos bíblicos que hay un día de adoración establecido en la creación, ordenado en el Decálogo, (supuestamente escrito en los creyentes), y citado por Jesús, y además de obligatorio cumplimiento: El séptimo día. Pero con toda esta evidencia bíblica, él mismo hace una peripecia anti-racional al afirmar que en la ley natural (revelación general) que incluye el Decálogo en el corazón de los hombres, no se sabe el día de reposo o adoración. Sam, mi hermano, ¿no estás leyendo lo que escribes? Hermanos, si para ustedes esto es una teología lucida, clara, evidente, sensata, racional, lógica, escritural, profética ¿quién soy yo para decirles que no? Solamente que para mí no 167 lo es. En realidad, para mí, Sam mismo echa por el piso su propia teología. Y entiendo porque es así, no lo condeno, lo comprendo. 6.3.8 Octava Parte Sam expone: …Este a da ie to de u día e siete o o día de eposo puede e se ue es perpetuo por al menos tres buenas razones. o al …Continúa con el día del Señor. El día del Señor del Nuevo Pacto encarna el principio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de reposo y el día del Señor. . La desig a ió el Día del “eño alude a las f ases í li as ue des i e el día de eposo: i día sa to , el día sa to del “eño Is. : ; “eño del día de eposo Mt. 12:8). 2. Al igual que el día de reposo, y a diferencia de cualquier otra observancia religiosa, el día del Señor es la celebración de un día que tiene lugar semanalmente. 3. Al igual que el día de reposo, y a diferencia de cualquier otra observancia religiosa, el día del Señor presupone así la semana de siete días de la Creación. 4. El día del Señor es un memorial tanto de la Creación como de la redención. Así como el día de reposo conmemoraba la primera Creación y el Éxodo de Israel de Egipto, así también el día del Señor conmemora una nueva creación y una mayor redención. 5. El día del Señor es un día que pertenece especialmente a Dios. Dieciséis veces habla Dios de is días de eposo. 6. El día del Señor es un día santo y debe guardarse santo. El día de reposo era un día santo. Era santificado y había que guardarlo santo. (Gen. 2:3; Ex. 20:8). El día del Señor es ta i u día sa to. La pala a sa to sig ifi a apa ta del uso o ú pa a Dios. Algo que se aparta para Dios es su posesión especial. Viceversa, si es la posesión especial de Dios, es santo. Ser santo y pertenecer especialmente a Dios son equivalentes. (Ex. 13:22; Nm. 16:3-7). ¿Es el día del Señor posesión especial de Dios en un sentido en que no lo son otros días? Sí. Entonces es santo y debe ser santificado. Debemos por tanto, recordarlo el día del Señor, para guardarlo santo. 168 7. Al igual que el día de reposo, el día del Señor es un día de adoración colectiva y publica (Hch. 20:7; 1 Cor. 16:1-2). Pero si es un día señalado para la adoración publica, debe ser un día de descanso o reposo. Esto por tres razones. En primer lugar, todos los días de culto publico y colectivo son días de reposo en la Biblia. Un día de adoración que no fuera un día de reposo habría sido incomprensible para los discípulos judíos de Jesús. En segundo lugar, el día del Señor es un día santo y, por tanto, debe apartarse de trabajos cotidianos y apartarse para la adoración. Esto es lo que requiere la santificación del día. Tal día es, sin embargo, claramente un día de descanso. En tercer lugar, nadie puede tomar parte en la adoración publica sin, al menos durante una o dos horas, descansar de sus trabajos seculares. Ahora es evidente por qué el día del Señor debe considerarse como el día de reposo. La institución del día de reposo en la Creación, la inclusión del día de reposo en el Decálogo y la continuación del principio del día de reposo en el día del Señor lo demanda. Esta es la razón por la que no debemos preocuparnos cuando alguie di e: El t i o día de eposo sie p e se efie e al día de eposo judíos e el Nue o Testa e to . Po supuesto, el día de reposo en la Biblia se refería al día de reposo del séptimo día. Este se había referido a esta ordenanza durante cuatro mil años. Sobre la base de la evidencia que acabamos de citar, sin embargo debemos distinguir entre la ordenanza judía del día de reposo, que está abolida, y el concepto del día de reposo, que continua en el día del Señor. Esta distinción entre la ordenanza del día de reposo y el concepto del día de reposo viene demandada por su institución en la Creación, su inclusión en los Diez Mandamientos el sig ifi ado is o de la f ase Día del “eño . En la ultima parte del párrafo 7 (de la Confesión), se considera la trascendental alteración del día señalado desde el séptimo día de la semana al primero. Muchos han sentido que este es el punto débil en la Doctrina de la Confesión sobre un día de reposo cristiano. A primera vista, su razonamiento parece plausible. Se arguye que si el mandamiento del día de reposo es una ley moral, no podría alterarse. Pero hay dos conclusiones diferentes que se han deducido de esta premisa. Algunos, como los Adventistas del Séptimo día, han deducido de esta premisa que el día no ha sido cambiado y que el día señalado para la adoración es aún el séptimo día. Otros han deducido que ya que el día ha cambiado, no es posible que el día de reposo fuera una ley moral. La respuesta al dilema planteado por esta premisa se halla en el peculiar carácter del mandamiento del día de reposo implícito en el lenguaje que utiliza la Confesión para des i i lo. “e lo lla a u a da ie to positi o, o al pe petuo . Esta le o al se compone de dos elementos distintos: La ley de la naturaleza y la promulgación positiva. La Ley de la naturaleza no puede ser ni es alterada. La promulgación positiva puede serlo y lo 169 es. Así la alteración del día no constituye un argumento contra la moralidad y perpetuidad del mandamiento del día de reposo. En este punto puede suscitarse una cuestión adicional. El mandamiento del día de reposo es un mandamiento positivo instituido en la Creación. ¿Cómo puede alterarse una ordenanza de la Creación? La respuesta es, desde luego, que solo una nueva creación podría alterar una ordenanza de la Creación. Cristo, sin embargo, ha inaugurado una nueva Creación (2 Cor. 5:17; Gá 6:15). De ahí que es de esperarse un cambio en la ordenanza de la Creación del día de reposo. Que la observancia del último día de la semana está abolida se prueba en Colosenses 2:16-17. Si bien este texto no está hablando del concepto o principio del día de reposo, está enseñanza que la ordenanza del séptimo día de la antigua Creación y el Antiguo Pacto está abolida. Otra dificultad que tiene la gente acerca de la alteración del día es que no puede encontrar una mención en las Escrituras de este cambio del día. Si se ha de resolver este problema, debemos comprender primero el principio por el que se señala el día de adoración en la ordenanza de la Creación. Debe entenderse el principio de la designación. En Génesis 2:3 dice que Dios separó el séptimo día porque descansó en dicho día. Reconociendo que lo que Dios hizo en la redención fue tan grande que nada menos que el concepto de una nueva creación podía describirlo, debemos entender que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación. El día de reposo de la nueva Creación es designado según el mismo principio que el del día de reposo de la antigua creación. Es el día de descanso de Dios. El primer día de la semana fue el día en que acabaron las obras de Cristo para expiar los pecados de su pueblo y Él entró en su reposo en la gloria de la resurrección. El día del Señor es el octavo día, el día de nuevos comienzos. Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una nueva Creación y la conmemora. 19 6.3.8.1 Mi análisis Hay una razón por la que me he visto forzado a copiar todo el resto del capítulo 22, y es que quiero ue ote ue “a al sopo ta el día del “eño su i ist a siete pu tos ue lo sostienen según Waldron, pero en ninguno de esos siete puntos (solo indirectamente en el séptimo punto, el último di e o a la a uál es el día del “eño . Solamente después de ha e a o dado sus siete fu da e tos del día del “eño es ue e io a uál es el día de eposo: En la ultima parte del párrafo 7 (de la Confesión), se considera la trascendental alteración del día señalado desde el séptimo día de la semana al primero Así que yo no podía haber hecho algún análisis de sus siete puntos sin saber cuál es el día del Señor para él. Es decir, él presenta que hay un día del Señor y lo sostiene en ciertos 170 enunciados, pero no nos dice de entrada cuál es ese día del Señor y cómo es que él sabe que existe tal día del Señor. “a ha dado a ios pu tos de sost de u día del “eño , pe o ote os ue la ase concluyente, el fundamento de la existencia de tal día, entendiendo que él no se refiere al día escatológico del Señor, ni al día ordinario de Reposo (El Shabbath), sino a otro día efe ido o o el día del “eño , es e ealidad la últi a pa te de la Co fesió . La primera cosa que se debe analizar no son sus siete puntos, sino la base teológica sobre la cual él sustenta la existe ia de u día del “eño , ue tie e la fo a de día de eposo, y que no es el día escatológico del Señor (Yon Yahweh) sino el primer día de la semana. Así que en el punto siguiente abordaré sus últimos cuatro párrafos, que tratan sobre el día del Señor en sí, es decir, cómo llegó un día de la semana a ser el día del Señor, y en puntos posteriores responderé a sus siete sustentos para el día del Señor, ya sabiendo cuál día es el ue l lla a el día del “eño . 6.3.9 Novena Parte …Este a da ie to de u día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones... …E la ulti a pa te del pá afo de la Co fesió , se considera la trascendental alteración del día señalado desde el séptimo día de la semana al primero. Muchos han sentido que este es el punto débil en la Doctrina de la Confesión sobre un día de reposo cristiano. A primera vista, su razonamiento parece plausible. Se arguye que si el mandamiento del día de reposo es una ley moral, no podría alterarse. Pero hay dos conclusiones diferentes que se han deducido de esta premisa. Algunos, como los Adventistas del Séptimo día, han deducido de esta premisa que el día no ha sido cambiado y que el día señalado para la adoración es aún el séptimo día. Otros han deducido que ya que el día ha cambiado, no es posible que el día de reposo fuera una ley moral. La respuesta al dilema planteado por esta premisa se halla en el peculiar carácter del mandamiento del día de reposo implícito en el lenguaje que utiliza la Confesión para des i i lo. “e lo lla a u a da ie to positi o, o al pe petuo . Esta le o al se compone de dos elementos distintos: La ley de la naturaleza y la promulgación positiva. La Ley de la naturaleza no puede ser ni es alterada. La promulgación positiva puede serlo y lo es. Así la alteración del día no constituye un argumento contra la moralidad y perpetuidad del mandamiento del día de reposo 171 En este punto puede suscitarse una cuestión adicional. El mandamiento del día de reposo es un mandamiento positivo instituido en la Creación. ¿Cómo puede alterarse una ordenanza de la Creación? La respuesta es, desde luego, que solo una nueva creación podría alterar una ordenanza de la Creación. Cristo, sin embargo, ha inaugurado una nueva Creación (2 Cor. 5:17; Gá 6:15). De ahí que es de esperarse un cambio en la ordenanza de la Creación del día de reposo. Que la observancia del último día de la semana está abolida se prueba en Colosenses 2:16-17. Si bien este texto no está hablando del concepto o principio del día de reposo, éste enseñanza que la ordenanza del séptimo día de la antigua Creación y el Antiguo Pacto está abolida. Otra dificultad que tiene la gente acerca de la alteración del día es que no puede encontrar una mención en las Escrituras de este cambio del día. Si se ha de resolver este problema, debemos comprender primero el principio por el que se señala el día de adoración en la ordenanza de la Creación. Debe entenderse el principio de la designación. En Génesis 2:3 dice que Dios separó el séptimo día porque descansó en dicho día. Reconociendo que lo que Dios hizo en la redención fue tan grande que nada menos el concepto de una nueva creación podía describirlo, debemos entender que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación. El día de reposo de la nueva Creación es designado según el mismo principio que el del día de reposo de la antigua creación. Es el día de descanso de Dios. El primer día de la semana fue el día en que acabaron las obras de Cristo para expiar los pecados de su pueblo y Él entró en su reposo en la gloria de la resurrección. El día del Señor es el octavo día, el día de nuevos comienzos. Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una nueva Creación y la conmemora. 20 6.3.9.1 Mi análisis En la ultima parte del párrafo 7 (de la Confesión), se considera la trascendental alteración del día señalado desde el séptimo día de la semana al primero. Muchos han sentido que este es el punto débil en la Doctrina de la Confesión sobre un día de eposo istia o Sam mismo dice en la Confesión se considera la trascendental alteración del día señalado desde el séptimo día de la semana al primero Veamos entonces lo que la Confesión tiene que decir sobre este trascendental cambio: 7. Así como es la ley de la naturaleza que, en general, una proporción de tiempo, por designio de Dios, se dedique a la adoración a Dios, así en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todas las épocas, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete como día de reposo, para que sea guardado 172 santo para él;1 el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el último día de la semana y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana, que es llamado el Día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del último día de la semana.2 1. Gn. 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27,28; Ap. 1:10. 2. Jn. 20:1; Hch. 2:1; 20:7; 1 Co. 16:1- ; Ap. : ; Col. : , Veamos los textos bíblicos que la Confesión suministra para sostener o al menos para guiarnos sobre el trascendental cambio de día: Jua.20.1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio uitada la pied a del sepul o Hec.2.1 Cuando llegó el día de Pentecostés, esta a todos u á i es ju tos Hec.20.7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. 1Co.16.1-2 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se e oja e to es of e das Apo.1.10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de t o peta Col.2.16-17 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el ue po es de C isto De acuerdo a Sam, en este párrafo y por ende con esta evidencia bíblica, es que los teólogos de Londres se han percatado del trascendental cambio de día de reposo, del séptimo al primero de la semana. Queridos hermanos, ¿pueden ustedes diseñar una teología sostenible exegética, textual, apostólica y canónica a partir de los versos que la Confesión suministra? Si lo logran, ya conocen mi correo. Por ahora dejemos que sea Sam mismo quien nos hable sobre el cambio del día: Muchos han sentido que este es el punto débil en la Doctrina de la Confesión sobre un día de reposo cristiano. A primera vista, su razonamiento parece plausible. Se 173 arguye que si el mandamiento del día de reposo es una ley moral, no podría alterarse. Pero hay dos conclusiones diferentes que se han deducido de esta premisa. Algunos, como los Adventistas del Séptimo día, han deducido de esta premisa que el día no ha sido cambiado y que el día señalado para la adoración es aún el séptimo día. Otros han deducido que ya que el día ha cambiado, no es posible que el día de eposo fue a u a le o al Sam, no es que hemos sentido que este sea el punto débil, sino que tú mismo has tenido que recurrir a peripecias exegéticas (que no son exégesis) para sostener la Confesión en este punto, por ejemplo, poner en boca de Dios un mandato de un día en siete (como lo hace la Confesión). ¿Lo recuerdas? Por ejemplo, negar que la ley de la naturaleza, la revelación general, señalara el día de adoración, cuando la misma Confesión sostiene que en el corazón de todos los hombres está escrito el Decálogo, Los Diez Mandamientos. ¿Lo recuerdas? Así que en efecto, consideramos que si el día de reposo es una ley moral, y que aun más escrita constitucionalmente en el corazón del hombre (El Decálogo, Ro. 2:12a,14-15), lógicamente este mandato no puede ser alterado. Y por eso han surgido dos conclusiones diferentes: O bien el día de reposo sigue siendo el sábado, o bien el día de reposo no es una ley moral, o sea, una que obligue a todos los hombre de todas las épocas a que se le guarde ¿O ustedes reposan el sábado? Así mismo, si la Ley es de obligatorio cumplimiento entonces los creyentes deben reposar el Shabbath ¿No es así? A este el dilema planteado anteriormente, Sam Waldron tiene ya una solución: La respuesta al dilema planteado por esta premisa se halla en el peculiar carácter del mandamiento del día de reposo implícito en el lenguaje que utiliza la Confesión para describirlo. “e lo lla a u a da ie to positi o, o al pe petuo . Esta le moral se compone de dos elementos distintos: La ley de la naturaleza y la promulgación positiva. La Ley de la naturaleza no puede ser ni es alterada. La promulgación positiva puede serlo y lo es. Así la alteración del día no constituye un argumento contra la moralidad y perpetuidad del mandamiento del día de reposo La solución de Sam, o como él mismo implica, la de la Confesión, es que este mandamiento del día de reposo se le llama mandamiento positivo, moral y perpetuo. Hermanos ¿qué mandamiento es el que la Confesión llama positivo, moral y perpetuo? ¿Lo recuerdan? Hagamos una remembranza: 174 Puesto que la ley de la naturaleza no especifica la proporción correcta o la parte especifica de nuestro tiempo para la adoración publica, debe haber un mandamiento positivo de Dios pa a espe ifi a ese tie po… …Pero no solo se llama positivo a este mandamiento por será algo añadido a la ley de la naturaleza; también se lo llama moral y perpetuo. Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas azo es 21 Por supuesto, Sam no se está refiriendo como mandamiento positivo (añadido a la ley de la naturaleza, la revelación general que incluye el Decálogo en el corazón de los hombres), moral y perpetuo al Cuarto Mandamiento de la ley, sino a un mandamiento (inventado) de un día en siete para adorar. Es decir, Sam mismo dice que la Confesión enseña que hay un mandamiento dado por Dios de adorar un día en siete, y que este mandamiento fue establecido en la creación (escrito en el corazón del hombre), incluido en el Decálogo y continua con el día del Señor (el primer día de la semana). Así que en efecto, Sam no se está refiriendo al día de reposo, al séptimo día, sino a otro mandamiento, cuyo sostén bíblico es la combinación del día de reposo dado en la creación, el cuarto mandato del Decálogo, y el supuesto día del Señor . Así que se ratifica que la misma Confesión (sus teólogos) niegan implícitamente que el Cuarto Mandamiento, el de reposar el séptimo día, esté escrito en el corazón de los hombres, pues si así se creyera, no habría necesidad de apelara a un supuesto mandamiento moral de reposar o adorar un día en siete. Ya vimos que el día establecido en la creación es el séptimo día. También que es inequívoco que el día ordenado para reposar en el Decálogo (que supuestamente también está escrito en el corazón de los hombres según Sam y la CBFL) es el séptimo día, y ahora Sam tiene que mostra ue e iste el día del “eño , porque hasta ahora no lo ha hecho. Sam prosigue: Esta ley moral se compone de dos elementos distintos: La ley de la naturaleza y la promulgación positiva. La Ley de la naturaleza no puede ser ni es alterada. La promulgación positiva puede serlo y lo es. Así la alteración del día no constituye un argumento contra la moralidad y perpetuidad del mandamiento del día de reposo 175 Hermanos, yo no quiero hacer decir a Sam cosas que él no ha dicho, pero es que él mismo dice que este mandamiento de un día en siete se compone de dos elementos: La ley de la naturaleza y la promulgación positiva. Primero, segú Wald o la le de la atu aleza o puede se i es alte ada . Aho a ie , déjenme hacer un repaso de lo que Sam llama la ley de la naturaleza: A continuación se menciona la promulgación positiva del día señalado. Si bien la revelación general (La ley de la naturaleza) deja claro que es necesario un día señalado para la adoración, la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería ser. Descansar para la adoración en el séptimo día o el primer día no está escrito por la Creación en los corazones de los hombres. Puesto que la ley de la naturaleza no especifica la proporción correcta o la parte especifica de nuestro tiempo para la adoración publica, debe haber un mandamiento positivo de Dios pa a espe ifi a ese tie po 22 El acento que pone este párrafo en la revelación escriturada no tiene el propósito de menospreciar la claridad o el alcance de la revelación general. Tales pasajes como Génesis 1:31; Salmo 19:1-6; Hechos 14:16-17; Romanos 1:18-23 y 2:12-14 declaran explícitamente que el ser, la sabiduría, la santidad, la justicia, la ley, la ira y la bondad (gracia común) de Dios se revelan clara y convincentemente en la Creación. La bondad o gracia común de Dios no es, sin embargo, el evangelio. La promesa de un Redentor no es ni podía ser revelada a un mundo no caído en que todo era muy bueno (Gn. 1:31). 23 ¿Lo ota ? “a Wald o lla a a la le de la atu aleza la e ela ió ge e al l is o reconoce que en esa revelación general está incluida la escritura de la ley en el corazón de los hombres, citando Ro. 2:12-14. ¿Ya lo notaron? Entonces él dice que ese elemento (la ley de la naturaleza, el Decálogo) no permite una alteración de su moralidad. Es decir obliga a todos para que se le obedezca. Pero hermano Sam, ¿cuál mandamiento está escrito en el corazón del hombre? ¿Uno de un día en siete de adoración? ¿O uno de reposar el séptimo día? ¿O ambos? ¿O reposar el primer día de la semana? Por favor hermano Sam, decídase. Segundo, Sam dice que este mandamiento dado por Dios de un día en siete además debe ser positivo, porque aunque su moralidad descansa en la ley de la naturaleza (constitucional en el hombre), pues de todos modos en ella no se dice el día a reposar o adorar, sino que Dios debe especificar el día. Nuevamente, Sam dice que la ley de la naturaleza escrita en el corazón del hombre no dice el día que se debe adorar, lo que implica que Sam niega intrínsecamente que el 176 cuarto mandato (que ordena reposar el sábado) esté escrito en el corazón del hombre, lo que sugiere que el Decálogo no está escrito en el ser humano de manera constitucional. Así que Sam termina negando que Los Diez Mandamientos estén escritos en el corazón del hombre, o al menos no el Decálogo dado por Dios en el Sinaí. Para Sam parece que lo que está escrito en el corazón del hombre son estos Diez Mandamientos, léanlos bien: 1. No tengas dioses aparte de mí. . No te hagas i age … i las ado es. 3. No tomes mi nombre en vano. 4. Acuérdate de reposar un día en siete. (Luego se especificará qué día: En el Sinaí, y luego o el día del “eño ) 5. Honra a tus padres 6. No mates. 7. No adulteres 8. No robes. 9. No digas falso testimonio 10. No codicies. Esto no lo digo yo, lo dice Sam, pues él mismo dice que la revelación general (la ley en el corazón) no especifica el día: Si bien la revelación general (La ley de la naturaleza) deja claro que es necesario un día señalado para la adoración, la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería ser. Descansar para la adoración en el séptimo día o el primer día no está es ito po la C ea ió e los o azo es de los ho es Esta ley moral se compone de dos elementos distintos: La ley de la naturaleza y la promulgación positiva. La Ley de la naturaleza no puede ser ni es alterada. La promulgación positiva puede serlo y lo es. Así la alteración del día no constituye un argumento contra la moralidad y perpetuidad del mandamiento del día de reposo Pero eso no es todo, Sam dice que este mandamiento tiene una promulgación positiva, es decir, añadida a la ley de la naturaleza. Bien, suponiendo (contra las mismas palabras de la Confesión y Sam y con toda la irracionalidad de sus argumentos) que en la ley escrita en el corazón del hombre no se especifica el día de reposo o adoración, entonces, según Sam, Dios dio un mandamiento promulgado que especifique tal día. ¿Dónde Dios hizo tal promulgación? Aquí está: - Sobre el reposo del séptimo día: 177 Gén.2.3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra ue ha ía he ho e la ea ió Éxo.20.8-11 A uérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó - Sobre el reposo del primer día de la semana: Nada. No hay nada e la Es itu a ue lo soste ga, i si uie a ue lo i si úe Sigo esperando la evidencia. Si la tienes Sam, envíamela. Si ustedes la tienen envíenmela. Pero sé que algunos de ustedes posiblemente estén apelando a los textos bíblicos que sostienen la promulgación positiva la promulgación positiva del primer día de la semana como día de reposo y adoración: Jua.20.1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepul o Hec.2.1 Cuando llegó el día de Pentecostés, esta a todos u á i es ju tos Hec.20.7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. 1Co.16.1-2 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se e oja e to es of e das Apo.1.10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de t o peta Col.2.16-17 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el ue po es de C isto Noten hermanos, que a diferencia del Cuarto Mandato ordenado en el Decálogo, y del día santificado por Dios en la creación, no existe ninguna orden divina de reposar el primer día de la semana, ni ninguna insinuación de la santificación de este día de parte de Dios. 178 No existe ningún mandamiento positivo que ordene reposar el primer día de la semana. Y si no existe tal mandamiento positivo, sino solamente el Cuarto Mandamiento del día de reposo, entonces, o bien el hombre debe reposar el séptimo día si en verdad es una ley moral y perpetua, o como algunos han concluido, tal mandato no es perpetuo moralmente. Es decir, hay personas que aunque no reposen el Sábado, son aun así inocentes ante Dios. No reposar el sábado no sería pecado. Notemos que Sam no tiene evidencia bíblica del mandamiento de Dios de un día en siete como día de adoración. ¿Por qué? Sencillo, porque tal mandamiento no existe. Todo lo que Dios ha dicho sobre reposar un día es que él santificó el séptimo día y lo dio como reposo en el Decálogo. No obstante, Sam continua, pues él mismo reconoce la lógica de su propia teología: Así la alte a ió del día o o stitu e u a gu e to o t a la perpetuidad del mandamiento del día de reposo. o alidad En este punto puede suscitarse una cuestión adicional. El mandamiento del día de reposo es un mandamiento positivo instituido en la Creación. ¿Cómo puede alterarse una ordenanza de la Creación? La respuesta es, desde luego, que solo una nueva creación podría alterar una ordenanza de la Creación. Cristo, sin embargo, ha inaugurado una nueva Creación (2 Cor. 5:17; Gá 6:15). De ahí que es de esperarse un cambio en la ordenanza de la Creación del día de reposo. Que la observancia del último día de la semana está abolida se prueba en Colosenses 2:16-17. Si bien este texto no está hablando del concepto o principio del día de reposo, está enseñanza que la ordenanza del séptimo día de la antigua Creación y el Antiguo Pa to está a olida Noten que Sam sigue aceptando que el día de reposo fue un mandamiento positivo (añadido) instituido en la Creación, y si es en la creación ¿cómo es que Sam niega que por la ley escrita en el corazón humano se especifique el día de adoración? Sam ¿qué dices del Cuarto Mandamiento escrito allí? Notemos que Sam dice que en la Creación, la de siete días ordinarios, Dios estableció de manera positiva el reposo del séptimo día. Y que esto es creacional, y que como él mismo lo dijo: Fue i stituido en la Creación (Ge 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27). Lo que fue instituido desde la Creación tiene significado mientras continúe la Creación. Así tanto Jesús como Pablo basan 179 el deber ético de que algo fue instituido en la Creación. (Mt. 19:4-8; 1 Ti. 2:13; 1 Cor. 11:89) Así que reconociendo el problema de que si el séptimo día fue instituido en la Creación y que mientras dure la creación lo establecido allí de todos modos esto sigue vigente, él da una solución plausible: En este punto puede suscitarse una cuestión adicional. El mandamiento del día de reposo es un mandamiento positivo instituido en la Creación. ¿Cómo puede alterarse una ordenanza de la Creación? La respuesta es, desde luego, que solo una nueva creación podría alterar una ordenanza de la Creación. Cristo, sin embargo, ha inaugurado una nueva Creación (2 Cor. 5:17; Gá 6:15). De ahí que es de esperarse un cambio en la ordenanza de la Creación del día de reposo. Que la observancia del último día de la semana está abolida se prueba en Colosenses 2:16-17. Si bien este texto no está hablando del concepto o principio del día de reposo, está enseñanza que la ordenanza del séptimo día de la antigua Creación y el A tiguo Pa to está a olida ¿Cuál es la solución de Sam? Una grandiosa: Una nueva creación. Primero que todo. ¿Quién necesita modificar el día de reposo? Siendo honesto, yo no encuentro en la Escritura ninguna necesidad de cambiar el día de reposo. Dios no tuvo problemas para ordenar en el Decálogo el día de reposo a su pueblo Israel, no tuvo problemas en ordenar el bautismo a su pueblo, no tuvo problemas en sostener que el adulterio y el recasamiento (no abordo el tema acá) es pecado, no cambio el matrimonio entre hombre y mujer, y no tuvo problemas en instituir la cena del Señor. ¿Por qué Dios necesitó cambiar el día de reposo? Es decir, la necesidad de un cambio de día de reposo ¿fue planteada por el Señor Jesucristo o algún apóstol? Hermanos, los únicos que necesitan que el día de reposo sea modificado son aquellos que sostienen que tal día cambió. Segundo. Según Sam, esta nueva creación pudo alterar el día de reposo. ¿Alteró también el matrimonio entre hombre y mujer? ¿Cómo saben que no fue así? Ustedes contestan: Por la Escritura . Bien. ¿Alteró la nueva creación el día de reposo? ¿Cómo lo saben? La respuesta debe ser la misma: La Es itu a Es decir, si en realidad hay una nueva creación, ¿cómo sabemos qué cosas fueron alteradas por ella y cuáles no? Así es. La Escritura. ¿Modificó la Escritura (Dios), el día de reposo? Hasta donde he leído la Escritura, y a los teólogos que proponen tal cambio, la 180 o lusió es la De álogo is a: No, Dios o ha a iado su día de eposo o de ado e el Supongamos que en verdad hay una nueva creación. Solo supongamos. ¿Se modificó el matrimonio? No. ¿Por qué lo saben? Por la Escritura, pues los estándares siguen siendo los mismos: Una unión monógama y vitalicia entre un hombre y una mujer hasta la muerte. ¿Se modificó el día de reposo? Sí. ¿Por qué lo saben? Espero la evidencia. Así que si aun hay tal cosa como una nueva creación, por haber una nueva creación no necesariamente se debió haber modificado el día de reposo. Sin embargo, Sam, sin evidencia, afirma que por esta nueva creación el día de reposo se modificó ¿cómo lo sabe? Ustedes ya conocen el sustento bíblico que él aporta para mantener dicho cambio. Tercero. Hermanos, es sorprendente el uso que Sam hace de los textos bíblicos para apoyar la noción de una nueva creación cósmica, de nuevos cielos y nueva tierra, y con ellos sostener que Cristo a inaugurado una nueva creación. Personalmente veo que Sam descontextualiza los textos y los fuerza a decir cosas que él autor no tenía en mente. Sam dice que Cristo ha inaugurado una nueva creación, y nos da el soporte escritural, porque él es puritano, apegado a la biblia: 2Co.5.17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he a uí todas so he has ue as Gál.6.15 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una ue a ea ió Ahora bien, Sam apela al hecho de que Cristo ha inaugurado una nueva creación. Bueno, cosa evidente es que la primera creación fue mundial, física, cósmica, en seis días Dios creó los cielos y la tierra: Éxo.20.8-11 A u date del día de eposo pa a sa tificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de eposo lo sa tifi ó Así que si Sam cuando dice: Lo que fue instituido desde la Creación tiene significado ie t as o ti úe la C ea ió , es obvio que se está refiriendo a la creación del Señor de los cielos y la tierra, y al menos yo (no sé ustedes), veo que esa misma creación con la luz, 181 el sol, la luna, los animales, el mar, el cielo, las estrellas, las plantas y los hombres a imagen de Dios, continúan hasta este mismo segundo. ¿No es cierto? Y lo más notable es que continua así aun cuando Cristo ya ha resucitado. Y que yo sepa habrá cielos nuevos y tierra nueva solo después de que haya tenido luga el día del “eño : 2Pe.3.4-7 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos 2Pe.3.10-13 Pe o el día del “eño e d á o o lad ó e la o he; e el ual los ielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justi ia Así que yo espero una nueva creación, cielos nuevos y tierra nueva, cuando Dios venga y entremos en su reino. Mientras tanto la misma creación desde la fundación del mundo sigue y está esperando la manifestación de los hijos de Dios en la venida de Cristo: Rom.8.18-23 Pues te go po ie to ue las afli io es del tie po presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro ue po Entonces, con el debido respeto, pero Cristo con su muerte y resurrección no ha inaugurado ninguna nueva creación cósmica, excepto en los hombres que le reciben por fe, ellos sí llegan a ser nueva creación: 182 2Co.5.16-19 De a e a ue osot os de a uí e adela te a adie o o e os segú la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la pala a de la e o ilia ió Gál.6.14-16 Pe o lejos est de í glo ia e, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y ise i o dia sea a ellos, al Is ael de Dios Hermanos, seamos honestos ¿estos dos pasajes hablan de una nueva creación cósmica o se refieren la nueva vida del pecador en Cristo? En ambos pasajes, Pablo está apelando a una nueva creación, en contraste no con esta creación cósmica, sino con el hombre de pecado que nos estaba gobernando, con el hombre viejo, con el Adán. Antes estábamos sin Dios, pero ahora estamos en Cristo, y somos nuevas criaturas, ya no regidas por el pecado, sino que vivimos según el reino de Dios. No tiene importancia si uno es judío o gentil, lo que importa es que uno sea una nueva creación en Cristo. Efe.2.10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviése os e ellas Así que el paralelo que hace Sam entre nosotros y la creación cósmica no es uno que sea equiparable. La creación sigue intacta desde la fundación del mundo. Nosotros en efecto, somos primicias de esa nueva creación que vendrá un día. Pero todavía el matrimonio sigue siendo matrimonio, y el séptimo día sigue siendo el día de reposo. Si Sam quiere usar la nueva creación en Cristo del pecador, debe contrastarla no con la Creación que gime esperando nuestra redención del cuerpo, sino con la vieja creación, con nuestro Adán, con nuestro hombre de pecado, para que así la comparación tenga valía. Y si quiere contrastar la vieja creación (realmente actual) debe hacerlo con la nueva creación que está por venir, cuando el Señor establezca su reino en gloria, debe compararla con el siglo venidero. Sam distorsiona los textos escriturales, y les da un significado descontextualizado, pues él apela a una nueva creación cósmica, no con las profecías de cielo nuevo y tierra nueva, 183 sino con aquellos pasajes que hablan de la regeneración del pecador. Me dan ganas de llorar. Así que la nueva creación que tiene en mente Sam para apelar a un cambio de día de reposo, no es una creación cósmica, sino la regeneración del pecador. Entonces en ese orden de ideas, la solución de Sam podría plantearse en estos términos: En este punto puede suscitarse una cuestión adicional. El mandamiento del día de reposo es un mandamiento positivo instituido en la Creación. ¿Cómo puede alterarse una ordenanza de la Creación? La respuesta es, desde luego, que solo una nueva creación podría alterar una ordenanza de la Creación. Cristo, sin embargo, ha inaugurado una nueva Creación (2 Cor. 5:17; Gá 6:15), por medio de la regeneración de los pecadores. De ahí que es de esperarse un cambio en la ordenanza de la Creación del día de reposo. Que la observancia del último día de la semana está abolida se prueba en Colosenses 2:16-17. Si bien este texto no está hablando del concepto o principio del día de reposo, está enseñanza que la ordenanza del séptimo día de la antigua Creación y el Antiguo Pacto está a olida Así que Sam apela a una necesidad (que solo él necesita) de un cambio de día de reposo, en el hecho de que ahora Dios está regenerando a los pecadores por la fe en Cristo. Finalmente, Sam mismo, dice que según Colosenses, la ordenanza del séptimo día, del día de reposo de la antigua creación (el hombre de pecado, para hacer un contraste más justo) y del Antiguo Pacto (escrito en el corazón del hombre, el Decálogo) está abolida. Y si está abolida, como Sam lo cree, ¿tenemos que seguir guardándola? ¿Cómo puede una ordenanza que se supone está escrita en el corazón del hombre ser abolida? Si la Confesión aseveró que el Decálogo estaba escrito en el corazón del hombre y que este Decálogo obligaba a todos los hombres a que se le cumpla tanto creyentes como inconversos, ¿cómo es que ahora uno de sus mandatos está abolido? Alguna de las premisas está fallando. Otra dificultad que tiene la gente acerca de la alteración del día es que no puede encontrar una mención en las Escrituras de este cambio del día. Si se ha de resolver este problema, debemos comprender primero el principio por el que se señala el día de adoración en la ordenanza de la Creación. Debe entenderse el principio de la designación. En Génesis 2:3 dice que Dios separó el séptimo día porque descansó en dicho día. Reconociendo que lo que Dios hizo en la redención fue tan grande que nada menos el concepto de una nueva creación podía describirlo, debemos entender que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación. El día de 184 reposo de la nueva Creación es designado según el mismo principio que el del día de reposo de la antigua creación. Es el día de descanso de Dios. El primer día de la semana fue el día en que acabaron las obras de Cristo para expiar los pecados de su pueblo y Él entró en su reposo en la gloria de la resurrección. El día del Señor es el octavo día, el día de nuevos comienzos. Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una ue a C ea ió la o e o a Yo soy una de esas personas que tiene dificultad con la doctrina del cambio de día de reposo, y es que en efecto no veo una sola insinuación de tal cambio, pero no es que solo no vea mención del cambio, sino que en mis primeros cuatro capítulos he expuesto un cumulo de evidencia canónica, de nuestra Santa Escritura, que apunta hacia otra dirección y que no permite la idea que Sam y la CBFL plantea sobre un cambio de día de reposo, o un mandamiento de reposar un día en siete. Pero bueno, Sam tiene una respuesta. Sam dice que para poder comprender el cambio de día de reposo, en efecto, no se puede ver en ningún texto de la Escritura (si no fuera así, él y ustedes ya lo hubieran propuesto), sino que se debe apelar al principio de designación. He a os íos, ¿le e o ie lo ue “a e o o e? A la uestió de ue o se puede e el a io de día e la Es itu a El o o testa o di ie do: Po supuesto ue sí, teo lo o a ost a , si o ue de e apela u a p i ipio i te p etati o: El p i ipio de designación. Bien, ¿quién estableció el principio de designación? ¿Pablo, Pedro, Jacobo? No, su autoría es del señor Sam Waldron. Pero que no sea designado por algún apóstol no implica que el principio hermenéutico no sea valido, hay que revisarlo. ¿En que consiste tal principio? Aquí está: Debe entenderse el principio de la designación. En Génesis 2:3 dice que Dios separó el séptimo día porque descansó en dicho día. Reconociendo que lo que Dios hizo en la redención fue tan grande que nada menos el concepto de una nueva creación podía describirlo, debemos entender que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación. El día de reposo de la nueva Creación es designado según el mismo principio que el del día de reposo de la antigua creación. Es el día de descanso de Dios. El primer día de la semana fue el día en que acabaron las obras de Cristo para expiar los pecados de su pueblo y Él entró en su reposo en la gloria de la resurrección. El día del Señor es el octavo día, el día de nuevos comienzos. Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una nueva Creación y la conmemo a 185 Note os las pala as de Wald o : En Génesis 2:3 dice que Dios separó el séptimo día porque descansó en dicho día…debemos entender que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación. El día de reposo de la nueva Creación es designado según el mismo principio que el del día de reposo de la antigua creación. Es el día de descanso de Dios Lo primero que quiero que notemos es que Sam afirma que nosotros, sus lectores, istia os, debemos entender que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación . ¿Qué pasaría si yo no creo en el principio de designación? Una cosa es segura: Nada. O más bien, me daré cuenta que la idea de un cambio de día de reposo es sencillamente invención humana. Dios no ha escrito en ninguna parte de su Palabra, que él usa un principio de designación para cambiar el día de reposo. Eso es un método interpretativo espurio, es decir, lo que eal e te “a p opo e es ue osot os debemos leer en la Escritura que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación, aun cuando allí no se mencione en a soluto. De e os lee osas e el te to ue allí o está es itas . En segundo lugar, leamos las pala as de Wald o : En Génesis 2:3 dice que Dios separó el séptimo día porque descansó en dicho día…debemos entender que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación. El día de reposo de la nueva Creación es designado según el mismo principio que el del día de reposo de la antigua creación. Es el día de descanso de Dios Quiero que notemos que Sam muestra que hay un principio de designación del séptimo día como día de reposo de la antigua creación ¿cómo lo sabe? De la misma manera que ustedes: Porque hay un texto en el que Dios mismo designa un día de reposo suyo, Génesis 2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación Así que Sam sabe que Dios designó un día de reposo suyo, no mediante una profunda reflexión teológica y análisis de la Tora, sino porque Dios mismo lo hizo, y Sam tiene evidencia explicita de ello en la Escritura. Pero ¿cómo sabe Sam que Dios designó un nuevo día de reposo? Noten que Sam ya no puede acudir a algún texto escritural, ni uno, y ni siquiera uno que lo insinúe. En tercer lugar, Sam, no teniendo evidencia bíblica para saber si Dios designó un nuevo día de reposo, apela a un hecho, no al texto: El descanso de Dios. 186 ¿Cómo sabe Sam que Dios descansó en la primera creación? No por una profunda reflexión teológica y análisis exhaustivo de la Tora y los Profetas, sino porque llanamente así lo uest a la Es itu a: Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación . ¿Ahora cómo sabe Sam que Dios reposó otro día y que lo estableció como sustituto del día séptimo? De esta manera: El p i e día de la se a a fue el día en que acabaron las obras de Cristo para expiar los pecados de su pueblo y Él entró en su reposo en la gloria de la resurrección. El día del Señor es el octavo día, el día de nuevos comienzos. Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una nueva Creación y la conmemora Entonces, en la primera Creación (no hay dos creaciones) quien reposó fue Dios, Elohim, pero ahora no es Dios sino Cristo, quien reposa en la segunda creación. En efecto, el viernes acabó la obra propiciatoria de Cristo en la cruz ¡Aleluya! Y el Señor estuvo en el sepulcro todo un día de reposo, el sábado, y en la mañana del primer día de la semana, él fue resucitado de entre los muertos ¡Aleluya! ¿Y él entró en su reposo en la gloria de su resurrección? ¿Cómo sabe Sam que Cristo entró en su reposo en la gloria de su resurrección? Lo que yo sé es que Cristo se levantó de los muertos, se apareció a sus discípulos (Lc 24), estuvo con ellos cuarenta días enseñándoles del reino de Dios (He. 1), luego fue llevado al cielo, luego (He. 1), enviaría el día de Pentecostés la promesa del Espíritu (He. 2), y luego siendo instaurado en el cielo está ejerciendo gobierno sobre el mundo, principados y potestades y sobre la iglesia misma (Mt 28), y así mismo está intercediendo por los suyos ante el Padre como abogado (1 Jn. 2; Heb. 4), y está esperando el día de su venida para castigar con vara de hierro a las naciones y juzgar a los hombres (2 Tes. 1), celebrar con sus santos la Nueva Pascua (Ap. 19)y darles recompensa (Mt 25), está esperando que todo dominio sea puesto bajo sus pies, y finalmente se sujetará al Padre mismo (1 Cor . 15) Así que hasta donde yo veo, Cristo no entró en su reposo, él sigue trabajando hasta establecer el reino de su Padre. Y lo que es más, no tenemos ningún registro de que Cristo haya entrado en su reposo. Po ta to, la f ase él (Cristo) entró en su reposo en la gloria de su resurrección es de autoría de Sam Waldron (aunque no es él único que la usa). Es una idea suya. Ahora bien, si él quiere seguir diciendo que Cristo entró en su reposo en la gloria de su resurrección 187 ¿quiénes somos para decirle que no lo haga? Solamente que él sepa que nosotros sabemos que tal premisa no es apostólica. En realidad, es Sam quien designa al primer día de la semana como día de reposo de una nueva creación (los pecadores regenerados). El día del Señor (el primer día de la semana) es el octavo día, el día de nuevos comienzos. Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una nueva Creación y la conmemora El octavo día cobra sentido en las siguientes festividades: Lev.23.34-43 Ha la a los hijos de Is ael diles: A los ui e días de este es s pti o se á la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días. El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis. Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo, además de los días de reposo de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Jehová. Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jeho á uest o Dios ¿Po u se e io a el o ta o día ? El o ta o día se ía el día ue sigue al s pti o día, o sea, el primer día de la semana. Así que piensen qué pasaría si Dios dijera en vez del octavo día, el primer día de la semana: “iete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el (octavo día) primer día tendréis sa ta o o a ió haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el primer día (octavo) día será también día de reposo 188 Por supuesto, la instrucción cambia totalmente. Ya no descansarían al terminar la fiesta, sino al comenzarla, por eso se necesita del octavo día, para señalar que en tal día, luego del séptimo día, se siga con un reposo, pero no se puede decir, el primer día, porque modificaría la instrucción del todo. E i apítulo de este li o, uest o ue el o ta o día o es el día de ue os comienzos. Es el día que sigue al séptimo, y se llama, el primer día de la semana. “ola e te pa a algu os he a os, es ue el o ta o día es el día de ue os o ie zos , entre ellos Sam Waldron. Y luego “a ag ega: Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una nueva Creación y la conmemora Sam se refiere tanto al primer día o el octavo día. ¿Lo notan? Sam tiene que echar mano a cuanto recurso encuentre, así pase por alto los contextos de la Escritura. Así finaliza Sam Waldron su exposición de que el primer día de la semana fue ordenado por Dios como día de reposo de la nueva creación: Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una nueva Creación y la conmemora En efecto, el séptimo día está relacionado con la creación y la conmemora: Éxo.20.8-11 A u date del día de eposo pa a sa tifi a lo. “eis días t a aja ás, ha ás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de eposo lo sa tifi ó Lo que yo no sé es si en verdad (según quién) el primer día de la semana está relacionado con la nueva creación (los pecadores regenerados, según sus textos bíblicos de apoyo) y la conmemora. ¿Ustedes tienen idea de cómo lo podemos saber? Yo sí. Es una propuesta extra-canónica de Sam Waldron y de otros teólogos católicos y reformados. Así que hermanos, si ustedes quieren conmemorar la nueva creación (la regeneración del pecador) cada primer día de la semana ¿quién se los puede impedir? Solo que yo les pido 189 amablemente que respeten la determinación de la iglesia de no hacerlo, pues ningún apóstol me ordenó practicar tal conmemoración. - Esta es toda la evidencia de Sam para sostener el cambio de día de reposo: En conclusión, como lo pueden ver, Sam no tiene evidencia bíblica, exegética, sostenible, verificable con la Escritura que apoye el cambio de día de reposo, o como él lo dice, su designación. Sino que como ustedes mismos lo ven, la designación del día de reposo para la nueva creación es netamente de Sam Waldron, es él, quien, sin apoyo apostólico, textual ni teológico, y contra toda racionalidad y lógica, designa al primer día de la semana como día de reposo que sustituyó al Shabbath. Sam sabe que no puede apelar a la Escritura. Así que todo el argumento de Sam se resume en esto, en la designación propia del día, en la premisa extra-canónica de que Cristo entró en su reposó el primer día de la semana cuando resucitó. Idea netamente suya y de otros. Esto es lo que se llamaría teología especulativa, y como de teología no tiene nada, es sencillamente especulación. Ahora si ustedes, a partir de los textos de la Confesión sobre el cambio de día, pueden hacer algo mejor que lo que ha hecho Sam, ya saben mi correo. Es más yo mismo en un punto de este tratado lo intentaré hacer. Cuando analice la confesión de Westminster. Por ahora, antes de proseguir, pregunto: ¿Quién necesita que el día de reposo cambie? Yo no. Dios tampoco. La iglesia no lo necesita. 6.3.10 Decima parte Palabras de Sam: …Este a da ie to de u día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones. …Co ti úa o el día del “eño . El día del “eño del Nue o Pa to e a a el p i ipio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de reposo y el día del Señor. . La desig a ió el Día del “eño alude a las f ases í li as ue des i e el día de eposo: i día sa to , el día sa to del “eño Is. : ; “eño del día de eposo Mt. 12:8).24 6.3.10.1 Mi análisis 190 Ya sa ie do ue pa a “a Wald o el día del “eño es el p i e día de la se a a, entonces puedo analizar y responder a los planteamientos que Sam hace para sostener la e iste ia del día del “eño Recordemos que Sam ha dicho que Dios estableció un mandato de un día en siete como día de eposo, o o pila de este a da ie to p opo e el día del “eño . Es decir, “a al soste e el día del “eño , lo ue eal e te está us a do suste ta es la existencia de un mandato de reposar un día en siete. ¿Lo notan? Así ue si ol ida ue este día del “eño del Nue o Pa to es ase del u día e siete o o eposo, e dispo go a a aliza el día del “eño . - a da ie to de El día de reposo ¿principio o mandato? Lo primero que quiero notar del le guaje de “a es ue l afi a ue el día del “eño del Nuevo Pacto encarna el principio del día de eposo i stituido e la C ea ió . No entiendo a Waldron. El mismo ha dicho que el Decálogo (supuestamente escrito en el corazón del hombre en la creación) es de cumplimiento moral para todos los seres humanos, incluyendo el día de reposo allí ordenado, el cual evidentemente es el mismo día que Dios reposó en la Creación: El séptimo día. Pero ahora él dice que en realidad el día de reposo establecido en la creación, no es un mandato sino un principio. ¿Cuál? En efecto, para su teología sería el principio de reposar un día entre siete. Pero ¿recuerdan que Sam había dicho que el mandato de Dios de un día en siete tenía como fundamento que fue establecido en la creación? Pero ahora según Waldron, lo que se estableció allí, en la creación, no fue un mandato sino un principio, el principio del día de reposo. Lo que yo entiendo como que Dios estableció que el hombre debiera descansar un día en la semana, así como él mismo lo hizo. Solo que Dios, (¿no lo has leído Waldron?) no dejo el día al pensamiento del hombre, sino que ordenó el séptimo día. Pero bueno, sigamos a Waldron. A o ti ua ió “a Wald o p opo e siete e ide ias de la e iste ia del día del Seño , e p opo go a a aliza las u a a u a, si pe de de ista ue este día del “eño es u a p ue a del a dato positi o, o al pe petuo de Dios, de ue el ho e ha de reposar un día entre siete. 191 Tengamos presente que Sam ha deducido que el día del Señor es una continuación, aunque con variaciones del día de reposo del Antiguo Pacto, del séptimo día. Y él ha visto dos paralelos entre este día del Señor (primer día de la semana) y el día de reposo: Apo.1:10 Yo esta a e el Espí itu e el día del “eñor, y oí detrás de mí una gran voz como de t o peta Jo he e a ku iakos , el día del “eño e uest a t adu ió , es la f ase ue Jua escribe en su carta profética a las siete iglesias. Y Waldron dice que esta frase alude o hace alusión a las frases de los profetas, en realidad de uno solo, del profeta Isaías, y también de algún modo en una cita de Jesús: Isa.58.13 “i et aje es del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jeho á lo ha ha lado Mat.12.6-8 Pues os digo ue u o a o ue el te plo está a uí. Y si supieseis u significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo ¿Realmente la frase El día del “eño alude al p ofeta Isaías a Jesús? En primer lugar Isaías está exhortando al pueblo de Israel, novecientos años antes de Cristo, para que su pueblo guardara el día de reposo que Dios les había dado ¿Cuál era ese día? Es inequívoco afirmar que era el séptimo día. “a e u pa alelis o e t e el día del “eño sa to i día sa to , itado e Isaías. e el ue Jua io su isió , i día Entonces, asumamos que así es. Que en efecto, Juan en Patmos hizo alusión al día santo del Señor, a i día sa to ue Dios efi ió edia te el p ofeta Isaías. ¿Qu día en particular sería entonces el día al que Juan está haciendo referencia? “i Jua está ha ie do efe e ia al día sa to itado e el p ofeta Isaías, e to es a sabemos qué día de la se a a estu o Jua e el Espí itu. ¿No es ie to? “i Dios lla ó i día sa to al s pti o día, al día de eposo ue o de ó a los Is aelitas, si Jua a este mismo día, lo llamó casi mil años después, el día del “eño ¿No es la o ue a sa e os el día de la semana en que Juan vio su visión? En efecto, era un sábado, era el séptimo día, el día sa to del “eño . Asunto cerrado. ¿O no? 192 En segundo lugar, si Sam niega este paralelismo entre Isaías y Juan, de que el día citado es el séptimo día, el día de reposo ¿por qué lo hace? La espuesta uizá es ue el día del “eño alude a i día sa to , o e el se tido del día e pa ti ula , si o e el se tido de que hay un día de reposo tanto en la ley y los profetas, como en los escritos apostólicos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Pacto; y prueba de esto, es que Juan esté citando otro día sa to del “eño , au ue o e esa ia e te sea el is o día espe ifi o. E to es, si i día sa to el día del “eño o se efie e al is o día, si o a días de la semana diferentes, si a sa e os ue i día sa to (citado por Isaías) es el séptimo día, entonces ¿ uál es el día del “eño citado por Juan? En tercer lugar, uie o ue ote os ue Jua ja ás dijo ue el día del “eño primer día de la sema a : e a el Apo.1.9-11 Yo Jua , uest o he a o, opa tí ipe uest o e la t i ula ió , e el ei o y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia Laodi ea ¿Está Juan diciendo aquí que el día del Señor es el primer día de la semana? ¿Está Juan diciendo aquí que el primer día de la semana remplazó el día de reposo? ¿Está Juan diciendo aquí que él en el Espíritu estaba en el día de reposo? Con humildad, quiero hacer notar que leer que Juan estaba un primer día de la semana en el Espíritu, es leer algo que Juan no dice, es llegar a una conclusión sin evidencia. Es leer allí algo qué no se dice. Es eiségesis, no exegesis. En realidad, no sé cómo, mediante una lectura de este texto, uno puede llegar a una conclusión como esa, que no solo ignora la Escritura sino que pasa por encima de ella en lo que respecta al día del Señor, al Yom Yahweh. Y finalmente, invito a Sam a replantear su paralelismo de la f ase el día del “eño , a que ni Isaías en la cita que él brindó, i Mateo ue ha la del “eño del día de eposo , tienen la misma frase de Juan: El día del “eño . Miremos: . Jeho á Isaías : Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, lo lla a es deli ia, sa to, glo ioso de Jeho á . Jesús Mateo po ue el Hijo del Ho e es “eño del día de eposo . Jua : Yo esta a e el Espí itu e el día del Señor 193 Sam ve en estas tres frases un conspicuo (claro, evidente) paralelismo. Bueno, profesor Waldron y hermanos, ¿ven ustedes algún paralelismo en las siguientes frases?: 1. Amos: ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No se á el día de Jeho á ti ie las, o luz; os u idad, ue o tie e espla do ? 2. Isaías: Aullad, po ue e a está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso. Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas. He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, pa a o e ti la tie a e soledad, ae de ella a sus pe ado es . “ofo ías: Calla e la p ese ia de Jeho á el “eñor, porque el día de Jehová está e a o; po ue Jeho á ha p epa ado sa ifi io, ha dispuesto a sus o idados . A días Visió de A días…Ta po o de iste ha e te pa ado e las e u ijadas pa a matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia. Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hi iste se ha á o tigo; tu e o pe sa ol e á so e tu a eza 5. Joel: P o la ad a u o, o o ad a asa lea; o g egad a los a ia os y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová. ¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. ¿No fue arrebatado el alimento de delante de nuestros ojos, la alegría y el placer de la asa de uest o Dios? . Joel: To ad t o peta e “io , dad ala a e i sa to o te; tie le todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de l lo ha á e años de u has ge e a io es . Joel: po ue g a de es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo? Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro la e to 194 . Joel: Mu hos pue los e el alle de la de isió ; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su espla do 10. Zacarías: He a uí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos . Mala uías: A o daos de la le de Mois s i sie o, al ual e a gu e Ho e ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con aldi ió 12. Pedro: Y da p odigios a i a e el ielo, Y señales a ajo e la tie a, “a g e fuego y vapor de humo; El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será sal o . Pa lo: Po ue osot os sa is pe fe ta e te ue el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y o es apa á . 14. Pablo: Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. . Ped o: El “eño o eta da su p o esa, segú algu os la tie e po ta da za, si o que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tie a las o as ue e ella ha se á ue adas 16. Jua : Yo esta a e el Espíritu en el día del Señor Así que son dieciséis frases, once en los profetas, y cinco en los escritos apostólicos que so t adu idas o o el día del “eño . E to es si “a e u claro paralelismo en esto: . Jeho á Isaías : mi día santo 2. Jesús (Mateo el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo . Jua : …e el día del Señor 195 Entonces yo siento ganas de llorar si Sam y ustedes no ven un paralelismo en esto, así no sea tan claro (con sarcasmo lo digo) como el anterior: 1. Amos: ¡A de los ue desean el día de Jehová!…¿No se á el día de Jehová tinieblas, y o luz 2. Isaías: e a está el día de Jehová…He a uí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y a do de i a . “ofo ías: po ue el día de Jehová está e a o . A días Po ue cercano está el día de Jehová so e todas las a io es . Joel: ¡A del día! po ue e a o está el día de Jehová . Joel: po ue ie e el día de Jehová, po ue está e a o . Joel: po ue g a de es el día de Jehová, u te i le . Joel: po ue cercano está el día de Jehová e el alle de la de isió 10. Zacarías: He a uí, el día de Jehová ie e . Mala uías: …a tes ue e ga el día de Jehová, g a de te i le 12. Pedro: Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto 13. Pa lo: ue el día del Señor e d á así o o lad ó e la o he 14. Pa lo: i os o tu is… i po a ta o o si fue a uest a, e el se tido de ue el día del Señor está cerca. 15. Ped o: Pe o el día del Señor e d á o o lad ó e la o he 16. Jua : Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor “ea os ho estos, ¿Dó de está el pa alelis o? “i de pa alelis os se t ata, ¿ el día del “eño de Jua el apóstol es pa alelo a i día sa to “eño del día de eposo ? ¿O ás ie el día del “eño es pa alelo a las quince veces que la misma frase (y eso sin tomar en cuenta las realidades que contienen) se usa en la Escritura? Ustedes tienen que tomar una decisión. Yo ya tomé la mía. Po ta to, el a gu e to ue p opo io a “a so e la alusió del día del “eño al día de reposo, en mi humilde opinión, no tiene nada de paralelismo. Más bien, el método de Sam, lo habría de llevar en otra dirección. Y esto es así ya que Sam cita tres versos que no tienen nada en paralelo, ni siquiera el día en particular, pues dos versos hacen referencia al séptimo día (Isaías y Mateo), y el otro, a un día, que no se sabe cómo es que él acepta y concluye que es el primer día de la semana (Apocalipsis); y además, ninguna de las tres frases es paralela, solo dos de ellas lo son: Isaías y Mateo, y esto porque ambas hacen referencia conspicua a un día: El séptimo día. 196 Aquí presento, lo que ustedes deberían analizar si es o no un paralelismo, al menos un poco más detallado que el de Sa : El día del “eño es “u día, Su día escatológico, en que él vendrá a juzgar y salvar. La decisión es de ustedes. Si Waldron cierra sus ojos al paralelismo que yo aquí planteo con dieciséis frases idénticas, e insiste en que sus tres frases son paralelas (Isaías, Mateo y Juan) ¿quién soy yo para decirle lo contrario? Pero hermanos, seamos honestos, ¿dónde está el paralelismo? ¿En las tres frases (solo dos apuntan al mismo día) que Sam propone? ¿O las dieciséis que aquí presento? Sigan la evidencia. Eso es todo. 6.3.11 Onceava Parte Sam prosigue: …Este a da ie to de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones... …Co ti úa o el día del “eño . El día del “eño del Nue o Pa to e a a el p i ipio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos o spi uos e t e el día de eposo el día del “eño … … . Al igual ue el día de eposo, a dife e ia de ual uie ot a o se a ia eligiosa, el día del Señor es la celebración de un día que tiene lugar semanalmente. 25 6.3.11.1 Mi análisis Al igual que el día de reposo, y a diferencia de cualquier otra observancia religiosa, el día del Señor es la celebración de un día que tiene lugar semanalmente Ya sa ie do ue pa a “a El día del “eño es el primer día de la semana, podemos analizar la evidencia que él presenta sobre la celebración de este día con una periodicidad semanal. Notemos que en el punto anterior Sam argumentó que la f ase el día del “eño ha ía alusión inequívoca al día de reposo desde la perspectiva de Sam, no a otro día. Así que si la f ase de Jua el día del “eño es alusi a al día de eposo, al día sa to del “eño ¿po qué Waldron la asocia con otro día? Me e pli o, si el he a o Wald o , di e ue el día del “eño alude a la f ase í li a i día sa to , y “eño del día de eposo esas f ases tratan acerca del día de reposo, el séptimo día ¿cómo es que ahora puede vincular la frase a otro día? 197 ¿Có o sa e “a ue el día del “eño citado por Juan no se refiere al día de reposo, sino a otro día de la semana? ¿Cómo es que Waldron, usa una frase alusiva (aparentemente) al día de reposo pero la aplica a otro día? Aquí no veo la conexión. Es una lectura infundida. Sam está afirmando algo que Juan no dice y ni siquiera insinúa. Es un salto exegético sin evidencia. Así que Sam, en mi opinión, no solo no toma en cuenta el contexto de la Escritura y la intención de los autores bíblicos, sino que también él mismo se contradice, pues dijo que el día del “eño ha ía efe e ia al día de eposo, pe o aho a di e que es otro día: El primer día de la semana. Más ie , “a pod ía de e ía ost a e ide ia e ifi a le de ue el día del “eño ha e efe e ia al p i e día de la se a a . Po supuesto, esto u a o u i á, po ue tal cosa como que el primer día de la se a a sea el día del “eño , se illa e te no es real. Po ta to, el pu to de “a de ue el día del “eño es u a o se a ia eligiosa se a a o tie e i gú sig ifi ado eal, pues o e iste tal osa o o el día del “eño ue sea el primer día de la se a a. O se a el día del “eño , o es u a o se a ia o de ada po Dios. 6.3.12 Doceava Parte …Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones... …Continúa con el día del Señor. El día del Señor del Nuevo Pacto encarna el principio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de reposo y el día del Señor 3. Al igual que el día de reposo, y a diferencia de cualquier otra observancia religiosa, el día del Señor presupone así la semana de siete días de la Creación. 26 6.3.12.1 Mi análisis . Al igual ue el día de eposo, a dife e ia de ual uie ot a o se a ia eligiosa, el día del Señor presupone así la semana de siete días de la C ea ió Nuestro cristianismo tiene un trasfondo en el Antiguo Testamento, y según él, los cielos y la tierra fueron creados en seis días, y días reposó el séptimo día, y fue establecido un ciclo de siete días, lo que llamamos también semana. 198 Lucas relató la crónica de los hechos apostólicos desde una perspectiva de semanas de siete días, ya que en su texto mostró que existía un primer día de la semana, que por supuesto, seguía al último día del ciclo semanal, el séptimo día, el día de reposo. Esto es bien verificable en el relato de Lucas. Hermanos, supongamos que nuestra iglesia ordena celebrar la muerte de Cristo cada quinto día de cada semana ¿Cuántos días tiene la semana? En efecto, siete. La supuesta celebración de la muerte de Cristo cada quinto día de la semana, no significa nada. Que se celebre cada quinto día en una semana de siete días no significa nada. Sigue siendo una celebración propuesta por la iglesia, nada más. Así, que algunos teólogos muy antiguos hayan sugerido la celebra ió del día del “eño cada primer día de la semana, con semanas de siete días, no muestra nada, no afirma nada. Es una celebración inventada. Es obvio que desde el Génesis, la semana ordinaria tiene siete días, comienza con el primer día y termina con el Shabbath. No veo el punto de Sam. 6.3.13 Treceava Parte …Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones... …Continúa con el día del Señor. El día del Señor del Nuevo Pacto encarna el principio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de eposo el día del “eño … 4. El día del Señor es un memorial tanto de la Creación como de la redención. Así como el día de reposo conmemoraba la primera Creación y el Éxodo de Israel de Egipto, así también el día del Señor conmemora una nueva creación y una mayor redención.27 6.3.13.1 Mi análisis . El día del “eño es u e o ial ta to de la C ea ió o o de la ede ió . Así o o el día de reposo conmemoraba la primera Creación y el Éxodo de Israel de Egipto, así ta i el día del “eño o e o a u a ue a ea ió u a a o ede ió En efecto, estoy plenamente de acuerdo en que el día de reposo era en cierto sentido un memorial de la creación: 199 Éxo.20.8-11 A u date del día de eposo pa a sa tifi a lo. “eis días t a aja ás, ha ás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de eposo lo sa tifi ó Sin embargo, el séptimo día como tal no apuntaba a una conmemoración de la Creación, sino al hecho de que Dios había reposado el séptimo día. Así, el cuarto mandato no era tanto para conmemorar la creación, sino para reposar en el séptimo día, como Dios también lo hizo. Pero esto no implica que en este día los judíos no pudieran recordar al Creador. Sin embargo, el judío que en este día no conmemorara la primera creación no cometía pecado alguno, pues el mandato no era conmemorar la creación, sino reposar el séptimo día. También el día de reposo servía como recordatorio a los Israelitas de que un día ellos estuvieron como esclavos en la tierra: Deu.5.13-15 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo Entonces en efecto, el día de reposo recordaba a los judíos que ellos eran esclavos y que habían sido liberados con mano fuerte y brazo extendido. En esto Sam, para mí, está en lo cierto. Sin embargo, Sam mismo sigue diciendo: así ta i el día del “eño o e o a u a ue a ea ió u a a o ede ió . Bien, ¿De dónde viene la idea de que el primer día de la semana conmemora la nueva creación y una mayor redención? El séptimo día era en un sentido un recordatorio de la creación de los cielos y la tierra, no del hombre solamente, pues apunta a recordar que Dios trabajó seis días. Así que mi pregunta es ¿qué creación se conmemora con el primer día? Como lo vimos en los textos divinos, para nuestros apóstoles mismos la creación está gimiendo, y solo cuando el Señor regrese, ésta será liberada y entonces habrá cielos nuevos y tierra nueva. Pero entre tanto, no hay ninguna nueva creación que conmemorar. 200 Es cierto, que con la resurrección del Señor se marca la resurrección de los muertos, que apunta a la nueva creación que un día vendrá a tomar lugar, pero notemos que es la resurrección en sí la que apunta hacia allá, no el primer día de la semana como tal, sino el evento en sí. Entonces no es el primer día de la semana lo que apuntaría (en vez de conmemorar) a la nueva creación sino la resurrección del Señor. Y o o lo es i o a uí, u a osa es o e o a , po ue a está hecho, otra es señala , apu ta , esto po ue toda ía o es eal e el tie po p ese te. Así ue la resurrección del Señor, señala lo que esperamos: Cielos nuevos y tierra nueva, pero no lo conmemora. El punto es que Sam no se basa en la resurrección del Señor, sino en el día como tal (por supuesto, que podría cobrar significado por la resurrección del Señor). Ahora bien, aun si por la resurrección del Señor se conmemorara la segunda creación (cosa que no está señalada en nuestra fe canónica) ¿quién nos ordena a los hijos de Dios conmemorar la nueva creación por la resurrección de Cristo? ¿Quién nos podría impedir por ejemplo cada año conmemorar la Venida del Espíritu Santo? ¿Quién nos podría impedir conmemorar cada año la ascensión del Señor al cielo? ¿Quién nos podría impedir conmemorar cada miércoles nuestra justificación ya que el “eño esu itó pa a uest a justifi a ió ? Pie so ue adie. “i e a go, esto pertenecería al culto privado, no a una doctrina apostólica para la iglesia. Así mismo, si mi hermano Sam desea conmemorar la segunda creación (que no ha tenido lugar todavía) ¿quién soy yo para impedírselo? Lo único, es que comprendamos que Sam está haciendo algo que pertenece al culto personal, y si él piensa que es una doctrina apostólica, esperamos evidencia de ello. Por mi parte, en realidad, no veo porqué debiera yo conmemorar una nueva creación (algo que no ha sucedido) cada primer día de la semana. Entonces no sé para qué apóstol el primer día de la semana conmemoraría la segunda creación, cuando nuestros apóstoles ni lo enseñaron, ni lo insinuaron y lo que es más, apuntaron a que la nueva creación (cielos nuevos y tierra nueva) todavía está por venir. Así mismo, tampoco veo por qué el primer día de la semana (al cual Sam, sin evidencia, si o o t a e ide ia, lla a el día del “eño o e o e u a a o ede ió . Nuestro Señor, como sabemos se encarnó, fue bautizado por Juan, predicó el Evangelio, comió la Pascua con sus discípulos, murió el segundo día de la Pascua de ese año (un ie es , día e ue po su uz todo fue o su ado el pagó po el pe ado estu o e la tumba todo el día de reposo ordinario de aquella semana, aunque sabemos que estuvo 201 en el Paraíso, luego se levantó al tercer día de su muerte, es decir, el primer día de la semana, luego siguió enseñando a sus apóstoles, subió al cielo, y envió al Espíritu Santo el día quincuagésimo de Pentecostés, y se está esperando su regreso, en el que los muertos en Cristo resucitarán, y la muerte, el último enemigo será destruido. Claro que sí, la resurrección es un evento salvador para los hombres, pero no es el único evento, también su cruz (¿la cruz se conmemora el quinto día de la semana?) y también su ministerio intercesor son eventos que hacen parte de la redención¡ Y qué decir del Día del Señor cuando venga! Entonces, el primer día de la semana no conmemora la redención, sino que él mismo Señor estableció un acto, una celebración para su iglesia que es más eficaz en hacerlo: La Mesa del Señor, la cual ordinariamente se celebraba cada primer día de la semana, como podríamos inferirlo: 1Co.11.26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seño a u iáis hasta ue l e ga Hec.20.7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el dis u so hasta la edia o he Así que lo que conmemora la mayor redención, no es el día en sí, sino el evento que lo recuerda: La mesa del Señor. Por tanto, la nueva creación y la redención no es conmemorada por el día en sí, por el primer día de la semana, sino (concediendo la nueva creación inaugurada) los eventos en ese día: La resurrección única del Señor, histórica y hecha para siempre, y la mesa del Señor celebrada cada primer día de la semana. Entonces notemos que Sam en vez de acercarse a los hechos y datos escriturales, se aleja de ellos, o no los toma en cuenta, y esto para seguir sosteniendo la idea de la celebración de un día que conmemora la nueva creación (para él) y la redención. ¿Quién soy yo para impedirle a Sam ver en el primer día de la semana estas conmemoraciones? Nadie. Solo que Sam, lo digo, está enseñando algo del culto privado como si fuera una doctrina apostólica. Es decir, está enseñando como voz de Dios algo que es suyo (que otros también lo hacen). Eso no es puritano. El primer día de la semana es importante para la iglesia, no porque este día conmemora la primera creación, sino porque este día la iglesia come el pan y bebe la copa, y por ello anuncia la muerte del Señor hasta que él venga. 202 6.3.14 Catorceava Parte …Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones... …Continúa con el día del Señor. El día del Señor del Nuevo Pacto encarna el principio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de eposo el día del “eño … 5. El día del Señor es un día que pertenece especialmente al Dios. Dieciséis veces habla Dios de is días de eposo 28 6.3.14.1 Mi análisis El día del Señor es un día que pertenece especialmente al Dios. Dieciséis veces habla Dios de is días de eposo . Esto o pleta e te de a ue do o Wald o e ue Dios ha la de Solamente que ¿a qué días se refiere Dios? Veamos: is días de eposo . 1. Éxo.31.13-14 Tú ha la ás a los hijos de Is ael, di ie do: E e dad osot os gua da is mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere o a algu a e l, a uella pe so a se á o tada de e edio de su pue lo 2. Lev.19.3 Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jeho á uest o Dios 3. Lev.19.30 Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jeho á 4. Lev.26.2 Guardad mis días de reposo, y tened en reverencia mi sa tua io. Yo Jeho á 5. Isa.56.4 Po ue así dijo Jeho á: A los eu u os ue gua de mis días de reposo, y es oja lo ue o uie o, a a e i pa to 6. Eze.20.12 Y les di ta i mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos para que supiese ue o so Jeho á ue los sa tifi o 7. Eze.20.13 Mas se e eló o t a í la asa de Is ael e el desie to; o a du ie o e mis estatutos, y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere, 203 vivirá; y mis días de reposo profanaron en gran manera; dije, por tanto, que derramaría so e ellos i i a e el desie to pa a e te i a los 8. Eze.20.16 po ue dese ha o is de etos, o a du ie o e días de reposo profanaron, porque tras sus ídolos iba su corazó is estatutos, mis 9. Eze.20.19-20 Yo so Jeho á uest o Dios; a dad e is estatutos, gua dad is preceptos, y ponedlos por obra; y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí osot os, pa a ue sepáis ue o so Jeho á uest o Dios 10. Eze.20.21 Mas los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumpli i e ojo e ellos e el desie to 11. Eze.20.23-24 Ta i les al o i a o e el desie to, ju a do ue los espa i ía entre las naciones, y que los dispersaría por las tierras, porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis días de reposo, y tras los ídolos de sus pad es se les fue o los ojos 12. Eze.22.8 Mis sa tua ios e osp e iaste, is días de reposo has profanado 13. Eze.22.26 “us sa e dotes iola o i le , o ta i a o is sa tua ios; e tre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis días de reposo apa ta o sus ojos, o he sido p ofa ado e edio de ellos 14. Eze.23.38 Au esto ás profanaron mis días de reposo e hi ie o : o ta i a o i sa tua io e a uel día, y 15. Eze.44.24 E los asos de pleito ellos esta á pa a juzga ; o fo e a is jui ios juzgarán; y mis leyes y mis decretos guardarán en todas mis fiestas solemnes, y santificarán mis días de reposo Por mi parte, quizá me faltó más detalle en mi búsqueda pues solamente encontré quince e es e las ue uest a t adu ió e efe to ha e efe e ia a is días de eposo . Considero que a éstos es que se refiere Sam Waldron, pues la frase es exacta. Habiendo encontrado entonces los textos a los que Sam ha hecho referencia, puedo preguntarle a Sam ¿A u días se efie e Dios o is días de eposo ? “i ustedes lee los textos, la conclusión inequívoca es que Dios está hablando siempre y en todo caso de 204 el s pti o día , ue fue el día ordenado para que Israel lo guardara y fuera señal entre Dios y ellos. Entonces en efecto, estos días de reposo dados por Dios, son especiales para él, su día de reposo ha de ser reverenciado y guardado, y no profanado como lo hizo Israel. Así que is días de eposo so los s pti os días de ada se a a . ¿Me e ui o o? Habiendo aclarado este aspecto, traigo a colación la frase de Sam: El día del “eño es u día ue pe te e e espe ial e te al Dios. Die is is e es ha la Dios de is días de reposo En efecto hermanos, el día de reposo es un día que pertenece especialmente a Dios, y Sam mismo nos ha dado dieciséis citas de ello (yo encontré quince). Esto es inequívoco. Ahora ie , la uestió es ue “a di e ue el día del “eño el primer día de la semana), es un día que le pertenece especialmente al Señor. Reitero, hubiera sido mucho mejor que Sam nos diera evidencia de cómo es que él sabe ue el día del “eño es el título apostóli o del p i e día de la se a a . Lamentablemente no lo logró en su intento y tampoco habrá quien pueda hacerlo. Estoy seguro. E to es, si e ide ia de ue el p i e día de la se a a se de a lla a el día del “eño “a te e a ia e te apli a a este día las f ases alusi as e lusi a e te al día de reposo. ¿Es eso exegesis bíblica? Para mí no lo es. Esta es la manera de formar una doctrina propia. Pero lo que es más sorprendente todavía es que uno podría esperar entonces que Sam ad itie a ue si Dios ha la de is días de eposo , esas f ase se apli a al día del “eño e to es ste día sea po o siguie te el día de eposo al ue Yah eh se efie e, al séptimo día, pero esto es algo que Sam mismo no hace. Para Sam, hay otro día de reposo. Hermanos, Dios fue enfático diciendo: otro día. ¿Es eso bíblico y apostólico? is días de eposo . Pe o “am aplica esta frase a E to es “a aho a está i si ua do ue ha ot o día de eposo: el día del “eño , el primer día de la semana. Y esto lo hace basándose en la premisa propia de que Cristo entró en su reposo el día de su resurrección ¿Lo recuerdan? Esa es toda la evidencia que él tiene. En otras palabras no tiene nada de evidencia. Es un invento que él sigue enseñando. Con humildad lo digo. 205 6.3.15 Quinceava Parte …Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones... …Continúa con el día del Señor. El día del Señor del Nuevo Pacto encarna el principio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de eposo el día del “eño … 6. El día del Señor es un día santo y debe guardarse santo. El día de reposo era un día santo. Era santificado y había que guardarlo santo. (Gen. 2:3; Ex. 20:8). El día del Señor es también un día santo. La pala a sa to sig ifi a apa ta del uso o ú pa a Dios. Algo que se aparta para Dios es su posesión especial. Viceversa, si es la posesión especial de Dios, es santo. Ser santo y pertenecer especialmente a Dios son equivalentes. (Ex. 13:22; Nm. 16:3-7). ¿Es el día del Señor posesión especial de Dios en un sentido en que no lo son otros días? Sí. Entonces es santo y debe ser santificado. Debemos por tanto, recordarlo el día del Señor, para guardarlo santo. 29 6.3.15.1 Mi análisis El día del Señor es un día santo y debe guardarse santo. El día de reposo era un día santo. Era santificado y había que guardarlo santo. (Gen. 2:3; Ex. 20:8). El día del Señor es ta i u día sa to. La pala a sa to sig ifi a apa ta del uso o ú pa a Dios ¡Amén! El día del Señor es un día santo, porque será un día para él, porque en él será exaltado el Señor y los impíos serán abatidos. Y este día será santo porque en él, junto con Cristo, los santos vendrán a reinar. ¡Aleluya! Sin embargo, aunque es lícito decir que el día del Señor es santo, de todos modos, yo no veo esa designación en los profetas, aunque nada impide que lo hagamos. El día del Señor es santo, ¡Amén! Ahora bien ¿se está refiriendo Sam al día del Señor, al día escatológico de Cristo en esta porción? ¿O se está refiriendo al primer día de la semana? Por supuesto a éste último. Entonces, primero que todo, ¿puede alguno de ustedes dar evidencia bíblica, apostólica, exegética, verificable, canónica, histórica (escritural) de que al primer día de la semana se le puede lla a el día del “eño ? He a os, o hu ildad lo digo, “a o pudo, y ustedes tampoco podrán. Estoy seguro. 206 Así ue eite o, “a asig a o a epta el título del día del “eño pa a el p i e día de la semana sin evidencia alguna. Es la idea de la Confesión, que no tiene evidencia, y él la acepta así, sin evidencia. El solo lo cree y lo acepta. En segundo lugar, ya que en realidad el p i e día de la se a a, o es el día del “eño , entonces este día no es santo por esa razón. El primer día no pertenece de manera especial al Señor. Por supuesto, pertenece en el sentido en que pertenecen todos los días al “eño , pues del “eño es la tie a su ple itud . Tercero, Sam, desafortunadamente, experimenta lo mismo que ha ocurrido a muchos en la historia de la iglesia respecto a este asunto, y es que ha aceptado el título tradicional o apostóli o del día del “eño pa a este día, a pa ti de ahí, ha he ho i fe e ias, ue po o ias azo es está e ui o adas, a ue desde el p i ipio la p e isa el p imer día de la se a a es el día del “eño o es e dade a. 6.3.16 Dieciseisava Parte …Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones... …Continúa con el día del Señor. El día del Señor del Nuevo Pacto encarna el principio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de eposo el día del “eño … …7. Al igual que el día de reposo, el día del Señor es un día de adoración colectiva y publica (Hch. 20:7; 1 Cor. 16:1-2). Pero si es un día señalado para la adoración publica, debe ser un día de descanso o reposo. Esto por tres razones. En primer lugar, todos los días de culto publico y colectivo son días de reposo en la Biblia. Un día de adoración que no fuera un día de reposo habría sido incomprensible para los discípulos judíos de Jesús. En segundo lugar, el día del Señor es un día santo y, por tanto, debe apartarse de trabajos cotidianos y apartarse para la adoración. Esto es lo que requiere la santificación del día. Tal día es, sin embargo, claramente un día de descanso. En tercer lugar, nadie puede tomar parte en la adoración publica sin, al menos durante una o dos horas, descansar de sus trabajos seculares. Ahora es evidente por qué el día del Señor debe considerarse como el día de reposo. La institución del día de reposo en la Creación, la inclusión del día de reposo en el Decálogo y la continuación del principio del día de reposo en el día del Señor lo demanda. Esta es la azó po la ue o de e os p eo upa os ua do alguie di e: El t i o día de eposo sie p e se efie e al día de eposo judíos e el Nue o Testa e to . Po supuesto, 207 el día de reposo en la Biblia se refería al día de reposo del séptimo día. Este se había referido a esta ordenanza durante cuatro mil años. Sobre la base de la evidencia que acabamos de citar, sin embargo debemos distinguir entre la ordenanza judía del día de reposo, que está abolida, y el concepto del día de reposo, que continua en el día del Señor. Esta distinción entre la ordenanza del día de reposo y el concepto del día de reposo viene demandada por su institución en la Creación, su inclusión en los Diez Mandamientos y el sig ifi ado is o de la f ase Día del “eño . 30 6.3.16.1 Mi análisis 7. Al igual que el día de reposo, el día del Señor es un día de adoración colectiva y publica (Hch. 20:7; 1 Cor. 16:1- “a afi a ue al igual ue el día de eposo, ta i el primer día de la semana era un día de ado a ió ole ti a pú li a ita dos textos como referencia: 1Co.16.1-2 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se e oja e to es of e das Hec.20.7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el dis u so hasta la edia o he En el primer texto Pablo, en efecto, sabiendo que la iglesia se reunía cada primer día de la semana, porque lo hacía para conmemorar la muerte del Señor por medio de la Mesa del Señor, invita a la iglesia a ofrendar para los santos de Jerusalén en aquel día. Así que bien es cierto que la iglesia se reunía cada primer día de la semana, y ya sabemos que su motivación era comer el pan y beber la copa. Sin embargo, el segundo texto que Sam cita, al leerse en el contexto, se puede ver que los discípulos se reunieron de noche, no en la mañana, y que cenaron casi a medianoche: Hec.20.7-12 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fue o g a de e te o solados 208 ¿Desde qué hora comenzó Pablo a predicar? ¿Desde las 9:00 de la mañana? ¿Es decir, predicó casi por quince horas seguidas? ¿La iglesia estuvo atenta a Pablo desde qué hora? He a os, la Mesa del “eño , se lla a ta i La e a del “eño es ue e efe to, era una cena, no un desayuno. Así que por lo que se lee en este contexto, la iglesia de Troas se reunió en la noche para comer la Mesa del Señor, y Pablo aprovechó esta reunión para predicar, y allí, por el cansancio de casi tres o cuatro horas de predicación, Eutico cayó del aposento, donde había muchas lámparas (que alumbran en la oscuridad). Además Pablo alargó el discurso porque sabía que tenía poco tiempo para enseñarles, y lo hizo aun hasta la madrugada. Por tanto, la iglesia de Troas (y seguramente las demás, o al menos, probablemente) se reunía no en la mañana, sino en la noche de cada primer día de la semana. Así que la frase de Sam: al igual ue el día de eposo, ta i el día del “eño el p i e día de la semana) era un día de adoración colectiva pú li a e esita se p e isada, a que la iglesia como tal sí adoraba en este día, pero lo hacía en función de la Mesa del Señor, no del día en sí. 7. Al igual que el día de reposo, el día del Señor es un día de adoración colectiva y publica (Hch. 20:7; 1 Cor. 16:1- Ahora bien, Sam hace una delicada afirmación, y es que asevera implícitamente, como lo puede lee , ue el día de eposo e a u día de ado a ió ole ti a pú li a . He a o Sam, ¿Qué evidencia presentas? Sam afirma que el día de reposo, el séptimo día, era un día de adoración, pero no cualquier tipo de adoración sino una pública y colectiva. ¿Cómo lo sabemos? ¿Recuerdan cuál fue el mandato de Dios cuando ordenó o recordó a Israel sobre el séptimo día? Éxo.16.14-30 Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno 209 recogió conforme a lo que había de comer. Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés. Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía. En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo. Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará. Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. Así el pueblo reposó el séptimo día. ¿Había que adorar en el séptimo día? ¡Por supuesto! ¿De qué manera? Como Dios lo ordenaba: reposando, estando cada uno en su lugar. La orden de guardar el séptimo día era adorar como Dios lo prescribía allí: Éxo.20.8-11 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de eposo lo sa tifi ó La orden simple, llana y completa que Dios había dado respecto a la adoración del séptimo día era reposar. Éxo.35.1-3 Mois s o o ó a toda la o g ega ió de los hijos de Is ael les dijo: Estas son las cosas que Jehová ha mandado que sean hechas: Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá. No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de eposo 210 Núm.15.32-36 Esta do los hijos de Is ael e el desie to, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fue a del a pa e to, lo aped ea o , u ió, o o Jeho á a dó a Mois s El israelita que se quedaba en su casa, con su familia, era un israelita fiel que adoraba en el día de reposo. No existía en la ley una orden de Dios de que las familias se reunieran y adorasen colectiva y públicamente el día de reposo. “e puede de i ue los is aelitas de ía sa ifi a a Dios e este día po ta to el sacrificio era público y colectivo. Bueno, hasta donde yo sé no era un mandato que cada israelita sacrificara al Señor en el séptimo día, sino que los levitas que estaban en el tabernáculo y luego en el templo, serían los que en este día doblarían la ofrenda: Núm.28.3-9 Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis a Jehová: dos corderos sin tacha de un año, cada día, será el holocausto continuo. Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde; y la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con un cuarto de un hin de aceite de olivas machacadas, en ofrenda. Es holocausto continuo, que fue ordenado en el monte Sinaí para olor grato, ofrenda encendida a Jehová. Y su libación, la cuarta parte de un hin con cada cordero; derramarás libación de vino superior ante Jehová en el santuario. Y ofrecerás el segundo cordero a la caída de la tarde; conforme a la ofrenda de la mañana y conforme a su libación ofrecerás, ofrenda encendida en olor grato a Jehová. Mas el día de reposo, dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación Ellos, los levitas sacrificaban y entregaban a Dios las ofrendas en nombre del pueblo, pero no el pueblo, no cada miembro de Israel. Reitero, el pueblo adoraba quedándose en casa. Por supuesto, al ser día de reposo, era un día con la libertad y facilidad de concentrarse en aspectos de la adoración: La lectura de la Tora (aunque solo había una copia del libro de la ley) y la oración. Pero aun esto se podía hacer en privado, y sin la necesidad y obligación de reunirse con el vecino, y esto sería adoración legítima. Pensemos, si el día de reposo era un día de adoración pública y colectiva ¿cómo es que adoraron los discípulos de Cristo y el Señor mismo? Ir a la sinagoga era una costumbre establecida no desde Moisés, ni David, sino solo después del exilio, y esto alrededor del 200 o 150 a.C; antes de esta fecha, no era una obligación asistir a la sinagoga, la cual ni 211 siquiera existía. Y es más, había días en los que las personas no asistían a las sinagogas, por ejemplo, el sábado que estuvo sepultado nuestro Señor, pues, sabemos que los doce estaban atemorizados por causa de los judíos ¿Fueron a la sinagoga a adorar ese sábado? Ellos quedándose en casa (en esta ocasión por miedo) hacían su respectiva adoración del séptimo día. No me explayo en este punto, porque pienso que no es necesario, solo basta con decir ue la afi a ió de “a de ue el día de eposo e a u día de ado a ió pública y colectiva no es necesariamente como él lo dice. Adorar en el día de reposo sería quedarse en la casa, reposando, eso era todo. Pero si es un día señalado para la adoración publica, debe ser un día de descanso o reposo. Esto por tres razones. En primer lugar, todos los días de culto publico y colectivo son días de reposo en la Biblia. Un día de adoración que no fuera un día de reposo habría sido incomprensible para los discípulos judíos de Jesús. En segundo lugar, el día del Señor es un día santo y, por tanto, debe apartarse de trabajos cotidianos y apartarse para la adoración. Esto es lo que requiere la santificación del día. Tal día es, sin embargo, claramente un día de descanso. En tercer lugar, nadie puede tomar parte en la adoración publica sin, al menos durante una o dos horas, descansar de sus trabajos seculares Énfasis mío. Es decir, Sam insiste en que debido al hecho de que la iglesia adora con la mesa del Señor (evento que él mismo no trae a colación), por ello esto debe ser un día de reposo y da tres razones para ello. Veamos sus argumentos. - En primer lugar, todos los días de culto publico y colectivo son días de reposo en la Biblia. Un día de adoración que no fuera un día de reposo habría sido incomprensible para los dis ípulos judíos de Jesús Énfasis mío, Hay tres cosas que quiero poner sobre la mesa referente a la afirmación de Waldron. La primera de ella es que Sam dice que todos los días de culto público y colectivo son días de reposo . Bien, ¿cuáles son los días de culto público y colectivo a los que se refiere mi hermano? ¿Será que entre Adán y Moisés cada vez que se efectuaba una adoración colectiva se declaraba ese día o esos días como días de reposo? Yo pienso que no. La evidencia no apunta hacia allá. 212 La adoración ordinaria de los israelitas no consistía en congregarse cada día de reposo alrededor del tabernáculo, tampoco consistía en recibir instrucción de los levitas, era reposar, como ya se ha dicho. Y además todos los días los levitas adoraban sacrificando y ofrendando al Señor, y con todo solo había un día de la semana ordenado como reposo: el séptimo día. Núm.28.3-9 Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis a Jehová: dos corderos sin tacha de un año, cada día, será el holocausto continuo. Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde; y la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con un cuarto de un hin de aceite de olivas machacadas, en ofrenda. Es holocausto continuo, que fue ordenado en el monte Sinaí para olor grato, ofrenda encendida a Jehová. Y su libación, la cuarta parte de un hin con cada cordero; derramarás libación de vino superior ante Jehová en el santuario. Y ofrecerás el segundo cordero a la caída de la tarde; conforme a la ofrenda de la mañana y conforme a su libación ofrecerás, ofrenda encendida en olor grato a Jehová. Mas el día de reposo, dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación Ya se dijo que había días de reposo en las fiestas ordenadas por el Señor: La Pascua, Las Primicias, El día del Perdón, La fiesta de los Tabernáculos y el día de reposo ordinario del séptimo día. Sin embargo, notemos que la fiesta de la Pascua que duraba siete días, y eran días de adoración y conmemoración, no tenía siete días de reposo, sino solamente el primero y último día de la fiesta: Lev.23.5-8 E el es p i e o, a los ato e del es, e t e las dos ta des, pas ua es de Jehová. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis Ahora bien ¿Es la fiesta de los panes sin levadura un evento de adoración publica y colectiva? ¿En qué consistía esta adoración? Al menos en la Ley no leo sobre instrucciones acerca de esta semana. Sino que el primero y último día era santa convocación. ¿Qué significaba? Que ningún trabajo de siervo se haría. Pero aun así, la fiesta duraba siete días, y de estos días, solo el primero y último eran días de reposo. Del mismo modo estaba bien designado cuándo sería el día de reposo en la fiesta de las primicias: 213 Lev.23.10-23 Ha la a los hijos de Is ael diles: Cua do ha áis e t ado e la tie a ue o os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis. Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová. Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. Ofreceréis además un macho cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz. Y el sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el sacerdote. Y convocaréis en este mismo día (día cincuenta) santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones. Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la deja ás. Yo Jeho á uest o Dios El día de reposo bien designado por Dios en la fiesta de las primicias era el día cincuenta, y aunque el resto de días formaría parte de la fiesta como tal, al menos ningún día de estos era día de reposo. Es decir, los otros cuarenta y nueve días restantens no eran días de reposo. Solo el último día. ¿Era el día de Pentecostés un día de adoración? Al menos no se dice qué se debía hacer ese día, en adoración publica, sino que el sacerdote ofrecía la primicia al Señor. Era un día de convocación, es decir, de reposo. No se hacía trabajo de siervos. Miremos la fiesta de los Tabernáculos: Lev.23.34-36 Ha la a los hijos de Is ael diles: A los ui e días de este es s pti o se á la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días. El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Siete días ofreceréis ofrenda encendida a 214 Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis Solamente el primero y último día, el octavo día, eran días de reposo, aunque la fiesta duraba una semana. Dios mismo designó el día para reposar en esta fiesta. Y eso que durante la semana se ofrecían ofrendas encendidas al Señor. Y finalicemos con los días de reposo ordinarios: Lev. 23:36-43 Estas so las fiestas sole es de Jeho á, a las ue o o a is sa tas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo, además de los días de reposo de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Jehová. Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová uest o Dios Así que, como tal los días de reposo estaban bien designados en la Ley del Señor, había días de reposo en las fiestas y días ordinarios de reposo, es decir, el sábado del séptimo día. Entonces cuando mi hermano Waldron asegura que siempre que se adoraba, tales días eran días de reposo, para cesar de laborar, no está teniendo en cuenta la información escritural. Veamos otros dos ejemplos, en este caso de días de adoración que no son días de reposo: 1Re.8.62-66 Entonces el rey, y todo Israel con él, sacrificaron víctimas delante de Jehová. Y ofreció Salomón sacrificios de paz, los cuales ofreció a Jehová: veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová. Aquel mismo día santificó el rey el medio del atrio, el cual estaba delante de la casa de Jehová; porque ofreció allí los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz, por cuanto el altar de bronce que estaba delante de Jehová era pequeño, y no cabían 215 en él los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz. En aquel tiempo Salomón hizo fiesta, y con él todo Israel, una gran congregación, desde donde entran en Hamat hasta el río de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios, por siete días y aun por otros siete días, esto es, por catorce días. Y al octavo día despidió al pueblo; y ellos, bendiciendo al rey, se fueron a sus moradas alegres y gozosos de corazón, por todos los e efi ios ue Jeho á ha ía he ho a Da id su sie o a su pue lo Is ael ¿Salomón declaró que éstos eran días de reposo? Aquí el pueblo no reposaba, celebraba, mataba y comía en el nombre del Señor, y con toda posibilidad también bebían. Y con todo esto, no necesariamente fueron catorce días de reposo. Es más durante estos catorce días hubo dos días de reposo ordinarios, dos sábados, y no necesariamente se confundieron estos sábados con el resto de días, como para haber considerado que los otros doce días también eran días de reposo. Veamos otra fiesta: Est.9.20-24 Y es i ió Ma do ueo estas osas, e ió a tas a todos los judíos ue estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanos y distantes, ordenándoles que celebrasen el día decimocuarto del mes de Adar, y el decimoquinto del mismo, cada año, como días en que los judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes que de tristeza se les cambió en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres. Y los judíos aceptaron hacer, según habían comenzado, lo que les escribió Mardoqueo. Porque Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos, y había echado Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y a a a o ellos Este día de Yom Purim los judíos celebraban que el Señor los rescató de la mano de Amán ¿era un día de reposo? Y aun si el pueblo reposaba ese día, cosa que no es lo que Ester ni Mardoqueo ordenan ¿Se implica que se añadía otro día de reposo al pueblo judío? Entonces la premisa de que en la Biblia todos los días de adoración son días de reposo, al menos para mí es inverosímil. La segunda cosa que quiero plantear es que por lo visto en la Escritura, nadie, excepto Dios mismo, pod ía esta le e días de eposo ¿Qui pod ía legisla al pue lo del “eño tomando la autoridad que solo competía a Dios? ¿Quién tenía la potestad de ordenar otros días de reposo? Una cosa era consagrar tal día al Señor en el sentido de una concentración para él, esto sería dedicar este día a una adoración particular, pero no necesariamente es un día de reposo. 216 Neh.8.2-15 Y el sa e dote Esd as t ajo la le dela te de la o g ega ió , así de ho es como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo. Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura. Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis. Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado. Al día siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo, sacerdotes y levitas, a Esdras el escriba, para entender las palabras de la ley. Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo; y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, o o está es ito Esdras leyó la ley desde la mañana hasta el medio día, y este día estaba bien designado por Dios para ser un día de santa convocación, el día de tocar las trompetas: Lev.23.24-25 Ha la a los hijos de Is ael diles: E el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación. Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová 217 Así que yo entiendo que el único que tiene potestad para ordenar días de reposo es Dios. El pueblo judío podía celebrar otras fiestas pero no necesariamente declararlas como días de eposo . La tercera cosa que quiero argumentar es que si en realidad para los apóstoles comer la mesa del Señor (la adoración del primer día de la semana), implicaba que tal día era un día de reposo (¿el día de reposo?) entonces necesitamos darnos cuenta que los judíos ahora tenían dos días de reposo. Es decir, los apóstoles reposaban el séptimo día, como era su costumbre, pero ahora, tan pronto empezaron a adorar (comer el pan) el primer día de la semana, también reposaban este día, pues según Waldron, también sería declarado día de reposo. ¿Tenía ahora la iglesia judía dos días de reposo? ¿Uno el sábado y otro el primer día de la semana? Porque bien sabido es que la iglesia de Jerusalén continuó guardando el sábado como día de reposo. Ya he dado evidencia de ello. ¿Aceptaron los miles de judíos convertidos al Señor que ahora el primer día de la semana también era día de reposo? ¿Quién ordenó tal cosa? ¿El apóstol Pedro? ¿Los Ancianos? Recordemos que la iglesia de Jerusalén estaba compuesta por judíos celosos de la ley, y eso incluso hacia el año 60 d.C, cuando Pablo vino a celebrar Pentecostés, cuando fue prendido: Hec.21.18-20 Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos; a los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio. Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley Es muy poco probable que la iglesia de Jerusalén hubiera aceptado otro día de reposo, ahora uno que seguía al séptimo día. ¿Se imaginan dos días ordinarios de reposo para la iglesia judía? Esa es la implicación del razonamiento de Waldron. La otra posibilidad es que la iglesia de Jerusalén haya cambiado el día de reposo, y ahora reposaba el primer día de la semana y no el sábado, pero esta teoría no la quiero tratar por ser de primera mano algo imposible. ¿O ustedes están prestos para sostenerla? Ya conocen mi correo. Así que aseverar que todo día de adoración, y en este caso, el día de comer la Mesa del Señor, era un día necesariamente de reposo, tiene serias implicaciones pragmáticas, además de carecer, primero de evidencia apostólica directa, y segundo histórica, pues se sabe por el registro lucano que la Cena se tomaba el primer día, pero la iglesia judía seguía reposando el séptimo día. 218 La evidencia muestra que el día de comer la mesa del Señor no se convirtió en un día de reposo. Y nuevamente, si se argumenta que el día fue cambiado del séptimo al primero ¿Qué evidencia presenta el hermano Waldron al respecto de este cambio? Ahora bien, si como dice Waldron: un día de adoración que no fuera día de reposo sería incomprensible para los apóstoles , entonces, necesariamente la iglesia judía, liderada por ellos, ahora reposaría dos días seguidos, el séptimo, el día ordenado en la ley, y el primero de la semana. ¿Tiene sentido? ¿Tiene apoyo histórico esta práctica? Y si no fuera así, entonces se debería a que los apóstoles reposarían el domingo y no el séptimo día. Bueno ¿qué evidencia muestra Sam de este cambio? En cuarto lugar, nótese que es una premisa preconcebida la que propone mi hermano Sam de que los apóstoles no hubieran podido comer la mesa del Señor sin hacer de ese día, un día de reposo. Y esto lo digo porque en realidad no existe una filosofía apostólica que mencione que esa era la concepción de ellos. Ni siquiera Salomón, ni Ester ordenaron que se celebrase un diferente día de reposo, aparte del que había sido designado por Dios en la Ley. Además, comer la Mesa del Señor, partir el pan, no requiere que sea un día de reposo, pues recordemos al Señor partiendo el pan con sus discípulos el mismo día de su resurrección: Luc.24.29-31 Mas ellos le o liga o a ueda se, di ie do: Qu date o osot os, po ue se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. E to es les fue o a ie tos los ojos, le e o o ie o ; as l se desapa e ió de su ista ¿Necesariamente para partir el pan se requiere que tal día sea un día de reposo? La evidencia bíblica no lo sostiene. El Señor visitó a sus discípulos y comió con ellos, un día después del día de reposo, y no, no se dice que el Señor insinuó que ahora tendrían dos días de reposo seguidos, o que el primer día de la semana remplazaría al sábado como día de reposo. Y finalmente, aun si en realidad el domingo es un día de reposo, por cuanto los apóstoles ordenaron que así fuera, o lo entendieron, entonces ¿sucedió el domingo al sábado? ¿Entendieron los apóstoles que el séptimo día fue sustituido por el primero? Si la respuesta es afirmativa ¿cuál es la evidencia? Entonces nótese que Waldron, hace proposiciones que no son en realidad bíblicas, coherentes, armónicas, exegéticas e históricamente sostenibles. Ese es el punto de mi 219 hermano. Él solamente propone, pero no da evidencia. Y en realidad, se precisa de evidencia para poder crecer en la verdad. Mi propuesta ante la proposición que hace Sam Waldron es que los apóstoles y las iglesias fundadas por ellos, comían la mesa del Señor el primer día de la semana, día que no era un día de reposo, y menos un día que reemplazó al séptimo día. En segundo lugar, el día del Señor es un día santo y, por tanto, debe apartarse de trabajos cotidianos y apartarse para la adoración. Esto es lo que requiere la santificación del día. Tal día es, sin embargo, claramente un día de descanso. En tercer lugar, nadie puede tomar parte en la adoración publica sin, al menos durante una o dos horas, descansar de sus trabajos seculares Énfasis mío Ante este segundo argumento de que el primer día de la semana es un día de reposo, quiero decir algunas observaciones. La primera es nuevamente acerca del título que Sam aplica para el primer día de la se a a. El lo lla a el día del “eño . Pero ¿con qué derecho lo hace? ¿Bajo que evidencia canónica, histórica (bíblica) y apostólica lo hace? Sam no ha dado ni una sola azó po la ue al p i e día de la se a a se le pueda lla a o justi ia el día del “eño ¿Alguie pod á? La segunda, es ue “a sostie e ue el día del “eño es u día sa to Bie ¿po u el primer día de la semana es santo? Recuerden que Sam basa su argumento del día del “eño o o sa to apela do a dos azo es ás: Que la f ase el día del “eño ha e alusió a i día sa to día de eposo a “eño del día de eposo ; la ot a es ue el día del “eño o o es u día ue pe te e e al “eño , ue es su o de a e a espe ial, también puede ser calificado como el día al que Dios dieciséis veces en la Escritura se refirió a is días de eposo . Hermanos, veamos que la teoría que construye nuestro hermano Sam se sostiene sobre premisas erráticas. La primera de ellos, respecto a las razones que acabo de mencionar es ue el día del “eño e ez de ha e alusió a i día sa to el s pti o día “eño del día de eposo , es a álogo, si ó i o, alusi o a las ui e e es ás ue los es ito es í li os usa la e p esió el día del “eño , e estas o asio es o se efie e al día de reposo, sino al día escatológico de Cristo. Así mismo Sam hace una peripecia exegética (eiségesis) al aplicar una frase que es a a te ísti a del día de eposo, is días de eposo “eño del día de eposo al día del “eño , de esta a e a to a u a f ase ue el auto u a ela io ó con el primer 220 día de la semana, y lo aplica a éste, y eso sin tener evidencia sostenible y verificable de ue el día del “eño sea el título ap opiado pa a el p i e día de la se a a. Por eso la teoría de Sam sobre el día del Señor es una construcción de premisas erráticas sobre otras premisas erráticas. Retiras la base con la evidencia canónica, y toda ella, se cae. Lo digo respetuosamente. Así ue la apli a ió por tanto, debe apartarse (el primer día de la semana) de trabajos cotidianos y apartarse para la adoración. Esto es lo que requiere la santificación del día. Tal día es, sin embargo, claramente un día de descanso Es una aplicación que no es sostenible en la teología apostólica y canónica. Es una propuesta de Sam y de muchos antiguos cristianos. El p i e día de la se a a o se le lla a a el día del “eño ; Jua o hizo alusió o su f ase a i día sa to /o “eño del día de eposo ; ta po o Dios al efe i se a is días de eposó lo hizo espe to al p i e día de la se a a. Po ta to, la idea de que el primer día de la semana es un día de reposo, es una idea de Sam y por supuesto, es la consecuencia de su adhesión a la CBFL en este punto. En tercer lugar, nadie puede tomar parte en la adoración publica sin, al menos durante una o dos horas, descansar de sus trabajos seculares De acuerdo a la evidencia científica que tenemos, nuestra literatura canónica, la iglesia de Troas (y con mucha probabilidad las demás) se reunió el primer día de la semana, en un horario nocturno: Hec.20.7-12 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fue o g a de e te o solados Desde esta perspectiva, los hermanos no necesitaron reposar el primer día de la semana para poder acudir en la noche a partir el pan. No es improbable, sino más bien la cosa más segura, que los hermanos gentiles de la ciudad de Troas y los hermanos judíos de esta misma iglesia, trabajaron toda la jornada y en la noche, sin interrumpir alguna actividad, se reunieron para comer la mesa del Señor. 221 Y esto mismo lo reconoce Sam, pues él no dice que para adorar el primer día de la semana, hay que dejar de trabajar todo el día, pues la reunión cristiana no dura todo el día, y por tanto, l is o e io a una o dos horas de cesar el trabajo secular . Ahora bien, recordemos que este es el tercer argumento por el que Sam dice que el primer día de la semana debe ser un día de reposo: Porque una persona necesita una o dos horas de cesación de labores para adorar a Dios en este día. Hermanos, en nuestra iglesia se acostumbra actualmente hacer reuniones entre semana, para estudiar la palabra, orar, de milagros, en fin, y nuestros hermanos necesitan apartar este tiempo de su agenda laboral ¿por esto ya es un día de reposo? El argumento tercero de Sam, en mi humilde opinión, no viene al caso. Por tanto, habiendo analizado los tres argumentos que presentó Sam Waldron para soste e ue el día del “eño , o sea, el p i e día de la se a a es e esariamente un día de reposo, he expuesto que tales fundamentos apelan a la eiségesis y no al trato de los textos y las frases bíblicas en sus respectivos contextos, y no solo eso, sino que extrayendo las frases de la Escritura para aplicarlas en otros contexto, ignora la evidencia que apunta en otra dirección: Hay un día de reposo bien claro, el séptimo día; el primer día de la semana era el día en que ordinariamente se reunía la iglesia a comer la mesa del Señor; el día del Señor es el día escatológico de Cristo. Por eso, el primer día de la semana no es un día de reposo. Ahora es evidente por qué el día del Señor debe considerarse como el día de reposo. La institución del día de reposo en la Creación, la inclusión del día de reposo en el Decálogo y la continuación del principio del día de reposo en el día del Señor lo demanda. Esta es la razón por la que no debemos preocuparnos cuando alguien di e: El t i o día de eposo sie p e se refiere al día de reposo judío en el Nue o Testa e to . Po supuesto, el día de reposo en la Biblia se refería al día de reposo del séptimo día. Este se había referido a esta ordenanza durante cuatro mil años. Sobre la base de la evidencia que acabamos de citar, sin embargo debemos distinguir entre la ordenanza judía del día de reposo, que está abolida, y el concepto del día de reposo, que continua en el día del Señor. Esta distinción entre la ordenanza del día de reposo y el concepto del día de reposo viene demandada por su institución en la Creación, su inclusión en los Diez Mandamientos y el significado mis o de la f ase Día del “eño 222 Anteriormente Sam dio tres argumentos para sostener que el primer día de la semana era un día de reposo para los apóstoles, y ahora procede a declarar, que el primer día de la semana, no solo e a u día de eposo, si o e ealidad, es el día de eposo . Sam ¿Desde cuándo se convirtió para los apóstoles del Señor el primer día de la semana como el día de reposo? ¿Puedes abrirnos la Escritura y enseñarnos? ¿Ustedes pueden? Sam, por supuesto, no puede apelar a los textos bíblicos, entonces apela a las premias teológi as, e este aso a t es: Ahora es evidente por qué el día del Señor debe considerarse como el día de reposo. La institución del día de reposo en la Creación, la inclusión del día de reposo en el Decálogo y la continuación del principio del día de reposo en el día del Señor lo demanda. Entonces sigamos el razonamiento de Sam y sus tres fundamentos para mantener que el día del Señor debe considerarse como el día de reposo. La primera apelación es a La i stitu ió del día de eposo e la C ea ió . Hermanos, Dios en la creación no bendijo un día de reposo, sino también el día específico de reposo: El séptimo día. La segu da apela ió es a La inclusión del día de reposo en el Decálogo Hermanos, en el Decálogo, Dios no ordenó reposar un día a la semana, sino que dio claramente la instrucción del día para reposar, el mismo día que él reposo: El séptimo día. La tercera apelación es a La o ti ua ió del día de eposo e el día del “eño . Hermanos, ¿cuál es la evidencia que ha dado Sam de que el día del Señor , el primer día de la semana, es el día que sustituyó al séptimo día? ¿La recuerdan? Leámosla de nuevo: Que Cristo resucitó el primer día de la semana, y que en este día entró en la gloria de su reposo ¿Recuerdan la evidencia escritural, canónica, apostólica, teológica de tal asunción? No la hay. Es una propuesta especulativa de Sam. Al final, no hay evidencia apostólica de que el primer día de la semana Cristo entró en su reposo, y por tanto, no hay en realidad, ninguna evidencia de que el primer día de la semana haya sustituido al séptimo día. Más bien la Escritura siempre fija el día de reposo en el séptimo día, pues esa era la concepción de los autores bíblicos. Por tanto, no existe lo que Sam llama la o ti ua ió del día de eposo e el día del “eño . Ahora bien, notemos como la teoría de Sam de que el primer día de la semana es el día de eposo, e ealidad des a sa so e u p i ipio: la continuación del día del Señor pues ni su primera apelación, ni su segunda apoyan su idea de un cambio de día, sino solo su 223 tercera apelación. Y hermanos, lo que quiero que notemos es entonces que la lógica de Sam respecto al porqué el día del Señor debe ser considerado el día de reposo, es porque ha u a o ti ua ió del día del “eño . Y como su tercera apelación ya se mostró que no es bíblica, exegética, apostólica, entonces, Sam no tiene en verdad evidencia para probar que el día del “eño deba considerarse como el día de reposo. Esta es la azó po la ue o de e os p eo upa os ua do alguie di e: El t i o día de eposo sie p e se refiere al día de reposo judío en el Nuevo Testa e to . Po supuesto, el día de eposo e la Bi lia se efe ía al día de eposo del séptimo día. Este se había referido a esta ordenanza durante cuatro mil años. Sobre la base de la evidencia que acabamos de citar, sin embargo debemos distinguir entre la ordenanza judía del día de reposo, que está abolida, y el concepto del día de reposo, que continua en el día del Señor. Esta distinción entre la ordenanza del día de reposo y el concepto del día de reposo viene demandada por su institución en la Creación, su inclusión en los Diez Mandamientos y el significado mis o de la f ase Día del “eño Note os he a os, ue el p ofeso “a ad ite ue el día de reposo en la Biblia se refería al día de reposo del séptimo día . “i e a go, l ta i p osigue ha ie do u a a la a ió : Este se había referido a esta ordenanza durante cuatro mil años Para Sam Waldron, el término día de reposo había sido el término para referirse al séptimo día desde la creación hasta Cristo, pues supongo que este es el periodo que él sostiene es de uat o il años. Y o ti ua o ot a a la a ió : Sobre la base de la evidencia que acabamos de citar, sin embargo debemos distinguir entre la ordenanza judía del día de reposo, que está abolida, y el concepto del día de reposo, que o ti ua e el día del “eño Primero que todo ¿cuál evidencia? Ya analizamos gran parte de la evidencia que Sam p ese ta pa a soste e ue el p i e día de la se a a se titula el día del “eño , ue este día es un día de reposo, y que este día sustituyó al séptimo día como día de reposo, y ¿cuál fue el resultado? Ustedes ya lo han visto. En segundo lugar, notemos cómo llama Sam al mandato divino del día de reposo: la o de a za judía del día de eposo Hermanos, de acuerdo a la CBFL, la ley del Sinaí no obliga a los judíos únicamente a que se le cumpla, sino que es de orden moral para toda la humanidad, es decir, todos, gentiles y judíos, están obligados a guardar el Decálogo, y eso incluye el Cuarto Mandamiento. Así que la ordenanza del día de reposo, no es una judía, sino, según CBFL, una para toda la humanidad. Desde esta perspectiva, la ordenanza del día de reposo del séptimo día no puede estar abolida, ya que es una ley perpetua para toda la humanidad. 224 En tercer lugar, Sam distingue entre el concepto del día de reposo y la ordenanza judía del día de reposo. Bien, ¿En qué consiste la ordenanza judía del día de reposo? En efecto, en el Cuarto Mandamiento, y en este mandamiento se ordenaba reposar el séptimo día porque en él Dios mismo reposó: Éxo.20.8-11 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó Ahora bien, aparte del reposo de Dios del séptimo día y su mandamiento dado en el Sinaí de reposar en el séptimo día ¿Qué otro concepto del día de reposo hay en la revelación di i a? “a Wald o is o lo e pli a: y el concepto del día de reposo, que continua en el día del “eño Entonces la respuesta de Sam a la cuestión de que en la Escritura y para sus autores el día de reposo sie p e ha ía sido el s pti o se esu e e ue el eposo del s pti o día fue a olido lo ual o t a ía la CBFL, en la que el Decálogo es ley perpetua) y que ahora se halla el o epto del día del “eño ue ta i es u día de eposo, o ejo di ho el ue o día de eposo. Pe o u a ez ás, a i os ue el o epto del día de eposo e el día del “eño es u a idea ue “a is o o st u e a pa ti de la descontextualización de algunos textos bíblicos, lo cual conduce a una conclusión: No existe el principio del día de reposo, del día del “eño . Lo que sí existe es un día de reposo en el que Dios descansó: El Séptimo día; un día de reposo que Dios ordenó en el Sinaí; un primer día de la semana en que Cristo resucitó (no que entró en su reposo) y en el que la iglesia se reunía a o e la esa del “eño ; u día del “eño ue es el día e ue l juzga á a i os muertos. Eso es lo que nuestro canon revela. 6.4 Síntesis de la Doctrina del día del Señor según Sam Waldron Espero ser lo más fiel posible al tratar de sintetizar la doctrina expuesta por Sam Waldron respecto a este asunto: De acuerdo a Sam, en la creación Dios designó un día de reposo, el séptimo día, pero cuando Cristo resucitó, éste inauguró una nueva creación y también estableció un nuevo día de reposo ya que en él Cristo entró en su reposo, su día de esu e ió , este día se o o e si de ost a ó o po u o o el día del Señor , y que era un día que en la mente de los apóstoles, habiendo sido abolido el día de reposo, encarnaría el reposo establecido en la creación, pero ahora en el nuevo día dado en la 225 ue a ea ió : El p i e día de la se a a. Po ta to, este día del “eño es aho a el día de eposo. Y así o o el eposo del s pti o e a algo o al, así lo es el día del “eño . 6.5 Síntesis de mi análisis Mi análisis y postura ante la proposición teológica de Sam la puedo resumir así: Los datos y los hechos canónicos permiten determinar cuál es el día de reposo, cuál era la realidad a e a del p i e día de la se a a, uál es el día del “eño , y a partir de ellos no es posible admitir la doctrina de Sam Waldron. Nuestro canon no muestra que Cristo inauguró una nueva creación, tampoco que él entró en su reposo en el día de su resurrección, tampoco que los apóstoles hayan reposado el primer día de la semana, tampoco que el día de reposo haya sido modificado, y tampoco que el primer día de la semana haya sido denominado el día del “eño . El día del “eño ue p opo e “a Waldron (La CBFL) no existe. 6.6 Implicaciones teológicas de la proposición de Sam Waldron En primer lugar, vimos como Sam tuvo que negar lo que la CBFL sostiene respecto a la moralidad y perpetuidad del ley escrita en el corazón de los hombres, pues él mismo negó que en la ley dada al hombre por naturaleza se hubiera designado el día de reposo, lo cual es sencillamente contradictorio a la CBFL, que enseña que la ley escrita en el corazón del hombre es el Decálogo, y éste sí incluye y específica el día de reposo: El séptimo día ordenado por el cuarto mandamiento. En segundo lugar, vimos que Sam tuvo que apelar a un mandamiento dado por Dios que e a positi o, o al pe petuo ue o sistía e adorar y/o reposar un día en siete , el cual en realidad no existe, pues Dios nunca dio tal mandamiento. Y esto es preocupante porque Sam (y otros que piensan idéntico a él) tuvo que poner en la boca de Dios un a da ie to de u día e siete o o eposo ado a ió , lo ual o e iste e la Escritura, y sería, como dice el p ofeta: Añadi a la pala a del “eño tu Dios . Esto es grave. En tercer lugar, vimos los procesos exegéticos de Sam Waldron al aplicar frases que correspondían a un tema (al día de reposo) a otro (el primer día de la semana) descontextualizando el mensaje de los escritores bíblicos. En cuarto lugar, vimos como al fin y al cabo mi hermano no tiene prueba alguna de que Dios haya establecido un nuevo día de reposo, pues apela a una historia imaginaria de que Cristo entró en su reposo en el día de su resurrección y que en este mismo día determinó un nuevo día de reposo por haber inaugurado una nueva creación. Pero viendo que 226 ninguno de estos tres hechos es canónico, apostólico y bíblico, que Cristo el día de su resurrección inauguró una nueva creación, que en este día él haya entrado en su reposo y que haya establecido este día de su resurrección como día de reposo, la ase del día del “eño es un mito. Es e ealidad, el ito del día del “eño . Además, que la evidencia de la Escritura apunta en otra dirección, como se expresó en los cuatro primeros capítulos. 6.6.1 La implicación más seria de la Doctrina de la CBFL expuesta por Sam Waldron Ahora bien, una de las implicaciones más profundas de todo este asunto, que en realidad, considero la más profunda es la que tiene que ver la teología reformada acerca de la ley. Permítanme enunciar la teología de la ley en la CBFL en premisas: 1. El Decálogo (al menos éste) fue escrito constitucionalmente en el corazón de todos los hombres. CBFL, capítulo 19, artículos 1 y 2. 2. La ley moral (el Decálogo) obliga a todos los hombres a que se le cumpla. CBFL, capítulo 19, artículo 5. Desde esta perspectiva ¿cuál es el día que debería reposar el ser humano? En efecto, el séptimo día. Entonces ¿qué pasa si el hombre no guarda el Cuarto Mandamiento? Infringe la ley y comete pecado. Un serio pecado contra Dios como se ha testificado. Esta es la implicación lógica y racional. Ahora bien, permítanme enunciar la doctrina del día de reposo cristiano de la CBFL en las siguientes premisas: 1. La ley natural (que es también el Decálogo) ordena reposar y adorar una proporción de tiempo. CBFL, capítulo 22: 7 2. Dios designa ese tiempo por medio de un mandamiento positivo (añadido a la ley de la naturaleza, porque en ella no es descrito), moral y perpetuo. CBFL, capítulo 22: 7 3. El mandamiento por el que Dios designa el día de adoración y reposo es el mandato de u día cada siete CBFL, capítulo 22:7 4. El reposo ordenado en el cuarto mandamiento fue cambiado por el primer día de la semana. CBFL, capítulo 22:7 Ahora bien, si en realidad existiera un cambio en el día de reposo (del séptimo al primero) ¿cómo podría modificarse la ley escrita constitucionalmente en el corazón del hombre que 227 le señala adorar específicamente el séptimo día? ¿No genera esto un conflicto entre lo que hay en el corazón del hombre y lo que Dios designaría por un cambio al primer día? La solución a este conflicto por Sam Waldron es magistral: Una nueva creación. Si en verdad la ley dada en el Sinaí, Los Diez Mandamientos, fueron dados en el corazón del hombre de manera constitucional, y así mismo esta ley obliga a todos los hombres a ue se le u pla, e to es ¿po u o eposa os el “ha ath? “i la espuesta es el día del “eño , a i os ue tal do t i a o solo o es í li a si o ue o t adi e la is a Escritura, por lo ue tal do t i a e ealidad o e iste, o ha tal día del “eño o o primer día de la semana. Así que sostener la CBFL en este punto nos deja con tres opciones por tomar: La primera es seguir los pasos de Sam Waldron: Proponer la doctrina del día del Señor que descansa en una historia especulativa, y que niega (con la intención que nadie lo note) la misma CBFL en cuanto a la moralidad y perpetuidad de la ley y de que ésta fue escrita en el corazón del hombre. Ustedes vieron que eso fue lo que hizo Sam Waldron. Lo cual implica erigir una doctrina sin sustento canónico y tener que negar la Confesión en su cuanto a su declaración de la ley. Intentar sostener la moralidad y perpetuidad del Decálogo a la par con el cambio de día de reposo, genera un conflicto que lleva implícitamente a negar alguna de las dos premisas, ya sea la moralidad y perpetuidad del Decálogo, ya sea el cambio de día de reposo. En este conflicto cayó nuestro hermano Sam. La segunda es seguir sosteniendo la perpetuidad, moralidad y escritura de la ley en el corazón de los hombres, y que por tanto, y según la evidencia el día de reposo no ha sido modificado. Esta posición hace justicia al capítulo 19 de la Confesión, es decir, tener escrito el Decálogo en el corazón y cumplirlo como ley moral (pero no al 22, sostener el cambio de día de reposo). Pero su implicación es tan pesada y seria, que abruma a la istia dad: He os pe ado i f i gie do el eposo del s pti o día ¡Dios se apiade de osot os! Pero hay una tercera también, y es ue, a epta do ue o ha día del “eño , es de i , no hay cambio de día de reposo, no obstante los seres humanos (a excepción de Israel) sean inocentes respecto al Cuarto Mandamiento, es decir, que éstos no están obligados a guardar Los Diez Mandamientos, y si no lo están, entonces tampoco son culpables ante la ley del Sinaí. 228 El punto es que se debe replantear, mediante investigación científica, es decir en este o te to es itu al uál sea la teología a ó i a apostóli a espe to a la le el se humano, incluyendo los creyentes. ¿Qué vía tomará ustedes? 229 7. COMENTARIO A LA PROPOSICIÓN DEL DOMINGO COMO DÍA REPOSO Y DÍA DEL SEÑOR EXPUESTA POR EL PASTOR JOHN PIPER 7.1 Mis elogios a John Piper Antes de entrar propiamente a mi comentario de una de las enseñanzas de este querido pastor, deseo manifestar mi sincera admiración por el ministerio, la pasión y la dedicación que este hermano tiene para con el Señor Jesucristo. Realmente, me siento indigno a su lado, y mi pasión por Cristo junto a la suya, es como una profanación. Así que me gozo en la vida y carácter de John, de quien he aprendido muchísimo, y de seguro seguiré aprendiendo. Gracias a Dios tenemos un maestro como John Piper en la iglesia, uno que se esfuerza por trazar bien la palabra de Dios, y quien debido a este notable interés goza de un respeto y consideración dentro del pueblo de Dios, aunque no en todos por supuesto. Pero al menos en mí sí. He querido comentar a John porque él es un hombre muy sabio y muy influyente en la iglesia cristiana (esa es mi opinión), así que si puedo analizar la exegesis de mi hermano, y logro, con la ayuda del Espíritu, mostrar debilidades en su proceso exegético en cuanto al tema del Día del Señor , podría contribuir a la claridad de este asunto y por ende del Evangelio de Cristo. Mi interés no es desprestigiar a John, sino echar leña al fuego, para convocar a toda la iglesia cristiana a una reevaluación de algunas de nuestras teologías, en realidad, de nuestro Evangelio. Así que mi esperanza es que ojalá el mismo John pueda leerme (aunque está la barrera del idioma), para poder debatir mucho más este importante asunto. Por lo demás, reitero mi aprecio, admiración y mi oración por mi hermano John ¡Qué el Señor siga dándole mucha sabiduría! 7.2 Comentario a Jhon Piper so e el día del “eño 7.2.1 Primera Parte Romanos 14:1–9 1 Aceptad al que es débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones 2Uno tiene fe en que puede comer de todo, pero el que es débil sólo come legumbres. 3El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado. 4 ¿Quién eres tú para juzgar al criado de otro? Para su propio amo está en pie o 230 cae, y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie. 5 Uno juzga que un día es superior a otro, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir. 6 El que guarda cierto día, para el Señor lo guarda; y el que come, para el Señor come, pues da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor se abstiene, y da gracias a Dios. 7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo; 8 pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. 9 Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los i os El versículo 5 plantea la pregunta más grande de la interpretación bíblica referente al Día del Señor. Pablo dice: U o juzga ue u día es supe io a ot o, ot o juzga iguales todos los días. Cada ual est ple a e te o e ido e su p opio se ti ¿Quiere decir con estas palabras, que los cristianos más firmes no consideran un día a la semana como separado por Dios para la adoración colectiva, y para actos que consagran ese día como el Día del Señor? ¿Sólo los cristianos débiles se sienten obligados a consagrar un día como especial para el Señor? ¿Está Pablo diciendo que no importa si separamos un día o no, mientras nuestra decisión esté motivada por la gloria de Dios? Para responder a estas preguntas, quiero que a partir del texto de hoy, hagamos un retroceso en las Escrituras y observemos la extensa representación bíblica del día del Señor. Lo haremos de una manera breve y concisa, en forma de bosquejo, que podría abarcar todo un libro. LA SEMANA DE LA CREACIÓN Comencemos con esta observación: Las semanas existen. Debemos considerarlas. Los días existen porque son el tiempo que demora la rotación de la tierra. Los meses existen porque son el tiempo que demora la luna en crecer y menguar. Los años existen porque son el tiempo que demora la tierra en girar alrededor del sol. ¿Pero por qué existen las semanas? Ellas no corresponden a ningún fenómeno de la naturaleza. La respuesta es que las semanas existen por Génesis : : Y el s pti o día o pletó Dios la o a ue ha ía he ho, eposó el día s pti o de toda la o a ue ha ía he ho . La Enciclopedia Británica a tí ulo so e La se a a , di e: A uellos ue ehúsa la le tu a Mosai a o sa á , ó o… at i ui la [refiriéndose a la semana] a un origen que tiene mucha apa ie ia de p o a ilidad . E ot as pala as, o so o i e tes ot os i te tos de explicar por qué reconocemos el tiempo en semanas. La semana nos remite a la historia de la creación en la Biblia. Dios trabajó seis días y en el séptimo descansó. Aquí está determinado el patrón de la semana. 231 LOS DIEZ MANDAMIENTOS Luego, en los Diez Mandamientos se hace referencia al sábado como el día de reposo. Éxodo 20: 8-11: 8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 10 más el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, … 11 Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó e s pti o día; po ta to, el “eño e dijo el día de eposo lo sa tifi ó LA ENSEÑANZA DE JESÚS EN EL DÍA DE REPOSO Cuando Jesús vino al mundo como el Mesías, el hijo de Dios, y como el cumplimiento de todo lo que la ley y los profetas enseñaron, entró en conflicto con los fariseos sobre el día de reposo. Este tema es abordado ampliamente en los cuatro evangelios. Juan 5:18 dice: Po esta ausa, los judíos aú ás p o u a a ata le, po ue o solo iola a el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su p opio Pad e, ha i dose igual a Dios . Este tema es muy extenso y está relacionado totalmente con las reclamaciones divinas de Jesús, quién hizo ciertas declaraciones radicales que determinan la manera en que debemos pensar sobre nuestra celebración del día del Señor. Leamos Mateo 12:1-14: 1 Por aquel tiempo Jesús pasó por entre los sembrados en el día de reposo; sus discípulos tuvieron hambre, y empezaron a arrancar espigas y a comer. 2Y ua do lo ie o los fa iseos le dije o : Mi a, tus dis ípulos hacen lo que no es lícito ha e e el día de eposo . 3Pe o l les dijo: ¿No ha is leído lo ue hizo Da id ua do l y sus compañeros tuvieron hambre, 4cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, que no les era lícito comer, ni a él ni a los que estaban con él sino solo a los sa e dotes? E ela ió o este te a, la is a histo ia Ma os : e oge: Y l les decía: El día de reposo se hizo para el hombre y no el hombre para el día de reposo . 5 ¿O no habéis leído en la ley, que en los días de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo y están sin culpa? 6 Pues os digo que algo mayor que el templo está aquí. 7 Pe o si hu ie ais sa ido lo ue esto sig ifi a: Misericordia quiero y no sacrificio , o hubierais condenado a los inocentes. 8 Porque el hijo del Hombre es Señor del día de reposo. 9 Pasando de allí, entró en la sinagoga de ellos. 10 Y he aquí un hombre que tenía una mano seca. Y para poder acusarle, le preguntaron diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? 11Y el les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una sola oveja, si esta se le cae en un hoyo en día de reposo, no le hecha mano y la saca? 12Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer el bien en el día de reposo. 13 Entonces dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada, sana 232 como la otra. 14 Pero cuando los fariseos salieron, se confabularon contra él, para ver ó o pod ía dest ui le Consideremos tres observaciones y luego, cinco declaraciones que Jesús hizo: TRES OBSERVACIONES Observación # 1: Cuando los fariseos acusaron a los discípulos de Jesús de violar la ley (en el versículo 2) porque recogían espigas y las comían en el día de reposo, Jesús ni siquiera intentó argumentar que recoger espigas y comerlas en ese día, no era una violación del día de reposo. De hecho, la manera hipotética en que les respondió asumía que era una violación de la ley. Observación # 2: En los versículos 3 y 4 Jesús se refiere al rey David y a sus hombres tomando el pan de la casa de Dios que no les era lícito comer, y en el versículo 5 se refiere a los sacerdotes que trabajaban en el día de reposo y lo profanaban. En otras palabras, las necesidades de los hombres de David y las necesidades del servicio del templo tuvieron prioridad sobre el pan ceremonial y las reglas del día de reposo. Observación # 3: Jesús sanó a un hombre con una mano seca en el día de reposo, sabiendo que sus enemigos estaban tratando de atraparle. Intencionalmente provocó la controversia. CINCO DECLARACIONES Jesús hace cinco declaraciones para explicar lo que está haciendo. Declaración # 1: Ve sí ulo : Algo a o ue el te plo está a uí . Y po dedu ió : «U o mayor que David está aquí. Si David y sus hombres, y los sacerdotes que servían en el templo eran inocentes, cuanto más mis discípulos. Soy mayor que David y que el templo». Declaración # 2: Ve sí ulo : El hijo del ho e es “eño del día de eposo . E ot as palabras: «No solo soy un rey más grande que David. Soy el creador, el dueño, y el dador de las reglas del día de reposo. Ese día es mío». Declaración # 3: Ve sí ulo : Mise i o dia uie o o sa ifi io . Esta ita de Oseas : nos dice que el amor tiene prioridad sobre las leyes ceremoniales. «Por tanto, vayan a aprender cómo el Antiguo Testamento brinda directrices de cómo usar la ley amorosamente». Declaración # 4: Ma os : : El Día de eposo se hizo pa a el ho e, o el ho e pa a el día de eposo . Esta de la a ió os di e, de ot a a e a, ue ha e el bien a las 233 personas, no atenta contra el día de reposo, aunque sacar un hombre de un pozo cueste el sudor de nuestra frente. Lo cual está luego explícito en la próxima declaración. Declaración #5. Ve sí ulo : Po ta to, es lí ito ha e el ie e el día de eposo . El resultado de todo lo anterior indica que indudablemente existe un día especial para los seguidores de Cristo, pero que ciertamente, hay un nuevo tipo de libertad y un nuevo criterio para lo que es permisible (como vimos en Oseas 6:6). Jesús no trató de esclarecer si la conducta de sus discípulos se ajustaba o no, al modelo de la ley. El llevó el asunto a una nueva dimensión: El día de reposo fue establecido para expresar el gobierno y la autoridad de Jesús, no la de Moisés (creado para adorar a Cristo). El día de reposo fue hecho para aliviar al hombre no para cargarlo. El día de reposo fue hecho para mostrar mise i o dia pa a ha e el ie 1 7.2.1.1 Mi análisis: El esultado de todo lo a te io i di a ue i duda le e te e iste u día especial para los seguido es de C isto Queridos hermanos, yo mismo estoy de acuerdo y leo idéntico a John Piper, de que Dios creó las semanas, estableció un día de reposo, el cual fue hecho a causa del Hombre y no viceversa, un día del cual Jesús es Señor, y un día en el que es lícito hacer bien ¿Cuál es ese día? ¡Exacto! Nuestro hermano Jhon nos ha dado evidencia inequívoca sobre la identidad de este día: El día de reposo, el séptimo día. Así que si John con base en los textos que ha citado (Génesis 2, Ex. 20 y Mt 12) concluye que i duda le e te e iste u día espe ial pa a los seguido es de C isto ¿Cuál día es el que apuntan los textos que él mismo está citando? ¡Así es! El séptimo día, el día de reposo, el sábado. Entonces la implicación de John es que el día de reposo, el séptimo día es un día especial para los seguidores de Cristo ¿No es lo que él está diciendo? En este tratado no hago un análisis exhaustivo sobre el día de reposo, porque es algo que debo abordar en otro texto, pero por ahora quiero decir que me siento cómodo con las conclusiones que John hace sobre lo que es el día de reposo: El día de reposo fue establecido para expresar el gobierno y la autoridad de Jesús, no la de Moisés (creado para adorar a Cristo). El día de reposo fue hecho para aliviar al hombre no para cargarlo. El día de reposo fue hecho para mostrar misericordia y para hacer el bien 234 7.2.2 Segunda Parte JUAN 5:16-17 Ahora considere a Juan 5:16-17. Jesús sanó un hombre en el día de reposo y le dijo en Jua : : Le á tate, to a tu a illa a da . Esta o de puso al ho e e p o le as po el he ho de a ga su a illa e el día de eposo. E Jua : Jua es i e: A ausa de esto los judíos pe seguía a Jesús, po ue ha ía estas osas e el día de eposo . A lo que dice (en el e sí ulo : Pe o l les espo dió: Hasta aho a i pad e t a aja o ta i t a ajo . ¿Qué significa esta respuesta? Creo que tiene este significado: Cuando Adán pecó, Dios se levantó de su descanso en el día de reposo, después de la creación, y comenzó a trabajar nuevamente, (esta vez no en la creación, sino en la redención) con vistas a una nueva ea ió , a u a ue a hu a idad. Hasta aho a i Pad e t a aja, o ta i t a ajo . «Ustedes no entienden lo que estoy haciendo. Mi padre y yo estamos creando un mundo nuevo, una humanidad nueva, y cuando la terminemos, celebraremos con un nuevo día de reposo». Y este trabajo de redención y de nueva creación estuvo terminado definitivamente en la cruz. Y tres días después Jesús resucitó de entre los muertos para celebrar la victoria que había ganado, y la nueva creación que finalmente había obtenido e inaugurado. Ahora podía sentarse con su Padre en el trono del universo e t a e su Día de eposo 2 7.2.2.1 Mi análisis: Esta o de puso al ho día de eposo e e p o le as por el hecho de cargar su camilla en el El hermano John reconoce que el día aquí en cuestión es el día de reposo, el séptimo día para los judíos. Pe o l les espo dió: Hasta aho a i padre trabaja y yo también trabajo. ¿Qué significa esta respuesta? Creo que tiene este significado: Cuando Adán pecó, Dios se levantó de su descanso en el día de reposo, después de la creación, y comenzó a trabajar nuevamente, (esta vez no en la creación, sino en la redención) con vistas a una nueva creación, a u a ue a hu a idad ¿Dios se levantó de su descanso en el día de reposo? Lo ue está di ie do Joh es ue debido al pecado de Adán, Dios, quien había cesado el séptimo día de trabajar en la creación, retomó labores, pero ahora en otra dimensión: La redención. Bien, ¿está implicando John que después del sexto día, el séptimo día era un día permanente para 235 Dios? O sea que aunque ¿Adán aun en estado de gracia trabajara seis días a la semana, Dios ya no seguía trabajando más después de la creación? Entonces lo que John está implicando es que Dios entró en un reposo permanente después de su creación. Así que Dios no reposaba cada siete días, sino que estaba en cesación de actividades permanentes, a diferencia del hombre quien sí reposaba cada siete días. Interesante la propuesta de John, solo que no hay evidencia bíblica que la sustente ¿o sí? Yo estoy de acuerdo con lo que John dice, de que el Señor está trabajando hacía una nueva humanidad, hacia una nueva creación, y lo hizo por medio de la encarnación de Cristo, de su muerte sustituta, de su resurrección, del ministerio sacerdotal de Cristo en el cielo, del llamado y obra de santificación del Espíritu, por medio de la venida de Cristo, del juicio eterno y del establecimiento de la Nueva Jerusalén al fin de los días. Sí, Dios está trabajando por una nueva humanidad. Hasta aho a i Pad e t a aja, o ta i t a ajo . «Ustedes o e tie de lo que estoy haciendo. Mi padre y yo estamos creando un mundo nuevo, una humanidad nueva, y cuando la terminemos, celebraremos con un nuevo día de reposo». En efecto, el Padre y el Hijo ahora están trabajando en la salvación de los hombres, una nueva humanidad, una nueva creación. Esto es algo que se lee en el plan profético de Dios: Efe.1.9-10 dá do os a o o e el isterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tie a Ahora bien, ¿Quién dijo que cuando esto termine, es decir, cuando el Hijo se sujete al Padre en el fin, se celebrará con un nuevo día de reposo? ¿Esta idea de celebrar con un nuevo día de reposo es profética, apostólica, bíblica, exegética, canónica? ¿Dijo esto alguno de los profetas? ¿Mencionó esta idea el mismo Señor Jesús? ¿Insinuó está idea alguno de nuestros apóstoles? Hermanos, la idea que plantea John no tiene fundamentos proféticos, bíblicos, apostólicos exegéticos, ni canónicos. ¿Lo notan? Esta es su idea, no la de Dios, Jesús, o algún escritor canónico. Lo que John está enseñando es que Dios ha determinado establecer otro día de reposo, uno que ya no sea a causa de la primera creación, sino de una segunda, de la nueva creación, a causa de haber culminado su obra redentiva. Hermanos, nótese que nuestro exegeta John está leyendo algo que el texto joanino no dice, sino que como él mismo lo 236 reconoce, es su explicación: significado ¿Qué significa esta respuesta? Creo que tiene este Hermanos, John tiene el deber de tratar de dar un significado a la respuesta de Jesús, esa es la labor pastoral y de predicación, solo que John, por lo que veo, aquí no hace uso del primer recurso para encontrar una respuesta: El contexto inmediato del pasaje, luego el libro, luego la literatura de Juan, luego el resto de literatura apostólica, y así entonces de toda la Escritura. Ahora bien, si John ya hizo ese largo proceso exegético ¿dónde está? ¿Por qué deberíamos aceptar su interpretación cuando no ha dado evidencia de ello? Así que pido humildemente a Jhon Piper brindar a la iglesia el proceso por el que él concluyó que la espuesta de Jesús: Mi Pad e t a aja o ta i t a ajo apu ta a a la o a de salvación y al establecimiento de un nuevo día de reposo. ¿No es correcto que lo haga? Por tanto, la idea de John que él aquí plantea es especulativa y él no ha dado evidencia de cómo y porqué es que eso puede ser verdad, que Dios haya querido establecer un nuevo día de reposo. En efecto, es lo que John cree que es el significado, pero su respuesta no la sustenta con la Escritura ni con ideas apostólicas, porque en realidad, ningún apóstol ni algún profeta dijo lo que John está enseñando. Y este t a ajo de ede ió de ue a ea ió estu o te i ado defi iti a e te en la cruz1. Y tres días después Jesús resucitó de entre los muertos 2 para celebrar la victoria que había ganado,3 y la nueva creación4 que finalmente había obtenido e inaugurado. Ahora podía sentarse con su Padre en el trono del universo 5 y entrar en su Día de reposo6 Numerales añadidos por mí. Revisemos los hechos que John plantea: El primero es la obra de la cruz : Co su ado es dijo C isto, así uedo egist ado e el Evangelio de Juan. Creo que ningún creyente hasta ahora podría negar este hecho de que el pagó de nuestro pecado fue consumado en la cruz ¡Glorioso! El segundo hecho es que Jesús resucitó de entre los muertos , y esto es innegable. Pues sobre la resurrección de Cristo descansa nuestra fe, pues si Cristo no resucitó ¿qué sentido tiene bautizarse por un muerto? Pero gracias a Dios, la verdad es que nuestro Señor está vivo. ¡Aleluya! El tercer hecho que John plantea es que Jesús fue resucitado para celebrar la victoria que había ganado . ¿Qu i to ia? La es itu a señala ue C isto t iu fó so e los 237 p i ipados potestades e la uz Colose ses : ; ta i se di e ue el p í ipe de este mundo fue juzgado Jua “i duda el pago del pecado fue aceptado (Hebreos , así is o po edio de la ue te dest u ó al ue te ía el i pe io de la uerte, al dia lo He eos Fue declarado Sacerdote según el orden de Melquisedec (Hebreos 5). Ahora bien, bien cierto es entonces que nuestro Señor venció en la cruz, eso es cierto, pero no necesariamente la Escritura enseña que él se levantó para celebrar su victoria. Lo que yo veo, es que él se levantó de los muertos para entrar en su gloria (que puede implicar una victoria), la gloria eterna que le estaba prometida, para recibir su reino prometido: Luc.24.26. ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Entrar en su gloria, en efecto puede ser parte de una celebración, no obstante, Jesús no se levantó para celebrar, sino para seguir trabajando: Ahora enviará el Espíritu, y está esperando que sus enemigos sean puesto bajo sus pies: Heb.10.12-13 pe o C isto, ha ie do of e ido u a ez pa a sie p e u solo sa ifi io po los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus e e igos sea puestos po est ado de sus pies Y el último enemigo será la muerte: 1Co.15.25-26 Po ue p e iso es ue l ei e hasta ue ha a puesto a todos sus e e igos de ajo de sus pies. Y el post e e e igo ue se á dest uido es la ue te Entonces, en efecto, puede ser que Jesús se levantó victorioso al tercer día, pero no necesariamente su victoria está consumada, sino que los hechos bíblicos y proféticos muestran que el Señor todavía tiene un mundo por conquistar y enemigos a los cuales destruir, la victoria todavía no está completada. El cuarto hecho que John plantea es que Jesús se levantó para celebrar, aparte de la victoria que había ganado (la cual es segura pero todavía no está completa), la nueva creación que finalmente había obtenido e inaugurado . Querido John ¿qué creación obtuvo e inauguró Jesús con su resurrección? Por supuesto no puede ser la creación del cielo y la tierra, porque el profeta afirma que la actual creación todavía sigue gimiendo: Rom.8.20-22 Po ue la ea ió del g iego ktisis) fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la 238 creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de pa to hasta aho a E to es ¿ uál es la ue a ea ió ue Jesús o tu o e i augu ó ? Co el de ido respeto, pero en el Evangelio yo solamente leo de una nueva creación aparte de la que nos espera cuando venga el Señor: La nueva creación que vienen a ser los creyentes en Cristo: 2Co.5.17 De odo ue si algu o está e C isto, ue a iejas pasa o ; he a uí todas so he has ue as Gál.6.15 Po ue e C isto Jesús i la i u isió nueva creación (kainos ktisis iatu a kainos ktsis) es; las cosas ale ada, i la i i u isió , si o una Así que lo que Jesús obtuvo, en cuanto a nueva creación, es que los pecadores ahora puedan ser nuevas criaturas, y esto es algo que se efectúa en virtud de la resurrección de Cristo: Col.2.12 sepultados o l e el autismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, edia te la fe e el pode de Dios ue le le a tó de los ue tos Así que en efecto, Jesús con su resurrección sí inauguró una nueva creación, o más bien, con su resurrección se estableció el poder por el que se daría vida nueva a los pecadores: Rom.6.4 Po ue so os sepultados ju ta e te o l pa a ue te po el autis o, a fi de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros a de os e ida ue a Pero una cosa es segura, Cristo resucitó hace dos mil años, pero nosotros no somos hechos nuevas criaturas sino hasta que recibimos al Señor y somos bautizados. Ninguno de nosotros fue hecho nueva criatura el mismo día que Jesús resucitó, sino que está operación se efectúa en nosotros cuando creemos en el Señor: Efe.2.4-8 Pe o Dios, ue es i o e ise i o dia, po su g a a o o ue os a ó, au estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; esto o de osot os, pues es do de Dios 239 Aunque en efecto, debo conceder que Jesús es las primicias de esta nueva humanidad para Dios: 1Co.15.20-23 Mas aho a C isto ha esu itado de los ue tos; p i i ias de los ue durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, e su e ida Así que en efecto, la resurrección de Jesús marca el comienzo del fin, el inicio del fin del plan redentor de Dios. Entonces cuando John afirma que Jesús se levantó de los muertos para celebrar la nueva creación que había obtenido e inaugurado, tiene razón, porque la resurrección de Jesús da luz a los seres humanos: Hec.26.23 Que el C isto ha ía de pade e , se el p i e o de la esu e ió de los ue tos, pa a a u ia luz al pue lo a los ge tiles Pero si John se está refiriendo a una creación física, a una creación cósmica ¿tenemos que creer sin evidencia y aun cuando los datos bíblicos dicen otra cosa al respecto? Porque cierto es que todavía no hay nueva creación, sino que nosotros en el siglo XXI, seguimos haciendo lo que nuestros hermanos del primer siglo hicieron: 2Pe.3.13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los uales o a la justi ia En realidad, hasta el día de hoy no hay nueva creación (aparte de la regeneración del pecador), sino que todas las cosas permanecen como desde antaño: 2Pe.3.5-7 Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la pe di ió de los ho es i píos Jesús, no ha inaugurado ninguna nueva creación cósmica, ni la ha obtenido, sino que todavía está aguardando el día cuando esta profecía se cumpla a cabalidad. El quinto he ho ue Joh trono del universo e io a es ue Ahora podía sentarse con su Padre en el Esto no tiene debate teológico, me parece a mí: 240 Heb.1.3 el ual, sie do el espla do de su glo ia, la i age is a de su susta ia, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas Heb.10.12-13 pe o C isto, ha ie do of e ido u a ez pa a sie p e u solo sa ifi io po los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus e e igos sea puestos po est ado de sus pies Entonces el sexto y último hecho que afirma John sobre Cristo es que Jesús Ahora podía sentarse con su Padre en el trono del universo y entrar en su Día de reposo Hermanos, respecto a la obra de la cruz y de su resurrección, de su establecimiento a la diestra de Dios (primer, segundo y quinto hechos declarados por John) hay evidencia inequívoca de tales realidades. Con respecto a la celebración de Cristo en su día de resurrección (tercer hecho), aunque no hay evidencia de tal cosa, de todos modos se puede ver que su resurrección sí es una victoria. Con respecto a la idea de que Cristo obtuvo e inauguró una nueva creación (cuarto hecho), bastante dificultades hay, al punto que al menos yo, no acepto su idea de una nueva creación cósmica inaugurada el día de la resurrección de Cristo y obtenida por él en su obra redentora. Ahora bien, en los cinco hecho anteriores al menos hay textos bíblicos que los mencionan (así no estén contextualizados), pero veamos ahora el último hecho que John plantea sobre Cristo y su resurrección: Ahora podía sentarse con su Padre en el trono del universo y entrar en su Día de reposo Querido John, ¿nos puedes ayudar con algo de evidencia escritural sobre esta propuesta tuya? ¿Nos ayudas con evidencia escritural, por favor? Yo creo que Cristo entró en su gloria: Luc.24.26. ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 1Pe.1.11 es ud iña do u pe so a u tie po i di a a el Espí itu de C isto ue estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que e d ía t as ellos Pero ¿en qué consiste esta gloria? Yo puedo leer de muchas bendiciones que tiene Cristo ahora: - Toda potestad le ha sido dada en el cielo y la tierra (Mt. 28) 241 - A él están sujetos ángeles y potestades (1 Pe. 3) Es intercesor y abogado de los suyos (Ro. 8) Tiene un nombre sobre todo nombre (Fi. 2) Se ha sentado en el trono de su Padre (Ap. 3) Se ha sentado como Sumo Sacerdote implicando la culminación de su expiación por el pueblo ¿Será este su día de reposo? (He. 10) Pe o lo ue o o e ue t o e i Es itu a, es ue Jesús ha a e t ado e su día de eposo ¿Ustedes tie e algú i di io í li o de tal cosa? Por favor permítanmelo saber. Entonces, yo no solo no puedo aceptar el hecho que John propone de Cristo entrando en su día de reposo porque no hay asidero bíblico para ello, ni siquiera teológico, pues no sabemos cómo es que él llegó a descubrir esa gloria de Cristo, sino que afirmo que John está enseñando algo extra-canónico, está enseñando una doctrina que no está en nuestros textos apostólicos. Si la Escritura no da evidencia ni sustento de que Cristo al sentarse en el trono haya entrado así en su día de reposo ¿De dónde saca John esta idea? Es suya, y la misma especulación sostiene mi profesor Sam Waldron. ¿Lo recuerdan? Es más, John afirma que al sentarse Jesús en el trono entró en su día de reposo ¿Qué día? ¿El día en que fue ascendido al cielo? ¿El día en que resucitó? ¿O un día simbólico de reposo de su obra redentora? John no está enseñando el consejo de Dios, sino que está exponiendo una idea suya, especulativa, sin asidero escritural. Y finalmente, con el debido respeto, nuestro Señor no está en reposo, él está trabajando actualmente en la salvación de su iglesia, gobernando en el cielo y la tierra y aguardando el día cuando suprima todo poder y dominio y le entregue el reino al Padre. Teológicamente hablando, Cristo no está en su reposo, sino que está o a do, hasta aho a el Pad e l t a aja . 7.2.3 Tercera Parte LA IGLESIA PRIMITIVA Y EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA Por esa razón la iglesia primitiva tomó el primer día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día. El séptimo día marcó la victoria de la primera creación. El primer día marcó la victoria de la nueva creación con la resurrección de C isto 3 7.2.3.1 Mi análisis: Por esa razón la iglesia primitiva tomó el primer día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día. El séptimo día marcó la victoria de la 242 primera creación. El primer día marcó la victoria de la nueva creación con la esu e ió de C isto John, humildemente pregunto ¿acaso había una lucha en la primera creación como para que el séptimo día fuera uno de victoria? ¿Venció Dios en el séptimo día? ¿A quién? Hasta donde nosotros leemos nadie ha dicho que el séptimo día marcó la victoria de la primera creación, sino que fue un día en que Dios reposó y bendijo tal día: Gén.2.3 Y e dijo Dios al día s pti o, lo sa tifi ó, po ue e que había he ho e la ea ió l eposó de toda la o a Aho a ie , u a ez ás ¿a u ea ió de efie e Joh o ue a ea ió ? “i l se refiere a la creación física, paralela a la creada en seis días, entonces John está diciendo que con la resurrección de Cristo ya no solo se inauguró una nueva creación (lo cual podría ser una idea aceptable) sino que incluso se marcó su victoria, cosa que a la luz de los escritos proféticos no es verdad, sino que el evento que marcará la victoria de la Nueva Creación es paradójicamente el día del Señor, es decir, cuando Cristo regrese y juzgue al mundo y salve a su pueblo, cuando resucitemos con cuerpos gloriosos semejantes al suyo. Y lo que es más, ¿cómo sabe John que los apóstoles vieron al séptimo día como la victoria de la primera creación y al primer día, el día en que Cristo resucitó, como la victoria de la nueva creación? Yo no encuentro evidencia en mi biblia sobre esa postura ¿la tienen ustedes? Si muchos cristianos desean ver en el día de la resurrección de Cristo la victoria de la nueva creación ¿quién soy yo para impedírselo? Yo solo digo que tal cosa pertenece al culto personal y privado, y no constituye una doctrina para la iglesia. Al menos yo no veo una celebración de la nueva creación en el día de la resurrección de Cristo. ¿Y ustedes? Po esa azó la iglesia p i iti a to ó el p i e día de la se a a o o su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día. El séptimo día marcó la victoria de la primera creación. El primer día marcó la victoria de la nueva creación con la resurre ió de C isto Jhon Piper, dice resueltamente: Por esa razón la iglesia primitiva tomó el primer día de la semana como su día de adoración y volvió su espalda al séptimo día ¿A u azó se refiere John Piper? Necesariamente debe ser a la idea precedente: Y este t a ajo de ede ió de ue a ea ió estu o te i ado defi iti a e te e la cruz. Y tres días después Jesús resucitó de entre los muertos para celebrar la victoria que había ganado, y la nueva creación que finalmente había obtenido e inaugurado. Ahora podía se ta se o su Pad e e el t o o del u i e so e t a e su Día de eposo 243 John entonces está implicando que los seis hechos descritos anteriormente suscitaron en la iglesia primitiva el cambio de día de adoración. Déjenme decir algunas cosas al respecto. La primera, es que como vimos, la premisa de que Cristo entró en su día de reposo en la resurrección sencillamente no es profética, bíblica, canónica, exegética y por tanto tampoco es apostólica ni evangélica (del evangelio), sino que es una idea especulativa de John, e idea que contradice los hechos que se pueden inferir del Evangelio: Que Cristo no está en reposo, sino que todavía está trabajando por la salvación de los suyos, por ejemplo, mediante su ministerio sacerdotal. La segunda, es que no existe evidencia escritural de que la iglesia primitiva haya considerado que Cristo entró en su reposo o que con su resurrección inauguró una nueva creación (excepto el don de la regeneración - nuevo nacimiento - para los creyentes). La tercera, es que si la premisa de que Cristo entró en su reposo no es cierta, entonces tampoco la iglesia primitiva pudo haber considerado tal premisa para adoptar el primer día de la semana como su día de adoración. La iglesia no pudo haber hecho lo que John plantea (tomar el día de su adoración y dar la espalda al día de reposo), por el sencillo he ho de ue la iglesia o o o ió la p e isa ue se pla tea del eposo de C isto . La cuarta, es que de los seis hechos presentados por John Piper, solo uno de ellos establece el fundamento para un cambio de día de adoración (según su teología). Porque Cristo murió, resucitó, se sentó a la diestra del Padre, su resurrección fue una victoria suya sobre la muerte y pudo ser vista como una victoria y hasta podríamos aceptar la idea de una nueva creación inaugurada y obtenida por él (solo admitiéndola, no aceptando que es verdad), pero ninguno de estos cinco hechos conllevan la necesidad moral y doxológica de adoptar el primer día como día de adoración y darle la espalda al día de reposo. Me explico: Uno podría seguir reposando el séptimo día, y aun así aceptar los cinco hechos que he descrito anteriormente. Para sostener la necesidad del cambio de día de adoración (realmente de reposo), el hecho fundamental es la especulati a e t ada de C isto e su eposo . La quinta cosa, es ue au si e ealidad C isto e t ó e su eposo o ia e te esto es especulación), por esto no se obliga a que la iglesia judía dejara de reposar el séptimo día. No hubo, ni hay indicación alguna de cambiar el día de reposo, aun si fuera cierto que Cristo entró en su día de reposo. El Cuarto Mandamiento, observado por la iglesia judía, prescribía todavía reposar el séptimo día. 244 La sexta, es que la proposición de John es especulativa, pues como se puede ver, él o ia e te o tie e e ide ia es itu al, apostóli a, í li a pa a soste e por esta razón (incluyendo que Cristo entró en su reposo) la iglesia primitiva tomó el primer día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día . El o lo sa e realmente, es solo su propuesta. La séptima cosa que quiero anotar, es que John al afirmar que por esta razón la iglesia primitiva tomó el primer día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día , implica que los apóstoles fueron los que tomaron esta decisión, ya que la iglesia primitiva, fundada sobre la doctrina de los apóstoles, tuvo que tomar esta decisión no porque algún obispo la haya enseñado sino porque los mismos apóstoles del Señor así lo ordenaron y comunicaron. Entonces, hermanos, leyendo mi Escritura yo no encuentro ni un solo indicio de que la razón por la que los apóstoles adopta o el p i e día o o día de adoración die o la espalda al sá ado fuera la razón que John plantea. Todo lo que yo veo en la Escritura son tres hechos bien claros: que el día de reposo era el sábado; que nuestro Señor resucitó al tercer día de su muerte, un primer día de la semana; y que la iglesia comía la mesa del Señor cada primer día de la semana. Ahora bien, si con esos hechos ustedes, hermanos míos, concluyen que el día de reposo cambió, está bien, ¿quién soy yo para impedírselo? Solamente que reconozcamos que no es una enseñanza de los apóstoles, sino que es una idea de los creyentes, pero que desafortunadamente no existe de ella sustento bíblico (no me refiero a versos, sino a una teología armónica) y además niega e ignora lo que la Escritura sí dice al respecto. Ya he mostrado la enseñanza de ella en cuanto a este asunto. Así que yo no entiendo cuál es el proceso exegético por el que John puede conocer cosas que los apóstoles no dijeron, no enseñaron, sino que incluso la Escritura no permite inferir, como el cambio de día de reposo o de adoración. Po esa azó la iglesia p i iti a to ó el p i e día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día. El séptimo día marcó la victoria de la primera creación. El primer día marcó la victoria de la nueva creación con la esu e ió de C isto Ahora bien, John también, en mi parecer, es demasiado rápido al emplear la palabra ado a ió . Po supuesto, la iglesia ado a a el p i e día de la se a a, ella segu a e te oraba, leía la Escritura, profetizaban, y practicaban el amor, pero también hacían un evento en particular: Comían la mesa del Señor. 245 Nuestra Escritura nos da un texto donde dice cuál era el propósito de la reunión del primer día de la semana: Hec.20.7 El p i e día de la se a a, eu idos los dis ípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; ala gó el dis u so hasta la edia o he Entonces, como ha sido expuesto, la iglesia primigenia se reunía para adorar, sí, pero con un evento en mente claro: La mesa del Señor. La segunda cosa es que como tal el día de reposo no era un día de adoración, sino como su mismo nombre lo específica era de reposo. Los judíos adoraban a Dios en el día de reposo precisamente reposando de sus labores, eso era su adoración. La oración, la lectura de la Tora y otras actividades de adoración, no eran normativas para que este día fuera aceptado ante Dios, pues la cosa ordenada por el Señor era una: Reposar. Además, los apóstoles no dieron la espalda al día de reposo, pues sabemos que ellos, seguían guardando la ley, y no fue sino hasta que el Espíritu Santo reveló la inclusión de los gentiles, que su estilo de vida se fue liberando y transformando en uno que ya no era según la ley. ¿Me equivoco? Así que en el mejor de los casos, John necesita explicar mucho más su sermón. Y si esto es toda la evidencia que él tiene al respecto (yo no he encontrado más), entonces John está usando los textos bíblicos para apoyar una idea que no es bíblica. Ese es el punto. 7.2.4 Cuarta Parte LA IGLESIA PRIMITIVA Y EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA Por esa razón la iglesia primitiva tomó el primer día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día. El séptimo día marcó la victoria de la primera creación. El primer día marcó la victoria de la nueva creación con la resurrección de Cristo. Aquí tenemos algunas de las definiciones respecto al primer día de la semana: En los cuatro evangelios se emplea una manera muy usual de expresar el primer día de la se a a, pa a des i i el día de la esu e ió de Jesús. Usual e te es t adu ido E el p i e día de la se a a Jua : , Lucas 24:1, Marcos 16:2: Te de mia ton sabbaton, o Mateo 28:1: eis mian sabbaton . Lite al e te se lee ía: el día ú e o u o despu s del sá ado; o sea, el p i e día e la se ue ia de días dete i ados po el sá ado Je ett, The Lo d’s Da , p. . Las pala as usadas pa a p i e apa e e e es e el Nue o Testamento. Y solamente en referencia al día de la resurrección tenemos este uso peculiar. 246 ¿Por qué es tan significativo este uso? Es significativo porque hay solo dos textos fuera de los evangelios donde los escritores se refieren al primer día de la semana como especial pa a la iglesia, e esos dos te tos se a ifiesta ese uso pe ulia . He hos : : E el primer día de la semana [en de te mia tonsabaton], cuando estábamos reunidos para parti el pa , Pa lo les ha la a, pe sa do pa ti al día siguie te . a a los Co i tios : : El p i e día de la se a a kata mian sabattou], cada uno de vosotros aparte y guarde segú ha a p ospe ado, pa a ue ua do o a a o se e oja e to es of e das . Este uso es simplemente sorprendente desde un punto de vista estadístico. Hay más de usos de la pala as p i e aú p i e día ue o se efie e al p i e día de la semana (Por ejemplo: Mateo 26:17; Marcos 14:12; Hechos 20:18; Filipenses 1:5) y solo en referencia al primer día de la semana, como día de congregación cristiana, está la forma idéntica y extraordinaria, empleada para describir el día que Jesús resucitó de entre los muertos. La cuestión es que la iglesia cristiana cambió el séptimo por el primer día con vistas a la adoración porque ese fue el día en que el Señor Jesús resucitó de entre los muertos (el día que vindicó la obra redentora de su Padre). La nueva creación, la nueva humanidad, fueron compradas y establecidas (pero no consumadas 4 7.2.4.1 Mi análisis: Aquí tenemos algunas de las definiciones respecto al primer día de la semana: En los cuatro evangelios se emplea una manera muy usual de expresar el primer día de la semana, para describir el día de la resurrección de Jesús. Usualmente es t adu ido E el p i e día de la se a a Jua : , Lu as : , Ma os : : Te de ia to sa ato , o Mateo : : eis ia sa ato . Lite al e te se lee ía: el día número uno después del sábado; o sea, el primer día en la secuencia de días deter i ados po el sá ado Je ett, The Lo d’s Da , p. . Las pala as usadas pa a p i e apa e e e es e el Nue o Testa e to. Y sola e te e referencia al día de la resurrección tenemos este uso peculiar En efecto, estoy plenamente de acuerdo con que eis mian sabbaton o te de mia ton sabbaton, es la forma de llamar en la literatura canónica al día después del sábado. Sin embargo, la traducción literal que propone Jewett no necesariamente es la preferible ¿Por qué lo digo? La traducción usual al español es: El p i e día de la se a a Y Je ett p opo e: El p i e día e la se ue ia de días dete i ados po el sá ado 247 Ahora bien, ¿son la misma cosa ambas traducción? Miremos este verso: Luc.18.10-12 Dos ho es su ie o al te plo a o a : u o e a fa iseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo ue ga o En el versículo doce se dice específicamente esto: a u o dos (sabbaton), do diez os de todo lo ue ga o e es a la se a a Ahora bien, en griego encontramos esto: nesteuo dis jo sabbaton apodekatoo pas hosos ktaomai En esta frase Lucas, escritor del Evangelio y de los Hechos apostólicos empleó una palabra particular: sabbaton. Palabra que él mismo usa en dos contextos más: Luc.24.1 El p i e día de la se a a sabbaton), muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas Hec.20.7 El p i e día de la se a a sabbaton), reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la edia o he ¿Será que Lucas usó esta palabra en Lucas 24 y Hechos 20 con el significado de semana, pero en Lucas 18, con otro significado o viceversa? Juzguen ustedes. Así que nuestra traducción clásica da al pu to: El p i e día de la se a a Y en efecto, es que la semana tiene siete días (aunque no en todas las culturas ni en todas los días tienen los mismos nombres, esto lo ampliaré luego), comienza con el primer día y termina con el séptimo, y luego del séptimo, no viene el octavo, sino que si estamos hablando de semanas, e to es el i lo o ie za de ue o o el p i e día de la se a a , e la ue el sá ado es el día ue la dete i a. Entonces: El primer día de la semana, es en efecto, el primer día de una semana que tiene siete días, y es el día que sigue después del séptimo, el que se llama reposo, o en griego sabbaton. Las pala as usadas pa a p i e apa e e e es e el Nue o Testa e to. Y solamente en referencia al día de la resurrección tenemos este uso peculiar. ¿Por qué es tan significativo este uso? Es significativo porque hay solo dos textos fuera de los evangelios donde los escritores se refieren al primer día de la semana 248 como especial para la iglesia, y en esos dos textos se manifiesta ese uso peculiar. He hos : : E el p i e día de la se a a [en de te mia ton sabaton], cuando estábamos reunidos para partir el pan, Pablo les hablaba, pensando partir al día siguie te . a a los Co i tios : : El p i e día de la se a a kata ia sabatton], cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se e oja e to es of e das . En efecto, entonces Lucas, Mateo y Marcos, y también Juan, llaman al día en que resucitó Jesús: de mia ton sabbaton. Y también Pablo, usa una construcción tan similar, que se traduce como el primer día de la se a a: kata mia sabbatton Entonces, los hechos muestran que en los autores bíblicos y seguramente en los lectores de las cartas y textos apostólicos, o sea en la iglesia de la era apostólica, se sabía que Jesús había resucitado el primer día de la semana, y también que el primer día de la semana la iglesia se reunía a comer el pan. ¿Hay algo más que concluir? Para Jewett y John sí: Este uso es simplemente sorprendente desde un punto de vista estadístico. Hay más de 150 usos de la pala as p i e aú p i e día ue o se efie e al primer día de la semana (Por ejemplo: Mateo 26:17; Marcos 14:12; Hechos 20:18; Filipenses 1:5) y solo en referencia al primer día de la semana, como día de congregación cristiana, está la forma idéntica y extraordinaria, empleada para describir el día que Jesús esu itó de e t e los ue tos ¡Maravilloso! ¿No es verdad? Claro que sí. Déjenme hacer solo un aporte. Los cuatro textos que brinda John de p i e día so los siguie tes: Mat.26.17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, di i dole: ¿Dó de uie es ue p epa e os pa a ue o as la pas ua? Mar.14.12 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar pa a ue o as la pas ua? Hec.20.18 Cua do i ie o a l, les dijo: Vosot os sa is ó o vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia Fil.1.5 po e he o po tado e t e uest a o u ió e el e a gelio, desde el primer día hasta ahora 249 Si ha ás eje plos de p i e día los espe o o gusto. Au similares, y ya veremos el porqué digo esto. ue supo go ue so Según el primer texto, que es el mismo contexto que el de Marcos 14:12, en Mateo 26:17, se le pregunta al Señor sobre la comida de la pascua: Mat.26.17-21 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce. Y mientras o ía , dijo: De ie to os digo, ue u o de osot os e a a e t ega Bien, he a os, la p egu ta de u illó de dóla es ¿ u día de la se a a e a el p i e día de la fiesta de los pa es si le adu a ? ¿E a u sá ado? O io ue no. ¿Era un primer día de la semana (un domingo)? Obvio que no. ¿Entonces cuál era? Si no estoy mal, y pido corrección, nuestro Señor fue entregado un jueves en la noche (quinto día de la semana), luego el viernes (sexto día) fue sepultado, el sábado (séptimo día de la semana) permaneció en la tumba y se levantó el domingo (el primer día de la semana). Lo describiré de la siguiente manera para comprenderlo, ya que la cultura judía tiene una manera diferente de la nuestra de contar los días: De tarde del miércoles a tarde del jueves: El quinto día De tarde del jueves a tarde del viernes: El sexto día De tarde del viernes a tarde del sábado: Séptimo día De tarde del sábado a tarde del domingo: Primer día de la semana E to es Jesús esu itó el p i e día de la se a a ue es dife e te al p i e día de la fiesta de los panes sin levadura, que podía llegar a celebrarse cualquier día, según coincidiera ese año: Lev.23.5-6 E el es p i e o, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jeho á; siete días o e is pa es si le adu a Es decir, que el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, la cual duraba siete días, podía ser iniciada el primero, el segundo o incluso el séptimo día de la semana. Lo importante era que se hiciera a los catorce y quince días del mes primero. 250 Yo les pido a ustedes que el tercer día de Mayo celebren por una semana mis cumpleaños. Bien, el tercero de Mayo puede ser un año un Lunes, el siguiente año será el Martes, si es bisiesto, entonces el Jueves, y así sucesivamente. E to es el p i e día de la fiesta de los pa es si le adu a o es el o e del día de la semana, sino que es el nombre de un periodo diferente: El primer día de una fiesta que dura siete días. Veamos el otro texto: Hec.20.18 Cua do i ie o a l, les dijo: Vosot os sa is ó o osot os todo el tie po, desde el p i e día ue e t e Asia e he o po tado e t e Bien ¿qué día de la semana Pablo entró en Asia? ¿El primero, el segundo, el tercero? ¿Cuál? ¿Lo saben? Por supuesto que no. Pablo pudo entrar un lunes, un martes, un viernes, o incluso un día de reposo a Asia. Si Pablo hubiera querido decir que él entro en Asia un primer día de la semana, pues entonces Pablo hubiera señalado tal día con su título: El primer día de la semana. Así ue p i e día e este o te to es u a en particular. Fil.1.5 po a e a de ha la pe o o señala uál día es uest a o u ió e el e a gelio, desde el p i e día hasta aho a Este ejemplo es idéntico al anterior. ¿Desde cuándo los filipenses entraron en comunión con Dios y por ello con Pablo? ¿Qué día recibieron ellos el Evangelio? ¿El primer día de la semana? ¿El tercero? ¿El séptimo? Notemos hermanos, que la dife e ia e t e el p i e día de la se a a de ot o pe iodo es de título: U a osa es de i el p i e día ue o e t atado ot a el p i e día de la se a a comencé a escribir mi tratado el p i e día a es i i i Así, Jesús no resucitó cualquie p i e día si o el p i e día de la se a a ta i la iglesia primitiva no se reunía el primer día de cada mes, o el primer día de invierno, sino el primer día de la semana. Ese es mi aporte. Por eso, John y Jewett están en lo cierto cuando afi a ue ha u hos p i p i e día ue solo p i e día de la se a a ha e efe e ia al día e resucitó y al día en que la iglesia o ía la esa de C isto, po ue p i e se a a en nuestra literatura canónica es el nombre ordinario del día que sábado, el cual en nuestra cultura latinoamericana llamamos Domingo. e au ue C isto día de la seguía al 251 Así que lo que está diciendo John no prueba nada. Solo nos ayuda a aclarar que una cosa es p i e día , ot o o epto es el p i e día de la se a a . Cie o o este eje plo: Desde el p i e día e ue o e a es i i este t atado e se tido e o io ado ha i dolo ¿Qu día de la se a a o e a es i i ? O ia e te, o se sa e. El p i e día de la se a a o e o el apítulo te e o lo o luí e uat o días ¿Qué día comencé el capítulo tercer? Por supuesto, el primero de la semana, que en nuestra cultura latinoamericana, podría ser bien un Domingo o un Lunes. Así que hemos recordado algo que es obvio en la Escritura: Jesús resucitó el primer día de la semana, y la iglesia se reunía cada primer día de la semana. 7.2.5 Quinta Parte CRISTO ES NUESTRO DÍA DE REPOSO FINAL Así que ha comenzado el día de reposo final, eterno y comprado por sangre. Entramos en él cuando cesamos nuestras obras y confiamos en Cristo y su obra culminante en la cruz por nosotros. Aquí está el significado final y grandioso del día de reposo. Cristo se ha convertido en nuestro descanso, en nuestro día de reposo. Hebreos 4:9-10 lo confirma ua do di e: Queda po ta to un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado en su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las su as . E este te to ha u a efe e ia al tie po pasado: he os e t ado. Pe o luego el escritor añade en el versículo : Po ta to esfo o os po e t a e ese eposo . E otras palabras, hemos entrado en ese reposo, y todavía debemos hacerlo. La redención está cumplida. Ahora, debe ser aplicada y consumada. Nuestro día de reposo eterno comenzó pero no está completamente presente. Probablemente por esa razón, la iglesia primitiva no abandonó la celebración de un día, e t e siete, o o día espe ial del “eño . E Apo alipsis : se le lla a, el día del “eño . Esta a o e el Espí itu e el día de “eño . Ellos sa ían que el descanso eterno aún era futuro. Todavía se necesitaba un día para testificar a un mundo auto dependiente y autosuficiente de que nuestras obras no nos salvan o nos definen, Cristo es quien lo hace. ¿Qué es lo que Pablo quiere decir entonces, cuando escribe a los colosenses (en Colosenses 2:16- : Po ta to, ue adie se o stitu a e uest o juez o espe to a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; 17 cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pero el ue po pe te e e a C isto ? Pie so ue Pa lo uie e de i ue C isto is o es uest o día de eposo fi al. Ve id a í, todos los ue estáis a sados a gados, o os ha des a sa Mateo : . C isto ha e ido 252 ha comprado nuestro descanso, y se ha convertido en nuestro lugar de descanso. Nos ha sido quitada la carga de salvarnos a nosotros mismos. Hay descanso para nuestras almas. Pero la sombra permanece porque Cristo no ha regresado todavía. Un día no habrá más semanas porque no habrá más noches, meses o años. El sol y la Luna no se necesitarán, po ue el “eño Dios los ilu i a á Apo alipsis : . “olo ha á día de eposo o ot o día. Pero todavía no probaremos el reposo final, sino solo en parte, a medida que confiemos en Cristo. Por tanto, el principio del día de reposo no fue abandonado por la iglesia primitiva. Cristo aún ofrece su sombra frente a este mundo cargado, es decir, el primer día de la semana (el día del Señor). Y el significado de ese día es que Jesucristo ha resucitado, Jesús es Señor, Jesús es creador, Jesús es redentor y en Jesús está el único descanso para nuestras almas. El primer día es para adorar a Jesús. Es un día para expresar, mediante nuestras acciones, que Jesús (no nuestras obras, ni el dinero que ganamos por nuestras obras), es nuestro tesoro y nuestra razón de ser. Es un día especial para darle la honra y la gloria al Señor. Es un día para la misericordia. Es un día especial pa a el ho e 5 7.2.5.1 Mi análisis: Así que ha comenzado el día de reposo final, eterno y comprado por sangre. Entramos en él cuando cesamos nuestras obras y confiamos en Cristo y su obra culminante en la cruz por nosotros. Aquí está el significado final y grandioso del día de reposo. Cristo se ha convertido en nuestro descanso, en nuestro día de reposo. Hebreos 4: 9- lo o fi a ua do di e: Queda po ta to u eposo sag ado pa a el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado en su reposo, él mismo ha reposado de sus o as, o o Dios eposó de las su as . E este te to ha u a efe e ia al tiempo pasado: hemos entrado. Pero luego el escritor añade en el versículo 11: Po ta to esfo o os po e t a e ese eposo . E ot as pala as, he os entrado en ese reposo, y todavía debemos hacerlo. La redención está cumplida. Ahora, debe ser aplicada y consumada. Nuestro día de reposo eterno comenzó pero o está o pleta e te p ese te Nuevamente hermanos míos, yo no veo que Jesús o los apóstoles hayan denominado un nuevo día de reposo para el pueblo de Dios. No es que no quiera aceptarlo, es que no me han dado evidencia bíblica, escritural o exegética, sino que solo me han ofrecido unas ideas leídas en los textos escriturales que los mismo no dicen, y que son apoyadas con versos bíblicos fuera de contexto. Por ejemplo, he aquí uno de ellos: 253 John dice que Cristo es nuestro reposo, y en parte entiendo su punto, pues al hacernos discípulos de Jesús, él quita ese yugo pesado del pecado de nuestros hombros, y nos enseña a llevar el suyo: Mat.11.28-30 Ve id a í todos los ue estáis t a ajados a gados, o os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi a ga Y John cita Hebreos 4:9:10 para confirmar su premisa de que Cristo es nuestro reposo: Heb.4.9-10 Po ta to, ueda u eposo pa a el pue lo de Dios. Po ue el ue ha e t ado e su eposo, ta i ha eposado de sus o as, o o Dios de las su as Respecto a lo cual John amplia su pensamiento: A uí está el sig ifi ado final y grandioso del día de reposo. Cristo se ha convertido en nuestro descanso, en nuestro día de reposo. Hebreos 4:9-10 lo confirma cuando dice: Queda po ta to u eposo sag ado pa a el pue lo de Dios. Pues el ue ha e t ado e su reposo, él mismo ha eposado de sus o as, o o Dios eposó de las su as . E este te to hay una referencia al tiempo pasado: hemos entrado. Pero luego el escritor añade en el versículo 11: Po ta to esfo o os po e t a e ese eposo . E ot as pala as, he os entrado en ese reposo, y todavía debemos hacerlo. La redención está cumplida. Ahora, debe ser aplicada y consumada. Nuestro día de reposo eterno comenzó pero no está completamente presente. Probablemente por esa razón, la iglesia primitiva no abandonó la celebración de un día, entre siete, como día especial del Señor. E Apo alipsis : se le lla a, el día del “eño . Esta a o e el Espí itu e el día de “eño . Ellos sa ía ue el des a so ete o aú e a futuro. Todavía se necesitaba un día para testificar a un mundo auto dependiente y autosufi ie te de ue uest as o as o os sal a o os defi e , C isto es uie lo ha e Hermanos míos, leamos por favor, el contexto del texto que cita mi hermano John Piper: Heb.4.2-11 Po ue ta i a osot os se os ha a u iado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo ; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día . Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo . Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les 254 anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, otra vez determina un día: Hoy , diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones . Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en se eja te eje plo de deso edie ia En primer lugar, el autor de Hebreos no es explicito (no lo dice) al decir que Cristo es uest o eposo. El di e ue ueda u eposo pa a el pue lo de Dios lo ha e en conexión con la tierra prometida a la que Josué hizo entrar a Israel y al séptimo día. ¿Lo notan? No hay mención alguna de que por la resurrección de Cristo, el primer día de la semana se haya convertido en el día de reposo. En segundo lugar, quiero que notemos el día indiscutible que el autor de Hebreos, conecta con el reposo: El séptimo día. ¿Lo notaron? En tercer lugar, ote os ue el auto de He eos, e io a ue toda ía ueda u eposo pa a el pue lo de Dios , el is o auto e io a ue Dios ha determinado un día: Ho , ue a o es el s pti o. Así ue, segú el auto de He eos si ueda u eposo para el pueblo de Dios no es el primer día de la semana, y ni siquiera el séptimo, sino que es un futuro, cuando habiendo reposado de nuestras obras entremos en aquel reposo. Por lo visto, todavía trabajamos, pero llegará el día en que reposemos de nuestras obras. Ese es el punto que yo veo, todavía debemos seguir en la fe hasta el fin para entrar en el reposo. John dice que probablemente por ello, porque todavía queda un reposo es que la iglesia o a a do ó la ele a ió de u día e t e siete o o día espe ial del “eño Pero si la iglesia primitiva habría de reposar un día po ue toda ía ue u eposo , toda la evidencia apunta a que el día de reposo ordinario fuera el séptimo día, no otro día. Probablemente por esa razón, la iglesia primitiva no abandonó la celebración de u día, e t e siete, o o día espe ial del “eño . E Apo alipsis : se le lla a, el día del “eño . Esta a o e el Espí itu e el día de “eño . Ellos sa ía ue el descanso eterno aún era futuro. Todavía se necesitaba un día para testificar a un mundo auto dependiente y autosuficiente de que nuestras obras no nos salvan o nos defi e , C isto es uie lo ha e Queridos hermanos ¿desde cuándo Dios estableció un patrón de celebración de un día entre siete como día especial del Señor? La respuesta más acertada sería, ya sea desde la creación, o bien, desde el descenso del Mana en el desierto y ratificado en el Decálogo. 255 Entonces, si hay tal cosa como un día entre siete para celebrar (más bien para reposar) ¿cuál es ese día según nuestro Canon? Yo no veo otra respuesta que sea diferente al Shabbath, al séptimo día. ¿Ustedes sí? Ahora bien, cuidadosamente noten que John si prueba alguna, sin proceso exegético, í li o, a alíti o, se illa e te i t odu e la o ió de ue e Apo alipsis : a este día espe ial del “eño de ele a ió se le lla a el día del “eño . Bien, ¿ ó o sa e Joh Pipe ue el día del “eño : es el p i e día de la se a a ? al ue Jua se refiere en Apocalipsis Hermanos, John mismo está menoscabando su propio discurso, pues recordemos que John Piper, citando a Jewett ha dicho que e t ao di a ia e te al único día que se le lla a el p i e día de la se a a de mia ton sabbaton) es al día en que resucitó el Señor Jesucristo y el día en que la iglesia se reunía a adorar , e to es ¿desde uándo la iglesia de los apóstoles comenzó a llamar a este día, el primer día de la semana, también el día del Seño ? Hasta la fe ha no hay evidencia alguna. “i Jua se esta a efi ie do a uí o el día del “eño o o el p i e día de la se a a , es porque ya las iglesias de Asia denominaban así a tal día, y porque tal título para este día era uno aprobado o usado por los apóstoles ¿Dónde está la evidencia de que así era? Por nuestra Escritura no hay ninguna. Más bien, como ya lo he expuesto con la Escritura, el día del Señor, el día que le pertenece a él, el día en que Juan estaba (llegó a estar) en el Espíritu, es el día escatológico del Señor Jesucristo. Probablemente por esa razón, la iglesia primitiva no abandonó la celebración de u día, e t e siete, o o día espe ial del “eño . E Apo alipsis : se le lla a, el día del “eño . Esta a o e el Espí itu e el día de “eño . Ellos sa ía ue el descanso eterno aún era futuro. Todavía se necesitaba un día para testificar a un mundo auto dependiente y autosuficiente de que nuestras obras no nos salvan o nos defi e , C isto es uie lo ha e John dice que los e e tes del p i e siglo sa ía ue toda ía se e esita a u día pa a testifi a a u ue su eposo todavía e a futu o , u do autodepe die te Primero, ¿De dó de sa a Jho la idea de ue todavía se necesita un día para testificar a un mundo auto dependiente y autosuficiente de que nuestras obras no nos salvan o nos definen, Cristo es quien lo hace ? Yo s ue la p edi a ió de la uz de C isto os testifi a de que las obras de la ley no son aquellas por las que el hombre es justificado ante Dios, y 256 también sé que Dios es soberano en llamarnos a él para vida eterna, y también sé que nuestras buenas obras dan testimonio a los hombres para que glorifiquen a Dios, pero lo que no sabía es que la iglesia todavía necesitaba un día para testificar de la gracia de Dios . No lo sabía, hasta ahora me entero y con el debido respeto ¿tienen evidencia bíblica de ello? Seguro que no. Hasta do de o leo la Es itu a, Dios o esta le ió u día a la se a a para testificar a un mundo auto dependiente y autosuficiente de que nuestras obras no nos salvan o nos defi e , C isto es uie lo ha e Lo que yo leo es que Dios comisionó a los apóstoles y predicadores para anunciar el mensaje del Evangelio, que no incluye la orden de un día para testimonio de la gracia de Dios a los hombres. En segundo lugar, ¿por qué el primer día de la semana sería el día que la iglesia escogió para adorar? John, como muchos podría contestar: Porque Cristo resucitó en este día, celebró su victoria, y la iglesia se reunía a adorar en este día Y estos son dos hechos muy ciertos, pero lo que yo no puedo admitir es que este día haya sustituido al día de reposo, y no lo acepto por mala gana, sino por falta de evidencia bíblica, exegética y teológica, y que incluso proponer un cambio de día de reposo contradice los hechos y datos claros de la Escritura. Nada indica e insinúa que el día en que Cristo resucitó operó un cambio en el día de reposo establecido en la creación y he expuesto que la teoría del reposo de la nueva creación carece de sostén escritural e incluso es negada por la misma Escritura. Tercero, si la iglesia tiene un día para testificar de que Cristo nos salva y no las obras de la le , e efe to, este el p i e día de la se a a, ue e laEs itu a o se lla a el día del “eño , si o el p i e día de la se a a . Y e este día la iglesia testifi a de la g a ia de Cristo, no por el día en sí, sino por el evento que en tal se celebra: 1Co.11.23-26 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seño a u iáis hasta ue l e ga 7.2.6 Sexta Parte ¿Qué es lo que Pablo quiere decir entonces, cuando escribe a los colosenses (en Colosenses 2:16- : Po ta to, ue adie se o stitu a e uest o juez o espe to a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; 17 cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pe o el ue po pe te e e a C isto ? Pie so ue 257 Pa lo uie e de i ue C isto is o es uest o día de eposo fi al. Ve id a í, todos los ue estáis a sados a gados, o os ha des a sa Mateo : . C isto ha e ido ha comprado nuestro descanso, y se ha convertido en nuestro lugar de descanso. Nos ha sido quitada la carga de salvarnos a nosotros mismos. Hay descanso para nuestras almas. Pero la sombra permanece porque Cristo no ha regresado todavía. Un día no habrá más semanas porque no habrá más noches, meses o años. El sol y la Luna no se necesitarán, po ue el “eño Dios los ilu i a á Apo alipsis : . “olo ha á día de eposo o ot o día. Pero todavía no probaremos el reposo final, sino solo en parte, a medida que confiemos en Cristo. Por tanto, el principio del día de reposo no fue abandonado por la iglesia primitiva. Cristo aún ofrece su sombra frente a este mundo cargado, es decir, el primer día de la se a a el día del “eño . Y el sig ifi ado de ese día es ue Jesu isto ha esu itado, Jesús es Señor, Jesús es creador, Jesús es redentor y en Jesús está el único descanso para nuestras almas. El primer día es para adorar a Jesús. Es un día para expresar, mediante nuestras acciones, que Jesús (no nuestras obras, ni el dinero que ganamos por nuestras obras), es nuestro tesoro y nuestra razón de ser. Es un día especial para darle la honra y la gloria al Señor. Es un día para la misericordia. Es u día espe ial pa a el ho e 6 7.2.6.1 Mi análisis: ¿Qué es lo que Pablo quiere decir entonces, cuando escribe a los colosenses (en Colosenses 2:16- : Po ta to, ue adie se o stitu a e uest o juez o respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; 17 cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pe te e e a C isto ? Pie so ue Pa lo uie e de i ue C isto is o es uest o día de eposo fi al. Ve id a í, todos los ue estáis a sados a gados, o os ha des a sa Mateo : . C isto ha e ido ha o p ado uest o des a so, se ha convertido en nuestro lugar de descanso. Nos ha sido quitada la carga de salvarnos a nosotros mismos. Hay descanso para nuestras almas. Pero la sombra permanece porque Cristo no ha regresado todavía. Un día no habrá más semanas porque no habrá más noches, meses o años. El sol y la Luna no se e esita á , po ue el “eño Dios los ilu i a á Apo alipsis : . “olo habrá día de eposo o ot o día Primero, miremos el contexto del verso que cita John: Col.2.8-23; 3:1 Mi ad ue adie os e gañe po edio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según 258 Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios Personalmente en este pasaje no veo que Pablo haya insinuado la idea de que Cristo sea nuestro reposo, ¿Ustedes la ven en él? Más bien, el argumento de Pablo es que los bautizados han muerto con Cristo y han sido resucitados con él, han sido circuncidados espiritualmente, po ello, o e esita so ete se a p e eptos o o o to ues, o a ejes, o gustes . Y mucho menos Pablo acá implica lo que John enseña: Cristo ha venido y ha comprado nuestro descanso, y se ha convertido en nuestro lugar de descanso. Nos ha sido quitada la a ga de sal a os a osot os is os. Ha des a so pa a uest as al as Lo que Pablo dice es que Cristo es nuestra cabeza, que en él estamos completos, que en él hemos muerto y resucitado, que en él hemos sido perdonados, pero no di e ue l es uest o eposo . Aho a ie , Joh di e ue la sombra todavía permanece y que por eso es que todavía se debe guardar un día hasta que Cristo regrese. La cuestión con esta interpretación es que 259 Pa lo se efie e o solo a días de eposo sino a o ida o e ida lu a ue a , entonces si la sombra del día de reposo permanece ¿también lo hace la de la fiesta de luna nueva y de comidas y bebidas? No es justo exegéticamente entresacar la cuestión del día de reposo y argumentar que de éste sí permanece su sombra, pero que en cuanto a los otros aspectos (comida y bebida, días de fiesta y luna nueva) no. Así que si todavía permanece la sombra del día de reposo, entonces también lo hace la sombra de la fiesta de luna nueva y de comidas y bebidas. Así que la implicación de John es que la iglesia no solo necesitaría reposar un día, sino también guardar las comidas y bebidas y también celebrar la luna nueva, aunque con algunos cambios, por supuesto, porque son sombras. Y finalmente, aun si Pablo en este pasaje está diciendo (cosa que no hace) que todavía permanece la sombra de Cristo en el día de reposo, bien ¿cuál era ese día de reposo establecido para la iglesia? ¿El primer día de la semana? ¿O el séptimo día? Pero todavía no probaremos el reposo final, sino solo en parte, a medida que confiemos en Cristo. Por tanto, el principio del día de reposo no fue abandonado por la iglesia primitiva. Cristo aún ofrece su sombra frente a este mundo cargado, es de i , el p i e día de la se a a el día del “eño . Y el sig ifi ado de ese día es que Jesucristo ha resucitado, Jesús es Señor, Jesús es creador, Jesús es redentor y en Jesús está el único descanso para nuestras almas. El primer día es para adorar a Jesús. Es un día para expresar, mediante nuestras acciones, que Jesús (no nuestras obras, ni el dinero que ganamos por nuestras obras), es nuestro tesoro y nuestra razón de ser. Es un día especial para darle la honra y la gloria al Señor. Es un día para la misericordia. Es u día espe ial pa a el ho e John afirma: Pe o toda ía o p o a e os el eposo fi al, si o solo e pa te, a edida ue confiemos en Cristo. Por tanto, el principio del día de reposo no fue abandonado por la iglesia p i iti a. Bien, ¿Mandato o principio? ¿El Cuarto Mandamiento ordenado en la ley de Dios de reposar el séptimo día constituía un mandato o un principio? Por mandato me refiero a algo que era normativo para Israel, era un deber sagrado y su desobediencia constituía pecado categórico. Por principio me refiero a una práctica que es buena, justa, santa, y agradable a Dios, pero que puede ser no puesta en práctica o que incluso puedes ser contextualizada, y que por lo general no tiene el mismo peso moral de un mandato. ¿El día de reposo es según Dios un principio o un mandato? Juzguen ustedes. 260 Ahora bien, puede que John no se esté refiriendo al Cuarto Mandamiento, sino al día que bendijo Dios cuando terminó la creación: Gén.2.2-3 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho e la ea ió Ahora bien, Dios al bendecir el séptimo día, no necesariamente estableció que este día fuera normativo para Adán y la humanidad, o al menos no se nos dice explícitamente. Pero si Adán y sus descendientes debían guardar el día de reposo, así fuera el principio del día de reposo, no obstante estaba claro cuál día debían tomar para reposar. ¿Có o sa e Jho ue e iste u p i ipio del día de eposo ? ¿“e á ue o lee G esis él logra reconocer que la humanidad debería reposar un día en la semana? ¿O será que lo logra reconocer por el Cuarto Mandamiento? Ojalá él lo pudiera explicar. Entonces, el día de reposo, si es un principio, de todos modos, es claro en que consiste: En reposar, no un día en siete, sino el séptimo día, que fue el día que Dios reposó al terminar la creación. Aho a, Joh o ha la del a dato del día de eposo, si o del p i ipio del día de eposo . He a os, ¿si u a o g egación cristiana no guarda el principio del día de reposo se le acusará de pecado ante Dios? Si su respuesta es positiva entonces ya no es tanto un principio sino un mandato de orden moral. Pero si su respuesta es negativa entonces, ¿quién propuso el principio del día de reposo? ¿En qué consiste? Re o de os ue “a Wald o ta i ha e uso del p i ipio del día de eposo , ue po supuesto o es el Cua to Ma da ie to si o ue o o Joh Pipe ta i lo sugiere, es un día entre siete: Probablemente por esa razón, la iglesia primitiva no abandonó la celebración de un día, entre siete, como día especial del Señor . Entonces, humildemente digo que conozco El Cuarto Mandamiento, que ordena reposar el séptimo día, pero no conozco el sustento escritural y apostólico del principio del día de reposo. Yo encuentro que el principio de un día de adoración entre siete es deducido por los obispos de nuestra iglesia de la siguiente manera: - Premisa uno: En el Antiguo Pacto había un día entre siete de reposo: El séptimo día. Premisa dos: En el Nuevo Pacto había un día entre siete de adoración: El primer día de la semana. 261 - Conclusión: Existe un principio de adorar y reposar un día entre siete. Ya he argumentado lo incoherente de este razonamiento y sus dificultades teológicas a la luz de la Escritura, y solo permítanme recordar que la misma Escritura nunca explícitamente ha la de u p i ipio de u día e siete , si o ue ste p i ipio fue adoptado y propuesto por nuestra iglesia desde hace cientos de años, pero sin sostén escritural y más bien contra toda la evidencia bíblica que lo revela como falso (Con humildad lo afirmo). Entonces, supongamos que en efecto la resurrección de Jesús marcó un día de adoración para su pueblo ¿por qué ese esfuerzo de hacer pensar que éste día sustituyó al séptimo día? ¿Por qué no sostener entonces dos días de adoración, el día de reposo y el día de resurrección? ¿Por qué contra toda la evidencia de la Escritura forzar la misma Escritura para que el primer día de la semana parezca como el día que remplazó al sábado? John Piper presenta en su sermón las siguientes premisas: - Premisa uno: Existe un día de reposo: El séptimo día Premisa dos: Jesús inauguró una nueva creación con su resurrección, en ese día entró en su reposo, y estableció un nuevo día de reposo. Premisa tres: El día de resurrección sustituyó al séptimo día. Hay evidencia bíblica de su primera premisa. Eso es inobjetable. Pero la segunda y tercera premisa que él propone no son reales, pues la Escritura no solo no da evidencia de ellas, sino que las contradice con sus claros hechos y datos. Así hasta ahora, John no ha dado evidencia bíblica, armónica y teológica de su razonamiento principal, sino que como lo vimos, propone ideas suyas sin ningún sustento escritural e incluso contrario al que hay en la biblia. Es muy triste. Pe o toda ía o p o a e os el eposo fi al, si o solo e pa te, a edida ue confiemos en Cristo. Por tanto, el principio del día de reposo no fue abandonado por la iglesia primitiva. Cristo aún ofrece su sombra frente a este mundo cargado, es de i , el p i e día de la se a a el día del “eño . Y el sig ifi ado de ese día es que Jesucristo ha resucitado, Jesús es Señor, Jesús es creador, Jesús es redentor y en Jesús está el único descanso para nuestras almas. El primer día es para adorar a Jesús. Es un día para expresar, mediante nuestras acciones, que Jesús (no nuestras obras, ni el dinero que ganamos por nuestras obras), es nuestro tesoro y nuestra razón de ser. Es un día especial para darle la honra y la gloria al Señor. Es un día para la misericordia. Es un día especial para el hombre. 262 Joh di e ue Jesús aún ofrece su sombra frente (la del día de reposo) a este mundo a gado, es de i , el p i e día de la se a a el día del “eño ¿Cómo sabe John que Jesús hace esta oferta? Por favor, hágannos saber en que parte de la Escritura Cristo hizo esta oferta. Por lo pronto, yo digo con humildad que Jesús no le ofreció un día a este mundo cargado, sino que se ofreció él mismo como Maestro y Señor: Mateo 11:28 Ve id a des a sa í, todos los ue estáis a sados a gados, o os ha Jesús y sus apóstoles en ninguna momento ofrecieron un día para este mundo cargado, lo que Cristo ofreció fue su cuerpo por la salvación de muchos: 1Co.11.24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; ha ed esto e e o ia de í La premisa que propone John no es evangélica, no es un mensaje del Evangelio. Ta i Joh di e ue el p i e día es para adorar a Jesús. Es un día para expresar, mediante nuestras acciones, que Jesús (no nuestras obras, ni el dinero que ganamos por nuestras obras), es nuestro tesoro y nuestra razón de ser. Es un día especial para darle la honra y la gloria al Señor. Es un día para la misericordia. Es un día especial para el hombre Yo estoy de acuerdo con John, porque según nuestro Canon, en este día la iglesia al conmemorar la muerte del Señor se recuerda así misa que Cristo es nuestro Señor y Salvador. Pero no es el día en sí el que la iglesia celebra, sino que es la Mesa del Señor. 7.2.7 Séptima Parte ¿SE REFIERE ROMANOS 14:5 AL DÍA DEL SEÑOR? Aho a ie , ua do Ro a os : di e: U o juzga u día supe io a ot o, ot o juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido en su p opio se ti , ¿se efie e al día del “eño ? Respo do ju to a Paul Je ett: No esulta o i e te… to a la declaración de Pablo en Romanos 14:5 tan absolutamente como hemos considerado a Juan (el apóstol) un judaizante, por haber llamado un día de la se a a el día del “eño Apo alipsis : , dá dole así la p ee i e ia . The Lo d’s Da , p. . Je ett a epta la convicción de Juan, pues tiene autoridad apostólica y asume que él no está entre los d iles de Ro a os : . O sea, Jua o lla a u día de la se a a el día de “eño o o u a op ió e t e u hos. Lo lla a el día del “eño po ue l la iglesia p i iti a lo trataban como un día especial entre los demás días. 263 No puedo dejar de mencionar que me parece una evidencia muy convincente el hecho de que el día del Señor permanezca hasta que Jesús venga y que esté separado para la gloria de Cristo y el bien de las almas. Que el Señor nos dé sabiduría, libertad y gozo mientras mostramos Su obra y Su valo e “u día 7 Queridos hermanos, primero ¿ ó o sa e Je ett Joh ustedes ue el día del “eño se refería al primer día de la semana? Ya vimos que para John estadísticamente es a a illoso ue al día de la esu e ió al día de pa ti el pa se le lla e el p i e día de la se a a ¿Y ómo es que ahora sencillamente consiente en que Juan en otro de sus libros (no el Evangelio), lla a a este día el día del “eño ? Si se trata de estadísticas al p i e día de la se a a u a se le lla a el día del “eño . Si se trata de estadísticas según uest a Es itu a el día del “eño es el te i le glorioso periodo en que Dios por medio de Jesucristo juzgará a los hombres y dará a cada quien según su obra. Para mí sería más coherente que Juan llamara al primer día de la semana el día del Señor en su Evangelio y viceversa: Jua.20.1 El p i e día de la se a a, Ma ía Magdale a fue de os u o, al sepul o; io uitada la pied a del sepul o aña a, sie do aú Apo.1.10 Yo esta a e el Espí itu e el día del “eño , oí det ás de de t o peta íu ag a oz omo Jua , e su E a gelio lla a al día de esu e ió el p i e día de la se a a pe o en Apocalipsis Juan se refiere a el día del “eño ¿Có o sa e Je ett Joh ue es id ti o el día? Como lo he dicho, hasta el día de hoy ningún papa, pastor, concilio, presbiterio, profeta, maestro o predicador cristiano puede o podrá algún día dar evidencia de ello. Sencillamente, se asume sin evidencia que Juan está hablando del primer día de la semana, y esto se hace ignorando la exegesis bíblica por la cual sabemos que hay un día del Señor, su gran día, el día de Cristo. En segundo lugar, la carta a los romanos fue escrita hacia el 57 d.C, y entonces si en esta a ta ua do Pa lo di e ue todos los días so iguales pa a algu os, se e eptúa al día del “eño , se ía así solo po ue pa a esta fe ha, a la iglesia istia a e o o ía la e iste ia espe ialidad de tal día, del p i e día de la se a a o o el día del “eño ¿Seguro que es así? Queridos pastores del cuerpo de Cristo, hágannos llegar a nuestros correos electrónicos la evidencia apostólica, escritural, bíblica y teológica de que los apóstoles para el año 57 d.C, 264 en plena difusión del Evangelio entre los gentiles y también entre los judíos, ya guardaban el día del “eño . Quedo en espera, y a continuación algunas de las preguntas que la iglesia tiene al respecto: Primero ¿Cómo llamaban al primer día de la semana para esta época, para los años 50 d.C? ¿ El día del Señor o el p i e día de la se a a ? Pablo, escribiría corintios (según algunos eruditos, la mayoría) antes de Romanos, en el 55 probablemente8, así que dos años antes, Pablo en su carta a los corintios no llamó al p i e día de la se a a, el día del “eño si o ue lo lla ó El ada p i e día de la se a a : 1Co.16.2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces of e das E to es, ¿po u Pa lo o lo lla ó el día del “eño ? Recordemos que para Pablo el día del Señor era uno: el día en que vendría y destruiría con el espíritu de su boca al inicuo. (2 Tes. 2, escrita en el año 52). Así que en nuestro canon no existe evidencia de que Juan se haya referido al primer día de la se a a o o el día del “eño e el elato de su visión de la gloria de Cristo y de las cosas que están por venir. Segundo, si para el año 57 d.C, como lo di e Joh Je ett (Juan) lo lla a el día del “eño po ue l la iglesia p i iti a lo t ata a o o u día espe ial e t e los de ás días y si este día, según John debido a la resurrección de Cristo, la inauguración de una nueva creación y la entrada de Cristo en su reposo, la iglesia p i iti a to ó el p i e día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día y si este día era aho a el ue o día de eposo, po ue el principio del día de reposo no fue abandonado por la iglesia primitiva. Cristo aún ofrece su sombra frente a este mundo cargado, es decir, el primer día de la se a a el día del “eño , entonces, hermanos, para el año 57 d.C ¿Qué día reposaba la iglesia cristiana? ¿El Shabbath o el primer día de la semana? Hermanos, leamos este texto, que relata la visita de Pablo hacia el 63 d.C, cuando fuera apresado en Jerusalén: Hec.21.18-25 Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos; a los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio. Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay 265 que han creído; y todos son celosos por la ley. Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres. ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido. Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley. Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación. Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, cuando había de presentarse la of e da po ada u o de ellos ¿Qué día reposaban los judíos creyentes, celosos de la ley? ¿El séptimo día o el primer día de la sema a el día del “eño ? ¿Ha ía dos días de reposo? ¿Reposaban los gentiles un día y otro los judíos? Imposible desde el razonamiento de John Piper, pues él mismo declara: O sea, Jua o lla a u día de la se a a el día de “eño o o u a op ió entre muchos. Lo lla a el día del “eño po ue l la iglesia p i iti a lo t ata a o o u día espe ial e t e los de ás días Jua e a u apóstol, e o de os ue Joh ha di ho ue la iglesia p i iti a tomó el primer día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día . Así que, según John, Juan y la iglesia primitiva (incluyendo a los apóstoles) ya no reposaban el s pti o día, si o el p i e o, ue a tal día lo lla a a el día del “eño . Pero la evidencia apunta en otra dirección: No fue sino hasta el Concilio de Jerusalén que fue establecido que en efecto, la ley no era de obligatorio cumplimento para los gentiles, y que los judíos, ellos, podían si querían, seguir guardando la ley, tanto así que para el 63 d.C, Jacobo informa a Pablo de los millares de judíos que han creído que son celosos de la ley y que reposarían según la ley ¿qué día? También Pablo había escrito a los corintios de su forma de ganar a judíos y gentiles: 1Co.9.20-21 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los ue está si le Cuando Pablo estaba con los de la ley y quería vivir como sujeto a la ley ¿qué día reposaba con ellos? 266 Entonces la implicación de John de que pa a Jua el apóstol, pa a la iglesia p i iti a el día del Seño el p i e día de la se a a e a u día espe ial e t e los de ás, es cierta, porque en efecto, en este día, la iglesia comía la mesa del Señor (cosa que John no dice), pero lo que no tiene coherencia con los datos de nuestra Escritura, es que para los apóstoles el día de reposo hubiera sido remplazado por otro día, por el primer día de la se a a, ta po o ue pa a los apóstoles este día e a lla ado el día del “eño . Las implicaciones teológicas de John, entonces, no son bíblicas. Tercero ¿Se refiere Pablo al día del Señor en Romanos 14? La cuestión es que por la evidencia que tenemos, los apóstoles y los escritores canónicos nunca llamaron al primer día de la se a a el día del “eño . Así ue Pa lo o puede esta de atie do e Ro a os 14 sobre supuesto día del Señor . También sabemos que el día de reposo no era el primer día de la semana, sino el séptimo día, y por ello Pablo tampoco está abordando si hay que reposar el primer día de la semana o no. Entonces ¿estaba diciendo Pablo que el día de reposo era opcional para la iglesia cristiana de Roma? Esto lo abordo en mi segundo de tratado. 7.3 Resumen de la exposición de John Piper Desde mi perspectiva, todo el sermón de John se sustenta en su segundo punto: Ahora considere a Juan 5:16-17. Jesús sanó un hombre en el día de reposo y le dijo en Jua : : Le á tate, to a tu a illa a da . Esta o de puso al ho e e p o le as po el he ho de a ga su a illa e el día de eposo. E Jua : Jua es i e: A ausa de esto los judíos perseguían a Jesús, po ue ha ía estas osas e el día de eposo . A lo ue di e e el e sí ulo : Pe o l les espo dió: Hasta aho a i pad e t a aja o también trabajo . ¿Qué significa esta respuesta? Creo que tiene este significado: Cuando Adán pecó, Dios se levantó de su descanso en el día de reposo, después de la creación, y comenzó a trabajar nuevamente, (esta vez no en la creación, sino en la redención) con vistas a una nueva ea ió , a u a ue a hu a idad. Hasta aho a i Pad e t a aja, o ta i t a ajo . «Ustedes no entienden lo que estoy haciendo. Mi padre y yo estamos creando un mundo nuevo, una humanidad nueva, y cuando la terminemos, celebraremos con un nuevo día de reposo». Y este trabajo de redención y de nueva creación estuvo terminado definitivamente en la cruz. Y tres días después Jesús resucitó de entre los muertos para celebrar la victoria que 267 había ganado, y la nueva creación que finalmente había obtenido e inaugurado. Ahora podía sentarse con su Padre en el trono del universo y entrar en su Día de reposo 9 John ha asumido sin evidencia (y contra la que apunta en otra dirección ue el día del “eño fue efe ido po Jua o o el p i e día de la se a a. Así is o, ha di ho ue la iglesia primitiva (que incluye a los apóstoles) dio la espalda al día de reposo y adoptó el nuevo día de adoración, debido a los hechos que él plantea, que en realidad, es uno en particular: que Cristo entró en su día de reposo. John se ha esforzado para persuadir a nuestros hermanos de que el día de resurrección por varios eventos allí acontecidos marcó un nuevo día de reposo para la iglesia cristiana. Y estos eventos fueron: La celebración de Jesús en su resurrección, la nueva creación que inauguró y entrar en su Día de Reposo. Sin embargo, estos eventos no tiene aside o es itu al, e pa ti ula u o de ellos: Que C isto e t ó e su Día de eposo Nada se nos habla en los apóstoles de la celebración del Señor en su día de resurrección, sino que en este día comisionó a los discípulos para continuar la obra que él había venido a hacer (Lucas 24) Sí, Cristo sí venció en la cruz y con la resurrección, pero no se nos habla de un Señor triunfante en términos definitivos, sino que está esperando a que sus enemigos sea puestos bajo sus pies. Con respecto a la teoría de que Cristo inauguró una nueva creación, la Escritura apunta hacia otro lugar: Hacia el retorno del Señor a la tierra, cuando ésta sea liberada de la es la itud del pe ado, el “eño o su pode ee ielos ue os tie a ue a o o lo testificó Juan en su Revelación. Es una promesa por cumplir. Por ahora, estos cielos y esta tierra están guardados para el juicio. Y finalmente, lo más desafortunado para John, es que nada en la Escritura insinúa que Cristo entró en su reposó, y si lo hizo, lo hizo como Sacerdote, habiendo cumplido su misión de dar su sangre para expiación continua de su pueblo, para hacerlo perfecto ante Dios, ante quien también intercede por ellos. Pero nada en la Escritura insinúa siquiera la idea de un día de reposo en el que Cristo entró. Por tanto, la teoría bíblica de un nuevo día de reposo, no solo carece de fundamentación apostólica, sino que contradice los textos mismos de la Escritura. 7.4 Síntesis de mi análisis Mi punto es que John está enseñando a la iglesia cosas que no son verdad, porque no son apostólicas, porque no son bíblicas. La propuesta de John sobre un cambio de día de 268 adoración y de reposo, se basa en última instancia (al igual que lo hace Sam Waldron) en una idea propia extra-canónica, extra-bíblica y extra- apostólica, y con humildad, lo digo, no solo e t a si o a ti , a ue contradice los hechos de la Escritura y nuestra fe, que está registrada en los libros canónicos. 7.5 Implicaciones teológicas de la teoría del hermano John Piper 7.5.1 Asumiendo que es verdad que el primer día de la semana sustituyó al séptimo día Hermanos, si es cierto como dice John, que la iglesia ya no reposa el séptimo día, sino el primer día de la semana, y que este día ha sustituido al séptimo día, entonces John está implicando que los cristianos no guardamos el Decálogo dado el Sinaí, al que él mismo acude en el principio de su sermón, ya que en Los Diez Mandamientos se ordenó: Santificar el séptimo día mediante el reposo en este día . Y si nosotros no guardamos el séptimo día, entonces, o bien a partir de la resurrección de Cristo hubo un cambio constitucional en la ley de la escritura en el corazón del hombre (si es que en verdad la ley está escrita en su corazón), o bien, el Decálogo no constituye la norma permanente de adoración a Dios, ya que si así fuera, debiéramos reposar el séptimo día. Exploremos ambas posibilidades desde la especulación e hipótesis. La primera posibilidad es entonces que en cierto momento, debido al establecimiento del nuevo día de reposo, en el ser humano se operara un cambio constitucional en su ser, y que ya no fuera responsable de guardar el reposo del séptimo día, sino el del primer día de la semana, el reposo de Cristo. Así, a partir de algún momento, todos los seres humanos fueron hechos responsables ante Dios por la ley escrita en su corazón que ahora demandaba reposar el primer día de la semana. Esto significa un cambio constitucional. Esta reescritura de la ley en el corazón del hombre, afirmando nueve mandatos del Decálogo y modificando uno de ellos, soste d ía la i teg alidad de u a le es ita e el o azó de todos los ho es ue los o liga a ue se le u pla . Ahora bien, aunque esta conjetura sostiene la premisa de una ley escrita en el corazón del hombre (Un Decálogo), tiene de todos modos serias implicaciones: La primera es que entonces el Decálogo, tal y como fue dado en el Sinaí no es de carácter obligatorio para todos los seres humanos, ya que no es el mismo que sigue siendo normativo para la humanidad una vez fue establecido el nuevo día de reposo: El primer día de la semana. Los seres humanos a partir de la resurrección (y la entrada hipotética de Cristo en su reposo) ya no son obligados por el Decálogo del Sinaí, sino por otro Decálogo, uno que ha sufrido modificación en la conciencia del Hombre. 269 Entonces, si los hombres a partir del nuevo día de reposo, ya no están obligados por el Cuarto Mandamiento del Decálogo del Sinaí, entonces ya no están obligados por tal Decálogo y entonces ¿cómo saber que los otros nueve mandamientos siguen vigentes y no han sido modificados como sucedió con el día de reposo? Seguramente se apelaría a la evidencia del Nuevo Testamento, si éste sostiene que la idolatría, la codicia, el falso testimonio, la deshonra a los padres, el adulterio, el tomar el nombre de Dios en vano, el robo, el tener otro dios, el asesinato, siguen siendo pecado, entonces se infiere que esos nueve mandatos seguirían vigentes, pero dado que el Decálogo ha sido modificado, ¿cómo saber que ahora no tenemos más bien Los Doce Mandamientos? ¿O Los Nueve Mandatos? ¿Por qué seguir pensando en Diez Mandamientos si finalmente ya la humanidad no está bajo el Decálogo del Sinaí? O también, si usamos el Nuevo Testamento para afirmar que Los Nueve Mandatos siguen vigentes ¿Por qué no aceptar la realidad de que según el mismo Nuevo Testamente el día de reposo es el séptimo? Y si se apela que el Decálogo fue escrito en el corazón de Adán, sabiendo que el tal fue modificado siglos después, y que ya la humanidad no está bajo el Decálogo del Sinaí ¿Cómo sostener que fue tal Decálogo escrito en el corazón de Adán? Y si aquí se apela a las pala as del Apóstol Pa lo: los ge tiles… ost a do la o a de la le es ita e sus o azo es e to es ¿e u le esta pe sa do Pa lo? ¿En la modificada con la resurrección de Cristo o la dada en el Sinaí? Mucho de la iglesia ve en Romanos 2 al Decálogo, pero si éste ha sido modificado en el corazón del hombre, ya no es el Decálogo del Sinaí. Así que en conclusión, si fuera posible la hipótesis de un cambio de ley en el corazón del hombre, la implicación es que la humanidad ya no está obligada a la ley del Sinaí, y lo que es más ¿Cómo saber que sigue siendo un Decálogo? Ya que lo que era constitucional y natural sufrió modificaciones ¿Por qué no pensar en Los Cinco Mandamientos escritos en el corazón del hombre? ¿O Los Doce Mandamientos? ¿Por qué tienen que seguir siendo Diez? La espuesta se ía: Po ue fue o Diez los a datos ue Dios es i ió e el o azó del Ho e . Así es, pe o Pa lo al es i i so e la le es ita en el corazón del hombre ¿Está pensando en la ley modificada (que modificó el día de reposo) o en el De álogo del “i aí? “i se espo de, e La le del “i aí e to es ¿po u o eposa el Shabbath? La especulación puede seguir, pero una cosa es firme: Según la predicación de John Piper, se implica que la humanidad ya no está bajo el Decálogo dado en el Sinaí (si es que alguna vez estuvo bajo él), y si ya no estamos bajo la ley del Sinaí, no se puede afirmar que estamos bajo un Decálogo del todo, pues se abre la posibilidad de estar bajo un 270 Heptálogo, o Pentálogo, en fin. Muchos obispos quieren seguir sosteniendo Diez Mandamientos, pero muy pocos Los Diez Mandamientos. Ahora bien, la segunda posibilidad es que el Decálogo no haya sido ni sea la norma divina de adoración para todos los hombres de todas las épocas. En otras palabras, esto implica que la ley no está escrita en el corazón de todos los hombres, y por tanto, no todos son culpables por no reposar el sábado, sino solo aquellos que recibieron dicho mandato: Los judíos. En mi segundo tratado, si Dios me da vida, ampliaré esta posibilidad, o más bien, realidad. 271 8. ANÁLISIS Y COMENTARIO AL CAPÍTULO 21 DE LA CONFESIÓN DE FE DE WESTMINSTER: De la Adoración Religiosa y del Día de Reposo, artículo 7. 8.1 Observaciones preliminares de la Confesión de fe de Westminster (CFW) 8.1.1 Infalibilidad de la CFW Hermanos, gracias a Dios por el principio de la Reforma, que en realidad es más bien, el principio apostólico, y que consiste en el hecho de que nuestra fe no ha de estar determinada por nada ni nadie como ultima autoridad sino por la doctrina de nuestros apóstoles, que está registrada en las Sagradas Escrituras. En otras palabras, el principio fundamental de la Reforma, no es sola gratia, ni sola fide, ni solo glori Deo, ni solo Christos, sino sola Scriptura, porque ¿Qué es gracia? ¿Qué es fe? ¿Qué es la gloria de Dios? ¿Quién es el Salvador? La respuesta a estas preguntas descansa en la Escritura. Por eso, la iglesia cristiana, en particular los pastores y obispos de ella, han de esforzarse para determinar según la teología apostólica, cuál es el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, y ese mismo Evangelio predicarlo en sus congregaciones. Ahora bien, esto implica que la Escritura, los textos canónicos, son la ultima y principal fuente de autoridad de la iglesia, y los textos proféticos y apostólicos constituyen el documento oficial y certificado desde el cual la iglesia conoce a Dios, sirve al Señor e instruye al pueblo. En otras palabras, La Escritura es el texto desde el cual la iglesia cristiana ha de desarrollar toda teología, pues ella es la fuente de información de lo que es Dios, de su voluntad, y de su gracia para los hombres. Ella es la fuente de la verdad. Por ende, todo planteamiento teológico ha de estar enraizado en nuestro canon apostólico, y éste mismo es el que nos permite no solo desarrollar y formular el conocimiento de Dios, sino también evaluar todo aquella enseñanza que se suministra a la iglesia. Esto significa que es completamente lícito y necesario que la Escritura, y no otro documento sea la Autoridad última de fe y adoración para los cristianos, y esto incluye la premisa de que los Catecismos de la Iglesia también están sujetos a la Escritura. Ellos son verdad en lo que la doctrina apostólica sostiene como verdad, pero ellos están errados en lo que la teología apostólica y canónica expone que están errados. Ahora bien, el punto entonces es de exegesis, ya que los Catecismos, como el de Westminster es un documento construido a partir de procesos exegéticos (o eso se espera), y por tanto al momento de ser analizados, prima no las declaraciones del Catecismo, sino la evidencia exegética, hermenéutica, literaria, histórica (bíblica) de cada 272 una de ellas. Es decir, se espera que cada declaración de nuestros Catecismos, en realidad no esté respaldada por textos escriturales, sino más bien, que sus confesiones hayan sido el producto del análisis hermenéutico concienzudo de la teología apostólica registrada en nuestro canon. En otras palabras, una Confesión que está respaldada por textos bíblicos no necesariamente es bíblica, sino que es únicamente bíblico aquello que sea armónicamente correspondiente con la evidencia teológica de nuestra doctrina registrada en la Escritura, aquello que representa mejor el pensamiento de nuestros fundadores de la Fe: Jesús y sus apóstoles; y podemos saber qué es mejor en cuanto a doctrina, a la luz de la evidencia exegética que se exponga como fuente de las enseñanzas. En ese orden de ideas, nuestros Catecismos, no constituyen la última palabra en cuanto a doctrina y fe, pues ese rol solo compete a nuestro Canon Escritural. Y tampoco las teologías propuestas por nuestros Catecismos, como el de Westminster, constituyen la voz infalible en cuanto al conocimiento de Dios, sino que lo es el pensamiento apostólico que puede ser trazado, expuesto y verificado en nuestra Escritura cuando es interpretada como un documento que representaba la teología de nuestros apóstoles y cuando se han examinado los contextos (literarios e históricos) de sus escritos. Así por tanto, si nuestro Catecismo representa suficientemente bien la doctrina apostólica de la Tri-unidad de Dios: Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y muestra que esta premisa y este concepto son realmente apostólicos, entonces nuestro Catecismo proclama verdad. Pero si nuestro Catecismo no representa suficientemente bien (de manera verificable) la doctrina apostólica del día de reposo, y muestra que este concepto y esta realidad son realmente apostólicos, por medio de la articulación de los textos canónicos, entonces es posible que nuestro Catecismo pueda estar errado. Y si en un momento dado, se suministra evidencia canónica, verificable, armónica, que representa mejor el pensamiento apostólico registrado en la Escritura que nuestro Catecismo, entonces no es ilícito ni pecaminoso ni contrario a la fe adoptar aquella doctrina que para la mente y conciencia de los cristianos muestra ser más afín al pensamiento de nuestros fundadores: Jesús y los apóstoles. Finalmente, reconozcamos que nuestros Catecismos son los pensamientos teológicos de sus autores, plasmados a manera de confesiones. Así que al analizar un catecismo estaríamos analizando la teología de los autores, el conocimiento de Dios en cuanto a ciertos asuntos, que ellos consideran, a partir de sus procesos hermenéuticos, sea el verdadero. 273 Por tanto, humildemente, quiero recordar que nuestros Catecismos no son infalibles, y lo que es más, pueden estar equivocados. Es lícito y necesario que se siga reflexionando sobre la doctrina apostólica aun cuando ya se han escrito declaraciones al respecto. 8.2 La CFW en cuanto a la Ley y el Creyentes Los teólogos de West i ste fo ula o u a teología e ua to al día del “eño e su capítulo XXI, artículos 7 y 8, pero también formularon una teología respecto a la relación de la Ley con la humanidad y con el creyente en su capítulo XIX. Así que a continuación expondré brevemente mi análisis en cuanto al capítulo sobre la ley y posteriormente a uel so e el día de eposo . 8.2.1 Primera Parte Capítulo , A ti ulo : Dios dio a Adán una ley como un pacto de obras, por la cual le obligó, a él y a toda su posteridad, a una obediencia personal, completa, exacta y perpetua; le prometió la vida por el cumplimiento de esa ley, y le amenazó con la muerte si la infringía; dándole además el poder y la capacidad para guardarla1. 1 . Gn. 1:26, 27; 2:17; Ro. 2:14, 15; 10:5; 5:12, 19; Gá. 3:10; Ec. 7:29; Job. 28:28. Capítulo 19, Artículo 2: Esta ley, después de la caída de Adán, continuaba siendo una regla perfecta de rectitud; y como tal fue dada por Dios en el monte Sinaí, en diez mandamientos, y escrita en dos tablas1; los cuatro primeros mandamientos contienen nuestros deberes para con Dios, y los otros seis, nuestros deberes para con los hombres2. 1 . Stg. 1:25; 2:8, 10-12; Ro. 13:8, 9; Dt. 5:32 y 10:4; Ex. 34:1. 2. Mt. 22:37-40 Capítulo 19, Artículo 3: Además de esta ley, comúnmente llamada ley moral, agradó a Dios dar al pueblo de Israel, como iglesia menor de edad, leyes ceremoniales que contenían varias ordenanzas típicas; en parte de adoración, prefigurando a Cristo, sus gracias, acciones, sufrimientos y beneficios1; y en parte expresando diversas instrucciones sobre los deberes morales2. Todas aquellas leyes ceremoniales están abrogadas ahora bajo el Nuevo Testamento3. 1 . He. 10:1; Gá. 4:1-3, Col. 2:17, He. 9. 2. 1 Co. 5:7; 2 Co. 6:17; Jud. 23. 3. Col. 2:14, 16, 17; Ef. 2:15, 16; Dn. 9:27. Capítulo 19, Artículo 4: A los Israelitas, en cuanto cuerpo político, también les dio leyes judiciales, que expiraron juntamente con el estado político de aquel pueblo, por lo que ahora no obligan a los otros pueblos, sino en lo que la justicia general de ellas lo requiera 1. 274 1. Ex. 21 y 22:1-29; Gn. 49:10; comparado con 1 P. 2:13, 14; Mt. 5:17 con 38, 39; 1 Co. 9:81 8.2.1.1 Mi análisis Entonces según CFW hay una identidad entre la ley como un pacto de obras y los Diez Mandamientos dados en el Sinaí. Ahora bien, según CFW, la vida de Adán y su posteridad, o sea, toda su descendencia dependería de la obediencia a esta ley, entiéndase a los Diez Mandamientos, los cuales deben ser guardados de manera personal, completa, exacta y perpetua. Esta ley tiene Diez Mandamientos, cuatro señalando los deberes para con Dios y seis para con el hombre. Hasta ahora, entonces la CFW ha implicado que todos los seres humanos deben guardar Los Diez Mandamientos de manera personal, completa y exacta, y esto es la obediencia que lleva a la vida. ¿O me equivoco? Ahora bien, siguiendo el pensamiento en el artículo 3, nos damos cuenta que CFW llama a la ley dada a Adán y a su posteridad, la ley moral, y esta ley es entonces idéntica a Los Diez Mandamientos, los cuales, según la cita del artículo primero de Romanos 2:14, se implica que también está escrita en el corazón de los hombres. Rom.2.14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son le pa a sí is os 8.2.2 Segunda Parte Capítulo , A tí ulo : La ley moral obliga por siempre a todos, tanto a los justificados, como a los que no lo están, a que se le obedezca 1; y esto no sólo en consideración a la naturaleza de ella, sino también con respecto a la autoridad de Dios, el Creador, quien la dio2. Cristo, en el evangelio, en ninguna manera abroga esta ley, sino que refuerza nuestra obligación de cumplirla 1 Ro. 13:8-10; Ef. 6:2; 1 Jn. 2:3, 4, 7, 8 2 Stg. 2:10, 11. 3 Mt. : , ; “tg. : ; Ro. : 2 8.2.2.1 Mi análisis Ahora bien, los teólogos de CFW proponen y enseñan que la ley moral, Los Diez Mandamientos, obliga a todos los seres humanos a que se le obedezca, es decir, a que se le ponga en práctica, y se expone que la razón de esta obediencia es que Dios el Creador la dio, y que Cristo en vez de anular tal cumplimiento de la ley, refuerza que ella debe ser guardada. En otras palabras, toda la humanidad debe guardar El Decálogo. 275 8.2.3 Tercera Parte Capítulo 19, Artículo 6: Aunque los verdaderos creyentes no están bajo la ley en cuanto pacto de obras para ser justificados o condenados 1, sin embargo, ésta es de gran utilidad tanto para ellos como para otros, ya que como regla de vida les informa de la voluntad de Dios y de sus deberes, les dirige y obliga a andar en conformidad con ella2, les descubre también la pecaminosa contaminación de su naturaleza, corazón y vida 3; de tal manera, que cuando ellos se examinan ante ella, pueden llegar a una convicción más profunda de su pecado, a sentir humillación por él y aborrecimiento de él4; junto con una visión más clara de la necesidad que tienen de Cristo, y de la perfección de su obediencia5. También la ley moral es útil para los regenerados a fin de restringir su corrupción, puesto que prohíbe el pecado6, y sus amenazas sirven para mostrar lo que merecen aún sus pecados, y las aflicciones que pueden esperar por ellos en esta vida, aun cuando estén libres de la maldición con que amenaza la ley7. Sus promesas, de un modo semejante, manifiestan a los regenerados que Dios aprueba la obediencia, y cuáles son las bendiciones que deben esperar por el cumplimiento de la misma8; aunque no como si la ley se lo debiera, a modo de un pacto de obras9; de manera que si alguien hace lo bueno y deja de hacer lo malo porque la ley le manda lo uno y le prohíbe lo otro, no por ellos se demuestra que esté bajo la ley y no bajo la gracia10. 1 Ro. 6:14 y 8:1; Gá. 2:16; 3:13; 4:4, 5; Hch. 13:39. 2 Ro. 7:12, 22, 25; Sal. 119: 4-6; 1 Co. 7:19; Gá. 5:14, 16, 18-23. 3 Ro. 7:7 y 3:20. 4 Ro. 7:9, 14, 24; Stg. 1:23-25. 5 Ro. 7:9, 14, 24; Stg. 1:23-25 Gá. 3:24; Ro. 8:3, 4 y 7:24. 6 Stg. 2:11; Sal. 119:101, 104, 128. 7 Esd. 9:13, 14, Sal. 89:30-34. 8 Sal. 37:11 y 19:11; Lv. 26: 1-14; con 2 Co. 6:16, Ef. 6:2, 3; Mt. 5:5. 9 Gá. 2:16, Lc. 17:10. 10 Ro. 6:12 14; He. 12:28, 29; 1 P. 3:8-12; Sal. 34:12- 3 8.2.3.1 Mi análisis Es decir, ¿los creyentes podrían asesinar sistemáticamente (infringir el Sexto Mandamiento) y no ser condenados? ¿Pueden los creyentes adulterar (infringir el séptimo mandamiento) continuamente y no ser por ello condenados? ¿Pueden los creyentes transgredir el día de reposo (Cuarto Mandamiento) y no ser por ello condenados? Luego la CFW de la a ue la le les obliga a andar en conformidad de ella . Bie ¿ u pasa si el cristiano no lo hace? ¿Qué pasa con su eternidad si el creyente quebranta la ley sistemáticamente e impenitentemente? Bien, la CFW declara que la ley también cumple una función en los regenerados, en los creyentes: Ta i la le o al es útil pa a los ege e ados a fi de est i gi su corrupción, puesto que prohíbe el pecado, y sus amenazas sirven para mostrar lo que 276 merecen aún sus pecados, y las aflicciones que pueden esperar por ellos en esta vida, aun cuando estén libres de la maldición con que amenaza la ley La ley todavía muestra al creyente lo que sus pecados le merecen ¿Y qué merecen los pecados según la ley? En efecto, la muerte. Así que la declaración de los Teólogos de Westminster precisa de un examen mucho más cuidadoso, (abordaré esto en posteriores tratados) pero por ahora, nótese que la implicación de su proposición es muy seria: Una persona que ha creído en Cristo podría bien pecar contra Los Diez Mandamientos sistemática e impenitentemente y posiblemente (la confesión necesita aclararlo) no ser condenado por ello. Un creyente puede matar, robar, adulterar, codiciar, dar falso testimonio, idolatrar, no reposar el séptimo día, y aun así no necesariamente por ello es condenado. Por supuesto, la CFW no dice esto de ser condenados o justificados por la ley, en cuanto a todos los e e tes, si o e ua to a los verdaderos creyentes , pe o au o esa observación solo se añade fuego a su declaración, pues apela a que los verdaderos creyentes no serán condenados si ellos pecan cometiendo actos prohibidos por la ley de Dios. Ahora bien, en otro de sus artículos la CFW expresa las consecuencias del pecado de los justificados: Capítulo 11, artículo 5: Dios continúa perdonando los pecados de aquellos que son justificados1; y aunque ellos nunca pueden caer del estado de justificación2, sin embargo pueden, por sus pecados, caer en el desagrado paternal de Dios y no tener la luz de Su rostro restaurada sobre ellos hasta que se humillen, confiesen sus pecados, pidan perdón y renueven su fe y su arrepentimiento 3. 1 Mt. 6:12; 1 Jn. 1:7, 9 y 2:1, 2. 2 Lc. 22:32; Jn. 10:28; He. 10:14. 3 Sal. 89: 31.33; 51:7-12 y 32:5; Mt. 26:75; 1 co. 11.30, 32; Lc. : 4 Entonces la CFW declara que los justificados nunca pueden caer del estado de su justificación, aun cuando pecan, pero con todo desagradan a Dios y no tienen luz, sino hasta que se arrepientan. ¿Qué pasa si nunca se arrepienten? La CFW considera que las personas impenitentes para con Dios, en realidad, no fueron regenerados ni justificados, ni salvados, ya que de haber sido verdaderos creyentes, hubieran perseverado hasta el final: Capítulo , a tí ulo Aquellos a quienes Dios ha aceptado en su Amado, y han sido llamados eficazmente y santificados por su Espíritu, no pueden caer ni total ni 277 definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente han de perseverar en Él hasta el fin, y serán salvados eternamente1 1 Fil. 1:6; 2 P. 1:10; Jn. 10:28, ; J . : ; P. : , 5 Capítulo 18, artículo 1 Aunque los hipócritas y otros hombres no regenerados pueden vanamente engañarse a sí mismos con esperanzas falsas y presunciones carnales de estar en el favor de Dios y en estado de salvación1, esa esperanza perecerá2; pero los que creen verdaderamente en el Señor Jesús y le aman con sinceridad, esforzándose por andar con toda buena conciencia delante de Él, pueden en esta vida estar absolutamente seguros de que están en el estado de gracia4, y pueden regocijarse en la esperanza de la gloria de Dios; y tal esperanza nunca les hará avergonzarse 4 1 Job. 8:13, 14; Mi. 3:11; Dt. 29:19; Jn. 8:41. 2 Mt. 7:22, 23. 3 1 jn. 2:3, 5:13 y 3:14, 18, 19, 21, 24. 4 Ro. : , 6 Así pues, en conclusión, la obediencia a la ley moral sí es determinante en la practica para la vida eterna, no para justificación según CFW, pero sí como muestra de que uno está verdaderamente llamado por Dios (si uno es justificado) y que uno no es un hipócrita, que presume de estar en gracia con él, pues solo aquellos que se esfuercen por andar con toda buena conciencia delante de él, pueden estar absolutamente seguros de que están en estado de gracia . Así que, pecar sistemática e impenitentemente contra Dios, violentando su ley, si no es que condena, al menos es evidencia de que uno no está en favor de Dios, y que podría ser un hipócrita, pues los verdaderos creyentes, perseveraran en la gracia de Dios hasta el fin, ¿y será qué se puede decir de un creyente que asesina, adultera, no reposa el séptimo día, que está perseverando en la fe? Si la respuesta es positiva, en realidad, CFW está enseñando pe se e e os e el pe ado pa a ue la g a ia a u de . Por tanto, si uno no guarda la ley moral que obliga a los creyentes a cumplirla, en realidad, esto es una muestra de que tal persona no es un verdadero creyente, uno regenerado y llamado eficazmente por Dios. Pero, en cuanto a los que guardan la ley moral, de ellos se puede decir que están perseverando en la santificación ya que el Espí itu de C isto subyuga y capacita la voluntad del hombre para que haga alegre y voluntariamente lo que e uie e la olu tad de Dios, e elada e la le .7 Así que de acuerdo a CFW, los creyentes sí deben guardar la ley moral, Los Diez Mandamientos. Y según ella misma: 278 Capítulo 19, artículo 7 Los usos de la ley ya mencionados no son contrarios a la gracia del evangelio, sino que concuerdan armoniosamente con él1; pues el Espíritu de Cristo subyuga y capacita la voluntad del hombre para que haga alegre y voluntariamente lo que requiere la voluntad de Dios, revelada en la ley2. 1 Gá. 3:21. 2 Ez. : ; He. : , Je . : 8 Por tanto, el creyente, si ha de querer una conciencia de ser un verdadero creyente, y no exponerse a ser hallado como un hipócrita, y por ende ser condenado, debe necesariamente guardar la ley moral de Dios, que según la misma CFW, son Los Diez Mandamientos dados en el Sinaí. Entonces, desde esta teología ¿es pecado matar? Lo es. ¿Es pecado robar? Lo es. ¿Es pecado no reposar el séptimo día? Si es verdad que todos los verdaderos creyentes han de cumplir la ley, entonces es de esperarse que los verdaderos creyentes cumplan el Decálogo, y se esfuercen sinceramente por vivir en él, y esto implica necesariamente reposar el séptimo día. De ahí, que quienes no reposan según el Cuarto Mandamiento, están dando testimonio a su conciencia y a otros cristianos, que ellos son hipócritas y por tanto están expuestos al castigo eterno. Esta es la implicación lógica y espiritual de la CFW en cuanto a su doctrina sobre el creyente y la ley. 8.3 La CFW en cuanto al día de reposo 8.3.1 Primera Parte Capítulo 21, artículo 7: Así como por la ley de la naturaleza que, en general, una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él 1; y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana 2 , que en las escrituras recibe el nombre de día del “eño 3 y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano.4 1 Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. 2 Gn. 2:2, 3; 1 Co. 16:1, 2; Hch. 20:7 3 Ap. 1:10. 7:4 4. Ex. 9 : , ; Mt. : , 279 8.3.1.1 Mi análisis Así o o po la le de la atu aleza ue, e ge e al, u a p opo ió de ida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él Textos de referencia: Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. Ahora bien, notemos que este artículo, Westminster no incluye versos de referencia acerca de la identidad de la ley de la naturaleza, es decir, no da sustento escritural de cuál sea la ley de la naturaleza. A no ser que la cita de Ex. 20:8 haya sido dada para señalara la identidad de tal ley. ¿Cuál es e to es segú CFW La le de la atu aleza ? Es lamentable que CFW no sea específica en este aspecto, ya que apela a ella para afirmar que por esa ley es necesario que se dé a Dios una proporción debida de adoración, pero ¿cuál es esa ley? Entonces hay dos posibilidades. La primera es que quede siempre en incógnita, en misterio, y nunca sepamos qué querían de i los teólogos de West i ste o la le de la atu aleza . Aho a ie , si esto es así, e to es la i pli a ió lógi a es ue la afi a ió de ue po ella una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios se illa e te a e e de alidez apostóli a, ya que tal premisa está fundamentada en una realidad desconocida para los creyentes. En otras palabras, la ley de la naturaleza es un invento de los teólogos de Westminster, y así mismo es un invento que por ella se daba a adorar a Dios en una proporción debida de tiempo. Aquí, algunos podría o jeta : ¿Pe o o es u a ue a piadosa idea? La uestió es ¿cómo ustedes saben que algo es bueno y/o piadoso ante Dios? ¿Cómo sabemos que esta invención no constituye más bien una carga innecesaria para Dios y que no es un mandamiento de hombre meramente, o peor aun que es pecaminoso? Por eso digo que es desafortunada para la misma Confesión que ella haya utilizado un lenguaje ambiguo, y que dé pie para catalogar tal ley como especulativa, ya que nadie sabe en qué consiste tal ley. La segunda posibilidad es ue e to es esta le de la atu aleza sea u o e asig ado a la luz de la atu aleza ue i lu e el testi o io de Dios e la ea ió la le escrita en el corazón del hombre: 280 Capítulo 1, artículo 1: Aunque la luz de la naturaleza y las obras de creación y providencia manifiestan la bondad, sabiduría y poder de Dios, de tal manera que los hombres quedan sin excusa1, no son, sin embargo suficientes para dar aquel conocimiento de Dios y de su voluntad que es necesario para la salvación 2, por lo que agradó a Dios, en distintas épocas y de diversas maneras, revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su iglesia3, y a demás, para conservar y propagar mejor la verdad, y para el mayor consuelo y fortalecimiento de la iglesia contra la corrupción de la carne, y malicia de Satanás y del mundo, le agradó dejar esta revelación por escrito4. Por todo lo cual, las Santas Escrituras son muy necesarias5, y tanto más cuanto que han cesado ya los modos anteriores por los cuales Dios reveló su voluntad a su iglesia6. 1 Ro. 2:14, 15; Ro. 1:19, 20; Sal. 19: 1-3; Ro. 1:32 y 2:1 2 1 Co. 1:21 y 2:13, 14 3 He. 1:1 4 Lc. 1:3, 4; Ro. 15:4; Mt. 4:4, 7, 10; Is. 8:19, 20; Pr. 22:14-21 5 2 Ti. 3:15; 2 P. 1:19 6 He. 1:1, 2 10 Note os la f aseología la luz de la atu aleza los te tos í li os de sopo te: Rom.2.14-15 Po ue ua do los ge tiles ue o tie e le , ha e po atu aleza lo ue es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defe di doles sus azo a ie tos Rom.1.19-20 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de odo ue o tie e e usa Sal.19.1-3 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. No ha le guaje, i pala as, Ni es oída su oz Rom.1.32-2:1 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo is o Así que si esta luz de la naturaleza es otro término de la realidad también llamada la ley de la naturaleza, entonces podemos aseverar que esta ley de la naturaleza implica la ley escrita en el corazón de los hombres, que como vimos, es la misma ley que fue dada a Adán de manera constitucional (CFW Capítulo 19, Artículo 1 y 2, con sus respectivos textos de soporte). 281 Entonces si CFW cuando menciona la ley de la naturaleza hace referencia también a la ley escrita en el corazón del hombre, sabemos con certeza que según esa ley Dios ha señalado un día específico de reposo y/o adoración: El séptimo día. ¿A qué se refiere con certeza CFW en cuanto a la ley de la naturaleza? Así como por la ley de la naturaleza que, en general, una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él Hermanos, notemos que los teólogos de Westminster mencionan que Dios también por su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él Entonces según CFW en la Palabra de Dios hay un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos , po el ual, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete para que sea guardado como un reposo sa to pa a Él Bien, ¿cuál es ese mandamiento positivo, moral y perpetuo por el que Dios ha señalado particularmente un día de cada siete para que sea guardado como un reposo santo para él? Notemos los textos de referencia de CFW en esta declaración: Así o o po la le de la atu aleza que, en general, una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él Textos de referencia: Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. Éxo.20.8,10,11 A u date del día de eposo pa a sa tifi a lo… as el s pti o día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; po ta to, Jeho á e dijo el día de eposo lo sa tifi ó Isa.56:2,4,6,7 Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer 282 todo mal. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto,… Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pue los Entonces si los textos escriturales están puestos allí para sustentar la tesis de un mandamiento positivo moral y perpetuo por el que Dios ha señalado un día en particular cada siete día para que sea guardado como reposo para él , la evidencia bíblica inequívocamente y de manera segura, clara y exacta apunta a que tal día es el día de reposo, el séptimo día. Y lo que es más, es que CFW afirma que este mandamiento vincula a todos los hombres de todas las edades ue sea gua dado: por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos Así pues, hasta ahora CFW ha mostrado que tanto en la ley de la naturaleza, como por un mandamiento positivo, moral y perpetuo, Dios ha señalado un día de cada siete como reposo para él, el cual según al evidencia escritural que CFW suministra es de manera categórica el reposo del séptimo día. Así que si CFW está en lo cierto, y mis hermanos van a aplicar este artículo en sus vidas, por ahora lo que él dice es que ellos deben reposar el séptimo día. De eso no hay duda. 8.3.2 Segunda Parte Capítulo 21, artículo 7: Así como por la ley de la naturaleza que, en general, una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él 1; y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana 2 , que en las escrituras recibe el nombre de día del “eño 3 y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano.4 1 Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. 2 Gn. 2:2, 3; 1 Co. 16:1, 2; Hch. 20:7 3 Ap. 1:10. 7:4 4. Ex. 9 : , ; Mt. : , 283 8.3.2.1 Mi análisis Así o o po la le de la atu aleza ue, e ge e al, u a p opo ió de ida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él 1; y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana 2 Te tos de efe e ia: 1 Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. 2 Gn. 2:2, 3; 1 Co. 16:1, 2; Hch. 20:7. En la primera parte CFW afirma, incluso proporcionando textos escriturales, que el día que Dios ha señalado por un mandamiento es el séptimo día, y si la ley de la naturaleza, incluye el Decálogo escrito en el corazón del hombre, entonces por ahora no hay incoherencia alguna, pues lo que fue escrito en la conciencia humana es lo mismo que fue ordenado en la Palabra de Dios: Reposar el séptimo día. Ahora CFW procede a declarar que ese día particular que Dios señaló por un mandamiento positivo moral y perpetuo, fue el día séptimo desde la creación hasta la resurrección de Cristo y que desde la resurrección de Jesús fue cambiado (por Dios, por un mandamiento positivo moral y perpetuo) al primer día de la semana. Entonces hay un mandamiento positivo, moral y perpetuo que vincula a todos los seres humanos a reposar y adorar un día en siete ¿Cuál es? En efecto, El Cuarto Mandamiento de la Ley. No hay más mandatos sobre reposar o adorar otro día cada siete en la Escritura. Si ustedes encuentran otro día ordenado por Dios, con gusto espero su evidencia. Y notemos cuál es la evidencia escritural por la que los teólogos de Westminster reconocieron que hay un cambio de día de reposo, o al menos, cuales son los textos escriturales con los que ellos sostienen su cambio de día: Gén.2.2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la o a ue hizo 1Co.16.1-2 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se e oja e to es of e das Hec.20.7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el dis u so hasta la edia o he 284 Hermanos, honestamente, leyendo estos textos ¿ustedes concluyen y se dan cuenta que Dios cambió con un mandamiento positivo, moral y perpetuo el día de reposo? Lo digo porque si CFW afirma que el día que Dios ha señalado lo ha hecho por un mandamiento positivo, moral y perpetuo, esperaría que haya un mandato que muestre y evidencia tal cambio. Pero hasta la fecha, no hay ni una insinuación de tal cosa en nuestro Canon. ¿Recuerdan la solución de Sam Wald o ? El a da ie to positi o, o al pe petuo o es el Cuarto Mandamiento , sino el mandamiento de Dios de reposar un día en siete . Solución que proviene de su apego a la Confesión más que a la Escritura, porque cosa evidente es que tal mandamiento no existe en la Palabra de Dios. Dios no ha promulgado tal mandamiento. Así que aquí la CFW en este punto se cae, va al piso, no se sostiene sobre la evidencia escritural, pues no existe ningún mandamiento positivo, moral y perpetuo por el que Dios señale que el día de adoración haya cambiado del séptimo día al primer día de la semana. Los tres textos que CFW propone como sostén de su teoría no son un mandato, sino son descripciones de la vida de la iglesia, pero no son prescriptivos, como sí lo es El Cuarto Mandamiento. Esa es una diferencia importante. Miremos los textos: Gén.2.2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la o a ue hizo ¿Qué dice este texto sobre el reposo? Primero no dice que el hombre deba reposar. ¿O sí? Lo que el texto muestra es que Dios reposó el séptimo día de la obra que hizo los seis días anteriores. Eso es todo lo que el texto dice. Aho a ie , si se uie e i pli a teológi a e te ue au ue el te to o lo diga, el hombre también debe reposar u día Bien, el texto eso no lo dice, pero si aun así, sin que el texto no lo diga ¿a la luz de la evidencia escritural qué día debiera el hombre reposar? Si nos apegamos a Génesis 2:2, la respuesta es obvia. Otra pista sobre el día en que el hombre debería reposar se haya en el Cuarto Mandamiento, pues allí Dios ordena a los israelitas reposar así como el reposó: Éxo.20.8-11 A u date del día de eposo pa a sa tifi a lo . Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y 285 todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó Entonces, ¿Qué pistas o evidencias hay según CFW sobre el día en que uno debe reposar? Sigamos leyendo la evidencia teológica que los hermanos de Westminster proporcionan: 1Co.16.1-2 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se e oja e to es of e das Hec.20.7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el dis u so hasta la edia o he Notemos queridos hermanos, primero que así como Génesis 2:2, estos no son textos prescriptivos, sino descriptivos, no ordenan nada al hombre, sino que solo describen situaciones, y eso ya es un aspecto a considerar. Por ejemplo, Lucas describe a Jesús en el desierto sin comer ni beber por cuarenta días ¿es eso un mandato de Dios para su iglesia? Si Cristo lo hizo, ¿Deberíamos todos hacer lo mismo? Vemos a Pablo expulsando demonios en Asia ¿Debemos hacer lo mismo en nuestro tiempo? Notemos la insensatez de tomar lo descriptivo como prescriptivo. Segundo, ¿qué dicen los dos textos sobre el día de reposo? En efecto, nada. Ni Lucas ni Pablo están diciendo que el día de reposo cambió. Así que asumir que Lucas y Pablo se están refiriendo al día de reposo con el primer día de la semana es una suposición y especulación. Es leer allí algo que no está escrito. Tercero, ninguno de los dos textos muestra que ha habido cambio de día de reposo. Pablo lo que ordena no es reposar el primer día de la semana, sino recoger la ofrenda para los pobres de Jerusalén el primer día de la semana ¿Era ese el nuevo día de reposo? ¡Evidencia por favor! El segundo texto describe a los creyentes de Troas reuniéndose en la noche para comer el pan, para cenar la Mesa del Señor ¿Era ese el nuevo día de reposo? ¡Evidencia teólogos de Westminster! Cuarto, nótese la debilidad exegética de los teólogos de Westminster de asumir un cambio de día de reposo sin evidencia, sin que la Escritura lo mencione, tomando textos escriturales que son forzados (eiségesis) para ser sustento de premisas que no son bíblicas en absoluto. A la luz de toda la Escritura, uno es el día de reposo: El Séptimo día. 286 Por tanto, no existe un mandamiento positivo, moral y perpetuo por el que Dios señale que el reposo después de la resurrección de Cristo es el primer día de la semana , y si los teólogos de Westminster no reposaban el séptimo día, entonces ellos estaban desobedeciendo el único mandamiento positivo, moral y perpetuo que señalaba un día de reposo cada siete: El Cuarto Mandamiento. En conclusión los teólogos de Westminster hacen un salto exegético grotesco al proponer sin evidencia que el día de reposo ha cambiado, sino apelando a textos descriptivos, ignorando el resto de la Escritura, y usando los textos mencionados para apoyar una idea que no solo no es bíblica sino incluso anti-bíblica, como lo es afirmar que el día de reposo ha cambiado. Hermanos, por favor, con los siguientes versos construyan una teología verificable y armónica: Gén.2.2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la o a ue hizo 1Co.16.1-2 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se e oja e to es of e das Hec.20.7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la edia o he ¿Pueden hacerlo? Sí, sí pueden, y cualquier teología puede salir como resultado de ello. Por ejemplo, decir, que los cristianos no reposaban el mismo día que Dios, o incluso que eran desobedientes al reposo. Así también es lícito afirmar, que los cristianos trabajaban el primer día de la semana, como se muestra, y que descansaban el séptimo día. En fin, se pueden plantear muchas ideas especulativas con estos tres versos. ¿Cuál es la suya? 8.3.3 Tercera Parte Capítulo 21, artículo 7: Así como por la ley de la naturaleza que, en general, una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él 1; y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana2 , que en las escrituras recibe el nombre 287 de día del “eño cristiano.4 3 y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo 1 Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. 2 Gn. 2:2, 3; 1 Co. 16:1, 2; Hch. 20:7 3 Ap. 1:10. 7:4 4 Ex. 20:8, ; Mt. : , 8.3.3.1 Mi análisis Así o o po la le de la atu aleza ue, e ge e al, u a p opo ió de ida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él 1; y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana 2, que en las escrituras recibe el o e de día del “eño 3… Textos de referencia: 1 Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. 2 Gn. 2:2, 3; 1 Co. 16:1, 2; Hch. 20:7. 4 Ap. 1:10. 7:4 Entonces CFW admite que hay un mandamiento de Dios por el que él ha señalado el día de adoración y reposo: El Cuarto Mandamiento y las descripciones de la iglesia reunida el primer día de la semana (descontextualizando los textos sobre la iglesia reunida el primer día de la semana, claro está), y ahora afirma que el primer día de la semana se llama el día del Señor en las Escrituras: desde el p i ipio del u do hasta la esu e ió de C isto, este día fue el últi o de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana2, que en las es itu as e i e el o e de día del “eño ¿Cuál es la base escritural para ello? Apo.1.10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de t o peta Apo.7.4 Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las t i us de los hijos de Is ael Noten la profundidad exegética de los teólogos de Westminster, quienes sin que el texto lo diga, saben de algún modo (desconocido hasta hoy) que Juan se estaba refiriendo al p i e día de la se a a, ue e la Es itu a, al p i e día de la se a a, se le lla a a el día del “eño . 288 Desafortunadamente, en realidad, no hay ninguna vez en la Escritura, en la que al primer día de la semana se le lla e, el día del “eño ¿O sí? Si ustedes pueden mostrar que Juan se estaba refiriendo al primer día de la semana, este es mi correo: [email protected]. Los teólogos de Westminster pasaron por alto que en la Escritura, el primer día de la semana se llama el primer día de la semana , y que el día del Señor , es el día de juicio para las naciones y de triunfo definitivo de Dios sobre los malvados, cosa que es relata en la profecía de Juan el Apóstol, a quien se le mostró en la Isla de Patmos. 8.3.4 Cuarta Parte Capítulo 21, artículo 7: Así como por la ley de la naturaleza que, en general, una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él 1; y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana 2 , que en las escrituras recibe el nombre de día del “eño 3 y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano.4 1 Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. 2 Gn. 2:2, 3; 1 Co. 16:1, 2; Hch. 20:7 3 Ap. 1:10. 7:4 4 Ex. : , ; Mt. : , 8.3.4.1 Mi análisis Así o o po la le de la atu aleza ue, e ge e al, u a p opo ió de ida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él 1; y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana 2, que en las escrituras recibe el o e de día del “eño 3 y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de eposo istia o Textos de referencia: 1 Ex. 20:8, 10, 11; Is. 56:2, 4, 6, 7. 2 Gn. 2:2, 3; 1 Co. 16:1, 2; Hch. 20:7. 3 Ap. 1:10. 7:4 4 Ex. 20:8, 10; Mt. 5:17, 18. Veamos los hechos bíblicos constatados con la Escritura y las premisas que no tienen fundamento en nuestro Canon: 289 Es un hecho que Dios reposo el séptimo día, se testifica en Génesis 2:2. Así mismo es un hecho que Dios ordenó en el Decálogo que se reposara el séptimo día, porque él reposo en ese mismo tiempo, esto se evidencia en Éxodo 20:8-11. Se puede ver en la Escritura que la iglesia primigenia se reunía el primer día de la semana para comer la Santa Cena, y eso en horas de la noche. Se describe en Hechos 20:7 Se sabe que Juan estaba en el Espíritu en el día del Señor. Esto en Apocalipsis 1:10. Ahora bien, lo que no es cierto es lo que CFW declara: Que Dios dio un mandamiento positivo, moral y perpetuo por el que señaló un día de reposo cada siete . Tampoco es cierto que el día señalado como adoración es desde la fundación del mundo hasta la resurrección de Cristo el séptimo día , ya que la evidencia escritural muestra que el día de reposo siempre fue considerado ser el séptimo día y que tampoco Dios cambió el día de reposo. Ta po o es e dad ue el día del “eño primer día de la semana. es el nombre que en las Escrituras se da al Y por tanto, tampoco es cierto que la iglesia deba reposar el primer día de la semana. El artículo 7 del capítulo 21 de la CFW es un artículo especulativo, resultado no de la exegesis, del análisis de la evidencia bíblica, sino de la eiségesis, de poner en el texto la idea previa con que se llega a él, pasando por alto que la Escritura impide las premisas que se quieren sostener, en este caso, que el día de reposo cambió y que la iglesia debe reposar el séptimo día. 8.4 Síntesis del Capítulo 19: 7 de la CFW La CFW ha declarado mediante la mención de textos escriturales que el día de reposo ha cambiado, y que ahora siendo el primer día de la semana, el día del Señor, la iglesia debe guardarlo, ya que es un mandamiento positivo, moral y perpetuo, y además incluido en la ley de la naturaleza. Sin embargo no existe hasta el día de hoy evidencia del proceso exegético que los teólogos de Westminster hicieron respecto a los textos con que ellos apoyaron para formular su artículo sobre este asunto. 290 8.5 Síntesis de mi análisis Humildemente muestro que nuestros hermanos de Westminster no hicieron un proceso exegético de tomar los textos en sus contextos literarios e históricos, ni tampoco una reflexión teológica sobre el séptimo día, el primer día de la semana, ni el día del Señor, sino que plasmaron en el artículo una idea que para ellos ya era una doctrina de la iglesia y apelaron a los textos que en la historia de la iglesia habían sido usados para mantener tal doctrina. Esto lo mostraré en el siguiente análisis. También veo y he expuesto las inconsistencias lógicas de los teólogos de la CFW, pues si ellos tuvieran la posibilidad de profundizar en sus propios enunciados respecto a este tema, se encontrarían ellos mismos con las contradicciones que tiene, o al menos eso esperaría de los teólogos actuales que la sostienen. Así mismo he mostrado que mis hermanos cometen un serio error hermenéutico al asumir que un texto descriptivo es un texto prescriptivo, como es el caso de 1 Corintios 16:1-2, y Hechos 20:7, pues de ser ese un principio normativo para la iglesia, el de tomar toda descripción como prescripción (mandamiento), entonces la iglesia del siglo XXI está cometiendo muchos pecados contra Dios al no ajustarse a las descripciones de la iglesia primigenia, por ejemplo, el horario de comer la Mesa del Señor. Es grave para la iglesia interpretar con este principio. Así que sin duda y con humildad, confieso que este artículo en cuanto al día de reposo cristiano es especulativo, y no proviene de una reflexión teológica de cada uno de los asuntos allí entrelazados: El día de reposo, el primer día de la semana, y el día del Señor. Para una exposición de estos asuntos (aunque no tan profunda como me gustaría) pueden leerse mis capítulos 2,3 y 4 de este tratado. 8.6 Implicaciones teológicas del día de reposo cristiano según CFW Hermanos, si en realidad los hombres están obligados a guardar Los Diez Mandamientos, como la CFW lo menciona ¿Por qué nuestra iglesia no lo hace? ¿Por qué ignora y transgrede el reposo del séptimo día? Si la respuesta es que lo ha e eposa do el día del “eño entonces, ¿no es evidente, lógico y claro, que nosotros no guardamos Los Diez Mandamientos? Pues si fuéramos a guardar el Decálogo, no tendríamos necesidad de apelar a un cambio de día, sino que haríamos lo que es evidente en la Escritura: reposar el séptimo día. 291 Ahora bien, sabiendo (al menos yo lo sé) que el día de reposo no ha cambiado, sino que sigue siendo el séptimo día ¿No es nuestra iglesia culpable ante Dios por violentar el Cuarto Mandamiento? Si la iglesia ue sostie e el día del “eño ha e u a io do t i al pa a eposa el séptimo día, implica que durante casi dos mil años, nuestros hermanos han pecado seriamente contra Dios e incluso se han expuesto al infierno. Pero esto sería verdad, si la iglesia estuviera obligada a cumplir la ley. Así que no hay escapatoria. O bien, la iglesia ha pecado durante casi dos mil años, o bien, la teología de la ley tal y como está expuesta en el Catecismo de Westminster amerita una evaluación. ¿Qué tal que la iglesia no estuviera obligada a guardar la ley? ¿Podría entonces matar, robar, mentir, adulterar? ¿No es esta una posibilidad? ¿No es una posibilidad que la iglesia sirva a Dios pero no necesariamente guardando el código del Sinaí? Puede ser una posibilidad: Rom.6.15-23; 7:1-6 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera. Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra 292 8.7 Un paso más atrás Hermanos míos, cuando tuvo lugar la reforma en el siglo XVI, nuestros teólogos reformadores no vivían en un mundo teológico vacío. Ellos no tenían un vacío teológico, sino que ya tenían una teología respecto a muchas cosas: La justificación, Dios, Cristo, el Espíritu, La iglesia, La ley y el evangelio; y muchas de sus teologías fueron modificadas en aquel tiempo; pero otras no lo fueron, por ejemplo, la doctrina de la Trinidad, para algunos del Bautismo Infantil, de la necesidad de la Santa Cena. Y una de esas doctrinas que no sufrió modificación, fue la relación del cristiano y la ley, o la ley y el Evangelio. Así que, hermanos, los reformadores no fueron los creadores del artículo siete que he tratado aquí. En realidad, en este artículo ellos plasmaron lo que la iglesia venía creyendo por caso mil doscientos años antes, desde el siglo IV. No, no fueron los teólogos de Westminster quienes formularon la doctrina del día de eposo istia o o o ido o o el día del “eño . Así que, dejando a CFW, me dispongo a analizar una de las doctrinas más antiguas de la istia dad: El Cate is o Católi o espe to a este día del “eño . 293 9. COMENTARIO AL CATECISMO CATÓLICO SOBRE EL DOMINGO COMO DÍA DEL SEÑOR Como lo acabo de decir la Confesión Reformada no es ni la única y tampoco la primera fe que sostiene la idea del domingo como el día del Señor y como reposo cristiano, sino que en realidad esta doctrina es mucho más antigua que la Reforma misma. La iglesia cristiana practicaba esta doctrina desde hace varios siglos antes de la Reforma. Entonces lo que me propongo hacer es tratar de rastrear el origen de esta doctrina como tal. Para este fin me serviré del Catecismo Católico Romano, que también inserta esta doctrina en su enseñanza a la iglesia de Cristo. A diferencia de la CFW y CFBL, la Iglesia Católica Romana (ICR) también usa como fundamento de esta do t i a del día del “eño La Tradición, es decir, las enseñanzas de los antiguos obispos, y que incluso afirma proviene de los mismos apóstoles, ya que los Catecismos Reformados no apelan a la tradición sino netamente a los textos bíblicos, aunque ya vimos en que termina en ese intento. Entonces a continuación podrán ustedes leer mi revisión, replica y argumentación a las ideas que propone el Catecismo Romano al respecto. 9.1 Primera Parte 1166 "La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se llama o azó día del “eño o do i go" “C . El día de la Resu e ió de C isto es a la vez el "primer día de la semana", memorial del primer día de la creación, y el "octavo día" en que Cristo, tras su "reposo" del gran Sabbat, inaugura el Día "que hace el Señor", el "día que no conoce ocaso" (Liturgia bizantina). El "banquete del Señor" es su centro, porque es aquí donde toda la comunidad de los fieles encuentra al Señor resucitado que los invita a su banquete (Cf. Jn 21,12; Lc 24,30): El día del Señor, el día de la Resurrección, el día de los cristianos, es nuestro día. Por eso es llamado día del Señor: porque es en este día cuando el Señor subió victorioso junto al Padre. Si los paganos lo llaman día del sol, también lo hacemos con gusto; porque hoy ha amanecido la luz del mundo, hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la salvación (S. Jerónimo, pasch).1 294 "La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se lla a o azó día del “eño o do i go" No sabemos a ciencia cierta desde que momento comenzó la iglesia judía y/o gentil a celebrar la Mesa del Señor, que la ICR denomina el misterio pascual, pero lo que sí es cierto es que ya en la época apostólica, nuestra iglesia conmemoraba la muerte del Señor cada ocho días, el primer día de la semana. En esto estoy de acuerdo con la declaración de la ICR. No obstante, aunque es cierto que nuestra iglesia llama oficialmente al primer día del “eño el día del “eño desde asi el siglo III, Dominicus (día del Señor) desde el siglo IV, no necesariamente es verdad que a este primer día de la semana se le lla a a el día del “eño e la iglesia apostóli a, po supuesto esto es algo ue ta po o afi a la ICR, es de i , ue e los días de los apóstoles al p i e día de la se a a se le lla a a el día del “eño . Como lo he venido mostrando, hasta el día de hoy, ninguno de nuestros teólogos puede ost a ue el día del “eño se efie e al p i e día de la se a a, ua do se lee Apocalipsis 1:10 (si es que la ICR apela en algún momento a este texto). El día de la Resurrección de Cristo es a la vez el "primer día de la semana", memorial del primer día de la creación, y el "octavo día" en que Cristo, tras su "reposo" del gran Sabbat, inaugura el Día "que hace el Señor", el "día que no conoce ocaso" (Liturgia bizantina) En efecto es día de la resurrección de Cristo es a la vez el primer día de la semana, si con esto se quiere decir que Cristo resucitó en este día, el que sigue al séptimo, el que comienza la semana. Ya vimos que los evangelistas retratan al Señor resucitando el primer día de la semana. Pero lo que no es apostólico es que la ICR afirme que el día de la resurrección de Cristo es a la vez el primer día de la semana, memorial del primer día de la creación. Nada en nuestro texto canónico muestra que fue la intención divina expresar tal memorial en día de la resurrección de Cristo. Tampoco tenemos información apostólica de que la iglesia primigenia hubiera entendido tal significado para este día. Por supuesto, el primer día Dios hizo la luz, pero nada muestra que Dios con la resurrección de Cristo quiso asignar un significado espiritual a este día. ¿Por qué no pensar que Dios asignó un significado espiritual al quinto día, en el que murió nuestro 295 Señor Jesucristo? Así que aceptar un significado espiritual el día que resucitó el Señor es un asunto netamente personal. Si ustedes desean verlo ¿quién se lo puede impedir? ¿Quién puede impedir que algún hermano celebre cada quinto día la muerte del Señor? Es una cuestión personal. Por lo demás, por la evidencia que tenemos, no podemos decir que nuestros apóstoles vieron en el primer día de la semana un memorial del primer día de la creación. ¿O sí? En realidad, como lo veremos más adelante, esta idea del primer día de la semana como memorial del primer día de la creación no es de Pablo, Pedro, o algún escritor canónico, sino que alguien más fue su proponente y Justino Martir la menciona, si no fue él mismo quien la propuso. Ahora bien ¿No es posible que esta idea del primer día de la semana como memorial del primer día de la creación fuera una premisa apostólica? ¡Claro que sí! Solo que se necesita evidencia para que deje de ser una probabilidad y pase a ser una verdad. ¿Será que el apóstol Pablo vio en el quinto día, el día en que murió nuestro Señor, un memorial del quinto día de la creación? ¿Quién puede negarlo? ¿Lo notan? Aquí el punto no es encontrar evidencia que niegue la premisa sino que la apoye, y como tal no existe información bíblica que soporte la idea del memorial del día de la creación. Es una idea especulativa hablando bíblicamente. El día de la Resurrección de Cristo es a la vez el "primer día de la semana", memorial del primer día de la creación, y el "octavo día" en que Cristo, tras su "reposo" del gran Sabbat, inaugura el Día "que hace el Señor", el "día que no conoce ocaso" (Litu gia iza ti a Así is o el Cate is o de o i a al día de la esu e ió de C isto el o ta o día e ual C isto, luego de su eposo, el g a “a at, i augu a el Día ue ha e el “eño , el día ue o o o e o aso Ante tal premisa me permito comentar que es una propuesta sin fundamento escritural, teológico, canónico y bíblico, ya que en primer lugar, ¿cómo sabe la ICR que el día que permaneció Cristo en la tumba se denomina el gran Sabbat? En realidad, Jesús no reposó, Jesús murió, estuvo muerto durante tres días, no solo el día de reposo estuvo en la tumba, sino también dos días más, aunque por supuesto, solo un día de reposo estuvo en la tumba, pero ¿estaba el Señor reposando? Nuestros textos no muestran al Señor reposando, sino permaneciendo en la tumba. Ahora bien, Pablo afirma que la ley se enseñorea del hombre mientras este vive, pero una vez muerto la ley ya no se enseñorea más de él: 296 Rom.7.1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre e t e ta to ue ste i e? Así que el Señor no estaba reposando el séptimo día mientras yacía en la tumba, él ya no estaba en obligación de cumplir la ley, él ahora estaba con su Padre, pero resucitó, y volvió a encontrarse con sus discípulos, luego subió una vez más, y desde allí vendrá a salvar a los que le esperan. La idea de que el Señor experimentó un gran reposo, no tiene asidero escritural, es especulativa. Es decir más de lo que la Escritura permite afirmar. Así mismo el Catecismo menciona que este día de esu e ió es el o ta o día , pe o o o lo he ost ado, el o ta o día solo tie e se tido e e o ial de ado a ió cuando tiene lugar en una fiesta del Señor que dura siete días, y esto para marcar el final de la fiesta, en este caso en la Fiesta de los Tabernáculos. Esto se puede leer en el capítulo T es de este t atado. Así ue lla a al día de esu e ió el o ta o día es descontextualizar el mismo término y usarlo donde no tiene sentido hacerlo. Recuérdese que en los Evangelios al día de resurrección no se le llama el octavo día, sino que fue el primer día de la semana, tres días después de la crucifixión y sepultamiento del Señor. Ahora bien la ICR ta i afi a ue este día e ue C isto esu itó, el “eño i augu a El día que hizo el “eño , ue e la Es itu a es u a f ase ue se e ue t a e el sal o 118: Sal.118.15-29 Voz de jú ilo de sal a ió ha e las tie das de los justos; La diest a de Jehová hace proezas. La diestra de Jehová es sublime; La diestra de Jehová hace valentías. No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH. Me castigó gravemente JAH, Mas no me entregó a la muerte. Abridme las puertas de la justicia; Entraré por ellas, alabaré a JAH. Esta es puerta de Jehová; Por ella entrarán los justos. Te alabaré porque me has oído, Y me fuiste por salvación. La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo. De parte de Jehová es esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos. Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él. Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego; Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora. Bendito el que viene en el nombre de Jehová; Desde la casa de Jehová os bendecimos. Jehová es Dios, y nos ha dado luz; Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar. Mi Dios eres tú, y te alabaré; Dios mío, te exaltaré. Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su ise i o dia Es posible que este salmo fuera escrito antes del exilio y la división del reino, y en éste se hace mención de un día que hizo el Señor ¿Cuál es ese día? Podría ser el día de la cruz, el día de la resurrección, el día de reposo, el día de una liberación gloriosa del Señor. ¿Cuál es ese día? 297 Po el o te to del e so po ti o, es del todo posi le, ue este día es La o a del Señor Jesu isto po osot os Pues el sal ista di e: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo. De parte de Jehová es esto, Y es cosa maravillosa a uest os ojos. Este es el día ue hizo el “eño . Así ue la efe e ia anterior podría ser por supuesto una alusión profética a la obra de salvación del Señor, que no sería creída por algunos de su pueblo. Es cosa maravillosa ante sus ojos. Y en efecto, esto podría ser la resurrección de Cristo, aunque mucho más su cruz ¿quién imaginaría al Mesías muriendo colgado en un madero? Ahora bien, si aquí el salmista se está refiriendo al día de resurrección, es posible, pero también es bien posible que se refiera a toda la obra de salvación en general, pues como lo hemos visto, no sie p e ue se ha la de u día se efie e a u lapso de u a salida puesta de sol, sino a un periodo de tiempo en el que algo está establecido para cumplirse. Así ue si el día ue hizo el “eño a uí se uie e e o o el día de la esu e ió de Cristo, esto es posible. Pero también puede referirse al día de reposo, al día de su regreso, o al día en que el Señor obrara una liberación y bendición para su pueblo, pues el salmista ta i e la a e seguida: Te uego “eño ue os p ospe es os sal es ahora ¿por qué no esto ultimo? En ultima instancia, si uno lee este salmo en su contexto histórico, no hay posibilidad de ue esta f ase este es el día ue hizo el “eño se pueda efe i al día de la esu e ió de Cristo, pues en su época de escritura tal evento ni siquiera estaba en la mente de su escritor; y si se lee el texto con una perspectiva profética ¿Cuál fue el día que el hizo el Señor? ¿Cuál es la evidencia de que sea el día de la resurrección de nuestro Señor? Po ta to, ase e a ue el día ue hizo el “eño es el día de su esu e ió es u a interpretación arbitraria, sin evidencia, y haciendo que el texto diga algo que ni él ni otras es itu as i fie e . No, el día ue hizo el “eño o es ada p i e día de la se a a, tampoco fue el día e ue esu itó uest o “eño . Y eite o, día se puede efe i a toda la acción salvadora que expone el salmista en este Salmo. El "banquete del Señor" es su centro, porque es aquí donde toda la comunidad de los fieles encuentra al Señor resucitado que los invita a su banquete (Cf. Jn 21,12; Lc 24,30) Al de i la ICR “u e t o , se está efi ie do po el o te to, al e t o del día del “eño , del p i e día de la se a a , así ue la afi a ió e o te to es ue el a uete del “eño es el centro del día del Señor, del primer día de la semana. 298 Ahora bien, dado que el primer día de la semana no es el día del Señor, ni constituye un día que la iglesia debe guardar u observar, la frase no es cierta en ese sentido, porque el banquete del Señor o es el e t o del día del “eño . Pe o lo ue sí es ie to, es ue el a uete del “eño es u a a ti idad e t al de la iglesia, porque en ella la comunidad de los fieles se reúne para participar del banquete al que fueron invitados por el Señor mismo, la Mesa del Señor. Pero por celebrarse la Santa Cena este día no implica que el día en sí sea de alguna manera santificado. La atención del creyente no está puesta en la santidad del día, sino en la gloria de la Comunión, de la Mesa del Señor. El día del Señor, el día de la Resurrección, el día de los cristianos, es nuestro día. Por eso es llamado día del Señor: porque es en este día cuando el Señor subió victorioso junto al Padre. Si los paganos lo llaman día del sol, también lo hacemos con gusto; porque hoy ha amanecido la luz del mundo, hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la sal a ió “. Je ó i o, pas h. ¿Po u el día de esu e ió es el día del “eño es el día de los istia os? Je ó i o, dice que es así porque en este día el “eño su ió i to ioso ju to al Pad e . La frase de Jerónimo puede ser muy inspiradora, pero no necesariamente es verdadera. Primero no sabemos el día en que el Señor subió junto al Padre. No sabemos si fue un primero, segundo, tercer o cuarto día de la semana, no lo sabemos. Segundo, la iglesia no está ordenada a celebrar el día que el Señor subió al Padre. Y tercero, si se refiere Jerónimo al día de resurrección, entonces no es el día en que el Señor subió al Padre. Para el siglo V, cuando Jerónimo vivía ¿cómo llamaban los paganos al primer día de la semana? Así es, el día del sol. Y esto no era así, como parte de una conspiración contra los cristianos, sino que ese era el nombre pagano que ya desde siglos se venía dando a este día que coincidía con el día que la iglesia llamaba el primer día de la semana. A te este o e el día del sol Je ó i o afi a ue ellos, los istia os, ta i lo puede lla a así, lo ha e , po ue e ese día ha amanecido la luz del mundo, hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la sal a ió Nuevamente, la frase de Jerónimo es inspiradora, pero aun así no necesariamente es apostólica. Para los profetas la salvación del Señor llegó exclusivamente con su resurrección, ni con su muerte, sino que toda la vida del Señor, desde su encarnación fue la aparición del Sol de Justicia: 299 Mat.4.12-16 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de ue te, Luz les espla de ió Y también la frase Sol de Justicia es usada por el profeta Malaquías refiriéndose, no a la resurrección del Señor, sino a su segunda venida: Mal.4.1-3 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha di ho Jeho á de los ej itos Así que la frase de Jerónimo es inspiradora para la fe cristiana, y no necesariamente es falsa, pues con la resurrección se anunció luz al pueblo: Hec.26.23 Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pue lo a los ge tiles Pero nótese que usar estos eventos proféticos para asignar o conceder el nombre al p i e día de la se a a o o el día del sol o es u a i di a ió apostóli a, es la propuesta de Jerónimo. ¿Quería Dios que al primer día de la semana, al día en que esu itó su Hijo se le lla a a el día del “ol ? Co o lo e os, o fue la iglesia la ue asignó ese nombre, sino que concedió llamarlo así en una cultura pagana. Ahora bien, notemos que Jerónimo, concediendo que al primer día de la semana se le lla e el día del sol, lla a a este día el día del “eño si da azó del po u lo ha e, esto lo hizo para el siglo V. 9.2 Segunda Parte II EL DÍA DEL SEÑOR ¡Este es el día que ha hecho el Señor, exultemos y gocémonos en él! (Sal 118, 24). El día de la Resurrección: la nueva creación 300 2174 Jesús resu itó de e t e los ue tos el p i e día de la se a a Mt , ; M , ; L , ; J , . E ua to es el p i e día , el día de la Resu e ió de C isto e ue da la p i e a ea ió . E ua to es el o ta o día , ue sigue al sá ado Cf. M , 1); Mt 28, 1), significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Para los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del “eño H k iak h e a , dies do i i a , el do i go : Nos reunimos todos el día del sol porque es el primer día (después del sábado judío, pero también el primer día), en que Dios, sacando la materia de las tinieblas, creó al mundo; ese mismo día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos (S. Justino, Apol. 2 , Jesús esu itó de e t e los ue tos el p i e día de la se a a Mt , ; M , ;L , ;J , . E ua to es el p i e día , el día de la Resu e ió de C isto e ue da la p i e a ea ió Entiendo por supuesto que nuestro Dios comenzó su obra creadora en el primer día, digo la comenzó, porque la terminó en el sexto día, pero en la historia solo hay un primer día de la creación, aquel día cuando fue hecha la luz, ese fue el primer día de la creación. No sé cómo, porqué y según quién, la resurrección de Cristo recuerda el primer día de la creación. No veo en la Escritura conexión alguna. Pues también es cierto que el Señor el segundo día separó las aguas de las aguas ¿por qué no conmemoramos cada lunes este evento? Personalmente, yo no recuerdo cada primer día de la semana, cada domingo, el primer día de la creación ¿ustedes lo hacen? Y además, en la revelación divina, el día propiamente que recordaba la creación no era el primer día de cada semana, sino el séptimo día: Éxo.20.8-11 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de eposo lo sa tifi ó En nuestra revelación canónica no hay otro día que haya sido establecido para conmemorar la creación. 301 Y más bien, la resurrección de Cristo no recuerda la primera creación de Cristo, sino que apunta a una nueva creación, que tendrá lugar en el futuro, y que hace parte de la esperanza cristiana. ¡Aleluya! E ua to es el o ta o día , ue sigue al sá ado Cf. M , significa la nueva creación inaugurada con la esu e ió de C isto ; Mt , , Literalmente el día de la resurrección de Cristo, es y fue el primer día de la semana (un primer día de la semana), pero no se puede llamar el octavo día, porque Cristo no resucitó en una fiesta que finalizaba en el octavo día y que coincidía con su resurrección. Él esu itó u día o di a io. No e a fiesta, o e a u o ta o día . Mar.16.1 Cua do pasó el día de eposo, Ma ía Magdale a, Ma ía la “alo , o p a o espe ias a o áti as pa a i a u gi le ad e de Ja o o, Mat.28.1 Pasado el día de eposo, al a a e e del p i e día de la se a a, i ie o María Magdalena y la otra María, a ve el sepul o Ahora bien, en efecto, la muerte de Cristo es el evento que da inicio a la esperanza de una vida nueva, de una creación nueva: 1Co.15.20-22 Mas aho a C isto ha esu itado de los ue tos; p i i ias de los ue durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados Pero, esta nueva creación no tendrá lugar sino hasta la resurrección de los muertos, cuando el Señor juzgue al mundo, y haga cielos nuevos y tierra nueva. Ya he discutido antes el argumento de John Piper y Sam Waldron, sobre la inauguración de la nueva creación, así que acá no diré más que es evidente que todavía permanecen el cielo y la tierra que el Señor creó desde el comienzo del mundo, con la resurrección del Señor no se produjo cambio alguno, solo cuando el regrese, habrá cielo nuevo y tierra nueva. Pa a los istia os i o a se el p i e o de todos los días, la p i e a de todas las fiestas, el día del “eño H k iak h e a , dies do i i a , el do i go : Nos reunimos todos el día del sol porque es el primer día (después del sábado judío, pero también el primer día), en que Dios, sacando la materia de las tinieblas, creó al mundo; ese mismo día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos “. Justi o, Apol. , 302 Primero que todo, no necesariamente para los cristianos el primer día de la semana vino a ser el primero de todos los días, pues como ya lo he expuesto antes, los judíos llamaba a los días con su nombre cardinal, así después del séptimo día, seguía el primer día de la semana. No, los cristianos no son los primeros en llamar al día después del séptimo, el primer día de la semana. Ahora bien, la ICR afirma que este día es una fiesta para los creyentes, el día del Señor, el domingo, y pues hasta donde yo leo en mi Escritura, no se nos instituyó fiesta alguna en la fe del Señor, aunque sí puede llamarse en cierto sentido fiesta a la conmemoración de la muerte del Señor, a la participación de la Santa Cena: 1Co.5.4-11 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis Pablo está diciendo que los cristianos no deberían comer con uno que llamándose hermano fuera fornicario, por ejemplo, y hace esta aclaración después de haber indicado que al incestuoso de Corintio se le expulsara por su pecado, y luego de llamarlos a celebrar la fiesta, no con los panes de levadura, sino con panes de sinceridad y verdad. Esto puede ser un llamado espiritualizado a la santidad, para que ya no vivan en hipocresía y maldad, sino en verdad y santidad, pero dado que Pablo más adelante e io a el o e ta i i di a ue ele e os la fiesta , ie puede se u llamado a santificarse para comer la mesa del Señor, sin permitir que a ella acudan personas impenitentes. Puede ser. Por tanto, que la comunión es una fiesta cristiana, lo puede ser, yo mismo la veo así, pero no que el día en sí sea la fiesta. Yo me casé un decimo día, y cada mes recuerdo este día con mi esposa, pero la esencia de nuestra celebración no es el decimo día, sino el evento que ocurrió ese día en particular: Nuestro matrimonio. 303 Así la iglesia festeja cada primer día de la semana, pero no festeja el día en sí, sino el evento que la congrega: El Banquete Pascual. Nos reunimos todos el día del sol porque es el primer día (después del sábado judío, pero también el primer día), en que Dios, sacando la materia de las tinieblas, creó al mundo; ese mismo día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos (S. Justino, Apol. 1,67) ¿Por qué la iglesia se reúne el día del sol (llamado así por los paganos)? La respuesta de Justi o Ma ti e el siglo III puede se o side ada a á: porque es el primer día en que Dios, sacando la materia de las tinieblas, creó al mundo; ese mismo día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos Así es, Dios el primer día de la semana (todavía en ese momento no existían las semanas, pues hasta ahora todo estaba comenzando) creó la luz, pero no al mundo, como Justino lo aseveró. Y el sol fue creado el tercer día de esa primera semana de la humanidad. Ahora bien, muchos siglos después, también un primer día de la semana, el Señor resucitó de entre los muertos. Ahora ¿por eso la iglesia apostólica se reunía? Sí, un primer día de la semana, el primero en toda la historia, Dios creó la luz y comenzó su obra creadora, y sí, un primer día de la semana, Dios resucitó a Jesús nuestro Salvador, pero no veo la razón teológica por la que la concomitancia de estos días determine la reunión ordinaria de la iglesia para comer la mesa del Señor. Si a la pregunta ¿por qué nos reunimos el primer día de la semana? La espuesta es: Po ue u p i e día Dios eó la luz o el u do Yo o eo la respuesta. Es más, hasta el día de hoy, nadie sabe con certeza porque los apóstoles escogieron el primer día de la semana para comer la Cena del Señor. Propuestas ha habido muchas, como la de Justino, pero certidumbre apostólica no la hay, y no tenemos evidencia de tal razón en nuestro Canon. Nótese ahora, que para esta época, Justino reconoce que ellos, los cristianos, se reunían u día despu s del sá ado judío . ¿Po u o si ple e te dijo despu s del sá ado ? Al ag ega judío , Justi o hizo hi api o e el día de “atu o e i gl s “atu da , sino en el s pti o día de la se a a, el día sá ado judío, o el día de “atu o , si o el día del “a at o día de eposo . Así ue al e io a Justi o el sá ado judío l todavía veía la particularidad de este día: Que era un día de reposo, que guardaban los judíos. Los judíos u a a ia o el día de eposo , i si uie a los judíos istia os los hicieron. Pues miremos los registros apostólicos de nuestra biblia y allí veremos cuál era el día de reposo para los judíos creyentes. No el primer día de la semana, sino el séptimo. 304 Además, la respuesta de Justino obedece a una defensa de la fe en su época, en la que la iglesia guardando la tradición de los apóstoles de comer la mesa del Señor el primer día de la semana, defendía su conmemoración a la luz de que era he ha el día del sol lla ado así po los paga os e fu ió de su idolat ía, o o al s pti o día, lla a a día de “atu o . Po eso, la espuesta de Justi o, uest a ue los istia os se eu ía el día del sol pe o o e fu ió de la idolat ía, sino en virtud de su propia fe cristiana, apelando a ue e tal día u p i e día de la se a a Dios sacando la materia de las tinieblas, creó al mundo; ese mismo día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos Así que Justino asigna dos razones por las que la iglesia se congregaba el día del sol (el primer día de la semana): Porque un primer día Dios creó el mundo, y porque Jesucristo resucitó de entre los muertos. Y eso significa que los cristianos de aquel tiempo, según Justino, no adoran al sol, no se reúnen en honor al sol, sino a su Dios, a Jesucristo. Si hoy, siglo XXI, se nos pregunta ¿por qué nos reunimos el domingo? Mi respuesta sería: Porque nuestra iglesia desde días apostólicos se reúne por tradición este día para conmemorar la muerte de nuestro Señor, para partir el pan. ¿Por qué el primer Domingo? Teológicamente hablando, no lo sé. ¿Deberíamos aceptar la respuesta de Justino como la verdad? Pues al menos yo no lo hago, porque Justino no da prueba bíblica, y ni siquiera puede apelar a apóstol alguno para su proposición. Pero si ustedes quieren hacerlo ¿quién soy yo para impedírselo? Solo que están aceptando la respuesta de Justino, no de Pablo, Pedro o cualquier escritor canónico, están asumiendo que Justino conoce la verdad, aun cuando como lo he expuesto, no veo razón teológica entre el día de la creación del sol y la resurrección de Cristo para que los apóstoles hayan determinado tal día para comer la Mesa del Señor. 9.3 Tercera Parte El do i go, ple itud del sá ado 2175 El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios. Porque el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, y lo que se practicaba en ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo (Cf. 1 o 10,11): 305 Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por Él y por su muerte. (S. Ignacio de Antioquía, Magn. 9, 1) 3 El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sá ado judío a u ia el des a so ete o del ho e e Dios El Catecismo en este artículo asegura que el domingo reemplaza para los cristianos el sábado. Es decir, que establece que ahora tal es el día de reposo. Esta es la primera parte de esta frase. ¿Qué evidencia exegética, apostólica, bíblica nos brinda la ICR para pronunciar esta premisa? Quiero que notemos hermanos, que la ICR no suministra información ni muestra quién, cómo y en qué lugar la Escritura santa reemplaza al sábado por el domingo Aquí vemos que los obispos sencillamente pronunciaron la doctrina, pero no dieron evidencia del porqué y cómo de su doctrina. Es decir, ésta llegó a ser verdad, porque ellos así lo decían, y más aún, porque así lo asumió la iglesia. Otros obispos no rebatieron tal premisa, sino que para todos es verdad, aun cuando no hay evidencia escritural, y aun cuando más bien la Escritura niega implícitamente por sí misma la premisa sostenida por los obispos antiguos. Como lo expuse anteriormente, ningún ser humano, ni el Señor Jesucristo, reemplazó el sábado por el domingo. Nosotros igualmente podríamos decir más bien, que el viernes remplazó al sábado ¿por qué? Porque en este día el gran sacrificio de Cristo fue realizado. ¿Y con qué evidencia bíblica afirmamos tal cosa? En efecto, sin ninguna, pero nada impide no sea verdad. Por tanto, notemos hermanos, que la cosa más importante para determinar, definir, creer, y enseñar una doctrina cristiana, es la armonía teológica y la exegesis escritural. Sin esto cualquiera puede postular una doctrina con el título de apostólica. (El domingo)...Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sá ado judío a u ia el des a so ete o del ho e e Dios La ICR asegura que el domingo, en la Mesa del Señor, se realiza plenamente la verdad espi itual del sá ado judío . Bien ¿cuál es la verdad espiritual del sábado judío? La ICR no lo explica, pero ella misma prosigue: a u ia el des a so ete o del ho e e Dios 306 ¿Será esta la verdad espiritual del sábado judío? Puede que sí, la ICR no lo explica detalladamente. Primero que todo, ¿Por qué se le llama aquí sábado judío? Usualmente se llama así, porque fue establecido para que los judíos lo guardaran, implicándose entonces que los gentiles no lo deberían hacer, por eso es que usualmente se le califica sábado judío. Pero si la Iglesia Cristiana ya no guarda el sábado judío, entonces ya no guarda el Cuarto Mandamiento, y si no guarda el Cuarto Mandamiento ¿Con qué fin insistir en un cambio de día? ¿Para qué un cambio de día si ya no hay que guardar el sábado judío? En segundo lugar, ¿Cuál es la verdad espiritual del día de reposo? Tal parece que la ICR lo o o e o o el des a so así e po e ue el día del “eño anuncia el descanso eterno del hombre con Dios . No obstante, nada en nuestro canon muestra que el día de reposo fue cambiado al primer día de la semana, así que el primer día de la semana no a u ia el ete o des a so o el “eño y ni siquiera el sábado judío lo hacía, pues este no señalaba el descanso eterno con el Señor, sino que conmemoraba el reposo de Dios en el séptimo día de la creación. Y finalmente, el domingo, la iglesia anuncia, no el eterno descanso con Dios, sino la muerte del Señor Jesús: 1Co.5.6-8 No es ue a uest a ja ta ia. ¿No sa is ue u po o de le adu a leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, si o o pa es si le adu a, de si e idad de e dad Así que la realidad no es que el domingo ealiza ple a e te, e la pas ua de C isto, la e dad del sá ado judío a u ia el des a so ete o ás ie , ealiza ple a e te, e la pascua de Cristo, la verdad espiritual de la Pascua y anuncia la muerte del Señor Jesús hasta que el ve ga . Pero notemos hermanos, que esto no lo hace el día como tal, sino el evento de ese día: La Mesa del Señor. Po ue el ulto de la le p epa a a el iste io de C isto, lo ue se p a ti a a e ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo (Cf. 1 o 1 , Completamente cierto es que el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, sus ritos, sus mandatos, sus ceremonias eran símbolo de lo que había de venir, pero el día de reposo fue establecido no en la ley, sino en la creación, y hasta el día de hoy no hubo cambio sobre el día de reposo que Dios santificó. No hay argumento alguno que lo pueda 307 implicar. Mas bien la evidencia bíblica apunta a que el sábado fue, es y será el día de reposo. Y si el día de reposo era un figurativo de Cristo, entonces recuérdese que éste día no fue instituido en la Ley sino en la misma Creación, y eso incluso antes de la caída del hombre; pero si aun así, Cristo cumple la verdad figurada del séptimo día ¿cómo lo hace? ¿Ordenando reposar el domingo, el día de su resurrección? Bueno, él mismo nos dio la orden de celebrar la pascua que él cumplió proféticamente y nos enseñó cómo hacerlo, pero nuestro Señor no nos enseñó cómo celebrar su cumplimiento profético del séptimo día. Porque el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, y lo que se practicaba en ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo (Cf. 1 o 10,11): Los ue i ía segú el o de de osas a tiguo ha pasado a la ue a espe a za, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es e de ida po Él po su ue te (S. Ignacio de Antioquía, Magn. 9, 1) Notemos hermanos la base doctrinal y teórica sobre la cual la ICR fundamenta su creencia y praxis de que el domingo es el día del Señor: El maestro Ignacio de Antioquía. En el siguie te apítulo a aliza o dete i ie to la e seña za de Ig a io e ua to al día del “eño . Así ue po aho a uie o señala ue la ICR ita, o a Pa lo, a Ped o, si o a Ignacio de Antioquía. 9.4 Cuarta Parte 2176 La celebración del domingo cumple la prescripción moral, inscrita en el corazón del ho e, de da a Dios u ulto e te io , isi le, pú li o egula ajo el sig o de su o dad u i e sal ha ia los ho es “. To ás de A., s. th. -2, 122, 4). El culto dominical realiza el precepto moral de la Antigua Alianza, cuyo ritmo y espíritu recoge celebrando ada se a a al C eado Rede to de su pue lo 4 2176 La celebración del domingo cumple la prescripción moral, inscrita en el o azó del ho e, de da a Dios u ulto e te io , isible, público y regular bajo el sig o de su o dad u i e sal ha ia los ho es “. Tomás de A., s. th. 2-2, 122, La ICR de la a ue el do i go, el p i e día de la se a a, el Do i go, cumple la prescripción moral, inscrita en el corazón del hombre, de da a Dios u ulto e te io , 308 visible, público y regular bajo el signo de su bondad u i e sal ha ia los ho Aquino. es citando a Así que más que analizar las palabras del Catecismo, hay que hacerlo aquí a las de Tomas de Aquino. ¿Qué dice Tomas de A ui o? P i e o, El di e ue ha una prescripción moral, inscrita en el corazón del hombre . Segundo, Tomas, expone en que consiste esa prescripción moral: dar a Dios un culto exterior, visible, público y regular bajo el signo de su bondad universal hacia los ho es Ahora bien, ¿Cómo sabe Tomas que hay una prescripción de este tipo en el corazón del hombre? Mientras no haya sustento teológico, bíblico, exegético de la proposición de Tomas, la premisa es de Tomas, es suya, no de los apóstoles. Sin embargo, cabe la posibilidad, y es lo más probable, que Tomas este apelando a una doctrina antigua de la ICR: 1951 La ley es una regla de conducta proclamada por la autoridad competente para el bien común. La ley moral supone el orden racional establecido entre las criaturas, para su bien y con miras a su fin, por el poder, la sabiduría y la bondad del Creador. Toda ley tiene en la ley eterna su verdad primera y última. La ley es declarada y establecida por la razón como una participación en la providencia del Dios vivo, Creador y Redentor de todos. Esta ordenación de la razón es lo que se llama la le Leó XIII, e . "Li e tas praestantissimum"; citando a S. Tomás de Aquino, s. th. 1-2, 90, 1): El hombre es el único entre todos los seres animados que puede gloriarse de haber sido digno de recibir de Dios una ley: animal dotado de razón, capaz de comprender y de discernir, regular su conducta disponiendo de su libertad y de su razón, en la sumisión al que le ha entregado todo. (Tertuliano, Marc. 2, 4). 1952 Las expresiones de la ley moral son diversas, y todas están coordinadas entre sí: la ley eterna, fuente en Dios de todas las leyes; la ley natural; la ley revelada, que comprende la Ley antigua y la Ley nueva o evangélica; finalmente, las leyes civiles y eclesiásticas 1954. El hombre participa de la sabiduría y la bondad del Creador que le confiere el dominio de sus actos y la capacidad de gobernarse con miras a la verdad y al bien. La ley natural expresa el sentido moral original que permite al hombre discernir mediante la razón lo que son el bien y el mal, la verdad y la mentira: 309 La ley natural está inscrita y grabada en el alma de todos y cada uno de los hombres porque es la razón humana que ordena hacer el bien y prohíbe pecar... Pero esta prescripción de la razón humana no podría tener fuerza de ley si no fuese la voz y el intérprete de una razón más alta a la que nuestro espíritu y nuestra libertad deben estar sometidos. (León XIII, enc. "Libertas praestantissimum"). 1955 La le di i a atu al (GS 89) muestra al hombre el camino que debe seguir para practicar el bien y alcanzar su fin. La ley natural contiene los preceptos primeros y esenciales que rigen la vida moral. Tiene por raíz la aspiración y la sumisión a Dios, fuente y juez de todo bien, así como el sentido del prójimo en cuanto igual a sí mismo. Está expuesta, en sus principales preceptos, en el Decálogo. Esta ley se llama natural no por referencia a la naturaleza de los seres irracionales, sino porque la razón que la proclama pertenece propiamente a la naturaleza humana: ¿Dónde, pues, están inscritas estas normas sino en el libro de esa luz que se llama la Verdad? Allí está escrita toda ley justa, de allí pasa al corazón del hombre que cumple la justicia; no que ella emigre a él, sino que en él pone su impronta a la manera de un sello que de un anillo pasa a la cera, pero sin dejar el anillo. (S. Agustín, Trin. 14, 15, 21). La ley natural no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar. Esta luz o esta ley, Dios la ha dado a la creación. (S. Tomás de A., de. praec. 1). 1956 La ley natural, presente en el corazón de todo hombre y establecida por la razón, es universal en sus preceptos, y su autoridad se extiende a todos los hombres. Expresa la dignidad de la persona y determina la base de sus derechos y sus deberes fundamentales: Existe ciertamente una verdadera ley: la recta razón. Es conforme a la naturaleza, extendida a todos los hombres; es inmutable y eterna; sus órdenes imponen deber; sus prohibiciones apartan de la falta... Es un sacrilegio sustituirla por una ley contraria; está prohibido dejar de aplicar una sola de sus disposiciones; en cuanto a abrogarla enteramente, nadie tiene la posibilidad de ello. (Cicerón, rep. 3, 22, 33). 1957 La aplicación de la ley natural varía mucho; puede exigir una reflexión adaptada a la multiplicidad de las condiciones de vida según los lugares, las épocas y las circunstancias. Sin embargo, en la diversidad de culturas, la ley natural permanece como una norma que une entre sí a los hombres y les impone, por encima de las diferencias inevitables, principios comunes. 310 1958 La ley natural es inmutable (Cf. GS 10) y permanente a través de las variaciones de la historia; subsiste bajo el flujo de ideas y costumbres y sostiene su progreso. Las normas que la expresan permanecen substancialmente valederas. Incluso cuando se llega a renegar de sus principios, no se la puede destruir ni arrancar del corazón del hombre. Resurge siempre en la vida de individuos y sociedades: El robo está ciertamente sancionado por tu ley, Señor, y por la ley que está escrita en el corazón del hombre, y que la misma iniquidad no puede borrar. (S. Agustín, conf. 4, 4, 9 5 Subrayados míos. Así que si estoy leyendo como debo hacerlo, según la ICR existe una ley natural, que en el a tí ulo lla a La le di i a atu al , segú este is o a tí ulo, sus p i ipales mandamientos están en el Decálogo. Y según los artículos 1954 y 1956 esta ley está inscrita y grabada en el alma de cada ser humana, y está presente en sus corazones, y segú el is o To as de A ui o Esta luz o esta ley, la ha dado Dios en la creación . Sin entrar a profundizar el tema, quiero poner en relieve mis hermanos, que la teoría de la ley natural o la luz natural, no fue formulada en nuestra Reforma, sino que es una doctrina más antigua que ella; se cita por ejemplo a San Agustín como fuente de uno de sus expositores, escritor cristiano del siglo IV y V. Ahora bien, entonces, para Tomas de Aquino, hay una ley dada en la creación por Dios, pero ¿cuál es esa ley? Si esta ley a la que apela Tomas no es la ley natural que cita el Catecismo Católico, cuyos principales preceptos están ordenados en el Decálogo, entonces ¿cómo sabe Aquino que ha ue dar a Dios un culto exterior, visible, público y regular bajo el signo de su bondad u i e sal ha ia los ho es ? Así que si no es la ley moral que la iglesia ha enseñado desde tiempos de antaño, entonces primero, no sabemos de donde obtiene Aquino su información del deber de dar a Dios culto publico y regular; y segundo, ya que no lo sabemos, no necesitamos, y no nos conviene aceptar que el Catecismo hace: La celebración del domingo cumple la prescripción moral, inscrita en el o azó del ho e, de da a Dios u ulto e te io , isi le, pú li o egula ajo el sig o de su o dad u i e sal ha ia los ho es . Puesto que no sabemos si tal premisa es o no escritural, entonces ¿por qué habríamos de recibirla como apostólica? La premisa de Aquino carece de significado teológico para la iglesia, pues no sabemos de dónde la obtiene, y del mismo modo, el artículo del Catecismo cita. 311 Ahora bien, si la ley a la que apela Tomas para afirmar que hay un deber de da a Dios u culto exterior, visible, público y regular bajo el signo de su bondad universal hacia los hombres es aquella ley natural escrita en el corazón de los hombres y cuyos principales preceptos se hallan en el Decálogo, entonces podemos hacer otra reflexión. ¿Cómo supo Tomas de Aquino que en la ley natural había un mandato de da a Dios u culto exterior, visible, público y regular bajo el signo de su bondad universal hacia los hombres ? Pienso que hasta el día de hoy no hay evidencia de tal conocimiento, de tal precepto natural en los hombres, excepto si se apela a la escritura del Decálogo en el corazón de los hombres, siendo el Decálogo ley principal escrita en el corazón humano. Porque sabemos que el Decálogo establece un día de adoración (en realidad de reposo), y si este p e epto es la fue te de i fo a ió de ue ha ue dar a Dios un culto exterior, visible, público y regular bajo el signo de su bondad universal hacia los hombres entonces en realidad, en vez de ser una solución, se plantea un nuevo problema y dilema teológico. Lo anterior lo digo, porque si es por medio del Decálogo, que se asume está escrito en el corazón del hombre, que Tomas sabe que hay que dar a Dios culto exterior, visible, público y regular entonces Tomas no solo sabe que hay que dar esta adoración a Dios, sino incluso está ordenado a darla en el tiempo especificado: El Séptimo día. Por tanto, la premisa teológica la ICR: La celebración del domingo cumple la prescripción o al, i s ita e el o azó del ho e, de da a Dios u ulto exterior, visible, público y regular bajo el signo de su bondad universal hacia los hombres es una premisa que niega la misma ley natural que ella propone, cuyos preceptos principales están descritos en el Decálogo, ya que en esta ley natural no solo se ordena adorar (en realidad, reposar) sino que se especifica la regularidad con la que debe hacerse: Cada ocho días, el séptimo día. Por tanto, si la prescripción moral, inscrita en el corazón del hombres, de da a Dios u culto exterior, visible, público y regular bajo el signo de su bondad universal hacia los hombres se conoce por medio del Decálogo, específicamente por medio del Cuarto Mandamiento, la ICR yerra al proponer que sea el domingo el día y tiempo que cumple con tal prescripción, pues el mismo Decálogo ha determinado el día de adoración (de Reposo): El séptimo día. Y si el mandato moral de da a Dios u ulto e te io , isi le, pú li o egula ajo el signo de su bondad universal hacia los hombres no es el Cuarto Mandamiento del Decálogo, escrito en el corazón humano en la creación, ¿De dónde y cómo sabe Tomas y la ICR que existe tal prescripción en el corazón del hombre de manera natural? Sería mera especulación. 312 Este es el problema que surge cuando la Iglesia quiere sostener las siguientes premisas como verdaderas, todas y cada una de ellas: 1. La ley moral es el Decálogo, o principalmente el Decálogo. 2. Esta ley moral está escrita constitucionalmente (por creación) en el corazón de cada ser humano. 3. Esta ley es de carácter moral, obligatorio y perpetuo para todos los seres humanos. 4. En esta ley se demanda dar adoración a Dios en un periodo de tiempo regular. 5. Ese tiempo de adoración regular, fue el séptimo día hasta que resucitó Jesús. 6. Luego de la resurrección de Cristo, ese tiempo regular de adoración es el primer día de la semana. ¿Cómo sabe la iglesia que esta que de a da da ado a ió a Dios e u pe iodo de tiempo regular ? ¿No es a aso po el Cua to Ma da ie to? Y si es el cuarto mandamiento ¿no debería adorar el hombre de todas las épocas en este día designado divinamente? Si hubo cambio de día de adoración ¿no muestra eso que la ley escrita en el corazón del hombre en realidad no es perpetua? Y si no es el Cuarto Mandamiento lo que la humanidad ahora debe observar ¿no es ello evidencia de que el Decálogo realmente no está escrito en el corazón del hombre? Si hubo cambio de día ¿con que mandamiento? Si hubo cambio de día de adoración ¿cómo sabemos que otros preceptos no cambiaron? Hermanos, es lógica, teológica y racionalmente imposible sostener la teología de la ICR en cuanto a la ley, sosteniendo al mismo tiempo el cambio de día de adoración (de reposo). ¿Recuerdan a Sam Waldron, profesor no católico, sino reformado, haciendo toda clase de malabares exegéticos (eiségesis y descontextualización) para tratar de sostener tanto la teología clásica católica de la ley como el cambio de día de adoración? Hermanos, hay algo que no ha estado funcionando bien en nuestra teología cristiana, desde hace casi quince siglos. ¿Hay alguna otra opción? ¿Una más bíblica, evidente, escritural, apostólica? Sí, sí la hay. Para finalizar mi análisis aquí digo entonces que si es verdad lo que la ICR sostiene en cuanto a que La celebración del domingo cumple la prescripción moral, inscrita en el o azó del ho e, de da a Dios u ulto e te io , isi le, pú li o egula ajo el sig o de su bondad universal hacia los hombres , lógicamente, deduzco que el creyente no guarda el Cuarto Mandamiento del Decálogo, y si no lo guarda, entonces su prescripción moral y natural no es de carácter perpetuo, y si el Cuarto Mandamiento no es perpetuo ¿cómo saber si los otros nueve mandatos lo son? Así que o bien la ley moral, el Decálogo, no es perpetua en cuanto a su moralidad y obligatoriedad, entonces ésta fue valida únicamente hasta la resurrección de Cristo, y ahora el hombre se rige por otra ley, y si hay 313 otra ley, (sea cual sea) entonces, el Decálogo en realidad no esta escrito en el corazón de los seres humanos, pues ¿cómo que puede ser modificado habría de ser constitucional?, y respecto a este implicación lógica, hay evidencia escritural que lo sustenta: No, el Decálogo no está escrito en el corazón de los hombres. En mi segundo tratado ampliaré este asunto. ¿Cuál es la realidad de todo esto? Que no puede ser verdad que el Decálogo esté escrito en el corazón del hombre y que el día de adoración (reposo) haya cambiado. Si la ICR desea cumplir la prescripción moral, apelando a una ley escrita en el corazón del hombre, entonces su cumplimiento no ha de ser el Domingo, sino el Sábado. El asunto es serio. 9.5 Quinta Parte 2176 La celebración del domingo cumple la prescripción moral, inscrita en el corazón del ho e, de da a Dios u ulto e te io , isi le, pú li o egula ajo el sig o de su o dad u i e sal ha ia los ho es “. To ás de A., s. th. -2, 122, 4). El culto dominical realiza el precepto moral de la Antigua Alianza, cuyo ritmo y espíritu recoge celebrando ada se a a al C eado Rede to de su pue lo 6 Observemos el comentario que el Catecismo hace junto a la proposición de Aquino: El culto dominical realiza el precepto moral de la Antigua Alianza, cuyo ritmo y espíritu e oge ele a do ada se a a al C eado Rede to de su pue lo El Catecismo aquí no se está refiriendo al Cuarto Mandamiento en sí, porque de ser así la iglesia no debería adorar (reposar) el domingo, sino el sábado como está ordenado en el Decálogo. Notemos el lenguaje usado: el precepto oral de la A tigua Alia za . La Confesión no dice que el culto dominical cumplía el precepto del Cuarto Mandamiento, sino que en la ley hay un aspecto moral que debía ser guardado independientemente del día como tal. Me explico. Para algunos teólogos, el Decálogo no solo contiene preceptos específicos de aplicación, sino que ella misma en esencia es una ley moral y por tanto rige la santidad y vida del pueblo de Dios de manera perpetua. Y aunque por alguna razón la iglesia ya no guarde el día de reposo como tal, o sea el séptimo día, no obstante, el principio moral debe seguir rigiendo, así sea otro día el apartado para ello, porque el p i ipio o al es dar a Dios culto exterior, visible, público y regular . Pero ¿Cómo puede la iglesia afirmar que celebrando el domingo cumple el aspecto moral del Decálogo? Si una persona israelita pensando en que lo importante y transcendental de la ley no era su especificidad sino su esencia moral, y por ello, cambiaba para sí y su 314 familia el día de reposo con la justificación de que todavía estaba guardando la moralidad de la ley ¿qué hubiera sido de él? ¿Habría sido alabado por el Señor? ¡Jamás! La evidencia escritural muestra que no reposar el séptimo día era infringir el Pacto de los Diez Mandamientos. Lo que Dios exigía no era reposar un día en siete, sino el séptimo día, este e a su día sa to . Así ue uie o lo u plía, iola a la le de Dios, po ello e a contado como transgresor. Pero nuestra iglesia, acudiendo a una peripecia exegética (eiségesis), argumenta que aunque no reposa el sábado, no obstante cumple la ley antigua, el Decálogo. En verdad, confuso ¿No les parece? Así que esta es la teoría de nuestra iglesia y una de las maneras en que trata de evadir el conflicto de proponer el Decálogo como norma de vida, pero cambiando el día de reposo, haciendo algo que él mismo Yahweh había prohibido: Deu.4.1-2 Aho a, pues, oh Is ael, o e los estatutos de etos ue o os e seño, pa a ue los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los a da ie tos de Jeho á uest o Dios ue o os o de e. Así que reitero que no es posible sostener tres premisas a la vez: . Que e el o azó del ho e está es ito el De álogo 2. Que esta ley moral, este Decálogo obliga a todos los hombres a que se le cumpla. Es perpetuo. 3. Que el día de reposo después de la resurrección de Cristo ya no es el séptimo sino el pi eo Intentar sostener la aplicabilidad de estas premisas requiere que los predicadores, obispos, reverendos, pastores, papas, concilios y catecismos se alejen de los datos de las Escrituras y formulen para ellos y la iglesia teorías que son especulativas y aun contradictorias entre sí, como aquí ha quedado expuesto. 9.6 Sexta Parte La Eu a istía dominical 2177 La celebración dominical del día y de la Eucaristía del Señor tiene un papel p i ipalísi o e la ida de la Iglesia. El do i go, e el ue se ele a el iste io pas ual, por tradición apostólica, ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de p e epto ? CIC can. 1246, 1). 315 "Igualmente deben observarse los días de Navidad, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción, San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo y, finalmente, todos los Santos" (? CIC can. 1246, 1) 2178 Esta práctica de la asamblea cristiana se remonta a los comienzos de la edad apostólica (Cf. Hch 2, 42- ; Co , . La a ta a los He eos di e: No a a do is vuestra asamblea, como algu os a ostu a ha e lo, a tes ie , a i aos utua e te (Hb 10, 25). La t adi ió o se a el e ue do de u a e ho ta ió sie p e a tual: Ve i te p a o a la iglesia, acercarse al Señor y confesar sus pecados, arrepentirse en la oración... Asistir a la sagrada y divina liturgia, acabar su oración y no marcharse antes de la despedida... Lo hemos dicho con frecuencia: este día os es dado para la oración y el descanso. Es el día que ha hecho el Señor. En él exultamos y nos gozamos. (Autor anónimo, serm. dom.) 7 2177 La celebración dominical del día y de la Eucaristía del Señor tiene un papel p i ipalísi o e la ida de la Iglesia. El do i go, e el ue se ele a el iste io pascual, por tradición apostólica, ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta p i o dial de p e epto ? CIC can. 1246, 1). "Igualmente deben observarse los días de Navidad, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción, San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo y, finalmente, todos los Santos" (? CIC can. 1246, 1) En efecto, por tradición apostólica la iglesia celebraba la mesa del Señor el misterio pas ual. No o sta te, esto o ha e del día de la e a del “eño , el día del “eño ; si la cena del Señor hizo ue se lla a a el día del “eño au ue ost ue esto es u e ota e te p o a le, o ejo di ho, ple a e te i p o a le , esto o o ie te al día del “eño e el día de eposo. Llega a la o lusió de ue el do i go es el día de eposo, es u o to i uito e la teología del E a gelio. Y si no ha de sostenerse que el domingo sea el día santo, el día de reposo, ¿con qué razón ha de ordenarse que se observen ciertos días determinados por la iglesia? En realidad, solo se puede ordenar tal cosa sobre la base de la tradición, y de la autoridad eclesial, pero no por la Escritura. Y si no es necesario que guardemos el domingo como día de reposo, entonces es menos necesario que observemos otros días. Puede que lo hagamos de acuerdo común, por consentimiento, pero no en virtud de que sean precepto para nosotros los creyentes. La autoridad apostólica es antes que la autoridad eclesial. 316 2178 Esta práctica de la asamblea cristiana se remonta a los comienzos de la edad apostólica (Cf. Hch 2, 42-46; 1 Co , . La a ta a los He eos di e: No abandonéis vuestra asamblea, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, a i aos utua e te H , . En efecto, el autor de Hebreos insta a sus lectores a no dejar de reunirse, sin embargo, al menos aquí no se expone que las personas que dejan de congregarse comenten un pecado en sí, aunque por lo que el mismo autor dice, dejar de congregarse sí puede llevar a las personas al pecado, al endurecerse sus corazones: Heb.10.24-26 Y o side o os u os a ot os para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda ás sa ifi io po los pe ados Entonces sí es vital e importante para la fe del creyente que éste se congregue regularmente con sui iglesia para que sea estimulado a la santidad y al amor. La tradición conserva el recuerdo de u a e ho ta ió sie p e a tual: Ve i temprano a la iglesia, acercarse al Señor y confesar sus pecados, arrepentirse en la oración... Asistir a la sagrada y divina liturgia, acabar su oración y no marcharse antes de la despedida... Lo hemos dicho con frecuencia: este día os es dado para la oración y el descanso. Es el día que ha hecho el Señor. En él exultamos y nos goza os. Auto a ó i o, se . do . Aho a ie , au ue el Cate is o di e ue e a u a t adi ió e i te p a o a la iglesia , tal no parece haber sido la regla en la iglesia apostólica, sino que como se ha visto en el relato de Pablo en Troas, esta iglesia se reunión de noche para comer la Mesa del Señor. Es que en verdad era más consecuente con el mismo evento de la mesa de Dios reunirse a comerla de noche que en la mañana temprano, pues de ser así, ya no estarían cenando sino desayunando. 9.7 Séptima Parte 2179 La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se e o ie da a u pá o o, o o su pasto p opio ? CIC can. 515, 1). Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración dominical de la Eucaristía. La parroquia inicia al pueblo cristiano en la expresión ordinaria de la vida litúrgica, le 317 congrega en esta celebración; le enseña la doctrina salvífica de Cristo. Practica la caridad del Señor en obras buenas y fraternas: No puedes orar en casa como en la iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se eleva a Dios como desde un solo corazón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el vínculo de la caridad, las o a io es de los sa e dotes (S. Juan C isósto o, i o p ehe s. , 8 La Cena del Señor es la reunión de la iglesia, es el motivo que congrega a los discípulos, y en efecto, es imposible hacer tal cosa a solas en la casa. Así que realmente se necesita estar en comunidad para celebrar la mesa del Señor. Y en efecto, es de vital importancia y trascendencia para la fe cristiana que los hijos de Dios se congreguen. Aquí no es lugar ni momento para discutir sobre el gobierno de la iglesia. 9.8 Octava Parte La obligación del domingo 2180 El mandamiento de la Iglesia determina y precisa la ley del “eño : El do i go las de ás fiestas de p e epto los fieles tie e o liga ió de pa ti ipa e la isa ? CIC can. . Cu ple el p e epto de pa ti ipa e la isa uie asiste a ella, do de uie a ue se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta o o el día a te io po la ta de ? CIC a . , 9 Notemos queridos hermanos, que la iglesia católica es franca en cuanto a su mandato de participar el domingo en la mesa del Señor, y es que ella apela a su propia autoridad para ordenarlo a la iglesia: El a da ie to de la iglesia dete i a p e isa la le del “eño ¿Por qué? Creo yo, porque en el Evangelio, en el Nuevo Testamento, no existe un mandato explicito que ordene a la iglesia a participar cada domingo en la Cena del Señor. No existe tal mandato. Así que la iglesia aquí apela a sí misma para ordenar a los creyentes al respecto. En las aplicaciones de la verdad sobre este asunto, ampliaré el tema de la participación de la Mesa del Señor. Cierto es que Israel estaba obligado a guardar el día de reposo, y no hacerlo constituía un pecado, pero el primer día de la semana no sustituyó al día de reposo, y por tanto, el primer día de la semana no es un día de reposo obligatorio, y en nuestro Canon no hay un mandato moral de participar de la mesa del Señor cada primer día de la semana, aunque 318 por su ausencia no se implica que no sea justo, bueno y santo que los creyentes cada ocho días, cada primer día de la semana coman la Cena del Señor. 9.9 Novena Parte 2181 La Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria [por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños] o dispensados por su pastor propio (Cf.? CIC can. 1245). Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave. 2182 La participación en la celebración común de la Eucaristía dominical es un testimonio de pertenencia y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Los fieles proclaman así su comunión en la fe y la caridad. Testimonian a la vez la santidad de Dios y su esperanza de la salvación. Se reconfortan mutuamente, guiados por el Espíritu Santo. Cua do falta el i ist o sag ado u ot a ausa g a e hace imposible la participación en la celebración eucarística, se recomienda vivamente que los fieles participen en la liturgia de la palabra, si ésta se celebra en la iglesia parroquial o en otro lugar sagrado conforme a lo prescrito por el obispo diocesano, o permanezcan en oración durante un tie po o e ie te, solos o e fa ilia, o, si es opo tu o, e g upos de fa ilias ? CIC can. , 10 2181 La Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria [por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños] o dispensados por su pastor propio (Cf.? CIC can. 1245). Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave. Yo mismos creo y sostengo la importancia, necesidad y deber santo de conmemorar la Mesa del “eño o la iglesia, pe o esta sa ta ele a ió o está dete i ada po los días de p e epto si o po la ele a ió isma. Es decir, lo que ha de motivar a los creyentes a comer el domingo la mesa del Señor, no es que ese día sea el día del Señor , un día de precepto, sino es la misma comida santa la que ha de mover al creyente a tomar parte de ella. Si nuestra exposición y enseñanza sobre la importancia, necesidad y relevancia de la Mesa del Señor no es motivación para algún creyente congregarse este día ¿por qué apelar a una doctrina que no existe en la Escritura? ¿Por qué forzar que las personas de todas maneras vengan po el he ho de se u día de p e epto ? “i las pe so as tie e e po o 319 comer la mesa del Señor, es un pecado por el que darán cuenta a Dios, pero no por ello, debemos diseñar una teología que camufle el desdeño de los creyentes por la Mesa del Señor, o inventar una doctrina extra-bíblica (y a veces antibíblica) para que los creyentes coman la Mesa del Señor. Además, si la iglesia no se siente motivada para comer la Mesa del Señor, la pregunta es si los pastores están enseñando lo suficientemente bien de ella, como para que cada cristiano quiera venir este día a comer la mesa de Dios. 2182 La participación en la celebración común de la Eucaristía dominical es un testimonio de pertenencia y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Los fieles proclaman así su comunión en la fe y la caridad. Testimonian a la vez la santidad de Dios y su esperanza de la salvación. Se reconfortan mutuamente, guiados por el Espíritu “a to. Yo estoy completamente de acuerdo con todo lo que aquí el Catecismo sostiene, y sería bueno y saludable para nuestra iglesia que ésta enseñara a la congregación de Cristo sobre la importancia y necesidad de conmemorar la mesa del Señor. Cua do falta el i ist o sag ado u ot a ausa g a e ha e i posi le la participación en la celebración eucarística, se recomienda vivamente que los fieles participen en la liturgia de la palabra, si ésta se celebra en la iglesia parroquial o en otro lugar sagrado conforme a lo prescrito por el obispo diocesano, o permanezcan en oración durante un tiempo conveniente, solos o en familia, o, si es oportuno, en g upos de fa ilias ? CIC a . , Este ya es un párrafo que trata sobre la mesa del Señor, y no tanto sobre el día del Señor. Por ahora sostengo que la mesa del Señor puede ser celebrada por una iglesia, aun si en ella no hay pastor, pero esto constituyen casos excepcionales, y no la regla en la iglesia del Señor. Pero este no es el tema a discutir en este tratado. 9.10 Decima Parte Día de gracia y de descanso Así o o Dios esó el día s pti o de toda la ta ea ue ha ía he ho G , , así también la vida humana sigue un ritmo de trabajo y descanso. La institución del día del Señor contribuye a que todos disfruten del tiempo de descanso y de solaz suficiente que les permita cultivar su vida familiar, cultural, so ial eligiosa Cf. G“ , 11 320 ¿Quién no agradece a Dios la oportunidad de tener un día a la semana para descansar de sus labores, recrearse y dar tiempo a los suyos? Personalmente estoy muy feliz de disfrutar del domingo, un día que en mi cultura es un día de receso, aunque el sistema de consumo cada vez parece tener el deseo de eliminar este día. Una cosa es que sea bueno, justo y necesario tener descanso del trabajo, y otra es que ese día de des a so sea el día del “eño o el sustituto del s pti o día . Es de i , o eo que el principio de vida de descansar en la semana, es bueno, justo y necesario, pero esto no implica que tal práctica venga a validar una doctrina que no es evangélica, apostólica o bíblica. Yo no sostengo que el día domingo sea el día de reposo, y que este día este ordenado para la iglesia. Sin embargo, sí considero que es bueno, saludable y apropiado que la humanidad, al igual que el Señor, cese de sus trabajos cotidianos. Esto lo ampliaré en las aplicaciones de la doctrina apostólica, más adelante. 9.11 Onceava Parte 2185 Durante el domingo y las otras fiestas de precepto, los fieles se abstendrán de entregarse a trabajos o actividades que impidan el culto debido a Dios, la alegría propia del día del Señor, la práctica de las obras de misericordia, el descanso necesario del espíritu y del cuerpo. Las necesidades familiares o una gran utilidad social constituyen excusas legítimas respecto al precepto del descanso dominical. Los fieles deben cuidar de que legítimas excusas no introduzcan hábitos perjudiciales a la religión, a la vida de familia y a la salud. El amor de la verdad busca el santo ocio, la necesidad del amor cultiva el justo trabajo. [S. 12 Agustí , i . , Cuando llegue el momento de proponer las aplicaciones de la doctrina del Evangelio, ampliaré este punto, pero por ahora sostengo que aquellos cristianos que deben trabajar por necesidad, porque el sistema se los impone, en ningún momento cometen pecado alguno, pues este día domingo no es un día de reposo ordenado por el Señor. Y aun si un hermano quiere trabajar el primer día de la semana, llamado Domingo, tampoco comete pecado, pues en nuestra fe, el primer día de la semana no era un día de reposo obligatorio, sino el día ordinario para comer la mesa del Señor. Así que quien participar de la Mesa del Señor con gozo y amor, ya ha adorado a Dios en este día, o mejor dicho, ha adorado a Dios comiendo del pan y bebiendo de la copa. 321 Ahora bien, el asunto de si es saludable, justo y santo que los hombres trabajen y hagan trabajar a todas las personas todos los días de la semana, es una discusión diferente, y tiene que ver en efecto con la santidad de los creyentes. Po aho a, epito ue el u ho estudio es fatiga de la a e , el u ho t a ajo afli ió de espí itu . Así ue po el hecho de que yo niegue que el domingo es el día de reposo, no implica que propongo una semana continua de trabajar sin descansar, en muchas ocasiones, esto no sería ser productivo para gloria de Dios, sino más bien avaricia y desconfianza en el Señor. 9.12 Doceava Parte 2186 Los cristianos que disponen de tiempo de descanso deben acordarse de sus hermanos que tienen las mismas necesidades y los mismos derechos y no pueden descansar a causa de la pobreza y la miseria. El domingo está tradicionalmente consagrado por la piedad cristiana a obras buenas y a servicios humildes para con los enfermos, débiles y ancianos. Los cristianos deben santificar también el domingo dedicando a su familia el tiempo y los cuidados difíciles de prestar los otros días de la semana. El domingo es un tiempo de reflexión, de silencio, de cultura y de meditación, que favorecen el crecimiento de la vida interior y cristiana. 2187 Santificar los domingos y los días de fiesta exige un esfuerzo común. Cada cristiano debe evitar imponer sin necesidad a otro lo que le impediría guardar el día del Señor. Cuando las costumbres [deportes, restaurantes, etc.] y los compromisos sociales (servicios públicos, etc.) requieren de algunos un trabajo dominical, cada uno tiene la responsabilidad de dedicar un tiempo suficiente al descanso. Los fieles cuidarán con moderación y caridad evitar los excesos y las violencias engendrados a veces por espectáculos multitudinarios. A pesar de las presiones económicas, los poderes públicos deben asegurar a los ciudadanos un tiempo destinado al descanso y al culto divino. Los patronos tienen una obligación análoga o espe to a sus e pleados 13 2186 Los cristianos que disponen de tiempo de descanso deben acordarse de sus hermanos que tienen las mismas necesidades y los mismos derechos y no pueden descansar a causa de la pobreza y la miseria. El domingo está tradicionalmente consagrado por la piedad cristiana a obras buenas y a servicios humildes para con los enfermos, débiles y ancianos. Los cristianos deben santificar también el domingo dedicando a su familia el tiempo y los cuidados difíciles de prestar los otros días de la semana. El domingo es 322 un tiempo de reflexión, de silencio, de cultura y de meditación, que favorecen el crecimiento de la vida interior y cristiana. En lo personal estoy de acuerdo con las instrucciones que el catecismo hace aquí, solo que o lo hago desde la pe spe ti a del do i go o o día del “eño , si o o o u a aplicación del principio de descanso que puedo ver en el día de reposo de Dios, día que fue creado a causa del hombre. Reitero que por el hecho de negar la sustitución del día de reposo, no implica que niegue o deje de ver como benéfico el descanso justo y necesario que nuestra mente y cuerpo necesitan ¡Ojalá todas las culturas tuvieran al menos un día de descanso! 2187 Santificar los domingos y los días de fiesta exige un esfuerzo común. Cada cristiano debe evitar imponer sin necesidad a otro lo que le impediría guardar el día del Señor. Cuando las costumbres [deportes, restaurantes, etc.] y los compromisos sociales (servicios públicos, etc.) requieren de algunos un trabajo dominical, cada uno tiene la responsabilidad de dedicar un tiempo suficiente al descanso. Los fieles cuidarán con moderación y caridad evitar los excesos y las violencias engendrados a veces por espectáculos multitudinarios. A pesar de las presiones económicas, los poderes públicos deben asegurar a los ciudadanos un tiempo destinado al descanso y al culto divino. Los patronos tienen una obligación análoga con respecto a sus empleados. Hay algo que me preocupa y es la explotación humana de nuestro sistema de consumo, que en algunos casos deja a la gente sin posibilidad de descansar. Esto bien podría ser una forma de esclavitud, de enseñoreamiento del hombre por parte de otros hombres, y el principio del descanso es algo que debe seguir promoviéndose y enseñándose porque en ealidad ha e lo se ía a a al p óji o . 9.13 Treceava Parte 2188 En el respeto de la libertad religiosa y del bien común de todos, los cristianos deben esforzarse por obtener el reconocimiento de los domingos y días de fiesta de la Iglesia como días festivos legales. Deben dar a todos un ejemplo público de oración, de respeto y de alegría, y defender sus tradiciones como una contribución preciosa a la vida espiritual de la sociedad humana. Si la legislación del país u otras razones obligan a trabajar el domingo, este día debe ser al menos vivido como el día de nuestra liberación que nos hace participar e esta eu ió de fiesta , e esta asa lea de los p i og itos i s itos e los ielos H , -23 14 323 Estoy plenamente de acuerdo con lo que expone aquí el Catecismo católico, con la sal edad de ue o es apostóli o el do i go o o día del “eño . 9.14 Resumen de la Doctrina Católica RESUMEN Gua da ás el día del sá ado pa a sa tifi a lo Dt , des a so o pleto, o sag ado al “eño E , . . El día s pti o se á día de 2190 El sábado, que representaba la coronación de la primera creación, es sustituido por el domingo que recuerda la nueva creación, inaugurada por la resurrección de Cristo. 2191 La Iglesia celebra el día de la Resurrección de Cristo el octavo día, que es llamado con toda razón día del Señor, o domingo. El do i go ha de o se a se e toda la Iglesia o o fiesta p i o dial de p e epto (? CIC a . , . El do i go las de ás fiestas de p e epto, los fieles tie e o liga ió de pa ti ipa e la isa ? CIC can. 1247). El do i go las de ás fiestas de precepto... los fieles se abstendrán de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del “eño o disf uta del de ido des a so de la e te del ue po ? CIC can. 1247). 2194 La institución del domingo o t i u e a ue todos disf ute de u sufi ie tes pa a ulti a la ida fa ilia , ultu al, so ial eligiosa G“ , eposo o io . 2195 Todo cristiano debe evitar imponer, sin necesidad, otros impedimentos para guardar el día del “eño 15 9.15 Mi conclusión del Comentario al catecismo El argumento que presento ante la iglesia católica para enseñar y demostrar que la realidad sobre el domingo, el día del Señor, y el día de reposo es otra, es como sigue: El día de reposo fue establecido por el Señor siendo el séptimo día. Así en la ley, el Decálogo, está también ordenado que se guarde el día en que el Señor reposó de su creación. Y también los escritos apostólicos siguen la misma línea de pensamiento respecto a este asunto, y es que el día de reposo es el séptimo. Hay dos clases de textos hallados en el Nuevo Testamento en los que se hace mención del p i e día de la se a a . La p i e a so a uellos te tos ue elata el día de la 324 resurrección del Señor, quien como lo dijeron los profetas, resucitaría al tercer día, lla ado e los e a gelios, el p i e día de la se a a . Y la segunda clase, la constituyen aquellos textos, es decir, dos, en los que se infiere que los creyentes se reunían para comer la cena del Señor. No hay ninguna mención apostólica sobre el cambió del día de reposo hacia el primero de la semana. La iglesia no necesitaba reposar el primer día de la semana, porque en ningún momento tal día fue ordenado, y además la Cena del Señor, era eso, una cena, que lógicamente se comía en las noches. Tampoco hay insinuación alguna de que el primer día de la semana sustituyó al sábado en cuanto a ser día de reposo. Ni Dios, ni Cristo, ni Pablo, ni Pedro, ni Juan, ni Jacobo, ni ningún escritor bíblico insinuó tal premisa. Si la iglesia del Señor ha de guardar el día de reposo ordenado en la creación (si allí fue ordenado) y en la ley, entonces la iglesia ha de observar el sábado, no el domingo. Los textos que se citan para sostener la premisa de un cambio de día de reposo, al ser estudiados, nada en realidad sostienen de tal propuesta. Tomados en sus contextos literarios, no soportan la doctrina del cambio de día. Finalmente, la evidencia explicita impide creer o llegar a considerar que el apóstol Juan estuviera refiriéndose al primer día de la se a a o o el día del “eño . A la luz del Catecismo, la iglesia católica es más explicita que la iglesia reformada, en cuanto que sostiene la doctrina del reposo cristiano no a partir de la autoridad de la Escritura, sino de la autoridad obispal de los padres de la iglesia. Por supuesto, la iglesia reformada no quiere fundamentar su doctrina en la tradición de los padres, sino en la Escritura, pero como se ha notado en todo este libro, no hay base escritural que sostenga al domingo como día de reposo. Por consiguiente, el domingo, no es el día de reposo para la iglesia, y ni siquiera para la humanidad, pues el día de reposo fue hecho por causa del hombre, y este día es el séptimo día. El descanso y cese de actividades laborales es bueno y piadoso, pero no ha de ser sostenido sobre una premisa que no es bíblica ni evangélica. Hay buenas motivaciones que promueven un día de descanso para la iglesia y la humanidad, pero no ha de ser hecho a expensas de la verdad. 325 10. Comentario a la proposición del día del Señor expuesta por el pastor Ignacio de Antioquía 10.1 ¿Quién fue Ignacio de Antioquía? En breve, acepto que Ignacio fue un predicador y pastor de nuestra iglesia en el siglo II, de quien se dice fuera discípulo inmediato del apóstol Juan, y quien escribió varios textos pastorales a las Iglesias de aquel entonces, entre los cuales está su carta a los Magnesios. De acuerdo al evangelio de Cristo, considero que Ignacio fue un hombre piadoso que está ahora mismo con el Señor, por cuanto tuvo fe en él hasta el fin. De esto no hay duda. Así que no pongo en tela de juicio la santidad y fraternidad de nuestro querido obispo Ignacio, sino que lo considero como mi hermano, y pido al Señor que yo pueda seguir sus pasos. Pero esto no implica que deba aceptar todo lo que Ignacio enseñó como si fuera una doctrina infalible, pues mi convicción es que ni siquiera los apóstoles eran infalibles en todo momento en que hablaron, sino que solo en aquello en que fueron profetas del Señor fueron inspirados por Dios, es decir, solo su doctrina fue infalible, pues recordemos que aun el mismo Pedro debió ser reprendido por Pablo. Así que la infabilidad solo se puede hallar en un lugar: La Escritura. Por tanto, me tomaré el atrevimiento de reflexionar, revisar y poner en relieve la enseñanza de Ignacio respecto a esta doctrina en cuestión. 10.2 La importancia de Ignacio de Antioquía en este asunto Si preguntara a la iglesia contemporánea quién fue el autor o el primer predicador que comunicó a la iglesia o i si uó el día del “eño aparte del día escatológico de Cristo, no creo que los pastores actuales citen a Pablo, a Pedro, a Juan, sino que la mayoría citaría a Ignacio de Antioquía, pues aparentemente fue él quien comunicaría a la iglesia esta doctrina apostólica en lo que al día del “eño se efie e. Se suele citar a Ignacio como un predicador antiguo, el primero en orden cronológico, que ha ía e ió de u día del “eño dife e te al Yo Yah eh des ito e los apóstoles profetas. Por supuesto, decir que el apóstol Juan fue el predi ado ue hizo e ió de u día del “eño dife e te al día es atológi o, o solo es u a afi a ió si e ide ia, si o u a ue contraría la que apunta en la dirección genérica del Evangelio, a saber, que el día del Señor es uno: Su gran día escatológico. Juan no dijo, ni escribió ni insinuó que él estaba en el Espíritu el primer día de la semana que para esa época se llamaría el día del Señor, por los apóstoles y la iglesia. Ese es un hecho hasta ahora irrefutable. 326 Por tanto, habiendo aclarado la exégesis del texto de Apocalipsis 1:10, el siguiente recuso a tiguo ue ueda a la a o es la ita de Ig a io a e a de u día del “eño apa te del día del Señor predicado por los apóstoles. Así que por esa razón me parece que examinar las palabras de Ignacio son demasiado importantes en este asunto. 10.2.1 Las dos traducciones de las palabras de Ignacio En mi ejercicio de investigación, reflexión teológica y predicación de este tema, he encontrado dos traducciones de las palabras de Ignacio en las que él hace mención de u día del “eño . Así que, me veo en la necesidad de hacer una reflexión hermenéutica de ambas traducciones. 10.3 Primera Traducción de la enseñanza de Ignacio en su carta a los Magnesios Ignacio escribiría una carta a la iglesia de los Magnesios, la cual fue escrita hacia principios del siglo segundo, probablemente hacia el 110 d.C.1 VIII. No os dej is sedu i po do t i as e t añas i po fa ulas a ti uadas ue so si provecho. Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del Judaísmo, confesamos que no hemos recibido la gracia; porque los profetas divinos vivían según Cristo Jesús. Por esta causa también fueron perseguidos, siendo inspirados por su gracia a fin de que los que son desobedientes puedan ser plenamente persuadidos de que hay un solo Dios que se manifestó a través de Jesucristo su Hijo, que es su Verbo que procede del silencio, el cual en todas las cosas agradó a Aquel que le había enviado. IX. Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan —un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos con paciencia, para que podamos ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro solo maestro-, si es así, ¿cómo podremos vivir a parte de él, siendo así que incluso los profetas, siendo sus discípulos, estaban esperándole como su maestro por medio del Espíritu? Y por esta causa Aquel a quien justamente esperaban, cuando vino, los levantó de los muertos. X. Por tanto, no seamos invencibles a su bondad. Porque si Él nos imitara según nuestros hechos, estaríamos perdidos. Por esta causa, siendo así que hemos pasado a ser sus discípulos, aprendamos a vivir como conviene al Cristianismo. Porque todo el que es llamado según un nombre diferente de éste, no es de Dios. Por tanto, poned a un lado la 327 levadura vil que se había corrompido y agriado y echad mano de la nueva levadura, que es Jesucristo. Sed salados en Él, que ninguno entre vosotros se pudra, puesto que seréis probados por vuestro sabor. Y es absurdo hablar de Jesucristo y al mismo tiempo practicar el Judaísmo. Porque el cristianismo no creyó (se unió) en el Judaísmo, sino el Judaísmo en el C istia is o, e el ual toda le gua ue e ó fue eu ida a Dios Ca ta a los Magnesios, artículo 8-10.2 10.3.1 Primera Parte ¿Cuál es el punto en la amonestación de Ignacio a los Magnesios en estos tres artículos? Mediante exhortaciones, ilustraciones y enseñanzas, Ignacio quiere que los Magnesios sigan practicando la fe en el Señor Jesucristo sin mezcla con el Judaísmo, al cual él llama la le adu a il ue se ha ía o o pido ag iado y es tan contundente su advertencia que Ignacio declara Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del Judaís o, o fesa os ue o he os e i ido la g a ia . Así que los Magnesios son advertidos por Ignacio para que vivan un cristianismo sin Judaísmo, y en ese contexto hace una aplicación particular sobre uno de los rasgos del judaísmo: La observancia del Sábado. Cosa que es ordenada por Dios mismo en el Decálogo. 10.3.2 Segunda Parte VIII. No os dej is sedu i po do t i as e t añas i po fa ulas a ti uadas ue so si provecho. Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del Judaísmo, confesamos que no hemos recibido la gracia; porque los profetas divinos vivían según Cristo Jesús. Por esta causa también fueron perseguidos, siendo inspirados por su gracia, a fin de que los que son desobedientes puedan ser plenamente persuadidos de que hay un solo Dios que se manifestó a través de Jesucristo su Hijo, que es su Verbo que procede del silencio, el cual en todas las cosas agradó a A uel ue le ha ía e iado. ¿Quiénes son los profetas divinos que vivían según Cristo Jesús? Puede ser una referencia a los maestros y apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, ya que ellos vivían según Cristo Jesús, y también podían haber sido llamados apóstoles: Efe.2.19-20 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal pied a del á gulo Jesu isto is o Sin embargo, también es posible que se esté refiriendo a los profetas antes de la venida del Señor Jesús. ¿Quiénes son entonces los profetas divinos? 328 ¿Qué evidencia puedo presentar de que Ignacio se está refiriendo a los apóstoles como los p ofetas di i os ? Bue o, po ue Ig a io e io a ue ellos vivieron según Cristo Jesús, pero también que fueron perseguidos. Solo que también se puede y debe tener en cuenta el artículo siguiente: IX. Así pues, si los ue ha ía a dado e p á ti as a tiguas al a za o u a ue a esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan —un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos con paciencia, para que podamos ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro solo maestro-, si es así, ¿cómo podremos vivir a parte de él, siendo así que incluso los profetas, siendo sus discípulos, estaban esperándole como su maestro por medio del Espíritu? Y por esta causa Aquel a quien justamente esperaban, cuando vino, los levantó de los muertos Así que Ignacio al decir los ue ha ía a dado e p á ti as a tiguas serían una referencia a los apóstoles de nuestro Señor, por supuesto refiriéndose a ellos, antes de habe eído e C isto. De estos is os se di e ue alcanzaron una esperanza nueva sin observar ya los sábado, sino moldeando sus vidas según el día del Señor . Así ue si esto es una referencia a los apóstoles de Cristo, entonces Ignacio está diciendo que ellos ya no gua da a el sá ado si o ue i ía segú el día del “eño ue así al a za o u a nueva esperanza. ¿Qué esperanza? Bien puede referirse a la entrada al Paraíso, o bien al hecho mismo de ser hijos de Dios. Nuevamente Ignacio introduce a los apóstoles lla á dolos p ofetas: si es así, ¿cómo podremos vivir a parte de él, siendo así que incluso los profetas (suponiendo que sean los apóstoles), siendo sus discípulos, estaban esperándole como su maestro por medio del Espíritu? ¿Estaban los apóstoles, siendo sus discípulos, esperando a Jesús como su Maestro por medio del Espíritu? Ta i espe to a los is os apóstoles a uie es lla a p ofetas de la a: Y por esta causa Aquel a quien justamente esperaban, cuando vino, los levantó de los muertos ¿Cuando vino Cristo levantó de los muertos a sus apóstoles? Por eso, he a os, o side o ue po p ofetas di i os , Ig a io o se esta a efi ie do a los apóstoles de nuestro Señor, sino a los antiguo profetas, los que hablaron por el Espíritu desde Moisés hasta nuestro Señor. E to es, efle io e os si es ohe e te o au como los antiguos profetas. ás ohe e te lee a los p ofetas di i os 329 VIII. No os dejéis seducir por doctrinas extrañas ni por fabulas anticuadas que son sin provecho. Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del Judaísmo, confesamos que no hemos recibido la gracia; porque los profetas divinos vivían según Cristo Jesús. Por esta causa también fueron perseguidos, siendo inspirados por su gracia, a fin de que los que son desobedientes puedan ser plenamente persuadidos de que hay un solo Dios que se manifestó a través de Jesucristo su Hijo, que es su Verbo que procede del silencio, el cual en todas las cosas agradó a Aquel que le había enviado. IX. Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan —un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos con paciencia, para que podamos ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro solo maestro-, si es así, ¿cómo podremos vivir a parte de él, siendo así que incluso los profetas, siendo sus discípulos, estaban esperándole como su maestro por medio del Espíritu? Y por esta causa Aquel a quien justamente esperaban, cuando vino, los levantó de los muertos Ignacio menciona que los profetas vivieron según Cristo Jesús, y que por ello fueron también perseguidos, siendo inspirados por su gracia. Y esto bien puede ser una forma de interpretar el rol de los profetas que anunciaron la venida del Señor, su primera venida, a quien justamente estaban esperando. De estos profetas antiguos, Ignacio menciona que ellos andaban en practicas antiguas y bien puede referirse a estos profetas como siendo judíos, teniendo las antiguas practicas, las de la ley. Y di e, así is o, Ig a io, ue los tales p ofetas: alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor dando a entender, o así yo lo entiendo, que los tales profetas ya no vivían guardando el Sábado, sino que moldeaban su vida según el día del Señor. Primero, su declaración no parece coincidir con el testimonio escritural, pues los profetas sí guardaban el sábado. Pero también Ignacio menciona que los tales antiguos profetas, moldeaban sus vidas según el día del Señor ¿A qué día se estará refiriendo Ignacio? Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan - un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos con paciencia, para que podamos ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro solo maestro- 330 La e p esió en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte ue algu os iega ¿Se efie e al día o al “eño is o? El p o o e el cual ¿se efie e al “eño Jesu isto o al día del “eño ? Bie puede se a as, pe o lo ue se sa e es ue si se efie e al día del “eño e to es e este día sus idas ha otado po medio de Cristo y por medio de su muerte, lo que implica que este brote de vida también depe dió de la ue te de C isto, ue te ue Ig a io lla a u iste io , o ie , iste io puede se el ote de la ida po edio de C isto de su ue te e el día del “eño . Entonces ¿cuál es el día del Señor al que hace referencia Ignacio? Notemos lo que según Ignacio aconteció a los antiguos profetas: si es así, ¿cómo podremos vivir a parte de él, siendo así que incluso los profetas, siendo sus discípulos, estaban esperándole como su maestro por medio del Espíritu? Y por esta causa Aquel a quien justamente esperaban, cuando vino, los levantó de los muertos Ignacio afirma que los antiguos profetas estaban esperando al Señor Jesucristo, y que cuando éste vino, a ellos, a los que estaban esperándole, los levantó de los muertos. ¿Resucitó el Señor a los antiguos profetas cuando vino a este mundo? Que yo sepa no. 10.3.3 Tercer Parte IX. Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan —un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos con paciencia, para que podamos ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro solo maestro-, si es así, ¿cómo podremos vivir a parte de él, siendo así que incluso los profetas, siendo sus discípulos, estaban esperándole como su maestro por medio del Espíritu? Y por esta causa A uel a uie justa e te espe a a , ua do i o, los le a tó de los ue tos ¿Qué esperanza alcanzaron los antiguos profetas? Por todo el contexto, parece que la esperanza nueva que alcanzaron los antiguos que ya no observaban los sábados sino que moldeaban sus vidas según el día del Señor, fue su resurrección de los muertos, y esta esperanza la alcanzaron porque esperaban por el Espíritu al Señor como su maestro. Esto sería así según la teología de Ignacio, la cual yo no comparto. ¿Resucitaron los profetas cuando vino Cristo? 331 Puede que Ignacio esté apelando al texto del Evangelio en que se relata la resurrección de varios santos: Mat.27.51-53 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa iudad, apa e ie o a u hos Así que, Ignacio pudo haber visto en este pasaje, de un Evangelio ya conocido para aquella época, la resurrección de los profetas, que según él, no sabatizaban sino moldeaban sus vidas según el día del Señor. ¿Qué esperanza tienen los creyentes? Según Ignacio, los creyentes resisten con paciencia para ser hallados discípulos de Jesús, su maestro . Pero tal parece que el propósito de esta resistencia es que ellos, así como los profetas, por esperarle, puedan alcanzar una esperanza, una resurrección de los muertos, y esto es también una idea de Ignacio en su carta, en el artículo 5: “i ie a e os, ue aceptemos libremente morir en su pasión por medio de El, su ida o está e osot os . Así que para Ignacio, la fidelidad y la resistencia, llevarán a la vida eterna en Dios y en Cristo. ¿Los profetas no sabatizaban? Según Ignacio, los antiguos profetas que resucitaron cuando vino Cristo no guardaban ya los sábados, pero esta declaración para mí no tiene asidero escritural y es confusa, ya que se refiere a los antiguos profetas. En realidad no entiendo porqué Ignacio hace esta afirmación. ¿Cuál es el día del Señor según el cual los profetas modelaban sus vidas? Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan —un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos con paciencia, para que podamos ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro solo maestro-, si es así, ¿cómo podremos vivir a parte de él, siendo así que incluso los profetas, siendo sus discípulos, estaban esperándole como su maestro por medio del Espíritu? Y por esta causa Aquel a quien justamente esperaban, ua do i o, los le a tó de los ue tos 332 Primero que todo, no puede ser cada primer día de la semana, ya que para la época de los profetas, que estaban esperando al Señor, la teoría de que el día del Señor era cada primer día de la semana ni siquiera podía tener lugar en aquella época. Así ue lee e i te p eta la f ase de Ig a io de moldear las vidas según el día del Señor como queriendo decir, haciendo lo propio cada día del Señor , cada ocho días, está fuera de lugar, y es un tremendo ejemplo de descontextualización histórica y gramática del texto de Ignacio. En segundo lugar, según nuestra Escritura, el día del Señor que esperaban y anhelaban y para el cual se preparaban los profetas, no era el primer día de cada semana, sino el día escatológico del Señor: Amos: ¡A de los ue desea el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor? Isaías: Aullad, po ue e a está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso. Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas. He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, pa a o e ti la tie a e soledad, ae de ella a sus pe ado es “ofo ías: Calla e la p ese ia de Jeho á el “eño , porque el día de Jehová está cercano; po ue Jeho á ha p epa ado sa ifi io, ha dispuesto a sus o idados A días Visió de A días…Ta po o de iste ha e te pa ado e las e u ijadas pa a matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia. Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hi iste se ha á o tigo; tu e o pe sa ol e á so e tu a eza Joel: P o la ad a u o, o o ad a asa lea; o g egad a los a ia os a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová. ¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. ¿No fue arrebatado el alimento de delante de nuestros ojos, la alegría y el placer de la asa de uest o Dios? Joel: To ad t o peta e “io , dad ala a e i sa to o te; tie le todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de 333 tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de l lo ha á e años de u has ge e a io es Joel: po ue g a de es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo? Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y la e to Joel: Mu hos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su espla do Zacarías: He a uí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos Mala uías: A o daos de la le de Mois s i sie o, al ual e a gu e Ho e o de a zas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el o azó de los hijos ha ia los pad es, o sea ue o e ga hie a la tie a o aldi ió Así que si para la época de los profetas había un día del Señor, este sería el día escatológico de Cristo, no había otro día del Señor. En tercer lugar, quiero observar que para Ignacio (no para nuestros apóstoles) el día del Señor puede ser reconocido como aquel día en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él po edio de su ue te ue algu os iega , así que Ignacio no estaría refiriéndose aquí al mismo concepto del día del Señor que tendrían los profetas antiguos, a saber, el Yom Yahweh. Así que para Ignacio el día del Señor sería un día histórico, pasado, en cual ocurrió un e e to: nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan Ahora bien, ¿existe según nuestro Canon un día del Señor así? Si ustedes tienen evidencia de tal cosa, por favor envíenla a mi correo. Por lo pronto, yo digo que no es así, sino que el día del Señor en los profetas es el gran día escatológico del Señor, uno que según nuestros apóstoles, todavía está por venir. Así que Ignacio estaría aquí proponiendo ot o día del “eño , u o dife e te al día p of ti o de Dios egist ado e uest a Es itu a. ¿Cuál es el día del Señor para Ignacio? Ya sabiendo que el día del Señor para Ignacio no es únicamente el día registrado en nuestras profecías, el día escatológico de Cristo, podemos preguntarnos ¿a qué se refiere Ig a io o el día del “eño ? 334 Si aceptamos que el día del Señor es el día en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan entonces deberíamos preguntarnos ¿ u uie e de i , o a u espe ífi a e te se efe ía Ig a io o el día en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él ? En primer lugar, la frase en sí es ambigua y por su ambigüedad es confusa. Ignacio mismo no da más detalles de este suceso. Así que no habiendo información para conocer su concepto del día del Señor, pienso que debemos recurrir a la especulación y las propuestas teológicas. La primera de ellas, es ue dado ue Ig a io di e ue e el día del “eño uest a ida ha otado po edio de l po su ue te ue algu os iega entonces Ignacio se pueda a estar refiriendo al momento, al día de la conversión de cada pecador para con Cristo, ya que es en tal día, el día en que el pecador cree, que nuestros textos canónicos os pe ite i fe i ue los ho es e i e ida espi itual. Así ue el día del “eño sería idéntico al día en que cada pecador cree en Cristo y recibe entonces vida, sería el día de la conversión, y así cada creyente ha experimentado su propio día del Señor. ¿“e á ue Ig a io se efe ía a esta ealidad ua do dijo (el día) en el cual nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte que algunos niegan ? Puede que sí o puede que no. La segunda propuesta, ue uizá la ás a ogidas e la teología istia a es ue po el día del “eño en el cual nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte que algunos niegan Ignacio esté haciendo referencia al día de la resurrección de Cristo. Sin embargo, esta propuesta tiene también sus problemas, ya que si es así, entonces para Ignacio este día del Señor es único y no uno que se celebra cada ocho días. ¿Será que Ignacio se refiere al día de la resurrección de Cristo cuando explicó el evento que, según él, aconteció a los creyentes en la resurrección de Jesús? Puede que sí, pero puede que no. La tercera propuesta, es que Ignacio se esté refiriendo al primer día de la semana, que fue u o e el ue nuestra vida ha brotado por medio de él (el evento pasado), pero también por su muerte que algunos niegan haciendo referencia al misterio pascual, a la mesa del Señor, que es comida cada ocho días. Sin embargo, no sabemos por qué Ignacio llamaría a tal día, el día del “eño lo liga ía a u e e to del ote de ida e C isto, di ía ue los p ofetas a tiguos oldea o su ida segú el día del “eño . No ha ohe e ia e su doctrina con la Escritura. 335 ¿Será que Ignacio se refiere al primer día de cada semana cuando explicó el evento que, según él, aconteció a los creyentes por medio de Cristo y de su muerte? Puede que sí, pero puede que no. En segundo lugar, habiendo propuesta las tres anteriores posibles interpretaciones de lo ue pa a Ig a io puede ha e sido el día del “eño , la osa ás i po ta te ue ha ue hacer, no es tanto saber cuál de los tres o eptos a te io es es el día del “eño pa a Ig a io , si o e ifi a si su e seña za a los Mag esios alifi a o o apostólica y escritural, como canónica para la iglesia de Cristo, incluyendo a los Magnesios. Y esto a continuación lo amplio. 10.3.4 Distorsiones teológicas de Ignacio sobre el Evangelio Ignacio distorsiona la realidad profética del día del Señor Primero, notemos ue pa a Ig a io día del “eño o es el is o día del “eño ue tenían en mente los profetas de Israel, los judíos, los apóstoles y las iglesias cristianas de la era apostólica, por ejemplo, la de Tesalónica. Para Ignacio, el día del Señor no era el día, el tiempo en que Cristo vendrá a juzgar, a salvar a su pueblo, el día en que creará nuevos cielos y tierra nueva, el día en que resuciten los muertos; sino que Ignacio distorsiona el concepto profético del día del Señor, argumentando que en este día (si se acepta tal i te p eta ió es el día en el cual nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte que algunos niegan . Ahora bien, la realidad del día del Señor es un aspecto importante para la fe cristiana, ya que tal concepto comprende muchas realidades proféticas que sustentan la esperanza y la santidad del creyentes quien está esperando el día del Señor, y por tanto, es una doctrina clave de la vida cristiana, y es esta doctrina la que Ignacio distorsiona al proponer que el día del Señor, sin negar que pueda ser también un título para el día escatológico, es el día en el cual nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte que algunos niegan . Por tanto, nuestro hermano Ignacio, no haciendo exegesis, y no basándose en la teología apostólica, confunde inicialmente a los Magnesios sobre el día del Señor, y por su escrito, también es confundida la iglesia de los años venideros. Hermanos, según nuestro Canon, tanto de los Profetas como de los Apóstoles, el día del Señor no es lo que Ignacio describió a los Magnesios, y por ende, podemos confirmar con evidencia, humilde confianza y seguridad, que Ignacio distorsionó el Evangelio en ese aspecto, confundió a los Magnesios, y enseñó una premisa que no es verdadera respecto a la doctrina cristiana. Nuestro hermano Ignacio, hombre falible, erró. ¿Cómo lo sabemos? Por nuestro infalible Canon. 336 Así que, aquellas personas que sostengan y afirmen de manera similar a Ignacio que el día del “eño es a a uel en el cual nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte que algunos niegan está haciendo una afirmación extra-bíblica e incluso distorsiva del mismo concepto bíblico del día del Señor. Es una teoría de ellos, pero no de nuestros apóstoles. Ig a io p opo e ot o día del “eño Puede que para Ignacio la realidad de un día del Señor, como tiempo escatológico en el que se cumplirán muchas profecías y eventos evangélicos, como el juicio final, la resurrección, los cielos y tierra nueva, no haya desaparecido, ni haya sido sustituido por su ue o o epto del día del “eño en el cual nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte que algunos niegan , pe o esto i pli a ue pa a Ig a io, ha ía aho a dos días del “eño . U o ue se efie e al día es atológi o de C isto, ot o al día en que según l, nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte que algunos niegan . Y lo anterior implica que Ignacio propone sin fundamento apostólico, teológico, textual, ot o día del “eño , u o dife e te al p of tico, y por supuesto, es una propuesta suya, pero no de nuestro Dios. Por tanto, no es cierto que haya dos días del Señor, sino solo uno, aquel que está claramente testificado en el Canon Cristiano. ¿Tie e algo de alo soste e dos días del “eño ? Lo justo, lo saluda le, lo propio para la iglesia no es sostener dos días del Señor, el propuesto por Ignacio y el profetizado en la Escritura, sino que debe sostener aquel de quien los apóstoles predicaron. De nada aprovecha que se enseñe en la iglesia el concepto del día del Señor tal y como lo propone Ignacio, ya que es meramente especulación y ha devenido en el tiempo a terminar en confusiones para la iglesia, por ejemplo ¿recuerdan lo confundido que está nuestro hermano Sam Waldron? Así que, el punto no es tratar de entender cuál es en sí el día del Señor para Ignacio (hice tres propuestas especulativas) sino verificar si sus ideas escritas reflejan y son correspondientes a nuestra teología apostólica. Ese ese el punto. Y por ello, puedo ver (y espero que ustedes también) que la enseñanza de Ignacio es meramente especulativa, pues ¿qué texto canónico muestra que el día del Señor es lo que Ignacio describe? ¿Qué escrito sostiene que los profetas no sabatizaron? ¿Qué texto apostólico enseña que los profetas resucitaron cuando vino Cristo? Así que Ignacio no está enseñando el Evangelio de manera fidedigna en los artículos que aquí he citado de su carta a los Magnesios (y tampoco en otros). 337 Una vez más hermanos, les recuerdo que nuestra fe y doctrina ha de estar basada en la información que tenemos no tanto de los escritos antiguos de la iglesia, sino en nuestro Canon. 10.4 Segunda Traducción de Ignacio, la citada por la Iglesia Católica en su Catecismo Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por Él y po su ue te 3 En mi investigación no he encontrado una carta con este párrafo, uno que en vez de usar el verbo brotar y/o surgir, emplee bendecir. No la encontré. No obstante, esto no es un impedimento para analizar las palabras de Ignacio como son citadas en el Catecismo Católico, ya que aun tenemos información por la cual podemos determinar la fidelidad apostólica de la declaración de Ignacio, e incluso el sentido de sus palabras en su carta a los Magnesios. 10.4.1 Primera Parte Recordemos que el contexto es el mismo, y es que Ignacio afirma que los antiguos profetas, los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por Él y por su muerte y esto hace que la traducción de las palabras de Ignacio citadas por el Catecismo Católico representen un serio problema de teología, pues los profetas sí observaban el sábado (según nuestro canon) y era imposible que observaran el día del Señor , si Ignacio hacía referencia a otro día del Señor, como por ejemplo, cada primer día de la semana, pues los antiguos, ni siquiera habían nacido, y la teoría de que había un día del Señor cada semana, ni siquiera estaba en mente de los profetas. Los maestros católicos estarían haciendo dos afirmaciones que son incorrectas y falsas, y lo mismo hizo Ignacio, si es que así se traduce mejor su escrito. Así que, si en este párrafo día del “eño , se efie e al p i e día de ada se a a, llamado también Deis Dominicus oficialmente en el mundo occidental desde el Siglo IV ¿Cómo pudieron los profetas de Israel observar tal día? La ICR, y también los reformados, que sostienen tal párrafo, están diciendo algo que es meramente imaginación, es una idea sin sentido en el mundo real. 10.4.2 Segunda Parte 338 Ignacio dijo, según esta traducción que e el día del “eño l po su ue te uest a ida es endecida por Nuevamente hay que decir que Ignacio no es explicito en cuanto a cuál es el día del Señor, él no dice que es el primer día de cada semana, ni el día de la resurrección del Señor, él dice en esta traducción que es el día en que nuestra vida es bendecida por él y por su muerte Este día puede ser el primero de la semana, puede ser el segundo, puede ser el tercero, ¿cuál día? Si Ignacio se refiere al día histórico de la resurrección de Cristo, a ese primer día de la semana en que él resucitó, entonces sus mismas palabras comprenden un problema de o u i a ió , a ue l afi a ue ese día la ida de los e e tes es bendecida por él y po su ue te , así que por cuestiones lingüísticas Ignacio no puede estar refiriéndose al día de la resurrección de Cristo, de ser así, al menos sus palabras hu ie a sido: en el cual nuestra vida fue bendecida y por su muerte , tiempo pasado, y no presente, como lo cita la ICR en su Catecismo. Así que, Ignacio estaría refiriéndose a un día en el que es dispensada bendición para la iglesia ¿cuál es ese día al que Ignacio llama el día del Señor? No sabemos a ciencia cierta, solo que es un día en el que la iglesia es e de ida po l po su ue te . Usualmente se propone que este día es el primer día de cada semana, cuando la iglesia es bendecida por el Señor a través de la Comunión, que conmemora su muerte, por ejemplo, esto es lo que sostiene la ICR: 2175 El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios. Porque el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, y lo que se practicaba en ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo (Cf. 1 o 10,11): Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por Él y por su muerte. (S. Ignacio de Antioquía, Magn. 9, 1) 4 ¿Son los cristianos bendecidos por el Señor y por su muerte cada primer día de la semana? Quiero decir dos cosas al respecto. 339 La primera es que sí hay bendición alguna el primer día de la semana para los creyentes, ¿Con base en qué es bendecido el creyente tal día? ¿En que consiste la bendición en este día? Por supuesto no es por el día en sí, como si por el hecho de llegar este día, el Señor enviara alguna bendición sobre su pueblo, sino que la bendición que recibe el pueblo en este día se debe a que la iglesia se congrega para comer del pan y beber de la copa. Así que sí, sí hay bendición en este día, pero la hay, no en función del día en sí, sino en función de la participación de la Cena del Señor. Y la segunda es ue si Ig a io apli ó el día del “eño al día e se o e la esa del Señor, fue una acción arbitraria y netamente suya, si es que él se estaba refiriendo a tal día. ¿Po ué Ig a io se efi ió al día de o e la esa o o el día del “eño ? Asumiendo y concediendo (porque en realidad no sabemos con certeza el día que tenía en mente este hermano) que Ignacio se está refiriendo al día del Señor como el día en que la iglesia come el pan y bebe la copa, o sea, el primer día de la semana, quiero preguntar ¿po u Ig a io lla a a este día el día del “eño ? Ha a ias posi ilidades, las uales me dispongo a explorar. La primera posibilidad es que Ignacio fuera el primer obispo en aventurarse a llamar al p i e día de la se a a o o el día del “eño , ue l lo hizo p o u a do o o pastor y maestro explicar la Escritura, o los textos que se tenían en aquella época, o sencillamente, haciendo una exhortación apelando al lenguaje de la Escritura, pero no previó las implicaciones tan serias de lo que estaba haciendo en aquella época. Ahora bien, la cuestión de si esto fue así, es si entonces la exegesis de Ignacio es correcta, es decir, si Ignacio estudió tan bien el texto divino que concluyó que tal día, el día en que se tomaba la comunión, podía ser llamado con pleno derecho el día del “eño . Aunque quiero explorar las posibilidades exegéticas de Ignacio, desafortunadamente él no dejo por escrito el proceso exegético que realizó para llegar a esa conclusión. No dejo por escrito cuáles fueron los datos que él cotejo y la manera en que los relacionó para o p e de ue el p i e día de la se a a se podía lla a ta i el día del “eño . Ahora bien, si Ignacio sin evidencia exegética, sin dar muestra de la justificación que tuvo pa a lla a al p i e día de la se a a o o el día del “eño , de todos modos hizo esta designación, está bien, solo que yo difiero de esa interpretación y no veo la necesidad moral, espiritual y lógica de seguir el razonamiento de Ignacio, a menos que Ignacio haya sido infalible en su carta a los Magnesios; pero hasta el día de hoy, esto no es considerado 340 así. Ignacio fue un obispo santo, pero falible en su predicación. Todavía su enseñanza estaba y está sujeta al cuerpo doctrinal apostólico. Pero si un hermano cree que Ignacio hizo un uso correcto del lenguaje bíblico, ¿quién soy yo para impedírselo? Pero lo que sí podemos hacer y debemos hacer es sujetarnos a la Escritura antes que a la interpretación personal de cada uno de nuestros obispos, pues adherirnos a cierto hombre aun cuando no hay evidencia de su exegesis y proposición doctrinal, no es saludable para la fe y nos expone a seguir al hombre antes que al Dios revelado en las Escrituras. Por tanto, notemos hermanos que si Ignacio infirió de algún modo (desconocido hasta el día de hoy) que el primer día de la se a a podía lla a se el día del “eño lo hizo sin la exegesis escritural, a ue po asi il años a tes, los p ofetas ha ía ha lado del día del “eño o o “u g a Día ; así is o por el apóstol Pedro (por sus escritos) sabemos que él llamó al día del “eño , o al p i e día de la se a a, si o al g a día de Dios . Así que Ignacio ignoró y paso por alto todos los textos bíblicos y la tradición apostólica que había recibido, y además no tuvo presente el tema mismo del escrito profético de Juan el apóstol, (si es que tuvo en cuenta este texto) que era sobre la venida del Señor y su glorioso triunfo sobre el mal; y habiendo pasado por alto y no tomando en cuenta esta i fo a ió , si ple e te o lu ó: El p i e día de la se a a puede lla a se el día del “eño . E ealidad, la e egesis de Ig a io o es o fia le al espe to. O lo que es más claro, él no hizo exegesis, sino que propuso su propia teología, que a la luz de la Escritura es confusa y no le esta ía pe itido apli a el título el día del “eño pa a ot o día que no fuera el gran día de Cristo. La segunda posibilidad es que Ignacio llamara este día así porque la iglesia denominó al día de o e el pa el día del “eño , es de i , ue la iglesia a lla a a pa a los tie pos de Ignacio al día de o e el pa el día del “eño . E to es ¿so e u ase hizo esto la iglesia? Si la iglesia de aquel tiempo sin ninguna evidencia nombró al primer día de la se a a ua do dijo el día del “eño , e to es uest a iglesia lo hizo si deja e ide ia algu a, si segui la t adi ió apostóli a e la ual el día del “eño , e a la e ida de Cristo mismo. Notemos hermanos entonces que esta posibilidad es mera especulación, y menoscaba la evidencia escritural que hallamos en nuestra literatura canónica. La tercera posibilidad es que no la iglesia, sino los apóstoles mismos llamaron al primer día de la se a a o o el día del “eño . Pe o esta posi ilidad o solo o tie e e ide ia, sino que la información bíblica que tenemos nos lleva a concluir que al día ordinario en ue la iglesia o ía el pa se lla a a el p i e día de la se a a , ade ás ue e los 341 días apostóli os el t i o día del “eño e a espe ial e te la o C isto, su día de eg eso jui io al u do . ota ió del día de Así que la realidad objetiva (la verdad) es que no sabemos por qué Ignacio llamó al día de comer el pan, la mesa del “eño , el día del “eño , si es ue ese e a el día ue te ía e mente, lo cual, leyendo su escrito, no parece ser así. Ignacio no apela a los apóstoles, no apela a la Escritura Queda claro que Ignacio no da una prueba exegética de su enunciado, tampoco apela a los apóstoles, y menos a la Escritura. Así que no es injusto afirmar que la exhortación de Ignacio es suya, y solo suya. Otros obispos siguieron a Ignacio Si la doctrina de Ignacio no es apostólica ¿por qué otros obispos la enseñaron y aceptaron? Bueno, puede ser que sea por la misma razón que hasta el día de hoy millones de creyentes creen que el domingo es el nuevo día de reposo. No se han tomado tal vez el tiempo de analizar el postulado que a primera vista podría parecer muy convincente. Así que hay muchas razones por las que los obispos siguieron esta doctrina, así como ta i e e o e a uella po a ue el agua e a sa tifi ada , o ue los obispos esta a e luga de C isto . Nuest os a ados he a os po algu a azó o a aliza o a fondo la exhortación y las palabras de Ignacio, más bien las aceptaron como verdad, y así ha sido por muchos, tanto que hasta el día de hoy, algunos hermanos no han revisado si lo ue ellos ee espe to al día del “eño es eal e te apostóli o. Espe o ha e u a contribución. 10.5 Síntesis de la exhortación de Ignacio El punto de Ignacio es que los cristianos gentiles ya no debería judaizar para ser salvos, pues la gracia de Dios por medio de Cristo es suficiente, y esto sin necesidad del judaísmo. Para apoyar su tesis, Ignacio hace diferentes ilustraciones, siendo una de ellas el hecho de que los profetas antiguos, alcanzaron la resurrección de los muertos, sin observar el sábado, sino el día del Señor, del que no sabemos a ciencia cierta cuál podría ser ese día. 10.6 Síntesis de mis análisis Estoy plenamente convencido de que Ignacio está en lo correcto al enseñar a la iglesia que los creyentes ya no necesitan el judaísmo para alcanzar la esperanza puesta delante de nosotros. Esto es bíblico y apostólico, y de lo cual hay suficiente evidencia en nuestro canon escritural. 342 Lo que no puedo aceptar son las bases teológicas que emplea Ignacio para sostener esta exhortación, y es que los profetas alcanzaron la resurrección de los muertos cuando vino Cristo, que ellos no observaban el sábado, que ellos guardaban el día del Señor, y que este día del Señor era el día en el cual nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte , y esto no lo puedo aceptar porque no solo no tiene evidencia bíblica sino que incluso niega los datos de nuestra Escritura. Así que esta teoría no es apostólica. Ignacio se equivocó en su proposición. Y si Ignacio estaba equivocado, así mismo lo están los que sostienen su teoría del día del Señor como el día en el cual nuestra vida ha brotado por medio de él y por su muerte . Así que, reitero que el día del Señor es su gran día escatológico del Señor, que el primer día de la semana es el día en que ordinariamente la iglesia comía la mesa del Señor, y que el día de reposo, fue, es y será, el séptimo día. 10.7 La i p e isa t adu ió de la f ase de Ig a io El día del “eño . Hay evidencia irrefutable que confirma que el texto griego que ha sido traducido a uest os le guajes o e io a e sí la f ase el día del “eño , si o ú i a e te Del “eño . ¿Por qué no comencé diciendo esto? Sencillo, porque quiero mostrar que aun con una t adu ió ue i se ta la idea del día del “eño e el te to de Ig acio (desafortunadamente se ha hecho decir a Ignacio algo que él no dijo), de cualquier modo, tal pensamiento, no solo distorsiona el mismo mensaje de Ignacio, sino que tampoco así, distorsionado, concuerda con el testimonio escritural. En otras palabras, ni siquiera una traducción que inserta una doctrina en la carta de Ignacio, sirve como evidencia o argumento bíblico de tal enseñanza. Para más información sobre este debate de la traducción de las palabras de Ignacio véase (disponible solo en Inglés): https://www.andrews.edu/library/car/cardigital/Periodicals/ AUSS/1968-1 /1968-1-04.pdf. 343 11. ANÁLI“I“ A LA DIDACHE “OBRE EL DÍA DEL “EÑOR 11.1 ¿Qué es la Didache? Hacia mediados del siglo XIX, fue encontrado un manuscrito cuya fecha de escritura no ha sido plenamente establecida. Algunos eruditos la fechan para mediado del siglo segundo, 150 d.C aproximadamente, otros lo hacen hacia el 70 d.C. Hasta el día de hoy no hay pleno consenso. En el Anexo E, puede encontrarse el instructivo completo.1 Ahora bien, dado que no existe un consenso acerca de la fecha de la Escritura de la Didache, me veo en la necesidad de hacer una proceso hermenéutico sobre su enseñanza a e a del día del “eño e a as fe has de eda ió . Es de i , a aliza la e seña za de la Dida he so e el día del “eño o o si hu ie a sido es ita ha ia el d.C, ha lo propio como si hubiera sido escrita en una fecha más tardía, el 150 d.C, por ejemplo. 11.2 La Didache escrita en la edad temprana: El 70 d.C. 11.2.1 ¿Quiénes fueron los autores de este escrito? Respecto a este escrito de la Enseñanza de los Apóstoles, varias cosas debemos analizar, y una de ellas es la cuestión de su autoría ¿Fueron los apóstoles quienes redactaron este documento? ¿Dieron su sanción apostólica a este documento? La primera posibilidad de autoría es que este Instructivo haya sido redactado por los mismos apóstoles, excepto por uno: Jacobo. Y esto porque él había sido asesinado por mano de Herodes, como Lucas lo informa en Hechos 12. Sin embargo también parece que si Pablo participó en la redacción de este escrito, no tuvo mucha influencia su teología, porque al leerse La Didache uno esperaría que tratándose de una doctrina para las naciones (los gentiles), se encontrase un carácter más paulino, pero no es así, sino que uno ve un escrito más afín al Evangelio judío de Mateo. Aunque esto no implica que esté del todo ausente el apóstol Pablo en tal escrito. Si esto es así, si este es un escrito redactado por los mismos Apóstoles, entonces este escrito es único en su especie, puesto que es el único que fue escrito con la participación de todos los apóstoles, y solo sería equiparable con el Concilio de Jerusalén, donde disposiciones para los gentiles fueron determinadas. La segunda posibilidad es que este fuera un Instructivo que aunque no fuera redactado por un concilio apostólico, no obstante, tenía la sanción apostólica, es decir, que pudo haber sido escrito por discípulos contemporáneos a los apóstoles y llevado ante su 344 o o i ie to, stos die o E seña za de los Apóstoles e to es su o se ti ie to, po eso el o e: La Una tercera posi ilidad es ue dis ípulos eda ta o esta a ta titulá dola o o La Enseñanza de los Apóstoles a las Na io es o o o si fue a u es ito p o e ie te a sea por redacción o sanción de los apóstoles, sino porque pensaban que representaba la doctrina apostólica para los gentiles. Eran discípulos que en vista de la necesidad de educación y teniendo conocimiento de la doctrina apostólica, se dispusieron a escribir este Instructivo para la iglesia o iglesias. Ahora, habiendo mencionado las posibilidades de la autoría de esta carta, me dispongo a analizar cuál pudiera ser la más probable dada las circunstancias de su escritura. Un escrito redactado por un concilio apostólico No tenemos información alguna de que los Doce se hayan reunido para redactar en conjunto un instructivo de los Apóstoles, sino que sabemos que Pablo fue el encargado principal de llevar la palabra a los gentiles: Gál.2.7-9 A tes po el o t a io, o o ie o ue e ha ía sido e o e dado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión Esto por supuesto no implicó que los apóstoles de los judíos, los Doce, no pudieran tener influencia sobre las iglesias gentiles, pues tenemos escritos de Juan y Pedro para iglesias gentiles, pero lo que sí implica es la primacía de la doctrina paulina para las naciones. Además si este escrito fuera redactado por un concilio apostólico, y por tanto ha de ser aceptado como de la mano misma de los apóstoles, es necesario aclarar que contiene prescripciones que no siguen el espíritu encontrado en otros escritos, en nuestros escritos canónicos: Dida he : Hijo ío, día o he e ue da a uie te ha la de la pala a de Dios, respétalo como al Señor; porque donde habla la autoridad del Señor, allí está el Señor is o 345 Heb.13.17 O ede ed a uest os pasto es, sujetaos a ellos; po ue ellos ela po vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no uejá dose, po ue esto o os es p o e hoso 1Pe.5.1-5 Ruego a los a ia os ue está entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los hu ildes Cierto es que los Gálatas recibieron a Pablo cuando éste estuvo enfermo como a Cristo mismo, pero ningún apóstol, ni siquiera ningún profeta de Israel, instó a que sus oyentes respetaran al predicador, profeta o maestro como al Señor mismo, sino que siempre se presentaron como siervos de Dios: 1Co.4.1 Así, pues, t ga los iste ios de Dios os los ho es po se idores de Cristo, y administradores de Este es otro ejemplo de que este escrito no parece haber sido redactado por los apóstoles mismos, pues se aparta del espíritu que encontramos en los escritos canónicos: Dida he : A tes del autismo, el que bautiza y que ha de ser bautizado, ayunen, y asi is o ot os ue pueda ha e lo. Ma das a u a al autizado u o o dos días a tes Este mandato no parece ser en absoluto apostólico. En los relatos de Lucas no tenemos una insinuación de que tanto el evangelista como el evangelizado procedieran a ayunar uno o dos días antes del bautismo. Sabemos que los bautismos eran efectuados en el acto de la conversión de las personas gentiles al Señor, o lo que es más exacto, el bautismo era el acto ordinario propio de su conversión al Señor. Por tanto, con el respeto de los eruditos bíblicos y maestros de la iglesia que ven en este es ito do t i a apostóli a , o is o to o la pala a pa a ost a ue ha e ide ia suficiente, (y esto son solo dos ejemplos) de que este escrito no contiene el espíritu apostólico. No, este escrito no fue redactado por un concilio de Apóstoles. Y lo que es más, es que si algún hermano quiere sostener que la Didache fue escrita por los apóstoles, entonces él mismo ha de ponerse bajo ella, es decir, ha de obedecerla como 346 se siguen las instrucciones de las demás cartas bíblicas, y por qué no, incluso, debería considerársele parte del Canon Apostólico. La Enseñanza fue redactada por discípulos y luego aprobada por los Apóstoles La segunda posibilidad que mencioné es que ciertos discípulos escribieran este Instructivo que tenía como fin enseñar a los gentiles, y siendo presentado a los Apóstoles, éstos dieron su aprobación. Esto es igualmente improbable, por no decir, que completamente descartable, ya que un escrito sancionado, respaldado y soportado por los apóstoles, así ellos mismos no lo hubieran escrito, sería equiparable a que ellos lleguen a ser sus autores. Además, para ser sancionados por los apóstoles, se debió haber hecho con el respaldo no solo de los que estaban en Jerusalén, sino del más prominente maestro a los gentiles: El Apóstol Pablo. Aunque esto último no debió haber sido una condición sin excepción. Así que si éste fuera un escrito a los gentiles sin la aprobación de Pablo, sería una resolución de los apóstoles que contradeciría lo que ellos mismos habían determinado, que Pablo fuera el maestro de los gentiles. Pero lo que tiene más peso para no aceptar esta posibilidad es que muchas de las instrucciones dadas en la Didache no siguen la línea de pensamiento de los demás escritores canónicos. Por tanto, por el contenido mismo de la Didache, al menos yo mismo, descarto que éste fuera un escrito con sanción divina. Fue un escrito sin sanción apostólica redactado por discípulos considerando que estaban enseñando la doctrina apostólica a las naciones Es decir que ciertos discípulos en vista de la necesidad que tuviera una o varias iglesias, se dispusieron a redactar un Instructivo para ayudar a esas iglesias en su fe considerando que estaban transmitiendo fielmente la doctrina que los apóstoles predicaban en las naciones, a los gentiles de ahí su título: La do t i a de los Apóstoles a las Na io es Así que la intención es valida, pues todos nosotros tenemos siempre la intención de mostrar a la iglesia cuál ha de ser el camino a seguir, y a veces somos muy fieles en exponer la doctrina de los apóstoles, pero también a veces no somos tan fieles, sino que junto a la doctrina apostólica ponemos nuestras doctrinas propias. Un ejemplo de ello es la Didache. Por tanto, este Instructivo puede ser recibido y visto como un escrito que buscaba la edificación de la iglesia, que buscaba su fortalecimiento en la fe del Señor, pero que no 347 necesariamente fue en todo fiel y exacto a la doctrina del Señor, considérese por ejemplo el asunto del ayuno: Didache 8:1 Vuestros ayunos, sin embargo, no sean con los hipócritas: los que ayunan el segundo y el quinto día después del sábado. Vosotros, en cambio, ayunad el cuarto día y el viernes ¿Es la anterior una doctrina de nuestro Señor? ¿O de algún apóstol? No lo creo. Por tanto, este escrito aunque diga De los Apóstoles , no por ello significa que lo sea en el pleno sentido de la palabra. Una ilustración muy conveniente viene al caso. La iglesia Católica también lleva el título de Apostólica , pero ¿es apostólica en su doctrina, espíritu y praxis? En efecto, no todo lo que hace o enseña la ICR es apostólico. Así tampoco todo lo que dice la Didache es apostólico, no en todo lo que la Didache enseña representa el pensamiento apostólico. Así que los autores en definitiva, según este análisis, no fueron los apóstoles, y tal escrito tampoco recibió la sanción apostólica, sino que fueron ciertos discípulos que quisieron enseñar doctrina a las naciones, considerando que estaban siendo fieles a los apóstoles, aunque no en todo lo fueron. Es o o si o ho es i ie a u li o lla ado El Mat i o io segú los Apóstoles . Esto o implica que los apóstoles lo hayan escrito, o que hayan dado su sanción a mi libro, sino que yo estoy tratando o asegurando que mi doctrina representa fielmente el pensamiento apostólico; y tal cosa habrá que verse mediante la evidencia que presento. Y po ello, es ue au ue este I st u ti o se lla e La E seña za de los Apóstoles para las a io es o e esa ia e te es e e dad apostóli o, i po sa ió de ellos, i po fidelidad en su contenido. La Didache es un libro falible. 11.2.2 ¿Cómo determinar lo que es apostólico y no lo es en la Didache? Ahora bien, si la Didache no es un libro apostólico, es decir, que todo su contenido puede ser aceptado como doctrina inspirada, sino que su contenido puede representar ideas apostólicas, pero también incluir ideas no bíblicas, ¿Cómo determinar qué es apostólico y que no lo es en su contenido? Pienso que la clave no es complicada. Este tratado sobre el día de reposo, el primer día de la semana y el día del Señor, puede y debe ser analizado por ustedes para ver si mis pensamientos aquí plasmados representan la doctrina apostólica, ¿y cómo pueden ustedes conocer si mi enseñanza es fiel a Cristo y los apóstoles? ¡Exacto! Revisando la 348 Escritura, la cual es base y autoridad de toda nuestra doctrina y practica. En otras palabras, por medio del Canon, ustedes sabrán si lo que yo enseño es bíblico o no, y es que el Canon es la regla por la cual se mide toda enseñanza, porque solo él es nuestra Autoridad. ¿O estoy equivocado? Por tanto, el método para determinar las ideas apostólicas y las que no lo son, que están contenidas en la Didache, es mediante nuestro Canon, es sujetar la enseñanza de la Didache a la Doctrina de la Escritura. La Didache está sujeta y evaluada a la Escritura, y no al contrario. La Escritura es la norma de la Verdad, y no la Didache. El creyente conoce su Evangelio por medio de la Escritura y no de la Didache. Así pues, las ideas de la Didache están todas sujetas a la Escritura, y donde la Didache sostiene y señala la doctrina apostólica, la iglesia puede decir Amén , porque se habla la verdad. Pero cuando la Didache dice algo que no es escritural la iglesia no necesita decir Amén , y cuando la Didache enseña cosas antibíblicas, la iglesia no solo no debe decir A e , si o ue debe señalar el error y rechazarlo. Por consiguiente, sabiendo que la Escritura, nuestro Canon, es el estándar por el cual evaluamos a nuestros maestros y teólogos, a Lutero, Agustín, Bernardo, R.C Sproul, Piper, entonces, del mismo modo podemos y debemos hacerlo con la Didache. Por ultimo, nuevamente digo que no sería necesario hacer una análisis de la doctrina de la Didache si está es aceptada en la mente y corazón como Escritura, como libro inspirado por el Señor. Pero que yo sepa, La Didache nunca fue aceptada como tal, y tampoco yo lo hago. 11.2.3 ¿Quiénes fueron sus destinatarios? La misma Enseñanza tiene un encabezado en el que aclara y define sus destinatarios: Las Naciones . Ca e e o da ue po el t i o a io es se e te día o o o ho po ho lo o p e de ía os osot os, o o países , si o ue el t i o a io es desde el contexto p of ti o de las Es itu as el E a gelio i pli a a ge tiles , a uello ue po descendencia no eran miembros del pacto de Abraham, aquellos que eran incircuncisos. Así que, en este encabezado, los autores o el autor de la Didache especifica quiénes quieren que sean sus lectores: Los creyentes de Cristo entre los gentiles, iglesias conformadas por gentiles, aunque esto no implica que no hubiera en tales iglesias judíos, y esto en especial si es mediados del siglo I, ya que en varias iglesias gentiles sabemos que había también presencia de judíos convertidos al Señor. 349 Por tanto, este es un Instructivo redactado para los gentiles. De ahí que uno esperara un escrito más afín a la teología Paulina o incluso Petrina que leemos en la Escritura, pero hallamos una teología más bien cercana a los planteamientos del Evangelio de Mateo, un escrito para judíos cristianos. 11.2.4 El día del “eño e la E seña za de los Apóstoles pa a las Na io es Dida he : El día del “eño eú a se pa a pa ti ió del pa la a ió de gracias, despu s de ha e o fesado sus pe ados, pa a ue sea pu o su sa ifi io 11.2.4.1 ¿Por qué la Didache ha e alusió al día del “eño ? Cuatro posibilidades. Hay una serie de posibilidades por las cuales el Instructivo hace alusión al día del Señor, he aquí algunas de ellas: Para los días de la escritura de la Didache, año 70 d.C, ya la frase y concepto el día del “eño esta a e uso La primera azó po la ual la Dida he pod ía ita el día del “eño es que para la fecha en que la Didache fuera escrita y para la comunidad a quien fue dirigida, es decir, iglesias ge tiles, la e p esió el día del “eño a esta a e uso, es de i ha ia el año d.C. E caso de ser esto así, se implica que las iglesias de aquel tiempo, muy cercanas a la edad apostólica, ya usarían tal fraseología y concepto. ¿Por qué la iglesia (escritores y desti ata ios a usa ía pa a ese e to es la f ase el día del “eño ? Ha cinco posibilidades. - Primera: Los apóstoles habían designado al primer día de la semana como el día del Señor La primera de ellas es que esta fuera una designación dada por los mismos apóstoles del “eño , uie es guiados po el Espí itu “a to de o i a o a este día o o el día del “eño jo he e a ku iakos o jo he e a ku ios . Pe o esta posibilidad no solo carece de evidencia histórica apostólica, sino que más bien la evidencia escritural señala e plí ita e te ue e t e el año d.C el año d.C, el t i o he e a ku ios e a utilizado como referencia al día escatológico del Señor Jesucristo: Hec.2.20-21 El sol se o e ti á e ti ie las, Y la lu a e sa g e, A tes ue e ga el día del Señor, Grande y manifiesto; Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será sal o “e ó de Ped o e Pe te ost s, año d.C 350 2Pe.3.10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las o as ue e ella ha se á ue adas Ca ta a las iglesias istia as del Po to, Asia Bitinia, año 65 – 68 d.C Así que, hasta donde tenemos información canónica y explicita, en los días de los Apóstoles, mientras que Pablo y Pedro estaban con vida en la iglesia, el té i o el día del “eño o e a utilizado pa a efe i se al p i e día de la se a a. E la literatura canónica no hay una sola vez que eso ocurra. Por tanto, no parece plausible ni conveniente seguir el pensamiento de que los apóstoles del “eño titula o al p i e día de la se a a el día del “eño . Argumentar sin evidencia que los apóstoles designaron al primer día de la semana u otro día o o el día del “eño apa te del día des ito e los p ofetas, es p opo e pa a la iglesia una idea especulativa. Hacemos bien en aferrarnos a la evidencia bíblica. - Segunda: Maestros cristianos, sin sanción apostólica, denominaron al día de o e la esa del “eño o o el día del “eño La segunda posibilidad para que la Didache, dirigida a iglesias cristianas gentiles, ya usara el título al p i e día de la se a a, o o el día del “eño , es ue esta designación se había hecho popular en algunas iglesias (muchas o pocas), entre las cuales estarían los destinatarios de la Didache, cuyos autores también sostenían este título. ¿Có o se pudo ha e he ho a epta le iglesias del año 70 d.C? o o ido el te i o el día del “eño en las Una primera posi ilidad es Po ue los apóstoles así lo p edi a o ¿Ha algu a e ide ia de esto? Por supuesto que no, más bien, la evidencia canónica e histórica de la doctrina apostólica muestra que los maestros fundadores de la fe cristiana, los apóstoles, llamaban día del “eño o al p i e día de la se a a, si o al día es atológi o de C isto. E los textos que tenemos del Canon al primer día de la semana, se le llama el primer día de la semana. Una segunda posibilidad es que hubo maestros de aquel tiempo, alrededor del año 70 d.C, ue desig a o lla a al p i e día de la se a a el día del “eño e t e las iglesias cristianas, las que ya existían y las que hasta ahora se estarían fundando. ¿Es apostólica esta enseñanza de estos maestros cristianos y hermanos en la fe? Por lo que hemos visto en este tratado, y por la evidencia aquí presente, se puede inferir que si hubo tales maestros (porque en realidad no lo sabemos, es solo una hipótesis) entonces éstos 351 erraron en esta designación, e incluso se expusieron a ser reprendidos por los apóstoles, por los que de ellos quedaban vivos para esta época, ya que el día del Señor, según la divina Escritura y los Profetas es uno: El gran día del Señor. Además, si hubo iglesias que aceptaron tal título para el primer día de la semana, lo hicieron pasando por alto sus escritos apostólicos, o sin el conocimiento de ellos, pues en los tales, el día del Señor, es un día que está por venir, y no es el primer día de la semana. Además, para esta época, algunos de los maestros cercanos a los apóstoles estarían todavía vivos, (por ejemplo Timoteo y Tito) ¿por qué y con base en qué aceptarían o p opo d ía ellos ue al p i e día de la se a a se le lla a a el día del “eño ? Si hubo maestros cristianos que enseñaron que al primer día de la semana, el día de o e la esa del “eño , se le lla ase el día del “eño , si hu o tales aest os, e to es erraron con esta doctrina, y no se sujetaron a los apóstoles. Además, a las iglesias de aquella época se les había escrito que el día del Señor, sería su gran día escatológico, no el primer día de la semana. Por tanto, si las iglesias del año 70 d.C, habían aceptado la doctrina extra – apostólica de que el día del Señor era el primer día de la semana, cosa que sus apóstoles no enseñaron, definitivamente la iglesia aceptó una confusión en su seno desde sus primeros años de existencia. La evidencia explicita que tenemos es que las iglesias, hacia el año 70 d.C, no conocían al día del Señor como el primer día de la semana, sino que les había sido enseñado que el día del Señor estaba por venir: 2Pe.3.10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las o as ue e ella ha se á ue adas Ca ta a las iglesias istia as del Po to, Asia Bitinia, año 65 – 68 d.C Y recuérdese, que en realidad no sabemos quiénes fueron los destinatarios de la Didache, tampoco quienes fueron exactamente sus autores, y tampoco la fecha de redacción real de la Didache. Por tanto, la proposición de que tal vez hubo maestros cristianos que para esta época enseñaron la doctrina del primer día de la semana como el día del Señor , es una posibilidad sin evidencia, y eso significa solo una especulación. La realidad es que la iglesia alrededor del 70 d.C, llamaba al primer día de la semana, el primer día de la semana, y al día del Señor se le conocía como el día escatológico del Señor, el día que está por venir. 352 Ahora bien, una cosa es que las iglesias hubieran podido recibir aquella Doctrina y otra es que la hubieran creído y aceptado. ¿Aceptaron las iglesias del año 70 d.C que al primer día de la se a a se le lla a a el día del “eño ? No lo sa e os. Por algo, este escrito de la Didache no está en nuestro Canon. El he ho de ue asi t ei ta años despu s, Ig a io e io a a u día del “eño apa te del día escatológico de Cristo (cosa que sabemos que nunca ocurrió), no prueba que toda la iglesia habría aceptado tal doctrina, sino que es solo muestra de que Ignacio propuso que había otro día del Señor, cosa que ya vimos fue equivocada. - Tercera: Po ue este es ito es el p i e o ue utiliza la f ase el día del “eño Una tercera posibilidad es que este fuera el p i e es ito e como el día ordinario de partir el pan. efe i se al día del “eño Esto implica que los autores de la Didache, si ésta fue escrita hacia el año 70 d.C, como algunos lo proponen, serían los primero en llamar así al día de la sagrada cena. Si los destinatarios de aquel tiempo, lo aceptaron, no lo sabemos. Si la iglesia que recibió el Instructivo rechazo tal doctrina, tampoco lo sabemos. Lo que sí sabemos, es que si los autores de la Didache fueron los primeros en llamar al día de comer la mesa del Señor o o el día del “eño , e to es, stos se e ui o a o o fu die o a la iglesia, pues ahora había dos días del Señor: Uno el gran día escatológico, y otro, el primer día de cada semana cuando se comía el pan. - Cuarta: Porque la Didache data de u a épo a e ue a el día del “eño e a reconocido como el primer día de la semana, una época posterior a la apostólica del primer siglo Esto también es probable, puesto que es posible que para mediados del segundo siglo ya la iglesia cristiana por influencia de escritores no canónicos hubiera adoptado el nombre pa a el p i e día de la se a a o o el día del “eño . Y e este o te to, u es ito ue e io a el día del “eño ep ese ta ía la do t i a de a uella po a. Es decir, que es posible, po esta f ase, ue e ez de se u a p ue a de ue el día del “eño e a u a f ase de la e a apostóli a efi i dose al p i e día de la se a a, ás ie sea una prueba de que este escrito date de una fecha posterior a cuando nuestro canon fue terminado de escribir, hacia finales del siglo primero. Si la Didache fue escrita después del 70 d.C, por ejemplo hacia el 80, todavía no habría odo de soste e ue el día del “eño a se usa a pa a efe i se al p i e día de la 353 semana. Si la Didache fue escrita por ejemplo hacia el 100 d.C, tampoco encontraríamos evidencia aparte de la Didache para argumentar el uso de esta terminología. Ig a io de A tio uía, hizo e ió del día del “eño (supuestamente), refiriéndose al día en que resucitó Cristo, un primer día de la semana, y esto fue hacia el 110 -115 d.C, en su carta a los Magnesios. ¿Cuál fue escrita primero? ¿La Didache o la Carta a los Magnesios? A diferencia de la Didache, Ignacio explica cuál es ese día, aparentemente haciendo alusión al día de la resurrección de Cristo: Magnesios 9:1 Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algu os iega … En cambio la Didache ya asume que sus destinarios saben cuál es el día del Señor. La solución no es nada fácil. Pero hay una probabilidad que no se puede descartar, y es que la Didache fuera escrita tiempo después de la carta a los Magnesios, en una época en que a la iglesia lla a a al p i e día de la se a a, el día del “eño . Así que es posible que la Didache fuera escrita en una época en que ya la iglesia usara esta f aseología del día del “eño para referirse al primer día de la semana, el día en que se come la Mesa del Señor. Esta es una posibilidad que exploraré más adelante, admitiendo que sea posible que la Didache haya sido escrita hacia mediados del siglo II. 11.2.5 Una cosa es segura: Nuestros apóstoles no llamaron al primer día de la se a a el día del “eño Para los apóstoles, instruidos en la Ley y los Profetas, inequívocamente el día del Señor e a el día fi al de esta e a, o el p i e día de la se a a. Dos días del “eño o o acontece en la iglesia desde ha e siglos, hu ie a sido o fuso, a ue día del “eño ha ía solo u o: “u g a de espa toso día . 11.3 Análisis de la Didache si fue escrita hacia el 150 d.C 11.3.1 Autores y destinatarios 354 Si la Didache fue un libro escrito hacia el 150 d.C, como algunos lo proponen, de todos modos no sabemos quiénes fueron sus destinatarios y tampoco quién o quiénes fueron sus autores. Por el encabezado lo que sabemos es sus autores afirman que este es un instructivo que afirma contener la enseñanza apostólica para las naciones, respecto de lo cual sabemos que no es cierto en el pleno sentido de la palabra, ya que el escrito contiene tanto elementos apostólicos como extra – apostólicos. 11.3.2 ¿Por qué cita La Didache el día del “eño ? La primera posibilidad ue pla teo po la ual la Dida he ita el día del “eño es po ue tanto sus autores como sus destinatarios ya estaban familiarizados con esta terminología para llamar al primer día de la semana, al día en que se comía la comunión, acto al cual también se le llama sacrificio: Didache 14:1 Los días del “eño eu íos pa a la pa ti ió del pa la a ió de g a ias, despu s de ha e o fesado uest os pe ados, pa a ue sea pu o uest o sa ifi io Y si este escrito data de mediados del siglo II, entonces es uno que está relatado en un lenguaje que sería conocido ya para aquella época. Una terminología de llamar al primer día de la se a a el día del “eño de lla a al a to de la o u ió sa ifi io . La segunda posibilidad, y que bien podría ser cierta (si la Didache fue escrita en a mediados del Siglo II) es que La Didache fuera el primer escrito en llamar al día de comer el sa ifi io, la e a del “eño el día del “eño . Y esto es posi le a ue sa e os o certeza que ni siquiera Ignacio empleó tal fraseología. Y si esto es cierto, si La Didache es el primer libro de literatura cristiana extra-canónico en lla a al día de la o u ió el día del “eño , e to es ¿ o u de e ho apostóli o hizo tal cosa? En realidad, su uso sería de carácter extra-apostólico, y hasta inconveniente por cuanto traería confusión a la iglesia, como en realidad ha ocurrido. 11.4 ¿Qué e seña la Dida he espe to al día del “eño ? Didache 14:1 El día del “eño (kata kuriaken de kuriou) reúnanse para partición del pan y la acción de gracias, después de haber confesado sus pecados, para que sea puro su sa ifi io Leyendo la Didache se pueden saber y deducir dos hechos bien marcados: 355 El p i e o es ue, segú La Dida he, e iste u a ela ió e t e el día del “eño comer la Mesa del Señor. Notemos que históricamente este ha sido el evento relacionado con el p i e día de la se a a, al ual u hos o ispos, si e ide ia a ó i a de o i a el día del “eño . Es decir, que incluso los autores de La Didache relacionan po día del “eño o la Mesa del “eño . oti os des o o idos al El segundo hecho supremamente claro, es que La Didache no enseña que los cristianos guardan el Cuarto Mandamiento, cosa que sí hace el Catecismo Católico y Reformado. En esto La Didache es más bíblica que los anteriores Catecismos. 11.5 La Didache no es un texto que sustente o pruebe la doctrina del primer día de la se a a o o día del “eño Hay dos razones obvias por las que La Didache no sirve como texto para probar o apoyar la asunción del p i e día de la se a a o o el día del “eño . L a las ie . La primera es ue La Dida he u a usa la f ase el día del “eño . Co pá ese los diferentes textos griegos: 2Pe.3.10 Pero el día del Señor (jo hemera kurios) vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tie a las o as ue e ella ha se á ue adas Ca ta a las iglesias istia as del Ponto, Asia y Bitinia, año 65 – 68 d.C Apo.1.9-11 Yo Jua , uest o hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor (jo hemera kuriakos), y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodi ea Didache 14:1 El día del “eño kata ku iaken de kuriou) reúnanse para partición del pan y la acción de gracias, después de haber confesado sus pecados, para que sea puro su sa ifi io Desafortunadamente todo el empeño que hacen algunos de mis hermanos en usar La Dida he pa a ost a ue el día del “eño o o p i e día de la se a a, es u a doctrina bíblica, es en vano, ya ni siquiera La Didache hace mención de dicha frase. 356 En el Anexo D, se halla subrayada el capítulo 14:1 la frase griega, tanto en el texto griego, como en el texto traducido, y allí se notará, que la frase literal de La Didache, es decir, su t adu ió ap opiada se ía ás o e os así: De a ue do al “eño del “eño o e I gl s A o di g to the Lo d’s of Lo d . Para uno de los muchos análisis de este asunto, puede verse (no disponible en español): http://www.historicism.org/ Documents/Didache.pdf (copiar link y pegarlo en el buscador). Por tanto, de nada sirve traer La Didache a este debate. La segu da azó , es ue au si La Dida he hu ie a he ho e ió del día del “eño , de todos modos, nada hubiera impactado este hecho la fe cristiana, ya que La Didache no es un libro Canónico. No tiene autoridad alguna en sus enseñanzas para la iglesia, y su contenido está supeditado al contenido del Canon, es decir, es la Escritura Canónica la que nos permite conocer qué elementos de la Didache son correctos y cuáles no. Y por esto mismo, porque nuestro Canon no enseña, no prescribe, no sostiene que el p i e día de la se a a se lla a a el día del “eño , ás ie , tal p oposi ió es egada po uest o Ca o , es ue la e ió del día del “eño e la Dida he e ada cambia la doctrina apostólica canónica. El matrimonio que Dios instituyó, aprobó y en el que se glorifica es el que está conformado por un hombre y una mujer. Eso es lo que enseña nuestro Canon. Así que a la larga no importa lo que diga Ignacio, el Papa, Agustín, La iglesia reformada o cualquier otra iglesia, lo que cuenta es nuestro Canon. Si las posturas de la ICR, de la Iglesia Reformada, de la Iglesia Pentecostal representa nuestro Evangelio ¡Bendito sea Dios por esto! Pero la Verdad es verdad porque Dios así lo ha dicho y sus apóstoles y profetas lo han testificado, no porque la Iglesia lo diga. La iglesia no es la fuente de la verdad, es la comunicadora, pero la fuente es Dios en su Escritura. Y si las posturas teológicas de alguna iglesia no reflejan y no corresponden a lo que el Evangelio enseña y sostiene ¡Ojalá la iglesia cambie al respecto! Pero la verdad se mantiene intacta. La iglesia no crea la verdad, su deber es comunicarla. En conclusión, a la luz de nuestro Canon, del Nuevo Testamento, de la literatura apostólica, aun si La Didache hiciera e ió del día del “eño (cosa que es sólo hipotética), no implica en absoluto que tal tradición o práctica sea apostólica. 357 ¿Qué enseña nuestra Escritura? Tres cosas bien documentadas: Que el día de reposo es el séptimo día; que el primer día de la semana era el día en que la iglesia ordinariamente comía la mesa del Señor; y que el día del Señor, es el día que la iglesia está esperando: El retorno de Cristo, nuestra esperanza bendita. Amén. 358 12. LA CUESTIÓN DEL LENGUAJE GRIEGO 12.1 Hemera kuriakos o es jo eis jo sabbaton Otra apelación que han hecho algunos de nuestros teólogos y maestros del Evangelio para soste e ue el día del “eño es el día o di a io de la se a a ue le pe te e e a l, e este caso, el primer día de la semana, es el uso del lenguaje griego que emplea Juan en su e ela ió pa a desig a a este día: hemera Kuriakos Usualmente el razonamiento es que en el Nuevo Testamento al día escatológico del Señor se le lla a a e g iego o o He e a Ku ios , e a io, Jua e su Re ela ión, dice ue l esta a e el Espí itu e el hemera Kuriakos , po esto is o se e ue so dos términos diferentes y por ende se infiere que son dos días diferentes. Ade ás, ta i se apela a ue el ú i o uso de ku iakos e ot o te to de la Es itura, se encuentra en la primera carta a los corintios, en la que Pablo recuerda a los corintios que el pan que comían y la copa que bebía era la mesa del Señor: 1Co.11.20 Cua do, pues, os eu ís osot os, esto o es o e la e a del “eño Deipnon Kuriakos Así que se argumenta, que así como existe una cena ordinaria del Señor, que es de él, consagrada a él, así también, existe un día ordinario del Señor, consagrado a él, y este día es el primer día de la semana, traducido del griego jo eis jo sabbaton. Este es el argumento entonces que apela al uso de los términos para demostrar y afirmar que en efecto, el primer día de la semana es el día del Señor. 12.2 El nombre ordinario de los días de la semana en el calendario romano, griego y judío Quiero comenzar mi análisis de este argumento con la siguiente tabla de los días y sus nombres, como fueran conocidos en la época del Imperio Romano, incluso cuando nuestro Señor resucitó: 1, 2 359 Nombre Hebreo Pronunciación Hebrea – Español Traducción HebreoEspañol Yom rishón Día primero Yom shení Día segundo Yom shlishí Día tercero Yo Día cuarto Latin – Romano Traducción al Español Español actual Hemera Helios Dies Solis Día del Sol Día del Sol3 Hemera Selene Dies Lunae Día de la luna Lunes י Hemera Areos Dies Martis Día de Marte Martes י י Hemera Hermou Dies Mercurii Día de Mercurio Miércoles Hemera Dios Dies Jovis Día de Jupiter Jueves ח י י י Yom jamishí Día quinto Hemera Afrodites Dies Veneris Día de Venus Viernes י י Yom shishí Día sexto Hemera Kronou Dies Saturni Día de Saturno Sábado (Saturday Inglés) Yom shabat Día de Shabat Griego י י יעי י י י י e i’í Nótese que los días de la semana en el Imperio eran dedicados a las deidades paganas: Saturno, Venus, el Sol, entre otras. Pero los días de la semana en la cultura judía no lo eran, sino que se llamaban según el número cardinal que había sido enseñado y establecido en el Génesis: Día primero, día segundo, día tercero, y así, hasta llegar al séptimo día, cuyo nombre era propiamente Shabath, es decir, reposo. Ahora bien, ¿qué día resucitó nuestro Señor Jesucristo? En efecto, lo hizo en el hermera helios, o su equivalente en latín: deis solis, tal como Justino Martir, cristiano del siglo II lo reconoce en uno de sus libros: Y nos reunimos todos el día del sol, primero porque en este día, que es el primero de la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia; y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos. Le crucificaron, en efecto, la víspera del día de Saturno, y al día siguiente del de Saturno, o sea el día del sol, se dejó ver de sus apóstoles y discípulos y les enseñó todo lo que hemos 4 expuesto a vuestra consideración “. Justi o, Apol. , 360 Entonces hermanos, si nuestro Señor Jesucristo resucitó el deis solis o el hemera helios ¿por qué los autores apostólicos dicen que resucitó jo eis jo sabbaton (el primer día de la semana)? Hermanos, notemos que los autores escriturales del Nuevo Testamento, en vez de emplear el nombre latino de los días de la semana (nombre paganos), usaron el nombre judío de los días de la semana, con su respectiva traducción al griego, lenguaje en que fue escrito el Nuevo Testamento. Así pues, e es de usa he e a helios , los apóstoles usa o el o día, es decir jo eis jo sabbaton , el primer día de la semana. e judío de dicho ¿Por qué los apóstoles usaron estos nombre judíos de los días en vez de los nombres griegos? Yo creo que sucedió por cuatro razones: La primera es que recordemos que el Evangelio fue predicado en primer lugar a los judíos, y por tanto, era necesario y obvio usar el nombre judío de los días de la semana. Así a los judíos, no se les podía haber dicho que el Mesías había resucitado en el hemera helios, es decir, en el día del dios sol ¡Hubiera sido abominable para los judíos tal predicación! La segunda razón es que los primeros predicadores del Evangelio eran judíos, para quienes solo había un Dios: Yawheh, Elohim, Theos. No había tales dioses, como el dios sol, la diosa luna, el dios mercurio, el dios jupiter, el dios saturno. ¡Era abominable pensar tal cosa! Y por ende, los días no podían ser llamados con sus nombres paganos. La tercera razón es que como los primeros predicadores del Evangelio eran judíos, ellos tenían establecidos los títulos o nombres de los días: Comenzaba la semana con el primer día, fi aliza a o el eposo o “a ato en lenguaje griego. Y esto seguramente era así, recordándose y apelándose al relato del Génesis entregado por Dios a Moisés. Dios mismo determinó el calendario de los judíos cuando él los sacó de Egipto y eso incluía el nombre de los días: Éxo.12.1-3 Ha ló Jeho á a Mois s a Aa ó e la tie a de Egipto, di ie do: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno u o de o segú las fa ilias de los pad es, u o de o po fa ilia Y la cuarta razón podría ser que al extenderse el Evangelio en el imperio romano, los apóstoles y predicadores del Evangelio, usaron el lenguaje del Génesis no tanto para establecer este calendario o manera de llamar los días, sino para ayudar a los gentiles a limpiarse de la idolatría por la idea de que cada día estaba ligado a un dios particular. Con 361 el nuevo nombre, los gentiles podrían reconocer que ningún día estaba consagrado a dios alguno, y que tales dioses serían falsos. Y con esto se evitó una distorsión del Evangelio, de que Cristo haya resucitado en el día del dios sol, cosa que en un imperio adorador de dioses, se hubiese podido confundir a Jesús como un dios más que formaba parte de la religión sincretista de los romanos. Esta última razón es una conjetura mía. Así, pues los apóstoles al predicar el Evangelio a los gentiles no enseñaron que el Mesías resucitó el hemera helios, el día del (dios) sol, sino el primer día de la semana, que su o e e g iego se ía jo eis jo sabbaton . Entonces, nuestros escritores evangélicos usaron, no el lenguaje griego de los días, sino el lenguaje judío, con su respectiva traducción al griego. Así pues, en efecto nuestro Señor resucitó jo eis jo sabbaton, y la iglesia se reunía ordinariamente también kata eis sabbaton (cada primer día de la semana). Estos son dos hechos irrefutables en el Evangelio. 12.3 Hemera Kurios y hemera Kuriakos Es muy cierto que los escritores del Nuevo Testamento cuando se referían al día escatológico del Señor, su gran día, lo hicieron comunicándose con hemera kurios: Ped o: El sol se o e ti á e ti ie las, Y la lu a e sa g e, A tes ue e ga el día del Señor (hemera kurios , G a de a ifiesto Pa lo: ue el día del Señor (hemera kurios) e d á así o o lad ó e la o he Pa lo: i os o tu is… i po a ta o o si fue a uest a, e el se tido de ue el día del Señor (hemera kurios) está cerca. Ped o: Pero el día del Señor (hemera kurios) e d á o o lad ó e la o he Y también, clarísimo e inobjetable hasta el día de hoy es que este día del Señor, se refiere al día escatológico de Cristo, el día de su regreso y victoria sobre el mal de manera definitiva. 12.3.1 ¿Jo hemera kuriakos es jo eis jo sabbaton? Aho a ie , ¿se á ue e to es ua do Jua e pleo la f aseología hemera kuriakos (el día del Señor) se estaba refiriendo al primer día de la semana (jo eis jo sabbaton)? 362 La respuesta positiva a esta pregunta argumenta que kuriakos es la forma de un adjetivo, con lo que se quiere remarcar que es algo que le pertenece al Señor, que es suyo propio y de nadie más, que es su día especial, de él y para él, no es como los demás días. Y en esto estoy de acuerdo. Solo que, amablemente pido se me informe cómo saben nuestros obispos y pastores que este día ue le pe te e e al “eño , ue es su o, ue es de l, ue o es o o los demás días, es cada primer día de la semana te mia ton sabbaton. Preguntas a los postulantes de que jo hemera kuriakos es jo eis jo sabbaton He a os ue sostie e ue plantearles unas preguntas: jo hemera kuriakos es jo eis jo sabbaton , pe íta e ¿Cómo saben que Juan se estaba refiriendo con jo hemera kuriakos a jo eis jo sabbaton? Si en la Escritura al día de la resurrección de Cristo se le llamaba jo eis jo sabbaton ¿Cuándo comenzó a usarse en su lugar jo hemera kuriakos? Si la iglesia se reunía kata eis sabbaton (cada primer día de la semana) ¿desde cuándo se le llamó a ese día jo hemera kuriakos (día del Señor)? ¿Con base en qué realidades y verdades los apóstoles llamaron a jo eis jo sabbaton como jo hemera kurios? Sabemos que Juan en su Evangelio, (escrito antes de su Revelación) empleó jo eis jo sabbaton para referirse al día de la resurrección de Cristo ¿Cómo sabemos que ahora, con hemera kuriakos se refiere al mismo día, a cada primer día de la semana? Jua.20.1 El primer día de la semana, (te jo eis jo sabbaton) María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio uitada la pied a del sepul o Apo.1.10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor (jo hemera kuriakos), y oí detrás de mí u a g a oz o o de t o peta 12.3.2 Hemera kurios se refiere al día escatológico de Cristo Permítanme dar evidencia de que Juan co he e a ku iakos refiriéndose al jo eis jo sabbaton, sino al hemera kurios. o esta a pe sa do i En primer lugar Juan usa una terminología clara para referirse al día después del día de reposo, al primer día de la semana: jo eis jo sabbaton: 363 Jua.20.1 El p i e día de la se a a jo eis jo sabbaton), María Magdalena fue de aña a, sie do aú os u o, al sepul o; io uitada la pied a del sepul o Y si es verdad que son idénticos días, entonces Juan estaría empleando otro término para referirse al mismo día de la semana en su escrito posterior: Hemera kuriakos. La dificultad con esta hipótesis es que Juan uso un término bien conocido en aquel entonces (cuatro autores bíblicos más lo emplean: Lucas, Marcos, Mateo y Pablo) para llamar al día después del reposo: jo eis jo sabbaton. Entonces, ¿por qué emplear en Apocalipsis otro término si Juan quería referirse al mismo día ya conocido? En segundo lugar, es obvio que Juan no dijo que hemera kuriakos era jo eis jo sabbaton: Apo. 1:10 Yo esta a e el Espí itu en el día del Señor (hemera kuriakos) Nosotros podríamos asegurar que Juan está refiriéndose a te jo eis jo sabbaton si el texto griego dijera algo así: gi o ai e p eu a e he e a ku iakos toutesti te sería: ia to sa ato “u t adu ió Llegu a esta e el Espí itu e el día del “eño , es de i , el p i e día de la se a a . Pero Juan ni siquiera insinuó tal idea. Por alguna razón, nuestros maestros leen en el texto algo que allí nunca ha sido escrito. Eiségesis. En tercer lugar, si Juan por hemera kuriakos uiso efe i se a jo eis jo sabbaton i pli a que ya la iglesia, sus lectores habían adoptado tal nominación del día, cosa que por lo que he expuesto no solo era poco probable sino incluso por la evidencia canónica imposible de sostener. La iglesia cristiana del primer siglo no llamaba al jo eis jo sabbaton como hemera kuriakos. En cuarto lugar, como principio de interpretación se debe considerar el contexto inmediato en que fue escrito el término, antes de asociarlo incluso con otro autor de la Escritura (Pablo), pues son contextos diferentes y el significado del término está dete i ado po su o te to lite a io i ediato. Po eje plo, e algu as a tas fe se puede e te de o o a uella fe i i ial ue tu ie o los ge tiles pa a a ede a la gracia de Dios, pe o e ot o luga es po fe se tie e ot os sig ifi ados o o se i io fidelidad p ofesió de u a eligió , depe de del o te to. 364 Así, a tes de aso ia kuriakos o la is a pala a ue Pa lo usa e su a ta a los corintios, es exegéticamente correcto, tratar de entender el término en su contexto literario inmediato, es decir, en el mismo libro de Revelación. Habiendo dicho esto, ¿según el contexto literario de Revelación a qué día se refiere Juan con hemera Kuriakos? ¿Se refiere al primer día de la semana? ¿O se refiere al hemera kurios, el día escatológico del Señor, en que él vendrá a juzgar, a salvar, a castigar y a establecer su gobierno sempiterno? De acuerdo al contexto literario ¿cuál es preferible? Mi decisión, basada en la evidencia, es que hemera kuriakos, se refiere al día escatológico del Señor. Al mismo hemera kurios. En quinto lugar, tomando la frase Deipnon Kuriakos, y poniéndola en su contexto literario inmediato, podemos entender el propósito y significado de su empleo por parte de Pablo: 1Co.11.17-21 Pe o al a u ia os esto ue sigue, o os ala o; po ue o os o g egáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor (deipnon kuriakos). Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena (idios deipnon); y u o tie e ha e, ot o se e iaga En el anexo F, adjunto uno de mis sermones en el que explico con más detalle acerca del problema de los corintios al comer indignamente la mesa del Señor. Allí hay más información. Lo que ahora me interesa señalar es el uso y significado de kuriakos en esta carta a los corintios: Ellos estaban comiendo la mesa del Señor indignamente, y Pablo remarca que los corintios en vez de comer la mesa del Señor estaban comiendo la suya propia: 1 Cor. 11:20-21 Cua do, pues, os eu ís osot os, esto o es o e la e a del “eño (deipnon kuriakos). Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena (idios deipnon ; u o tie e ha e, ot o se e iaga Pablo quiere enfatizar que la cena que ellos, los corintios comían, no era una comida de ellos, sino una que era del Señor, una que pertenecía a él, no era una cena ordinaria y común, sino del Señor. Kuriakos significa del Señor, perteneciente al Señor, es un adjetivo. E idios, significa perteneciente a uno mismo, que es de uno. 365 Así que Pablo, como yo lo leo, emplea el término adjetivo kuriakos para que los corintios recordaran que no era una cena de ellos (idios) sino una del Señor. Así que la cena de Cristo, no es la cena de la iglesia, o de los hombres, sino es la cena del Señor. Se enfatiza su pertenencia a él. Como en el inglés, cuando se podría decir the “uppe of the Lo d, ta i se puede e plea The Lo d’s suppe , au ue so t i os similares, el segundo es el genitivo sajón que implica pertenencia, propiedad. Por tanto, cuando Juan emplea, casi cuarenta años después del escrito de Pablo, el adjetivo kuriakos, para señalar un día (hemera kuriakos), en efecto, lo que está haciendo es remarcar que él estaba en el día que le pertenece al Señor, que es de él. ¿Cuál es ese día? Si mis hermanos, quieren seguir pensando y enseñando que es el primer día de la semana ¿quién soy yo para impedírselo? Solamente que tal proposición es solo una idea de los hombres, pero no una doctrina apostólica, como aquí lo he expuesto. El día del Señor, jo hemera kuriakos, no es otro sino el mismo hemera kurios, el gran día del Cordero: Apo.6.12-17 Mi ua do a ió el se to sello, he a uí hu o u g a te e oto; el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿ ui pod á soste e se e pie? 12.4 El argumento de que hemera kuriakos es jo eis jo sabbaton no es apostólico ni canónico Por consiguiente, humildemente afirmo que no es verdad que Juan se haya referido al primer día de la semana cuando empleó hemera kuriakos, pues al evaluar tal proposición, se ve que se violentan los principios hermenéuticos y se hace un ejercicio de eiségesis, y además, la misma Escritura, interpretada en su contexto histórico-gramático impide y deslegitima tal premisa. Así que podemos decir con confianza que Juan llegó a estar en el Espíritu en el día del Señor, con el significado correcto de esta frase. 366 13. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA DOCTRINA DEL DÍA DEL “EÑOR EN NUESTRA IGLESIA En este punto me dispongo a relacionar el desarrollo histórico de la doctrina extraapostólica por la que se denominó al primer día de la semana, al hemera helios (día del sol e g iego o o el día del “eño posteriormente también como el día de reposo del Nuevo Pacto. Esta es una construcción breve de esta historia. La metodología que utilizaré será recorrer cronológicamente algo de la literatura canónica y extra canónica en la cual podremos ver el rastro de cómo esta doctrina fue estableciéndose en la iglesia hasta nuestros días, siglo XXI. 13.1 Desde la Creación hasta Moisés - El día de reposo de Dios Gén.1.31; 2:1-3 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación Hermanos míos, Dios reposó el séptimo día. Así que si estuviéramos en la creación antes de la Caída y nos preguntásemos cuál es el día de reposo de Dios, la respuesta sería inequívoca. ¿Debía reposar Adán y su posteridad? Si la respuesta es positiva, entonces el reposo de la humanidad debe hacerse inequívocamente el séptimo día. ¿O me equivoco? 13.2 La entrega de la Ley – 1400 a.C Ya he dado evidencia literaria completamente convincente y abrumadora de que en el monte Sinaí, en los Diez Mandamientos, fue establecido el día de reposo para Israel, el séptimo día. Así que los israelitas conocían con plena claridad cuál es el día en que debían reposar: El séptimo día. 13.3 Los Profetas de Israel – 1000 a.C – 400 a.C 367 En la literatura profética y en las crónicas de los reyes de Israel y Judá, es evidente que uno es el día de reposo: El séptimo día. Y así mismo que uno es el día del Señor: El gran día de Dios, cuando vendrá a juzgar a los malos pero también a salvar a los buenos. Entonces durante esta época, para Israel cuál era el día de reposo, y cuál era el día del Señor, eran conceptos plenamente claros. 13.4 Del 400 a.C hasta la resurrección del Señor – 28 d.C Por la literatura canónica que tenemos sabemos bien que el día de reposo era el séptimo día y que el día del Señor, era idéntico al día anunciado por los profetas, el gran día futuro del Señor: Hec.2.16-21 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; Y todo aquel que invocare el o e del “eño , se á sal o Los israelitas esperaban el día del Señor, el cual sabrían que vendría, y ese día no era otro sino el día espantoso del Señor. 13.5 Desde la Resurrección del Señor hasta Juan el Apóstol Es evidente que nuestro Señor resucitó un primer día de la semana, el día después del séptimo día, después de pasado el sábado, el reposo. Pero ni el Señor Jesucristo, ni ninguno de sus apóstoles insinuaron que ese fuese el día del Señor por el evento de la resurrección de Cristo, ni que éste día había sido establecido como el nuevo día de reposo. Para el Señor y los apóstoles, el día de reposo era el séptimo día, y el día del Señor, era su día futuro de gloria y regreso, no el día de su resurrección. Y esto lo podemos ver en sus escritos. 13.5.1 La Carta de Pablo a los Corintios – Año 55 Aprox. Hacia el año 55 d.C, el apóstol Pablo escribió una carta en la que se dirigía a la iglesia de Corinto, exhortándola a que cada primer día de la semana hicieran una recolecta para los santos, para el donativo de los hermanos de Jerusalén: 368 1Co.16.1-2 E ua to a la of e da pa a los sa tos, ha ed osot os ta i de la a e a que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se e oja e to es of e das E esta a ta el apóstol Pa lo o e io a al p i e día de la se a a o o el día del “eño ta po o o o el día ue sucedió al día de reposo. Por esta sola carta, solamente podríamos decir que la iglesia de Corinto tendría la costumbre de reunirse en ese día, y que tal reunión serviría como plataforma para recolectar los fondos para los pobres en Jerusalén. Así que desde la Carta a los corintios es imposible sostener la doctrina del primer día de la se a a o o día del “eño , o o sustituto del día de eposo. El hecho de que la iglesia corintia se congregara el primer día de la semana no implica que ese día hubiera sustituido al santo día de reposo, al séptimo día. Argumentar que por el hecho de la iglesia congregarse dicho y no el sábado implica necesariamente que el día de reposo cambió es una inferencia que no tiene evidencia ni sustento lógico y teológico. 13.5.2 El Evangelio de Marcos – 60-70 d.C Marcos probablemente sería el primero en relatar un texto sobre la vida de Jesús, y esto dirigiéndolo a una comunidad gentil, como su mismo contenido lo permite inferir, a diferencia de Mateo, que por ejemplo, se sabe y se nota que fue escrito para judíos. En este texto se relata que Jesús resucitó el primer día de la semana. Pero nada se infiere, ni se insinúa de un cambio de día de reposo, ni siquiera de que tal día se llamaría el día del Señor. Así que si para mediados del siglo I en los relatos de la resurrección de Cristo no se implica tal doctrina. Al menos entonces por ahora, para la fecha en que Marcos escribió su evangelio tal lenguaje del primer día de la semana como el día del “eño día ue se ía aho a el reposo, no estaba en la boca de los discípulos, y no porque no se hubiera popularizado, sino porque tales ideas no eran ni siquiera de los apóstoles. 13.5.3 El Evangelio de Mateo – 60-70 d.C 369 No se sabe a ciencia cierta la fecha en que se hubiera podido escribir el Evangelio de Mateo, sin embargo yo he decidido asignarle una fecha probable entre el 60 y 70 d.C. En este Evangelio claramente se afirman tres hechos importantes: El primero es que el Señor no vino a abrogar la ley, sino a cumplirla. El segundo es que el día de reposo es definido en términos del séptimo día todavía. Y el tercer hecho bien claro es que el Señor resucitó el primer día de la semana, pasado el séptimo día. Entonces en el Evangelio de Mateo no encontramos fundamento ni insinuación de la do t i a del día del “eño o o p i e día de la se a a, i ste como nuevo día de reposo. 13.5.4 El Evangelio de Lucas – 60- 70 d.C Tanto el Evangelio de Lucas como su relato sobre la expansión del Evangelio en el imperio romano pudo haber sido escrito antes de la destrucción de Jerusalén, como también pudo serlo luego de este evento. No obstante yo me he inclinado por fecharlo entre el 60 y 70 d.C. Aunque no veo problema en fecharlo, por ejemplo, posterior a la destrucción de Jerusalén. ¿Qué aprendemos de la doctrina en cuestión según Lucas? En efecto dos cosas bien fundamentadas y claras: La primera es que Lucas afirma que el día de reposo era el séptimo día, y en lo que a esto respecta él no introduce ni insinúa cambio alguno. Antes bien, su lector Teófilo, fue informado sobre el mandamiento del día de reposo: Luc.23.55-56 Y las uje es ue ha ía e ido o l desde Galilea, siguie o ta i , vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento La segunda cosa bien clara que es descrita en este Evangelio es que nuestro Señor, nuestro Salvador, fue resucitado el día después del reposo, el primer día de la semana, igual que los demás evangelios lo relatan. Aquí todavía no había insinuación de que tal día se llamara el día del “eño o ue el primer día de la semana se constituyera como el nuevo día de reposo. Es más, esta última premisa es negada de manera implícita por la información que Lucas suministra a Teófilo. 13.5.5 El relato de los hechos de los apóstoles - 70 d.C 370 En este relato Lucas informa a Teófilo acerca de la expansión del Evangelio por Asia por medio de Pablo, quien incluso llegó a Roma a predicar. De esta información podemos ver con certeza y claridad algunos hechos importantes relativos a la doctrina que aquí estamos estudiando. El primero de ellos es que el día de reposo seguía siendo el séptimo día, tanto para judíos como para gentiles, es decir, que universalmente el día de reposo era el séptimo día. Digo para los gentiles también, porque algunos de éstos conocían la religión judía, la adoración a Yahweh, y sabían que los judíos, los circuncidados, reposaban el séptimo día. El segundo hecho que podemos extraer del relato de Lucas es que la iglesia gentil de Troas, se reunió un primer día de la semana para partir el pan, es decir, para celebrar la Mesa del Señor. Y esto Lucas lo informa sin insinuar siquiera que éste era el nuevo día de reposo, ni que tal día se llamaba el día del Señor. En el relato de Lucas el día de reposo es descrito como el séptimo día, esa es la información explicita. Y así mismo el día del Señor es el mismo día descrito por el profeta Joel, el día terrible y espantoso del Señor. Hec.2.19-21 Y da p odigios a i a e el ielo, Y señales a ajo e la tie a, “a g e fuego y vapor de humo; El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; Y todo aquel que invocare el nombre del “eño , se á sal o Así que si se le preguntara a Teófilo, con base en sus lectura del relato Lucano, cuál era el día del Señor, él no hubiera contestado: El primer día de la semana , si o el g a día de Dios, te i le espa toso , a e os ue hu ie a ot a fue te de i fo a ió ue e seña a que aparte de este día, había otro que también se llamara el día del “eño . Y así is o, si se p egu tase a Teófilo uál e a el día de eposo ¿No o testa ía El s pti o día ? 13.5.6 El libro a los Hebreos – 70 d.C Hay varias posibles fechas de escritura de esta carta. Si fue escrita por el apóstol Pablo como algunos lo sostienen, entonces este escrito fue seguramente escrito entre el 60 y 67 d.C; no me inclino por una fecha más temprana de escritura si fue Pablo, porque el mismo contenido de la carta muestra una iglesia hebrea que se había vuelto perezosa y que necesitaba animo y amonestación. No creo que con los apóstoles y Jacobo en Jerusalén éste fuera el estado de la iglesia. Aunque es posible que sí pudiera ser así. Pero el autor de 371 Hebreos no parece dirigirse a los apóstoles, sino a la iglesia para que se sujete a sus pasto es . Pero también es posible una fecha más tardía de escritura de esta carta, por ejemplo después de la destrucción de Jerusalén, y es que el autor de Hebreos insta a sus lectores a confiar ya no en el viejo pacto, en el culto antiguo, sino en el Nuevo Pacto; aunque en la misma misiva el autor parece estar hablando de un santuario terrenal que todavía está en pie: Heb.9.25 o pa a of e e se u has e es, o o e t a el su o sa e dote e el Luga “a tísi o ada año o sa g e aje a Sea cual sea el caso, una lectura de esta interesante y edificante carta nos deja ver algunos hechos bien claros. El primero de ellos es que esta comunidad hebrea y este escritor consideraban y ligaban el reposo del pueblo de Dios a un día, aunque también a un estado venidero: Heb.4.3-6 Pe o los ue he os eído e t a os e el eposo, de la a e a ue dijo: Po tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobedie ia Así que para la época en que fuera escrita esta carta el día de reposo era sin duda alguna el séptimo día, pero también un estado futuro. El segundo he ho ue se e ide ia es ue se e io a u día , este día, au ue o se llama aquí el día del Señor, es sin duda una referencia al día de la venida de Cristo, al Yom Yahweh: Heb.10.24-25 Y o side o os u os a ot os pa a esti ula os al a o a las ue as obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca Y el tercer hecho es que la iglesia es instada a reunirse no en virtud de que tal día sea el día de reposo o día del Señor, sino como un acto que contribuye a la estimulación a las buenas obras y el amor, tal como se lee en el anterior verso. Así que para la comunidad hebrea una propuesta de un cambio de día de reposo, y un título del p i e día de la se a a o o el día del “eño , hu ie a e ue ido ue a 372 información teológica para ser aceptado, pues al menos sus apóstoles y pastores no habían enseñado tal cosa para esta fecha. 13.5.7 El Evangelio de Juan – 90 d.C No sabemos con exactitud hacia qué fecha pudo haber sido escrito este evangelio, pero personalmente me inclino por la tradición de asignarle una fecha tardía, es decir, incluso después de la destrucción del Templo, entre lo 70 d.C y los 90 d.C. En su evangelio, un escrito reconocido por la iglesia como canónico, en lo referente a la doctrina que aquí estoy exponiendo, considero que podemos encontrar varios hechos claros. El primero de ellos es el hecho de que el día de reposo no sufrió ningún cambio, sino que los lectores de Juan comprendieron bien, cuál era el día de reposo, a saber el séptimo día: Jua.5.10 E to es los judíos dije o a a uel ue había sido sanado: Es día de reposo; no te es lí ito lle a tu le ho Jua.19.31 E to es los judíos, po ua to e a la p epa a ió de la pas ua, a fi de ue los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad , oga o a Pilato ue se les ue ase las pie as, fuese uitados de allí Así que, interesantemente para nuestro conocimiento, Juan no solo no describe el cambio de día de reposo del séptimo al primer día de la semana, sino que además, escribe a sus lectores describiendo cuál era el día de reposo en los días de Jesús, y que por la literatura canónica hasta la fecha de escritura de este evangelio no hay muestra de un cambio de día. El segundo es que se describe el nombre del día en que resucitó nuestro Señor con el nombre judío del día: El primer día de la semana. Jua.20.1 El p i e día de la se a a, Ma ía Magdale a fue de os u o, al sepul o; io uitada la pied a del sepul o aña a, sie do aú Sería adecuado aceptar que el primer día de la semana se llamara por los apóstoles o la iglesia o o el día del “eño , si algú es ito a ó i o dije a algo o o esto: El p i e día de la semana, el día del Señor, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepul o . Pe o el pu to es ue hasta el día de ho tal cosa no puede leerse, implicarse, insinuarse a partir de nuestro Canon Bíblico. 373 Para la fecha de escritura de este Evangelio, Juan no dijo ni insinuó en manera alguna que el día en que resucitó C isto, se lla a a el día del “eño , eso ue este e a gelio fue escrito posteriormente a la destrucción de Jerusalén, la fecha que yo me inclino por usar. ¿Los discípulos se reunían cada primer día de la semana a partir de la resurrección del Señor? Jua.20.19 Cua do llegó la o he de a uel is o día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, i o Jesús, puesto e edio, les dijo: Paz a osot os Jua.20.24-26 Pe o Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso e edio les dijo: Paz a osot os ¿Por qué el Señor no apareció a ellos otro día de la semana? ¿Por qué apareció ue a e te u p i e día de la se a a ? Pudo ha e varios posibles escenarios. He aquí dos de ellos: El primero es que los discípulos, los Doce, se reunieron cualquier otro día de la semana, incluyendo a Tomas, por ejemplo, el cuarto día de la semana, pero el Señor determinó aparecer a ellos, el primer día de la semana, a los ocho días de la resurrección, cuando los Doce estaban otra vez reunidos. Ese es un escenario. El segundo, es que los Doce, incluyendo a Tomas, no se reunieron sino hasta el segundo primer día de la semana después de la resurrección, es decir, a los ocho días del Señor haber resucitado, y solo en esta ocasión, estaría juntos los discípulos, y por tanto el Señor apareció este día a todos, incluyendo ahora a Tomas, quien no había creído en la resurrección del Señor. Lo que es seguro entonces es que los Doce estaban reunidos, ocho días después de la resurrección, un primer día de la semana ¿Por qué? La primera conjetura es que los apóstoles después de la resur e ió es ogie o el p i e día de la se a a pa a eu i se o di a ia e te pa a ado a al “eño esu itado. Esto tiene sentido, solo que no sabemos la base sobre la cuál los apóstoles decidieron reunirse el primer día de la semana y no otro. Además que al conocer la historia de la iglesia, vemos que en este día se comía la mesa del Señor, por lo que si los apóstoles a 374 penas después de la resurrección determinaron reunirse cada primer día de la semana, lo harían para celebrar la mesa del Señor, para comer el pan, pero aquí en este evangelio tal cosa Juan no vio necesaria aclararla o insinuarla. Es decir, por medio del Evangelio de Juan no sabríamos la razón por la que los apóstoles decidieron reunirse el primer día de la semana, si es que en realidad fue una determinación apostólica. La segunda posibilidad, es que el Señor mismo les hubiera señalado el día en que aparecería. Pero esto tampoco lo dice nuestro texto. Además que la tercera aparición de Jesús no se sabe qué día fue, y a Juan no parece importarle tal cosa. La tercera posibilidad es casual, es decir, sin la intención de establecer una norma para la iglesia de parte del Señor ni de los apóstoles, él apareció tal día a sus Doce que estaban reunidos nuevamente. Esto ultimo lo digo porque algunos de mis hermanos, ven en la este evento de que el Señor se haya manifestado dos primeros días de la semana consecutivos, y no otro día, una evidencia de que este primer día de la semana, sería un día especial para el Señor y para la iglesia, ya que fue el día en que Jesús determinó manifestarse, y por eso la iglesia apostólica, debería congregarse y comer el pan no otro día, sino este, el día en que Jesús se manifestó. Dos comentarios al respecto de esta propuesta teológica: El primero es que es una propuesta basada en una teoría especulativa, pues los datos tal como están escritos, no establecen ninguna norma, ningún estándar para la iglesia. Por supuesto, en la literatura canónica vemos que la iglesia se reunía ordinariamente el primer día de la semana, pero en ella, no hay evidencia de la razón por la que tal día fue escogido. El segundo, es que si se insiste en que este patrón de manifestación del Señor implica un establecimiento de reunión para la iglesia ordenado por el mismo Señor de manera implícita con sus apariciones ¿será que el Señor se apareció a sus discípulos por tercera vez otro primer día de la semana?: Jua.21.1-4 Despu s de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba a a e ie do, se p ese tó Jesús e la pla a; as los dis ípulos o sa ía ue e a Jesús Notemos que para esta tercera ocasión Juan ya no dice qué día o a los cuantos días después de su resurrección apareció. ¿Era este día un primer día de la semana? Por 375 supuesto que pudo ser un primer día de la semana. Lo que implicaría que Pedro y los otros fueron a pescar bien de noche, solo cuando el día de reposo había pasado ya, porque de haber salido de día a pescar estarían violando el día de reposo, el séptimo día. ¿Lo notan? Ahora bien, si el Señor apareció un primer día de la semana en esta tercera ocasión, sabemos entonces que no era un día de reposo, pues los discípulos trabajaron en él, pescando, como en cualquier día ordinario de trabajo: Jua.21.4-6 Cua do a i a a a e ie do, se p ese tó Jesús e la pla a; as los dis ípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces Yo noto que el énfasis de Juan en este relato no está en los días como tal, sino en las señales que él hizo manifestándose a sus discípulos, el hecho de que su primera y segunda apa i ió hu ie a sido u p i e día de la se a a , pe o o e esa ia e te su te e a aparición, para mí, es muestra de que el interés no es mostrar un día especial, sino remarcar el hecho de que él se apareció a sus discípulos. Jua.20.26-31; 21:1 O ho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos ju to al a de Ti e ias; se a ifestó de esta a e a… Usualmente se lee la parte subrayada como si Juan estuviera refiriéndose a todo el libro que él ha escrito, pero también puede decirse lo mismo de los eventos después de su resurrección, señales de que él había resucitado, y dice que en su libro no puede es i i las, pe o ue stas ha sido es ita pa a ue sepa os ue el p i e día de la se a a es el día del “eño día de eposo ¿Ve dad ue o es así? El i te s de Jua es este: pa a ue ea ue Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan ida e su o e ¿Lo ota ? Además que en otra literatura canónica se nos dice que el Señor estuvo con ellos cuarenta días después de su resurrección: 376 Hec.1.1-3 E el p i e t atado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios ¿Nota ue a e te el fasis de p ue as i du ita les apa e i doles ? El fasis no está en la regularidad de sus apariciones sino en que él se apareció, y Juan cuenta que hubo dos apariciones que sucedieron un primer día de la semana: El mismo día de su resurrección y a los ocho días, cuando los Doce estaba reunidos para amonestar a Tomas. Así que, en lo que a mí respecta, no es que quiera ser renuente a aceptar que el Señor está esta le ie do o su egula idad de apa i io es el día del “eño , si o ue o eo evidencia de ello. Asumir que por el hecho del Señor haberse aparecido dos primer día de la semana, para mí, a la luz de toda la Es itu a o uest a ada si o ue el “eño se apa e ió esu itó ¡Alelu a! Ahora bien, si un hermano quiere ver en estos dos primeros días de la semana seguidos una evidencia de ue este día fue esta le ido o o el día del “eño ¿Quién soy yo para impedírselo? Solo que su lectura no puede ser tomada como apostólica, autoritaria y doctrinal para la iglesia. Es su lectura, pero no es sostenible en la Escritura. El Evangelio de Juan no registra en la historia la doctrina del día de resurrección o o el día del “eño . Así que una lectura llana, clara, sin acomodación de los textos del Evangelio, no da e ide ia algu a de ue e la e te de Jua a el p i e día de la se a a fue a el día del “eño , u ho e os ue tal día hu ie a sucedido al séptimo día como reposo. 13.5.8 La profecía de Juan 90 – 95 d.C La mayoría de eruditos fecha el Apocalipsis de Juan hacia finales del primer siglo, lo que lo convertiría en el último libro canónico en ser escrito. Este libro trata de la revelación de Jesucristo, que involucra a la persona de Cristo, pero también los eventos que han de aparecer pronto, donde Cristo es su principal protagonista. Este libro es una muestra clara de la obra de Dios en la historia de la humanidad, en la que él es Salvador por medio de Cristo, pero también Juez igualmente por medio de su Hijo. Apo.1.1-10 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y 377 de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia Laodi ea ¿A ué día del “eño se esta a efi ie do Jua e su escrito? Este punto ya lo he tratado ampliamente, y he mostrado que por la evidencia contextual, histó i a, teológi a lite a ia, la espuesta i e uí o a es el día es atológi o del “eño , el Yom Yahweh profetizado por los profetas de Israel. Ese es el punto de partida. - ¿Se refiere Juan al primer día de la semana? “i e a go, uest a iglesia, po u hos siglos ha i te p etado esta efe e ia o o al p i e día de la se a a e ue la iglesia se eu ía a o e el pa . Pero esta manera de lectura solo es posible si para la época en que Juan escribió su carta, a las iglesias de Asia l is o, usa a el día del “eño o o título del p i e día de la semana. Y ya se mostró con evidencia canónica que el día del Señor tanto para los apóstoles, como para las iglesias de la era apostólica, el día del “eño , e a el día ue los e e tes esperaban para heredar el reino de Dios, era el gran día escatológico de Cristo, y no el primer día de la semana. Se mostró con evidencia, que los apóstoles y las iglesias de Asia llamaban al primer día de la semana, al hemera helios griego, o o o el día del “eño , si o o o el p imer día de la se a a , su o e judío. 378 Así que por el contexto literario e histórico de aquella época, es imposible demostrar que Juan estaba refiriéndose al primer día de la semana. Y más bien, es posible mostrar cómo el día del Señor es en realidad el día de Cristo, su gran día en que regresará. Y lo que es más importante todavía es que Juan no hace ninguna relación al primer día de la semana, pues l e plí ita e te o di e ue l esta a o llegó a esta e el Espí itu e el día del “eño , o sea, el p i e día de la se a a . Leer que Juan estaba refiriéndose a el primer día de la semana supone que Juan y la iglesia ya tenía tal título para el primer día de la semana. ¿Qué evidencia hay? No la ha habido en dos mil años, y con la confianza humilde, puedo decir que no la habrá. El Apo alipsis o egist a la do t i a del p i e día de la se a a o o día del “eño e os o o día de eposo . Así que Juan, en ninguno de sus escritos, canónicos para nosotros, enseña o insinúa la do t i a del día del “eño o o p i e día de la se a a, e os ste últi o o o día de reposo. Aho a ie , si algu o de ustedes au así, desea lee el día del “eño o o si Jua se estu ie a efi ie do al p i e día de la se a a ¿Qui so o pa a i pedi su deseo? Lo único es que se comprenda que tal lectura no es exegética, sino eiségesis, y debe ost a se ue el día del “eño a e a pa a a uella po a el p i e día de la se a a , creo, por lo que he escrito acá, que tal cosa es imposible. 13.5.9 El día del “eño o o el p i e día de ada se a a o o día de eposo no es una doctrina predicada por los apóstoles de Cristo. Hermanos míos, en este tratado estoy esforzándome por seguir la evidencia bíblica, apostólica e histórica (canónica) de la doctrina de que el primer día de cada semana se pueda titula o de e ho p opio o o el día del “eño ue tal día sea el día de eposo para la humanidad a partir de la resurrección del Señor, y hasta ahora no he encontrado una articulación exegética y teológica de tal doctrina por parte de la iglesia. Más bien, la Escritura con sus datos claros, verificables e inequívocos, me permite afirmar con humildad y confianza en que estoy hablando la verdad, que el día de reposo es el séptimo día, que el primer día de la semana era el día en que ordinariamente la iglesia de la edad apostólica comía la mesa del Señor, y que el día del Señor era el evento futuro que tendrá lugar cuando Cristo venga en gloria. 379 Po ta to, la do t i a del p i e día de la se a a o o día de eposo, o o día del “eño o es e dade a e ua to al E a gelio se efie e. Nuest o Ca o ha ha lado. El Espíritu ha dado testimonio. 13.6 La Didache de los Apóstoles – 70 d.C – 150 d.C Hago mención aquí de la Didache, dado que hay hermanos santos que afirman que ésta fue escrita hacia el 70 d.C, y que en ella se menciona la idea del primer día de la semana o o el día del “eño : Didache 14:1 El día del Señor reúnanse para partición del pan y la acción de gracias, despu s de ha e o fesado sus pe ados, pa a ue sea pu o su sa ifi io Al respecto, permítanme decir únicamente dos cosas: La primera es que este texto no es canónico, y por tanto carece de autoridad espiritual, apostólica, y por ende, divina para señalar a la iglesia cuál ha de ser su fe y su doctrina. ¿Aceptan ustedes a La Didache como un texto canónico? ¿La Didache juzga el Canon? ¿O el Canon juzga la enseñanza de la Didache? Yo ya tomé mi decisión. Ustedes han de tomar la suya. Y la segunda cosa, es que ya sabemos que evidentemente los autores de La Didache, quienes quieran que hayan sido, o quien quiera que haya sido, jamás mencionó la frase el día del Señor: Didache 14:1 “Κατὰ ξαλδ α ” υρ α ὴν δὲ υρίου νθαξγ θ μΝ εζ α Ν λ κθΝ εα Ν 1 Por tanto, no podemos afirmar que la Didache, así haya sido escrita en el 70 d.C, e io ó algu a ez la f ase el día del “eño , jo he e a ku iakos o jo he e a ku ios . 13.7 La Carta a los Magnesios – 110 d.C A diferencia de la Didache, la carta de Ignacio, aunque no es un escrito canónico sí se puede fechar con buena certeza hacia el 110 d.C. Se dice que la ocasión de escritura de esta carta fue de camino a Roma, donde Ignacio sería martirizado por su fe en Cristo. En esta y otras cartas Ignacio deja ver cuál era su teología en varios aspectos, como puede por ejemplo leerse en el Apéndice D. Respecto a este escrito, diré algo similar a lo que observé sobre la Didache: 380 Ignacio, aunque es un hermano en Cristo, no obstante, no fue infalible en cada uno de sus escritos ¿O sí? Así que, así como yo mismo estoy sujeto al Canon, del mismo modo, Ignacio ha de ser analizado como maestro con base en las Santas Escrituras. Y en segundo lugar, ya sabemos que Ig a io ja ás e io ó la f ase el día del “eño , que aun si la hubiera mencionado, este acto hubiera devenido en una distorsión de la teología evangélica. Obviamente, no fue así. Más bien, los traductores son los responsables de insertar una idea en el escrito de Ignacio que él no dijo ni insinuó. Fue un error, aunque quizá la intención haya sido la mejor. 13.8 Justino Mártir - 150 d.C A nadie es lícito participar de la Eucaristía si no cree que son verdad las cosas que enseñamos, y no se ha purificado en aquel baño que da la remisión de los pecados y la regeneración, y no vive como Cristo nos enseñó. Porque no tomamos estos alimentos como si fueran un pan común o una bebida ordinaria sino que, así como Cristo, nuestro salvador, se hizo carne por la Palabra de Dios y tuvo carne y sangre a causa de nuestra salvación, de la misma manera hemos aprendido que el alimento sobre el que fue recitada la acción de gracias que contiene las palabras de Jesús, y con que se alimenta y transforma nuestra sangre y nuestra carne, es precisamente la carne y la sangre de aquel mismo Jesús que se encarno. Los apóstoles, en efecto, en sus tratados, llamados Evangelios, nos cuentan que así les fue mandado, cuando Jesús, tomando pan y dando gracias, dijo: Haced esto en conmemoración mía. Esto es mi cuerpo; y luego, tomando del mismo modo en sus manos el cáliz, dio gracias, y dijo: Esta es mi sangre, dándoselo a ellos solos. Desde entonces seguimos recordándonos siempre unos a otros estas cosas; y los que tenemos bienes acudimos en ayuda de los que no los tienen, y permanecemos unidos. Y siempre que presentamos nuestras ofrendas alabamos al Creador de todo por medio de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo. El día llamado del sol se reúnen todos en un lugar, lo mismo los que habitan en la ciudad que los que viven en el campo, y, según conviene, se leen los tratados de los apóstoles y los escritos de los profetas, según el tiempo lo permita. Luego, cuando el lector termina, el que preside se encarga de amonestar, con palabras de exhortación, a la imitación de cosas tan admirables. Después nos levantamos todos a la vez y recitamos preces; y a continuación, como ya dijimos, una vez que concluyen las plegarias, se trae pan, vino y agua: y el que preside 381 pronuncia con todas sus fuerzas preces y acciones de gracias, y el pueblo responde «Amén»; tras de lo cual se distribuyen los dones sobre los que se ha pronunciado la acción de gracias, comulgan todos, y los diáconos se encargan de llevárselo a los ausentes. Los que poseen bienes de fortuna y quieren, cada uno da, a su arbitrio, lo que bien le parece, y lo que se recoge se deposita ante el que preside, que es quien se ocupa de repartirlo entre los huérfanos y las viudas, los que por enfermedad u otra causa cualquiera pasan necesidad, así como a los presos y a los que se hallan de paso como huéspedes; en una palabra, él es quien se encarga de todos los necesitados. Y nos reunimos todos el día del sol, primero porque en este día, que es el primero de la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia; y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos. Le crucificaron, en efecto, la víspera del día de Saturno, y al día siguiente del de Saturno, o sea el día del sol, se dejó ver de sus apóstoles y discípulos y les enseñó todo lo que hemos expuesto a vuestra consideración 2 Apología de Justino, Capítulo 66 - 67. Énfasis mío. Hermanos míos, difícilmente se puede señalar que la denominación del primer día de la semana, el día del sol segú el ale da io o a o se ha a de o i ado el día del “eño desde los padres de la iglesia. Según Justino, (no los escritos canónicos) la iglesia se reunía para celebrar su asamblea el primer día de la semana por dos razones básicas: Porque Dios hizo el mundo un primer día de la semana; y porque dicho día el Señor resucitó. La teoría de Justino es interesante, lo que no sé es si alguno de ustedes la cataloga como bíblica ¿De verdad la iglesia apostólica celebraba su reunión el primer día de la semana porque un dicho día como ese el Señor resucitó? Al menos no sabemos porqué los apóstoles optaron por comer la mesa del Señor dicho día, además que sabemos que nuestros apóstoles siguieron guardando la ley al menos hasta que se fue esclareciendo el evangelio de Dios, en que uno era justificado por la fe sin las obras de la ley. Por lo que el comer la mesa del Señor los primeros días de la semana, no necesariamente correspondería con una celebración apostólica inmediatamente adoptada cuando nuestro Señor resucitó. Y aun si fuera así, si fuera que la iglesia apostólica determinó comer la mesa del Señor el primer día de la semana porque un día como ese resucitó el Señor, aun así, Justino no llama en su defensa de la fe a tal día el día del “eño . 13.9 La controversia sobre la Celebración de la Pascua 382 El punto en la controversia de la Iglesia del siglo II, era que asumiendo que el Señor había ordenado, no solo que se celebrase la Mesa de Señor, sino la Pascua en su honor, entonces la Iglesia debía perpetuar tal práctica. Sin embargo, una de las controversias que hubo en nuestra iglesia sobre este asunto, era si se celebraría de acuerdo al calendario judío, o si se haría mediante otro calculo de días, de tal manera que la celebración anual del día de resurrección se celebrara precisamente, u día del “eño , es de i , el día de esu e ió del “eño . A esta controversia se le llamó la Controversia Quincuagesimal, y el punto que nos concierne acá es que al día de resurrección del Señor, celebrado cada año, se le llamaba por alguna razón desconocida el día del Señor, o bien, fue en esta controversia que la ele a ió a ual del día de esu e ió de C isto, se lla ó El día del “eño , al pu to e que cada primer día de la semana, se le fue anotando ese mismo nombre, con el propósito de no perder de vista que tal día es el día del Señor. Para una mejor comprensión de esta controversia, es menester el acceso a la literatura de los padres eclesiales de la antigüedad, cosa que al menos para mí, por ahora es muy difícil. Sin embargo, si alguno de ustedes cuenta con la literatura ante - nicena, y puede facilitármela de alguna manera para poder investigar más a fondo desde cuándo se llama a tal día de resurrección, y en base a qué doctrina apostólica, con gusto la recibo. A continuación, adjunto un texto no disponible en español, que da luz acerca de esta situación: (no disponible en español) https://books.google.com.co/books?id=XTXGpXLtnSsC&pg=PA149&lpg=PA149&dq=not +be+lawful+to+celebrate+the+Lord%27s+mystery+of+the+Passover+at+any+other+time +but+on+the+Lord%27s+day&source=bl&ots=LYmp_NuUkT&sig=4c6Vr_5HTOIWQAjCk3 sWg8Wales&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwj2m7Xh7qLXAhWBSSYKHbbCCz8Q6AEIJDAA#v= snippet&q=lord's%20day&f=false 13.10 El Concilio de Elvira - 303 – 314 D.C XXI De his qui tardius ad ecclesiam accedunt. Si quis in ciuitate positus tres Dominicas ad e lesia o a esse it, pau o te po e a sti eatu , ut o eptus esse uideatu 21. Sobre los que raramente acuden a la iglesia Si alguien, que vive en ciudad, no acude a la iglesia durante tres domingos, se abstenga [de la comunión] por un poco de tiempo, para que se ea ue ha sido o egido 3 383 Sin embargo, es de notarse que el texto aquí usado no se representa el original, sino uno que fuera redactado ya a finales del Siglo IV.4 Entonces, es posible que aun esta traducción denomine al día de congregarse para comer la mesa del Señor como Dominicas, no porque así su texto original lo dijera sino porque, o o ha su edido o ot os a us itos, los t adu to es ha he ho la a la a ió de cual fuera tal día. 13.11 El decreto de Constantino – 321 d.C En el año 312 d.C, no necesariamente en su fe religiosa como cristiano, sino ejerciendo potestad como gobernante del imperio romano, Constantino el grande decretó que el día del sol (no el día del Señor), en su imperio hubiera cesación de algunas actividades: En el venerable día del Sol, que los magistrados y las gentes residentes en las ciudades descansen, y que todos los talleres estén cerrados. En el campo, sin embargo, que las personas ocupadas en la agricultura puedan libremente y legalmente continuar sus quehaceres, porque suele acontecer que otro día no sea apto para la plantación o de viñas o de semillas; no sea que por descuidar el momento propicio para tales operaciones la liberalidad del cielo se pierda. Dado el séptimo día de marzo, Crispo y Constantino siendo cónsules cada u o de ellos po segu da ez Codex Justinianus, lib. 3, tit. 12, 3; Philip Schaff, History of the Christian Church, Vol. 3 (1902), p. 380, note. (en inglés)</ref> 5 Énfasis mío. Nótese que Constantino llama al día del Sol (el primer día de la se a a , el e e a le día del “ol , lo ual deja e ue pa a este o e to el I pe io toda ía e o o ía a tal día po su nombre pagano: El día del Sol (Dies Solis). Notemos que en realidad este decreto no tiene como fundamento razón evangélica alguna, sino meramente gubernamental. 13.12 La Constitución de los Apóstoles – 380 d.C En una obra cristiana del siglo IV, que constituiría una supuesta tradición de los apóstoles se hace ya mención del día del Señor (aunque no en todas sus copias). 6, 7 Constitución de los Apóstoles, Libro II, artículo 59: When thou instructest the people, Bishop, command and exhort them to come constantly to church, morning and evening, every day, and by no means to forsake it on any account, but to assemble together continually; nor to diminish the church by 384 withdrawing themselves, and causing the body of Christ to be without its members. For it is spoken not only concerning the priests, but let every one of the laity hearken to it, as concerning himself; considering that it is said by the Lord, He that is not with me is against me, and he that gathereth not with me scattereth abroad. Do not ye, therefore, scatter yourselves abroad, who are the members of Christ, by not assembling together; since, according to his promise, ye have Christ, your Head, present, and communicating to you. Be not careless of yourselves, nor deprive your Saviour of his own members, nor divide his body, nor disperse his members, nor prefer the occasions of this life to the Word of God; but assemble yourselves together every day, morning and evening, singing psalms, and praying in the Lord's house, in the morning saying the sixty-second psalm, and in the evening the hundred and fortieth; but principally on the Sabbath-day, and on the day of our Lord's resurrection, which is the Lord's day, meet more diligently, sending up praise to God that made the universe by Jesus, and sent him to us, and condescended to let him suffer, and raised him from the dead. Otherwise what apology to God will he make, who doth not assemble on that day to hear the saving word concerning the resurrection? On which day we pray thrice, standing, in memory of him who arose in three days; and on which are the reading of the prophets, the preaching of the gospel, the oblation of the sacrifice, a d the gift of the hol food 8 Como este documento está redactado principalmente para una audiencia latinoamericana, me veo en la necesidad de hacer una traducción del texto que citado arriba: Cuando instruyas al pueblo, Obispo, mándales y exhórtales a venir constantemente a la iglesia, en la mañana y en la tarde, cada día, y por ningún motivo abandonarla, sino reunirse continuamente; no descuides a la iglesia por el retiro de sus miembros, y causando que el cuerpo de Cristo esté sin sus miembros. Porque es dicho no solo respecto a los sacerdotes, sino que cada uno de los laicos lo escuche como para sí mismo; o side a do ue es di ho po el “eño : El ue o está o igo, está o t a í, uie o e oge o igo, despa a a . Po ta to, o despa ramen ustedes a los que son miembros de Cristo, por no reunirlos juntos; por tanto, de acuerdo a su promesa, ustedes tienen a Cristo, su cabeza, presente, y comunicándose a ustedes. No sean descuidados de ustedes mismos, ni priven a su Salvador de sus miembros, ni dividan su cuerpo, ni dispersen sus miembros, ni prefieran las ocasiones de esta vida para la palabra de Dios; sino reúnanse juntos cada día, mañana y tarde, cantando salmos, y orando en la casa del Señor, en la mañana el salmo sesenta y dos, y en la tarde el ciento cuarenta; pero principalmente en el día de Sabbath (reposo), y en el día de la resurrección de nuestro Señor, el cual es el día del Señor, reúnanse diligentemente, levantando alabanzas a Dios que hizo el universo por Jesús, y lo envió a nosotros, y le permitió sufrir, y lo levantó de los 385 muertos. De otro modo, ¿Qué defensa él hará delante de Dios, de quien no se reúne en ese día para escuchar la palabra salvadora concerniente a la resurrección? En el día nosotros oramos tres veces, de pie, en memoria de aquellos tres días; y en el cual son leídos los profetas, la predicación del evangelio, y la oblación del sacrificio, y el don de la o ida sa ta T adu ió p opia. Suponiendo que este libro fuera escrito previamente a su fecha adoptada (siglo IV), como es sostenido por algunos cristianos, entonces el libro mismo ordenaría que los cristianos se congregaran cada sábado, además del día del Señor, el día de la resurrección de Cristo. ¿Lo notan? Ahora bien, si entrar a revisar la legitimidad de la traducción de este texto, y suponiendo ue ha e e ió del día del “eño , e este is o, el auto e al a uál se ía ese día: El día de la resurrección del Señor. Ahora bien ¿Con que derecho canónico pudo este escritor hacer semejante declaración? Sucede como hasta el día de hoy: Sin ninguno. Es una designación propia. Ya sea de un autor de mediados del siglo II, ya sea de un autor del siglo IV. El punto sigue siendo el mismo: No se trata de cuán antigua es esta doctrina, sino de si en verdad puede se lla ada o de e ho í li o apostóli a o e a g li a . Ese es el pu to de este tratado. 13.13 Las epístolas decretales de los papas Se requiere más investigación, pero algunos historiadores, muestras que la observacia del Domingo (día del Señor) fue reforzada mediante actas decretales de los Papas, por ejemplo Gregorio II: De eta os ue todos los Do i gos sea ue se a ste ga de todo t a ajo ilegal 9 ele ados desde la íspe a hasta la íspe a 13.14 Carlo Magno y el día del Señor como cumplimiento del Cuarto Mandamiento Una cosa, por la evidencia, puede deducirse, y es que al menos hasta entrada la Edad Media, el día del “eño asado e la Le del A tiguo Testa e to, o e a u a apela ió de la iglesia. Sin embargo, con Carlo Magno, devoto emperador cristiano, pero falible en su teología, un cambio comenzó a darse. 386 En 788 d.C, Carlo Magno prohibió toda labor ordinaria por considerarse una violación contra el Cuarto Mandamiento. Así que, desde aquel momento, en la Edad Media, se fue reforzando la idea de guardar el día domingo, en consonancia de la observancia del Cuarto Mandamiento. 10 13.15 Los reformadores Como lo he expuesto hasta ahora, nuestros reformadores no crecieron en un vacío teológico, sino que para su época ya mucha doctrina cristiana estaba erigida y establecida, u a de tales do t i as e a a uella ue te ía ue e o el día del “eño . Por supuesto, dado que el interés de los Reformadores era sostener la doctrina de la Iglesia, no en la tradición, sino en la exegesis bíblica, los reformadores no apelaron a los padres apostólicos ni a los concilio, y meno al papa, para sostener la legitimidad del día del Señor, sino que lo hicieron apelando a los textos bíblicos. Y con esa contribución es que hoy día, podemos ver que tal doctrina en efecto no era ni cristiana ni apostólica. 13.16 EL Domingo en el siglo XXI A la fecha, hay creyentes que siguen sosteniendo que el primer día de la semana, es el día de reposo instituido por Dios para el pueblo de su Nuevo Pacto, día que en la Escritura se llama el día de reposo, y día que se observa también por la obligación de guardar el Cuarto Mandamiento, por ejemplo, Sam Waldron y John Piper. 13.17 Un recuento histórico confirma lo distorsiva que es esta doctrina Así que este breve recuento nos deja ver que este mito del Domingo como día de reposo cristiano ha venido erigiéndose siglo tras siglo en la iglesia cristiana (aunque no siempre aceptado por todos). Ahora bien, la aclaración de esta doctrina del día del “eño i pli a ue ha a ias doctrinas que deben entonces reevaluarse, puesto que esta doctrina funciona como una u e ue pe ite ue ot as do t i as sea e señadas o o si fue a e dad, ua do en realidad no lo son ¿Recuerdan a Sam Waldron y su confusión? Por tanto, a continuación, hago las respectivas implicaciones del hecho de saber y tener certeza de que el primer día de la semana no es un día de reposo y tampoco puede legítima e te lla a se el día del “eño . 387 14. CONCLUSIONES EVANGÉLICAS DE LA CLARIDAD APOSTÓLICA DE LA DOCTRINA EN CUESTIÓN Hermanos míos, habiendo expuesto en este tratado la evidencia canónica, históricaapostólica de la doctrina del Señor en lo que respecta a esta enseñanza antigua de nuestra amada iglesia, he podido llegar a una serie de conclusiones definitivas que quiero poner de manifiesto, esperando que traigan claridad, crecimiento y salud a la iglesia cristiana católica, reformada y ortodoxa, y a todos aquellos que hasta el día de hoy siguen pe sa do o u i a do ue el p i e día de la se a a o Do i go es el día del “eño , y que es un día de reposo, o incluso, el día de reposo ordenador por el Señor para su pueblo del Nuevo Pacto. He aquí las conclusiones: 14.1 El día de reposo fue, es y será en tanto dure esta creación el séptimo día Esta es la gran primera y gran evidente conclusión y hecho que uno puede con humildad confiar con base en la literatura canónica que es verdadera, y es que en efecto, el día de reposo que Dios bendijo en la creación, que ordenó en el Decálogo, es sin lugar a dudas el séptimo día, también conocido en nuestra cultura como sábado. Y este día de reposo, este sábado no ha sido modificado por el Padre de la gloria, tampoco por nuestro Señor Jesucristo, ni por el Santo Espíritu. Tampoco los apóstoles insinuaron un cambio o sustitución del día de reposo, y ningún escrito de nuestro canon bíblico si quiera contempla la idea. Por eso, podemos decir con confianza que hay un día de reposo ordenado en la Ley, y este día es el séptimo día, y hasta ahora el Santo Dios no lo ha cambiado ni modificado. 14.2 Nuestro Señor Jesu isto esu itó el p i e día de la se a a Es inequívoca la evidencia canónica de que nuestro Señor fue sepultado antes de comenzar el día de reposo, y que nuestro Señor estuvo en la tumba todo el sábado de esa semana en la que se estaba celebrando la fiesta de los panes sin levadura, y también es inequívoco afirmar que un día después del día de reposo, el día inmediatamente siguiente, conocido y denominado en la cultura judía o o el p i e día de la se a a , uest o Señor Jesucristo fue levantado por su Padre celestial de entre los muertos. ¡Aleluya! Esto da fe y evidencia de que nuestro Señor cumplió la profecía de que él moriría y resucitaría al tercer día, pues así es como los evangelios lo relatan. ¡Nuestro Señor es Salvador! 14.3 Nuestro Señor instituyó la conmemoración de su muerte hasta que él mismo regrese 388 El día antes de que nuestro Señor en que fue crucificado, en aquella noche, nuestro Señor celebró su última pascua con sus discípulos, y les encargo perpetuar esta comida hasta que él volviera a comerla nuevamente cuando venga el reino de Dios. Y así debe seguir siendo hecho por la iglesia en tanto el Señor no haya regresado. 14.3.1 La iglesia gentil apostólica (y posiblemente también la judía) celebraban cada noche del primer día de la semana la Mesa del Señor. Dado que el Señor estableció una comida, con pan y vino, es coherente el hecho de que en las casas y en las iglesias se partiera el pan y se diera a beber el vino en la noche, pues era una comida, una cena, no un alimento del día, y ni siquiera un desayuno. Era la Cena del Señor. Ahora bien, nuestra iglesia en los días de los apóstoles tenía un patrón de celebración y era de hacerlo cada ocho días y el día elegido u ordenado para esta comida era el primer día de la semana. 14.3.2 No tenemos evidencia del porqué nuestra iglesia se reunía cada noche del primer día de la semana para comer el pan ¿Por qué la iglesia comía el pan y bebía la copa de bendición este día y no otro? Hasta donde nosotros podemos leer nuestra literatura canónica la respuesta no la sabemos, no se nos informa la razón de este acto. Sin embargo, si alguno de ustedes cree tener evidencia escritural del porqué se escogió tal día, para mí sería un gusto conocer tal proposición. 14.4 El día del Señor en nuestra literatura apostólica y canónica, normativa para la fe cristiana, es el nombre del periodo profético en que el Señor regresará para juzgar al mundo y salvar a su pueblo. En nuestra Sagrada Escritura, el día del Señor, el Yom Yahweh, es aquel tiempo en que se llevará la resurrección de los muertos y el juicio universal, eventos que estarán marcados por la aparición gloriosa de nuestro Dios y Señor Jesucristo. ¡Es el día que viene! 14.4.1 El p i e día de la se a a o fue de o i ado el día del “eño apóstoles ni por la iglesia de la era apostólica. po los Como era inequívoco cuál era el día del Señor, no se puede afirmar ni insinuar que los apóstoles denominaban al día ordinario de comer la mesa del Señor, al primer día de la semana, como el día del “eño . 389 Tampoco la iglesia, al menos no la de los días de los apóstoles, llamaban al primer día de la se a a, el día e ue o ía la Mesa de C isto, el día del “eño . De esto da fe la Escritura. 14.4.2 No ha dos días del “eño e la fe istia a, solo u o: El Día del “eño Por tanto, así como en uest a lite atu a a ó i a o ha dos días del “eño , u o el día es atológi o , ot o el p i e día de la se a a , e to es ta po o e uest a fe, uest a ida, uest a eligió , de e ía ha e dos días del “eño , si o solo u o, el ue nuestra literatura canónica revela: Yom Yahweh, Jo hemera kurios, jo hemera kuriakos, el día del Señor, su día de juicio y salvación en la venida de nuestro Dios Jesucristo. 14.4.3 Fue y es errático y extra – apostólico denominar al primer día de la semana o o el día del “eño Puesto ue la e ide ia de uest a ue el día del “eño , jo hemera kurios y hemera kuriakos, era un termino que hacía referencia al día de Cristo, al día escatológico del Señor, entonces haber usado ese término para aplicarlo a otra realidad, en este caso a un día ordinario de la semana, o al día en que resucitó el Señor, aun cuando haya sido con ue a i te ió , fue u a a ió e áti a, po ue el t i o el día del “eño ha e efe e ia a u a ealidad espe ifi a pa ti ula : El g a día de Dios . Su uso para designar otra realidad resultó en confusión para la iglesia, como es evidente hasta el día de hoy en la iglesia de Cristo. Así que, no se ha hecho bien en usar este término para referirse a otro día que no fuera el Yom Yahweh, el día del Señor propiamente. Pero no solo ha sido errático, sino que incluso puede catalogarse como distorsivo, es decir, una enseñanza que desvía la doctrina de los apóstoles. En los días de Pablo, hubo una enseñanza de ue el día del “eño a ha ía llegado, l tuvo que corregirla. Así también el apóstol Pedro escribió que habría burladores de la e ida del “eño , ue po d ía e duda su e ida, l tu o ue e o da ue el día del “eño e d á. 2Te.2.1-2 Pe o o espe to a la e ida de uest o “eño Jesu isto, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, e el se tido de ue el día del “eño está e a 2Pe.3.1-4 A ados, esta es la segu da a ta ue os es i o, e a as despie to o exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que 390 antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas pe a e e así o o desde el p i ipio de la ea ió Ahora bien, ¿cómo hubieran respondido nuestros apóstoles a los maestros que ahora llamaban al p i e día de la se a a el día del “eño ? A lo e os, o fusa . Cuando digo extra – apostólico, lo digo en el sentido de que se desvía, se aparta de la do t i a de los apóstoles, pa a uie es el día del “eño o e a el p i e día de la semana, sino el día de Cristo. Por eso esta doctrina es extra – apostólica. 14.4.4 Denominar al primer día de la semana como el día del “eño herejía o es u a Al ha e de o i ado el día del “eño al p i e día de la se a a, al día e ue se o ía la mesa del Señor o el día de la resurrección de Cristo, nuestros obispos hicieron algo extra – apostólico y también algo distorsivo, algo que promovió hasta el día de hoy una confusión en la iglesia. Pero con todo esto, al menos yo mismo, no creo y no veo evidencia de que en esto nuestros obispos hayan enseñado herejía alguna, pues este mal uso del término, no significaba que nuestros pastores estaban negando la realidad del día del Señor, es decir, de la futura venida de Cristo, lo cual si se negara, sí sería una herejía, una negación de un elemento fundamental de nuestra fe cristiana. Así que haber titulado al día de comer la mesa del “eño o o el día del “eño o fue una decisión acertada, sino más bien desafortunada para la fe cristiana, pero aun así, no fue una negación del Evangelio, no fue una herejía. 14.5 El día de reposo no es el primer día de la semana Puesto que el día de reposo bendecido por Dios cuando descansó en la creación, cuando cesó de ella, fue inequívocamente el séptimo día; y por cuanto fue este día el que fuera ordenado en la Ley del Sinaí; y por ser este el día de reposo por el que se reprendió a Israel; y dado que este día no ha sido sustituido ni modificado para que otro día llegue a ser día de reposo, o el día de reposo; entonces el día de reposo sigue siendo el séptimo día y no otro día. En vista de esto, el primer día de la semana llamado así por los hebreos, que los griegos llamaban hemera helios, que en latín se llamaba deis solis (día del sol), que por el uso 391 eclesial y su influencia en la cultura llegó a llamarse popularmente Deis Dominicus (Día del Señor), y que en nuestro castellano llamamos Domingo, no es el día de reposo. Así que nuestro Domingo no es el día de reposo ordenado en la ley ni establecido por Dios en la creación. El primer día de la semana no es el día de reposo. El día de reposo es el séptimo. 14.5.1 Afirmar un cambio del día de reposo es una profanación Por un momento pensemos qué sería de un profeta de Israel que de suyo propio, de su pura especulación enseñaría a Israel que el día de reposo había cambiado por otro día, cuando en realidad nunca fue así. Por lo menos, el tal profeta sería denunciado por los enviados de Dios como un falso profeta por hacer pecar al pueblo de Dios. Ahora bien, por la concertación del Nuevo Pacto el día de reposo no ha cambiado. Es decir, al día de hoy, todavía es una profanación sugerir un cambio de día de reposo cuando Dios no ha hecho tal cosa. 14.6 Si la Iglesia de Jesucristo, judía y gentil debe guardar El Decálogo, Los Diez Mandamientos, entonces la iglesia cristiana ha de guardar el reposo del séptimo día. Ahora bien, si es verdad que la iglesia de Cristo, tanto judía como gentil, ha de guardar Los Diez Mandamiento, el Decálogo, como fue entregado por el dedo de Dios mismo a Moisés, entonces los pastores que sostienen tal doctrina, tanto católicos como evangélicos, han de reposar el séptimo día y así deberían enseñarlo a la iglesia cristiana. Es decir, que si es cierto que nosotros los creyentes debemos guardar el Decálogo, llamado la ley moral de Dios (por nuestros teólogos pero no por los apóstoles), entonces uno puede esperar lógicamente que la iglesia de Cristo repose el séptimo día y no otro, ya que en la ley está supremamente claro no solo que se ha de reposar, sino el día en que se ha de hacer: No el primer día de la semana, sino el séptimo día, que en nuestras culturas se o o e o o “á ado , o e los países a glosajo es “atu da . 14.6.1 Si la iglesia cristiana ha de guardar Los Diez Mandamientos, entonces la iglesia cristiana ha infringido el Cuarto Mandamiento. Ahora bien, no necesito dar evidencia textual, pues para ninguno de ustedes es un misterio que la gran mayoría de iglesia cristiana desde la época de los padres eclesiales (desde los días del ministerio Paulino) no ha observado el reposo del séptimo día, por diversas razones, siendo una de ellas, el supuesto cambio de día de reposo. 392 Pero dado que tal cambio o nuevo establecimiento de un nuevo día de reposo no existió jamás, sino que el día de reposo siguió siendo el séptimo, entonces la iglesia cristiana, en vista de su supuesta obligación del Decálogo, ha infringido deliberadamente el Cuarto Mandamiento, ha violado la Ley de Dios. 14.6.2 Si la iglesia cristiana ha de guardar Los Diez Mandamientos, habiendo quebrantado el día de reposo, se ha expuesto al castigo eterno de Dios. Pablo es inequívoco en esto: Rom.2.5-13 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios. Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justifi ados Dios fue categóricamente severo en su castigo a los israelitas por haber quebrantado sus días de reposo ¿Qué nos hace pensar que ahora será más indulgente con aquellos que también deben obedecer este Decálogo? ¿Será que aquella persona que transgreda deliberadamente el Primero, Segundo, Quinto, Séptimo, o Decimo Mandamiento será considerada inocente por el Señor? ¿Qué nos haría pensar que no culpara al que transgreda su santo día? Núm.15.32-36 Esta do los hijos de Is ael e el desie to, halla o a u ho e ue recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová a dó a Mois s Eze.20.23-24 Ta i les al o i a o e el desie to, ju a do ue los espa i ía entre las naciones, y que los dispersaría por las tierras, porque no pusieron por obra mis 393 decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis días de reposo, y tras los ídolos de sus pad es se les fue o los ojos Neh.13.16-18 Ta i ha ía e la iudad ti ios ue t aía pes ado toda e ade ía, vendían en día de reposo a los hijos de Judá en Jerusalén. Y reprendí a los señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día de reposo? ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y so e esta iudad? ¿Y osot os añadís i a so e Is ael p ofa a do el día de eposo? 14.6.3 La única razón por la que la iglesia sería inocente de no reposar el séptimo día es que no esté en realidad en obligación espiritual de santificar el día de reposo. Ahora bien, estoy seguro que muchos cristianos ante la acusación de ser culpables de infringi el Cua to Ma da ie to la a “o I o e te , pe o la ú i a azó po la ue tal pretensión pueda considerarse valida en el juicio de Dios, es que en realidad, el no santificar este día no constituya pecado alguno. Es la única alternativa que le queda al ser humano, incluyendo al creyente. 14.6.4 Si los cristianos son inocentes de no santificar el día de reposo, de infringir el Cuarto Mandamiento, entonces los cristianos en realidad no están obligados a cumplir el Decálogo. Así de sencilla es la conclusión. Si sostenemos que no debemos guardar el Séptimo día como está estipulado en el Decálogo, entonces ¿cómo decir que tenemos que guardar Los Diez Mandamientos? Si la iglesia debe guardar el Decálogo, entonces la iglesia debe guardar cada uno de Los Diez Mandamientos. 14.7 Los predicadores que insisten en la necesidad de guardar Los Diez Mandamientos, pero no el reposo del séptimo día, en realidad, no están enseñando a obedecer el Decálogo. Esta es la implicación lógica de la didáctica de la moralidad de la ley. Si se niega a guardar el quinto mandamiento, uno está transgrediendo la ley. Si uno no quiere guardar el séptimo mandamiento, uno transgrede la ley (si estamos bajo ella). Y si uno no guarda el Cuarto Mandamiento, el del reposo del séptimo día, uno está transgrediendo el Pacto de los Diez Mandamientos. ¿No hacen esto todos los pastores y el papa que en vez de reposar el séptimo día, pretenden guardar el reposo el día primero? 394 Por tanto, es correcto afirmar que John Piper, Sam Wadron, los obispos católicos, y el mismo Papa no guardan Los Diez Mandamientos, no guardan el Decálogo que Dios entregó en el Monte Horeb. ¿O me equivoco? Pues ninguno de ellos, hasta donde ellos mismos lo testifican, no reposan el séptimo día. 14.7.1 La Doctrina Oficial de la Iglesia Católica, Reformada y Ortodoxa, es que los hombres deben guardar diez mandamientos, pero no Los Diez Mandamientos. Démonos cuenta que la doctrina oficial de la Iglesia en realidad ha enseñado a guardar un Decálogo, pero no El Decálogo. Han sostenido que la iglesia debe guardar diez Mandamientos, pero no Los Diez Mandamientos. Históricamente hablando, la iglesia post – apostólica tiene desde tiempos de antaño su propio decálogo. 14.7.2 Los pastores que quieran sostener que la iglesia debe guardar El Decálogo, deben por ende enseñar el reposo del séptimo día. Así que, si yo creo que la iglesia cristiana debe guardar el Decálogo, entonces debo enseñar por tanto que nuestros hermanos deben reposar también el día de reposo. No hay de otra. 14.7.3 Los predicadores que no enseñan a guardar el reposo del Séptimo día no pueden legítimamente enseñar que la iglesia debe guardar El Decálogo. Si yo sostengo que los cristianos no necesitan reposar el séptimo día, el sábado, ordenamiento que fue establecido en la Ley, en el Decálogo ¿Por qué voy a enseñar que la Iglesia debe guardar Los Diez Mandamientos? Hacerlo es una contradicción. 14.7.4 Los maestros que sostienen la moralidad de Los Diez Mandamientos pero no el reposo del séptimo día, deben lógica, teológica, racional, y honestamente ajustar su enseñanza. Hermanos, ¿qué piensan que debo hacer si yo en mi primera hora de predicación me esfuerzo por mostrar que la iglesia debe guardar Los Diez Mandamientos dados en el Monte Sinaí, y en la segunda hora de enseñanza, sostengo que no debemos guardar uno de sus mandatos, en este caso el Cuarto? Es obvio, estoy contradiciendo mi primer sermón. En realidad, debí haber enseñado a guardar nueve mandamientos, pero no el Decálogo. Por eso, mis amados hermanos, si ustedes enseñan que los creyentes deben guardar Los Diez Mandamientos, pero no el Cuarto Mandamiento, su misma predicación es contradictoria, y si sostienen que guardan el Cuarto Mandamiento mediante la practica 395 del día del “eño , da igual, ya que en realidad no están guardando el Cuarto Mandato. Así que, en realidad, ustedes están enseñando con su ejemplo que la iglesia no debe ni necesita guardar el Decálogo dado en el Sinaí. Así que, si en verdad quieren enseñar a la iglesia a cumplir Los Diez Mandamientos, lo primero que deben hacer es comenzar a guardarlos, y eso implica reposar el séptimo día. Ustedes necesitan tomar una decisión coherente con la Palabra de Dios y con su mismo discurso: ¿Es el Decálogo de obligatorio cumplimiento para la Iglesia de Cristo? Si lo es reposemos el sábado; pero si no vamos a guardar el Cuarto Mandato, entonces no enseñemos que el Decálogo es obligatorio. 14.8 Urge a la Iglesia Católica, Ortodoxa y Reformada y a todo aquel que sostiene esta do t i a del día del “eño aclarar si los cristianos debemos o no guardar el Decálogo Si en efecto, la iglesia de Cristo debe guardar Los Diez Mandamientos, como lo sostienen muchos maestros desde la antigüedad, entonces, es claro que la iglesia ha pecado contra Dios, y por tanto, se ha expuesto al castigo eterno en el día del juicio. Pero si los creyentes son inocentes de no guardar el día de reposo, el Cuarto Mandamiento del Decálogo, entonces, al menos una implicación es que los cristianos no deben guardar el Decálogo. Por tanto, es menester que los maestros, los pastores de nuestra iglesia enseñen con más precisión y claridad, si en realidad debemos o no guardar el Decálogo. Urge a la iglesia cristiana esclarecer la relación del cristiano con la ley, con el Decálogo. 396 15. APLICACIONES Y EXHORTACIONES PARA LA IGLESIA DE CRISTO 15.1 Necesidad moral de ser canónicos Hermanos, si nosotros asistiéramos a un debate con otro cristiano para discutir un asunto de fe y doctrina, pero nosotros, sin ninguna mala intención, presentamos como evidencia de nuestra postura las palabras y enseñanzas del pastor John Piper, y por ello replicamos a nuestros hermanos de su error, apelando a la doctrina del pastor mencionado ¿Qué les parece esa actitud y acción? Yo puedo decir que John Piper enseña algo, o que piensa algo al respecto, y puede que su opinión sea considerada respetable, pero a la larga lo que él piense o enseñe acerca del matrimonio, infierno, la sustitución de Cristo por nosotros, la homosexualidad, en realidad no tiene validez canónica. Es decir, su enseñanza no es lo que importa para la fe cristiana, sino lo que enseña la Sagrada Escritura sobre los temas que acabo de mencionar. Si en mi afán e intención de validar una postura, de mostrarle a la iglesia una doctrina, yo apelo a la autoridad de John Piper o del Papa o de otro maestro cristiano, notemos hermanos que yo estoy introduciendo una nueva autoridad a la iglesia, en este caso al pastor y maestro al que yo apele para sostener mi doctrina. ¿Notan lo grave y peligroso que es esto para la fe cristiana? Yo puedo mencionar que John Piper o Francisco piensan igual que yo en cierto asunto, pero no puedo apelar a su doctrina como normativa para la iglesia, pues en tal caso estaría asignando a Jhon y a Jorge Mario un rol apostólico, si considero que su doctrina es norma para la iglesia. Algún hermano podría esforzarse por mostrar por medio de los 66 libros canónicos una doctrina en particular, y presentarla de tal manera que al menos parezca ser coherente con la Escritura y cierta; pero ante tal postura, si yo apelara a los 66 libros del Canon, pero también apelara a la doctrina de John o Francisco, es como si el debate se desarrollara de la siguiente manera: De atie te u o: La Es itu a di e De atie te dos: La Es itu a di e Joh Pipe di e Notemos que la actitud del debatiente número dos es una que ha introducido una nueva voz de autoridad a la iglesia cristiana, y ahora sus argumentos (los de John) deberían ser analizados como si éstos fueran norma para la iglesia. Ahora bien, cosa similar o u e e uest o de ate so e el día del “eño es ue e este debate, la actitud de algunos hermanos, inconscientemente es como sigue: 397 De atie te u o: La Es itu a di e Debatie te dos: La Es itu a di e di e o Ig a io di e El Cate is o di e , La Co fesió di e , La Dida he ¿Lo notan? Démonos cuenta el peligro de la actitud de algunos hermanos para la fe cristiana, de ellos y la de los demás. Al introducir una opinión aparte de la canónica para reforzar una doctrina que se halla en la Escritura (o peor, cuando no se halla), es asignarle a esa opinión particular un estatus apostólico. Por ejemplo, nosotros a partir de la Escritura creemos y afirmamos que hay un castigo eterno. Pero supongamos que nuestra creencia la formulamos como sigue: La Es itu a e seña ue ha u sostie e lo is o astigo ete o pa a los i píos la iglesia o todo a ¿Qué es lo que importa al fin y al cabo? ¿Lo que la Escritura enseña o que la iglesia ortodoxa lo enseñe también? ¿Qué pasaría si la iglesia ortodoxa no lo enseñara? Así ue e el asu to del de ate so e el día del “eño lo ue ue ta o es lo ue e seña el Catecismo de Westminster al respecto, o la Confesión de Londres, ni el Catecismo Católico Romano, ni Ignacio ni la Didache, o cualquier otro escrito en la historia de la iglesia. Lo que cuenta es lo que nuestra Escritura enseña. Ella es la fuente de autoridad y de práctica para la Iglesia. Así que mi llamado y exhortación para los pastores reformados, obispos católicos y ortodoxos, y para todos los maestros de nuestra iglesia es ser completa y exhaustivamente canónicos, y no apelara a nada ni a nadie más a la hora de sostener, definir, enseñar y proponer una doctrina para nuestra iglesia. 15.2 Enseñemos la doctrina apostólica del día del Señor Hermanos, cuando hablemos del día del Señor, hagámoslo desde la Escritura, desde lo que nuestros profetas y apóstoles enseñaron que era este día: El gran día para el que la iglesia se está preparando. 15.2.1 No lla e os al Do i go el Día del “eño Hermanos míos, humildemente exhorto para que cesemos de llamar al primer día de uest a se a a El día del “eño . E español, esto es i posi le, a ue Domingo, en efecto proviene del latín Dominicus, haciendo eco al Deis Dominicus romano. Pero lo que exhorto no es necesariamente un cambio de nombre del día, sino cesar por completo de 398 la idea espe ulati a de ue este día es el día del “eño , au tradicionalmente Domingo. ua do se siga lla a do En el lenguaje inglés, mi exhortación es más sencilla de aplicar, pues consiste en no llamar al “u da o o The Lo d’s Da , po ue si ple e te o es ie to ue el p i e día de la se a a se pueda titula El día del “eño . 15.3 Enseñemos cuál es el día de reposo según nuestro Canon Al acentuar cuál sea el día de reposo según nuestra Escritura, hermanos, sostengamos, lo que ella enseña, a saber, que el día de reposo es uno, el séptimo día. No hay otro día de reposo. 15.3.1 El primer día de la semana no es día de reposo y menos el día de reposo cristiano Por tanto, hermanos, no sigan enseñando sin evidencia canónica y por tanto meramente especulativamente a la iglesia que el primer día de la semana (Domingo en Español, Saturday en Inglés) es un día de reposo como está descrito en la Ley, y mucho menos que es el día de reposo para los cristianos. Esto es una tradición humana sin valor espiritual alguno, pero que hace mella en la confusión del cristiano y su relación con la ley. Por tanto, los cristianos que trabajan en labores seculares el primer día de la semana, el Domingo, son inocentes en este aspecto. 15.4 Comamos la mesa del Señor cada primer día de la semana Exhorto a toda la iglesia cristiana a congregarse cada domingo, cada primer día de la semana, no porque es el día del Señor, sino porque en este día, desde hace cientos de años, y así fue establecido por nuestros apóstoles, la iglesia del Señor se reunía a comer el pan y la copa de bendición, la Mesa del Señor. Y es que en efecto, esta comida es el evento congregante de la iglesia cristiana. Así que animo para que cada iglesia conmemore esta comida cada domingo, y que ningún cristiano se vuelva negligente en participar de ella para la gloria de Dios y suya. 15.5 Definamos con más exactitud y con evidencia canónica si los creyentes deben o no guardar el Decálogo Hermano mío, si vas a seguir enseñando que Los Diez Mandamientos son de obligatorio cumplimiento para la iglesia cristiano, espero que practiques lo que sostienes: Que reposes el séptimo día. 399 Pero, si no enseñas a guardar el reposo del séptimo día ¿Con qué derecho insistirás en que la iglesia debe guardar el Decálogo? Pero, si no puedes enseñar el reposo del séptimo día, pero si quieres enseñar la moralidad del Decálogo, entonces, debes definir si la iglesia de Cristo necesita hacerlo o no. Necesitas dar un paso más profundo en tu análisis teológico del asunto. 15.6 Este autor sostiene que la iglesia de Cristo no necesita, no debe guardar Los Diez Mandamientos Como preámbulo de mi segundo tratado, el cual invito que sea leído y también discutido y argumentando, puedo decir humildemente que nosotros, los creyentes, seamos judíos o gentiles, no estamos en la obligación moral de guardar Los Diez Mandamientos. Los creyentes no estamos bajo la ley. La evidencia la podrán hallar en mi segundo escrito. ¡El Señor me ayude! 400 16. RESUMEN En el presente tratado he suministrado evidencia canónica, exegética, bíblica y por ende apostólica de que el día de reposo ordinario leído en nuestra literatura inspirada es única y exclusivamente el séptimo día, el día en que Dios cesó de su creación y al cual también bendijo; siendo este el mismo día que se ordenó en Los Diez Mandamientos que fuera guardado. Hay un día de reposo según nuestra literatura inspirada: El Séptimo día. Así mismo he presentado evidencia de que cada primer día de la semana jamás fue considerado por nuestros apóstoles como un día de reposo, y menos como un nuevo día de reposo sucediendo al séptimo día. Más bien, la evidencia presenta que este día fue tomado por los apóstoles, o al menos por Pablo, para que la iglesia cristiana conmemorara la muerte del Señor, mediante la partición del pan, es decir, la Mesa del Señor. También en este tratado he dado a conocer que la f ase el día del “eño leída e uest a literatura cristiana hace alusión exclusivamente al periodo escatológico en que Dios juzgará a las naciones y traerá salvación para el mundo por medio de la segunda venida de Cristo. Solo hay un día del Señor, y es el día escatológico de Cristo. Por ende, he implicado que la doctrina enseñada por pastores y maestros de que el primer día de la semana sea también otro día del Señor aparte del descrito en nuestra escritura como el día futuro del Señor, y que este supuesto día del Señor es también un día de reposo a la manera del séptimo día es falsa respecto al Evangelio de Cristo. Esta doctrina, según nuestro canon apostólico, es meramente especulación humana e imaginación de hombres, y jamás fue, es o será real. Y finalmente he implicado un desafío para la doctrina sostenida por muchos pastores de la iglesia de Cristo en cuanto a la obligatoriedad moral de guardar el Decálogo. Pues he mostrado que no es lógica, teológica y racionalmente coherente sostener que los cristianos debemos guardar el Decálogo, pero a la vez que no necesitamos observar su Cuarto Mandamiento, o a la inversa, que somos inocentes de no guardar el sábado, pero que sí debemos guardar Los Diez Mandamientos. He exhortado a mis hermanos para que definan con mayor exactitud y coherencia racional y lógica, y sobre todo con evidencia teológica canónica si los creyentes debemos o no guardar el Decálogo, y así mismo, poner en práctica lo que se concluya, pues la doctrina que se ha expuesto hasta el día de hoy por la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Reformada, en cuanto a este asunto, evidentemente carece de fundamentación y lógica canónica. Invito a los lectores a estudiar y trabajar con mi segundo tratado: El E a gelio II Pa te: El E a gelio la Le 401 17. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS CAPÍTULO 1 1 Catecismo de la Iglesia Católica Romana. San Pablo 2000, Pág. 405 2 Catecismo de la Iglesia Católica Romana. San Pablo 2000, Pág. 716 3 Waldron, Samuel E. Exposición de la Confesión Bautista de 1689. Publicaciones Aquila, 2016, Pág. 361 – 364 CAPÍTULO 2 1 Catecismo de la Iglesia Católica Romana. San Pablo 2000, Pág. 717 CAPÍTULO 3 1 Catecismo de la Iglesia Católica Romana. San Pablo 2000, Pág. 722 2 Jamieson, Roberto; Fausset A.R., Brown David. Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo II: El Nuesto Testamento. Casa Bautista de Publicaciones, 2002, Pág 266. 3 Jamieson, Roberto; Fausset A.R., Brown David. Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo II: El Nuesto Testamento. Casa Bautista de Publicaciones, 2002, Pág 395. 4 Catecismo de la Iglesia Católica Romana. San Pablo 2000, Pág. 405 5 Waldron, Samuel E. Exposición de la Confesión Bautista de 1689. Publicaciones Aquila, 2016, Pág. 364 CAPÍTULO 4 1 Jamieson, Roberto; Fausset A.R., Brown David. Comentario Exegetico y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento. Casa Bautista de Publicaciones, 2002, Pág 1007 2 Waldron, Samuel E. Exposición de la Confesión Bautista de 1689. Publicaciones Aquila, 2016, Pág. 364 3 Catecismo de la Iglesia Católica Romana. San Pablo 2000, Pág. 405 4 Waldron, Samuel E. Exposición de la Confesión Bautista de 1689. Publicaciones Aquila, 2016, Pág. 364 402 CAPÍTULO 6 1 Waldron, Samuel E. Exposición de la Confesión Bautista de 1689. Publicaciones Aquila, 2016. Pág 361, 364 2 Ibid, 361 3 Ibid, 373 4 Ibid, 35 5 Ibid, 333 6 Ibid, 341 7 Ibid, 325 8 Ibid, 319 9 Ibid, 324 10 Ibid, 326 11 Ibid, 374 12 Ibid, 319 13 Ibid, 319 14 Ibid, 374 15 Ibid, 374 16 Ibid, 374 17 Ibid, 374 18 Ibid, 374 19 Ibid, 375 20 Ibid, 375 21 Ibid, 374 22 Ibid, 374 23 Ibid, 342 403 24 Ibid, 375 25 Ibid, 375 26 Ibid, 375 27 Ibid, 376 28 Ibid, 376 29 Ibid, 376 30 Ibid, 376 Capítulo 7 1 Tomado de: http://es.gospeltranslations.org/wiki/%C2%BFExiste_un_%E2%80%9CD %C3%Ada _del_Se%C3%B1or%E2%80%9D%3F 2 Ibid, 3 Ibid, 4 Ibid, 5 Ibid, 6 Ibid, 7 Ibid, 8 Kistemaker, Simon J. Comentario al Nuevo Testamento, Exposición de la primera epístola a los corintios. Libros Desafío 1998, pág. 17 9 Tomado de: http://es.gospeltranslations.org/wiki/%C2%BFExiste_un_%E2%80%9CD %C3%Ada _del_Se%C3%B1or%E2%80%9D%3F Capítulo 8 1 Ibid, pág. 63 2 Ibid, pág. 64 3 Ibid, pág. 64 4 Ibid, pág. 45 404 5 Ibid, pág. 58 6 Ibid, pág. 60 7 Ibid, pág. 66 8 Ibid, pág. 66 9 Ibid, pág. 73 10 Ibid, pág. 7 Capítulo 9 1 Catecismo de la Iglesia Católica Romana. San Pablo 2000, Pág. 405 2 Ibid, Pág. 716 3 Ibid, Pág. 717 4 Ibid, Pág. 717 5 Ibid, Pág. 650 6 Ibid, Pág. 717 7 Ibid, Pág. 718 8 Ibid, Pág. 718 9 Ibid, Pág. 719 10 Ibid, Pág. 719 11 Ibid, Pág. 720 12 Ibid, Pág. 720 13 Ibid, Pág. 721 14 Ibid, Pág. 722 15 Ibid, Pág. 722 Capítulo 10 1 Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_de_Antioqu%C3%ADa#Carta_a_los_ magnesios 405 2 Tomado de: http://www.mercaba.org/FICHAS/Escrituras/carta_san_ignacio_ MAGNESIANOSa.htm 3 Catecismo Romano 4 Catecismo Romano Capítulo 11 1 Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Didach%C3%A9 Capítulo 12 1 Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Nombres_de_los_d%C3%ADas_de_ la_semana 2 Tomado de: https://culturaisraeliparachile.wordpress.com/2013/01/03/aprende-los -dias-de-la-semana-en-hebreo/ 3 Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Sol_Invictus 4 Tomado de: http://www.corazones.org/biblia_y_liturgia/oficio_lectura/pascua /3_domingo_pascua.htm Capítulo 13 1 Tomado de: https://www.ccel.org/l/lake/fathers/didache.htm 2 Tomado de: http://www.corazones.org/biblia_y_liturgia/oficio_lectura/pascua/3_domingo_pascua.ht m 3 Tomado de: http://revistaseug.ugr.es/index.php/florentia/article/viewFile/4120/4062 Página 12 4 Tomado de: http://revistaseug.ugr.es/index.php/florentia/article/viewFile/4120/4062 Página 5 5 Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_del_Se%C3%B1or 6 Tomado de: 406 http://www.conoze.com/doc.php?doc=5418 7 Tomado de: http://www.pickle-publishing.com/papers/sunday-fraud.htm#epi 8 Tomado de: https://ldsfocuschrist2.files.wordpress.com/2012/03/apostolic-constitutions-williamwhiston.pdf 9 Tomado de: https://books.google.com.co/books?id=H_VLAwAAQBAJ&pg=PA259&dq=the+lords+day+i n+roman+empire&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjDNmD8ZjXAhUFSiYKHYSRD5EQ6AEIJjAA#v=onepage&q=the%20lords%20day%20in%20rom an%20empire&f=false Página 261 10 Tomado de: https://books.google.com.co/books?id=H_VLAwAAQBAJ&pg=PA259&dq=the+lords+day+i n+roman+empire&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjDNmD8ZjXAhUFSiYKHYSRD5EQ6AEIJjAA#v=onepage&q=the%20lords%20day%20in%20rom an%20empire&f=false Página 261 407 18. APÉNDICES A. EXPOSICIÓN DE SAM WALDRON SOBRE EL DÍA SEÑALADO DE ADORACIÓN SEGÚN EL CAPÍTULO 22 DE LA CONFESIÓN DE FE DE LONDRES DE 1689 Tomado de: Waldron, Samuel E. Exposición de la Confesión Bautista de 1689. Publicaciones Aquila, 2016, Pág. 373-379 III. Su día señalado La idea clave del párrafo 1 de este capítulo es que Dios tiene y ejerce el derecho de establecer cómo quiere ser adorado. El hombre no tiene derecho a entrometerse con sus propias ideas, sus opiniones o su autoridad en la adoración divina. Es solo desde este marco y desde esta perspectiva como podemos apreciar la enseñanza puritana y bíblica sobre el día de reposo. De la misma manera que cualquier otro elemento de la adoración esta establecido por Dios y no por una autoridad eclesiástica, así también el día de la adoración publica no esta dejado a la decisión del hombre. Por un mandato positivo, moral y perpetuo, Dios establece el día. Ahora bien, al tratar el día señalado de la adoración, la Confesión explica: Su institución (Parrafo 7) y su santificación (Parrafo 8). La explicación aquí tratará solo de su institución. La Confesión menciona en primer lugar la necesidad natural de un día señalado para la adoración. La Confesión enseña que la ley de la naturaleza requiere un día señalado para la adoración. Hay dos cosas que son evidentes por la luz de la naturaleza. En primer lugar, Dios debe ser adorado pública y colectivamente por parte de los hombres. En segundo lugar, tal adoración pública y colectiva requiere una proporción de tiempo publica y colectivamente acordada. Tal proporción de tiempo debe ser señalada por Dios, porque la única alternativa (que los hombres la señalaran) violaría las prerrogativas de Dios en su adoración. A continuación se menciona la promulgación positiva del día señalado. Si bien la revelación general (La ley de la naturaleza) deja claro que es necesario un día señalado para la adoración, la ley de la naturaleza no especifica ni puede especificar qué día debería ser. Descansar para la adoración en el séptimo día o en el primer día no está escrito por la Creación en los corazones de los hombres. Puesto que la ley de la naturaleza no especifica la proporción correcta o la parte especifica de nuestro tiempo para la adoración publica, debe haber un mandamiento positivo de Dios para especificar ese tiempo. El término positi o utilizado a uí e la Co fesió sig ifi a algo añadido a la le de la atu aleza la 408 revelación general. El día señalado debe ser revelado mediante una revelación especial. Algu os ha p egu tado: “i el día de eposo es u a le o al ¿po u los ge tiles si e ela ió espe ial o so o de ados e la i lia po ue a ta lo? . La azó es evidente. Es un mandamiento positivo revelado solo mediante una revelación especial. Los mandamientos positivos, como deja claro la Confesión, pueden ser también morales. De esta manera, el carácter especialmente revelado del día de reposo no significa que sea ceremonial. Pero no solo se llama positivo a este mandamiento por será algo añadido a la ley de la naturaleza; también se lo llama moral y perpetuo. Este mandamiento de un día en siete como día de reposo puede verse que es moral y perpetuo por al menos tres buenas razones. Fue instituido en la Creación (Ge 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27). Lo que fue instituido desde la Creación tiene significado mientras continúe la Creación. Así tanto Jesús como Pablo basan el deber ético de que algo fue instituido en la Creación. (Mt. 19:4-8; 1 Ti. 2:13; 1 Cor. 11:8-9). Fue incluido en el Decálogo (Ex. 20:8-11). Dios considero oportuno incluir la ordenanza del día de reposo en los Diez Mandamientos. Los Diez Mandamientos tienen una importancia que trasciende las demás leyes del Antiguo Testamento (Véase capítulo 19 de la Confesión). Solo ello fueron hablados directamente por Dios. Solo ellos fueron escritos por el dedo de Dios. Solo ellos fueron colocados en el Arca del Pacto. Se dice que están escritos en los corazones de los creyentes de Nuevo Pacto (Jer. 31:33). Se lo cita repetidamente como leyes morales fundamentales de significado perpetuo en el Nuevo Testamento (Ro. 13:8-10; Mt. 22:18-19). La idea de que el día de reposo es una ley ceremonial y temporal contradice abiertamente estos hechos bíblicos. Continúa con el día del Señor. El día del Señor del Nuevo Pacto encarna el principio del día de reposo instituido en la Creación. Esto se prueba mediante muchos paralelismos conspicuos entre el día de reposo y el día del Señor. . La desig a ió el Día del “eño alude a las f ases í li as ue describen el día de eposo: i día sa to , el día sa to del “eño Is. : ; “eño del día de eposo Mt. 12:8). 2. Al igual que el día de reposo, y a diferencia de cualquier otra observancia religiosa, el día del Señor es la celebración de un día que tiene lugar semanalmente. 3. Al igual que el día de reposo, y a diferencia de cualquier otra observancia religiosa, el día del Señor presupone así la semana de siete días de la Creación. 409 4. El día del Señor es un memorial tanto de la Creación como de la redención. Así como el día de reposo conmemoraba la primera Creación y el Éxodo de Israel de Egipto, así también el día del Señor conmemora una nueva creación y una mayor redención. 5. El día del Señor es un día que pertenece especialmente a Dios. Dieciséis veces habla Dios de is días de eposo. 6. El día del Señor es un día santo y debe guardarse santo. El día de reposo era un día santo. Era santificado y había que guardarlo santo. (Gen. 2:3; Ex. 20:8). El día del Señor es también un día santo. La pala a sa to sig ifi a apa ta del uso o ú pa a Dios. Algo que se aparta para Dios es su posesión especial. Viceversa, si es la posesión especial de Dios, es santo. Ser santo y pertenecer especialmente a Dios son equivalentes. (Ex. 13:22; Nm. 16:3-7). ¿Es el día del Señor posesión especial de Dios en un sentido en que no lo son otros días? Sí. Entonces es santo y debe ser santificado. Debemos por tanto, recordarlo el día del Señor, para guardarlo santo. 7. Al igual que el día de reposo, el día del Señor es un día de adoración colectiva y publica (Hch. 20:7; 1 Cor. 16:1-2). Pero si es un día señalado para la adoración publica, debe ser un día de descanso o reposo. Esto por tres razones. En primer lugar, todos los días de culto publico y colectivo son días de reposo en la Biblia. Un día de adoración que no fuera un día de reposo habría sido incomprensible para los discípulos judíos de Jesús. En segundo lugar, el día del Señor es un día santo y, por tanto, debe apartarse de trabajos cotidianos y apartarse para la adoración. Esto es lo que requiere la santificación del día. Tal día es, sin embargo, claramente un día de descanso. En tercer lugar, nadie puede tomar parte en la adoración publica sin, al menos durante una o dos horas, descansar de sus trabajos seculares. Ahora es evidente por qué el día del Señor debe considerarse como el día de reposo. La institución del día de reposo en la Creación, la inclusión del día de reposo en el Decálogo y la continuación del principio del día de reposo en el día del Señor lo demanda. Esta es la azó po la ue o de e os p eo upa os ua do alguie di e: El t i o día de eposo sie p e se efie e al día de eposo judíos e el Nue o Testa e to . Po supuesto, el día de reposo en la Biblia se refería al día de reposo del séptimo día. Este se había referido a esta ordenanza durante cuatro mil años. Sobre la base de la evidencia que acabamos de citar, sin embargo debemos distinguir entre la ordenanza judía del día de reposo, que está abolida, y el concepto del día de reposo, que continua en el día del Señor. Esta distinción entre la ordenanza del día de reposo y el concepto del día de reposo viene demandada por su institución en la Creación, su inclusión en los Diez Mandamientos el sig ifi ado is o de la f ase Día del “eño . 410 En la ultima parte del párrafo 7 (de la Confesión), se considera la trascendental alteración del día señalado desde el séptimo día de la semana al primero. Muchos han sentido que este es el punto débil en la Doctrina de la Confesión sobre un día de reposo cristiano. A primera vista, su razonamiento parece plausible. Se arguye que si el mandamiento del día de reposo es una ley moral, no podría alterarse. Pero hay dos conclusiones diferentes que se han deducido de esta premisa. Algunos, como los Adventistas del Séptimo día, han deducido de esta premisa que el día no ha sido cambiado y que el día señalado para la adoración es aún el séptimo día. Otros han deducido que ya que el día ha cambiado, no es posible que el día de reposo fuera una ley moral. La respuesta al dilema planteado por esta premisa se halla en el peculiar carácter del mandamiento del día de reposo implícito en el lenguaje que utiliza la Confesión para des i i lo. “e lo lla a u a da ie to positi o, o al pe petuo . Esta le o al se compone de dos elementos distintos: La ley de la naturaleza y la promulgación positiva. La Ley de la naturaleza no puede ser ni es alterada. La promulgación positiva puede serlo y lo es. Así la alteración del día no constituye un argumento contra la moralidad y perpetuidad del mandamiento del día de reposo. En este punto puede suscitarse una cuestión adicional. El mandamiento del día de reposo es un mandamiento positivo instituido en la Creación. ¿Cómo puede alterarse una ordenanza de la Creación? La respuesta es, desde luego, que solo una nueva creación podría alterar una ordenanza de la Creación. Cristo, sin embargo, ha inaugurado una nueva Creación (2 Cor. 5:17; Gá 6:15). De ahí que es de esperarse un cambio en la ordenanza de la Creación del día de reposo. Que la observancia del último día de la semana está abolida se prueba en Colosenses 2:16-17. Si bien este texto no está hablando del concepto o principio del día de reposo, está enseñanza que la ordenanza del séptimo día de la antigua Creación y el Antiguo Pacto está abolida. Otra dificultad que tiene la gente acerca de la alteración del día es que no puede encontrar una mención en las Escrituras de este cambio del día. Si se ha de resolver este problema, debemos comprender primero el principio por el que se señala el día de adoración en la ordenanza de la Creación. Debe entenderse el principio de la designación. En Génesis 2:3 dice que Dios separó el séptimo día porque descansó en dicho día. Reconociendo que lo que Dios hizo en la redención fue tan grande que nada menos que el concepto de una nueva creación podía describirlo, debemos entender que Dios en la nueva creación utiliza el principio de designación. El día de reposo de la nueva Creación es designado según el mismo principio que el del día de reposo de la antigua creación. Es el día de descanso de Dios. El primer día de la semana fue el día en que acabaron las obras de Cristo para expiar los pecados de su pueblo y Él entró en su reposo en la gloria de la 411 resurrección. El día del Señor es el octavo día, el día de nuevos comienzos. Al igual que el séptimo día estaba relacionado con la antigua obra de la Creación y la conmemoraba, así el primer día está relacionado con una nueva Creación y la conmemora. 412 B. SERMÓN DE JOHN PIPER ¿EXISTE EN VERDAD UN DÍA DEL SEÑOR? Tomado de: http://es.gospeltranslations.org/wiki/%C2%BFExiste_un_%E2%80%9CD _del_Se%C3%B1or%E2%80%9D%3F %C3%Ada Romanos 14:1–9 1 Aceptad al que es débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones 2Uno tiene fe en que puede comer de todo, pero el que es débil sólo come legumbres. 3El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado. 4 ¿Quién eres tú para juzgar al criado de otro? Para su propio amo está en pie o cae, y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie. 5 Uno juzga que un día es superior a otro, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir. 6 El que guarda cierto día, para el Señor lo guarda; y el que come, para el Señor come, pues da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor se abstiene, y da gracias a Dios. 7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo; 8 pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. 9 Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los i os El versículo 5 plantea la pregunta más grande de la interpretación bíblica referente al Día del Señor. Pablo dice: U o juzga ue u día es supe io a ot o, ot o juzga iguales todos los días. Cada cual esté ple a e te o e ido e su p opio se ti ¿Quiere decir con estas palabras, que los cristianos más firmes no consideran un día a la semana como separado por Dios para la adoración colectiva, y para actos que consagran ese día como el Día del Señor? ¿Sólo los cristianos débiles se sienten obligados a consagrar un día como especial para el Señor? ¿Está Pablo diciendo que no importa si separamos un día o no, mientras nuestra decisión esté motivada por la gloria de Dios? Para responder a estas preguntas, quiero que a partir del texto de hoy, hagamos un retroceso en las Escrituras y observemos la extensa representación bíblica del día del Señor. Lo haremos de una manera breve y concisa, en forma de bosquejo, que podría abarcar todo un libro. LA SEMANA DE LA CREACIÓN Comencemos con esta observación: Las semanas existen. Debemos considerarlas. Los días existen porque son el tiempo que demora la rotación de la tierra. Los meses existen porque son el tiempo que demora la luna en crecer y menguar. Los años existen porque 413 son el tiempo que demora la tierra en girar alrededor del sol. ¿Pero por qué existen las semanas? Ellas no corresponden a ningún fenómeno de la naturaleza. La respuesta es que las se a as e iste po G esis : : Y el s pti o día o pletó Dios la o a que había he ho, eposó el día s pti o de toda la o a ue ha ía he ho . La Enciclopedia Británica a tí ulo so e La se a a , di e: A uellos ue ehúsa la le tu a Mosai a o sa á , ó o… at i ui la efi i dose a la se a a a u o ige ue tiene mucha apa ie ia de p o a ilidad . E ot as pala as, o so o i e tes ot os i te tos de explicar por qué reconocemos el tiempo en semanas. La semana nos remite a la historia de la creación en la Biblia. Dios trabajó seis días y en el séptimo descansó. Aquí está determinado el patrón de la semana. LOS DIEZ MANDAMIENTOS Luego, en los Diez Mandamientos se hace referencia al sábado como el día de reposo. Éxodo 20: 8-11: 8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 10 más el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, … 11 Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día de eposo lo sa tifi ó LA ENSEÑANZA DE JESÚS EN EL DÍA DE REPOSO Cuando Jesús vino al mundo como el Mesías, el hijo de Dios, y como el cumplimiento de todo lo que la ley y los profetas enseñaron, entró en conflicto con los fariseos sobre el día de reposo. Este tema es abordado ampliamente en los cuatro evangelios. Juan 5:18 dice: Po esta ausa, los judíos aú ás p o u a a ata le, po ue o solo iola a el día de eposo, si o ue ta i lla a a a Dios su p opio Pad e, ha i dose igual a Dios . Este tema es muy extenso y está relacionado totalmente con las reclamaciones divinas de Jesús, quién hizo ciertas declaraciones radicales que determinan la manera en que debemos pensar sobre nuestra celebración del día del Señor. Leamos Mateo 12:1- : 1 Por aquel tiempo Jesús pasó por entre los sembrados en el día de reposo; sus discípulos tuvieron hambre, y empezaron a arrancar espigas y a comer. 2Y ua do lo ie o los fa iseos le dije o : Mi a, tus dis ípulos ha e lo ue o es lí ito hacer en el día de eposo . 3Pe o l les dijo: ¿No ha is leído lo ue hizo Da id ua do l y sus compañeros tuvieron hambre, 4cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, que no les era lícito comer, ni a él ni a los que estaban con él sino solo a los sa e dotes? E ela ió o este te a, la is a histo ia Ma os : e oge: Y l les decía: El día de reposo se hizo para el hombre y no el hombre para el día de reposo . 5 ¿O 414 no habéis leído en la ley, que en los días de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo y están sin culpa? 6 Pues os digo que algo mayor que el templo está aquí. 7 Pe o si hu ie ais sa ido lo ue esto sig ifi a: Misericordia quiero y no sacrificio , o hubierais condenado a los inocentes. 8 Porque el hijo del Hombre es Señor del día de reposo. 9 Pasando de allí, entró en la sinagoga de ellos. 10 Y he aquí un hombre que tenía una mano seca. Y para poder acusarle, le preguntaron diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? 11Y el les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una sola oveja, si esta se le cae en un hoyo en día de reposo, no le hecha mano y la saca? 12Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer el bien en el día de reposo. 13 Entonces dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada, sana como la otra. 14 Pero cuando los fariseos salieron, se confabularon contra él, para ver ó o pod ía dest ui le Consideremos tres observaciones y luego, cinco declaraciones que Jesús hizo: TRES OBSERVACIONES Observación # 1: Cuando los fariseos acusaron a los discípulos de Jesús de violar la ley (en el versículo 2) porque recogían espigas y las comían en el día de reposo, Jesús ni siquiera intentó argumentar que recoger espigas y comerlas en ese día, no era una violación del día de reposo. De hecho, la manera hipotética en que les respondió asumía que era una violación de la ley. Observación # 2: En los versículos 3 y 4 Jesús se refiere al rey David y a sus hombres tomando el pan de la casa de Dios que no les era lícito comer, y en el versículo 5 se refiere a los sacerdotes que trabajaban en el día de reposo y lo profanaban. En otras palabras, las necesidades de los hombres de David y las necesidades del servicio del templo tuvieron prioridad sobre el pan ceremonial y las reglas del día de reposo. Observación # 3: Jesús sanó a un hombre con una mano seca en el día de reposo, sabiendo que sus enemigos estaban tratando de atraparle. Intencionalmente provocó la controversia. CINCO DECLARACIONES Jesús hace cinco declaraciones para explicar lo que está haciendo. Declaración # 1: Ve sí ulo : Algo a o ue el te plo está a uí . Y po dedu ió : «U o mayor que David está aquí. Si David y sus hombres, y los sacerdotes que servían en el templo eran inocentes, cuanto más mis discípulos. Soy mayor que David y que el templo». 415 Declaración # 2: Ve sí ulo : El hijo del ho e es “eño del día de eposo . E ot as palabras: «No solo soy un rey más grande que David. Soy el creador, el dueño, y el dador de las reglas del día de reposo. Ese día es mío». Declaración # 3: Ve sí ulo : Mise i o dia uie o o sa ifi io . Esta ita de Oseas : nos dice que el amor tiene prioridad sobre las leyes ceremoniales. «Por tanto, vayan a aprender cómo el Antiguo Testamento brinda directrices de cómo usar la ley amorosamente». Declaración # 4: Ma os : : El Día de eposo se hizo pa a el ho e, o el ho e pa a el día de eposo . Esta de la a ió os di e, de ot a a e a, ue ha e el ie a las personas, no atenta contra el día de reposo, aunque sacar un hombre de un pozo cueste el sudor de nuestra frente. Lo cual está luego explícito en la próxima declaración. Declaración #5. Ve sí ulo : Po ta to, es lí ito ha e el ie e el día de eposo . El resultado de todo lo anterior indica que indudablemente existe un día especial para los seguidores de Cristo, pero que ciertamente, hay un nuevo tipo de libertad y un nuevo criterio para lo que es permisible (como vimos en Oseas 6:6). Jesús no trató de esclarecer si la conducta de sus discípulos se ajustaba o no, al modelo de la ley. El llevó el asunto a una nueva dimensión: El día de reposo fue establecido para expresar el gobierno y la autoridad de Jesús, no la de Moisés (creado para adorar a Cristo). El día de reposo fue hecho para aliviar al hombre no para cargarlo. El día de reposo fue hecho para mostrar misericordia y para hacer el bien. JUAN 5:16-17 Ahora considere a Juan 5:16-17. Jesús sanó un hombre en el día de reposo y le dijo en Jua : : Le á tate, to a tu a illa a da . Esta orden puso al hombre en problemas po el he ho de a ga su a illa e el día de eposo. E Jua : Jua es i e: A ausa de esto los judíos pe seguía a Jesús, po ue ha ía estas osas e el día de eposo . A lo ue di e e el e sí ulo : Pe o él les respondió: Hasta ahora mi padre trabaja y yo ta i t a ajo . ¿Qué significa esta respuesta? Creo que tiene este significado: Cuando Adán pecó, Dios se levantó de su descanso en el día de reposo, después de la creación, y comenzó a trabajar nuevamente, (esta vez no en la creación, sino en la redención) con vistas a una nueva ea ió , a u a ue a hu a idad. Hasta aho a i Pad e t a aja, o ta i t a ajo . «Ustedes no entienden lo que estoy haciendo. Mi padre y yo estamos creando un mundo nuevo, una humanidad nueva, y cuando la terminemos, celebraremos con un nuevo día de reposo». 416 Y este trabajo de redención y de nueva creación estuvo terminado definitivamente en la cruz. Y tres días después Jesús resucitó de entre los muertos para celebrar la victoria que había ganado, y la nueva creación que finalmente había obtenido e inaugurado. Ahora podía sentarse con su Padre en el trono del universo y entrar en su Día de reposo. LA IGLESIA PRIMITIVA Y EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA Por esa razón la iglesia primitiva tomó el primer día de la semana como su día de adoración y volvió la espalda al séptimo día. El séptimo día marcó la victoria de la primera creación. El primer día marcó la victoria de la nueva creación con la resurrección de Cristo. Aquí tenemos algunas de las definiciones respecto al primer día de la semana: En los cuatro evangelios se emplea una manera muy usual de expresar el primer día de la se a a, pa a des i i el día de la esu e ió de Jesús. Usual e te es t adu ido E el primer día de la se a a Jua : , Lu as : , Ma os : : Te de mia ton sabbaton, o Mateo 28:1: eis mian sabbaton . Lite al e te se lee ía: el día ú e o u o despu s del sá ado; o sea, el p i e día e la se ue ia de días dete i ados po el sá ado Je ett, The Lo d’s Da , p. . Las pala as usadas pa a p i e apa e e e es e el Nue o Testamento. Y solamente en referencia al día de la resurrección tenemos este uso peculiar. ¿Por qué es tan significativo este uso? Es significativo porque hay solo dos textos fuera de los evangelios donde los escritores se refieren al primer día de la semana como especial pa a la iglesia, e esos dos te tos se a ifiesta ese uso pe ulia . He hos : : E el primer día de la semana [en de te mia tonsabaton], cuando estábamos reunidos para pa ti el pa , Pa lo les ha la a, pe sa do pa ti al día siguie te . a a los Co i tios : : El p i e día de la se a a kata mian sabattou], cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recoja e to es of e das . Este uso es simplemente sorprendente desde un punto de vista estadístico. Hay más de usos de la pala as p i e aú p i e día ue o se efie e al p i e día de la semana (Por ejemplo: Mateo 26:17; Marcos 14:12; Hechos 20:18; Filipenses 1:5) y solo en referencia al primer día de la semana, como día de congregación cristiana, está la forma idéntica y extraordinaria, empleada para describir el día que Jesús resucitó de entre los muertos. La cuestión es que la iglesia cristiana cambió el séptimo por el primer día con vistas a la adoración porque ese fue el día en que el Señor Jesús resucitó de entre los muertos (el día que vindicó la obra redentora de su Padre). La nueva creación, la nueva humanidad, fueron compradas y establecidas (pero no consumadas). 417 CRISTO ES NUESTRO DÍA DE REPOSO FINAL Así que ha comenzado el día de reposo final, eterno y comprado por sangre. Entramos en él cuando cesamos nuestras obras y confiamos en Cristo y su obra culminante en la cruz por nosotros. Aquí está el significado final y grandioso del día de reposo. Cristo se ha convertido en nuestro descanso, en nuestro día de reposo. Hebreos 4:9-10 lo confirma ua do di e: Queda po ta to u eposo sag ado pa a el pue lo de Dios. Pues el ue ha entrado en su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las su as . E este te to ha u a efe e ia al tie po pasado: he os e t ado. Pe o luego el es ito añade e el e sí ulo : Po ta to esfo o os po e t a e ese eposo . E otras palabras, hemos entrado en ese reposo, y todavía debemos hacerlo. La redención está cumplida. Ahora, debe ser aplicada y consumada. Nuestro día de reposo eterno comenzó pero no está completamente presente. Probablemente por esa razón, la iglesia primitiva no abandonó la celebración de un día, e t e siete, o o día espe ial del “eño . E Apo alipsis : se le lla a, el día del “eño . Esta a o e el Espí itu e el día de “eño . Ellos sa ía ue el des a so ete o aú e a futuro. Todavía se necesitaba un día para testificar a un mundo auto dependiente y autosuficiente de que nuestras obras no nos salvan o nos definen, Cristo es quien lo hace. ¿Qué es lo que Pablo quiere decir entonces, cuando escribe a los colosenses (en Colosenses 2:16- : Po ta to, ue nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; 17 cosas que solo so so a de lo ue ha de e i , pe o el ue po pe te e e a C isto ? Pie so ue Pablo quiere decir que Cristo is o es uest o día de eposo fi al. Ve id a í, todos los ue estáis a sados a gados, o os ha des a sa Mateo : . C isto ha e ido ha comprado nuestro descanso, y se ha convertido en nuestro lugar de descanso. Nos ha sido quitada la carga de salvarnos a nosotros mismos. Hay descanso para nuestras almas. Pero la sombra permanece porque Cristo no ha regresado todavía. Un día no habrá más semanas porque no habrá más noches, meses o años. El sol y la Luna no se necesitarán, po ue el “eño Dios los ilu i a á Apo alipsis : . “olo ha á día de eposo o ot o día. Pero todavía no probaremos el reposo final, sino solo en parte, a medida que confiemos en Cristo. Por tanto, el principio del día de reposo no fue abandonado por la iglesia primitiva. Cristo aún ofrece su sombra frente a este mundo cargado, es decir, el primer día de la semana (el día del Señor). Y el significado de ese día es que Jesucristo ha resucitado, Jesús es Señor, Jesús es creador, Jesús es redentor y en Jesús está el único descanso para nuestras almas. El primer día es para adorar a Jesús. Es un día para expresar, mediante 418 nuestras acciones, que Jesús (no nuestras obras, ni el dinero que ganamos por nuestras obras), es nuestro tesoro y nuestra razón de ser. Es un día especial para darle la honra y la gloria al Señor. Es un día para la misericordia. Es un día especial para el hombre. ¿SE REFIERE ROMANOS 14:5 AL DÍA DEL SEÑOR? Aho a ie , ua do Ro a os : di e: U o juzga u día supe io a ot o, ot o juzga iguales todos los días. Cada ual est ple a e te o e ido e su p opio se ti , ¿se efie e al día del “eño ? Respo do ju to a Paul Je ett: No esulta o i e te… to a la declaración de Pablo en Romanos 14:5 tan absolutamente como hemos considerado a Juan (el apóstol u judaiza te, po ha e lla ado u día de la se a a el día del “eño Apo alipsis : , dá dole así la p ee i e ia . The Lo d’s Da , p. . Je ett a epta la convicción de Juan, pues tiene autoridad apostólica y asume que él no está entre los d iles de Ro a os : . O sea, Jua o lla a u día de la se a a el día de “eño o o u a op ió e t e u hos. Lo lla a el día del “eño po ue l la iglesia p i iti a lo trataban como un día especial entre los demás días. No puedo dejar de mencionar que me parece una evidencia muy convincente el hecho de que el día del Señor permanezca hasta que Jesús venga y que esté separado para la gloria de Cristo y el bien de las almas. Que el Señor nos dé sabiduría, libertad y gozo mientras mostramos Su obra y Su valor en Su día. 419 C. CAPITULO 21: DE LA ADORACIÓN RELIGIOSA Y DEL DÍA DE REPOSO REDACTADO EN LA CONFESIÓN DE FE DE WESTMINSTER DE 1648 Tomado de: http://www.iglesiareformada.com/Confesion_Westminster.html#anchor_35 I. La luz de la naturaleza muestra que hay un Dios que tiene señorío y soberanía sobre todo; es bueno y hace bien a todos; y que, por tanto, debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído, y servido, con toda el alma con todo el corazón y con todas las fuerza. (1) Pero el modo aceptable de adorar al verdadero Dios es instituido por EL mismo, y está tan limitado por su propia voluntad revelada, que no se debe adorar a Dios conforme a las imaginaciones e invenciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, bajo ninguna representación visible o en ningún otro modo no prescrito en las Santas Escrituras. (2) 1. Romanos 1:20; Hechos 17:24; Salmos 119:68; Jeremías 10:7; Salmos 31:23; 18:3; Romanos 10:12; Salmos 62:8; Josué 24:14; Marcos 12:33. 2. Deuteronomio 12:32; 4:15-20; Mateo 15:9; 4:9,10; Hechos 17:25; Éxodo 20:4-6; Colosenses 2:23. II. La adoración religiosa ha de darse a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y a El solamente; (1) no a los ángeles, ni a los santos, ni a ninguna otra criatura; (2) y desde la caída, no sin algún Mediador; ni por la mediación de ningún otro, sino solamente de Cristo. (3) 1. Juan 5:13; 2 Corintios 13:14; Mateo 4:10. 2. Colosenses 2:18; Apocalipsis 19:10; Romanos 1:25. 3. Juan 14:6; 1 Timoteo 2:5; Efesios 2:18; Colosenses 3:17. III. Siendo la oración como acción de gracias una parte especial de la adoración religiosa, (1) la exige Dios de todos los hombres, (2) y para que pueda ser aceptada debe hacerse en el nombre del Hijo, (3) con la ayuda del Espíritu, (4) conforme a su voluntad, (5) con entendimiento, reverencia, humildad, fervor, fe, amor y perseverancia; (6) y si se hace oralmente, en una lengua conocida. (7) 1. Filipenses 4:6 2. Salmos 65:2 3. Juan 14:13,14; 1 Pedro 2:5 4. Romanos 8:26 5. 1 Juan 5:14 6. Salmos 47:7; Eclesiastés 5:1,2; Hebreos 12:28; Génesis 18:27; Santiago 5:16; 1:6,7; Efesios 6:18; Marcos 11:24; Mateo 6:12,14,15; Colosenses 4:2. 420 7. 1 Corintios 14:14. IV. La oración ha de hacerse por cosas lícitas, (1) y a favor de toda clase de hombres que ahora viven, o que vivirán después; (2) pero no de los muertos (3) ni de aquellos de quienes se pueda saber que hayan cometido el pecado de muerte. (4) 1. 1 Juan 5:14 2. 1 Timoteo 2:1,2; Juan 17:20; 2 Samuel 7:29; Rut 4:12 3. 2 Samuel 12:21-23; Lucas 16:25,26; Apocalipsis 14:13 4. 1 Juan 5:16 V. La lectura de las Escrituras con temor reverencial; (1) la sólida predicación, (2) y el escuchar conscientemente la palabra, en obediencia a Dios, con entendimiento, fe y reverencia; (3) el cantar salmos con gracia en el corazón; (4) y también la debida administración y la recepción digna de los sacramentos instituidos por Cristo; todas estas cosas son parte de la adoración religiosa ordinaria a Dios; (5) y además, los juramentos religiosos, (6) los votos, (7) los ayunos solemnes, (8) y las acciones de gracias en ocasiones especiales, (9) han de usarse, en sus tiempos respectivos, de una manera santa y religiosa. (10) 1. Hechos 15:21; Apocalipsis 1:3. 2. 2 Timoteo 4:2. 3. Santiago 1:22; Hechos 10:33; Hebreos 4:2; Mateo 13:19; Isaías 66:2. 4. Colosenses 3:16; Efesios 5:19; Santiago 5:13. 5. Mateo 28:19; Hechos 2:42; 1 Corintios 11:23-29. 6. Deuteronomio 6:13; Nehemías 10:29. 7. Eclesiastés 5:4,5; Isaías 19:21. 8. Joel 2:12; Mateo 9:15; 1 Corintios 7:5; Ester 4:16. 9. Salmos 107; Ester 9:22. 10. Hebreos 12:28 VI. Ahora bajo el Evangelio, ni la oración ni ninguna otra parte de la adoración religiosa están limitados a un lugar, ni son más aceptables por el lugar en que se realizan, o hacia el cual se dirigen; (1) sino que Dios ha de ser adorado en todas partes (2) en espíritu y en verdad; (3) tanto en lo privado en las en las familias (4) diariamente, (5) y en secreto cada uno por sí mismo; (6) así como de una manera más solemne en las reuniones públicas, las cuales no han de descuidarse ni abandonarse voluntariamente o por negligencia, cuando Dios por su palabra y providencia nos llama a ellas. (7) 421 1. Juan 4:21. 2. Malaquías 1:11; 1 Timoteo 2:8. 3. Juan 4:23,24. 4. Jeremías 10:25; Deuteronomio 6:6,7; Job 1:5; 2 Samuel 6:18-20; 1 Pedro 3:7; Hechos 10:2. 5. Mateo 6:11. 6. Mateo 6:6; Efesios 6:18. 7. Isaías 56:6,7; Hebreos 10:25; Proverbios 1:20,21,24; 8:34; Hechos 13:42; Lucas 4:16; Hechos 2:42 VII. Así como es la ley de la naturaleza que en lo general una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios; así en su palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para ÉL; (1) el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, fue el último día de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado el primer día de la semana, (2) al que se le llama en las Escrituras día del Señor (3) y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano. (4) 1. Éxodo 20:8,10,11; Isaías 56:2,4,6,7. 2. Génesis 2:2,3; 1 Corintios 16:1,2; Hechos 20:7. 3. Apocalipsis 1:10. 4. Éxodo 20:8,10; Mateo 5:17,18 VIII. Este día de reposo se guarda santo para el Señor, cuando los hombres después de la debida preparación de su corazón y arreglados con anticipación todos sus asuntos ordinarios, no solamente guardan un santo descanso durante todo el día de sus propias labores, palabras y pensamientos acerca de sus empleos y diversiones mundanales; (1) sino que también dedican todo el tiempo al ejercicio de la adoración pública y privada, y en los deberes de caridad y de misericordia. (2) 1. Éxodo 20:8; 16:23,25,26,29,30; 31:15-17; Isaías 58:13; Nehemías 13:15,19,21,22. 2. Isaías 58:13; Mateo 12:1-13 422 D. CARTA DE IGNACIO A LOS MAGNESIOS Tomado de: https://sites.google.com/site/leersindescargar/padres-de-la-iglesia/carta-a-losmagnesios-san-ignacio-de-antioquia A LOS MAGNESIANOS Ignacio, llamado también Teóforo, a la (iglesia) que ha sido bendecida por la gracia de Dios el Padre en Cristo Jesús nuestro Salvador, en quien saludo a la iglesia que está en Magnesia junto al Meandro, y le envío abundantes salutaciones en Dios el Padre y en Jesucristo. I. Cuando me enteré del superabundante buen orden de vuestro amor en los caminos de Dios, me alegré y decidí comunicarme con vosotros en la fe de Jesucristo. Porque siendo contado digno de llevan un nombre piadoso, en estas cadenas que estoy llevando, canto la alabanza de las iglesias; y ruego que pueda haber en ellas unión de la carne y del espíritu que es de Jesucristo, nuestra vida siempre segura: una unión de fe y de amor preferible a todas las cosas, y —lo que es más que todas ellas— una unión con Jesús y con el Padre; en el cual, si sufrimos con paciencia todas las asechanzas del príncipe de este mundo y escapamos de ellas, llegaremos a Dios. II. Por cuanto, pues, me fue permitido el veros en la persona de Damas vuestro piadoso obispo y vuestros dignos presbíteros Bassus y Apolonio y mi consiervo el diácono Socio, en quien de buena gana me gozo, porque está sometido al obispo como a la gracia de Dios y al presbiterio como a la ley de Jesucristo. III. Sí, y os corresponde a vosotros también no tomaros libertades por la juventud de vuestro obispo, sino, según el poder de Dios el Padre, rendirle toda reverencia, tal como he sabido que los santos presbíteros tampoco se han aprovechado de la evidente condición de su juventud, sino que le han tenido deferencia como prudente en Dios; no ya a él, sino al Padre de Jesucristo, a saber, el Obispo de todos. Por tanto, por el honor de Aquel que os ha deseado, es apropiado que seáis obedientes sin hipocresía. Porque un hombre no engaña a este obispo que es visible, sino que intenta engañar al otro que es invisible; y en este caso debe contar no con carne sino con Dios, que conoce las cosas escondidas. IV. Por tanto, es apropiado que no sólo seamos llamados cristianos, sino que lo seamos; tal como algunos tienen el nombre del obispo en sus labios, pero en todo obran aparte del 423 mismo. Estos me parece que no tienen una buena conciencia, por cuanto no se congregan debidamente según el mandamiento. V. Siendo así que todas las cosas tienen un final, y estas dos —vida y muerte— están delante de nosotros, y cada uno debe ir a su propio lugar, puesto que sólo hay dos monedas, la una de Dios y la otra del mundo, y cada una tiene su propia estampa acuñada en ella, los no creyentes la marca del mundo, pero los fieles en amor la marca de Dios el Padre por medio de Jesucristo, si bien a menos que aceptemos libremente morir en su pasión por medio de El, su vida no está en nosotros. VI. Siendo así, pues, que en las personas antes mencionadas yo os contemplé a todos vosotros en fe y os abracé, os aconsejo que seáis celosos para hacer todas las cosas en buena armonía, el obispo presidiendo a la semejanza de Dios y los presbíteros según la semejanza del concilio de los apóstoles, con los diáconos también que me son muy caros, habiéndoles sido confiado el diaconado de Jesucristo, que estaba con el Padre antes que los mundos y apareció al fin del tiempo. Por tanto, esforzaos en alcanzar conformidad con Dios y tened reverencia los unos hacia los otros; y que ninguno mire a su prójimo según la carne, sino que os améis los unos a los otros siempre en Jesucristo. Que no haya nada entre vosotros que tenga poder para dividiros, sino permaneced unidos con el obispo y con los que presiden sobre vosotros como un ejemplo y una lección de incorruptibilidad. VII. Por tanto, tal como el Señor no hizo nada sin el Padre, [estando unido con Él], sea por sí mismo o por medio de los apóstoles, no hagáis nada vosotros, tampoco, sin el obispo y los presbíteros. Y no intentéis pensar que nada sea bueno para vosotros aparte de los demás: sino que haya una oración en común, una suplicación, una mente, una esperanza, un amor y un gozo intachable, que es Jesucristo, pues no hay nada que sea mejor que El. Apresuraos a congregaros, como en un solo templo, Dios; como ante un altar, Jesucristo, que vino de un Padre y está con un Padre y ha partido a un Padre. VIII. No os dejéis seducir por doctrinas extrañas ni por fábulas anticuadas que son sin provecho. Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del Judaísmo, confesamos que no hemos recibido la gracia; porque los profetas divinos vivían según Cristo Jesús. Por esta causa también fueron perseguidos, siendo inspirados por su gracia a fin de que los que son desobedientes puedan ser plenamente persuadidos de que hay un solo Dios que se manifestó a través de Jesucristo su Hijo, que es su Verbo que procede del silencio, el cual en todas las cosas agradó a Aquel que le había enviado. IX. Así pues, silos que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, 424 en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan —un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos con paciencia, para que podamos ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro solo maestro-, si es así, ¿cómo podremos vivir aparte de Él, siendo así que incluso los profetas, siendo sus discípulos, estaban esperándole como su maestro por medio del Espíritu? Y por esta causa Aquel a quien justamente esperaban, cuando vino, los levantó de los muertos. X. Por tanto, no seamos insensibles a su bondad. Porque si Él nos imitara según nuestros hechos, estaríamos perdidos. Por esta causa, siendo así que hemos pasado a ser sus discípulos, aprendamos a vivir como conviene al Cristianismo. Porque todo el que es llamado según un nombre diferente de éste, no es de Dios. Por tanto, poned a un lado la levadura vil que se había corrompido y agriado y echad mano de la nueva levadura, que es Jesucristo. Sed salados en Él, que ninguno entre vosotros se pudra, puesto que seréis probados en vuestro sabor. Es absurdo hablar de Jesucristo y al mismo tiempo practicar el Judaísmo. Porque el Cristianismo no creyó (se unió) en el Judaísmo, sino el Judaísmo en el Cristianismo, en el cual toda lengua que creyó fue reunida a Dios. XI. Ahora bien, digo estas cosas, queridos, no porque haya tenido noticias de que alguno entre vosotros las piense, sino que, como siendo menos que cualquiera de vosotros, quisiera que estuvierais en guardia en todo tiempo, para que no caigáis en los lazos de la doctrina yana; sino estad plenamente persuadidos respecto al nacimiento y la pasión y la resurrección, que tuvieron lugar en el tiempo en que Poncio Pilato era gobernador; porque estas cosas fueron hechas verdadera y ciertamente por Jesucristo nuestra esperanza; de cuya esperanza ninguno de vosotros se desvíe. XII. Dejadme que me regocije a causa de vosotros en todas las cosas, si soy digno de ello. Porque aunque me hallo en prisiones, con todo no soy comparable a ninguno de vosotros que estáis en libertad, Sé que no sois engreídos; porque tenéis a Jesucristo en vosotros. Y, cuando os alabo, sé que por ello sentís más modestia; como está escrito: El justo se acusa a sí mismo. XIII. Que vuestra diligencia sea, pues, confirmada en las ordenanzas del Señor y de los apóstoles, para que podáis prosperar en todas las cosas que hagáis en la carne y en el espíritu, por la fe y por el amor, en el Hijo y Padre en el Espíritu, en el comienzo y en el fin, con vuestro reverenciado obispo y con la guirnalda espiritual bien trenzada de vuestro presbiterio, y con los diáconos que andan según Dios. Sed obedientes al obispo y los unos a los otros, como Jesucristo lo era al Padre [según la carne], y como los apóstoles lo eran a Cristo y al Padre, para que pueda haber unión de la carne y el espíritu. 425 XIV. Sabiendo que estáis llenos de Dios, os he exhortado brevemente. Recordadme en vuestras oraciones, para que yo pueda llegar a Dios; y recordad también a la iglesia que está en Siria, de la cual no soy digno de ser llamado miembro. Porque tengo necesidad de vuestra oración unida y vuestro amor en Dios, para que se le conceda a la iglesia que está en Siria el ser reavivada por el rocío de vuestra ferviente suplicación. XV. Los efesios de Esmirna os saludan, desde donde os estoy escribiendo. Están aquí conmigo para la gloria de Dios, como también estáis vosotros; y me han confortado en todas las cosas, junto con Policarpo, obispo de los esmirneanos. Sí, y todas las otras iglesias os saludan en el honor de Jesucristo. Pasadlo bien en piadosa concordia, y poseed un espíritu firme, que es Jesucristo. 426 E. LA DIDACHE: TEXTO GRIEGO Y TEXTO TRADUCIDO AL ESPAÑOL Ι ΑΧΗΝΣΩΝΝ Ω ΚΑ ΑΠΟΣΟΛΩΝ δ αξ Νενλ κνΝ δ Ν γθ δθ. θΝ εαΝ πκ ζπθΝ κῖμΝ I 1.Ν Ὁ κ Ν κΝ ,Ν η αΝ μΝ απ μΝ εα Ν η αΝ κ Ν γαθ κν,Ν δα κλ Ν Νπκζζ Νη αι Ν θΝ κΝ θ. ἀ.Ν ἩΝ η θΝ κ θΝ μΝ απ μΝ δθΝ α β·Ν πλ κθΝ ΰαπβ δμΝ θΝ γ θΝ θΝ πκδ αθ Ν ,Ν λκθΝ θΝ πζβ κθΝ κνΝ μΝ αν θ·Νπ θ αΝ Ν αΝ θΝγ ζ ῃμΝη Νΰ θ γα Ν κδ,Νεα Ν Ν ζζῳΝη Νπκ δ. ἁ.Ν Σκ πθΝ Ν θΝ ζ ΰπθΝ Ν δ αξ Ν δθΝ α β·Ν ζκΰ ῖ Ν κ μΝεα αλπη θκνμΝ ηῖθΝεα Νπλκ ξ γ Ν π λΝ θΝ ξγλ θΝ η θ,Ν θβ Ν Ν π λΝ θΝ δπε πθΝ ηᾶμ·Ν πκ αΝ ΰ λΝ ξ λδμ,Ν θΝ ΰαπᾶ Ν κ μΝ ΰαπ θ αμΝ ηᾶμλΝκ ξ Νεα Ν Ν γθβΝ Ν α Ν πκδκ δθλΝ η ῖμΝ Ν ΰαπᾶ Ν κ μΝ ηδ κ θ αμΝ ηᾶμ,Ν εα Νκ ξΝ ι Ν ξγλ θ.Ν ἂ.Ν π ξκνΝ θΝ αλεδε θΝεα Ν πηα δε θΝ πδγνηδ θ·Ν θΝ μΝ κδΝ Ν πδ ηαΝ μΝ θΝ ιδ θΝ δαΰ θα,Ν οκθΝ α Ν εα Ν θΝ ζζβθ,Νεα Ν ῃΝ ζ δκμ·Ν θΝ ΰΰαλ ῃΝ Ν δμΝη ζδκθΝ θ,Ν παΰ Νη ’Ναν κ Ν κ·Ν θΝ λῃΝ δμΝ Ν η δ θΝ κν,Ν μΝα ῳΝ εα Ν θΝ ξδ θα·Ν θΝ ζ ίῃΝ δμΝ π Ν κ Ν Ν θ,Ν η Ν πα δ·Ν κ Νΰ λΝ θα αδ.Ν ἃ.Νπαθ Ν Να κ θ Ν Ν κνΝεα Νη Ν πα θ·Νπᾶ δΝΰ λΝγ ζ δΝ κ γαδΝ Ν πα λΝ εΝ θΝ πθΝ ξαλδ η πθ.Ν ηαε λδκμΝ Ν δ κ μΝ εα Ν θΝ θ κζ θ·Ν γ κμΝ ΰ λΝ δθ.Ν κ α Ν Ν ζαηί θκθ δΝ δμ,Ν γ κμΝ αδ·Ν Ν Ν η Ν ξλ αθΝ ξπθΝ ξπθΝ δΝ εβθ,Ν θα Ν ζα Νεα Ν μΝ ·Ν θΝ νθκπ Ν Νΰ θ η θκμΝ 427 ι α γ αδΝπ λ ΝὧθΝ πλαι ,Νεα Νκ εΝ ι ζ η ξλδμΝκ Ν πκ Ν θΝ ξα κθΝεκ λ θ βθ.Ν αδΝ ε ῖγ θ,Ν ἄ.Ν ζζ Ν εα Ν π λ Ν κ κνΝ Ν λβ αδ·Ν λπ πΝ Ν ζ βηκ θβΝ κνΝ μΝ μΝξ ῖλαμΝ κν,Νη ξλδμΝ θΝΰθ μΝ θδΝ μ. II 1.Ν ν λαΝ Ν θ κζ Ν μΝ δ αξ μ·Ν ἀ.Ν κ Ν κθ δμ,Ν κ Ν ηκδξ δμ,Ν κ Ν παδ κ γκλ δμ,Ν κ Ν πκλθ δμ,Νκ Νεζ ο δμ,Νκ Νηαΰ δμ,Νκ Ν αληαε δμ,Νκ Ν κθ δμΝ εθκθΝ θΝ γκλ ,Ν κ Ν ΰ θθβγ θΝ πκε θ ῖμ,Ν κ εΝ πδγνη δμΝ Ν κ Νπζβ κθ.Ν ἁ.Ν κ εΝ πδκλε δμ,Ν κ Ν ο ν κηαλ νλ εαεκζκΰ δμ,Νκ Νηθβ δεαε δμ.Ν ἂ.Ν κ εΝ ῃΝ δΰθ ηπθΝ κ γαθ κνΝ Ν δΰζπ α.Ν Ν ΰζπ δμ,Ν κ Ν κμ·Ν παΰ μΝ ΰ λΝ ἃ.Ν κ εΝ αδΝ Ν ζ ΰκμΝ κνΝ ο ν μ,Ν κ Ν ε θ μ,Ν ζζ Ν η η πη θκμΝπλ ι δ.Ν ἄ.Νκ εΝ ῃΝπζ κθ ε βμΝκ Ν λπαιΝκ Ν πκελδ μΝκ Ν εαεκ γβμΝκ Ν π λ αθκμ.Νκ Νζ οῃΝίκνζ θΝπκθβλ θΝεα Ν κ Νπζβ κθΝ κν.Ν ἅ.Νκ Νηδ δμΝπ θ αΝ θγλ πκθ,Ν ζζ Νκ μΝη θΝ ζ ΰι δμ,Ν π λ Ν Ν ὧθΝ πλκ ιῃ,Ν κ μΝ Ν ΰαπ δμΝ π λΝ θΝ ονξ θΝ κν. III 1.Ν Σ εθκθΝ ηκν,Ν παθ μΝ ηκ κνΝα κν.Ν ΰ Ν π Ν παθ μΝ πκθβλκ Ν εα Ν π Ν ἀ.Νη Νΰ θκνΝ λΰ ζκμ,Ν βΰ ῖΝΰ λΝ Ν λΰ Νπλ μΝ θΝ θκθ,Ν ηβ Ναβζπ μΝηβ Ν πδ δε μΝηβ Νγνηδε μ·Ν εΝΰ λΝ κ πθΝ π θ πθΝ θκδΝΰ θθ θ αδ.Ν 428 ἁ.Ν εθκθΝ ηκν,Ν η Ν ΰ θκνΝ πδγνηβ μ,Ν βΰ ῖΝ ΰ λΝ Ν πδγνη αΝ πλ μΝ θΝ πκλθ αθ,Ν ηβ Ν α ολκζ ΰκμΝ ηβ Ν νοβζ γαζηκμ·Ν εΝΰ λΝ κ πθΝ παθ πθΝηκδξ ῖαδΝΰ θθ θ αδ. ἂ.Ν εθκθΝηκν,Νη Νΰ θκνΝκ πθκ ε εκμ,Ν π δ Ν βΰ ῖΝ μΝ θΝ πζκζκα λ αθ,Νηβ Ν πακδ μΝηβ Νηαγβηα δε μΝηβ Ν π λδεαγα λ αθ,Ν ηβ Ν γ ζ Ν α Ν ίζ π δθ·Ν εΝ ΰ λΝ κ πθΝ π θ πθΝ πζκζα λ αΝΰ θθᾶ αδ.Ν ἃ.Ν εθκθΝ ηκν,Ν ηῃΝ ΰ θκνΝ ο βμ,Ν π δ Ν βΰ ῖΝ Ν ο ηαΝ μΝ θΝ εζκπ θ,Ν ηβ Ν δζ λΰνλκμΝ ηβ Ν ε θ κικμ·Ν εΝΰ λΝ κ πθΝ π θ πθΝεζκπα Νΰ θθ θ αδ.Ν ἄ.Ν εθκθΝηκν,Νη Νΰ θκνΝΰ ΰΰν κμ,Ν π δ Ν βΰ ῖΝ μΝ θΝ ίζα βη αθ,Ν ηβ Ν α γ βμΝ ηβ Ν πκθβλ λπθ·Ν εΝ ΰ λΝ κ πθΝ π θ πθΝίζα βη αδΝΰ θθ θ αδ.Ν ἅ.Ν γδΝ ΰ θ.Ν Ν πλαΰμ,Ν π Ν κ Ν πλα ῖμΝ εζβλκθκη κν δθΝ θΝ θ.Ν ΰ θκνΝ ηαελ γνηκμΝ εα Ν ζ ηπθΝ εα Ν εαεκμΝ εα Ν ξδκμΝεα Ν ΰαγ μΝεα Ν λ ηπθΝ κ μΝζ ΰκνμΝ δ Νπαθ μ,Νκ μΝ εκν αμ.Ν ι.Ν κ ξΝ ο δμΝ αν γλ κμ.Ν κ Ν εκζζβγ αδΝ η Ν δεα πθΝ εα Ν απ νηία θκθ Ν κδΝ θ λΰ ηα λΝγ κ Νκ θΝΰ θ αδ. θΝ κ Ν δμΝ Ν ονξ Ν κνΝ Ν ονξ Ν κνΝ η Ν οβζ θ,Ν ζζ Ν δθ θΝ θα λα ῃ.Ν 10.Ν Ν αΝ μΝ ΰαγ Νπλκ ιῃ,Ν μΝ δΝ IV 1.Ν Σ εθκθΝ ηκν,Ν κ Ν ζαζκ θ μΝ κδΝ θΝ ζ ΰκθΝ κ Ν γ κ Ν ηθβ γ ῃΝθνε μΝεα Ν η λαμ,Ν δη δμΝ Να θΝ μΝε λδκθ·Ν γ θΝΰ λΝ Νενλδ βμΝζαζ ῖ αδ,Ν ε ῖΝε λδ μΝ δθ.Ν ἀ.Ν εαβ δμΝ Ν εαγ’Ν η λαθΝ θαΝ παθαπα μΝ κῖμΝζ ΰκδμΝα θ.Ν Ν πλ ππαΝ θΝ ΰ πθ,Ν 429 ἁ.Ν κ Ν πκγ δμΝ ο ηα,Ν λβθ ελδθ ῖμΝ δεα πμ,Ν κ Ν ζ οῃΝ πλ παλαπ ηα δθ.Ν ἂ.Νκ Ν δονξ δμ,Νπ λκθΝ ἃ.Ν Μ Ν ΰ θκνΝ πλ μΝ η θΝ πλ μΝ Ν Ν κ θαδΝ ν π θ.Ν ἄ.Ν θΝ ξῃμΝ δ Ν ηαλ δ θΝ κν.Ν δμΝ Ν ηαξκη θκνμ·Ν ππκθΝ ζ ΰιαδΝ π Ν αδΝ Νκ . Ν ζαί ῖθΝ ε θΝ ξ δλ θΝ κν,Ν θπθΝ μΝ ξ ῖλαμ,Ν δμΝ ζ λπ δθΝ ἅ.Ν κ Ν δ δμΝ κ θαδΝ κ Ν δ κ μΝ ΰκΰΰ δμ·Ν ΰθ ΰ λ,Ν μΝ δθΝ Ν κ Νηδ γκ Νεαζ μΝ θ απκ βμ.Ν ῃΝ θ.Νκ εΝ πκ λα ῃΝ θΝ θ η θκθ,Ν νΰεκδθπθ δμΝ Ν π θ αΝ Ν ζ Ν κ Νεα Νκ εΝ λ ῖμΝ δαΝ θαδ·Ν Νΰ λΝ θΝ Ν γαθ ῳΝεκδθπθκ Ν ,Νπ ῳΝηᾶζζκθΝ θΝ κῖμΝγθβ κῖμλ ι.ΝΟ εΝ λ ῖμΝ θΝξ ῖλαΝ κνΝ π Ν κ Νν κ Ν κνΝ Ν π Ν μΝ γνΰα λ μΝ κν,Ν ζζ Ν π Ν θ β κμΝ δ ι δμΝ θΝ ίκθΝ κ Ν γ κ .Ν 10.Ν κ εΝ πδ ι δμΝ κ ζῳΝ κνΝ Ν παδ εῃ,Ν κῖμΝ π Ν α θΝ γ θΝ ζπ ακν δθ,Ν θΝ πδελ ᾳΝ κν,Ν η πκ Ν κ Ν κίβγ κθ αδΝ θΝ π’Ν η κ λκδμΝ γ θ·Ν κ Ν ΰ λΝ λξ εα Ν πλ ππκθΝ εαζ αδ,Ν ζζ’Ν ’Ν κ μΝ Ν πθ κ ηα θ.Ν θΝ η Ν αδΝ ηαΝ 11.Ν η ῖμΝ Ν κ Ν κ ζκδΝ πκ αΰ γ Ν κῖμΝ ενλ κδμΝ η θΝ μΝ π ῳΝγ κ Ν θΝα ξ θῃΝεα Ν ίῳ. 1ἀ.ΝΜδ ενλ ῳ.Ν δμΝπᾶ αθΝ π ελδ δθΝεα ΝπᾶθΝ Νη Ν λ 1ἁ.Ν κ Ν η Ν ΰεα αζ πῃμΝ θ κζ μΝ ενλ κν,Ν νζ ι δμΝ παλ ζαί μ,Νη Νπλκ δγ μΝη Ν αδλ θ.Ν θΝ Ν Ν Ν 1ἂ.Ν θΝ εεζβ ᾳΝ ικηκζκΰ ῃΝ Νπαλαπ ηα Ν κν,Νεα Ν κ Ν πλκ ζ ῃΝ π Ν πλκ νξ θΝ κνΝ θΝ νθ δ δΝ πκθβλ ·Ν α βΝ θΝ Ν μΝ μΝαπ μ. 430 V 1.Ν ἩΝ Ν κ Ν γαθ κνΝ μΝ δθΝ α β·Ν πλ κθπ θ πθΝ πκθβλ Ν δΝεα Νεα λαμΝη ·Ν θκδ,Νηκδξ ῖαδ,Ν πδγνη αδ,Ν πλκθ ῖαδ,Ν εζκπα ,Ν πζκζα λ αδ,Ν ηαΰ ῖαδ,Ν αληαε αδ,Ν λπαΰα ,Ν ο ν κηαλ νλδαδ,Ν πκελ δμ,Ν δπζκεαλ α,Ν ζκμ,Ν π λβ αθ α,Ν εαε α,Ν α γ δα,Ν πζ κθ ι α,Ν α ξλκζκΰ α,Ν αβζκ νπ α,Νγλα βμ,Ν οκμ,Ν ζαακθ α.Ν ἀ.Ν δ ε αδΝ ΰαγ θ,Ν ηδ κ θ μΝ ζβγ δαθ,Ν ΰαπ θ μΝ ο κμ,Ν κ Ν ΰδθ εκθ μΝ ηδ γ θΝ δεαδκ θβμ,Ν κ Ν εκζζ η θκδΝ ΰαγ Νκ Νελ δΝ δεα ᾳΝ λνπθκ θ μΝκ εΝ μΝ Ν ΰαγ θ,Ν ζζ’Ν μΝ Ν πκθβλ θ·Ν ὧθΝ ηαελ θΝ πλαΰ βμΝ εα Ν πκηκθ ,Ν η αδαΝ ΰαπ θ μ,Ν δ εκθ Ν θ απ κηα,Ν κ εΝ ζ κ θ μΝ πλπξ θ,Ν κ Ν πκθκ θ μΝ π Ν εα απκθκνη θῳ,Ν κ Ν ΰδθ εκθ μΝ θΝ πκδ αθ αΝ α κ μ,Ν κθ ῖμΝ εθπθ,Ν ΰδθ εκθ μΝ θΝπκδ αθ αΝα κ μ,Ν κθ ῖμΝ εθπθ,Ν γκλ ῖμΝ πζ ηα κμΝ γ κ ,Ν πκ λ η θκδΝ θΝ θ η θκθ,Ν εα απκθκ θ μΝ θΝ γζδί η θκθ,Ν πζκν πθΝ παλ εζβ κδ,Ν π θ πθΝ θκηκδΝ ελδ α ,Ν παθγαη λ β κδ·Ν ν γ β ,Ν εθα,Ν π Ν κ πθΝ π θ πθ. VI 1.Ν Ὅλα,Ν η Ν μΝ Ν πζαθ ῃΝ π Ν α βμΝ δ αξ μ,Ν π Νπαλ ε μΝγ κ Ν Ν δ ε δ.Ν μΝ κ Ν μΝ ἀ.Ν Ν η θΝ ΰ λΝ θα αδΝ ία αδ κζκθΝ θΝ ανΰ θΝ κ Ν ενλ κν,Ν ζ δκμΝ ῃ·Ν Ν ’Νκ Ν θα αδ,Ν Ν θῃ,Ν κ κΝπκ δ.Νἁ.Ν π λ Ν Ν μΝ ίλ πμ,Ν Ν θα αδΝ ί α κθ·Ν π Ν Ν κ Ν πζκγ κνΝζ αθΝπλ ξ ·Νζα λ αΝΰ λΝ δΝγ θΝθ ελ θ. VII 1.Ν Π λ Ν Ν κ Ν ίαπ ηα κμ,Ν κ πΝ ίαπ α ·Ν α αΝ π θ αΝ πλ δπ θ μ,Ν ίαπ α Ν μΝ Ν θκηαΝ κ Ν πα λ μΝ εα Ν κ Νν κ Νεα Ν κ Ν ΰ κνΝπθ ηα κμΝ θΝ α δΝα θ δ.Ν 431 ἀ.Ν θΝ Νη Ν ξῃμΝ πλΝα θ,Ν μΝ ζζκΝ ’Νκ Ν θα αδΝ θΝονξλ ,Ν θΝγ λη .Ν πλΝί π δ κθ·Ν Ν ἁ.Ν θΝ Ν η λαΝη Ν ξῃμ,Ν εξ κθΝ μΝ θΝε αζ θΝ λ μΝ πλΝ μΝ θκηαΝπα λ μΝεα Νν κ Νεα Ν ΰ κνΝπθ ηα κμ.Ν ἂ.Νπλ Ν Ν κ Νίαπ ηκμΝπλκθβ ν πΝ Νίαπ απθΝεα Ν Ν ίαπ δα η θκμΝ εα Ν Ν δθ μΝ ζζκδΝ θα αδ·Ν ε ζ δμΝ Ν θβ αδΝ θΝίαπ δα η θκθΝπλ ΝηδᾶμΝ Ν κ. VIII 1.ΝΑ Ν Νθβ ῖαδΝ η θΝη Ν π αθΝη Ν θΝ πκελδ θ.Ν θβ κν δΝ ΰ λΝ ν λαΝ αίί πθΝ εα Ν π η ῃ·Ν η ῖμΝ Ν θβ α Ν λ αΝεα Νπαλα ε ν θ.Ν ἀ.Ν ηβ Ν πλκ ξ γ Ν μΝ κ Ν πκελδ α ,Ν ζζ’Ν μΝ ε ζ ν θΝ Ν ε λδκμΝ θΝ Ν αΰΰ ζ ῳΝ α κ ,Ν κ πΝ πλκ ξ γ ·Ν Π λΝ η θΝ Ν θΝ Ν κ λαθ ,Ν ΰδα γ πΝ Ν θκη Ν κν,Ν ζγ πΝ Ν ία δζ αΝ κν,Ν ΰ θβγ πΝ Ν γ ζβη Ν κνΝ μΝ θΝκ λαθ Νεα Ν π Νΰ μ·Ν θΝ λ κθΝ η θΝ Ν πδκ δκθΝ μΝ ηῖθ,Ν μΝεα Ν η ῖμΝ η θΝ κῖμΝκ δζ αδμΝ η θ,Νεα Νη Ν θ ΰεῃμΝ ηᾶμΝ μΝ π δλα η θ,Ν ζζ Ν αδΝ ηᾶμΝ π Ν κ Ν πκθβλκ ·Ν δΝ κ Ν δθΝ Ν θαηδμΝ εα Ν Ν ιαΝ μΝ κ μΝ α θαμ.Ν 3.Ν λ μΝ μΝ η λαμΝκ πΝπλκ ξ γ . IX 1.ΝΠ λ Ν Ν μΝ ξαλδ αμ,Νκ πμΝ ξαλδ α ·Ν ἀ.Νπλ κθΝπ λ Ν κ Νπκ βλ κθ·Ν ξαλδ κ η θΝ κδ,Νπ λΝ η θ,Ν π λΝ μΝ ΰ αμΝ ηπ ζκθΝ αν Ν κ Νπαδ μΝ κν·Ν κ Ν Ν ιαΝ μΝ κ μΝα θαμ.Ν ἁ.Νπ λ Ν Ν κ Νεζ ηκμ·Ν ξαλδ κ η θΝ κδ,Νπ λΝ η θ,Ν π λΝ μΝ απ μΝ εα Ν ΰθ πμ,Ν μΝ ΰθ λδ αμΝ ηῖθΝ δ Ν β κ Ν κ Νπαδ μΝ κν.Ν κ Ν Ν ιαΝ μΝ κ μΝα θαμ.Ν 432 ἂ.Ν π λΝ θΝ κ κΝ Ν εζ ηαΝ δ εκλπδ η θκθΝ π θπΝ θΝ λ πθΝεα Ν νθαξγ θΝ ΰ θ κΝ θ,Νκ πΝ νθαξγ πΝ κνΝ Ν εεζβ αΝ π Ν θΝ π λ πθΝ μΝ ΰ μΝ μΝ θΝ θΝία δζ αθ.Ν δΝ κ Ν δθΝ Ν ιαΝ εα Ν Ν θαηδμΝ δ Ν β κ Ν μΝ κ μΝ α θαμ.Ν ἃ.Ν ηβ μΝ Ν αΰ πΝ ηβ Ν πδ πΝ π Ν μΝ ξαλδ αμΝ η θ,Ν ζζ’Νκ Νίαπ δ γ θ μΝ μΝ θκηαΝενλ κν·Νεα Νΰ λΝπ λ Ν κ κνΝ λβε θΝ Νε λδκμ·ΝΜ Ν Ν Ν ΰδκθΝ κῖμΝεν . X 1. Μ Ν Ν Ν ηπζβ γ αδΝκ πμΝ ξαλδ α ·Ν ἀ.Ν ξαλδ κ η θΝ κδ,Ν π λΝ ΰδ ,Ν π λΝ κ Ν ΰ κνΝ θ ηα κμΝ κν,Νκ Νεα ε θπ αμΝ θΝ αῖμΝεαλ αδμΝ η θ,Νεα Ν π λΝ μΝ ΰθ πμΝ εα Ν π πμΝ εα Ν γαθα αμΝ ηῖθΝ δ Ν β κ Ν κ Νπαδ μΝ κν·Ν κ Ν Ν ιαΝ μΝ κ μΝα θαμ.Ν 3. ,Ν κ Ν θ ηα θγλ πκδμΝ ξαλ πΝ πθ δ Ν κ Νπαδ πκ αΝ παθ κελ κλ,Ν ε δ αμΝ Ν π θ αΝ θ ε θΝ μΝ κν,Ν λκ θΝ Ν εα Ν πκ θΝ πεαμΝ κῖμΝ μΝ π ζαν δθ,Ν θαΝ κδΝ ξαλδ π δθ,Ν ηῖθΝ Ν νηα δε θΝ λκ θΝ εα Ν πκ θΝ εα Ν απ θΝ α θδκθΝ μΝ κν.Ν ἂ.Νπλ Νπ θ πθΝ ξαλδ κ η θΝ κδ,Ν δΝ νθα μΝ ·Ν κ Ν Ν ιαΝ μΝ κ μΝα θαμ.Ν ἃ.Ν ηθ γβ δ,Ν ε λδ ,Ν μΝ εεζβ αμΝ κν,Ν κ Ν α γαδΝ α θΝ θΝ Ν ΰ πῃΝ κν,Ν εα Ν θαικθΝ α θΝ π Ν θΝ λπθΝ θ ηπθ,Ν θΝ ΰδα γ ῖ αθ,Ν μΝ θΝ θΝία δζ αθ,Ν θΝ κ ηα αμΝα ·Ν δΝ κ Ν δθΝ Ν θαηδμΝεα Ν Ν ιαΝ μΝ κ μΝα θαμ.Ν ἄ.Ν ζγ πΝξ λδμΝεα Νπαλ ζγ πΝ Νε ηκμΝκ κμ.ΝὩ αθθ Ν Ν γ Ν α .Ν Ν δμΝ ΰδ μΝ δθ,Ν λξ γπ·Ν Ν δμΝ κ εΝ δ,Ν η αθκ π·Νηαλ θΝ γ ·Ν η θ.Ν ἅ.Ν κῖμΝ γ ζκν δθ. Ν πλκ αδμΝ πδ λ π Ν ξαλδ ῖθΝ αΝ 433 XI 1.Ν ὋμΝ θΝ κ θΝ ζγ θΝ δ ιῃΝ ηᾶμΝ α αΝ π θ αΝ πλκ δλβη θα,Ν ια γ Να θ·Ν Ν ἀ.Ν θΝ Ν α μΝ Ν δ επθΝ λα μΝ δ εῃΝ ζζβθΝ δ αξ θΝ μΝ Ν εα αζ αδ,Ν η Ν α κ Ν εκ β ·Ν μΝ Ν Ν πλκ γ ῖθαδΝ δεακ θβθΝ εα Ν ΰθ δθΝ ενλ κν,Ν ια γ Ν α θΝ μΝε λδκθ. ἁ.ΝΠ λ Ν Ν θΝ πκ ζπθΝεα Νπλκπβ κ Ν αΰΰ ζ κνΝκ πΝπκδ α .Ν ἂ.Ν πᾶμΝ ε λδκμ·Ν Ν π θ, εα Ν Ν ΰηαΝ κζκμΝ λξ η θκμΝ πλ μΝ ηᾶμΝ ξγ πΝ μΝ ἃ.Νκ Νη θ ῖΝ Ν Νη Ν η λαθΝη αθ·Ν θΝ Ν Νξλ α,Νεα Ν θΝ ζζβθ·Ν λ ῖμΝ Ν θΝη θῃ,Νο ν κπλκ βμΝ θ.Ν ἄ.Ν λξ η θκμΝ Ν Ν π κζκμΝ ηβ θΝ ζαηίαθ πΝ η Ν λ κθ,Ν πμΝ κ Ν α ζδ γ ·Ν θΝ Ν λΰνλδκθΝ α ,Ν ο ν κπλκ βμΝ . ἅ.Ν Κα Ν π θ αΝ πλκ βθΝ ζαζκ θ αΝ θΝ πθ ηα δΝ κ Ν π δλ Νκ Ν δαελδθ ῖ ·Νπᾶ αΝΰ λΝ ηαλ αΝ γ αδ,Ν α βΝ Ν Ν ηαλ αΝκ εΝ γ αδ.Ν θ.Νκ ΝπᾶμΝ Ν Νζαζ θΝ θΝπθ ηα δΝπλκ βμΝ θ,Ν ζζ’Ν θΝ ξῃΝ κ μΝ λ πκνμΝ ενλ κν.Ν π Ν κ θΝ θΝ λ ππθΝ ΰθπ γ αδΝ Νο ν κπλκ βμΝεα Ν Νπλκ βμ.Ν ι.Ν εα Ν πᾶμΝ πλκ βμΝ λδαπθΝ λ π ααθΝ θΝ πθ ηα δΝ κ Ν ΰ αδΝ π’Να μ,Ν Ν Νη ΰ Νο ν κπλκ βμΝ .Ν 10.Ν πᾶμΝ Ν πλκ βμΝ δ επθΝ δ ε δΝκ πκδ ῖ,Νο ν κπλ βμΝ . θΝ ζβγ δαθ,Ν Ν Ν 11. πᾶμΝ Ν πλκ βμΝ κεδηα η θκμ,Ν ζβγδθ μ,Ν πκδ θΝ μΝην λδκθΝεκ ηδε θΝ εεζβ αμ,Νη Ν δ επθΝ Νπκδ ῖθ,Ν αΝ α μΝ πκδ ῖ,Ν κ Ν ελδγ αδΝ ’Ν η θ·Ν η Ν γ κ Ν ΰ λΝ 434 ξ δΝ πλκ θΝ ελ δθ·Ν αδ.Ν α πμΝ ΰ λΝ πκ β αθΝ εα Ν κ Ν λξαῖκδΝ 1ἀ.Ν μΝ ’Ν θΝ πῃΝ θΝ πθ ηα δ·Ν δθα,Ν κ εΝ εκ γ Ν α κ ·Ν λκ θ πθΝ πῃΝ κ θαδ,Νηβ μΝα μΝ ηκδΝ λΰ λδαΝ Ν λ Ν θΝ Ν π λ Ν ζζπθΝ θΝελδθ π. XII 1.Ν ΠᾶμΝ Ν Ν λξ η θκμΝ θΝ θ ηα δΝ ενλ κνΝ ξγ π·Ν π δ αΝ Ν κεδη αθ μΝα θΝΰθ γ ,Ν θ δθΝΰ λΝ ι Ν ιδ θΝεα Ν λδ λ θ.Ν ἀ.Ν Ν η θΝ παλ δ μΝ δθΝ Ν λξ η θκμ,Ν ίκβγ ῖ Ν α ,Ν κθΝ θα γ ·Ν κ Ν η θ ῖΝ Ν πλ μΝ ηᾶμΝ Ν η Ν κΝ Ν λ ῖμΝ η λαμ,Ν θΝ Ν θ ΰεβ.Ν ἁ.Ν Ν Ν γ ζ δΝ πλ μΝ ηᾶμΝ εαγ λΰαα γπΝεα Ν αΰ π.Ν ἂ.Ν πλκθκ γαδ,Ν Ν Ν κ εΝ ξ δΝ ξθβθ,Ν εα Ν α ,Νπ μΝη Ν λΰ μΝη γ’Ν η θΝα ξθ βμΝ θ,Ν θΝ θ δθΝ η θΝ αδΝΧλδ δαθ μ.Ν ἃ.Ν Ν ’Ν κ Ν γ ζ δΝ κ πΝ πκδ ῖθ,Ν ξλδ πλκ ξ Ν π Ν θΝ κδκ πθ. ηπλ μΝ δ·Ν XIII 1.Ν ΠᾶμΝ ηᾶμΝ ιδ μΝ Ν πλκ βμΝ ζβγδθ μΝ γ ζπθΝ εαγ δΝ μΝ λκ μΝα κ .Ν ἀ.Ν α πμΝ δ εαζκμΝ ζβγδθ μΝ π λΝ Ν λΰ βμΝ μΝ λκ μΝα κ .Ν γαδΝ πλ μΝ δθΝ ιδκμΝ εα Ν α μΝ ἁ.Ν πᾶ αθΝ κ θΝ παλξ θΝ ΰ θθβη πθΝ ζβθκ Ν εα Ν ζπθκμ,Ν ίκ θΝ Ν εα Ν πλκί πθΝ ζαί θΝ δμΝ θΝ παλξ θΝ κῖμΝ πλκ αδμ·Να κ Νΰ λΝ δθΝκ Ν λξδ λ ῖμΝ η θ.Ν ἂ.Ν θΝ Νη Ν ξβ Νπλκ ἃ.Ν θΝ δ αθΝ πκδ μ,Ν θ κζ θ.Ν βθ,Ν κῖμΝπ πξκῖμ.Ν θΝ παλξ θΝ ζαί θΝ μΝ εα Ν θΝ 435 ἄ.Ν α πμΝ ε λ ηδκθΝ κ θκνΝ Ν ζα κνΝ θκ ιαμ,Ν παλξ θΝζαί θΝ μΝ κῖμΝπλκ αδμ·Ν θΝ ἅ.Ν λΰνλ κνΝ Ν εα Ν ηα δ ηκ Ν εα Ν παθ μΝ ε ηα κμΝ ζαί θΝ θΝ παλξ θ,Ν μΝ θΝ κδΝ ιῃ,Ν μΝεα Ν θΝ θ κζ θ. XIV 1.ΝΚα Νενλδαε θΝ Νενλ κν νθαξγ θ μΝεζ α Ν λ κθΝ εα Ν ξαλδ α ,Νπλκ ικηκζκΰβ η θκδΝ Νπαλαπ ηα αΝ η θ,Ν ππμΝεαγαλ Ν Νγν αΝ η θΝᾐ.Ν ἀ.Ν πᾶμΝ Ν ξπθΝ θΝ η δίκζ αθΝ η Ν κ Ν α λκνΝα κ Ν η Ν νθ ζγ πΝ ηῖθ,Ν πμΝκ Ν δαζζαΰ δθ,Ν θαΝη Νεκδθπγ Ν Ν γν αΝ η θ.Ν ἁ.Να βΝΰ λΝ δθΝ Ν βγ ῖ αΝ π Νενλ κν·Ν θΝπαθ Ν π Ν εα Ν ξλ θῳΝ πλκ λ δθΝ ηκδΝ γν αθΝ εαγαλ θ.Ν δΝ ία δζ μΝ η ΰαμΝ η ,Ν ζ ΰ δΝ ε λδκμ,Ν εα Ν Ν θκη Ν ηκνΝ γανηα θΝ θΝ κῖμΝ γθ δ. XV 1.ΝΧ δλκ κθ α Νκ θΝ αν κῖμΝ πδ ε πκνμΝεα Ν δαε θκνμΝ ι κνμΝ κ Ν ενλ κν,Ν θ λαμΝ πλα ῖμΝ εα Ν δζαλΰ λκνμΝ εα Ν ζβγ ῖμΝ εα Ν κεδηα η θκνμ·Ν ηῖθΝ ΰ λΝ ζ δ κνλΰκ δΝ εα Ν α κ Ν θΝζ δ κνλΰ αθΝ θΝπλκ β θΝεα Ν δ α ε ζπθ.Ν ἀ.Ν η Ν κ θΝ π λ β Ν α κ μ·Ν α κ Ν ΰ λΝ δθΝ κ Ν δηβη θκδΝ η θΝη Ν θΝπλκ β θΝεα Ν δ α ε ζπθ. ἁ.Ν ζ ΰξ Ν Ν ζζ ζκνμΝη Ν θΝ λΰ ,Ν ζζ’Ν θΝ λ θῃΝ μΝ ξ Ν θΝ Ν αΰΰ ζ ῳ·Ν εα Ν παθ Ν κξκ θ δΝ εα Ν κ Ν λκνΝ ηβ μΝ ζαζ πΝ ηβ Ν παλ’Ν η θΝ εκν π,Ν πμΝ κ Ν η αθκ ῃ.Ν ἂ.Ν μΝ Ν ξ μΝ η θΝεα Ν μΝ ζ βηκ θαμΝεα Νπ αμΝ μΝ πλ ι δμΝ κ πΝ πκδ α ,Ν μΝ ξ Ν θΝ Ν αΰΰ ζ ῳΝ κ Ν ενλ κνΝ η θ. 436 XVI 1.Ν Γλβΰκλ ῖ Ν π λΝ μΝ απ μΝ η θ·Ν κ Ν ζ ξθκδΝ η θΝ η Ν ί γ π αθ,Ν εα Ν α Ν μΝ η θΝ η Ν εζν γπ αθ,Ν ζζ Ν ΰ θ γ Ν κδηκδ·Ν κ Ν ΰ λΝ κ α Ν θΝ λαθ,Ν θΝ Ν Ν ε λδκμΝ η θΝ λξ αδ.Ν ἀ.Νπνεθ μΝ Ν νθαξγ ονξαῖμΝ η θ·Ν κ Ν ΰ λΝ π πμΝ η θ,Ν θΝη Ν θΝ γ Ναβ κ θ μΝ Ν θ εκθ αΝ αῖμΝ ζ δΝ ηᾶμΝ Ν πᾶμΝ ξλ θκμΝ μΝ Ν ξ ῳΝεαδλ Ν ζ δπγ .Ν ἁ.Ν θΝ ΰ λΝ αῖμΝ ξ αδμΝ η λαδμΝ πζβγνθγ κθ αδΝ κ Ν ο ν κπλκ αδΝ εα Ν κ Ν γκλ ῖμ,Ν εα Ν λα κθ αδΝ Ν πλ ία αΝ μΝζ εκνμ,ΝεαδΝ Ν ΰ πβΝ λα αδΝ μΝηῖ κμ.Ν ἂ.Ν α ιαθκ βμΝ ΰ λΝ μΝ θκη αμΝ ηδ κν δθΝ ζζ ζκνμΝ εα Ν δ ικν δΝ εα Ν παλα κν δ,Ν εα Ν Ν αθ αδΝ Ν εκ ηκπζαθ μΝ μΝν Νγ κ ,Νεα Νπκδ δΝ βη ῖαΝεα Ν λα α,Ν εα Ν Ν ΰ Ν παλα κγ αδΝ μΝ ξ ῖλαμΝ α κ ,Ν εα Ν πκδ δΝ γ ηδ α,Ν Νκ πκ Νΰ ΰκθ θΝ ιΝα θκμ.Ν ἃ.Ν Ν ι δΝ Νε δμΝ θΝ θ λ ππθΝ μΝ θΝπ λπ δθΝ μΝ κεδηα αμ,Νεα Ν εαθ αζδ γ κθ αδΝπκζζκ Νεα Ν πκζκ θ αδ,Ν κ Ν Ν πκη θαθ μΝ θΝ Ν π δΝ α θΝ πγ κθ αδΝ π’Ν α κνΝ κ Νεα αγ ηα κμ.Ν ἄ.Ν εα Ν Ν αθ αδΝ Ν βη ῖαΝ μΝ ζβγ αμ·Ν πλ κθΝ βη ῖκθΝ επ πμΝ θΝ κ λαθ ,Ν αΝ βη ῖκθΝ πθ μΝ πδΰΰκμ,Νεα Ν Ν λ κθΝ θ α δμΝθ ελ θ.Ν ἅ.Ν κ Ν π θ πθΝ ,Ν ζζ’Ν μΝ λλ γβ·Ν Ἥι δΝ Ν ε λδκμΝ εα Ν π θ μΝκ Ν ΰδκδΝη ’Να κ .Ν θ.Ν θΝθ Ν ο αδΝ Ν ε ηκμΝ ζ θΝ κ Νκ λαθκ . θΝ ε λδκθΝ λξ η θκθΝ π θπΝ 437 Doctrina de los Doce Apóstoles I La doctrina del Señor para las naciones mediante los Apóstoles. 1. Hay dos caminos: uno de la vida, y otro de la muerte; pero muy grande es la diferencia entre los dos caminos. 2. El camino de la vida, pues, es éste: Primero, amarás a Dios que te creó; y segundo, a tu prójimo como a ti mismo. Y todo lo que no quieras que te suceda a ti, tú tampoco lo hagas a otro. 3. La doctrina de estos dichos es ésta: Bendecid a los que os maldicen, y rogad por vuestros enemigos: ayunad por los que os persiguen. Porque, ¿qué gracia hay en querer a los que os aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Vosotros, en cambio amad a los que os odian, y no tendréis enemigo alguno. 4. Abstente de codicias carnales y corporales. Si alguno te diere un golpe en la mejilla derecha, ofrécele también la izquierda, y serás perfecto. Si alguno te forzare a caminar con él una milla, acompáñale otra más. Si alguno te quitare tu capa, dale también tu túnica. Si alguno te tomare lo que es tuyo, no se lo reclames; porque no puedes (hacerlo). 5. Da a todos los que te pidan, y no lo reclames (después). Porque el Padre quiere que se de a todos de sus propias dádivas. ¡Bienaventurado el que da según el mandato, porque es inocente! ¡Ay, empero, del que tome! Porque quien tome por necesidad, es inocente. Mas quien no tuviere necesidad, habrá de dar cuenta de por qué tomó y para que. Le tomarán preso y le interrogarán de lo que hizo; y no saldrá de allí hasta que haya devuelto el céntimo. 6. De esto también fue dicho: Exudará tu limosna en tus manos hasta que sepas a quien la das. II 1. El segundo mandamiento de la doctrina: 438 2. No matarás. No cometerás adulterio. No corromperás a los jóvenes. No fornicarás. No hurtarás. No harás brujerías. No prepararás venenos. No cometerás aborto ni infanticidio. No codiciarás los bienes de tu prójimo. 3. No perjurarás. No darás testimonio falso. No hablarás mal (de tu prójimo). No serás vengativo. 4. No serás doble ni bilingüe. Pues, trampa de la muerte es la doblez. 5. Tu palabra no será mentirosa ni vacía, mas llena de obra. 6. No serás avaro, ni rapaz, ni hipócrita, ni malicioso, ni soberbio. No tramarás tretas contra tu prójimo. 7. No odiarás a nadie; sino que reprenderás a unos, tendrás compasión de otros; por otros rogarás, y a otros amarás más que a tu propia alma. III 1. Hijo mío, huye de todo malvado y de todo lo que malvado parezca. 2. No seas iracundo; porque la ira lleva al homicidio. Tampoco seas receloso ni rijador, ni altivo; porque de todas estas cosas se originan homicidios. 3. Hijo mío, no seas concupiscente; porque la concupiscencia lleva a los pecados de la carne; tampoco seas hablador de cosas torpes, ni soberbio de la vista; porque de todo esto nacen adulterios. 4. Hijo mío, no seas agorero; porque esto lleva a la idolatría. 5. Hijo mío, no seas mentiroso, porque la mentira lleva al hurto; tampoco aficionado al dinero, ni vanidoso; porque de todas estas cosas nacen los hurtos. 6. Hijo mío, no seas murmurador; porque lleva a la maledicencia; tampoco arrogante; ni malintencionado: porque de todo esto se originan las maledicencias. 7. Por el contrario, has de ser manso; porque los mansos poseerán la tierra. 439 8. Sé paciente y misericordioso, sin malicia, quieto y bueno, y temeroso siempre de las palabras que escuchaste. 9. No te ensalces a ti mismo, ni hinches con arrogancia tu alma. Tu corazón no se adhiera a los soberbios, mas se vuelva a los justos y humildes. 10. Todo cuanto suceda has de aceptar por bueno, sabiendo que nada acaece sin Dios. IV 1. Hijo mío, día y noche recuerda a quien te habla de la palabra de Dios, y respétalo como al Señor; porque donde habla la autoridad del Señor, allí está el Señor mismo. 2. Busca cada día los semblantes de los santos para descansar en sus palabras. 3. No desees separaciones (cismas); mas pacifica a los que pelean. Juzgarás con justicia. Tu fallo sobre deslices ha de ser sin acepción de personas. 4. No fluctúes entre el sí y el no. 5. No seas como quien extiende las manos para recibir, y las cierra para no dar. 6. Si tuvieres algo en tus manos, lo darás para la expiación de tus faltas. 7. No tardes en dar, ni des con pesar; pues sabes quien es el que recompensa con sueldo bueno. 8. No huyas del menesteroso, mas compartirás todos tus bienes con tu hermano; no dirás de ninguna cosa: "Esto es mío"; porque, si compartís la suerte inmortal, cuánto más la suerte mortal. 9. No quites tu mano de tu hijo o de tu hija; sino que desde la juventud les enseñarás el temor de Dios. 10. No mandes en tu amargura a tu siervo o a tu sirvienta, que esperan en el mismo Dios, para que no dejen de respetar a Dios que está por encima de ambos. Porque (el divino Salvador) no viene a llamar según la persona, sino a quienes el Espíritu ha preparado. 440 11. Vosotros, empero, los sirvientes, habéis de obedecer a vuestros amos, como tipo de Dios, con modestia y temor. 12. Tendrás odio a toda hipocresía y a todo lo que no sea agradable al Señor. 13. No abandones los mandamientos del Señor; mas guarda lo que recibiste, sin añadir ni quitar nada. 14. En la iglesia (asamblea) confiesa tus pecados: y no te acerques a tu oración con mala conciencia. Tal es el camino de la vida. V 1. El camino de la muerte, en cambio, es éste: Sobre todo es malo y lleno de maldición: los asesinatos, adulterios, concupiscencias, fornicaciones, hurtos, idolatrías, brujerías, preparación de venenos, rapiñas, falsos testimonios, hipocresía, doblez de corazón, dolo, malicia, orgullo, avaricia, turpiloquio, envidia, espíritu atrevido, altanería, ostentación. 2. Perseguidores de los buenos, enemigos de la verdad, amantes de la mentira, desconocedores de la retribución de justicia, no aficionados a lo bueno ni al juicio justo, no vigilantes para lo bueno sino para lo malo; alejados de la mansedumbre y la paciencia, amadores de cosas vanas, y ansiosos de remuneraciones, no compasivos del pobre, e indiferentes para con los apenados, desconocedores de su Hacedor, asesinos de sus hijos, corruptores de la criatura de Dios, los que abandonan al necesitado y oprimen al afligido; abogados de los ricos, inicuos jueces de los pobres, versados en todos los pecados: ¡Libraos de toda esta gente, hijos míos! VI 1. Mira que nadie te seduzca de este camino de la Doctrina, cuando te enseñaren cosas sin miras a Dios. 2. Porque, si puedes sobrellevar todo el yugo del Señor, perfecto serás; si, empero, no puedes: haz lo que puedas. 441 VII 1. En cuanto al bautismo, éste es el modo de bautizar: habiendo previamente dicho todo esto, bautizad en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, en agua viva. 2. Si no tienes agua viva, bautiza en otra agua. Si no puedes en (agua) fría, (bautiza) en caliente. 3. Si, empero, no tienes ni una ni otra, derrama agua sobre la cabeza tres veces en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 4. Antes del bautismo, el que bautiza y el que ha de ser bautizado, ayunen, y asimismo otros que puedan hacerlo. Mandas ayunar al bautizando uno o dos días antes. VIII 1. Vuestros ayunos, sin embargo, no sean con los hipócritas: los que ayunan el segundo y el quinto día después del sábado. Vosotros, en cambio, ayunad el cuarto día y el viernes. 2. Tampoco habéis de rezar como los hipócritas, mas como el Señor mandó en su Evangelio, así habéis de rezar: Nuestro Padre, en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad, como en el Cielo así también en la tierra. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy. Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros también perdonamos a nuestros deudores. Y no nos lleves a la tentación; mas líbranos del mal. Porque tuyo es el poder y la gloria en los siglos. 3. Tres veces debéis rezar de este modo cada día. IX 1. En cuanto a la Eucaristía, así habéis de realizarla: 442 2. Primero sobre el Cáliz: Te damos gracias, nuestro Padre,por la sagrada vid de David, tu siervo, la cual nos enseñaste por Jesús, tu Hijo y Siervo; A Ti la gloria en los siglos. 3. Y sobre la partición (del pan): Te damos gracias, nuestro Padre, por la vida y la ciencia que nos enseñaste por Jesús, tu Hijo y Siervo:A Ti la gloria en los siglos. Como este pan fue repartido sobre los montes, y, recogido, se hizo uno, así sea recogida tu Iglesia desde los límites de la tierra en tu Reino porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, en los siglos. 4. Pero nadie coma ni beba de vuestra Eucaristía, sino (únicamente) los que están bautizados en el nombre del Señor. Porque también de esto el Señor ha dicho: "¡No deis lo santo a los perros !" X 1. Y después de hartaros, así dad gracias: 2. Te damos gracias, Padre Santo,por tu santo nombre, al cual hiciste habitar en nuestros corazones; y por la ciencia y fe e inmortalidad, que nos enseñaste por Jesús, tu Hijo y Siervo: A Ti la gloria en los siglos. 3. Tú, ¡oh Señor, Todopoderoso! lo creaste todo a causa de tu nombre; diste comida y bebida a los hombres para su fruición, para que te diesen gracias. A nosotros, empero, nos regalaste comida y bebida espiritual y la vida eterna, por tu Hijo y Siervo. 4. Ante todo te damos gracias porque eres poderoso: A Ti gloria en los siglos. 5. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal, y hacerla perfecta en tu amor; aúnala desde los cuatro vientos a la santificada, en tu Reino que para ella preparaste: porque tuyo es el poder y la gloria en los siglos. 6. Venga tu gracia, y pase este mundo. ¡Hosanna al Dios de David! Si uno es santo, se acerque. Si no lo es, conviértase. Marán-athá! Amén. A los profetas permitid hacer gracias cuantas quieran. 443 XI 1. Quien, pues, viniere a vosotros enseñándoos todo lo dicho anteriormente, a ése acogedle. 2. Si, empero, el que enseña se pervirtió y enseñare otra doctrina para la disolución, no le escuchéis. Mas si enseña en la manera de aumentar la justicia y ciencia del Señor, ¡acogedle como al Señor! 3. En cuanto a los apóstoles y profetas, proceded así conforme al Evangelio. 4. Todo apóstol que llegue a vosotros, ha de ser recibido como el Señor. 5. Pero no se quedará por más de un día o dos, si hace falta; quedándose tres días, es un falso profeta. 6. Al partir, el apóstol no aceptará nada sino pan para sustentarse hasta llegar a otro hospedaje. Si pidiere dinero, es un falso profeta. 7. Y a todo profeta que hable en espíritu, no le tentéis ni pongáis a prueba. Porque todo pecado se perdona; mas este pecado no será perdonado. 8. Pero no cualquiera que habla en espíritu es profeta, sino sólo cuando tenga las costumbres del Señor. Pues, por las costumbres se conocerá al seudo profeta y al profeta. 9. Y ningún profeta, disponiendo la mesa en espíritu, comerá de la misma; de lo contrario, es un falso profeta. 10. Pero todo profeta que enseña la verdad, y no hace lo que enseña, es un profeta falso. 11. Todo profeta, sin embargo, probado y auténtico, que celebra el misterio cósmico de la Iglesia, pero no enseña a hacer lo que él hace, no ha de ser juzgado por vosotros. Su juicio corresponde a Dios. Porque otro tanto hicieron los antiguos profetas. 12. Mas quien dijere en espíritu: Dame dinero, u otra cosa semejante, no lo escuchéis. Si, empero, os dice que deis para otros menesterosos, nadie lo juzgue. 444 XII 1. Todo el que viniere en el nombre del Señor, sea acogido. Luego de haberlo probado, lo conoceréis; pues tenéis criterio para juzgar entre la diestra y la siniestra. 2. Si el advenedizo viene tan sólo de paso, socorredle todo lo posible. El, por su parte, no quedará entre vosotros más que dos, o según su necesidad, tres días. 3. Mas si quisiere radicarse entre vosotros, como artesano, trabaje y coma. 4. Si no sabe oficio alguno, proveeréis según vuestra inteligencia, para que no viva entre vosotros un cristiano holgazán. 5. Si a eso no quiere conformarse, es un traficante de Cristo. ¡Cuidado con ésos! XIII 1. Todo profeta verdadero que deseare radicarse entre vosotros, es digno de su comida. 2. Asimismo, un doctor verdadero es, como obrero, digno de su comida. Todas las primicias del lagar y de los campos, del ganado y de las ovejas, las tomarás y darás a los profetas; porque ellos son vuestros príncipes sacerdotes. 3. Mas, si no tuviereis profeta, ¡dad a los pobres! 4. Cuando haces pan, tomarás la primicia y la darás conforme al mandato. 5. Asimismo, cuando abres la tinaja de vino o del aceite, tomarás la primicia y la darás a los profetas. 6. Del dinero y de las vestimentas y de todo cuanto poseas, tomarás la primicia, según te parezca, y la darás conforme al mandato. 445 XIV 1. Los días del Señor reuníos para la partición del pan y la acción de gracias, después de haber confesado vuestros pecados, para que sea puro vuestro sacrificio. 2. Cualquiera, empero, que tuviere una contienda con su hermano, no os acompañe antes de reconciliarse, para que no sea mancillado vuestro sacrificio. 3. Pues, éste es el dicho del Señor: "En todo lugar y tiempo me ofrecerán una ofrenda pura. Porque soy un gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones." XV 1. Elegíos, pues, obispos y diáconos dignos del Señor, varones mansos, indiferentes al dinero, veraces y probados. Porque también ellos administran para vosotros el oficio (liturgia) de los profetas y doctores. 2. No los menospreciéis; porque ellos son venerables entre vosotros