Subido por Christian Troncoso Chávez

La orientación de la política contemporánea: de la saturación democrática a la Idea del comunismo.

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Presentación proyecto de investigación
1. Título.
La orientación de la política contemporánea: de la saturación democrática a la Idea
del comunismo.
2. Fundamentación.
A partir de la filosofía de Alain Badiou, se realizará una indagación para abordar
el problema de la “des-implicación radical”. Para Badiou la des-implicación hace
referencia al llamado o interpelación del momento histórico a no hacerse parte de algo
distinto que no sea la “pura y simple repetición de lo peor” (Badiou, El despertar de la
historia, 2012). En otros términos, podríamos referirnos a este problema como el de
la desorientación radical de la política contemporánea, suturada en lo que Badiou
entenderá como el fetiche democrático.
Ante este problema, y principalmente desde los conceptos de Badiou, la apuesta
de este proyecto de tesis es pensar una posible orientación de las coordenadas de la
izquierda (principalmente respecto a los conceptos que utiliza para pensar la política
y el quehacer militante) hacia un proyecto emancipatorio (comunista).
Una hipótesis es que el problema de la des-implicación radical es hoy el gran
problema al que se enfrenta la política emancipatoria y, por tanto, la izquierda como
conjunto militante. Esta des-implicación se evidencia en la época actual, cuando la
política queda más bien reducida al problema del Estado: la democracia y los
derechos. Las propias estrategias y tácticas de la izquierda apuestan por la
construcción de fuerza que permita tener otro “peso” en los espacios de disputa, que
dé condiciones de avances en la distribución del poder (democratización,
incorporación de nuevos conjuntos/identidades) y los derechos (sociales e
individuales).
El problema que ha surgido es que la construcción de poder y sus conceptos de
orientación (estrategia/táctica, correlación de fuerzas/lucha de clases, partido,
programa, historia, fracaso, etc.) parecen tener un cierto desgaste en estos tiempos,
en la medida en que el escepticismo hacia “la política” o la “desconfianza” han
marcado el “tramo” de esta transición, luego de la contra-revolución instalada por la
dictadura encabezada por Pinochet (en el plano local). Se puede decir que, esta
transición, ha sido una apuesta neoliberal de individuación y competencia, o de
dispersión de los lugares de organización del modo de la política previa (del trabajo o
sindicato, o el ejemplo ejemplar es el partido), en donde se visualiza esta desimplicación radical. La des-implicación radical aparece como un problema en la
medida en que la “repetición de lo peor” se traduce en la repetición de las condiciones
de “todos los rasgos del capitalismo clásico”: mercado mundial (globalización) y
concentración del capital, sumando al infierno proyectado de la crisis climática.
Ante este escenario la palabra “cambio” debería estar rondando los enunciados
de las discusiones sobre el quehacer político. Sin embargo, luego de las experiencias
de las políticas de emancipación y también en los “restablecimientos” conservadores
y reaccionarios, en donde los anuncios del cambio aparecieron vinculados a
proyectos emancipatorios fracasados o, derechamente, dictaduras conservadoras, es
cuando también debemos poner en cuestión la propia “operación” del cambio. En este
sentido, es que las apuestas de una “nueva política” contra una “vieja política” deben
ser examinadas con rigurosidad. Esto, ya que encontramos fácilmente “horizontes”
políticos que están en una especia de “mesianismo” donde, por ejemplo, la
“revolución” sería ese punto “más allá” en el cual la correlación de fuerzas haría
cambiar las estructuras a favor de un pueblo. Para Badiou, la pregunta por los
cambios o, mejor dicho, por lo “nuevo” es central en su reflexión: “mí única pregunta
filosófica, diría, es la siguiente: ¿se puede pensar que hay algo nuevo en la situación,
no lo nuevo ajeno a la situación ni lo nuevo en otro lugar, sino pensar de hecho la
novedad y tratarla en la situación?" (Bosteels, 2021). Con esta pregunta, se pueden
pensar las apuestas democráticas del poder, toda vez que es el mismo poder la
apuesta que se repite.
Esto, ya que la apuesta democrática tiene un lado “institucional”: donde se juegan
las disputas de poder en los aparatos del Estado; y por otro lado se juega en las
apuestas que intentan estar “por fuera” de esta institucionalidad. Aparecen como
diferentes (y bastante tienen de diferentes), pero podrían ser fácilmente dos caras de
la misma moneda. En el caso de la primera, la dificultad de conformación de mayorías
sustantivas y la obligación de los “acuerdos” hacen retroceder los proyectos políticos
por cambios en la medida de lo posible (acá las transformaciones se ven suspendidas
con la realpolitik, quedando el “proyecto” postergado para una mejor correlación). O,
en el caso de la segunda, la apuesta autonomista enfrenta el problema del Estado a
la evasión del Estado mismo (sin apuesta simbólica se ve impotente ante el “suicidio
colectivo”). Acá se observa que las apuestas descritas tienen en común: colocar al
poder en el centro de su quehacer. La primera como su gestora; la segunda como la
que ignora -al poder-. Es decir, la “respuesta” de la política ante el problema de la
des-implicación radical es la construcción de mayorías para los avances en el Estado
y, por otro lado, la construcción de un poder creciente, de base/popular, con un “nuevo
Estado” dentro de sí, pero a distancia del Estado. Ambas apuestas tienen a lo contable
del poder como centro de su estrategia (la suma de votos; el movimiento social). Su
apuesta es “lo concreto” en el Estado o en la construcción de fuerza a largo de plazo.
Solo se puede ejercer poder sobre lo “captable” o lo que se puede “tomar”, se ejerce
sobre algo que está ahí presente (un cargo en el Estado o en un comité de viviendas).
En la conocida “revolución copernicana”, Copérnico postuló que no era el sol el
que giraba en torno a la tierra, sino que era la tierra la que giraba en torno al sol. Lo
interesante de aquí es que Copérnico lo que hace fue cambiar de un centro al otro
(de la tierra al sol) el problema del movimiento del universo. Posterior a esta
interpretación del movimiento de los astros, fue Kepler quien expuso una lectura más
radical, al indicar que no eran movimientos circulares (en torno a un eje) los
movimientos de los astros, sino que las órbitas eran elípticas. Es decir, giraban
respecto de un centro de masa visible (el sol) y en torno a un vacío (el segundo foco
de la elipse). Esto fue lo realmente revolucionario en el pensamiento científico (ya no
solo pensar en “centros” sino que dar lugar al vacío): “La revolución copernicana no
es para nada una revolución…hacer que [el punto dominante, el centro] lo ocupe la
tierra o el sol, no tienen en sí nada que subvierta lo que el significante centro conserva
de suyo” (Lacan, 2008). Para Badiou es tarea de la filosofía “composibilitar” sus
condiciones (la ciencia, la política, el arte y el amor), es por ello el nudo que aquí se
expone entre ciencia y política. Lo que en ningún caso implica suponer algo así como
una “ciencia política”, ya no supondría una operación de anudamiento sino una sutura.
Con esto, se podría decir que la izquierda está atrapada en un movimiento
copernicano. Sin embargo, con Badiou se puede pensar a la política, así como
también la filosofía, atrapada (o “suturada” nos dirá) en su identificación con la historia.
Sería esta identificación la que mantendría el pensamiento político “suturado” (la
sutura tendría, en Badiou, relación con la “identificación”, a diferencia de la
“saturación” que tiene que ver con el “agotamiento”). Por lo que se vuelve necesario
pensar una “política del vacío” o de una “política sustractiva” que dé lugar a una
política no solo del mero poder, sino que reconoce a la justicia como su segundo
elemento o como segundo “vector”. La apuesta de Badiou es dar lugar al vacío en el
ámbito de lo político y filosófico, o dar un “espacio” entre ambas. Así, Badiou propone
“dar lugar a la Idea” como tarea de la época. Que sería algo así como un “tomar una
distancia respecto del poder” o “tomar distancia con lo posible”. Esta distancia con lo
que no cesamos de repetir.
Así también, será necesario pensar por los lugares que cada ámbito ocupa
respecto al otro para pensar, por ejemplo, si es la política como tal el espacio de
intervención en la situación, y si la filosofía ocupa un lugar “útil” en el pensamiento de
una orientación emancipatoria.
En la obra de Badiou se puede considerar a la política como lugar de sostenimiento
de una idea de justicia, de igualdad, etc., que tiene a su vez (en su tiempo y
localización) un modo singular de presentación en el que se acarrean las
consecuencias de un acontecimiento (un corte en la situación que da la posibilidad de
sostener algo novedoso, algo que “escape” a la situación como tal). Estos modos se
pueden observar en, por ejemplo, “la Revolución Francesa entre 1792 y 1794; la
guerra popular china entre 1927 y 1949; el bolcheviquismo ruso entre 1902 y 1917…”
(Badiou, La hipótesis comunista, 2022). Tienen un tiempo determinado en el que se
puede observar que existe un exceso a la situación, algo nuevo que tendría de
constante la emancipación o proyecto emancipatorio. Badiou nombra verdades a
estos procedimientos y, en el caso de los ejemplos citados, de verdades políticas. Y
estas pueden describir como “una secuencia concreta y fechada en la cual surgen,
existen y desaparecen una práctica y un pensamiento nuevos de la emancipación
colectiva” (Badiou, La hipótesis comunista, 2022)
Volviendo al principio, el problema de la des-implicación radical nos remite al
problema de las verdades, entendidas según Badiou como procedimientos genéricos,
agujeros en el saber, y excepciones inmanentes a la enciclopedia que ordena la
situación. ¿Por qué? Por el hecho de que la apuesta emancipatoria colectiva ha sido
siempre el intento de sostener cortes con respecto del estado de la situación, y
contemporáneamente, respecto a la democracia capital parlamentaria, es decir, de
inventar y acarrear “prácticas y pensamientos nuevos” que incorporen a “cualquiera”,
y en tal medida, que tengan un valor universal. En este sentido, es que la existencia
de las diferentes apuestas o modos históricos de la política han marcado puntos de
los cuales rescatar eso que se escurre más allá de las renegaciones por las
atrocidades del siglo pasado. No se trata de tomar el pasado con un aliviador olvido,
sino que es pensar en la siguiente pregunta: “¿qué política es capaz simultáneamente
de
cerrar
sin
renegación
el
periodo
anterior
(del modo histórico de la política anterior), de liberar, para sus fines propios, el núcleo
universal de los modos que ella identifica en la historia (…) y de establecer, en el
pensamiento tanto como en la experiencia militante de ese pensamiento, las
prescripciones y los enunciados de un nuevo modo?” (Badiou, Condiciones, 2002).
3. Objetivos.
Objetivo General: proponer un “vaciamiento” o una “sustracción” en las coordenadas
conceptuales que organizan la práctica política.
Objetivos Específicos:
▪
Demarcar los lugares que ocupan la filosofía y la política.
▪
Identificar los lugares -conceptuales- suturados de la política-poder.
▪
Esbozar la organización de una política sustractiva o “del vacío” articulada y
orientada por la orientación de las verdades.
4. Bibliografía:
-
Alain Badiou, Condiciones, Siglo XXI, Buenos Aires, 2002.
-
Alain Badiou, Compendio de metapolítica, Prometeo, Buenos Aires, 2009.
-
Alain Badiou, De un desastre oscuro, Amorrortu, Buenos Aires, 2006.
-
Alain Badiou, El despertar de la Historia, Nueva Visión, Buenos Aires, 2012.
-
Alain Badiou, El siglo, Buenos Aires, 2005
-
Alain Badiou, En busca de lo real perdido, Amorrortu, Buenos Aires, 2016.
-
Alain Badiou, Filosofía y el acontecimiento, Amorrortu, Buenos Aires, 2012.
-
Alain Badiou, Imágenes del tiempo presente I. El nihilismo contemporáneo,
Amorrortu, Buenos Aires, 202.
-
Alain Badiou, Imágenes del tiempo presente II. Lógica de las excepciones,
Amorrortu, Buenos Aires, 202.
-
Alain Badiou, Imágenes del tiempo presente III. ¿Qué es vivir?, Amorrortu,
Buenos Aires, 202.
-
Alain Badiou, La hipótesis comunista, Macul, Santiago de Chile, 2022.
-
Alain Badiou, La verdadera vida, Malpaso Ediciones, Barcelona, 2016.
-
Alain Badiou, Manifiesto por la filosofía, Nueva Visión, Buenos Aires, 1990.
-
Alain Badiou, Metafísica de la felicidad real, Adriana Hidalgo Editora, Buenos
Aires, 2017.
-
Alejandra Castillo, La asamblea de los cuerpos, Sangría, Santiago de Chile,
2019.
-
Alberto Mayol, Big bang. Estallido social 2019, Catalonia, Santiago de Chile,
2019.
-
Alberto Mayol, El derrumbe del modelo. La crisis de la economía de mercado
en el Chile contemporáneo, LOM, Santiago, 2012.
-
Bruno Bosteels, Badiou y lo político, Prometeo, Buenos Aires, 2021.
-
Chantal Mouffe, Agonística. Pensar el mundo políticamente, Fondo de cultura
económica, Buenos Aires, 2021.
-
Chantal Mouffe, En torno a lo político, Fondo de cultura económica, Buenos
Aires 2007.
-
Ernesto Laclau & Chantal Mouffe, Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una
radicalización de la democracia, Fondo de cultura económica, Buenos Aires,
2003.
-
Jacques Rancière, El odio a la democracia, Amorrortu, Buenos aires, 2007.
-
Jacques Rancière, El desacuerdo, Nueva visión, Buenos Aires, 2010.
-
Slavoj Zizek, El sublime objeto de la ideología, Siglo XXI, Buenos Aires, 1992.
-
Slavoj Zizek, Lenin reactivado, Akal, Madrid, 2010.
-
Slavoj Zizek, La nueva lucha de clases, Anagrama, Barcelona, 2016.
-
Slavoj Zizek, La vigencia del manifiesto comunista, Anagrama, Barcelona,
2018.
-
VV.AA, Democracia ¿en qué estado?, Prometeo, Buenos Aires, 2010
-
VV.AA, ¿Qué es un pueblo?, Eterna Cadencia, Buenos Aires, 2014.
Textos históricos o ensayos:
Adicional a la documentación anterior, se revisarán fuentes no-académicas que
refieren al actuar militante ante el problema político planteado anteriormente. Estos
documentos pueden ser declaraciones de principios, tácticas y estrategias,
programas, etc. Se tomó un conjunto1 a priori de fuerzas que impugnaron el estado
de la situación y propusieron cambios:
1
-
CF8M.
-
Partido Comunista.
-
Partido Igualdad.
-
Revolución Democrática.
-
Convergencia Social.
Conjunto que deberá re-pensarse para tener una lectura “concreta” de la situación política.
5. Plan de trabajo.
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