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Historia de los partidos

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LOS PARTIDOS POLíTICOS
ANTECEDENTES
LOS
PARTIDOS
POLITICOS,
Antecedentes
JOAQUÍN PORRÚA,
S. A. DE C. V.
EDITORES
©
PRóLOGO
Joaquín Porrúa,
S. A. de C. V.
La grandeza de :México es el resultado de su evolución histárica, preñada de hechos heroicos) dibujada con
el SUd01' y la sang1'e de sus hijos y enaltecida 1)01' su dinámica que nos ojrece ahora un jJaís libre.
El camino que la nación ha recorrido ha sido duro, a
veces ensombrecido POT retrogradas y apátridas. Sin eniburgo, se ha marchado con gallardía y solidez hasta lograr
la madurez alcanzada.
En todo este trayecto) desde siempre) México ha sido
el escenario de las manifestaciones políticas de sus ciudadanos) en una búsqueda por alcanzar y maierializar los
ideales que han conjormado nuestra historia.
Esta es la razón que ha motivado la redacción de
este libro) que ·es resultado de un esfuerzo de síntesis)
tendiente a encontrar una descripción objetiva) para
mostrar al lector una visión de cuál ha sido la contribución de estas manifestaciones politices en la consolidación
de la sociedad mexicana) de nuestra nacionalidad.
Ciertamente que es importante el número de libros)
ensayos y estudios elaborados y publicados en el que se
da testimonio de lo que han sido las luchas políticas y
las contiendas de g1'UPOS) de ideas) con la [inalidod de alcanzar el poder.
Todas estas publicaciones son análisis exhaustivos) en
ocasiones interpretatioos, dignas de todo encomio) aunque orientadas a otra finalidad específica) diferente a la
de este libro.
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~
. e
Distribuidor:
LIBROS y SERVICIOS; S.
A. DE C. V.
Carro México-Toluca 1236
México 11910, D. F.
Tels.: 5700247 • 5700594
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Se ofrece en estas páginas una relación práctica) de
fácil entendimiento, orientadora y objetiva de cuáles han
sido los antecedentes históricos de los movimientos políticos en México) mediante una metodología sencilla)
cronológica) para que el lector) tácitamente) conozca el
devenir de estos acontecimientos.
Aquí también se señala cómo estos movimientos políticos constituyen ciertamente la plataforma histórica en
la que se apoyan los partidos políticos que en laacualidad contienen ideológicamente para mantener o para
conquistar la aplicación de sus ideas desde la estructura
gubernamental.
La panorámica aquí expuesta, parte de una visión
histórica universal) en la que se describe suscintamente
la influencia que los movimientos políticos del mundo)
en la época) tamizaron los ideales libertarios e independentista de la corriente descolonizadora en la Nueva
España.
Asimismo) se relata la forma en que los primeros
clubes o asociaciones políticas del naciente México fueron integrándose para conquistar la independencia plena
de. la co~ona española. Se muestra la esencia del pensamiento liberal y soberano) latente en nuestros días.
Desde entonces) monarquistas e insurgentes) centralistas y federalistas) conservadores y liberales) fueron dando
forma y contenido a este crisol ideológico y de corrientes
políticas que es México.
Unas no lograron su objetivo) otras sí alcanzaron sus
metas. Todas junt~s). ideas reaccionarias o progresistas)
generaron un mestizaje profundo y enaltecedor para arribar a las luchas por mantener dinámico y evolutivo a
nuestro país .
. Las Leyes de Reforma fueron germen para que Méxtco desarrollara y proyectara al futuro su destino;' las
luchas intestinas y las producidas por la intervención;
provocaron enfrentamientos ideológicos hasta que triunfó la razón.
Vino luego el aletargado período jJorfirista; en
las manitestaciones politices fueron sojuzgadas. Durante
esos años) en México sólo pereda existir una
ideológica: la de la opresión.
Tanto tiempo acalladas las voces de disidencia y descontento) estallaron al surgimiento de los primeros brotes
que culminaron con la Revolución Mexicana y nuevamente aparecieron públicamente corrientes de pensamiento político que se debatieron para conducir al país
a su gran destino.
Llena de plenitud la historia de México; nos ofrece
un enorme interés por conocerla) por detectar cómo fue
perfilándose nuestra nacionalidad y la manera en qu.e las
acciones políticas; manifestadas ideológica y corporalmente; nos ofrece un país lleno de plenitud y de madurez
Preciso de manifestar mi sincero agradecimiento al
Ing. Luis Martínez Villicaña, por su apoyo y orientacion
en la elaboración de este trabajo; al igual que al C. P.
Mario Ignacio Sánchez Martlnez, gran amigo; por su participación invaluable en este trabajo; así corno patentizar
la confianza que ambos tienen en México.
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Roberto Femat Ramírez
PRIMEROS MOVIMIENTOS POLíTICOS
EN EL MUNDO
En las postrimerías del siglo XVIII, los países del continente europeo fueron el centro político, económico y
artístico del mundo. Inglaterra, Francia y España extendieron su dominio a todos los confines y su situación interna, sus sociedades, alcanzaron la plenitud.
La revolución industrial en Inglaterra, la ilustración
francesa y el expansionismo de España, fueron el signo de
la terminación de esa centuria.
Estos fenómenos, a su vez, provocaron la generación
de corrientes de pensamiento, que luego invadirían al
mundo, con el propósito de renovación de los sistemas
que hasta entonces se habían aplicado para organizar la
evolución de la especie humana.
El siglo XVIII concluía y el XIX daba principio en un
ambiente universal de revolución, de cambios profundos
de las estructuras, de un desligamiento del pasado y de
una proyección al futuro.
El "maquinismo" en Inglaterra transformó el orden
político, económico y social; el hombre fue desplazado
por la máquina y provocó que se produjera el desempleo, el empobrecimiento popular y la indignación de los
obreros por su impotencia ante el crecimiento industrial
que negaba su desarrollo.
El obrero inglés desafió su exasperación, primero,
destruyendo máquinas, que prácticamente eran su enemigo, incendiando fábricas y haciendo estallar hue1E'ras.
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La actitud en defensa de su fuente de empleo, la convirtieron los trabajadores en un movimiento político, denominado "Iudisrno", derivación del nombre de su líder,
Ned Ludd.
Dado que el movimiento se extendió peligrosamente
para la tradicional tranquilidad británica, el Parlamento
intervino, para impedir más hechos violentos, procurar
la defensa de los obreros y proteger la planta industrial.
~on un esquema más evolucionado, los obreros integrados en grupos de presión constituyeron la primera
organización política de trabajadores, la que hizo trascender sus consignas laborales hacia la ponderación de mejorías del sistema social y político de Inglaterra.
De tal manera, los "ludístas" conquistaron que se
implantara el sufragio universal y, por consecuencia, de
la forma de integración del Parlamento en Inglaterra.
Por su parte, en Francia se gestó una generación determinante de pensadores que criticaron los excesos que
el sistema capitalista había implantado, propugnando por
la búsqueda de formas de organización social que eliminaran la injusticia y la opresión.
A esta corriente de ideologos franceses se le denominó "los utopistas", llamados despectivamente así por sus
detractores quienes sostenían que las propuestas eran solamente idealismo.
Encabezados por Robert Owen, Claude de SaintSimon y Carlos Fourier, los "utopistas" fueron influenciados por el inglés Thomas Locke, para demandar otras
formas de gobierno, ajenas a la explotación;
Sobrevino, luego, una corriente mayormente ilustrada de hombres extraídos del sector de la burguesía francesa, pero revolucionarios.
Empezaron a tomar fama y reconocimiento público,
los pensamientos de los "revolucionarios" Montesquieu,
Voltaire, Rousseau, Diderot, L'Alembert y Helvecio, entre otros.
Mientras tanto, imbuidos por el pensamiento uníYer¡;~:tl, un. grupo importante de colonizadores gestó la de-
cisión rlealcanzar
independencia
de América de la corona británica.
Los independentistas norteamericanos elaboraron su
plataforma ideológica y concluyeron en la redacción de
la Declaración de los Derechos del Hombre, que más
tarde sería el estandarte de los revolucionarios franceses.
Las monarquías francesa y española apoyaron a los
insurgentes estadounidenses, hasta que éstos alcanzaron
que, en 1783, Inglaterra aceptara la libertad de Estados
Unidos, al signarse el Tratado de Paz de Versalles,
El apoyo brindado a los insurgentes, costó a la corona
francesa la estratosférica suma de 500 millones de francos,
lo que generó en el país galo graves conflictos financieros
que no tardaron en producir desajustes y crisis.
La bancarrota de Francia obligó a sus monarcas a
aplicar medidas fiscales que el pueblo no soportó; tomó
las armas y el 14 de julio de 1789 triunfó la Revolución
Francesa, con la "Toma de la Bastilla",
. La constitución francesa fue expedida el 3 de septiembre de 1791 y el gobierno fue constituido por los tres
poderes: el Ejecutivo recayó en el rey, mientras que los
miembros del judicial y del legislativo eran electos por
mayoría.
Simultáneamente, a las invasiones de Austria y Prusia
en los asuntos de Francia, sobrevino la división entre los
revolucionarios triunfantes.
Se gestaron dos partidos de la burguesía francesa; los
"girondinos", de la alta burguesía industrial y comercial,
encabezados por el matemático Condorcet, y que buscab~n reformas J::?-0deradas, ,y el de los "jacobinos", provemente de la baja burguesía, que luchaba por el establecimiento del régimen republicano y que eran lidereados
por Danton, Robespierre y Moral.
"Jacobinos" y "girondinos" establecieron su lucha
por el poder del gobierno y el sistema de Francia, lo que
a~a:reó una era de terror, debido a las ejecuciones que cotidianamente se ordenaban. Ello provocó la reaparición
de la opresión y la injusticia.
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-ll-
Bajo esta concepción, surgió Napoleón Bonaparte
como líder de las corrientes populares que ambicionaban
la libertad y la justicia; aportó, además de su genio militar, fundamentos definitivos en el ideario del liberalismo
y él rraoionalismo mundiales.
Esta corriente inundó al mundo. Llegó a la Nueva España, en donde fue recibido como una esperanza de
liberación.
U na ideología no tan sólo de reforma, sino de progreso y de ilustración; no de fé, sino de pensamiento y
conciencia; no de cristianismos, sino de hombres; no de
súbditos, sino de ciudadanos. El soplo de libertad agitó
también los ánimos en la Nueva España.
Las ideas revolucionarias de Europa cundieron y la
semilla de libertad fue sembrada en el territorio, que se
encontraba fértil para su germinación.
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LA INDEPENDENCIA
México se constituyó como nación libre de la monarquía española en una larga y penosa.lucha en la búsqueda
de su identificación. El país, carente aún de personalidad,
era entonces fértil para que germinara cualquier manifestación ideológica o movimiento político.
Ciertamente, los pobladores del. territorio que hasta
entonces hada poco tiempo era una Colonia de España,
consideraban contundente y definitivo el triunfo de la
guerra de Independencia, no obstante la escasa corriente
regresionista.
Unidos en lo fundamental, la libertad, los mexicanos
crearon dos grandes concepciones, entre las que debería
debatirse la forma de integrar el Estado mexicano: los
conservadores y los liberales.
Los mexicanos, criollos, mestizos, inmigrantes, todos,
querían una nueva nacionalidad; pocos eran quienes se
resistían para soportar el aniquilamiento de la colonia.
Por ello, se crearon dos vertientes para determinar qué
sucedería con México: los monárquicos y los republicanos, que fueron una consecuencia a los realistas y los
insurgentes, respectivamente.
En su denominación era clara la tendencia que uno
y otro grupo perseguían. Los monárquicos consideraron
que una fórmula de gobierno, diferente a la que el pueblo sojuzgado tuvo con la corona española, era difícil de
implantar; pero a la vez, sostenían torpemente que era
el mecanismo adecuado para que los beneficiarios de la
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Colonia podían conservar, a pesar de la independencia,
cualquier forma de gobierno o vestigio de monarquía,
era mantener las ataduras de un pueblo esclavo. Era lo
mismo servir al imperio español que a uno mexicano.
Asimismo, la corriente republicana propuso la integración de un Estado federalista y democrático.
Sin embargo, no existían grupos polfticos integrados,
con una estructura y una organización definida; las tendencias políticas existentes, actuaron secretamente, a veces en el clandestinaje, para que los intereses por alcanzar
el poder acallaran la sentencia del Marqués de Croix:
"Deben saber los vasallos del gran monarca que ocupa el trono de España, que nacieron para callar y obedecer y no para discutir y opinar en los altos asuntos del
gobierno".
El movimiento de independencia, iniciado por Miguel
Hidalgo y Costilla, recogía lo que la mayoría de los habitantes de la Nueva España buscaban para sí, por lo' que
puede considerarse el primero movimiento político de
los mexicanos.
Sin embargo, en sus Sentimientos a la nación, de José
María Morelos y Pavón, se documenta y testimonia ciertamente lo que por sensibilidad se hacía, aunque no se
había expresado hasta entonces.
Morelos encabeza a la primera expresión grupal con
contenido y organización y que enarbola las demandas
populares. Antes, el cura Hidalgo, abrevando del pensamiento revolucionario francés, celebraba reuniones en su
domicilio, en donde los asistentes intercambiaban ideas
y se daban a conocer los hechos que trascendían en el
mundo.
En sus Sentimientos a la nación, Morelos esbozó un
nuevo sistema, teñido de un humanismo igualitario y
cristiano. Pedía que los empleos fueran para los americanos, que las leyes moderaran la opulencia y la indigencia,
que comprendieran a todos
vilegiados y que la esclavitud se proscribiera para
pre y "lo mismo las distinciones de castas, quedando todos
iguales y sólo distinguirá a un americano de otro el
y la virtud".
Las ideas de Morelos, opositoras al Partido Realista,
señalaron que la lucha tendía a un orden de igualdad y
justicia social, fundado en la abolición de privilegios,
en la protección de los trabajadores yen la propiedad del
labrador sobre la tierra.
Con influencia de las ideas del mundo, el movimiento de Independencia procedió también de la experiencia
en la guerra y los siglos de coloniaje, al rechazar cualquier fórmula de predominio monárquico, derrotado
luego en el intento fracasado de Agustín de Iturbide,
propugnador del imperio criollo.
Morelos era ciertamente un caudillo, mientras que
los grupos alzados actuaban cada uno por su cuenta y no
tenían la posibilidad de organizarse por sí mismos ni sentían la necesidad de hacerlo; más bien se agrupaban en
torno de un líder que ideara la integración de un organismo representativo que centrara y coordinara los esfuerzos para constituir un Estado nuevo.
Por iniciativa de quien después sería considerado
como él mismo se autonombró "el Siervo de la Nación",
el 15 de septiembre de 1813 se reunieron en Chilpancingo los representantes de las zonas "liberadas" para
concluir, el 6 de noviembre del mismo año, en la proclamación formal de la Independencia de México, rechazando la monarquía y estableciendo la República.
El 22 de octubre de 1914, se proclamó en Apatzingán
la primera Constitución que consideraba la integración
de un Congreso representativo, ratificando la concepción de la abolición de la esclavitud y la desaparición de
castas, así como la abolición de los impuestos para los
campesinos.
Sin duda, el pensamiento liberal de Morelos fue definitivo para constituirse en el primer gran líder del mo-
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sllsB~'iyil~gios y canongías.
Ip9§1'~publicanos, por su parte, fueron radicales en
sl1~Bl~l1teamientos, puesto que señalaban que conservar
vimiento independentista, concluido el 28 de septiembre
de 1821 cuando Juan O'Donojú aceptó la constitución de
una Junta Provisional Gubernativa que luego se convirtió. en(una •. Regencia.
La Regencia, que permaneció en funciones hasta el
21 de mayo de 1822, estuvo compuesta por Agustín de
Iturbide, Juan O'Donojú, Manuel de la Bárcena, Manuel Velázquez de León e Isidro Yáñez, Luego se i?-corpararían Nicolás Bravo, Manuel de Heras Soto y Miguel
Valentín, para. reemplazar a algunos de sus originales
miembros.
Las presiones de los ya mexicanos para reiniciar la
lucha se mantuvieron latentes durante ese período, y ella
apareció finalmente cuando Iturbide se autonombró emperador de México, acción que motivó violentamente el
rechazo popular a cualquier tipo de monarquía.
Los 3 siglos de coloniaje fueron de opresión ideológica y material, pero a partir del triunfo de la Independencia, influenciados por la Revolución Francesa, los mexicanos ubicaron sus tendencias políticas en la masonería.
Fue en 1824 cuando surgieron las logias masónicas
como plataforma del pensamiento y la acción política.
El primer rito masónico fue propiciado, en las postrimerías del siglo XVIII, durante el virreinato de Juan ü'Donojú y fortalecido después por el oidor Felipe Martínez.
Aparece entonces el rito masónico identificado como
"escocés", en el que militaban los seguidores de la coriente que ponderaba cambios superficiales y moderados.
Como líder de esta tendencia figuró Nicolás Bravo, quien sustentaba la conveniencia de implantar en
México nuevamente la monarquía y proponía ceñirle la
corona a un miembro de la Casa de los Barbones.
En contrapartida, surgió el rito masónico llamado
"yorkino", que cuestionaba la monarquía y exigía cambiósiprofuridos, de fondo y forma, en el sistema político
mexicarro.
Enéabezados por Vicente Guerrero, los "yorkinos"
lucharon por mantenerla República y liquidar totalmen-
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te los vestigios colonialistas,
la Independencia alcanzada.
Las luchas entre "escoceses" y "yorkinos" fue
y violenta; la primera utilizaba como tribuna de su pensamiento e ideología el periódico El Sol) mientras que
los otros El Correo de la Federación.
En ambos medios, la insidia fue práctica usual, mientras que Guadalupe Victoria gobernaba incidentalmente
para conciliar los intereses de ambos ritos masónicos, tan
encontrados y contradictorios.
En razón a ello, Guadalupe Victoria fundó el grupo
político, apoyado por masones descontentos de los "yorkinos" y "escoceses", conocido como el "Águila Negra",
mientras que Miguel Ramos Arizpe establecía el de "Los
Imparciales" .
Las discusiones entre todos ellos, el afán por alcanzar
el mando y las acciones de mentiras y agresiones desempeñadas, provocó un debilitamiento cuando apenas empezaban a surgir.
Así como la masonería logró plenitud por la ausencia
de otras organizaciones políticas, el presidente Victoria
respondió a las presiones y declaró la ilegalidad de esos
cultos, lo que significó su debilitamiento fatal.
Se provocó entonces una casi total anarquía por
cuanto a agrupaciones políticas de militancia ideológica;
los "escoceses", en un esfuerzo final, combatieron a Victoria y lograron echarlo del mando de la nación.
Ascendió a la presidencia del país un viejo militante
del rito "yorkino", el general Anastacio Bustamante,
quien durante su mandato "golpista", acabó con los intentos progresistas de los mexicanos.
En la misma manera, los "yorkinos" se desintegraron;
Vicente Guerrero fue perseguido y asesinado y los vestigios de su corriente fueron liquidados por Bustamante,
en su ímpetu absolutista.
Bustamante abolió el régimen federal, hizo un gobierno conservador, déspota y generó la corriente "centralis-
-17 -
, sinónimo de opresión y sojuzgamiento a las ideas
polí ticas.
.,
Conievidentes rasgos de regresion, Bustamante pretendió retomar fórmulas de gobierno aplicadas en la Colonia,consintiendo los privilegios de los ya pocos añorantes de la monarquía español~.
.
""
."
La lucha política entre centralistas y federalistas
fue el género ideológico del país. durante el segu~do cuarto de siglo, en la pasada centuria, hasta el estallido de la
revolución de Ayutla.
.
Cabe señalar que los militantes qu~ erat; el protOtipO
de una y otra corriente, fueron AntOnIO Lopez de Santa
Anna por los "centralistas" y Valentín Gómez Farías y
Andrés Quintana Roo por los "federalistas".
México, entonces, se mantenía en búsqueda .de.su
identificación y personalidad. Las ~orrientes y ~O~ImIen­
tos políticos mantenían su escenario en el terrItor~o as
conciencias nacionalistas pugnaban por la consolidación
federalista y democrática.
Y.1
-d8~
EL LIBERALISMO
México arribó a la segunda mitad del siglo XIX con un
panorama ensombrecedor para su futuro:
Tehuantepec era amenazado con ser intervenido por
el presidente de Estados Unidos, Millard Fillmore; Sonora fue invadida por Gastón Rausset de Bouboon, apoyado por aventureros franceses y norteamericanos en
conexión con una empresa minera de Arizona; Chihuahua a punto de sublevarse contra la federación e invadida
por tribus nómadas de apaches y comanches; Tamaulipas, asediado por José María Carbajal,
Otros filibusteros comandados por José María Canales alentaban el propósito de escindir una nueva porción
del territorio y crear la República de la Sierra Madre, del estado de Tamaulipas, para anexarla a Estados
Unidos; Mazatlán levantado en armas en contra de las
disposiciones fiscales de las autoridades estatales.
Durango invadido por grupos nómadas de indígenas;
Yucatán sin haber apaciguado por completo la secuela
de la Guerra de Castas; Michoacán adolorido por el cuartelazo de la Piedad de Cabadas, en contra del gobernador
Melchor Ocampo, por la legislatura reformista que impuso la libertad religiosa; el estallido del movimiento en
contra del gobernador Jesús López Portillo, en Guadalajara,
Poco o casi nada podía hacerse para defender la integridad del país. Las arcas se encontraban virtualmente
vacías y el clero, enemistado con el gobierno, en plenitud,
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basada en su influencia doctrinal y política, y su firmeza
financiera.
Sólo las ideas liberales podían combatir a la sinrazón.
EL liberalismo, con remarcadas tésis de renovación,
libertad política, de tolerancia ideológica y religiosa, así
como con planteamientos modernos de democracia,
triunfó.
Con ello se estableció en el poder político de México
una etapa venturosa en la historia nacional y definitiva
en la dinámica del país.
Fue creada la República democrática, representativa
y federal, luego de la lucha contra el conservadurismo y
aprestándose para hacer frente victorioso a la acechanza
del extranjero que amenazaba con invadir México.
En la corriente liberal se dieron también enfrentamientos internos, aunque coincidentes en acabar con el
monopolio político de las viejas clases.
Las dos alas del liberalismo fueron identificadas como
"puros" y "moderados". Los primeros debieron su nombre a que sus militantes sostenían que su anhelo era
"pura federación, sin nada de cola" y eran radicales por
su disciplina a los postulados contra el centralismo, a
favor del constitucionalismo y la supremacía del poder
civil sobre el de la Iglesia.
Los "moderados", encabezados por el general Manuel Gómez Pedraza, adoptaron actitudes de inquieta
pasividad; eran conservadores, clericales y hasta, a veces,
monarquistas.
Aunque los "moderados" obtuvieron eventualmente
el predominio y el poder de México, "los puros", con
Valentín Cómez Farías a la cabeza, propugnaban por evitar la concentración de la riqueza.
En 1847, ambos movimientos establecieron públicamente sus diferencias, cuando fue debatido en el Congreso la conveniencia de confiscar los bienes del clero. La
discusión provocó una advertencia al propio clero que
se replegó para proteger sus intereses y más tarde desató
la sublevación de los "polkos".
vador, subsistieron a lo largo de la Reforma y
contra la Intervención Francesa y el imperio. En el
ríodo subsecuente a la revolución de Ayuda, cuando
equilibrio se rompió entre las dos facciones, sobrevino
el predominio de los "moderados" para que el "golpe"
dado por Ignacio de Comonfort resultara victorioso.
El clero, bien fortalecido por su enorme riqueza, fue
combatido por los liberales y un hecho culminante de
ello es cuando, en febrero de 1847, mientras las fuerzas
yanquis invadían el territorio, el gobierno de Valentín
Cómez Farías convocó a un mítin -el primero que se
dio en el país- para presionar a la Iglesia para que apoya!a e.conómicamente al gobierno para combatir al enermgo invasor.
El mítin se llevó a cabo en las instalaciones de la
Universidad, encabezado por Guillermo Prieto, José Castillo Velasco, Ignacio Ramírez "El Nigromante" y se criticó severamente al clero, actitud valiente y temeraria en
esa época. No obstante la demanda, el gobierno no fue
apoyado.
En tanto se daba la enconada contienda de liberales
y conservadores, el país sufrió la pérdida de su territorio
por las constantes presiones de Estados Unidos que lograron anexarse una vasta parte: la separación de la
provincia de Texas, en 1836; la pérdida de California,
Nuevo México y Arizona, en 1848, y La Mesilla, en 1853.
En el año de 1857 fue expedida la Constitución y, entre otros efectos, generó una amplia movilización política. Aunque no se agruparon partidos u organizaciones
políticas, se integraron algunos clubes para participar
en las elecciones federales, previstas en la nueva Carta
Magna.
El "golpe de Estado" de Comonfort limitó el avance
de la apertura democrática creada por la Constitución del
57, aunque dio oporunidad para que la corriente liberal
fuera fortaleciéndose; fue encabezada por Benito Juárez
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y Sebastián Lerdo de Tejada, incluyendo a
Díaz, en el "ala" militarista.
La historia muestra, en este capítulo, la claridad que
los movimientos políticos, triunfantes o derrotados,
conformaron la identidad nacional y, desde luego, sembraron el germen de los partidos políticos que, en este
tiempo, luchan por alcanzar el poder.
México tenía ya una ley suprema, una Constitución
que sería la base para el futuro desarrollo nacional, no
obstante que hubiese sido soslayada posteriormente por
los gobiernos "golpistas" o el imperio.
La conformación del ideario liberal del siglo pasado,
se fundamentó en documentos tales como "Los sentimientos a la nación", o los 23 puntos dados por Morelos
para la Constitución, en Chilpancingo, el 14 de septiembre de 1813; el "Acta de Independencia", del 6 de noviembre de 1813, signada en Chilpancingo, y el "Decreto
constitucional para la libertad de la América mexicana",
dado en Apatzingán, el 22 de octubre de 1814; el "Plan
de Iguala", del 24 de febrero de 1821, con el que se conduyó la guerra de Independencia, y la Constitución del
4 de octubre de 1824, con sustento federalista.
Luego vendría la participación del movimiento liberal que dio forma a las Leyes de Reforma.
-22-
LA REFORMA
México, nuevamente, sufrió la agresión externa y se
trastocaron sus instituciones. El gobierno francés, sustentando un espíritu expansionista, invadió con sus tropas
al territorio nacional, bajo justificaciones vanales e imperialistas que eran el patrimonio de las potencias del
mundo en la segunda mitad del siglo XIX.
En 1862, Francia intervino bélicamente al país y logró que el tristemente célebre Maximiliano de Hasburgo, con la corona en su cabeza, encabezara la instauración
del segundo imperio de México, sustituyendo en esta manera al gobierno constitucional de Benito Juárez.
Bajo el apoyo de una escasa minoría proclive al convadurismo, Maximiliano retomó el sistema monárquico
que había sido aniquilado cuando Iturbide fue derrotado. Desde luego, quedó abrogada toda legislación liberal
que .había sido conquistada con gran esfuerzo por los
mexicanos.
No obstante, la movilización nacional en contra del
emperador fue rápidamente articulada y dispuesta a desterrar al usurpador francés. Con la bandera del constitucionalismo y las Leyes de Reforma -testimonio que era
el recipiente de las más puras ponderaciones libera~es-,
Benito Juárez encabezó la lucha contra el segundo Imperio y sus seguidores.
Fueron tres años de combates cruentos que dieron su
nombre a la Guerra de Reforma. Triunfó la razón y con
ello se dio paso a la restauración de la República yel país
retomó el cauce de la legalidad.
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El país, luego de la lucha, quedó seriamente lesionado, pero sus heri~as fuer~:m restañadas por un movimiento liberal enaltecido y triunfante.
Losliberales, en forma natural, tuvieron la oposición
de la corriente conservadora, pero ésta fue fatalmente
combatida y el clero severamente quebrantado, como
consecuencia de la expedición de las Leyes de Reforma.
El movimiento liberal victorioso, en la búsqueda por
la consolidación de sus ideales y obtener plenamente el
poder en el manejo de los negocios del Estado mexicano,
gestó en sus filas algunos antagonismos operativos para
alcanzar estas metas.
Las diferencias que primero fueron superficiales y
probablemente pudieron haber sido suprimidas en base
a la negociación política, poco a poco se hicieron más críticas hasta formarse auténticas facciones en el Partido
Liberal.
Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio
Díaz eran, pues, las cabezas visibles de las distintas corrientes liberales. Los dos primeros, civilistas, eran parte
de la facción ministerial y Díaz, militar, se convirtió así
en la oposición.
Al buscar su reelección para la presidencia de la República, y advertir que los gasto,s militares serían r~~u­
cidos en su mandato que pretendía al frente de la nacion,
puesto que el México que ya había consolidado su paz
así lo exigía, J uárez convirtió al general Díaz en su más
profundo enemigo político.
Mientras tanto, Díaz gozaba de una enorme popularidad entre la ciudadanía ante quienes había trascendido
los éxitos militares del general oaxaqueño contra la intervención francesa; Lerdo de Tejada, por su parte,
aceptó negociar sus posiciones con Juárez y se unió a él.
Eran pues los ministeriales y los opositores -acaudiIlados por Díaz- quienes participarían en la definición
del México futuro.
Juárez, incuestionablemente, conquistó la victoria
electoral y es reelecto presidente constitucional para un
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período más, en 1871.
llamado "Plan de la Noria" en contra de Juárez;
yaron en su aventura los militares Donato Guerra
cente Riva Palacio, Trinidad García, Jerónimo Tre;iño
Pedro. Treviño,. Miguel Negrete, Servando Canales:
Fra~CIsco Naranjo, Juan N. Méndez y Juan Crisóstomo
Bomlla.
, ~a revuelta armada auspiciada por Díaz, fue aplacada
rap~?-amente por los militares leales a Juárez: Ignacio
MeJIa, que ocupaba la cartera del Ministerio de Guerra'
Sóstenes Rocha e Ignacio L. Ala torre.
'
., El Bel?-emérito de las. Américas, luego de la sublevac~on, se chspuso a consolidar la paz, plenamente establecido en la SIlla presidencial.
. .El país vis tió de luto a la muerte de J uárez, el 18 de
Juh? .de 1872, y con ello el Partido Liberal comenzó a
debIlItarse, no obstante que Lerdo ocupó el sitio dejado
por J uárez en la presidencia de la República.
Lo~ movimientos políticos, a pesar de sus eventuales
c?nsohdaclOnes y hab~r alcanzado aparentemente su ple~l~ud, nunca se constItuyeron en auténticos partidos pohtIcos, ~oda vez que sól? participaron grupos y caudillos
en l~ busqueda del cammo de México.
1l~?0 al p?~er, pero con la rebelión de Tuxtepec, también al~s.r)1c!ada por Porfirio Díaz, Lerdo sufrió un serio
dese,9u~lI?no.y empezó a perder la autoridad moral de
los mll1Istenales".
.Al cae:, Lerdo s~ .a!jiigan tó la popularidad de Díaz,
qme? abl:lO sus posibilidades para, ahora sí, alcanzar la
presidencia de la República.
La ambición militarista por llegar al' poder, apoyada
P?r .u~a g:an ~a~te de mexicanos, mantuvo siempre su
dIsClplma ideológica a la corriente de los liberales.
S1l1 emb~rgo, las, d~ferencias por cuanto a consecuental' ~l poderío economIco del clero y su influencia en el
gobierno y los privilegios hacia la clase burguesa y otros
eran marcadas entre los "civilistas" y los "milit~ristas". '
-25-
A propósito .~e las ~lecciones p~esidenci~l~s de 1871,
surgieron también sedlCentes partidos pOh~ICOS co~ la
finalidad electoral, como son el caso del Partido Radical,
ramificación del Liberal, surgido en Tabasco, y el Partido Republicano Progresista, que rechazaba a Juárez y
postulaba a Lerdo.
Paradójicamente, Díaz lanzó su candidatur~ a la presidencia de la República, en el año de 1876, bajo el lema
"No Reelección", usado 5 años antes en contra de Juárez
y que 34 años después sería el que lo derrotaría en el
proceso electoral para ser expulsa~o, f~~almente, del paí~.
Díaz quería el poder. Su gema mIht~r .Y la populandad con que contaba eran element~s suh~lente~ I?~ra lograrlo. Su campaña, en contra del Iiheralismo civilista, y
apoyando la Constitución de ~857 ~ las Leyes de Reforma
de Juárez, aumentaron las simpatías para ganar la presidencia de la República.
. . .
.
La victoria democrática de Díaz fue definitiva y sm
discusión; Lerdo, bajo una soberbia que ~doptó en el
mando pleno del país; acab.ó en ~~ntraparhda con la corriente liberal que Juarez eJemplIf~cab~.
. .
.
Desde la presidencia,. Lerd? SOjuzgo a la disidencia y
llegó al extremo de abohr la Iibertad de prensa y pr?hIbió, por tanto, la publicación de l?eridiócos como El Siglo
XIX) El Pájaro Verde) El 1huzz~te) El Com?ate y El
Bien Público) tribunas del Iíberalismo de las Ideas progresistas de aquella época.
De esta manera, el Díaz liberal, progresista, defensor
de la Patria, asciende a la Primera Magistratura del país
para un período de 4 años, que habrían de prolongarse
por muchos más.
-26-
EL PORFIRISMO
El general Porfirio Díaz emergió al mando de la nación, bajo postulados del liberalismo, con las Leyes de
Reforma en ejercicio y con un gran apoyo popular. El
marco era el adecuado para que México consolidara su
espíritu democrático, federalista y republicano.
Sin embargo: los ~randes intereses económicos y pohtICOS que hablan SIdo afectados precisamente con la
Reforma, la Intervención Francesa, la acechanza de Estados Unidos, el imperio y particularmente el debilitamiento del clero, se prepararon para presionar al nuevo
gobierno y reconquistar sus canongías.
Díaz, en su primer mandato (1876-1880) fue apenas
consecuente con el tamiz liberal; la burguesía, el clero y
otras fuerzas retrógradas intentaron la vía de la negociación con el mando político, mismo que equivocadamente
aceptó ese camino.
El propio héroe militar tuvo que doblegarse para evitar la plena vigencia de los avances democráticos alcanzados e hizo concesiones para gobernar bajo el estigma de
"Orden y Progreso". Una frase que justificaba el sojuzgamiento de las clases proletaria y la naciente mediaurbana y que limitaba el uso de las libertades de expresión.
El liberalismo de Juárez y los avanzados sentimientos
de la Reforma fueron virtualmente aniquilados, aunque
las voces de disidencia al gobierno de Díaz tuvieron que
a?u~ir al clandestinaje por la opresión de que fueron
víctimas.
I
•
-27-
Por otro lado, Díaz inició su mandato en el país cuando los movimientos políticos eran expresiones balbuceantes que no maduraban una organización y una estructuraque les permitiera constituirse como una fuerza
política que participara ya fuera en los procesos electorales o en el ejercicio de presiones, para evitar el uso
excesivo del poder por parte del entonces presidente.
Así como permitió la seducción de su mandato por
parte de la burguesía y el clero, Porfirio Díaz se atrajo
a los escasos caudillos y líderes de movimientos políticos
dispersos y, más que proponerles, les obligó a incorporarse a su sistema de gobierno, mediante la claudicación
a sus ideales.
Con su famosa política de "conciliación" y desmintiendo su decisión de "mucha administración y poca
política", incluyó a sus enemigos políticos en el soborno
y el chantaje.
Mariano Escobedo y Lerdo de Tejada hicieron algunos intentos para derrocar al gobierno porfirista, pero la
participación activa del mando político de Díaz impidieron que fructificaran las asonadas o los intentos "golpistas". Manuel Romero Rubio, insigne liberal lerdista,
llegó a formar parte del gabinete de Díaz, quien luego
se convirtiría en su yerno, al casar con doña Carmelita
Romero Rubio.
Los que no fueron aniquilados, fueron incluidos en
la nómina presupuestal y otros salieron al extranjero a
cumplir sendas comisiones diplomáticas, en un. abierto
ardid para tenerlos fuera de cualquier intento de sublevación.
Sin embargo, los primeros cuatro años de mandato
porfirista se pasaron rápido y sobrevino la convocatoria
a elecciones para presidente de la República, en 1880.
Dibujados con un aparente corte liberal, se crearon dos
grandes corrientes políticas: la civilista y la militarista
que participarían en los comicios.
La primera, constituida en el Partido Constitucíonalista Liberal, era presidida por Ignacio L. Vallarta, Jus-
-28-
to
y
Tagle;
su
mente, eran opositores a Díaz.
Los militaristas, apoyados desde el Palacio
tanto política como económicamente, tenían sus cabezas
evidentes a Jerónimo Naranjo ya Francisco Naranjo.
candidato a la presidencia fue Manuel González -conocido como "El Manco".
En la contienda electoral triunfó Manuel González
para que gobernara al país de 1880 a 1884, pero Porfirio
Díaz, que ya había consolidado su supremacía política,
obligó a que "El Manco" tuviese un mandato de apariencia, sería un actor en Palacio, personificando al propio Díaz,
El fracaso de Manuel González en la presidencia y
la fortaleza cada vez mayor de Díaz, facilitaron a éste
acceder nuevamente a participar en las elecciones presidenciales en 1884, de las que salió con un triunfo avasallante y contundente.
Para esta ocasión, los liberales pretendieron hacer un
frente a las intenciones de Díaz, pero nuevamente las
divisiones internas, la habilidad del general para corromper y desarticular y su popularidad, enriquecida por el
mal gobierno de Manuel González, hicieron inútiles los
esfuerzos progresistas.
No obstante la existencia de un Poder Legislativo
libre hasta entonces, Díaz encontró oposición entre legisladores, tales como Salvador Díaz Mirón y Alberto Garda
Granados, pero ambos fueron acallados vilmente.
El país carecía, pues, de partidos políticos y movimientos debidamente integrados para dar la lucha a la
política opresora de Díaz. No obstante, se dio "licencia",
en 1886, para que funcionara el " Club amigos del Presidente Díaz" para que organizara las masas, orientando
sus trabajos a las elecciones presidenciales de dos años
después.
De esa manera, Díaz mantuvo el poder político y la
hegemonía los años subsecuentes, hasta que, ante las voces cada vez más silentes de la oposición, decidió darle
-29-
mayor formalidad a sus reelecciones, y permitió que en
1888 se formara el Partido Antirreeleccionista y la Unión
Nacional, apoyada ésta por el presidente y que engañaba
COh. serdeclarativamente la consecuencia histórica del
Partido Liberal de J uárez.
La Unión Nacional fue conformada y fortalecida por
los llamados "científicos", que eran justamente quienes
detentaban .auténticamente el poder económico del país;
eran lo~ latifundistas, los ~epresentantes de las empresas
trasnacionales que se hablan establecido en el país.rlos
dueños .de establecimientos comerciales y, desde luego,
los funcionarios del gobierno porfirista,
. ~l jefe de lo~ "científicos" fue José Ives Limantour,
rrunistro de Hacienda y socio de Porfirio Díaz, quien en
1892, durante la Convención Liberal aceptó nuevamente
b~scar,~u reelección con un "re~ovado programa de gobierno , avalado por destacados Intelectuales y políticos
de la época.
En contraparte a la Convención, se organizó el "Club
Democrático Electoral" de Luis Pamba y. Carlos Díaz
Duffoó, pero una vez celebrada la reelección de Díaz
desapareció.
'
El general.B~rnardoReyes, disciplinado y leal a Díaz
desde el movimíento de Tuxtepec, decidió en la última déc~da del siglo pasado iniciar su participación en
la política, en base al respeto y admiración que los militaristas sentían por él.
Sin embargo, los "científicos" previnieron que Bernardo Reyes ser~a un serio aspirante para suceder a Díaz,
por lo que realizaron diferentes artimañas para que no
participara en la Convención Nacional. Don Bernardo
intentó f~rmar entonces un partido político, lo que
no pudo fInalme~te llevars~ ~ ca?o, no obstante el apoyo
popular a la corriente OposIcIOmsta a "los científicos",
En consecuencia, para las elecciones de 1896 Porfirio
Díaz decidió que los "científicos" no fueran los que lo
apoyaran y, en cambio, optó por darle su apoyo al Círcu-30-
'"'-,AV'''U Porfirista,
var y Demetrio Salazar.
Con Díaz en el poder, pero un territorio devastado
una población empobrecida y oprimida, concluye el
glo XIX para dar paso a la posibilidad de una nueva re'F
elección del ya dictador mexicano.
~uran~e casi todo ~l siglo pasado, la pugna por las
~accIOnes SIempre busco, por una parte, mantener la vieJ~ ~structura de la s~ciedad colonial y, por la otra, de modificarla en el sentido de hacerla liberal, democrática,
tolerante y más justa.
, En l?s albor;,s del sig~o XX, aparece en la escena política n~cIOnal el Club LIberal Ponciano Arriaga", cuyos
organizadores convocaron a los miembros del debilitado
Partido Liberal para que se reunieran el 5 de febrero
de 1901 en la ciudad de San Luis Potosí.
Durante ese lapso, los liberales deberían celebrar en
todas las ciudades del país reuniones para integrar clubes.
El temario de las juntas sería el de vigilar el cumplimiento deJa Constitución de 1857 y de las Leyes de Reforma,
lo mrsmo que para denunciar ante las autoridades los
abusos del clero.
La organización del "Club Ponciano Arriaga" fue
hecha por el ingeniero Camilo Arriaga y para enero de
1901 se tenían registrados más 50 clubes en diferentes
ciudades, siendo el más importante el que se estableció
precisamente en San Luis Potosí.
Nuevamente el espíritu liberal en México volvió a
surgir, se rompió la inamovilidad política provocada por
los ,más de 20 años de dictadura porfirísta y en el aniversano de la promulgación de la Constitución de 1857, se
celebró el Congreso Liberal, en la ciudad de San Luis
Potosí, en 1901.
La dictadura porfirista había sido aparentemente consecuente con sus opositores, toda vez que consideraba
que los vestigios dellib~~alismo estaban eliminados, pero
dada la fortaleza adquirida en menos de dos años despertó la inquietud y, por consecuencia, se dieron lds pri-
-31-
meros rasgos de represión en contra de la naciente Confederación de Clubes Liberales.
De tal manera que algunos fueron reprimidos, entre
los que destaca el Club Ponciano Arriaga, de San Luis
Potosí, y sus dirigentes -entre ellos el ingeniero Camilo
Arriaga- encarcelados. Se nombró al Club Melchor
Ocampo como el que centralizaría las acciones de las
Confederaciones de Clubes Liberales.
Por tal motivo, no pudo celebrarse el segundo congreso de los clubes liberales, no obstante que más de 200
ya se habían integrado en todo el país, de entre los que
destacaban también la Asociación Liberal Reformista,
encabezada por Diódoro Batalla, Ricardo Flores Magón
y Lázaro Villarreal.
En forma clandestina, la Confederación decidió publicar el periódico Regeneración) en cuyas páginas los
hermanos Flores Magón y otros distinguidos pensadores
del liberalismo, exponían sus tesis y señalaban sus críticas
al porfirismo.
Por la tenacidad y permanente hostilidad y represión
del gobierno, la Confederación fue desarticulada, dado
que sus principales líderes fueron expatriados, encarcelados o asesinados.
No obstante, en el ambiente político de México se
respiraba ya el sentimiento liberal, se daban los primeros
rasgos de lucha seria y fuerte en contra de la dictadura.
En el año de 1903 surgió el club "Redención Antirreeleccionista", cuyos miembros llamaron al pueblo ha
desempeñar la lucha electoral en contra de la sexta reelección de Porfirio Díaz, apoyado nuevamente por el Círculo Nacional Porfirista, en el que también participaban los
"cien tíficos" .
"Redención Antirreleccionista" convocó a una segunda gran reunión de la Unión Liberal, para junio de
1903, en donde eventualmente se proclamaría que el
pueblo requería de partidos políticos, de leyes, de instituciones, de lucha de ideas de intereses y de ideales.
-32-
vanos.
En marzo
1908,
centro de la atención, mundial, como
trevista que le concedió a James Creelman
cara en el "Pearsori's Magazine",
"He esperado pacientemente el día en que el pueblo
de México estuviera preparado para escoger y cambiar a
sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas y sin daño para el crédito y progreso nacionales. Creo que ese día ha llegado ya", fue la declaración más trascendente que emitió el general Díaz.
Llamó, también, a que se organizaran los partidos
políticos: "Daré la bienvenida a un partido de oposición
en la República Mexicana. Si aparece, lo veré como una
bendición, no como un mal, y si puede desarrollar poder,
no para explotar sino para gobernar, estaré a su lado, lo
apoyaré y me olvidaré de mi mismo en el feliz inicio de
un gobierno completamente democrático en mi patria".
y fue más allá: anunció que para 1910 se retiraría
del poder.
~a historia demostró que Díaz mintió en aquella entrevista, no obstante que dentro y fuera de México sus
declaraciones fueron consideradas como ciertas y se actuó
en consecuencia.
-33-
EL PARTIDO ANTIRREELECCIONISTA
El concepto práctico del liberalismo nuevamente
tomó cartas de participación en el desarrollo histórico de
México, no obstante que durante los sucesivos actos electorales la trampa, el chantaje y la opresión lo hayan
victimado.
La entrevista Creelman-Díaz alentó a los opositores
del régimen de Díaz, en tanto el país se mantenía desolado política y económicamente. La coyuntura histórica
estaba dada, a pesar de las intimidaciones en contra de la
Unión Liberal y a favor del Partido Reeleccionísta.
El club Ponciano Arriaga fue destruido, ante la actitud gallarda de sus militantes que, desde las cárceles, en
el clandestinaje o desde el extranjero, a donde habían
sido expulsados, mantenían relación entre sí y se mantenían expectantes para aprovechar las circunstancias que
fueran propicias para su resurgimiento como organización polí tica.
Inclusive, eh febrero de 1905, Francisco I. Madero
trató de organizar un partido democrático que habría de
oponerse a la candidatura reeleccíonista del porfirista Miguel Cárdenas, quien pretendía nuevamente la gubernatura del estado de Coahuila,
Madero, unos meses después de iniciada su participación, en septiembre de ese mismo año, salió del país,
huyendo de la represión y los ataques a su integridad y
familia, de que fue víctima. El joven político coahuilense
para entonces había participado ya en la junta organizadora del Partido Liberal Mexicano.
-35-
El intelectual Justo Sierra, envuelto bajo la férula
porfirista e inclusive integrante de la fracción de los
"científicos", pero atento al devenir de los sucesos, escribió un ensayo -La evolución política del pueblo mexicano-, a propósito del centenario de iniciada la lucha
de independencia.
"La evolución política de México ha sido sacrificada
a las otras fases de su evolución social; basta para demostrarlo, este hecho palmario: no existe ningún partido político, agrupación viviente organizada, no en derredor de un hombre, sino en torno de un programa.
Cuantos pasos se han dado por estos derroteros, se han
detenido al entrar en contacto con el recelo del gobierno
y la apatía popular: eran, pues, tentativas ficticias. El día
en que un partido llegara a mantenerse organizado, la
evolución histórica reemprendería su marcha, yel hombre, necesario en las democracias más que en las aristocracias, vendría luego; la función crearía un órgano...",
sostenía Justo Sierra.
Se daba pues todo un ambiente que necesariamente
debía engendrar una acción concertada de las fuerzas
políticas dispersas.
Madero, miembro de una familia "acomodada" de
Cóahuila; educado en Europa, también se mantenía atentoa los sucesos que en los inicios del siglo xx se venían
gestando.
Previo a sp participación en la campaña que se oponía a la reelección del gobernador de su estado natal, al
lado. de Frumencio Fuentes, Madero participó en manifestaciones de descontento popular en Nuevo León contra la también reelección en la entidad de Bernardo
Reyes.
En su libro "La sucesión presidencial", propiciado
fundamentalmente por la entrevista Creelman-Díaz,
Francisco!. Madero escribió que "nos hemos formado
el propósito de aprovechar la primera oportunidad que
se presentara para unir nuestros esfuerzos a los de otros
ciudadanos" a
ta de nuestras hh."'.... t.,,-1"'o
Madero sostuvo en su libro, publicado en 1908,
los mexicanos deberían gestar los partidos políticos, aunque señalaba que no necesariamente tenían que sostener
la lucha contra Díaz, sino que el vicepresidente sería
q~e. tendría que ser electo por las masas populares, impidiendo al dictador que se mantuviera en el poder.
Luego, Madero justificó que su apreciación de la
permanencia de Díaz en la presidencia, se debía a que
éste no la dejaría sino como consecuencia de una lucha
armada en su con tra.
Sin embargo, Madero concretizó la necesidad de una
amplia movilización popular a través de partidos políticos y estableció en el mismo libro una serie de mecanismos que permitirían concretar este fin, independientemente de la permanencia o no de Díaz.
Más adelante, en mayo de 1909, Emilio Vázquez Gómez creó en la ciudad de México el Centro Antírreeleccionista y convocó a las distintas corrientes liberales y
antiporfiristas para que se reunieran en ese sitio, mientras
que las organizaciones porfiristas, el Partido Nacional
Democrático y el Partido Democrático, encabezados por
Bernardo Reyes y Jesús Urueta, respectivamente, sufrieron algunas escisiones por cuanto a quién debería ser
postulado para la vicepresidencia, junto a Díaz.
El Centro Antirreeleccionista, mientras tanto, continuaba en proceso de la organización de sus cuadros y en
incrementar el número de sus militantes, tanto de grupos
como de personas. Madero se unió al Centro, en 1909, y
propuso una serie de acciones operativas para dar buen
cauce a la integración del Partido Antírreeleccionista.
Es a partir de 1910 cuando las diferen tes organizaciones y agrupaciones políticas, así como grupos no formalizados, decidieron y fomentaron su consolidación, tendiente a participar en las elecciones previstas para ese año,
también entusiasmados por las declaraciones del presidente Díaz al periodista norteamericano.
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-37-
De tal manera, surgieron a la palestra para participar
en los comicios, cuatro grandes partidos políticos: el Democrático, el Reeleccionista, el Nacional Democrático y
el Antirreeleccionista.
El Democrático nació en 1909 y postuló a Benito
Juárez Maza, de filiación porfirista, pero contrario a los
"científicos"; el Reeleccionista propuso la fórmula DfazRamón Corral; el Nacional Democrático señaló que Díaz
debía continuar en el poder, pero señaló que Bernardo
Reyes debería ser el vicepresidente, no obstante que éste
finalmente declinó su postulación.
El Partido Antirreeleccionista, que habría de desaparecer al concluir las elecciones, en caso de que saliese
triunfante por la sola razón de su nombre, era de todos
el que mayor madurez política, de estructura y principios tenía, en comparación con los otros tres.
Este partido fue la conclusión de un largo proceso
de organización, de estudios políticos, aunque recogía el
sentimiento de una vasta parte de la población; tenía un
programa de acción, que el pueblo conoció por los escritos de Madero, claro y preciso.
El 15 de junio de 1909 el Partido .Antirreeleccionista
había lanzado un manifiesto a la nación, en el que sustentaban sus principios en el lema: "Sufragio Efectivo.
N o Reelección".
Este partido postuló candidatos pata las elecciones
presidenciales de 1910 a Francisco 1. Madero, como presidente, y a Vázquez Gómez, como vicepresidente.
. El A?~irreeleccionis~a f~~, en realidad, el primer par~
tido político con orgamzaclOn moderna en México y el
que además logró hacer en el país la primera campaña
electoral, aún a costa de la represión de la dictadura
porfirista.
Las elecciones se celebraron en un aparente clima de
libertad para los seguidores de Díaz, pero de intimidación y persecuciones a los antirreeleccionistas.
Al efectuarse el cómputo delos comicios y darse a conocer, el ambiente de efervescencia del pueblo que ha-38-
votado mayoritariamente
mez, ~ufrió una de sus más grandes desilusiones,
posterrormente se desencadenarían en intensos
mientas sociales, al conocerse que fórmula JUAa¿-utJ'll,U
había resultado triunfante.
. Madero y sus seguidores tuvieron que replegarse y
disponerse a la lucha armada, toda vez que por la vía
electoral habían resultado burlados.
-39-
:\.,
LA REVOLUCIóN y EL CAUDILLISMO
La actitud de Porfirio Díaz y sus testaferros fue insolente al negar el triunfo de Madero y Vázquez Gómez
y se declaró un abierto descontento popular que provocó
serias escisiones en el equipo de trabajo del dictador.
El pueblo se lanzó a la guerra para echar a Díaz del
país, y Madero, desde CiudadJuárez, Chihuahua, articulaba su participación en el movimiento armado.
México vio el estallido del movimiento revolucionario y nuevamente las diferentes corrientes ideológicas
fueron desarticuladas en principio, para luego dar paso
a una conciencia nacional para restablecer el orden, la
legalidad y el país del futuro.
Si la lucha se hubiera prolongado uupoco más, los
revolucionarios habrían adquirido mayor cohesión y sin
condiciones hubieran acabado con el porfirismo; pero
como Madero se proclamó enemigo del derramamiento de sangre, generosamente político aceptó la transacción de renunciar a la presidencia que por derecho había
conquistado en las urnas, a cambio de que Porfirio Díaz
dejara el país. Se suscribió, entonces, el Tratado de Ciudad Juárez.
El canciller Francisco León de la Barra asumió eL
mandato del país en forma interina hasta que las condiciones de la nación fueran propicias para convocar nuevamente a elecciones.
León de la Barra, en la presidencia, adoptó una actitud pasiva para que los cambios suscritos en Ciudad
-41-
Juárez no fueran aceleradamente acatados, rápidamente
licenció a las tropas que habían combatido contra el gobierno y soslayó los principios del Plan de San Luis Potosí.
El 9 de julio de 1911, dos meses después de que el
general Díaz renunciara la presidencia, Madero anunció
que el Partido Antirreleccionista dejaría de funcionar,
dado que el movimiento armado hacía imposible su funcionamiento, lo que provocó que se generaran roces ideológicos entre los revolucionarios que tenían depositada
su esperanza en Madero.
Nombró Madero un comité para que se encargara
de fundar el Partido Constitucional Progresista y señalaba que "la revolución alteró el orden de continuidad
del Partido Antirreeleccionista, por cuyo motivo, en los
actuales momentos, ninguna agrupación política puede
pretender legítimamente ser reconocida como centro directivo. Habiéndome reservado la jefatura del partido
emanado de la revolución, al hacer la renuncia de la
presidencia provisional de la República, me parece conveniente reorganizar el antiguo antirreeleccionista sobre
bases nuevas".
. En coordinación con Madero, León de la Barra destituyó a Emilio Vázquez Gómez, una vez que éste desde
Su cartera en el gobierno provisional había declarado que
el propio León de la Barra tenía que renunciar y Madero asumir la presidencia plena del país. Por ello, Vázquez Gómez se negó a la desaparición del Partido Antirreeleccionista e inclusive su hermano Francisco lo
presidió.
Por otra parte, entre julio y agosto de 1911 se crearon numerosos partidos políticos y los que ya existían
reanudaron sus actividades para participar en las elecciones extraordinarias: el Liberal Radical y el Popular
Evolucionista, postulando a De la Barra para Presidente
de la República; el Católico, nacido en mayo de 1911,
fundado por Gabriel Fernández, Emanuel Amor, Manuel F. de la Hoz y otros, postularon a Madero; el Re-
yista o Republicano
Reyes, y, finalmente,
Partido Liberal
lo presidía Fernando Iglesias Calderón, apoyó
a Madero.
Madero, finalmente, en julio del mismo año, decidió
participar en el Partido Constitucional Progresista, que
fundamentó su programa de acción en el del Partido
Antirreeleccionista, aunque le fueron añadidas algunas
reformas para que los procedimientos judiciales fueran
más expeditos y dieran mayores garantías a los derechos
individuales.
También prometió expedir leyes para el fomento de
la pequeña propiedad, fijar impuestos equitativos, celebrar elecciones directas, repatriar a los mexicanos y abolir la pena de muerte.
A pesar de sus discrepancias, todos los partidos revolucionarios enviaron representantes a la convención del
Constitucional Progresista y, en forma unánime, eligieron a Madero como su candidato a la Presidencia de la
República, aunque la vicepresidencia fue muy discutida.
La buscaron el propio Iglesias Calderón y Alfredo
Robles Domínguez, aunque también intervinieron en su
intención por lograrla Francisco Vázquez y José María
Pino Suárez.
Con Pino Suárez en la vicepresidencia, Madero
asumió el poder el 6 de noviembre de 1911 y de nuevo
dio muestras de su espíritu conciliador, tanto por haber
incluido en su gabinete a excolaboradores de León de la
Barra, como para reforzar el ala conservadora con Manuel Vazquez Tagle y la revolucionaria de Abraham
González y Miguel Díaz Lombardo.
Con respecto a los poderes legislativo y judicial, debe
señalarse que en el judicial las actividades mejoraron y
recuperó su libertad con respecto al ejecutivo, aunque
la mayor parte de sus integrantes fue porfírista, como
era el caso de Francisco S. Carbajal, que presidía la Suprema Corte.
-43-
-42-
Por lo que toca al legislativo, hasta el 31 de mayo
de 1911, los componentes del Congreso de la Unión eran
íntegramente porfíristas. Con la XXVI Legislatura
--.electa en junio en los primeros comicios directos que
sedaban en el país-, la que tenía una minoría oposicionista, aunque una mayoría maderista indisciplinada.
Los opositores eran Francisco M. Olaguibel, José María Lozano, Nemesio García Naranjo y Querido Moheno, considerados como "el cuadrilátero", que intentaron
destruir a cualquier costa el trabajo de Madero. De los
diputados maderistas, figuraban los integrantes del "bloque renovador": Luis Sabrera, Serapio Rendón, Roque
González Garza, Enrique Bordes Mangel, Jesús Ureta y
Francisco Escudero.
Mientras, en. el senado, que sólo se había reformado
en un 50 por ciento, predominaron las voces retrógradas
y porfiristas de Sebastián Camacho, Francisco León de
la Barra, Guillermo Obregón y José Castellot, ante quienes la participación de la corriente maderista -Belisario
DOlllíl.1guez, Fernando. Iglesias Calderón, Juan Sarabia
y Manuel Bonil.1a-. nada pudieron hacer para ganarles
la tribuna.
>>
, ' .
"
.
El país mantenía una inquietante movilidad; el Plan
de ,San. Luis y .l<i.pl~taforma del Partido Constitucional
Progresista no pa,recían conv~ncer en el corto plazo, y
l\1adero, por tanto, empezó a ser severamente cuestio11a40, inclusive,por los jefes revolucionarios.. "
.
E1l1ilian.o ~apata fue el p.rimero en rebelarse. Aunque
1\1áclero trató de. llegar 'a un acuerdo con el jefe',suriano
en diciembre de 1911, éste exigió que promulgara una
.ley agraria y que retirara las fuerzas armadas que lo inti1l1id<ifJ3.n,d<rl.estadp de .Morelos. " . ..'
Elgenera.1· Zapata se manifestó en' rebelión y pro dael Jll<il.1 def\y~la .el 25de noviembre de 1911, o sea
cpu fec.ha. anterior a .las. negociaciones con Madero, en
que se reconocía como jefe a Pascual Orozco y en su ausencia al propio Emiliano.
Ill?
-44-
,-u,-uvu. en el norte se
12 con la expedición
Plan de
por José Inés Salazar, veterano del Partido Liberal
xicano y que 'en 1909 y en 1911 había sido compañero
de prisión de Pascual Orozco, quien paradójicamente
enviado por Madero para ser combatida la rebelión,
to con Victoriano Huerta.
De esta manera surgieron nuevos levantamientos armados, unos debidamente organizados y pertrechados y
otros no. Inclusive, Bernardo Reyes y Félix Díaz, sobrino
del general, se levantaron contra Madero en la ciudad de
México y se provocó la Decena Trágica, que culminó
con la aprehensión de Madero y Pino Suárez y, posteriormente, su asesinato en la noche del 22 de febrero,
mientras eran conducidos a la Penitenciaría para ser juzgados.
Nuevamente el pueblo de México derramó su sangre
yel desconcierto político se hizo más profundo. Surgieron cuatro líderes, entonces, que parecían abanderar las
demandas de la población: Carranza, Obregón, Villa y
Zapata.
, Desde luego que el organizador político fue Carranza, quien su actitud de desconocer al presidente de facto
Victoriano Huerta le ganó el apoyo popular; Obregón
poseía un innato instinto estratégico, mientras que Villa
tenía un temperamento explosivo y Zapata estaba íntimamente ligado a las masas populares más necesitadas.
Cada uno con características propias y un indudable
espíritu revolucionario, se convirtieron en los grandes
caudillos de la patria. Sus movimientos armados tuvieron
hondas raíces políticas y sociales.
Hubo, entre ellos, profundas diferencias tanto políticas como tácticas, y desde que Carranza expidió el Plan
de Guadalupe, con el que se convertía en el Primer Jefe
del Ejército Constitucionalista, tuvo que combatir a Villa, apoyado por Obregón. Zapata por su parte mantenía
en pie su Plan de Ayala.
-45-
Carranza logró, sin embarg?, el pre~?minio polírico,
aunque no la tan an~~lada unidad P?htlca de los ~exI~
canos)" aunque venero a los grupos rivales, no los mcorporÓ'alá vida orgánica de la nación, pero sí logró la
hegemonía de la Revolución,
El Congreso Constituyente al que convocó Carranza
se reunió en los años 1916-1917 que recogió las demandas populares, expresadas en la Revolución, y sentó las
bases de una vida democrática, en base al respeto de
las garantías individuales; supri~.ían los p~ivilegios y las
desigualdades dadas en el porfiriato y senalaban la necesidad de repartir equitativamente la riqueza del país.
Sin embargo, el constituyente poco hizo para sentar
las bases de la organización política del país y la manera
en que l~ ciudadanía. debió. iniciar el proc~so dem,o~rá­
tico, mediante el funclOnamlento de los partidos politices
o de asociaciones y el ubes.
El primero de agosto de 1~1~ Carra~za expidió la
primera ley electoral que México hubiese conocido,
lo que permitía el inicio de una organización cívica, para
que en los años subsecuentes se crearan los prImeros
cuatro partidos políticos que, junto con el Antirreeleccionísta, fueron los precursores de los que actualmente
existen.
Estos cuatro partidos políticos fueron: el Liberal
Constitucionalista, el Nacional Cooperativista, el Laborista y el Nacional Agrarista.
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LOS PRIMEROS PARTIDOS POLíTICOS
EN MÉXICO
En base a la Ley Electoral de 1918 expedida por Carranza, como res.ulta.~o de las cuestiones políticas previstas por l~ <:onsti tuc~on de 1917, las primeras agru paciónes partidistas debidamente apegadas a la legislación
fuer~n creadas con inte~eses bien definidos y en los que
caudillos de la re:voluCló~ tenían fijados sus objetivos-o
Su 'per~anenCla, s'!-cedló en una era muy particular
de. la historia de México, en el que el instrumento para
orientar y resolver los problemas nacionales no eran las
fuerzas organizadas, Si!lO ~os propios caudillos que apenas
apoyaban estas orgamzaciones para mantener vigente el
proc~~o de la Revolución, de acuerdo a la propia concepcIOn que ellos tenían.
El primero en organizarse plenamente, en función de
la nueva ley, fue el Partido Liberal Constitucionalista
que surgió a fi~es de 1916, que se constituía en defens~
de ~as revoluciones maderista y constitucionalista; sus
facclOn,es eran enc~bezadas por Pablo González, Alvaro
Obregon y el proplO Venustiano Carranza.
El Liberal Constitucionalista fue el apoyo fundamental para Alvaro Obregón y uno de sus más brillantes impul.s?res fue Benjamín Hill, Carente de un programa de
accron y una plataforma ideológica bien definida este
p~;tido sirvió ~un~amentalmente para defender un~ faccion del constitucionalismo.
A la muerte de Carranza y el triunfo posterior de
Obregón en las elecciones presidenciales para suceder a
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de la Huerta, el partido se consolidó al ganar
tamnren la mayoría de las posiciones en las Cámaras de
Dipll tados y Senadores.
sus miembros más destacados, figuraban RaLdu.uaJ.a,eJ., Antonio I. Villarreal, el procurador Eduary Rafael Martínez Escobar; los políticos, miembros del poder judicial y del gobierno, sostenían ser
militantes de este partido.
Luego sobrevino la muerte de Benjamín Híll, y sus
militantes, con escasa dirección, propusieron en 1921
crear en México un sistema parlamentario, con un presidente de elección directa, un primer ministro nombrado por la Cámara de Diputados, y los secretarios de
Estado electos de ternas propuestas al' parlamento.
Tal propuesta mereció la desaprobación popular, la
antipatía de Plutarco Elías Calles y la indiferencia de
Obregón, al grado de que el procurador Neri fue expulsado del gabíente, al igual que el general Villarreal.
En agosto de 1917, un grupo de jóvenes políticos
decidieron crear el Partido Nacional Cooperativista, integrado por Jorge Prieto Laurenz, Rafael Pérez Taylor,
Fernando Saldaña, Otilio González y Gabriel Garda
Rojas.
.
Su presidente fue el general Jacinto B. Treviño ysu
programa consistía en presentar a México el cooperativismo como solución a los grandes problemas económicos; Su divisa era la democraciaeconómica cooperativista. Asimismo, sustentaba la nacionalización de toda la
tierra y de las grandes industrias de servicios públicos;
sustitución del ejército por guardias ciudadanas; abrogación. de la pena de muerte; impulso de la irrigación
y de las comunicaciones; ampliación de la educación pública, y la proclamación del principio universal de la no
intervención.
.
Manuel Aguirre Berlanga, secretario de Gobernaci6n
en el período de Carranza, fue quien impulsó al Partido
I\l~ci?nal Cooperativista, mediante Fernando Saldaña,
qui~l1 tenía desaveniencias con Prieto Laurens.
El Nacional
con
y Aguirre Berlanga, se adhirió a la candidatura
geniero Bonillas, mientras que el resto del partido apoyó
al general Obregón, no obstante que su primer presidente, Jacinto B. 'Treviño, pretendía postular a Pablo
González.
Pero estas facciones creadas en función de Obregón,
Bonillas y González, no fueron definitivas para que perdiera su fortaleza, sino que, influenciados por Prieto
Laurenz, el Cooperativista apoyó la rebelión delahuertista, mientras que otro sector importante se inclinó por
Plutarco Elías Calles.
Otro de los primeros partidos en formarse como resultado de la Ley Electoral de 1918, fue el Laborista,
que se constituyó en diciembre de 1919, cuyo antecedente inmediato fue la decisión del líder obrero Luis N.
Morones que propugnaba desde 1917 integrar una
asociación política para los trabajadores.
Morones pretendía orientar a la clase obrera bajo el
principio de la "acción múltiple", contraria a las ideas
anarco-sindicalistas que sustentaban el apoliticismo de la
clase laborante.
Para llevar adelante su teoría, Morones y su grupo
organizaron el llamado Partido Socialista Obrero, constituido solamente con fines electorales, por lo que fue
derrotado por el Partido Liberal Constitucionalista en
las elecciones de 1917.
La Confederación Revolucionaria de Obreros Mexicanos celebró su segundo congreso nacional en Zacatecas,
y en él acordó constituir un partido de los trabajadores;
fue así como el Partido Socialista Obrero convocó a una
reunión para cumplir con este objetivo en septiembre
de 1919, en la ciudad de México.
Se manifestaron en este Congreso tres tendencias: la
comunista, que propuso la creación de un partido que
se adhiriera a la Tercera Internacional, al igual que al
movimiento proletario del mundo; la izquierdista, que
dejó imprecisos sus fines, y la moronista, que no transi-
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}\(JlOU:O
gió, Y tres meses después de celebrado el Congreso fundó
el Partido Laborista.
Este partido se dio a la tarea de integrar grupos de
estudio, que elaboraron su programa y destacaron el respeto': a los derechos de la clase obrera, el impulso a la
educación, el crédito a los campesinos, el mejoramiento
de la clase media y la protección a los artesanos.
Manifestaba su disciplina a los gobiernos revolucionarios y se mantenía como la proyección política de la
CROM, cuyos dirigentes fueron siempre los propios dirigentes de esa central obrera.
Apoyó definitivamente la candidatura de Alvaro
Obregón, y éste a su vez le otorgó a la CROM la cartera
d~l Ministerio del Trabajo, que estuvo a cargo del propIO Morones. Sin embargo, fue temeraria la exigencia
que Obregón recibió del Partido Laborista, siendo ya
presidente, en el sentido de que enviara a cada una de las
embajadas un agregado obrero.
No obstante, a la llegada de Calles se convirtió, de
hecho, en el partido del gobierno, y su líder, Luis N.
Morones, fue nombrado secretario de Industria y Comercio, llegando a tener una influencia determinante en las
grandes decisiones nacionales.
Al intentar reelegirse Obregón y como resultado también de los distanciamientos, Morones no lo apoyó. Obregón fue asesinado en La Bombilla, por lo que Emilio
Portes Gil fue nombrado presidente provisional y retiró
su apoyo a este Partido Laborista, razón por la que, fatalmente, fue debilitándose.
Finalmente, el 13 de junio de 1920, Antonio Díaz
Soto y Gama, apoyado por Rodrigo Gómez y Felipe Santibáñez, fundó el Partido Nacional Agrarista, gracias al
impulso que le fue proporcionado por el general Obregón, pero que a la muerte de éste, opuesto al régimen
de Calles, encontró su rápido final.
. Su centro ideológico estaba centrado en el problema
agrario del país, olvidado ciertamente en las plataformas
ideológicas de los otros partidos políticos en pugna.
Soto y
do se fundaron en México grupos agraristas en rI;~:",.,.,<",
partes de los estados de Morelos, ljlterreI'O
cala, Hidalgo, México, San Luis Potosí, Durango,
najuato, Jalisco y Chihuahua, y una vez establecidos se
les citó auna asamblea constitutiva, designada
Agrarista.
El Partido Nacional Agrarista obtuvo diversos cargos
de elección popular, y en las sesiones del Congreso, en
1921, el Partido exigió el reparto de tierras, ante la complacencia del general Obregón, que hizo caso de estas
demandas.
EllO de abril de 1922, aniversario de la muerte de
Emiliano Zapata, expidió el Reglamento Agrario, de
grandes alcances para su tiempo. Al advenimiento del
general Calles al poder, Rodrigo Gómez dirigió el partido y mantuvo firme la dirección nacional, respecto de
la exigencia agraria.
Después de una enfermedad, abandonó la organización Rodrigo Gómez, por lo que Soto y Gama y Aurelio
Manrique encabezaron los trabajos de la organización.
Junto con el Partido Laborista y el Cooperativista, en
1922, el Nacional Agrarista formó la Confederación Revolucionaria Nacional, con la finalidad de combatir la
hegemonía del Partido Liberal Constitucionalista.
Chocó frontalmente con Plutarco Elías Calles, y en
1925, en la Cámara de Diputados, Soto y Gama atacó
duramente al gobierno; en la campaña reeleccionista de
Obregón, y cuando todo indicaba que declinaba la estrella de este partido, fue impulsado por el caudillo de
Celaya, y Manrique y Soto y Gama se reeligieron como
diputados.
Después de los sucesos que costaron la vida del general Obregón, y como resultado de la falta de apoyo
institucional, la fuerza del Nacional Agrarista chocó frontalmente con el gobierno cuando se negó a condenar la
rebelión de Escobar, en 1929.
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Plutarco Elías Calles utilizó como instrumento a Leopoldo Reynoso, quien se autodesignó presidente y expulsó a Soto y Gama y a Manrique, con lo que de hecho la
organización fue eliminada.
Asimismo, surgieron otros grupos políticos, integrados en el interior de la República, como son el Partido
Socialista del Sureste, antes de Yucatán, encabezado por
Felipe Carrillo Puerto.
Igualmente, la Confederación de Partidos Guanajuatenses, en 1923; el Partido Socialista Fronterizo, en 1924,
apoyado por Portes Gil y Práxedis Balboa; el Partido
Liberal Independiente de Sonora, en 1918; el Partido Socialista Agrario de Campeche, secuela del de Yucatán, en
1919; el Partido Socialista Michoacano, en 1919.
Asimismo, el Partido Laborista del Estado de México; el Laborista Colimense; el Socialista del Trabajo de
Veracruz; el Laborista de Jalisco; del Trabajo, de San
Luis Potosí; del Trabajo de Puebla, y otros de menor
importancia por su escasa participación pública y electoral.
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RODRiGUEZ ARAUJa, Octavio. La reforma politica y los partidos en México.
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íNDICE
Prólogo
5
Primeros movimientos políticos en el mundo ....
9
La Independencia
13
El Liberalismo ..
19
La Reforma
23
.
El Porfirismo
.
27
El Partido Antireeleccionista
.
35
La Revolución y el Caudillismo
.
41
Los primeros partidos políticos en México
.
47
Bibliografía
.
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53
Descargar