LOGICA-ARGUMENTACIÓN 5º año.Filosofia-Prof.Graciela Guliermone El término “lógica” designa a la ciencia que se aboca al estudio de la estructura de los razonamientos, con el objetivo de distinguir los razonamientos correctos de los incorrectos . Siguiendo a Copi y Cohen, podemos dar la siguiente definición: La lógica es el estudio de los métodos y principios usados para distinguir un razonamiento correcto o válido de uno incorrecto o inválido. En la definición de Copi-Cohen aparecen varios conceptos que deben ser analizados detenidamente. Comencemos con el de razonamiento dado que hemos definido a la lógica como la disciplina que quiere determinar la validez o invalidez de éstos: Razonamiento. Un razonamiento es la forma del pensamiento en la cual se afirma (se deriva) una proposición2 sobre la base de los datos de otra/s proposición/es, o dicho de otro modo, cuando afirmamos la veracidad de una proposición sobre la base de la veracidad de otras proposiciones. A la primera la llamamos conclusión (el punto al que se llega), mientras que a las otras las llamamos premisas (la base de la que se parte y el fundamento de la conclusión). Para que haya razonamiento, entonces, debe existir el propósito de fundar o justificar una afirmación sobre la base de otras. Obviamente no todo pensamiento es un razonamiento; si alguien deja vagar libremente su imaginación, rememorando situaciones vividas, podemos afirmar que está pensando, pero no podemos decir que está razonando. Para ejemplificar, alguien razona cuando reflexiona del siguiente modo: “La entrevista era a las diez; ya son diez y media y Pérez no ha llegado. Pero él es una persona extremadamente puntual. Sin duda, debe haberle ocurrido algo”. O en este otro ejemplo: “Compraré este libro del escritor X; dado que todas sus obras que leí me gustaron, seguramente ésta también me gustará”. En ambos ejemplos estamos basando cierta afirmación (“algo debe haberle ocurrido” y “ésta también me gustará”) en la información que me han brindado otras. Es claro, sin embargo, que pocas veces pensamos de un modo tan metódico y explícito como muestran los ejemplos, marcando cada una de las ideas que utilizamos. A menos que una situación particular requiera el seguir rigurosamente los pasos del razonamiento (como ocurre cuando estudiamos la demostración de un teorema matemático o en una defensa en un juicio), en general nuestro pensamiento es más errante e indisciplinado, llevándonos a conclusiones por caminos que a veces ignoramos. Cambia la situación cuando debemos justificar lo que creemos o hacemos, lo que afirmamos, o mostrar que nuestro razonamiento es correcto. Entonces sí, debemos reconstruir y expresar mediante el lenguaje la cadena de conocimientos que nos llevó a sostener tal conclusión. En los razonamientos podemos distinguir dos aspectos: el contenido y la forma. El contenido es aquello de lo que se habla, es el aspecto informativo del razonamiento. La forma es la estructura que vincula las premisas con la conclusión y que surge cuando abstraemos el significado o contenido de las palabras y mantenemos los elementos que son esenciales para el armazón lógico del razonamiento. Ej Todos los hombres son mortales Su forma: Todo A es B Sócrates es hombre Todo C es A Por lo tanto Sócrates es mortal Por lo tanto Todo C es B Estructura y componentes de los razonamientos Un razonamiento puede tener dos o más proposiciones (una, dos o más premisas y una conclusión). Los términos premisa y conclusión son términos relativos, es decir, una proposición aislada no puede ser clasificada nunca como premisa o conclusión, sino que esto se define en base a la función que cumplen dentro del razonamiento. Una proposición puede, en un razonamiento oficiar de premisa y en otro de conclusión. Una proposición es una premisa solamente cuando aparece como supuesto de un razonamiento, la base de la que se parte. Una proposición es una conclusión solamente cuando pretende fundamentarse en otras proposiciones de un razonamiento, es decir, es el punto al que se arriba. La cantidad de oraciones o el orden que ocupan no nos sirven para identificar su función de premisas o conclusiones, ya que éstas pueden variar: El tipo más simple de razonamiento es el de una sola premisa y una conclusión. Y puede enunciarse primero la premisa y luego la conclusión. Pero el orden en que son enunciadas no es importante desde el punto de vista lógico, la conclusión puede también enunciarse en la primera oración y la premisa en la segunda. Los razonamientos se componen de proposiciones (que cumplirán la función de premisa o de conclusión). Por ejemplo, el siguiente razonamiento se compone de tres proposiciones: dos premisas y una conclusión. Ej. Todo privilegio social es un robo La propiedad privada es un privilegio social Por tanto, la propiedad privada es un robo Con este ejemplo introducimos también la representación estándar de los razonamientos: cada premisa en una fila, Luego una raya indicando que la siguiente (y última proposición) es la conclusión del razonamiento. Hay expresiones que dan cuenta que estamos ante la presencia de una conclusión o premisa. Dichas expresiones se conocen con el nombre de anticipadores o indicadores de premisas o de conclusión según sea el caso. Entre los indicadores de premisas encontramos, entre otras: puesto que, dado que, a causa de, porque, pues, se sigue de, como muestra, se puede inferir de, por las siguientes razones; y entre los indicadores de conclusión tenemos: por lo tanto, de ahí que, así, en consecuencia, consecuentemente, como resultado, por esta razón, se sigue que, podemos inferir que, concluyo que, etcétera . Clasificación de razonamientos Podemos distinguir dos grandes grupos de razonamientos: deductivos y no-deductivos, y dentro de los no deductivos,( se destaca su importancia en la ciencia) los razonamientos inductivos y los razonamientos analógicos .Cada razonamiento supone la afirmación, como ya se ha dicho, de que sus premisas proporcionan razones o fundamentos para establecer la verdad de su conclusión: pero sólo los razonamientos deductivos tienen la pretensión de que sus premisas proporcionan fundamentos concluyentes-definitivos para su conclusión, ésta es necesaria formalmente. Es decir, un razonamiento deductivo es aquel en que se pretende que la conclusión se desprende necesariamente de las premisas, en virtud de ciertas características lógicas, puramente formales de las mismas. No se puede negar la veracidad de la consecuencia si se acepta la veracidad de las premisas, al menos sin caer en una contradicción. Lo que hacemos es partir de verdades ya establecidas e inferir las consecuencias que se encuentran implicadas en ellas. Las premisas constituyen una razón suficiente y necesaria de la conclusión. Formalmente podemos dar algunos ejemplos: (Razonamientos categórico, hipotético y disyuntivo ) Todo A es B Si A entonces B A o bien B Todo B es C Y ocurre A Y ocurre A Todo A es C Entonces B Entonces no B Los razonamientos inductivos se caracterizan porque en ellos la pretensión es diferente: no intentan mostrar que sus premisas sean fundamentos para la verdad de su conclusión, por el contrario la intención de un razonamiento inductivo es que sus premisas proporcionen “cierto apoyo” a su conclusión, ésta es probable. La inducción pretende, partiendo de la afirmación de que varios elementos de una clase poseen determinadas propiedades, concluir que todos los miembros de dicha clase las poseen, es decir, la conclusión de este tipo de razonamientos “extiende” la información proporcionada por las premisas. (Piénsese por ejemplo en el estudio de un científico para evaluar si cierta droga es eficaz en el tratamiento de cierta enfermedad. Después de haber confirmado que en un importante número de individuos de cierto tipo con esa enfermedad la droga ha resultado eficaz, generaliza y supone que resultará eficaz tal droga para todos los miembros de esa clase de individuos afectados por esta enfermedad.) Formalmente podemos ejemplificar: a es P b es P a y b tienen la propiedad S Por lo tanto Todos los S son P Este tipo de razonamientos, totalmente frecuentes en la vida cotidiana y en la investigación científica, no implica, en rigor, una necesidad lógica al respecto de su conclusión, sino más bien una “probabilidad”. No puede afirmarse que es necesaria la conclusión, sino que en base a las proposiciones que proporcione en apoyo, podemos decir que un razonamiento inductivo dará más o menos apoyo a su conclusión, que habrá mayor o menor probabilidad de que sea cierta la conclusión. Pero puede suceder que en un razonamiento inductivo, siendo todas las premisas verdaderas, sin embargo, la conclusión sea falsa. Así, mientras que de un razonamiento deductivo se desprende o no se desprende con necesidad su conclusión (sin puntos intermedios), en los razonamientos inductivos podemos decir que éstos pueden ser mejores o peores, según el grado de apoyo que den sus premisas. Además, mientras que el estudio de los razonamientos deductivos puede evaluarse formalmente, sólo a partir de su estructura, en los razonamientos inductivos es necesario evaluar el contenido informativo de sus premisas. Como explican Copi y Cohen: “La diferencia fundamental entre estos dos tipos de razonamientos radica en las afirmaciones que se hacen acerca de las relaciones entre premisas y conclusión. Los razonamientos deductivos son aquellos en los cuales se afirma la existencia de una relación muy rigurosa entre premisas y conclusiones. Si un razonamiento deductivo es correcto, entonces, dada la verdad de sus premisas, su conclusión debe ser verdadera sin importar qué otra cosa sea cierta. ”Por ejemplo, si es verdad que todos los humanos son mortales y si es verdad que Sócrates es humano, entonces debe ser verdad que Sócrates es mortal, independientemente de cualquier otra verdad que pueda haber en el mundo y de qué premisas se añadan o qué información se descubra. Si encontramos que Sócrates es feo o que los ángeles son inmortales o que las vacas dan leche, estos hechos no afectan para nada la validez del razonamiento; la conclusión de que Sócrates es mortal se sigue de cualquier otra lista ampliada de premisas siempre que contenga aquellas necesarias para hacer la deducción. Si un razonamiento es válido, nada puede hacerlo “más válido”. Así, Todo M es P Todo S es M Todo S es P Y este razonamiento es válido aún con contenidos falsos. Los razonamientos deductivos vàlidos nos dan garantía de alcanzar conclusiones verdaderas siempre que se partan de premisas verdaderas. Los razonamientos analógicos son una forma de inducción, pero se distinguen de los razonamientos inductivos ya analizados pues parten de casos singulares siendo su conclusión también singular. Se caracteriza por partir de la similitud de dos o más cosas en uno o más propiedades para concluir la semejanza de esas cosas en otra propiedad. Por ejemplo_ S1posee las notas A, B…C S2 posee las notas A, B Por lo tanto S 2 posee las notas C ACTIVIDAD: ELABORAR RAZONAMIENTOS DEDUCTIVOS INDUCTIVOS Y ANALÓGICOS ¿Qué es una argumentación? (extraido de Raquel Guinovart..Còmo hacer cosas con razones) Una argumentación consiste en una o más razones que se ofrecen para fundamentar una afirmación con el objetivo de convencer a alguien de ella o al menos justificar su aceptabilidad. Esto significa que una persona que argumenta no expresa simplemente lo que piensa, sino que además lo respalda y busca a través de ello producir un efecto en el interlocutor. La argumentación se hace necesaria cuando alguien no está de acuerdo con nuestra opinión, con su valor o su relación con el problema que hablamos. Normalmente se trata de una operación discursiva orientada a influir sobre un público determinado. Pensemos por ejemplo en los discursos publicitarios y políticos que son de naturaleza argumentativa. Argumentar podría decirse que es intentar mediante el discurso que el receptor tenga una conducta determinada, que nos vote, que compre nuestro producto, que haga las cosas que queremos, es el arte de organizar razones para persuadir o disuadir un auditorio. Las argumentaciones inducen, refutan o estabilizan creencias y comportamientos de los receptores. La argumentación es entonces un tipo de exposición que tiene como finalidad defender con razones o argumentos una tesis, una hipótesis, es decir una idea que se pretende probar o sustentar. Encontramos así una tesis, opinión o conclusión que se quiere defender. En segundo lugar, una o más razones o premisas. En tercer lugar, una relación o conexión entre conclusión y premisas que denominamos razonamiento o relación de respaldo. Finalmente, el conjunto de tesis, opinión o conclusión razonada o inferida de una o más razones o premisas lo denominamos argumentación. RAZONAMIENTO O INFERENCIA TESIS CONCLUSIÓN ARGUMENTACIÓN RAZONES PREMISAS Oraciones, proposiciones y razonamientos. En el lenguaje técnico de la filosofía las afirmaciones que integran una argumentación, se denominan proposiciones. Una proposición puede ser una afirmación o negación (“el día está nublado”, “el día no está nublado”). Las proposiciones se denominan oraciones enunciativas o declarativas, dado que tienen una función informativa. Su principal característica es que pueden ser evaluadas como verdaderas o falsas. Hay distintos tipos de oraciones y no todas transmiten información. De este tipo son: las preguntas, expresiones de deseo, órdenes. Los términos oraciones y proposiciones en filosofía no se pueden utilizar como equivalentes. La proposición es el contenido informativo, mientras que las oraciones son el vehículo a través del cual se transmiten. La oración es el conjunto de letras y sonidos, mientras la proposición es lo que éstos significan. Supongamos que tengo cuatro amigos de distintas nacionalidades: español, norteamericano, francés y portugués, y les quiero informar que está lloviendo afuera, y para hacerme entender me dirijo a cada uno usando su lengua materna. Al español le digo “está lloviendo”, al norteamericano “it´s rainning”, al francés “Il pleut”, y al brasileño “está chovendo”. Son cuatro oraciones distintas, pero una misma proposición, la mima idea y serán idénticas las condiciones que la hacen verdadera o falsa. Tanto las razones como la tesis, son proposiciones. De modo que una argumentación está compuesta por un conjunto de proposiciones. Pero no cualquier conjunto de proposiciones constituye una argumentación. Para esto las proposiciones deben estar relacionadas entre sí de manera que la que llamamos conclusión se respalde en las otras (premisas). Este aspecto de la argumentación es lo que se denomina razonamiento. Toda argumentación contiene un razonamiento, pero no todo razonamiento es una argumentación. Una argumentación persigue el objetivo de convencer o justificar una afirmación procurando así cierto efecto en el interlocutor. Claves lingüísticas: indicadores de razonamiento. En el idioma español las conclusiones a menudo están señaladas por expresiones como las siguientes: en consecuencia, esto prueba que, se justifica la creencia en, esto implica que, esto establece que, queda demostrado que, por ende, así, luego, se sigue que, podemos inferir y podemos concluir. Estas expresiones se denominan indicadores de conclusión. Indicadores de la presencia de argumentos o premisas pueden ser: porque, puesto que, pues, en tanto que, por la razón de que, se sigue del hecho que, dado que, se puede inferir del hecho que. Es pertinente aclarar que muchas veces se utiliza la palabra “concluir”, como para finalizar una exposición de ideas que no constituyan una argumentación, sino que anuncian un resumen o síntesis de lo que se ha expresado. La diferencia entre una explicación y argumentación-. radica en su finalidad. El propósito de una explicación es establecer cómo ha ocurrido el hecho, mientras que el propósito de una argumentación es mostrar que algún punto de vista es correcto o verdadero_ las explicaciones son apropiadas cuando queremos entender un hecho, y los argumentos son apropiados cuando hay discusiones ya que ellos establecen la mejor explicación aportando razones. ACTIVIDAD 1 1) -IDENTIFIQUE EL TEXTO INFORMATIVO Y ÉSTE, LA TESIS Y LAS RAZONES… EL TEXTO ARGUMENTATIVO , EXPLICITANDO EN A)-Según la Cuarta Encuesta Nacional de Hogares sobre consumo de drogas, la droga más utilizada es el alcohol, seguida por el tabaco –cuyo consumo ha registrado entre jóvenes de 12 a 17 años una leve disminución respecto a la encuesta realizada en 2001 –y los tranquilizantes y antidepresivos. Respecto a las drogas ilegales se supo que el 13% de la población las ha consumido alguna vez y la mita de esa cantidad lo hizo en el último año. Las más consumidas son las legales. Brecha, 24 de agosto de 2007 B)_Aquí [en Uruguay] la tasa de alcoholemia permitida es demasiado alta y con esa cantidad de alcohol no es posible conducir adecuadamente. La actual es de 0.8 y es excesivamente alta: hay un alto riesgo de accidente. Los datos internacionales indican que solamente con una copa de vino el riesgo es de 1.2 y con lo que aquí está autorizado sube entre dos y tres el riesgo de tener un accidente. Elisardo Becoña, investigador español en drogodependencia. Reportaje en La Diaria, 11 de setiembre de 2007 ACTIVIDAD 2 EN LOS SIGUIENTES TEXTOS ENCONTRARÁ ESTABLECIENDO PREMISAS Y CONCLUSIONES RAZONAMIENTOS. RECONSTRÚYELOS A) La cerca alrededor del cementerio es absurda, dado que los que están adentro no pueden salir y los que están afuera no quieren entrar. B)_El cálculo de la estatura de ese hombre ( que escribió en la pared) lo pude comprobar de la siguiente manera: cuando una persona escribe en la pared, generalmente lo hace a la altura de los ojos. Pues bien, aquel escrito estaba a un poquito más de un metro y ochenta. (fragmento de Conan Doyle, Arthur) C)-” Mis ojos me dicen que en la parte exterior de su zapato izquierdo, exactamente donde alumbra mejor la luz, la piel está raspada toscamente en seis lugares, trazando rayas paralelas. Obviamente esto ha sido causado por alguien que trató de quitar el lodo que cubría el zapato, pero lo hizo con positiva torpeza, sin cuidado alguno. De ahí mi doble deducción de que se expuso a la lluvia y de que tiene un espécimen en particular incompetente de la maligna servidumbre londinense. En cuanto al ejercicio de su profesión, si un caballero entra en esta habitación oliendo a yodoformo, con una mancha negra de nitrato de plata en el índice derecho y una prominencia a un lado del sombrero de copa, mostrando dónde ha escondido su estetoscopio, necesitaría ser muy tonto para no declararlo miembro activo de la profesión médica.” (fragmento de Conan Doyle, Arthur) TEXTOS ACTIVIDAD 3 INTERPRETEMOS ESTAS IMÁGENES…Cómo se relacionan con tu concepto de argumentar? ACTIVIDAD 4 Establecer las razones de los personajes en el diálogo propuesto(de El Túnel de Ernesto Sábato) y justificar si son buenas , malas o mediocres. ¿Es importante en el argumentar además de lo discursivo lo emocional? “Una vez más, pues, había cometido una tontería con mi costumbre de escribir cartas muy espontáneas y enviarlas en seguida. Las cartas de importancia hay que retenerlas por lo menos un día hasta que se vean claramente todas las posibles consecuencias. Quedaba un recurso desesperado, ¡ el recibo! Lo busqué en todos los bolsillos, pero no lo encontré: lo habría arrojado estúpidamente, por ahí. Volví corriendo al correo, sin embargo, y me puse en la fila de las certificadas. Cuando llegó mi turno, pregunté a la empleada, mientras hacía un horrible e hipócrita esfuerzo para sonreír. —¿No me reconoce? La mujer me miró con asombro: seguramente pensó que era loco. Para sacarla de su error, le dije que era la persona que acababa de enviar una carta a la estancia Los Ombúes. El asombro de aquella estúpida pareció aumentar y, tal vez con el deseo de compartirlo o de pedir consejo ante algo que no alcanzaba a comprender, volvió su rostro hacia un compañero; me miró nuevamente a mí. —Perdí el recibo —expliqué. No obtuve respuesta. —Quiero decir que necesito la carta y no tengo el recibo -agregué. La mujer y el otro empleado se miraron, durante un instante, como dos compañeros de baraja. Por fin, con el acento de alguien que está profundamente maravillado, me preguntó: —¿Usted quiere que le devuelvan la carta? —Así es. —¿Y ni siquiera tiene el recibo? Tuve que admitir que, en efecto, no tenía ese importante documento. El asombro de la mujer había aumentado hasta el límite. Balbuceó algo que no entendí y volvió a mirar a su compañero. —Quiere que le devuelvan una carta —tartamudeó. El otro sonrió con infinita estupidez, pero con el propósito de querer mostrar viveza. La mujer me miró y me dijo: —Es completamente imposible. — Le puedo mostrar documentos —repliqué, sacando unos papeles. —No hay nada que hacer. El reglamento es terminante—El reglamento, como usted comprenderá, debe estar de acuerdo con la lógica —exclamé con violencia, mientras comenzaba a irritarme un lunar con pelos largos que esa mujer tenía en la mejilla. —¿Usted conoce el reglamento? —me preguntó con sorna. —No hay necesidad de conocerlo, señora —respondí fríamente, sabiendo que la palabra señora debía herirla mortalmente. Los ojos de la arpía brillaban ahora de indignación. —Usted comprende, señora, que el reglamento no puede ser ilógico: tiene que haber sido redactado por una persona normal, no por un loco. Si yo despacho una carta y al instante vuelvo a pedir que me la devuelvan porque me he olvidado de algo esencial, lo lógico es que se atienda mi pedido. ¿ O es que el correo tiene empeño en hacer llegar cartas incompletas o equívocas? Es perfectamente claro y razonable que el correo es un medio de comunicación, no un medio de compulsión : el correo no puede obligar a mandar una carta si yo no quiero. —Pero usted lo quiso —respondió. —¡Sí! —grité—, ¡pero le vuelvo a repetir que ahora no lo quiero! —No me grite, no sea mal educado. Ahora es tarde. —No es tarde porque la carta está allí —dije, señalando hacia el cesto de las cartas despachadas. La gente comenzaba a protestar ruidosamente. La cara de la solterona temblaba de rabia. Con verdadera repugnancia, sentí que todo mi odio se concentraba en el lunar. —Yo le puedo probar que soy la persona que ha mandado la carta —repetí, mostrándole unos papeles personales. —No grite, no soy sorda —volvió a decir—. Yo no puedo tomar semejante decisión. —Consulte al jefe, entonces. —No puedo. Hay demasiada gente esperando. Acá tenemos mucho trabajo, ¿comprende? —Este asunto forma parte del trabajo —expliqué. Algunos de los que estaban esperando propusieron que me devolvieran la carta de una vez y se siguiera adelante. La mujer vaciló un rato, mientras simulaba trabajar en otra cosa; finalmente fue adentro y al cabo de un largo rato volvió con un humor de perro. Buscó en el cesto. —¿Qué estancia? —preguntó con una especie de silbido de víbora. —Estancia Los Ombúes — respondí con venenosa calma. Después de una búsqueda falsamente alargada, tomó la carta en sus manos y comenzó a examinarla como si la ofrecieran en venta y dudase de las ventajas de la compra. —Sólo tiene iniciales y dirección —dijo. —¿Y eso? —¿ Qué documentos tiene para probarme que es la persona que mandó la carta? —Tengo el borrador —dije, mostrándolo. Lo tomó, lo miró y me lo devolvió. —¿Y cómo sabemos que es el borrador de la carta? —Es muy simple: abramos el sobre y lo podemos verificar. La mujer dudó un instante, miró el sobre cerrado y luego me dijo: —¿Y cómo vamos a abrir esta carta si no sabemos que es suya? Yo no puedo hacer eso. La gente comenzó a protestar de nuevo. Yo tenía ganas de hacer alguna barbaridad. —Ese documento no sirve — concluyó la arpía. —¿Le parece que la cédula de identidad será suficiente? —pregunté con irónica cortesía. —¿La cédula de identidad? Reflexionó, miró nuevamente el sobre y luego dictaminó: —No, la cédula sola no, porque acá sólo están las iniciales. Tendrá que mostrarme también un certificado de domicilio. O si no la libreta de enrolamiento, porque en la libreta figura el domicilio. Reflexionó un instante más y agregó: —Aunque es difícil que usted no haya cambiado de casa desde los dieciocho años. Así que casi seguramente va a necesitar también certificado de domicilio. Una furia incontenible estalló por fin en mí y sentí que alcanzaba también a María y, lo que es más curioso, a Mimí. —¡Mándela usted así y váyase al infierno! —le grité, mientras me iba. Salí del correo con un ánimo de mil diablos y hasta pensé si, volviendo a la ventanilla, podría incendiar de alguna manera el cesto de las cartas. ¿Pero cómo? ¿Arrojando un fósforo? Era fácil que se apagara en el camino. Echando previamente un chorrito de nafta, el efecto sería seguro; pero eso complicaba las cosas. De todos modos, pense esperar la salida del personal de turno e insultar a la solterona.. TEXTO TOMADO DE EL TÚNEL. ERNESTO SÁBATO ACTIVIDAD 5 a_ Lee los siguientes textos , subraya frases y palabras que consideres importantes.. b_ Reelabora el concepto de argumentación aplicando los textos analizados, escribiendo “tu texto” sobre argumentación. Matew Lipman estudiando la lógica de las buenas razones dice que no hay un conjunto de reglas específicas que nos permita decidir de un modo automático si una razón es buena o no. Esto es algo que se logra mediante la práctica. Establece así algunos criterios para evaluar razones1) las buenas razones se basan en hechos, las razones en que se basa un meteorólogo son así mejores que en las que se basa un adivinador 2) las buenas razones deben ser relevantes y pertinentes para aquello que se quiere fundamentar. No sería una buena razón elegir como delegado de grupo por ejemplo a un compañero solamente porque juega bien al fútbol. 3) una buena razón trata de hacer más plausible lo que hemos dicho o hecho. Es una buena razón por ejemplo que el empleado llegue tarde por atender a una persona en un accidente. ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,………………………… “Lo que podemos decir en una primera instancia que la argumentación es la acción de dar argumentos. Pero ¿qué es un argumento? En un sentido amplio, un argumento es una afirmación asentada en una razón o motivo. Es decir, dar un argumento es justificar, fundamentar, por qué sostenemos lo que sostenemos, apoyar nuestras opiniones en razones. Es necesario distinguir aquí entre argumento y razonamiento. Entendemos que un argumento es un razonamiento pero en una contexto determinado. Esto es, el razonamiento hace abstracción del contenido, de lo que se dice, y atiende simplemente a la estructura de ese contenido y quien se encarga de analizarlos es la lógica formal. (Irving M. Copi Introducción a la lógica) …………………………………………………………………………………………………………………………… No hay que confundir las causas o motivos de una acción con razones que podrían justificarla: sólo éstas son susceptibles de crítica interpersonal. Cuando Harry le pregunta a su padre por qué fuma, éste le contesta que porque le gusta. ¿Es ésta una buena razón? ¿Es una razón? Harry se siente molesto porque ve que su padre no quiere dar buenas razones a su conducta, razones que, a su vez, Harry pudiera discutir racionalmente <Le pregunté porqué fumaba y me dijo que porque le gustaba. Pero el hecho de que le guste sólo es la causa de que fume, y yo no quería conocer la causa; yo quería que me diera una buena razón para fumar. Debería haber tratado de probarme que el fumar es bueno. Seguro que si lo hubiera intentado, yo podría haberle probado que no lo es> Cuando argumentamos, proferimos un conjunto de expresiones lingüísticas conectadas de tal modo que de ellas se sigue otra expresión. Un argumento es, pues, un conjunto de oraciones utilizadas en un proceso de comunicación, llamadas premisas, que justifican o apoyan otra, llamada conclusión, que se deduce de algún modo de aquellas. (Tomás Miranda. El juego de la Argumentación) ………………………………………………………………………………………………………………….. “El espíritu humano desea la precisión del conocimiento, y se satisface con ella. La precisión es buena: es el ideal, cuando es legítima: pero en cambio cuando es ilegítima o falsa produce desde el punto de vista del conocimiento, efectos funestos: oculta hechos, desfigura o falsea interpretaciones, detiene la investigación, inhibe la profundización; sus resultados perjudicialísimos, pueden condenarse fundamentalmente con esos dos adjetivos: falseantes e inhibitorios. “(C.Vaz Ferreira, Lógica Viva,p.77) ”Querría, por ejemplo, mostrarles cómo en las discusiones, en la práctica, no hay nada que desconcierte más a un buen razonador o a una persona de buen sentido, nada que sea más imposible de refutar, que un argumento que no es argumento: palabras o frases que pronuncian ciertas personas con un sentimiento oscuro o vago de la cuestión, y que no pueden ser refutadas precisamente por no ser argumentos. Y les mostraría buenos ejemplos de ello. Lo que concluiríamos sería, una vez más, la insuficiencia del razonamiento solo y los peligros que ofrecen las discusiones comunes, sobre todo y especialmente las discusiones verbales; y les haría sentir cómo deberíamos acostumbrarlos a discutir; cómo las instituciones de enseñanza deberían acostumbrar a discutir a los alumnos: cómo deberían hacer precisamente lo contrario de lo que suelen hacer, y, en lugar de enseñar a los discípulos a sostener cada uno una tesis dada y a combatir la de los otros, deberían enseñarles a buscar la verdad sobre un punto.(...) Leía una vez en la biografía de algún gran discutidor ( ¿Pico de la Mirándola?) que una de sus hazañas juveniles fue haber hecho callar en un debate treinta veces un profesor de Edimburgo. Y cruzóme por la mente la idea de que ese profesor de Edimburgo, que tan pobre papel hacía ahí, fuera sencillamente un hombre sincero y, si ésa hubiera sido la verdadera causa, en aquel tiempo de verbalismo, de argumentación pura, de puro razonamiento, ¡qué hombre intelectualmente tan respetable pudo haber sido aquel que fue capaz de callarse treinta veces en una discusión pública .C. Vaz Ferreira, Lógica Viva, p. 183. “ . El lógico es libre de elaborar como le parezca el lenguaje artificial del sistema que está construyendo; es libre de determinar los signos y las combinaciones de signos que podría utilizarse, y las combinaciones de signos que podría utilizarse…La única obligación que se impone al constructor de sistemas axiomáticos formalizados es la de elegir los signos y las reglas de modo que se eviten las dudas y ambigüedades…La búsqueda de la univocidad indiscutible ha llevado incluso a los formalistas a construir sistemas en los que ya no se preocupan por el sentido de las expresiones: están satisfechos con los signos introducidos y las transformaciones que les conciernen estén fuera de toda discusión(…) Pero cuando se trata de argumentar o influir por medio del discurso en la intensidad de la adhesión de un auditorio a ciertas tesis, ya no es posible ignorar por completo, por irrelevantes, las condiciones psíquicas y sociales sin las cuales la argumentación no tendría objeto ni efecto. Pues toda argumentación pretende la adhesión de los individuos y por lo tanto supone la existencia de un contacto intelectual. Para que haya argumentación es necesario que en un momento dado, se produzca una comunidad efectiva de personas. Es preciso que se esté de acuerdo, ante todo y en principio, en la formación de esa comunidad intelectual, y después, en el hecho de debatir juntos una cuestión determinada. Ahora bien, esto no resulta de ningún modo evidente. Para argumentar, es preciso atribuir un valor a la adhesión del interlocutor, a su consentimiento, a su concurso mental. Por tanto, una distinción apreciada a veces es la de ser una persona con la que se llega a discutir. El racionalismo y el humanismo de los últimos años hacen que parezca extraña la idea de que sea una cualidad el ser alguien cuya opinión cuenta, y en muchas sociedades, no se le dirige la palabra a cualquiera, igual que no se batían a duelo en el pasado con cualquiera. Además cabe señalar que el querer convencer a alguien siempre implica cierta modestia por parte de la persona que argumenta: lo que dice no constituye un “dogma de fe”, no dispone, no dispone de la autoridad que hace que lo que se dice sea indiscutible, y lleve inmediatamente a la convicción. El orador admite que debe persuadir al interlocutor, pensar en los argumentos que pueden influir en él, preocuparse por él, interesarse por su estado de ánimo” Chaim Perelman (19121984) Lógico y filósofo del Derecho belga de origen polaco FALACIAS: Se usa la palabra falacia de muchas maneras. Un uso preferentemente correcto de la palabra es el que se da para designar cualquier idea equivocada o creencia falsa. Pero los lógicos usan el término en el sentido más técnico de error en el razonamiento y en la argumentación. Una falacia es un tipo de argumentación incorrecta, con razones sin pertinencia. Son razonamientos que aunque incorrectos (por razones formales o fácticas) son psicológicamente persuasivos. La lógica formal estudia las condiciones formales para que un razonamiento sea caracterizado como válido. Por su forma ,estructura, un razonamiento será válido o no y lo podemos determinar a través de su análisis lógico. Por ej. p=>q p=>q q p p q (el primer razonamiento es inválido, es una falacia formal llamada: de afirmación del consecuente. El segundo válido y es una regla lógica denominada Modus Ponen _ (La validez es la verdad lógica, y depende de la forma del razonamiento. Hablamos de validez en los razonamientos deductivos, cuya conclusión es forzosa, necesaria y formal.) FALACIAS NO FORMALES Una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto pero con apariencia de válido. Parece persuasivo o convincente pero incumple alguna regla lógica. Las falacias se clasifican en formales y no formales. Las falacias no formales son razonamientos donde las premisas no aportan la información necesaria para justificar la conclusión a la que se quiere llegar. Generalmente se aportan razones que no son pertinentes. Puede ser una información correcta pero de allí no desprende la conclusión a la que se ha llegado. (S. Espinoza, J Faral, G Medina Atrévete a pensar.) 1:Apelación a la ignorancia: Se comete esta falacia cuando se sostiene que una proposición es verdadera argumentado solamente que no se ha demostrado que sea falsa, o bien que es falsa porque no se ha probado lo contrario. La incapacidad de probar la verdad o falsedad de una proposición carece de conexidad lógica con la afirmación de su falsedad o su verdad, según el caso Ejemplo Tenemos que aceptar que hay fenómenos telepáticos porque hasta ahora nadie ha podido demostrar que no existen. 2:Causa Falsa: Consiste en unir dos circunstancias que a veces se dan de forma inmediatamente sucesiva una de la otra, mediante vínculos causales no comprobados. El error es tomar como causa de un efecto algo que no es su causa real. No es difícil ver que el mero hecho de la coincidencia o la sucesión temporal no basta para establecer una conexión causal entre dos eventos. Ejemplo: Ana tuvo un día terrible: discutió con su novio, se golpeó la cabeza, la reprendió su jefe. Todo esto se debe a que es de Acuario y el horóscopo pronosticó conflictos para ese signo. 3:Apelación a la fuerza O AD BACULUM : La apelación a la fuerza se comete cuando se apela a la fuerza o a la amenaza de fuerza para provocar una aceptación de una conclusión. Usualmente se recurre a ella cuando fracasan las pruebas o argumentos racionales. Ejemplo: Señor director mi hijo no hizo nada ¿acaso mi empresa no invierte miles de pesos en donaciones a esta institución 4:Ataque al Hombre: Lo encontramos en dos variantes: Ofensivo; consiste en señalar los aspectos negativos de una persona que propone un argumento en lugar a atacar a la afirmación o argumento mismo. Ejemplo: No tenemos que aceptar la ética de Kant puesto que fue un solterón amargado y aburrido enfermizamente metódico. Circunstancial: consiste en señalar a quien propone una afirmación o argumento, que la conclusión de éste es falsa por la circunstancia especial en la que se halla dicha persona. Ejemplo: Todo lo que la señora Pérez pueda decir sobre la nueva ley impositiva debe ser ignorado ya que al ser rica se opondrá a la fijación de impuestos adicionales. 5:Apelación a la piedad: Consiste en buscar la compasión de alguien para que acepte como verdadera una conclusión determinada. Ejemplo: un abogado defensor para probar la inocencia de su cliente, en lugar de dar pruebas fehacientes, alude a que es padre de familia, trabajador y que sus hijos quedaran desprotegidos si se los condena. 6:Apelación a la autoridad: Es la falacia que se comete cuando se apela al respeto a la autoridad de una persona o institución para persuadir a alguien o ganar asentimiento a una conclusión. Este argumento no siempre es estrictamente falaz, pues la referencia a una reconocida autoridad en el campo especial de su competencia puede dar mayor peso a una opinión. Es muy común esta falacia, en las publicidades, donde a través de famosos, se trata que adquieran productos, porque estos los eligen Ejemplo: Raúl Pérez es un excelente y reconocido neurocirujano y es comunista hace años; por lo que se sigue que el comunismo es a mejor opción en el momento actual. 7: Apelación al pueblo O AD POPPULUM: Es la falacia que se comete cuando se intenta ganar el asentimiento popular para lograr una conclusión que no está sustentada en pruebas, despertando las pasiones y el entusiasmo de la multitud. Consiste en hacer referencia a lo que hace todo el mundo o la mayoría del pueblo para llevar a otro a aceptar como verdadera su conclusión. Es un recurso favorito del propagandista, del demagogo y del anunciador publicitario. Se apela a la afectividad de la mayoría de la gente, a cuestiones socialmente aceptadas y queridas para lograr que se acepte la verdad de una conclusión Ejemplo: Hay que usar Adidas porque las usan todos los jóvenes. 8. De falsa oposición, o falso dilema ; Consiste en tomar proposiciones (observaciones, teorías, etcétera) como opuestas o aun contradictorias, cuando en realidad no lo son. En palabras de Vaz Ferreira, consiste “en crear falsos dilemas, falsas oposiciones” . Ej «Fermín no ha llegado a trabajar. O ha tenido un accidente en el coche o se ha quedado dormido. Llamamos a su casa y averiguamos que salió a tiempo, luego ha tenido un accidente». ERRORES DE FALSA OPOSICIÓN -CARLOS VAZ FERREIRA-Textos tomados de de Lógica viva se realizó con las debidas autorizaciones a partir del Tomo IV de la Edición de Homenaje de la Cámara de Representantes, Montevideo, 1963. Desde 1897 fue catedrático de Filosofía en Educación Secundaria, que entonces dependía de la Universidad de la República. En 1903 se recibió como abogado. En 1913 se lo designó maestro de conferencias de la Universidad de la República. Fue rector de la Universidad de la República en los períodos 1928-1931 y 1935-1941.1 Uruguay se encontraba en plena época de cambio. En el país se estaba dando un movimiento liberalista organizado a principios de siglo, en el que Vaz Ferreira no participó de forma activa. Influenciado por el positivismo e impulsado por su espíritu crítico y creencias agnósticas define la función de la educación como moralizadora y humanizante, relacionado directamente con los planteamientos de las corrientes liberales. Se consolidaba la democracia política, la reforma social con el ascenso de la clase media y la prosperidad económica junto al impulso del desarrollo agrícola e industrial. José Batlle y Ordóñez domina políticamente este período, constituyendo el primer “batllismo”. Nace un estado interventor y popular. Se establece un nuevo vínculo entre el Estado y la sociedad el cual sirve como proveedor y garante del bienestar de la sociedad. En cuanto a la enseñanza a principios del siglo contaba con una secundaria más amplia y moderna, y una primaria en expansión. En 1931 hubo de dejar por causas de salud el cargo, siendo nuevamente elegido en 1935 por unanimidad. En este último período se destacó su defensa de la autonomía de la universidad estatal del gobierno, entonces presidido por Gabriel Terra. Fue el gestor de la creación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la que fue su decano en tres ocasiones, entre su fundación en 1945 y su fallecimiento en 1958. La formación de esta facultad fue uno de los grandes empeños de su vida. De sus más de 85 años de vida le dedicó 62 años a tener una participación activa en la educación, en cargos de enseñanza y en cargos de dirección. Introdujo en la enseñanza, una postura independiente y abierta, condenatoria de todos los dogmatismos de escuela. De acuerdo a su pensamiento pedagógico, quiso que en esa casa de estudios las humanidades y las ciencias se enseñaran e investigaran con un nivel superior sin que se otorgaran títulos profesionales. [cita requerida] Intervino sobre los programas de los cursos de pedagogía para maestros influyendo directamente en sus formaciones. Escribió ensayos que fueron y siguen siendo utilizados en la formación de generaciones de docentes. Entre 1905 y 1910 publicó lo más célebre de su obra. Fue hermano de la poeta María Eugenia Vaz Ferreira. Contrajo matrimonio civil con Elvira Raimondi el 13 de agosto de 1900. Tuvo ocho hijos: Carlos, Alberto, Elvira, Sara, Matilde, Mario, Eduardo y Raúl.2 “Una de las mayores adquisiciones del pensamiento se realizaría cuando los hombres comprendieran —no sólo comprendieran sino sintieran— que una gran parte de las teorías, opiniones, observaciones etc., que se tratan como opuestas, no lo son. Es una de las falacias más comunes, y por la cual se gasta en pura pérdida la mayor parte del trabajo pensante de la humanidad, la que consiste en tomar por contradictorio lo que no es contradictorio; en crear falsos dilemas, falsas oposiciones. Dentro de esa falacia, la muy común que consiste en tomar lo complementario por contradictorio, no es más que un caso particular de ella, pero un caso prácticamente muy importante. Sombra de falsa oposición, también, cuando nos dice un poeta que, siendo este mundo “...un jardín… en que todos plantamos ya una acción, ya una idea, hace mejor las cosas quien, en vez de lechuga, siembra lirios y rosas”; [34]queriendo decirnos con esto que el literato y el artista son superiores al industrial o al hombre práctico. Aun en el caso de que se conceda que tiene razón literalmente, cuando nos dice que “hace mejor las cosas”, en realidad, psicológicamente, se ve que se ha creado aquí un poco de oposición, que se ha sentido que hay que elegir entre la poesía y la industria, y se elige la primera, como si fueran opuestas; por eso se dice: “en vez de lechugas”, y se da a la comparación, como ustedes lo sienten, un carácter despectivo De Tolstoy: “La razón no me ha enseñado nada; todo lo que sé me ha sido dado, revelado, por el corazón”. [43]Efectivamente: esa hostilidad, y la falsa oposición que la origina, se ven bien claras en este otro pasaje, con el cual concluye Spencer la primera parte del libro: “Parafraseando una fábula venida de Oriente, diremos que, en la familia de los estudios, la ciencia es la Cenicienta que oculta en la oscuridad perfecciones desconocidas. Todo el trabajo de la casa le ha sido confiado; por su destreza, su inteligencia, su consagración, se han obtenido todas las comodidades y todos los placeres de le vida, y mientras ella se ocupa incesantemente en servir a las otras, se la mantiene aparte, para que sus orgullosas hermanas puedan ostentar sus oropeles a los ojos del mundo. El paralelo podría llevarse más lejos, porque llegamos pronto al desenlace y entonces las situaciones cambiarían; las hermanas orgullosas caerán en un abandono merecido, en tanto que la Ciencia, proclamada la mejor y la más bella, reinará soberanamente”. Aquí tenemos la falsa oposición en su plenitud. La ciencia, el arte, los idiomas, son complementarios; no hay contradicción entre estas ramas de la actividad humana; pero Spencer ha sido llevado por el paralogismo a establecer una falsa oposición, y refiriéndose, por ejemplo, a las artes, las compara con las hermanas que ostentan sus “oropeles” a los ojos del mundo: hermanas “orgullosas”, que caerán en un abandono “merecido”.” ACTIVIDAD 6 -ESTUDIAR CADA FALACIA PRESENTADA Y EXPLICARLA ORALMENTE -DEFINIR LA FALACIA DE OPOSICIÓN Y EXPLICAR EJEMPLOS PRESENTADOS POR VAZ FERREIRA -ELABORAR UN BREVE DIÁLOGO APLICANDO EJEMPLOS DE FALACIAS