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b. 3. LA MODERNIZACIÓN DE COLOMBIA P2 (1)

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LA MODERNIZACIÓN DE COLOMBIA: 1886-1930
(Segunda parte)
TALLER
1. Explique la situación económica de Colombia hasta 1920.
2. Explique las consecuencias de los conflictos agrarios en
Colombia en las primeras décadas del siglo XX.
3. Explique cómo se dio la industrialización de nuestro país
a partir de los años 20 del siglo pasado.
4.
¿Cuáles
fueron
las
consecuencias
de
esa
industrialización? Explique cada una de ellas.
5. Explique cómo influyeron la radio, el cine y el transporte
moderno en la cultura de nuestro país y qué cambios
produjeron.
6. Explique cómo se desarrollaron las luchas obreras en
Colombia desde 1910 hasta 1928.
7. Explique cómo se desarrollaron los últimos años de la
hegemonía conservadora, explicando con ello el desempeño
de los presidentes de este periodo.
_________________
departamentos como el Cauca Y Tolima, fueron despojados
de sus tierras, por lo que organizaron una resistencia legal
aduciendo la posesión de títulos. En esa época surgió la
figura de Manuel Quintín Lame, quien lideró una guerrilla
con la cual realizó una serie de asaltos a las poblaciones de
Inzá, Silvia y Belalcázar. Detenido en mayo de 1917 y
encarcelado por cuatro años.
La lucha por la tierra, liderada por Quintín Lame fue
secundada por otros caudillos indígenas como Gonzalo
Sánchez y Eutiquio Timoté, quienes más adelante se
vincularon al socialismo revolucionario,
a diferencia de
Lame quien solo buscaba defender el derecho a las tierras.
Por su parte, como la legislación para los indígenas era de
procedencia conservadora, se alineó en el pensamiento de
este partido contra los grandes propietarios, casi todos
liberales. Otras luchas indígenas por la tierra se llevaron a
cabo en departamentos como el Madalena.
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICA
PRIMERAS DÉCADAS: ECONOMÍA Y CONFLICTOS
La industrialización
La economía hasta 1920
Durante los últimos años del siglo XIX, Colombia mantuvo
una economía monocultivista basada en la exportación del
café. Su producción se inició en las hacienda de
Cundinamarca, Santander y Tolima, extendiéndose por el
occidente, gracias a la colonización antioqueña, se creó un
amplio mercado interno, cuyos efectos se sintieron en la
ciudades y en el fortalecimiento de actividades
complementarias como el requerimiento de mano de obra, la
ampliación del trabajo asalariado, el incremento del trabajo
urbano, el desarrollo de vías ferroviarias y nuevas
comunicaciones.
Con la Primera Guerra Mundial la economía cambió de
rumbo, pues los países europeos dejaron de comprar café,
de manera que la exportación se orientó hacia Estaos
Unidos, que para 917 compraban en 84% de la producción
nacional. Los beneficios que produjo y las primeras
penetraciones de capital extranjero, gestaron una
acumulación de capital que propició las condiciones
necesarias para que se comenzara a invertir en otros
campos.
Para entonces ya se habían dado algunos pasos hacia la
industrialización del país. A finales del siglo XIX habían
aparecido las primeras fábricas, pero su representación
productiva y social era poco significativa. En 1900, Bogotá
contaba con 12 fábricas, Antioquia con 10 y Boyacá con
una, cifras pequeñas si se tiene en cuenta que para 1927,
Bogotá ya tenía 200, Medellín 117, Barranquilla 91 y Cali 97.
Las deficientes comunicaciones dificultaron la movilización
de materias primas desde los sitios de producción hacia los
puertos de embarque y los lugares de consumo.
Comenzando los años 20, la economía nacional se
encontraba estable gracias a la industria que comenzaba a
desarrollarse, especialmente la textil. Este panorama de
beneficios económicos que se recibían a través de la
economía exportadora, se vio reforzado por la
indemnización que pagó Estados Unidos a Colombia por el
caso de Panamá. Además comenzaron a entrar grandes
préstamos tanto públicos como privados (cerca de 200
millones de dólares entre 1923 y 1928). De igual modo, la
inversión extrajera crecía cada día más. Por ejemplo, para
1913 Estados Unidos había invertido cuatro millones de
dólares en el país, unos años más tarde, en 1920, esta
inversión sobrepasaba los 30 millones.
Esta gran entrada de dinero llamada “la danza de los
millones”, fueron empleados en la ampliación de la red
ferroviaria y en la creación de carreteras. Para que estos
préstamos fueran efectivos, el país debió dale en concesión
a las empresas extranjeras la explotación de la riqueza
natural como el petróleo y el banano, además de garantías
en rentas o propiedades públicas.
Entre préstamos, inversiones y desarrollo de la economía
exportadora, el proceso de industrialización fue lento y tomó
su fuerza de despegue en los años veinte. A la vieja
economía basada en la agricultura y el comercio se agregó
una nueva forma de producción en donde primó la
urbanización, la producción, la industria, la tecnología y la
aparición de nuevos sectores sociales como la clase media y
el proletariado.
Las consecuencias
Las consecuencias del proceso de industrialización fueron
varias. Entre las más importantes se cuentan las siguientes:

Los conflictos agrarios
Finalizaba la guerra de los Mil Días, existía mucho malestar
entre los trabajadores de las grandes haciendas cafeteras,
debido a las difíciles circunstancias económicas. Pero el
caso más representativo del malestar social estuvo
representado por los movimientos indígenas. En
La urbanización tomó un auge inesperado y
significativo. Los cambios económicos ocasionaron
oleadas migratorias del campo hacia los centros
urbanos, en la búsqueda de oportunidades de trabajo.
Por
lo
tanto,
el
crecimiento
urbano
fue
desproporcionado: Bogotá, tenía 144.000 habitantes en
1918, diez años después 240.000.


El desarrollo industrial y el y el crecimiento de las
ciudades acarrearon la formación de nuevos sectores
sociales como la clase media y la clase obrera. Esta
última dio paso a la conformación de nuevos sectores
como la clase media y la clase obrera. Esta última dio
paso a la conformación de nuevas formas de actividad
política y sindical, independientes de las que existían
hasta entonces. Los trabajadores se organizaron en
contra de la explotación lo que dio por resultado el
movimiento huelguístico y la formación de nuevos
partidos políticos.
Pero el movimiento huelguístico tuvo un año clave: 1928. En
los últimos meses del año los trabajadores de la United Fruit
Company, en la zona bananera de Santa Marta, presentaron
un modesto pliego de peticiones. Al no ser atendidos
decidieron iniciar la huelga. Esta huelga fue enfrentada por
el gobierno conservador con las armas y muchos obreros
murieron. En los meses subsiguientes el número de huelgas
disminuyó debido a la represión de que fueron objeto los
movimientos obreros en el país.
La fuerza laboral para las nuevas industrias se tomó del
campo. Atraídos por la remuneración monetaria, que
sustituía la producción de subsistencia, los campesinos
migraron a la ciudad y con ello vino la escasez de
productos para alimentar a una población no rural.
Últimos años de la hegemonía conservadora
LA MODERNIZACIÓN CULTURAL
Una nueva cultura
Bien entrado el siglo XX, Colombia seguía siendo un país de
costumbres y tradiciones heredadas de la colonia. Las
ciudades eran pocas y la vida cotidiana muy apacible. Con la
modernización de los años 20, todo cambió. La vida se hizo
más veloz, las ciudades más bulliciosas y aparecieron
nuevos valores y costumbres. Hasta entonces, en nuestro
país era desconocida la radio y el cine, que fueron
necesarios para la introducción de los nuevos valores del
sistema necesitaba. Con ello se reemplazaron las
expresiones musicales autóctonas: los bambucos se
reemplazaron por el fox-trot, el charleston y el rag-time.
Muchas otras cosas se transformaron: cambió el concepto
de espacio cuando el avión y el automóvil redujeron las
distancias. Los deportes se hicieron de masas; la ciencia y el
arte se vieron inundados de nuevas tendencias. Aparecieron
también muchos utensilios que producía la sociedad de
consumo, toda una cultura del confort que socavaba las
raíces culturales de la sociedad.
La cuestión obrera
Después de 1910, decepcionado de los partidos
tradicionales, el movimiento obrero pensó en organizarse
como grupo político independiente, lo que llevó a cabo en
1915. Cerca de mil obreros firmaron un documento que
convocaba a la fundación de un partido obrero. En 1919
diferentes organizaciones obreras fundaron el partido
socialista que subsistió hasta 1923, a raíz de su adhesión a
la candidatura liberal de Benjamín Herrera. En 1926 se
fundó el partido socialista revolucionario (PSR), que contó
con figuras de influencia entre la población obrera, tales
como Raúl Eduardo Mahecha, María Cano e Ignacio Torres
Giraldo entre otros. A finales de 1929 los miembros del PSR
se adhirieron a la ideología comunista, a raíz de lo cual
decidieron fundar el partido comunista de Colombia (PCC),
en junio del año siguiente.
Las luchas obreras
La forma de protesta más importante ensayada con éxito por
los obreros en las primeras décadas del siglo XX fue la
huelga. Inicialmente consistió en un estallido espontáneo de
inconformidad y no una acción planificada y calculada con
anterioridad. Una de las más destacadas fue la de los
trabajadores del ferrocarril del Pacífico en 1926, la cual
obtuvo un resonante éxito.
EL ESTADO FRENTE A LA MODERNIZACIÓN
Después de casi 40 años de hegemonía conservadora, el
Estado entró en crisis, porque no supo manejar la nueva
relación del país con la economía mundial. El Estado se
convirtió en el intermediario de abundantes recursos que
sobrepasaban su capacidad de control, causa que
anunciaba la crisis de la hegemonía conservadora.
Marco Fidel Suárez, quien asumió la presidencia entre 1918
y 1921, se caracterizó por mantener su política favorable a
los intereses norteamericanos. Su lema de gobierno era
“réspice polum”: Estados Unidos era la estrella polar, luego
había que “mirar al norte”.
Su gobierno estuvo sacudido por una gran oleada de
protestas sociales, en buena parte ocasionadas por la falta
de un manejo educado de los nuevos sectores sociales.
Varios escándalos en el Congreso en su contra, le obligaron
a renunciar en 1921. La presidencia la asumió Jorge
Holguín.
En 1922 subió a la presidencia el empresario antioqueño
Pedro Nel Ospina. Bajo su mandato se trajeron al país los
primeros préstamos, los cuales ante la falta de un respaldo
económico acertado crearon una grave crisis económica.
Para elaborar la infraestructura necesaria que permitiera
esta entra de dineros, se trajo al país la misión Kemmerer,
que organizó el ministerio de Hacienda y Crédito Público,
creó la contraloría y reorganizó el sistema bancario con la
creación del Banco de la República.
Pero la situación económica del país siguió siendo crítica.
Miguel Abadía Méndez, quien se posesionó en 1926, siguió
atendiendo préstamos sin atender la delicada situación
económica. Los préstamos terminaron siendo mal utilizados
o se emplearon para pagar los intereses de préstamos
anteriores. La inflación pronto afectó al sector agrícola y
exportador: el régimen conservador se derrumbaba ante la
crisis económica.
Esta crisis tuvo hondas repercusiones sociales que se
manifestaron en la intensa agitación laboral. Los gobiernos
conservadores respondieron con fuertes represiones
militares y legislativas a la huelga y a los sistemas de
empleo. El partido conservador no valoró la fuerza que
tenían las nuevas masas sociales, lo que se manifestó en el
bajo reconocimiento del Estado a las organizaciones
obreras: entre 1918 a 1929 se adjudicó personería jurídica a
64 organizaciones sindicales, mientras que el gobierno
liberal de Alfonso López Pumarejo adjudicó 440 entre 1924 y
1938.
En el transcurso de este proceso, el partido liberal se
mantuvo en la oposición. Se dedicó a fortalecer sus
principios ideológicos y sus posturas políticas a través de un
programa que respondía a las inquietudes de las masas y
del movimiento obrero popular urbano. La crisis económica y
el desprestigio del gobierno conservador le ocasionaron la
pérdida del poder en las elecciones de 1930. El triunfo
electoral le correspondió a los liberales.
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