Resultado Test de Eneagrama Estimado(a) David Gallardo Zayas El siguiente diagrama indica los puntajes que Usted obtuvo para cada eneatipo. Su puntaje más alto sugiere el Tipo de Personalidad con el que se identifica mayormente. Eneatipo Puntaje E8 » 36 E9 » 32 E1 » 31 E2 » 37 E3 » 25 E4 » 21 E5 » 25 E6 » 32 E7 » 30 La sumatoria por tríadas nos ayuda a corroborar nuestro centro: Instintivo (8+9+1), Emocional (2+3+4) y Cerebral (7+6+5). Cuando una de estas sumas es marcadamente mayor que la otras dos, muy probablemente uno pertenece a ese centro... Y puede de esa manera definir entre dos personalidades de diferente tríada. Tríada del Instinto Eneatipo 8 Eneatipo 9 Eneatipo 1 Puntaje Tríada 36 32 31 99 Tríada del Sentimiento Eneatipo 2 Eneatipo 3 Eneatipo 4 Puntaje Tríada 37 25 21 83 Tríada del Pensamiento Eneatipo 5 Eneatipo 6 Eneatipo 7 Puntaje Tríada 25 32 30 87 Tipo de Personalidad Dos © Oscar Saborio Personas que ven el mundo de forma interpersonal y se definen a través del servicio a otros. Pueden ser generosos, amorosos y entregados o dependientes, orgullosos y hostiles. En la organización del Eneagrama, Dos, Tres y Cuatros conforman un trío emocional, en él comparten tendencias básicas y puntos de vista generales. La gente dentro de este trío de estilos puede experimentar una clase de confusión permanente sobre sus identidades, confundiendo quiénes son con los papeles o roles que desempeñan y las imágenes de lo que aparentan ser. En alguna medida, todos los estilos de personalidad hacen esto pero son los Dos, los Tres y los Cuatros quienes están más propensos a confundir el parecer con el ser. Las personas de este trío tienden a rechazar cómo se sienten de verdad, en favor de cómo se supone deben sentirse según los roles que estén ejecutando. La gente con estos estilos es propensa a los conflictos en las relaciones y las materias del "corazón". De todo el Eneagrama, los Dos son el estilo más puramente interpersonal. Son muy inclinados a concebir la vida como una forma básica de dar-y-tomar entre las personas, relacionando a todos los seres humanos como miembros de una inmensa familia. Desde este punto de vista: dar amor se convierte en la cosa más importante que un Dos puede hacer. Las personas con este estilo tienen una capacidad bastante desarrollada para identificarse emocionalmente con las necesidades de otros. Tienen un hábito fuertemente inconsciente de volcarse hacia otras personas e intuitivamente adivinar lo que podrían estar sintiendo o necesitando. Los Dos sanos practican este hábito voluntariamente; se identifican de buena gana con alguien más antes de dar su propio punto de vista, "poniéndose en los zapatos del otro". Pueden encargarse de las necesidades ajenas y, al mismo tiempo continuar valorando su propia verdad emocional, y atendiendo con eficacia sus propias necesidades. La frase "se presta a otros pero se da a sí mismo" describe lo que los Dos hacen en estado sano. En su mejor momento, los Dos son capaces de verdaderamente amarse y entregarse y tienen habilidades ministeriales excepcionales. Las biografías de algunos santos retratan a los Dos dedicados a liberar del sufrimiento tanto material como espiritual. Haya tenido o no éxito, la intención clásica del cristianismo es fundamentalmente Dos. Cuando los Dos están en un nivel menos sano, siguen invirtiendo su atención sobre los demás, pero ahora se olvidan de regresar a su propia posición. Comienzan a reprimir sus propias necesidades y a concentrar sus energías en cuidar de otros, lo necesiten ellos o no.Ahora se sobre-identifican con los demás perdiendo a la par su sentido de sí mismos, y se entregan compulsivamente con la esperanza de ser reconocidos, apreciados y amados. Por medio de otras personas, los Dos intentan darse a ellos mismos, satisfacer necesidades que antes han rechazado en ellos mismos y ahora han re-localizado en otros. Los Dos en esta fase pueden comenzar también a temer ser abandonados y quedarse solos. Los Dos malsanos utilizan la adulación, manipulación y seducción para conseguir que los demás reaccionen y los definan; obtener una sensación de ser a través de la mirada ajena. La necesidad del Dos de dar es tan fuerte que se vuelve egoísta y lo que se da lleva impresa una etiqueta invisible del precio a pagar. A menudo es un alto precio a pagar como Dos, el compensarse por haber perdido su yo real, y comenzar a inflar y exagerar la importancia de lo que dan a otros. Esta exagerada auto-importancia se conoce de otra manera como orgullo, y cuando los Dos están muy enfermos, el orgullo se vuelve su rasgo más llamativo y característico. © Viatcheslav Kalinin No es raro entonces, que los Dos forcejeen o se opongan en las relaciones, dado que es muy importante para ellos conocer sus verdaderos sentimientos y motivaciones para poder relacionarse honestamente con otros. Cuando los Dos están profundamente enfermos, generalmente se engañan por completo sobre sus motivaciones. Reemplazan sus sentimientos reales de desesperación egoísta y agresión con la imagen de un mártir altruistaa quien se le deben grandes sumas por sus maravillosos esfuerzos. Lo que confunde y enloquece a los demás sobre los Dos enfermos es la manera como empaquetan lo que sienten como hostilidad y lo presentan como si fuese amor. El lado mas alto de este estilo es de hecho muy elevado, mientras que la expresión más baja puede ser violentamente destructiva. La forma de acercarse furtivamente al objeto de su amor que va con el lado enfermo de este estilo es similar a la metáfora del vampiro que vive de la sangre de otros. Centro: Sentimiento Pasión: Soberbia, orgullo Fijación: Halago, adulación Visión de sí mismo: "Yo ayudo" Estructura de temor (lo que evita): Sentir que necesitan Estructura de deseo: Sentirse amado Trampa o justificación: Servicio Otros descriptores: Necesidad de amor, hedonismo, seducción, asertividad, tendencia a cuidar, falsa abundancia, histrionismo, emocionalidad impresionable. Tríada del instinto: Ocho, Nueve y Uno Los tipos Ocho, Nueve y Uno se han formado en torno a distorsiones de sus instintos, que son la raíz de su fuerza vital. La tríada del instinto tiene que ver con la inteligencia del cuerpo, con el funcionamiento básico vital y con la supervivencia. El cuerpo tiene un papel importantísimo en todas las formas de trabajo autentico porque devolver la conciencia al cuerpo afirma la cualidad de la presencia. El cuerpo existe en el aquí y en el ahora, en el momento presente, lo que es fundamental para poder realizar un buen trabajo de desarrollo personal. Cuando en realidad se habita el centro instintivo, éste da una profunda sensación de plenitud, estabilidad y autonomía o independencia. Cuando se pierde el contacto con esa esencia, la personalidad intenta "llenarla" proporcionando una falsa sensación de autonomía. Para encontrar esa falsa sensación de autonomía la personalidad crea lo que en psicología se llama mecanismos de defensa. Los tipos de personalidad de esta tríada procuran resistirse a la realidad (creando límites para el Yo, basados en tensiones físicas). Estos tipos de personalidad tienden a tener problemas de agresividad y de represión; bajo las defensas de la personalidad llevan muchísima ira. Los Ochos, Nueves y Unos suelen saber cómo se sienten y en general no tienen mayor dificultad para entrar en acción. Ellos, en vez de eso, se ignoran a sí mismos, y es habitual que reaccionen desde el cimiento emocional de la rabia. Es típico para estos tres estilos que tengan la mayor dificultad en el campo de la razón y luchen para recordar sus propias necesidades. En la literatura del Eneagrama, a los Ochos, Nueves, y Unos se le llama los "tipos instintivos" porque ellos tienden a ser detectores de la sensación corporal, personas que perciben cosas física e intuitivamente, antes de saberlas de manera cognitiva. Están más propensas a las dificultades con la apropiada concepción racional y experimentan a menudo una especie de nublamiento mental. Imagínese que está en el centro de una fiesta animadísima, plena de gente que usted conoce, y nadie puede verle u oírle. Igual que el hombre invisible puede intervenir físicamente, pero permanece sin ser visto. Usted sabe que está presente, pero por alguna misteriosa razón nadie más lo sabe. De vez en cuando algunos miran en su dirección, y usted empieza a corresponder con algo; luego se da cuenta que están mirando a alguien que está detrás de usted. En otros momentos, escucha "por casualidad" a sus amigos, cotorreando sobre usted. "En ausencia suya", desde luego. Después de intentar en vano interactuar recíprocamente, cada vez usted está más frustrado por la situación. Pero de pronto y gradualmente, comienza a pensar: "Bien, quizá no estoy aquí realmente." Una especie de oscurecimiento empieza a enseñorearse sobre su percepción y poco a poco usted se olvida de por qué vino a la fiesta, de qué desea, y hasta de quién es usted. Alguna parte suya se ha dado por vencida y ha aceptado la situación. Pero en otro nivel, usted se siente furioso. Ochos, Nueves y Unos, todos se sienten invisibles y enojados pero reaccionan diferente a ello. Un Ocho en la fiesta imaginaria, quizá resuelva afirmar su presencia de alguna forma imposible de no notar para corregir la injusticia de ser pasado por alto. Un Nueve quizás se resigne a no ser visto y se dedique a surtir el mostrador de las bebidas, enterrando su rabia o expresándola indirectamente. Un Uno, podría aplicarse en corregir el desastre que luce la mesa del bufé, canalizando su enojo en preocupación por el orden. Por lo general, los Ochos, Nueves y Unos son más cenestésicos y auditivos que visuales. Y no obstante que pueden ver con claridad el mundo externo, suelen tener una visión interna brumosa o distorsionada, en especial cuando de ver sus propias necesidades y prioridades se trata. Los tres estilos tienden hacia el pensamiento polar y pueden reducir situaciones complejas al planteamiento de todo o nada, o al ni esto, ni lo otro tampoco. Esto es mucho más un desorden del raciocinio que alguna limitación con el corazón o la voluntad; es poco fácil pensar con lucidez cuando tú no estás ahí realmente. El pensamiento de un Ocho tenderá a polarizarse al servicio de la necesidad de sentirse fuerte, tomando la forma de "estás conmigo o estás contra mí". Los Nueves podrían absorberse mentalmente en lo irrelevante o sentirse atrapados entre dos opciones opuestas sin que al Nueve ninguna de las dos le importe de verdad. Los Unos retorcerán su raciocinio mediante la reducción de la realidad multidimensional a sobresimplificadas categorías deblanco y negro. Como detectores de la sensación corporal, todos los Unos, Ochos y Nueves tienden a entumecer sus emociones mediante su conversión en sensaciones físicas. En vez de decir "Eso hiere mis sentimientos" o "Estoy desconcertado", alguien de este trío podría decir "Esto hierve en mi piel" o "Estoy inquieto". La persona está más consciente de una sensación física que de una emoción. Los Ochos suelen convertir sus emociones en lujuria sexual y energía física, mientras que losNueves pueden convertir las suyas en salpullidos de la piel, somnolencia, dolores de cabeza o problemas en los ojos. Los Unos aún no despiertos suelen traducir sus emociones a tensión en el cuerpo y rigidez: a lo que se llama "armadura del carácter." Un Uno muy bien podría estar necesitando gritar y por el contrario ponerse tieso o sentirse exhausto. En los libros de Eneagrama, la tendencia a suprimir o a descuidar la propia posición personal se llama autoolvido, pero otro término para ello podría ser amnesia hipnótica. Esta dificultad suele ser descrita como una condición de "mente dormida"; sin embargo, existe otro término para el raciocinio polarizado y confuso: seudopensamiento. Los Ochos, Nueves y Unos por lo general crecieron sintiéndose pasados por alto. La gente con estos estilos pudo haber experimentado su mundo temprano como indiferente, un ambiente donde sus vulnerabilidades y necesidades no encontraban lugar. A diferencia de losDos, Tres y Cuatros quiénes se sintieron malinterpretados, los Ochos, Nueves y Unos a menudo se sintieron invisibles o ignorados. Cargando aún con estas experiencias de vida infantil, es habitual que cuando adultos pasen por alto tanto sus sí mismos como sus necesidades, anticipándose a ponerse invisibles para los demás. Ochos, Nueves y Unos, todos tienen una tendencia hacia el auto-descuido como expediente para anticiparse y evitar la negligencia de otros. Así como los Dos, Tres y Cuatrostienden a auto-rechazarse, y los Cincos, Seis y Sietes tienden a caer en auto-oposición, los Ochos, Nueves y Unos tienden a auto-borrarse. Los Ochos adultos se borran a sí mismos y luego compensan exagerando su presencia. LosNueves se borran a sí mismos y luego se centran en adaptarse, y acomodarse al medio ambiente. Los Unos se autosuprimen y relegan sus necesidades a sobre-objetivados principios, olvidándose de lo que desean realmente y poniendo su atención en lo que "debería hacerse". La herida primigenia que comparten estos estilos es a su sentido del ser; es una perdida del reconocimiento personal, heridos por el desdén. La paradoja que impera en estos estilos es "Para ser atendido y tenido en cuenta, debo pretender no estar aquí." El desafío general para los Ochos, Nueves y Unos es comenzar a verse a sí mismos y recuperar su presencia, tomar conciencia de sus necesidades, y enfocarse en sus prioridades personales y su sentido interior de sí mismos. Ellos aprenden a revelar un ser real antes invisible y comienzan a razonar y a ver las cosas desde una actitud más amable. Centro: Instintivo Interés o preocupación: Resistencia y control del entorno, poder, temen ser dominados y explotados Problemas de: Agresividad y represión que se traducen en "malas" relaciones con los demás y el entorno en general. Buscan: Autonomía Sentimiento soterrado: Ira