La Nueva Escuela Mexicana. La educación en México se ha caracterizado por una marcada división entre los niveles de educativos: preescolar, primaria y secundaria y aunque las reformas educativas de inicios del siglo XXI estuvieron encaminadas a resolver esto, no fueron precisamente exitosos. Por tanto, la SEP y las autoridades educativas del país en concordancia con los maestros, padres de familia y sociedad en general, se han dado a la ardua tarea de adaptar el proceso de enseñaaprendizaje de nuestros días a la nueva realidad. La Nueva Escuela Mexicana (NEM) ha detectado que la educación que reciben los estudiantes entre los 3 y 20 años de edad, no es continua pedagógicamente hablando y esto afecta la calidad del proceso educativo. Se hace notorio cuando los estudiantes arriban a la enseñanza media superior y superior, así como en la deserción escolar Lo anterior se puede ver reflejado en las alarmantes cifras de deserción escolar en bachillerato y en las pobres estadísticas que muestran las cifras de los que logran terminar una carrera universitaria. De lo antes expuesto, la NEM ha concluido que las reformas anteriores no se han basado realmente en las necesidades educativas, ni las características de cada área geográfica del país, con marcadas desigualdades económicas y sociales. Es entonces que surge la Nueva Escuela Mexicana (NEM) como un proyecto educativo integral y humanista, con un enfoque pedagógico dirigido a realizar cambios profundos en la educación en México y que atiende estos importantes factores: la equidad, inclusividad, excelencia académica y mejora continua, partiendo de la relación del alumno con la comunidad a la que pertenece. La NEM tendrá efecto a partir del ciclo escolar 2023-2024 cuando desde la práctica docente se demuestre una reformulación en la calidad de la educación, haciendo adecuaciones y modificaciones al actual currículum basado en competencias y que dará paso a una educación con un enfoque más humanitario, que vea al estudiante como una prioridad en nuestro quehacer y que permita adecuar las actividades docentes a las necesidades particulares de nuestros educandos en su entorno social para que se convierta en un ciudadano útil a su país y para sí mismo. Estos cambios y modificaciones tendrán efecto a partir del ciclo escolar 2023-2024, y su objetivo central será reformular el concepto actual de calidad educativa. ¿Cómo espera hacerlo? Modificando la actual estructura curricular – El MCCEMS La comunidad de la Educación Media Superior (EMS) en 2019 y en vísperas de una inesperada pandemia, se da a la tarea de revisar los contenidos del Marco Curricular Común que rigen a sus Subsistemas. Para esto, se llevaron a cabo varias sesiones de trabajo con docentes y directivos de los que se esperaban, luego de la revisión inicial, una propuesta general que concluyera con la transformación del MCC. Las mesas de trabajo donde se analizó el MCC vigente hasta entonces integraron una propuesta de definición novedosa y actualizada del nuevo marco curricular y sus áreas del conocimiento. Este documento se hizo extensivo a todos los participantes para corroborar la aplicabilidad del mismo. Actualmente se está concluyendo el proceso de reafirmación de las progresiones académicas para el logro de los aprendizajes en las siete áreas del currículo fundamental. Esto es un pilar de gran peso ya que de este se desprende la elaboración de los programas de trabajo que se utilizarán en el aula, escuela y comunidad. Otro aspecto importante que se ha analizado es el currículo ampliado. Dicho currículo engloba los recursos socioemocionales, ámbitos, propósitos, actividades y cómo estos son organizados en la escuela Si analizamos el Marco Curricular Común de la Educación Media Superior (MCCEMS) 2022, nos damos cuenta que este está sustentado en un paradigma basado en brindar una educación integral a estudiantes entre los 15-18 años de edad. Sin embargo, este MCC basado en competencias se puede caracterizar como paradójico ya que, si bien pretende formar a un individuo competente, listo para ser contratado y comenzar a producir, pero se dejan al margen o se trabaja escasamente en otros factores que también contribuyen a la formación de un individuo integral, capaz de resolver cualquier problemática de su entorno y de sí mismo. El MCC anterior formaba a un individuo mercantilista que aparentemente se sumía en la acción de producir y se aislaba un poco socialmente, deslindándose de valores como la solidaridad y olvidando un poco su condición de ser humano para convertirse en un productor o generador de ganancias. El bien común y lo público deben verse con desconfianza, o no considerarse. Según esta teoría las personas deben funcionar como si fueran una empresa, por ello se ha calificado a los que tienen empleo como “capital humano”, concepto que deteriora la condición humana de las personas, tengan o no empleo. En lo general, el MCCEMS 2022 establece la superioridad de la libertad del ser humano en una sociedad que se sustente en el bienestar común por sobre la libertad de mercado, que se soporta en el mayor beneficio y la eficiencia. El MCCEMS defiende la idea de que somos sujetos colectivos e interdependientes y propone reconocer la conversación ética y moral como mecanismo para definir la formación de un hombre nuevo con integralidad moral, ética y autonomía.