El agua como recurso renovable Para comenzar se define recurso renovable o inagotable como todo aquel que procede de la naturaleza y que se genera con mayor velocidad de la que se consume. El agua se origina por dos vías, una en el interior de la Tierra y otra en la superficie. La vía interna consiste en una serie de reacciones químicas que ocurren en el interior de la corteza terrestre y que producen agua, saliendo a la superficie mediante erupciones, aguas termales o géiseres. También animales y plantas aportan vapor de agua a la atmósfera por la sudoración y la transpiración. Una vez que se precipita, parte del agua se infiltra en el suelo dando lugar a la existencia de aguas subterráneas, otra parte escurre por la superficie a través de los ríos hasta alcanzar de nuevo el mar y otra parte es utilizada por los seres vivos. Los usos del agua Distinguimos la energía hidroeléctrica, que utiliza las corrientes de agua generadas cuando se abren las compuertas en los embalses y pasa el agua, la energía mareomotriz que utiliza el movimiento de las corrientes producidas por los movimientos mareales y la energía undimotriz, que resulta de aprovechar la energía cinética que tienen las olas. Por qué el agua es un recurso natural renovable y escaso Ahora que hemos visto que el agua es considerada un recurso natural renovable pero que realmente es escaso, vamos a aclarar que de hecho podemos considerar el agua como recurso limitado. Hay varias razones por las que el agua es, y cada vez más, un recurso limitado. Cierto es que la Tierra está cubierta en un 70% de agua, sin embargo, el agua dulce, indispensable para nuestra supervivencia, solo representa el 2,8% del agua del planeta. Las reservas de agua dulce en el planeta son limitadas. El 77% del agua dulce se encuentra en forma de hielo y nieve. El 21,3% es el agua dulce que hay en el subsuelo. El 0.69% es el agua dulce que hay en los lagos, ríos, pantanos y otros reservorios. Y el 0.1% es el agua dulce que hay en las plantas y animales. Esto significa que solo alrededor de un 22% del agua dulce está disponible para el consumo directo. Sin embargo, ese porcentaje no es del todo real pues no toda el agua dulce es potable y, por tanto, no puede ser consumida directamente. Otro de los factores que limitan el agua como recurso renovable es el uso excesivo que se hace de ella, especialmente en los países con más desarrollo y comodidades. Se estima que el 8% del agua se consume en las casas, el 22% se emplea para la industria y la producción de energía y el 70% se utiliza en la agricultura, de la cual la mitad se evapora o discurre por el suelo y el resto se absorbe por las plantas y la tierra. Por ejemplo, en nuestras casas podemos gastar medio litro de agua solo en lavarnos los dientes, entre 30 y 60 litros en el lavavajillas, entre 70 y 120 litros en poner la lavadora y darse un baño equivale a gastar 150 litros de agua potable. En las fábricas, se necesitan unos 250 litros de agua para fabricar 1 Kg de papel y unos 300 para 1 Kg de acero. Y, por otro lado, en el campo se necesitarían como 2,5 litros de agua para cultivar una lechuga, 74 litros para cultivar una planta de maíz y 38 litros para regar un cerezo.