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2008DinamicaEspacialMuertesViolentas

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1.1. Tendencia en la evolución de los homicidios
Como se muestra en el gráfico 1.1.1, entre 1990 y 2005 en Colombia se registraron por la Policía Nacional 405.572 homicidios. Con un número tan elevado de muertes en este período, el país registra una tasa promedio de 63
homicidios por cien mil habitantes, sin duda uno de los índices más altos a nivel mundial. La tasa de homicidio, aunque con intensidades variables, registra
una tendencia creciente desde mediados de la década de los setenta hasta
comienzos de los años noventa, para luego comenzar a descender a partir
de 1992 y hasta 2005, a pesar de que en algunos subperíodos se produzcan
incrementos como el registrado entre 1999-2002, y sin que sea fácil encontrar
una explicación para el aumento ni tampoco para el posterior descenso en el
nivel de violencia.
De hecho, como se aprecia en el gráfico 1.1.2, la tasa promedio de Colombia, que entre finales de las décadas de los setenta y los noventa se situó
en 54 homicidios por cada cien mil habitantes, triplica la de grandes países
como Brasil o México, cuadruplica la de otros con niveles de desarrollo similares, como Venezuela, y es cinco veces más alta que la de naciones con
estructuras sociales semejantes pero con mayor pobreza relativa, como Perú y
Ecuador. El índice de Colombia, que es superior al de países con guerras civiles
o violencia política persistente como los centroamericanos durante los años
ochenta, sólo es superado por los niveles experimentados en Guatemala y El
Salvador en la coyuntura de la posguerra. Aun cuando América Latina tiene
una tasa cercana a 30 homicidios por cada cien mil personas por año, superando la de cualquiera otra región del planeta y es cuatro veces mayor que
el promedio de todo el mundo, la tasa de homicidio promedio de Colombia
prácticamente la dobla28.
28 La comparación con países del Hemisferio Americano se estableció a partir de los datos de la Organización
Mundial de la Salud.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 1
1.
1. Geografía
Geografía
del
del homicidio
homicidio en
en Colombia
Colombia
La elevada concentración de la violencia en el contexto colombiano en pocos
escenarios es una característica que se pone al descubierto a partir del momento en que se examina la distribución departamental de los homicidios. En
efecto, como se puede observar en el gráfico 1.1.3, entre 1991 y 2005 el 55%
de las muertes violentas se aglutina en tres departamentos: Antioquia, Valle y
Cundinamarca, y si adicionalmente, se consideran los homicidios registrados
en Norte de Santander, Caldas, Risaralda, Santander, Tolima, Atlántico, Magdalena y Cesar, se tienen las once circunscripciones donde ocurre el 80% de
las muertes violentas, en tanto que en los veintiún departamentos restantes se
registra tan sólo el 20%.
Al utilizar una perspectiva diferente, considerando la relación de los homicidios
ocurridos en los departamentos con la población de cada uno de ellos, se observa en el gráfico 1.1.4 que trece circunscripciones superan la tasa promedio
de 63 homicidios por cien mil habitantes registrada en el país en el período
1991 y 2005. En los casos de Antioquia, Valle, Risaralda, Caldas, Norte de Santander y Cesar, fuera de presentarse un elevado índice de homicidio, se concentra algo más del 50% de las muertes violentas ocurridas en el país, en tanto
que en Guaviare, Putumayo, Casanare, Arauca, Quindío, Caquetá y Meta, no
obstante aglutinarse tan sólo el 8% de homicidios del país, la tasa promedio en
cada caso se sitúa por encima del índice nacional. También cabe señalar que
Santander, Tolima, Atlántico y Magdalena, departamentos que presentan una
mayor concentración con 11% de los homicidios, no superan la tasa promedio
del país en los últimos quince años.
A nivel municipal, la distribución de los homicidios muestra una elevada concentración en escenarios urbanos, como se puede observar en la serie de
mapas adjunta entre 1990 y 2005. En efecto, Medellín, Bogotá y Cali, donde
habita el 25% de la población colombiana, concentran el 30% de las muertes violentas ocurridas en el país. Si se consideran los homicidios registrados
en veintidós escenarios más, se tiene que el 50% de las muertes violentas del
país se produjo en centros poblacionales importantes donde reside el 43% de
los colombianos, de acuerdo con el número de homicidios que concentra
13
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
cada uno de ellos –Cúcuta, Pereira, Bello, Itagüí, Barranquilla, Bucaramanga,
Manizales, Santa Marta, Buenaventura, Cartagena, Envigado, Valledupar, Apartadó, Ciénaga, Palmira, Villavicencio, Tulúa, Armenia, La Estrella, Caldas, Turbo
y Soacha–.
Sin duda, la característica descrita ha llevado a pensar en la violencia colombiana como un fenómeno con una expresión mucho más urbana que rural,
lo que en uno de los diagnósticos más influyentes se resumió afirmando que
“mucho más que las del monte, las violencias que nos están matando son las
de la calle”29. Sin embargo, tal apreciación es discutible cuando se utiliza una
perspectiva diferente la simple distribución geográfica, que permita establecer
la relación entre los homicidios y el tamaño de la población de cada uno de
los escenarios donde ocurren. De esta forma, recurriendo a las tasas de homicidio, se logra una perspectiva diferente, mostrando que la elevada intensidad
de violencia en Colombia tiene expresión tanto en escenarios urbanos como
rurales.
Basta considerar los veinticinco municipios que encabezan la lista de los
380 que superan la tasa promedio nacional entre 1990 y 2005, para descubrir que registran el 6% de los homicidios, concentran el 2% de la población
nacional y las tasas de homicidio que están por encima de 200 corresponden a Argelia, Trujillo, El Águila y Bolívar en el Valle del Cauca; Sabaneta, Barbosa, La Estrella, Girardota, Copacabana, Chigorodó, Caldas, Tarso,
Apartadó, San Carlos y Remedios en Antioquia; Sabanalarga y Sácama en
Casanare; Tibú en Norte de Santander; Barbosa y Marsella en Risaralda; El
Dorado, Cubarral, Castilla La Nueva y San Juan de Arama en el Meta; y
Aguada en Santander.
En los 380 municipios donde la violencia ha sido muy intensa entre 1990 y 2005,
reside el 37% de la población del país y se registra el 64% de los homicidios, lo
cual corrobora la elevada concentración geográfica de los homicidios y deja
con poco piso las interpretaciones corrientes sobre la violencia en Colombia
como un fenómeno generalizado, debido a los problemas en la convivencia
y la intolerancia en la sociedad. Si estas interpretaciones tuvieran algún poder
explicativo, como ha señalado Mauricio Rubio, la violencia debería manifestarse de manera más bien uniforme sobre el territorio nacional30.
La primera serie de mapas, que se presenta, da cuenta de la evolución de los
homicidios entre 1990 y 2005, bajo la perspectiva comparada de su distribución y de sus tasas por cien mil habitantes y permite reconocer a nivel munici29 Colombia: Violencia y Democracia. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1987.
30 Mauricio Rubio.”Crimen con misterio: Lo que revelan las estadísticas de violencia y criminalidad en Colombia”.
Documento Cede - Paz Pública, Universidad de los Andes 1998.
14
pal, por una parte, la tendencia a la concentración de las muertes en pocos
escenarios y, por otro lado, la tendencia a que los altos índices de violencia
registrados en los municipios persistan.
En primer lugar, si se considera en la serie de mapas anuales que distribuyen
los homicidios el rango superior a 100 (correspondiente al color azul más
oscuro), se tienen los municipios donde se registra alrededor del 50% de las
muertes violentas en cada año. Es importante anotar que estos municipios
entre 1990 y 2005 no pasan de treinta en cada año y la mayoría de los que
aparecen al comienzo de la serie se mantienen hasta el final. Es así como
de los 27 municipios que en 1990 concentran el 50% de los homicidios, 16
aparecen en el grupo de 29 que en 2005 aglutinan el 50% de las muertes
violentas.
Los municipios que entre 1991 y 1995 concentran el 50% de los homicidios son
Medellín, Bogotá, Cali, Itagüí, Bello, Bucaramanga, Pereira, Cúcuta, Barranquilla, Envigado, La Estrella, Manizales, Caldas, Barbosa, Santa Marta, Copacabana, Sabaneta, Girardota, Apartadó, Turbo, Chigorodó, Cartagena, Ciénaga,
Armenia y Villavicencio. Entre 1996 y 2000, el listado de escenarios, donde se
concentra el 50% de las muertes violentas, deja por fuera a La Estrella, Caldas,
Barbosa, Copacabana, Sabaneta, Girardota y Villavicencio que son reemplazados por Buenaventura, Valledupar, Palmira, Barrancabermeja, Florencia, Cartago y Tuluá. Entre 2001 y 2005, los escenarios que concentran la mitad de los
homicidios del país son prácticamente los mismos del período anterior excepto
Apartadó, Armenia, Turbo, Chigorodó, Florencia y Envigado, que son desplazados por Villavicencio, Tibú, Dosquebradas, Tame, Soacha y Tumaco.
En segundo lugar, si se utiliza la perspectiva que ofrece la tasa de homicidio,
se descubre que los índices elevados de homicidio afectan alrededor de la
tercera parte de los municipios del país y dichos índices tienden a persistir por
un tiempo, como se corrobora en la serie de mapas sobre la evolución de los
municipios con tasas elevadas entre 1990 y 2005. En estos mapas, aparecen
en color rojo los municipios con tasas superiores al promedio nacional, y en
carmín los que duplican dicho índice.
Si se considera cada uno de los mapas, se tiene que el número de municipios que supera el promedio nacional acumulado de los dieciséis años (63
hpch) fueron 359 en 1990, 389 en 1991, 427 en 1992, 421 en 1993, 383 en
1994, 330 en 1995, 336 en 1996, 363 en 1997, 337 en 1998, 316 en 1999,
351 en 2000, 370 en 2001, 387 en 2002, 334 en 2003, 246 en 2004 y 222
en 2005.
Si se comparan estos mapas, se descubre que de los 389 municipios que aparecen en el mapa correspondiente a 1991, año en que se registra la tasa más
alta de todo el período considerado, 243 hacen parte del mapa correspon-
Vicepresidencia de la República
diente a 1996 y 223 al mapa de 2002. Más sorprendente aún resulta la comparación con el mapa de 2005, año en el que se registra la tasa más baja de
los tres últimos lustros, de la que se infiere que 137 municipios que representan
la mitad de los que aparecen en el mapa de este año, corresponden también
a la tercera parte los que conforman el mapa de 1991. Como ya se ha dicho,
en el lapso 1990-2005, los municipios que registran una tasa promedio superior
a la nacional son 380 pertenecientes a veintiséis departamentos y la mayoría
muestra como rasgo común que los altos índices de homicidio persisten durante varios años.
En conclusión, a partir de la comparación de la distribución especial de los homicidios y de las tasas por cien mil habitantes, se ha logrado una caracterización
de la geografía de la violencia en Colombia, cuyos rasgos principales son por
una parte la tendencia a la concentración de las muertes en pocos escenarios
y de otro lado la tendencia a que los altos índices de violencia registrados en los
municipios persistan por un tiempo.
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
De aquí que el índice de homicidios observado en el año anterior se constituya
en una guía insustituible en la predicción de violencia en los municipios colombianos en años subsiguientes31. Por lo tanto, el examen cuidadoso de los mapas
y las estadísticas que dan cuenta de los municipios donde los índices de homicidio han sido elevados y en consecuencia la probabilidad de que la violencia
persista es alta, es una tarea previa al diseño de políticas y la adopción de medidas tendientes a disminuir su impacto en áreas y sectores específicos.
31 Mauricio Rubio, “De las riñas a la guerra. Hacia una reformulación del diagnóstico de la violencia colombiana”
Coyuntura Social de Fedesarrollo, No. 17 de noviembre de 1997.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
15
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución del número y la tasa de homicidios
Gráfico 1.1.1
90
35.000
80
30.000
70
25.000
20.000
50
T A SA
HOMICIDIOS
60
40
15.000
30
10.000
20
5.000
10
0
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
Homicidios
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Tasa X 100.000 Habitantes.
Fuente: Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
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Vicepresidencia de la República
Tasas de homicidio (por cada 100.000 habitantes) en el hemisferio americano.
Comparación entre países y con el nivel mundial
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Gráfico 1.1.2
PAÍSES ANDINOS
Colombia
Ecuador
Perú
Venezuela
AMÉRICA CENTRAL
Honduras
Guatemala
Costa Rica
Nicaragua
Panamá
El Salvador
CARIBE
República Dominicana
Puerto Rico
Cuba
Trinidad y Tobago
BRASIL Y GUYANAS
Guyana
Brasil
CONO SUR
Chile
Paraguay
Uruguay
Argentina
NORTEAMÉRICA
Estados Unidos
Méjico
Canadá
NIVEL MUNDIAL
Mediados fin década del 90
Fin década del 80 inicio década del 90
Fin década del 70 inicio década del 80
0
20
40
60
80
100
120
140
160
Fuente: OMS Organización Mundial de la Salud
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de los homicidios según departamentos
Gráfico 1.1.3
Antioquia
Valle
Cundinamarca
Norte de Santander
Caldas
Risaralda
Santander
Tolima
Atlántico
Magdalena
Cesar
Meta
Cauca
Nariño
Huila
Bolívar
Caquetá
Quindío
Boyacá
Córdoba
La Guajira
Arauca
Casanare
Putumayo
Sucre
Chocó
Guaviare
Vichada
San Andrés
Amazonas
Vaupes
Guainía
0
5.000
10.000
15.000
20.000
1991-1995
1996-2000
25.000
30.000
35.000
40.000
45.000
2001-2005
Fuente: Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
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Vicepresidencia de la República
Evolución de la tasa departamental de homicidio
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Gráfico 1.1.4
Antioquia
Arauca
Caquetá
Risaralda
Valle
Putumayo
Casanare
Caldas
Meta
Norte de S.
Guaviare
Quindío
Cesar
La Guajira
Vaupés
Magdalena
Tolima
Huila
Santander
Bogotá
Chocó
Cauca
Cundinamarca
Guainía
Atlántico
Nariño
Boyacá
Córdoba
Sucre
Vichada
Amazonas
Bolívar
San Andrés
0
20
40
60
1991-1995
80
1996-2000
100
120
140
160
180
2001-2005
Fuente: Policía Nacional / Dane
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Mapa distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1990
Homicidios
Mapa 1.1.1 A
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.1 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
20
Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1991
Homicidios
M apa 1.1.2 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.2 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1992
Homicidios
Mapa 1.1.3 A
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.3 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1993
Homicidios
Mapa 1.1.4 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.4 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1994
Homicidios
Mapa 1.1.5 A
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.5 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1995
Homicidios
Mapa 1.1.6 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.6 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1996
Homicidios
Mapa 1.1.7 A
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.7 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
26
Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1997
Homicidios
Mapa 1.1.8 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.8 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1998
Homicidios
Mapa 1.1.9 A
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.9 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
1999
Homicidios
Mapa 1.1.10 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.10 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
2000
Homicidios
Mapa 1.1.11 A
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.11 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
2001
Homicidios
Mapa 1.1.12 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.12 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
31
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
2002
Homicidios
Mapa 1.1.13 A
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.13 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
2003
Homicidios
Mapa 1.1.14 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.14 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
2004
Homicidios
Mapa 1.1.15 A
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.15 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes
2005
Homicidios
Mapa 1.1.16 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios con alta tasa
Mapa 1.1.16 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
35
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
1.2. Interpretaciones en torno a los altos índices
de homicidio
Pese a que la evidencia disponible en Colombia permite identificar tendencias
muy claras en la evolución de la violencia, en el debate público han hecho
carrera varios lugares comunes, los cuales en buena medida se desprenden
de teorías sustentadas en experiencias propias de contextos muy diferentes al
nuestro32. El común denominador de estas creencias comunes es que por un
lado, se percibe la violencia como un fenómeno generalizado, fruto de una
cultura que hace a los colombianos particularmente intolerantes y por el otro,
se ignora, minimiza, o explícitamente niega, la incidencia de la violencia organizada y sus posibles vínculos con la confrontación armada. La fuerza de estos
lugares comunes ha calado tan hondamente entre los estudiosos, los líderes
políticos y los funcionarios del Estado, que los diagnósticos sobre la violencia
colombiana en muchas ocasiones han llevado a la formulación de políticas
que resultan totalmente inocuas.
Un primer lugar común, es que la violencia es una conducta generalizada que
registra una larga continuidad en el país, al punto que, resulta difícil encontrar
un ámbito social, un lugar geográfico o un grupo de personas que no haya
sido afectado por ella33. Como afirma Eduardo Posada Carbó, la Nación es
sometida casi a diario a un discurso que la criminaliza. Para este autor, el estereotipo es recurrente en columnistas de prensa, intelectuales prestigiosos y
líderes políticos, cuando utilizan la primera persona del plural –“nosotros”– para
referirse a los autores de los homicidios, convirtiéndonos a todos en un país de
asesinos, portadores natos de una tradición maligna34.
La evidencia sobre el homicidio en Colombia no corrobora este estereotipo,
mostrando en cambio discontinuidad en la violencia que presenta en su evolución momentos de mayor algidez (picos) seguidos por períodos de menor
intensidad (valles), y de otra parte la inexistencia de una distribución geográfica
uniforme de las muertes violentas. En efecto, pese a que el país ha tenido tasas
de homicidios muy elevadas durante largos periodos, éstas difieren fuertemente entre regiones y a través del tiempo. Mientras la región Caribe se ha ca-
racterizado históricamente por tener tasas de homicidios considerablemente
más bajas que el resto del país, en la región Andina y la Oriental se observan
las tasas de homicidios más altas desde mediados de los años cuarenta. Sin
embargo, todas las regiones comparten las mismas tendencias: la tasa de homicidios disminuye y aumenta simultáneamente en todas las regiones, aunque
con ritmos diferentes35.
Como se constata en las cifras históricas, el primer ciclo de intensificación de la
violencia ocurre entre 1950 y comienzos de los años sesenta, lapso que corresponde al período de La Violencia. Tras el acuerdo político logrado con el Frente
Nacional, la tasa de homicidios disminuyó de niveles cercanos a los cien por
cien mil habitantes, presumiblemente entre 1950 y 1952, a veinte en 1964.36
Aunque el período de violencia relativamente baja se extiende hasta comienzos de los años ochenta, es importante señalar que las tasas de homicidio
registran una leve tendencia hacia el incremento en la década de los setenta.
Aunque es difícil probarlo, es posible que el aumento observado en el homicidio durante esos años se debiera en buena parte al narcotráfico que ya era
una actividad muy rentable y producía muchas muertes entre quienes se disputaban el control del negocio de la marihuana. Sin embargo, como señala
un estudio reciente, el mercado estaba muy abierto, el Estado no ejercía una
represión significativa contra la oferta y las bajas tasas de homicidio contribuían
a que el crecimiento de la criminalidad asociada al narcotráfico pasara inadvertido37.
Hacia comienzos de la década de los ochenta, se produce un cambio brusco en las tasas de homicidio y a partir de la segunda mitad un acelerado
crecimiento, dando inicio al segundo ciclo de violencia. Este aumento en el
índice de homicidios puede atribuirse, por una parte, a la competencia entre
narcotraficantes por el dominio de un negocio que estaba menos abierto y a
la reacción del Estado para enfrentarlo y, por otro lado, a las externalidades
derivadas del narcotráfico, como el crecimiento del armamentismo en el país,
el fortalecimiento y expansión de los grupos armados irregulares y el debilitamiento de las instituciones estatales y particularmente del sistema punitivo,
32 Ver sobre el particular “Los mitos de la violencia”, en la revista Cambio, No. 420. 9-16 de julio de 2001. María
Victoria Llorente, Rodolfo Escobedo, Camilo Echandía y Mauricio Rubio.
33 La más reciente formulación del lugar común es de Peter Waldman, aunque es importante señalar que
el autor atribuye el recurso constante y, en no pocas veces, excesivo a la violencia a una amplia y muy
extendida tolerancia tácita y una aceptación de la coacción física para resolver problemas privados y
sociales. Una actitud que según Waldman se puede muy bien llamar cultura violenta que por un lado, se
apoya en estereotipos mentales y en ejemplos estimulantes de la agresividad e imposición, y por otro, en
la falta de tabúes y normas informales que la impidan o la limiten. “¿Existe una cultura de la violencia en
Colombia?” en Guerra civil, terrorismo y anomia social. El caso colombiano en un contexto globalizado.
Editorial Norma. Bogotá, 2007.
34 Ver la discusión planteada por Eduardo Posada Carbó de este y otros estereotipos sobre la violencia en
Colombia en La Nación Soñada. Fundación Ideas para la Paz y Editorial Norma. Bogotá, 2006 Caps. 1 y 2.
36
35 Ver estas comparaciones a partir de la reconstrucción de las cifras históricas de homicidio en el trabajo
Conflicto, crimen violento y actividad criminal en Colombia de Fabio Sánchez, Ana María Díaz y Michel
Formisano. Universidad de los Andes, CEDE, 2002.
36 Gaitán, Fernando (1995). “Una indagación sobre las causas de la violencia en Colombia” en Dos ensayos
especulativos sobre la violencia en Colombia, Bogotá, Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo y
Departamento Nacional de Planeación.
37
Ver el desarrollo de esta hipótesis en el trabajo de Andrés López “Narcotráfico, Ilegalidad y Conflicto en
Colombia” en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), Nuestra guerra sin nombre,
Transformaciones del conflicto en Colombia, Bogotá, Editorial Norma, 2006.
Vicepresidencia de la República
cuya capacidad de investigar, capturar y dictar sentencias fue desbordada
aún más por el narcotráfico38.
Es importante recalcar que a esta época el incremento de los homicidios en
el país se encuentra asociado a la congestión del sistema penal, que dejó sin
investigar dos terceras partes de los casos que se registraban y se inclinaba por
aquellos que tuvieran, de partida, un sindicado conocido39. Ante esta situación,
es razonable pensar que las muertes producidas por los actores organizados de
violencia eran dejadas de lado, por cuanto su esclarecimiento requería mayor
esfuerzo investigativo, así como enfrentar el poder de intimidación con que contaban el narcotráfico, la guerrilla y los grupos de autodefensa. Cabe señalar que
no es correcto afirmar que el narcotráfico creó un ambiente propicio para el
incremento de la violencia debido a que generó una congestión en el sistema
judicial sino más bien que el narcotráfico se convirtió en mecanismo de difusión
de nuevos métodos y tecnologías que profesionalizaron las organizaciones al
margen de la ley; el sistema judicial colombiano ha estado siempre congestionado40.
En la década de los noventa, el fortalecimiento de las Farc guarda estrecha
relación con el proceso de integración vertical de todo el negocio de la cocaína: siembra, producción de base, refinación y transformación del alcaloide. En
Perú y Bolivia bajó la producción y también se aliviaron los problemas de narcotráfico, victorias que por otro lado generaron elevados costos para Colombia,
donde se magnificaron los elementos nocivos derivados de una producción
integrada de cocaína. De hecho, las Farc lograron tener acceso a mayores
fuentes de recursos toda vez que el país comenzó a producir hoja de coca, lo
que le dio a esta guerrilla la oportunidad de imponer tributos a productores y
procesadores, muchas veces a cambio de protección. A partir de ese entonces, las hectáreas de coca cultivadas pasaron de 20.000 en 1990 a 160.000
en el año 2000, al tiempo que se incrementaba el número de laboratorios para
el procesamiento del alcaloide. Gracias al incremento en su participación en
el negocio ilícito, la guerrilla de las Farc accedió a recursos adicionales, que le
permitieron expandir su presencia y escalar la confrontación armada.
38 El trabajo de Sánchez, Díaz y Formisano, 2002, a partir de ejercicios econométricos muestra, por una parte,
que el tamaño de las rentas ilegales generadas por el narcotráfico tienen un impacto positivo en la tasa de
homicidio y, por otra parte, que la eficiencia de la justicia, entendida como la capacidad real de disuadir e
incapacitar a los actores de violencia, tiene un efecto negativo y significativo en la explicación de los índices
de homicidio a nivel municipal.
39 Mauricio Rubio, Crimen e impunidad, precisiones sobre la violencia, Cede, Universidad de los Andes, 1999.
Este estudio muestra que la probabilidad de que un homicidio sea juzgado, que en los años sesenta alcanzó
a superar el 35%, hacia mediados de los noventa era ligeramente superior el 6%. Mientras que a mediados
de los sesenta por cada cien homicidios cometidos, se capturaban más de la mitad de los presuntos
responsables, a mediados de los noventa, el porcentaje rondaba el 20%, que seguramente no incluiría
autores intelectuales. La probabilidad de que un homicidio sea condenado, del 11% en los sesenta, apenas
sobrepasa el 4% en la mitad de los noventa.
40 Gaitán, Fernando (2006). “El Crimen Organizado en Colombia” en Violencia y Crimen, ensayos en Memoria
de Fernando Gaitán. Astrid Martínez, Compiladora Universidad Externado de Colombia.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
La tasa de homicidio aumentó, llegando a un pico en 1991; a partir de ese
año, disminuyó hasta 1998, paralelamente al desmantelamiento de los carteles de Medellín y Cali y el auge de los carteles mexicanos, que explican la
caída de los ingresos del narcotráfico repatriados al país, como se muestra en
el gráfico 1.2.1. Sin embargo, entre 1999 y 2002 se produce nuevamente un
aumento que, como se observa en el gráfico 1.2.2 se encuentra determinado
por el escalamiento de la confrontación armada, el mayor número de muertes
en combate que en este contexto se producen entre los grupos irregulares y
la Fuerza Pública y el incremento de los asesinatos de civiles, resultado de las
actividades del crimen organizado y de la disputa entre los grupos guerrilleros y
de autodefensa por el dominio de territorios.
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
A partir de 2003, se comienza a registrar una clara tendencia descendente
en la tasa de homicidio, que hace de 2006 el año con el índice más bajo en
las últimas dos décadas. La reciente disminución, en los homicidios como se
colige de los gráficos 1.2.3 y 1.2.4, estaría relacionada, por una parte, con el
aumento de la capacidad operativa de la Fuerza Pública, que ha obligado a
los grupos irregulares a replegarse y de ahí que sean cada vez menos las víctimas que resultan de su accionar y, por otra parte, con la desmovilización de las
autodefensas que se expresa en una caída significativa de la violencia masiva
a la que estos grupos recurrían antes de 2002.
Un segundo lugar común es que existen unas “causas objetivas”, que explican los
elevados niveles de violencia en el país. Se postula aquí que, en particular, la violencia instrumental, ejercida por los actores más organizados, está determinada
por las realidades políticas, sociales, y económicas que generan un deterioro en
las condiciones de existencia de de la población. Todavía en este caso, donde
de alguna manera se reconoce la pertinencia de la violencia instrumental, se
considera que en sus orígenes hubo una inducción a la violencia como consecuencia de la exclusión política, la pobreza y los profundos desequilibrios que
configuran las “causas objetivas” de la violencia, que se exacerba cuando la
sociedad ve obstaculizado su desarrollo debido a las limitaciones que provienen
de las estructuras sociales mismas, producto de relaciones basadas en la desigualdad.
Esta tesis ha tenido gran aceptación y ha influido en la política pública, a pesar
de que cuente con evidencia empírica difícil de interpretar y menos contundente41. Aquí, por ejemplo, se puede mencionar que desde comienzos de la década de los ochenta la tercera parte de los municipios del país fueron priorizados
como objetivo de una estrategia que buscaba atacar las “causas objetivas” de
la violencia, mediante el Plan Nacional de Rehabilitación (PNR), que orientó la
acción del Estado hacia las regiones afectadas por la violencia y la presencia de
41 Al respecto, es importante tener en cuenta la discusión planteada por Francisco Gutiérrez, “Inequidad y
violencia política: una precisión sobre las cuentas y los cuentos”, en Análisis Político, Universidad Nacional de
Colombia - Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, núm. 43, mayo - agosto de 2001.
37
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
organizaciones armadas al margen de la ley que, de acuerdo con el diagnóstico de la época, correspondían a las zonas de colonización, enclave económico y las áreas más atrasadas dentro de la estructura rural del país.
Sin embargo, el ejercicio de contrastación o cruce de los municipios afectados por la violencia durante la vigencia del PNR con la tipología de desarrollo
municipal del Dane42, no parece confirmar que los altos niveles de pobreza
induzcan automáticamente situaciones de conflicto y violencia. En efecto, si se
consideran los municipios con los más altos índices de violencia, de acuerdo
con sus características socioeconómicas entre 1987 y 1995, se descubre que
si bien la pobreza pudo contribuir a la gestación de los fenómenos violentos, no
fue por sí sola una causa suficiente.
Como se observa en el gráfico 1.2.5, en los municipios rurales con actividades
de agricultura comercial, concentración de la población en centros urbanos y
bajas tasa de pobreza, el porcentaje de municipios violentos es más elevado
que el registrado en la estructura rural más atrasada, donde existen los más
altos índices de pobreza a nivel nacional.
Es así, como en la estructura de agricultura comercial con concentración de
la población en el área urbana, el porcentaje de municipios críticos ha sido de
los más elevados de la estructura rural desde 1987; con 47% de sus municipios
afectados entre 1993 y 1995, supera el porcentaje de los de tipo latifundio
ganadero y agrícola del Litoral Caribe, donde el 34% enfrenta altos índices de
violencia. Así mismo, los municipios donde prima la agricultura comercial con
gran proporción de población rural, el 31% muestra elevados índices de violencia, superando los porcentajes de municipios del tipo minifundio deprimido y
estable de la región andina, que representan el 24 y 22%, respectivamente.
En el conjunto campesinado medio acomodado, que reúne, a partir de 1990,
el mayor número de municipios críticos del país –incluso superando a los de
colonización interna y de frontera– el porcentaje de localidades muy violentas ha sido mayor que en la estructura rural atrasada, donde se presentan los
mayores niveles de pobreza. Lo anterior no quiere decir que, en los municipios
rurales donde los índices de pobreza son menores, no existan conflictos que
tengan relación directa con las manifestaciones de violencia. De hecho, en
el caso de las estructuras de campesinado medio acomodado, la prosperidad genera procesos migratorios desde regiones más pobres, lo que eleva los
niveles de subempleo de la región próspera. Estos desequilibrios, como se ha
visto en los municipios cafeteros, acrecientan la delincuencia común, generan
expresiones de “justicia privada” para controlarla y son aprovechados por los
grupos armados ilegales para justificar su presencia ante la población.
En contraste con lo anterior, los reducidos niveles de violencia son más frecuentes en los municipios más atrasados y con menor actividad económica. Son los
casos de los tipos periferia rural marginal y minifundio del litoral caribe, donde
el número de municipios críticos, así como el porcentaje que representan en
cada conjunto, 13 y 16%, respectivamente, corresponden a los más bajos.
Con lo dicho, no se está sugiriendo que tenga mayor sentido la hipótesis que
parecen defender algunos autores43, en el sentido de que la violencia estaría asociada, más bien, a las condiciones de prosperidad y dinamismo de
la economía. Según esta hipótesis, existiría una correlación entre el grado de
actividad económica de la región y la intensidad de la violencia, incurriendo
en una simplificación no menos considerable. Es importante reconocer que
estas zonas dinámicas presentan otras tres características: 1) La distribución de
ingresos es muy desigual; 2) La ausencia de regulación de las bonanzas locales
conduce a inversiones anárquicas; 3) La presencia de las instituciones estatales
es precaria y la infraestructura insuficiente44.
Los tradicionalmente altos porcentajes de municipios de los tipos colonización
interna y de frontera, afectados por la violencia, 66 y 57%, respectivamente, se
explican en la medida en que integran las zonas donde nacieron los diferentes
grupos guerrilleros, que son propicias a la logística de estos grupos (selvática
montañosa, sin estructura vial, entre otros) y allí conservan arraigo en la población que, en general, es muy pobre. Estos municipios se han visto muy afectados por la confrontación armada y la acción de los grupos de autodefensa,
enfrentados a los grupos guerrilleros por el dominio de zonas con un enorme
potencial estratégico y donde se registran bonanzas económicas.
La comparación de los mapas 1.2.1.A y 1.2.1.B, que clasifican los municipios
según la tasa de homicidio y el índice de necesidades básicas insatisfechas
(NBI) entre 1990 y 1995, tampoco parece corroborar que la pobreza se relaciona con la violencia, como tantas veces se ha argumentado en los enfoques
que hacen énfasis en las “causas objetivas”. Las áreas más violentas (destacadas en el mapa con los tonos que van del amarillo hasta el rojo), no son necesariamente las más pobres y tampoco encajan estrictamente los bajos niveles
de violencia (áreas destacadas en el mapa con tonos azules) en los escenarios
con mayor actividad económica y reducida pobreza.
Por otra parte, se ha sugerido que la elevada intensidad de la violencia se
relaciona con los altos niveles de desigualdad. En esta dirección se han realizado aproximaciones con evidencia municipal y departamental que sustentan la asociación estadística entre violencia y desigualdad en Colombia, pero
43 Gaitán, Fernando (1995). Op.Cit.
42
38
Dane (1991). Una Tipología de los Municipios Colombianos, según Estructuras y Grados de Desarrollo.
Bogotá.
44 Daniel Pécaut (2001) “Presente, pasado y futuro de la violencia”, en Guerra contra la sociedad, Bogotá,
Espasa,.
Vicepresidencia de la República
no se incluyeron factores centrales como el narcotráfico y la confrontación
armada.45 Otros estudios, que sí consideran estas variables, también a partir
de datos locales y regionales, han corroborado que ni la pobreza (medida
por el NBI), ni la desigualdad, producen en Colombia una violencia diferente
de la que puede generar en otros países46. Adicionalmente, trabajos recientes
muestran que la violencia en Colombia se independiza en forma importante
de las condiciones sociales en la medida en que aumenta su organización. En
efecto, según algunos autores en contextos de violencia moderada, es decir,
cercanas a los promedios internacionales, es posible plantear una relación directa entre violencia y desigualdad, mientras que a pesar de las mejoras en los
índices de desigualdad y el aumento de los niveles de bienestar en Colombia
el narcotráfico y las actividades al margen de la ley se convierten en una oferta
de trabajo, frente a la cual las alternativas legales pierden su atractivo.47.
Pese a que son varios los trabajos que sugieren que no existe una asociación
entre variables socioeconómicas y violencia, la permanencia del lugar común
sigue teniendo expresiones recientes en el diseño de la política pública para
las regiones apartadas y conflictivas. Al respecto, cabe señalar que en lo esencial la visión que orientó la inversión hacia las zonas afectadas por la violencia
entre 1982 y 1994, se encuentra presente en la concepción inicial del Plan
Colombia. En efecto, la administración de Andrés Pastrana, al reconocer que
la violencia en el país posee profundas raíces en la exclusión económica y política y en el ejercicio de una democracia con desigualdad y pobreza, retoma
el enfoque de las “causas objetivas” de la violencia. De aquí que la inversión
deba contribuir a crear las condiciones para lograr la paz, al construir y fortalecer la democracia, de cuya debilidad las diferentes manifestaciones de
violencia son un síntoma48.
De acuerdo con estudios realizados recientemente, la democratización no sería un desactivador de la lucha armada, sino un entorno perfectamente “instrumentalizable” por los grupos irregulares. La convergencia entre procesos de
expansión territorial de las organizaciones al margen de la ley y procesos de
descentralización no parece corroborar la tesis de que a mayor democracia,
menos violencia. La evidencia disponible muestra que la descentralización llevó a que los grupos irregulares le apuntaran más al poder local y regional que
al poder central, aprovechando los espacios que estos brindaban y sin renunciar a sus pretensiones de toma del poder nacional49.
Adicionalmente, el enfoque basado en la superación de las “causas objetivas”
como condición para reducir la violencia tiene un alcance muy limitado, si se
tiene en cuenta que la elevada intensidad que el homicidio adquiere por momentos se explica principalmente por la actividad de organizaciones armadas
al margen de la ley –narcotráfico, guerrilla y autodefensas– y las limitaciones en
el desempeño de sistema punitivo.
Un último lugar común es que el mayor número de muertos lo produce una
violencia cotidiana producto de la intolerancia de los colombianos. Dentro de
este tipo de violencia impulsiva, las expresiones más comunes son, las riñas entendidas como disputas o altercados que terminan produciendo homicidios.
En contraposición está la violencia de tipo instrumental, aquella que se usa con
algún fin y que se asocia en especial con formas organizadas del crimen y con
grupos armados irregulares.
Según los estimativos realizados hacia finales de los años ochenta y que aún
hoy prevalecen, el mayor porcentaje de los homicidios en Colombia corresponde a una violencia cotidiana50. Sin embargo, la evidencia disponible indica
que la violencia instrumental tiene un peso mayor al que tradicionalmente se le
ha asignado dentro de los homicidios. En efecto, una interpretación diferente,
se desprende del análisis de las cifras del Instituto de Medicina Legal y Ciencias
Forenses. Se observa que en las regiones más violentas, donde se registran la
mitad de los homicidios que ocurren en el país, la principal causa reconocida
es el “ajuste de cuentas”, mientras que en los departamentos más pacíficos,
donde ocurre tan sólo el 20% de los homicidios, la causa que sobresale son las
“riñas”, producidas por el consumo de alcohol, los problemas en la convivencia y la intolerancia51.
45 Sarmiento, Alfredo y Becerra, Lida María. (1998). “Análisis de las relaciones entre violencia y equidad”,
en Archivos de Economía, Departamento Nacional de Planeación, núm. 93. y Sarmiento, Alfredo (julio septiembre de 1997). “Violencia y equidad”, en Planeación y Desarrollo, vol. XXX, núm.3.
Con la información disponible no parece corroborarse la idea de una violencia
que, como por generación espontánea, surge y se perpetúa en los municipios. Al respecto, son varios los estudios que han señalado la correspondencia
geográfica entre tasas de homicidio, la influencia de grupos armados y las
46 Sánchez, Fabio y Núñez, Jairo (2001). “Determinantes del crimen violento en un país altamente violento: el
caso de Colombia”, en Documentos CEDE, Universidad de Los Andes - Facultad de Economía, núm. 02
Gaviria Alejandro (2001). “Rendimientos crecientes y crimen en Colombia”, en Economía, crimen y conflicto.
Astrid Martínez Compiladora, Universidad Nacional de Colombia.
49 Fabio Sánchez y Mario Chacón, “Conflicto, Estado y Descentralización: del progreso social a la disputa
armada por el control local, 1974-2002”, en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI),
Nuestra guerra sin nombre. Transformaciones del conflicto en Colombia, Bogotá, Editorial Norma , 2006
47 Beltrán, Isaac, et.al. (2006). “¿Por qué no hay relación entre el crimen y la distribución del ingreso en Colombia?
Una explicación para el periodo 1976-1997 a partir de la evolución de la actividad criminal” en Violencia y
Crimen, ensayos en Memoria de Fernando Gaitán. Astrid Martínez Compiladora Universidad Externado de
Colombia.
48 Plan Colombia. Presidencia de la República, Oficina del Alto Comisionado para la Paz- Departamento
Nacional de Planeación. Puerto Wilches, diciembre de 1998.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
50 De acuerdo con la Comisión de Estudios sobre la Violencia (1987), entre un 10 y 15% de los homicidios se
encuentran asociados a la confrontación armada y el crimen organizado, mientras que el resto obedece
a la intolerancia o a los problemas en la convivencia de los colombianos. El porcentaje se deduce de las
víctimas que según la Policía Nacional fueron asesinadas por las guerrillas y otros grupos organizados (total
homicidios menos víctimas de grupos organizados).
51 Ver Mauricio Rubio, Crimen e Impunidad. TM Editores Cede Bogotá, 1999.
39
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
actividades del narcotráfico (Rubio, 1999; Echandía, 1999; Sánchez y Nuñez,
2000)52. En efecto, los patrones observados en la geografía de la violencia
homicida se entienden a la luz de los actores organizados que se mueven por
el territorio nacional, desatando situaciones de violencia que persisten por un
tiempo.
De aquí se podría inferir que, dada la elevada correspondencia entre municipios con altos índices de homicidio y la presencia de grupos armados al
margen de la ley, su sola presencia parece ser suficiente para desencadenar
y exacerbar procesos violentos53. Sin embargo, como ha señalando el investigador Mauricio Rubio,54 no es sencillo establecer la asociación precisa entre la
violencia y las organizaciones armadas; más allá de las muertes ordenadas o
ejecutadas directamente por éstas, es necesario tener en cuenta las que, de
una u otra forma, ocurren o se ven facilitadas por la presencia de la guerrilla, las
autodefensas y el narcotráfico. En tal sentido, la información disponible sugiere
un efecto no despreciable de las organizaciones armadas en dos aspectos:
en el desempeño de la justicia penal y en la difusión de la tecnología para
matar55.
Con la evidencia disponible es posible poner en duda la lógica de protección
a la que todas las organizaciones armadas apelan para justificar su presencia,
como si constituyera una simple respuesta a una demanda de seguridad que
lograra establecer un dispositivo de confianza permanente56. Al observar la experiencia de muchas regiones con presencia de actores armados, se descubre
que la oferta de protección es mayor a la demanda, que esa oferta supone el
uso real de la violencia y, lo que es más importante, que en cambio de acabar
52 En particular, el estudio de Rubio muestra que los municipios más violentos del país tienen una mayor presencia
de agentes armados. En 1995, en 9 de las 10 regiones con mayor tasa de homicidios había presencia
guerrillera activa, contra un 54% nacional. De igual forma, en 7 de estas 10 localidades se había detectado
actividades del narcotráfico, contra un 23% nacional, y así mismo la presencia de las autodefensas también
sobrepasa el promedio nacional. El efecto que tiene la confrontación sobre la violencia homicida es tal,
que casi la totalidad de los homicidios en Colombia (el 93%) en 1995 ocurrieron en municipios, donde se ha
detectado la presencia de alguno de estos tres grupos. Respecto de los municipios que se encuentran libres
de la presencia de los actores al margen de la ley, estos conforman el 36% del total de los municipios del
país, congregando tan sólo el 14.9% de la población, y su tasa de homicidio (39 hpch), se encuentra muy
por debajo del promedio nacional, aunque sigue siendo elevada para estándares internacionales.
53 Andrés Suárez, desde una perspectiva centrada en la estructuración y funcionamiento de las redes en
escenarios donde operan los actores organizados de violencia, llama la atención sobre las limitaciones de
este planteamiento, en cuanto a las relaciones entre los factores necesarios y suficientes, su juego y múltiples
relaciones.”Configuraciones y dinámicas de la violencia organizada en Colombia. Revista Colombiana de
Sociología. Universidad Nacional de Colombia, Departamento de Sociología.1999 Volumen IV No.1
54 Mauricio Rubio, “De las riñas a la guerra. Hacia una reformulación del diagnóstico de la violencia en
Colombia”. en revista Coyuntura Social de Fedesarrollo No.17 1997.
55 Mauricio Rubio (1999).“La justicia en una sociedad violenta: Los agentes armados y la justicia penal en
Colombia. En: Reconocer la guerra para construir la paz. Editorial Norma-Paz Pública-Universidad de los
Andes. Bogotá.
56 Daniel Pécaut. “De la violencia banalizada al terror: El caso colombiano”, en rev. Controversia del Cinep
No.171 de 1997.
40
con una situación de desconfianza, los grupos al margen de la ley terminan
alimentándola.
Esta interpretación se refuerza al analizar la serie de mapas que se presenta
en esta sección, en la que se compara la distribución de los homicidios ocurridos en el país con la de las muertes causadas por los grupos irregulares y las
muertes en combate producidas directamente en la confrontación armada, y
descubrir que existe relación entre los patrones que presentan los mapas.
En primer lugar, se presenta la serie de mapas 1.2.2.A, 1.2.2.B, 1.2.3 A y 1.2.3
B que da cuenta de la distribución geográfica de los homicidios en el período
1997 y 2001 que corresponde a uno de los más álgidos de la violencia reciente.
El 20% de los homicidios registrados en el país (excluyendo los principales centros
urbanos), se distribuye en tan solo veinte municipios localizados en el norte del
país (Sierra Nevada de Santa Marta y el Catatumbo); centro (Viejo Caldas, Valle
del Cauca, Cundinamarca, Tolima y Meta); sur (Caquetá y Putumayo), y costa
Pacífica (Cauca y Nariño entre los ríos Naya y Patía). Al considerar el 40% de los
homicidios, este porcentaje se distribuye en sesenta municipios, en su mayoría
localizados en los alrededores de los focos antes mencionados. En la medida en
que el porcentaje se eleva al 80%, es más notorio el patrón de concentración de
los homicidios desde los focos iniciales hacia municipios localizados en el oriente
(Arauca, Casanare, Guaviare, Meta, Caquetá y Putumayo), en el norte (Urabá,
Paramillo, Montes de María y Perijá), y el Magdalena Medio.
La confrontación armada, el enfrentamiento entre grupos armados irregulares
y las acciones que estas organizaciones dirigen contra los civiles parecen explicar la elevada concentración de homicidios; no hay al menos otra razón en
relación con el patrón observado en escenarios en que los grupos irregulares
son muy activos y se producen con frecuencia combates con la Fuerza Pública, los intereses del narcotráfico son muy fuertes y la guerrilla y las autodefensas
luchan por el predominio.
De aquí que se pueda establecer una relación significativa entre el patrón de
concentración del mapa 1.2.4.A que da cuenta de la distribución de los homicidios entre 1997 y 2001 y el que se observa en los mapas 1.2.4.B, 1.2.5.A,
1.2.5.B, 1.2.6.A, 1.2.6.B, donde aparecen las zonas donde los grupos irregulares tienen una elevada incidencia en la producción de violencia a través
de masacres y asesinatos. Si bien no necesariamente coinciden uno a uno
los municipios, sí lo hacen en buena medida las regiones. Cabe destacar la
correspondencia entre la concentración de homicidios y el alto número de
víctimas de masacres y asesinatos en La Sierra Nevada de Santa Marta, La
Serranía del Perijá, Catatumbo, Montes de María, Urabá, Paramillo, sectores
del Magdalena Medio,l Bajo Cauca, Oriente antioqueño, Viejo Caldas, sur del
Tolima, Norte del Valle, sectores de la Costa Pacífica, la región del Sibundoy y
el piedemonte llanero.
Vicepresidencia de la República
En segundo lugar, aparecen los mapas 1.2.7.A, 1.2.7.B. 1.2.8.A y 1.2.8.B, donde se establece la relación entre los focos donde la violencia homicida registra las tasas más altas entre 2002 y 2004 y la presencia activa de grupos
irregulares en estos escenarios. En efecto, existe correspondencia entre altas
tasas de homicidio y la presencia activa de las Farc entre Huila y Caquetá, los
municipios que hicieron parte de la Zona de Distensión, la región del Sarare en
Arauca, el Catatumbo en Norte de Santander, el Oriente antioqueño, Urrao y
Vigía del Fuerte en el Occidente antioqueño, Buenaventura y Dagua en el Valle
y Tumaco y Ricaurte en Nariño. Cabe destacar que en las zonas del Sarare,
Catatumbo, Sierra Nevada de Santa Marta, Nordeste y Oriente de Antioquia,
las altas tasas de homicidio se registran paralelamente con la presencia activa
del Eln y las Auc.
la Fuerza Pública y/o con las zonas donde la disputa armada entre grupos al
margen de la ley se expresa en un alto número de asesinatos. De aquí la muy
significativa correspondencia en la geografía de estos fenómenos, lo que a su
vez permite controvertir la idea común en torno a la supuesta irrelevancia de la
violencia derivada de la confrontación armada en el país.
En tercer lugar, se presentan los mapas 1.2.9.A, 1.2.9.B, 1.2.10.A y 1.2.10.B,
con el propósito de establecer para el período 2000- 2005 una comparación
entre el patrón de distribución de los homicidios y el que presenta los asesinatos
cometidos por organizaciones armadas y las muertes en combate producidas
en la confrontación. Al considerar los municipios donde la violencia homicida
se encuentra altamente concentrada, se descubre que corresponden en buena medida con los escenarios donde la confrontación es elevada y produce
muchas muertes entre los integrantes de los grupos irregulares y miembros de
En definitiva, es preciso insistir en que los patrones que se han identificado
en la geografía de la violencia colombiana, se explican en buena medida
por los grupos al margen de la ley que han convertido a la población civil en
blanco principal de su acción armada, dando una clara demostración del
alto nivel de degradación que ha alcanzado la confrontación en Colombia.
La evidencia que se ha presentado en este aparte no parece corroborar la
idea común de una violencia esencialmente ciudadana, que surge y se perpetúa en los municipios.
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Los resultados de trabajos que realizan pruebas econométricas corroboran lo
que se ha inferido a partir de los mapas adjuntos, indicando que la actividad
de los grupos armados ilegales tiene un alto peso explicativo en la intensidad
de la violencia y adicionalmente, que existe correlación entre la presencia espacial de grupos irregulares y las altas tasas de homicidio en los municipios, en
particular de civiles no combatientes57.
57 Sánchez, Díaz y Formisano, 2002.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
41
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Relación entre la violencia y el narcotráfico (1982-1998)
Gráfico 1.2.1
TASA HOMICIDIO
% PIB
90
7
80
79
6
5,8
5,5
70
78
6
76
5,7
71
70
565
5
68
66
5
60
5
63
61
57
4,3
52
50
3,8
42
40
4
48
3,4
41
36
32
2,3
30
3,2
3
3
2,8
2,5
2,4
2
2
20
1
10
0
0
82
83
84
85
86
87
88
89
Homicidio X 100.000 Habitantes
90
91
92
93
94
95
96
97
98
Ingresos del narcotráfico % PIB
Fuente: Ricardo Rochs (2000) Roberto Steiner (1998)
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
42
Vicepresidencia de la República
Comparativo de la evolución de la intensidad de la confrontación, los homicidios
y los asesinatos y bajas
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Gráfico 1.2.2
10.000
35.000
9.000
30.000
25.000
COMBATES Y ACCIONES
7.000
6.000
20.000
5.000
15.000
4.000
3.000
10.000
HOMICIDIOS - ASESINATOS Y BAJAS
8.000
2.000
5.000
1.000
0
0
1987
1988
1989 1990
1991
1992
1993 1994
Intensidad del conflicto
1995
1996 1997
1998
Asesinatos y bajas
1999
2000
2001
2002
2003 2004
2005
Homicidios
Fuente: Das / Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
43
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de la evolución de los combates, las acciones de los grupos irregulares y los homicidios
Gráfico 1.2.3
2.000
35.000
1.800
30.000
1.600
COMBATES Y ACCIONES
1.200
20.000
1.000
15.000
800
600
HOMICIDIOS
25.000
1.400
10.000
400
5.000
200
0
0
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
Combates FF.AA.
1994
1995
1996
1997
Acciones armadas
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Homicidios
Fuente: Das / Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
44
Vicepresidencia de la República
Comparativo de la evolución de los homicidios, los asesinatos y las bajas producidas
en la confrontación
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Gráfico 1.2.4
35.000
6.000
30.000
5.000
25.000
20.000
3.000
15.000
HOMICIDIOS
ASESINATOS Y BAJAS
4.000
2.000
10.000
1.000
5.000
0
0
1987 1988 1989
1990
1991
Asesinatos
1992 1993 1994
1995
1996
1997
1998
1999 2000
2001 2002
Bajas causadas mutuamente entre las FF.AA y los grupos irregulares
2003
2004 2005
Homicidios
Fuente: Das / Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
45
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución del porcentaje de municipios con elevado índice de violencia según estructuras y tipos de desarrollo
(1987-1995)
Gráfico 1.2.5
ESTRUCTURA URBANA
Capitales de departamento
Ciudades Secundarias
ESTRUCTURA DE AGRICULTURA COMERCIAL
Con Predominio de Población Urbana
Con Predominio de Población Rural
ESTRUCTURA DE CAMPESINADO
Campesinado Cafetero
Campesinado no Cafetero
ESTRUCTURA DE COLONIZACION
Colonización Interna
Colonización de Frontera
ESTRUCTURA RURAL ATRASADA
Periferia Rural Marginal
Latifundio Litoral Caribe
Minifundio Litoral Caribe
Minifindio Andino Estable
Minifundio Andino Deprimido
0,001
0,002
0,003
0,004
0,005
0,006
0,007
0,008
0,009 0,00
Porcentaje de municipios con elevados índices de violencia en cada tipo de desarrollo
1987-1989
1990-1992
1993-1995
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
46
Vicepresidencia de la República
Comparación entre la intensidad de los homicidios y las necesidades básicas insatisfechas en los municipios
(1990-1995)
Mapa 1.2.1 A
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Mapa 1.2.1 B
Colombia: Municipios según tasa promedio
de homicidios
Muy por encima de la tasa promedio nacional
Por encima de la tasa promedio nacional
Igual o apenas por debajo de la tasa promedio nacional
Por debajo de la tasa promedio nacional
Muy por debajo de la tasa promedio nacional
La tasa promedio nacional entre 1990 y 1995 corresponde a
79 homicidios por cienmil habitantes
NBI Compuesto
[82.60,99.90]
[62.70,82.60[
[49.30,62.70[
Departamento
Municipio
[36.20,49.30[
[21.60,36.20[
[0,21.60[
Fuente: Policía Nacional / Dane
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
47
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Distribución municipal de los homicidios
(1997-2001)
20 municipios donde se concentró el 20% de los homicidios
60 municipios donde se concentró el 40% de los homicidios
Excluyendo los centros poblados más importantes
Excluyendo los centros poblados más importantes
Mapa 1.2.2 A
Mapa 1.2.2 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
48
Vicepresidencia de la República
Distribución municipal de los homicidios
(1997-2001)
150 municipios donde se concentró el 60% de los homicidios
(1997-2001)
340 municipios donde se concentró el 80% de los homicidios
(1997-2001)
Excluyendo los centros poblados más importantes
Excluyendo los centros poblados más importantes
Mapa 1.2.3 A
Mapa 1.2.3 B
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
49
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación entre el patrón de concentración de los homicidios y la distribución municipal de las masacres
(1997-2001)
340 municipios donde se concentró el 80% de los homicidios
Excluyendo los centros poblados más importantes
Mapa 1.2.4 A
Municipios donde se concentran las masacres cometidas por grupos
armados ilegales
Mapa 1.2.4 B
Víctimas
Departamento
Municipio
1-4
5 - 10
11 - 20
21 - 121
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
50
Vicepresidencia de la República
Comparación entre el patrón de concentración de los homicidios y la distribución municipal de las masacres
(1997-2001)
Municipios donde se concentraron los asesinatos
cometidos por las autodefensas
Mapa 1.2.5 A
Víctimas
Departamento
Municipio
1-4
5 - 10
11 - 20
21 - 121
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Municipios donde se concentraron las masacres
cometidas por las autodefensas
Mapa 1.2.5 B
Víctimas
1-4
5 - 10
11 - 20
21 - 72
Fuente: Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
51
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los asesinatos y las masacres de los grupos guerrilleros
(1997-2001)
Municipios donde se concentraron los asesinatos cometidos
por grupos guerrilleros
Mapa 1.2.6 A
Municipios donde se concentraron las masacres cometidas
por grupos guerrilleros
Mapa 1.2.6 B
Víctimas
1-4
5 - 10
11 - 20
21 - 121
1-4
5 - 10
11 - 20
21 - 72
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
52
Vicepresidencia de la República
Relación entre la presencia activa de grupos irregulares y las tasas municipales de homicidio
(2002-2004)
Focos de mayor intensidad del homicidio
Farc
Mapa 1.2.7 A
TASAS DE HOMICIDIO
Por cada 100.000 Hab.
55-60
61-100
101-150
151-400
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Mapa 1.2.7 B
Nivel de correlación
Cma (Muy alto)
Ca (Alto)
Cm (Medio)
Cb (Bajo o Nulo)
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
53
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Relación entre la presencia activa de grupos irregulares y las tasas municipales de homicidio
(2002-2004)
ELN
AUC
Mapa 1.2.8 A
Nivel de correlación
Cma (Muy alto)
Ca (Alto)
Cm (Medio)
Cb (Bajo)
Mapa 1.2.8 B
Nivel de correlación
Cma (Muy alto)
Ca (Alto)
Cm (Medio)
Cb (Bajo)
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
54
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
2000-2002
Homicidios
Asesinatos y bajas
Mapa 1.2.9 A
No. de homicidios
1 - 50
51 - 100
101 - 200
201 y Más
Capítulo 1
Geografía del homicidio en Colombia
Mapa 1.2.9 B
No. de asesinatos
1 - 10
11 - 20
21 - 50
51 y Más
1-4
5 - 10
11 - 20
21 - 121
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
55
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
2003-2005
Homicidios
Asesinatos y bajas
Mapa 1.2.10 A
No. de homicidios
1 - 50
51 - 100
101 - 200
201 y Más
Mapa 1.2.10 B
No. de asesinatos
1 - 10
11 - 20
21 - 50
51 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
56
Vicepresidencia de la República
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
58
Vicepresidencia de la República
Como se concluyó en la primera parte de este estudio, entre las diferentes
hipótesis que explican la intensidad de la violencia durante algunos años y en
sitios específicos de la geografía, tiene una gran pertinencia la que atribuye el
alto número de muertes violentas a la existencia de la confrontación armada
en el país. Por esta razón, en esta sección se analizarán la dinámica de la
confrontación armada y las muertes producidas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares.
En Colombia, de acuerdo con los datos del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la
Vicepresidencia de la República, construidos a partir de los boletines diarios del
Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), entre 1990 y 2005 se produjeron como resultado de la confrontación armada 33.652 muertes violentas,
de las cuales 10.239 corresponden a miembros de la Fuerza Pública y 23.413
a integrantes de los grupos armados ilegales. Como se puede observar en la
evidencia que se presenta en los gráficos adjuntos, existe una alta correspondencia entre los cambios en la intensidad de la confrontación armada y el aumento o disminución registrada en las muertes producidas mutuamente entre
la Fuerza Pública y los grupos irregulares. También es claro que, excepto en los
años 1990, 1991 y 1998, la relación ha sido favorable a la Fuerza Pública, sin
embargo es a partir de 1999, cuando se comienza a establecer una ventaja
ostensible. La mayor diferencia entre las muertes de lado y lado se registra en
2002 y a partir de 2003, aunque la relación sigue estando a favor de la Fuerza
Pública, se observa una caída en las bajas producidas a los grupos irregulares,
lo cual contribuye a explicar la tendencia descendente en las muertes violentas que se impone en el país a partir de este año.
En los dieciséis años que abarca el estudio, por cada miembro de la Fuerza
Pública muerto en la confrontación se produjo la baja de 2.3 integrantes de
los grupos al margen de la ley, y si se considera el lapso entre 2001 y 2005 la
relación es 1:4.6, mientras que entre 1996 y 2000 corresponde a 1:1.7 y entre
1991 y 1995 a 1:1.3. Entre las organizaciones que entre 1990 y 2005 fueron más
combatidas, se encuentra en primer lugar las Farc que pierde a 12.183 de sus
integrantes, en tanto que esta guerrilla produce la muerte a 5.327 miembros
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 2
2. Geografía de la confrontación armada y las
bajas producidas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
de la Fuerza Pública; en segundo lugar, el Eln registra 4.523 muertos y produce
1.433; en tercer lugar, los grupos de autodefensa registran 4.120 bajas y producen 74; por último, el Epl pierde a 1.131 de sus integrantes y causa la muerte a
274 entre miembros del Ejército y la Policía.
Es preciso tener en cuenta que la confrontación no solamente contribuye en la
generación de violencia mediante las muertes que se producen mutuamente
entre sus protagonistas armados, sino también a través de los civiles asesinados
por los grupos irregulares que, en la búsqueda de sus objetivos, los identifican
como blanco de su acción armada. La dinámica de la violencia que recae
sobre los civiles en medio de la confrontación se analizará en la tercera parte
del estudio.
2.1. Tendencias en la evolución de la confrontación armada
Lejos de enmarcarse en un modelo evolutivo lineal, la confrontación armada
en Colombia se explica más bien por las sucesivas rupturas que originan cambios en la conducta de sus protagonistas.58 Es así como las organizaciones
guerrilleras a partir de los años ochenta comienzan a dar cumplimiento a sus
principales objetivos de carácter estratégico: acumular recursos económicos,
desdoblar frentes con el propósito de ampliar su presencia territorial y aumentar
su influencia a nivel local. Con la diversificación de su presencia territorial, la
insurgencia logró expandirse hacia zonas altamente ventajosas para el desa-
58 En relación con el concepto de rupturas estratégicas y la forma como éstas se han presentado en el
contexto del conflicto armado colombiano, consultar Lair, Eric. (2004). “Transformaciones y fluidez de la
guerra en Colombia: un enfoque militar”, en Sánchez, Gonzalo y Lair, Eric (eds.), Violencias y estrategias
colectivas en la región andina: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, Bogotá, Instituto Francés de
Estudios Andinos (IFEA), Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) y Grupo Editorial
Norma.
59
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
rrollo de la confrontación, sin que ello implicara la pérdida de influencia en las
áreas de implantación histórica59.
Pese a que la guerrilla logró una presencia importante en zonas de extracción
petrolera, minera, de cultivos ilícitos y de actividad agropecuaria, la posibilidad
de obtener recursos deja de depender exclusivamente de su dominio territorial.
Los fondos también se obtienen de actividades como la extorsión y el secuestro, que no requieren un elevado poderío militar para su realización. De hecho,
estas prácticas se registran en áreas urbanas, donde los grupos irregulares están muy lejos de ostentar dominio territorial.
La evidencia que se presenta en los gráficos 2.2.1 y 2.1.2 permite constatar
el incremento en la capacidad ofensiva de las Farc y el Eln derivada de los
cambios en sus estrategias y la acumulación de recursos. La confrontación
que desde mediados de los años ochenta registra una clara tendencia hacia
la intensificación, mostrando que la relación de bajas en algunas coyunturas es
desfavorable a las Fuerzas Armadas, a partir de 1999 se escala principalmente
como consecuencia de las operaciones militares emprendidas por la Fuerza
Pública, que logra retomar la iniciativa en la confrontación con los grupos irregulares y a partir de ese año comienza a producirles un número de muertes
que supera ostensiblemente los resultados alcanzados en años anteriores.
A partir de 2003 se comienza a registrar una caída en la actividad de los grupos irregulares por cuenta de la mayor presión del Ejército que se expresa en
un elevado número de muertos en las filas del las Farc, las autodefensas y el
Eln. No obstante que las Farc es el grupo al que se le producen más muertes
en combate, su actividad bélica se mantiene en niveles elevados, que es más
consecuencia de la insistencia en los sabotajes contra la infraestructura, los
hostigamientos y las pequeñas emboscadas, que de acciones de gran magnitud contra la Fuerza Pública. En el caso del Eln, la reducción de su actividad
armada, guarda relación con la mayor iniciativa de la Fuerza Pública en su
contra que se expresa en un número creciente de muertos entre sus integrantes. Las autodefensas, por una parte disminuyen sus acciones como resultado
de las negociaciones adelantadas con el Gobierno a partir de 2003, y de otra
parte, debido a la presión militar y el elevado número de muertes producidas a
las estructuras disidentes que se mantienen al margen del proceso de paz.
A partir de la ofensiva del Ejército contra el Secretariado de las Farc en el municipio de Uribe en el departamento de Meta, en diciembre de 1990, la organización insurgente logró avanzar en el proceso de especialización de sus frentes
59 Trabajos como los de Bejarano, Echandía, Escobedo y León, 1997, Echandía, 1999, Vélez, 1999, Sánchez y
Núñez, 2000 y Bottía, 2002, muestran que la lógica en la expansión de la guerrilla se encuentra altamente
relacionada con la búsqueda de objetivos estratégicos, representados en recursos mineros, cultivos ilícitos,
actividades dinámicas y un nivel de urbanización superior al de los municipios donde la guerrilla hizo
presencia inicialmente.
60
y la creación de grupos de choque, como las columnas móviles60. Después de
la ruptura del proceso de paz en el gobierno de César Gaviria y en medio de la
“guerra integral”, en 1993 se vislumbran los primeros ensayos en esta dirección
con el ataque a Dabeiba y el bloqueo en la región de Urabá, en el cual participaron más de 500 guerrilleros del bloque José María Córdoba.
En 1996, las Farc establecen el punto de partida de una escalada que aumentaría las muertes de miembros de la Fuerza Pública y en 1998 se expresaría en
una relación de bajas favorable a las Farc. En efecto, el grupo insurgente entre
1996 y 1998 en el sur del país intentó, mediante una serie de ataques contra
el Ejército, producir un salto en la dinámica de la confrontación, resultado de
una gran capacidad de acción y dominio sobre el territorio. Esta iniciativa tuvo
como fin último consolidar sus posiciones en las zonas de presencia histórica, a
diferencia del objetivo de su accionar en otras regiones, orientado a dispersar
la capacidad de combate del Ejército y restarle contundencia a las operaciones militares.
Entre los cambios más significativos, registrados en la dinámica de la confrontación, se destaca también la manifiesta prioridad que las Farc dieron, mientras
estuvo vigente la Zona de Distensión (ZD), a los ataques a las poblaciones para
destruir los puestos de Policía y debilitar la presencia estatal en los municipios
donde esta guerrilla buscó ampliar su influencia. Posteriormente, a partir de mediados de 2002, las Farc buscaron afectar la gobernabilidad local con amenazas contra alcaldes y concejos municipales para obligarlos a renunciar.
Los cambios experimentados en la dinámica de la confrontación también se
relacionan con el Eln. La mayor decisión del Ejército a partir de 1996 y la acción
de los grupos de autodefensa lograron romper la retaguardia de este grupo,
que pierde hegemonía en una franja del territorio que abarca desde el Nordeste antioqueño hasta Norte de Santander. A lo anterior, se suma la pérdida
de influencia en Barrancabermeja, así como en Cúcuta y en Medellín, mientras que las Farc se imponen en sus posiciones tradicionales más preciadas.
Éstas aspiran a absorber al Eln, proceso que se ha acelerando y se expresa
en enfrentamientos armados en Arauca, sur de Bolívar y Nariño, donde el Eln
conserva alguna presencia. En la actualidad, el Eln se encuentra bastante debilitado y concentra unos pocos reductos en la Serranía del Perijá, en el margen
derecho del sur del Cesar, en la Serranía de San Lucas en el sur de Bolívar y en
el Oriente antioqueño, donde las Farc han ganado la preponderancia que antes tenían el frente Carlos Alirio Buitrago y las compañías José María Córdoba y
José María Carbonell. En Barrancabermeja no está presente desde 2001, y los
frentes de Santander han perdido protagonismo armado, como es el caso del
Manuel Gustavo Chacón y el Capitán Parmenio.
60 Estas estructuras responden no solo a la estrategia del Estado a través de la conformación de Brigadas
Móviles, sino también al comienzo de la búsqueda del salto cualitativo en el desarrollo de la confrontación
armada.
Vicepresidencia de la República
Pese a que las Farc intentaron dar a la ZD un uso táctico desde el momento en
que se iniciaron las negociaciones de paz durante la administración Pastrana,
la Fuerza Pública logró frustrar este propósito, neutralizar los ataques hacia los
municipios vecinos y producirle un número creciente de muertes en combate.
La trasformación de las capacidades militares que se llevó a cabo durante
este gobierno impidió que las Farc sacaran ventaja y aspiraran a ampliar su
dominio territorial a partir de la ZD.
Ejército sobre las estructuras armadas, ha hecho que éstas retomen los comportamientos propios de la guerra de guerrillas, que ante todo se orientan a evitar
golpes contundentes, mediante el repliegue táctico hacia sus zonas de refugio y
la realización de acciones a través de pequeños grupos. Los gráficos 2.1.3, 2.1.4,
2.1.5 muestran cómo a partir de 2003 las bajas causadas a los grupos irregulares
y en particular a las Farc, se reducen, auque su número sigue siendo elevado y
en todo caso la relación sigue ampliamente favorable a la Fuerza Pública.
La ruptura del proceso de paz en febrero de 2002 dio paso a la segunda ofensiva más grande de la guerrilla, después de la que se registró entre enero y febrero de 1991. Es importante anotar que mientras las muertes en combate del
Ejército superan las producidas a los grupos irregulares en la ofensiva desatada
por la guerrilla entre finales de 1990 y comienzos de 1991 como respuesta a la
operación militar contra Casa Verde, en 2002 la relación de muertes en combate favorece ampliamente a la Fuerza Pública.
Si bien las estructuras de la guerrilla han tratado de evitar el choque directo con
el Ejército para disminuir el número de muertes entre sus integrantes, optando
más bien por el sabotaje de la infraestructura económica y la intensificación de
los actos de terrorismo en las ciudades, es necesario reconocer las limitaciones
de esta nueva conducta. En este sentido, es cierto que la guerrilla ha aplicado
el principio de economía de fuerza, recurriendo al sabotaje, pero al mismo
tiempo sabe muy bien que la obtención de los recursos necesarios para lograr
sus objetivos de largo plazo depende de que el impacto sobre la economía
sea leve. Y de otro lado, la urbanización del accionar armado de la guerrilla,
que involucre no solamente actos de terrorismo, en las condiciones actuales
implica el riesgo de hacerla militarmente vulnerable, por cuanto demandaría de su parte contar con los medios para controlar las grandes ciudades y
enfrentar una feroz contraofensiva, que pondría en peligro su influencia sobre
las zonas rurales estratégicas construida a través del tiempo con grandes esfuerzos. Así mismo, debe resaltarse que la mayor decisión en la lucha contra la
guerrilla ha sido exitosa en áreas cercanas a las ciudades, como en los casos
de Medellín y Bogotá, donde las estructuras armadas han sido fuertemente
golpeadas en su presencia urbana y su retaguardia rural.
El balance operacional que da cuenta del aumento de las muertes entre los
integrantes de los grupos irregulares que registra su nivel más elevado en 2002,
es el resultado del incremento en la movilidad y la capacidad de reacción
aérea desarrollada por la Fuerza Pública para contrarrestar los ataques de los
grupos subversivos. La superioridad militar del Estado representa para las Farc
un impedimento para pasar a otro estado de la guerra, en el que el grupo
armado buscaría mediante la guerra de movimientos ampliar su dominio territorial, sin poner en riesgo su influencia en las zonas de presencia históricas. Por
lo tanto, mientras compensaba su inferioridad en términos militares, las Farc
tuvieron que dar marcha atrás en sus aspiraciones territoriales y limitar los propósitos de los escasos ataques contra el Ejército para evaluar su capacidad
de reacción. La caída en las acciones de la guerrilla en 2003 evidencia las
grandes dificultades que tienen que enfrentar.
En 2004 se dio inicio a la primera fase del Plan Patriota, cuya primera fase
apuntó a recuperar el control estatal de un extenso territorio en los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare, considerando la retaguardia estratégica de las Farc y donde la organización guerrillera obtiene gran parte de sus
finanzas, dirige sus acciones y se encuentra la mayor parte del Secretariado.
Entre los resultados alcanzados, se destacan la destrucción de campamentos
y el hallazgo de caletas con municiones, explosivos y armas de corto y largo
alcance. Sin lugar a dudas, el teatro de operaciones del Plan Patriota corresponde al escenario donde más guerrilleros han sido dados de baja en desarrollo de los combates.
Ante el mayor esfuerzo militar aplicado desde el comienzo de la administración
del presidente Uribe en la lucha contra la guerrilla, se ha visto cómo las estrategias
y los movimientos tácticos de estos grupos se han modificado en función de los
cambios producidos en la dinámica de la confrontación. La mayor presión del
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
En la medida en que la mayor intensidad de la confrontación vuelve a expresarse mayoritariamente en zonas ante todo rurales, los escenarios más afectados, como se observa en las series de mapas adjuntas, se encuentran apartados de las actividades económicas más dinámicas, que están localizadas en
las áreas planas integradas a los principales centros de desarrollo nacional.
En resumen, las tendencias presentadas evidencian que la confrontación en
la primera administración del presidente Uribe se incrementó, principalmente
como resultado de los combates liderados por la Fuerza Pública y no como
consecuencia de las acciones por iniciativa de la guerrilla. De aquí que entre
2002 y 2005 los combates por iniciativa de la Fuerza Pública superen los niveles
de actividad armada de los grupos irregulares en 21 departamentos, siendo
Antioquia, Meta, Santander, Cesar, Caquetá y Magdalena los departamentos
donde la ventaja de la Fuerza Pública es más evidente.
Pese a que en 2003 se produce una caída en el accionar de los grupos irregulares, las Farc se han mantenido en niveles elevados, e incluso en 2005 registran un leve repunte, como consecuencia de la insistencia en tácticas de ac-
61
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
ción que buscan multiplicar los escenarios de la confrontación y debilitar moral
y físicamente al Ejército, sin comprometerse en una lógica bélica directa, que
les resultaría particularmente desventajosa en las circunstancias actuales.
Una serie de hechos ocurridos durante 2005, sumados a la reducción en la
iniciativa militar contra los grupos guerrilleros, que se advierte desde 2004, sugiere que en lo que tiene que ver con la estrategia para ganar la guerra, el
Ejército y las Farc van por caminos opuestos. La Fuerza Pública se ha impuesto
como objetivo principal lograr el control territorial del suroriente del país y para
conseguirlo desplegó el Plan Patriota. Por el contrario, las Farc han renunciado
a la consolidación del dominio territorial y buscan el control estratégico de zonas que le garanticen su supervivencia, como el suroccidente del país, donde
62
la presencia de la Fuerza Pública, aunque ha sido reforzada últimamente, es
menor.
En efecto, varias acciones contra la Fuerza Pública en escenarios diferentes al
del Plan Patriota, la ola de ‘paros armados’ impuestos por las Farc en plena
coyuntura electoral de 2006, que paralizaron buena parte de los departamentos de Chocó, Guaviare, Caquetá, Huila, Putumayo y Nariño, el aumento de
los ataques contra civiles, entre ellos nueve concejales de Rivera (Huila) y las
emboscadas a unidades militares que apoyan la erradicación manual de la
coca en el Meta, indican que el teatro de la guerra está cambiando y que la
guerrilla tiene el serio propósito de diluir el mayor esfuerzo militar desplegado
en el suroriente del país.
Vicepresidencia de la República
Evolución de los combates de las Fuerzas Militares y las acciones armadas
de los grupos irregulares
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.1.1
2.000
Las Farc y el ELN ponen en marcha la realización de
acciones contra la Fuerza Pública con el propósito de
"despedir al presidente Gaviria" y hacer demostraciones
de fuerza ante el nuevo gobierno
1.800
Se produce la más fuerte escalada
guerrillera en la administración
Samper en medio del sabotaje de
las Farc al proceso electoral del 26
de octubre
1.600
Tras la terminación de las
negociaciones con las Farc, el
gobierno Gaviria da inicio a la
guerra integral
1.400
Las acciones de las Farc llegan a un
nivel muy alto como respuesta a la
ofensiva militar contra casa verde
1.000
La recuperacion de Mitú
que coincide con el reinicio
de las negociaciones con las
Farc marca el comienzo de
la transformación militar en
el gobierno Pastrana
Las Farc con el
ataque a la base de
Las Delicias inicia
su campaña más
importante contra
las FF.MM.
1.200
Las Farc registran su más
elevado nivel de
actividad tras la
terminación de las
negociaciones con el
gobierno Pastrana
800
600
Las guerrillas responden a la
iniciativa de paz del gobierno
Barco escalando las hostilidades
El gobierno Uribe logra una clara
superioridad militar y obliga a
los grupos irregulares a disminuir
su accionar
400
200
0
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
Farc
ELN
1993
1994
EPL
1995
1996
1997
Autodefensas
1998
1999
2000
2001 2002
2003
2004
2005
Combates FF.AA.
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
63
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de la evolución de la relación entre los combates y las acciones armadas
de los grupos irregulares
Gráfico 2.1.2
2.000
1.500
1.000
500
0
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997 1998
1999
2000
2001 2002
2003
2004
2005
-500
-1.000
Combates FF.AA.
Acciones Armadas
Relación
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
64
Vicepresidencia de la República
Evolución de la relación de bajas causadas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.1.3
4.000
3.500
3.000
2.500
2.000
1.500
1.000
500
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
0
-500
Fuerza Pública
Grupos Irregulares
Relación Bajas
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
65
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de los combates dirigidos por las Fuerzas Armadas contra los grupos irregulares
Gráfico 2.1.4
Otras Guerrillas
Epl
Guerrilla no identificada
Autodefensas
Eln
Farc
0
500
1.000
1.500
1998-2001
2.000
2.500
3.000
3.500
4.000
4.500
2002-2005
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
66
Vicepresidencia de la República
Comparativo de la evolución de la actividad armada de los grupos irregulares
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.1.5
Epl
Otras Guerrillas
Autodefensas
Guerrilla no identificada
Eln
Farc
0
500
1.000
1998-2001
1.500
2.000
2.500
3.000
3.500
4.000
2002-2005
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
67
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de los combates de las Fuerzas Armadas y las acciones de los grupos
irregulares según departamentos 2002 - 2005
Gráfico 2.1.6
Antioquia
Meta
Caquetá
Cundinamarca
Tolima
Norte de Santander
Cesar
Casanare
Santander
Magdalena
Boyacá
Bolívar
Valle
Caldas
La Guajira
Guaviare
Risaralda
Córdoba
Vichada
Guainía
Atlántico
Amazonas
Vaupés
Quindío
Sucre
Chocó
Putumayo
Huila
Nariño
Arauca
Cauca
0
200
400
Combates FF.AA.
600
800
1.000
1.200
1.400
Acciones irregulares
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
68
Vicepresidencia de la República
Relación departamental de las bajas producidas a los grupos irregulares y la Fuerza Pública
2002 - 2005
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.1.7
Antioquia
Meta
Casanare
Caquetá
Norte de Santander
Cesar
Cundinamarca
Santander
Magdalena
Boyacá
Chocó
Bolívar
Arauca
Cauca
Valle
La Guajira
Huila
Putumayo
Tolima
Sucre
Caldas
Guaviare
Nariño
Vichada
Córdoba
Guainía
Risaralda
Quindío
Atlántico
Vaupés
Amazonas
0
500
1.000
Grupos irregulares
1.500
2.000
2.500
Fuerza pública
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
69
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
2.2. Análisis estratégico de la confrontación y de las
muertes que produce
La geografía de las muertes producidas entre los protagonistas de la confrontación que se presenta en los mapas de esta sección, muestra por una parte,
una elevada concentración en los escenarios donde es más intensa la confrontación armada y, de otro lado, la convergencia entre los escenarios que
reúnen el mayor número de víctimas de miembros de los grupos irregulares y
de la Fuerza Pública61. De aquí que alrededor del 70% de las bajas causadas
a los grupos irregulares se registre en la tercera parte de los departamentos
del país: Antioquia, Meta, Santander, Norte de Santander, Cundinamarca, Caquetá, Arauca, Cauca, Tolima, Casanare, Bolívar y Cesar, y que el mismo porcentaje de muertes causadas a la Fuerza Pública se registre en estos mismos
departamentos, excepto los tres últimos que son remplazados por Valle, Nariño
y Putumayo.
La evidencia que se presenta en los gráficos adjuntos, también permite identificar los periodos y escenarios regionales que se escapan a la tendencia predominante, en la cual la relación de muertes en combate es favorable a la Fuerza
Pública. Son los casos de Chocó, Cundinamarca, Putumayo, La Guajira, Valle,
Caldas, Guaviare y Vichada entre 1991y 1995; Caquetá, Arauca, Sucre y Vaupés entre 1996 y 2000; y Nariño entre 1991 y 2000. Pese a que en el conjunto
del período 2001-2005, el balance es positivo para la Fuerza Pública, en unos
pocos departamentos y por un tiempo corto la relación es negativa (Arauca y
Atlántico en 2001, Risaralda y Atlántico en 2003 y Putumayo y Nariño en 2005).
En cuanto a la distribución municipal de las muertes producidas mutuamente
entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares, se evidencia la existencia de
una elevada correspondencia entre los escenarios donde se llevan a cabo
los combates liderados por el Ejército y las acciones armadas más recurrentes
en los grupos guerrilleros. En consecuencia, se presentan tres series de mapas
municipales que permiten desde diferentes perspectivas analizar la evolución
de la confrontación y las víctimas que se producen entre sus protagonistas
armados. En una primera serie comprendida entre los mapas 2.2.1 y 2.2.16,
se establece una comparación entre la evolución del patrón geográfico de
los combates que la Fuerza Pública libra contra los grupos irregulares y la de
61 Es importante señalar que a partir de esta sección se impone en el estudio la utilización de mapas construidos
a partir de la estimación de Kernel, que disminuye el efectismo contenido en los mapas que se presentaron
en la primera parte, donde se tomó al municipio, independientemente de su tamaño, como unidad básica
de representación. Mediante la utilización de mapas de Kernel, se logra focalizar con mayor precisión los
fenómenos de violencia en los escenarios donde adquieren especial intensidad y mostrar los cambios o la
inercia que de año a año se puedan presentar en su distribución espacial.
70
las bajas producidas a los integrantes de estos grupos;62 en la segunda serie
comprendida entre los mapas 2.2.17 y 2.2.32, se compara la evolución de los
patrones geográficos de las acciones armadas que parten de la iniciativa de
los grupos irregulares63 y de las muertes en combate producidas a la Fuerza
Pública; y por último, la tercera serie comprendida entre los mapas 2.2.33 y
2.2.48, contiene las dos series anteriores comparando la evolución de los patrones geográficos de la confrontación (combates y acciones de los grupos
irregulares) y de las muertes producidas entre sus protagonistas en desarrollo de
la confrontación armada.
En las tres series de mapas que se presentan adjuntas, se identifican los municipios y regiones que entre 1990 y 2005 fueron escenarios de la confrontación
armada y de las muertes causadas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares. En este intervalo, los focos donde la confrontación es más intensa y se produce el mayor número de víctimas se localizan en las regiones que definimos
a continuación como oriente, suroccidente, centro, nororiente, la costa Caribe
y noroccidente64.
El oriente colombiano ha sido uno de los principales escenarios de la confrontación armada y a partir de comienzos de la década de los noventa muestra
una clara tendencia hacia su intensificación que se hace manifiesta en Putumayo, Caquetá, Meta, Guaviare, Casanare y Arauca. Durante la administración del Presidente Gaviria, el Ejército se propuso retomar la iniciativa contra
las Farc en su zona de implantación histórica. En desarrollo de este propósito,
en 1990 culminó la primera etapa de la operación Centauro, con la toma de
los campamentos del Estado Mayor del Bloque Oriental (Embo) en el mes de
noviembre. En la segunda etapa, el 9 de diciembre, se ejecutó una ofensiva
contra los campamentos del Estado Mayor de las Farc en Uribe (Meta). A par62 Es importante señalar que aunque el mayor número de bajas causadas a los grupos irregulares se produce
principalmente en los combates liderados por el Ejército, la Fuerza Pública también produce bajas,
respondiendo a las múltiples acciones que parten de la iniciativa de estas organizaciones y por esta razón
en algunos de los mapas aparecen escenarios donde se registran bajas de irregulares sin que exista una
correspondencia con los combates propuestos por las Fuerzas Armadas. Así mismo, la incongruencia que
se observa al comparar los mapas en algunos años se debe a que en las bases de datos disponibles se
encuentran agregadas las víctimas de los grupos irregulares que se producen en los combates con la Fuerza
Pública y las que resultan de los enfrentamientos entre guerrilla y autodefensas.
63 Mientras que la iniciativa de la Fuerza Pública contra los grupos irregulares se expresa mediante los combates,
las acciones por iniciativa de los grupos irregulares se dividen en tres: i) las emboscadas, los ataques a
instalaciones militares, los hostigamientos y ataques a poblaciones, que son las que mayor número de
víctimas producen a la Fuerza Pública; ii) destrucción de infraestructura y iii) los actos con objetivos
económicos, es decir las acciones de piratería terrestre y los asaltos a entidades públicas y privadas.
Cabe señalar que en algunos de los mapas aparecen escenarios donde se registran bajas de miembros
de la Fuerza Pública, sin que exista una correspondencia con la realización de acciones de los grupos
irregulares debido a que estas víctimas por lo general se producen en los combates propuestos por las
Fuerzas Armadas o en otras acciones realizadas por la guerrilla que no fueron tenidas en cuenta en los
mapas, como por ejemplo la activación de campos minados.
64 Esta división no responde a criterios geográficos, sino más bien a la dinámica espacial de la confrontación
y a la forma como se registra continuidad en las actuaciones de sus protagonistas, que llevan a escoger los
departamentos y municipios que integran cada una de las regiones consideradas.
Vicepresidencia de la República
tir de este momento, un número mayor de municipios resulta afectado por
la agudización de las operaciones militares en los departamentos del Meta y
Caquetá.
Hacia el comienzo de la administración de Ernesto Samper, se produce la
intensificación de la confrontación en el departamento del Meta. Muchas
de las acciones que las Fuerzas Armadas y las Farc protagonizaron hacia
comienzos de 1995, se registraron particularmente en el municipio de Uribe,
propuesto como escenario de un primer encuentro entre el Gobierno y la
guerrilla, para dar inicio a los diálogos de paz que no se pudieron llevar a
cabo en esta época.
Un año más tarde, mediante decreto presidencial de mayo de 1996, los departamentos del suroriente del país se convierten en zonas especiales de orden
público. Por primera vez, se impedía el ingreso de insumos para el procesamiento de coca y se proponía la fumigación de los cultivos ilícitos en la región.
En momentos en que se realizaba una serie de marchas contra la fumigación
de cultivos ilícitos en Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare, las Farc atacaron
la base militar de Las Delicias, en Putumayo. En esta acción, murieron 34 militares, 17 fueron heridos y 60 más terminaron secuestrados por el grupo ilegal.
En desarrollo de la ofensiva guerrillera que acompañó las movilizaciones de la
población, 30 militares más resultaron muertos en el mes de septiembre, en un
ataque a la base militar de La Carpa, en el departamento de Guaviare.
En los últimos meses de 1997, las Fuerzas Armadas inician en Caquetá una
ofensiva contra los frentes del bloque Sur en la región de los Llanos del Yarí. En
1998, el Ejército sufre un duro revés en el propósito de debilitar la retaguardia
estratégica de la estructura de las Farc: en el mes de marzo, la guerrilla logra
tomar por sorpresa a las tropas de la Brigada Móvil No.3 en la vereda El Billar de
Cartagena del Chairá, ocasionándole un número de bajas que pasa del medio centenar de soldados profesionales. Posteriormente, en el mes de agosto,
las Farc atacaron las bases de la policía en Miraflores (Guaviare) y Uribe (Meta).
Entre civiles y uniformados murieron cerca de 100 personas y un centenar de
miembros de la Fuerza Pública fueron secuestrados. Finalmente en noviembre,
en momentos previos a la creación de la Zona de Distensión (ZD) para adelantar las conversaciones de paz entre la administración Pastrana y las Farc, esta
guerrilla tomó por asalto a Mitú, capital del departamento de Vaupés65.
65 A partir de noviembre de 1998, cuando el Ejército recuperó Mitú, se comienza a registrar una serie de
operaciones exitosas para la Fuerza Pública. A las acciones de julio de 1999 en Puerto Rico, Caquetá y
Puerto Leras, Meta, se suma en agosto del mismo año una operación aérea en Hato Corozal, en Casanare,
que causó la baja de 45 combatientes de las Farc. Hacia finales del año 2000, en el municipio de Suratá
en Santander, la Fuerza Pública en desarrollo de la Operación Berlín dio de baja a 72 miembros de las Farc
y capturó a 136 más, con lo cual desarticuló una columna que había partido de la Zona de Distensión con
el propósito de recuperar territorios bajo dominio de las autodefensas en el Magdalena Medio. Más tarde, el
Ejército cercó la región del Sumapaz, corredor estratégico de las Farc entre Bogotá y la ZD; en la operación
fueron dados de baja 16 guerrilleros.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
La creación el 7 de noviembre de 1998 de la ZD se expresó posteriormente en
una considerable reducción en la intensidad de la confrontación en Caquetá y
Meta. Los municipios donde se producen las reducciones más importantes en
la intensidad de la confrontación no sólo son los que corresponden a la ZD; se
expresa en la mayoría de los municipios de Caquetá y Meta.
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
El inicio de las negociaciones con las Farc en el mes de julio de 1999, estuvo
precedido por una ofensiva realizada por esta guerrilla, acudiendo a lo que ya
es una práctica recurrente antes de sentarse a la mesa. La característica de
esta escalada consistió en que las acciones ofensivas se realizaron, en buena medida, en municipios vecinos a la ZD. Las acciones en Caquetá tuvieron
como epicentro los municipios de El Doncello y Puerto Rico, donde luego de
retomar la iniciativa, las Fuerzas Armadas causaron 40 bajas en las filas de las
Farc, mientras que un número aproximado de 37 agentes de la policía se registraron como desaparecidos. Simultáneamente, en Valparaiso, la Policía repelía
un ataque de las Farc que intentaba tomarse la población; en el combate
murieron 2 agentes y varios civiles. Paujil también fue escenario de los combates. En Meta, los más intensos contactos armados se libraron en jurisdicción de
los municipios de Puerto Lleras y Puerto Rico, donde se registraron ataques a los
puestos de Policía, mientras el Ejército logró neutralizar la ofensiva y dar de baja
a un elevado numero de guerrilleros. En San José del Guaviare, integrantes de
la Farc hostigaron la base antinarcóticos, utilizando cilindros de gas cargados
con explosivos, acción que fue repelida, causando la baja de varios de los
atacantes.
La tendencia descendente en la intensidad de la confrontación se invierte a
partir de 2001, como lo indica la evidencia que se presenta en los mapas
adjuntos. En este año, se comienza a intensificar la actividad armada de la
guerrilla, así como los esfuerzos del Ejército para contenerla66. Hacia comienzos
del año, en desarrollo de la operación “Gato Negro” en el departamento de
Vichada, que produjo la captura del narcotraficante Fernandiño, fueron dados
de baja 19 integrantes de las Farc y 29 más fueron capturados. Durante el
mes de agosto, las Fuerzas Armadas desplegaron otra gran operación contra
las Farc en el suroriente colombiano, que permitió la desarticulación en Guaviare de la columna Juan José Rondón, integrada por un elevado número de
guerrilleros que había partido de la ZD, con el propósito de tomar por asalto
a Barrancominas en Guainía. La tendencia ascendente en la intensidad de la
confrontación se refuerza a raíz de la terminación de la ZD el 20 de febrero de
2002. A partir de esta fecha, las Farc desatan una escalada dirigida a afectar
la infraestructura de las zonas donde tienen presencia, buscando que las tro66 En el mes de enero de 2001, el Ejército anunció el reforzamiento de los controles en el área periférica de la
zona de distensión. Así mismo, el 7 de octubre, cuando el Presidente Pastrana prorrogó la ZD hasta el 20 de
enero de 2002, anunció el incremento de los controles militares. La decisión presidencial llevó a que diez
días más tarde, las Farc condicionaran el avance en las conversaciones a que se levantara la vigilancia
sobre el área periférica, a lo cual el Gobierno se rehusó.
71
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
pas concentradas en las salidas de la ZD tuvieran que atender la alteración del
orden público que empezaba a afectar muchos puntos de la geografía.
El panorama observado entre 2002 y 2005 en el suroriente colombiano contrasta fuertemente con el del periodo de vigencia de la ZD. Son muy pocos los
escenarios donde no se registra actividad armada y un alto número de bajas
entre los protagonistas de la confrontación. La gran mayoría de los municipios
está en el rango más alto de intensidad y se observa una elevada concentración de hechos en los municipios que hicieron parte de la ZD, así como en el
área periférica. Tras la ruptura de las negociaciones durante el gobierno Pastrana, las Fuerzas Armadas se impusieron como objetivo principal lograr el control
territorial del suroriente del país.
En febrero de 2004, se desplegó el Plan Patriota, iniciativa de la administración
de Álvaro Uribe, que consistió en su primera etapa en el desplazamiento de
27.000 hombres a Caquetá, Guaviare y el sur del Meta, con el único fin de
golpear los frentes subversivos que actúan allí desde hace varias décadas. Al
cumplirse los primeros veinte meses de la iniciativa, entre los resultados operacionales se destacan la destrucción de 906 campamentos y caletas con
más de un millón de municiones, 1.500 armas de corto y largo alcance. Según
las Fuerzas Militares, 442 guerrilleros han perdido la vida en desarrollo de los
combates, y por lo menos 30 de ellos eran mandos medios, entre los que se
encontraba el segundo comandante de la columna Teófilo Forero.
Pese a que las Farc fueron fuertemente golpeadas en términos de su logística
y en su principal economía de guerra, en Putumayo, departamento clave desde cuando entró en ejecución el Plan Colombia, la acción de esta guerrilla,
como se observa en los mapas adjuntos, ha venido en aumento. Sin duda los
frentes presentes en el departamento han aprovechado la concentración del
Ejército en Meta, Caquetá y Guaviare y por ello las acciones que parten de
estas estructuras superan los combates liderados por las Fuerzas Militares en su
contra en este departamento.
Por otra parte, la evolución de la guerrilla en los departamentos de Arauca y
Casanare, refuerza la tesis expuesta en los estudios que señalan que puede
existir una correlación significativa entre la presencia de actores armados y la
dependencia hacia recursos naturales, sin que necesariamente un factor cause el otro67. En efecto, cuando parecía inevitable la dispersión del Eln, el frente
Domingo Laín presente en Arauca desde tiempo atrás se ve favorecido con
el hallazgo petrolero de Caño Limón, los inicios de la actividad de explotación
y la construcción del oleoducto Caño Limón-Río Zulia68. Sin pretender restarle
67 Jonathan Di John. “Mineral Resource Abundance and Violent Political Conflict: A Critical Assessment of the
Rentier State Model”, en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), Nuestra guerra sin
nombre, Transformaciones del conflicto en Colombia, Bogotá, Editorial Norma, 2006.
68 Fernando Cubides, Burocracias Armadas. Grupo Editorial Norma, 2005. p. 61.
72
importancia a la dimensión económica en la localización de los grupos irregulares, también es importante señalar que en Casanare la presencia de las
Farc estaba contemplada dentro de los propósitos estratégicos definidos hacia
comienzos de la década de los ochenta por la organización en el marco de
su Séptima Conferencia, antes de que se tuviera certeza del inmenso potencial
petrolero del departamento.
En Arauca, la guerrilla creció sin que las Fuerzas Armadas contaran con la capacidad de contenerlas, situación que va a verse transformada a partir de la operación Némesis entre 1999 y 2000, la declaratoria de Zona de Rehabilitación y
Consolidación en 2002 en algunos de sus municipios, la ampliación del pie de
fuerza para proteger la infraestructura de transporte de petróleo y el desarrollo
de acciones contrainsurgentes por parte de las Fuerzas Militares. Durante los
primeros años de la década de los noventa, la presencia geográfica de las
Farc fue más extensa, cubrió cuatro municipios, en tanto que el Eln registró una
elevada actividad en casi todo el departamento, en especial en Tame. Para el
período 1994-1996, la confrontación se intensifica debido a que el Eln alcanzó
su mayor protagonismo armado, teniendo como pico 1995, año a partir del
cual el accionar de las Farc es creciente. A partir de 1998, las Farc superan las
acciones del Eln, e incluso los sabotajes contra el oleoducto y la infraestructura
petrolera comienzan a ser ejecutados en un número mayor por las primeras.
De otra parte, los grupos de autodefensa, que a lo largo de la década de los
noventa hicieron varios intentos por incursionar en el departamento, con posterioridad a la aparición de sembradíos de coca en 1999, irrumpen desde Hato
Corozal y Paz de Ariporo en Casanare, hacia Tame y otros municipios, situación
que se tradujo en enfrentamientos con las Farc. El avance de las autodefensas,
el incremento en las acciones de las Farc y las disputas entre estos grupos y el
Eln explican el escalamiento de la confrontación que se advierte en los mapas,
desde finales de la década de los noventa. Los avances de la Fuerza Pública
se expresan con claridad desde 2002, por una parte, en el incremento de la
capacidad de combate contra la guerrilla y, de otro lado, en que los grupos
subversivos ante la presión militar han tenido que disminuir en forma considerable los atentados dirigidos contra la infraestructura petrolera. El propósito de
lograr el control territorial por parte de la Fuerza Pública se constata en la zona
aledaña y periférica al oleoducto y a entornos urbanos. Sin embargo, en el
área rural la confrontación persiste, especialmente en los municipios de Tame,
Fortul, Arauquita y Saravena.
En Casanare, el despliegue de las Farc y su consolidación se expresó en el incremento de la actividad armada hacia comienzos de los años noventa y, de
manera significativa a partir de 1992. La tendencia creciente en el accionar
de esta guerrilla se mantuvo hasta 2002, año en el que se registra su mayor
protagonismo armado. A partir de 2003, la actividad de los frentes 28, 38 y 56
con presencia en el departamento comienza a declinar. El Eln, por su parte,
también muestra incremento en su accionar hacia comienzos de la década
Vicepresidencia de la República
de los noventa con énfasis en 1994, año en que los frentes José David Suárez
y Los Libertadores superaron las acciones atribuidas a las estructuras de las
Farc. La actuación del Eln tuvo sus puntos más elevados entre 1999 y 2000,
para luego comenzar a disminuir en 2001. La irrupción de las autodefensas
en el escenario de la confrontación es determinante de la tendencia descendente observada en la conducta del Eln, pese a que en 2005 se produce un
repunte. Las autodefensas que tienen alguna actividad armada desde 1996,
en 2001 muestran un número de acciones que supera la iniciativa del Eln y
que se expresan principalmente en enfrentamientos con las Farc. Pese a que
en 2002 y 2003 el accionar de las autodefensas con presencia en el departamento disminuye con respecto al año anterior, en 2004 supera los niveles de
actividad registrados por las dos agrupaciones guerrilleras, tendencia que se
mantiene en 2005. En 2003, se desata un feroz enfrentamiento entre las Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC) y el bloque Centauros (BC) de las
Auc, que adquiere mayor intensidad en 2004, sobre lo que podrían definirse
como el área de influencia de los grupos bajo el mando de “Martín Llanos” en
Villanueva, Monterrey, Aguazul, Yopal, Maní y Tauramena. En cuanto a la iniciativa de las Fuerzas Armadas contra los grupos irregulares entre 1990 y 1996, se
observa una tendencia creciente en los combates mientras que entre 1997 y
1998 sucede lo contrario. La recuperación de la iniciativa en la confrontación
armada por parte de la Fuerza Pública comienza a producirse en 1999, pero es
sólo hasta 2002 cuando los mayores esfuerzos dirigidos principalmente contra
las Farc y el Eln hacen que estas dos organizaciones reduzcan su accionar en
forma considerable. Así mismo, es importante señalar que Casanare es una de
las regiones del país donde la Fuerza Pública desde 2002 combatió mayormente a los grupos de autodefensa y entre 2003 y 2004, el número más alto de
muertes en combate causadas a las organizaciones ilegales corresponde a
estos grupos a través de la Operación Santuario en los municipios Tauramena,
Monterrey, Villanueva, Aguazul, Maní, Yopal y Orocué. Por último, cabe llamar
la atención sobre el incremento en las emboscadas y los ataques a instalaciones, ambas acciones dirigidas principalmente por las Farc contra la Fuerza
Pública en 2004, conducta que pone de presente que esta guerrilla, pese a
haber reducido algunas de sus acciones, pareciera contar con la capacidad
de crecer en su dimensión ofensiva.
Pasando al suroccidente colombiano, que corresponde en forma amplia a
los departamentos de Nariño, Cauca, Valle, Huila y sur del Tolima la confrontación, como se observa en los mapas adjuntos, ha ido en aumento y hoy en
día la región se constituye en uno de los principales escenarios de la disputa
por el control estratégico entre organizaciones armadas al margen de la ley,
por cuanto convergen allí corredores entre la Amazonía y el océano Pacífico,
el Valle del Cauca y Ecuador. Adicionalmente, la región se caracteriza por su
diversidad geográfica; cuenta con valles interandinos y selvas que se extienden
desde la cordillera Central hasta el Pacífico, donde la actividad relacionada
con la coca tiene en el presente uno de sus principales escenarios de producObservatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
ción y tráfico. Estas características explican los elevados niveles de actividad
armada, así como la fuerte competencia entre grupos ilegales alrededor del
narcotráfico.
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
En los mapas adjuntos, se evidencia en los últimos años una gran continuidad
geográfica de las acciones armadas realizadas por la guerrilla, dirigidas principalmente contra la Fuerza Pública. Así mismo, se refleja con claridad el propósito de las Farc, a partir del momento en que se crea la ZD en el suroriente
del país, pero con especial énfasis desde 2000, de incrementar su presencia
armada y concentrar su poderío militar en sitios específicos, que tienen continuidad geográfica a través de varios departamentos. Los municipios donde la
actividad guerrillera se aglutina comunican el suroriente colombiano (pasando
por municipios del norte del Huila y sur del Tolima), con el extremo suroccidental del país. La zona del Macizo reviste una importancia especial dentro del
patrón de continuidad de la actividad armada, que parte del sur del Tolima y
va hasta el centro del Cauca, desde donde bifurca en dos ramas; una hacia
el occidente, que incluye municipios del nororiente de Nariño y noroeste de
Putumayo, y la otra, que va por el oriente, recorriendo los municipios del Huila
que limitan con el Cauca, hasta alcanzar la parte más occidental del departamento del Caquetá. De otro lado, se advierte la existencia de una lógica
espacial en los combates que la Fuerza Pública dirige contra la guerrilla a partir
de 2003. Estas acciones se producen con el propósito principal de contener el
avance de las Farc hacia la costa Pacífica, a través de los reiterados ataques
de la organización armada contra los puestos de policía localizados en sitios
estratégicos que definen este corredor.
La estrategia ejecutada por las Farc de expulsar a la Policía Nacional de las
cabeceras municipales y de corregimientos, y que fue complementada con
el destierro de fiscales y jueces y la destrucción de las cárceles, tuvo uno de
sus más álgidos epicentros en el departamento del Cauca. Los ataques de la
guerrilla en este departamento desde 1998 se dirigieron principalmente contra
Silvia, Timbío, Caldono, Caloto, Rosas, Piendamó y Páez. Entre 2001 y 2002,
los ataques no cesaron y algunos tuvieron especial impacto: en febrero de
2001, fue atacado El Tambo; en julio de ese mismo año en Bolívar, cerca de
500 integrantes de los frentes 60 y 13 destruyeron la estación de policía; posteriormente en septiembre, en Almaguer se presentó una incursión armada;
en enero de 2002, fue atacada la estación de Policía de Puracé, causando
algunas bajas y daños materiales; en julio, los ataques se dirigieron sobre Toribío
y Totoró, poblaciones que han sido escenario de la resistencia indígena a la
presión armada de las Farc; también se presentaron ataques entre 2001 y 2002
en Corinto, Patía, Inzá y Puracé. En 2003, la población de Silvia fue atacada en
mayo y julio por el frente 6, con el propósito de destruir el puesto de policía; en
agosto, el frente 8 atacó El Tambo; en octubre, los ataques se produjeron en el
norte a través del frente 6 en Miranda y Jambaló. En 2004, las acciones contra
las poblaciones se trasladan hacia el sur y la Bota Caucana. En este escenario,
73
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
fueron ejecutadas por el frente 8 que en febrero atacó Bolívar y en marzo Santa
Rosa. Así mismo, en 2004, las Farc registraron accionar armado sobre Caldono,
Toribío, Jambaló, Piendamó, Silvia y Santander de Quilichao, municipios que
presentan continuidad entre el norte y centro del departamento, confirmando
el interés de este grupo armado en debilitar la presencia estatal en los sitios que
le garantizan movilidad y le permiten el acceso a zonas de vital importancia.
En Huila, la mayoría de los ataques contra la Policía se localizaron sobre la cordillera Oriental y en los límites con los departamentos de Meta y Caquetá. Lo
anterior explica la insistencia de las Farc en hacer sentir su poder armado en
Neiva, Algeciras, Gigante, Baraya, Tello, Guadalupe, Rivera, Garzón, Acevedo,
Campoalegre y Suaza. Así mismo, se revela la importancia estratégica que
para la subversión tienen Pitalito, Isnos, San Agustín y La Plata, municipios pertenecientes al Macizo colombiano, zona que ha desempeñado un papel crucial
en la confrontación. Mientras estuvo vigente la Zona de Distensión fue evidente
el interés de las Farc en desvirtuar el ejercicio del Estado, pues no sólo buscaba
expulsar a la Policía de estos sitios, sino que tenía el propósito de supeditar a su
aquiescencia el ejercicio de toda actividad gubernamental y estatal.
En el sur del Tolima, el objetivo de golpear a los municipios se convirtió en una
prioridad para las Farc. En 1998, Dolores, Ataco, Rioblanco y Natagaima fueron
blanco de sus acciones ofensivas. En 1999, la estrategia se ejecutó en Cunday
y Alpujarra. En 2000, se vuelve a hacer énfasis en los ataques dirigidos contra las
poblaciones de Alpujarra, Rioblanco y Roncesvalles. En 2001, el foco principal
de los ataques está en San Antonio y Ataco. En 2002, fueron atacados Dolores
y Rovira. El último ataque se produjo en 2003 contra San Antonio, reiterando el
interés de las Farc por conservar un corredor hacia el departamento del Valle.
En 2004, la confrontación presenta uno de sus focos principales alrededor del
cañón de Las Hermosas, punto clave del comercio de amapola, desde donde
las Farc atacan Ibagué, Armenia y La Línea. El frente de combate más importante se encuentra ubicado entre los municipios de Roncesvalles, Chaparral,
Cajamarca, Rovira, Ortega, San Antonio y Anzoátegui, que tienen como eje
este accidente geográfico, un santuario de las Farc, por tratarse de uno de los
centros de comercio de látex de amapola más importantes del país
En Nariño se dio inicio a la más grande ofensiva de las Farc contra la Fuerza
Pública durante el gobierno de Ernesto Samper con el ataque a Puerres y la
ofensiva contra la base militar de Patascoy en 1996. Luego en 1997, se produjo
el primer ataque contra la Policía, cuando las Farc incursionaron en Barbacoas
y causaron la muerte a cuatro agentes. El segundo asalto se llevó a cabo en
diciembre de 1998 en San Pablo, donde el puesto de Policía resultó destruido y
las instalaciones de la casa cural y la Caja Agraria fueron incineradas. En 1999,
se producen dos nuevos ataques; en el mes de agosto, también fue destruido
el puesto de Policía en Albán y la sede del Banco Agrario fue saqueada; en
noviembre en La Cruz, la Policía repelió el ataque, sin embargo, la guerrilla al-
74
canzó a ocasionar daños materiales a las instalaciones del Banco Agrario y a
las viviendas aledañas. En 2000, los ataques se intensifican, pero se continúan
concentrando en el extremo nororiental del departamento, en límites con el
Cauca. Durante 2001 se producen tres ataques. Entre enero y julio de 2002, la
intensificación de la ofensiva contra los municipios de la zona andina hace que
las Fuerzas Militares desplieguen la operación Tsumaní, que produjo la muerte
en combate de 12 integrantes de las Farc en Barbacoas.
En Valle, la intensificación de la confrontación armada a partir de 1998 se produce en relación con la expansión de las Farc sobre el departamento, inscrita
dentro de su estrategia de copamiento de la cordillera central y la cordillera
occidental, asegurando rutas para el suministro de armas y víveres. El impacto
de la estrategia de golpear a la Policía, aunque no se expresó en que tuviera
que ausentarse de ninguna cabecera municipal como ocurrió en Cauca y
Nariño, sí llevó al retiro de un número importante de puestos en corregimientos
e inspecciones, lo que permitió el avance de los grupos irregulares. A partir
de 2000, la iniciativa de la Fuerza Pública contra la guerrilla se incrementa,
mostrando un propósito estratégico al desplegar operaciones desde la parte
alta de la cordillera central, encaminadas a reducir a las estructuras con presencia en la zona. Así mismo, desde 2000 es clara la actuación de los grupos
de autodefensa que entran a disputarle a las Farc corredores que para este
momento ya dominaba sobre las cordilleras central y occidental y el Pacífico,
que implicó afectar también a los frentes del Cauca y el sur del Tolima, donde
el dispositivo de la guerrilla es enorme y aglutina el mayor poder de fuego del
bloque Central.
En 2005, el norte del Cauca es el escenario de la primera acción sostenida
de las Farc contra una población durante la administración de Álvaro Uribe,
evidenciando el propósito de recuperar corredores que fueron truncados con
el restablecimiento de la presencia de la Policía en el marco de la política de
Defensa y Seguridad Democrática69. El ataque a la base de la Fuerza Naval
en Iscuandé, en el que murieron 15 infantes de marina en febrero de ese año,
y los hostigamientos a Samaniego, Ricaurte, Guachavez, El Charco en Nariño
y a Jambaló y Toribío en el Cauca, ponen de presente que son acciones que
hacen parte de la misma estrategia. Sin duda, las Farc han sacado provecho
del énfasis que el Ejército ha dado al suroriente dentro de su estrategia de guerra, y por ello tuvieron tiempo de mantener algunos retenes en las carreteras,
69 En abril de 2005, en Toribío las Farc, a través de la columna Jacobo Arenas y del frente 6, ejecutan una de
las acciones más graves. Mediante la activación de explosivos destruyeron la sacristía, la casa de la cultura
y varias viviendas, todas alrededor del parque principal. En los hechos murieron una niña de 7 años y dos
integrantes de la Policía, y resultaron lesionados 11 civiles y 8 agentes. Durante varios días, los guerrilleros
resistieron el fuego aéreo, mantuvieron cercado el municipio e impidieron, mediante el minado de puentes
y las vías de acceso, que tropas de la Tercera División del Ejército pudieran ingresar a la zona. Los habitantes
del casco urbano, en su mayoría indígenas, exasperados por el incesante hostigamiento fueron obligados a
exigir la salida de la Fuerza Pública para que la guerrilla suspendiera el ataque y levantara el cerco tendido
sobre la población.
Vicepresidencia de la República
atacar de nuevo las poblaciones y avanzar en la disputa por el control de los
corredores utilizados para el tráfico de drogas entre Tumaco en Nariño y Buenaventura en el Valle.
tendiendo un cerco sobre Bogotá71. Un duro revés para las Farc que habían
avanzado durante la década de los noventa en su propósito de aproximarse a
los centros políticos, económicos y más importantes del país.
En la dinámica de la confrontación en el suroccidente colombiano, es posible
apreciar como se han producido cambios sustanciales en los últimos años.
Del protagonismo armado de las Farc registrado en período en el que priorizó la ejecución de ataques que apuntaron a la destrucción de los puestos
de policía, se pasó a una posición defensiva y a tácticas que tienen el fin de
desgastar a la Fuerza Pública. Los municipios donde la actividad guerrillera ha
sido más intensa constituyen un paso obligado para la comunicación entre
suroriente colombiano (pasando por municipios del norte del Huila y sur del Tolima) con la costa Pacífica, en el extremo suroccidental del país. Con el ataque
sostenido contra Toribío en abril de 2005, las Farc inician una nueva forma de
operar, mediante la cual buscan demostrar que tienen la capacidad de resistir
en sus posiciones pese a la persistencia del fuego aéreo, impedir que lleguen
refuerzos del Ejército a la zona atacada y hacer que la población bajo presión
exija la salida de la Policía, como condición para que se produzca un cese al
fuego.
En el norte del Tolima, se presentan ataques de las Farc desde 1999 focalizados en las poblaciones de Venadillo, Villahermosa, Casabianca y Anzoátegui.
En 2002, a las acciones de las Farc se sumaron las del Eln, haciendo del norte
del departamento el objetivo principal de las dos organizaciones guerrilleras,
principalmente en el área conformada por Murillo, Casabianca, Vistahermosa
y Venadillo.
La zona centro, conformada por Cundinamarca, el norte del Tolima, el Viejo
Caldas y el Suroriente antioqueño, experimenta un brusco incremento de la
actividad guerrillera a partir de 1991, luego de la realización de la ofensiva del
Ejército sobre los campamentos del secretariado de las Farc en Uribe, Meta. Se
produjo el desplazamiento de frentes del bloque Oriental hacia Cundinamarca,
que terminaron estableciéndose cerca a Bogotá. No obstante el evidente interés de las Farc por extender su presencia hacia la capital, debido a su elevada
importancia estratégica en términos de comunicaciones, aprovisionamiento y
concentración de riqueza, y adicionalmente por cuanto el escenario urbano
permite a los actores de la confrontación hacer demostraciones de fuerza con
un elevado efecto de perturbación, la ciudad no se constituyó en escenario
de la confrontación armada entre la guerrilla y el Ejército. La carencia de capacidad de acción para adelantar la confrontación armada en el escenario
urbano hoy es mayor si se tiene en cuenta que en el año 2003 la retaguardia
de las Farc en Cundinamarca fue fuertemente golpeada por el Ejército en
desarrollo de la operación Libertad 170. En consecuencia, los frentes 42, 22, 53,
54 y la columna Reinaldo Cuéllar de esta organización, dejaron de actuar en
el departamento ante la ofensiva del Ejército que, desde el mes de junio, libró
un elevado número de combates que produjeron cuantiosas bajas y capturas
e hicieron obligatorio el repliegue de estas estructuras armadas que venían
70 Para profundizar sobre la ofensiva adelantada por la Fuerza Pública en el departamento de Cundinamarca
ver la publicación del Observatorio de Derechos Humanos y el DIH. Dinámica reciente de la confrontación
armada en Cundinamarca, Bogotá, Vicepresidencia de la República, Programa Presidencial para los
Derechos Humanos y el DIH, 2005.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
En el Viejo Caldas, la confrontación armada que registró una baja intensidad
durante la década de los noventa, a partir de 2000 se escala y por primera vez
en ese año se registran 31 combates liderados por la Fuerza Pública contra los
grupos irregulares, así como es evidente la mayor iniciativa guerrillera contra la
Fuerza Pública, expresada en 7 hostigamientos, 4 emboscadas y un ataque
contra instalaciones de la policía, además de la realización de 18 acciones
de sabotaje. Es preciso señalar que las Farc han incrementado su presencia
primordialmente por razones estratégicas, puesto que por esta zona pasan de
manera obligada los intercambios comerciales realizados entre Medellín, Cali y
Bogotá. La posibilidad de perturbar el orden público en esta zona vital encaja en
el propósito de la guerrilla de constituirse en una amenaza mediante el recurso
al sabotaje económico. El impacto de la confrontación, como se observa en
los mapas, es al comienzo mayor en Risaralda, afectando a Quinchía, Pueblo
Rico, Mistrató, Belén de Umbría, Guática y Pereira, mientras que en Caldas se
expresa en Anserma, Aguadas y Pensilvania y en Quindío toca a Génova, Pijao
y Córdoba. La guerrilla más activa son las Farc seguida por el Eln y la disidencia
del Epl. A partir de 2002, el énfasis de la confrontación cambia, trasladándose
hacia el oriente de Caldas que registra continuidad con el Oriente antioqueño.
En consecuencia, Samaná y Pensilvania son los municipios más afectados por
el accionar de la guerrilla y los combates liderados por la Fuerza Pública. Entre
las acciones más recurrentes se destacan los ataque a bienes civiles, entre los
cuales se destacan los atentados contra la infraestructura, mientras que las
hostilidades contra la Fuerza Pública han sido leves y esporádicamente se han
registrado ataques a poblaciones, tales como en los corregimientos de Arboleda y Montebonito, en los municipios de Pensilvania y Marulanda.
En el Oriente antioqueño, la confrontación muestra una tendencia ascendente
desde medianos de los años ochenta, pero a partir de 2001 ha aumentado
principalmente como consecuencia de las operaciones militares y no como
consecuencia de las acciones de la guerrilla, que comienzan a caer de manera importante en 2004. La guerrilla que había recurrido insistentemente a los
71 El tema de la expansión de las Farc en los municipios cercanos a la ciudad de Bogotá es analizado por Peña
Karina, “La guerrilla resiste muchas miradas”, en Análisis Político, Universidad Nacional de Colombia, IEPRI,
núm. 22, septiembre - diciembre 1997.
75
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
paros armados y bloqueos de la autopista Medellín-Bogotá, en el momento en
que se produce la ruptura de las negociaciones entre la administración Pastrana y las Farc, da cumplimiento a su principal objetivo en la región: la toma
de la vía. Las autodefensas que habían limitado su acción a golpear civiles
inermes a través de asesinatos selectivos y masacres, en 2000 comienzan a
registrar algunos enfrentamientos directos con los frentes guerrilleros presentes
en la región. Estos enfrentamientos se incrementaron hasta 2002, año en el
que se registraron 12. En 2003, se observa una reducción significativa de la
actividad armada, hecho explicable si se tiene en cuenta que el bloque Metro
ante la fuerte ofensiva de las Auc en su contra, tuvo que abandonar la zona y
replegarse en veredas del Nordeste antioqueño. En 2003, la operación “Marcial” le permitió al Ejército retomar la iniciativa en la lucha contra la guerrilla, lo
cual se expresó en 141 combates librados contra los frentes 9 y 47 de las Farc y
Carlos Alirio Buitrago y Bernardo López Arroyabe del Eln. Estas estructuras, ante el
aumento de la presión militar, el alto número de bajas, capturas y las entregas
voluntarias, han optado por replegarse a las zonas donde tanto el Eln como las
Farc cuentan con retaguardias sólidas, en el Occidente antioqueño, el oriente
de Caldas y norte del Tolima.
En el noroccidente, los focos de la confrontación y el elevado número de
muertes producidas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares corresponden al Urabá (municipios de Antioquia y Chocó), al Medio Atrato en Chocó, el
Nudo de Paramillo (municipios del sur de Córdoba y el norte de Antioquia)72 y
el Occidente y el Bajo Cauca antioqueño. Entre las razones que ayudan a explicar la intensidad que adquiere la confrontación armada en el noroccidente
colombiano a partir de mediados de los años ochenta, se puede destacar la
importancia estratégica de la región. Podría decirse que el municipio de Dabeiba, por encontrarse entre el departamento del Chocó, Antioquia y Córdoba; por ser la puerta de entrada a Urabá y estar entre los municipios del Nudo
de Paramillo que conforman un corredor hacia el Bajo Cauca, constituye uno
de los principales focos de la confrontación. Sin lugar a dudas, el municipio es
neurálgico para el desarrollo de los planes de dominio territorial de los grupos
armados irregulares, por los corredores geográficos alrededor de la cuenca
del río Sucio, Paramillo y el cañón de la Llorona, que da paso al Urabá y al Bajo
y Medio Atrato, donde las organizaciones guerrilleras constituyeron zonas de
descanso, avituallamiento, repliegue y retaguardia desde la década de los
setenta.
72 El Nudo del Paramillo comprende el macizo propiamente dicho y el nacimiento de las serranías de Abibe,
San Jerónimo y Ayapel, que sirven de cuencas a los también nacientes ríos Sinú y San Jorge, que bañan
la zona occidental de la llanura del Caribe. Por su gran producción de agua, por las especies animales y
vegetales propias de ese ecosistema, por ser un suelo privilegiado para la producción de la amapola, y por
permitir el acceso al Urabá antioqueño y a las llanas y bastas tierras del departamento de Córdoba, el Nudo
de Paramillo es un territorio estratégico para los grupos armados irregulares.
76
La dinámica de la confrontación cambió hacia mediados de la década de los
noventa por cuenta de la intensificación de los combates librados por la Fuerza
Pública contra los frentes de las Farc y la fuerte incursión de las autodefensas.
Como se advierte en los mapas, a partir de 1998 la intensidad de la confrontación se reduce de manera considerable en el norte del Urabá antioqueño
y chocoano, así como en el eje bananero, mientras se fue escalando en el
Medio Atrato y el suroccidente de Antioquia, así como también sobre el continuo geográfico que se define entre el sur de Urabá, el Nudo de Paramillo y los
municipios del entorno del Bajo Cauca antioqueño.
La confrontación se manifiesta con especial intensidad desde 2000 en el Atrato Medio, en los municipios de Bojayá y Quibdó. Las Farc, a partir de ese año
fortalecen sus dispositivos y ejecutan ataques en Vigía del Fuerte y Bojayá,
mientras que las autodefensas llevan a cabo bloqueos económicos y ataques
contra la población civil. Paulatinamente, la confrontación entre estas fuerzas
contrarias fue cada vez más directa, repercutiendo en las condiciones de vida
de la población civil. Los hechos ocurridos en Bojayá, en 2002, en los que 119
civiles murieron en medio del fuego cruzado entre las Farc y las autodefensas,
así lo demuestran.
La dinámica de la confrontación en el Occidente antioqueño muestra a partir de 1998 una tendencia creciente que se mantiene hasta 2000 y en 2001
cambia registrándose un claro descenso de la actividad guerrillera. La etapa
ascendente en la confrontación armada se caracteriza porque paralelamente
a la confrontación entre la Fuerza Pública y la guerrilla, se producen enfrentamientos directos entre la guerrilla y las Auc. En los municipios de Urrao, Frontino
y Dabeiba la actividad armada es especialmente elevada a partir de 2002,
debido a que la Fuerza Pública logra incrementar los combates que se dirigen
principalmente contra las Farc, guerrilla que reduce en forma considerable
su accionar. Sin embargo, no se puede perder de vista que las Farc siguieron
actuando, lo que se explica por qué la zona de Urrao, donde el frente 34
mantiene su retaguardia, le permite, por una parte, reabastecerse, y por otra,
la recuperación de territorios y corredores de movilidad que comunican con
Urabá, así como con el Atrato. En este escenario, el grupo guerrillero mantiene
la capacidad de atacar al Ejército, aprovechando la topografía que hace muy
difícil el acceso de las tropas.
Paramillo se constituye en una zona de frontera en la que las autodefensas y la
guerrilla pugnan no solamente para expandir su radio de acción, sino que luchan para evitar perder espacios a costa de la contraparte. Al respecto, es importante señalar que en 1998, las Farc desatan una contraofensiva contra las
autodefensas, hacia el sur de Córdoba. Así mismo, Ituango, durante décadas
región de tránsito y de descanso de los grupos guerrilleros que tienen presencia
en Urabá, Córdoba, Occidente y Bajo Cauca, es el escenario en el cual se
presentan con mayor frecuencia e intensidad los eventos de la confrontación
Vicepresidencia de la República
y por lo tanto un elevado número de muertes en combate, particularmente
en algunas veredas del municipio (La Vega del Inglés, Santa Ana, La Manga y
Badillo) ubicadas en el extremo occidental, así como el corregimiento El Aro,
vecino de Valdivia, y punto clave de conexión entre el Nudo de Paramillo y el
Bajo Cauca. En 2004, una vez cesaron las acciones emprendidas por el Ejército, en el marco de la operación “Motilón”, con la finalidad de debilitar el poder
de la guerrilla en estas áreas rurales de Ituango, las Farc han venido aprovechando la desmovilización de las autodefensas para incursionar de nuevo en
las zonas en las que durante varios años no pudieron ingresar por la presencia
de estos grupos.
Hacia el Bajo Cauca antioqueño, la confrontación armada durante la primera
mitad de los años noventa se caracteriza por la alta intensidad que adquiere
por cuenta del accionar del Eln y el incremento de los combates de las Fuerzas
Militares que se dirigen principalmente contra esta guerrilla. En la segunda mitad del decenio, pese a que se mantiene el mayor protagonismo armado en
cabeza del Eln y que esta guerrilla sigue siendo la más combatida por la Fuerza
Pública, se establece una clara diferencia con el periodo anterior, por cuanto se
produce una disminución en la intensidad de la confrontación. El escalamiento
registrado a partir de 2001 se produce por los combates que comienzan a dirigirse principalmente contra las Farc, guerrilla que a partir de 2003 sobrepasa el
accionar del Eln. Los grupos de autodefensa que en la década de los noventa
dirigieron principalmente sus ataques contra la población civil, a partir de 2001
recurren al enfrentamiento directo contra la guerrilla, que produce un elevado
número de víctimas entre los actores que sostienen los choques armados. Entre 2001 y 2005 se producen 28 enfrentamientos entre las autodefensas y los
grupos guerrilleros, que arrojan un número de víctimas tan alto que explica el
brusco incremento de bajas que se observa en los mapas entre 2001 y 2002. La
iniciativa militar de la Fuerza Pública duplica las acciones que realizan los grupos
irregulares y en el caso particular de la guerrilla supera cuatro veces los hechos
realizados por las Farc y tres veces los cometidos por el Eln.
En la región del Caribe, los principales escenarios de la confrontación corresponden a la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá, la Serranía
de San Lucas y Montes de María que corresponden a las zonas elevadas en
la Costa Caribe, donde las condiciones geográficas favorecen la logística de
los grupos armados irregulares. En efecto, estas zonas conceden ventajas a
la guerrilla por cuanto permiten el repliegue en los momentos en que busca
sustraerse del alcance de la Fuerza Pública o lanzar ataques relámpago desde
sus estribaciones antes de emprender la huida.
La dinámica de la confrontación armada en la Sierra Nevada se caracteriza
por la insistencia de los ataques de la guerrilla contra la Fuerza Pública, que si
bien representan la quinta parte en el conjunto del accionar armado registrado
desde 1990, han tenido un especial significado para cumplir con los propósitos
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
especialmente de las Farc en la zona. Estas acciones han consistido en pequeños ataques contra objetivos militares y de la Policía en las laderas y en la zona
plana que limita con la Sierra Nevada, pero revisten especial importancia algunos ataques contra los centros más poblados del macizo y contra instalaciones
de la Policía, lo que les permitió ganar mayor dominio sobre la población y abrir
corredores para golpear en la zona plana. Resulta interesante destacar que se
trata de la estrategia que sería aplicada posteriormente con especial intensidad en el suroccidente del país, encaminada a expulsar los puestos de Policía,
bien porque fueron destruidos o bien porque fueron levantados por la institución
para evitar los ataques. Aunque la ocurrencia de estas acciones se inició en la
segunda mitad de los años ochenta, se advierte la forma secuencial en que
se producen a partir de la década de los noventa, a través de los ataques a
la Policía y al Ejército en San Pedro de la Sierra y Ciénaga en 1990; los variados
ataques de las Farc y el Eln en Fundación, Ciénaga y en la vertiente suroriental
contra objetivos fijos y móviles de la Policía y el Ejército entre 1991 y 1994; los
ataques a los puestos de la policía de Sevilla (Ciénaga), Aguas Blancas (Valledupar) y Patillal (Valledupar), así como muchos hostigamientos en Cesar y
Magdalena en 1995; la toma de San Pedro de la Sierra y algunas pequeñas
emboscadas al Ejército y la Policía en 1996; la toma de Santa Rosa de Lima,
en Fundación y ataques a las instalaciones de policía de Tucurinca y Santa
Rosalía, ambas en el municipio de Ciénaga en 1997; el ataque a la población
de Pueblo Bello en 1999 y el ataque a la estación de policía de Tomarrazón,
en el municipio de Ríohacha en 2000. A partir de 1997, pero sobre todo entre
2001 y 2005 se han adelantado operaciones militares a gran escala que tenían
como objetivo neutralizar los propósitos de los grupos armados y en particular
evitar que las Farc consolidaran la Sierra como una retaguardia estratégica.
No obstante que los esfuerzos contra los grupos guerrilleros han sido enormes,
estos aún cuentan con la capacidad para reaccionar, reuniendo hombres de
los diferentes frentes o lanzando ataques y ejecutando sabotajes en la vertiente
contraria en la que están siendo atacados, con lo que logran dispersar a la
Fuerza Pública, que no cuenta con los medios para desplegar operaciones
que cubran todos los flancos a la vez. A pesar de que en la Sierra Nevada la
disputa entre autodefensas y guerrillas se expresa principalmente en acciones
violentas contra la población interpuesta por medio de homicidios selectivos y
masacres, a partir de 2001 se producen enfrentamientos directos entre los dos
grupos irregulares que causan la muerte a muchos de sus integrantes.
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Los mapas de la confrontación armada muestran la existencia de una continuidad geográfica entre la Sierra Nevada y la serranía del Perijá. Las Farc presentes en la Sierra Nevada se extienden hacia el Perijá en los años ochenta,
aprovechando su fortalecimiento financiero y militar que les permitió crear el
frente 41 a partir del desdoblamiento del frente 19. Una de las más importantes
decisiones estratégicas de la Séptima Conferencia de las Farc llevada a cabo
en 1982 fue desdoblar frentes y consolidar la cordillera oriental como centro de
despliegue estratégico. Creó por ello una cadena de frentes desde Uribe, en
77
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
el departamento del Meta hacia la frontera con Venezuela, siendo el frente 41
el que ocupó la serranía del Perijá, en el norte del departamento del Cesar. La
persistencia de la confrontación y la fuerte competencia armada entre grupos
irregulares por el predominio en la zona se explican por el interés de establecer
un puente entre la frontera con Venezuela y la Sierra Nevada, el cual constituye
un corredor de enorme importancia, no sólo para el tráfico ilegal de armas y
el suministro de logística, sino para la existencia de cultivos de uso ilícito y el
tráfico de drogas.
De igual forma la región de Montes de María73 constituye una posición estratégica en el desarrollo de la confrontación armada por cuanto contiene
corredores de movilidad y adicionalmente sirve de refugio a las estructuras armadas que operan en un amplio territorio de la Costa Caribe. A partir de 1997,
las Auc iniciaron en toda la región, un proceso de incursión y posicionamiento
territorial. Las autodefensas se establecieron entre el río Magdalena y la carretera Troncal de Occidente, actuando como estructuras armadas y uniformadas
que se financiaban mediante el cobro de vacunas a ganaderos, hacendados
y comerciantes y de los recursos provenientes del narcotráfico. Los frecuentes enfrentamientos entre los grupos de autodefensa y las estructuras de la
guerrilla, el incremento de la acción contrainsurgente de las Fuerzas Armadas
y la mayor insistencia de los alzados en armas en las acciones de destrucción
de la infraestructura eléctrica y de comunicaciones, son las características sobresalientes de la confrontación en la zona desde 2000. El incremento en los
combates liderados por la Fuerza Pública desde comienzos de 2002 corrobora
la existencia de una estrategia cuidadosamente dirigida a lograr el control de
las troncales de Occidente y del Caribe por parte de las autoridades, a fin de
tender un cerco a la guerrilla, con el propósito de aislarla en la parte montañosa. Sin lugar a dudas, la declaración de la región de Montes de María como
Zona de Rehabilitación y Consolidación (ZRC), el 21 de septiembre de 2002, –la
cual estuvo vigente hasta el 30 de abril de 2003– le permitió a la Fuerza Pública
producir un quiebre en la dinámica de la confrontación armada74. En respuesta a la ofensiva de la Fuerza Pública, las Farc han desarrollado, en cercanía a
los centros poblados, hostigamientos frecuentes contra unidades militares. Así
mismo, para evitar golpes contundentes, la guerrilla ha optado por replegarse
73 La región de Montes de María o Serranía de San Jacinto se sitúa entre los departamentos de Sucre y Bolívar y
corresponde a la prolongación de la Serranía de San Jerónimo. Sus alturas oscilan entre los 200 y 500 metros
sobre el nivel del mar; se destacan las cuchillas de Peñalta y La Campana, Las Lomas, El Floral, La Mojana,
Pozo Oscuro, El Ojo y El Coco.
74 Dentro del conjunto de medidas que hicieron posible retomar la iniciativa en la confrontación armada
por parte del Estado, se destacan el incremento del pie de fuerza en la zona con más policías y soldados
campesinos en los cascos urbanos, el restablecimiento de la Fuerza Pública en Colosó y Chalán, así como
la entrada en operación de cinco escuadrones contraguerrilla. Adicionalmente, la entrada en operación
de la Fuerza de Tarea Conjunta del Caribe hacia comienzos de 2005, incrementó el pie de fuerza, al
sumarse a la Infantería de Marina tropas de Ejército y el apoyo aéreo-táctico de la Fuerza Aérea. Teniendo
como objetivo principal lograr el control sobre el extenso territorio de los Montes de María, se introdujo un
esquema de coordinación entre las diferentes fuerzas bajo un solo mando responsable de la dirección de
las operaciones militares.
78
y actuar dividida en pequeños grupos. Otras formas de adaptación a las nuevas realidades militares consisten en el minado de los accesos a sus zonas de
refugio y la realización de acciones de terrorismo en las zonas urbanas. Con
estas acciones, las Farc han buscado, por una parte, compensar su inferioridad en términos militares y, por otro lado, que el Ejército disminuya la presión
en áreas rurales vitales para su supervivencia y se concentre en la vigilancia de
los cascos urbanos. Pese a haber sido debilitadas, las Farc registran un repunte
en su iniciativa armada, expresada en varias acciones de piratería terrestre, sabotajes, hostigamientos y emboscadas. Si bien las señales de reactivación de
las Farc parecen inequívocas, hasta el momento este grupo guerrillero no ha
producido ningún hecho relevante. Sus acciones han creado sobre todo una
situación de zozobra e incertidumbre entre la población ante la posibilidad de
que se presente, eventualmente, una toma guerrillera o acciones contra las
comunidades.
Pasando a la Serranía de San Lucas en el sur de Bolívar, la importancia estratégica de la zona está determinada por el acceso que desde allí se logra al
río Magdalena, el oriente del departamento de Antioquia y al litoral Caribe.
Así mismo, el predominio de una economía ilegal basada en el cultivo de
coca representa importantes recursos tanto para la guerrilla como para las
autodefensas; también existe en la zona un tipo de economía extractiva que
gira alrededor de la explotación minera, especialmente el oro; y por último, la
producción ganadera y de caña adquieren peso para la economía regional.
Las Farc y Eln, que habían logrado el dominio exclusivo de esta región, en los
años noventa con la expansión de los cultivos ilícitos se vieron enfrentados a los
grupos de autodefensa por el dominio del territorio y los recursos de la economía ilegal. Entre 1997 y 2001, la disputa se focaliza en los municipios aledaños
al río Magdalena, especialmente en las zonas de mayor concentración de
cultivos de coca: San Pablo, Cantagallo, Simití y Morales. El incremento del
cultivo ilícito en Tiquisio, Achí, Montecristo y Arenal se presenta paralelamente
con el aumento de las acciones armadas de las autodefensas para disputar el
dominio a la guerrilla. Otro factor que contribuye a la agudización de la competencia armada en la zona es el descubrimiento de nuevas minas de oro en
los municipios de Montecristo y Santa Rosa, siendo Arenal paso estratégico que
comunica los municipios aledaños al río Magdalena con la serranía de San
Lucas, lugar en donde se encuentran las explotaciones auríferas. La evolución
reciente de la confrontación muestra cómo desde 2002 las Fuerzas Militares
han retomado la iniciativa y avanzan en el propósito de lograr el control del
territorio, mientras que las Farc, para mantenerse como organización armada,
se ha visto obligada a replegarse y limitar su poder de fuego a la realización de
acciones esporádicas. El retroceso del Eln ha sido de tal magnitud que recuperar protagonismo armado o influencia territorial está fuera de su alcance. Las
Auc, mientras estuvieron activas, demostraron en el enfrentamiento directo con
la guerrilla sus enormes deficiencias en el campo táctico y de ahí la imposibilidad de derrotar a las Farc, que siguen teniendo una importante participación
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en los cultivos de coca del sur de Bolívar y mantienen su mayor fuerza en el
denominado Valle del río Cimitarra, en jurisdicción de los municipios de San
Pablo, Cantagallo y Yondó75.
En el nororiente del país, el departamento de Norte de Santander y sur de
Cesar y la parte norte del Magdalena Medio santandereano se destacan por
la elevada intensidad de la confrontación y el alto número de muertes producidas entre sus protagonistas. En el sur de Cesar y la parte norte del Magdalena
Medio santandereano, el accionar armado de la guerrilla, que fue muy elevado en la década de los noventa y el año 2000, en los últimos años muestra una
tendencia a disminuir, mientras que las operaciones militares dirigidas contra
la guerrilla, por el contrario, van teniendo una mayor participación y a partir
de 2002, se expresan de manera muy importante contra las agrupaciones de
autodefensa. El Eln en los años noventa adquirió el mayor protagonismo entre
las organizaciones subversivas a través de los frentes Manuel Gustavo Chacón,
con influencia hasta el sur del Cesar; Capitán Parmenio, con radio de acción
en Santander; Resistencia Yariguíes sobre todo en Barrancabermeja y Sabana
de Torres. En la segunda mitad de la década de los noventa, las Farc ampliaron su presencia y tomaron la iniciativa en el enfrentamiento directo con las
autodefensas, lo que les permitió ganar influencia sobre el Eln y consolidar su
estructura militar. Para 2005, esta guerrilla cuenta en la región con la presencia
del frente 20, en Sabana de Torres y Puerto Wilches. El escenario donde la confrontación adquiere su nivel más elevado durante los años noventa corresponde a Barrancabermeja, debido al elevado protagonismo armado de las guerrillas y los frecuentes combates de las Fuerzas Armadas dirigidos contra estos
grupos. Adicionalmente, las autodefensas en su etapa de mayor crecimiento,
a partir de 1997, se imponen la meta de apoderarse de Barrancabermeja,
principal puerto de la región del Magdalena Medio, eje del complejo de la
industria petrolera más importante del país. Sin embargo, la actividad armada de estos grupos solo empezó a registrar un peso significativo a partir del
año 2000, luego de asentarse en algunos sectores de Barrancabermeja y su
entorno. Las acciones armadas de los grupos subversivos que registran niveles
muy elevados entre 1990 y 2000, a partir de 2001 comienzan a descender. La
actividad armada del Eln en Barrancabermeja y su entorno pasó de 70 acciones en 1998, su pico en términos nominales, a 7 en 2002, ninguna de ellas en
Barrancabermeja, dominada por el bloque Central Bolívar de las autodefensas.
Durante los años más álgidos de la década de los noventa se destacan los hechos asociados a la destrucción de las infraestructuras energética (oleoductos,
75 El rápido avance de las Auc sobre el sur de Bolívar llevaron a Carlos Castaño a anunciar que para diciembre
de 1998 “colgaría su hamaca en la serranía de San Lucas”. Sin embargo, la superioridad táctica de la
guerrilla se impuso, impidiendo que el jefe de las Auc lograra su objetivo. Entre más avanzaban sus tropas,
mayor resistencia encontraban por parte del Eln y de las Farc, que le produjeron derrotas significativas. El
número importante de bajas que les causa la guerrilla afectan poco o casi nada su capacidad de acción,
dadas las posibilidades de reclutamiento y los ingentes recursos económicos y, por ende, bélicos, con los
que cuentan. Estos combates entre autodefensas y frentes del Eln, las Farc o el ERP se produjeron en Pinillos,
Achí, Morales, Santa Rosa, Simití, Monte Cristo, Tiquisio, Arenal, San Pablo y Cantagallo.
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poliductos, gasoductos, torres de energía) y de transportes (quema de buses,
tractomulas y vehículos). Las autodefensas buscaron igualmente consolidar su
influencia en los municipios del sur del Cesar y en Sabana de Torres y Puerto
Wilches en Santander, donde su ofensiva fue especialmente intensa a partir de
1995. Las acciones armadas de la guerrilla en el sur del Cesar, que fueron elevadas en la primera mitad de los noventa, con la incursión de las autodefensas
hacia mediados de la década, muestran una clara tendencia descendente,
mientras los contactos armados por iniciativa de la Fuerza Pública experimentan un repunte a partir de 1999. El descenso registrado en las acciones de la
guerrilla está estrechamente relacionado con la pérdida de influencia de estas
organizaciones como efecto del avance de las autodefensas, de un lado, y de
la acción de la Fuerza Pública, de otro lado.
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Pasando a Norte de Santander, es importante tener en cuenta que, como se
observa en los mapas adjuntos, la confrontación armada presenta una muy
clara continuidad geográfica con el sur del Cesar. Desde comienzos de la
década de los ochenta, esta zona registra una activa presencia guerrillera en
la zona del Catatumbo, debido a las ventajas estratégicas que concede su
localización en la frontera con Venezuela, su potencial petrolero, la producción coquera y los corredores de movilidad entre el oriente y el norte del país.
Así mismo, el desarrollo de la confrontación en este escenario se encuentra
estrechamente ligado al hecho de que la mayoría del territorio es montañoso.
Durante la década de los noventa y hasta 2001, la participación del Eln en la
realización de acciones armadas sobresale frente a las actuaciones de las
Farc y el Epl. Las acciones más recurrentes durante esos años son los sabotajes dirigidos principalmente por el Eln contra la infraestructura de transporte
de petróleo, que atraviesa el departamento de sur a norte, llevando el crudo
que se extrae en Caño Limón, Arauca, y Tibú, Norte de Santander, hacia el
puerto de embarque en Coveñas, en el departamento de Sucre. A partir de
2002, las Farc remplazaron al Eln como actor armado irregular dominante,
pero posteriormente, esta posición sería disputada por las autodefensas, en
torno a los cultivos de coca en el Catatumbo. Las autodefensas, que llegaron
desde el Cesar, se comienzan a asentar desde 1999, con lo cual la confrontación empezó a desenvolverse con más fuerza. A comienzo de los años 2000,
las autodefensas ejercieron presión a través del bloque Catatumbo, al tiempo
que el bloque Norte de las Auc, a través de las Autodefensas del Sur del Cesar,
incursionaron en los municipios de cordillera. La acción del Ejército para contener a la insurgencia se traduce en un creciente número de contactos armados
focalizados en el Catatumbo, que llega a su nivel máximo entre 2003 y 2005.
Una característica sobresaliente de la confrontación durante esos años es la
elevada frecuencia de los enfrentamientos protagonizados por la guerrilla y las
autodefensas. En medio de la pérdida de capacidad de acción del Eln, es evidente que las Farc le brindan apoyo, enfrentándose directamente con los grupos de autodefensa para evitar que logren su propósito de aniquilar al Eln en
esta zona de importancia estratégica para la subversión. Como consecuencia
79
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
de la desmovilización del bloque Catatumbo de las Auc en 2004, el Eln ha recuperado algunos espacios, pues hace presencia; sin que esto signifique que
haya dejado de actuar supeditado a las Farc. Esta última guerrilla en ausencia
de las Auc ha incrementado su dispositivo armado en el departamento y ha
vuelto a impulsar paros armados junto con sabotajes a la infraestructura y continuos ataques a la Fuerza Pública, tal como ocurrió en 2005, año durante el
cual las Farc registran un pico en su accionar.
que contiene esta sección, en los cuales se observan con claridad los principales focos y continuidades que presenta la geografía de la confrontación
armada y de las muertes que se producen directamente entre miembros de
la Fuerza Pública y los grupos armados irregulares. La identificación de estos
patrones espaciales a nivel macro, así como de las áreas específicas a las que
se ha hecho referencia, contribuirá a explicar la configuración de la geografía
de la violencia global del país como se verá más adelante.
A partir del análisis de la dinámica de la confrontación armada y sus énfasis
regionales que aquí se ha efectuado, se podrá realizar la lectura de los mapas
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Evolución de los combates librados entre las Fuerzas Militares y los grupos irregulares
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.2.1
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
Farc
1993
1994
ELN
1995
1996
EPL
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Autodefensas
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
81
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de la evolución de los combates de las Fuerzas Militares y las bajas
de los grupos irregulares
Gráfico 2.2.2
2.000
4.000
1.800
3.500
1.600
3.000
1.400
COMBATES
1.000
2.000
800
1.500
BAJAS IRREGULARES
2.500
1.200
600
1.000
400
500
200
0
0
1986 1987 1988 1989
1990
1991 1992
1993
1994
Combates FF.AA.
1995 1996 1997
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Grupos Irregulares
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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82
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Evolución de las bajas causadas a los grupos irregulares identificados
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.2.3
2.000
1.800
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
1985 1986
1987
1988
1989
1990
1991 1992 1993
Farc
ELN
1994 1995
1996
Autodefensas
1997 1998 1999
2000
2001 2002 2003 2004
2005
EPL
Fuente: Das
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución departmental de las bajas de los grupos irregulares
Gráfico 2.2.4
Antioquia
Meta
Santander
Norte de Santander
Cundinamarca
Casanare
Bolívar
Caquetá
Cesar
Arauca
Cauca
Tolima
Chocó
Valle
Huila
Putumayo
Boyacá
Magdalena
Nariño
Córdoba
La Guajira
Risaralda
Caldas
Sucre
Guaviare
Vichada
Quindío
Atlántico
Guainía
0
500
1.000
2001-2005
1.500
1996-2000
2.000
2.500
3.000
1991-1995
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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84
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Evolución de las bajas de los grupos irregulares
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.2.5
Antioquia
Meta
Casanare
Caquetá
Norte de Santander
Cesar
Boyacá
Arauca
Cundinamarca
Bolívar
Cauca
Tolima
Santander
Putumayo
Chocó
Magdalena
Valle
Huila
La Guajira
Nariño
Caldas
Sucre
Guaviare
Vichada
Risaralda
Córdoba
Quindío
Atlántico
0
200
2003-2005
400
2000-2002
600
800
1997-1999
1.000
1994-1996
1.200
1.400
1991-1993
1.600
1.800
1988-1990
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1990
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.1 A
Mapa 2.2.1 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1991
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.2 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.2 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Fuente cartográfica IGAC
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1992
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.3 A
Mapa 2.2.3 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1993
Combates - 1993
Bajas irregulares - 1993
Mapa 2.2.4 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.4 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
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Vicepresidencia de la República
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Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1994
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.5 A
Mapa 2.2.5 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1995
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.6 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.6 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
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Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1996
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.7 A
Mapa 2.2.7 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
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Fuente cartográfica IGAC
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Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1997
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.8 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.8 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
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Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1998
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.9 A
Mapa 2.2.9 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
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Fuente cartográfica IGAC
94
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
1999
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.10 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.10 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
95
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
2000
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.11 A
Mapa 2.2.11 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
96
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
2001
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.12 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.12 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
97
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
2002
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.13 A
Mapa 2.2.13 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
98
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
2003
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.14 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.14 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
2004
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.15 A
Mapa 2.2.15 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
100
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas
producidas a los grupos irregulares
2005
Combates
Bajas irregulares
Mapa 2.2.16 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.16 B
1-5
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
101
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
102
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
103
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de las acciones más recurrentes en los grupos irregulares
Gráfico 2.2.6
700
600
500
400
300
200
100
0
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001 2002
Sabotajes
Hostigamientos
Emboscadas
Piratería
Ataque a Instalaciones
Asalto Poblaciones
2003
2004
2005
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
104
Vicepresidencia de la República
Comparativo de las acciones de los grupos irregulares y las bajas causadas a la Fuerza Pública
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.2.7
1.000
1.600
900
1.400
800
1.200
700
600
800
500
BAJAS
ACCIONES
1.000
400
600
300
400
200
200
100
0
0
1986
1987 1988
1989
1990 1991
1992
1993
Acciones armadas
1994 1995 1996
1997
1998 1999
2000
2001
2002 2003
2004
2005
Fuerza pública
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
105
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de las víctimas de la Fuerza Pública caídas en acciones donde participan grupos identificados
Gráfico 2.2.8
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
1985
1986
1987
1988
Farc
1989 1990
1991 1992
ELN
EPL
1993
1994
1995
1996
Guerrilla no identificada
1997
1998
1999
Autodefensas
2000 2001
2002
2003
2004
2005
Otras guerrillas
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
106
Vicepresidencia de la República
Evolución departamental de las bajas de la Fuerza Pública
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.2.9
Antioquia
Cundinamarca
Meta
Arauca
Norte de Santander
Santander
Valle
Cauca
Nariño
Putumayo
Caquetá
Tolima
Huila
Cesar
Casanare
Bolívar
Boyacá
Chocó
Magdalena
Caldas
Risaralda
Sucre
Guaviare
La Guajira
Córdoba
Vaupés
Vichada
Quindío
Atlántico
0
100
200
2001-2005
300
400
1996-2000
500
600
700
800
900
1.000
1991-1995
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
107
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución departamantal de las bajas de la Fuerza Pública
Gráfico 2.2.10
Antioquia
Meta
Nariño
Arauca
Putumayo
Norte de Santander
Cauca
Tolima
Caquetá
Huila
Bolívar
Chocó
Valle
Casanare
Cundinamarca
Risaralda
Cesar
Magdalena
Caldas
Sucre
Boyacá
La Guajira
Quindío
Guainía
Santander
Guaviare
Córdoba
Vichada
Amazonas
Atlántico
Vaupés
0
100
2003-2005
200
300
400
500
600
2000-2002
1997-1999
1994-1996
1991-1993
1988-1990
700
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
108
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares
y las bajas producidas a la Fuerza Pública
1990
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.17 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.17 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
109
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1991
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.18 A
Mapa 2.2.18 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
110
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1992
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.19 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.19 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
111
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1993
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.20 A
Mapa 2.2.20 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
112
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1994
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.21 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.21 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
113
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1995
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.22 A
Mapa 2.2.22 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
114
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1996
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.23 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.23 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
115
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1997
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.24 A
Mapa 2.2.24 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
116
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1998
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.25 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.25 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
117
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
1999
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.26 A
Mapa 2.2.26 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
118
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
2000
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.27 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.27 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
119
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
2001
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.28 A
Mapa 2.2.28 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
120
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
2002
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.29 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.29 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
121
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
2003
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.30 A
Mapa 2.2.30 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
122
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
2004
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.31 A
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.31 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
123
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y
las bajas producidas a la Fuerza Pública
2005
Acciones
Bajas F.P.
Mapa 2.2.32 A
Mapa 2.2.32 B
21-30
31 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
124
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
125
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Gráfico comparativo de la intensidad de la confrontación y las bajas producidas entre la Fuerza Pública y los
grupos irregulares
Gráfico 2.2.11
4.500
3.500
4.000
3.000
3.500
3.000
2.000
2.500
2.000
1.500
BAJAS
COMBATES Y ACCIONES ARMADAS
2.500
1.500
1.000
1.000
500
500
0
0
1986 1987
1988 1989 1990
1991 1992
1993 1994 1995
Intensidad confrontación
1996 1997 1998 1999 2000
2001 2002 2003 2004 2005
Bajas producidas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
126
Vicepresidencia de la República
Relación entre las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.2.12
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
-200
Farc
ELN
Autodefensas
EPL
Otras Guerrillas
Guerrilla no identificada
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
127
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Relación departamental entre bajas de la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.2.13
Antioquia
Meta
Santander
Casanare
Bolívar
Norte de Santander
Caquetá
Cesar
Chocó
Cundinamarca
Magdalena
Boyacá
Cauca
Tolima
Huila
Córdoba
Putumayo
Arauca
La Guajira
Valle
Risaralda
Caldas
Sucre
Guaviare
Quindío
Vichada
Guainía
Atlántico
Nariño
Amazonas
San Andrés
Vaupés
-500
0
500
2001-2005
1.000
1996-2000
1.500
2.000
2.500
1991-1995
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
128
Vicepresidencia de la República
Evolución de la relación entre bajas de la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Gráfico 2.2.14
Antioquia
Meta
Casanare
Caquetá
Cesar
Norte de Santander
Boyacá
Cundinamarca
Santander
Bolívar
Magdalena
La Guajira
Chocó
Arauca
Valle
Tolima
Cauca
Huila
Putumayo
Caldas
Sucre
Guaviare
Vichada
Risaralda
Córdoba
Quindío
Atlántico
Vaupés
Nariño
-200
0
2003-2005
200
2000-2002
400
600
1997-1999
800
1994-1996
1.000
1.200
1991-1993
1.400
1.600
1988-1990
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
129
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1990
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.33 A
1-5
Mapa 2.2.33 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
130
Vicepresidencia de la República
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1991
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.34 A
1-5
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.34 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
131
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1992
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.35 A
1-5
Mapa 2.2.35 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
132
Vicepresidencia de la República
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1993
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.36 A
1-5
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.36 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
133
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1994
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.37 A
1-5
Mapa 2.2.37 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
134
Vicepresidencia de la República
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1995
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.38 A
1-5
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.38 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
135
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1996
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.39 A
1-5
Mapa 2.2.39 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
136
Vicepresidencia de la República
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1997
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.40 A
1-5
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.40 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
137
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1998
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.41 A
1-5
Mapa 2.2.41 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
138
Vicepresidencia de la República
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
1999
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.42 A
1-5
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.42 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
139
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
2000
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.43 A
1-5
Mapa 2.2.43 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
140
Vicepresidencia de la República
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
2001
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.44 A
1-5
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.44 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
141
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
2002
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.45 A
1-5
Mapa 2.2.45 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
142
Vicepresidencia de la República
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
2003
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.46 A
1-5
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.46 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
143
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
2004
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.47 A
1-5
Mapa 2.2.47 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
144
Vicepresidencia de la República
Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares
2005
Confrontación
Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares
Mapa 2.2.48 A
1-5
Capítulo 2
Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares
Mapa 2.2.48 B
1-5
30 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
145
Es preciso recalcar que la confrontación armada no solamente produce violencia mediante las muertes causadas mutuamente entre sus protagonistas,
sino también a través de los civiles que son asesinados por los grupos irregulares que, en la búsqueda de sus objetivos, los identifican como blanco de
su acción76. La literatura internacional sugiere que las muertes producidas en
los conflictos son en mayor proporción el resultado del asesinato que de los
enfrentamientos directos entre combatientes. A partir del estudio de diferentes
enfrentamientos de esta índole, Stathis Kalyvas concluye que la violencia generada en medio de una confrontación está estrechamente vinculada con la
presencia de los actores armados y la forma como estos se relacionan con la
población civil. La violencia en medio de la confrontación armada, tal como
lo señala el autor, corresponde a un proceso regulado, no se trata de un fenómeno caprichoso y aleatorio77.
El patrón observado para el caso colombiano coincide con las tendencias
registradas en otros escenarios, mostrando que la confrontación ha entrado
en un proceso de degradación en el que las víctimas se producen mayoritariamente entre la población civil y no entre sus protagonistas armados78. Vale
la pena contrastar esta característica de los conflictos recientes, con la visión
clásica de distintos teóricos que destacan cómo los enfrentamientos directos
entre grupos armados ocupan un lugar central en la evolución de la guerra.
La idea de confrontaciones supone interacciones entre beligerantes y una repetición de los combates en el tiempo y el espacio que busca la reducción
76 Se utiliza la expresión asesinatos para señalar que son los homicidios cometidos por actores organizados de
violencia.
77 Kalyvas, Stathis N. (enero - abril de 2001). “La violencia en medio de la guerra civil. Esbozo de una teoría”, en
Análisis Político, Universidad Nacional de Colombia - Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales,
núm. 42.
78 Según autores como Mary Kaldor (2001), la violencia ejercida contra la población civil es uno de los rasgos
más representativos de los conflictos armados contemporáneos o nuevas guerras, tal como los denomina
esta investigadora del Reino Unido. En palabras suyas: “Diversos comportamientos que estaban prohibidos
en virtud de las reglas clásicas sobre la guerra y penalizados en las leyes sobre la materia a finales del
siglo XIX y principios del XX, como las atrocidades contra la población no combatiente, los asedios, la
destrucción de los monumentos históricos, etcétera, constituyen en la actualidad un elemento fundamental
de las estrategias de las nuevas modalidades bélicas” Las nuevas guerras. La violencia organizada en la era
global, Barcelona, Tusquets Editores.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 3
3.
3. Geografía
Geografía de
de los
los asesinatos
asesinatos de
de civiles
civiles cometidos
cometidos
por
por actores
actores organizados
organizados de
de violencia
violencia
o parálisis de la voluntad de lucha del enemigo. Sin embargo, en los últimos
cincuenta años las modalidades de la guerra se han extendido y las poblaciones, que son fuente de respaldo económico, político, moral y logístico, se
han convertido al mismo tiempo en medios y objetivos de la confrontación armada. Tienen, además, un valor militar para los beligerantes que se esconden
entre la gente que las conforman o las usan como escudo humano durante los
combates y las enrolan para aumentar sus efectivos79.
3.1. Evolución de la violencia producida por organizaciones armadas
En Colombia, de acuerdo con los datos del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la
Vicepresidencia de la República, construidos a partir del boletín diario del Departamento Administrativo de Seguridad (Das), entre 1990 y 2005 fueron asesinadas, presuntamente por grupos organizados de violencia, 53.245 personas.
Es preciso tener en cuenta que la cuantificación de las víctimas de las organizaciones armadas al margen de la ley adolece de un subregistro, por tratarse
del tipo de violencia más oculta debido a su carácter instrumental y al propósito de no dejar rastro que conduzca a los autores. Es razonable pensar que la
magnitud de esta violencia es mayor a la reportada; para constatarlo, basta
tener en cuenta que en muchos casos las desapariciones forzadas ocurridas
en lugares alejados no fueron reportadas y solo hasta ahora con el hallazgo de
cientos de fosas comunes a lo largo y ancho del país existe la posibilidad de
conocerlas80.
La distribución por años de las víctimas permite identificar los cambios en la dinámica de la violencia organizada. Entre 1990 y 1991 los niveles son elevados,
para posteriormente, a partir de 1992, registrar una tendencia descendente
que se mantiene hasta 1995. En 1996, pero especialmente desde 1997 los
79 Lair, Eric. (2003). “Reflexiones acerca del terror en los escenarios de la guerra interna”, en Revista de Estudios
Sociales, Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de los Andes y Fundación Social, No.15.
80 Colombia busca a sus muertos. Las fosas de los “paras”. El Tiempo, martes 24 de abril de 2007.
149
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
asesinatos se incrementan en forma ostensible y en 2001 llegan a su pico más
alto. A partir de este año, pese a que se produce una leve caída en 2004, los
asesinatos se mantienen en niveles elevados. Se registraron 3.621 asesinatos
en 1990, 3.691 en 1991, 2.076 en 1992, 1.925 en 1993, 1.732 en 1994, 1.550
en 1995, 1.602 en 1996, 2.451 en 1997, 2.704 en 1998, 3.802 en 1999, 4.080
en 2000, 5.102 en 2001, 4.885 en 2002, 5.022 en 2003, 4.077 en 2004 y 4.952
en 2005.
Del total de asesinatos, se atribuyen 13.212 a grupos armados identificados y
40.033 a presuntos actores armados, cuya identidad se desconoce. Entre las
organizaciones identificadas, como se observa en el gráficos 3.1.1 a 3.1.3, se
atribuyen a las Farc 5.504 asesinatos, al Eln 1.865, al Epl 254, a otras guerrillas
498, a grupos guerrilleros no identificados 496, a grupos de autodefensas 3.966
y a otras estructuras armadas al servicio de diversos intereses 619. Existe un
enorme desconocimiento sobre la identidad de los responsables de alrededor
del 75% de los asesinatos cometidos por actores organizados, como se aprecia en el gráfico 3.1.4.
El 20% de los asesinatos corresponde a las víctimas de masacres de 4 o más
personas inermes que fueron ultimadas por grupos armados en una misma
acción. El recurso a las masacres, tienen el propósito de impedir la consolidación de los avances del enemigo, golpeando sus redes de apoyo, redes
de informantes, familiares y milicias. Los asesinatos múltiples, que en algunos
casos se realizan en forma selectiva, en la mayoría de los casos se producen
en forma indiscriminada, pues más allá del interés de eliminar específicamente
los apoyos de un determinado actor, se llevan a cabo con el propósito de demostrar a la población la incapacidad del actor con el que ha convivido para
defenderla y que, en consecuencia, puede ser mejor plegarse al actor que
da muestras de contar con un mayor poderío. Entre 1990 y 2005 se produjeron
10.733 víctimas en masacres, de las cuales 6.612 no cuentan con un autor establecido, 2.042 fueron atribuidas a grupos de autodefensas, 1.583 a las Farc,
423 al Eln, 37 al Epl y 36 a otras organizaciones.
La evolución de las masacres, que se presenta en los gráficos 3.1.5 y 3.1.6,
muestra cómo después de registrarse hacia finales de la década de los ochenta altos niveles de muertos, en la primera mitad de los años noventa se impone
una tendencia descendente en las víctimas que se invertiría en la segunda.
Pero es en los dos primeros años de 2000 que se producen los niveles más críticos de muertes en forma masiva, para luego comenzar a descender en 2002
y registrar el menor numero de víctimas en 2005. El número de víctimas fue de
642 en 1990, 604 en 1991, 488 en 1992, 530 en 1993, 448 en 1994, 457 en
1995, 572 en 1996, 571 en 1997, 677 en 1998, 929 en 1999, 1403 en 2000,
1449 en 2001, 944 en 2002, 504 en 2003, 263 en 2004 y 252 en 2005.
150
La dinámica de las masacres que es ascendente durante las negociaciones
de paz entre el Gobierno Pastrana y las Farc, se explica por la lógica de la
expansión de los grupos de autodefensa, inscrita con el propósito de crear un
corredor que dividiera el norte del centro del país, que a su vez permitiera, en
primer lugar, controlar los escenarios de producción de coca entre Urabá, Bajo
Cauca, sur de Bolívar y Catatumbo y, posteriormente, iniciar la incursión en las
zonas de retaguardia de las Farc en el sur y oriente del país. En este período, la
tendencia creciente en la violencia asociada a la confrontación armada, se
produce en la medida en que sus protagonistas desencadenan una dinámica
en la cual dirigen sus acciones contra los civiles, pues las respuestas para mantener su influencia sobre las posiciones en disputa se centran en la población.
En la disputa por el control de posiciones estratégicas, la guerrilla termina recurriendo a las prácticas de terror de su adversario. De aquí que, como se aprecia
en el gráficos 3.1.3 y 3.1.6, la guerrilla, particularmente las Farc, incrementó la
comisión de asesinatos y masacres entre 1997 y 2002, siguiendo a las autodefensas, que son los principales responsables de las muertes ocurridas entre
2000 y 200281. Así mismo, se descubre la razón del enfrentamiento entre guerrillas y autodefensas en regiones como la Sierra Nevada de Santa Marta, Norte
de Santander, Chocó, Urabá, Magdalena Medio, Montes de María o Nariño,
donde los grupos irregulares actúan con especial intensidad atacando civiles
inermes, con el propósito de lograr el control sobre corredores y zonas de retaguardia, avanzada y obtención de recursos económicos.
Hay que agregar que las comunidades, ante la presión de los grupos armados en los cascos urbanos, ubicados en zonas estratégicas a lo largo de los
ríos y carreteras, se ven forzadas a desplazarse a áreas selváticas, o quedan
inmovilizadas en sus lugares de residencia. En buena parte de estos escenarios,
se producen bloqueos económicos e interrupciones en el suministro de provisiones. Como resultado, las comunidades se ven obligadas a desplazarse o
imposibilitadas para moverse y acceder a los servicios mínimos.
El departamento del Chocó proporciona un ejemplo elocuente de la situación descrita. En medio de la lucha entre la guerrilla y las autodefensas por el
control del río Atrato, en abril de 2002, se registró en Bojayá un enfrentamiento
que produjo la muerte de 119 civiles, entre ellos 46 niños, en medio del fuego
cruzado entre destacamentos del bloque Elmer Cárdenas de las Auc y las Farc.
La población civil había buscado refugio en la iglesia de Bellavista, donde fue
alcanzada por un mortero hechizo de las Farc. También se produjo un número
alto de muertos entre los integrantes de los grupos irregulares. Así mismo, hacia
el sur del departamento, desde comienzos de 2004, aproximadamente 6.000
habitantes de las poblaciones que quedan sobre el río San Juan, en un tramo
81 No sobra anotar una vez más que aun cuando en la mayoría de los asesinatos no se conoce el autor, la
correspondencia entre la intensidad con que se producen las muertes y los momentos en que los grupos de
autodefensa adquieren mayor protagonismo, evidencia la participación preponderante de este actor.
Vicepresidencia de la República
de 130 kilómetros entre Fujiandó y Andagoya, en los municipios del Medio San
Juan e Itsmina, quedaron atrapados en medio de los enfrentamientos entre el
grupo de las Auc bajo el mando de El Alemán y el frente Arturo Ruiz de las Farc,
que se disputaban el control de la coca en esta zona de la selva chocoana82.
Hacia finales de 2005, San José del Palmar vivía una situación semejante por
cuenta de los enfrentamientos protagonizados entre las Farc y las “Autodefensas Campesinas del Valle”, grupo que en realidad hace parte de las estructuras
armadas al servicio del narcotráfico en el norte del Valle83. La mayor parte de
los pueblos y pequeños centros urbanos, a lo largo de los ríos Atrato, Baudó y
San Juan, han tenido una elevada presencia de las autodefensas, en tanto
que, los pueblos ubicados en sectores más altos han registrado principalmente
la presencia de las Farc. Cada uno de estos grupos, mediante el establecimiento de retenes ilegales, ha tenido control sobre tramos de los ríos y carreteras para impedir el movimiento de personas y productos.
intimidados por la guerrilla, los grupos de autodefensa y el narcotráfico, aumenta
considerablemente en la segunda mitad de los años noventa. El mayor número
de localidades afectadas se encuentra en las zonas que comienzan a ser disputadas por grupos irregulares, donde se registra una fuerte expansión de la guerrilla
y el surgimiento de grupos de autodefensa que se le oponen.
Entre 1990 y 2005, alrededor del 5% de las víctimas de las organizaciones armadas ilegales corresponde a dirigentes políticos, líderes sociales, funcionarios
públicos, miembros de organizaciones populares e integrantes de partidos y
movimientos políticos. A través de la violencia dirigida contra estas personas,
los grupos irregulares buscan a nivel local imponerse, y es así como por medio
de la intimidación eligen a sus candidatos, determinan a quiénes deben favorecer los nombramientos, los contratos, las inversiones físicas y los programas
sociales. No hay duda de que los grupos armados, que han dado muestras
claras de estar poco inclinados a respetar la autonomía de la población en
los procesos de elección de sus gobernantes, toleren aún menos la presencia
de movimientos sociales y comunidades indígenas que escapen a su control,
escojan sus socios y propongan alternativas propias. Las muertes que se presume fueron cometidas en el contexto descrito, fueron especialmente elevadas
entre 1990 y 1991 y también registran momentos álgidos en 1996, 1997, 2000
y 2002. A partir de 2004, se impone una tendencia descendente y en 2005 se
registra el nivel más bajo de los últimos dieciséis años.
La reducción de los asesinatos contra las autoridades civiles de los municipios
y miembros de organizaciones sindicales e indígenas, que se puede apreciar
en los gráficos 3.1.7 y 3.1.8, es uno de los principales logros de la política de
Seguridad Democrática del gobierno Uribe, que restableció la presencia de la
Policía en la totalidad de los municipios del país y ha hecho grandes esfuerzos
para rodear a las organizaciones sociales de las condiciones de seguridad
necesarias para garantizar su libre desempeño.
En el caso particular de la guerrilla, estos grupos aprendieron a enfrentar al Estado, penetrándolo en forma sistemática en el nivel de poder local y, por lo tanto,
en lugar de intentar su destrucción total, optaron por controlar sus estructuras a
través del ejercicio de una presión permanente y pública sobre las autoridades
civiles84. Tal y como se puede observar en los mapas adjuntos, los municipios donde la guerrilla ha buscado ampliar su poder, a través de la violencia, pertenecen
a las zonas donde estos grupos se expandieron mediante el desdoblamiento de
sus frentes a partir de mediados de los años ochenta. El número de municipios
82 Los cadáveres van río abajo por el San Juan. El Tiempo, 29 de agosto de 2004.
83 Los grupos que crecieron a la sombra del proceso de Paz. El Tiempo, 31 de mayo de 2006.
84 Salazar, Boris y Castillo, María del Pilar. (2001). La hora de los dinosaurios. Conflicto y depredación en
Colombia, Bogotá, CEREC- Universidad del Valle.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Entre 2002 y 2003, las Farc buscaron afectar la gobernabilidad local mediante
la aplicación sistemática de la violencia contra alcaldes y concejos municipales
para obligarlos a renunciar. Se vislumbra en ese momento la salvadorización de
la confrontación armada en Colombia, en relación con la conversión creciente
de los gobiernos locales en objetivo militar, en la perspectiva de consolidar su
poder en las zonas estratégicas; esta conducta que empezó en El Salvador a
mediados de los ochenta, se tradujo en una degradación y escalamiento de
este conflicto85.
Así mismo, no cabe duda que la desmovilización de las estructuras armadas
agrupadas en las Auc, que se produjo en cumplimiento del acuerdo de Santa
Fe de Ralito suscrito entre la organización ilegal y el gobierno Uribe el 15 de julio
de 2003, determina en alto grado la reducción de la violencia masiva que a
su vez contribuye a explicar la tendencia descendente de los homicidios que
a partir de ese año se registra en el país86. Sin embargo, la acción persistente
en algunos escenarios de estructuras que no se desmovilizaron, el rápido surgimiento de nuevos grupos fuertemente ligados al narcotráfico en zonas donde
actuaron las autodefensas y el creciente interés de la guerrilla en recuperar zonas que estuvieron bajo el dominio de los grupos desactivados, son los factores
que permiten explicar el alto número de asesinatos que se sigue registrando.87
85 Bejarano, Jesús Antonio. (1996). “Inseguridad y violencia: sus efectos económicos en el sector agropecuario”,
en Revista Nacional de Agricultura, Sociedad de Agricultores de Colombia, núms. 914 - 915.
86 Las desmovilizaciones de las autodefensas se iniciaron el 25 de noviembre de 2003 en Medellín con el
bloque Cacique Nutibara y terminaron el 15 de agosto de 2006 con el bloque Élmer Cárdenas. En 38 actos,
se desmovilizaron 31.689 de los integrantes de los grupos irregulares. Cabe señalar que las organizaciones
con mayor número de desmovilizados fueron el bloque Central Bolívar con 6.348, el bloque Norte con 4.760,
el bloque Mineros con 2.780, el bloque Héroes de Granada con 2.033 y el bloque Élmer Cárdenas con
1.538.
87 A partir de 2005, comienzan a aparecer estructuras armadas en zonas estratégicas en las que actuaban
las autodefensas, fuertemente vinculadas al narcotráfico y otras actividades delictivas. De acuerdo con la
Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA en su Octavo Informe de febrero de 2007, los grupos que han
surgido en los escenarios donde tuvieron influencia las autodefensas son alrededor de 22, con cerca de
3.000 integrantes y es evidente que cuentan con algunos de los desmovilizados que se han rearmado.
151
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Responsables de los asesinatos de civiles
Gráfico 3.1.1
5.000
4.500
4.000
3.500
3.000
2.500
2.000
1.500
1.000
500
0
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
Desconocidos
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Grupos Identificados
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
152
Vicepresidencia de la República
Responsables identificados de los asesinatos de civiles
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Gráfico 3.1.2
1.200
1.000
800
600
400
200
0
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
Autodefensas
1995
1996
1997
Otros
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Guerrillas
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
153
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de los asesinatos cometidos por grupos identificados
Gráfico 3.1.3
1.200
1.000
800
600
400
200
0
1988
1989
Farc
1990
1991
1992
1993
Autodefensas
1994
ELN
1995
1996
Otros
1997
1998
1999
2000
Guerrilla no Identificada
2001
2002
2003
Otras Guerrillas
2004
2005
EPL
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
154
Vicepresidencia de la República
Evolución de la participación de los responsables de los asesinatos
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Gráfico 3.1.4
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1988
1989
1990
1991
1992
1993
Autodefensas
1994
1995
1996
Guerrillas
1997
1998
Otros
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Desconocidos
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
155
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de las víctimas de masacres
Gráfico 3.1.5
1.600
1.400
VÍCTIMAS MASACRES
1.200
1.000
800
600
400
200
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
156
Vicepresidencia de la República
Responsables de las víctimas de masacres
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Gráfico 3.1.6
800
700
600
500
400
300
200
100
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
Sin establecer
1996
1997
1998
Autodefensas
1999
2000
FARC
2001
2002
2003
2004
2005
ELN
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
157
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de la evolución de las víctimas de actores organizados y los asesinatos de representantes
de las autoridades civiles en los municipios
Gráfico 3.1.7
6.000
100
90
5.000
70
4.000
60
3.000
50
40
VÍCTIMAS ACT. ORG.
AUTORIDADES LOCALES
80
2.000
30
20
1.000
10
0
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
Asesinato autoridades locales
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004 2005
Asesinatos actores organizados
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
158
Vicepresidencia de la República
Comparativo de las víctimas de sindicatos y comunidades indígenas y los asesinatos cometidos
por actores organizados
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Gráfico 3.1.8
250
6.000
5.000
4.000
150
3.000
100
VÍCTIMAS ACT. ORG.
SINDICALISTAS E INDÍGENAS
200
2.000
50
1.000
0
0
2000
2001
Homicidios de Indígenas
2002
2003
Homicidios sindicalistas
2004
2005
Asesinatos actores organizados
Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
159
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
3.2. Análisis estratégico de los asesinatos cometidos por
actores organizados de violencia
Una primera aproximación a la geografía de la violencia dirigida por organizaciones armadas al margen de la ley contra civiles, muestra la existencia de
una alta concentración de las víctimas en pocos departamentos. En efecto,
entre 1991 y 2005 el 70% de los asesinatos se concentra en la tercera parte
de los departamentos del país: Antioquia, Valle, Norte de Santander, Cesar,
Cundinamarca, Meta, Cauca, Santander, Magdalena, Arauca y Casanare. La
concentración de los asesinatos con el paso del tiempo tiende a ser persistente
en estos escenarios departamentales, auque se presentan leves cambios en
algunos subperíodos como se aprecia en los gráficos 3.2.1 y 3.2.2.
En la primera mitad de la década de los noventa, el 70% de los asesinatos se
concentra en siete departamentos, Antioquia, Valle, Cundinamarca, Santander, Cesar, Cauca y Norte de Santander. En la segunda mitad del decenio la
misma concentración se registra en un conjunto de diez departamentos, que
incluye a los siete del periodo anterior más Bolívar, Meta y Tolima. En la primera
mitad de la década de 2000, el porcentaje considerado se registra en un grupo de once departamentos que ya no incluye a Santander, Bolívar y Tolima, e
incorpora a Arauca, Huila, La Guajira y Casanare.
Si por otra parte se considera la distribución departamental de las víctimas de
las masacres, que se presenta en los gráficos 3.2.3 y 3.2.4 se descubre que entre 1991 y 2005, el 70% se concentra en Antioquia, Valle, Cundinamarca, Norte
de Santander, Cesar, Magdalena, Cauca y Bolívar, departamentos donde también ha sido especialmente alta la concentración de homicidios en general.
El período en el cual las masacres arrojan el mayor número de víctimas, entre
2000 y 2002, se explica por los altos niveles que registran Antioquia, Norte de
Santander, Valle, Cesar, Cauca, Magdalena, Bolívar, Chocó, Santander, Córdoba, Sucre, La Guajira, Nariño, Caldas, Tolima, Huila y Guaviare.
La reducción de la violencia masiva, que como se observa en el gráfico 3.2.5
se produce en el conjunto de departamentos del país, excepto en Arauca
y Boyacá, guarda una estrecha relación con el proceso de consolidación y
posterior desmovilización de las estructuras de las autodefensas. Sin embargo, en Norte de Santander, Valle, La Guajira y Sucre, departamentos donde
las víctimas de las masacres fueron especialmente elevadas entre 2000 y
2002 y posteriormente entre 2003 y 2005 se reducen significativamente, los
asesinatos selectivos registran una tendencia ascendente en este último periodo. Así mismo, a partir de la evidencia que se presenta en el gráfico 3.2.6,
es importante señalar que en los tres últimos años en Meta, Arauca, Huila,
Cundinamarca, Casanare, Atlántico, Quindío y Vichada los asesinatos registran el nivel más alto.
160
A continuación, se profundizará en algunos de los escenarios localizados en
el oriente, suroccidente, centro, noroccidente, la costa Caribe y nororiente del
país, donde se producen cambios bruscos en la violencia asociados a la conducta de actores organizados al margen de la ley88.
En el oriente, en 1997 el departamento del Meta es escenario de una serie
de hechos que anuncia la irrupción de las Auc. En el mes de julio, en el municipio de Mapiripán, se llevó a cabo una masacre reivindicada por el grupo
irregular. En agosto, en límites entre Meta y Guaviare, se registra una serie de
enfrentamientos directos entre las Farc y el grupo, responsables de la masacre;
poniendo a la orden del día la disputa por el dominio de una zona vital para
la actividad coquera en el oriente colombiano. Posteriormente, en el mes de
octubre, una comisión judicial que realizaba una diligencia de extinción de la
finca El Alcaraván, propiedad de un narcotraficante, fue atacada en San Carlos de Guaroa por un grupo de autodefensa; en la acción perdieron la vida un
mayor del Ejército, cinco soldados, tres funcionarios de la Fiscalía y dos agentes
del Das, que hacían parte de la comisión89. Al año siguiente, aunque la violencia se redujo, se siguen produciendo masacres como la registrada en el mes
de mayo, en Puerto Alvira, que cobró la vida de 17 campesinos.
En Caquetá, las Auc llegaron en 1998 a Florencia, Morelia y Valparaíso y desde
allí empezaron a avanzar hacia el sur del departamento, en los municipios de
Belén de los Andaquíes, San José del Fragua, entre otros. La incursión hacia el
norte, por el contrario, resultó fallida y muy costosa en términos bélicos, pues
fue neutralizada en municipios como Puerto Rico, El Paujil y Doncello, entre
otros. A pesar de los duros golpes propinados por las Farc, las Auc lograron
asentarse en los municipios de Florencia, Morelia y Valparaíso, así como en
Albania y San José de Fragua.
En Putumayo, las Auc también irrumpen en 1998 y a partir de ese año comienzan a ejercer presión particularmente sobre Puerto Asís, Valle del Guamuéz (La
Hormiga), Orito, San Miguel y en general en el bajo Putumayo. Estos son los escenarios donde las Farc obtienen sus principales recursos a partir de la economía de la coca, razón por la cual las autodefensas buscan disputarle el control
sobre esta área específica y que sean estos los municipios que se destacan
en los mapas por la concentración de asesinatos y masacres, que llega a ser
particularmente elevada en 1999. Cabe anotar, que no obstante la reducción
de los cultivos de coca, las Farc se mantienen presentes en el departamento
en razón a que también extraen recursos de la economía petrolera, pero sobre
88 Los principales aspectos sobre la evolución de las manifestaciones de la violencia en cada uno de estos
escenarios provienen de los estudios regionales elaborados por el Observatorio del Programa Presidencial
de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.
89 Carlos Castaño, en un acto público expulsó a Luciano Ariza, entonces reputado comandante del grupo que
ejecutó la acción. A pesar de que no se volvió a saber nada de Ariza, el grupo siguió manteniendo fuertes
vínculos con las Auc.
Vicepresidencia de la República
todo por las ventajas estratégicas que ofrece su localización en la frontera con
Ecuador y el paso que desde el oriente se logra hacia el Pacífico a través del
Sibundoy.
A partir del momento en que se crea la Zona de Distensión (ZD) para adelantar
las negociaciones de paz entre el gobierno Pastrana y las Farc, el área correspondiente a los municipios de San Vicente del Caguán en Caquetá, Uribe,
Mesetas, Vista Hermosa y La Macarena en el Meta, se produce una reducción
de las muertes cometidas por los grupos irregulares. Sin embargo, la situación
tampoco fue de normalidad y desde 1998 se comienza a tener información
de diversos hechos cometidos por miembros de la guerrilla violatorios de los
derechos fundamentales de los habitantes de esta región.
Fue así como el director del CTI y la Defensoría del Pueblo denunciaron varios
hechos de violencia cometidos en la ZD por las Farc en 1999: el 14 de julio
fueron asesinadas al menos 11 personas y 34 más se encontraban desaparecidas; el 11 de septiembre en la inspección Piñalito se llevó a cabo una masacre
de doce campesinos; el 28 de diciembre fueron asesinados el presidente de la
Comisión de Paz del Congreso, Diego Turbay, su madre y sus guarda espaldas,
cuando de dirigían a San Vicente del Caguán.
De otra parte, mientras estuvo vigente el proceso de paz con las Farc, esta
guerrilla puso en marcha una estrategia que se expresó en la reducción de la
violencia en la ZD, mientras lleva a cabo acciones para enfrentar de manera
contundente a los grupos de autodefensa en los alrededores y en las zonas de
mayor interés estratégico. La ofensiva que en los alrededores de la ZD produjo
enfrentamientos directos, masacres y asesinatos, buscó romper el cerco tendido por las autodefensas a partir de sus zonas de asentamiento en San MartínGranada-San Juan de Arama y Fuente de Oro. Por otra parte, la insistencia y
especificidad de los enfrentamientos, que por largo tiempo se registran con las
autodefensas en áreas distantes de la ZD, revelan el interés que las Farc tuvieron de garantizar el control de posiciones estratégicas como el río Guaviare.
Con el propósito de contener el avance de las autodefensas, también se registran ataques de las Farc a las bases históricas de los grupos ubicados en el
Ariari, con el fin de debilitar las estructuras allí presentes, sin que se produjera
la consolidación a favor de alguno de los actores. Como se constata en los
mapas adjuntos, mientras estuvo vigente la ZD se incrementan los asesinatos y
se registran masacres en Granada, Puerto Rico, Puerto López y Acacias, zonas
de influencia de las autodefensas.
Luego de la disolución de la ZD, las estrategias y los movimientos tácticos de
las Farc se vuelven a modificar en función de los cambios en la dinámica de la
confrontación, determinados por el mayor esfuerzo militar encaminado a lograr
el dominio territorial. En el área que correspondió a la ZD, las Farc se replegaron
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
a lo más profundo de las veredas, sin que ello haya implicado la reducción de
la presión ejercida sobre los cascos municipales mediante la amenaza abierta
contra las autoridades públicas y el incremento de los asesinatos de civiles. A
partir de 2003, los asesinatos se concentran principalmente en Vista Hermosa
y San Vicente del Caguán, que registran los más elevados índices de muertes
violentas en Meta y Caquetá, respectivamente. La mayoría de los asesinatos
son atribuidos principalmente a retaliaciones de la guerrilla contra presuntos
colaboradores del Ejército y la Policía.
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
En Casanare, las Autodefensas Campesinas de Casanare (ACC) bajo el mando de Martín Llanos –hijo de Hector Buitrago–, cuentan con una larga presencia en el departamento y es una estructura que no se acogió al proceso de
negociación y posterior desmovilización de las autodefensas. De otro lado, en
1997 aparece en Casanare el bloque Centauros (BC) de las Auc bajo el mando primero de Jorge Pirata, y posteriormente de Miguel Arroyave con influencia
también sobre Meta y Guaviare.
Paulatinamente, las Auc fueron incrementando su pie de fuerza con el fin de
realizar acciones en la zona montañosa con alta presencia guerrillera, en especial en los municipios de Nunchía y Támara. Así mismo, se empieza a organizar una incursión hacia el departamento de Arauca, desde Hato Corozal. La
enorme dispersión y la extrema relevancia de micropoderes e intereses locales,
hicieron que los intentos de unificación entre estos grupos fracasaran.
La dinámica de la violencia, en años recientes, se encuentra determinada en
extremo por los enfrentamientos entre las autodefensas y las Farc, que llegan
en 2001 a su punto más álgido y a partir de 2002 por la arremetida del BC
contra sus redes de apoyo, pero sobre todo por el enfrentamiento entre los dos
grupos de autodefensa, que entre 2003 y 2004 se disputan el dominio del sur
del Casanare. Tal y como se observa en los mapas adjuntos, los municipios
donde los asesinatos y las masacres producen un elevado número de víctimas
corresponden a los escenarios en disputa entre las organizaciones ilegales. Los
escenarios municipales más críticos entre 1998 y 2004 son Yopal, Aguazul, Tauramena, Hato Corozal, Paz de Ariporo y Pore.
Las ACC han ejercido influencia sobre los municipios del suroccidente mediante la imposición de cobros forzados a las administraciones locales, a la industria
petrolera, al igual que a los arroceros, ganaderos y comerciantes de la región90.
La posibilidad de obtener fondos a partir de estas actividades se convierte en
el objetivo primordial que entra a disputar el BC en los municipios de Aguazul,
Maní, Tauramena y Monterrey. En Villanueva, la pugna se establece por el dominio sobre la vía Villavicencio - Yopal y los recursos provenientes de la extorsión
a diferentes sectores.
90 La sombra “para” en las economías regionales. El Tiempo, 3 de julio de 2005.
161
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
En los cuatro años previos a la desmovilización del BC, este grupo logró copar
gran parte del piedemonte casanareño, de las llanuras de Monterrey, las cuencas de los ríos Cusiana y Cravo Sur y la periferia de Yopal. La influencia sobre
este territorio significó dominar los corredores entre el piedemonte y las llanuras,
utilizados por los frentes José David Suárez del Eln y 56 y 28 de las Farc, para
movilizarse entre Chámeza, Recetor, Pajarito y Labranzagrande. Por su parte, las
ACC también forzaron a las Farc y al Eln a abandonar el sur del departamento y a replegarse hacia la zona norte, en límites entre Casanare y Boyacá. El
asesinato de Miguel Arroyave, cometido por Cuchillo en septiembre de 2004,
dio paso a una tregua y posterior alianza entre los dos grupos de autodefensa
trenzados hasta este momento en una guerra a muerte. La desmovilización del
BC en septiembre de 2005, con Vicente Castaño a la cabeza, es determinante
en la disminución de la violencia en el departamento.
Como ya se dijo, las Auc ingresaron a Arauca desde Casanare, municipios de
Hato Corozal y Paz de Ariporo. Este despliegue permitió al bloque Vencedores
de Arauca establecerse en los municipios del sur del departamento: Tame,
Puerto Rondón y Cravo Norte, así como ejercer presión en las cabeceras municipales de Saravena y Fortul. Como se aprecia en los mapas adjuntos, la
intensificación de la violencia se produce paralelamente con la expansión de
las Auc desde 1998, pero es especialmente marcada a partir de 2001.
En el año 2000, las Auc anunciaron su ingreso al departamento, y a partir del
mes de julio, la amenaza se tradujo en el sistemático asesinato de campesinos, líderes agrarios y comunitarios, políticos y periodistas. La violencia ejercida fue indiscriminada, caracterizada por continuos y múltiples asesinatos y la
realización de masacres. El bloque Vencedores de Arauca, en su fase inicial,
desarrolló una fuerte actividad en Tame, Cravo Norte y Puerto Rondón, con
eventos como el asesinato del congresista Octavio Sarmiento, eventos que
con frecuencia estuvieron acompañados de incursiones desde el Casanare,
seguidas de un repliegue a dicho departamento.
La proximidad de estos municipios con el Casanare permite explicar la mayor
capacidad de acción de las estructuras de las autodefensas en un inicio, en
la medida en que el departamento fue utilizado como base y zona de retaguardia, así como la generación de las primeras bases y su asentamiento en
las cabeceras municipales. La estrategia de penetración de las Auc se consolidó a partir de 2002 en municipios con baja presencia guerrillera como Cravo
Norte y Puerto Rondón y luego se proyectó hacia la zona cocalera de Tame y
la cabecera municipal de Arauca. La fase siguiente los llevaría a proyectarse a
partir de las carreteras entre Arauca y Tame y éste y Saravena.
A pesar de la desmovilización del bloque Vencedores de Arauca en 2006,
algunos de sus ex integrantes asociados con narcotraficantes continúan extorsionando el comercio y mantienen una estrecha relación con la actividad
162
coquera en los municipios de Tame y Arauca. Adicionalmente, a partir de 2005
las Farc tienden a copar los territorios dejados por las Auc así como las zonas de
influencia y las poblaciones cercanas al Eln, dirigiendo acciones en su contra
que en la primera mitad de 2006 se expresan en cuatro enfrentamientos directos y no menos de 20 muertos de parte y parte.
En el suroccidente, la violencia registra su momento más álgido durante la
primera mitad de 2000, a raíz del despliegue de los grupos de autodefensa,
circunstancia que se traduce en el aumento de los asesinatos y las masacres.
Mediante el empleo sistemático de la violencia indiscriminada estas organizaciones extendieron su presencia en ciertas áreas del Macizo colombiano y
establecieron dominio sobre algunos cascos urbanos y tramos de la carretera
Panamericana. A partir de 2000, las muertes causadas por actores organizados
de violencia se elevan en Valle, Cauca, Huila, Tolima y Nariño y aun cuando
entre 2003 y 2005 se observa, con respecto a los tres años anteriores, una leve
reducción en los niveles de Nariño, Cauca y Tolima, en Valle y Huila la tendencia de los asesinatos se mantiene creciente.
En el Valle, hacia finales de los años ochenta se empieza a agudizar la lucha
entre el Cartel de Cali y el Cartel de Medellín y el aparato sicarial de la mafia
valluna se fortalece y establece relaciones muy fuertes con los grupos de autodefensa del Magdalena Medio. Para comienzos de la década de los noventa,
grupos de mafiosos del sur y norte del Valle habían constituido importantes
estructuras al servicio de sus intereses que comienzan a incidir en el ejercicio
de la política y, ante todo, en el incremento de la violencia. Una de estas estructuras que se dio a conocer como ABES en el sur del departamento, con
radio de acción en Florida, Pradera, Palmira en el Valle, así como en Miranda,
Caloto, Corinto y Buenos Aires en el norte del Cauca, fue la que llevó a cabo
la masacre del Nilo, en la que 21 indígenas fueron asesinados en un proceso
de litigio de tierras. Mientras que en el norte las estructuras creadas por Iván
Urdinola convertían el Cauca en un río de muertos, lo cual se evidenció con
el continuo hallazgo de cuerpos a lo largo de sus orillas, particularmente en La
Virginia y Marsella, municipios de Risaralda. Así mismo, Diego Montoya, Orlando
Henao y Henry Loaiza, realizaron masacre como la de Riofrío en 1993 en la cual
fueron ultimados 13 integrantes de una misma familia y los eventos de Trujillo,
en los cuales más de 150 personas fueron asesinadas en un período de 3 años
a manos de este grupo.
Luego de la muerte de varios capos principales como Chepe Santacruz, Pacho
Herrera, Orlando Henao, se produce el crecimiento de Wílber Varela. El poder
adquirido por este personaje lo lleva en 1999 a contactar a integrantes de
las autodefensas del Magdalena Medio y luego de las ACCU para incursionar
en la zona montañosa de los municipios de Tuluá, Buga, Bugalagrande y San
Pedro, donde las Farc cuentan con una presencia de vieja data. La expansión
de las Auc a partir de 2000 hacia el sur del departamento y así como hacia
Vicepresidencia de la República
Jamundí y Buenaventura zona donde comienza a actuar el Bloque Pacífico, es
resultado de las múltiples alianzas entre diferentes sectores de la mafia.
Pese a que las estructuras de las Auc en el Valle se comienzan a desmovilizar
hacia finales de 2004, en el departamento continúan teniendo presencia
estructuras armadas muy poderosas al servicio de Wílber Varela y Diego Montoya, quienes a través de sus ejércitos privados “Los Rastrojos” y “Los Machos”,
respectivamente vienen protagonizando una fuerte disputa por el control de
posiciones vitales para el narcotráfico. En el norte del departamento es evidente que estas organizaciones recurren a la violencia, con el propósito de
monopolizar el negocio de la coca, su procesamiento y rutas de transporte.
Uno de los puntos neurálgicos en la zona es el Cañón de Garrapatas, que
constituye un corredor natural que da salida al pacífico chocoano91. Así mismo, la lógica del narcotráfico explica el interés por lograr el control de las
redes de canales naturales que existen entre Buenaventura y Tumaco. Estos
canales permiten, entre otras cosas, transportar por vía fluvial droga, armas e
insumos entre los dos puertos sin necesidad de salir al mar, donde la Armada
tiene un estricto control.
Los mapas adjuntos muestran cómo entre 2000 y 2004, la zona más afectada
por las muertes que se producen en medio de la competencia entre grupos
irregulares corresponde a la zona rural y prueba de ello son las masacres ejecutadas por la guerrilla y las autodefensas en el Bajo Calima y el Alto Naya. A partir
de 2005, el principal foco de violencia se traslada a Buenaventura, municipio
que a nivel nacional concentra el mayor número de asesinatos y masacres.
Hacia mediados de ese año, una masacre de 12 muchachos del barrio Lleras,
fue la primera señal de que la violencia había comenzado a propagarse por
la ciudad, debido a la presencia los grupos al servicio de narcotraficantes y la
guerrilla, que se encargan de aportar los recursos y de dotar con armas a la
población, con miras a lograr el dominio sobre Buenaventura, como principal
puerto de embarque para la coca.
En el Cauca, como se ha visto, las estructuras de las autodefensas del Valle
han tenido una muy importante incidencia. La violencia que los actores armados dirigen contra los civiles ha sido muy elevada desde 2000. Una serie de
hechos ocurridos a partir de este año evidencia la lucha librada entre las Auc
y las guerrillas de las Farc y el Eln por el control de los cultivos ilícitos de coca
y amapola, así como de los corredores estratégicos. La violencia se expresa
con mayor intensidad en las zonas que poseen un alto valor estratégico; en las
que las guerrillas buscan mantener su presencia ante el firme propósito de las
autodefensas de desterrarlas. Especial importancia en la competencia armada adquieren los corredores que han facilitado la movilización de los grupos
91 Ver el caso del Norte del Valle en Duncan, Gustavo. (2006). “Los señores de la Guerra en Colombia: de
paramilitares, y autodefensas” Cap. 11. Bogotá, Planeta-Fundación Seguridad y Democracia.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
armados, como el que a través de la zona del Alto Naya, en el municipio de
Buenos Aires, permite el acceso al puerto de Buenaventura en el Valle. Así mismo, son objeto de disputa armada, el corredor que comunica los municipios
de Jambaló, Toribío, Caloto, Corinto y Miranda con el departamento del Tolima, el interior del país y los Llanos Orientales. En el centro del Cauca la acción
de las autodefensas ha tenido como epicentro la ciudad de Popayán, núcleo
urbano que se ha constituido en escenario de acciones de “limpieza social” y
donde la influencia por parte de estos grupos ha ido en ascenso, aprovechando la cercanía con municipios como Timbio y El Tambo, donde su presencia
es ostensible.
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
En el sur, la topografía ha permitido la delimitación de los territorios entre las
guerrillas y las autodefensas, mientras que las primeras ocuparon las zonas
de montaña y se replegaron hacia las poblaciones del municipio de Patía,
las segundas se asientan en las cabeceras municipales y tienen influencia
en los valles y las partes planas. La pugna entre las Farc y las autodefensas
en Argelia se explica por su ubicación en las faldas de la cordillera Occidental, que permite el acceso a la costa Pacífica a través del corregimiento
del Plateado, mientras que en Mercaderes responde al propósito de controlar la vía Panamericana que conduce al Ecuador.
En Huila, la degradación de la confrontación se pone de presente, al observar la tendencia ascendente de los asesinatos de civiles cometidos por sus
protagonistas. Las muertes que tienen origen en estos actores organizados
de violencia registraron una tendencia descendente en la primera mitad de
la década de los noventa. A partir de 1997, el incremento de las muertes,
salvo por una pausa en 1999, ha sido constante y desde 2003 presentan niveles elevados. El aumento de los asesinatos se explica por la participación
creciente de las estructuras de las Farc en la producción de violencia que,
en los últimos años, tiene uno de sus focos principales en Neiva. La guerrilla
ha producido un elevado número de muertes en Algeciras, Campoalegre,
Acevedo, Pitalito, Isnos, Santa María y Neiva. Las masacres cometidas por
las Farc se localizan en Acevedo, Isnos, La Plata, Colombia y Rivera, en tanto que las de las autodefensas se producen hacia el sur, particularmente
en Pitalito. Los mapas que dan cuenta de la evolución de los asesinatos,
muestran la elevada persistencia de las muertes en Algeciras, Pitalito, Gigante, Garzón, Acevedo, Campoalegre y Neiva, municipios donde simultáneamente se registra la presencia activa de estructuras de la guerrilla que
para garantizar el control de corredores estratégicos recurren a la violencia
contra los civiles.
En el sur del Tolima, la acción de las autodefensas se expresó en el piedemonte
de la cordillera Central mediante la ocurrencia de dos masacres en Chaparral
en 1999 y 2001 y en el Valle del Magdalena con dos más realizadas en los
mismos años en Coyaima. En abril de 2001 se produjo uno de los hechos más
163
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
graves en el municipio de Valle de San Juan, cuando integrantes de las Auc
asesinaron al presidente de la Junta de Acción Comunal y a tres personas más,
a quienes les incineraron sus viviendas en la vereda El Neme. También se presentaron dos masacres: una en Icononzo y la otra en Prado. Por su parte, las Farc han
golpeado a la población civil a través de asesinatos colectivos en hechos como
el protagonizado en 1998 por el frente 21 en Chaparral, donde asesinó a ocho
campesinos en las veredas Guadual, Moral y El Bosque. Esta misma estructura en
2000 recurrió en dos oportunidades más a la violencia masiva en la inspección
Santiago Pérez y en el sitio La Dorada, en jurisdicción del municipio de Ataco. En
el oriente, Cunday ha sido escenario de dos masacres cometidas por guerrilleros
del frente 25 en 2000 y 2001. Las Farc también han recurrido al asesinato de civiles para bloquear el avance de las autodefensas, siendo los casos más sonados
los ocurridos en abril de 2004 en la vereda Mundo Nuevo de Icononzo, en donde
fueron asesinados los propietarios de una gallera y una oficina de Cootransfusa
por sus supuestos nexos con los grupos de autodefensa y por negarse a pagar la
extorsión exigida por los frentes 55 y 25.
En Nariño, los énfasis con que se producen los asesinatos guardan una elevada
relación con el accionar de los grupos irregulares en el marco de la confrontación armada. Hacia finales de la década de los noventa, se produce el escalamiento de la confrontación, así como de los asesinatos de civiles cometidos
por los grupos de autodefensas y la guerrilla. Aunque las masacres se comienzan a registrar en Nariño a partir de 1999, es en los años 2001, 2002 y 2005
que cobran el mayor número de víctimas, coincidiendo con la expansión del
bloque Libertadores del Sur (BLS) de las autodefensas bajo el mando de Guillermo Páez Alzate (“Pablo Sevillano”). Durante 2001 se destacan los siguientes
hechos: en Barbacoas, guerrilleros pertenecientes al frente 29 de las Farc asesinaron a ocho personas; en el corregimiento Llorente en jurisdicción de Tumaco,
integrantes del BLS asesinaron a ocho jornaleros, acusándolos de ser colaboradores de la insurgencia; en Samaniego, esta misma organización asesinó a
cinco personas, entre ellas a un hermano de un comandante de las Farc en
el Cauca y amenazaron con continuar con estas acciones en el municipio.
En 2002, en diferentes lugares del sector Aldana de la vereda Camellones de
Ipiales, integrantes del BLS asesinaron a cuatro personas; en la vereda Caunapi,
ocho personas fueron ultimadas por integrantes del BLS; en la inspección Llorente, sitio El Pinde, guerrilleros del frente 29 de las Farc realizaron un retén ilegal,
en el cual 5 personas fueron obligadas a bajar de un bus de servicio público
y posteriormente fueron asesinadas. En 2004, la disminución de la violencia se
produce en la medida en que las autodefensas logran el dominio sobre zonas
claves a lo largo de la costa Pacífica y de los ríos Mira, Patía, Tapaje y Telembí.
En 2005, pese a que el BLS se desmoviliza hacia mediados del año, la violencia
se intensifica por cuenta de la pugna entre las Farc y estructuras armadas al
servicio del narcotráfico en el norte del Valle, particularmente los Rastrojos, que
se expresa especialmente en Ricaurte y Tumaco, donde las masacres y los
asesinatos revelan la decisión de la guerrilla y el narcotráfico de lograr a sangre
164
y fuego el control de la carretera al mar y el puerto de salida para la droga que
se produce en la costa pacífica nariñense92.
El escalamiento de la confrontación y las manifestaciones de violencia, que
afectan particularmente a la población indígena del suroccidente colombiano desde 1999, han producido múltiples manifestaciones de resistencia y la
activación de mecanismos de defensa como la Guardia Indígena. Entre los
hechos que generaron mayor conmoción, cabe destacar la masacre en la
zona del río Naya, en los límites entre los departamentos del Cauca y Valle,
cometida por el bloque Farallones de las Auc en abril de 2001, en represalia
por la supuesta colaboración de los habitantes de la zona con una columna
del Eln que había realizado varios secuestros colectivos en el departamento
del Valle del Cauca. Tampoco se puede pasar por alto la fuerte intimidación
que la guerrilla ha ejercido desde el mismo momento en que se produjeron las
primeras manifestaciones de resistencia indígena. En efecto, a partir de marzo
de 2002, se evidencia cómo la intensificación de la violencia dirigida contra
los líderes indígenas se produce inmediatamente después de un momento
de mayor activismo del movimiento de resistencia pacífica por parte de estas
comunidades.
Para terminar, cabe subrayar que en el suroccidente colombiano la disputa
armada entre organizaciones al margen de la ley por el control de posiciones
estratégicas sigue estando a la orden del día, con un impacto directo sobre
la población civil que se encuentra en riesgo permanente. Para entender la
dinámica de la violencia desencadenada por estos actores, basta observar los
mapas adjuntos que representan la forma secuencial y consecutiva en que se
cometen asesinatos y masacres. Así mismo, la observación cuidadosa del patrón de difusión espacial de esta violencia, demuestra que no se ha construido
de manera caprichosa, sino que es el resultado de planes de control dirigidos
hacia objetivos precisos.
En la zona centro, se tiene en primer lugar el norte del Tolima, donde el avance
de las autodefensa del Magdalena Medio lideradas por Ramón Isaza se produjo paralelamente con el aumento de la violencia en las zonas de influencia
guerrillera a partir de 2001. De aquí que, en Mariquita se hayan cometido dos
masacres, que en Falan las autodefensas hayan logrado un fuerte dominio
en el corregimiento de Frías luego de producirse una masacre, que en Líbano
fueran desaparecidos seis pescadores y 11 cazadores de los municipios Palocabildo y Falan, cuyos cadáveres fueron posteriormente hallados en fosas
comunes en el corregimiento de Méndez (Armero - Guayabal) en enero de
92 Desde 2005 se tiene información de la Organización Nueva Generación (ONG), integrada por personal
que no se desmovilizó con el bloque Libertadores del Sur y reclutados en el Putumayo y Valle. El surgimiento
de esta organización coincide con la expansión de Wílber Varela, a través de los Rastrojos que se mueven
desde su base en el Valle hasta la frontera con Ecuador pasando por Cauca, Nariño y Putumayo. Ver La
costa pacífica de Nariño se convierte de la Tranquilandia de las Farc y paramilitares. El Tiempo, 29 de mayo
de 2005; Aparecen 12 nuevos grupos “paras”. El Tiempo, 16 de octubre de 2005;
Vicepresidencia de la República
2003. Así mismo, las autodefensas dirigen su acción violenta contra los líderes
campesinos que habitan en la vereda Potosí de Cajamarca, ubicada en el
Cañón de Anaime, en especial contra aquellos que participaron en el proceso
de toma de tierras en el mes de marzo de 2003 en la finca “La Manigua”. Por su
parte, las Farc a través del frente Tulio Varón, en 2001, realizaron una masacre
de cuatro personas en la vereda Santa Rita del Líbano y en 2004 llevaron a
cabo otra en la vereda La Trina de Falan.
En el Viejo Caldas, las estructuras pertenecientes a las autodefensas con presencia en la región en el momento en que se inician las negociaciones de paz
con el Gobierno son, por una parte, la que lidera Ramón Isaza con influencia
sobre el Magdalena Medio caldense, municipios de Norcasia, Samaná, La Vi
ctoria, Marquetalia, Pensilvania, Marulanda y Manzanares, y de otro lado, los
frentes Cacique Pipintá y Mártires de Guática, pertenecientes al bloque Central
Bolívar, con influencia en Caldas y Risaralda. La presencia de autodefensas
registra antecedentes hacia mediados de la década de los noventa, cuando
aparecen grupos en varios municipios sobre la cordillera occidental, entre los
que se encuentran Quinchía, La Celia y La Virginia en Risaralda, así como Ríosucio en Caldas.
El narcotráfico se extiende con fuerza en los años 2000 en un contexto determinado por la confluencia del agravamiento de la confrontación armada
y la crisis cafetera que impide que los productores puedan responder a las
crecientes exigencias económicas de los grupos guerrilleros. Muchos de los
agentes afectados por la constante amenaza guerrillera contra sus vidas y patrimonios, decidieron vender sus tierras a quienes manifestaban gran interés
en adquirirlas. En Risaralda, los grupos de autodefensa ampararon la compra
masiva de tierras que realizan narcotraficantes en esta coyuntura93. Desde el
año 2000, grupos de mafiosos de Pereira promueven la expansión de las estructuras armadas, contando con el apoyo de los sectores afectados por las
presiones de la guerrilla. La expansión de las autodefensas en Caldas en los
años 2000 se traduce en el incremento de la violencia en Samaná y Pensilvania, así como en Ríosucio, donde las comunidades indígenas que allí se
encuentran establecidas han sido golpeadas en medio de la disputa por el
dominio del territorio entre integrantes del frente Cacique Pipintá, estructura de
las autodefensas que no se desmovilizó, y la columna Aurelio Rodríguez de las
Farc. Las masacres que cobran el mayor número de víctimas entre 2001 y 2003
se registran principalmente en Samaná, revelando la elevada intensidad de la
93 De acuerdo con los trabajos del sociólogo Alejandro Reyes, los municipios donde la violencia ha sido
especialmente alta son los que han experimentado la más fuerte expansión territorial del narcotráfico. En
la región que se extiende entre el área al norte de Pereira y Cartago (Valle), que en Risaralda incluye los
municipios de Pereira, La Virginia, Santa Rosa de Cabal, Dosquebradas y Marsella, ha habido inversiones
en tierras por narcotraficantes que, en el caso de Marsella, llegan a concentrar el 80% de las tierras
ganaderas.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
lucha entre las autodefensas del Magdalena Medio y el frente 47 de las Farc
por el predominio.
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
En Cundinamarca, la expansión de las autodefensas se produce tras la ruptura de las conversaciones entre el gobierno de Andrés Pastrana y las Farc, en
febrero 2002, momento en el que esta guerrilla desató una ofensiva en departamentos circundantes a la ZD, orientada al reconocimiento de su influencia a
nivel local en el país. Esta táctica se expresó en Cundinamarca en un alto número de alcaldes y concejales amenazados y en el incremento de acciones
contra la Fuerza Pública y de ataques contra infraestructura vial, energética y
de comunicaciones. La respuesta de las autodefensas no se hizo esperar y a
partir del mes de agosto comienzan a golpear a todo lo que percibían como
apoyo de la guerrilla mediante el recurso a la violencia indiscriminada que se
manifestó en el incremento de las muertes en La Palma, Viotá, Fusagasugá,
Silvania, Nariño, Guataquí, Puí, San Juan de Rioseco, Chaguaní, Guaduas, Villeta, Nimaima, La Peña, Topaipí, Tausa, Sesquilé, Machetá, Gachetá, Gachalá
y Medina. El incremento de los asesinatos en Cundinamarca y el patrón de
continuidad que se observa en los mapas correspondientes a 2002 y 2003,
obedece al desarrollo de la estrategia de las autodefensas orientada hacia su
consolidación en Bogotá y en su zona periférica, mediante el establecimiento
de una especie de herradura a su alrededor, con el fin de contener la expansión e influencia de las Farc.
La irrupción de las autodefensas en Bogotá se produce desde los Llanos Orientales. A partir de 2002, las autodefensas de los Llanos se trazaron la meta
de consolidar su presencia en la zona de Cazucá, en límites entre Bogotá y
Soacha, en razón a que constituye un corredor de movilidad de las Farc que
se desplazan desde el Sumapaz hacia Ciudad Bolívar y desde este sector salen a Soacha, Silvania y la región del Tequendama. En 2005 las Autodefensas
Campesinas del Casanare, que no ingresan al proceso de paz y en cambio
registran un acelerado proceso de recomposición y reclutamiento en Bogotá,
entran a disputarle al frente Capital apéndice del bloque Centauros de las
Auc el control de una serie de actividades ilegales muy rentables. Esta disputa
provocó una vendetta en el Sanandresito de la 38, Kennedy, Puente Aranda,
Mártires, San José y la Plaza España, que se expresó en el índice de homicidio
de la ciudad94.
En contraste con lo ocurrido en Bogotá, es importante anotar que en Medellín
la disminución de la violencia desde 2003 se produjo luego de la terminación
de una cruenta lucha entre el bloque Cacique Nutibara y el bloque Metro de
las Auc por el control de sectores de la ciudad, que también estaban en disputa con la guerrilla. Cabe anotar que la desmovilización de las autodefensas en
94 De acuerdo con lo informado por las autoridades, las facciones del BC y las ACC se reparten las oficinas de
cobro en el Sanandresito de la 38, Santa Fe, 7 de Agosto, Corabastos y Restrepo, que cuentan con al menos
300 hombres. El Tiempo, 30 de octubre de 2005.
165
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
la capital antioqueña y la caída de los asesinatos producidos por estas organizaciones han sido determinantes en la disminución registrada en la violencia
a nivel nacional.
En el oriente antioqueño, las autodefensas que tuvieron una presencia histórica
a través del grupo que fue liderado por Ramón Isaza en el Magdalena, registraron un acelerado proceso de expansión con la irrupción de las Auc en 1997. A
partir del mes de mayo de ese año, cuando se produjo una masacre que cobró la vida de 14 personas en la vereda La Esperanza de El Carmen de Viboral,
el escalamiento de la violencia es resultado del avance de las Auc. Desde ese
entonces, esta organización se enfrentó con el Eln y las Farc, principalmente
dirigiendo sus acciones contra la población interpuesta. Ante el propósito de
las Auc de lograr tener cierto dominio sobre los gobiernos locales, las Farc decidieron sabotear el proceso de elección de alcaldes y concejales de octubre
de 1997. Las amenazas de muerte contra los candidatos en los municipios de
Granada, La Unión, San Carlos, Concepción, Guatapé y San Rafael precipitaron la renuncia masiva de aspirantes a las alcaldías y concejos. El avance de
las autodefensas se produjo desde El Carmen de Viboral hacia Marinilla y La
Ceja. Una vez lograron asentarse en el oriente cercano, las autodefensas comenzaron a incursionar en la zona de Embalses particularmente en Granada
y San Carlos. En la zona de Páramo, la expansión se produjo hacia Argelia y
Sonsón. Como se puede observar en los mapas adjuntos, entre los años 1998
y 2001, la acción de las autodefensas en todos estos municipios se expresó
en un incremento de las masacres y los asesinatos, pero es importante señalar
que en San Carlos, San Luis y San Rafael las masacres también son ejecutadas
por la guerrilla. A partir de 2002, los asesinatos y las masacres comienzan a disminuir, pero se destaca San Carlos por la persistencia que registra la violencia.
Las contradicciones suscitadas, hacia comienzos del proceso de paz entre
las autodefensas y el Gobierno, entre Carlos García (“Rodrigo Doble Cero”),
al mando del bloque Metro de las Auc y Don Berna por el dominio de zonas,
desencadenaron múltiples enfrentamientos que obligaron a los integrantes del
bloque Metro a replegarse hacia San Roque, y a finales de 2003 reconocer
la pérdida del control sobre los municipios donde habían ejercido influencia.
Luego de vencer a Doble Cero, Don Berna se constituyó como el poder hegemónico en Medellín y el oriente antioqueño.
En el noroccidente del país, se destaca la región de Urabá por haber vivido al
ritmo de los avances y retrocesos de los protagonistas de la confrontación armada, lo que a su turno ilustra bastante bien cómo la lealtad de la población a
los actores armados en Colombia tiene un carácter instrumental, que se hace
y deshace según las ganancias y pérdidas territoriales. Desde la década de
los ochenta, los narcotraficantes como los grupos de autodefensa y la guerrilla
han hecho del Golfo de Urabá una zona vital en el desarrollo de sus propósitos,
en cuanto se realiza de manera continua el tráfico de armas, droga y precursores químicos para su procesamiento, atributo que se refuerza por la importante
166
actividad bananera y ganadera. Las ACCU tuvieron un elevado protagonismo
hasta 1991, año en que bajo el mando de Fidel Castaño se someten a la justicia. Hacia comienzos de los noventa, para evitar que los desmovilizados del
Epl se hicieran a los cargos de elección popular y mantuvieran ascendencia
en los sindicatos y las luchas sociales, las Farc adelantaron una campaña de
exterminio contra los reinsertados que tuvo uno de sus momentos más álgido
en 1994 con la masacre de la Chinita, en la que fueron asesinados 35 habitantes de este barrio de invasión de Apartadó. A partir de ese año, contando
con el apoyo de muchos de los antiguos miembros del Epl asediados por las
Farc, las ACCU experimentan un nuevo impulso que se expresa primero en el
norte de Urabá. Al año siguiente se produce su incursión en el eje bananero; las
masacres que se registran en Apartadó, Chigorodó, Necoclí y Turbo obligan la
retirada de las milicias urbanas de las Farc.
En 1996, se produjo la expansión hacia el Atrato y Paramillo, haciendo que las
masacres y los asesinatos indiscriminados se incrementaran. Como resultado
de la fuerte acción de las ACCU, en 1997 las Farc ya habían sido desterradas
hacia la zona montañosa de Abibe y el área selvática del Urabá chocoano.
En esta condición, el grupo guerrillero no dudó en aplicar una estrategia similar a la utilizada por las autodefensas, pues en su propósito de reconquistar el
territorio realiza incursiones entre 1998 y 2000, en las que producen la muerte
a personas consideradas redes de apoyo del grupo contrario, haciendo que
redujera su influencia en algunos escenarios. Así mismo, esta guerrilla recurrió
al terror con el fin de ampliar los corredores de acceso y penetrar el eje de las
ACCU en Paramillo y la Serranía de Abibe en Córdoba. En 2001, las autodefensas emprenden una contraofensiva contra la Farc, convirtiendo al Nudo de
Paramillo y los límites entre Urabá y Córdoba en el epicentro de la pugna entre
estructuras irregulares, lo que a su vez genera una crisis humanitaria.
A partir de 2002, la violencia, como se observa en los mapas adjuntos, comienza a descender paralelamente con la aparición del bloque Bananero en el
Urabá antioqueño y del bloque Élmer Cárdenas en el Urabá chocoano, ambas
estructuras pertenecientes a las Auc. Hasta el momento en que se produce la
desmovilización de estas estructuras, no dejan de protagonizar enfrentamientos con las Farc. La disminución de la violencia ha sido muy importante en los
últimos años, pese a que en la región persiste con gran dinamismo el narcotráfico y comienzan a emerger factores que han deteriorado la seguridad, tales
como la delincuencia común, la amenaza de una incursión de la guerrilla y la
aparición de nuevas estructuras bajo el mando de ex líderes de rango medio
en las desmovilizadas Auc.
El proyecto de recuperar a sangre y fuego los territorios dominados por la guerrilla en Urabá y Córdoba, se amplía al Occidente antioqueño y desde 1994 los
grupos locales de autodefensa comienzan a recibir apoyo de las ACCU, con lo
cual logran ampliar su radio de acción. La intensificación de la violencia en el
Vicepresidencia de la República
período 1996-2000, que coincide con la integración de los grupos de autodefensa locales a las Auc, produjo a nivel regional cambios notables en la confrontación. Mediante asesinatos, masacres, desplazamientos masivos, amenazas y
desapariciones, las autodefensas se proponen la homogeneización del territorio,
en tanto que la guerrilla busca mantener su predominio sobre corredores estratégicos. Como se observa con claridad en los mapas adjuntos, la violencia tiene
un impacto claramente focalizado, en cuanto las acciones de los grupos de
autodefensa se dirigen cuidadosamente hacia algunos escenarios, sin que se
involucre el grueso de la región. La violencia que desencadena este actor lleva a
que la tasa de homicidio se incremente notablemente en los casos de Uramita,
San Jerónimo, Olaya y Dabeiba, así como también en Anzá, Santa Fe de Antioquia, Heliconia, Sopetrán, Cañasgordas, Frontino y Giraldo.
Entre 2001 y 2005, como también se advierte en los mapas adjuntos, se produce una ostensible disminución de la violencia que sobrevino a la intensa
disputa, una muestra de que las Auc logran el predominio. Particular interés
tiene la muy significativa caída de la tasa de homicidio, superior al 60%, en la
zona de Dabeiba, Frontino, Uramita, Cañasgordas y Giraldo. De modo similar,
se reduce la intensidad de la violencia en Anzá, Heliconia y, Ebéjico, así como
en Olaya, Liborina, Sopetrán y San Jerónimo, municipios del eje turístico y en
Peque y Sabanalarga, del cañón del río Cauca. Los índices de homicidio también disminuyen en Armenia y Buriticá, pero en una proporción menor. Santa
Fe de Antioquia es el único municipio de la subregión norte que registra un leve
repunte en el índice de homicidio.
Durante este lapso, el dominio de las Auc en Abriaquí y Frontino disminuye, limitándose al casco urbano de Frontino y sus inmediaciones, así como a los municipios
de Giraldo, Cañasgordas y Uramita. En Dabeiba, los grupos armados irregulares
logran una influencia relativa en la zona rural (sector nororiental del municipio, en
inmediaciones del Nudo de Paramillo por parte de las Farc, y cabecera y cascos
urbanos de algunos corregimientos por parte de las Auc). Desde Uramita, las Auc
procuran taponar el corredor de Peque-Ituango, con el propósito de bloquear
las fuentes de abastecimiento de las Farc. Por su parte, esta guerrilla busca el
reforzamiento paulatino de sus estructuras, con la pretensión de conservar sus
corredores de movilidad y el control sobre cultivos ilícitos.
Es importante destacar la continuidad en la tendencia descendente de la violencia hacia el sur en Caramanta, Jericó, Concordia, Ciudad Bolívar, Támesis,
Valparaíso y Fredonia, municipios donde las Auc habían logrado consolidar su
presencia en el período 1996-2000. La tasa de homicidio que durante este
período habían mostrado una leve disminución en Salgar, Venecia e Hispania,
en los últimos cinco años se hace más notoria.
En Urrao, si bien los niveles de violencia tienden a disminuir en los últimos años,
la concentración de asesinatos sigue siendo alta y a partir de 2004 configura el
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
principal foco a nivel regional. Evidentemente, la explicación a la persistencia
de la violencia en este municipio tiene que ver con la prevalencia de la disputa
por el territorio entre las Farc, que siguen teniendo una presencia importante, y
las autodefensas que, hasta su desmovilización en 2005, llegan a tener dominio sobre las carreteras que permiten el acceso por un lado desde Concordia
y Betulia y por otro desde Santa Fe de Antioquia y Caicedo.
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
En el Bajo Cauca, las Accu en su proceso de expansión desataron entre 1996 y
1997 una ola de asesinatos, desplazamientos masivos, incendio de viviendas y
saqueos que tiene su expresión más crítica en el municipio de Ituango, donde
se registraron en la vereda La Granja y el corregimiento El Aro, diferentes hechos
de violencia que cobraron la vida de 19 personas. A partir del momento en
que entran en acción las Auc, la región se convierte en uno de sus principales
objetivos en el proyecto de expansión territorial y el denominado bloque Mineros, bajo el mando de Cuco Vanoy, el encargado de su consolidación. Los
municipios bajo influencia de esta estructura, también registraron la presencia
del bloque Central Bolívar, al mando de Carlos Mario Jiménez, conocido como
Macaco.
En el Bajo Cauca, el Eln protagoniza una cruenta disputa con las autodefensas
que hacia la segunda mitad de los años noventa termina debilitando de manera crítica a la organización guerrillera en antiguos territorios bajo su influencia:
Piamonte-Puerto Colombia, vía Cáceres-Zaragoza, vía Caucasia-Zaragoza. Las
Accu en su proceso de expansión desataron entre 1996 y 1997 una ola de asesinatos, desplazamientos masivos, incendio de viviendas y saqueos que tiene
su expresión más crítica en el municipio de Ituango, donde se registraron en la
vereda La Granja y el corregimiento El Aro, diferentes hechos de violencia que
cobraron la vida de 19 personas. De otra parte, en octubre de 1998, 84 personas murieron calcinadas a consecuencia de un incidente provocado por el
Eln. En esta fecha, integrantes de la compañía “Cimarrón” del frente José Antonio Galán dinamitaron un tramo del Oleoducto Central de Colombia, ubicado
a 34 kilómetros de Segovia, ocasionando el derramamiento de petróleo por el
río Pocuné, al paso del caudal, una chispa originó una explosión que alcanzó
a los habitantes de la población de Machuca.
Los grupos de autodefensas, que se desmovilizaron entre finales de 2005 y
comienzos de 2006, lograron extenderse por toda la región del Bajo Cauca,
sembrando el terror y convirtiendo en blanco de su acción a todos aquellos
que percibieron como bases de la subversión (dirigentes de izquierda, líderes
sociales, sindicalistas, campesinos y trabajadores). En el trasfondo de la expansión de estos grupos se encuentran los intereses del narcotráfico dirigidos a
amparar la concentración de grandes extensiones de tierra y la existencia de
actividades ilegales. Hacia finales de la década del noventa, como se puede
observar en la serie de mapas adjunta, la consolidación del dominio de los
grupos de autodefensa en el Bajo Cauca se expresa en la disminución de la
167
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
violencia en El Bagre, Caucacia, Nechí, Zaragoza, Cáceres y Tarazá. A partir de
2000, la ocurrencia de enfrentamientos directos entre las autodefensas y las
Farc, que a la postre resultaron ser más costosos para los primeros, así como
el hecho de que las masacres en 2001 sean cometidas principalmente por la
guerrilla en el propósito de recuperar el territorio, ponen de presente los cambios que experimenta la confrontación.
La dinámica de la violencia muestra una tendencia ascendente a partir de
2004 por cuenta de la actuación de los grupos irregulares que en 2005 se
refleja en el aumento de los índices de homicidios en varios de los municipios
del Bajo Cauca y su entorno. La serie de mapas sobre la evolución de los asesinatos muestra cómo se produce un incremento de las muertes especialmente
en Ituango, Tarazá, Cáceres, Caucasia, Valdivia y Anorí. La persistencia de los
asesinatos selectivos en zonas de fuerte dominio de las autodefensas, donde
se ha informado sobre la presencia de grupos emergentes y el nuevo escenario que muestra cómo la guerrilla de las Farc se ha impuesto la meta de volver
a las zonas de donde fue desterrada, explican la tendencia ascendente de la
violencia en esta región.
En la costa Caribe, la gran expansión de las autodefensas se produce a partir
de 1996, año en el que el modelo implantado por las ACCU en el noroccidente se comienza a extender a otras regiones del país. El propósito de dominar
toda la costa, se fue cumpliendo de manera sistemática en la medida en que
las autodefensas van estableciendo su presencia desde el golfo de Urabá hasta La Guajira, pasando por Córdoba, Bajo Cauca, Sur de Bolívar, sur de Cesar,
Catatumbo y Perijá. La serie de mapas adjunta, que muestra cómo en estas
zonas la violencia se concentra por momentos en focos específicos, a partir de
los cuales se extiende hacia otros sitios, corrobora el desarrollo desde 1996 de
la estrategia de copamiento territorial de las autodefensas.
En la costa, se habían desarrollado desde los años ochenta múltiples estructuras que después harían parte del bloque Norte de las Auc. A partir de 1998,
las Auc registran los avances más significativos desde las partes planas de los
departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira hacia las estribaciones de la
Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá, Atlántico y la ciudad de Barranquilla y no por casualidad las manifestaciones de violencia se comienzan a
incrementar precisamente en estos escenarios. La expansión territorial y posterior
consolidación de las Auc en la Costa se logró mediante la difusión del terror en
las comunidades bajo la influencia de la guerrilla. El objetivo primordial apuntó
a invertir las lealtades e imponerse como actor hegemónico, pero sobre todo
buscaba generar incertidumbre, de tal manera que el carácter imprevisible de
las acciones violentas, creara la expectativa sobre su posible repetición.
En este contexto, la opción de la guerrilla consistió en replegarse, amenazar la gobernabilidad local y realizar acciones principalmente de sabotaje,
168
como se anotó anteriormente. En muy pocos casos, la guerrilla pudo responder a las autodefensas que lograron desarticular sus redes y penetrar
en los cascos municipales a través de la conformación de apoyos propios.
Por medio de la aplicación de la violencia masiva e indiscriminada se provocó, por un lado, el repliegue de la guerrilla y, por otro, el dominio sobre
la población. Con buena parte de las redes de la guerrilla desarticuladas
en su periferia y el repliegue de sus estructuras armadas hacia las partes
más altas e inaccesibles de Sierra Nevada, la Serranía del Perijá, Montes de
María y la Serranía de San Lucas, las autodefensas dieron el paso de una
violencia indiscriminada a una violencia selectiva, cuidadosamente dirigida
hacia objetivos específicos. La desmovilización de las estructuras del bloque
Norte de las Auc y del bloque Central Bolívar en la costa se produce entre
diciembre de 2004 y marzo de 2006.
En la Sierra Nevada de Santa Marta han actuado múltiples organizaciones irregulares que protagonizan continuos enfrentamientos y una elevada violencia.
En agosto del 2001, Salvatore Mancuso entra en la disputa por el control de la
zona con los grupos de autodefensa local y para lograrlo, el bloque Norte (BN)
de las Auc bajo su mando incorporó a la estructura liderada de vieja data por
Adán Rojas. A partir de 2002 se producen múltiples masacres y enfrentamientos
entre las facciones en disputa, que terminan plegándose al BN. Las Auc logran
ingresar al área rural del municipio de Uribia en la alta Guajira y asumir el control
de los corredores estratégicos para el tráfico ilegal que antes pertenecían a la
etnia Wayu, con Jorge 40 como cabeza visible de las estructuras con presencia en la Sierra. La expansión de las Auc en la Sierra y sus estribaciones que,
como se observa en los mapas adjuntos, produjo un alto número de masacres
y asesinatos entre 2002 y 2003, estuvo claramente ligada a consideraciones
estratégicas, entre las que se destacan afectar de manera crítica a la guerrilla,
impidiendo su movilidad entre la Serranía del Perijá, la Sierra Nevada de Santa
Marta y la Ciénaga grande del Magdalena, controlar el narcotráfico, el contrabando y la venta ilegal de gasolina; la protección de sectores azotados por la
guerrilla; y dominar toda la costa, así como la frontera con Venezuela. Después
de librarse la más fuerte disputa entre los grupos irregulares por el predominio,
las Farc no tuvieron una opción distinta a la de replegarse en las zonas más
altas de la Sierra y las autodefensas procedieron a desmovilizarse, todo lo cual
se comienza a expresar en la disminución de la violencia, pese a que su nivel
siga siendo alto en 2005.
En Montes de María y la Serranía de San Lucas, escenarios de la región Caribe
que también se destacan en los mapas por la elevada intensidad que adquiere la violencia, el patrón de concentración de las muertes se encuentra
estrechamente ligado a la presencia de los grupos irregulares que pretenden
lograr el control de corredores estratégicos, de zonas de avanzada y repliegue
y de recursos económicos.
Vicepresidencia de la República
En el caso particular de Montes de María, las autodefensas desde 1996 adelantan en toda la región un proceso de incursión y posicionamiento territorial.
En 1997, la fusión de grupos da origen al frente “Rito Antonio Ochoa”, cuya
territorialidad coincide con la del frente “Héroes de Montes de María”, que bajo
el mando de Diego Vecino se desmoviliza hacia mediados de 2005. El objetivo estratégico de la estructura armada liderada por Vecino se presenta de
manera mucho más clara que en los grupos que lo precedieron, centrándose
principalmente en posiciones de interés para el narcotráfico, como el paso por
el Canal del Dique y la comunicación entre el río Magdalena y el Golfo de Morrosquillo. Aunque la región no es importante para cultivos de uso ilícito, sí lo es
para el tráfico de droga producida en la Serranía de San Lucas y el Bajo Cauca
antioqueño. Aprovechando la disposición del relieve y las numerosas corrientes
que fluyen a los ríos San Jorge y Cauca y, finalmente, al río Magdalena, la coca
procesada sale del país por el litoral Caribe.
Esta estructura bajo el mando de Vecino adquirió especial protagonismo a
partir de 1998, cuando comienza a realizar algunas de las masacres más sangrientas y numerosas que haya presenciado el país como las de El Salado
(1997-2000), Toluviejo (1999), Chengue (2002), Pichilín, Ovejas (2002) y Macayepo (2002). A partir de 2000, la estrategia indirecta empleada por las Auc,
encaminada a golpear a la guerrilla a través de la población interpuesta, se
complementa con una serie de enfrentamientos armados, principalmente
contra las Farc.
Como se puede observar en los mapas adjuntos, la baja intensidad de la violencia producida por los grupos irregulares contra la población civil, registrada entre 1990 y 1995, se modificó ostensiblemente entre 1996 y 2002 con el
incremento de las masacres y los asesinatos indiscriminados. Por su parte la
guerrilla, para evitar la pérdida de posiciones con elevado valor estratégico, no
se queda atrás, y a través de su accionar contribuye de manera ostensible a
degradar la confrontación armada.
La disputa entre las estructuras guerrilleras y de los grupos de autodefensa se
explica, ante todo, por la búsqueda del control estratégico sobre puntos vitales
para cada uno de los protagonistas del conflicto. La elevada intensidad que
alcanza la violencia entre 1996 y 2002 en esta zona responde al propósito de
los bandos en competencia de controlar posiciones geográficas y el sistema
vial, en particular la carretera troncal que atraviesa la zona, pasando por los
municipios de Sincelejo, Corozal, Los Palmitos, Ovejas, El Carmen de Bolívar, San
Jacinto, San Juan Nepomuceno y Calamar, con ramales a San Pedro, Sincé,
San Benito Abad, Toluviejo, Tolú, San Marcos, San Onofre, Zambrano, El Guamo,
Mahates y María La Baja. Así mismo, son objeto de disputa armada los corredores naturales, como el Arroyo Alférez que atraviesa la región de occidente
a oriente desde el municipio de Colosó en Sucre hasta Zambrano en Bolívar,
pasando por El Carmen. Este último municipio es el objetivo más codiciado
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
en la disputa armada por cuanto es el centro económico más importante y
resulta esencial en términos de logística y obtención de recursos por parte de
los actores armados.
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
No obstante, la disminución a partir de 2002 de las muertes producidas por
la violencia masiva e indiscriminada que se explica por la consolidación que
las autodefensas logran entre el Golfo de Morrosquillo y las estribaciones de la
Serranía de San Jacinto, se intensifica la violencia selectiva desde 2003 producida por los grupos de autodefensa y la guerrilla, cuidando las áreas bajo
dominio de cada cual.
Pasando al sur de Bolívar, es preciso señalar que si bien los inicios de los grupos
de autodefensa en esta zona se remontan hacia mediados de los ochenta,
estas estructuras sufrieron cambios muy importantes con la irrupción de las Auc
en 1998. A partir de la entrada en acción de esta organización, comienza a
dar cumplimiento a sus principales objetivos: recuperar el territorio bajo presión
de la guerrilla mediante el enfrentamiento directo con los grupos subversivos;
imponer su dominio, buscando el apoyo económico de las actividades rurales
más dinámicas y captar el respaldo de los sectores sociales. Llevar a cabo
estos objetivos exigió establecer dominio desde Barrancabermeja para poder
conquistar el sur de Bolívar, y tomar el puerto petrolero implicó cercarlo y luego
incursionar en el casco urbano. La estrategia se desarrolló sistemáticamente,
aunque tardó más de cuatro años. En 1998, el frente sur de las Auc estableció
unos pequeños asentamientos en Santa Rosa y Salvatore Mancuso y alias Popeye, lograron establecerse en el casco urbano de Simití y desde Magangué
dirigirse hacia Tiquisio, Achí, Pinillos y Altos del Rosario. Entre 1998 y 1999, se
produce un elevado incremento en los asesinatos, masacres, desapariciones,
así como de los enfrentamientos directos en las zonas rurales. Los habitantes
de los cascos urbanos rápidamente se desplazan, los cocaleros cambian de
patrón, los mineros ilegales se refugian en la parte alta de la Serranía de San
Lucas y algunas comunidades campesinas, como la del Valle del río Cimitarra,
se asocian y se resisten al desplazamiento, incluso a costa de tener que pagar
con la vida por esta decisión.
En la franja del territorio que se prolonga a lo largo de las estribaciones orientales
de la Serranía de San Lucas, desde Cantagallo en el sur y hasta Arenal en el norte,
la disputa armada entre irregulares por la supremacía, quebró la unidad político
administrativa de los municipios y subordinó las organizaciones comunitarias, los
gobiernos locales y los partidos políticos a las decisiones de los grupos armados,
de acuerdo con su territorialidad. En San Pablo, Simití, Santa Rosa y Cantagallo el
bloque Central Bolívar logró controlar la zona plana, mientras que el Eln y las Farc
tuvieron que replegarse hacia el piedemonte y la zona alta de la Serranía. De
otro lado, en Morales, Ríoviejo y Arenal la preponderancia de la guerrilla decae,
mientras que el BCB consolida los cascos urbanos, su periferia y la vega del río
Magdalena, a través de los frentes Combatientes de la Serranía de San Lucas,
169
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Vencedores del Sur y Libertadores del Río Magdalena. Una vez culmina este proceso de consolidación, las estructuras del BCB se desmovilizan.
Por último, cabe destacar que entre las ciudades de la costa, donde las autodefensas y el narcotráfico han tenido una clara incidencia en la violencia,
sobresale Barranquilla. Los índices de homicidio de la capital del Atlántico siempre han estado muy por debajo de los de Riohacha, Santa Marta y Valledupar
y por encima de los de Montería, Sincelejo y Cartagena. Es importante resaltar
que a partir del año 2000, como consecuencia de la llegada del bloque Norte
a la ciudad, las autodefensas comienzan a consolidar su dominio sobre ciertos
mercados ilegales y algunos sectores de la administración pública, tal como se
ha evidenciado con la desviación de recursos de las Administradoras del Régimen Subsidiado de Salud (ARS) y el control de juegos de azar como el chance.
Así mismo, hay que tener en cuenta que, a través de una serie de enfrentamientos con las estructuras delictivas previamente existentes, el bloque Norte
de las Auc, bajo el mando de Jorge 40, logró posicionarse en Barranquilla. Es
en este contexto en el que se produce un incremento en las muertes violentas
entre 2000 y 2003 en esta ciudad del Caribe.
En el nororiente del país, la expansión de esta guerrilla se produce desde el
Magdalena Medio y la cordillera santandereana y recibe también la influencia
de frentes que se expandieron desde Arauca, pasando por el sur de Norte de
Santander. Es importante señalar que el interés del Eln en tema del petróleo
explica su presencia en la zona alrededor de las áreas de explotación y refinamiento en el Magdalena Medio santandereano y el recorrido del oleoducto
por Norte de Santander y Cesar. Las Farc, por su lado, se expandieron desde el
Magdalena Medio y desde la margen izquierda de la cordillera oriental, proviniendo desde el sur de Santander, buscando crear una cadena de frentes que
tuviera como punto culminante la frontera con Venezuela. Su presencia que se
remonta a los años ochenta, se fortaleció en la década de los noventa con el
auge de la coca, lo que implicó restarle progresivamente protagonismo al Eln
y disputar a las autodefensas el dominio de zonas de cultivos de uso ilícito y de
corredores estratégicos. De esta manera, con la irrupción de las autodefensas
los frentes del Eln, con mucha más tradición en el nororiente, fueron golpeados, mientras que las Farc se expandieron y adquirieron más fuerza que los
anteriores.
En los orígenes de las autodefensas se encuentra una variada gama de agrupaciones que desde el Magdalena Medio, se expandieron de sur a norte, principalmente en los años ochenta y la primera mitad de la década de los noventa. Un punto de ruptura muy importante es el surgimiento de las Auc en 1997,
que se expresó en que las agrupaciones locales empezaron a ser presionadas
por organizaciones de mayor peso regional y fueron cada vez más influenciadas por la expansión del narcotráfico. En un principio, las Auc aparecían como
el eje articulador de estas agrupaciones y en buena medida, se le atribuyó a
170
Castaño la expansión inicial. Sin embargo, la preponderancia del narcotráfico
llevó al relevo de comandantes y a dar forma al bloque Central Bolívar (BCB).
La violenta incursión y la rápida consolidación de este bloque en Barrancabermeja a principios de los años 2000, que por muchos años estuvo presionada
por muy variadas agrupaciones de autodefensa, hicieron que se consolidara
como la nueva estructura dominante en la región. Ernesto Báez, representante de las viejas facciones de autodefensas en el Magdalena Medio, poco a
poco apareció como su vocero político y Julián Bolívar y Macaco como sus
principales cabecillas. En los cinco años que antecedieron su desmovilización
a comienzos de 2006, el bloque Central Bolívar extendió su presencia desde
el Magdalena Medio santandereano hacia el sur de Bolívar y tuvo alguna influencia en el sur del Cesar y en algunos puntos de Norte de Santander, en la
provincia de Ocaña y el Catatumbo, aunque con una fuerza mucho menor
que el bloque Norte de las Auc (BN).
El BN, como ya se dijo, desde la segunda mitad de la década de los noventa
y hasta su desmovilización en marzo de 2006, tuvo una gran influencia en amplios sectores de la costa Caribe, se desplazó por el río Magdalena y desde el
norte del Cesar y la Serranía del Perijá. En las zonas más planas del norte del Cesar, su influencia fue muy marcada y así mismo sostuvo disputas con la guerrilla
en las estribaciones de la Serranía del Perijá, situación que se prolongó hasta
la Serranía de los Motilones, en Norte de Santander y la cordillera oriental, en
límites entre Norte de Santander y Cesar. El BN ingresó a la provincia de Ocaña
e hizo presencia en municipios como El Carmen, Convención, Teorama, Ocaña, San Calixto y Ábrego, donde se enfrentó con las estructuras del Eln y donde
también sostuvo disputas con las Farc por el dominio de los cultivos de coca.
Por otro lado, Salvatore Mancuso, desde 1999 incursiona en Norte de Santander, a través del bloque Catatumbo de las Auc, interesado no sólo en entrar a
disputarle a la guerrilla el dominio sobre la actividad coquera, sino también en
controlar los puntos de cruce de contrabando y tráfico de droga en la frontera
con Venezuela, todo lo cual se expresa en la acción violenta y sistemática
sobre tres frentes: Tibú y El Tarra en Catatumbo; Cúcuta, Villa del Rosario y El
Zulia en el centro del departamento; y Labateca y Toledo en el Sarare. Estos
tres frentes configuran un corredor geográfico continuo entre el Catatumbo, el
área metropolitana de Cúcuta y la región del Sarare. Salta a la vista el propósito
de controlar los puntos neurálgicos del sistema de comunicación terrestre del
departamento que se articula a través de los tres frentes identificados. La consolidación del corredor geográfico entre el Catatumbo y el Sarare obedece al
propósito de movilizar la fuerza necesaria para realizar incursiones en Arauca y
cerrar el paso de la guerrilla desde este departamento hacia Norte de Santander. Tal y como se observa en los mapas adjuntos, el desarrollo de la estrategia
de las Auc, se expresa en estos ejes entre 1999 y 2002 en el incremento de las
masacres y los asesinatos y por consiguiente en la elevación de los índices de
homicidio. El avance de las autodefensas se manifiesta en el patrón de difuVicepresidencia de la República
sión de la violencia hacia nuevos escenarios a partir de las posiciones que se
van consolidando. En el Catatumbo, las acciones que se habían concentrado
en La Gabarra se extienden a Sardinata, sur de Tibú y El Tarra. Se intensifican
las acciones en Cúcuta, extendiéndose también a Puerto Santander. Adicionalmente, con el propósito de consolidar el corredor entre Cúcuta y el Sarare
aparece un nuevo frente en Chinácota, y de otro lado, San Calixto comienza a
registrar la actuación de las autodefensas, evidenciando su intención de abrir
el corredor Catatumbo-Cúcuta hacia la Provincia de Ocaña y de esta forma
poder consolidar el dominio ejercido por las Auc desde el sur de Cesar. Entre
tanto, las Farc comienzan a liderar una serie de acciones contra las autodefensas en la región del Catatumbo, con el propósito de reconquistar esta zona
estratégica.
la pequeña delincuencia, proceso muy violento que tiene su momento más
álgido en 2002. Mediante la acción de sus estructuras urbanas, las autodefensas lograron una participación significativa en el contrabando, el tráfico ilegal
de vehículos robados, el lavado de dólares y el cambio de divisas; incluso
llegan a incidir en los negocios de prostitución, venta de licor y chance, redes
ilegales articuladas en su totalidad por las autodefensas en conexión con el
narcotráfico. La expansión de las Auc se produjo principalmente a los barrios
de estratos populares, donde ganaron el dominio sobre redes de informantes
conformadas por algunos celadores y unos cuantos comerciantes, tenderos y
transportadores95. En estos sectores, sus ingresos provienen del cobro de cuotas
a cambio de seguridad. A partir del recurso a la intimidación y la violencia,
limitaron el accionar de la pequeña delincuencia.
La disminución de la violencia a partir de 2002 es resultado de un acuerdo
tácito de división del territorio entre las Auc y las Farc. Una masacre cometida
por las Farc en la Gabarra hacia mediados de 2004, que cobra la vida 34
recolectores de coca al servicio del bloque Catatumbo de las Auc, rompe la
tregua y pone de presente las firmes intenciones de las Farc de retomar el dominio territorial, donde el bloque Catatumbo actuó hasta diciembre de 2004,
cuando bajo el mando de Mancuso, éste se desmovilizó en Tibú.
En 2005, la intensificación de los asesinatos que se produce en el sur de Cesar
tendría explicación en la disputa entre las estructuras del bloque Central Bolívar
y el bloque Norte de las Auc, que si bien no era abierta, sí se expresa en asesinatos de parte y parte. Cabe señalar que en particular Aguachica se constituyó
en un espacio de encuentro entre estas dos facciones de las autodefensas,
que corresponde al eje económico de la región.
El panorama observado en Cúcuta, no es muy distinto al registrado en las ciudades de la Costa. La incursión de las autodefensas en la capital norte santandereana se produjo desde finales de la década de los noventa, coincidiendo
con el notable incremento de cultivos ilícitos en la región del Catatumbo. A
partir de 2003, las Auc entraron en la fase de consolidación de su presencia.
Además de desplazar a la guerrilla de los barrios, lograron también apropiarse de las redes construidas por el Eln desde mediados de los años ochenta.
Así mismo, se apropiaron de las redes del crimen organizado y neutralizaron
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
En síntesis, la evidencia que se presenta en las series de mapas adjuntas, ha
permitido identificar la existencia de patrones en la dinámica espacial de la
violencia producida en medio de la confrontación, con lo cual se corrobora la
existencia de planes cuidadosamente dirigidos hacia el dominio sobre zonas
con elevado valor estratégico para los actores armados. En concordancia con
los movimientos y el desarrollo de las estrategias de los actores organizados, se
mostrará en la última sección de este estudio la existencia, en períodos específicos, de una elevada correspondencia entre los patrones geográficos de la
violencia organizada y la dinámica espacial de la violencia global del país.
95 Infiltración de las Auc en empresas ilegales de vigilancia de Cúcuta. El Tiempo, 17 de octubre de 2004.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
171
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de los asesinatos cometidos por grupos organizados según departamentos
Gráfico 3.2.1
Antioquia
Valle
Norte de Santander
Cesar
Cundinamarca
Meta
Cauca
Santander
Magdalena
Arauca
Casanare
Tolima
La Guajira
Huila
Sucre
Bolívar
Córdoba
Caldas
Risaralda
Atlántico
Boyacá
Nariño
Chocó
Caquetá
Putumayo
Quindío
Guaviare
0
500
1.000
2001-2005
1.500
2.000
1996-2000
2.500
3.000
3.500
4.000
1991-1995
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Evolución de los asesinatos cometidos por grupos organizados según departamentos
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Gráfico 3.2.2
Norte de Santander
Valle
Antioquia
Meta
Arauca
Cauca
Huila
La Guajira
Cundinamarca
Casanare
Cesar
Sucre
Magdalena
Tolima
Atlántico
Risaralda
Bolívar
Caldas
Boyacá
Nariño
Chocó
Quindío
Putumayo
Santander
Caquetá
Córdoba
Vichada
Guaviare
0
500
2003-2005
1.000
2000-2002
1.500
1997-1999
2.000
1994-1996
2.500
1991-1993
3.000
3.500
1988-1990
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
173
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de las víctimas de masacres según departamentos
Gráfico 3.2.3
Antioquia
Valle
Cundinamarca
Norte de Santander
Cesar
Magdalena
Cauca
Santander
Bolívar
Meta
La Guajira
Córdoba
Tolima
Sucre
Chocó
Caquetá
Boyacá
Caldas
Nariño
Putumayo
Huila
Casanare
Risaralda
Arauca
Atlántico
Quindío
Guaviare
0
200
400
2001-2005
600
1996-2000
800
1.000
1.200
1.400
1991-1995
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
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Vicepresidencia de la República
Evolución de las víctimas de masacres según departamentos
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Gráfico 3.2.4
Antioquia
Norte de Santander
Valle
Cesar
Cauca
Magdalena
Cundinamarca
Bolívar
Chocó
Santander
Córdoba
Sucre
La Guajira
Nariño
Caldas
Meta
Tolima
Huila
Arauca
Caquetá
Casanare
Atlántico
Risaralda
Boyacá
Putumayo
Guaviare
Quindío
0
200
2003-2005
400
2000-2002
600
1997-1999
800
1994-1996
1.000
1.200
1991-1993
Fuente: Policía Nacional / Das
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Cambio en las víctimas de masacres según departamentos
Gráfico 3.2.5
Antioquia
Norte de Santander
Cesar
Magdalena
Cauca
Bolívar
Chocó
Santander
Córdoba
Sucre
La Guajira
Nariño
Caldas
Valle
Tolima
Cundinamarca
Huila
Meta
Atlántico
Guaviare
Caquetá
Risaralda
Casanare
Quindío
Vichada
Guainía
Putumayo
Boyacá
Arauca
0
200
400
2003-2005
600
800
1.000
1.200
2000-2002
Fuente: Policía Nacional / Das
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Cambio en los asesinatos de civiles según departamentos
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Gráfico 3.2.6
Antioquia
Cesar
Cauca
Magdalena
Santander
Tolima
Bolívar
Caldas
Chocó
Córdoba
Nariño
Caquetá
Guainía
Vuapés
San Andrés
Amazonas
Guaviare
Vichada
Putumayo
Quindío
Boyacá
Risaralda
Atlántico
Sucre
Casanare
Cundinamarca
La Guajira
Huila
Arauca
Meta
Valle
Norte de Santander
0
500
1.000
2003-2005
1.500
2.000
2.500
3.000
2000-2002
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1990
Asesinatos
Mapa 3.2.1 A
Masacres
Mapa 3.2.1 B
Departamento
Municipio
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Fuente cartográfica IGAC
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1991
Asesinatos
Mapa 3.2.2 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Masacres
Mapa 3.2.2 B
Departamento
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Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1992
Asesinatos
Mapa 3.2.3 A
Masacres
Mapa 3.2.3 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1993
Asesinatos
Mapa 3.2.4 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Masacres
Mapa 3.2.4 B
Departamento
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Fuente: Policía Nacional / Das
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1994
Asesinatos
Mapa 3.2.5 A
Masacres
Mapa 3.2.5 B
Departamento
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Fuente: Policía Nacional / Das
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1995
Asesinatos
Mapa 3.2.6 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Masacres
Mapa 3.2.6 B
Departamento
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1996
Asesinatos
Mapa 3.2.7 A
Masacres
Mapa 3.2.7 B
Departamento
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1997
Asesinatos
Mapa 3.2.8 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Masacres
Mapa 3.2.8 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1998
Asesinatos
Mapa 3.2.9 A
Masacres
Mapa 3.2.9 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
1999
Asesinatos
Mapa 3.2.10 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Masacres
Mapa 3.2.10 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
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Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
187
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
2000
Asesinatos
Mapa 3.2.11 A
Masacres
Mapa 3.2.11 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
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Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
2001
Asesinatos
Mapa 3.2.12 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Masacres
Mapa 3.2.12 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
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Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
189
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
2002
Asesinatos
Mapa 3.2.13 A
Masacres
Mapa 3.2.13 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
190
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
2003
Asesinatos
Mapa 3.2.14 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Masacres
Mapa 3.2.14 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
191
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
2004
Asesinatos
Mapa 3.2.15 A
Masacres
Mapa 3.2.15 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
192
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres
2005
Asesinatos
Mapa 3.2.16 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Masacres
Mapa 3.2.16 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
193
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
194
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
195
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1990
Alcaldes
Mapa 3.2.17 A
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.17 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
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Vicepresidencia de la República
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196
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1991
Alcaldes
Mapa 3.2.18 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.18 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
197
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1992
Alcaldes
Mapa 3.2.19 A
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.19 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
198
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1993
Alcaldes
Mapa 3.2.20 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.20 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
199
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1994
Alcaldes
Mapa 3.2.21 A
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.21 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
200
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1995
Alcaldes
Mapa 3.2.22 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.22 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
201
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1996
Alcaldes
Mapa 3.2.23 A
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.23 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
202
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1997
Alcaldes
Mapa 3.2.24 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.24 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
203
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1998
Alcaldes
Mapa 3.2.25 A
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.25 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
204
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
1999
Alcaldes
Mapa 3.2.26 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.26 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
205
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
2000
Alcaldes
Mapa 3.2.27 A
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.27 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
206
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
2001
Alcaldes
Mapa 3.2.28 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.28 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
207
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
2002
Alcaldes
Mapa 3.2.29 A
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.29 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
208
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
2003
Alcaldes
Mapa 3.2.30 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.30 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
209
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
2004
Alcaldes
Mapa 3.2.31 A
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.31 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
210
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios
2005
Alcaldes
Mapa 3.2.32 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Miembros de concejos y personeros
Mapa 3.2.32 B
Departamento
Municipio
Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
211
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
212
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
213
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de sindicalistas e indígenas
2000
Sindicalistas
Mapa 3.2.33 A
Indígenas
Mapa 3.2.33 B
1-2
3-4
5-13
Departamento
Municipio
Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
214
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de sindicalistas e indígenas
2001
Sindicalistas
Mapa 3.2.34 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Indígenas
Mapa 3.2.34 B
1-2
3-4
5-12
Departamento
Municipio
Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
215
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de sindicalistas e indígenas
2002
Sindicalistas
Mapa 3.2.35 A
Indígenas
Mapa 3.2.35 B
1-2
3-4
5-12
Departamento
Municipio
Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
216
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de sindicalistas e indígenas
2003
Sindicalistas
Mapa 3.2.36 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Indígenas
Mapa 3.2.36 B
1-2
3-4
5
Departamento
Municipio
Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
217
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Asesinatos de sindicalistas e indígenas
2004
Sindicalistas
Mapa 3.2.37 A
Indígenas
Mapa 3.2.36 B
1-2
3-4
5-6
Departamento
Municipio
Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
218
Vicepresidencia de la República
Asesinatos de sindicalistas e indígenas
2005
Sindicalistas
Mapa 3.2.38 A
Capítulo 3
Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia
Indígenas
Mapa 3.2.38 B
1-2
3-4
5
Departamento
Municipio
Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH.
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
219
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
222
Vicepresidencia de la República
4. Incidencia de la confrontación armada y los
actores organizados en la dinámica de la violencia
global
Se ha sugerido a lo largo del estudio que la dinámica de los homicidios en Colombia tiene una estrecha relación con la confrontación armada y los actores
organizados al margen de la ley que desatan situaciones de violencia que
persisten en sitios específicos y luego se desplazan hacia otros lugares. Esta
interpretación se refuerza en esta sección, cuyo objetivo principal consiste en
establecer en qué medida las tendencias y los patrones espaciales observados en la dinámica de la violencia global (homicidios según la fuente Policía
Nacional) corresponden con las tendencias y los patrones geográficos que se
presentan en la evolución de las muertes producidas por organizaciones que
actúan al margen de la ley y la confrontación armada (asesinatos y bajas de
acuerdo con la fuente Departamento Administrativo de Seguridad, Das.
combatientes y particularmente en que se registra, en los últimos años, mayor
aumento en la participación de víctimas civiles.
4.1. Relación entre la dinámica de los homicidios y las
muertes producidas en la confrontación armada y por
actores organizados de violencia
La evidencia que se presenta en los gráficos 4.1.2 y 4.1.3 muestra la existencia
de una muy fuerte relación entre la dinámica de la confrontación y la evolución de los homicidios. En efecto, desde mediados de la década del ochenta
y hasta 1992, el incremento de las acciones propias de la confrontación armada y de las víctimas que se registran entre sus protagonistas, se producen paralelamente con el crecimiento de los homicidios. Posteriormente, entre 1993
y 1998, la tendencia decreciente en la intensidad de la confrontación y en las
bajas que produce, se expresa en la disminución de los homicidios. A partir
de 1999 el escalamiento de la confrontación se produce paralelamente al
crecimiento de los homicidios y al llegar a su pico más elevado en 2002 produce los niveles máximos de muertes entre sus protagonistas. La relación que
A pesar de que prevalece en el país la creencia de que la participación de las
muertes que produce la confrontación armada y las que comenten los actores
organizados de violencia es marginal e irrelevante dentro del conjunto de los
homicidios registrados en el país96, una estimación a partir de los datos disponibles, que se presenta en el gráfico 4.1.1, muestra cómo dicha participación,
que en 1990 representa el 21%, posteriormente cae a sus niveles más bajos
entre 1995 y 1996 con el 11%, y a partir de 1997 va aumentando, al punto
que en 2005 alcanza el 42%. La tendencia creciente en la degradación de
la confrontación se expresa en que durante todos los años el porcentaje de
civiles asesinados supera el que corresponde a las bajas producidas entre los
96 La supuesta irrelevancia de la violencia organizada en el país es una idea que subsiste en la medida en
que no se tiene en cuenta que la cuantificación de las víctimas que produce, como se ha insistido en este
estudio, adolece de un subregistro.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Entre 1990 y 2005, en promedio por año por cada combatiente muerto fueron
asesinados 1.6 civiles. En efecto, mientras hubo 33.652 muertos entre integrantes de los grupos irregulares y miembros de la Fuerza Pública como resultado
de la confrontación, fueron asesinados 53.245 civiles a manos de organizaciones armadas al margen de la ley. Cabe mencionar que los años en los cuales
la relación de civiles asesinados por cada protagonista de la confrontación
caído es mayor al promedio anual, son: 1990 y 1991 con 2.34, 1998 con 2.10,
1999 con 1.96, 2000 con 1.87, 2001 con 1.90 y 2005 con 1.86.97
97 Un estudio reciente, que se ciñe a un conteo conservador de las muertes producidas en la confrontación
y por organizaciones armadas al margen de la ley a partir de información de prensa, concluye que éstas
estarían representando en los últimos años entre el 15 y el 25% del total de homicidios, que la relación
entre combatientes y civiles muertos es prácticamente de uno a uno y que a partir de 2002 el número de
combatientes caídos es mayor al de civiles asesinados, al punto que en 2004 la relación es de cuatro por
uno. Francisco Gutiérrez “Tendencias de los homicidios políticos en Colombia 1975-2004: una discusión
preliminar” en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), Nuestra guerra sin nombre,
Transformaciones del conflicto en Colombia, Bogotá, Editorial Norma, 2006.
223
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
evidentemente existe entre la dinámica de la confrontación y los cambios en
los homicidios, permite afirmar que la tendencia descendente que desde 2003
se impone en la violencia global del país se explica, entre otros factores, por la
desaceleración que a partir de este año se produce en ritmo de la confrontación armada y su posterior caída.
Desde otra perspectiva, el gráfico 4.1.4 muestra que las tendencias en la evolución de los asesinatos de civiles cometidos por las organizaciones armadas
al margen de la ley corresponden en buena medida con las tendencias en los
homicidios. De manera que la intensificación de las muertes causadas principalmente por el narcotráfico y los grupos de autodefensa, en ascenso hasta
1991, explica el crecimiento de los homicidios. A partir de 1992 la caída de los
asesinatos cometidos por las organizaciones al margen de la ley, y en particular
por las autodefensas que se someten a la justicia, presionan la disminución de
los homicidios. La reactivación de las autodefensas y los avances territoriales
que se producen en 1996 corresponden con un repunte en los homicidios
en este año, pero es primordialmente el incremento de la violencia desatada
por este actor durante las negociaciones llevadas a cabo durante el gobierno
Pastrana con las Farc, lo que explica la tendencia creciente de los homicidios
entre 1999 y 2002.
224
Si bien es cierto que la importante reducción registrada en los homicidios a partir de 2003 es resultado de la conducta de los grupos de autodefensa que en
el marco del proceso de paz con el gobierno dejan de recurrir a las masacres,
no se puede perder de vista que los grupos que no se desmovilizaron, las nuevas estructuras que emergen en algunos escenarios fuertemente ligados al
narcotráfico y la guerrilla que se ha propuesto retomar el control sobre los espacios donde las autodefensas tuvieron presencia, incrementan los asesinatos
al punto que en 2005 se registra uno de los niveles más elevados de violencia
producida por actores organizados.
Todo lo dicho hasta aquí se plasma en los gráficos 4.1.5 y 4.1.6 que comparan,
desde las perspectivas distintas que ofrecen las cifras absolutas y las tasas, la evolución de los homicidios y de los asesinatos y bajas. En la comparación planteada
en estos dos gráficos se advierte la elevada correspondencia entre las tendencias
de la violencia global del país y las muertes producidas entre los protagonistas de
la confrontación y por las organizaciones armadas. La correspondencia resulta
tan significativa que lleva a afirmar que los cambios en las tendencias de los homicidios son resultado de la dinámica que imponen las muertes producidas en la
confrontación y por las organizaciones armadas al margen de la ley.
Vicepresidencia de la República
Evolución de la participación de los asesinatos y las bajas en el total de homicidios
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Gráfico 4.1.1
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Asesinatos
Bajas causadas mutuamente entre las FF.AA y los grupos irregulares
Otros homicidios
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
225
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de la evolución de la intensidad de la confrontación y los homicidios
35.000
3.500
30.000
3.000
25.000
2.500
20.000
2.000
15.000
1.500
10.000
1.000
5000
ACCIONES Y COMBATES
HOMICIDIOS
Gráfico 4.1.2
500
0
0
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
Homicidios
1995
1996
1997
1998
1999 2000
2001
2002
2003
2004
2005
Intensidad de la confrontación
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
226
Vicepresidencia de la República
Comparativo de la evolución del homicidio y las bajas producidas en la confrontación
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Gráfico 4.1.3
4.500
35.000
4.000
30.000
3.500
25.000
20.000
BAJAS
2.500
2.000
15.000
HOMICIDIOS
3.000
1.500
10.000
1.000
5.000
500
0
0
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Bajas causadas mutuamente entre las FF.AA y los grupos irregulares
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Homicidios
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
227
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de la evolución de los homicidios y los asesinatos cometidos por actores
organizados de violencia
Gráfico 4.1.4
6.000
35.000
30.000
5.000
25.000
20.000
3.000
15.000
HOMICIDIOS
ASESINATOS
4.000
2.000
10.000
1.000
5.000
0
0
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
Asesinatos
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Homicidios
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
228
Vicepresidencia de la República
Comparativo de la evolución de los homicidios y los asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Gráfico 4.1.5
35.000
10.000
9.000
30.000
8.000
ASESINATOS Y BAJAS
6.000
20.000
5.000
15.000
4.000
3.000
HOMICIDIOS
25.000
7.000
10.000
2.000
5.000
1.000
0
0
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
Asesinatos y bajas
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Homicidios
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
229
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de las tasas de homicidios y de asesinatos y bajas
Gráfico 4.1.6
25
90
80
20
70
15
50
40
HOMICIDIOS
ASESINATOS Y BAJAS
60
10
30
20
5
10
0
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
Tasa asesinatos y bajas
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Tasa homicidio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
230
Vicepresidencia de la República
4.2. Correspondencia entre la geografía de los homicidios y de las muertes producidas en la confrontación
armada y por actores organizados de violencia
A partir de la comparación entre la distribución departamental, por una parte,
de los homicidios registrados en el país y, por otro lado, de las muertes que se
originan en la confrontación y las organizaciones armadas, se descubre en los
gráficos 4.2.1 y 4.2.2 que los escenarios de mayor concentración en ambos
casos son prácticamente los mismos. De aquí que Antioquia sea el departamento que en cada caso concentre alrededor de la cuarta parte de las muertes. Así mismo, se tiene que otras dos cuartas partes de las muertes registradas
en cada ámbito ocurren simultáneamente en Norte de Santander, Valle, Meta,
Cundinamarca, Cesar, Santander, Cauca, Tolima, Magdalena, Bolívar, Huila y
Caquetá.
Es importante señalar que en Casanare y Arauca pese a que la concentración
de muertes producidas en la confrontación y por organizaciones armadas es
elevada, no resulta significativa en términos de la violencia global. También
hay que tener en cuenta que la concentración de homicidios que es alta en
Caldas y Risaralda no lo es tanto en el ámbito de las muertes producidas en la
confrontación y por las organizaciones armadas.
En algunos periodos se puede establecer una relación entre el incremento de
las muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas
y el crecimiento de la violencia global en los departamentos. En efecto, el
aumento de las muertes en el primer ámbito entre 1997 y 1999 pero particularmente entre 2000 y 2002 jalona los homicidios en Antioquia, Valle, Cundinamarca, Norte de Santander, Santander, Tolima, Magdalena, Cesar, Meta,
Cauca, Nariño, Huila, Bolívar, Caquetá, Arauca, Casanare y Sucre.
De otra parte, si bien es cierto que entre 2003 y 2005 los homicidios se reducen
en más de la mitad de los departamentos del país, como se puede observar
en el gráfico 4.2.3, en otros diez la tendencia es inversa y en ocho de ellos el
aumento se asocia al ascenso de las muertes que producen la confrontación y
los actores organizados de violencia. En efecto, como se aprecia en el gráfico
4.2.4, en Atlántico, Meta, La Guajira, Arauca, Putumayo, Boyacá, Amazonas y
Vaupés la tendencia registrada es creciente en los últimos tres años.
Cabe destacar que Antioquia, que es el departamento que mayor incidencia,
tiene en la reducción de los homicidios a nivel nacional entre 2003 y 2005, al
mismo tiempo presenta una considerable disminución en los asesinatos y las
bajas, como se deduce de la comparación de los dos gráficos antes mencionados. Así mismo, se advierte una caída de las muertes en los dos ámbitos
considerados en Cundinamarca, Caldas, Santander, Risaralda, Cesar, Tolima,
Magdalena, Cauca, Bolívar, Córdoba, Chocó y Guaviare.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
También hay que mencionar a Norte de Santander, Valle, Casanare, Huila, Sucre, Caquetá, Quindío y Vichada, departamentos donde no obstante que las
muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas al
margen de la ley aumentan, los homicidios se inscriben en la tendencia descendente que se impone en la mayoría de los departamentos del país. De
igual forma llaman la atención los departamentos de Nariño y Guainía por ser
los únicos donde a pesar de que los asesinatos y las bajas se reducen en los
últimos tres años, los homicidios presentan una tendencia ascendente.
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
De otra parte, en la serie comprendida entre los mapas 4.2.1 y 4.2.16, donde
se establece una comparación entre la distribución geográfica de los homicidios y las muertes producidas en la confrontación y por los actores organizados
de violencia, se observa la existencia de correspondencia entre los patrones
de concentración en cada ámbito. La relación adquiere especial significado
a partir de 1998, mostrando que el patrón de concentración de los homicidios
presenta una elevada correspondencia con el de las víctimas de la confrontación y las organizaciones armadas ilegales.
La difusión espacial de los homicidios, como se aprecia en la serie de mapas
adjunta, se produce sobre todo en los últimos años en concordancia con la
expansión de la confrontación y los actores organizados de violencia. Recurriendo al análisis espacial es posible identificar los patrones de difusión de la
violencia producida por la confrontación y las organizaciones armadas que a
partir de unos focos se contagia a zonas contiguas.98 Estos patrones se expresan de igual forma en el incremento y expansión contagiosa de los homicidios,
lo cual pone al descubierto la elevada incidencia que tienen la confrontación
y las organizaciones armadas en la dinámica espacial de la violencia global
en Colombia.
Los resultados de trabajos que realizan pruebas econométricas corroboran lo
que se colige a partir de los mapas adjuntos, que la confrontación y la actuación de organizaciones armadas por fuera de la ley determinan la dinámica
de la violencia global del país. Esto ocurre porque la difusión de la actividad de
los grupos irregulares, que se inicia con un choque sobre la tasa de homicidios
en un lugar específico, se transmite espacial y temporalmente, elevando la
tasa de homicidios tanto de la unidad espacial local como la de los vecinos.99
98 En la presentación se señaló que los patrones de expansión de la violencia pueden clasificarse de dos
formas: a) relocalización, cuando la violencia deja una región y se ubica en otra. Es decir que se produce
un desplazamiento por causas que podrían obedecer al aumento de la presencia de fuerza pública, el
agotamiento de las rentas ilegales o la consolidación territorial por parte de un actor ilegal; b) difusión,
cuando la violencia se expande desde un foco hacia zonas contiguas, pero en el foco persiste la violencia
(Cohen y Tita, 1999).
99 La metodología de análisis espacial del estudio de Sánchez, Díaz y Formisano, 2002 corrobora la existencia
de una fuerte correlación espacial entre los indicadores de la confrontación y los de violencia, y muestra
que los cambios en los indicadores de violencia, a nivel local o de grupos de municipios vecinos, están
precedidos por la actividad de grupos armados ilegales.
231
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Este hallazgo es fundamental porque muestra la imposibilidad de establecer
una separación entre los homicidios producidos por la confrontación y los actores organizados de violencia y los homicidios comunes, y lleva la explicación
de la violencia a una causa principal. El establecimiento de la falsa separación
ha conducido a explicar los altos índices de homicidios en Colombia como
producto de múltiples causas entre las que se destacan “la cultura de la violencia”, “las condiciones objetivas” o la “intolerancia” de los colombianos, como
se discutió en la primera parte del estudio.
Los patrones de difusión espacial que se reconocen en los mapas 4.2.1.A a
4.2.16.A que distribuyen las muertes producidas en la confrontación y por las
organizaciones armadas se pueden asociar con los que se observan en los
mapas 4.2.1.B a 4.2.16.B que distribuyen los homicidios. Si bien no necesariamente coinciden el tamaño de los focos y la magnitud de la difusión, sí existe
una correspondencia en cuanto a las regiones y periodos en que se presentan. Es importante señalar que la correspondencia entre los patrones que se
observan en los dos ámbitos considerados, se produce en concordancia con
los patrones de expansión de la confrontación armada y el desarrollo de las
estrategias de los actores organizados de violencia, tal y como se describió en
las secciones 2 y 3 del estudio.
De aquí que los patrones de difusión y relocalización de las muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas correspondan
en períodos específicos con los que se observan en la violencia global en
los escenarios mencionados reiteradamente en las dos secciones anteriores: La Sierra Nevada de Santa Marta, La Serranía del Perijá, Catatumbo,
Montes de María, el Urabá antioqueño y chocoano, Paramillo, Occidente
antioqueño, sectores localizados sobre los ríos Atrato, San Juan y Baudó en
Chocó, Magdalena Medio (sur de Bolívar, nordeste antioqueño, Barrancabermeja y su zona de influencia, sur del Cesar, oriente de Caldas), Oriente
antioqueño, sectores de la Costa Pacífica en Nariño y Valle, el Macizo
Colombiano, la región del Bajo Putumayo, el piedemonte de la cordillera
oriental, los municipios que conformaron la Zona de Distensión durante las
negociaciones entre el gobierno Pastrana y las Farc y el departamento de
Arauca.
Desde la perspectiva que ofrecen las cifras expresadas en tasas por cien mil
habitantes, que se presentan en los gráficos 4.2.5 y 4.2.6, salta a la vista la
correspondencia que a nivel departamental se presenta en el periodo 19912005 entre altas tasas de homicidios (superiores al promedio nacional (63)) y
elevados índices de muertes producidas en la confrontación y por organizaciones armadas (superiores al promedio nacional (13)). Dicha correspondencia
se presenta en Antioquia, Arauca, Caquetá, Casanare, Putumayo, Guaviare,
Norte de Santander, Meta, Cesar, La Guajira y Vaupés.
232
En los casos de Risaralda, Caldas, Quindío y Valle, departamentos que pese
a registrar altos índices de homicidios, las tasas de asesinatos y bajas no son
elevadas, cabría pensar que en estos escenarios donde las organizaciones
armadas al servicio del narcotráfico han tenido una honda incidencia en la
violencia global, su participación pareciera estar subregistrada.
También cabe llamar la atención sobre los departamentos de Vichada, Chocó, Guanía, Cauca, Huila, Sucre, Santander, Tolima y Magdalena donde no
obstante que las tasas de muertes producidas en la confrontación y por los
grupos armados al margen de la ley son de las más elevadas, esta situación
no se traduce en índices de homicidio especialmente altos.
El análisis desde la perspectiva de las tasas permite confirmar lo que se veía
a partir de las cifras absolutas, en cuanto a que, en algo más de tres cuartas
parte, de los departamentos del país, la dinámica de los homicidios presenta
una estrecha relación con las muertes producidas en la confrontación y por los
grupos armados al margen de la ley.
A nivel municipal también se corrobora que los altos índices de homicidio tienen relación con la confrontación armada y la actuación de organizaciones
armadas al margen de la ley. En efecto, de los 380 municipios que en el lapso
1990-2005 registran una tasa de homicidio superior al promedio nacional, 272,
que representan el 70%, tienen al mismo tiempo una tasa de asesinatos y bajas superior al promedio del país.
Una segunda serie conformada por los mapas 4.2.17 y 4.2.21, busca establecer a nivel municipal la relación entre altas tasas de homicidio y elevados
índices de muertes producidas en la confrontación armada y por las organizaciones al margen de la ley entre 1990 y 2005. Siguiendo este objetivo se descubre que la persistencia de altos índices de homicidios en los municipios, que es
una característica que se aprecia nítidamente en los mapas 4.2.17.A y 4.2.17.
B, guarda una estrecha relación con la persistencia de la confrontación y la
actuación de organizaciones armadas ilegales. En efecto, no es difícil advertir
en los mapas 4.2.18 a 4.2.20 que existe una significativa correspondencia entre los homicidios y las muertes que se producen en la confrontación y por las
organizaciones armadas en los años en que en ambos casos las tasas superan
el promedio nacional y en los intervalos en que dichos índices se mantienen
en niveles altos.
La existencia de una significativa correspondencia entre altas tasas de homicidios en municipios donde también son elevados los índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas, se presenta en forma
contundente en el mapa 4.2.21. Es así que, entre 1990 y 2005, las altas tasas
de homicidio registradas en los municipios del país tienen una correspondencia del 54% con elevados índices de asesinatos y bajas. Este porcentaje varía
Vicepresidencia de la República
dependiendo del departamento que se considere, y va del 25% en el Valle,
hasta el 92% en Arauca.
De acuerdo con la regionalización utilizada en las secciones 2 y 3, a continuación se destacan los municipios que registran en promedio para el periodo
1990-2005 tasas de homicidios superiores al promedio nacional y que al mismo tiempo presentan índices de asesinatos y bajas por encima del promedio
del país. Es importante aclarar que al escoger este criterio, los municipios que
se mencionaran a continuación no son todos los que aparecen en el mapa
4.2.21, pero corresponden a aquellos donde la elevada persistencia de la violencia global tiene una estrecha relación con la confrontación y la actuación
de organizaciones armadas al margen de la ley.
En el oriente del país en el periodo 1990-2005 la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas
por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley es del
57% en Putumayo, 64% en Caquetá, 70% en Guaviare, 72% en Meta, 85% en
Casanare y 92% en Arauca.
En Arauca, la correspondencia entre tasas promedio de homicidio superiores
al promedio nacional e índices de asesinatos y bajas por encima del promedio del país se produce en los siete municipios del departamento. En Tame y
Saravena la intensidad de la violencia registra persistencia desde comienzos
de la década de los noventa hasta 2005. En Cravo Norte, Puerto Rondón, Fortul, Arauquita y Arauca, los altos índices de homicidio persisten por varios años
incluyendo los más recientes.
En Casanare, 11 municipios sobresalen por la correspondencia entre elevadas tasas promedio de homicidios y asesinatos y bajas. En el caso particular
de Aguazul, los índices son persistentes entre 1992 y 2005, en tanto que en
Sabanalarga, Trinidad, Pore y Yopal se mantienen elevados entre ocho y once
años continuos. En Sácama, Chámeza, Tauramena, Monterrey, Hato Corozal y
Recetor la persistencia es menor.
En Meta, son 18 municipios los que registran al mismo tiempo altas tasas promedio de homicidios y asesinatos y bajas, entre los cuales se destacan San Juan
de Arama, Castilla La Nueva y Granada por la persistencia de estos índices.
La elevada intensidad de la violencia registra continuidad durante periodos
de entre cinco y ocho años en San Luis de Cubarral, Puerto López, El Castillo,
Fuente de Oro, San Martín y Lejanías. Cabe señalar que en El Dorado, Mesetas,
Guamal, Vistahermosa, Puerto Lleras, Cabuyaro, Acacías, Restrepo, Barranca
de Upía y San Carlos de Guaroa la persistencia se produce durante periodos
más cortos, que comprenden los primeros años de la década de dos mil.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
En Guaviare, San José, El Retorno, Miraflores y Calamar sobresalen por la intensidad y persistencia de los elevados índices de homicidios y asesinatos y bajas,
que en primer municipio se produce principalmente entre 1993 y 1998, mientras que en los otro tres se expresa ante todo entre 2000 y 2003.
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
En Caquetá, el conjunto de los municipios, exceptuando a Solita, registra correspondencia entre tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y
bajas. Estos 14 municipios se caracterizan por la persistencia de la violencia
que en El Paujil se registra a lo largo de dieciséis años, en tanto que en Morelia
y San José de Fragua se produce entre 1990 y 2004. En Albania, La Montañita,
San Vicente del Caguán, Solano, Milán y Cartagena del Chairá las tasas se
mantienen en niveles elevados durante la primera mitad de los años noventa,
en tanto que en Valparaíso, Belén de los Andaquíes, El Doncello, Puerto Rico y
Florencia los altos índices persisten a lo largo de toda la década y los primeros
años de la siguiente. Cabe señalar que Curillo, pese a ser el municipio con los
índices más altos de muertes violentas en el departamento, la persistencia registra pausas y de aquí que se exprese en tres periodos de entre cuatro y cinco
años.
En Putumayo, 3 municipios se destacan por la correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas. Entre estos Puerto
Asís registra entre 1990 y 2005 persistencia de los índices de violencia en niveles superiores a la tasa promedio nacional, en tanto que Valle del Guamuez y
Mocoa presentan una persistencia menor, pero incluye años recientes. Pese a
que San Francisco y Villagarzón tienen elevadas tasas de homicidio, los índices
de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones al margen de
la ley son bajos.
En el suroccidente de país en el periodo 1990-2005 la correspondencia a nivel
municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley
es del 25% en el Valle, 50% en Nariño, 55% en el Tolima, 63% en el Huila y 78%
en el Cauca.
Cauca cuenta con 6 municipios en los cuales convergen las altas tasas
de homicidios y los elevados índices de asesinatos y bajas, entre los cuales
Mercaderes registra una alta persistencia de estos indicadores. En Patía, los
índices se mantienen en niveles elevados en la primera mitad de los años
noventa y entre finales de esta década y todo el primer lustro de la siguiente. De resto, en Corinto la intensidad de la violencia es persistente entre
1994 y 2003, en tanto que en Rosas, Timbío y Miranda los periodos críticos
son más cortos.
En el Huila, son 11 los municipios en los cuales convergen las tasas de homicidio y de asesinatos y bajas que superan el promedio nacional. Pitalito registra
233
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
durante todo el periodo de dieciséis años persistencia de los altos índices de
violencia. También es ostensible la continuidad en la intensidad de la violencia en Algeciras, Acevedo e Isnos. En Baraya, Altamira, Hobo, Campoalegre,
Colombia, Guadalupe y Oporapa, la persistencia se produce en periodos de
entre tres y cuatro años.
En el Tolima, en 18 municipios la violencia global es particularmente elevada en
correspondencia con elevados índices de asesinatos y bajas. En este conjunto,
sobresalen Anzoátegui, Rovira y Herveo, por la persistencia de los altos niveles
de violencia entre 1990 y 2005. Así mismo, en Icononzo, Chaparral, Planadas y
San Antonio las tasas de homicidio se han mantenido elevadas por más de un
lustro. De resto, en Casabianca, Santa Isabel, Rovira, Dolores, Alvarado, Armero,
Valle de San Juan, Cajamarca, Villahermosa, Falan, Murillo y Prado, auque se
presenta discontinuidad en la intensidad de la violencia, ésta persiste durante
periodos de entre tres y cinco años.
En Nariño, Policarpa es el municipio donde se registra correspondencia entre
una alta tasa promedio de homicidio y un elevado índice de asesinatos y bajas. La violencia es persistente principalmente en el período 2000-2003. Cabe
anotar que Tumaco y Ricaurte, pese a que no tienen tasas de homicidios superiores al promedio nacional de los últimos dieciséis años, registran a partir de
2000 altos niveles de asesinatos y bajas que hacen que el índice de violencia
global esté por encima del promedio del país.
En el Valle, de 37 municipios que registran tasas de homicidio superiores al promedio de la Nación en el lapso 1990-2005, solo en 8 se presenta correspondencia con elevados índices de asesinatos y bajas. Estos municipios son Bolívar,
Dagua, El Cairo, Jamundí, San Pedro, Trujillo, Tuluá y Vijes y se caracterizan por
la persistencia de la violencia desde comienzos de la década de los noventa.
En los otros 29 aunque la participación de la violencia organizada parece estar
subregistrada es importante destacar que los casos de El Águila, Yotoco, Ansermanuevo, Alcalá, Sevilla, Buga, y Cali la elevada intensidad de la violencia es
persistente hasta 2005. De otra parte en Ulloa, La Victoria, Zarzal, Riofrío, Bugalagrande, El Dovio, Andalucía, Restrepo, Cartago, Obando, La Unión y Yumbo, las
altas tasas de homicidios se presentan durante más de diez años consecutivos.
En los casos de Roldadillo, La Cumbre, Buenaventura y Palmira, los índices de
violencia son elevados entre 2000 y 2005. Cabe señalar que en Argelia, Versalles, Ginebra, Toro, Florida, Caicedonia y Pradera las altas tasas de homicidios
presentan discontinuidad en algunos años, pero en todos la intensidad de la
violencia persiste al menos durante un lustro.
En el centro de país en el periodo 1990-2005 la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas
por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley es del
234
27% en Quindío, 31% en Caldas, 35% en Risaralda, 38% en Boyacá y 49% en
Cundinamarca.
En Cundinamarca son 14 los municipios con tasas de homicidio que superan
el promedio nacional de los últimos dieciséis años y que al mismo tiempo registran índices de asesinatos y bajas superiores al promedio del país. Entre estos
municipios sobresale Medina por la persistencia de los elevados índices entre
1990 y 2002. Así mismo, la violencia es persistente durante buena parte de
los años noventa en Topaipí, Cabrera y Paratebueno, mientras que en Albán,
Beltrán, La Palma, Guayabal de Síquima, Útica, El Peñón, Silvania, San Juan de
Río Seco y Gachetá, la persistencia en las altas tasas se presenta hacia finales
de esta década y comienzos de la siguiente. Cabe decir que en Gutiérrez las
tasas se mantienen altas durante cortos periodos del decenio de los noventa.
En Boyacá sobresalen 9 municipios por la correspondencia entre altas tasas
promedio de homicidios y asesinatos y bajas. En particular, los altos índices de
violencia son persistentes a lo largo de la década de los noventa en San Pablo
de Borbur, Pauna y Otanche. En La Victoria, Muzo, Pajarito, Buenavista, Tunungua y San Luis de Gaceno, las tasas son elevadas durante la primera mitad de
los años noventa. Cabe anotar que en Macanal, Briceño, Santana, Maripí, Santa María, las elevadas tasas de homicidios, que son persistentes hacia finales
de la década de los noventa y comienzos de dos mil, no tienen relación con
elevados índices de asesinatos y bajas.
Risaralda es uno de los departamentos más críticos, por cuanto prácticamente la totalidad de sus municipios (13) tienen tasas de homicidio superiores al
promedio nacional entre 1990 y 2005. Sin embargo, la correspondencia con
elevados índices de asesinatos y bajas se presenta en 8 de estos municipios.
La elevada intensidad de la violencia es persistente durante dieciséis años en
Balboa y Apía en tanto que en Marsella, Santuario y Mistrató se registra durante
períodos de entre diez y quince años. De otra parte, en Quinchía y Pueblo Rico
los índices se mantienen en niveles altos durante cinco y siete de los años correspondientes a finales de los años noventa y comienzos de dos mil, mientras
que en Guática la persistencia es menor y a diferencia de los anteriores se produce durante la década de los noventa. Pese a que La Virginia, Pereira, Belén
de Umbría, La Celia y Santa Rosa de Cabal registran altas tasas de homicidios
no parece existir relación con elevados índices de asesinatos y bajas.
En Caldas son 19 municipios que superan la tasa promedio nacional de homicidios en el lapso de dieciséis años, pero tan solo en Anserma, Marulanda, Pensilvania, Riosucio y Samaná se presenta correspondencia con elevados índices
de asesinatos y bajas. No obstante cabe señalar que las tasas de homicidio
son altas en Supía, Viterbo, Belalcazar, Palestina, Chinchiná y Risaralda a lo largo de casi todo el periodo considerado, en tanto que en Marmato, MarqueVicepresidencia de la República
talia, La Dorada, Neira, Filadelfia, Salamina, Manizales y Victoria los índices se
mantienen elevados entre cuatro y ocho años consecutivos.
Así mismo, en Quindío, aunque casi todos sus municipios (10) registran tasas de
homicidios por encima del promedio nacional, solo en unos pocos (Córdoba,
Génova, Pijao y Salento) se presenta correspondencia con elevados índices de
asesinatos y bajas. En estos cuatro municipios la persistencia de la violencia es
alta, así como en en Filandia, Buenavista y Calarcá. En los casos de Quimbaya,
Montenegro y La Tebaida, la violencia se mantiene en niveles elevados durante
periodos recientes.
En el noroccidente del país, en el periodo 1990-2005, la correspondencia a
nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes
producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la
ley es del 51% en Chocó y 60% en Antioquia.
Antioquia es el departamento con el mayor número de municipios que en
periodo considerado simultáneamente las tasas promedio de homicidios y
asesinatos y bajas superan el promedio nacional. Estos 83 municipios se caracterizan por la persistencia de los elevados índices de violencia a lo largo de
la primera mitad de la década de los noventa, y que en Remedios, Alejandría
y Santo Domingo, se registran sin interrupción entre 1990 y 2005, en tanto que
en Barbosa, Girardota, Chigorodó, Caldas, Tarso, Apartadó, Medellín, Uramita,
San Jerónimo, Dabeiba, Cisneros, Salgar e Hispania se mantienen altos durante
más de nueve años consecutivos. De otra parte, las tasas superiores al promedio del país se mantienen altas durante periodos de entre cinco y nueve años
en San Carlos, San Luis, Granada, San Rafael, Cocorná, Sonsón, Yondó, Urrao,
Mutatá, Concepción, Turbo, Yolombó, San Francisco, Maceo, Montebello, Valdivia, Peñol, Angelópolis, Segovia, Toledo, Santuario, La Unión, Vegachí, Anzá,
Anorí, San Andrés, Heliconia, Argelia, Carepa, Briceño, Santa Fe de Antioquia,
Retiro, Amalfi, Olaya, Betulia, Yarumal, El Carmen de Viboral, Guadalupe, Santa
Bárbara, San Roque, Cañasgordas, Marinilla, Guatapé, Guarne, Gómez Plata,
Caicedo, Abejorral, Carolina, Frontino, San Vicente, Caramanta, Belmira, Santa Rosa de Osos, Ituango, Nariño, San José de la Montaña, Ciudad Bolívar,
Angostura, Peque, Entrerríos, Sabanalarga, Liborina, Buriticá, Concordia, Campamento, Támesis y Abriaquí. Cabe mencionar que en Amagá, Andes, Bello,
Betania, Caracolí, Copacabana, Don Matías, Ebéjico, Envigado, Fredonia, Giraldo, Itaguí, La Ceja, La Estrella, Puerto Berrío, Rionegro, Sabaneta, Sopetrán,
Titiribí, Valparaíso, Venecia y Yalí, pese a que se registran altas tasas promedio
de homicidio, no se presenta correspondencia con elevados índices promedio
de asesinatos y bajas entre 1990 y 2005.
En Chocó son 6 los municipios que se destacan por la correspondencia entre
tasas promedio de homicidios y asesinatos y bajas que superan el índice promedio nacional. El Carmen del Atrato es el municipio donde la violencia persisObservatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
te durante mayor tiempo. En Acandí, Unguía y Juradó, las tasas se mantienen
en niveles altos durante los años noventa, en tanto que en San José del Palmar
la persistencia se produce durante el primer lustro de dos mil. Bojayá registra
en 2002 una tasa tan elevada que hace que el promedio del municipio entre
1990 y 2005 supere el índice promedio nacional.
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
En la Costa Caribe la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de
homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las
organizaciones armadas al margen de la ley en el periodo 1990-2005 es del
45% en Atlántico, 48% en Magdalena, 61% en Bolívar, 67% en La Guajira, 69%
en Córdoba y 75% en Sucre.
En Sucre son 4 los municipios que presentan simultáneamente altas tasas promedio de homicidios y de asesinatos y bajas. En particular Colosó y Chalán
muestran cómo la elevada intensidad de la violencia persiste por periodos que
van de tres a seis años, mientras que en Ovejas y Toluviejo las tasas se mantienen en niveles altos máximo durante periodos de tres años.
La Guajira cuenta entre sus municipios con 5 que registran altas tasas de homicidio y elevados índices de asesinatos y bajas. En particular Riohacha registra
persistencia de la violencia durante dieciséis años consecutivos. Así mismo, en
El Molino las tasas se mantienen en niveles elevados durante la década de
los noventa. De resto en Urumita, Barrancas y Villanueva la continuidad en los
índices elevados se presenta en periodos de entre cuatro y seis años. Cabe
mencionar a Maicao por cuanto las tasas durante el primer lustro de la década
de dos mil superan el promedio nacional. Cabe señalar que Hatonuevo, pese
a registrar una elevada tasa de homicidio, no presenta una elevada tasa de
asesinatos y bajas.
En Bolívar, Zambrano es el único municipio del departamento que presenta
simultáneamente para el periodo 1990-2005 tasas promedio de homicidios y
de asesinatos y bajas superiores al promedio nacional. En Córdoba, se destaca
Puerto Libertador por la misma razón y al igual que Ciénaga en Magdalena.
En este último departamento pese a que en Pijiño del Carmen y Santa Marta
la tasa promedio de homicidio supera el promedio nacional y la persistencia
de la violencia se produce en períodos de entre tres y cuatro años, el índice de
asesinatos y bajas no es elevado.
En el nororiente del país en el periodo 1990-2005 la correspondencia a nivel
municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley es
del 41% en Santander, 70% en Norte de Santander y 80% en Cesar.
En Cesar son 15 los municipios que registran simultáneamente tasas promedio
de homicidios y de asesinatos y bajas superiores al promedio nacional, entre los
235
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
cuales se destaca Becerril por cuanto los índices de violencia se mantienen en
niveles altos durante catorce de los dieciséis años considerados. Así mismo, se
advierte persistencia en la intensidad de la violencia en San Alberto, San Martín
y Gamarra en la primera mitad de los años noventa, en tanto que en Aguachica se extiende al conjunto de la década y en Bosconia, Pelaya, Pailitas, San
Diego, El Copey y Curumaní, pese a que se registran algunas discontinuidades,
se expresa hacia comienzos de la década de dos mil. En Agustín Codazzi, Chiriguaná y La Jagua de Ibirico las tasas que no son elevadas en la primera mitad
de los años noventa registran a partir de mediados de esta década y hasta
comienzos de la siguiente niveles superiores al promedio del país.
En Norte de Santander son 12 los municipios que superan al mismo tiempo la
tasa promedio nacional de homicidios y de asesinatos y bajas. Entre estos municipios los que registran mayor persistencia en la intensidad de la violencia son El
Zulia, Tibú y Cúcuta. De resto en Puerto Santander, Teorama, Arboledas y Cucutilla
la violencia es persistente durante periodos más cortos, que en El Tarra, Sardinata,
San Cayetano, Santiago y Bucarasica corresponden a la primera mitad de la década de dos mil. Cabe señalar que en Villa del Rosario y Los Patios, pese a que
se registran tasas promedio de homicidios por encima del promedio nacional,
los índices de asesinatos y bajas en promedio no son altos.
Por último, Santander cuenta con 14 municipios que superan las tasas promedio de homicidios y de asesinatos y bajas del país entre 1990 y 2005. Entre estos
municipios se destacan Aguada, Macaravita, Capitanejo, Zapatoca, y Puerto
Wilches por la persistencia de los elevados índices de violencia a lo largo de
los años noventa, y que en el Playón se extiende hasta 2002 y en Sabana de
Torres hasta 2005. De otra parte, California, Matanza, Suratá, Lebrija, Landázuri,
El Guacamayo y Palmar, después de presentar discontinuad en la intensidad
de la violencia en la década de los noventa, vuelven a registrar tasas elevadas hacia comienzos de la década de dos mil. En los casos de Puerto Parra,
Barrancabermeja, La Paz y Florian que no registran tasas elevadas en los años
noventa, hacia comienzos de la década de dos mil los índices superan el
promedio del país. Cabe anotar que en Charalá, Barbosa, Guapota, Málaga,
Oiba, Onzaga y Puente Nacional, pese a que se registran tasas promedio de
homicidios superiores al promedio nacional, los índices de asesinatos y bajas
en promedio entre 1990 y 2005 no son altos.
En definitiva, la evidencia que se ha presentado permite afirmar que las tendencias y los patrones geográficos observados en la evolución de los homicidios
en Colombia son resultado de la dinámica que imponen las muertes producidas directamente por la confrontación y las causadas por las organizaciones
armadas al margen de la ley. Lo razonable, entonces, es reconocer, como
afirma el sociólogo Daniel Pécaut, que en la violencia actual los fenómenos interactúan y se relacionan de manera que resulta totalmente inapropiado continuar trazando límites claros entre la violencia política y aquella que no lo es,100
y menos aún insistir en la supuesta irrelevancia de la violencia producida en la
confrontación armada y por los actores organizados al margen de la ley.
100 Daniel Pécaut. “De la violencia banalizada al terror: El caso colombiano”, en rev Controversia del Cinep
No.171 de 1997.
236
Vicepresidencia de la República
Cambios en los homicidios según departamentos
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Gráfico 4.2.1
Antioquia
Valle
Cundinamarca
Norte de Santander
Caldas
Risaralda
Santander
Tolima
Atlántico
Magdalena
Cesar
Meta
Cauca
Nariño
Huila
Bolívar
Caquetá
Quindío
Boyacá
Córdoba
La Guajira
Arauca
Casanare
Putumayo
Sucre
Chocó
Guaviare
0
5.000
1991-1993
10.000
1994-1996
15.000
1997-1999
20.000
2000-2002
25.000
30.000
35.000
2003-2005
Fuente: Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
237
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Evolución de la concentración departamental de los asesinatos y bajas
Gráfico 4.2.2
Antioquia
Norte de Santander
Valle
Meta
Cundinamarca
Cesar
Santander
Cauca
Arauca
Casanare
Tolima
Magdalena
Bolívar
Huila
Caquetá
La Guajira
Sucre
Boyacá
Nariño
Chocó
Córdoba
Putumayo
Caldas
Risaralda
Atlántico
Quindío
Guaviare
Vichada
Vaupés
Guainía
0
500
1000
1500
1991-1993
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
238
2000
1994-1996
2500
1997-1999
3000
2000-2002
3500
4000
4500
5000
2003-2005
Vicepresidencia de la República
Cambios en los homicidios según departamentos
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Gráfico 4.2.3
Antioquia
Valle
Cundinamarca
Norte de Santander
Caldas
Santander
Risaralda
Cesar
Tolima
Magdalena
Cauca
Huila
Bolívar
Caquetá
Quindío
Córdoba
Casanare
Sucre
Chocó
Guaviare
Vichada
Guainía
Vaupés
San Andrés
Amazonas
Boyacá
Putumayo
Arauca
La Guajira
Nariño
Meta
Atlántico
0
5.000
10.000
2000-2002
15.000
20.000
25.000
2003-2005
Fuente: Policía Nacional
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
239
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Cambios en los homicidios producidos por actores organizados y en la confrontación armada
según departamentos
Gráfico 4.2.4
Antioquia
Cauca
Cesar
Cundinamarca
Santander
Magdalena
Tolima
Bolívar
Chocó
Nariño
Caldas
Córdoba
Risaralda
Guaviare
Guainía
San Andrés
Vuapés
Amazonas
Vichada
Quindío
Atlántico
Putumayo
Boyacá
Caquetá
Sucre
La Guajira
Huila
Casanare
Arauca
Valle
Meta
Norte de Santander
0
500
1.000
1.500
2.000
2003-2005
2.500
3.000
3.500
4.000
4.500
5.000
2000-2002
Fuente: Das
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
240
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1990
Asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Homicidios
Mapa 4.2.1 A
Mapa 4.2.1 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
241
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1991
Asesinatos y bajas
Homicidios
Mapa 4.2.2 A
Mapa 4.2.2 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
242
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1992
Asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Homicidios
Mapa 4.2.3 A
Mapa 4.2.3 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
243
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1993
Asesinatos y bajas
Homicidios
Mapa 4.2.4 A
Mapa 4.2.4 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
244
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1994
Asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Homicidios
Mapa 4.2.5 A
Mapa 4.2.5 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
245
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1995
Asesinatos y bajas
Homicidios
Mapa 4.2.6 A
Mapa 4.2.6 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
246
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1996
Asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Homicidios
Mapa 4.2.7 A
Mapa 4.2.7 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
247
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1997
Asesinatos y bajas
Homicidios
Mapa 4.2.8 A
Mapa 4.2.8 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
248
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1998
Asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Homicidios
Mapa 4.2.9 A
Mapa 4.2.9 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
249
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
1999
Asesinatos y bajas
Homicidios
Mapa 4.2.10 A
Mapa 4.2.10 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
250
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
2000
Asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Homicidios
Mapa 4.2.11 A
Mapa 4.2.11 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
251
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
2001
Asesinatos y bajas
Homicidios
Mapa 4.2.12 A
Mapa 4.2.12 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
252
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
2002
Asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Homicidios
Mapa 4.2.13 A
Mapa 4.2.13 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
253
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
2003
Asesinatos y bajas
Homicidios
Mapa 4.2.14 A
Mapa 4.2.14 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
254
Vicepresidencia de la República
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
2004
Asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Homicidios
Mapa 4.2.15 A
Mapa 4.2.15 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
255
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas
2005
Asesinatos y bajas
Homicidios
Mapa 4.2.16 A
Mapa 4.2.16 B
1-20
21-50
51-100
101-200
101-200
201 y Más
Departamento
Municipio
Fuente: Das / Policía Nacional
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
256
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
257
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Cambios en la tasa de homicidio según departamento
Gráfico 4.2.5
Antioquia
Arauca
Caqueta
Risaralda
Valle
Casanare
Putumayo
Caldas
Guaviare
Norte de Santander
Meta
Quindio
Cesar
Guajira
Vaupes
Magdalena
Tolima
Huila
Santander
Bogota
Choco
Cauca
Cundinamarca
Guainia
Atlantico
Nariño
Sucre
Boyaca
Vichada
Cordoba
Bolivar
Amazonas
San Andres
0
50
1991-1993
100
1994-1996
150
1997-1999
2000-2002
200
250
2003-2005
Fuente: Policía Nacional / Dane
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
258
Vicepresidencia de la República
Evolución de la tasas promedio departamentales de asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Gráfico 4.2.6
Arauca
Casanare
Vaupés
Meta
Vichada
Caquetá
Putumayo
Cesar
Guaviare
Norte de Santander
Chocó
La Guajira
Antioquia
Guainía
Cauca
Huila
Sucre
Santander
Tolima
Magdalena
Risaralda
Bolivar
Caldas
Boyacá
Amazonas
Valle
Cordoba
Nariño
Quindio
Cundinamarca
Atlantico
San Andrés
0
20
40
60
80
100
120
140
160
1991-1993 1994-1996 1997-1999 2000-2002 2003-2005
Fuente: Das / Dane
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
259
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Cambio en la tasa promedio de homicidio según departamento
Gráfico 4.2.7
Antioquia
Norte de Santander
Guaviare
Caquetá
Casanare
Caldas
Valle
Risaralda
Cesar
Quindío
Huila
Tolima
Magdalena
Santander
Cauca
Chocó
Cundinamarca
Nariño
Bogotá
Sucre
Bolívar
Cordoba
Guainía
Vichada
San Andrés
Amazonas
Boyacá
Atlántico
Vaupés
La Guajira
Putumayo
Meta
Arauca
0
20
40
60
2000-2002
80
100
120
140
2003-2005
Fuente: Policía Nacional / Dane
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
260
Vicepresidencia de la República
Cambio en las tasas departamentales de asesinatos y bajas
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
Gráfico 4.2.8
Guainía
Chocó
Caquetá
Putumayo
Cesar
Guaviare
Cauca
Antioquia
Magdalena
Tolima
Santander
Caldas
Bolívar
Nariño
Risaralda
Córdoba
Cundinamarca
Atlántico
San Andrés
Quindío
Boyacá
Valle
Amazonas
Sucre
Huila
Vaupés
Norte de Santander
La Guajira
Vichada
Meta
Casanare
Arauca
0
20
40
60
80
2000-2002
100
120
140
160
2003-2005
Fuente: Das / Dane
Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
261
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Persistencia de las tasas de homicidio entre 1990 y 2005
Número de años en que las tasas municipales superan el promedio
nacional
Mapa 4.2.17 A
Número de años en que las tasas municipales superan en forma
consecutiva el promedio nacional
Mapa 4.2.17 B
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Dane
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
262
Vicepresidencia de la República
Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas
1990 - 2005
Mapa 4.2.18 A
Número de años de
correspondencia
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
1991 - 1993
Mapa 4.2.18 B
Nivel de
correspondencia
1
Alto (3 Años)
2-4
Medio (2 Años)
5-7
Bajo (1 Año)
8-10
11-13
14-16
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
263
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas
1994 - 1996
Mapa 4.2.19 A
Nivel de
correspondencia
1997 - 1999
Mapa 4.2.19 B
Nivel de
correspondencia
Alto (3 Años)
Alto (3 Años)
Medio (2 Años)
Medio (2 Años)
Bajo (1 Año)
Bajo (1 Año)
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
264
Vicepresidencia de la República
Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas
2000 - 2002
Mapa 4.2.20 A
Nivel de
correspondencia
Capítulo 4
Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global
2003 - 2005
Mapa 4.2.20 B
Nivel de
correspondencia
Alto (3 Años)
Alto (3 Años)
Medio (2 Años)
Medio (2 Años)
Bajo (1 Año)
Bajo (1 Año)
Departamento
Municipio
Fuente: Policía Nacional / Das / Dane
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Vicepresidencia de la República
Fuente cartográfica IGAC
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
265
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas
1990 - 2005
Mapa 4.2.21
Porcentaje de
correspondencia
1-25 %
26-50 %
51-75 %
76-100 %
Fuente: Policía Nacional / Das / Dane
Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH
Fuente cartográfica IGAC
266
Vicepresidencia de la República
Sinopsis
Sinopsis
En este estudio se ha elaborado una geografía de la violencia en Colombia,
cuyos rasgos principales son, por una parte, la tendencia a la concentración
de las muertes en pocos escenarios y, de otro lado, la tendencia a que las elevadas tasas de homicidios registradas en los municipios persistan por un tiempo. De aquí que el índice observado en el año anterior se constituya en una
guía insustituible en la predicción de violencia en los municipios colombianos
en años subsiguientes. Por lo tanto, el examen de los mapas y las estadísticas
para identificar los escenarios donde las tasas de homicidios han sido elevadas
y en consecuencia la probabilidad de que la violencia persista es alta, es una
tarea previa al diseño de políticas y la adopción de medidas tendientes a disminuir su impacto en áreas y sectores específicos.
Pese a que existe un enorme desconocimiento sobre los autores de las muertes que ocurren en el país, se ha aceptando la tesis de que la violencia que
está cobrando el mayor número de víctimas sobrepasa ampliamente a la que
producen la confrontación armada y los actores organizados al margen de la
ley. Con el ánimo de contribuir a la discusión de este lugar común, entre las
diferentes interpretaciones de la elevada intensidad de la violencia en Colombia, en este estudio se ha explorado la pertinencia de aquella que atribuye el
alto número de muertes a la persistencia de la confrontación y la actuación al
margen de la ley de organizaciones armadas.
En los dieciséis años que abarca el estudio, por cada miembro de la Fuerza
Pública muerto en la confrontación se produjo la baja de 2.3 integrantes de los
grupos al margen de la ley. Si se profundiza en la dinámica de la confrontación
armada y las muertes producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los
grupos irregulares se descubre que, excepto en los años 1990, 1991 y 1998,
la relación de bajas ha sido favorable a la Fuerza Pública, y que es a partir de
1999 cuando se comienza a establecer una ventaja ostensible. La mayor diferencia entre las muertes de lado y lado se registra en 2002 y a partir de 2003,
aunque la relación sigue estando a favor de la Fuerza Pública, se observa una
caída en las bajas producidas a los grupos irregulares, lo cual contribuye a exObservatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
plicar la tendencia descendente en la violencia global del país que se impone
a partir de este año.
Es preciso tener en cuenta que la confrontación no solamente produce violencia mediante las muertes causadas mutuamente entre sus protagonistas
armados, sino también a través de los civiles asesinados por las organizaciones
armadas al margen de la ley que, en la búsqueda de sus objetivos, los identifican como blanco de su acción. La distribución por años de estas víctimas permite una aproximación a la dinámica de la violencia organizada. Entre 1990
y 1991 los niveles son elevados, para posteriormente, a partir de 1992, registrar
una tendencia descendente que se mantiene hasta 1995. En 1996, pero especialmente desde 1997, los asesinatos se incrementan en forma ostensible y
en 2001 llegan a su pico más alto.
No cabe duda que la desmovilización de las estructuras armadas pertenecientes a las Auc, determina en alto grado la reducción de la violencia masiva, lo
que también contribuye a explicar la tendencia descendente de los homicidios registrados en el país en los últimos años. Sin embargo, es importante tener
en cuente que la acción persistente en algunos escenarios de estructuras que
no se desmovilizaron, el rápido surgimiento de nuevos grupos fuertemente ligados al narcotráfico en zonas donde actuaron las autodefensas y el creciente
interés de la guerrilla en recuperar zonas que estuvieron bajo el dominio de los
grupos desactivados, son los factores que permiten explicar el alto número de
asesinatos cometidos por actores organizados que se sigue registrando.
Una estimación a partir de los datos disponibles, que pese a no ser perfectos ni
estar libres de sesgos, indica que entre 1990 y 2005 el porcentaje de las muertes producidas en la confrontación y por actores armados al margen de la ley
en promedio por año corresponde al 21% del total de muertes violentas registradas en el país. Durante todos estos años, el porcentaje de civiles asesinados
supera el que corresponde a las bajas producidas entre los combatientes y
particularmente en los últimos años se registra mayor aumento en la partici-
269
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
pación de civiles, dando una clara muestra de la degradación creciente que
experimente la confrontación en Colombia. En el mismo lapso, en promedio
por año, por cada combatiente muerto fueron asesinados 1.6 civiles. No sobra
recalcar que la estimación adolece de un subregistro en alguno de los componentes de la relación pero lo cierto es que la diferencia entre ellos en todos
los años resulta muy diciente.
Pero más allá del cálculo de la participación en la violencia global, que con
las estadísticas disponibles es muy difícil de establecer, se ha mostrado que la
evolución de los homicidios, se encuentra atada a la dinámica que imponen
las muertes producidas en la confrontación armada así como por los actores
organizados. De manera que los altos niveles de homicidio registrados hacia
comienzos de los años noventa, particularmente en 1991, se explican principalmente por el escalamiento de la confrontación y la violencia desatada
por el narcotráfico y las autodefensas en asenso. La tendencia descendente
registrada en los homicidios a partir de 1992 es resultado de la disminución en
la intensidad de la confrontación y del sometimiento a la justicia de los grupos
de autodefensa con mayor poderío y cubrimiento territorial. El cambio en la
tendencia de los homicidios en 1996 se relaciona en los avances territoriales
de las autodefensas. El marcado incremento en los homicidios a partir de 1999
tiene una estrecha relación con el escalamiento de la confrontación y la enconada disputa entre guerrillas y autodefensas por el predominio en no pocas
regiones del país mientras se llevaban a cabo las negociaciones de paz entre
el Gobierno Pastrana y las Farc. En sentido contrario, la disminución de los homicidios registrada a partir de 2003 se relaciona, en primer lugar, con la conducta asumida por las autodefensas que, tras haber logrado la consolidación en
amplios territorios, en el marco del proceso de paz y posterior desmovilización
de sus estructuras dejan de recurrir a las masacres y, en segundo lugar, con el
repliegue de las guerrillas en escenarios regionales donde la Fuerza Pública
logra retomar la iniciativa en la confrontación armada.
También se pudo establecer que, en algo más de las tres cuartas parte de los
departamentos del país, la dinámica de los homicidios se encuentra estrechamente relacionada con la confrontación y el accionar de organizaciones armadas al margen de la ley. De otra parte, de los 380 municipios que en el lapso 1990-2005 registran una tasa de homicidio superior al promedio nacional,
272, que representan el 70%, tienen al mismo tiempo una tasa de asesinatos y
bajas superior al promedio del país.
Sin lugar a dudas, existe una significativa correspondencia entre altas tasas de
homicidios en municipios donde también son elevados los índices de muertes
270
producidas en la confrontación y organizaciones armadas ilegales. De tal suerte, entre 1990 y 2005, las altas tasas de homicidios registradas a nivel municipal
presentan una correspondencia del 54% con elevados índices de asesinatos y
bajas. Este porcentaje varía dependiendo del departamento que se considere,
y va del 25% en el Valle, hasta el 92% en Arauca. Cabe anotar que los departamentos donde se presenta una correspondencia entre el 25 y 50% son, fuera
del Valle, Quindío, Caldas, Risaralda, Boyacá, Santander, Atlántico, Magdalena,
Cundinamarca, Amazonas y Nariño; entre el 51 y 75% Chocó, Tolima, Vichada, Putumayo, Antioquia, Bolívar, Huila, Caquetá, Guajira, Córdoba, Guaviare,
Norte de Santander, Meta y Sucre; y superior al 76%, Cauca, Vaupés, Cesar,
Casanare y Arauca.
Otro aspecto importante que se ha presentado es la dinámica de difusión
espacial de la violencia. La difusión de los homicidios, como se ha visto, se
produce sobre todo en los últimos años en concordancia con la expansión de
la confrontación y los actores organizados de violencia, lo cual pone al descubierto su elevada incidencia en la dinámica de la violencia global del país.
El enfrentamiento entre organizaciones armadas ilegales y las acciones que
éstas dirigen contra los civiles explican los elevados índices de homicidios; no
hay al menos otra razón en relación con los cambios tan bruscos registrados
en esta variable en contextos en que la guerrilla y las autodefensas luchan por
el predominio. De aquí que exista una alta concentración de las muertes causadas por los protagonistas de la confrontación en escenarios donde también
son elevados los homicidios.
Al considerar los focos de mayor violencia que se presentan en períodos específicos, se descubre que corresponden en buena medida con los escenarios
donde la confrontación es elevada y produce muchas muertes entre los integrantes de los grupos irregulares y la Fuerza Pública y/o con las zonas donde la
disputa armada entre grupos al margen de la ley se expresa en un alto número
de víctimas entre la población civil.
En definitiva, se ha visto cómo la dinámica de la violencia tiene una estrecha
relación con la confrontación armada y la actuación de organizaciones al
margen de la ley. De aquí la muy significativa correspondencia en las tendencias y los patrones geográficos presentes en ambos fenómenos. Este hallazgo
que, por una parte, impide que se establezca una separación tajante entre los
homicidios producidos en la confrontación y por los actores organizados y los
homicidios comunes, por otra parte, permite identificar una causa principal de
la violencia en la Colombia actual.
Vicepresidencia de la República
1.1. Tendencias en la evolución reciente del homicidio
30
Mapa 1.1.12. A Homicidios 2001..........................................................................
31
Mapa 1.1.12. B Municipios con altas tasas 2001..................................................
31
Gráfico 1.1.1.
Evolución del número y la tasa de homicidio..............................
Gráfico 1.1.2.
Tasa de homicidio (por cada 100.000 habitantes) en el
hemisferio americano. Comparación entre países y con
el nivel mundial............................................................................
17
Mapa 1.1.13. A Homicidios 2002..........................................................................
32
Gráfico 1.1.3.
Evolución de los homicidios según departamentos....................
18
Mapa 1.1.13. B Municipios con altas tasas 2002..................................................
32
Gráfico 1.1.4 .
Evolución de la tasa departamental de homicidio.....................
19
Mapa 1.1.14. A Homicidios 2003.........................................................................
33
Mapa 1.1.1. A
Homicidios 1990..........................................................................
20
Mapa 1.1.14. B Municipios con altas tasas 2003.................................................
33
Mapa 1.1.1. B
Municipios con altas tasas 1990..................................................
20
Mapa 1.1.15. A Homicidios 2004.........................................................................
34
Mapa 1.1.2. A
Homicidios 1991..........................................................................
21
Mapa 1.1.15. B Municipios con altas tasas 2004.................................................
34
Mapa 1.1.2. B
Municipios con altas tasas 1991..................................................
21
Mapa 1.1.16. A Homicidios 2005..........................................................................
35
Mapa 1.1.3. A
Homicidios 1992..........................................................................
22
Mapa 1.1.16. B Municipios con altas tasas 2005..................................................
35
Mapa 1.1.3. B
Municipios con altas tasas 1992..................................................
22
1.2. Interpretaciones en torno a los altos índices de homicidio
Mapa 1.1.4. A
Homicidios 1993.........................................................................
23
Gráfico 1.2.1.
Relación entre la violencia y el narcotráfico (1982-1998)............
42
Mapa 1.1.4. B
Municipios con altas tasas 1993..................................................
23
Gráfico 1.2.2.
Mapa 1.1.5. A
Homicidios 1994..........................................................................
24
Comparativo de la evolución de la intensidad de
la confrontación, los homicidios, los asesinatos y las bajas.........
43
Mapa 1.1.5. B
Municipios con altas tasas 1994..................................................
24
Mapa 1.1.6. A
Homicidios 1995..........................................................................
25
Comparativo de la evolución de los combates, las
acciones de los grupos irregulares y los homicidios.....................
44
Mapa 1.1.6. B
Municipios con altas tasas 1995..................................................
25
Comparativo de la evolución de los homicidios, los
asesinatos y las bajas producidas en la confrontación...............
45
Mapa 1.1.7. A
Homicidios 1996..........................................................................
26
Mapa 1.1.7. B
Municipios con altas tasas 1996..................................................
26
Evolución del porcentaje de municipios con elevado índice
de violencia según estructuras y tipos de desarrollo (1987-1995).
46
Mapa 1.1.8. A
Homicidios 1997..........................................................................
27
Mapa 1.2.1.A
Colombia: Municipios según tasa promedio de homicidios.......
47
Mapa 1.1.8. B
Municipios con altas tasas 1997..................................................
27
Mapa 1.2.1.B
NBI compuesto............................................................................
47
Mapa 1.1.9. A
Homicidios 1998..........................................................................
28
Mapa 1.2.2.A
Mapa 1.1.9. B
Municipios con altas tasas 1998..................................................
28
20 municipios donde se concentró el 20% de los homicidios
(1997-2001).................................................................................
48
Mapa 1.1.10. A Homicidios 1999..........................................................................
29
60 municipios donde se concentró el 40% de los homicidios
(1997-2001)..................................................................................
48
Mapa 1.1.10. B Municipios con altas tasas 1999..................................................
29
Mapa 1.1.11. A Homicidios 2000..........................................................................
30
150 municipios donde se concentró el 60% de los homicidios
(1997-2001)..................................................................................
49
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
16
Mapa 1.1.11. B Municipios con altas tasas 2000.................................................
Gráfico 1.2.3.
Gráfico 1.2.4.
Gráfico 1.2.5.
Mapa 1.2.2.B
Mapa 1.2.3.A
Índice de mapas y gráficos
Índice de mapas y gráficos
271
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Mapa 1.2.3.B
340 municipios donde se concentró el 80% de los homicidios
(1997-2001)..................................................................................
49
340 municipios donde se concentró el 80% de los homicidios
(1997-2001)..................................................................................
50
Municipios donde se concentran las masacres cometidas por
grupos armados ilegales (1997-2001).........................................
50
Municipios donde se concentraron los asesinatos cometidos por
las autodefensas (1997-2001)......................................................
51
Municipios donde se concentraron las masacres cometidas por
las autodefensas (1997-2001)......................................................
51
Municipios donde se concentraron los asesinatos cometidos por
grupos guerrilleros (1997-2001)....................................................
52
Municipios donde se concentraron las masacres cometidas por
grupos guerrilleros (1997-2001)....................................................
52
Mapa 1.2.7.A
Focos de mayor intensidad del homicidio (2002-2004)..............
53
Mapa 1.2.7.B
Farc..............................................................................................
53
Mapa 1.2.8.A
ELN...............................................................................................
54
Mapa 1.2.8.B
AUC..............................................................................................
54
Mapa 1.2.9.A
Homicidios y bajas 2000-2002.....................................................
55
Mapa 1.2.9.B
Asesinatos y bajas 2000-2002......................................................
55
Mapa 1.2.10.A Homicidios y bajas 2003-2005....................................................
56
Mapa 1.2.10.B
56
Mapa 1.2.4.A
Mapa 1.2.4.B
Mapa 1.2.5.A
Mapa 1.2.5.B
Mapa 1.2.6.A
Mapa 1.2.6.B
Asesinatos 2003-2005.................................................................
2.2. Análisis estratégico de la confrontación y de las muertes que produce.
2.1. Tendencias en la evolución de la confrontación armada
Gráfico 2.1.1.
Gráfico 2.1.2.
Gráfico 2.1.3.
Gráfico 2.1.4.
Gráfico 2.1.5.
Gráfico 2.1.6.
Gráfico 2.1.7.
272
Evolución de los combates de las FF.MM. y las acciones
armadas de los grupos irregulares...............................................
63
Comparativo de la evolución de la relación entre los
combates y las acciones armados de los grupos irregulares......
64
Evolución de la relación de bajas causadas entre la Fuerza
Pública y los grupos irregulares....................................................
65
Comparativo de los combates dirigidos por las FF.AA.
contra los grupos irregulares........................................................
66
Comparativo de la evolución de laactividad armada
de los grupos irregulares..............................................................
67
Comparativo de los combates de las FF.AA. y las acciones
de los grupos irregulares según departamentos 2002-2005........
68
Relación departamental de las bajas producidas a los grupos
irregulares y la Fuerza Pública (2002-2005)..................................
69
Gráfico 2.2.1.
Evolución de los combates liberados entre las FF.MM. y los grupos
irregulares.....................................................................................
81
Gráfico 2.2.2.
Comparativo de la evolución de los combates de las
FF.MM. y las bajas de los grupos irregulares.................................
82
Evolución de las bajas causadas a los grupos irregulares
identificados................................................................................
83
Gráfico 2.2.4.
Evolución departamental de las bajas de los grupos irregulares
84
Gráfico 2.2.5.
Evolución de las bajas de los grupos irregulares..........................
85
Mapa 2.2.1. A
Combates 1990...........................................................................
86
Mapa 2.2.1. B
Bajas irregulares 1990..................................................................
86
Mapa 2.2.2. A
Combates 1991...........................................................................
87
Mapa 2.2.2. B
Bajas irregulares 1991..................................................................
87
Mapa 2.2.3. A
Combates 1992...........................................................................
88
Mapa 2.2.3. B
Bajas irregulares 1992..................................................................
88
Mapa 2.2.4. A
Combates 1993...........................................................................
89
Mapa 2.2.4. B
Bajas irregulares 1993..................................................................
89
Mapa 2.2.5. A
Combates 1994...........................................................................
90
Mapa 2.2.5. B
Bajas irregulares 1994..................................................................
90
Mapa 2.2.6. A
Combates 1995...........................................................................
91
Mapa 2.2.6. B
Bajas irregulares 1995..................................................................
91
Mapa 2.2.7. A
Combates 1996...........................................................................
92
Mapa 2.2.7. B
Bajas irregulares 1996.................................................................
92
Mapa 2.2.8. A
Combates 1997...........................................................................
93
Mapa 2.2.8. B
Bajas irregulares 1997..................................................................
93
Mapa 2.2.9. A
Combates 1998...........................................................................
94
Mapa 2.2.9. B
Bajas irregulares 1998..................................................................
94
Mapa 2.2.10. A Combates 1999...........................................................................
95
Mapa 2.2.10. B Bajas irregulares 1999..................................................................
95
Mapa 2.2.11. A Combates 2000...........................................................................
96
Mapa 2.2.11. B Bajas irregulares 2000..................................................................
96
Mapa 2.2.12. A Combates 2001...........................................................................
97
Mapa 2.2.12. B Bajas irregulares 2001..................................................................
97
Gráfico 2.2.3.
Vicepresidencia de la República
98
Mapa 2.2.25.B Bajas F. P. 1998.............................................................................
117
Mapa 2.2.13. B Bajas irregulares 2002..................................................................
98
Mapa 2.2.26.A Acciones 1999.............................................................................
118
Mapa 2.2.14. A Combates 2003..........................................................................
99
Mapa 2.2.26.B Bajas F. P. 1999.............................................................................
118
Mapa 2.2.14. B Bajas irregulares 2003..................................................................
99
Mapa 2.2.27.A Acciones 2000.............................................................................
119
Mapa 2.2.15. A Combates 2004..........................................................................
100
Mapa 2.2.27.B Bajas F. P. 2000.............................................................................
119
Mapa 2.2.15. B Bajas irregulares 2004..................................................................
100
Mapa 2.2.28.A Acciones 2001.............................................................................
120
Mapa 2.2.16. A Combates 2005..........................................................................
101
Mapa 2.2.28.B Bajas F. P. 2001.............................................................................
120
Mapa 2.2.16. B Bajas irregulares 2005..................................................................
101
Mapa 2.2.29.A Acciones 2002.............................................................................
121
Mapa 2.2.29.B Bajas F. P. 2002.............................................................................
121
Mapa 2.2.30.A Acciones 2003.............................................................................
122
Mapa 2.2.30.B Bajas F. P. 2003.............................................................................
122
Mapa 2.2.31.A Acciones 2004.............................................................................
123
Mapa 2.2.31.B Bajas F. P. 2004.............................................................................
123
Mapa 2.2.32.A Acciones 2005.............................................................................
124
Mapa 2.2.32.B Bajas F. P 2005.............................................................................
124
Gráfico 2.2.11. Comparativo de la intensidad de la confrontación
y las bajas producidas entre la Fuerza Pública y los grupos
irregulares.....................................................................................
126
Gráfico 2.2.12. Relación entre las bajas causadas mutuamente ente la Fuerza
Pública y los grupos irregulares....................................................
127
Gráfico 2.2.13. Relación departamental entre las bajas de la Fuerza Pública
y los grupos irregulares.................................................................
128
Gráfico 2.2.14. Evolución de la relación entre bajas de la Fuerza Pública y los
grupos irregulares.........................................................................
129
Mapa 2.2.33.A Confrontación 1990.....................................................................
130
Mapa 2.2.33.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1990............................
130
Mapa 2.2.34.A Confrontación 1991.....................................................................
131
Mapa 2.2.34.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1991............................
131
Mapa 2.2.35.A Confrontación 1992.....................................................................
132
Mapa 2.2.35.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1992............................
132
Mapa 2.2.36.A Confrontación 1993.....................................................................
133
Mapa 2.2.36.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1993............................
133
Mapa 2.2.37.A Confrontación 1994.....................................................................
134
Mapa 2.2.37.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1994............................
134
Gráfico 2.2.6.
Evolución de las acciones más recurrentes en los grupos
irregulares.....................................................................................
104
Comparativo de las acciones de los grupos irregulares
y las bajas causadas a la Fuerza Pública....................................
105
Evolución de las víctimas de la Fuerza Pública caídas en
acciones donde participan grupos identificados........................
106
Gráfico 2.2.9.
Evolución departamental de las bajas de la Fuerza Pública......
107
Gráfico 2.2.10
Evolución departamental de las bajas de la Fuerza Pública......
108
Mapa 2.2.17.A Acciones 1990.............................................................................
109
Mapa 2.2.17.B Bajas F. P. 1990.............................................................................
109
Mapa 2.2.18.A Acciones 1991.............................................................................
110
Mapa 2.2.18.B Bajas F. P. 1991.............................................................................
110
Mapa 2.2.19.A Acciones 1992.............................................................................
111
Mapa 2.2.19.B Bajas F. P. 1992.............................................................................
111
Mapa 2.2.20.A Acciones 1993.............................................................................
112
Mapa 2.2.20.B Bajas F. P. 1993.............................................................................
112
Mapa 2.2.21.A Acciones 1994.............................................................................
113
Mapa 2.2.21.B Bajas F. P. 1994.............................................................................
113
Mapa 2.2.22.A Acciones 1995.............................................................................
114
Mapa 2.2.22.B
Bajas F. P. 1995............................................................................
114
Mapa 2.2.23.A
Acciones 1996............................................................................
115
Mapa 2.2.23.B Bajas F. P. 1996.............................................................................
115
Mapa 2.2.24.A Acciones 1997.............................................................................
116
Mapa 2.2.24.B Bajas F. P. 1997.............................................................................
116
Mapa 2.2.25.A Acciones 1998.............................................................................
117
Gráfico 2.2.7.
Gráfico 2.2.8.
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
Índice de mapas y gráficos
Mapa 2.2.13. A Combates 2002..........................................................................
273
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
Comparativo de las víctimas de sindicatos y comunidades
indígenas y los asesinatos cometidos por actores organizados..
135
Mapa 2.2.38.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1995............................
135
Mapa 2.2.39.A Confrontación 1996.....................................................................
136
3.2. Análisis estratégico de los asesinatos cometidos por actores organizados de
violencia
Mapa 2.2.39.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1996............................
136
Gráfico 3.2.1.
Mapa 2.2.40.A Confrontación 1997.....................................................................
137
Mapa 2.2.40.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1997............................
137
Mapa 2.2.41.A Confrontación 1998.....................................................................
138
Mapa 2.2.41.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1998............................
138
Mapa 2.2.42.A Confrontación 1999.....................................................................
139
Mapa 2.2.42.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1999............................
139
Mapa 2.2.43.A Confrontación 2000.....................................................................
140
Mapa 2.2.43.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2000............................
140
Mapa 2.2.44.A Confrontación 2001.....................................................................
141
Mapa 2.2.44.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2001............................
141
Mapa 2.2.45.A Confrontación 2002.....................................................................
142
Mapa 2.2.45.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2002............................
142
Mapa 2.2.46.A
Confrontación 2003....................................................................
143
Mapa 2.2.46.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2003............................
143
Mapa 2.2.47.A Confrontación 2004.....................................................................
144
Mapa 2.2.47.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2004............................
144
Mapa 2.2.48.A Confrontación 2005.....................................................................
145
Mapa 2.2.48.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2005............................
145
3.1. Evolución de la violencia producida por organizaciones armadas
274
Gráfico 3.1.8.
Mapa 2.2.38.A Confrontación 1995.....................................................................
159
Evolución de los asesinatos cometidos por grupos organizados
según departamentos.................................................................
172
Evolución de los asesinatos cometidos por grupos organizados
según departamentos.................................................................
173
Gráfico 3.2.3.
Evolución de las víctimas de masacres según departamentos..
174
Gráfico 3.2.4.
Evolución de las víctimas de masacres según departamentos..
175
Gráfico 3.2.5.
Cambio en las víctimas de masacres según departamentos.....
176
Gráfico 3.2.6.
Cambio en los asesinatos de civiles según departamentos........
177
Mapa 3.2.1.A
Asesinatos 1990..........................................................................
178
Mapa 3.2.1.B
Masacres 1990............................................................................
178
Mapa 3.2.2.A
Asesinatos 1991...........................................................................
179
Mapa 3.2.2.B
Masacres 1991............................................................................
179
Mapa 3.2.3.A
Asesinatos 1992...........................................................................
180
Mapa 3.2.3.B
Masacres 1992............................................................................
180
Mapa 3.2.4.A
Asesinatos 1993...........................................................................
181
Mapa 3.2.4.B
Masacres 1993............................................................................
181
Mapa 3.2.5.A
Asesinatos 1994...........................................................................
182
Mapa 3.2.5.B
Masacres 1994............................................................................
182
Mapa 3.2.6.A
Asesinatos 1995...........................................................................
183
Mapa 3.2.6.B
Masacres 1995............................................................................
183
Gráfico 3.2.2.
Mapa 3.2.7.A
Asesinatos 1996...........................................................................
184
Gráfico 3.1.1.
Responsables de los asesinatos de civiles...................................
152
Mapa 3.2.7.B
Masacres 1996............................................................................
184
Gráfico 3.1.2.
Responsables identificados de los asesinatos de civiles..............
153
Mapa 3.2.8.A
Asesinatos 1997...........................................................................
185
Gráfico 3.1.3.
Evolución de los asesinatos cometidos por grupos identificados. 154
Mapa 3.2.8.B
Masacres 1997............................................................................
185
Gráfico 3.1.4.
Evolución de la participación de los responsables de los
asesinatos....................................................................................
155
Mapa 3.2.9.A
Asesinatos 1998...........................................................................
186
Gráfico 3.1.5.
Evolución de las víctimas de las masacres..................................
156
Mapa 3.2.9.B
Masacres 1998............................................................................
186
Gráfico 3.1.6.
Responsables de las víctimas de masacres................................
157
Mapa 3.2.10.A Asesinatos 1999...........................................................................
187
Gráfico 3.1.7.
Comparativo de la evolución de las víctimas de actores
organizados y los asesinatos de representantes de las
autoridades civiles de los municipios...........................................
Mapa 3.2.10.B Masacres 1999............................................................................
187
Mapa 3.2.11.A Asesinatos 2000...........................................................................
188
Mapa 3.2.11.B Masacres 2000............................................................................
188
158
Vicepresidencia de la República
189
Mapa 3.2.28.A Alcaldes 2001..............................................................................
207
Mapa 3.2.12.B Masacres 2001............................................................................
189
Mapa 3.2.28.B Miembros de Concejos y Personeros 2001..................................
207
Mapa 3.2.13.A Asesinatos 2002...........................................................................
190
Mapa 3.2.29.A Alcaldes 2002..............................................................................
208
Mapa 3.2.13.B Masacres 2002............................................................................
190
Mapa 3.2.29.B Miembros de Concejos y Personeros 2002..................................
208
Mapa 3.2.14.A Asesinatos 2003...........................................................................
191
Mapa 3.2.30.A Alcaldes 2003..............................................................................
209
Mapa 3.2.14.B Masacres 2003............................................................................
191
Mapa 3.2.30.B Miembros de Concejos y Personeros 2003..................................
209
Mapa 3.2.15.A Asesinatos 2004...........................................................................
192
Mapa 3.2.31.A Alcaldes 2004..............................................................................
210
Mapa 3.2.15.B Masacres 2004............................................................................
192
Mapa 3.2.31.B Miembros de Concejos y Personeros 2004..................................
210
Mapa 3.2.16.A Asesinatos 2005...........................................................................
193
Mapa 3.2.32.A Alcaldes 2005..............................................................................
211
Mapa 3.2.16.B Masacres 2005............................................................................
193
Mapa 3.2.32.B Miembros de Concejos y Personeros 2005..................................
211
Mapa 3.2.17.A Alcaldes 1990..............................................................................
196
Mapa 3.2.33.A Sindicalistas 2000.........................................................................
214
Mapa 3.2.17.B Miembros de Concejos y Personeros 1990..................................
196
Mapa 3.2.33.B Indígenas 2000............................................................................
214
Mapa 3.2.18.A Alcaldes 1991..............................................................................
197
Mapa 3.2.34.A
Sindicalistas 2001........................................................................
215
Mapa 3.2.18.B Miembros de Concejos y Personeros 1991..................................
197
Mapa 3.2.34.B Indígenas 2001............................................................................
215
Mapa 3.2.19.A Alcaldes 1992..............................................................................
198
Mapa 3.2.35.A Sindicalistas 2002.........................................................................
216
Mapa 3.2.19.B
Miembros de Concejos y Personeros 1992.................................
198
Mapa 3.2.35.B Indígenas 2002............................................................................
216
Mapa 3.2.20.A
Alcaldes 1993.............................................................................
199
Mapa 3.2.36.A Sindicalistas 2003.........................................................................
217
Mapa 3.2.20.B Miembros de Concejos y Personeros 1993..................................
199
Mapa 3.2.36.B Indígenas 2003............................................................................
217
Mapa 3.2.21.A Alcaldes 1994..............................................................................
200
Mapa 3.2.37.A Sindicalistas 2004.........................................................................
218
Mapa 3.2.21.B Miembros de Concejos y Personeros 1994..................................
200
Mapa 3.2.37.B
Indígenas 2004...........................................................................
218
Mapa 3.2.38.A Sindicalistas 2005.........................................................................
219
Mapa 3.2.22.A Alcaldes 1995..............................................................................
201
Mapa 3.2.38.B Indígenas 2005............................................................................
219
Mapa 3.2.22.B Miembros de Concejos y Personeros 1995..................................
201
Mapa 3.2.23.A Alcaldes 1996..............................................................................
202
4.1. Relación entre la dinámica de los homicidios y las muertes producidas en la
confrontación armada y por actores organizados de violencia
Mapa 3.2.23.B Miembros de Concejos y Personeros 1996..................................
202
Gráfico 4.1.1.
Mapa 3.2.24.A Alcaldes 1997..............................................................................
203
Mapa 3.2.24.B Miembros de Concejos y Personeros 1997..................................
203
Mapa 3.2.25.A Alcaldes 1998..............................................................................
204
Mapa 3.2.25.B Miembros de Concejos y Personeros 1998..................................
204
Mapa 3.2.26.A Alcaldes 1999..............................................................................
205
Mapa 3.2.26.B Miembros de Concejos y Personeros 1999..................................
205
Mapa 3.2.27.A Alcaldes 2000..............................................................................
206
Mapa 3.2.27.B Miembros de Concejos y Personeros 2000..................................
206
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
Gráfico 4.1.2.
Gráfico 4.1.3.
Gráfico 4.1.4.
Gráfico 4.1.5.
Gráfico 4.1.6.
Evolución de la participación de los asesinatos y las bajas en
el total de homicidios..................................................................
225
Comparativo de la evolución de la intensidad de la
confrontación y los homicidios....................................................
226
Comparativo de la evolución del homicidio y las bajas
producidas en la confrontación..................................................
227
Comparativo de la evolución de los homicidios y los
asesinatos cometidos por actores organizados de violencia......
228
Comparativo de la evolución de los homicidios, los
asesinatos y las bajas...................................................................
229
Evolución de las tasas de homicidios, asesinatos y bajas...........
230
Índice de mapas y gráficos
Mapa 3.2.12.A Asesinatos 2001...........................................................................
275
Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005
4.2. Correspondencia entre la geografía de los homicidios y de las muertes
producidas en la confrontación armada y por actores organizados de violencia
276
Mapa 4.2.13.B Homicidios 2002..........................................................................
253
Mapa 4.2.14.A Asesinatos y bajas 2003...............................................................
254
Mapa 4.2.14.B Homicidios 2003..........................................................................
254
Mapa 4.2.15.A Asesinatos y bajas 2004...............................................................
255
Mapa 4.2.15.B Homicidios 2004..........................................................................
255
Gráfico 4.2.1.
Cambios en los homicidios según departamentos.....................
237
Gráfico 4.2.2.
Evolución de la concentración departamental de los
asesinatos y bajas........................................................................
238
Gráfico 4.2.3.
Cambios en los homicidios según departamentos.....................
239
Gráfico 4.2.4.
Cambios en los homicidios producidos por actores organizados
y en la confrontación armada según departamentos................ 240
Mapa 4.2.16.A Asesinatos y bajas 2005...............................................................
256
Mapa 4.2.16.B Homicidios 2005..........................................................................
256
Mapa 4.2.1.A
Asesinatos y bajas 1990...............................................................
241
Gráfico 4.2.5.
Cambio en las tasas de homicidio según departamento...........
258
Mapa 4.2.1.B
Homicidios 1990..........................................................................
241
Gráfico 4.2.6.
Mapa 4.2.2.A
Asesinatos y bajas 1991...............................................................
242
Evolución de las tasas promedio departamentales de asesinatos
y bajas......................................................................................... 259
Mapa 4.2.2.B
Homicidios 1991..........................................................................
242
Gráfico 4.2.7.
Cambio en la tasa promedio de homicidio según
departamento.............................................................................
260
Mapa 4.2.3.A
Asesinatos y bajas 1992...............................................................
243
Cambio en las tasas departamentales de asesinatos y bajas....
261
Mapa 4.2.3.B
Homicidios 1992..........................................................................
243
Mapa 4.2.4.A
Asesinatos y bajas 1993...............................................................
244
Mapa 4.2.17.A Número de años en que las tasas municipales superan el
promedio nacional......................................................................
262
Mapa 4.2.4.B
Homicidios 1993..........................................................................
244
Mapa 4.2.5.A
Asesinatos y bajas 1994...............................................................
245
Mapa 4.2.5.B
Homicidios 1994..........................................................................
245
Mapa 4.2.6.A
Asesinatos y bajas 1995...............................................................
246
Mapa 4.2.6.B
Homicidios 1995..........................................................................
246
Mapa 4.2.7.A
Asesinatos y bajas 1996...............................................................
247
Mapa 4.2.7.B
Homicidios 1996..........................................................................
247
Mapa 4.2.8.A
Asesinatos y bajas 1997...............................................................
248
Mapa 4.2.8.B
Homicidios 1997..........................................................................
248
Mapa 4.2.9.A
Asesinatos y bajas 1998...............................................................
249
Mapa 4.2.9.B
Homicidios 1998..........................................................................
249
Mapa 4.2.10.A Asesinatos y bajas 1999...............................................................
250
Mapa 4.2.10.B Homicidios 1999..........................................................................
250
Mapa 4.2.11.A Asesinatos y bajas 2000...............................................................
251
Mapa 4.2.11.B Homicidios 2000..........................................................................
251
Mapa 4.2.12.A Asesinatos y bajas 2001...............................................................
252
Mapa 4.2.12.B Homicidios 2001..........................................................................
252
Mapa 4.2.13.A Asesinatos y bajas 2002...............................................................
253
Gráfico 4.2.8.
Mapa 4.2.17.B Número de años en que las tasas municipales superan en forma
consecutiva el promedio nacional . ........................................... 262
Mapa 4.2.18.A 1990-2005....................................................................................
263
Mapa 4.2.18.B 1991-1993....................................................................................
263
Mapa 4.2.19.A 1994-1996....................................................................................
264
Mapa 4.2.19.B 1997-1999....................................................................................
264
Mapa 4.2.20.A 2000-2002....................................................................................
265
Mapa 4.2.20.B 2003-2005....................................................................................
265
Mapa 4.2.21.
Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados
índices de asesinatos y bajas 1990-2005....................................
266
Vicepresidencia de la República
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