1.1. Tendencia en la evolución de los homicidios Como se muestra en el gráfico 1.1.1, entre 1990 y 2005 en Colombia se registraron por la Policía Nacional 405.572 homicidios. Con un número tan elevado de muertes en este período, el país registra una tasa promedio de 63 homicidios por cien mil habitantes, sin duda uno de los índices más altos a nivel mundial. La tasa de homicidio, aunque con intensidades variables, registra una tendencia creciente desde mediados de la década de los setenta hasta comienzos de los años noventa, para luego comenzar a descender a partir de 1992 y hasta 2005, a pesar de que en algunos subperíodos se produzcan incrementos como el registrado entre 1999-2002, y sin que sea fácil encontrar una explicación para el aumento ni tampoco para el posterior descenso en el nivel de violencia. De hecho, como se aprecia en el gráfico 1.1.2, la tasa promedio de Colombia, que entre finales de las décadas de los setenta y los noventa se situó en 54 homicidios por cada cien mil habitantes, triplica la de grandes países como Brasil o México, cuadruplica la de otros con niveles de desarrollo similares, como Venezuela, y es cinco veces más alta que la de naciones con estructuras sociales semejantes pero con mayor pobreza relativa, como Perú y Ecuador. El índice de Colombia, que es superior al de países con guerras civiles o violencia política persistente como los centroamericanos durante los años ochenta, sólo es superado por los niveles experimentados en Guatemala y El Salvador en la coyuntura de la posguerra. Aun cuando América Latina tiene una tasa cercana a 30 homicidios por cada cien mil personas por año, superando la de cualquiera otra región del planeta y es cuatro veces mayor que el promedio de todo el mundo, la tasa de homicidio promedio de Colombia prácticamente la dobla28. 28 La comparación con países del Hemisferio Americano se estableció a partir de los datos de la Organización Mundial de la Salud. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 1 1. 1. Geografía Geografía del del homicidio homicidio en en Colombia Colombia La elevada concentración de la violencia en el contexto colombiano en pocos escenarios es una característica que se pone al descubierto a partir del momento en que se examina la distribución departamental de los homicidios. En efecto, como se puede observar en el gráfico 1.1.3, entre 1991 y 2005 el 55% de las muertes violentas se aglutina en tres departamentos: Antioquia, Valle y Cundinamarca, y si adicionalmente, se consideran los homicidios registrados en Norte de Santander, Caldas, Risaralda, Santander, Tolima, Atlántico, Magdalena y Cesar, se tienen las once circunscripciones donde ocurre el 80% de las muertes violentas, en tanto que en los veintiún departamentos restantes se registra tan sólo el 20%. Al utilizar una perspectiva diferente, considerando la relación de los homicidios ocurridos en los departamentos con la población de cada uno de ellos, se observa en el gráfico 1.1.4 que trece circunscripciones superan la tasa promedio de 63 homicidios por cien mil habitantes registrada en el país en el período 1991 y 2005. En los casos de Antioquia, Valle, Risaralda, Caldas, Norte de Santander y Cesar, fuera de presentarse un elevado índice de homicidio, se concentra algo más del 50% de las muertes violentas ocurridas en el país, en tanto que en Guaviare, Putumayo, Casanare, Arauca, Quindío, Caquetá y Meta, no obstante aglutinarse tan sólo el 8% de homicidios del país, la tasa promedio en cada caso se sitúa por encima del índice nacional. También cabe señalar que Santander, Tolima, Atlántico y Magdalena, departamentos que presentan una mayor concentración con 11% de los homicidios, no superan la tasa promedio del país en los últimos quince años. A nivel municipal, la distribución de los homicidios muestra una elevada concentración en escenarios urbanos, como se puede observar en la serie de mapas adjunta entre 1990 y 2005. En efecto, Medellín, Bogotá y Cali, donde habita el 25% de la población colombiana, concentran el 30% de las muertes violentas ocurridas en el país. Si se consideran los homicidios registrados en veintidós escenarios más, se tiene que el 50% de las muertes violentas del país se produjo en centros poblacionales importantes donde reside el 43% de los colombianos, de acuerdo con el número de homicidios que concentra 13 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 cada uno de ellos –Cúcuta, Pereira, Bello, Itagüí, Barranquilla, Bucaramanga, Manizales, Santa Marta, Buenaventura, Cartagena, Envigado, Valledupar, Apartadó, Ciénaga, Palmira, Villavicencio, Tulúa, Armenia, La Estrella, Caldas, Turbo y Soacha–. Sin duda, la característica descrita ha llevado a pensar en la violencia colombiana como un fenómeno con una expresión mucho más urbana que rural, lo que en uno de los diagnósticos más influyentes se resumió afirmando que “mucho más que las del monte, las violencias que nos están matando son las de la calle”29. Sin embargo, tal apreciación es discutible cuando se utiliza una perspectiva diferente la simple distribución geográfica, que permita establecer la relación entre los homicidios y el tamaño de la población de cada uno de los escenarios donde ocurren. De esta forma, recurriendo a las tasas de homicidio, se logra una perspectiva diferente, mostrando que la elevada intensidad de violencia en Colombia tiene expresión tanto en escenarios urbanos como rurales. Basta considerar los veinticinco municipios que encabezan la lista de los 380 que superan la tasa promedio nacional entre 1990 y 2005, para descubrir que registran el 6% de los homicidios, concentran el 2% de la población nacional y las tasas de homicidio que están por encima de 200 corresponden a Argelia, Trujillo, El Águila y Bolívar en el Valle del Cauca; Sabaneta, Barbosa, La Estrella, Girardota, Copacabana, Chigorodó, Caldas, Tarso, Apartadó, San Carlos y Remedios en Antioquia; Sabanalarga y Sácama en Casanare; Tibú en Norte de Santander; Barbosa y Marsella en Risaralda; El Dorado, Cubarral, Castilla La Nueva y San Juan de Arama en el Meta; y Aguada en Santander. En los 380 municipios donde la violencia ha sido muy intensa entre 1990 y 2005, reside el 37% de la población del país y se registra el 64% de los homicidios, lo cual corrobora la elevada concentración geográfica de los homicidios y deja con poco piso las interpretaciones corrientes sobre la violencia en Colombia como un fenómeno generalizado, debido a los problemas en la convivencia y la intolerancia en la sociedad. Si estas interpretaciones tuvieran algún poder explicativo, como ha señalado Mauricio Rubio, la violencia debería manifestarse de manera más bien uniforme sobre el territorio nacional30. La primera serie de mapas, que se presenta, da cuenta de la evolución de los homicidios entre 1990 y 2005, bajo la perspectiva comparada de su distribución y de sus tasas por cien mil habitantes y permite reconocer a nivel munici29 Colombia: Violencia y Democracia. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1987. 30 Mauricio Rubio.”Crimen con misterio: Lo que revelan las estadísticas de violencia y criminalidad en Colombia”. Documento Cede - Paz Pública, Universidad de los Andes 1998. 14 pal, por una parte, la tendencia a la concentración de las muertes en pocos escenarios y, por otro lado, la tendencia a que los altos índices de violencia registrados en los municipios persistan. En primer lugar, si se considera en la serie de mapas anuales que distribuyen los homicidios el rango superior a 100 (correspondiente al color azul más oscuro), se tienen los municipios donde se registra alrededor del 50% de las muertes violentas en cada año. Es importante anotar que estos municipios entre 1990 y 2005 no pasan de treinta en cada año y la mayoría de los que aparecen al comienzo de la serie se mantienen hasta el final. Es así como de los 27 municipios que en 1990 concentran el 50% de los homicidios, 16 aparecen en el grupo de 29 que en 2005 aglutinan el 50% de las muertes violentas. Los municipios que entre 1991 y 1995 concentran el 50% de los homicidios son Medellín, Bogotá, Cali, Itagüí, Bello, Bucaramanga, Pereira, Cúcuta, Barranquilla, Envigado, La Estrella, Manizales, Caldas, Barbosa, Santa Marta, Copacabana, Sabaneta, Girardota, Apartadó, Turbo, Chigorodó, Cartagena, Ciénaga, Armenia y Villavicencio. Entre 1996 y 2000, el listado de escenarios, donde se concentra el 50% de las muertes violentas, deja por fuera a La Estrella, Caldas, Barbosa, Copacabana, Sabaneta, Girardota y Villavicencio que son reemplazados por Buenaventura, Valledupar, Palmira, Barrancabermeja, Florencia, Cartago y Tuluá. Entre 2001 y 2005, los escenarios que concentran la mitad de los homicidios del país son prácticamente los mismos del período anterior excepto Apartadó, Armenia, Turbo, Chigorodó, Florencia y Envigado, que son desplazados por Villavicencio, Tibú, Dosquebradas, Tame, Soacha y Tumaco. En segundo lugar, si se utiliza la perspectiva que ofrece la tasa de homicidio, se descubre que los índices elevados de homicidio afectan alrededor de la tercera parte de los municipios del país y dichos índices tienden a persistir por un tiempo, como se corrobora en la serie de mapas sobre la evolución de los municipios con tasas elevadas entre 1990 y 2005. En estos mapas, aparecen en color rojo los municipios con tasas superiores al promedio nacional, y en carmín los que duplican dicho índice. Si se considera cada uno de los mapas, se tiene que el número de municipios que supera el promedio nacional acumulado de los dieciséis años (63 hpch) fueron 359 en 1990, 389 en 1991, 427 en 1992, 421 en 1993, 383 en 1994, 330 en 1995, 336 en 1996, 363 en 1997, 337 en 1998, 316 en 1999, 351 en 2000, 370 en 2001, 387 en 2002, 334 en 2003, 246 en 2004 y 222 en 2005. Si se comparan estos mapas, se descubre que de los 389 municipios que aparecen en el mapa correspondiente a 1991, año en que se registra la tasa más alta de todo el período considerado, 243 hacen parte del mapa correspon- Vicepresidencia de la República diente a 1996 y 223 al mapa de 2002. Más sorprendente aún resulta la comparación con el mapa de 2005, año en el que se registra la tasa más baja de los tres últimos lustros, de la que se infiere que 137 municipios que representan la mitad de los que aparecen en el mapa de este año, corresponden también a la tercera parte los que conforman el mapa de 1991. Como ya se ha dicho, en el lapso 1990-2005, los municipios que registran una tasa promedio superior a la nacional son 380 pertenecientes a veintiséis departamentos y la mayoría muestra como rasgo común que los altos índices de homicidio persisten durante varios años. En conclusión, a partir de la comparación de la distribución especial de los homicidios y de las tasas por cien mil habitantes, se ha logrado una caracterización de la geografía de la violencia en Colombia, cuyos rasgos principales son por una parte la tendencia a la concentración de las muertes en pocos escenarios y de otro lado la tendencia a que los altos índices de violencia registrados en los municipios persistan por un tiempo. Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia De aquí que el índice de homicidios observado en el año anterior se constituya en una guía insustituible en la predicción de violencia en los municipios colombianos en años subsiguientes31. Por lo tanto, el examen cuidadoso de los mapas y las estadísticas que dan cuenta de los municipios donde los índices de homicidio han sido elevados y en consecuencia la probabilidad de que la violencia persista es alta, es una tarea previa al diseño de políticas y la adopción de medidas tendientes a disminuir su impacto en áreas y sectores específicos. 31 Mauricio Rubio, “De las riñas a la guerra. Hacia una reformulación del diagnóstico de la violencia colombiana” Coyuntura Social de Fedesarrollo, No. 17 de noviembre de 1997. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 15 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución del número y la tasa de homicidios Gráfico 1.1.1 90 35.000 80 30.000 70 25.000 20.000 50 T A SA HOMICIDIOS 60 40 15.000 30 10.000 20 5.000 10 0 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 Homicidios 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Tasa X 100.000 Habitantes. Fuente: Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 16 Vicepresidencia de la República Tasas de homicidio (por cada 100.000 habitantes) en el hemisferio americano. Comparación entre países y con el nivel mundial Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Gráfico 1.1.2 PAÍSES ANDINOS Colombia Ecuador Perú Venezuela AMÉRICA CENTRAL Honduras Guatemala Costa Rica Nicaragua Panamá El Salvador CARIBE República Dominicana Puerto Rico Cuba Trinidad y Tobago BRASIL Y GUYANAS Guyana Brasil CONO SUR Chile Paraguay Uruguay Argentina NORTEAMÉRICA Estados Unidos Méjico Canadá NIVEL MUNDIAL Mediados fin década del 90 Fin década del 80 inicio década del 90 Fin década del 70 inicio década del 80 0 20 40 60 80 100 120 140 160 Fuente: OMS Organización Mundial de la Salud Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 17 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de los homicidios según departamentos Gráfico 1.1.3 Antioquia Valle Cundinamarca Norte de Santander Caldas Risaralda Santander Tolima Atlántico Magdalena Cesar Meta Cauca Nariño Huila Bolívar Caquetá Quindío Boyacá Córdoba La Guajira Arauca Casanare Putumayo Sucre Chocó Guaviare Vichada San Andrés Amazonas Vaupes Guainía 0 5.000 10.000 15.000 20.000 1991-1995 1996-2000 25.000 30.000 35.000 40.000 45.000 2001-2005 Fuente: Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 18 Vicepresidencia de la República Evolución de la tasa departamental de homicidio Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Gráfico 1.1.4 Antioquia Arauca Caquetá Risaralda Valle Putumayo Casanare Caldas Meta Norte de S. Guaviare Quindío Cesar La Guajira Vaupés Magdalena Tolima Huila Santander Bogotá Chocó Cauca Cundinamarca Guainía Atlántico Nariño Boyacá Córdoba Sucre Vichada Amazonas Bolívar San Andrés 0 20 40 60 1991-1995 80 1996-2000 100 120 140 160 180 2001-2005 Fuente: Policía Nacional / Dane Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 19 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Mapa distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1990 Homicidios Mapa 1.1.1 A Municipios con alta tasa Mapa 1.1.1 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 20 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1991 Homicidios M apa 1.1.2 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios con alta tasa Mapa 1.1.2 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 21 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1992 Homicidios Mapa 1.1.3 A Municipios con alta tasa Mapa 1.1.3 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 22 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1993 Homicidios Mapa 1.1.4 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios con alta tasa Mapa 1.1.4 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 23 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1994 Homicidios Mapa 1.1.5 A Municipios con alta tasa Mapa 1.1.5 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 24 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1995 Homicidios Mapa 1.1.6 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios con alta tasa Mapa 1.1.6 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 25 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1996 Homicidios Mapa 1.1.7 A Municipios con alta tasa Mapa 1.1.7 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 26 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1997 Homicidios Mapa 1.1.8 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios con alta tasa Mapa 1.1.8 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 27 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1998 Homicidios Mapa 1.1.9 A Municipios con alta tasa Mapa 1.1.9 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 28 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 1999 Homicidios Mapa 1.1.10 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios con alta tasa Mapa 1.1.10 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 29 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 2000 Homicidios Mapa 1.1.11 A Municipios con alta tasa Mapa 1.1.11 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 30 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 2001 Homicidios Mapa 1.1.12 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios con alta tasa Mapa 1.1.12 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 31 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 2002 Homicidios Mapa 1.1.13 A Municipios con alta tasa Mapa 1.1.13 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 32 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 2003 Homicidios Mapa 1.1.14 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios con alta tasa Mapa 1.1.14 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 33 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 2004 Homicidios Mapa 1.1.15 A Municipios con alta tasa Mapa 1.1.15 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 34 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios y tasas por cien mil habitantes 2005 Homicidios Mapa 1.1.16 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios con alta tasa Mapa 1.1.16 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 35 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 1.2. Interpretaciones en torno a los altos índices de homicidio Pese a que la evidencia disponible en Colombia permite identificar tendencias muy claras en la evolución de la violencia, en el debate público han hecho carrera varios lugares comunes, los cuales en buena medida se desprenden de teorías sustentadas en experiencias propias de contextos muy diferentes al nuestro32. El común denominador de estas creencias comunes es que por un lado, se percibe la violencia como un fenómeno generalizado, fruto de una cultura que hace a los colombianos particularmente intolerantes y por el otro, se ignora, minimiza, o explícitamente niega, la incidencia de la violencia organizada y sus posibles vínculos con la confrontación armada. La fuerza de estos lugares comunes ha calado tan hondamente entre los estudiosos, los líderes políticos y los funcionarios del Estado, que los diagnósticos sobre la violencia colombiana en muchas ocasiones han llevado a la formulación de políticas que resultan totalmente inocuas. Un primer lugar común, es que la violencia es una conducta generalizada que registra una larga continuidad en el país, al punto que, resulta difícil encontrar un ámbito social, un lugar geográfico o un grupo de personas que no haya sido afectado por ella33. Como afirma Eduardo Posada Carbó, la Nación es sometida casi a diario a un discurso que la criminaliza. Para este autor, el estereotipo es recurrente en columnistas de prensa, intelectuales prestigiosos y líderes políticos, cuando utilizan la primera persona del plural –“nosotros”– para referirse a los autores de los homicidios, convirtiéndonos a todos en un país de asesinos, portadores natos de una tradición maligna34. La evidencia sobre el homicidio en Colombia no corrobora este estereotipo, mostrando en cambio discontinuidad en la violencia que presenta en su evolución momentos de mayor algidez (picos) seguidos por períodos de menor intensidad (valles), y de otra parte la inexistencia de una distribución geográfica uniforme de las muertes violentas. En efecto, pese a que el país ha tenido tasas de homicidios muy elevadas durante largos periodos, éstas difieren fuertemente entre regiones y a través del tiempo. Mientras la región Caribe se ha ca- racterizado históricamente por tener tasas de homicidios considerablemente más bajas que el resto del país, en la región Andina y la Oriental se observan las tasas de homicidios más altas desde mediados de los años cuarenta. Sin embargo, todas las regiones comparten las mismas tendencias: la tasa de homicidios disminuye y aumenta simultáneamente en todas las regiones, aunque con ritmos diferentes35. Como se constata en las cifras históricas, el primer ciclo de intensificación de la violencia ocurre entre 1950 y comienzos de los años sesenta, lapso que corresponde al período de La Violencia. Tras el acuerdo político logrado con el Frente Nacional, la tasa de homicidios disminuyó de niveles cercanos a los cien por cien mil habitantes, presumiblemente entre 1950 y 1952, a veinte en 1964.36 Aunque el período de violencia relativamente baja se extiende hasta comienzos de los años ochenta, es importante señalar que las tasas de homicidio registran una leve tendencia hacia el incremento en la década de los setenta. Aunque es difícil probarlo, es posible que el aumento observado en el homicidio durante esos años se debiera en buena parte al narcotráfico que ya era una actividad muy rentable y producía muchas muertes entre quienes se disputaban el control del negocio de la marihuana. Sin embargo, como señala un estudio reciente, el mercado estaba muy abierto, el Estado no ejercía una represión significativa contra la oferta y las bajas tasas de homicidio contribuían a que el crecimiento de la criminalidad asociada al narcotráfico pasara inadvertido37. Hacia comienzos de la década de los ochenta, se produce un cambio brusco en las tasas de homicidio y a partir de la segunda mitad un acelerado crecimiento, dando inicio al segundo ciclo de violencia. Este aumento en el índice de homicidios puede atribuirse, por una parte, a la competencia entre narcotraficantes por el dominio de un negocio que estaba menos abierto y a la reacción del Estado para enfrentarlo y, por otro lado, a las externalidades derivadas del narcotráfico, como el crecimiento del armamentismo en el país, el fortalecimiento y expansión de los grupos armados irregulares y el debilitamiento de las instituciones estatales y particularmente del sistema punitivo, 32 Ver sobre el particular “Los mitos de la violencia”, en la revista Cambio, No. 420. 9-16 de julio de 2001. María Victoria Llorente, Rodolfo Escobedo, Camilo Echandía y Mauricio Rubio. 33 La más reciente formulación del lugar común es de Peter Waldman, aunque es importante señalar que el autor atribuye el recurso constante y, en no pocas veces, excesivo a la violencia a una amplia y muy extendida tolerancia tácita y una aceptación de la coacción física para resolver problemas privados y sociales. Una actitud que según Waldman se puede muy bien llamar cultura violenta que por un lado, se apoya en estereotipos mentales y en ejemplos estimulantes de la agresividad e imposición, y por otro, en la falta de tabúes y normas informales que la impidan o la limiten. “¿Existe una cultura de la violencia en Colombia?” en Guerra civil, terrorismo y anomia social. El caso colombiano en un contexto globalizado. Editorial Norma. Bogotá, 2007. 34 Ver la discusión planteada por Eduardo Posada Carbó de este y otros estereotipos sobre la violencia en Colombia en La Nación Soñada. Fundación Ideas para la Paz y Editorial Norma. Bogotá, 2006 Caps. 1 y 2. 36 35 Ver estas comparaciones a partir de la reconstrucción de las cifras históricas de homicidio en el trabajo Conflicto, crimen violento y actividad criminal en Colombia de Fabio Sánchez, Ana María Díaz y Michel Formisano. Universidad de los Andes, CEDE, 2002. 36 Gaitán, Fernando (1995). “Una indagación sobre las causas de la violencia en Colombia” en Dos ensayos especulativos sobre la violencia en Colombia, Bogotá, Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo y Departamento Nacional de Planeación. 37 Ver el desarrollo de esta hipótesis en el trabajo de Andrés López “Narcotráfico, Ilegalidad y Conflicto en Colombia” en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), Nuestra guerra sin nombre, Transformaciones del conflicto en Colombia, Bogotá, Editorial Norma, 2006. Vicepresidencia de la República cuya capacidad de investigar, capturar y dictar sentencias fue desbordada aún más por el narcotráfico38. Es importante recalcar que a esta época el incremento de los homicidios en el país se encuentra asociado a la congestión del sistema penal, que dejó sin investigar dos terceras partes de los casos que se registraban y se inclinaba por aquellos que tuvieran, de partida, un sindicado conocido39. Ante esta situación, es razonable pensar que las muertes producidas por los actores organizados de violencia eran dejadas de lado, por cuanto su esclarecimiento requería mayor esfuerzo investigativo, así como enfrentar el poder de intimidación con que contaban el narcotráfico, la guerrilla y los grupos de autodefensa. Cabe señalar que no es correcto afirmar que el narcotráfico creó un ambiente propicio para el incremento de la violencia debido a que generó una congestión en el sistema judicial sino más bien que el narcotráfico se convirtió en mecanismo de difusión de nuevos métodos y tecnologías que profesionalizaron las organizaciones al margen de la ley; el sistema judicial colombiano ha estado siempre congestionado40. En la década de los noventa, el fortalecimiento de las Farc guarda estrecha relación con el proceso de integración vertical de todo el negocio de la cocaína: siembra, producción de base, refinación y transformación del alcaloide. En Perú y Bolivia bajó la producción y también se aliviaron los problemas de narcotráfico, victorias que por otro lado generaron elevados costos para Colombia, donde se magnificaron los elementos nocivos derivados de una producción integrada de cocaína. De hecho, las Farc lograron tener acceso a mayores fuentes de recursos toda vez que el país comenzó a producir hoja de coca, lo que le dio a esta guerrilla la oportunidad de imponer tributos a productores y procesadores, muchas veces a cambio de protección. A partir de ese entonces, las hectáreas de coca cultivadas pasaron de 20.000 en 1990 a 160.000 en el año 2000, al tiempo que se incrementaba el número de laboratorios para el procesamiento del alcaloide. Gracias al incremento en su participación en el negocio ilícito, la guerrilla de las Farc accedió a recursos adicionales, que le permitieron expandir su presencia y escalar la confrontación armada. 38 El trabajo de Sánchez, Díaz y Formisano, 2002, a partir de ejercicios econométricos muestra, por una parte, que el tamaño de las rentas ilegales generadas por el narcotráfico tienen un impacto positivo en la tasa de homicidio y, por otra parte, que la eficiencia de la justicia, entendida como la capacidad real de disuadir e incapacitar a los actores de violencia, tiene un efecto negativo y significativo en la explicación de los índices de homicidio a nivel municipal. 39 Mauricio Rubio, Crimen e impunidad, precisiones sobre la violencia, Cede, Universidad de los Andes, 1999. Este estudio muestra que la probabilidad de que un homicidio sea juzgado, que en los años sesenta alcanzó a superar el 35%, hacia mediados de los noventa era ligeramente superior el 6%. Mientras que a mediados de los sesenta por cada cien homicidios cometidos, se capturaban más de la mitad de los presuntos responsables, a mediados de los noventa, el porcentaje rondaba el 20%, que seguramente no incluiría autores intelectuales. La probabilidad de que un homicidio sea condenado, del 11% en los sesenta, apenas sobrepasa el 4% en la mitad de los noventa. 40 Gaitán, Fernando (2006). “El Crimen Organizado en Colombia” en Violencia y Crimen, ensayos en Memoria de Fernando Gaitán. Astrid Martínez, Compiladora Universidad Externado de Colombia. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH La tasa de homicidio aumentó, llegando a un pico en 1991; a partir de ese año, disminuyó hasta 1998, paralelamente al desmantelamiento de los carteles de Medellín y Cali y el auge de los carteles mexicanos, que explican la caída de los ingresos del narcotráfico repatriados al país, como se muestra en el gráfico 1.2.1. Sin embargo, entre 1999 y 2002 se produce nuevamente un aumento que, como se observa en el gráfico 1.2.2 se encuentra determinado por el escalamiento de la confrontación armada, el mayor número de muertes en combate que en este contexto se producen entre los grupos irregulares y la Fuerza Pública y el incremento de los asesinatos de civiles, resultado de las actividades del crimen organizado y de la disputa entre los grupos guerrilleros y de autodefensa por el dominio de territorios. Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia A partir de 2003, se comienza a registrar una clara tendencia descendente en la tasa de homicidio, que hace de 2006 el año con el índice más bajo en las últimas dos décadas. La reciente disminución, en los homicidios como se colige de los gráficos 1.2.3 y 1.2.4, estaría relacionada, por una parte, con el aumento de la capacidad operativa de la Fuerza Pública, que ha obligado a los grupos irregulares a replegarse y de ahí que sean cada vez menos las víctimas que resultan de su accionar y, por otra parte, con la desmovilización de las autodefensas que se expresa en una caída significativa de la violencia masiva a la que estos grupos recurrían antes de 2002. Un segundo lugar común es que existen unas “causas objetivas”, que explican los elevados niveles de violencia en el país. Se postula aquí que, en particular, la violencia instrumental, ejercida por los actores más organizados, está determinada por las realidades políticas, sociales, y económicas que generan un deterioro en las condiciones de existencia de de la población. Todavía en este caso, donde de alguna manera se reconoce la pertinencia de la violencia instrumental, se considera que en sus orígenes hubo una inducción a la violencia como consecuencia de la exclusión política, la pobreza y los profundos desequilibrios que configuran las “causas objetivas” de la violencia, que se exacerba cuando la sociedad ve obstaculizado su desarrollo debido a las limitaciones que provienen de las estructuras sociales mismas, producto de relaciones basadas en la desigualdad. Esta tesis ha tenido gran aceptación y ha influido en la política pública, a pesar de que cuente con evidencia empírica difícil de interpretar y menos contundente41. Aquí, por ejemplo, se puede mencionar que desde comienzos de la década de los ochenta la tercera parte de los municipios del país fueron priorizados como objetivo de una estrategia que buscaba atacar las “causas objetivas” de la violencia, mediante el Plan Nacional de Rehabilitación (PNR), que orientó la acción del Estado hacia las regiones afectadas por la violencia y la presencia de 41 Al respecto, es importante tener en cuenta la discusión planteada por Francisco Gutiérrez, “Inequidad y violencia política: una precisión sobre las cuentas y los cuentos”, en Análisis Político, Universidad Nacional de Colombia - Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, núm. 43, mayo - agosto de 2001. 37 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 organizaciones armadas al margen de la ley que, de acuerdo con el diagnóstico de la época, correspondían a las zonas de colonización, enclave económico y las áreas más atrasadas dentro de la estructura rural del país. Sin embargo, el ejercicio de contrastación o cruce de los municipios afectados por la violencia durante la vigencia del PNR con la tipología de desarrollo municipal del Dane42, no parece confirmar que los altos niveles de pobreza induzcan automáticamente situaciones de conflicto y violencia. En efecto, si se consideran los municipios con los más altos índices de violencia, de acuerdo con sus características socioeconómicas entre 1987 y 1995, se descubre que si bien la pobreza pudo contribuir a la gestación de los fenómenos violentos, no fue por sí sola una causa suficiente. Como se observa en el gráfico 1.2.5, en los municipios rurales con actividades de agricultura comercial, concentración de la población en centros urbanos y bajas tasa de pobreza, el porcentaje de municipios violentos es más elevado que el registrado en la estructura rural más atrasada, donde existen los más altos índices de pobreza a nivel nacional. Es así, como en la estructura de agricultura comercial con concentración de la población en el área urbana, el porcentaje de municipios críticos ha sido de los más elevados de la estructura rural desde 1987; con 47% de sus municipios afectados entre 1993 y 1995, supera el porcentaje de los de tipo latifundio ganadero y agrícola del Litoral Caribe, donde el 34% enfrenta altos índices de violencia. Así mismo, los municipios donde prima la agricultura comercial con gran proporción de población rural, el 31% muestra elevados índices de violencia, superando los porcentajes de municipios del tipo minifundio deprimido y estable de la región andina, que representan el 24 y 22%, respectivamente. En el conjunto campesinado medio acomodado, que reúne, a partir de 1990, el mayor número de municipios críticos del país –incluso superando a los de colonización interna y de frontera– el porcentaje de localidades muy violentas ha sido mayor que en la estructura rural atrasada, donde se presentan los mayores niveles de pobreza. Lo anterior no quiere decir que, en los municipios rurales donde los índices de pobreza son menores, no existan conflictos que tengan relación directa con las manifestaciones de violencia. De hecho, en el caso de las estructuras de campesinado medio acomodado, la prosperidad genera procesos migratorios desde regiones más pobres, lo que eleva los niveles de subempleo de la región próspera. Estos desequilibrios, como se ha visto en los municipios cafeteros, acrecientan la delincuencia común, generan expresiones de “justicia privada” para controlarla y son aprovechados por los grupos armados ilegales para justificar su presencia ante la población. En contraste con lo anterior, los reducidos niveles de violencia son más frecuentes en los municipios más atrasados y con menor actividad económica. Son los casos de los tipos periferia rural marginal y minifundio del litoral caribe, donde el número de municipios críticos, así como el porcentaje que representan en cada conjunto, 13 y 16%, respectivamente, corresponden a los más bajos. Con lo dicho, no se está sugiriendo que tenga mayor sentido la hipótesis que parecen defender algunos autores43, en el sentido de que la violencia estaría asociada, más bien, a las condiciones de prosperidad y dinamismo de la economía. Según esta hipótesis, existiría una correlación entre el grado de actividad económica de la región y la intensidad de la violencia, incurriendo en una simplificación no menos considerable. Es importante reconocer que estas zonas dinámicas presentan otras tres características: 1) La distribución de ingresos es muy desigual; 2) La ausencia de regulación de las bonanzas locales conduce a inversiones anárquicas; 3) La presencia de las instituciones estatales es precaria y la infraestructura insuficiente44. Los tradicionalmente altos porcentajes de municipios de los tipos colonización interna y de frontera, afectados por la violencia, 66 y 57%, respectivamente, se explican en la medida en que integran las zonas donde nacieron los diferentes grupos guerrilleros, que son propicias a la logística de estos grupos (selvática montañosa, sin estructura vial, entre otros) y allí conservan arraigo en la población que, en general, es muy pobre. Estos municipios se han visto muy afectados por la confrontación armada y la acción de los grupos de autodefensa, enfrentados a los grupos guerrilleros por el dominio de zonas con un enorme potencial estratégico y donde se registran bonanzas económicas. La comparación de los mapas 1.2.1.A y 1.2.1.B, que clasifican los municipios según la tasa de homicidio y el índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI) entre 1990 y 1995, tampoco parece corroborar que la pobreza se relaciona con la violencia, como tantas veces se ha argumentado en los enfoques que hacen énfasis en las “causas objetivas”. Las áreas más violentas (destacadas en el mapa con los tonos que van del amarillo hasta el rojo), no son necesariamente las más pobres y tampoco encajan estrictamente los bajos niveles de violencia (áreas destacadas en el mapa con tonos azules) en los escenarios con mayor actividad económica y reducida pobreza. Por otra parte, se ha sugerido que la elevada intensidad de la violencia se relaciona con los altos niveles de desigualdad. En esta dirección se han realizado aproximaciones con evidencia municipal y departamental que sustentan la asociación estadística entre violencia y desigualdad en Colombia, pero 43 Gaitán, Fernando (1995). Op.Cit. 42 38 Dane (1991). Una Tipología de los Municipios Colombianos, según Estructuras y Grados de Desarrollo. Bogotá. 44 Daniel Pécaut (2001) “Presente, pasado y futuro de la violencia”, en Guerra contra la sociedad, Bogotá, Espasa,. Vicepresidencia de la República no se incluyeron factores centrales como el narcotráfico y la confrontación armada.45 Otros estudios, que sí consideran estas variables, también a partir de datos locales y regionales, han corroborado que ni la pobreza (medida por el NBI), ni la desigualdad, producen en Colombia una violencia diferente de la que puede generar en otros países46. Adicionalmente, trabajos recientes muestran que la violencia en Colombia se independiza en forma importante de las condiciones sociales en la medida en que aumenta su organización. En efecto, según algunos autores en contextos de violencia moderada, es decir, cercanas a los promedios internacionales, es posible plantear una relación directa entre violencia y desigualdad, mientras que a pesar de las mejoras en los índices de desigualdad y el aumento de los niveles de bienestar en Colombia el narcotráfico y las actividades al margen de la ley se convierten en una oferta de trabajo, frente a la cual las alternativas legales pierden su atractivo.47. Pese a que son varios los trabajos que sugieren que no existe una asociación entre variables socioeconómicas y violencia, la permanencia del lugar común sigue teniendo expresiones recientes en el diseño de la política pública para las regiones apartadas y conflictivas. Al respecto, cabe señalar que en lo esencial la visión que orientó la inversión hacia las zonas afectadas por la violencia entre 1982 y 1994, se encuentra presente en la concepción inicial del Plan Colombia. En efecto, la administración de Andrés Pastrana, al reconocer que la violencia en el país posee profundas raíces en la exclusión económica y política y en el ejercicio de una democracia con desigualdad y pobreza, retoma el enfoque de las “causas objetivas” de la violencia. De aquí que la inversión deba contribuir a crear las condiciones para lograr la paz, al construir y fortalecer la democracia, de cuya debilidad las diferentes manifestaciones de violencia son un síntoma48. De acuerdo con estudios realizados recientemente, la democratización no sería un desactivador de la lucha armada, sino un entorno perfectamente “instrumentalizable” por los grupos irregulares. La convergencia entre procesos de expansión territorial de las organizaciones al margen de la ley y procesos de descentralización no parece corroborar la tesis de que a mayor democracia, menos violencia. La evidencia disponible muestra que la descentralización llevó a que los grupos irregulares le apuntaran más al poder local y regional que al poder central, aprovechando los espacios que estos brindaban y sin renunciar a sus pretensiones de toma del poder nacional49. Adicionalmente, el enfoque basado en la superación de las “causas objetivas” como condición para reducir la violencia tiene un alcance muy limitado, si se tiene en cuenta que la elevada intensidad que el homicidio adquiere por momentos se explica principalmente por la actividad de organizaciones armadas al margen de la ley –narcotráfico, guerrilla y autodefensas– y las limitaciones en el desempeño de sistema punitivo. Un último lugar común es que el mayor número de muertos lo produce una violencia cotidiana producto de la intolerancia de los colombianos. Dentro de este tipo de violencia impulsiva, las expresiones más comunes son, las riñas entendidas como disputas o altercados que terminan produciendo homicidios. En contraposición está la violencia de tipo instrumental, aquella que se usa con algún fin y que se asocia en especial con formas organizadas del crimen y con grupos armados irregulares. Según los estimativos realizados hacia finales de los años ochenta y que aún hoy prevalecen, el mayor porcentaje de los homicidios en Colombia corresponde a una violencia cotidiana50. Sin embargo, la evidencia disponible indica que la violencia instrumental tiene un peso mayor al que tradicionalmente se le ha asignado dentro de los homicidios. En efecto, una interpretación diferente, se desprende del análisis de las cifras del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Se observa que en las regiones más violentas, donde se registran la mitad de los homicidios que ocurren en el país, la principal causa reconocida es el “ajuste de cuentas”, mientras que en los departamentos más pacíficos, donde ocurre tan sólo el 20% de los homicidios, la causa que sobresale son las “riñas”, producidas por el consumo de alcohol, los problemas en la convivencia y la intolerancia51. 45 Sarmiento, Alfredo y Becerra, Lida María. (1998). “Análisis de las relaciones entre violencia y equidad”, en Archivos de Economía, Departamento Nacional de Planeación, núm. 93. y Sarmiento, Alfredo (julio septiembre de 1997). “Violencia y equidad”, en Planeación y Desarrollo, vol. XXX, núm.3. Con la información disponible no parece corroborarse la idea de una violencia que, como por generación espontánea, surge y se perpetúa en los municipios. Al respecto, son varios los estudios que han señalado la correspondencia geográfica entre tasas de homicidio, la influencia de grupos armados y las 46 Sánchez, Fabio y Núñez, Jairo (2001). “Determinantes del crimen violento en un país altamente violento: el caso de Colombia”, en Documentos CEDE, Universidad de Los Andes - Facultad de Economía, núm. 02 Gaviria Alejandro (2001). “Rendimientos crecientes y crimen en Colombia”, en Economía, crimen y conflicto. Astrid Martínez Compiladora, Universidad Nacional de Colombia. 49 Fabio Sánchez y Mario Chacón, “Conflicto, Estado y Descentralización: del progreso social a la disputa armada por el control local, 1974-2002”, en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), Nuestra guerra sin nombre. Transformaciones del conflicto en Colombia, Bogotá, Editorial Norma , 2006 47 Beltrán, Isaac, et.al. (2006). “¿Por qué no hay relación entre el crimen y la distribución del ingreso en Colombia? Una explicación para el periodo 1976-1997 a partir de la evolución de la actividad criminal” en Violencia y Crimen, ensayos en Memoria de Fernando Gaitán. Astrid Martínez Compiladora Universidad Externado de Colombia. 48 Plan Colombia. Presidencia de la República, Oficina del Alto Comisionado para la Paz- Departamento Nacional de Planeación. Puerto Wilches, diciembre de 1998. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia 50 De acuerdo con la Comisión de Estudios sobre la Violencia (1987), entre un 10 y 15% de los homicidios se encuentran asociados a la confrontación armada y el crimen organizado, mientras que el resto obedece a la intolerancia o a los problemas en la convivencia de los colombianos. El porcentaje se deduce de las víctimas que según la Policía Nacional fueron asesinadas por las guerrillas y otros grupos organizados (total homicidios menos víctimas de grupos organizados). 51 Ver Mauricio Rubio, Crimen e Impunidad. TM Editores Cede Bogotá, 1999. 39 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 actividades del narcotráfico (Rubio, 1999; Echandía, 1999; Sánchez y Nuñez, 2000)52. En efecto, los patrones observados en la geografía de la violencia homicida se entienden a la luz de los actores organizados que se mueven por el territorio nacional, desatando situaciones de violencia que persisten por un tiempo. De aquí se podría inferir que, dada la elevada correspondencia entre municipios con altos índices de homicidio y la presencia de grupos armados al margen de la ley, su sola presencia parece ser suficiente para desencadenar y exacerbar procesos violentos53. Sin embargo, como ha señalando el investigador Mauricio Rubio,54 no es sencillo establecer la asociación precisa entre la violencia y las organizaciones armadas; más allá de las muertes ordenadas o ejecutadas directamente por éstas, es necesario tener en cuenta las que, de una u otra forma, ocurren o se ven facilitadas por la presencia de la guerrilla, las autodefensas y el narcotráfico. En tal sentido, la información disponible sugiere un efecto no despreciable de las organizaciones armadas en dos aspectos: en el desempeño de la justicia penal y en la difusión de la tecnología para matar55. Con la evidencia disponible es posible poner en duda la lógica de protección a la que todas las organizaciones armadas apelan para justificar su presencia, como si constituyera una simple respuesta a una demanda de seguridad que lograra establecer un dispositivo de confianza permanente56. Al observar la experiencia de muchas regiones con presencia de actores armados, se descubre que la oferta de protección es mayor a la demanda, que esa oferta supone el uso real de la violencia y, lo que es más importante, que en cambio de acabar 52 En particular, el estudio de Rubio muestra que los municipios más violentos del país tienen una mayor presencia de agentes armados. En 1995, en 9 de las 10 regiones con mayor tasa de homicidios había presencia guerrillera activa, contra un 54% nacional. De igual forma, en 7 de estas 10 localidades se había detectado actividades del narcotráfico, contra un 23% nacional, y así mismo la presencia de las autodefensas también sobrepasa el promedio nacional. El efecto que tiene la confrontación sobre la violencia homicida es tal, que casi la totalidad de los homicidios en Colombia (el 93%) en 1995 ocurrieron en municipios, donde se ha detectado la presencia de alguno de estos tres grupos. Respecto de los municipios que se encuentran libres de la presencia de los actores al margen de la ley, estos conforman el 36% del total de los municipios del país, congregando tan sólo el 14.9% de la población, y su tasa de homicidio (39 hpch), se encuentra muy por debajo del promedio nacional, aunque sigue siendo elevada para estándares internacionales. 53 Andrés Suárez, desde una perspectiva centrada en la estructuración y funcionamiento de las redes en escenarios donde operan los actores organizados de violencia, llama la atención sobre las limitaciones de este planteamiento, en cuanto a las relaciones entre los factores necesarios y suficientes, su juego y múltiples relaciones.”Configuraciones y dinámicas de la violencia organizada en Colombia. Revista Colombiana de Sociología. Universidad Nacional de Colombia, Departamento de Sociología.1999 Volumen IV No.1 54 Mauricio Rubio, “De las riñas a la guerra. Hacia una reformulación del diagnóstico de la violencia en Colombia”. en revista Coyuntura Social de Fedesarrollo No.17 1997. 55 Mauricio Rubio (1999).“La justicia en una sociedad violenta: Los agentes armados y la justicia penal en Colombia. En: Reconocer la guerra para construir la paz. Editorial Norma-Paz Pública-Universidad de los Andes. Bogotá. 56 Daniel Pécaut. “De la violencia banalizada al terror: El caso colombiano”, en rev. Controversia del Cinep No.171 de 1997. 40 con una situación de desconfianza, los grupos al margen de la ley terminan alimentándola. Esta interpretación se refuerza al analizar la serie de mapas que se presenta en esta sección, en la que se compara la distribución de los homicidios ocurridos en el país con la de las muertes causadas por los grupos irregulares y las muertes en combate producidas directamente en la confrontación armada, y descubrir que existe relación entre los patrones que presentan los mapas. En primer lugar, se presenta la serie de mapas 1.2.2.A, 1.2.2.B, 1.2.3 A y 1.2.3 B que da cuenta de la distribución geográfica de los homicidios en el período 1997 y 2001 que corresponde a uno de los más álgidos de la violencia reciente. El 20% de los homicidios registrados en el país (excluyendo los principales centros urbanos), se distribuye en tan solo veinte municipios localizados en el norte del país (Sierra Nevada de Santa Marta y el Catatumbo); centro (Viejo Caldas, Valle del Cauca, Cundinamarca, Tolima y Meta); sur (Caquetá y Putumayo), y costa Pacífica (Cauca y Nariño entre los ríos Naya y Patía). Al considerar el 40% de los homicidios, este porcentaje se distribuye en sesenta municipios, en su mayoría localizados en los alrededores de los focos antes mencionados. En la medida en que el porcentaje se eleva al 80%, es más notorio el patrón de concentración de los homicidios desde los focos iniciales hacia municipios localizados en el oriente (Arauca, Casanare, Guaviare, Meta, Caquetá y Putumayo), en el norte (Urabá, Paramillo, Montes de María y Perijá), y el Magdalena Medio. La confrontación armada, el enfrentamiento entre grupos armados irregulares y las acciones que estas organizaciones dirigen contra los civiles parecen explicar la elevada concentración de homicidios; no hay al menos otra razón en relación con el patrón observado en escenarios en que los grupos irregulares son muy activos y se producen con frecuencia combates con la Fuerza Pública, los intereses del narcotráfico son muy fuertes y la guerrilla y las autodefensas luchan por el predominio. De aquí que se pueda establecer una relación significativa entre el patrón de concentración del mapa 1.2.4.A que da cuenta de la distribución de los homicidios entre 1997 y 2001 y el que se observa en los mapas 1.2.4.B, 1.2.5.A, 1.2.5.B, 1.2.6.A, 1.2.6.B, donde aparecen las zonas donde los grupos irregulares tienen una elevada incidencia en la producción de violencia a través de masacres y asesinatos. Si bien no necesariamente coinciden uno a uno los municipios, sí lo hacen en buena medida las regiones. Cabe destacar la correspondencia entre la concentración de homicidios y el alto número de víctimas de masacres y asesinatos en La Sierra Nevada de Santa Marta, La Serranía del Perijá, Catatumbo, Montes de María, Urabá, Paramillo, sectores del Magdalena Medio,l Bajo Cauca, Oriente antioqueño, Viejo Caldas, sur del Tolima, Norte del Valle, sectores de la Costa Pacífica, la región del Sibundoy y el piedemonte llanero. Vicepresidencia de la República En segundo lugar, aparecen los mapas 1.2.7.A, 1.2.7.B. 1.2.8.A y 1.2.8.B, donde se establece la relación entre los focos donde la violencia homicida registra las tasas más altas entre 2002 y 2004 y la presencia activa de grupos irregulares en estos escenarios. En efecto, existe correspondencia entre altas tasas de homicidio y la presencia activa de las Farc entre Huila y Caquetá, los municipios que hicieron parte de la Zona de Distensión, la región del Sarare en Arauca, el Catatumbo en Norte de Santander, el Oriente antioqueño, Urrao y Vigía del Fuerte en el Occidente antioqueño, Buenaventura y Dagua en el Valle y Tumaco y Ricaurte en Nariño. Cabe destacar que en las zonas del Sarare, Catatumbo, Sierra Nevada de Santa Marta, Nordeste y Oriente de Antioquia, las altas tasas de homicidio se registran paralelamente con la presencia activa del Eln y las Auc. la Fuerza Pública y/o con las zonas donde la disputa armada entre grupos al margen de la ley se expresa en un alto número de asesinatos. De aquí la muy significativa correspondencia en la geografía de estos fenómenos, lo que a su vez permite controvertir la idea común en torno a la supuesta irrelevancia de la violencia derivada de la confrontación armada en el país. En tercer lugar, se presentan los mapas 1.2.9.A, 1.2.9.B, 1.2.10.A y 1.2.10.B, con el propósito de establecer para el período 2000- 2005 una comparación entre el patrón de distribución de los homicidios y el que presenta los asesinatos cometidos por organizaciones armadas y las muertes en combate producidas en la confrontación. Al considerar los municipios donde la violencia homicida se encuentra altamente concentrada, se descubre que corresponden en buena medida con los escenarios donde la confrontación es elevada y produce muchas muertes entre los integrantes de los grupos irregulares y miembros de En definitiva, es preciso insistir en que los patrones que se han identificado en la geografía de la violencia colombiana, se explican en buena medida por los grupos al margen de la ley que han convertido a la población civil en blanco principal de su acción armada, dando una clara demostración del alto nivel de degradación que ha alcanzado la confrontación en Colombia. La evidencia que se ha presentado en este aparte no parece corroborar la idea común de una violencia esencialmente ciudadana, que surge y se perpetúa en los municipios. Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Los resultados de trabajos que realizan pruebas econométricas corroboran lo que se ha inferido a partir de los mapas adjuntos, indicando que la actividad de los grupos armados ilegales tiene un alto peso explicativo en la intensidad de la violencia y adicionalmente, que existe correlación entre la presencia espacial de grupos irregulares y las altas tasas de homicidio en los municipios, en particular de civiles no combatientes57. 57 Sánchez, Díaz y Formisano, 2002. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 41 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Relación entre la violencia y el narcotráfico (1982-1998) Gráfico 1.2.1 TASA HOMICIDIO % PIB 90 7 80 79 6 5,8 5,5 70 78 6 76 5,7 71 70 565 5 68 66 5 60 5 63 61 57 4,3 52 50 3,8 42 40 4 48 3,4 41 36 32 2,3 30 3,2 3 3 2,8 2,5 2,4 2 2 20 1 10 0 0 82 83 84 85 86 87 88 89 Homicidio X 100.000 Habitantes 90 91 92 93 94 95 96 97 98 Ingresos del narcotráfico % PIB Fuente: Ricardo Rochs (2000) Roberto Steiner (1998) Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 42 Vicepresidencia de la República Comparativo de la evolución de la intensidad de la confrontación, los homicidios y los asesinatos y bajas Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Gráfico 1.2.2 10.000 35.000 9.000 30.000 25.000 COMBATES Y ACCIONES 7.000 6.000 20.000 5.000 15.000 4.000 3.000 10.000 HOMICIDIOS - ASESINATOS Y BAJAS 8.000 2.000 5.000 1.000 0 0 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 Intensidad del conflicto 1995 1996 1997 1998 Asesinatos y bajas 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Homicidios Fuente: Das / Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 43 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de la evolución de los combates, las acciones de los grupos irregulares y los homicidios Gráfico 1.2.3 2.000 35.000 1.800 30.000 1.600 COMBATES Y ACCIONES 1.200 20.000 1.000 15.000 800 600 HOMICIDIOS 25.000 1.400 10.000 400 5.000 200 0 0 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 Combates FF.AA. 1994 1995 1996 1997 Acciones armadas 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Homicidios Fuente: Das / Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 44 Vicepresidencia de la República Comparativo de la evolución de los homicidios, los asesinatos y las bajas producidas en la confrontación Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Gráfico 1.2.4 35.000 6.000 30.000 5.000 25.000 20.000 3.000 15.000 HOMICIDIOS ASESINATOS Y BAJAS 4.000 2.000 10.000 1.000 5.000 0 0 1987 1988 1989 1990 1991 Asesinatos 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 Bajas causadas mutuamente entre las FF.AA y los grupos irregulares 2003 2004 2005 Homicidios Fuente: Das / Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 45 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución del porcentaje de municipios con elevado índice de violencia según estructuras y tipos de desarrollo (1987-1995) Gráfico 1.2.5 ESTRUCTURA URBANA Capitales de departamento Ciudades Secundarias ESTRUCTURA DE AGRICULTURA COMERCIAL Con Predominio de Población Urbana Con Predominio de Población Rural ESTRUCTURA DE CAMPESINADO Campesinado Cafetero Campesinado no Cafetero ESTRUCTURA DE COLONIZACION Colonización Interna Colonización de Frontera ESTRUCTURA RURAL ATRASADA Periferia Rural Marginal Latifundio Litoral Caribe Minifundio Litoral Caribe Minifindio Andino Estable Minifundio Andino Deprimido 0,001 0,002 0,003 0,004 0,005 0,006 0,007 0,008 0,009 0,00 Porcentaje de municipios con elevados índices de violencia en cada tipo de desarrollo 1987-1989 1990-1992 1993-1995 Fuente: Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 46 Vicepresidencia de la República Comparación entre la intensidad de los homicidios y las necesidades básicas insatisfechas en los municipios (1990-1995) Mapa 1.2.1 A Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Mapa 1.2.1 B Colombia: Municipios según tasa promedio de homicidios Muy por encima de la tasa promedio nacional Por encima de la tasa promedio nacional Igual o apenas por debajo de la tasa promedio nacional Por debajo de la tasa promedio nacional Muy por debajo de la tasa promedio nacional La tasa promedio nacional entre 1990 y 1995 corresponde a 79 homicidios por cienmil habitantes NBI Compuesto [82.60,99.90] [62.70,82.60[ [49.30,62.70[ Departamento Municipio [36.20,49.30[ [21.60,36.20[ [0,21.60[ Fuente: Policía Nacional / Dane Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 47 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Distribución municipal de los homicidios (1997-2001) 20 municipios donde se concentró el 20% de los homicidios 60 municipios donde se concentró el 40% de los homicidios Excluyendo los centros poblados más importantes Excluyendo los centros poblados más importantes Mapa 1.2.2 A Mapa 1.2.2 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 48 Vicepresidencia de la República Distribución municipal de los homicidios (1997-2001) 150 municipios donde se concentró el 60% de los homicidios (1997-2001) 340 municipios donde se concentró el 80% de los homicidios (1997-2001) Excluyendo los centros poblados más importantes Excluyendo los centros poblados más importantes Mapa 1.2.3 A Mapa 1.2.3 B Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 49 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación entre el patrón de concentración de los homicidios y la distribución municipal de las masacres (1997-2001) 340 municipios donde se concentró el 80% de los homicidios Excluyendo los centros poblados más importantes Mapa 1.2.4 A Municipios donde se concentran las masacres cometidas por grupos armados ilegales Mapa 1.2.4 B Víctimas Departamento Municipio 1-4 5 - 10 11 - 20 21 - 121 Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 50 Vicepresidencia de la República Comparación entre el patrón de concentración de los homicidios y la distribución municipal de las masacres (1997-2001) Municipios donde se concentraron los asesinatos cometidos por las autodefensas Mapa 1.2.5 A Víctimas Departamento Municipio 1-4 5 - 10 11 - 20 21 - 121 Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Municipios donde se concentraron las masacres cometidas por las autodefensas Mapa 1.2.5 B Víctimas 1-4 5 - 10 11 - 20 21 - 72 Fuente: Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 51 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los asesinatos y las masacres de los grupos guerrilleros (1997-2001) Municipios donde se concentraron los asesinatos cometidos por grupos guerrilleros Mapa 1.2.6 A Municipios donde se concentraron las masacres cometidas por grupos guerrilleros Mapa 1.2.6 B Víctimas 1-4 5 - 10 11 - 20 21 - 121 1-4 5 - 10 11 - 20 21 - 72 Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 52 Vicepresidencia de la República Relación entre la presencia activa de grupos irregulares y las tasas municipales de homicidio (2002-2004) Focos de mayor intensidad del homicidio Farc Mapa 1.2.7 A TASAS DE HOMICIDIO Por cada 100.000 Hab. 55-60 61-100 101-150 151-400 Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Mapa 1.2.7 B Nivel de correlación Cma (Muy alto) Ca (Alto) Cm (Medio) Cb (Bajo o Nulo) Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 53 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Relación entre la presencia activa de grupos irregulares y las tasas municipales de homicidio (2002-2004) ELN AUC Mapa 1.2.8 A Nivel de correlación Cma (Muy alto) Ca (Alto) Cm (Medio) Cb (Bajo) Mapa 1.2.8 B Nivel de correlación Cma (Muy alto) Ca (Alto) Cm (Medio) Cb (Bajo) Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 54 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 2000-2002 Homicidios Asesinatos y bajas Mapa 1.2.9 A No. de homicidios 1 - 50 51 - 100 101 - 200 201 y Más Capítulo 1 Geografía del homicidio en Colombia Mapa 1.2.9 B No. de asesinatos 1 - 10 11 - 20 21 - 50 51 y Más 1-4 5 - 10 11 - 20 21 - 121 Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 55 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 2003-2005 Homicidios Asesinatos y bajas Mapa 1.2.10 A No. de homicidios 1 - 50 51 - 100 101 - 200 201 y Más Mapa 1.2.10 B No. de asesinatos 1 - 10 11 - 20 21 - 50 51 y Más Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 56 Vicepresidencia de la República Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 58 Vicepresidencia de la República Como se concluyó en la primera parte de este estudio, entre las diferentes hipótesis que explican la intensidad de la violencia durante algunos años y en sitios específicos de la geografía, tiene una gran pertinencia la que atribuye el alto número de muertes violentas a la existencia de la confrontación armada en el país. Por esta razón, en esta sección se analizarán la dinámica de la confrontación armada y las muertes producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares. En Colombia, de acuerdo con los datos del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Vicepresidencia de la República, construidos a partir de los boletines diarios del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), entre 1990 y 2005 se produjeron como resultado de la confrontación armada 33.652 muertes violentas, de las cuales 10.239 corresponden a miembros de la Fuerza Pública y 23.413 a integrantes de los grupos armados ilegales. Como se puede observar en la evidencia que se presenta en los gráficos adjuntos, existe una alta correspondencia entre los cambios en la intensidad de la confrontación armada y el aumento o disminución registrada en las muertes producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares. También es claro que, excepto en los años 1990, 1991 y 1998, la relación ha sido favorable a la Fuerza Pública, sin embargo es a partir de 1999, cuando se comienza a establecer una ventaja ostensible. La mayor diferencia entre las muertes de lado y lado se registra en 2002 y a partir de 2003, aunque la relación sigue estando a favor de la Fuerza Pública, se observa una caída en las bajas producidas a los grupos irregulares, lo cual contribuye a explicar la tendencia descendente en las muertes violentas que se impone en el país a partir de este año. En los dieciséis años que abarca el estudio, por cada miembro de la Fuerza Pública muerto en la confrontación se produjo la baja de 2.3 integrantes de los grupos al margen de la ley, y si se considera el lapso entre 2001 y 2005 la relación es 1:4.6, mientras que entre 1996 y 2000 corresponde a 1:1.7 y entre 1991 y 1995 a 1:1.3. Entre las organizaciones que entre 1990 y 2005 fueron más combatidas, se encuentra en primer lugar las Farc que pierde a 12.183 de sus integrantes, en tanto que esta guerrilla produce la muerte a 5.327 miembros Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 2 2. Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares de la Fuerza Pública; en segundo lugar, el Eln registra 4.523 muertos y produce 1.433; en tercer lugar, los grupos de autodefensa registran 4.120 bajas y producen 74; por último, el Epl pierde a 1.131 de sus integrantes y causa la muerte a 274 entre miembros del Ejército y la Policía. Es preciso tener en cuenta que la confrontación no solamente contribuye en la generación de violencia mediante las muertes que se producen mutuamente entre sus protagonistas armados, sino también a través de los civiles asesinados por los grupos irregulares que, en la búsqueda de sus objetivos, los identifican como blanco de su acción armada. La dinámica de la violencia que recae sobre los civiles en medio de la confrontación se analizará en la tercera parte del estudio. 2.1. Tendencias en la evolución de la confrontación armada Lejos de enmarcarse en un modelo evolutivo lineal, la confrontación armada en Colombia se explica más bien por las sucesivas rupturas que originan cambios en la conducta de sus protagonistas.58 Es así como las organizaciones guerrilleras a partir de los años ochenta comienzan a dar cumplimiento a sus principales objetivos de carácter estratégico: acumular recursos económicos, desdoblar frentes con el propósito de ampliar su presencia territorial y aumentar su influencia a nivel local. Con la diversificación de su presencia territorial, la insurgencia logró expandirse hacia zonas altamente ventajosas para el desa- 58 En relación con el concepto de rupturas estratégicas y la forma como éstas se han presentado en el contexto del conflicto armado colombiano, consultar Lair, Eric. (2004). “Transformaciones y fluidez de la guerra en Colombia: un enfoque militar”, en Sánchez, Gonzalo y Lair, Eric (eds.), Violencias y estrategias colectivas en la región andina: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, Bogotá, Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA), Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) y Grupo Editorial Norma. 59 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 rrollo de la confrontación, sin que ello implicara la pérdida de influencia en las áreas de implantación histórica59. Pese a que la guerrilla logró una presencia importante en zonas de extracción petrolera, minera, de cultivos ilícitos y de actividad agropecuaria, la posibilidad de obtener recursos deja de depender exclusivamente de su dominio territorial. Los fondos también se obtienen de actividades como la extorsión y el secuestro, que no requieren un elevado poderío militar para su realización. De hecho, estas prácticas se registran en áreas urbanas, donde los grupos irregulares están muy lejos de ostentar dominio territorial. La evidencia que se presenta en los gráficos 2.2.1 y 2.1.2 permite constatar el incremento en la capacidad ofensiva de las Farc y el Eln derivada de los cambios en sus estrategias y la acumulación de recursos. La confrontación que desde mediados de los años ochenta registra una clara tendencia hacia la intensificación, mostrando que la relación de bajas en algunas coyunturas es desfavorable a las Fuerzas Armadas, a partir de 1999 se escala principalmente como consecuencia de las operaciones militares emprendidas por la Fuerza Pública, que logra retomar la iniciativa en la confrontación con los grupos irregulares y a partir de ese año comienza a producirles un número de muertes que supera ostensiblemente los resultados alcanzados en años anteriores. A partir de 2003 se comienza a registrar una caída en la actividad de los grupos irregulares por cuenta de la mayor presión del Ejército que se expresa en un elevado número de muertos en las filas del las Farc, las autodefensas y el Eln. No obstante que las Farc es el grupo al que se le producen más muertes en combate, su actividad bélica se mantiene en niveles elevados, que es más consecuencia de la insistencia en los sabotajes contra la infraestructura, los hostigamientos y las pequeñas emboscadas, que de acciones de gran magnitud contra la Fuerza Pública. En el caso del Eln, la reducción de su actividad armada, guarda relación con la mayor iniciativa de la Fuerza Pública en su contra que se expresa en un número creciente de muertos entre sus integrantes. Las autodefensas, por una parte disminuyen sus acciones como resultado de las negociaciones adelantadas con el Gobierno a partir de 2003, y de otra parte, debido a la presión militar y el elevado número de muertes producidas a las estructuras disidentes que se mantienen al margen del proceso de paz. A partir de la ofensiva del Ejército contra el Secretariado de las Farc en el municipio de Uribe en el departamento de Meta, en diciembre de 1990, la organización insurgente logró avanzar en el proceso de especialización de sus frentes 59 Trabajos como los de Bejarano, Echandía, Escobedo y León, 1997, Echandía, 1999, Vélez, 1999, Sánchez y Núñez, 2000 y Bottía, 2002, muestran que la lógica en la expansión de la guerrilla se encuentra altamente relacionada con la búsqueda de objetivos estratégicos, representados en recursos mineros, cultivos ilícitos, actividades dinámicas y un nivel de urbanización superior al de los municipios donde la guerrilla hizo presencia inicialmente. 60 y la creación de grupos de choque, como las columnas móviles60. Después de la ruptura del proceso de paz en el gobierno de César Gaviria y en medio de la “guerra integral”, en 1993 se vislumbran los primeros ensayos en esta dirección con el ataque a Dabeiba y el bloqueo en la región de Urabá, en el cual participaron más de 500 guerrilleros del bloque José María Córdoba. En 1996, las Farc establecen el punto de partida de una escalada que aumentaría las muertes de miembros de la Fuerza Pública y en 1998 se expresaría en una relación de bajas favorable a las Farc. En efecto, el grupo insurgente entre 1996 y 1998 en el sur del país intentó, mediante una serie de ataques contra el Ejército, producir un salto en la dinámica de la confrontación, resultado de una gran capacidad de acción y dominio sobre el territorio. Esta iniciativa tuvo como fin último consolidar sus posiciones en las zonas de presencia histórica, a diferencia del objetivo de su accionar en otras regiones, orientado a dispersar la capacidad de combate del Ejército y restarle contundencia a las operaciones militares. Entre los cambios más significativos, registrados en la dinámica de la confrontación, se destaca también la manifiesta prioridad que las Farc dieron, mientras estuvo vigente la Zona de Distensión (ZD), a los ataques a las poblaciones para destruir los puestos de Policía y debilitar la presencia estatal en los municipios donde esta guerrilla buscó ampliar su influencia. Posteriormente, a partir de mediados de 2002, las Farc buscaron afectar la gobernabilidad local con amenazas contra alcaldes y concejos municipales para obligarlos a renunciar. Los cambios experimentados en la dinámica de la confrontación también se relacionan con el Eln. La mayor decisión del Ejército a partir de 1996 y la acción de los grupos de autodefensa lograron romper la retaguardia de este grupo, que pierde hegemonía en una franja del territorio que abarca desde el Nordeste antioqueño hasta Norte de Santander. A lo anterior, se suma la pérdida de influencia en Barrancabermeja, así como en Cúcuta y en Medellín, mientras que las Farc se imponen en sus posiciones tradicionales más preciadas. Éstas aspiran a absorber al Eln, proceso que se ha acelerando y se expresa en enfrentamientos armados en Arauca, sur de Bolívar y Nariño, donde el Eln conserva alguna presencia. En la actualidad, el Eln se encuentra bastante debilitado y concentra unos pocos reductos en la Serranía del Perijá, en el margen derecho del sur del Cesar, en la Serranía de San Lucas en el sur de Bolívar y en el Oriente antioqueño, donde las Farc han ganado la preponderancia que antes tenían el frente Carlos Alirio Buitrago y las compañías José María Córdoba y José María Carbonell. En Barrancabermeja no está presente desde 2001, y los frentes de Santander han perdido protagonismo armado, como es el caso del Manuel Gustavo Chacón y el Capitán Parmenio. 60 Estas estructuras responden no solo a la estrategia del Estado a través de la conformación de Brigadas Móviles, sino también al comienzo de la búsqueda del salto cualitativo en el desarrollo de la confrontación armada. Vicepresidencia de la República Pese a que las Farc intentaron dar a la ZD un uso táctico desde el momento en que se iniciaron las negociaciones de paz durante la administración Pastrana, la Fuerza Pública logró frustrar este propósito, neutralizar los ataques hacia los municipios vecinos y producirle un número creciente de muertes en combate. La trasformación de las capacidades militares que se llevó a cabo durante este gobierno impidió que las Farc sacaran ventaja y aspiraran a ampliar su dominio territorial a partir de la ZD. Ejército sobre las estructuras armadas, ha hecho que éstas retomen los comportamientos propios de la guerra de guerrillas, que ante todo se orientan a evitar golpes contundentes, mediante el repliegue táctico hacia sus zonas de refugio y la realización de acciones a través de pequeños grupos. Los gráficos 2.1.3, 2.1.4, 2.1.5 muestran cómo a partir de 2003 las bajas causadas a los grupos irregulares y en particular a las Farc, se reducen, auque su número sigue siendo elevado y en todo caso la relación sigue ampliamente favorable a la Fuerza Pública. La ruptura del proceso de paz en febrero de 2002 dio paso a la segunda ofensiva más grande de la guerrilla, después de la que se registró entre enero y febrero de 1991. Es importante anotar que mientras las muertes en combate del Ejército superan las producidas a los grupos irregulares en la ofensiva desatada por la guerrilla entre finales de 1990 y comienzos de 1991 como respuesta a la operación militar contra Casa Verde, en 2002 la relación de muertes en combate favorece ampliamente a la Fuerza Pública. Si bien las estructuras de la guerrilla han tratado de evitar el choque directo con el Ejército para disminuir el número de muertes entre sus integrantes, optando más bien por el sabotaje de la infraestructura económica y la intensificación de los actos de terrorismo en las ciudades, es necesario reconocer las limitaciones de esta nueva conducta. En este sentido, es cierto que la guerrilla ha aplicado el principio de economía de fuerza, recurriendo al sabotaje, pero al mismo tiempo sabe muy bien que la obtención de los recursos necesarios para lograr sus objetivos de largo plazo depende de que el impacto sobre la economía sea leve. Y de otro lado, la urbanización del accionar armado de la guerrilla, que involucre no solamente actos de terrorismo, en las condiciones actuales implica el riesgo de hacerla militarmente vulnerable, por cuanto demandaría de su parte contar con los medios para controlar las grandes ciudades y enfrentar una feroz contraofensiva, que pondría en peligro su influencia sobre las zonas rurales estratégicas construida a través del tiempo con grandes esfuerzos. Así mismo, debe resaltarse que la mayor decisión en la lucha contra la guerrilla ha sido exitosa en áreas cercanas a las ciudades, como en los casos de Medellín y Bogotá, donde las estructuras armadas han sido fuertemente golpeadas en su presencia urbana y su retaguardia rural. El balance operacional que da cuenta del aumento de las muertes entre los integrantes de los grupos irregulares que registra su nivel más elevado en 2002, es el resultado del incremento en la movilidad y la capacidad de reacción aérea desarrollada por la Fuerza Pública para contrarrestar los ataques de los grupos subversivos. La superioridad militar del Estado representa para las Farc un impedimento para pasar a otro estado de la guerra, en el que el grupo armado buscaría mediante la guerra de movimientos ampliar su dominio territorial, sin poner en riesgo su influencia en las zonas de presencia históricas. Por lo tanto, mientras compensaba su inferioridad en términos militares, las Farc tuvieron que dar marcha atrás en sus aspiraciones territoriales y limitar los propósitos de los escasos ataques contra el Ejército para evaluar su capacidad de reacción. La caída en las acciones de la guerrilla en 2003 evidencia las grandes dificultades que tienen que enfrentar. En 2004 se dio inicio a la primera fase del Plan Patriota, cuya primera fase apuntó a recuperar el control estatal de un extenso territorio en los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare, considerando la retaguardia estratégica de las Farc y donde la organización guerrillera obtiene gran parte de sus finanzas, dirige sus acciones y se encuentra la mayor parte del Secretariado. Entre los resultados alcanzados, se destacan la destrucción de campamentos y el hallazgo de caletas con municiones, explosivos y armas de corto y largo alcance. Sin lugar a dudas, el teatro de operaciones del Plan Patriota corresponde al escenario donde más guerrilleros han sido dados de baja en desarrollo de los combates. Ante el mayor esfuerzo militar aplicado desde el comienzo de la administración del presidente Uribe en la lucha contra la guerrilla, se ha visto cómo las estrategias y los movimientos tácticos de estos grupos se han modificado en función de los cambios producidos en la dinámica de la confrontación. La mayor presión del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares En la medida en que la mayor intensidad de la confrontación vuelve a expresarse mayoritariamente en zonas ante todo rurales, los escenarios más afectados, como se observa en las series de mapas adjuntas, se encuentran apartados de las actividades económicas más dinámicas, que están localizadas en las áreas planas integradas a los principales centros de desarrollo nacional. En resumen, las tendencias presentadas evidencian que la confrontación en la primera administración del presidente Uribe se incrementó, principalmente como resultado de los combates liderados por la Fuerza Pública y no como consecuencia de las acciones por iniciativa de la guerrilla. De aquí que entre 2002 y 2005 los combates por iniciativa de la Fuerza Pública superen los niveles de actividad armada de los grupos irregulares en 21 departamentos, siendo Antioquia, Meta, Santander, Cesar, Caquetá y Magdalena los departamentos donde la ventaja de la Fuerza Pública es más evidente. Pese a que en 2003 se produce una caída en el accionar de los grupos irregulares, las Farc se han mantenido en niveles elevados, e incluso en 2005 registran un leve repunte, como consecuencia de la insistencia en tácticas de ac- 61 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 ción que buscan multiplicar los escenarios de la confrontación y debilitar moral y físicamente al Ejército, sin comprometerse en una lógica bélica directa, que les resultaría particularmente desventajosa en las circunstancias actuales. Una serie de hechos ocurridos durante 2005, sumados a la reducción en la iniciativa militar contra los grupos guerrilleros, que se advierte desde 2004, sugiere que en lo que tiene que ver con la estrategia para ganar la guerra, el Ejército y las Farc van por caminos opuestos. La Fuerza Pública se ha impuesto como objetivo principal lograr el control territorial del suroriente del país y para conseguirlo desplegó el Plan Patriota. Por el contrario, las Farc han renunciado a la consolidación del dominio territorial y buscan el control estratégico de zonas que le garanticen su supervivencia, como el suroccidente del país, donde 62 la presencia de la Fuerza Pública, aunque ha sido reforzada últimamente, es menor. En efecto, varias acciones contra la Fuerza Pública en escenarios diferentes al del Plan Patriota, la ola de ‘paros armados’ impuestos por las Farc en plena coyuntura electoral de 2006, que paralizaron buena parte de los departamentos de Chocó, Guaviare, Caquetá, Huila, Putumayo y Nariño, el aumento de los ataques contra civiles, entre ellos nueve concejales de Rivera (Huila) y las emboscadas a unidades militares que apoyan la erradicación manual de la coca en el Meta, indican que el teatro de la guerra está cambiando y que la guerrilla tiene el serio propósito de diluir el mayor esfuerzo militar desplegado en el suroriente del país. Vicepresidencia de la República Evolución de los combates de las Fuerzas Militares y las acciones armadas de los grupos irregulares Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.1.1 2.000 Las Farc y el ELN ponen en marcha la realización de acciones contra la Fuerza Pública con el propósito de "despedir al presidente Gaviria" y hacer demostraciones de fuerza ante el nuevo gobierno 1.800 Se produce la más fuerte escalada guerrillera en la administración Samper en medio del sabotaje de las Farc al proceso electoral del 26 de octubre 1.600 Tras la terminación de las negociaciones con las Farc, el gobierno Gaviria da inicio a la guerra integral 1.400 Las acciones de las Farc llegan a un nivel muy alto como respuesta a la ofensiva militar contra casa verde 1.000 La recuperacion de Mitú que coincide con el reinicio de las negociaciones con las Farc marca el comienzo de la transformación militar en el gobierno Pastrana Las Farc con el ataque a la base de Las Delicias inicia su campaña más importante contra las FF.MM. 1.200 Las Farc registran su más elevado nivel de actividad tras la terminación de las negociaciones con el gobierno Pastrana 800 600 Las guerrillas responden a la iniciativa de paz del gobierno Barco escalando las hostilidades El gobierno Uribe logra una clara superioridad militar y obliga a los grupos irregulares a disminuir su accionar 400 200 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 Farc ELN 1993 1994 EPL 1995 1996 1997 Autodefensas 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Combates FF.AA. Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 63 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de la evolución de la relación entre los combates y las acciones armadas de los grupos irregulares Gráfico 2.1.2 2.000 1.500 1.000 500 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 -500 -1.000 Combates FF.AA. Acciones Armadas Relación Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 64 Vicepresidencia de la República Evolución de la relación de bajas causadas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.1.3 4.000 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 0 -500 Fuerza Pública Grupos Irregulares Relación Bajas Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 65 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de los combates dirigidos por las Fuerzas Armadas contra los grupos irregulares Gráfico 2.1.4 Otras Guerrillas Epl Guerrilla no identificada Autodefensas Eln Farc 0 500 1.000 1.500 1998-2001 2.000 2.500 3.000 3.500 4.000 4.500 2002-2005 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 66 Vicepresidencia de la República Comparativo de la evolución de la actividad armada de los grupos irregulares Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.1.5 Epl Otras Guerrillas Autodefensas Guerrilla no identificada Eln Farc 0 500 1.000 1998-2001 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 4.000 2002-2005 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 67 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de los combates de las Fuerzas Armadas y las acciones de los grupos irregulares según departamentos 2002 - 2005 Gráfico 2.1.6 Antioquia Meta Caquetá Cundinamarca Tolima Norte de Santander Cesar Casanare Santander Magdalena Boyacá Bolívar Valle Caldas La Guajira Guaviare Risaralda Córdoba Vichada Guainía Atlántico Amazonas Vaupés Quindío Sucre Chocó Putumayo Huila Nariño Arauca Cauca 0 200 400 Combates FF.AA. 600 800 1.000 1.200 1.400 Acciones irregulares Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 68 Vicepresidencia de la República Relación departamental de las bajas producidas a los grupos irregulares y la Fuerza Pública 2002 - 2005 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.1.7 Antioquia Meta Casanare Caquetá Norte de Santander Cesar Cundinamarca Santander Magdalena Boyacá Chocó Bolívar Arauca Cauca Valle La Guajira Huila Putumayo Tolima Sucre Caldas Guaviare Nariño Vichada Córdoba Guainía Risaralda Quindío Atlántico Vaupés Amazonas 0 500 1.000 Grupos irregulares 1.500 2.000 2.500 Fuerza pública Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 69 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 2.2. Análisis estratégico de la confrontación y de las muertes que produce La geografía de las muertes producidas entre los protagonistas de la confrontación que se presenta en los mapas de esta sección, muestra por una parte, una elevada concentración en los escenarios donde es más intensa la confrontación armada y, de otro lado, la convergencia entre los escenarios que reúnen el mayor número de víctimas de miembros de los grupos irregulares y de la Fuerza Pública61. De aquí que alrededor del 70% de las bajas causadas a los grupos irregulares se registre en la tercera parte de los departamentos del país: Antioquia, Meta, Santander, Norte de Santander, Cundinamarca, Caquetá, Arauca, Cauca, Tolima, Casanare, Bolívar y Cesar, y que el mismo porcentaje de muertes causadas a la Fuerza Pública se registre en estos mismos departamentos, excepto los tres últimos que son remplazados por Valle, Nariño y Putumayo. La evidencia que se presenta en los gráficos adjuntos, también permite identificar los periodos y escenarios regionales que se escapan a la tendencia predominante, en la cual la relación de muertes en combate es favorable a la Fuerza Pública. Son los casos de Chocó, Cundinamarca, Putumayo, La Guajira, Valle, Caldas, Guaviare y Vichada entre 1991y 1995; Caquetá, Arauca, Sucre y Vaupés entre 1996 y 2000; y Nariño entre 1991 y 2000. Pese a que en el conjunto del período 2001-2005, el balance es positivo para la Fuerza Pública, en unos pocos departamentos y por un tiempo corto la relación es negativa (Arauca y Atlántico en 2001, Risaralda y Atlántico en 2003 y Putumayo y Nariño en 2005). En cuanto a la distribución municipal de las muertes producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares, se evidencia la existencia de una elevada correspondencia entre los escenarios donde se llevan a cabo los combates liderados por el Ejército y las acciones armadas más recurrentes en los grupos guerrilleros. En consecuencia, se presentan tres series de mapas municipales que permiten desde diferentes perspectivas analizar la evolución de la confrontación y las víctimas que se producen entre sus protagonistas armados. En una primera serie comprendida entre los mapas 2.2.1 y 2.2.16, se establece una comparación entre la evolución del patrón geográfico de los combates que la Fuerza Pública libra contra los grupos irregulares y la de 61 Es importante señalar que a partir de esta sección se impone en el estudio la utilización de mapas construidos a partir de la estimación de Kernel, que disminuye el efectismo contenido en los mapas que se presentaron en la primera parte, donde se tomó al municipio, independientemente de su tamaño, como unidad básica de representación. Mediante la utilización de mapas de Kernel, se logra focalizar con mayor precisión los fenómenos de violencia en los escenarios donde adquieren especial intensidad y mostrar los cambios o la inercia que de año a año se puedan presentar en su distribución espacial. 70 las bajas producidas a los integrantes de estos grupos;62 en la segunda serie comprendida entre los mapas 2.2.17 y 2.2.32, se compara la evolución de los patrones geográficos de las acciones armadas que parten de la iniciativa de los grupos irregulares63 y de las muertes en combate producidas a la Fuerza Pública; y por último, la tercera serie comprendida entre los mapas 2.2.33 y 2.2.48, contiene las dos series anteriores comparando la evolución de los patrones geográficos de la confrontación (combates y acciones de los grupos irregulares) y de las muertes producidas entre sus protagonistas en desarrollo de la confrontación armada. En las tres series de mapas que se presentan adjuntas, se identifican los municipios y regiones que entre 1990 y 2005 fueron escenarios de la confrontación armada y de las muertes causadas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares. En este intervalo, los focos donde la confrontación es más intensa y se produce el mayor número de víctimas se localizan en las regiones que definimos a continuación como oriente, suroccidente, centro, nororiente, la costa Caribe y noroccidente64. El oriente colombiano ha sido uno de los principales escenarios de la confrontación armada y a partir de comienzos de la década de los noventa muestra una clara tendencia hacia su intensificación que se hace manifiesta en Putumayo, Caquetá, Meta, Guaviare, Casanare y Arauca. Durante la administración del Presidente Gaviria, el Ejército se propuso retomar la iniciativa contra las Farc en su zona de implantación histórica. En desarrollo de este propósito, en 1990 culminó la primera etapa de la operación Centauro, con la toma de los campamentos del Estado Mayor del Bloque Oriental (Embo) en el mes de noviembre. En la segunda etapa, el 9 de diciembre, se ejecutó una ofensiva contra los campamentos del Estado Mayor de las Farc en Uribe (Meta). A par62 Es importante señalar que aunque el mayor número de bajas causadas a los grupos irregulares se produce principalmente en los combates liderados por el Ejército, la Fuerza Pública también produce bajas, respondiendo a las múltiples acciones que parten de la iniciativa de estas organizaciones y por esta razón en algunos de los mapas aparecen escenarios donde se registran bajas de irregulares sin que exista una correspondencia con los combates propuestos por las Fuerzas Armadas. Así mismo, la incongruencia que se observa al comparar los mapas en algunos años se debe a que en las bases de datos disponibles se encuentran agregadas las víctimas de los grupos irregulares que se producen en los combates con la Fuerza Pública y las que resultan de los enfrentamientos entre guerrilla y autodefensas. 63 Mientras que la iniciativa de la Fuerza Pública contra los grupos irregulares se expresa mediante los combates, las acciones por iniciativa de los grupos irregulares se dividen en tres: i) las emboscadas, los ataques a instalaciones militares, los hostigamientos y ataques a poblaciones, que son las que mayor número de víctimas producen a la Fuerza Pública; ii) destrucción de infraestructura y iii) los actos con objetivos económicos, es decir las acciones de piratería terrestre y los asaltos a entidades públicas y privadas. Cabe señalar que en algunos de los mapas aparecen escenarios donde se registran bajas de miembros de la Fuerza Pública, sin que exista una correspondencia con la realización de acciones de los grupos irregulares debido a que estas víctimas por lo general se producen en los combates propuestos por las Fuerzas Armadas o en otras acciones realizadas por la guerrilla que no fueron tenidas en cuenta en los mapas, como por ejemplo la activación de campos minados. 64 Esta división no responde a criterios geográficos, sino más bien a la dinámica espacial de la confrontación y a la forma como se registra continuidad en las actuaciones de sus protagonistas, que llevan a escoger los departamentos y municipios que integran cada una de las regiones consideradas. Vicepresidencia de la República tir de este momento, un número mayor de municipios resulta afectado por la agudización de las operaciones militares en los departamentos del Meta y Caquetá. Hacia el comienzo de la administración de Ernesto Samper, se produce la intensificación de la confrontación en el departamento del Meta. Muchas de las acciones que las Fuerzas Armadas y las Farc protagonizaron hacia comienzos de 1995, se registraron particularmente en el municipio de Uribe, propuesto como escenario de un primer encuentro entre el Gobierno y la guerrilla, para dar inicio a los diálogos de paz que no se pudieron llevar a cabo en esta época. Un año más tarde, mediante decreto presidencial de mayo de 1996, los departamentos del suroriente del país se convierten en zonas especiales de orden público. Por primera vez, se impedía el ingreso de insumos para el procesamiento de coca y se proponía la fumigación de los cultivos ilícitos en la región. En momentos en que se realizaba una serie de marchas contra la fumigación de cultivos ilícitos en Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare, las Farc atacaron la base militar de Las Delicias, en Putumayo. En esta acción, murieron 34 militares, 17 fueron heridos y 60 más terminaron secuestrados por el grupo ilegal. En desarrollo de la ofensiva guerrillera que acompañó las movilizaciones de la población, 30 militares más resultaron muertos en el mes de septiembre, en un ataque a la base militar de La Carpa, en el departamento de Guaviare. En los últimos meses de 1997, las Fuerzas Armadas inician en Caquetá una ofensiva contra los frentes del bloque Sur en la región de los Llanos del Yarí. En 1998, el Ejército sufre un duro revés en el propósito de debilitar la retaguardia estratégica de la estructura de las Farc: en el mes de marzo, la guerrilla logra tomar por sorpresa a las tropas de la Brigada Móvil No.3 en la vereda El Billar de Cartagena del Chairá, ocasionándole un número de bajas que pasa del medio centenar de soldados profesionales. Posteriormente, en el mes de agosto, las Farc atacaron las bases de la policía en Miraflores (Guaviare) y Uribe (Meta). Entre civiles y uniformados murieron cerca de 100 personas y un centenar de miembros de la Fuerza Pública fueron secuestrados. Finalmente en noviembre, en momentos previos a la creación de la Zona de Distensión (ZD) para adelantar las conversaciones de paz entre la administración Pastrana y las Farc, esta guerrilla tomó por asalto a Mitú, capital del departamento de Vaupés65. 65 A partir de noviembre de 1998, cuando el Ejército recuperó Mitú, se comienza a registrar una serie de operaciones exitosas para la Fuerza Pública. A las acciones de julio de 1999 en Puerto Rico, Caquetá y Puerto Leras, Meta, se suma en agosto del mismo año una operación aérea en Hato Corozal, en Casanare, que causó la baja de 45 combatientes de las Farc. Hacia finales del año 2000, en el municipio de Suratá en Santander, la Fuerza Pública en desarrollo de la Operación Berlín dio de baja a 72 miembros de las Farc y capturó a 136 más, con lo cual desarticuló una columna que había partido de la Zona de Distensión con el propósito de recuperar territorios bajo dominio de las autodefensas en el Magdalena Medio. Más tarde, el Ejército cercó la región del Sumapaz, corredor estratégico de las Farc entre Bogotá y la ZD; en la operación fueron dados de baja 16 guerrilleros. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH La creación el 7 de noviembre de 1998 de la ZD se expresó posteriormente en una considerable reducción en la intensidad de la confrontación en Caquetá y Meta. Los municipios donde se producen las reducciones más importantes en la intensidad de la confrontación no sólo son los que corresponden a la ZD; se expresa en la mayoría de los municipios de Caquetá y Meta. Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares El inicio de las negociaciones con las Farc en el mes de julio de 1999, estuvo precedido por una ofensiva realizada por esta guerrilla, acudiendo a lo que ya es una práctica recurrente antes de sentarse a la mesa. La característica de esta escalada consistió en que las acciones ofensivas se realizaron, en buena medida, en municipios vecinos a la ZD. Las acciones en Caquetá tuvieron como epicentro los municipios de El Doncello y Puerto Rico, donde luego de retomar la iniciativa, las Fuerzas Armadas causaron 40 bajas en las filas de las Farc, mientras que un número aproximado de 37 agentes de la policía se registraron como desaparecidos. Simultáneamente, en Valparaiso, la Policía repelía un ataque de las Farc que intentaba tomarse la población; en el combate murieron 2 agentes y varios civiles. Paujil también fue escenario de los combates. En Meta, los más intensos contactos armados se libraron en jurisdicción de los municipios de Puerto Lleras y Puerto Rico, donde se registraron ataques a los puestos de Policía, mientras el Ejército logró neutralizar la ofensiva y dar de baja a un elevado numero de guerrilleros. En San José del Guaviare, integrantes de la Farc hostigaron la base antinarcóticos, utilizando cilindros de gas cargados con explosivos, acción que fue repelida, causando la baja de varios de los atacantes. La tendencia descendente en la intensidad de la confrontación se invierte a partir de 2001, como lo indica la evidencia que se presenta en los mapas adjuntos. En este año, se comienza a intensificar la actividad armada de la guerrilla, así como los esfuerzos del Ejército para contenerla66. Hacia comienzos del año, en desarrollo de la operación “Gato Negro” en el departamento de Vichada, que produjo la captura del narcotraficante Fernandiño, fueron dados de baja 19 integrantes de las Farc y 29 más fueron capturados. Durante el mes de agosto, las Fuerzas Armadas desplegaron otra gran operación contra las Farc en el suroriente colombiano, que permitió la desarticulación en Guaviare de la columna Juan José Rondón, integrada por un elevado número de guerrilleros que había partido de la ZD, con el propósito de tomar por asalto a Barrancominas en Guainía. La tendencia ascendente en la intensidad de la confrontación se refuerza a raíz de la terminación de la ZD el 20 de febrero de 2002. A partir de esta fecha, las Farc desatan una escalada dirigida a afectar la infraestructura de las zonas donde tienen presencia, buscando que las tro66 En el mes de enero de 2001, el Ejército anunció el reforzamiento de los controles en el área periférica de la zona de distensión. Así mismo, el 7 de octubre, cuando el Presidente Pastrana prorrogó la ZD hasta el 20 de enero de 2002, anunció el incremento de los controles militares. La decisión presidencial llevó a que diez días más tarde, las Farc condicionaran el avance en las conversaciones a que se levantara la vigilancia sobre el área periférica, a lo cual el Gobierno se rehusó. 71 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 pas concentradas en las salidas de la ZD tuvieran que atender la alteración del orden público que empezaba a afectar muchos puntos de la geografía. El panorama observado entre 2002 y 2005 en el suroriente colombiano contrasta fuertemente con el del periodo de vigencia de la ZD. Son muy pocos los escenarios donde no se registra actividad armada y un alto número de bajas entre los protagonistas de la confrontación. La gran mayoría de los municipios está en el rango más alto de intensidad y se observa una elevada concentración de hechos en los municipios que hicieron parte de la ZD, así como en el área periférica. Tras la ruptura de las negociaciones durante el gobierno Pastrana, las Fuerzas Armadas se impusieron como objetivo principal lograr el control territorial del suroriente del país. En febrero de 2004, se desplegó el Plan Patriota, iniciativa de la administración de Álvaro Uribe, que consistió en su primera etapa en el desplazamiento de 27.000 hombres a Caquetá, Guaviare y el sur del Meta, con el único fin de golpear los frentes subversivos que actúan allí desde hace varias décadas. Al cumplirse los primeros veinte meses de la iniciativa, entre los resultados operacionales se destacan la destrucción de 906 campamentos y caletas con más de un millón de municiones, 1.500 armas de corto y largo alcance. Según las Fuerzas Militares, 442 guerrilleros han perdido la vida en desarrollo de los combates, y por lo menos 30 de ellos eran mandos medios, entre los que se encontraba el segundo comandante de la columna Teófilo Forero. Pese a que las Farc fueron fuertemente golpeadas en términos de su logística y en su principal economía de guerra, en Putumayo, departamento clave desde cuando entró en ejecución el Plan Colombia, la acción de esta guerrilla, como se observa en los mapas adjuntos, ha venido en aumento. Sin duda los frentes presentes en el departamento han aprovechado la concentración del Ejército en Meta, Caquetá y Guaviare y por ello las acciones que parten de estas estructuras superan los combates liderados por las Fuerzas Militares en su contra en este departamento. Por otra parte, la evolución de la guerrilla en los departamentos de Arauca y Casanare, refuerza la tesis expuesta en los estudios que señalan que puede existir una correlación significativa entre la presencia de actores armados y la dependencia hacia recursos naturales, sin que necesariamente un factor cause el otro67. En efecto, cuando parecía inevitable la dispersión del Eln, el frente Domingo Laín presente en Arauca desde tiempo atrás se ve favorecido con el hallazgo petrolero de Caño Limón, los inicios de la actividad de explotación y la construcción del oleoducto Caño Limón-Río Zulia68. Sin pretender restarle 67 Jonathan Di John. “Mineral Resource Abundance and Violent Political Conflict: A Critical Assessment of the Rentier State Model”, en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), Nuestra guerra sin nombre, Transformaciones del conflicto en Colombia, Bogotá, Editorial Norma, 2006. 68 Fernando Cubides, Burocracias Armadas. Grupo Editorial Norma, 2005. p. 61. 72 importancia a la dimensión económica en la localización de los grupos irregulares, también es importante señalar que en Casanare la presencia de las Farc estaba contemplada dentro de los propósitos estratégicos definidos hacia comienzos de la década de los ochenta por la organización en el marco de su Séptima Conferencia, antes de que se tuviera certeza del inmenso potencial petrolero del departamento. En Arauca, la guerrilla creció sin que las Fuerzas Armadas contaran con la capacidad de contenerlas, situación que va a verse transformada a partir de la operación Némesis entre 1999 y 2000, la declaratoria de Zona de Rehabilitación y Consolidación en 2002 en algunos de sus municipios, la ampliación del pie de fuerza para proteger la infraestructura de transporte de petróleo y el desarrollo de acciones contrainsurgentes por parte de las Fuerzas Militares. Durante los primeros años de la década de los noventa, la presencia geográfica de las Farc fue más extensa, cubrió cuatro municipios, en tanto que el Eln registró una elevada actividad en casi todo el departamento, en especial en Tame. Para el período 1994-1996, la confrontación se intensifica debido a que el Eln alcanzó su mayor protagonismo armado, teniendo como pico 1995, año a partir del cual el accionar de las Farc es creciente. A partir de 1998, las Farc superan las acciones del Eln, e incluso los sabotajes contra el oleoducto y la infraestructura petrolera comienzan a ser ejecutados en un número mayor por las primeras. De otra parte, los grupos de autodefensa, que a lo largo de la década de los noventa hicieron varios intentos por incursionar en el departamento, con posterioridad a la aparición de sembradíos de coca en 1999, irrumpen desde Hato Corozal y Paz de Ariporo en Casanare, hacia Tame y otros municipios, situación que se tradujo en enfrentamientos con las Farc. El avance de las autodefensas, el incremento en las acciones de las Farc y las disputas entre estos grupos y el Eln explican el escalamiento de la confrontación que se advierte en los mapas, desde finales de la década de los noventa. Los avances de la Fuerza Pública se expresan con claridad desde 2002, por una parte, en el incremento de la capacidad de combate contra la guerrilla y, de otro lado, en que los grupos subversivos ante la presión militar han tenido que disminuir en forma considerable los atentados dirigidos contra la infraestructura petrolera. El propósito de lograr el control territorial por parte de la Fuerza Pública se constata en la zona aledaña y periférica al oleoducto y a entornos urbanos. Sin embargo, en el área rural la confrontación persiste, especialmente en los municipios de Tame, Fortul, Arauquita y Saravena. En Casanare, el despliegue de las Farc y su consolidación se expresó en el incremento de la actividad armada hacia comienzos de los años noventa y, de manera significativa a partir de 1992. La tendencia creciente en el accionar de esta guerrilla se mantuvo hasta 2002, año en el que se registra su mayor protagonismo armado. A partir de 2003, la actividad de los frentes 28, 38 y 56 con presencia en el departamento comienza a declinar. El Eln, por su parte, también muestra incremento en su accionar hacia comienzos de la década Vicepresidencia de la República de los noventa con énfasis en 1994, año en que los frentes José David Suárez y Los Libertadores superaron las acciones atribuidas a las estructuras de las Farc. La actuación del Eln tuvo sus puntos más elevados entre 1999 y 2000, para luego comenzar a disminuir en 2001. La irrupción de las autodefensas en el escenario de la confrontación es determinante de la tendencia descendente observada en la conducta del Eln, pese a que en 2005 se produce un repunte. Las autodefensas que tienen alguna actividad armada desde 1996, en 2001 muestran un número de acciones que supera la iniciativa del Eln y que se expresan principalmente en enfrentamientos con las Farc. Pese a que en 2002 y 2003 el accionar de las autodefensas con presencia en el departamento disminuye con respecto al año anterior, en 2004 supera los niveles de actividad registrados por las dos agrupaciones guerrilleras, tendencia que se mantiene en 2005. En 2003, se desata un feroz enfrentamiento entre las Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC) y el bloque Centauros (BC) de las Auc, que adquiere mayor intensidad en 2004, sobre lo que podrían definirse como el área de influencia de los grupos bajo el mando de “Martín Llanos” en Villanueva, Monterrey, Aguazul, Yopal, Maní y Tauramena. En cuanto a la iniciativa de las Fuerzas Armadas contra los grupos irregulares entre 1990 y 1996, se observa una tendencia creciente en los combates mientras que entre 1997 y 1998 sucede lo contrario. La recuperación de la iniciativa en la confrontación armada por parte de la Fuerza Pública comienza a producirse en 1999, pero es sólo hasta 2002 cuando los mayores esfuerzos dirigidos principalmente contra las Farc y el Eln hacen que estas dos organizaciones reduzcan su accionar en forma considerable. Así mismo, es importante señalar que Casanare es una de las regiones del país donde la Fuerza Pública desde 2002 combatió mayormente a los grupos de autodefensa y entre 2003 y 2004, el número más alto de muertes en combate causadas a las organizaciones ilegales corresponde a estos grupos a través de la Operación Santuario en los municipios Tauramena, Monterrey, Villanueva, Aguazul, Maní, Yopal y Orocué. Por último, cabe llamar la atención sobre el incremento en las emboscadas y los ataques a instalaciones, ambas acciones dirigidas principalmente por las Farc contra la Fuerza Pública en 2004, conducta que pone de presente que esta guerrilla, pese a haber reducido algunas de sus acciones, pareciera contar con la capacidad de crecer en su dimensión ofensiva. Pasando al suroccidente colombiano, que corresponde en forma amplia a los departamentos de Nariño, Cauca, Valle, Huila y sur del Tolima la confrontación, como se observa en los mapas adjuntos, ha ido en aumento y hoy en día la región se constituye en uno de los principales escenarios de la disputa por el control estratégico entre organizaciones armadas al margen de la ley, por cuanto convergen allí corredores entre la Amazonía y el océano Pacífico, el Valle del Cauca y Ecuador. Adicionalmente, la región se caracteriza por su diversidad geográfica; cuenta con valles interandinos y selvas que se extienden desde la cordillera Central hasta el Pacífico, donde la actividad relacionada con la coca tiene en el presente uno de sus principales escenarios de producObservatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH ción y tráfico. Estas características explican los elevados niveles de actividad armada, así como la fuerte competencia entre grupos ilegales alrededor del narcotráfico. Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares En los mapas adjuntos, se evidencia en los últimos años una gran continuidad geográfica de las acciones armadas realizadas por la guerrilla, dirigidas principalmente contra la Fuerza Pública. Así mismo, se refleja con claridad el propósito de las Farc, a partir del momento en que se crea la ZD en el suroriente del país, pero con especial énfasis desde 2000, de incrementar su presencia armada y concentrar su poderío militar en sitios específicos, que tienen continuidad geográfica a través de varios departamentos. Los municipios donde la actividad guerrillera se aglutina comunican el suroriente colombiano (pasando por municipios del norte del Huila y sur del Tolima), con el extremo suroccidental del país. La zona del Macizo reviste una importancia especial dentro del patrón de continuidad de la actividad armada, que parte del sur del Tolima y va hasta el centro del Cauca, desde donde bifurca en dos ramas; una hacia el occidente, que incluye municipios del nororiente de Nariño y noroeste de Putumayo, y la otra, que va por el oriente, recorriendo los municipios del Huila que limitan con el Cauca, hasta alcanzar la parte más occidental del departamento del Caquetá. De otro lado, se advierte la existencia de una lógica espacial en los combates que la Fuerza Pública dirige contra la guerrilla a partir de 2003. Estas acciones se producen con el propósito principal de contener el avance de las Farc hacia la costa Pacífica, a través de los reiterados ataques de la organización armada contra los puestos de policía localizados en sitios estratégicos que definen este corredor. La estrategia ejecutada por las Farc de expulsar a la Policía Nacional de las cabeceras municipales y de corregimientos, y que fue complementada con el destierro de fiscales y jueces y la destrucción de las cárceles, tuvo uno de sus más álgidos epicentros en el departamento del Cauca. Los ataques de la guerrilla en este departamento desde 1998 se dirigieron principalmente contra Silvia, Timbío, Caldono, Caloto, Rosas, Piendamó y Páez. Entre 2001 y 2002, los ataques no cesaron y algunos tuvieron especial impacto: en febrero de 2001, fue atacado El Tambo; en julio de ese mismo año en Bolívar, cerca de 500 integrantes de los frentes 60 y 13 destruyeron la estación de policía; posteriormente en septiembre, en Almaguer se presentó una incursión armada; en enero de 2002, fue atacada la estación de Policía de Puracé, causando algunas bajas y daños materiales; en julio, los ataques se dirigieron sobre Toribío y Totoró, poblaciones que han sido escenario de la resistencia indígena a la presión armada de las Farc; también se presentaron ataques entre 2001 y 2002 en Corinto, Patía, Inzá y Puracé. En 2003, la población de Silvia fue atacada en mayo y julio por el frente 6, con el propósito de destruir el puesto de policía; en agosto, el frente 8 atacó El Tambo; en octubre, los ataques se produjeron en el norte a través del frente 6 en Miranda y Jambaló. En 2004, las acciones contra las poblaciones se trasladan hacia el sur y la Bota Caucana. En este escenario, 73 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 fueron ejecutadas por el frente 8 que en febrero atacó Bolívar y en marzo Santa Rosa. Así mismo, en 2004, las Farc registraron accionar armado sobre Caldono, Toribío, Jambaló, Piendamó, Silvia y Santander de Quilichao, municipios que presentan continuidad entre el norte y centro del departamento, confirmando el interés de este grupo armado en debilitar la presencia estatal en los sitios que le garantizan movilidad y le permiten el acceso a zonas de vital importancia. En Huila, la mayoría de los ataques contra la Policía se localizaron sobre la cordillera Oriental y en los límites con los departamentos de Meta y Caquetá. Lo anterior explica la insistencia de las Farc en hacer sentir su poder armado en Neiva, Algeciras, Gigante, Baraya, Tello, Guadalupe, Rivera, Garzón, Acevedo, Campoalegre y Suaza. Así mismo, se revela la importancia estratégica que para la subversión tienen Pitalito, Isnos, San Agustín y La Plata, municipios pertenecientes al Macizo colombiano, zona que ha desempeñado un papel crucial en la confrontación. Mientras estuvo vigente la Zona de Distensión fue evidente el interés de las Farc en desvirtuar el ejercicio del Estado, pues no sólo buscaba expulsar a la Policía de estos sitios, sino que tenía el propósito de supeditar a su aquiescencia el ejercicio de toda actividad gubernamental y estatal. En el sur del Tolima, el objetivo de golpear a los municipios se convirtió en una prioridad para las Farc. En 1998, Dolores, Ataco, Rioblanco y Natagaima fueron blanco de sus acciones ofensivas. En 1999, la estrategia se ejecutó en Cunday y Alpujarra. En 2000, se vuelve a hacer énfasis en los ataques dirigidos contra las poblaciones de Alpujarra, Rioblanco y Roncesvalles. En 2001, el foco principal de los ataques está en San Antonio y Ataco. En 2002, fueron atacados Dolores y Rovira. El último ataque se produjo en 2003 contra San Antonio, reiterando el interés de las Farc por conservar un corredor hacia el departamento del Valle. En 2004, la confrontación presenta uno de sus focos principales alrededor del cañón de Las Hermosas, punto clave del comercio de amapola, desde donde las Farc atacan Ibagué, Armenia y La Línea. El frente de combate más importante se encuentra ubicado entre los municipios de Roncesvalles, Chaparral, Cajamarca, Rovira, Ortega, San Antonio y Anzoátegui, que tienen como eje este accidente geográfico, un santuario de las Farc, por tratarse de uno de los centros de comercio de látex de amapola más importantes del país En Nariño se dio inicio a la más grande ofensiva de las Farc contra la Fuerza Pública durante el gobierno de Ernesto Samper con el ataque a Puerres y la ofensiva contra la base militar de Patascoy en 1996. Luego en 1997, se produjo el primer ataque contra la Policía, cuando las Farc incursionaron en Barbacoas y causaron la muerte a cuatro agentes. El segundo asalto se llevó a cabo en diciembre de 1998 en San Pablo, donde el puesto de Policía resultó destruido y las instalaciones de la casa cural y la Caja Agraria fueron incineradas. En 1999, se producen dos nuevos ataques; en el mes de agosto, también fue destruido el puesto de Policía en Albán y la sede del Banco Agrario fue saqueada; en noviembre en La Cruz, la Policía repelió el ataque, sin embargo, la guerrilla al- 74 canzó a ocasionar daños materiales a las instalaciones del Banco Agrario y a las viviendas aledañas. En 2000, los ataques se intensifican, pero se continúan concentrando en el extremo nororiental del departamento, en límites con el Cauca. Durante 2001 se producen tres ataques. Entre enero y julio de 2002, la intensificación de la ofensiva contra los municipios de la zona andina hace que las Fuerzas Militares desplieguen la operación Tsumaní, que produjo la muerte en combate de 12 integrantes de las Farc en Barbacoas. En Valle, la intensificación de la confrontación armada a partir de 1998 se produce en relación con la expansión de las Farc sobre el departamento, inscrita dentro de su estrategia de copamiento de la cordillera central y la cordillera occidental, asegurando rutas para el suministro de armas y víveres. El impacto de la estrategia de golpear a la Policía, aunque no se expresó en que tuviera que ausentarse de ninguna cabecera municipal como ocurrió en Cauca y Nariño, sí llevó al retiro de un número importante de puestos en corregimientos e inspecciones, lo que permitió el avance de los grupos irregulares. A partir de 2000, la iniciativa de la Fuerza Pública contra la guerrilla se incrementa, mostrando un propósito estratégico al desplegar operaciones desde la parte alta de la cordillera central, encaminadas a reducir a las estructuras con presencia en la zona. Así mismo, desde 2000 es clara la actuación de los grupos de autodefensa que entran a disputarle a las Farc corredores que para este momento ya dominaba sobre las cordilleras central y occidental y el Pacífico, que implicó afectar también a los frentes del Cauca y el sur del Tolima, donde el dispositivo de la guerrilla es enorme y aglutina el mayor poder de fuego del bloque Central. En 2005, el norte del Cauca es el escenario de la primera acción sostenida de las Farc contra una población durante la administración de Álvaro Uribe, evidenciando el propósito de recuperar corredores que fueron truncados con el restablecimiento de la presencia de la Policía en el marco de la política de Defensa y Seguridad Democrática69. El ataque a la base de la Fuerza Naval en Iscuandé, en el que murieron 15 infantes de marina en febrero de ese año, y los hostigamientos a Samaniego, Ricaurte, Guachavez, El Charco en Nariño y a Jambaló y Toribío en el Cauca, ponen de presente que son acciones que hacen parte de la misma estrategia. Sin duda, las Farc han sacado provecho del énfasis que el Ejército ha dado al suroriente dentro de su estrategia de guerra, y por ello tuvieron tiempo de mantener algunos retenes en las carreteras, 69 En abril de 2005, en Toribío las Farc, a través de la columna Jacobo Arenas y del frente 6, ejecutan una de las acciones más graves. Mediante la activación de explosivos destruyeron la sacristía, la casa de la cultura y varias viviendas, todas alrededor del parque principal. En los hechos murieron una niña de 7 años y dos integrantes de la Policía, y resultaron lesionados 11 civiles y 8 agentes. Durante varios días, los guerrilleros resistieron el fuego aéreo, mantuvieron cercado el municipio e impidieron, mediante el minado de puentes y las vías de acceso, que tropas de la Tercera División del Ejército pudieran ingresar a la zona. Los habitantes del casco urbano, en su mayoría indígenas, exasperados por el incesante hostigamiento fueron obligados a exigir la salida de la Fuerza Pública para que la guerrilla suspendiera el ataque y levantara el cerco tendido sobre la población. Vicepresidencia de la República atacar de nuevo las poblaciones y avanzar en la disputa por el control de los corredores utilizados para el tráfico de drogas entre Tumaco en Nariño y Buenaventura en el Valle. tendiendo un cerco sobre Bogotá71. Un duro revés para las Farc que habían avanzado durante la década de los noventa en su propósito de aproximarse a los centros políticos, económicos y más importantes del país. En la dinámica de la confrontación en el suroccidente colombiano, es posible apreciar como se han producido cambios sustanciales en los últimos años. Del protagonismo armado de las Farc registrado en período en el que priorizó la ejecución de ataques que apuntaron a la destrucción de los puestos de policía, se pasó a una posición defensiva y a tácticas que tienen el fin de desgastar a la Fuerza Pública. Los municipios donde la actividad guerrillera ha sido más intensa constituyen un paso obligado para la comunicación entre suroriente colombiano (pasando por municipios del norte del Huila y sur del Tolima) con la costa Pacífica, en el extremo suroccidental del país. Con el ataque sostenido contra Toribío en abril de 2005, las Farc inician una nueva forma de operar, mediante la cual buscan demostrar que tienen la capacidad de resistir en sus posiciones pese a la persistencia del fuego aéreo, impedir que lleguen refuerzos del Ejército a la zona atacada y hacer que la población bajo presión exija la salida de la Policía, como condición para que se produzca un cese al fuego. En el norte del Tolima, se presentan ataques de las Farc desde 1999 focalizados en las poblaciones de Venadillo, Villahermosa, Casabianca y Anzoátegui. En 2002, a las acciones de las Farc se sumaron las del Eln, haciendo del norte del departamento el objetivo principal de las dos organizaciones guerrilleras, principalmente en el área conformada por Murillo, Casabianca, Vistahermosa y Venadillo. La zona centro, conformada por Cundinamarca, el norte del Tolima, el Viejo Caldas y el Suroriente antioqueño, experimenta un brusco incremento de la actividad guerrillera a partir de 1991, luego de la realización de la ofensiva del Ejército sobre los campamentos del secretariado de las Farc en Uribe, Meta. Se produjo el desplazamiento de frentes del bloque Oriental hacia Cundinamarca, que terminaron estableciéndose cerca a Bogotá. No obstante el evidente interés de las Farc por extender su presencia hacia la capital, debido a su elevada importancia estratégica en términos de comunicaciones, aprovisionamiento y concentración de riqueza, y adicionalmente por cuanto el escenario urbano permite a los actores de la confrontación hacer demostraciones de fuerza con un elevado efecto de perturbación, la ciudad no se constituyó en escenario de la confrontación armada entre la guerrilla y el Ejército. La carencia de capacidad de acción para adelantar la confrontación armada en el escenario urbano hoy es mayor si se tiene en cuenta que en el año 2003 la retaguardia de las Farc en Cundinamarca fue fuertemente golpeada por el Ejército en desarrollo de la operación Libertad 170. En consecuencia, los frentes 42, 22, 53, 54 y la columna Reinaldo Cuéllar de esta organización, dejaron de actuar en el departamento ante la ofensiva del Ejército que, desde el mes de junio, libró un elevado número de combates que produjeron cuantiosas bajas y capturas e hicieron obligatorio el repliegue de estas estructuras armadas que venían 70 Para profundizar sobre la ofensiva adelantada por la Fuerza Pública en el departamento de Cundinamarca ver la publicación del Observatorio de Derechos Humanos y el DIH. Dinámica reciente de la confrontación armada en Cundinamarca, Bogotá, Vicepresidencia de la República, Programa Presidencial para los Derechos Humanos y el DIH, 2005. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares En el Viejo Caldas, la confrontación armada que registró una baja intensidad durante la década de los noventa, a partir de 2000 se escala y por primera vez en ese año se registran 31 combates liderados por la Fuerza Pública contra los grupos irregulares, así como es evidente la mayor iniciativa guerrillera contra la Fuerza Pública, expresada en 7 hostigamientos, 4 emboscadas y un ataque contra instalaciones de la policía, además de la realización de 18 acciones de sabotaje. Es preciso señalar que las Farc han incrementado su presencia primordialmente por razones estratégicas, puesto que por esta zona pasan de manera obligada los intercambios comerciales realizados entre Medellín, Cali y Bogotá. La posibilidad de perturbar el orden público en esta zona vital encaja en el propósito de la guerrilla de constituirse en una amenaza mediante el recurso al sabotaje económico. El impacto de la confrontación, como se observa en los mapas, es al comienzo mayor en Risaralda, afectando a Quinchía, Pueblo Rico, Mistrató, Belén de Umbría, Guática y Pereira, mientras que en Caldas se expresa en Anserma, Aguadas y Pensilvania y en Quindío toca a Génova, Pijao y Córdoba. La guerrilla más activa son las Farc seguida por el Eln y la disidencia del Epl. A partir de 2002, el énfasis de la confrontación cambia, trasladándose hacia el oriente de Caldas que registra continuidad con el Oriente antioqueño. En consecuencia, Samaná y Pensilvania son los municipios más afectados por el accionar de la guerrilla y los combates liderados por la Fuerza Pública. Entre las acciones más recurrentes se destacan los ataque a bienes civiles, entre los cuales se destacan los atentados contra la infraestructura, mientras que las hostilidades contra la Fuerza Pública han sido leves y esporádicamente se han registrado ataques a poblaciones, tales como en los corregimientos de Arboleda y Montebonito, en los municipios de Pensilvania y Marulanda. En el Oriente antioqueño, la confrontación muestra una tendencia ascendente desde medianos de los años ochenta, pero a partir de 2001 ha aumentado principalmente como consecuencia de las operaciones militares y no como consecuencia de las acciones de la guerrilla, que comienzan a caer de manera importante en 2004. La guerrilla que había recurrido insistentemente a los 71 El tema de la expansión de las Farc en los municipios cercanos a la ciudad de Bogotá es analizado por Peña Karina, “La guerrilla resiste muchas miradas”, en Análisis Político, Universidad Nacional de Colombia, IEPRI, núm. 22, septiembre - diciembre 1997. 75 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 paros armados y bloqueos de la autopista Medellín-Bogotá, en el momento en que se produce la ruptura de las negociaciones entre la administración Pastrana y las Farc, da cumplimiento a su principal objetivo en la región: la toma de la vía. Las autodefensas que habían limitado su acción a golpear civiles inermes a través de asesinatos selectivos y masacres, en 2000 comienzan a registrar algunos enfrentamientos directos con los frentes guerrilleros presentes en la región. Estos enfrentamientos se incrementaron hasta 2002, año en el que se registraron 12. En 2003, se observa una reducción significativa de la actividad armada, hecho explicable si se tiene en cuenta que el bloque Metro ante la fuerte ofensiva de las Auc en su contra, tuvo que abandonar la zona y replegarse en veredas del Nordeste antioqueño. En 2003, la operación “Marcial” le permitió al Ejército retomar la iniciativa en la lucha contra la guerrilla, lo cual se expresó en 141 combates librados contra los frentes 9 y 47 de las Farc y Carlos Alirio Buitrago y Bernardo López Arroyabe del Eln. Estas estructuras, ante el aumento de la presión militar, el alto número de bajas, capturas y las entregas voluntarias, han optado por replegarse a las zonas donde tanto el Eln como las Farc cuentan con retaguardias sólidas, en el Occidente antioqueño, el oriente de Caldas y norte del Tolima. En el noroccidente, los focos de la confrontación y el elevado número de muertes producidas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares corresponden al Urabá (municipios de Antioquia y Chocó), al Medio Atrato en Chocó, el Nudo de Paramillo (municipios del sur de Córdoba y el norte de Antioquia)72 y el Occidente y el Bajo Cauca antioqueño. Entre las razones que ayudan a explicar la intensidad que adquiere la confrontación armada en el noroccidente colombiano a partir de mediados de los años ochenta, se puede destacar la importancia estratégica de la región. Podría decirse que el municipio de Dabeiba, por encontrarse entre el departamento del Chocó, Antioquia y Córdoba; por ser la puerta de entrada a Urabá y estar entre los municipios del Nudo de Paramillo que conforman un corredor hacia el Bajo Cauca, constituye uno de los principales focos de la confrontación. Sin lugar a dudas, el municipio es neurálgico para el desarrollo de los planes de dominio territorial de los grupos armados irregulares, por los corredores geográficos alrededor de la cuenca del río Sucio, Paramillo y el cañón de la Llorona, que da paso al Urabá y al Bajo y Medio Atrato, donde las organizaciones guerrilleras constituyeron zonas de descanso, avituallamiento, repliegue y retaguardia desde la década de los setenta. 72 El Nudo del Paramillo comprende el macizo propiamente dicho y el nacimiento de las serranías de Abibe, San Jerónimo y Ayapel, que sirven de cuencas a los también nacientes ríos Sinú y San Jorge, que bañan la zona occidental de la llanura del Caribe. Por su gran producción de agua, por las especies animales y vegetales propias de ese ecosistema, por ser un suelo privilegiado para la producción de la amapola, y por permitir el acceso al Urabá antioqueño y a las llanas y bastas tierras del departamento de Córdoba, el Nudo de Paramillo es un territorio estratégico para los grupos armados irregulares. 76 La dinámica de la confrontación cambió hacia mediados de la década de los noventa por cuenta de la intensificación de los combates librados por la Fuerza Pública contra los frentes de las Farc y la fuerte incursión de las autodefensas. Como se advierte en los mapas, a partir de 1998 la intensidad de la confrontación se reduce de manera considerable en el norte del Urabá antioqueño y chocoano, así como en el eje bananero, mientras se fue escalando en el Medio Atrato y el suroccidente de Antioquia, así como también sobre el continuo geográfico que se define entre el sur de Urabá, el Nudo de Paramillo y los municipios del entorno del Bajo Cauca antioqueño. La confrontación se manifiesta con especial intensidad desde 2000 en el Atrato Medio, en los municipios de Bojayá y Quibdó. Las Farc, a partir de ese año fortalecen sus dispositivos y ejecutan ataques en Vigía del Fuerte y Bojayá, mientras que las autodefensas llevan a cabo bloqueos económicos y ataques contra la población civil. Paulatinamente, la confrontación entre estas fuerzas contrarias fue cada vez más directa, repercutiendo en las condiciones de vida de la población civil. Los hechos ocurridos en Bojayá, en 2002, en los que 119 civiles murieron en medio del fuego cruzado entre las Farc y las autodefensas, así lo demuestran. La dinámica de la confrontación en el Occidente antioqueño muestra a partir de 1998 una tendencia creciente que se mantiene hasta 2000 y en 2001 cambia registrándose un claro descenso de la actividad guerrillera. La etapa ascendente en la confrontación armada se caracteriza porque paralelamente a la confrontación entre la Fuerza Pública y la guerrilla, se producen enfrentamientos directos entre la guerrilla y las Auc. En los municipios de Urrao, Frontino y Dabeiba la actividad armada es especialmente elevada a partir de 2002, debido a que la Fuerza Pública logra incrementar los combates que se dirigen principalmente contra las Farc, guerrilla que reduce en forma considerable su accionar. Sin embargo, no se puede perder de vista que las Farc siguieron actuando, lo que se explica por qué la zona de Urrao, donde el frente 34 mantiene su retaguardia, le permite, por una parte, reabastecerse, y por otra, la recuperación de territorios y corredores de movilidad que comunican con Urabá, así como con el Atrato. En este escenario, el grupo guerrillero mantiene la capacidad de atacar al Ejército, aprovechando la topografía que hace muy difícil el acceso de las tropas. Paramillo se constituye en una zona de frontera en la que las autodefensas y la guerrilla pugnan no solamente para expandir su radio de acción, sino que luchan para evitar perder espacios a costa de la contraparte. Al respecto, es importante señalar que en 1998, las Farc desatan una contraofensiva contra las autodefensas, hacia el sur de Córdoba. Así mismo, Ituango, durante décadas región de tránsito y de descanso de los grupos guerrilleros que tienen presencia en Urabá, Córdoba, Occidente y Bajo Cauca, es el escenario en el cual se presentan con mayor frecuencia e intensidad los eventos de la confrontación Vicepresidencia de la República y por lo tanto un elevado número de muertes en combate, particularmente en algunas veredas del municipio (La Vega del Inglés, Santa Ana, La Manga y Badillo) ubicadas en el extremo occidental, así como el corregimiento El Aro, vecino de Valdivia, y punto clave de conexión entre el Nudo de Paramillo y el Bajo Cauca. En 2004, una vez cesaron las acciones emprendidas por el Ejército, en el marco de la operación “Motilón”, con la finalidad de debilitar el poder de la guerrilla en estas áreas rurales de Ituango, las Farc han venido aprovechando la desmovilización de las autodefensas para incursionar de nuevo en las zonas en las que durante varios años no pudieron ingresar por la presencia de estos grupos. Hacia el Bajo Cauca antioqueño, la confrontación armada durante la primera mitad de los años noventa se caracteriza por la alta intensidad que adquiere por cuenta del accionar del Eln y el incremento de los combates de las Fuerzas Militares que se dirigen principalmente contra esta guerrilla. En la segunda mitad del decenio, pese a que se mantiene el mayor protagonismo armado en cabeza del Eln y que esta guerrilla sigue siendo la más combatida por la Fuerza Pública, se establece una clara diferencia con el periodo anterior, por cuanto se produce una disminución en la intensidad de la confrontación. El escalamiento registrado a partir de 2001 se produce por los combates que comienzan a dirigirse principalmente contra las Farc, guerrilla que a partir de 2003 sobrepasa el accionar del Eln. Los grupos de autodefensa que en la década de los noventa dirigieron principalmente sus ataques contra la población civil, a partir de 2001 recurren al enfrentamiento directo contra la guerrilla, que produce un elevado número de víctimas entre los actores que sostienen los choques armados. Entre 2001 y 2005 se producen 28 enfrentamientos entre las autodefensas y los grupos guerrilleros, que arrojan un número de víctimas tan alto que explica el brusco incremento de bajas que se observa en los mapas entre 2001 y 2002. La iniciativa militar de la Fuerza Pública duplica las acciones que realizan los grupos irregulares y en el caso particular de la guerrilla supera cuatro veces los hechos realizados por las Farc y tres veces los cometidos por el Eln. En la región del Caribe, los principales escenarios de la confrontación corresponden a la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá, la Serranía de San Lucas y Montes de María que corresponden a las zonas elevadas en la Costa Caribe, donde las condiciones geográficas favorecen la logística de los grupos armados irregulares. En efecto, estas zonas conceden ventajas a la guerrilla por cuanto permiten el repliegue en los momentos en que busca sustraerse del alcance de la Fuerza Pública o lanzar ataques relámpago desde sus estribaciones antes de emprender la huida. La dinámica de la confrontación armada en la Sierra Nevada se caracteriza por la insistencia de los ataques de la guerrilla contra la Fuerza Pública, que si bien representan la quinta parte en el conjunto del accionar armado registrado desde 1990, han tenido un especial significado para cumplir con los propósitos Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH especialmente de las Farc en la zona. Estas acciones han consistido en pequeños ataques contra objetivos militares y de la Policía en las laderas y en la zona plana que limita con la Sierra Nevada, pero revisten especial importancia algunos ataques contra los centros más poblados del macizo y contra instalaciones de la Policía, lo que les permitió ganar mayor dominio sobre la población y abrir corredores para golpear en la zona plana. Resulta interesante destacar que se trata de la estrategia que sería aplicada posteriormente con especial intensidad en el suroccidente del país, encaminada a expulsar los puestos de Policía, bien porque fueron destruidos o bien porque fueron levantados por la institución para evitar los ataques. Aunque la ocurrencia de estas acciones se inició en la segunda mitad de los años ochenta, se advierte la forma secuencial en que se producen a partir de la década de los noventa, a través de los ataques a la Policía y al Ejército en San Pedro de la Sierra y Ciénaga en 1990; los variados ataques de las Farc y el Eln en Fundación, Ciénaga y en la vertiente suroriental contra objetivos fijos y móviles de la Policía y el Ejército entre 1991 y 1994; los ataques a los puestos de la policía de Sevilla (Ciénaga), Aguas Blancas (Valledupar) y Patillal (Valledupar), así como muchos hostigamientos en Cesar y Magdalena en 1995; la toma de San Pedro de la Sierra y algunas pequeñas emboscadas al Ejército y la Policía en 1996; la toma de Santa Rosa de Lima, en Fundación y ataques a las instalaciones de policía de Tucurinca y Santa Rosalía, ambas en el municipio de Ciénaga en 1997; el ataque a la población de Pueblo Bello en 1999 y el ataque a la estación de policía de Tomarrazón, en el municipio de Ríohacha en 2000. A partir de 1997, pero sobre todo entre 2001 y 2005 se han adelantado operaciones militares a gran escala que tenían como objetivo neutralizar los propósitos de los grupos armados y en particular evitar que las Farc consolidaran la Sierra como una retaguardia estratégica. No obstante que los esfuerzos contra los grupos guerrilleros han sido enormes, estos aún cuentan con la capacidad para reaccionar, reuniendo hombres de los diferentes frentes o lanzando ataques y ejecutando sabotajes en la vertiente contraria en la que están siendo atacados, con lo que logran dispersar a la Fuerza Pública, que no cuenta con los medios para desplegar operaciones que cubran todos los flancos a la vez. A pesar de que en la Sierra Nevada la disputa entre autodefensas y guerrillas se expresa principalmente en acciones violentas contra la población interpuesta por medio de homicidios selectivos y masacres, a partir de 2001 se producen enfrentamientos directos entre los dos grupos irregulares que causan la muerte a muchos de sus integrantes. Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Los mapas de la confrontación armada muestran la existencia de una continuidad geográfica entre la Sierra Nevada y la serranía del Perijá. Las Farc presentes en la Sierra Nevada se extienden hacia el Perijá en los años ochenta, aprovechando su fortalecimiento financiero y militar que les permitió crear el frente 41 a partir del desdoblamiento del frente 19. Una de las más importantes decisiones estratégicas de la Séptima Conferencia de las Farc llevada a cabo en 1982 fue desdoblar frentes y consolidar la cordillera oriental como centro de despliegue estratégico. Creó por ello una cadena de frentes desde Uribe, en 77 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 el departamento del Meta hacia la frontera con Venezuela, siendo el frente 41 el que ocupó la serranía del Perijá, en el norte del departamento del Cesar. La persistencia de la confrontación y la fuerte competencia armada entre grupos irregulares por el predominio en la zona se explican por el interés de establecer un puente entre la frontera con Venezuela y la Sierra Nevada, el cual constituye un corredor de enorme importancia, no sólo para el tráfico ilegal de armas y el suministro de logística, sino para la existencia de cultivos de uso ilícito y el tráfico de drogas. De igual forma la región de Montes de María73 constituye una posición estratégica en el desarrollo de la confrontación armada por cuanto contiene corredores de movilidad y adicionalmente sirve de refugio a las estructuras armadas que operan en un amplio territorio de la Costa Caribe. A partir de 1997, las Auc iniciaron en toda la región, un proceso de incursión y posicionamiento territorial. Las autodefensas se establecieron entre el río Magdalena y la carretera Troncal de Occidente, actuando como estructuras armadas y uniformadas que se financiaban mediante el cobro de vacunas a ganaderos, hacendados y comerciantes y de los recursos provenientes del narcotráfico. Los frecuentes enfrentamientos entre los grupos de autodefensa y las estructuras de la guerrilla, el incremento de la acción contrainsurgente de las Fuerzas Armadas y la mayor insistencia de los alzados en armas en las acciones de destrucción de la infraestructura eléctrica y de comunicaciones, son las características sobresalientes de la confrontación en la zona desde 2000. El incremento en los combates liderados por la Fuerza Pública desde comienzos de 2002 corrobora la existencia de una estrategia cuidadosamente dirigida a lograr el control de las troncales de Occidente y del Caribe por parte de las autoridades, a fin de tender un cerco a la guerrilla, con el propósito de aislarla en la parte montañosa. Sin lugar a dudas, la declaración de la región de Montes de María como Zona de Rehabilitación y Consolidación (ZRC), el 21 de septiembre de 2002, –la cual estuvo vigente hasta el 30 de abril de 2003– le permitió a la Fuerza Pública producir un quiebre en la dinámica de la confrontación armada74. En respuesta a la ofensiva de la Fuerza Pública, las Farc han desarrollado, en cercanía a los centros poblados, hostigamientos frecuentes contra unidades militares. Así mismo, para evitar golpes contundentes, la guerrilla ha optado por replegarse 73 La región de Montes de María o Serranía de San Jacinto se sitúa entre los departamentos de Sucre y Bolívar y corresponde a la prolongación de la Serranía de San Jerónimo. Sus alturas oscilan entre los 200 y 500 metros sobre el nivel del mar; se destacan las cuchillas de Peñalta y La Campana, Las Lomas, El Floral, La Mojana, Pozo Oscuro, El Ojo y El Coco. 74 Dentro del conjunto de medidas que hicieron posible retomar la iniciativa en la confrontación armada por parte del Estado, se destacan el incremento del pie de fuerza en la zona con más policías y soldados campesinos en los cascos urbanos, el restablecimiento de la Fuerza Pública en Colosó y Chalán, así como la entrada en operación de cinco escuadrones contraguerrilla. Adicionalmente, la entrada en operación de la Fuerza de Tarea Conjunta del Caribe hacia comienzos de 2005, incrementó el pie de fuerza, al sumarse a la Infantería de Marina tropas de Ejército y el apoyo aéreo-táctico de la Fuerza Aérea. Teniendo como objetivo principal lograr el control sobre el extenso territorio de los Montes de María, se introdujo un esquema de coordinación entre las diferentes fuerzas bajo un solo mando responsable de la dirección de las operaciones militares. 78 y actuar dividida en pequeños grupos. Otras formas de adaptación a las nuevas realidades militares consisten en el minado de los accesos a sus zonas de refugio y la realización de acciones de terrorismo en las zonas urbanas. Con estas acciones, las Farc han buscado, por una parte, compensar su inferioridad en términos militares y, por otro lado, que el Ejército disminuya la presión en áreas rurales vitales para su supervivencia y se concentre en la vigilancia de los cascos urbanos. Pese a haber sido debilitadas, las Farc registran un repunte en su iniciativa armada, expresada en varias acciones de piratería terrestre, sabotajes, hostigamientos y emboscadas. Si bien las señales de reactivación de las Farc parecen inequívocas, hasta el momento este grupo guerrillero no ha producido ningún hecho relevante. Sus acciones han creado sobre todo una situación de zozobra e incertidumbre entre la población ante la posibilidad de que se presente, eventualmente, una toma guerrillera o acciones contra las comunidades. Pasando a la Serranía de San Lucas en el sur de Bolívar, la importancia estratégica de la zona está determinada por el acceso que desde allí se logra al río Magdalena, el oriente del departamento de Antioquia y al litoral Caribe. Así mismo, el predominio de una economía ilegal basada en el cultivo de coca representa importantes recursos tanto para la guerrilla como para las autodefensas; también existe en la zona un tipo de economía extractiva que gira alrededor de la explotación minera, especialmente el oro; y por último, la producción ganadera y de caña adquieren peso para la economía regional. Las Farc y Eln, que habían logrado el dominio exclusivo de esta región, en los años noventa con la expansión de los cultivos ilícitos se vieron enfrentados a los grupos de autodefensa por el dominio del territorio y los recursos de la economía ilegal. Entre 1997 y 2001, la disputa se focaliza en los municipios aledaños al río Magdalena, especialmente en las zonas de mayor concentración de cultivos de coca: San Pablo, Cantagallo, Simití y Morales. El incremento del cultivo ilícito en Tiquisio, Achí, Montecristo y Arenal se presenta paralelamente con el aumento de las acciones armadas de las autodefensas para disputar el dominio a la guerrilla. Otro factor que contribuye a la agudización de la competencia armada en la zona es el descubrimiento de nuevas minas de oro en los municipios de Montecristo y Santa Rosa, siendo Arenal paso estratégico que comunica los municipios aledaños al río Magdalena con la serranía de San Lucas, lugar en donde se encuentran las explotaciones auríferas. La evolución reciente de la confrontación muestra cómo desde 2002 las Fuerzas Militares han retomado la iniciativa y avanzan en el propósito de lograr el control del territorio, mientras que las Farc, para mantenerse como organización armada, se ha visto obligada a replegarse y limitar su poder de fuego a la realización de acciones esporádicas. El retroceso del Eln ha sido de tal magnitud que recuperar protagonismo armado o influencia territorial está fuera de su alcance. Las Auc, mientras estuvieron activas, demostraron en el enfrentamiento directo con la guerrilla sus enormes deficiencias en el campo táctico y de ahí la imposibilidad de derrotar a las Farc, que siguen teniendo una importante participación Vicepresidencia de la República en los cultivos de coca del sur de Bolívar y mantienen su mayor fuerza en el denominado Valle del río Cimitarra, en jurisdicción de los municipios de San Pablo, Cantagallo y Yondó75. En el nororiente del país, el departamento de Norte de Santander y sur de Cesar y la parte norte del Magdalena Medio santandereano se destacan por la elevada intensidad de la confrontación y el alto número de muertes producidas entre sus protagonistas. En el sur de Cesar y la parte norte del Magdalena Medio santandereano, el accionar armado de la guerrilla, que fue muy elevado en la década de los noventa y el año 2000, en los últimos años muestra una tendencia a disminuir, mientras que las operaciones militares dirigidas contra la guerrilla, por el contrario, van teniendo una mayor participación y a partir de 2002, se expresan de manera muy importante contra las agrupaciones de autodefensa. El Eln en los años noventa adquirió el mayor protagonismo entre las organizaciones subversivas a través de los frentes Manuel Gustavo Chacón, con influencia hasta el sur del Cesar; Capitán Parmenio, con radio de acción en Santander; Resistencia Yariguíes sobre todo en Barrancabermeja y Sabana de Torres. En la segunda mitad de la década de los noventa, las Farc ampliaron su presencia y tomaron la iniciativa en el enfrentamiento directo con las autodefensas, lo que les permitió ganar influencia sobre el Eln y consolidar su estructura militar. Para 2005, esta guerrilla cuenta en la región con la presencia del frente 20, en Sabana de Torres y Puerto Wilches. El escenario donde la confrontación adquiere su nivel más elevado durante los años noventa corresponde a Barrancabermeja, debido al elevado protagonismo armado de las guerrillas y los frecuentes combates de las Fuerzas Armadas dirigidos contra estos grupos. Adicionalmente, las autodefensas en su etapa de mayor crecimiento, a partir de 1997, se imponen la meta de apoderarse de Barrancabermeja, principal puerto de la región del Magdalena Medio, eje del complejo de la industria petrolera más importante del país. Sin embargo, la actividad armada de estos grupos solo empezó a registrar un peso significativo a partir del año 2000, luego de asentarse en algunos sectores de Barrancabermeja y su entorno. Las acciones armadas de los grupos subversivos que registran niveles muy elevados entre 1990 y 2000, a partir de 2001 comienzan a descender. La actividad armada del Eln en Barrancabermeja y su entorno pasó de 70 acciones en 1998, su pico en términos nominales, a 7 en 2002, ninguna de ellas en Barrancabermeja, dominada por el bloque Central Bolívar de las autodefensas. Durante los años más álgidos de la década de los noventa se destacan los hechos asociados a la destrucción de las infraestructuras energética (oleoductos, 75 El rápido avance de las Auc sobre el sur de Bolívar llevaron a Carlos Castaño a anunciar que para diciembre de 1998 “colgaría su hamaca en la serranía de San Lucas”. Sin embargo, la superioridad táctica de la guerrilla se impuso, impidiendo que el jefe de las Auc lograra su objetivo. Entre más avanzaban sus tropas, mayor resistencia encontraban por parte del Eln y de las Farc, que le produjeron derrotas significativas. El número importante de bajas que les causa la guerrilla afectan poco o casi nada su capacidad de acción, dadas las posibilidades de reclutamiento y los ingentes recursos económicos y, por ende, bélicos, con los que cuentan. Estos combates entre autodefensas y frentes del Eln, las Farc o el ERP se produjeron en Pinillos, Achí, Morales, Santa Rosa, Simití, Monte Cristo, Tiquisio, Arenal, San Pablo y Cantagallo. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH poliductos, gasoductos, torres de energía) y de transportes (quema de buses, tractomulas y vehículos). Las autodefensas buscaron igualmente consolidar su influencia en los municipios del sur del Cesar y en Sabana de Torres y Puerto Wilches en Santander, donde su ofensiva fue especialmente intensa a partir de 1995. Las acciones armadas de la guerrilla en el sur del Cesar, que fueron elevadas en la primera mitad de los noventa, con la incursión de las autodefensas hacia mediados de la década, muestran una clara tendencia descendente, mientras los contactos armados por iniciativa de la Fuerza Pública experimentan un repunte a partir de 1999. El descenso registrado en las acciones de la guerrilla está estrechamente relacionado con la pérdida de influencia de estas organizaciones como efecto del avance de las autodefensas, de un lado, y de la acción de la Fuerza Pública, de otro lado. Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Pasando a Norte de Santander, es importante tener en cuenta que, como se observa en los mapas adjuntos, la confrontación armada presenta una muy clara continuidad geográfica con el sur del Cesar. Desde comienzos de la década de los ochenta, esta zona registra una activa presencia guerrillera en la zona del Catatumbo, debido a las ventajas estratégicas que concede su localización en la frontera con Venezuela, su potencial petrolero, la producción coquera y los corredores de movilidad entre el oriente y el norte del país. Así mismo, el desarrollo de la confrontación en este escenario se encuentra estrechamente ligado al hecho de que la mayoría del territorio es montañoso. Durante la década de los noventa y hasta 2001, la participación del Eln en la realización de acciones armadas sobresale frente a las actuaciones de las Farc y el Epl. Las acciones más recurrentes durante esos años son los sabotajes dirigidos principalmente por el Eln contra la infraestructura de transporte de petróleo, que atraviesa el departamento de sur a norte, llevando el crudo que se extrae en Caño Limón, Arauca, y Tibú, Norte de Santander, hacia el puerto de embarque en Coveñas, en el departamento de Sucre. A partir de 2002, las Farc remplazaron al Eln como actor armado irregular dominante, pero posteriormente, esta posición sería disputada por las autodefensas, en torno a los cultivos de coca en el Catatumbo. Las autodefensas, que llegaron desde el Cesar, se comienzan a asentar desde 1999, con lo cual la confrontación empezó a desenvolverse con más fuerza. A comienzo de los años 2000, las autodefensas ejercieron presión a través del bloque Catatumbo, al tiempo que el bloque Norte de las Auc, a través de las Autodefensas del Sur del Cesar, incursionaron en los municipios de cordillera. La acción del Ejército para contener a la insurgencia se traduce en un creciente número de contactos armados focalizados en el Catatumbo, que llega a su nivel máximo entre 2003 y 2005. Una característica sobresaliente de la confrontación durante esos años es la elevada frecuencia de los enfrentamientos protagonizados por la guerrilla y las autodefensas. En medio de la pérdida de capacidad de acción del Eln, es evidente que las Farc le brindan apoyo, enfrentándose directamente con los grupos de autodefensa para evitar que logren su propósito de aniquilar al Eln en esta zona de importancia estratégica para la subversión. Como consecuencia 79 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 de la desmovilización del bloque Catatumbo de las Auc en 2004, el Eln ha recuperado algunos espacios, pues hace presencia; sin que esto signifique que haya dejado de actuar supeditado a las Farc. Esta última guerrilla en ausencia de las Auc ha incrementado su dispositivo armado en el departamento y ha vuelto a impulsar paros armados junto con sabotajes a la infraestructura y continuos ataques a la Fuerza Pública, tal como ocurrió en 2005, año durante el cual las Farc registran un pico en su accionar. que contiene esta sección, en los cuales se observan con claridad los principales focos y continuidades que presenta la geografía de la confrontación armada y de las muertes que se producen directamente entre miembros de la Fuerza Pública y los grupos armados irregulares. La identificación de estos patrones espaciales a nivel macro, así como de las áreas específicas a las que se ha hecho referencia, contribuirá a explicar la configuración de la geografía de la violencia global del país como se verá más adelante. A partir del análisis de la dinámica de la confrontación armada y sus énfasis regionales que aquí se ha efectuado, se podrá realizar la lectura de los mapas 80 Vicepresidencia de la República Evolución de los combates librados entre las Fuerzas Militares y los grupos irregulares Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.1 1400 1200 1000 800 600 400 200 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 Farc 1993 1994 ELN 1995 1996 EPL 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Autodefensas Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 81 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de la evolución de los combates de las Fuerzas Militares y las bajas de los grupos irregulares Gráfico 2.2.2 2.000 4.000 1.800 3.500 1.600 3.000 1.400 COMBATES 1.000 2.000 800 1.500 BAJAS IRREGULARES 2.500 1.200 600 1.000 400 500 200 0 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 Combates FF.AA. 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Grupos Irregulares Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 82 Vicepresidencia de la República Evolución de las bajas causadas a los grupos irregulares identificados Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.3 2.000 1.800 1.600 1.400 1.200 1.000 800 600 400 200 0 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 Farc ELN 1994 1995 1996 Autodefensas 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 EPL Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 83 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución departmental de las bajas de los grupos irregulares Gráfico 2.2.4 Antioquia Meta Santander Norte de Santander Cundinamarca Casanare Bolívar Caquetá Cesar Arauca Cauca Tolima Chocó Valle Huila Putumayo Boyacá Magdalena Nariño Córdoba La Guajira Risaralda Caldas Sucre Guaviare Vichada Quindío Atlántico Guainía 0 500 1.000 2001-2005 1.500 1996-2000 2.000 2.500 3.000 1991-1995 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 84 Vicepresidencia de la República Evolución de las bajas de los grupos irregulares Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.5 Antioquia Meta Casanare Caquetá Norte de Santander Cesar Boyacá Arauca Cundinamarca Bolívar Cauca Tolima Santander Putumayo Chocó Magdalena Valle Huila La Guajira Nariño Caldas Sucre Guaviare Vichada Risaralda Córdoba Quindío Atlántico 0 200 2003-2005 400 2000-2002 600 800 1997-1999 1.000 1994-1996 1.200 1.400 1991-1993 1.600 1.800 1988-1990 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 85 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1990 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.1 A Mapa 2.2.1 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 86 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1991 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.2 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.2 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 87 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1992 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.3 A Mapa 2.2.3 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 88 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1993 Combates - 1993 Bajas irregulares - 1993 Mapa 2.2.4 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.4 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 89 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1994 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.5 A Mapa 2.2.5 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 90 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1995 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.6 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.6 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 91 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1996 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.7 A Mapa 2.2.7 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 92 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1997 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.8 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.8 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 93 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1998 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.9 A Mapa 2.2.9 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 94 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 1999 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.10 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.10 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 95 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 2000 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.11 A Mapa 2.2.11 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 96 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 2001 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.12 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.12 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 97 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 2002 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.13 A Mapa 2.2.13 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 98 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 2003 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.14 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.14 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 99 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 2004 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.15 A Mapa 2.2.15 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 100 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los combates de las Fuerzas Armadas y las bajas producidas a los grupos irregulares 2005 Combates Bajas irregulares Mapa 2.2.16 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.16 B 1-5 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 101 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 102 Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 103 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de las acciones más recurrentes en los grupos irregulares Gráfico 2.2.6 700 600 500 400 300 200 100 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 Sabotajes Hostigamientos Emboscadas Piratería Ataque a Instalaciones Asalto Poblaciones 2003 2004 2005 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 104 Vicepresidencia de la República Comparativo de las acciones de los grupos irregulares y las bajas causadas a la Fuerza Pública Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.7 1.000 1.600 900 1.400 800 1.200 700 600 800 500 BAJAS ACCIONES 1.000 400 600 300 400 200 200 100 0 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 Acciones armadas 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Fuerza pública Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 105 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de las víctimas de la Fuerza Pública caídas en acciones donde participan grupos identificados Gráfico 2.2.8 500 450 400 350 300 250 200 150 100 50 0 1985 1986 1987 1988 Farc 1989 1990 1991 1992 ELN EPL 1993 1994 1995 1996 Guerrilla no identificada 1997 1998 1999 Autodefensas 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Otras guerrillas Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 106 Vicepresidencia de la República Evolución departamental de las bajas de la Fuerza Pública Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.9 Antioquia Cundinamarca Meta Arauca Norte de Santander Santander Valle Cauca Nariño Putumayo Caquetá Tolima Huila Cesar Casanare Bolívar Boyacá Chocó Magdalena Caldas Risaralda Sucre Guaviare La Guajira Córdoba Vaupés Vichada Quindío Atlántico 0 100 200 2001-2005 300 400 1996-2000 500 600 700 800 900 1.000 1991-1995 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 107 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución departamantal de las bajas de la Fuerza Pública Gráfico 2.2.10 Antioquia Meta Nariño Arauca Putumayo Norte de Santander Cauca Tolima Caquetá Huila Bolívar Chocó Valle Casanare Cundinamarca Risaralda Cesar Magdalena Caldas Sucre Boyacá La Guajira Quindío Guainía Santander Guaviare Córdoba Vichada Amazonas Atlántico Vaupés 0 100 2003-2005 200 300 400 500 600 2000-2002 1997-1999 1994-1996 1991-1993 1988-1990 700 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 108 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1990 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.17 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.17 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 109 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1991 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.18 A Mapa 2.2.18 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 110 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1992 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.19 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.19 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 111 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1993 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.20 A Mapa 2.2.20 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 112 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1994 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.21 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.21 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 113 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1995 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.22 A Mapa 2.2.22 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 114 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1996 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.23 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.23 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 115 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1997 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.24 A Mapa 2.2.24 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 116 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1998 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.25 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.25 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 117 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 1999 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.26 A Mapa 2.2.26 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 118 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 2000 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.27 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.27 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 119 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 2001 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.28 A Mapa 2.2.28 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 120 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 2002 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.29 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.29 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 121 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 2003 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.30 A Mapa 2.2.30 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 122 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 2004 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.31 A Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.31 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 123 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las acciones armadas donde participan los grupos irregulares y las bajas producidas a la Fuerza Pública 2005 Acciones Bajas F.P. Mapa 2.2.32 A Mapa 2.2.32 B 21-30 31 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 124 Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 125 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Gráfico comparativo de la intensidad de la confrontación y las bajas producidas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.11 4.500 3.500 4.000 3.000 3.500 3.000 2.000 2.500 2.000 1.500 BAJAS COMBATES Y ACCIONES ARMADAS 2.500 1.500 1.000 1.000 500 500 0 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 Intensidad confrontación 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Bajas producidas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 126 Vicepresidencia de la República Relación entre las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.12 1.600 1.400 1.200 1.000 800 600 400 200 0 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 -200 Farc ELN Autodefensas EPL Otras Guerrillas Guerrilla no identificada Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 127 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Relación departamental entre bajas de la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.13 Antioquia Meta Santander Casanare Bolívar Norte de Santander Caquetá Cesar Chocó Cundinamarca Magdalena Boyacá Cauca Tolima Huila Córdoba Putumayo Arauca La Guajira Valle Risaralda Caldas Sucre Guaviare Quindío Vichada Guainía Atlántico Nariño Amazonas San Andrés Vaupés -500 0 500 2001-2005 1.000 1996-2000 1.500 2.000 2.500 1991-1995 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 128 Vicepresidencia de la República Evolución de la relación entre bajas de la Fuerza Pública y los grupos irregulares Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Gráfico 2.2.14 Antioquia Meta Casanare Caquetá Cesar Norte de Santander Boyacá Cundinamarca Santander Bolívar Magdalena La Guajira Chocó Arauca Valle Tolima Cauca Huila Putumayo Caldas Sucre Guaviare Vichada Risaralda Córdoba Quindío Atlántico Vaupés Nariño -200 0 2003-2005 200 2000-2002 400 600 1997-1999 800 1994-1996 1.000 1.200 1991-1993 1.400 1.600 1988-1990 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 129 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1990 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.33 A 1-5 Mapa 2.2.33 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 130 Vicepresidencia de la República Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1991 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.34 A 1-5 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.34 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 131 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1992 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.35 A 1-5 Mapa 2.2.35 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 132 Vicepresidencia de la República Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1993 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.36 A 1-5 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.36 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 133 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1994 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.37 A 1-5 Mapa 2.2.37 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 134 Vicepresidencia de la República Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1995 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.38 A 1-5 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.38 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 135 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1996 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.39 A 1-5 Mapa 2.2.39 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 136 Vicepresidencia de la República Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1997 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.40 A 1-5 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.40 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 137 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1998 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.41 A 1-5 Mapa 2.2.41 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 138 Vicepresidencia de la República Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 1999 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.42 A 1-5 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.42 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 139 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 2000 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.43 A 1-5 Mapa 2.2.43 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 140 Vicepresidencia de la República Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 2001 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.44 A 1-5 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.44 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 141 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 2002 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.45 A 1-5 Mapa 2.2.45 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 142 Vicepresidencia de la República Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 2003 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.46 A 1-5 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.46 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 143 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 2004 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.47 A 1-5 Mapa 2.2.47 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 144 Vicepresidencia de la República Patrón de concentración de la confrontación armada y de las bajas causadas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares 2005 Confrontación Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares Mapa 2.2.48 A 1-5 Capítulo 2 Geografía de la confrontación armada y las bajas producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares Mapa 2.2.48 B 1-5 30 y Más Departamento Municipio Fuente: Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 145 Es preciso recalcar que la confrontación armada no solamente produce violencia mediante las muertes causadas mutuamente entre sus protagonistas, sino también a través de los civiles que son asesinados por los grupos irregulares que, en la búsqueda de sus objetivos, los identifican como blanco de su acción76. La literatura internacional sugiere que las muertes producidas en los conflictos son en mayor proporción el resultado del asesinato que de los enfrentamientos directos entre combatientes. A partir del estudio de diferentes enfrentamientos de esta índole, Stathis Kalyvas concluye que la violencia generada en medio de una confrontación está estrechamente vinculada con la presencia de los actores armados y la forma como estos se relacionan con la población civil. La violencia en medio de la confrontación armada, tal como lo señala el autor, corresponde a un proceso regulado, no se trata de un fenómeno caprichoso y aleatorio77. El patrón observado para el caso colombiano coincide con las tendencias registradas en otros escenarios, mostrando que la confrontación ha entrado en un proceso de degradación en el que las víctimas se producen mayoritariamente entre la población civil y no entre sus protagonistas armados78. Vale la pena contrastar esta característica de los conflictos recientes, con la visión clásica de distintos teóricos que destacan cómo los enfrentamientos directos entre grupos armados ocupan un lugar central en la evolución de la guerra. La idea de confrontaciones supone interacciones entre beligerantes y una repetición de los combates en el tiempo y el espacio que busca la reducción 76 Se utiliza la expresión asesinatos para señalar que son los homicidios cometidos por actores organizados de violencia. 77 Kalyvas, Stathis N. (enero - abril de 2001). “La violencia en medio de la guerra civil. Esbozo de una teoría”, en Análisis Político, Universidad Nacional de Colombia - Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, núm. 42. 78 Según autores como Mary Kaldor (2001), la violencia ejercida contra la población civil es uno de los rasgos más representativos de los conflictos armados contemporáneos o nuevas guerras, tal como los denomina esta investigadora del Reino Unido. En palabras suyas: “Diversos comportamientos que estaban prohibidos en virtud de las reglas clásicas sobre la guerra y penalizados en las leyes sobre la materia a finales del siglo XIX y principios del XX, como las atrocidades contra la población no combatiente, los asedios, la destrucción de los monumentos históricos, etcétera, constituyen en la actualidad un elemento fundamental de las estrategias de las nuevas modalidades bélicas” Las nuevas guerras. La violencia organizada en la era global, Barcelona, Tusquets Editores. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 3 3. 3. Geografía Geografía de de los los asesinatos asesinatos de de civiles civiles cometidos cometidos por por actores actores organizados organizados de de violencia violencia o parálisis de la voluntad de lucha del enemigo. Sin embargo, en los últimos cincuenta años las modalidades de la guerra se han extendido y las poblaciones, que son fuente de respaldo económico, político, moral y logístico, se han convertido al mismo tiempo en medios y objetivos de la confrontación armada. Tienen, además, un valor militar para los beligerantes que se esconden entre la gente que las conforman o las usan como escudo humano durante los combates y las enrolan para aumentar sus efectivos79. 3.1. Evolución de la violencia producida por organizaciones armadas En Colombia, de acuerdo con los datos del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Vicepresidencia de la República, construidos a partir del boletín diario del Departamento Administrativo de Seguridad (Das), entre 1990 y 2005 fueron asesinadas, presuntamente por grupos organizados de violencia, 53.245 personas. Es preciso tener en cuenta que la cuantificación de las víctimas de las organizaciones armadas al margen de la ley adolece de un subregistro, por tratarse del tipo de violencia más oculta debido a su carácter instrumental y al propósito de no dejar rastro que conduzca a los autores. Es razonable pensar que la magnitud de esta violencia es mayor a la reportada; para constatarlo, basta tener en cuenta que en muchos casos las desapariciones forzadas ocurridas en lugares alejados no fueron reportadas y solo hasta ahora con el hallazgo de cientos de fosas comunes a lo largo y ancho del país existe la posibilidad de conocerlas80. La distribución por años de las víctimas permite identificar los cambios en la dinámica de la violencia organizada. Entre 1990 y 1991 los niveles son elevados, para posteriormente, a partir de 1992, registrar una tendencia descendente que se mantiene hasta 1995. En 1996, pero especialmente desde 1997 los 79 Lair, Eric. (2003). “Reflexiones acerca del terror en los escenarios de la guerra interna”, en Revista de Estudios Sociales, Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de los Andes y Fundación Social, No.15. 80 Colombia busca a sus muertos. Las fosas de los “paras”. El Tiempo, martes 24 de abril de 2007. 149 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 asesinatos se incrementan en forma ostensible y en 2001 llegan a su pico más alto. A partir de este año, pese a que se produce una leve caída en 2004, los asesinatos se mantienen en niveles elevados. Se registraron 3.621 asesinatos en 1990, 3.691 en 1991, 2.076 en 1992, 1.925 en 1993, 1.732 en 1994, 1.550 en 1995, 1.602 en 1996, 2.451 en 1997, 2.704 en 1998, 3.802 en 1999, 4.080 en 2000, 5.102 en 2001, 4.885 en 2002, 5.022 en 2003, 4.077 en 2004 y 4.952 en 2005. Del total de asesinatos, se atribuyen 13.212 a grupos armados identificados y 40.033 a presuntos actores armados, cuya identidad se desconoce. Entre las organizaciones identificadas, como se observa en el gráficos 3.1.1 a 3.1.3, se atribuyen a las Farc 5.504 asesinatos, al Eln 1.865, al Epl 254, a otras guerrillas 498, a grupos guerrilleros no identificados 496, a grupos de autodefensas 3.966 y a otras estructuras armadas al servicio de diversos intereses 619. Existe un enorme desconocimiento sobre la identidad de los responsables de alrededor del 75% de los asesinatos cometidos por actores organizados, como se aprecia en el gráfico 3.1.4. El 20% de los asesinatos corresponde a las víctimas de masacres de 4 o más personas inermes que fueron ultimadas por grupos armados en una misma acción. El recurso a las masacres, tienen el propósito de impedir la consolidación de los avances del enemigo, golpeando sus redes de apoyo, redes de informantes, familiares y milicias. Los asesinatos múltiples, que en algunos casos se realizan en forma selectiva, en la mayoría de los casos se producen en forma indiscriminada, pues más allá del interés de eliminar específicamente los apoyos de un determinado actor, se llevan a cabo con el propósito de demostrar a la población la incapacidad del actor con el que ha convivido para defenderla y que, en consecuencia, puede ser mejor plegarse al actor que da muestras de contar con un mayor poderío. Entre 1990 y 2005 se produjeron 10.733 víctimas en masacres, de las cuales 6.612 no cuentan con un autor establecido, 2.042 fueron atribuidas a grupos de autodefensas, 1.583 a las Farc, 423 al Eln, 37 al Epl y 36 a otras organizaciones. La evolución de las masacres, que se presenta en los gráficos 3.1.5 y 3.1.6, muestra cómo después de registrarse hacia finales de la década de los ochenta altos niveles de muertos, en la primera mitad de los años noventa se impone una tendencia descendente en las víctimas que se invertiría en la segunda. Pero es en los dos primeros años de 2000 que se producen los niveles más críticos de muertes en forma masiva, para luego comenzar a descender en 2002 y registrar el menor numero de víctimas en 2005. El número de víctimas fue de 642 en 1990, 604 en 1991, 488 en 1992, 530 en 1993, 448 en 1994, 457 en 1995, 572 en 1996, 571 en 1997, 677 en 1998, 929 en 1999, 1403 en 2000, 1449 en 2001, 944 en 2002, 504 en 2003, 263 en 2004 y 252 en 2005. 150 La dinámica de las masacres que es ascendente durante las negociaciones de paz entre el Gobierno Pastrana y las Farc, se explica por la lógica de la expansión de los grupos de autodefensa, inscrita con el propósito de crear un corredor que dividiera el norte del centro del país, que a su vez permitiera, en primer lugar, controlar los escenarios de producción de coca entre Urabá, Bajo Cauca, sur de Bolívar y Catatumbo y, posteriormente, iniciar la incursión en las zonas de retaguardia de las Farc en el sur y oriente del país. En este período, la tendencia creciente en la violencia asociada a la confrontación armada, se produce en la medida en que sus protagonistas desencadenan una dinámica en la cual dirigen sus acciones contra los civiles, pues las respuestas para mantener su influencia sobre las posiciones en disputa se centran en la población. En la disputa por el control de posiciones estratégicas, la guerrilla termina recurriendo a las prácticas de terror de su adversario. De aquí que, como se aprecia en el gráficos 3.1.3 y 3.1.6, la guerrilla, particularmente las Farc, incrementó la comisión de asesinatos y masacres entre 1997 y 2002, siguiendo a las autodefensas, que son los principales responsables de las muertes ocurridas entre 2000 y 200281. Así mismo, se descubre la razón del enfrentamiento entre guerrillas y autodefensas en regiones como la Sierra Nevada de Santa Marta, Norte de Santander, Chocó, Urabá, Magdalena Medio, Montes de María o Nariño, donde los grupos irregulares actúan con especial intensidad atacando civiles inermes, con el propósito de lograr el control sobre corredores y zonas de retaguardia, avanzada y obtención de recursos económicos. Hay que agregar que las comunidades, ante la presión de los grupos armados en los cascos urbanos, ubicados en zonas estratégicas a lo largo de los ríos y carreteras, se ven forzadas a desplazarse a áreas selváticas, o quedan inmovilizadas en sus lugares de residencia. En buena parte de estos escenarios, se producen bloqueos económicos e interrupciones en el suministro de provisiones. Como resultado, las comunidades se ven obligadas a desplazarse o imposibilitadas para moverse y acceder a los servicios mínimos. El departamento del Chocó proporciona un ejemplo elocuente de la situación descrita. En medio de la lucha entre la guerrilla y las autodefensas por el control del río Atrato, en abril de 2002, se registró en Bojayá un enfrentamiento que produjo la muerte de 119 civiles, entre ellos 46 niños, en medio del fuego cruzado entre destacamentos del bloque Elmer Cárdenas de las Auc y las Farc. La población civil había buscado refugio en la iglesia de Bellavista, donde fue alcanzada por un mortero hechizo de las Farc. También se produjo un número alto de muertos entre los integrantes de los grupos irregulares. Así mismo, hacia el sur del departamento, desde comienzos de 2004, aproximadamente 6.000 habitantes de las poblaciones que quedan sobre el río San Juan, en un tramo 81 No sobra anotar una vez más que aun cuando en la mayoría de los asesinatos no se conoce el autor, la correspondencia entre la intensidad con que se producen las muertes y los momentos en que los grupos de autodefensa adquieren mayor protagonismo, evidencia la participación preponderante de este actor. Vicepresidencia de la República de 130 kilómetros entre Fujiandó y Andagoya, en los municipios del Medio San Juan e Itsmina, quedaron atrapados en medio de los enfrentamientos entre el grupo de las Auc bajo el mando de El Alemán y el frente Arturo Ruiz de las Farc, que se disputaban el control de la coca en esta zona de la selva chocoana82. Hacia finales de 2005, San José del Palmar vivía una situación semejante por cuenta de los enfrentamientos protagonizados entre las Farc y las “Autodefensas Campesinas del Valle”, grupo que en realidad hace parte de las estructuras armadas al servicio del narcotráfico en el norte del Valle83. La mayor parte de los pueblos y pequeños centros urbanos, a lo largo de los ríos Atrato, Baudó y San Juan, han tenido una elevada presencia de las autodefensas, en tanto que, los pueblos ubicados en sectores más altos han registrado principalmente la presencia de las Farc. Cada uno de estos grupos, mediante el establecimiento de retenes ilegales, ha tenido control sobre tramos de los ríos y carreteras para impedir el movimiento de personas y productos. intimidados por la guerrilla, los grupos de autodefensa y el narcotráfico, aumenta considerablemente en la segunda mitad de los años noventa. El mayor número de localidades afectadas se encuentra en las zonas que comienzan a ser disputadas por grupos irregulares, donde se registra una fuerte expansión de la guerrilla y el surgimiento de grupos de autodefensa que se le oponen. Entre 1990 y 2005, alrededor del 5% de las víctimas de las organizaciones armadas ilegales corresponde a dirigentes políticos, líderes sociales, funcionarios públicos, miembros de organizaciones populares e integrantes de partidos y movimientos políticos. A través de la violencia dirigida contra estas personas, los grupos irregulares buscan a nivel local imponerse, y es así como por medio de la intimidación eligen a sus candidatos, determinan a quiénes deben favorecer los nombramientos, los contratos, las inversiones físicas y los programas sociales. No hay duda de que los grupos armados, que han dado muestras claras de estar poco inclinados a respetar la autonomía de la población en los procesos de elección de sus gobernantes, toleren aún menos la presencia de movimientos sociales y comunidades indígenas que escapen a su control, escojan sus socios y propongan alternativas propias. Las muertes que se presume fueron cometidas en el contexto descrito, fueron especialmente elevadas entre 1990 y 1991 y también registran momentos álgidos en 1996, 1997, 2000 y 2002. A partir de 2004, se impone una tendencia descendente y en 2005 se registra el nivel más bajo de los últimos dieciséis años. La reducción de los asesinatos contra las autoridades civiles de los municipios y miembros de organizaciones sindicales e indígenas, que se puede apreciar en los gráficos 3.1.7 y 3.1.8, es uno de los principales logros de la política de Seguridad Democrática del gobierno Uribe, que restableció la presencia de la Policía en la totalidad de los municipios del país y ha hecho grandes esfuerzos para rodear a las organizaciones sociales de las condiciones de seguridad necesarias para garantizar su libre desempeño. En el caso particular de la guerrilla, estos grupos aprendieron a enfrentar al Estado, penetrándolo en forma sistemática en el nivel de poder local y, por lo tanto, en lugar de intentar su destrucción total, optaron por controlar sus estructuras a través del ejercicio de una presión permanente y pública sobre las autoridades civiles84. Tal y como se puede observar en los mapas adjuntos, los municipios donde la guerrilla ha buscado ampliar su poder, a través de la violencia, pertenecen a las zonas donde estos grupos se expandieron mediante el desdoblamiento de sus frentes a partir de mediados de los años ochenta. El número de municipios 82 Los cadáveres van río abajo por el San Juan. El Tiempo, 29 de agosto de 2004. 83 Los grupos que crecieron a la sombra del proceso de Paz. El Tiempo, 31 de mayo de 2006. 84 Salazar, Boris y Castillo, María del Pilar. (2001). La hora de los dinosaurios. Conflicto y depredación en Colombia, Bogotá, CEREC- Universidad del Valle. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Entre 2002 y 2003, las Farc buscaron afectar la gobernabilidad local mediante la aplicación sistemática de la violencia contra alcaldes y concejos municipales para obligarlos a renunciar. Se vislumbra en ese momento la salvadorización de la confrontación armada en Colombia, en relación con la conversión creciente de los gobiernos locales en objetivo militar, en la perspectiva de consolidar su poder en las zonas estratégicas; esta conducta que empezó en El Salvador a mediados de los ochenta, se tradujo en una degradación y escalamiento de este conflicto85. Así mismo, no cabe duda que la desmovilización de las estructuras armadas agrupadas en las Auc, que se produjo en cumplimiento del acuerdo de Santa Fe de Ralito suscrito entre la organización ilegal y el gobierno Uribe el 15 de julio de 2003, determina en alto grado la reducción de la violencia masiva que a su vez contribuye a explicar la tendencia descendente de los homicidios que a partir de ese año se registra en el país86. Sin embargo, la acción persistente en algunos escenarios de estructuras que no se desmovilizaron, el rápido surgimiento de nuevos grupos fuertemente ligados al narcotráfico en zonas donde actuaron las autodefensas y el creciente interés de la guerrilla en recuperar zonas que estuvieron bajo el dominio de los grupos desactivados, son los factores que permiten explicar el alto número de asesinatos que se sigue registrando.87 85 Bejarano, Jesús Antonio. (1996). “Inseguridad y violencia: sus efectos económicos en el sector agropecuario”, en Revista Nacional de Agricultura, Sociedad de Agricultores de Colombia, núms. 914 - 915. 86 Las desmovilizaciones de las autodefensas se iniciaron el 25 de noviembre de 2003 en Medellín con el bloque Cacique Nutibara y terminaron el 15 de agosto de 2006 con el bloque Élmer Cárdenas. En 38 actos, se desmovilizaron 31.689 de los integrantes de los grupos irregulares. Cabe señalar que las organizaciones con mayor número de desmovilizados fueron el bloque Central Bolívar con 6.348, el bloque Norte con 4.760, el bloque Mineros con 2.780, el bloque Héroes de Granada con 2.033 y el bloque Élmer Cárdenas con 1.538. 87 A partir de 2005, comienzan a aparecer estructuras armadas en zonas estratégicas en las que actuaban las autodefensas, fuertemente vinculadas al narcotráfico y otras actividades delictivas. De acuerdo con la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA en su Octavo Informe de febrero de 2007, los grupos que han surgido en los escenarios donde tuvieron influencia las autodefensas son alrededor de 22, con cerca de 3.000 integrantes y es evidente que cuentan con algunos de los desmovilizados que se han rearmado. 151 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Responsables de los asesinatos de civiles Gráfico 3.1.1 5.000 4.500 4.000 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 Desconocidos 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Grupos Identificados Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 152 Vicepresidencia de la República Responsables identificados de los asesinatos de civiles Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Gráfico 3.1.2 1.200 1.000 800 600 400 200 0 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 Autodefensas 1995 1996 1997 Otros 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Guerrillas Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 153 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de los asesinatos cometidos por grupos identificados Gráfico 3.1.3 1.200 1.000 800 600 400 200 0 1988 1989 Farc 1990 1991 1992 1993 Autodefensas 1994 ELN 1995 1996 Otros 1997 1998 1999 2000 Guerrilla no Identificada 2001 2002 2003 Otras Guerrillas 2004 2005 EPL Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 154 Vicepresidencia de la República Evolución de la participación de los responsables de los asesinatos Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Gráfico 3.1.4 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 1988 1989 1990 1991 1992 1993 Autodefensas 1994 1995 1996 Guerrillas 1997 1998 Otros 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Desconocidos Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 155 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de las víctimas de masacres Gráfico 3.1.5 1.600 1.400 VÍCTIMAS MASACRES 1.200 1.000 800 600 400 200 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Fuente: Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 156 Vicepresidencia de la República Responsables de las víctimas de masacres Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Gráfico 3.1.6 800 700 600 500 400 300 200 100 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 Sin establecer 1996 1997 1998 Autodefensas 1999 2000 FARC 2001 2002 2003 2004 2005 ELN Fuente: Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 157 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de la evolución de las víctimas de actores organizados y los asesinatos de representantes de las autoridades civiles en los municipios Gráfico 3.1.7 6.000 100 90 5.000 70 4.000 60 3.000 50 40 VÍCTIMAS ACT. ORG. AUTORIDADES LOCALES 80 2.000 30 20 1.000 10 0 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 Asesinato autoridades locales 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Asesinatos actores organizados Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 158 Vicepresidencia de la República Comparativo de las víctimas de sindicatos y comunidades indígenas y los asesinatos cometidos por actores organizados Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Gráfico 3.1.8 250 6.000 5.000 4.000 150 3.000 100 VÍCTIMAS ACT. ORG. SINDICALISTAS E INDÍGENAS 200 2.000 50 1.000 0 0 2000 2001 Homicidios de Indígenas 2002 2003 Homicidios sindicalistas 2004 2005 Asesinatos actores organizados Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 159 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 3.2. Análisis estratégico de los asesinatos cometidos por actores organizados de violencia Una primera aproximación a la geografía de la violencia dirigida por organizaciones armadas al margen de la ley contra civiles, muestra la existencia de una alta concentración de las víctimas en pocos departamentos. En efecto, entre 1991 y 2005 el 70% de los asesinatos se concentra en la tercera parte de los departamentos del país: Antioquia, Valle, Norte de Santander, Cesar, Cundinamarca, Meta, Cauca, Santander, Magdalena, Arauca y Casanare. La concentración de los asesinatos con el paso del tiempo tiende a ser persistente en estos escenarios departamentales, auque se presentan leves cambios en algunos subperíodos como se aprecia en los gráficos 3.2.1 y 3.2.2. En la primera mitad de la década de los noventa, el 70% de los asesinatos se concentra en siete departamentos, Antioquia, Valle, Cundinamarca, Santander, Cesar, Cauca y Norte de Santander. En la segunda mitad del decenio la misma concentración se registra en un conjunto de diez departamentos, que incluye a los siete del periodo anterior más Bolívar, Meta y Tolima. En la primera mitad de la década de 2000, el porcentaje considerado se registra en un grupo de once departamentos que ya no incluye a Santander, Bolívar y Tolima, e incorpora a Arauca, Huila, La Guajira y Casanare. Si por otra parte se considera la distribución departamental de las víctimas de las masacres, que se presenta en los gráficos 3.2.3 y 3.2.4 se descubre que entre 1991 y 2005, el 70% se concentra en Antioquia, Valle, Cundinamarca, Norte de Santander, Cesar, Magdalena, Cauca y Bolívar, departamentos donde también ha sido especialmente alta la concentración de homicidios en general. El período en el cual las masacres arrojan el mayor número de víctimas, entre 2000 y 2002, se explica por los altos niveles que registran Antioquia, Norte de Santander, Valle, Cesar, Cauca, Magdalena, Bolívar, Chocó, Santander, Córdoba, Sucre, La Guajira, Nariño, Caldas, Tolima, Huila y Guaviare. La reducción de la violencia masiva, que como se observa en el gráfico 3.2.5 se produce en el conjunto de departamentos del país, excepto en Arauca y Boyacá, guarda una estrecha relación con el proceso de consolidación y posterior desmovilización de las estructuras de las autodefensas. Sin embargo, en Norte de Santander, Valle, La Guajira y Sucre, departamentos donde las víctimas de las masacres fueron especialmente elevadas entre 2000 y 2002 y posteriormente entre 2003 y 2005 se reducen significativamente, los asesinatos selectivos registran una tendencia ascendente en este último periodo. Así mismo, a partir de la evidencia que se presenta en el gráfico 3.2.6, es importante señalar que en los tres últimos años en Meta, Arauca, Huila, Cundinamarca, Casanare, Atlántico, Quindío y Vichada los asesinatos registran el nivel más alto. 160 A continuación, se profundizará en algunos de los escenarios localizados en el oriente, suroccidente, centro, noroccidente, la costa Caribe y nororiente del país, donde se producen cambios bruscos en la violencia asociados a la conducta de actores organizados al margen de la ley88. En el oriente, en 1997 el departamento del Meta es escenario de una serie de hechos que anuncia la irrupción de las Auc. En el mes de julio, en el municipio de Mapiripán, se llevó a cabo una masacre reivindicada por el grupo irregular. En agosto, en límites entre Meta y Guaviare, se registra una serie de enfrentamientos directos entre las Farc y el grupo, responsables de la masacre; poniendo a la orden del día la disputa por el dominio de una zona vital para la actividad coquera en el oriente colombiano. Posteriormente, en el mes de octubre, una comisión judicial que realizaba una diligencia de extinción de la finca El Alcaraván, propiedad de un narcotraficante, fue atacada en San Carlos de Guaroa por un grupo de autodefensa; en la acción perdieron la vida un mayor del Ejército, cinco soldados, tres funcionarios de la Fiscalía y dos agentes del Das, que hacían parte de la comisión89. Al año siguiente, aunque la violencia se redujo, se siguen produciendo masacres como la registrada en el mes de mayo, en Puerto Alvira, que cobró la vida de 17 campesinos. En Caquetá, las Auc llegaron en 1998 a Florencia, Morelia y Valparaíso y desde allí empezaron a avanzar hacia el sur del departamento, en los municipios de Belén de los Andaquíes, San José del Fragua, entre otros. La incursión hacia el norte, por el contrario, resultó fallida y muy costosa en términos bélicos, pues fue neutralizada en municipios como Puerto Rico, El Paujil y Doncello, entre otros. A pesar de los duros golpes propinados por las Farc, las Auc lograron asentarse en los municipios de Florencia, Morelia y Valparaíso, así como en Albania y San José de Fragua. En Putumayo, las Auc también irrumpen en 1998 y a partir de ese año comienzan a ejercer presión particularmente sobre Puerto Asís, Valle del Guamuéz (La Hormiga), Orito, San Miguel y en general en el bajo Putumayo. Estos son los escenarios donde las Farc obtienen sus principales recursos a partir de la economía de la coca, razón por la cual las autodefensas buscan disputarle el control sobre esta área específica y que sean estos los municipios que se destacan en los mapas por la concentración de asesinatos y masacres, que llega a ser particularmente elevada en 1999. Cabe anotar, que no obstante la reducción de los cultivos de coca, las Farc se mantienen presentes en el departamento en razón a que también extraen recursos de la economía petrolera, pero sobre 88 Los principales aspectos sobre la evolución de las manifestaciones de la violencia en cada uno de estos escenarios provienen de los estudios regionales elaborados por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. 89 Carlos Castaño, en un acto público expulsó a Luciano Ariza, entonces reputado comandante del grupo que ejecutó la acción. A pesar de que no se volvió a saber nada de Ariza, el grupo siguió manteniendo fuertes vínculos con las Auc. Vicepresidencia de la República todo por las ventajas estratégicas que ofrece su localización en la frontera con Ecuador y el paso que desde el oriente se logra hacia el Pacífico a través del Sibundoy. A partir del momento en que se crea la Zona de Distensión (ZD) para adelantar las negociaciones de paz entre el gobierno Pastrana y las Farc, el área correspondiente a los municipios de San Vicente del Caguán en Caquetá, Uribe, Mesetas, Vista Hermosa y La Macarena en el Meta, se produce una reducción de las muertes cometidas por los grupos irregulares. Sin embargo, la situación tampoco fue de normalidad y desde 1998 se comienza a tener información de diversos hechos cometidos por miembros de la guerrilla violatorios de los derechos fundamentales de los habitantes de esta región. Fue así como el director del CTI y la Defensoría del Pueblo denunciaron varios hechos de violencia cometidos en la ZD por las Farc en 1999: el 14 de julio fueron asesinadas al menos 11 personas y 34 más se encontraban desaparecidas; el 11 de septiembre en la inspección Piñalito se llevó a cabo una masacre de doce campesinos; el 28 de diciembre fueron asesinados el presidente de la Comisión de Paz del Congreso, Diego Turbay, su madre y sus guarda espaldas, cuando de dirigían a San Vicente del Caguán. De otra parte, mientras estuvo vigente el proceso de paz con las Farc, esta guerrilla puso en marcha una estrategia que se expresó en la reducción de la violencia en la ZD, mientras lleva a cabo acciones para enfrentar de manera contundente a los grupos de autodefensa en los alrededores y en las zonas de mayor interés estratégico. La ofensiva que en los alrededores de la ZD produjo enfrentamientos directos, masacres y asesinatos, buscó romper el cerco tendido por las autodefensas a partir de sus zonas de asentamiento en San MartínGranada-San Juan de Arama y Fuente de Oro. Por otra parte, la insistencia y especificidad de los enfrentamientos, que por largo tiempo se registran con las autodefensas en áreas distantes de la ZD, revelan el interés que las Farc tuvieron de garantizar el control de posiciones estratégicas como el río Guaviare. Con el propósito de contener el avance de las autodefensas, también se registran ataques de las Farc a las bases históricas de los grupos ubicados en el Ariari, con el fin de debilitar las estructuras allí presentes, sin que se produjera la consolidación a favor de alguno de los actores. Como se constata en los mapas adjuntos, mientras estuvo vigente la ZD se incrementan los asesinatos y se registran masacres en Granada, Puerto Rico, Puerto López y Acacias, zonas de influencia de las autodefensas. Luego de la disolución de la ZD, las estrategias y los movimientos tácticos de las Farc se vuelven a modificar en función de los cambios en la dinámica de la confrontación, determinados por el mayor esfuerzo militar encaminado a lograr el dominio territorial. En el área que correspondió a la ZD, las Farc se replegaron Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH a lo más profundo de las veredas, sin que ello haya implicado la reducción de la presión ejercida sobre los cascos municipales mediante la amenaza abierta contra las autoridades públicas y el incremento de los asesinatos de civiles. A partir de 2003, los asesinatos se concentran principalmente en Vista Hermosa y San Vicente del Caguán, que registran los más elevados índices de muertes violentas en Meta y Caquetá, respectivamente. La mayoría de los asesinatos son atribuidos principalmente a retaliaciones de la guerrilla contra presuntos colaboradores del Ejército y la Policía. Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia En Casanare, las Autodefensas Campesinas de Casanare (ACC) bajo el mando de Martín Llanos –hijo de Hector Buitrago–, cuentan con una larga presencia en el departamento y es una estructura que no se acogió al proceso de negociación y posterior desmovilización de las autodefensas. De otro lado, en 1997 aparece en Casanare el bloque Centauros (BC) de las Auc bajo el mando primero de Jorge Pirata, y posteriormente de Miguel Arroyave con influencia también sobre Meta y Guaviare. Paulatinamente, las Auc fueron incrementando su pie de fuerza con el fin de realizar acciones en la zona montañosa con alta presencia guerrillera, en especial en los municipios de Nunchía y Támara. Así mismo, se empieza a organizar una incursión hacia el departamento de Arauca, desde Hato Corozal. La enorme dispersión y la extrema relevancia de micropoderes e intereses locales, hicieron que los intentos de unificación entre estos grupos fracasaran. La dinámica de la violencia, en años recientes, se encuentra determinada en extremo por los enfrentamientos entre las autodefensas y las Farc, que llegan en 2001 a su punto más álgido y a partir de 2002 por la arremetida del BC contra sus redes de apoyo, pero sobre todo por el enfrentamiento entre los dos grupos de autodefensa, que entre 2003 y 2004 se disputan el dominio del sur del Casanare. Tal y como se observa en los mapas adjuntos, los municipios donde los asesinatos y las masacres producen un elevado número de víctimas corresponden a los escenarios en disputa entre las organizaciones ilegales. Los escenarios municipales más críticos entre 1998 y 2004 son Yopal, Aguazul, Tauramena, Hato Corozal, Paz de Ariporo y Pore. Las ACC han ejercido influencia sobre los municipios del suroccidente mediante la imposición de cobros forzados a las administraciones locales, a la industria petrolera, al igual que a los arroceros, ganaderos y comerciantes de la región90. La posibilidad de obtener fondos a partir de estas actividades se convierte en el objetivo primordial que entra a disputar el BC en los municipios de Aguazul, Maní, Tauramena y Monterrey. En Villanueva, la pugna se establece por el dominio sobre la vía Villavicencio - Yopal y los recursos provenientes de la extorsión a diferentes sectores. 90 La sombra “para” en las economías regionales. El Tiempo, 3 de julio de 2005. 161 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 En los cuatro años previos a la desmovilización del BC, este grupo logró copar gran parte del piedemonte casanareño, de las llanuras de Monterrey, las cuencas de los ríos Cusiana y Cravo Sur y la periferia de Yopal. La influencia sobre este territorio significó dominar los corredores entre el piedemonte y las llanuras, utilizados por los frentes José David Suárez del Eln y 56 y 28 de las Farc, para movilizarse entre Chámeza, Recetor, Pajarito y Labranzagrande. Por su parte, las ACC también forzaron a las Farc y al Eln a abandonar el sur del departamento y a replegarse hacia la zona norte, en límites entre Casanare y Boyacá. El asesinato de Miguel Arroyave, cometido por Cuchillo en septiembre de 2004, dio paso a una tregua y posterior alianza entre los dos grupos de autodefensa trenzados hasta este momento en una guerra a muerte. La desmovilización del BC en septiembre de 2005, con Vicente Castaño a la cabeza, es determinante en la disminución de la violencia en el departamento. Como ya se dijo, las Auc ingresaron a Arauca desde Casanare, municipios de Hato Corozal y Paz de Ariporo. Este despliegue permitió al bloque Vencedores de Arauca establecerse en los municipios del sur del departamento: Tame, Puerto Rondón y Cravo Norte, así como ejercer presión en las cabeceras municipales de Saravena y Fortul. Como se aprecia en los mapas adjuntos, la intensificación de la violencia se produce paralelamente con la expansión de las Auc desde 1998, pero es especialmente marcada a partir de 2001. En el año 2000, las Auc anunciaron su ingreso al departamento, y a partir del mes de julio, la amenaza se tradujo en el sistemático asesinato de campesinos, líderes agrarios y comunitarios, políticos y periodistas. La violencia ejercida fue indiscriminada, caracterizada por continuos y múltiples asesinatos y la realización de masacres. El bloque Vencedores de Arauca, en su fase inicial, desarrolló una fuerte actividad en Tame, Cravo Norte y Puerto Rondón, con eventos como el asesinato del congresista Octavio Sarmiento, eventos que con frecuencia estuvieron acompañados de incursiones desde el Casanare, seguidas de un repliegue a dicho departamento. La proximidad de estos municipios con el Casanare permite explicar la mayor capacidad de acción de las estructuras de las autodefensas en un inicio, en la medida en que el departamento fue utilizado como base y zona de retaguardia, así como la generación de las primeras bases y su asentamiento en las cabeceras municipales. La estrategia de penetración de las Auc se consolidó a partir de 2002 en municipios con baja presencia guerrillera como Cravo Norte y Puerto Rondón y luego se proyectó hacia la zona cocalera de Tame y la cabecera municipal de Arauca. La fase siguiente los llevaría a proyectarse a partir de las carreteras entre Arauca y Tame y éste y Saravena. A pesar de la desmovilización del bloque Vencedores de Arauca en 2006, algunos de sus ex integrantes asociados con narcotraficantes continúan extorsionando el comercio y mantienen una estrecha relación con la actividad 162 coquera en los municipios de Tame y Arauca. Adicionalmente, a partir de 2005 las Farc tienden a copar los territorios dejados por las Auc así como las zonas de influencia y las poblaciones cercanas al Eln, dirigiendo acciones en su contra que en la primera mitad de 2006 se expresan en cuatro enfrentamientos directos y no menos de 20 muertos de parte y parte. En el suroccidente, la violencia registra su momento más álgido durante la primera mitad de 2000, a raíz del despliegue de los grupos de autodefensa, circunstancia que se traduce en el aumento de los asesinatos y las masacres. Mediante el empleo sistemático de la violencia indiscriminada estas organizaciones extendieron su presencia en ciertas áreas del Macizo colombiano y establecieron dominio sobre algunos cascos urbanos y tramos de la carretera Panamericana. A partir de 2000, las muertes causadas por actores organizados de violencia se elevan en Valle, Cauca, Huila, Tolima y Nariño y aun cuando entre 2003 y 2005 se observa, con respecto a los tres años anteriores, una leve reducción en los niveles de Nariño, Cauca y Tolima, en Valle y Huila la tendencia de los asesinatos se mantiene creciente. En el Valle, hacia finales de los años ochenta se empieza a agudizar la lucha entre el Cartel de Cali y el Cartel de Medellín y el aparato sicarial de la mafia valluna se fortalece y establece relaciones muy fuertes con los grupos de autodefensa del Magdalena Medio. Para comienzos de la década de los noventa, grupos de mafiosos del sur y norte del Valle habían constituido importantes estructuras al servicio de sus intereses que comienzan a incidir en el ejercicio de la política y, ante todo, en el incremento de la violencia. Una de estas estructuras que se dio a conocer como ABES en el sur del departamento, con radio de acción en Florida, Pradera, Palmira en el Valle, así como en Miranda, Caloto, Corinto y Buenos Aires en el norte del Cauca, fue la que llevó a cabo la masacre del Nilo, en la que 21 indígenas fueron asesinados en un proceso de litigio de tierras. Mientras que en el norte las estructuras creadas por Iván Urdinola convertían el Cauca en un río de muertos, lo cual se evidenció con el continuo hallazgo de cuerpos a lo largo de sus orillas, particularmente en La Virginia y Marsella, municipios de Risaralda. Así mismo, Diego Montoya, Orlando Henao y Henry Loaiza, realizaron masacre como la de Riofrío en 1993 en la cual fueron ultimados 13 integrantes de una misma familia y los eventos de Trujillo, en los cuales más de 150 personas fueron asesinadas en un período de 3 años a manos de este grupo. Luego de la muerte de varios capos principales como Chepe Santacruz, Pacho Herrera, Orlando Henao, se produce el crecimiento de Wílber Varela. El poder adquirido por este personaje lo lleva en 1999 a contactar a integrantes de las autodefensas del Magdalena Medio y luego de las ACCU para incursionar en la zona montañosa de los municipios de Tuluá, Buga, Bugalagrande y San Pedro, donde las Farc cuentan con una presencia de vieja data. La expansión de las Auc a partir de 2000 hacia el sur del departamento y así como hacia Vicepresidencia de la República Jamundí y Buenaventura zona donde comienza a actuar el Bloque Pacífico, es resultado de las múltiples alianzas entre diferentes sectores de la mafia. Pese a que las estructuras de las Auc en el Valle se comienzan a desmovilizar hacia finales de 2004, en el departamento continúan teniendo presencia estructuras armadas muy poderosas al servicio de Wílber Varela y Diego Montoya, quienes a través de sus ejércitos privados “Los Rastrojos” y “Los Machos”, respectivamente vienen protagonizando una fuerte disputa por el control de posiciones vitales para el narcotráfico. En el norte del departamento es evidente que estas organizaciones recurren a la violencia, con el propósito de monopolizar el negocio de la coca, su procesamiento y rutas de transporte. Uno de los puntos neurálgicos en la zona es el Cañón de Garrapatas, que constituye un corredor natural que da salida al pacífico chocoano91. Así mismo, la lógica del narcotráfico explica el interés por lograr el control de las redes de canales naturales que existen entre Buenaventura y Tumaco. Estos canales permiten, entre otras cosas, transportar por vía fluvial droga, armas e insumos entre los dos puertos sin necesidad de salir al mar, donde la Armada tiene un estricto control. Los mapas adjuntos muestran cómo entre 2000 y 2004, la zona más afectada por las muertes que se producen en medio de la competencia entre grupos irregulares corresponde a la zona rural y prueba de ello son las masacres ejecutadas por la guerrilla y las autodefensas en el Bajo Calima y el Alto Naya. A partir de 2005, el principal foco de violencia se traslada a Buenaventura, municipio que a nivel nacional concentra el mayor número de asesinatos y masacres. Hacia mediados de ese año, una masacre de 12 muchachos del barrio Lleras, fue la primera señal de que la violencia había comenzado a propagarse por la ciudad, debido a la presencia los grupos al servicio de narcotraficantes y la guerrilla, que se encargan de aportar los recursos y de dotar con armas a la población, con miras a lograr el dominio sobre Buenaventura, como principal puerto de embarque para la coca. En el Cauca, como se ha visto, las estructuras de las autodefensas del Valle han tenido una muy importante incidencia. La violencia que los actores armados dirigen contra los civiles ha sido muy elevada desde 2000. Una serie de hechos ocurridos a partir de este año evidencia la lucha librada entre las Auc y las guerrillas de las Farc y el Eln por el control de los cultivos ilícitos de coca y amapola, así como de los corredores estratégicos. La violencia se expresa con mayor intensidad en las zonas que poseen un alto valor estratégico; en las que las guerrillas buscan mantener su presencia ante el firme propósito de las autodefensas de desterrarlas. Especial importancia en la competencia armada adquieren los corredores que han facilitado la movilización de los grupos 91 Ver el caso del Norte del Valle en Duncan, Gustavo. (2006). “Los señores de la Guerra en Colombia: de paramilitares, y autodefensas” Cap. 11. Bogotá, Planeta-Fundación Seguridad y Democracia. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH armados, como el que a través de la zona del Alto Naya, en el municipio de Buenos Aires, permite el acceso al puerto de Buenaventura en el Valle. Así mismo, son objeto de disputa armada, el corredor que comunica los municipios de Jambaló, Toribío, Caloto, Corinto y Miranda con el departamento del Tolima, el interior del país y los Llanos Orientales. En el centro del Cauca la acción de las autodefensas ha tenido como epicentro la ciudad de Popayán, núcleo urbano que se ha constituido en escenario de acciones de “limpieza social” y donde la influencia por parte de estos grupos ha ido en ascenso, aprovechando la cercanía con municipios como Timbio y El Tambo, donde su presencia es ostensible. Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia En el sur, la topografía ha permitido la delimitación de los territorios entre las guerrillas y las autodefensas, mientras que las primeras ocuparon las zonas de montaña y se replegaron hacia las poblaciones del municipio de Patía, las segundas se asientan en las cabeceras municipales y tienen influencia en los valles y las partes planas. La pugna entre las Farc y las autodefensas en Argelia se explica por su ubicación en las faldas de la cordillera Occidental, que permite el acceso a la costa Pacífica a través del corregimiento del Plateado, mientras que en Mercaderes responde al propósito de controlar la vía Panamericana que conduce al Ecuador. En Huila, la degradación de la confrontación se pone de presente, al observar la tendencia ascendente de los asesinatos de civiles cometidos por sus protagonistas. Las muertes que tienen origen en estos actores organizados de violencia registraron una tendencia descendente en la primera mitad de la década de los noventa. A partir de 1997, el incremento de las muertes, salvo por una pausa en 1999, ha sido constante y desde 2003 presentan niveles elevados. El aumento de los asesinatos se explica por la participación creciente de las estructuras de las Farc en la producción de violencia que, en los últimos años, tiene uno de sus focos principales en Neiva. La guerrilla ha producido un elevado número de muertes en Algeciras, Campoalegre, Acevedo, Pitalito, Isnos, Santa María y Neiva. Las masacres cometidas por las Farc se localizan en Acevedo, Isnos, La Plata, Colombia y Rivera, en tanto que las de las autodefensas se producen hacia el sur, particularmente en Pitalito. Los mapas que dan cuenta de la evolución de los asesinatos, muestran la elevada persistencia de las muertes en Algeciras, Pitalito, Gigante, Garzón, Acevedo, Campoalegre y Neiva, municipios donde simultáneamente se registra la presencia activa de estructuras de la guerrilla que para garantizar el control de corredores estratégicos recurren a la violencia contra los civiles. En el sur del Tolima, la acción de las autodefensas se expresó en el piedemonte de la cordillera Central mediante la ocurrencia de dos masacres en Chaparral en 1999 y 2001 y en el Valle del Magdalena con dos más realizadas en los mismos años en Coyaima. En abril de 2001 se produjo uno de los hechos más 163 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 graves en el municipio de Valle de San Juan, cuando integrantes de las Auc asesinaron al presidente de la Junta de Acción Comunal y a tres personas más, a quienes les incineraron sus viviendas en la vereda El Neme. También se presentaron dos masacres: una en Icononzo y la otra en Prado. Por su parte, las Farc han golpeado a la población civil a través de asesinatos colectivos en hechos como el protagonizado en 1998 por el frente 21 en Chaparral, donde asesinó a ocho campesinos en las veredas Guadual, Moral y El Bosque. Esta misma estructura en 2000 recurrió en dos oportunidades más a la violencia masiva en la inspección Santiago Pérez y en el sitio La Dorada, en jurisdicción del municipio de Ataco. En el oriente, Cunday ha sido escenario de dos masacres cometidas por guerrilleros del frente 25 en 2000 y 2001. Las Farc también han recurrido al asesinato de civiles para bloquear el avance de las autodefensas, siendo los casos más sonados los ocurridos en abril de 2004 en la vereda Mundo Nuevo de Icononzo, en donde fueron asesinados los propietarios de una gallera y una oficina de Cootransfusa por sus supuestos nexos con los grupos de autodefensa y por negarse a pagar la extorsión exigida por los frentes 55 y 25. En Nariño, los énfasis con que se producen los asesinatos guardan una elevada relación con el accionar de los grupos irregulares en el marco de la confrontación armada. Hacia finales de la década de los noventa, se produce el escalamiento de la confrontación, así como de los asesinatos de civiles cometidos por los grupos de autodefensas y la guerrilla. Aunque las masacres se comienzan a registrar en Nariño a partir de 1999, es en los años 2001, 2002 y 2005 que cobran el mayor número de víctimas, coincidiendo con la expansión del bloque Libertadores del Sur (BLS) de las autodefensas bajo el mando de Guillermo Páez Alzate (“Pablo Sevillano”). Durante 2001 se destacan los siguientes hechos: en Barbacoas, guerrilleros pertenecientes al frente 29 de las Farc asesinaron a ocho personas; en el corregimiento Llorente en jurisdicción de Tumaco, integrantes del BLS asesinaron a ocho jornaleros, acusándolos de ser colaboradores de la insurgencia; en Samaniego, esta misma organización asesinó a cinco personas, entre ellas a un hermano de un comandante de las Farc en el Cauca y amenazaron con continuar con estas acciones en el municipio. En 2002, en diferentes lugares del sector Aldana de la vereda Camellones de Ipiales, integrantes del BLS asesinaron a cuatro personas; en la vereda Caunapi, ocho personas fueron ultimadas por integrantes del BLS; en la inspección Llorente, sitio El Pinde, guerrilleros del frente 29 de las Farc realizaron un retén ilegal, en el cual 5 personas fueron obligadas a bajar de un bus de servicio público y posteriormente fueron asesinadas. En 2004, la disminución de la violencia se produce en la medida en que las autodefensas logran el dominio sobre zonas claves a lo largo de la costa Pacífica y de los ríos Mira, Patía, Tapaje y Telembí. En 2005, pese a que el BLS se desmoviliza hacia mediados del año, la violencia se intensifica por cuenta de la pugna entre las Farc y estructuras armadas al servicio del narcotráfico en el norte del Valle, particularmente los Rastrojos, que se expresa especialmente en Ricaurte y Tumaco, donde las masacres y los asesinatos revelan la decisión de la guerrilla y el narcotráfico de lograr a sangre 164 y fuego el control de la carretera al mar y el puerto de salida para la droga que se produce en la costa pacífica nariñense92. El escalamiento de la confrontación y las manifestaciones de violencia, que afectan particularmente a la población indígena del suroccidente colombiano desde 1999, han producido múltiples manifestaciones de resistencia y la activación de mecanismos de defensa como la Guardia Indígena. Entre los hechos que generaron mayor conmoción, cabe destacar la masacre en la zona del río Naya, en los límites entre los departamentos del Cauca y Valle, cometida por el bloque Farallones de las Auc en abril de 2001, en represalia por la supuesta colaboración de los habitantes de la zona con una columna del Eln que había realizado varios secuestros colectivos en el departamento del Valle del Cauca. Tampoco se puede pasar por alto la fuerte intimidación que la guerrilla ha ejercido desde el mismo momento en que se produjeron las primeras manifestaciones de resistencia indígena. En efecto, a partir de marzo de 2002, se evidencia cómo la intensificación de la violencia dirigida contra los líderes indígenas se produce inmediatamente después de un momento de mayor activismo del movimiento de resistencia pacífica por parte de estas comunidades. Para terminar, cabe subrayar que en el suroccidente colombiano la disputa armada entre organizaciones al margen de la ley por el control de posiciones estratégicas sigue estando a la orden del día, con un impacto directo sobre la población civil que se encuentra en riesgo permanente. Para entender la dinámica de la violencia desencadenada por estos actores, basta observar los mapas adjuntos que representan la forma secuencial y consecutiva en que se cometen asesinatos y masacres. Así mismo, la observación cuidadosa del patrón de difusión espacial de esta violencia, demuestra que no se ha construido de manera caprichosa, sino que es el resultado de planes de control dirigidos hacia objetivos precisos. En la zona centro, se tiene en primer lugar el norte del Tolima, donde el avance de las autodefensa del Magdalena Medio lideradas por Ramón Isaza se produjo paralelamente con el aumento de la violencia en las zonas de influencia guerrillera a partir de 2001. De aquí que, en Mariquita se hayan cometido dos masacres, que en Falan las autodefensas hayan logrado un fuerte dominio en el corregimiento de Frías luego de producirse una masacre, que en Líbano fueran desaparecidos seis pescadores y 11 cazadores de los municipios Palocabildo y Falan, cuyos cadáveres fueron posteriormente hallados en fosas comunes en el corregimiento de Méndez (Armero - Guayabal) en enero de 92 Desde 2005 se tiene información de la Organización Nueva Generación (ONG), integrada por personal que no se desmovilizó con el bloque Libertadores del Sur y reclutados en el Putumayo y Valle. El surgimiento de esta organización coincide con la expansión de Wílber Varela, a través de los Rastrojos que se mueven desde su base en el Valle hasta la frontera con Ecuador pasando por Cauca, Nariño y Putumayo. Ver La costa pacífica de Nariño se convierte de la Tranquilandia de las Farc y paramilitares. El Tiempo, 29 de mayo de 2005; Aparecen 12 nuevos grupos “paras”. El Tiempo, 16 de octubre de 2005; Vicepresidencia de la República 2003. Así mismo, las autodefensas dirigen su acción violenta contra los líderes campesinos que habitan en la vereda Potosí de Cajamarca, ubicada en el Cañón de Anaime, en especial contra aquellos que participaron en el proceso de toma de tierras en el mes de marzo de 2003 en la finca “La Manigua”. Por su parte, las Farc a través del frente Tulio Varón, en 2001, realizaron una masacre de cuatro personas en la vereda Santa Rita del Líbano y en 2004 llevaron a cabo otra en la vereda La Trina de Falan. En el Viejo Caldas, las estructuras pertenecientes a las autodefensas con presencia en la región en el momento en que se inician las negociaciones de paz con el Gobierno son, por una parte, la que lidera Ramón Isaza con influencia sobre el Magdalena Medio caldense, municipios de Norcasia, Samaná, La Vi ctoria, Marquetalia, Pensilvania, Marulanda y Manzanares, y de otro lado, los frentes Cacique Pipintá y Mártires de Guática, pertenecientes al bloque Central Bolívar, con influencia en Caldas y Risaralda. La presencia de autodefensas registra antecedentes hacia mediados de la década de los noventa, cuando aparecen grupos en varios municipios sobre la cordillera occidental, entre los que se encuentran Quinchía, La Celia y La Virginia en Risaralda, así como Ríosucio en Caldas. El narcotráfico se extiende con fuerza en los años 2000 en un contexto determinado por la confluencia del agravamiento de la confrontación armada y la crisis cafetera que impide que los productores puedan responder a las crecientes exigencias económicas de los grupos guerrilleros. Muchos de los agentes afectados por la constante amenaza guerrillera contra sus vidas y patrimonios, decidieron vender sus tierras a quienes manifestaban gran interés en adquirirlas. En Risaralda, los grupos de autodefensa ampararon la compra masiva de tierras que realizan narcotraficantes en esta coyuntura93. Desde el año 2000, grupos de mafiosos de Pereira promueven la expansión de las estructuras armadas, contando con el apoyo de los sectores afectados por las presiones de la guerrilla. La expansión de las autodefensas en Caldas en los años 2000 se traduce en el incremento de la violencia en Samaná y Pensilvania, así como en Ríosucio, donde las comunidades indígenas que allí se encuentran establecidas han sido golpeadas en medio de la disputa por el dominio del territorio entre integrantes del frente Cacique Pipintá, estructura de las autodefensas que no se desmovilizó, y la columna Aurelio Rodríguez de las Farc. Las masacres que cobran el mayor número de víctimas entre 2001 y 2003 se registran principalmente en Samaná, revelando la elevada intensidad de la 93 De acuerdo con los trabajos del sociólogo Alejandro Reyes, los municipios donde la violencia ha sido especialmente alta son los que han experimentado la más fuerte expansión territorial del narcotráfico. En la región que se extiende entre el área al norte de Pereira y Cartago (Valle), que en Risaralda incluye los municipios de Pereira, La Virginia, Santa Rosa de Cabal, Dosquebradas y Marsella, ha habido inversiones en tierras por narcotraficantes que, en el caso de Marsella, llegan a concentrar el 80% de las tierras ganaderas. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH lucha entre las autodefensas del Magdalena Medio y el frente 47 de las Farc por el predominio. Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia En Cundinamarca, la expansión de las autodefensas se produce tras la ruptura de las conversaciones entre el gobierno de Andrés Pastrana y las Farc, en febrero 2002, momento en el que esta guerrilla desató una ofensiva en departamentos circundantes a la ZD, orientada al reconocimiento de su influencia a nivel local en el país. Esta táctica se expresó en Cundinamarca en un alto número de alcaldes y concejales amenazados y en el incremento de acciones contra la Fuerza Pública y de ataques contra infraestructura vial, energética y de comunicaciones. La respuesta de las autodefensas no se hizo esperar y a partir del mes de agosto comienzan a golpear a todo lo que percibían como apoyo de la guerrilla mediante el recurso a la violencia indiscriminada que se manifestó en el incremento de las muertes en La Palma, Viotá, Fusagasugá, Silvania, Nariño, Guataquí, Puí, San Juan de Rioseco, Chaguaní, Guaduas, Villeta, Nimaima, La Peña, Topaipí, Tausa, Sesquilé, Machetá, Gachetá, Gachalá y Medina. El incremento de los asesinatos en Cundinamarca y el patrón de continuidad que se observa en los mapas correspondientes a 2002 y 2003, obedece al desarrollo de la estrategia de las autodefensas orientada hacia su consolidación en Bogotá y en su zona periférica, mediante el establecimiento de una especie de herradura a su alrededor, con el fin de contener la expansión e influencia de las Farc. La irrupción de las autodefensas en Bogotá se produce desde los Llanos Orientales. A partir de 2002, las autodefensas de los Llanos se trazaron la meta de consolidar su presencia en la zona de Cazucá, en límites entre Bogotá y Soacha, en razón a que constituye un corredor de movilidad de las Farc que se desplazan desde el Sumapaz hacia Ciudad Bolívar y desde este sector salen a Soacha, Silvania y la región del Tequendama. En 2005 las Autodefensas Campesinas del Casanare, que no ingresan al proceso de paz y en cambio registran un acelerado proceso de recomposición y reclutamiento en Bogotá, entran a disputarle al frente Capital apéndice del bloque Centauros de las Auc el control de una serie de actividades ilegales muy rentables. Esta disputa provocó una vendetta en el Sanandresito de la 38, Kennedy, Puente Aranda, Mártires, San José y la Plaza España, que se expresó en el índice de homicidio de la ciudad94. En contraste con lo ocurrido en Bogotá, es importante anotar que en Medellín la disminución de la violencia desde 2003 se produjo luego de la terminación de una cruenta lucha entre el bloque Cacique Nutibara y el bloque Metro de las Auc por el control de sectores de la ciudad, que también estaban en disputa con la guerrilla. Cabe anotar que la desmovilización de las autodefensas en 94 De acuerdo con lo informado por las autoridades, las facciones del BC y las ACC se reparten las oficinas de cobro en el Sanandresito de la 38, Santa Fe, 7 de Agosto, Corabastos y Restrepo, que cuentan con al menos 300 hombres. El Tiempo, 30 de octubre de 2005. 165 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 la capital antioqueña y la caída de los asesinatos producidos por estas organizaciones han sido determinantes en la disminución registrada en la violencia a nivel nacional. En el oriente antioqueño, las autodefensas que tuvieron una presencia histórica a través del grupo que fue liderado por Ramón Isaza en el Magdalena, registraron un acelerado proceso de expansión con la irrupción de las Auc en 1997. A partir del mes de mayo de ese año, cuando se produjo una masacre que cobró la vida de 14 personas en la vereda La Esperanza de El Carmen de Viboral, el escalamiento de la violencia es resultado del avance de las Auc. Desde ese entonces, esta organización se enfrentó con el Eln y las Farc, principalmente dirigiendo sus acciones contra la población interpuesta. Ante el propósito de las Auc de lograr tener cierto dominio sobre los gobiernos locales, las Farc decidieron sabotear el proceso de elección de alcaldes y concejales de octubre de 1997. Las amenazas de muerte contra los candidatos en los municipios de Granada, La Unión, San Carlos, Concepción, Guatapé y San Rafael precipitaron la renuncia masiva de aspirantes a las alcaldías y concejos. El avance de las autodefensas se produjo desde El Carmen de Viboral hacia Marinilla y La Ceja. Una vez lograron asentarse en el oriente cercano, las autodefensas comenzaron a incursionar en la zona de Embalses particularmente en Granada y San Carlos. En la zona de Páramo, la expansión se produjo hacia Argelia y Sonsón. Como se puede observar en los mapas adjuntos, entre los años 1998 y 2001, la acción de las autodefensas en todos estos municipios se expresó en un incremento de las masacres y los asesinatos, pero es importante señalar que en San Carlos, San Luis y San Rafael las masacres también son ejecutadas por la guerrilla. A partir de 2002, los asesinatos y las masacres comienzan a disminuir, pero se destaca San Carlos por la persistencia que registra la violencia. Las contradicciones suscitadas, hacia comienzos del proceso de paz entre las autodefensas y el Gobierno, entre Carlos García (“Rodrigo Doble Cero”), al mando del bloque Metro de las Auc y Don Berna por el dominio de zonas, desencadenaron múltiples enfrentamientos que obligaron a los integrantes del bloque Metro a replegarse hacia San Roque, y a finales de 2003 reconocer la pérdida del control sobre los municipios donde habían ejercido influencia. Luego de vencer a Doble Cero, Don Berna se constituyó como el poder hegemónico en Medellín y el oriente antioqueño. En el noroccidente del país, se destaca la región de Urabá por haber vivido al ritmo de los avances y retrocesos de los protagonistas de la confrontación armada, lo que a su turno ilustra bastante bien cómo la lealtad de la población a los actores armados en Colombia tiene un carácter instrumental, que se hace y deshace según las ganancias y pérdidas territoriales. Desde la década de los ochenta, los narcotraficantes como los grupos de autodefensa y la guerrilla han hecho del Golfo de Urabá una zona vital en el desarrollo de sus propósitos, en cuanto se realiza de manera continua el tráfico de armas, droga y precursores químicos para su procesamiento, atributo que se refuerza por la importante 166 actividad bananera y ganadera. Las ACCU tuvieron un elevado protagonismo hasta 1991, año en que bajo el mando de Fidel Castaño se someten a la justicia. Hacia comienzos de los noventa, para evitar que los desmovilizados del Epl se hicieran a los cargos de elección popular y mantuvieran ascendencia en los sindicatos y las luchas sociales, las Farc adelantaron una campaña de exterminio contra los reinsertados que tuvo uno de sus momentos más álgido en 1994 con la masacre de la Chinita, en la que fueron asesinados 35 habitantes de este barrio de invasión de Apartadó. A partir de ese año, contando con el apoyo de muchos de los antiguos miembros del Epl asediados por las Farc, las ACCU experimentan un nuevo impulso que se expresa primero en el norte de Urabá. Al año siguiente se produce su incursión en el eje bananero; las masacres que se registran en Apartadó, Chigorodó, Necoclí y Turbo obligan la retirada de las milicias urbanas de las Farc. En 1996, se produjo la expansión hacia el Atrato y Paramillo, haciendo que las masacres y los asesinatos indiscriminados se incrementaran. Como resultado de la fuerte acción de las ACCU, en 1997 las Farc ya habían sido desterradas hacia la zona montañosa de Abibe y el área selvática del Urabá chocoano. En esta condición, el grupo guerrillero no dudó en aplicar una estrategia similar a la utilizada por las autodefensas, pues en su propósito de reconquistar el territorio realiza incursiones entre 1998 y 2000, en las que producen la muerte a personas consideradas redes de apoyo del grupo contrario, haciendo que redujera su influencia en algunos escenarios. Así mismo, esta guerrilla recurrió al terror con el fin de ampliar los corredores de acceso y penetrar el eje de las ACCU en Paramillo y la Serranía de Abibe en Córdoba. En 2001, las autodefensas emprenden una contraofensiva contra la Farc, convirtiendo al Nudo de Paramillo y los límites entre Urabá y Córdoba en el epicentro de la pugna entre estructuras irregulares, lo que a su vez genera una crisis humanitaria. A partir de 2002, la violencia, como se observa en los mapas adjuntos, comienza a descender paralelamente con la aparición del bloque Bananero en el Urabá antioqueño y del bloque Élmer Cárdenas en el Urabá chocoano, ambas estructuras pertenecientes a las Auc. Hasta el momento en que se produce la desmovilización de estas estructuras, no dejan de protagonizar enfrentamientos con las Farc. La disminución de la violencia ha sido muy importante en los últimos años, pese a que en la región persiste con gran dinamismo el narcotráfico y comienzan a emerger factores que han deteriorado la seguridad, tales como la delincuencia común, la amenaza de una incursión de la guerrilla y la aparición de nuevas estructuras bajo el mando de ex líderes de rango medio en las desmovilizadas Auc. El proyecto de recuperar a sangre y fuego los territorios dominados por la guerrilla en Urabá y Córdoba, se amplía al Occidente antioqueño y desde 1994 los grupos locales de autodefensa comienzan a recibir apoyo de las ACCU, con lo cual logran ampliar su radio de acción. La intensificación de la violencia en el Vicepresidencia de la República período 1996-2000, que coincide con la integración de los grupos de autodefensa locales a las Auc, produjo a nivel regional cambios notables en la confrontación. Mediante asesinatos, masacres, desplazamientos masivos, amenazas y desapariciones, las autodefensas se proponen la homogeneización del territorio, en tanto que la guerrilla busca mantener su predominio sobre corredores estratégicos. Como se observa con claridad en los mapas adjuntos, la violencia tiene un impacto claramente focalizado, en cuanto las acciones de los grupos de autodefensa se dirigen cuidadosamente hacia algunos escenarios, sin que se involucre el grueso de la región. La violencia que desencadena este actor lleva a que la tasa de homicidio se incremente notablemente en los casos de Uramita, San Jerónimo, Olaya y Dabeiba, así como también en Anzá, Santa Fe de Antioquia, Heliconia, Sopetrán, Cañasgordas, Frontino y Giraldo. Entre 2001 y 2005, como también se advierte en los mapas adjuntos, se produce una ostensible disminución de la violencia que sobrevino a la intensa disputa, una muestra de que las Auc logran el predominio. Particular interés tiene la muy significativa caída de la tasa de homicidio, superior al 60%, en la zona de Dabeiba, Frontino, Uramita, Cañasgordas y Giraldo. De modo similar, se reduce la intensidad de la violencia en Anzá, Heliconia y, Ebéjico, así como en Olaya, Liborina, Sopetrán y San Jerónimo, municipios del eje turístico y en Peque y Sabanalarga, del cañón del río Cauca. Los índices de homicidio también disminuyen en Armenia y Buriticá, pero en una proporción menor. Santa Fe de Antioquia es el único municipio de la subregión norte que registra un leve repunte en el índice de homicidio. Durante este lapso, el dominio de las Auc en Abriaquí y Frontino disminuye, limitándose al casco urbano de Frontino y sus inmediaciones, así como a los municipios de Giraldo, Cañasgordas y Uramita. En Dabeiba, los grupos armados irregulares logran una influencia relativa en la zona rural (sector nororiental del municipio, en inmediaciones del Nudo de Paramillo por parte de las Farc, y cabecera y cascos urbanos de algunos corregimientos por parte de las Auc). Desde Uramita, las Auc procuran taponar el corredor de Peque-Ituango, con el propósito de bloquear las fuentes de abastecimiento de las Farc. Por su parte, esta guerrilla busca el reforzamiento paulatino de sus estructuras, con la pretensión de conservar sus corredores de movilidad y el control sobre cultivos ilícitos. Es importante destacar la continuidad en la tendencia descendente de la violencia hacia el sur en Caramanta, Jericó, Concordia, Ciudad Bolívar, Támesis, Valparaíso y Fredonia, municipios donde las Auc habían logrado consolidar su presencia en el período 1996-2000. La tasa de homicidio que durante este período habían mostrado una leve disminución en Salgar, Venecia e Hispania, en los últimos cinco años se hace más notoria. En Urrao, si bien los niveles de violencia tienden a disminuir en los últimos años, la concentración de asesinatos sigue siendo alta y a partir de 2004 configura el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH principal foco a nivel regional. Evidentemente, la explicación a la persistencia de la violencia en este municipio tiene que ver con la prevalencia de la disputa por el territorio entre las Farc, que siguen teniendo una presencia importante, y las autodefensas que, hasta su desmovilización en 2005, llegan a tener dominio sobre las carreteras que permiten el acceso por un lado desde Concordia y Betulia y por otro desde Santa Fe de Antioquia y Caicedo. Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia En el Bajo Cauca, las Accu en su proceso de expansión desataron entre 1996 y 1997 una ola de asesinatos, desplazamientos masivos, incendio de viviendas y saqueos que tiene su expresión más crítica en el municipio de Ituango, donde se registraron en la vereda La Granja y el corregimiento El Aro, diferentes hechos de violencia que cobraron la vida de 19 personas. A partir del momento en que entran en acción las Auc, la región se convierte en uno de sus principales objetivos en el proyecto de expansión territorial y el denominado bloque Mineros, bajo el mando de Cuco Vanoy, el encargado de su consolidación. Los municipios bajo influencia de esta estructura, también registraron la presencia del bloque Central Bolívar, al mando de Carlos Mario Jiménez, conocido como Macaco. En el Bajo Cauca, el Eln protagoniza una cruenta disputa con las autodefensas que hacia la segunda mitad de los años noventa termina debilitando de manera crítica a la organización guerrillera en antiguos territorios bajo su influencia: Piamonte-Puerto Colombia, vía Cáceres-Zaragoza, vía Caucasia-Zaragoza. Las Accu en su proceso de expansión desataron entre 1996 y 1997 una ola de asesinatos, desplazamientos masivos, incendio de viviendas y saqueos que tiene su expresión más crítica en el municipio de Ituango, donde se registraron en la vereda La Granja y el corregimiento El Aro, diferentes hechos de violencia que cobraron la vida de 19 personas. De otra parte, en octubre de 1998, 84 personas murieron calcinadas a consecuencia de un incidente provocado por el Eln. En esta fecha, integrantes de la compañía “Cimarrón” del frente José Antonio Galán dinamitaron un tramo del Oleoducto Central de Colombia, ubicado a 34 kilómetros de Segovia, ocasionando el derramamiento de petróleo por el río Pocuné, al paso del caudal, una chispa originó una explosión que alcanzó a los habitantes de la población de Machuca. Los grupos de autodefensas, que se desmovilizaron entre finales de 2005 y comienzos de 2006, lograron extenderse por toda la región del Bajo Cauca, sembrando el terror y convirtiendo en blanco de su acción a todos aquellos que percibieron como bases de la subversión (dirigentes de izquierda, líderes sociales, sindicalistas, campesinos y trabajadores). En el trasfondo de la expansión de estos grupos se encuentran los intereses del narcotráfico dirigidos a amparar la concentración de grandes extensiones de tierra y la existencia de actividades ilegales. Hacia finales de la década del noventa, como se puede observar en la serie de mapas adjunta, la consolidación del dominio de los grupos de autodefensa en el Bajo Cauca se expresa en la disminución de la 167 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 violencia en El Bagre, Caucacia, Nechí, Zaragoza, Cáceres y Tarazá. A partir de 2000, la ocurrencia de enfrentamientos directos entre las autodefensas y las Farc, que a la postre resultaron ser más costosos para los primeros, así como el hecho de que las masacres en 2001 sean cometidas principalmente por la guerrilla en el propósito de recuperar el territorio, ponen de presente los cambios que experimenta la confrontación. La dinámica de la violencia muestra una tendencia ascendente a partir de 2004 por cuenta de la actuación de los grupos irregulares que en 2005 se refleja en el aumento de los índices de homicidios en varios de los municipios del Bajo Cauca y su entorno. La serie de mapas sobre la evolución de los asesinatos muestra cómo se produce un incremento de las muertes especialmente en Ituango, Tarazá, Cáceres, Caucasia, Valdivia y Anorí. La persistencia de los asesinatos selectivos en zonas de fuerte dominio de las autodefensas, donde se ha informado sobre la presencia de grupos emergentes y el nuevo escenario que muestra cómo la guerrilla de las Farc se ha impuesto la meta de volver a las zonas de donde fue desterrada, explican la tendencia ascendente de la violencia en esta región. En la costa Caribe, la gran expansión de las autodefensas se produce a partir de 1996, año en el que el modelo implantado por las ACCU en el noroccidente se comienza a extender a otras regiones del país. El propósito de dominar toda la costa, se fue cumpliendo de manera sistemática en la medida en que las autodefensas van estableciendo su presencia desde el golfo de Urabá hasta La Guajira, pasando por Córdoba, Bajo Cauca, Sur de Bolívar, sur de Cesar, Catatumbo y Perijá. La serie de mapas adjunta, que muestra cómo en estas zonas la violencia se concentra por momentos en focos específicos, a partir de los cuales se extiende hacia otros sitios, corrobora el desarrollo desde 1996 de la estrategia de copamiento territorial de las autodefensas. En la costa, se habían desarrollado desde los años ochenta múltiples estructuras que después harían parte del bloque Norte de las Auc. A partir de 1998, las Auc registran los avances más significativos desde las partes planas de los departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira hacia las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá, Atlántico y la ciudad de Barranquilla y no por casualidad las manifestaciones de violencia se comienzan a incrementar precisamente en estos escenarios. La expansión territorial y posterior consolidación de las Auc en la Costa se logró mediante la difusión del terror en las comunidades bajo la influencia de la guerrilla. El objetivo primordial apuntó a invertir las lealtades e imponerse como actor hegemónico, pero sobre todo buscaba generar incertidumbre, de tal manera que el carácter imprevisible de las acciones violentas, creara la expectativa sobre su posible repetición. En este contexto, la opción de la guerrilla consistió en replegarse, amenazar la gobernabilidad local y realizar acciones principalmente de sabotaje, 168 como se anotó anteriormente. En muy pocos casos, la guerrilla pudo responder a las autodefensas que lograron desarticular sus redes y penetrar en los cascos municipales a través de la conformación de apoyos propios. Por medio de la aplicación de la violencia masiva e indiscriminada se provocó, por un lado, el repliegue de la guerrilla y, por otro, el dominio sobre la población. Con buena parte de las redes de la guerrilla desarticuladas en su periferia y el repliegue de sus estructuras armadas hacia las partes más altas e inaccesibles de Sierra Nevada, la Serranía del Perijá, Montes de María y la Serranía de San Lucas, las autodefensas dieron el paso de una violencia indiscriminada a una violencia selectiva, cuidadosamente dirigida hacia objetivos específicos. La desmovilización de las estructuras del bloque Norte de las Auc y del bloque Central Bolívar en la costa se produce entre diciembre de 2004 y marzo de 2006. En la Sierra Nevada de Santa Marta han actuado múltiples organizaciones irregulares que protagonizan continuos enfrentamientos y una elevada violencia. En agosto del 2001, Salvatore Mancuso entra en la disputa por el control de la zona con los grupos de autodefensa local y para lograrlo, el bloque Norte (BN) de las Auc bajo su mando incorporó a la estructura liderada de vieja data por Adán Rojas. A partir de 2002 se producen múltiples masacres y enfrentamientos entre las facciones en disputa, que terminan plegándose al BN. Las Auc logran ingresar al área rural del municipio de Uribia en la alta Guajira y asumir el control de los corredores estratégicos para el tráfico ilegal que antes pertenecían a la etnia Wayu, con Jorge 40 como cabeza visible de las estructuras con presencia en la Sierra. La expansión de las Auc en la Sierra y sus estribaciones que, como se observa en los mapas adjuntos, produjo un alto número de masacres y asesinatos entre 2002 y 2003, estuvo claramente ligada a consideraciones estratégicas, entre las que se destacan afectar de manera crítica a la guerrilla, impidiendo su movilidad entre la Serranía del Perijá, la Sierra Nevada de Santa Marta y la Ciénaga grande del Magdalena, controlar el narcotráfico, el contrabando y la venta ilegal de gasolina; la protección de sectores azotados por la guerrilla; y dominar toda la costa, así como la frontera con Venezuela. Después de librarse la más fuerte disputa entre los grupos irregulares por el predominio, las Farc no tuvieron una opción distinta a la de replegarse en las zonas más altas de la Sierra y las autodefensas procedieron a desmovilizarse, todo lo cual se comienza a expresar en la disminución de la violencia, pese a que su nivel siga siendo alto en 2005. En Montes de María y la Serranía de San Lucas, escenarios de la región Caribe que también se destacan en los mapas por la elevada intensidad que adquiere la violencia, el patrón de concentración de las muertes se encuentra estrechamente ligado a la presencia de los grupos irregulares que pretenden lograr el control de corredores estratégicos, de zonas de avanzada y repliegue y de recursos económicos. Vicepresidencia de la República En el caso particular de Montes de María, las autodefensas desde 1996 adelantan en toda la región un proceso de incursión y posicionamiento territorial. En 1997, la fusión de grupos da origen al frente “Rito Antonio Ochoa”, cuya territorialidad coincide con la del frente “Héroes de Montes de María”, que bajo el mando de Diego Vecino se desmoviliza hacia mediados de 2005. El objetivo estratégico de la estructura armada liderada por Vecino se presenta de manera mucho más clara que en los grupos que lo precedieron, centrándose principalmente en posiciones de interés para el narcotráfico, como el paso por el Canal del Dique y la comunicación entre el río Magdalena y el Golfo de Morrosquillo. Aunque la región no es importante para cultivos de uso ilícito, sí lo es para el tráfico de droga producida en la Serranía de San Lucas y el Bajo Cauca antioqueño. Aprovechando la disposición del relieve y las numerosas corrientes que fluyen a los ríos San Jorge y Cauca y, finalmente, al río Magdalena, la coca procesada sale del país por el litoral Caribe. Esta estructura bajo el mando de Vecino adquirió especial protagonismo a partir de 1998, cuando comienza a realizar algunas de las masacres más sangrientas y numerosas que haya presenciado el país como las de El Salado (1997-2000), Toluviejo (1999), Chengue (2002), Pichilín, Ovejas (2002) y Macayepo (2002). A partir de 2000, la estrategia indirecta empleada por las Auc, encaminada a golpear a la guerrilla a través de la población interpuesta, se complementa con una serie de enfrentamientos armados, principalmente contra las Farc. Como se puede observar en los mapas adjuntos, la baja intensidad de la violencia producida por los grupos irregulares contra la población civil, registrada entre 1990 y 1995, se modificó ostensiblemente entre 1996 y 2002 con el incremento de las masacres y los asesinatos indiscriminados. Por su parte la guerrilla, para evitar la pérdida de posiciones con elevado valor estratégico, no se queda atrás, y a través de su accionar contribuye de manera ostensible a degradar la confrontación armada. La disputa entre las estructuras guerrilleras y de los grupos de autodefensa se explica, ante todo, por la búsqueda del control estratégico sobre puntos vitales para cada uno de los protagonistas del conflicto. La elevada intensidad que alcanza la violencia entre 1996 y 2002 en esta zona responde al propósito de los bandos en competencia de controlar posiciones geográficas y el sistema vial, en particular la carretera troncal que atraviesa la zona, pasando por los municipios de Sincelejo, Corozal, Los Palmitos, Ovejas, El Carmen de Bolívar, San Jacinto, San Juan Nepomuceno y Calamar, con ramales a San Pedro, Sincé, San Benito Abad, Toluviejo, Tolú, San Marcos, San Onofre, Zambrano, El Guamo, Mahates y María La Baja. Así mismo, son objeto de disputa armada los corredores naturales, como el Arroyo Alférez que atraviesa la región de occidente a oriente desde el municipio de Colosó en Sucre hasta Zambrano en Bolívar, pasando por El Carmen. Este último municipio es el objetivo más codiciado Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH en la disputa armada por cuanto es el centro económico más importante y resulta esencial en términos de logística y obtención de recursos por parte de los actores armados. Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia No obstante, la disminución a partir de 2002 de las muertes producidas por la violencia masiva e indiscriminada que se explica por la consolidación que las autodefensas logran entre el Golfo de Morrosquillo y las estribaciones de la Serranía de San Jacinto, se intensifica la violencia selectiva desde 2003 producida por los grupos de autodefensa y la guerrilla, cuidando las áreas bajo dominio de cada cual. Pasando al sur de Bolívar, es preciso señalar que si bien los inicios de los grupos de autodefensa en esta zona se remontan hacia mediados de los ochenta, estas estructuras sufrieron cambios muy importantes con la irrupción de las Auc en 1998. A partir de la entrada en acción de esta organización, comienza a dar cumplimiento a sus principales objetivos: recuperar el territorio bajo presión de la guerrilla mediante el enfrentamiento directo con los grupos subversivos; imponer su dominio, buscando el apoyo económico de las actividades rurales más dinámicas y captar el respaldo de los sectores sociales. Llevar a cabo estos objetivos exigió establecer dominio desde Barrancabermeja para poder conquistar el sur de Bolívar, y tomar el puerto petrolero implicó cercarlo y luego incursionar en el casco urbano. La estrategia se desarrolló sistemáticamente, aunque tardó más de cuatro años. En 1998, el frente sur de las Auc estableció unos pequeños asentamientos en Santa Rosa y Salvatore Mancuso y alias Popeye, lograron establecerse en el casco urbano de Simití y desde Magangué dirigirse hacia Tiquisio, Achí, Pinillos y Altos del Rosario. Entre 1998 y 1999, se produce un elevado incremento en los asesinatos, masacres, desapariciones, así como de los enfrentamientos directos en las zonas rurales. Los habitantes de los cascos urbanos rápidamente se desplazan, los cocaleros cambian de patrón, los mineros ilegales se refugian en la parte alta de la Serranía de San Lucas y algunas comunidades campesinas, como la del Valle del río Cimitarra, se asocian y se resisten al desplazamiento, incluso a costa de tener que pagar con la vida por esta decisión. En la franja del territorio que se prolonga a lo largo de las estribaciones orientales de la Serranía de San Lucas, desde Cantagallo en el sur y hasta Arenal en el norte, la disputa armada entre irregulares por la supremacía, quebró la unidad político administrativa de los municipios y subordinó las organizaciones comunitarias, los gobiernos locales y los partidos políticos a las decisiones de los grupos armados, de acuerdo con su territorialidad. En San Pablo, Simití, Santa Rosa y Cantagallo el bloque Central Bolívar logró controlar la zona plana, mientras que el Eln y las Farc tuvieron que replegarse hacia el piedemonte y la zona alta de la Serranía. De otro lado, en Morales, Ríoviejo y Arenal la preponderancia de la guerrilla decae, mientras que el BCB consolida los cascos urbanos, su periferia y la vega del río Magdalena, a través de los frentes Combatientes de la Serranía de San Lucas, 169 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Vencedores del Sur y Libertadores del Río Magdalena. Una vez culmina este proceso de consolidación, las estructuras del BCB se desmovilizan. Por último, cabe destacar que entre las ciudades de la costa, donde las autodefensas y el narcotráfico han tenido una clara incidencia en la violencia, sobresale Barranquilla. Los índices de homicidio de la capital del Atlántico siempre han estado muy por debajo de los de Riohacha, Santa Marta y Valledupar y por encima de los de Montería, Sincelejo y Cartagena. Es importante resaltar que a partir del año 2000, como consecuencia de la llegada del bloque Norte a la ciudad, las autodefensas comienzan a consolidar su dominio sobre ciertos mercados ilegales y algunos sectores de la administración pública, tal como se ha evidenciado con la desviación de recursos de las Administradoras del Régimen Subsidiado de Salud (ARS) y el control de juegos de azar como el chance. Así mismo, hay que tener en cuenta que, a través de una serie de enfrentamientos con las estructuras delictivas previamente existentes, el bloque Norte de las Auc, bajo el mando de Jorge 40, logró posicionarse en Barranquilla. Es en este contexto en el que se produce un incremento en las muertes violentas entre 2000 y 2003 en esta ciudad del Caribe. En el nororiente del país, la expansión de esta guerrilla se produce desde el Magdalena Medio y la cordillera santandereana y recibe también la influencia de frentes que se expandieron desde Arauca, pasando por el sur de Norte de Santander. Es importante señalar que el interés del Eln en tema del petróleo explica su presencia en la zona alrededor de las áreas de explotación y refinamiento en el Magdalena Medio santandereano y el recorrido del oleoducto por Norte de Santander y Cesar. Las Farc, por su lado, se expandieron desde el Magdalena Medio y desde la margen izquierda de la cordillera oriental, proviniendo desde el sur de Santander, buscando crear una cadena de frentes que tuviera como punto culminante la frontera con Venezuela. Su presencia que se remonta a los años ochenta, se fortaleció en la década de los noventa con el auge de la coca, lo que implicó restarle progresivamente protagonismo al Eln y disputar a las autodefensas el dominio de zonas de cultivos de uso ilícito y de corredores estratégicos. De esta manera, con la irrupción de las autodefensas los frentes del Eln, con mucha más tradición en el nororiente, fueron golpeados, mientras que las Farc se expandieron y adquirieron más fuerza que los anteriores. En los orígenes de las autodefensas se encuentra una variada gama de agrupaciones que desde el Magdalena Medio, se expandieron de sur a norte, principalmente en los años ochenta y la primera mitad de la década de los noventa. Un punto de ruptura muy importante es el surgimiento de las Auc en 1997, que se expresó en que las agrupaciones locales empezaron a ser presionadas por organizaciones de mayor peso regional y fueron cada vez más influenciadas por la expansión del narcotráfico. En un principio, las Auc aparecían como el eje articulador de estas agrupaciones y en buena medida, se le atribuyó a 170 Castaño la expansión inicial. Sin embargo, la preponderancia del narcotráfico llevó al relevo de comandantes y a dar forma al bloque Central Bolívar (BCB). La violenta incursión y la rápida consolidación de este bloque en Barrancabermeja a principios de los años 2000, que por muchos años estuvo presionada por muy variadas agrupaciones de autodefensa, hicieron que se consolidara como la nueva estructura dominante en la región. Ernesto Báez, representante de las viejas facciones de autodefensas en el Magdalena Medio, poco a poco apareció como su vocero político y Julián Bolívar y Macaco como sus principales cabecillas. En los cinco años que antecedieron su desmovilización a comienzos de 2006, el bloque Central Bolívar extendió su presencia desde el Magdalena Medio santandereano hacia el sur de Bolívar y tuvo alguna influencia en el sur del Cesar y en algunos puntos de Norte de Santander, en la provincia de Ocaña y el Catatumbo, aunque con una fuerza mucho menor que el bloque Norte de las Auc (BN). El BN, como ya se dijo, desde la segunda mitad de la década de los noventa y hasta su desmovilización en marzo de 2006, tuvo una gran influencia en amplios sectores de la costa Caribe, se desplazó por el río Magdalena y desde el norte del Cesar y la Serranía del Perijá. En las zonas más planas del norte del Cesar, su influencia fue muy marcada y así mismo sostuvo disputas con la guerrilla en las estribaciones de la Serranía del Perijá, situación que se prolongó hasta la Serranía de los Motilones, en Norte de Santander y la cordillera oriental, en límites entre Norte de Santander y Cesar. El BN ingresó a la provincia de Ocaña e hizo presencia en municipios como El Carmen, Convención, Teorama, Ocaña, San Calixto y Ábrego, donde se enfrentó con las estructuras del Eln y donde también sostuvo disputas con las Farc por el dominio de los cultivos de coca. Por otro lado, Salvatore Mancuso, desde 1999 incursiona en Norte de Santander, a través del bloque Catatumbo de las Auc, interesado no sólo en entrar a disputarle a la guerrilla el dominio sobre la actividad coquera, sino también en controlar los puntos de cruce de contrabando y tráfico de droga en la frontera con Venezuela, todo lo cual se expresa en la acción violenta y sistemática sobre tres frentes: Tibú y El Tarra en Catatumbo; Cúcuta, Villa del Rosario y El Zulia en el centro del departamento; y Labateca y Toledo en el Sarare. Estos tres frentes configuran un corredor geográfico continuo entre el Catatumbo, el área metropolitana de Cúcuta y la región del Sarare. Salta a la vista el propósito de controlar los puntos neurálgicos del sistema de comunicación terrestre del departamento que se articula a través de los tres frentes identificados. La consolidación del corredor geográfico entre el Catatumbo y el Sarare obedece al propósito de movilizar la fuerza necesaria para realizar incursiones en Arauca y cerrar el paso de la guerrilla desde este departamento hacia Norte de Santander. Tal y como se observa en los mapas adjuntos, el desarrollo de la estrategia de las Auc, se expresa en estos ejes entre 1999 y 2002 en el incremento de las masacres y los asesinatos y por consiguiente en la elevación de los índices de homicidio. El avance de las autodefensas se manifiesta en el patrón de difuVicepresidencia de la República sión de la violencia hacia nuevos escenarios a partir de las posiciones que se van consolidando. En el Catatumbo, las acciones que se habían concentrado en La Gabarra se extienden a Sardinata, sur de Tibú y El Tarra. Se intensifican las acciones en Cúcuta, extendiéndose también a Puerto Santander. Adicionalmente, con el propósito de consolidar el corredor entre Cúcuta y el Sarare aparece un nuevo frente en Chinácota, y de otro lado, San Calixto comienza a registrar la actuación de las autodefensas, evidenciando su intención de abrir el corredor Catatumbo-Cúcuta hacia la Provincia de Ocaña y de esta forma poder consolidar el dominio ejercido por las Auc desde el sur de Cesar. Entre tanto, las Farc comienzan a liderar una serie de acciones contra las autodefensas en la región del Catatumbo, con el propósito de reconquistar esta zona estratégica. la pequeña delincuencia, proceso muy violento que tiene su momento más álgido en 2002. Mediante la acción de sus estructuras urbanas, las autodefensas lograron una participación significativa en el contrabando, el tráfico ilegal de vehículos robados, el lavado de dólares y el cambio de divisas; incluso llegan a incidir en los negocios de prostitución, venta de licor y chance, redes ilegales articuladas en su totalidad por las autodefensas en conexión con el narcotráfico. La expansión de las Auc se produjo principalmente a los barrios de estratos populares, donde ganaron el dominio sobre redes de informantes conformadas por algunos celadores y unos cuantos comerciantes, tenderos y transportadores95. En estos sectores, sus ingresos provienen del cobro de cuotas a cambio de seguridad. A partir del recurso a la intimidación y la violencia, limitaron el accionar de la pequeña delincuencia. La disminución de la violencia a partir de 2002 es resultado de un acuerdo tácito de división del territorio entre las Auc y las Farc. Una masacre cometida por las Farc en la Gabarra hacia mediados de 2004, que cobra la vida 34 recolectores de coca al servicio del bloque Catatumbo de las Auc, rompe la tregua y pone de presente las firmes intenciones de las Farc de retomar el dominio territorial, donde el bloque Catatumbo actuó hasta diciembre de 2004, cuando bajo el mando de Mancuso, éste se desmovilizó en Tibú. En 2005, la intensificación de los asesinatos que se produce en el sur de Cesar tendría explicación en la disputa entre las estructuras del bloque Central Bolívar y el bloque Norte de las Auc, que si bien no era abierta, sí se expresa en asesinatos de parte y parte. Cabe señalar que en particular Aguachica se constituyó en un espacio de encuentro entre estas dos facciones de las autodefensas, que corresponde al eje económico de la región. El panorama observado en Cúcuta, no es muy distinto al registrado en las ciudades de la Costa. La incursión de las autodefensas en la capital norte santandereana se produjo desde finales de la década de los noventa, coincidiendo con el notable incremento de cultivos ilícitos en la región del Catatumbo. A partir de 2003, las Auc entraron en la fase de consolidación de su presencia. Además de desplazar a la guerrilla de los barrios, lograron también apropiarse de las redes construidas por el Eln desde mediados de los años ochenta. Así mismo, se apropiaron de las redes del crimen organizado y neutralizaron Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia En síntesis, la evidencia que se presenta en las series de mapas adjuntas, ha permitido identificar la existencia de patrones en la dinámica espacial de la violencia producida en medio de la confrontación, con lo cual se corrobora la existencia de planes cuidadosamente dirigidos hacia el dominio sobre zonas con elevado valor estratégico para los actores armados. En concordancia con los movimientos y el desarrollo de las estrategias de los actores organizados, se mostrará en la última sección de este estudio la existencia, en períodos específicos, de una elevada correspondencia entre los patrones geográficos de la violencia organizada y la dinámica espacial de la violencia global del país. 95 Infiltración de las Auc en empresas ilegales de vigilancia de Cúcuta. El Tiempo, 17 de octubre de 2004. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 171 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de los asesinatos cometidos por grupos organizados según departamentos Gráfico 3.2.1 Antioquia Valle Norte de Santander Cesar Cundinamarca Meta Cauca Santander Magdalena Arauca Casanare Tolima La Guajira Huila Sucre Bolívar Córdoba Caldas Risaralda Atlántico Boyacá Nariño Chocó Caquetá Putumayo Quindío Guaviare 0 500 1.000 2001-2005 1.500 2.000 1996-2000 2.500 3.000 3.500 4.000 1991-1995 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 172 Vicepresidencia de la República Evolución de los asesinatos cometidos por grupos organizados según departamentos Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Gráfico 3.2.2 Norte de Santander Valle Antioquia Meta Arauca Cauca Huila La Guajira Cundinamarca Casanare Cesar Sucre Magdalena Tolima Atlántico Risaralda Bolívar Caldas Boyacá Nariño Chocó Quindío Putumayo Santander Caquetá Córdoba Vichada Guaviare 0 500 2003-2005 1.000 2000-2002 1.500 1997-1999 2.000 1994-1996 2.500 1991-1993 3.000 3.500 1988-1990 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 173 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de las víctimas de masacres según departamentos Gráfico 3.2.3 Antioquia Valle Cundinamarca Norte de Santander Cesar Magdalena Cauca Santander Bolívar Meta La Guajira Córdoba Tolima Sucre Chocó Caquetá Boyacá Caldas Nariño Putumayo Huila Casanare Risaralda Arauca Atlántico Quindío Guaviare 0 200 400 2001-2005 600 1996-2000 800 1.000 1.200 1.400 1991-1995 Fuente: Policía Nacional / Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 174 Vicepresidencia de la República Evolución de las víctimas de masacres según departamentos Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Gráfico 3.2.4 Antioquia Norte de Santander Valle Cesar Cauca Magdalena Cundinamarca Bolívar Chocó Santander Córdoba Sucre La Guajira Nariño Caldas Meta Tolima Huila Arauca Caquetá Casanare Atlántico Risaralda Boyacá Putumayo Guaviare Quindío 0 200 2003-2005 400 2000-2002 600 1997-1999 800 1994-1996 1.000 1.200 1991-1993 Fuente: Policía Nacional / Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 175 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Cambio en las víctimas de masacres según departamentos Gráfico 3.2.5 Antioquia Norte de Santander Cesar Magdalena Cauca Bolívar Chocó Santander Córdoba Sucre La Guajira Nariño Caldas Valle Tolima Cundinamarca Huila Meta Atlántico Guaviare Caquetá Risaralda Casanare Quindío Vichada Guainía Putumayo Boyacá Arauca 0 200 400 2003-2005 600 800 1.000 1.200 2000-2002 Fuente: Policía Nacional / Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 176 Vicepresidencia de la República Cambio en los asesinatos de civiles según departamentos Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Gráfico 3.2.6 Antioquia Cesar Cauca Magdalena Santander Tolima Bolívar Caldas Chocó Córdoba Nariño Caquetá Guainía Vuapés San Andrés Amazonas Guaviare Vichada Putumayo Quindío Boyacá Risaralda Atlántico Sucre Casanare Cundinamarca La Guajira Huila Arauca Meta Valle Norte de Santander 0 500 1.000 2003-2005 1.500 2.000 2.500 3.000 2000-2002 Fuente: Policía Nacional / Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 177 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1990 Asesinatos Mapa 3.2.1 A Masacres Mapa 3.2.1 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 178 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1991 Asesinatos Mapa 3.2.2 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Masacres Mapa 3.2.2 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 179 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1992 Asesinatos Mapa 3.2.3 A Masacres Mapa 3.2.3 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 180 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1993 Asesinatos Mapa 3.2.4 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Masacres Mapa 3.2.4 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 181 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1994 Asesinatos Mapa 3.2.5 A Masacres Mapa 3.2.5 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 182 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1995 Asesinatos Mapa 3.2.6 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Masacres Mapa 3.2.6 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 183 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1996 Asesinatos Mapa 3.2.7 A Masacres Mapa 3.2.7 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 184 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1997 Asesinatos Mapa 3.2.8 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Masacres Mapa 3.2.8 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 185 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1998 Asesinatos Mapa 3.2.9 A Masacres Mapa 3.2.9 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 186 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 1999 Asesinatos Mapa 3.2.10 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Masacres Mapa 3.2.10 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 187 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 2000 Asesinatos Mapa 3.2.11 A Masacres Mapa 3.2.11 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 188 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 2001 Asesinatos Mapa 3.2.12 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Masacres Mapa 3.2.12 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 189 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 2002 Asesinatos Mapa 3.2.13 A Masacres Mapa 3.2.13 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 190 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 2003 Asesinatos Mapa 3.2.14 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Masacres Mapa 3.2.14 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 191 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 2004 Asesinatos Mapa 3.2.15 A Masacres Mapa 3.2.15 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 192 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de las víctimas de asesinatos y masacres 2005 Asesinatos Mapa 3.2.16 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Masacres Mapa 3.2.16 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 193 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 194 Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia 195 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1990 Alcaldes Mapa 3.2.17 A Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.17 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 196 Vicepresidencia de la República Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1991 Alcaldes Mapa 3.2.18 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.18 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 197 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1992 Alcaldes Mapa 3.2.19 A Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.19 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 198 Vicepresidencia de la República Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1993 Alcaldes Mapa 3.2.20 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.20 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 199 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1994 Alcaldes Mapa 3.2.21 A Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.21 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 200 Vicepresidencia de la República Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1995 Alcaldes Mapa 3.2.22 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.22 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 201 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1996 Alcaldes Mapa 3.2.23 A Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.23 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 202 Vicepresidencia de la República Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1997 Alcaldes Mapa 3.2.24 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.24 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 203 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1998 Alcaldes Mapa 3.2.25 A Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.25 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 204 Vicepresidencia de la República Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 1999 Alcaldes Mapa 3.2.26 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.26 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 205 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 2000 Alcaldes Mapa 3.2.27 A Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.27 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 206 Vicepresidencia de la República Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 2001 Alcaldes Mapa 3.2.28 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.28 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 207 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 2002 Alcaldes Mapa 3.2.29 A Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.29 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 208 Vicepresidencia de la República Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 2003 Alcaldes Mapa 3.2.30 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.30 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 209 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 2004 Alcaldes Mapa 3.2.31 A Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.31 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 210 Vicepresidencia de la República Asesinatos de representantes de la autoridad civil de los municipios 2005 Alcaldes Mapa 3.2.32 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Miembros de concejos y personeros Mapa 3.2.32 B Departamento Municipio Fuente: Federación Colombiana de Municipios, FCM / Federación Nacional de Concejos, Fenacon. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 211 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 212 Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia 213 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de sindicalistas e indígenas 2000 Sindicalistas Mapa 3.2.33 A Indígenas Mapa 3.2.33 B 1-2 3-4 5-13 Departamento Municipio Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 214 Vicepresidencia de la República Asesinatos de sindicalistas e indígenas 2001 Sindicalistas Mapa 3.2.34 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Indígenas Mapa 3.2.34 B 1-2 3-4 5-12 Departamento Municipio Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 215 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de sindicalistas e indígenas 2002 Sindicalistas Mapa 3.2.35 A Indígenas Mapa 3.2.35 B 1-2 3-4 5-12 Departamento Municipio Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 216 Vicepresidencia de la República Asesinatos de sindicalistas e indígenas 2003 Sindicalistas Mapa 3.2.36 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Indígenas Mapa 3.2.36 B 1-2 3-4 5 Departamento Municipio Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 217 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Asesinatos de sindicalistas e indígenas 2004 Sindicalistas Mapa 3.2.37 A Indígenas Mapa 3.2.36 B 1-2 3-4 5-6 Departamento Municipio Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 218 Vicepresidencia de la República Asesinatos de sindicalistas e indígenas 2005 Sindicalistas Mapa 3.2.38 A Capítulo 3 Geografía de los asesinatos de civiles cometidos por actores organizados de violencia Indígenas Mapa 3.2.38 B 1-2 3-4 5 Departamento Municipio Fuente: Ministerio de Protección Social / Fecode / CUT / Policía Nacional / ENS / Observatorio de D.H y DIH. Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH 219 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 222 Vicepresidencia de la República 4. Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Se ha sugerido a lo largo del estudio que la dinámica de los homicidios en Colombia tiene una estrecha relación con la confrontación armada y los actores organizados al margen de la ley que desatan situaciones de violencia que persisten en sitios específicos y luego se desplazan hacia otros lugares. Esta interpretación se refuerza en esta sección, cuyo objetivo principal consiste en establecer en qué medida las tendencias y los patrones espaciales observados en la dinámica de la violencia global (homicidios según la fuente Policía Nacional) corresponden con las tendencias y los patrones geográficos que se presentan en la evolución de las muertes producidas por organizaciones que actúan al margen de la ley y la confrontación armada (asesinatos y bajas de acuerdo con la fuente Departamento Administrativo de Seguridad, Das. combatientes y particularmente en que se registra, en los últimos años, mayor aumento en la participación de víctimas civiles. 4.1. Relación entre la dinámica de los homicidios y las muertes producidas en la confrontación armada y por actores organizados de violencia La evidencia que se presenta en los gráficos 4.1.2 y 4.1.3 muestra la existencia de una muy fuerte relación entre la dinámica de la confrontación y la evolución de los homicidios. En efecto, desde mediados de la década del ochenta y hasta 1992, el incremento de las acciones propias de la confrontación armada y de las víctimas que se registran entre sus protagonistas, se producen paralelamente con el crecimiento de los homicidios. Posteriormente, entre 1993 y 1998, la tendencia decreciente en la intensidad de la confrontación y en las bajas que produce, se expresa en la disminución de los homicidios. A partir de 1999 el escalamiento de la confrontación se produce paralelamente al crecimiento de los homicidios y al llegar a su pico más elevado en 2002 produce los niveles máximos de muertes entre sus protagonistas. La relación que A pesar de que prevalece en el país la creencia de que la participación de las muertes que produce la confrontación armada y las que comenten los actores organizados de violencia es marginal e irrelevante dentro del conjunto de los homicidios registrados en el país96, una estimación a partir de los datos disponibles, que se presenta en el gráfico 4.1.1, muestra cómo dicha participación, que en 1990 representa el 21%, posteriormente cae a sus niveles más bajos entre 1995 y 1996 con el 11%, y a partir de 1997 va aumentando, al punto que en 2005 alcanza el 42%. La tendencia creciente en la degradación de la confrontación se expresa en que durante todos los años el porcentaje de civiles asesinados supera el que corresponde a las bajas producidas entre los 96 La supuesta irrelevancia de la violencia organizada en el país es una idea que subsiste en la medida en que no se tiene en cuenta que la cuantificación de las víctimas que produce, como se ha insistido en este estudio, adolece de un subregistro. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Entre 1990 y 2005, en promedio por año por cada combatiente muerto fueron asesinados 1.6 civiles. En efecto, mientras hubo 33.652 muertos entre integrantes de los grupos irregulares y miembros de la Fuerza Pública como resultado de la confrontación, fueron asesinados 53.245 civiles a manos de organizaciones armadas al margen de la ley. Cabe mencionar que los años en los cuales la relación de civiles asesinados por cada protagonista de la confrontación caído es mayor al promedio anual, son: 1990 y 1991 con 2.34, 1998 con 2.10, 1999 con 1.96, 2000 con 1.87, 2001 con 1.90 y 2005 con 1.86.97 97 Un estudio reciente, que se ciñe a un conteo conservador de las muertes producidas en la confrontación y por organizaciones armadas al margen de la ley a partir de información de prensa, concluye que éstas estarían representando en los últimos años entre el 15 y el 25% del total de homicidios, que la relación entre combatientes y civiles muertos es prácticamente de uno a uno y que a partir de 2002 el número de combatientes caídos es mayor al de civiles asesinados, al punto que en 2004 la relación es de cuatro por uno. Francisco Gutiérrez “Tendencias de los homicidios políticos en Colombia 1975-2004: una discusión preliminar” en Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), Nuestra guerra sin nombre, Transformaciones del conflicto en Colombia, Bogotá, Editorial Norma, 2006. 223 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 evidentemente existe entre la dinámica de la confrontación y los cambios en los homicidios, permite afirmar que la tendencia descendente que desde 2003 se impone en la violencia global del país se explica, entre otros factores, por la desaceleración que a partir de este año se produce en ritmo de la confrontación armada y su posterior caída. Desde otra perspectiva, el gráfico 4.1.4 muestra que las tendencias en la evolución de los asesinatos de civiles cometidos por las organizaciones armadas al margen de la ley corresponden en buena medida con las tendencias en los homicidios. De manera que la intensificación de las muertes causadas principalmente por el narcotráfico y los grupos de autodefensa, en ascenso hasta 1991, explica el crecimiento de los homicidios. A partir de 1992 la caída de los asesinatos cometidos por las organizaciones al margen de la ley, y en particular por las autodefensas que se someten a la justicia, presionan la disminución de los homicidios. La reactivación de las autodefensas y los avances territoriales que se producen en 1996 corresponden con un repunte en los homicidios en este año, pero es primordialmente el incremento de la violencia desatada por este actor durante las negociaciones llevadas a cabo durante el gobierno Pastrana con las Farc, lo que explica la tendencia creciente de los homicidios entre 1999 y 2002. 224 Si bien es cierto que la importante reducción registrada en los homicidios a partir de 2003 es resultado de la conducta de los grupos de autodefensa que en el marco del proceso de paz con el gobierno dejan de recurrir a las masacres, no se puede perder de vista que los grupos que no se desmovilizaron, las nuevas estructuras que emergen en algunos escenarios fuertemente ligados al narcotráfico y la guerrilla que se ha propuesto retomar el control sobre los espacios donde las autodefensas tuvieron presencia, incrementan los asesinatos al punto que en 2005 se registra uno de los niveles más elevados de violencia producida por actores organizados. Todo lo dicho hasta aquí se plasma en los gráficos 4.1.5 y 4.1.6 que comparan, desde las perspectivas distintas que ofrecen las cifras absolutas y las tasas, la evolución de los homicidios y de los asesinatos y bajas. En la comparación planteada en estos dos gráficos se advierte la elevada correspondencia entre las tendencias de la violencia global del país y las muertes producidas entre los protagonistas de la confrontación y por las organizaciones armadas. La correspondencia resulta tan significativa que lleva a afirmar que los cambios en las tendencias de los homicidios son resultado de la dinámica que imponen las muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas al margen de la ley. Vicepresidencia de la República Evolución de la participación de los asesinatos y las bajas en el total de homicidios Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Gráfico 4.1.1 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Asesinatos Bajas causadas mutuamente entre las FF.AA y los grupos irregulares Otros homicidios Fuente: Policía Nacional / Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 225 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de la evolución de la intensidad de la confrontación y los homicidios 35.000 3.500 30.000 3.000 25.000 2.500 20.000 2.000 15.000 1.500 10.000 1.000 5000 ACCIONES Y COMBATES HOMICIDIOS Gráfico 4.1.2 500 0 0 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 Homicidios 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Intensidad de la confrontación Fuente: Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 226 Vicepresidencia de la República Comparativo de la evolución del homicidio y las bajas producidas en la confrontación Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Gráfico 4.1.3 4.500 35.000 4.000 30.000 3.500 25.000 20.000 BAJAS 2.500 2.000 15.000 HOMICIDIOS 3.000 1.500 10.000 1.000 5.000 500 0 0 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Bajas causadas mutuamente entre las FF.AA y los grupos irregulares 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Homicidios Fuente: Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 227 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de la evolución de los homicidios y los asesinatos cometidos por actores organizados de violencia Gráfico 4.1.4 6.000 35.000 30.000 5.000 25.000 20.000 3.000 15.000 HOMICIDIOS ASESINATOS 4.000 2.000 10.000 1.000 5.000 0 0 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 Asesinatos 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Homicidios Fuente: Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 228 Vicepresidencia de la República Comparativo de la evolución de los homicidios y los asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Gráfico 4.1.5 35.000 10.000 9.000 30.000 8.000 ASESINATOS Y BAJAS 6.000 20.000 5.000 15.000 4.000 3.000 HOMICIDIOS 25.000 7.000 10.000 2.000 5.000 1.000 0 0 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 Asesinatos y bajas 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Homicidios Fuente: Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 229 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de las tasas de homicidios y de asesinatos y bajas Gráfico 4.1.6 25 90 80 20 70 15 50 40 HOMICIDIOS ASESINATOS Y BAJAS 60 10 30 20 5 10 0 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 Tasa asesinatos y bajas 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Tasa homicidio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 230 Vicepresidencia de la República 4.2. Correspondencia entre la geografía de los homicidios y de las muertes producidas en la confrontación armada y por actores organizados de violencia A partir de la comparación entre la distribución departamental, por una parte, de los homicidios registrados en el país y, por otro lado, de las muertes que se originan en la confrontación y las organizaciones armadas, se descubre en los gráficos 4.2.1 y 4.2.2 que los escenarios de mayor concentración en ambos casos son prácticamente los mismos. De aquí que Antioquia sea el departamento que en cada caso concentre alrededor de la cuarta parte de las muertes. Así mismo, se tiene que otras dos cuartas partes de las muertes registradas en cada ámbito ocurren simultáneamente en Norte de Santander, Valle, Meta, Cundinamarca, Cesar, Santander, Cauca, Tolima, Magdalena, Bolívar, Huila y Caquetá. Es importante señalar que en Casanare y Arauca pese a que la concentración de muertes producidas en la confrontación y por organizaciones armadas es elevada, no resulta significativa en términos de la violencia global. También hay que tener en cuenta que la concentración de homicidios que es alta en Caldas y Risaralda no lo es tanto en el ámbito de las muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas. En algunos periodos se puede establecer una relación entre el incremento de las muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas y el crecimiento de la violencia global en los departamentos. En efecto, el aumento de las muertes en el primer ámbito entre 1997 y 1999 pero particularmente entre 2000 y 2002 jalona los homicidios en Antioquia, Valle, Cundinamarca, Norte de Santander, Santander, Tolima, Magdalena, Cesar, Meta, Cauca, Nariño, Huila, Bolívar, Caquetá, Arauca, Casanare y Sucre. De otra parte, si bien es cierto que entre 2003 y 2005 los homicidios se reducen en más de la mitad de los departamentos del país, como se puede observar en el gráfico 4.2.3, en otros diez la tendencia es inversa y en ocho de ellos el aumento se asocia al ascenso de las muertes que producen la confrontación y los actores organizados de violencia. En efecto, como se aprecia en el gráfico 4.2.4, en Atlántico, Meta, La Guajira, Arauca, Putumayo, Boyacá, Amazonas y Vaupés la tendencia registrada es creciente en los últimos tres años. Cabe destacar que Antioquia, que es el departamento que mayor incidencia, tiene en la reducción de los homicidios a nivel nacional entre 2003 y 2005, al mismo tiempo presenta una considerable disminución en los asesinatos y las bajas, como se deduce de la comparación de los dos gráficos antes mencionados. Así mismo, se advierte una caída de las muertes en los dos ámbitos considerados en Cundinamarca, Caldas, Santander, Risaralda, Cesar, Tolima, Magdalena, Cauca, Bolívar, Córdoba, Chocó y Guaviare. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos También hay que mencionar a Norte de Santander, Valle, Casanare, Huila, Sucre, Caquetá, Quindío y Vichada, departamentos donde no obstante que las muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas al margen de la ley aumentan, los homicidios se inscriben en la tendencia descendente que se impone en la mayoría de los departamentos del país. De igual forma llaman la atención los departamentos de Nariño y Guainía por ser los únicos donde a pesar de que los asesinatos y las bajas se reducen en los últimos tres años, los homicidios presentan una tendencia ascendente. Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global De otra parte, en la serie comprendida entre los mapas 4.2.1 y 4.2.16, donde se establece una comparación entre la distribución geográfica de los homicidios y las muertes producidas en la confrontación y por los actores organizados de violencia, se observa la existencia de correspondencia entre los patrones de concentración en cada ámbito. La relación adquiere especial significado a partir de 1998, mostrando que el patrón de concentración de los homicidios presenta una elevada correspondencia con el de las víctimas de la confrontación y las organizaciones armadas ilegales. La difusión espacial de los homicidios, como se aprecia en la serie de mapas adjunta, se produce sobre todo en los últimos años en concordancia con la expansión de la confrontación y los actores organizados de violencia. Recurriendo al análisis espacial es posible identificar los patrones de difusión de la violencia producida por la confrontación y las organizaciones armadas que a partir de unos focos se contagia a zonas contiguas.98 Estos patrones se expresan de igual forma en el incremento y expansión contagiosa de los homicidios, lo cual pone al descubierto la elevada incidencia que tienen la confrontación y las organizaciones armadas en la dinámica espacial de la violencia global en Colombia. Los resultados de trabajos que realizan pruebas econométricas corroboran lo que se colige a partir de los mapas adjuntos, que la confrontación y la actuación de organizaciones armadas por fuera de la ley determinan la dinámica de la violencia global del país. Esto ocurre porque la difusión de la actividad de los grupos irregulares, que se inicia con un choque sobre la tasa de homicidios en un lugar específico, se transmite espacial y temporalmente, elevando la tasa de homicidios tanto de la unidad espacial local como la de los vecinos.99 98 En la presentación se señaló que los patrones de expansión de la violencia pueden clasificarse de dos formas: a) relocalización, cuando la violencia deja una región y se ubica en otra. Es decir que se produce un desplazamiento por causas que podrían obedecer al aumento de la presencia de fuerza pública, el agotamiento de las rentas ilegales o la consolidación territorial por parte de un actor ilegal; b) difusión, cuando la violencia se expande desde un foco hacia zonas contiguas, pero en el foco persiste la violencia (Cohen y Tita, 1999). 99 La metodología de análisis espacial del estudio de Sánchez, Díaz y Formisano, 2002 corrobora la existencia de una fuerte correlación espacial entre los indicadores de la confrontación y los de violencia, y muestra que los cambios en los indicadores de violencia, a nivel local o de grupos de municipios vecinos, están precedidos por la actividad de grupos armados ilegales. 231 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Este hallazgo es fundamental porque muestra la imposibilidad de establecer una separación entre los homicidios producidos por la confrontación y los actores organizados de violencia y los homicidios comunes, y lleva la explicación de la violencia a una causa principal. El establecimiento de la falsa separación ha conducido a explicar los altos índices de homicidios en Colombia como producto de múltiples causas entre las que se destacan “la cultura de la violencia”, “las condiciones objetivas” o la “intolerancia” de los colombianos, como se discutió en la primera parte del estudio. Los patrones de difusión espacial que se reconocen en los mapas 4.2.1.A a 4.2.16.A que distribuyen las muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas se pueden asociar con los que se observan en los mapas 4.2.1.B a 4.2.16.B que distribuyen los homicidios. Si bien no necesariamente coinciden el tamaño de los focos y la magnitud de la difusión, sí existe una correspondencia en cuanto a las regiones y periodos en que se presentan. Es importante señalar que la correspondencia entre los patrones que se observan en los dos ámbitos considerados, se produce en concordancia con los patrones de expansión de la confrontación armada y el desarrollo de las estrategias de los actores organizados de violencia, tal y como se describió en las secciones 2 y 3 del estudio. De aquí que los patrones de difusión y relocalización de las muertes producidas en la confrontación y por las organizaciones armadas correspondan en períodos específicos con los que se observan en la violencia global en los escenarios mencionados reiteradamente en las dos secciones anteriores: La Sierra Nevada de Santa Marta, La Serranía del Perijá, Catatumbo, Montes de María, el Urabá antioqueño y chocoano, Paramillo, Occidente antioqueño, sectores localizados sobre los ríos Atrato, San Juan y Baudó en Chocó, Magdalena Medio (sur de Bolívar, nordeste antioqueño, Barrancabermeja y su zona de influencia, sur del Cesar, oriente de Caldas), Oriente antioqueño, sectores de la Costa Pacífica en Nariño y Valle, el Macizo Colombiano, la región del Bajo Putumayo, el piedemonte de la cordillera oriental, los municipios que conformaron la Zona de Distensión durante las negociaciones entre el gobierno Pastrana y las Farc y el departamento de Arauca. Desde la perspectiva que ofrecen las cifras expresadas en tasas por cien mil habitantes, que se presentan en los gráficos 4.2.5 y 4.2.6, salta a la vista la correspondencia que a nivel departamental se presenta en el periodo 19912005 entre altas tasas de homicidios (superiores al promedio nacional (63)) y elevados índices de muertes producidas en la confrontación y por organizaciones armadas (superiores al promedio nacional (13)). Dicha correspondencia se presenta en Antioquia, Arauca, Caquetá, Casanare, Putumayo, Guaviare, Norte de Santander, Meta, Cesar, La Guajira y Vaupés. 232 En los casos de Risaralda, Caldas, Quindío y Valle, departamentos que pese a registrar altos índices de homicidios, las tasas de asesinatos y bajas no son elevadas, cabría pensar que en estos escenarios donde las organizaciones armadas al servicio del narcotráfico han tenido una honda incidencia en la violencia global, su participación pareciera estar subregistrada. También cabe llamar la atención sobre los departamentos de Vichada, Chocó, Guanía, Cauca, Huila, Sucre, Santander, Tolima y Magdalena donde no obstante que las tasas de muertes producidas en la confrontación y por los grupos armados al margen de la ley son de las más elevadas, esta situación no se traduce en índices de homicidio especialmente altos. El análisis desde la perspectiva de las tasas permite confirmar lo que se veía a partir de las cifras absolutas, en cuanto a que, en algo más de tres cuartas parte, de los departamentos del país, la dinámica de los homicidios presenta una estrecha relación con las muertes producidas en la confrontación y por los grupos armados al margen de la ley. A nivel municipal también se corrobora que los altos índices de homicidio tienen relación con la confrontación armada y la actuación de organizaciones armadas al margen de la ley. En efecto, de los 380 municipios que en el lapso 1990-2005 registran una tasa de homicidio superior al promedio nacional, 272, que representan el 70%, tienen al mismo tiempo una tasa de asesinatos y bajas superior al promedio del país. Una segunda serie conformada por los mapas 4.2.17 y 4.2.21, busca establecer a nivel municipal la relación entre altas tasas de homicidio y elevados índices de muertes producidas en la confrontación armada y por las organizaciones al margen de la ley entre 1990 y 2005. Siguiendo este objetivo se descubre que la persistencia de altos índices de homicidios en los municipios, que es una característica que se aprecia nítidamente en los mapas 4.2.17.A y 4.2.17. B, guarda una estrecha relación con la persistencia de la confrontación y la actuación de organizaciones armadas ilegales. En efecto, no es difícil advertir en los mapas 4.2.18 a 4.2.20 que existe una significativa correspondencia entre los homicidios y las muertes que se producen en la confrontación y por las organizaciones armadas en los años en que en ambos casos las tasas superan el promedio nacional y en los intervalos en que dichos índices se mantienen en niveles altos. La existencia de una significativa correspondencia entre altas tasas de homicidios en municipios donde también son elevados los índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas, se presenta en forma contundente en el mapa 4.2.21. Es así que, entre 1990 y 2005, las altas tasas de homicidio registradas en los municipios del país tienen una correspondencia del 54% con elevados índices de asesinatos y bajas. Este porcentaje varía Vicepresidencia de la República dependiendo del departamento que se considere, y va del 25% en el Valle, hasta el 92% en Arauca. De acuerdo con la regionalización utilizada en las secciones 2 y 3, a continuación se destacan los municipios que registran en promedio para el periodo 1990-2005 tasas de homicidios superiores al promedio nacional y que al mismo tiempo presentan índices de asesinatos y bajas por encima del promedio del país. Es importante aclarar que al escoger este criterio, los municipios que se mencionaran a continuación no son todos los que aparecen en el mapa 4.2.21, pero corresponden a aquellos donde la elevada persistencia de la violencia global tiene una estrecha relación con la confrontación y la actuación de organizaciones armadas al margen de la ley. En el oriente del país en el periodo 1990-2005 la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley es del 57% en Putumayo, 64% en Caquetá, 70% en Guaviare, 72% en Meta, 85% en Casanare y 92% en Arauca. En Arauca, la correspondencia entre tasas promedio de homicidio superiores al promedio nacional e índices de asesinatos y bajas por encima del promedio del país se produce en los siete municipios del departamento. En Tame y Saravena la intensidad de la violencia registra persistencia desde comienzos de la década de los noventa hasta 2005. En Cravo Norte, Puerto Rondón, Fortul, Arauquita y Arauca, los altos índices de homicidio persisten por varios años incluyendo los más recientes. En Casanare, 11 municipios sobresalen por la correspondencia entre elevadas tasas promedio de homicidios y asesinatos y bajas. En el caso particular de Aguazul, los índices son persistentes entre 1992 y 2005, en tanto que en Sabanalarga, Trinidad, Pore y Yopal se mantienen elevados entre ocho y once años continuos. En Sácama, Chámeza, Tauramena, Monterrey, Hato Corozal y Recetor la persistencia es menor. En Meta, son 18 municipios los que registran al mismo tiempo altas tasas promedio de homicidios y asesinatos y bajas, entre los cuales se destacan San Juan de Arama, Castilla La Nueva y Granada por la persistencia de estos índices. La elevada intensidad de la violencia registra continuidad durante periodos de entre cinco y ocho años en San Luis de Cubarral, Puerto López, El Castillo, Fuente de Oro, San Martín y Lejanías. Cabe señalar que en El Dorado, Mesetas, Guamal, Vistahermosa, Puerto Lleras, Cabuyaro, Acacías, Restrepo, Barranca de Upía y San Carlos de Guaroa la persistencia se produce durante periodos más cortos, que comprenden los primeros años de la década de dos mil. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos En Guaviare, San José, El Retorno, Miraflores y Calamar sobresalen por la intensidad y persistencia de los elevados índices de homicidios y asesinatos y bajas, que en primer municipio se produce principalmente entre 1993 y 1998, mientras que en los otro tres se expresa ante todo entre 2000 y 2003. Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global En Caquetá, el conjunto de los municipios, exceptuando a Solita, registra correspondencia entre tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas. Estos 14 municipios se caracterizan por la persistencia de la violencia que en El Paujil se registra a lo largo de dieciséis años, en tanto que en Morelia y San José de Fragua se produce entre 1990 y 2004. En Albania, La Montañita, San Vicente del Caguán, Solano, Milán y Cartagena del Chairá las tasas se mantienen en niveles elevados durante la primera mitad de los años noventa, en tanto que en Valparaíso, Belén de los Andaquíes, El Doncello, Puerto Rico y Florencia los altos índices persisten a lo largo de toda la década y los primeros años de la siguiente. Cabe señalar que Curillo, pese a ser el municipio con los índices más altos de muertes violentas en el departamento, la persistencia registra pausas y de aquí que se exprese en tres periodos de entre cuatro y cinco años. En Putumayo, 3 municipios se destacan por la correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas. Entre estos Puerto Asís registra entre 1990 y 2005 persistencia de los índices de violencia en niveles superiores a la tasa promedio nacional, en tanto que Valle del Guamuez y Mocoa presentan una persistencia menor, pero incluye años recientes. Pese a que San Francisco y Villagarzón tienen elevadas tasas de homicidio, los índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones al margen de la ley son bajos. En el suroccidente de país en el periodo 1990-2005 la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley es del 25% en el Valle, 50% en Nariño, 55% en el Tolima, 63% en el Huila y 78% en el Cauca. Cauca cuenta con 6 municipios en los cuales convergen las altas tasas de homicidios y los elevados índices de asesinatos y bajas, entre los cuales Mercaderes registra una alta persistencia de estos indicadores. En Patía, los índices se mantienen en niveles elevados en la primera mitad de los años noventa y entre finales de esta década y todo el primer lustro de la siguiente. De resto, en Corinto la intensidad de la violencia es persistente entre 1994 y 2003, en tanto que en Rosas, Timbío y Miranda los periodos críticos son más cortos. En el Huila, son 11 los municipios en los cuales convergen las tasas de homicidio y de asesinatos y bajas que superan el promedio nacional. Pitalito registra 233 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 durante todo el periodo de dieciséis años persistencia de los altos índices de violencia. También es ostensible la continuidad en la intensidad de la violencia en Algeciras, Acevedo e Isnos. En Baraya, Altamira, Hobo, Campoalegre, Colombia, Guadalupe y Oporapa, la persistencia se produce en periodos de entre tres y cuatro años. En el Tolima, en 18 municipios la violencia global es particularmente elevada en correspondencia con elevados índices de asesinatos y bajas. En este conjunto, sobresalen Anzoátegui, Rovira y Herveo, por la persistencia de los altos niveles de violencia entre 1990 y 2005. Así mismo, en Icononzo, Chaparral, Planadas y San Antonio las tasas de homicidio se han mantenido elevadas por más de un lustro. De resto, en Casabianca, Santa Isabel, Rovira, Dolores, Alvarado, Armero, Valle de San Juan, Cajamarca, Villahermosa, Falan, Murillo y Prado, auque se presenta discontinuidad en la intensidad de la violencia, ésta persiste durante periodos de entre tres y cinco años. En Nariño, Policarpa es el municipio donde se registra correspondencia entre una alta tasa promedio de homicidio y un elevado índice de asesinatos y bajas. La violencia es persistente principalmente en el período 2000-2003. Cabe anotar que Tumaco y Ricaurte, pese a que no tienen tasas de homicidios superiores al promedio nacional de los últimos dieciséis años, registran a partir de 2000 altos niveles de asesinatos y bajas que hacen que el índice de violencia global esté por encima del promedio del país. En el Valle, de 37 municipios que registran tasas de homicidio superiores al promedio de la Nación en el lapso 1990-2005, solo en 8 se presenta correspondencia con elevados índices de asesinatos y bajas. Estos municipios son Bolívar, Dagua, El Cairo, Jamundí, San Pedro, Trujillo, Tuluá y Vijes y se caracterizan por la persistencia de la violencia desde comienzos de la década de los noventa. En los otros 29 aunque la participación de la violencia organizada parece estar subregistrada es importante destacar que los casos de El Águila, Yotoco, Ansermanuevo, Alcalá, Sevilla, Buga, y Cali la elevada intensidad de la violencia es persistente hasta 2005. De otra parte en Ulloa, La Victoria, Zarzal, Riofrío, Bugalagrande, El Dovio, Andalucía, Restrepo, Cartago, Obando, La Unión y Yumbo, las altas tasas de homicidios se presentan durante más de diez años consecutivos. En los casos de Roldadillo, La Cumbre, Buenaventura y Palmira, los índices de violencia son elevados entre 2000 y 2005. Cabe señalar que en Argelia, Versalles, Ginebra, Toro, Florida, Caicedonia y Pradera las altas tasas de homicidios presentan discontinuidad en algunos años, pero en todos la intensidad de la violencia persiste al menos durante un lustro. En el centro de país en el periodo 1990-2005 la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley es del 234 27% en Quindío, 31% en Caldas, 35% en Risaralda, 38% en Boyacá y 49% en Cundinamarca. En Cundinamarca son 14 los municipios con tasas de homicidio que superan el promedio nacional de los últimos dieciséis años y que al mismo tiempo registran índices de asesinatos y bajas superiores al promedio del país. Entre estos municipios sobresale Medina por la persistencia de los elevados índices entre 1990 y 2002. Así mismo, la violencia es persistente durante buena parte de los años noventa en Topaipí, Cabrera y Paratebueno, mientras que en Albán, Beltrán, La Palma, Guayabal de Síquima, Útica, El Peñón, Silvania, San Juan de Río Seco y Gachetá, la persistencia en las altas tasas se presenta hacia finales de esta década y comienzos de la siguiente. Cabe decir que en Gutiérrez las tasas se mantienen altas durante cortos periodos del decenio de los noventa. En Boyacá sobresalen 9 municipios por la correspondencia entre altas tasas promedio de homicidios y asesinatos y bajas. En particular, los altos índices de violencia son persistentes a lo largo de la década de los noventa en San Pablo de Borbur, Pauna y Otanche. En La Victoria, Muzo, Pajarito, Buenavista, Tunungua y San Luis de Gaceno, las tasas son elevadas durante la primera mitad de los años noventa. Cabe anotar que en Macanal, Briceño, Santana, Maripí, Santa María, las elevadas tasas de homicidios, que son persistentes hacia finales de la década de los noventa y comienzos de dos mil, no tienen relación con elevados índices de asesinatos y bajas. Risaralda es uno de los departamentos más críticos, por cuanto prácticamente la totalidad de sus municipios (13) tienen tasas de homicidio superiores al promedio nacional entre 1990 y 2005. Sin embargo, la correspondencia con elevados índices de asesinatos y bajas se presenta en 8 de estos municipios. La elevada intensidad de la violencia es persistente durante dieciséis años en Balboa y Apía en tanto que en Marsella, Santuario y Mistrató se registra durante períodos de entre diez y quince años. De otra parte, en Quinchía y Pueblo Rico los índices se mantienen en niveles altos durante cinco y siete de los años correspondientes a finales de los años noventa y comienzos de dos mil, mientras que en Guática la persistencia es menor y a diferencia de los anteriores se produce durante la década de los noventa. Pese a que La Virginia, Pereira, Belén de Umbría, La Celia y Santa Rosa de Cabal registran altas tasas de homicidios no parece existir relación con elevados índices de asesinatos y bajas. En Caldas son 19 municipios que superan la tasa promedio nacional de homicidios en el lapso de dieciséis años, pero tan solo en Anserma, Marulanda, Pensilvania, Riosucio y Samaná se presenta correspondencia con elevados índices de asesinatos y bajas. No obstante cabe señalar que las tasas de homicidio son altas en Supía, Viterbo, Belalcazar, Palestina, Chinchiná y Risaralda a lo largo de casi todo el periodo considerado, en tanto que en Marmato, MarqueVicepresidencia de la República talia, La Dorada, Neira, Filadelfia, Salamina, Manizales y Victoria los índices se mantienen elevados entre cuatro y ocho años consecutivos. Así mismo, en Quindío, aunque casi todos sus municipios (10) registran tasas de homicidios por encima del promedio nacional, solo en unos pocos (Córdoba, Génova, Pijao y Salento) se presenta correspondencia con elevados índices de asesinatos y bajas. En estos cuatro municipios la persistencia de la violencia es alta, así como en en Filandia, Buenavista y Calarcá. En los casos de Quimbaya, Montenegro y La Tebaida, la violencia se mantiene en niveles elevados durante periodos recientes. En el noroccidente del país, en el periodo 1990-2005, la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley es del 51% en Chocó y 60% en Antioquia. Antioquia es el departamento con el mayor número de municipios que en periodo considerado simultáneamente las tasas promedio de homicidios y asesinatos y bajas superan el promedio nacional. Estos 83 municipios se caracterizan por la persistencia de los elevados índices de violencia a lo largo de la primera mitad de la década de los noventa, y que en Remedios, Alejandría y Santo Domingo, se registran sin interrupción entre 1990 y 2005, en tanto que en Barbosa, Girardota, Chigorodó, Caldas, Tarso, Apartadó, Medellín, Uramita, San Jerónimo, Dabeiba, Cisneros, Salgar e Hispania se mantienen altos durante más de nueve años consecutivos. De otra parte, las tasas superiores al promedio del país se mantienen altas durante periodos de entre cinco y nueve años en San Carlos, San Luis, Granada, San Rafael, Cocorná, Sonsón, Yondó, Urrao, Mutatá, Concepción, Turbo, Yolombó, San Francisco, Maceo, Montebello, Valdivia, Peñol, Angelópolis, Segovia, Toledo, Santuario, La Unión, Vegachí, Anzá, Anorí, San Andrés, Heliconia, Argelia, Carepa, Briceño, Santa Fe de Antioquia, Retiro, Amalfi, Olaya, Betulia, Yarumal, El Carmen de Viboral, Guadalupe, Santa Bárbara, San Roque, Cañasgordas, Marinilla, Guatapé, Guarne, Gómez Plata, Caicedo, Abejorral, Carolina, Frontino, San Vicente, Caramanta, Belmira, Santa Rosa de Osos, Ituango, Nariño, San José de la Montaña, Ciudad Bolívar, Angostura, Peque, Entrerríos, Sabanalarga, Liborina, Buriticá, Concordia, Campamento, Támesis y Abriaquí. Cabe mencionar que en Amagá, Andes, Bello, Betania, Caracolí, Copacabana, Don Matías, Ebéjico, Envigado, Fredonia, Giraldo, Itaguí, La Ceja, La Estrella, Puerto Berrío, Rionegro, Sabaneta, Sopetrán, Titiribí, Valparaíso, Venecia y Yalí, pese a que se registran altas tasas promedio de homicidio, no se presenta correspondencia con elevados índices promedio de asesinatos y bajas entre 1990 y 2005. En Chocó son 6 los municipios que se destacan por la correspondencia entre tasas promedio de homicidios y asesinatos y bajas que superan el índice promedio nacional. El Carmen del Atrato es el municipio donde la violencia persisObservatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos te durante mayor tiempo. En Acandí, Unguía y Juradó, las tasas se mantienen en niveles altos durante los años noventa, en tanto que en San José del Palmar la persistencia se produce durante el primer lustro de dos mil. Bojayá registra en 2002 una tasa tan elevada que hace que el promedio del municipio entre 1990 y 2005 supere el índice promedio nacional. Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global En la Costa Caribe la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley en el periodo 1990-2005 es del 45% en Atlántico, 48% en Magdalena, 61% en Bolívar, 67% en La Guajira, 69% en Córdoba y 75% en Sucre. En Sucre son 4 los municipios que presentan simultáneamente altas tasas promedio de homicidios y de asesinatos y bajas. En particular Colosó y Chalán muestran cómo la elevada intensidad de la violencia persiste por periodos que van de tres a seis años, mientras que en Ovejas y Toluviejo las tasas se mantienen en niveles altos máximo durante periodos de tres años. La Guajira cuenta entre sus municipios con 5 que registran altas tasas de homicidio y elevados índices de asesinatos y bajas. En particular Riohacha registra persistencia de la violencia durante dieciséis años consecutivos. Así mismo, en El Molino las tasas se mantienen en niveles elevados durante la década de los noventa. De resto en Urumita, Barrancas y Villanueva la continuidad en los índices elevados se presenta en periodos de entre cuatro y seis años. Cabe mencionar a Maicao por cuanto las tasas durante el primer lustro de la década de dos mil superan el promedio nacional. Cabe señalar que Hatonuevo, pese a registrar una elevada tasa de homicidio, no presenta una elevada tasa de asesinatos y bajas. En Bolívar, Zambrano es el único municipio del departamento que presenta simultáneamente para el periodo 1990-2005 tasas promedio de homicidios y de asesinatos y bajas superiores al promedio nacional. En Córdoba, se destaca Puerto Libertador por la misma razón y al igual que Ciénaga en Magdalena. En este último departamento pese a que en Pijiño del Carmen y Santa Marta la tasa promedio de homicidio supera el promedio nacional y la persistencia de la violencia se produce en períodos de entre tres y cuatro años, el índice de asesinatos y bajas no es elevado. En el nororiente del país en el periodo 1990-2005 la correspondencia a nivel municipal entre altas tasas de homicidios y elevados índices de muertes producidas por la confrontación y las organizaciones armadas al margen de la ley es del 41% en Santander, 70% en Norte de Santander y 80% en Cesar. En Cesar son 15 los municipios que registran simultáneamente tasas promedio de homicidios y de asesinatos y bajas superiores al promedio nacional, entre los 235 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 cuales se destaca Becerril por cuanto los índices de violencia se mantienen en niveles altos durante catorce de los dieciséis años considerados. Así mismo, se advierte persistencia en la intensidad de la violencia en San Alberto, San Martín y Gamarra en la primera mitad de los años noventa, en tanto que en Aguachica se extiende al conjunto de la década y en Bosconia, Pelaya, Pailitas, San Diego, El Copey y Curumaní, pese a que se registran algunas discontinuidades, se expresa hacia comienzos de la década de dos mil. En Agustín Codazzi, Chiriguaná y La Jagua de Ibirico las tasas que no son elevadas en la primera mitad de los años noventa registran a partir de mediados de esta década y hasta comienzos de la siguiente niveles superiores al promedio del país. En Norte de Santander son 12 los municipios que superan al mismo tiempo la tasa promedio nacional de homicidios y de asesinatos y bajas. Entre estos municipios los que registran mayor persistencia en la intensidad de la violencia son El Zulia, Tibú y Cúcuta. De resto en Puerto Santander, Teorama, Arboledas y Cucutilla la violencia es persistente durante periodos más cortos, que en El Tarra, Sardinata, San Cayetano, Santiago y Bucarasica corresponden a la primera mitad de la década de dos mil. Cabe señalar que en Villa del Rosario y Los Patios, pese a que se registran tasas promedio de homicidios por encima del promedio nacional, los índices de asesinatos y bajas en promedio no son altos. Por último, Santander cuenta con 14 municipios que superan las tasas promedio de homicidios y de asesinatos y bajas del país entre 1990 y 2005. Entre estos municipios se destacan Aguada, Macaravita, Capitanejo, Zapatoca, y Puerto Wilches por la persistencia de los elevados índices de violencia a lo largo de los años noventa, y que en el Playón se extiende hasta 2002 y en Sabana de Torres hasta 2005. De otra parte, California, Matanza, Suratá, Lebrija, Landázuri, El Guacamayo y Palmar, después de presentar discontinuad en la intensidad de la violencia en la década de los noventa, vuelven a registrar tasas elevadas hacia comienzos de la década de dos mil. En los casos de Puerto Parra, Barrancabermeja, La Paz y Florian que no registran tasas elevadas en los años noventa, hacia comienzos de la década de dos mil los índices superan el promedio del país. Cabe anotar que en Charalá, Barbosa, Guapota, Málaga, Oiba, Onzaga y Puente Nacional, pese a que se registran tasas promedio de homicidios superiores al promedio nacional, los índices de asesinatos y bajas en promedio entre 1990 y 2005 no son altos. En definitiva, la evidencia que se ha presentado permite afirmar que las tendencias y los patrones geográficos observados en la evolución de los homicidios en Colombia son resultado de la dinámica que imponen las muertes producidas directamente por la confrontación y las causadas por las organizaciones armadas al margen de la ley. Lo razonable, entonces, es reconocer, como afirma el sociólogo Daniel Pécaut, que en la violencia actual los fenómenos interactúan y se relacionan de manera que resulta totalmente inapropiado continuar trazando límites claros entre la violencia política y aquella que no lo es,100 y menos aún insistir en la supuesta irrelevancia de la violencia producida en la confrontación armada y por los actores organizados al margen de la ley. 100 Daniel Pécaut. “De la violencia banalizada al terror: El caso colombiano”, en rev Controversia del Cinep No.171 de 1997. 236 Vicepresidencia de la República Cambios en los homicidios según departamentos Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Gráfico 4.2.1 Antioquia Valle Cundinamarca Norte de Santander Caldas Risaralda Santander Tolima Atlántico Magdalena Cesar Meta Cauca Nariño Huila Bolívar Caquetá Quindío Boyacá Córdoba La Guajira Arauca Casanare Putumayo Sucre Chocó Guaviare 0 5.000 1991-1993 10.000 1994-1996 15.000 1997-1999 20.000 2000-2002 25.000 30.000 35.000 2003-2005 Fuente: Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 237 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Evolución de la concentración departamental de los asesinatos y bajas Gráfico 4.2.2 Antioquia Norte de Santander Valle Meta Cundinamarca Cesar Santander Cauca Arauca Casanare Tolima Magdalena Bolívar Huila Caquetá La Guajira Sucre Boyacá Nariño Chocó Córdoba Putumayo Caldas Risaralda Atlántico Quindío Guaviare Vichada Vaupés Guainía 0 500 1000 1500 1991-1993 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 238 2000 1994-1996 2500 1997-1999 3000 2000-2002 3500 4000 4500 5000 2003-2005 Vicepresidencia de la República Cambios en los homicidios según departamentos Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Gráfico 4.2.3 Antioquia Valle Cundinamarca Norte de Santander Caldas Santander Risaralda Cesar Tolima Magdalena Cauca Huila Bolívar Caquetá Quindío Córdoba Casanare Sucre Chocó Guaviare Vichada Guainía Vaupés San Andrés Amazonas Boyacá Putumayo Arauca La Guajira Nariño Meta Atlántico 0 5.000 10.000 2000-2002 15.000 20.000 25.000 2003-2005 Fuente: Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 239 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Cambios en los homicidios producidos por actores organizados y en la confrontación armada según departamentos Gráfico 4.2.4 Antioquia Cauca Cesar Cundinamarca Santander Magdalena Tolima Bolívar Chocó Nariño Caldas Córdoba Risaralda Guaviare Guainía San Andrés Vuapés Amazonas Vichada Quindío Atlántico Putumayo Boyacá Caquetá Sucre La Guajira Huila Casanare Arauca Valle Meta Norte de Santander 0 500 1.000 1.500 2.000 2003-2005 2.500 3.000 3.500 4.000 4.500 5.000 2000-2002 Fuente: Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 240 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1990 Asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Homicidios Mapa 4.2.1 A Mapa 4.2.1 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 241 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1991 Asesinatos y bajas Homicidios Mapa 4.2.2 A Mapa 4.2.2 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 242 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1992 Asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Homicidios Mapa 4.2.3 A Mapa 4.2.3 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 243 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1993 Asesinatos y bajas Homicidios Mapa 4.2.4 A Mapa 4.2.4 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 244 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1994 Asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Homicidios Mapa 4.2.5 A Mapa 4.2.5 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 245 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1995 Asesinatos y bajas Homicidios Mapa 4.2.6 A Mapa 4.2.6 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 246 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1996 Asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Homicidios Mapa 4.2.7 A Mapa 4.2.7 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 247 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1997 Asesinatos y bajas Homicidios Mapa 4.2.8 A Mapa 4.2.8 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 248 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1998 Asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Homicidios Mapa 4.2.9 A Mapa 4.2.9 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 249 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 1999 Asesinatos y bajas Homicidios Mapa 4.2.10 A Mapa 4.2.10 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 250 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 2000 Asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Homicidios Mapa 4.2.11 A Mapa 4.2.11 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 251 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 2001 Asesinatos y bajas Homicidios Mapa 4.2.12 A Mapa 4.2.12 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 252 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 2002 Asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Homicidios Mapa 4.2.13 A Mapa 4.2.13 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 253 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 2003 Asesinatos y bajas Homicidios Mapa 4.2.14 A Mapa 4.2.14 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 254 Vicepresidencia de la República Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 2004 Asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Homicidios Mapa 4.2.15 A Mapa 4.2.15 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 255 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparación del patrón de concentración de los homicidios y los asesinatos y bajas 2005 Asesinatos y bajas Homicidios Mapa 4.2.16 A Mapa 4.2.16 B 1-20 21-50 51-100 101-200 101-200 201 y Más Departamento Municipio Fuente: Das / Policía Nacional Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 256 Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global 257 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Cambios en la tasa de homicidio según departamento Gráfico 4.2.5 Antioquia Arauca Caqueta Risaralda Valle Casanare Putumayo Caldas Guaviare Norte de Santander Meta Quindio Cesar Guajira Vaupes Magdalena Tolima Huila Santander Bogota Choco Cauca Cundinamarca Guainia Atlantico Nariño Sucre Boyaca Vichada Cordoba Bolivar Amazonas San Andres 0 50 1991-1993 100 1994-1996 150 1997-1999 2000-2002 200 250 2003-2005 Fuente: Policía Nacional / Dane Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 258 Vicepresidencia de la República Evolución de la tasas promedio departamentales de asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Gráfico 4.2.6 Arauca Casanare Vaupés Meta Vichada Caquetá Putumayo Cesar Guaviare Norte de Santander Chocó La Guajira Antioquia Guainía Cauca Huila Sucre Santander Tolima Magdalena Risaralda Bolivar Caldas Boyacá Amazonas Valle Cordoba Nariño Quindio Cundinamarca Atlantico San Andrés 0 20 40 60 80 100 120 140 160 1991-1993 1994-1996 1997-1999 2000-2002 2003-2005 Fuente: Das / Dane Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 259 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Cambio en la tasa promedio de homicidio según departamento Gráfico 4.2.7 Antioquia Norte de Santander Guaviare Caquetá Casanare Caldas Valle Risaralda Cesar Quindío Huila Tolima Magdalena Santander Cauca Chocó Cundinamarca Nariño Bogotá Sucre Bolívar Cordoba Guainía Vichada San Andrés Amazonas Boyacá Atlántico Vaupés La Guajira Putumayo Meta Arauca 0 20 40 60 2000-2002 80 100 120 140 2003-2005 Fuente: Policía Nacional / Dane Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República 260 Vicepresidencia de la República Cambio en las tasas departamentales de asesinatos y bajas Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global Gráfico 4.2.8 Guainía Chocó Caquetá Putumayo Cesar Guaviare Cauca Antioquia Magdalena Tolima Santander Caldas Bolívar Nariño Risaralda Córdoba Cundinamarca Atlántico San Andrés Quindío Boyacá Valle Amazonas Sucre Huila Vaupés Norte de Santander La Guajira Vichada Meta Casanare Arauca 0 20 40 60 80 2000-2002 100 120 140 160 2003-2005 Fuente: Das / Dane Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 261 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Persistencia de las tasas de homicidio entre 1990 y 2005 Número de años en que las tasas municipales superan el promedio nacional Mapa 4.2.17 A Número de años en que las tasas municipales superan en forma consecutiva el promedio nacional Mapa 4.2.17 B Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Dane Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 262 Vicepresidencia de la República Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas 1990 - 2005 Mapa 4.2.18 A Número de años de correspondencia Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global 1991 - 1993 Mapa 4.2.18 B Nivel de correspondencia 1 Alto (3 Años) 2-4 Medio (2 Años) 5-7 Bajo (1 Año) 8-10 11-13 14-16 Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 263 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas 1994 - 1996 Mapa 4.2.19 A Nivel de correspondencia 1997 - 1999 Mapa 4.2.19 B Nivel de correspondencia Alto (3 Años) Alto (3 Años) Medio (2 Años) Medio (2 Años) Bajo (1 Año) Bajo (1 Año) Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC 264 Vicepresidencia de la República Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas 2000 - 2002 Mapa 4.2.20 A Nivel de correspondencia Capítulo 4 Incidencia de la confrontación armada y los actores organizados en la dinámica de la violencia global 2003 - 2005 Mapa 4.2.20 B Nivel de correspondencia Alto (3 Años) Alto (3 Años) Medio (2 Años) Medio (2 Años) Bajo (1 Año) Bajo (1 Año) Departamento Municipio Fuente: Policía Nacional / Das / Dane Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la República Fuente cartográfica IGAC Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 265 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas 1990 - 2005 Mapa 4.2.21 Porcentaje de correspondencia 1-25 % 26-50 % 51-75 % 76-100 % Fuente: Policía Nacional / Das / Dane Procesado y georreferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Fuente cartográfica IGAC 266 Vicepresidencia de la República Sinopsis Sinopsis En este estudio se ha elaborado una geografía de la violencia en Colombia, cuyos rasgos principales son, por una parte, la tendencia a la concentración de las muertes en pocos escenarios y, de otro lado, la tendencia a que las elevadas tasas de homicidios registradas en los municipios persistan por un tiempo. De aquí que el índice observado en el año anterior se constituya en una guía insustituible en la predicción de violencia en los municipios colombianos en años subsiguientes. Por lo tanto, el examen de los mapas y las estadísticas para identificar los escenarios donde las tasas de homicidios han sido elevadas y en consecuencia la probabilidad de que la violencia persista es alta, es una tarea previa al diseño de políticas y la adopción de medidas tendientes a disminuir su impacto en áreas y sectores específicos. Pese a que existe un enorme desconocimiento sobre los autores de las muertes que ocurren en el país, se ha aceptando la tesis de que la violencia que está cobrando el mayor número de víctimas sobrepasa ampliamente a la que producen la confrontación armada y los actores organizados al margen de la ley. Con el ánimo de contribuir a la discusión de este lugar común, entre las diferentes interpretaciones de la elevada intensidad de la violencia en Colombia, en este estudio se ha explorado la pertinencia de aquella que atribuye el alto número de muertes a la persistencia de la confrontación y la actuación al margen de la ley de organizaciones armadas. En los dieciséis años que abarca el estudio, por cada miembro de la Fuerza Pública muerto en la confrontación se produjo la baja de 2.3 integrantes de los grupos al margen de la ley. Si se profundiza en la dinámica de la confrontación armada y las muertes producidas mutuamente entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares se descubre que, excepto en los años 1990, 1991 y 1998, la relación de bajas ha sido favorable a la Fuerza Pública, y que es a partir de 1999 cuando se comienza a establecer una ventaja ostensible. La mayor diferencia entre las muertes de lado y lado se registra en 2002 y a partir de 2003, aunque la relación sigue estando a favor de la Fuerza Pública, se observa una caída en las bajas producidas a los grupos irregulares, lo cual contribuye a exObservatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos plicar la tendencia descendente en la violencia global del país que se impone a partir de este año. Es preciso tener en cuenta que la confrontación no solamente produce violencia mediante las muertes causadas mutuamente entre sus protagonistas armados, sino también a través de los civiles asesinados por las organizaciones armadas al margen de la ley que, en la búsqueda de sus objetivos, los identifican como blanco de su acción. La distribución por años de estas víctimas permite una aproximación a la dinámica de la violencia organizada. Entre 1990 y 1991 los niveles son elevados, para posteriormente, a partir de 1992, registrar una tendencia descendente que se mantiene hasta 1995. En 1996, pero especialmente desde 1997, los asesinatos se incrementan en forma ostensible y en 2001 llegan a su pico más alto. No cabe duda que la desmovilización de las estructuras armadas pertenecientes a las Auc, determina en alto grado la reducción de la violencia masiva, lo que también contribuye a explicar la tendencia descendente de los homicidios registrados en el país en los últimos años. Sin embargo, es importante tener en cuente que la acción persistente en algunos escenarios de estructuras que no se desmovilizaron, el rápido surgimiento de nuevos grupos fuertemente ligados al narcotráfico en zonas donde actuaron las autodefensas y el creciente interés de la guerrilla en recuperar zonas que estuvieron bajo el dominio de los grupos desactivados, son los factores que permiten explicar el alto número de asesinatos cometidos por actores organizados que se sigue registrando. Una estimación a partir de los datos disponibles, que pese a no ser perfectos ni estar libres de sesgos, indica que entre 1990 y 2005 el porcentaje de las muertes producidas en la confrontación y por actores armados al margen de la ley en promedio por año corresponde al 21% del total de muertes violentas registradas en el país. Durante todos estos años, el porcentaje de civiles asesinados supera el que corresponde a las bajas producidas entre los combatientes y particularmente en los últimos años se registra mayor aumento en la partici- 269 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 pación de civiles, dando una clara muestra de la degradación creciente que experimente la confrontación en Colombia. En el mismo lapso, en promedio por año, por cada combatiente muerto fueron asesinados 1.6 civiles. No sobra recalcar que la estimación adolece de un subregistro en alguno de los componentes de la relación pero lo cierto es que la diferencia entre ellos en todos los años resulta muy diciente. Pero más allá del cálculo de la participación en la violencia global, que con las estadísticas disponibles es muy difícil de establecer, se ha mostrado que la evolución de los homicidios, se encuentra atada a la dinámica que imponen las muertes producidas en la confrontación armada así como por los actores organizados. De manera que los altos niveles de homicidio registrados hacia comienzos de los años noventa, particularmente en 1991, se explican principalmente por el escalamiento de la confrontación y la violencia desatada por el narcotráfico y las autodefensas en asenso. La tendencia descendente registrada en los homicidios a partir de 1992 es resultado de la disminución en la intensidad de la confrontación y del sometimiento a la justicia de los grupos de autodefensa con mayor poderío y cubrimiento territorial. El cambio en la tendencia de los homicidios en 1996 se relaciona en los avances territoriales de las autodefensas. El marcado incremento en los homicidios a partir de 1999 tiene una estrecha relación con el escalamiento de la confrontación y la enconada disputa entre guerrillas y autodefensas por el predominio en no pocas regiones del país mientras se llevaban a cabo las negociaciones de paz entre el Gobierno Pastrana y las Farc. En sentido contrario, la disminución de los homicidios registrada a partir de 2003 se relaciona, en primer lugar, con la conducta asumida por las autodefensas que, tras haber logrado la consolidación en amplios territorios, en el marco del proceso de paz y posterior desmovilización de sus estructuras dejan de recurrir a las masacres y, en segundo lugar, con el repliegue de las guerrillas en escenarios regionales donde la Fuerza Pública logra retomar la iniciativa en la confrontación armada. También se pudo establecer que, en algo más de las tres cuartas parte de los departamentos del país, la dinámica de los homicidios se encuentra estrechamente relacionada con la confrontación y el accionar de organizaciones armadas al margen de la ley. De otra parte, de los 380 municipios que en el lapso 1990-2005 registran una tasa de homicidio superior al promedio nacional, 272, que representan el 70%, tienen al mismo tiempo una tasa de asesinatos y bajas superior al promedio del país. Sin lugar a dudas, existe una significativa correspondencia entre altas tasas de homicidios en municipios donde también son elevados los índices de muertes 270 producidas en la confrontación y organizaciones armadas ilegales. De tal suerte, entre 1990 y 2005, las altas tasas de homicidios registradas a nivel municipal presentan una correspondencia del 54% con elevados índices de asesinatos y bajas. Este porcentaje varía dependiendo del departamento que se considere, y va del 25% en el Valle, hasta el 92% en Arauca. Cabe anotar que los departamentos donde se presenta una correspondencia entre el 25 y 50% son, fuera del Valle, Quindío, Caldas, Risaralda, Boyacá, Santander, Atlántico, Magdalena, Cundinamarca, Amazonas y Nariño; entre el 51 y 75% Chocó, Tolima, Vichada, Putumayo, Antioquia, Bolívar, Huila, Caquetá, Guajira, Córdoba, Guaviare, Norte de Santander, Meta y Sucre; y superior al 76%, Cauca, Vaupés, Cesar, Casanare y Arauca. Otro aspecto importante que se ha presentado es la dinámica de difusión espacial de la violencia. La difusión de los homicidios, como se ha visto, se produce sobre todo en los últimos años en concordancia con la expansión de la confrontación y los actores organizados de violencia, lo cual pone al descubierto su elevada incidencia en la dinámica de la violencia global del país. El enfrentamiento entre organizaciones armadas ilegales y las acciones que éstas dirigen contra los civiles explican los elevados índices de homicidios; no hay al menos otra razón en relación con los cambios tan bruscos registrados en esta variable en contextos en que la guerrilla y las autodefensas luchan por el predominio. De aquí que exista una alta concentración de las muertes causadas por los protagonistas de la confrontación en escenarios donde también son elevados los homicidios. Al considerar los focos de mayor violencia que se presentan en períodos específicos, se descubre que corresponden en buena medida con los escenarios donde la confrontación es elevada y produce muchas muertes entre los integrantes de los grupos irregulares y la Fuerza Pública y/o con las zonas donde la disputa armada entre grupos al margen de la ley se expresa en un alto número de víctimas entre la población civil. En definitiva, se ha visto cómo la dinámica de la violencia tiene una estrecha relación con la confrontación armada y la actuación de organizaciones al margen de la ley. De aquí la muy significativa correspondencia en las tendencias y los patrones geográficos presentes en ambos fenómenos. Este hallazgo que, por una parte, impide que se establezca una separación tajante entre los homicidios producidos en la confrontación y por los actores organizados y los homicidios comunes, por otra parte, permite identificar una causa principal de la violencia en la Colombia actual. Vicepresidencia de la República 1.1. Tendencias en la evolución reciente del homicidio 30 Mapa 1.1.12. A Homicidios 2001.......................................................................... 31 Mapa 1.1.12. B Municipios con altas tasas 2001.................................................. 31 Gráfico 1.1.1. Evolución del número y la tasa de homicidio.............................. Gráfico 1.1.2. Tasa de homicidio (por cada 100.000 habitantes) en el hemisferio americano. Comparación entre países y con el nivel mundial............................................................................ 17 Mapa 1.1.13. A Homicidios 2002.......................................................................... 32 Gráfico 1.1.3. Evolución de los homicidios según departamentos.................... 18 Mapa 1.1.13. B Municipios con altas tasas 2002.................................................. 32 Gráfico 1.1.4 . Evolución de la tasa departamental de homicidio..................... 19 Mapa 1.1.14. A Homicidios 2003......................................................................... 33 Mapa 1.1.1. A Homicidios 1990.......................................................................... 20 Mapa 1.1.14. B Municipios con altas tasas 2003................................................. 33 Mapa 1.1.1. B Municipios con altas tasas 1990.................................................. 20 Mapa 1.1.15. A Homicidios 2004......................................................................... 34 Mapa 1.1.2. A Homicidios 1991.......................................................................... 21 Mapa 1.1.15. B Municipios con altas tasas 2004................................................. 34 Mapa 1.1.2. B Municipios con altas tasas 1991.................................................. 21 Mapa 1.1.16. A Homicidios 2005.......................................................................... 35 Mapa 1.1.3. A Homicidios 1992.......................................................................... 22 Mapa 1.1.16. B Municipios con altas tasas 2005.................................................. 35 Mapa 1.1.3. B Municipios con altas tasas 1992.................................................. 22 1.2. Interpretaciones en torno a los altos índices de homicidio Mapa 1.1.4. A Homicidios 1993......................................................................... 23 Gráfico 1.2.1. Relación entre la violencia y el narcotráfico (1982-1998)............ 42 Mapa 1.1.4. B Municipios con altas tasas 1993.................................................. 23 Gráfico 1.2.2. Mapa 1.1.5. A Homicidios 1994.......................................................................... 24 Comparativo de la evolución de la intensidad de la confrontación, los homicidios, los asesinatos y las bajas......... 43 Mapa 1.1.5. B Municipios con altas tasas 1994.................................................. 24 Mapa 1.1.6. A Homicidios 1995.......................................................................... 25 Comparativo de la evolución de los combates, las acciones de los grupos irregulares y los homicidios..................... 44 Mapa 1.1.6. B Municipios con altas tasas 1995.................................................. 25 Comparativo de la evolución de los homicidios, los asesinatos y las bajas producidas en la confrontación............... 45 Mapa 1.1.7. A Homicidios 1996.......................................................................... 26 Mapa 1.1.7. B Municipios con altas tasas 1996.................................................. 26 Evolución del porcentaje de municipios con elevado índice de violencia según estructuras y tipos de desarrollo (1987-1995). 46 Mapa 1.1.8. A Homicidios 1997.......................................................................... 27 Mapa 1.2.1.A Colombia: Municipios según tasa promedio de homicidios....... 47 Mapa 1.1.8. B Municipios con altas tasas 1997.................................................. 27 Mapa 1.2.1.B NBI compuesto............................................................................ 47 Mapa 1.1.9. A Homicidios 1998.......................................................................... 28 Mapa 1.2.2.A Mapa 1.1.9. B Municipios con altas tasas 1998.................................................. 28 20 municipios donde se concentró el 20% de los homicidios (1997-2001)................................................................................. 48 Mapa 1.1.10. A Homicidios 1999.......................................................................... 29 60 municipios donde se concentró el 40% de los homicidios (1997-2001).................................................................................. 48 Mapa 1.1.10. B Municipios con altas tasas 1999.................................................. 29 Mapa 1.1.11. A Homicidios 2000.......................................................................... 30 150 municipios donde se concentró el 60% de los homicidios (1997-2001).................................................................................. 49 Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos 16 Mapa 1.1.11. B Municipios con altas tasas 2000................................................. Gráfico 1.2.3. Gráfico 1.2.4. Gráfico 1.2.5. Mapa 1.2.2.B Mapa 1.2.3.A Índice de mapas y gráficos Índice de mapas y gráficos 271 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Mapa 1.2.3.B 340 municipios donde se concentró el 80% de los homicidios (1997-2001).................................................................................. 49 340 municipios donde se concentró el 80% de los homicidios (1997-2001).................................................................................. 50 Municipios donde se concentran las masacres cometidas por grupos armados ilegales (1997-2001)......................................... 50 Municipios donde se concentraron los asesinatos cometidos por las autodefensas (1997-2001)...................................................... 51 Municipios donde se concentraron las masacres cometidas por las autodefensas (1997-2001)...................................................... 51 Municipios donde se concentraron los asesinatos cometidos por grupos guerrilleros (1997-2001).................................................... 52 Municipios donde se concentraron las masacres cometidas por grupos guerrilleros (1997-2001).................................................... 52 Mapa 1.2.7.A Focos de mayor intensidad del homicidio (2002-2004).............. 53 Mapa 1.2.7.B Farc.............................................................................................. 53 Mapa 1.2.8.A ELN............................................................................................... 54 Mapa 1.2.8.B AUC.............................................................................................. 54 Mapa 1.2.9.A Homicidios y bajas 2000-2002..................................................... 55 Mapa 1.2.9.B Asesinatos y bajas 2000-2002...................................................... 55 Mapa 1.2.10.A Homicidios y bajas 2003-2005.................................................... 56 Mapa 1.2.10.B 56 Mapa 1.2.4.A Mapa 1.2.4.B Mapa 1.2.5.A Mapa 1.2.5.B Mapa 1.2.6.A Mapa 1.2.6.B Asesinatos 2003-2005................................................................. 2.2. Análisis estratégico de la confrontación y de las muertes que produce. 2.1. Tendencias en la evolución de la confrontación armada Gráfico 2.1.1. Gráfico 2.1.2. Gráfico 2.1.3. Gráfico 2.1.4. Gráfico 2.1.5. Gráfico 2.1.6. Gráfico 2.1.7. 272 Evolución de los combates de las FF.MM. y las acciones armadas de los grupos irregulares............................................... 63 Comparativo de la evolución de la relación entre los combates y las acciones armados de los grupos irregulares...... 64 Evolución de la relación de bajas causadas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares.................................................... 65 Comparativo de los combates dirigidos por las FF.AA. contra los grupos irregulares........................................................ 66 Comparativo de la evolución de laactividad armada de los grupos irregulares.............................................................. 67 Comparativo de los combates de las FF.AA. y las acciones de los grupos irregulares según departamentos 2002-2005........ 68 Relación departamental de las bajas producidas a los grupos irregulares y la Fuerza Pública (2002-2005).................................. 69 Gráfico 2.2.1. Evolución de los combates liberados entre las FF.MM. y los grupos irregulares..................................................................................... 81 Gráfico 2.2.2. Comparativo de la evolución de los combates de las FF.MM. y las bajas de los grupos irregulares................................. 82 Evolución de las bajas causadas a los grupos irregulares identificados................................................................................ 83 Gráfico 2.2.4. Evolución departamental de las bajas de los grupos irregulares 84 Gráfico 2.2.5. Evolución de las bajas de los grupos irregulares.......................... 85 Mapa 2.2.1. A Combates 1990........................................................................... 86 Mapa 2.2.1. B Bajas irregulares 1990.................................................................. 86 Mapa 2.2.2. A Combates 1991........................................................................... 87 Mapa 2.2.2. B Bajas irregulares 1991.................................................................. 87 Mapa 2.2.3. A Combates 1992........................................................................... 88 Mapa 2.2.3. B Bajas irregulares 1992.................................................................. 88 Mapa 2.2.4. A Combates 1993........................................................................... 89 Mapa 2.2.4. B Bajas irregulares 1993.................................................................. 89 Mapa 2.2.5. A Combates 1994........................................................................... 90 Mapa 2.2.5. B Bajas irregulares 1994.................................................................. 90 Mapa 2.2.6. A Combates 1995........................................................................... 91 Mapa 2.2.6. B Bajas irregulares 1995.................................................................. 91 Mapa 2.2.7. A Combates 1996........................................................................... 92 Mapa 2.2.7. B Bajas irregulares 1996................................................................. 92 Mapa 2.2.8. A Combates 1997........................................................................... 93 Mapa 2.2.8. B Bajas irregulares 1997.................................................................. 93 Mapa 2.2.9. A Combates 1998........................................................................... 94 Mapa 2.2.9. B Bajas irregulares 1998.................................................................. 94 Mapa 2.2.10. A Combates 1999........................................................................... 95 Mapa 2.2.10. B Bajas irregulares 1999.................................................................. 95 Mapa 2.2.11. A Combates 2000........................................................................... 96 Mapa 2.2.11. B Bajas irregulares 2000.................................................................. 96 Mapa 2.2.12. A Combates 2001........................................................................... 97 Mapa 2.2.12. B Bajas irregulares 2001.................................................................. 97 Gráfico 2.2.3. Vicepresidencia de la República 98 Mapa 2.2.25.B Bajas F. P. 1998............................................................................. 117 Mapa 2.2.13. B Bajas irregulares 2002.................................................................. 98 Mapa 2.2.26.A Acciones 1999............................................................................. 118 Mapa 2.2.14. A Combates 2003.......................................................................... 99 Mapa 2.2.26.B Bajas F. P. 1999............................................................................. 118 Mapa 2.2.14. B Bajas irregulares 2003.................................................................. 99 Mapa 2.2.27.A Acciones 2000............................................................................. 119 Mapa 2.2.15. A Combates 2004.......................................................................... 100 Mapa 2.2.27.B Bajas F. P. 2000............................................................................. 119 Mapa 2.2.15. B Bajas irregulares 2004.................................................................. 100 Mapa 2.2.28.A Acciones 2001............................................................................. 120 Mapa 2.2.16. A Combates 2005.......................................................................... 101 Mapa 2.2.28.B Bajas F. P. 2001............................................................................. 120 Mapa 2.2.16. B Bajas irregulares 2005.................................................................. 101 Mapa 2.2.29.A Acciones 2002............................................................................. 121 Mapa 2.2.29.B Bajas F. P. 2002............................................................................. 121 Mapa 2.2.30.A Acciones 2003............................................................................. 122 Mapa 2.2.30.B Bajas F. P. 2003............................................................................. 122 Mapa 2.2.31.A Acciones 2004............................................................................. 123 Mapa 2.2.31.B Bajas F. P. 2004............................................................................. 123 Mapa 2.2.32.A Acciones 2005............................................................................. 124 Mapa 2.2.32.B Bajas F. P 2005............................................................................. 124 Gráfico 2.2.11. Comparativo de la intensidad de la confrontación y las bajas producidas entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares..................................................................................... 126 Gráfico 2.2.12. Relación entre las bajas causadas mutuamente ente la Fuerza Pública y los grupos irregulares.................................................... 127 Gráfico 2.2.13. Relación departamental entre las bajas de la Fuerza Pública y los grupos irregulares................................................................. 128 Gráfico 2.2.14. Evolución de la relación entre bajas de la Fuerza Pública y los grupos irregulares......................................................................... 129 Mapa 2.2.33.A Confrontación 1990..................................................................... 130 Mapa 2.2.33.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1990............................ 130 Mapa 2.2.34.A Confrontación 1991..................................................................... 131 Mapa 2.2.34.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1991............................ 131 Mapa 2.2.35.A Confrontación 1992..................................................................... 132 Mapa 2.2.35.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1992............................ 132 Mapa 2.2.36.A Confrontación 1993..................................................................... 133 Mapa 2.2.36.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1993............................ 133 Mapa 2.2.37.A Confrontación 1994..................................................................... 134 Mapa 2.2.37.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1994............................ 134 Gráfico 2.2.6. Evolución de las acciones más recurrentes en los grupos irregulares..................................................................................... 104 Comparativo de las acciones de los grupos irregulares y las bajas causadas a la Fuerza Pública.................................... 105 Evolución de las víctimas de la Fuerza Pública caídas en acciones donde participan grupos identificados........................ 106 Gráfico 2.2.9. Evolución departamental de las bajas de la Fuerza Pública...... 107 Gráfico 2.2.10 Evolución departamental de las bajas de la Fuerza Pública...... 108 Mapa 2.2.17.A Acciones 1990............................................................................. 109 Mapa 2.2.17.B Bajas F. P. 1990............................................................................. 109 Mapa 2.2.18.A Acciones 1991............................................................................. 110 Mapa 2.2.18.B Bajas F. P. 1991............................................................................. 110 Mapa 2.2.19.A Acciones 1992............................................................................. 111 Mapa 2.2.19.B Bajas F. P. 1992............................................................................. 111 Mapa 2.2.20.A Acciones 1993............................................................................. 112 Mapa 2.2.20.B Bajas F. P. 1993............................................................................. 112 Mapa 2.2.21.A Acciones 1994............................................................................. 113 Mapa 2.2.21.B Bajas F. P. 1994............................................................................. 113 Mapa 2.2.22.A Acciones 1995............................................................................. 114 Mapa 2.2.22.B Bajas F. P. 1995............................................................................ 114 Mapa 2.2.23.A Acciones 1996............................................................................ 115 Mapa 2.2.23.B Bajas F. P. 1996............................................................................. 115 Mapa 2.2.24.A Acciones 1997............................................................................. 116 Mapa 2.2.24.B Bajas F. P. 1997............................................................................. 116 Mapa 2.2.25.A Acciones 1998............................................................................. 117 Gráfico 2.2.7. Gráfico 2.2.8. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos Índice de mapas y gráficos Mapa 2.2.13. A Combates 2002.......................................................................... 273 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 Comparativo de las víctimas de sindicatos y comunidades indígenas y los asesinatos cometidos por actores organizados.. 135 Mapa 2.2.38.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1995............................ 135 Mapa 2.2.39.A Confrontación 1996..................................................................... 136 3.2. Análisis estratégico de los asesinatos cometidos por actores organizados de violencia Mapa 2.2.39.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1996............................ 136 Gráfico 3.2.1. Mapa 2.2.40.A Confrontación 1997..................................................................... 137 Mapa 2.2.40.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1997............................ 137 Mapa 2.2.41.A Confrontación 1998..................................................................... 138 Mapa 2.2.41.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1998............................ 138 Mapa 2.2.42.A Confrontación 1999..................................................................... 139 Mapa 2.2.42.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 1999............................ 139 Mapa 2.2.43.A Confrontación 2000..................................................................... 140 Mapa 2.2.43.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2000............................ 140 Mapa 2.2.44.A Confrontación 2001..................................................................... 141 Mapa 2.2.44.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2001............................ 141 Mapa 2.2.45.A Confrontación 2002..................................................................... 142 Mapa 2.2.45.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2002............................ 142 Mapa 2.2.46.A Confrontación 2003.................................................................... 143 Mapa 2.2.46.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2003............................ 143 Mapa 2.2.47.A Confrontación 2004..................................................................... 144 Mapa 2.2.47.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2004............................ 144 Mapa 2.2.48.A Confrontación 2005..................................................................... 145 Mapa 2.2.48.B Bajas Fuerza Pública y grupos irregulares 2005............................ 145 3.1. Evolución de la violencia producida por organizaciones armadas 274 Gráfico 3.1.8. Mapa 2.2.38.A Confrontación 1995..................................................................... 159 Evolución de los asesinatos cometidos por grupos organizados según departamentos................................................................. 172 Evolución de los asesinatos cometidos por grupos organizados según departamentos................................................................. 173 Gráfico 3.2.3. Evolución de las víctimas de masacres según departamentos.. 174 Gráfico 3.2.4. Evolución de las víctimas de masacres según departamentos.. 175 Gráfico 3.2.5. Cambio en las víctimas de masacres según departamentos..... 176 Gráfico 3.2.6. Cambio en los asesinatos de civiles según departamentos........ 177 Mapa 3.2.1.A Asesinatos 1990.......................................................................... 178 Mapa 3.2.1.B Masacres 1990............................................................................ 178 Mapa 3.2.2.A Asesinatos 1991........................................................................... 179 Mapa 3.2.2.B Masacres 1991............................................................................ 179 Mapa 3.2.3.A Asesinatos 1992........................................................................... 180 Mapa 3.2.3.B Masacres 1992............................................................................ 180 Mapa 3.2.4.A Asesinatos 1993........................................................................... 181 Mapa 3.2.4.B Masacres 1993............................................................................ 181 Mapa 3.2.5.A Asesinatos 1994........................................................................... 182 Mapa 3.2.5.B Masacres 1994............................................................................ 182 Mapa 3.2.6.A Asesinatos 1995........................................................................... 183 Mapa 3.2.6.B Masacres 1995............................................................................ 183 Gráfico 3.2.2. Mapa 3.2.7.A Asesinatos 1996........................................................................... 184 Gráfico 3.1.1. Responsables de los asesinatos de civiles................................... 152 Mapa 3.2.7.B Masacres 1996............................................................................ 184 Gráfico 3.1.2. Responsables identificados de los asesinatos de civiles.............. 153 Mapa 3.2.8.A Asesinatos 1997........................................................................... 185 Gráfico 3.1.3. Evolución de los asesinatos cometidos por grupos identificados. 154 Mapa 3.2.8.B Masacres 1997............................................................................ 185 Gráfico 3.1.4. Evolución de la participación de los responsables de los asesinatos.................................................................................... 155 Mapa 3.2.9.A Asesinatos 1998........................................................................... 186 Gráfico 3.1.5. Evolución de las víctimas de las masacres.................................. 156 Mapa 3.2.9.B Masacres 1998............................................................................ 186 Gráfico 3.1.6. Responsables de las víctimas de masacres................................ 157 Mapa 3.2.10.A Asesinatos 1999........................................................................... 187 Gráfico 3.1.7. Comparativo de la evolución de las víctimas de actores organizados y los asesinatos de representantes de las autoridades civiles de los municipios........................................... Mapa 3.2.10.B Masacres 1999............................................................................ 187 Mapa 3.2.11.A Asesinatos 2000........................................................................... 188 Mapa 3.2.11.B Masacres 2000............................................................................ 188 158 Vicepresidencia de la República 189 Mapa 3.2.28.A Alcaldes 2001.............................................................................. 207 Mapa 3.2.12.B Masacres 2001............................................................................ 189 Mapa 3.2.28.B Miembros de Concejos y Personeros 2001.................................. 207 Mapa 3.2.13.A Asesinatos 2002........................................................................... 190 Mapa 3.2.29.A Alcaldes 2002.............................................................................. 208 Mapa 3.2.13.B Masacres 2002............................................................................ 190 Mapa 3.2.29.B Miembros de Concejos y Personeros 2002.................................. 208 Mapa 3.2.14.A Asesinatos 2003........................................................................... 191 Mapa 3.2.30.A Alcaldes 2003.............................................................................. 209 Mapa 3.2.14.B Masacres 2003............................................................................ 191 Mapa 3.2.30.B Miembros de Concejos y Personeros 2003.................................. 209 Mapa 3.2.15.A Asesinatos 2004........................................................................... 192 Mapa 3.2.31.A Alcaldes 2004.............................................................................. 210 Mapa 3.2.15.B Masacres 2004............................................................................ 192 Mapa 3.2.31.B Miembros de Concejos y Personeros 2004.................................. 210 Mapa 3.2.16.A Asesinatos 2005........................................................................... 193 Mapa 3.2.32.A Alcaldes 2005.............................................................................. 211 Mapa 3.2.16.B Masacres 2005............................................................................ 193 Mapa 3.2.32.B Miembros de Concejos y Personeros 2005.................................. 211 Mapa 3.2.17.A Alcaldes 1990.............................................................................. 196 Mapa 3.2.33.A Sindicalistas 2000......................................................................... 214 Mapa 3.2.17.B Miembros de Concejos y Personeros 1990.................................. 196 Mapa 3.2.33.B Indígenas 2000............................................................................ 214 Mapa 3.2.18.A Alcaldes 1991.............................................................................. 197 Mapa 3.2.34.A Sindicalistas 2001........................................................................ 215 Mapa 3.2.18.B Miembros de Concejos y Personeros 1991.................................. 197 Mapa 3.2.34.B Indígenas 2001............................................................................ 215 Mapa 3.2.19.A Alcaldes 1992.............................................................................. 198 Mapa 3.2.35.A Sindicalistas 2002......................................................................... 216 Mapa 3.2.19.B Miembros de Concejos y Personeros 1992................................. 198 Mapa 3.2.35.B Indígenas 2002............................................................................ 216 Mapa 3.2.20.A Alcaldes 1993............................................................................. 199 Mapa 3.2.36.A Sindicalistas 2003......................................................................... 217 Mapa 3.2.20.B Miembros de Concejos y Personeros 1993.................................. 199 Mapa 3.2.36.B Indígenas 2003............................................................................ 217 Mapa 3.2.21.A Alcaldes 1994.............................................................................. 200 Mapa 3.2.37.A Sindicalistas 2004......................................................................... 218 Mapa 3.2.21.B Miembros de Concejos y Personeros 1994.................................. 200 Mapa 3.2.37.B Indígenas 2004........................................................................... 218 Mapa 3.2.38.A Sindicalistas 2005......................................................................... 219 Mapa 3.2.22.A Alcaldes 1995.............................................................................. 201 Mapa 3.2.38.B Indígenas 2005............................................................................ 219 Mapa 3.2.22.B Miembros de Concejos y Personeros 1995.................................. 201 Mapa 3.2.23.A Alcaldes 1996.............................................................................. 202 4.1. Relación entre la dinámica de los homicidios y las muertes producidas en la confrontación armada y por actores organizados de violencia Mapa 3.2.23.B Miembros de Concejos y Personeros 1996.................................. 202 Gráfico 4.1.1. Mapa 3.2.24.A Alcaldes 1997.............................................................................. 203 Mapa 3.2.24.B Miembros de Concejos y Personeros 1997.................................. 203 Mapa 3.2.25.A Alcaldes 1998.............................................................................. 204 Mapa 3.2.25.B Miembros de Concejos y Personeros 1998.................................. 204 Mapa 3.2.26.A Alcaldes 1999.............................................................................. 205 Mapa 3.2.26.B Miembros de Concejos y Personeros 1999.................................. 205 Mapa 3.2.27.A Alcaldes 2000.............................................................................. 206 Mapa 3.2.27.B Miembros de Concejos y Personeros 2000.................................. 206 Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos Gráfico 4.1.2. Gráfico 4.1.3. Gráfico 4.1.4. Gráfico 4.1.5. Gráfico 4.1.6. Evolución de la participación de los asesinatos y las bajas en el total de homicidios.................................................................. 225 Comparativo de la evolución de la intensidad de la confrontación y los homicidios.................................................... 226 Comparativo de la evolución del homicidio y las bajas producidas en la confrontación.................................................. 227 Comparativo de la evolución de los homicidios y los asesinatos cometidos por actores organizados de violencia...... 228 Comparativo de la evolución de los homicidios, los asesinatos y las bajas................................................................... 229 Evolución de las tasas de homicidios, asesinatos y bajas........... 230 Índice de mapas y gráficos Mapa 3.2.12.A Asesinatos 2001........................................................................... 275 Dinámica espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005 4.2. Correspondencia entre la geografía de los homicidios y de las muertes producidas en la confrontación armada y por actores organizados de violencia 276 Mapa 4.2.13.B Homicidios 2002.......................................................................... 253 Mapa 4.2.14.A Asesinatos y bajas 2003............................................................... 254 Mapa 4.2.14.B Homicidios 2003.......................................................................... 254 Mapa 4.2.15.A Asesinatos y bajas 2004............................................................... 255 Mapa 4.2.15.B Homicidios 2004.......................................................................... 255 Gráfico 4.2.1. Cambios en los homicidios según departamentos..................... 237 Gráfico 4.2.2. Evolución de la concentración departamental de los asesinatos y bajas........................................................................ 238 Gráfico 4.2.3. Cambios en los homicidios según departamentos..................... 239 Gráfico 4.2.4. Cambios en los homicidios producidos por actores organizados y en la confrontación armada según departamentos................ 240 Mapa 4.2.16.A Asesinatos y bajas 2005............................................................... 256 Mapa 4.2.16.B Homicidios 2005.......................................................................... 256 Mapa 4.2.1.A Asesinatos y bajas 1990............................................................... 241 Gráfico 4.2.5. Cambio en las tasas de homicidio según departamento........... 258 Mapa 4.2.1.B Homicidios 1990.......................................................................... 241 Gráfico 4.2.6. Mapa 4.2.2.A Asesinatos y bajas 1991............................................................... 242 Evolución de las tasas promedio departamentales de asesinatos y bajas......................................................................................... 259 Mapa 4.2.2.B Homicidios 1991.......................................................................... 242 Gráfico 4.2.7. Cambio en la tasa promedio de homicidio según departamento............................................................................. 260 Mapa 4.2.3.A Asesinatos y bajas 1992............................................................... 243 Cambio en las tasas departamentales de asesinatos y bajas.... 261 Mapa 4.2.3.B Homicidios 1992.......................................................................... 243 Mapa 4.2.4.A Asesinatos y bajas 1993............................................................... 244 Mapa 4.2.17.A Número de años en que las tasas municipales superan el promedio nacional...................................................................... 262 Mapa 4.2.4.B Homicidios 1993.......................................................................... 244 Mapa 4.2.5.A Asesinatos y bajas 1994............................................................... 245 Mapa 4.2.5.B Homicidios 1994.......................................................................... 245 Mapa 4.2.6.A Asesinatos y bajas 1995............................................................... 246 Mapa 4.2.6.B Homicidios 1995.......................................................................... 246 Mapa 4.2.7.A Asesinatos y bajas 1996............................................................... 247 Mapa 4.2.7.B Homicidios 1996.......................................................................... 247 Mapa 4.2.8.A Asesinatos y bajas 1997............................................................... 248 Mapa 4.2.8.B Homicidios 1997.......................................................................... 248 Mapa 4.2.9.A Asesinatos y bajas 1998............................................................... 249 Mapa 4.2.9.B Homicidios 1998.......................................................................... 249 Mapa 4.2.10.A Asesinatos y bajas 1999............................................................... 250 Mapa 4.2.10.B Homicidios 1999.......................................................................... 250 Mapa 4.2.11.A Asesinatos y bajas 2000............................................................... 251 Mapa 4.2.11.B Homicidios 2000.......................................................................... 251 Mapa 4.2.12.A Asesinatos y bajas 2001............................................................... 252 Mapa 4.2.12.B Homicidios 2001.......................................................................... 252 Mapa 4.2.13.A Asesinatos y bajas 2002............................................................... 253 Gráfico 4.2.8. Mapa 4.2.17.B Número de años en que las tasas municipales superan en forma consecutiva el promedio nacional . ........................................... 262 Mapa 4.2.18.A 1990-2005.................................................................................... 263 Mapa 4.2.18.B 1991-1993.................................................................................... 263 Mapa 4.2.19.A 1994-1996.................................................................................... 264 Mapa 4.2.19.B 1997-1999.................................................................................... 264 Mapa 4.2.20.A 2000-2002.................................................................................... 265 Mapa 4.2.20.B 2003-2005.................................................................................... 265 Mapa 4.2.21. Correspondencia entre altas tasas de homicidios y elevados índices de asesinatos y bajas 1990-2005.................................... 266 Vicepresidencia de la República