Bibliografía 505 otros, como diálogo del discípulo con el maestro. Y la tarea: Alzad vuestros ojos y ved los campos. El que no nazca de lo alto, como culminación. Es un libro práctico y de buenos contenidos.-Francisco Montsalve- CARLO MARIA MARTINI. El itinerario del discípulo. A la luz del evangelio de Lucas. Sal Terrae. Santander. 1997. En cuanto al objetivo del libro nos lo aclara el título original italiano: Gli esercizi ignaziani alla luce del Vangelo di Luca. De hecho el texto reproduce el contenido de las meditaciones que el entonces P. Martini dirigió a sus hermanos jesuitas de las CVC (Comunidades de Vida Cristiana) acompasando " el camino espiritual del discípulo, tal como lo propone Lucas, con las etapas que proponen los Ejercicios Espirituales de S. Ignacio". Destacamos en las "orientaciones" lo que dice a propósito del "estado de oración": Situarse para la 9ración exige: "Una postura del cuerpo"; "Una invocación que resuma mi deseo"; "La escena bíblica". Inicia cada una de las meditaciones con una oración que prepara el clima interior; un texto breve de los EE. Ignacianos, tras el que inserta otra breve oración y la exposición del tema de la meditación, iluminado por San Lucas (Evang~lio y Hechos). "Lo que quiere Lucas - dice- es mostrar cómo se inserta el kerigma en el cuadro universal del designio divino y cómo, a través del kerigma, es realmente Dios quien se ha introducido en la historia". En la primera meditación establece la relación entre el kerigma lucano y el principio y fundamento de San Ignacio y así en las sucesivas meditaciones (hasta las 16 que configuran el libro) establece ese paralelismo entre los ejercicios ignacianos y el evangelio de Lucas. Aunque todas las meditaciones son de gran altura, me ha impresionado la tercera (Id quod volo) en la que expone el kerigma a medias a partir del texto de Le 24, 13-35 (Los discípulos de Emaús). Presenta la situación herida de los dos discípulos. Se acerca a ellos Jesús y hace que sus sentimientos sean expresados, Jesús que no reprime, sino que libera. El anuncio que hacen los discípulos es el de los simple hechos, sin su final salvífica, del que desconfían. Así se quedan en hechos dramáticos. Bloqueo por el fracaso presente. Un kerigma a medias nunca es evangelio, nunca es mensaje de salvación -concluye el P. Martini-. Hasta que no entienden que era necesario que el mesías padeciese, no les llega esa iluminación. Se crea un nuevo clima de acogida. La pretensión del principio de hacer una aproximación entre el itinerario de los Ejercicios ignacianos y el del discípulo, creo que llega a su logro 506 Bibliografía en todas y cada una de las meditaciones. Una pregunta fundamental personaliza este intento ¿a dónde quiere llevar a Teófilo? El trayecto es el camino que éste debe recorrer, desde su inicio de discípulo, para entrar en sintonía con el Señor, culminación del discipulado. Lo hace el P. Martini con maestría y profundidad. Pese a que han pasado bastantes años, desde que dirigió estos ejercicios, es un material riquísimo para todo aquel que desee una renovación acertada de los Ejercicios de San Ignacio, sobre todo orientados a sacerdotes o seminaristas mayores. Renuevan el discernimiento y ponen en sintonía con el Señor. No es material despreciable para la oración diaria. El camino de encuentro en intensidad en medio de las vicisitudes de cada día está magistralmente indicado. La originalidad de la visión del evangelio de San Lucas, la penetración espiritual, los horizontes que nos invita a contemplar, tomando la pedagogía que Lucas aplica a su discípulo Teófilo, son otras virtudes de este libro que es un buen instrumento para ayudar al crecimiento espiritual propio y para abrir camino a los demás. También es virtud el que se lee con facilidad, por su buen estilo y la buena traducción del mismo. -Alonso Morata...:..