DE LA CRITICA DE ARTE. (dirigido a un colectivo de gilipollas llamado GalleryArt) Honestamente, me ha sorprendido vuestra reacción. Rechazáis, fieles a una línea de actuación y con ligereza, un texto de crítica artística que abunda en argumentos orientados hacia una función cultural, con una exposición rigurosa y razonada de los juicios de valor allí expuestos, en fin, redactada de modo ecuánime y con conocimiento profundo de lo que se dice. No me persuaden vuestras bienintencionadas razones. Parecéis "temer las propias pisadas". La crítica de arte no es positiva o negativa ("destructiva", como vosotros decís). Ejercida con responsabilidad es CRÍTICA A SECAS. Verdad de perogrullo. Si es beligerante mejor que mejor. En otros foros mi artículo, efectivamente, ha sido recibido sin reticencias y con muestras de agradecimiento. Sucede, por desgracia, que hay famas artísticas consolidadas, como es el caso de Cuadrado Lomas en Valladolid, que es muy arduo desmontar. Arropada su trayectoria durante décadas por soportes institucionales y políticos a veces insospechados, hoy es prácticamente un autor incuestionable. Muy recientemente ha sido designado miembro de una docta institución artística de Valladolid, la Academia de Bellas Artes de la Concepción. Y la falacia continúa. Mi tesis es que realmente la posición justa y merecida de este pintor dista mucho de la excelencia y se acerca bastante más a la mediocridad. Sustentar opiniones así hoy en día no es fácil. Un pintor como Miquel Barceló, pongamos por caso, también está hoy encumbrado por intereses espúreos y ya hay críticos de arte muy solventes (Fernando Castro Flórez, entre otros) que empiezan a cuestionar su real valía. Y sus artículos se publican con entera normalidad. El mismo Pablo Ruíz Picasso sufrió los ponderados ataques de un preclaro crítico de arte italiano ya desaparecido, Matteo Marangoni, quien justamente lo acusaba de carecer de un estilo propio entre los muchos con los que experimentó (posición que suscribo; ciertamente Picasso fue el paradigma del artista "succionador" de otros estilos pasados , un manierista depurado, lo que no resta méritos a su extraordinario dibujo). En fin, no voy a extenderme más. Repito, no entiendo vuestra actitud ni los prejuicios que denotáis. Recientemente he leído una máxima de Voltaire que dice así : "Dios mío, líbranos de los santurrones!". Pues eso.