UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MORELOS FACULTAD DE ARQUITECTURA ENSAYO DE EL CAMBIO DE LA ARQUITECTURA EN LA PANDEMIA DELIA PADILLA MONTES DE OCA HERNANDEZ FLORES ANGEL YAEL La pandemia del covid 19 nos a dejado como enseñanza el no planificar tanto nuestra vida por que puede cambiar de un día para otro un día estas feliz con tus amigos en el salón de clases riendo como acostumbras y al día siguiente ya estas pidiendo el link para la siguiente clase y en cuestión de arquitectura o mas bien en la arquitectura seria que ya no se pueden diseñar espacios sin sana distancia o inmuebles sin ventilación. Todo indica que los cambios de conducta a que estamos conminados cambiarán nuestra profesión desde muchos puntos de vista, en el diseño, la construcción, la gestión empresarial, la economía, la formación, y otros campos, obligándonos a enfocar con sabiduría nuestra relación con el espacio habitable para producir edificios y espacios públicos “inteligentes” que reduzcan las posibilidades de infección. La experiencia de estos últimos meses ha llevado también a revalorizar conceptos que parecían olvidados, como son flexibilidad, reúso adaptativo, construcción modular, arquitectura ligera y edificio saludable, entre otros con miradas diferentes a la ciudad, en cuanto a densidad, gestión, movilidad y muchos más, que podrían contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente construido. Si bien la pandemia ha obligado al aislamiento social, e impedido la realización de las tareas de la forma habitual, también ha revelado ciertos hechos sobre los cuales poco se hablaba. Hemos sido testigos de una creatividad desbordada que se socializa y comparte a nivel global, y se materializa en innumerables obras y nuevas prácticas sociales, cargadas de solidaridad, esperanza, y hasta humor. Las tecnologías han permitido también sustituir el contacto físico entre las personas, por la comunicación virtual; allí donde plazas, aulas y oficinas parecen cosas del pasado, surgen redes de personas e instituciones que intercambian ideas y experiencias, en un espacio inmaterial con proporciones que sólo conocíamos en la ciencia ficción. Lo más interesante es que esta situación descubre las potencialidades latentes en los individuos y las comunidades, como fuerza activa de la sociedad, que es otro de los paradigmas del desarrollo sostenible. Como parte de esta corriente que ha desatado la pandemia, algunos temas de la arquitectura hospitalaria vuelven al centro de interés. Se aprecia, sin embargo, un vacío en algunos, como el planeamiento urbano de las redes de salud, y en especial la atención primaria, que como se ha demostrado en Cuba, tienen alta efectividad en el enfrentamiento de situaciones como la actual. Si se toman en cuenta las experiencias adquiridas en tan corto tiempo, y los reclamos de la OMS: “(la pandemia) … requiere de una respuesta de los gobiernos y de la sociedad en su conjunto”, podría decirse que la arquitectura y el urbanismo se encuentran ante un cambio trascendental en su historia, que podría contribuir no solo a combatir esta enfermedad, sino otros muchos males que padecen la humanidad y los espacios naturales y artificiales donde se desenvuelve la vida del planeta. Durante el período de confinamiento por el coronavirus se han popularizado las imágenes e historias de familias europeas con grandes dificultades para la convivencia porque viven en pequeños apartamentos dentro de un edificio de varias plantas y sin espacios para el esparcimiento o la vida social. Aunque en Costa Rica la vivienda sigue siendo mayoritariamente horizontal, se están construyendo más edificios de apartamentos, sobre todo en la capital, y los desarrollos urbanísticos tienden a reducir cada vez más el área de construcción. Esta tendencia arquitectónica responde a la realidad de que las familias pasan poco tiempo en sus casas. Sin embargo, a partir de la cuarentena por el coronavirus, se tendrán que repensar los diseños de las viviendas en función de los cambios que traerá la actual crisis sanitaria, en términos del teletrabajo y la necesidad de esparcimiento en el mismo hogar. Tomando en cuenta lo que se esta viviendo actualmente con el regreso a clases para los niños de educación primaria, kínder y entre otros se necesitan espacios más grandes o grupos reducidos para poder reducir el riesgo de contagios en la comunidad estudiantil y con los profesores Aunque también la arquitectura puede ayudarnos a adaptarnos a las nuevas normalidades que se aproximan y que otras están ya presentes los entornos construidos y las maneras en que las personas se mueven en ellos comenzaron a cambiar inmediatamente de formas desesperadas y específicas. Las tiendas de comestibles erigieron escudos de plexiglás frente a las cajas y colocaron adhesivos o líneas pegadas en el piso para crear un espacio de dos metros entre los clientes; como resultado, menos compradores cabían de forma segura en el interior, y las filas salían por la puerta. Las personas se volvieron muy conscientes de sí mismas en relación a los otros y las superficies que podrían tener que tocar. De repente, se dio cuenta Sanders, todos se habían convertido en “cuerpos no conformes”. Y los lugares considerados esenciales estaban luchando con cuán cerca dejar que los unos estuvieran de los otros. El virus no era simplemente una crisis de salud; también era un problema de diseño. Las tensiones creadas por personas particulares que interactúan con espacios particulares han sido durante mucho tiempo un interés de Sanders. “Amo las cosas hermosas, pero no estoy interesado en la forma por sí misma”, dice. “Lo que cuenta es la experiencia y la interacción humanas, y cómo la forma facilita eso”. hacer de espacios a menudo construidos hace décadas —si no siglos— más inclusivos. Ellos habían realizado talleres con los empleados de la galería para aprender cómo el emblemático edificio pudiera satisfacer mejor las necesidades de lo que Sanders llama “cuerpos no conformes”. Con esto se refiere a las personas cuya edad, género, raza, religión o habilidades físicas o cognitivas a menudo los ponen en desacuerdo con el entorno construido, que generalmente está diseñado por personas que incorporan normas culturales dominantes. En la arquitectura occidental, señala Sanders, lo “normal” ha sido explícitamente definido por el antiguo arquitecto romano Vitruvio, por ejemplo, cuyos conceptos inspiraron el “Hombre de Vitruvio” de Leonardo da Vinci, y, en tiempos de Kahn, por el “Hombre modulor” de Le Corbusier como un hombre blanco, joven y alto. Sera que la arquitectura será reflexiva que nos ayude a pensar mejor sobre las cosas, ya sea al ver una escultura o los Auditorios, museos y centros comerciales son lugares de reunión donde el contacto y el movimiento interpersonal se antojan excesivos en estos momentos. Salas de conciertos para escuchar música, espacios para bailar y cantar como grandes auditorios y salas de espectáculos. Centros comerciales donde realizar compras en tiendas, comer en restaurantes, ir al cine, quedar con los amigo, museos y salas de arte que permiten el visionado de películas, paseo por las exposiciones. Oficinas donde realizar trabajos de forma colaborativa, salas de reuniones. Muchas son las actividades que se realizan en arquitecturas cerradas y que, debido a la pandemia, tendrán la oportunidad de repensarse. Pero de la noche a la mañana hemos cambiado nuestro lugar de trabajo sin ningún tipo de reflexión respecto a la salud, el sedentarismo o el aislamiento social. Los aspectos relativos al cuidado de la salud física y mental en tiempos de pandemia han de ser tenidos en cuenta, no solo a nivel médico, sino también por el resto de disciplinas.