Subido por PEDRO HERNANDEZ DE HOYOS

INSUFICIENCIA HEPÁTICA

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Rev Cubana Med Milit 2001;30(Supl.):63-70
Instituto Superior de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto”
INSUFICIENCIA HEPÁTICA AGUDA
My. Mirtha Infante Velázquez 1
RESUMEN
Se realizó una revisión bibliográfica de los elementos más importantes del síndrome de
insuficiencia hepática aguda. Se examinó el estado actual de la terminología y la definición
del síndrome, así como algunos aspectos de los antecedentes históricos. Se efectuó una
síntesis de los principios en que se sustenta el diagnóstico clínico, con énfasis en la
encefalopatía hepática como síndrome fundamental. Se hizo referencia a los mecanismos
patogénicos que explican la instauración de la insuficiencia hepática y los elementos
clínicos que la caracterizan. Se exponen las complicaciones y las medidas de sostén que
constituyen la base de su tratamiento. Se muestran los criterios para la indicación del
trasplante hepático, así como otras opciones terapéuticas y se brindan los elementos que
tienen que ver con el pronóstico casi siempre fatal de esta enfermedad.
DeCS: INSUFICIENCIA HEPATICA AGUDA/diagnóstico; ENCEFALOPATIA
HEPATICA; TRASPLANTES/ utilización, INDICADORES DE MORBIMORTALIDAD.
La insuficiencia hepática aguda (IHA)
es una de las situaciones clínicas más aciagas con las que tiene que enfrentarse el
médico en su práctica profesional. Se
puede conceptuar como un síndrome que se
produce cuando de manera brusca y
severa se afecta la función hepática, con
la subsiguiente aparición de encefalopatía
y disminución marcada de la capacidad de
síntesis en la glándula hepática, que se
manifiesta sobre todo por alteraciones en
los mecanismos de la coagulación. El
tratamiento médico de estos casos es
complicado y la mortalidad es elevada. La
1
atención de los enfermos corresponde a las
unidades especializadas de cuidados intensivos, por lo que el conocimiento y
actualización sobre este tema es un requisito obligado para el personal facultativo
de estas instituciones.
En el presente trabajo se aborda en
apretada síntesis, los elementos más
relevantes en la definición conceptual y
clasificación de este síndrome, la etiología
y el diagnóstico, así como los principios
que rigen la terapéutica incluido el trasplante hepático.
Especialista de II Grado en Gastroenterología.
63
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
La primera definición de insuficiencia hepática aguda o fulminante se atribuye a Trey y Davidson1 quienes desde 1970
dejaron establecidos los criterios que la
caracterizan: aparición de encefalopatía
como consecuencia de un daño hepático
severo en las primeras 8 semanas que
siguen a la presentación de los síntomas
clínicos, en un enfermo con un hígado
previamente sano y con un carácter potencialmente reversible. Antes, en 1946,
Lucke y Mallory2 habían hecho notar que
la hepatitis aguda grave mostraba 2 formas
de evolución: una rápidamente progresiva y
otra con una evolución más lenta.
Los términos insuficiencia hepática
fulminante y subfulminante introducidos
por Berneau3 y colaboradores (1986) señalan un intervalo de 2 y 12 semanas respectivamente entre el inicio de la ictericia
y el desarrollo de las manifestaciones de
encefalopatía, y la categoría aparición
tardía (entre 8 y 26 semanas) se atribuye
a Gimson.4 O´Grady y colaboradores5
propusieron utilizar las denominaciones
d e insuficiencia hepática hiperaguda
(encefalopatía en los primeros 7 días), aguda
(intervalo de 8 y 28 días entre el íctero y la
encefalopatía) y subaguda (5 a 12 semanas).
En el Instituto Superior de Medicina
Militar “Dr. Luis Díaz Soto”, se utiliza
la clasificación del grupo de Berneau y
Benhamou, quienes consideran la existencia de un estado preencefalopático
que se caracteriza por una disminución
menor del 50 % de la concentración
normal de los factores de la coagulación
( o la prolongación del tiempo de
protrombina), por lo que el término de
IHA define tal condición. Los términos
fulminante o subfulminante, según el criterio de esos autores, se emplean si surge la encefalopatía. 6 Todos estos elementos son útiles a la hora de establecer el
pronóstico y considerar la indicación de
trasplante del hígado (tabla).
Actualmente se acepta que la IHA
puede aparecer en pacientes con enfermedad de Wilson, hepatitis autoinmune y en
la reactivación de una hepatitis crónica B
o en la superinfección por virus D, siempre que la existencia de estas enfermedades sea previamente desconocida.
ETIOLOGÍA Y PATOGENIA
La infección por los virus hepatotropos
es la primera causa de IHA en todo el
mundo. Parece ser que en estos casos una
TABLA. Clasificación de la insuficiencia hepática aguda
Elementos:
IHA
Encefalopatía
No
Ictericia (días)
Edema cerebral
No
Tiempo de protrombina
Factor V
< 50 %
Bilirrubina
Alta
Pronóstico
Bueno
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Clasificación de Bernuau
Fulminante
Subfulminante
Sí
0-15
Sí
< 50 % < 50 %
Alta
Malo
Clasificación de O´Grady
Hiperaguda
Aguda
Subaguda
Sí
16-190
Sí
Prolongado
Sí
0-7
Sí
Prolongado
Sí
8-28
Sí
Prolongado
Sí
29-72
Infrecuente
Alta
Muy malo
Alta
Mejor
Alta
Malo
Alta
Muy malo
exageración en los mecanismos de la respuesta inmunológica del hospedero o la
infección por una cadena extremadamente
virulenta conducen a la instauración
del síndrome. Sin embargo, en el Reino
Unido de Gran Bretaña, se reconoce como
el factor etiológico más importante a la
sobredosis de paracetamol (Acetaminofén).
En estos casos se menciona un mecanismo
de toxicidad directa. Las causas más frecuentes se resumen a continuación:
Virus:
- Hepatotropos: A, B, C, D, E y posible
mente Gb, TTV y Sen V.
- No hepatotropos: herpes virus,
citomegalovirus, paramixovirus, varicela zóster, virus de Epstein Barr.
Drogas y toxinas:
- Por toxicidad directa: paracetamol,
tetracloruro de carbono, venenos de
hongos y otras plantas.
- Por reacción de hipersensibilidad:
halotano, antidepresivos, drogas antitiroideas, antituberculosas y antiinflamatorios no esteroideos, nuevas generaciones de hipoglicemiantes orales.7,8
Trastornos vasculares:
- Sistémicos: shock cardiogénico.
- Locales: oclusión aguda de las venas
suprahepáticas, hepatitis isquémica.
- Enfermedades metabólicas: enfermedad
de Wilson, síndrome de Reye, hígado
graso agudo del embarazo.
Otras: hepatitis autoinmune, infiltración
tumoral masiva, infección bacteriana severa.
De acuerdo con la severidad de la noxa
y con el estado inmunológico previo del
huésped, tanto los macrófagos como las
células de Kuppfer liberan un grupo de
citoquinas de acción proinflamatorias que
constituyen los mediadores del daño
endotelial que causa trastornos en la
microcirculación y lleva a la formación de
microtrombos. La amplificación de esta
reacción conduce a la instauración de un
síndrome de respuesta inflamatoria
sistémica, con manifestaciones clínicohumorales definidas. La activación exagerada de los mecanismos que tratan de compensar estas acciones, lleva al estado de
disonancia inmunológica que facilita la
aparición de la fase de disfunción orgánica
secundaria. Por otra parte, también se
encuentran activadas las citoquinas que
suprimen el proceso de regeneración.9
El diagnóstico etiológico puede establecerse a través del interrogatorio y
examen clínicos y la realización de pruebas serológicas y toxicológicas específicas.
DIAGNÓSTICO CLÍNICO
Además de la ictericia aparecen los
elementos clínicos de la encefalopatía
hepática definida como un espectro amplio
de alteraciones neuropsiquiátricas, que van
desde inaparentes cambios en la conducta
hasta el estupor, el delirio y el coma. Existe
una escala gradual que clasifica estas
alteraciones:
- Grado O: no se detectan síntomas clínicos.
- Grado I: confusión leve, apatía, agitación,
ansiedad, euforia, inquietud, alteraciones
del sueño. Temblor fino, coordinación más
lenta, asterixis.
- Grado II: somnolencia, letargo, desorientación, conducta inadecuada.Asterixis, disartria,
reflejos primitivos, paratonía atáxica.
- Grado III: somnolencia, confusión mental, conducta inadecuada. Hiperreflexia,
signo de Babinski, incontinencia,
mioclonía, hiperventilación.
65
- Grado IV: coma. Rigidez de descerebración, reflejo oculomotor rápido. Al
inicio hay respuesta a estímulos dolorosos que puede progresar a la flacidez y la
ausencia de respuesta a estímulos.
Desde el punto de vista fisiopatológico los mecanismos que explican la
encefalopatía no están bien dilucidados.
Parece ser por diversos trastornos en múltiples sistemas de neurotransmisión, 10 fundamentalmente en el sistema del amonio.
Esta sustancia nitrogenada interviene en los
mecanismos de producción de metabolitos
neuroactivos y modula otros sistemas de
neurotransmisores (benzodiazepinas,
catecolaminas, serotoninas). Todo ello
se favorece por los cambios funcionales
en la permeabilidad de la barrera hematoencefálica.11
Otros síntomas y signos son el malestar general y la hepatalgia, así como las
alteraciones hemorragíparas, sobre todo
epístaxis y gingivorragias. Al examen físico no se detecta hepatomegalia y si hay
ascitis, el pronóstico es malo.12
Las pruebas de laboratorio muestran
valores elevados en las cifras de bilirrubina
y las aminotransferasas, y muy disminuidas las cifras de glicemia, colesterol y albúmina, así como los factores de la coagulación, en particular el factor V y la prolongación del tiempo de protrombina.
La imagenología permite apreciar la
estructura morfológica del hígado y en
ocasiones establecer el diagnóstico. Algunos
autores utilizan ciertos hallazgos en el
estudio abdominal por tomografía axial
computadorizada como criterio de pronóstico.13
La biopsia hepática, que se realiza utilizando la vía transyugular, revela un patrón de necrosis masiva o submasiva de las
células hepáticas.
66
COMPLICACIONES
Cuando el hígado falla se alteran las
funciones de los restantes órganos de la
economía. Este carácter sistémico es un
elemento importante que determina la severidad y el desarrollo de la afección, con
su influencia sobre el pronóstico de
sobrevida. 14 Las complicaciones más
frecuentes son:
- Intracraneales: la más contumaz es el
edema cerebral y sus consecuencias: la
hipertensión endocraneana y la
herniación meníngea. Más del 80 % de
los enfermos, sobre todo con encefalopatía
grado III ó IV, desarrollan esta complicación, que es además, responsable de
la elevada mortalidad. Su origen se debe
tanto a alteraciones de la permeabilidad
de la barrera hematoencefálica, como a
trastornos metabólicos y enzimáticos,
fundamentalmente al nivel de los
astrocitos.15
- Cardiovasculares: la hipotensión arterial
y las arritmias suelen aparecer en
estadios avanzados y surgen por la
presencia de un estado circulatorio
hiperdinámico y una disminución de la
resistencia periférica, que agrava la
hipoxia.
- Metabólicas: los trastornos en la
gluconeogénesis y la disminución del
contenido de glucógeno en el hígado
conducen a la hipoglicemia, que sufren
alrededor del 40 % de estos enfermos.
También se producen alteraciones en la
composición lipídica del plasma, particularmente una deficiencia de ácidos
grasos.16
- Respiratorias: el síndrome de distress
respiratorio y el edema pulmonar son
complicaciones graves que, unidos a la
bronconeumonía, incrementan notablemente la mortalidad.
- Hematológicas: las manifestaciones
hemorragíparas provenientes sobre todo
a partir de las membranas mucosas del
tracto digestivo, reflejan un severo trastorno en la síntesis de aquellos factores
que se sintetizan en el hígado y de la
disfunción cualitativa y cuantitativa de
las plaquetas.
- Renales: se produce insuficiencia renal
aguda debida tanto a factores sistémicos
(endotoxemia, uso de drogas nefrotóxicas) o a trastornos hemodinámicos
intrarrenales. Se considera un elemento
de muy mal pronóstico.
- Infecciosas: ocurre infección bacteriana
fundamentalmente en los tractos respiratorio y genitourinario. Su presentación
clínica no suele ser febril y su presencia la sugieren el empeoramiento de la
encefalopatía o la aparición de insuficiencia renal. La elevada susceptibilidad a las infecciones depende de un déficit marcado en el sistema complemento
y la reducción de las opsoninas, de
disfunción de los leucocitos, concentraciones bajas de fibronectina y una función deficiente de las células T
supresoras. Todo ello evidencia un severo estado de inmunodeficiencia.
- Trastornos electrolíticos y del equilibrio
ácido-base: la hiperventilación produce
alcalosis respiratoria y el edema cerebral propio de fases avanzadas, acidosis.
La hiponatremia, es casi siempre
dilucional y aparece fundamentalmente
en casos con insuficiencia hepática
subfulminante. La hipofosfatemia acompaña sobre todo, a la sobredosis de
paracetamol.
TRATAMIENTO
El tratamiento de los pacientes con
IHA debe realizarse en una Unidad de
Cuidados Intensivos y donde existan las
condiciones para realizar el diagnóstico
etiológico inmediato, detectar y tratar las
complicaciones y de ser posible, realizar
el trasplante hepático. La vigilancia continua y el tratamiento de los problemas complejos, asociados con la insuficiencia de
diversos órganos, requiere del trabajo de
un equipo experimentado. Hay que disponer de una línea venosa central y aplicar
los métodos de monitoreo. Se colocará
sonda nasogástrica y urinaria y de ser necesario, un tubo endotraquel. Si se decide
el abordaje de una línea arterial hay que
considerar el riesgo de sangramiento
incoercible por el sitio de la puntura.
Todas las secreciones se considerarán
potencialmente infecciosas, por lo que
procede tomar las precauciones adecuadas
y realizar cultivos repetidos de sangre, esputo, orina, así como de los extremos de
los catéteres. El soporte nutricional incluye la reducción de la ingesta de proteínas,
a pesar del estado de hipercatabolia y la
infusión de calorías. La administración de
aminoácidos de cadena ramificada y lípidos
por vía endovenosa, es una indicación controvertida.17 Hay que alimentar y conservar
a estos pacientes con la cabeza elevada (de
20 a 40 °) y evitar estímulos sensoriales
intensos y movimientos vigorosos, si es necesario su desplazamiento.
Se realizará y utilizará preferentemente en el monitoreo continuo de la presión
intracraneal (PIC) un dispositivo extradural
o de ser posible, otros métodos no invasivos.
La encefalopatía casi siempre se acompaña de edema cerebral, por lo que en los
grados III y IV se indica la ventilación electiva, la sedación con fentanil y la parálisis
con atracurium, tanto para proteger las vías
aéreas, como para evitar un incremento de
la PIC a causa de la agitación psicomotora.18
La infusión de manitol (0,5 g por kg de peso
cada 10 min o en bolo) será una indicación
67
muy cuidadosa si existe insuficiencia renal
que requiera la extracción del volumen
infundido por métodos de filtrado. Si
se ha realizado sedación previa con
benzodiazepinas, el flumazenil puede mejorar el nivel de conciencia. El tratamiento con disacáridos (lactulosa, lactitiol),
ampliamente difundido, no ha demostrado
ser una medida eficaz en la encefalopatía
que acompaña a la IHA, sino que se reserva para los casos con hepatopatía crónica.19
Para prevenir el fallo renal hay que
evitar el uso de drogas nefrotóxicas y
evitar la hipotensión, así como diagnosticar precozmente otras complicaciones.
Cuando se instaura, son preferibles los
métodos de purificación extrarrenal y la
administración de agentes inotropos a
bajas dosis (dopamina de 2 a 4 mg/kg/min).
La hemorragia digestiva alta se trata
con protectores de la mucosa o inhibidores
de los receptores H2. No se indica la
profilaxis del sangramiento mediante la
utilización de plasma fresco congelado,
pues al producirse un incremento de la
presencia de los factores de la coagulación,
se hace difícil determinar la situación
real del grado de disfunción hepática. Su
indicación precisa es para cuando se ha
previsto realizar algún proceder invasivo.
La plasmaféresis también ofrece buenos
resultados.
Otras medidas de sostén incluyen la
medición frecuente de la glicemia y la
administración de soluciones hipertónicas.
Si se utiliza la ventilación mecánica con
presión positiva al final de la espiración,
hay que considerar que esto puede incrementar el edema cerebral. Las infecciones
requieren una terapéutica antibiótica efectiva, y algunos autores recomiendan su
indicación profiláctica. Las infecciones
micóticas se tratan con fluconazol.
68
El tratamiento específico se indica en
casos de sobredosis de paracetamol y otras
intoxicaciones. En el primer caso el fármaco de elección es la N acetilcisteína.
Ante otros tipos de tóxicos se indican medidas como la diuresis forzada y el uso del
carbón activado. La interrupción del embarazo hay que considerarla en el hígado graso agudo del embarazo. Si la causa de la
IHA es un síndrome de Budd Chiari agudo,
se indicará tratamiento quirúrgico o la colocación de anastomosis intrahepática
portosistémica. En casos de infección por
herpes virus se indica el aciclovir. Por último, es importante señalar que ante los virus de hepatitis A-E el tratamiento con
Interferón está contraindicado. Los efectos
deletéreos de la utilización de este fármaco en casos con IHA fueron demostrados
desde hace varios años. En Cuba se ha utilizado el Interferón en algunos casos seleccionados que se encontraban en el estadio
preencefalopático de la clasificación de
Bernuau con buenos resultados.20 Hay reportes recientes de la utilización de
lamivudina en casos de IHA por virus B.
El trasplante hepático no debe ser indicado ni demasiado precoz que impida las
posibilidades de evolución espontánea a la
curación, ni demasiado tardío cuando hayan
mermado las posibilidades de éxito de la
cirugía. Este momento ideal es en realidad
difícil de determinar y a ello se une la imposibilidad de contar con un donante. Los
grupos de trasplante utilizan diferentes criterios que lo indican, los más conocidos en
el mundo son los que se aplican según la
etiología, en el Hospital King´s College de
Londres.21
Otros enfoques terapéuticos incluyen el
uso de dispositivos bioartificiales, el trasplante hepático auxiliar y la perfusión hepática extracorpórea.22
PRONÓSTICO
El pronóstico de estos pacientes es
muy malo y la mortalidad es muy elevada
(de 60 a 80 %). Sin embargo, algunos
elementos clínicos y humorales han sido
identificados como factores pronósticos.
La edad inferior a los 10 años o superior
a los 40, la encefalopatía grados III y IV,
la etiología desconocida o por reacciones
de hipersensibilidad y la presencia de
severos trastornos en la coagulación se
consideran como elementos que ensombrecen el pronóstico.
En contraste, se considera que los
casos a causa de infección por los virus A
o E y en la sobredosis por paracetamol
sin acidosis, el pronóstico es mejor. La
supervivencia es más alta entre los
casos con una forma fulminante, comparados por los que se presentan con el tipo
subfulminante.
SUMMARY
A literature review of the most important elements of acute hepatic failure syndrome was made. The present state
of the terminology and definition of the syndrome as well as some historical antecedents were examined. The
principles supporting the clinical diagnoses, with emphasis on the hepatic encephalopathy as main syndrome were
summarized. Reference was made to the pathogenic mechanisms explaining the occurrence of hepatic failure and
their characteristic clinical elements, the complications and the support measures, which are the basis of the
treatment. Likewise, criteria for liver transplantation, other therapeutical choices and the elements related with
the mostly fatal prognosis of this disease were provided.
Subject headings: LIVER FAILURE, ACUTE/diagnosis; HEPATIC ENCEPHALOPATHY; TRANSPLANS/
/utilization; INDICATORS OF MORBIDITY AND MORTALITY.
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Recibido: 14 de junio de 2001. Aprobado: 17 de julio de 2001.
My. Mirtha Infante Velázquez. Instituto Superior de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto”. Avenida
Monumental, Habana del Este, CP 11700, Ciudad de La Habana, Cuba.
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