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Sociedad Civil y Partidos Politicos

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE
MÉXICO
COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
PLANTEL AZCAPOTZALCO
Materia: Ciencias Políticas y Sociales
Grupo: 654
Turno: Vespertino
Tarea: Sociedad Civil y Partidos Políticos
Alumno: Eulogio Sanchez Christian
La sociedad civil
El término sociedad civil, como concepto de la ciencia social, designa a la diversidad
de personas que con categoría de ciudadanos y generalmente de manera colectiva,
actúan para tomar decisiones en el ámbito público que conciernen a todo individuo
situado fuera de las estructuras gubernamentales, de los partidos políticos, las
empresas o poderes económicos, y las instituciones religiosas.
Formalmente se comprende a la sociedad civil como el conjunto de
ciudadanos organizados como tales para actuar en el campo de lo público en busca
del bien común, sin ánimo de lucro personal ni buscar el poder político o la adhesión
a un partido determinado. En otra definición, la sociedad civil son agrupaciones
ciudadanas que buscan incidir sobre asuntos específicos relacionados con temas
como género, salud, educación, ambiente, bienestar social, desarrollo, cultura y
derechos humanos, entre otros, que por lo general actúan para cubrir de manera
directa "las incapacidades estatales para dar respuestas a demandas postergadas
y crecientes de una gran porción de la población".
La sociedad civil se concibe como el espacio de vida social organizada que
es voluntariamente autogenerada, independiente, autónoma del Estado y limitada
por un orden legal o juego de reglas compartidas. Involucra a ciudadanos actuando
colectivamente en una esfera pública para expresar sus intereses, pasiones e ideas,
y para intercambiar información alcanzando objetivos comunes.
Algunos de los cambios experimentados por las sociedades modernas, tales
como la creciente aceptación de las mujeres en la vida productiva y la vida política,
el aumento en el caudal de información que reciben las personas y la extensión de
las democracias como forma de organización política de los Estados, han conducido
a un crecimiento de la participación social en un sinnúmero de tareas anteriormente
reservadas a los gobiernos o a las empresas. Algunos autores han reconocido en
este cambio un ascenso de lo que ha dado en llamarse la “sociedad civil”, para
indicar aquel sector de la sociedad que, de alguna manera, se sitúa en un terreno
intermedio que no es ni el de las decisiones políticas ni el de las transacciones
económicas. Quienes forman parte de él se ocupan de tareas tan diversas como el
cuidado de los ancianos, la protección de los inválidos, la defensa de las especies
en extinción o la atención a los problemas de la colonia en que viven. De igual
manera, los hombres y mujeres que en algún momento protestan contra alguna
injusticia, demandan servicios o señalan alguna forma de corrupción que forman
parte de ese nuevo espacio que sociólogos como Jean Cohen o Jeffrey Alexander
ubican entre el Estado y el mercado, es decir, entre el ámbito de lo político y el de
lo económico.
La sociedad civil se manifiesta en tareas que requieren solidaridad,
cooperación y presencia activa de las personas. Sus integrantes pueden pertenecer
a cualquier sector pero en el momento de su participación lo hacen simplemente
como sociedad civil. Se expresa generalmente a través de asociaciones,
movimientos sociales y otras formas de acción colectiva como las redes de
cooperación, así como en lo que se ha dado en llamar la “esfera pública”; es decir,
en los diversos espacios de participación que la sociedad ofrece y que comprenden
lo mismo los cafés, bares y restaurantes que las salas de conferencias, los
periódicos o los programas de radio. Por lo mismo, la existencia de una sociedad
civil vigorosa —es decir, atenta a los problemas de su entorno y capaz de proponer
soluciones y alternativas—ha sido vista como indicador de una democracia sana,
en la medida en que además de señalar alternativas y ofrecer respuestas, la propia
sociedad civil se involucra en procesos diversos que pueden incluir desde la
vigilancia de la propia democracia hasta la participación en tareas conjuntas con el
gobierno o con las empresas.
Ejemplos de instituciones de la sociedad civil
-
Organizaciones no gubernamentales (ONG)
Organizaciones no lucrativas (ONL)
Institución de beneficencia
Asociaciones de ciudadanos
Sindicatos
Colegios profesionales
Barrios y asociaciones vecinales
Federaciones y Asociaciones civiles
Clubes sociales
Grupos religiosos
Think tanks
La sociedad civil es un universo que abarca a todos los individuos como iguales. La
sociedad civil adquiere una importancia posterior en todos los beneficios que puede
aportar a la comunidad de individuos como lo es en la generación de empleos, en
el fomento de la conciencia crítica y en la búsqueda de equilibrio de los poderes.
Los partidos políticos
Las organizaciones que enlazan a la sociedad con el Estado son básicamente de
dos tipos: partidos políticos y organizaciones sociales con participación política. La
distinción entre ellos se desprende de dos consideraciones: a) los propósitos que
persiguen en su participación política y b) el tipo de bases sociales sobre las que se
asientan.
Los partidos son organizaciones permanentes cuyos integrantes comparten
un conjunto de ideas acerca de la forma en que debe ejercerse el poder, los
principios que deben regirlo y los propósitos que debe perseguir. Su objetivo es
conquistar el poder político; es decir, alcanzar y mantener el control sobre el
gobierno y la administración pública. Se trata, pues, de instituciones eminentemente
políticas.
Partidos políticos
Tienen por objetivo conquistar el poder o participar en su ejercicio
Descansan en un conjunto de ciudadanos pertenecientes a distintos
sectores y con diferentes actividades, unidos por una concepción común de
la vida política o por su adhesión a cierto proyecto político de sociedad.
Como ejemplos de los partidos políticos están el PRI, el PAN y el PRD de
México; el Republicano y el Demócrata de los Estados Unidos; el PP y el
PSOE de España, o el Laborista y el Conservador en Gran Bretaña.
Los partidos políticos desempeñan muy diversas funciones o tareas:
a) Movilizan y organizan a la opinión pública, alentando y encauzando la expresión
de los distintos puntos de vista y concepciones acerca de la política y el poder que
existen en una sociedad y articulándolos en torno a un proyecto de sociedad y de
Estado.
b) Estimulan la participación política de los ciudadanos, al proporcionarles las
opciones alrededor de las cuales pueden ubicarse.
c) Reclutan al personal político; es decir, entrenan a los líderes y a los cuadros
políticos en las actividades de liderazgo, dirección y representación
d ) Dan forma a la vida política, así como base social a la autoridad política, ya que
una vez en el poder definen la orientación y los programas del gobierno y le
confieren a éste sus apoyos sociales.
El origen de los partidos políticos se identifica con el establecimiento en Europa del
sufragio universal en la segunda mitad del siglo XIX, y con la implantación de los
procesos electorales como fórmula para definir quiénes ocuparían los puestos de
representación popular. La extensión del derecho al voto hizo necesario que se
formaran partidos políticos para dar cauce a las preferencias electorales, es decir,
para organizar a los electores en torno a ofertas u opciones políticas.
El surgimiento de los partidos políticos corresponde, pues, a un momento
preciso de la evolución del Estado moderno: aquel en que el pueblo conquistó su
carácter de titular de la soberanía y se erigió en el factor de sustentación y
legitimación del poder político. Puesto que el ejercicio del poder no puede recaer en
todos los ciudadanos, éstos se ven obligados a delegar su voluntad soberana en
representantes que lo ejerzan en su nombre. A fin de organizar a esa voluntad de
los ciudadanos, los partidos políticos estructuran proyectos de sociedad y de
Estado, y convocan a los ciudadanos a adherirse a ellos.
Es por ello que, desde mediados del siglo XIX, los grandes actores políticos
han sido los partidos. Han conducido a las sociedades en la ruta de la
democratización en la última parte del siglo XX. Sin embargo, éstos no han sido
ejemplo de organizaciones democráticas en su interior: por lo contrario, se han
caracterizado por ser estructuras fuertemente jerarquizadas, en las que las
decisiones se toman en pequeñas cúpulas a cuyos dictados se subordinan las
diferentes bases organizadas de los partidos
En cada país, el conjunto de partidos políticos establece una serie de
relaciones más o menos estables que dan lugar a lo que se denomina sistema de
partidos. Puesto que el sistema de partidos engloba a los actores políticos
organizados de una sociedad, sus dimensiones, organización y funcionamiento
reflejan el carácter del régimen político de cada país, a la vez que influyen en el
sentido y el comportamiento de éste. Los sistemas de partidos se dividen en dos
grandes grupos: sistemas competitivos y sistemas no competitivos, que se
identifican con regímenes políticos democráticos, autoritarios o dictatoriales.
Sistemas de partidos
Los sistemas de partidos competitivos se integran con dos o más partidos políticos,
ninguno de los cuales muestra una superioridad evidente y continua sobre los
demás. En este tipo de sistemas están garantizadas las condiciones y
oportunidades para la disputa efectiva por el poder, a través de elecciones.
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