Subido por raul.modenas

FALLETTI-BIOGRAFIA FAMILIA, FILOS HIPOGRAFICA Y CEREBRO

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EL CEREBRO HUMANO
Agradezco su atención y respondo su e-mail.
Le ruego que lea primero lo siguiente, y luego le informo lo solicitado.
El cerebro humano es calculador y sedentario según los últimos estudios
neurológicos publicados en España, cosa que explica las razones por las cuales el
hombre que tiene su psicología instalada en el cerebro busca constantemente que le den
las cosas hechas. Emocionalmente es sedentario, en ese caso.
Esta situación del hombre adulto contrasta especialmente con su comportamiento
durante el primer año de existencia. Lo que hace un bebé por sí mismo en esa etapa de
la existencia humana es una tarea titánica.
Sin que sus padres se lo enseñen, sin leer libros, sin necesidad de un gurú, el bebé
por experiencia propia, intentando y fracasando, volviendo a intentar y fracasar,
establece en su cerebro el tiempo y el espacio en que tendrá que existir. Siguiendo con
el mismo procedimiento se ocupa de descubrir su cuerpo físico, intentando tocarse la
oreja y fracasando pero volviendo a intentarlo, y lo mismo hace con la nariz, y el resto
de su cuerpo.
Está absolutamente solo en ese intentar conocerse físicamente en el medio del tiempo
y del espacio, y lo hace sin miedo y hasta con júbilo.
Luego se encuentra con una cuestión que para cualquier adulto sería traumática,
porque se ha descubierto como algo muy pequeño en relación con sus padres y todo el
mundo que lo rodea a quienes observa como gigantes sin saber de antemano que él
también llegará a ser gigante como los que ve. Y aún así se adapta a esa relación del
mismo modo, sin temor y con júbilo.
Y tiempo después el bebé se hace también gigante y quiere que le entreguen todo
hecho para satisfacer como un mendigo su existencia emocional.
Ese estado sedentario del cerebro psicológico en el hombre crea actividades como la
de Judith Wurtman, investigadora en nutrición del Instituto Tecnológico de
Massachusetts, cuyos experimentos la han conducido a descubrir que “algunos
alimentos afectan en forma positiva la producción de sustancias cerebrales que
determinan nuestro estado de ánimo, energía mental, desempeño y comportamiento”.
Entre las cosas que ha descubierto es que el pan integral le anticipa un e-mail al
cerebro que dice: “Descansa y alégrate”, y cuando llega el triptófano aumenta la
concentración de serotonina que es una sustancia cerebral que cumple con lo anticipado
en el e-mail. Pero esto tiene un secreto: debe comerse el pan antes que la carne y el
queso.
El pavo, a su vez, es una fuente rica en tirosina, un aminoácido que eleva la
concentración de dopamina y noradrelina en el cerebro aumentando la motivación y
avivando los reflejos.
Los plátanos siendo ricos en magnesio combaten eficazmente el estrés y si se
aumenta la ingestión reduce la ansiedad y mejora el sueño.
Las naranjas en dosis diarias de 150 miligramos de vitamina “C” (dos naranjas)
resultan suficientes para disminuir el nerviosismo, el mal humor y la depresión.
Las nueces del Brasil son ricas en selenio y esto tiene relación con el buen humor.
Y el pobre cerebro sedentario si quiere seguir estos consejos se encuentra con otros
científicos que se han puesto a manipular los genes de animales y plantas que sirven de
alimento al ser humano mientras que la científica nutricionista habla de “nueces del
Brasil” ( únicamente del Brasil ).
La ingeniería genética permite poner el gen de una especie dentro del patrimonio
genético de otra, cosa que cambia la evolución, mezcla parte de las especies y no se
sabe con certeza cómo van a reaccionar al ser ingeridos como alimentos.
En la Argentina, por ejemplo, ya se ha cosechado soja manipulada genéticamente. Se
le ha puesto un gen de un virus de coliflor, de petunia y de una bacteria para hacerla
más resistente, pero se sabe de antemano que ninguno de los tres injertos genéticos
forma parte de la dieta humana.
Y para facilitar el sedentarismo cerebral no puede faltar la psicofarmacología que
promete una personalidad a medida, químicamente modelada para triunfar y agradar a
todo el mundo con sus masivas píldoras para la felicidad. Cada estado de ánimo que
moleste, cada inhibición, cada sentimiento de soledad, cada sentimiento de vacío, cada
pensamiento perturbador, cada anticipación mental de un evento inseguro, cada estado
interior contradictorio, cada inconveniente en la existencia que provoque una crisis
emocional, puede ser corregido con una sustancia química determinada aliviando la
existencia a pastillazos. Por el momento es así, y según los científicos deberán esperarse
unas cuantas generaciones para averiguar si esta respuesta científica al sedentarismo del
cerebro tiene o no contraindicaciones físicas, por un lado, y para la posibilidad de vivir
en plenitud, por el otro.
En verdad los riesgos se conocen desde la antigüedad: aumentará el sedentarismo del
cerebro, repartirá males por todo el cuerpo físico, y eliminará de raíz la posibilidad en el
hombre de vivir en plenitud.
Las drogas antidepresivas provocan efectos secundarios como el insomnio, náuseas,
pérdida del apetito, disminución de la libido y dificultad para alcanzar el orgasmo, por
enumerar algunos. Y menos aún se dice de los sonados casos de suicidio entre
consumidores norteamericanos de prozac que agitaron las aguas de la psiquiatría en el
año 1992 aproximadamente.
Pero la cuestión no se detiene en estos aspectos físicos, sino que es mucho más
profunda: afecta directamente a la condición humana.
Estas drogas psicológicas demuestran que todas las actitudes psicológicas instaladas
en el cerebro son el producto de elementos químicos fabricados por el propio organismo
físico. Con lo cual se está diciendo por parte de la ciencia clásica que todas esas
actitudes psicológicas no son propias sino que son sentidas por un elemento químico,
cosa que es coincidente con los últimos descubrimientos neurológicos en la Universidad
de Rockefeller en los que se afirma que el cerebro es una gran computadora llena de
circuitos neuronales que procesan información y toman decisiones por su cuenta, de un
modo automático y sin la libre intervención del hombre.
Pero lo grave no es eso, por las razones que se explicarán luego, sino que la
psicofarmacología ha metido la mano allí diciéndole al hombre que está fatalmente
ubicado en esa situación química automática, sin salida, y lo ha instado a fortalecer esa
jaula psico-química que existe en el cerebro metiéndole al organismo más elementos
químicos para producir efectos determinados.
Este hecho, tan actual y activo, hace necesario informar sobre varios aspectos de la
cuestión. En primer lugar los elementos químicos que elabora el cuerpo físico, que no es
un laboratorio interesado sino que con ello se ocupa con las medidas exactas de
mantener la existencia de la unitotalidad del organismo. Y el centro cerebral instintivo
es el único que conoce las necesidades químicas operantes en cada rincón del cuerpo
físico, de modo tal que ingresarle desde el exterior elementos químicos a diestra y
siniestra en base a otros intereses sean comerciales o psicológicos del hombre que los
consume, termina dañándole, a veces irremediablemente, el cuerpo físico y la salud
mental.
Y en segundo lugar, si el cerebro del hombre tiene actitudes que dependen de los
elementos químicos y se lo comienza a manejar con elementos químicos
industrialmente elaborados con ciertos fines y que producen hábitos de consumo,
entonces esta nueva psicofarmacología se puede transformar en un instrumento de
dominación de la humanidad.
¿Cuál es la salida ?
Fabricar dentro de uno mismo su propia píldora. Esta píldora se fabrica sola en el
organismo total del hombre por la Comprensión Psicológica de sí mismo.
Es cierto que en el cerebro humano todas las actitudes están automáticamente
disparadas por elementos químicos y circuitos neuronales fijos que toman decisiones
por sí mismo.
Eso es cierto. Pero, ¿Quién ha establecido de un modo definitivo que el hombre se
encuentra fatalmente condenado a existir en esa jaula? ¿Lo dicen científicos
reconocidos y autoridades de prestigio que han hecho un hábito de las pastillas que
proponen? . Usted puede descubrir por usted mismo que en el Hombre hay otro lugar
para el sentir, que no es el cerebro. Y todos los hombres del planeta tienen la posibilidad
de realizar ese movimiento dentro de sí mismo que provoca una modificación en la
química cerebral automática.
¿Por qué no lo sabe, ni le interesa, y si está informado no indaga en esta cuestión?
Porque tiene su propio significado atado a un cerebro sedentario. Quieren que le
entreguen todo hecho. En vez de encontrar dentro de usted mismo el conocimiento
propio de su psicología, prefiere el diván. En vez de elaborar la psicotransformación de
su propia conciencia psicológica prefiere que los laboratorios lo inunden de pastillas
para zafar de ciertos estados desagradables.
Este sedentarismo es muy cómodo, pero impide vivir, impide tener una existencia
propia. Es el nidal de la dependencia psicológica, es perder definitivamente la libertad,
es perder el derecho a tener un sentimiento propio, es entregarse a que sientan por usted
los elementos químicos, o cambiando de lenguaje lo mantiene enajenado. Usted, en ese
caso, no piensa ni siente sino que lo piensan y lo sienten.
La Ciencia Hipográfica del Hombre, sin exigirle nada, sin negar ni justificar cosa
alguna ni darle consejos ni normas de conducta, pone a su alcance las herramientas para
recuperar la condición humana, para ponerse psicológicamente de pie, y le señala cómo
usarlas. Pero no usa las herramientas por usted. Usted tiene que hacer el trabajo. Es
arduo pero sencillo. No hay cosa más compleja que su existencia psicológica en este
momento. ¿Usted cree que existe algo más complejo que ese caos? El sedentarismo
cerebral es el que permite que se apropien de usted.
No se duerma psicológicamente del todo. Viva y tenga una existencia propia,
verdadera.
Maestro de la Psique Abelardo Falletti
---.:.--PROCEDIMIENTO PARA INGRESAR A LA CIENCIA HIPOGRAFICA
DEL HOMBRE
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consultas y el giro respectivo.
Cordialmente,
Maestro de la Psique Abelardo Falletti
---.:.--HISTORIA DE LA FALLETTI-EXISTENCIA
Abelardo Falletti, de nacionalidad argentina, es nieto de José Falletti, un inmigrante
italiano que llegó a la Argentina alrededor del año 1900. Este hombre junto con un
primo, ambos adolescentes, llegaron a Italia proveniente del Cáucaso escapando de las
guerras y miserias que castigaban esa zona alrededor del año 1860. Ambos adolescentes
estaban ligados a la familia Gurdjieff, y al ingresar a Italia fueron adoptados por la
noble familia Falletti residente en la comuna de Siderno y habitaron al comienzo el
Palacio Falletti de Barolo bajo los cuidados de la gran benefactora marquesa Julia
Colbert Falletti de Barolo, que falleció en el año 1864 dejando el palacio a la Obra Pío
Barolo que fuera fundada por ella misma. (Mayores datos de la familia pueden
recogerse en Altavista, lengua Italiana, buscando “falletti”)
Falletti, es hijo de Aquiles Falletti y Dominga Sincovic, y nace en la Argentina el 3
de octubre del año 1933. A los 12 años de edad es llevado por su tía Elena Falletti,
italiana residente en la Argentina, a la ciudad de París donde Elena participó de las
enseñazas de Gurdjieff y le hizo conocer la historia de la familia. En París Falletti no
fue discípulo de Gurdjieff en modo alguno sino que recibió una educación normal pero
al mismo tiempo especial durante casi un año, según lo relata en su libro: “Memorias de
un Hombre Invisible” (año 1991).
En el año 1973 hay una transformación interior en Abelardo Falletti como
consecuencia de un Conocimiento Revelado, y por lo tanto único, irrepetible y
enteramente diferente, proveniente de una Fuente Absolutamente Desconocida.
A partir del año 1977 lo transmite a un reducido número de discípulos. Hace, luego,
un silencio hasta el año 1988 en que comienza su última transmisión oculta para el nivel
público o masivo.
A comienzos de este año 2000 decide hacer público este Conocimiento Revelado.
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