LA RENOVACION DE LA CATEQUESIS INTRODUCCIÓN: UNA TAREA DIOCESANO A LA DINEC SEÑALADA POR EL TERCER SINODO 1. La renovación de la catequesis. En todas sus formas y métodos de tal manera que se desaten procesos evangelizadores desde la iniciación cristiana hasta la madures de la fe con el testimonio de la caridad 2. Que se fortalezcan las estructuras de la catequesis. En todas sus dimensiones, que se renueve la impartición de la catequesis presacramental así como la preparación de la primera comunión y confirmación (Doc. del Sínodo Tema 1, realidad pág. 32 y 33, no. 4 B) consolidando una autentica y renovada pastoral de la iniciación cristiana (Doc. del tercer sínodo diocesano, pág. 49) 3. La iglesia necesita abrir nuevos horizontes y nuevas rutas. Abramos los ojos para mirar con compasión, las complejas realidades que nos interpelan; para deslumbrar nuevos horizontes y poner manos a la obra (exhortación final, segunda carta pastoral “Vayan con alegría siendo iglesia sinodal” No. 88, pág. 49). Una de las realidades complejas en nuestra diócesis hoy, es la catequesis, pues tiene actualmente un panorama complejo y desafiante. I. PARTIMOS DE LA REALIDAD 1. La pandemia, el covid-19 y sus impactos en la catequesis. 1.1. La exigencia de la distancia, se tuvo que suspender lo presencial y buscar la conexión a través de reuniones “Zoom”, videoconferencias, formación online, cursos online. Todo esto impacto los modos tradicionales de educar la fe a través de una catequesis presencial. 1.2. La pandemia aparte de generarnos horas de incertidumbre, también nos empujó a buscar nuevas oportunidades: cierto que se suspendieron muchas a todos los niveles: catecismo, reuniones de formación, de organización; todo esto nos obligó a realizar encuentros virtuales; la pandemia nos exigió varios cambios, sin embargo luchamos para tratar de seguir buscando nuevos caminos con creatividad y esperanza apoyándonos sobre todo en las familias que son las primeras evangelizadoras y por tanto supimos buscar caminos para la catequesis familiar. 1.3. La catequesis camino hacia adelante Ha sabido luchar para adaptarse a la urbe digital, trabajando en red con las nuevas tecnologías, creando nuevos dispositivos para saber 1 adaptarse a la dinámica de la cultura digital, tratando de generar una catequesis que se mueva de la interioridad a la interactividad. La pandemia sometió a la catequesis a un proceso de revisión pues tenemos que repensar la catequesis y los procesos de fe. 2. La situación de la catequesis. 2.1. Sus luces. En la situación pastoral y catequética, no han faltado ciertamente las luces: experiencias positivas, prometedoras, abiertas al futuro Buenos catequistas laicos, la floración de nuevas formas de comunidad, de ministerios laicales, demanda de formación, formas nuevas de estudio de la biblia, surgimiento de itinerarios catecumenales, avance en el protagonismo de la mujer y experiencias de catequesis familiar. La catequesis se encuentra en uno de los mejores momentos históricos en cuanto a su reflexión como ciencia (catequética). Muchos agentes se han especializado en catequética y han ido impulsando la correcta reflexión del discurso catequético. Han proliferado los recursos catequéticos y los agentes de pastoral catequística, hay en cierto sentido un buen número de catequistas. 2.2. Sus sombras. Pero también hay que reconocer que en su forma masiva y tradicional, la catequesis muestra hoy signos evidentes de una grave crisis Se constata no pocos síntomas de malestar y una insatisfacción que denota la existencia de un problema muy serio. Se puede decir que el sistema tradicional de la catequesis no funciona buen, ni produce los frutos deseados (Sr. Obispo Fidencio López). La catequesis no ha logrado ser determinante en la realidad eclesial y sociocultural (muchos bautizados sin conversión). La calidad de un gran número de cristianos y su presencia en el mundo deja mucho que desear (cristianos en serie, no enserio). No se están viendo reflejados del todo los esfuerzos que la catequesis hace en favor de la formación y la iniciación a la vida cristiana. Por lo mismo, la presencia de la iglesia en el mundo al servicio del reino, no ha terminado por ser determinante (muchos cristianos, pero pocos practicantes). 2 Basta mirar al país en el que la mayoría somos católicos pero no tenemos una presencia significativa transformante. 3. La necesidad de renovar la catequesis. 3.1. La necesidad de hacer de la catequesis un instrumento de evangelización y conversión (DGC, 19.23-1971). Cierto que la catequesis se mueve hoy en el contexto concreto de la urgencia de la evangelización; sin embargo, la catequesis sigue ocupada centrada en alimentar la fe y no logra aun ser una catequesis que también se ocupe de proponer, anunciar, suscitar la fe, es decir, que todavía falta lograr la conversión misionera de la catequesis para que logre restablecer y actualizar formas del primer anuncio. Urge pues proyectar la luz de lo misionero sobre la catequesis, para que la catequesis se integre en una pastoral misionera. Por otra parte, a pesar de muchos esfuerzos que se vienen haciendo en muchas partes, tenemos que ser conscientes de que nuestros grupos de catequesis no hemos alcanzado todavía un nivel de conversión: la prueba indiscutible es que, terminada la fase de iniciación, los jóvenes se van. Lo que han aprendido y vivido con nosotros no logra interesarles, no les llega al corazón, no logra su conversión, de ahí que sigamos teniendo muchos bautizados y poco convertidos. 3.2. Es preciso poner con toda claridad Como primer objetivo de la catequesis la decisión de la fe y la conversión del corazón, pues en la catequesis se aprende a vivir como cristiano o se pierde el tiempo, es decir, que más que un cumulo de conocimientos de la doctrina, se debe lograr el crecimiento personal con sus debidas disposiciones interiores. 3.3. Urge renovar la catequesis para que funcione mejor. Aunque sigue dominando la catequesis concebida como una enseñanza de la doctrina cristiana contenida en el catecismo; urge una catequesis que impulse la personalización de la fe para que ya no se viva como una simple herencia sino que logre ser una opción personal, esto exige una orientación catequética claramente evangelizadora que logre en las personas un comportamiento de fe maduro y adulto. Se necesita que la catequesis hoy, logre más que adoctrinar, consiga iniciar en la experiencia de fe. Por todo lo dicho anteriormente se requiere actualizar, renovar la catequesis para que funcione mejor. 3 II. ALGUNAS ORIENTACIONES 1. La catequesis es un llamado a ser crecer en la fe (EG, 160). Pero este crecimiento en la fe no se debe interpretar como una formación solamente doctrinal, sino que sobre todo tiene que ser una experiencia de fe que lleve a vivir en el amor 2. La catequesis debe prestar atención al camino de la belleza (EG, 167) La catequesis debe hacer comprender que seguir a Cristo no es solo algo verdadero y justo, sino también algo bello, capaz de colma la vida de un nuevo esplendor y de un gozo profundo, aun en medio de las pruebas. Por lo tanto la catequesis no tiene que ser algo que se tiene que soportar para hacer el trámite de la administración de los sacramentos; sino que más bien tiene que ser una experiencia agradable, bella, que invite a crecer y a madurar. 3. La catequesis tiene que tratar de ser un verdadero acompañamiento espiritual. Que lleve más y más a Dios de tal manera que se logre una apertura a la confianza y sobre todo al servicio, a la misión evangelizadora. La catequesis debe tratar de lograr que el catequizado aprenda a vivir como amigo y discípulo de Jesús de tal manera que se sienta feliz y orgulloso de ser cristiano. III. ACTUAR-MIRANDO AL FUTURO Para hacer posible la renovación de la catequesis, debe implicarse al mismo tiempo la renovación de los catequistas, de las estructuras y de los métodos. 1. Catequistas para una catequesis nueva (renovación de la catequesis). Si queremos renovar los catequistas se necesita darle importancia a su formación; para que logre ser: a) Testigo (ser) b) Maestro (saber) c) Educador (saber hacer) A. Testigo (ser) Dar la importancia a su dimensión humana y cristiana (DGS, 238) ayudarle a madurar como persona, como creyente y como apóstol (DGS, 238). Ser persona madura (trabajar y amar). Ser creyente que sepa nutrir su fe. B. Maestro (saber) El catequista debe saber enseñar la fe, no solo como un contenido doctrina, si no como una experiencia de vida, apoyándose en una formación bíblica teológica que le ayude a madurar en la fe y saber compartir su experiencia en la fe, pero también tiene que 4 apoyarse en las ciencias humana (DGS, 242) como la psicología, las ciencias sociales que le ayuden a entender el contexto sociocultural en que vive el hombre. C. Educador (saber hacer) Desde su experiencia de fe sabe deber transmitir esa fe, aprendiendo a ser bien, a transmitir bien, pues debe ser un educador que facilite la maduración de la fe ayudando a cambiar la vida desde la fe, ayudando a crecer como persona creyentes. 2. Renovación de las estructuras En este momento es necesario hacer una revisión de las estructuras de la organización de la catequesis para lograr un proyecto que ayude a renovar la catequesis (Confer. Guía, cuestionario para renovar la catequesis). 3. Renovación de los métodos. 3.1. Los métodos son opciones operativas para el cambio. Son estilo de acción práctica con los cuales actuamos en la realidad para transformarla en el sentido que deseemos 3.2. En la catequesis los métodos son únicamente instrumentos Técnicas que sirven de herramientas para el trabajo. Son también enfoques y opciones que se hacen a favor de los valores que se encarnan y que se reflejan en los estilos de trabajo. 3.3. Se requiere una propuesta metodológica en la pastoral catequística. Buscando algunos modelos -Los métodos inductivos. -Los métodos deductivos. -Los métodos correlativos. 5