DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS “UN MÉXICO COMPARTIDO

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DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
“UN MÉXICO COMPARTIDO”
Preámbulo.
El Partido Revolucionario Institucional es una fuerza política nacional con presencia en todo
el
territorio
de
la
república.
Nuestro origen surge de los grandes valores sociales de la Revolución Mexicana. Reconocemos
nuestras raíces en la consolidación de la República Liberal, Laica y Federalista, en la lucha por
la
soberanía
nacional
y
la
independencia
de
México.
El destino de nuestro partido como opción política preferente en un México diverso y plural
está determinado por su capacidad para continuar empatando con puntualidad histórica sus
fortalezas
con
los
más
nobles
anhelos
de
la
sociedad
mexicana.
Los valores de nuestro origen son irrenunciables porque siguen siendo aspiraciones de
millones de mexicanos en un país todavía escindido por la modernidad y el atraso; por el
desfase entre las condiciones del bienestar y pobreza que cancelan el legítimo derecho de
cada
ciudadano,
por
ocupar
un
lugar
de
dignidad
en
la
Nación.
Somos un partido que en los dos últimos tercios del siglo XX mexicano recobró lo mejor de la
tradición política del país para favorecer la unidad nacional, la salud de la República, el
Federalismo, el sistema de partidos, el Estado Social, la democracia representativa y la paz
como primera condición de todos los quehaceres de una sociedad organizada. Impulsamos
instituciones ejemplares en el mundo entero, y hemos defendido con idéntica responsabilidad
derechos sociales básicos y garantías para la inversión y el crecimiento económico.
Hemos probado ser un partido con vocación por una democracia en la que puedan seguir
superándose los rezagos, exclusiones y agravios que todavía lastiman a millones de
compatriotas.
Somos un partido que congruente con su tradición internacionalista ha promovido la
participación del país en el proceso de globalización, enfrentando los riesgos y las ventajas de
la libertad de mercado, pero siempre denunciando su evidente falta de compromiso frente al
destino de la humanidad más empobrecida y procurando el fortalecimiento del
multilateralismo para la cooperación y la resolución pacífica de los conflictos.
Amparados en aspiraciones éticas y en la lucha por la igualdad, que proviene de tener todos
las mismas libertades y oportunidades esenciales; el crecimiento con equidad social y
sustentabilidad, como la política capaz de distribuir democráticamente los beneficios del
progreso, declaramos ser un partido responsable y preparado para atender las demandas de
la nueva sociedad mexicana y convertirlas en políticas de gobierno.
Nuestros ideales corresponden a las demandas de la inmensa mayoría de los mexicanos.
Buscamos a través del ejercicio de la libertad, la democracia, la justicia social y la tolerancia, el
México incluyente en que cada mexicano pueda reconocerse como parte de la Nación, tanto
por origen y memoria, como también por el acceso a las oportunidades que hacen la
diferencia entre la postergación sin esperanza y el derecho primordial a un destino humano
con
plenitud.
En esta aspiración por lograr con mayor eficacia un México compartido en las oportunidades
de vida digna, de educación de calidad, promotora de cultura y de capacidades de ingreso y de
bienestar; y en el reconocimiento pleno de un país pluriétnico y pluricultural en el que la
igualdad primordial sea la condición de todos como ciudadanos libres, establecemos la
siguiente:
Declaración de Principios.
Somos el partido que ha impulsado la construcción del México moderno. Nos reconocemos en
los principios que guiaron a la Independencia de México, a la Reforma y a la Revolución
Mexicana, mismos que definieron a la Constitución de 1917 como fuentes de nuestro
nacionalismo. A lo largo de nuestra historia, hemos sabido identificar las necesidades y
aspiraciones de nuestro pueblo y hemos construido las instituciones que han encauzado el
desarrollo económico y social de la Nación, dándole estabilidad política y paz institucional. De
cara a los desafíos del siglo XXI, ratificamos nuestros principios fundamentales, actualizamos
nuestra agenda partidista y renovamos el compromiso de seguir abanderando las mejores
causas
de
México.
Partido
1. Somos un partido político nacional de carácter federal, integrado por mujeres y hombres
libres, que conformamos una alianza de ciudadanos, de organizaciones y de los sectores
agrario, obrero y popular, pilares fundamentales de nuestra vida política que reflejan la
heterogeneidad de la sociedad mexicana. Su carácter federal radica en la fuerza integradora
de
estados
y
municipios.
2. Somos un partido político que se inscribe en el régimen democrático de la República.
Comprometido con la observancia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
y con las leyes e instituciones que de ella emanan. Asumimos con responsabilidad la plena
congruencia entre nuestros documentos básicos y la práctica política partidaria como un
ejercicio
ético
fundamental.
3. Somos un partido político que ni depende ni acepta subordinación alguna a ningún partido
político extranjero. No aceptamos apoyo económico, político o propagandístico que provenga
de extranjeros, de ministros de culto, de asociaciones u organizaciones religiosas e iglesias, así
como de cualquier otro origen cuya procedencia proscriban las leyes correspondientes.
Somos un partido comprometido con la voluntad del pueblo como principio y sustento de la
organización política de la sociedad en el Estado, que asume la obligación de conducir sus
actividades
por
medios
pacíficos
y
por
la
vía
democrática.
4. Somos un partido político socialmente responsable, comprometido con las causas
ciudadanas y con la fortaleza institucional de México. La diversidad social que nos integra se
opone a quienes practican la confrontación y la división y se pronuncia por un ejercicio
gubernamental ejemplar de gobiernos que cumplan sus compromisos de cara a la sociedad.
Estamos inconformes con una realidad injusta e insatisfechos con las políticas públicas
ineficaces, en cualquier ámbito donde se apliquen. Por eso, es que nos pronunciamos por
tomar parte activa en las transformaciones que requiere nuestro país.
5. Somos el partido que lucha por la democracia entendida como un sistema de vida fundado
en el constante mejoramiento económico, político, social y cultural del pueblo, que alienta el
pleno respeto a los derechos humanos y promueve la cooperación y la convivencia pacífica
entre
las
naciones
como
entre
los
individuos.
6. Somos el partido que se pronuncia por establecer un compromiso urgente, integral y
participativo en favor de la protección del medio ambiente y del desarrollo sostenible, que
para ser tal, requiere la articulación del modelo económico con las políticas sociales.
7. Somos el partido que, orgulloso de los principios ideológicos de la Revolución Mexicana,
promueve la modernización de México con democracia y justicia social. Por eso nos
inscribimos en la corriente socialdemócrata de los partidos políticos contemporáneos.
8. Somos un partido político hermanado con la expresión mundial de todas las fuerzas
políticas comprometidas con la democracia y la justicia social. Consideramos que otra forma
de mundialización es posible. Compartimos los principios de la Internacional Socialista y de la
Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPPAL), de las cuales
somos
miembros
de
pleno
derecho.
Estado
9. Nos pronunciamos por un Estado Social de Derecho, basado en un orden constitucional
eficaz y moderno, defensor de las libertades, que garantice la seguridad y la certeza legal en
los derechos y patrimonio de las personas y que erradique la corrupción y la impunidad,
promoviendo el acceso a una justicia imparcial, pronta y expedita, en todos los ámbitos de la
sociedad.
10. Nos pronunciamos por un Estado laico para el siglo XXI, que sostenga la imparcialidad de
las instituciones y garantice la salvaguarda del ámbito particular de los individuos frente a
cualquier intromisión de corporación, credo o dogma y reconozca a plenitud el ejercicio de su
libre
albedrío.
11. Estamos a favor de un Estado que propicie la democracia integral, y que por tanto, asegure
la participación ciudadana en la toma de decisiones de la vida pública, para avanzar
permanentemente
en
el
pleno
cumplimiento
de
los
derechos
sociales.
12. Tenemos la convicción de que es necesario un Estado que respete la división de poderes y
que propicie la colaboración entre los mismos, así como la participación responsable y
comprometida de todas las fuerzas políticas en la construcción de mayorías estables que
garanticen
la
gobernabilidad
democrática.
13. Queremos un Estado que garantice el pacto federal a través del fortalecimiento de las
entidades federativas y el municipio libre. Que resuelva las desigualdades regionales del país,
para
acceder
a
un
desarrollo
equitativo,
justo
y
compartido.
14. Demandamos un Estado fuerte y eficaz, que sin menoscabo de la libertad económica,
aliente la economía social de mercado, que garantice el fomento a las micro, pequeñas y
medianas empresas, así como los apoyos indispensables al desarrollo agropecuario y asegure
la cohesión social. Que resuelva la soberanía y la seguridad alimentarias de los mexicanos.
Que incentive y promueva un empleo digno con salario remunerador y el respeto irrestricto a
los
derechos
laborales
y
de
organización
de
los
trabajadores.
15. Exigimos un Estado comprometido con el combate a la pobreza, que ofende la dignidad
humana, debilita el tejido social y frena el desarrollo del país. Queremos un Estado que, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 3° constitucional, refrende a la educación pública
de calidad con suficiente cobertura en todos sus niveles, como el medio más importante para
contrarrestar la desigualdad social. Resaltamos también la trascendencia de la capacitación y
la
investigación
en
ciencia
y
tecnología.
16. Demandamos un Estado que promueva la intervención de la autoridad pública para
mejorar los equilibrios sociales y regionales. Un Estado que permanentemente impulse
reformas
sociales
en
favor
de
los
que
menos
tienen.
17. Nos pronunciamos por un Estado que reconozca el mandato de las mayorías pero al
mismo
tiempo
sea
incluyente
y
respetuoso
de
las
minorías.
18. Defendemos la propiedad originaria de la Nación sobre las tierras, aguas y espacio aéreo,
comprendidos dentro de los límites del territorio nacional, tanto continental como marítimo.
La preservación de las cuencas hidrológicas del país, la sostenibilidad del medio ambiente y la
protección de los recursos naturales y el desarrollo de fuentes alternas de energía renovable.
19. Ratificamos el dominio directo, inalienable e imprescriptible de la Nación sobre los
hidrocarburos
y
los
demás
recursos
naturales
del
subsuelo.
20. Exigimos un Estado que ejerza a plenitud la soberanía, como principio rector fundamental
en las relaciones de México con el mundo y como la capacidad de nuestra Nación para influir
en la toma de decisiones del entorno global, para hacer prevalecer y proteger los intereses de
los
mexicanos.
21. Exigimos que la actuación del Estado, erradique cualquier forma de discriminación, se
someta al imperio de la Ley y al respeto irrestricto de los derechos humanos. Reclamamos la
eficacia jurídica en materia de derechos de los pueblos y comunidades indígenas.
Sociedad
22. Estamos comprometidos con la construcción de una ciudadanía integral: política,
económica y social, como base del desarrollo de la sociedad en la democracia.
23. Queremos una ciudadanía sustentada en la equidad económica. Nos pronunciamos por
una sociedad con justicia social, como un sistema de vida generador de igualdad de
oportunidades, para que todos los mexicanos accedan al bienestar pleno y al ejercicio de sus
capacidades
en
favor
de
un
desarrollo
sostenible
y
compartido.
24. Estamos a favor de una ciudadanía fundada en valores de tolerancia y fraternidad que se
reconozca en su riqueza pluriétnica y pluricultural, y que exija la aplicación de reglas y
políticas públicas que impidan que las diferencias de raza, género, preferencia sexual, edad,
cultura, religión, condición de discapacidad, origen o condición económica, política y social, se
traduzcan en desigualdad, injusticia o motivo de discriminación. Que reconozca y apoye el
esfuerzo, la experiencia y las virtudes de nuestros adultos mayores, personas con
discapacidad y grupos vulnerables, con acciones afirmativas. Nos pronunciamos por una
sociedad que respete, proteja y defienda los derechos de los pueblos y comunidades
indígenas.
25. Nos pronunciamos por una sociedad en donde la equidad de género sea una realidad que
contribuya al establecimiento de una cultura de respeto e inclusión entre los hombres y las
mujeres.
26. Queremos una sociedad que encuentre en la juventud el propósito de sus más grandes
esfuerzos. Para nuestro partido la juventud es una condición de renovación generacional, por
ello asumimos el compromiso de ampliar oportunidades para su desarrollo en todos los
órdenes
de
la
vida
nacional.
27. Requerimos una ciudadanía sustentada en la libertad, la justicia y el derecho a decidir el
rumbo de la Nación a través de una efectiva democracia representativa; de la participación
social en la toma de decisiones, del referéndum, del plebiscito, de la iniciativa popular, de la
transparencia, de la rendición de cuentas y del acceso a la información pública.
28. Reconocemos la libertad de conciencia de los individuos, la libertad de asociación y la
libertad de expresión como valores fundamentales de la convivencia social.
Entorno
mundial
29. Asumimos un renovado nacionalismo que concibe a nuestra soberanía como el
fundamento estratégico para influir en el proceso de globalización y para orientar la política
exterior
de
México.
30. El PRI reivindica la tradición de una política internacional de principios y postula
reiteradamente su compromiso de apoyar la paz, de abogar por la solución pacífica de las
controversias y de exigir que se mantenga un diálogo soberano y digno con todas las naciones
del
mundo.
31. Los priístas nos pronunciamos por reforzar el papel de los organismos multilaterales, para
evitar la preeminencia de las políticas unilaterales, que basadas en la fuerza y no en el
derecho, dañan los principios de paz y cooperación que deben prevalecer en la comunidad
internacional. México debe asumir una participación comprometida en la discusión de las
políticas
internacionales.
32. Nos pronunciamos por la activa defensa de los derechos humanos y laborales de los
migrantes y en la superación de los modelos de desarrollo Norte–Sur que, en su desigualdad,
estimulan
los
procesos
migratorios.
33. El proceso de mundialización al que aspiramos ha de estar fundado en un nuevo diálogo
político de irrestricto respeto a la cultura de cada nación, nuevos criterios frente a la
migración y una nueva voluntad global para transformar el conocimiento y las tecnologías en
patrimonio común de todos los pueblos y de todos los hombres, lo mismo que el compromiso
conjunto para cuidar la integridad del entorno ecológico que sustenta la vida en el planeta.
Disposiciones Generales
ARTÍCULO 1. El presente Código de Ética Partidaria es de observancia general para los
militantes
y
dirigentes
del
Partido
Revolucionario
Institucional.
ARTÍCULO 2. La aplicación del presente Código corresponde a la Comisión de Justicia
Partidaria, y a la Defensoría de Derechos de los Militantes, en sus respectivas competencias.
Capítulo II
De los Contenidos Fundamentales
ARTÍCULO 3. Todo militante priísta debe asumir cabalmente las normas de la más acendrada
moralidad pública, y darle el sentido irrenunciable de una cuestión de honor. Trabajando
siempre a favor de todos los mexicanos y no solo por nuestros compañeros de Partido
ARTÍCULO 4. El priísta, en el ejercicio de esa moral, debe ser leal, honesto, responsable y
solidario sobre todas las cosas, a la República , a las Instituciones Nacionales, al Partido y a las
reivindicaciones que éste postula en beneficio del Pueblo y de la Nación.
ARTÍCULO 5. En el orden estrictamente partidista debe mostrar su voluntad permanente de
contribuir a la unidad del Partido, a su firme cohesión, a su capacidad orgánica para encabezar
las demandas populares, a la aplicación de sus normas internas y a que siempre sea, ante los
ojos de la sociedad, una Institución prestigiada y confiable. Dejando de lado todo propósito de
beneficio
propio
que
cause
ruptura
o
desprestigio
al
Partido.
ARTÍCULO 6. El militante priísta debe cuidar auténticamente todos los valores del Partido,
igual los de carácter material que los simbólicos. Para ello debe comprometerse, de manera
honesta e irrenunciable, con la estricta observancia de los principios, los valores y el proyecto
político de nuestra organización. Deberá defender éste, discutirlo internamente, enriquecerlo
de buena fe y rechazar cualquier forma que privilegie ventajas personales o de grupo,
publicitarias o de cualquier tipo frente a los acuerdos, consensos y líneas políticas de acción
del
Partido.
ARTÍCULO 7. Los priístas deberán ratificar la prioridad y superioridad de los ideales,
principios, valores y programas del Partido sobre cualquier aspiración personal o de grupo.
Los problemas internos y aún algunos de índole exterior que impacten el desempeño
partidario deben ser primeramente debatidos en el seno del Partido a través y por medio de
sus distintas instancias, con apego a la verdad, con pleno sentido de responsabilidad, respeto,
sin ningún afán de ventaja publicitaria individual o de grupo. Todo priísta debe sentirse
obligado a defender sus convicciones y a mantener la fidelidad con el proyecto y programa del
Partido
cuando
se
exprese
en
su
calidad
de
priísta.
ARTÍCULO 8. Para los efectos de la aplicación del presente Código se entiende por:
Militancia: Adhesión a los principios y valores del Partido, la cual se adquiere con
participación
comprometida
y
trabajo.
Lealtad: Cumplimiento de lo exigido por las leyes de la fidelidad, por su pertenencia al Partido
Revolucionario
Institucional.
Disciplina: Observancia de las normas estatutarias del Partido y aceptación y cumplimiento de
los
acuerdos
tomados
por
los
órganos
competentes.
Constancia:
Militancia
permanente,
continuada
y
debidamente
acreditada.
Honestidad: Es actuar con rectitud y probidad, procurando satisfacer los intereses de la
República
y
el
Partido.
Veracidad: El militante debe ser cierto y claro en sus manifestaciones al momento de rendir
informe sobre sus obligaciones partidarias o como servidor público, con el objeto de
contribuir
a
la
credibilidad
y
transparencia
del
Partido.
ARTÍCULO 9. Nuestros militantes, pero con mayor razón nuestros candidatos, deben
comprometerse a cumplir el Código de Ética Partidaria, materia de este apartado, en estos
términos: "¿Protesta usted cumplir y hacer cumplir la Declaración de Principios, el Programa
de Acción y los Estatutos que rigen al Partido Revolucionario Institucional, así como el Código
de Ética Partidaria desempeñando el cargo político que se le ha conferido, con un alto sentido
de dedicación al servicio de los intereses del pueblo y sujeto a que la Revolución y el Partido
se lo demande o se lo reconozca?". Quienes protestan contestarán: "¡Sí, Protesto!"
ARTÍCULO 10. En las contiendas electorales deben siempre elevar el debate, manejándolo
racionalmente, sin argumentos que puedan inducir a engaños ni a confusión, sin basarse en la
descalificación del oponente, y en la fase final del proceso defender su victoria con energía y
con
estricto
apego
a
la
legalidad.
ARTÍCULO 11. Se exige a los militantes, cuadros y dirigentes, así como al priísta que alcance
un puesto de elección popular, de cualquier nivel, a que desempeñe una función
administrativa, por elevada que sea su jerarquía, en términos de Código de Ética Partidaria, la
estricta observancia de la ley, la preservación de los bienes de la Nación encomendados a su
cuidado, la eficiencia en su función y respeto a los altos intereses de nuestro país. Se exige en
todo
caso,
probidad
en
sus
actos.
ARTÍCULO 12. A tales servidores corresponde, primordialmente, exigir ante la opinión
pública de origen priísta, la eficacia y limpieza moral de la Administración Pública. Además, y
como una cuestión fundamental, el Partido obliga a que los servidores públicos deben ser de
probada convicción liberal, revolucionaria, nacionalista y estrictos observantes de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Capítulo III
De la Responsabilidad de los Militantes, Cuadros y Dirigentes del Partido
ARTÍCULO 13. Los militantes deberán ratificar expresamente su lealtad con México, su
lealtad con la República , su lealtad con su Partido y con los valores y reivindicaciones del
Pueblo de México. Igualmente deben ratificar expresamente su compromiso con la ética
política, la honestidad, la eficiencia y eficacia en el desempeño de sus funciones.
Harán expresa su voluntad de participación política alentada por principios y valores
superiores, desechando intereses personales o de grupos ajenos a los intereses de la
República
y
a
los
principios
y
valores
del
Partido.
El Partido Revolucionario Institucional exige de los militantes estricto apego a la ley y el más
alto cumplimiento de las responsabilidades partidarias, conforme a la ética, tendrán además
de las establecidas, las siguientes: lealtad, responsabilidad y disciplina, desechando intereses
personales o de grupo, ajenos a los principios y valores del Partido. En el entendido de que la
inclusión de las causas de la sociedad traen como consecuencia la ciudadanización del Partido,
siempre y cuando se apeguen a los documentos básicos.
Capítulo IV
De los Militantes en Cargos de Dirigencia y Responsabilidades Públicas
ARTÍCULO 14. Todo militante del Partido Revolucionario Institucional que desempeñe un
cargo de elección popular o en los Poderes Ejecutivo, Legislativo o Judicial, en los Gobiernos
Federal, Estatal o Municipal, conservará sus derechos ciudadanos, debiéndose conducir en
todo tiempo con legalidad, dignidad y transparencia en los términos que imponen la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Documentos Básicos del Partido y,
en su caso, la Plataforma Electoral que diera origen a su cargo, y en general las disposiciones
jurídicas
que
rijan
en
el
ejercicio
de
su
encomienda.
ARTÍCULO 15. Los militantes priístas que por promoción del Partido desempeñen cargos de
dirección partidista o elección popular, o que sean servidores de la Administración Pública
comprometidos con el PRI, deberán ratificar ante el Consejo Político correspondiente su
obligación moral de informar con honestidad sobre los resultados de su gestión ante los
electores
y/o
los
propios
Consejos.
Asimismo, quienes ocupen cargos de dirigencia partidaria, deberán cumplir
escrupulosamente con la normatividad y manejar con probidad los recursos del Partido.
ARTÍCULO 16. El desempeño de la función pública implica la responsabilidad de ejercer un
mandato legal y popular con el propósito de realizar debidamente todas aquellas actividades
que corresponden al Estado en los ámbitos Legislativo, Ejecutivo y Judicial y que buscan
satisfacer necesidades colectivas para que estas se desarrollen dentro del marco vigente del
Estado
de
Derecho.
Las necesidades colectivas se refieren a las condiciones indispensables para lograr el
desarrollo político, económico y social de la población, en términos de igualdad de
oportunidades
y
posibilidades.
ARTÍCULO 17. Todo priísta en el ejercicio de un cargo público, debe cumplir las disposiciones
contenidas en la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos y las
disposiciones particulares de los Estados y Municipios. Especialmente con sus declaraciones
patrimoniales,
y
evitando
el
conflicto
de
intereses.
El Partido Revolucionario Institucional observará la vigilancia y la administración del
patrimonio que se encuentre en manos de cualquier priísta, para evitar el uso indebido de los
recursos.
ARTÍCULO 18. Ningún Dirigente o Servidor Público de origen priísta podrá discriminar a
otro, por razones de género, edad, prejuicio social o cualquier otra causa en el ejercicio de las
tareas
y
responsabilidades
que
tenga
encomendadas.
ARTÍCULO 19. Es obligación y responsabilidad de los militantes del Partido custodiar y
cuidar la documentación e información que tenga bajo su responsabilidad, impidiendo el mal
uso, la sustracción, la destrucción, el ocultamiento o la inutilización indebida de la misma.
ARTÍCULO 20. Es una obligación de los militantes, cuadros y dirigentes abstenerse de
continuar en el ejercicio de sus funciones, después de concluido el periodo para el cual se le
designó o de haber cesado en él por alguna otra causa.- Igualmente renunciará a desempeñar
otro
empleo
o
comisión
oficial
que
la
ley
le
prohíba.
ARTÍCULO 21. Para ratificar una vez más nuestra posición de no utilizar recursos del Estado
en la acción política, los militantes deberán abstenerse de emplear, por cualquier medio,
recursos físicos, financieros o humanos provenientes del patrimonio estatal en sus distintos
niveles, así como recibir apoyos financieros de personas con patrimonio de dudosa
procedencia.
ARTÍCULO 22. Ningún militante del Partido podrá propiciar o autorizar la selección o
designación de quien se encuentre inhabilitado por resolución firme de autoridad
competente, por disposición de la Ley o por los Estatutos del Partido, para ocupar un cargo de
elección
popular
o
comisión
en
el
servicio
administrativo.
ARTÍCULO 23. Los militantes que ocupen un puesto público deberán abstenerse de
intervenir, en cualquier forma, en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que
tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellos en los que pueda resultar
algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, o en los
que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, con socios o sociedades de las que
el
propio
militante,
o
las
personas
antes
referidas,
formen
parte.
ARTÍCULO 24. Los militantes deberán cuidar estrictamente la información reservada a que
tengan
acceso
debido
a
sus
funciones.
ARTÍCULO 25. Es obligación de los militantes con un cargo de elección popular informar
semestralmente por lo menos, a los Consejos Políticos correspondientes del desempeño de
sus funciones, a fin de demostrar que son acordes con la voluntad de sus votantes y con los
postulados
políticos
y
principios
del
Partido.
ARTÍCULO 26. El incumplimiento de los principios señalados en los artículos anteriores, dará
lugar al procedimiento y a las sanciones que correspondan, sin perjuicio de hacer valer sus
derechos
partidistas
conforme
a
las
normas
internas
del
Partido.
En el caso de miembros que ejerzan cargos de dirección, las violaciones y desviaciones les
harán acreedores a la suspensión temporal de sus funciones, hasta la resolución que se dicte
en los términos del artículo 27 de este Código.
Capítulo V
De la Aplicación del Código y de las Sanciones
ARTÍCULO 27. La Comisión de Justicia Partidaria y la Defensoría de los Derechos de los
Militantes, deberán conocer de las infracciones que se cometan al presente Código, en
términos
de
sus
respectivas
competencias.
El Partido tiene obligación de denunciar al militante que contravenga este Código, para que
sea sometido al procedimiento estatutario a que haya lugar por la falta cometida.
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