Edición 2ª Edición Análisis Evolutivo (d) 70 # Número de flores por inflorescencia 60 50 mx int 40 1a T1 T2 T3 A1 A2 A3 A4 A5 A6 A8 A7 30 20 3' 10 S M L 5' lab pb Dfd Scr Grupo Antennapedia Antp Ubx abdA AdbB Grupo Bithorax 0 50 100 150 200 Área de los sépalos petalizados (mm2) eeman Scott Freeman Jon C. Herron Análisis Evolutivo Segunda edición Datos de catalogación bibliográfica Freeman, S. y Herron, J. C. Análisis Evolutivo PEARSON EDUCACIÓN, S. A., Madrid, 2002 ISBN: 978-84-832-2774-9 Materia: Genética 525. Formato: 215 ⫻ 270 Páginas: 720 Todos los derechos reservados. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y sgts. del Código Penal). DERECHOS RESERVADOS © 2002 PEARSON EDUCACIÓN, S. A. Núñez de Balboa, 120 28006 Madrid PRENTICE HALL es un sello editorial autorizado de PEARSON EDUCACIÓN Freeman, S. y Herron, J. C. Análisis Evolutivo ISBN: 84-205-3390-4 Depósito Legal: MTraducido de: Evolutionary Analysis. Second edition. Copyright © 2001, por Scott Freeman y Jon C. Herron Published by Prentice Hall, Inc. ISBN: 0-13-017291-X Edición en español: Equipo editorial: Editora: Isabel Capella Técnico editorial: Marta Caicoya Equipo de producción: Director: José Antonio Clares Técnico: José Antonio Hernán Equipo de diseño: Equipo de diseño de Pearson Educación, S. A. Composición: COPIBOOK, S. L. Impreso por: IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAIN Este libro ha sido impreso con papel y tintas ecológicos. Análisis Evolutivo Segunda edición Scott Freeman University of Washington Jon C. Herron University of Washington Traducción Dr. José Luis Ménsua Fernández Catedrático de Genética Dr. Santiago Elena Fito Profesor Titular de Genética de Poblaciones Universitat de València Madrid • México • Santafé de Bogotá • Buenos Aires • Caracas • Lima Montevideo • San Juan • San José • Santiago • São Paulo • White Plains Resumen del contenido PARTE I INTRODUCCIÓN 1 Un caso para pensar evolutivamente comprendiendo el HIV CAPÍTULO 2 Las pruebas de la evolución CAPÍTULO 3 Selección natural darwiniana PARTE IV 1 CAPÍTULO CAPÍTULO 3 21 47 PARTE II LOS MECANISMOS DEL CAMBIO EVOLUTIVO CAPÍTULO CAPÍTULO 4 Mutación y variación genética 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos CAPÍTULO 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio CAPÍTULO 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa LA HISTORIA DE LA VIDA CAPÍTULO 12 Los mecanismos de especiación 13 Reconstrucción de árboles evolutivos 14 El origen de la vida y la evolución precámbrica CAPÍTULO 15 La explosión cámbrica y más allá CAPÍTULO 16 Evolución humana 401 403 437 CAPÍTULO 465 507 549 73 75 PARTE V INVESTIGACIÓN ACTUAL. EJEMPLOS 109 CAPÍTULO CAPÍTULO CAPÍTULO 17 Desarrollo y evolución 18 Evolución molecular 19 Evolución y salud 585 587 611 639 155 197 PARTE III ADAPTACIÓN 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función CAPÍTULO 9 Selección sexual CAPÍTULO 10 Selección familiar y comportamiento social CAPÍTULO 11 El envejecimiento y otros caracteres de historia de vida 249 CAPÍTULO 251 289 331 359 v Contenido Prefacio xiii 3.2. 1 3.3. 3.4. 3.5. PARTE I INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al HIV 1.1. 1.2. 1.3. 1.4. 1.5. Sumario 18 • Preguntas 18 • Explorando la bibliografía 18 • Bibliografía 19 CAPÍTULO 2 Las pruebas de la evolución 2.1. 2.2. 2.3. 2.4. 49 52 57 62 65 Resumen 70 • Preguntas 70 • Explorando la biliografía 71 • Bibliografía 72 3 La historia natural de la epidemia 4 ¿Por qué el AZT es efectivo a corto plazo, pero falla a largo plazo? 7 ¿Por qué el VIH es mortal? 10 ¿Por qué algunas personas son resistentes a la infección por el VIH 12 ¿Podrá una vacuna proporcionar protección ante las diversas cepas del VIH? 14 La evolución de la forma del pico de los pinzones de las Galápagos Cuadro 3.1 Aspectos que complican la manera de estimar la heredabilidad La naturaleza de la selección natural La evolución del darwinismo El debate sobre el “creacionismo científico” PARTE II LOS MECANISMOS DEL CAMBIO EVOLUTIVO CAPÍTULO 73 4 Mutación y variación genética 75 4.1. 4.2. 76 85 De dónde vienen los alelos nuevos De dónde vienen los genes nuevos 21 Parentesco de las formas de vida 22 Cuadro 2.1 Homología y organismos modelo 25 Cambios con el tiempo 31 La edad de la Tierra 36 Cuadro 2.2 A Una mirada con detalle de la datación radioactiva 40 Correspondencia entre grupos de datos 41 Resumen 44 • Preguntas 44 • Explorando la bibliografía 45 • Bibliografía 45 CAPÍTULO 3 Selección natural darwiniana 3.1. La selección natural: los cuatro postulados de Darwin 47 48 vii viii Contenido 4.3. 4.4. Alteraciones cromosómicas Medida de la variación genética en poblaciones naturales Cuadro 4.1 Electroforesis en gel 90 5.4. 94 95 Resumen 103 • Preguntas 104 • Explorando la bibliografía 105 • Bibliografía 106 CAPÍTULO 5.1. 5.2. 5.3. Resumen 150 • Preguntas 150 • Explorando la bibliografía 151 • Bibliografía 152 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos Mutación 142 Cuadro 5.9 Tratamiento matemático de la mutación como fuerza evolutiva 144 Cuadro 5.10 Frecuencias alélicas en el equilibrio mutación-selección 146 Cuadro 5.11 Estimas de las tasas de mutación para alelos recesivos 148 109 La genética mendeliana en las poblaciones: el equilibrio de Hardy-Weinberg 110 Cuadro 5.1 Combinando probabilidades 113 Cuadro 5.2 El equilibrio de Hardy-Weinberg con más de dos alelos 117 Selección 119 Cuadro 5.3 Un tratamiento general de la selección 122 Cuadro 5.4 El equilibrio de Hardy-Weinberg entre alelos mutantes diferentes que dan lugar a enfermedades genéticas recesivas 126 Cuadro 5.5 Análisis estadístico de las frecuencias alélicas y genotípicas utilizando la prueba 2 (chi-cuadrado) 127 Tipos de selección 129 Cuadro 5.6 Predicción de la frecuencia del alelo 130 CCR5-⌬32 en generaciones futuras Cuadro 5.7 Tratamiento algebraico de la selección sobre alelos recesivos y dominantes 132 Cuadro 5.8 Equilibrio estable con superioridad del heterozigoto y equilibrio inestable con inferioridad del heterozigoto 136 CAPÍTULO 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 155 6.1. 157 6.2. 6.3. 6.4. Migración Cuadro 6.1 Tratamiento algebraico de la migración como fuerza evolutiva Cuadro 6.2 Selección y migración en las serpientes de agua del lago Erie Deriva genética Cuadro 6.3 Probabilidad de que un alelo dado sea el que se fije por deriva Cuadro 6.4 Tamaño poblacional efectivo Cuadro 6.5 La tasa de sustituciones evolutivas con deriva genética Apareamiento no aleatorio Cuadro 6.6 Frecuencias genotípicas en una población consanguínea Genética de la conservación de la gallina grande de las parederas de Illinois 158 161 163 171 175 179 179 184 188 Resumen 191 • Preguntas 191 • Explorando la bibliografía 193 • Bibliografía 194 CAPÍTULO 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 7.1. 197 Evolución de dos loci: equilibrio y desequilibrio de ligamiento 198 Cuadro 7.1 El coeficiente del desequilibrio de ligamiento 201 Cuadro 7.2 Análisis de Hardy-Weinberg para dos loci 202 Cuadro 7.3 La reproducción sexual reduce el desequilibrio de ligamiento 206 Contenido ix 7.2. 7.3. Cuadro 7.4 Estima de la antigüedad de la mutación CCR5-⌬32 El significado adaptativo del sexo Selección sobre cuantitativos Cuadro 7.5 Variación genética aditiva respecto de la variación genética de la dominancia Cuadro7.6 El gradiente de selección y el diferencial de selección Cuadro 7.7 Selección sobre caracteres múltiples y caracteres correlacionados 9.3. 230 La elección de la hembra Cuadro 9.2 Cópulas fuera de la pareja Cuadro9.3 ¿Selección sexual de escape en las moscas de ojos pedunculados? Diversidad en los papeles sexuales Selección sexual en plantas Diformismo sexual en el tamaño corporal humano 231 Resumen 324 • Preguntas 325 • Explorando la bibliografía 327 • Bibliografía 327 212 213 224 227 Resumen 245 • Preguntas 246 • Explorando la bibliografía 247 • Bibliografía 248 9.4. 9.5. 9.6. CAPÍTULO ADAPTACIÓN CAPÍTULO 249 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 251 8.1. 8.2. 8.3. 8.4. 8.5. 8.6. 8.7. 8.8. Todas las hipótesis deben comprobarse reconsiderando el cuello de las jirafas 252 Experimentos 255 Estudios basados en la observación 259 Cuadro 8.1 Una introducción al contraste estadístico 260 El método comparativo 265 Plasticidad fenotípica 268 Cuadro 8.2 Calculando contrastes filogenéticamente independientes 269 Cada carácter adaptativo evolucionó a partir de algo distinto 271 Compromisos y restricciones 276 Estrategias para preguntar cuestiones interesantes 283 Resumen 284 • Preguntas 284 • Explorando la bibliografía 285 • Bibliografía 287 CAPÍTULO 9 Selección sexual 289 9.1. 9.2. 292 Asimetrías en la reproducción sexual Competencia entre machos: selección intrasexual Cuadro 9.1 Estrategias alternativas para el apareamiento en los machos 295 300 314 317 319 322 10 Selección familiar y comportamiento social PARTE III 302 306 10.1. Selección familiar y la evolución del altruismo Cuadro 10.1 Cálculo de los coeficientes de parentesco Cuadro 10.2 Reconocimiento familiar 10.2. La evolución de la eusociabilidad Cuadro 10.3 Evolución de la proporción de sexos 10.3. El conflicto entre padres e hijos 10.4. Altruismo recíproco Cuadro 10.4 El dilema del prisionero: análisis de la cooperación y del conflicto mediante la teoría de juegos Resumen 354 • Preguntas 355 • Explorando la bibliografía 356 • Bibliografía 357 331 332 333 337 337 340 345 349 350 x Contenido CAPÍTULO 11 El envejecimiento y otros caracteres de historia de vida 11.1. Elementos básicos en el análisis de las historias de vida 11.2. ¿Por qué los organismos envejecen y mueren? 11.3. ¿Cuántos descendientes debe producir un individuo en un año cualquiera Cuadro 11.1 ¿Existe una explicación evolutiva para la menopausia? 11.4. ¿Qué tamaño debe tener cada descendiente? 11.5. Conflictos de intereses entre historias de vida 11.6. Las historias de vida en un contexto evolutivo amplio 359 12.5. La genética de la diferenciación y el aislamiento Cuadro 12.3 Cartografía de QTL Resumen 432 • Preguntas 432 • Explorando la bibliografía 433 • Bibliografía 433 361 CAPÍTULO Reconstrucción de árboles evolutivos 437 375 13.1. Parsimonia y filogenia Cuadro 13.1 El métidi cladista 13.2. La filogenia de las ballenas Cuadro 13.2 Alternativas a la parsimonia: máxima verosimilitud y distancias genéticas 13.3. Utilización de filogenias para responder preguntas Cuadro 13.3 El reloj molecular 438 438 441 376 382 386 390 401 12 Los mecanismos de especiación 403 12.1. Conceptos de especie Cuadro 12.1 El concepto de espec ie en bacteriasa 12.2. Mecanismos de aislamiento 12.3. Mecanismos de divergencia Cuadro 12.2 Especiación parapátrica y simpática 12.4. El contacto secundario 404 405 409 414 14.1. El mundo del RNA 14.2. Mirando incluso más atrás ¿cómo se consiguió el RNA? Cuadro 14.1 La hipótesis de la panspermia 14.3. Mirando hacia delante: cuando la vida se hizo celular 465 467 477 478 487 Resumen 501 • Preguntas 501 • Explorando tla bibliografía 502 • Bibliografía 503 CAPÍTULO 417 421 450 452 14 El origen de la vida y la evolución precámbrica PARTE IV 448 Resumen 459 • Preguntas 460 • Explorando la bibliografía 462 • Bibliografía 462 CAPÍTULO CAPÍTULO 13 362 Resumen 396 • Preguntas 396 • Explorando la bibliografía 397 • Bibliografía 398 LA HISTORIA DE LA VIDA 427 431 15 La explosión cámbrica y más allá 507 15.1. 15.2. 15.3. 15.4. 15.5. 508 511 521 527 536 La naturaleza del registro fósil La explosión cámbrica Patrones macroevolutivos Extinciones Extinciones recientes: el meteorito humano Resumen 543 • Preguntas 543 • Explorando la bibliografía 544 • Bibliografía 545 CAPÍTULO 16 Evolución humana 549 16.1. Las relaciones entre los humanos y los simios actuales 16.2. Los ancestros recientes de los humanos 550 557 Contenido xi 16.3. El origen de la especie Homo sapiens 564 16.4. La evolución de caracteres exclusivamente humanos 572 Cuadro 16.1 Utilización del desequilibrio de ligamiento para fechar la divergencia entre poblaciones africanas y no africanas 573 Resumen 580 • Preguntas 580 • Explorando la bibliografía 581 • Bibliografía 582 PARTE V INVESTIGACIÓN ACTUAL. EJEMPLOS CAPÍTULO 585 17 Desarrollo y evolución 587 17.1. Genes homeóticos, formación de patrones y diversificación 17.2. La genética de la homología: extremidades 17.3. Flores 17.4. Homología profunda 588 595 601 606 Resumen 607 • Preguntas 607 • Explorando la bibliografía 608 • Bibliografía 608 CAPÍTULO 18 Evolución molecular 18.1. La cantidad y la tasa del cambio de las secuencias 18.2. Detección de la selección natural en las secuencias de DNA 18.3. Elementos transponibles 18.4. Genomas de orgánulos 611 612 617 623 632 Resumen 635 • Preguntas 636 • Explorando la bibliografía 636 • Bibliografía 637 CAPÍTULO 19 Evolución y salud 639 19.1. Evolución de patógenos: evasión de la respuesta inmunológica del huésped 641 19.2. Evolución de los patógenos: resistencia a los antibióticos 19.3. Evolución de los patógenos: virulencia 19.4. Los tejidos como poblaciones de células que evolucionan Cuadro 19.1 La genética forense resuelve un misterio médico 19.5. El programa adaptacionista aplicado a los humanos 19.6. Adaptación y fisiología médica: fiebre 19.7. Adaptación y comportamiento humano: cuidado paterno Cuadro 19.2 ¿Es darwiniana la evolución cultural? 647 651 655 656 659 663 669 670 Resumen 677 • Preguntas 677 • Explorando la bibliografía 679 • Bibliografía 679 Glosario 681 Índice 687 Prefacio Los objetivos y la audiencia del Análisis evolutivo no han cambiado de la primera edición a la segunda. Nuestro objetivo todavía es ayudar a los estudiantes a aprender a pensar como biólogos evolutivos. La presentación está pensada para estudiantes de licenciatura que se están especializando en ciencias biológicas, o preparándose para profesiones en medicina, conservación, educación, periodismo científico o investigación. Suponemos que nuestros lectores han finalizado los cursos introductorios y están preparados para explorar cómo un curso de biología evolutiva puede enriquecer su vida personal y profesional. Nuestro enfoque y filosofía tampoco han cambiado. Nuestro deseo es presentar los temas que forman el núcleo de la biología evolutiva con el mismo espíritu de curiosidad que impulsa la investigación. Siempre que sea posible, motivamos el material con los tipos de preguntas que se hacen los biólogos evolutivos. ¿Están los humanos más íntimamente emparentados con los chimpancés o con los gorilas? Si las personas con la mutación CCR5-∆32 son resistentes a la infección por el VIH, ¿aumentará la frecuencia de este alelo en las poblaciones afectadas por la epidemia del SIDA? ¿Por qué los dinosaurios se extinguieron súbitamente, después de ser los vertebrados terrestres dominantes durante más de 150 millones de años? A menudo, un tratamiento teórico ayudará a enfocar estas cuestiones, a generar hipótesis y a hacer predicciones que puedan comprobarse. Después de introducir los experimentos y las observaciones que los biólogos han utilizado para comprobar hipótesis rivales, analizamos los datos resultantes y consideramos qué trabajo queda por hacerse. A lo largo del libro, nuestro objetivo es presentar la biología evolutiva como una empresa dinámica y cada vez más interdisciplinaria. Aunque las premisas y el enfoque fundamental del libro no han cambiado, su organización sí. Para ordenar la secuencia de capítulos lo más cercanamente posible al modo en que muchos profesores enseñan la asignatura, la hemos organizado en cinco partes: • Parte I. Introducción: demuestra por qué la evolución es importante para resolver problemas del mundo real, establece el hecho de la evolución y presenta la selección natural como un proceso observable. • Parte II. Mecanismos del cambio evolutivo: desarrolla los fundamentos teóricos de la Síntesis Moderna, explorando cómo la mutación, selección, migración y deriva producen cambio evolutivo. La cobertura de la genética de poblaciones se amplía muchísimo respecto de la primera edición, pero se simplifica situando la mayoría de los tratamientos algebraicos en cuadros. Estos capítulos también se han enriquecido aumentado la atención sobre cómo los modelos de la genética de poblaciones y de la genéticacuantitativa pueden aplicarse a problemas de la vida real en medicina y en conservación. • Parte III. Adaptación: es una nueva unidad que comienza introduciendo métodos para estudiar la adaptación y continúa ofreciendo investigaciones detalladas sobre selección sexual, selección familiar y selección sobre caracteres del ciclo de vida. • Parte IV. La historia de la vida: comienza con un análisis de los métodos para deducir la especiación y la filogenia. Los capítulos siguientes se centran en la evolución precámbrica, el Fanerozoico y la evolución humana. • Parte V. Investigación actual-Ejemplos: incluye un capítulo que trata de temas clásicos y recientes sobre evolución molecular. La unidad también tiene dos capí- xiii xiv Prefacio tulos nuevos. Uno de éstos se centra en ideas que sobre la evolución han surgido por los avances de la genética del desarrollo; el otro explora las aplicaciones de la biología evolutiva en epidemiología, fisiología médica, comportamiento humano y salud pública. Como en la primera edición, muchos capítulos incluyen cuadros que tratan temas o métodos especiales, proporcionando un análisis más detallado u ofreciendo el desarrollo de ecuaciones. Todos los capítulos terminan con una serie de preguntas que animan al estudiante a revisar el material, aplicar conceptos a nuevos temas y explorar la bibliografía básica. Página web El material complementario en Internet del Análisis evolutivo se ha revisado y ampliado. Cada unidad incluye ahora dos casos de estudio. Estas tutorías desafían al estudiante a plantear cuestiones, formular hipótesis, diseñar experimentos, analizar datos y sacar conclusiones. Una tutoría sobre genética de poblaciones presenta problemas que los estudiantes pueden resolver utilizando una simulación que se puede bajar de la red. El sitio de Internet también proporciona respuestas a algunas cuestiones seleccionadas del final de los capítulos, guías para explorar la bibliografía, conexiones con otros lugares relacionados con la evolución. El sitio de Internet para el Análisis evolutivo es accesible a través de la página principal del libro en: http://www.librosite.net/freeman El compromiso de Prentice Hall con un formato a cuatro colores para esta edición del Análisis evolutivo, nos ha permitido hacer esquemas, gráficos de datos y fotografías más fáciles de interpretar y al conjunto de la presentación más brillantez y accesibilidad. Agradecimientos Nos gustaría dar las gracias más sinceras a todos los colegas que han ayudado a que este libro sirva mejor a los estudiantes, contribuyendo con revisiones publicadas, revisiones autorizadas, sugerencias por correo electrónico, paquetes de “copias de artículos” y conversaciones con nosotros en reuniones. En particular, los añadidos y revisiones en esta edición se inspiraron en una serie de ideas y críticas constructivas proporcionadas por los siguientes colegas: Leticia Avilés, University of Arizona Loren E. Babcock, The Ohio State University David Begun, University of Toronto Andrew Berry, Harvard University Keith A. Crandall, Brigham Young University W. Ford Doolittle, Dalhousie University Jerry F. Downhower, The Ohio State University Scott Edwards, University of Washington Gary M. Fortier, Delaware Valley College Glenys Gibson, Acadia University Lonnie J. Guralnick, Western Oregon University Werner G. Heim, Colorado College Joel Kingsolver, University of Washington Andrew H. Knoll, Harvard University Robert A. Krebs, Cleveland State University Catherine S. McFadden, Harvey Mudd College Andrew Martin, University of Colorado Arnold I. Miller, University of Cincinnati Nancy A. Moran, University of Arizona Stephen W. Schaeffer, Pennsylvania State University Robert Sinsabaugh, University of Toronto Maureen Stanton, University of California, Davis Daniel B.Thompson, University of Nevada, Las Vegas Sara E.Via, University of Maryland, College Park Prefacio xv Sería difícil poner excesivo énfasis en cuánto se ha beneficiado esta edición del cuidado y creatividad de estos críticos. En un sentido muy real, este libro es el producto de una comunidad que está apasionada por el estudio de la evolución y dedicada a su enseñanza. Además, nos gustaría ampliar nuestras sinceras gracias a los estudiantes que han enviado correos electrónicos con sugerencias para mejorar. Especialmente útiles fueron las críticas escritas formalmente con las que contribuyó la clase del Dr. Peter Wimberger, de la Universidad de Puget Sound, y muchos comentarios y sugerencias de nuestros propios estudiantes de la Universidad de Washington. Tenemos una deuda especial con tres colegas que contribuyeron a la revisión de capítulos clave y con la Dra. Kathleen Hunt, que contribuyó con versiones revisadas de las preguntas del final de los capítulos. Somos muy afortunados por haber tenido contribuyentes de gran talento implicados en la preparación de esta edición. Concretamente, el Dr. Michael Hart, de la Universidad de Dalhousie, revisó los capítulos de la historia de la vida, inferencia filogenética y el Fanerozoico y dio origen al capítulo sobre evolución y desarrollo. Su dominio de la bibliografía y su entusiasmo por la biología evolutiva fue una tremenda ventaja durante el proceso de revisión y su ingenio y excitación por la ciencia hacen que trabajar con él sea un placer. El Dr. Niles Lehman, de la Universidad del Estado de New York, en Albany, revisó el capítulo sobre el origen de la vida y la evolución en el Precámbrico. Su creatividad, pasión, conocimiento y rápido hacer fueron vitales para proporcionar a los estudiantes una lectura fresca y precisa de este tema tan dinámico. El Dr. David Begun, de la Universidad de Toronto, puso al día el capítulo sobre la evolución humana. Su experiencia fue una contribución impagable a nuestro enfoque de este campo que cambia tan rápidamente, y su buena voluntad para trabajar hasta el límite del tiempo se aprecia enormemente. Este libro no existiría sin la habilidad, la profesionalidad y la dedicación de la editorial y del equipo de producción de Prentice Hall. El liderazgo de Paul Corey y su compromiso como Director editorial de Ciencia y Matemáticas ha sido importantísimo. La Editora Jefe de producción, Debra Wechsler, realizó un magnífico trabajo gestionando los miles de detalles requeridos para hacer un libro tan libre de errores y omisiones como fue humanamente posible. La Editora artística, Karen Branson, reunió y dirigió un talentoso grupo de artistas para crear el programa de figuras a cuatro colores. Robin S. Manasse realizó la mayoría de las nuevas ilustraciones biológicas, incluyendo a los animales de la cubierta. Los Directores artísticos Anne France, Joe Sengotta y Jon Boylan, hicieron un diseño y una cubierta atractivos para el libro. Andrew Stull fue responsable de ampliar y mejorar los sitios web. Jennifer Welchans, ejecutiva de marqueting es quien suministró el impulso y las herramientas necesarias para asegurar que los profesores de todo el mundo tengan la oportunidad de considerar este libro para sus cursos. Finalmente y por encima de todo, damos las gracias al Editor Jefe de Biología, Sheri Snavely, cuya visión y energía han sido el sostén de este libro. Su pasión por la publicación, su instinto infalible, su humor y devoción son una constante fuente de inspiración. Scott Freeman Jon C. Herron Seattle,Washington PARTE I El archipiélago de las Galápagos ha servido como laboratorio para estudios evolutivos durante mas de 160 años. (Frans Lanting/Mindem Pictures) INTRODUCCIÓN U BIOLOGÍA EVOLUTIVA ES QUE ESTÁ enraízada en un mecanismo organizativo único. Este mecanismo es el de la selección natural. Por ello, profundizar en la comprensión de la selección natural es el primer reto para cualquiera que estudie evolución. La selección natural es conceptualmente simple pero, en general, mal comprendida. La comprensión de cómo funciona el mecanismo requiere ir más allá de frases como “la supervivencia del más adaptado”. Nuestro objetivo principal en la Parte I (Capítulos 1-3) es introducir la selección natural como un factor de cambio evolutivo. La exploración del proceso comienza con un capítulo dedicado a la comprensión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y de la epidemia del SIDA. El Capítulo 2 amplía esta presentación, revisando las pruebas de que todos los organismos han cambiado, o evolucionado a lo largo del tiempo, a lo largo de la historia de la vida, al igual que el VIH ha evolucionado durante el pasado medio siglo. En el Capítulo 3 exploramos con más detalle cómo actúa la selección natural. Esta serie de capítulos proporcionan la base para explorar, en la Parte II, los otros mecanismos que dan lugar al cambio a lo largo del tiempo. Nuestro segundo objetivo en estos capítulos es introducir los métodos experimentales y analíticos utilizados por los investigadores en la ciencia de la evolución. Estos métodos son un tema destacado a lo largo del texto. Los subrayamos para ayudar a los lectores a aprender cómo hacer preguntas, diseñar experimentos, analizar datos y revisar de manera crítica artículos científicos, además de entender a fondo los hechos. Los ejemplos detallados que presentamos no solo dejan claros los conceptos generales de la biología evolutiva sino que también proporcionan ideas de cómo sabemos lo que sabemos. NO DE LOS ASPECTOS MÁS ATRACTIVOS DE LA CAPÍTULO 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH Las partículas rojas que emergen de esta célula T humana son viriones VIH. (National Institute for Biological Standards and Control, England/Science Photo Library/Photo Researchers, Inc.) E N EL COMIENZO DE UN CURSO, PUEDE SER ÚTIL VOLVER ATRÁS Y HACERNOS dos preguntas: ¿qué tipo de materia se cubrirá? y ¿de qué manera esta información me ayudará en mi vida profesional y diaria? Para ayudar a responder a estas cuestiones, exploraremos la evolución del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Este es el patógeno que da lugar al síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA). En este capítulo introduciremos el alcance del análisis evolutivo mediante un análisis pormenorizado de un tema muy actual. Nuestro objetivo es ilustrar las cuestiones que investigan los biólogos evolutivos, demostrar cómo una perspectiva evolutiva puede ayudar a la investigación biológica, e introducir conceptos que se explorarán con detalle más tarde en el texto. El VIH es un caso de estudio obligado, porque plantea temas que, casi con toda certeza, influirán en la vida profesional y personal de todos nuestros lectores. Como virus emergente, que desarrolla rápidamente resistencia a los medicamentos, el VIH es un ejemplo de dos de los temas más agobiantes de la salud pública. El SIDA ya es una de las epidemias más devastadoras que haya experimentado nunca nuestra especie. 3 4 PARTE I Introducción Las cuestiones a las que nos referimos son: • ¿Por qué ha sido tan poco efectivo, a largo plazo, el prometedor tratamiento del SIDA con el medicamento azotimidina (AZT)? • ¿Por qué algunas personas son resistentes a la infección o a que la enfermedad progrese una vez que han sido infectadas? • ¿Por qué el VIH mata a la gente? • ¿Podría una vacuna proporcionar protección contra la diversidad de cepas de VIH que existen en la actualidad? Como caso de estudio, el VIH demostrará cómo los biólogos evolutivos estudian la adaptación y la diversidad. Estas cuestiones pueden sonar como si no tuvieran nada que ver con la biología evolutiva, pero la biología evolutiva es una ciencia dedicada a la comprensión de dos cosas: (1) de qué manera las poblaciones cambian a lo largo del tiempo en respuesta a modificaciones en su ambiente y (2) cómo aparecen nuevas especies. De manera más formal, los biólogos evolutivos estudian la adaptación y la diversidad. Éstos son exactamente los temas abordados en nuestras preguntas acerca del SIDA y del VIH. Sin embargo, antes de enfrentarnos con ellos, necesitamos profundizar en algunos aspectos biológicos básicos. 1.1. La historia natural de la epidemia En diciembre de 1999, el programa sobre el SIDA de las Naciones Unidas estimaba que, en todo el mundo, cerca de 40 millones de personas estaban infectadas con el VIH (Piot 1998; Figura 1.1). La epidemia ya había sido responsable de más muertes que la peste negra, que devastó a Europa en el siglo XIV. A finales de 2001, el SIDA sobrepasó a la epidemia de la gripe “española” de 1918 como epidemia responsable del mayor número de muertes en la historia de la humanidad. La mayoría de las infecciones con el VIH tuvieron lugar en dos procesos epidémicos relacionados, pero distintos, durante la década de 1980 y de 1990 del siglo pasado: uno entre varones y mujeres heterosexuales en el África subsahariana y en el sur y sureste asiático, y el otro entre varones homosexuales y drogadictos por vía intravenosa en los Estados Unidos y Europa. Los dos procesos se distinguen por el número de personas implicadas y por la forma de transmisión de la enfermedad. En el África subsahariana, el número de casos de SIDA es casi abrumador (véase Mann y Tarantola 1998; Piot 1998). Los epidemiólogos estiman que cerca de 23 millones de africanos están infectados con el VIH-1. En muchas ciudades subsaharianas, cerca del 75% de las muertes entre personas adultas se deben al SIDA; si las previsiones se mantienen, la ter- Figura 1.1 Distribución de los infectados por el VIH Este mapa muestra la distribución geográfica de los infectados por el VIH-1. La conclusión más dramática que se deduce de esta figura es que el SIDA es una enfermedad principalmente de naciones en desarrollo. Se estima que más del 90% de las personas infectadas por el VIH viven en países pobres del hemisferio sur. Sólo en el África subsahariana se encuentran los dos tercios de éstos. 360.000 920.000 520.000 530.000 220.000 6 millones 1,7 millones 23,3 millones 12.000 Capítulo 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH 5 cera parte de la masa laboral de algunos países puede morir finalmente de la enfermedad. En este proceso epidémico (y en su expansión actual por la India y China) el virus se transmite normalmente a nuevos huéspedes a través de relaciones heterosexuales. En contraste, la epidemia del SIDA en América del Norte y en Europa se debe principalmente a la transmisión vía relación homosexual y al hecho de compartir jeringuillas entre los drogadictos por vía intravenosa. La frecuencia de la infección entre el público en general es baja en las naciones desarrolladas: alrededor del 0,56% en América del Norte frente al 10% o más en muchos países africanos. Además en la Figura 1.2 se muestra que, mientras que el número de personas infectadas continúa aumentando en Asia y en África, el esfuerzo de educadores e investigadores la está frenando en América del Norte y en Europa: en los países industrializados el número de nuevas infecciones por el VIH está disminuyendo. ¿Qué es el VIH? Como cualquier virus, el VIH es un parásito intracelular obligado. Es incapaz de una vida independiente y es altamente específico en cuanto a los tipos de células que infecta. El VIH parasita a elementos del sistema inmunológico humano llamados macrófagos y células T. Utiliza la maquinaria enzimática y la energía que encuentra en estas células para hacer copias de si mismo, matando a la célula huésped en el proceso. En la Figura 1.3 se describe con mayor detalle el ciclo biológico del VIH. El paso 1 muestra la fase extracelular o infecciosa, cuando el virus se puede transmitir de un huésped a otro. En esta fase, el virus se denomina virión o partícula. Los pasos del 2 al 8 describen la fase intracelular o parasitaria, cuando el virus se replica. En el caso del VIH, el proceso de replicación comienza cuando un virión se une a una proteína específica, llamada CD4, que se encuentra en la superficie de ciertos macrófagos y células T. La unión a la superficie de la célula huésped se completa cuando el VIH se une a una segunda proteína de la superficie celular, llamada correceptor. Cuando se produce la unión, la envoltura del virión y la membrana celular se fusionan (pasos 2 y 3) y el contenido del virión penetra en la célula (paso 3). Este contenido incluye al genoma diploide del virus (en la forma de dos moléculas de RNA idénticas) y una proteína, llamada transcriptasa inversa, que transcribe este genoma. El siguiente paso en el ciclo biológico se ilustra en el paso 4. La transcriptasa inversa sintetiza DNA vírico en el citoplasma de la célula huésped, utilizando ATP y nucleótidos Número de nuevos adultos infectados por el VIH (millones) 4 3 El VIH es un parásito que afecta a las células del sistema inmunitario humano. África subsahariana Sur y sudeste de Asia Extremo Oriente e islas del Pacífico América Latina y Caribe Países industrializados 2 1 Figura 1.2 Tasas de infección por el VIH por zonas geográficas Este gráfico muestra el número estimado, 0 1980 1985 1990 Año 1995 2000 anual, de nuevas infecciones por el VIH en cinco grandes áreas geográficas. El número de nuevas infecciones está disminuyendo en Norte América y Europa, pero está aumentando rápidamente en África y Asia. 6 PARTE I Introducción Virión VIH Genoma de RNA (2 copias) Transcriptasa inversa gp120 (proteína de membrana) 1) VIH extracelulares, o estadio de virión 1 2) La proteína gp120 del VIH se une a la CD4 y al correceptor de la célula huésped 2 Correceptor CD4 3 RNA del VIH 4) La transcriptasa inversa sintetiza el DNA del VIH a partir de un molde de RNA del VIH 4 DNA del VIH DNA del huésped DNA del VIH 5) El DNA del VIH se integra en el genoma huésped y se transcribe mRNA del VIH 5 mRNA del VIH Núcleo de la célula huésped 6 Proteína del VIH 6) El mRNA del VIH se traduce a proteína VIH por los ribosomas de la célula huésped 7) Se ensambla una nueva generación de viriones dentro de la célula huésped 7 Figura 1.3 Ciclo de vida del VIH Célula T o macrófago (célula huésped) 3) El genoma de RNA del VIH y la transcriptasa inversa penetran en la célula huésped 8 8) Nuevos viriones salen de la célula huésped por gemación de la membrana suministrados por la célula huésped. Luego, el DNA vírico se introduce en el núcleo, se integra en el genoma del huésped y se transcribe por la polimerasa II del DNA de la célula huésped (paso 5). Los mRNA víricos resultantes se traducen en proteínas por los ribosomas de la célula huésped (paso 6). Es decir, en el VIH y en otros “retrovirus,” el flujo de la información genética es distinto al de las células y al de muchos virus con genomas de DNA. En los retrovirus, como el VIH, la información genética no sigue la familiar ruta del DNA al mRNA y a las proteínas. En su lugar, el flujo de información va del RNA al DNA, al mRNA y a las proteínas. Es este primer paso, que revela un flujo inverso de la información, el que inspira el prefijo “retro-” al retrovirus y el adjetivo “inverso” a la transcriptasa inversa. Después de que se han sintetizado las proteínas víricas y las copias del genoma de RNA, se recompone una nueva generación de viriones en el citoplasma de la célula huésped (paso 7). El ciclo biológico concluye cuando los viriones salen por gemación de la membrana celular al exterior, como se muestra en el paso 8. Estos viriones quedan flotando en la corriente sanguínea. Si encuentran otra célula en el mismo huésped que contenga la proteína CD4 en su superficie, el ciclo comienza de nuevo. O bien, los viriones se pueden transmitir a un nuevo individuo huésped mediante transfusión sanguínea, al compartir una jeringuilla o en una relación sexual. El aspecto importante que hay que destacar del ciclo biológico es que el virus utiliza la maquinaria enzimática de las células del huésped (sus polimerasas, ribosomas y tRNA) en casi cada paso. Ésta es la razón por la que la enfermedad vírica es tan difícil de tratar. Capítulo 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH 7 Los medicamentos que interrumpen el ciclo biológico del virus, casi con toda certeza interfieren en las funciones enzimáticas de las células del huésped y también provocan efectos colaterales debilitantes. ¿De qué manera el VIH da lugar al SIDA? El cuerpo humano responde a la infección del VIH de dos maneras: destruyendo viriones que flotan en la corriente sanguínea y matando a sus propias células infectadas antes de que se ensamblen nuevos viriones y sean expulsados. Las células infectadas por el VIH (los macrófagos y las células ayudantes T) son cruciales para los dos aspectos de la respuesta inmunitaria. Debido a que la infección por el VIH mata a estas células, infecciones por el VIH avanzadas comienzan a socavar la respuesta inmunitaria. El colapso final del sistema inmunitario conduce a la situación conocida como SIDA. El síndrome se caracteriza por infecciones oportunistas de bacterias y hongos patógenos que raramente ocasionan problemas en personas con un sistema inmunitario robusto. Una vez que un individuo infectado por el VIH comienza a desarrollar los síntomas del SIDA, la muerte ocurre normalmente a los dos años. Teniendo en cuenta la información anterior, estamos preparados para explorar cuestiones a cerca de la evolución del VIH. La primera ha sido frustrante para todo aquél implicado en la lucha contra la epidemia: ¿por qué está siendo tan difícil desarrollar medicamentos capaces de combatir el VIH? Ciertamente no es por no intentarlo; los gobiernos y las compañías privadas han dedicado cientos de millones de dólares a la investigación del SIDA y al desarrollo de medicamentos. La historia del AZT, uno de los primeros medicamentos contra el SIDA, se ha convertido en un caso típico. Al principio, el AZT parecía prometedor, pero últimamente ha sido decepcionante. Para explicar el por qué, necesitamos introducir el principio de evolución por selección natural. El SIDA comienza cuando la infección por el VIH ha progresado hasta el punto en que el sistema inmunitario no funciona adecuadamente. 1.2. ¿Por qué el AZT es efectivo a corto plazo, pero falla a largo plazo? Para combatir las infecciones víricas, los investigadores buscan medicamentos capaces de inhibir a las enzimas específicas del virus. Por ejemplo, un medicamento que interrumpa la transcripción inversa mataría de manera efectiva y específicamente a los retrovirus con efectos colaterales mínimos. Ésta es exactamente la lógica en el caso de la azotimidina, o AZT. Adviértase la timidina en el nombre del AZT: el AZT es un análogo de nucleótido, similar en su estructura a la timidina normal, que “engaña” a la transcriptasa inversa. Cuando el AZT se encuentra en la célula, la transcriptasa inversa lo añade erróneamente a la cadena de DNA creciente allí donde debería añadir timidina 5-trifosfato. Este error interrumpe la transcripción inversa, ya que el AZT no aceptará la adición del siguiente nucleótido a la cadena que está creciendo.Así, el AZT interrumpe la formación de nuevas proteínas víricas y de nuevos viriones, parando la infección. En las primeras pruebas, el AZT funcionó. Interrumpía de manera efectiva la pérdida de macrófagos y de células T en pacientes con SIDA. Pero debido a que también engaña en algunos momentos a la polimerasa del DNA e interrumpe la síntesis de DNA en las células del huésped, el AZT da lugar a graves efectos colaterales. No obstante, parecía prometer la inhibición o, al menos, retardar el progreso de la enfermedad. Sin embargo, hacia 1989, tras pocos años de uso los pacientes dejaron de responder al tratamiento y los recuentos de células con CD4 comenzaron de nuevo a disminuir. ¿Por qué? Para responder a esta pregunta, consideremos un experimento imaginario. Si quisiéramos modificar por ingeniería genética un virión del VIH para que pudiera replicarse en Cuando la transcriptasa inversa añade AZT a la copia del genoma del VIH que se está sintetizando, en lugar de timidina, la síntesis se interrumpe. De este modo, el AZT puede hacer más lenta o parar el progreso de la infección. 8 PARTE I Introducción Algunas mutaciones en el centro activo de la transcriptasa inversa hacen que la enzima tenga menor probabilidad de añadir el AZT en lugar de la timidina. Figura 1.4 Imágenes de la transcriptasa inversa generadas por ordenador (a) Esta imagen muestra el gran surco de la enzima transcriptasa inversa por donde se une al sustrato (RNA). (Thomas A. Steitz, Yale University) (b) Las esferas rojas de esta imagen indican la localización de las sustituciones de aminoácidos correlacionadas con la resistencia al AZT. Advierta que se localizan en el surco de la enzima, o centro activo. (Lori Kohlstaedt en Jon Cohen, "AIDS Research: The Mood is Uncertain," Science, Vol. 260, 28 de mayo, 1993.) presencia del AZT, ¿qué haríamos? La respuesta más simple podría ser modificar el centro activo de la enzima transcriptasa inversa, para que se equivoque con menor probabilidad entre el AZT y el nucleótido normal. En la práctica, podríamos utilizar un mutágeno químico o una radiación ionizante para producir cepas del VIH con alteración en las secuencias nucleotídicas de sus genomas, y de esa manera alterar las secuencias de aminoácidos de sus proteínas. Si produjéramos muchos mutantes, al final tendríamos un número limitado de éstos con un cambio en la parte de la molécula de la transcriptasa inversa que reconoce y se une a la timidina normal (Figura 1.4a). Si una de estas secuencias alteradas tuviera menor probabilidad de equivocarse entre el AZT y el nucleótido normal, entonces la variante mutante del VIH sería capaz de continuar replicándose en presencia del medicamento. En poblaciones de viriones del VIH tratados con AZT, las cepas incapaces de replicarse en presencia de AZT disminuirían en número y las nuevas formas llegarían a ser dominantes en las poblaciones del VIH. Los pasos dados en este experimento imaginario se han dado realmente en el interior de los pacientes con el VIH. ¿Cómo lo sabemos? Los investigadores tomaron repetidamente muestras de viriones del VIH de pacientes que tomaban el AZT a lo largo de su tratamiento. En cada muestra del virus, los investigadores secuenciaban el gen de la transcriptasa inversa. Encontraron que las cepas víricas presentes tardíamente en el tratamiento eran diferentes genéticamente de las cepas víricas presentes antes del tratamiento en los mismos individuos huéspedes. La población de virus se había hecho resistente al AZT. Las mutaciones asociadas con la resistencia fueron a menudo las mismas de un paciente a otro (St. Clair et al. 1991; Mohri et al. 1993; Shirasaka et al. 1993), y se localizaban en el centro activo de la transcriptasa inversa (Figura 1.4b). Los investigadores han observado directamente la evolución de la resistencia al AZT en docenas de pacientes con SIDA. En cada individuo, las mutaciones en el genoma del VIH daban lugar a sustituciones de aminoácidos concretos del centro activo de la transcriptasa inversa. Estos cambios genéticos permitían a las cepas mutantes del virus replicarse en presencia del AZT. Sin embargo, a diferencia de la situación en nuestro experimento imaginario, no ha habido ninguna manipulación consciente. Entonces, ¿cómo ha ocurrido el cambio en la cepa vírica? La clave es doble: la transcriptasa inversa es propensa al error y el genoma del VIH no tiene instrucciones para sintetizar enzimas que corrijan los errores. (En relación con esto, el VIH es como la mayoría de los retrovirus, pero diferente de los organismos celulares basados en DNA como nosotros mismos.) Por ello, alrededor de la mitad de los transcritos de DNA producidos por la transcriptasa inversa tienen al menos un error o mutación (Hübner et al. 1992;Wain-Hobson 1993). El VIH tiene la tasa más alta de mutación ob(a) (b) Capítulo 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH 9 servada hasta la fecha en cualquier virus u organismo. Debido a que se producen miles de generaciones de replicación del VIH en cada paciente durante el desarrollo de una infección, una cepa del VIH puede dar lugar, con el tiempo, a cientos de variantes diferentes de la transcriptasa inversa. Simplemente debido a su número, casi con certeza una o más de estas variantes contendrán una sustitución aminoacídica que disminuya la afinidad de la transcriptasa inversa por el AZT. Si el paciente está tomando AZT, se suprimirá la replicación de las variantes del VIH no alteradas, pero los mutantes resistentes serán capaces de sintetizar algo de DNA y producir nuevos viriones. A medida que los viriones resistentes se reproducen y los no resistentes decaen, la fracción de los viriones que son resistentes al AZT en el paciente aumenta con el tiempo. Además, es probable que en cada generación de viriones aparezcan viriones con nuevas mutaciones.Algunas de éstas pueden incrementar aún más la capacidad de la transcriptasa inversa para funcionar en presencia del AZT. Debido a que su reproducción es rápida, los viriones que lleven estas nuevas mutaciones aumentarán también en frecuencia a expensas de sus antecesores menos resistentes. Este proceso de cambio con el tiempo en la composición de la población vírica se denomina evolución por selección natural. Se ha dado de manera tan consistente en los pacientes que tomaban AZT que se ha abandonado su uso como único medicamento en la terapia del SIDA.Además, cuando se han utilizado otros análogos de nucleótidos, como ddI o ddC, solos o juntamente con el AZT, las poblaciones del VIH han evolucionado resistencia múltiple a los medicamentos (Larder et al. 1993; Shirasaka et al. 1993; Mohri et al. 1993). La resistencia a medicamentos inhibidores de proteasas apareció a los dos años de su utilización (Ala et al. 1997; Deeks et al. 1997). Consideremos ahora una cuestión ligeramente diferente. Hemos estado siguiendo el destino de los viriones que llevan versiones diferentes del gen de la transcriptasa inversa cuando está presente el AZT (en las células del huésped). Las cepas mutantes del VIH, ¿son también más eficaces al reproducirse en células sin AZT? La respuesta es no: cuando se ha comenzado la terapia con AZT y luego se interrumpe, la proporción de viriones resistentes al AZT en las poblaciones víricas disminuye con el tiempo, volviendo a los niveles que había antes de comenzar el tratamiento con el AZT. La selección natural favorece las mutaciones retrógradas que restauran la secuencia de aminoácidos de la transcriptasa inversa a su configuración original (St. Clair et al. 1991). Advierta cuál es la dinámica de la selección natural: en ausencia del AZT, la selección natural favorece a los viriones no mutantes; en presencia de AZT la selección natural favorece a los viriones mutantes. ¿La evolución por selección natural, es unidireccional e irreversible? La respuesta es, claramente, no. Advierta que el proceso que acabamos de revisar implica cuatro pasos: 1. Los errores en la transcripción cometidos por la transcriptasa inversa dan lugar a mutaciones en el gen de la propia transcriptasa inversa. 2. Estas mutaciones producen variabilidad entre viriones en la función de la enzima. 3. Algunos viriones fueron más capaces de sobrevivir y reproducirse en un ambiente con AZT que otros, debido a las propiedades funcionales de sus transcriptasas inversas mutantes. 4. Estas mutaciones se trasmitieron a los descendientes de los viriones resistentes al AZT. El resultado de este proceso es que nuevas formas víricas llegan a ser dominantes en las poblaciones del VIH de los huéspedes. La composición genética de la población del VIH al final del proceso fue diferente de la del comienzo. Esto es evolución por selección natural. Cambios en la composición genética de las poblaciones del VIH con el tiempo tienen que dar lugar a un aumento de la resistencia a los medicamentos. Este es un ejemplo de evolución por selección natural. 10 PARTE I Introducción 1.3. ¿Por qué el VIH es mortal? Hay varias hipótesis alternativas para explicar porque el VIH es mortal. La virulencia del VIH podría deberse a (1) un resultado inevitable de la infección de las células del sistema inmunitario, (2) ausencia de variación genética, o (3) un carácter que permite que ciertas cepas del VIH prosperen en ambientes particulares. Una de las claves para convertirse en biólogo evolutivo es aprender a pensar como un organismo. Es decir, adoptar lo que los biólogos llaman “pensamiento selectivo”. Por ejemplo, desde el punto de vista del VIH, la tendencia para ocasionar enfermedad en un huésped (el carácter denominado virulencia) es en gran parte función de su tasa de reproducción. La enfermedad del huésped es un efecto colateral por las altas tasas de reproducción. Una tasa de reproducción extremadamente elevada puede dar lugar a la muerte del huésped. De acuerdo con el pensamiento selectivo, la clave para comprender por qué el VIH es mortal es comprender por qué es ventajoso para los viriones replicarse tan rápidamente como lo hacen. Si el VIH puede evolucionar tan rápidamente en respuesta a la terapia con medicamentos, ¿por qué no ha evolucionado para tener un impacto menor sobre el huésped? A veces, la respuesta a preguntas como ésta es porque no puede. Es decir, quizá las cepas del VIH competidoras tendrían mas éxito (en el sentido de infectar a más personas) si se multiplicaran más lentamente y no mataran a sus huéspedes, pero no pueden hacerlo debido a alguna propiedad invariable de la transcriptasa inversa, o debido a que las células diana CD4 inevitablemente conducen a que la infección sea mortal. Es importante reconocer que los organismos están constreñidos de una serie de modos. La selección natural no puede optimizar cada uno de los aspectos de un ciclo biológico. Sin embargo, la evidencia sugiere que las constricciones no son la causa de la elevada virulencia del VIH.Varias enfermedades no letales afectan a las células CD4, como el herpes vírico 6, que parece que da lugar sólo a una leve erupción parecida a la rubéola que se sufre en la infancia (véase Culliton 1990), o un virus llamado VIH-2, que a menudo puede no ser letal (Ewald 1994; Marlink et al. 1994). Estas observaciones sugieren que la infección de las células CD4 no es especialmente virulenta por definición. Otra explicación de la virulencia del VIH es que no se ha producido una evolución hacia un estado benigno, simplemente debido a la falta de variación en el grado de virulencia. Si no hay mutaciones que alteren el nivel de virulencia, entonces la virulencia no puede evolucionar por selección natural. Sin embargo hay tres aspectos que están en contra de esta hipótesis. En primer lugar, las cepas VIH-1 que dominan tardíamente en una infección dada, cuando el paciente es sintomático, se multiplican más rápido en cultivo que las cepas presentes al principio de la infección, sugiriendo que son más virulentas (véase Goldsmith 1990; Ewald 1994). En segundo lugar, se han identificado sustituciones específicas de bases que están asociadas a un aumento de la virulencia (estas sustituciones de bases se encuentran en el gen que codifica para la proteína gp120, que se encuentra en la superficie de los viriones del VIH; véase Groenink et al. 1993). En tercer lugar, se han identificado cambios genéticos específicos que están asociados a una disminución de la virulencia (estas sustituciones de bases se encuentran en un gen que codifica para una de las proteínas reguladoras del VIH; véase Deacon et al. 1995). Una tercera hipótesis es que la selección natural ha favorecido a cepas muy virulentas del VIH-1. Esto es lo que propone Paul Ewald con su hipótesis sobre la tasa de transmisión (Ewald 1994), ilustrada en la Figura 1.5. La hipótesis predice que si la transmisión de enfermedades por vía sexual desde un huésped actual a uno nuevo es frecuente, entonces la selección natural favorecerá el aumento de la virulencia. Pero si la transmisión a nuevos huéspedes no es frecuente, entonces la selección favorecerá a cepas más benignas. La clave de la hipótesis de la tasa de transmisión es el concepto de compromiso. Los biólogos evolutivos analizan los compromisos en términos de costes y beneficios de estrategias opuestas. En este caso, las estrategias son crecer rápidamente o crecer lentamente. Para un virión, el beneficio del crecimiento rápido es aumentar su predominio en la corriente sanguínea del huésped y por ello aumentar su probabilidad de transmitirse durante un episodio dado de intercambio sexual. El coste del crecimiento rápido es matar a demasiadas células CD4 Capítulo 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH 11 Fracción de pacientes muertos (%) a) Supuesto 1: Las cepas más virulentas mantienen una concentración más elevada de viriones VIH en la sangre de los pacientes y matan al paciente rápidamente. Cepas más virulentas: Carga viral inicial >30.000 copias de RNA del VIH por mililitro de sangre 100 b) Supuesto 2: Las cepas más virulentas son las que tienen mayor probabilidad de transmitirse en una relación sexual. Cepas menos virulentas: Carga viral inicial <500 copias de RNA del VIH por mililitro de sangre 100 0 0 10 Carga viral medida años después Fracción de pacientes infectados que transmitieron el VIH a su pareja heterosexual durante una relación que duró al menos 6 meses 0 c) Hipótesis: Cuando el huésped cambia de pareja a menudo, una cepa más virulenta tiene mayor eficacia. Tiene la oportunidad de infectar a muchos nuevos huéspedes, aun cuando mate con relativa rapidez a su huésped original. Pacientes con cepas Pacientes con cepas más virulentas menos virulentas (>100.000 copias de (<100.000 copias de RNA de VIH por ml) RNA de VIH por ml) Cuando el huésped cambia raramente de pareja, las cepas menos virulentas tienen mayor eficacia. Permiten a su huésped vivir lo suficiente como para darles la oportunidad de infectar a más de un nuevo huésped. Figura 1.5 Hipótesis de la tasa de transmisión Los esquemas de la parte superior ilustran dos supuestos importantes que apoyan la hipótesis. Los datos de la parte (a) son de J.W. Mellors, 1998. Scientific American 279 (Julio): 90; los datos de la parte (b) son de M.V. Ragni et al., Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes and Human Retrovirology 17:42-45. Cuando estos supuestos se cumplen, las cepas virulentas de patógenos que se transmiten sexualmente se extenderían por la población más eficazmente cuando las tasas de cambio de pareja sean altas, mientras que las cepas más benignas se extenderían más eficazmente si las tasas de cambio de pareja son bajas (véase la parte c). como para que el huésped enferme y sea menos probable que se realice un intercambio sexual. La lógica que subyace en la hipótesis de la tasa de transmisión queda ahora evidente: si las personas raramente cambian de compañero sexual, un episodio dado de relación sexual es improbable que implique a un nuevo compañero. En este ambiente, la transmisión a un nuevo huésped es improbable durante cualquier episodio de relación sexual. Si las personas infectadas son monógamas, las formas altamente virulentas del VIH matarán a la pareja casi con toda certeza antes de que pueda ocurrir la transmisión a un nuevo huésped. Si la monogamia está extendida en la población huésped, entonces las formas muy virulentas del virus serán eliminadas. En su lugar aumentará la frecuencia de las formas del VIH de 12 PARTE I Introducción Las diferencias en el grado de virulencia entre cepas VIH se puede analizar como estrategias en competencia, cada una con costes y beneficios. Qué estrategia tendrá éxito depende de las condiciones ambientales: en este caso, del grado de promiscuidad sexual. reproducción lenta. ¿Por qué? Estas cepas se encuentran siempre en bajo número en la corriente sanguínea o en el semen de un huésped, pero se pueden transmitir si los individuos monógamos encuentran ocasionalmente nuevos compañeros sexuales después de un divorcio o de la muerte del esposo/a. Por el contrario, si prevalece la promiscuidad, entonces las cepas muy virulentas se transmitirán a nuevos huéspedes con más frecuencia que las cepas que se replican lentamente. Por ello, aumentarán su frecuencia en la población vírica total. La idea de Ewald es que las cepas muy virulentas llegan a ser dominantes en las poblaciones de VIH debido a las prácticas de intercambio sexual entre varones y mujeres heterosexuales en África central y oriental, y en varones homosexuales en los Estados Unidos y Europa. Debido a las circunstancias económicas de las décadas de los 70 y de los 80, millones de varones africanos emigraron de sus tierras, en zonas rurales, a las grandes ciudades de Zaire, Uganda y Kenia. Como respuesta floreció una gran industria del sexo, con prostitutas que en algunas ciudades llegaban a tener hasta 1000 relaciones sexuales por año (véase Ewald 1994). De igual manera, la tasa de cambio de compañero entre los varones homosexuales en los Estados Unidos y en Europa hacia finales de los 70 y principios de los 80 fue elevada: hasta 10 cada seis meses (Koblin et al. 1992). La hipótesis de la tasa de transmisión sostiene que los cambios en la dinámica de la transmisión, ocasionados por cambios en el comportamiento de las poblaciones huésped, favorecen enormemente la evolución de cepas virulentas del VIH. Además, la hipótesis predice que poblaciones diferentes albergarán cepas del VIH con diferentes grados de virulencia, dependiendo de la frecuencia con la que los individuos cambian de compañero sexual. Dos experimentos naturales que se llevan a cabo en la actualidad nos pueden ayudar a entender la validez de esta hipótesis. • Desde el comienzo de la epidemia, las tasas de cambio de compañero entre varones homosexuales en los Estados Unidos y en Europa han disminuido drásticamente (Adib et al. 1991), y la tasa de utilización del preservativo ha aumentado (Catania et al. 1992). En contraste, la utilización del preservativo y las prácticas sexuales en África parece que han cambiado muy poco (Editorial de la redacción 1995). La hipótesis de la tasa de transmisión pronostica que el VIH se irá haciendo poco a poco menos dañino en América del Norte y en Europa, pero continuará matando a las personas, después de una infección relativamente breve, en África central y oriental y quizá también en Asia. • El VIH-2, íntimamente relacionado con el VIH-1, es similar en cuanto a su ciclo biológico y composición genética, pero es mucho más benigno (DeCock et al. 1993). El VIH-2 se ha desplazado recientemente desde su centro histórico de incidencia en África Occidental, donde la tasa de transmisión sexual debido al cambio de compañero es baja, a la India, donde las tasas pueden ser mucho más elevadas (Ewald 1994). Si la investigación confirma que el VIH-2 se está transmitiendo más rápidamente en la India que en África Occidental debido a la mayor promiscuidad en las prácticas sexuales, la hipótesis de la tasa de transmisión predice que aparecerán en Asia cepas muy virulentas del VIH-2. ¿Es correcta la hipótesis de la tasa de transmisión? Sólo el tiempo, y los datos, lo dirán. 1.4. ¿Por qué algunas personas son resistentes a la infección por el VIH? El principio de evolución por selección natural explica por qué cepas del VIH se han convertido en resistentes a los medicamentos.También puede explicar por qué el virus es mortal. ¿Puede el mismo principio aclarar por qué algunas personas que están expuestas repetidamente al virus no quedan infectadas? Capítulo 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH 13 Para los investigadores y médicos que están luchando por encontrar estrategias para controlar la epidemia del SIDA, la existencia de personas expuestas, pero no infectadas, era un rayo de esperanza. Si existe resistencia natural al virus, y si se pudieran identificar las bases moleculares de esta resistencia, sería posible copiar el mecanismo de resistencia mediante nuevas terapias médicas. Los dos “sies” se han confirmado ya. A principios de la década de 1990, el trabajo de varios laboratorios demostró que algunas personas permanecen no infectadas incluso después de exposiciones repetidas al virus y que algunas personas que están infectadas con el virus sobreviven muchos más años de lo esperado (véase Cao et al. 1995). Se dio un avance en el reconocimiento de las bases moleculares de la resistencia cuando el grupo dirigido por Edward Berger identificó las moléculas correceptoras que permiten al VIH entrar en los macrófagos y en las células T (véase Feng et al. 1996; Alkhatib et al. 1996). Poco después, Rong Liu y sus colaboradores (1996) y Michel Samson y asociados (1998), sugirieron que los individuos resistentes podrían tener formas raras de las moléculas correceptoras y que estas proteínas mutantes impedirían la entrada del VIH. Para comprobar esta hipótesis, Samson y sus colegas secuenciaron el gen que codifica un correceptor particularmente importante, llamado CCR5, a partir de tres individuos infectados por el VIH que habían sobrevivido largo tiempo. Uno de los individuos tenía una forma mutante del gen, como se había pronosticado. Debido a que este alelo se diferencia por tener una deleción de 32 pares de bases en la secuencia normal del DNA, Samsom y sus colaboradores lo denominaron alelo ⌬32 (⌬ es la letra griega delta). Luego demostraron que el VIH no puede entrar en las células que tienen la forma ⌬32 del CCR5 en su superficie. Este experimento confirmó que el alelo protege a los individuos de la infección. Para comprobar este resultado, Samson y sus colaboradores tomaron muestras de DNA de un gran número de individuos del norte de Europa, de Japón y de ascendencia africana, examinaron el gen CCR5 de cada individuo y calcularon la frecuencia de los alelos normal y ⌬32 en cada población. Surgió una notable diferencia: el alelo mutante está presente en una frecuencia relativamente elevada del 9%, en Caucásicos, pero no se encuentra en individuos de ascendencia asiática o africana. ¿Por qué una forma de un gen es relativamente común en una población y no se encuentra en otras? Samson y sus colaboradores ofrecieron dos posibles explicaciones: o bien el alelo ⌬32 había sido favorecido recientemente por selección natural en las poblaciones caucásicas, o podría haber aumentado por azar debido a un proceso llamado deriva genética. Estas hipótesis contrarias están siendo comprobadas. Stephen O’Brien, por ejemplo, favorece una explicación basada en la selección natural. Propone que la selección dio lugar a un aumento en la frecuencia del alelo ⌬32 en Europa durante la aparición de la peste negra en el siglo XIV. De acuerdo con O’Brien, el alelo ⌬32 protege a los individuos contra la infección de la bacteria que da lugar a la peste negra, al mismo tiempo que contra la infección del VIH. Si esto es así, entonces los experimentos que se están llevando a cabo demostrarán que las células T con la forma mutante de la proteína CCR5 resisten a la infección de la bacteria, al igual que resisten a la infección del VIH. Sin embargo, la historia de los “alelos de resistencia” no comienza y termina con el alelo ⌬32. Después de que se publicara el estudio de Samson y asociados, los grupos dirigidos por Luc Montagnier y Stephen O’Brien lograron encontrar dos nuevos alelos mutantes asociados con la resistencia a la infección o a la progresión lenta del SIDA (Smith et al. 1997; Quillent et al. 1998; véase también Carrington et al. 1999).Algunos de estos alelos se encuentran en frecuencias similares en diferentes grupos étnicos; otros varían su frecuencia de una población a otra. Estos descubrimientos han inspirado la continuación del trabajo en dos frentes: los biólogos moleculares están intentando diseñar medicamentos que mimeticen los efectos de los alelos de resistencia, mientras que los biólogos evolutivos miden lo comunes que son Existen alelos que confieren resistencia al VIH en distintas frecuencias y en diferentes poblaciones humanas. Por ello... 14 PARTE I Introducción ...la frecuencia de los alelos para la resistencia puede aumentar en respuesta a la selección natural, en la forma de epidemia de SIDA. en distintas poblaciones y analizan cómo pueden cambiar sus frecuencias a medida que continúa la epidemia. Desde una perspectiva evolutiva, el VIH está originando selección natural en las poblaciones humanas. Debido a que los humanos presentan diferencias respecto a la resistencia a la infección, las poblaciones humanas evolucionarán en respuesta a la epidemia. Concretamente, como las personas con versiones normales de los genes correceptores mueren de SIDA, aumentará la frecuencia de los alelos de resistencia en las poblaciones. Si ocurre este cambio en la composición genética de las poblaciones humanas, se convertirá en un importante ejemplo de evolución por selección natural. 1.5. ¿Podrá una vacuna proporcionar protección ante las diversas cepas del VIH? Los grandes éxitos históricos en el control de enfermedades víricas (desde la polio a la viruela) se han producido como consecuencia del desarrollo de las vacunas. La dificultad en el diseño de medicamentos antivirales, junto con la tasa a la que ha evolucionado la resistencia del VIH a estos medicamentos, ha hecho del desarrollo de la vacuna una prioridad urgente para la comunidad que investiga el SIDA. ¿Es posible diseñar una vacuna que haga a las personas inmunes al VIH? Un estudio reciente sobre la historia evolutiva del virus del SIDA ha reforzado un creciente consenso acerca del desarrollo de una vacuna. Para comprender el resultado y las implicaciones para el futuro de la epidemia, necesitamos hacer dos cosas: revisar cómo actúan las vacunas y comprender la lógica básica que hay detrás del esfuerzo para reconstruir una historia evolutiva. Breve resumen de cómo actúan las vacunas Para responder a las infecciones bacterianas y víricas, las células del sistema inmunitario llamadas células T tienen que identificar a la proteína del patógeno como extraña, o como no propia. El fragmento de la proteína extraña que es reconocida como no propia y que desencadena una respuesta de las células T se denomina epitopo. Las vacunas consisten en epitopos de viriones muertos o incompletos.Aunque no se dé una infección real después de una vacunación, el sistema inmunitario responde activando a las células que reconocen los epitopos presentes. Si más tarde comienza una auténtica infección, el sistema inmunitario está “preparado” para responder rápidamente. En casi todos los casos el invasor es eliminado antes de que la infección progrese hasta el punto de producir una enfermedad. En el caso del VIH, la mayoría de los epitopos reconocidos por el sistema inmunitario derivan de la proteína llamada gp120, que forma parte de la cubierta del virión. Entonces, para ser efectiva, una vacuna tendría que contener epitopos de las proteínas gp120 que se encuentran en muchas cepas diferentes del VIH. ¿Exactamente, cuánto se han diversificado estas cepas? Para responder a esta cuestión los biólogos han analizado secuencias génicas del VIH de todas las partes de mundo y han utilizado los datos para reconstruir la historia evolutiva del virus. ¿Cómo reconstruyen los investigadores la historia evolutiva? De acuerdo con la teoría de la evolución por selección natural, examinada en detalle en los Capítulos 2 y 3, todos los organismos están relacionados entre sí a partir de un antecesor común. En el caso del VIH, la teoría predice que la diversidad de cepas presentes en la actualidad se originó a partir de una única población ancestral. ¿Cuál fue la naturaleza de este antecesor? ¿Cuánto se ha diversificado el VIH desde entonces? Al igual que las relaciones históricas de los individuos quedan descritas por sus genealogías, las relaciones históricas entre poblaciones o especies se describen por sus filogenias. Capítulo 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH 15 Una representación de estas relaciones evolutivas en la que se muestra el árbol familiar de un grupo de especies o poblaciones se denomina cladograma o árbol filogenético. La metodología para reconstruir filogenias es compleja (dedicamos todo el Capítulo 13 a este tema), pero la base lógica del programa de investigación es simple: en general, especies íntimamente emparentadas tendrán características más similares que formas más lejanamente emparentadas. En el caso del VIH los investigadores deducen las relaciones históricas entre cepas comparando las secuencias nucleotídicas de sus genes. La premisa de trabajo es que cepas con secuencias nucleotídicas muy similares comparten un antecesor común más reciente que cepas con secuencias nucleotídicas muy diferentes. Para valorar las perspectivas del desarrollo de vacunas a la luz de la historia evolutiva del VIH, examinaremos dos filogenias. La primera muestra las relaciones entre el VIH y los virus que infectan las células del sistema inmunitario de otros primates. La segunda es más concreta y muestra las relaciones entre las cepas del VIH. Un árbol filogenético muestra las relaciones históricas entre un grupo de virus u organismos. El origen del VIH Para reconstruir la historia del VIH, Feng Gao y sus colegas (1999) secuenciaron el gen que codifica para la transcriptasa inversa en varios virus de inmunodeficiencia de simios (VIS) y las compararon con las secuencias que se encuentran en una serie de cepas del VIH. Los VIS son parásitos que infectan el sistema inmunitario de chimpancés y monos. Sin embargo, estos virus no parece que den lugar a enfermedades graves en sus huéspedes. Cuando Gao y asociados utilizaron los datos de las secuencias para estimar qué virus están mas íntimamente relacionados, el resultado fue la filogenia que se muestra en la Figura 1.6a. En este árbol, la longitud de las líneas horizontales indica el porcentaje de las bases que son diferentes entre cepas víricas. Ramas cortas entre especies indican que sus secuencias son similares; ramas más largas indican que sus secuencias son más divergentes. Ya que las secuencias divergen como consecuencia de las mutaciones que se producen a lo largo de muchos años, la longitud de las ramas horizontales en este árbol está íntimamente correlacionada con el tiempo. (Por el contrario, las longitudes de las líneas verticales del árbol son arbitrarias. Se han dibujado así para hacer al árbol más legible.) Para leer el árbol y entender qué implica acerca de la historia del VIH, comencemos por la flecha en la parte inferior izquierda. El punto de ramificación, o nodo, que señala esta flecha representa el antecesor común a todos los virus del árbol.Advierta que cada uno de los distintos grupos, o linajes, que se ramifican a partir de la población ancestral conducen a virus que infectan a monos y chimpancés. Esto sugiere que el VIH desciende de virus que infectaban a monos y chimpancés. Las ramas dibujadas en azul van hacia virus que infectan a una serie de primates no humanos, mientras que las ramas rojas y verdes conducen a virus que parasitan tanto a humanos como a primates no humanos. ¿De dónde vino el virus de la inmunodeficiencia humana? Encuentre en el árbol el virus designado por VIH-2 y advierta que se encuentra próximo a un virus que infecta a una especie de mono (Cercocebus torquatus). El VIH-2 es frecuente en África Occidental, y mucho menos virulento que el VIH que causa la epidemia del SIDA. Debido a que dicho mono se caza como alimento y se tiene como animal de compañía en África Occidental, y puesto que sus secuencias génicas están tan íntimamente relacionadas con el VIH-2, los investigadores concluyen que el virus probablemente se transmitió desde dicho mono a humanos en un pasado reciente. Una vez en humanos, la evolución por selección natural dio lugar a las cepas conocidas como VIH-2. Por el contrario, las líneas rojas en la parte superior del árbol se dirigen a cepas que infectan a humanos y a chimpancés. Estas poblaciones incluyen al VIH-1, el virus causante de la epidemia del SIDA. Debido a que en África los chimpancés se cazan para alimento, y puesto que sus secuencias génicas son tan parecidas al VIH-1, Gao y sus colegas propo- Los dos tipos principales de VIH, el VIH-2 y el VIH-1 se transmitieron a los humanos a partir de diversos orígenes. El VIH-2 se originó en Cercocebus torquatus, mientras que el VIH-1 se originó y se transmitió a humanos desde los chimpancés. 16 PARTE I Introducción VIH-1/U455: Humano a) b) VIH-1/LAI: Humano VIH-1/ELI: Humano VIH-1, Cepas diversas del grupo M VIH-1/YBF30: Humano VISchmUS: Chimpancé VISchmCAM3: Chimpancé VISchmGAB1: Chimpancé VIH-1/MPV5180: Humano * VISchmUS YBF30 VISchmCAM5 VISchmCAM4 VIH-1/ANT70: Humano VISchmANT: Chimpancé Chimpancé VISchmCAM3 VISchmGAB1 276Ha VISlhoest: Mono de L’Hoest VISsun: Mono de cola dorada VISmnd: Mandril VISagmVerTYO: Mono verde africano Chimpancé VIH-1 grupo N * ANT70 VAU MVP5180 VISchmANT VIH-1 grupo O Chimpancé VISagmVer3: Mono verde africano VISagmVer155: Mono verde africano VISagmGri677: Mono verde africano VISagmTan1: Mono verde africano VIH-2/ROD: Humano VIH-1 y parientes Linajes principales del VIS VIH-2 y parientes VIH-2/D205: Humano VISsmH4: Cercocebus torquatus VIH-2/FO784: Humano VISstm: Macaca arctoides VISsyk: Mono de Sykes Tiempo FIGURA 1.6 El "árbol familiar" de los virus VIH y relacionados (a) Este árbol muestra las relaciones evolutivas entre las formas principales del VIH, llamadas VIH-1 y VIH-2 y los virus de la inmunodeficiencia que afectan a primates no humanos. Advierta que los virus que se ramifican cerca de la flecha en la base del árbol parasitan monos. Basándose en este hecho, los investigadores concluyeron que las cepas de virus saltaron de los monos a los humanos. (b) Este árbol muestra un análisis más detallado realizado por Gao et al. (1999). (El asterisco señala el mismo punto de ramificación en ambos árboles.) Las flechas indican los lugares del árbol en donde los virus de la inmunodeficiencia se transmitieron desde los chimpancés a los humanos. De acuerdo con este árbol, cada una de las cepas principales del VIH-1 se originaron en sucesos de transmisión diferentes desde el chimpancé hospedante. Modificación de las Figuras 1a y 3b de Gao et al. (1999). Copyright © 1999, Macmillan Magazines Ltd. Reimpreso con el permiso de Nature. nen que el VIS que infecta a chimpancés (VISchm) se transmitió de los chimpancés a los humanos, en donde evolucionó hacia el VIH-1. Para analizar más profundamente este suceso de transmisión, Gao y colaboradores compararon las secuencias de genes del VIH-1 y del VISchm que codifican para proteínas que se encuentran en la superficie de los viriones. El árbol basado en estos datos, que se reproduce en la Figura 1.6b, da una visión más detallada de las relaciones entre estos virus. Adviértase que las cepas del VIH se agrupan en tres grupos diferentes, que los investigadores llaman subgrupos M, N y O. Cada subgrupo del VIH está íntimamente relacionado con una cepa diferente del VISchm. Para Gao y asociados esto es una prueba de que el virus Capítulo 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH 17 “saltó” de los chimpancés a los humanos en tres ocasiones distintas. Proponen que el VIH1 se transmitió a los humanos desde los chimpancés, no una vez sino en varias ocasiones. Utilidad de los árboles evolutivos para ver el bosque Los investigadores en biomedicina, los funcionarios de la salud pública y los médicos pueden sacar varias conclusiones generales al analizar la filogenia del VIH: • Debido a que el VISchm está tan íntimamente relacionado con el VIH-1, los chimpancés son animales importantes para su estudio. ¿En qué medida es común en la naturaleza el VISchm y cómo se transmite? ¿Por qué el virus no provoca enfermedad en el chimpancé? • Existen muchos subgrupos diferentes del VIH-1 como consecuencia de sucesos de transmisión independientes desde los chimpancés a los humanos. La diversidad de cepas del VIH resultante plantea problemas para el desarrollo de una vacuna.Además, debido a que la transmisión del VIS a los humanos ha ocurrido repetidamente en el pasado, es probable que continúe en el futuro. • La longitud de las ramas de la Figura 1.6b sugiere que la divergencia en la secuencia es alta, incluso dentro de los subgrupos del VIH-1. Para aclarar este punto,Tuofo Zhu y sus colaboradores (1998) secuenciaron genes del VIH-1 que se encontraba en una muestra de sangre tomada de un congoleño en 1959. Ésta es la infección por VIH más antigua que se conoce. Su análisis demuestra que la muestra de 1959 es notablemente distinta de las cepas actuales. Con las propias palabras de los investigadores (pág. 596), “La diversificación del VIH en los pasados 40 o 50 años pronostica incluso una mayor heterogeneidad viral en las próximas décadas.” La rápida evolución del VIH, como el cambio genético rápido que normalmente se observa en los virus de la gripe y del constipado, hace que el diseño de una vacuna sea difícil. ¿Qué es lo que tiene que decir la biología evolutiva, si es que tiene algo que decir, acerca del modo de vencer a la epidemia del SIDA? La comprensión de la biología evolutiva puede ayudar a luchar contra el VIH, aunque sólo sea en cierto modo. Primero, muchos investigadores del campo han concluido que la búsqueda de una vacuna para el SIDA puede ser inútil (Korber et al. 1998; Letvin 1998; Baltimores y Heilman 1998). Dado que la tasa de mutación del VIH es tan alta, el virus se diversifica rápidamente. Por ello, cepas diferentes presentan una gran variedad de epitopos al sistema inmunitario humano, haciendo el diseño de la vacuna difícil, sino imposible. Segundo, hay alelos resistentes que, si la epidemia continúa, aumentarán su frecuencia en las poblaciones humanas. Las personas que carezcan de los alelos resistentes tienen un gran riesgo de infectarse. Tercero, si la hipótesis de la tasa de transmisión es correcta, la mejor defensa contra el VIH es, de manera incuestionable, la educación y los cambios en el comportamiento. El aumento del uso del preservativo, la fidelidad sexual, la abstinencia y el uso de jeringuillas estériles no solo disminuirá directamente la tasa de transmisión sino que potencialmente también ayudará a la detención de la epidemia, dando lugar indirectamente a la evolución de un parásito menos virulento. La hipótesis de la tasa de transmisión arguye que las tasas de transmisión lentas tendrán un efecto multiplicador en detener la epidemia, disminuyendo tanto la incidencia como la gravedad de la enfermedad. Finalmente, el VIH continuará indudablemente desarrollando resistencia a los medicamentos antivirales. En la actualidad los médicos prescriben de manera rutinaria una “combinación de terapias” (que significa varios medicamentos al mismo tiempo) en un esfuerzo por retrasar la evolución de las cepas resistentes. La intención es ganar tiempo para el desarrollo de nuevos medicamentos. Cada uno de los principales subgrupos del VIH-1 se originó por un suceso de transmisión independiente de chimpancés a humanos. El VIH evoluciona tan rápidamente que la investigación por una vacuna efectiva puede ser inútil. 18 PARTE I Introducción Resumen En este capítulo nos centramos en la adaptación y diversificación de un virus e introducimos conceptos que se utilizarán a lo largo del texto: mutación y variación, competencia, selección natural, reconstrucción filogenética, diversificación de linajes y aplicaciones de la teoría evolutiva a problemas científicos y humanos. Nuestra tarea será ahora ampliar el enfoque concreto de esta introducción e introducir la diversidad de teorías, experimentos y modelos que conforman la biología evolutiva. El temario comienza, en el Capítulo 2, con el hecho de la evolución. La comprensión de que las especies cambian a lo largo del tiempo y de que los organismos que viven en la actualidad descienden de formas que vivieron en el pasado, es lo que motivó a Darwin para buscar un mecanismo que lo explicara: un proceso que pudiera crear cambio con el tiempo. Entonces, ¿cuáles son las pruebas del hecho de la evolución? Preguntas 1. El SIDA es, principalmente, una enfermedad de personas jóvenes. ¿De qué manera dicha enfermedad afecta al tamaño, la distribución por edades y la tasa de crecimiento de las poblaciones humanas con el tiempo? 2. A principios de la década de 1990, los investigadores comenzaron a encontrar cepas del VIH-1 resistentes al AZT en pacientes recientemente infectados, que nunca habían sido tratados con AZT. ¿Cómo pudo ocurrir esto? 3. En este capítulo, hemos discutido dos tipos distintos de selección: selección de diferentes cepas de virus dentro de un huésped y selección de aquellas cepas de virus que pueden transmitirse de un huésped a otro. Supongamos que un asesor sobre el VIH está hablando con un paciente que está angustiado por si pudiera tener una cepa virulenta del VIH.“No se preocupe,” dice el asesor.“Incluso si Ud. tuviera realmente una cepa virulenta, debido a que Ud. es monógamo la cepa virulenta desaparecerá.” ¿De qué manera ha malinterpretado el asesor la hipótesis de la tasa de transmisión? 4. Una alternativa a la hipótesis de la tasa de transmisión, sostenida tradicionalmente por investigadores en biomedicina, es que los agentes que causan la enfermedad evolucionan de manera “natural” hacia formas más benignas a medida que el sistema inmunitario de sus huéspedes desarrolla respuestas más eficaces contra ellos. ¿Qué predicciones haría esta “hipótesis coevolutiva” acerca de la evolución de la virulencia del VIH en los Estados Unidos respecto de África y del Sureste Asiático? ¿Qué datos podrían ayudarle a decidir si es correcta la hipótesis de la tasa de transmisión o la hipótesis coevolutiva? ¿Sugieren las hipótesis modos diferentes de gastar los limitados fondos para investigación y educación sobre el VIH? 5. Responda a la siguiente cita del personaje llamado Mr. Spock de “Star Trek”:“Un parásito realmente exitoso es un comensal, que vive en amistad con su huésped e incluso confiriéndole ciertas ventajas, como, por ejemplo, los protozoos que viven en el sistema digestivo de sus termitas y les digieren la madera que comen. Un parásito que de manera regular e inevitablemente mata a su huésped no puede sobrevivir largo tiempo, en sentido evolutivo, a menos que se multiplique con tremenda rapidez... no sobrevivirá.” 6. El texto afirma que las poblaciones humanas evolucionarán en respuesta a la epidemia del SIDA, ya que los alelos que confieren resistencia a la infección por el VIH aumentarán en frecuencia en las poblaciones con el tiempo. ¿Está de acuerdo con esta predicción? ¿Cómo diseñaría una investigación para comprobar esto? 7. Suponga que el VIH fue el antecesor del VIS, en lugar de lo contrario. Si los virus de la inmunodeficiencia se transmitieron originalmente desde los humanos a los monos y chimpancés, haga un esquema de cómo sería la Figura 1.6a. Explorando la bibliografía 8. En una gran variedad de virus, bacterias y otros parásitos se ha desarrollado resistencia a los medicamentos. Los siguientes artículos introducen datos sobre la evolución de la resistencia a los medicamentos en los virus de la gripe y de la hepatitis B y en poblaciones de bacterias responsables de la tuberculosis: Bishai, W. R., N. M. H. Graham, S. Harrington, C. Page, K. Moore-Rice, N. Hooper, and R. E. Chaisson. 1996. Rifampin-resistant tuberculosis in a patient receiving rifabutin prophylaxis. New England Journal of Medicine 334:15731576. Carman,W., H.Thomas, and E. Domingo. 1993. Viral genetic variation: Hepatitis B virus as a clinical example. Lancet 341:349-353. Capítulo 1 Un caso para pensar evolutivamente: comprendiendo al VIH 19 9. Para comprobar la hipótesis de la tasa de transmisión en otros organismos, consúltense los siguientes artículos: Herre, E.A. 1993. Population structure and the evolution of virulence in nematode parasites of fig wasps. Science 259: 1442-1445. Lipsitch, M., S. Siller, and M.A. Nowak. 1996.The evolution of virulence in pathogens with vertical and horizontal transmission. Evolution 50:1729-1741. Bibliografía Adib, S. M., J. G. Joseph, D. G. Ostrow, M.Tal, and S. A. Schwartz. 1991. Relapse in sexual behavior among homosexual men:A 2-year follow-up from the Chicago MACS/CCS. AIDS 5: 757-760. Ala, P. J. et al. 1997. Molecular basis of HIV-1 protease drug resistance: Structural analysis of mutant proteases complexed with cyclic urea inhibitors. Biochemistry 36: 1573-1580. Alkhatib, G., C. Combadiere, C.C. Broder,Y. Feng, P. E. Kennedy, P. M. Murphy, and E. A. Berger. 1996. CC CKR5: A RANTES, MIP-1␣, MIP-1 receptor as a fusion cofactor for macrophage-tropic HIV-1. Science 272: 1955-1952. 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L BIOLOGÍA EVOLUTIVA PLANTEA PREGUNTAS FUNDAMENTALES ACERCA DEL mundo. ¿De dónde vienen los seres vivos? ¿Por qué hay tantas clases diferentes de organismos y cómo han llegado a ser tan eficientes en tareas como encontrar alimento o pareja, combatir enfermedades o evitar depredadores? Charles Darwin fue un naturalista inglés que dedicó su vida a responder a estas cuestiones. Cuando comenzó a estudiar seriamente biología, como estudiante de un “college” en los primeros años de la década de 1820, la explicación admitida en Europa sobre el origen de las especies era la Teoría de la Creación Especial. Esta teoría mantenía que todos los organismos fueron creados por Dios durante los seis días de la creación, como se describe en el libro bíblico del Génesis 1:1-2:4. Los tipos ideales formados en este proceso especial, incluidos Adán y Eva, fueron los progenitores de todos los organismos que viven en la actualidad. La teoría mantenía que las especies se mantuvieron sin cambio, inmutables desde su creación y que la variación dentro de cada tipo está estrictamente limitada. Se creía también que el suceso de la creación había sido reciente: en 1664, el arzobispo James Ussher, de la iglesia protestante irlandesa, utilizó las genealogías del Viejo Testamento para calcular que la Tierra tenía exactamente una edad de 5.668 años. Escribió que: “Cielo y Tierra, centro y sustancia se hicieron en el mismo instante y que las nubes llenas de agua y el hombre fueron creados por la Trinidad el 26 de octubre del año 4.004 a.C. a las 9 en punto de la mañana.” A 21 22 PARTE I Introducción Las teorías científicas tienen a menudo dos componentes. El primero es una descripción acerca de un patrón que existe en la naturaleza; el segundo es un proceso que explica dicho patrón. Sin embargo, en la época en la que Darwin comenzó a trabajar en el problema, en la década de 1830, era creciente la insatisfacción con la Teoría de la Creación Especial. La investigación en las ciencias biológicas y geológicas estaba avanzando rápidamente y los datos se contradecían con los dogmas centrales y las predicciones del creacionismo. Para comprender los temas en los que Darwin se interesaba, es importante advertir que las teorías científicas frecuentemente tienen dos componentes. El primero es una declaración de principios: la reivindicación de que existe un patrón en el mundo natural. El segundo identifica el proceso responsable de dar lugar al patrón. La Teoría de la Creación Especial, por ejemplo, plantea tres declaraciones de principios: (1) las especies fueron creadas independientemente unas de otras, (2) no han cambiado a lo largo del tiempo y (3) fueron creadas recientemente. De acuerdo con la Teoría de la Creación Especial, el proceso responsable de este patrón fue un acto especial, o sobrenatural, de creación de Dios. El objetivo de este capítulo es revisar las pruebas que apoyan una declaración de principios alternativa, que Darwin denominó “descendencia con modificación”, y que más tarde se llegó a conocer como evolución. De acuerdo con Darwin, las especies han cambiado a lo largo del tiempo y están relacionadas por descendencia de un antecesor común. En el Capítulo 3 se introduce el proceso, llamado selección natural, que Darwin propuso como el principal agente responsable de este patrón. Las primeras tres secciones de este capítulo exploran datos que se refieren a cada una de las declaraciones de principios presentados por la Teoría de la Creación Especial, que las especies son independientes, inmutables y recientes. La sección final introduce grupos de datos obtenidos de diferentes campos científicos que corroboran y apoyan todas y cada una de las predicciones hechas por la teoría de la evolución por selección natural. 2.1. La Teoría de la Creación Especial sostiene que cada especie fue creada independientemente. En contraste, la Teoría de la Evolución sostiene que los organismos están emparentados por un antecesor común. Parentesco de las formas de vida Aunque el nombre de Darwin se asocia normalmente con la Teoría de la Evolución, no fue el primero en reconocer los componentes del patrón teórico. El hecho de la evolución ya se había propuesto por varios investigadores hacia finales del siglo XVIII y principios del XIX, entre los que se encuentran el conde de Buffon, Erasmus Darwin (abuelo de Charles) y el gran biólogo francés Jean-Baptiste Lamark (Eiseley 1958; Desmond y Moore 1991). Estos primeros fueron partidarios de recusar la hipótesis de que cada especie fuera creada independientemente y arguyeron que las especies estaban relacionadas por ascendencia común. Darwin reunió y sintetizó gran parte de las pruebas de esta conclusión en su libro Sobre el origen de las especies mediante selección natural, publicado en 1859. ¿Cuáles son estas pruebas? Homología Como los campos de la anatomía y de la embriología comparadas, desarrollados a principios del siglo XIX, uno de los resultados más notables que surgieron fue el de las semejanzas fundamentales subyacentes a las obvias diferencias físicas entre especies. Los primeros investigadores llamaron al fenómeno homología; literalmente, el estudio de las semejanzas. Por ejemplo, Richard Owen, importante anatomista británico y el barón Georges Cuvier de París, fundador de la anatomía comparada, describieron muchas homologías entre los esqueletos y los órganos de los vertebrados.Algunas de éstas se indican en la Figura 2.1a. Darwin (1859, p. 434) se refiere a su trabajo cuando escribe:“¿Qué podría ser más curioso que la mano del hombre, formada para agarrar, la de un topo para cavar, la pierna del caballo, la aleta de la marsopa y el ala del murciélago, se hubieran construido de acuerdo con el mismo patrón, e incluyendo los mismos huesos y en las mismas Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 23 (a) Húmero Radio Cúbito Carpales Metacarpales Murciélago Falanges Humano Caballo Foca Tortuga Ave (b) Tortuga (c) Humano Gallina Pétalos (recortados) Antera Rostelo Estigma Labelo Sépalos (recortados) Epipactis latifolia Orchis mascula Figura 2.1 Homologías estructurales (a) Estas extremidades anteriores de los vertebrados se utilizan para diversas funciones, pero tienen la misma secuencia y disposición de los huesos. En esta ilustración, los huesos homólogos están coloreados o sombreados del mismo modo y se designan en el brazo humano. (b) Los embriones de distintos vertebrados son similares, especialmente en los comienzos del desarrollo. Los embriones fotografiados aquí se encuentran en el estadio de primordio de la cola. (c) Las flores de las orquídeas son diferentes en tamaño y forma, pero están formadas por elementos similares en estructura y orientación. posiciones relativas?” La conclusión es que el diseño subyacente de cada una de las estructuras es similar, aunque las funciones y apariencias sean muy diferentes. Basándose en esta observación, Darwin concluyó que las estructuras no fueron creadas independientemente, sino que están relacionadas por un linaje común. Su razonamiento fue que un constructor consciente no hubiera diseñado herramientas para agarrar, cavar, correr, nadar y 24 PARTE I Introducción Las homologías estructurales son un producto de patrones de desarrollo compartidos. Secuencias similares de desarrollo son la consecuencia de programas genéticos homólogos. Programas genéticos homólogos son la consecuencia de linajes compartidos. volar utilizando el mismo grupo de elementos estructurales en la misma disposición. De acuerdo con Darwin, la homología apoya la teoría de la evolución. Sin embargo, los datos no se limitaban a los vertebrados o a las formas adultas. El naturalista Louis Agassiz fue uno de los muchos que observaron que los embriones de los vertebrados, desde los peces a los humanos, son notablemente similares, especialmente en las fases tempranas del desarrollo (Figura 2.1b). El mismo Darwin (1862) analizó la anatomía de la flor de las orquídeas y demostró que, aun cuando son distintas en la forma, están formadas realmente por la misma serie de piezas. Como las extremidades de los vertebrados, cada una de las flores de la Figura 2.1c tiene las mismas partes en las mismas posiciones relativas. ¿Cuál es la causa de estas semejanzas? Agassiz, Owen, Cuvier y otros estudiosos anteriores reconocieron que las estructuras homólogas en los adultos se desarrollan de grupos de células homólogas de los embriones. Por ello, la homología se definió originalmente como una semejanza debida a vías de desarrollo compartidas. Pero, ¿por qué compartirían algunos organismos vías de desarrollo? Darwin arguyó que la descendencia de un antecesor común era la explicación más lógica. Afirmó que los embriones de la Figura 2.1c eran semejantes debido a que todos los vertebrados evolucionaron del mismo antecesor común y por ello algunos estadios del desarrollo han permanecido similares aunque los peces, anfibios, reptiles y mamíferos se hayan diferenciado con el tiempo. En la actualidad, los biólogos reconocen que las homologías estructurales y el desarrollo se deben a las homologías genéticas. Las estructuras embrionarias y adultas son similares entre especies debido a que los genes que codifican dichas estructuras son similares. Por ejemplo, la Figura 2.2 presenta la secuencia de aminoácidos codificada por un gen que está implicado en el desarrollo del ojo. Cuando Rebecca Quiring y sus colegas (1994) compararon la secuencia de esta proteína de la mosca de la fruta con la de los vertebrados, encontraron que más de un 90% de los aminoácidos eran idénticos en ciertos segmentos. Propusieron que homologías genéticas como éstas eran responsables de las semejanzas en los órganos receptores de luz de los animales. Los avances en genética molecular han revelado otras semejanzas fundamentales entre organismos. Entre ellas, la más importante es el código genético. Con unas pocas excepciones, todos los organismos estudiados hasta la fecha utilizan los mismos tripletes de nucleótidos, o codones, para especificar a los mismos RNA de transferencia portadores de aminoácidos. Los biólogos interpretan estas semejanzas como pruebas de que los organismos vivos descienden de un antecesor que utilizó el mismo código genético. En el Cuadro 2.1 se indica que la misma lógica evolutiva subyace en la utilización de organismos modelo en investigación biomédica y en la prueba de medicamentos. Parentesco entre especies El reconocimiento de Darwin del parentesco por compartir antecesores se extendió a otros aspectos distintos de la homología. Su viaje a las Islas Galápagos tuvo una enorme influencia en su idea acerca del parentesco entre las especies. Mientras estuvo a bordo del H.M.S. Beagle durante cinco años, en una misión exploratoria y de cartografía, Darwin coleccionó y catalogó la flora y la fauna que encontraba en su viaje. Le impresionaron especialmente los sinsontes comunes que encontró durante su trabajo en las Galápagos, debido a que varias islas tenían poblaciones diferentes. Aunque todas ellas eran similares en color, tamaño y forma (y por ello claramente emparentadas unas con otras) cada población de sinsontes parecía lo bastante diferente como para clasificarse como una especie distinta. Esto lo confirmó más tarde un taxónomo, colega de Darwin, cuando volvió a Inglaterra. Darwin y otros completaron estos resultados con estudios que demostraron el mismo patrón en las tortugas y los pinzones de las Galápagos: las distintas islas albergaban especies diferentes, aunque muy relacionadas (véase Desmond y Moore, 1991). Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 25 (a) Segunda base Primera base U C A G UGU UGC UGA UGG Cisteina Cisteina Parada Triptófano C C W U C A G H H Q Q CGU CGC CGA CGG Arginina Arginina Arginina Arginina R R R R U C A G Asparagina Asparagina Lisina Lisina N N K K AGU AGC AGA AGG Serina Serina Arginina Arginina S S R R U C A G Ácido Aspártico Ácido Aspártico Ácido Glutámico Ácido Glutámico D D E E GGU GGC GGA GGG Glicina Glicina Glicina Glicina G G G G U C A G UUU UUC UUA UUG Fenilalanina Fenilalanina Leucina Leucina F F L L UCU UCC UCA UCG Serina Serina Serina Serina S S S S UAU UAC UAA UAG Tisosina Tisosina Parada Parada Y Y C CUU CUC CUA CUG Leucina Leucina Leucina Leucina L L L L CCU CCC CCA CCG Prolina Prolina Prolina Prolina P P P P CAU CAC CAA CAG Histidina Histidina Glutamina Glutamina A AUU AUC AUA AUG Isoleucina I Isoleucina I Isoleucina I Comienzo (Metionina M) ACU ACC ACA ACG Treonina Treonina Treonina Treonina T T T T AAU AAC AAA AAG G GUU GUC GUA GUG Valina Valina Valina Valina V V V V GCU GCC GCA GCG Alanina Alanina Alanina Alanina A A A A GAU GAC GAA GAG Aminoácido Abreviatura U Codón Tercera base (b) humano L Q R N R T S F T Q E Q I E A L E K E F E R T H Y P D V F A R E R L A A K I D L P E A R I Q VW F S N R R A KWR R E L ratón codorniz pez cebra mosca de la fruta ND DS G G Figura 2.2 Homologías genéticas (a) En casi todos los organismos estudiados, los mismos tripletes de nucleótidos, o codones, especifican al mismo aminoácido transportado por los RNA de transferencia. (b) Este cuadro muestra la secuencia de aminoácidos de una parte llamada el homeodominio de una proteína implicada en el desarrollo del ojo. (Quiring et al. 1994). Los puntos indican el mismo aminoácido que la secuencia de arriba. CUADRO 2.1 Homología y organismos modelo L a homología puede parecer un concepto abstracto, pero realmente es la principal guía de la mayor parte de las investigaciones biomédicas. La homología es la razón por la que los investigadores médicos pueden obtener resultados válidos cuando comprueban la seguridad de nuevos medicamentos en ratones o cuando estudian las bases moleculares de enfermedades en ratas. Los resultados se pueden extrapolar a la especie humana si son homólogas las bases moleculares o celulares del fenómeno que está siendo estudiado. Los investigadores eligen un organismo de estudio, también llamado organismo “modelo”, basándose en el grado de homología necesaria para estudiar un proceso o enfermedad concretos. Por ejemplo, en psiquiatría y en ciencias del comportamiento, los monos y los primates son a menudo el sujeto experimental preferido, debido a que ciertos aspectos de su comportamiento y de las estructuras cerebrales son homólogos de las de los humanos. Debido a que alguno de los genes implicados en los procesos más básicos, como el ciclo celular, son homólogos entre parientes muy alejados, los investigadores pueden utilizar la levadura de panificación (Saccharomyces cerevisiae) para estudiar por qué ciertos genes que funcionan mal producen cáncer en la especie humana. En un nivel incluso más básico, los genes implicados en la reparación del DNA son homólogos entre la bacteria Escherichia coli y los humanos. Los primates, las levaduras y las bacterias comparten estas características con la especie humana debido a que las han heredado de un antecesor común. 26 PARTE I Introducción Las especies que son muy similares entre sí tienden a agruparse geográficamente. Esto sugiere que no fueron creadas de manera independiente, sino que son descendientes de un antecesor común que vivió en la misma zona. Para explicar este patrón, Darwin hipotetizó que una pequeña población de sinsontes había colonizado las Galápagos desde América del Sur hacía mucho tiempo. Su tesis era que la población se expansionó en el nuevo hábitat y que las siguientes subpoblaciones colonizaron distintas islas del archipiélago. De este modo, una vez que las poblaciones de sinsontes comunes quedaron físicamente aisladas unas de otras, divergieron lo suficiente como para convertirse en especies distintas. Al igual que las homologías estructurales, la existencia de formas íntimamente relacionadas en grupos de islas era un resultado lógico de la descendencia con modificación. Por el contrario, ambos patrones no eran consistentes con la creación especial, que predecía que los organismos fueron creados independientemente. De acuerdo con la creación especial, no era de esperar ningún tipo de patrón concreto en el diseño o en las relaciones geográficas de los organismos. Introducción a la idea de árbol Los datos revisados en esta sección tienen un mensaje fundamental: las especies no son independientes, sino que están conectadas por descendencia de un antecesor común. Esto quiere decir que las especies tienen relaciones genealógicas similares a las genealogías familiares humanas. En el Capítulo 1 señalamos que la genealogía de un grupo de especies recibe el nombre de filogenia y que una representación gráfica de estas relaciones se denomina árbol filogenético o cladograma. En el Capítulo 13 introduciremos las técnicas que los biólogos evolutivos utilizan para reconstruir las relaciones evolutivas y estimar la forma de los árboles filogenéticos. En este momento nos hacemos preguntas más básicas: ¿cómo se leen y se interpretan las filogenias? Y, ¿cómo las utilizan los biólogos para responder cuestiones sobre la evolución? Los árboles filogenéticos son representaciones visuales del hecho de que las especies están emparentadas por descendencia de un antecesor común. Leyendo un árbol La única figura en el libro de 490 páginas de Darwin El origen de las especies es un esquema que representa su visión de cómo las especies cambian a lo largo del tiempo. La ilustración es hipotética, pero incluye los tres elementos principales que se encuentran en una filogenia real: puntas, ramas y nodos. Las puntas representan especies extinguidas o especies vivientes. Las ramas representan poblaciones ancestrales de estas especies en el tiempo. Los nodos indican los puntos en donde una especie se dividió en dos o más poblaciones descendientes. Parte del dibujo de Darwin se reproduce en la Figura 2.3.Advierta que el eje vertical del diagrama representa al tiempo y el eje horizontal indica la divergencia morfológica. Para leer el árbol, comience por la población marcada con una A y continúe leyendo hacia arriba. El esquema indica que la especie A se dividió inmediatamente en seis subpoblaciones. Cuatro de éstas se extinguieron rápidamente, pero las poblaciones marcadas con a1 y m1 sobrevivieron al tiempo I. Estas poblaciones continuaron divergiendo con el tiempo y dieron lugar a subpoblaciones. Aunque la mayoría de estas nuevas poblaciones se extinguieron finalmente, en el tiempo X, la especie ancestral A ha dado lugar a tres nuevas especies, marcadas como a10, f 10 y m10. Al dibujar este esquema, Darwin inventó una técnica para ilustrar cómo las especies están relacionadas por descendencia con modificación a partir de un antecesor común. Las filogenias publicadas en la literatura científica actual son descendientes directas de este ingenio gráfico. La Figura 2.4a muestra uno de los modos en que se dibujan normalmente las filogenias en la actualidad. Las puntas de este árbol se etiquetan del Taxón 1 al Taxón 6 para ilustrar un punto importante: las puntas, ramas y nodos de una filogenia pueden representar Tiempo (cada línea horizontal representa 1.000 generaciones) Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 27 Divergencia morfológica Figura 2.3 Árbol hipotético de Darwin Véase el texto para su explicación. Reproducido con el permiso del Presidente y de los Colegiales del Harvard College. poblaciones de organismos a cualquier nivel taxonómico: desde poblaciones o especies hasta fila o reinos. (Un taxón es cualquier grupo de organismos, como una población, género o familia; el plural es taxones.) Otra clave para leer los árboles es reconocer que se pueden orientar verticalmente, con el origen en la base y las puntas en la parte superior, u horizontalmente, con el origen a la izquierda y las puntas a la derecha. Las ramas se pueden representar por líneas en diagonal o perpendiculares (Figura 2.4b). Si la longitud de la rama de un árbol en concreto es proporcional al tiempo o al aumento de cambio genético que se ha acumulado desde que divergieron los taxones, entonces se proporciona una escala o un eje rotulado. Si no, las longitudes de las ramas son arbitrarias y se dibujan sólo con objeto de que sea más legible. Finalmente, los árboles evolutivos pueden o no tener raíz. Debido a que en los árboles con raíz se identifica en dónde se originó el linaje en cuestión, establecen el orden en que ocurrieron los hechos que dieron lugar a la divergencia. Por el contrario, los árboles sin raíz presentan las relaciones entre especie, pero no indican qué nodo o rama es más moderno o mas primitivo (véase la Figura 2.4c). Utilizando filogenias El esfuerzo para estimar y leer filogenias se amortiza cuando un árbol permite a los investigadores responder a cuestiones a cerca de cómo han cambiado las especies con el tiempo. Como ejemplo de las ideas que pueden surgir de la “lectura de un árbol”, consideremos la evolución de la vejiga natatoria de los peces. La vejiga natatoria es un órgano que ayuda a los peces a flotar. Los músculos y los huesos son más pesados que el agua, por lo que, para evitar el hundimiento constante, muchos peces mantienen una cámara, llamada vejiga natatoria, llena de aire. Estructuralmente, estos órganos son homólogos de los pulmones que se encuentran en peces y en tetrápodos. 28 PARTE I Introducción (a) Taxón 6 Taxón 5 Taxón 4 Taxón 3 Taxón 2 Taxón 1 Taxones hermanos Más reciente Puntas de los nodos terminales D B A Raíz (b) A A Más antiguo Nodos Tiempo C Ramas (b) A A B F B F C E C E D D (c) D D E C E C F B F F BA F A E B E B D C D C C F C F B E B E A D A A A D A A B B B B F C F C E D E D D E D E C C F D E A F B C Figura 2.4 Interpretación de un árbol filogenético (a) Para entender este árbol, comience por debajo y suba hacia arriba. La población de la bifurcación marcada con A es la antecesora común a los taxones del 1 al 6. Se divide en dos grupos. Uno de éstos evolucionó hacia el Taxón 1; el otro evolucionó hacia la población de la bifurcación B, que es la antecesora común a los taxones del 2 al 5. ¿Qué hacen las poblaciones representadas en las bifurcaciones C y D, y cuáles son sus relaciones con la población de la bifurcación B? (b) Estos gráficos muestran seis formas de ilustrar las mismas relaciones evolutivas. Todos los árboles están orientados verticalmente, por lo que el taxón basal está debajo y los grupos derivados arriba. Éstos también se podrían representar horizontalmente, girados 90º (según Mayden y Wiley 1992). (c) Este árbol sin raíz muestra las mismas relaciones entre los taxones que están esquematizados en la parte (b). Sin embargo, no tiene raíz, por lo que no indica qué ramificaciones se dieron al principio y cuáles se dieron más tarde en la evolución. F Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 29 (Los tetrápodos, o “con cuatro pies”, incluyen a los anfibios, reptiles y mamíferos.) Desde el punto de vista del desarrollo, tanto los pulmones como las vejigas natatorias se originan como invaginaciones del intestino. Gracias a los esfuerzos de los primeros investigadores, Darwin se dio cuenta de la homología entre el pulmón y la vejiga natatoria.Ya que los peces aparecen en el registro fósil mucho antes que los tetrápodos y ya que las vejigas natatorias son mucho más frecuentes en los peces que los pulmones, concluyó que los pulmones debieron haberse derivado de las vejigas natatorias. ¿Es esto cierto? En la Figura 2.5a se muestra la filogenia de los tetrápodos y de los principales grupos de peces, basada en el análisis de características distintas de los pulmones y de las vejigas natatorias. Adviértase que los pulmones ya se encuentran presentes en la población de la base del árbol, que representa al antecesor común de todos los grupos presentados. Karl Liem, el biólogo que hizo este estudio, hizo esta propuesta debido a que los pulmones se encuentran en uno de los grupos más primitivos de peces con mandíbulas, los llamados placodermos. Especímenes de un placodermo corriente en las rocas de la península Gaspé de Quebec, llamado Bothriolepis, presenta impresiones que indican claramente un par de pulmones bien desarrollados que se abren a partir de la faringe (Liem 1988; Colbert y Morales 1991).También se encuentra pulmones o vejigas natatorias en cada uno de los grupos descendientes de la filogenia, excepto en los tiburones y las rayas (elasmobranquios). Sin embargo, las vejigas natatorias se encuentra sólo en dos grupos: los superórdenes Condrósteos (un antiguo grupo con aletas radiales) y Teleósteos (el grupo de peces con aletas radiales que incluyen a las formas más modernas). Para averiguar cómo han cambiado los pulmones y las vejigas natatorias en el curso de la evolución, Liem contó con un principio lógico llamado parsimonia. Invocar la parsimonia en biología evolutiva implica que, cuando se extraen conclusiones acerca de lo que ocurre en la evolución, los investigadores favorecen las explicaciones simples sobre las complejas. Es decir, los investigadores prefieren interpretaciones de los datos que minimicen el número de cambios evolutivos ocurridos. Esto es adecuado cuando se estudian sucesos que raramente ocurren. Por ejemplo, en la Figura 2.5b se ilustran hipótesis opuestas de cómo evolucionaron las vejigas natatorias. La hipótesis 1 mantiene que las vejigas natatorias evolucionaron tempranamente y luego dieron lugar a los pulmones en cuatro ocasiones (en los linajes que dieron lugar a los Dipnoos y otros grupos, Cladistia, Ginglimodi y Halecomorfos). La hipótesis 2 mantiene que las vejigas natatorias se originaron tardíamente y aparecieron independientemente en dos ocasiones (en los linajes que conducen a los Condrósteos y a los Teleósteos. De acuerdo con el principio de la parsimonia, aceptamos la hipótesis 2 como más probable debido a que requiere sólo dos cambios, en lugar de cuatro. Entonces, el análisis filogenético muestra que los pulmones se encontraban en la base del árbol, que se perdieron completamente en los linajes que dieron lugar a tiburones y a rayas y que los pulmones se transformaron en vejigas natatorias en dos linajes diferentes de peces. Esta última conclusión está reforzada por la observación de que las vejigas natatorias de los Condrósteos y Telósteos se desarrollan de forma diferente: en los primeros se originaron como invaginaciones del estómago y en los segundos como invaginaciones del esófago (Liem 1988). La conclusión final del análisis es importante: los peces respiraron aire antes de ser buenos flotadores. Lo que confundió a Darwin, y a muchos otros naturalistas, al suponer que las formas ancestrales debían de tener vejigas natatorias, es que la mayor parte de los peces actuales y muchas formas ancestrales las tienen. No tiene que ser necesariamente cierto el que caracteres muy corrientes sean ancestrales. La interpretación evolutiva de la vejiga natatoria en un contexto filogenético dejó clara la dirección real del cambio. La idea del árbol es una herramienta poderosa para entender la historia de la vida. La Teoría de la Evolución se considera potente porque sugiere nuevas ideas para comprobar y conduce a nuevas percepciones. El análisis del origen de la vejiga natatoria de los peces es un ejemplo de esto. Este análisis se basó en el reconocimiento de que las especies están emparentadas por ascendencia común. 30 PARTE I Introducción Elasmobranquiomorfos Dipnoos Tetrápodos (tiburones y rayas) (peces pulmonados) (anfibios, reptiles, mamíferos) Actinistia Cladistia (peces (celacantos acorazados) y otros) Condrósteos (peces primitivos con aletas radiales) Ginglimodia Halecomorfos (peces aguja) (familia Amidae) Teleósteos (peces actuales con aletas radiales) digestivo pulmón Pulmones presentes vejiga natatoria (a) Hipótesis 1: Las vejigas natatorias evolucionan tempranamente Elasmobranquiomorfos Dipnoos Tetrápodos Actinistia Cladistia Condrósteos Ginglimodia Halecomorfos Teleósteos Pérdida de pulmones Pulmones presentes Se obtiene vejiga natatoria Pérdida de vejiga natatoria; se obtienen pulmones Hipótesis 2: Las vejigas natatorias evolucionan tardíamente Elasmobranquiomorfos Dipnoos Tetrápodos Actinistia Cladistia Condrósteos Ginglimodia Halecomorfos Teleósteos Se obtiene vejiga natatoria Se obtiene vejiga natatoria Pérdida de pulmones Pulmones presentes (b) Figura 2.5 Historia evolutiva de los pulmones y de las vejigas natatorias (a) Este esquema muestra una estima de las relaciones entre los principales grupos de vertebrados que viven actualmente. En los dibujos, encima de cada grupo, los sacos delineados con líneas gruesas son pulmones, los sacos con líneas dobles son vejigas natatorias y los sacos más pequeños rallados representan el tracto gastro-intestinal. En cada dibujo la parte dorsal del animal está en la parte de arriba y la parte ventral en la parte de abajo. (En el cuerpo de un animal, los lados dorsales miran hacia arriba y los ventrales hacia abajo.) (b) Estos árboles ilustran dos hipótesis opuestas de la evolución de los pulmones y de las vejigas natatorias. Advierta que las relaciones entre los taxones son las mismas que en la parte (a). Véase el texto para su explicación. Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 31 2.2. Cambios con el tiempo Uno de los dogmas centrales de la Teoría de la Creación Especial fue que las especies, una vez creadas, eran inmutables. Esta pretensión se combatió con varios tipos de pruebas que apoyaban la hipótesis alternativa de que los organismos han cambiado con el tiempo. Los datos que revisaremos aquí provienen tanto de las especies actuales como de formas extintas preservadas en el registro fósil. Pruebas en especies actuales Cuando Darwin comenzó su trabajo sobre “la cuestión de las especies”, la anatomía comparada había descrito una serie de caracteres curiosos llamados estructuras vestigiales. Una estructura vestigial es una parte del cuerpo no funcional, o rudimentaria, que es homóloga de una parte que tiene una función importante en especies íntimamente relacionadas. En la Figura 2.6a se presentan varios ejemplos. Algunos peces ciegos, habitantes de cavernas, tienen huecos oculares, pero sin ojos; las aves y los insectos no voladores tienen alas reducidas; algunas serpientes tienen caderas y patas traseras minúsculas; los humanos tenemos un hueso caudal reducido. Los humanos también tenemos músculos para erizar cada cabello del cuerpo cuando se tiene frío o se está excitado. Este fenómeno es homólogo del erizado del pelaje de otros mamíferos, que indica alarma o amenaza agresiva. En los humanos la respuesta homóloga da lugar a un carácter vestigial llamado tener la piel de gallina. Caracteres vestigiales que se pueden identificar a tres niveles Como las homologías descritas en la Sección 2.1, los caracteres vestigiales se pueden observar a los niveles estructural, de desarrollo y genético. En la Figura 2.6b se observa un carácter vestigial que aparece durante el desarrollo de las “manos” y pies de las aves. Las (a) (b) Figura 2.6 Caracteres vestigiales Las estructuras vestigiales y los estadios del desarrollo son comunes. (a) Los humanos tienen un hueso de la cola rudimentario, llamado el cóccix, en la base de su columna vertebral. (Vincent Zuber/Custom Medical Stock Photo). Muchas criaturas ciegas cavernícolas, como esta salamandra (Typhlotriton spelaeus), tienen bulbos de tejido no funcionales en lugar de ojos. (Nathan W. Cohen/Visuals Unlimited) (b) Las gallinas adultas tienen tres dedos en sus alas y cuatro en sus patas. Pero durante el desarrollo, aparece un dedo extra durante un tiempo breve en la “mano” (izquierda) y en el pie (derecho). (A.C. Burke/Alan Feduccia 1997) 32 PARTE I Introducción Las estructuras vestigiales son una manifestación de cambios en el tiempo. gallinas adultas tienen tres dedos en sus alas y cuatro en sus pies. Pero cuando se tiñe un embrión de gallina con un colorante para el tejido que inicia el desarrollo del hueso, aparece un dedo extra (marcado con una flecha en la figura) que desaparece más tarde. ¿Por qué? Darwin arguyó que la presencia de caracteres vestigiales como éstos no es explicable en el contexto de la creación especial. Pero de acuerdo con la Teoría de la Evolución, se interpretan fácilmente. En este caso, la observación clave es que la mayoría de los tetrápodos fósiles y vivientes tienen cinco dedos en las extremidades anteriores y posteriores. Luego es lógico suponer que los antecesores de las aves también tenían cinco dedos en cada extremidad. La hipótesis evolutiva sostiene que el número de dedos se redujo a tres o cuatro durante la evolución de la aves y que todavía aparece durante un corto período del desarrollo el “dedo vestigial perdido”. Un fenómeno similar se presenta en el ámbito molecular, en la forma de secuencias de DNA llamadas pseudogenes. Estos “falsos genes” no codifican un RNA funcional o un producto proteico. Como ejemplo, consideremos los genes que codifican a las proteínas transportadoras de oxígeno, llamadas hemoglobinas. Los humanos tenemos una gran familia de loci que codifican subunidades polipeptídicas de la hemoglobina.Tres de estos loci son similares en estructura y secuencia a los genes funcionales, pero no dan lugar a un producto. Uno de éstos, llamado el locus ψα (psi-alfa), se parece al locus normal α, pero tiene mutaciones que impiden su transcripción normal. La existencia de un pseudogen no funcional como éste es enigmática en la Teoría de la Creación Especial, pero fácilmente comprensible en la Teoría de la Evolución. La explicación evolutiva es que en algún momento en el pasado, una mutación dio origen a un codón de parada en la parte central de la secuencia normal e inutilizó de manera efectiva al locus. El pseudogen ha persistido como un vestigio molecular de un carácter normal. Proporciona pruebas de que los organismos han cambiado con el tiempo. Observación directa de cambios en el tiempo También se puede observar directamente el cambio en el tiempo. Durante los pasados 60 años, los biólogos han documentado cambios evolutivos en cientos de especies distintas. Como ejemplo, consideremos el reciente trabajo sobre el chinche del jaboncillo, un insecto oriundo del sur de los Estados Unidos. Los chinches del jaboncillo se alimentan agujereando con sus aparatos chupadores los frutos de la planta huésped. Como se muestra en la Figura 2.7, consiguen introducir la cubierta de las semillas que se encuentran dentro del fruto y luego succionan el contenido de éstas. Los datos de la Figura 2.7 demuestran que en la primera parte del siglo XX, los chinches del jaboncillo recogidos en Florida y conservados en colecciones de museos tienden a tener unos labios chupadores extraordinariamente largos. Esto es lógico, ya que en aquellos tiempos, la planta huésped más importante para estos chinches era el farolillo de fruto grande, que se presenta en la figura. Sin embargo, hacia mediados del siglo XX, muchas poblaciones del chinche del jaboncillo de Florida comenzaron a alimentarse de los pequeños frutos de un arbolillo que acababa de ser importado de Asia, del género Koelreuteria. Como muestra la figura, los chinches del jaboncillo recogidos después del cambio de huésped tienden a tener unos aparatos chupadores más pequeños que las poblaciones anteriores. Las características del chinche del jaboncillo no son inmutables. Cambian drásticamente con el tiempo. Pruebas del registro fósil Un fósil es la traza de cualquier organismo que vivió en el pasado. El conjunto de todas las colecciones de fósiles del mundo repartidos en miles de distintas instituciones e individuos se denomina el registro fósil. Arbolillo del género Koelreuteria introducido en Florida Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 33 Fruto del arbolillo del género Koelreuteria Fruto del farolillo 9,0 Longitud del pico (mm) 8,5 8,0 Figura 2.7 Cambios evolutivos en los chinches del jaboncillo Los dibujos de la 7,5 parte superior de esta figura muestran a chinches del jaboncillo alimentándose del fruto del farolillo (izquierda) y del arbolillo del género Koelreuteria (derecha). El farolillo es nativo del estado de Florida, mientras que el arbolillo del género Koelreuteria se introdujo hacia finales de la década de 1920 desde Asia. En el eje de coordenadas se representa la longitud de los picos de las hembras de los chinches del jaboncillo de Florida de colecciones de museo (cada punto representa a un individuo). Véase el texto para su explicación. De las Figuras 1 y 6 de Carroll y Boyd (1992), Copyright © 1992 Evolution. Reimpreso con permiso. 7,0 6,5 6,0 5,5 1880 1900 1920 1940 Fecha 1960 1980 El simple hecho de la existencia de los fósiles y de que la gran mayoría de las formas fósiles son especies distintas de las que viven actualmente, argumenta que la vida ha cambiado a lo largo del tiempo. Cuatro observaciones concretas acerca del registro fósil ayudaron a Darwin y a otros científicos del siglo XIX a entender este punto. El hecho de la extinción En 1801, el barón Georges Cuvier, especialista en anatomía comparada, publicó una lista de 23 especies desaparecidas. Su trabajo constituyó un desafío a la hipótesis, ampliamente aceptada, de que las raras formas del registro fósil se encontrarían finalmente como especies vivas, una vez que los científicos europeos hubieran visitado todas las partes del globo. La lista puso en duda esta hipótesis, ya que incluía a los mastodontes y a otras enormes criaturas recuperadas de los estratos de la cuenca de París. Estas especies eran tan grandes que parecía altamente improbable que no se hubieran detectado todavía. El hecho de la extinción deja de generar controversias después de 1812, cuando Cuvier publicó un cuidadoso examen de fósiles del alce irlandés: el ciervo gigante de la edad de los hielos que se muestra en la Figura 2.8. Se habían encontrado fósiles de este ciervo en todo el norte de Europa y en las Islas Británicas. El análisis de Cuvier demostró que era una especie extinguida y no simplemente una versión gigante de las especies que vivían en la zona. 34 PARTE I Introducción Figura 2.8 El alce irlandés confirma el hecho de la extinción Cuvier confirmó que los fósiles del ciervo gigante de la era glaciar, llamado alce irlandés, representaba a una especie extinguida (Neg. No. 22851. Photo AMNH. Cortesía del Dept. of Library Services. American Museum of Natural History). Cuando Darwin escribía El origen de las especies, se habían encontrado plantas y animales extintos en rocas que se habían formado en muchos momentos y lugares diferentes. Los creacionistas argumentaban que estas especies habían perecido en una serie de riadas, similares al suceso bíblico del tiempo de Noé. Por el contrario, Darwin y otros biólogos interpretaban las especies extintas como parientes de organismos vivos. Señalaban el hecho de la extinción como una prueba más de que la fauna y la flora terrestre había cambiando con el tiempo. La ley de la sucesión Ya en el siglo XVIII, el paleontólogo Willian Clift fue el primero en publicar una observación, confirmada más tarde y ampliada por Darwin (Darwin 1859; Eiseley 1958): los organismos fósiles y vivientes de la misma zona geográfica están emparentados y son claramente diferentes de los organismos encontrados en otras zonas. Clift trabajaba en la fauna de marsupiales extintos de Australia y advirtió su íntima relación con las formas vivas; Darwin analizó a los armadillos de Argentina y sus relaciones con los glyptodontos fósiles que él había desenterrado (Figura 2.9). Esta correspondencia entre formas fósiles y formas vivientes se denomina ley de la sucesión. La ley mantiene que a las especies fósiles que se encuentran en un área determinada les suceden especies vivientes similares. El resultado fue apoyado por los análisis en una amplia variedad de localizaciones y grupos taxonómicos, y proporcionó muchas pruebas del cambio a lo largo del tiempo. Formas de transición Darwin mantenía que las especies habían cambiado a lo largo del tiempo y que los fósiles eran representantes de poblaciones ancestrales a las especies actuales. Si esto era así, entonces el registro fósil debería contener formas de transición entre los grupos principales de organismos. La predicción es que las especies de transición deberían tener tanto características de las poblaciones ancestrales como caracteres nuevos observados en las especies des- Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 35 Figura 2.9 La “Ley de la sucesión” Los primeros investigadores observaron una íntima relación entre especies fósiles y actuales en las mismas zonas geográficas, y entre formas fósiles de estratos de roca adyacentes, por lo que rutinariamente dicho patrón se conocía como la ley de la sucesión. Darwin advirtió las semejanzas entre los armadillos pigmeos contemporáneos (Zaedyus pichiy)(izquierda) y el gliptodonto fósil (derecha) de la Argentina. (Foto de Tom McHugh/Photo Researchers, Inc.). cendientes. Un buen ejemplo es el ave más antigua del registro fósil, el Archaeopteryx. La presencia de plumas identifica claramente a esta especie como un ave, pero el esqueleto es tan parecido al de los dinosaurios que un espécimen fue una vez identificado erróneamente como el dinosaurio terópodo Compsognathus. El Archaeopteryx representa una transición entre las poblaciones ancestrales de dinosaurios y sus descendientes, las aves. Debido a que durante su vida se habían descubierto muy pocas formas de transición, Darwin se esmeró en explicar aquello que era raro en el registro fósil en una sección de su libro denominada “Dificultades de la teoría.” Sin embargo, en los años siguientes se encontraron un gran número de formas de transición. Considere el fósil de ballena dibujado en la Figura 2.10. Debido a que los fósiles de mamífero más primitivos representan a especies terrestres, los biólogos dedujeron que los antecesores de las ballenas también vivieron sobre la tierra y tenían extremidades funcionales. (Como muestra la figura, algunas ballenas modernas todavía tienen extremidades vestigiales.) Luego entre estos grupos ancestrales y las ballenas modernas debería de haber formas intermedias que tendrían extremidades funcionales, así como rasgos que les identificaran como especies habitantes del mar. Dos de tales formas de transición se muestran en la figura. La primera, llamada Ambulocetus natans, se descubrió y describió por J. G. M. Thewissen y sus colaboradores (1994). Este fósil se estima que tiene unos 50 millones de años de antigüedad. El segundo es Basilosaurus isis, una especie fósil analizada por Philip Gingerich y sus colegas (1990), que vivió aproximadamente hace unos 38 millones de años. Como se había pronosticado, las especies fósiles son intermedias entre antecesores con extremidades y descendientes sin extremidades. De sus análisis de cómo articulaban la extremidad con el cuerpo,Thewissen et al. sugieren que Ambulocetus utilizaba sus extremidades para nadar, como hacen muchas nutrias actuales. El grupo de Gingerich sostiene que las extremidades de Basilosaurus eran demasiado reducidas para ayudarle en la natación y podrían haber servido como órganos para asirse durante la cópula. Cualquiera que sea la función de estas extremidades, los fósiles señalan una transición evolutiva importante. Cambio ambiental Los fósiles de ballena que se presentan en la Figura 2.10 se encontraron en los desiertos de Egipto y en las colinas de Pakistán, juntamente con almejas, caracoles y otras especies marinas. En la época de Darwin, se habían descubierto fósiles de organismos marinos en los Andes en América del Sur, en los Alpes en Europa y en el Gran Cañón en el árido sudoeste norteamericano. Darwin interpretó estos datos como prueba de que las condiciones ambien- En el registro fósil, las formas de transición indican tanto la ganancia como la pérdida de características prominentes con el tiempo. 36 PARTE I Introducción (a) Hace 50 millones de años 50 cm (b) Hace 38 millones de años Figura 2.10 Formas de transición (a) Ambulocetus natans (traducido literalmente significa “ballena andadora que nada”) es un fósil de hace unos 50 millones de años. Tenía extremidades posteriores funcionales, que probablemente utilizaba como paletas para nadar. De Thewissen et al. (1994). (b) Basilosaurus isis es un fósil de hace unos 38 millones de años. Tenía extremidades posteriores reducidas, que probablemente no eran funcionales para nadar. En su lugar, las extremidades anteriores podrían haber sido utilizadas como estructuras para agarrar en la cópula. Según Gingerich et al. (1990). (c) Algunas ballenas actuales tienen un fémur y una pelvis vestigiales. Copyright © 1990, 1994, American Association for the Advancement of Science. Reimpreso con permiso. ~40 cm (c) Contemporáneo Pelvis Femur tales no se habían mantenido constantes. Sugirió que los hábitats habían cambiado de localización y características a lo largo del curso de la historia. Sostuvo que los hábitats y el paisaje terrestre estaban siendo continuamente modificados, igual que lo eran las especies. 2.3. La edad de la Tierra En el tiempo en que Darwin comenzó a trabajar en el origen de las especies, los datos de la joven ciencia de la Geología habían desafiado un hito de la Teoría de la Creación Especial: que la tierra tenía sólo unos 6.000 años de antigüedad. Se fueron acumulando pruebas de que la tierra era más antigua. Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 37 Gran parte de las pruebas se cimentaron en el principio del uniformismo, enunciado por James Hutton a finales del siglo XVIII. El uniformismo es la afirmación de que los procesos geológicos que tienen lugar ahora han actuado de manera similar en el pasado. Se propuso en directo contraste con la hipótesis denominada catastrofismo. Ésta era una propuesta que afirmaba que las formaciones geológicas actuales son el resultado de sucesos catastróficos, como el diluvio universal de la Biblia, que ocurrió en el pasado en una escala nunca observada en la actualidad. Las suposiciones del uniformismo y el rechazo del catastrofismo llevaron a Hutton, y más tarde a Charles Lyell, a deducir que la Tierra era inimaginablemente vieja en términos humanos. Esta conclusión fue apoyada por datos. Estos primeros geólogos midieron la tasa del proceso de formación de las rocas, como la deposición de lodo, arena y grava en las playas y deltas de los ríos y la acumulación de conchas marinas (los precursores de la caliza). Basándose en estas observaciones, quedó claro la gran cantidad de tiempo que se necesitaba para producir las grandes formaciones rocosas que se habían cartografiado en las Islas Británicas y Europa por estos investigadores. La escala de tiempo geológico Cuando Darwin comenzó su trabajo, Hutton y sus seguidores ya se encontraban en medio de un esfuerzo de 50 años para disponer las formaciones más importantes de rocas y los estratos productores de fósiles de Europa en una secuencia de reciente a antigua. Su técnica se denominó datación relativa debido a que su objetivo era determinar lo vieja que era cada formación rocosa con relación a otros estratos. La datación relativa fue un ejercicio de lógica basado en las siguientes suposiciones: • Las rocas más jóvenes se depositan sobre las rocas más viejas (el llamado principio de la superposición). • La lava y las rocas sedimentarias, como areniscas, calizas y arcillas, se depositaron originalmente en posición horizontal. Por ello, cualquier tipo de inclinación o de pliegue en estos tipos de roca deben de haber ocurrido después de su deposición (principio de la horizontalidad original). • Las rocas que penetran en grietas de otras rocas, o como diques, son más jóvenes que las rocas huésped (principio de las relaciones cruzadas). • Cantos rodados, guijarros u otros fragmentos que se encuentran formando una roca, son más viejos que su roca huésped (principio de las inclusiones). • Las formas de vida fósil más tempranas son más simples que las formas más recientes y las formas más recientes son más similares a las formas actuales (principio de la sucesión de la fauna). Utilizando estas reglas, los geólogos establecieron la cronología de fechas relativas conocida como la escala de tiempo geológico (Figura 2.11).También desarrollaron el concepto de columna geológica, que es una historia geológica de la Tierra basada en una secuencia compuesta de estratos rocosos de los más viejos a los más jóvenes. (No hay ningún lugar en la Tierra en donde todos los estratos de roca que se han ido formado a lo largo del tiempo se encuentren todavía presentes. Siempre hay huecos porque algunos estratos han sido completamente erosionados. Los geólogos han sido capaces de reunir un registro completo de la historia geológica combinando los datos de diferentes localizaciones.) El principio del uniformismo, la escala de tiempo geológico y la columna geológica proporcionaron impresionantes pruebas de la antigüedad de la Tierra. Los geólogos comenzaron a trabajar en una escala de tiempo de decenas de millones de años, en lugar de unos pocos miles de años, mucho antes de que Darwin publicara sus ideas sobre el cambio a lo largo del tiempo y de la descendencia con modificación. Estos datos fueron La joven ciencia de la Geología confirmó que la tierra había existido durante larguísimos períodos de tiempo. La evolución es un proceso que depende del tiempo, pero la creación especial no. 38 PARTE I Introducción importantes para la Teoría de la Evolución. La creación especial es un proceso instantáneo, pero el cambio evolutivo requiere largos períodos de tiempo para producir la diversidad de la vida que observamos en la actualidad. Eon Era Período Época Edad Ma Formas de vida Holoceno Neogeno Terciario Cenozoico Cuaternario Pleistoceno Plioceno Mioceno Oligoceno Paleógeno Eoceno Paleoceno Cretácico Mesozoico Fanerozoico Tardío Medio Temprano Tardío Triásico 55,6 Primeras margaritas Primeros primates Primeras praderas Primeras ballenas Primeros caballos 65 Extinción de dinosaurios 98,9 Primeros mamíferos placentarios 23,8 33,5 144 160 206 228 Primeras plantas con vasos conductores de agua 290 Primeros mamíferos reptilianos Carbonífer Paleozoico 353,7 Devónico 408,5 Primeros reptiles Primeros anfibios Primeras plantas leñosas Primeros insectos Primeras plantas vasculares Silúrico 439 495 Primeros peces (sin mandíbulas) Primeras plantas terrestres Cámbrico Hadeico Arcaico Proterozoico eras, períodos y épocas que se presentan en la parte izquierda de esta tabla se estableció mediante la técnica de la datación relativa. Cada intervalo de tiempo con nombre está asociado a una fauna y flora fósil característica. El tiempo absoluto que se incluye aquí se añadió mucho más tarde, cuando se dispuso de los sistemas de datación radioactiva. La abreviatura Ma significa hace millones de años. Primeros mamíferos Primeros dinosaurios 251 Ordovicico Figura 2.11 La escala de tiempo geológico La secuencia de eones, Primeras aves 180 Pérmico Misisipiense Primeras fanerógamas Medio Escitiense Pensilvaniense Primeros Homo 5,2 Tardío Temprano Jurásico 1,8 543 Primeros organismos pluricelulares Primeros eucariotas 2.500 Primeras bacterias 3.600 ¿Origen de la vida? Rocas más antiguas 4.600 Formación de la Tierra Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 39 Datación radioactiva Hacia mediados del siglo XIX, Hutton, Lyell y sus seguidores habían establecido, más allá de toda duda razonable, que la Tierra era vieja. Pero, ¿cuánto? ¿Cuánto tiempo había pasado desde que la vida comenzó en la Tierra? El descubrimiento de Marie Curie de la radioactividad a principios del siglo XX, dio a los científicos un modo de contestar a estas cuestiones. Utilizando una técnica llamada de datación radioactiva, los físicos y geólogos comenzaron a asignar edades absolutas a los datos relativos establecidos por la escala de tiempo geológico. La técnica de la datación radioactiva utiliza los isótopos inestables de los elementos que se encuentran en la naturaleza. Estos isótopos se desintegran, lo que significa que se transforman en otros elementos diferentes o en isótopos diferentes del mismo elemento. Cada isótopo se desintegra con una tasa particular y constante, que se mide con una unidad llamada vida media. La vida media es el espacio de tiempo que tarda el 50% del isótopo original en pasar al siguiente isótopo (Figura 2.12). El número de sucesos de desintegración observados en una muestra de roca con el tiempo depende sólo del número de átomos radioactivos que haya. Las tasas de desintegración no están afectadas por la temperatura, la humedad o por ningún otro factor ambiental. Por ello, los isótopos radioactivos funcionan como relojes naturales. Para más detalles véase el Cuadro 2.2. Debido a sus largas vidas medias, los sistemas potasio-argón y uranio-plomo son los isótopos elegidos para determinar la edad de la Tierra. Usando estos sistemas, ¿qué rocas se pueden analizar para determinar cuándo se formó la Tierra? Los modelos corrientes de la formación de la Tierra predicen que el planeta estuvo fundido durante gran parte de su historia primitiva, lo que hace que la respuesta a esta pregunta sea difícil. Sin embargo, si asumimos que todos los componentes de nuestro sistema solar se formaron al mismo tiempo, hay dos tipos de rocas candidatas disponibles para datar el origen de la Tierra: las rocas lunares y los meteoritos.Tanto el sistema de datación uranioplomo, como el de potasio-argón, sitúan la edad de las rocas lunares traídas por los astronautas del Apolo en 4.530 millones de años. Además, prácticamente todo meteorito encontrado en la Tierra que ha sido datado tiene una edad de unos 4.600 millones de años. Por consiguiente, los científicos pueden deducir que el planeta tiene unos 4.600 millones de años. 100% del isótopo paterno e Núm Número de átomos 75% del isótopo paterno 25% del isótopo filial ótopo filial os del is m o t á ro de 50% del isótopo paterno 50% del isótopo filial 25% del isótopo paterno 75% del isótopo filial Núm 0 1 2 12.5% del isótopo paterno 87.5% del isótopo filial ero de á t o m os del isóto po 3 Vidas medias transcurridas p Figura 2.12 Desintegración radioactiva Muchos isótopos radioactivos se desintegran a través de una serie de intermediarios hasta que se produce un isótopo hijo estable. Los investigadores miden la proporción de isótopo paterno y filial en una muestra de roca, y luego utilizan un gráfico como éste para convertir la proporción medida al número transcurrido de vidas medias. Multiplicando el número de vidas medias que han pasado por el número de años que tarda para que transcurra la vida media, se obtiene una estima de la edad absoluta de la roca. 40 PARTE I Introducción CUADRO 2.2 Una mirada con detalle de la datación radioactiva L a datación radioactiva permite a los geólogos asignar edades absolutas a las rocas. La técnica funciona de la siguiente manera: primero se determina la vida media de un isótopo radioactivo poniendo una muestra en un instrumento que registre el número de desintegraciones con el tiempo. Desde luego, para isótopos de larga vida, los investigadores deben extrapolar de los datos recogidos durante un corto intervalo de tiempo. Luego se mide en una muestra de la roca la proporción de isótopos paternos y filiales, a menudo con un instrumento llamado espectrómetro de masas. Una vez que se conoce la vida media del isótopo paterno y la proporción actual de los isótopos paterno y filial, se puede calcular el número de años que han pasado desde que se formó la roca. Un supuesto crítico aquí es que se conoce la proporción de isótopo paterno y filial cuando se formó la roca. Este supuesto se puede comprobar. Por ejemplo, la datación con potasio-argón es un sistema importante para datar rocas de origen volcánico. Se puede pronosticar que, inicialmente, no habría nada del isótopo filial, el argón-40. Esto se debe a que el argón-40 es un gas que burbujearía de la roca líquida y sólo comenzaría a acumularse después de su solidificación. Las observaciones de flujos de lava recientes confirman que esto es así: expresado como una razón de porcentajes, la razón de potasio-40 a argón-40 en basaltos, lavas y cenizas recién formados es, como se pronosticó, 100:0 (véase Damon 1968, Faure 1986). De los muchos isótopos radioactivos presentes en la corteza terrestre, los isótopos enumerados en la Tabla 2.1 son los más útiles. No solo son lo bastante corrientes como para encontrarse en cantidades mensurables, sino que también son estables en el sentido de que no migran fácilmente de o hacia las rocas después de su formación inicial. Si las moléculas se desplazaran, tendríamos que desechar nuestras estimas de la edad de las rocas circundantes. Para elegir un isótopo adecuado para la datación de las rocas y de los fósiles de una edad concreta, los geocronólogos y paleontólogos buscan isótopos de vida media lo bastante corta como para permitir que se acumule una cantidad mensurable del isótopo filial, pero lo bastante larga como para asegurar que todavía quede una cantidad mensurable del isótopo paterno. En muchos casos se puede utilizar más de un sistema de isótopos para las mismas rocas o fósiles, proporcionando una comprobación independiente de la fecha. Tabla 2.1 Isótopos paterno y filial utilizados en la datación radioactiva Isótopo paterno Isótopo filial Vida media del paterno (años) Rango de datación efectiva (años) Materiales normalmente datados Rubidioestroncio Rb-87 Sr-87 47.000 millones 10 millones–4.600 millones Minerales ricos en potasio, como la biotita, potasio, muscovita, feldespato y hornablenda; rocas volcánicas y metamórficas. Uranioplomo U-238 Pb-206 4.500 millones 10 millones–4.600 millones Zirconio, uraninita, y ganga de uranio, como la pecblenda; rocas ígneas y metamórficas. Uranioplomo U-235 Pb-207 713 millones 10 millones–4.600 millones Igual que antes. Torioplomo Th-232 Pb-208 14.100 millones 10 millones–4.600 millones Zirconios, uraninita. Potasioargon K-40 Ar-40 1.300 millones 100.000–4.600 millones Minerales ricos en potasio como la biotita, muscovita y feldespato potásico; rocas volcánicas. Carbono-14 C-14 N-14 5.730 100–100.000 Cualquier material que lleve carbón, como huesos, madera, conchas, carbón vegetal, ropas, papel y excrementos de animales. Método Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 41 Esto nos lleva a la siguiente pregunta, ¿cuánto hace que evolucionó la vida sobre la Tierra? Los organismos fósiles más antiguos descubiertos hasta el momento son impresiones de células bacterianas en rocas de unos 3.500 millones de años de Australia Occidental (Schopf 1993). Las pruebas químicas de vida más antiguas en rocas de Groenlandia datan de más de 3.700 millones de años. Las pruebas químicas son gránulos de carbón que tienen una proporción característica de los isótopos del carbono 13C y 12 C. Las formas vivas absorben preferentemente 12C y el carbono que se encuentra en las rocas de Groenlandia tiene mucho menos 13C y más 12C de lo esperado de acuerdo con la abundancia real de los dos isótopos en la naturaleza. Por ello, los investigadores deducen que los gránulos de carbón representan restos de seres vivos (Mojzsis et al. 1996; Rosing 1999). Estos datos sugieren que la Tierra no tuvo vida durante unos 900 millones de años y que la evolución se ha producido durante unos 3.700 millones de años. En el siglo XIX, la datación relativa sugería que la Tierra era mucho más vieja de los 6.000 años predichos por el obispo Ussher. En el siglo XX, la datación absoluta confirma que la vida ha existido unas 600.000 veces más del tiempo sugerido por la Teoría de la Creación Especial. 2.4. Correspondencia entre grupos de datos Los datos revisados en este capítulo contradicen las propuestas de que las especies fueron creadas independientemente, de que las especies son inmutables y de que la Tierra es joven. Irónicamente, muchos de los datos que Darwin utilizó para refutar estas hipótesis, fueron reunidos por ardientes creacionistas, como Cuvier,Agassiz y Owen. Estos científicos contribuyeron en observaciones sobre homologías estructurales y de desarrollo, caracteres vestigiales, extinción, la ley de la sucesión y la escala de tiempo geológico. Sin embargo, con todo lo persuasivas que son las pruebas de la evolución, es importante advertir que no hay ningún gran experimento que haya descartado la creencia en la Teoría de la Creación Especial y abierto un camino para una nueva teoría. Observaciones tales como homologías estructurales y de desarrollo no refutan una creación especial. Más bien, la evolución fue simplemente mucho más eficaz para explicar los datos. La observación directa de la evolución ha proporcionado pruebas abrumadoras del cambio a lo largo del tiempo. Pero hay otro tipo de datos que también apoyan los componentes del patrón de la teoría de la evolución. Es la correspondencia entre fuentes independientes de datos sobre la historia de la Tierra y la historia de la vida. En el ejemplo que resumimos aquí, datos del análisis del campo magnético terrestre, datación radiactiva y el registro fósil nos cuentan una historia coherente acerca del cambio a lo largo del tiempo. Cambio geológico y el movimiento de las placas Los geólogos interpretan la historia de la Tierra mediante la teoría de la tectónica de placas. Esta serie de hipótesis ha desempeñado un principio organizador central en la ciencia geológica desde finales de la década de 1960. Las directrices de esta teoría sostienen que la corteza terrestre está fragmentada en placas y que la posición de estas placas (y por ello la localización de continentes y océanos) ha cambiado con el tiempo. El proceso responsable de este patrón es la distribución desigual del calor en el interior de la Tierra que dirige el movimiento de las placas debido a que ciertas rocas se dilatan (para saber más de cómo esta teoría se desarrolló y se comprobó véase Chernicoff 1995). Capítulo 1 Las pruebas de la evolución 42 Los geólogos pueden utilizar datos sobre la historia del campo magnético terrestre para seguir la pista del movimiento de los continentes con el tiempo. Esto es posible debido a que los minerales magnéticos pierden su magnetismo cuando se calientan lo suficiente. Cuando los minerales desmagnetizados alcanzan la superficie terrestre en una erupción volcánica, se enfrían y se remagnetizan en la dirección marcada por el campo magnético terrestre. De este modo, los campos magnéticos quedan congelados en rocas volcánicas. Como la placa que contiene estas rocas se desplaza, la dirección del campo magnético “congelado” comienza a diferir del campo magnético terrestre real. Debido a que la dirección del campo magnético congelado no cambia, registra fehacientemente dónde se encontraba una placa concreta en un momento dado de la historia terrestre. Recogiendo rocas volcánicas que se originaron en momentos diferentes en la misma placa y luego resolviendo dónde tenía que haber estado la placa para producir cada uno de los campos magnéticos antiguos, los geólogos pueden reconstruir la historia del movimiento de las placas. La Figura 2.13 muestra los tipos de mapas que resultan. Los mapas que se reproducen aquí muestran la posición de los continentes en los pasados 90 millones de años. Historia de los mamíferos marsupiales Para reconstruir cómo los marsupiales se desplazaron de un continente a otro con el tiempo, se pueden combinar datos de la tectónica de placas, de la datación radiológica y del registro fósil. ¿De qué manera los datos sobre los movimientos de las placas apoyan los componentes del patrón de la evolución? Cuando se combinan datos geológicos con datos radioactivos y datos del registro fósil, surge un esquema coherente de cambio a lo largo del tiempo. Por ejemplo, consideremos la historia de un grupo de mamíferos, los marsupiales. Los marsupiales se distinguen por su forma de reproducción: después de un embarazo corto, las madres dan a luz a diminutos hijos que, entonces, escalan a una bolsa en donde continúan el desarrollo. Los marsupiales son el tipo de mamífero dominante que se encuentra en Australia; en América del Sur todavía se encuentran unas pocas especies y en América del Norte vive la zarigüeya. Sin embargo, el registro fósil demuestra que los marsupiales vivieron por todo el mundo. Advierta, en la Figura 2.13, que los marsupiales aparecieron en América del Norte, hace unos 80 millones de años. Unos 10 millones de años más tarde se comienzan a encontrar en el registro fósil del norte de América del Sur. En rocas datadas en unos 56 millones de años, se encuentran fósiles marsupiales en Europa y África del Norte así como en la Antártida.Algo más tarde se encuentran fósiles marsupiales en Australia. Hace unos 30 millones de años los marsupiales desaparecieron del registro fósil de Asia, África del Norte, Europa y Antártida. Por aquel tiempo Australia había roto sus conexiones con la Antártida y se había convertido en un continente isla. El punto importante es que tres grupos independientes de datos describen los desplazamientos de las especies de marsupiales que son lógicos en términos del momento, dirección y disponibilidad de conexiones entre continentes. Los grupos de datos se combinan para proporcionar pruebas claras que corroboran que la Tierra y sus formas de vida han cambiado con el tiempo. ¿Cómo puede darse el cambio evolutivo? Ésta es una cuestión con la que comenzaremos el Capítulo 3. Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 43 80 Ma Áreas donde vivieron los marsupiales Tierra firme Océano 70 Ma Placas continentales sumergidas 50 Ma 30 Ma Figura 2.13 La historia evolutiva de los mamíferos marsupiales Para su explicación véase el texto. Capítulo 1 Las pruebas de la evolución 44 Resumen Las directrices de la Teoría de la Evolución indican que las especies han variado a lo largo del tiempo y que están relacionadas entre si por descendencia de un antecesor común. Darwin arguyó vigorosamente su teoría en su libro Sobre el origen de las especies, publicado en 1859. En su tiempo, una explicación importante de la historia de la vida fue la Teoría de la Creación Especial, que mantiene que las especies fueron creadas reciente e independientemente y que no han cambiado a lo largo del tiempo. Diversos argumentos sostienen que las especies no fueron creadas independientemente. Por ejemplo, entre los organismos hay amplias homologías estructurales, de desarrollo y genéticas. Estas semejanzas se explican de manera más lógica como consecuencia de la descendencia a partir de un antecesor común. De igual manera, grupos de especies íntimamente relacionadas de una misma área geográfica, como los sinsontes, pinzones y tortugas que Darwin observó en las Islas Galápagos, se interpretan fácilmente como descendientes de poblaciones que colonizaron el área en el pasado. Datos sobre especies vivas y fósiles refutan la hipótesis de que las especies no cambian con el tiempo. La presencia de estructuras rudimentarias, de estadios del desarrollo transitorios y de secuencias de DNA vestigiales en organismos contemporáneos se entienden fácilmente como consecuencia del cambio a lo largo de tiempo. Cambios en características importantes, como la longitud de los labios chu- padores del chinche del jaboncillo, se han observado también directamente en cientos de especies distintas. La hipótesis del cambio a través del tiempo viene apoyada además por las extinciones masivas, la “ley de la sucesión” y las formas de transición documentadas en el registro fósil. Hacia mediados del siglo XIX, el principio del uniformismo y la conclusión de la escala de tiempo geológico, persuadió a muchos científicos de que la Tierra es mucho más vieja que los pocos miles de años propuestos por la Teoría de la Creación Especial. Este resultado fue verificado hacia principios del siglo XIX mediante datación radioactiva. Los mejores datos disponibles sugieren que la Tierra se formó hace unos 4.600 millones de años. La primera evidencia fósil de vida es de hace unos 3.700 millones de años. En muchos casos, grupos de datos independientes sobre la historia de la Tierra y la historia de la vida se combinan para proporcionar un esquema coherente de cambio a través del tiempo. Combinando datos del registro fósil de marsupiales, datación radioactiva y mapas de los movimientos continentales a lo largo del tiempo, los biólogos han reconstruido que el grupo se originó en América del Norte, luego se extendió hacia el Este, hacia Europa y Asia, y hacia el Sur, América del Sur, la Antártida y finalmente Australia. La Teoría de la Evolución tiene éxito porque proporciona una explicación lógica a una variada serie de observaciones y porque hace predicciones que pueden comprobarse y verificarse. Preguntas 1. Analogía y homología son conceptos importantes, utilizados en la comparación de especies. Los caracteres son homólogos si tienen, desde el punto de vista evolutivo y de desarrollo, el mismo origen estructural. Los caracteres son análogos si tienen funciones similares, pero derivan, desde el punto de vista evolutivo y de desarrollo, de diferente origen estructural. Un ejemplo clásico de estructuras análogas son las alas de los insectos y de los murciélagos. ¿Cuáles de las siguientes parejas de estructuras son análogas y cuáles homólogas? a. Las aletas dorsales de una marsopa y de un salmón. b. La articulación de la pata de una mariquita y de un petirrojo. c. La cola de una siamang y el cóccix humano. d. Las brácteas rojas y brillantes (hojas modificadas) de una poinsettia y las hojas verdes de una rosa. e. Las brácteas rojas y brillantes de una poinsettia y los pétalos de una rosa. 2. Hacia principios del siglo XX la datación radioactiva permitió a los geólogos asignar la antigüedad absoluta a la mayoría de los estratos que albergan fósiles. Las fechas absolutas resultaron completamente consistentes con las fechas relativas propuestas en el siglo XIX. ¿Qué nos dice este resultado acerca de las suposiciones relativas a la lista de fechas indicadas en la página 38? 3. Revise las pruebas de la evolución analizadas en las Secciones 2.1-2.3. Indique las fuentes de las pruebas que Darwin disponía y las que aparecieron más tarde. Indique qué pruebas considera más sólidas y cuáles más débiles. Explique el porqué. 4. Dibuje un sencillo árbol filogenético que muestre las relaciones que podría haber entre cinco especies actuales. Luego dibuje la genealogía de su familia o de una familia amiga, comenzando por la generación más vieja y continuando por las más jóvenes. Señale las partes de cada esquema. ¿En qué son semejantes los árboles filogenéticos y las genealogías? ¿En qué son diferentes? 5. Revise las hipótesis alternativas que se presentan en la Figura 2.5. ¿Es ciertamente más parsimónico deducir que las vejigas natatorias evolucionaron de los pulmones y no lo contrario? Explíquelo. Capítulo 2 Las pruebas de la evolución 45 Suponga que no sabemos nada acerca de la biología de los peces aguja, de Polypterus bichir (pez de agua dulce Africano) y de Amia calva (pez de río de Norteamérica). ¿Llegaría a conclusiones diferentes acerca de si han evolucionado primero las vejigas natatorias o los pulmones? ¿Por qué? 6. Dibuje un mapa de flujo que ilustre las relaciones entre las homologías genéticas, de desarrollo y estructurales. Si dos organismos comparten una estructura homóloga, ¿cree que deben compartir también el correspondiente gen (o genes) homólogo? Si comparten genes homólogos, ¿cree que deben también compartir una estructura o proteína homóloga? 7. Basándose en la suposición de que las extinciones fueran ocasionadas por diluvios universales catastróficos del tipo descrito en la Biblia, ¿qué predicciones hace la Teoría de la Creación Especial acerca de la naturaleza del registro fósil? ¿Qué predicciones hace la Teoría de la Evolución acerca de la naturaleza del registro fósil? 8. El texto mantiene que la correspondencia entre grupos de datos independientes es una prueba particularmente sólida de la evolución. ¿Está de acuerdo con esta afirmación? ¿En qué sentidos son independientes el registro fósil, los datos radiométricos y los mapas de la posición de los continentes? Explorando la bibliografía 9. Las filogenias que se han construido a partir de datos morfológicos, moleculares, datación radioactiva y registro fósil representan otra serie de grupos de datos independientes que se combinan para corroborar una visión evolutiva de la historia de la vida. La investigación sobre la evolución de los tetrápodos es un buen ejemplo de grupos de datos combinados. Las siguientes citas le ayudarán a introducirse en este tema: Ahlberg, P. E. and Z. Johanson. 1998. Osteolepiforms and the ancestry of tetrapods. Nature 395: 792-794. Hedges, S. B. and L. L. Poling. 1999. A molecular phylogeny of reptiles. Science 283: 998-1001. Shubin, N. 1998. Evolutionary cut and paste. Nature 394: 12-13. Zardoya, R. and A. Meyer. 1996. Evolutionary relationship of the coelacanth, lungfishes, and tetrapods based on the 28S ribosomal RNA gene. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA 93: 5449-5454. 10. Debido en gran parte a la solidez de las pruebas que Darwin reunió, ha habido poco debate científico, si es que lo ha habido, acerca del hecho de la evolución desde 1870. Sin embargo, los biólogos continúan debatiendo las pruebas de la evolución con no científicos. Para participar en esta discusión, explore http://www.talkorigins.org. Bibliografía Burke,A. C. and A, Feduccia.1997. Developmental patterns and the identification of homologies in the avian hand. Science 278: 666-668. Carroll, S. P. and C. Boyd.1992. Host race radiation in the soapberry bug: natural history with the history. Evolution 46: 1052-1069. Chernicoff, S. and R.Venkatakrishnan. 1995. Geology: An Introduction to Physical Geology NewYork:Worth Publishers. Colbert, E. H. and M. Morales.1991. Evolution of the Vertebrates. NewYork: Wiley-Liss. Damon, P. E. 1968. Potassium-argon dating of igneous and metamorphic rocks with applications to the basin ranges of Arizona and Sonora. In Hamilton, E. I., and R. M. Farquhar, eds. Radiometric Dating for Geologists. London: Interscience Publishers. Darwin, C. 1859. On the Origin of Species by Means of Natural Selection. London: John Murray. Darwin, C. 1862. The Various Contrivances by Which Orchids are Fertilized by Insects. London: John Murray. Desmond,A. and J. Moore. 1991. Darwin. New York:W.W. Norton. 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CAPÍTULO 3 Selección natural darwiniana Las bandas azules de las patas de este macho de pinzón terrestre mediano se marcaron para estudiarlo. Los investigadores han observado la selección natural en acción estudiando esta especie del Archipiélago de las Galápagos. (Peter R. Grant, Princeton University) E SOBRE EL ORIGEN DE LAS ESPECIES, DARWIN (1859, p. 3) escribió que “un naturalista, al reflexionar sobre las afinidades mutuas de los seres orgánicos, en sus relaciones embriológicas, en su distribución geográfica, en las sucesiones geológicas y en otros hechos similares, podría llegar a la conclusión de que cada especie no ha sido creada independientemente, sino que desciende... de otras especies. No obstante, tal conclusión, aunque esté bien fundamentada, sería insatisfactoria a no ser que se pudiera demostrar de qué manera han sido modificadas las innumerables especies que habitan este mundo...” (énfasis añadido). Con esta frase, Darwin indicaba, con toda precisión, las relaciones entre el patrón y los procesos componentes de una teoría científica. Los primeros evolucionistas habían descubierto un fenómeno importante. Un cuerpo de datos creciente indicaba que tanto los organismos fósiles como los vivientes habían descendido de un ancestro común. La evidencia que Darwin acumuló para apoyar esta hipótesis fue indirecta, pero lo bastante convincente como para que la controversia científica sobre el patrón de la teoría de la evolución hubiera finalizado prácticamente hacia mediados de la década de 1870. Gracias a Darwin y a su agudeza intelectual, la evolución llega a ser un hecho bien establecido. Pero, ¿qué procesos pueden dar lugar al patrón llamado evolución? La comprensión de los mecanismos que dan lugar a un patrón en la naturaleza son el corazón y el alma de la explicación científica. El Capítulo 2 se centró en las pruebas del patrón llamado descenN LA INTRODUCCIÓN AL LIBRO 47 48 PARTE I Introducción dencia con modificación; este capítulo introduce un proceso, llamado selección natural, que da lugar al patrón. 3.1. La selección natural: los cuatro postulados de Darwin La selección natural es el resultado lógico de cuatro postulados que Darwin indicó en su introducción a Sobre el origen de las especies mediante selección natural.Al resto del libro lo consideró como “un extenso argumento” en su apoyo (Darwin 1859, p. 459). Los postulados son los siguientes: 1. 2. 3. 4. La selección natural es un proceso que da lugar a descendientes con modificaciones, o evolución. Una adaptación es una característica que aumenta la eficacia de un individuo, cuando se la compara con individuos sin la característica. Los individuos que forman las especies son variables. Algunas de estas variaciones pasan a los descendientes. En cada generación se producen más descendientes de los que pueden sobrevivir. La supervivencia y la reproducción de los individuos no son al azar: los individuos que sobreviven y llegan a reproducirse, o la mayoría de los que se reproducen, son aquellos que presentan las variaciones más favorables. Son seleccionados de manera natural. Como consecuencia de este proceso, las características de las poblaciones cambian de una generación a la siguiente. La lógica es clara: si hay variación entre los individuos de una población que puede transmitirse a los descendientes, y si hay éxito diferencial entre aquellos individuos en cuanto a la supervivencia y/o a la reproducción, entonces algunos caracteres pasarán con mayor frecuencia que otros. Por ello, las características de la población cambiarán ligeramente en cada una de las generaciones siguientes. Esto es evolución darwiniana: cambio gradual de la población con el tiempo. Los cambios en las poblaciones son la consecuencia de la selección natural sobre los individuos. Para aclarar este punto, recuerde los viriones del VIH descritos en el Capítulo 1. Cada uno de los viriones de un mismo huésped varía en cuanto a su capacidad para sintetizar DNA en presencia de AZT, debido a las diferencias en las secuencias de aminoácidos del lugar activo de la transcriptasa inversa. Los viriones con formas de la transcriptasa inversa que tengan menos probabilidad de unir el AZT se reproducirán más que las formas que enlazan fácilmente el AZT. Entonces, en la generación siguiente, un mayor porcentaje de viriones que en la generación anterior tendrán la forma modificada de la transcriptasa inversa. Esto es evolución por selección natural. Darwin se refirió a los individuos que ganan en esta competición (que raramente es una lucha cuerpo a cuerpo) y a sus descendientes, que comprenden un mayor porcentaje de la población en la generación siguiente, como a los más aptos.Al hacerlo así dio a las palabras inglesas “fit” (apto) y “fitness” (aptitud) un nuevo significado. La eficacia darwiniana es la habilidad de los individuos para sobrevivir y reproducirse en su ambiente. Un aspecto importante de la eficacia es su naturaleza relativa. El término se refiere a lo bien que sobrevive un individuo y a cuántos descendientes produce en comparación con otros individuos de su especie. Los biólogos utilizan la palabra adaptación para referirse a un carácter o característica de un organismo, como por ejemplo una forma modificada de la transcriptasa inversa, que aumenta su eficacia relativa respecto de los individuos sin la modificación. Por cierto, la misma teoría había sido desarrollada de forma independiente por un colega de Darwin, llamado Alfred Russel Wallace. Aunque formado en Inglaterra,Wallace se había establecido en Malasia enviando especímenes biológicos a coleccionistas privados. Mientras se estaba recuperando de un brote de malaria en 1858, redactó un informe en el que explicaba la selección natural y se lo envió a Darwin. Darwin, que había escrito el primer borrados del tema en 1842 y que no lo había publicado, se dio cuenta inmediatamente de que él y Wallace habían formulado la misma teoría de manera independiente. Capítulo 3 Selección natural darwiniana 49 Unas breves comunicaciones de Darwin y Wallace se leyeron juntas en la Sociedad Linneana de Londres y luego Darwin se apresuró a publicar Sobre el origen de la especies (17 años después de haber escrito su primer borrador). En la actualidad el nombre de Darwin está más claramente asociado con la Teoría de la Evolución por selección natural por dos razones: claramente fue el primero en darse cuenta y su libro proporcionó una exposición completa de la idea, con una enorme documentación. Uno de los aspectos más atractivos de la teoría de Darwin-Wallace es que cada uno de los cuatro postulados (y sus consecuencias lógicas) se pueden verificar independientemente. Es decir, la teoría es comprobable. No hay suposiciones ocultas ni nada que se tenga que aceptar de manera no crítica. En la siguiente sección examinaremos cada uno de los cuatro postulados, revisando un estudio en curso sobre los pinzones de las Islas Galápagos, frente a las costas del Ecuador. ¿Se puede comprobar rigurosamente la Teoría de la Evolución por selección natural mediante observación directa? La Teoría de la Evolución por selección natural puede comprobarse. 3.2. La evolución de la forma del pico de los pinzones de las Galápagos Peter Grant, Rosemary Grant y sus colegas han estado estudiando continuadamente varias especies de pinzones de las Galápagos en las distintas islas del archipiélago desde 1973 (véase Boag y Grant 1981; Grant 1981a, 1991, 1999; Grant y Grant 1989). Las 14 especies de pinzones que se encuentran en las islas son similares en tamaño y coloración. Su tamaño va de diez a quince centímetros y su coloración de marrón a negro. Sin embargo, hay dos caracteres que presentan una notable variación entre especies: el tamaño y la forma de sus picos. El pico es la principal herramienta que usan las aves para alimentarse y la enorme variación en la morfología de los picos entre los pinzones de las Galápagos refleja la diversidad de los alimentos que toman (Figura 3.1). El pinzón curruca (Certhidea olivacea) se alimenta de insectos, arañas y néctar; los pinzones picamaderos y del manglar (Cactospiza pallida y Cactospiza heliobates) utilizan ramitas o espinas de cactus como herramienta para apalancar larvas de insecto o termitas en maderas muertas; varios pinzones terrestres del género Geospiza arrancan garrapatas de iguanas y de tortugas, además de comer semillas; el pinzón vegetariano (Platyspiza crassirostris) come hojas y frutos. Para comprobar la Teoría de la Evolución por selección natural, nos concentraremos en los datos que Grant, Grant y sus colegas han reunido sobre el pinzón terrestre mediano, Geospiza fortis, en la isla Daphne Major. El tamaño y la localización de Daphne Major la hacen un estupendo laboratorio natural. La isla es diminuta.Tiene un tamaño justo por debajo de las 40 hectáreas (alrededor de 40 campos de fútbol), con una elevación máxima de 120 m. Como todas las islas de los Galápagos, es la cima de un volcán. El clima es estacional, aunque su localización es ecuatorial (Figura 3.2). Una estación cálida y húmeda desde enero a mayo se alterna con una estación más fría y seca de junio a diciembre. La vegetación consiste en un bosque árido y monte bajo, con varias especies de cactus. El Geospiza fortis de Daphne Major es una población de estudio ideal porque pocos pinzones migran hacia o desde la isla y la población es lo suficientemente pequeña como para estudiarla exhaustivamente. En un año promedio, hay unos 1.200 pinzones en la isla. Hacia 1977, Grant, Grant y su equipo habían capturado y marcado casi la mitad de ellos; desde 1980, prácticamente se había marcado el 100% de la población. El pinzón terrestre mediano se alimenta principalmente de semillas. Las aves cascan las semillas atenazándolas con la base del pico y apretando. Grant, Grant y sus colegas han demostrado que tanto dentro como entre especies de pinzones, el tamaño del pico está Debido a que es el carácter más importante utilizado para adquirir alimento, el tamaño y la forma del pico de un ave tiene consecuencias importantes para su eficacia. 50 PARTE I Introducción (a) Geospiza fuliginosa (b) Geospiza fortis Geospiza magnirostris Geospiza scandens Geospiza conirostris Geospiza difficilis Camarhynchus parvulus Camarhynchus psittacula Camarhynchus pauper Cactospiza pallida Platyspiza crassirostris Certhidea fusca Pinarolaxes inornata Certhidea olivacea Figura 3.1 Los pinzones de las Galápagos y el pinzón terrestre mediano Geospiza fortis (a) Esta filogenia se dedujo de las semejanzas y diferencias en las secuencias del DNA por Kenneth Petren y sus colegas (1999), y muestra las relaciones evolutivas entre 14 especies de los pinzones de Darwin. Las fotos muestran la gran variación del tamaño y de la forma del pico entre especies. De Petren et al. (1999). (b) Macho (arriba) y hembra (abajo) del pinzón terrestre mediano. (Fotos: Peter R. Grant, Princeton University) Capítulo 3 Selección natural darwiniana 51 92° W 91° 2° Cocos Darwin Wolf Galápagos América del Sur 1° N Pinta Marchena Genovesa Santiago 0° • Bartolomé • Rocas Bainbridge • Daphne Minor • Cowley Daphne Rábida Major • Eden • • Plazas Santa Cruz Pinzón San Cristóbal Fernandina Isabela • Los Hermanos Santa Fe Tortuga 1° S 50 km 92° W Ecuador 0° 1° S Champion •• Enderby Floreana • Caldwell Española • Gardner • 91° 90° Gardner Figura 3.2 El Archipiélago de las Galápagos Catorce especies de pinzones habitan las Galápagos y un pinzón reside en Cocos. En este mapa, la isla Daphne Major es un diminuto islote entre Santa Cruz y Santiago. correlacionado con el tamaño de las semillas cosechadas. En general, las aves con picos más grandes comen semillas más grandes y las aves con picos más pequeños comen semillas más pequeñas. Esto se debe a que las aves con picos de tamaños diferentes son capaces de manipular semillas de tamaños diferentes de manera más eficaz (Bowman 1961; Grant et al. 1976;Abbott et al. 1977; Grant 1981b). Comprobación del postulado 1: ¿son variables las poblaciones? Los investigadores marcan cada pinzón que cazan poniendo bandas coloreadas de aluminio alrededor de cada una de sus patas. Esto les permite identificar individualmente a las aves en el campo. Los científicos también pesan cada pinzón y miden la longitud de sus alas, cola y anchura, altura y longitud del pico.Todos los caracteres que han investigado son variables. Por ejemplo, cuando Grant y Grant representaron gráficamente las medidas de la altura del pico de la población de Ceospiza fortis de la isla de Daphne Major, los datos indicaban que la altura varía (Figura 3.3).Todas las características de los pinzones que se han medido están claramente de acuerdo con el primer postulado de Darwin. Como veremos en el Capítulo 4, la variación entre los individuos de una población es prácticamente universal. Comprobación del postulado 2: ¿es heredable la variación entre los individuos? En una población, cada uno de los pinzones puede tener una altura del pico distinta, debido a que el ambiente que han experimentado es diferente, o porque sus genotipos son diferentes o por ambas cosas a la vez. Hay varias maneras de que la variación ambiental pueda dar lugar a la variación de la altura del pico representada en la Figura 3.3. La variación en la cantidad de alimento que cada pájaro recibió cuando era un polluelo puede dar Algunos Geospiza fortis tienen picos que son sólo la mitad de altos que el de otros individuos. 52 PARTE I Introducción Figura 3.3 La altura del pico en los pinzones terrestres medianos CUADRO 3.1 L Número de pinzones Este histograma muestra la distribución de la altura del pico en los pinzones terrestres medianos de Daphne Major en 1976, en el comienzo del estudio de Grant. Algunas aves tienen picos bajos, de menos de 8 mm. Muchas aves tienen picos medianos, entre 8 y 11 mm. Algunas aves tienen picos altos, de más de 11 mm. (N se refiere al tamaño de la muestra; la flecha azul en el eje de las x indica la media.) Cuando se representa la variación de las características de un organismo, es frecuente observar una curva en campana, como la que se forma en este histograma. La amplitud, las causas y la naturaleza de la variación en los caracteres es el objeto de los Capítulos 4 y 7. 90 N = 751 60 30 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Altura del pico (mm) Aspectos que complican la manera de estimar la heredabilidad a heredabilidad se estima midiendo la semejanza de caracteres entre individuos íntimamente emparentados. Pero los parientes comparten no solo los genes sino también el ambiente, y cualquier correlación que se deba al ambiente compartido hincha la estima de la heredabilidad. Por ejemplo, se sabe que las aves tienden a alcanzar un mayor tamaño cuando han tenido alimento abundante en su juventud. Pero los territorios de cría más ricos en alimento los obtienen y defienden a menudo los adultos de mayor tamaño de la población. En esos territorios las crías tenderán a convertirse en los adultos más grandes en la generación siguiente. Por ello, un investigador podría medir una elevada relación entre el tamaño del pico y del cuerpo entre padres e hijos y aducir una elevada heredabilidad para estos caracteres cuando en realidad no hay ninguna. En este caso, la relación real se da entre los ambientes que los padres y sus hijos experimentaron de polluelos. En muchas especies, este problema se puede evitar realizando lo que se denomina intercambio de padres, jardín común o experimentos de transplante recíprocos. En las aves estos experimentos implican sacar los huevos de sus nidos y situarlos en nidos de padres adoptivos elegidos aleatoriamente. Las mediciones en las crías, hechas cuando han llegado a su máximo desarrollo, se comparan con los datos de sus padres biológicos. Este tratamiento experimental elimina cualquier desviación en el análisis origina- do por el hecho de que los padres y sus hijos comparten un mismo ambiente. Desgraciadamente, mediante estos experimentos no se pueden eliminar los efectos ambientales debidos a diferencias en los nutrientes almacenados en los huevos o en las semillas. Simplemente tenemos que asumir que estos efectos maternos son demasiado pequeños como para desviar seriamente los resultados. Los experimentos de intercambio de padres en una gran variedad de especies de aves han confirmado elevadas heredabilidades casi en la mayoría de todos los caracteres morfológicos analizados. Sin embargo, para Boag y Grant (1978) no fue posible realizar este crítico experimento en los pinzones de las Galápagos. Debido a que las Galápagos son un parque nacional, los experimentos que manipulan individuos más allá de la captura y marcaje están prohibidos. Para evitar esta limitación, Peter Grant (1991) comparó individuos que se criaron en territorios con escasez de alimento respecto de territorios con riqueza de alimento para ver si una vez alcanzaran la edad adulta criaban en ambientes similares. Los datos demostraron que no hay correlación entre la calidad del territorio en donde un ave se crió y la calidad del territorio en donde crió a sus descendientes. Este resultado apoya la afirmación de que las elevadas heredabilidades estimadas en los caracteres de los pinzones, como la dimensión del pico, son reales y no artefactos por el hecho de que los padres y su descendencia compartan el mismo ambiente. Capítulo 3 Selección natural darwiniana 53 Altura del pico de los descendientes lugar a la variación en la altura del pico entre los adultos. El daño o la abrasión por semillas duras o rocas puede también afectar a la forma y tamaño del pico. Para determinar si, al menos en parte, la variabilidad del pico entre los pinzones tiene base genética, y por ello puede pasar de padres a hijos, un colega de Peter y Rosemary Grant, llamado Peter Boag, estimó un parámetro conocido como heredabilidad. La heredabilidad es la proporción de variación observada en una población que se debe a la variación de los efectos de los genes.Ya que es una proporción, la heredabilidad varía de 0 a 1. En el Capítulo 7 desarrollaremos mucho más ampliamente la teoría de cómo se estima la heredabilidad. De momento, señalemos sólo que normalmente se estima midiendo la semejanza entre parejas emparentadas. Ésta es una aproximación válida, ya que las semejanzas entre parientes está ocasionada, al menos en parte, por los alelos que comparten (para más detalles, véase el Cuadro 3.1). Normalmente se reúnen datos de grupos de hermanos o de padres y descendientes. Boag comparó la altura del pico de Geospiza fortis jóvenes, después de que hubieran alcanzado el tamaño adulto, con la altura media del pico de sus padres y encontró una gran correspondencia entre parientes. Como muestran los datos representados en la Figura 3.5, padres con picos altos tienden a tener descendientes con picos altos y padres con picos poco altos tienden a tener polluelos con picos poco altos. Esto es una prueba de que una gran proporción de la variación observada de la altura del pico es genética y puede transmitirse a los descendientes (Boag y Grant 1978; Boag 1983). El resultado está de acuerdo con cientos de estudios similares. En la mayoría de los caracteres de la mayoría de los organismos, una cantidad significativa de la variación que existe en la población se debe a variación en la composición genética de los individuos. 11,0 1978 1976 10,0 9,0 8,0 8,0 9,0 10,0 11,0 Altura media del pico de los padres Figura 3.4 Heredabilidad de la altura del pico en Geospiza fortis Este gráfico muestra las relaciones entre la altura de pico de los padres y de sus descendientes. El valor medio de los padres es el promedio de las medidas paternas y maternas. La utilización de esta medida es importante ya que los machos de Geospiza fortis son mayores que las hembras. En el gráfico, las líneas son el resultado de un procedimiento estadístico llamado análisis de regresión. En el tipo de regresión utilizado aquí, la línea se sitúa de tal manera que se minimizan las sumas de los cuadrados de la distancia vertical entre cada punto y la línea. A ésta se le denomina el mejor ajuste lineal. Si la pendiente de la línea es horizontal, ó 0, entonces no hay relación entre las dos variables representadas; lo que indica que toda la variación entre individuos está ocasionada por las diferencias ambientales que sufren. Si la pendiente es 1, entonces toda la variación entre los individuos está ocasionada por la variación en sus genotipos. La línea y los círculos rojos pertenecen a los datos de 1978 y los azules a los datos de 1976. Los resultados de los dos años son consistentes. Ambos muestran una gran relación entre la altura del pico de los padres y de sus descendientes. Podemos deducir que la asociación es una consecuencia de los genes compartidos. Según Boag (1983). En los pinzones, la altura del pico de los padres y de los descendientes es similar. Esta observación sugiere que algunos alelos tienden a producir picos bajos, mientras que otros tienden a producir picos altos. 54 PARTE I Introducción Comprobación del postulado 3: ¿hay un exceso de descendientes de tal manera que sólo algunos individuos sobreviven y se reproducen? Una sequía en Daphne Major dio lugar a un suceso selectivo espectacular. Debido a que se censaron las poblaciones de pinzones terrestres a lo largo de varios años, los investigadores pudieron observar un suceso importante. En 1977 hubo una grave sequía en la zona estudiada. En lugar de los 130 mm de lluvia, habituales durante la estación húmeda, sólo cayeron 24 mm. A lo largo de 20 meses, el 84% de los pinzones terrestres medianos de la población de Daphne Major desaparecieron (Figura 3.5a). El grupo dedujo que la mayoría murió de inanición: había una gran correspondencia entre el tamaño poblacional y la disponibilidad de semillas (Figura 3.5b); realmente se encontraron 38 pájaros demacrados muertos y ninguno de los pájaros desaparecidos reaparecieron el año siguiente. Estaba claro que sólo una parte de la población sobrevivió y se reprodujo. Este tipo de mortalidad no es raro. Por ejemplo, Rosemary Grant ha demostrado que el 89% de los Geospiza conirostris mueren antes de criar (Grant 1985).Trevor Price y sus colaboradores (1984) determinaron que un 19% y un 25% adicionales de los Geospiza fortis de Daphne Major murieron durante posteriores sequías en 1980 y 1982 respectivamente. De hecho, en cada población natural estudiada, se producen en cada generación más descendientes de los que sobreviven para reproducirse. Si una población no aumenta de tamaño, entonces cada padre dejará como promedio, a lo largo de su ciclo vital, un des- (a) Número de pinzones 1.400 1.000 600 200 Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene 1975 Figura 3.5 Declive de la población de pinzones terrestres y de las semillas disponibles durante la sequía de 1977 (a) En este gráfico se representa el número de pinzones terrestres encontrados en Daphne Major antes, durante y después de la sequía. Las líneas verticales de cada punto representan una cantidad llamada error típico, que indica la cantidad de variación en las estimas del censo. En este gráfico, las líneas de un punto a otro se han dibujado simplemente para que se vea mas fácilmente la tendencia. (b) En este gráfico se representa la abundancia de semillas en Daphne Major antes, durante y después de la sequía. Reimpreso con permiso de Boag y Grant (1981). Copyright © 1981, American Association for the Advancement of Science. Abundancia de semillas (g/m2) (b) 1976 1977 1978 12,0 8,0 4,0 Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene 1975 1976 1977 1978 Capítulo 3 Selección natural darwiniana 55 cendiente que sobrevivirá para reproducirse. Pero la capacidad reproductora (o potencial biótico) de los organismos es asombrosa (Tabla 3.1). De igual manera, los datos demuestran que, en la mayoría de las poblaciones, algunos individuos tienen más éxito en los apareamientos y en la producción de descendientes que otros. La variación en el éxito reproductor representa una oportunidad para la selección, como la variación en la supervivencia. Comprobación del postulado 4: la supervivencia y la reproducción, ¿se dan de manera no aleatoria? El cuarto postulado de Darwin fue que los individuos que sobreviven y llegan a la reproducción, o los que más se reproducen, son aquellos que tienen ciertas variaciones favorables. ¿Sobrevivió a la sequía de 1977 un subgrupo seleccionado, no al azar, de las poblaciones de pinzones terrestres? Midiendo a principios de 1978 los mismos caracteres que se habían medido en 1976 en una muestra grande y aleatoria de aves que sobrevivieron, el grupo de Grant encontró que había sobrevivido una parte diferente de la población, aquéllos con los picos más altos (Figura 3.6). Debido a que el superviviente promedio tenía un pico más alto que el no superviviente promedio, el tamaño promedio del pico había cambiado en la población. ¿De qué modo era favorable la altura de los picos? ¿Podemos relacionar causas ecológicas con efectos evolutivos? La respuesta es sí: no solo el número, sino también los tipos de semillas disponibles durante la sequía de 1977 habían cambiado drásticamente (Figura 3.7). Concretamente, los grandes y duros frutos de una planta anual denominada Tribulus cistoides se convirtieron en el recurso alimentario básico. En los años normales estas semillas casi siempre se ignoran, pero durante la sequía el suministro de semillas pequeñas y blandas disminuye rápidamente. Sólo las aves grandes, con picos altos y estrechos, pueden romper y comer los frutos de Tribulus.Además, las aves grandes defienden los recursos alimentarios con más éxito durante los conflictos. Debido a que el tamaño grande y la altura del pico están correlacionados positivamente, los dos caracteres responden conjuntamente a la selección. El suceso selectivo de 1977-1978, aunque fue muy importante, no fue un hecho aislado. En 1980 y en 1982 hubo sequías similares y la selección favoreció de nuevo a los indi- Tabla 3.1 Potencial reproductivo En esta tabla se da el número de descendientes que puede producir un solo individuo (o pareja de individuos en especies con sexualidad) en condiciones óptimas, suponiendo que todos los descendientes sobreviven hasta tener descendencia, en varios intervalos de tiempo. Darwin eligió a los elefantes para sus cálculos debido a que era entonces el animal conocido de tiempo de generación más largo. Organismo Potencial reproductivo Citas Aphis fabae (áfido) 524.000 millones al año Gould 1977 Elefante 19 millones en 750 años Darwin 1859 Mosca doméstica 191 ⫻ 1018 en 5 meses Keeton 1972 Mycophila speyeri (díptero que se alimenta de hongos) 215.000/metro cuadrado en 35 días Gould 1977 Staphylococcus aureus (bacteria) En 48 horas la Tierra se cubriría con una capa de células de 2 metros Audesirk y Audesirk 1993 Estrella de mar 1079 en 16 años* Dodson 1960 *1079 es el número estimado de electrones en el universo visible. La selección natural se produce debido a que (1) sólo una fracción de los descendientes sobrevive lo suficiente como para tener descendencia, y (2) de los individuos que pueden tener descendencia, algunos tienen mucho más éxito que otros. Durante la sequía, los pinzones con picos más grandes y altos tuvieron ventaja. 56 PARTE I Introducción Número de pinzones 90 Todas las aves de Daphne en 1976 N = 751 60 30 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Número de pinzones 12 Figura 3.6 Altura del pico antes y después de la selección natural En estos histogramas se muestra la distribución de la altura del pico de los pinzones terrestres medianos de Daphne Major, antes y después de la sequía de 1977 (Grant 1986). Copyright © 1986, Princeton University Press. Reimpreso con el permiso de Princeton University Press. Supervivientes en 1978 N = 90 8 4 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Altura del pico (mm) viduos con mayor tamaño corporal y picos más altos (Price et al. 1984). Luego, en 1983, la influencia de la superficie cálida del agua de las costas de América del Sur, llamada El Niño, dio lugar a una estación húmeda con 1359 mm de lluvia sobre Daphne Major. Este espectacular cambio ambiental (casi 57 veces más lluvia que en 1977) dio lugar a una superabundancia de semillas pequeñas y blandas y, consiguientemente, a una fuerte selección a favor de tamaños corporales pequeños (Gibbs y Grant 1987). Después de años húmedos, sobreviven y se reproducen más aves pequeñas con picos bajos debido a que cosechan las semillas pequeñas mucho más eficazmente que las aves grandes con picos altos. Las aves grandes se vieron favorecidas en las condiciones de sequía, pero las aves pequeñas lo fueron en los años húmedos. La selección natural (como señalábamos en nuestro análisis de la evolución del VIH en el Capítulo 1) es dinámica. ¿Se dio evolución? La selección ocurre dentro de una generación; la evolución se da entre generaciones. Los cambios observados en los picos de los pinzones son ejemplos de la acción de la selección natural. Pero al principio dijimos que la evolución es una respuesta a la selección: un cambio en las características de una población de una generación a la siguiente. La selección da lugar a cambios distintos en la distribución de los caracteres en una generación; la evolución es un cambio en la distribución de los caracteres entre generaciones. ¿Se dio evolución en los pinzones de las Galápagos? La respuesta es sí: como muestran los datos de la Tabla 3.2, los descendientes de las aves que sobrevivieron a la sequía de 1977 fueron significativamente más grandes, en promedio, que la población que existía antes de la sequía. Capítulo 3 Selección natural darwiniana 57 Tamaño corporal medio de los pinzones (a) Machos 0,8 0,4 Todas las aves 0,0 Hembras -0,4 Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene 1975 1976 1977 1978 (b) Grandes y duras Figura 3.7 Cambios en el tamaño corporal de los pinzones terrestres y en las características de las semillas (a) Estos Características medias de las semillas 6,0 5,0 4,0 Pequeñas y blandas Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene Abr Jul Oct Ene 1975 3.3. 1976 1977 1978 gráficos muestran el tamaño corporal de los pinzones capturados antes, durante y después de la sequía en Daphne Major. (Los ejes no tienen unidades, ya que el tamaño corporal se calculó como una medida compuesta, llamada medida de componentes principales.) La línea “todas las aves” representa el promedio de hembras y machos. Como en la Figura 3.5, los puntos representan medias poblaciones, las líneas verticales errores típicos y se han dibujado las líneas entre puntos simplemente para que sea más fácil ver la tendencia. (b) Este gráfico muestra los cambios en la dureza de las semillas disponibles en Daphne Major antes, durante y después de la sequía. El índice de dureza, indicado en el eje de las y, es una medida especial inventada por Boag y Grant (1981). Reimpreso con permiso. Copyright © 1981, American Association for the Advancement of Science. La naturaleza de la selección natural Aunque la Teoría de la Evolución por selección natural se puede exponer de manera concisa, puede ser difícil comprobarla rigurosamente en las poblaciones naturales, validarla y comprenderla a fondo. Una de las razones es que es esencial un proceso estadístico: el cambio de la distribución de los caracteres en las poblaciones. El razonamiento estadístico no es fácil para mucha gente y hay un número de ideas ampliamente compartidas acerca de la selección natural que son incorrectas. En esta sección nuestro objetivo es tratar algunos puntos clave acerca de cómo la selección actúa y no actúa. La selección natural actúa sobre los individuos, pero sus consecuencias son poblacionales Cuando se seleccionaron las cepas del VIH al exponerlas al AZT, o cuando se seleccionaron las poblaciones de pinzones por cambios en la disponibilidad de semillas, ninguno de los individuos seleccionados (virus o pinzones) cambió en absoluto. Simplemente unos sobrevivieron al efecto de la selección mientras que otros murieron, o se reprodujeron más que los virus o pinzones competidores. Lo que cambió después del proceso selectivo fueron las características de las poblaciones de virus o de pinzones, no los propios individuos afectados. Concretamente, un mayor porcentaje de virus VIH de la población fue 58 PARTE I Introducción Tabla 3.2 Respuesta evolutiva a la selección Estos datos resumen los cambios en las medias poblacionales de los caracteres del tamaño corporal y del pico en Geospiza fortis antes y después de la sequía de 1976-1977. SE es la abreviatura de “Standard Error” (error típico), que cuantifica la cantidad de variación alrededor del valor medio. La columna delta (∆) muestra las diferencias entre generaciones. Antes de la selección 1976 Generación siguiente 1978 Carácter Media SE Media SE ∆ Peso (g) 16,06 0,06 17,13 0,13 +1,07 Longitud del ala (mm) 67,88 0,10 68,87 0,20 +0,99 Longitud del tarso (mm) 19,08 0,03 19,29 0,07 +0,21 Longitud del pico (mm) 10,63 0,03 10,95 0,06 +0,32 9,21 0,03 9,70 0,06 +0,49 8,58 0,02 8,83 0,05 +0,25 Altura del pico (mm) Anchura del pico (mm) Tamaño de muestra 634 135 Fuente: Grant y Grant 1995 La selección natural no cambia las características de los individuos. Cambia las características de las poblaciones. capaz de replicar en presencia del AZT, y una mayor proporción de pinzones tenía los picos más altos. Dicho de otra manera, el esfuerzo por romper las semillas de Tribulus no hizo que los picos de los pinzones fueran más altos y que sus cuerpos fueran más grandes, y la necesidad de transcribir RNA en presencia del AZT no cambió la composición de aminoácidos del lugar activo de la transcriptasa inversa. Lo que ocurrió es que aumentó el tamaño promedio del pico y del cuerpo en la población de pinzones debido a que los pinzones más pequeños murieron con mayor probabilidad que los más grandes y la secuencia promedio del lugar activo de la transcriptasa inversa cambió debido a que ciertos mutantes tuvieron una mejor oportunidad de fabricar nuevos virus. La selección natural actúa sobre los fenotipos, pero la evolución consiste en cambios en las frecuencias alélicas Los pinzones de tamaño grande y picos altos habrían sido favorecidos durante el período de sequía, incluso si toda la variación de la población hubiera sido ambiental en su origen (es decir, si la heredabilidad hubiera sido cero). Pero no se habría dado evolución. La frecuencia de los fenotipos observados antes y después de la selección habría cambiado, pero en la generación siguiente la distribución de los fenotipos tendría que volver a lo que fue antes de la selección. Ya que la evolución es la respuesta a la selección, sólo se da cuando los caracteres seleccionados tienen una base genética. La variación en el fenotipo de los pinzones, sobre la que actuó la selección natural, tenía una base genética. Por ello, la distribución de los fenotipos cambió en la generación siguiente. La selección natural se observa mirando hacia atrás, no hacia delante Cada generación es el producto de la selección por las condiciones ambientales que prevalecieron en la generación anterior. Los descendientes de los virus VIH y de los pinzones que sufrieron la selección natural están mejor adaptados al ambiente dominado por Capítulo 3 Selección natural darwiniana 59 el AZT o por las condiciones de sequía, respectivamente, que lo estuvo la generación paterna. Sin embargo, si el ambiente cambia de nuevo durante la vida de estos descendientes, no estarían necesariamente adaptados a las nuevas condiciones. Un error corriente es pensar que los organismos se pueden adaptar a condiciones futuras o que la selección puede mirar hacia delante en el sentido de anticiparse a los cambios ambientales en generaciones futuras. Esto es imposible. La evolución se da siempre una generación después de cualquier cambio en el ambiente. La selección natural puede producir nuevos caracteres, aun cuando actúa sobre caracteres ya existentes La selección natural adapta a las poblaciones a condiciones que prevalecían en el pasado, no a condiciones que podrían darse en el futuro. La selección natural puede actuar sólo a partir de la variación que ya existe en la población. Por ejemplo, la selección no puede crear de manera instantánea un pico nuevo y óptimo para romper los frutos de Tribulus. Únicamente selecciona a partir del rango de los picos que existen en la población. Sin embargo, con el tiempo, la selección natural puede dar lugar a caracteres nuevos. La evolución de nuevos caracteres es posible porque, en cada generación, las mutaciones dan lugar a nuevas variantes y por ello una nueva serie de caracteres sobre los que la selección puede actuar. Para entender por qué esto es importante, consideremos los resultados de un experimento de selección natural llevado a cabo en la Universidad de Illinois (Leng 1962). Un grupo de investigadores comenzó con 163 mazorcas de maíz, en las que se comprobó el contenido en aceite de los granos, encontrándose que la cantidad variaba del 4 al 6%. Seleccionaron las 24 mazorcas con mayor contenido de aceite como padres de la siguiente generación, obtuvieron los descendientes, comprobaron el contenido en aceite de los granos y seleccionaron de nuevo a los individuos con mayor contenido en aceite como padres de la siguiente generación. Continuando este régimen de selección durante 60 años, los investigadores lograron producir plantas de maíz cuyos granos tenían un contenido en aceite alrededor del 16% (Figura 3.8). No hay solape entre la distribución del contenido de aceite en las poblaciones ancestral y descendiente. La evolución ha dado lugar a un nuevo valor del carácter. La selección natural puede dar lugar también a características novedosas. Esto es posible debido a que la selección es capaz de “reorientar” comportamientos, estructuras o Contenido en aceite de los granos de maíz (%) 16 14 12 10 8 6 Rango de la población original 4 2 0 0 10 20 30 40 50 Generaciones seleccionadas 60 Figura 3.8 La selección continuada puede dar lugar a cambios espectaculares en los caracteres Véase el texto para su explicación. Modificado de Leng (1962). Reimpreso con permiso de Blackwell Wissenschafts-Verlag GmbH. 60 PARTE I Introducción genes ya existentes hacia funciones nuevas. El pulgar del panda gigante es un buen ejemplo (Gould 1980). Los pandas utilizan dicha estructura como un sexto dedo cuando se alimentan de su comida favorita, el bambú. Como se muestra en la Figura 3.9, pasan los tallos por el hueco entre el pulgar y los otros cinco dedos para arrancar las hojas y alcanzar los vástagos que se comen. Pero este sexto dedo no es un auténtico pulgar. Anatómicamente, el hueso que forma el “pulgar” es un hueso sesamoideo radial muy modificado, que en especies íntimamente relacionadas forma parte de la muñeca. Sabiendo de qué manera actúa la selección natural en poblaciones contemporáneas, suponemos que cuando las primeras poblaciones del panda comenzaron a explotar el bambú, habría variación individual en cuanto a la longitud del hueso sesamoideo radial. Como consecuencia de una selección continuada y potente, durante muchas generaciones, la longitud promedio del hueso aumentó hasta alcanzar sus proporciones actuales. Un carácter que se utiliza de un modo novedoso y que se transforma finalmente por selección en una estructura completamente nueva, como el sesamoideo radial de los ancestros del panda, se conoce como preadaptación. Un punto importante acerca de las preadaptaciones es que son una casualidad. Una preadaptación mejora la eficacia de un individuo por accidente, no porque la selección natural sea consciente o vea el futuro. La selección natural no es “perfecta” Los párrafos anteriores subrayan que la selección natural está continuamente mejorando la adaptación.Aunque esto es cierto, es igualmente importante constatar que la evolución no da lugar a caracteres “perfectos”. Para entender este punto, consideremos que cuando Boag y Grant analizaron sus datos sobre la supervivencia de los pinzones después de la sequía de 1977, advirtieron que también habían sobrevivido mejor individuos con picos relativamente estrechos. Esto tiene sentido porque los pinzones aprietan por ambos lados cuando rompen los frutos de Tribulus, y los picos más estrechos concentran la fuerza de manera más efectiva a ambos lados. (a) (b) 5 dedos "Pulgar" Caña de bambú "Pulgar" Sesamoide radial Figura 3.9 El pulgar del panda (a) Los pandas gigantes arrancan las hojas de bambú haciendo pasar el tallo por sus manos. (Bill Kamin/Visuals Unlimited) (b) En este dibujo se muestra como el “pulgar” del panda forma una ranura por la que pasa el tallo del bambú. Según Endo et al. 1999. Capítulo 3 Selección natural darwiniana 61 Pero los picos más anchos están correlacionados positivamente con picos más altos y con un mayor tamaño corporal. Por ello, las aves con picos más altos, que son adecuados para aplicar la presión hacia abajo, tienden también a tener picos más anchos, que son menos efectivos para aplicar la fuerza por los lados. Probablemente, existe esta correlación debido a que los mismos genes afectan a la altura y a la anchura del pico y al tamaño corporal, haciendo que todos los caracteres sean más grandes, o más pequeños, de manera conjunta. La conclusión es que la selección por tamaño más grande y picos más altos produce picos más anchos, aun cuando deberían favorecerse picos más estrechos Este es un punto importante. Debido a la correlación genética entre caracteres, la selección natural no optimiza todos los caracteres implicados. La selección natural da lugar a la adaptación, pero no a la perfección. La selección natural no es ni aleatoria ni progresiva La evolución por selección natural se caracteriza a veces como un proceso aleatorio, pero nada puede estar más lejos de la realidad. La evolución por selección natural no es aleatoria, ya que aumenta la adaptación al ambiente. Sin embargo, como los ejemplos del VIH, de los pinzones y del panda demuestran, el proceso de selección no aleatoria está completamente libre de cualquier intencionalidad consciente. Realmente Darwin llegó a rechazar la frase acuñada “seleccionada naturalmente” porque la gente creía que la palabra selección implicaba un acto consciente o la elección por algún ser. No ocurre nada de esto. Además, aunque la evolución tiende con el tiempo a aumentar la complejidad, el grado de organización y la especialización de los organismos, no es progresiva en el sentido de conducir hacia algún objetivo predeterminado. La evolución hace organismos “mejores” sólo en el sentido de aumentar la adaptación a su ambiente. No hay una tendencia inevitable hacia formas más avanzadas de vida. Por ejemplo, las tenias actuales no tienen sistema digestivo y han evolucionado realmente para ser más simples que sus antecesores. Las serpientes evolucionaron a partir de antecesores que tenían extremidades. Las aves más primitivas del registro fósil tenían dientes. Desgraciadamente, una visión finalista de la evolución tardará en desaparecer. Incluso Darwin tenía que recordarse a sí mismo lo de “nunca usar las palabras superior o inferior” cuando se discutían relaciones evolutivas. Es cierto que algunos organismos descienden de linajes antiguos y otros de linajes más recientes, pero todos los organismos del registro fósil y los que viven en la actualidad fueron adaptados a sus ambientes.Todos ellos son capaces de sobrevivir y reproducirse. Ninguno es “superior” o “inferior” respecto de cualquier otro. La eficacia no es circular La Teoría de la Evolución por selección natural se critica a menudo (no por biólogos) de tautológica, o circular en su razonamiento. Es decir, después de revisar los cuatro postulados de Darwin, se podría decir “Desde luego, los individuos con variaciones favorables son los únicos que sobreviven y se reproducen, debido a que la teoría define como favorable la capacidad para sobrevivir y reproducirse.” La clave para resolver el problema es darse cuenta de que la palabra “favorable”, aunque es una abreviatura cómoda, es falsa. El único requerimiento para la selección natural es que ciertas variantes lo hagan mejor que otras, como opuesto a las aleatorias. Siempre que un grupo no aleatorio de la población sobreviva mejor y deje más descendientes, se producirá selección natural. En los ejemplos que hemos analizado, la investigación no solo determinó qué grupos no aleatorios sobrevivieron a un hecho selectivo, sino también descubrió por qué se favoreció a dichos grupos. No hay plantas o animales superiores o inferiores. 62 PARTE I Introducción En el presente también debería tener sentido que la eficacia darwiniana no es un valor abstracto. La eficacia se puede medir en la naturaleza. Se hace contando los descendientes que producen los individuos durante su vida u observando la capacidad de los individuos para sobrevivir a un suceso selectivo y comparando la actuación de cada individuo respecto de otros individuos de la población. Éstos son criterios objetivos, independientes y mensurables para estimar la eficacia. La selección natural actúa sobre individuos, no sobre grupos Los individuos no hacen cosas por el bien de la especie. Se comportan de modo tal que maximizan su propia eficacia. Uno de los errores más persistentes sobre la selección natural, especialmente la selección en el comportamiento animal, es que los individuos realizan acciones por el bien de la especie. El autosacrificio, o comportamiento altruista, se da en la naturaleza. Los perritos de las praderas hacen llamadas de alarma cuando se aproximan los predadores, lo que dirige la atención hacia ellos mismos. Las leonas a veces cuidan cachorros que no son suyos. Pero la selección no puede favorecer caracteres a menos que incrementen la eficacia de sus portadores en relación con la competencia individual. Si hay un alelo que produce un comportamiento realmente altruista, es decir, un comportamiento que reduce la eficacia del portador y aumenta la eficacia de otros, sería seleccionado fuertemente en contra. Como veremos en el Capítulo 10, se ha encontrado que todo comportamiento altruista que ha sido estudiado en detalle aumenta la eficacia del altruista, bien porque los beneficiarios del comportamiento son parientes genéticos muy próximos (como en los perritos de las praderas) o porque los beneficios con recíprocos (como en el cuidado de la crías en los leones). Sin embargo, la idea de que los animales harán cosas para el bien de la especie está tan arraigada que consideraremos este punto una segunda vez. Consideremos de nuevo a los leones. Los leones viven en grupos sociales llamados manadas. Coaliciones de machos luchan para tomar posesión de la manada. Si un nuevo grupo de machos derrota en combate a los machos de la manada, los recién llegados matarán rápidamente a todas las crías. Estas crías no están emparentadas con ellos. Matar a las crías aumenta la eficacia de los nuevos machos, ya que las hembras volverán a ser fértiles de nuevo muy pronto y concebirán descendientes para los nuevos machos (Packer y Pusey 1983, 1984). El infanticidio está muy extendido entre los animales. Claramente, un comportamiento de este tipo no existe por el bien de la especie. El infanticidio existe, más bien, porque en ciertas circunstancias aumenta la eficacia de los individuos que lo realizan frente a los que no lo realizan. 3.4. La evolución del darwinismo Ya que la evolución por selección natural es un rasgo de organización general de los sistemas vivientes, la teoría de Darwin se sitúa como una de las grandes ideas en la historia del intelecto. Su impacto en la Biología es análogo al que tuvieron las leyes de Newton sobre la Física, la teoría de Copérnico sobre el Sol como centro del Universo en la Astronomía y la Teoría de las Placas Tectónicas en Geología. En palabras del genético evolutivo Theodosius Dobzhansky (1973):“Nada en Biología tiene sentido si no es a la luz de la evolución.” No obstante, a pesar de su fuerza, la Teoría de la Evolución por selección natural no fue aceptada universalmente por los biólogos hasta 70 años después de su propuesta inicial. Había tres problemas serios con la teoría, tal como fue formulada originalmente por Darwin, que había que resolver. 1. Ya que Darwin no sabía nada acerca de la mutación, no tenía idea de cómo se generaba la variabilidad en las poblaciones. Por ello, no pudo responder a las críticas que mantenían que la cantidad de variabilidad en las poblaciones era estrictamente limitada, y que la selección natural la pulverizaría hasta detenerse cuando la variabilidad se agotase. No fue hasta principios del siglo XX, cuando genéticos como Thomas Capítulo 3 Selección natural darwiniana 63 Hunt Morgan comenzaron a experimentar con las moscas de la fruta, cuando los biólogos comenzaron a entender la naturaleza continua y universal de la mutación. Morgan y sus colegas demostraron que se producen mutaciones en cada carácter y en cada generación. 2. Ya que Darwin no sabía nada acerca de la genética, no tenía idea de cómo pasaba la variación a los descendientes. No fue hasta el redescubrimiento y verificación de los experimentos de Mendel con guisantes, 35 años después de su publicación, cuando los biólogos comprendieron cómo los caracteres paternos pasan a los descendientes. Las leyes de la segregación y de la transmisión independiente de Mendel confirmaban el mecanismo del postulado 2, que afirma que algo de la variación observada en las poblaciones es heredable. Hasta entonces, muchos biólogos proponían que los genes actuaban como los pigmentos en la pintura. Los abogados de esta hipótesis, llamada herencia de las mezclas, argüían que las mutaciones favorables simplemente se mezclarían gradualmente con los caracteres existentes y se perderían. En 1867, el ingeniero escocés Fleeming Jenkin publicó un tratamiento matemático de la herencia de las mezclas, en un famoso y cuidado experimento relativo a los descendientes de personas con piel clara y piel oscura. Por ejemplo, si un marino de piel oscura quedara embarrancado en una isla ecuatorial habitada por personas de piel clara, el modelo de Jenkins predice que, independientemente de lo ventajosa que pudiera ser la piel oscura (por ejemplo, por reducir el cáncer de piel), la población nunca llegaría a ser de piel oscura debido a que caracteres como el color de la piel se mezclan. Si el ma rinero de piel oscura tuviera hijos con una mujer de piel clara, éstos serían de piel morena. Si éstos tuvieran a su vez hijos con personas de piel clara, sus hijos tendrían la piel morena clara y así sucesivamente. De manera inversa, si un marinero de piel clara embarrancara en una isla septentrional habitada por personas de piel oscura, la herencia de las mezclas indicaba que, independientemente de lo ventajosa que fuera la piel clara (por ejemplo, al facilitar la síntesis de la vitamina D por la luz UV), la población nunca llegaría a tener la piel clara. En la herencia de las mezclas las nuevas variantes se empantanan, y las nuevas mutaciones se diluyen, hasta que dejan de tener efectos mensurables. Para que la selección natural actúe, las nuevas variantes favorables deben de pasar a los descendientes intactas y permanecer discretas. Desde luego, ahora comprendemos que los fenotipos se mezclan en algunos caracteres, como en el color de la piel, pero los genotipos nunca lo hacen. De hecho, la hipotética población de Jenkins se convertiría gradualmente de piel más oscura o más clara si la selección fuera fuerte y la mutación añadiera continuamente en las poblaciones variantes para piel oscura o para piel clara a través de cambios en los genes implicados en la producción de melanina (Figura 3.10). El mismo Darwin batalló con el problema de la herencia, adoptando finalmente una hipótesis totalmente incorrecta, basada en el trabajo de Jean-Baptiste Lamarck. Lamarck fue un gran biólogo francés de principios del siglo XIX que propuso que las especies evolucionan por la herencia de los cambios producidos en los individuos1. La idea de Lamarck fue rompedora por dos razones: reconoce que las especies han cambiado con el tiempo y propone un mecanismo para que se produzca dicho cambio. Sin embargo, su teoría fue errónea porque los descendientes no heredan los cambios fenotípicos adquiridos por sus padres. Si una persona desarrolla su musculatura elevando pesas, sus descendientes no serán más musculosos; si las jirafas estiran sus cuellos para alcanzar las hojas más altas de los árboles, esto no tiene consecuencias para la longitud de los cuellos de sus descendientes. 3. Lord Kelvin, el más famoso físico del siglo XIX, publicó una serie de trabajos importantes hacia 1860, calculando la edad de la Tierra en un máximo de unos 15 a 20 millones de años. El análisis de Kelvin se basaba en la medida del calor 1 Nota del traductor. La idea básica de Lamarck fue que los organismos “sentían” el impulso por evolucionar, por progresar. La idea de que los caracteres adquiridos se heredan no repugnaba a Darwin. 64 PARTE I Introducción CH2 HO CH2 H-C-COOH HO H2N H-C-COOH HO H2N Tirosina Figura 3.10 Por qué no se produce la herencia de mezcla En este esquema se muestra la vía metabólica de la melanina, el pigmento oscuro de la piel humana. La vía implica una serie de pasos que comienzan con la fenilalanina o tirosina, que son aminoácidos frecuentes en la dieta. Las enzimas responsables para catalizar cada una de las reacciones presentadas, están codificadas por varios genes distintos. Debido a que los diferentes alelos de estos genes tienen diferentes niveles de actividad, y debido a que la vía hacia la melanina implica numerosos pasos, el color de la piel es consecuencia de la actividad de muchos genes y alelos. En este sentido, la acción de los genes se mezcla para dar lugar al fenotipo. Sin embargo, ya que cada alelo es diferente, cada efecto de las enzimas sobre la vía metabólica pasa a los descendientes intacto. Ésta es la razón por la que no hay herencia de mezcla. O O CH2 H-C-COOH O N H HO HO COOH O H2 N O N H O N H Polimerización Melanina (sustancia compleja de elevado peso molecular) del Sol y en las temperaturas actuales de la Tierra. Debido a que el fuego era la única fuente de calor conocida en aquel tiempo, Kelvin supuso que el Sol estaba quemándose como un enorme conjunto de carbón. Esto tenía que significar que el Sol se estaba consumiendo gradualmente, irradiando progresivamente menos calor con el paso de los milenios. Por ello, tanto geólogos como físicos llegaron al convencimiento de que la superficie de la Tierra se estaba enfriando gradualmente. Esto se basaba en la suposición de que la Tierra estuviera cambiando de un estado fundido a un estado sólido por radiación de calor a la atmósfera. Esta suposición parecía estar apoyada por la medida de la temperatura, progresivamente mayor, en pozos profundos de las minas. Estos datos permitieron a Kelvin calcular el ritmo de enfriamiento por radiación. Lo importante de los cálculos de Kelvin fue que la transición de caliente a frío del Sol y de la Tierra proporcionaba un estrecho margen de tiempo para que la vida sobre la Tierra fuera posible. Este margen era claramente demasiado estrecho para permitir que se acumularan los cambios graduales que propugnaba el darwinismo y proporcionaba un sólido apoyo a la creación instantánea y especial para explicar la adaptación y la diversidad. El descubrimiento de los isótopos radioactivos a principios del siglo XX cambió todo esto. Los cálculos de Kelvin eran inatacables, pero sus suposiciones eran completamente equivocadas. Los geólogos y los físicos confirmaron que el calor de la Tierra es un subproducto de la desintegración radioactiva y no del enfriamiento por radiación y que la energía solar es consecuencia de la fusión nuclear y no de la combustión. La síntesis moderna resuelve décadas de controversia sobre la validez de la evolución por selección natural. La síntesis moderna La comprensión de la variabilidad, la herencia y el tiempo fue tan difícil que los primeros 70 años de la biología evolutiva se caracterizaron por su turbulencia (véase Provine 1971; Capítulo 3 Selección natural darwiniana 65 Mayr 1980, 1991). Pero entre 1932 y 1953 se publicaron una serie de libros importantes que integraron con éxito la genética con los cuatro postulados de Darwin y condujeron a la reformulación de la Teoría de la Evolución. Esta reformulación, conocida como la síntesis moderna de la Teoría de la Evolución, fue una teoría consenso basada en dos propuestas: • La evolución gradual es consecuencia de pequeños cambios genéticos sobre los que actúa la selección natural. • El origen de las especies y de los taxones superiores, o macroevolución, se puede explicar en términos de la selección natural que actúa sobre los individuos, o microevolución. Con la síntesis, los cuatro postulados originales de Darwin, y sus consecuencias, pudieron reformularse de la siguiente manera: 1. Como consecuencia de la mutación, que da lugar a nuevos alelos, y de la segregación y transmisión independientes de éstos, que los barajan dando lugar a combinaciones nuevas, los individuos de las poblaciones son variables para casi todos los caracteres. 2. Los individuos pasan a sus descendientes sus alelos intactos. 3. En muchas generaciones se producen más descendientes de los que pueden sobrevivir. 4. Los individuos que sobreviven y llegan a reproducirse, o aquellos que tienen más descendientes, son los que tienen alelos y combinaciones alélicas que los adaptan mejor a su ambiente. El resultado es que los alelos asociados con mayores eficacias aumentan en frecuencia de generación en generación. Esta idea de la vida Darwin terminó la introducción de la primera edición de Sobre el origen de las especies con una frase que todavía representa la visión consensuada de los biólogos evolutivos (Darwin 1859, p. 6): “La selección natural ha sido el principal, aunque no el exclusivo, medio de modificación.” Nosotros pensamos ahora en las modificaciones en términos de cambios en las frecuencias de los alelos responsables de caracteres, como la altura del pico y la resistencia al AZT. Somos mas finamente conscientes de otros procesos que dan lugar a cambios evolutivos, además de la selección natural. (Los Capítulos del 4 al 6 exploran estos procesos en detalle.) Pero la visión darwiniana de la vida, como una competición entre individuos con capacidades diferentes para sobrevivir y reproducirse, se ha demostrado correcta casi en todos los detalles. Como Darwin escribió en su frase final (1859, p. 490): ”Hay grandeza en esta idea de que la vida, con sus diversas energías, fue originalmente alentada en contadas formas, o acaso en una sola; y que, mientras este planeta ha ido girando de acuerdo con las leyes fijas de la gravedad, desde aquel principio tan sencillo se han desarrollado y están evolucionando, incontables formas de lo más hermosas y maravillosas.” Los creacionistas quieren que 3.5. El debate sobre el “creacionismo científico” La controversia científica sobre el hecho de la evolución terminó hacia finales el siglo XIX, cuando las pruebas revisadas en el Capítulo 2 sobrepasaron a las críticas.Todavía se discutió hasta finales de los años 1930 si la selección natural era el proceso primario responsable tanto de la adaptación como de la diversidad, cuando los trabajos de la síntesis moderna proporcionaron una base mecanicista a los cuatro postulados de Darwin y unificaron la micro- y la macroevolución. La evolución por selección natural se considera en la actualidad la gran idea unificadora de la biología.Aunque el discurso científico acerca de la vali- la Teoría de la Creación Especial sea enseñada en las escuelas públicas, aun cuando fue rechazada como alternativa viable a la Teoría de la Evolución por selección natural hace un siglo. 66 PARTE I Introducción dez de la evolución por selección natural terminó hace más de medio siglo, en Estados Unidos y en Europa todavía continua una controversia política y filosófica (Holden 1995; Kaiser 1995). ¿Cuál es este debate y por qué se mantiene? Historia de la controversia El juicio de los monos contra Scopes en 1925 es quizá el suceso más conocido de un debate religioso que ha durado desde la primera publicación de Darwin (véase Gould 1983, ensayo 20). John Scopes fue un maestro de biología que enseñaba darwinismo en violación de la Ley Butler del Estado de Tennessee, que prohibía la enseñanza de la evolución en las escuelas públicas.William Jennings Bryan, un famoso político y orador fundamentalista, fue el fiscal; Clarence Darrow, el más renombrado abogado defensor de su generación, representó a Scopes.Aunque Scopes fue declarado culpable y multado con 100 dólares, el juicio se percibió ampliamente como un gran triunfo de la evolución ya que Bryan había sugerido, en el estrado de los testigos, que los seis días de la creación descritos en el Génesis 1:1-2:4, podrían haber sido días de más de 24 horas. Esto se consideró una inconsistencia grave y un revés a la integridad del punto de vista creacionista. Pero lejos de terminar el debate sobre la enseñanza de la evolución en las escuelas de los Estados Unidos, el juicio de Scope fue simplemente un paso intermedio. De hecho, la Ley Butler permaneció vigente hasta 1967; no fue hasta 1968, con el juicio de Epperson contra Arkansas, en que la Corte Suprema de los Estados Unidos anuló las leyes que prohibían la enseñanza de la evolución. Los argumentos de la Corte se basaron en la separación de la Iglesia y del Estado en la Constitución de los Estados Unidos. En respuesta, los grupos religiosos fundamentalistas de los Estados Unidos reformularon sus argumentos como “ciencia de la creación” y pidieron el mismo tiempo para la que para ellos era, insistían, una teoría alternativa al origen de las especies. Hacia finales de 1970, 26 legislaturas estatales debatieron la legislación del “tiempo igual” (Scott 1994). Arkansas y Louisiana aprobaron tales leyes sólo para tener que derribarlas en las cortes estatales. Entonces se apeló ante la Corte Suprema de los Estados Unidos la Ley de Louisiana en todos sus términos, que decidió en 1987 (Edwards contra Aquillard) que debido a que el creacionismo es esencialmente una idea religiosa, enseñarla en las escuelas públicas era una violación de la primera enmienda. Sin embargo, dos jueces escribieron formalmente que, no obstante, sería aceptable que los maestros presentasen teorías alternativas a la evolución (Scott 1994). Una respuesta de los oponentes a la evolución ha sido eliminar las palabras creación y creador de sus escritos y pedir o bien igual tiempo para enseñar que no ha ocurrido evolución o para enseñar una propuesta llamada Teoría del Diseño Inteligente, que se refiere a la presencia de un creador de la perfección y de la adaptación de los organismos actuales (Scott 1994; Schmidt 1996). La complejidad y perfección de los organismos es realmente una objeción largamente aducida contra la evolución por selección natural. Darwin fue consciente de esto; en su Origen dedicó una sección del capítulo titulado “Dificultades de la teoría” a los “órganos de gran perfección.” ¿Cómo puede la selección natural, escogiendo cambios aleatorios del genoma, producir caracteres complejos e integrados como el ojo de los vertebrados? Perfección y complejidad en la naturaleza El clérigo inglés William Paley escribió en 1802, en apoyo a la Teoría de la Creación Especial, un argumento ahora clásico. Si una persona encuentra un reloj y descubre que fue un instrumento especialmente complejo y preciso, debería deducir, lógicamente, que habría sido construido por un relojero altamente cualificado. Entonces Paley hizo un paralelismo entre el reloj y la perfección del ojo de los vertebrados y pidió a sus lectores que Capítulo 3 Selección natural darwiniana 67 dedujeran la existencia de un Creador perfecto y con propósito. Argumentaban que los organismos están tan bien construidos que tienen que haber sido el trabajo de un diseñador consciente. Esta lógica, todavía utilizada por los creacionistas en la actualidad, recibe el nombre del argumento del diseño (Dawkins 1986). Ya que percibimos la perfección y la complejidad del mundo natural, parece que la evolución por selección natural desafía la credulidad.Aquí hay, realmente, dos asuntos. El primero es cómo cambios al azar pueden dar lugar a un orden. Las mutaciones son sucesos aleatorios, por lo que la producción de variación en una población se da al azar. Pero la selección de dichas variantes, o mutantes, no es al azar: está dirigida en el sentido de aumentar la eficacia biológica.Y lo que nosotros percibimos como altamente ordenado, complejo o incluso perfecto en el mundo natural son las adaptaciones: estructuras o comportamientos que aumentan la eficacia. Pero no hay nada consciente o inteligente debajo del proceso. El biólogo Richard Dawkins captó este punto refiriéndose a la selección natural como a un “relojero ciego.” Un segundo asunto, íntimamente relacionado, es ¿cómo han podido evolucionar, mediante el proceso darwiniano de acumulación gradual de pequeños cambios, estructuras tan complejas y altamente integradas, como el ojo de los vertebrados? Cada etapa evolutiva tendría que incrementar la eficacia de los individuos de la población. Por ejemplo, un creacionista, llamado Michael Behe (1996), reclama que los sistemas biológicos, como las vías metabólicas, son “de una complejidad irreducible,” y que no es posible que sean el resultado de la selección natural. En contraste, el darwinismo propone que las estructuras complejas han evolucionado a través de una serie de estados intermedios o formas graduales. ¿Es esto cierto? Por ejemplo, cuando consideramos una estructura como la del ojo, ¿encontramos realmente una serie de formas, algunas más complejas que otras? La respuesta a estas cuestiones es sí. En algunas especies unicelulares hay realmente orgánulos celulares con funciones análogas a las del ojo. Por ejemplo, las manchas oculares de una serie de protozoos llamados euglenoides, contienen moléculas que absorben la luz, que están oscurecidas por un lado por pigmento. Cuando estas moléculas absorben luz, sufren cambios estructurales.Ya que la luz les puede llegar sólo por un lado, un cambio en la molécula que absorbe luz tiene información útil acerca de dónde viene la luz. Incluso algunos dinoflagelados tienen un orgánulo, parecido a una lente, que puede concentrar la luz sobre la capa de pigmento. Sin embargo, es improbable que estos protistas unicelulares puedan formar una imagen, ya que no son capaces de un proceso nervioso. Más bien, sus ojos funcionan, probablemente, transmitiendo información acerca de la profundidad de la célula en la columna de agua, lo que ayuda a ésta a orientarse y a nadar hacia la luz. Los ojos más complejos tienen una unidad básica llamada fotorreceptor. Es una célula que tiene pigmento capaz de absorber la luz. El tipo más simple de ojo pluricelular consta de unas pocas células fotorreceptoras en un hueco o dispuestas en copa, y se presenta en las Figuras 3.11a y 3.11b. Este tipo de ojo se encuentra en una gran variedad de taxones, como los platelmintos, poliquetos (gusanos segmentados del filum de los anélidos), algunos crustáceos (camarones, cangrejos y similares) y algunos vertebrados. Estos órganos se utilizan para orientación y para el control de la longitud del día (Willson 1984; Brusca y Brusca 1990). Ojos ligeramente más complejos, como los presentados en la Figura 3.11c, tienen cálices ópticos, con una estrecha abertura que actúa como lente y pueden formar imágenes, al menos en algunas especies. Se encuentran en unos pocos nemertinos (gusanos cinta) y anélidos (gusanos segmentados), copépodos, moluscos primitivos y nautiloideos. Los ojos más complejos (Figura 3.11d) se clasifican en dos categorías funcionales que se basan en si las células fotorreceptoras están dispuestas en una lámina cóncava, como una retina, como los ojos de los vertebrados y pulpos, o convexa, El argumento del diseño sostiene que las adaptaciones deben producirse por la acción de una entidad consciente. 68 PARTE I Introducción (a) Células pigmentadas Células epiteliales Fibras nerviosas (b) Células pigmentadas (c) Cavidad llena de agua Epitelio Capa pigmentada (retina) Fibras nerviosas Nervio óptico (d) Córnea Cristalino Córnea Iris Figura 3.11 Variación en los ojos de los moluscos (a) Mancha pigmentaria; (b) copa simple con pigmento; (c) copa óptica simple que se encuentra en gasterópodos primitivos; (d) los ojos complejos con lentes de un caracol marino llamado Littorina y de un pulpo. Las células pigmentarias se muestran en color. Cristalino Retina Nervio óptico como el ojo compuesto de los insectos y otros artrópodos (Goldsmith 1990). Estos ojos tienen lentes y en la mayoría de los casos pueden formar imágenes. Sin embargo, es importante reconocer que los ojos más simples que hemos revisado no representan formas intermedias en el camino hacia estructuras más avanzadas. Las manchas oculares, las copas y fosas pigmentadas que se encuentran en los seres vivos son adaptaciones actuales al problema de la sensibilidad a la luz. No son formas ancestrales. Sin embargo, se puede argumentar que los tipos de ojos discutidos aquí forman un sendero evolutivo (Gould 1983, ensayo 1). Es decir, es concebible que ojos como estos constituyan estadios intermedios en la evolución de los ojos complejos que se encuentran en los vertebrados, pulpos e insectos. Esto es exactamente lo que Darwin argüía en su sección sobre “órganos de extremada perfección.” (Para profundizar más acerca de la evolución de los ojos, véase Salvini-Plawen y Mayr 1977; Nilsson y Pelger 1994; Quiring et al. 1994; Dawkins 1994.) Otras objeciones Hemos encontrado otros cuatro argumentos que los creacionistas utilizan regularmente y hemos aportado respuestas desde una perspectiva evolutiva (véase Gish 1978; Kitcher 1982; Futuyma 1983; Gould 1983 ensayos 19, 20 y 21; Dawkins 1986; Swinney 1994). 1. La evolución por selección natural no es científica ya que no se puede probar que no es cierta y porque hace predicciones no comprobables. Cada uno de los cuatro postulados de Darwin es comprobable independientemente, por lo que la teoría cumple el criterio clásico de que las ideas deben poder comprobarse y que no son ciertas para considerarse científicas. Además, decir que los biólogos evolutivos no hacen predicciones no es cierto. Los paleontólogos predicen rutinariamente (y correctamente) qué estratos tendrán fósiles y de qué tipo (un ejemplo espectacular fue que en la Antártida se encontrarían mamíferos marsupiales fósiles); Peter y Rosemary Grant han utilizado técnicas estadísticas basadas en la teoría evolutiva para predecir correctamente la cantidad y Capítulo 3 Selección natural darwiniana 69 la dirección del cambio en las características de los pinzones durante los períodos selectivos de finales de 1980 y principios de 1990 (Grant y Grant 1993, 1995). El creacionismo científico, por otro lado, llega a una incongruencia; en palabras de uno de sus líderes, el Dr. Duane Gish (1978, p. 42): “No podemos descubrir por métodos científicos nada acerca del proceso creador utilizado por Dios.” 2. Ya que la Tierra fue creada hace unos 6.000 a 8.000 años, no ha habido tiempo suficiente para que la evolución darwiniana produzca la adaptación y la diversidad observada en los seres vivos. Los científicos de la Creación presentan teorías sobre una Tierra joven y arguyen que la mayoría de las formas geológicas y de los estratos resultaron del diluvio universal del tiempo de Noé. (Por ejemplo, véase Gish 1978 y Swinney 1994.) Muchos simplemente no creen en las suposiciones que hay detrás de la datación radiactiva y niegan la validez de los datos. La suposición del uniformismo en la evolución de la vida y de las formas terrestres también es rechazada por los científicos de la creación. De nuevo citamos a Gish (1978, p.42):“No sabemos cómo creó Dios, qué procesos utilizó, Dios utilizó procesos que ya no son operativos en el universo natural” (énfasis original). Sin embargo, las bases de la datación radioactiva se han comprobado y se ha demostrado que son correctas. La datación radioactiva ha demostrado que los estratos rocosos difieren en edad, y que la Tierra tiene unos 4.600 millones de años. 3. Ya que los organismos progresan desde formas más simples a más complejas, se viola la segunda ley de la termodinámica. Aunque la segunda ley ha sido enunciada de varios modos desde su formulación hacia finales del siglo XIX, la versión más general es: “Los procesos naturales tienden a moverse hacia un estadio de mayor desorden” (Giancoli 1955). La segunda ley se centra en el concepto de entropía. Es una cantidad que mide el estado de desorden de un sistema. La segunda ley, redactada en términos de entropía, es que:“La entropía de un sistema aislado nunca disminuye. Sólo puede mantenerse sin cambio o aumentar” (Giancoli 1995). La clave para entender la relevancia de la segunda ley para la evolución es la palabra “aislado.” La segunda ley es cierta sólo en sistemas cerrados. Sin embargo, los organismos vivos son sistemas abiertos: la Tierra, en donde formas de vida fotosintéticas captan la energía solar y la convierten en energía química que ellos y otros organismos pueden consumir. Debido a que continuamente se está añadiendo energía a los sistemas vivos, la segunda ley no es aplicable a su evolución. 4. Nadie ha visto formarse una nueva especie, por lo que la evolución es indemostrable.Y debido a que los evolucionistas dicen que la especiación es tan lenta como para no poderse observar directamente, la evolución es indemostrable y se basa en la fe. Aunque la especiación es un proceso lento, va marchando y se puede estudiar. En el Capítulo 12 exploraremos uno de los ejemplos mejor estudiados: la divergencia de la mosca del manzano en dos razas huésped distintas. Las dos formas de estas moscas dejan sus huevos en frutos distintos, que servirán de alimento a sus orugas. Como consecuencia de patrones distintos de selección natural sobre caracteres, como las preferencias por el alimento y el momento del apareamiento, están comenzando a surgir marcadas diferencias genéticas entre las dos poblaciones. La investigación en estos organismos está documentando sucesos clave en el comienzo de un proceso de escisión de una especie en dos. Ya que hay decenas de millones de especies de insectos y debido a que muchos insectos están especializados en comer plantas, lo que está sucediendo con la mosca cresa del manzano es de interés general: puede estar sufriendo un proceso que ha ocurrido muchas veces en el curso de la evolución. El Capítulo 12 introduce también otros estudios experimentales y observaciones sobre la “especiación en acción.” 70 PARTE I Introducción ¿Qué es lo que motiva la controversia? Durante décadas, la evolución por selección natural se ha considerado una de las teorías mejor documentadas y con más éxito en las ciencias biológicas. Muchos científicos no ven conflicto entre la evolución y la fe religiosa (Easterbrook 1997; Scott 1998) y muchos cristianos están de acuerdo. Por ejemplo, en 1996 el Papa Juan Pablo II reconoció que la evolución darwinista es un resultado científico firmemente establecido y afirmó que la aceptación del darwinismo es compatible con la tradicional comprensión cristiana de Dios. Si el hecho de la evolución y de la validez de la selección natural no son controvertidos y si la creencia en la evolución es compatible con la creencia en Dios, entonces, ¿por qué continúa el debate creacionista? En la discusión acerca de si la materia de la evolución debería incluirse en los textos de enseñanza, un miembro de la Junta escolar del estado de Alabama, llamado David Byers, dijo:“Es idiota e ingenuo creer que lo que se enseña a los niños acerca de lo que ellos son, y de cómo tienen que ser, no tiene nada que ver con lo que deducen acerca de por qué están aquí y cuáles son sus obligaciones, si, de hecho, tienen alguna obligación, y de cómo deberían vivir” (Radio Pública Nacional 1995). Esta frase sugiere que, para algunos creacionistas, la controversia no es acerca de la validez de las pruebas científicas o de su compatibilidad con la religión. Más bien se refiere a lo que la evolución significa para la moralidad y el comportamiento humanos. Los creacionistas y los evolucionistas comparten el deseo de que los niños crezcan y lleguen a ser adultos moralmente responsables. Los creacionistas luchan contra la evolución porque creen que es moralmente peligrosa. Los biólogos evolutivos, por otro lado, creen que los niños deberían aprender lo que la ciencia dice acerca de cómo los seres vivos llegaron a ser y les dejan que escojan las implicaciones morales, si es que las hay, por sí mismos. Resumen Antes de que Darwin comenzara su trabajo sobre el origen de las especies, muchos científicos estaban convencidos de que las especies cambian con el tiempo. La singular contribución realizada por Darwin y Wallace fue darse cuenta de que el proceso de selección natural proporcionaba un mecanismo para esta pauta, que Darwin denominó descendencia con modificación. La evolución por selección natural es el resultado lógico de cuatro hechos: (1) los individuos varían en la mayoría de sus caracteres; (2) algo de esta variación tiene base genética y puede pasar a los descendientes; (3) se producen más descendientes de los que pueden sobrevivir hasta la edad reproductora, y de aquellos que llegan, algunos tienen más éxito que otros; y (4) los individuos que más se reproducen constituyen un subgrupo de la población general no al azar, o más adaptado. Este proceso de selección da lugar a cambios en la constitución genética de las poblaciones con el tiempo o evolución. Preguntas 1. En inglés corriente, la palabra adaptación significa “un ajuste a las condiciones ambientales.” ¿En qué sentido es diferente la definición evolutiva de adaptación del sentido vulgar? 2. Razone cómo los datos sobre el pico de los pinzones demuestran los postulados de Darwin. • ¿A qué se parecería la Figura 3.3 si la altura del pico no fuera variable? • ¿A qué se parecerían los datos de la Tabla 3.2 si la altura del pico fuera variable, pero la variación no fuera heredable? • ¿Por qué en la Figura 3.4 la línea dibujada a partir de los datos de 1978, después de la sequía, está por enzima de la línea dibujada a partir de los datos de 1976, antes de la sequía? Capítulo 3 Selección natural darwiniana 71 3. De acuerdo con el texto, es correcto decir que la mayoría de los pinzones que murieron de hambre durante la sequía de 1977 lo hicieron porque “había una gran correspondencia entre el tamaño poblacional y la disponibilidad de semillas.” ¿Acepta esta hipótesis? Si la acepta, ¿por qué no presentan los datos de la Figura 3.5 una correspondencia perfecta entre el momento en que comenzó el declive en la disponibilidad de semillas y el momento en el que el tamaño de la población comenzó a declinar? 4. Suponga que está comenzando un estudio a largo plazo de una población de plantas con flores anuales, aisladas en una pequeña isla. La lectura de ciertos trabajos recientes le han convencido de que el calentamiento global es real y que dará lugar a cambios significativos a largo plazo en la cantidad de lluvia que la isla recibe. Describa las observaciones y experimentos que necesitaría hacer a fin de documentar si se da selección natural en su población de estudio a lo largo de su investigación. ¿Qué caracteres mediría y por qué? 5. Al final de un artículo acerca de cómo las mutaciones en el número variable de secuencias de DNA repetidas en tandem (VNTR) están asociadas con enfermedades, Krontiris (1995, p. 1683) escribe:“El proceso mutacional en las VNTR, realmente puede seleccionarse positivamente; escogiendo a aquellos de nosotros con edad media y mayores, la evolución lleva a nuestra especie a un combate engañoso.” Este investigador propone que la selección natural sobre la especie humana favorece a los individuos que mueren relativamente pronto. Su lógica es que morir a causa de mutaciones VNTR es beneficioso y se extenderá, ya que, como consecuencia, el conjunto de la población se hará mas joven y saludable. ¿Puede ser cierta esta hipótesis, dado que la selección actúa sobre los individuos? Explíquelo. 6. Muchos científicos en activo están relativamente poco interesados en la historia de su campo. El desarrollo histórico del darwinismo, revisado en la Sección 3.4, ¿le ayuda a comprender mejor la teoría? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Cree que es importante para la práctica científica emplear cierto tiempo estudiando la historia? 7. Recientemente, la Junta escolar de Alabama, después de revisar los textos de Biología de las escuelas, votaron pedir que se pusiera este aviso en el interior de la contraportada del libro aprobado (Radio Pública Nacional 1995): Este libro de texto discute la evolución, una teoría controvertida que algunos científicos presentan como explicación científica del origen de seres vivos como los vegetales, los animales y los humanos. Nadie estuvo presente cuando la vida apareció por primera vez en la Tierra; por consiguiente, cualquier declaración acerca del origen de la vida debe considerarse como teoría, no como un hecho. ¿Acepta esta última sentencia en esta declaración? ¿El punto de vista del inserto, se refiere a otras teorías científicas, como la teoría celular, la teoría atómica, la teoría de la tectónica de placas y la teoría bacteriana de las enfermedades? 8. En 1991, una encuesta de Gallup entre adultos de los Estados Unidos, encontró que el 47% creía que Dios había creado al hombre en los últimos 10.000 años (Root-Bernstein, 1995). Dadas las pruebas de la evolución por selección natural, comente por qué tan pocas personas en los Estados Unidos la aceptan. Explorando la bibliografía 9. En los pasados 50 años, cientos de virus, bacterias, hongos e insectos han desarrollado resistencia a medicamentos, herbicidas, funguicidas o insecticidas. Éstos son ejemplos notables de la evolución en acción. En algunos de estos casos conocemos el mecanismo molecular del cambio evolutivo implicado. Para explorar en mayor profundidad este tema, lea los siguientes trabajos. Piense acerca de cómo las pruebas de estos estudios se equiparan con las pruebas de la evolución de los pinzones de Darwin y del VIH. Anthony, R. G.,T. R.Waldin, J. A. Ray, S.W. J. Bright, and P. J. Hussey. 1998. Herbicide resistance caused by spontaneous mutation of the cytoskeletal protein tubulin. Nature 393: 260-263. Cohen, M. L. 1992. Epidemiology of drug resistance: Implications for a post-antimicrobial era. Science 257: 1050-1055. Davies, J. 1994. Inactivation of antibiotics and the dissemination of resistance genes. Science 264: 375-382. Van Rie, J.,W. H. McGaughey, D. E. Johnson, B. D. Barnett, and H.Van Melleart. 1990. Mechanism of insect resistance to the microbial insecticide Bacillus thuringiensis. Science 247: 72-74. 10 Parece improbable que pueda darse la selección de caracteres “por el bien del grupo”. Sin embargo, algunos biólogos evolutivos sostienen que en ciertas condiciones, la selección de grupo de comportamientos altruistas puede ser posible de hecho. Lea los siguientes trabajos para aprender más acerca de este tema: Avilés, L., and P.Tufino. 1998. Colony size and individual fitness in the social spider Anelosimus eximius.American Naturalist 152: 403-418. Morell,V. 1996. Genes vs. Teams: Weighing group tactics in evolution. Science 273: 739-740. (News perspective.) Wilson, D. F., and E. Sober.1994. Reintroducing group selection to the human behavioral sciences. Behavioral Brain Sciences 17: 585-609. Wilson, D. S., and L. A. Dugatkin.1997. Group selection and assortative interactions. American Naturalist 149: 336-351. 72 PARTE I Introducción Bibliografía Abbott, I., L. K. Abbott, and P. R. Grant. 1977. Comparative ecology of Galápagos ground finches (Geospiza Gould): Evaluation of the importance of floristic diversity and interspecific competition. 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Sin embargo, la selección natural no es el único proceso que altera las frecuencias alélicas. Hay otros tres mecanismos evolutivos adicionales: la mutación, la migración y la deriva genética. Debido a que ninguna de las cuatro fuerzas de la evolución pueden actuar a menos que exista variación genética, comenzamos la Parte II con un capítulo dedicado a la mutación: proceso que introduce continuamente nuevos alelos, y ocasionalmente nuevos genes, en las poblaciones. Utilizando una combinación de modelos algebraicos y pruebas experimentales, los Capítulos 5 y 6 demuestran cómo la selección, mutación, migración y deriva actúan sobre esta variación para producir cambio evolutivo. El Capítulo 6 investiga también de qué manera la consanguinidad y otras formas de apareamiento no aleatorio afectan al destino de los alelos en las poblaciones. El Capítulo 7 completa la unidad, tratando las interacciones que se dan entre loci cuando actúan las cuatro fuerzas y explorando cómo los biólogos estudian el cambio evolutivo en caracteres determinados por un gran número de genes. El objetivo global de esta parte es ofrecer una amplia perspectiva de los procesos evolutivos. Los cuatro capítulos proporcionarán una sólida comprensión de cómo y por qué ocurre la evolución, y sentarán las bases para un profundo análisis del resultado de la evolución: la adaptación y el cambio a lo largo del tiempo. Éstos son los objetivos de las Partes III y IV. CAPÍTULO 4 Mutación y variación genética Este individuo tiene una mutación que da lugar al desarrollo de seis dedos en cada mano. (Science Photo Library/Photo Researchers, Inc.) L AS MUTACIONES SON LA MATERIA PRIMA DE LA EVOLUCIÓN. SIN MUTACIÓN NO hay nuevos genes, nuevos alelos y finalmente no hay evolución. La mutación es la última fuente de variación heredable sobre la que actúa la selección natural y otros procesos evolutivos. Este capítulo tiene dos objetivos: investigar los mecanismos responsables de la generación de nuevos alelos y genes y explorar cómo los biólogos cuantifican la cantidad de variación genética que existe en las poblaciones naturales. Comenzamos revisando cómo se producen las mutaciones en una sola base y otros tipos de cambios a pequeña escala en las secuencias del DNA. Estos procesos dan lugar a nuevos alelos. Más tarde, consideramos cambios a gran escala que pueden dar lugar a nuevos genes, cambios en la organización de los cromosomas o en la alteración del número de dotaciones cromosómicas de una especie. El capítulo termina considerando cómo los investigadores analizan la variación genética intraespecífica. No obstante, el capítulo no pretende una revisión exhaustiva de todas las mutaciones que pueden afectar a la secuencia y organización de los genes. La lista de tipos de mutación, especialmente en el ámbito cromosómico, es simplemente demasiado grande. En su lugar, dedicamos nuestra atención al subgrupo de mutaciones que tienen el mayor impacto evolutivo (Tabla 4.1). 75 76 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Tabla 4.1 Tipos de mutación con impacto evolutivo importante Esta tabla resume los tipos de mutaciones revisados en este capítulo. Nombre Descripción Causa Significado Mutatión puntual Sustituciones de pares de bases en secuencia de DNA Errores en la síntesis del DNA o durante la reparación de daños en el DNA Da lugar a nuevos alelos Inversión cromosómica Inversión de un segmento cromosómico, de tal manera que se altera el orden de los genes en el cromosoma Roturas en el DNA por radiación Los alelos del interior de la inversión están “bloqueados” formando una unidad Duplicación génica Duplicación de un segmento corto de DNA, originando una copia adicional de un gen Entrecruzamiento desigual en la meiosis (véase Figura 4.3) El gen “extra” es libre para mutar y quizá adquiera una nueva función Poliploidía Adición de una dotación completa de cromosomas Errores en la meiosis o en la mitosis (en plantas) Puede dar lugar a especies nuevas 4.1. De dónde vienen los alelos nuevos Las instrucciones para construir y organizar un organismo están codificadas en su material hereditario: la molécula llamada ácido desoxirribonucleico o DNA. Como se muestra en la Figura 4.1a, el DNA está formado por pequeñas moléculas llamadas desoxirribonucleótidos: cada uno de ellos contiene un azúcar de 5 carbonos, llamado desoxirribosa, un grupo fosfato y una base nitrogenada diferente. Las cuatro bases del DNA pertenecen a dos grupos químicos diferentes: la citosina y la timina son pirimidinas, mientras que la adenina y la guanina son purinas. Los cuatro desoxirribonucleótidos se abrevian habitualmente como C,T,A y G. En la Figura 4.1b se muestra cómo estas moléculas están unidas formando largas cadenas mediante enlaces fosfodiéster, que se forman entre el carbono 5 de un desoxirribonucleótido y el carbono 3 de otro. Por ello, una cadena sencilla de DNA consta de una secuencia de bases unidas a una “columna vertebral” de azúcar-fosfato. Sin embargo, en las células el DNA consta normalmente de dos de tales cadenas. Éstas están enrolladas una alrededor de la otra en una doble hélice, esquematizada en la Figura 4.1c. Esta estructura está estabilizada por puentes de hidrógeno que se forman entre las bases de cada cadena. Debido a la geometría de las bases y a la cantidad de espacio disponible dentro de la hélice, los puentes de hidrógeno se forman sólo cuando las bases adenina y timina (A-T) o guanina y citosina (G-C) se enfrentan en cadenas opuestas. Éstas combinaciones, purina-pirimidina, se denominan pares de bases complementarias. Como se muestra en la Figura 4.1d, entre G y C se forman tres puentes de hidrógeno, pero sólo dos entre A y T. La naturaleza de la mutación Después de que James Watson y Francis Crick (1953) hubieron deducido la estructura en doble hélice del DNA, tal y como se muestra en la Figura 4.1c, advirtieron de inmediato que Capítulo 4 Mutación y variación genética 77 Purinas (a) O NH2 N N Grupo fosfato Base nitrogenada –O P O 5 Pirimidinas 1 3 N H N Guanina O 4 O– H2N N H Adenina N O N HN 2 O NH2 N Carbono 5 del azúcar O CH2 HN O N H Citosina N H Timina 3' (b) (c) O 3' 5' Base CH2 O 4 G C T 1 3 (d) A 2 5' Adenina Timina O –O O P O N T O Base CH2 O 4 A 1 3 G A Enlace fosfodiester HN H N N H O CH3 2 Esqueleto de azúcar-fosfato H N H P O A O 4 3 N G N H C A 1 T N O O 3' P O T 5' A N N H N H 2 O O N T Base CH2 O –O N N T O –O N C 3' Citosina Guanina 5' Puente de hidrógeno 3' 5' Figura 4.1 La estructura del material genético (a) El esquema de la izquierda muestra la forma tipo de un nucleótido. Advierta que cada átomo de carbono del azúcar está numerado y que no se muestran los átomos de hidrógeno y oxígeno unidos a estos carbonos. El esquema de la derecha muestra la estructura de las cuatro bases nitrogenadas. (b) Los nucleótidos están unidos por enlaces fosfodiester entre el carbono 5’ de un nucleótido y el carbono 3’ de otro, formando largas cadenas. (c) Cuando las bases complementarias de las cadenas de DNA opuestas forman enlaces de hidrógeno, la molécula gira formando una doble hélice, como la que se muestra aquí. (d) La adenina y la timina forman dos enlaces de hidrógeno; la citosina y la guanina forman tres. la complementariedad en el apareamiento de las bases proporcionaba un mecanismo para la copia del material hereditario. Como se ilustra en la Figura 4.2, una cadena sirve de molde para hacer la copia de la otra cadena. En 1960,Arthur Kornberg logró aislar la primera de una serie de proteínas, llamadas polimerasas del DNA, responsables de la copia del DNA en las células. 78 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Una mutación es un cambio en la secuencia de bases del DNA. Hacia finales de 1950 y principios de 1960, se realizaron una serie de experimentos para clarificar cómo la secuencia de bases del DNA codifica información y cómo la información genética se transforma en proteínas que construyen y organizan las células. El resultado final fue que el DNA se transcribe en RNA mensajero (mRNA) que posteriormente se traduce a una proteína (Figura 4.3a). Los investigadores establecieron que el código genético se lee en tripletes, llamados codones.También descifraron qué aminoácidos están codificados por cada uno de los 64 codones distintos (Figura 4.3b). Debido a que los 64 codones sólo necesitan especificar a 20 aminoácidos, el código genético es altamente redundante; que quiere decir que el mismo aminoácido puede estar especificado por más de un codón. Estos resultados inspiraron y explicitaron la visión molecular del gen y de la mutación. Los genes quedaron definidos como fragmentos de DNA que codifican para distintos RNA o productos proteicos. Los alelos quedaron definidos como versiones del mismo gen que difieren en su secuencia de bases. Las mutaciones se entendieron como cambios en la secuencia de bases del DNA. Para aclarar este punto, consideremos la primera mutación que se caracterizó en el ámbito molecular: el cambio en la hemoglobina humana que da lugar a la anemia falciforme, enfermedad a veces mortal. La hemoglobina es una proteína que transporta oxígeno y que se encuentra en los glóbulos rojos. En 1949, el laboratorio de Linus Pauling comunicó que las personas que sufrían de anemia falciforme tenían una forma de hemoglobina diferente de la de las personas sanas. En 1958,Vernon Ingram demostró que la diferencia entre la hemoglobina normal y la falciforme se debía al cambio en un solo aminoácido en la posición 6 de la cadena proteica, que tiene 146 aminoácidos. En lugar de tener el ácido glutámico en dicha posición, el alelo falciforme tiene valina. Posteriormente se estableció que la sustitución del aminoácido está motivada por la sustitución de una sola base en el gen de la hemoglobina. El alelo mutante tiene una adenina en lugar de una timina en el nucleótido 2 del codón para el aminoácido 6. Este tipo de cambio se denomina mutación puntual, ya que altera un solo punto en la secuencia de bases de un gen. Hélices desenrolladas Síntesis en marcha Síntesis completa A T A T A T A T A T C G C G C G C G C G G C G C A C G C A C T A T A T A T A T A T A T A T A T A T A A T A G C A T T A G T A T A T A T C G C G C G C A T A T A T T A T A T A Figura 4.2 El DNA forma un molde para su síntesis Debido a que las bases complementarias se aparean, cada cadena de una molécula de DNA forma un molde para la síntesis de una cadena complementaria. Si la polimerasa del DNA inserta una base errónea, como en la cadena del extremo derecho, se produce un par desemparejado que tiene que repararse. Capítulo 4 Mutación y variación genética 79 (a) Flujo de la información Ejemplo DNA C A A C G T C C G A C A A G T mRNA G U U G C A G G C U G U U C A Proteína Valina Alanina Glicina Cisteina Serina (b) Segunda base Primera base U A C G Tercera base U UUU UUC UUA UUG Fenilalanina Fenilalanina Leucina Leucina UCU UCC UCA UCG Serina Serina Serina Serina UAU UAC UAA UAG Tisosina Tisosina Parada Parada UGU UGC UGA UGG Cisteina Cisteina Parada Triptófano U C A G C CUU CUC CUA CUG Leucina Leucina Leucina Leucina CCU CCC CCA CCG Prolina Prolina Prolina Prolina CAU CAC CAA CAG Histidina Histidina Glutamina Glutamina CGU CGC CGA CGG Arginina Arginina Arginina Arginina U C A G A AUU AUC AUA AUG Isoleucina Isoleucina Isoleucina Comienzo (Metionina) ACU ACC ACA ACG Treonina Treonina Treonina Treonina AAU AAC AAA AAG Asparagina Asparagina Lisina Lisina AGU AGC AGA AGG Serina Serina Arginina Arginina U C A G G GUU GUC GUA GUG Valina Valina Valina Valina GCU GCC GCA GCG Alanina Alanina Alanina Alanina GAU GAC GAA GAG Ácido Aspártico Ácido Aspártico Ácido Glutámico Ácido Glutámico GGU GGC GGA GGG Glicina Glicina Glicina Glicina U C A G Codón Aminoácido Figura 4.3 En los organismos, la información fluye del DNA al RNA y a las proteínas (a) En las células, la secuencia de bases del DNA se transcribe a una secuencia de bases de una cadena de RNA mensajero (mRNA), que se traduce a una secuencia de aminoácidos de la proteína. Advierta que el RNA tiene una base nitrogenada llamada uracilo en lugar de timina. Una adenina en el DNA especifica a una uracilo en el RNA. (b) Éste es el código genético. Cada uno de los 64 codones del mRNA que se presentan aquí, especifica a un aminoácido, o el comienzo o el final de la unidad de transcripción. Advierta que en muchos casos, el cambio de la tercera base de un codón no cambia el mensaje. Mutaciones puntuales Las mutaciones puntuales son sustituciones de una sola base en el DNA a causa de alguno de estos dos procesos: errores aleatorios en la síntesis del DNA o errores aleatorios en la reparación de los lugares dañados por agentes químicos o radiación de alta energía.Ambos tipos de cambios se producen por reacciones catalizadas por la polimerasa del DNA. Si la polimerasa del DNA sustituye erróneamente a una purina (A o G) por otra, o a una pirimidina (T o C) por otra durante la síntesis normal, o la que se da durante la reparación, la mutación puntual se denomina transición (Figura 4.4). Si se sustituye una purina por una pirimidina, o a la inversa, la mutación se denomina transversión. De los dos tipos de mutación puntual, la transición es mucho más frecuente. Normalmente sobrepasan a las transversiones al menos en una proporción de 2:1. La hipótesis más aceptada para explicar este hecho es que la transición da lugar a una desorganización mucho menor de la hélice del DNA durante la síntesis, por lo que es mucho menos probable que sea reconocida como error y por consiguiente menos probable que sea corregida de manera inmediata. 80 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Pirimidinas Purinas A Transversiones Transiciones Transiciones G Figura 4.4 Transiciones y transversiones Las mutaciones puntuales son sustituciones de una sola base en el DNA. Se clasifican de dos maneras: como transiciones o transversiones y como sustituciones sinónimas o no sinónimas. C T Transversiones Si cualquiera de estos tipos de sustitución de bases se da en las regiones codificadoras de un gen, la mutación cambia el codón leído por la proteína, llamada polimerasa del RNA, que sintetiza RNA a partir de un molde de DNA. Por ejemplo, la sustitución de una A por una T en el gen de la hemoglobina es una tranversión que cambia el mensaje del codón número 6. Mirando al código genético en la Figura 4.3b advertiremos que cambios en la primera o segunda posición de un codón casi siempre cambian el aminoácido especificado por el mRNA resultante. No obstante, debido a la redundancia del código genético, cambios en la tercera posición no dan lugar normalmente a ningún cambio. Las mutaciones puntuales que dan lugar al cambio de un aminoácido, se llaman sustituciones no sinónimas (o de reemplazamiento); las que no dan lugar a un cambio se denominan sustituciones sinónimas (o silenciosas). Ambos tipos de mutaciones puntuales dan lugar a nuevos alelos. La pregunta que surge ahora es, ¿de qué manera estos nuevos alelos afectan a la eficacia del organismo? Los efectos de las mutaciones sobre la eficacia La sustitución silenciosa de un lugar en el DNA no afecta al fenotipo del organismo debido a que no modifica los productos génicos. Por ello, las mutaciones silenciosas no están sujetas a la selección natural basada en la función de las proteínas o del RNA. Los alelos que no tienen efecto sobre la eficacia se dice que son neutros. ¿Pero qué ocurre con las sustituciones no sinónimas, que sí dan lugar a un cambio en la estructura de la proteína? Debido a que cambian el fenotipo del organismo, las sustituciones no sinónimas están expuestas a la selección natural. Por ejemplo, la mutación falciforme da lugar a un cambio muy importante en el fenotipo. Las moléculas mutantes de hemoglobina tienden a cristalizar, formando largas fibras. La hemoglobina se encuentra dentro de los glóbulos rojos y cuando la molécula cristaliza distorsiona la forma normal en disco de las células en células falciformes como las descritas en la Figura 4.5. Las células falciformes tienden a adherirse en los capilares. Esto bloquea el flujo sanguíneo, priva a los tejidos de oxígeno y ocasiona graves daños. Las células falciformes son también más frágiles y se destruyen más rápidamente que las células normales. Esta continua pérdida de glóbulos rojos da lugar a la anemia. La falcemia y la anemia son más graves en las personas homozigóticas para el alelo mutante debido a que todas sus moléculas de hemoglobina tienden a cristalizar. Las personas heterozigóticas presentan algo de falcemia, especialmente cuando la concentración del oxígeno disuelto en sus glóbulos rojos es baja. Entonces, parecería que el alelo tiene Capítulo 4 Mutación y variación genética 81 TGG Treonina TCT Prolina GAC GAC Ácido glutámico Ácido glutámico TGG Treonina TCT Prolina GCC Valina GAC Ácido glutámico Figura 4.5 Formas normal y falciforme de glóbulos rojos humanos El diagrama de la izquierda muestra una pequeña sección cerca del comienzo del DNA y de la secuencia proteica de la hemoglobina normal; la foto de la izquierda muestra glóbulos rojos normales. El esquema de la derecha muestra la misma sección del DNA y de la secuencia proteica de una hemoglobina mutante; la foto de la derecha muestra los glóbulos rojos falciformes consecuencia de dicha mutación. (Fotos de Photo Researchers, Inc.) un fuerte efecto adverso sobre la eficacia de los individuos. La selección natural eliminaría rápidamente a los alelos mutantes de la población. Sin embargo, la situación no es tan simple. Las personas que tienen una copia del alelo normal y una copia del alelo mutante tienen una ventaja inesperada: son resistentes a la malaria. La resistencia se debe, aparentemente, a que en los heterozigotos, los glóbulos rojos que tienen parásitos de la malaria son mucho más propensos a ser falcémicos que los que no los tienen. Esto implica que los glóbulos rojos que tienen parásitos son destruidos selectivamente. En ambientes en donde la malaria es endémica, la resistencia a la malaria es tan valiosa que los heterozigotos tienen mayor eficacia que cualquiera de los dos tipos de homozigotos. Por ello el alelo mutante es beneficioso en ambientes en donde la malaria es endémica, pero es perjudicial en ambientes en donde la malaria es rara. Las bases genéticas de la anemia falciforme proporcionan un ejemplo de superioridad de los heterozigotos. En el Capítulo 5 discutiremos con mayor detalle la superioridad del heterozigoto. Resumiendo, la mutación falciforme origina un nuevo alelo que es beneficioso en algunos ambientes y deletéreo en otros. Esto no es corriente, ya que la gran mayoría de las sustituciones no sinónimas dan lugar a nuevos alelos que tienen poco o ningún efecto sobre la eficacia (Keightley y Caballero 1997; García-Dorado 1997). No es sorprendente que muchos de los cambios aleatorios en las secuencias de aminoácidos de las proteínas no mejoren su función, ya que la mayor parte de las proteínas han estado sometidas a la selección durante millones de años. No esperaríamos que un cambio aleatorio mejorase la función de la proteína, al igual que no esperaríamos que un cambio aleatorio en el circuito de un ordenador mejorase el funcionamiento del procesador. No obstante, es importante reconocer que tanto las sustituciones sinónimas como las no sinónimas dan lugar a un amplio rango de efectos sobre la eficacia (desde altamente deletéreas a neutras hasta beneficiosas) y que los efectos de los alelos sobre la eficacia dependen del ambiente.Volveremos a estos temas en los Capítulos 5 y 18. En secuencias codificantes, los efectos sobre la eficacia de las sustituciones no sinónimas van desde altamente deletéreos en unos hasta beneficiosos en otros. La mayoría de las mutaciones tienen muy poco efecto sobre la eficacia. 82 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Tasas de mutación ¿Con qué frecuencia se forman nuevos alelos? Muchos de nuestros mejores datos sobre las tasas de mutación se refieren a una clase de cambios conocidos con el nombre de mutaciones de pérdida de función. En estos tipos de mutaciones, la pérdida de un producto proteico normal da lugar a un fenotipo fácilmente reconocible. Por ejemplo, los investigadores pueden rastrear una amplia población humana y contabilizar la incidencia de un síndrome autosómico dominante como la acondroplasia (enanismo) o de una enfermedad recesiva ligada al X como la hemofilia A (en la que la coagulación sanguínea está alterada). La idea es elegir un carácter que sea fácil de detectar y cuya transmisión genética permita a los investigadores detectar nuevas mutaciones. Por ejemplo, un individuo con acondroplasia, en el que ninguno de sus padres presenta la anomalía, debe de tener una mutación nueva. De datos similares, un investigador puede deducir tasas de mutación en unidades por gen y por generación. El problema de este método es que las mutaciones de pérdida de función se producen por cualquier proceso que inactive a un gen. Como se muestra en la Figura 4.6, los genes pueden perder su función por la sustitución de un par de bases, que dé lugar a un codón de terminación de cadena o a una secuencia aminoacídica no funcional.También pueden perder su función por la inserción de un elemento genético móvil, por una reordenación cromosómica o por la alteración de la pauta de lectura de los codones, ocasionada por la adición o deleción de una o dos pares de bases (éstas se denominan mutaciones del corrimiento de la pauta de lectura).Además, muchas mutaciones interesantes (la mayoría de las sustituciones no sinónimas, por ejemplo) no son detectables cuando los investigadores determinan los fenotipos de los descendientes, ya que sus efectos son menos aparentes que los de pérdida de función. Debido a estas dificultades, la mayor parte de los datos actuales son estimas muy por debajo de la tasa real a la que ocurren las mutaciones. Secuencia de DNA Normal ACAATGGTACGACAA codón Inserción de 1 base ACAGATGGTACGACAA Deleción de 1 base ACAATGTACGACAA Mutación a codón de parada ACAATTGTACGACAA Inserción de un elemento genético móvil ACAATGAGGGGGCTACGCGTACGA Secuencia proteica Cisteina Tirosina Histidina Cisteina Leucina Prolina Cisteina Tirosina Metionina Tirosina Serina Alanina Valina Valina Cisteina Leucina Cisteina Cisteina Prolina Ácido aspártico Alanina Histidina Alanina Figura 4.6 Mutaciones de pérdida de función Cualquier causa que inactive a un gen da lugar a mutantes “knock-out”. Advierta que la inserción o la deleción de una sola base cambia todos los codones siguientes del gen, dando lugar a una proteína no funcional. Capítulo 4 Mutación y variación genética 83 Incluso con estas limitaciones, todavía podemos decir algunas cosas interesantes acerca de las tasas de mutación. Por ejemplo, consideremos los datos de la Tabla 4.2 sobre tasas y frecuencias de mutaciones de pérdida de función y otros cambios con efectos importantes. Las tasas de mutación indicadas son muy bajas considerando como base el gen. Pero hay tantos loci en los organismos (al menos 60.0001 en los humanos, por ejemplo) que Tabla 4.2 Variación en las tasas de mutación de genes y especies (a) Tasas de mutación a fenotipo recesivo en genes del maíz. L. J. Stadler (1942) cultivó un gran número de plantas de maíz y analizó a los descendientes para una serie de caracteres recesivos. Gen Número de gametos examinados Número de mutaciones encontradas Número medio de mutaciones por millón de gametos Tasa de mutación (frecuencia por gameto) R3r 554.786 273 492,0 4,9 104 I3i 265.391 28 106,0 1,1 104 Pr 3 pr 647.102 7 11,0 1,1 105 Su 3 su 1.678.736 4 2,4 2,4 106 Y3y 1.745.280 4 2,2 2,2 106 Sh 3 sh 2.469.285 3 1,2 1,2 106 Wx 3 wx 1.503.744 0 0,0 0,0 (b) Estos datos, que resumen las tasas de mutación de una serie de genes y especies, están tomados de R. Sager y F. J. Ryan, Heredity. New York: John Wiley, 1961. Organismo Mutación Valor Bacteriofago T2 (virus bacteriano) Inhibidor de la lisis r 3 r Amplitud de huésped h 3 h 1 10 3 109 Tasa: genes mutantes por replicación génica Escherichia coli (bacteria) Fermentación de la lactosa lac 3 lac Requerimiento de histidina his 3 his his 3 his 2 107 4 108 2 106 Tasa: células mutantes por división celular Chlamydomonas reinhardtii (alga) Sensibilidad a la estreptomicina strs 3 strr 1 106 Neurospora crassa (hongo) Requerimiento de inositol inos 3 inos Requerimiento de adenina ad 3 ad 8 108 4 108 Unidades 8 Drosophila melanogaster (mosca de la fruta) Color del ojo W 3 w 4 105 Ratón 3 105 Humanos a dominantes autosómicos a recesivos ligados al X en células de cultivo de médula ósea 1 Dilución D 3 d Corea de Huntington Síndrome uña-rótula Epiloia (predisposición a cierto tipo de tumor cerebral) Poliposis múltiple del intestino delgado Acondroplasia (enanismo) Neurofibromatosis (predisposición a tumores del sistema nervioso) Hemofilia A Distrofia muscular de Duchene Normal 3 resistencia a azaguanina 1 106 2 106 4–8 106 Frecuencia: por espora asexual Frecuencia: por gameto 1–3 10 4–12 105 3–25 105 5 2–4 105 4–10 105 7 104 Nota del traductor. Datos recientes publicados en Nature (15/02/2001) indican que en la especie humana debe de haber unos 30.000 genes. Tasa: células mutantes por división celular 84 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo quizá el 10% de los gametos lleven una mutación detectable fenotípicamente. Éste es un porcentaje alto, teniendo en cuenta que las tasas publicadas subestiman el número de sustituciones no sinónimas y por ello de nuevos alelos. Una idea que surge de este conjunto de datos es que es posible, e incluso probable, que la mayoría de los descendientes lleven al menos un nuevo alelo en alguna parte de su genoma. Una segunda idea se refiere a la variación de las tasas de mutación. Las tasas de mutación detectables fenotípicamente varían en un rango de 500 veces entre los genes de una especie (Tabla 4.2a) y hasta 5 órdenes de magnitud, unas 100.000 veces, entre especies (Tabla 4.2b). Una pregunta obvia es ¿por qué? ¿Por qué las tasas de mutación son variables? La tasa a la que se producen nuevos alelos varía a tres niveles: entre los individuos dentro de una población, entre los genes de un individuo y entre las especies. De acuerdo con las investigaciones realizadas hasta la fecha, parece que puede haber mecanismos diferentes responsables de la variación observada en cada nivel. Las tasas de mutación varían entre individuos debido a variaciones en la secuencia de bases de la polimerasa del DNA y de los loci que reparan el DNA. Variación entre individuos La tasa de mutación varía entre individuos por dos razones: los alelos de la polimerasa del DNA pueden variar en su tasa de error y los alelos implicados en la reparación del daño en el DNA pueden variar en su eficiencia. Frances Gillin y Nancy Nossal (1976a,b) comprobaron que las polimerasas del DNA varían en su precisión. Lo hicieron al investigar sustituciones de una sola base en la polimerasa del DNA del bacteriófago T4 (un virus que parasita bacterias).Algunas de las mutaciones aisladas por Gillin y Nossal disminuían la tasa de errores de la polimerasa durante la replicación del DNA y reducían la tasa global de mutación. Otras mutaciones en la polimerasa aumentaban la tasa de error y elevaban la tasa de mutación global. Un hallazgo clave fue determinar que los mutantes de la polimerasa propensos a cometer más errores eran significativamente más rápidos que la forma de la enzima más precisa. Esto implica que hay un compromiso entre la velocidad y la precisión de la replicación del DNA. Las tasas de mutación puntual también dependen de la eficacia en la corrección de los errores. La reparación de las bases mal emparejadas con las de la cadena complementaria pueden tener lugar después de la síntesis o después de que el DNA haya sido dañado por radiación o agentes químicos. La investigación sobre la reparación de emparejamientos erróneos ha sido intensa debido a que las mutaciones en los genes responsables de la reparación están implicados en el envejecimiento y en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Hay varios sistemas diferentes de reparación de los emparejamientos erróneos y en los mamíferos están implicadas al menos 30 proteínas diferentes (Mellon et al. 1996).Al menos, algunos de los sistemas de reparación están muy conservados; los genes de reparación de emparejamientos erróneos se identificaron en humanos mediante su homología con genes de levadura y de la bacteria Escherichia coli (Friedberg et al. 1995). En Escherichia coli y en Salmonella enteritidis, las mutaciones en estos loci dan lugar a cepas con tasas de mutación de 100 a 1000 veces superiores a lo normal (LeClerc et al. 1996). Lo que se deduce de estos estudios es que la eficacia en la reparación de emparejamientos erróneos en el DNA, como la tasa de error de la polimerasa del DNA, son caracteres con variación heredable. Variación entre especies Los datos de la Tabla 4.2b sugieren que las tasas de mutación varían de unas especies a otras. Por ejemplo, parece que la mosca de la fruta, los ratones y los humanos, tienen tasas de mutación más bajas que las de virus y bacterias. John Drake (1991) ha publicado datos similares que indican que las tasas de mutación varían mucho entre virus, bacterias y leva- Capítulo 4 Mutación y variación genética 85 duras. Sin embargo, un problema en estos estudios es que no comparan directamente las tasas de mutación de genes homólogos. Por ello, no está claro si las diferencias observadas se deben a la tasa de variación entre genes o entre especies. Edward Klekowski y Paul Godfrey (1989) resolvieron este problema estudiando la tasa de mutación del albinismo en el mangle Rhizophora mangle, y comparándola con la tasa de mutación al albinismo de especies cultivadas bien estudiadas, como la cebada o el trigo negro. En las plantas, el albinismo se produce por una mutación de pérdida de función en los genes responsables de la síntesis de la clorofila. Klekowski y Godfrey eligieron el mangle como organismo experimental debido a que es un árbol longevo, con un carácter especial: sus semillas germinan sobre el padre. Entonces, para estimar la tasa de mutación los investigadores pudieron contar el número de descendencia albina que germinaba sobre padres normales. Sus datos demuestran que la tasa fue 25 veces mayor en el mangle que la tasa de mutaciones al albinismo que se había calculado con anterioridad en la cebada y en el trigo negro. ¿Por qué esta diferencia? La explicación de Klekowski y Godfrey se basó en la constatación de que, en plantas, las células de la línea germinal se diferencian tarde en el desarrollo. (En los animales, las células germinales y somáticas se separan pronto en el desarrollo. Por ello, las mutaciones que se dan en el tejido somático de los animales no pasa a los descendientes.) En plantas grandes y longevas, como el mangle, las células somáticas de tallos y vástagos acumulan mutaciones a lo largo de muchas divisiones celulares somáticas antes de diferenciarse como tejido germinal y sufrir la meiosis. Por ello, las plantas longevas deberían tener mayores tasas de mutación por generación que las plantas de vida corta. Los datos de Klekowski y Godfrey están de acuerdo con esta predicción, ya que la cebada y el trigo negro son plantas anuales y de pequeño tamaño. El resultado sugiere una interesante generalización: el tiempo de generación puede ser un factor clave que influya en la variación de las tasas de mutación entre especies. Variación entre genes Comparada con la variación entre individuos y especies, sabemos mucho menos acerca de por qué las tasas de mutación varían entre genes. No obstante, del estudio de los sistemas de reparación del DNA han surgido dos importantes generalizaciones: las regiones codificantes se reparan de manera más eficaz que las regiones no codificantes (Bohr et al. 1985) y varios de los sistemas de reparación actúan sólo en genes activos transcripcionalmente. Por ello, la precisión parece ser mayor en aquellos casos en que las mutaciones pueden ser más perjudiciales. 4.2. De dónde vienen los genes nuevos El origen de nuevos alelos es bastante directo, pero, ¿de dónde vienen los genes nuevos? Como con los alelos nuevos, varios tipos de mutaciones pueden dar lugar a genes nuevos. Revisaremos sólo un subgrupo. La duplicación génica es, probablemente, la fuente más importante de genes nuevos. Las duplicaciones se producen como consecuencia de un fenómeno conocido con el nombre de entrecruzamiento desigual, esquematizado en la Figura 4.7. El entrecruzamiento desigual es un error aleatorio, ocasionado por las proteínas implicadas en dirigir la recombinación (entrecruzamiento) durante la meiosis. Como muestra la Figura 4.7, uno de los productos del entrecruzamiento desigual es un tramo de DNA redundante. El genoma tiene ahora una copia extra de la secuencia localizada en el segmento duplicado. Debido a que la copia original produce un producto normal, la secuencia redundante puede acumular mutaciones libremente sin consecuencias para el fenotipo. La nueva secuencia podría incluso cambiar de función con el tiempo y convertirse por ello en un nuevo locus. Éste es un punto importante. Debido a que la duplicación génica da lugar a DNA extra, es el primer mecanismo que hemos encontra- Las tasas de mutación pueden variar entre especies debido a diferencias en el número de divisiones celulares que tienen lugar antes de la formación de los gametos. Las tasas de mutación varían entre loci debido a que los genes más activos transcripcionalmente se reparan de manera más eficaz. 86 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo 1 2 3 4 A B C D E A B C D E A B C A B C D E D E 1 2 3 4 A B C D E A B D E A B C C D A B C D E E Figura 4.7 Entrecruzamiento desigual y origen de las duplicaciones génicas Las letras y las barras de cada cromosoma del esquema indican la localización de loci; los círculos indican la localización del centrómero. Los cromosomas de la izquierda están en sinapsis, pero se produce entrecruzamiento entre puntos no homólogos. La consecuencia es que uno de los productos del entrecruzamiento tiene una duplicación del gen C y otro una deleción del gen C. Se cree que fenómenos parecidos de entrecruzamiento desigual constituyen el mecanismo más frecuente que da lugar a las duplicaciones génicas. do que da lugar a unas posibilidades totalmente nuevas para la función génica. La familia génica de la globina proporciona un estupendo ejemplo de cómo la duplicación génica permite la divergencia de función. Duplicaciones génicas en la familia génica de la globina En la especie humana, la familia génica de la globina consta de dos agrupaciones principales de loci que codifican las subunidades proteicas de la hemoglobina. Los grupos son la familia α en el cromosoma 16 y la familia β en el cromosoma 11 (α y β son las letras griegas alfa y beta). Una molécula completa de hemoglobina está formada por un grupo hemo que se une al hierro, rodeado por cuatro subunidades proteicas: dos codificadas por los loci de la familia α y dos codificadas por los loci de la familia β. Los datos representados en la Figura 4.8 demuestran que cada locus de las familias α y β se expresan en diferentes momentos del desarrollo. Por ejemplo, en el primer trimestre α La familia α– incluye tres loci funcionales: 50 Porcentaje total de la síntesis de globina γ β 40 α, α2, ξ (zeta) 30 La familia β– incluye 5 loci funcionales: 20 10 ξ ε β β, ε (Épsilon), δ (Delta) Gγ (Gamma G), Aγ (Gamma A) γ δ 6 12 18 24 30 36 6 Nacimiento Edad después de la concepción (semanas) 12 18 24 30 36 Edad después del nacimiento (semanas) 42 48 Figura 4.8 El momento de la expresión difiere entre miembros de la familia génica de las globinas Este gráfico muestra cambios en la expresión de los genes humanos de la globina de las familias α y β durante el embarazo y después del nacimiento. En los embriones, la hemoglobina se forma con la globina ζ de la familia α y la globina ⑀ de la familia β. En el feto, la hemoglobina se forma con la globina α de la familia α y la globina δ de la familia β. En los adultos, la hemoglobina se forma con la globina α de la familia α y la globina β de la familia β. Cada una de estas hemoglobinas tienen diferencias funcionales importantes. Capítulo 4 Mutación y variación genética 87 del embrión la hemoglobina está formada por dos cadenas ζ (zeta) y dos ⑀ (epsilon), mientras que en los adultos está formada por dos cadenas α y dos cadenas β (recuerde que la mutación falciforme se da en una de las cadenas β). Combinaciones diferentes de polipéptidos de las globinas dan lugar a moléculas de hemoglobina con importantes diferencias funcionales. Por ejemplo, la hemoglobina fetal tiene una mayor afinidad por las moléculas del oxígeno que la hemoglobina del adulto. Esto incrementa la transferencia de oxígeno de la madre al embrión. Se cree que los loci de la familia globina son un producto de sucesos de duplicación génica. La hipótesis viene apoyada por la gran semejanza estructural de las unidades de transcripción entre los loci, incluyendo la notable correspondencia en la longitud y posición de sus intrones y exones, que se esquematizan en la Figura 4.9. La lógica de esta hipótesis es que es extremadamente improbable que semejanza estructural tan alta pueda darse entre loci que no comparten un antecesor común reciente. La hipótesis de la duplicación también viene apoyada por la observación de la gran semejanza en la secuencia entre los loci de las globinas así como en su función similar. Entonces, el modelo completo es que una secuencia ancestral se duplicó varias veces durante el curso de la evolución de los vertebrados. En varios de estos nuevos loci, las mutaciones cambiaron la función del producto proteico de un modo que la selección natural lo favoreció, dando lugar a la formación de una familia génica. Debido a que las familias α y β también contienen loci no funcionales llamados pseudogenes, que no se transcriben, los biólogos deducen que algunos loci duplicados se volvieron no funcionales por mutación. Lugar de la Caperuza AUG Globinas humanas 31–104 1–30 122 222 850 126 (94) 118 Aγ 53 93 122 222 866 126 (58) 87 Gγ 53 93 122 222 886 126 (58) 87 δ 49 93 128 222 886 126 (103) 128 β 50 93 130 222 850 126 (107) 132 α 37 1–31 93 32–99 113 1–30 51 93 204 51 96 100–141 141 129 31–104 116 1–31 α originales y proporcionar una copia adicional del locus paterno, (2) adquirir una nueva función mediante mutación y selección, o (3) convertirse en pseudogenes no funcionales. 105–146 93 Globinas de ratón β mantener sus funciones Lugar Poli-A 5355 ε Los loci duplicados pueden (1) 105–146 222 646 32–99 122 Secuencia codificante Secuencia Intrón no traducida codificante traducida 204 (91) 112 126 (108) 135 100–142 135 126 (71) 105 Figura 4.9 Unidades de transcripción de la familia génica de las globinas En estos esquemas, los cuadros anaranjados representan secuencias codificadoras que no se traducen, los cuadros verdosos se refieren a secuencias codificantes que se traducen y las zonas blancas indican intrones. Los números dentro de cada cuadro se refieren al número de nucleótidos presentes en el transcrito primario, mientras que los números que están encima de los cuadros indican las posiciones de los aminoácidos en el polipéptido resultante. AUG es el codón de inicio, La longitud y la posición de los intrones y de los exones de los loci de las familias α y a β es prácticamente idéntica. 88 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Las familias génicas indicadas en la Tabla 4.3 comparten varios rasgos importantes con los loci de la globina: tienen genes estructuralmente homólogos, con funciones similares, agrupados juntos en el mismo cromosoma y acompañados ocasionalmente por algún pseudogen. Sin embargo, es importante advertir que no todas las duplicaciones génicas dan lugar a loci con funciones diferentes. En algunos casos notables, como el de los genes del rRNA, una serie de copias múltiples del mismo gen tienen una secuencia de bases idéntica o casi idéntica, y producen un producto con la misma función. Otros mecanismos para originar genes nuevos Además de la duplicación, hay otros mecanismos que pueden originar genes nuevos, o funciones radicalmente nuevas para genes duplicados. Un ejemplo, llamado sobreimpresión, se produce por mutaciones puntuales que dan lugar a nuevos codones de inicio y a nuevas pautas de lectura para la traducción. Paul Keese y Adrian Gibbs (1992) investigaron este fenómeno en los timovirus, los cuales provocan enfermedades de tipo mosaico en ciertos vegetales. El pequeño genoma de un timovirus, el virus del mosaico amarillo del nabo, consta de tres genes. Dos de ellos se solapan, lo que indica que se traducen a partir de diferentes pautas de lectura en el mismo fragmento de nucleótidos. Keese y Gibbs estimaron la filogenia de cinco timovirus y nueve virus íntimamente relacionados basándose en las secuencias de aminoácidos de las replicasas (Figura 4.10), encontrando que los timovirus forman su propia rama en la filogenia. Los timovirus son también los únicos de la filogenia con un gen solapado sobreimpreso en el gen de la replicasa. Tabla 4.3 Algunas familias génicas En esta tabla, la columna “número de genes duplicados” se refiere al número de loci en varias familias génicas. Se supone que estos loci son el resultado de duplicaciones. Tienen una elevada homología de secuencia, codifican sustancias con funciones muy relacionadas y a menudo se encuentran agrupados uno al lado del otro en el mismo cromosoma. Familia Número de genes duplicados Loci que se encuentran en muchos organismos Actinas 5–30 Tubulinas (a y b) 5–15 Miosina, cadena pesada 5–10 Histonas Queratinas Proteínas del choque térmico 100–1000 ⬎ 20 3 Insectos Proteinas de la cubierta del huevo ⬎ 50 (gusano de la seda y mosca de la fruta) Vertebrados Globinas (muchas especies) Familia ␣ 1–5 Familia  ⱖ 50 Ovoalbumina (gallina) 3 Vitelogenina (rana, gallina) 5 Inmunoglobulinas, regiones variables (muchas especies) Antígenos de trasplante (ratón y humano) ⬎ 500 50–100 Capítulo 4 Mutación y variación genética 89 Virus del mosaico amarillo del nabo Timovirus del mosaico amarillo de las Kennedya Timovirus del mosaico de la berenjena Timovirus del mosaico amarillo de las Ononis Timovirus latente de Erysinum Potexvirus X de la patata Potexvirus del mosaico del trébol Potexvirus del mosaico del narciso Closterovirus del manchado clorótico de las hojas del manzano Carlavirus M de la patata Alfamovirus del mosaico de la alfalfa Sindbis Tobamovirus del mosaico del tabaco Furovirus del necrosado amarillo de los nervios de la remolacha Basándose en estos datos, Keese y Gibbs proponen que el gen de la replicasa es ancestral y que el gen que se solapa se originó en el antecesor común a los timovirus. Su hipótesis es que una mutación dio lugar a un nuevo codón de inicio, con una pauta de lectura diferente, en el fragmento de nucleótidos que codifica a la proteína replicasa. Advierten que la evolución en el nuevo locus está, probablemente, altamente constreñida debido a que cualquier mutación que mejore la función de la proteína solapante, probablemente sería deletérea para la función de la replicasa. Basándose en su revisión de los trabajos sobre genomas virales, también proponen que la sobreimpresión ha sido un mecanismo corriente para crear genes nuevos durante la evolución de los virus. Charles Langley y sus colegas han investigado el origen de genes nuevos por otro mecanismo. El gen ancestral que estudiaron, que se encuentra en moscas de la fruta del género Drosophila, codifica a la enzima alcohol deshidrogenasa (Adh). Este locus está localizado en el cromosoma 2. Langley et al. (1982) descubrieron un locus similar en el cromosoma 3 en dos (y sólo en dos) especies de moscas, D. teissieri y D. yakuba. Jeffs y Ashburner (1991) secuenciaron este locus del cromosoma 3 y encontraron que carece de los intrones que se encuentran en el gen Adh del cromosoma 2. Jeffs y Ashburner proponen que el nuevo locus del cromosoma 3 se originó cuando un RNA mensajero del gen Adh se transcribió inversamente y el DNA complementario (cDNA) resultante se insertó en el cromosoma 3. Como veremos en el Capítulo 18, este mecanismo de duplicación génica no es raro. La transcriptasa inversa es corriente en los núcleos de las células eucariotas. La cuestión que ahora surge es, ¿tiene este nuevo locus alguna función o es simplemente un pseudogen? Long y Langley (1993) secuenciaron el DNA del locus del cromosoma 3 de un cierto número de individuos, tanto de D. teissieri como de D. yakuba con el propósito de analizar alelos del nuevo locus que hubieran surgido por mutación puntual. Descubrieron que la mayoría de los alelos diferían entre si sólo en las sustituciones silenciosas. Esto implica que la selección natural está actuando para conservar la secuencia de aminoácidos de la proteína codificada por el nuevo locus. En contraste, el patrón común de los pseudogenes es que las sustituciones no sinónimas sean tan frecuentes como las sinónimas. Por ello, Long y Langley concluyeron que el nuevo locus es un gen funcional. Lo denominaron jingwei, por el protagonista de un mito de reencarnación chino. Long y Langley aislaron el mRNA transcrito del gen jingwei. Después de secuenciar el mRNA, encontraron que el gen contenía exones adicionales que no se encontraban en su antecesor Adh. Estos exones adicionales aparentemente se habían anexionado de una región flanqueante del cromosoma 3, después de que la transcripción inversa del Adh se hubiera insertado. Jingwei es pues un locus híbrido, formado por trozos de genes de dos cromosomas distintos. Aunque este mecanismo de duplicación génica parece exótico, es Figura 4.10 Filogenia estimada de los timovirus y sus parientes De las especies representadas en esta figura, sólo los timovirus tienen genes sobreimpresos. Esto implica que la mutación que dio lugar a un gen sobreimpreso ocurrió en algún momento a lo largo de la rama señalada por la flecha. Según Keese y Gibbs (1992). En muchos genomas, la transcripción inversa de mRNA y la inserción del DNA resultante en una localización nueva es una fuente importante de genes nuevos. 90 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo un ejemplo de algo muy general: los genomas son dinámicos. La cantidad, localización y formación del material genético cambia con el tiempo. 4.3 Alteraciones cromosómicas En la morfología de los cromosomas se puede producir una amplia variedad de cambios. Algunas de estas mutaciones afectan sólo al orden y organización de los genes; otras dan lugar a duplicaciones o deleciones que afectan a la cantidad global de material genético. Pueden también implicar a toda la molécula de DNA o sólo a una parte. Aquí nos centraremos en dos tipos de alteraciones cromosómicas que son particularmente importantes en la evolución. Inversiones Las inversiones cromosómicas implican a fragmentos de DNA más largos que los tipos de mutación revisados en las Secciones 4.1 y 4.2.También dan lugar a consecuencias muy distintas. Las inversiones se producen como consecuencia de un proceso en varios pasos, que comienza cuando una radiación ionizante da lugar a una doble rotura de la doble cadena en un cromosoma. Después de la rotura un segmento del cromosoma puede separarse, darse la vuelta y reasociarse en su localización original. Como muestra la Figura 4.11, el orden de los genes del cromosoma queda invertido. ¿Cuáles son las consecuencias evolutivas? Las inversiones afectan a un fenómeno conocido como ligamiento genético. El ligamiento es la tendencia de alelos de diferentes genes de segregarse juntos en la meiosis. Por razones obvias, los genes situados en el mismo cromosoma tienden a estar mas íntimamente ligados (es decir, es más probable que se hereden juntos) que los genes que se encuentran en cromosomas no homólogos. De igual manera, cuanto más juntos estén los genes en el mismo cromosoma, más fuerte será el ligamiento. Por otro lado, el entrecruzamiento en la meiosis rompe las combinaciones de alelos y reduce el ligamiento (véase el Capítulo 7). Debido a que las secuencias invertidas no se pueden alinear adecuadamente en la sinapsis con las homólogas no invertidas,un entrecruzamiento que tenga lugar dentro de una inversión da lugar a la duplicación o a la pérdida de segmentos cromosómicos y a la producción de gametos no funcionales. Cuando las inversiones están en heterozigosis es extremadamente raro que un entrecruzamiento tenga éxito. La consecuencia es que los alelos situados dentro de la inversión están unidos tan íntimamente que se heredan como un único “supergen”. Roturas A B C D A E B E D C F B E F D C A Figura 4.11 Inversión cromosómica Las inversiones se producen cuando un segmento cromosómico se rompe por dos sitios, gira y se vuelve a unir. Advierta que después del hecho, el orden de los genes indicados como C, D y E se ha invertido. F Capítulo 4 Mutación y variación genética 91 Las inversiones son frecuentes en Drosophila: el insecto más cuidadosamente estudiado de todos. ¿Son importantes en la evolución? Consideremos una serie de inversiones que se encuentran en Drosophila subobscura. Esta mosca se encuentra en Europa Occidental, África del Norte y Oriente Medio, y tiene seis cromosomas. Cinco de estos cromosomas son polimórficos para al menos una inversión (Prevosti et al. 1988), lo que significa que hay cromosomas con y sin inversión. Desde los años 60 del siglo pasado los biólogos saben que la frecuencia de estas inversiones varía regularmente con la latitud y con el clima. Este tipo de cambio regular en frecuencia de un alelo o de una inversión en un área geográfica se denomina clina.Varios autores han propuesto que inversiones distintas deben contener combinaciones específicas de alelos que funcionan juntos, bien en condiciones ambientales frías o calientes, húmedas o secas. Pero la clina, ¿es realmente el resultado de la selección natural sobre los supergenes? ¿O puede ser un accidente histórico, ocasionado por diferencias en las poblaciones fundadoras tiempo atrás? Un experimento natural ha resuelto el problema. En 1978 se encontró por primera vez D. subobscura en el Nuevo Mundo, inicialmente en Puerto Montt, Chile, y luego, cuatro años más tarde, en Port Angeles,Washington, USA.Varias pruebas apoyan que la población de América del Norte proviene de la de América del Sur. Por ejemplo, de las 80 inversiones que se encuentran en las poblaciones del Viejo Mundo, exactamente el mismo subgrupo de 19 se encontró tanto en Chile como en el estado de Washington.Además, Drosophila es frugívora, Chile es uno de los principales exportadores de frutas y Port Angeles es un puerto de mar. En pocos años, después de su llegada a cada continente, las poblaciones de D. subobscura se han expansionado enormemente a lo largo de cada una de las costas y han desarrollado las mismas clinas en las frecuencias de inversiones que se encuentran en el Viejo Mundo (Figura 4.12). Incluso las clinas están correlacionadas con los mismos cambios climáticos: desde ambientes marinos húmedos, pasando por climas mediterráneos, hasta desiertos y estepas secas (Prevosti et al. 1988; Ayala et al. 1989). Ésta es una prueba sólida de que las clinas se forman por selección natural y no se deben a accidentes históricos. ¿Qué genes están bloqueados en la inversión y cómo afectan a la adaptación a los cambios climáticos? En el laboratorio, líneas de D. subobscura seleccionadas para menor tamaño corporal tienden a ser homozigóticas para la inversión que se encuentra en la parte más seca y cálida del rango (Prevosti 1967). Investigaciones recientes han confirmado que existen clinas pronunciadas y paralelas en el tamaño corporal en poblaciones de moscas de América del Norte y de Europa (Huey et al. 2000). Estos resultados indican que los alelos que se encuentran en las inversiones afectan al tamaño corporal, favoreciendo la selección natural moscas grandes en climas húmedos y fríos, y moscas pequeñas en zonas secas y cálidas. La investigación en este experimento natural continua. Mientras tanto, el estudio de la mosca ilustra un punto clave sobre las inversiones: son una clase importante de mutaciones, ya que afectan a la selección de grupos de alelos.Volveremos a este tema sobre selección en alelos múltiples en el Capítulo 7. América del Sur orden de los genes y disminuyen la frecuencia de entrecruzamiento... ...como consecuencia, los alelos que se encuentran dentro de las inversiones tienden a heredarse como una unidad. América del Norte 75 75 Frecuencia de la Inversión Est Las inversiones cambian el 65 65 55 55 Figura 4.12 Las frecuencias de las inversiones forman clinas en Drosophila subobscura 45 45 30 40 Latitud Sur 50 30 40 Latitud Norte 50 Estos gráficos muestran la frecuencia de una inversión, llamada Est, en poblaciones de Drosophila subobscura de América del Sur y de America del Norte. De datos de Prevosti et al. 1988. 92 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Poliploidía A menudo, las poblaciones de individuos poliploides están aisladas genéticamente de sus especies parentales. El último tipo de mutación que examinaremos, se da a la mayor escala posible: dotaciones completas de cromosomas. En lugar de ser haploide (n) o diploide (2n), un organismo poliploide puede ser tetraploide (4n), octoploide (8n) o mayor. La poliploidía es frecuente en vegetales y rara en animales. Casi la mitad de las especies de angiospermas (plantas con flores) son poliploides, como también la mayoría de los helechos. Pero en animales la poliploidía es rara. Se da en grupos como en las lombrices de tierra y en algunos platelmintos, en donde los individuos tienen tanto gónadas masculinas como femeninas y pueden autofecundarse (estas especies se denominan hermafroditas autocompatibles). También se encuentra en grupos que pueden dar lugar a descendientes sin fecundación, mediante un proceso llamado partenogénesis. En algunas especies de escarabajos, cochinillas, polillas, camarones, carpas doradas y salamandras, se puede dar cierto tipo de partenogénesis que dé lugar a la duplicación de los cromosomas. En los vegetales, la poliploidía puede originarse a partir de varios fenómenos distintos. Quizá los más frecuentes sean los errores en la meiosis, que dan lugar a gametos diploides (Ramsey y Schemske 1998). Cuando los vegetales producen gametos diploides, pueden suceder dos cosas. Si los individuos que producen gametos diploides tienen estructuras reproductivas tanto masculinas como femeninas y se autofecundan, puede aparecer descendencia tetraploide (4n)(véase la Figura 4.13a). Si este descendiente se autofecunda cuando alcanza la madurez, o si se cruza con un hermano tetraploide que produce gametos diploides, puede quedar establecida una población tetraploide. Alternativamente, los individuos que producen gametos diploides pueden cruzarse con individuos normales que producen gametos haploides. Como se muestra en la Figura 4.13b, este tipo de cruce da lugar a descendencia triploide. Sin embargo, los individuos triploides tienen poca fertilidad. Debido a que sus cromosomas homólogos están presentes en número impar, no pueden realizar la sinapsis correctamente en la meiosis. Por ello, la mayoría de los gametos que producen los triploides terminan con un número erróneo de cromosomas (véase el histograma superior de la Figura 4.13b). Pero el histograma inferior de la Figura 4.13b muestra que si un individuo triploide se autofecunda, la mayoría de la descendencia resultante es tetraploide. Estos datos demuestran que los pocos descendientes que escapan del “bloqueo triploide” pueden dar lugar a poblaciones viables de tetraploides. La poliploidía es importante porque puede dar lugar a que se formen especies nuevas. Para entender el porqué, imaginemos la descendencia de los cruces entre individuos de una población tetraploide, establecida por uno de los mecanismos descritos más arriba, y la población diploide de donde procede. Si los individuos de las dos poblaciones se cruzan, su descendencia triploide será semiestéril. Pero si los individuos tetraploides continúan autofecundándose o se cruzan entre ellos, se producirá descendencia tetraploide totalmente fértil. De este modo, la selección natural favorecerá a los poliploides que quedan reproductivamente aislados de sus poblaciones parentales. Si las poblaciones diploides y tetraploides quedan genéticamente aisladas, se deberán considerar como especies distintas. Es también importante reconocer que las dotaciones cromosómicas duplicadas, como la duplicación de genes concretos que analizamos anteriormente en este capítulo, quedan libres para obtener nuevas funciones como consecuencia de la mutación y de la selección. La poliploidía es una fuente importante de variación genética, ya que da lugar a cientos o miles de loci duplicados. ¿Cuál es la tasa de mutación para la poliploidía en vegetales? Justin Ramsey y Douglas Schemske (1998) han respondido a esta cuestión calculando la frecuencia de los dos mecanismos principales de formación de tetraploides. Para estimar la frecuencia con la que se combinan gametos diploides para formar descendencia tetraploide (la ruta hacia la poliploidía, esquematizada en la Figura 4.13a), revisaron estudios publicados sobre la Capítulo 4 Mutación y variación genética 93 (a) "Ruta directa" hacia la tetraploidía Progenitor (b) Tetraploidía pasando por el "bloqueo triploide" Progenitores 2n Autofecundación, cruzamiento con igual o "cruce retrógrado" con el progenitor Descendientes de la primera generación 4n Gametos Gametos 2n + 2n 4n 1n Descendientes de la primera generación 3n 2n Descendientes de la segunda generación + 2n ? Gametos + ? 4n 30 20 10 0 7* 8 9 10 11 12 13 14 Número de cromosomas del polen Descendientes de la segunda generación 4n Porcentaje de polen + 2n ? ? ? *Los datos de las gráficas pertenecen a plantas columbinas, en las que los gametos haploides normales tienen n = 7 cromosomas y los descendientes diploide normales tienen n = 14 Porcentaje de descendientes Gametos 2n 2n 80 60 40 20 0 28 14* 16 Número de cromosomas en los descendientes Figura 4.13 Mecanismos que dan lugar a individuos tetraploides en plantas Véase el texto para su explicación. tasa de formación de gametos diploides en fanerógamas.Ya que los datos de la literatura sugieren que los gametos diploides se producen en la mayoría de las fanerógamas a una frecuencia promedio de 0,00465, la frecuencia de los tetraploides producidos por esta vía debería ser 0,00465 0,00465 = 2,16 10-5. Luego, en cada generación, este mecanismo de formación de poliploides dará lugar a 2 de cada 10.000 descendientes que se producen en una fanerógama típica. Ramsey y Schemske emplearon la misma estrategia para estimar la frecuencia con la que surge descendencia triploide y llega a producir descendientes tetraploides. (Ésta es la ruta hacia la poliploidía esquematizada en la Figura 4.13b.) Utilizando las series de datos publicadas sobre la frecuencia de cada paso en la secuencia que conduce de hecho a la formación de poliploides por este mecanismo, calcularon que los tetraploides se producen con una frecuencia de al menos 1,16 10-5 por generación. Lo que se deduce del estudio de Ramsey y Schemske es importante: en las fanerógamas, la formación de poliploides se da a una frecuencia parecida a la de las mutaciones puntuales en loci concretos. Junto con las sustituciones no sinónimas, las duplicaciones génicas y las inversiones cromosómicas, la poliploidía es una fuente importante de variación genética en poblaciones naturales. En las plantas, la poliploidía se da lo bastante a menudo como para considerarla un tipo importante de mutación. 94 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo 4.4 Medida de la variación genética en poblaciones naturales Tradicionalmente, los biólogos creían que la variación alélica de las poblaciones sería limitada... ...pero la investigación ha revelado que es realmente abundante. En las tres secciones anteriores de este capítulo, hemos discutidos los procesos que dan lugar a nueves alelos, genes o cromosomas. Estos procesos producen variabilidad genética, que es la base de la evolución. En esta última sección volveremos a los métodos que los biólogos utilizan para medir la cantidad de variación genética presente en las poblaciones naturales. Nos centraremos en la medida de la variación alélica en loci concretos. Sin embargo, antes de considerar los datos sobre la variación genética en poblaciones, es importante considerar cuánta variación genética podríamos encontrar. El punto de vista clásico era que en las poblaciones había poca variación genética. El razonamiento para afirmar esto era que entre los posibles alelos de un locus dado, uno de ellos tendría que ser mejor que todos los demás. La selección natural conservaría al alelo más ventajoso para la supervivencia y la reproducción y eliminaría al resto. El mejor alelo se denominó el de tipo silvestre; cualquier otro alelo presente se consideraba mutante. Como veremos, los métodos actuales para comprobar la variación genética han revelado que el punto de vista clásico era erróneo. Comenzando con los primeros trabajos de Harris (1966) y Lewontin y Hubby (1966), los biólogos evolutivos han analizado las proteínas codificadas por los alelos y el DNA de estos mismos alelos. Cuanto más profundo ha sido su análisis, más variación genética se ha encontrado. En la actualidad, los biólogos evolutivos reconocen que las poblaciones naturales albergan mucha variación genética. Determinando genotipos Para medir la diversidad de alelos de un locus concreto, debemos determinar los genotipos de los individuos. Para algunos loci, es posible deducir los genotipos de los individuos por sus fenotipos. Por ejemplo, la esquistosomiasis intestinal es una enfermedad humana ocasionada por la infección del platelminto parásito Schistosoma mansoni. Diversos datos indican que la susceptibilidad a la infección por Schistosoma mansoni está fuertemente influenciada por un solo locus del cromosoma 5, llamado SM1.(Para una revisión véase Online Mendelian Inheritance in Man 1999.) Laurent Abel y sus colegas (1991) analizaron las genealogías de 20 familias brasileñas, y encontraron que sus datos estaban de acuerdo con un modelo en el que SM1 tiene dos alelos codominantes. Los individuos homozigotos para uno de los alelos son susceptibles, mientras que los homozigotos para el otro alelo son resistentes. Los heterozigotos tienen una resistencia intermedia. En zonas en donde todo el mundo está expuesto a agua contaminada por Schistosoma mansoni, es posible, con razonable exactitud, deducir el genotipo de una persona por la intensidad de la infección.Abel y sus colegas estimaron que en las poblaciones brasileñas estudiadas, cerca del 60% de las personas era homozigótica resistente, alrededor del 5% era homozigótica susceptible y el restante 35% era heterozigótica. En contraste con el SM1, para muchos loci es difícil o imposible deducir el genotipo de los individuos simplemente observando sus fenotipos. Por ello, la mayoría de los biólogos que estudian la diversidad alélica observan directamente las proteínas codificadas por los alelos, o al DNA de éstos. Hay una serie de métodos para hacerlo, muchos de los cuales se basan en la electroforesis en gel. La electroforesis en gel utiliza una lámina de material similar a la gelatina y un campo eléctrico para separar las moléculas por tamaños, masa y carga eléctrica. (Véase el Cuadro 4.1.) Nuestro ejemplo de cómo los investigadores utilizan la electroforesis para determinar genotipos se refiere al gen humano CC-CKR-5. Este gen, localizado en el cromo- Capítulo 4 Mutación y variación genética 95 CUADRO 4.1 Electroforesis en gel L a electroforesis en gel es una técnica ampliamente utilizada para estimar la cantidad de variación genética en las poblaciones. En esencia, la electroforesis es simplemente un método para separar moléculas. En la Figura 4.14a se presenta un aparato básico de electroforesis. El gel es una plancha porosa de material gelatinoso, fabricado a partir de un cierto número de ingredientes, como almidón, agarosa o poliacrilamida. En un extremo del gel, o a veces en (a) Fuente de energía Electrodo (-) Muestra Pocillo para la muestra Electrodo (+) Gel Recipiente con el gel (lleno con una solución tampón) (b) (c) Figura 4.14 Electroforesis en gel (a) El esquema muestra el equipo mínimo necesario para la electroforesis. En la estructura presentada, el suministro de energía consiste simplemente en cinco baterías de 9 voltios conectadas para lograr una sola batería de 45 voltios. Los investigadores normalmente utilizan fuentes de energía comerciales con voltaje variable, cronómetros, etc. (b) Esta fotografía muestra el resultado de la electroforesis de proteínas. El gel de la foto se ha teñido para la enzima PGM. Si un individuo tiene dos formas de la enzima, aparecerán dos bandas en la misma carrera. Ya que asumimos que las formas alternativas son producto de alelos distintos (Feder et al. 1989a), podemos deducir que un individuo con dos bandas es heterozigoto. Este gel indica que hay tres alelos distintos y que 8 de las 20 moscas de la muestra son heterozigóticas para el locus PGM (Jeff Feder, University of Notre Dame) (c) Esta fotografía muestra el resultado de la electroforesis de fragmentos de DNA. Los fragmentos de DNA de este gel se han teñido con bromuro de etidio, que los hace visibles a la luz ultravioleta. Los fragmentos más pequeños están próximos al comienzo del gel (National Institutes of Health/Custom Medical Stock Photo Inc.) 96 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 4.1 Continuación el centro, hay una serie de ranuras o pocillos. El investigador llena cada uno de estos pocillos con una solución que contiene una mezcla de las moléculas que quiere separar. El gel se sumerge en una solución tamponada, que mantiene húmedo el gel y permite el paso de la electricidad. Un suministro de corriente se conecta a los electrodos para originar un campo eléctrico a lo largo del gel. Muchas moléculas biológicas, como las proteínas y el DNA, están cargadas eléctricamente cuando están en solución. Debido a que están cargadas, se desplazan por el gel por la influencia del campo eléctrico. Por ejemplo, las moléculas cargadas negativamente se mueven hacia el electrodo positivo. La velocidad a la que una molécula se desplaza a través del gel viene determinada por una serie de factores, incluyendo estos: 1. La razón entre la carga eléctrica de la molécula y su masa. Las moléculas con mayor carga y menor masa se desplazan más rápidamente. 2. El tamaño físico de la molécula. Las moléculas más pequeñas pasan más fácilmente a través de los poros del gel y por consiguiente se desplazan más rápidamente. Si la mezcla situada en un pocillo tiene moléculas con razón de carga y masa diferentes o de distinto tamaño, estas moléculas se separaran a medida que se desplazan a velocidades distintas a través del gel. Electroforesis de proteínas Suponga que hay dos alelos en un locus que codifica a una enzima. Recuerde que las enzimas son proteínas y que las proteínas son cadenas de aminoácidos. Imagine que nuestros dos alelos codifican versiones de la enzima que tienen aminoácidos diferentes en algunas posiciones. Estas versiones distintas de la enzima, codificadas por alelos del mismo locus, se llaman alozimas. Si una alozima tiene un aminoácido cargado negativamente en donde la otra tiene uno neutro o cargado positivamente, entonces las dos versiones de la proteína tendrán cargas eléctricas diferentes. Se desplazarán a diferente velocidad a través del gel de electroforesis. Para determinar en un individuo el genotipo de nuestro locus enzimático, podemos tomar una muestra de las proteínas del individuo y separarlas en un gel de electroforesis. Luego situaremos el gel en un baño que contenga un sustrato para una reacción química catalizada por la enzima en cuestión y un colorante que se una a un producto de la reacción química. Este baño teñirá el gel sólo en los lugares a donde haya llegado la enzima que estamos estudiando. Si en el gel se produce una sola mancha, entonces nuestro individuo tendrá una sola versión de la enzima. Por consiguiente el individuo tiene que ser homozigoto. Si en el gel aparecen dos manchas, entonces el individuo tiene dos versiones de la enzima y por consiguiente será heterozigoto. Podemos hacer correr muestras de proteínas de varios individuos, unas al lado de otras en el mismo gel y luego comparar el patrón de manchas, o bandas, en cada carril (Figura 4.14b). Electroforesis de DNA Suponga que hay dos alelos en un locus. Por definición, los alelos tienen diferente secuencia en su DNA. Hay una gran variedad de métodos basados en la electroforesis que nos permitirán distinguir a individuos con genotipos diferentes. Todos ellos se basan en procedimientos para preparar el DNA en donde alelos con secuencias distintas dan lugar a fragmentos de DNA con tamaños distintos. Las moléculas de DNA en solución están cargadas negativamente, principalmente debido a los grupos fosfato de cada nucleótido.Todas las moléculas de DNA tienen, aproximadamente, la misma razón de carga a masa, independientemente de su longitud. Sin embargo, las moléculas de DNA más pequeñas se mueven más rápidamente en un gel de electroforesis. Si hiciéramos correr una mezcla de fragmentos de DNA en un gel, los fragmentos se ordenarían por tamaños. Si hiciéramos visibles los fragmentos, quizá tiñéndolos o marcándolos con fluorescencia, entonces veríamos una banda en el gel correspondiente al tamaño de cada uno de los fragmentos (Figura 4.14c). Podemos hacer correr DNA preparado de varios individuos en un gel, unos al lado de otros. Los individuos con genotipos diferentes darán patrones de bandas diferentes.Véase el texto para un ejemplo. soma 3, codifica para una proteína llamada receptor 5 de la quimioquina C-C, abreviado normalmente como CCR5. El CCR5 es una proteína de la superficie de membrana que se encuentra en los glóbulos blancos. Como su nombre sugiere, la función del CCR5 es unirse a las quimioquinas, que son moléculas producidas como señal por otras Cálculo de las frecuencias alélicas Ya hemos advertido que una cuestión importante respecto del alelo CCR5-∆32 es, ¿en qué medida es frecuente? Para contestar a dicha pregunta de manera precisa, necesitamos utilizar los datos de los genotipos de la Tabla 4.4 para calcular la frecuencia del alelo ∆32 +/∆32 ∆32/∆32 células del sistema inmunitario. Cuando un leucocito se estimula por la unión de las quimioquinas a sus receptores, las células se desplazan hacia los tejidos inflamados para ayudar en la lucha contra la infección. Lo que hace particularmente interesante al CCR5 es que es utilizado también como correceptor por la mayoría de las cepas del VIH-1 transmitidas por vía sexual. Como mencionamos en el Capítulo 1, los viriones VIH-1 utilizan una proteína propia, llamada Env, para introducirse en las células del huésped. Env parece actuar uniéndose primero a una proteína de superficie celular, llamada CD4, y luego uniéndose a CCR5. Cuando Env se une a CCR5, se inicia la fusión de la cubierta viral con la membrana de la célula huésped. Esta fusión libera al material genético del virus en el citoplasma de la célula huésped. En 1996, Rong Liu y sus colegas descubrieron variantes alélicas del locus CCR5 que influían en la susceptibilidad a la infección por cepas del VIH-1 transmitidas por vía sexual. Liu y sus colegas estaban estudiando a dos individuos sanos a pesar de los múltiples encuentros sexuales no protegidos con parejas que se sabía eran VIH positivas. Los investigadores descubrieron que estos individuos eran homozigotos para una deleción de 32 pares de bases en la región codificadora del gen para la CCR5. Como consecuencia de la deleción, la proteína codificada se acortaba mucho y no era funcional. Al carecer de la CCR5 en su superficie, las células de los homozigotos por deleción no ofrecían puntos de unión a los VIH-1 que debían unirse a la CCR5 para iniciar la infección. Llamaremos al alelo funcional CCR5+, o sólo +, y al alelo con una deleción de 32 pares de bases CCR5-∆32, o simplemente ∆32. Los individuos con genotipo +/+ son susceptibles a la infección por el VIH-1, los individuos con genotipo +/∆32 son susceptibles, pero el SIDA puede progresar más lentamente y los individuos ∆32/∆32 son resistentes a la mayoría de las cepas de virus transmitidas sexualmente. Al estudiar el alelo CCR5-∆32, los investigadores del SIDA intentaron inmediatamente saber cuál era su frecuencia. Michel Samson y sus colegas (1996), que descubrieron el alelo independientemente, desarrollaron un ensayo que funciona como sigue. Los investigadores extraían primero DNA de una muestra de células del sujeto. Luego utilizando la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) hicieron muchas copias de una región del gen, de una longitud de varios cientos de pares de bases, que contenía el lugar de la deleción de 32 pares de bases. (La PCR duplica muchas veces una secuencia diana, utilizando un sistema de replicación del DNA en tubo de ensayo, en combinación con secuencias cebadoras sintetizadas específicamente, que dirigen a la polimerasa del DNA a copiar exactamente el locus de interés.) Finalmente, los investigadores cortaron las secuencias duplicadas del DNA con una enzima de restricción y corrieron los fragmentos resultantes en una electroforesis en gel. Los resultados aparecen en la Figura 4.15. Ambos alelos dan lugar a dos fragmentos de DNA. Los fragmentos del alelo CCR5+ tienen una longitud de 332 y 403 pares de bases. Los fragmentos del alelo CCR5-∆32 tienen una longitud de 332 y 371 pares de bases. Los homozigotos presentan dos bandas, mientras que los heterozigotos tienen tres bandas. Varios laboratorios han completado estudios de los genotipos CCR5 en varias poblaciones nativas de todo el mundo. Datos recogidos en una investigación de Jeremy Martinson y sus colegas (1997) aparecen en la Tabla 4.4. +/+ Capítulo 4 Mutación y variación genética 97 403 pb 371 pb 332 pb Figura 4.15 Determinación de los genotipos CCR5 mediante electroforesis del DNA Cada carrera de este gel tiene fragmentos de DNA preparados a partir de alelos CCR5 de un solo individuo. La posición en el gel de las manchas negras, o bandas, indica el tamaño de los fragmentos. Cada genotipo da lugar a un patrón único de bandas. Según Samson et al. (1996). Reimpreso con permiso de Nature. © 1996, Macmillan Magazines Ltd. 98 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Tabla 4.4 Diversidad de genotipos CCR5 en diversas poblaciones Número de cada genotipo Población Frecuencia alélica (%) Número de personas analizadas ⴙ/ⴙ ⴙ/⌬32 ⌬32/⌬32 CCR5-ⴙ CCR5-⌬32 43 102 283 29 91 44 63 26 75 223 24 81 40 60 16 24 57 5 10 4 3 1 3 3 0 0 0 0 79,1 85,3 20,9 14,7 110 241 34 96 231 34 14 10 0 0 0 0 46 34 34 25 50 26 59 101 151 38 32 33 25 50 26 59 100 151 7 2 1 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 111 52 80 87 96 36 110 52 80 87 96 36 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 96 94 98 59 17 96 94 96 58 17 0 0 2 1 0 0 0 0 0 0 38 52 98 119 37 52 98 119 1 0 0 0 0 0 0 0 Europa Ashkenazi Islandia Gran Bretaña España:Vascos Italia Irlanda Grecia Cercano Oriente Caucaso: Daghestan Arabia Saudí Yemen Asia Rusia: Udmurtia Pakistán Punjab Bengala Hong Kong Filipinas Mongolia Tailandia Borneo África Nigeria República Central Africana Kenia Costa de Marfil Zambia Kalahari San Oceanía Costa de Nueva Guinea Polinesia Francesa Aborígenes Australianos Guam Fiji Americas Nuu-Chah-Nulth México (Huicholes) Brasil (Amerindios) Jamaica Extraída de Martison et al. 1997. Copyright © 1997, Nature Genetics. Reimpreso con permiso del Nature Publishing Group, New York, NY. Capítulo 4 Mutación y variación genética 99 en las distintas poblaciones analizadas. La frecuencia de un alelo es su representación fraccionaria entre todos los alelos presentes en la población. Como ejemplo, calculemos la frecuencia del alelo ∆32 en la población Ashkenazi europea, a partir de los datos de la primera columna de la Tabla 4.4. El modo más simple para calcular las frecuencias alélicas es contar los alelos presentes. Martinson y sus colegas analizaron 43 individuos. Cada individuo lleva dos alelos, por lo que los investigadores comprobaron un total de 86 alelos. De estos 86 alelos, 18 eran alelos ∆32: uno de cada uno de los 16 heterozigotos y 2 del único homozigoto. Por ello, la frecuencia del alelo ∆32 en la muestra Ashkenazi es 18 ᎏᎏ ⫽ 0,209 86 Para estimar la cantidad de variación genética de una población, los investigadores calculan la frecuencia de cada alelo presente. o el 20,9%. Podemos realizar una comprobación calculando la frecuencia del alelo +, que es (52 ⫹ 16) ᎏᎏ ⫽ 0,791 86 o el 79,1%. Si nuestros cálculos son correctos, la frecuencia de los dos alelos debería sumar uno, que es lo que ocurre. Un método alternativo para calcular las frecuencias en la población Ashkenazi es partir de las frecuencias genotípicas. Martinson y sus colegas analizaron 43 individuos, por lo que las frecuencias genotípicas son: +/+ +/∆32 16 ᎏᎏ ⫽ 0,372 43 ∆32/∆32 26 1 ᎏᎏ ⫽ 0,605 ᎏᎏ ⫽ 0,023 43 43 La frecuencia del alelo ∆32 es la frecuencia de ∆32/∆32 mas la mitad de la frecuencia de +/∆32: 1 0,023 ⫹ ᎏᎏ (0,372) ⫽ 0,209 2 que es el mismo valor que obtuvimos con el primer método. Hemos calculado las frecuencias alélicas de las dos primeras filas de la Tabla 4.4. Dejamos a los lectores que calculen las frecuencias alélicas del resto de las poblaciones de la tabla y que sitúen en un mapamundi las distintas poblaciones. Los lectores que lo hagan encontrarán una distribución intrigante. El alelo CCR5-∆32 es corriente en las poblaciones originales del Norte de Europa, con frecuencias de hasta el 21%. A medida que nos desplazamos desde el norte de Europa, tanto hacia el este como hacia el sur, la frecuencia del alelo ∆32 disminuye. Fuera de Europa, de Oriente Medio y de Asia occidental, el alelo ∆32 es prácticamente ausente.Volveremos a esta distribución en los Capítulos 5 y 7. ¿Cuánta diversidad genética existe en una población típica? Desde mediados de 1960, los biólogos evolutivos han utilizado la electroforesis en gel para enzimas como estima de la diversidad genética en poblaciones de cientos de especies vegetales y animales. En la Figura 4.16 aparecen datos de dos de estos estudios. J. G. Oakeshott y sus colegas (1982) estudiaron la variabilidad alélica del locus de la alcohol deshidrogenasa de la mosca de la fruta. La alcohol deshidrogenasa, o Adh, degrada el etanol, el ingrediente tóxico activo en el vino, la cerveza y, lo más importante para las moscas de la fruta, en los frutos en descomposición. Hay dos alozimas de la Adh que se distinguen electroforéticamente: AdhF y AdhS. F y S son abreviaturas de “fast” (rápido) y “slow” (lento), la velocidad a la que los alelos enzimáticos se mueven en el gel de elec- Documentar las frecuencias alélicas en una serie de poblaciones puede revelar patrones interesantes. 100 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Si hay más de un alelo en un locus dado, se dice que la población es polimórfica para dicho locus. troforesis. Oakeshott y sus colegas determinaron la frecuencia de los dos alelos de la Adh en 34 poblaciones de moscas australianas (Figura 4.16a). Este análisis demostró que casi todas las poblaciones eran polimórficas para el locus Adh. Es decir, en casi todas las poblaciones se encontraban los dos alelos. El mapa de la Figura 4.16a también revela un patrón que se repite en Europa y en América del Norte: en general, AdhS se encuentra en frecuencias más elevadas en las latitudes bajas (es decir, más cercanas al ecuador), mientras que AdhF se encuentra en mayor frecuencia en las latitudes altas. El significado de esta distribución no está claro, aunque puede estar relacionado con el hecho de que AdhS es más estable a temperaturas elevadas. (a) AdhF Frecuencia de: AdhS 10° 20° 30° N 40°S 115°E 125° 135° 145° 155° Figura 4.16 La electroforesis en gel de enzimas revela diversidad alélica en poblaciones naturales (a) Los diagramas en círculo de este mapa muestran las frecuencias de dos alelos de la alcohol deshidrogenasa en poblaciones australianas de la mosca de la fruta: AdhF (negro) y AdhS (blanco). Según Oakeshott et al. (1982), Copyright © 1991, Evolution. Reimpreso con permiso. (b) En esta gráfica se muestra la frecuencia del alelo Ldh-Bb en función de la latitud en poblaciones del ciprinodóntido (Fundulus heteroclitus) a lo largo de la costa este de los Estados Unidos. Ldh-Bb es uno de los dos alelos de la lactato deshidrogenasa-B que se distinguen electroforéticamente; el otro alelo es el Ldh-Ba. Reimpreso con permiso de Powers et al. (1991). © 1991, por Annual Reviews. www.AnnualReviews.org. Frecuencia del alelo LDH-Bb (b) 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 44 Norte Frío (6°C) 42 40 38 36 Latitud (grados Norte) 34 32 30 Sur Cálido (21ºC) Capítulo 4 Mutación y variación genética 101 Dennis Powers y sus colegas (1991, 1998) estudiaron la diversidad alélica del locus de la lactato deshidrogenasa B en poblaciones de un ciprinodóntido (Fundulus heteroclitus), un pez de unos 5 a 10 cm de longitud que vive en ensenadas, bahías y estuarios a lo largo de las costas atlánticas de América del Norte. La lactato deshidrogenasa B, o Ldh-B, es una enzima que convierte la lactosa en piruvato; es importante tanto en la producción de glucosa como en el metabolismo aerobio. Hay dos alelos enzimáticos de la Ldh-B, diferenciables electroforéticamente: Ldh-Ba y Ldh-Bb. Powers y sus colegas determinaron las frecuencias de los dos alelos de la Ldh-B en poblaciones de dicho ciprinodóntido desde Maine a Georgia. Este análisis demostró que la mayoría de las poblaciones eran polimórficas.Además, como muestra la gráfica de la Figura 4.16b, hay un patrón muy influenciado geográficamente: Ldh-Bb está en elevada frecuencia en las poblaciones del norte, mientras que Ldh-Ba lo está en las poblaciones del sur. Esta distribución tiene sentido porque Ldh-Bb tiene mayor eficacia catalítica a temperatura baja, mientras que Ldh-Ba la tiene a temperatura elevada. Para deducir conclusiones generales de estudios parecidos a los revisados en los dos párrafos anteriores, necesitamos resumir los datos sobre diversidad alélica de loci en poblaciones. Hay dos estadísticos que se usan normalmente: la heterozigosidad media y el porcentaje de loci polimórficos. La heterozigosidad media se puede interpretar de dos maneras equivalentes: como la frecuencia promedio de los heterozigotos en el conjunto de los loci, o como la fracción de loci que son heterozigotos en el genotipo del individuo promedio. El porcentaje de loci polimórficos es la fracción de loci de una población que tiene al menos dos alelos. Los estudios electroforéticos de enzimas han demostrado que la mayor parte de las poblaciones naturales albergan sustancial variación genética. La Figura 4.17 resume datos sobre heterozigosidades medias de invertebrados, vertebrados y plantas. Como caso general, en una población natural típica, entre el 33 y el 50% de los loci enzimáticos son polimórficos y el individuo promedio es heterozigoto para el 4 al 15% de sus loci (Mitton 1997). Los métodos que examinan directamente el DNA de los alelos son incluso más eficaces para revelar la diversidad genética. Esto es así porque no cualquier cambio en las secuencias del DNA de un locus da lugar a una proteína detectable electroforéticamente. Entre los loci más intensamente estudiados hasta la fecha se encuentra el gen responsable de la fibrosis quística en humanos. Este locus, en el cromosoma 7, codifica una proteína llamada el regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTR). La CFTR es una proteína de la superficie celular que se expresa en el revestimiento mucoso de la membrana de los intestinos y pulmones. Gerald Pier y sus colegas (1997) demostraron que una de las funciones clave de la CFTR es capacitar a las células de la superficie pulmonar para ingerir y destruir a la bacteria Pseudomonas aeruginosa. Los individuos homozigotos para mutaciones de pérdida de función del gen de la CFTR tienen fibrosis quística. Sufren una infección crónica por Pseudomonas aeruginosa, lo que finalmente produce graves daños en los pulmones. Los genéticos moleculares han examinado la secuencia del DNA de los alelos de la CFTR en más de 15.000 pacientes con fibrosis quística, con un total de más de 30.000 copias de alelos para la enfermedad. Han descubierto unas 500 mutaciones diferentes de pérdida de función en este locus (Figura 4.18).Volveremos al gen de la CFTR en el Capítulo 5. ¿Porqué hay poblaciones diferentes genéticamente? Como advertimos al comienzo de esta sección, el punto de vista clásico de la diversidad genética, que esperaba poca diversidad en la mayoría de las poblaciones, era claramente erróneo. ¿Cómo podemos explicar la sustancial diversidad presente en la mayoría de Los análisis de la variación proteica sugieren que en una población tipo, entre la tercera parte y la mitad de todos los loci codificantes son polimórficos... ... mientras que los primeros análisis de la variación de las secuencias del DNA sugieren que dicho polimorfismo puede ser incluso más amplio. 102 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Frecuencia (%) 30 Vertebrados (648 especies) 20 10 0 Frecuencia (%) 15 10 Invertebrados (370 especies) 5 0 Figura 4.17 La electroforesis de enzimas revela que muchas poblaciones albergan considerable diversidad genética Estos histogramas muestran la distribución de la heterozigosidad de enzimas en especies de animales y vegetales. Por ejemplo, alrededor del 7% de todas las especies vegetales tienen una heterozigosidad entre 0,08 y 0,10. La heterozigosidad se puede interpretar de dos modos: como el porcentaje medio de individuos heterozigotos para un locus, o como el porcentaje medio de loci heterozigóticos por individuo. De la Figura 2.2, p. 19, de Avise (1994). © 1994, Chapman y Hall. Reimpreso con el permiso de Kluwer Academic Publishers. Frecuencia (%) 18 Plantas (785 especies) 12 6 0 0 0,10 0,20 0,30 0,40 >0,40 Heterozigosidad (H) las poblaciones? Dos explicaciones han reemplazado en la actualidad a la teoría clásica. De acuerdo con la teoría del equilibrio, o seleccionista, la diversidad genética se mantiene por selección natural, favoreciendo a los individuos raros, a los heterozigotos o a alelos diferentes en diferentes sitios y momentos. De acuerdo con la teoría neutralista, la mayoría de los alelos de muchos loci polimórficos son funcional y selectivamente equivalentes. En efecto, la diversidad genética se mantiene debido a que no es eliminada por selección. Consideraremos las teorías seleccionista y neutralista con mayor detalle en los Capítulos 5, 7 y 18. Capítulo 4 Mutación y variación genética 103 Número de cromosomas 10.000 1.000 100 10 1 5' 3' 1 2 3 4 5 6a 6b Dominio de unión a la membrana 7 8 9 10 11 12 Unión a ATP 13 14a 14b 15 16 17a 17b 18 Dominio R Dominio de unión a la membrana 19 20 21 22 23 24 Unión a ATP Figura 4.18 Los estudios de secuenciación han revelado una enorme diversidad genética en el locus de la fibrosis quística humana Este gráfico muestra la abundancia y localización de las mutaciones de pérdida de función descubiertas al examinar unos 30.000 alelos causantes de la enfermedad en el locus de la fibrosis quística. En el histograma se indica el número de copias que se encontraron de cada mutación. El mapa del locus está debajo, en el que las cajas representan exones, y muestra la localización de cada mutación dentro del gen CFTR. Las cajas en la parte inferior del gráfico indican las funciones de las regiones codificadoras del gen. De la Figura 2, p. 395, en Tsui (1992). Copyright © 1992, Elsevier Science. Reimpreso con el permiso de Elsevier Science. Resumen Las mutaciones van desde la sustitución de un solo par de bases a la duplicación de dotaciones completas de cromosomas y su impacto varía desde ningún cambio en la secuencia de aminoácidos a cambios en un solo aminoácido hasta la creación de genes y la duplicación de genomas. Las mutaciones puntuales se producen por errores de la polimerasa del DNA en las síntesis de éste, o por errores de las enzimas de reparación del DNA después de que las secuencias se han dañado por mutágenos químicos o por radiación. Las mutaciones puntuales en la primera y en la segunda posición de los codones dan lugar frecuentemente a sustituciones no sinónimas que dan lugar a cambios en la secuencia de aminoácidos de las proteínas. Las mutaciones puntuales en la tercera posición de los codones dan lugar normalmente a sustituciones silenciosas que no producen cambios en la secuencia de aminoácidos de las proteínas. Las mutaciones puntuales dan lugar a nuevos alelos. Las tasas de mutación varían tanto entre los genes de un genoma como entre especies.Tanto la polimerasa del DNA como los muchos loci implicados en la reparación de los emparejamientos erróneos, presentan variabilidad heredable. Por ello, la tasa de mutación es un carácter que puede responder a la selección natural y a otros procesos evolutivos. La fuente más común de nuevos genes son las duplicaciones, que se producen por errores en el entrecruzamiento. Un gen duplicado puede divergir de su secuencia paterna y convertirse en un nuevo locus, con una función diferente, o en un pseudogen no funcional. También pueden aparecer nuevos genes cuando un mRNA se transcribe inversamente y se inserta en el genoma en una localización diferente. Las alteraciones de los cromosomas forman una clase numerosa de mutaciones. Las inversiones cromosómicas tienen interesantes implicaciones evolutivas porque reducen la 104 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo frecuencia de la recombinación entre los loci dentro de la inversión. Por ello, los alelos que se encuentran dentro de ésta tienden a heredarse juntos en lugar de independientemente. La poliploidía se caracteriza por la duplicación de una dotación completa de cromosomas. Es frecuente en vegetales y es importante porque los individuos poliploides están aislados genéticamente de la población en la que se originaron. Los biólogos evolutivos normalmente miden la diversidad alélica de las poblaciones utilizando la electroforesis en gel para observar directamente las proteínas codificadas por los alelos o al DNA de los alelos mismos.Tales estudios han revelado que la mayoría de las poblaciones naturales tienen diversidad genética sustancial. Ahora que conocemos algo acerca del origen de los alelos y genes, y acerca de la diversidad genética presente en muchas poblaciones, estamos listos para desviar nuestra atención y hacernos preguntas distintas: ¿qué es lo que determina el destino de los nuevos alelos y de los genes en una población? Esto será el objeto de los Capítulos 5 y 6. Preguntas 1. El biólogo evolutivo Graham Bell (1997) ha dicho que: “Muchas mutaciones no son muy deletéreas. El acometer la adaptación no es función exclusiva de una tormenta de mutaciones que matan o mutilan, sino más bien de un goteo estable de mutaciones con efectos ligeros o inapreciables sobre la salud o el vigor” (Bell 1997). Esta frase se apoya en experimentos clásicos en la mosca de la fruta y en otros organismos. No obstante, en la especie humana muchas mutaciones dan lugar a graves enfermedades (por ejemplo, véase la Tabla 4.2b). ¿Es posible que las mutaciones en humanos sean cualitativamente diferentes que las mutaciones en otros organismos? ¿O nuestra percepción tradicional de las mutaciones como altamente deletéreas ha sido exagerada por los intensos estudios sobre un pequeño subgrupo de mutaciones humanas? Para un gen como el de la β-globina, ¿cómo haría para determinar la frecuencia con la que se producen mutaciones con pequeños efectos? 2. Schlager & Dickie (1971) se dispusieron a determinar la tasa de mutación en el color del pelaje de los ratones. Durante seis años estudiaron cinco genes del color del pelaje en unos siete millones de ratones, examinando miles de cruces hermano por hermana de 28 cepas consanguíneas. Para cada gen estudiaron dos tasas de mutación: (1) la tasa a la que un gen normal muta a una forma que da lugar a la pérdida de la función y (2) la tasa a la que un gen mutante mutaría retrógradamente a la forma normal. Por ejemplo, en 67.395 cruces comprobados, el gen “albino” mutó a partir del normal (con color) a no funcional (albino) exactamente tres veces, con una tasa de mutación de 44,5 10-6. Es interesante señalar que en todos los genes para el color del pelaje, las tasa de mutación retrógrada (es decir, de albino a coloreado) fue alrededor de 2,5 10-6, tasa que siempre fue menor que las de pérdida de función. Reflexione acerca de las mutaciones distintas que pueden dar lugar a la pérdida de función de un gen y las mutaciones que pueden ocasionar una ganancia de función. ¿Porqué las tasas de mutación de pérdida de función son siempre más altas que las retrógradas de ganancia de función? 3. Voelker, Schaffer & Mukai (1980) estudiaron 1.000 líneas de moscas durante 220 generaciones para estimar la tasa de mutación de cierta proteína. En 3.111.598 cruces encontraron 16 moscas con mutaciones nuevas de sustitución no sinónima en dicha proteína (detectadas por un ligero cambio en su carga eléctrica), una tasa de mutación de 5,1 10-6. Sin embargo, sólo cuatro de dichas mutaciones alteraban realmente la función proteica; las otras doce no la afectaban de manera detectable. Si Voelker et al. hubieran medido simplemente la pérdida de función, ¿hubiera sido la tasa de mutación estimada más alta o más baja? Si hubieran podido medir también las sustituciones silenciosas, ¿hubieran sido sus estimas de la tasa de mutación más alta o más baja? ¿Cree que midiendo los cambios en la carga de la proteína hubieran sido capaces de medir todas las sustituciones no sinónimas que se producen? ¿Cuál cree que es la medida más informativa de la tasa de mutación? 4. En este capítulo introdujimos las consecuencias de las mutaciones en dos tipos de caracteres: cambios en los caracteres fenotípicos, como la estructura de la hemoglobina, y cambios en la misma tasa de mutación. Para aclarar las diferencias entre estos dos tipos de caracteres, examine la siguiente lista. ¿Cuáles de estas proteínas pueden afectar a la misma tasa de mutación? ¿Cuáles no afectan a la tasa de mutación, pero en su lugar afectan a algún otro carácter del organismo? Proteína • β-globina • Proteínas que reparan errores de emparejamiento • Melanina (proteína del color del pelaje) • Hormona del crecimiento • Polimerasa del DNA Ejemplo de mutación en la proteína • Aumenta la tendencia falciforme • Mayor tasa de reparación del daño en el DNA • Pelaje rojo en lugar de negro • Enanismo o gigantismo • Mayor velocidad y menor fidelidad en la replicación del DNA 5. El descubrimiento de la “sobreimpresión” demuestra que es posible para un segmento de DNA codificar dos proteínas funcionales y completamente diferentes. Examinemos este Capítulo 4 Mutación y variación genética 105 raro fenómeno un poco más. Supongamos que descubrimos un diminuto gen, de 12 pares de bases de longitud, que codifica un diminuto polipéptido de sólo 3 aminoácidos: • DNA • Aminoácidos ACU GCU GUC UAA thr-ala-val-Parada Supongamos ahora que este organismo se beneficiaría enormemente si tuviera otro pequeño polipéptido compuesto por leu-leu-ser. ¿Sería esto posible si el organismo comenzara a transcribir el gen desde el segundo par de bases? Consulte el código genético en la Figura 4.3b para comprobarlo. Suponga, además, que el organismo se beneficiaría aun más si en lugar de leu-leu-ser tuviera pro-leu-ser. ¿Qué mutaciones serían necesarias para lograr esto, y, se destruiría la secuencia de aminoácidos de la proteína original presentada más arriba? En general, ¿qué tipo de mutaciones pueden darse que no alteren a la proteína original, pero que permitan cambios en los aminoácidos de las proteínas “sobreimpresas”? 6. Las secuencias de aminoácidos codificadas por los genes de los pigmentos visuales rojo y verde de la especie humana son idénticas en un 96% (Nathans et al. 1986). Estos dos loci se encuentran juntos en el cromosoma X, mientras que el locus para el pigmento azul se localiza en el cromosoma 7. Entre los primates, sólo los monos del Viejo Mundo, los grandes antropoides y los humanos tienen un tercer gen para pigmento; los monos del Nuevo Mundo sólo tienen un gen para pigmento ligado al X. Comente las tres hipótesis siguientes: • Uno de los dos loci para pigmentos visuales del cromosoma X se ha originado por duplicación génica. • La duplicación génica ocurrió después de que divergieran de un antecesor común los monos del Nuevo Mundo y del Viejo Mundo, que tenían dos genes para pigmentos visuales. • Los varones con uno de los genes para pigmento rojo o para pigmento verde mutado tienen la misma visión del color que los machos de nuestros antecesores primates. 7. El número de cromosomas puede evolucionar por cambios a pequeña escala, distintos de la duplicación de dotaciones completas de cromosomas. Por ejemplo, los caballos domésticos tienen 64 cromosomas por dotación diploide, mientras que los caballos de Przewalski, una subespecie asiática, tienen 66. Se cree que los caballos de Przewalski han evolucionado de un antecesor con 2n = 64. La cuestión es, ¿cómo se originó este par de cromosomas extra? Parece improbable que se formara de novo un nuevo par cromosómico en el caballo de Przewalski. Para dar una hipótesis que explique el origen del nuevo cromosoma en el caballo de Przewalski, examine la figura adjunta. El dibujo muestra cómo ciertos cromosomas realizan la sinapsis en los descendientes híbridos del cruce entre un caballo doméstico y un caballo de Przewalski (Short et al. 1974). Los restantes cromosomas presentan un apareamiento normal 1:1. ¿Cree que este tipo de cambio gradual en el número de cromosomas implica un cambio en el número real de los genes presentes, o simplemente se trata de una reordenación del mismo número de genes? 8. Si no lo ha hecho ya, complete la Tabla 4.4 calculando las frecuencias de los alelos CCR5+ y CCR5-⌬32 de cada población. ¿Puede sugerir alguna hipótesis para explicar la distribución global del alelo CCR5-⌬32? ¿Qué preguntas adicionales surgen de los datos presentados en la tabla? Haga una lista tan amplia como pueda. Luego, elija una y describa un proyecto de investigación que pudiera contestarla. 9. Hemos visto que en los vegetales, el tiempo de generación puede afectar al número de mutaciones que se observan en los descendientes: las plantas que tienen mayor longevidad tienen frutos con más mutaciones que las plantas de corta duración. Esto se debe, probablemente, a que en los vegetales, hay muchas divisiones celulares somáticas antes de la producción de los gametos. a. ¿Cree que lo mismo podría ser cierto para los animales (podría el tiempo de generación afectar a la acumulación de mutaciones en los gametos de los individuos)? ¿Podría el tiempo de generación afectar a la acumulación de mutaciones por año en una población de animales? ¿Por qué sí o por qué no? b. En los mamíferos, los espermatozoides los producen células paternas (espermatogonias) que sufren constantes divisiones celulares toda la vida, mientras que los óvulos se producen sólo durante el desarrollo fetal. ¿Cree que el número promedio de mutaciones por gameto podría diferir en machos respecto de las hembras? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Cómo podría comprobar esta teoría? Vea Shimmin, L. C., B. H.-J. Chang, W.-H. Li. 1993. Maledriven evolution of DNA sequences. Nature 362: 745747. Explorando la bibliografía 10. La hipótesis de la mutación dirigida ha sido una de las ideas más controvertidas en la investigación reciente sobre la mutación. Esta hipótesis, inspirada en trabajos experimentales con la bacteria Escherichia coli, mantiene que los organismos pueden producir tipos específicos de mutación en respuesta al desafío de ambientes concretos. Por ejemplo, si el ambiente se hace más cálido con el tiempo, la hipótesis mantiene que los organismos responderían mediante mutaciones generadas específicamente en genes implicados en competir en temperaturas elevadas. Esto implica que las mutaciones no ocurren 106 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo al azar, sino que son dirigidas por el ambiente. Lea los siguientes trabajos para profundizar más en esta controversia: Cairns, J., J. Overbaugh, and S. Miller. 1988. The origin of mutants. Nature 335: 142-145. Foster, P. L., and J. 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Nature 171: 737-738 CAPÍTULO 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos Población de ratones, con recién nacidos, formas juveniles y adultos (C.C. Lockwood/Animals Animals/Earth Scenes) L A MAYORÍA DE LAS PERSONAS SON SUSCEPTIBLES AL VIH. SU MEJOR PROBAbilidad de evitar la infección es evitar el contacto con el virus. Sin embargo, hay algunos individuos que permanecen sanos a pesar de su exposición repetida. En 1996, los investigadores del SIDA descubrieron que al menos algunas de las variaciones en la susceptibilidad al VIH tienen base genética (véanse los Capítulos 1 y 4). El gen responsable codifica una proteína de la superficie celular llamada CCR5. La CCR5 es utilizada por la mayoría de las cepas de transmisión sexual del VIH-1 como medio para infiltrarse en los leucocitos sanguíneos. Hay un alelo mutante del gen CCR5, llamado CCR5-∆32, con una deleción de 32 pares de bases que destruye la funcionalidad de la proteína. Los individuos que heredan dos copias de este alelo no tienen CCR5 en la superficie de sus leucocitos y por consiguiente son altamente resistentes al VIH-1. El hecho de que los individuos homozigóticos para el CCR5-∆32 tengan muchas menos probabilidades es de contraer el SIDA, plantea una cuestión: la epidemia del SIDA ¿dará lugar a un incremento en la frecuencia del alelo ∆32 en las poblaciones humanas? Consideremos también esta cuestión. En el caso de 1927 de Buck contra Bell, la Corte Suprema de los Estados Unidos apoyó con una votación de ocho contra uno el estatu- 109 110 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo to de esterilización del estado de Virginia. Redactado con el informe de eugenicistas, la ley intentaba mejorar la calidad genética de generaciones futuras permitiendo las esterilizaciones forzosas de individuos afectados con formas hereditarias de locura, imbecilidad y otros defectos mentales. La decisión de la corte en el caso de Buck contra Bell revigorizó un movimiento por la esterilización obligatoria que databa del año 1907 (Kevles 1995). Hacia 1940, treinta estados habían promulgado leyes sobre la esterilización y hacia 1960 cerca de 60.000 personas habían sido esterilizadas sin su consentimiento (Reilly 1991; Lane 1992). En retrospectiva, las pruebas de que dichos individuos sufrieran enfermedades hereditarias eran débiles. Si las suposiciones genéticas hubieran sido correctas, ¿hubiera sido la esterilización una forma efectiva para reducir la incidencia de caracteres no deseables? Y, finalmente, consideremos esta otra cuestión. La fibrosis quística es una de las enfermedades genéticas más graves y frecuentes entre personas de ascendencia europea, afectando aproximadamente a un recién nacido de cada 2.500. La fibrosis quística se hereda como un carácter recesivo autosómico (véase el Capítulo 4). Los individuos afectados padecen infecciones crónicas por la bacteria Pseudomona aeruginosa y finalmente sufren graves daños pulmonares (Pier et al. 1997). En la actualidad, la mayor parte de los individuos con fibrosis quística viven hasta los treinta o cuarenta años (Elias et al. 1992), pero hasta hace poco, pocos sobrevivían hasta la edad reproductiva.A pesar del hecho de que la fibrosis quística fue letal en la mayor parte de la historia de la humanidad, en algunas poblaciones hay hasta un 4% de individuos portadores. ¿Cómo pueden ser tan frecuentes alelos que dan lugar a enfermedades genéticas letales? Las cuestiones planteadas en los párrafos anteriores se refieren a las fuerzas que cambian las frecuencias de los alelos en las poblaciones.Tales cuestiones se pueden resolver utilizando las herramientas de la genética de poblaciones. La genética de poblaciones, que es el objeto de los Capítulos 5 y 6, integra la teoría de Darwin de la evolución por selección natural con la genética mendeliana (para una revisión histórica, véase Provine 1971). La idea más importante en genética de poblaciones es que los cambios en la abundancia relativa de los caracteres en una población se pueden relacionar con cambios en la abundancia relativa de los alelos que los regulan. Desde el punto de vista de la genética de poblaciones, la evolución es el cambio de las frecuencias alélicas a lo largo de las generaciones. La genética de poblaciones proporciona las bases teóricas para gran parte de nuestra comprensión actual de la evolución. 5.1. La genética mendeliana en las poblaciones: el equilibrio de Hardy-Weinberg La genética de poblaciones comienza con un modelo de lo que sucede a las frecuencias alélicas y genotípicas en una población ideal. Una vez que sepamos cómo se comportan los genes mendelianos en una población ideal, podremos explorar cómo se comportan en las poblaciones reales. Antes de que podamos predecir si la epidemia del SIDA dará lugar a un aumento en la frecuencia del alelo CCR5-∆32 en las poblaciones humanas, necesitamos comprender cómo se comportaría el alelo en ausencia de la epidemia del SIDA. En otras palabras, necesitamos desarrollar un modelo nulo del comportamiento de los genes en las poblaciones. Este modelo nulo especificará, en las condiciones más simples posible, qué le pasaría, a lo largo de las generaciones, a la frecuencia de los alelos y de los genotipos. El modelo se podrá aplicar no solo a los humanos, sino también a cualquier población de organismos que sean diploides con reproducción sexual. Una población es un grupo de individuos y de sus descendientes que se cruzan entre sí (Figura 5.1). Los acontecimientos más importantes en el ciclo vital de una población son los siguientes: los adultos producen gametos, los gametos se combinan dando lugar a zigotos y los zigotos se desarrollan para dar lugar a la siguiente generación de adultos. Deseamos rastrear el destino, a lo largo de las generaciones, de genes mendelianos en tales Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 111 Adultos Población Zigotos Gametos Conjunto de genes Figura 5.1 El ciclo de vida de una población ideal de ratones, destacando los estadios que serán importantes en nuestro desarrollo de la genética de poblaciones. poblaciones. Deseamos saber si un alelo o genotipo concreto se convertirá en más o menos frecuente con el tiempo, y por qué. Imaginemos que los ratones de la Figura 5.1 tienen en sus genomas un locus concreto, el locus A, con dos alelos: A y a. Podemos comenzar a rastrear a estos alelos en cualquier momento del ciclo vital. Sigámoslos durante una vuelta completa, de una generación a la siguiente, para ver si sus frecuencias cambian. Ejemplo numérico La tarea de seguir a los alelos será más sencilla si comenzamos con los gametos que producen los adultos cuando se cruzan. Supondremos que los adultos eligen a sus parejas al azar. Una idea útil es considerar que el proceso de apareamiento al azar ocurre de la siguiente manera: tomamos todos los óvulos y esperma que producen todos los adultos de la población y los mezclamos en un barril. A este barril se le conoce como el conjunto de los genes. Cada espermatozoide se desplaza hasta colisionar al azar con un óvulo para producir un zigoto. Algo parecido a esto ocurre realmente en los erizos de mar y otros organismos marinos que simplemente desprenden sus gametos en la corriente. Para otros organismos, como los ratones o los humanos, esto es, obviamente, una simplificación. Los adultos de nuestra población de ratones son diploides, por lo que cada uno tiene en el locus A dos alelos. Pero los adultos producen sus óvulos y esperma por meiosis. Siguiendo la ley de la segregación de Mendel, cada gameto recibe exactamente un alelo del locus A. Imagine que el 60% de los óvulos y del esperma reciben el alelo A y que el 40% recibe el alelo a. En otras palabras, la frecuencia del alelo A en el conjunto de genes es de 0,6 y la del alelo a de 0,4 (Figura 5.2). ¿Qué sucede cuando un espermatozoide encuentra a un óvulo? Por ejemplo, ¿qué fracción de zigotos se producirán con el genotipo AA? En la Figura 5.2 se muestran las cuatro combinaciones posibles de óvulos y esperma, los zigotos que se producen y un cálculo especificando la probabilidad de cada uno de ellos. Por ejemplo, si tomamos un óvulo al azar, hay una probabilidad del 60% de que tenga el genotipo A. Cuando un espermato- Comenzando con óvulos y esperma que constituyen el conjunto de genes, nuestro modelo sigue a los alelos a través de los zigotos y adultos hasta el conjunto de genes de la generación siguiente. 112 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo Figura 5.2 La unión al azar en el conjunto de genes de nuestra población ideal de ratones da lugar a zigotos con frecuencias genotípicas predecibles. Un conjunto de genes con frecuencias alélicas de 0,6 y 0,4... a A A A a A A A A a A ...produce zigotos con frecuencias genotípicas de 0,36, 0,48 y 0,16 a a a A a A A A a Óvulo Esperma Zigoto Probabilidad A & A AA 0,6 x 0,6 = 0,36 A & a Aa 0,6 x 0,4 = 0,24 a & A aA 0,4 x 0,6 = 0,24 a & a aa 0,4 x 0,4 = 0,16 = 0,48 Esperma 0,4 a 0,6 A 0,36 AA 0,24 Aa 0,4 a 0,24 aA 0,16 aa Óvulos 0,6 A Zigotos AA Aa Total aa 0,36 + 0,48 + 0,16 = + + 1,0 = Figura 5.3 Representación geométrica de las frecuencias genotípicas producidas por apareamiento al azar Las fracciones en los bordes izquierdo y superior del cuadrado representan las frecuencias de A y a de óvulos y esperma en el conjunto de genes. Las fracciones en el interior del cuadrado representan las frecuencias genotípicas de los zigotos formados por encuentros al azar de los gametos del conjunto de genes. zoide va a fertilizar a un óvulo, hay un 60% de probabilidad de que el esperma tenga el genotipo A. La probabilidad de que presenciemos la producción de un zigoto AA será, por consiguiente, 0,6 ⫻ 0,6 = 0,36 (véase el Cuadro 5.1) Si observamos la formación de todos los zigotos, el 36% tendrá el genotipo AA. Los cálculos de la Figura 5.2 muestran que el apareamiento al azar en el conjunto de genes dará lugar a las siguientes proporciones de zigotos: AA 0,36 Aa 0,48 aa 0,16 (La categoría Aa incluye a los heterozigotos producidos por la combinación bien de un óvulo A y un espermatozoide a, o de un óvulo a con un espermatozoide A.) Advierta que, 0,36 0,48 0,16 1 Esto confirma que hemos tenido en cuenta a todos los zigotos. La Figura 5.3 muestra una representación geométrica de los mismos cálculos. Dejemos ahora que los zigotos se desarrollen hasta adultos y que los adultos produzcan gametos para obtener el conjunto de genes de la siguiente generación. ¿Será diferente la frecuencia de los alelos A y a en el conjunto de genes de lo que fue en la generación anterior? En el nuevo conjunto de genes, podemos calcular la frecuencia del alelo A de la siguiente manera.Ya que los adultos de genotipo AA constituyen el 36% de la población, producirán el 36% de los gametos.Todos estos gametos llevarán el alelo A.Así mismo, los adultos de genotipo Aa constituyen el 48% de la población, y producirán el 48% de los Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 113 CUADRO 5.1 Combinando probabilidades L a probabilidad de que dos sucesos independientes se den al mismo tiempo es igual al producto de las probabilidades de cada uno de los sucesos. Por ejemplo, la probabilidad de que al echar una moneda salga cara es 1/2. La probabilidad de que al echar otra moneda salga cara es también 1/2. Si echamos las dos monedas juntas, lo que salga en una es independiente de los que salga en la otra. Por ello, la probabilidad de que salga cara en las dos monedas es 1 1 1 2 2 4 La probabilidad combinada de dos sucesos cualesquiera mutuamente excluyentes será igual a la suma de cada una de sus probabilidades. Cuando echamos un dado puede salir o un uno o un dos (entre otras posibilidades), pero no pueden salir los dos números a la vez. Por ello, la probabilidad de que salga o bien un uno o bien un dos es 1 1 1 6 6 3 gametos. La mitad de estos gametos llevarán el alelo A. Por ello, la fracción de gametos del conjunto de genes que lleva el alelo A es, 1 0,36 0,48 0,6 2 () En la Figura 5.4 se presenta este cálculo gráficamente. La figura también muestra un cálculo que establece que la fracción de gametos del conjunto de genes que llevan el alelo a es 0,4.Advierta que 0,6 + 0,4 = 1 Esto confirma que hemos tenido en cuenta a todos los gametos. En la Figura 5.5 se muestra una representación geométrica de los mismos cálculos. Una población con frecuencias genotípicas de 0,36, 048 y 0,16... Aa Aa AA AA AA Aa Aa Aa AA AA AA Aa Aa Aa aa aa AA AA AA Aa Aa Aa aa aa ...produce gametos... ...con frecuencias de 0,6 y 0,4 Aa A a A a A a A A A A A A A a A a A a A A A A A A A a A a A a a a a a A A A A A A A a A a A a a a a a A 0,36 + 1 (0,48) = 0,6 2 a 1 (0,48) + 0,16 = 0,4 2 Figura 5.4 Cuando los adultos de nuestra población ideal de ratones producen gametos, dan lugar a un conjunto de genes en el que las frecuencias alélicas son idénticas a las que comenzamos en la generación anterior. 114 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo AA 0,36 Los ejemplos numéricos demuestran que en nuestra población ideal, las frecuencias alélicas permanecen constantes generación tras generación. Total 0,48 + 0,16 = 1,0 + = + Gametos El área de cada cuadro representa la frecuencia genotípica de un adulto o de un gameto. Advierta que la mitad de los gametos producidos por los adultos Aa llevan el alelo A y la otra mitad el alelo a. aa + Adultos Figura 5.5 Representación geométrica de las frecuencias alélicas que se producen cuando los adultos de nuestra población ideal forman gametos + Aa 0,24 + 0,16 0,36 + 0,24 0,6 A = + 0,4 = a 1,0 Total Hemos cerrado el círculo y hemos llegado exactamente a donde comenzamos. Comenzamos con frecuencias alélicas del 60% para A y del 40% para a en el conjunto de genes de la población. Seguimos a los alelos a través de los zigotos y de los adultos y en el conjunto de genes de la siguiente generación. Las frecuencias alélicas en el nuevo conjunto de genes es también el 60% y el 40%. Por ello, las frecuencias alélicas de A y de a se encuentran en equilibrio en nuestra población: no cambian de una generación a la siguiente. La población no evoluciona. El primer biólogo que abordó un ejemplo numérico, siguiendo las frecuencias de los alelos mendelianos de una generación a la siguiente en una población ideal, fue G. Udny Yule en 1902. Comenzó con un conjunto de genes en el que las frecuencias de los dos alelos eran 0,5 y 0,5 y demostró que en el conjunto de genes de la siguiente generación las frecuencias alélicas eran todavía 0,5 y 0,5. (Los lectores podrían reproducir sus cálculos como un ejercicio.) Como nosotros,Yule concluyó que las frecuencias de los alelos en su población ideal estaban en equilibrio. La conclusión de Yule fue tanto novedosa como correcta, pero la tomó de una forma demasiado literal. Había desarrollado un único ejemplo, y creyó que las frecuencias alélicas de 0,5 y 0,5 representaban el único estado de equilibrio posible para un sistema de dos alelos. Por ejemplo,Yule creía que si aparecía un alelo A por mutación en una población cuyo conjunto de genes era sólo de a, entonces la frecuencia del alelo A aumentaría automáticamente hasta constituir la mitad del conjunto de genes.Yule arguyó esta idea durante la discusión que siguió a una charla dada en 1908 por R. C. Punnett (el famoso Punnett del cuadrado). Punnet creía que Yule no tenía razón, pero no supo cómo probarlo. Desde luego, ya hemos demostrado que Punnet estaba en lo cierto al rechazar la idea de Yule. Nuestros cálculos demuestran que una población con frecuencias alélicas de 0,6 y 0,4 también está en equilibrio. Sin embargo, lo que Punnet deseaba era una prueba generalizada. Esta prueba demostraría que cualesquiera frecuencias alélicas, siempre que sumaran 1, permanecerán sin cambio de una generación a la siguiente. Punnett planteó el problema a su amigo matemático G. H. Hardy, que obtuvo la prueba en corto tiempo (Hardy 1908). Hardy simplemente repitió los cálculos que Yule había realizado, pero utilizando variables en lugar de frecuencias alélicas específicas tal como Yule había hecho. Los cálculos de Hardy para un caso general demostraron realmente que cualesquiera frecuencias alélicas estarán en equilibrio1. 1 Nota del traductor. Quienes realmente estarán en equilibrio o no son las frecuencias genotípicas, como se verá más adelante. Las frecuencias alélicas son las que son. Con unas frecuencias alélicas dadas se pueden formar tanto genotipos cuyas frecuencias estén en equilibrio, como genotipos cuyas frecuencias NO estén en equilibrio. Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 115 Óvulo Esperma Zigoto Probabilidad A1 & A1 A1A1 p x p = p2 A1 & A2 A1A2 p x q = pq A2 & A1 A2A1 q x p = qp A2 & A2 A2A2 q x q = q2 = 2pq Figura 5.6 Caso general de la unión aleatoria del conjunto de genes de nuestra población ideal de ratones. El caso general En nuestra versión del caso general de Hardy, trataremos de nuevo con una población ideal. Estamos interesados en un único locus con dos alelos: A1 y A2. Utilizamos mayúsculas con subíndices debido a que queremos que nuestros cálculos abarquen tanto casos en los que los alelos son codominantes como en los que hay un dominante y un recesivo. Los tres genotipos diploides posibles son A1A1,A1A2 y A2A2. Como en nuestro ejemplo numérico, comenzaremos con el conjunto de genes y seguiremos a los alelos a lo largo de una vuelta completa del ciclo de vida. El conjunto de genes tendrá una frecuencia dada de gametos A1 y de gametos A2. Denominaremos a la frecuencia de A1 en el conjunto de genes p y a la frecuencia de A2 q. Hay sólo dos alelos en la población, por lo que pq1 El primer paso es permitir que los gametos del conjunto de genes se combinen para producir zigotos. En la Figura 5.6 se muestran las cuatro combinaciones posibles de óvulos y esperma, los zigotos que se producen y el cálculo que especifica la probabilidad de cada caso. Por ejemplo, si cogemos un óvulo al azar, la probabilidad de que sea de genotipo A1 es p. Cuando un espermatozoide fertiliza al óvulo, la probabilidad de que sea de genotipo A1 es p. Por consiguiente, la probabilidad de que presenciemos la producción de un zigoto A1A1 es p p p2 Si observamos la formación de todos los zigotos, p2 de ellos tendrán genotipo A1A1. Los cálculos de la Figura 5.6 muestran que el apareamiento al azar en nuestro conjunto de genes da lugar a zigotos en las siguientes proporciones: A1A1 p2 A1A2 2pq A2A2 q2 La Figura 5.7 muestra una representación geométrica de los mismos cálculos. La figura también demuestra que p2 2pq q2 1 Esto confirma que hemos tenido en cuenta a todos los zigotos. El mismo resultado se puede demostrar algebraicamente sustituyendo q por (1 – p) en la expresión p2 2pq q2 y simplificando. Hemos ido de las frecuencias alélicas en el conjunto de genes a las frecuencias genotípicas de los zigotos. Ahora dejaremos que los zigotos lleguen a adultos y que los adultos produzcan gametos para formar el conjunto de genes de la siguiente generación. Podemos calcular la frecuencia del alelo A1 en el nuevo conjunto de genes como sigue. Ya que los adultos de genotipo A1A1 constituyen una proporción p2 de la población, pro- El reto ahora es probar algebraicamente que no hubo nada especial en nuestros ejemplos numéricos. Cualesquiera frecuencias alélicas permanecerán constantes de generación en generación. 116 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo Esperma fr(A1) = p fr(A2) = q fr(A1) = p fr(A1A1) = p2 fr(A1A2) = pq fr(A2A1) = qp fr(A2A2) = q2 Óvulos fr(A2) = q Figura 5.7 Representación geométrica del caso general de las frecuencias genotípicas producidas por apareamiento aleatorio Las variables a lo largo de los bordes izquierdo y superior del cuadro representan las frecuencias de A y a, de óvulos y esperma, del conjunto de genes. Las expresiones dentro de la caja representan las frecuencias genotípicas de los zigotos formados por la unión al azar de los gametos del conjunto de genes. Zigotos A1A1 A1A2 p2 + Total A2A2 2pq q2 + + + = 1,0 = ducirán p2 gametos.Todos estos gametos llevarán el alelo A1. De igual manera, los adultos de genotipo A1A2 constituyen una proporción 2pq de la población, y producirán 2pq gametos. La mitad de estos gametos llevarán el alelo A1. Por ello, la fracción total de gametos del conjunto de genes que llevarán el alelo A1 es 1 p2 2pq p2 pq 2 () Podemos simplificar esta expresión sustituyendo q por (1 – p) en la parte derecha. Esto da p2 pq p2 p (1 p) p2 + p p2 p Nuestro modelo ha demostrado que nuestra población ideal no evoluciona. Esta conclusión se conoce como el equilibrio de Hardy-Weinberg. En la Figura 5.8 se presenta gráficamente este cálculo. La figura también muestra un cálculo que establece que la fracción de gametos del conjunto de genes que llevan el alelo A2 es q. Asumimos por principio que p y q suman 1, por lo que sabemos que hemos tenido en cuenta a todos los gametos. De nuevo hemos completado el círculo y vuelto a donde habíamos comenzado. Comenzamos con frecuencias alélicas p y q en nuestro conjunto de genes de la población. Seguimos a los alelos a través de los zigotos y los adultos y hasta el conjunto de genes de la siguiente generación. Las frecuencias alélicas en el nuevo conjunto de genes sigue siendo p y q. Las frecuencias alélicas p y q pueden presentar cualquier valor entre 0 y 1, siempre y cuando sumen 1. En otras palabras, cualesquiera frecuencias alélicas se mantendrán en equilibrio, no sólo p = q = 0,5 como creía Yule. A1A1 p2 Adultos o de un gameto. 2pq + Gametos Figura 5.8 Representación geométrica del caso general de las frecuencias alélicas producidas cuando los adultos de nuestra población ideal producen gametos El área de cada caja representa la frecuencia genotípica de un adulto A1A2 + q2 + p A1 = 1,0 = + p2 + 1/2(2pq) Total A2A2 + = 1/ (2pq) 2 + q2 + q = A2 1,0 Total Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 117 Éste es un resultado importante. Al comienzo del capítulo definimos la evolución como el cambio de las frecuencias alélicas en las poblaciones. Los cálculos que acabamos de realizar demuestran que, dados supuestos simples, en poblaciones que siguen las reglas de la genética mendeliana, las frecuencias alélicas no cambian. Hemos presentado este resultado como el trabajo de Hardy (1908). Independientemente fue deducido por Wilhelm Weinberg (1908) y se conoce como el equilibrio de Hardy-Weinberg. (Algunos biólogos evolutivos se refieren a él como el equilibrio de Hardy-Weinberg-Castle, debido a que William Castle [1903] planteó un ejemplo numérico y constató el equilibrio de manera no matemática cinco años antes de que Hardy y Weinberg explícitamente demostraran el caso general [véase Provine 1971].) El equilibrio de Hardy-Weinberg da lugar a dos conclusiones fundamentales: • Conclusión 1: las frecuencias alélicas de una población se mantendrán constantes generación tras generación. • Conclusión 2: si las frecuencias alélicas de una población son p y q, las frecuencias genotípicas serán p2, 2pq y q2. Llegamos a resultados análogos si generalizamos el análisis del caso de dos alelos al caso normal en una población que tiene muchos alelos en un locus (véase Cuadro 5.2). ¿Cuál es la utilidad del equilibrio Hardy-Weinberg? Puede ser sorprendente que en un libro sobre evolución hayamos dedicado tanto espacio a una prueba que aparentemente demuestra que no se produce evolución. Lo que hace útil al equilibrio de Hardy-Weinberg es que descansa en una serie de condiciones simples. Cuando se viola una o más de una de estas condiciones, las conclusiones de HardyWeinberg no se cumplen. Cuando desarrollamos nuestra hipótesis nula de cómo se comportan los alelos mendelianos en las poblaciones, dejamos la mayoría de las condiciones sin especificar. Podemos ahora comentarlas explícitamente. Las condiciones más importantes son: 1. No hay selección. Todos los miembros de nuestra población ideal sobreviven con la misma tasa y contribuyen con igual número de gametos al conjunto de genes. Cuando no se cumple este supuesto (cuando individuos con determinados genotipos sobreviven y se reproducen a mayor tasa que otros) las frecuencias de los alelos pueden cambiar de una generación a la siguiente. El equilibrio de Hardy-Weinberg se convierte en útil cuando enumeramos los supuestos que hicimos acerca de nuestra población ideal. Al proporcionar una serie de condiciones explícitas bajo las cuales no hay evolución, el análisis de HardyWeinberg identifica las fuerzas que pueden dar lugar a evolución en las poblaciones reales. CUADRO 5.2 El equilibrio de Hardy-Weinberg con más de dos alelos I magine un locus con varios alelos. Podemos denominar a los alelos Ai, Aj, Ak y así sucesivamente y podemos representar sus frecuencias en el conjunto de genes con las variables pi, pj, pk y así sucesivamente. La formación de un zigoto con genotipo AiAi precisa de la unión de un óvulo Ai y un espermatozoide Ai.Así, la frecuencia de cualquier genotipo homozigoto AiAi será pi2. La formación de un zigoto con genotipo AiAj requiere bien la unión de un óvulo Ai con un esperma Aj, o de un óvulo Aj con un esperma Ai.Así, la frecuencia de cualquier genotipo heterozigoto AiAj es 2pipj. Por ejemplo, si hay tres alelos con frecuencias p1, p2 y p3, de tal manera que p1 p2 p3 1 entonces, las frecuencias genotípicas serán (p1 p2 p3)2 p12 p22 p32 2p1 p2 2p1 p3 2p2 p3 y las frecuencias alélicas no cambiaran de generación en generación. 118 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo 2. No hay mutación. En la población ideal, ninguno de los alelos existentes se convierte por mutación en otro de los alelos existentes y no se originan nuevos alelos. Cuando no se cumple esta condición y, por ejemplo, cuando algunos alelos tienen tasas de mutación mayores que otros, las frecuencias alélicas pueden variar de una generación a la siguiente. 3. No hay migración. Ningún individuo sale o entra en la población ideal. Cuando esto no se cumple, e individuos con ciertos alelos entran o salen de la población a una tasa más elevada que individuos con otros alelos, las frecuencias alélicas pueden cambiar de una generación a la siguiente. 4. No se producen fenómenos aleatorios que dan lugar a que algunos individuos pasen más alelos a la siguiente generación que otros. Evitamos este tipo de suceso aleatorio suponiendo que los óvulos y el esperma del conjunto de genes colisionan entre sí de acuerdo con sus frecuencias reales, p y q, sin que se produzcan desviaciones ocasionadas por azar. Otra forma de exponer este supuesto es que la población ideal sea de tamaño infinito. Cuando no se cumple esta condición y por azar algunos individuos contribuyen con mas alelos que otros a la generación siguiente, las frecuencias alélicas pueden variar de una generación a la siguiente. Este tipo de cambio de las frecuencias alélicas se denomina deriva genética. 5. Los individuos eligen a su pareja al azar. Explícitamente formamos el conjunto de genes para permitir que los gametos se encuentren al azar. En contraste con las condiciones de la 1 a la 4, cuando esto no se cumple (cuando, por ejemplo, hay individuos que prefieren como pareja a otros individuos del mismo genotipo) las frecuencias alélicas no varían de una generación a la siguiente. Sin embargo, las frecuencias genotípicas pueden cambiar.Tales desviaciones en las frecuencias genotípicas, en combinación con la falta de cumplimiento de una u otra de las cuatro condiciones, pueden influir en la evolución de las poblaciones. Al confeccionar una lista con las condiciones específicas ideales bajo las que las poblaciones no evolucionarán, el equilibrio de Hardy-Weinberg identifica una serie de factores que pueden dar lugar a evolución en el mundo real. Éste es el sentido en el que el equilibrio de Hardy-Weinberg sirve como modelo nulo. Los biólogos pueden medir las frecuencias alélicas y genotípicas en la naturaleza y determinar si se mantienen las conclusiones de Hardy-Weinberg. Una población en la que las conclusiones 1 y 2 se mantengan se dice que está en equilibrio de Hardy-Weinberg. Si una población no se encuentra en equilibrio de Hardy-Weinberg (si las frecuencias alélicas cambian de generación en generación, o si las frecuencias genotípicas no pueden, de hecho, predecirse multiplicando las frecuencias alélicas) entonces una o más de las condiciones del modelo no se cumple.Tal constatación, por sí misma, no nos dice nada acerca de cuál de las condiciones no se cumple, pero nos dice que una investigación más profunda puede recompensarnos con descubrimientos interesantes. En las siguientes secciones del Capítulo 5 consideraremos de qué manera la falta de cumplimiento de las condiciones 1 y 2 afectan a las dos conclusiones de Hardy-Weinberg y exploraremos, con investigación experimental, el papel de la selección y la mutación como fuerzas evolutivas. En el Capítulo 6 consideraremos las violaciones de las condiciones 3, 4 y 5. Cambios en las frecuencias del alelo CCR5-⌬32 Comenzamos este capítulo preguntándonos si podíamos esperar que la frecuencia del alelo CCR5-⌬32 cambie en las poblaciones humanas.Ahora que hemos desarrollado un modelo nulo de cómo se comportan los alelos mendelianos en las poblaciones, podemos dar una respuesta parcial. Siempre y cuando todos los individuos de genotipo CCR5 sobrevivan Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 119 y se reproduzcan con las mismas tasas, que no haya mutaciones que conviertan a algunos alelos CCR5 en otros, que ninguno se desplace de una población a otra, que las poblaciones sean infinitamente grandes y que las personas elijan a sus parejas al azar, entonces la frecuencia del alelo CCR5-⌬32 no cambiará. Desde luego, esta respuesta es totalmente insatisfactoria. Es insatisfactoria porque ninguna de las condiciones se cumple en ninguna población real. No hacemos esta pregunta en primer lugar precisamente porque esperamos que los individuos ⌬32/⌬32 sobrevivan a la epidemia del SIDA a una tasa superior que los individuos con cualesquiera de los otros dos genotipos. En las siguientes dos secciones veremos que nuestro modelo nulo, el equilibrio de Hardy-Weinberg, proporciona un marco que nos permitirá estimar con precisión la importancia de las diferencias en supervivencia. 5.2 Selección Cuando trabajamos con una población ideal para deducir el equilibrio de Hardy-Weinberg, el primer supuesto de nuestra lista fue que todos los individuos sobrevivían con igual tasa y contribuían con igual número de gametos al conjunto de genes. Las violaciones sistemáticas de este supuesto son ejemplos de selección. Hay selección cuando los individuos con un genotipo dado sobreviven hasta la edad reproductiva a una tasa superior a la de los individuos con otros fenotipos, o cuando los individuos con un fenotipo concreto producen más descendientes que los individuos con otros fenotipos. La base en ambos tipos de selección es el éxito reproductivo diferencial: algunos individuos tienen más descendientes que otros. La selección puede dar lugar a evolución cuando los fenotipos que presentan diferencias en el éxito reproductivo son heredables, es decir, cuando ciertos fenotipos están asociados a ciertos genotipos. Los genéticos de poblaciones suponen a menudo que los fenotipos están estrictamente determinados por los genotipos. Podrían pensar, por ejemplo, en plantas de guisante que siendo altas o enanas, las plantas con genotipo TT y Tt son altas, y con genotipo tt son enanas.Tal punto de vista es bastante exacto para algunos caracteres, incluidos los ejemplos que utilizamos en este capítulo. Cuando los fenotipos se agrupan en clases discretas que parecen estar determinadas estrictamente por genotipos, podemos pensar en la selección como si actuase directamente sobre los genotipos. Entonces podemos asignar un nivel concreto de éxito reproductivo a cada genotipo. En realidad, la mayoría de los caracteres no están, de hecho, estrictamente determinados por el genotipo. Las plantas de guisante con genotipo TT, por ejemplo, varían en altura. Esta variación se debe a diferencias genéticas en otros loci y a diferencias en los ambientes en donde crecen los guisantes. Consideraremos tales complicaciones en el Capítulo 7. Sin embargo, de momento adoptaremos el modelo más simple. Cuando pensamos en la selección como si actuase directamente sobre los genotipos, su aspecto definitorio es que algunos genotipos contribuyen con más alelos a generaciones futuras que otros. En otras palabras, hay diferencias entre genotipos y eficacia. Nuestra tarea en esta sección es incorporar la selección al análisis de Hardy-Weinberg. Comenzaremos preguntándonos si la selección puede cambiar las frecuencias alélicas del conjunto de genes de una generación a la siguiente. En otras palabras, ¿puede la selección hacer que no se cumpla la conclusión 1 del equilibrio de Hardy-Weinberg? Añadiendo la selección al análisis de Hardy-Weinberg: cambios en las frecuencias alélicas Comenzaremos con un ejemplo numérico que demuestra que la selección puede realmente cambiar las frecuencias alélicas. Imaginemos que en nuestra población de ratones La primera de las suposiciones acerca de nuestra población ideal fue que los individuos sobreviven con igual probabilidad y que tienen el mismo éxito reproductivo. Ahora exploramos qué sucede con las frecuencias alélicas cuando estas condiciones no se cumplen. 120 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo hay un locus, el locus B, que afecta a la probabilidad de supervivencia. Supongamos, como hicimos con el locus A de la Figura 5.2, que la frecuencia del alelo B1 en el conjunto de genes es 0,6 y la frecuencia del alelo B2 es 0,4 (Figura 5.9). Después del apareamiento al azar, obtenemos unas frecuencias genotípicas para B1B1, B1B2 y B2B2 de 0,36, 0,48 y 0,16. El resto de nuestros cálculos serán más simples si damos a la población de zigotos un tamaño definido, por lo que imaginemos que hay 1.000 zigotos: B1B1 360 B1B2 480 B2B2 160 Estos zigotos están representados por un gráfico de barras en la figura. Seguiremos a los individuos que se desarrollen a partir de estos zigotos hasta que lleguen a adultos. Aquéllos que sobrevivan se cruzarán para producir el conjunto de genes de la generación siguiente. Incorporamos la selección estipulando que los genotipos difieren en sus tasas de supervivencia.Todos los individuos B1B1 sobreviven, y también lo hacen el 75% de los individuos B1B2 y el 50% de los B2B2. Como se muestra en la Figura 5.9, en la población hay ahora 800 adultos: B1B2 B2B2 B1B1 360 360 80 En los adultos, las frecuencias de los tres genotipos serán: B1B1 360/800 = 0,45 B1B2 360/800 = 0,45 B2B2 80/800 = 0,1 Cuando estos adultos produzcan gametos, la frecuencia del alelo B1 en el nuevo conjunto de genes será igual a la frecuencia de B1B1 entre los adultos que sobreviven más la Número de individuos Selección Número de individuos 25% muere 360 360 80 50% muere B 1 B1 B1B2 B2B2 Genotipo B1B1 B1B2 B2B2 Genotipo Frecuencias alélicas resultantes Figura 5.9 La selección puede dar lugar a cambios en las frecuencias alélicas a lo largo de generaciones Esta figura sigue a 480 Número de individuos nuestra población ideal de ratones desde el conjunto de genes de una generación al conjunto de genes de la generación siguiente. Los gráficos de barras muestran el número de individuos de cada genotipo de la población en cualquier momento dado. La selección, en forma de diferencias en la supervivencia de las formas juveniles, da lugar a que el alelo B1 aumente. B1 B2 0,675 0,325 360 160 Frecuencias alélicas iniciales B1B1 B1B2 B2B2 B1 B2 Genotipo 0,6 0,4 Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 121 mitad de la frecuencia de B1B2. Este cálculo y el de la frecuencia para el alelo B2 son como sigue: B1 B2 1 1 0,45 0,45 0,45 0,1 2 2 0,675 0,325 () () La frecuencia del alelo B1 ha aumentado en un porcentaje del 7,5. La frecuencia del alelo B2 ha disminuido en la misma cantidad. La selección ha dado lugar a que no se cumpla la conclusión 1 del análisis de HardyWeinberg. La población ha evolucionado en respuesta a la selección. Utilizamos una selección fuerte para insistir en nuestro ejemplo numérico. En la naturaleza, las diferencias en supervivencia raramente son tan elevadas como para ocasionar cambios importantes en las frecuencias alélicas en una sola generación. Sin embargo, si la selección continúa actuando durante muchas generaciones, incluso pequeños cambios en las frecuencias alélicas por generación pueden acumularse en cambios sustanciales después de un largo período. En la Figura 5.10 se presentan cambios acumulativos en frecuencias alélicas que se pueden obtener por selección. La figura se basa en un modelo poblacional similar al utilizado en los ejemplos numéricos precedentes, excepto en que las frecuencias alélicas iniciales son 0,01 para B1 y 0,99 para B2. La línea amarilla presenta el cambio en frecuencias alélicas cuando las tasas de supervivencia son del 100% para B1B1, del 90% para B1B2 y del 80% para B2B2. La frecuencia del alelo B1 pasa en menos de 100 generaciones de 0,01 a 0,99. Con esquemas de selección más débiles, la frecuencia de B1 varía más lentamente, pero de manera inevitable. (Véase el Cuadro 5.3 para un tratamiento algebraico general que incorpora la selección en el análisis de Hardy-Weinberg.) Un ejemplo numérico demuestra que cuando los individuos con ciertos genotipos sobreviven con mayor probabilidad que individuos con otros genotipos, las frecuencias alélicas pueden cambiar de una generación a la siguiente. En otras palabras, nuestro modelo demuestra que la selección natural da lugar a evolución. Investigaciones experimentales sobre el cambio de las frecuencias alélicas por selección Douglas Cavener y Michael Clegg (1981) documentaron el cambio acumulativo en frecuencias alélicas a lo largo de muchas generaciones en un experimento de selección natural en el laboratorio con la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster). La mosca de la fruta, como muchos otros animales, sintetiza una enzima que degrada el etanol, el ingrediente activo venenoso de la cerveza, del vino y de la fruta en putrefacción. Esta enzima se denomina alcohol deshidrogenasa, o ADH. Cavener y Clegg trabajaron con poblaciones de moscas que en el locus de la ADH tenían dos alelos: el AdhF y el AdhS. (La F y la S se refieren Frecuencia del alelo B1 1,0 Esquema de selección 0,8 Fuerte 0,6 0,4 0,2 0,0 0 200 400 600 Generación 800 1000 Débil % de supervivientes B1B1 B1B2 B2B2 100 90,0 80,0 100 98,0 96,0 100 99,0 98,0 100 99,5 99,0 100 99,8 99,6 Figura 5.10 La selección continuada puede dar lugar a cambios sustanciales en las frecuencias alélicas con el tiempo Cada curva muestra el cambio en frecuencia alélica con el tiempo bajo una intensidad de selección dada. 122 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.3 Un tratamiento general de la selección D esarrollaremos aquí las ecuaciones que predicen las frecuencias alélicas en la generación siguiente, dadas las frecuencias alélicas en esta generación y las eficacias de los distintos genotipos. Comenzaremos con una población que tiene un conjunto de genes en el que el alelo A1 tiene una frecuencia p y el alelo A2 una frecuencia q. Permitimos que los gametos se unan al azar para formar los zigotos, con genotipos A1A1, A1A2 y A2A2, y en las frecuencias p2, 2pq y q2 respectivamente. Incorporamos la selección imaginando que los zigotos A1A1 sobreviven hasta la madurez con una tasa w11, los zigotos A1A2 sobreviven con una tasa w12 y los zigotos A2A2 sobreviven con una tasa w22. Todos los individuos que sobreviven dan lugar al mismo número de descendientes. Por consiguiente, la tasa de supervivencia de un genotipo es proporcional al éxito reproductivo durante la vida del genotipo, o eficacia. Por ello nos referiremos a la tasa de supervivencia como de eficacia. La eficacia media –, se obtiene por la para el conjunto de la población, w expresión: – ⫽ p2w 2pqw q2w w 11 12 22 [Para ver esto, advierta que podemos calcular el prome(1 2 2 3) dio de los números 1, 2, 2 y 3 como 4, o como 1 1 1 ( 4 1) ( 2 2) ( 4 3). Nuestra expresión para la eficacia promedio es del segundo tipo: multiplicamos la eficacia de cada genotipo por su frecuencia en la población y luego sumamos los resultados.] Calculemos ahora las frecuencias genotípicas de los adultos que sobreviven (justo antes de que sus gametos vayan al conjunto de genes). Las nuevas frecuencias genotípicas serán: A1A1 p2w11 – w A1A2 2pqw12 – w A2A2 q2w22 – w (En cada caso hemos dividido por la eficacia media para asegurarnos que las nuevas frecuencias todavía sumen 1.) Finalmente, dejamos que los adultos se crucen y calculamos las frecuencias alélicas en el conjunto de genes: • Para el alelo A1: los individuos A1A1 contribuyen con p2w11 – gametos, los cuales son todos A1; los individuos A1A2 w 2pqw12 contribuyen con w– gametos, de los cuales la mitad son A1.Así, la nueva frecuencia de A1 es p2w11 pqw12 – w • Para el alelo A2: los individuos A2A2 contribuyen con 2pqw12 – gametos, todos los cuales son A2; los individuos w q2w22 gametos, la mitad de los A1A2 contribuyen con w– cuales son A2. Por ello, la nueva frecuencia de A2 es pqw12 q2w22 – w El lector puede confirmar que las nuevas frecuencias de A1 y A2 suman 1. Es instructivo calcular el cambio en la frecuencia del alelo A1 de una generación a la siguiente. Este valor, ∆p, es igual a la nueva frecuencia del alelo A1 menos su frecuencia anterior: p2w11 pqw12 ∆p – p w – 2 p w11 pqw12 pw – – w w – 2 p w11 pqw12 pw – w p –) – (pw11 qw12 w w La expresión final es útil porque muestra que el cambio en la –). frecuencia del alelo A1 es proporcional a (pw11 qw12 w – La expresión (pw11 qw12 w) es igual a la eficacia media del alelo A1 cuando se une al azar con otros alelos (pw11 – ). En otras qw12) menos la eficacia media de la población (w palabras, si los individuos que llevan A1 tienen una eficacia superior a la media, entonces el alelo A1 aumentara en frecuencia. El cambio en la frecuencia del alelo A2 de una generación a la siguiente es pqw12 q2w22 ∆q – p w p –) – (pw12 qw22 w w Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 123 a si la proteína codificada por el alelo se mueve rápidamente [en inglés, fast] o lentamente [en inglés, slow] en el gel de electroforesis [véase el Cuadro 4.1 del Capítulo 4].) Los científicos mantuvieron dos poblaciones experimentales de moscas con alimento rociado con etanol y dos poblaciones control con alimento normal. Los investigadores eligieron los padres de cada generación al azar. Ésta es la razón por la que llamamos al proyecto un experimento de selección natural: Cavener y Clegg utilizaron ambientes distintos para sus diferentes poblaciones, pero los investigadores no manipularon directamente la supervivencia o el éxito reproductivo de las moscas. En algunas generaciones, Cavener y Clegg tomaron muestras de moscas al azar de cada población, determinaron sus genotipos ADH y calcularon las frecuencias alélicas. Los resultados se muestran en la Figura 5.11. Las poblaciones control no muestran grandes cambios o cambios consistentes a largo plazo, en cuanto a la frecuencia del alelo AdhS. Por el contrario, las poblaciones experimentales presentaron un declive rápido y muy consistente de la frecuencia de AdhS (y, desde luego, un aumento correspondiente de la frecuencia de AdhF). La conclusión 1 de Hardy-Weinberg parece que se mantiene en las poblaciones control, pero claramente no se cumple en las poblaciones experimentales. ¿Podemos identificar con certeza cuál de las condiciones del análisis de Hardy-Weinberg no se cumple? La única diferencia entre los dos tipos de población es que las experimentales tienen etanol en su alimento. Esto sugiere que es la ausencia de selección la condición que no se cumple en las poblaciones experimentales. Las moscas con el alelo AdhF parece que tienen mayor éxito reproductivo (mayor eficacia) que las moscas con el alelo AdhS cuando hay etanol en el alimento. Cavener y Clegg advirtieron que este resultado está de acuerdo con el hecho de que extractos del alcohol deshidrogenasa de homozigotos AdhF degradan el etanol dos veces más rápido que los extractos del alcohol deshidrogenasa de homozigotos AdhS. No está claro si las moscas con el alelo AdhF tiene una mayor eficacia porque tiene una mayor tasa de supervivencia o porque dan lugar a más descendencia. La investigación experimental con las moscas de la fruta es consistente con nuestra conclusión de que la selección natural puede dar lugar a cambios en las frecuencias alélicas. Añadiendo la selección al análisis de Hardy-Weinberg: cálculo de las frecuencias genotípicas Los cálculos y el ejemplo que acabamos de discutir demuestran que la selección puede dar lugar a que las frecuencias alélicas cambien a lo largo de las generaciones. La selección invalida la conclusión 1 del análisis de Hardy-Weinberg. Consideremos ahora de qué manera la selección afecta a la conclusión 2 del análisis de Hardy-Weinberg. En una población sometida a selección, ¿podemos todavía calcular las frecuencias genotípicas multiplicando las frecuencias alélicas? .9 Frecuencia de Adhs .8 .7 .6 .5 .4 .3 .2 .1 0 C1 C2 E1 E1 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 Generación Figura 5.11 Frecuencias del alelo AdhS en cuatro poblaciones de moscas de la fruta durante 50 generaciones Los puntos y las líneas rojos y amarillos representan a la población control que vive en alimento normal; los puntos y las líneas azules y verdes representan a poblaciones experimentales que viven en alimento rociado con etanol. Según Cavener y Clegg (1981). Copyright © Evolution. Reimpreso con permiso. 124 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo A menudo no podemos hacerlo. Como antes, usamos una población con dos alelos en un locus que afecta a la supervivencia: B1 y B2. Supongamos que las frecuencias iniciales de cada alelo en el conjunto de genes es 0,5 (Figura 5.12). Después del apareamiento al azar, las frecuencias genotípicas de B1B1, B1B2 y B2B2 son 0,25, 0,5 y 0,25 respectivamente. El resto de nuestros cálculos serán más simples si damos a la población de zigotos un tamaño dado, por lo que imaginemos que hay 1000 zigotos: B1B1 250 B1B2 500 B2B2 250 Estos zigotos están representados en un gráfico de barras en la figura. Seguiremos a los individuos que se desarrollan de estos zigotos hasta el estado adulto.Aquellos que sobrevivan se cruzarán para producir el conjunto de genes de la siguiente generación. Incorporamos la selección estipulando que los genotipos se diferencian en sus tasas de supervivencia. El 50% de los individuos B1B1 sobrevive, todos los individuos B1B2 sobreviven y el 50% de los B2B2 sobrevive. Como se muestra en la Figura 5.12, ahora habrá 750 adultos en la población: B1B2 B2B2 B1B1 125 500 125 La frecuencia de los tres genotipos será la siguiente: B1B1 125/750 = 0,167 B1B2 500/750 = 0,667 B2B2 125/750 = 0,167 Cuando estos adultos produzcan gametos, las frecuencias de los dos alelos en el nuevo conjunto de genes será: B1 B2 1 1 0,167 0,667 0,667 0,167 2 2 0,5 0,5 () () Número de individuos 50% muere 50% muere Número de individuos 500 Selección 125 125 B1B1 B1B2 B2B2 Genotipo B1B1 B1B2 B2B2 Genotipo Frecuencias alélicas resultantes B2 B1 población muere, las frecuencias alélicas no cambian. Pero entre los supervivientes hay más heterozigotos que los predichos por el equilibrio de Hardy-Weinberg. Número de individuos 500 Figura 5.12 La selección puede cambiar las frecuencias genotípicas de tal manera que no puedan ser calculadas multiplicando las frecuencias alélicas Cuando la mitad de los homozigotos de esta 250 0,5 250 Frecuencias alélicas iniciales B1B1 B1B2 B2B2 B1 B2 Genotipo 0,5 0,5 0,5 Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 125 A pesar de la fuerte selección en contra de los homozigotos, la frecuencia de los alelos no ha cambiado; la población no ha evolucionado. Sin embargo, advierta que la selección ha dado lugar a que no se cumpla la conclusión 2 del análisis de Hardy-Weinberg.Ya no podemos calcular las frecuencias genotípicas de los adultos supervivientes multiplicando las frecuencias de los alelos. Por ejemplo: Frecuencia de B1B1 0,167 ⫽ (Frecuencia de B1)2 (0,5)2 = 0,25 En nuestro ejemplo numérico utilizamos una selección fuerte para que se vea claro. De hecho, la selección rara vez es lo suficientemente enérgica como para producir un cambio tan drástico en una sola generación. Incluso si lo produce, una sola generación de apareamiento al azar devolverá inmediatamente a los genotipos al equilibrio de HardyWeinberg. No obstante, los investigadores encuentran a veces violaciones de la conclusión 2 de Hardy-Weinberg que parecen ser el resultado de la selección. Investigaciones experimentales sobre selección y frecuencias genotípicas Nuestro ejemplo se basa en la investigación sobre una grave enfermedad genética humana llamada síndrome de Jaeken (también conocida como síndrome de glicoproteínas deficientes en carbohidratos de tipo 1). Los pacientes con el síndrome de Jaeken tienen graves problemas de desarrollo, con deformidades de los huesos y distribución anormal de la grasa subcutánea (Matthijs et al. 1998). Sus funciones hepáticas no son normales y el 20% de ellos muere antes de los cinco años. El síndrome de Jaeken se hereda de manera autosómica recesiva. La mayoría de los casos se deben a mutaciones de pérdida de función en un gen del cromosoma 16. El gen, llamado PMM2, codifica para una enzima llamada fosfomanomutasa (PMM). Bioquímicamente, una actividad reducida de la PMM da lugar a una disminución en la capacidad de unir hidratos de carbono a proteínas para fabricar glicoproteinas. Hay al menos 24 mutaciones de pérdida de función diferentes en el gen PMM2 que pueden dar lugar al síndrome de Jaeken. La mayoría son mutaciones no sinónimas; una es la deleción de una sola base. Gert Matthijs y sus colegas (1998), en una investigación dirigida por Jaak Jaeken, investigaron si algunas de estas mutaciones de pérdida de función son más graves que otras. Los investigadores supusieron que algunas mutaciones disminuyen más la actividad catalítica de la PMM que otras y por ello son especialmente graves. Los investigadores llevaron a cabo una comprobación de su hipótesis, que se basaba en el equilibrio de Hardy-Weinberg. La lógica de la comprobación se basa en lo siguiente.Todos los individuos con el síndrome de Jaeken son homozigotos, es decir, llevan los dos alelos mutantes. Sin embargo, muchos llevan dos mutaciones de pérdida de función diferentes. Podemos pensar en los individuos afectados como homozigotos o heterozigotos respecto de los alelos mutantes específicos que llevan. En una población, entre los individuos afectados, los diferentes alelos para la enfermedad deberían estar en equilibrio de Hardy-Weinberg (véase el Cuadro 5.4). Si un alelo dado para la enfermedad da lugar a una pérdida de función especialmente grave, entonces los homozigotos para dicho alelo deberían tener también poca actividad PMM por lo que serían incapaces de sobrevivir.Ya que la selección eliminaría a tales homozigotos de la población de afectados, habría menos de ellos que los esperados al multiplicar las frecuencias de los diferentes alelos. Los investigadores determinaron la identidad de estos alelos para la enfermedad en 54 pacientes blancos con el síndrome de Jaeken. La mutación más frecuente que encontra- La selección natural puede también alejar las frecuencias genotípicas lejos de los valores pronosticados por el equilibrio de Hardy-Weinberg. 126 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.4 El equilibrio de Hardy-Weinberg entre alelos mutantes diferentes que dan lugar a enfermedades genéticas recesivas. C onsideremos una enfermedad genética recesiva autosómica. En un primer nivel de análisis hay dos alelos, que denominaremos D y d. Los individuos con genotipo DD o Dd son fenotípicamente normales; los individuos dd manifiestan la enfermedad. Sea p la frecuencia del alelo D y z la frecuencia del alelo d, de tal manera que p + z = 1. En una población que está de acuerdo con los supuestos de Hardy-Weinberg, las frecuencias genotípicas son DD P2 Dd 2pz dd z2 Imaginemos ahora que, de hecho, hay dos alelos diferentes para la enfermedad, d1 y d2. Con otras palabras, los individuos dd pueden tener los genotipos d1d1, d1d2 y d2d2. Sea q la frecuencia de d1 y r la frecuencia de d2. Debido a que d1 y d2 son las dos posibles versiones de d, sabemos que z=qr Así, la frecuencia de los individuos afectados se puede expresar como Frecuencia de dd z2 (q r)2 q2 2qr r2 Los términos de esta expresión son las frecuencias que pronosticaríamos de acuerdo con el equilibrio de HardyWeinberg, simplemente multiplicando las frecuencias de d1 y d2. En otras palabras, dentro de la población de individuos afectados, los diferentes alelos para la enfermedad están entre sí en equilibrio de Hardy-Weinberg. ron, llamada R141H, fue la sustitución de un aminoácido. Si clasificamos a los alelos para la enfermedad como aquellos que tienen la mutación R141H y los que tienen otras mutaciones, las frecuencias alélicas en la población de los 54 afectados serán: Otras 0,6 R141H 0,4 A partir de estas frecuencias alélicas podemos calcular que si la población estuviera en equilibrio de Hardy-Weinberg, las frecuencias genotípicas serían: Otras/Otras 0,36 El descubrimiento de que las frecuencias genotípicas de una población no están en equilibrio de Hardy-Weinberg puede ser una pista de que la selección natural está actuando. Otras/R141H 0,48 R141H/R141H 0,16 De hecho, las frecuencias genotípicas reales entre los individuos afectados son Otras/Otras Otras/R141H R141H/R141H 11 0,2 54 43 0,8 54 0 Las frecuencias alélicas y genotípicas entre los individuos afectados no están de acuerdo con la conclusión 2 del análisis de Hardy-Weinberg. Hay un notable déficit de homozigotos, especialmente de homozigotos R141H. El déficit de homozigotos es estadísticamente significativo (véase el Cuadro 5.5). Jeaken y su equipo creen que la interpretación mas lógica de la ausencia de homozigotos R141H es que la R141H es una mutación de pérdida de función especialmente grave. De acuerdo con esta hipótesis, los genotipos R141H/R141H se producen en la frecuencia que predice el equilibrio de Hardy-Weinberg, pero los individuos que se desarrollan a partir de estos zigotos mueren antes o inmediatamente después del nacimiento. El déficit en homozigotos Otras/Otras puede deberse a otras mutaciones de pérdida de función graves entre los otros alelos de la enfermedad. Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 127 CUADRO 5.5 Análisis estadístico de las frecuencias alélicas y genotípicas utilizando la prueba de 2 (chi-cuadrado) U tilizaremos aquí los datos de Matthijs y sus colegas (1998) para ilustrar un método para determinar si las frecuencias genotípicas se desvían significativamente de las esperadas de acuerdo con el equilibrio de Hardy-Weinberg. Los investigadores analizaron una población de 54 individuos afectados con el síndrome de Jaeken. El número de individuos para cada genotipo fue el siguiente: Otros/Otros 11 Otros/R141H 43 R141H/R141H 0 A partir de estos números, calcularemos las frecuencias alélicas de Otros y de R141H, y determinaremos si las frecuencias genotípicas observadas están de acuerdo con las esperadas conforme el equilibrio de Hardy-Weinberg. Hay cinco etapas: 1. Calcule las frecuencias alélicas. La muestra de 54 individuos es también una muestra de 108 alelos. Los 22 alelos que se encuentran en los 11 individuos Otros/Otros, son Otros, como los 43 alelos que llevan los 43 individuos Otros/R141H.Así la frecuencia de los Otros alelos es (22 43) 0,6 108 (43 0) 0,4 108 2. Calcule las frecuencias genotípicas esperadas de acuerdo con el principio de Hardy-Weinberg, dadas las frecuencias alélicas calculadas en la etapa 1. De acuerdo con el equilibrio de Hardy-Weinberg, si las frecuencias de los dos alelos son p y q, entonces las frecuencias de los genotipos serán p2, 2pq y q2. Así, las frecuencias esperadas de los genotipos en una población de individuos con el síndrome de Jaeken serán Otros/R141H 2(0,6)(0,4) = 0,48 Otros/R141H (0,48)(54) = 25,92 R141H/R141H (0,16)(54) = 8,64 El número de individuos esperado es distinto del número de individuos realmente observado (11, 43 y 0). La muestra real contiene más heterozigotos y menos homozigotos que lo esperado. ¿Es posible que esta gran diferencia entre lo esperado y lo observado pueda surgir por azar? ¿O es la diferencia estadísticamente significativa? Nuestra hipótesis nula es que la diferencia se debe simplemente al azar. 4. Calcule una prueba estadística. Utilizaremos una prueba estadística diseñada en 1900 por Karl Pearson. Es la llamada chi-cuadrado (2). El chi-cuadrado se define como (observado esperado)2 2 Σ esperado en donde el símbolo Σ indica una suma de todas las clases consideradas. En nuestros datos hay tres clases: los tres genotipos. Para nuestro grupo de datos: (11 19,44)2 (43 25,92)2 2 19,44 25,92 (0 8,64)2 23,56 8,64 y la frecuencia del alelo R141H es Otros/Otros (0,6)2 = 0,36 Otros/Otros (0,36)(54) = 19,44 R141H/R141H (0,4)2 = 0,16 3. Calcule el número esperado de individuos de cada genotipo de acuerdo con el equilibrio de Hardy-Weinberg. Éstas son simplemente las frecuencias esperadas de cada genotipo multiplicadas por el número de individuos de la muestra, 54. Los valores esperados son 5. Determine si el valor de la prueba estadística es significativo. El chi-cuadrado está definido de tal modo que su valor se hace más grande cuando las diferencias entre los valores observado y esperado se hacen grandes. ¿Qué probabilidad hay de obtener un valor de chicuadrado más grande de 23,56 por azar? La mayoría de los libros de texto de estadística tienen una tabla que da la respuesta. En Zar (1996) esta tabla se denomina “Valores críticos de la distribución de chi-cuadrado.” Para usar esta tabla necesitamos calcular un número llamado los grados de libertad para la prueba estadística. El número de grados de libertad para el chi-cuadrado es igual al número de clases menos el número de valores independientes que calculamos de los datos para utilizarlos en determinar los valores esperados. En nuestro chi-cuadrado hay tres clases: los tres genotipos.A partir de los datos calculamos dos valores para utilizarlos en la determinación de los valores esperados: el número total de individuos y la frecuencia del alelo R141H. (También 128 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.5 Continuación calculamos la frecuencia de los Otros alelos, pero ésta no es independiente de la frecuencia del alelo R141H, ya que la frecuencia de los Otros es 1 menos la frecuencia de R141H.) Así, el número de grados de libertad es 1. (Otra fórmula para calcular los grados de libertad en pruebas de chi-cuadrado para el equilibrio de Hardy-Weinberg es df = k – 1 – m donde k es el número de clases y m el número de frecuencias alélicas independientes estimadas de los datos.) De acuerdo con la tabla del libro de estadística, el valor crítico de chi-cuadrado para un grado de libertad y una P = 0,05 es 3,841. Esto quiere decir que hay un 5% de probabilidad, de acuerdo con la hipótesis nula, de obtener un 2 ⱖ 3,841. La probabilidad bajo la hipótesis nula, de obtener un 2 ⱖ 23,56 es, por consiguiente, considerablemente menor al 5%. Rechazamos la hipótesis nula y afirmamos que nuestro valor de chicuadrado es estadísticamente significativo con una P 0,05. (De hecho, en este caso la P 0,00001.) La prueba de chi-cuadrado nos dice que los alelos del locus PMM2 de la población de individuos con el síndrome de Jaeken no están en equilibrio de Hardy-Weinberg. Esto indica que una o más de las condiciones del análisis de Hardy-Weinberg no se cumplen. Sin embargo, en sí misma, no nos dice nada acerca de qué condiciones no se cumplen, o cómo. Este estudio del síndrome de Jaeken es un caso en el que el análisis genético-poblacional dio lugar a un descubrimiento médico potencialmente importante. El análisis sugiere que para vivir es necesario algo de la actividad del PMM. Más aún, indica que padres que son ambos portadores del R141H pueden esperar una distribución diferente de fenotipos entre sus hijos que padres que son portadores de dos alelos diferentes para la enfermedad. De vuelta con los cambios en la frecuencia del alelo CCR5-∆32 Nuestra investigación sobre la selección natural nos ha proporcionado herramientas que podemos utilizar para predecir el futuro de las poblaciones humanas. Ahora estamos preparados para dar una respuesta más satisfactoria a las preguntas médicas que surgieron al principio del capítulo: ¿la epidemia del SIDA dará lugar a un aumento en la frecuencia del alelo CCR5-∆32 en las poblaciones humanas? La epidemia del SIDA podría dar lugar, en principio, a un rápido aumento de la frecuencia del alelo, pero en la actualidad parece que no ocurrirá así en ninguna población. Esto se basa en las tres poblaciones ideales presentadas en la Figura 5.13 (véase el Cuadro 5.6 para las operaciones matemáticas). Cada modelo se basa en suposiciones diferentes acerca de la frecuencia inicial del alelo CCR5-∆32 y en la prevalencia de la infección por el VIH. Cada gráfico muestra los cambios pronosticados en la frecuencia del alelo ∆32 durante 40 generaciones, aproximadamente unos 1000 años de evolución. La población ideal, representada en la Figura 5.13a, proporciona un escenario en el que la frecuencia del alelo ∆32 podría aumentar rápidamente. En este escenario la frecuencia inicial del alelo CCR5-∆32 es del 20%. Una cuarta parte de los individuos con genotipo +/+ y +/∆32 contrae el SIDA y muere sin reproducirse, mientras que todos los individuos ∆32/∆32 sobreviven. La frecuencia inicial del 20% del ∆32 es aproximadamente igual a la mayor frecuencia publicada para cualquier población, una muestra de Judíos Ashkenazi estudiada por Martinson et al. (1997). Las tasas de mortalidad se aproximan a las de Botswana, Namibia, Swazilandia y Zimbabwe, en donde más del 25% de los individuos con edades entre los 15 y los 49 años están infectados con el VIH (UNAIDS 1998). En este modelo poblacional, la frecuencia del alelo ∆32 aumenta un poco en cada generación. Después de 40 generaciones, el alelo tiene una frecuencia prácticamente del 100%. Así, en una población humana que combine las más altas frecuencias publicadas para el Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 129 5.3 Tipos de selección Al comienzo del capítulo nos preguntamos si una ley de esterilización obligatoria podría lograr sus objetivos eugenésicos de reducir la incidencia de una enfermedad genética. Antes de intentar dar una respuesta, será útil considerar de qué manera los detalles de la genética mendeliana de un locus dado podrían afectar al curso de la evolución. Por ejemplo, ¿la tasa de evolución en respuesta a la selección contra un alelo dado depende de si el alelo es dominante o recesivo? ¿La tasa de evolución depende de si los alelos son frecuentes o raros? Selección sobre alelos recesivos y dominantes Los datos recogidos por Peter Dawson (1970) son un ejemplo de cómo la recesividad y la dominancia afectan al curso de la evolución. Dawson había estado estudiando una colonia de laboratorio del gorgojo del trigo (Tribolium castaneaum), y había identificado un gen, que llamaremos locus 1. Este locus tenía dos alelos: y l. Los individuos con genotipos / y /l eran fenotípicamente normales, mientras que los individuos con genotipo l/l no sobrevivían. En otras palabras, l es un alelo letal recesivo. Dawson recogió heterozigotos de su colonia de gorgojos del trigo y los utilizó para establecer dos nuevas poblaciones experimentales.Ya que todos los fundadores eran heterozigotos, la frecuencia inicial de los dos alelos era 0,5 en las dos poblaciones.Ya que los (a) Frecuencia inicial: 0,2 Fracción superviviente: +/+ +/∆32 ∆32/∆32 0,75 0,75 1,0 1,0 0,6 0,2 0 (b) Frecuencia del alelo CCR5-∆32 alelo ∆32 con las tasas más altas de infección, la epidemia del SIDA podría dar lugar a que la frecuencia del alelo aumentase rápidamente. Sin embargo, en la actualidad no se conocen poblaciones que combinen altas frecuencias del alelo ∆32 con altas tasas de infección por el VIH. En el norte de Europa muchas poblaciones tienen frecuencias del ∆32 entre 0,1 y 0,2 (Martinson et al. 1997; Stephens et al. 1998), pero las tasas de infección por el VIH están muy por debajo del 1% (UNAIDS 1998). En la Figura 5.13b se representa un modelo poblacional que refleja estas últimas condiciones. La frecuencia inicial del alelo ∆32 es 0,2 y la frecuencia de los individuos / y /∆32 que contraen el SIDA y mueren antes de reproducirse es del 0,5%. La frecuencia del alelo ∆32 prácticamente no varía. La selección es demasiado débil como para ocasionar una evolución apreciable en tan corto tiempo. En ciertas zonas del África subsahariana, casi una cuarta parte de los individuos en edad reproductiva están infectados por el VIH. Sin embargo, el alelo ∆32 está prácticamente ausente (Martinson et al. 1997). En la Figura 5.13c se representa un modelo de población que refleja esta situación. La frecuencia inicial del alelo ∆32 es 0,01 y el 25% de los individuos / y /∆32 contraen el SIDA y mueren sin reproducirse. De nuevo, la frecuencia del alelo ∆32 prácticamente no cambia. Cuando la frecuencia del alelo ∆32 es baja, la mayoría de las copias se encuentran en heterozigosis. Debido a que los heterozigotos son susceptibles a la infección, estas copias estarán ocultas a la selección. El análisis que acabamos de describir se basa en ciertas suposiciones simplificadas. Por ejemplo, hemos asumido que los individuos infectados por el VIH mueren sin reproducirse y que la tasa de mortalidad es la misma en heterozigotos que en homozigotos /. En realidad, aunque los heterozigotos son susceptibles a la infección por el VIH, parece que el SIDA progresa más lentamente (Dean et al. 1996). Por ello, la eficacia de los heterozigotos puede ser realmente mayor que la de los homozigotos /. Desafiamos a nuestros lectores a explorar la evolución de las poblaciones humanas en diversas situaciones de selección, para comprobar lo fuertemente que afectan nuestras suposiciones simplificadas al curso predicho de la evolución. (c) 10 20 30 40 Frecuencia inicial: 0,2 Fracción superviviente: +/+ +/∆32 ∆32/∆32 0,995 0,995 1,0 1,0 0,6 0,2 0 10 20 30 40 Frecuencia inicial: 0,1 Fracción superviviente: +/+ +/∆32 ∆32/∆32 0,75 0,75 1,0 1,0 0,6 0,2 0 10 20 30 Generación 40 Figura 5.13 Cambios pronosticados en las frecuencias alélicas del locus CCR5 debido a la epidemia del SIDA en tres situaciones diferentes (a) Cuando la frecuencia inicial del alelo CCR5-∆32 es alta y una gran parte de la población queda infectada con el VIH, las frecuencias alélicas pueden cambiar rápidamente. Sin embargo, ninguna población real combina estas características. (b) En las poblaciones europeas la frecuencia alélica es alta, pero sólo una pequeña parte de los individuos queda infectado. (c) En ciertas zonas de África hay tasas de infección elevadas, pero las frecuencias alélicas son bajas. 130 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.6 Predicción de la frecuencia del alelo CCR5-32 en generaciones futuras S ea qg la frecuencia del alelo CCR5-∆32 en la generación actual. Basándonos en el Cuadro 5.3 podemos escribir una ecuación que prediga la frecuencia del alelo en la generación siguiente, dadas las estimas de la tasa de supervivencia (eficacia) de los individuos con cada genotipo. La ecuación es qg + 1 (1 qg)qgw+∆ qg2w∆ ∆ (1 qg)2w++ 2(1 qg)qgw+∆ qg2w∆ ∆ en donde qg+1 es la frecuencia del alelo ∆32 en la generación siguiente, w++ es la eficacia de los individuos homo- La investigación experimental sobre los escarabajos de la harina demuestra que las zigotos para el alelo normal, w+∆ es la eficacia de los heterozigotos y w∆ ∆ la de los homozigotos para el alelo CCR5-∆32. Después de elegir un valor de inicio para la frecuencia del alelo ∆32, lo sustituimos junto con las eficacias estimadas en la ecuación para generar la frecuencia del alelo ∆32 después de una generación. Luego sustituimos el valor resultante en la ecuación para obtener la frecuencia del alelo después de dos generaciones y así sucesivamente. individuos l/l tienen una eficacia cero, Dawson esperaba que su población evolucionara hacia frecuencias cada vez más bajas del alelo l y más altas del alelo . Dawson utilizó las ecuaciones derivadas en el Cuadro 5.3 y el método descrito en el Cuadro 5.6 para hacer predicciones cuantitativas del curso de la evolución. Luego dejó que sus poblaciones evolucionaran durante unas doce generaciones, midiendo en cada generación las frecuencias de los dos alelos. Los resultados aparecen en la Figura 5.14. Los datos de Dawson están muy de acuerdo con sus predicciones teóricas. Al principio, la frecuencia del alelo letal recesivo disminuye rápidamente (Figura 5.14a). En la segunda generación ya ha bajado del 0,5 a, aproxi- predicciones que hicimos con los modelos genético 0,5 menos en las condiciones de 0,4 laboratorio. Frecuencia del alelo letal recesivo poblacionales son exactas, al 0,3 0,2 0,1 0 0 2 4 6 8 1 1 0 2 0 2 4 6 8 1 1 0 2 Figura 5.14 Evolución en poblaciones de laboratorio del gorgojo de la harina (a) El declive en frecuencia de un alelo letal recesivo (símbolos rojos) concuerda casi exactamente con la predicción teórica (línea gris). Cuando el alelo llega a ser raro, la tasa de evolución se hace espectacularmente lenta. (b) Este gráfico muestra el incremento en frecuencia del alelo dominante correspondiente. Modificado de Dawson (1970). Frecuencia del alelo viable dominante 1,0 0,9 0,8 0,7 0,6 0,5 Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 131 madamente, el 0,25. Sin embargo, a medida que la evolución progresaba, la reducción en frecuencia del alelo letal se hizo más lenta. Entre las generaciones 10 y 12 la frecuencia no disminuyó en absoluto. El experimento de Dawson demuestra que la teoría de la genética de poblaciones, a pesar de sus suposiciones simplificadas, nos permite predecir con mucha exactitud el curso de la evolución, al menos en las condiciones controladas del laboratorio. El experimento también demuestra que la dominancia y la frecuencia alélica interactúan para determinar la tasa de evolución. Cuando el alelo recesivo es frecuente (y el alelo dominante raro), la evolución por selección natural es rápida. Por el contrario, cuando el alelo recesivo es raro y el alelo dominante abundante, la evolución por selección natural es lenta. El equilibrio de Hardy-Weinberg explica el porqué. Imagine primero un alelo recesivo que es frecuente: su frecuencia es, por ejemplo, 0,95.Así, el alelo dominante tiene una frecuencia del 0,05. Multiplicando las frecuencias alélicas podremos calcular las frecuencias genotípicas: AA (0,05)2 = 0,0025 Aa 2(0,05)(0,95) = 0,095 aa (0,95)2 = 0,9025 Casi un 10% de los individuos de la población tienen fenotipo dominante, mientras que el 90% restante tienen fenotipo recesivo. Ambos fenotipos están razonablemente bien representados y si se diferencian en eficacia, las frecuencias alélicas de la siguiente generación pueden ser sustancialmente distintas. Imaginemos ahora que el alelo recesivo es raro: su frecuencia es 0,05. Así, el alelo dominante tiene una frecuencia de 0,95. Las frecuencias genotípicas son AA (0,95)2 = 0,9025 Aa 2(0,95)(0,05) = 0,095 aa (0,05)2 = 0,0025 Prácticamente el 100% de la población tiene el fenotipo dominante, mientras que el fenotipo recesivo está casi ausente.Aunque los fenotipos se diferencien mucho en eficacia, hay tan pocos de los fenotipos minoritarios que habrá muy poco cambio en frecuencias alélicas en la generación siguiente. En una población con apareamiento al azar, la mayoría de las copias del alelo recesivo raro se encuentran escondidas fenotípicamente en los individuos heterozigotos. Para un tratamiento algebraico de la selección sobre los alelos recesivos y dominantes véase el Cuadro 5.7. Selección sobre homozigotos y heterozigotos Cuando un alelo es recesivo y el otro es dominante, la eficacia de los heterozigotos es igual a la de uno de los dos homozigotos. Desde luego hay otras situaciones posibles.A menudo la eficacia de los heterozigotos se encuentra entre la de los dos homozigotos. Esto puede cambiar la tasa de evolución, pero no altera el resultado final.Al final, en la población queda fijado un alelo y el otro se pierde. En la Figura 5.10 se muestran varios ejemplos. También es posible que la eficacia de los heterozigotos sea superior o inferior a la de los dos homozigotos. La superioridad y la inferioridad de los heterozigotos dan lugar a resultados completamente distintos. Nuestro primer ejemplo viene de la investigación en poblaciones de laboratorio de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) realizada por Terumi Mukai y Allan Burdick (1959). Al igual que Dawson, Mukai y Burdick estudiaron la evolución de un locus con dos alelos. Los homozigotos para un alelo eran viables mientras que los homozigotos para La selección natural es más potente como fuerza evolutiva cuando actúa sobre alelos recesivos frecuentes (y alelos dominantes raros). 132 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.7 Tratamiento algebraico de la selección sobre alelos recesivos y dominantes D esarrollaremos aquí las ecuaciones que destacan las diferencias entre la selección sobre un alelo recesivo y sobre un alelo dominante. Imaginemos un locus con dos alelos. Sea p la frecuencia del alelo dominante A y q la frecuencia del alelo recesivo a. Selección sobre el alelo recesivo Sea la eficacia de los genotipos: wAA 1 wAa 1 waa 1s en donde s, el llamado coeficiente de selección, indica la fuerza de la selección sobre los homozigotos recesivos relativa a los otros genotipos. Los valores positivos de s indican selección a favor del alelo recesivo; los valores negativos de s indican selección en contra del alelo recesivo. Basándonos en el Cuadro 5.3, las ecuaciones siguientes dan la frecuencia del alelo a, q’, en la generación siguiente, dada la frecuencia de a en esta generación y la eficacia de los tres genotipos: pqwAa q2waa pqwAa q2waa q – p2wAA 2pqwAa q2waa w Sustituyendo los valores de eficacia de la tabla anterior, y (1 – q) por p y simplificando, obtendremos q(1 sq) q 1 sq2 Si a es un letal recesivo, entonces s es igual a –1. Sustituyendo este valor en la ecuación anterior tendremos q(1 q) q(1 q) q q 2 1q (1 q)(1 q) (1 q) Una breve experimentación demuestra que una vez que un alelo letal recesivo se hace raro, las subsiguientes disminuciones en frecuencia se hacen lentamente. Por ejemplo, si la frecuencia del alelo a es 0,01, entonces en la generación siguiente su frecuencia será aproximadamente 0,0099. Selección sobre el alelo dominante Sea la eficacia de los genotipos: wAA 1s wAa 1s waa 1 donde s, el coeficiente de selección, indica la fuerza de la selección sobre los genotipos que llevan el alelo dominan- te relativa a los homozigotos recesivos. Los valores positivos de s indican selección a favor del alelo dominante; los valores negativos de s indican selección en contra del alelo dominante. Basándonos en el Cuadro 5.3, podemos obtener una ecuación que prediga la frecuencia del alelo A, p’, en la generación siguiente, dada la frecuencia de A en esta generación y la eficacia de los tres genotipos: p2wAA pqwAa p2wAA pqwAa p – p2wAA 2pqwAa q2waa w Sustituyendo los valores de eficacia de la tabla, y q por (1 – p) y simplificando, obtendremos p(1 s) p 1 2sp sp2 Si A es letal dominante, s es igual a –1. Sustituyendo este valor en la ecuación anterior se ve que el letal dominante se elimina de la población en una sola generación. Selección sobre los alelos recesivos en comparación con la selección sobre los alelos dominantes La selección sobre los alelos recesivos y la selección sobre los alelos dominantes son lados opuestos de la misma moneda. La selección en contra de un alelo recesivo es selección a favor del alelo dominante y viceversa. En la Figura 5.15a (izquierda) se muestran 100 generaciones de evolución en una población ideal sometida a selección contra un alelo recesivo y a favor del alelo dominante.Al principio, la frecuencia de los alelos cambia rápidamente. Sin embargo, a medida que el alelo recesivo se hace más raro, la tasa de evolución disminuye drásticamente. Cuando el alelo recesivo es raro, la mayoría de las copias se encuentran en los individuos heterozigotos de la población, en donde se encuentran realmente ocultos al efecto de la selección. La figura también muestra (derecha) la eficacia media de la población (véase el Cuadro 5.3) en función de la frecuencia del alelo dominante. A medida que el alelo dominante se va haciendo más frecuente, la eficacia media de la población aumenta. La eficacia media se maximiza cuando el alelo favorecido alcanza una frecuencia del 100%. Las gráficas de la eficacia media en función de la frecuencia alélica se denominan a menudo paisajes adaptativos. Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 133 CUADRO 5.7 Continuación La Figura 5.15b (izquierda) muestra 100 generaciones de evolución en una población ideal sometida a selección a favor del alelo recesivo y en contra del alelo dominante. Al principio la frecuencia de los alelos cambia lentamente. El alelo recesivo es raro, la mayoría de las copias presentes se encuentran en los heterozigotos y la selección no puede verlos. Sin embargo, a medida que los alelos recesivos se hacen lo bastante frecuentes como para que aparezca una fracción sustancial de homozigotos, la tasa de evolución aumenta espectacularmente. Una vez se acelera el ritmo de la evolución, los alelos recesivos favorables alcanzan rápidamente una frecuencia del 100%. Es decir, el alelo recesivo queda fijado en la población. La figura también muestra (derecha) la eficacia media de la población (véase el Cuadro 5.3) en función de la frecuencia del alelo recesivo. A medida que el alelo recesivo se va haciendo más frecuente, la eficacia media de la población aumenta. La eficacia media se maximiza cuando el alelo favorecido alcanza una frecuencia del 100%. 1,0 1,0 Fracción que sobrevive: AA 1,0 0,5 Aa aa 1,0 0,5 0,0 0 20 40 60 80 100 Eficacia media Frecuencia de A Frecuencia de a (a) Selección en contra de un alelo recesivo y a favor de un alelo dominante 0,5 0 Generación 0,5 1,0 Frecuencia de A 1,0 Figura 5.15 Evolución en poblaciones ideales sometidas a selección contra alelos recesivos y dominantes Los gráficos de la izquierda 1,0 Fracción que sobrevive: AA Aa aa 0,4 0,4 1,0 0,5 Eficacia media Frecuencia de A Frecuencia de a (b) Selección a favor de un alelo recesivo y en contra de un alelo dominante 0,0 0 20 40 60 Generación 80 100 0,4 0 0,5 Frecuencia de a 1,0 muestran cambios en las frecuencias alélicas con el tiempo. Los gráficos de la derecha muestran los paisajes adaptativos: cambios en la eficacia media de la población en función de las frecuencias alélicas. el otro alelo no lo eran. Los investigadores utilizaron heterozigotos como fundadores para establecer dos poblaciones experimentales con frecuencias alélicas iniciales de 0,5. Permitieron que las poblaciones evolucionaran durante 15 generaciones, midiendo en cada generación la frecuencia del alelo viable. Los resultados de Mukai y Burdick aparecen en la Figura 5.16, representados por los símbolos rojos. Como se esperaba, la frecuencia del alelo viable aumentó rápidamente en las primeras generaciones. Sin embargo, la tasa de evolución disminuyó mucho antes de que el alelo viable se aproximara a la frecuencia de 1,0. Por el contrario, parecía que el alelo viable alcanzaba un equilibrio, o un estado sin cambios, a una frecuencia de 0,79. Para profundizar más, Mukai y Burdick fundaron dos nuevas poblaciones experimentales, esta vez con una frecuencia inicial del alelo viable de 0,975. La evolución de estas poblaciones se representa en la Figura 5.16 por los símbolos azules. En lugar de 134 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo Figura 5.16 Evolución en cuatro poblaciones de laboratorio de la mosca de la fruta En homozigosis, un alelo es viable y el otro letal. No obstante, las cuatro poblaciones evolucionan hacia un equilibrio en el que se mantienen ambos alelos. La explicación más probable es que el heterozigoto goza de una eficacia mayor que la de los dos homozigotos. Dibujo a partir de datos publicados por Mukai y Burdick (1958). Las investigaciones con la mosca de la fruta demuestran que la selección natural puede actuar para mantener dos alelos en equilibrio estable. Una manera de que esto suceda es cuando el heterozigoto tiene una eficacia superior. el heterozigoto tenga una eficacia inferior. 0,9 0,8 0,7 0,6 0,5 0 5 10 15 Generación aumentar hacia 1,0, la frecuencia del alelo viable bajo, alcanzando de nuevo un equilibrio cercano al 0,79. Adviértase que una frecuencia de equilibrio de 0,79 para el alelo viable significa que el alelo letal tiene una frecuencia de equilibrio de 0,21. ¿Cómo puede mantener la selección natural un alelo letal a tan elevada frecuencia en esta población? Mukai y Burdick arguyeron que la explicación más probable era la superioridad del heterozigoto, también conocida como superdominancia. De acuerdo con esta hipótesis, los heterozigotos tienen mayor eficacia que cualquiera de los homozigotos. En el equilibrio, la ventaja selectiva que posee el alelo letal cuando está en heterozigosis se equilibra exactamente con la desventaja obvia que sufre cuando está en homozigosis. Las curvas roja y azul de la Figura 5.16 representan la evolución en una población ideal en la que la eficacia de los tres genotipos son las siguientes (V representa el alelo viable y L el alelo letal): VV 0,735 También es posible que Frecuencia del alelo viable 1,0 VL 1,0 LL 0 Las curvas teóricas se ajustan mucho a los datos. Manteniendo una población en un equilibrio en el que ambos alelos se encuentren presentes, la superioridad del heterozigoto puede mantener diversidad genética. Para un tratamiento algebraico de la superioridad del heterozigoto, véase el Cuadro 5.8. Nuestro segundo ejemplo, del trabajo de G. G. Foster y sus colegas (1972), demuestra cómo evolucionan las poblaciones cuando los heterozigotos tienen menor eficacia que cualquiera de los dos homozigotos. Foster y sus colegas utilizaron moscas de la fruta con cromosomas compuestos. Los cromosomas compuestos son cromosomas homólogos que han permutado brazos completos, de tal manera que un homólogo tiene dos copias de un brazo y el otro homólogo tiene las dos copias del otro brazo (Figura 5.17a,b). En la meiosis, los cromosomas compuestos pueden segregar o no. Por ello se producen cuatro tipos de gametos en igual número: gametos con ambos cromosomas homólogos, gametos con sólo uno de los brazos del par, gametos con sólo el otro brazo del par y gametos sin cromosomas del par (Figura 5.17c). Cuando se cruzan dos moscas con cromosomas compuestos, la cuarta parte de sus zigotos tiene cada uno de los brazos cromosómicos en la dosis correcta y son viables. Los otros tres cuartos tienen o demasiadas copias o demasiado pocas de uno o de los dos brazos cromosómicos y son inviables (Figura 5.17d). Cuando una mosca con cromosomas compuestos se cruza con una mosca con cromosomas normales, ninguno de los zigotos que se forma es viable (Figura 5.17e). Foster y sus colegas establecieron poblaciones de laboratorio en las que algunos de los fundadores tenían cromosomas segundos compuestos [C(2)] y otros tenían cromosomas Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 135 (a) Pareja de cromosomas homólogos normales (cada uno tiene un brazo azul y un brazo gris). (b) Pareja de cromosomas compuestos (uno tiene dos brazos azules y el otro dos brazos verdes). (d) Cuando se cruzan individuos con cromosomas compuestos, la cuarta parte de sus zigotos son viables. Esperma (c) Los gametos formados por un individuo con cromosomas compuestos pueden llevar ambos cromosomas, uno o ninguno. (e) Cuando un individuo con cromosomas compuestos se cruza con un individuo con cromosomas normales, ninguno de sus zigotos es viable. Óvulos Gametos del padre con cromosomas normales Gametos del padre con cromosomas compuestos Zigotos (f) Evolución en 13 poblaciones de Drosophila melanogaster que tienen una mezcla de segundos cromosomas compuestos [C(2)] y segundos cromosomas normales [N(2)]. La frecuencia inicial de C(2) va de 0,71 a 0,96. 1,0 Frecuencia de C(2) 0,8 0,6 Tasas de supervivencia de los zigotos: C(2)C(2) 0,4 0,25 C(2)N(2) N(2)N(2) 0 1,0 El diseño experimental hace un uso inteligente de los cromosomas compuestos. Modificado con el permiso de Foster et al. (1972). Copyright © 1972, American Association for the Advancement of Science. 0,2 0 0 1 2 Generación 3 4 segundos normales [N(2)]. Para el análisis podemos tratar cada cromosoma como si fuera un único alelo. Así, los fundadores son homozigotos C(2)C(2) y homozigotos N(2)N(2). Basándonos en la viabilidad de los homozigotos que acabamos de describir, las eficacias de los genotipos en la población mezcla son C(2)C(2) 0,25 C(2)N(2) 0 Figura 5.17 Experimento diseñado para demostrar cómo evolucionan las poblaciones cuando los heterozigotos tienen menor eficacia que los homozigotos N(2)N(2) 1 En otras palabras, los genotipos presentan una fuerte desventaja del heterozigoto (infradominancia). 136 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.8 Equilibrio estable con superioridad del heterozigoto y equilibrio inestable con inferioridad del heterozigoto D esarrollaremos aquí métodos algebraicos y gráficos para analizar la evolución de loci con superioridad del heterozigoto o con inferioridad del heterozigoto. Imaginemos una población en la que el alelo A1 tiene una frecuencia p y el A2 una frecuencia q. En el Cuadro 5.3 desarrollamos una ecuación que describe el cambio de p por selección de una generación a la siguiente: p ∆p ⫽ – (pw11 qw12 w–) w p – (pw11 qw12 p2w11 2pqw12 q2w22) w Sustituyendo p por (1 – q) en los términos primero y tercero de la expresión entre paréntesis, tendremos, p ∆p – [(1 q)w11 qw12 w (1 q)2w11 2pqw12 q2w22] después de simplificar y despejar q, tendremos, pq ∆p – (w12 w11 qw11 2pw12 qw22) w Por definición, la frecuencia del alelo ∆1 estará en equilibrio cuando ∆p = 0. En la ecuación anterior se ve que ∆p = 0 cuando p = 0 o q = 0. Estos dos equilibrios son triviales. Se dan cuando uno u otro alelo desaparece de la población. La ecuación también tiene una tercera situación de equilibrio, que es cuando, w12 w11 qw11 2pw12 qw22 0 sustituyendo q por (1 – p) y despejando p tendremos, w22 w12 p^ w11 2w12 w22 en donde p^ es la frecuencia del alelo A1 en el equilibrio. Finalmente, sea la eficacia de los genotipos la siguiente: A1A1 1s A1A2 1 A2A2 1t Los valores positivos de los coeficientes de selección s y t representan selección en contra del heterozigoto y los valores negativos selección a favor del heterozigoto. Sustituyendo en las ecuaciones anteriores las eficacias y simplificando, tendremos: t p^ st Por ejemplo, cuando s = –0,4 y t = –0,6, los heterozigotos tienen una mayor eficacia, y la frecuencia en el equilibrio para el alelo A1 es 0,6. Cuando s = 0,4 y t = 0,6, los heterozigotos tienen una menor eficacia y la frecuencia en el equilibrio para el alelo A1 es también 0,6. Otro método útil para analizar el equilibrio es representar el ∆p en función de p. En la Figura 5.18a se muestra tal representación para los dos ejemplos numéricos que acabamos de calcular. En ambas representaciones se demuestra que el ∆p = 0 cuando p = 0, p = 1 ó p = 0,6. Las curvas de la Figura 5.18a también nos permiten determinar si un equilibrio es estable o inestable. Observemos la curva roja; se refiere a un locus con superioridad del heterozigoto. Advierta que cuando p es mayor de 0,6, el ∆p es negativo. Esto quiere decir que cuando la frecuencia del alelo A1 sea superior a su valor de equilibrio, la población retrocederá hacia el equilibrio en la generación siguiente. De igual manera, cuando p sea menor que 0,6, el ∆p será positivo. Cuando la frecuencia del alelo A1 se encuentra por debajo de su valor de equilibrio volverá hacia el equilibrio en la generación siguiente. El equilibrio “interno” de un locus con superioridad del heterozigoto es estable. La Figura 5.18b muestra un paisaje adaptativo para un locus con superioridad del heterozigoto. El gráfico representa la eficacia media poblacional en función de la frecuencia del alelo A1. La eficacia media es baja cuando no está A1 y relativamente baja cuando A1 se ha fijado. A medida que la frecuencia del alelo se desplaza desde ambos extremos hacia su equilibrio estable, la eficacia media poblacional aumenta hasta un máximo. Miremos ahora a la curva azul de la Figura 5.18a. Se refiere a un locus con inferioridad del heterozigoto. Si p aumenta, aunque sólo sea ligeramente, por enzima de 0,6, seguirá aumentado hasta 1,0 en las generaciones siguientes; si p disminuye, aunque sólo sea ligeramente por debajo de 0,6, continuará disminuyendo hasta 0 en las generaciones siguientes. El equilibrio interno para un locus con inferioridad del heterozigoto es inestable. La Figura 5.18c muestra el paisaje adaptativo para un locus con inferioridad del heterozigoto. La eficacia media poblacional es mínima cuando la frecuencia del alelo A1 coincide con el equilibrio interno inestable. Cuando la fre- Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 137 CUADRO 5.8 Continuación (a) ∆p en función de p 0,12 s = -0,4; t = -0,6 s = 0,4; t = 0,6 ∆p 0,06 0,00 -0,06 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 0,8 1,0 p (b) Eficacia media en función de p con superdominancia 0,8 Eficacia media cuencia del alelo se aleja de este equilibrio en ambas direcciones, la eficacia media aumenta. Una comparación del paisaje adaptativo de la Figura 5.18c con los de las Figuras 5.18b y 5.15 ofrece una conclusión importante. Cuando una población evoluciona en respuesta a la selección, la eficacia media de los individuos de la población tiende a elevarse. Sin embargo, la selección no siempre maximiza la eficacia media en un sentido global. Dependiendo de las frecuencias alélicas iniciales, la población representada en la Figura 5.18c puede evolucionar bien hacia la fijación, bien hacia la pérdida del alelo A1. Si el alelo queda fijado, la población se situará en un equilibrio estable, pero la eficacia media de la población será sustancialmente menor que si el alelo se hubiera perdido. 0,7 0,6 0,5 0,4 0,0 0,2 0,4 0,6 p (c) Eficacia media en función de p con selección en contra del heterozigoto Eficacia media 1,6 Figura 5.18 Análisis gráfico de los equilibrios estable e inestable para loci con superioridad y con inferioridad del heterozigoto (a) Representación del ∆p en función de p. (b) y (c) Paisajes adpatativos. 1,5 1,4 1,3 1,2 0,0 0,2 El análisis algebraico, descrito en el Cuadro 5.8, predice que una población mezclada estará en equilibrio, con los dos alelos presentes, cuando la frecuencia de C(2) sea exactamente 0,8. Sin embargo, este equilibrio es inestable. Si la frecuencia de C(2) sube ligeramente por encima de 0,8, entonces aumentará rápidamente hasta 1,0. De igual manera, si la frecuencia de C(2) baja ligeramente de 0,8, rápidamente caerá hasta cero. Intuitivamente, la razón de esta predicción es la siguiente. Los heterozigotos son inviables, por lo que los adultos de la población serán todos homozigotos. Imaginemos primero que los individuos C(2)C(2) son corrientes y los N(2)N(2) raros. Si las moscas se cruzan al azar, casi todos los cruces se darán entre moscas C(2)C(2), o entre moscas C(2)C(2) y N(2)N(2). Sólo raramente se cruzarán moscas N(2)N(2) entre si. Por ello, la mayoría de las moscas N(2)N(2) tendrán un éxito reproductivo nulo, y la frecuencia de C(2) subirá hasta 1,0. Imaginemos ahora que hay bastantes moscas N(2)N(2) y que un número apreciable de ellas se cruza entre sí. Estos cruces producirán cuatro veces más descendientes que los 0,4 0,6 p 0,8 1,0 138 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo Cuando los heterozigotos tienen una eficacia inferior, un alelo tiende a fijarse mientras que el otro se pierde. Sin embargo, poblaciones distintas pueden perder alelos diferentes. cruces entre moscas C(2)C(2). Por ello la frecuencia de N(2) subirá hasta 1,0 y la frecuencia de C(2) caerá hasta cero. Foster y sus colegas fundaron 13 poblaciones mezcladas, con frecuencias de C(2) entre 0,71 y 0,96, y luego siguieron su evolución durante cuatro generaciones. Los resultados aparecen en la Figura 5.17f. Cuantitativamente, el resultado está perfectamente de acuerdo con las predicciones teóricas. En las poblaciones con las frecuencias iniciales de C(2) más elevadas, aumenta rápidamente hasta la fijación, mientras que en poblaciones con frecuencias iniciales bajas, C(2) se pierde rápidamente. La situación exacta del punto de equilibrio inestable es, aproximadamente 0,9 en lugar de 0,8. Foster y sus colegas advierten que sus moscas C(2)C(2) llevaban marcadores genéticos recesivos que los biólogos introducen para permitir una fácil identificación. Sugieren que estos marcadores reducen la eficacia relativa de las moscas C(2)C(2) por debajo del valor de 0,25, deducido exclusivamente en función de sus cromosomas compuestos. El experimento de Foster y colegas demuestra que la inferioridad de los heterozigotos da lugar a la perdida de diversidad genética en las poblaciones. Sin embargo, llevando a la fijación a alelos diferentes en poblaciones distintas, la inferioridad del heterozigoto puede ayudar a mantener la diversidad genética en el conjunto de las poblaciones. Selección dependiente de frecuencias Figura 5.19 Peces comedores de escamas (Perissodus microlepis) del lago Tanganika (arriba) Pez diestro, del que se muestran ambos lados. La boca de este pez gira hacia el lado derecho del pez. (abajo) Pez zurdo del que se muestran ambos lados. La boca de este pez gira hacia el lado izquierdo del pez. Estos dos individuos pertenecen a la misma especie y son miembros de la misma población (Dr. Michio Hori, Kyoto University, Kyoto, Japón) Hasta el momento hemos visto ejemplos en los que el patrón de selección es constante a lo largo del tiempo. Cuando la selección favorece insistentemente a un alelo concreto, la población evoluciona de manera inexorable hacia la fijación de dicho alelo y a la pérdida de los otros. Cuando la selección favorece insistentemente a los heterozigotos, la población evoluciona hacia un equilibrio estable en el que se encuentran ambos alelos. El último escenario que examinaremos es aquel en el que las frecuencias alélicas de una población permanecen casi en equilibrio, pero la razón de dicho equilibrio es que la dirección de la selección fluctúa. La selección favorece primero a un alelo, luego al otro. Este escenario se denomina selección dependiente de frecuencias. El ejemplo de selección dependiente de frecuencias proviene de la investigación de Michio Hori (1993) sobre el pez comedor de escamas, Perissodus microlepis, del lago Tanganika en África. Como su nombre sugiere, el pez comedor de escamas vive arrancando a mordiscos las escamas de otros peces. El comedor de escamas ataca por detrás, coge las escamas del flanco de la víctima y luego escapa lejos.Todavía más raro es que entre los individuos de la especie P. microlepis, hay peces diestros, cuyas bocas están torcidas hacia la derecha, y peces zurdos, cuyas bocas están torcidas hacia la izquierda (Figura 5.19). Hori demostró, en una primera aproximación, que esta característica está determinada por un solo locus con dos alelos. Diestro es dominante sobre zurdo. Hori observó los ataques sobre peces presa utilizados como señuelos y además examinó las escamas recuperadas del estómago del pez comedor de escamas. Estas observaciones demuestran que los peces diestros siempre atacan a su víctima por el flanco izquierdo y los zurdos por el flanco derecho. (El lector puede visualizar la razón de esto torciendo primero sus labios hacia la derecha, o hacia la izquierda, e imaginando después que intenta morder escamas en los flancos de un pez.) Las especies presa son cautas y vigilantes y los comedores de escamas sólo tienen éxito en el 20% de sus ataques. Hori razonó que si los comedores de escamas diestros fueran más abundantes que los zurdos, las especies atacadas estarían más vigilantes de ataques desde la izquierda. Esto daría a los comedores de escamas zurdos, que atacan por la derecha, una ventaja en sus esfuerzos por coger desprevenidas a sus presas. Los comedores de escamas zurdos obtendrían más alimento que los diestros, tendrían más descendientes y transmitirían un mayor número Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 139 de sus genes zurdos. Esto daría lugar a un aumento de los comedores de escamas zurdos en la población. Cuando los comedores de escamas zurdos se hicieran más abundantes que los diestros, los peces atacados comenzarían a estar más vigilantes de los ataques por la izquierda. Esto daría ventaja a los comedores de escamas diestros, que atacan por la izquierda. Los diestros obtendrían más alimento y tendrían más descendientes y las frecuencias de los diestros aumentarían en la población. El resultado sería que los peces diestros y zurdos se encontrarían en la población en frecuencias parecidas en cualquier momento. El alelo diestro, dominante, se mantendría en una frecuencia justo por debajo de 0,3 y el alelo zurdo, recesivo, a una frecuencia justo por encima de 0,7; de acuerdo con el equilibrio de Hardy-Weinberg, estas frecuencias alélicas dan unas frecuencias fenotípicas de 0,5 y 0,5. Este fenómeno, en el que el fenotipo raro es favorecido por selección natural, es un ejemplo de selección dependiente de frecuencias. La historia del pez de Hori es una hipótesis elegante, pero ¿es cierta? Para comprobarla, Hori utilizó una red de trasmallo para tomar una muestra de peces comedores de escamas en el lago Tanganika, cada uno o dos años durante 11 años. Las frecuencias de los dos fenotipos realmente parecen oscilar alrededor de 0,5 (Figura 5.20). En pocos años, un poco más de la mitad de los peces eran zurdos. Invariablemente, uno o dos años después, el péndulo había vuelto hacia atrás y una proporción ligeramente mayor de la mitad de los peces era diestra. ¿Es posible que la frecuencia de las dos formas estuviera oscilando al azar, en lugar de mantenerse alrededor de 0,5 por efecto de la selección? En tres años distintos Hori examinó peces adultos que se sabía estaban criando, ya que se capturaron en el momento de la puesta de sus crías por científicos buceadores. Las frecuencias en estas muestras de diestros-zurdos oscilaban también, pero los más abundantes entre los que criaban eran siempre las formas contrarías a la más abundante en el conjunto de la población. (En la Figura 5.20 los padres están indicados por un cuadrado.) En otras palabras, en cualquier momento, la forma menos frecuente parece estar siendo más producida. Esto está de acuerdo con la hipótesis de Hori de selección dependiente de frecuencias. Además, Hori tiene pruebas que apoyan esta hipótesis acerca del mecanismo de selección. En 1980 examinó las heridas por mordiscos en las especies presa, cuando los comedores de escamas zurdos eran más frecuentes, y en 1983, cuando los más frecuentes eran La selección también puede mantener dos alelos en una población si cada alelo es ventajoso cuando es raro. Frecuencia de individuos zurdos 1,0 n = 147 n = 114 n = 26 n = 27 0,5 n = 25 n = 98 n = 47 n = 104 n = 29 n = 153 n = 99 n = 33 n = 18 0 '80 '81 '82 '83 '84 '85 '86 '87 Año de la muestra '88 '89 '90 Figura 5.20 Frecuencia de peces zurdos a lo largo del tiempo Los círculos representan peces comedores de escamas capturados con una red de trasmallo; los círculos rojos respecto de los azules representan peces capturados en localidades diferentes. Los cuadros (en 1981, 1987 y 1990) representan adultos en edad de reproducción, capturados selectivamente por científicos con escafandras de buceo. Los números (n) indican el tamaño de las muestras. Reimpreso con el permiso de Hori (1993). Copyright © 1993, American Association for the Advancement of Science. 140 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo los diestros. En los dos años las presas tenían más marcas de mordiscos por aquellas formas que eran menos frecuentes en ese momento. Esto está de acuerdo con la idea de que la presa está realmente más vigilante de ataques de aquellos comedores de escamas que sean más abundantes en un momento dado. Parece que la hipótesis de Hori es correcta y que a largo plazo las frecuencias alélicas, genotípicas y fenotípicas de los peces comedores de escamas se mantendrán constantes por selección dependiente de frecuencias. La selección dependiente de frecuencias, como la superioridad del heterozigoto, mantiene la diversidad genética en las poblaciones. Esterilización obligatoria Podemos utilizar modelos genético-poblacionales para evaluar si la esterilización eugenésica pudiera llevar a cabo los objetivos de sus proponentes, si sus suposiciones acerca de la heredabilidad de los caracteres han sido correctas. La respuesta depende de la frecuencia de los alelos en cuestión y de los criterios Frecuencia de individuos afectados del éxito. 0,01 0,005 0,0 0 2 4 6 8 1 Generación Figura 5.21 Cambio pronosticado en la frecuencia de homozigotos para un supuesto alelo para debilidad mental bajo un programa de esterilización eugenésica que evita que los individuos homozigotos recesivos se reproduzcan. 0 Habiendo discutido una cierta variedad de modelos de selección, podemos considerar ahora las consecuencias evolutivas del programa de esterilización obligatoria eugenésica. Los que proponían la esterilización eugenésica buscaban reducir la eficacia de genotipos concretos hasta cero, y por consiguiente reducir la frecuencia de los alelos responsables de fenotipos no deseados. Un fenotipo que llamó la atención de los eugenistas, quizá más que ningún otro, fue la debilidad mental. El Real Colegio de Médicos de Inglaterra definió a un individuo débil mental como:“Aquel que puede ganarse la vida en circunstancias favorables, pero que es incapaz, por defectos mentales desde el nacimiento o desde la edad temprana, de (a) competir en un nivel de igual con personas normales o (b) arreglárselas por sí mismo en sus asuntos con la prudencia normal” (véase Goddard 1914). Las pruebas presentadas por Henry G. Goddard en 1914, que fue el director de investigación de la Escuela de adiestramiento para niñas y niños débiles mentales en Vineland, New Jersey, convenció a muchos eugenistas que el vigor mental se comportaba como un carácter mendeliano simple (véase Paul y Spencer 1995). Se creía que la normalidad era dominante y la debilidad mental recesiva. Una enfermedad genética recesiva no es un objetivo prometedor para un programa que la eliminaría mediante esterilización de los individuos afectados. Como muestran las Figuras 5.14 y 5.15, los alelos recesivos raros disminuyen lentamente en frecuencia, incluso sometidos a una selección intensa. Por otro lado, los eugenistas no creían que la debilidad mental fuera especialmente rara (Paul y Spencer 1995). Realmente creían que la debilidad mental era alarmantemente corriente y que aumentaba su frecuencia. Edward M. East (1917) estimó la frecuencia de la debilidad mental en el tres por mil. Henry H. Goddard publicó que la frecuencia entre los escolares de Nueva York era del 2%. Pruebas en soldados americanos durante la Primera Guerra Mundial sugirieron una frecuencia cercana al 5% entre los reclutas blancos. Asumiremos una frecuencia del 1% para la debilidad mental y reproduciremos los cálculos publicados por R. C. Punnett (1917) y revisados por R. A. Fisher (1924). Sea f el supuesto alelo para la debilidad mental, con una frecuencia q. Si el 1% de la población tiene el genotipo ff, entonces, de acuerdo con el equilibrio de Hardy-Weinberg, la frecuencia inicial de f es, 苶01 苶 ⫽ 0,1 q ⫽ 兹0, Si se esteriliza a todos los individuos afectados, entonces la eficacia del genotipo ff sería cero (o, lo que es igual, el coeficiente de selección para el genotipo ff sería –1). Utilizando la ecuación obtenida en el Cuadro 5.7, podemos calcular el valor de q en generaciones sucesivas y, a partir de q, podemos calcular la frecuencia del genotipo ff. El resultado aparece en la Figura 5.21. En 10 generaciones, unos 250 años, la frecuencia de los individuos afectados disminuye de 0,01 a 0,0025. El que un genético vea estos cálculos como alentadores o desalentadores depende de si él o ella miran a un vaso como parcialmente vacío o parcialmente lleno. Algunos, al Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 141 mirar estas cifras verán que se tardaría un tiempo muy largo en eliminar completamente a la debilidad mental y argüirían que la esterilización obligatoria sería una solución tan desesperadamente lenta que no vale la pena el esfuerzo. Otros, como Fisher, desechan este argumento como “propaganda anti-eugenésica”. Fisher advirtió que después de una sola generación, la frecuencia de los individuos afectados bajaría del 100 por diez mil al 82,6 por diez mil.“En una sola generación,” escribió,“el gasto público y la miseria personal ocasionada por la debilidad mental... se reduciría por encima del 17 por ciento.” Fisher advirtió también que la mayoría de las copias del alelo para la debilidad mental se encuentran en heterozigotos portadores más que en individuos afectados. Junto con East, Punnet y otros, Fisher apeló por la investigación de métodos para identificar a los portadores. No es muy justo utilizar criterios actuales para criticar la investigación de Goddard sobre la genética de la debilidad mental. La genética mendeliana estaba en su infancia. No obstante, mirando hace casi un siglo atrás, las pruebas de Goddard eran profundamente erróneas. Primero, los individuos que indicó como casos estudiados pertenecían a un grupo muy diverso. Algunos tenían el síndrome de Down, otros tenían otras formas de retraso mental.Al menos uno era sordo y parece que fue víctima de una educación totalmente funesta e inadecuada. Otros parece que habían sido confiados a la Escuela de adiestramiento de Goddard por padres viudos que sentían que los hijos de matrimonios anteriores eran un estorbo para encontrar una nueva esposa. Otros puede que se comportaran de manera diferente a como los directores de la escuela pensaban que deberían comportarse. Al acabar con el primer caso que comenta en su libro, Goddard escribió de una muchacha de 16 años que había estado en la escuela durante siete años: “Gertrudis es un buen ejemplo de aquel tipo de muchacha que, libre en el mundo, se enfrentaría con muchas dificultades. Su belleza y simpatía y su relativamente elevada [inteligencia], la incapacitaría para pasar frente a cualquiera como una joven normal ya que es completamente incapaz de controlarse a sí misma, lo que le conduciría muy fácilmente al mal camino. Es un bien para la sociedad que sea cuidada como lo es”. Segundo, los métodos de Goddard para recoger datos eran propensos a distorsión. Envió a encuestadores a recoger genealogías de las familias de los estudiantes de su escuela. Los encuestadores confiaban en rumores y juicios subjetivos para estimar la fortaleza de la mente de los miembros de la familia, muchos de los cuales habían fallecido hacia tiempo. Tercero, el método de análisis de Goddard favorecía sus conclusiones. Primero clasificó sus 327 casos en una serie de categorías: casos de herencia segura, casos de herencia probable, casos ocasionados por accidente y casos sin causa aparente. Aparentemente situó casos en sus grupos de “herencia segura” sólo cuando tenían hermanos, antecesores recientes u otros parientes próximos clasificados también como débiles mentales. Cuando más tarde analizó los datos para determinar si la debilidad mental era un carácter mendeliano, Goddard analizó sólo los datos de su grupo de “herencia segura.” Teniendo en cuenta cómo había filtrado los datos por anticipado, no es sorprendente que concluyera que la debilidad mental era mendeliana. Aunque la debilidad mental no se encuentra entre ellas, se sabe ahora que muchas enfermedades genéticas se heredan como caracteres mendeliano simples. No obstante, la esterilización eugenésica tiene pocos abogados. Una razón es que la mayoría de las enfermedades genéticas graves son recesivas y muy raras; la esterilización de los individuos afectados tendría muy poco impacto sobre la frecuencia de nacimientos de nuevos individuos afectados. Una segunda razón es que el pensamiento actual acerca de los derechos a la reproducción ha cambiado a favor de los derechos individuales frente a los socia- 142 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo les (Paul y Spencer 1995). Una tercera razón es que, como discutiremos en la sección siguiente, hay una creciente lista de alelos de enfermedad que se sospecha, o se sabe, que se mantienen en la población por superioridad del heterozigoto. Sería inútil, y posiblemente desencaminado, intentar reducir la frecuencia de tales alelos evitando la reproducción de los individuos afectados. 5.4 La segunda en la lista de las condiciones del equilibrio de Hardy-Weinberg fue que no hubiera mutación. Exploramos ahora qué les sucede a las frecuencias alélicas cuando no se cumple esta condición. Mutación La última de las tres preguntas planteadas al principio del capítulo fue cómo un alelo altamente deletéreo, como el que causa la fibrosis quística, puede permanecer en frecuencias relativamente altas en la población. Nuestras consideraciones sobre la superioridad de los heterozigotos en secciones anteriores sugieren una posible respuesta. Otra posible respuesta es que en las poblaciones están apareciendo constantemente por mutación nuevos alelos para enfermedades. Antes de poder evaluar las virtudes de estas dos hipótesis para explicar la persistencia de cualesquiera de los alelos para la enfermedad, necesitamos discutir con mayor detalle la mutación. En el Capítulo 4 presentamos la mutación como el origen de todos los nuevos alelos y genes. En su calidad de fuente última de toda la variación genética, la mutación proporciona la materia prima para la evolución. Consideraremos aquí la importancia de la mutación como mecanismo evolutivo. ¿En qué medida la mutación es efectiva para cambiar las frecuencias alélicas con el tiempo? ¿De qué manera afecta la mutación a las conclusiones del análisis de Hardy-Weinberg? Añadiendo la mutación al análisis de Hardy-Weinberg: La mutación como mecanismo evolutivo. Por si misma, la mutación no es en general un mecanismo evolutivo potente. Para ver el porqué, volvamos a nuestro modelo de la población de ratones. Imaginemos un locus con dos alelos, A y a, con frecuencias iniciales de 0,9 y 0,1. A es el alelo de tipo silvestre y a es una mutación recesiva de pérdida de función. Además, imaginemos que las copias de A se convierten por mutación en copias nuevas de a, a un ritmo de 1 copia cada 10.000 por generación. Ésta es una tasa de mutación muy elevada, pero se encuentra dentro del rango de tasas de mutación conocidas (véase la Tabla 4.2 en el Capítulo 4). Las mutaciones retrógradas, que restauran la función, son mucho menos frecuentes que las mutaciones directas de pérdida de función, por lo que ignoraremos las mutaciones que convierten las copias de a en nuevas copias de A. Finalmente imaginemos que todas las mutaciones ocurren cuando los gametos se encuentran en el conjunto de genes. La Figura 5.22 sigue las frecuencias genotípicas y alélicas desde los adultos de una generación a través del conjunto de genes hasta los zigotos de la generación siguiente. Los genotipos de los adultos se encuentran en las proporciones de Hardy-Weinberg: AA 0,81 Aa 0,18 aa 0,01 Cuando los adultos producen gametos, las frecuencias alélicas en el conjunto de genes son las siguientes: A a 0,9 0,1 Ahora, una de cada diez mil copias del alelo A se convierte en una nueva copia del alelo a. La nueva frecuencia de A se obtiene a partir de la frecuencia anterior menos la fracción Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 143 Frecuencias genotípicas iniciales AA Aa aa 0,81 0,18 0,01 Frecuencias alélicas iniciales A 0,9 Frecuencias genotípicas finales AA 0,80984 Aa 0,18014 aa 0,01002 Frecuencias alélicas finales A 0,89991 a 0,1 La mutación convierte a copias de A en copias nuevas de a, a un ritmo de 1 cada 10.000 a 0,10009 Figura 5.22 La mutación es una fuerza evolutiva débil En nuestra población ideal, en una sola generación la mutación prácticamente no da lugar a cambios en las frecuencias alélicas y genotípicas. que se pierde por mutación; la nueva frecuencia de a resulta de la frecuencia anterior más la fracción que se gana por mutación. Es decir, A 0,9 – (0,0001)(0,9) = 0,89991 a 0,1 + (0,0001)(0,9) = 0,10009 Finalmente, cuando los gametos se combinen al azar para producir los zigotos, los genotipos de los zigotos se encontrarán en las nuevas proporciones de Hardy-Weinberg: Aa 0,18014 aa 0,01002 Advierta que las nuevas frecuencias alélicas y genotípicas son casi idénticas a las anteriores. Como fuerza evolutiva, la mutación no tiene prácticamente efecto. Pero no tener prácticamente efecto no es lo mismo que no tener ningún efecto. ¿Podría la mutación de A hacia a, dándose a un ritmo de 1 copia cada 10.000 en cada generación durante muchas generaciones, dar lugar finalmente a un cambio apreciable en las frecuencias alélicas? El gráfico de la Figura 5.23 nos proporciona la respuesta (véase el Cuadro 5.9 para su tratamiento matemático). Después de mil generaciones, la frecuencia del alelo A de nuestra población ideal será alrededor de 0,81. La mutación puede dar lugar a cambios sustanciales en las frecuencias alélicas, pero lo hace muy lentamente. Como tasa de mutación, el valor que usamos en nuestro modelo, de 1 por 10.000 por generación, es muy alto. Para la mayoría de los genes, la mutación es un mecanismo inclusive menos eficaz en el cambio de la frecuencia alélica. Mutación y selección Aunque la mutación sola normalmente no puede dar lugar a cambios apreciables en las frecuencias alélicas, esto no quiere decir que la mutación no sea importante en la evolución. En combinación con la selección, la mutación se convierte en una potente fuerza evolutiva. Este punto se demuestra por un experimento realizado en el laboratorio de Richard Lenski (Lenski y Traviano 1994; Elena et al. 1996). Lenski y sus colaboradores estudiaron la evolución de una cepa de Escherichia coli incapaz de recombinar (aquí, recombinación se refiere a conjugación e intercambio de DNA entre células). Para las El análisis de Hardy-Weinberg demuestra que la mutación es una fuerza evolutiva débil. Frecuencia de A AA 0,80984 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 0,0 0 200 400 600 800 1.000 Generación Figura 5.23 Durante períodos muy largos de tiempo, la mutación puede dar lugar finalmente a cambios apreciables en las frecuencias alélicas. 144 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.9 Tratamiento matemático de la mutación como fuerza evolutiva I magine un locus con dos alelos: un alelo silvestre, A y una mutación de pérdida de función recesiva a. Sea µ la tasa de mutación de A a a. Supongamos que la tasa de mutación retrógrada de a a A es despreciable. Si la frecuencia de A en una generación es p, entonces su frecuencia después de una generación será, p p µp en donde pn es la frecuencia de A en la generación n, p0 es la frecuencia de A en la generación 0 y e es la base de los logaritmos naturales. El lector familiarizado con el cálculo puede derivar la última ecuación como sigue. Primero, suponga que una generación es una cantidad infinitesimal de tiempo, por lo que podemos rescribir la ecuación ∆p µp como Si la frecuencia de a es q, entonces su frecuencia en la generación siguiente es, dp µp dg q q µp Ahora se dividen ambos términos por p y se multiplican por dg para obtener, La variación de p de una generación a la siguiente es, ∆p p p que simplificando es, ∆p µp Después de n generaciones, la frecuencia de A es aproximadamente, pn p0 e–µn () 1 dp µdg p Finalmente integramos el lado izquierdo por la frecuencia de p0 a pn y el lado derecho de la generación 0 a la n, y resolvemos luego para pn. poblaciones de Escherichia coli de esta cepa, la única fuente de variación genética es la mutación. Los investigadores iniciaron 12 poblaciones repetidas, cada una a partir de una sola célula, en un medio mínimo con sales minerales y glucosa; un ambiente exigente para estas bacterias. Después de permitir que cada cultivo creciese hasta unas 5 ⫻ 108 células, Lenski y sus colegas tomaron una alícuota (con aproximadamente 5 millones de células) y la transfirieron a un medio nuevo. Estas transferencias se realizaron diariamente durante 1.500 días, unas 10.000 generaciones. A lo largo del experimento, en ciertos momentos, los investigadores congelaron muestras de las células transferidas para su posterior análisis.Ya que Escherichia coli se conserva congelada, pero no muere, Lenski y sus colegas pudieron extraer antecesores de las congeladas y cultivarlas en un frasco con un número equivalente de células de la población hija. Estos experimentos permitieron al grupo medir directamente la eficacia relativa de las poblaciones ancestral y descendiente, así como la tasa de crecimiento de cada una en competencia.Además de monitorizar de este modo los cambios en la eficacia con el tiempo, el grupo de Lenski midió el tamaño celular. A lo largo del estudio, tanto la eficacia como el tamaño celular aumentaron muchísimo en respuesta a la selección natural. El punto clave para nuestro objetivo es que estos incrementos se dieron de forma escalonada (Figura 5.24). El patrón en escalera se produjo por un simple proceso: la aparición de mutaciones beneficiosas que se expandieron rápidamente por la población. Cada una de las nuevas mutaciones permitían a las bacterias que las portaban dividirse a un ritmo más rápido. La frecuencia de los mutantes aumentó rápidamente ya que se reproducían más rápido que los otros miembros de la población. Finalmente, cada nueva mutación quedó fijada en la población. El período desde la aparición de cada mutación hasta su fijación en la población fue tan breve que no se puede representar en la figura. Muchas de las mutaciones beneficiosas dieron lugar a un aumen- Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 145 0,70 Tamaño celular (fl) 0,65 0,60 0,55 0,50 0,45 Figura 5.24 Cambios con el tiempo del tamaño celular en poblaciones experimentales de Escherichia coli Cada punto representa 0,40 0,35 0,30 0 500 1500 2000 1000 Tiempo (generaciones) 2500 3000 el tamaño celular promedio de las 12 poblaciones repetidas. Las líneas verticales son barras de error; el 95% de las observaciones caen dentro del rango indicado por las barras. Reimpreso con permiso de Elena et al. (1996). Copyright © 1996, American Association for the Advancement of Science. to del tamaño celular.Así, la representación del tamaño celular respecto del tiempo también muestra saltos bruscos. Entre la aparición de una mutación beneficiosa y la siguiente, se mantuvieron las 12 réplicas de la población. El porqué células más grandes eran beneficiosas en el medio pobre en nutrientes del laboratorio es un objetivo de investigación inmediato (Mongold y Lenski, 1996; Lenski et al. 1998). Los experimentos de Lenski y sus colegas apoyan uno de los mensajes del Capítulo 4. Sin mutación, la evolución llegaría finalmente a un callejón sin salida. La mutación es la última fuente de variación genética. Investigaciones con bacterias ilustran que aunque la mutación sólo es una fuerza evolutiva débil, no obstante suministra la materia prima sobre la que actúa la selección natural. Equilibrio mutación-selección A diferencia de la minoría de las mutaciones que dan lugar a un aumento del tamaño celular y a una mayor eficacia en las poblaciones de Escherichia coli de Lenski et al., la mayoría de las mutaciones son deletéreas. La selección actúa eliminando a tales mutaciones de las poblaciones. Sin embargo, los alelos deletéreos perduran porque se están originando de nuevo continuamente. Cuando la tasa a la que las copias de un alelo deletéreo está siendo eliminada por selección es exactamente igual a la tasa de aparición de nuevos alelos por mutación, la frecuencia del alelo se encontrará en equilibrio. La situación se denomina equilibrio mutación-selección. ¿Cuál es la frecuencia en el equilibrio de un alelo deletéreo? Si el alelo es recesivo, su ^ será frecuencia de equilibrio, q, µ q^ ⫽ s 冪莦 en donde µ es la tasa de mutación y s el coeficiente de selección, un número entre 0 y 1 que expresa la fuerza de la selección contra el alelo (véase el Cuadro 5.10 para su deducción). Esta ecuación capta con economía lo que la intuición nos dice acerca del equilibrio mutación-selección. Si el coeficiente de selección es pequeño (el alelo sólo es suavemente deletéreo) y la tasa de mutación es elevada, entonces la frecuencia del alelo en el equilibrio será relativamente elevada. Si el coeficiente de selección es grande (el alelo es muy deletéreo) y la tasa de mutación baja, entonces la frecuencia del alelo en el equilibrio será baja. La investigación de Brunhilde Wirth y sus colegas (1997) en pacientes con atrofia muscular espinosa proporciona un ejemplo. La atrofia muscular espinosa es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por la debilidad y desgaste de los músculos que controlan los movimientos voluntarios. Se produce por deleciones en un locus del cromosoma 5 llamado el gen de la supervivencia telomérica de la neurona motora (telSMN). En algunos casos la enfermedad puede agravarse por otras mutaciones en un gen cercano. La Al mismo tiempo que la selección elimina alelos deletéreos de una población, la mutación suministra constantemente nuevas copias. En algunos casos, este equilibrio entre la mutación y la selección puede explicar la persistencia de alelos deletéreos en las poblaciones. 146 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.10 Frecuencias alélicas en el equilibrio mutación-selección A quí deduciremos las ecuaciones para predecir las frecuencias de equilibrio de alelos deletéreos en el equilibrio mutación-selección. Imaginemos un locus con dos alelos, A1 y A2, con frecuencias p y q. A1 es el tipo silvestre y A2 es el deletéreo. Sea µ la tasa a la que las copias de A1 se convierten en A2 por mutación. Supongamos que la tasa de mutación retrógrada es despreciable. La selección eliminará continuamente copias de A2 de la población, mientras que la mutación dará lugar continuamente a nuevas copias. Deseamos calcular la frecuencia de A2 cuando estos dos procesos se compensan mutuamente. Siguiendo a Felsenstein (1997), realizaremos nuestros cálculos de un modo circular. Desarrollaremos una ecuación en función de p que describa el equilibrio mutación-selección para el alelo A1. Luego resolveremos la ecuación para q a fin de obtener la frecuencia en el equilibrio de A2. Esta aproximación puede parecer contradictoria, pero simplifica enormemente el cálculo. Equilibrio mutación-selección para un alelo recesivo deletéreo Imagine que A2 es un alelo recesivo deletéreo, de tal manera que la eficacia de los genotipos viene dada por w11 1 w12 1 w22 1⫺s en donde el coeficiente de selección s indica la fuerza de la selección contra A2. En primer lugar escribiremos la ecuación para p*, la frecuencia del alelo A1 después de haber actuado la selección, pero antes de que ocurra la mutación. Del Cuadro 5.3, sabemos que esta ecuación es p2w11 pqw12 p* ⫽ 2 p w11 2pqw12 q2w22 Sustituyendo la eficacia en la tabla anterior y q por (1 – p) y simplificando, obtendremos, p p* ⫽ 1 s (1 p)2 A continuación escribiremos una ecuación para p , la frecuencia del alelo A1 después de que ocurra la mutación. La mutación convierte una fracción µ de las copias de A1 en copias de A2, dejando una fracción (1 - µ).Así, (1 – µ)p p (1 – µ)p* 1 s ( 1 p)2 Finalmente, cuando la mutación y la selección están en equilibrio, p es igual a p, la frecuencia del alelo A1 que iniciamos con: (1 – µ)p p 1 s ( 1 p)2 Esto se puede simplificar a µ (1 p)2 s Sustituyendo (1 – p) por q y despejando q obtendremos ^ la frecuencia en el equilibrio del alelo una ecuación para q, A2 en el equilibrio mutación-selección. q^ 冪莦 s µ Si A2 es un letal recesivo, entonces s = 1, y la frecuencia en el equilibrio de A2 es igual a la raíz cuadrada de la tasa de mutación. Equilibrio mutación-selección para un alelo letal dominante Imaginemos que A2 es un alelo letal dominante, de tal manera que la eficacia de los genotipos viene dada por w11 1 w12 0 w22 0 La expresión para p* se simplifica hasta p* = 1 lo que tiene sentido porque, por definición, la selección elimina a todas las copias del alelo letal dominante A2 de la población.Ahora la expresión para p es p =1µ y la condición de equilibrio es 1µp Sustituyendo p por (1 q) y simplificando, tendremos: q^ µ En otras palabras, la frecuencia en el equilibrio de A2 es igual a la tasa de mutación. Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 147 atrofia muscular espinosa es, después de la fibrosis quística, la segunda enfermedad autosómica recesiva letal más común en la raza blanca (McKusick et al. 1999). En conjunto, los alelos de pérdida de función del telSMN tienen una frecuencia alrededor de 0,01 en poblaciones blancas.Wirth y sus colegas estiman que el coeficiente de selección es alrededor de 0,9. Con tan fuerte selección en contra, esperaríamos que los alelos que causan la enfermedad desaparecieran de la población lenta, pero inexorablemente. Entonces, ¿por qué persisten a una frecuencia del 1 por 100? Una posibilidad es que los alelos para la enfermedad se estén manteniendo en la población por el equilibrio entre la mutación y la selección. Si sustituimos la frecuencia alélica y el coeficiente de selección por q^ y s en la ecuación de la página 145 y despejamos µ, encontramos que este escenario requiere de una tasa de mutación de 0,9 ⫻ 10–4 mutaciones del alelo telSMN por generación.Wirth et al. analizaron los cromosomas de 340 individuos con atrofia muscular espinosa y los cromosomas de sus padres y de otros miembros de la familia. Encontraron que 7 de los 340 individuos afectados llevaban una mutación nueva que no se encontraba en ninguno de sus padres. Este dato permitió a los científicos estimar directamente la tasa de mutación del locus telSMN (véase el Cuadro 5.11). Su estima fue de 1,1 ⫻ 10–4. Esta medida directa de la tasa de mutación está bastante de acuerdo con la tasa pronosticada de acuerdo con la hipótesis del equilibrio mutación-selección.Wirth et al. concluyeron que el equilibrio mutación-selección proporciona una explicación suficiente de la persistencia de los alelos para la atrofia muscular espinosa. Los alelos que dan lugar a la fibrosis quística, ¿se mantienen por el equilibrio entre la mutación y la selección? La fibrosis quística está ocasionada por mutaciones recesivas de pérdida de función en un locus del cromosoma 7, que codifica a una proteína llamada el regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTR). La CFTR es una proteína de la superficie celular que se expresa en el mucus de la membrana que tapiza los intestinos y pulmones. Gerald Pier y sus colegas (1997) demostraron que una de las funciones clave de la CFTR es capacitar a las células de la superficie pulmonar a ingerir y destruir a la bacteria Pseudomonas aeruginosa. Estas bacterias dan lugar a infecciones pulmonares crónicas en individuos con fibrosis quística, lo que finalmente provoca graves daños en el pulmón (Figura 5.25). La selección en contra de los alelos que dan lugar a la fibrosis quística parece que es muy fuerte. Hasta hace poco, muy pocos individuos afectados sobrevivían hasta la pubertad; aquellos que sobrevivían eran a menudo estériles. No obstante, los alelos que Figura 5.25 Un pulmón normal (izquierda) comparado con un pulmón asolado por infecciones bacterianas que acompañan a la fibrosis quística (derecha) (Fotos por G. Allan Johnson, Duke University Medical Center; Scientific American Junio de 1999, pág. 34). 148 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 5.11 Estimas de las tasas de mutación para alelos recesivos P resentamos aquí el método utilizado por Brunhilde Wirth y sus colegas (1997) para estimar las tasas de mutación de alelos recesivos. La información clave requerida es la fracción de individuos afectados que llevan un alelo mutante de nuevo cuño. Con técnicas moleculares actuales, se puede averiguar esta fracción examinando directamente los cromosomas de los individuos afectados y de sus parientes. Sea q la frecuencia del alelo recesivo a de pérdida de función. Ignorando los individuos extremadamente raros con dos copias mutantes nuevas, hay dos modos de nacer con el genotipo aa: 1. Un individuo puede ser hijo de dos portadores. La probabilidad de que esto ocurra en un nacimiento dado es el producto de: (a) la probabilidad de que un descendiente de dos portadores sea afectado; (b) la probabilidad de que la madre sea portadora; y (c) la probabilidad de que el padre sea portador. Esta probabilidad viene dada por 冤冥 1 [2q(1 q)] [2q(1 q)] 4 2. Un individuo puede ser el descendiente de un portador y de un padre homozigoto dominante y puede recibir un alelo a del padre portador y una copia mutante nueva del padre no portador. La probabilidad de este suceso para un nacimiento dado es el producto de (a) la probabilidad de que un descendiente de un portador reciba el alelo mutante de éste; (b) la probabilidad de que la madre sea portadora; (c) la probabilidad de que el padre sea homozigoto dominante; y (d) la tasa de mutación más la misma probabilidad para la situación contraria, en la que el padre es portador y la madre homozigota dominante: 冦冤 冥 冧 1 [2q(1 q)] [(1 q)2] [µ] 2 1 [2q(1 q)] [(1 q)2] [µ ] 2 冦冤 冥 冧 [2q(1 q)] [(1 q)2] [µ ] Con estas probabilidades, podemos escribir una expresión para r, la fracción de individuos afectados que llevan un alelo mutante nuevo. Ésta es la probabilidad segunda dividida por la suma de la probabilidad segunda y de la primera. Simplificando un poco, tendremos: r 2q(1 q)(1 q)2µ 2q(1 q)(1 q)2µ q(1 q)q (1 q) simplificando un poco más, tendremos: 2(1 q)µ r 2(1 q)µ q Finalmente, asumimos que q es pequeño, por lo que (1 q) es aproximadamente igual a 1. Esto nos da 2µ r 2µ q despejando µ tendremos: rg µ 2 2r La tasa de mutación para la atrofia muscular espinosa En poblaciones de raza blanca, la atrofia muscular espinosa afecta a un bebé cada 10.000, lo que implica que la frecuencia del alelo mutante es 苶00 苶01 苶 0,01 q 兹0, Wirth y sus colegas examinaron los cromosomas de 340 pacientes afectados y a miembros de sus familias. Los investigadores descubrieron que 7 de sus pacientes tenían un nuevo alelo mutante que no se encontraba en sus padres. Por ello, 7 r 0,021 340 Sustituyendo estos valores de q y de r en la ecuación para µ obtenemos la estima (0,021)(0,01) µ 0,00011 2 2(0,021) La tasa de mutación para la fibrosis quística En poblaciones de raza blanca, la fibrosis quística afecta a 1 bebé cada 2.500.Wirth y sus colegas citan datos de otros autores para establecer que sólo 2 de unos 30.000 pacientes con fibrosis quística estudiados demostraron tener un alelo mutante nuevo no presente en ninguno de sus padres. Estos números dan una estima de una tasa de mutación de µ = 6,7 10–7 Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 149 Número de bacterias infiltradas por gramo de intestino de ratón (escala logarítmica) dan lugar a la fibrosis quística tienen una frecuencia conjunta aproximadamente de 0,02 entre personas con antecedentes europeos. Los alelos de la fibrosis quística, ¿podrían mantenerse en una frecuencia de 0,02 por el equilibrio mutación-selección? Si asumimos un coeficiente de selección de 1 y utilizamos la ecuación deducida en el cuadro 5.10, la tasa de mutación para dar lugar a nuevos alelos debería ser de 4 ⫻ 10–4. La tasa real de mutación de alelos de la fibrosis quística parece ser considerablemente menor: aproximadamente 6,7 ⫻ 10–7 (véase el Cuadro 5.11). Podemos concluir que el suministro estable por nuevas mutaciones no puede, por si mismo, explicar el mantenimiento de los alelos de la fibrosis quística en una frecuencia del 0,02. Nuestra discusión sobre la superioridad de los heterozigotos sugiere una explicación alternativa (Figura 5.16 y Cuadro 5.8). Quizá el coste en eficacia que sufren los alelos de la fibrosis quística cuando se encuentran en homozigosis viene equilibrado por la ventaja en eficacia que tienen cuando se encuentran en heterozigosis. Gerald Pier y sus colegas (1998) hipotetizaron que los heterozigotos para la fibrosis quística podrían ser más resistentes a fiebres tifoideas y por ello tener una mayor eficacia. Las fiebres tifoideas las produce la bacteria Salmonella typhi. La bacteria inicia la infección cruzando la capa de células epiteliales que tapizan el tubo digestivo. Pier y sus colegas sugirieron que la bacteria Salmonella typhi se infiltra en el tubo digestivo utilizando la proteína CFTR como punto de entrada. Si esto es así, los heterozigotos, que tienen menos copias de la CFTR en la superficie de sus células, deberían ser menos vulnerables a la invasión. Pier y sus colegas comprobaron su hipótesis construyendo células de ratón con tres genotipos CFTR diferentes: células homozigóticas de tipo silvestre; heterozigóticas, con un alelo funcional para la CFTR, siendo el otro alelo el mutante para la fibrosis quística más común en la especie humana, llamado ∆F508, que consiste en la deleción de un par de bases; y células homozigóticas para el ∆F508. Los investigadores expusieron estas células a Salmonella typhi y luego midieron el número de bacterias que habían entrado en cada tipo de célula. Los resultados fueron espectaculares (Figura 5.26). Como los investigadores habían pronosticado, las células homozigóticas para el ∆F508 fueron casi totalmente resistentes a la invasión por Salmonella typhi, mientras que las células homozigóticas de tipo silvestre fueron altamente vulnerables. Las células heterozigóticas fueron parcialmente resistentes; acumularon un 86% menos de bacterias que las células de tipo silvestre. Estos resultados están de acuerdo con la hipótesis de que los alelos mutantes para la fibrosis quística se mantienen en las poblaciones humanas debido a que los heterozigotos tienen una mayor eficacia en epidemias de fiebre tifoidea. La investigación de Pier et al. sirve como otro ejemplo en el que un análisis evolutivo es provechoso en la investigación biomédica. 6 En otros casos, la frecuencia de un alelo deletéreo puede ser demasiado elevada como para explicarla por el equilibrio mutación-selección. Esto puede ser una pista de que el heterozigoto tiene una eficacia superior. 569.000 77.500 5 4 3 2 1 1,3 0 Tipo silvestre Hetero(+/+) zigotos (+/∆F508) Homozigotos mutantes (∆F508/∆F508) Genotipo CFTR del ratón Figura 5.26 Células cultivadas de ratón, heterozigóticas para la fibrosis quística, muestran una gran resistencia a la infiltración de bacterias que dan lugar a la fiebre tifoidea Las células homozigóticas para el alelo más corriente de la enfermedad humana son casi totalmente resistentes. De Pier et al. (1998). Reimpreso con el permiso de Nature 393:79-82. © 1998, Macmillan Magazines Ltd. 150 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo Resumen La genética de poblaciones es una síntesis de la genética mendeliana y de la evolución darwiniana, y trata de los mecanismos que dan lugar a que las frecuencias alélicas cambien de generación en generación. El equilibrio de Hardy-Weinberg es un modelo nulo que proporciona el marco conceptual para la genética de poblaciones. Demuestra que, bajo suposiciones simples (ausencia de selección, de mutación, de migración, de deriva genética y con apareamiento al azar) las frecuencias alélicas no cambian.Además, las frecuencias genotípicas se pueden calcular a partir de las frecuencias alélicas. Cuando alguna de las cuatro primeras suposiciones no se cumple, las frecuencias alélicas pueden cambiar con las generaciones. Por ello, la selección, la mutación, la migración y la deriva genética2 son cuatro mecanismos evolutivos. El apareamiento no aleatorio no da lugar a que las frecuencias alélicas varíen y por ello no es un mecanismo evolutivo. Sin embargo, se pueden alterar las frecuencias genotípicas y por consiguiente afectar al curso de la evolución. Los genéticos de poblaciones pueden estimar las frecuencias alélicas y genotípicas en las poblaciones reales. Por ello, los biólogos pueden comprobar si las frecuencias alélicas son estables a lo largo de las generaciones y si las frecuencias genotípicas están de acuerdo con lo esperado por Hardy-Weinberg. Si no se cumple alguna de las conclusiones del análisis de Hardy-Weinberg, ello significa que no se mantiene una o más de las condiciones. La naturaleza de la desviación respecto de lo esperado por Hardy-Weinberg no indica, por sí misma, el fallo de las condiciones. Sin embargo, a menudo podemos deducir qué mecanismo evolutivo está actuando basándonos en otras características de la población en estudio. La selección se da cuando individuos con genotipos diferentes difieren en su éxito en transmitir copias de sus genes a las generaciones futuras. Es una poderosa fuerza evolutiva. La selección puede dar lugar a cambios en las frecuencias alélicas de una generación a la siguiente y puede desplazar a las frecuencias genotípicas lejos del equilibrio de Hardy-Weinberg. Algunos patrones de selección tienden a conducir a algunos alelos hacia su fijación y a otros a su eliminación; otros tipos de selección sirven para mantener la diversidad alélica en las poblaciones. La mutación por si sola es una fuerza evolutiva débil. Sin embargo, la mutación proporciona la variación genética que es la materia prima de la evolución. En algunos casos la aparición constante de nuevos alelos mutantes puede equilibrarse por la selección en contra de esos mismos alelos, y por consiguiente actuar manteniendo a las frecuencias alélicas en equilibrio. Preguntas 1. El color negro en los caballos está gobernado principalmente por un alelo recesivo del locus A. Los caballos AA y Aa no son de color negro, como el bayo, mientras que los caballos aa son totalmente negros. (Otros loci pueden anular el efecto del locus A, pero ignoraremos esta complicación.) Hace algunos años, un lector del grupo de noticias de Internet “rec.equestrian” preguntó por qué hay relativamente pocos caballos negros de raza árabe. Una respuesta fue:“Negro es un color raro, porque es recesivo. La mayoría de los caballos árabes son bayos o grises debido a que son colores dominantes.” ¿Qué es lo incorrecto en esta explicación? (Suponga que los alelos A y a están en equilibrio de Hardy-Weinberg, lo que probablemente era cierto en el momento de la discusión.) En general, ¿qué es lo que el modelo de Hardy-Weinberg nos muestra acerca del impacto de la dominancia o de la recesividad de un alelo sobre su frecuencia? ¿Llegaría a ser un alelo más corriente (o menos corriente) simplemente porque es dominante (o recesivo)? 2. En los humanos, el locus COL1A1 codifica para una cierta proteína colágena que se encuentra en los huesos. El alelo normal de este locus se indica por S. Un alelo recesivo s está relacionado con la reducción en la densidad ósea y el mayor riesgo de fractura en mujeres tanto Ss como ss. Un estudio reciente en 1778 mujeres ha demostrado que 1194 eran SS, 526 Ss y 58 ss (Uitterlinden et al. 1998). En esta población, ¿se encuentran en equilibrio de HardyWeinberg estos dos alelos? ¿Cómo puede averiguarlo? ¿Qué información necesitaría para averiguar si los alelos estarán en equilibrio de Hardy-Weinberg en la generación siguiente? 3. Utilizamos la Figura 5.11 como ejemplo de cómo la frecuencia de un alelo (AdhS en las moscas de la fruta) no cam- 2 Nota del traductor. La deriva genética cambia las frecuencias alélicas en una población, hasta llegar a la fijación o a la pérdida de un alelo dado, pero NO cambia las frecuencias alélicas en el conjunto de las poblaciones, sólo las frecuencias genotípicas. Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 151 bia en poblaciones (control) no seleccionadas, pero sí que lo hace en respuesta a la selección. Sin embargo, mire de nuevo las líneas de control no seleccionadas de la Figura 5.11. La frecuencia del alelo AdhS en las dos poblaciones control cambia un poco, subiendo y bajando con el tiempo. ¿Cuál de las condiciones del modelo de Hardy-Weinberg no se está cumpliendo con más probabilidad? Si este experimento se repitiera, ¿qué cambios en el diseño experimental reducirían esta desviación del equilibrio de Hardy-Weinberg? 4. La mayoría de las poblaciones animales tienen una proporción de machos y hembras de 50:50. Esto no tiene por qué ser así; es teóricamente posible para los padres producir preferentemente descendencia masculina o predominantemente femenina. Imagine una población monógama, con una proporción de sexos desplazada hacia los machos, por ejemplo, 70% de macho y 30% de hembras. ¿Qué sexo tendrá mas facilidad en encontrar una pareja? En consecuencia, ¿qué sexo tendrá probablemente una eficacia media superior? ¿Qué padres tendrán una mayor eficacia, aquellos que produzcan más machos o aquellos que produzcan más hembras? Imagine ahora la misma población con una proporción sexual desplazada hacia las hembras y conteste a las mismas preguntas. ¿Qué tipo de selección está manteniendo probablemente la proporción sexual 50:50 que se observa en la mayoría de las poblaciones? 5. Discuta de qué manera puede afectar a la frecuencia de los alelos que dan lugar a la fibrosis quística (FQ) las siguientes novedades recientes. a. Muchas mujeres con FQ sobreviven ahora lo bastante como para tener hijos. (La FQ causa problemas con los conductos de la reproducción, sin embargo muchas mujeres con FQ pueden parir hijos. Los varones con FQ son, normalmente, estériles.) b. En las naciones desarrolladas la fiebre tifoidea ha disminuido a niveles muy bajos desde 1900. c. En algunas poblaciones, las parejas que planifican tener hijos son analizadas de manera rutinaria para los alelos más frecuentes de la FQ. d. En algunas naciones desarrolladas ha aparecido recientemente fiebre tifoidea resistente a los antibióticos. 6. Considere lo que hace a un nuevo alelo dominante o recesivo. Para guiarle, imagine una enzima que cambia la sustancia A a la sustancia B. Si B es un nutriente que es necesario sólo en cantidades mínimas, la mutación de pérdida de función ¿será dominante o recesiva? Si A es una toxina que debe ser completamente degradada, una mutación de pérdida de función ¿será dominante o recesiva? ¿Qué pasa con nuevos alelos mutantes que dan lugar a una forma de la proteína que puede catalizar una reacción totalmente nueva (por ejemplo, de A a una nueva sustancia C)? ¿Puede pensar en otros ejemplos de función proteica que condicionen si un nuevo alelo es dominante o recesivo? 7. Hay dos alelos frecuentes de la enzima muscular humana ACE (enzima que convierte a la angiostensina): un alelo más corto, “D”, y un alelo más largo, “I”, que tiene una inserción de 287 pares de bases. La ACE codificada por el alelo I tiene menos actividad, pero está también asociado a un rendimiento muscular superior después del entrenamiento físico. Un estudio (Williams et al. 2000) de 35 varones II y 23 DD encontró que aunque no diferían en eficacia muscular antes del entrenamiento, los homozigotos II tenían después de 11 semanas de ejercicios aeróbicos un 8% más de eficacia muscular. El alelo I está también asociado a una mayor resistencia y crecimiento muscular después de un vigoroso entrenamiento. Especule por qué el alelo D permanece todavía en las poblaciones humanas con frecuencias relativamente elevadas. ¿Cómo podría comprobar sus ideas? 8. En nuestra discusión sobre el síndrome de Jaeken, en la Sección 5.2, afirmamos que los padres que son ambos portadores del alelo R141H pueden esperar una distribución diferente de fenotipos entre sus hijos que los padres que son portadores de dos alelos mutantes diferentes. Explique el porqué de esta afirmación. ¿Qué genotipos y fenotipos, y en qué proporciones, esperaríamos de las siguientes parejas entre sus hijos nacidos vivos? ¿Qué le diría a esos padres si fuera un consejero genético? Genotipo de la madre: +/R141H; Genotipo del padre: +/R141H Genotipo de la madre: +/R141H; Genotipo del padre: +/Otros Genotipo de la madre: +/Otros; Genotipo del padre: +/Otros Explorando la bibliografía 9. En el ejemplo de los peces comedores de escamas, vimos que la selección dependiente de frecuencias tiende a mantener una proporción igual de peces zurdos y de peces diestros.Vea las siguientes referencias para algunos casos interesantes de posible selección dependiente de frecuencias en otras especies. ¿En qué medida encuentra lógico cada escenario? Raymond, M., D. Pontier,A. B. Dufour, and A. P. Møller. 1996. Frequency-dependent maintenance of left-handedness in humans. Proceedings of the Royal Society of London, Series B 263: 1627-1633. Sinervo, B., and C. M. Lively. 1996. The rock-paper-scissors game and the evolution of alternative male strategies. Nature 380: 240-243. Smithson, A., and M. R. MacNair. 1996. Frequencydependent selection by pollinators: Mechanisms and consequences with regard to behaviour of bumblebees Bombus 152 PARTE II Mecanismos del cambio evolutivo terrestris (L.) (Hymenoptera: Apidae). Journal of Evolutionary Biology 9: 571-588. 10. La versión del paisaje adaptativo presentado en los Cuadros 5.7 y 5.8, en los que el paisaje es una representación de la eficacia media en función de la frecuencia alélica, es realmente algo diferente de la versión original del concepto que presentó Sewall Wright en 1932. Además, hay incluso una tercera interpretación frecuente de la idea del paisaje adaptativo. Para una discusión sobre las diferencias de las tres versiones, véase el Capítulo 9 en: Provine, W. B. 1986. Sewall Wright and Evolutionary Biology. Chicago: University of Chicago Press. Para la respuesta de Sewall Wright a la historia de Provine, véase: Wright, S. 1988. Surfaces of selective value revisited. The American Naturalist 131: 115-123. El trabajo original de Wright de 1932 está reimpreso en el Capítulo 11 de: Wright, S. 1986. Evolution: Selected Papers, William B. Provine, ed. Chicago: University of Chicago Press. 11. Si en su hemeroteca se encuentran los primeros volúmenes del Journal of Heredity, lea: Bell,Alexander Graham. 1914. How to improve the race. Journal of Heredity 5: 1-7. Recuerde lo que la genética de poblaciones fue en su infancia; el mendelismo todavía tenía que integrarse con el concepto de selección natural. ¿Qué era lo acertado y lo erróneo en la visión de Bell sobre los mecanismos evolutivos? El plan de actuación propuesto por Bell, ¿habría conseguido realmente sus objetivos? ¿Por qué sí o por qué no? Si la respuesta fuera sí, ¿se habría conseguido por las razones que pensaba Bell? 12. Para un ejemplo en el que la selección natural fuerte dio lugar a un cambio rápido en las frecuencias alélicas de una población silvestre, véase: Johannesson, K., B. Johannesson, and U. Lundgren. 1995. Strong natural selection causes microscale allozyme variation in a marine snail. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA 92: 2602-2606. Bibliografía Gran parte del material sobre genética de poblaciones de este capítulo está modelizado, después de su presentación, en los siguientes: Crow, J. F. 1983. Genetics Notes. Minneapolis, MN: Burgess Publishing. Felsenstein, J. 1997. Theoretical Evolutionary Genetics. Seattle,WA:ASUW Publishing, University of Washington. Griffiths, A. J. F., J. H. Miller, D. T. Suzuki, R. C. Lewontin, and W. M. Gelbert. 1993. An Introduction to Genetic Analysis. New York:W.H. Freeman. Templeton,A. R. 1982.Adaptation and the integration of evolutionary forces. In R. Milkman, ed., Perspectives on Evolution. Sunderland, MA: Sinauer, 15-31. Aquí está la lista de todas las otras citas de este capítulo: Castle,W. E. 1903.The laws of heredity of Galton and Mendel, and some laws governing race improvement by selection. Proceedings of the American Academy of Arts and Sciences 39: 223-242. Cavener, D. R., and M.T. Clegg. 1981. Multigenic response to ethanol in Drosophila melanogaster. Evolution 35: 1-10. Dawson, P. S. 1970. Linkage and the elimination of deleterious mutant genes from experimental populations. Genetica 41: 147-169. Dean, M., M. Carrington, et al. 1996. Genetic restriction of HIV-1 infection and progression to AIDS by a deletion allele of the CKR5 structural gene. Science 273: 1856-1862. East, E. M. 1917. Hidden feeblemindedness. Journal of Heredity 8: 215-217. Elena, S. F.,V. S. Cooper, and R. E. Lenski. 1996. Punctuated evolution caused by selection of rare beneficial mutations. Science 272: 1802-1804. Elias, S., M. M. Kaback, et al. 1992. 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Capítulo 5 Genética mendeliana en poblaciones I: selección y mutación como mecanismos evolutivos 153 Pier, G. B., M. Grout, et al. 1998. Salmonella typhi uses CFTR to enter intestinal epithelial cells. Nature 393: 79-82. Provine, W. B. 1971. The Origins of Theoretical Population Genetics. Chicago: The University of Chicago Press. Punnett, R. C. 1917. Eliminating feeblemindedness. Journal of Heredity 8: 464-465. Reilly, P. 1991. The Surgical Solution:A History of Involuntary Sterilization in the United States. Baltimore: Johns Hopkins University Press. Stephens, J. C., D. E. Reich, et al. 1998. Dating the origin of the CCR5-⌬32 AIDSresistance allele by the coalescence of haplotypes. American Journal of Human Genetics 62: 1507-1515. Uitterlinden A. G., H. Burger, et al. 1998. Relation of alleles of the collagen type IA1 gene to bone density and the risk of osteoporotic fractures in postmenopausal women. New England Journal of Medicine 338: 1016-21. 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CAPÍTULO 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio Machos de la gallina grande de las praderas exhibiéndose para buscar pareja. (Richard Day/Daybreak Imagery) L A GALLINA GRANDE DE LAS PRADERAS, TYMPANUCHUS CUPIDO PINNATUS, ES un ave de unos 900 gramos con un exuberante cortejo de apareamiento (Figura 6.1). Cada primavera, los machos se congregan en zonas comunales de apareamiento, llamadas “leks”, en donde demarcan pequeños territorios y avisan a las parejas. Extienden las plumas de sus colas, patean con sus patas y llenan de aire los sacos naranja brillante de sus gargantas. Cuando las aves introducen aire en los sacos hacen un ruido retumbante que es audible en kilómetros: como el sonido que se hace cuando una persona insufla aire por la boca de una botella grande vacía, pero mucho más ruidoso (Thomas 1998). Las hembras visitan el “lek,” inspeccionan a los machos que se exhiben y eligen pareja. Hace doscientos años, el estado de Illinois estaba casi totalmente cubierto por praderas (Figura 6.2a) habitadas por millones de estas gallinas. Sin embargo, en 1837 se introdujo el arado de acero (Thomas 1998). Con las primeras cuchillas que permitieron destrozar las densas raíces de las plantas de pradera, el arado de acero permitió la conversión de la pradera en terrenos de cultivo.A medida que la pradera de Illinois se reducía, el ámbito de la gallina grande de las praderas se reducía también (Figura 6.2b-d).Y a medida que el área de distribución se redujo, su número se desplomó: de 25.000 en 1933, 2000 en 1962, 500 en 155 156 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Figura 6.1 Una gallina grande de las praderas Este macho ha hinchado su saco aéreo y desplegado sus plumas como parte de su exhibición de cortejo. (Richard Day/Daybreak Imagery) Los esfuerzos para salvar las poblaciones que quedaban de la gallina grande de las praderas, restaurando el hábitat de pradera, parecieron tener éxito al principio. Sin embargo, muy pronto, los tamaños poblacionales reanudaron su declive. ¿Por qué? 1972 a 76 en 1990 (Westemeier et al. 1991; Bouzat et al. 1998). En 1994 quedaban menos de 50 gallinas de las praderas en Illinois (Westemeier et al. 1998). Estas aves pertenecían a dos poblaciones residuales, una en el condado de Marion y otra en el condado de Jasper. Los esfuerzos por salvar a la gallina grande de las praderas comenzaron por prohibir su caza en 1933 (Thomas 1998). En 1962 y 1967, respectivamente, los hábitats ocupados por las poblaciones de los condados de Jasper y Marion se establecieron como santuarios y como lugares para la restauración y gestión de las praderas (Westemeier et al. 1998). En la Figura 6.3 se muestra el número de machos que se exhibieron en los “leks” del condado de Jasper desde 1963 hasta 1997. Desde mediados de la década de los 60 hasta principios de la década de los 70, el número de aves aumentó constantemente. Parecía que las medidas de conservación estaban funcionando. Sin embargo, hacia mediados de 1970, la población comenzó de nuevo a menguar. La población llegó a su punto más bajo, con cinco o seis machos, en 1994, a pesar del hecho de que ahora había más praderas gestionadas disponibles para las aves que las que había en 1963. ¿Por qué la población de gallinas de la pradera del Condado de Jasper siguió disminuyendo desde mediados de 1960 a mediados de 1990, aun cuando la cantidad de hábitat disponible estaba aumentando? ¿Y por qué los que gestionaban la vida salvaje invirtieron finalmente el declive? La respuesta a estas preguntas implica tres fenómenos presentados en el Capítulo 5, pero no discutidos allí: la migración, la deriva genética y el apareamiento no aleatorio. Identificamos estos procesos como factores potencialmente importantes en la evolución de las poblaciones cuando desarrollamos el equilibrio de Hardy-Weinberg. Cuando una población ideal no sufre selección, ni mutación, ni migración y es infinitamente grande, y cuando los individuos eligen a sus parejas al azar, entonces (1) las frecuencias alélicas no Figura 6.2 Destrucción del hábitat y contracción del rango de la gallina grande de las praderas de Illinois El mapa (a) muestra la extensión de la pradera en Illinois antes de la introducción del arado de acero. Los mapas (b), (c) y (d) muestran la distribución de la gallina grande de las praderas en 1940, 1962 y 1994. Fuentes: de la Figura 1 de Westemeier et al. (1998). Derivado de R.C. Anderson, Transactions of the Illinois State Academy of Science 63, 214 (1970). Reimpreso con el permiso de la Illinois State Academy of Science. 1810–1820 1940 1962 1994 Número de gallos de las praderas Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 157 200 150 100 Figura 6.3 Población de la gallina de la pradera en peligro de extinción En este gráfico se representa el número de machos de la 50 0 1963 1970 1980 Año 1990 1997 gallina de las praderas que cada año se exhibían en lugares de apareamiento en el Condado de Jasper, Illinois, desde 1963 a 1997. Modificado con el permiso de Westemeier et al. (1998). Copyright © 1998, American Association for the Advancement of Science. cambian de una generación a la siguiente y (2) las frecuencias genotípicas se pueden calcular multiplicando las frecuencias alélicas. En el Capítulo 5 vimos lo que sucede cuando relajamos las condiciones de ausencia de selección y de mutación. En este capítulo exploraremos lo que sucede cuando hay migración, el tamaño de la población es finito y el apareamiento no es al azar.Volveremos luego al caso de las gallinas grandes de la pradera de Illinois y contestaremos las cuestiones que plantea. 6.1. Migración La migración, en un sentido evolutivo, es el movimiento de alelos entre poblaciones. Este uso del término migración es diferente de su significado más familiar, que se refiere al desplazamiento estacional de los individuos. Para un biólogo evolutivo, la migración implica flujo de genes: la transferencia de alelos del conjunto de genes de una población al conjunto de genes de otra población. La migración puede estar ocasionada por cualquier causa que desplace alelos lo bastante lejos como para ir de una población a otra. Los mecanismos de flujo génico van desde una dispersión ocasional de animales juveniles a gran distancia hasta el transporte de polen, semillas o esporas por el viento, el agua o los animales. La tasa real de migración entre poblaciones en especies distintas varía enormemente, dependiendo de lo móviles que sean los individuos o propágulos en los distintos estadios del ciclo de vida. Añadiendo la migración al análisis de Hardy-Weinberg: la migración como fuerza evolutiva Para investigar los efectos de la migración sobre las dos conclusiones del análisis de HardyWeinberg, consideremos un modelo de migración simple, el llamado modelo de una isla. Imaginemos dos poblaciones, una en un continente y otra en una pequeña isla costera (Figura 6.4). Debido a que la población de la isla es relativamente pequeña en relación con la población continental, cualquier suceso migratorio desde la isla al continente no tendrá consecuencias en las frecuencias alélicas y genotípicas del continente. Por ello la migración, y el flujo génico correspondiente, será efectiva sólo en una dirección, del continente a la isla. Como siempre, consideremos un locus con dos alelos A1 y A2. ¿Puede la migración del continente a la isla desplazar las frecuencias alélicas y genotípicas de la isla lejos del equilibrio de Hardy-Weinberg? Para ver que la respuesta es sí, imagine que antes de la migración la frecuencia de A1 en la isla era 1,0 (es decir, A1 estaba fijado en la población de la isla; véase la Figura 6.5). Isla Continente Figura 6.4 Modelo de migración isla-continente Las flechas del dibujo representan la cantidad relativa de flujo génico entre las poblaciones insulares y continentales. Los alelos que llegan a la isla desde el continente representan una fracción relativamente grande del conjunto de genes de la isla, mientras que los alelos que llegan al continente desde la isla representan una fracción relativamente muy pequeña del conjunto de genes continentales. 200 individuos A2A2 migran desde el continente Número de individuos 158 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo 800 200 A1A1 A1A2 A2A2 Genotipos Figura 6.5 La migración puede alterar las frecuencias alélicas y genotípicas En este esquema Frecuencias alélicas finales A2 A1 Número de individuos se sigue a una imaginaria población insular de ratones desde el conjunto de genes de una generación (frecuencias alélicas iniciales) al conjunto de genes de la generación siguiente (frecuencias alélicas finales). Los gráficos de barras muestran el número de individuos de cada genotipo de la población en un momento dado. La migración, en forma de individuos que llegan de una población continental, fijados para el alelo A2, aumenta la frecuencia de dicho alelo en la población insular. 0,8 800 A1A1 A1A2 A2A2 Genotipos 0,2 Frecuencias alélicas iniciales A1 A2 1,0 0 Cuando los gametos de un conjunto de genes en donde está fijado A1 se combinan al azar para formar zigotos, las frecuencias genotípicas de estos zigotos serán 1,0 para A1A1, 0 para A1A2 y 0 para A2A2. Nuestros cálculos serán más simples si damos a nuestra población un tamaño dado, por lo que imaginemos que había 800 zigotos, que dejaremos que crezcan y se conviertan en adultos. CUADRO 6.1 Tratamiento algebraico de la migración como fuerza evolutiva S ea pI la frecuencia del alelo A1 en una población de una isla. Y pC la frecuencia del alelo A1 en la población continental. Imagine que en cada generación un grupo de individuos se desplaza de la población continental a la isla, en donde constituyen la fracción m de la población de la isla. Queremos conocer cómo cambia la frecuencia del alelo A1 de la isla como consecuencia de la migración, y si hay una frecuencia de equilibrio para A1 que no cambie más incluso si continúa la migración. Primero obtendremos la expresión para pI, la frecuencia de A1 en la isla en la generación siguiente. Una fracción (1 – m) de los individuos de la generación siguiente ya está en la isla. En estos individuos, la frecuencia de A1 es pI. Una fracción m de los individuos de la generación siguiente viene del continente. En ellos la frecuencia de A1 es pC. Así, la nueva frecuencia de A1 en la población de la isla es el promedio ponderado de la frecuencia entre los residentes y la de los inmigrantes. pI⬘ ⫽ (1 ⫺ m)(pI) ⫹ (m)(pC) Podemos obtener una expresión para el ∆pI, que es el cambio en frecuencia alélica en la isla de una generación a la siguiente: ∆pI ⫽ pI⬘ ⫺ pI Sustituyendo pI⬘ por nuestra expresión anterior y simplificando, tendremos: ∆pI ⫽ (1 ⫺ m)(pI) + (m)(pC) ⫺ pI ⫽ m(pC ⫺ pI) Finalmente, podemos determinar la frecuencia en el equilibrio del alelo A1 en la isla. La condición de equilibrio es que no cambie pI. Es decir, ∆pI ⫽ 0 si resolvemos la ecuación para ∆pI igual a cero, tendremos: m(pC ⫺ pI) ⫽ 0 Esta expresión muestra que la frecuencia de A1 permanecerá constante en la isla si no hay migración (m = 0), o si la frecuencia de A1 en la isla es idéntica a su frecuencia en el continente (pC = pI). En otras palabras, sin ninguna fuerza que se oponga, la migración igualará finalmente las frecuencias de las poblaciones de la isla y del continente. Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 159 Supongamos ahora que en la población continental está fijado el alelo A2, y que antes de que los individuos de la isla alcancen la madurez, migraron 200 individuos del continente a la isla. Después del proceso migratorio, el 80% de la población de la isla es nativa y el 20% continental. Las nuevas frecuencias genotípicas serán 0,8 para A1A1, 0 para A1A2 y 0,2 para A2A2. Cuando los individuos de la isla se reproduzcan, su conjunto de genes tendrá las frecuencias alélicas de 0,8 para A1 y 0,2 para A2. La migración ha cambiado las frecuencias alélicas de la población de la isla, violando la conclusión 1 de Hardy-Weinberg. Antes de la migración la frecuencia de A1 en la isla era de 1,0; después de la migración la frecuencia de A1 es 0,8. La población de la isla ha cambiado como consecuencia de la migración. (Para un tratamiento algebraico de la migración, como mecanismo del cambio de las frecuencias alélicas, véase el Cuadro 6.1.) La migración también da lugar a frecuencias genotípicas en los adultos que no están de acuerdo con la conclusión 2 de Hardy-Weinberg. De acuerdo con el equilibrio de Hardy-Weinberg, una población con frecuencias alélicas de 0,8 y 0,2 tendría unas frecuencias genotípicas de 0,64, 0,32 y 0,04. Comparados con estos valores esperados, la población de la isla tiene, después de la migración, un exceso de homozigotos y un déficit de heterozigotos. Desde luego, con una sola generación de apareamiento aleatorio la población volverá a las frecuencias genotípicas del equilibrio de Hardy-Weinberg. La migración es una fuerza evolutiva potente. En la práctica, la migración es lo más importante para evitar la divergencia de las poblaciones. Investigación experimental sobre la migración como mecanismo evolutivo Las serpientes de agua del lago Erie (Figura 6.6) proporcionan un ejemplo de migración desde una población continental a una isla. Estas serpientes (Nerodia sipedon) viven en los (a) (b) ONTARIO Ontario Mich Lago Lake Erie Ohio NY Penn Isla Pelee Isla North Bass Isla Middle Bass Isla Middle Isla Rattlesnake Isla South Bass Isla Kelleys Figura 6.6 Serpientes de agua y los lugares en donde viven El mapa de OHIO (a) muestra las islas del lago Erie y las áreas continentales que las rodean, en donde Richard King y sus colegas estudiaron la migración como fuerza evolutiva en las serpientes de agua. Según King and Lawson (1995). Copyright © 1995 Evolution. Reimpreso con permiso. La foto de (b) muestra formas con bandas, sin bandas e intermedias de las serpientes de agua del lago Erie (Nerodia sipedon). (Richard B. King) 160 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Figura 6.7 Variaciones en el patrón de color dentro y entre poblaciones Estos histogramas muestran la frecuencia de diferentes patrones de color en diversas poblaciones. Categoría A, serpientes sin bandas; categoría B y C, serpientes intermedias; categoría D, serpientes con bandas fuertes. Las serpientes del continente suelen tener bandas; las serpientes de las islas suelen no tener bandas o presentar un patrón intermedio. De Camin and Erlich (1958). Copyright © 1958 Evolution. Reimpreso con permiso. La migración de individuos desde el continente a las islas parece que evita la divergencia de las serpientes de agua de las islas del Lago Erie respecto de las poblaciones continentales. 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 N = 63 A B C D Ontario 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 N = 64 A B C D Continente peninsular 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 N = 16 A B C D Isla Kelleys 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 N = 214 A B C D Complejo de islas Bass 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 N = 188 A B C D Islas Middle y Pelee alrededores del lago Erie y en las islas del lago. Los individuos tienen diferentes aspectos, desde un bandeado fuerte hasta otro sin bandas. En una aproximación grosera, el patrón de color viene determinado por un solo locus con dos alelos, siendo el alelo para bandas dominante sobre el alelo sin bandas (King 1993a). En el continente prácticamente todas las serpientes de agua son bandeadas, mientras que en las islas muchas serpientes no tienen bandas (Figura 6.7). La diferencia en la composición de las poblaciones del continente respecto de las de las islas parece que es consecuencia de la selección natural promovida por los predadores. En las islas, las serpientes toman el sol sobre rocas calizas en la orilla del agua. Siguiendo un primer trabajo de Camin y Ehrlich (1958), Richard B. King (1993b) demostró que entre las serpientes más jóvenes, los individuos sin bandas son más crípticos sobre las rocas de las islas que los que tienen bandas. Las serpientes más jóvenes y pequeñas son probablemente más vulnerables a los predadores. King (1993b) utilizó estudios de marcaje y recaptura, entre otros métodos, para demostrar que en las islas, las serpientes sin bandas tienen realmente una mayor tasa de supervivencia que las serpientes con bandas. Si la selección favorece a las serpientes sin bandas en las islas, entonces se esperaría que las poblaciones isleñas estuvieran formadas sólo por serpientes sin bandas. ¿Por qué no es así? La respuesta, al menos en parte, es que en cada generación varias serpientes con bandas se desplazan del continente a las islas. Los migrantes traen consigo alelos para el patrón a bandas. Cuando las serpientes migrantes se cruzan con las serpientes de la isla contribuyen con copias del alelo para bandas al conjunto de genes de la isla. En este ejemplo la migración actúa como fuerza evolutiva en oposición a la selección natural, evitando que en las poblaciones de las islas quede fijado el alelo sin bandas. (Para un tratamiento algebraico de la influencia de las fuerzas opuestas de la selección y la migración en las serpientes de agua del lago Erie, véase el Cuadro 6.2.) La migración como una fuerza evolutiva homogeneizadora entre las poblaciones La migración de las serpientes de agua, desde el continente a las islas, hace que las poblaciones de las islas sean más similares a la población continental de lo que serían de otra manera. Éste es el efecto general de la migración: tiende a homogeneizar las frecuencias alélicas a lo largo de las poblaciones. En las serpientes de agua, a esta homogeneización se opone la selección natural. ¿Hasta dónde iría la homogeneización si no se opusiera la selección? El modelo algebraico desarrollado en el Cuadro 6.1 demuestra que el flujo génico desde un continente a una isla, llevará finalmente las frecuencias alélicas de la isla a un valor exactamente igual Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 161 CUADRO 6.2 Selección y migración en las serpientes de agua del lago Erie C omo se describe en el texto, la genética del patrón del color de las serpientes de agua del lago Erie puede depender, aproximadamente, de un solo locus, con un alelo dominante para el patrón de bandas y otro recesivo para el patrón sin bandas (King 1993a). La selección por los predadores en las islas favorece a las serpientes sin bandas. Si la eficacia de los individuos sin bandas la definimos como 1, entonces la eficacia relativa de las serpientes con bandas se encuentra entre 0,78 y 0,90 (King and Lawson 1995) Entonces, ¿por qué la selección no ha eliminado a las serpientes con bandas de las islas? Aquí calculamos el efecto que tiene la migración cuando se introducen en cada generación nuevos alelos para bandas en las poblaciones de las islas. King y Lawson (1995) agruparon a todas las serpientes de las islas en una sola población, ya que parece que las serpientes se mueven entre las islas mucho más frecuentemente que del continente a las islas. King y Lawson utilizaron técnicas genéticas para estimar que en cada generación se desplaza una media de 12,8 serpientes desde el continente a las islas. Los científicos estimaron que la población total de serpientes de las islas estaba entre 523 y 4.064 individuos, con una mejor estima de 1.262. Esto indica que los migrantes representan una fracción entre el 0,024 y el 0,003 de la población cada generación, con una mejor estima de 0,01. Con las estimas de King y Lawson sobre selección y migración, podemos calcular el equilibrio de las frecuencias alélicas en la población de las islas, en el que los efectos de la migración y la selección se compensarán exactamente uno con otro. Sea A1 el alelo dominante para el patrón de bandas y A2 el alelo recesivo para el patrón sin bandas. Sea p la frecuencia de A1 y q la frecuencia de A2. De acuerdo con el Cuadro 5.3, formamos individuos con cruzamientos al azar y luego dejamos que la selección actúe. Después de la selección (pero antes de la migración), la frecuencia nueva del alelo A2 es: pqw12 ⫹ q2w22 q* ⫽ ᎏ ᎏ – w en donde w12 es la eficacia de los heterozigotos _ A1A2, w22 es la eficacia de los homozigotos A2A2 y w es la eficacia media de todos los individuos de la población, que viene dada por (p2w11 ⫹ 2pqw12 ⫹ q2w22). Para nuestro primer cálculo utilizaremos w11 = w12 = = 0,84, y w22 = 1. Una eficacia relativa de 0,84 para las serpientes con bandas es el punto medio del rango dentro del que King y Lawson (1995) estimaron que se encontraba el valor real. Esto da: pq(0,84) ⫹ q2 q* ⫽ ᎏᎏᎏᎏ [p2(0,84) ⫹ 2pq(0,84) ⫹ q2] Sustituyendo p por (1 – q) tendremos: (1 ⫺ q)q(0,84) ⫹ q2 q* ⫽ ᎏᎏᎏᎏᎏ [(1 ⫺ q)2(0,84) ⫹ 2(1 ⫺ q)q(0,84) ⫹ q2] 0,84q ⫹ 0,16q2 ⫽ ᎏᎏ 0,84 ⫹ 0,16q2 Ahora permitimos migración, representando en este primer cálculo a los nuevos migrantes por una fracción de 0,01 de la población de la isla (la mejor estima de King y Lawson). Ninguno de los nuevos migrantes lleva el alelo A2, por lo que la nueva frecuencia de A2 será, 0,84q ⫹ 0,16q2 q⬘ ⫽ (0,99) ᎏᎏ 0,84 ⫹ 0,16q2 La variación de q de una generación a la siguiente es, 0,84q ⫹ 0,16q2 ∆q ⫽ q⬘ ⫺ q ⫽ (0,99) ᎏᎏ ⫺q 0,84 ⫹ 0,16q2 En la Figura 6.8 se representa el ∆q en función de q. Observe primero la curva verde (b). Esta curva representa exactamente la función que hemos calculado. Muestra que si q es mayor de 0,05 y menor de 0,94 en una generación dada, entonces q aumentará en la generación siguiente (el ∆q será positivo). Si q es menor que 0,05 y mayor que 0,94 en una generación dada, entonces q disminuirá en la generación siguiente (el ∆q será negativo). Los puntos donde la curva corta al eje horizontal, donde el ∆q = 0, son puntos de equilibrio. El punto de equilibrio superior es estable: si q es menor a 0,94, entonces q aumentará en la generación siguiente; si q es mayor que 0,94, entonces q disminuirá en la generación siguiente. Así, una predicción intermedia, dadas las estimas de King y Lawson de selección y flujo génico, es que la frecuencia en el equilibrio del alelo sin bandas de la población de la isla será 0,94. La curva (a) es una estima por exceso; utiliza las eficacias de 0,78 para A1A1, 0,78 para A1A2 y 1 para A2A2, y una tasa de migración de 0,003 (el 0,3% de la población son migrantes cada generación). Predice un equilibrio para q = 0,99. La curva (c) es una estima por defecto; utiliza las eficacias de 0,90 para A1A1, 0,90 para A1A2 y 1 para 162 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 6.2 Continuación A2A2, y una tasa de migración de 0,024 (el 2,4% de la población son migrantes cada generación). Predice un equilibrio para q = 0,64. La mejor estima de King y Lawson de la frecuencia real de A2 es 0,73. Dicho valor se encuentra hacia el extremo más bajo de nuestro rango de predicción. Nuestro cálculo es relativamente simple y omite muchos factores, incluidos los cambios recientes en los tamaños poblacionales, tanto de las serpientes de agua como de sus predadores, así como cambios recientes en las frecuencias de las serpientes con bandas respecto de las de sin bandas. Para un tratamiento detallado de este ejemplo, véase King y Lawson (1995). ∆q (cambio en la frecuencia de A2 desde esta generación a la siguiente) 0,04 0,03 0,02 (a) Selección fuerte, poca migración 0,01 0 0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1 (b) Selección y migración moderadas -0,01 -0,02 -0,03 q (frecuencia de A2 en esta generación) (c) Selección débil, mucha migración Figura 6.8 Efectos combinados de la migración y de la selección sobre las frecuencias alélicas de las serpientes de agua insulares Las curvas muestran el ∆q en función de q para combinaciones diferentes de migración y selección. Para los detalles véase el texto. al que hay en el continente. En otras palabras, si se permite que prosiga la migración sin oposición de cualquier otra fuerza evolutiva, finalmente homogeneizará totalmente las frecuencias alélicas en las poblaciones. Barbara Giles y Jérôme Goudet (1997) documentaron el efecto homogeneizador del flujo génico en poblaciones de Silene dioica, la coronaria de bolsa roja. La coronaria de bolsa roja es una flor silvestre perenne, polinizada por insectos (Figura 6.9a). Las poblaciones que Giles y Goudet estudiaron se encuentran en las islas del archipiélago de Skeppsvik, en Suecia. Estas islas son montones de materiales depositados por los glaciares en el último período glaciar y sumergidos bajo el agua cuando el hielo se fundió. El área sobre la que descansan las islas se está elevando a un ritmo de 0,9 centímetros por año. Como consecuencia de este levantamiento geológico, están emergiendo constantemente nuevas islas del agua. El archipiélago de Skeppsvik tiene docenas de islas de edades diferentes. Las semillas de la coronaria de bolsa roja son dispersadas por el viento y por el agua y la planta es de las primeras que colonizan las nuevas islas. Las poblaciones de coronaria crecen hasta tamaños de varios miles de individuos. Entre las islas hay flujo génico como consecuencia tanto de la dispersión de las semillas como del transporte del polen por insectos. Siglos después, las poblaciones de coronaria son invadidas por otras especies de plantas y por una enfermedad traída por los polinizadores. El establecimiento de nuevas plantas cesa y las poblaciones menguan a medida que los individuos mueren. Giles y Goudet pronosticaron que las poblaciones jóvenes, al haber sido fundadas por el transporte al azar de unas pocas semillas, variarían en las frecuencias alélicas de varios loci. (Consideraremos el porqué con mayor detalle en la sección 6.2.) Las poblaciones con edades intermedias deberían ser más homogéneas en sus frecuencias alélicas como consecuencia de la migración, es decir, como consecuencia del flujo génico entre Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 163 (a) Variación en frecuencias alélicas entre poblaciones (FST) (b) 0,09 0,08 0,07 0,06 Poblaciones 0,05 viejas 0,04 (N = 30) 0,03 0,02 Poblaciones 0,01 intermedias 0 (N = 30) Poblaciones jóvenes (N = 13) Figura 6.9 Variación de las frecuencias alélicas en poblaciones de la coronaria de bolsa roja, Silene dioica (a) La coronaria de bolsa roja, una flor silvestre perenne. (b) Medida de la variación de las frecuencias alélicas entre poblaciones, según Giles and Goudet (1997). Los puntos rojos representan valores de FST (véase el texto); las líneas grises verticales representan los errores típicos (errores típicos grandes indican estimas de FST menos exactas). Hay menos variación en frecuencias alélicas entre poblaciones con edades intermedias que entre poblaciones jóvenes (P ⫽ 0,05). Hay más variación en frecuencias alélicas entre poblaciones viejas que entre poblaciones intermedias (P ⫽ 0,04). Según Giles and Goudet (1997). poblaciones vía dispersión de semillas y transporte de polen. Finalmente, las poblaciones más viejas, estructuradas principalmente por la supervivencia fortuita de unos pocos individuos restantes, se convertirían de nuevo en más variables en sus frecuencias alélicas. Los investigadores comprobaron sus predicciones recogiendo hojas de muchas plantas en 52 islas de edades diferentes.Analizando las proteínas de las hojas, Giles y Goudet determinaron el genotipo de cada planta para seis loci enzimáticos. Dividieron sus poblaciones por edades en tres grupos: jóvenes, intermedias y viejas. Para cada uno de estos grupos calcularon el estadístico llamado FST. Un valor de FST se refiere a un grupo de poblaciones y refleja la variación en frecuencias alélicas entre las poblaciones del grupo. El valor de FST varía de 0 a 1. Los valores mayores representan más variación en frecuencias alélicas entre poblaciones. Los resultados confirman las predicciones de Giles y Goudet (Figura 6.9b). Hay menos variación en frecuencias alélicas entre poblaciones de edad intermedia que entre poblaciones jóvenes o poblaciones viejas. La baja diversidad en las poblaciones intermedias probablemente refleja la influencia homogeneizadora del flujo génico. La mayor diversidad de las poblaciones jóvenes y viejas probablemente indica deriva genética, que estudiaremos en la sección siguiente. En resumen, la migración consiste en el movimiento de alelos de una población a otra. En una población dada, la migración puede dar lugar a cambios en las frecuencias alélicas de una generación a la siguiente. En poblaciones pequeñas, que reciben inmigrantes de poblaciones grandes, la migración puede ser un potente mecanismo evolutivo. A lo largo de grupos de poblaciones, el flujo génico tiende a homogeneizar las frecuencias alélicas. Por eso la migración tiende a evitar la divergencia evolutiva de las poblaciones. 6.2. Deriva genética En el Capítulo 2 refutamos el error de que la evolución por selección natural es un proceso aleatorio. Es seguro que el mecanismo de la evolución de Darwin depende de la aparición de variaciones aleatorias por mutación. La variación generada por mutación es aleatoria en el sentido de que cuando la mutación sustituye un aminoácido por otro en una proteína, lo hace sin considerar si el cambio mejorará la funcionalidad de la proteína. Pero 164 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo la selección natural en si misma no se produce al azar. Es precisamente la no aleatoriedad de la selección al escoger las mutaciones lo que da lugar a la adaptación. Nos encontramos ahora en una posición adecuada para volver a estudiar el papel del azar en la evolución. Se puede argumentar que la idea más importante de la genética de poblaciones es que la selección natural no es el único mecanismo de la evolución. Entre los mecanismos no selectivos de la evolución hay uno que es absolutamente aleatorio. Dicho mecanismo es la deriva genética. La deriva genética no da lugar a adaptación, pero da lugar a cambios en las frecuencias alélicas1. En el modelo de Hardy-Weinberg, la deriva genética se produce como consecuencia de que el tamaño de población infinito no se cumple. Un modelo de deriva genética Para ver cómo actúa la deriva genética, imaginemos una población ideal, similar a las que hemos trabajado antes, pero de tamaño finito, de hecho, de pequeño tamaño. Como siempre, nos fijamos en un solo locus con dos alelos, A1 y A2. Imaginemos que en el conjunto de genes de la generación actual, el alelo A1 tiene una frecuencia de 0,6 y el alelo A2 de 0,4 (Figura 6.10). Dejemos que los gametos de este conjunto de genes se combinen al azar para dar lugar exactamente a 10 zigotos. Estos diez zigotos constituirán toda la población de la siguiente generación. Podemos simular la producción de diez zigotos de nuestro conjunto de genes mediante un modelo físico. Una bolsa con 100 alubias representa el conjunto de genes. Sesenta de las alubias son negras y representan al alelo A1; cuarenta son blancas y representan al alelo A2. Construiremos cada zigoto agitando la bolsa, cerrando los ojos y sacando alubias. Primero sacaremos una alubia que represente al óvulo, anotaremos su genotipo y la devolveremos a la bolsa. Luego sacaremos otra alubia, que represente al esperma, anotaremos su genotipo y la devolveremos a la bolsa. Sacamos alubias de la bolsa y las vamos anotando. Los genotipos de los diez zigotos son: A2A1 A1A1 A1A1 A2A2 A1A1 A1A2 A1A1 A1A1 A2A2 A1A1 Número de individuos 6 2 2 A1A1 A1A2 A2A2 Genotipos Figura 6.10 Sucesos aleatorios pueden alterar las frecuencias alélicas y genotípicas En este dibujo se sigue 1 Frecuencias alélicas finales A1 A2 6 Número de individuos a una población imaginaria de diez ratones desde el conjunto de genes de una generación (frecuencias alélicas iniciales) al conjunto de genes de la generación siguiente (frecuencias alélicas finales). Los gráficos de barras muestran el número de individuos de cada genotipo de la población en un momento dado. La deriva genética, en la forma de error de muestreo al extraer gametos del conjunto de genes inicial para formar los zigotos, aumenta la frecuencia del alelo A1. Advierta que también son posibles otros muchos resultados. 0,7 2 0,3 2 A1A1 A1A2 A2A2 Genotipos Nota del traductor. Véase la nota 2 del Capítulo 5. Frecuencias alélicas iniciales A1 A2 0,6 0,4 Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 165 Contando los genotipos, tenemos que A1A1 tiene una frecuencia de 0,6, A1A2 una frecuencia de 0,2 y A2A2 una frecuencia de 0,2 (Figura 6.10). Contando los alelos vemos que cuando estos zigotos crezcan y se reproduzcan, la frecuencia del alelo A1 en el nuevo conjunto de genes será 0,7 y la frecuencia del alelo A2 será 0,3 (Figura 6.10). Hemos completado una generación en el ciclo de vida de nuestra población modelo. No parece que haya sucedido gran cosa, pero advierta que no se cumplen las dos conclusiones del equilibrio de Hardy-Weinberg. Las frecuencias alélicas han cambiado de una generación a la siguiente y no podemos calcular las frecuencias genotípicas multiplicando las frecuencias alélicas. La razón de que nuestra población no haya cumplido el principio de Hardy-Weinberg es simplemente porque es pequeña. En una población pequeña, el azar da lugar a resultados que difieren de las esperanzas teóricas. El azar en nuestra población simulada fue la extracción de alubias de la bolsa para formar los zigotos. Cogimos alubias negras y alubias blancas no en la proporción exacta predicha de 0,6 y 0,4, sino en una proporción que resultó ser un poco mayor en alubias negras y un poco menor en alubias blancas. Este tipo de discrepancias aleatorias entre lo esperado teóricamente y los resultados reales se denominan errores de muestreo. El error de muestreo en la formación de zigotos a partir de un conjunto de genes se denomina deriva genética. Debido a que se trata sólo del efecto acumulativo de sucesos aleatorios, la deriva genética no puede dar lugar a adaptación. Pero puede dar lugar, como hemos visto, a que las frecuencias alélicas cambien. La suerte ciega es, por sí misma, un mecanismo evolutivo. A veces es difícil ver la diferencia entre deriva genética y selección natural. En nuestro modelo de población pequeña, las copias del alelo A1 tuvieron más éxito en pasar a la siguiente generación que las copias del alelo A2. El éxito reproductivo diferencial es selección, ¿o no lo es? En este caso no lo es. Si hubiera sido selección, el éxito diferencial de los alelos de nuestra población modelo hubiera sido explicable en términos de los fenotipos que los alelos confieren a los individuos que los llevan. Los individuos con una o dos copias del alelo A1 deberían haber sido mejores en supervivencia, en encontrar alimento o en atraer a la pareja. Sin embargo, los individuos que llevan copias del alelo A1 no fueron de hecho ninguna de esas cosas. Sólo tuvieron suerte; dio la casualidad de que sus alelos se extrajeron del conjunto de genes más a menudo. La selección es éxito reproductivo diferencial que sucede por alguna razón. La deriva genética es éxito reproductivo diferencial que simplemente sucede. Otra forma de ver que la deriva genética es diferente de la selección es reconocer que las frecuencias alélicas y genotípicas en nuestros diez zigotos fácilmente podrían haber sido diferentes de lo que fueron. Para probarlo, podemos repetir el ejercicio extrayendo alubias de nuestra bolsa para formar diez zigotos. Esta vez, los genotipos de los zigotos son: A1A1 A2A2 A1A1 A1A2 A1A1 A1A1 A2A1 A2A1 A1A2 A2A2 En este conjunto de zigotos las frecuencias genotípicas son 0,4 para A1A1, 0,4 para A1A2 y 0,2 y para A2A2. Las frecuencias alélicas son 0,6 para A1 y 0,4 para A2. Repitiendo el ejercicio una tercera vez se producen estos zigotos: A1A1 A1A2 A1A1 A2A1 A1A1 A2A2 A1A2 A2A2 A1A1 A2A2 Ahora las frecuencias genotípicas son 0,4 para A1A1, 0,3 para A1A2 y 0,3 y para A2A2, y las frecuencias alélicas son 0,55 para A1 y 0,45 para A2. En poblaciones de tamaño finito, sucesos aleatorios (en la forma de errores de muestreo en la extracción de gametos del conjunto de genes) pueden producir evolución. La selección es éxito reproductivo diferencial que ocurre por una razón; la deriva genética es éxito reproductivo diferencial que sucede por azar. 166 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo La probabilidad de que la nueva frecuencia sea exactamente 0,6 es aproximadamente del 18% Figura 6.11 Rango de resultados posibles en nuestra población modelo de diez ratones Este gráfico muestra los resultados posibles, con su probabilidad, cuando formamos 10 zigotos extrayendo alelos de un conjunto de genes en los que los alelos A1 y A2 tienen unas frecuencias de 0,6 y 0,4 respectivamente. El resultado más probable es que las frecuencias alélicas no cambien. Sin embargo, la probabilidad de que esto suceda es sólo del 18%. Probabilidad 0,16 La probabilidad de que la nueva frecuencia sea mayor a 0,6 es aproximadamente del 41,5 % 0,12 La probabilidad de que la nueva frecuencia sea menor a 0,6 es aproximadamente del 40,5 % 0,08 0,04 0 0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1 Frecuencia nueva del alelo A1 Frecuencia del alelo A1 Resumimos aquí los resultados de nuestra población modelo: En el conjunto de genes En el primer grupo de 10 zigotos En el segundo grupo de 10 zigotos En el tercer grupo de 10 zigotos 1 0,8 0,6 0,4 0,2 0 Los tres conjuntos de zigotos nos demuestran que si comenzamos con un conjunto de genes en el que el alelo A1 está a una frecuencia de 0,6 y formamos exactamente una población de diez zigotos, la frecuencia de A1 puede aumentar, mantenerse o disminuir. De hecho, la nueva frecuencia de A1 en un conjunto de diez zigotos extraídos de nuestro conjunto de genes puede ser cualquiera entre 0 y 1,0, aunque dentro de este rango los resultados extremos no son probables. La gráfica de la Figura 6.11 muestra la probabilidad teórica de cada uno de los resultados posibles. En conjunto, hay alrededor de un 18% de probabilidad de que la frecuencia del alelo A1 quede en 0,6, alrededor del 40,5% de probabilidad de que caiga a un valor menor y alrededor del 41,5% de que aumente a un valor mayor. Los lectores no deberían aceptar tal cual lo que decimos; deberían proporcionarse su propia bolsa de alubias y formar una serie de conjuntos de zigotos. Insistimos, el tema es que la deriva genética es evolución que simplemente sucede por azar. 1 0,8 0,6 0,4 0,2 0 1 0,8 0,6 0,4 0,2 0 Frecuencia de A1 0,6 0,7 0,6 0,55 0 100 200 Número acumulado de zigotos producidos Figura 6.12 Simulación de extracción de alelos de un conjunto de genes, realizada tres veces Al principio, las frecuencias del alelo A1 fluctúan considerablemente, en una trayectoria única en cada caso. Sin embargo, cuando el número de zigotos formados aumenta, la frecuencia de A1 se va aproximando al valor esperado de 0,6. Deriva genética y tamaño poblacional La deriva genética es fundamentalmente la consecuencia del tamaño finito de las poblaciones. Si extraemos alubias de nuestro saco para formar una población de más de diez zigotos, las frecuencias alélicas en éstos se aproximarán a los valores que predice el equilibrio de Hardy-Weinberg. Extraer alubias de un saco se convierte rápidamente en aburrido, por lo que utilizaremos un ordenador para simular la extracción de gametos para formar, no exactamente 10, sino 250 zigotos, por ejemplo (Figura 6.12a). A medida que el ordenador extrae cada gameto, comunica la frecuencia de A1 entre los zigotos que ha construido hasta el momento.Al principio la frecuencia alélica fluctúa mucho. Por ejemplo, el primer zigoto resultó tener el genotipo A2A2, por lo que la frecuencia del alelo A1 comenzó en cero.Varios zigotos que siguieron fueron en su mayoría A1A1 y A1A2, que hizo que la frecuencia del alelo A1 subiera rápidamente a 0,75.A medida que se iba acumulando el número de zigotos, la frecuencia del alelo A1 en las nuevas generaciones osci- Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 167 ló cada vez menos, estabilizándose gradualmente en el valor esperado de 0,6. Las desviaciones respecto de lo esperado con un gran número de zigotos fueron aleatorias, como se observa en los gráficos de la Figura 6.12b y c. Estos gráficos muestran dos series más de extracciones para formar 250 zigotos. En cada una, la frecuencia alélica de la nueva generación fluctúa mucho al principio, pero de un modo similar. Sin embargo, como en el primer gráfico, la frecuencia alélica en las nuevas generaciones siempre se estabiliza finalmente alrededor del valor teórico pronosticado de 0,6. Nuestras simulaciones demuestran que los errores del muestreo disminuyen a medida que aumenta el tamaño de la muestra. Si seguimos extrayendo gametos indefinidamente para formar una población de zigotos de tamaño infinito, la frecuencia del alelo A1 en los zigotos será exactamente 0,6. La deriva genética es un mecanismo evolutivo potente en poblaciones pequeñas, pero su potencia disminuye en poblaciones grandes.Volveremos a este punto en secciones posteriores. Investigaciones experimentales sobre el error de muestreo como mecanismo evolutivo: efecto fundador Si queremos observar deriva genética en la naturaleza, el mejor sitio donde buscarla es en las poblaciones pequeñas. Las poblaciones son a menudo pequeñas cuando se acaban de fundar por un pequeño grupo de individuos, que se han desplazado, o han sido desplazados, a una nueva localidad. Las frecuencias alélicas en la nueva población son, probablemente, diferentes de las de la población de origen, simplemente por azar. A esto se denomina efecto fundador. El efecto fundador es el resultado directo del error de muestreo. Por ejemplo, si en una población continental de insectos hay 25 alelos diferentes en un locus, pero en un madero de una balsa que llega a una remota isla sólo se encuentran 10 individuos, hay una probabilidad cero de que la nueva población de la isla tenga todos los alelos presentes en el continente. Si por azar, algunos de los individuos fundadores son homozigotos, las frecuencias alélicas de la nueva población se diferenciarán incluso mucho más. En cualquier suceso fundador, es casi seguro que se producirá algún grado de diferenciación genética aleatoria entre las poblaciones nueva y vieja. En otras palabras, la fundación de una población por un pequeño grupo de individuos representa típicamente no solo el establecimiento de una nueva población sino también la evolución instantánea de diferencias entre la nueva y la vieja población. Peter Grant y Rosemary Grant (1995) observaron el establecimiento de una nueva población de grandes pinzones terrestres (Geospiza magnirostris) en el Archipiélago de las Galápagos. Grant y Grant han estado trabajando en la isla Daphne Major desde 1973. Cada año grandes pinzones terrestres visitaban la isla, entre 10 y 50 formas juveniles llegaban después de la estación de cría y se quedaban durante los meses secos. Durante los primeros años que Grant y Grant estuvieron allí, todos los pájaros visitantes dejaban la isla antes de que comenzara la siguiente estación de cría. Los pinzones visitantes eran miembros de alguna población de otra isla. Luego, en el otoño de 1982, tres machos y dos hembras, aparentemente atraídos por las primeras lluvias, se quedaron en Daphne Major para criar. Estas cinco aves formaron parejas (una hembra se cruzó con dos machos distintos), construyeron ocho nidos durante la estación de cría y tuvieron 17 crías a principios de 1983. Los cinco pájaros fundaron una nueva población en 1982-1983. Desde 1983, grandes pinzones terrestres han criado en Daphne Major cada año, con la excepción de tres años de sequía. En 1993, la población que criaba en Daphne Major se componía de 23 machos y 23 hembras.Al menos hasta 1992, la mayoría de los que criaban en Daphne Major habían nacido en la isla. Eran nativos de la nueva población. La deriva genética es muy importante en poblaciones pequeñas. 168 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Cuando se funda una población nueva por un pequeño número de individuos, es probable que sólo por azar las frecuencias alélicas en la nueva población sean diferentes de las de la población de origen. A esto se le denomina efecto fundador. La nueva población de pinzones, ¿es genéticamente diferente de la población de origen? Aunque Grant y Grant no tienen datos directos sobre frecuencias alélicas en loci concretos, habían realizado muchas mediciones anatómicas de los 238 pinzones terrestres que visitaron Daphne Major antes del suceso fundacional, de los cinco pinzones iniciales y de 22 de sus descendientes. Grant y Grant asumieron que los 238 visitantes que no criaron representaban a la población de origen y los compararon con los miembros de la nueva población. Al menos en dos caracteres morfológicos, la anchura del pico y su tamaño en relación con el tamaño corporal, los miembros de la nueva población los tenían significativamente más grandes que la población de origen. La investigación en la población nueva de grandes pinzones terrestres y en otros pinzones de Darwin, sugiere que estos caracteres son heredables.Así parece que el suceso fundador creó una población nueva que es métricamente diferente de la población de origen. Se produjo evolución, no mediante la selección sino por error aleatorio del muestreo. Esto es deriva genética en forma de efecto fundador. A menudo se observan efectos fundadores en poblaciones humanas genéticamente aisladas. Por ejemplo, la población Amish de Pensilvania oriental desciende de un grupo de unos 200 colonos europeos que llegaron a los Estados Unidos en el siglo XVIII. Uno de los fundadores, bien el marido o la esposa (o ambos) de un matrimonio llamado King, fue portador del síndrome de Ellis-van Creveld. El síndrome de Ellis-van Creveld es una forma rara de enanismo ocasionada por un alelo recesivo en el cromosoma 4 (Bodmer and McKie 1995). La frecuencia de este alelo en la mayoría de las poblaciones se encuentra alrededor de 0,001, pero en la actualidad, en los Amish es alrededor de 0,07 (Postlethwait and Hopson 1992). La elevada frecuencia del alelo en la población Amish, probablemente no se debe a ninguna ventaja selectiva conferida por el alelo en heterozigosis u homozigosis. Más bien, la elevada frecuencia del alelo se debe al azar. El alelo se encontraba en frecuencia elevada en la pequeña población de fundadores y ha continuado oscilando hacia arriba en las generaciones siguientes. En la sección siguiente consideraremos con detalle el efecto acumulativo de la deriva genética en el curso de muchas generaciones. Fijación al azar de alelos y pérdida de heterozigosidad Hemos visto que la deriva genética puede dar lugar a cambios sustanciales en las frecuencias alélicas en una sola generación. La deriva es incluso un mecanismo evolutivo más poderoso cuando sus efectos abarcan a muchas generaciones. Podemos investigar los efectos acumulativos de la deriva genética con el mismo modelo físico que utilizamos antes: una bolsa con alubias negras y blancas. De nuevo, iniciemos la bolsa con 60 alubias negras y 40 blancas, que representa un conjunto de genes en el que los alelos A1 y A2 se encuentran en las frecuencias de 0,6 y 0,4. A los padres que dan lugar a este conjunto de genes los llamaremos generación cero. Como hicimos antes, extraemos alubias de la bolsa para simular la producción de diez zigotos por apareamiento al azar. En ese momento, las frecuencias alélicas entre los zigotos recién formados resultó ser 0,5 para A1 y 0,5 para A2. Llamamos a estos zigotos generación uno. Para continuar la simulación en otra generación, necesitamos iniciar una nueva bolsa con 50 alubias negras y 50 alubias blancas, que representa el conjunto de genes de la generación uno. Extrayendo alubias de este conjunto de genes, obtenemos los zigotos de la generación dos. Resulta que las frecuencias alélicas de la generación dos fueron 0,4 para A1 y 0,6 para A2. Iniciamos ahora una bolsa con 40 alubias negras y 60 blancas y formamos zigotos para obtener la generación tres. Las frecuencias alélicas en la generación tres son 0,45 para A1 y 0,55 para A2. Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 169 Ahora necesitamos una bolsa con 45 alubias negras y 55 blancas, y así sucesivamente. La ventaja de utilizar un computador para simular la extracción de las alubias queda clara enseguida. Los gráficos (a), (b) y (c) de la Figura 6.13 muestran los resultados de 100 generaciones sucesivas de deriva genética en poblaciones simuladas de tamaños distintos. En cada (d) Tamaño poblacional = 4 (a) Tamaño poblacional = 4 0,5 Heterozigosidad promedio Frecuencia del alelo A1 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 0,0 0 20 40 60 80 Heterozigosidad promedio Frecuencia del alelo A1 0,8 0,6 0,4 0,2 0 20 40 60 80 0,1 0 20 40 60 80 100 40 60 80 100 60 80 100 0,4 0,3 0,2 0,1 0,0 100 0 20 (f) Tamaño poblacional = 400 (c) Tamaño poblacional = 400 0,5 Heterozigosidad promedio 1,0 Frecuencia del alelo A1 Frecuencia del alelo A1 [=p] 0,2 0,5 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 0,0 0,3 (e) Tamaño poblacional = 40 (b) Tamaño poblacional = 40 0,0 0,4 0,0 100 0,5 0,4 Frecuencia de los 0,3 heterozigotos 0,2 [=2(p)(1-p)] 0,1 0,0 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 0 20 40 60 Generación 80 100 0,4 0,3 0,2 0,1 0,0 0 20 40 Generación Figura 6.13 Simulaciones de deriva genética en poblaciones de tamaños distintos Los gráficos (a), (b) y (c) muestran la frecuencia del alelo A1 durante 100 generaciones. En cada gráfico están representadas ocho poblaciones, con una población dibujada en rojo. Los gráficos (d), (e) y (f) muestran la frecuencia media de los heterozigotos a lo largo de 100 generaciones, en las mismas series de poblaciones simuladas. Las curvas grises representan la tasa de disminución pronosticada por la teoría. El inserto en la gráfica (d) muestra la frecuencia de los heterozigotos de una población, calculada como 2(p)(1 ⫺ p), en función de p, que es la frecuencia del alelo A1. En conjunto, los gráficos de esta figura muestran que la deriva genética da lugar a la fijación aleatoria de alelos y a la pérdida de heterozigosidad y que la deriva genética es una fuerza muy poderosa en poblaciones pequeñas. 170 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo gráfica se representan las frecuencias alélicas de ocho poblaciones. Cada población comienza con las frecuencias alélicas de 0,5 para A1 y de 0,5 para A2. Las poblaciones representadas en la gráfica (a) tienen exactamente cuatro individuos cada una, las poblaciones representadas en la gráfica (b) tienen 40 individuos y las poblaciones de la gráfica (c) tienen 400 individuos. Son evidentes tres patrones: Con deriva genética, cada población sigue una vía evolutiva única. La deriva genética es rápida en poblaciones pequeñas y lenta en poblaciones grandes. 1. Debido a que las fluctuaciones en la frecuencia alélica de una generación a la siguiente están ocasionadas por el error de muestreo al azar, cada población sigue un camino evolutivo único. 2. La deriva genética tiene un efecto más rápido y drástico sobre las frecuencias alélicas en las poblaciones pequeñas que en las poblaciones grandes. 3. Dado un tiempo suficiente, la deriva genética puede dar lugar a cambios sustanciales en las frecuencias alélicas, incluso en poblaciones que sean bastante grandes. Advierta que si la deriva genética es la única fuerza evolutiva que actúa en la población (si no hay selección, ni mutación, ni migración) entonces el error de muestreo hace que las frecuencias alélicas oscilen entre 0 y 1. Esta oscilación es particularmente aparente en las poblaciones cuya evolución se destaca en el gráfico de la Figura 6.13b. Durante las primeras 25 generaciones la frecuencia del alelo A1 aumenta de 0,5 a más de 0,9. Entre las generaciones 25 y 40 baja a 0,5. Entre las generaciones 40 y 80 la frecuencia oscila entre 0,5 y 0,8. Luego la frecuencia de A1 disminuye rápidamente, de tal manera que hacia la generación 85 A1 alcanza cero y por consiguiente desaparece de la población. La oscilación de las frecuencias alélicas da lugar a dos efectos relacionados importantes: (1) el que los alelos derivan finalmente hacia la fijación o hacia la pérdida, y (2) que la frecuencia de los heterozigotos disminuye. Si la deriva genética es la única fuerza evolutiva que está actuando, uno de los alelos llegará finalmente a la frecuencia de 1 (es decir, se fijará) y todos los otros alelos se perderán. Fijación al azar de alelos Como la frecuencia de cualquier alelo oscila entre 0 y 1, tarde o temprano el alelo encontrará un destino inevitable: su frecuencia alcanzará un extremo u otro. Si la frecuencia del alelo llega a 0, entonces el alelo se perderá para siempre (suponiendo que la mutación o la migración no lo reintroduzcan). Si la frecuencia del alelo alcanza 1, entonces se dice que el alelo se ha fijado, también para siempre. Entre las ocho poblaciones representadas en la Figura 6.13a, el alelo A1 se fija por deriva en cinco y se pierde en tres. Entre las ocho poblaciones representadas en la Figura 6.13b, el alelo A1 se fija por deriva en una y se pierde en tres. Es sólo cuestión de tiempo que el alelo A1 quede también fijado o perdido en las otras poblaciones. A medida que algunos alelos se fijan y otros se pierden por deriva, la variabilidad alélica de cada población disminuye. Imaginemos ahora una población finita en la que hay varios alelos presentes en un locus dado: A1, A2, A3, A4, y así sucesivamente. Si la deriva genética es el único mecanismo evolutivo que actúa, entonces finalmente uno de los alelos se fijará por deriva. En el mismo momento en que un alelo quede fijado, los otros alelos se perderán. Nos gustaría poder predecir qué destino alcanzará cada alelo. No podemos hacerlo con certeza, pero podemos dar probabilidades. Sewall Wright (1931) demostró que la probabilidad de que cualquier alelo de una población sea el que se fije por deriva es igual a la frecuencia inicial de dicho alelo (véase el Cuadro 6.3). Por ejemplo, si comenzamos con una población finita en la que A1, tiene una frecuencia de 0,73 y A2 una frecuencia de 0,27, hay un 73% de probabilidad de que el alelo que se fije por deriva sea el A1. Pérdida de heterozigosidad En una población finita, a medida que las frecuencias de los alelos se fija o se pierde por deriva, la frecuencia de los heterozigotos en la población disminuye. Los gráficos (d), (e) Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 171 CUADRO 6.3 Probabilidad de que un alelo dado sea el que se fije por deriva S ewall Wright (1931) desarrolló una teoría detallada de la deriva genética. Entre muchos otros resultados, demostró que la probabilidad de que un alelo dado sea el único que se fije por deriva es igual a la frecuencia inicial del alelo. El modelo de Wright de deriva genética está más allá del alcance de este libro, pero podemos proporcionar una explicación intuitiva de la probabilidad de fijación. Imaginemos a una población con N individuos. Dicha población contiene un total de 2N alelos. Imaginemos que cada uno de estos alelos es único. Supongamos que la deriva genética es el único mecanismo evolutivo que actúa. En algún momento en el futuro, uno de los 2N alelos se habrá fijado por deriva y todos los demás se habrán perdido. Cada alelo debe tener la misma probabilidad de ser el que se fije por deriva; esto es lo que queremos decir con nuestra suposición de que la deriva genética es el único mecanismo evolutivo que está actuando. Así pues, tenemos 2N alelos, cada uno con igual probabilidad de quedar fijado. Por consiguiente, la probabilidad para cada ᎏ. alelo de quedar fijado es ᎏ21N Imaginemos ahora que en lugar de que cada alelo sea único, hay x copias del alelo A1, y copias del alelo A2 y z copias del alelo A3. Cada copia del alelo A1 tiene una probabilidad de ser el alelo que se fije por deriva igual a 1 ᎏᎏ. Por consiguiente, la probabilidad de que una de las 2N copias del alelo A1 sea el alelo que se fije por deriva es: 1 x x ⫻ ᎏᎏ ⫽ ᎏᎏ 2N 2N De igual manera, la probabilidad de que una copia del y ᎏ, y la proalelo A2 sea el alelo que se fije por deriva es ᎏ2N babilidad de que una copia del alelo A3 sea el alelo que se ᎏ. fije por deriva es ᎏ2zN y z ᎏ, ᎏᎏ y ᎏᎏ son también las frecuencias Advierta que ᎏ2xN 2N 2N iniciales de los alelos A1, A2 y A3 en la población. Hemos demostrado que la probabilidad de que un alelo dado sea el que se fije por deriva es igual a la frecuencia inicial de dicho alelo. y (f) de la Figura 6.13 muestran la disminución de la frecuencia de los heterozigotos en nuestras poblaciones simuladas. Para ver por qué la frecuencia de los heterozigotos disminuye, observe primero el inserto del gráfico (d). En el inserto se representa la frecuencia de los heterozigotos, calculada como 2(p)(1 – p), en una población con apareamiento al azar en función de p, que es la frecuencia del alelo A1. La frecuencia de los heterozigotos tiene su valor más alto, 0,5, cuando A1 está en la frecuencia de 0,5. Como la frecuencia de A1 disminuye hacia 0 ó aumenta hacia 1, la frecuencia de los heterozigotos disminuirá.Y, desde luego, si la frecuencia de A1 alcanza 0 ó 1, la frecuencia de los heterozigotos caerá hasta 0. Miremos ahora los gráficos (a), (b) y (c). En cualquier generación, la frecuencia de A1 puede desplazarse hacia o lejos de 0,5 en una población dada (siempre y cuando A1 no se haya fijado o perdido). Así, la frecuencia de los heterozigotos de cualquier población puede aumentar o disminuir. Sin embargo, la tendencia global, en el conjunto de las poblaciones, es que las frecuencias alélicas se alejen por deriva de valores intermedios y hacia 0 ó 1. Por ello, la frecuencia promedio de los heterozigotos, en el conjunto de las poblaciones, tenderá a disminuir. Miremos ahora a los gráficos (d), (e) y (f). La línea gruesa azul de cada gráfico representa la frecuencia promedio de los heterozigotos a lo largo de las ocho poblaciones en cuestión. La frecuencia de los heterozigotos realmente tiende a disminuir, rápidamente en poblaciones pequeñas y lentamente en poblaciones grandes. Finalmente, uno u otro alelo quedará fijado en cada población y la frecuencia promedio de los heterozigotos caerá hasta 0. La frecuencia de los heterozigotos de una población se denomina a veces como la heterozigosidad poblacional. Nos gustaría poder predecir lo rápido que puede esperarse que disminuya la heterozigosidad en poblaciones finitas. Sewall Wright (1931) demostró 172 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Como los alelos tienden a fijarse o perderse por deriva, la frecuencia de los heterozigotos en la población disminuirá. que, promediando muchas poblaciones, la frecuencia de los heterozigotos obedece a la relación 1 Hg ⫹1 ⫽ Hg 1 ⫺ ᎏᎏ 2N 冤 冥 donde Hg ⫺1 es la heterozigosidad de la generación siguiente, Hg es la heterozigosiᎏ冥 se encuentra dad actual y N el número de individuos de la población. El valor de 冤1 ⫺ ᎏ21N 1 siempre entre ᎏ2ᎏ y 1, por lo que la frecuencia esperada de heterozigotos de la generación siguiente es siempre menor que la frecuencia de heterozigotos en la generación anterior. Las curvas grises de las Figuras 6.13d, (e) y (f) muestran la disminución de la heterozigosidad pronosticada por la ecuación de Wright. Para apreciar una de las implicaciones de la inevitable pérdida de heterozigosidad en las poblaciones finitas, imagine que es el responsable de la gestión de una población cautiva de una especie en peligro de extinción. Suponga que hay exactamente 50 adultos reproductores en los zoológicos de todo el mundo. Aunque pudiera disponer del traslado de los adultos o del semen para llevar a cabo un apareamiento aleatorio, todavía apreciaría una pérdida de heterozigosidad del 1% por generación debido a la deriva genética. Estudio experimental de la fijación o pérdida aleatoria de heterozigosidad Nuestra discusión sobre la fijación o pérdida aleatoria de heterozigosidad se ha basado hasta el momento en poblaciones simuladas y en ecuaciones matemáticas. Peter Buri (1956) estudió este fenómeno experimentalmente, en poblaciones pequeñas de laboratorio de la mosca de la fruta Drosophila melanogaster.Adoptando un esquema que había sido utilizado por Kerr y Wright (1954), Buri fundó 107 poblaciones de moscas, cada una de ellas a partir de ocho hembras y ocho machos.Todas las moscas fundadoras eran heterozigóticas para alelos de un gen para el color de los ojos llamado “brown”.Todas las moscas tenían el mismo genotipo: bw75/bw. Así, en las 107 poblaciones, la frecuencia inicial del alelo bw75 fue de 0,5. Buri mantuvo estas poblaciones durante 19 generaciones. En cada población y en cada generación, Buri mantuvo el tamaño poblacional en 16, extrayendo ocho hembras y ocho machos al azar como padres de la generación siguiente. ¿Qué resultados esperaríamos? Si ninguno de los dos alelos, bw75 y bw, confiere ventaja selectiva, entonces esperaríamos que la frecuencia del alelo bw75 oscilara al azar por deriva genética en cada generación. Diecinueve generaciones serían suficientes, en poblaciones con 16 individuos, para que muchas poblaciones quedaran fijadas para uno u otro alelo. Debido a que el alelo bw75 tiene una frecuencia inicial de 0,5 esperaríamos que este alelo se perdiera tan a menudo como se fijase.A medida que el alelo bw75 se fija o se pierde por deriva en cada población, esperaríamos la disminución de la heterozigosidad en el conjunto de las poblaciones. La tasa de disminución de la heterozigosidad seguirá la ecuación de Wright, dada en la sección anterior. Los resultados de Buri confirman estas predicciones. Cada uno de los pequeños gráficos de la Figura 6.14 son histogramas que resumen las frecuencias alélicas de las 107 poblaciones en una generación concreta. El eje horizontal representa la frecuencia del alelo bw75, y el eje vertical representa el número de poblaciones en cada una de las frecuencias. La frecuencia del alelo bw75 era 0,5 en la generación cero de todas las poblaciones, que no se muestran en la figura. Después de una generación de deriva genética, muchas poblaciones todavía presentan una frecuencia cercana a 0,5, aunque una de las poblaciones tenía una frecuencia alélica de 0,22 y otra de 0,69.A medida que la frecuencia del alelo bw75 aumenta en unas poblaciones y disminuye en otras, la distribución de las frecuencias Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 173 Generación 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 2 4 6 8 101214161820222426283032 10 11 12 13 14 15 16 17 18 Número de 30 poblaciones 0 19 ,00 ,13 ,25 ,38 ,50 ,63 ,75 ,88 1,00 Frecuencia del alelo bw75 Figura 6.14 Diecinueve generaciones de deriva genética en 107 poblaciones de 16 moscas de la fruta Cada línea es un histograma que reúne las frecuencias alélicas de las 107 poblaciones en una generación dada. El eje horizontal representa la frecuencia del alelo bw 75, y el eje vertical el número de poblaciones que hay de cada frecuencia. La frecuencia de bw 75 fue de 0,5 en la generación cero de todas las poblaciones (no mostrada). Al final del experimento, 30 poblaciones se habían fijado en la frecuencia 0 y 28 en la frecuencia 1 (línea inferior). Sin embargo, a lo largo del experimento la distribución de las frecuencias alélicas permaneció simétrica alrededor de 0,5. De datos de Buri (1956), según Ayala and Kiger (1984). alélicas se ensancha rápidamente. En la generación cuarta, la frecuencia de bw75 alcanza 1 por primera vez en una población. En la generación sexta la frecuencia de bw75 alcanza 0 por primera vez en una población.A medida que la frecuencia alcanza 0 ó 1 en más y más poblaciones, la distribución de las frecuencias adquiere una forma en U. Hacia el final del experimento, bw75 se había perdido en 30 poblaciones y se había fijado en 28. La proporción 30:28 de pérdida y fijaciones está muy próxima a la proporción 1:1 que 174 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Figura 6.15 En las poblaciones experimentales de Buri, la frecuencia de los heterozigotos disminuye con el tiempo Los puntos rojos representan las frecuencias de los heterozigotos en cada generación, promedio de las 107 poblaciones. La curva gris a trazos muestra la predicción teórica para una población de 16 moscas. La curva gris continua muestra la predicción teórica para una población de 9 moscas. El gráfico demuestra que (1) la heterozigosidad disminuye a lo largo de las generaciones en poblaciones pequeñas y (2) aunque todas las poblaciones tenían un tamaño real de 16 moscas, su tamaño poblacional efectivo era aproximadamente de 9. Representación a partir de datos de Buri (1956), según Hartl (1981). Estudios experimentales confirman que con deriva genética los alelos tienden a fijase o perderse y la frecuencia de los heterozigotos disminuye. Realmente, estos procesos suceden a menudo más rápido de lo previsto. Heterozigosidad (promediada de las 107 poblaciones) 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0,0 0 5 10 15 20 Generación habíamos predicho con deriva genética. Durante el experimento de Buri, hubo una evolución espectacular en casi todas las 107 poblaciones de moscas de la fruta, pero la selección natural no tuvo nada que ver con esto. Las propiedades genéticas del locus “brown” eran tales que Buri podía identificar a los tres genotipos por sus fenotipos. Así pudo comprobar directamente la frecuencia de los heterozigotos de cada población. La frecuencia de los heterozigotos en la generación cero fue 1, por lo que la heterozigosidad en la generación uno fue 0,5.A partir de ese momento, Buri anotó en cada generación la frecuencia de los heterozigotos de cada población, obteniendo posteriormente la heterozigosidad media de las 107 poblaciones. En la Figura 6.15 se representan estos valores de heterozigosidad media a lo largo de las 19 generaciones del experimento. Observe primero los puntos rojos que representan los datos reales. De acuerdo con nuestras predicciones teóricas, la frecuencia promedio de los heterozigotos disminuye lentamente. Sin embargo, la concordancia entre la teoría y los resultados no es perfecta. La curva gris a trazos de la figura muestra la disminución en heterozigosidad pronosticada, utilizando la ecuación de Wright y una población de tamaño 16. La disminución real en heterozigosidad fue más rápida de lo esperado. La curva gris continua muestra la disminución pronosticada para una población de tamaño 9; encaja bien con los datos. Las poblaciones de Buri pierden heterozigosidad como si tuvieran sólo 9 individuos en lugar de 16. En otras palabras, el tamaño poblacional efectivo del experimento de Buri fue 9 (véase el Cuadro 6.4). Una de las explicaciones es que alguna de las moscas de cada población pudo haber muerto por accidente antes de reproducirse, o las hembras pudieron rechazar a algunos machos como pareja. El experimento de Buri con moscas de la fruta demuestra que la teoría de la deriva genética nos permite hacer predicciones cualitativamente exactas y predicciones cuantitativas razonablemente exactas, acerca del comportamiento de los alelos en poblaciones finitas, al menos en el laboratorio. En la sección siguiente consideraremos pruebas sobre la fijación al azar de alelos y pérdida de heterozigosidad en poblaciones naturales. Fijación o pérdida aleatoria de heterozigosidad en poblaciones naturales Alan Templeton y sus colegas (1990) comprobaron las predicciones acerca de la fijación al azar de alelos analizando los resultados de un experimento natural en las montañas de Ozark de Missouri. Aunque cubiertas en la actualidad por un bosque de enzimas y nogales, la región de los Ozarks fue parte de un desierto durante un extenso período de clima cálido Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 175 CUADRO 6.4 Tamaño poblacional efectivo E l tamaño poblacional efectivo es el tamaño de una población ideal que perdería heterozigosidad al mismo ritmo que una población real de interés. El tamaño poblacional efectivo es siempre menor prácticamente que el tamaño poblacional real. En el experimento de Buri, dos posibles razones de la diferencia entre el tamaño poblacional efectivo y el real es que (1) algunas de las moscas murieron en las botellas (accidentalmente) antes de reproducirse y (2) las moscas de la fruta presentan selección sexual tanto en la competencia entre machos como en la elección de la hembra (véase el Capítulo 9); ambos podrían haber evitado la reproducción de algunos machos. El tamaño poblacional efectivo es particularmente sensible a diferencias en el número de hembras reproductivamente activas respecto de los machos. Cuando hay un número distinto de cada sexo en una población, el tamaño poblacional efectivo Ne se puede estimar como, 4NmNf Ne ⫽ ᎏᎏ (Nm ⫹ N f ) donde Nm es el número de machos y Nh el número de hembras. Para ver cuanto puede reducir el tamaño poblacional efectivo una proporción sexual desequilibrada, utilice la fórmula para demostrar que: cuando hay 5 machos y 5 hembras, Ne = 10; cuando hay 1 macho y 9 hembras, Ne = 3,6; y cuando hay 1 macho y 1000 hembras, Ne = 4.Considere los problemas logísticos implicados en el mantenimiento de un programa de cruce de animales cautivos de una especie en la que los machos son extremadamente agresivos y no tolerarán la presencia de otros. y seco que abarcó entre hace 8.000 años hasta hace 4.000 años. El desierto que engulló a los Ozarks estaba junto al desierto del sudoeste de Norteamérica. Muchas especies del desierto del sudoeste ampliaron su distribución hacia el este en los Ozarks. Entre éstas se encuentra la lagartija con collar (Crotaphytus collaris). Cuando finalizó el período cálido, la distribución de la lagartija con collar se retrajo de nuevo hacia el oeste y el bosque de encinas y nogales volvió a invadir los Ozarks. Sin embargo, en este bosque, en afloramientos rocosos, hay pequeños restos de hábitat desértico llamados claros.Viviendo en algunos de estos claros hay poblaciones reliquia de lagartijas con collar. La mayoría de las poblaciones están lo suficientemente aisladas entre sí que hay poco o ningún flujo génico entre ellas. Las poblaciones reliquia son pequeñas; la mayoría tienen no más de unas docenas de individuos. Debido al pequeño tamaño de las poblaciones de los claros,Templeton y sus colegas predijeron que las lagartijas con collar de los Ozarks presentarían fuertes huellas de deriva genética. En cada población, la mayoría de los loci se habrían fijado para un solo alelo y la variación genética sería muy baja. Sin embargo, qué alelo se hubiera fijado en cada población en concreto sería una cuestión de azar, por lo que habría una considerable diversidad genética entre poblaciones. Templeton y sus colegas analizaron la variabilidad genética de varias poblaciones de los claros. Los investigadores examinaron los genotipos de las lagartijas de una serie de loci enzimáticos, de sus genotipos del DNA ribosómico y de sus genotipos de DNA mitocondrial. Entre las lagartijas identificaron siete genotipos multilocus distintos. Confirmando las consecuencias pronosticadas por el aislamiento y por el pequeño tamaño poblacional, la mayoría de las poblaciones de los claros estaban fijadas para un único genotipo multilocus, con genotipos diferentes fijados en distintas poblaciones (Figura 6.16). Andrew Young y sus colegas (1996) comprobaron las predicciones acerca del efecto del tamaño poblacional sobre la heterozigosidad con un estudio comparativo en plantas. Los investigadores reunieron datos de la bibliografía y representaron dos medidas de la diversidad genética global frente al tamaño poblacional en tres fanerógamas herbáceas y un árbol. La primera medida de variación genética fue de polimorfismo genético, el porcentaje de loci del genoma que tienen al menos dos alelos con frecuencia superior a 0,01. La 176 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Figura 6.16 Variación genética en las poblaciones de la lagartija con collar de los claros de los Ozarks (a) (a) El esquema en tarta da la correspondencia de los siete genotipos multilocus distintos que Templeton et al. (1990) encontraron en las lagartijas con collar de los Ozarks. Cada genotipo multilocus se caracterizaba por el genotipo de una malato deshidrogenasa (MDH) [los dos alelos son “lento” (S) y “rápido” (F)], un haplotipo del DNA mitocondrial (designado A-D) y un genotipo del DNA ribosómico (designado I-III ). (b) Mapa del sur de Missouri, mostrando la localización y composición genética de nueve poblaciones de los claros. El sombreado de cada esquema en tarta representa la frecuencia en una población de cada uno de los genotipos multilocus presentes. (c) Ampliación de una pequeña parte del mapa de (b). Da la localización y composición genética de otras cinco poblaciones de los claros. De Templeton et al. (1990). Copyright © 1990 Alan R. Templeton. Reimpreso con permiso del autor. MDH: S & F FDI FAI S/F A I F A II mtDNA: A–D rDNA: I–III FCI F A III F B II (b) Crotaphytus collaris (c) 1600 1700 1000 1100 1700 1600 1200 1300 1400 1500 1600 1500 1300 1400 1300 1200 1100 1000 900 1500 1400 1200 1300 m Tau uk Sa ek Cre 1 Milla 1 Km segunda fue la riqueza de alelos, el número medio de alelos por locus.Ambas medidas están relacionadas con la heterozigosidad. Si un locus dado tiene más de un alelo, y si un sustancial número de individuos de la población son heterozigotos, entonces el locus contribuye mucho al polimorfismo y a la riqueza alélica. Por el contrario, si el locus está fijado para un único alelo y en la población no hay heterozigotos, entonces el locus empobrece el polimorfismo poblacional y la riqueza alélica. Debido a que la deriva genética es más pronunciada en las poblaciones pequeñas que en las grandes y debido a que da lugar a la pérdida de heterozigosidad,Young y sus colegas predijeron que las poblaciones pequeñas tendrían un menor nivel de polimorfismo y de riqueza alélica. Las representaciones de Young et al. aparecen en la Figura 6.17. De acuerdo con sus predicciones, en casi todos los casos las poblaciones pequeñas albergan realmente menos diversidad genética. Los estudios de Templeton et al. y de Young et al. demuestran que, al menos en algunas poblaciones naturales, la deriva genética da lugar, de acuerdo con lo predicho, a fijación al azar y a reducción de heterozigosidad. La pérdida de diversidad genética en poblaciones pequeñas es de particular interés para los biólogos conservacionistas por dos razones. Primero, la diversidad genética es la materia prima para la evolución adaptativa. Suponga una especie reducida a unas pocas poblaciones remanentes por destrucción del hábitat o por algún otro cambio ambiental. La deriva genética puede privar a las poblaciones remanentes de su potencial para evolucionar en respuesta a un cambio ambiental, precisamente en los momentos en que el ambiente cambie más drásticamente. Segundo, la pérdida de heterozigosidad conlleva un aumento de la homozigosidad. Un aumento en homozigosidad conduce a menudo a una eficacia menor en poblaciones experimentales (véase, por ejemplo, Polans and Allard 1989; Barrett and Charlesworth 1991). Probablemente esto implica el mismo mecanismo que la depresión por consanguinidad: expone alelos deletéreos a la selección. Consideraremos la depresión consanguínea en la Sección 6.3. Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 177 (a) Salvia pratensis 0,60 1,60 0,45 1,45 0,30 0 1,30 r = 0,54 P< 0,05 1,15 r = 0,62 P< 0,01 0,15 1 102 10 103 104 1 102 10 103 1,0 104 (b) Scabiosa columbaria 0,60 1,60 0,45 1,45 Polimorfismo 0 1,30 r = 0,71 P< 0,005 0,15 10 102 103 104 105 r = 0,82 P< 0,001 1,15 10 102 103 104 1,0 105 (c) Eucalyptus albens 1,00 0,90 0,80 0,60 r = 0,52 P< 0,05 r = 0,56 P< 0,01 0,70 102 10 103 104 102 10 103 3,2 3,0 2,8 2,6 2,4 2,2 104 (d) Gentiana pneumonanthe 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 r = 0,49 P< 0,05 1 10 102 103 104 105 1 10 102 1,30 1,25 1,20 1,15 r = 0,33 1,10 P< 0,11 1,05 1,00 103 104 105 Tamaño poblacional Riqueza alélica (A) 0,30 Figura 6.17 Tamaño poblacional y diversidad genética Cada punto de estos cuadros representa a una población de fanerógamas. El polimorfismo, situado en el eje vertical de la izquierda de los cuadros, es la proporción de loci alozímicos cuando la frecuencia del alelo más frecuente de la población es menor a 0.99. En otras palabras, el polimorfismo es el porcentaje de alelos que son substancialmente polimórficos. La riqueza alélica, situada en el eje vertical de la derecha de los cuadros, es el número medio de alelos por locus. El estadístico r es una medida de asociación, llamado coeficiente de correlación de Pearson, que varía de 0 (no hay asociación entre las variables) a 1 (correlación perfecta). P se refiere a la probabilidad de que el coeficiente de correlación sea significativamente diferente de cero. Salvia pratensis, Scabiosa columbaria y Gentiana pneumonanthe son fanerógamas herbáceas; Eucalyptus albens es un árbol. Reimpreso de Young et al. (1996) Copyright © 1996 Elsevier Science. Reimpreso con el permiso de Elsevier Science. La tasa de evolución por deriva genética La teoría y los experimentos que hemos discutido en esta sección establecen que el error de muestreo puede ser un mecanismo importante de evolución. El último aspecto de la deriva que consideraremos aquí es la tasa de evolución cuando la deriva genética es la única fuerza que actúa. Primero, necesitamos definir qué significa la tasa de evolución en un locus dado. Definiremos la tasa de evolución como la tasa a la que los nuevos alelos originados por mutación son sustituidos por otros alelos ya presentes. En la Figura 6.18 se ilustra el proceso de sustitución y se distingue la sustitución de la mutación. La figura muestra un conjunto de genes de 10 alelos durante 20 generaciones. Inicialmente, todos los alelos son idénticos (círculos blancos). En la cuarta generación aparece un nuevo alelo (círculo naranja claro) por la mutación de uno de los alelos originales. Durante varias generaciones este alelo fluctúa hacia una frecuencia elevada. En la generación quince aparece un segundo alelo nuevo (círculo azul), originado por la mutación de un descendiente del primer alelo naranja claro. En la generación diecinueve se pierde el último de los alelos blancos. En este punto podemos decir que el alelo blanco ha sido sustituido por el alelo naranja claro.Así pues, por sustitución evolutiva queremos indicar la fijación de una mutación nueva con o sin cambio mutacional adicional. Cuando el único mecanismo evolutivo que actúa es la deriva genética, la tasa de sustitución es simplemente igual a la tasa de mutación (véase el Cuadro 6.5). Esto es así independientemente del tamaño poblacional, ya que los dos efectos asociados con el tamaño 178 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Figura 6.18 La mutación es el origen de un nuevo alelo; la substitución es la fijación del nuevo alelo, con o sin cambio mutacional adicional Este gráfico muestra los 10 alelos presentes en cada una de 20 generaciones sucesivas, en una población hipotética de cinco individuos. Durante el tiempo que cubre el gráfico el alelo naranja claro sustituyó al alelo blanco. El alelo azul puede sustituir finalmente al alelo naranja claro o puede perderse. Cuando interactúan la mutación, la deriva genética y la selección, se dan tres procesos: (1) aparecen alelos deletéreos y son eliminados por selección; (2) aparecen mutaciones neutras y se fijan o se pierden por azar; y (3) aparecen alelos ventajosos y son llevados hasta la fijación por selección. La importancia relativa de (2) y (3) en determinar la tasa global de sustitución es un asunto de debate. poblacional se cancelan entre sí: en poblaciones grandes se producen más mutaciones, pero en una población grande cada nueva mutación tiene una menor probabilidad de fijarse por deriva. Con deriva genética las poblaciones grandes generan y mantienen más variación genética que las poblaciones pequeñas, pero todas las poblaciones, independientemente de su tamaño, acumulan sustituciones al mismo ritmo. Por supuesto, a menudo están actuando otros mecanismos evolutivos distintos de la deriva. Podemos permitir algo de selección natural en nuestro modelo y obtener todavía resultados similares. Imaginemos que algunas mutaciones son deletéreas mientras que otras son selectivamente neutras. Las mutaciones deletéreas serán eliminadas por selección natural y nunca llegarán a fijarse. La tasa de sustitución será entonces igual a la tasa a la que se producen las mutaciones neutras. Los biólogos evolutivos están divididos por la relevancia de estos cálculos en las poblaciones reales.Todos están de acuerdo en que se ha omitido un tipo de mutación y un tipo de selección (véase el Cuadro 6.5).Algunas mutaciones son ventajosas selectivamente y se han fijado por selección natural con mayor seguridad y mucho más rápidamente que nunca lo hubieran hecho por deriva. Sin embargo, los biólogos evolutivos piensan de dos maneras sobre la frecuencia con la que sucede esto. Los que apoyan la teoría neutralista, largo tiempo liderada por Motoo Kimura (1983), mantienen que las mutaciones ventajosas son muy raras y que la mayor parte de los alelos de la mayoría de los genes son selectivamente neutros. Los neutralistas predicen que para la mayoría de los genes en la mayoría de las poblaciones, la tasa de evolución será realmente igual a la tasa de mutación neutra. Los que apoyan la teoría seleccionista, principalmente liderada por John Gillespie (1991), mantienen que las mutaciones ventajosas son lo bastante corrientes como para que puedan ignorarse. Los seleccionistas predicen que para muchos genes en la mayoría de las poblaciones, la tasa de sustitución reflejará la acción de la selección natural sobre las mutaciones ventajosas. La disputa entre neutralistas y seleccionistas no está resuelta y aplazaremos la presentación de pruebas experimentales hasta el Capítulo 18. Sin embargo, la teoría neutralista es básica en muchos aspectos de la biología evolutiva actual. Proporciona un modelo nulo para la detección de selección al nivel de las secuencias del DNA y de las proteínas (véanse los Capítulos 18 y 19).También proporciona la base teórica del reloj molecular utilizado para deducir la edad de antecesores comunes a partir de datos de secuencias (véase el Capítulo 13). Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 179 CUADRO 6.5 La tasa de sustituciones evolutivas con deriva genética V amos a mostrar cálculos que demuestran que cuando actúa la deriva genética como único mecanismo evolutivo, la tasa de sustituciones evolutivas es igual a la tasa de mutación (Kimura 1968). Imagine una población diploide de tamaño N. En esta población hay 2N alelos del locus de interés, en donde por “alelo” indicamos las copias del gen, independientemente de si son o no idénticas. Sea v la tasa de mutación selectivamente neutra por alelo y por generación, y supongamos que cada mutación da lugar a un alelo que no se encontraba anteriormente en la población. Entonces, en cada generación habrá: 2Nv alelos nuevos originados por mutación.Ya que suponemos que todos los alelos nuevos son selectivamente neutros, la deriva genética será la única fuerza que actúe. Cada uno de los alelos nuevos tiene la misma probabilidad que cualquier otro alelo de la población de fijarse por deriva. Esta probabilidad es igual a la frecuencia del alelo nuevo, que es: 1 ᎏᎏ 2N Por consiguiente, en cada generación, el número de alelos nuevos que se originan por mutación y que se fijan por deriva es: 1 2Nv ⫻ ᎏᎏ ⫽ v 2N El mismo argumento se aplica en cada generación. Por consiguiente, la tasa de evolución en el locus de interés es de v sustituciones por generación. Esto será útil para la discusión en otros capítulos, donde se explorará con mayor detalle qué significa v, la tasa de mutación neutra. Suponga que el locus de interés es un gen que codifica para una proteína que tiene L aminoácidos de longitud. Sea u la tasa de mutación por codón y por generación. La tasa global de mutación para nuestro locus viene dada por: µ ⫽ uL(d ⫹ a ⫹ f ) ⫽ uLd ⫹ uLa ⫹ uLf donde d es el porcentaje de cambios de codón que son deletéreos, a es el porcentaje de los que tienen ventaja selectiva, f es el porcentaje de los que son selectivamente neutros y d + a + f = 1.Advierta que el término de la derecha, uLf, es igual a nuestra v. Al demostrar que la tasa de sustitución es igual a v, asumimos que d y a son iguales a cero. Desde luego, en cualquier población real muchas mutaciones son deletéreas y d no es cero. Esto no modifica nuestro cálculo de la tasa de sustitución. Los alelos deletéreos son eliminados por selección natural y no contribuyen a la tasa de sustituciones evolutivas. Los que apoyan la teoría neutralista mantienen que a es aproximadamente igual a cero y que f es mucho mayor que a. Por consiguiente predicen que las sustituciones evolutivas serán dominadas por las mutaciones neutras y la deriva, y esto se dará con una tasa v = uLf, como hemos calculado. Los que apoyan la teoría seleccionista mantienen que a es demasiado grande como para ignorarlo y que la tasa de sustituciones evolutivas estará influenciada de manera significativa por la selección natural en favor de alelos beneficiosos. En resumen, la deriva genética no es un mecanismo adaptativo de evolución. Simplemente, como consecuencia del error de muestreo, las frecuencias alélicas pueden cambiar de una generación a la siguiente. La deriva genética es muy potente en poblaciones pequeñas y cuando actúa sobre muchas generaciones. Finalmente, la deriva genética da lugar a la fijación de algunos alelos y a que otros se pierdan, y a una disminución global de la diversidad genética. 6.3. Apareamiento no aleatorio El último supuesto del análisis de Hardy-Weinberg es que los individuos de la población se aparean al azar. En esta sección relajaremos este supuesto y permitiremos que los individuos se apareen de manera no aleatoria. En sí mismo, el apareamiento no aleatorio no es causa de evolución. No obstante, el apareamiento no aleatorio puede tener profundos efectos indirectos sobre la evolución. 180 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo La consanguinidad disminuye la frecuencia de los heterozigotos y aumenta la frecuencia de los homozigotos comparando con las previsiones bajo los supuestos de Hardy-Weinberg. El tipo más corriente de apareamiento no aleatorio, y en el que nos fijaremos aquí, es la consanguinidad. La consanguinidad es el apareamiento entre parientes genéticos. El efecto de la consanguinidad sobre la genética de una población es aumentar la frecuencia de homozigotos en comparación con lo esperado según Hardy-Weinberg. Para mostrar cómo se produce consideremos el ejemplo más extremo de consanguinidad: la autofecundación. Imaginemos una población en equilibrio de Hardy-Weinberg, con los alelos A1 y A2 con una frecuencia inicial de 0,5 para cada uno. La frecuencia de los individuos A1A1 es 0,25, la de los individuos A1A2 es 0,5 y la de los individuos A2A2 es 0,25 (Figura 6.19a). Imaginemos que hay 1.000 individuos en la población: 250 A1A1, 500 A1A2 y 250 A2A2. Si todos los individuos de la población se reproducen por autofecundación, los padres homozigotos darán lugar a descendientes homozigotos, mientras que los padres heterozigotos producirán la mitad de los descendientes homozigotos y la otra mitad heterozigotos. En los 1.000 descendientes de nuestra población habrá 375 A1A1, 250 A1A2 y 375 A2A2. Si la población continúa autofecundándose durante dos generaciones más, entonces entre los 1.000 individuos de la última generación habrá 468,75 homozigotos de cada tipo y 62,5 heterozigotos (Figura 6.19b). La frecuencia de los heterozigotos se habrá reducido a la mitad en cada generación y la frecuencia de los homozigotos se habrá incrementado. La conclusión 2 del análisis de Hardy-Weinberg no se cumple cuando los individuos se autofecundan: no podemos predecir las frecuencias genotípicas multiplicando las frecuencias alélicas.Advierta que en la generación tercera, en la Figura 6.19b, las frecuencias alélicas para A1 y A2 son todavía 0,5. No obstante, la frecuencia de los heterozigotos está lejos de 2(0,5)(0,5). Comparando con las previsiones de Hardy-Weinberg, hay un déficit de heterozigotos y un exceso de homozigotos. El caso general con autofecundación se presenta algebraicamente en la Tabla 6.1. Genotipos: A1A1 (a) Número de individuos: 250 Figura 6.19 La consanguinidad altera las frecuencias genotípicas (a) En esta figura se siguen las frecuencias genotípicas en una población imaginaria de 1.000 caracoles desde los adultos de una generación (arriba) a los zigotos de la generación siguiente (abajo a la izquierda). La frecuencia de los alelos A1 y A2 es 0,5. Las barras coloreadas indican el número de individuos de cada genotipo. Cada individuo se reproduce por autofecundación. Los homozigotos producen descendientes homozigotos y los heterozigotos producen descendientes tanto homozigotos como heterozigotos, por lo que la frecuencia de los homozigotos aumenta y la de los heterozigotos disminuye. (b) Estas barras muestran lo que sucede a las frecuencias genotípicas si esta población continuara autofecundándose durante dos generaciones más. A1A2 A2A2 500 250 Cada individuo produce descendientes por autofecundación: A1A1 A1A2 A2A2 375 250 375 Los individuos A1A1 producen descendientes A1A1 Los individuos A1A2 producen descendientes A1A1, A1A2, y A2A2 en la proporción 1:2:1 Los individuos A2A2 producen descendientes A2A2 (b) Genotipos: A1A1 A1A2 A2A2 Número de individuos: 250 500 250 Generación 0 375 250 375 Generación 1 437,5 125 437,5 Generación 2 468,75 62,5 468,75 Generación 3 Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 181 Tabla 6.1 Cambios en las frecuencias genotípicas en generaciones sucesivas de autofecundación La frecuencia del alelo A1 es p y la frecuencia del alelo A2 es q. Advierta que las frecuencias alélicas no cambian de generación en generación, sólo las frecuencias genotípicas. Según Crow (1983). Generación A1A1 0 p2 1 2 2 Frecuencia de A1A2 A2A2 2pq q2 p ⫹ (pq/2) pq q2 ⫹ (pq/2) p2 ⫹ (3 pq/4) pq/2 q2 ⫹ (3 pq/4) 2 3 p ⫹ (7 pq/8) pq/4 q2 ⫹ (7 pq/8) 4 p2 ⫹ (15 pq/16) pq/8 q2 ⫹ (15 pq/16) ¿Qué pasa con la conclusión 1 de Hardy-Weinberg? ¿Han cambiado las frecuencias alélicas de una generación a la siguiente con consanguinidad? En nuestro ejemplo numérico no ha ocurrido. Podemos comprobar el caso general calculando la frecuencia del alelo A1 en el conjunto de genes producidos por la población y que se muestra en la última fila de la Tabla 6.1. La frecuencia del alelo A1 en el conjunto de genes es igual a la frecuen15pq cia de los adultos A1A1 de la población ( ⫽ p2 ⫹ ᎏᎏ ) más la mitad de la frecuencia de 16 1 pq A1A2 ( ⫽ ᎏᎏ ᎏᎏ ), lo que da: [ ] 2 8 冤 冥 15pq 1 pq 15pq pq p2 ⫹ ᎏᎏ ⫹ ᎏᎏ ᎏᎏ ⫹ ᎏᎏ ⫹ ᎏᎏ ⫽ p2 ⫹ pq 16 2 8 16 16 Sustituyendo ahora q por (1 – p) obtendremos p2 + p(1 – p) = p. Ésta es la misma frecuencia que tenía el alelo A1 al principio, en la parte superior de la Tabla 6.1. Aunque la consanguinidad da lugar al cambio de las frecuencias genotípicas de generación en generación, no da lugar al cambio de las frecuencias alélicas. Por consiguiente, la consanguinidad en si misma no es un mecanismo evolutivo. Sin embargo, como veremos, la consanguinidad puede tener consecuencias evolutivas importantes. Investigación experimental sobre la consanguinidad: el parásito de la malaria Ya que la consanguinidad puede dar lugar a un gran exceso de homozigotos, se puede utilizar el análisis de Hardy-Weinberg para detectar consanguinidad en la naturaleza. Como ejemplo, consideremos la investigación sobre el parásito de la malaria en Nueva Guinea (Paul et al. 1995). El ciclo de vida de este protozoo, Plamodium falciparum, alterna entre estadios que viven en los mosquitos y estadios que viven en los humanos (Figura 6.20). La única fase diploide del ciclo de vida del parásito se da en el mosquito; en él, un estadio llamado ooquiste, se localiza en la pared del intestino medio. La otra fase, que infecta al hígado y a los glóbulos rojos humanos, e incluye a las células que se transmiten a los mosquitos, es haploide. La biología del parásito de la malaria, P. falciparum, sugiere que la consanguinidad puede ser normal en esta especie. El argumento es el siguiente: hace años,W. D. Hamilton (1967) observó que cuando un solo parásito o parasitoide hembra coloniza a un nuevo huésped son frecuentes proporciones sexuales anormales. Por ejemplo, en la avispa de la higuera que estaba estudiando Hamilton, las hembras aisladas que colonizan los higos tienden a pro- 182 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Se multiplican las células masculinas Unión de gametos Ooquiste Meiosis En el mosquito Anopheles En humanos Estadio infeccioso En el hígado y en el sistema linfático Figura 6.20 Ciclo de vida del parásito de la malaria Plamodium falciparum El ooquiste (naranja) es diploide; los otros Infección en glóbulos rojos estadios del ciclo de vida del parásito (azul, rojo y verde) son haploides. ducir muchas más jóvenes hembras que machos. Hamilton llegó a desarrollar las fórmulas que demuestran por qué evolucionó esta estrategia y predijo que se daría en cualquier parásito en los que fueran corrientes las fundaciones aisladas (Hamilton 1967, 1979; véase también Read et al. 1992). La esencia del argumento es ésta: en especies en las que el apareamiento entre hermanos es la regla, las hembras tendrán más nietos si producen sólo los machos suficientes para asegurar que todas sus hijas serán fecundadas2. ¿Qué tiene que ver esto con el parásito de la malaria? R. E. L. Paul y sus colegas (1995), trabajando en el laboratorio de Karen Day, observaron una proporción sexual desplazada hacia las hembras (más hembras que machos) en las fases infecciosas de P. falciparum. Los investigadores hipotetizaron que el fenómeno que Hamilton descubrió estaba actuando en la población de parásitos que estudiaban. Aunque la malaria es endémica en Nueva Guinea, la tasa de transmisión es relativamente baja. Esto significa que cada uno de los humanos infectados tiende a tener sólo un único genotipo de P. falciparum o unos pocos. Además, parece que en cada ciclo de infección en una célula sanguínea humana, que da lugar al tipo de células de Plasmodium que toman los mosquitos, puede estar restringida a células de un único genotipo. El resultado es que cada mosquito tiende a quedar infectado por uno, o como mucho por dos, genotipos de células de P. falciparum. En efecto, todas las células que el mosquito toma son descendientes de una sola hembra. En esta fase de infección es en la que Paul et al. encuentran la proporción sexual desplazada hacia las hembras. Las pocas células masculinas que se encuentran se multiplican dentro del mosquito 2 Nota del traductor. A igual número de descendientes, si éstos se han de cruzar entre sí (no han de buscar pareja), será más eficaz producir un exceso de hembras. Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 183 Tabla 6.2 Frecuencias alélicas de tres genes polimórficos del parásito de la malaria Plasmodium falciparum MSP-2 MSP-1 GLURP Alelo Frecuencia observada Alelo Frecuencia observada Alelo Frecuencia observada A1 0,02 A1 0,02 A1 0,07 A2 0,06 A2 0,26 A2 0,42 A3 0,18 A3 0,19 A3 0,28 A4 0,27 A4 0,32 A4 0,08 A5 0,12 A5 0,12 A5 0,15 A6 0,08 A6 0,09 A7 0,05 A8 0,07 A9 0,09 A10 0,06 Fuente: calculado de la Figura 1 de Paul et al. (1995). y luego se fusionan con las células femeninas (a menudo sus propias hermanas) para formar ooquistes diploides. Si esta hipótesis es correcta, entonces los ooquistes deberían ser muy consanguíneos y presentarían un gran exceso de homozigotos. Paul y sus colegas estimaron en los ooquistes las frecuencias alélicas y genotípicas de tres proteínas de P. falciparum que codifican a los genes MSP-1, MSP-2 y GLURP. Los científicos diseccionaron primero hembras de mosquito y aislaron ooquistes de malaria englobados en su tejido estomacal. Luego los investigadores extrajeron DNA de los ooquistes y analizaron directamente su variación alélica. Estos tres loci eran polimórficos, es decir, cada uno de ellos tenía más de un alelo. Los datos proporcionaron una estima de la frecuencia de los diferentes alelos en la población (Tabla 6.2) y un cálculo del número de homozigotos y heterozigotos de la muestra (Tabla 6.3). ¿Están las frecuencias alélicas y genotípicas que los investigadores estimaron de acuerdo con lo esperado según las condiciones de Hardy-Weinberg? La respuesta es, rotundamente, no (Tabla 6.3). De acuerdo con la predicción de Paul y sus colegas, hay un enorme exceso de homozigotos en la población de parásitos y un correspondiente déficit de heterozigotos. Estrictamente hablando, el exceso de homozigotos demuestra sólo que uno o más de los supuestos de Hardy-Weinberg no se cumple en la población de malaria. Sin embargo, sólo Tabla 6.3 Número observado de homozigotos y heterozigotos en tres loci de Plasmodium falciparum En cada caso, el número de individuos observados con un tipo particular de genotipo se compara con el número esperado de acuerdo con las condiciones de Hardy-Weinberg de apareamiento al azar, en ausencia de mutación, selección, migración y deriva genética. En los tres casos, las diferencias son estadísticamente significativas (P < 0,01; véase el Cuadro 5.5). (a) MSP-2 (b) MSP-1 Observado Esperado Observado Homozigotos 55 10 38 Heterozigotos 9 54 1 (c) GLURP Esperado Observado Esperado 9 40 12 30 1 29 184 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 6.6 Frecuencias genotípicas en una población consanguínea A quí añadimos la consanguinidad al análisis de HardyWeinberg. Imaginemos una población con dos alelos en un locus dado: A1 y A2, con frecuencias p y q. Podemos calcular las frecuencias genotípicas en la generación siguiente dejando que los gametos se encuentren en el conjunto de genes, como haríamos en una población con apareamiento al azar. La peculiaridad añadida por la consanguinidad es que el conjunto de genes no está mezclado enteramente. Por ejemplo, una vez que hemos escogido un óvulo para examinarlo, podemos pensar en el esperma del conjunto de genes formando dos fracciones: una fracción (1 – F ) que lleva alelos que no son idénticos por ascendencia al del óvulo; y la fracción F que lleva alelos que son idénticos por ascendencia al del óvulo (debido a que se produjeron por parientes de la hembra de donde procede el óvulo). Los cálculos de las frecuencias genotípicas son como sigue: • Homozigotos A1A1: hay dos vías por las que podríamos esperar la formación de un homozigoto A1A1. La primera es que cojamos un óvulo que sea A1 (un suceso con probabilidad p) y veamos que sea fecundado por azar por un esperma que sea A1, en lugar de por ascendencia común. La frecuencia en el conjunto de genes de un esperma A1 no emparentado es p(1 – F), por lo que la probabilidad de obtener un homozigoto por azar es: p ⫻ p(1 ⫺ F) ⫽ p2(1 ⫺ F) La segunda vía para conseguir un homozigoto es coger un óvulo que sea A1 (un suceso con probabilidad p) y que sea fecundado por azar por un esperma que sea A1 por ascendencia común (un suceso con probabilidad F). La probabilidad de obtener un homozigoto por esta vía es pF. La probabilidad de obtener un homozigoto A1A1 por cualquiera de las dos vías es la suma de las probabilidades de cada una: p2(1 ⫺ F ) ⫹ pF • Heterozigotos A1A2: hay dos maneras de obtener un heterozigoto A1A2. La primera es coger un óvulo que sea A1 (un suceso con probabilidad p) y que sea fecundado por un espermatozoide no emparentado que sea A2. La frecuencia del esperma no emparentado A2 es q(1 – F), por lo que la probabilidad de obtener un heterozigoto por esta primera vía es pq(1 – F). La segunda es coger un óvulo que sea A2 (probabilidad: q) y que sea fecundado por un espermatozoide no emparentado A1 [probabilidad: p(1-F)]. La probabilidad de obtener un heterozigoto por esta segunda vía es qp(1-F). La probabilidad de obtener un heterozigoto de ambos modos es la suma de las probabilidades de cada una: pq(1 ⫺ F) ⫹ qp(1 ⫺ F) ⫽ 2pq(1 ⫺ F) • Homozigotos A2A2: podemos obtener un homozigoto A2A2, bien cogiendo un óvulo A2 (probabilidad: q) y que sea fecundado por un espermatozoide no emparentado A2 [probabilidad: q(1-F)], o cogiendo un óvulo A2 (probabilidad: q) y que sea fecundado por un espermatozoide A2 de ascendencia común (probabilidad: F). La probabilidad global de obtener un homozigoto A2A2 es: q2(1 ⫺ F ) ⫹ qF Los lectores pueden verificar que las frecuencias genotípicas suman 1. el apareamiento no aleatorio puede dar lugar fácilmente a un exceso de homozigotos tan grande como el encontrado por Paul et al. En combinación con las observaciones de los investigadores sobre la biología reproductiva del parásito, los datos de las Tablas 6.2 y 6.3 apoyan, de manera convincente, que P. falciparum en Nueva Guinea es realmente consanguíneo. Análisis general de la consanguinidad Hasta el momento hemos limitado el tratamiento de la consanguinidad a la autofecundación y al cruzamiento entre hermanos. Pero también se puede producir consanguinidad con cruzamientos entre parientes más distantes, como se da entre primos. La consanguinidad, que es menos extrema que la autofecundación, da lugar al mismo efecto que ésta (aumenta la proporción de homozigotos) pero a un ritmo más lento. Para un tratamiento matemático generalizado de la consanguinidad, los genéticos de poblaciones utilizan una herramienta conceptual llamada coeficiente de consanguinidad. Este coeficiente viene simbolizado Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 185 por F, y se define como la probabilidad de que los dos alelos de un individuo sean idénticos por ascendencia (es decir, que ambos alelos provengan del mismo alelo de un antecesor de una generación anterior). El Cuadro 6.6 muestra que en una población consanguínea, que por lo demás obedece a la ley de Hardy-Weinberg, las frecuencias genotípicas son: A1A1 p2(1 ⫺ F ) + pF A1A2 2 pq(1 ⫺ F ) A2A2 q2(1 ⫺ F ) ⫹ qF Los lectores pueden verificar estas expresiones sustituyendo los valores de F = 0, que da las proporciones genotípicas originales de Hardy-Weinberg, y de F = 0,5, que representa la autofecundación y que da las proporciones mostradas en la Tabla 6.1 para la generación 1. La misma lógica se aplica cuando hay muchos alelos en el conjunto de genes. Entonces la frecuencia de cualquier homozigoto AiAi viene dada por pi2(1 ⫺ F) + piF y la frecuencia de cualquier heterozigoto AiAj viene dada por 2pi pj (1 ⫺ F) donde pi es la frecuencia del alelo Ai y pj la frecuencia del alelo Aj. La última expresión indica que el porcentaje de individuos de una población que son heterozigotos (es decir, la heterozigosidad de la población) es proporcional a (1 – F). Si comparamos la heterozigosidad de una población consanguínea, HF, con la de una población con apareamiento aleatorio, H0, entonces la relación será: HF ⫽ H0 (1 ⫺ F) Siempre que F sea mayor que 0, la frecuencia de los heterozigotos será menor en una población consanguínea que en una población con apareamiento aleatorio. Cálculo de F Para medir el grado de consanguinidad en poblaciones reales, necesitamos un modo de calcular F. Hacerlo directamente requiere de una genealogía: un esquema que muestre las relaciones de parentesco de los individuos. La Figura 6.21 muestra una genealogía que (a) (b) 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 Probabilidad = 1 x 1 x 1 x 1 2 = 1 16 2 1 2 1 2 2 1 2 Probabilidad = 1 x 1 x 1 x 1 2 2 = 1 16 F = Probabilidad de [(a) o (b)] = 1 + 1 16 = 1 8 16 2 2 2 Figura 6.21 Cálculo de F a partir de una genealogía En las partes (a) y (b), los cuadrados representan machos y los círculos hembras; las flechas indican el paso de los alelos de padres a hijos a través de los gametos. Los triángulos verdes y los rombos azules representan alelos de un locus dado. 186 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo llega a una hembra que es hija de medios hermanos. Hay dos vías por las que esta hembra puede recibir alelos que son idénticos por ascendencia. Una es que reciba dos copias del alelo “triángulo verde” de su abuela (Figura 6.21a). Esto sucederá si la abuela pasa el alelo triángulo tanto a su hija como a su hijo y tanto la hija como el hijo lo pasen a la nieta. La probabilidad total de esto es ᎏ11ᎏ6 . La segunda vía es que pueda recibir las dos copias del alelo “diamante azul” de su abuela (Figura 6.21b). La probabilidad total de esto es ᎏ11ᎏ6 . La probabilidad de que la hija de medios hermanos reciba dos alelos idénticos por ascendencia en cualquiera de los dos casos es ᎏ11ᎏ6 ⫹ ᎏ11ᎏ6 ⫽ ᎏ18ᎏ. Así, la F para un descendiente de medios hermanos es ᎏ18ᎏ. La consanguinidad puede reducir la eficacia media si da lugar a descendencia homozigótica para alelos deletéreos. Depresión consanguínea Aunque la consanguinidad no cambia por sí misma las frecuencias alélicas, no obstante puede afectar a la evolución de una población. Entre las consecuencias más importantes de la consanguinidad se encuentra la depresión consanguínea. La depresión consanguínea normalmente se produce por la exposición de alelos recesivos deletéreos a la selección. Para ver cómo funciona, consideremos el caso extremo ejemplificado por mutaciones de pérdida de función. Estos alelos son a menudo recesivos, ya que un solo alelo de tipo silvestre puede producir, en muchos casos, suficiente proteína funcional como para dar lugar al fenotipo normal.Aun cuando en heterozigosis puedan no tener en absoluto consecuencias en la eficacia, las mutaciones de pérdida de función pueden ser letales en homozigosis. Al aumentar la proporción de individuos homozigotos en una población, la consanguinidad aumenta la frecuencia de aquellos recesivos deletéreos que afectan al fenotipo. La depresión consanguínea se refiere al efecto que estos alelos tienen sobre la eficacia media de los descendientes en una población. Estudios en la especie humana han demostrado que la consanguinidad expone, de hecho, alelos recesivos deletéreos; datos de numerosos estudios demuestran consistentemente que los hijos de primos hermanos tienen una tasa de mortalidad mayor que la de los hijos de padres no emparentados (Figura 6.22).También se ha observado frecuentemente una elevada depresión consanguínea en poblaciones de animales en cautividad (por ejemplo, Hill 1974; Ralls et al. 1979). Quizá los estudios más amplios sobre la depresión consanguínea en poblaciones naturales se refieren a las fanerógamas, en las que la consanguinidad se puede estudiar experi- Figura 6.22 Depresión consanguínea en humanos Cada punto de este gráfico representa la tasa de mortalidad infantil en una población humana. El eje horizontal representa la tasa de mortalidad de hijos de padres no emparentados; el eje vertical representa la tasa de mortalidad de hijos de primos hermanos. La línea gris indica dónde caerían los puntos si las tasas de mortalidad en los dos tipos de hijos fueran iguales. Aunque las tasas de mortalidad infantil varían mucho entre poblaciones, la tasa de mortalidad de hijos de primos es casi siempre más alta que la tasa de hijos de padres no emparentados, normalmente alrededor de un cuatro por ciento. Representación de datos de Bittles and Neel (1994). Tasa de mortalidad entre hijos de primos hermanos 50 40 30 20 10 0 0 10 20 30 40 Tasa de mortalidad entre hijos de padres no emparentados 50 Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 187 mentalmente. En muchas angiospermas se pueden obtener descendientes por autofecundación y por fecundación cruzada de los mismos padres mediante polinización manual. En experimentos similares, la depresión consanguínea se puede definir como ws ␦ ⫽ 1 ⫺ ᎏᎏ wo donde ws y wo son las eficacias de la descendencia por autofecundación y por fecundación cruzada, respectivamente. Esta definición permite comparar los niveles de depresión consanguínea entre especies. De los estudios experimentales surgen tres patrones. Primero, los efectos de la consanguinidad se detectan a menudo más fácilmente cuando las plantas sufren algún tipo de estrés ambiental. Por ejemplo, cuando Michele Dudash (1990) comparó el desarrollo y la reproducción de rosicler (Sabatia angularis) autofecundadas y por fecundación cruzada, las plantas mostraban algo de depresión consanguínea cuando se cultivaban en el invernadero o en el jardín, pero su producción divergía mucho cuando se cultivaban en el campo. Lorne Wolfe (1993) obtuvo resultados similares con una planta acuática (Hydrophyllum appendiculatum): individuos obtenidos por autofecundación o por fecundación cruzada tenían igual eficacia cuando se cultivaban solas, pero diferían significativamente cuando se cultivaban en competencia. Y en la planta anual llamada hierba de Santa Catalina (Impatiens capensis), McCall et al. (1994) observaron un efecto de la consanguinidad sobre la supervivencia más pronunciado cuando se producía un ataque de insectos no planeado en el curso de sus experimentos. Segundo, es mucho más probable que los efectos de la consanguinidad se presenten tardíamente en el ciclo de vida (por ejemplo, no durante la germinación o el estadio de plántula). Este patrón es notable (Figura 6.23). ¿Por qué se da? Wolfe (1993) sugiere que los efectos maternos (concretamente, la influencia de la semilla materna en el fenotipo de los descendientes a través de los elementos nutritivos de las semillas) pueden enmascarar la influencia de recesivos deletéreos hasta más avanzado el ciclo de vida. Tercero, la depresión consanguínea varía entre linajes familiares. Michele Dudash y sus colegas (1997) compararon el desarrollo y la reproducción de individuos consanguíneos respecto de no consanguíneos de varias familias en dos ciclos anuales de la hierba Mimulus guttatus. Algunas familias presentaron depresión consanguínea; otras no presentaron efectos apreciables del tipo de apareamiento; incluso otras mostraron una mayor producción en consanguinidad. La depresión consanguínea también se ha observado en poblaciones naturales de animales. Estudios a largo plazo en dos poblaciones aisladas de un pájaro llamado carbonero común (Parus major) han demostrado que la depresión consanguínea puede tener graves consecuencias en el éxito reproductivo. Cuando Paul Greenwood y sus colaboradores (1978) definieron los cruces consanguíneos como aquellos entre primos hermanos o indi- Figura 6.23 La depresión consanguínea en fanerógamas aumenta cuando los individuos envejecen Este gráfico compara el número de flores Número de flores de los supervivientes 50 40 30 20 10 0 0 1 2 Edad (años) 3 producidas (como medida de la eficacia) en función del momento en que los individuos se cruzan (cuadrados azules) respecto de los que se autofecundan (cuadrados rojos) en Lobelia cardinalis, una planta perenne de la familia de los jacintos azules. La disparidad en la producción aumenta con el tiempo, indicando que la depresión consanguínea llega a ser más pronunciada con la edad. De Johnston (1992). Copyright © 1992 Evolution. Reimpreso con permiso. Número de huevos que no eclosionan 188 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo 2 1 1 64 1 16 1 4 Coeficiente de consanguinidad Figura 6.24 La consanguinidad aumenta el fallo en la eclosión del carbonero común De van Noordwijk y Scharloo (1981). Copyright © 1992 Evolution. Reimpreso con permiso. viduos más íntimamente emparentados, encontraron que la supervivencia de las nidadas consanguíneas era mucho menor que la de individuos no consanguíneos. De manera similar, A. J. van Noordwijk y W. Scharloo (1981) demostraron que en una población isleña de herrerillos había una fuerte correlación entre el nivel de consanguinidad de la pareja y el número de huevos que no eclosionaban de una puesta (Figura 6.24). Recientemente, Keller et al. (1994) encontraron que individuos no consanguíneos de una población de gorriones cantores de la Columbia Británica, Canadá, tenían muchas más probabilidades de sobrevivir a un invierno crudo que los individuos consanguíneos. Dada la teoría y los datos que hemos revisado sobre la depresión consanguínea, no es sorprendente que tanto los animales como los vegetales hayan desarrollado mecanismos para evitarla. Entre los mecanismos para evitar la consanguinidad se encuentran la elección de pareja, la autoincompatibilidad genéticamente controlada y la dispersión. Pero en ciertas circunstancias, la consanguinidad puede ser inevitable. Por ejemplo, en poblaciones pequeñas el número potencial de parejas para cualquier individuo concreto es limitado. Si una población es pequeña y permanece pequeña durante muchas generaciones y si la población no recibe inmigrantes de otras poblaciones, entonces a la larga todos los individuos de la población estarán emparentados, incluso si el apareamiento es al azar.Así, las pequeñas poblaciones se convertirán finalmente en consanguíneas y los individuos de las mismas podrán sufrir depresión consanguínea. Éste puede ser un problema para especies raras y en peligro de extinción y plantea un reto a los responsables de programas de cruzamientos de animales cautivos, como veremos en la Sección 6.4. En resumen, los apareamientos no aleatorios no alteran por sí mismos las frecuencias alélicas. Por consiguiente, no es un mecanismo evolutivo. Sin embargo, los apareamientos no aleatorios alteran las frecuencias genotípicas. Por ello pueden cambiar la distribución de fenotipos en una población y alterar el patrón de selección natural y de evolución de la población. Por ejemplo, la consanguinidad aumenta la frecuencia de homozigotos y disminuye la de heterozigotos. Esto puede exponer a alelos recesivos deletéreos a la selección, dando lugar a la depresión consanguínea. 6.4. Genética de la conservación de la gallina grande de las praderas de Illinois Abrimos este capítulo con el caso de la gallina grande de las praderas de Illinois (Figura 6.1), un ave abundante con anterioridad pero que hacia mediados de 1990 parecía destinada a su extinción. Como otras muchas especies vulnerables en peligro de extinción, el peor enemigo de la gallina de las praderas es la destrucción de su hábitat (Figura 6.2). Antes de la introducción del arado de acero, la pradera cubría más del 90% de Illinois; en la actualidad queda menos del uno por ciento de pradera (Westemeier et al. 1998). No obstante, para la gallina de las praderas la destrucción del hábitat no es el único problema.A comienzos de 1960, los conservacionistas establecieron reservas de pradera para las gallinas y trabajaron en la restauración y mantenimiento del hábitat de la pradera. Desde finales de 1960 hasta principios de 1970, sus esfuerzos parecieron tener éxito, ya que el número de gallinas de la pradera comenzó a aumentar. Pero el éxito aparente tuvo corta vida: hacia mediados de 1970, las poblaciones de la gallina de las praderas comenzaron a disminuir de modo constante (Figura 6.3).Algo estaba amenazando a la supervivencia de la gallina grande de la pradera de Illinois, ¿pero qué? Nuestra discusión sobre migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio nos da las herramientas para comprender la respuesta probable. Ronald Westemeier y sus colegas (1998) plantearon la siguiente hipótesis: la destrucción de la pradera ocasionó dos problemas a la población de gallinas de la pradera. Primero, redujo directamente el tamaño de las poblaciones de las aves. Segundo, fragmentó Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 189 la población que quedaba. Hacia 1980 se capturaron las pocas gallinas de la pradera que sobrevivían en Illinois y se reunieron en pequeñas islas de pradera rodeadas de un mar de granjas. Cada isla tenía su pequeña población de aves propia. Estas poblaciones pequeñas quedaron aisladas geográficamente entre sí y de las poblaciones de otros estados. Poblaciones pequeñas con poco o ningún flujo génico son precisamente el marco en el que la deriva genética actúa con mayor fuerza.Y la deriva genética da lugar a fijación al azar y a disminución de la heterozigosidad. Si algunos de los alelos que han quedado fijados son recesivos deletéreos, entonces se reducirá la eficacia media de los individuos. Una reducción de eficacia debida a deriva genética se parece a la depresión consanguínea. De hecho, es depresión consanguínea. La reducción de heterozigosis debida a deriva y el aumento de homozigosis debido a consanguinidad son dos caras de la misma moneda. En poblaciones pequeñas todos los individuos están emparentados y no hay otra elección que cruzarse con un pariente. Michael Lynch y Wilfried Gabriel (1990) han propuesto que la acumulación de alelos recesivos deletéreos (fenómeno conocido como lastre genético) puede dar lugar a la extinción de poblaciones pequeñas.Advirtieron que cuando la manifestación de las mutaciones deletéreas da lugar a una reducción del tamaño poblacional, la efectividad de la deriva aumenta. Por consiguiente aumenta la velocidad y la proporción de las mutaciones deletéreas que se fijan, lo que de nuevo disminuye el tamaño poblacional. Lynch y Gabriel denominaron a esta interacción sinergística entre mutación, tamaño poblacional y deriva “disolución (fusión) mutacional”. Westemeier y sus colegas sugirieron que las poblaciones remanentes de la gallina grande de las praderas de Illinois habían quedado atrapadas exactamente en tal escenario. A medida que las poblaciones pierden su diversidad genética, las aves comienzan a sufrir depresión consanguínea. Dicha depresión consanguínea reduce el éxito reproductivo individual y da lugar a que las poblaciones remanentes continúen su declive incluso cuando el hábitat disponible aumente. El continuo declive del tamaño poblacional da lugar a más deriva, que a su vez da lugar a una mayor depresión consanguínea y así sucesivamente. Las aves han caído en un “vórtice de extinción” (véase Soulé y Mills 1998). Para comprobar su hipótesis, los investigadores utilizaron primero los datos de un amplio estudio sobre la población del Condado de Jasper para buscar pruebas de depresión consanguínea. Los investigadores representaron el éxito en la eclosión de los huevos de las gallinas de la pradera, una medida de la eficacia individual, en función del tiempo (Figura 6.25). A lo largo de 1960, cerca del 90% de los huevos de la gallina de las praderas del Condado de Jasper eclosionaron. Esta tasa es comparable con el porcentaje en 1930 y con el de la actualidad de las poblaciones más grandes de gallinas de las praderas en otros Los primeros esfuerzos por conservar las poblaciones remanentes de la gallina grande de las praderas fallaron, aparentemente, porque las aves estaban sufriendo depresión consanguínea. 1 Huevos eclosionados (%) 100 2 65 80 13 13 28 30 5 13 6 11 28 15 10 15 6 9 7 2 9 7 60 10 8 8 8 6 4 6 3 40 3 7 20 1963 1970 1980 Año 1990 1997 Figura 6.25 Declive en el éxito de la eclosión en poblaciones de la gallina grande de las praderas En esta gráfica se representa el porcentaje de huevos que eclosionaron cada año, desde 1963 a 1997, de la gallina grande de las praderas en el Condado de Jasper, Illinois. El pequeño número que hay debajo de cada punto indica el número de nidos que se contabilizaron; las líneas grises verticales indican el error típico ⫾1 (una medida estadística de la imprecisión en la estima de las tasas de eclosión). El declive en el éxito de la eclosión desde mediados de la década de 1960 hasta principios de 1990 parece reflejar depresión consanguínea. Dibujado con permiso de Westemeier et al. (1998). Copyright © 1998, American Association for the Advancement of Science. 190 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo La depresión consanguínea en poblaciones remanentes de la gallina grande de las praderas estaba ocasionada por una pérdida de diversidad alélica por deriva genética. estados. Sin embargo, hacia 1970 comenzó un constante declive en el éxito de la eclosión. Hacia finales de 1980 la tasa de eclosión disminuyó por debajo del 80%. La disminución llegó en 1990 a menos del 40% de huevos eclosionados. El declive en el éxito de la eclosión es significativo estadísticamente y representa una reducción sustancial en la eficacia individual. En otras palabras, se asemeja a una depresión consanguínea. Si el declive en el éxito de la eclosión en la gallina grande de las praderas del Condado de Jasper se debió de hecho a depresión consanguínea ocasionada por deriva genética, entonces debería estar acompañada por una señal genética. La población del Condado de Jasper presentaría menos diversidad genética que las grandes poblaciones de otros estados y menos diversidad genética ahora que la que tenía en el pasado. Juan Bouzat y sus colegas (1998) analizaron el DNA de cierto número de gallinas de las praderas de Illinois, Kansas, Minnesota y Nebraska, y determinaron el genotipo de cada ave para seis loci selectivamente neutros (eran regiones no codificantes, con un número variable de cortas repeticiones en tándem).Tal como se suponía, las aves de Illinois tenían una media de 3,67 alelos por locus, significativamente menos que los 5,33 a 5,83 alelos por locus que presentaban las otras poblaciones (Tabla 6.4). Los investigadores pudieron incluso tomar muestras de DNA de 10 especímenes de museo, que habían sido capturados en el Condado de Jasper en la década de 1930, más 5 de 1960. Como se muestra en la última columna de la Tabla 6.4, Bouzat y sus colegas utilizaron los datos de los especímenes de museo para estimar que la población del Condado de Jasper había tenido anteriormente una media de al menos 5,12 alelos por locus. De acuerdo con la hipótesis del vórtice de extinción, las gallinas de las praderas del Condado de Jasper están genéticamente empobrecidas cuando se comparan tanto con su propia población ancestral como con poblaciones actuales. La prueba final de la hipótesis del vórtice de extinción fue utilizarla para desarrollar una estrategia práctica de conservación. Si el problema de las poblaciones de la gallina de las praderas del Condado de Jasper es su reducida diversidad genética, entonces la solución Tabla 6.4 Número de alelos por locus encontrados en cada una de las poblaciones actuales de Illinois, Kansas, Minnesota y Nebraska y en la población estimada antes del cuello de botella de Illinois Locus Illinois Kansas Minnesota Nebraska Illinois antes del cuello de botella* ADL42 3 4 4 4 3 ADL23 4 5 4 5 5 ADL44 4 7 8 8 4 ADL146 3 5 4 4 4 ADL162 2 5 4 4 6 ADL230 6 9 8 10 9 Medida 3,67 5,83 5,33 5,83 5,12 SE 0,56 0,75 0,84 1,05 0,87 Tamaño de muestra 32 37 38 20 15 Nota: SE indica el error típico del número medio de alelos por locus. La población de Illinois de la columna 1 presenta, significativamente, menos diversidad alélica que el resto de las poblaciones (P < 0,05). *El número de alelos de la población de Illinois antes del cuello de botella incluye tanto los alelos existentes que están compartidos con las otras poblaciones como los alelos detectados en las colecciones de museo. Fuente: de Bouzat et al. (1998). Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 191 es el flujo génico. Los migrantes de otras poblaciones tendrían los alelos que se han perdido en el Condado de Jasper. La reintroducción de estos alelos invertiría los efectos de la deriva y eliminaría la depresión consanguínea. La migración natural de la gallina grande de las praderas al Condado de Jasper cesó hace mucho. Pero en 1992, biólogos conservacionistas comenzaron a capturar gallinas en Minnesota, Kansas y Nebraska y las introdujeron en el Condado de Jasper. El plan parece estar funcionando.Westemeier y sus colegas (1998) publicaron que la tasa de eclosión en el Condado de Jasper en 1993, 1994 y 1997 estaba por encima del 90%, mayor de lo que había sido en 25 años (Figura 6.25). Y la población del Condado de Jasper está creciendo (Figura 6.3). Todos los datos que hemos presentado sobre la gallina grande de la pradera de Illinois provienen de la observación, por lo que siempre es posible que alguna variable ambiental no controlada y desconocida sea responsable de la variación en el éxito de la eclosión. Sin embargo, con las pruebas disponibles, la hipótesis del vórtice de extinción de Westemeier et al. (implicando a la migración, la deriva genética y el apareamiento no aleatorio) parece ser la mejor explicación. La migración, en forma de aves introducidas por los biólogos, parece que restauró la diversidad genética en las poblaciones remanentes, aliviando los efectos de la depresión consanguínea. Resumen Una de las más importantes implicaciones del equilibrio de Hardy-Weinberg es que la selección natural no es el único mecanismo evolutivo. En este capítulo examinamos las violaciones de tres de las condiciones del análisis de HardyWeinberg que introdujimos por primera vez en el Capítulo 5 y consideramos sus efectos sobre las frecuencias alélicas y genotípicas. La migración, en su sentido evolutivo, es el paso de alelos de una población a otra. Cuando las frecuencias alélicas son diferentes en la población de origen respecto de la receptora, la migración da lugar a que la población receptora evolucione. Como mecanismo evolutivo, la migración tiende a homogeneizar las frecuencias alélicas a lo largo de las poblaciones. Al actuar así, puede dar lugar a la eliminación de las diferencias adaptativas entre poblaciones que se han producido por selección natural. La deriva genética es evolución que se produce como consecuencia del error de muestreo en la producción de un número finito de zigotos a partir de un conjunto de genes. Por azar, las frecuencias alélicas cambian de una generación a la siguiente. La deriva genética es más efectiva en las poblaciones pequeñas que en las grandes. A lo largo de muchas generaciones, la deriva da lugar de manera inexorable a una pérdida de diversidad genética. Si algunos de los alelos que se han fijado son recesivos deletéreos, la deriva genética da lugar a la reducción de la eficacia de los individuos de la población. El apareamiento no aleatorio no modifica por sí mismo las frecuencias alélicas y por ello no es, estrictamente hablando, un mecanismo evolutivo. Sin embargo, el apareamiento no aleatorio tiene influencia sobre las frecuencias genotípicas. Por ejemplo, las poblaciones consanguíneas tienen más homozigotos y menos heterozigotos que poblaciones de tamaño comparable en las que el apareamiento es aleatorio. Un aumento de la homozigosis da lugar a menudo a que los alelos recesivos deletéreos queden expuestos, lo que da lugar a una reducción de la eficacia conocida como depresión consanguínea. Tal como se ejemplifica en el caso de la gallina grande de las praderas de Illinois, los fenómenos discutidos en este capítulo encuentran su aplicación práctica en las tareas conservacionistas. La deriva puede eliminar de las pequeñas poblaciones remanentes la diversidad genética, dando lugar a la depresión consanguínea y al grave riesgo de la extinción. La migración puede a veces restaurar la pérdida en diversidad genética, mejorando la probabilidad de que la población sobreviva a largo plazo. Preguntas 1. Los especialistas en conservación intentan a menudo habilitar corredores de hábitats sin desarrollar para que las grandes reservas queden unidas en una red. ¿Por qué? ¿Qué objetivos genéticos cree que persiguen los especialistas en conservación? 2. En el gráfico de la Figura 6.26 se representa FST, una medida de la diferenciación genética entre poblaciones, en función de la distancia geográfica. Los datos son de poblaciones humanas europeas. La diferenciación genética se ha calculado 192 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Cromosoma Y mtDNA Autosomas 0,12 0,08 FST 0,04 Figura 6.26 Distancia genética entre poblaciones humanas en función de la distancia geográfica La distancia genética (FST) es 0 una medida de diferenciación genética entre poblaciones. Aquí se ha calculado basándose en loci autosómicos (azul), mitocondriales (verde) y del cromosoma Y (rojo). De Seielstad et al. (1998). Copyright © 1998 Nature Genetics. Reimpreso con el permiso de Nature Publishing Group, New York, NY, y de M. T. Seielstad, Ph.D. 0 200 400 600 Distancia (kilómetros) 800 1000 basándose en loci autosómicos (heredados de ambos padres), mitocondriales (heredados sólo de la madre) y del cromosoma Y (heredados sólo del padre).Advierta que los patrones son diferentes para los tres tipos de loci. Recuerde que la migración tiende a homogeneizar las frecuencias alélicas entre las poblaciones. Desarrolle una hipótesis que explique por qué las frecuencias alélicas son más homogéneas entre las poblaciones para los loci autosómicos y mitocondriales que para los del cromosoma Y. Luego vaya a la hemeroteca y lea el siguiente artículo para ver si su hipótesis es similar a la propuesta por los biólogos que prepararon el gráfico: Seielstad, M. T., E. Minch, and L. L. Cavalli-Sforza. 1998. Genetic evidence for […] in humans. Nature Genetics 20:278-280. [Se ha eliminado parte del título para animar a los lectores a desarrollar sus propias hipótesis.] 3. La pérdida de heterozigosidad puede ser especialmente nociva en los loci MHC, ya que la variabilidad alélica de estos loci aumenta la resistencia a las enfermedades. Análisis de loci microsatélites demuestran que los lobos de la Isla Royale, Michigan, son altamente consanguíneos (Wayne et al. 1991). Esta población de lobos se desplomó durante una infección del parvovirus canino en la década de 1980. ¿Cómo podrían unirse estos dos datos dispares?¿Cómo podría comprobar sus ideas? 4. Si fuera encargado de la conservación de las lagartijas con collar de los Ozarks, una de sus tareas podría ser reintroducir las lagartijas en los claros donde se hubieran extinguido. Cuando reintroduzca las lagartijas en un claro, tendrá que elegir entre utilizar individuos sólo de una de las poblaciones de los claros existentes, o de varias poblaciones. ¿Cuáles serían las consecuencias evolutivas de cada alternativa, tanto para las poblaciones donantes como para las receptores? ¿Qué estrategia seguiría y por qué? 5. Recuerde el síndrome de Ellis-van Creveld, una enfermedad genética que es anormalmente frecuente entre los Amish. La población Amish de Pennsylvania tiene ahora unas 10.000 personas. a. ¿Qué fuerzas evolutivas están actuando en la actualidad sobre el alelo del síndrome de Ellis-van Creveld en esta población? ¿Por qué cree que el alelo se mantiene en frecuencias relativamente elevadas? ¿Cómo podría comprobar sus ideas? b. Suponga que cientos de personas que no pertenecen a la población Amish se casan con personas Amish cada año y que sus hijos quedan dentro de la comunidad Amish. ¿Qué sucedería con la frecuencia del síndrome de Ellis-van Creveld y por qué? 6. Bodmer y McKie (1995) revisaron varios casos, además del síndrome de Ellis-van Creveld de los Amish, en los que las enfermedades genéticas se dan con una frecuencia anormalmente alta en poblaciones que están, o estuvieron, relativamente aisladas. Por ejemplo, una deficiencia enzimática llamada tirosinemia hereditaria se da con una frecuencia anormalmente elevada en la región de Chicoutimi al norte de la ciudad de Québec en Canadá. Una anomalía llamada porfiria es poco corriente en surafricanos de ascendencia holandesa. ¿Por qué hay enfermedades genéticas tan corrientes en poblaciones aisladas? ¿Qué es lo que estas poblaciones tienen en común? 7. Las islas oceánicas son famosas por sus especies endémicas : formas únicas que no se dan en ningún otro lugar (véase Quammen 1996 para una narración impresionante y muy amena). Considere los papeles de la migración y de la deriva genética en la formación de nuevas especies en islas remotas. a. ¿Cómo se establecen en islas remotas especies animales y vegetales? ¿Cree que los endemismos de las islas es más probable que evolucionen en ciertos grupos de animales y vegetales que en otros? b. Considere una población nueva que acaba de llegar a una isla remota. ¿Es probable que la población sea grande o pequeña? Los efectos fundadores, la deriva genética y las olas adicionales de migración a partir del continente, ¿jugarán un papel relativamente grande o pequeño en la evolución de la nueva población de la isla (comparada con una población similar en una isla cercana al continente)? ¿ Necesita ayuda su respuesta para explicar por qué las especies raras endémicas son más frecuentes en Capítulo 6 Genética mendeliana en poblaciones II: migración, deriva genética y apareamiento no aleatorio 193 islas remotas (oceánicas) que en islas próximas al continente? 8. Como hemos visto, la consanguinidad puede reducir la eficacia de los descendientes al exponerse alelos recesivos deletéreos. Sin embargo, algunos criadores de animales practican generaciones de cuidadosa consanguinidad en una familia, o “línea de cría”, y sorprendentemente muchos de los animales de la línea, desde perros campeones a vacas premiadas, tienen salud y fertilidad normales. ¿Cómo es posible que la consanguinidad continúe durante muchas generaciones sin que se presente la depresión consanguínea debida a los alelos recesivos? (Sugerencia: los criadores de animales responsables no utilizan animales para cruces que se sepa lleven caracteres deletéreos.) En general, si en una pequeña población se continúa generando consanguinidad durante muchas generaciones, ¿qué sucederá con la frecuencia de los alelos recesivos deletéreos con el tiempo? 9. Hacia mediados de la década de 1980, los biólogos conservacionistas recomendaban de mala gana que los zoológicos no deberían intentar conservar poblaciones en cautividad de todas las especies de los grandes felinos en peligro de extinción. Por ejemplo, algunos biólogos recomendaban interrumpir los esfuerzos para criar al extremadamente raro león asiático, la hermosa especie que se observa en los gravados chinos. En lugar del león asiático, los biólogos recomendaban aumentar las poblaciones en cautividad de otros felinos en peligro de extinción, como el tigre siberiano o el leopardo del Amur. Reduciendo el número de especies mantenidas en cautividad, los biólogos esperaban aumentar el tamaño de las poblaciones en cautividad de cada especie hasta varios cientos, preferiblemente hasta al menos 500. ¿Por qué los biólogos conservacionistas pensaban que esto era tan importante como para arriesgarse a perder para siempre al león asiático? 10. En este capítulo vimos que en muchos casos, las frecuencias génicas de las pequeñas poblaciones cambian a un ritmo distinto que el de las poblaciones grandes. Como revisión, indique si los siguientes procesos tendrán normalmente efectos mayores, menores o parecidos sobre la evolución de las pequeñas poblaciones comparando con las grandes poblaciones. Selección. Migración. Deriva genética. Consanguinidad. Mutaciones nuevas por individuos. Mutaciones nuevas por generación en el conjunto de la población. Sustitución de alelos viejos por mutaciones nuevas. Fijación de una mutación nueva. Explorando la bibliografía 11. Para un trabajo que explore la migración como mecanismo homogeneizador de las frecuencias alélicas en poblaciones humanas, véase: Parra, E. J., Marcini,A., et al. 1998. Estimating African-American admixture proportions by use of population-specific alleles. American Journal of Human Genetics 63: 1839-1851. 12. Para otro ejemplo similar al de la investigación de Templeton y sus colegas (1990) sobre las lagartijas con collar, en el que los biólogos se aprovecharon de un experimento natural para comprobar predicciones acerca de los efectos de la deriva genética sobre la diversidad genética, véase: Eldridge, M. D. B., King, J. M., et al. 1999. Unprecedented low levels of genetic variation and inbreeding depression in an island population of the black-footed rock-wallaby. Conservation Biology 13: 531-541. 13. En la Sección 6.3 mencionamos que la depresión consanguínea es de interés para los biólogos que intentan conservar organismos en peligro de extinción con tamaños poblacionales pequeños. Los genéticos han descubierto recientemente que la depresión consanguínea varía según ambientes y familias. Para trabajos que exploran las implicaciones de este descubrimiento para los esfuerzos de la conservación, véase: Pray, L. A., J. M. Schwartz, C. J. Goodnight, and L. Stevens. 1994. Environmental dependency of inbreeding depression: Implications for conservation biology. Conservation Biology 8: 562-568. Pray, L.A., and C J. Goodnight. 1995. Genetic variation in inbreeding depression in the red flour beetle Tribolium castaneum. Evolution 49: 176-188. 14. Determine el tamaño poblacional mínimo necesario para hacer improbable la extinción de una especie por un largo período es un área activa de investigación en la genética de la conservación. Los siguientes trabajos exploran este asunto: Lande, R. 1995. Mutation and conservation. Conservation Biology 9: 782-791. Lynch, M. 1996.A quantitative genetic perspective on conservation issues. In J. C.Avise and J. Hamrick, eds. Conservation Genetics: Case Histories from Nature. New York: Chapman and Hall, 471-501. 15. Durante largo tiempo se han utilizado a los guepardos como ejemplo clásico de una especie cuya baja diversidad genética les pone en un mayor riesgo de extinción. Otros investigadores han debatido la validez de este punto de vista. Para comenzar con el tema, véase: Menotti-Raymond, M., and S. J. O’Brien. 1993. Dating the genetic bottleneck of the African cheetah. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA 90: 3172-3176. 194 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Merola, M. 1994.A reassessment of homozygosity and the case for inbreeding depression in the cheetah, Acinonyx jubatus: Implications for conservation. Conservation Biology 8: 961-971. 16. Para otros intentos en determinar si la poca diversidad genética amenaza la supervivencia de las poblaciones, véase: Ledberg, P. L. 1993. Strategies for population reintroduction: Effects of genetic variability on population growth and size. Conservation Biology 7: 194-199. Jimenez, J. A., K. A. Hughes, G. Alaks, L. Graham, and R. C. Lacy. 1994.An experimental study of inbreeding depression in a natural habitat. Science 266: 271-273. Sanjayan, M. A., K. Crooks, G. Zegers, and D. Foran. 1996. Genetic variation and the immune response in natural populations of pocket gophers. Conservation Biology 10: 1519-1527. Bibliografía Gran parte del material en genética de poblaciones de este capítulo viene modelizado después de su presentación en los siguientes: Crow, J. F. 1983. Genetics Notes. Minneapolis, MN: Burgess Publishing. Felsenstein, J. 1997. Theoretical Evolutionary Genetics. Seattle,WA:ASUW Publishing, University of Washington. Griffiths, A. J. F., J. H. Miller, D. T. Suzuki, R. C. Lewontin, and W. M. Gelbert. 1993. An Introduction to Genetic Analysis. New York:W. H. Freeman. Maynard Smith, J. 1998. Evolutionary Genetics. Oxford University Press, Oxford. Roughgarden, J. 1979. Theory of Population Genetics and Evolutionary Ecology:An Introduction. MacMillan Publishing, New York. Templeton,A. R. 1982.Adaptation and the integration of evolutionary forces. In R. Milkman, ed., Perspectives on Evolution. Sunderland, MA: Sinauer, 15-31. Aquí está la lista de todas las otras citas de este capítulo: Ayala, F. J., and J. A. Kiger, Jr. 1984. Modern Genetics. Menlo Park, CA: Benjamin/Cummings. Barrett, S. C. H., and D. Charlesworth. 1991. Effects of a change in the level of inbreeding on the genetic load. Nature 352: 522-524. Bittles, A. H. , and J.V. Neel. 1994.The costs of human inbreeding and their implications for variations at the DNA level. Nature Genetics 8: 117-121. Bodmer,W., and R. McKie. 1995. The Book of Man. New York: Scribner. Bouzat, J. L., H.A. Lewin, and K. N. Paige. 1998.The ghost of genetic diversity past: Historical DNA analysis of the greater prairie chicken. American Naturalist 152: 1-6. Buri, P. 1956. Gene frequency in small populations of mutant Drosophila. Evolution 10: 367-402. Camin, J. H., and P. R. Ehrlich. 1958. Natural selection in water snakes (Natrix sipedon L.) on islands in Lake Erie. Evolution 12: 504-511. Dudash, M. R. 1990. 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Los modelos que hemos discutidos son elegantes y potentes. Por ejemplo, la Figura 5.14 (página 130) documenta un caso en el que un investigador utilizó la genética de poblaciones para predecir de manera precisa el curso de la evolución en las siguientes 12 generaciones. En términos humanos, esto es equivalente a predecir con precisión lo que sucederá dentro de 300 años. ¡Qué teoría! Sin embargo, como con muchas teorías, la genética de poblaciones básica adquiere su elegancia al precio de la simplificación. Los modelos que hemos utilizado hasta ahora siguen la pista de la frecuencia de los alelos de un locus cada vez. Sólo somos capaces de considerar la evolución de caracteres que están (o parecen estar) controlados por un solo gen. Desde luego, los genomas de los organismos tienen cientos o miles de loci.Y muchos caracteres vienen determinados por la influencia combinada de numerosos genes. En el Capítulo 7 construiremos nuestros modelos de los mecanismos evolutivos más próximos a organismos reales considerando dos o más loci simultáneamente. El primer paso en dicha dirección será una ampliación del análisis de Hardy-Weinberg simultáneamente para dos loci. El modelo para dos loci nos dirá cuándo podemos usar los modelos para un solo locus, desarrollados en los Capítulos 5 y 6, para hacer predicciones y cuándo debemos tener en cuenta la confusa influencia de la selección en otros loci. 197 198 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Nuestra discusión de la versión del análisis de Hardy-Weinberg para dos loci, que usa términos como “desequilibrio de ligamiento,” puede parecer al principio desesperanzadoramente abstracta. Pero el esfuerzo invertido en comprender dará lugar a dos sorprendentes recompensas. La primera es que el modelo para dos loci proporciona herramientas con las que reconstruir la historia de los genes y de las poblaciones. Utilizaremos dichas herramientas para aplicarlas a una cuestión no resuelta en la discusión de los Capítulos 4 y 5 sobre el CCR5-∆32, el alelo que protege contra el VIH: ¿De dónde viene el alelo ∆32 y por qué sólo se encuentra en Europa? La segunda es que el modelo para dos loci proporciona ideas sobre el significado adaptativo de una de las características más notables y desconcertantes de los organismos: la reproducción sexual. El modelo para dos loci es más realista que el modelo para un locus, pero todavía es inadecuado para analizar la evolución de caracteres determinados por la combinación de los efectos de alelos de muchos loci. Cuando estudiamos tales caracteres, no sabemos a menudo la identidad de los loci implicados. La última sección de este capítulo introduce la genética cuantitativa, la rama de la biología evolutiva que proporciona herramientas para analizar los caracteres multilocus. De nuevo recibiremos una sorprendente recompensa. La discusión de la genética cuantitativa nos permitirá derribar ideas erróneas sobre las diferencias en el IQ entre grupos étnicos. 7.1. Evolución de dos loci: equilibrio y desequilibrio de ligamiento Locus A, con alelos A y a Locus B, con alelos B y b Figura 7.1 Un par de loci ligados En esta sección ampliaremos el análisis de la versión para un locus de Hardy-Weinberg para considerar simultáneamente dos loci. Sin embargo, nuestra discusión se comprenderá más fácilmente si nos fijamos en un par de loci situados en el mismo cromosoma. Es decir, consideraremos dos loci físicamente ligados (Figura 7.1). Imaginaremos que el locus A tiene dos alelos, A y a, y que el locus B tiene dos alelos, B y b. En el análisis de Hardy-Weinberg para un solo locus, estuvimos interesados principalmente en seguir las frecuencias alélicas. En la versión para dos loci, nos interesará seguir tanto las frecuencias alélicas como las cromosómicas.Advierta que las suposiciones hechas en los párrafos anteriores, nos permiten cuatro genotipos cromosómicos diferentes: AB, Ab, aB y ab.A veces se denomina al genotipo multilocus de un cromosoma o gameto como su haplotipo (término que viene de la contracción de “haploide” y “genotipo”). Nuestro objetivo principal será determinar si la selección sobre el locus A interferirá en nuestra capacidad para utilizar los modelos de los Capítulos 5 y 6, y hacer predicciones acerca de la evolución del locus B. La respuesta será:“A veces, dependiendo de si los loci están en equilibrio o en desequilibrio de ligamiento.” Pronto definiremos el equilibrio y el desequilibrio de ligamiento. Cuando utilizamos modelos Ejemplo numérico genético-poblacionales para Un ejemplo numérico nos ilustrará sobre los conceptos clave y nos ayudará a definir términos. En la Figura 7.2 se muestran dos poblaciones hipotéticas, cada una con un conjunto genómico de 25 cromosomas.Al estudiar la estructura genética de estas poblaciones, lo primero que podríamos hacer es calcular las frecuencias alélicas. En la población de arriba, por ejemplo, 15 de los 25 cromosomas llevan el alelo A en el locus A. Por ello la frecuencia del alelo es 15/25 = 0,6. Lo mismo es cierto para la población de abajo. De hecho las frecuencias alélicas en los dos loci son idénticas en las dos poblaciones. Si sólo estuviéramos estudiando el locus A, o sólo el locus B, concluiríamos que las dos poblaciones son idénticas. analizar la evolución de un locus dado, ¿necesitamos preocuparnos de los efectos de la selección sobre otros loci? Sólo si el locus de interés y los otros loci están en desequilibrio de ligamiento. Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 199 (a) Población en equilibrio de ligamiento Cromosomas A Cromosomas a 1,0 A B A B A b A b A b a B a B a B a b a b A B A B A B A B A B A B A B A B A B 0,8 Frecuencia A B a B a B a B a B 0,6 AB aB Cromosomas B Ab ab Cromosomas b 0,4 0,2 a B 0 0 0,2 0,4 0,6 0 0,2 0,4 Frecuencia Cálculo de las frecuencias Cromosoma AB: 12 ÷ 25 = 0,48 Ab: 3 ÷ 25 = 0,12 aB: 8 ÷ 25 = 0,32 ab: 2 ÷ 25 = 0,08 Alelo A: 15 ÷ 25 = 0,6 a: 10 ÷ 25 = 0,4 B: 20 ÷ 25 = 0,8 b: 5 ÷ 25 = 0,2 Alelo B en cromosomas A: 12 ÷ 15 = 0,8 B en cromosomas a: 8 ÷ 10 = 0,8 (b) Población en desequilibrio de ligamiento Cromosomas A Cromosomas a 1,0 A B A B A B A b A b A b A b a B a B a B a B A B A B A B A B A B A B A B 0,8 Frecuencia A B a B a B a B a B a B AB 0,6 aB Cromosomas B ab Cromosomas b 0,4 0,2 Ab 0 0 a b 0,2 0,4 0,6 0 0,2 0,4 Frecuencia Cálculo de las frecuencias Alelo A: 15 ÷ 25 = 0,6 a: 10 ÷ 25 = 0,4 B: 20 ÷ 25 = 0,8 b: 5 ÷ 25 = 0,2 Cromosoma AB: 11 ÷ 25 = 0,44 Ab: 4 ÷ 25 = 0,16 aB: 9 ÷ 25 = 0,36 ab: 1 ÷ 25 = 0,04 Alelo B en cromosomas A: 11 ÷ 15 = 0,73 B en cromosomas a: 9 ÷ 10 = 0,9 Figura 7.2 Dos poblaciones: una en equilibrio de ligamiento y otra en desequilibrio de ligamiento. Pero las dos poblaciones no son idénticas. Esto lo descubrimos cuando calculamos las frecuencias cromosómicas. Por ejemplo, en la población de arriba 12 de los 25 cromosomas lleva el haplotipo AB, con una frecuencia de 0,48. Por otro lado, en la población de abajo la frecuencia de los cromosomas AB es 11 de 25, o el 0,44. Ésta es la primera lección del análisis de Hardy-Weinberg para dos loci: un par de poblaciones pueden tener frecuencias alélicas idénticas pero frecuencias cromosómicas diferentes. 200 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Para entender el desequilibrio de ligamiento, es útil reconocer que cuando consideramos al mismo tiempo dos loci ligados, las poblaciones pueden tener frecuencias alélicas idénticas, pero frecuencias cromosómicas (es decir, haplotipos) distintas. Otra forma de ver las diferencias entre las dos poblaciones de la Figura 7.2 es calculando la frecuencia del alelo B en cromosomas que llevan el alelo A respecto de los que llevan el alelo a. En la población de arriba hay 15 cromosomas que llevan el alelo A, 12 de los cuales llevan el alelo B. La frecuencia de B en cromosomas A es así 12/15 = 0,8. En la misma población hay 10 cromosomas que llevan el alelo a, 8 de las cuales llevan el alelo B. La frecuencia de B en cromosomas a es 8/10 = 0,8. Por ello, en la población de arriba, la frecuencia del alelo B es la misma en cromosomas que llevan A que en los que llevan a. No ocurre lo mismo en la población de abajo. Allí la frecuencia de B es 0,73 en cromosomas A, pero 0,9 en cromosomas a. Los gráficos de barras de la Figura 7.2 proporcionan una representación visual de la diferencia entre las dos poblaciones. La anchura de las dos barras en cada gráfico representa la frecuencia de los cromosomas que llevan A respecto de los cromosomas que llevan a. Advierta que la anchura combinada de las dos barras debe de ser igual a 1, por lo que si una barra se hace más ancha la otra debe hacerse más estrecha. La parte sombreada respecto de la no sombreada de cada barra representa la frecuencia del alelo B respecto del alelo b en los cromosomas en cuestión. El gráfico de barras nos permite ver a simple vista lo que descubrimos mediante el cálculo en los párrafos anteriores. En la población de arriba la frecuencia de B es la misma en cromosomas A y en cromosomas a; en las dos barras está sombreada la misma fracción. En la población de abajo la frecuencia de B es menor en cromosomas A que en cromosomas a. Definición del desequilibrio de ligamiento En la población de arriba de la Figura 7.2, los loci A y B se encuentran en equilibrio de ligamiento. En la población de abajo, los loci se encuentran en desequilibrio de ligamiento. En una población, dos loci se encuentran en equilibrio de ligamiento cuando el genotipo de un cromosoma en un locus es independiente de su genotipo en el otro locus. Esto significa que, conociendo el genotipo del cromosoma para un locus no nos dice nada sobre cuál es el genotipo en el otro locus. Dos loci se encuentran en desequilibrio de ligamiento cuando no hay una asociación aleatoria entre el genotipo de un cromosoma para un locus y su genotipo en el otro locus. Si conocemos el genotipo de un cromosoma en un locus, esto nos da una clave acerca del genotipo en el otro. Estas definiciones son bastante abstractas. Más concretamente, las siguientes condiciones son ciertas para un par de loci y sólo lo son si están en equilibrio de ligamiento: Cuando los genotipos de un locus son independientes de los genotipos del otro locus, los dos loci se encuentran en equilibrio de ligamiento. Si no es así, los dos loci se encuentran en desequilibrio de ligamiento. 1. La frecuencia de B en los cromosomas que lleven el alelo A es la misma que la frecuencia de B en los cromosomas que lleven el alelo a. 2. La frecuencia de cualquier haplotipo cromosómico se puede calcular multiplicando las frecuencias de los alelos constituyentes. Por ejemplo, se puede calcular la frecuencia de los cromosomas AB multiplicando la frecuencia del alelo A por la del alelo B. 3. La cantidad D, conocida como el coeficiente del desequilibrio de ligamiento, es igual a cero. D se calcula como gABgab – gAbgaB donde gAB, gab, gAb y gaB son las frecuencias de los cromosomas AB, ab,Ab y aB (véase el Cuadro 7.1). Ya hemos establecido, mediante cálculo y con gráficos de barras, que la primera condición es cierta para la población de arriba de la Figura 7.2, pero falsa para la población de abajo. El lector puede verificar que las condiciones segunda y tercera son igualmente ciertas para la población de arriba y falsas para la de abajo. Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 201 La versión del análisis de Hardy-Weinberg para dos locus Podemos realizar la versión del análisis de Hardy-Weinberg para dos loci, que es análoga a la versión que desarrollamos en el Capítulo 5 para un solo locus. Asumimos las condiciones de Hardy-Weinberg de ausencia de selección, de mutación, de migración, población de tamaño infinito y apareamiento aleatorio, y seguimos las frecuencias cromosómicas durante una generación completa en el ciclo de vida de nuestra población, desde gametos en el conjunto de genes, a zigotos, a adultos y de nuevo a gametos. Estos cálculos se presentan en el Cuadro 7.2. Proporciona nuestra primera evidencia de que el equilibrio de ligamiento es importante en la evolución. Si los dos loci de nuestra población ideal están en equilibrio de ligamiento, entonces, en las condiciones de Hardy-Weinberg, las frecuencias cromosómicas no cambiarán de una generación a la siguiente. Si por el contrario los loci se encuentran en desequilibrio de ligamiento, entonces las frecuencias cromosómicas cambiarán. ¿Cómo se produce el desequilibrio de ligamiento en una población? En las condiciones de HardyWeinberg, las frecuencias cromosómicas permanecen sin cambio de una generación a la siguiente, pero sólo si los loci en cuestión se encuentran en equilibrio de ligamiento. Si los loci están en desequilibrio de ligamiento, las frecuencias cromosómicas se desplazan hacia el equilibrio de ligamiento en cada generación. Tres mecanismos pueden dar origen al desequilibrio de ligamiento en una población con apareamiento al azar: la selección sobre genotipos multilocus, la deriva genética y la mezcla de poblaciones. Consideraremos cada uno de estos mecanismos por turnos. Para ver cómo la selección sobre genotipos multilocus puede dar lugar a desequilibrio de ligamiento, comencemos con una población cuyo conjunto de genes se muestra en la Figura 7.2a. Los locus A y B se encuentran en equilibrio de ligamiento. Imagine que los gametos en este conjunto de genes se combinan al azar para producir los zigotos. En la parrilla de la Figura 7.3a aparecen los 10 tipos de zigotos producidos y sus respectivas frecuencias esperadas. Por ejemplo, ya que el 32% de los óvulos y el 32% de los espermatozoides son aB, predecimos que la frecuencia de los zigotos aB/aB será 0,32 ⫻ 0,32 ⫽ 0,1024. Dejemos ahora que los zigotos se desarrollen hasta adultos y asignemos fenotipos como sigue: los individuos con genotipo ab/ab tienen un tamaño de 10. En los otros genotipos, cada alelo A o B añade una unidad al tamaño del individuo. Por ejemplo, los individuos aB/aB tienen un tamaño de 12 y los individuos AB/Ab un tamaño de 13. Imagine, finalmente, que los predadores capturan y se comen a todos los individuos cuyo tamaño es menor que 13. Los CUADRO 7.1 El coeficiente del desequilibrio de ligamiento E l coeficiente del desequilibrio de ligamiento, que se simboliza por D, se define como gAB gab – gAb gaB donde gAB, gab, gAb y gaB son las frecuencias de los cromosomas AB, ab,Ab y aB. Para ver por qué D simboliza al coeficiente del desequilibrio de ligamiento, recuerde que cuando dos loci se encuentran en equilibrio de ligamiento, las frecuencias alélicas de un locus son independientes de las frecuencias alélicas del otro locus. Sean p y q las frecuencias de A y a y sean s y t las frecuencias de B y b. Si una población se encuentra en equilibrio de ligamiento, entonces gAB = ps, gAb = pt, gaB = qs y gab = qt. Y además, D = psqt – ptqs = 0 Por otro lado, si la población se encuentra en desequilibrio de ligamiento, entonces gAB ≠ ps, gAb ≠ pt, gaB ≠ qs y gab ≠ qt.Y D ≠ 0. El valor máximo que puede alcanzar D es 0,25, cuando AB y ab son los únicos cromosomas presentes y cada uno tiene una frecuencia de 0,5. El valor mínimo que puede alcanzar D es –0,25, cuando Ab y aB son los únicos cromosomas presentes y cada uno en la frecuencia de 0,5. Por ello el cálculo de D es una forma útil de cuantificar el grado de desequilibrio de ligamiento de una población. 202 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 7.2 Análisis de Hardy-Weinberg para dos loci A quí desarrollaremos la versión del equilibrio de Hardy-Weinberg para dos loci. Demostraremos que cuando una población ideal se encuentra en equilibrio de ligamiento, las frecuencias cromosómicas no cambian de una generación a la siguiente. En la versión para un solo locus del análisis de HardyWeinberg, que introdujimos en el Capítulo 5, seguimos a las frecuencias alélicas a lo largo de una generación completa del ciclo de vida de una población, del conjunto de genes de una generación a los zigotos, de los zigotos a adultos y de los adultos al conjunto de genes de la generación siguiente. Utilizaremos aquí una estrategia similar, excepto en que no seguiremos a las frecuencias alélicas sino a las cromosómicas. Los cromosomas de nuestros organismos tienen dos loci: el locus A, con los alelos A y a y el locus B con los alelos B y b. (Con estos símbolos no intentamos necesariamente implicar una relación de dominancia y recesividad entre alelos. Los utilizamos sólo porque permiten una lectura más fácil de las ecuaciones que notaciones alternativas.) Hay cuatro tipos de cromosomas: AB, Ab, aB y ab. Imagine una población ideal en la que el conjunto de cromosomas AB, Ab, aB y ab se encuentran en las frecuencias gAB, gAb, gaB y gab, respectivamente. Si los gametos del conjunto de genes se combinan al azar para formar los zigotos, entre los genotipos posibles se encuentra el AB/AB. Su frecuencia será igual a la probabilidad de que un óvulo elegido al azar tenga un cromosoma AB, multiplicado por la probabilidad de que un espermatozoide elegido al azar tenga también el cromosoma AB, o gAB ⫻ gAB. Otro genotipo posible entre los zigotos es AB/Ab. Su frecuencia será 2 ⫻ gAB ⫻ gAb. Esta expresión tiene un 2 debido a que hay dos maneras de construir un zigoto AB/Ab: un óvulo AB puede ser fecundado por un espermatozoide Ab, o un óvulo Ab por un espermatozoide AB. En conjunto hay 10 posibles zigotos. Los zigotos y sus frecuencias son los siguientes: AB/AB gAB gAB Ab/Ab gAb gAb aB/aB gaB gaB ab/ab gab gab AB/Ab 2gAB gAb AB/aB 2gAB gaB AB/ab 2gAB gab Ab/aB 2gAb gaB Ab/ab 2gAb gab aB/ab 2gaB gab Si permitimos que estos zigotos se desarrollen sin selección, entonces las frecuencias genotípicas en los adultos serán las mismas que en los zigotos. Hemos seguido a las frecuencias cromosómicas desde el conjunto de genes de los zigotos a adultos.Ahora pode- mos calcular las frecuencias cromosómicas en el conjunto de genes de la siguiente generación. Consideremos el cromosoma AB. Cinco de los 10 genotipos adultos pueden producir gametos que tengan cromosomas AB. Los adultos que pueden producir gametos AB, junto con la porción de gametos AB que contribuyen al nuevo conjunto de genes, son: Adulto Porción de gametos AB aportados AB/AB gAB gAB AB/aB ( )(2g ( )(2g AB/ab (1 – r) Ab/aB (r) 1 ᎏᎏ 2 1 ᎏᎏ 2 AB/Ab Notas AB gAb) AB gaB) ( )(2g 1 ᎏᎏ 2 ( )(2g 1 ᎏᎏ 2 AB gab) Ab gaB) Donde r ⫽ frecuencia de recombinación Donde r ⫽ frecuencia de recombinación La primera fila de esta tabla es directa: los adultos AB/AB constituyen una fracción gABgAb de la población, y por ello contribuyen con los gAB gAb gametos del conjunto de genes, todos ellos AB. La segunda fila es también directa: los adultos AB/Ab constituyen una fracción gAB gAb de la población y por ello contribuyen con los gABgAb gametos del conjunto de genes, la mitad de ellos AB. Las últimas dos filas de la tabla requieren explicación. Los adultos de genotipo AB/ab producirán gametos con cromosomas AB sólo cuando se produzca meiosis sin entrecruzamiento entre el locus A y el B. Cuando no ocurra entrecruzamiento, la mitad de los gametos producidos por los adultos AB/ab llevarán cromosomas AB. Si r es la frecuencia de entrecruzamiento, o recombinación, entre el locus A y el locus B, entonces los individuos AB/ab contribuirán al conjunto de genes con la porción 1 (1 ⫺ r) ᎏ2ᎏ (2gABgab) de gametos AB. Los adultos de genotipo Ab/aB producirán gametos con cromosomas AB sólo cuando en la meiosis haya entrecruzamiento entre los locus A y B. Cuando hay entrecruzamiento, la mitad de los gametos producidos por los adultos Ab/aB llevan cromosomas AB. Si r es la frecuencia de entrecruzamiento, entonces los individuos Ab/aB contri1 buirán al conjunto de genes con la porción (r) ᎏ2ᎏ (2gAb gaB) de gametos AB. Podemos ahora escribir una expresión para gAB⬘, la frecuencia de los cromosomas AB en el nuevo conjunto de genes: () () Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 203 CUADRO 7.2 Continuación gAB⬘ ⫽ gAB gAB ⫹ ( )(2gAB gAb) ⫹ ( )(2gAB gaB) ⫹ (1 ⫺ r)( )(2gAB gab) ⫹ (r)( )(2gAb gaB) 1 ᎏᎏ 2 Las expresiones para gAB⬘, gAb⬘, gaB⬘ y gab⬘ demuestran que cuando una población se encuentra en equilibrio de ligamiento (cuando D = 0) las frecuencias cromosómicas no cambian de una generación a la siguiente. Por otro lado, cuando la población se encuentra en desequilibrio de ligamiento (cuando D ⫽ 0) las frecuencias cromosómicas cambian de una generación a la siguiente. El primer genético de poblaciones que comunicó este resultado fue H. S. Jennings (1917). Tenemos que advertir que las frecuencias alélicas de un par de loci pueden estar en desequilibrio de ligamiento aun cuando los loci se encuentren en cromosomas distintos. Para loci en cromosomas distintos es adecuado hablar de frecuencias gaméticas en lugar de frecuencias cromosómicas. El análisis de Hardy-Weinberg para tal situación es idéntica a la que hemos desarrollado aquí, excepto en 1 que r es siempre exactamente igual a ᎏ2ᎏ . 1 ᎏᎏ 2 1 ᎏᎏ 2 1 ᎏᎏ 2 ⫽ gAB gAB ⫹ gAB gAb ⫹ gAB gaB ⫹ gAB gab ⫺ rgAB gab ⫹ rgAb gaB ⫽ gAB( gAB ⫹ gAb ⫹ gaB ⫹ gab) ⫺ r(gAB gab ⫺ gAb gaB) Podemos simplificar esta expresión un poco más advirtiendo que (gAB ⫹ gAb ⫹ gaB ⫹ gab) ⫽ 1 y que gAB gab ⫺ ⫺ gAb gaB es D, definida en el texto y en el Cuadro 7.1. Esto nos da: gAB⬘ = gAB ⫺ rD Dejemos al lector que derive las expresiones para las otras tres frecuencias cromosómicas, que son: gAb⬘ = gAb + rD gaB⬘ = gaB + rD () gab⬘ = gab – rD supervivientes, que representan el 65,28% de la población original, aparecen en la parrilla de la Figura 7.3b. En el conjunto de los supervivientes, los loci A y B están en desequilibrio de ligamiento. Quizá la manera más fácil de verlo es calculando la frecuencia del alelo a y del b. Un modo de calcular la frecuencia de a es la siguiente: los individuos que llevan el alelo (a) (b) Supervivientes a la predación 0,48 AB Fr(AB/AB) = 0,2304 0,1536 0,12 Ab 0,0576 0,32 aB 0,1536 0,08 ab 0,0384 0,0096 0,0384 0,1024 0,0256 01 0, 0,0384 Óvulos 0,08 ab 0,0256 0,0096 AB Ab aB AB AB/AB 0,2304 AB/Ab 0,0576 0,32 aB 0,0384 0,12 Ab 44 0,48 AB 0,0576 Esperma AB/aB 0,1536 Ab Ab/AB 0,0576 aB aB/AB 0,1536 0,0064 Zigotos Figura 7.3 La selección en genotipos multilocus puede dar lugar a desequilibrio de ligamiento En el cuadro (a) se muestran las frecuencias esperadas de los zigotos producidos por apareamiento al azar en la población en equilibrio de ligamiento de la Figura 7.2a. En el cuadro (b) se muestran los genotipos que sobreviven después de que los predadores hayan matado a todos los individuos con menos de tres alelos en mayúscula en sus genotipos. La población de supervivientes se encuentra en desequilibrio de ligamiento. 204 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo (a) Cromosomas A Frecuencia Cromosomas Cromosomas B b 1,0 0,8 0,6 AB 0,4 0,2 Ab 0 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 Mutación en un cromosoma Ab A b a b convierte a A en a (b) Cromosomas Cromosomas A a 0,8 AB 0,6 ab Frecuencia 1,0 0,4 0,2 Ab 0 0 0,2 0,4 0,6 0,8 0 La selección aumenta la frecuencia de a (c) Cromosomas Cromosomas A a Frecuencia 1,0 0,8 0,6 AB ab 0,4 0,2 Ab 0 0 0,2 0,4 0,6 0 0,2 0,4 Frecuencia Figura 7.4 La deriva genética puede dar lugar a desequilibrio de ligamiento (a) Frecuencias cromosómicas en una población finita en la que sólo está presente un alelo, el A, en el locus A; (b) frecuencias cromosómicas después de que una mutación da lugar a una sola copia del alelo a; (c) después de la selección a favor de a, aumenta la frecuencia cromosómica de ab. La población en (c) está en desequilibrio de ligamiento. La deriva es un mecanismo crucial que da lugar al desequilibrio, ya que este caso únicamente podrá darse en una población finita. a constituyen una fracción (0,1536 + 0,1536)/0,6528 ⬇ 0,47 de los supervivientes. Así pues llevan el 47% de los alelos del locus A. La mitad de estos alelos serán a. Por consiguiente, la frecuencia de a entre los supervivientes es 0,5 ⫻ 0,47 ⬇ 0,24. La frecuencia de b es, aproximadamente, 0,09. Si nuestros dos loci estuvieran en equilibrio de ligamiento, entonces, de acuerdo con el criterio 2 de nuestra lista, la frecuencia de los cromosomas ab sería 0,24 ⫻ 0,09 ⬇ 0,02. De hecho, la frecuencia de los cromosomas ab es 0. Nuestros dos loci se encuentran en desequilibrio de ligamiento. Como ejercicio, el lector podría demostrar que los loci también se encuentran en desequilibrio de ligamiento de acuerdo con los criterios 1 y 3. Para ver cómo la deriva genética puede dar lugar a desequilibrio de ligamiento, observe el escenario esquematizado en la Figura 7.4. Este escenario comienza con un conjunto de genes en el que los únicos cromosomas presentes son el AB y el Ab (Figura 7.4a). En otras palabras, en esta población no hay copias del alelo a. Los locus A y B se encuentran en equilibrio de ligamiento. Imaginemos ahora que en un cromosoma Ab, una mutación convierte al alelo A en a. Esto da lugar a un único cromosoma ab (Figura 7.4b). Esto sitúa también a la población en desequilibrio de ligamiento, ya que hay un posible haplotipo cromosómico, el aB, que no existe. Imaginemos, finalmente, que la selección favorece al alelo a frente al A, de tal manera que la frecuencia de a aumenta y la de A disminuye (Figura 7.4c). Esto aumenta el grado de desequilibrio de ligamiento entre el locus A y el B. El lector puede sorprenderse de por qué atribuimos a la deriva genética el desequilibrio de ligamiento generado en este escenario, cuando los sucesos clave parece que son la mutación y la selección. La razón es que el escenario, tal como lo describimos, sólo podría darse en una población finita. En una población infinita, la mutación que convierte al alelo A en el a se produciría no una sola vez, sino muchas veces en cada generación, tanto sobre los cromosomas AB como Ab. En ningún momento habría ausencia de cromosomas aB. La selección que favorece a a sobre A aumentaría simultáneamente la frecuencia de los cromosomas ab y aB. Los locus A y B nunca estarían en desequilibrio de ligamiento. Debido a que en nuestro escenario sólo se puede generar desequilibrio de ligamiento en una población finita, el mecanismo evolutivo decisivo que actúa es la deriva genética. Fue a causa de un error de muestreo lo que ocasionó que la mutación que dio lugar al alelo a, sucediera una sola vez y en un cromosoma Ab. Finalmente, para ver cómo la mezcla de poblaciones puede dar lugar a desequilibrio de ligamiento, imagine dos conjuntos de genes (Figura 7.5). En uno hay 60 cromosomas AB, 20 Ab, 15 aB y 5 ab. En el otro hay 10 cromosomas AB, 40 Ab, 10 aB y 40 ab. Los locus A y B se encuentran en equilibrio de ligamiento en cada conjunto génico, como se demuestra por los dos gráficos de barras superiores de la Figura 7.5. Ahora combine los dos conjuntos de genes. Esto da lugar a un nuevo conjunto de genes donde hay 70 cromosomas AB, 60 Ab, 25 aB y 45 ab. En este nuevo conjunto de genes los loci A y B se encuentran en desequilibrio de ligamiento. La selección sobre genotipos multilocus, la deriva genética y la mezcla de poblaciones pueden dar lugar a desequilibrio de ligamiento debido a que pueden dar lugar a poblaciones en las que algunos haplotipos cromosómicos estén poco representados y otros demasiado representados, cuando se compara con lo que deberían ser sus frecuencias en equilibrio de ligamiento. Por ejemplo, en nuestro esquema de selección multilocus, la selección actuaba con más fuerza contra ab que contra cualquier otro haplotipo, ya que no sobrevivía ningún individuo que tuviera un cromosoma ab. En nuestro escenario de deriva, un suceso aleatorio dio lugar a un cromosoma ab, pero no a un cromosoma aB. En nuestro ejemplo de mezcla poblacional, una simple combinación de poblaciones con frecuencias alélicas y cromosómicas diferentes dio lugar a una nueva población con un exceso de cromosomas AB y ab. Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 205 ¿Qué elimina el desequilibrio de ligamiento de una población? Coeficiente de desequilibrio de ligamiento (D) Frecuencia 0,8 0,6 0,4 0,2 0 0 60 AB 15 aB 20 Ab 5 ab 0,2 0,4 0,6 0,8 0 0,2 + Frecuencia 1,0 0,8 0,6 0,4 10 AB 10 aB 40 Ab 40 ab Cromosomas Cromosomas B b 1,0 0,2 0 0 0,2 0,4 0 0,2 0,4 = 1,0 Frecuencia Al mismo tiempo que la selección, la deriva y la mezcla de poblaciones puede dar lugar a desequilibrio de ligamiento en una población, la reproducción sexual lo reduce inexorablemente. Por reproducción sexual queremos indicar a la meiosis con entrecruzamiento y fecundación cruzada. La unión de gametos de padres no emparentados reúne cromosomas con haplotipos diferentes. Cuando los zigotos llegan a adultos y se reproducen, el entrecruzamiento en la meiosis rompe las viejas combinaciones de alelos y da lugar a nuevas combinaciones. La formación de nuevas combinaciones de alelos durante la reproducción sexual se denomina recombinación genética. Debido a que la recombinación genética tiende a aleatorizar los genotipos de un locus respecto de los genotipos de otro locus, tiende a reducir las frecuencias de los haplotipos cromosómicos representados en exceso y a aumentar la frecuencia de los haplotipos representados en defecto. En otras palabras, la recombinación genética reduce el desequilibrio de ligamiento. El papel de la reproducción sexual en reducir el desequilibrio de ligamiento se demuestra algebraicamente en el Cuadro 7.3. El análisis demuestra que en las condiciones de Hardy-Weinberg la tasa de la disminución del desequilibrio de ligamiento entre un par de loci es proporcional a la frecuencia de recombinación entre ellos. En la Figura 7.6 aparecen las predicciones de la disminución del desequilibrio para varias frecuencias de recombinación. Michael Clegg y sus colegas (1980) documentaron la disminución del desequilibrio de ligamiento en poblaciones experimentales de la mosca de la fruta. Cada población que estudiaron albergaba dos alelos en dos de los loci del cromosoma 3. Un locus codificaba a la enzima esterasa-c, al que llamaremos locus A, con sus alelos A y a. El otro locus codificaba a la enzima esterasa-6, al que llamaremos locus B, con sus alelos B y b. Clegg y sus colegas fundaron poblaciones únicamente con cromosomas AB y ab, cada uno de ellos en una frecuencia de 0,5. Los investigadores también fundaron poblaciones con cromosomas Ab y aB, cada uno de ellos en una frecuencia de 0,5.Así, cada población se encontraba inicialmente en completo desequilibrio de ligamiento, con una D = 0,25 o una D = –0,25. Los investigadores mantuvieron sus poblaciones de moscas de 48 a 50 generaciones, con tamaños aproximadamente de 1.000 individuos y dejaron que las moscas se cruzaran al azar. Cada una o dos generaciones se tomaron muestras de cada población para determinar las frecuencias de los cuatro haplotipos cromosómicos y calcular el nivel de desequilibrio de ligamiento entre los dos loci. Por razones que están más allá del alcance de este libro, los investigadores midieron el desequilibrio de ligamiento no con D, sino con un estadístico relacionado denominado la correlación del estado alélico. No hay una relación perfecta entre los valores de D y la correlación del estado alélico, pero como regla Cromosomas Cromosomas A a 0,8 25 aB 70 AB 0,6 0,4 45 ab 60 Ab 0,2 0 0 0,2 0,4 0,6 0 0,2 Frecuencia Figura 7.5 La mezcla de poblaciones puede dar lugar a desequilibrio de ligamiento Las columnas de la parte superior representan las frecuencias cromosómicas en dos poblaciones distintas, las dos en equilibrio de ligamiento. Cuando se mezclan, estas dos poblaciones dan lugar a la población que se muestra en las columnas inferiores; está en desequilibrio de ligamiento. r=0 0,25 0,2 r = 0,01 0,15 0,1 r = 0,05 0,05 0 0 5 10 15 Generación 20 25 r = 0,1 r = 0,5 Figura 7.6 Con la reproducción sexual y el apareamiento aleatorio, el desequilibrio de ligamiento disminuye con el tiempo Este gráfico muestra el nivel de desequilibrio de ligamiento entre dos loci durante 25 generaciones en una población con apareamiento aleatorio. La población comienza con el máximo valor posible de desequilibrio de ligamiento, 0,25. Cada una de las curvas muestra el declive del desequilibrio de ligamiento, de acuerdo con la ecuación D’ = D(1 ⫺ r), para diferentes valores de r. Con r ⫽ 0,5, que corresponde a la transmisión independiente de loci en cromosomas distintos, la población alcanza el equilibrio de ligamiento en menos de 10 generaciones. Con r = 0,01, que corresponde a loci íntimamente ligados, el desequilibrio de ligamiento persiste durante muchas generaciones. Según Hedrick (1983). 206 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 7.3 La reproducción sexual reduce el desequilibrio de ligamiento A quí demostraremos que el nivel de desequilibrio de ligamiento disminuye inexorablemente en una población con apareamiento sexual aleatorio. Lo haremos comenzando con la definición de D dada en el texto y en el Cuadro 7.1, y derivando una expresión para D⬘, el coeficiente de desequilibrio de ligamiento en la generación siguiente. De acuerdo con la definición de D, D⬘ ⫽ gAB⬘gab⬘ ⫺ gAb⬘gaB⬘ Sustituyendo gAB⬘, gab⬘, gAb⬘ y gaB⬘ por las expresiones que deducimos en el Cuadro 7.2, tendremos: D⬘ ⫽ [( gAB ⫺ rD)( gab ⫺ rD)] ⫺ ⫺ [( gAb ⫹ rD)( gaB ⫹ rD)] ⫽ [gAB gab ⫺ gABrD ⫺ gabrD ⫹ (rD)2] ⫺ ⫺ [ gAb gaB ⫹ gAbrD ⫹ gaB rD ⫹ (rD)2] ⫽ gAB gab ⫺ gABrD ⫺ gabrD ⫹ (rD)2 ⫺ ⫺ gAb gaB ⫺ gAbrD ⫺ gaB rD ⫺ (rD)2 En poblaciones con apareamiento al azar, hay tres causas que provocan desequilibrio de ligamiento: la selección sobre genotipos multilocus, la deriva genética y la mezcla de poblaciones. Una causa reduce el desequilibrio de ligamiento: la recombinación genética resultante de la meiosis y del cruzamiento no consanguíneo (es decir, el sexo). Suprimiendo términos y reordenando tendremos D⬘ ⫽ gAB gab ⫺ gAb gaB ⫺ gABrD ⫺ ⫺ gabrD ⫺ gAbrD ⫺ gaBrD ⫽ ( gAB gab ⫺ gAb gaB) ⫺ ⫺ rD( gAB ⫹ gab ⫹ gAb ⫹ gaB) Finalmente, la expresión ( gABgab ⫺ gAbgaB ) es igual a D y la expresión ( gAB ⫹ gab ⫹ gAb ⫹ gaB ) es igual a 1, por lo que tendremos: D⬘ ⫽ D ⫺ rD ⫽ D(1 ⫺ r) Recuerde que r es la frecuencia de recombinación en la 1 meiosis, que siempre se encuentra entre 0 y ᎏ2ᎏ. Esto impli1 ca que (1 – r) siempre está entre ᎏ2ᎏ y 1. Por ello, a no ser que no haya recombinación entre un par de loci, el desequilibrio de ligamiento entre ellos se desplazará cercano a 0 en cada generación. Cuanto mayor sea la frecuencia de recombinación entre dos loci, más pronto alcanzará la población el equilibrio de ligamiento. general podemos decir que cuando disminuye el desequilibrio de ligamiento en una población y D va de 0,25 o de –0,25 hacia 0, la correlación del estado alélico también disminuye, desplazándose hacia 0 desde 1,0 ó –1,0. Clegg y sus colegas predijeron que esto sería exactamente lo que tendrían que observar en sus poblaciones de moscas con apareamiento aleatorio. Los resultados aparecen en la Figura 7.7. Las curvas grises muestran el patrón de disminución pronosticado; las líneas de color dentadas corresponden a los datos.Tal como se pronosticó, el entrecruzamiento en la meiosis dio lugar a nuevos haplotipos cromosómicos y disminuyó el desequilibrio de ligamiento entre los loci. Realmente, el desequilibrio de ligamiento disminuyó algo más rápido de lo pronosticado. Clegg y sus colegas creen que el declive fue más rápido de lo esperado como consecuencia de la superioridad del heterozigoto en los loci enzimáticos que estaban estudiando. La superioridad del heterozigoto aumentaría la frecuencia de los individuos heterozigotos para ambos loci, proporcionando así más oportunidades de entrecruzamiento para romper las asociaciones no aleatorias entre los alelos de un locus con los del otro. ¿Por qué es importante el desequilibrio de ligamiento? Hemos definido el desequilibrio de ligamiento como una asociación no aleatoria entre genotipos de loci distintos. Hemos identificado a la selección multilocus, a la deriva genética y a la mezcla de poblaciones como mecanismos evolutivos que la producen. Hemos visto que la reproducción sexual la reduce, devolviendo a la población a una situación de equilibrio de ligamiento.Y hemos demostrado que en una población ideal de Hardy-Weinberg que se encuentre en equilibrio de ligamiento, las frecuencias cromosómicas no cambian de una generación a la siguiente. Sin embargo, no nos hemos Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 207 Frecuencias iniciales de los cromosomas para las dos poblaciones Esterasa-c: A, a Esterasa-6: B, b A B = 0,5 a B =0 A b =0 a b = 0,5 A a AB ab B 1,0 b 0,8 Desequilibrio de ligamiento (correlación con el estado alélico) Frecuencia de: 0,6 Frecuencias cromosómicas finales promedio de todas las poblaciones 0,4 0,2 0 a Ab aB B b a AB aB Ab ab B b -0,2 -0,4 Frecuencias iniciales de los cromosomas para otras dos poblaciones -0,6 A A a B = 0,17 A b = 0,36 a b = 0,09 Predicción Datos -0,8 -1,0 A Frecuencia de: B = 0,38 0 10 20 30 40 50 Generación Frecuencia de: A B =0 a B = 0,5 A b = 0,5 a b =0 Figura 7.7 Demostración experimental de que la reproducción sexual reduce el desequilibrio de ligamiento Cada una de las distintas poblaciones de moscas de la fruta comenzaron en completo desequilibrio de ligamiento (gráficos en barras superior e inferior de la izquierda). Durante 50 generaciones todas las poblaciones se aproximaron, al equilibrio de ligamiento (gráfico en barras de la derecha). Modificado de Clegg et al. (1980), con frecuencias en el gráfico de barras de la derecha deducidas de los datos presentados. referido a lo que al principio dijimos fue nuestra cuestión principal: ¿puede la selección sobre un locus interferir en nuestra capacidad para utilizar modelos para un solo locus y predecir el curso de la evolución en otros loci? Ahora estamos listos para tratar esta cuestión. La mala noticia es que si el locus A y el locus B se encuentran en desequilibrio de ligamiento, entonces la selección sobre el locus A cambiará las frecuencias de los alelos del locus B. Esto implica que en un modelo genético poblacional para un único locus, si observamos sólo al locus B haremos predicciones inexactas acerca de su evolución. La Figura 7.8a ilustra cómo la selección sobre el locus A puede cambiar las frecuencias alélicas del locus B.Antes de que actúe la selección el alelo B esta en frecuencia ele- 208 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Cuando un par de loci se encuentran en desequilibrio de ligamiento, la selección sobre un locus puede cambiar las frecuencias alélicas del otro locus. Es decir, los modelos para un solo locus pueden ofrecer predicciones inexactas. vada. La mayoría de las copias de B se encuentran en los cromosomas aB. La selección a favor del alelo A disminuye la frecuencia de los cromosomas aB. A medida que desaparecen los cromosomas aB, se llevan copias de B. Debido a que la frecuencia de B es mucho más baja entre los cromosomas que llevan A que entre los que llevan a, muchas de las copias de B serán reemplazadas por copias de b. El resultado final es que la frecuencia de B disminuirá. Advierta que en el escenario que acabamos de describir, la selección actuaba sólo sobre el locus A y no sobre el locus B. Los genotipos del locus B no tenían efecto sobre la eficacia. En su lugar, la frecuencia del alelo B descendía simplemente arrastrada. Pero si estuviéramos analizando sólo el locus B y viéramos que la frecuencia del alelo B disminuía con el tiempo, podríamos concluir erróneamente que el objeto de la selección era el mismo locus B. Ésta es la lección más desalentadora de la versión para dos locus del análisis de Hardy-Weinberg: los estudios de un solo locus pueden descarrilar por desequilibrio de ligamiento. La buena noticia es que si el locus A y el locus B se encuentran en equilibrio de ligamiento, la selección sobre el locus A no tiene efecto, cualesquiera que sean las frecuencias alélicas del locus B. Observe la Figura 7.8b. La selección a favor del alelo A elimina de nuevo muchos cromosomas aB. Pero debido a que la frecuencia de B es la misma entre los cromosomas que llevan A que entre los que llevan a, cada copia del alelo B que se pierde es sustituida por otra copia de B. Si la selección sobre el locus A no tiene efecto sobre las frecuencias alélicas en el locus B, entonces, al analizar la evolución del locus B, no aparecerán interferencias por el uso de modelos para un solo locus. Una mejor noticia es que en una población con apareamiento al azar, el sexo es tan bueno para eliminar el desequilibrio de ligamiento que la mayoría de los pares de loci se encuentran en equilibrio de ligamiento la mayor parte del tiempo. El trabajo de Gavin Huttley y sus colegas (1999) ilustra esta afirmación. Huttley y sus colegas analizaron el genoma humano buscando desequilibrio de ligamiento entre loci de repeticiones cortas en tándem. Un locus de una repetición corta en tándem es un sitio en un cromosoma donde una corta secuencia de nucleótidos está repetida varias veces; tales loci tienen típicamente varios alelos. Huttley y sus colegas realizaron unas 200.000 comprobaciones del desequilibrio de ligamiento por parejas de unos 5.000 loci localizados en los 22 autosomas. (a) Población en desequilibrio de ligamiento AB AB aB aB Ab ab Selección sobre A Ab ab (b) Población en equilibrio de ligamiento Figura 7.8 Equilibrio de ligamiento, selección en un locus y frecuencias alélicas en un locus ligado En una población con desequilibrio de ligamiento, como se muestra en (a), la selección a favor del alelo A del locus A da lugar a un declive de la frecuencia del alelo B en el locus B. En una población en equilibrio de ligamiento, como se muestra en (b), la selección a favor del alelo A no tiene efecto sobre la frecuencia del alelo B. AB aB Ab ab Selección sobre A AB aB Ab ab Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 209 Huttley y sus colegas realmente encontraron varios lugares del genoma humano donde loci vecinos presentaban un sustancial desequilibrio de ligamiento. Una región con gran desequilibrio de ligamiento, ya conocida por estudios anteriores, es una zona del cromosoma 6 que contiene los loci del antígeno leucocitario humano (HLA). Los loci HLA codifican para proteínas que el sistema celular inmunológico utiliza para el reconocimiento de invasores extraños. Los loci HLA se encuentran sometidos a fuerte selección, y el desequilibrio de ligamiento entre ellos es probable que sea el resultado de la selección sobre genotipos multilocus. Sin embargo, los pares de loci que presentaban desequilibrio de ligamiento eran minoría. Los pares que con mayor probabilidad presentaban desequilibrio de ligamiento eran aquellos que estaban íntimamente ligados físicamente, es decir, situados lo suficientemente cerca uno del otro en el mismo cromosoma como para que el entrecruzamiento entre ellos fuera raro. Huttley y sus colegas se fijaron en pares de loci lo suficientemente cercanos como para que el entrecruzamiento entre ellos ocurriese con una frecuencia del 4% o menos. De estas parejas, presentaban desequilibrio de ligamiento exactamente el 4%. En un estudio similar, Naohiko Miyashita y sus colegas (1999) analizaron el genoma de la planta Arabidopsis thaliana, un pequeño miembro de la familia de la mostaza. Podría esperarse que el genoma de Arabidopsis albergara un considerable desequilibrio de ligamiento incluso entre loci que se encuentran alejados o en cromosomas distintos. Esto es debido a que Arabidopsis se autofecunda, reduciendo drásticamente la oportunidad de recombinación genética. Miyashita y sus colegas llevaron a cabo unas 70.000 comprobaciones de desequilibrio de ligamiento por parejas entre casi 8000 loci. En estas comprobaciones, cerca del 12% reveló desequilibrio de ligamiento. Los investigadores concluyeron que Arabidopsis debe realizar fecundación cruzada ocasionalmente. Incluso con una cantidad de recombinación relativamente pequeña se logra una gran reducción del desequilibrio de ligamiento. Podemos resumir, con un sencillo mensaje, nuestra exploración del análisis para dos locus de Hardy-Weinberg de la siguiente manera. Los genéticos de poblaciones necesitan estar al tanto de que cualquier locus concreto de interés pueda estar en desequilibrio de ligamiento con otros loci, especialmente con otros loci localizados en las cercanías. Si el locus de interés está de hecho en desequilibrio de ligamiento con otro, entonces los modelos de genética de poblaciones para un locus pueden dar lugar a predicciones incorrectas. Sin embargo, en poblaciones con apareamiento al azar, puede esperarse que muchas de las parejas de loci se encuentren en equilibrio de ligamiento. En general, podemos esperar que los modelos para un solo locus funcionarán bien la mayor parte de las veces. Una razón práctica para medir el desequilibrio de ligamiento En la introducción de este capítulo, prometimos recompensas a los pacientes lectores que dominaran las abstracciones de las secciones anteriores. Una de tales recompensas es ésta: la medida del desequilibrio de ligamiento proporciona claves que son útiles en la reconstrucción de la historia de los genes y de las poblaciones. Recuerde nuestra discusión sobre el alelo CCR5-∆32 en los Capítulos 4 y 5. Este alelo es una mutación de pérdida de función del locus CCR5. Protege a los homozigotos contra la transmisión sexual de cepas del VIH-1. Entre las cuestiones no resueltas de la discusión anterior se encuentran éstas: ¿de dónde viene el alelo ∆32? y, ¿por qué es frecuente sólo en Europa? J. Claiborne Stephens y sus colegas (1998) abordaron estas preguntas midiendo el desequilibrio de ligamiento entre el locus CCR5 y dos loci localizados cerca en el mismo Cuando un par de loci se encuentra en equilibrio de ligamiento, la selección sobre un locus no tiene efecto sobre las frecuencias alélicas del otro locus, y podemos utilizar los modelos para un solo locus con confianza. Afortunadamente, el sexo es tan buen reductor del desequilibrio de ligamiento que muchos pares de loci se encuentran en equilibrio de ligamiento la mayor parte del tiempo. 210 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo cromosoma. Los loci cercanos son lugares con cortas repeticiones en tándem llamadas GAAT y AFMB. GAAT tiene tres alelos y AFMB cuatro. GAAT y AFMB no codifican nada y sus alelos parece que no tienen efecto sobre la eficacia. Stephens y sus colegas determinaron los haplotipos de 192 cromosomas de una muestra de europeos. Como muestra la Figura 7.9a, GAAT y AFMB están próximos a encontrarse en equilibrio de ligamiento. Las frecuencias de los distintos alelos del locus AFMB son casi las mismas en los cromosomas que llevan cualquiera de los alelos del locus GAAT que entre los cromosomas que llevan los otros alelos GAAT. Sin embargo, como muestran las Figuras 7.9b y 7.9c, el locus CCR5 se encuentra en fuerte desequilibrio de ligamiento tanto con el locus GAAT como con el locus AFMB. Casi todos los cromosomas que llevan el alelo ∆32 en CCR5 también llevan el alelo 197 en GAAT (Figura 7.9b) y el alelo 215 en AFMB (Figura 7.9c). (a) Locus GAAT STR 191 193 197 213 0,8 215 0,6 0,4 0,2 217 0 Locus AFMB STR Frecuencia 1,0 219 0 0 0,2 0 0,2 0,4 0,6 Frecuencia (b) Locus CCR5 + ∆32 191 193 0,8 0,6 197 0,4 0,2 Locus GAAT STR Frecuencia 1,0 0 0 0 0,2 Frecuencia Figura 7.9 ¿De dónde viene el alelo CCR5-⌬32? (c) Locus CCR5 + ∆32 Frecuencia 1,0 213 0,8 0,6 215 0,4 0,2 217 219 0 0 0,2 0,4 0,6 0 Frecuencia 0,2 Locus AFMB STR Todos los gráficos muestran las frecuencias de los haplotipos en el cromosoma 3 en poblaciones europeas. El gráfico en barras de (a) muestra que dos loci neutros cercanos al locus CCR5 están próximos al equilibrio de ligamiento. Los gráficos en barras de (b) y de (c) muestran que cada uno de estos loci neutros están en fuerte desequilibrio de ligamiento con el locus CCR5. Casi todos los cromosomas que llevan al alelo CCR5-∆32, también llevan el alelo 197 en el locus GAAT y el alelo 215 en el locus AFMB. Estos datos están de acuerdo con el origen del alelo CCR5-∆32 en un suceso de mutación único, que ocurrió hace entre 275 y 1.875 años. Representación de los datos de Stephen et al. (1998). 0,2 0,4 0,6 Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 211 ¿Cómo surgió el desequilibrio de ligamiento entre CCR5 y sus vecinos? Como hemos demostrado en nuestra discusión anterior sobre lo que origina el desequilibrio de ligamiento, hay tres posibilidades: selección sobre genotipos multilocus, deriva genética y mezcla de poblaciones. La selección sobre genotipos multilocus es un candidato improbable ya que, como hemos advertido, GAAT y AFMB son loci que no codifican nada y sus alelos parecen ser selectivamente neutros. La mezcla poblacional es también un candidato improbable ya que requeriría una población en la que la frecuencia del alelo ∆32 fuera mucho más elevada que en Europa, y tal población no existe. Esto nos lleva a la deriva genética. Stephens y sus colegas creen que el desequilibrio de ligamiento entre CCR5 y sus vecinos surgió en un escenario similar al mostrado en la Figura 7.4. En un momento dado en el pasado, la población europea tenía sólo un alelo en CCR5, el CCR5-+. Luego, en un cromosoma con el haplotipo CCR5-GAAT-AFMB, +-197-215, se produjo una mutación que dio lugar al alelo ∆32. Por consiguiente, el antecesor de todos los alelos ∆32 fue un cromosoma con el haplotipo ∆32-197-215. Finalmente, el nuevo alelo ∆32 fue favorecido por selección natural. Se incrementó hasta frecuencias elevadas, arrastrando consigo a los alelos vecinos 197 y 215. La asociación entre el alelo ∆32 de CCR5, el alelo 197 de GAAT y el alelo 215 de AFMB no es perfecta.Ya que el alelo ∆32 apareció primero, la recombinación o mutaciones adicionales han situado al ∆32 en otros haplotipos, como el ∆32-197-217. En otras palabras, el desequilibrio de ligamiento entre el locus CCR5 y sus vecinos se está rompiendo. Stephens y sus colegas utilizaron estimas de frecuencias de entrecruzamiento y mutación para calcular lo rápidamente que se rompería el desequilibrio de ligamiento. Luego utilizaron estos cálculos para estimar cuánto tiempo hacía que había aparecido por primera vez el alelo ∆32. Los investigadores concluyeron que el alelo ∆32 apareció hace entre 275 y 1.875 años, con la mejor estima en unos 700 años (véase el Cuadro 7.4). La respuesta a nuestra pregunta acerca del origen del alelo ∆32 parece que es ésta: el alelo se originó por una única mutación que se produjo en Europa en los últimos siglos. El alelo no se dio fuera de Europa bien porque la mutación que lo originó nunca se ha dado en una población no europea, o porque cuando la mutación se dio fuera de Europa, no fue favorecida por selección. Esta respuesta plantea, desde luego, nuevas preguntas. Por ejemplo, la selección que favoreció al alelo ∆32 en Europa debe de haber sido fuerte. Sabemos esto porque sólo la selección fuerte pudo haber llevado al alelo de una frecuencia prácticamente de cero a una frecuencia del 10 al 20% en sólo unos 700 años. ¿Cuál fue el agente selectivo responsable? La sospecha más obvia sería una enfermedad epidémica. Una intrigante posibilidad es la peste bubónica, responsable de la peste negra que asoló a Europa durante el siglo XIV, matando de la cuarta parte a la mitad de la población. La peste bubónica la provoca la bacteria Yersinia pestis. Quizá el alelo ∆32 protegió también contra la Yersinia pestis. Desde este trabajo, la hipótesis de la peste bubónica está siendo comprobada por los investigadores en el laboratorio de Stanley Falkow de la Universidad de Stanford. No se tienen todavía resultados definitivos. Recientemente,Alshad Lalani y sus colegas (1999) comunicaron que el mixoma, un virus de los conejos de la familia de los poxvirus, puede, al igual que el VIH-1, utilizar CCR5 para introducirse en las células huésped. Lalani y sus colegas especularon que la enfermedad responsable de la elevada frecuencia del alelo ∆32 en Europa podría haber sido la viruela. Si resulta que el agente selectivo que favoreció al alelo ∆32 en Europa fue la peste bubónica o la viruela, entonces cabría esperar que las mutaciones de pérdida de función en el gen CCR5 habrían sido favorecidas en otras partes del mundo que también hubieran padecido epidemias de estas enfermedades. De hecho, los investigadores han encon- Debido a que la lista de causas que producen desequilibrio de ligamiento es corta, la detección de desequilibrio de ligamiento en una población proporciona claves del pasado de la población. 212 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo CUADRO 7.4 Estima de la antigüedad de la mutación CCR5-∆32 E sbozaremos aquí los cálculos que J. Claiborne Stephens y sus colegas (1998) utilizaron para estimar, de manera aproximada, la edad de la mutación CCR5-∆32. Primero, observemos la Figura 7.10. Muestra la ordenación de los tres loci cruciales en el brazo corto del cromosoma 3: CCR5 está primero, luego GAAT y luego AFMB. Nos referiremos a los haplotipos del cromosoma 3 indicando sus genotipos en estos loci, separándolos con guiones. Por ejemplo, el haplotipo ∆32-197-215 tiene el alelo ∆32 en el locus CCR5, el alelo 197 en el locus GAAT y el alelo 215 en el locus AMFB. Advierta que el haplotipo ∆32-197-215 explica el 84,8% de todos los cromosomas que llevan el alelo ∆32 en el locus CCR5.Además, el haplotipo +-197-215, con una frecuencia del 36%, es el más frecuente entre los cromosomas que llevan el alelo + en el locus CCR5. Basándose en estos datos, Stephens et al. concluyeron que la mutación que dio lugar a la primera copia del alelo ∆32, probablemente ocurrió en un cromosoma +-197-215, convirtiéndolo en un cromosoma ∆32-197-215. Desde que se dio la mutación, el 84,8% de los cromosomas ∆32-197-215 han permanecido sin cambio, mientras que el 15,2% se han convertido en otros haplotipos, bien (1) por entrecruzamiento entre CCR5 y GAAT o entre GAAT y AMFB, bien (2) por mutación en GAAT o en AFMB. Stephens y sus colegas desarrollaron una ecuación para Pg, la probabilidad de que cualquier cromosoma ∆32-197215 haya permanecido sin cambio a lo largo de las g generaciones que han pasado desde que se originó el primer cromosoma ∆32-197-215. Su razonamiento fue el siguiente: la probabilidad de que un cromosoma ∆32-197215 permanezca sin cambio durante una generación es igual a 1⫺c⫺ probabilidad de que la mutación del locus GAAT o del locus AFMB conviertan al cromosoma en un haplotipo distinto.Así, Pg ⫽ (1 ⫺ c ⫺ )g Todo lo que tenemos que hacer para estimar g es desarrollar una estima independiente de Pg, c y , sustituyéndolos en esta ecuación y despejar g. Ya tenemos una estima de Pg. Es 0,848, la fracción de cromosomas ∆32 que todavía tienen el haplotipo ∆32197-215. Stephens y sus colegas estimaron el valor de c asumiendo que los cromosomas ∆32-197-215 prácticamente se han emparejado siempre con cromosomas CCR5-+, y que entre los cromosomas CCR5-+ la frecuencia de los distintos haplotipos ha permanecido constante con el tiempo. La frecuencia de entrecruzamiento entre CCR5 y GAAT es de 0,0021. Ya que el 64% de los cromosomas CCR5-+ tienen un haplotipo distinto del 197-215 en GAAT y AFMB, el 64% de tales entrecruzamientos romperán el haplotipo ∆32-197-215. La frecuencia de entrecruzamiento entre GAAT y AFMB es de 0,0072.Ya que el 48% de los cromosomas CCR5-+ tienen un genotipo distinto de 215 en AFMB, el 48% de tales entrecruzamientos romperán el haplotipo ∆32-197-215. Por ello: c ⫽ (0,64 ⫻ 0,0021) + (0,48 ⫻ 0,0072) ⬇ 0,005 Basándose en las estimas de las tasas de mutación de otros investigadores en loci similares a GAAT y AFMB, Stephens et al. estimaron que: Lo cu s C C R Lo m cu 5 ar s ca do rG AA Lo T m cu ar s ca do rA FM B donde c es la probabilidad de que un entrecruzamiento convierta al cromosoma en un haplotipo distinto y c es la (Sobre el brazo corto del cromosoma 3) Frecuencia de entrecruzamiento en esta región: 0,0021 Sustituyendo estos valores en la ecuación para Pg da: 0,848 ⫽ (0,994)g Cromosomas CCR5-∆32: 84,8% ∆32-197-215 15,2% ∆32-otros Cromosomas CCR5-+: 36% +-197-215 64% +-otros Frecuencia de entrecruzamiento en esta región: 0,0072 ⫽ 0,001 52% +-x-215 48% +-x-otros Figura 7.10 Tres loci del brazo corto del cromosoma 3 y las frecuencias de los haplotipos seleccionados en una población europea Estas frecuencias haplotípicas proporcionan la información necesaria para deducir la edad del alelo CCR5-∆32. Según Stephens et al. (1998). Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 213 CUADRO 7.4 Continuación Tomando logaritmos de ambos términos tendremos: log(0,848) ⫽ log[(0,994)g] ⫽ g log (0,994) Finalmente, despejando g tendremos: g ⬇ 27,5 Si tomamos en 25 años la duración de una generación humana, entonces la mutación que dio lugar al alelo ∆32 se produjo hace unos 27,5 ⫻ 25 = 688 años. Basándose en otros cálculos, Stephens y sus colegas estimaron un intervalo de confianza del 95% alrededor de esta estima que abarca entre hace 275 años hasta hace 1.875 años. trado diversas mutaciones en CCR5 (Carrington et al. 1999). Entre éstas hay una mutación de pérdida de función con una frecuencia del 3 al 4% en poblaciones chinas y japonesas (Ansari-Lari et al. 1997). No se ha determinado el origen y significado selectivo de este alelo. Hemos demostrado que la comprensión del desequilibrio de ligamiento es una herramienta poderosa para reconstruir la historia del alelo. Otra recompensa que prometimos a los lectores fue que la comprensión del desequilibrio de ligamiento les ayudaría a comprender el significado adaptativo de la reproducción sexual. El misterio del sexo es el objeto de la siguiente sección. 7.2. El significado adaptativo del sexo La reproducción sexual es complicada, costosa y peligrosa. Buscar pareja toma tiempo y energía, y puede aumentar el riesgo del que busca de ser cazado por un predador. Una vez encontrada, una pareja potencial puede pedir un esfuerzo o inversión adicional antes de consentir cooperar. El mismo sexo puede exponer a los participantes a enfermedades transmitidas sexualmente.Y después de todo, el cruce puede ser estéril. ¿Por qué no evitar todas estas molestias y riesgos, y en su lugar reproducirse simplemente de manera asexual? Esta pregunta suena estrambótica a los humanos, ya que no tenemos elección: heredamos de nuestros antecesores la incapacidad para reproducirnos de manera distinta de la sexual. Pero muchos organismos pueden realmente elegir, al menos en un sentido fisiológico: son capaces de reproducirse tanto sexual como asexualmente y de manera regular las alternan. Por ejemplo, muchas especies de áfidos tienen poblaciones de primavera y de verano compuestas completamente de hembras asexuales. Estas hembras se Figura 7.11 Reproducción asexual en áfidos El áfido grande está dando a luz a un hijo, producido por partenogénesis, que es genéticamente idéntico a su madre. (Peter J. Bryant/University of California at Irvine/Biological Photo Service) Muchas especies son capaces de reproducirse tanto sexual como asexualmente. 214 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo alimentan de secreciones de plantas y, sin la participación de machos, producen descendencia genéticamente idéntica a sus madres (Figura 7.11). Este modo de reproducción, en el que los descendientes se desarrollan a partir de huevos no fecundados, se denomina partenogénesis. En los áfidos de otoño cambia el modo, produciendo machos y hembras sexuales. Éstos se cruzan y las hembras ponen huevos que pasarán el invierno y de los que nacerá, en la primavera siguiente, una nueva generación de hembras partenogenéticas. Muchos otros organismos pueden reproducirse tanto sexual como asexualmente. Entre los ejemplos se encuentran Volvox, hidras (Figura 7.12) y muchísimas especies de plantas que se pueden reproducir por esqueje o desarrollando flores que intercambiarán polen con otros individuos. ¿Qué tipo de reproducción es mejor, la sexual o la asexual? La existencia de dos formas diferentes de reproducción en la misma población plantea la cuestión de si un tipo sustituirá al otro con el tiempo. John Maynard Smith (1978) enfocó esta cuestión desarrollando un modelo nulo. El modelo nulo explora, en los supuestos más simples posibles, el destino evolutivo de una población en la que algunas hembras se reproducen sexualmente y otras asexualmente. Maynard Smith se planteó dos supuestos: 1. El tipo de reproducción de la hembra no afecta al número de descendientes que pueden tener. 2. El tipo de reproducción de la hembra no afecta a la probabilidad de supervivencia de sus descendientes. Maynard Smith también especificó que todos los descendientes de una hembra partenogenética eran hembras, mientras que los descendientes de una hembra sexual eran mezcla, típicamente con igual número de hijas que de hijos. (b) (a) Figura 7.12 Organismos con dos formas de reproducción (a) Volvox aureus, alga de agua dulce. Cada esfera grande es un único individuo adulto. Antes de la madurez, cualquier individuo tiene la potencialidad de desarrollarse como macho sexual, o como hembra sexual o asexual. El individuo de la parte inferior derecha (completamente visible) es un macho. Los discos orientados al azar son paquetes de esperma. El gran individuo de arriba hacia la izquierda es una hembra. Cada una de las esferas pilosas oscuras en su interior son zigotos enquistados. El individuo justo a la izquierda del macho es asexual. Cada una de las esferas oscuras de su interior es un descendiente, desarrollado por mitosis como un clon del padre. (Jon C. Herron) (b) Hidra. Este individuo se reproduce tanto sexual como asexualmente. La corona de tentáculos de la parte superior izquierda rodea la boca de la hidra. A lo largo del cuerpo, debajo de la boca, hay filas de testículos. Debajo de los testículos hay dos yemas asexuales. (Foto de P.S. Tice de Buchsbaum y Pearse, Animals Without Backbones, 3ª ed., University of Chicago Press, 1987.) Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 215 En una población de acuerdo con los supuestos de Maynard Smith, las hembras asexuales producen dos veces más nietos que las hembras sexuales (Figura 7.13). Esto implica que las hembras asexuales darán lugar a una proporción cada vez mayor de la población cada generación. Finalmente, las hembras asexuales deberían imponerse totalmente. En principio, todo lo que se necesitaría es una mutación que diese lugar a una sola hembra asexual en una población exclusivamente sexual. Desde el momento en que se diera esta mutación, la población estaría destinada a ser invadida por asexuales. No obstante, esta situación no parece que haya sucedido muy a menudo. La gran mayoría de las especies pluricelulares son sexuales, y hay muchas especies, como los áfidos, Volvox e hidras en las que la reproducción sexual y asexual coexiste de manera estable. El modelo de Maynard Smith demuestra, tal como él lo intentaba, que estos hechos representan una paradoja para la teoría evolutiva. Obviamente, el sexo debe conferir beneficios que permitan su permanencia a pesar de la gran ventaja reproductiva que ofrece la partenogénesis. Pero, ¿cuáles son estos beneficios? La lógica matemática del modelo de Maynard Smith es correcta, por lo que los beneficios del sexo se deben encontrar en la falta de cumplimiento de uno o de los dos supuestos. Éste es el mayor valor del modelo. Haciendo una breve lista de las suposiciones explícitas, Maynard Smith centró la investigación en unos pocos hechos esenciales en biología. La primera suposición, de que el número de descendientes de una hembra no depende de si es sexual o asexual, no se cumple en especies en las que los padres proporcionan recursos u otras formas de cuidado paterno esenciales para producir crías. Sin machos que proporcionen ayuda, es probable que las hembras asexuales produzcan menos descendientes. Ciertamente existen especies en las que el éxito reproductivo de la hembra está limitado por el cuidado paterno. Los ejemplos incluyen a la especie humana, a muchas aves y peces flauta (véase el Capítulo 9). Sin embargo, las especies con cuidado paterno son minoría. En muchas especies, en muchos mamíferos e insectos, por ejemplo, los machos contribuyen sólo con sus genes. Por ello es más probable que una ventaja general del sexo se encuentre en la violación del segundo supuesto; el que la probabilidad de que los descendientes de una hembra sobrevivan no depende de si la hembra los produce sexual o asexualmente. Generación 1 Sexuales H x M Proporción de individuos que son asexuales 1/3 Asexuales H 2 H x M H x M H H H H 1/2 3 H x M H x M H H H H 2/3 H x M H x M H H H H H H H H H H H H Figura 7.13 La ventaja reproductiva de las hembras asexuales Imagine una población fundada por tres individuos, una hembra sexual, un macho sexual y una hembra asexual. En cada generación cada hembra produce cuatro descendientes, después de lo cual los padres mueren. Todos los descendientes sobreviven para reproducirse. La mitad de los descendientes de las hembras sexuales son hembras, la otra mitad machos. Todos los descendientes de las hembras asexuales son, desde luego, hembras. De acuerdo con estas bases elementales, la proporción de individuos de la población que son hembras asexuales aumentará en cada generación. Según John Maynard Smith (1978). La persistencia del sexo es una paradoja, ya que un modelo simple demuestra que las hembras asexuales serán rápidamente las únicas en cualquier población. 216 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo R. L. Dunbrack y sus colegas (1995) comprobaron este segundo supuesto experimentalmente. Demostraron que es erróneo, al menos en las condiciones de sus experimentos. Dunbrack y sus colegas estudiaron poblaciones de laboratorio del gorgojo de la harina Tribolium castaneum. En cada una de las series de ensayos, los investigadores fundaron poblaciones mixtas con igual número de gorgojos rojos y negros.A los gorgojos de un color se los denominó como la cepa “sexual” y a los del otro color como la cepa “asexual”. Por ejemplo, en la mitad de los experimentos los gorgojos rojos fueron la cepa sexual y los negros la cepa asexual. Mantendremos esta asignación en la descripción del protocolo experimental. Los gorgojos de la harina no son realmente capaces de reproducirse asexualmente, por lo que los investigadores tuvieron que manipular la población negra de tal manera que fuera numérica y evolutivamente equivalente a una población en la que los individuos se reproducen realmente de manera asexual. En cada generación los investigadores contaron los adultos de la cepa negra y los eliminaron. Luego sustituían a cada uno de los adultos negros descartados con tres nuevos adultos negros, tomados de una población de reserva de gorgojos negros de raza pura que no habían estado expuestos a la competencia con los rojos. Este procedimiento dio efectivamente a la cepa negra una ventaja reproductiva tres veces superior sobre la cepa roja, pero evitando que se adaptaran al nuevo ambiente.Así, la cepa negra era análoga a una subpoblación asexual en la que cada generación es genéticamente idéntica a la generación anterior, pero en la que los individuos disfrutan de un margen reproductivo mayor que la doble ventaja que una cepa asexual real tendría en la naturaleza. Debido a que en cada generación la población negra era genéticamente idéntica a la generación anterior (excepto en caso de deriva), la cepa negra no podría evolucionar en respuesta a la selección impuesta por la competencia con la roja. A los adultos rojos se les permitía que se cruzaran entre sí y que permanecieran en el cultivo experimental. Por ello, constituían una población sexual que podía evolucionar en respuesta a las interacciones competitivas con la cepa negra (asexual). Dunbrack y sus colegas añadieron un reto ambiental a sus poblaciones de gorgojos rociando la harina en la que vivían con el insecticida malation. Esta selección impuesta a las poblaciones de gorgojos favorecía la evolución de resistencia a insecticidas. Finalmente los investigadores utilizaron un ingenioso procedimiento, cuyos detalles no nos importan aquí, para evitar que los gorgojos rojos y negros se cruzaran entre sí. Los investigadores mantuvieron el experimento durante 30 generaciones, lo que les llevo dos años. El modelo nulo de Maynard Smith predice que, en cada experiencia, la cepa asexual debería ocupar una fracción cada vez mayor de la población, hasta que finalmente la cepa sexual fuera totalmente eliminada. La primera suposición del modelo está incluida en el experimento; de hecho, los individuos asexuales del experimento producen más descendientes en cada generación que los individuos sexuales. El único modo en que los asexuales no puedan ganar es si el segundo supuesto del modelo no es correcto. Dunbrack y sus colegas realizaron ocho repeticiones de sus experimentos. Cuatro fueron como los descritos, con rojos como cepa sexual (evolucionando) y negros como cepa asexual (no evolucionando). En cada una de estas repeticiones se utilizaron concentraciones diferentes de malation. En las otras cuatro repeticiones la cepa negra era la sexual (evolucionando) y la cepa roja la asexual (no evolucionando). De nuevo, en cada repetición se utilizaron concentraciones distintas de malation. Los investigadores también realizaron un control para cada una de las ocho repeticiones. En los controles no se permitió que evolucionaran ni los gorgojos rojos ni los negros, pero un color o el otro tenía una ventaja reproductiva tres veces superior. Los resultados se presentan en la Figura 7.14. En los cultivos control (Figura 7.14b y (d)), el resultado fue siempre consistente con el modelo nulo de Maynard Smith: la cepa que tenía una ventaja reproductiva tres veces superior eliminaba rápidamente a la otra Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 217 cepa. Sin embargo, en los cultivos experimentales (Figura 7.14a y (c)), el resultado fue siempre contrario a la predicción del modelo nulo. Inicialmente, la cepa sexual parecía estar en camino de desaparecer, pero al cabo de unas 20 generaciones, dependiendo de la concentración del malation, la cepa sexual evolucionando se recobraba. Finalmente la cepa sexual eliminaba completamente a la cepa asexual que no evoluciona, a pesar de la triple ventaja reproductiva de la cepa asexual. Podemos concluir que el supuesto 2 del modelo nulo no es correcto. A medida que pasan una pocas generaciones, los descendientes producidos por reproducción sexual consiguen una mayor eficacia que los descendientes producidos por reproducción asexual. Al menos en algunas condiciones, los descendientes que se producen por reproducción Proporción de rojos (a) Los rojos sexuales (evolucionan); los negros asexuales (no evolucionan); los negros tienen una ventaja reproductiva tres veces mayor sexual logran una mayor eficacia que los descendientes que se producen por 1,0 Concentración de malation 1 ppm 3 ppm 5 ppm 10 ppm 0,5 reproducción asexual. 0 Proporción de rojos (b) Los rojos control: ambos colores son asexuales y no evolucionan; los negros tienen una ventaja reproductiva tres veces mayor 1,0 Concentración de malation 1 ppm 3 ppm 5 ppm 10 ppm 0,5 0 Proporción de negros (c) Los negros sexuales (evolucionan); los rojos asexuales (no evolucionan); los rojos tienen una ventaja reproductiva tres veces mayor 1,0 Concentración de malation 1 ppm 3 ppm 5 ppm 10 ppm 0,5 0 Proporción de negros (d) Los negros control: ambos colores son asexuales y no evolucionan; los rojos tienen una ventaja reproductiva tres veces mayor 1,0 Concentración de malation 1 ppm 3 ppm 5 ppm 10 ppm 0,5 0 10 Transferencia 20 30 Figura 7.14 Prueba experimental del supuesto 2 de la hipótesis nula de Maynard Smith Cada panel muestra la frecuencia relativa, en una población mezclada, de la cepa del gorgojo de la harina que ha sido situada en desventaja reproductiva pero que en (a) y en (c) se reproduce sexualmente y evoluciona. Las cuatro series temporales de cada panel representan cultivos tratados con concentraciones diferentes de malation (ppm = parte por millón). Una transferencia es análoga a una generación. (a) Los rojos se encuentran en desventaja reproductiva, pero tienen reproducción sexual y evolucionan. Los rojos eliminarán finalmente a los negros. (b) Los rojos se encuentran en desventaja reproductiva y no evolucionan. Los rojos serán rápidamente eliminados por los negros. (c) Los negros se encuentran en desventaja reproductiva, pero tienen reproducción sexual y evolucionan. Los negros eliminarán rápidamente a los rojos. (b) Los negros se encuentran en desventaja reproductiva y no evolucionan. Los negros serán finalmente eliminados por los rojos. Modificado de Dunbrack et al. (1995). Copyright © 1995, The Royal Society. 218 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo La siguiente pregunta es, ¿por qué? La única diferencia inherente entre los descendientes de una hembra que se reproduce sexualmente de los asexuales es que los descendientes asexuales son genéticamente idénticos a sus madres y entre sí, mientras que los descendientes sexuales son genéticamente diferentes de sus madres y entre sí. La mayor parte de las teorías sobre los beneficios del sexo se refieren a las razones de por qué las hembras que dan lugar a descendientes genéticamente diversos verán a muchos más de ellos sobrevivir y reproducirse que lo harán las hembras que producen copias genéticas idénticas de sí mismas. En este punto advertiremos que hay una enorme diversidad de teorías acerca de las ventajas del sexo. Aquí tenemos espacio sólo para tratar modelos genético-poblacionales y comprobaciones y sólo un pequeño número de ellos. Para una revisión más amplia del tema, véase Michod y Levin (1988). En las poblaciones el sexo significa recombinación genética En un análisis genético-poblacional, el sexo tiene exactamente un efecto: reducir el desequilibrio de ligamiento. Cuando los genéticos de poblaciones hablan acerca del sexo, de lo que normalmente quieren hablar, y de lo que queremos hablar aquí, es de la reproducción implicando (1) meiosis con entrecruzamiento y (2) cruzamientos entre individuos no emparentados, como ocurre en los apareamientos aleatorios. La consecuencia de estos procesos actuando en conjunto es la recombinación genética. Si seguimos a un alelo dado a través de varias generaciones en una genealogía, en cada generación el alelo formará parte de un genotipo multilocus diferente. Por ejemplo, un alelo dado para ojos azules puede formar parte de un genotipo que incluya genes para pelo rubio en una generación y parte de un genotipo que incluya genes para pelo castaño en la generación siguiente. En un análisis genético poblacional, la recombinación genética, debido a que mezcla los genotipos multilocus, reduce el desequilibrio de ligamiento. Ésta fue la conclusión básica de la Sección 7.1. De hecho, la reducción del desequilibrio de ligamiento es la única consecuencia del sexo en el contexto de la genética de poblaciones (Felsenstein 1988). En una población que ya está en equilibrio de ligamiento, el sexo no tiene efecto. Si el sexo no tiene efecto, no puede conferir beneficios. Por consiguiente, cualquier modelo genético poblacional sobre los beneficios evolutivos del sexo debe incluir, como mínimo, dos cosas. Primera, el modelo debe incluir un mecanismo que elimine genotipos multilocus concretos o que dé lugar a un exceso de otros, dando lugar por consiguiente a desequilibrio de ligamiento. Segundo, el modelo debe incluir una justificación de por qué se favorece a los genes que tienden a reducir el desequilibrio de ligamiento, promocionando al sexo. Basándose en este análisis, Joe Felsenstein divide claramente a casi todos los modelos genético-poblacionales sobre los beneficios del sexo en dos teorías generales. Estas teorías generales se diferencian por las fuerzas evolutivas que postulan para el origen del desequilibrio de ligamiento.Algunos modelos postulan la deriva genética como el factor que da lugar al desequilibrio de ligamiento; otros modelos postulan la selección sobre genotipos multilocus. La deriva genética, en combinación con la mutación, puede hacer que el sexo sea beneficioso De acuerdo con la teoría de la deriva del sexo, la mutación y la deriva dan lugar a problemas que el sexo puede resolver. Imagine, por ejemplo, que una hembra asexual sufre mutaciones genéticas deletéreas en sus células germinales. La hembra pasará la mutación a todos sus descendientes, que a su vez las pasarán a todos sus descendientes. El linaje de la hembra estará perjudicado por siempre por la mutación deletérea. La única esperanza de escapar es si uno de sus descendientes es lo suficientemente afortunado como para Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 219 1 Nota del traductor. Trinquete: (3.ª acepción, RAE) “Garfio que resbala sobre los dientes de una rueda para impedir que ésta se vuelva hacia atrás”. Número de individuos Al comienzo: 0 1 2 3 4 5 Número de mutaciones deletéreas Número de individuos Algunas generaciones después: 0 1 2 3 4 5 Número de mutaciones deletéreas Todavía, algunas generaciones después Número de individuos experimentar bien una mutación retrógrada o una mutación adicional que compense a la primera. Sin embargo, si la hembra fuera sexual, podría dar lugar inmediatamente a descendientes libres de la mutación, simplemente cruzándose con un macho sin la mutación. El papel de la deriva en este escenario queda claro cuando subimos en el modelo hasta el nivel poblacional. El modelo de deriva más famoso es el del trinquete1 de Muller; arguye que las poblaciones asexuales están condenadas a acumular mutaciones deletéreas. H.J. Muller (1964) imaginó una población asexual finita en la que los individuos sufren, ocasionalmente, mutaciones deletéreas. Debido a que las mutaciones imaginadas por Muller son deletéreas, la selección actuará contra ellas. La frecuencia de cada alelo mutante de la población reflejará la tasa de mutación, la fuerza de la selección y la deriva genética (véanse los Capítulos 5 y 6). En cualquier momento, la población de Muller puede incluir individuos que no lleven mutaciones, que lleven una mutación, dos mutaciones y así sucesivamente. Debido a que la población es asexual, podemos pensar en estos grupos como subpoblaciones distintas, y representar el número relativo de individuos de cada subpoblación en un histograma (Figura 7.15). El número de individuos dentro de cada grupo puede ser muy pequeño, dependiendo del tamaño de la población en conjunto y del equilibrio entre la mutación y la selección (véase el Capítulo 5). El grupo con cero mutaciones es el único cuyos miembros, como promedio, gozan de la eficacia más elevada; pero si este grupo es pequeño, entonces en cualquier generación dada, sucesos aleatorios pueden conspirar para evitar la reproducción de todos los individuos del grupo. Si esto sucede una sola vez, entonces se perderá la subpoblación con cero mutaciones y los miembros del grupo con una mutación serán ahora los individuos con la mayor eficacia. El único modo para que reaparezca el grupo con cero mutaciones es si un miembro del grupo con una mutación sufre la mutación retrógrada que le convierta en uno con cero mutaciones. Con la desaparición del grupo con cero mutaciones, los miembros de la subpoblación con una mutación gozarán de la máxima eficacia media. Pero este grupo puede ser también muy pequeño y puede perderse por azar en cualquier generación dada. De nuevo, la pérdida por deriva del grupo es mucho más fácil que su recreación por mutación retrógrada.A medida que el trinquete avanza y la población pierde grupo tras grupo con máxima eficacia, la eficacia promedio de la población disminuye con el tiempo. La carga impuesta por las mutaciones que se acumulan, se conoce como carga genética. Finalmente la carga genética soportada por la población asexual será tan elevada que la población se extinguirá. El sexo desbarata el trinquete. Si el grupo sin mutaciones se pierde por azar en cualquier generación dada, puede reconstituirse rápidamente por cruzamiento no consanguíneo y recombinación. Si se cruzan dos individuos, y cada uno de ellos lleva una copia de una mutación deletérea, la cuarta parte de sus descendientes quedarán libres de la mutación. En el sentir de Muller, los genes responsables del sexo se mantienen en las poblaciones debido a que ayudan al origen de genotipos con cero mutaciones. A medida que estos genotipos con cero mutaciones aumentan en frecuencia, los genes para el sexo aumentan en frecuencia con ellos, en realidad arrastrados. En el escenario de Muller, el desequilibrio de ligamiento se origina por deriva. Genotipos multilocus concretos se encuentran en frecuencias menores a las del equilibrio de ligamiento debido a sucesos aleatorios que los han eliminado. Estos genotipos multilocus perdidos son los genotipos con cero mutaciones, luego los genotipos con una mutación y así sucesivamente. El sexo reduce el desequilibrio de ligamiento recreando los genotipos perdidos. 0 1 2 3 4 5 Número de mutaciones deletéreas Figura 7.15 El trinquete de Muller: las poblaciones asexuales acumulan mutaciones deletéreas Cada histograma muestra una instantánea de una población asexual finita. En cualquier generación, la clase con menor número de mutaciones deletéreas se puede perder por deriva. Debido a que la mutación directa hacia alelos deletéreos es más probable que la mutación retrógrada a alelos de tipo silvestre, la distribución se desplaza inexorablemente hacia la derecha. Según Maynard Smith (1988). 220 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Comienza un cultivo a partir de una sola bacteria Se incuba durante la noche Se reinicia el cultivo a partir de una sola bacteria Se incuba durante la noche Se reinicia el cultivo a partir de una sola bacteria Se incuba durante la noche Figura 7.16 Población bacteriana sujeta a cuellos de botella periódicos La población bacteriana se inicia a partir de un solo individuo (el cuello de botella), se permite el crecimiento y la división para producir una gran colonia, luego se reinicia de nuevo a partir de un único individuo. El cuello de botella proporciona una oportunidad para que actúe la deriva genética. Haigh (1978, revisado en Maynard Smith 1988) desarrolló y exploró un modelo matemático explícito del trinquete de Muller. No es sorprendente que el parámetro más importante del modelo sea el tamaño poblacional. En poblaciones de 10 individuos o menos, la deriva es un mecanismo evolutivo potente y el trinquete gira rápidamente. En poblaciones de más de 1000 individuos, la deriva es un mecanismo evolutivo débil y el trinquete no gira en absoluto.También son importantes la tasa de mutación y el impacto de las mutaciones deletéreas. El trinquete gira a la mayor velocidad con mutaciones medianamente deletéreas. Esto se debe a que las mutaciones deletéreas graves son eliminadas por selección antes de que la deriva pueda fijarlas. Dan Andersson y Diarmid Hughes (1996) comprobaron experimentalmente el trinquete de Muller en poblaciones de la bacteria Salmonella typhimurium.A partir de una cepa silvestre tipo,Andersson y Hughes establecieron 444 cultivos experimentales, cada uno a partir de un solo individuo (Figura 7.16). Después de dejarlos crecer durante toda la noche, los investigadores propagaron los cultivos de nuevo, a partir de un solo individuo. Después de otra noche de crecimiento, propagaron los cultivos de nuevo, y así sucesivamente. Las bacterias se reproducen asexualmente por fisión binaria. Los cuellos de botella periódicos, durante los cuales el tamaño poblacional de los cultivos se redujo a un individuo, expusieron los cultivos a deriva genética. Los investigadores mantuvieron el experimento durante dos meses, dando a la deriva un total de unas 1.700 generaciones para actuar. Basándose en el trinquete de Muller,Andersson y Hughes predijeron que los cultivos bacterianos habrían acumulado mutaciones deletéreas. Andersson y Hughes comprobaron esta predicción comparando la eficacia de cada cultivo experimental respecto de la cepa silvestre que era su antecesor común. Los investigadores midieron la eficacia estimando la tasa de crecimiento poblacional. Entre sus 444 cultivos, Andersson y Hughes encontraron 5, o el 1%, con una eficacia significativamente reducida. El tiempo de generación de estos cinco cultivos iba de 25,0 a 47,5 minutos, comparado con los 23,2 minutos del antecesor silvestre. Ninguno de los 444 cultivos tenía una eficacia superior al del tipo silvestre. Estos resultados son consistentes con el trinquete de Muller. J. David Lambert y Nancy Moran (1998) se aprovecharon de un experimento natural para comprobar si el trinquete de Muller opera en la naturaleza. Lambert y Moran estudiaron nueve especies de bacterias que viven dentro de células de insectos. Estas bacterias son endosimbiontes obligados, lo que quiere decir que viven sólo en el interior de las células de los insectos. Las bacterias se transmiten de madres a hijos pasando por el citoplasma del huevo, exactamente como lo hacen las mitocondrias. Advierta que la bacteria endosimbiótica en el estudio de Lambert y Moran se propagan de una manera muy análoga al protocolo utilizado por Andersson y Hughes en su estudio de laboratorio. La única diferencia es que en el estudio de Lambert y Moran, las bacterias se han propagado de esta forma durante muchos millones de años. Las nueve especies de bacteria que Lambert y Moran estudiaron representan al menos cuatro inventos distintos del estilo de vida endosimbiótica, y cada grupo de endosimbiontes derivados independientemente tiene parientes próximos que viven de manera libre. Lambert y Moran comprobaron si los endosimbiontes, comparándolos con sus parientes de vida libre, habían acumulado mutaciones deletéreas. Los investigadores se centraron en los genes de RNA de la subunidad pequeña ribosomal (rRNA). A partir de la secuencia de los genes de rRNA de cada especie, Lambert y Moran calcularon la estabilidad térmica del rRNA codificado. La estabilidad es beneficiosa para los RNA, y las mutaciones deletéreas en un gen de rRNA la reducirán. En cada caso, Lambert y Moran encontraron que las bacterias endosimbióticas tenían RNA que era de un 15 a un 25% menos estable que sus parientes de vida libre. De nuevo, este resultado está de acuerdo con el trinquete de Muller. Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 221 Así pues, el trinquete de Muller funciona, tanto en la teoría como en la práctica. Para contrarrestar el trinquete, el sexo puede ser beneficioso. Sin embargo hay un problema con modelos que explican el sexo proponiendo a la deriva como causa del desequilibrio de ligamiento. Los beneficios que confiere el sexo en estos modelos se acumulan sólo durante un tiempo muy largo. Si aparece una hembra asexual en una población sexual, el trinquete de Muller tardaría muchas generaciones para ponerse al día en sus descendientes y disminuir su eficacia lo suficiente como para llevarlos a la extinción. Mientras tanto, los descendientes de las hembras asexuales gozarían del beneficio identificado por Maynard Smith de reproducirse el doble. No obstante, la rareza de las especies asexuales sugiere, como los experimentos de Dunbrack y sus colegas demuestran, que la ventaja del sexo se acumula después de pocas generaciones. Este razonamiento ha promovido la investigación de los beneficios del sexo a corto plazo. La selección impuesta por un cambio ambiental puede hacer que el sexo sea beneficioso Para ver la lógica de las teorías del ambiente cambiante para el sexo, imaginemos primero una hembra asexual y otra sexual viviendo en un ambiente constante. Si estas hembras sobreviven y se reproducen, y sus descendientes viven en el mismo ambiente, entonces los descendientes de la hembra asexual probablemente también sobrevivirán para reproducirse. Después de todo, reciben de sus madres exactamente el mismo genotipo ya comprobado. Sin embargo, los descendientes genéticamente diferentes de la hembra sexual, pueden o no sobrevivir para reproducirse, dependiendo de la naturaleza de las diferencias genéticas entre ellos mismos y su madre. Por este razonamiento, en un ambiente constante la reproducción asexual es una apuesta ganadora. Sin embargo, en un ambiente variable, todas las apuestas son perdedoras. Si el ambiente está cambiando de tal manera que la misma hembra asexual no pueda sobrevivir en las nuevas condiciones, entonces sus descendientes también tendrán un futuro incierto. Sin embargo, si el ambiente cambia para una hembra sexual, siempre hay una posibilidad de que alguno de sus distintos descendientes tengan genotipos que les permitan prosperar en las nuevas condiciones. Algunas teorías sobre el cambio ambiental se concretan en cambios en el ambiente físico, mientras que otras lo hacen en cambios en el ambiente biológico.Adviértase que todas las teorías sobre el cambio ambiental asumen compromisos, tales que los genotipos que funcionan relativamente bien en algunos ambientes necesariamente lo hacen relativamente mal en otros. A. H. Sturtevant y K. Mather (1938, citado en Felsenstein 1988) fueron los primeros en considerar un modelo genético poblacional explícito con selección variable. Imaginaron una población en la que la selección favorecía a algunos genotipos multilocus en algunas generaciones (por ejemplo, los genotipos AABB y aabb en un modelo de dos locus) y a otros genotipos algunas generaciones después (Aabb y aaBB). La población alternaría entre un régimen de selección que genera desequilibrio de ligamiento con valores positivos de D y un régimen de selección que genera desequilibrio de ligamiento con valores negativos de D (véase el Cuadro 7.1). En estas condiciones, el sexo podría estar favorecido por su capacidad para recrear genotipos que hubieran sido eliminados recientemente por selección pero que ahora son favorecidos. Como en el trinquete de Muller, los genes para el sexo aumentan a una gran frecuencia en los genotipos multilocus de eficacia elevada que ayudan a crear. El patrón variable de selección requerido por las teorías del cambio ambiental puede imponerse bien por factores físicos ambientales o por interacciones biológicas. Actualmente, la teoría más popular del sexo en ambientes variables, llamada a veces la “hipótesis de la Reina Roja,” implica una carrera de armamentos evolutivos entre los El sexo puede ser ventajoso porque recrea genotipos multilocus favorables que se han perdido por deriva. Entonces, los genes para el sexo aumentan a gran frecuencia en los genotipos de eficacia elevada que ayudan a crear. 222 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo que fueron eliminados recientemente por selección. Entonces, los genes para el sexo aumentan a altas frecuencias en los genotipos de eficacia elevada que ayudaron a crear. Población de parásitos Imagine un huésped en el que hay un compromiso entre una resistencia individual al genotipo I del parásito versus al genotipo II. La variación entre los individuos de la población podría asemejarse al gráfico de la derecha. Además, imagine que los parásitos con genotipo I son más abundantes que los parásitos con genotipo II. Figura 7.17 Una carrera de armamentos entre el parásito y el huésped puede hacer beneficioso al sexo Los huéspedes resistentes al genotipo I del parásito son necesariamente susceptibles al genotipo II del parásito y viceversa. A medida que la población de parásitos evoluciona en respuesta a los huéspedes, primero se selecciona en los huéspedes resistentes al genotipo I del parásito, luego en los huéspedes resistentes al genotipo II del parásito. Los genes para el sexo aumentarán a elevadas frecuencias en los genotipos que ayudan a crear, que normalmente serán los más adaptados. I II Resistencia al genotipo I del parásito I II Estas condiciones seleccionarán a favor de huéspedes que sean más resistentes al genotipo II del parásito. El sexo se favorecerá porque permite una rápida recreación de los genotipos que favorecen al huésped. Ahora, el huésped, como promedio, es resistente al genotipo II del parásito y susceptible al genotipo I del parásito. Esto seleccionará a favor del genotipo I del parásito Población de huéspedes Resistencia al genotipo I del parásito Estas condiciones seleccionarán a favor de huéspedes que sean más resistentes al genotipo I del parásito. Ahora, el huésped, como promedio, es resistente al genotipo I del parásito y susceptible al genotipo II del parásito. Esto seleccionará a favor del genotipo II del parásito. Resistencia al genotipo II del parásito multilocus, ahora favorables, Resistencia al genotipo II del parásito porque recrea genotipos parásitos y sus huéspedes (para una revisión véase Seger y Hamilton 1988; Lively 1996). Los parásitos y sus huéspedes están encerrados en una perpetua lucha, evolucionando el huésped para defenderse a sí mismo y evolucionando el parásito para evadir las defensas del huésped. Es fácil imaginar que una población de parásitos se seleccionará a favor de algunos genotipos multilocus del huésped en algunas generaciones y a favor de otros en otras generaciones. La Figura 7.17 presenta un escenario para tal resultado de interacción evolutiva. Curtis Lively (1992) investigó si los parásitos se seleccionan, de hecho, a favor del sexo en sus huéspedes. Lively estudió el caracol de agua dulce Potamopyrgus antipodarum. Este caracol, que vive en lagos y ríos en Nueva Zelanda, es el hospedador de una docena de especies de gusanos tremátodos parásitos. Los tremátodos típicamente castran a sus huéspedes comiéndose sus gónadas. En sentido evolutivo, la castración es equivalente a la muerte: evita la reproducción. Los tremátodos ejercen así sobre las poblaciones de caracoles una fuerte presión selectiva por la resistencia a la infección. Muchas especies de caracoles tienen dos tipos de hembras: hembras obligadamente sexuales, que producen una mezcla de descendientes masculinos y femeninos, y hembras obligadamente partenogenéticas, cuyas hijas son clones de sus madres.(Advierta que ambos tipos de hembras deben de tener un ovario para reproducirse; la diferencia es que los huevos de las hembras partenogenéticas no tienen que ser fecundados.) La proporción de sexuales respecto de asexuales varía de una población a otra.Así lo hace la frecuencia de infección por tremátodos. Si se establece una carrera de armamentos evolutiva entre los caracoles y los tremátodos seleccionando a favor del sexo de los caracoles (véase la Figura 7.17), entonces los caracoles sexuales deberían ser más frecuentes en las poblaciones con tasas de infección de tremátodos alta. Resistencia al genotipo II del parásito El sexo puede ser ventajoso Resistencia al genotipo I del parásito I II Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 223 Lively tomó muestras de caracoles de 66 lagos, determinó el sexo de cada caracol y si estaba infectado por parásitos. Lively utilizó la frecuencia de los machos de cada población como un índice de la frecuencia de hembras sexuales, ya que los machos los producen sólo las hembras sexuales. Lively encontró que en las poblaciones más fuertemente parasitadas había una mayor proporción de hembras que eran sexuales (Figura 7.18). Este resultado está de acuerdo con la teoría de selección variable del sexo. Lively advirtió que, dado que su estudio era sólo por observación, deberían considerarse explicaciones alternativas para la asociación que él encontró. Por ejemplo, si: 1. Las tasas de infección por tremátodos son mayores en poblaciones de caracoles más densas debido a que la alta densidad de huéspedes facilita la transmisión del parásito. 2. La frecuencia de hembras partenogenéticas es más elevada en poblaciones de caracoles menos densas porque el beneficio real de la partenogénesis es que permite a las hembras reproducirse aun cuando los machos son difíciles de encontrar. Luego la combinación de estos dos efectos daría lugar a una asociación positiva entre la frecuencia de sexuales y la frecuencia de infección por tremátodos. Lively rechazó esta explicación alternativa demostrando que aunque hay una correlación positiva entre la tasa de infección y la densidad de caracoles (el efecto 1 es cierto), hay también una correlación positiva entre la frecuencia de hembras partenogenéticas y la densidad de caracoles (el efecto 2 es falso). Después de considerar ésta y otras explicaciones alternativas, Lively concluyó que la explicación más simple para el patrón que encuentra es que los tremátodos realmente han seleccionado a favor de la reproducción sexual a los caracoles. En resumen, en el contexto de la genética de poblaciones, el efecto del sexo es reducir el desequilibrio de ligamiento. Por consiguiente, un modelo genético poblacional del valor adaptativo del sexo debe tener dos componentes: un mecanismo que origine el desequilibrio de ligamiento y una razón de por qué la selección favorece caracteres que tienden a reducir el desequilibrio de ligamiento. Hay dos tipos de modelos para el sexo. En el primer tipo, la deriva genética da lugar al desequilibrio de ligamiento. En ese caso el sexo se favorece porque ayuda a recrear genotipos con eficacia elevada perdidos por deriva. En el segundo tipo la selección natural da lugar al desequilibrio de ligamiento. En ese caso el patrón de selección cambia y el sexo se favorece porque ayuda a recrear los genotipos ahora favorables recientemente seleccionados en contra. Los distintos escenarios que favorecen al sexo son compatibles entre sí. Es probable que la selección variable impuesta por cambios tanto en el ambiente biológico como en el físico se combine con el trinquete de Muller para dar lugar a que la ventaja del sexo sea mayor que la ventaja que pueda conferir cualquier otro factor aislado (Howard y Lively 1998). (b) Frecuencia de machos (a) Figura 17.8 La frecuencia de individuos sexuales en poblaciones de un caracol está positivamente correlacionada con la frecuencia de sus tremátodos parásitos (a) El mapa muestra la 0,40 0,30 0,20 0,15 0,10 0,05 0,01 0,00 0,00 0,01 0,05 0,10 0,15 0,20 0,30 0,40 0,50 Infección total localización de los 66 lagos en los que Lively hizo un muestreo. En el esquema en círculo de cada población, la parte blanca representa la frecuencia de machos. (b) En el eje de coordenadas se representa la frecuencia de machos de cada población respecto de la proporción de caracoles infectados con tremátodos. En el gráfico se incluye la mejor regresión lineal. Los machos son más frecuentes en las poblaciones con más caracoles infectados. Según Lively (1992). 224 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo 7.3. La genética cuantitativa nos permite analizar la evolución por selección natural en caracteres controlados por muchos loci. Selección sobre caracteres cuantitativos Las herramientas conceptuales que desarrollamos en los Capítulos 5 y 6 y las herramientas que hemos desarrollado hasta el momento en el Capítulo 7, nos permiten analizar la evolución de caracteres controlados por uno o dos loci. Sin embargo, la mayoría de los caracteres en la mayoría de los organismos están determinados por los efectos combinados de muchos loci diferentes, y también son influenciados por el ambiente. En los ejemplos se incluye la estatura de los humanos, la velocidad de reacción de las lagartijas y el tamaño de las flores. Tales caracteres muestran variación continua entre individuos y se denominan caracteres cuantitativos; en contraste con los caracteres cualitativos, como la fibrosis quística (Capítulos 4 y 5), en los que una persona tiene el fenotipo afectado o no lo tiene. Necesitamos herramientas que nos permitan analizar y entender la genética y la evolución de los caracteres cuantitativos, aun cuando no conozcamos la identidad de muchos de los genes específicos implicados. Estas herramientas son el objeto de la genética cuantitativa y se tratarán en esta última sección del capítulo. Recuerde los principios básicos de la teoría de la evolución de Darwin por selección natural: si hay variación heredable en los individuos de una población, y si hay diferencias en la supervivencia y/o en el éxito reproductivo entre las variantes, entonces la población evolucionará. La genética cuantitativa abarca herramientas para medir la variación heredable, para medir las diferencias en supervivencia y/o en éxito reproductivo y en la predicción de la respuesta evolutiva a la selección. Medida de la variación heredable Imaginemos una población de organismos en la que para algún carácter hay variación continua entre los individuos. Por ejemplo, imaginemos una población humana en la que entre los individuos hay variación continua para la estatura. Los caracteres de variación continua están distribuidos típicamente de manera normal, por lo que el histograma de un carácter tiene la familiar forma acampanada. Por ejemplo, en una población humana típica, pocas personas son bajas, muchas tienen más o menos la estatura media y pocas son muy altas (Figura 7.19). Queremos saber: ¿es heredable la estatura? Merece la pena pensar cuidadosamente qué significa exactamente esta pregunta. Preguntas acerca de la heredabilidad se expresan a menudo en términos de naturaleza versus nutrición. Pero tales cuestiones son significativas sólo si se refieren a la comparación entre individuos. No tiene sentido fijarnos sólo en el estudiante del extremo izquierdo de la Figura 7.19a y preguntarnos, sin hacer referencia a otros individuos, si este estudiante tiene 4 pies y 10 pulgadas (1,47 m) por sus genes (naturaleza) o por su ambiente (nutrición). Tiene que tener tanto genes como un ambiente para estar vivo y una estatura dada. Él no consiguió 3 pies de su estatura por sus genes y 1 pie y 10 pulgadas por su ambiente, por lo que 3⬘ + 1⬘10 ⬙ = 4⬘10 ⬙. Él consiguió sus 4 pies y 10 pulgadas por la actividad de sus genes actuando en su ambiente. En dicho estudiante no podemos desligar las influencias de la naturaleza y de la nutrición. El único tipo de pregunta que tiene sentido hacerse es la comparativa: el más bajo de los estudiantes, ¿es más bajo que los estudiantes más altos porque tiene genes distintos, o porque creció en ambientes diferentes, o por ambas causas? Ésta es una pregunta que podemos responder. Por ejemplo, en principio podríamos tomar un gemelo idéntico del estudiante de baja estatura y criarlo en el ambiente experimentado por el estudiante más alto. Si este gemelo crece sólo hasta 4 pies y 10 pulgadas, entonces sabríamos que la diferencia entre los estudiantes más altos y más bajos se debe completamente a diferencias en sus genes. Si el gemelo crece hasta 6 pies y 2 pulgadas2 entonces sabríamos que las diferencias entre los estu2 Nota del traductor. Seis pies y 2 pulgadas son 74 pulgadas (estatura del individuo más alto de la distribución de la Figura 7.19b). Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 225 (a) 30 Número de estudiantes (b) Figura 7.19 Variación distribuida normalmente de un carácter (a) Fotografía, publicada en el Journal of 25 20 15 10 5 0 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 Estatura (en pulgadas) Heredity en 1914 por Albert Blakeslee, de un grupo de estudiantes del Connecticut Agricultural College distribuidos por estatura. La distribución de los estudiantes forma un histograma vivo. (Compare la foto de Blakeslee con la de la página 197, tomada en la misma escuela en 1996.) Reproducido con el permiso de la Oxford University Press (b) Histograma gráfico que presenta la distribución de las estaturas entre los estudiantes mostrados en (a). diantes más altos y más bajos se debe exclusivamente a diferencias ambientales. De hecho, el gemelo probablemente crecería hasta una estatura entre 4⬘10 ⬙ y 6⬘2⬙. Esto indicaría que las diferencias entre los dos estudiantes se deben parcialmente a diferencias en sus genes y a diferencias en sus ambientes. Considerando la población en conjunto, en lugar de sólo dos individuos, podemos preguntarnos: ¿qué porcentaje de la variación en estatura entre los estudiantes se debe a sus genes y qué porcentaje se debe a variaciones en su ambiente? El porcentaje de la variación total de un carácter que se debe a la variación en los genes se denomina la heredabilidad del carácter. La variación total de un carácter se denomina variación fenotípica y se simboliza por VP. La variación entre individuos debido a variación en sus genes se denomina variación genética y se simboliza por VG. La variación entre individuos debido a variación en sus ambientes se denomina variación ambiental y se simboliza por VE.Así, tenemos: Vg VG heredabilidad ⫽ ᎏᎏ ⫽ ᎏᎏ VP VG ⫹ VE De manera más precisa, este porcentaje se conoce como la heredabilidad en sentido amplio, o grado de determinación genética. Definiremos en breve la heredabilidad en sentido estricto. La heredabilidad es siempre un número entre 0 y 1. Antes de liarnos más profundamente en abstracciones simbólicas, advirtamos el hecho cierto de que si la variación entre individuos se debe a la variación en sus genes, entonces los descendientes se parecerán a sus padres. En principio es fácil comprobar si lo son. Primero representaremos en un eje de coordenadas los valores del carácter de los descendientes en el eje de las y, y el valor del carácter de los padres en el eje de las x (Figura 7.20). Cada descendiente tiene dos padres, por lo que calcularemos el valor medio de éstos. Si tenemos más de un descendiente en cada familia, utilizaremos también el valor medio de los hijos. Luego dibujaremos la línea que más se ajusta a los datos. Si los descendientes no se parecen a sus padres, entonces el valor de la pendiente de la línea estará El primer paso en un análisis genético cuantitativo es determinar el grado en el que el carácter en cuestión es heredable. Es decir, tenemos que hacer la partición de la variación fenotípica total (VP) en un componente debido a la variación genética (VG) y otro componente debido a la variación ambiental (VE). 226 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo (a) Heredabilidad aproximadamente 0 Alto Figura 7.20 Representación en un eje de coordenadas de la estatura de los descendientes en función de la de los padres Cada una de las tres gráficas superiores muestran datos de una población hipotética, en las que se incluye la mejor regresión lineal a los datos. (a) En esta población los descendientes no se parecen a sus padres. (b) En esta población los descendientes tienen un cierto parecido con sus padres. (c) En esta población los descendientes se parecen muchísimo a sus padres. (d) Este gráfico presenta los datos de una población real de estudiantes de un curso reciente sobre evolución de una Universidad de la costa Noroeste del Pacífico, U.S.A. Bajo Estatura media de los hijos Bajo Alto (b) Heredabilidad aproximadamente 0,5 Alto Bajo Bajo Alto (c) Heredabilidad aproximadamente 1 Alto Bajo Estatura media de los hijos (en pulgadas) Bajo Alto Estatura media de los padres (d) Estudiantes y sus padres 76 72 68 Pendiente = 0,84 64 60 60 64 68 72 76 Estatura media de los padres (en pulgadas) La heredabilidad, h2, es una próxima a 0 (Figura 7.20a); es evidente que la variación de los individuos de la población se debe a la variación en sus ambientes, no a la variación en sus genes. Si los descendientes se parecen muchísimo a sus padres, el valor de la pendiente será próximo a 1 (Figura 7.20c); esto demuestra que la variación de los individuos de la población se debe a la variación en sus genes, no a la variación en sus ambientes. La mayoría de los caracteres se encuentran en muchas poblaciones entre ambos valores, con descendientes presentando un parecido moderado a sus padres (Figura 7.20b); esto prueba que la variación de los individuos se debe parcialmente a la variación en sus ambientes, y parcialmente a la variación en sus genes. La Figura 7.20d muestra los datos de una población real de estudiantes. (Para otro ejemplo, vuelva a la Figura 3.4, donde se analiza la heredabilidad de la altura del pico en los pinzones de Darwin.) Los ejemplos de la Figura 7.20 ilustran que la pendiente de la línea que más se ajusta en una representación del valor medio de hijos respecto del valor medio de los padres es un número entre 0 y 1 que refleja el grado en que la variación de la población se debe a la variación en los genes. En otras palabras, podemos tomar a la pendiente como una estima de la heredabilidad. Si determinamos la línea que más se ajusta utilizando el método de la regresión lineal de mínimos cuadrados, entonces la pendiente representa una versión de la heredabilidad, simbolizada por h2, que se denomina heredabilidad en sentido estricto. La regresión lineal por mínimos cuadrados es el método típico que se enseña en textos introductorios de estadística y que se utiliza en paquetes de programas estadísticos para determinar la línea que más se ajusta. (Para los lectores familiarizados con la estadística, se puede evitar alguna confusión si advertimos que h2 no es el porcentaje de la variación entre los descendientes que se explica por la variación en los padres. Dicha cantidad sería r 2. Más bien, h2 es una estima del porcentaje de la variación entre los padres que se debe a la variación en sus genes.) Para explicar la diferencia entre la heredabilidad en sentido estricto y la heredabilidad en sentido amplio, necesitamos distinguir entre dos componentes de la variación genética: la variación genética aditiva y la variación genética de la dominancia. La variación genética aditiva (VA) es la variación entre los individuos debido a los efectos aditivos de los genes, mientras que la variación genética de la dominancia (VD) es la variación entre individuos debida a las interacciones génicas tales como la dominancia3 (véase el Cuadro 7.5). La variación genética total es la suma de la variación genética aditiva y de la dominancia: VG = VA + VD. La heredabilidad en sentido amplio, definida anteriormente, es VG/VP. La heredabilidad en sentido estricto, h2, se define como, VA VA ᎏ h2 ⫽ ᎏᎏ ⫽ ᎏ VP VA ⫹ VD ⫹ VE Cuando un biólogo evolutivo menciona la heredabilidad sin advertir si está utilizando el término en sentido amplio o en sentido estricto, casi siempre se refiere a la heredabilidad en sentido estricto. Utilizaremos la heredabilidad en sentido estricto en el resto de esta medida de la variación genética (aditiva) de un carácter. 3 Nota del traductor. Tal como está definida en el texto, la VD engloba tanto a la VD en sentido estricto (variación entre individuos debida a las relaciones de dominancia entre los alelos de los genes) como a la llamada varianza de la interacción, VI (variación entre individuos debida a las interacciones entre los distintos genes): es decir, VG = VA + VD + VI. Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 227 CUADRO 7.5 Variación genética aditiva respecto de la variación genética de la dominancia A quí utilizaremos un ejemplo numérico para distinguir entre la variación genética aditiva y la variación genética de la dominancia. Para simplificar la discusión, analizaremos la variación genética en un locus con dos alelos como si estuviéramos analizando un carácter cuantitativo. Asumiremos que no hay variación ambiental en el carácter en cuestión: el fenotipo de un individuo está determinado única y exclusivamente por su genotipo. Los alelos del locus son A1 y A2; cada uno con una frecuencia de 0,5 y la población se encuentra en equilibrio de Hardy-Weinberg. Consideraremos dos situaciones: (1) los alelos son codominantes; (2) el alelo A2 es dominante sobre el alelo A1. Situación (1): los alelos A1 y A2 son codominantes Los individuos A1A1 tienen el fenotipo 1. En los individuos A1A2 y A2 A2 cada copia del alelo A2 añade 0,5 al fenotipo. En la Figura 7.21a, a la izquierda, hay un histograma que muestra la distribución de los fenotipos de la población. En el centro y a la derecha hay una representación que nos permite analizar la variación genética de la población. El eje de las x representa al genotipo, con el número de copias del alelo A2. El eje de las y representa al fenotipo. La línea gris horizontal indica el fenotipo medio de la población (=1,5). Las gráficas del centro muestran que la variación genética total, VG, es función de la desviación de cada punto respecto de la media de la población (flechas verdes). Podemos cuantificar VG calculando la suma de las desviaciones al cuadrado. La representación de la derecha muestra la línea que mejor se ajusta a los puntos (roja). La variación genética aditiva, VA, se define como aquella fracción de la variación genética total que es explicada por la línea que mejor se ajusta (flechas azules). En este caso, la línea que mejor se ajusta explica toda la variación genética, por lo que VG = VA. No hay variación genética de la dominancia. Situación (2): el alelo A2 es dominante sobre el alelo A1 Esta vez los individuos A1A1 tienen de nuevo el fenotipo 1. Sin embargo, los efectos al sustituir las copias de A1 por copias de A2 no son estrictamente aditivos: la primera copia de A2 (que convierte al genotipo en A1A2) cambia al fenotipo de 1 a 2. La segunda copia de A2 (que convierte al genotipo en A2A2) no altera más al fenotipo. A la izquierda de la Figura 7.21b hay un histograma que muestra la distribución de los fenotipos de la población. En el centro y a la derecha hay una representación que nos permite analizar la variación genética de la población. La gráfica del centro muestra que la variación genética total, VG, es función de la desviación de cada punto (flechas verdes) respecto de la media de la población (línea gris = 1,75). La representación de la derecha muestra la línea que mejor se ajusta a los puntos (roja). La variación genética aditiva, VA, es aquella fracción de la variación genética total que es explicada por la línea que mejor se ajusta (flechas azules). La variación genética de la dominancia, VD, es aquella fracción de la variación genética total que queda sin explicar por la línea que mejor se ajusta (flechas amarillas). En este caso, la línea que mejor se ajusta explica sólo parte de la variación genética, por lo que VG = VA + VD. (a) Sin dominancia. Fenotipos: A1A1 = 1; A1A2 = 1,5; A2A2 = 2 Fenotipo Porcentaje de población 0,75 0,5 0,25 0 VG 2,5 Histograma 1 1,5 2 Fenotipo 2,5 2 2 1,5 1,5 1 1 0,5 0,5 0 1 2 VG = VA+VD; VD = 0 0 1 2 Genotipo (Número de alelos A2) (b) Dominancia completa. Fenotipos: A1A1 = 1; A1A2 = 2; A2A2 = 2 Fenotipo Porcentaje de población 0,75 0,5 0,25 0 1 1,5 Fenotipo 2 VG 2,5 Histograma 2,5 2 2 1,5 1,5 1 1 0,5 0 1 2 0,5 VG = VA + VD 0 Genotipo (Número de alelos A2) 1 2 Figura 7.21 Variación genética aditiva respecto de la variación genética de la dominancia en un carácter controlado por los dos alelos de un locus. 228 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo y = 0,98x - 0,01 Tamaño medio del pico de los hijos (mm) 6,2 r 2 = 0,496 5,8 5,4 5,4 5,8 6,2 Tamaño medio del pico de los padres biológicos (mm) y = - 0,18x + 6,86 6,2 r 2 = 0,011 5,8 5,4 5,4 5,8 6,2 Tamaño medio del pico de los padres adoptivos (mm) Figura 7.22 Un experimento en el campo sobre la heredabilidad del tamaño del pico en los gorriones cantores El gráfico superior muestra las relaciones entre el tamaño medio del pico entre los descendientes (media familiar del tamaño del pico) y el tamaño del pico de los padres biológicos (tamaño medio del pico de los padres biológicos). El gráfico inferior muestra las relaciones entre el tamaño medio del pico entre los descendientes (media familiar del tamaño del pico) y el tamaño del pico de los padres adoptivos (tamaño medio del pico de los padres adoptivos). Los pollitos se parecen muchísimo a sus padres biológicos y nada a sus padres adoptivos. De Smith y Dhondt (1980). Copyright © 1980, Evolution. Reimpreso con el permiso de Evolution. discusión. Es la heredabilidad en sentido estricto, h2, la que nos permite predecir cómo responderá una población a la selección. Cuando se estima la heredabilidad de un carácter en una población, es importante tener en mente que los descendientes se pueden parecer a sus padres por razones distintas de los genes que han heredado los descendientes (véase el Cuadro 3.1). El ambiente también va por familias. Por ejemplo, en la especie humana, algunas familias hacen más ejercicio que otras y familias distintas toman distintas dietas. Nuestra estima de la heredabilidad será precisa sólo si podemos asegurarnos que no hay correlación entre el ambiente experimentado por los padres y el experimentado por sus hijos. Obviamente esto no lo podemos hacer en un estudio sobre nuestra especie. Sin embargo, al estudiar animales podemos reunir a todos los descendientes al nacer y luego adjudicarles padres adoptivos al azar. En un estudio de vegetales, podemos situar las semillas en localizaciones al azar en un campo. Por ejemplo, James Smith y André Dhondt (1980) estudiaron el gorrión cantor (Melospiza melodia) para determinar la heredabilidad del tamaño del pico. Recogieron crías de nidos en el campo, a veces huevos y a veces recién eclosionados, y los desplazaron a nidos de padres adoptivos elegidos al azar. Cuando los pollitos crecieron, Smith y Dhondt calcularon el valor medio de los pollitos descendientes y el valor medio de los padres, tanto de los biológicos como de los adoptivos. Las gráficas con la relación entre el tamaño de los picos de los descendientes y el tamaño del pico de los padres aparecen en la Figura 7.22. Los pollitos se parecen muchísimo a sus padres biológicos y en absoluto a sus padres adoptivos. Estos resultados demuestran que, prácticamente, toda la variación del tamaño del pico en esta población se debe a la variación en los genes. Smith y Dhondt estimaron la heredabilidad del tamaño del pico en 0,98. Hay una serie de métodos diversos para estimar la heredabilidad junto al cálculo de la pendiente de la línea más ajustada de descendientes respecto de los padres. Por ejemplo, se pueden utilizar estudios de gemelos. La lógica del estudio de los gemelos es la siguiente. Los gemelos monozigóticos (idénticos) comparten su ambiente y todos sus genes, mientras que los gemelos dizigóticos (fraternos) comparten su ambiente y la mitad de sus genes. Si la heredabilidad es alta, y la variación entre individuos se debe básicamente a la variación en los genes, entonces los gemelos monozigóticos serán más similares entre sí que los gemelos dizóticos entre sí. Si la heredabilidad es baja, y la variación entre los individuos se debe principalmente a la variación en el ambiente, entonces los gemelos monozigóticos serán tan diferentes entre sí como los gemelos dizigóticos. Para una introducción detallada sobre métodos para el cálculo de la heredabilidad, véase Falconer (1989). Los datos sobre la heredabilidad de los caracteres son malinterpretados frecuentemente, especialmente cuando la especie en estudio es la humana.Volveremos a este tema más tarde. Medida de las diferencias en supervivencia y en éxito reproductor En los párrafos anteriores hemos desarrollado técnicas para medir la variación heredable en caracteres cuantitativos, el primer principio de la teoría de la evolución de Darwin por selección natural. El siguiente principio de la teoría de Darwin es que hay diferencias en la supervivencia y/o en el éxito reproductor entre individuos. Discutiremos ahora las técnicas para medir las diferencias en este éxito, es decir, en la medida de la fuerza de la selección. Una vez que podamos medir tanto la variación heredable como la fuerza de la selección, seremos capaces de predecir el cambio evolutivo en respuesta a la selección. El tipo de diferencias en el éxito imaginadas en la teoría de Darwin son diferencias sistemáticas. Como promedio, los individuos con algunos valores en un carácter sobreviven con mayor probabilidad, o producen más descendientes, que individuos con otros valores del carácter. Para medir la fuerza de la selección, veremos primero quién sobrevive o se Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 229 reproduce y quién no. Luego cuantificaremos la diferencia entre ganadores y perdedores para el carácter de interés. En experimentos de selección, la fuerza de la selección es fácil de calcular. Por ejemplo, consideremos un experimento realizado por R. J. Di Masso y sus colegas (1991). Estos investigadores iniciaron el cruce de ratones con colas más largas. Querían saber cómo cambiaría el programa de desarrollo que da lugar a la cola de los ratones bajo presión de selección. El embrión del ratón, ¿haría la cola más larga alargando cada una de sus vértebras o añadiendo vértebras extras? Los investigadores midieron en cada generación las colas de todos los ratones de su población. Luego seleccionaron los ratones con las colas más largas y dejaron que se cruzaran entre sí para dar lugar a la generación siguiente. Para ver cómo cuantificar la fuerza de la selección, suponga que los investigadores seleccionaron como padres a un tercio de los ratones con las colas más largas. La medida más simple de la fuerza de la selección es la diferencia entre la longitud media de la cola de los padres y la longitud media de la cola de toda la población (Figura 7.23a). Esta medida se denomina diferencial de selección y se simboliza por S. Hay una segunda medida de la fuerza de la selección que es útil porque es aplicable en muchos casos. Esta medida se denomina el gradiente de selección (Lande y Arnold 1983). El gradiente de selección se calcula de la siguiente manera: 1. Asigne la eficacia absoluta a los ratones de la población. Consideraremos a la eficacia como la supervivencia hasta la edad reproductiva. En nuestra población, 1/3 de los ratones sobrevive lo suficiente como para reproducirse. (Esto no significa necesariamente que se mate realmente a los ratones de cola corta, ya que son eliminados de la población seleccionada; en cuanto a lo que se refiere a nuestra población seleccionada, los ratones de cola corta no se cruzan, por lo que no sobreviven lo suficiente como para (b) El gradiente de selección 6 3 5 Pendiente = Gradiente 2 de selección Eficacia relativa Número de individuos (a) El diferencial de selección 4 3 2 1 1 0 0 1,5 3 t 4,5 t* Longitud de la cola 6 0 1,5 3 4,5 6 Diferencia entre medias = diferencial de selección Longitud de la cola Figura 7.23 Medida de la fuerza de la selección (a) El histograma muestra la variación en la longitud de la cola en una población ficticia de ratones de laboratorio. Las barras rojas representan a los ratones elegidos como padres de la generación siguiente. El triángulo gris señala la longitud media de la cola de la población en conjunto; el triángulo rojo señala la longitud media de la cola de los padres seleccionados. La diferencia entre estas dos medias es el diferencial de selección. (b) En el eje de coordenadas se presenta para la misma población ficticia de ratones la eficacia relativa (véase el texto) en función de la longitud de la cola. Los puntos rojos representan a los ratones elegidos como padres de la generación siguiente. Se incluye el mejor ajuste lineal (en verde). La pendiente de la mejor regresión lineal es el gradiente de selección. El segundo paso en un análisis genético cuantitativo es medir la fuerza de la selección sobre el carácter en cuestión. Una medida es el diferencial de selección, S, que es igual a la diferencia entre los individuos seleccionados y la media del conjunto de la población. Una segunda medida (relacionada) de la fuerza de la selección es el gradiente de selección. 230 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo reproducirse.) Los 2/3 de ratones de cola corta tienen una eficacia de 0 y 1/3 de los ratones de cola larga tienen una eficacia de 1. 2. Convierta la eficacia absoluta en eficacia relativa. La eficacia media de la población es 0,33 (por ejemplo, si hay 30 ratones en la población, la media es [{20 ⫻ 0} + {10 ⫻ 1}]/30 = 0,33). Calculamos la eficacia relativa de cada ratón dividiendo su eficacia absoluta (0 ó 1) por la eficacia media (0,33). Los ratones de cola corta tienen una eficacia relativa de 0; los ratones de cola larga tienen una eficacia relativa de 3. 3. Represente en un eje de coordenadas la eficacia relativa en función de la longitud de la cola y calcule la pendiente de la línea que mejor se ajusta (Figura 7.23b). La pendiente es el gradiente de selección. CUADRO 7.6 El gradiente de selección y el diferencial de selección E l diferencial de selección es una medida intuitivamente directa de la fuerza de la selección: es la diferencia entre la media de un carácter entre los supervivientes y la media del carácter en el conjunto de la población. El gradiente de selección, aunque más abstracto, tiene varias ventajas. Entre éstas está el que el gradiente de selección se puede calcular en una gran variedad de medidas de la eficacia. El hecho de que el gradiente de selección esté íntimamente relacionado con el diferencial de selección, concede al primero algo del atractivo intuitivo del segundo. Aquí mostraremos que en nuestro ejemplo sobre la longitud de la cola de los ratones (Figura 7.23), el gradiente de selección t para la longitud de la cola es igual al diferencial de selección para la longitud de la cola dividido por la varianza de ésta. Imagine que en nuestra población tenemos 30 ratones. Primero, advierta que el diferencial de selección es: S ⫽ t* ⫺ tdonde t* es la longitud media de la cola de los 10 ratones que hemos seleccionado como padres, y t- es la longitud media de la cola del conjunto de la población de 30 ratones. El gradiente de selección es la pendiente de la línea que mejor se ajusta al relacionar la eficacia relativa w en función de la longitud de la cola. La pendiente de la línea que mejor se ajusta en regresión lineal viene dada por la covarianza de y y x dividida por la varianza de x: cov(y, x) ᎏ pendiente ⫽ ᎏ var(x) La covarianza de y y x se define como 1 n cov(y, x) ⫽ ᎏᎏ Σ (yi ⫺ y– )(xi ⫺ x– ) n i ⫽1 y la varianza de x se define como: 1 n var(x) ⫽ ᎏᎏ Σ (xi ⫺ x– )2 n i ⫽1 donde n es el número de observaciones, –y es el valor medio de y, y x– es el valor medio de x. El gradiente de selección para t es, por consiguiente: cov( w, t) gradiente de selección ⫽ ᎏᎏ var(t) Por ello, lo que necesitamos demostrar es que la cov(w, t) ⫽ ⫽t* ⫺ t-. Debido a que (por definición) la eficacia relativa media es 1, podemos escribir: 1 30 cov(w,t) ⫽ ᎏᎏ Σ (wi ⫺ 1)(ti ⫺ t ) 30 i ⫽1 1 30 1 30 1 30 1 30 ⫽ ᎏᎏ Σ (wi ti) ⫺ ᎏᎏ Σ (wi t-) ⫺ ᎏᎏ Σ (ti) ⫹ ᎏᎏ Σ ( t-) 30 i ⫽1 30 i ⫽1 30 i ⫽1 30 i ⫽1 1 ⫽ ᎏᎏ 30 1 ⫽ ᎏᎏ 30 30 - - ( wi ti) ⫺ t ⫺ t ⫹ t Σ i ⫽1 30 ( wi ti) ⫺ t ⫽ t * ⫺ t Σ i ⫽1 El último paso puede no ser claro. Para ver que 1 30 ᎏᎏ Σ (wi ti) ⫽ t* 30 i ⫽1 advierta que para los primeros 20 ratones wi = 0, y para los 10 últimos wi = 3. Esto significa que: 1 ᎏᎏ 30 30 Σ 1 30 3 30 ( 3t ) ⫽ ᎏ Σ i 3ᎏ0 i ⫽21 Σ (ti) 30 i ⫽21 (wi ti) ⫽ ᎏᎏ i ⫽1 1 30 Σ (ti) ⫽ t * 10 i ⫽21 ⫽ ᎏᎏ Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 231 A primera vista puede parecer que el gradiente de selección y el diferencial de selección no tengan mucho que ver entre sí. La verdad es que están íntimamente relacionados y cada uno se puede convertir en el otro. Si estamos analizando la selección sobre un único carácter como la longitud de la cola, entonces el gradiente de selección es igual al diferencial de selección dividido por la varianza de la longitud de la cola (véase el Cuadro 7.6). Una ventaja del gradiente de selección es que lo podemos calcular para cualquier valor de la eficacia, no sólo para la supervivencia. Por ejemplo, podríamos medir la eficacia de una población natural de ratones por el número de descendientes destetados. Si calculamos primero la eficacia relativa de cada ratón (dividiendo su número de descendientes por el número medio de descendientes), luego representamos la eficacia relativa en función de la longitud de la cola y calculamos la pendiente de la línea que mejor se ajusta, entonces dicha pendiente es el gradiente de selección. (Para una introducción sobre otras ventajas del gradiente de selección, véase el Cuadro 7.7.) Di Masso et al. seleccionaron a sus ratones para cola larga durante 18 generaciones seguidas. Los ratones de la generación 18 tenían una cola más del 10% más larga que los ratones de la población control. Los ratones de cola larga tenían 28 vértebras en sus colas, mientras que los controles tenían 26 ó 27. El programa de desarrollo había sido alterado fabricando más vértebras, no alargando cada una de ellas. CUADRO 7.7 Selección sobre caracteres múltiples y caracteres correlacionados E n el texto analizamos la selección sobre un carácter cuantitativo cada vez. Sin embargo, en la naturaleza la selección actúa a menudo sobre varios caracteres a la vez. Proporcionaremos aquí una breve introducción de cómo las técnicas de genética cuantitativa pueden extenderse para analizar la selección sobre caracteres múltiples. Para los detalles matemáticos véase a Lande y Arnold (1983), Phillips y Arnold (1989) y Brodie, Moore y Janzen (1995). En el Capítulo 3 discutimos la selección natural sobre el tamaño del pico en los pinzones de Darwin. Durante la sequía de 1976-1977 en la isla Daphne Major, los pinzones terrestres medianos con picos más altos sobrevivieron con mayor frecuencia. La altura del pico es heredable, por lo que la población evolucionó. Peter Grant y Rosemary Grant han reanalizado los datos de este episodio de selección, buscando la selección sobre varios caracteres simultáneamente. Discutiremos su análisis sobre dos caracteres: altura y anchura del pico. Sólo presentaremos su aspecto cualitativo; para datos numéricos véase Grant y Grant (1995). Los pinzones terrestres medianos de Daphne Major varían tanto en altura como en anchura del pico. Estos dos caracteres están muy correlacionados. Picos altos tienden a ser anchos y picos bajos tienden a ser estrechos. Las razones de por qué esto es así van más allá del alcance de esta discusión. Tomaremos como un hecho el que es difícil o imposible construir un pinzón con un pico que sea alto y estrecho o un pico que sea bajo y ancho. Durante la sequía de 1976-1977, cuando el alimento era escaso y muchos pinzones pasaron hambre, la selección actuó tanto sobre la altura del pico como sobre su anchura. Si estuviéramos analizando sólo una de estas características, podríamos medir la fuerza de la selección como la pendiente de la línea de regresión que relaciona la eficacia con el tamaño del pico. Éste es el gradiente de selección introducido en el texto. Para analizar ambas características a la vez, podemos medir la fuerza de la selección como la pendiente del plano de regresión múltiple que relacione la eficacia tanto con la altura del pico como con la anchura. Esta pendiente es una gradiente de selección de dos dimensiones. Observe el gráfico tridimensional de la Figura 7.24a. La altura del pico está representada por uno de los ejes horizontales; la anchura por el otro. La eficacia está representada por el eje vertical. La superficie dada por la parrilla es el plano mejor ajustado. La eficacia en cada esquina del plano mejor ajustado, o superficie de selección, está señalada con un triángulo azul. La selección favorece a las aves con picos que sean tanto altos como estrechos. Las aves con mayor probabilidad de supervivencia durante la sequía serían aves con un pico muy alto y muy estrecho, localizadas en la esquina derecha posterior de la superficie de selección. Sin embargo, recuerde que la altura y la anchura del pico están correlacionados. Es imposible construir un ave perfecta. La correlación entre la altura y la anchura está representada por la flecha negra de dos puntas en la base 232 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Continuación Eficacia CUADRO 7.7 An ch ur ad el p ico (a) Altura del pico (d) Eficacia Anchura del pico (c) Eficacia (b) Altura del pico Anchura del pico Altura del pico Figura 7.24 Análisis multidimensional de la selección sobre el tamaño del pico en los pinzones terrestres medianos (a) El plano muestra las relaciones entre la eficacia y tanto con la altura como con la anchura del pico. Las aves con picos más altos y estrechos tienen la mayor eficacia; (b), (c) y (d) muestran el mismo escenario en gráficos bidimensionales. del gráfico tridimensional. Durante la sequía, la selección presionó más intensamente en la dirección indicada por la flecha ancha azul oscuro. Esto habría desplazado la media de la población desde el centro del gráfico, directamente por el camino más escarpado a lo largo de la superficie de selección, hacia la forma de pico mejor posible. Pero debido a la correlación entre la altura y la anchura del pico, la población no pudo desplazarse en la dirección en la que presionaba la selección. Sólo se pudo desplazar a lo largo de la flecha negra de dos puntas. La selección favoreció más intensamente a los picos altos que a los picos estrechos. Por ello, el promedio de la población se desplazó hacia un pico que fue más alto y más ancho que antes de la sequía. Este cambio se representa por la flecha gruesa verde. Los gráficos tridimensionales pueden ser difíciles de interpretar, por lo que hemos incluido las Figuras 7.24b, (c) y (d), que ilustran el mismo análisis en gráficos de dos dimensiones. La Figura 7.24b presenta el gradiente de selección de la altura del pico, manteniendo constante la anchura del pico. La selección favorece a pájaros con picos más altos. La Figura 7.24c presenta el gradiente de selección de la anchura del pico, manteniendo constante la Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 233 CUADRO 7.7 Continuación altura del pico. La Figura 7.24d muestra la correlación entre la anchura y la altura del pico (flecha negra con dos puntas), representando a la eficacia por la intensidad del color azul a lo largo del gráfico. La selección presiona a la media de la población hacia un pájaro con un pico alto y estrecho (flecha gruesa azul oscuro), pero debido a la correlación entre la altura y la anchura, la población no puede ir hacia allí. La selección favorece el aumento de la altura más intensamente que la disminución de la anchura, por lo que la media de la población se desplaza hacia un pico más alto y más ancho (flecha gruesa verde). El análisis de la selección de Grant y Grant sobre los picos de los pinzones ilustra las ventajas de observar varios caracteres al mismo tiempo, de utilizar gradientes de selección para medir la fuerza de la selección y de reconocer que los caracteres pueden estar correlacionados. Imagine que hubiéramos considerado sólo la anchura del pico y calculado el diferencial de selección. El superviviente promedio tendría un pico más ancho que el promedio de las aves que vivían antes de la sequía. El diferencial de selección, la diferencia entre la media de la población antes y después de la selección, sugeriría que la selección favoreció a los picos más anchos. Pero el análisis multidimensional revela que esto no fue así. Se seleccionó en contra de la anchura del pico, pero fue arrastrada en la carrera como consecuencia de la fuerte selección a favor de la altura del pico. Grant y Grant asumieron en su análisis que las relaciones entre la anchura y la altura del pico y la eficacia, era lineal, como lo demuestra la superficie de selección plana de la Figura 7.24a. Sin embargo, las relaciones entre un par de caracteres y la eficacia no siempre es lineal. El trabajo de Edmund Brodie (1992) nos proporciona un ejemplo. Brodie siguió individualmente la supervivencia de varios cientos de formas juveniles de serpientes del género Thamnophis marcadas. Estimó el efecto sobre la eficacia de dos caracteres que ayudan a las serpientes a evadirse de los predadores: el patrón de color (rayado respecto de no rayado) y el comportamiento de evasión (escape en línea recta respecto de muchos cambios de dirección). El análisis de Brodie dio lugar a la superficie de selección que se muestra en la Figura 7.25. Las serpientes con tasas de supervivencia más altas eran las que tenían rayas y se escapaban en línea recta y aquellas sin rayas y que realizaban muchas inversiones de dirección. Otras combinaciones de estos caracteres se seleccionaron en contra. Dada una superficie de selección, podemos seguir la evolución de una población rastreando la posición del individuo promedio. En general, se espera que una población evolucione, por lo que subirá por la pendiente más empinada desde su actual localización. Sin embargo, como demostró el estudio de Grant y Grant sobre el pico de los pinzones, las correlaciones entre los caracteres pueden impedir que una población siga esta ruta predeterminada. Superficies de selección como las presentadas en las Figuras 7.24 y 7.25 se denominan a menudo paisajes adaptativos, pero este término tiene una historia compleja y varios significados distintos (véase el Capítulo 9 en Provine 1986; Capítulo 11 de Wright 1986;Wright 1988). 5,4 Eficacia 4,3 3,3 2,2 1,1 Figura 7.25 Análisis multidimensional de la selección sobre las defensas de las serpientes contra los predadores La superficie de la parrilla 0,1 2,5 Rayado 0,7 –1,1 3,5 1,2 –1,1 Inversión de la marcha presenta las relaciones entre la eficacia y tanto el patrón de color como el comportamiento evasivo. De la Figura 1 de Brodie (1992). Copyright © 1992, Evolution. Reimpreso con el permiso de Evolution. 234 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Predicción de la respuesta evolutiva a la selección Una vez que conocemos la heredabilidad y el diferencial de selección, podemos predecir la respuesta evolutiva a la selección. Ésta es la ecuación para hacerlo: R = h2S podemos utilizarlos para predecir la respuesta a la selección, R. Figura 7.26 La respuesta a la selección es igual a la heredabilidad multiplicada por el diferencial de selección Los valores medios de padres e hijos están indicados como puntos en el eje de coordenadas y como rombos en los ejes x e y. Los símbolos rojos representan a las 10 familias con los valores medios de – los padres más altos. P es el promedio de los valores medios de los padres para el conjunto de la población; P* es el promedio de los valores medios de los padres de las familias con los valores medios de los – padres más altos. O es el promedio de los valores medios de los hijos para el conjunto de la población; O* es el promedio de los valores medios de los hijos de las familias con los valores medios de los padres más altos. Según Falconer (1989). 7 Valor medio de los hijos Una vez conocido h2 y S, donde R es la respuesta vaticinada a la selección, h2 es la heredabilidad y S el diferencial de selección. La lógica de esta ecuación se muestra gráficamente en la Figura 7.26. En esta figura se presenta en un eje de coordenadas los valores medios de los descendientes en función del valor medio de los padres, del mismo modo que en la Figura 7.20. En la Figura 7.26 se representa la longitud de la cola de una población de 30 familias de ratones. La representación incluye la línea que mejor se ajusta, cuya pendiente es una estima de la heredabilidad h2. – Miremos primero al eje de las x. P es el valor promedio de los valores medios de los padres del conjunto de la población. P* es el promedio de los diez valores medios de – los padres más grandes. La diferencia entre P y P* es el diferencial de selección (S) que hubiéramos aplicado a esta población si hubiéramos elegido como padres sólo a las 10 parejas de padres con los valores medios más altos. – Miremos ahora al eje de las y. O es el promedio de los valores medios de los descendientes del conjunto de la población. O* es el promedio de los valores medios de los hijos – de las 10 parejas de padres. La diferencia entre O* y O es la respuesta evolutiva (R) que hubiéramos obtenido como consecuencia de haber seleccionado como padres sólo a las 10 parejas con los valores medios más altos. La pendiente de una línea se puede calcular como la elevación respecto de su recorrido. Si comparamos los promedios poblacionales con selección y sin selección tenemos una – – elevación de (O* ⫺ O), respecto de un recorrido (P* ⫺ P ), por lo que – (O* ⫺ O) R h2 ⫽ ᎏᎏ – ⫽ ᎏᎏ (P* ⫺ P ) S 2 En otras palabras, R ⫽ h S. Disponemos ahora de una serie de herramientas para estudiar la evolución de caracteres multilocus sujetos a la selección natural. Podemos estimar cuánta variación de un carácter se debe a la variación en los genes, cuantificar la fuerza de la selección que resulta de diferencias en supervivencia o reproducción y ponerlos juntos para predecir cuánto cambiará la población de una generación a la siguiente. 6 5 O* O 4 3 Pendiente = h2 = 2 [P* – P] R = h2S 1 0 [O* – O] 0 1 2 3 4 5 P P* Valor medio de los padres 6 7 = R S Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 235 (a) (b) Figura 7.27 Una valeriana azul de las Rocosas (Polemonium viscosum) (a) y un abejorro (Bombus sp.) (b) [(a) Richard Parker/Photo Researchers, Inc.; (b) Stephen Dalton/Photo Researchers, Inc.] Como ejemplo de los tipos de cuestiones que los biólogos evolutivos se preguntan y contestan con la genética cuantitativa, revisaremos el trabajo de Candace Galen (1996) sobre el tamaño de la flor de la valeriana azul de las Rocosas (Polemonium viscosum). La valeriana azul es una flor silvestre perenne de las Montañas Rocosas (Figura 7.27a). Galen estudió poblaciones de la montaña Pennsylvania en Colorado, incluyendo poblaciones que crecían en el límite del bosque y en las zonas más elevadas de la tundra. En el límite del bosque, las valerianas son polinizadas por una serie de insectos, como moscas, pequeñas abejas solitarias y algunos abejorros. En la tundra, las valerianas son polinizadas casi exclusivamente por abejorros (Figura 7.27b). Las flores de las valerianas de la tundra tienen, como promedio, un diámetro un 12% mayor que los del límite del bosque.Anteriormente, Galen (1989) había observado que las flores más grandes atraen más abejorros visitantes y que las que atraen más abejorros producen más semillas. Galen quería saber si la selección sobre el tamaño de la flor, impuesta por los abejorros, era responsable del mayor tamaño de las flores de la tundra. Si fuera así, también quería saber cuánto tiempo tardaría una población de valerianas en aumentar el tamaño medio de la flor en un 12% por selección de los abejorros: la diferencia entre las flores del limite del bosque y de la tundra. Galen trabajó con una población del límite del bosque con flores pequeñas. Su primer paso fue estimar la heredabilidad del tamaño de la flor. Midió los diámetros de 144 flores y recogió sus semillas. Sembró las semillas en su laboratorio y plantó las 617 plántulas resultantes en localizaciones al azar, en el mismo hábitat que habían vivido sus padres. Siete años después, 58 de las plántulas habían madurado, por lo que Galen pudo medir sus flores. Esto permitió a Galen representar el diámetro de la flor de los descendientes (corola extendida) en función del diámetro de la flor materna, o de la semilla paterna (Figura 7.28). La pendiente de la línea que mejor se ajustó fue aproximadamente 0,5. Por razones que van más allá del alcance de esta discusión, la pendiente de la línea de la mejor regresión de descendientes respecto de un solo padre (en oposición al padre medio) es una estima de ᎏ12ᎏ h2 (véase Falconer 1989). Por ello, la heredabilidad del tamaño de la flor en la población de valerianas del límite del bosque es, aproximadamente, 2 ⫻ 0,5 = 1. Sin embargo, advierta que el gráfico de la Figura 7.28 presenta bastante dispersión. El análisis estadístico de Galen indicaba que sólo se podría concluir con seguridad que la heredabilidad del tamaño de la flor estaba entre 0,2 y 1. En otras palabras, por lo menos el 20% de la variación fenotípica en el tamaño de la flor de las valerianas se debe a variación genética aditiva. Apertura de la corola (mm) Valerianas azules y abejorros 19 17 15 13 11 9 7 7 9 11 13 15 17 Apertura de la corola materna (mm) Figura 7.28 Estima de la heredabilidad del tamaño de la flor (corola extendida) en valerianas azules Esta representación muestra la apertura de la corola de los descendientes en función de la apertura de la corola materna en 58 valerianas. La pendiente de la mejor regresión lineal es 0,5. De Galen (1996). 236 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Eficacia relativa 5 4 3 2 1 0 8 12 16 20 Apertura de la corola (mm) Figura 7.29 Estima del gradiente de selección en valerianas azules polinizadas por abejorros Esta representación muestra la eficacia relativa (número de descendientes supervivientes de 6 años dividido por el número medio de descendientes supervivientes de 6 años) en función del tamaño de la flor materna (corola extendida). La pendiente de la mejor regresión lineal es 0,13. Preparada con datos proporcionados por Candace Galen. Descendientes de plantas polinizadas manualmente 8 6 4 4 2 16–18 14–16 12–14 10–12 8–10 Número de individuos (a) Corola extendida (mm) (b) Descendientes de plantas polinizadas por abejorros 7 6 4 16–18 14–16 12–14 10–12 1 8–10 Número de individuos 16 Corola extendida (mm) Figura 7.30 Medida de la respuesta evolutiva a la selección en valerianas azules Estos histogramas muestran la distribución del tamaño de la flor (corola extendida) en los descendientes de valerianas polinizadas manualmente (a) promedio = 13,1 mm y polinizadas por abejorros (b) promedio = 14,4 mm. Modificado de Galen (1996). El siguiente paso de Galen fue estimar la fuerza del diferencial de selección impuesto por los abejorros polinizadores. Recuerde que los abejorros prefieren visitar flores grandes y que más abejorros polinizadores significa más semillas. Galen construyó una gran jaula rodeada de mamparas en su lugar de estudio, transplantó en su interior 98 valerianas a punto de florecer y añadió abejorros. La jaula mantuvo a los abejorros dentro y todos los otros polinizadores fuera. Cuando en la jaula florecieron las valerianas, Galen midió sus flores. Más tarde recogió sus semillas, las sembró en el laboratorio y las plántulas resultantes las plantó en localizaciones al azar fuera del hábitat de sus padres. Seis años más tarde Galen contó el número de descendientes que sobrevivieron producidos por cada una de las plantas originales de la jaula. Utilizando el número de descendientes supervivientes de 6 años de edad como medida de la eficacia, Galen representó la eficacia relativa en función del tamaño de la flor y calculó la pendiente de la recta que mejor se ajusta (Figura 7.29). La pendiente de esta línea 0,13 es el gradiente de selección que resulta de la polinización de los abejorros. Multiplicando el gradiente de selección por la varianza del tamaño de la flor 5,66 se obtiene el diferencial de selección: S = 0,74 mm. El tamaño promedio de la flor fue de 14,2 mm.Así, el diferencial de selección se puede 0,74 ᎏ ⫽ 0,05, o el 5%.Aproximadamente, esto significa que cuanexpresar también como ᎏ 14,2 do las valerianas intentan reproducirse atrayendo a los abejorros a visitarlas, las plantas ganadoras tienen flores que son un 5% más grandes que la media de las plantas de la población. Galen realizó dos experimentos control para confirmar que los abejorros seleccionaban las flores más grandes. En un control, polinizó valerianas manualmente (sin considerar el tamaño de la flor); en el otro permitió que las valerianas fueran polinizadas por otros polinizadores naturales con excepción de los abejorros. En ninguno de los controles hubo ninguna relación entre el tamaño de la flor y la eficacia; solamente los abejorros seleccionaban flores más grandes. Los datos permitieron a Galen predecir cómo respondería la población de valerianas de los límites del bosque a la selección por abejorros. El escenario que imaginó fue que una población de valerianas de los límites del bosque, que había sido polinizada por una variedad de insectos, se desplazó (por dispersión de las semillas) hacia la tundra, donde las plantas eran ahora polinizadas exclusivamente por abejorros. Utilizando la estima límite más baja de h2 = 0,2, y estimando S = 0,05, Galen predijo que la respuesta a la selección sería R = h2S = 0,2 ⫻ 0,05 = 0,01. Utilizando la estima límite superior de h2 = 1, y estimando S = 0,05, Galen predijo que la respuesta a la selección sería R = h2S = 1 ⫻ 0,05 = 0,05. En otras palabras, en una sola generación de selección por los abejorros se produciría un incremento entre el 1 y el 5% en el tamaño medio de la flor de una población de valerianas del límite del bosque trasladada a la tundra. Por consiguiente, la predicción de Galen fue que el tamaño de la flor evolucionaría rápidamente, sometida a la selección por los abejorros. ¿Esta predicción es correcta? Recuerde el experimento descrito anteriormente, en el que Galen crió descendientes de valerianas del límite del bosque que habían sido polinizadas manualmente y descendientes que habían sido polinizados exclusivamente por abejorros. Galen calculó el tamaño medio de la flor de cada grupo y encontró que los descendientes polinizados por abejorros tenían flores que eran, en promedio, un 9% mayores que los polinizados manualmente (Figura 7.30). Su predicción fue correcta: las valerianas presentan una rápida y fuerte respuesta a la selección. De hecho, la respuesta es incluso mayor que la pronosticada por Galen. Galen concluyó que el 12% de la diferencia en el tamaño de la flor entre las valerianas del límite del bosque y de la tundra se puede explicar adecuadamente por el hecho de que las valerianas del límite del bosque son polinizadas por una diversidad de insectos, Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 237 mientras que las valerianas de la tundra son polinizadas casi exclusivamente por abejorros. Las valerianas del límite del bosque pueden producir semillas incluso si los abejorros los evitan, pero las valerianas de la tundra no.Además, siendo polinizadas exclusivamente por abejorros, las poblaciones de valerianas del límite del bosque tardarían pocas generaciones en evolucionar flores que fueran tan grandes como las de la tundra. La falacia de la curva en campana y otras falsas interpretaciones de la heredabilidad Prometimos en la introducción de este capítulo, que nuestra discusión sobre genética cuantitativa nos permitiría derribar alegatos erróneos acerca de las diferencias en la puntuación IQ entre grupos étnicos. Estamos listos para cumplir la promesa. Un punto clave es que la fórmula para la heredabilidad incluye tanto variación genética, VG, como variación ambiental, VE. Por consiguiente, cualquier estima de la heredabilidad es específica para una población concreta que vive en un determinado ambiente. Por ello, la heredabilidad no nos dice nada acerca de las causas de las diferencias entre poblaciones que viven en ambientes distintos. Podemos ilustrar este punto con un experimento imaginario. Los áfidos de los guisantes se reproducen asexualmente durante la primavera y el principio del verano. Imagine que cogemos un áfido de una docena de campos distintos y los traemos al laboratorio. Ya que los áfidos provienen de campos distintos, serán genéticamente diferentes entre sí; nuestra población de laboratorio tendrá variación genética. Pero debido a que cada áfido de la población se reproduce asexualmente (por mitosis), los descendientes serán genéticamente idénticos a sus madres. En otras palabras, los descendientes de cualquiera de nuestros doce áfidos originales constituirán un clon.Tomando un miembro de cada uno de nuestros doce clones, podemos obtener un duplicado de nuestra población de laboratorio original. Imagine que fundamos dos de tales poblaciones duplicadas. Una población la criamos en un ambiente cuidadosamente controlado sobre plantas de guisante y los áfidos crecen hasta tamaños grandes. Debido a que todos los áfidos de esta población comparten el mismo ambiente, cualquier diferencia entre ellos en el tamaño se deberá totalmente a la variación genética. Cuando se desarrollen sobre guisantes, la heredabilidad del tamaño en nuestra población de laboratorio será igual a 1. Ahora criamos a la otra población duplicada de áfidos sobre tréboles, y los áfidos de esta población no alcanzan un tamaño tan grande (al fin y al cabo son áfidos del guisante). No obstante, todos los áfidos de esta población comparten el mismo ambiente, por lo que cualquier diferencia de tamaño entre ellos se deberá a variación genética. Cuando se desarrollen sobre tréboles, la heredabilidad del tamaño en nuestra población será igual a 1. En las dos poblaciones tendremos una heredabilidad alta y una diferencia en la media del tamaño entre las dos poblaciones. ¿Significa esto que la población criada sobre guisantes es genéticamente superior a la población criada sobre tréboles respecto del tamaño? Desde luego que no; intencionadamente hemos fundado poblaciones que son idénticas en su composición genética. El hecho de que la heredabilidad sea alta en las dos poblaciones no nos dice nada acerca de las causas que producen las diferencias entre las poblaciones, ya que las poblaciones se criaron en ambientes distintos. (Para un experimento real, similar al que hemos descrito, véase Via 1991.) La noción errónea de que la heredabilidad nos dice algo sobre las causas de las diferencias entre poblaciones ha sido particularmente persistente en estudios sobre la inteligencia humana. En 1994, Charles Murray y Richard J. Herrnstein vendieron miles de copias de su libro The Bell Curve. Murray y Herrnstein afirmaban que las diferencias en Los estudios de heredabilidad se interpretan erróneamente a menudo al deducir que las diferencias entre poblaciones se deben a diferencias en los genes. 238 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo (c) Figura 7.31 Ilustración de los argumentos erróneos de Murray y Herrnstein relativos al IQ y las etnias Véase el texto para su explicación. Fracción de la población (b) Fracción de la población (a) Fracción de la población las puntuaciones IQ promedio entre afroamericanos y americanos europeos se debía a diferencias genéticas entre estos grupos (nuestro análisis de sus argumentos se basan en un extracto de su libro publicado en The New Republic [Murray y Herrnstein 1994]). Murray y Herrnstein tomaron nota del punto que acabamos de desarrollar con los áfidos. Afirman que: “La mayoría de los escolares aceptan que el IQ en la especie humana es, en conjunto, sustancialmente heredable, más o menos entre el 40% y el 80%, indicando que gran parte de la variación observada en el IQ es genética. No obstante, esta información no nos dice nada a ciencia cierta acerca del origen de las diferencias entre grupos.” Sin embargo, habiendo dicho esto, Murray y Herrnstein proceden a desarrollar el siguiente argumento erróneo. Basándose en varias fuentes, Murray y Herrnstein asumen que el IQ promedio de los afroamericanos es 85 y que el IQ de los americanos europeos es 100 y que la varianza (una medida estadística de la variación) de cada grupo es 225. Las curvas en campana que representan estas suposiciones aparecen en la Figura 7.31a. Murray y Herrnstein asumen además que la heredabilidad del IQ en cada grupo es 0,6. Hay razones para discutir cada uno de los supuestos de Murray y Herrnstein, pero las permitiremos aquí sólo en consideración del argumento. (También hay razones para discutir si los formularios para el IQ miden algo con significado, pero dejaremos esta discusión a otros.) 0,03 Afroamericanos Americanos europeos 0,02 0,01 0 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140 150 Puntuación IQ 0,05 0,04 Afroamericanos Americanos europeos 0,03 0,02 0,01 0 0,05 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140 150 Puntuación IQ Afroamericanos Americanos europeos 0,04 0,03 0,02 0,01 0 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140 150 Calidad del ambiente en relación con la inteligencia Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 239 A continuación, Murray y Herrnstein imaginan que las curvas en campana del IQ serían parecidas si se eliminara toda la variación genética entre los individuos de cada población. En otras palabras, imaginan que todos los afroamericanos se han hecho genéticamente idénticos al promedio de los afroamericanos y que todos los americanos europeos se han hecho genéticamente idénticos al promedio de los americanos europeos. En el supuesto que el 60% de la variación dentro de cada grupo se deba a variación genética, esto deja el 40% de la variación original dentro de cada grupo. Las curvas en campana que representan este experimento imaginario aparecen en la Figura 7.31b. Ahora Murray y Herrnstein consideran la propuesta de que las diferencias entre el IQ promedio de los americanos africanos y el IQ promedio de los americanos europeos de la Figura 7.31b se deben exclusivamente a las diferencias en el ambiente. De acuerdo con esta propuesta, dicen Murray y Herrnstein, podremos sustituir la etiqueta “puntuación IQ” por la etiqueta “calidad del ambiente en relación con la inteligencia,” como se muestra en la Figura 7.31c. Murray y Herrnstein no encuentran creible que la diferencia en la calidad del ambiente que han experimentado los afroamericanos respecto de los americanos europeos sea tan grande como se muestra en la Figura 7.31c. Concluyen que al menos parte de la diferencia entre la media de las puntuaciones IQ de afroamericanos respecto de americanos europeos tiene que deberse a diferencias genéticas entre los grupos. Al menos hay dos fallos serios en el argumento de Murray y Herrnstein. Primero, al sustituir la etiqueta del eje horizontal en la Figura 7.31b por la etiqueta de la Figura 7.31c, Murray y Herrnstein asumen implícitamente que hay una relación lineal entre el ambiente y el IQ. Esta suposición es casi seguro errónea. Segundo, el argumento de Murray y Herrnstein de su incredulidad vale como técnica retórica, no como ciencia. Una aproximación científica a la hipótesis de Murray y Herrnstein sería realizar un experimento como hicimos con los áfidos: criar a americanos europeos y a afroamericanos juntos en un ambiente experimentado típicamente por los americanos europeos y luego comparar sus puntuaciones de IQ. Este diseño, y el experimento recíproco, en el que cada grupo se criará en un ambiente experimentado típicamente por los afroamericanos, se muestra en la Figura 7.32. Obviamente, no podemos hacer este experimento con humanos. Pero experimentos parecidos se han llevado a cabo en animales y en plantas. Por ejemplo, Clausen, Keck y Hiesey (1948) llevaron a cabo una serie de experimentos con la planta Achillea (Figura 7.33). Criar a cada uno en un ambiente típicamente experimentado por afroamericanos Porcentaje de la población Criar a cada uno en un ambiente típicamente experimentado por americanos europeos Porcentaje de la población Experimento Resultado si las diferencias entre grupos se deben a la diferencia entre genes 50 50 100 150 150 100 Puntuación IQ Resultado si las diferencias entre grupos se deben a la diferencia en los ambientes 50 50 100 150 100 150 Puntuación IQ Figura 7.32 Experimento que comprobaría la proposición de Murray y Herrnstein La columna de la izquierda describe dos tratamientos experimentales. Las columnas central y de la derecha muestran los resultados pronosticados de acuerdo con la hipótesis de que las diferencias entre grupos se debe a diferencias en los genes respecto de los resultados pronosticados de acuerdo con la hipótesis de que las diferencias entre grupos se deben a diferencias en el ambiente. 240 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Como promedio, las plantas de las poblaciones de baja altitud producen más tallos que las plantas de poblaciones de gran altitud (30,90 ± 2,73 versus 28,32 ± 2,54). Número de plantas (a) 10 Número de plantas idénticos. 10 Número de plantas poblaciones en ambientes 10 Número de plantas individuos de cada una de las 10 Número de plantas en las poblaciones es criar a 10 Número de plantas El único modo de determinar las causas de las diferencias Plantas de este género recogidas en poblaciones de poca altitud producen más tallos que plantas recogidas en poblaciones de gran altitud (Figura 7.33a). ¿Es la diferencia entre plantas de baja altitud y plantas de gran altitud debida a diferencias en sus genes o en sus ambientes? Cuando las plantas de baja altitud y de gran altitud se cultivan juntas a baja altitud, las plantas de baja altitud producen más tallos (Figura 7.33b). Este resultado está de acuerdo con la hipótesis de que las plantas que provienen de baja altitud están genéticamente programadas para producir más tallos. Sin embargo, cuando las plantas de baja altitud y de gran altitud se cultivan juntas a gran altitud, las plantas de gran altitud producen más tallos (Figura 7.33c). Este resultado no estaba en absoluto previsto en el diseño experimental. Revela diferencias genéticas entre las plantas de baja altitud y de gran altitud en cuanto al modo en que cada una responde al ambiente.También revela que cada población de plantas es superior en su propio ambiente de origen. Este resultado, no previsto, demuestra que las hipotéticas propuestas acerca de las causas de las diferencias entre poblaciones nunca pueden sustituir a los resultados experimentales. ¿Que sucedería si hiciéramos este tipo de experimento con los afroamericanos y los americanos europeos? Nadie tiene la más ligera idea. Es engañoso decir que heredabili- 10 Poblaciones de baja altitud 5 0 5 Poblaciones de gran altitud 5 0 5 Achillea (b) Cuando Clausen, Keck y Hiesey (1948) cultivaron Achillea de ambas poblaciones a baja altitud, las plantas de las poblaciones de baja altitud produjeron más tallos (30,90 ± 2,73 versus 7,21±1,08). (c) Figura 7.33 Datos sobre los experimentos de Clausen, Keck y Hiesey (1948) (a) Comparación entre poblaciones de Achillea de baja altitud (San Gregorio, California) o de gran altitud (Mather, California). (b) Plantas de baja y de gran altitud cultivadas juntas a baja altitud (Stanford, California). (c) Plantas de baja y gran altitud cultivadas juntas a gran altitud (Mather, California). Cuando los investigadores cultivaron esquejes de las mismas plantas a gran altitud, las plantas de gran altitud produjeron más tallos (19,89 ± 2,26 versus 28,32 ± 2,54). 15 25 35 45 55 65 75 15 25 35 45 55 65 75 Número de tallos Poblaciones de baja altitud 5 0 5 15 25 35 45 55 65 75 Poblaciones de gran altitud 5 0 5 15 25 35 45 55 65 75 Número de tallos Poblaciones de baja altitud 5 0 5 15 25 35 45 55 65 75 Poblaciones de gran altitud 5 0 5 15 25 35 45 55 65 75 Número de tallos Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 241 dades elevadas del IQ dentro de grupos: “No nos dicen nada a ciencia cierta acerca del origen de las diferencias entre grupos” (Murray y Herrnstein 1994). De hecho, heredabilidades elevadas dentro de grupos no nos dicen nada en absoluto sobre el origen de las diferencias entre grupos. Finalmente, es importante advertir que la heredabilidad tampoco nos dice nada acerca del papel de los genes en la determinación de los caracteres que están compartidos por todos los miembros de una población. No hay variación entre los humanos en cuanto al número de narices. La heredabilidad del número de narices no está definida, porque VA/VP = 0/0, Esto, lógicamente, no significa que nuestros genes no sean importantes para determinar cuántas narices tenemos. ¿Qué tiene de bueno para nosotros medir la heredabilidad de un carácter? Sólo y precisamente esto: nos permite predecir si la selección sobre un carácter dará lugar a que la población evolucione. Tipos de selección y mantenimiento de la variación genética En nuestra discusión sobre la selección de caracteres cuantitativos, hemos supuesto que la relación entre el fenotipo y la eficacia es simple. En nuestros ratones, la cola corta era mejor que la cola larga; en las valerianas, las flores más grandes eran mejores que las flores más pequeñas.Antes de dejar el tema de la selección sobre los caracteres cuantitativos, advertimos que las relaciones entre fenotipo y eficacia pueden ser complejas. Son posibles una serie de patrones o modos de selección. La Figura 7.34 muestra tres modos distintos de selección que actúan sobre una población hipotética. Cada columna representa un tipo distinto. Los histogramas de la fila superior muestran la distribución de los valores fenotípicos de un carácter antes de la selección. Los gráficos de la fila central muestran las relaciones entre el fenotipo y la eficacia, como probabilidad de supervivencia en función del fenotipo. Los histogramas de la fila inferior muestran la distribución fenotípica en los supervivientes. Los triángulos y barras debajo de cada histograma señalan la media y la variación de la población. (La barra representa la variación abarcada por ( 2 desviaciones típicas alrededor de la media, o, aproximadamente, el 95% de los individuos de la población.) En la selección direccional, la eficacia aumenta (o disminuye) consistentemente con el valor del carácter (Figura 7.34, primera columna). La selección direccional sobre un carácter continuo cambia el valor medio del carácter de la población. En la hipotética población que se presenta en la Figura 7.34, el fenotipo medio antes de la selección era 6,9, mientras que el fenotipo medio después de la selección fue 7,4. La selección direccional también reduce la variación de la población, aunque a menudo no drásticamente. En nuestra población hipotética, la desviación típica antes de la selección era 1,92, mientras que después de la selección fue de 1,89. En la selección estabilizadora, los individuos con valores intermedios para un carácter tienen la máxima eficacia (Figura 7.34, columna central). La selección estabilizadora sobre un carácter continuo no altera el valor medio del carácter de la población. Sin embargo, la selección estabilizadora recorta las colas de la distribución del carácter, reduciendo con ello la variación. En nuestra población hipotética la desviación típica antes de la selección era 1,92, mientras que después de la selección fue de 1,04. En la selección disruptiva los individuos con los valores extremos para un carácter tienen la máxima eficacia (Figura 7.34, última columna). La selección disruptiva sobre un carácter continuo no altera el valor medio del carácter en la población. Sin embargo, la selección disruptiva elimina la cima de la distribución del carácter, incrementando por ello la varianza. En nuestra población hipotética la desviación típica antes de la selección era 1,92, mientras que después de la selección fue de 2,33. La selección sobre una población puede actuar de una serie de formas. La selección direccional y la estabilizadora tienden a reducir la cantidad de variación de la población; la selección disruptiva tiende a incrementar la cantidad de variación. 242 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Selección direccional Selección estabilizadora Selección disruptiva Número de individuos antes de la selección (a) Probabilidad de supervivencia (b) 40 40 40 30 30 30 20 20 20 10 10 10 0 0 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 0 1 1 1 0,8 0,8 0,8 0,6 0,6 0,6 0,4 0,4 0,4 0,2 0,2 0,2 0 0 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 0 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Número de individuos después de la selección (c) 40 40 40 30 30 30 20 20 20 10 10 10 0 0 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Fenotipo 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Fenotipo 0 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Fenotipo Figura 7.34 Tres tipos de selección Cada columna representa un tipo de selección. Los gráficos de la fila (a) son histogramas que presentan la distribución fenotípica de un carácter en una población hipotética antes de la selección. Los gráficos de la fila (b) presentan diferentes patrones de selección; la probabilidad de supervivencia (una medida de la eficacia) en función del fenotipo. Los gráficos de la fila (c) son histogramas que presentan la distribución fenotípica de un carácter en los supervivientes. Los triángulos azules debajo de cada histograma señalan la media de la población. Las barras azules debajo de cada histograma muestran la variación (± 2 desviaciones típicas respecto de la media). Según Cavalli-Sforza y Bodmer (1971). Estos tres tipos de selección eliminan los individuos con menor eficacia y preservan a los individuos con mayor eficacia. Por ello, los tres tipos de selección aumentan la eficacia media de la población. Ya hemos visto ejemplos de selección direccional. Por ejemplo, en las valerianas azules polinizadas por abejorros las flores más grandes tienen mayor eficacia.Y en pinzones terrestres medianos, la sequía de 1976-1977 en Daphne Major seleccionó a las aves con los picos más grandes (véase el Capítulo 3). La investigación de Arthur Weis y Warren Abrahamson (1986) proporciona un ejemplo elegante de selección estabilizadora. Weis y Abrahamson estudiaron una mosca llamada Eurosta solidaginis. La hembra de esta especie inyecta un huevo en una yema de la espigada varilla dorada, Solidago altisima. Después de la eclosión, la larva de la mosca perfora el tallo e induce a que la planta forme una agalla protectora. A medida que se desarrolla en el interior de la agalla, la larva puede caer víctima de dos tipos de predadores. Primero, una hembra de avispa parasitoide le puede inyectar su huevo en la agalla, donde la larva de la avispa se comerá a la larva de la mosca. Segundo, un ave puede localizar a la agalla, romperla y comerse la larva de la mosca.Weis y Abrahamson establecieron que la variación genética en las moscas es parcialmente responsable de la variación en el tamaño de la agalla que inducen. Los investigadores también recogieron varios cientos de agallas y determinaron, diseccionándolas, el destino de la larva del interior de cada una de ellas. Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 243 Figura 7.35 Selección estabilizadora en un insecto que induce agallas (a) Las avispas parasitoide matan larvas de la mosca dentro de las agallas pequeñas a un ritmo mayor que las larvas que matan dentro de las agallas grandes. (b) Las aves matan a las larvas de mosca dentro de las agallas grandes a un ritmo mayor que las larvas que matan dentro de las agallas pequeñas. (c) La distribución del tamaño de las agallas antes (naranja claro + la parte azul de las barras) y después (la parte naranja claro de las barras) de la selección por parasitoides y aves. En conjunto, las larvas del interior de las agallas de tamaño medio sobreviven con la mayor probabilidad. De la Figura 3 de Weis y Abrahamson (1986). Copyright © 1986, American Naturalist. Reimpreso con el permiso de The University of Chicago Press. (a) 1. Muchas poblaciones no se encuentran en equilibrio evolutivo respecto de la selección direccional y/o estabilizadora. En cualquier población hay un suministro constante, aunque lento, de mutaciones nuevas favorables que dan origen a variación genética en los caracteres relacionados con la eficacia. Mientras las mutaciones favorables aumenten en frecuencia, pero todavía no se fijen, la población presentará variación genética para la eficacia. A esto se le puede llamar “hipótesis del Teorema fundamental de Fisher.” Ronald Fisher fue el primero en demostrar matemáticamente que la tasa de aumento 90 80 70 60 50 (b) Predación (%) 50 40 30 20 10 0 12,5 (c) 16,5 20,5 24,5 28,5 Antes de la selección 0,12 Frecuencia relativa Weis y Abrahamson descubrieron que la avispa parasitoide impone a las moscas que provocan las agallas una fuerte selección direccional favoreciendo las agallas más grandes (Figura 7.35a). Casi todas las larvas de las agallas que tenían menos de 16 mm de diámetro fueron matadas por las avispas, mientras que las larvas de las agallas grandes tenían al menos una posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, los investigadores también encontraron que las aves imponen a los inductores de las agallas una fuerte selección direccional, favoreciendo a las agallas más pequeñas (Figura 7.35b). Juntas, la selección por las avispas y la selección por las aves se suman para dar lugar a la selección estabilizadora del tamaño de la agalla. La Figura 7.35c muestra la distribución de los tamaños de las agallas antes y después de la selección. La investigación de Thomas Bates Smith (1993) proporciona un ejemplo de selección disruptiva. Bates Smith estudió un pinzón africano llamado cascanueces de panza negra. Las aves de esta especie presentan dos tamaños de pico distintos: grande y pequeño. Las aves de los dos grupos están especializadas en distintos tipos de semillas. Bates Smith siguió el destino de unos 200 pájaros juveniles. Los gráficos de la Figura 7.36 muestran la distribución de los tamaños del pico entre las formas juveniles y entre los juveniles que sobrevivieron hasta adulto. Los gráficos revelan selección disruptiva: los supervivientes fueron aves con picos que eran relativamente grandes o relativamente pequeños. Las aves con picos de tamaño intermedio no sobrevivieron. (Advierta que parece que también está actuando un aspecto de la selección estabilizadora: excepto en el caso de las aves con picos extremadamente largos, las aves con los fenotipos más extremos no sobrevivieron.) Los biólogos evolutivos asumen en general que la selección direccional y la selección estabilizadora son corrientes, mientras que la selección disruptiva es rara. Sin embargo, si la preponderancia de la selección direccional y estabilizadora es real, se crea un rompecabezas. Recuerde de la Figura 7.34 que tanto la selección direccional como la estabilizadora reducen la variación fenotípica presente en la población. Si el carácter en cuestión es heredable, entonces estos tipos de selección reducirán también la variación genética de la población. Finalmente, la variación genética de cualquier carácter relacionado con la eficacia sería totalmente eliminada y la población alcanzaría una equilibrio en el que el valor medio del carácter, la variación del carácter, y la eficacia media de la población dejarían de cambiar. El rompecabezas es que la población presenta típicamente variación genética significativa, incluso en caracteres íntimamente relacionados con la eficacia. ¿Cómo se mantiene esta variación genética? Aquí hay tres posibles soluciones para el rompecabezas de cómo se mantiene la variación genética para la eficacia: Parasitismo (%) 100 Después de la selección 0,08 0,04 0,00 12,5 16,5 20,5 24,5 28,5 Diámetro de la agalla (mm) 244 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo (a) 60 Número 50 Muere 40 Sobrevive 30 20 10 10 12,8 15,7 18,5 Anchura de la mandíbula inferior (mm) (b) Número 40 30 20 10 6 8,5 11 Longitud de la mandíbula inferior (mm) Figura 7.36 Selección disruptiva sobre el tamaño del pico del cascanueces de panza negra.(Pyrenestes o. ostrinus) Cada gráfico muestra la distribución de la anchura del pico inferior (a) o de la longitud (b) en una población de cascanueces de panza negra, un pinzón africano. La parte azul de cada barra representa a individuos juveniles que no sobrevivieron hasta adulto; la parte naranja claro representa a individuos juveniles que sobrevivieron hasta adulto. Los supervivientes fueron aquellos individuos que tenían picos o bien relativamente grandes o bien relativamente pequeños. De Bates Smith (1993). de la eficacia media de una población es proporcional a la variación genética aditiva para la eficacia, un resultado llamado Teorema fundamental de la selección natural. 2. En muchas poblaciones hay un equilibrio entre las mutaciones deletéreas y la selección. En cualquier población hay un suministro constante de nuevas mutaciones deletéreas. En el Capítulo 5 demostramos que, a menos que la tasa de mutación sea alta o la selección sea débil, la selección mantendrá cualquier alelo deletéreo dado en frecuencia baja. Pero los caracteres cuantitativos están determinados por la influencia combinada de muchos loci de pequeño efecto. La selección sobre alelos de un único locus que afecte a un carácter cuantitativo puede ser muy débil, permitiendo que persista sustancial variación genética en el equilibrio entre la mutación y la selección. 3. La selección disruptiva, o patrones de selección con efectos similares, puede ser más corriente de lo que en general se reconoce. Entre otros tipos de selección que pueden mantener variación genética en poblaciones se encuentra la selección dependiente de las frecuencias, por la que los fenotipos (o genotipos) raros tienen mayor eficacia que los fenotipos corrientes, y la selección impuesta por fluctuaciones ambientales. Todas estas hipótesis son controvertidas y han sido el objeto de considerable investigación teórica y experimental (véase, por ejemplo, Barton y Turelli 1989). Una discusión detallada va más allá del alcance de este libro. Sin embargo, podemos proporcionar un breve resumen de un fascinante experimento de Santiago Elena y Richard Lenski. Elena y Lenski (1997) estudiaron seis poblaciones de la bacteria Escherichia coli. Estas poblaciones se establecieron a partir de un cultivo antecesor común, por lo que estaban íntimamente relacionadas entre sí. Cada población se fundó a partir de una sola bacteria, por lo que en un cultivo dado toda la variación genética había surgido como consecuencia de mutaciones nuevas. Las seis poblaciones evolucionaron en un ambiente constante de laboratorio durante 10.000 generaciones. Durante este tiempo, la eficacia media de cada población, estimada a través de experimentos de competencia, había aumentado un 50% en relación con su antecesor común. Sin embargo, gran parte del incremento en eficacia se había producido al principio, en unas pocas miles de generaciones. Después de 10.000 generaciones, parecía que las poblaciones habían llegado a un equilibrio evolutivo. Elena y Lenski comprobaron la variación genética en eficacia en las distintas cepas presentes en cada una de las seis poblaciones y encontraron que era significativa. Como promedio, dos cepas seleccionadas de la misma población diferían en eficacia alrededor de un 4%. Elena y Lenski comprobaron la hipótesis del Teorema fundamental de Fisher utilizando la variación genética en la eficacia conseguida en cada población para pronosticar cuánta mejora adicional en eficacia debería darse en las siguientes 500 generaciones de evolución. Dependiendo de los supuestos utilizados, los investigadores pronosticaron un incremento adicional en eficacia entre el 4 y el 50%. De hecho, entre las generaciones 10.000 a 10.500 ninguna de las seis poblaciones mostró ningún incremento significativo de la eficacia media. Elena y Lenski concluyeron que la variación genética en eficacia en sus poblaciones de E. coli no es el resultado de un suministro continuo de mutaciones nuevas favorables en proceso de aumentar hasta la fijación. Elena y Lenski comprobaron la hipótesis del equilibrio mutación-selección advirtiendo que en dos de las seis poblaciones había evolucionado una tasa de mutación extraordinariamente elevada, del orden de 100 veces superior a la de las otras cuatro poblaciones y a la del antecesor común. Si se mantiene la variación genética en eficacia en cada población por el equilibrio mutación-selección, entonces las dos poblaciones con tasas de mutación elevadas deberían presentar, con mucho, la mayor variación genética para la eficacia. Una de las dos poblaciones con mutación elevada realmente exhibían mucha más variación genética para la eficacia que las cuatro poblaciones con baja mutación. Pero la otra población con elevada mutación no lo hizo. Elena y Lenski concluyeron que la varia- Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 245 ción genética en eficacia en sus poblaciones de E. coli no se debe probablemente a un equilibrio entre mutaciones deletéreas y selección. Finalmente Elena y Lenski comprobaron la hipótesis de que la variación genética en eficacia de sus poblaciones se hubiera mantenido por selección dependiente de frecuencias. Los investigadores utilizaron experimentos de competencia para determinar si las distintas cepas presentes en cada población gozaban de ventaja en eficacia cuando eran raras. Encontraron que una cepa típica de E. coli, cuando es rara, realmente tiene un margen de eficacia alrededor del 2% respecto de su población de origen.Además, en las seis poblaciones bacterianas, la intensidad de la selección dependiente de frecuencias estaba correlacionada significativamente con la cantidad de variación genética para la eficacia presente. Elena y Lenski advirtieron que las tres hipótesis que comprobaron eran mutuamente compatibles. No obstante, los investigadores concluyeron que la explicación mejor para la variación genética en eficacia en sus poblaciones es la selección dependiente de frecuencias. Si esta conclusión puede aplicarse a otras poblaciones y organismos es algo que tiene que comprobarse. Resumen Los modelos para un solo locus de los Capítulos 5 y 6 son potentes, pero potencialmente muy simplificados. La ampliación del análisis de Hardy-Weinberg para dos loci presenta complicaciones. Cuando los genotipos de un locus no están asociados al azar con los genotipos de otro locus, los loci se encuentran en desequilibrio de ligamiento. Incluso bajo las condiciones de Hardy-Weinberg, las frecuencias cromosómicas cambian a lo largo de las generaciones.Además, la selección sobre un locus puede alterar las frecuencias alélicas del otro locus, y los modelos para un solo locus pueden plantear predicciones erróneas. Sin embargo, cuando los genotipos de un locus son independientes de los genotipos de otro locus, los loci se encuentran en equilibrio de ligamiento. Las frecuencias cromosómicas no cambian a lo largo de las generaciones. La selección sobre un locus no tienen efecto sobre las frecuencias alélicas o genotípicas del otro locus y podemos usar modelos para un solo locus para hacer predicciones sobre la evolución. En una población con apareamiento al azar, la selección sobre genotipos multilocus, deriva genética y mezcla de poblaciones puede generar desequilibrio de ligamiento. Estos tres mecanismos crean un exceso de algunos haplotipos cromosómicos y un déficit de otros. El desequilibrio de ligamiento se reduce por reproducción sexual. El sexo reúne cromosomas con haplotipos diferentes y el entrecruzamiento en la meiosis permite que los cromosomas intercambien genes. Esta recombinación genética tiende a desintegrar a los haplotipos representados en exceso y crear haplotipos representados en defecto. El hecho de que la reproducción sexual reduzca el desequilibrio de ligamiento proporciona la clave para comprender por qué la reproducción sexual persiste en las poblaciones. Argumentos teóricos simples sugieren que la reproducción asexual llegaría hasta la fijación en cualquier población en la que apareciese. Sin embargo, observaciones empíricas y experimentos indican que el sexo confiere beneficios sustanciales. Estos beneficios se pueden encontrar en las consecuencias genético-poblacionales del sexo. Cuando la deriva o la selección ha reducido la frecuencia de un genotipo multilocus dado por debajo de los niveles esperados en el equilibrio de ligamiento, la reproducción sexual se puede favorecer porque recrea los genotipos perdidos. La mayoría de los caracteres implican a muchos más de dos loci y a menudo no conocemos la identidad de estos loci. La genética cuantitativa nos da las herramientas para analizar la evolución de tales caracteres. La heredabilidad se puede estimar examinando las semejanzas entre parientes. La fuerza de la selección se puede medir analizando las relaciones entre fenotipos y eficacia. Cuando conocemos tanto la heredabilidad de un carácter como la fuerza de la selección sobre el mismo, podemos predecir cómo evolucionará la población en respuesta a la selección. La selección sobre caracteres cuantitativos puede seguir una serie de patrones, como la selección direccional, la selección estabilizadora y la selección disruptiva. La selección direccional y la selección estabilizadora reducen la variación genética en las poblaciones. No obstante, la variación genética persiste en muchas poblaciones, incluso en caracteres íntimamente relacionados con la eficacia. La variación puede mantenerse porque muchas poblaciones se encuentran en equilibrio, ya que hay un equilibrio entre la mutación y la selección o debido a que la selección disuptiva (y patrones relacionados, como la selección dependiente de frecuencias) es más común de lo que generalmente se reconoce. 246 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Preguntas 1. En los caballos, el color básico del pelaje está gobernado por el locus E. Los caballos EE y Ee pueden producir pigmento negro, mientras que los caballos ee son de color castaño rojizo. Un locus diferentes, el R, puede dar lugar a “ruano”, una dispersión de pelo blanco en el color básico del pelaje. Sin embargo, los alelos ruano tienen una seria desventaja: los embriones RR siempre mueren durante el desarrollo fetal. Los embriones Rr sobreviven y son ruanos, mientras que los caballos rr sobreviven pero no son ruanos. El locus E y el locus R están íntimamente ligados. Suponga que hace varios siglos, un galeón español con una carga de caballos de los conquistadores naufragó en una gran isla llena de hierba. Por azar, los caballos que sobrevivieron al naufragio y nadaron hasta la playa fueron 10 ruanos de color castaño rojizo (eeRr) y 10 no ruanos homozigóticos para negro (EErr). En la isla se cruzaron entre sí y establecieron una población silvestre. El ambiente de la isla no ejerció selección directa sobre el locus E. a. ¿Cuál fue el coeficiente de desequilibrio de ligamiento, D, en la población inicial de 20 caballos? ¿Estaba la población inicial en equilibrio de ligamiento o no? ¿Si no lo estaba, qué genotipos cromosómicos estaban infrarepresentados? b. ¿Se espera que la frecuencia del alelo castaño, e, aumente o disminuya en la primera camada de potrillos? ¿Contestaría de otra manera si la población fundacional hubiera sido de 10 caballos (5 de cada color)? Explique su razonamiento. c. Si hoy pudiera viajar a dicha isla, ¿puede predecir cuál sería el valor de D? ¿Tiene propuestas acerca de si habría más caballos ruanos que no ruanos, o castaños que negros? Si no, explique qué información adicional necesitaría. 2. Imagine una población de guisantes que está en equilibrio de ligamiento para dos loci ligados, el color de la flor (P = púrpura, p = rojo) y la forma del polen (L = alargada, l = redonda). a. ¿Qué tipo de selección daría lugar a desequilibrio de ligamiento? Por ejemplo, ¿la selección sobre un locus (por ejemplo, todas las plantas con flores rojas mueren) daría lugar a desequilibrio de ligamiento? ¿Qué ocurriría con la selección sobre los dos loci (por ejemplo, tanto las plantas con flores rojas como las plantas con polen alargado mueren)? ¿Qué ocurriría con la selección sobre cierta combinación de genotipos de los dos loci (por ejemplo, sólo plantas que tienen flores rojas y el polen alargado mueren)? b. Imagine ahora una población que se encuentra en desequilibrio de ligamiento para estos dos loci. La selección sobre las flores púrpura, ¿afectará a la evolución del tamaño del polen? ¿Sería su respuesta distinta de la respuesta en la parte a)? ¿Por qué? 3. La Figura 7.3 muestra cómo la selección sobre genotipos multilocus puede dar lugar a desequilibrio de ligamiento. Para la población después de la selección de la Figura 7.3b, dibuje un gráfico en barras como los de la Figura 7.2. ¿Confirma este gráfico en barras que la población después de la selección se encuentra en desequilibrio de ligamiento? 4. En el Cuadro 7.1 se demuestra que si gAB = ps, gAb = pt, gaB = = qs y gab = qt, entonces D = 0. Demuestre que cuando D = 0, ps = gAB. (Sugerencia: p, la frecuencia del alelo A, es igual a gAB + gAb. De igual manera, s, la frecuencia del alelo B, es igual a gAB + gaB. Multiplique estas cantidades y simplifique la expresión. Sabiendo que D = gABgab – gAbgaB = 0, le permitirá hacer una sustitución clave.) 5. a. En el experimento de la evolución de los gorgojos (Figura 7.14), Dunbrack et al. realmente no utilizaron gorgojos sexuales y asexuales. En su lugar utilizaron gorgojos sexuales con dos colores, pero forzando a que los gorgojos de un color se comportan en cuanto al tamaño poblacional como si fueran asexuales. También hicieron el mismo experimento con el otro color como “asexual.” ¿Por qué era importante para los investigadores hacer el experimento de dos maneras? Compare los gráficos de las dos series de experimentos diferentes (rojo = asexual y negro = sexual). ¿Se comportarían las dos cepas de gorgojos de manera diferente? b. Los gorgojos asexuales reales se reproducirían dos veces más rápido que los sexuales, pero en el experimento los autores hicieron que los gorgojos “asexuales” se reprodujeran tres veces más rápido. ¿Por qué cree que hicieron esto? c. A la población asexual simulada por los investigadores no se le permitió evolucionar en respuesta a la selección impuesta por la competencia. ¿Es esto diferente de lo que hubiera sucedido en una población real de gorgojos asexuales? ¿Cree que el experimento de Dunbrack et al. es una prueba válida para comparar la reproducción asexual respecto de la reproducción sexual? Describa brevemente el experimento que cree que Dunbrack et al. harían para continuar con este tema. 6. En 1992, Spolsky, Phillips y Uzzell publicaron pruebas genéticas de que los linajes de una salamandra que se reproduce asexualmente han persistido durante unos 5 millones de años, un tiempo anormalmente largo. ¿Es esto sorprendente? ¿Por qué sí o por qué no?. Especule acerca de en qué tipo de ambiente vivirían estas salamandras asexuales y si sus tamaños poblacionales son normalmente pequeños (por ejemplo, por debajo de 100) o grandes (por ejemplo, por encima de 1.000). 7. Los Volvox (Figura 7.12a) son abundantes y activos en los lagos durante la primavera y el verano. En el invierno están inactivos, permaneciendo en estado de reposo como zigotos enquistados llamados zigosporas. Durante la mayor parte de la primavera y del verano, Volvox se reproduce asexualmente; pero en ocasiones cambia y se reproduce sexualmente. ¿Cuándo Capítulo 7 Evolución en loci múltiples: ligamiento, sexo y genética cuantitativa 247 piensa que Volvox se comportaría sexualmente: en primavera, a principios del verano o a finales del verano? Explique su razonamiento. 8. Suponga que le está contando a su compañero de habitación que aprendió en la clase de biología que en cualquier población humana la estatura es muy heredable. Su compañero de habitación, que estudia nutrición, le dice:“Eso no tiene ningún sentido, ya que hace algunos siglos mucha gente era más baja de lo que es ahora, y está claro que eso se debe a la dieta. Si gran parte de la variación en la estatura humana se debe a los genes, ¿cómo pudo la dieta provocar tan gran diferencia?” Obviamente, su compañero de habitación tiene razón de que la dieta pobre puede afectar espectacularmente a la estatura. ¿Cómo le explicaría esta aparente paradoja a su compañero de habitación? 9. Considere ahora la heredabilidad en un sentido más general. Suponga que la heredabilidad es muy alta para cierto carácter en una población dada. Hay dos preguntas importantes: a. Primero, ¿Puede estar el carácter muy afectado por el ambiente a pesar de su alto valor de heredabilidad? Para contestar a esta pregunta suponga que todos los individuos de cierta población han estado expuestos durante toda su vida al mismo nivel de factores ambientales críticos. ¿Reflejaría el valor de la heredabilidad el hecho de que el ambiente es muy importante? b. Segundo, ¿puede el valor de la heredabilidad cambiar si el ambiente cambia? Para contestar a esta pregunta imagine que el factor ambiental crítico cambia de tal manera que individuos distintos están ahora expuestos a niveles distintos de este factor ambiental. ¿Qué le sucede a la variación del carácter en el conjunto de la población? ¿Qué le sucede al valor de la heredabilidad? 10. En nuestra discusión sobre el trabajo de Weis y Abrahamson sobre las agallas de la varilla dorada (datos representados en la Figura 7.35), mencionamos que los investigadores establecieron que hay variación heredable entre las moscas en cuanto al tamaño de las agallas que inducen. ¿Cómo cree que hicieron esto Weis y Abrahamson? Describa los experimentos necesarios con el mayor detalle posible. Explorando la bibliografía 11. Si la bacteria endosimbiótica estudiada por Lambert y Moran (1998) sufre una reducción de eficacia como consecuencia del trinquete de Muller, entonces las mitocondrías también lo sufrirían. ¿Lo harían? Véase: Lynch, M. 1996. Mutation accumulation in transfer RNAs: Molecular evidence for Muller’s ratchet in mitochondrial genomes. Molecular Biology and Evolution 13: 209-220. Lynch, M. 1997. Mutation accumulation in nuclear, organelle, and prokaryotic transfer RNA genes. Molecular Biology and Evolution 14: 914-925. 12. Muchos patógenos humanos, incluidos bacterias y eucariotas, son capaces tanto de reproducirse asexualmente como de recombinación genética (es decir, sexo en el sentido genético poblacional). La frecuencia de recombinación en una población de patógenos puede tener implicaciones médicas. (Piense, por ejemplo, en lo rápido que evolucionará la resistencia a múltiples antibióticos en una población de bacterias que tiene recombinación respecto de una población que no la tiene.) ¿Cómo podemos decir si una población de patógenos dada está comprometida en recombinación genética o es predominantemente clonal? La recombinación genética es una fuerza tan poderosa en reducir el desequilibrio de ligamiento que la cantidad de desequilibrio en una población de patógenos proporciona una pista.Véase: Maynard Smith, J., N. H. Smith, M. O’Rourke, and B. G. Spratt. 1993. How clonal are bacteria? Proceedings of the National Academy of Sciences, USA 90: 4384-4388. Burt,A., D. A. Carter, G. L. Koenig,T. J.White, and J.W.Taylor. 1996. Molecular markers reveal cryptic sex in the human pathogen Coccidioides immitis. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA 93: 770-773. Go, M. F.,V. Kapur, D. Y. Graham, and J. M. Musser. 1996. Population genetic analysis of Helicobacter pylori by multilocus enzyme electrophoresis: Extensive allelic diversity and recombinational population structure. Journal of Bacteriology 178: 3934-3938. Gräser,Y. et al. 1996. Molecular markers reveal that population structure of the human pathogen Candida albicans exhibits both clonality and recombination. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA 93: 12473-12477. Jiménez, M., J. Alvar, and M.Tibayrenc. 1997. Leishmania infantum is clonal in AIDS patients too: Epidemiological implications. AIDS 11: 569-573. 13. ¿En qué grado y a qué velocidad puede la selección direccional desplazar la distribución de un carácter cuantitativo en una población? Para una respuesta, véase: Weber, K. E. 1996. Large genetic change at small fitness cost in large populations of Drosophila melanogaster selected for wind tunnel flight: Rethinking fitness surfaces. Genetics 144: 205-213. 248 PARTE II Los mecanismos del cambio evolutivo Bibliografía Por favor, advierta que gran parte de la genética cuantitativa y de poblaciones de este capítulo está modelizada después de su presentación en los siguientes: Cavalli-Sforza, L. L., and W. F. Bodmer. 1971. The Genetics of Human Populations. San Francisco:W. H. Freeman and Company. Falconer, D. S. 1989. Introduction to Quantitative Genetics. New York: John Wiley & Sons. Felsenstein, J. 1997. Theoretical Evolutionary Genetics. Seattle,WA:ASUW Publishing, University of Washington. Felsenstein, J. 1988. Sex and the evolution of recombination. In R. E. Michod and B. R. Levin, eds. The Evolution of Sex. Sunderland, MA: Sinauer, 74-86. Hartl, D. L. 1981. A Primer of Population Genetics. Sunderland, MA: Sinauer. Maynard Smith, J. 1998. Evolutionary Genetics, 2nd edition. Oxford: Oxford University Press. Aquí esta la lista de todas las citas de este capítulo: Andersson, D. I., and D. Hughes. 1996. Muller’s ratchet decreases fitness of a DNAbased microbe. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA 93: 906-907. Ansari-Lari, M. A., X.-M. Liu, et al. 1997.The extent of genetic variation in the CCR5 gene. Nature Genetics 16: 221-222. Barton, N. H., and M.Turelli. 1989. Evolutionary quantitative genetics: How little do we know? Annual Review of Genetics 23: 337-370. Bates Smith,T. 1993. Disruptive selection and the genetic basis of bill size polymorphism in the African finch Pyrenestes. Nature 363: 618-620. Blakeslee,A.F. 1914. Corn and men. Journal of Heredity 5:511-518. Brodie, E. D., III. 1992. Correlational selection for color pattern and antipredator behavior in the garter snake Thamnophis ordinoides. Evolution 46: 1284-1298. Brodie, E. D., III, A. J. Moore, and F. J. Janzen. 1995.Visualizing and quantifying natural selection. Trends in Ecology and Evolution 10: 313-318. Carrington, M., M. Dean, et al. 1999. Genetics of HIV-1 infection: Chemokine receptor CCR5 polymorphism and its consequences. Human Molecular Genetics 8: 1939-1945. Cavalli-Sforza, L. L., and W. F. Bodmer. 1971. The Genetics of Human Populations. San Francisco:W. H. Freeman and Company. Clausen,J.,D.D.Keck,and W.M.Hiesey.1948.Experimental Studies on the Nature of Species. III. 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La selección natural, por el contrario, es el único proceso evolutivo que produce adaptación. Una adaptación es cualquier carácter que permita a un individuo dejar más descendientes que los individuos que no poseen dicho carácter. Nuestro objetivo en la Parte III es explorar con detenimiento la adaptación. Comenzaremos, en el Capítulo 8, inspeccionando las técnicas que los biólogos evolutivos usan para estudiar la adaptación. ¿Cómo puede un investigador comprobar, rigurosamente, la hipótesis de que un carácter particular es adaptativo? Esta discusión se seguirá, en el Capítulo 9, con la exploración de cómo la selección natural actúa sobre caracteres morfológicos y de comportamiento que permiten a los individuos atraer parejas. Este tipo de selección se llama selección sexual. Ésta puede producir enormes diferencias en el comportamiento y apariencia de machos y hembras de una misma especie. El Capítulo 10 explora cómo las interacciones entre individuos que viven en grupos sociales afectan a su eficacia biológica. Explora, también, la base biológica del altruismo e introduce un importante avance conceptual llamado selección familiar. La Parte III termina planteando cuestiones sobre cuánto tiempo viven los organismos, con qué frecuencia se reproducen y cuánto invierten en el cuidado de cada uno de sus descendientes. En conjunto, los capítulos de la Parte III exploran las consecuencias de la selección natural en todas sus formas. OS MODELOS Y EXPERIMENTOS DE CAPÍTULO 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función Las flores de Fuchsia excorticata permanecen verdes mientras producen néctar y reciben polen, luego cambian a púrpura oscuro o rojo (Lynda Delph, Universidad de Indiana). L AS JIRAFAS EXIGEN UNA EXPLICACIÓN. UNA PEQUEÑA CABEZA SOBRE UN enorme cuello, con todo el conjunto colocado sobre unos zancos; ver sus contorsiones gimnásticas cuando se agachan para tomar un trago es preguntarse si no fueron diseñadas por encargo (Figura 8.1). Cualquiera sabe, por supuesto, por qué las jirafas tienen un cuello largo. Sus antepasados tuvieron que competir con otras especies ramoneadoras. Las jirafas con cuellos más largos tenían más comida y, consecuentemente, dejaban más descendientes. Hoy día, sus descendientes alcanzan alturas de hasta más de cinco metros y son los únicos animales de pasto en África que pueden alcanzar las copas altas de las acacias. La explicación del diseño de los organismos se encuentra entre los triunfos de la teoría de la evolución por selección natural. Los individuos en las generaciones pasadas diferían en su diseño, y aquellos con el mejor diseño transmitieron sus genes en mayor proporción. Un carácter, o conjunto integrado de ellos, que aumenta la eficacia de sus portadores se conoce como una adaptación y se dice que es adaptativo. Demostrar que los caracteres de los organismos son, de hecho, adaptaciones ha sido una de las mayores ocupaciones de la biología evolutiva desde los tiempos de Darwin (Mayr 1983). Este esfuerzo investigador es a menudo conocido como el programa adaptacionista. 251 252 PARTE III Adaptación Figura 8.1 El cuello largo de la jirafa hace difícil tomar un trago (Joe McDonald/Animals Animals/Earth Scenes) Hablando de un modo simplista, para demostrar que un carácter es una adaptación, primero necesitaremos determinar para qué sirve dicho carácter y entonces demostrar que los individuos que lo poseen contribuyen en mayor medida al acervo genético de las generaciones futuras que aquellos individuos que no lo poseen. El significado adaptativo de algunos caracteres es obvio: los ojos son estructuras para detectar objetos en la distancia mediante la captación y análisis de la luz; en muchas especies animales, los individuos con buena visión estarán más capacitados para encontrar comida y evitar a los depredadores que individuos con visión pobre. Otros caracteres ofrecen ventajas más sutiles, y entender su significado adaptativo requiere de un esfuerzo. Las explicaciones obvias, en particular, pueden ser peligrosamente seductoras. Como veremos en la primera sección de este capítulo, nuestra hipótesis adaptativa para el cuello de las jirafas tiene un serio defecto: no parece que las jirafas se la crean. La moraleja es que ninguna explicación sobre el valor adaptativo de un carácter debe ser aceptada solamente porque sea plausible y encantadora (Gould y Lewontin 1979).Todas las hipótesis tienen que comprobarse. Las hipótesis se pueden comprobar usándolas para hacer predicciones y viendo después si estas predicciones son correctas. En este capítulo se explora una variedad de métodos que los biólogos evolutivos usan para comprobar hipótesis sobre adaptaciones, incluyendo experimentos, observaciones y el método comparativo. En la última sección del capítulo también exploraremos las complejidades de las formas y las funciones biológicas que aún continúan haciendo del programa adaptacionista un área de investigación desafiante y muy activa. Una hipótesis plausible sobre el valor adaptativo de un carácter es el principio de un estudio cuidadoso, no su fin. 8.1. Todas las hipótesis deben comprobarse: reconsiderando el cuello de las jirafas Robert Simmons y Lue Scheepers (1996) cuestionaron la interpretación tradicional de cómo las jirafas consiguieron su cuello. Simmons y Scheepers observaron comer a las jirafas salvajes y revisaron las observaciones publicadas por otros biólogos. Simmons y Scheepers razo- Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 253 Altura donde se come (metros) Jirafas macho comiendo en los bosques Jirafas hembra comiendo en los bosques 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 1 1 20 40 Fracción de lo comido (% de bocados) Figura 8.2 ¿Se aprovechan las jirafas de su cuello largo al comer? Estas gráficas muestran 20 40 Fracción de lo comido (% de bocados) la proporción de tiempo que los machos (izquierda) y las hembras (derecha) pasan comiendo a distintas alturas en los bosques de Kenya. Cuanto más ancho es el gráfico a una altura dada, más tiempo pasan las jirafas comiendo en ella. Los paneles muestran las alturas de un macho y de una hembra típicos. Tomado de las Figuras 5 y 6 de Young y Isbell (1991). Reimpreso con permiso de Blackwell Wissenschafts-Verlag, Berlin. naron que si la hipótesis de la competencia por la comida fuese correcta, entonces, durante la estación seca, cuando la comida es escasa, las jirafas deberían invertir la mayor parte de su tiempo comiendo por encima del alcance de sus competidores. El hecho es que las jirafas pasan la mayor parte de su tiempo, durante esta estación, buscando arbustos bajos, no árboles altos. Incluso cuando las jirafas buscan comida por encima del alcance de sus competidores, rara vez lo hacen a una altura cercana a su máximo posible. En Kenya, por ejemplo,Truman Young y Lynne Isbell (1991) encontraron que las jirafas hacían la mayor parte de su ramoneo en bosques y que preferían comer a la altura de los hombros (Figura 8.2). Simmons y Scheepers propusieron una explicación alternativa para la evolución del cuello de las jirafas. Observaron que los machos en ocasiones pelean brutalmente, empleando sus cuellos y cabezas como garrotes y, ocasionalmente, incluso se matan unos a otros (Figura 8.3). Simmons y Scheepers sugirieron que el cuello de la jirafa evolucionó como un arma, usada por los machos en los combates pre-apareamiento. De un modo consistente con esta hipótesis, los machos tienen cuellos que son entre 30 y 40 centímetros más largos y 1,7 veces más pesados que los de las hembras de la misma edad. Además, los machos tienen cráneos más fuertemente armados y 3,5 veces más pesados. Figura 8.3 Las jirafas macho emplean sus cabezas y cuellos como armas cuando pelean por una oportunidad de apareamiento (Patti Murria/Animals Animals/Earth Scenes) 254 PARTE III Adaptación También apoyan la hipótesis del “cuello como arma” los datos sobre el comportamiento de las jirafas recogidos por David Pratt y Virginia Anderson. Pratt y Anderson (1985) observaron detalladamente las relaciones sociales de las jirafas. La primera vez que Pratt y Anderson veían a cada uno de los machos pertenecientes a la población que estaban estudiando, lo clasificaban en una de las tres categorías siguientes. Los machos de la clase C eran adultos jóvenes; los de las clases A y B eran adultos más maduros. Los de la clase A eran, frecuentemente, más grandes que los de la clase B pero, aún más importante, tenían cuellos más gruesos, cuernos más grandes y cráneos más fuertemente armados. Pratt y Anderson observaron 127 interacciones en las que un macho desplazaba a otro en su grupo social. Esto tenía lugar cuando,“caminando hacia él con la cabeza en alto o, en ocasiones, simplemente golpeándole fuertemente, el individuo dominante obligaba al inferior a retirarse”. Los machos de la clase A dominaban a los de las clases B y C, mientras que los de la B dominaban a los de la C (Tabla 8.1a). Pratt y Anderson también observaron interacciones entre machos y hembras. Los machos controlaban a las hembras para determinar cuándo éstas estaban en celo. Para comprobar la condición reproductiva de una hembra, un macho le acaricia con el hocico en la grupa. Si ella es receptiva, orinará, y el macho probará la orina. Pratt y Anderson fueron testigos de numerosos intentos por parte de machos de cada clase de comprobar el estado de las hembras. Éstas fueron mucho más receptivas con machos de tipo A y B que con machos de tipo C (Tabla 8.1b).Ya que esta clase de conducta, algunas veces, se sigue con el galanteo y posterior apareamiento, estos datos sugieren que las hembras prefieren aparearse con machos más viejos, más grandes y con cuellos más largos. Simmons y Scheepers argumentan que entre los ancestros de las actuales jirafas, los machos de cuellos largos tenían un mayor éxito reproductivo, no porque comiesen más, sino por que intimidaban a sus rivales y atraían más hembras. ¿Entonces por qué, también tienen las hembras el cuello largo? Tal vez simplemente porque los machos pasan los genes que codifican para el cuello largo a sus hijas igual que los pasan a sus hijos. Tabla 8.1 Tamaño del cuello e interacciones sociales en las jirafas Los machos de la clase C son adultos jóvenes; los de las clases A y B son más maduros. Los de la clase A son, habitualmente, más grandes que los de la B, pero más importante, tienen cuellos más robustos , cuernos más grandes y cráneos más armados. (a) Tamaño del cuello e interacciones sociales de los machos. Estos números representan observaciones de un macho desplazando a otros en un grupo social. A desplaza a B, A desplaza a A, B desplaza a A, A desplaza a C, o B desplaza a B, o C desplaza a A, o B desplaza a C C desplaza a C C desplaza a B 82 39 6 (b) Tamaño del cuello y elección de la hembra. Estos números representan observaciones de un macho intentando averiguar si una hembra está en celo mediante una prueba de su orina. Probar la orina de una hembra por parte de un macho requiere la cooperación de ésta. Éxito Fracaso % de éxito Machos A 34 22 60,7 Machos B 76 61 55,5 Machos C 45 89 33,6 Fuente: de Pratt y Anderson 1985. Copyright © 1985, Journal of Natural History. Reimpreso con el permiso de Taylor & Francis Ltd. http://www.tandf.co.uk Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 255 El ejemplo de las jirafas demuestra que no podemos aceptar sin sentido crítico cualquier hipótesis sobre el significado adaptativo de un carácter simplemente porque sea plausible. Debemos someter todas las hipótesis a pruebas rigurosas. Aquí hay otros problemas que hay que tener en mente al estudiar adaptaciones: • Las diferencias entre poblaciones o especies no siempre son adaptativas. Jirafas de diferentes poblaciones tienen diferentes patrones de manchas en su pelaje. Es posible que cada patrón de pelaje sea adaptativo en la región donde aparece. Es también posible, no obstante, que las diferencias regionales en el patrón de pelaje no sean adaptativas en absoluto. Mutaciones que generen variaciones en los patrones pueden haberse fijado en diferentes poblaciones de jirafas por deriva genética, tal vez mediante un efecto fundador (ver Capítulo 6). En el ámbito molecular, mucha de la variación entre individuos, poblaciones y especies puede ser selectivamente neutra (ver los Capítulos 6 y 18). • No todos los caracteres de un organismo, o todos los usos que de un carácter haga un organismo, son una adaptación. Las jirafas, a veces comen en toda su altura, por encima del alcance de sus competidores. Esto no significa necesariamente que los cuellos largos evolucionasen porque proporcionaban nuevas oportunidades para comer. Los cuellos largos pueden haber evolucionado por su valor como armas y son, sólo incidentalmente, empleados también por la ventaja que proporcionan para comer. • No todas las adaptaciones son perfectas. Los cuellos largos pueden ayudar a las jirafas machos a obtener parejas, pero, como ya hemos visto, hacen difícil el beber. Todas las hipótesis deben ser contrastadas. También hay que considerar explicaciones alternativas. En las siguientes tres secciones, revisaremos tres métodos que los biólogos evolutivos emplean para contrastar hipótesis sobre el significado adaptativo de un carácter. La primera de estas secciones hace referencia a la experimentación, la segunda a los estudios observacionales y la tercera explora el método comparativo. 8.2. Experimentos Los experimentos están entre las herramientas más poderosas en ciencia. Un experimento bien diseñado nos permite aislar y contrastar el efecto que un factor único, bien definido, tiene sobre el fenómeno en cuestión.Ya hemos repasado una variedad de experimentos en capítulos anteriores. Las Figuras 5.11 y 7.14, por ejemplo, ilustran los resultados experimentales de poblaciones de insectos mantenidas en el laboratorio. Aquí prestaremos atención al proceso de planificación e interpretación de experimentos. Hemos elegido nuestros ejemplos porque ilustran varios aspectos de un buen diseño experimental. ¿Cuál es la función que tienen las marcas en las alas y la conducta de agitar las alas en la mosca téfrica Zonosemata? La mosca téfrica Zonosemata vittigera tiene unas bandas oscuras características en sus alas. Cuando se le molesta, la mosca coloca las alas perpendicularmente a su cuerpo y las agita de arriba abajo (Figura 8.4). Algunos entomólogos han apreciado que este comportamiento parece imitar al desafío territorial agitando las patas típico de las arañas saltarinas (especies de la familia Salticidae). Estos entomólogos sugirieron que ya que las arañas saltarinas son rápidas y tienen un desagradable mordisco, una mosca que imitase a una araña saltarina podría ser evitada por una amplia variedad de otros predadores. Erick Greene y sus colaboradores (1987) tenían una idea diferente.Ya que las arañas saltarinas son el principal depredador de Zonosemata, Greene et al. propusieron que la mosca usaba las marcas Los experimentos son el método más poderoso para contrastar hipótesis. Un buen experimento restringe las diferencias entre grupos de estudio a una única variable. 256 PARTE III Adaptación Figura 8.4 ¿Un cordero con piel de lobo? Esta fotografía muestra a la mosca téfrica Zonosemata vittigera (derecha) enfrentándose a uno de sus depredadores, la araña saltarina Phidippus apacheanus (izquierda) (Erick Greene, University of Montana). de sus alas y la conducta de agitar las alas para intimidar a las propias arañas saltarinas. La mosca, en otras palabras, es una oveja con piel de lobo. Nunca antes se había observado una presa imitando el comportamiento de su propio depredador. Ambas explicaciones basadas en la imitación son hipótesis plausibles sobre el comportamiento de la mosca pero, a menos que las contrastemos, no dejan de ser solamente bonitas historias. ¿Pueden contrastarse estas hipótesis rigurosamente? Greene y sus colaboradores (1987) fueron capaces de hacerlo experimentalmente. El primer paso en cualquier análisis evolutivo es plantearse la cuestión lo más concretamente posible. En este caso, ¿las marcas de las alas y agitar las alas imitan el desafío que usan las arañas saltarinas entre ellas y, por tanto, permite a la mosca no ser depredada? Plantear la pregunta de un modo preciso hace más fácil diseñar un experimento que proporcione una respuesta clara. El siguiente paso de Green et al. fue enumerar explicaciones alternativas para este comportamiento. Los buenos experimentos deben contrastar cuantas más hipótesis alternativas como sea posible. Nótese que cada una de las siguientes explicaciones alternativas es viable y biológicamente realista, no espantapájaros propuestos simplemente para dar una impresión de rigor. Los buenos diseños experimentales contrastan las predicciones hechas por varias hipótesis alternativas. H1: Las moscas no imitan a las arañas saltarinas. Ésta es otra posibilidad, ya que otras especies de moscas también tienen bandas oscuras en las alas y las agitan sin que ello asuste a los depredadores. En muchas especies, las moscas usan sus marcas y demostraciones durante el cortejo. H2: Las moscas imitan a las arañas saltarinas, pero se comportan como tales para ahuyentar a otros depredadores, no a las arañas. Otros depredadores de moscas que podrían asustarse de una araña saltarina, o de algo que se le pareciese, incluye a otras especies de arañas, bichos asesinos, mantis religiosas e incluso lagartos. H3: Las moscas imitan a las arañas saltarinas, y este mimetismo funciona específicamente para evitar la depredación por parte de las arañas saltarinas. Para contrastar estas alternativas, Greene y sus colaboradores necesitaban moscas con algunas partes, pero no todas, del aspecto de Zonosemata. Los investigadores comprobaron que podían cortar las alas de Zonosemata y pegárselas después con cola de Elmer.Y que podían cortar las alas de Zonosemata y reemplazárselas con las alas de una mosca doméstica (Musca domestica), que son claras y sin marcas. Notablemente, las Zonosemata quirúrgicamente alteradas continuaban agitando sus alas de modo normal e incluso podían volar. Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 257 Mediante varias operaciones quirúrgicas, Greene y sus colaboradores crearon un total de cinco grupos experimentales de moscas (Figura 8.5). Los cinco tratamientos discriminaban entre las tres hipótesis, ya que cada hipótesis plantea un conjunto diferente de predicciones sobre qué ocurrirá en los encuentros entre depredadores y moscas. Los tratamientos también permitieron a los investigadores determinar si ambos, las marcas y la agitación de las alas, eran importantes en el mimetismo. Éste es un diseño experimental potente. Para hacer los contrastes, Greene et al. necesitaban medir la respuesta de las arañas saltarinas y otros depredadores ante los cinco tipos experimentales de moscas. Cuando fuesen enfrentadas con una mosca de prueba, las arañas ¿se retirarían, acecharían y atacarían o matarían? Para responder a esta pregunta, los investigadores mantuvieron en ayunas a 20 arañas saltarinas de 11 especies diferentes durante dos días. Luego presentaron una mosca de cada uno de los cinco tipos experimentales a cada araña, en un orden aleatorio. Los investigadores hicieron esto en una zona de pruebas y anotaron la respuesta más agresiva de cada araña saltarina durante un intervalo de cinco minutos. Había una clara diferencia: las arañas saltarinas tendían a retirarse frente a las moscas que agitaban alas marcadas, pero atacaban a las moscas que carecían de marcas en las alas, que no las agitaban, o ambas cosas (Figura 8.6). Tratamiento Propósito A B C D E Zonosemata sin tratar Zonosemata con las alas cortadas y vueltas a pegar Zonosemata con alas de mosca Mosca doméstica con alas de Zonosemata Mosca doméstica sin tratar Comprobar el efecto de las marcas en las alas y de su movimiento Control de los efectos de la cirugía Comprobar el efecto de mover las alas pero sin marcas Comprobar el efecto de las alas marcadas pero sin agitación Comprobar el efecto de alas sin marcas y sin movimiento Predicciones bajo la hipótesis 1: sin mimetismo La araña saltarina hará: Atacar Atacar Atacar Atacar Atacar Otro depredador hará: Atacar Atacar Atacar Atacar Atacar Predicciones bajo la hipótesis 2: el mimetismo detendrá a otros depredadores La araña saltarina hará: Atacar Atacar Atacar Atacar Atacar Otro depredador hará: Retirada Atacar Atacar Atacar Retirada Predicciones bajo la hipótesis 3: el mimetismo detendrá a las arañas saltarinas La araña saltarina hará: Retirada Retirada Atacar Atacar Atacar Otro depredador hará: Atacar Atacar Atacar Atacar Atacar Figura 8.5 Tratamientos quirúrgicos empleados en los experimentos para comprobar la función de la agitación de las alas de Zonosemata Esta tabla muestra los resultados predichos cuando diferentes depredadores se encuentran con las moscas de cada tratamiento. Nótese que cada hipótesis hace un conjunto único de predicciones. (Las predicciones enumeradas para las hipótesis 2 y 3 asumen que tanto las marcas como el movimiento de las alas de Zonosemata son necesarios para un mimetismo efectivo.) 258 PARTE III Adaptación Figura 8.6 Las moscas téfricas imitan a las arañas saltarinas para evitar la depredación Estos diagramas de barras muestran cómo las arañas (a) B C D E Retirada 20 10 0 Acecho y ataque (b) 20 10 0 (c) 20 Matar Respuesta de la araña saltarina saltarinas responden a cada uno de los cinco tratamientos y controles enumerados en la Figura 8.5. El eje vertical representa el número de arañas saltarinas, de un total de 20, que mostraron cada tipo de respuesta extrema frente cada tipo de mosca. Así, para las moscas del grupo A (Zonosemata sin modificar), 15 arañas saltarinas se retiraron de sus moscas prueba [gráfico (a)], y cinco de las arañas mataron a sus moscas prueba [gráfico (c)]. Para las moscas del grupo B (Zonosemata con sus alas cortadas y vueltas a pegar), 15 arañas saltarinas se retiraron de sus moscas, dos acecharon y atacaron pero no mataron a las moscas y tres mataron a sus moscas. De Greene et al. (1987). Copyright © 1985, Journal of Natural History. Reimpreso con permiso de Taylor & Francis Ltd. http://www.tandf.co.uk Nótese que la mayoría de las moscas que movieron sus alas marcadas (grupos A y B) sobrevivieron ilesas a sus encuentros con arañas, mientras que la mayoría de las moscas que carecían de marcas, no movían las alas, o ambas cosas, fueron atacadas y, muchas, matadas. La línea gruesa bajo las gráficas identifica grupos de tratamiento donde las respuestas de las arañas no eran estadísticamente distintas. Los grupos A y B eran indistinguibles uno del otro, pero diferentes de los grupos C, D y E. Dado que a cada araña se le presentó una mosca de cada tipo, el tamaño de la muestra en cada tratamiento fue de 20. A 10 0 Cuando los investigadores probaron moscas de los tratamientos A, C y E frente a otros depredadores (arañas no saltarinas, bichos asesinos, mantis religiosas y lagartos de cola de látigo), todas fueron capturadas y comidas. Cuando Greene et al. colocaron moscas frente a estos depredadores, no hubo diferencias entre los tres grupos incluso en el tiempo que tardaron en ser capturadas. La comparación de las Figuras 8.5 y 8.6 muestra que estos resultados son consistentes con la hipótesis H3 pero inconsistentes con las hipótesis H1 y H2. Así pues, los experimentos de Greene et al. dieron un fuerte respaldo a la hipótesis de que las moscas téfricas imitaban a sus propios depredadores, las arañas saltarinas, para evitar ser comidas por éstas (véase también Mather y Roitberg 1987). En términos de diseño experimental, el estudio de Greene et al. ilustra varios puntos importantes: Los grupos control proporcionan un contraste para los grupos de tratamiento. Los individuos control no deben haber sido tratados en absoluto, o pueden haber experimentado un tratamiento que pruebe los efectos de aquellas condiciones experimentales de las que se haya predicho que no tenían efecto sobre el resultado final. • Definir y contrastar grupos de control válidos es crítico. En los estudios de Greene et al., los grupos A y B (Figuras 8.5 y 8.6) sirvieron de controles. Estos individuos demostraban que la cirugía en las alas, en sí misma, no tenía efecto alguno en el comportamiento de las moscas o de las arañas. Así, cuando las Zonosemata del grupo C fueron atacadas y comidas por las arañas saltarinas, Greene y sus colegas podían estar seguros de que esto fue porque las moscas no tenían marcas en sus alas, no simplemente porque sus alas habían sido cortadas y pegadas. • Todos los tratamientos (control y experimentales) tienen que manipularse exactamente igual. Fue clave que Greene et al. usasen siempre la misma zona de pruebas, los mismos intervalos de tiempo y las mismas definiciones de respuesta del depredador en todas y cada una de las pruebas. Usar condiciones tipificadas permite a un investigador el evitar sesgos y aumentar la precisión de los datos (Figura 8.7). Piense en los problemas que podrían haber aparecido si distintas zonas de pruebas se hubiesen empleado para cada uno de los cinco tratamientos. • La aleatorización es una técnica importante para homogeneizar otros efectos diversos entre grupos control y experimentales. En esencia, es otro modo de evitar sesgos. Por ejemplo, Greene y sus colegas presentaban los diferentes tipos de moscas de prueba a las arañas Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 259 Sesgo Grande Pequeño Precision Alta Figura 8.7 Sesgo y precisión Cuando se diseña un experimento o conjunto Baja de observaciones con el objetivo de estimar algún parámetro, es importante minimizar el sesgo y maximizar la precisión. En este diagrama el parámetro estimado en un estudio se representa por la diana y los datos recogidos se representan por los puntos rojos. Técnicas tales como estandarizar las condiciones experimentales y aleatorizar otros factores ayudan a minimizar el sesgo y a aumentar la precisión. Nótese que nuestra habilidad para medir con precisión depende de disponer de un gran número de datos. y a los otros depredadores en un orden aleatorio. ¿Qué problemas hubiesen aparecido si hubiesen presentado los cinco tipos de moscas siempre en la misma secuencia a cada araña? • Repetir las pruebas con muchos individuos es esencial. Es casi universalmente cierto en trabajos experimentales (y observacionales) que tamaños muestrales grandes son mejores. Esto es porque el objetivo de todo experimento es estimar un número. En este caso, ese número fue la probabilidad de que una mosca fuese atacaba por las arañas saltarinas como una función de su habilidad para mover las alas marcadas. Replicar los experimentos u observaciones tiene dos consecuencias: • Reduce la cantidad de error de las estimas causado por individuos o circunstancias inusuales. Por ejemplo, cuatro de las diez Zonosemata con alas marcadas que fueron atacadas, saltaron sobre ellas y las mataron incluso antes de que tuviesen una oportunidad de mostrarse (grupos A y B en las Figuras 8.5 y 8.6). Como Greene y sus colegas estaban usando condiciones tipificadas, no fue aceptable simplemente eliminar estos datos, aunque puedan representar mala suerte. Si sucesos como éstos son realmente el resultado de la mala suerte, entonces serán raros y no sesgarán los resultados siempre y cuando el tamaño muestral sea grande. • Repetir los experimentos permite a los investigadores entender lo precisa que es su estimación, al poder medir la variación entre los datos. Conocer lo precisos que son los datos permite el uso de pruebas estadísticas. Las pruebas estadísticas, de hecho, nos permiten cuantificar la probabilidad de que el resultado que hemos observado sea debido, simplemente, al azar (ver el Cuadro 8.1). En resumen, el diseño experimental de Greene et al. fue exitoso porque permitió contrastar, independientemente, los efectos que el tipo de predador, tipo de ala y movimiento del ala tenía en la habilidad de Zonosemata para escapar de la predación. Los experimentos son el método más poderoso de contrastar hipótesis sobre la adaptación. En la siguiente sección, consideraremos cómo estudios basados en observaciones cuidadosas pueden, a veces, ser casi tan buenos como la experimentación. 8.3. Estudios basados en la observación Algunas hipótesis sobre adaptaciones son difíciles o imposibles de contrastar con experimentos. Es difícil de imaginar, por ejemplo, cómo podemos hacer experimentos con- Tamaños muestrales grandes son críticos para el éxito de los experimentos, pero los investigadores tienen que llegar a un compromiso entre los costes y los beneficios de reunir conjuntos de datos infinitamente grandes. Cuando un experimento es impracticable, un cuidadoso estudio basado en la observación puede ser el mejor método siguiente para evaluar hipótesis. Un buen estudio de observación intentará buscar circunstancias en la naturaleza que asemejen un experimento. 260 PARTE III Adaptación CUADRO 8.1 E Una introducción al contraste estadístico l objetivo fundamental de muchos estudios experimentales y observacionales es estimar un valor numérico en dos grupos, uno tratado y otro control, y determinar si existen diferencias para este valor entre ambos grupos. En los estudios que hemos revisado hasta ahora, los investigadores han estimado valores tales como la longitud del pico de los pinzones (Capítulo 3) y la frecuencia con que las moscas son atacadas por las arañas (este capítulo). Los grupos que queríamos contrastar en estos ejemplos consistían en pinzones antes y después de la sequía y moscas con alas marcadas y sin marcar. Como ejemplo, nos centraremos ahora en la comparación entre moscas de los grupos B y C del experimento de Greene et al. (Figuras 8.5 y 8.6). Para simplificar la discusión, juntaremos los resultados de “acechada y atacada” con “matada” en un única categoría, “atacada”. Cuando los investigadores mostraron una mosca del grupo B ante 20 arañas saltarinas, 15 de las arañas se retiraron y 5 atacaron a la mosca. Por contra, cuando presentaron a cada una de las 20 arañas una mosca del grupo C, 1 se retiró y 19 atacaron a la mosca. Ciertamente, parece como si las arañas saltarinas fuesen menos agresivas con las moscas de alas marcadas (Grupo B) que con moscas con alas sin marcar (Grupo C). Una vez que hemos hecho una medida en ambos grupos y observado diferencias entre ellos, aparece la cuestión estadística; ¿es real esta diferencia o simplemente se debe a variación aleatoria? Es concebible que si probásemos con una muestra mayor de moscas y arañas, descubriéramos que, en efecto, las arañas responden del mismo modo ante moscas con alas sin marcar que con alas marcadas. Bajo este escenario, la diferencia aparente que observamos era simplemente un resultado aleatorio. Podemos encontrar una analogía en lanzar una moneda. Imagine que tiene dos monedas. Es concebible que si lanzase la primera moneda 20 veces saliesen 15 caras y 5 cruces y que al lanzar la segunda moneda saliesen 1 cara y 19 cruces. Parecería que las monedas son diferentes, pero la verdad es que si lanzase ambas monedas un número muy grande de veces, descubriría que ambas monedas son iguales. (Nótese que esta analogía es imperfecta: la probabilidad con la que con una moneda sale cara es 0,5, mientras que la auténtica probabilidad con la que una araña ataca a una mosca está entre 0 y 1.) Lo que queremos saber es ¿cuál es la probabilidad de que observemos una diferencia, como la que hemos obtenido, en el comportamiento de las arañas si realmente éstas reaccionasen de igual modo ante ambos tipos de moscas? Responder a esta pregunta requiere una prueba estadística. El primer paso de una prueba estadística es especificar una hipótesis nula. Esta hipótesis es que no existen diferencias entre los grupos. En nuestro ejemplo, la hipótesis nula es que la presencia o ausencia de marcas en las alas no afecta al modo en que las arañas saltarinas reaccionan ante las moscas. De acuerdo con esta hipótesis, la probabilidad de ataque es la misma para moscas con alas marcadas que para moscas con alas sin marcar. El segundo paso es calcular un valor llamado estadístico de prueba. Un estadístico de prueba es un número que caracteriza la magnitud de la diferencia entre ambos grupos. Más de un estadístico de prueba sería apropiado para los datos de Greene et al. Greene y sus colaboradores eligieron un estadístico de prueba que compara las frecuencias de retirada y ataque observadas en el experimento, y las frecuencias de retirada y ataque esperadas si la hipótesis nula fuese cierta. El tercer paso es determinar la probabilidad de que, simplemente por azar, obtuviésemos un estadístico de prueba como el calculado. En otras palabras, si la hipótesis nula fuese cierta, e hiciésemos el mismo experimento muchas veces, ¿con qué frecuencia obtendríamos un valor del estadístico de prueba mayor que el que hemos calculado? La respuesta proviene de una distribución de referencia. Ésta es una función matemática que especifica la probabilidad, bajo la hipótesis nula, de todos los posibles valores del estadístico de prueba. A menudo, es posible mirar la respuesta en una tabla de valores estadísticos en un libro, o tener una computadora que la calcule. Para los datos y el estadístico prueba de Greene et al., la probabilidad de obtener por azar un valor tan grande del estadístico prueba es considerablemente menor que 0,01. En otras palabras, si la hipótesis nula fuese cierta, y si Greene et al. hubiesen repetido el experimento muchas veces, hubiesen obtenido un valor del estadístico prueba mayor que el observado en menos de 1 en 100 experimentos. Esto significa que la hipótesis nula es probablemente falsa, y que existe una diferencia significativa en cómo responden las arañas saltarinas ante moscas que agitan alas marcadas y sin marcar. El cuarto paso, y último, es decidir si consideramos el resultado del experimento estadísticamente significativo o no. Por convenio, los científicos consideran generalmente el valor de un estadístico prueba significativo si su probabilidad bajo la hipótesis nula es menor de 1 en 20, ó 0,05. Mediante este criterio, los resultados de Greene et al. son Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 261 CUADRO 8.1 Continuación de sobra significativos. En otras palabras, cuando Greene y sus colegas afirmaron que habían demostrado que las moscas tenían que tener marcas en sus alas para evitar el ataque de las arañas saltarinas, asumían una probabilidad de menos de 1 en cada 100 de que alguien que pudiera repetir sus experimentos demostrase posteriormente que estaban equivocados. Esta probabilidad era lo suficientemente pequeña para ellos como para afirmar que su resultado es estadísticamente significativo. Si hay un 5% o más de probabilidad que las diferencias observadas se deban al azar se acepta, por convenio, la hipótesis nula de que no hay diferencias reales entre grupos. En los artículos científicos, la probabilidad de encontrar la diferencia observada por azar se representa como un valor P, donde P significa probabilidad. En el artículo original publicado por Greene et al., por ejemplo, la imagen que está representada en nuestra Figura 8.6 incluye la frase “P < 0,01”. Las pruebas estadísticas se basan en modelos explícitos de los procesos que generan los datos y del diseño de los experimentos. Muchos tipos diferentes de procesos aleatorios se modelan estadísticamente. Cuando analicemos datos, es necesario conocer suficiente estadística como para elegir el modelo apropiado a los datos recogidos en un estudio. trolados para contrastar hipótesis alternativas sobre por qué las jirafas tienen el cuello largo. Para hacer esto, deberíamos ser capaces de crear jirafas que fuesen idénticas en todos los aspectos excepto en la longitud de sus cuellos. Los experimentos pueden ser también inapropiados cuando las hipótesis hacen predicciones sobre cómo los organismos se comportarían en la naturaleza. Cuando los experimentos son imposibles o inapropiados, la observación cuidadosa puede, a veces, generar suficiente información para evaluar hipótesis. Comportamiento de termorregulación La inmensa mayoría de los organismos son poiquilitermos, lo que significa que la temperatura de su cuerpo está determinada por la temperatura del ambiente. Como la Figura 8.8 demuestra para las iguanas del desierto (Dipsosaurus dorsalis), la temperatura del cuerpo tiene un importante efecto en el rendimiento fisiológico de un poiquilitermo. La iguana del desierto puede sobrevivir a cortas exposiciones a temperaturas corporales tan bajas como los 0ºC y tan altas como los 47ºC, pero únicamente pueden funcionar entre los 15ºC y los 45ºC. Dentro de este estrecho margen, las iguanas frías corren y digieren lentamente, se cansan rápidamente y oyen pobremente.A medida que se van calentando, corren y digieren más rápidamente, se cansan menos y su oído es más fino. Las capacida- Resistencia Velocidad de arranque Eficiencia digestiva Eficiencia auditiva Figura 8.8 Capacidades fisiológicas de la iguana del desierto (Dipsosaurus dorsalis) en función de la temperatura corporal 20 0,4 15 0,2 TCmáx 0,6 10 0 0 10 20 30 40 Temperatura corporal (ºC) 50 0 Número 0,8 TCmin Rendimiento relativo 1,0 Los cuadros y círculos coloreados muestran la resistencia locomotora, velocidad de arranque (aceleración), eficiencia digestiva y capacidad de audición de las iguanas en función de la temperatura corporal. La región sombreada es un histograma que muestra la distribución de las temperaturas corporales de iguanas capturadas en la naturaleza. La flecha negra indica la temperatura corporal medida en iguanas en el laboratorio. TCmáx es la temperatura crítica máxima, esto es, la temperatura letal máxima. TCmin es la temperatura crítica mínima. Reimpreso de Huey y Kingsolver (1989). Copyright © 1989, Elsevier Science. Reimpreso con permiso de Elsevier Science. 262 PARTE III Adaptación des fisiológicas de las iguanas alcanzan su máximo entre los 35ºC y los 40ºC. Por encima de los 45ºC, están demasiado calientes y se colapsan. La relación entre el rendimiento fisiológico y la temperatura es conocida como la curva de rendimiento térmico. La forma de la curva de rendimiento térmico de la iguana del desierto es la típica de una variedad de procesos fisiológicos en una gran diversidad de organismos. Dada la sensibilidad de las funciones fisiológicas a la temperatura, podemos predecir que los poiquilitermos mostrarán un comportamiento de termorregulación. Esto es, deberán moverse por su entorno de modo que se mantengan a sí mismos cerca de la temperatura a la que mejor funcionan. Como la temperatura de su ambiente cambia, las iguanas del desierto por ejemplo, no aceptan pasivamente las consecuencias. Por el contrario, regulan su temperatura corporal moviéndose hacia el Sol para calentarse o hacia la sombra para enfriarse. Las iguanas prefieren mantener su temperatura corporal por encima de los 35ºC (Figura 8.8, flecha). Este es el centro del rango de temperaturas en el que las iguanas funcionan mejor. La temperatura favorita de las iguanas no es sorprendente. Al fin y al cabo, una iguana nunca sabe cuando querrá perseguir algo para comer, o necesitará huir de un depredador. Por supuesto, en la naturaleza, las iguanas pueden no tener siempre un rango de temperaturas ambientales suficiente por el que moverse y mantenerse exactamente a su temperatura favorita. No obstante, como se muestra en el histograma sombreado de temperaturas corporales tomadas en el campo (Figura 8.8), las iguanas lo hacen razonablemente bien. Nótese que aunque hayamos afirmado que las iguanas del desierto se termorregulan, el mero hecho de que iguanas capturadas en la naturaleza estén, habitualmente, en o cerca de su temperatura corporal óptima no prueba, en sí mismo, que ellas mismas mantengan su temperatura de un modo activo. Podría ser que el ambiente en el que viven estuviese siempre sobre los 35-40ºC. Para demostrar el comportamiento de termorregulación, debemos demostrar (1) que el animal en cuestión elige ciertas temperaturas con mayor frecuencia que las que encontraría simplemente moviéndose al azar por su entorno y (2) que esta elección de temperaturas es adaptativa. ¿Las serpientes de liga hacen elecciones adaptativas cuando buscan un lugar de descanso nocturno? Ray Huey y sus colegas (1989b) hicieron un estudio detallado del comportamiento de termorregulación de la serpiente de liga (Thamnophis elegans) del lago Eagle, California. Las serpientes de liga están afectadas por la temperatura del mismo modo que las iguanas del desierto, excepto en que para las serpientes la temperatura óptima, preferida, y máxima de supervivencia son todas algunos grados inferiores que las correspondientes de las iguanas. Huey et al. implantaron quirúrgicamente radio transmisores en miniatura en algunas serpientes. Cada transmisor implantado emitía una señal de pitidos que permitía a un biólogo con un receptor de mano y una antena direccional encontrar a la serpiente, incluso cuando ésta estaba escondida bajo una roca o en una madriguera.Además, el transmisor comunicaba la temperatura de la serpiente mediante un cambio en la frecuencia de los pitidos. Las serpientes de liga, en el laboratorio, prefieren estar a una temperatura entre los 28ºC y los 32ºC. Huey y sus colegas observaron que en la naturaleza las serpientes hacen un excelente trabajo termorregulándose en el mismo intervalo. La Figura 8.9 muestra la temperatura corporal de dos de las serpientes implantadas, ambas durante el transcurso de un período de 24 horas. Ambas serpientes mantuvieron su temperatura dentro o cerca del rango de preferencia. ¿Cómo hacen las serpientes de liga para termorregularse así de bien? Las dos serpientes mostradas en la Figura 8.9 pasaron el día bajo o cerca de las rocas. Otras opciones fueron moverse arriba y abajo en una madriguera o permanecer en la superficie del suelo moviéndose entre el Sol y la sombra constantemente. Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 263 Serpiente 1 29-30 de julio de 1979 (a) Temperatura (ºC) 60 60 Bajo una roca Expuesta 50 Serpiente 2 11-12 de julio de 1985 (b) TCmáx 40 Rango Tp 30 20 Bajo una roca 50 TCmáx 40 Rango Tp 30 20 10 Salida del Sol Puesta Sunset del Sol TCmin 0 0 3 6 9 12 15 10 TCmin 0 18 21 24 0 3 6 9 12 15 18 21 24 Hora del día Figura 8.9 Temperatura corporal de las serpientes de liga en la naturaleza (a) La serpiente 1 pasó parte del día debajo de una roca (puntos y línea rojos) y parte del día al Sol (puntos y línea azul). (b) La serpiente 2 pasó el día entero debajo de una roca. Tp es el rango de temperaturas preferido, medido en el laboratorio. TCmáx y TCmin se definieron en la Figura 8.8. Ambas serpientes mantuvieron su temperatura cerca de los 30ºC durante todo el día. De Huey et al. (1989b). Reimpreso con permiso de la American Ecological Society. Huey y sus colaboradores compararon las ventajas relativas de cada una de estas estrategias termorreguladoras, monitorizando la temperatura ambiental debajo de rocas de varios tamaños, a varias profundidades en una madriguera y monitorizando la temperatura de un modelo de serpiente dejada en la superficie al Sol o a la sombra (Figura 8.10). Para una serpiente bajo una roca, el grosor de la roca es crítico. Una serpiente bajo una roca delgada (Figura 8.10a) podría no solamente quedarse peligrosamente fría durante la noche, sino que también estaría sobrecalentada durante el día. (Como Huey dice:“La serpiente moriría alrededor de las 11:00, y permanecería muerta hasta casi las 18:00”.) Una serpiente bajo una roca gruesa (Figura 8.10b) estará a salvo todo el día, pero nunca alcanzará su temperatura favorita. Las rocas de grosor intermedio son perfectas (Figura 8.10c). Moviéndose bajo una roca de grosor intermedio, una serpiente podría permanecer cerca de, o dentro de, su rango de temperatura favorito durante todo el día. Una serpiente moviéndose arriba y abajo en una madriguera se encontrará razonablemente bien (Figura 8.10d), pero podría quedarse más fría por las noches que una serpiente que esté bajo una roca de grosor intermedio. Finalmente, una serpiente en la superficie puede termorregularse eficientemente durante las horas del día, moviéndose entre el Sol y la sombra, pero se quedaría peligrosamente fría por la noche (Figura 8.10e). Juntando todas estas observaciones, parece que las serpientes tienen muchas opciones para termorregularse durante el día, siempre y cuando eviten rocas demasiado finas o el Sol directo al mediodía. Durante la noche, por el contrario, parece que el mejor lugar para una serpiente es bajo una roca de grosor intermedio. La mayoría de las serpientes de liga, de hecho, descansan por las noches bajo rocas. Bajo la hipótesis del comportamiento de termorregulación, Huey y sus colaboradores predijeron que las serpientes elegirían sus lugares de descanso nocturno adaptativamente. Esto es, los investigadores predijeron que las serpientes seleccionarían, preferentemente, rocas de grosor intermedio. Huey et al. contrastaron su predicción comparando la disponibilidad de rocas de diferentes tamaños en el lago Eagle con el tamaño de las rocas elegidas para los descansos nocturnos por las serpientes con radiotransmisores (Tabla 8.2). Rocas delgadas, intermedias y gruesas son igualmente abundantes, de modo que si las serpientes eligiesen al azar su lugar de descanso nocturno, deberían encontrarse con igual frecuencia bajo rocas de todos los tamaños. El hecho es, no obstante, que las serpientes de liga siempre se encuentran bajo rocas intermedias o gruesas. El hecho de que las serpientes eviten rocas finas es una muy buena evidencia de que las serpientes poseen un activo comportamiento de termorregulación. Monitorizando las temperaturas de los sitios potenciales de descanso, los investigadores que estudiaban la termorregulación de las serpientes de liga mostraron que el mejor lugar para que éstas pasasen la noche es bajo una roca de grosor intermedio. 264 PARTE III Adaptación (a) Temperatura bajo una roca delgada Temperatura (ºC) 60 50 TCmáx 40 30 Rango Tp 20 10 0 (b) Borde, 4 cm Centro, 4 cm 0 Temperatura (ºC) TCmáx 30 Rango Tp 20 10 0 Temperatura (ºC) 3 40 Temperatura (ºC) TCmin 12 15 18 21 24 30 TCmáx Rango Tp 20 10 0 3 6 9 TCmin 12 15 18 21 24 Temperatura en una madriguera 2,5 cm 5 cm 15 cm 50 cm 50 TCmáx 40 30 Rango Tp 20 10 0 0 3 6 9 TCmin 12 15 18 21 24 Temperaturas para un modelo en la superficie 60 Temperatura (ºC) 9 Punto D de la roca (30 cm) Borde Sur Borde Este Centro 50 60 donde una serpiente podría ir. (a) Bajo una roca delgada (4 cm), es frío por la noche y caliente durante el día. (b) Bajo una roca gruesa (43 cm), es frío todo el tiempo. (c) Bajo una roca de grosor mediano (30 cm), existe siempre un punto dentro del rango de temperaturas preferido por las serpientes. (d) En una madriguera, se está frío por la noche y entre fresco y cálido durante el día, con la temperatura exacta dependiendo de la profundidad en la madriguera. (e) en la superficie, es frío por la noche y entre perfecto y caliente durante el día, dependiendo de si la serpiente está en la sombra o a la luz directa del Sol. De Huey et al. (1989b). Reimpreso con el permiso de la American Ecological Society. 6 Temperatura bajo una roca mediana 0 Figura 8.10 Temperatura ambiental disponible para una serpiente de liga en el lago Eagle La gráfica muestra el ciclo diario de temperaturas en varios lugares TCmin 12 15 18 21 24 40 60 (e) 9 Borde, 43 cm Centro, 43 cm 50 0 (d) 6 Temperatura bajo una roca gruesa 60 (c) 3 Expuesto Sombreado 50 TCmáx 40 30 Rango Tp 20 10 0 0 3 6 9 TCmin 12 15 18 21 24 Hora del día Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 265 Tabla 8.2 Distribución de las rocas disponibles para las serpientes y de las elegidas por éstas. Las rocas finas, intermedias y gruesas son igualmente abundantes en el lago Eagle, pero las serpientes de liga que descansan bajo una roca por las noches prefieren las rocas de grosor intermedio (P < 0,05 prueba de chi-cuadrado con las clases delgada y gruesa combinadas debido a los pequeños tamaños esperados). Rocas disponibles para las serpientes Rocas elegidas por las serpientes Finas (⬍20 cm) Intermedias (20-40 cm) Gruesas (⬎40 cm) 32,4% 34,6% 33% 7,7% 61,5% 30,8% Fuente: de la Tabla 1 de Huey et al. (1989b). Copyright © 1989, Ecological Society of America. Luego los investigadores anotaron la disponibilidad de Lo que hace que el estudio observacional de Huey y sus colegas sea efectivo en contrastar la hipótesis de que las serpientes de liga se termorregulan, es el cuidado con el que los investigadores monitorizaron el entorno de las serpientes. Determinando las opciones disponibles para las serpientes, y midiendo la frecuencia de cada opción en el ambiente, los investigadores pudieron demostrar que las serpientes observadas no elegían el sitio de descanso al azar, sino que tomaban una decisión adaptativa. En la siguiente sección, consideraremos un tipo de estudios observacionales que buscan adaptaciones en una escala más amplia. Los biólogos que usan el método comparativo evalúan hipótesis mirando los patrones de evolución entre distintas especies. rocas delgadas, intermedias y gruesas y observaron que las serpientes elegían rocas intermedias más frecuentemente que lo esperado bajo la hipótesis nula de que las serpientes eligen sus lugares de descanso al azar. 8.4. El método comparativo En las Secciones 8.2 y 8.3 hemos considerado cómo pueden usarse experimentos y la observación de individuos en poblaciones naturales para contrastar hipótesis adaptativas. Ahora examinaremos cómo la comparación entre especies también puede usarse para el estudio de la evolución de la forma y la función. Nuestro ejemplo proviene de un grupo de murciélagos llamados Megachiroptera, el cual incluye a los murciélagos de la fruta y a las zorros voladores (Figura 8.11a). ¿Por qué algunos murciélagos tienen los testículos más grandes que otros? Los machos de algunas de estas especies de murciélagos tienen los testículos más grandes que otros, en relación al tamaño del cuerpo.Trabajando con una variedad de otros animales, David Hosken (1998) sugirió que los testículos grandes son una adaptación para la competencia espermática. La competencia espermática ocurre cuando una hembra se aparea con dos o más machos durante un mismo ciclo menstrual; el esperma de estos machos participa en una carrera por alcanzar al óvulo. Una manera en la que los machos pueden aumentar su éxito reproductor desde el punto de vista de la competencia espermática es produciendo eyaculaciones más abundantes. Participando con más esperma en la carrera, un macho aumenta sus posibilidades de ganarla.Y una manera de producir más esperma es teniendo testículos mayores. Para evaluar la hipótesis de la competencia espermática, Hosken necesitaba usarla para generar una predicción que fuese comprobable. Hosken sabía que los murciélagos de la fruta y los zorros voladores se posan en grupos y que el tamaño de estos grupos varía enormemente entre especies; desde dos o tres individuos hasta decenas de miles. Hosken razo- El método comparativo evalúa hipótesis mediante la comparación de patrones entre especies, tales como correlaciones entre caracteres, o correlaciones entre los caracteres y las características ambientales. 266 PARTE III Adaptación (a) volador de cabeza gris (Pteropus poliocephalus). (Fritz Prenzel/ Animals Animals/Earth Scenes) (b) Tamaño testicular relativo (esto es, tamaño de los testículos corregido por el tamaño del cuerpo) en función del tamaño del grupo de nidada para 17 especies de murciélagos de la fruta y zorros voladores. De Hosken (1998). Copyright © 1998, Springer-Verlag GmbH & Co. KG. Reimpreso con permiso. Una aplicación correcta del método comparativo requiere un conocimiento de las relaciones evolutivas existentes entre las especies estudiadas. (b) Valor relativo del logaritmo de la masa testicular Figura 8.11 Variación en el tamaño de los testículos entre murciélagos de la fruta y zorros voladores (a) Un zorro 0,4 0,2 0 –0,2 –0,4 –0,6 –0,8 0 0,5 1 1,5 2 2,5 3 3,5 4 4,5 5 Logaritmo del tamaño del grupo social nó que las hembras que viven en grupos grandes tendrían más oportunidades para apareamientos múltiples y que, por tanto, los machos que vivan en estos grupos experimentarían una mayor competencia espermática. Hosken predijo que si una especie de murciélagos evolucionó en grandes grupos nidificantes, sus machos también habrían desarrollado testículos desproporcionadamente grandes para su tamaño corporal. La manera más simple de explorar esta hipótesis es recopilar datos de diferentes especies, y organizarlos en un eje de coordenadas que mostrase el tamaño relativo de los testículos en función del tamaño de la nidada. Cuando Hosken hizo esto, encontró que ambas variables estaban fuertemente correlacionadas (Figura 8.11b). Las especies de murciélagos que viven en grandes grupos tienen los testículos grandes en comparación con su tamaño corporal. No obstante, como Hosken sabía, podría haber menos evidencia en esta gráfica de lo que parece a simple vista. La Figura 8.12 ilustra el porqué. Imagine, por ejemplo, que hubiésemos dibujado esta gráfica únicamente para seis especies. Llamemos a estas especies A, B, C, D, E y F. La Figura 8.12a muestra una representación del tamaño relativo de los testículos respecto del tamaño del grupo. Al igual que en la gráfica real de la Figura 8.11, ésta también muestra una correlación positiva entre ambas variables. Ahora imaginemos que la relación evolutiva existente entre estas seis especies es la que refleja la filogenia de la Figura 8.12b: las especies A, B y C están estrechamente relacionadas entre ellas, como lo están las D, E y F. Podría ser que las especies A, B y C hubiesen heredado sus pequeños testículos y su afición a anidar en pequeños grupos de su antepasado común (flecha verde). De la misma manera, podría ser que las especies D, E y F hubiesen heredado sus grandes testículos y su preferencia por anidar en grandes grupos a partir de su antepasado (flecha naranja). La posibilidad de que nuestras seis especies hubiesen heredado estos caracteres a partir de únicamente dos ancestros comunes reduce, considerablemente, el peso de nuestra evidencia. Cuando preparamos un diagrama de dispersión y lo empleamos como base para nuestras afirmaciones sobre la naturaleza, queremos que todos nuestros datos sean independientes entre sí. Si lo son, entonces cada punto nos dice algo a favor o en contra de nuestras afirmaciones. Más aún, la independencia de los datos es uno de los requerimientos fundamentales de las pruebas estadísticas. Para asegurarnos de que nuestro diagrama de Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 267 (b) A B C D E F G H I Tamaño testicular relativo (a) D B E Tamaño testicular relativo (a) E F D C B A Tamaño del grupo (b) A B C D E F (c) Tamaño testicular relativo dispersión refleja fielmente la naturaleza de las evidencias, deberíamos reemplazar los puntos de las especies A, B y C por solamente uno que representase a su ancestro común, y lo mismo deberíamos hacer para las especies D, E y F. La gráfica de la Figura 8.12c muestra este resultado. Podría ser, de hecho, que el tamaño de la nidada y el tamaño de los testículos hayan evolucionado conjuntamente, y podría ser cierto que la competencia espermática sólo fuese la razón. No obstante, un diagrama de dispersión con únicamente dos puntos es una evidencia débil con la que sustentar semejante afirmación. Joe Felsenstein (1985) desarrolló un método mejor para evaluar correlaciones entre caracteres entre especies. Lo que vemos con el método de Felsenstein son patrones de divergencia a medida que especies hermanas evolucionan independientemente a partir de su ancestro común. La Figura 8.13 muestra una interpretación gráfica de la aproximación básica del método. Lo primero que necesitamos es una filogenia de las especies que estamos estudiando. La Figura 8.13a muestra una filogenia para cinco supuestas especies. Llamaremos a estas especies A-E. La filogenia también incluye a los ancestros comunes que existieron en todos los nodos del árbol. Éstas son las especies F-I. Nótese que hay cuatro puntos en esta filogenia donde especies hermanas divergieron a partir de un ancestro común, representado cada uno por un color diferente. Por ejemplo,A y B son especies hermanas que divergieron a partir de un ancestro G. De igual manera, G y C son especies hermanas que divergieron de un ancestro común H. Lo que queremos saber es: cuando las especies divergen desde un ancestro común, ¿las especies que han evolucionado testículos más grandes han evolucionado también una preferencia por nidadas mayores? Para poder responder a esta pregunta, en primer lugar, dibujaremos en un diagrama de dispersión todos los pares de especies conectados mediante líneas (Figura 8.13b). A continuación cogeremos cada línea por su extremo más próximo al eje vertical y trasladaremos estos puntos hasta el origen (Figura 8.13c). Finalmente, eliminaremos los puntos del origen y las líneas de conexión. Nos hemos quedado con un diagrama de dispersión con únicamente cuatro puntos (Figura 8.13d). Cada punto representa la divergencia, o contraste, que surgió entre un par de especies a medida que evolucionaron a partir de un Tamaño del grupo Figura 8.12 Un diagrama de dispersión simple puede proporcionar sólo evidencias débiles de que dos caracteres evolucionan conjuntamente Ver el texto para una explicación. A partir de la Figura A en Lauder et al. (1995). Reimpreso con permiso del American Institute of Biological Sciences y de los autores. G A H C F Tamaño del grupo (d) Contraste para el tamaño del grupo Contraste para el tamaño testicular relativo (c) Tamaño del grupo Tamaño del grupo Figura 8.13 Interpretación gráfica del procedimiento básico del método de Felsenstein para evaluar contrastes independientes filogenéticamente Ver el texto para una explicación. 268 PARTE III Adaptación Acerodon mackloti Pteropus giganteus Pteropus tonganus Pteropus poliocephalus Pteropus alecto Pteropus scapulatus Dobsonia peroni Eidolon helvum Rousettus aegyptiacus Rousettus amplexicaudatus Macroglossus minimus Macroglossus sobrinus Eonycteris spelaea Epomops buettikoferi Epomophorus anurus Micropteropus pusillus Cynopterus sphinx (b) Residual del contraste para la masa testicular (a) 0,3 0,2 0,1 0 –0,1 –0,2 –0,3 –0,4 –1,5 –1 –0,5 0 0,5 1 1,5 Contraste para el tamaño del grupo Figura 8.14 Evolución correlacionada del tamaño del grupo y del tamaño testicular en los murciélagos de la fruta y los zorros voladores (a) Filogenia para 17 especies de murciélagos. (b) Contrastes independientes para el tamaño testicular relativo versus el tamaño del grupo. Los puntos en la gráfica muestran que cuando una especie de murciélagos evolucionó un tamaño de grupo mayor (o menor) que sus especies hermanas, también tendió a evolucionar testículos mayores (o menores) (P = 0,027). De Hosken (1998). Copyright © 1998, Springer-Verlag GMBH & Co. Reimpreso con permiso. Cuando formulan y contrastan hipótesis sobre la adaptación, los biólogos deben mantener en mente que los organismos, y las vidas que éstos viven, son complejos. ancestro común. Si los contrastes están correlacionados entre ellos, entonces concluiremos que cuando una especie evolucionó a un tamaño de nidada mayor que su especie hermana, también tendía a tener testículos mayores. En la práctica, deberemos hacer algunos reajustes de los datos antes de calcular las pruebas estadísticas que evalúen la consistencia de los patrones. Estos reajustes se describen en el Cuadro 8.2. Hosken (1998) repitió su análisis del tamaño de los testículos y de la nidada de los murciélagos empleando el método de Felsenstein, conocido como el método de los contrastes filogenéticamente independientes. La Figura 8.14a muestra la filogenia de las 17 especies de murciélagos cuyos datos se presentaron en la Figura 8.11b. La Figura 8.14b muestra una gráfica de los contrastes del tamaño relativo de los testículos frente a los contrastes del tamaño de las nidadas. Existe una correlación positiva significativa entre ambos contrastes. En otras palabras, los datos indican que cuando una especie de murciélagos evolucionó una preferencia por anidar en grupos más grandes que su especie hermana, también evolucionó un tamaño testicular grande. Hosken concluyó que las evidencias obtenidas a partir de las zorros voladores y de los murciélagos de la fruta eran consistentes con la hipótesis de que los testículos grandes eran una adaptación para la competencia espermática. Hemos considerado hasta ahora tres métodos que los biólogos evolutivos emplean para evaluar hipótesis alternativas sobre la adaptación. En lo que queda del capítulo, nos centraremos en las complejidades de la forma y la función de los organismos, áreas muy activas de investigación hoy día. En los ejemplos que discutiremos, los investigadores usan experimentos, estudios observacionales y el método comparativo para investigar hipótesis sobre la plasticidad fenotípica (Sección 8.5), el origen evolutivo de caracteres adaptativos (Sección 8.6), y compromisos y restricciones en la adaptación (Sección 8.7). 8.5. Plasticidad fenotípica A lo largo de este libro, hemos tratado los fenotipos como si estuviesen determinados única y exclusivamente por los genotipos. Sabemos, no obstante, que los fenotipos están también, y muy frecuentemente, influenciados por el ambiente. El Capítulo 7 incluía una sección sobre como estimar cuánta de la variación fenotípica entre individuos era debida a Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 269 CUADRO 8.2 Calculando contrastes filogenéticamente independientes V amos a usar un ejemplo de Garland y Adoph (1994) para ilustrar el cálculo de contrastes independientes a partir de una filogenia (veáse también: Felsenstein 1985; Martins y Garland 1991; Garland et al. 1999). La Figura 8.15 muestra la filogenia que utilizaremos. Muestra la relación entre los osos polares, los osos grizzly y los osos negros y nos da la masa corporal y el tamaño del territorio de cada uno de ellos. Calcularemos los contrastes independientes para cada carácter entre los osos. Los pasos a seguir son: 1. Calcular los contrastes para los pares de especies hermanas en los extremos de la filogenia. En nuestro árbol de tres especies, hay solamente un par de especies hermanas: los osos polares y los osos grizzly. El contraste para la masa corporal es: 265 ⫺ 251 ⫽ 14 El contraste oso polar-grizzly para el tamaño del territorio es: 116 ⫺ 83 ⫽ 33 2. Extraer cada par contrastado del árbol y estimar los valores de los parámetros para su ancestro común Tamaño Masa del corporal territorio (Kg) (Km2) Longitud de las ramas (en millones de años) 2 3 Oso polar 265 116 Oso grizzly 251 83 A tomando para ello la media ponderada de los fenotipos de los descendientes. Cuando calcule la media ponderada, pondere cada especie por la inversa de la longitud de la rama que le conecta con su ancestro. En nuestro ejemplo, estamos extrayendo los osos polares y grizzly del árbol, y estimando la masa corporal y el tamaño del territorio de su ancestro común A. La longitud de las ramas desde A hasta sus descendientes son ambas de dos unidades.Así, la media ponderada para la masa es: () () () () 1 ᎏᎏ 265 ⫹ 2 Masa corporal de la especie A ⫽ 1 ᎏᎏ ⫹ 2 1 ᎏᎏ 251 2 ⫽ 258 1 ᎏᎏ 2 La media ponderada para el tamaño del territorio es () () () () 1 ᎏᎏ 116 ⫹ 2 Tamaño del territorio de la especie A ⫽ 1 ᎏᎏ ⫹ 2 1 ᎏᎏ 83 2 ⫽ 99,5 1 ᎏᎏ 2 3. Alargue la longitud de las ramas que conducen al ancestro común de cada par extraído añadiéndole el producto de las longitudes de las ramas del ancestro común a sus descendientes dividido por su suma. En nuestro ejemplo, alargaremos la rama que lleva hacia la especie A. La nueva longitud será: 2⫻2 3 ⫹ ᎏᎏ ⫽ 4 2⫹2 B 5 Oso negro 93 Contraste estandarizado Contraste Valor para la masa corporal Desviación estándar Polar-Grizzly A-Oso negro 265 – 251 = 14 258 – 93 = 165 2 3 Contraste Polar-Grizzly A-Oso negro Valor para el tamaño del territorio 116 – 83 = 33 99,5 – 57 = 42,5 Desviación estándar 2 3 57 7 55 Contraste estandarizado 16,5 14,17 Figura 8.15 Ejemplo mostrando cómo se ajustan los datos cuando se calculan contrastes filogenéticamente independientes De Garland y Adolph (1994). Copyright © 1994, Physiological Zoology. Reimpreso con permiso de The University of Chicago Press. 4. Continúe hacia la raíz del árbol calculando los contrastes, estimando los fenotipos de los ancestros comunes y alargando las longitudes de las ramas que conducen a los ancestros comunes. En nuestro ejemplo, el único contraste que queda es entre la especie A y el oso negro. No necesitamos estimar el fenotipo de la especie B, o la longitud de la rama que conduce a ella por que la especie B es la raíz del árbol. El contraste para la especies A-oso negro para la masa corporal es: 258 ⫺ 93 ⫽ 165 El contraste para la especie A-oso negro para el tamaño del territorio es: 99,5 ⫺ 57 ⫽ 42.5 5. Divida cada contraste por su desviación típica para generar los contrastes tipificados. La desviación típica de 270 PARTE III Adaptación CUADRO 2.1 Continuación un contraste es la raíz cuadrada de la suma de las longitudes (ajustadas) de sus ramas. La desviación típica para el contraste oso polar-grizzly es: 苶苶 ⫹苶2 ⫽ 2 兹2 La desviación típica para el contraste entre especie Aoso negro es: Individuos genéticamente idénticos criados en ambientes diferentes pueden diferir en la forma, fisiología o comportamiento. Estos individuos mostrarían plasticidad fenotípica. 苶苶 ⫹苶5 ⫽ 3 兹4 Los contrastes típicos para nuestro ejemplo se dan en la Figura 8.15. Una vez se han calculado los contrastes tipificados, podemos usarlos para preparar un diagrama de dispersión y calcular las pruebas estadísticas tradicionales. variación entre genotipos y cuánta debida a variación ambiental. Aquí, nos concentraremos en la interrelación entre genotipo, ambiente y fenotipo. Otra manera de decir que el fenotipo de un individuo está influenciado por el ambiente es decir que éste es plástico. Cuando los fenotipos son plásticos, individuos con el mismo genotipo pueden presentar diferentes fenotipos si viven en diferentes ambientes. La plasticidad fenotípica es en sí misma un carácter que puede evolucionar y que puede o no ser adaptativo.Al igual que con los otros caracteres que hemos estudiado, para demostrar que un ejemplo de plasticidad fenotípica es adaptativo, primero hemos de determinar para qué sirve y después demostrar que los individuos que la poseen tienen una eficacia mayor que aquellos que carecen de ella. Plasticidad fenotípica en el comportamiento de las pulgas de agua Figura 8.16 Pulga de agua, Daphnia sp. Los apéndices largos ramificados son antenas que las pulgas usan para nadar como si se tratase de remos. El objeto negro cerca de las antenas es la mancha ocular. También visibles, a través del caparazón transparente del individuo, están los intestinos y otros órganos internos. Esta fotografía se ha ampliado 10 veces. (Omikron/Photo Research, Inc.) Para ilustrar la plasticidad fenotípica, usaremos a la pulga de agua, Daphnia magna. Daphnia magna es un pequeño crustáceo que vive en lagos de agua dulce (Figura 8.16). Una gran ventaja para los biólogos evolutivos es que Daphnia se reproduzca asexualmente la mayor parte del tiempo; esto hace de ella un organismo ideal para estudiar la plasticidad fenotípica, ya que los investigadores pueden criar individuos genéticamente idénticos en ambientes diferentes y comparar sus fenotipos. Luc De Meester (1996) estudió la plasticidad fenotípica de la fototaxis de D. magna. Un individuo muestra fototaxia positiva si nada hacia la luz y negativa si huye de ella. De Meester midió el comportamiento fototáctico de genotipos diferentes de D. magna. En cada experimento, De Meester colocó 10 individuos genéticamente idénticos en una probeta, la iluminó desde arriba, y después de darles cierto tiempo para que se aclimatasen a su nuevo ambiente, observó hacia dónde nadaban en la columna de agua. De Meester resumió sus resultados calculando un índice de fototaxis. El índice tomaba valores entre –1 y +1. Un valor de –1 significa que todas las Daphnia del experimento nadaron hacia abajo en la columna, huyendo de la luz. Un valor de +1 indica que todas las Daphnia del experimento nadaron hacia arriba en la columna, hacia la luz. Un valor intermedio indicaba un resultado heterogéneo. De Meester midió el comportamiento fototáctico de 10 genotipos de Daphnia (también llamados clones) procedentes de tres lagos. Los resultados se indican mediante puntos azules en la Figura 8.17. La población de cada lago contenía considerable variabilidad genética para el comportamiento fototáctico. De Meester también midió el comportamiento fototáctico de los mismos 30 genotipos de Daphnia en agua que había sido previamente ocupada por un pez. Los resultados de este segundo experimento se indican con puntos rojos en la Figura 8.17. El comportamiento fototáctico de Daphnia magna es fenotípicamente plástico. En particular, en el lago Blankaart, la mayoría de los genotipos de Daphnia mostraban índices considerablemente Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 271 1,0 Blankaart Driehoekvijver Citadelpark Fototaxis (l) 0,6 0,2 Control Inducido por un pez -0,2 -0,6 -1,0 Clon-tratamiento Figura 8.17 Variación en la fototaxis de Daphnia magna Blankaart, Driehoekvijver y Citadelpark son tres lagunas belgas. Cada punto azul representa la media de entre tres y cinco experimentos de la fototaxis de genotipos individuales (descritos en el texto principal). Las barras de error representan ⫾2 errores estándares. Aquellos genotipos (clones) cuyas barras de error no solapan son significativamente distintos. Arriba o debajo de cada punto azul hay un cuadrado rojo. Este cuadrado rojo representa la media de los resultados de entre tres y cuatro pruebas de la fototaxis del mismo genotipo. La diferencia entre ambos experimentos es que en el segundo las Daphnia se probaron en agua que había sido ocupada con anterioridad por un pez. En el lago Blankaart viven numerosos peces, el lago Driehoekvijver tiene pocos, mientras que en el lago Ditadelpark no hay. De De Meester (1996). Copyright © 1996, Evolution. Reimpreso con permiso de Evolution. menores cuando el experimento se hacía en presencia de substancias químicas liberadas por el pez. Finalmente, y más importante, los resultados de De Meester demuestran que la plasticidad fenotípica es un carácter que puede evolucionar. Recuerde que un carácter puede evolucionar en una población únicamente si la población contiene variabilidad genética para dicho carácter. Cada una de las poblaciones de Daphnia que De Meester estudió contenía variabilidad genética para el carácter plasticidad fenotípica. Esto es, en cada población, algunos genotipos cambiaban su comportamiento más que otros en presencia o en ausencia del pez (Figura 8.17). La variación genética para la plasticidad fenotípica se llama interacción genotipo-ambiente. ¿Ha evolucionado la plasticidad fenotípica en las poblaciones de Daphnia que De Meester estudió? Lo ha hecho. El genotipo promedio en el lago Blankaart muestra considerablemente más plasticidad fenotípica que el genotipo promedio en cualquier otro lago. El Blankaart es el único de los lagos con una considerable población de peces. Los peces son predadores visuales, y comen Daphnia. Una interpretación razonable es que la presencia de peces seleccionó Daphnia que evitaba las zonas bien iluminadas en las que los peces estaban presentes. 8.6. Cada carácter adaptativo evolucionó a partir de algo distinto Cuando se estudia la forma y función de los organismos, es conveniente recordar que cada carácter adaptativo evolucionó a partir de algo distinto. Nuestro ejemplo sobre la investigación del origen de las estructuras adaptativas proviene del oído de los mamíferos. Cuando existe variabilidad genética para el grado o el patrón de plasticidad fenotípica, la plasticidad misma puede evolucionar. La plasticidad es adaptativa cuando permite a los individuos ajustar sus fenotipos de modo que aumenten su eficacia en el ambiente particular en el que se encuentran. Cada carácter adaptativo evolucionó a partir de algo diferente. Ésta es una razón por la que, en ocasiones, órganos y organismos parecen montados a partir de un ¿Cómo evolucionó el oído de los mamíferos? conjunto de piezas de Una de las características más fantásticas del oído de los mamíferos es un conjunto de tres huesos llamados martillo, yunque y estribo. Su función es transmitir la energía de la vibración de la membrana del tímpano, en el oído externo, hasta la ventana oval de la clo- repuesto, ninguna de las cuales encaja perfectamente en su función. 272 PARTE III Adaptación Cráneo Martillo Yunque Estribo Trompa de Eustaquio Figura 8.18 El oído medio de los mamíferos Este dibujo del oído humano muestra la localización de los tres huesecillos: el martillo, el yunque y el estribo. Ventana oval (detrás del estribo) Membrana timpánica quea en el oído interno (Figura 8.18). ¿Por qué tener tres huesos en lugar de uno sólo? Su acción de palanca amplifica la fuerza transmitida, aumentado así la sensibilidad del oído. La reducción de treinta veces en la superficie de transmisión, desde la gran membrana timpánica hasta la pequeña ventana oval, también sirve para amplificar la señal. Estos huesecillos son la causa principal por la que los mamíferos oyen tan bien. Pero, ¿de dónde se originaron estos huesecillos por primera vez? Para saber esto necesitaremos: 1. Establecer la condición ancestral. 2. Entender la secuencia de transformaciones, o cómo y por qué los caracteres cambiaron a lo largo del tiempo. Si podemos dar estos pasos, entenderemos los mecanismos primeros y últimos del cambio evolutivo que produjo un órgano manifiestamente adaptativo. El punto lógico para comenzar nuestro análisis es un animal llamado Acanthostega gunnari (Figura 8.19). Esta criatura es uno de los tetrápodos, o vertebrados con cuatro extremidades, más antiguos conocidos. Acanthostega, un habitante de las ciénagas, que respiraba aire parcialmente, fue uno de los primeros animales en encontrarse con el problema de oír sonidos en el aire. Acanthostega vivió hace aproximadamente 360 millones de años. Figura 8.19 Un tetrápodo primitivo Ésta es una reconstrucción de un Acanthostega gunnari, recuperado de depósitos del Devónico tardío en el este de Groenlandia. Acanthostega se encuentra entre los tetrápodos más antiguos encontrados. Los tetrápodos (literalmente, “los de cuatro patas”) son un grupo taxonómico que incluye a los anfibios, reptiles y mamíferos. Los primeros tetrápodos fueron los primeros vertebrados que habitaron la tierra firme. El tipo de rocas en el que se encuentran los fósiles de Acanthostega indican que el animal vivó en ambientes pantanosos. Impresiones en el fósil indican que, probablemente, tuviese tanto pulmones como branquias internas (ver Coates y Clack 1991). Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 273 Sus antecesores pertenecían a un grupo de peces llamados crosopterigios (Carroll 1998). Aunque los peces crosopterigios no tenían ninguno de los tres huesecillos del oído, Acanthostega tenía un estribo. El estribo fue el primero de los huesos del oído medio en aparecer en el registro fósil (Clack 1989), y puede que sirviese para detectar sonidos en el aire. ¿Cuál es la evidencia para esta afirmación? Cráneos fosilizados muestran que uno de los extremos del estribo de Acanthostega encaja en un hueco en el lado de la cavidad cerebral que conecta con el oído interno, mientras que el otro encaja en una muesca en el cráneo cerca de una abertura llamada espiráculo (Clack 1994). En fósiles posteriores de tetrápodos y en algunos anfibios actuales, esta muesca del cráneo sujeta la membrana timpánica (Figura 8.20a).Ya que la forma del estribo es homóloga en Acanthostega y en grupos posteriores, podemos argumentar que su función, transmitir el sonido transportado por el aire, es homóloga también (Lombard y Bolt 1979; Clack 1983). (a) Anfibios Cerebro Membrana timpánica Oído interno Estribo Trompa de Eustaquio Garganta (b) Peces Cerebro Espiráculo Oído interno Hiomandíbula Garganta (c) Reptiles Cerebro Oído interno Membrana timpánica Estribo Cuadrado Garganta Trompa de Eustaquio Articular Figura 8.20 La localización de los estribos en varios vertebrados Cada una de las ilustraciones es una sección transversal de la cabeza, mostrando la localización y forma de los huesos y otras estructuras discutidas en el texto. Modificado de Romer, A. S. 1995. The Vertebrate Body. Filadelfia: W.B. Saunders. 274 PARTE III Adaptación Pero, ¿aparecieron los estribos de la nada? ¿Cómo podemos determinar el estado ancestral de esta novedad evolutiva? Éste es un problema general en el análisis paleontológico. Recuerde que en el Capítulo 3 revisamos la propuesta de que el “pulgar” del panda gigante evolucionó a partir de un hueso alargado de la muñeca. ¿Cuál es la evidencia para una afirmación como ésta? La clave para entender el origen de un carácter derivado es establecer una homología con un carácter presente en el ancestro. Por ejemplo, en forma y posición, los estribos de Acanthostega son homólogos con una estructura presente en los crosopterigios y otros peces llamada hiomandíbula. La hiomandíbula es un hueso que funciona como abrazadera entre la mandíbula y la caja craneal (Figura 8.20b). Músculos anclados a este hueso inflan las mejillas. Esta acción de bombeo, de hecho, ventila las branquias y abre y cierra el espiráculo. En los peces pulmonados modernos, la acción de bombeo ventila con aire a los pulmones. Dado que los fósiles indican que Acanthostega tenía tanto pulmones como branquias internas, es razonable inducir que los músculos anclados a sus estribos estaban implicados en la respiración (Clack 1989; Coates and Clack 1991; Clack 1994). Todos estos hechos hacen de Acanthostega un clásico ejemplo de forma de transición. Es decir, se trata de un intermedio entre los peces y los tetrápodos (anfibios, reptiles y mamíferos). Sus estribos eran una modificación de la hiomandíbula que aún funcionaba en la respiración. Pero era también un hueso que estaba en el lugar adecuado (anatómicamente) y en el momento justo (cuando los vertebrados se aventuraron por primera vez fuera del agua) para ser utilizado como un transmisor del sonido. La hiomandíbula fue una preadaptación para oír. Además de la similitud en la forma y la posición de ambos huesos en Acanthostega y los peces, hay una segunda línea de evidencias de que el estribo es homólogo a la hiomandíbula. En 1837, mucho antes de que Darwin estableciese una interpretación evolutiva para las homologías, el anatomista alemán C. B. Reichert examinó embriones de mamíferos y determinó que, durante el desarrollo, el estribo se originaba a partir del segundo arco branquial (ver Gould 1993, ensayo 6). En los peces, esta misma estructura embrionaria da lugar a la hiomandíbula. Estas homologías del desarrollo son, exactamente, lo que predeciríamos si ambas estructuras representasen estados ancestrales y derivados. En combinación con los datos morfológicos en adultos, tenemos una fuerte evidencia de que ambas estructuras comparten ancestralidad. Hasta aquí, hemos sido capaces de establecer el origen embriológico y las condiciones de ancestralidad de los estribos. Pero, ¿qué pasa con los otros huesecillos del oído, el martillo y el yunque? Acanthostega no los tiene. Ni tampoco los reptiles ni los anfibios, incluidas las formas ancestrales extintas de los mamíferos (Allin 1975).Todos estos grupos transmiten el sonido de la membrana timpánica al oído interno directamente a través de los estribos (Figuras 8.20a y c). El martillo y el yunque aparecen por primera vez en los mamíferos fósiles, pero ¿de dónde? ¿Dónde encontramos el martillo y el yunque en los antecesores de los mamíferos? En posición, son homólogos a dos huesos de la mandíbula (llamados articular y cuadrado) que encontramos en reptiles, anfibios y los primeros mamíferos. De hecho, el martillo, yunque y estribo de los mamíferos actuales aún se desarrollan, como tejidos embrionarios, exactamente en las mismas posiciones en las que los encontramos en fósiles de adultos del grupo ancestral a los mamíferos. Durante el desarrollo, el martillo y el yunque también se originan a partir de la estructura de la mandíbula. En los primeros estadios de los embriones de los mamíferos, las células destinadas a convertirse en martillo y yunque derivan del primer arco branquial. En peces mandibulados, este arco branquial produce las mandíbulas inferior y superior. En embriones de mamíferos, estas células crean una estructura llamada cartílago de Meckel, Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 275 que forma la mandíbula inferior. El martillo se forma en la parte posterior del cartílago de Meckel para luego separarse; el yunque se forma a partir de una estructura próxima (Allin 1975). Una vez más, tenemos fuertes evidencias de homología. Esto nos lleva al segundo punto de nuestro análisis: examinar cómo el martillo y el yunque cambiaron con el tiempo. ¿Cómo se transformaron unos huesos de la mandíbula en los huesecillos del oído? Es lógico comenzar donde los dejamos: con los ancestros de los mamíferos. Éste es un grupo llamado cynodontidos. En los cynodontidos (como en los modernos anfibios, reptiles y aves), la unión de la mandíbula está constituida por el cuadrado y el articular; el estribo es el único hueso directamente relacionado con la audición. Los estribos de los cynodontidos, no obstante, sucede que están próximos al articular (Allin 1975). Examinando los fósiles de los cynodontidos a lo largo del tiempo se observan los siguientes cambios en la mandíbula: • La parte de la mandíbula inferior próxima a la articulación se hace más larga, y uno de los músculos principales responsables de cerrar la mandíbula cambió su zona de anclaje desde el hueso angular hasta la mandíbula inferior. • Un género tardío de cynodontidos, llamado Diarthrognathus, tenía la articulación mandibular ancestral, que implicaba a los huesos cuadrado y articular, y una articulación derivada entre los huesos superior e inferior de la mandíbula (Figura 8.21a). Diarthrognathus, al igual que Acanthostega, es una forma intermedia. Presenta estados ancestrales y derivados de un carácter (Colbert y Morales 1991). • Los mamíferos primitivos sólo tenían la articulación entre las mandíbulas inferior y superior. Los huesos cuadrado y articular ya no estaban implicados. Éste es un paso clave, ya que ambos huesos quedan ahora libres para asumir una nueva función, o desaparecer, dependiendo de la dirección de la selección natural. • En los mamíferos tardíos, los huesos cuadrado y articular se articulan con los estribos. Consecuentemente, se les renombra como yunque y martillo. Se localizan ahora lejos de la junta de la mandíbula y funcionan solamente en la transmisión de sonidos (Figura 8.21b). (a) Diarthrognathus Escuamoso Cuadrado Articular Dentario (b) Mamíferos tardíos Escuamoso Figura 8.21 Cambio temporal en las articulaciones de la mandíbula de los mamíferos La articulación de la mandíbula de un mamífero Huesecillos del oído Articulación de la mandíbula Dentario primitivo, llamado Diarthrognathus, se muestra en (a). El diagrama muestra cómo la junta implicaba tanto al cuadrado y articular como a los huesos dentario y escuamoso. En mamíferos posteriores, (b) la articulación de la mandíbula se hace directamente entre el dentario y el escuamoso . Los huesecillos del oído se han movido hacia atrás y alejado de la mandíbula. 276 PARTE III Adaptación A medida que un nuevo carácter adaptativo evoluciona, algunos de sus componentes pueden adquirir funciones completamente nuevas. ¿Qué aspectos de la selección natural ayudan a entender este cambio? Aunque la visión clásica enfatiza la importancia de un aumento en la eficiencia para morder y masticar durante la remodelación de las mandíbulas (véase Manley 1972),Allin argumenta que una audición mejorada jugó cierto papel favoreciendo a los mutantes que tenían los huesecillos del oído separados de la mandíbula. Su hipótesis se basa en la idea de que la supervivencia de los primitivos mamíferos, pequeños, insectívoros y probablemente nocturnos, dependía de su capacidad para oír los agudos sonidos de los insectos. Dado que es difícil oír mientras se mastica, unos huesecillos del oído separados de la mandíbula funcionaban mejor (Allin 1975). Resumiendo, muy pronto en la evolución de los mamíferos, tres huesecillos cambiaron su función, redujeron su tamaño, y se desplazaron desde una articulación en la mandíbula. Ahora mismo, la investigación sobre la evolución del oído se centra en entender los mecanismos genéticos y del desarrollo de estos cambios (véase Rowe 1996; Smith et al. 1997). El hecho de que todo evolucione a partir de algo preexistente es una de las razones por las que los órganos de un organismo, incluso aunque claramente adaptativos, sean en ocasiones imperfectos. Otras razones por las que las adaptaciones pueden ser imperfectas son el objeto de la siguiente sección. 8.7. Es imposible construir un organismo perfecto. El diseño de los organismos refleja un compromiso entre necesidades contrapuestas. Compromisos y restricciones Es imposible para cualquier población de organismos el evolucionar al unísono soluciones óptimas para todos los desafíos selectivos.Ya hemos mencionado ejemplos de compromisos de pasada. El cuello largo de la jirafa, por ejemplo, puede ser útil para los machos que quieren conseguir una pareja, pero parece bastante inconveniente para beber. En esta sección, exploraremos ejemplos adicionales de investigación sobre los factores que limitan la evolución adaptativa. Estos factores incluyen los compromisos, las restricciones funcionales y la falta de variabilidad genética. El tamaño de las flores femeninas de Begonia: un compromiso La planta tropical Begonia involucrata es monoica, esto es, hay flores masculinas y flores femeninas en una misma planta. Las flores son polinizadas por las abejas. Las abejas viajan entre flores masculinas cargándose de polen, algunas veces, también transfieren polen entre flores masculinas y flores femeninas. Las flores masculinas ofrecen una recompensa a las abejas en forma de polen. Las flores femeninas no ofrecen recompensa alguna; en su lugar son polinizadas por engaño (Ågren y Schemske 1991). No es sorprendente pues que las abejas hagan visitas más largas a las flores masculinas que a las femeninas. Las flores femeninas se parecen a las masculinas en color, forma y tamaño (Figura 8.22a). Este parecido es presumiblemente adaptativo. Dado que las abejas evitan a las flores femeninas a favor de las masculinas, la frecuencia con que las flores femeninas sean visitadas por las abejas dependerá de su grado de parecido con las flores masculinas. La habilidad para atraer polinizadores deberá, de hecho, afectar a la eficacia a través de la función femenina, ya que las semillas dependerán de la disponibilidad de polen. Doug Schemske y Jon Ågren (1995) estaban interesados en distinguir entre dos hipótesis sobre el modo de selección que imponían las abejas sobre el tamaño de las flores femeninas. Hipótesis 1: cuanto más se parezcan las flores femeninas a las masculinas, más frecuentemente serán visitadas por las abejas. La selección sobre las flores será estabiliza- Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 277 (a) (b) Figura 8.22 Begonia involucrata (a) Flores masculinas (izquierda) y femeninas (derecha). Las flores carecen de pétalos verdaderos; en su lugar, cada una tiene un par de sépalos petalizados. Los sépalos son blancos o rosados. En el centro de cada flor hay un grupo de anteras o estigmas amarillos. Los estigmas de las flores femeninas se parecen a las anteras de las masculinas. (b) Una inflorescencia, o tallo con muchas flores. Cada inflorescencia tiene flores masculinas y femeninas. Típicamente, las flores masculinas se abren antes, y las femeninas después. La inflorescencia que se muestra es atípica por cuanto tiene flores de ambos sexos abiertas a la vez. (Doug W. Schemske, University of Washington, Seattle) Tamaño promedio de la flor masculina Tamaño de la flor femenina Pequeño "Mediano" Grande 30 10 0 mm Tamaño de la flor femenina (d) 150 70 60 # Número de flores por inflorescencia # Número de polinizadores que se aproximan 20 Tamaño promedio de la flor masculina (c) 125 100 75 50 50 40 30 20 10 25 0 (b) Hipótesis de selección direccional # Número de visitas de polinizadores # Número de visitas de polinizadores (a) Hipótesis de selección estabilizadora Pequeño "Mediano" Grande Tamaño de la flor artificial S M L 0 50 100 150 200 Área de los sépalos petalizados (mm2) Figura 8.23 Análisis de la selección sobre el tamaño de las flores femeninas de Begonia involucrata (a) Las dos hipótesis investigadas por Schemske y Ågren (1995). Véase el texto para detalles. (b) Las tres clases de flores artificiales de Schemske y Ågren. La clase de tamaño “mediano” es del mismo tamaño que el tamaño promedio de las flores masculinas naturales. (c) Preferencia de los polinizadores en función del tamaño floral. Las barras azules representan el número de abejas que se aproximaron a las flores artificiales, las barras naranjas representan el número de polinizadores que realmente visitaron las flores artificiales. Schemske y Ågren dispusieron un número igual de flores de cada tamaño en un bosque, pero las flores grandes atrajeron significativamente más aproximaciones y visitas de abejas. (d) Número de flores femeninas por inflorescencia en función del tamaño floral. Existe un compromiso estadísticamente significativo entre el tamaño floral y el número de flores. De Schemske y Ågren (1995). Copyright © 1995, Evolution. Reimpreso con permiso de Evolution. 278 PARTE III Adaptación dora, siendo idéntico el mejor fenotipo femenino al fenotipo promedio masculino (Figura 8.23a, izquierda). Hipótesis 2: cuanto más se parezcan las flores femeninas a la flor masculina que más premie a las abejas, más frecuentemente serán visitadas por las abejas. Si las flores masculinas grandes ofrecen mayores recompensas, entonces la selección sobre las flores femeninas será direccional, favoreciendo siempre a las flores más grandes frente a las más pequeñas (Figura 8.23a, derecha). parte del cuerpo o a una función son recursos retraídos de otra parte o función. Ovario (a) (b) Zona de abscisión Figura 8.24 Cambio en el color de las flores de Fuchsia excorticata (a) Flor de Fuchsia excorticata. (b) El eje horizontal muestra la edad de la flor, en días, desde su apertura. El eje vertical y las líneas del gráfico muestran el porcentaje de flores, de cada edad, que hay en cada fase. De Delph y Lively (1989). Copyright © 1989, Evolution. Reimpreso con permiso de Evolution. Hipantio (tubo floral) Pétalo Sépalo Estilo 5mm Estigma Color del hipantio y los sépalos a lo largo del tiempo Nectar 100 90 80 Porcentaje de flores Los recursos dedicados a una Schemske y Ågren hicieron flores artificiales de tres tamaños diferentes (Figura 8.23b), distribuyeron un número igual de cada tipo en el bosque y observaron con qué frecuencia se aproximaban las abejas a ellas y las visitaban. Los resultados fueron claros: cuanto más grande es una flor, más abejas son atraídas a visitarla (Figura 8.23c). La selección que ejercen las abejas sobre el tamaño de las flores femeninas es fuertemente direccional. Analizados someramente, los resultados de Schemske y Ågren sugieren que el tamaño de las flores femeninas en Begonia involucrata es poco adaptativo. La selección que ejercen las abejas favorece flores grandes, aunque las flores femeninas no son mayores que las masculinas. Una solución a esta paradoja es que B. involucrata simplemente carece de la variabilidad genética necesaria para crear flores femeninas más grandes que las masculinas. Schemske y Ågren no tienen una evidencia directa de esta posibilidad; B. involucrata es una flor perenne que necesita un tiempo largo para alcanzar la madurez sexual, haciendo muy difíciles de realizar los experimentos de genética cuantitativa. Otra solución a esta paradoja es que fijándonos únicamente en las flores femeninas individuales nos da una visión demasiado estrecha de la selección. Schmeske y Ågren extendieron su estudio desde las flores individuales a las influorescencias (Figura 8.22b). Los investigadores midieron el tamaño y número de las flores femeninas en 74 inflorescencias. Descubrieron un compromiso: cuanto más grandes son las flores femeninas en una inflorescencia, menos flores tiene dicha inflorescencia (Figura 8.23d). Este compromiso tiene intuitivamente un sentido. Si una planta tiene un suministro finito de energía y nutrientes para invertir en floración, podría dividir este pastel en pocas piezas grandes o en muchas piezas pequeñas, pero no en muchas piezas grandes. Inflorescencias con muchas flores se pueden favorecer por selección por dos razones. En primer lugar, las abejas podrían ser atraídas por inflorescencias con muchas flores. En segundo lugar, más flores femeninas significa más potencial para producir semillas. Schemske y Ågren sugirieron la hipótesis que el tamaño de las flores femeninas en B. involucrata fue determinado, al menos en parte, por dos fuerzas opuestas: selección direccional para flores grandes, y un compromiso entre el tamaño y el número de flores. Verde Rojo 70 60 Eliminado 50 40 30 Intermedio 20 10 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Días desde la apertura Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 279 El cambio del color en las flores de una Fuchsia: una restricción Fuchsia excorticata es un árbol polinizado por aves, endémico de Nueva Zelanda (Delph y Lively 1989). Sus flores cuelgan hacia abajo como campanas (Figura 8.24a y foto de la página 251). El ovario se encuentra en el fondo de la campana. El cuerpo de la campana consiste en el hipantio, o tubo floral, y los sépalos. El estilo, que recuerda a un badajo elongado, está rodeado de unos pequeños estambres y de un conjunto de pétalos reducidos. El hipantio y los sépalos son, con mucho, la parte más visible de la flor; permanecen verdes unos 5,5 días después de que la flor se abra y a partir de ese momento comienzan a volverse rojos (Figura 8.24b). La transición desde verde a rojo dura más o menos 1,5 días, al final de los cuales tanto el hipantio como los sépalos son completamente rojos. Las flores rojas permanecen en el árbol aproximadamente 5 días, pasados los cuales la flor se separa del ovario por la zona de abscisión y cae del árbol. La polinización tiene lugar durante las fases verde e intermedia y ha de estar completada para cuando la flor es completamente roja. Las flores producen néctar entre los días 1 y 7 (Figura 8.24b). La mayoría de las flores habrán exportado más del 90% de su polen al final de este período. Los estigmas son receptivos al polen, al menos hasta el segundo día de la fase roja, pero raramente, si éste llega después del primer día, fertilizará un óvulo. No es sorprendente pues, que los colibríes y otros pájaros polinizadores prefieran las flores verdes y, virtualmente, ignoren las flores rojas sin néctar (Delph y Lively 1985). ¿Por qué cambian de color las flores de este árbol? Una respuesta general, apoyada por el estudio de una gran variedad de plantas, es que el cambio de color sirve como señal para los polinizadores, alertándoles de que las flores no les ofrecen ya ninguna recompensa (véase Delph y Lively [1989] para una revisión). Prestando atención a esta señal, los polinizadores pueden incrementar su eficiencia alimentaria, no perdiendo el tiempo buscando recompensas inexistentes. Las plantas se benefician porque cuando los polinizadores buscan comida eficientemente, también transfieren el polen de un modo eficiente; no depositan polen viable en estigmas no receptivos y no depositan polen no viable en estigmas receptivos. Sin embargo, esta respuesta sólo es satisfactoria en parte. ¿Por qué F. excorticata no deja caer sus flores inmediatamente después de completarse la polinización? Desprenderse de las flores sería una señal inequívoca para los polinizadores de que no se les ofrece ninguna recompensa y, metabolicamente, sería mucho más económico que mantener las flores rojas durante varios días. Retener las flores más allá del momento de la polinización parece poco adaptativo. Linda Delph y Curtis Lively (1989) consideraron dos hipótesis de por qué F. excorticata mantiene sus flores (y las cambia a rojo) en lugar de deshacerse de ellas. La primera es que mostrando las flores rojas aún se podrían atraer polinizadores al árbol, aunque no a las propias flores rojas. Una vez atraídos, los polinizadores podrían alimentarse en las flores verdes aún presentes.Así pues, retener las flores rojas aumentaría la eficacia global de la polinización del árbol que las retuviese. Si esta hipótesis es correcta, entonces aquellas flores verdes que estén rodeadas de flores rojas deberían recibir más polen que otras que no lo estuviesen. Delph y Lively contrastaron esta predicción eliminando las flores rojas de algunos árboles y no de otros, y también eliminando las flores rojas de algunas ramas de ciertos árboles y no de otras. Después, compararon la cantidad de polen depositada en las flores verdes de los árboles y en las ramas sin flores rojas y en los árboles y ramas con flores rojas. No encontraron diferencias significativas entre los distintos grupos. La hipótesis de la atracción a los polinizadores no explica por qué F. excorticata mantiene las flores rojas. La segunda hipótesis que Delph y Lively consideraron es que una restricción fisiológica evita que F. excorticata deje caer sus flores antes de lo que lo hace. Esta restricción fisiológica sería el crecimiento del tubo polínico. Después de que un grano de polen aterriza 280 PARTE III Adaptación Tabla 8.3 Crecimiento del tubo polínico en Fuchsia excorticata Días desde la polinización 1 2 3 4 Porcentaje de 10 flores con tubos polínicos en el ovario 0 20% 100% 100% Fuente: De Delph y Lively (1989). Caracteres o comportamientos que podrían ser adaptativos pueden ser fisiológica o mecánicamente imposibles. en el estigma, el polen germina. El grano de polen germinado genera un tubo a lo largo del estilo hasta el ovario. Los dos espermatófitos del grano de polen bajan por este tubo hasta el ovario, donde uno de ellos fertiliza al óvulo. El crecimiento del tubo polínico requiere de un tiempo, especialmente en plantas como F. excorticata, que poseen largos estilos. Si la planta dejase caer sus flores antes de que los tubos polínicos tuviesen tiempo de alcanzar los ovarios, el resultado sería equivalente a si las flores nunca hubiesen sido fecundadas. Delph y Lively polinizaron manualmente 40 flores. Pasadas 24 horas, arrancaron 10 flores, las diseccionaron y observaron al microscopio para ver si los tubos polínicos habían alcanzado ya el ovario. Pasadas 48 horas, arrancaron y diseccionaron 10 flores más y así sucesivamente. Los resultados aparecen en la Tabla 8.3. El tubo polínico necesita alrededor de 3 días para alcanzar el ovario. Este resultado es consistente con la hipótesis de la restricción fisiológica. F. excorticata no puede comenzar el proceso de eliminación de una flor hasta pasados 3 días desde que dicha flor recibió el polen. Dejar caer una flor implica la formación de una estructura llamada zona de escisión, que consiste en varias capas de células que forman una división entre el ovario y la flor. En F. excorticata, el crecimiento de esta zona tarda 1,5 días. La planta está obligada, necesariamente, a retener sus flores alrededor de 5 días. Delph y Lively sugieren que el cambio de color de las flores es una adaptatión que evolucionó para compensar las restricciones fisiológicas que exigen la retención de las flores. Dado que la planta ha de retener sus flores, la selección favoreció a aquellos individuos que ofrecían señales que permitiesen a los polinizadores distinguir entre las flores receptivas y las no receptivas en sus ramas. Los polinizadores depositan el polen únicamente en estigmas receptivos, y se llevan polen que es viable. Cambio de hospedador en un escarabajo herbívoro: ¿constreñido por una falta de variabilidad genética? En varios capítulos previos, hemos destacado que la variación genética es la materia prima para la evolución por selección natural. Dado que la selección natural es el único proceso que produce adaptación, la variación genética será también la materia prima a partir de la cual se moldeen las adaptaciones. Por el contrario, habrá poblaciones que no podrán desarrollar ciertas adaptaciones particulares sencillamente por no tener la necesaria variación genética para hacerlo. He aquí un ejemplo extremo: los cerdos no han evolucionado la capacidad de volar. Podemos imaginar que el volar podría ser adaptativo para los cerdos, ya que les permitiría escapar de sus predadores y viajar más lejos en busca de su comida favorita. Sin embargo, los cerdos no vuelan, ya que los patrones de desarrollo de los vertebrados carecen de la variación genética para generar una mano de cerdo y un ala a partir del mismo hombro. Otros vertebrados han evolucionado una habilidad para volar, por supuesto, pero en murciélagos y en aves el programa de desarrollo fue modificado para convertir una extremidad completa desde una pata a un ala; en ninguno de estos grupos brotó una nueva extremidad del cuerpo: demasiado malo para los cerdos. Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 281 El vuelo de los cerdos resulta un ejemplo ilustrativo, pero, en el fondo, es trivial. El deseo de una adaptación es demasiado poco realista. Douglas Futuyma y sus colegas han intentado determinar si la falta de variación genética ha constreñido la adaptación en un caso más realista (Funk et al. 1995; Futuyma et al. 1995 y las referencias en ellos citadas). Futuyma y sus colegas estudiaron las plantas hospedadoras empleadas por escarabajos comedores de hojas del género Ophraella. Entre estos pequeños escarabajos, cada especie se alimenta, como larva y adulto, en las hojas de una o muy pocas especies de compuestas íntimamente relacionadas (plantas de la familia de los girasoles, las Asteraceae). Cada especie de planta hospedadora produce una mezcla única de compuestos químicos tóxicos que le sirve de defensa frente a los herbívoros. Para los escarabajos, la habilidad para vivir en una especie particular de plantas es una adaptación compleja que incluye la capacidad para reconocer a la planta como un lugar adecuado para comer y poner huevos, así como la capacidad para destoxificar las defensas químicas de la planta. En la Figura 8.25 aparece una estimación de la filogenia de 12 especies de escarabajos de las hojas. La figura también muestra la lista de las especies de plantas hospedadoras para cada especie de escarabajo. La historia evolutiva del género de escarabajos incluye varios cambios desde una planta hospedadora a otra. Cuatro de estos cambios fueron entre especies de plantas poco relacionadas, pertenecientes a tribus distintas de las Asteraceae. Estos cambios se indican en la figura mediante cambios en el color de relleno de la filogenia. Otros cambios implicaron el movimiento a otra especie nueva de hospedadores del mismo género que el hospedador ancestral, o de un género relacionado. Cada combinación de especies de escarabajos y de las plantas hospedadoras empleadas por otros escarabajos filogenéticamente próximos representa un escenario evolutivo plausible para un cambio de hospedador que pudo haber tenido lugar, pero que no ocurrió. Por ejemplo, el escarabajo Ophraella arctica podría haber saltado al hospedador Iva axillaris. Futuyma y sus colegas han intentado explicar por qué en unos han ocurrido algunos cambios de hospedador mientras que en otros no. Hay dos hipótesis: Hipótesis 1: todos los cambios de hospedador son genéticamente posibles. Esto es, cada especie de escarabajo contiene suficiente variación genética en sus mecanismos de Clados de escarabajos 1 = clado pilosa 2 = clado conferta 3 = clado slobodkini 4 = subclado communa 4 3 1 Tribu de hospedadores Astereae Anthemideae Eupatorieae Heliantheae 2 Especies de escarabajos O. arctica Planta(s) hospedadora(s) Solidago multiradiata O. bilineata Chrysopsis villosa O. communa Ambrosia spp., Iva axillaris O. artemisiae Artemisiae spp. O. nuda Iva axillaris O. notulata Iva frutescens O. slobodkini Ambrosia artemisiifolia O. conferta Solidago altissima complex O. sexvittata Solidago altissima complex O. cribrata Solidago juncea, S. altissima O. notata Eupatorium spp. O. pilosa Aster spp., Solidago bicolor Figura 8.25 Filogenia de los escarabajos de la hoja, género Ophraella Los números de las ramas definen las ramas principales (clados) del árbol evolutivo de los escarabajos. El sombreado de las ramas indica la tribu de las especies hospedadoras. La historia evolutiva de este género de escarabajos incluye cuatro cambios de tribu de hospedadores. De Futuyma et al. (1995). Copyright © 1995, Evolution. Reimpreso con permiso de Evolution. 282 PARTE III Adaptación comida y destoxificación para permitir que, al menos, algunos individuos coman y sobrevivan en cualquier especie potencial de hospedador. Si algunos individuos pueden comer y sobrevivir, pueden ser los fundadores de una nueva población de escarabajos que evolucionará para adaptarse perfectamente a este nuevo hospedador. Dado que todos los cambios de hospedador son genéticamente posibles, el patrón actual de cambios se determinó por factores ecológicos y aleatorios. Entre los factores ecológicos se incluirían la abundancia de varias especies de hospedadores dentro del rango geográfico de la especie de escarabajos y los depredadores y competidores asociados con cada especie de hospedador. Hipótesis 2: la mayoría de los cambios de hospedador son genéticamente imposibles. Esto es, la mayoría de las especies de escarabajos carecen de la suficiente variación genética en sus mecanismos para alimentarse y destoxificarse como para permitir a ningún individuo el comer y sobrevivir en todos los hospedadores potenciales, con la excepción de unos pocos. El patrón actual de cambios de hospedadores fue determinado, fundamentalmente, por lo que fue genéticamente posible. Se dieron los cambios de hospedador genéticamente posibles; los genéticamente imposibles no. Hemos presentado estas dos hipótesis como mutuamente excluyentes. De hecho, la verdad es, seguramente, que el patrón actual es el resultado de una mezcla de restricciones genéticas, factores ecológicos y azar. Lo que Futuyma y sus colaboradores buscaban era una evidencia concreta de que las restricciones genéticas formaban, al menos, parte del cuadro. Futuyma y sus colegas usaron un planteamiento basado en la genética cuantitativa (ver Capítulo 7) para determinar cuánta variación genética tenían los escarabajos para comer y sobrevivir en otros hospedadores potenciales. Examinaron varias combinaciones de cuatro de los escarabajos listados en la Figura 8.25 con seis de las plantas hospedadoras. Sus pruebas revelaron que había poca variación genética en la mayoría de las especies de Tabla 8.4 Resumen de las pruebas de variación genética en larvas o adultos que comen en plantas potencialmente hospedadoras (a) Pruebas de variación genética en larvas o adultos que comen, por parentesco entre plantas hospedadoras ¿Variación genética? Escarabajo probado en una planta que es… … de la misma tribu que su hospedador actual, … de una tribu diferente. Sí No 7 1 14 17 Conclusión: es más fácil encontrar variación genética para la capacidad de comer cuando un escarabajo se prueba en un hospedador potencial que está íntimamente relacionado con su hospedador real. (b) Pruebas de variación genética en larvas o adultos que comen, por parentesco entre escarabajos ¿Variación genética? Escarabajo probado en una planta que es… Sí No ... el hospedador de un escarabajo de su clado. 12 4 9 14 … de distinto clado. Conclusión: es más fácil encontrar variación genética cuando un escarabajo se prueba en un hospedador potencial que a su vez es hospedador de un escarabajo íntimamente relacionado. Fuente: de la Tabla 7 de Futuyma et al. (1995). Copyright © 1995, Evolution. Reimpreso con el permiso de Evolution. Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 283 escarabajos para comer y sobrevivir en la mayor parte de los potenciales hospedadores. En 18 de las 39 pruebas en las que se comprobaba si una larva o un adulto reconocían y comían en un hospedador potencial, no encontraron variación genética para la capacidad de comer. En 14 de las 16 pruebas que se hicieron para ver si una larva era capaz de sobrevivir en un hospedador potencial, no encontraron evidencia de variabilidad genética. Estos resultados sugieren que la hipótesis 2 es, al menos parcialmente, correcta. Muchos de los cambios posibles de hospedador parecen ser genéticamente imposibles. Futuyma y sus colegas realizaron una contrastación adicional de la hipótesis 2 buscando en sus datos algún patrón de variación genética para la capacidad comedora de larvas y adultos. Si la hipótesis 2 fuese correcta, entonces sería más probable que una especie de escarabajos presentase variación genética para comer en un hospedador potencial si éste estuviese íntimamente relacionado con el hospedador real. Los datos de Futuyma et al. confirman esta predicción (Tabla 8.4a).Así mismo, si la hipótesis 2 fuese correcta, sería más probable que una especie de escarabajos presentase variación genética para la capacidad de comer en un potencial nuevo hospedador si éste fuese el hospedador real de una de las especies de escarabajos más relacionadas. Los datos de Futuyma et al. también confirman esta predicción (Tabla 8.4b). Futuyma y sus colaboradores concluyeron que la hipótesis 2 es, al menos parcialmente, correcta. La historia de cambio de hospedadores en los escarabajos del género Ophraella se ha restringido por la disponibilidad de variación genética para el cambio evolutivo. 8.8. Las poblaciones a veces carecen de la variación genética que proporcionaría la materia prima para evolucionar ciertas adaptaciones. Estrategias para preguntar cuestiones interesantes Empezamos este capítulo con una revisión de los planteamientos que los biólogos evolutivos usan para contrastar hipótesis sobre la forma y la función de los organismos. No obstante, contrastar una hipótesis es sólo la segunda parte de un buen proyecto de investigación. La primera parte es formular una hipótesis. Formular hipótesis interesantes que contrastar significa hacerse preguntas interesantes para después hacer conjeturas racionales sobre las respuestas.Acabamos este capítulo con una breve lista de estrategias para plantear buenas cuestiones evolutivas: • Estudiar la historia natural. Los estudios descriptivos pueden orientar hacia el descubrimiento de nuevos patrones que necesitan una explicación.Algunas cosas en la naturaleza simplemente surgen y necesitan una explicación, como el cuello de la jirafa, o la agitación de las alas de Zonosemata.Algunas de las investigaciones más convincentes ocurren cuando un investigador simplemente elige un organismo y decide aprender a cerca de él. • Cuestionar las interpretaciones tradicionales. Habitualmente no han sido contrastadas. Lo que hace tan atractivo el trabajo de Simmons y Scheeper con las jirafas es que desafiaba un escenario adaptativo aceptado durante mucho tiempo. • Cuestionar las suposiciones en las que se basan hipótesis populares o técnicas de investigación. El desarrollo que Felsenstein hizo de un método mejorado de análisis comparativo surgió del reconocimiento de que el planteamiento tradicional de la investigación comparativa violaba sus propios fundamentos. • Encontrar analogías que transfieran cuestiones de un campo a otro, o de un taxón a otro. Si los murciélagos de la fruta y los zorros voladores que evolucionaron en grandes grupos también evolucionaron grandes testículos en comparación con su tamaño corporal, ¿no ocurrirá lo mismo en otros tipos de animales? • Preguntar por qué no. Los estudios que hemos repasado sobre los compromisos y las restricciones estaban motivados por investigadores que creían que sus organismos de estudio no hacían algo que pudiera ser adaptativo. Aprender a plantear buenas preguntas es tan importante como aprender a responderlas. 284 PARTE III Adaptación Resumen Entre las actividades principales de los biólogos evolutivos se encuentra el análisis de la forma y la función de los organismos para determinar si, y por qué, un carácter particular es adaptativo. Para establecer si un carácter es adaptativo, los investigadores deben formular hipótesis sobre cómo se usa el carácter y por qué individuos que poseen el carácter son más eficaces que individuos que carecen de él. Entonces, ya que no se puede aceptar ninguna hipótesis simplemente porque sea plausible, los investigadores deben contrastar sus hipótesis. Las hipótesis se contrastan usándolas para hacer predicciones. Después se recogen datos que servirán para ver si las predicciones eran correctas. Los investigadores usan una variedad de planteamientos para recoger datos y contrastar sus hipótesis. El método más eficaz es el experimento controlado. Los experimentos controlados implican a grupos de organismos que son idénticos excepto en una variable de interés. La variable experimental puede entonces identificarse, fidedignamente, como la causa de las diferencias en supervivencia y reproducción entre los grupos. Cuando los experimentos son impracticables, cuidadosos estudios observacionales pueden generar datos válidos para contrastar hipótesis. Finalmente, la comparación entre especies también puede usarse para confirmar o refutar predicciones, siempre y cuando se tenga en cuenta la historia evolutiva compartida de las especies estudiadas. Cuando analicemos adaptaciones, haremos bien en recordar que los organismos son complicados. Los individuos pueden ser fenotípicamente plásticos, de modo que individuos genéticamente idénticos criados en ambientes diferentes tengan fenotipos diferentes. La función de un carácter en particular puede cambiar a lo largo del tiempo evolutivo, y puede reflejar el compromiso entre demandas ambientales o fisiológicas contrapuestas. Finalmente, las poblaciones pueden, sencillamente, carecer de la variación genética requerida para adaptarse perfectamente a su entorno. Éstas y otras complicaciones son el objeto de la investigación actual de los biólogos evolutivos. Preguntas 1. ¿Por qué era importante que Greene y sus colaboradores comprobasen moscas téfricas cuyas alas habían sido cortadas y luego pegadas? 2. En los experimentos de Huey et al., las serpientes habitualmente escogían rocas gruesas a pesar del riesgo de estar demasiado frías. Sugiera dos hipótesis de por qué las serpientes, a veces, eligen rocas gruesas. ¿Son contrastables sus hipótesis? ¿Asumen ambas hipótesis que el carácter de comportamiento “elegir una roca gruesa” es adaptativo? 3. Los geckos son lagartos inusuales, ya que son activos por la noche en lugar de durante el día. Describa las dificultades con las que un gecko se enfrentará si trata de usar su comportamiento de termorregulación para mantener su temperatura durante la noche. ¿Predeciría que los geckos tienen una temperatura óptima para correr que es la misma, mayor o menor que la de un típico lagarto diurno? Huey et al. (1989a) encontraron que los geckos que estudiaron tenían temperaturas óptimas que eran iguales a las de los lagartos diurnos (un hallazgo en oposición a su propia hipótesis). ¿Puede pensar en una explicación? 4. Imagine que se introdujeran unos peces en el lago Citadelpark, uno de los estudiados por De Meester. ¿Qué predice que ocurrirá con la plasticidad fenotípica de las Daphnia de este lago? Describa las observaciones que necesitaría hacer para comprobar sus predicciones. 5. Al reconstruir la historia del oído de los mamíferos, hemos empleado evidencias fósiles y embriológicas. En muchos casos, no tendremos el lujo de disponer de ambos conjuntos de evidencias. Ejemplos son la evolución de las alas de los murciélagos, de los que sí tenemos datos embriológicos pero no fósiles, y la evolución de los adornos del cuello del Triceratops, para los que existen fósiles pero poca embriología. En su opinión, ¿es necesario disponer de ambos tipos de datos para determinar la historia evolutiva de un carácter? ¿Hubiesen sido los datos fósiles (o embriológicos) a solas suficientes para convencerle de que los huesos del oído medio de los mamíferos evolucionaron de la hiomandíbula, el cuadrado y el articular de los primeros vertebrados? ¿Qué hubiese pensado si ambos conjuntos de datos hubiesen sido contradictorios? 6. Aparentemente, los primeros tetrápodos no tenían membranas timpánicas, no hay un lugar obvio en sus cráneos donde una membrana timpánica cupiese.Además, el estribo en estos animales era un hueso relativamente pesado y, por tanto, poco probable que transmitiese bien vibraciones de alta frecuencia; aunque los estribos estaban, claramente, en una buena posición para transmitir vibraciones al oído interno. Se cree que los primeros tetrápodos tenían una posición corporal tumbada, con sus enormes cabezas habitualmente apoyadas en el suelo. Con esto en mente, especule sobre qué tipo de habilidades “auditivas” tendría Acanthostega. ¿Son contrastables sus ideas? 7. Piense sobre los costes y los beneficios de tener un cierto tamaño corporal. Por ejemplo, un ratón puede sobrevivir fácil- Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 285 mente a una caída de 12 metros. Un humano que cayera 12 metros quedaría, probablemente, herido. Una caída de 12 metros, probablemente, mataría a un elefante. Finalmente, un estudio reciente sobre la resistencia de los huesos de un Tyranosaurus rex reveló que si un T. rex corriendo rápidamente tropezase, probablemente se mataría (Farlow, Smith y Robinson 1995). Dados estos costes, ¿por qué han evolucionado cuerpos de gran tamaño? ¿Puede pensar en algún coste para los cuerpos de pequeño tamaño? ¿Cómo contrastaría sus ideas? 8. Imagine que es un explorador que acaba de descubrir dos grandes islas. Cada isla tiene una población de una especie de arbusto desconocida en otra parte. En la isla A, el arbusto tiene en sus hojas una alta concentración de una sustancia química venenosa. En la isla B, el arbusto tiene hojas comestibles, no venenosas. Las islas difieren en muchas cosas, por ejemplo, en la isla A llueve menos y hace más frío en invierno que en la isla B; y existen algunos insectos herbívoros que no viven en la isla B. La isla A también tiene una gran población de “muntjacs”, un pequeño ciervo tropical que adora comer arbustos. Sospecha que los “muntjacs” han sido la fuerza selectiva que ha causado la evolución de las hojas tóxicas. ¿Cómo comprobaría esta hipótesis? ¿En qué hipótesis alternativas puede pensar? ¿Qué datos anularían su hipótesis y cuáles las otras? 9. Un desafío habitual en paleontología es identificar el cambio selectivo que causó, hace millones de años, que un nuevo carácter se extendiese en un linaje. Un ejemplo clásico es la evolución de los dientes con coronas altas en los rumiantes. Estos dientes proporcionan una protección extra frente a las partículas abrasivas en la dieta, como las de sílice. Los dientes con coronas altas han evolucionado independientemente en docenas de mamíferos terrestres desde el Mioceno, incluyendo antílopes, canguros, caballos y conejos. He aquí dos hipótesis para la evolución de los dientes con coronas altas: a. Podría estar ligado a la evolución de las hierbas. b. Podría estar ligado a un aumento de la cantidad de gravilla en la dieta. ¿Son éstas dos hipótesis comprobables? ¿Qué evidencia ayudaría a distinguirse entre ellas? (Para más información sobre este ejemplo, véase MacFadden 1997, MacFadden et al. 1999.) 10. Considere el color de la piel en los humanos. ¿Muestra este carácter variación genética? ¿Plasticidad fenotípica? ¿Interacción genotipo-ambiente? Dé ejemplos que ilustren cada fenómeno. ¿Podría evolucionar la plasticidad fenotípica para el color de la piel en poblaciones humanas? ¿Cómo? 11. El ejemplo de las Begonias (Sección 8.7) ilustraba que los organismos están, frecuentemente, cogidos entre fuerzas evolutivas opuestas. Cada uno de los siguientes ejemplos también ilustra una lucha entre diversas fuerzas selectivas. Para cada ejemplo, especule sobre qué fuerzas selectivas podrían mantener cada uno de los caracteres descritos, y qué fuerzas se opondrían. Un macho de alce produce, anualmente, nuevos cuernos hechos de hueso. Los abetos de Douglas crecen frecuentemente por encima de los 24 metros de altura. El intestino de las termitas está lleno de microorganismos que digieren la celulosa. Los arces pierden todas sus hojas en otoño. Una polilla macho tiene antenas enormes, que pueden detectar las feromonas femeninas. Un percebe se adhiere permanente a una roca cuando madura. 12. Schemske y Ågren (1995) usaron flores artificiales, en lugar de flores naturales, en su experimento (Sección 8.7). ¿Cuáles son las ventajas de usar flores artificiales? (Hay al menos dos importantes.) ¿Cuáles son las desventajas? 13. Los medios populares suelen presentar a la evolución como predecible y con un objetivo final. Por ejemplo, en un episodio de Star Trek:Voyager, el capitán preguntó al computador de abordo que extrapolase el “curso probable” de la evolución de un hadrosaurio (un dinosaurio bípedo) si estos animales hubiesen sido sacados de la Tierra antes de la extinción K-T y dejados en otro planeta para evolucionar. ¿Qué información sobre el nuevo ambiente del hadrosaurio hubiese sido útil para obtener la mejor predicción? Dado lo que conoce sobre los diversos factores que pueden ejercer una presión de selección sobre un organismo, y lo que sabe sobre la mutación, migración y deriva genética, ¿cree que es teóricamente posible el predecir, con precisión, el curso de la evolución a largo plazo? 14. Un ejercicio que se usa en algunos programas de doctorado es dejar a los estudiantes que enumeren 20 preguntas a las que les gustaría contestar. Grupos de estudiantes discuten las cuestiones y se ayudan para decidir cuáles son las más interesantes. Hay muchos criterios para decidir si una cuestión es interesante: ¿es nueva? ¿Aborda un gran, o importante, problema? ¿Conducirá a otras cuestiones? ¿Es abordable o será abordable si se desarrolla una nueva técnica? Intente usted mismo este ejercicio. Explorando la bibliografía 15. Un aspecto importante al evaluar artículos científicos es considerar otras explicaciones para los datos que se les pueden haber escapado a los autores. Vea si puede pensar en explicaciones alternativas para los datos presentados en los siguientes artículos: Benkman, C.W., and A. K. Lindholm. 1991.The advantages and evolution of a morphological novelty. Nature 349: 519520. 286 PARTE III Adaptación Soler, M., and Møller, A. P. 1990. Duration of sympatry and coevolution between the great spotted cuckoo and its magpie host. Nature 343: 748-750. Finalmente, vea la siguiente revisión del trabajo de Soler y Møller como un ejemplo de cómo la crítica científica por parte de los implicados da lugar a avances científicos. Lotem, A., and Rothstein, S. I. 1995. Cuckoo-host coevolution: From snapshots of an arms race to the documentation of microevolution. Trends in Ecology and Evolution 10: 436437. 16. El registro fósil ha sido tradicionalmente la mayor fuente de datos para preguntarse sobre la historia evolutiva. Desgraciadamente el registro fósil es incompleto y no puede responder a todas las cuestiones. Las modernas técnicas moleculares y del análisis genético son vistas, habitualmente, como más útiles. Como resultado, los paleontólogos han tenido que defender la “utilidad” del registro fósil. Lea los siguientes artículos para explorar esta controversia más profundamente: Foote, M. 1996. Perspective: Evolutionary patterns in the fossil record. Evolution 50: 1-11. Benton, M. J., and G.W. Storrs. 1994.Testing the quality of the fossil record: Paleontological knowledge is improving. Geology 22: 111-114. Norell, M. A., and M. J. Novacek. 1992.The fossil record and evolution: Comparing cladistic and paleontologic evidence for vertebrate history. Science 255: 1690-1693. 17. En algunas ocasiones, los machos de espinosillo roban huevos de los nidos de otros machos próximos para cuidarlos ellos mismos. Sievert Rohwer sugirió que el robo de huevos es una estrategia de cortejo. Los machos, en ocasiones, comen huevos de sus propios nidos, disminuyendo así el esfuerzo reproductivo de sus parejas y empleando esta energía en sus propios esfuerzos reproductivos. Las hembras, en consecuencia, prefieren poner huevos en nidos que ya los contengan de otra hembra, reduciendo así su propio riesgo. Esta preferencia de las hembras por nidos que ya contengan huevos significa que aquellos machos que no tengan aún huevos en su nido, ganarán atractivo si los roban de otro macho.Véase: Rohwer, S. 1978. Parent cannibalism of offspring and egg raiding as a courtship strategy. American Naturalist 112: 429440. Para un fenómeno parecido en aves, véase: Gori, D. F., S. Rohwer, and J. Caselle. 1996. Accepting unrelated broods helps replacement male yellow-headed blackbirds attract females. Behavioral Ecology 7: 49-54. 18. Para un ejemplo espectacular de plasticidad fenotípica en el que un insecto herbívoro usa las defensas químicas de su hospedador para desarrollar sus propias defensas contra los depredadores, véase: Greene, Erick. 1989. A diet-induced developmental polymorphism in a caterpillar. Science 243: 643-646. 19. Entre los desafíos que afrontan los parásitos está el cambiar de hospedador. Este desafío es un agente selectivo especialmente poderoso para parásitos en los que cada individuo pasa las diferentes partes de su ciclo vital en hospedadores distintos. ¿Qué adaptaciones esperaría en un parásito que facilitasen su dispersión de un hospedador a otro? Para un magnífico ejemplo en el que un parásito manipula el comportamiento o apariencia de su hospedador, véase: Tierney, J. F., F.A. Huntingford, and D.W.T. Crompton. 1993. The relationship between infectivity of Schistocephalus solidus (Cestoda) and antipredator behavior of its intermediate host, the three-spined stickleback, Gasterosteus aculeatus. Animal Behavior 46: 603-605. Lafferty, K. D., and A. K. Morris. 1996.Altered behavior of parasitized killifish increases susceptibility to predation by bird final hosts. Ecology 77: 1390-1397. Bakker,T. C. M., D. Mazzi, and S. Zala. 1997. Parasite-induced changes in behavior and color make Gammarus pulex more prone to fish predation. Ecology 78: 1098-1104. 20. Los cucos de cabeza marrón (Molothrus ater) ponen sus huevos en los nidos de otros pájaros, un comportamiento llamado parasitismo de nido. Cuando esta estrategia funciona, el pájaro hospedador acepta el huevo como propio y cría al pollo. Cuando la estrategia falla, el hospedador reconoce el huevo como impostor y lo tira del nido. ¿Por qué hay especies que aceptan el huevo de los cucos en su nido? Dado el coste obvio asociado con criar un pollo de otra especie, la aceptación parece no adaptativa. Los biólogos evolutivos han propuesto dos hipótesis contrapuestas para explicar por qué algunas especies de hospedadores aceptan los huevos del cuco. La hipótesis del retraso evolutivo afirma que las especies que aceptan huevos de cuco lo hacen sencillamente porque aún no han evolucionado un comportamiento de expulsión. O bien la especie hospedadora carece de la variabilidad genética que le permita evolucionar el comportamiento de expulsión o, alternativamente, ha estado expuesta poco tiempo al parasitismo de nido para que semejante comportamiento haya tenido tiempo de evolucionar. La hipótesis del equilibrio evolutivo afirma que las especies de hospedadores que aceptan huevos de cuco lo hacen porque tienen una restricción mecánica fundamental: sus picos son demasiado pequeños para permitirles agarrar un huevo de cuco, y si intentasen perforar el huevo de cuco, destruirían demasiados de sus propios huevos en el proceso. Dada esta restricción, la especie hospedadora ha desarrollado una estrategia que minimice el daño. Piense cómo contrastaría estas dos hipótesis. Después vea: Rohwer, S., and C. D. Spaw. 1988. Evolutionary lag versus billsize constraints: A comparative study of the acceptance of cowbird eggs by old hosts. Evolutionary Ecology 1988: 27-36. Rohwer, S., C. D. Spaw, and E. Røskaft. 1989. Costs to northern orioles of puncture-ejecting parasitic cowbird eggs from their nests. Auk 106: 734-738. Capítulo 8 Estudiando la adaptación: el análisis evolutivo de la forma y la función 287 Røskaft, E., S. Rohwer, and C. D. Spaw. 1993. Cost of puncture-ejection compared with costs of rearing cowbird chicks for northern orioles. Ornis Scandinavica 24: 28-32. Sealy, S. G. 1996. Evolution of host defenses against brood parasitism: Implications of puncture-ejection by a small passerine. Auk 113: 346-355. Dado que algunas especies de hospedadores expulsan el huevo del cuco picándolo primero y luego bajándolo del nido, ¿qué adaptaciones esperaría en los huevos del cuco? ¿Supondrían algún coste estas adaptacions? Vea: Spaw, C. D., and S. Rohwer. 1987. A comparative study of eggshell thickness in cowbirds and other passerines. Condor 89: 307-318. Picman, J. 1997.Are cowbird eggs unusually strong from the inside? Auk 114: 66-73. 21. Para ejemplos recientes adicionales en los que los biólogos evolutivos usan una aproximación comparativa que hace uso de los contrastes independientes para abordar cuestiones interesantes, vea: Blumstein, D.T., and K. B.Armitage. 1998. Life history consequences of social complexity: A comparative study of ground-dwelling sciurids. Behavioral Ecology 9: 8-19. Iwaniuk,A. N., S. M. Pellis, and I. Q.Whishaw. 1999. Brain size is not correlated with forelimb dexterity in fissiped carnivores (Carnivora): A comparative test of the principle of proper mass. Brain, Behavior, and Evolution 54: 167-180. Bibliografía Ågren, J., and D.W. Schemske. 1991. Pollination by deceit in a Neotropical monoecious herb, Begonia involucrata. Biotropica 23: 235-241. Allin, E. F. 1975. Evolution of the mammalian middle ear. Journal of Morphology 147: 403-438. Carroll, R. L. 1988. Vertebrate Paleontology and Evolution. New York: W.H. Freeman. 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La iguana roja es un gran macho adulto. Está rodeado por machos y hembras más pequeños (Martín Wikelski, University of Illinois at Urbana-Champaign). L OS MACHOS Y LAS HEMBRAS SON, FRECUENTEMENTE, MUY DISTINTOS EN SU tamaño, apariencia y comportamiento. En las iguanas marinas, por ejemplo, los sexos difieren en el tamaño corporal a razón de dos. Los machos son mayores, y fuertemente territoriales durante la estación de cría. Las hembras son más pequeñas y gregarias durante todo el año. En los pájaros viuda de cola larga, adultos de sexos distintos tienen plumajes tan diferentes que sería fácil cometer el error de clasificarlos como especies distintas. Los machos son negro azabache, llevan plumas caudales mucho más largas que su propio cuerpo y tienen manchas rojas y amarillas en sus hombros. Las hembras son de un críptico color marrón, con las plumas caudales cortas y sin manchas en los hombros. En las ranas grises arbóreas, los machos tienen gargantas oscuras y producen llamadas melodiosas. Las hembras, por el contrario, tienen gargantas blancas y son silenciosas. En las moscas de ojos pedunculados, ambos sexos tienen los ojos al final de un largo y fino pedúnculo, pero el de los machos es mucho más largo que el de las hembras. En algunas especies de pez flauta, las hembras tienen bandas azules y la piel plegada en sus vientres, características de las que los machos carecen. Las fotos de machos y hembras en la Figura 9.1 proporcionan ejemplos adicionales. En humanos, también las hembras y los machos son llamativamente distintos. Las diferencias incluyen no solamente las obvias y esenciales, como nuestra genitalia y órganos reproductivos, sino también la estructura facial, el tono vocal, la distribución corporal de grasa y pelo, y el tamaño corporal. La diferencia en el tamaño corporal entre mujeres y hombres está documentada en la Figura 9.2 289 290 PARTE III Adaptación (b) Guppies (a) Ciervo rojo (c) Sapo dorado Figura 9.1 Diferencias entre machos y hembras (el dimorfismo sexual) en el ciervo rojo (Cervus elaphus), los guppies (Poecilia reticulata) y los sapos dorados (Bufo periglenes) En (a), el macho está a la izquierda; en (b) y (c), el macho está arriba. ([a] M. Hamblin/Animals Animals/Earch Scenes; [b] Michael Gunther/PA; [c] M. Fogden/Animals Animals/Earth Scenes) La diferencia entre los sexos se conoce como dimorfismo sexual. Las diferencias entre los machos y las hembras de una especie se conocen como dimorfismo sexual. En este capítulo nos preguntaremos por qué el dimorfismo sexual aparece en tal variedad de organismos. Ésta es una cuestión sobre la que Charles Darwin (1871) escribió medio libro y que, desde entonces, ha cautivado a los biólogos evolutivos. En capítulos previos, hemos venido explicando algunas características de los seres vivos mediante la teoría de la evolución por selección natural. El objetivo ha sido descubrir si las características en cuestión eran adaptativas, en cuyo caso, comprobar cómo aumenta la supervivencia o la fecundidad de los individuos que las poseen. Pero las diferencias Figura 9.2 Los varones y las mujeres difieren en altura Para cada una de más de 200 sociedades, la altura promedio de los varones se representa frente a la altura promedio de las mujeres. La línea diagonal muestra dónde deberían haber caído los puntos si los varones y mujeres fuesen de la misma altura. La gente varía mucho en altura entre sociedades: en la sociedad más baja, el varón promedio es aproximadamente de 143 cm de alto y la mujer promedio sobre los 135 cm; en la sociedad más alta, el varón promedio es de 180 cm de altura y la mujer promedio de 165 cm. Pero en todas y cada una de las sociedades el varón promedio es más alto que la mujer promedio, normalmente alrededor de un 10%. De Rogers y Mukherjee (1992). Estatura del varón (cm) 180 170 160 150 140 140 150 160 170 180 Estatura de la mujer (cm) Capítulo 9 Selección sexual 291 entre los sexos son, a menudo, difíciles de explicar con la teoría de la evolución por selección natural. Por ejemplo, compare la evolución del tamaño del pico en los pinzones de Darwin (Capítulo 3) con la evolución de una larga cola en los machos del pájaro viuda de cola larga (Figura 9.3). Surgen dos problemas. Primero, cuando los pinzones sufren una sequía y las semillas pequeñas y blandas escasean, los picos grandes son tan útiles tanto para los machos como para las hembras. Pero, si unas plumas caudales largas pueden aumentar la supervivencia, o la fecundidad, de un pájaro viuda, ¿por qué solo los machos las tienen? Segundo, los grandes picos ayudan a los pinzones a sobrevivir a las sequías permitiéndoles abrir semillas grandes y duras y tener, así, algo que comer. Pero, ¿cómo pueden esas plumas tan grandes mejorar la supervivencia, o la fecundidad, de los pájaros viuda? Las plumas grandes caudales, probablemente, hacen a los pájaros viuda más fáciles de ver y de capturar por los depredadores. Más aún, desarrollar semejantes plumas requiere energía considerable. Cualquier energía empleada en las plumas es energía que no se empleará en tener descendientes. Parece, pues, que la teoría de la evolución por selección natural no puede explicar ni por qué las hembras de los pájaros viuda son diferentes, ni por qué un carácter tan poco frecuente, como las plumas largas de la cola, no existe. Como el propio Darwin fue el primero en reconocer, el sexo proporciona una solución al rompecabezas del dimorfismo sexual. Para ver el porqué, consideremos la vida sin sexo. Para organismos que se reproducen asexualmente (ver el Capitulo 7), pasar sus genes a la siguiente generación es bastante inmediato. Los dos desafíos únicos son sobrevivir lo suficiente para reproducirse y, llegado el momento, hacerlo. El sexo complica la vida al añadir un tercer, e importante, desafío: encontrar un miembro del sexo opuesto y convencerle de cooperar. Charles Darwin reconoció que los individuos no solamente difieren en su habilidad para sobrevivir y reproducirse, sino también en su éxito en convencer a los miembros del sexo opuesto para aparearse. Sobre los pájaros, por ejemplo, Darwin escribió: “En la medida que el acto del cortejo parece ser, en muchos pájaros, un asunto largo y tedioso, también ocurre ocasionalmente que ciertos machos y hembras no consiguen, durante la estación adecuada, excitar al otro al amor y, consecuentemente, no aparean” (1871, página 107). En sus consecuencias evolutivas, no poder aparearse es equivalente a morir joven: la víctima no contribuye genéticamente a las generaciones venideras. Darwin ya aplicó el término selección natural a las diferencias entre individuos en supervivencia y reproducción. A las diferencias entre individuos en su capacidad para conseguir parejas lo llamó selección sexual. Podemos desarrollar una teoría de la evolución por selección sexual que es lógicamente equivalente a la teoría de la evolución por selección natural. Si hay variación heredable para un carácter que afecte a la capacidad de obtener parejas, entonces las variantes que conduzcan al éxito irán haciéndose más comunes con el tiempo. Nuestro objetivo en este capítulo será explorar cómo la teoría de la evolución por selección sexual explica la existencia frecuente de diferencias llamativas entre hembras y machos, particularmente cuando esas diferencias implican caracteres que parecen desafiar Figura 9.3 Dimorfismo sexual de los pájaros viuda de cola larga (Euplectes progne) El macho es negro, con largas plumas en la cola y manchas rojas y amarillas en los hombros; la hembra es marrón y críptica. El dimorfismo sexual es un rompecabezas, ya que la selección natural no puede explicarlo. 292 PARTE III Adaptación a la supervivencia. Primero revisaremos trabajos clásicos que muestran el mecanismo preciso por el cual la reproducción sexual crea diferentes presiones de selección en hembras y machos. Luego consideraremos trabajos recientes sobre las consecuencias evolutivas de estas presiones selectivas diferenciales en distintas especies. 9.1. La clave para explicar el dimorfismo sexual es reconocer que la reproducción sexual impone diferentes presiones selectivas a las hembras y a los machos. Asimetrías en la reproducción sexual En esta sección discutiremos que la reproducción sexual crea presiones de selección diferentes para hembras y machos. El desarrollo lógico que seguiremos para apoyar esta conclusión fue claramente articulado por A. J. Bateman (1948) y perfeccionado por Robert Trivers (1972). Éste depende de un hecho crucial: los huevos (o la preñez) son más costosos que la eyaculación. En términos más generales las hembras invierten, típicamente, más en la descendencia que los machos. Por inversión queremos decir la cantidad de energía y tiempo gastados en producir un descendiente y cuidar de él.Al final, esta inversión paterna se mide en eficacia. El cuidado parental aumenta el éxito reproductivo de los descendientes que lo reciben.Al mismo tiempo, reduce el resto del éxito reproductivo que el padre inversor podría alcanzar en el futuro al reducir el número de descendientes adicionales. Consideremos la inversión en cuidado parental hecha por el macho y la hembra de los orangutanes. Los orangutanes adultos de sexo opuesto se toleran mutuamente con la única finalidad del apareamiento (Nowak 1991). Tras un pequeño contacto, que incluye una cópula que dura alrededor de 15 minutos, el macho y la hembra siguen caminos separados. Si se consigue un embarazo, entonces la madre, que pesa cerca de 40 kilogramos, cargará al feto durante 8 meses, dará a luz un bebé de 1 kilogramo, lo cuidará cerca de 3 años y continuará protegiéndole hasta que alcance una edad de 7 u 8 años. Para el padre, que pesa aproximadamente 70 kilogramos, el principio y el final de su dedicación parental son unos gramos de semen, que puede reponer en cuestión de horas o días. En su patrón de cuidado parental, los orangutanes son mamíferos típicos. En más del 90% de las especies de mamíferos, las hembras proporcionan sustancial cuidado parental mientras que los machos nada (Woodroffe y Vincent 1994). Dado que las hembras de los mamíferos proporcionan semejante cuidado parental, los mamíferos representan un ejemplo extremo de la disparidad de inversiones. En la mayoría de especies animales, ninguno de los padres se preocupa por los jóvenes: las parejas simplemente producen huevos, los fertilizan y los abandonan. Pero también en estas especies las hembras hacen una mayor inversión en la descendencia. Los huevos son normalmente grandes y ricos, con una gran reserva de energía y nutrientes. Piense en los huevos de las tortugas marinas, algunos de los cuales son tan grandes como un huevo de gallina. En el lado opuesto, la mayoría del espermatozoide no es más que DNA con un propulsor. Incluso aunque en una única eyaculación se liberan cientos de millones de espermatozoides, el eyaculado rara vez representa algo más que una ínfima fracción de la inversión contenida en un puñado de huevos. Reconocer que los huevos son más caros que las eyaculaciones nos permite predecir que habrá grandes diferencias en los factores que limitan el período reproductivo de hembras y machos. El potencial reproductivo de una hembra es relativamente pequeño, y su éxito reproductivo eficaz estará, seguramente, más limitado por el número de huevos que pueda producir (o embarazos que pueda tener) que en el número de machos a los que pueda convencer para aparearse con ella. Por el contrario, el potencial reproductor de un macho es relativamente grande, y su potencial reproductivo eficaz estará limitado por el número de eyaculaciones que pueda hacer. En otras palabras, predecimos la siguiente asimetría fundamental: el acceso a las hembras será el factor limitante para los machos, pero el acceso a los machos no lo será de las hembras. Capítulo 9 Selección sexual 293 Límites asimétricos del éxito reproductor en las moscas de la fruta A. J. Bateman (1948) comprobó esta predicción en poblaciones de laboratorio de la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster. Bateman fundó pequeñas poblaciones de moscas en botellas. Cada población estaba formada por tres hembras vírgenes y por tres machos vírgenes. Cada mosca era heterozigota para una única mutación genética dominante: una que generaba alas curvadas, por ejemplo, o regiones del cuerpo sin quetas. Bateman permitió que las moscas se apareasen entre ellas y que la descendencia llegara hasta adultos. Fue capaz de identificar aproximadamente la mitad de los descendientes de cada padre con solo mirar qué mutaciones heredaban. De este modo, Bateman pudo deducir qué hembras se habían cruzado y con qué machos, y viceversa.También pudo calcular el número relativo de descendientes que produjo cada padre. Note que los machos y las hembras que vivían juntos en una botella todos tuvieron exactamente tres parejas potenciales. Su número real de parejas varió de cero a tres. Si los factores que limitan el éxito reproductor son diferentes para ambos sexos, entonces los datos para los dos sexos deberán mostrar diferentes relaciones entre el éxito reproductor y el número de parejas reales. Los resultados combinados de dos docenas de experimentos aparecen en la Figura 9.4. Estos resultados confirman la predicción de que los dos sexos difieren en los factores que limitan su éxito reproductor: • Para los machos, el éxito reproductor aumenta proporcionalmente con el número de parejas (Figura 9.4a). Los machos también muestran considerable variación en el número de parejas, con muchos machos en las categorías extremas con cero y tres parejas (Figura 9.4b). Estos dos patrones se combinan para producir considerable variación en el éxito reproductor entre machos (Figura 9.4c): los machos con tres parejas eran grandes ganadores; los machos con ninguno, grandes perdedores. Dado que las hembras invierten normalmente más en cada descendiente que los machos, el éxito reproductor de una hembra está limitado por el número de huevos que puede producir. Por el contrario, el éxito reproductor de un macho está limitado por el número de hembras con las Éxito reproductor que se puede aparear. Machos 125 100 Hembras 75 50 25 0 0 1 2 3 Número de parejas Número de moscas (b) Variación en el número de parejas: Machos Hembras 30 39 23 28 14 5 0 4 1 1 2 3 0 Número de parejas 1 2 3 Número de parejas (c) Varianza en el éxito reproductor en los cuatro grupos de experimentos: Grupo 1 Varianza de los machos 1.604 Varianza de los machos Varianza de las hembras Varianza de las hembras 985 1,63 Grupo 2 1.700 209 Grupo 3 2.798 993 8,14 2,82 Grupo 4 1.098 277 3,97 Figura 9.4 Resultado combinado de los experimentos de Bateman En (c) la variación en el éxito reproductor se caracteriza por la varianza en el número de descendientes entre individuos. Para calcular la varianza de una lista de números, primero calcule la media. Después tome la diferencia entre cada número y la media. Estas diferencias se llaman desviaciones de la media. Ahora calcule el cuadrado de cada desviación. La media de las desviaciones al cuadrado es la varianza. Cuanto mayor es la variación entre los números de una lista, mayor será la varianza. De Bateman (1948). 294 PARTE III Adaptación • Para las hembras, el éxito reproductor no aumentó sustancialmente más allá de una pareja(Figura 9.4a). Más aún, las hembras mostraban menos variación en el número de parejas, teniendo la mayoría una o dos (Figura 9.4b). Estos dos patrones se combinan para producir poca variación entre hembras para el éxito reproductor (Figura 9.4c): había un número limitado de grandes ganadores y grandes perdedoras. En las poblaciones experimentales de Bateman, quedó demostrado que la disponibilidad de parejas era un factor limitante para los machos, pero no para las hembras. La selección sexual, o variación en eficacia debida a la variación en la capacidad de conseguir parejas, era mucho más fuerte en machos que en hembras. Los biólogos evolutivos creen que éste es un patrón muy general (aunque no universal).Y tiene importantes consecuencias en cómo los miembros de cada sexo afrontan el apareamiento. Consecuencias en el comportamiento de los límites asimétricos de la eficacia La asimetría en los factores que limitan el éxito reproductor de las hembras y los machos nos permite predecir diferencias en el comportamiento de apareamiento de ambos sexos: La teoría de la selección sexual predice que los machos competirán entre ellos por los apareamientos y que las hembras serán selectivas. • Los machos deben ser competitivos. Si la eficacia de un macho está limitada por su acceso a las hembras, entonces podemos predecir que los machos competirán entre ellos por las oportunidades de aparearse. • Las hembras deben ser selectivas. Si la eficacia de una hembra no está limitada por las oportunidades para aparearse, pero como cada apareamiento puede suponer un enorme compromiso de la hembra para con la descendencia, entonces podemos predecir que las hembras serán selectivas para decidir con quién se aparearán. La competencia entre machos por conseguir parejas y la selectividad de las hembras pueden actuar en dos direcciones. Primero, en especies en las que los machos pueden monopolizar directamente el acceso a las hembras, los machos normalmente pelearán por tal monopolio. Las hembras se aparearán con los ganadores. Esta forma de selección sexual se conoce como selección intrasexual, ya que el suceso clave que determina el éxito reproductor implica interacciones entre miembros del mismo sexo (la lucha de los machos). Segundo, en especies en las que los machos no controlan directamente el acceso a las hembras, los machos se exhiben ante las hembras. Las hembras entonces eligen entre los galanes. Esta forma de selección sexual se llama selección intersexual, ya que el suceso clave que determina el éxito reproductor implica interacciones entre miembros de ambos sexos (las hembras eligen a los machos). Muchos lectores habrán notado que nuestro tratamiento de las asimetrías en la reproducción sexual está lleno de falsas generalizaciones. Queremos enfatizar que las expectativas de luchas entre machos y de elección por las hembras no están basadas en nada inherente a la condición de ser macho o hembra en sí misma, sino en la observación de que las hembras invierten, normalmente, mucho más por descendiente que los machos. Este patrón de inversiones se rompe en un gran número de especies. Cuando los machos cuidan de los jóvenes, por ejemplo, su inversión en la descendencia puede ser comparable, o incluso mayor, que la de la hembra. Especies con cuidado del padre incluyen a los humanos, muchos peces, cerca del 5% de las ranas y alrededor del 90% de las aves. Cuando, de hecho, los machos invierten más en la descendencia que las hembras, el acceso a las parejas será un factor limitante para ellas. Cuando el acceso a las parejas es limitante para las hembras en lugar de para los machos, predeciremos que las hembras competirán entre ellas para acceder a los machos, y que los machos serán selectivos. Hacia el final de este capí- Capítulo 9 Selección sexual 295 tulo, volveremos a las especies con los “papeles sexuales cambiados” para ver si hay excepciones que prueben las reglas de la selección sexual. Por ahora, no obstante, nos centraremos en la selección sexual mediante competencia entre machos y elección femenina. 9.2. Competencia entre machos: selección intrasexual La selección sexual por competencia entre machos ocurre cuando éstos monopolizan el acceso a las hembras. Los machos pueden monopolizar el acceso a las hembras ejerciendo un control directo sobre ellas o mediante el control de algún recurso importante para ellas. En esta sección, consideraremos ejemplos de tres clases de competencia entre machos: combate directo, competencia espermática e infanticidio. Combate El combate directo es la forma más obvia de competencia entre machos por las parejas. La selección intrasexual, que implique un combate entre machos por el acceso a las hembras, favorecerá caracteres morfológicos tales como un gran tamaño corporal, armas y defensas.También seleccionará tácticas eficientes. Nuestro ejemplo son las iguanas marinas (Amblyrhynchus cristatus) de las Islas Galápagos (Figura 9.5). Entre todos los lagartos, las iguanas marinas tienen un peculiar estilo de vida. Se alimentan de las algas de la zona intermareal, y entre los momentos de pasto, descansan sobre las rocas al borde del agua. Este descanso calienta a las iguanas, lo que ayuda a la digestión y las prepara para la siguiente inmersión en las frías aguas. Las iguanas marinas alcanzan diferentes tamaños en diferentes islas, pero, como ya hemos mencionado anteriormente, en cada isla los machos son más grandes que las hembras (Figura 9.6a). El dimorfismo sexual de las iguanas marinas constituye un ejemplo excelente para el estudio de la selección sexual, ya que sabemos mucho sobre cómo el tamaño de la iguana marina está afectado por la selección natural (Wikelski et al. 1997;Wikelski y Trillmich 1997). Martín Wikelski y Fritz Trillmich documentaron el efecto de la selección natural sobre el tamaño corporal mediante la monitorización, durante dos años, de la supervivencia de individuos marcados en dos islas. La selección natural fue mucho más severa en la isla Genovesa que en la de Santa Fé, pero claramente presente en ambas islas. Más aún, la selección era estabilizadora; las iguanas con tamaños intermedios sobrevivían con mayor probabilidad que las pequeñas o grandes (Figura 9.6b). Hay pocos agentes potenciales para esta selección natural sobre el tamaño corporal. Las iguanas marinas no compiten con otras especies por la comida y, virtualmente, carecen de La competencia entre machos puede tomar la forma de un combate para ver quién accede a las hembras. Figura 9.5 Una iguana marina de las Galápagos comiendo algas de la zona intermareal (Martín Wikelski, University of Illinois at Urbana-Champaign). 296 PARTE III Adaptación Machos Santa Fé (b) n= 2 51 35 27 27 37 28 15 104 79 6 60 42 32 62 110 103 9 100 80 60 40 20 0 Hembras 40 20 0 Machos Genovesa 40 20 0 Hembras Genovesa Santa Fé 50 Santa Fé Supervivencia (%) (a) Histogramas que muestran la distribución de tamaños de machos y hembras de iguanas marinas en dos islas diferentes de las Galápagos, Genovesa y Santa Fé. Los asteriscos marcan el tamaño máximo que las iguanas eran capaces de mantener durante dos años diferentes (19911992 y 1992-1993). (b) Tasas de supervivencia de individuos marcados de distintos tamaños (longitud de las aperturas del hocico, en mm) de marzo de 1991 a marzo de 1992 en la Genovesa y de febrero de 1990 a febrero de 1992 en Santa Fé. Los tamaños muestrales, o número de individuos en cada grupo, vienen dados por n. De Wikelski y Trillmich (1997). Frecuencia Figura 9.6 Selección natural para el tamaño del cuerpo en las iguanas marinas (a) 60 40 20 0 Hembras Machos 0 n= 100 50 0 12 19 42 35 44 15 6 22 63 71 Genovesa Hembras Machos 110 140 170 200 230 260 290 320 350 380 410 440 -140 -200 -260 -320 -380 >410 Longitud de la apertura del hocico (mm) Categorías del tamaño (mm) depredadores.A parte de la competencia por la reproducción, lo único con lo que las iguanas tienen que lidiar es la competencia entre ellas por la comida. Las iguanas más grandes recogen más algas, y esto les proporciona más energía, pero también gastan más energía metabólica.Wikelski y sus colaboradores (1997) observaron que durante dos años diferentes las iguanas pequeñas tenían superávit de energía, pero las grandes tenían déficit. Consecuentes con la hipótesis de que la disponibilidad de comida limita el tamaño corporal, las iguanas de Santa Fé y de Genovesa perdieron peso durante los años 1991-1992, un mal año para las algas, y 1992-1993, un año algo mejor (véase también Wikelski y Thom 2000). El tamaño mayor en el cual las iguanas fueron capaces de mantener su peso se indica mediante asteriscos en la Figura 9.6a. Ahora compare la Figura 9.6a con la 9.6b. El tamaño máximo en el cual las iguanas pueden mantener su peso es muy parecido al tamaño óptimo para su supervivencia. Más aún, las hembras más grandes de cada población están próximas al tamaño óptimo de supervivencia, pero los machos más grandes están muy por encima del tamaño óptimo. Así, el tamaño corporal de los machos de iguana marina constituye un rompecabezas evolutivo: no podemos explicarlo por selección natural ya que, como Wikelski y Trillmich demostraron, la selección natural actúa en su contra. Es el típico rompecabezas para el cuál Darwin invocó a la selección sexual. Como ya discutimos anteriormente, un punto crucial en la selección sexual es la inversión relativa en el cuidado parental de la descendencia hecho por machos y hembras. En las iguanas marinas, el cuidado de las hembras es muchísimo mayor. Cada hembra excava un nido en la arena, alejado de las áreas de descanso y comida, entierra a sus huevos, cuida del nido durante unos pocos días y después lo abandona (Rauch 1988). Los machos no proporcionan ningún cuidado parental. Así pues, la inversión parental de las hembras consiste principalmente en poner huevos y la de los machos exclusivamente en eyacular. Las hembras realizan una única puesta anual de entre uno y seis huevos, en la que invierten aproximadamente el 20% de su masa corporal (Rauch 1985; Rauch 1988;Wikelski y Trillmich 1997). Comparado con la inversión femenina, el coste de la única eyaculación necesaria para fecundar todos los huevos de la puesta es irrisoria. Esta diferencia en la inversión sugiere que el éxito potencial reproductivo máximo de los machos es mucho mayor que el de las hembras. El número de parejas a lo largo de la vida limitará el éxito reproductor de los machos, no así el de las hembras. El comportamiento reproductor de las iguanas marinas es consecuente con estas deducciones. Las hembras solamente copulan una vez en cada estación reproductiva. Martín Capítulo 9 Selección sexual 297 Figura 9.7 Machos de iguana marina combatiendo (Martín Wikelski, University of Illinois at Urbana-Champaign). Wikelski, Silke Bäurle y sus asistentes de campo siguieron a varias docenas de hembras marcadas en la Genovesa. Los investigadores observaron a las hembras cada día desde el alba hasta el crepúsculo durante el mes de duración de la estación de apareamiento en 1992-1993 y en 1993-1994 (Wikelski y Bäurle 1996).También observaron a las hembras marcadas cada día desde el amanecer hasta el anochecer durante la época de anidamiento posterior. Cada hembra marcada que construyó un nido y puso huevos había sido vista copulando, pero ninguna fue vista copulando más de una vez. Los machos, por contra, intentaban copular muchas veces con muchas hembras diferentes; pero una oportunidad para copular es un privilegio por el que un macho de iguana debe luchar (Figura 9.7). Con anterioridad a la época anual de apareamiento, los machos se reparten territorios sobre las rocas en las que las hembras descansan entre zambullidas. En estos territorios pequeños, abigarrados (Figura 9.8a), los machos intentan reclamar y mantener terreno desbancando a los intrusos. Los enfrentamientos comienzan con desafiantes balanceos de la cabeza y aumentan de intensidad hasta choques y empujones con la Mar (a) (b) 6 57 71 62 75 76 78 131 72 69 67 60 59 64 63 N 5 66 65 4 132 (29) 50 3m 10 Número de machos 80 8 6 4 2 0 0 1 2 3 4 5 6 7 8 91 0 Número de cópulas 4 5 Figura 9.8 Éxito reproductor de los machos de iguana marina (a) Un grupo de territorios de apareamiento de iguanas en el islote Caamaño, Galápagos. Las líneas muestran los límites de los territorios de apareamiento el 16 de enero de 1978; los números identifican a los propietarios del territorio. Como la escala del mapa muestra, los territorios de apareamiento son solamente de unos pocos metros cuadrados. El asterisco azul oscuro indica dónde se sentó Krisztina Trillmich para ver a las iguanas. (El islote de Caamaño tiene sólo 880 m de costa y alberga una población de cerca de 2000 iguanas.) de Trillmich (1983). (b) Histograma que muestra la variación en el número de cópulas obtenidas por los machos en los territorios indicados en (a). Note la interrupción en la escala del eje horizontal; el macho más exitoso, la iguana 59, consiguió más de cuatro veces el número de cópulas que sus rivales. El histograma incluye sólo a los machos que reclamaron un territorio, durante al menos un período corto, durante la estación de apareamiento. De Trillmich (1983). 298 PARTE III Adaptación Los machos de iguana marina pelean por los territorios donde se congregan las hembras. Las iguanas grandes vencen en más combates, consiguen mejores territorios y, consecuentemente, copulan con más hembras. Este patrón de selección sexual conduce a la evolución de tamaños corporales grandes en los machos. cabeza. Si ningún macho se retira, las peleas pueden acabar con mordiscos que causan importantes heridas en la cabeza, cuello, ijadas y piernas (Trillmich 1983). Mientras que un macho posea un territorio, tiene un derecho, más o menos, exclusivo para aparearse con las hembras que usen ese territorio como sitio de descanso (Rauch 1985). Dado que sólo algunos machos reclaman territorios, y algunos se las ingenian para mantenerlos más tiempo que otros, existe una gran variación entre machos en el número de cópulas conseguidas (Figura 9.8b). Como reclamar y mantener un territorio implica combatir con otros machos, los machos grandes tienden a ganar. En la colonia de iguanas que Krisztina Trillmich (1983) estudió en la isla Caamaño, el macho que consiguió 45 cópulas (Figura 9.8b), muchas más que cualquier otro macho, fue la iguana 59 (su territorio se muestra en la Figura 9.8a). Su vecino, la iguana 65, fue el segundo con más éxito, con 10 cópulas. Sus territorios eran los sitios favoritos de las hembras para descansar a primera hora de la mañana o a última de la tarde.Trillmich informó que la iguana 59 era el macho más grande de la colonia, y que para reclamar su territorio tuvo que expulsar a otros cuatro machos que intentaron conquistarlo; y que durante su posesión, perdió partes del mismo en beneficio de cuatro machos vecinos que expandían sus territorios desde los lados.Wikelski y sus colaboradores estudiaron colonias de iguanas en la Genovesa y Santa Fé (Wikelski et al. 1996; Wikelski y Trillmich 1997). En consecuencia con las observaciones de Krisztina Trillmich, estos investigadores también encontraron que el tamaño medio de los machos que copularon era significativamente mayor que el de los machos que intentaban copular sin éxito (Tabla 9.1). Si asumimos que, en las iguanas marinas, el tamaño corporal es heredable, entonces tenemos variación, herencia y éxito reproductor diferencial. Éstos son los elementos invocados por la selección sexual: tenemos una explicación de por qué las iguanas marinas son mucho más grandes que el tamaño óptimo para la supervivencia. Las iguanas marinas macho se hacen grandes ya que los machos grandes consiguen más parejas y transmiten más copias de sus genes para “macho grande”. Combates entre machos, similar a los de las iguanas marinas, ocurren en un gran número de especies, incluyendo al ciervo rojo mostrado en la Figura 9.1. Cuando las Tabla 9.1 Diferenciales de selección sexual para el tamaño corporal del macho en las colonias de iguana marina de Santa Fé y Genovesa El tamaño corporal se da como longitud de la apertura del hocico (LAH). Los diferenciales de selección estandarizados (ver Capítulo 7) es la diferencia entre el tamaño corporal promedio de los machos que copularon al menos una vez y el de todos los machos que intentaron copular, expresado en desviaciones estándar de la distribución del tamaño corporal de todos los machos que intentaron copular. (La desviación estándar es la raíz cuadrada de la varianza.) Ambos diferenciales de selección estandarizados son positivos (P < 0,05), indicando que los machos que copularon eran mayores en promedio que los machos que intentaron copular. De Wikelski y Trillmich (1997). N Tamaño Desviación Diferencial promedio estándar de selección (LAH) estandarizado Santa Fé Machos que copularon 253 401 13 Todos los machos que lo intentaron 343 390 26 25 243 26 147 227 21 0,42 Genovesa Machos que copularon Todos los machos que lo intentaron 0,77 Capítulo 9 Selección sexual 299 oportunidades de apareamiento son un recurso limitante para los machos, y cuando éstos pueden monopolizar bien a las propias hembras, bien algún recurso vital para ellas que las atraerá, entonces los machos lucharán entre ellos por el acceso a las hembras o al recurso.Además de un mayor tamaño corporal, este tipo de selección sexual conlleva la evolución de otros caracteres útiles en un combate, tales como las armas o los blindajes. El combate entre machos también puede causar la evolución de estrategias alternativas (ver el Cuadro 9.1). Competencia espermática La competencia entre machos no se detiene necesariamente cuando acaba la cópula. El determinante real del éxito reproductor de un macho no es el que copule, sino el que