Derecho Administrativo I Bolilla II 1. Relaciones del Derecho Administrativo 1.1. Derecho constitucional: Al estudiar este punto, los autores advierten que se asiste a un proceso de ‘‘constitucionalizacion’’ del derecho administrativo, no sólo porque en la carta magna se establecen los órganos supremos de la administración pública, y el ámbito de sus respectivas competencias, sino que también se determina los órganos constitucionales de contralor de los mismos. Asimismo, la Constitución Nacional, se encarga de receptar las normas que materialmente son administrativas, pero que han adquirido jerarquía constitucional, observándose la consagración de institutos propios del derecho administrativo, que fueron incorporados al plexo normativo constitucional (v.g. art. 17 CN –expropiación-; art. 14 –derecho soc.-; art. 42 –usuarios y consumidores-). 1.2. Derecho civil y comercial: El vínculo con estas disciplinas, viene dado por normas de delimitación que se encuentran establecidas en el CCyCN, principios generales y comunes a todas las ramas, y que sirven además para determinar hasta qué punto avanza la regulación civil y comienza la administrativa. Podemos observar estos puntos de contacto en cuestiones administrativas alcanzadas por el derecho civil como ser, el uso de las aguas; la propiedad; la validez de la ley; hechos ilícitos en cuestiones civiles que no son delitos; la función administrativa; relaciones de consumo; regímenes impositivos; entre otros. 1.3. Derecho penal: En relación a esta disciplina, se dan dos tipos de vinculaciones, a tener en cuenta: Por un lado, una de tipo sustancial¸ de acuerdo a la cual se advierte una relación de precedencia filosófica entre esta disciplina y la que nos convoca, debido a que el Estado despliega una serie de recursos y/o medios preventivos (v.g. educación, mejor calidad de vida, conducta digna/ejemplar, entre otros), los cuales cuando ‘‘fracasan’’ dan lugar a la aparición del carácter represivo (función del derecho penal). Por otro lado, también se da una relación de tipo histórico, ya que teniendo en cuenta las facultad exclusivas del Poder Ejecutivo, como el indulto y la conmutación de penas, es decir, la posibilidad de eximir del cumplimiento de una pena, modificarla o incluso reducirla. Esta vinculación terminar por entenderse, considerando el interés por parte del Estado de que no se cometan delitos, por tanto al derecho administrativo le compete la prevención de los mismos, mientras que al derecho penal su represión. 1.4. Derecho contravencional: En torno a este punto, existe una discusión entre la diferenciación de los delitos respecto de las contravenciones, y su correspondiente regulación. Es así que, considerando la forma en que se ataca en mayor o menor medida a un bien jurídico protegido, tendremos lo siguiente: Ataques de menor intensidad: se tratan de contravenciones. Es decir, conductas disvaliosas, que son competencia de la administración, a fines de establecer cuando se configuran. Por ende, se Derecho Administrativo I Bolilla II tratan de inobservancias a las reglas que la administración impone, y que hacen a la convivencia social. Ataques de mayor intensidad: en este caso se tratan de delitos, cuya competencia corresponde al Congreso Nacional, a fines de determinar su tipificación. 1.5. Derecho disciplinario: En lo que refiere a esta disciplina, nos encontramos frente a la posibilidad de la administración de aplicar sanciones a los funcionarios públicos y/o contratistas del Estado. El poder disciplinario, si bien se trata de una facultad sustancial del derecho penal, al ser una de las manifestaciones de la función represiva que tiene el Estado, no obstante lo cual, advierten los autos que puede observarse que dentro del derecho disciplinario no se dan algunos principios que si se hallan presentes en la actuación regida por las normas penales (v.g. juez imparcial; tipificación; no hay crimen sin ley anterior; entre otros). Se trata de la facultad sancionatoria del Estado, la cual deriva del contrato que tiene la administración de aquel con el que se relaciona. La misma es esencialmente administrativa y fundamental para el cumplimiento de los fines que persigue el Estado. Sin perjuicio de lo expuesto, la observación que se le realiza a esta vinculación que algunos autores buscan establecer entre ambas disciplinas es que, no siempre la facultad sancionatoria del Estado deriva necesariamente de un contrato, ya que en ocasiones la misma surge de la naturaleza misma de la actividad (v.g. sanción por mal uso de los bienes del patrimonio público). 1.6. Penología: Esta disciplina, se ocupa de la ejecución de las penas que impone el derecho penal y la vinculación con el derecho administrativo viene dada en razón de que los órganos que se encargan de llevar a cabo tal función son públicos, y por ende, se encuentre regidos por normas de derecho administrativo.