TRIDUO DEVOTO DE T IE R N A S QÜE LAS N E C ESID A D E S. P A D E C IÓ MARIA SANTÍSIMA Viendo pcnJieni-e.de la Cruz, y muerto á su Hijo inocentísimo. D IS P U E S T O por un devoto Sacerdote. ' XX | - .j Reimpreso en G im i a l n ja r a , oficina del C. M ariano R o dríguez. Año de i8s8. s MODO D E ESTE O FRECER TR ID U O . J u e v e s , Viernes y Safcado de Ramos son los mas propios dias para hacerlo en memoria tierna de las últimas necesidades que padeció la DoTófosá Virgen sola al Pie de la Cruz. M as, como en todo c-1 aílo no hay dia sin tribulaciones, ni congojas en el alm a, ó en el cu erp o , ó en la honra, ó en la hacienda, de hay e s, que en cualquiera dia de la semana podrá rezarse por cual- cualquiera 'necesidad. En todos tres com ulgar, con licencia de su director si lo tu v ie re , para que este heroico acto lleve de mas el mérito áscendrado de la obediencia ; y de no tenerlo , co­ mulgará ' uho de. los tré s 'd ia s ; pues primero debe' solicitar el re^medio importante de su alma, quien pretende alcanzar por mano de esta Madre libe ralísi­ ma alguna gracia en sus nece­ sidades ; cada, dia dará la li­ mosna que p u d iere , aunque sea c o rta , y si no rezará una parte d el Rosario, ú oirá una M isa, y lo que hiciere aplicará por la i Almas del Purgatorio fueron devotas de estas necesidades. PR IM ER O que tres D IA . Postrado de rodillas quien rezare esta devocion, ante la Dolor osa Imagen de la Rey na P u r í s i m a h e c h a la señal de la Santa C r u z , el Acto de Contri­ ción con espíritu y fervor in­ terior , dirá todos los dias la siguiente; ORA- a O RACIO N. oderosa Reyna de los Santos, Madre desamparada de mi dulce JE SU S, que no habiendo vivido una hora desde el instante de la Encarnación sin tribulaciones y amarguras, padeciste con tu Santísimo Hijo tantas, y tan gra­ ves pobrezas , que sin tener casa 3e pariste en el desabrigo de un P o r ta l, con lo muy necesario le C im en taste, adquiriendo unas veces de tu propio trabajo, y otras de compasivos socorros que te daban; desnudo le viste pa­ decer en el Calvario., donde por fin te hallaste con su difunto Cuerpo pendiente de la C r u z , nuevamente afligida en las tres mas lamentables Necesidades r c a ­ reciendo de instrumentos para deponerle del Madero * de Sa­ bana que vestirle por mortaja , y de sepultura donde enterrar­ le ¿C uantas, y cuan amargas se­ rian en estay tres horas tus an­ gustias de no hallar en lo hu­ mano remedio ni esperanza? j O si fuera yo tan dichoso que te las pudiera socorrer, dándole á tu Santísima Humanidad Ja pos­ trera honra. Pero que instru­ mentos podrá ofrecerte para bais jar- ir conpadezca de Insmias. ¿Pues jarle de la C ru z , quien los di <5 quien te ha buscado ? ¿ quien te atrevido para que muriese en ha acompañado al pie de la C ru z, elia levantado? ¿que lienzo pa­ que no haya salido siempre con­ ra moríüj.i, quien tiene necesi­ solado? ¿ A quien con m as'con­ dad de aud^r vestido por peca­ fianza debe acudir el pobrerque dor ? y que Sepulcro donde en­ á T i , piadosísima Madre como terrarle, quien vive olvidado de traspasada de mayores necesida­ su muerte? Asi te lo confieso des ? Y teniendo en tus manos arrepentido, atormentada Virgen; los tesoros del Cielo para repar­ pero quiero con toda mr alma tirlos entre los pobres; | como, siquiera acompañarte en ellas con será posible en tu liberal mi­ las mias, para que como tuvo sericordia, que siendo yo el mas. tu Hijo cuidado de remediartenecesitado me niegues el consue­ las cuando mas atribulada te lo que te p id o , resignado á pa­ hallabas, para alentarme á la decer esta tribulación en que me. confianza aunque me Parezcan hallo conformándome con la D i~ irremediables mis co n g o ja s,; a sí“ "-2 ' y i . vina voluntad como T i l , la tu* viste tan firme al pie de la C ruz. Amen. Aqui quien pudiere medi­ tará un rato en los puntos si­ guientes Sangre, y Agua de su amorosí­ simo Corazon , sin poderle bajar del afrentoso leño por falta de una escala, y de procurador que pidiese á Pilato licencia par* bajarle, j O , que ansia I PU N TO SEGUNDO. PU N TO PRIM ERO. Cw^onsidero á la afligida V ir­ gen al pie de la C ruz fijos los ojos en el tierno expectáculo de su Hijo crucificado, llagado y m uerto, destilando por la heri­ da del Costado hasta la última San- ( C o n s id e r a cuanto crecería es­ ta aflicción al paso que se iba acabando la tarde en que habían de quitar precisamente los ju ­ díos del patíbulo á todos los cuerpos de los ajusticiados, pa­ ra celebrar á otro día su gran-a^: " ' **'* de de Pascua. ¿ Qué congoja serfá esta ? Pero en tan alto estrecho, mas quisó la Señora acompañar­ le crucificado, que salir del Calvario en busca del remedio en sus tribulaciones. Pues quien á Dios no le d eja, Dios no le d ejará: á quien no se aparta de su C ri/z y ?íija en él sus es­ peranzas, no l e despedirá desr consolado, el que en ella esta clavad o, y muerto por. su amor. , r . Después avivando la ■ fe , y fijando la esperanza en la piedad de la Virgen Dolorosisima le pedirá lo que desea. Lite- go le rezará tres Salves á las*; tre¡ horas que padeció estas tres . Necesidades, y la terminará con ¡a siguiente , : ' O RACIO N. D e s c o c a Virgen M aría , ; Coredentora universal de peca­ dores, y único consuelo de afli­ g id o s: que siendo Tú la Escala Mistica de Jaco b, por donde su­ ben tantos millares de almas á la G lo ria , y bajan á los hombres odos los socorros del C ie lo , no alcanzaras luego con tus podero­ sos sos deseos, ni tuvieras persofra aíguna en Ja tierra que trajVra una escaJa para desprender de la C ruz al Señor clavado y muerto en ella por nuestra vida. ¡ O abis­ mo tiernisimo de penas! ¡O Mar insondable de amarguras! Mas yo te ofrezco la C ruz de esta aflicción que me congoja, que te sirva de escala para subir á desclavarle de mis yerros, que te lo tienen levantado, y caasan esta necesidad. Por el dolor que en ella p ad eciste, Madre mia, te suplico rendidamente me al­ cances de este fruto dulcísimo de la C ru z , el remedio en mis •’ tri- tribulaciones que le fuere agra­ dable á mi amorosísimo Salvador sin que por ellos me aparte de su C ru z , ni me prive un ins­ tante de su divina gracia. Amen. Aqui rezarás tres Padre nuestros y Ave Marías gloria­ dos á las tres horas que estuvo* ei Señar pendiente en la Cruz. SEG U N D O D IA . Postrado de rodillas ante la Doloroso Imagen de nuestra Señora, hecho todo como en el prim er d ia , y hasta rezar la Ora- i.. cion chm preparatoria que comienza: Poderosa Reyna de los Santos, meditará quien pudiere los pun­ tos ¡r/guwiles. PUNTO PR IM E R O . ( C o n s id e r a á la angustiada Reyna necesitada no solo de instrumentos para deponer de la C ruz á su Hijo m uerto, sino también de una sabana ó Suda­ rio que vestirle por mortaja sin caudal alguno para comprarla , ni tampoco para ir á la ciudad á p ed irla, ¡ Que angustias serian estas I PU N - PU N T O SEGUNDO. (C o n s id e r a , como habiendo vestido á este eterno Hijo de la mortalidad de nuestra carne, no tuvo entonces lienzo para vestirlo d ifu nto, ni siquiera la Túnica que tejió con sus ma­ no*, y milagrosamente le cre­ cía al tamaño del Cuerpo ¿ Qué dolor seria , este ? Aqui avivando la f é , y fijando la esperanza en la pie­ dad de la Virgen Dalorosisima . le pedirá lo que desea. Luego, le rezará tres Salves á las tres a l­ horas, que padeció estas tres Necesidades, jy terminará con la siguiente: ORACIO N . ' I \ernisima Virgen M.aria , tan llena de gracia como de amarguras y de penas, que á mas de no tener instrumentos para deponer de la C ruz á tu difunto D u eñ o , te hallaste ju n ­ tamente destituida de un Suda­ rio con que enjugar sus Llagas, y vestírselo por Mortaja. ¿ Quien podrá Señora conocer para sen­ tir cuan agudo fue para tu A l­ ina este dolor ? 4 Cuan copiosas ias lágrimas de sangre que v e r - . tías sin consuelo, ni humanas esperanzas del remedio? ¡O si me dieses á gustar alguna parte de la amargura que padeciste en tan grave p o b reza! Mas yo te ofrezco las telas de mi coraz o n , aunque ingrato, con que vistas á tu H ijo m uerto, para que su contacto me resucite, y me hermosee su Sangre. Recibe por m irra, para u n g irle , las lá­ grimas amargas de mis cu lp as, porque espero que á la hora que comenzare yo á labarle sus Llagas, comenzará á sanar las mortales heridas de mis yerros. Y Y t ú , por las angustias que en: esta Necesidad, tu viste, alcanzame de su Misericordia remedio en las que yo padezco. Y que compareciendo sin mancha en su justísimo Tribunal consiga por ella la vida eterna. Amen. Aqui se rezarán los tres Padre nuestros y Ave Marías gloriados á las tres horas que el Señor padeció en la Cruz. : T E R C E R O DIA. Postrado de rodillas, y he* cffo todo , coma el pritner diahasta acabar la Oración prepa­ ra- ratoria, meditará un rato quien pudiere los pasos siguientes : PU N TO PR IM ER O . ( C o n s id e r a como no habien­ do tenido consuelo alguno en las dos Necesidades, ya dichas se añadió á el la la falta de un Sepulcro donde depositar el Sa­ grado Cadáver, i Que d o lo r! Ver que andaban los tiranos ministros pretendiendo licencia de Pilato, para quitar del patíbulo á los otros cuerpos de los ajusticiados, para dar sepultura á los que ha­ bían quitado' á otros la v id a , y ca- carecer entonces la poderosa R eyna de agente que la negociara licencia para qu itarle, y aun d e ' siete pies de tierra, donde de­ positar al que resucita á los m u e r t o s j Que tem or! ¡ No v i­ niesen también á quitárselo d e la vista para o cu lta rlo , donde no lo supiese ! .. . so , y siendo Señora de todo el Mundo , aun no podia entregár­ selo sin permiso del J u e z , ¡Que tormento seria este ! Despites avivando la f é , y ■fijando la esperanza en la pie­ dad de esta benigna M adre, le pedirá lo que desea. Luego re­ zará tres Salves con esta PU N TO SEG U N D O . O R ACIO N . ( C o n s id e r a como viendo vacíos y abiertos los sepulcros de los m uertos, deseando recibir al Cada'ver de su Criador d ivin o , que no cabe en todo el univerSO, O Madre la mas admirable de las criaturas ! ¡ Asombro de la fortaleza, pasmo de la G ra­ cia I Que mas extremas y lamen­ ta- tables Necesidades podrán oirse* que carecer á un tiempo, y muy estrecho, de escala é instrumen­ tos para deponer de la Cruz á tu hermosura m uerta, de saba­ na que bestirla por mortaja,, sí no te la diese de limosna José, y sepultura donde depositarlo por tres d ias, si el no te hu­ biera presentado el sepulcro nue­ vo de su H uerto? Pero yo no te presto, Madre mia: sino que desde ahora te d o y , con toda mi alma, y por toda mi vi da, mi corazon por sepulcro aunque estrecho, donde me la dejes para siempre» Envejecido está de infin i- finitos defectos, y arruinado de mis pecados; pero q u iero , y pro­ pongo con todas veras renovarlo con una arrepentida confesión^ para recibirla sacramentada, y que lo ocupe con tu presencia. ¡ O y corno la deseo recibir con aquella pureza de A lm a, aquel amor y reverencia, aquellas aiH sias y encendidos afectos con que T ú la recibistes en tus benditos Brazos al desclavarlo José, y Nicodemus de la C r u z , al bes­ tirla el Sudario , y reclinarla en el Sepulcro : y pues padeciste por mi tres horas estas tan amar­ gas Necesidades, ínterin llega­ ron a8 Ton estos justos Varones, mo­ vidos de oculta providencia, á socorrerlas: por la congoja que en ellas sentiste, y el consuelo que tuvo tu A l m a , de verlas remediadas, te pido te condue­ las de las mi a s, y me alcances la gracia cjue te pido, si es agra­ dable á mí amado -Jesús. Estampa* afligida M ad re, desde hoy firmes en mi memoria eterna tan tier­ nas Necesidades para acompañar te siempre á sentirlas, y poí ellas me asistas en la Necesidad extrema de mi muerte. Amen. ¿9 áre nuestros y Ave Martas glo­ riados , á las tres horas que estubo el Sefíor padeciendo en la Cruz. ajo de tu amparo nos aco­ gemos Santa Madre de D io s, no desprecies en las necesidades nuestras deprecaciones; sino lí­ branos de todos los peligros siem­ pre Virgen gloriosa, y bendi­ ta. Amen. AVE or Aqui se rezan los tres P a ­ dre- BENDITA decir SEA M A R IA . una LA al dia PURISIMA ¿ vez IN - MA- M A C U L A D A CONCEPCION DE L A B ENTURAD A S IE M P R E BIE NA ; V IR G E N M ARIA ; se concede á todo fiel cristiano cien años de perdón, por de­ creto de la Sagrada congregación de indulgencias de 21 de Mayo de 1742. Y á quien devotamente di­ jere dicha Salutación , conce­ dió Gregorio X V . cien años de indulgencia, en 13 de A bril de 1621.