QUE FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO El Espíritu Santo es la persona que procede del amor que, desde siempre, se tienen el Padre y el Hijo. Por lo que la preparación de la Virgen María para recibir en su vientre al Hijo de Dios que se encarna, es realizada por el Espíritu Santo, quien fue enviado para santificar el seno de la Virgen María. Así, la misión del Espíritu Santo está siempre unida y ordenada a la del Hijo (cf. Jn 16, 14-15). Él la fecunda pues es "el Señor que da la vida", haciendo que ella conciba al Hijo eterno del Padre. La Virgen María pregunta "¿cómo será esto, puesto que no conozco varón?" (Lc 1, 34) y la respuesta se da mediante el poder del Espíritu: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti" (Lc 1, 35). El Hijo único del Padre, al ser concebido como hombre en el seno de la Virgen María es "Cristo", es decir, el ungido por el Espíritu Santo (cf. Mt 1, 20; Lc 1, 35), desde el principio de su existencia humana, aunque su manifestación no tuviera lugar sino progresivamente a los pastores (cf. Lc 2,8-20), a los magos (cf. Mt 2, 1-12), a Juan Bautista (cf. Jn 1, 31-34), a los discípulos (cf. Jn 2, 11). Por tanto, toda la vida de Jesucristo manifestará "cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder" (Hch 10, 38). Área Eclesial Conferencia Episcopal de Chile [email protected]