¡Atrévete a ser voluntario! ¡Hola a todos amigos lasallistas! Los saludo con mucho gusto, feliz por la oportunidad de compartirles una hermosa experiencia que es muy importante en mi vida. Soy Ana Sofía Teja González, originaria de Cd. Victoria, Tamps. Ex alumna de prepa del Colegio José de Escandón La Salle. Tengo 19 años y soy voluntaria lasallista. Les escribo desde este gran lugar en el que Dios me permite vivir. Un lugar fuera de lo común, más bien es totalmente extraordinario, en donde el tiempo vuela, en donde ves más de 70 sonrisas diarias que te alegran el día, un lugar donde tienes que explotar tu imaginación al máximo y que el mismo ambiente te obliga a divertirte y a la vez a aprender. Este lugar es la Casa Hogar de los Pequeños San José donde me encuentro trabajando como voluntaria y que está transformando mi vida completamente. En Agosto de 2010 inicié mi año de voluntariado en esta casa hogar que atiende a más de 70 niños de entre 6 y 18 años que tienen graves problemas familiares. El objetivo es educarlos integralmente con el carisma lasallista para que en un futuro sean hombres de bien. Junto con una comunidad de 3 hermanos lasallistas, 3 Hermanas Guadalupanas de La Salle, 6 voluntarias lasallistas y más de 70 niños, nos convertimos en una gran familia. Esta experiencia estuvo llena de emociones, de bendiciones, de Cristo. Colaborando juntos para el bien de estos pequeños, me di cuenta de que los niños son los seres más nobles del planeta, ejemplos de amor puro. Y que no somos nosotros, sino ellos, quienes nos enseñan a amar. Así de rápido se pasó el tiempo, que en Julio de 2011 terminé mi primer año como voluntaria y a principios de Agosto, comenzó una nueva aventura de fe… La Jornada Mundial de la Juventud, que se llevó a cabo en Madrid, España, fue un gran encuentro promovido por el papa Benedicto XVI con el fin de que cada joven tenga un encuentro personal con Cristo. Fue un sueño hecho realidad, Dios se hizo presente a través de mucha gente que me apoyó para ir. Mientras trabajaba con los pequeños en Casa Hogar, siento que nuestro Señor me estaba preparando una aventura inimaginable. Hice muchas cosas para ir, me fui a tocar el violín en la plaza del centro de Saltillo para recaudar fondos y así pagué unos papeles que necesitaba tramitar. Recibí el apoyo de mi familia, hasta que llegó el día de emprender el viaje a lo desconocido y tener ese encuentro personal con Cristo a través de personas de distintas culturas. El 31 de Julio pisé por primera vez tierra española junto con un grupo de 58 mexicanos que íbamos como voluntarios a la Jornada Mundial de la Juventud, gracias a Dios tuvimos la oportunidad de trabajar en la organización de este gran encuentro. Recibimos capacitación, material y todo lo necesario para apoyar en lo que se presentara. Había voluntarios de todas partes del mundo, se lograba percibir una entrega total, una devoción impresionante y unas ganas de trabajar muy fuertes. Actividades, exposiciones, catequesis, conciertos, un sin fin de eventos para asistir días antes y durante la jornada. La semana de la Jornada inició el día 16 de agosto con la misa de apertura en la Plaza de Cibeles, presidida por el Arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela. El miércoles 17 de agosto a partir de las 7:00 p.m. lasallistas de todo el mundo nos reunimos con un mismo propósito, compartir experiencias, proyectos y dar nuestro testimonio de vida con el carisma de San Juan Bautista De La Salle. Esta reunión tuvo lugar en el Colegio La Salle Institución en Madrid. Hubo dinámicas de integración y talleres. El Hno. Álvaro Rodríguez Echeverría motivó a todos los jóvenes con un discurso al final del encuentro. Al día siguiente, el Jueves 17 recibimos al papa en el aeropuerto de Barajas hasta la plaza de Cibeles donde dio la bienvenida. El viernes se llevó a cabo el viacrucis y el sábado nos reunimos todos, tanto voluntarios como peregrinos, más de 2 millones de personas en el Aeródromo de los Cuatro Vientos, un lugar inmenso, donde el Papa celebró la Santa Misa y dirigió la Adoración Eucarística. Una experiencia verdaderamente única. Por la mañana y tarde del sábado se sintió un calor de más de 40 grados, y en la noche al terminar el papa de leer el evangelio, el cielo se nubló y comenzó a llover. Toda la multitud estaba tranquila y feliz por ese acontecimiento que se estaba viviendo. Paró la lluvia y el papa dio seguimiento a la Adoración, me quedé impactada por la paz que se sentía, el silencio de toda la gente, era impresionante. Todos enfocados en Cristo presente en la hostia consagrada. Momentos muy emotivos y especiales se vivieron en esta Jornada. Ahora me encuentro en mi segundo año como voluntaria en la Casa Hogar, viviendo con una nueva comunidad, con mi fe puesta en Dios para que se haga su voluntad, siento un compromiso mayor como joven cristiana para emprender nuevos proyectos, iniciativas y trabajar a favor de estos niños y promover el bien común. Te invito a poner manos a la obra en el trabajo que estés realizando, porque sea cual sea nuestra misión, hay que echarle todas las ganas, entregar el corazón y vivir con amor. “Muchas personas pequeñas, viviendo en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas… están cambiando el mundo”. Ana Sofía Misionera lasallista