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Desde el nacimiento hasta los 5 años Proceso evolutivo, desarrollo y progresos infantiles (Mary D. Sheridan [Sheridan, Mary D.]) (z-lib.org)

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Desde el nacimiento
hasta los 5 años
PROCESO EVOLUTIVO, DESARROLLO Y
PROGRESOS INFANTILES
Segunda edición
Mary D. Sheridan
Revisado y actualizado por
Marion Frost y el Dr. Ajay Sharma
NARCEA, S. A. DE EDICIONES
MADRID
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Índice
INTRODUCCIÓN
PROCESO EVOLUTIVO INFANTIL
El recién nacido
Los estados de sueño y vigilia. Postura y motricidad gruesa. Reflejos primarios.
Visión y audición. Interacción social y formación de vínculos.
Cuando tiene 1 mes
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 3 meses
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 6 meses
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 9 meses
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 12 meses
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 15 meses
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
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A los 18 meses
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 2 años
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 2 años y medio
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 3 años
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 4 años
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
A los 5 años
Postura y motricidad gruesa. Visión y motricidad fina. Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
PAUTAS DEL DESARROLLO
Postura y movimiento. Habilidades locomotrices
Postura y motricidad gruesa. Función manual (motricidad fina). Cuándo pedir
consejo.
Visión
Desarrollo del comportamiento visual. Valoración de problemas visuales en
niños pequeños: Comportamiento visual; Agudeza visual; Detección del
estrabismo.
Audición
Desarrollo de la capacidad auditiva. Pruebas auditivas apropiadas para cada
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edad: Detección neonatal; Pruebas conductuales en el primer año de vida;
Pruebas de cooperación en niños de 18 a 30 meses; Pruebas de rendimiento para
niños de más de 30 meses.
Comunicación, lenguaje y habla
La comunicación al inicio de la vida: Establecer interacciones; Comprensión
lingüística. Lenguaje expresivo: Balbuceo, prelenguaje y primeras palabras;
Combinaciones de palabras y gramática; Habla y fluidez. Control de la atención.
Cuándo pedir consejo ante el alto grado de diversidad.
APOYO A NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES
La atención a los niños y su entorno
Equipo de Atención Temprana (EAT). Servicios de guarderías y de cuidados de
día. Educación. Equipo material y ayudas. Apoyo económico. Otros servicios.
APÉNDICES
1. Formulario para detectar problemas auditivos
2. Formulario para la detección de problemas visuales
3. Formulario de servicios de ayuda para niños con necesidades especiales
BIBLIOGRAFÍA
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Introducción
Desde el nacimiento hasta los 5 años es una obra de información y referencia
dirigida a profesionales, padres y estudiantes que desean aumentar sus conocimientos
sobre el progreso evolutivo de los más pequeños: Médicos de familia, pediatras,
terapeutas, estudiantes de enfermería, maestras de guardería y escuela infantil y todos
aquellos que se preparan para alcanzar una cualificación profesional en el cuidado de los
niños. Es esencial que todos los que trabajen con niños pequeños conozcan las etapas del
desarrollo normal para poder identificar las diferencias evolutivas.
Mary D. Sheridan desde 1975 se ha preocupado por descubrir procedimientos de
evaluación útiles para hacer diagnósticos pediátricos, que mejoraran la atención clínica a
los niños con trastornos evolutivos y sirviera de guía a padres y maestros (Sheridan,
1975).
Sin dejar de reconocer la importancia de detectar los trastornos y proporcionar un
apoyo eficaz a los niños con necesidades especiales, la filosofía actual de la sanidad
infantil hace mayor hincapié en los cuidados preventivos. La prevención de la
enfermedad y la promoción de la salud requieren un cambio en la relación del profesional
con su cliente, debiendo considerar a los padres como colaboradores de igual importancia
en la atención y el cuidado de sus hijos. Este libro, por consiguiente, ha sido revisado y
actualizado teniendo en cuenta estos cambios y proporcionando la información basada en
lo que actualmente se acepta como mejor en la práctica.
La primera parte conserva gran parte del trabajo de Mary D. Sheridan y se compone
de esquemas ilustrados del progreso evolutivo, organizados en orden cronológico,
referentes al período de la infancia que se extiende desde el nacimiento hasta los cinco
años de edad. Se dividen en cuatro campos principales:
•
•
•
•
Postura y motricidad gruesa.
Visión y motricidad fina.
Audición y habla.
Comportamiento lúdicosocial.
La identificación de estas áreas ayuda a comprender la variación entre las edades en
que los niños adquieren las habilidades evolutivas, si bien también deben ser tomados en
cuenta la influencia de la herencia y de los factores sociales y medioambientales. Los
esquemas han de utilizarse para reconocer las capacidades y las necesidades de los
niños en relación con las diferencias del desarrollo. Es característico en muchos niños, y
especialmente en los que presentan necesidades especiales, que el perfil de su desarrollo
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sea desigual en las diferentes áreas. Comprender el proceso evolutivo infantil es
fundamental para promover un sano desarrollo y para identificar aquellas áreas que
necesiten ser mejor estudiadas.
La segunda parte trata de las pautas de desarrollo que son importantes para
comprender las diferencias en el proceso. Las diferencias en la evolución de las posturas
y de la motricidad, visión, audición, comunicación, lenguaje y habla quedan descritas en
este apartado, a la vez que se aconseja cuándo sería recomendable llevar al niño al
especialista. Se han incluido también controles (chequeos) ajustados a cada edad para
identificar posibles trastornos de la visión y la audición, y se le da mucha importancia a
investigar las causas de preocupación de los padres con relación al desarrollo de sus
hijos. Es crucial que se detecten los trastornos lo antes posible por si fuera necesario
intervenir eficazmente para prevenir o paliar el problema.
La tercera parte contiene un índice de orientaciones para padres y cuidadores de niños
pequeños con necesidades especiales. El conocimiento cada vez mayor que tienen padres
y cuidadores de la ayuda disponible para su niño puede ser vital para reducir el impacto
de la minusvalía, así como para contribuir a adaptarse a los trastornos cuando la
posibilidad de mejora es pequeña o casi inexistente.
A pesar de que, como sugiere Illingworth (1992), con frecuencia suele ser difícil
distinguir entre el desarrollo normal y el anómalo, la detección temprana de los trastornos
es vital tanto para los niños como para sus familias. No hay duda de que cuanto menor
sea la edad en que se identifique la discapacidad física, cognitiva, emocional o social,
mayor probabilidad existirá de intervenir adecuadamente para permitir que los niños
desarrollen su potencial individual. A los niños con necesidades evolutivas es preciso
animarles a ser lo más independientes que puedan, para participar plenamente en la vida
cotidiana.
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño declara que los
niños forman un grupo vulnerable de la sociedad y propone que todos ellos disfruten del
mayor grado de atención posible, a la vez que reconoce que los que tienen necesidades
especiales precisan también una atención especial. Es, por lo tanto, fundamental, que
todos aquellos que trabajen con niños pequeños estén familiarizados con las secuencias y
las pautas del progreso evolutivo y con las formas apropiadas de intervención para
identificar y atender a los niños con necesidades especiales. Esta obra proporciona este
tipo de información, por lo que constituye una útil ayuda en la promoción de la salud
infantil.
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PROCESO EVOLUTIVO INFANTIL
En las páginas siguientes vamos a ver el progreso evolutivo de los niños desde el
nacimiento hasta los cinco años de edad. Esta información no pretende ser un modelo
fijo respecto al cual haya que medir el desarrollo, sino que da una idea general del
progreso evolutivo habitual en los grupos de edad especificados. Existe un alto grado de
variación en la edad a la que cada uno de los niños adquiere la misma habilidad, y
algunos pueden saltarse algunas actividades evolutivas tales como el gateo. Las
variaciones menores no suelen ser consideradas habitualmente como motivo de
preocupación a pesar de que, por norma general, cuanto más pequeño es el niño más
importante es la variación. Es preciso recordar que los bebés y los niños pequeños se
comportarán también en diferentes niveles dependiendo de factores tales como su estado
de salud físico o emocional.
Los dibujos habrán de verse, en consecuencia, como indicaciones para el estudio del
progreso evolutivo de los niños pequeños. Los profesionales y los estudiantes pueden
emplearlos para anticipar secuencias del desarrollo esperables, utilizando esta información
para facilitar el desarrollo.
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El recién nacido
Durante los primeros días de vida existe una gran variabilidad en la conducta de los
bebés que depende no solamente de la madurez del niño y de su condición física, sino
también de su estado de alerta o de somnolencia, de hambre o saciedad. La madre debe
contar con ayuda para, por ejemplo, establecer las horas de las tomas. En el examen del
recién nacido debe hablarse con los padres de todo lo referente al comportamiento
normal de los pequeños, y cualquier cosa que se descubra se les debe comunicar de una
manera que les resulte comprensible. La siguiente descripción ayudará a entender la serie
de comportamientos que se espera de un recién nacido.
Los estados de sueño y vigilia
Los primeros días de la vida de un bebé se componen habitualmente de largos
períodos de sueño entremezclados con cortos intervalos en que está despierto. La
duración de la vigilia se va alargando gradualmente incluyendo períodos de sobresalto,
llanto y calma. La sensibilidad del bebé frente a los estímulos depende del estado de
sueño o de vigilia. Desde los primeros días de vida el pequeño establece una interacción
con su padre o su madre cambiando los estados de vigilia (Brazelton, 1995). Todo
examen del recién nacido deberá llevarse a cabo en óptimo estado de vigilia, cuando esté
tranquilo, con los ojos abiertos, y haciendo o no movimientos irregulares con los brazos y
las piernas (Prechtl, 1977).
Postura y motricidad gruesa
Al nacer, los brazos y las piernas presentan una rigidez característica (hipertonía)
mientras que el tronco y el cuello se comban (hipotonía). Al tomarle en posición ventral,
la cabeza cuelga por debajo del plano del cuerpo mientras que los brazos y las piernas
permanecen parcialmente flexionadas.
Cuando se tira de él para sentarle, la cabeza se queda marcadamente hacia atrás. Una
vez sentado (en posición sedente) la espalda se comba y la cabeza cae hacia delante.
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Tirando de él para sentarlo.
Suspensión ventral.
Cuando se le vuelve boca abajo (posición prona) gira la cabeza inmediatamente hacia
los lados. Sube las nalgas resguardando las rodillas bajo el abdomen. Los brazos están
próximos al pecho con los codos completamente doblados.
Cuando está acostado de espaldas (posición supina), los brazos y las piernas
permanecen semiflexionados y la postura es simétrica. Los niños nacidos de nalgas
mantienen generalmente las piernas extendidas.
Reflejos primarios
Representan la maduración neurológica del recién nacido y están presentes desde las
treinta y dos semanas de gestación. Algunos reflejos pueden contribuir a establecer
simetría en el movimiento, pero otros pueden tener un valor limitado en el examen de un
niño recién dado a luz. El reflejo de Moro es el más conocido de todos los reflejos
neonatales. Puede provocarse de varias maneras. El método más utilizado es haciendo
ceder la mano del examinador que sostiene la cabeza del bebé repentina y levemente
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(unos 2’5 cm). La respuesta consiste en la abducción amplia de los brazos y apertura de
las manos de forma simétrica. En pocos momentos los brazos vuelven a juntarse de
nuevo simulando un abrazo. El reflejo desaparece rápidamente y deja de ser normal
después de los seis meses.
El reflejo de Moro.
Durante las primeras semanas de vida muestra el reflejo de estar de pie y el reflejo de
caminar si se le coloca los pies sobre una superficie firme.
Los reflejos de hociqueo y succión aparecen durante las tomas. El reflejo de prensión
palmar apretada y simétrica está presente, pero desaparece rápidamente en los siguientes
cuatro o cinco meses.
Visión y audición
Los bebés son sensibles a la luz y al sonido en el momento de nacer. La respuesta
visual varía en el nacimiento. A partir del nacimiento, o a los pocos días, dirigen sus ojos
hacia una gran y difusa fuente de luz y los cierran ante la irrupción de una luz brillante.
No saben enfocar hasta los tres meses, debiendo ponerse cualquier objeto o cara a una
distancia de treinta centímetros de sus ojos para que se interesen y se fijen. Giran
habitualmente sus ojos para perseguir una cara que se mueve lentamente dentro de un
ángulo de 90°.
Se estremecen ante un ruido súbito. Los ojos pueden dirigirse hacia una fuente de
sonido cercana continua, como un largo «ahh» hecho con la boca o un sonajero. Se
tranquilizan momentáneamente ante sonidos suaves y continuos.
Interacción social y formación de vínculos
A los pocos días de nacer, los niños establecen una interacción con sus cuidadores a
través de la mirada, de gestos faciales espontáneos o miméticos y de la modulación de su
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estado de sueño y vigilia. Las interacciones y otros sutiles indicadores de su
individualidad demostrados por los bebés a partir de su nacimiento refuerzan los vínculos
emocionales entre el pequeño y sus cuidadores.
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Cuando tiene 1 mes
Postura y motricidad gruesa
Acostado de espaldas (posición supina), recuesta la cabeza hacia un lado con el brazo
y la mano de ese lado estirados, o con los dos brazos flexionados. Con las rodillas
separadas, dirige las plantas de los pies hacia el interior.
Tumbado boca arriba (posición supina).
Amplias sacudidas de sus miembros, brazos más activos que las piernas. Cuando está
descansando cierra fuertemente los puños aferrando los pulgares, pero empieza a abrir
las manos de vez en cuando. Los dedos de las manos y de los pies se despliegan durante
los movimientos extensores de los miembros.
Si la mejilla da con la comisura de los labios, se gira hacia el mismo lado para
chuparse el dedo. Cuando se le acaricia despacito la oreja, vuelve la cabeza.
Cuando se le saca de la cuna, la cabeza le cuelga si no se le sujeta por debajo. Al tirar
de él para sentarlo, la cabeza se queda atrás hasta la vertical del cuerpo, luego se le deja
momentáneamente la cabeza en posición erguida para después caer hacia delante. En
posición sedente la espalda forma una curva completa.
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Tirando de él para sentarle.
Sostenido en posición sentada.
En posición ventral, la cabeza se pone en línea con el cuerpo y las caderas están
semiextendidas.
Colocado boca abajo (posición prona), la cabeza se gira inmediatamente hacia un
lado, los brazos y las piernas están flexionados, los codos separados del cuerpo y las
nalgas moderadamente alzadas.
Sostenido en suspensión ventral.
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Movimiento reflejo de «caminar».
Al ponerlo de pie sobre una superficie dura pisa fuerte, endereza el cuerpo y
normalmente produce el reflejo de «andar» hacia delante. Si se le estimula el dorso de
los pies con el borde de la mesa provoca el reflejo de «subirse al bordillo».
Colocado sobre el abdomen (posición prona).
Visión y motricidad fina
Las pupilas reaccionan a la luz. Dirige la cabeza y los ojos hacia una fuente de luz
difusa, contempla la tenue brillantez de la ventana, la lámpara de la mesilla o la pared de
suave colorido.
Sigue brevemente con los ojos el rayo de luz a una distancia de treinta centímetros.
Cierra los ojos fuertemente cuando la luz le da en directo.
Se vuelve a una fuente de luz difusa.
Fija y sostiene la mirada en un juguete brillante que se hace oscilar sobre él en su
campo visual a una distancia de entre quince y veinticinco centímetros, alejándoselo y
acercándoselo a la cara. Enfoca y persigue con los ojos movimientos lentos de una cara o
de un objeto que recorren desde un lado la línea media horizontal de su cara a lo largo de
90° o más, antes de volver a dejar caer la cabeza a un lado. A partir de las tres semanas
aproximadamente, mira a la cara del familiar que hay su lado cuando la madre le da el
pecho o se le habla, con una expresión de alerta cada vez mayor.
Parpadeo defensivo entre las seis y las ocho semanas.
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Mira el movimiento de un juguete que se aproxima y aleja de su cara.
Contempla la cara de la madre cuando mama.
Audición y habla
Ante ruidos súbitos, se pone rígido, se estremece, pestañea, entorna los ojos, extiende
los miembros, despliega los dedos de las manos y de los pies y puede llorar. Los
movimientos se «congelan» momentáneamente cuando el sonido es suave. Puede mover
los ojos y la cabeza hacia la fuente del sonido, pero todavía no puede localizarlo.
Deja de lloriquear y dirige la cabeza habitualmente al sonido de una voz próxima a él
que le habla dulcemente o a un ruido alto y prolongado —por ejemplo, el de la
aspiradora— pero no cuando grita o está mamando. Emite pequeños grititos guturales
cuando está contento. Responde con balbuceos cuando los padres o cuidadores le hablan
a partir de las cinco o seis semanas.
Llora enérgicamente cuando tiene hambre o se siente incómodo.
Observación: Los bebés con problemas de audición también lloran y vocalizan
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mostrando este tipo de reflejos, pero cuando el problema es grave no se
sobrecogen habitualmente al producirse un ruido súbito. Los bebés con defectos
visuales graves pueden también volver los ojos a un instrumento que emita
sonidos. El seguimiento de la respuesta visual y auditiva ha de controlarse siempre
por separado.
Comportamiento lúdicosocial
Succiona con fluidez. Duerme la mayor parte del tiempo menos cuando se le da el
pecho o se le toma en brazos.
La expresión sigue siendo vaga pero va haciéndose cada vez más, de alerta,
evolucionando hasta la sonrisa social y a las vocalizaciones de respuesta, en torno a las
cinco o seis semanas.
Sus manos están cerradas normalmente, pero si no, agarra el dedo cuando le tocan la
palma.
Deja de llorar cuando lo toman en brazos y le hablan. Se vuelve para mirar la cara de
la persona que le está hablando al lado.
Cesa el lloriqueo para oír el sonido inesperado.
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Agarra el dedo.
Necesita que le sujeten la cabeza al llevarlo en brazos, vestirlo y bañarlo.
La aceptación pasiva de las rutinas del baño y de la muda va dando paso
gradualmente a una incipiente consciencia de las cosas y a reaccionar.
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A los 3 meses
Postura y motricidad gruesa
Acostado de espaldas, prefiere reposar con la cabeza en la línea central. Los
miembros son más flexibles, los movimientos más suaves y continuos. Agita los brazos
de forma simétrica. Las manos se abren solas.
Junta las manos desde los lados en la línea central por encima del pecho o de la
barbilla. Patalea con fuerza, alternando las piernas y, de vez en cuando, con las dos a la
vez.
Al tirar de él para sentarlo, la cabeza cuelga hacia atrás muy poco o nada. Al sentarle
la espalda está recta excepto por la región lumbar. La cabeza se sostiene erguida y firme
durante varios segundos antes de echarse para adelante.
Tirando de él para sentarle.
Curva lumbar al sujetarle sentado.
En suspensión ventral, la cabeza se sostiene bien sobre la línea del cuerpo, con las
caderas y los hombros extendidos.
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Suspensión ventral.
Acostado sobre el abdomen.
Tumbado boca abajo, alza bastante la cabeza y el busto en línea media, empleando
los antebrazos para apoyarse y arañando con fuerza muchas veces la superficie con las
manos mientras mantiene las nalgas en reposo.
Al ponerle de pie en una superficie dura le flaquean las rodillas.
Visión y motricidad fina
Está muy alerta visualmente, pendiente sobre todo de los rostros humanos que se
encuentran junto a él. Mueve la cabeza deliberadamente para mirar con atención a su
alrededor. Persigue los movimientos del adulto dentro del campo visual que consigue
alcanzar.
Se mira las manos y juega con los dedos.
Sigue con la mirada un juguete oscilante a una distancia de entre quince a veinticinco
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centímetros de su cara que recorra un círculo horizontalmente de lado a lado y
normalmente también en vertical desde el pecho hasta a cejas.
Se mira las manos cuando está tumbado boca arriba, observando su propio
movimiento delante de su cara y poniéndose a jugar con los dedos. Comienza a juntar y
a separar las manos, presionando las dos palmas entre sí.
Anticipa con impaciencia la hora del pecho o el biberón.
Mira pequeños objetos inmóviles a una distancia de entre quince y veinticinco
centímetros durante más de uno o dos segundos, pero rara vez se concentra en ellos con
continuidad. Guiña los ojos cuando el juguete que se hace oscilar se mueve en dirección
a su cara.
Sigue con la vista el juguete que oscila ante él.
Sostiene un juguete en su mano, pero todavía no sabe coordinar manos y ojos.
Sostiene durante breves instantes un sonajero al colocárselo en la mano, puede que
se lo lleve a la cara, aporreando algunas veces la barbilla, aunque casi nunca es capaz de
mirarlo al mismo tiempo hasta que no llega a las dieciséis o dieciocho semanas de edad.
Audición y habla
Los ruidos fuertes y bruscos todavía le perturban, haciéndole parpadear, entornar los
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ojos, llorar y volverse al otro lado. Al final se tranquiliza y sonríe cuando oye una voz
familiar y lo acarician, excepto cuando está berreando. Emite sonidos de placer cuando le
hablan o se siente a gusto, también cuando está solo. Llora cuando se siente incómodo o
cuando se enrabieta. Se calla ante un sonajero o campanilla que suena fuera de su vista.
Dirige los ojos y/o la cabeza hacia la fuente del sonido, como la voz de alguien que
habla a su lado. Puede fruncir las cejas, dilatar las pupilas,y mover la cabeza de lado a
lado como tratando de encontrar la fuente del sonido.
Se vuelve a una voz que habla junto a él
A menudo se chupa o se relame los labios al oír a la madre prepararse para darle de
comer.
Se muestra excitado ante el ruido de voces que se aproximan, pasos, del correr del
agua del baño, etc.
Observación: Los bebés con problemas graves de audición pueden asustarse obviamente
al ver aparecer a la persona que lo cuida al lado de la cuna.
Comportamiento lúdicosocial
Fija los ojos sin pestañear en la cara de la madre o de la persona que lo cuida cuando
le dan de comer, con una resuelta mirada de satisfacción.
Comienza a reaccionar a situaciones familiares con sonrisas, «ajos» y movimientos
excitados, reconociendo los preparativos para darle el biberón, bañarle, etc. Disfruta
claramente del baño y de las rutinas para cuidarle.
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Responde con agrado cuando juegan con él.
Le gusta que lo bañen.
Reacciona con evidente placer cuando le toman y le sueltan, especialmente si además
le hacen cosquillas y le dicen cositas.
Necesita sujeción por los hombros al bañarle y cambiarle.
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A los 6 meses
Postura y motricidad gruesa
Tumbado boca arriba, levanta la cabeza para mirarse los pies. Alza las piernas en
posición vertical, se agarra un pie y más tarde los dos.
Acostado de espaldas levanta y se agarra un pie.
Se sienta con sujeción y gira la cabeza de lado a lado para mirar alrededor. Sacude
los brazos de forma resuelta y los deja en alto para que lo suban en brazos. Cuando le
toman de las manos, tensa los hombros y tira de sí mismo para sentarse.
Tumbado sobre el abdomen, con los brazos extendidos.
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Sujeto en posición sentada, mantiene la espalda recta.
Patalea con fuerza, alternando las piernas. Puede rodar de la posición supina a la
prona y, generalmente, de la prona a la supina.
Sujeto en posición sedente, la cabeza está firmemente erguida y la espalda recta.
Tira de sí mismo para sentarse tensando los hombros.
Al ponerlo de pie deposita su peso en las piernas.
Colocado sobre el abdomen, levanta bastante la cabeza y el pecho, apoyándose en
los brazos extendidos y en las palmas planas.
Cuando se le pone de pie sobre una superficie dura, carga todo su peso en los pies y
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rebota de arriba abajo activamente.
Visión y motricidad fina
Visualmente es insaciable: Mueve la cabeza y los ojos con impaciencia en todas
direcciones cuando se le distrae la atención. Sigue las actividades de un adulto o de un
niño por toda la habitación con gran concentración.
Mueve los ojos al unísono; no es normal que tuerza la vista.
Contempla nada más verlos pequeños objetos o juguetes que le llaman la atención a
una distancia de entre quince y treinta centímetros, alargando las dos manos casi
simultáneamente para agarrarlos. Agarra las cosas con la mano entera, en prensión
palmar y se pasa el juguete de una mano a otra.
Cuando se le cae el juguete dentro de su campo visual, mira dónde ha caído. Cuando
cae fuera de su campo visual, busca vagamente alrededor con los ojos y con las manos o
se olvida de él.
Prensión palmar.
Agarra un juguete con ambas manos.
Audición y habla
Se vuelve inmediatamente hacia la voz de alguien familiar que esté en la habitación, y
la escucha aunque no pueda ver al adulto. Vocaliza melodiosamente consigo mismo y con
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los demás emitiendo sonidos vocálicos cantarines o sílabas sencillas y dobles, como
«aaaaa», «muuu», «maaa», «daaa», «aaajoo».
Se ríe, suelta risitas y carcajadas y chilla fuerte en medio del juego. Berrea cuando se
enfada.
Presenta evidencias de respuesta selectiva a los diferentes matices emocionales de
una voz conocida.
Se vuelve hacia la fuente del sonido cuando lo oye.
Comportamiento lúdicosocial
Utiliza sus manos con soltura para alcanzar y agarrar pequeños juguetes;
principalmente aproxima las dos manos en movimiento de tanteo, aunque alguna vez que
otra emplea sólo una.
Se lo lleva todo a la boca.
Le parece interesantísimo mover y mirarse pies y manos. A veces utiliza los pies para
ayudarse a agarrar objetos.
Se lleva todo a la boca.
Se pone la mano en el pecho cuando le dan de mamar y, si le alimentan con leche
maternoinfantil, coloca las manos sobre el biberón y le da palmaditas. Puede que intente
agarrar el cacito que se utilice.
Cuando le dan un sonajero, lo agarra inmediatamente y lo sacude con ganas para
hacerlo sonar al mismo tiempo que lo observa de cerca. Manipula los objetos con toda
atención, pasándoselos frecuentemente de una mano a otra.
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Le encanta que le hagan fiestas.
Le encanta que le hagan fiestas.
Todavía es simpático con los extraños, pero de vez en cuando manifiesta algo de
timidez e incluso una ligera ansiedad cuando se le acerca alguien demasiado o
bruscamente, sobre todo si no hay ningún adulto conocido a la vista.
Observación: A partir de los siete meses aproximadamente se vuelve más reservado con
los extraños.
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A los 9 meses
Postura y motricidad gruesa
Se sienta en el suelo y enreda con los juguetes.
Hace intentos de gatear.
Se sienta sin sujeción en el suelo y puede inclinarse hacia adelante para agarrar un
juguete sin perder el equilibrio, manteniéndose sentado y manipulando los juguetes.
Puede girar el cuerpo para mirar a los lados mientras se estira para tomar un juguete del
suelo.
Avanza por el suelo rodando, arrastrándose sobre su abdomen y gateando.
Se agarra a los sitios para ponerse de pie, sujetándose en ellos para sostenerse
durante unos instantes, pero es incapaz de descender por sí mismo. Cae sentado dando
un golpetazo.
Cuando se le pone de pie sujeto, avanza resueltamente un pie y luego otro,
alternándolos.
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Tira de él para ponerse de pie.
Visión y motricidad fina
Visualmente presta mucha atención a las personas, a los objetos y a todo lo que
ocurre en su entorno. Se estira enseguida para agarrar un juguetito cuando se lo dan,
adelantando una mano. Manipula el juguete con vivo interés, pasándoselo de una mano a
otra y dándole la vuelta. Observa el juguete que no le han ofrecido y que está a su
alcance antes de agarrarlo, especialmente si no lo ha visto antes.
Empuja pequeños objetos con el dedo índice.
Levanta un cubo, pero no puede dejarlo voluntariamente.
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Empuja pequeños objetos con el dedo índice y comienza a señalar un objeto alejado
con el mismo dedo.
Agarra un cordel entre el pulgar y otro dedo a modo de tijera para tirar del juguete
hacia él. Toma cositas pequeñas con el pulgar y otro dedo en prensión de pinza
«inferior».
Puede soltar un juguete después de tenerlo agarrado dejándolo caer o arrojándolo
contra una superficie firme, pero todavía no puede depositarlo voluntariamente.
Agarra un cordel a modo de tijeras.
Mira en la dirección correcta los juguetes que se caen o que ya han caído. Observa
las actividades de las personas y de los animales en un radio de tres o cuatro metros,
manteniendo el interés durante varios minutos.
Audición y habla
Levanta un pequeño objeto con prensión de pinza.
Escucha con ávida atención los sonidos cotidianos, especialmente las voces humanas.
Vocaliza deliberadamente como medio de comunicarse interpersonalmente, tanto
cuando está simpático como enojado. Grita para llamar la atención, escucha, y vuelve a
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gritar.
Escucha con atención la voz de un familiar.
Balbucea sonora y melodiosamente en cadenas de sílabas largas y repetitivas, como
por ejemplo, «ta-ta», «mam-mam», «adaba», «agaga». Balbucea mucho por pura
diversión, pero además es una señal de avance comunicativo.
Comprende «no» y «adiós».
Imita vocales y otros sonidos para juguetear, como el chasquido de labios (besito), la
tos, «brrr».
Se vuelve a ambos lados para buscar y localizar sonidos muy tenues.
Observación: Las vocalizaciones de los niños con graves problemas de audición se
mantienen en el nivel primitivo y no suelen evolucionar, por lo general, hacia el
balbuceo repetitivo y melódico. La emisión pobre o monótona de vocalizaciones
después de los ocho o los nueve meses de edad es siempre algo sospechoso.
Comportamiento lúdicosocial
Sostiene, muerde y mastica un trozo pequeño de alimento. Coloca las manos sobre
su pecho o alrededor del biberón o de la taza cuando bebe. Trata de agarrar la cuchara al
darle la papilla.
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Agarra un sonajero por el mango y lo hace sonar imitando a otra persona.
Echa el cuerpo para atrás y se pone rígido por enojo o resistencia, normalmente
protestando con la boca al mismo tiempo.
Distingue claramente a los extraños de los conocidos y necesita asegurarse antes de
aceptar sus avances. Se cuelga de la persona que conoce y se tapa la cara.
Todavía se lleva todo a la boca.
Agarra la campanilla por el mango y la toca imitando a otro. Sacude un sonajero, lo
inspecciona con un dedo y lo estrella contra el suelo.
Juega al «cu…tráaa» (taparse y descubrirse la cara con las manos) e imita el
palmoteo.
Observa cómo le esconden un juguete parcialmente.
34
Y enseguida lo descubre.
Agarra un juguete en la mano y lo ofrece, aunque todavía no puede ponerlo en la
mano del adulto.
Observa un juguete parcialmente cubierto bajo un paño o recipiente y lo descubre.
Puede descubrir un juguete completamente oculto bajo un cojín o una taza.
Sólo necesita sujeción de forma intermitente cuando está sentado en el regazo de la
persona que lo cuida y cuando lo visten. Al ser llevado en brazos por una persona mayor,
se mantiene erguido y gira la cabeza para mirar a su alrededor.
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A los 12 meses
Postura y motricidad gruesa
Se sienta en el suelo sin límite de tiempo. Puede pasar de la posición tumbada a la
sentada.
Gatea sobre manos y rodillas, se arrastra sobre las nalgas o se coloca en posición
plantígrada (esto es, apoyando las manos y las plantas de los pies en el suelo)
rápidamente. Puede subir las escaleras gateando.
Anda a estilo cuadrúpedo por el suelo.
Camina agarrado de una mano.
Se agarra a las cosas para ponerse de pie y se vuelve a sentar sujetándose en los
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muebles. Camina pegado a los muebles levantando un pie y dando pasos laterales.
Camina hacia adelante y hacia los lados tomado de una o de las dos manos. Puede
mantenerse de pie él solo unos cuantos segundos y también puede caminar solo.
Da pasos laterales cuando se apoya en el sofá.
Visión y motricidad fina
Agarra pequeños objetos con una limpia prensión de pinza utilizando el pulgar y la
yema del dedo índice.
Deja caer y arroja juguetes hacia adelante deliberadamente y los observa mientras
caen al suelo. Mira al lugar correcto cuando los juguetes caen fuera de su vista.
Señala con el dedo índice objetos de su interés.
En la calle, observa los movimientos de la gente, animales o los vehículos durante
largos intervalos. Reconoce a sus familiares y conocidos cuando los ve aproximarse.
Utiliza las dos manos con soltura, pero puede mostrar preferencia por una de ellas.
Sostiene dos ladrillos de juguete, uno en cada mano, con prensión radial, y los estrella a
la vez para hacer ruido.
Muestra interés por las estampas.
Audición y habla
Reconoce su propio nombre y responde inmediatamente a él cuando lo llaman.
Balbucea alto y sin cesar con cadencias conversacionales. La vocalización consiste en
su mayor parte en vocales y en muchas consonantes. Demuestra por su comportamiento
que entiende las palabras en su contexto habitual, como por ejemplo, coche, agua, gato.
Entiende instrucciones sencillas asociadas a un gesto, como «dale eso a papá», «ven con
mamá».
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Define los objetos cotidianos por su utilidad.
Responde con inmediatez a su propio nombre.
Imita los ruidos que los mayores hacen con la boca para jugar con él y puede emplear
unas pocas palabras con gran entusiasmo.
Puede alargarle objetos al adulto si éste se los pide y demostrar que sabe para qué
sirven ciertas cosas, como por ejemplo, el cepillo del pelo (definición del objeto por su
utilidad).
Comportamiento lúdicosocial
Bebe bien de una taza con poca ayuda. Sostiene la cuchara y tratará de usarla para
comer, aunque lo pondrá todo perdido.
Coopera cuando lo visten, dando el brazo para que le metan la manga y el pie para
que le coloquen el zapato.
Se lleva los objetos a la boca con menos frecuencia. Ya no babea.
Manosea los juguetes y los sacude para hacer ruido. Escucha con placer los juguetes
que hacen ruido y repite el movimiento apropiado para reproducir el sonido. Da juguetes
a los adultos si se los piden y a menudo espontáneamente. Encuentra rápidamente los
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juguetes ocultos a su vista.
Observa cómo esconden un juguete bajo una taza.
Mira la taza y la aproxima hacia sí.
En seguida encuentra el juguete.
Le gusta ver y oír a la gente que conoce. Demuestra afecto por los familiares.
Juega a «palmas, palmitas» y dice «adiós» con la mano, cuando se lo piden y por sí
mismo.
Se queda sentado, y a veces de pie, sin que nadie lo sujete mientras la persona que lo
cuida lo está vistiendo.
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Juega a «palmas, palmitas».
40
A los 15 meses
Postura y motricidad gruesa
Puede caminar solo, normalmente con pasos desiguales, con los pies muy separados,
las manos ligeramente flexionadas y elevadas sobre la cabeza o a la altura de los hombros
para mantener el equilibrio. Empieza por voluntad propia, pero se para frecuentemente al
caerse o al chocarse contra algún mueble.
Para sentarse se deja caer cuando está de pie hacia atrás de golpe o bien hacia
delante apoyándose en las manos y después inclinándose hacia atrás. Consigue ponerse
de pie solo.
Camina solo, con los pies separados y valiéndose de los brazos para mantener el equilibrio.
Se pone de rodillas sin ayuda.
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Gatea escaleras arriba con seguridad, y es capaz de bajar retrocediendo de espaldas.
Se pone de rodillas solo o con ayuda.
Visión y motricidad fina
Agarra una cinta o pequeños objetos con una prensión precisa de pinza, usando
cualquiera de las dos manos.
Enreda con los cubos y construye torres de dos.
Agarra una cera con la mano entera y hace garabatos.
Manipula cubos y puede construir una torre de dos cubos después de ver cómo se
hace.
Agarra el lápiz de cera con toda la mano en prensión palmar. Utiliza las dos manos
por igual y hace garabatos por todas partes imitando a otra persona.
Mira con interés los dibujos de colores de un libro y palmotea sobre la página.
Observa un juguetito que se arrastra por el suelo. Pide las cosas que desea y que
están fuera de su alcance señalándolas con el dedo índice. Se queda de pie junto a la
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ventana y observa lo que sucede fuera durante varios minutos, señalando las cosas para
enfatizar su interés.
Audición y habla
Emite sonidos cuasi-lingüísticos. Dice unas cuantas palabras reconocibles
espontáneamente (por lo general entre dos y seis) en su correcto contexto, y da muestras
de comprender muchas más. Comunica sus deseos y necesidades señalando y
vocalizando o gritando. Señala a personas, animales y cosas que conoce, cuando se lo
piden.
Entiende y obedece órdenes sencillas, como «no toques eso», «ven a cenar», «dame
la pelota».
Comportamiento lúdicosocial
Sostiene una taza y bebe de ella con la ayuda de un adulto. Trata de sostener la
cuchara, se la lleva a la boca y la chupa, pero no podrá evitar que se le vierta el
contendio. Mastica bien.
Colabora de forma más constructiva cuando le visten.
Empuja por el suelo grandes juguetes de ruedas con el asa.
Investiga con vivo interés las propiedades y posiblidades de los juguetes, de los
objetos domésticos adecuados para él y de las cosas que suenan. Demuestra para qué
sirve un objeto normal y corriente.
Lleva a los muñecos agarrándolos por la pierna, el brazo, los pelos o la ropa. Tira
repetidamente cosas al suelo, por juego o porque no las quiere, y mira a ver dónde han
caído. Busca el juguete escondido.
Físicamente es incansable e intensamente curioso cuando observa a la gente, los
objetos y los acontecimientos.
Es emocionalmente frágil y estrechamente dependiente de la presencia tranquilizadora
del adulto. Es cariñoso con los familiares.
Necesita estar vigilado constantemente para protegerle de los peligros que acarrea su
exploración sin límites del entorno.
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A los 18 meses
Postura y motricidad gruesa
Camina bien, separando los pies sólo ligeramente, comienza y se detiene con
seguridad. Ya no necesita elevar y extender los brazos para mantener el equilibrio.
Corre con precaución, con la cabeza erguida en línea media, fijando los ojos en el
suelo a uno o dos metros por delante de él, pero encuentra dificultad en franquear los
obstáculos.
Empuja y arrastra juguetes y cajas grandes por el suelo.
Camina bien llevando un juguete.
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Trepa a la silla de los mayores.
Escoge una muñeca grande o un osito de peluche para llevarlo con él mientras anda.
Se sienta de espaldas en su sillita o se desliza por los lados para sentarse.
Le encanta subirse a los sitios; trepará a una silla de adultos y luego se dará la vuelta
para sentarse.
Sube andando las escaleras agarrado de la mano y a menudo las baja. Gatea escaleras
abajo de espaldas y de vez en cuando baja sentado unos cuantos escalones.
Sube y baja las escaleras con ayuda.
Se acuclilla para recoger juguetes del suelo.
Se pone de rodillas derecho sobre una superficie llana sin sujeción. Flexiona las
rodillas y las caderas para ponerse de cuclillas y tomar un juguete del suelo, y se pone de
pie sustentándose en las manos.
Observación: Los pequeños que «andan sentados» suelen comenzar a caminar más
tarde.
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Visión y motricidad fina
Recoge pequeños objetos en cuanto los ve con una delicada prensión de pinza.
Sostiene un lápiz por la mitad o por la punta con toda la mano o con una tosca
aproximación del pulgar y los dedos restantes. Emborrona y puntea espontáneamente
usando una sola mano o con lápices en las dos manos a veces.
Construye torres de tres cubos después de ver una demostración y a veces
espontáneamente.
Construye torres de tres cubos.
Disfruta con los libros de dibujos.
Le encantan los libros de dibujos para niños, reconociendo y poniendo el dedo índice
con frecuencia en los que van a todo color. Pasa varias páginas de una vez.
Comienza a mostrar preferencia por la utilización de una mano determinada.
Reconoce a los familiares de lejos y señala hacia objetos distantes que llaman su atención
en la calle.
Audición y habla
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Parlotea continuamente consigo mismo cuando juega, en tono locuaz y con
inflexiones emocionales.
Escucha y responde cuando se dirigen directamente a él para comunicarle algo.
Utiliza entre seis y veinte palabras reconocibles y entiende muchas más. Repite la palabra
más destacada o la ultima de las frases cortas que se dice a sí mismo.
Pide el objeto que desea señalándolo y vocalizando con fuerza y urgencia o diciendo
palabras aisladas.
Toca la punta de la nariz de otra persona.
Disfruta con las canciones de la guardería y trata de participar en ellas. Tentativas de
cantar.
Alarga objetos que conoce hacia el adulto cuando éste se lo pide. Obedece órdenes
sencillas, como por ejemplo, «coge tus zapatos» o «cierra la puerta». Entiende la palabra
«no». Señala el pelo, los zapatos, la nariz, los pies del muñeco o los suyos propios.
Comportamiento lúdicosocial
Sostiene la cuchara y se lleva la comida a la boca sin derramarla, aunque juegue con
ella. Sostiene la taza con las dos manos y bebe sin verter demasiado líquido. Levanta él
solo la taza, pero normalmente se la devuelve al adulto cuando ya ha acabado.
Coopera cuando lo visten y lo desvisten, quitándose los zapatos, los calcetines y el
gorrito, pero rara vez es capaz de volvérselos a poner.
Comienza a comunicar su necesidad de ir al baño con movimientos y con la voz.
Puede que haya conseguido el control de los intestinos, pero esto es muy variable.
Explora el entorno con energía y comprendiendo cada vez más cosas. No siente el
peligro.
Deja definitivamente de llevarse los juguetes a la boca.
Recuerda dónde hay que volver a colocar las cosas.
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Imita las tareas domésticas.
Todavía tira objetos al suelo jugando o por enfado, pero con menos frecuencia, y
raras veces se molesta en comprobar si alcanzaron su objetivo.
Explora el entorno.
Le fascinan los utensilios de las tareas domésticas e imita actividades cotidianas
sencillas tales como darle de comer a la muñeca, leer un libro, barrer el suelo, lavar la
ropa.
Se entretiene solo muy bien, pero le gusta estar cerca de su madre, padre, abuelo o
hermano mayor. Emocionalmente sigue siendo muy dependiente de los mayores, y lo
mismo se cuelga de ellos que se resiste a que le tomen en brazos.
Le encanta colocar pequeños objetos dentro de recipientes, y aprender el tamaño
relativo de las cosas.
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Se entretiene jugando solo.
Aún es muy dependiente de los familiares adultos.
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A los 2 años
Postura y motricidad gruesa
Corre seguro y a toda velocidad, deteniéndose y empezando de nuevo con facilidad y
salvando los obstáculos.
Se pone de cuclillas con total estabilidad para descansar o para jugar con un objeto
del suelo, y se pone de pie sin usar las manos.
Empuja y arrastra hacia adelante con facilidad grandes juguetes con ruedas y
normalmente es capaz de caminar hacia atrás tirando del asa.
Tira de la cuerda de un pequeño juguete de arrastre, demostrando que sabe en qué
dirección va.
Sube y baja las escaleras.
50
Toma carrerilla antes de darle una patada a una pelota grande.
Se sube a los muebles para mirar por la ventana o para abrir puertas pudiendo volver
a bajarse de nuevo.
Manifiesta una mayor comprensión de su propio tamaño en relación con el tamaño y
la posición de los objetos que le rodean, y con los espacios cerrados como alacenas o
cajas de cartón.
Sube y baja las escaleras agarrándose a la barandilla o a la pared y poniendo los dos
pies en cada escalón.
Tira la pelota a lo alto y hacia delante sin caerse. Toma carrerilla antes de intentar dar
una patada a una pelota grande.
Se sienta en un triciclo pequeño, pero no sabe utilizar los pedales. Impulsa el vehículo
hacia delante con los pies sobre el suelo.
Se sienta en un triciclo y lo traslada, pero todavía no sabe usar los pedales.
Visión y motricidad fina
51
Construye torres de seis o siete cubos.
Posee buenas habilidades manipulativas. Agarra objetos menudos correcta y
rápidamente y los vuelve a dejar limpiamente con mayor destreza cada vez.
Erige torres de seis o siete cubos.
Sostiene bien un lápiz por el extremo inferior acercándose a la punta y utilizando el
pulgar y los dos primeros dedos radiales. Casi siempre emplea su mano preferida.
Garabatea círculos espontáneamente, también raya y puntea en todas direcciones. Copia
la línea vertical y a veces la forma de «V».
Sostiene el lápiz y hace garabatos.
Le encantan los libros de imágenes, reconociendo finos detalles en sus dibujos
favoritos. Pasa las páginas de una en una.
Reconoce a padres, hermanos, tíos, etc. en una fotografía después de habérselos
señalado, pero por lo general todavía no se reconoce a sí mismo.
52
Le gustan los libros y pasa las páginas una a una.
Audición y habla
Emplea cincuenta o más palabras reconocibles de manera correcta y entiende muchas
más. Junta dos o más palabras para formar oraciones simples.
Atiende cuando se dirigen a él para decirle algo y comienza a escuchar con evidente
interés conversaciones de tipo más general. Utiliza su nombre para referirse a él y habla
consigo mismo continuamente en largos monólogos durante el juego, aunque puede
resultar incomprensible a los demás.
Ecolalia casi constante, repitiendo una o más palabras destacadas.
Participa en las rimas y canciones de guardería.
Constantemente pregunta los nombres de los objetos y de las personas.
Pasa al familiar objetos que conoce.
Se señala el pelo cuando se lo piden.
Se señala el pelo, la mano, los pies, la nariz, los ojos, la boca, y los zapatos cuando
se lo piden. Nombra los objetos conocidos y los dibujos.
Ejecuta instrucciones sencillas tales como «ve a ver lo que ha traído el cartero».
53
Comienza a articular secuencias cortas con sentido y a dramatizar el uso de los
enseres para jugar a las casitas.
Comportamiento lúdicosocial
Levanta la taza y bebe bien sin verter nada.
Sabe comer él solo con cuchara, pero se distrae con facilidad. Levanta la taza y bebe
bien sin verter nada, volviendo a colocar en su sitio sin dificultad. Pide de comer y de
beber.
Se pone el gorrito y los calcetines.
Normalmente trata de decir con antelación que tiene ganas de ir al cuarto de baño,
pero no es aún fiable en esta cuestión.
Es enormemente curioso a la hora de observar su entorno. Gira el pomo de la puerta
y con frecuencia se marcha fuera. Apenas se da cuenta de los peligros más comunes.
Sigue a su madre o a la cuidadora por toda la casa jugando a las casitas al mismo
tiempo.
Se pone a representar espontáneamente un papel determinado o a dramatizar
situaciones.
Demanda constantemente la atención de la madre o de la cuidadora. Se cuelga
fuertemente de la persona mayor por cariño, fatiga o miedo, aunque se pone rebelde
cuando se ve contrariado. Se enrabieta cuando le dicen que no o cuando trata de hacerse
comprender, pero pronto se le pasa y se fija en otra cosa.
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Gira el pomo de las puertas, tiene poca visión de los peligros.
Defiende sus pertenencias con determinación.
Puede respetar los turnos, pero todavía tiene poca idea de lo que es compartir los
juguetes o la atención de los mayores.
Juega a hacer dramatizaciones.
55
Juega al lado de otros niños, pero no con ellos.
Se observa en él un juego paralelo. Juega con satisfacción al lado de otros niños, pero
no con ellos.
Se siente agraviado por la atención que se presta a otros niños, especialmente por
parte de sus propios familiares.
Se niega a postergar o modificar la satisfacción inmediata de sus deseos.
56
A los 2 años y medio
Postura y motricidad gruesa
Rápida evolución de todas sus habilidades locomotrices. Sube con seguridad las
escaleras y las baja agarrándose al pasamanos mientras pone los dos pies en cada
peldaño. Corre bien y trepa con facilidad a los aparatos de la guardería.
Trepa a los aparatos de la guardería.
Empuja y arrastra grandes juguetes con destreza, pero puede tener dificultades a la
hora de abrirse paso con ellos entre los obstáculos.
Da una patada flojita a una pelota grande.
Sabe saltar desde un escalón bajo con los pies juntos. Sabe también ponerse de
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puntillas si le enseñan a hacerlo.
Tira la pelota a la altura del cuerpo con un poco de rigidez. Chuta a una pelota
grande, pero flojito y con descompensación a los lados.
Visión y motricidad fina
Sostiene el lápiz con su mano preferida y copia la «V».
Erige torres de más de siete cubos usando su mano preferida.
Reconoce pequeños detalles de los libros de imágenes.
Sostiene el lápiz con su mano preferida con una prensión radial más perfeccionada.
Copia la línea horizontal y el círculo, y normalmente la «T» y la «V».
Se reconoce a sí mismo en las fotografías cuando le enseñan dónde está.
Audición y habla
Utiliza unas doscientas palabras reconocibles o más, pero su discurso presenta
numerosas faltas de madurez en la articulación y en la estructura de las frases. Sabe su
nombre completo. Habla consigo mismo en voz alta e inteligible cuando juega,
refiriéndose a sucesos inmediatos. Persistencia de la ecolalia.
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Le gustan los libros de imágenes y las historias.
Hace constantemente preguntas que empiezan por «¿qué?» o «¿quién?». Utiliza los
pronombres «yo», «mí» y «tú», «ti» correctamente.
Suele confundirse debido a la impaciencia. Se sabe unas cuantas retahílas de
guardería. Disfruta con los cuentecitos que le leen del libro de imágenes.
Juega a las casitas con las cosas de las muñecas añadiendo comentarios inteligentes y
apropiados a cada situación.
Comportamiento lúdicosocial
Sabe comer con la cuchara correctamente y puede manejar un tenedor.
Se baja los pantaloncitos cuando va al baño, pero raramente puede volvérselos a
colocar. Puede permanecer seco durante toda la noche, pero esto es extremadamente
variable.
Es inquieto y curioso, no ve los peligros comunes.
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Muy activo, incansable e incontrolable. No tiene apenas sentido de los peligros
normales o de la necesidad de posponer sus deseos inmediatos.
Le dan rabietas cuando le llevan la contraria, tardando más tiempo en pasársele.
Emocionalmente sigue siendo aún muy dependiente del adulto.
Hace dramatizaciones más elaboradas, como poner a las muñecas en su camita, lavar
la ropa, conducir coches, camiones o motos, pero refiriéndose frecuentemente a un
adulto simpático. Observa con interés cómo juegan otros niños, juntándose con ellos
ocasionalmente durante unos cuantos minutos, pero continúa sin tener mucha noción de
la necesidad de compartir los juguetes o la atención de los mayores.
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A los 3 años
Postura y motricidad gruesa
Sube solo las escaleras alternando los dos pies y las baja poniendo los dos pies en
cada escalón pudiendo llevar además un juguete grande. Normalmente salta al suelo
desde el último escalón con los pies juntos.
Trepa ágilmente a los aparatos de la escuela infantil.
Sabe evitar obstáculos y esquinas cuando corre y también cuando arrastra y empuja
juguetes grandes. Camina hacia delante, hacia atrás, a los lados, etc., acarreando grandes
juguetes sin temor alguno.
Salta del último escalón al suelo con los pies juntos.
61
Monta en triciclo utilizando los pedales.
Da evidencias de percibir el tamaño y los movimientos de su propio cuerpo en
relación con el espacio y los objetos externos.
Sube y baja las escaleras llevando un juguete grande.
Monta en triciclo usando los pedales, y puede tomar con él curvas amplias.
Sabe ponerse y andar de puntillas. Puede permanecer momentáneamente sobre un
pie (el preferido) cuando le enseñan a hacerlo.
Sabe sentarse con los pies cruzados por los tobillos.
Sabe lanzar un balón a lo alto y atrapar una pelota grande en o entre los brazos
extendidos. Chuta con fuerza al balón.
Visión y motricidad fina
Erige torres de nueve o diez cubos. Alrededor de los 3 años y medio construye uno o
más puentes de tres cubos a partir de un modelo usando las dos manos
cooperativamente. Ensarta cuentas grandes de madera en el cordón de los zapatos.
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Erige torres de nueve o diez cubos.
Corta con tijeras.
Sabe cerrar el puño y menear el pulgar de izquierda a derecha copiando el
movimiento.
Sostiene el lápiz cerca de la punta con la mano preferida, entre el pulgar y los dedos
índice y corazón, y lo utiliza con un gran control. Copia un círculo, también las letras
«V», «H» y «T». Imita una cruz. Dibuja a personas con cabeza y por lo general esboza
además uno o dos rasgos o partes del cuerpo.
Construye varios puentes de tres cubos partiendo de un modelo.
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Copia círculos y la letra «V».
Combina dos o tres colores primarios, normalmente el rojo y el amarillo, pero puede
confundir el azul con el verde. Puede saber el nombre de los colores.
Le encanta pintar con brocha sobre caballete, cubriendo todo el papel con una capa
de pintura o pintando rudimentarios «cuadros» que por lo habitual reciben un nombre
mientras los pinta o después.
Corta con tijeras para papel.
Audición y habla
Modula el volumen y el tono de sus expresiones orales. Posee un amplio vocabulario
inteligible incluso para los extraños, pero su lenguaje contiene aún muchas sustituciones
fonéticas inmaduras y formas gramaticales no convencionales.
Dice su nombre completo y su sexo, y a veces su edad. Utiliza pronombres
personales y plurales correctamente, así como la mayoría de las preposiciones.
Le gusta ver la televisión y canta las canciones de los anuncios.
Todavía habla consigo mismo en largos soliloquios, en su mayor parte referidos a su
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presente inmediato, especialmente durante las dramatizaciones. Sigue conversaciones
sencillas y es capaz de describir brevemente actividades del momento presente y
experiencias pasadas.
Hace muchas preguntas que comienzan por «¿qué?», «¿dónde?» y «¿quién?».
Escucha ávidamente los cuentos pidiendo sus preferidos una y otra vez. Se sabe
varias retahílas que repite y a veces canta.
Sabe contar de carrerilla hasta diez o más, pero no sabe reconocer la cantidad más
allá del dos o del tres.
Comportamiento lúdicosocial
Come con cuchara y tenedor.
Se lava las manos, pero necesita la supervisión de un adulto para secarse. Puede
subirse y bajarse los pantalones, pero necesita que lo ayuden con los botones y otros
tipos de cierres.
Puede estar seco por la noche, aunque esto es muy variable.
Su comportamiento general es más dócil, sabe ser cariñoso y confiado.
Le gusta ayudar a las personas mayores en las tareas domésticas, como regar las
macetas, ir a la compra, etc.
Se lava las manos, pero necesita que estén a su lado para secarse.
Se esfuerza por dejar las cosas ordenadas.
Juegos de dramatización representados con todo lujo de detalles, incluyendo
personajes y objetos de su propia invención.
Le gusta jugar en el suelo con ladrillos, cajas, trenes de juguete, muñecas, el carrito
del bebé, etc., solo o en compañía de sus hermanos.
Participa en dramatizaciones con otros niños. Comprende la necesidad de compartir
los juguetes.
Se muestra cariñoso con sus hermanos más pequeños.
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Demuestra que conoce un poco la diferencia entre el presente y el pasado, además de
la necesidad de posponer la satisfacción de los deseos a otros momentos.
Sabe subirse y bajarse la ropa interior.
Juega con entusiasmo en dramatizaciones con otros niños.
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A los 4 años
Postura y motricidad gruesa
Sube y baja las escaleras andando o corriendo, con un pie por escalón al estilo de los
mayores. Controla su autolocomoción hábilmente, doblando ángulos muy cerrados,
corriendo, empujando y tirando;
Se sube a las escaleras de mano y a los árboles.
Sabe estar, andar y correr de puntillas.
Es un experto montando en bicicleta, ejecutando una cerrada vuelta de «U» con
facilidad.
Sube y baja las escaleras como los adultos.
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Está y corre de puntillas.
Se pone a la pata coja sobre su pie preferido de tres a cinco segundos y salta sobre él.
Ordena y recoge los objetos del suelo doblándose por la cintura con las rodillas
extendidas.
Se sienta con las piernas cruzadas.
Demuestra una creciente habilidad en los juegos de pelota, lanzarla, atraparla, botarla,
chutarla, etc., y sabe utilizar el bate de béisbol.
Salta a la pata coja.
Visión y motricidad fina
Erige torres de diez cubos o más y varios puentes de tres cubos a partir de un modelo
cuando se lo piden o espontáneamente. Construye tres escalones con seis cubos después
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de ver cómo se hace.
Abre y cierra las manos haciendo que el pulgar toque los dedos restantes por turnos,
de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, imitando a otra persona.
Sostiene y utiliza el lápiz con buen control como los mayores. Copia cruces y así
como las letras «V», «H», «T» y «O». Dibuja una persona con cabeza, piernas y
tronco, y normalmente con brazos y dedos. Dibuja una casa reconocible cuando se lo
piden o espontáneamente.
Construye tres escalones tras demostración.
Copia círculos y cruces.
Comienza a poner título a sus dibujos al acabarlos.
Combina y sabe el nombre de los cuatro colores primarios.
Audición y habla
Habla con corrección gramatical y de forma completamente inteligible. Realiza
solamente unas pocas sustituciones fonéticas sin madurar, como agüela por abuela. Sabe
relacionar sucesos y experiencias recientes. Da su nombre completo, dirección y
generalmente su edad.
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Se pasa la vida preguntando «¿por qué?», «¿cuándo?», «¿cómo?», y el significado
de las palabras.
Escucha y cuenta largas historias, confundiendo a veces la realidad con la fantasía.
Le gusta escuchar y contar historias.
Cuenta de carrerilla hasta veinte o más, y comienza a enumerar objetos
nombrándolos uno a uno hasta cuatro o cinco.
Le gustan los chistes y los juegos de palabras.
Se sabe varias retahilas que repite o canta correctamente.
Comportamiento lúdicosocial
Maneja con destreza la cuchara y el tenedor.
Se lava y se seca las manos. Se cepilla los dientes. Sabe vestirse y desvestirse, pero
no se sabe manejar con los cordones, lazos y botones de la espalda.
En su comportamiento general es más independiente y bastante testarudo.
Le gusta contestar a los mayores y pelearse con sus amiguitos cuando se cruzan sus
deseos con los de los demás.
Se viste y se desviste sola.
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Demuestra sentido del humor hablando o haciendo cosas.
Le encanta hacer teatros y disfrazarse. En el suelo juega a juegos muy complejos,
pero se vuelve más desordenado.
En la calle construye cosas con cualquier material que se le ofrece.
Comprende la necesidad de respetar turnos al jugar.
Juega a disfrazarse echándole imaginación.
Necesita la compañía de otros niños con los cuales se muestra unas veces cooperante
y otras agresivo, como con los adultos, aunque entiende la necesidad de ponerse de
acuerdo con palabras antes que con golpes. Comprende la necesidad de respetar los
turnos así como la de compartir con los demás.
Se preocupa por sus hermanos pequeños y consuela a sus amiguitos tristes.
Conoce la relación entre el pasado, el presente y el futuro.
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A los 5 años
Postura y motricidad gruesa
Camina por una línea estrecha.
Camina con facilidad por una línea estrecha. Corre ligeramente de puntillas. Es activo
y hábil para trepar, bajar por el tobogán, columpiarse, excavar en la tierra y realizar
diversas «acrobacias». Da brincos alternando los pies y sacando las rodillas.
Puede permanecer con un pie a la pata coja entre ocho y diez segundos, bien sea el
derecho o el izquierdo, y normalmente también puede sostenerse de pie sobre el elegido
con los brazos cruzados. Sabe saltar dos o tres metros hacia delante a la pata coja con un
solo pie.
Se mueve al ritmo de la música.
Aprieta fuerte con cualquiera de las dos manos. Sabe doblarse por la cintura y tocarse
los dedos de los pies sin doblar las rodillas.
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Puede permanecer a ¡a pata coja con los brazos cruzados.
Juega a toda clase de juegos de pelota con gran habilidad, incluyendo los que
requieren una colocación apropiada o una puntuación, de acuerdo con las reglas
convenidas.
Visión y motricidad fina
Agarra objetos diminutos y los vuelve a colocar en su sitio.
Construye elaborados modelos una vez que lo ha visto hacer, como una escalera de
tres peldaños con seis cubos a partir de un modelo, a veces de cuatro escalones con diez
cubos.
Alcanza buen control al escribir y al dibujar con lápices y pinceles. Copia un
cuadrado y a los cinco años y medio un triángulo. También copia las letras «V», «T»,
«H», «O», «X», «L», «A», «C», «U» y la «Y». Escribe unas pocas letras
espontáneamente.
Construye modelos complicados.
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Copia cuadrados y triángulos.
Dibuja un ser humano reconocible con cabeza, tronco, piernas, brazos y rasgos
faciales. Dibuja una casa con puerta, ventanas, techo y chimenea.
Hace por iniciativa propia muchos otros dibujos con varios motivos y por lo habitual
una indicación del fondo de la escena, poniendo título al dibujo una vez que lo acaba.
Colorea con esmero, sin salirse de los bordes.
Cuenta los dedos de una mano con el dedo índice u otro cualquiera. Conoce cuatro
colores primarios o más y combina diez o doce colores.
Audición y habla
Su habla es fluida, ajustado a las normas gramaticales y por lo general, fonéticamente
correcta, excepto por confusiones en la s, la f y la d. Se deleita recitando o cantando
poemitas y cancioncillas infantiles.
Le encanta que le lean o le cuenten cuentos y luego los representa, solo o con sus
amigos.
Dice su nombre y apellidos, edad y normalmente el día de su cumpleaños, así como
la calle donde vive y el número de su casa.
Define nombres de cosas diciendo para qué sirven.
Pregunta constantemente el significado de palabras abstractas y las emplea a todas
horas.
Disfruta con los chistes y las adivinanzas.
Comportamiento lúdicosocial
Utiliza el cuchillo y el tenedor con soltura.
Se lava y seca la cara y las manos, pero necesita que le ayuden o que estén a su lado
para el resto del cuerpo. Se viste y desviste solo.
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En su comportamiento general es más sensible, controlado e independiente.
Comprende la necesidad del orden y de la limpieza, pero hay que estar
recordándoselo constantemente.
Sigue jugando a las casitas y haciendo dramatizaciones solo o con amiguitos día tras
día.
En el suelo juega a cosas muy complicadas.
Planea y construye cosas dentro y fuera de casa.
Elige a sus propios amigos. Coopera con sus compañeros la mayor parte del tiempo,
entendiendo la necesidad de las reglas y del juego limpio.
Demuestra un claro sentido del humor.
Conoce el significado del tiempo en relación con su programa diario.
Es tierno y protector con los niños más pequeños que él y con el perro, el gato, el
canario o la tortuga.
Consuela a sus amiguitos cuando lloran o están tristes.
75
76
PAUTAS DE DESARROLLO
Este apartado considera las pautas de desarrollo, importantes a la hora de entender
las diferencias en el desarrollo infantil. Mientras que la mayoría de los niños se ajustan a
un modelo común, a veces se producen variaciones que pueden ser significativas. Se
expondrán detalles de las pautas habituales del desarrollo en las áreas de las habilidades
locomotrices, la vista, el oído, la comunicación, el lenguaje y el habla, y sugiriéndose el
momento en que podría ser recomendable llevar al niño al especialista. Es importante que
las sospechas de los padres reciban una respuesta adecuada, puesto que, con frecuencia,
son ellos los primeros en detectar un problema. También se incluye una breve explicación
sobre las pruebas de visión y audición, aunque es fundamental que éstas sean llevadas a
cabo por expertos y se tengan en cuenta además sus limitaciones.
Postura y movimiento. Habilidades locomotrices
La adquisición de la habilidad para moverse con independencia y para utilizar las
manos con destreza abre a los niños todo un entorno para explorar, obrar con
reciprocidad y aprender. Al desarrollo de estas habilidades contribuyen su interés y
motivación, además de la interacción en el juego con las personas que los cuidan.
En la rapidez del progreso en el desarrollo motor intervienen muchos factores y,
mientras que la mayoría de los niños siguen un modelo bastante semejante entre sí, hay
sin embargo una gran variación en la edad a la cual se pueden llegar a adquirir las
diversas habilidades. Los pequeños nacidos prematuramente a los que se ha tenido
acostados casi todo el tiempo de espaldas, pueden empezar pronto a estar de pie sujetos,
pero puede que tarden más tiempo en permanecer sentados sin sujeción. La falta de
oportunidades de los bebés para moverse libremente, bien porque se les tiene en la cuna,
bien por falta de estimulación o por el uso prolongado del tacataca, puede retrasar su
progreso evolutivo. Los que tienen graves defectos visuales pueden presentar también un
retraso en la adquisición de las habilidades locomotrices. Los niños con un tono muscular
excesivamente bajo, flojedad (hipotonía), o con alto tono muscular, rigidez (hipertonía),
también presentan diferencias con la pauta y la edad en que llegan a dominar estas
habilidades.
Postura y motricidad gruesa
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Un noventa por ciento de los niños comenzarán a sentarse por sí mismos entre los
seis y los once meses, a gatear entre los seis y los doce meses, a andar pegándose a los
muebles entre los ocho y los trece meses, y a conseguir caminar sin ayuda en torno a los
dieciocho meses. (Capute et al., 1985). Un reducido número de niños puede saltarse la
etapa de gateo y moverse desde sentarse sin ayuda a sostenerse de pie y andar. Entre un
diez y un quince por ciento de los niños pueden seguir una pauta diferente en la
adquisición de estas habilidades: pueden preferir moverse rodando o arrastrándose
sentados antes de aprender a ponerse de pie y caminar, lo cual pueden conseguir a una
edad tan tardía como entre los veinte y veintiocho meses. Un niño con estas
características presenta con frecuencia un tono muscular bajo, pudiendo haberse dado en
su familia casos similares (Robson, 1984).
Función manual (motricidad fina)
Durante el primer año de vida, los niños adquieren la habilidad de aproximarse un
objeto, primero con las dos manos, luego con una sola, agarrando los objetos con una
presión cada vez más refinada, transferir objetos de una mano a otra, y soltarlos, primero
dentro, de recipientes y luego con mayor precisión cada vez construyendo torres de dos
piezas a los doce meses aproximadamente. A los tres años, la mayoría ha adquirido la
habilidad de tener agarrado un lápiz entre el pulgar y el dedo índice y corazón de su
mano preferida. Existe un alto grado de variación en la edad a la cual establecen el
control manual, aunque la mayoría lo consiguen a partir de su segundo año. Si el niño
manifestara una clara preferencia por el uso de una mano antes de su primer cumpleaños
habría que consultarlo con el pediatra.
Cuándo pedir consejo
Debe conocerse la variación en el momento y la pauta de adquisición de las
habilidades locomotrices, la mayor parte de los niños se ajusta a alguna de las pautas
conocidas. Si bien la mayoría de los que siguen una pauta menos común o no caminan a
los dieciocho meses son, con toda probabilidad, normales (Chaplais y MacFarlane,
1984), se precisaría un atento examen con el fin de atajar cualquier posible problema.
78
Visión
Desarrollo del comportamiento visual
Existe una gran variedad en el comportamiento visual de los recién nacidos
dependiendo de su grado de alerta. Cuando se les pone derechos, los recién nacidos
entornan normalmente sus ojos a cualquier gran fuente de luz. Los movimientos oculares
todavía no están bien coordinados. No obstante, es anormal que el niño entrecierre los
ojos en todas las etapas.
Durante el primer mes de vida contemplan los objetos que están próximos a su cara
mostrando especial interés por el rostro humano, y mirando con intensidad a los ojos,
especialmente cuando les está alimentando. Persiguen con la mirada los movimientos
lentos de una cara a lo largo de 90 grados o más. Entre las cuatro y las seis semanas
aparece un parpadeo defensivo. A los tres meses, empiezan a observar los movimientos
de sus propias manos y dedos y siguen con la vista las actividades que se realicen a su
alrededor. A los seis meses, miran y se fijan en un juguete colocado entre 2’5 cm y 30
cm, y lo observan atentamente. También miran en torno suyo con interés, reconociendo
a las personas que les cuidan y sus juguetes por toda la habitación. Hacia los nueve
meses miran y utilizan sus dedos para revolver pequeños objetos de hasta 1 mm de
tamaño (como por ejemplo, miguitas de pan o fideos de chocolate para adornar dulces) a
una distancia de aproximadamente 30 cm. A esta edad también empiezan a reconocer a
sus familiares por la calle. Cuando tienen más o menos un año los niños señalan para
pedir cosas, y cuando están fuera de casa, observan intensa y prolongadamente los
movimientos de la gente, los animales, los coches, etc.
Valoración de problemas visuales en niños pequeños
Gran parte de las enfermedades que conducen a un serio deterioro de la vista, tales
como cataratas congénitas, retinopatía de prematuridad, glaucoma y retinoblastoma,
tienen buen pronóstico si se detectan a tiempo. Es obligatorio un minucioso
reconocimiento ocular en el examen del recién nacido. Se debe utilizar un oftalmoscopio
con una lente de +3 a una distancia de entre 20 y 25 cm para buscar el reflejo rojo. Estas
pruebas de reconocimiento habrán de repetirse entre las seis y las ocho semanas. La
preocupación de los padres puede llevar a identificar muchos incipientes problemas
visuales graves, por lo que se recomienda la utilización de tests para los padres (Ver
79
Apéndice 2), a los que se debe preguntar, poco después del nacimiento y en las visitas
posteriores, si hay algo de la vista del bebé que les preocupe. Es necesario el examen del
especialista en los grupos conocidos de alto riesgo, como los niños de poco peso al nacer
con riesgo de retinopatía de prematuridad, bebés con tendencia a heredar enfermedades
oculares de familiares próximos, y niños con síndromes dismórficos o trastornos
nerviosoevolutivos (Hall, 1996).
COMPORTAMIENTO VISUAL
Las anomalías del comportamiento visual en niños menores de tres años, tales como
una pobre fijación ocular y movimientos erráticos de los ojos, puede indicar la presencia
de un defecto visual. Los tests de comportamiento visual, entre ellos el de observar la
concentración de la mirada en objetos diminutos de 1 mm de diámetro a una distancia de
30 cm, solamente excluye problemas visuales graves pero no miden la agudeza visual
(Sonksen, 1993).
AGUDEZA VISUAL
Las pruebas formales para medir la agudeza visual en niños menores de tres años es
mejor que la realice un oftalmólogo o profesional especializado, debido a los problemas
de cooperación y comprensión de la prueba. Para la valoración del especialista se
emplean los métodos de mirada preferencial de elección forzosa, reacciones visuales
evocadas y nistagmo optocinético. A partir de los tres años, la agudeza visual en la visión
de lejos puede evaluarse utilizándose tests de imágenes (como el de Kay, Elliot) o
cartelones de letras con sus tarjetas o letras correspondientes. Es preferible el cartelón o
gráfica de Snellen a las letras solas (tests de Stycar o cartas de Sheridan Gardener)
porque con éstas últimas se puede perder el diagnóstico o la gravedad de la ambliopía
(Hilton y Stanley, 1972). Cada ojo debe ser examinado por separado con el otro ojo
tapado. La prueba de agudeza visual Sonksen-Silver ha de realizarse a 3 metros de
distancia.
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Mira fijamente objetos diminutos de hasta 1 mm de tamaño a una distancia de aproximadamente 30 cm (8
meses).
DETECCIÓN DEL ESTRABISMO
La presencia de estrabismo puede ser indicativa de una escasa agudeza visual y
predisponer a la ambliopía y a una visión binocular defectuosa. La mayor parte de los
bizqueos manifiestos son reconocidos en primer lugar por los padres, por lo que se les
debe preguntar siempre si han observado algún tipo de bizqueo, pereza o movimiento
rotatorio en alguno de los ojos. Hay veces en que los bizqueos no se detectan en un
simple reconocimiento, pero para ello se pueden emplear la prueba del reflejo luminoso
de la córnea (observando la simetría de la incidencia de la luz en cada pupila), la de
cubrimiento y la de cubrimiento alternado. La realización e interpretación de estas
pruebas no es fácil, debiéndose pedir la valoración del óptico en caso de dudas y de
sospechas por parte de los padres o de existencia de antecedentes importantes en la
familia.
Prueba de agudeza visual de Sonksen-Silver (3 años en adelante).
81
82
Audición
Desarrollo de la capacidad auditiva
Los recién nacidos responden con frecuencia a sonidos fuertes con un reflejo de
sobresalto o de inmovilización. Sus ojos pueden entornarse por reflejo hacia el lugar de
donde proviene el sonido. Cuando tienen aproximadamente un mes se paran a escuchar
pudiendo dirigir los ojos y la cabeza a los sonidos. Hacia los cuatro meses se vuelven
continuamente en dirección a los sonidos.
Durante los seis meses siguientes maduran sus intentos de localizar la fuente del
sonido, mejora su control de la cabeza y del cuello y se desarrolla su capacidad para
sentarse. En torno a los seis o siete meses se vuelven inmediatamente a la voz de su
madre o de su cuidador, y los mira. A los nueve meses empiezan a buscar sonidos muy
suaves producidos fuera de su vista y hacen tentativas precisas para localizarlos. En esta
etapa son capaces de distinguir sonidos con significado, como la voz de sus padres o de
la persona a su cargo.
Los niños con algún defecto auditivo o criados en una ambiente ruidoso, pueden no
desarrollar el interés y la habilidad para oír, lo que levanta con frecuencia las sospechas
de los padres. La utilización de un test para padres (ver Apéndice 1) ayuda a alertarlos
ante la existencia de pérdida de oído. Es importante preguntarles si han observado algo
extraño con relación a la agudeza auditiva de su hijo, y si hay alguien más en la familia
con problemas de audición. Los padres suelen identificar mejor las pérdidas de oído
graves y profundas, pudiendo escapárseles fácilmente disfunciones menos graves o de
alta incidencia.
Pruebas auditivas apropiadas para cada edad
DETECCIÓN NEONATAL
Dado que la mayoría de los casos importantes de pérdida auditiva sensitivonerviosa
son congénitos, se han desarrollado diversos enfoques tecnológicos para evaluar la
capacidad auditiva de los niños. En esta etapa, la reacción provocada del tallo encefálico
y las emisiones otoacústicas evocadas son los métodos más prometedores.
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PRUEBAS CONDUCTUALES EN EL PRIMER AÑO DE VIDA
Prueba de la distracción. Se basa en la habilidad del niño para volverse y localizar la
fuente de un sonido. El nivel de desarrollo óptimo para esta prueba es en torno a los siete
meses. Después de los diez meses, el desarrollo de la permanencia del objeto y su
creciente sociabilidad plantea más dificultades.
Para realizar esta prueba se necesitan dos profesionales entrenados trabajando en
colaboración. Un ambiente tranquilo, equipo especializado, la monitorización adecuada
del volumen del sonido y una técnica minuciosa son requisitos fundamentales. Una
persona, el «distractor», se pone enfrente del niño para atraer su atención enseñándole
un juguete, etc. Cuando está absorto mirando el juguete, el «distractor» lo esconde y
entonces la segunda persona emite el estímulo sonoro detrás del niño. La fuente del
sonido debe situarse en nivel horizontal a la altura del oído del niño, a una distancia de
aproximadamente un metro de su oreja y fuera de su campo visual (o a una distancia
específica si se utilizan instrumentos sonoros). El «distractor» observa la respuesta del
pequeño, que se espera que sea de un giro de 90° completos de la cabeza en dirección a
la fuente del sonido. Cualquier otro resultado indica la necesidad de volver a realizar la
prueba a las cuatro o seis semanas o llevar al niño al especialista si los padres están
preocupados o se dan ciertas circunstancias.
Para detectar defectos concretos los sonidos se producen a niveles mínimos (por
debajo de los 35 dB). Las altas y las bajas frecuencias se prueban por separado. Se
emplean un sonajero especial Manchester (o un sonajero Nuffield), la consonante «s»
repetida rítmicamente para las altas frecuencias y un monótono «hum» con la voz o la
repetición rítmica de algunas retahilas (baja frecuencia). No se debe susurrar ni hablar
bajo mientras tanto. Para probar una gama de frecuencias se utilizan «trinos» modulados
por frecuencias.
Si se hace mal, esta prueba puede ser perjudicial (al retrasar la detección de
problemas o por generar gran número de resultados positivos equivocados). Pueden
obtenerse buenos resultados si desde el principio y con regularidad se facilita a los
examinadores la actualización de sus conocimientos para asegurar una técnica impecable.
Distrayendo al niño con un juguete.
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Al hacer sonar un sonajero Manchester a la altura de la oreja, el niño se vuelve hacia el sonido girando la
cabeza 90°.
PRUEBAS DE COOPERACÍON EN NIÑOS DE 18 A 30 MESES
Estas pruebas se basan en la capacidad que tiene el niño para responder a peticiones
sencillas, como señalar partes concretas del cuerpo o cumplir órdenes fáciles, del tipo:
«dale esto a mamá», sin señal visual ninguna. Desde los dos años pueden realizarse las
pruebas de discriminación del habla, como la prueba del juguete de McCormick que
consiste en catorce palabras dispuestas por parejas; un niño con capacidad auditiva
normal deberá reconocer al menos el 80 por ciento de lo que se diga a un volumen de
voz de 40 dB (McCormick, 1993). En la actualidad hay disponible una versión
automatizada de esta prueba.
Observación: Es importante tener en cuenta que el niño puede fallar en la prueba de
discriminación oral a causa de una dificultad para oír bien o debido a un retraso en
su desarrollo lingüístico.
Prueba de los juguetes de McCormick. Identifica el juguete que le piden.
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Responde a la petición «dale el juguete a mamá».
PRUEBAS DE RENDIMIENTO PARA NIÑOS DE MÁS DE 30 MESES
Estas pruebas se basan en la capacidad del niño para dar una respuesta inequívoca (como
por ejemplo, poner «un muñeco en la barquita» o «ladrillos en una caja») a la
producción de un sonido en diferentes frecuencias, bien con un audífono o bien con
auriculares (audiometría de tonos puros). Esta prueba también puede realizarse usando la
voz. Los sonidos «va» (baja frecuencia) y «ss» (alta frecuencia) pueden usarse para
provocar la respuesta requerida. La voz ha de bajar a los 40 dB tapándose la boca para
que el niño no tenga pistas visuales.
Responde a «va» o a «ss» poniendo «un hombre en un barco».
Audiometría de tonos puros.
86
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Comunicación, lenguaje y habla
Un niño que tarda en hablar motiva con frecuencia la preocupación de los padres y
de los profesionales. Sin embargo, existen muchas diferencias entre los ritmos de
adquisición del lenguaje. Para determinar la naturaleza del problema es necesario tomar
en consideración las habilidades de interacción social del niño y su capacidad para
entender el lenguaje.
La comunicación al inicio de la vida
ESTABLECER INTERACCIONES
Las primeras interacciones entre los niños y sus padres son principalmente
intercambios de emociones, y dan comienzo poco después del nacimiento a través del
contacto visual y de los cambios en el estado de conducta del bebé (Brazelton, 1995).
Como estas respuestas se vuelven cada vez más complejas, emergen interacciones
recíprocas en torno al cuidado del bebé y los juegos, de manera qué, entre las seis y las
ocho semanas, un niño sonríe como respuesta a una interacción social, dando una gran
alegría a los padres. Los niños de tres a seis meses, muestran su preferencia por un
objeto mirándolo ininterrumpidamente. Demuestran estar listos para la interacción
cuando se vuelven y miran con interés poniendo diversas expresiones faciales. Entre los
ocho y los diez meses, son capaces de coordinar su interés por los objetos y las personas
atrayéndose la atención de los que los cuidan y mirando o agarrando un objeto al mismo
tiempo. Combinan cada vez más los gestos con vocalizaciones para pedir cosas o para
compartir sus impresiones sobre objetos y hechos. Señalar con el dedo índice es uno de
los ademanes comunicativos más importantes que el niño habrá de desarrollar, ya que
incita a los demás a interactuar con él y porque así consigue que le nombren el objeto
(Bates et al., 1979). Esto comienza a verse a partir de los nueve meses; hacia los
dieciocho, señalan los objetos para expresar su interés y para compartirlo con los demás.
Son capaces de seguir la dirección del dedo cuando les señalan un objeto. Las personas
que le cuidan pueden contribuir a establecer la comunicación mirando y señalando
objetos a la vez que los nombran.
COMPRENSIÓN LINGÜÍSTICA
88
A veces puede ser difícil establecer cuánto puede entender un niño. La primera
comunicación se da en situaciones familiares en las cuales las tareas rutinarias y
experiencias cotidianas ayudan a que los niños se imaginen las cosas sin necesitar
demasiado comprender realmente lo que se dice.
Existe una enorme diversidad en la manera en que los pequeños desarrollan su
primera comprensión del lenguaje, lo cual es un reflejo tanto de la propia contribución del
niño como de la variedad de juegos y de interacciones sociales en que participan las
familias. Entre los seis y los nueve meses un niño puede reconocer una o dos palabras
para designar objetos, como «guau-guau» para el perro, o dar una respuesta adecuada al
«adiós» o a «dar palmadas». A partir de ahora el pequeño comienza a demostrar que
comprende palabras que se repiten con frecuencia y frases cortas usadas en situaciones
familiares, apoyándose enormemente en gestos y acciones. Hacia la fecha de su primer
cumpleaños, la mayoría reconocerán algunos objetos de su vida cotidiana sin la ayuda de
pistas gestuales (Fletcher, 1987).
Durante su segundo año de vida, reconocerán nuevas palabras a ritmo creciente y
comprenderán hasta dos palabras claves en las órdenes familiares (Bates et al., 1995). A
lo largo de su tercer año, entenderán preposiciones de una complejidad cada vez mayor
(en, sobre, bajo), palabras referidas a acciones (comer, correr), y comenzarán a captar
las diferencias de tamaño (muñeca pequeña). A partir de los tres años, desarrollan su
comprensión de los colores, la posición y las negaciones, entienden situaciones
imaginarias y utilizan cada vez más el lenguaje para pensar y razonar. Hacia la edad de
cinco años, los niños comprenden frases largas y complejas, y conceptos del tipo de «¿y
qué pasa entonces?».
Lenguaje expresivo
BALBUCEO, PRELENGUAJE Y PRIMERAS PALABRAS
Entre las seis y ocho semanas, el niño emite los primeros grititos de placer o
«murmullos». Estos sonidos se diversifican pronto hasta contener una serie de vocales y
algunas consonantes. Alrededor de los cuatro meses de edad emergen las carcajadas. Los
balbuceos se hacen cada vez más complejos, y hacia el final del primer año se producen
cadenas de sílabas como «mamama» o «papapa». A partir de los diez hasta los catorce
meses aproximadamente, pueden producir sonidos similares a «pre-palabras» (ti, na, to),
para transmitir aprobación, desaprobación, petición o rechazo. Con frecuencia
acompañan a estos sonidos ademanes para reforzar su significado. La edad a la cual se
dice la primera palabra reconocible varía enormemente, incluso dentro de la misma
familia. Hacia la fecha de su primer cumpleaños la mayor parte de los niños utilizan una
combinación de balbuceo armónico y prelenguaje, mientras que algunos también dicen
unas pocas palabras reconocibles. Gradualmente, el balbuceo, las palabras y los gestos se
89
van acumulando, siendo luego reemplazados por un vocabulario hablado reconocible en
expansión (Halliday, 1975).
COMBINACIONES DE PALABRAS Y GRAMÁTICA
Si bien la mayoría de los niños usarán dos palabras juntas alrededor de los dos años,
hasta un 10 por ciento dominará esta estrategia en el transcurso de su tercer año de vida
(Bates et al., 1995). En los primeros meses de este año utilizarán oraciones simples de
tres elementos («mamá me ve»). En la etapa siguiente los niños comienzan a desarrollar
estructuras gramaticales, oraciones simples e interrogativas. Todos cometen al principio
determinados «errores» con el fin de simplificar las cosas como decir en el pretérito
indefinido «andé» por «anduve» y «vení» por «vine», cosa que persistirá durante algún
tiempo. A los cuatro años, puede repetir una historia sencilla usando oraciones
coordinadas («Después de cenar, salimos afuera y jugamos a una cosa»). A partir de esta
etapa es capaz de mantener conversaciones sencillas de un grado de complejidad cada
vez mayor.
HABLA Y FLUIDEZ
En los primeros estadios en que decían las palabras aisladas, los niños sólo podían
emplear una serie limitada de sonidos. Como su vocabulario aumenta durante la última
parte del segundo año de vida y la primera parte del tercero, dan la impresión de
simplificar las cosas recurriendo a diferentes estrategias. Pueden suprimir la consonante
primera o la del final (ato por gato), sustituir la consonante del principio por la del final y
a veces añadir un sonido al final de la palabra (geloj por reloj), sustituir determinados
sonidos (aba por agua) o eliminarlos (ten por tren). Modulará el tono de los sonidos al
hablar para expresar un significado afectivo, enfatizar o preguntar. Hacia los cuatro años
la mayoría de los niños son inteligibles para los extraños, aunque incluso en la escuela
primaria pueden persistir algunos rasgos sin madurar.
Entre los dos y los nueve años, cuando aprenden a hablar a ritmo rápido, muchos
niños —con frecuencia cuando están excitados o enfadados—, presentan rasgos leves de
disfluencia (tartamudeo). Esto adopta normalmente la forma de la repetición de sonidos
(m-m-m-mamá), sílabas (ma-ma-ma-mamá) y palabras (que-que-qué). Al igual que
ocurre con otras habilidades lingüísticas, la fluidez aumenta con la edad. La visita
preventiva al especialista es necesaria si los padres están preocupados, si se ha registrado
en la familia algún otro caso de tartamudez o si el niño da muestras de ponerse tenso
cuando forcejea para hablar.
Control de la atención
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La atención es la capacidad para mirar, escuchar y concentrarse en lo que se ve u
oye; es un área en la que muchos niños con retraso en el lenguaje se muestran inmaduros
(Cooper et al, 1978), aunque la atención depende hasta cierto punto de la situación y de
la naturaleza de la actividad.
Los niños están extremadamente abiertos a la distracción durante su primer año de
vida dado que capta momentáneamente su atención cualquier cosa que les interese del
entorno. Durante el segundo año, atienden sin pestañear a la tarea que ellos mismos
eligen, sobre todo cuando las recompensas son inmediatas y forman parte de la actividad.
No les gustan las indicaciones externas ni las interrupciones. Durante su tercer año,
normalmente son capaces de interrumpir una tarea para recibir indicaciones. Antes de
darles ninguna indicación hay que captar completamente su atención; a veces puede
necesitarse la ayuda de otra persona para ponerles en relación con la tarea. La mayor
parte de los niños comienzan a controlar su atención desde los cuatro años, y son
capaces de escuchar en cualquier dirección sin interrumpir lo que están haciendo.
Cuándo pedir consejo ante el alto grado de diversidad
Los niños demuestran grandes diferencias en el desarrollo de sus habilidades
lingüísticas, cosa que puede verse con frecuencia incluso entre dos hijos de la misma
familia. Aunque la causa más evidente de preocupación es que el niño no hable, su
capacidad para interactuar, hacer gestos, imaginar o representar situaciones y entender el
lenguaje son los indicadores más significativos de la necesidad de recibir apoyo. Las
pautas de edad facilitadas son medias, y solamente pueden servir de guía en el desarrollo
normal de las habilidades lingüísticas. Sin embargo, cualquier retraso o la presencia de
rasgos inhabituales, pueden constituir la primera señal de un problema por el que un niño
podría necesitar ayuda.
Observación: Los problemas auditivos pueden afectar negativamente al habla y al
lenguaje, por lo que es importante realizar las pruebas de audición pertinentes si
existe algún motivo de preocupación.
91
APOYO A NIÑOS CON NECESIDADES
ESPECIALES
92
La atención a los niños y su entorno
La discapacidad de los niños pequeños es una cuestión importante que afecta a toda
la sociedad.
Desde la década de los ochenta, el cambio registrado en la filosofía de la atención a la
infancia ha dado como resultado que la mayor parte de los niños con necesidades
especiales sean atendidos en su propia comunidad antes que en entornos institucionales,
por graves que sean sus discapacidades (Yerbury y Thomas, 1994). Es de vital
importancia que tanto los niños como quienes los atienden reciban la información y
apoyo adecuados. Las investigaciones más recientes indican que los padres y las demás
personas responsables de su cuidado desean saber si el niño tiene alguna discapacidad y
solicitan ser informados con sensibilidad y honradez. Se lamentan frecuentemente ante
las necesidades especiales del niño y experimentan un proceso doloroso—sentimientos de
conmoción, negación, culpa, ira, rechazo y depresión—, antes de aceptar la situación
(Kimpton, 1990). Una vez que la conmoción ha perdido su virulencia inicial, piden
información sobre los servicios de apoyo disponibles tanto a nivel local como nacional.
La información que damos a continuación alude a los servicios destinados a familias de
niños con necesidades especiales (Ver también el cuestionario para padres del Apéndice
3).
Equipo de Atención Temprana (EAT)
Muchos niños con discapacidades evolutivas o de otra naturaleza necesitan la
valoración y la atención de un equipo multidisciplinar de profesionales que habitualmente
pertenecen a un EAT. Los profesionales que componen este equipo son: médico pediatra,
psicólogo (clínico y/o pedagógico), médico de cabecera, trabajador social, logopeda,
fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, ortoptista, visitador médico, enfermera o enfermero
de salud mental y enfermera pediátrica. La atención a niños con necesidades educativas
especiales comprende la ayuda a la familia así como el diágnostico, la valoración y la
planificación del tratamiento. Los padres o cuidadores deben implicarse colaborando
activamente en este proceso de atención al niño discapacitado.
Servicios de guarderías y de cuidados de día
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Grupos de juego y jardines de infancia. En algunos lugares existen grupos
especializados de juego, guarderías de día estatales o jardines de infancia privados que
acogen a niños con necesidades especiales. Se puede conseguir información en la
Consejería de Servicios Sociales y el IMSERSO, así como en los departamentos
correspondientes de los Ayuntamientos o preguntando a los médicos de cabecera.
Servicios asistenciales. Pueden proceder del Estado, del sector privado o ser
voluntarios como los de la Cruz Roja. En España existen también programas de
vacaciones de verano, pisos-respiro para fin de semana y otros tipos de apoyos
domiciliarios (García Prieto, 1999).
Educación
Bibliotecas de juguetes. Muchas zonas tienen a su disposición un lugar con juguetes
para niños con necesidades especiales en las que se pueden pedir en préstamo juguetes
especialmente seleccionados para usarlos en casa.
El plan Portage. Es un servicio educativo a domicilio que se ofrece a los padres y a
otras personas que tengan bajo su responsibilidad a niños con dificultades de aprendizaje,
incluyendo a los que padezcan alguna minusvalía física. Los padres pueden solicitarlo
ellos mismos o a través de alguien que los represente. Creado en Estados Unidos en los
años setenta, un visitador a domicilio va cada semana a una casa para trabajar con los
padres o con los cuidadores, desarrollando un programa de actividades estructuradas que
capaciten al niño para adquirir nuevas habilidades. El objetivo consiste en lograr un
progreso mensurable que mejore la calidad de vida de la familia, concentrándose más en
los éxitos que en los fracasos.
Necesidades educativas especiales. La ley pide a las autoridades sanitarias que
informen a las autoridades educativas la sospecha de que un niño pudiera tener unas
necesidades educativas especiales. La Ley de Educación exige que todos estos niños
reciban una valoración individual con el fin de asegurar que la escuela satisfaga esas
necesidades. Es preciso realizar una estimación de si alguno necesita más ayuda de la que
normalmente ofrece la escuela. Siempre que sea posible, serán admitidos en la escuela
ordinaria, si bien para algunos puede ser más recomendable una escuela especialmente
acondicionada. Los organismos oficiales suelen informar a las autoridades educativas
locales las escuelas financiadas por el Estado que se ocupan de niños con necesidades
especiales.
Existe un Centro de Documentación e Información sobre Minusvalías (SIIS), en
Madrid, c/ Serrano, 140. Tel.: 91 411 55 01.
94
Equipo material y ayudas
En España, el INSALUD proporciona asientos móviles, sillas de ruedas, muletas,
andadores, audífonos, gafas, etc., a todos los beneficiarios de la Seguridad Social,
abonando una parte del coste.
La Consejería de Asuntos Sociales proporciona ayudas para efectuar adaptaciones en
las casas, subvencionando el coste total o parcialmente.
Las autoridades educativas locales y las escuelas proporcionan material diverso para
permitir a los niños con necesidades especiales beneficiarse de la educación, como por
ejemplo, aparatos que les ayuden a comunicarse, ordenadores y mobiliario especializado.
Apoyo económico
Prestación de ayuda al discapacitado y pensión de invalidez. Los niños que
necesiten atención personal y/o que tengan que realizar viajes pueden solicitar ayudas
económicas en el INSS. Los padres pueden beneficiarse de apoyos domiciliarios
tramitados en los Ayuntamientos y en la Consejería de Asuntos Sociales de cada
Comunidad Autónoma.
Fondo familiar. En Inglaterra existe un fondo gubernamental administrado por la
Fundación en memoria de Joseph Rowntree, que concede créditos a familias al cargo de
hijos gravemente discapacitados menores de dieciséis años. Se dan créditos líquidos para
enfrentarse a necesidades especiales no cubiertas por el Ministerio de Sanidad o el de
Asuntos Sociales (como la compra de una lavadora, secadora, ropa de cama, gastos de
esparcimiento, clases de conducción para los padres). Los ingresos de la familia y sus
circunstancias son factores que se toman en cuenta.
Otros servicios
El Consejo de Salud de la Comunidad. Este organismo existe para ayudar a los
usuarios del Servicio Nacional de Salud a obtener el servicio que necesitan, y puede ser
útil en casos de reclamación.
Servicios dentales. Es importante que todos los niños pasen con regularidad por
revisiones odontológicas. Muchos organismos del Sistema Nacional de Salud y
autoridades sanitarias proporcionan un servicio especial a niños con necesidades
especiales.
Permiso de aparcamiento (placa/pegatina naranja). Para uso en vehículos de motor,
95
este permiso exime al vehículo de muchas de las restricciones para aparcar, pudiendo
disfrutar de este permiso los responsables de niños con necesidades especiales cuando se
trata de un asunto de movilidad. Para más información conviene preguntar en los
ayuntamientos.
Informe sobre la Salud Personal del Niño. Muchos organismos del Sistema Nacional
de Salud y autoridades sanitarias distribuyen estos formularios a todos los padres o
personas al cargo de recién nacidos. Se trata de un informe del desarrollo del niño
tomado por el padre u otro responsable del pequeño al que puede acceder cualquier
profesional implicado en el cuidado de éste y de su familia. Debe incluir información
personal, detalles sobre vacunaciones y revisiones sanitarias, observaciones clínicas y
visitas a especialistas, debiendo servir para mejorar la comunicación entre los
profesionales sanitarios y los padres y cuidadores de niños con necesidades especiales.
96
Apéndices
Los siguientes formularios están hechos para ser utilizados por los padres con el
intento de ayudarles a identificar las pautas de desarrollo auditivo y visual, y para
ofrecerles pistas para acceder a los servicios de apoyo apropiados si su hijo tuviera
necesidades especiales.
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APÉNDICE 1. FORMULARIO PARA DETECTAR PROBLEMAS
AUDITIVOS
APÉNDICE 2. FORMULARIO PARA LA DETECCIÓN DE
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PROBLEMAS VISUALES
Durante el primer año de vida de su hijo deberá comprobar las siguientes señales:
A partir de una semana
• ¿Se vuelve su hijo hacia una luz difusa?
• ¿Mira fijamente su cara?
A los 2 meses
• ¿Le mira su bebé, persigue su cara con la mirada si usted se mueve de lado a lado respondiéndole
con una sonrisa?
• ¿Se mueven juntos sus ojos?
A los 6 meses
• ¿Mira a su alrededor con interés?
• ¿Intenta alcanzar pequeños objetos?
• ¿Cree que su hijo bizquea? A esta edad es anómalo que bizquee, aunque sea ligeramente y de
forma temporal.
A los 9 meses
• ¿Hurga y revuelve con los dedos en objetos muy pequeños tales como miguitas de pan o fideos
de chocolate para decorar?
A los 12 meses
• ¿Señala las cosas cuando le piden algo?
• ¿Reconoce a las personas que le son familiares en la habitación antes de que le digan algo?
Si en cualquier momento usted sospechara que la visión de su hijo pudiera no ser normal, bien
porque no pudiera contestar a cualquiera de las preguntas arriba formuladas o porque le parece
que bizquea, consulte a su médico.
© Dr. Barry McCormick, Children’s Hearing Assessment Centre, Nottingham
APÉNDICE 3. FORMULARIO DE SERVICIOS DE AYUDA PARA
NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES
(Adaptado del formulario del Grupo de Interés Especial para Niños con Necesidades Especiales HVA)
A partir del nacimiento
• ¿Necesita información referente a organizaciones o recursos de ayuda locales o nacionales?
• ¿Desea que le pongan en contacto con otra familia en una situación familiar similar a la suya?
• ¿Podría su hijo necesitar atención diaria especializada?
• ¿Quiere recibir ayuda de algunos programas?
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¿Está su hijo inscrito en el Registro de Servicios Sociales por Discapacidad?
¿Es usted candidato a alguna subvención oficial?
¿Le hacen a su hijo controles médicos y revisiones de rutina?
¿En caso de que la situación lo pidiera, recibió usted orientación de tipo general?
A 3 meses en adelante
• ¿Es usted candidato a la Prestación por Discapacidad o a alguna otra?
• ¿Ha tratado el tema de la asistencia dental de su hijo y ha buscado un dentista adecuado?
Con 2 años cumplidos
• ¿Se ha informado en el Ministerio de Educación de las necesidades especiales de su hijo?
• ¿Necesita una placa de aparcamiento para minusválidos para su coche?
De 2 a 5 años (y después)
• ¿Necesita obtener información sobre la legislación vigente para personas con discapacidad?
Con 3 años (puede variar)
• ¿Es su hijo candidato para que le proporcionen pañales de incontinencia, etc.?
Con 5 años cumplidos
Tiene derecho a:
• La prestación por discapacidad (componente de movilidad).
• Ayudas para transporte.
• La exención del impuesto de circulación.
Para más información o consejo con relación a algunos de los servicios arriba mencionados
póngase en contacto con su Equipo de Atención Temprana, médico de cabecera o asistente
social.
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Bibliografía
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Disabilities», en Health Visitors, núm. 3, pp. 86-87.
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COLECCIÓN «PRIMEROS AÑOS»
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Actividades geométricas para Educación Infantil y Primaria. GUIBERT , A. y otros.
Actividades matemáticas con niñas y niños de 0 a 6 años. LAHORA, C.
Adaptación a la escuela infantil. Niños, familias y educadores al comenzar la escuela. ALPI, L. y otros.
Adaptaciones curriculares en Educación Infantil. MÉNDEZ, L. y otras.
Arte Infantil. Actividades de Expresión Plástica para 3-6 años. KOHL, M. A.
Autoestima. ¿Cómo desarrollarla? Juegos, actividades, recursos, experiencias creativas. FELDMAN, J. R.
Autoestima y tacto pedagógico en edad temprana. Orientaciones para educadores y familias. HEISEN, M.
Autoimagen, autoestima y socialización. Guía práctica con niños de 0 a 6 años. LAPORT E, D.
Canta, toca, brinca, danza. Sugerencias para la educación musical de los más pequeños. LEHMANN, E.
Cascabelea. Actividades de expresión oral, corporal, musical y plástica. SANUY, C.
Chiquitines. Jugar y aprender hasta los 3 años. AGÜERA, I.
Ciencias y Matemáticas en acción. DAVIS B.R.
Cómo trabajar con niños y familias afectados por las drogas. PULLAN, K. y DURANT , L.
Conocer el propio cuerpo. BORNANCIN, B. y MOULARY, D.
Conocimiento del entorno. 100 ideas para descubrir, comprender, experimentar, interaccionar y
comunicarse con el mundo. T HWAIT ES, A.
• Cuéntame un cuento. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Qué historia? FERLAND, F.
• Cuentos para aprender y enseñar Matemáticas en Educación Infantil. MARÍN, M.
• Cuerpo, espacio, lenguaje. Guías de trabajo. ANCÍN, Ma. T.
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Desarrollo de las destrezas motoras. Juegos de psicomotricidad de 18 meses a 5 años. SMIT H, J. L.
Desarrollo neurológico de 0 a 6 años. Etapas y evaluación. AMIEL-T ISON, C. y GOSSELIN, J.
Descubrir las cosas por el tacto. Para niñas y niños de 2 y 3 años. BIGUET , M. N.
Desde el nacimiento hasta los 5 años. Proceso evolutivo, desarrollo y progresos infantiles. SHERIDAN, M.
D.
Diálogos con mi nieto. Los «mayores» en la educación de los «pequeños». AGÜERA, I.
Didáctica de la Educación Infantil. ZABALZA, M. A.
Dificultades de comportamiento en edades muy tempranas. Estudio de casos reales. GLENN, A. y otros.
Disciplina en la Infancia. Familia y escuela trabajando juntas. RACINE, B.
Dramatización infantil. Expresarse a través del teatro. RENOULT , N. y VIALARET , C
Edades & Etapas. Actividades de aprendizaje de 0 a 5 años. T WOMBLY, E. y FINK, G.
Educación sexual para niños y niñas de 0 a 6 años. Cuándo, cuánto y cómo hacerlo. HERNÁNDEZ, Ma C.
• ¿Enseñar a leer en Preescolar? OLLILA, LL.
• El arte de la Educación Infantil. Guía práctica con niños de 0 a 6 años. MIRALLES, D.
• El comportamiento de los más pequeños. Necesidades, perspectivas y estrategias en Educación Infantil.
ROFFEY, S. y O’REIRDAN, T.
• El currículo de educación infantil. Aspectos básicos. GERVILLA, A.
• El juego espontáneo. Vehículo de aprendizaje y comunicación. PUGMIRE-ST OY, M. C.
• El niño y sus compañeros. LURÇAT , L.
• El rincón de audición para el aprendizaje de la lengua. VIALA, J. P. y DESPLAT S, P.
• El sentido común en la educación de los más pequeños. BARNES, B. A. y YORK, S. M.
• Evaluación psicopedagógica de 0 a 6 años. Observar, analizar e interpretar el comportamiento infantil.
BARROS DE OLIVEIRA, V.
• Estimulación del cerebro infantil. Desde el nacimiento hasta los 3 años. ANT UNES, C.
• Evaluación y postevaluación en Educación Infantil. MIR, V. y otros.
• Experimentos de Ciencias en Educación Infantil. BROWN, S. E.
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Juegos motores. Con niñas y niños de 2 a 3 años. BRUEL, A. y otros.
¿Jugamos? El juego con niñas y niños de 0 a 6 años. FERLAND, F.
La agresividad en niños de 0 a 6 años. ¿Energía vital o desórdenes de comportamiento? BOURCIER, S.
La Biblioteca de aula infantil. El cuento y la poesía. RUEDA, R.
La capacidad cerebral en la primera infancia. Cómo lograr un desarrollo óptimo. SCHILLER, P.
La comunicación niños-adultos. J ULIEN, G.
La escolarización antes de los 3 años. Organización del aula y diez Unidades Didácticas. LAHORA, C.
La percepción del olor en la Educación Infantil. DUCHESNE, J. y J AUBERT, J. N.
Las habilidades socioemocionales en la primera infancia. Llegar al corazón del aprendizaje. BOOT H, E.
Lenguaje y pensamiento preescolar. T OURT ET, L.
Los derechos humanos en Educación Infantil: Cuentos, juegos y otras actividades. LLOPIS, C. y otros.
Los niños de 4 a 6 años en la escuela infantil. DUT ILLEUL, B., y otros.
Manipular, organizar, representar. Iniciación a las Matemáticas. BOULE, F.
Más «Teatrillos». Con niños y niñas de 3, 4 y 5 años. AGUERA, I.
Matemáticas intuitivas e informales de 0 a 3 años. Elementos para empezar bien. ALSINA, A.
Materiales didácticos para educación infantil. Cómo construirlos y cómo trabajar con ellos en el aula.
SALIDO, M. y SALIDO, E.
Movimiento y expresión corporal en educación infantil. NISTA-PICCOLO, V.L. Y MOREIRA, W.W.
Niños apegados, niños independientes. Orientaciones para la escuela y la familia. BALABAN, N.
Observación infantil y planificación educativa. De bebés a 3 años. BRADFORD. H.
¡Qué rico está el pan! 16 Unidades didácticas sobre el pan para Educación Infantil. BORRET T I, M. J. y
COLLET, G.
Quinientas actividades para el currículo de Educación Infantil. SCHILLER, P.
Talín, tolón… se abre el telón. Maestras “teatreras” en la Escuela Infantil. RODRÍGUEZ, M. y DE LA
ROSA, M.
Taller de creatividad y manualidades. Actividades artísticas para 0-6 años. MELLING, B.
Talleres pedagógicos. Arte y magia de las manualidades infantiles. SANT OS, M. y GONSALES, J.
«Teatrillos». Con niños y niñas de Educación Infantil y Primaria. AGÜERA, I.
Un currículo abierto, flexible, creativo y divertido, para 3-6 años. BECKER y otros.
Una canción para cada nombre. LEHMANN, E.
Vida afectiva y educación infantil. FRANCO, T.
106
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución,
comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de propiedad
intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad
intelectual (arts. 270 y sgts. Código Penal). El Centro Español de Derechos Repográficos (www.cedro.org) vela
por el respeto de los citados derechos.
© NARCEA, S. A. DE EDICIONES, 2018
Paseo Imperial, 53-55. 28039 Madrid. España
[email protected]
www.narceaediciones.es
© Ed. revisada, Routledge, 1997
Título original: From Birth to Five Years
Traducción: María del Carmen Guedejo Prado
Dibujo de la cubierta: ROSER BOSCH
ISBN papel: 978-84-277-1297-3
ISBN ePub: 978-84-277-2459-4
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El Aprendizaje-Servicio en educación superior
Deeley, Susan J.
9788427722149
192 Páginas
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El libro brinda una perspectiva en profundidad y crítica del aprendizaje-servicio
basada en la evidencia empírica. Ofrece una percepción unificada y estimulante
de la pedagogía a través del voluntariado y presenta un análisis crítico y en
profundidad de la teoría y la práctica del ApS. La lógica que sirve de marco al
libro es la de ofrecer a los estudiantes la oportunidad de adquirir un
conocimiento más amplio y una comprensión en profundidad de este tipo de
aprendizaje experiencial, así como brindar un análisis teórico del ApS, que pueda
servir para fundamentar la práctica académica de los docentes. Para lograr este
fin, los objetivos específicos del libro son: - Definir y subrayar el aprendizajeservicio. - Presentar un modelo teórico para este tipo de aprendizaje. - Explorar
las funciones potenciales y resultados de este tipo de pedagogía. - Examinar la
práctica y efectos de la reflexión crítica como parte del aprendizaje. - Ofrecer
ejemplos de bibliografía académica en torno al ApS por medio del trabajo de
curso de los alumnos y de los ejemplos-modelo brindados por la experiencia del
profesor. - Evaluar los efectos de la reflexión crítica de los alumnos dentro y en
torno a la evaluación del Aprendizaje-Servicio empleando evidencias empíricas
extraídas de la investigación.
Cómpralo y empieza a leer
109
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Pasión por enseñar
Day, Christopher
9788427723887
216 Páginas
Cómpralo y empieza a leer
Excelente introducción al mundo de los estudios humanos de la educación, tanto
para educadores principiantes como para docentes con experiencia que quieran
revisar sus valores y metas educativas. El autor sostiene que un aprendizaje y
una enseñanza eficaz sólo es posible si se basan en el ejercicio de la pasión de
los maestros en el aula. Así, la enseñanza apasionada tiene una función
emancipadora que consiste en influir en la capacidad de los alumnos
ayudándoles a elevar su mirada más allá de lo inmediato y a aprender más sobre
sí mismos.
Cómpralo y empieza a leer
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Los Proyectos de Aprendizaje
Blanchard, Mercedes
9788427722101
208 Páginas
Cómpralo y empieza a leer
¿Qué se entiende por innovar? ¿Cuáles son los planteamientos educativos
concretos a los que deberá responder una institución educativa que quiera se
innovadora? El libro presenta, en primer lugar, una reflexión teórica sobre el
sentido, presupuestos y elementos básicos de la innovación educativa. Y, en
segundo lugar, los resultados de los procesos llevados a cabo con equipos
docentes y comunidades educativas de diferentes niveles. Responde a la cuestión
qué se entiende por innovar y facilita algunas claves que pueden ayudar a
reconocer este proceso, cuando se produce con la intencionalidad y la implicación
del profesorado. Presenta los grandes marcos teóricos que propician la actuación
innovadora en el aula, tales como la enseñanza para la comprensión, las
inteligencias múltiples, el pensamiento crítico y creativo y los Proyectos de
Aprendizaje¸ por considerar que estos son los marcos teóricos, idóneos y más
ajustados a una innovación real y efectiva. Además, desarrolla todo lo
relacionado a los Proyectos de Aprendizaje para la Comprensión: su proceso
detallado de planificación, aplicación y evaluación, y sus inmensas posibilidades
para involucrar al alumnado de cualquier edad. La segunda parte de la obra
presenta el desarrollo completo y pormenorizado de cuatro Proyectos de
Aprendizaje desarrollados en diferentes etapas, desde la educación infantil hasta
la educación superior. Los Proyectos funcionan bien en manos de profesionales
que se plantean su trabajo en equipo, de manera comprometida, que toman las
riendas de su propio desarrollo profesional y que están convencidos de que los
alumnos y alumnas son los verdaderos protagonistas de su propio proceso de
aprendizaje.
Cómpralo y empieza a leer
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Cómo personalizar la educación
Soto Javaloyes, Juan J.
9788427724273
256 Páginas
Cómpralo y empieza a leer
La educación personalizada es una concepción pedagógica que pretende dar
respuestas a las exigencias de la naturaleza humana para conseguir que cada
hombre o mujer llegue a ser la mejor persona posible. Es una educación realista
que origina un estilo integrador y abierto, reflexivo y crítico, exigente y alegre. El
libro expone no sólo en qué consiste la educación personalizada, sino además
cómo puede llevarse a cabo con los medios ordinarios propios, de cada Centro
educativo, sin costes adicinales de ningún tipo, en las aulas normales, con el
mismo profesorado de cada plantilla y sea cual sea el tipo de Institución
educativa (de iniciativa estatal o social). Es un libro eminentemente práctico, con
abundantes claves de solución para la mayoría de las necesidades del
profesorado.
Cómpralo y empieza a leer
116
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Didáctica universitaria en Entornos Virtuales de
Enseñanza-Aprendizaje
Bautista, Guillermo
9788427721852
250 Páginas
Cómpralo y empieza a leer
Esta obra es un referente para los docentes que se inician en la formación en un
entorno virtual de enseñanza y aprendizaje o para quienes deseen saber, de
forma práctica, en qué consiste enseñar y aprender en un entorno virtual. El
lector encontrará a lo largo de estas páginas, ideas y ejemplos para la acción
formativa en línea, de forma que pueda comenzar a trabajar con buen pie en un
entorno virtual de enseñanza y aprendizaje. Quien ejerza docencia universitaria
se beneficiará del recorrido que se hace aquí por los elementos fundamentales de
la formación en un entorno virtual: el nuevo rol del estudiante y del docente,
cómo se diseña y se lleva a cabo la acción formativa, cómo se puede evaluar y
diferentes sugerencias de carácter innovador -tanto al hilo de los capítulos como
en la relación final de anexos-, muy adecuadas para el nuevo modelo de
Universidad que requiere el Espacio Europeo de Educación Superior.
Cómpralo y empieza a leer
118
Índice
Título
Índice
INTRODUCCIÓN
PROCESO EVOLUTIVO INFANTIL
El recién nacido
Los estados de sueño y vigilia
Postura y motricidad gruesa
Reflejos primarios
Visión y audición
Interacción social y formación de vínculos
Cuando tiene 1 mes
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 3 meses
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 6 meses
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 9 meses
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 12 meses
Postura y motricidad gruesa
119
2
3
6
9
10
10
10
11
12
12
14
14
16
17
18
20
20
21
22
23
25
25
27
27
28
30
30
31
32
33
36
36
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 15 meses
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 18 meses
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 2 años
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 2 años y medio
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 3 años
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 4 años
Postura y motricidad gruesa
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
A los 5 años
Postura y motricidad gruesa
37
37
38
41
41
42
43
43
44
44
46
46
47
50
50
51
53
54
57
57
58
58
59
61
61
62
64
65
67
67
68
69
70
72
72
120
Visión y motricidad fina
Audición y habla
Comportamiento lúdicosocial
73
74
74
PAUTAS DEL DESARROLLO
77
Postura y movimiento. Habilidades locomotrices
Postura y motricidad gruesa
Función manual (motricidad fina)
Cuándo pedir consejo
Visión
Desarrollo del comportamiento visual
Valoración de problemas visuales en niños pequeños
Comportamiento visual
Agudeza visual
Detección del estrabismo
Audición
Desarrollo de la capacidad auditiva
Pruebas auditivas apropiadas para cada edad
Detección neonatal
Pruebas conductuales en el primer año de vida
Pruebas de cooperación en niños de 18 a 30 meses
Pruebas de rendimiento para niños de más de 30 meses
Comunicación, lenguaje y habla
La comunicación al inicio de la vida
Establecer interacciones
Comprensión lingüística
Lenguaje expresivo
Balbuceo, prelenguaje y primeras palabras
Combinaciones de palabras y gramática
Habla y fluidez
Control de la atención
Cuándo pedir consejo ante el alto grado de diversidad
APOYO A NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES
La atención a los niños y su entorno
Equipo de Atención Temprana (EAT)
Servicios de guarderías y de cuidados de día
121
77
77
78
78
79
79
79
80
80
81
83
83
83
83
84
85
86
88
88
88
88
89
89
90
90
90
91
92
93
93
93
Educación
Equipo material y ayudas
Apoyo económico
Otros servicios
94
95
95
95
APÉNDICES
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1. Formulario para detectar problemas auditivos
2. Formulario para la detección de problemas visuales
3. Formulario de servicios de ayuda para niños con necesidades especiales
BIBLIOGRAFÍA
Página de créditos
99
99
100
102
107
122
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