Subido por Arturo Andrade

lideres cinco caracteristicas

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De: El Consejero Biblico
Fecha: 12/02/03 13:13:02
Para: [email protected]
Asunto: Consejero Bíblico 12-1-
UN BUEN FINAL
Características de quienes llegan bien al final de la carrera
por Dr. J. Roberto Clinton y Paul Stanley
El apóstol Pablo estaba obsesionado con tener un buen final. Veía la vida como una
carrera. Al encontrarse con sus amados ancianos de Efeso por última vez, dijo: "Pero de ninguna
cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo,
y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios"
(Hch. 20:24). Pablo estaba tan motivado por terminar bien, que desafiaba a los creyentes Corintos
a: "Correr [la carrera] de tal manera que obtengan el premio...No...corriendo como a la ventura"
(1 Co.9:24-26). Disciplinaba su cuerpo a hacer lo que debiera hacer, no a lo que deseara, "no sea
que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado" (v. 27). Qué gozo invadió
su corazón cuando testificó al final de su vida: "He peleado la buena batalla, he acabado la
carrera, he guardado la fe" (2 Ti. 4:7).
¿Qué fue lo que motivó al Apóstol Pablo a proseguir hasta el final? Quizá el mismo
motivo que incitó a Daniel y sus tres compañeros, Sadrac, Mesac y Abednego a fijar sus ojos en
Dios y ser suyos hasta el final, sin importarles las consecuencias. O David, José, los apóstoles,
Bernabé, Jorge Müller, Billy Graham y miles de seguidores de Cristo cuyos nombres quizá sean
conocidos por unos pocos, pero que han influido en la vida de los que los conocieron.
Terminar bien no significa alcanzar la perfección, sino como Pablo, proseguir hasta el
final para que cuando éste llegue, nos encontremos aún creciendo en amor e intimidad con Cristo,
dándole a conocer, viviendo como sus discípulos y amando a las personas que Dios pone en
nuestro camino, procurando hacer siempre Su voluntad.
Hemos comparado escritos sobre los muchos líderes que hemos estudiado, tanto de los
que han terminado bien como de los que no han terminado bien. Los que terminaron bien parecen
haber tenido algunas características similares y a los que no terminaron bien les faltaban esas
mismas características.
Cinco características de quienes llegan bien al final de la carrera
1. Tenían una perspectiva que les permitió mantener un claro objetivo.
La perspectiva se destaca como característica de todo buen líder y de quienes terminan
bien la carrera. Dicha perspectiva incluye ver el contexto más amplio de la circunstancia
presente, poder relacionar lo que está sucediendo con el panorama a largo plazo. Con una
perspectiva clara y adecuada uno puede centrar su atención en lo importante o prioritario. Sin esa
perspectiva uno puede perder de vista el objetivo.
Un amigo mío en la universidad acostumbraba comprar rompecabezas y organizar
equipos de competencia para ver quién podía ordenarlos más rápidamente. Los equipos llegaron a
ser bastante buenos. Un día desparramaron los pedazos del rompecabeza sobre el piso sin dejar
que los equipos vieran la figura de la caja. Sin un modelo que los ayudara a organizar las piezas,
la confusión era total.
La perspectiva es como la fotografía o el dibujo en la caja de rompecabezas. Sin una meta
clara en nuestra vida la tendencia será no canalizar las energías y caer en la mediocridad,
haciendo un poco de todo, no siendo eficaces en nada. Aquellos con influencia en su mundo son
aquellos que pueden concentrar esfuerzos y atención en áreas apropiadas-y pueden mantener esa
actitud.
El apóstol Pablo demuestra el efecto recíproco que tienen la perspectiva y la mirada
concentrada en la meta. En Fil. 1:12-19 Pablo se enteró de que algunas personas que supieron de
su encarcelación estaban predicando sobre Cristo por motivos de rivalidad, maldad y ambición.
El se podría haber enojado y recomendado a los cristianos a que se los impidan, pero el enfoque
de su ministerio era llevar a los gentiles a Cristo (Gá.2:7).
Su perspectiva le recordaba que la salvación de Dios viene a través del nombre de
Jesucristo, no a través de una presentación o la motivación del presentador...y Dios estaba
utilizando sus situaciones difíciles (cárcel, entre otras) para extender el evangelio a las
comunidades gentiles, ese era su enfoque.
La perspectiva viene a través de la experiencia y de la meditación en la presencia de Dios.
Asaf, el escritor del Sal. 73, se desanimaba al ver que los malos prosperaban y que él no era
recompensado en sus esfuerzos de mantenerse puro. "Cuando pensé para saber esto, fue duro
trabajo para mí, hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos" (vv. 1617). La verdadera perspectiva viene de la Palabra de Dios y su presencia.
Cuando comenzamos a entender cuáles son las prioridades de Cristo y las aplicamos a
nuestra vida, podemos entonces centrar nuestro objetivo en lo correcto. Simplemente requiere
tiempo conocer a Cristo y su Palabra, permitiendo que Su mente invada nuestra mente. Un
mentor que reúne estas cualidades es de gran valor para tal fin.
2. Disfrutaban de intimidad con Cristo y experimentaban continua renovación interior.
La intimidad con Cristo es la substancia de nuestro ser interior. Salomón, el rey de Israel,
escribió en Proverbios: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida"
(4:23). El poder para guiar y ministrar viene de la vida interior. Este era el área de enfoque de la
vida del apóstol Pablo: Conocer a Cristo íntimamente (Fil. 3:10). La consideraba una práctica de
por vida que necesitaba múltiples llenamientos.
En Jn. 14:21 Cristo nos asegura que si obedecemos los mandamientos de Dios, el Padre y
Cristo nos amarán y nos revelarán más de sí mismos. Mateo 11:28-30 nos invita a unirnos en
yugo con Cristo a obedecerle y trabajar en unión con El y por lo tanto a aprender de El. Cuando
era niño trabajé todo el día con mi padre en un trabajo duro de reparación. Estábamos solos los
dos, pensando, excavando, traspirando, conversando para reparar una cañería y válvula de agua.
A través de esa experiencia aprendí más de él que nunca antes. Nos "unimos juntos en yugo".
Al pasar tiempo con Cristo, tratando de vivir en obediencia y ministrando a sus ovejas
juntamente con El (Jn. 21:15-17, Mt. 25:40), habrá tal intimidad con El que cada área de nuestra
vida ser verá afectada. La integridad y el carácter semejante a Cristo serán parte de nosotros al
tiempo que permitimos al Espíritu Santo tomar posesión de nuestra vida y al tiempo que
experimentamos una continua comunión con El.
Cuando notamos falta de integridad en nuestra vida exterior, es un síntoma claro de falta
de integridad en la vida interior que nadie percibe. Y cuando hay falta de integridad, no hay poder
espiritual, confianza, libertad ni transparencia. El secreto de la integridad interior es intimidad
con Cristo.
La mayoría de los líderes que hemos estudiado que no terminaron bien fallaron en su vida
interior. Su integridad se deterioró y tomaron malas decisiones. Al concientizarse del creciente
abismo entre la verdad y la vida en su ser interior y temiendo ser descubiertos, se apartaron de la
comunión que más necesitaban...y de la comunión con Cristo.
Hace varios años conocí a un anciano hermano que gozaba de intimidad con Cristo por
vivir en integridad, haciendo evidente el fruto del Espíritu (Gá. 5:22-23) y pasión por la gloria de
Cristo. Mientras oraba con él percibí en mi corazón la presencia de Cristo y la familiaridad que
disfrutaba con El. Le pregunté acerca de su relación con el Señor Jesús y cómo se había
desarrollado. "Todo comenzó a cambiar cuando me entregué a lo que dice Mt. 22:37-39: 'Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero
y grande mandamiento. Y el segundo es semejante. Amarás a tu prójimo como a ti mismo'".
Su desafío me motivó a buscar esa intimidad a un nivel más profundo. ¿Ha tratado usted
de cumplir ese mandamiento? Jesucristo lo hizo en Su amor por Dios el Padre. Mire a Su vida:
_ "Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lc. 22:42).
_ "Porque yo hago siempre lo que le agrada" (Jn. 8:29).
_ "Pero le conozco, y guardo Su palabra" (Jn. 8:55).
_ "Ahora está turbada mi alma, ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto
he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre" (Jn. 12:27-28).
_ "Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, el Padre que me envió, él me dio
mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar" (Jn. 12:49).
_ "Yo te he glorificado en la tierra, he acabado la obra que me diste que hiciese"
(Jn.17:4).
_ "Mete tu espada en la vaina, la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?" (Jn.
18:11)
Estos versículos revelan una total rendición a Su voluntad, un impulso de agradarle, una
confianza plena...una pasión para la gloria de Dios. Jesús vivía en armonía con El porque le
conocía, le confiaba todo y pasaba tiempo con El. Usted puede decir: "El es Jesús, yo nunca
podría hacer eso", o puede comenzar a practicarlo...y Dios le dará poder para realizarlo. Nosotros
se lo podemos asegurar.
3. Eran disciplinados en las áreas importantes de la vida.
La disciplina no se destacó en todas las áreas de aquellos que terminaron bien, pero sí en
las áreas importantes-y aún estas variaban. Por ejemplo, algunos fueron disciplinados en su
oración y estudio bíblico, pero no en su dieta. Algunos eran disciplinados con sus planes pero
desorganizados con su puntualidad. Y así seguía... pero cada uno demostró
disciplina en las áreas importantes.
El diccionario define la disciplina como un "entrenamiento que produce control propio,
carácter o método y eficiencia". Para tener un buen final debemos tener dominio propio y
canalizar la energía en una dirección específica. Nancy Moyer, experta en trabajar con niños
talentosos dijo: "No hay nada más frustrante que observar a niños talentosos derrochar los bienes
que Dios les dio. Muy pocos niños con talento (o aún adultos) alcanzan su potencial por una
simple razón: falta de disciplina.
Para desarrollar nuestros dones, habilidades y destrezas y que lleguen a ser verdaderos
valores para lograr las metas de la vida, se necesita disciplina. ¿En qué áreas? En aquéllas que
son importantes para lograr un buen fin.
Cuando los misioneros van a trabajar entre gente de otra cultura, generalmente se rigen
por lo que dice 1 Co. 9:19-23 para adaptarse al medio ambiente y ajustarse al de aquellos a
quienes están tratando de alcanzar. En este pasaje Pablo enfatizó que la meta es "ganar a tantos
como sea posible". Por lo tanto, dice "a todos me he hecho de todo" -a los legalistas,
secularizados, débiles, fuertes- quien fuere. Dijo "esto hago por causa del evangelio".
Como supervisor de misioneros me di cuenta de que muchos luchaban con el estilo de
vida ya que caían en los abusos propios de la cultura de que eran parte o se sentían tentados a
hacerlo. Un misionero de trabajo muy fecundo, un hombre que parecía vivir con bastante libertad
y parecía ser espiritualmente fuerte en medio de quienes vivían contrariamente al evangelio, me
compartió su secreto: "Hay que poner en práctica los últimos cuatro versículos de 1 Co. 9".
Como ya dijimos en 1 Co. 9:24-27, Pablo enfatiza la importancia de la perseverancia y la
concentración...con disciplina! Los versículos 25 y 27 lo demuestran: "Todo aquel que lucha, de
todo se abstiene, ellos a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible...golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre no siendo que habiendo sido heraldo
para otros, yo mismo venga a ser eliminado". Pablo está hablando de disciplina y dominio propio.
Si cedemos en nuestra forma de vida, debemos ser consistentes en la disciplina interior o
podríamos llegar a ser descalificados o no terminar la carrera.
¿Cuáles son las áreas que usted considera importantes para su vida interior y para su
crecimiento espiritualmente? ¿Qué es lo que alimenta su intimidad con Cristo? Quizá necesite
disciplinarse en estas áreas. No la disciplina por amor a la disciplina, ya que eso pronto se
convertiría en legalismo y dureza. Mas bien disciplina por el bien de la intimidad...por amor al
crecimiento...por amor al ministerio...por amor a Cristo. La disciplina en las áreas adecuadas para
hacer lo correcto contribuirá al crecimiento y lo capacitará para responder a la gracia de Dios y
Su Espíritu en plenitud.
4. Mantenían una actitud de aprendizaje positiva durante toda su vida.
La mayoría de la gente deja de aprender a la edad de cuarenta años. Con esto queremos
decir que no se empeñan más en adquirir sabiduría, entendimiento y experiencia para mejorar su
capacidad de crecimiento y contribución para los demás. La mayoría simplemente se queda con
lo que ya sabe. Pero los que llegan a un buen final mantienen una actitud de aprendizaje positivo
durante toda su vida.
Muchas personas, especialmente los líderes, se estancan. Están satisfechos con lo que son
y lo que saben. Esto generalmente ocurre después de haber adquirido lo suficiente para estar
confortables o cuando pueden prever un futuro relativamente seguro. Pero esto contradice el
principio bíblico de mayordomía.
Hemos observado que Dios a menudo desafía providencialmente a los creyentes a dar los
pasos necesarios para llevar a cabo sus propósitos para Su gloria. Algunos no están conscientes
de la situación hasta que Dios a través de las circunstancias los estimula a crecer. Como
mayordomos somos responsables de incrementar lo que Dios nos dio.
El mantener una perspectiva clara nos ayudará a identificar lo que precisamos aprender
para continuar creciendo y proseguir apuntando a nuestra meta. La amistad con personas que
valoran el seguir aprendiendo es provechoso y de ayuda. Exponerse a situaciones nuevas o
variadas, estimulará nuestra necesidad de aprender.
La madre de Pablo tiene ochenta y cinco años y siempre está leyendo un libro,
aprendiendo más sobre nutrición (es su hobby), y hablando con la gente acerca de sus vidas. Una
vez fue invitada a asistir a un estudio bíblico para personas mayores. Luego se unió a un estudio
bíblico de mujeres jóvenes para el cual había que prepararse de antemano. Le pregunté por qué
no se había quedado con el grupo de personas mayores. Ella respondió: "Oh, ellos eran muy
amorosos, pero querían hablar siempre de las mismas cosas. Yo quiero aprender cosas nuevas".
Así lo hace y va a terminar bien.
5. Se relacionaban con personas que influenciaban su vida para bien, como así también con
mentores capacitados.
Cada líder que hemos estudiado o analizado estaba rodeado de buenos amigos y mentores
durante su vida. Por lo tanto es importante destacar que tener colegas y mentores cercanos nos
ayudará y animará en las otras cuatro áreas para tener un buen final. Por ejemplo:
- Los mentores proveen orientación para las decisiones importantes de la vida.
-
Los mentores son conscientes de la necesidad de experiencias de renovación y pueden
ayudar a discernirlas.
-
Los mentores pueden detectar y prevenir malos hábitos y de caer en la tentación del
abuso de poder y autoridad.
-
Los colegas y mentores pueden ser de estímulo y ayudarnos a ser responsables en lo
personal y en nuestra diaria relación con Cristo.
-
Los colegas y mentores ayudan a desarrollar disciplinas correctas y nuevas
perspectivas.
-
Los colegas y mentores modelan los valores y actitudes positivas de aprendizaje.
-
Los mentores pueden señalar el estancamiento y estimular el aprendizaje.
El Doctor Roberto Clinton es profesor de liderazgo en la Escuela de Misiones Mundiales en el
Seminario Teológico Fuller en California. Se especializa en estudios de liderazgo. Como
antecedente a sus contribuciones en el estudio de desarrollo de liderazgo, ha investigado
extensamente las vidas de más de 600 líderes pasados y presentes.
Paul Stanley es vicepresidente de Los Navegantes, responsable de ministerios en más de 70
países. Durante 20 años ha trabajado en el área de desarrollo de liderazgo, y ahora es asesor de
otras organizaciones en la misma área.
Connecting por J. Robert Clinton y Paul D. Stanley © 1992
usado con permiso de NavPress, Colorado Springs, CO, USA
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