SANTO TOMÁS DE AQUINO Integrantes: miguel Deniss Jennifer Esmeralda Sánchez Pérez 6.1. LA RELACIÓN DE LA METAFÍSICA CON OTRAS CIENCIAS FILOSÓFICAS la concepción de la metafísica que tiene Tomás es considerar cómo entiende su relación con las otras ciencias filosóficas. En un sentido, para Tomás, la metafísica es simplemente una ciencia más entre otras. Pero en otro sentido, constituye por sí misma una clase aparte. LA METAFÍSICA es un ciencia más entre otras en cuanto que, como cualquier ciencia, constituye un cuerpo organizado de conocimiento demostrativo acerca de una determinada materia. identifica los atributos propios de su objeto (subiectum) y los explica a la luz de los principios y las causas de ese mismo objeto. Tomás concuerda con Avicena, en que el objeto de la metafísica es el ens commune, el ser común. . Hay algunas características que no son propias de una clase particular de seres sino que “trascienden” a cualquier clase particular y son comunes a todas ellas. Tales atributos “trascendentales” del ser incluyen la unidad y la multiplicidad, el todo y la parte, el acto y la potencia, la esencia o “quididad”, la necesidad y la contingencia, y lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso. Pero la metafísica también considera el ser como se encuentra en las cosas sensibles y materiales. Esto significa que, en parte, la metafísica se superpone con la física o filosofía natural. Lo que las distingue es que se enfocan en diferentes aspectos de ella o la tratan desde distintas perspectivas incluso aquella parte que se refiere a los seres materiales— trata de aquello que es “separado” o inmaterial. Pues de lo que trata es de la naturaleza del ser. Esta naturaleza no depende en sí misma estrictamente de la materia. Caso contrario, no podría haber seres inmateriales. Si la metafísica considera las cosas materiales, lo hace sólo en la medida en que estas son seres o tienen la naturaleza del ser. La metafísica examina ese algo que estas cosas tienen de alguna manera en común con las cosas inmateriales, y se interesa especialmente en cómo las cosas materiales e inmateriales se comparan con respecto a este aspecto común. LA FISICA La física, por contraste, considera solo las cosas materiales, y no precisamente en la medida en que son seres, sino en la medida en que se mueven, es decir, en cuanto están sujetos al movimiento o proceso temporal. La física busca identificar y explicar los diversos tipos de movimiento que se encuentran en las cosas, las maneras en que se influencian unas a otras a través de sus movimientos, etc. EL MOVIMIENTO El movimiento es una característica que depende estrictamente de la materia. No es algo que los seres materiales comparten en modo alguno con las cosas inmateriales. Tomás no piensa que el ser que se le atribuye a los seres materiales es exactamente del mismo tipo que el que se atribuye a los seres inmateriales. Los entes materiales son seres según su modo propio, que difiere del de las cosas inmateriales, y el metafísico trabaja para formular y explicar en qué consiste este modo propio y para determinar cómo se diferencia del de las cosas inmateriales. Solo DIOS existe por si mismo y como creador del mundo es el ser que todo le da existencia de los demás seres movimiento que las otras ciencias den por sentando el estatus de sus objetos como ‘’seres’’ , significa que den por supuesta la existencia misma de sus objetos . según Tomás, simplemente deja de lado las características sensibles y cinéticas de las cosas materiales y que trata su ser aislado de éstas. la metafísica tiene una relación única y fundamental con todas ellas. Si, al considerar el ser de las cosas, la metafísica no puede simplemente dejar de lado sus características más propias, tampoco las otras ciencias pueden dejar de lado el ser y sus atributos c Tomás considera generalmente que pertenece a la metafísica el confirmar tanto la existencia como la definición esencial —el “qué es”— de los objetos de las otras ciencias omo si éstos fueran accidentales para sus objetos. Si alguien negara la existencia de su objeto la ciencia que estudia tal objeto no ha tendría nada que decir , sobre esta cuestión. NEGAR EL OBJETO ES TAMBIEN NEGAR LA PROPIA CIENCIA Lo que esto significa puede ser tal vez ilustrado de la siguiente manera. La filosofía natural puede definir al hombre como animal racional. La actividad racional es observable a través de la experiencia sensible, y el filósofo natural puede decir que lo que distingue al hombre de los demás animales es que tienen un principio de tal actividad. En resumen, la metafísica de Tomás no sólo se superpone con las otras ciencias, sino que también las penetra. Ella llega al meollo de todo tipo de cosas, observándolas desde el punto de vista del ser. Toda ciencia alcanza la verdad en su campo, pero la metafísica es la ciencia maestra, la misma “ciencia de la verdad”. Esto se debe a que considera las causas más altas, aquellas de las que dependen el ser de todas las cosas, y porque el orden del ser es el mismo que el orden de la verdad [Sententia super Metaphysicam, lib. II, lect. 2, nos. 290-298]. La metafísica «juzga y ordena acerca de todas las cosas, porque no puede haber un juicio perfecto y universal sino por medio de la reducción a las primeras causas» [Summa theologiae, I-II, q. 57, a. 2], y es por esta razón que juzga y defiende los primeros principios de todas las ciencias [Summa theologiae, I-II, q. 66, a. 5, ad 3]. Así, al determinar los principios propios de las otras ciencias, la metafísica no renuncia a su punto de vista universal. Ella resuelve esos principios en los principios del ser. Esto es, a su vez, parte de su esfuerzo por rastrear el origen de las cosas hasta dar con su causa primera y universal. Y es sobre todo esta actitud la que la pone en una categoría aparte [véase Summa theologiae, I–II, q. 57, a. 2]. Las otras ciencias se centran en causas particulares, en las causas que hacen referencia a un aspecto restringido de la realidad. Éstas son las causas por las que primero nos preguntamos y somos capaces de descubrir. Eventualmente, vemos que ellas también necesitan una explicación, lo que es lo mismo que decir que sólo son causas causadas, causas secundarias. Sin embargo, para Tomás es importante señalar que, al elevarnos a la causa primera y universal del ser, no estamos anulando las causas inferiores. Tampoco estamos dejándolas de lado, apelando a fenómenos que ellas no explican y que indican una causa adicional y más oculta. Tal causa sería meramente una causa más junto a las otras, una causa particular con su propio campo particular de influencia. El Dios de Tomás no es un God of the gaps (“Dios que tapa los huecos”). Esto es muy claro en sus “Cinco Vías” [véase Summa theologiae, I, q. 2, a. 3, esp. ad 2]. Y es sólo en la consideración de Dios como la causa más alta que la búsqueda de la comprensión alcanza su fin. Tal consideración, por lo tanto, merece un nombre distintivo, la “sabiduría”. Entre las ciencias filosóficas, sólo a la metafísica se aplica este nombre sin otra cualificación. REFERENCIA BROCK, Stephen L., Tomás de Aquino, en FERNÁNDEZ LABASTIDA, Francisco – MERCADO, Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line, URL: http://www.philosophica.info/archivo/2013/voces/aquino/Aquino.html