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DISTOCIAS.
-
LIBRO:
DISTOCIA
Hay varias anomalas del trabajo de parto que interfieren con el
avance ordenado del parto espontneo. Por lo general, a stas se
les llama distocias. El trmino distocia significa de forma literal
traba
tr
abajo
jo de par
parto
to difci
difcill y se caracteriza por un avance lento
anor- mal del trabajo de parto. Se origina de cuatro alteraciones
aislad
ais
ladas
combin
binada
adas.
prianor
lugar,
lug
alg
alguna
sempl
veces
vec
es la
lass
fuer
fuerza
zasas
s ode com
ex
expu
puls
lsi
inns. En
son
son primer
anmer
orma
male
les.
s.ar, Po
Por
r unas
ej
ejem
plo,
o,
las
contracciones uterinas pueden carecer de suficiente intensidad o
coordi
coo
rdinac
nacin
in como
como para
para borrar
borrar y dil
dilata
atarr el cuello
cuello ut
uteri
erino
no
(disfu
(disfunci
ncin
n ute
uterin
rina);
a); o bie
bienn los esfuer
esfuerzos
zos de los mscul
msculos
os
voluntarios maternos se encuentran alterados durante la segunda
fase
fase de
dell trab
trabaj
ajoo de pa
part
rto.
o. En segu
segund
ndoo lu
luga
gar,
r, pu
pued
edee ha
habe
berr
anomalas fetales de la presentacin, la posi- cin o el desarrollo
que disminuyen la velocidad del trabajo de parto. Tambin las
anomalas de la pelvis sea materna crean una
pelvis estrecha.
estrecha. Por ltimo, se pueden formar alteraciones
alteraciones de los
tejidos blandos del aparato reproductor que obstaculizan el descenso fetal. De manera ms sencilla, estas anomalas se pueden
clasificar desde el punto de vista mecnico en tres categoras que
compre
com
prende
nden
n anoma
anomala
lass de ladelfuerza
(contract
(cont
ractilida
ilidad
d uterina
uter
ina y
esfuerzo
expulsivo
materno);
producto
(feto)
y del
conducto
(pelvis). En el cuadro 23-1, se enumeran los datos clnicos ms
frecuentes en las mujeres con estas anomalas del trabajo de
parto.
■ Caracteristcas de la dstoca
Las anomalas que se muestran en el cuadro 23-1 a menudo
actan en concierto para producir un trabajo de parto disfuncional. Hoy da se utilizan con frecuencia ciertas expresiones, como
desproporcin cefaloplvica y falta de avance para describir al
traba
trabajo
jo de parto
parto que es poco
poco efi
efica
caz.
z. De stas,
stas, el trmin
trminoo
desproporcin cefaloplvica se empez a utilizar antes del siglo
XX para describir un trabajo de parto obstruido como resultado
del
desequilibrio
entre este
el tamao
deselaorigin
cabeza en
fetal
la pelvis
materna.
Sin embargo,
trmino
unay poca
en
la que la indicacin prin- cipal para realizar una cesrea era
estrechez plvica manifiesta por raquitismo (Olah, 1994). En el
presente, esta desproporcin absoluta es poco frecuente y la
mayor parte de los casos se genera de una posicin anmala de
la cabeza fetal dentro de la pelvis (asinclitismo) o por presencia
de co
cont
ntra
racc
ccio
ione
ness ut
uter
erin
inas
as po
poco
co efiefi- ca
cace
ces.
s. La ve
verd
rdad
ader
eraa
desproporcin es un diagnstico poco convin- cente, puesto que
66% o ms de las mujeres sometidas a cesrea por esta razn, al
finall tiene
fina
tiene partos
partos vagi
vaginales
nales de recin
recin nacidos
nacidos ms grandes.
grandes. La
ot
otra
ra fras
frase,
e, falta de avance en el trab
trabaj
ajoo de pa
part
rto,
o, ya sea
sea
espo
espont
ntn
neo
eo o in
indu
duci
cido
do,, es un
unaa de
desc
scri
ripc
pci
inn ca
cada
da ve
vezz ms
ms
generali- zada del trabajo de parto poco eficaz. Este trmino
re
refle
fleja
ja la ca
caren
ren-- cia de dil
dilata
ataci
cinn cervic
cervical
al progre
progresiv
sivaa o la
ausencia de descenso fetal. Ninguna de estas expresiones es
especfica. Los trminos que se muestran en el cuadro 23-2 y
sus
criterio
critde
erios
s diag
diagnst
nsticos
icos describe
describenn con mayor precisin
precisin el
trabajo
parto
anormal.
■
Mecansmos
de
las
dstocas
La definicin de distocia integrada por Williams (1903) en la
primera edicin
edicin de este libro
libro es an vlida hoy. La fgura 23-1
muestra el proceso mecnico del trabajo de parto y sus posibles
obstculos. Se pueden visualizar el cuello y el segmento inferior
uterinos al trmino del embarazo y al final del trabajo de parto.
Cuando concluye el embarazo, la cabeza fetal debe encontrar un
segmento uterino inferior relativamente ms grueso y un cuello
sin dilatacin para atravesar el conducto del parto. El msculo
del fondo uterino est menos desarrollado y supuestamente es
menos potente. Las contracciones uterinas, la resistencia del
cuello uterino y la presin antergrada ejercida por la cabeza
fetal constituyen los factores que influyen en el avance del primer periodo del trabajo de parto.
Como se muestra en la figura 23-1B, despus de la dilatacin
comple
com
pleta
ta del cuello
cuello ute
uterin
rino,
o, la rel
relaci
acin
n mec
mecni
nica
ca ent
entre
re el
tamao y la posicin de la cabeza fetal y la capacidad plvica, es
decir, la proporcin fetoplvica, se hace ms clara conforme el
fe
feto
to descie
desciende
nde.. Por ende,
ende, las anomal
anomalas
as de la propor
proporci
cinn
fetoplvica se tornan ms obvias una vez que alcanza el segundo
periodo.
Tal vez ocurra disfuncin del msculo uterino por sobredistensin, trabajo de parto obstruido o ambos. As, por lo general,
el tra
trabaj
bajo
o de parto
parto inefic
ineficaz
az se ace
acepta
pta como
como pos
posib
ible
le sig
signo
no
precautorio de desproporcin fetoplvica. La cla
clasif
sifica
icaci
cinn
artificial de las ano- malas del trabajo de parto en disfuncin
ute
teri
rin
na pur
pura y de
desp
spro
ro-- po
porc
rci
in
n feto
fetop
plv
lvic
ica
a simp
simplifi
lifica
ca la
descripc
desc
ripcin,
in, pero constitu
constituye
ye una caracter
caracterizaci
izacin
n incompleta
incompleta
porque esas dos alteraciones tienen un vnculo intenso. De
he
hech
cho,
o, seg
segnn el American College of Obs- tetricians and
Gynecolog
Gyne
cologists
ists (2013), la pelvis sea rara vez limita el parto
vaginal. En ausencia de un mtodo objetivo de distin- cin
precisa de esas dos causas
causas de falla del trabajo
trabajo de parto, el clnico
clnico
debe confiar en la prueba del trabajo de parto para saber si ste
puede ser exitoso
exitoso y culminar con
con un parto vaginal.
vaginal.
■ Dagnstco actualzado de dstoca
En el 2009, la tasa total de cesreas para todos los nacimientos
en Estados Unidos alcanz una cifra rcord de 32.9% (Martin,
2011). ste fue el decimotercer ao consecutivo en el que se
increment la tasa de cesreas, lo cual represent un aumento de
casi 60% en comparacin con 20.7% de 1996. En el 2010, la
tasa de 32.8% sugiri que esta tendencia ascendente de las ces-
Los criterios nuevos enumerados en el cuadro 23-3 para el
trabajo de parto normal y, por tanto, tambin para el anmalo,
de
depe
pend
nda
ann en gran
gran pa
part
rtee de lo
loss resu
result
ltad
ados
os de
dell Safe Labor
Labor
NICHD y la publicacin de este
Consor- tium patrocinado por el NICHD
ltimo sobre la duracin del segundo periodo del trabajo de
parto (Rouse, 2009; Zhang, 2010). En el cuad
ro 23-4 , se
cuadro
muestra una comparacin de datos de la fase activa del trabajo
de parto en el Sa
Safe
fe La
Labo
borr Cons
Consor
orti
tium
um co
conn lo
loss de ot
otra
rass
publicaciones contempo- rneas. Es importante subrayar que
casi 50% del grupo del Con- sortium recibi oxitocina y, 84%,
analgesia epidural (ambos fac- tores vinculados con una fase
activa ms prolongada del trabajo de parto). De hecho, los casos
en los que se utilizaron oxitocina y analgesia epidural en los
estudios de Graseck (2012) y Alexander (2002) tuvieron una
duracin similar de la fase activa del trabajo de parto que los del
Consortium. Es importante sealar que estas publicaciones se
basaron en las prcticas
prcticas obsttricas
obsttricas de esa poca.
poca.
reas
quiz
se estaba
moderando
2012). de
Puesto
que
muchas
cesreas
iterativas
se llevan(Martin,
a cabo despus
una ciruga primaria por distocia, se calcula que 60% de las cesreas en
Estados Unidos al final se puede atribuir al diagnstico de trabajo de parto anormal ( American College of Obstetricians and
Gynecologists, 2013).
Para analizar esta frecuencia ascendente de la cesreas, el
National Institute of Child Health and Human Development
(NICHD) y el American College
College of Obst
Obstetricians
etricians and G
Gynecoloynecolo(Spong,
2012)
convocaron
a
un
seminario
en
donde
se
gists
reco- mendaron varias definiciones nuevas de la interrupcin del
tra- bajo de parto para evitar las cesreas iniciales innecesarias.
De manera especfica, se concluy que “se debe permitir que
tran
transs- les
curradelel primer
tiempo
tie
mpo
suficien
teundo
para
las iodos
fases
y activa
acti
norma
nor
males
pri
mer ysuficiente
el segund
seg
o period
per
os latente
ta
tanto
nto como
com
o va
lo
permita el estado de la madre y el feto. Al parecer el tiempo
suficiente para estas fases es ms prolongado de lo que se crea”.
La consecuencia de este punto de vista es que al cambiar los
criterios diagnsticos
diagnsticos del trabajo de parto normal, se reducira la
tasa excesiva de cesreas. En el cuadro 23-3, hay un resumen de
algunas de las recomen- daciones de este seminario para los
criterios actualizados en cuanto a la atencin del trabajo de
parto. Segn dicho semina- rio, estas definiciones “varan un
poco de los criterios publicados y se recomiendan para el
reconocimiento
reconocimien
to de los datos ms recientes del avance del trabajo
de parto, que desafan las prcti- cas tan arraigadas que se basan
en la curva de Friedman”.
La publicacin de Safe Labor Consortium de Zhang et al. (2010)
fu
fuee un estu
estudi
dioo retr
retros
ospe
pect
ctiv
ivoo mult
multic
icn
ntr
tric
ico,
o, en el cu
cual
al se
utilizaron
datos obtenidos
2002 de
y 2008
de expedientes
mdicos electrnicos
en 19entre
hospitales
Estados
Unidos. Un
propsito del estudio fue analizar los patrones del trabajo de
parto y disear criterios actualizados para el avance del trabajo
de parto en las nulparas. En la fgu
fgura
ra 23
23-2
-2,
del grupo total) manifest un segundo periodo con dura- cin
mayor de 4 h. Los resultados de este estudio se interpreta- ron
como el sustento para extender la duracin de dicho periodo en
las nulparas, ms all de las 3 h recomendadas cuando se utiliza
analgesi
anal
gesiaa epidural
epidural (American College of Obstetricians and
Gynecolog
Gyne
cologists
ists,, 2013). Los investigadores concluyeron que los
fetos nacidos despus de un segundo periodo que se prolonga
durante ms de tres horas tienen una tasa ms alta de ingresos a
la unidad
unidad neonat
neonatal
al de cui
cuidad
dados
os int
intens
ensivo
ivoss (NICU,
(NICU, neonatal
intensive care unit) (que de todas maneras es bajo) y menor
riesgo de sufrir lesin del plexo braquial (Rouse, 2009).
Estos ltimos resultados contrastan
contrastan con los que se obtuvieron en
el estudio sobre el segundo periodo prolongado del trabajo de
se mues
muestr
traa un re
resu
su-- men
men de
dell estu
estudi
dioo de co
coho
hort
rte,
e, el cu
cual
al
constituy la base para los criterios nuevos propuestos para
distinguir el avance del trabajo de parto. Es muy importante
hacer notar la exclusin de las muje- res a quienes se realiz
cesrea y de aqullas que tuvieron hijos con anomalas. Gracias
a estas exclusiones tan importantes, es proble- mtico el patrn
del trabajo de parto que hoy da se define como normal, puesto
que slo se incluy a mujeres con parto vaginal y recin nacido
normal. Tam
Tambi
binn res
result
ultaa dif
difci
cill conclu
concluir
ir que estos
estos cri
criter
terios
ios
actualizados del trabajo de parto reducirn la tasa global de
cesreas, cuando en el Safe Labor Consortium,
Consortium, aqulla fue de
30.5% con el uso de los intervalos nuevos que se proponen para
el primer periodo del trabajo de parto. Los autores de un artculo
de la
la Maternal Fetal Medicine Units Network del NICHD
NICHD
analizaron lascon
prcticas
para
la atencin
del trabajo
parto en
8 546 mujeres
cesrea
primaria
por distocia,
en de
numerosos
hospita- les de Estados Unidos (Alexander, 2003). Casi 92% de
las cesreas por distocia se llev a cabo durante la fase activa del
trabajo de parto, definida como una dilatacin cervical ≥4 cm. El
intervalo promedio entre el ingreso y el parto fue de 17 h y la
di
dilat
lataci
acin
n cer
cervic
vical
al pro
promed
medio
io corre
correspo
spondi
ndi a 6 cm ant
antes
es de
diagnosticar dis- tocia en las mujeres con trabajo de parto activo.
Se utiliz oxito- cina en 90% de las pacientes con diagnstico de
di
disto
stocia
cia.. Se concon- cluy
cluy que se estaba
estabann hacien
haciendo
do esfuer
esfuerzos
zos
confiables en las prcticas actualizadas para lograr un trabajo de
parto activo antes de diag- nosticar distocia que condujera hacia
una cesrea.
El artculo de Rouse et al. (2009) sobre el segundo periodo del
trabajo
de parto dicho
fue unperiodo
anlisisdurante
secundario
de 4 126clnico
nulparas
que alcanzaron
un estudio
con
asignacin al azar para estudiar la oximetra fetal. De las 360
mujeres (9%) cuyo segundo periodo dur ms de 3 h, 95% haba
recibido analgesia epidural; 33% de estas 360 pacientes (3.5%
parto en el Parkland Hospital (Bleich, 2012). Este estudio comprendi 21 991 mujeres, de quienes 7% tuvo un trabajo de parto
>3 h. La mayor parte del 2% de las pacientes con el periodo
mencionado de 4 h recibi analgesia epidural y esperaba una
cesrea que se decidi durante el periodo de 3 h. En casi todas
ellas, se haba suspendido la oxitocina y el trazo de la frecuencia cardiaca fetal era normal, lo cual permiti esperar la
ciruga. Por consiguiente, este segundo periodo prolongado no
fue intencional, ya que no se realizaron ms esfuerzos por
obtener un parto vaginal. A pesar de tales inconvenientes, casi
todos los resultados adversos neonatales analizados fueron ms
frecuentes cuando el segundo periodo excedi de 3 h en las
mujere
muj
eress con analge
analgesia
sia epi
epidur
dural
al durant
durantee el tra
trabaj
bajoo de parto
parto
(cuadro 23-5).
En conclusin, en este momento, todava no se cuenta con una
definicin adecuada de la prueba del trabajo de parto antes de
diagnosticar distocia. Los criterios nuevos para la primera fase
del trabajo de parto ya se utilizan en la prctica de hoy da y, por
tanto, es poco probable que repercutan en la tasa de ces- reas
por un trabajo de parto anormal. Es importante sealar que la
supuesta inocuidad de los criterios nuevos propuestos para la
atencin de la segunda fase del trabajo de parto se deben considerar con cautela hasta obtener ms experiencias publicadas.
ANOMALAS
EXPULSIN
DE
LAS
FUERZAS
DE
La dilatacin del cuello uterino, as como la propulsin y la
expulsin del feto se presentan como resultado de contracciones
uterinas, reforzadas durante el segundo periodo del trabajo de
parto por la accin voluntaria o involuntaria de la pared abdo-
minal, es decir, “pujar”. El diagnstico de disfuncin uterina en
la fase latente es difcil y a veces puede efectuarse slo en
retros- pectiva (cap. 22, pg. 446). En las pacientes que an no
se encuentran en la fase activa del trabajo de parto, es habitual el
tratamiento inadecuado por disfuncin uterina.
nulparas a tr- mino. Esa incidencia no ha cambiado desde el
decenio de 1950 (Friedman, 1978). Las contracciones uterinas
inadecuadas, defi- nidas como menores de 180 U Montevideo,
qu
quee se cal
alcu
cula
lann co
com
mo se mu
mues
esttra en la fgura
fgura 23-3, se
diagnosticaron en 80% de las mujeres con detencin en la fase
activa.
Desde el decenio de 1960, han habido tres avances impor- tantes
en el tratamiento de la disfuncin uterina. El primero es haber
comprendido que el trabajo de parto excesivamente pro- longado
contri
con
tribuy
buyee a la morbim
morbimort
ortali
alidad
dad matern
maternaa y perina
perinatal
tal.. En
segundo lugar, el uso de una solucin diluida de oxitocina para
el tratamiento en ciertas variedades de disfuncin uterina. Por
ltimo, se utiliza la cesrea en lugar del parto con frceps medio
de difcil ejecucin cuando la oxitocina falla o no se puede
utilizar.
■ Tpos de dsfuncn uterna
Reynolds et al. (1948) insistieron en que las contracciones uterinas del trabajo de parto normal se caracterizan por un gradiente de actividad miometrial. Estas fuerzas tienen duracin e
intensidad mximas en el fondo del rgano ( predominio fndico
fndico)
y disminuyen en direccin al cuello uterino. Caldeyro-Barcia et
al. (1950) de Montevideo, Uruguay, insertaron pequeos globos en diversos sitios del miometrio
miometrio (cap. 24, pg. 498) y comunicaron que adems de un gradiente de actividad, haba una
diferencia
temporal
en yellainicio
de las
contracciones
el
fondo,
la zona
media
porcin
inferior
del tero.entre
Larks
(1960) describi el estmulo como de inicio en un cuerno y
varios milisegundos despus en el otro. Las ondas de contraccin se unen y desplazan luego desde el fondo en direccin descendente. Las contracciones espontneas normales a menudo
ejercen presiones cercanas a 60 mmHg (Hendricks, 1959). De
cualquier forma, el grupo de Montevideo estableci que el lmite
inferior de la presin de las contracciones requerido para dilatar
el cuello uterino es de 15 mmHg.
A partir de esas observaciones, es posible definir dos tipos de
disfunci
disf
uncinn uterina. En la ms frecuente,
frecuente, o disfuncin uterina
hipotnica, no hay hipertona basal y las contracciones del tero
presentan un tipo de gradiente normal (sincrnicas),
(sincrnicas), pero la
presin
durante
contrconocida
contraccin
accin escomo
insuficiente
parauterina
dil
dilatar
atar el
cuello
uterino.
En lalaotra,
disfuncin
hipertnica o incoordinada, el tono basal se encuentra alto o el gradiente de presin presenta gran distorsin. La distorsin del
gradiente es resultado de una contraccin ms intensa en el segmento medio del tero que en el fondo o de la asincrona completa de los impulsos que se originan en cada cuerno o de una
combinacin de ambas.
■ Trastornos de la fase actva
Las anomalas del trabajo de parto se dividen clnicamente en
avance menor comparado con el normal ( trastorno por retraso)
o interrupcin completa del avance ( trastorno por detencin).
Una mujer debe estar en la fase activa del trabajo de parto con
dilata- cin del cuello de al menos 3 a 4 cm para hacerse el
diagnstico de cualquiera de esos dos procesos. Handa y Laros
(1993) diag- nosticaron la detencin en la fase activa, definida
como ausencia de dilatacin durante 2 h o ms, en 5% de las
Los tra
trasto
storno
rnoss de retra
retraso
so estn
estn menos
menos bie
bienn descri
descritos
tos y el
intervalo necesario para diagnosticar un avance lento es indefinido. La Organizacin Mundial de la Salud (1994) propuso un
partograma de atencin del trabajo de parto en el que se define
al retraso como la presencia de una dilatacin del cuello uterino
de menos de 1 cm/h durante un mnimo de cuatro horas. El
American College of Obstetricians and Gynecologists (2013)
re
recoco- men
mend
d cri
criter
terios
ios para
para el dia
diagn
gnsti
stico
co de tra
trasto
storno
rnoss de
detencin y
retraso. Esos criterios se adaptaron a partir de los de Cohen y
Friedman (1983), que se muestran en el cuadro 23-2.
Hauth et al. (1986, 1991) publicaron que cuando el trabajo de
parto es inducido o conducido de manera eficaz con oxito- cina,
90% de las mujeres alcanza 200 a 225 U Montevideo y 40% al
menos 300 de dichas unidades. Esos resultados sugieren que hay
algunos mnimos de actividad uterina que deben conse- guirse
an
ante
tess de efec
efectu
tuar
ar un
unaa ce
ces
sre
reaa po
porr di
dist
stoc
ocia
ia.. Por
Por ta
tant
nto,
o, el
American College of Obstetricians and Gynecologists (2013)
sugiere que antes de diagnosticar detencin de la primera fase
del trabajo de parto, se deben satisfacer ciertos criterios. Primero, la fase latente concluy y se observa una dilatacin de
cuello uterino de 4 cm o ms. Adems ha existido un patrn de
contra
con
tracci
ccione
oness ute
uterin
rinas
as de 200 U Montev
Montevide
ideoo o ms en un
periodo de 10 min durante 2 h sin cambios concomitantes del
cuello uterino. Rouse et al. (1999) recientemente pusieron en
duda la “regla de las dos horas” con el fundamento de que se
requiere un periodo ms prolongado, esto es, de al menos 4 h,
antes de concluir que la fase activa del trabajo de parto ha fracasado. Los autores estn de acuerdo.
■ Trastornos del segundo perodo
Como se analiza en el captulo 21 (pg. 415), el descenso fetal
es en gran parte consecutivo a la dilatacin completa. Es ms, el
segundo
periodo
delles
trabajo
de parto
muchos
los
movimientos
cardina
cardinales
necesarios
paraincorpora
que el feto
pase a de
travs
del conducto de parto. Segn ello, la desproporcin entre feto y
pelvis suele tornarse evidente durante el segundo periodo del
trabajo de parto.
Hasta hace poco, ha habido reglas no cuestionadas que limitaban la duracin del segundo periodo. Esas reglas se establecieron en la obstetricia estadounidense a principios del siglo xx.
Ellas derivaron de la preocupacin en cuanto a la salud materna
y fetal, sobre todo en cuanto a infecciones, y llev a procedimientos
mie
ntos difciles
difciles de aplicaci
aplicacin
n de frceps.
frceps. Dicho
Dicho periodo
periodo se
limitaba en nulparas a 2 h y se ampliaba a 3 h cuando se haba
utilizado analgesia regional. Para multparas,
multparas, el lmite era de 1 h,
con ampliacin a 2 h en presencia de analgesia regional.
Cohen (1977) estudi los efectos fetales de la duracin del
segundo periodo del trabajo de parto en el Beth Israel Hospital
en 4 403 nulparas a trmino, en quienes se utiliz vigilancia
electrnica de la frecuencia cardiaca fetal. La mortalidad neonatal no aument en pacientes cuyo segundo periodo del trabajo de
parto rebas las
las 2 h. Por lo general, se aplic
aplic analgesia epiduepidu- ral
y ello tal vez contribuy al gran nmero de embarazos con
prolongacin del segundo periodo. Esos datos influyeron en las
decisiones de permitir agregar 1 h adicional al segundo periodo
cuando se usaba analgesia regional.
Menticoglou et al. (1995a,b) pusieron en duda las sentencias
prevalecientes
prevalecient
es sobre la duracin del segundo periodo. Esto surgi a partir de las lesiones neonatales graves vinculadas con
rota- ciones de la cabeza fetal mediante frceps para abreviar el
segundo periodo del trabajo de parto. Como resultado, se permitieron segundos periodos ms prolongados con el propsito
de disminuir la tasa de partos quirrgicos vaginales. Entre 1988
y 1992, el segundo periodo del trabajo de parto rebas la 2 h en
25% de 6 041 nulparas a trmino. Se utiliz analgesia epidural
durante el trabajo de parto en 55% de ellas. La duracin del
segundo periodo, incluso en aquellas pacientes en quienes fue de
6 h o ms, no se relacion con los resultados neonatales. Esos
buenos resultados se atribuyeron al uso cuidadoso de vigilancia
fetal electrnica y cuantificaciones de pH en cuero cabelludo.
Estos investigadores concluyeron que no haba motivo suficiente para intervenir con una posible aplicacin difcil de frceps o extraccin por vaco porque haba transcurrido cierto
nmer
nm
eroo de horas.
horas. No obstan
obstante,
te, obser
observar
varon
on que despu
despuss de
transcurrir 3 h en el segundo periodo, la expectativa de nacimiento por cesrea u otro mtodo quirrgico aumenta de manera
progresiva. A las 5 h, la posibilidad de un parto espon- tneo en
la hora subsiguiente es de slo 10 a 15%.
No obstante, los resultados adversos en la madre son mayo- res
cuando la segunda fase del trabajo de parto se prolonga. Myles y
Santolaya (2003) analizaron las consecuencias tanto maternas
como neonatales de este fenmeno en 7 818 mujeres
en Chicago entre 1996 y 1999. Como se muestra en el cuadro
23-6 , los resultados adversos en la madre en relacin con la
duracin del segundo periodo del trabajo de parto fueron mayores. La morbimortalidad neonatal result ser independiente de la
duracin
de
dicho
Relacin
entre
la
duracin
y segundo periodos del trabajo de parto
periodo.
del
primer
Es posible que la prolongacin del primer periodo del trabajo de
parto presagie la misma caracterstica
caracterstica en el segundo periodo.
Nelson et al. (2013) estudiaron la relacin entre la duracin del
primer y el segundo periodos del trabajo de parto en 12 523
nulparas con embarazos de trmino que dieron a luz en el
dura
raci
cin
n de
dell se
segu
gund
ndoo pe
peri
riod
odoo se
Parkland Hospital. La du
prolong mucho al aumentar la duracin del primer periodo. El
percentil 95
fue
de 15.6 yEn
de16.3%
2.93%h de
para
primer
y segundo
periodos,
respe
respectivamente.
ctivamente.
16.
las elmujeres
muj
eres cuyo
primer
primer
periodo dur menos de 15.6 h (percentil >95), el segundo
segundo abarc
3 h (percentil 95), en comparacin con 4.5% de las mujeres con
un prim
primer
er pe
peri
riod
odoo de
dell trab
trabaj
ajoo de pa
part
rtoo cu
cuya
ya du
dura
raci
cin
n
correspondi a un percentil <95.
Fuerzas que resultan del pujo materno
Con una dilatacin del cuello uterino completa, la mayora de
las mujeres no puede resistir la urgencia de “pujar” cada vez que
el tero se contrae (cap. 22, pg. 451). La fuerza combinada de
las contracciones uterinas y la musculatura abdominal impulsa el
feto hacia abajo. Bloom et al. (2006) estudiaron los efectos del
entrenamientoo sobre las fuerzas de expulsin y comunicaron que
entrenamient
si
bien el
periodono
erahaba
ligeramente
ms maternas.
breve en las
mujeres
consegundo
entrenamiento,
otras ventajas
En ocasiones, la fuerza creada por las contracciones de la musculatura
cula
tura abdominal
abdominal es afectada
afectada lo suficien
suficiente
te para reducir la
veloci- dad o incluso impedir el parto vaginal espontneo. La
sedacin intensa o la analgesia regional pueden disminuir el
reflejo del pujo y son susceptibles de alterar lo suficiente la
capacidad de contrac- cin de los msculos abdominales. En
otros casos, la urgencia inherente de pujar es rebasada por el
dolor intenso que crea el pujo. Dos alternativas para el pujo
materno durante el segundo periodo del trabajo de parto con
analge
ana
lgesia
sia epi
epidur
dural
al han dado
dado res
result
ultado
adoss con
contra
tradic
dictor
torios
ios.. La
primera recomienda pujar con fuerza a la par de las
contra
con
tracci
ccione
oness una vez comple
completad
tadaa la dil
dilata
ataci
cin,
n, indep
indepenendientemente
necesidad
percibiday de
la segunda,
se suspende de
la la
infusin
analgsica
se hacerlo.
inicia elEn
pujo
materno
slo una vez que la paciente recupera la urgencia sensorial de
realizarlo. Fraser et al. (2000) encontraron que el retraso del
pujo disminua los partos quirrgicos difciles, en tanto
Manyonda et al. (1990) observaron un efecto opuesto. Hansen et
al. (2002) asignaron al azar a 252 mujeres con analgesia epidural
a uno de dos mtodos. No hubo resultados adversos maternos o
neonatales relacionados con el retraso del pujo a pesar de una
prolongacin notoria del segundo periodo del trabajo de parto.
Plunkett et al. (2003) con- firmaron esos datos hallados en un
estudio similar.
■ Altura de la presentacn al nco del trabajo de
parto actvo
El
descenso
del borde
de de
la parte
corporal
fetal(estacin
que se presenta
hasta
las espinas
citicas
la pelvis
materna
o altura
0) se define como encajamiento. Friedman y Sachtleben (1965,
1976) informaron sobre un vnculo notable entre una mayor
altura de la presentacin, al inicio del trabajo de parto y una
distocia subsiguiente. Handa y Laros (1993) encontraron que la
altura de la presentacin fetal al momento de la detencin del
trabajo de parto poda tambin constituir un factor de riesgo de
di
disto
stocia
cia.. Roshan
Roshanfek
fekrr et al. (1999)
(1999) analiz
analizaro
aronn la alt
altura
ura y la
presen- tacin fetal en 803 nulparas a trmino en trabajo de
parto activo. Al ingreso, 33% con la cabeza fetal a nivel de la
estacin 0 por debajo de sta tuvo una tasa de 5% de cesreas.
Esto contrasta con 14% en aqullas con presentaciones ms
altas. El pronstico de las distocias no tuvo relacin con alturas
ca
cada
da vez ma
mayor
yores
es de la presen
presentac
tacin
in con respecto
respecto al pla
plano
no
medio
de la
(estacinde0).laEscabeza
importante
86% de del
las
nulparas
sinpelvis
encajamiento
fetal alque
momento
diagnstico de trabajo de parto activo, tuviera su parto por va
vaginal. Estas observaciones apli- can en especial en mujeres
con paridad previa, porque la cabeza suele descender en etapas
posteriores del trabajo de parto.
parto.
■ Causas nformadas de dsfuncn uterna
Analgesia epidural
Se han sealado varios factores del trabajo de parto como causa
de disfuncin uterina. De stas, la analgesia epidural reduce la
veloci
veloci-- dad del traba
trabajo
jo de parto
parto (Sharm
(Sharma,
a, 2000).
2000). Como se
muest
uestra
ra en el cuad
anal
alge
gesi
siaa ep
epid
idur
ural
al se ha
ro 23-7
23-7 , la an
cuadro
vinculado con la prolongacin tanto del primer como del segundo periodos del trabajo
de parto, as como con un descenso fetal ms lento. Esto se
docu- menta de manera complementaria en el captulo 25 (pg.
515).
Corioamnionitis
Debido al vnculo del trabajo de parto prolongado con la infeccin materna durante el parto, algunos mdicos han sugerido que
esta
esta lt
ltima
ima partic
participa
ipa en la aparic
aparicin
in de act
activi
ividad
dad ute
uterin
rinaa
anmala. Satin et al. (1992) estudiaron los efectos de la corioamnionitis durante la estimulacin del trabajo de parto con oxitocina en 266 pacientes. Se encontr que la infeccin diagnosticada
etapas avanzadas
delentrabajo
de parto
era unenindicador
de lasencesreas
por distocia,
tanto no
se observ
mujeres
con ese diagnstico en etapas tempranas del trabajo de parto. De
manera especfica, 40% de aquellas que presentaron corioamnionitis requiri despus oxitocina por trabajo de parto disfuncio
cional
nal y, a contin
continuac
uacin
in,, cesr
cesrea
ea por dis
distoc
tocia.
ia. Tal vez la
infeccin uterina en ese contexto clnico sea consecuencia de un
prolon- gado trabajo de parto disfuncional ms que causa de
distocia.
Posicin materna durante el trabajo de parto
La recomendacin del decbito dorsal o la ambulacin durante
el trabajo de parto ha variado. Quienes proponen caminar en el
transcurso de este ltimo sealan que abrevia el mismo, disminu
nuye
ye la
lass ta
tasa
sass de co
cond
nduc
ucci
cin
n co
conn ox
oxit
itoc
ocin
ina,
a, am
amin
inor
oraa la
necesi
nec
esidad
dad de analge
analgesia
sia y la frecue
frecuenci
nciaa de parto
parto quirr
quirrgic
gicoo
va
vagi
gina
nall (F
(Fly
lynn
nn,, 19
1978
78;; Re
Read
ad,, 19
1981
81).
). Si
Sinn em
emba
barg
rgo,
o, ot
otra
rass
observac
obse
rvaciones
iones no sustensusten- tan esta afirmacin.
afirmacin. Segn Miller
Miller
(1983), el tero se contrae ms a menudo, pero con menos
intensidad cuando la madre est en decbito dorsal, a diferencia
de cuando se encuentra en decbito lateral. Por el contrario, se
ha co
comu
muni
nica
cado
do qu
quee la frec
frecue
uenc
ncia
ia y la inte
intens
nsid
idad
ad de la
lass
co
cont
ntra
racc
ccio
ione
ness au
aume
ment
ntan
an co
conn la po
posi
sici
cin
n se
sent
ntad
adaa o de
bipedestacin. No obstante, Lupe y Gross (1986) concluye- ron
que no hay pruebas avasalladoras de que la postura materna
er
erect
ectaa o la am
ambul
bulaci
acin
n mejore
mejorenn el traba
trabajo
jo de parto.
parto. Ell
Ellos
os
comuni- caron que las mujeres preferan el decbito lateral o
sentarse en la cama. Pocas eligieron caminar, todava menos
ac
acep
epta
taro
ronn ad
adop
opta
tarr la po
posi
sici
cin
n en cu
cucl
clil
illa
lass y ni
ning
ngun
unaa la
gen
genupe
upecto
ctoral
. Las
pac
ientes
tes ten
tendie
dieron
ron a deasumir
asu
mir Casi
posici
posicione
oness
fetales
en ral.
etapas
mspacien
avanzadas
del
trabajo
parto.
todas
las pacientes entusiastas en cuanto a la ambulacin, retornaro
retornaronn a
la cama cuando se inici la fase activa del trabajo de parto
(Carlson, 1986; Williams, 1980).
Bloom et al. (1998) llevaron a cabo un estudio con asigna- cin
al azar de los efectos de caminar durante el primer periodo del
trabajo de parto. En 1 067 pacientes con embarazos a tr- mino
no comp
compli
lica
cado
doss at
aten
endi
dida
dass en el Parkland Hospital, esto
estoss
investigadores hallaron que la ambulacin no modific la duracin del trabajo de parto. Dicha actividad no redujo la necesidad
de analgesia ni era lesiva para el feto o el recin nacido. Debido
a estas observaciones, a las mujeres sin complicaciones los autores dan la opcin de elegir entre decbito o ambulacin supervisada durante el trabajo de parto. Esta poltica coincide con la del
American College of Obstetricians
Obstetricians and Gynecologists (2003), el
cual concluy que la ambulacin durante el trabajo de parto no
PREMATURA
ROTURA
DE MEMBRANAS AL TRMINO
es lesiva y la movilidad puede dar una mayor comodidad.
(Calkins,
y de en
manera
eraalla. (1979),
prcticaque
aceptada
hasta que 1952)
fue puesta
duda sistemtica
por Kappy et
informaron un exceso de cesreas en embarazos a trmino con rotura
de membranas tratados con estimulacin del trabajo de parto, en
co
comp
mpar
arac
aci
inn co
conn lo
loss at
aten
endi
dido
doss me
medi
dian
ante
te ob
obse
serv
rvac
aci
inn
expectante.
Posicin para el segundo periodo del trabajo de parto
Se ha demostrado considerable inters por las posiciones alternativas para la atencin del segundo periodo del trabajo de parto
y su efecto sobre ste. Gupta y Hofmeyr (2004), en su revisin
de la base de datos de Cochrane, compararon la posicin erguida
con el decbito dorsal y la de litotoma. Las posiciones erguidas
incluyeron la correspondiente a estar sentada en una “silla de
partos”, la de cuclillas, la de rodillas o la de reposo con el dorso
a una elevacin de 30 grados. Sin embargo, se observ una
hemorr
hem
orragi
agiaa >500
>500 ml con la posici
posicin
n er
erect
ecta.
a. Berghe
Berghella
lla et al.
(2008) suponen que la paridad, la compresin aortocava menos
intensa, la mejor alineacin fetal y el dimetro mayor del estrecho inferior de la pelvis explican estos resultados. En otro estudio ms antiguo, Russell (1969) describi un incremento de 20 a
30% en el rea del estrecho inferior de la pelvis en la posicin
de cuclillas, en comparacin con la posicin supina. Por ltimo,
Babayer et al. (1998) advierten que el hecho de permanecer sentada o en cuclillas durante un tiempo prolongado en el segundo
periodo genera,
genera, en ocasiones, neuropata
neuropata peroneal.
peroneal.
Inmersin en agua
Se recomienda el uso de una tina o un bao para el nacimiento
como mtodo de relajacin que puede contribuir a un trabajo de
parto ms eficaz. Cluett et al. (2004) asignaron al azar a 99
muje- res durante el primer periodo en trabajo de parto de
trmin
tr
minoodee partos
identi
ntific
on dis
distoc
tocias
ante
e la inmer
inmLa
ersi
sin
n en una
piscina
paide
rtos
oficar
laaron
conduccin
conducc
inias
conant
oxitocina.
inmersin
en
agua disminuy la frecuencia de uso de analgesia epidural, pero
no modific la tasa de partos quirrgicos. Ms lactantes de las
mujeres en el grupo con inmersin ingresaron a la unidad de
cuidados intensivos neo- natales (NICU, neonatal intensive care
unit). Estos datos fueron similares a los de su revisin de la base
de dat
datos
os Cochra
Cochrane,
ne, excepto
excepto que en ell
ellaa no aument
aumentaro
aronn los
ingresos a la NICU (Cluett, 2009).
Robert
Rob
ertson
son et al. (1998)
(1998) inf
inform
ormaro
aronn que la in
inmer
mersi
sinn no se
vinculaba con corioamnionitis o endometritis. Por otra parte,
Kwee et al. (2000) estudiaron los efectos de la inmersin en 20
mujeres y comunicaron que la presin arterial materna disminuy, en tanto que la frecuencia cardiaca fetal no se modific.
Las complicaciones
nicashiponatremia,
del parto acutico
que de
se
han
descrito incluyenneonatales
ahogamiento,
infeccin
oriori- gen hdric
hdrico,
o, rotura
rotura del cordn
cordn umbil
umbilica
icall y polici
policitem
temia
ia
(Austin, 1997; Pinette, 2004).
La rotura de membrana en ausencia de contracciones uterinas
espontneas ocurre en casi 8% de los embarazos a trmino.
Hasta hace poco, el tratamiento inclua en general estimulacin
de las contracciones cuando el trabajo de parto no empezaba
despus de
6 a 12 h. Esa intervencin evolucion desde hace casi 50 aos
debido a las complicaciones maternas y fetales por amnionitis
Dos de las investigaciones ulteriores son la de Hannah (1996) y
Peleg (1999) et al., quienes reunieron a un total de 5 000 embarazos con rotura de membranas en una investigacin con asignacin al azar. Cuantificaron los efectos de la induccin respecto
al tratamiento expectante y tambin compararon la induccin
co
conn ox
oxit
itoc
ocin
inaa in
intr
trav
aven
enos
osaa y aq
aqu
ull
llaa co
conn us
usoo de
dell ge
gell de
prostaglandina E2. Hubo alrededor de 1 200 embarazos en cada
uno de los gru- pos de estudio.
estudio. Los autores concluyero
concluyeronn que la
induccin del trabajo de parto con oxitocina intravenosa era el
tr
trat
atam
amie
ient
ntoo prepre- feri
ferido
do,, dete
determ
rmin
inac
aci
inn qu
quee se ba
bas
s en la
presencia de muchas menos infecciones durante el parto y el
posparto en pacientes con induccin del trabajo de parto. No se
observaron diferencias de importancia en las tasas de cesrea.
Un anlisis posterior de Hannah et al. (2000) indic aumento de
los resultados adversos, al comparar el tratamiento expectante en
el hogar con la observa- cin en el hospital. Mozurkewich et al.
(2009) publicaron meno- res tasas de corioamnionitis, metritis e
ingreso
ingr
eso a la NICU de los recin
recin nacidos en mujeres
mujeres con rotura
rotura
de membranas a trmino, cuyo trabajo de parto se indujo, en
compar
com
paraci
acin
n con las tra
tratad
tadas
as de maner
maneraa expect
expectant
ante.
e. En el
Parkland Hospital, se induce con rapidez el trabajo de parto tras
el ingreso cuando se confirma rotura de membranas a trmino.
An
An se de
desc
scon
onoc
ocen
en lo
loss be
bene
nefi
fi-- ci
cios
os de lo
loss an
anti
tibi
bit
tic
icos
os
profilcticos
profilctico
s en de
lastrmino
mujeres(Passos,
con rotura
de membranas antes del
trabajo
de parto
2012).
TRABAJO
DE
PRECIPITADOS
PARTO
Y
PARTO
Algunas veces el trabajo de parto es muy lento, pero otras es
ex
exce
cesi
si-- va
vame
ment
ntee rpi
rpido
do.. El tra
el parto
rab
bajo
ajo de par
parto y el
precipitados consisten en un proceso veloz en extremo. stos tal
vez se deban a una resis- tencia baja anmala de las partes
blandas del conducto del parto, a la presencia de contracciones
uterinas y abdominales anormal- mente fuertes o, rara vez, a la
ausencia de sensaciones dolorosas y, por tanto, a una falta de
percepcin del trabajo
trabajo de parto vigoroso.
Segn Hughes (1972), el trabajo de parto precipitado cul- mina
con la expulsin del feto en menos de tres horas. Al utilizar esa
defini
def
inici
cin,
n, 89 047 partos
partos con produc
producto
to vivo
vivo (2%)
(2%) se com
com-plicaron por trabajo de parto precipitado en Estados Unidos
durante el ao 2006 (Martin, 2009). A pesar de esa incidencia,
hay poca informacin publicada acerca de los efectos adversos.
DESPROPORCIN
Capacdad plvca
■ Efectos maternos
Esta desproporcin surge de una disminucin de la capacidad
plvica, de una talla excesiva del feto o, ms a menudo, de una
combinacin de ambas. Cualquier estrechez de los dimetros
plvicos que disminuya la capacidad de ese segmento corporal
puede crear distocias durante el trabajo de parto. Puede haber
estrecheces de los planos de entrada, medio, de salida, o una
pelvis con disminucin
disminucin general de sus dimetros
dimetros por la combinacombinacin de esas circunstancias. En el captulo 2 (pg. 32), se anali-
El trabajo de parto y el parto precipitados rara vez se acompaan
de complicaciones maternas graves si el cuello uterino tiene un
borramiento notable y se puede distender, si la vagina se ha distend
tendid
idoo pr
prev
evia
iame
ment
ntee y si el pe
peri
rine
neoo est
est re
rela
laja
jado
do.. Por
Por el
contrario, las contracciones uterinas vigorosas en combinacin
con un cue- llo uterino
uterino largo y duro, as como un conducto del
parto sin distensibilidad
laceraciones
amplias
de cuellopueden
uterino,causar
vagina,rotura
vulva yuterina
perineo.o
En estas ltimas cir- cunstancias, es muy probable la aparicin
del inusual
inusual aconteci
aconteci-- miento
miento de embolia de lquido amnitico
(cap. 41, pg. 812).
Con frecuencia, el trabajo de parto precipitado va seguido de
atona uterina. El tero que se contrae con vigor poco habitual
antes del parto
antes
parto pos
posibl
ibleme
emente
nte genere
genere com
como
o consec
consecuen
uencia
cia
hipotona ulterior al nacimiento. La hemorragia posparto por
atona ute- rina se describe en el captulo 41 (pg. 784).
Mahon et al. (1994) describieron 99 embarazos que culmi- naron
en las 3 h siguientes al inicio del trabajo de parto. Los trabajos
de parto breves se definen por una velocidad de dilata- cin del
cuello
uterino
detipo
5 cm/h
o mayor
nulparas
10 cm/h en
multparas.
Este
de trabajo
de en
parto
es msyfrecuente
en
mult
mu
ltp
par
aras
as,, quie
quiene
ness de ma
mane
nera
ra ca
cara
ract
cter
ers
sti
tica
ca te
ten
nan
an
contraccioness uterinas a intervalos menores de 2 min y se vincucontraccione
laronn con desprendi
laro
desprendimien
miento
to prematuro
prematuro de placenta
placenta normoinnormoinserta, expulsin de meconio, hemorragia posparto, cocainomana y bajas puntuaciones Apgar.
■ Efectos sobre el feto y el recn nacdo
La evolucin perinatal adversa debida a un parto precipitado
puede intensificarse
intensificarse en grado considerable por varios motivos.
Las contracciones uterinas desordenadas, muchas ocasiones con
intervalos muy breves de relajacin, impiden el riego uterino y
la oxigenacin fetal apropiados. La resistencia del conducto del
parto rara vez produce traumatismo craneal. Acker et al. (1988)
comuni
com
unicar
caron
on re
relac
lacin
in ent
entre
re una parli
parlisis
sis tra
traque
queal
al de Erb o
Duchenne y tales trabajos de parto en 33% de los casos (cap. 33,
pg. 648). Por ltimo, durante un parto sin atencin, el recin
na
naci
cido
do pued
puedee ca
caer
er al pi
piso
so y le
lesi
sion
onar
arse
se o ta
tall ve
vezz ne
nece
cesi
site
te
reanima- cin, de la cual no se dispondra de inmediato.
■ Tratamento
Es impro
improbab
bable
le que las contra
contracci
ccione
oness ute
uterin
rinas
as espont
espontne
neas
as
extraordinariamente fuertes se modifiquen en grado importante
por efecto de la analgesia. El uso de tocolticos, como el sulfato
de magnesio, no conlleva beneficio demostrado en esas circunstancias. La utilizacin de anestesia general con frmacos que
alteranenlaexceso.
contractilidad
uterina,
como el
isoflurano,
suele ser
osada
Ciertamente,
cualquier
oxitcico
administrado
debe interrumpirse de inmediato.
FETOPLVICA
■
zan de manera ms amplia las dimensiones de la pelvis normal.
Estrechez del plano de entrada plvico
Suele considerarse estrecho
estrecho el plano de entrada de la pelvis si su
dimetro anteroposterior ms pequeo es <10 cm o su dimetro
transversal mayor mide <12 cm. El dimetro anteroposterior del
plano de entrada de la pelvis suele determinarse de manera
aproximada por medio de medicin manual del conjugado diagonal, que es casi 1.5 cm ms grande (cap. 2, pg. 33). Por
tanto, suele definirse la estrechez del plano de entrada de la pelvis como la presencia de un conjugado diagonal <11.5 cm.
Con la utilizacin de la pelvimetra clnica y a veces la de
imagen,
imag
en, es importan
importante
te identific
identificar
ar el dimetro
dimetro anteropos
anteroposteri
terior
or
ms reducido por el cual debe pasar la cabeza fetal. A veces, el
cuerpo de la primera vrtebra sacra se desplaza hacia delante, de
suerte que la distancia
ms corta puede en realidad corresponder a la existente entre ese
promontorio sacro
sacro anmalo y la snfisis del pubis.
Se ha demostrado que antes del trabajo de parto, el dimetro
biparietal fetal
fetal es en promedio de 9.5 a 9.8 cm. Por consiguiente,
tal vez sea difcil o imposible que algunos fetos pasen a travs
de un plano que tiene un dimetro anteroposterior <10 cm. Mengert (1948) y Kaltreider (1952) mostraron mediante pelvimetra
radiogrfica que la incidencia de partos difciles aumenta en un
grado similar cuando el dimetro anteroposterior del plano de
entrada es <10 cm o el dimetro transversal es <12 cm. Como
era de esperar, cuando ambos dimetros son estrechos, la distocia es mucho ms frecuente que cuando est afectado slo uno.
Es probable que una mujer de talla corta posea una pelvis
pequea, pero tambin
tambin puede tener un producto
producto pequeo. Thoms
(1937) estudi a 362 nulparas y encontr que el peso promedio
al na
nace
cerr de la de
desc
scen
ende
denc
ncia
ia era
era much
muchoo meno
menorr (280
(280 g) en
aqullas con pelvis pequea, en comparacin con las mujeres
con pelvis media o grande. En la obstetricia veterinaria, en casi
todas las especies las dimensiones maternas, ms que las paternas, constituyen la determinante importante del tamao fetal.
De manera normal, la dilatacin del cuello uterino recibe apoyo
de la accin hidrosttica de las membranas no rotas o, des- pus
de su rotura,
la aplicacin
de laSinparte
presentada
contra
el cuellopor
uterino
(fig. 21-7,directa
pg. 414).
embargo,
en las
pelvis estrechas, puesto que la cabeza se detiene en el plano de
entrada, toda la fuerza ejercida por el tero acta de modo
directo sobre la porcin de las membranas que estn en contacto
con
con el cuel
cuello
lo uter
uterin
inoo en proc
proces
esoo de di
dila
lata
taci
cin
n.. Co
Como
mo
consecuencia, es ms probable la rotura espontnea temprana de
las membranas.
pelvis media. Hay motivos para sospechar estrechez de esta
l
lti
tima
ma si
siem
empr
pree qu
quee el di
dim
met
etro
ro in
inte
tere
resp
spin
inos
osoo es <1
<100 cm
cm..
Cuando mide <8 cm, la pelvis media es estrecha.
Despus de la rotura de membranas, la ausencia de compre- sin
por la cabeza contra el cuello uterino y el segmento uterino
inferior predispone a contracciones menos eficaces. Por ello, la
dilatacin adicional quiz proceda muy lentamente o no avance.
Cibils y Hendricks (1965) publicaron que la adaptacin mecnica del pasajero
pasajero fetal al conducto
conducto seo tiene particip
participaci
acinn
importante en la determinacin de la eficacia de las contracciones. A mejor adaptacin, mayor eficacia de estas ltimas. As, la
respuesta del cuello uterino al trabajo de parto provee un punto
de vista pronstico del resultado de dicho trabajo en mujeres con
estrechez del plano de entrada de la pelvis.
Aunque no hay un mtodo manual preciso para valorar las
dimensiones de la pelvis media, en ocasiones se puede inferir
una estrechez cuando las espinas citicas son prominentes, las
paredes laterales convergen o la escotadura sacrocitica es
estrec
estrecha.
ha. Es ms
ms,, Ell
Eller
er y Menger
Mengertt (1947)
(1947) sealaro
sealaronn que la
relacin entre los dime- tros intertuberoso e interespinoso es lo
suficientemente constante para poder prever una estrechez del
dimetro interespinoso cuando el intertuberoso es estrecho. Un
dimetro intertuberoso normal no siempre excluye la estrechez
del dimetro interespinoso.
En la aparicin de presentaciones anmalas, una estrechez del
plano de entrada de la pelvis tiene participacin importante. En
nulparas normales, la presentacin a trmino suele descen- der
hasta la cavidad de la pelvis antes del inicio del trabajo de parto.
Cuando
Cua
ndo el estrec
estrecho
ho superi
superior
or es muy reducido
reducido o hay asinasincli
clitis
tismo
mo pronun
pronuncia
ciado,
do, el fet
fetoo no descie
desciende
nde sino
sino hasta
hasta que
comienza el trabajo de parto, si es que lo hace. Las presentaciones ceflicas an predominan, pero la cabeza flota libremente
sobre el plano de entrada de la pelvis o se apoya ms hacia una
de las fosas iliacas. Como consecuencia, fenmenos poco notorios pueden hacer que el feto adopte otras presentaciones. En
mujeres con pelvis estrechas, se encuentran tres veces ms a
menudo presentaciones de cara y hombros, y el prolapso del
cordn umbilical ocurre cuatro a seis veces ms a menudo.
Estrechez del plano medio de la pelvis
Este trastorno es ms frecuente que el correspondiente al del
plano de entrada. A menudo, aqul produce detencin transversa de la cabeza fetal que quiz conduzca a una aplicacin
difcil de frceps medio o una cesrea.
El plano obsttrico de la pelvis media se extiende desde el borde
inf
inferi
erior
or de la snfi
snfisis
sis del pubis hacia
hacia las espina
espinass ci
citic
ticas
as y
alcanza el sacro cerca de la unin entre la cuarta y la quinta vrtebras
2, pg.citicas
33). Una
lnea
transversal
quesus
enporcioteora
conecte(cap.
las espinas
divide
la pelvis
media en
nes anterior y posterior. La primera es limitada por delante por
el borde inferior de la snfisis del pubis y a los lados por las
ramas isquiopbicas. La porcin posterior est limitada atrs por
el sacro y a los lados por los ligamentos sacrociticos mayores,
que forman los lmites inferiores de la escotadura sacrocitica.
Las mediciones promedio de la pelvis media son las siguientes:
di
dim
met
etro
ro tr
tran
ansv
sver
ersa
sall o int
interi
erisqu
squit
itico
ico,, 10.5
10.5 cm; di
dimet
metro
ro
antero- posterior, del borde inferior de la snfisis del pubis hasta
la unin de S4-S5, 11.5 cm y, sagital posterior , desde el punto
medio de la lnea interespinosa hasta el correspondiente del
sacro, 5 cm. La definicin de las estrecheces de la pelvis media
no se ha estable- cido con la misma precisin posible para las
de
dell pl
plan
anoo de en
entr
trad
ada.
a. No obst
obstan
ante
te,, la pe
pelv
lvis
is medi
mediaa ti
tien
enee
posibilidad de ser estrecha cuando la suma de los dimetros
interespinosoo y sagital posterior, por lo general 10.5 ms 5 cm o
interespinos
15.5 cm, baja a 13.5 cm o menos. Chen y Huang (1982)
recalcaron ese concepto al valorar una posible estrechez de la
Estrechez del plano de salida de la pelvis
Este fenmeno suele definirse por la presencia de un dimetro
entre los tubrculos isquiticos de 8 cm o menos. El plano de
salida
salida de la pel
pelvis
vis puede compara
compararse
rse grosso modo con dos
tringu- los, donde dicho dimetro constituye la base. Los lados
del trin- gulo anterior corresponden a las ramas del pubis y su
vrtice es el borde posteroinferior de la snfisis del pubis. El
tri
tring
ngulo
ulo poster
posterior
ior no ti
tiene
ene lmite
lmitess seos,
seos, per
peroo su vr
vrtic
ticee
corresponde a la punta de la ltima vrtebra sacra (no la punta
del cccix).
cccix). La disminuci
disminucin
n del dimetro
dimetro intertuberos
intertuberoso,
o, con
re
reduc
ducci
cinn fuerza
subsig
subsiguie
uiente
delhacia
tri
tring
ngulo
ulo Floberg
ant
anteri
erior,
or, etde
man
era
inevitable
la nte
cabeza
atrs.
al. manera
(1987)
comunicaron que haba estrechez del plano de salida plvico en
ca
casi
si 1% de ms
ms de 1 40
4000 nu
nul
lpa
para
rass no sele
selecc
ccio
iona
nada
dass co
conn
embarazo a trmino. Una estrechez del plano de salida puede
cau- sar distocias, no tanto por s misma sino a travs del
estrec
estrechaha- miento
miento vincul
vinculado
ado del pla
plano
no medio.
medio. Es inusual la
estrechez del plano de salida sin una concomitante del plano
medio.
Incluso cuando la desproporcin entre la cabeza fetal y el plano
de salida de la pelvis no es lo suficient
suficientee grande
grande para origiorigi- nar
una distocia grave, tal vez tenga participacin importante en la
produccin de desgarros perineales. Cuando el arco pbico es
estrecho, el occipucio no puede salir directamente debajo de la
snfisis
sino queeldebe
hacerlo
sobre las ms
ramasy isquiopbicas.del
Depubis,
esta manera,
perineo
se distiende
hay un
mayor riesgo de laceracin.
■ Fracturas plvcas
Vallier (2012) revis las experiencias con fracturas plvicas y
embarazo. La causa ms frecuente fue el traumatismo por choque automovilstico. Tambin observ que el patrn de la fractura, la alineacin mnima y la retencin de los elementos de
fijacin no son indicaciones absolutas para realizar una cesrea.
Cuando hay un antecedente de fractura de pelvis, es necesario
revisar las radiografas previas y quiz realizar una pelvimetra
en etapas ulteriores del embarazo.
■ Clculo de la capacdad plvca
En el captulo 2 (pg. 32), se describen con detalle las tcnicas
para la valoracin clnica por medio de exploracin digital de la
pelvis sea durante el trabajo de parto. En resumen, el mdico
intentar calcular el dimetro anteroposterior del estrecho superior (conjugado diagonal, el dimetro interespinoso del estrecho
medio de la pelvis y la distancia intertuberosa del estrecho inferior de la pelvis). Cuando el arco plvico es reducido y mide
menos de 90 grados, significa que es una pelvis estrecha. La
ca
cabe
beza
za fe
feta
tall no en
enca
caja
jada
da indi
indica
ca qu
quee el tama
tamao
o de el
ella
la es
excesivo o la capacidad del estrecho superior es reducida.
mayor riesgo de someterse a una cesrea por distocia. Aunque se
en
enco
conn- tr
tr un v
vnc
ncul
uloo si
sign
gnif
ific
icat
ativ
ivoo en
entr
tree al
algu
guno
no de lo
loss
parmetros y el nacimiento por cesrea a causa de distocia, no
pudieron predecir con precisin qu mujer requerira una
cesrea. Otros autores han publicado datos similares (Sporri,
1997).
Tambin se ha estudiado la utilidad de las radiografas para
evaluar la capacidad plvica. En primer lugar, con la pelvimetra
aislada es imposible establecer el pronstico de un parto vaginal
satisfactorio
satisfactor
io (Mengert, 1948). Por tanto, el American College of
(200
009)
9) co
cons
nsid
ider
eraa qu
quee la
Ob
Obste
stetri
tricia
cians
ns and Gynec
Gynecolo
ologis
gists
ts (2
utilidad de la pelvimetra sea en la atencin del trabajo de parto
con una presentacin ceflica es muy limitada.
El ta
tama
mao
o feta
fetall ai
aisl
slad
adoo so
solo
lo ca
casi
si nu
nunc
ncaa co
cons
nsti
titu
tuye
ye un
unaa
Las ventajas de la pelvimetra con tomografa computarizada
(CT) como la que se muestra en la fgura 23-4 , en comparacin
con la pelvimetra convencional son menor exposicin a radiaciones, mayor precisin y ms facilidad de llevarla a cabo. Con
ambos mtodos los costos son similares y la exposicin a rayos
X es pequea (cap. 46, pg. 934). Segn el equipo y la tcnica
utilizados, las dosis fetales con la pelvimetra y la CT varan de
250 a 1 500 mrad (Moore, 1989).
Dmensones
■
en la desproporcn fetoplvca
fetales
explicacin
del trabajo
parto no
fallido.
con el
progreso de adecuada
la tecnologa
actual, de
todava
puedeIncluso
establecerse
un umb
umbral
ral de dimens
dimensin
in fet
fetal
al para
para pre
predec
decir
ir despro
despropor
porci
cinn
fetoplvica. La mayora de los casos de esta ltima se presenta
en fetos cuyo peso est dentro de los lmites de la poblacin
obsttric
obst
tricaa general. Como se muestra
muestra en la fgura 23-5, en el
Parkland Hospital, 66% de los recin nacidos que requirieron
cesrea tras la aplicacin fallida de frceps, pes menos de 3
700 g. As, otros factores, como las posi- ciones anmalas de la
cabeza fetal, obstruyen el paso del feto a travs del conducto del
parto. stas incluyen asinclitismo, presen- taciones
occipitoposterior,
occipitoposter
ior, de cara y frente.
Clculo de las dimensiones de la cabeza fetal
Algunas ventajas de la pelvimetra con resonancia magntica
(MR)
son fetales
ausencia
de radiaciones
ionizantes,demedidas
imgenes
completas
y la posibilidad
valorarprecisas,
distocia
de tejidos
tejidos blandos
blandos (McCarthy,
(McCarthy, 1986; Stark,
Stark, 1985).
1985). Zaretsky
Zaretsky et
al. (2005) utilizaron la MRI para medir el volumen de la pelvis y
de la cabeza fetal con objeto de identificar a las mujeres con
Han sido desalentadores los esfuerzos por predecir, desde los
puntos de vista clnico y radiogrfico,
radiogrfico, la desproporcin cefalo
plvica con base en el tamao de la cabeza. Mueller (1885) y
Hillis (1930) describieron una maniobra clnica para predecir la
desproporcin. La frente y la regin suboccipital del feto se
suje- tan a travs de la pared abdominal con los dedos y se
aplica presin firme hacia abajo en el eje del plano de entrada.
Si no hay desproporcin, la cabeza ingresa con facilidad a la
pelvis y puede predecirse un parto vaginal. Thorp et al. (1993b)
llev
llevar
aron
on a ca
cabo
bo un es
estu
tudi
dioo pr
pros
ospe
pect
ctiv
ivoo de la mani
maniobra
obra de
Mueller-Hillis
Mueller-Hi
llis y
concluyeron que no haba relacin entre las distocias y la falta
de descenso de la cabeza durante la maniobra.
No se usan mediciones de los dimetros de la cabeza fetal con
tcnicas de radiografa simple por las distorsiones de paralaje.
Es posibl
posiblee medir
medir el di
dimet
metro
ro bipari
biparieta
etall y la circun
circunfer
ferenc
encia
ia
ceflica por medio de ecografa y han habido intentos de utilizar
esa informacin para el tratamiento de las distocias. Thurnau et
al. (1991) usaron el ndi
ndice
ce feto
fetop
plv
lvic
ico
o para identificar
co
comp
mpli
lica
caci
cioo ne
ness de
dell trab
trabaj
ajoo de pa
part
rto.
o. Por
Por de
desg
sgra
raci
cia,
a, la
sensibilidad de tales mediciones para predecir la desproporcin
cefaloplvica es mala (Ferguson, 1998). Los autores apoyan el
punto de vista de que no hay un mtodo hoy da satisfactorio de
prediccin precisa
precisa de la desproporcin
desproporcin cefaloplvica ccon
on base en
el tamao de la cabeza fetal.
■ Presentacn de cara
En sta, la cabeza se halla hiperextendida, de forma que el occipucio entra en contacto con el dorso del feto y el mentn es la
parte que se presenta (fg. 23-6 ).
presiona contra la snfisis pbica materna. Esta posicin impide
la flexin de la cabeza fetal necesaria para entrar en el conducto
de parto. Por lo tanto, una presentacin mento- niana posterior
no puede progresar por va vaginal a menos que el feto sea muy
pequeo.
En las presentaciones de cara, rara vez se consigue el parto por
v
vaa va
vagi
gina
nal.
l. Crui
Cruiks
ksha
hank
nk y Whit
Whitee (197
(1973)
3) pu
publ
blic
icar
aron
on un
unaa
incidencia de 1 en 600, o 0.17%. Como se muestra en el cuadro
22-1 (pg. 434), entre ms de 70 000 recin nacidos de embarazos con producto nico atendidos en el Parkland Hospital, casi
1 de 2 000 tuvo presentacin de cara.
Etiologa
Son numerosas las causas de las presentaciones de cara e incluyen situaciones que favorecen la extensin e impiden la flexin
de la cabeza. Los lactantes prematuros, con sus dimensiones
ceflicas ms pequeas, pueden encajarse antes del cambio a la
posicin de vrtice (Shaffer, 2006). En circunstancias
circunstancias excepcionales, el crecimiento notorio del cuello o las asas de cordn
umbilical alrededor de ste pueden originar su extensin. Bashiri et al. (2008) comunicaron que las malformaciones fetales en
presencia de polihidramnios constituan factores de riesgo para
las presentaciones de cara o de frente. Los fetos anencfalos de
manera natural se presentan de cara.
Las posiciones extendidas ocurren ms a menudo cuando la
pelvis es estrecha o el feto es muy grande. En un grupo de 141
presentaciones de cara estudiado por Hellman et al. (1950), la
incidencia de estrechez del plano de entrada fue de 40%. Debe
tenerse en mente esa alta incidencia de estrechez plvica cuando
se considera el tratamiento.
La alta paridad es un factor predisponente de la presentacin de
cara (Fuchs, 1985). En estos casos, un abdomen pndulo permite
que el rostro del feto rote hacia delante o a los lados, a menudo
en la misma direccin en que seala el occipucio. Esto favorece
la extensin de las columnas cervical y torcica.
Diagnstico
La presentacin de cara se diagnostica por tacto vaginal y palpacin de las caractersticas faciales. Como se describe en el captulo 28 (pg. 560), es posible errar en el diagnstico de presentacin
taci
n plvica en presenci
presenciaa de una de cara, al confundir
confundir el ano
con la boca y las tuberosidades isquiticas con las prominencias
malares. La demostracin radiogrfica de la cabeza hiperextendida con los huesos faciales a nivel del plano de entrada de la
pelvis o abajo es caracterstica.
caracterstica.
Mecanismo del trabajo de parto
La cara fetal puede presentarse con el mentn hacia delante o
atrs en relacin con la snfisis del pubis de la madre (cap. 22,
pg. 436). Algunas presentaciones mentonianas posteriores
persisten, pero la mayor parte se con- vierte de forma
espontnea en anterior, incluso en etapas tardas del trabajo de
parto (Duff, 1981). De lo contrario, la ceja del feto (bregma)
Rara vez se observan presentaciones de cara por arriba del plano
de entrada de la pelvis. Por lo general, se presenta primero la
frente
y suele
virar de
a una
presentacin
cara despus
de la
extensin
adicional
la cabeza
durante de
el descenso.
El mecanismo del trabajo de parto en esos casos incluye los movimientos cardinales de descenso, rotacin interna y flexin, y los acce
sori
orios de ext
xteensi
nsin y rot
otac
aci
inn ext
xteerna (fg. 23-7 ).
mejor con dispositivos externos para evitar lesiones de cara y
ojos. Puesto que las presentaciones de cara en fetos a trmino
son ms frecuentes cuando hay algn grado de estrechez del
plano de entrada de la
la pelvis, suele estar indicada la
la cesrea. Los
intentos por convertir manualmente una presentacin de cara en
una de vrtice, la rotacin manual o por frceps de un men- tn
posterior persistente a uno anterior y la versin podlica interna
con extraccin son peligrosos y no se intentan.
■
Presentacn
de
frente
sta se diagnostica cuando se presenta esa porcin de la cabeza
El de
desc
scen
enso
so oc
ocur
urre
re por
por los
los mism
mismos
os fa
fact
ctor
ores
es qu
quee en las
las
presentacioness cefli- cas. La extensin es resultado de la
presentacione
relacin del cuerpo del feto con la cabeza reflexionada, que lo
convierte en una palanca de dos brazos, el ms largo de los
cuales
cua
les se ext
extien
iende
de desde
desde los cn- dil
dilos
os occipi
occipital
tales
es hasta
hasta el
occipucio. Cuando se encuentra resis- tencia, se debe empujar el
occipucio hacia el dorso del feto mientras desciende el mentn.
fetal, entre el borde orbitario y la fontanela anterior, en el plano
de entrada de la pelvis. Como se muestra en la fgura 23-8 , la
cabeza fetal ocupa entonces una posicin intermedia entre la flexin total (occipucio) y la extensin (cara). Excepto cuando la
cabeza fetal es pequea o la pelvis demasiado grande, no puede
ocurr
ocu
rrir
ir el enc
encaja
ajamie
miento
nto de la ca
cabez
bezaa fetal
fetal y su nac
nacimi
imient
entoo
ulterior en tanto persista la presentacin de frente.
El objetivo de la rotacin interna de la cara es llevar el mentn
bajo la snfisis del pubis. Slo de esa manera el cuello puede
atra- vesar la cara posterior de la snfisis del pubis. Si el mentn
rota de modo directo hacia atrs, el cuello relativamente corto no
puede rebasar la cara anterior del sacro, que mide casi 12 cm de
longi- tud. Es ms, la frente fetal (bregma) se impacta contra la
snfisis del pubis materna, circunstancia que impide la flexin
necesa
nec
esaria
ria para
para pasar
pasar por el conduc
conducto
to de parto.
parto. Por ell
ello,
o, el
nacimiento de la cabeza a partir de una variedad mentoposterior
es imposible a menos que los hombros ingresen a la pelvis al
mismo tiempo, un suceso sumamente difcil excepto cuando el
feto es muy pequeo o est macerado. La rotacin interna es
producto de los mismos factores que en las presentaciones de
vrtice.
Luego de la rotacin anterior y el descenso, el mentn y la boca
aparecen en la vulva, la superficie inferior del mentn hace
presin contra la snfisis y la cabeza nace por flexin. La nariz,
los ojos, la frente (bregma) y el occipucio aparecen despus en
sucesin sobre el borde anterior del perineo. Ulterior al nacimiento de la cabeza, el occipucio rota hacia atrs en direccin al
ano. Luego el mentn rota de manera externa hacia el lado en
que originalmen
originalmente
te se diriga y los hombros nacen como en las
presentacioness ceflicas.
presentacione
A veces, el edema puede distorsionar mucho la cara. Al mismo
tiempo,
tiempo, el crneo
crneo presenta
presenta moldeamie
moldeamiento
nto considera
considerable,
ble, que se
mani
manifi
fies
esta
ta por
por un au
aume
ment
ntoo en la lo
long
ngit
itud
ud de
dell di
dim
met
etro
ro
occipitomentoniano.
Tratamiento
En ausencia de una pelvis contrada y con trabajo de parto eficaz, por lo general a continuacin ocurre un parto vaginal exitoso. La vigilancia de la frecuencia cardiaca fetal tal vez se haga
Etiologa y diagnstico
Las causas de la presentacin de frente persistente son las mismas que las de la presentacin de cara. Una presentacin de
frente suele ser inestable y a menudo se convierte en una presentacin de cara o de occipucio (Cruikshank, 1973). La presentaci
cinn puede
puede recon
reconoce
ocerse
rse por med
medio
io de pal
palpac
pacin
in abdomi
abdominal
nal
cuando se perciben el occipucio y el mentn con facilidad, pero
suele
ser necesario
tacto
vaginal.
La sutura
frontal,
la fontanela anterior
amplia,ellos
bordes
orbitarios
orbitarios,
, los ojos
y la raz
de la
nariz se pueden palpar al tacto vaginal, pero no as la boca o el
mentn.
Mecanismo del trabajo de parto
Con un feto muy pequeo y una pelvis grande, el trabajo de
parto suele ser fcil, pero con un feto de mayor tamao, por lo
ge
gene
nera
rall es di
dif
fci
cil.
l. Esto
Esto se de
debe
be a qu
quee el en
enca
caja
jami
mien
ento
to es
imposible hasta que haya moldeamiento notorio que abrevie el
dimetro occipitomentoniano y, ms a menudo, hasta que haya
flexin a una presentacin de occipucio o extensin a una de
cara. El mol- deamiento considerable e indispensable para el
parto vaginal de una presentacin de frente persistente, deforma
de manera carac- terstica la cabeza. El caput succedaneum
succedaneum se
forma sobre la frente y puede ser tan amplio que imposibilite la
identificacin de sta por palpacin. En esos casos, la frente es
prominente y ancha, y el dimetro occipitomentoniano
occipitomentoniano est
disminuido.
En las presen
presentac
tacion
iones
es de fr
frent
entee tra
transi
nsitor
torias
ias,, el prons
pronstic
ticoo
depende de la presentacin final. Si persiste la de frente, el pronstico es malo para el parto vaginal, a menos que el feto sea
pequeo o el conducto de parto amplio. Los principios de atencin son iguales a los de la presentacin de cara.
■ Poscn transversa
En sta, el eje longitudinal del feto es casi perpendicular al de la
madre. Cuando el eje longitudinal forma un ngulo agudo con el
de la madre, se presenta una posicin oblicua. Esta ltima suele
ser transitoria porque cambia por lo general a longitudinal o
transversa cuando se inicia el trabajo de parto. Por ese motivo,
en Gran
Gran Breta
Bretaaa la sit
situac
uacin
in oblicua
oblicua se denomi
denomina
na posicin
inestable.
En las posiciones transversas, el hombro del feto suele encontrarse por arriba del plano de entrada de la pelvis. La cabeza
ocupaa una fosa iliaca
ocup
iliaca y la pelvis se encuentra
encuentra en la otra. En tal
presentacin de hombro, el lado de la madre en el que yace el
ac
acro
romi
mion
on de
dete
term
rmin
inaa la de
desi
sign
gnac
aci
inn ac
acro
romi
mial
al de
dere
rech
chaa o
izquierda. Y, debido a que en cualquier posicin el dorso puede
estar hacia delante o atrs, arriba o abajo, suelen distinguirse las
variedades por el dorso anterior y el posterior (fg. 23-9 ).
Se detect posicin transversa en 1 de 322 partos nicos (0.3%)
en la Mayo Clinic y el
el Uni
Univer
versit
sityy of Iow
Iowa
a Hospit
Hospital
al (Cruikshank,
shan
k, 1973;
1973; Johnson
Johnson 1964).
1964). Esta cifra es notoriame
notoriamente
nte semesemejante a la incidencia en el Parkland Hospital, de alrededor de 1
entre 335 fetos nicos.
Etiologa
Algunas de las causas ms frecuentes de posicin transversa
incluyen: 1) relajacin de la pared abdominal por paridad alta; 2)
parto prematuro; 3) placenta previa; 4) anatoma uterina
anmala; 5) hidramnios, y 6) pelvis estrecha.
Las mujeres con cuatro o ms partos tienen una incidencia 10
veces mayor de posicin transversa en comparacin con las
nulparas. La relajacin de la pared abdominal con un abdomen
pndulo permite al tero inclinarse hacia delante, lo cual
deflexiona el eje longitudinal del feto, alejndolo del correspondie
diente
nte del conduc
conducto
to del parto
parto hacia
hacia una posici
posicin
n oblicu
oblicuaa o
transver
tran
sversa.
sa. La placenta
placenta previa y la estreche
estrechezz plvica
plvica actan de
mane
manera
ra si
simi
mila
lar.
r. En oc
ocas
asio
ione
nes,
s, se ob
obse
serv
rvaa un
unaa po
posi
sici
cin
n
tr
tran
ansv
sver
ersa
sa u ob
obli
licu
cuaa du
dura
rant
ntee el trab
trabaj
ajoo de pa
part
rto,
o, con
con un
unaa
posicin longitulongitu- dinal inicial.
inicial.
Diagnstico
Una posicin transversa suele reconocerse con suma facilidad, a
menudo slo con la inspeccin. El abdomen es muy amplio, en
tanto que el fondo uterino se extiende hasta apenas por arriba del
ombligo. No se detecta polo fetal en el fondo y la cabeza mvil
se encuentra en una fosa iliaca, en tanto la pelvis est en la otra.
La posicin del dorso es fcil de identificar. Cuando es anterior
(fig. 23-9, pg. 469), se encuentra un plano de resisten- cia dura
en el fr
frent
entee del abdome
abdomen;
n; cuando
cuando es poster
posterior
ior,, se pal
palpan
pan
nodulacion
nodul
aciones
es irregular
irregulares
es que represen
representan
tan las pequeas
pequeas partes
partes
fetales sobre la pared abdominal.
babilidad de prolapso del cordn y necesidad de esfuerzos quirrgicos ms complejos.
Al tacto vaginal, en etapas tempranas del trabajo de parto, si el
lado del trax puede alcanzarse, ste se reconoce por la palpacin de las costillas a manera de “parrilla”. Cuando la dilatacin
avanza ms, se distinguen el omplato y la clavcula en sitios
opuestos del trax. La posicin de la axila indica el lado de la
madre hacia el que se dirige el hombro.
Si el feto es pequeo, por lo general <800 g, y la pelvis grande,
es posible el parto espontneo a pesar de la persistencia de la
posicin anmala. El feto se comprime y se fuerza a la cabeza
contra el abdomen. Una porcin de la pared torcica bajo el
hombro se vuelve entonces la parte ms descendida y aparece en
la vulva. A continuacin, la cabeza y el trax pasan por la
cavidad plvica al mismo tiempo y el feto se expulsa flexionado
sobre s mismo, por lo cual a veces se le denomina conduplicato
corpore.
Mecanismo del trabajo de parto
Tratamiento
Es imposibl
imposiblee el nacimiento
nacimiento espontne
espontneoo de un recin
recin nacido
nacido
desarrollado por completo ante una posicin transversa persistente. Luego de la rotura de las membranas, si el trabajo de parto
contina, el hombro fetal se proyecta hacia el interior de la pelvis y casi siempre hay prolapso del brazo correspondiente ( fg.
23-10
).
El trabajo de parto activo en una mujer con un feto en posicin
transversa suele consti- tuir indicacin de cesrea. Antes del
trabajo de parto o en etapas tempranas de ste con membranas
nt
ntegr
egras,
as, los in
inten
tentos
tos de versi
versinn ext
extern
ernaa son me
merit
ritori
orios
os en
ausenc
aus
encia
ia de otr
otras
as compli
complica
cacio
ciones
nes.. Si la cabeza
cabeza fet
fetal
al puede
puede
manipularse por va abdominal hacia la pel- vis, debe dejarse ah
durante las siguientes contracciones en un intento por fijarla en
la pelvis.
En la cesrea, puesto que los pies y la cabeza del feto no ocupan
el segmento ute- rino inferior, una incisin transversa baja en el
tero
generar
para ladorsoanteriores.
extraccin dels. feto.
Esto
aplicapuede
sobre todo
a lasdificultad
presentaciones
dorsoanteriore
Por tanto,
se indica de manera caracterstica una inci- sin vertical (cap.
30, pg. 598).
■ Presentacn compuesta
Incidencia y etiologa
En ella, una extremidad se prolapsa junto con la presentacin y
ambas llegan a la pel- vis de manera simultnea ( fg. 23-11).
Desp
us de algn descenso, el hombro se detiene en los bordes del
plano de entrada
entrada de la pelvis con la cabeza en una fosa iliaca y la
pelvis en la otra. Conforme el trabajo de parto conti- na, el
hombro se impacta firmemente en la parte superior de la pelvis.
Despus el tero se contrae de manera vigorosa en un intento
fallido
por superar
obstculo.
el tiempo,
un anillo
de contraccin
cadaelvez
ms altoCon
y notorio.
Antesurge
una posicin
transversa desatendida, el ter
teroo en un mome
moment
ntoo da
dado
do se
romper. Incluso sin tal complicacin, la morbilidad aumenta
por la frecuente concomitancia de placenta previa, mayor pro-
uterinas con la histerotoma cuando la cabeza fetal se impacta en
la pelvis.
Rotura uterina
El adelgazamiento anmalo del segmento uterino inferior crea
un grave
grave peligro
peligro durante el trabajo
trabajo de parto prolongado,
prolongado, sobre
todo en mujeres con alta paridad y en aqullas con antecedente
de cesrea (cap. 41, pg. 790). Cuando la desproporcin es tan
pronunciada que no existe encajamiento o descenso, el segmento uterino inferior se distiende cada vez ms y puede ocurrir
rotura
uterina.
En tales
casos,que
suele
haber una
normal
se muestra
en laexageracin
figura 23-1.del
anillo de
contraccin
Gopl
erud y Eastman (1953) identificaron el prolapso de una mano o
un brazo acompa- ando a la cabeza una vez en cada 700 partos. Era mucho menos frecuente el prolapso de una o ambas
extremidades en presencia de presentacin cef- lica, o de una
mano al la
lado
do de la pelv
pelvis
is.. En el Parkland Hospital, se
identifi
iden
tificaro
caronn presentac
presentaciones
iones compuestas
compuestas en slo 68 de ms de
70 000 fetos nicos (una incidencia de casi 1 en 1 000). Las
causas de las presentaciones compuestas corresponden a trastornos que impiden la oclusin completa del plano de entrada de la
pelvis por la cabeza fetal e incluyen el trabajo de parto prematuro.
Pronstico y tratamiento
En la mayora de los casos, debe dejarse intacta la parte con
prolapso, porque lo ms frecuente es que no altere el trabajo de
parto. Si el brazo se prolapsa a un lado de la cabeza, debe ser
motivo de vigilancia constante para determinar si se retrae ese
segmento de la extremidad torcica y permite el descenso de la
presentacin. Si no se retrae y parece impedir el descenso,
descenso, ha de
em
empuj
pujar
arse
se
suavem
suavement
ente
e hacia
hac
ia arr
arriba
en tan
tanto
se impul
impulsa
safnde
manera
simultnea
hacia
abajo
laiba
cabeza
portocompresin
dica. Tebes et al. (1999) describieron un resultado trgico en un
recin nacido dando a luz de modo espontneo con la mano al
lado de la cabeza, que present necrosis isqumica del antebrazo
y requiri su amputacin. En general, las tasas de mortalidad y
morbilidad perinatales aumentan como resultado de parto prematuro, prolapso del cordn y procedimientos obsttricos traumticos concomitantes.
COMPLICACIONES CON
Complcacones maternas
DISTOCIA
■
La distocia, en especial cuando el trabajo de parto es prolongado, se acompaa de mayor frecuencia de diversas complicacione
ioness obs
obsttr
tric
icas
as y ne
neoona
nattal
ales
es comun
omunees. Ta
Tant
ntoo la
corioa
cor
ioamni
mnioni
oniti
tiss durant
durantee el parto
parto como
como la inf
infecc
eccin
in pl
plvic
vicaa
puerperal son ms frecuentes
frecuentes en el trabajo
trabajo de parto prolongado y
poco constante. Tambin es mayor la frecuencia de laceraciones
Anllo de retraccn patolgca. Hoy da, en casos aislados, se
detectan los anillos o las constricciones del tero que surgen en
relacin con el trabajo de parto prolongado por obstruccin. El
anillo de retraccin patolgica de Bandl se vincula con estiramiento y adelgazamiento intensos del segmento uterino inferior. El anillo se puede observar con claridad como una indentaci
cinn ute
uterin
rinaa y signif
significa
ica una rotura
rotura in
inmin
minent
entee del segmen
segmento
to
uterino inferior.
Despus del nacimiento de un primer gemelo, en ocasiones
puede formarse una constriccin patolgica del tero, con configuracin en reloj de arena. El anillo a veces es susceptible de
relajarse
y se una
logracesrea
el partorpida
con anestesia
general
adecuada,
pero
en ocasiones
ofrece mejor
pronstico
para
el
segundo gemelo (cap. 45, pg. 917).
Formacin de fstulas
Cuando la presentacin est firmemente impactada en el plano
de entrada de la pelvis, pero no avanza durante un tiempo considerable, los tejidos del conducto del parto entre la parte que se
presenta y la pared plvica pueden sufrir compresin excesiva.
Debido a la alteracin de la circulacin, tal vez se genere necrosis y tornarse notoria varios das despus del parto, con la aparicin de fstulas
fstulas vesicovag
vesicovaginal
inal,, vesicoce
vesicocervic
rvical
al o rectovagi
rectovaginal.
nal.
Ms a menudo, la necrosis por compresin es consecutiva a un
segundo periodo del trabajo de parto muy prolongado. En estos
tiempos, casi nunca se observan excepto en pases en desarrollo.
Lesin del piso plvico
Durante el parto, el piso plvico se expone a la compresin
directa por la cabeza fetal y a la presin descendente por los
esfuerzos expulsivos maternos. Esas fuerzas distienden del piso
plvico y dan como resultado alteraciones funcionales y anatmicas en msculos, nervios y tejido conjuntivo. Hay preocupacin creciente de que tales efectos sobre el piso plvico durante
el parto lleven a la incontinencia urinaria y anal, as como el
prolapso de los rganos plvicos (Handa, 2011). Como se describe en el captulo 27 (pg. 548), el esfnter anal se lacera en 3 a
6% de los partos y muchas de estas mujeres manifiestan incontinencia fecal o de gas. Algunas de tales secuelas a largo plazo
ha
hann co
cont
ntri
ribu
buid
idoo a la te
tend
nden
enci
ciaa ac
actu
tual
al a real
realiz
izar
ar cesreas
electivas, lo cual se describe en el captulo 30 (pg. 589).
Lesin pue
Lesin
puerpe
rperal
ral de los ner
nervio
vioss de las ext
extrem
remida
idades
des
inferiores
Wong et al. (2003) revisaron las lesiones neurolgicas de las
extremidades inferiores en relacin con el trabajo de parto y el
parto. El mecanismo ms frecuente
frecuente es la compresin externa del
nervio
ner
vio fib
fibula
ularr comn
comn (peron
(peroneal
eal comn)
comn).. La causa
causa es casi
casi
siempre la posicin incorrecta de las extremidades inferiores en
los estri- bos, en especial durante una segunda fase prolongada
del trabajo de parto. Estas y otras lesiones se describen en el
captulo 36 (pg. 676). Por fortuna, los sntomas desaparecen en
los siguien- tes seis meses despus del parto en la mayor parte
de los casos.
■ Complcacones pernatales
Al igual que en la madre, la frecuencia de septicemia fetal antes,
durante y despus del parto es mayor con los trabajos de parto
prolongados. Tambin el caput succedaneum y el moldeamiento
son ms comunes y, en ocasiones, impresionantes (fig. 22-19,
pg. 444) (Buchmann, 2008). Asimismo, hay una mayor cantidad de traumatismos mecnicos, como las lesiones de nervios,
las fracturas y los cefalohematomas, que se describen con mayor
detalle en el captulo 33 (pg. 645).
UNIDADES DE MONTEVIDEO.
Relación entre numero de contracciones y su intensidad en 10
minutos.
Punto de corte: 250UM.
Cuando esto se altera hay distocias.
Trabajo de parto
Primer estadio- ase latente:
El hecho de que pase mas de 20 horas no quiere decir que de
una va a cesárea.
Fase acva:
Falla: racaso completo.
Trabajo
Traba
jo instaurado:
instaurado: 200 UM, mínimo 3 contraccione
contraccioness mayor a
45 mmHg en 10 min.
- Cua
Cuando
ndo pas
pasaa la
la línea
línea de ale
alerta
rta o h
hay
ay prol
prolong
ongaci
ación:
ón:
Se op
opm
miz
izaa co
con
n ox
oxit
itoc
ocin
inaa y ha
hago
go am
amni
niot
otom
omia
ia:: ro
romp
mpo
o
membranas (ram: RUPTURA ARTIFICIAL DE MEMBRANAS)
REM: ruptura espontanea de membranas.
Fracaso; alla en descenso y dilatación, no si no están rotas las
membranas- en 2 ase de trabajo de parto.
- CLASE:
No todas las distocias terminan en cesárea
El fn ulmo es que es una condición la cual pude promover que
el trabajo de parto no progrese de manera normal y necesidad
de intervención adicional .
-
Clasifcación
- Me
Meca
cani
nism
smo:
o: dado
dado por
por llaa ccon
ontr
trac
acci
ción
ón .
Dinámica uterina regular: 3-5 contracciones 10 min
Relación cealopelvica: cabeza y pelvis materna
Integridad fsiológica: nos da trabajo de parto exitoso.
Factor de riesgo para ruptura uterina 350 UM.
Distocia de poder:; hay disunción uterina.
IMPORTANCIA:
VBAC: parto después de cesárea.
Mayor morbilidad materna con las cesáreas.
Si a las 4 horas no hay cambios
cambios cervicales
cervicales con detención
detención de
descenso y dilatación hago cesárea.
Prolongado 2 horas a línea de alerta, sin cambios cervicales en
2 horas o estamos pasados de la línea.
Mecanismo:
Relación cabeza y pelvis anormal, o unción uterina anormal.
Con solo una se me altera el parto.
Disunción uterina:
Primer pilar de la distocia
Detención de descenso o dilatación o Fracaso: mas de 2 horas y
no ha tenido cambios cervicales. - A las 4 horas mas de la curva.
Analgesia neuroaxial: peridural , no para el trabajo de parto
incluso lo puede mejorar, tasa de dilatación puede ser mas
demorada se corrige poniendo oxitocina.
Todo paciente con anestesia debe tener reuerzo de oxitocina.
TRIPLE GRADIENTE DESCENDENTE:
Ha
Hayy punt
punto
o sgai
sgaillllo
o en cuer
cuerno
noss uter
uterno
noss , unc
uncio
iona
nan
n co
como
mo
marcapaso unciona así: contracción despolarización de células
hacia abajo por uniones gap.
2. fbras uterinas 3 direcciones
3. intensidad sobre cuernos es mayor al istmo.
EN RESUMEN:
Soporte: aminiotomia y oxitocina
Se considera Detención de descenso y se hace cesarea
Todo comienza en cuernos mayor duración en ondo y mayor
contracción en cuello e istmo.
Buscar
SEGUNDO ESTADIO DEL TRABAJO DE PARTO:
3 condiciones más esperadas por distocias:
Prolongado: pongo oxitocina si no avanza cesáreas.
3. cesarea
Manejo :
Nulípara 2 hras sin anaglesia
3 horas con analgesia
Mulpara 2 horas con analgesia
1 hora sin analgesia
ALTERACION EN EL PESO FETAL:
ALTURA UTERINA AUMENTADA; MUY GRANDE LOS BEBES.
Cuando se pasan de eso hago instrumentación de aprto que es
por utensilios vamos a hacer que bebe pueda nacer se hace
mas cuando hay mal pujo o no desceinde mas el eto.
MACROSOMIA FETAL:
DISTOCIA DE HOMBROS:
COMPLICACIONES
- HIPO
HIPOXI
XIA
A FFET
ETAL
AL:: POR
PORQI
QIEE SE
SE Q
QIE
IEDA
DAN
N AHÍ
AHÍ..
Condiciones instrumentación:
Occipito anterior o occipito posterior debe estar asi.
MC ROBERTS: HIPERFLEXIND E CADERA MATERNA SE LOGRAN 6
GRADOS DE SUBIR LA PEVLOS PARA QUE UAMENTE ,5 CM
DIAETRO AP
Contraindicaciones:
DISFUNCION UTERIAN : FRACASO 1 ESTADIO MAS 24 HORAS O
PORLONGACION MAYOR A 2 O 2 ESTADIO PROLONGACION DE
DILATAION O DESCENSO O FALLA O DESCENSO SEGÚN CRVA DE
FREEDMAN O DE LA PACIENTE SEGÚN SU TRABAJO DE PARTO.
MAZZAN
MAZZ
ANTI
TI : SE HA
HACE
CE HIPE
HIPERF
RFLE
LEXI
XION
ON DE CA
CADE
DERA
RA POR
POR
EXAMINADOR Y SE HACE FLEXION SUPRAPUBICA PARA QU EBE
ECONTRAIGA HACIA ADELNTAR Y ECSAINADOR SIFUE JALANDO
HACIA ABAJA
NACE DE CARA: MENTÓN ANTERIOR.
DE
DESD
SDEP
EPUE
UESS DE CA
CABE
BEZA
ZA INTRO
NTRODU
DUZC
ZCO
O B¡
B¡MA
MANO
NO HA
HAST
STA
A
HOMB
HOMBRO
ROSS PARA
PARA QU EB
EBEE HA
HAGA
GA RT
RTOA
OACI
CION
ON INET
INETER
ERNA
NA DE
PACIENE
GASKIN:
VOLTEA POR GRAEVDA EL BEEBE SE MEUVE Y LO SACO.
ANORMALIDADES DE LA SITUACIÓN:
TRANSVERSA: cesáreas .
OBLICUA:
MC ROBERTS
MZZANT
GASKIN
DISTOCIAS DEL PASAJERO:
ETIOLOGIA DE LAS SITUACIONES ANORMALES.:
Preterminomas rnago de movilidad
Pelvis contraída: muy tenso
Relajación pared abdominal: hacer ejercicio.
PRESENTACION COMPUESTA:
Ponen mano antes de la cabeza.
Lesiones de plexo braquial, circular en banda de reina.
ALTERACIONES EN EL ANGULO DE INCLINACION DE LA CABEZA
FETAL:
Debe ser de 90 grados.
Anterior o posterior
Da porque cuando empieza a descender la sutura se comprime
para que pueda pasar.
Manejo expectan
Manejo
expectante
te dejar
dejar que se acomod
acomodee sol
solo
o si est
estaa en
expulsivo espero 2 horas si no es prolongado y hago cesáreas
ZAVANELLI DEVOLER AL BEBE OTRA VEZ HACIA EL UTERO DEJO
LA MANO ADENTO HASTA QUE HAGA CESAREA.
EMABARAO MULTIPLE:
1 BEB
BEBEE EN CEFALICA
CEFALICA 2 LONGI
LONGITUN
TUNIDA
IDALL Y QUE TENGA
TENGA DOS
PLACENTAS.
CONDICIONES OVULARES :
NO FRECUENTE PERO PUEDE PASAR:
PELVIMETRIA
SUPER
UPERIIRO SE DIVI
DIVIDE
DE EN 3 CO
CON
NJU
JUG
GADO,
DO, DIAG
DIAGO
ONA
NAL,
L,
ANATOMICO Y OBLICUO.
- ESTRECHO SUSPERIOR MAS
MAS IMPO
IMPOR
RTANTE ES EELL
DIAMETRO AP:
-
ESTR
ESTREC
ECH
HO ME
MEDI
DIO
O: LA TRA
TRANSV
SVER
ERSA
SA DE SEPS
SEPSIN
INA
A A
-
ESPINA
INFERIOR: ANGUO
BICIATICA(10 CM).
Cubito
prononormla
en cunclillas
eso hace que por graeda el be
logra psicion
y pueda ybajar
Por instrumentación por órceps pero casi no se hace por que
se pued elesioanr cráneo de bebe
SUBPUBICO
Y
DISTANCIA
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