La preciosa sangre de Cristo

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La preciosa sangre de Cristo
Introducción
Habitualmente hablamos sobre la sangre de Cristo, incluso hay muchas
canciones que se refiere a ella. Constante clamamos a ella como si fuera una
fórmula mística de protección. Quizás contestes que significa que mis pecados son
perdonados y que soy libre de la atadura de la iniquidad. Pero realmente,
¿Comprendemos el significado de la Sangre de Cristo? A continuación veremos que
en
las
escrituras
existen
dos
referencias
acerca
de la sangre, la más conocida es la sangre derramada, por la cual nuestros pecados
son perdonados, pero además existe la sangre rociada, que presenta un significado
tan importante como el tradicional.
1. La sangre derramada
Sus alcances se desprenden desde Lucas 22:20: “De igual manera, después
que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,
que por vosotros se derrama.” Esta es la sangre que nos lava y limpia de todo
pecado sin que sea necesario ningún sacrificio posterior y es el tipo que
comúnmente se conoce.
2. La sangre rociada
Su significado más claro nace del contexto de Éxodo 12:22-23: “Y tomad un
manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los
dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas
de su casa hasta la mañana. Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea
la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar
al heridor en vuestras casas para herir.”
Sobre ello, lo que primero que debemos preguntarnos es si la sangre de los
corderos por sí misma tuvo el poder de librar de la muerte a los Israleitas. Es decir.
¿si hubiéramos dejado la sangre en un envase a la entrada de la puerta hubiese
tenido efecto?. La respuesta de acuerdo a las circunstancias descritas en el libro de
Éxodo, se inclina por la negativa. Ésta sólo tenía efecto cuando era rociada. Si esto
lo extrapolamos a lo que sucedió en el calvario con la sangre que fluyó del Cordero
de Dios, debemos preguntarnos, qué efecto tiene hoy para nuestras vidas. Son dos.
Primero, de acuerdo al mismo pasaje del éxodo, es protección contra los
poderes destructores de satanás. En segundo lugar conforme a Éxodo 24: 1-11 y
Hebreos 9: 11-14, sella el pacto que tenemos ahora con Dios, la comunión con ÉL.
Tenemos pleno acceso al Señor con gozo. Somos libre para hablar con Dios y
disfrutar de su compañía.
3. Cómo es rociada la sangre de Jesús sobre el corazón?
Romanos 3.25 dice que Dios puso a su hijo “como propiciación por medio de
la Fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto,
en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su
justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.”
Si se observa bien, de acuerdo al pasaje, la Fe se pone sobre la sangre de
Jesús. Esto naturalmente no implica en que pensemos en su sentido material y
literal, sino que debemos meditar en todo lo que ello implica. Es decir tanto su
sentido tradicional del derramamiento, como el que se explica ahora, del
rociamiento.
Luego, según, 1era de Corintios 11:27, se debe tener cuidado en no beber
indignamente de su Sangre, que se simboliza cada vez que una Iglesia celebra la
Santa Cena, porque como dice literalmente el versículo: “De manera que cualquiera
que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado
del cuerpo y de la sangre del Señor.”
Los Cristianos acostumbran a hacer sinónimo lo indigno, de lo no santo o
inmundo. Así piensan generalmente que el pasaje transcrito se refiere a que no
podemos beber de su Sangre, si hemos cometido pecado. Sin embargo su
significado es mucho más amplio. Ello porque si tuviese el significado
acostumbrado, nadie pudiese tomarla, porque como las escrituras reiteradamente
señalan, no hay nadie libre de pecado y por cuanto todos pecaron están destituidos
de la gloria de Dios (Romanos 3.23.)
Lo que realmente significa la indignidad es participar de la Santa Cena sin
creer que soy salvo, perdonado y sanado por la sangre de Cristo. Porque la duda
ensombrece la Fe de cualquier persona y sobre ella Dios ha declarado que quién
actúa así “es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada
de una parte a otra.” (Santiago 1:6)
4. Cómo puedo saber que la sangre ha sido aplicada a mi corazón?
Según 1 juan 1:7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos
comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado.” Esto quiere decir que lo primero que debemos hacer es andar en la luz, lo
que conlleva estar en comunión con lo demás, como lo estamos con Dios. Luego
debemos preguntarnos a quién recurrimos cuando estamos en problemas. Si su
respuesta es a mi vecino, amigo, confidente, esposo, etc., ya tenemos un primer
indicio para saber que no ha habido rociamiento en nuestro corazón. Si la respuesta
es al poder de la Sangre de Jesús, entonces estamos en buen camino.
Luego, examine su conciencia, ¿lo condena? Si no es así, ahora puede estar
seguro que el rociamiento se ha producido. Entonces “acerquémonos con corazón
sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia,
y lavados los cuerpos con agua pura.” (Hebreos 10:22)
5. ¿ Cuáles son los beneficios que fluyen de la sangre rociada de Jesús?
El primer beneficio es que su Sangre ros redime del poder de las tinieblas.
Según Efesios 1: 7: “tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según
las riquezas de su gracia”. Esto quiere decir que ya no es necesario sacrificio alguno
por el Perdón de sus pecados, basta que se arrepiente y crea que la sangre de
Jesús fue derramada por su salvación. Satanás ya no tendrá poder de someterlo a
esclavitud.
Además, debe tener seguridad que será limpio del pecado (1 Juan 1:7). Esto
es un aspecto que habitualmente falla en la vida de un cristiano. Luego de recibir el
perdón del Señor continuamos con la culpabilidad del pecado, como sí Él no nos
hubiese perdonado. Aquello en el fondo es desconfiar en sus promesas, y como ya
vimos la duda es detestable para Dios.
6. Qué espera Dios después de ser rociados con la sangre de Jesús?
La respuesta la encontramos en Romanos 5:11; Salmo 32:11; Salmo 89:15 y
es simple. De acuerdo a estos pasajes, si realmente creemos en la Sangre de
Jesucristo, debemos hacer dos cosas. En primer lugar ir en paz y no dudar más.
Finalmente, debemos alabar a Dios con un corazón agradecido con plena
convicción.
Conclusión
La Sangre de Jesús es mucho más de lo que acostumbramos a entender y su
poder es también mayor. No sólo debemos acudir a ella para cubrirnos del poder de
Satanás, sino que con mayor razón, restablecer nuestra comunión diaria y
permanente con Dios. Ya no hay impedimentos para que vayamos gozosos a su
presencia. Lo cree? Si no es así, es hora de replantear su FE. Si realmente lo cree
y no duda un momento. Si su actitud no es semejante a las olas del mar, goce
entonces de los beneficios de la protección y comunión que nos otorga la preciosa
Sangre de Cristo.
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