LOS 7 DERRAMAMIENTOS DE SANGRE He. 9: 22 INTRODUCCIÓN: Toda la Biblia nos enseña que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados, desde Adán y Eva cuando pecaron y Dios los vistió con pieles de algún animal (Gn. 3:21), luego vemos los sacrificios de corderos etc., que se hacían, “Sangre que solo cubría los pecados”, pero que tipificaban la venida del cordero de Dios, y que su sangre derramada, quita, borra, anula por completo los pecados de todo aquel que lo recibe como su único salvador (Hch. 4:12). DESARROLLO: Dios es un Dios de amor que nos ha amado desde la eternidad (Jer. 31:3), por eso desde la preexistencia fuimos elegidos para ser rociados con esa sangre bendita, (1 P. 1:2) y fuimos bendecidos con toda bendición espiritual (Ef. 1:3), por eso al venir el Señor Jesús a esta tierra vemos que desde niño hasta el final de su ministerio hubo 7 derramamientos de sangre en su vida, y así como la sangre rociada en los dinteles de las puertas en Gosén, no dejó que el destructor matara a los israelitas, así la sangre de Cristo rociada en nuestra vida no va a permitir que el destructor nos mate, porque hay poder en la sangre de Jesús.­ 1. 2. 3. Para sojuzgar el área sexual. Lc. 2:21: En su circuncisión a los 8 días de nacido se derramó sangre tipificando con esto que nosotros podemos vencer el sexo ilícito, (concupiscencia, fornicación, adulterio, etc.), se puede sojuzgar sí aplicamos fe que esa sangre es suficiente para mantenernos puros y santos delante de Dios. Para bendición en el trabajo, Lc. 22; 43­44: Como consecuencia del pecado de Adán y Eva la tierra fue maldecida (Gn. 3:17) pero por esa sangre derramada en Getsemaní y que cayó a tierra vino a bendecirla y con ella la obra de nuestras manos, y sí trabajamos como para Dios (Ef. 6:6) nuestro trabajo será un fruto maravilloso para bendición siendo prosperados en todo como prospera nuestra alma (3. Jn. 2). Para convertir nuestra tristeza en gozo, Is. 50:6: La existencia sin Cristo es de pecado y esto produce tristeza, amargura, desesperación, frustración y se refleja en los rostros, pero esa sangre derramada de sus mejillas hace cambiar en gozo (Jn. l6:20, Is. 61:3) y el corazón alegre, hermosea el rostro (Pr. 15:13). En Isaías 53:2 dice que no se encontró en él parecer ni atractivo, quiere decir que lo golpearon en todo su rostro del cual brotó sangre, de sus labios, para cambiar las malas expresiones (maldiciones, blasfemias, mentiras, palabras soeces); de su nariz para que todo olor que puede recordarnos pecados antiguos sea quitado, sus ojos enrojecidos en sangre para limpiar nuestro mirar. Para quitar toda rebeldía, Is. 50:6; Jn. 19:2: El castigo que nos trajo paz, fue sobre El (Is. 53:5) él se hizo maldición por nosotros (Gá. 3:13) Jesús recibió 39 latigazos = 13 x 3 y 13 es número de rebelión, 39 son los libros del Antiguo Testamento donde mandaba la ley, esto quiere decir que somos libres del pecado no por la ley, sino por gracia (regalo inmerecido) Jesús recibió 13 latigazos en la espalda, 13 en sus lomos y 13 en su pecho para limpiar de rebelión nuestro ser integral, cuerpo, alma y espíritu. 5. Para renovar nuestra mente, Mt. 27:29­30, Jn. 19:2: Le pusieron una corona de espinas en su cabeza, de donde brotó sangre y por medio de ella podemos renovar (hacer joven, volver al 1er. estado) nuestra mente. Pablo dijo: sed niños en la malicia y maduros en el pensar (1 Co. 14:20) y así conoceremos cual es la voluntad de Dios, lo bueno, lo aceptable y lo perfecto (Ro. 12:2). 6. Para bendecir nuestras obras y nuestro caminar, Jn. 19:17: Cuando lo crucificaron lo clavaron de sus manos y de sus pies y por esa sangre derramada nuestras malas obras (peleas, contiendas, robos etc.) son cambiadas por obras de justicia y de paz, también cambia nuestro mal caminar, porque Dios aborrece los pies presurosos al mal (Prov. 6:18) y ahora andar por el Camino de Santidad (Is. 35:8) anunciando el evangelio de buenas nuevas (Ro. 10:15). 7. Para ser esposa del cordero, Jn. 19:34: De igual manera que Eva salió de un costado de Adán así la novia de Cristo sale de su costado y la compra con su sangre y nos da la promesa que venceremos todo obstáculo y que seremos la esposa de Cristo. Los primeros 6 derramamientos de sangre son para toda la humanidad, pero el séptimo, solo para la que se casa con Cristo. CONCLUSIONES: · Jesús no vino solo a salvarnos, vino a buscar esposa. · Nos vino a redimir (comprar de nuevo) con su sangre, antes estábamos vendidos al pecado (1 Co. 6:20, 7:23) · Nos vino a rescatar (sacar de esclavitud o de cautiverio mediante precio) y fuimos comprados con su sangre (1 P. 1:19, Is. 51:11). · Vino a revindicarnos (limpiar nuestro nombre, nuestra personalidad) Al rescatarnos puso fin a todo vejamen, penuria al dolor, legalmente en la cruz del Calvario, su sacrificio pero de hecho cuando aplicamos estos derramamientos, creyendo que para Dios no hay nada imposible. 4.