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HALO: PRIMER GOLPE
PRIMER
GOLPE
ERIC NYLUND
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ERIC NYLUND
SECCIÓN REACH
INDICE
CAPÍTULO UNO
CAPÍTULO DOS
CAPÍTULO TRES
CAPÍTULO CUATRO
SECCIÓN 1 THRESHOLD
CAPÍTULO CINCO
CAPÍTULO SEIS
CAPÍTULO SIETE
CAPÍTULO OCHO
CAPÍTULO NUEVE
CAPÍTULO DIEZ
CAPÍTULO ONCE
SECCIÓN 2 LA DEFENSA DE LA BASE CASTILLO
CAPÍTULO DOCE
CAPÍTULO TRECE
CAPÍTULO CATORECE
CAPÍTULO QUINCE
SECCIÓN 3 RESCATE
CAPÍTULO DIEZ Y SEIS
CAPÍTULO DIEZ Y SIETE
CAPÍTULO DIEZ Y OCHO
CAPÍTULO DIEZ Y NUEVE
CAPÍTULO VEINTE CAPÍTULO VEINTIUNO
SECCIÓN 4 GAMBIT
CAPÍTULO VEINTIDOS
CAPÍTULO VEINTITRES
CAPÍTULO VEINTICUATRO
CAPÍTULO VEINTICINCO
SECCIÓN 5 MASACRE EN ERIDANUS SECUNDUS
CAPÍTULO VEINTISEIS
CAPÍTULO VEINTISIETE
CAPÍTULO VEINTIOCHO
CAPÍTULO VEINTINUEVE
CAPÍTULO TREINTA
SECCIÓN 6 OPERACIÓN: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO TREINTA Y UNO
CAPÍTULO TREINTA Y DOS
CAPÍTULO TREINTA Y TRES
CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO
CAPÍTULO TREINTA Y CINCO
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS
SECCIÓN 7 HARBINGER
EPÍLOGO
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ERIC NYLUND
CAPÍTULO UNO
0622 horas, 30 de Agosto del 2552 (Calendario Militar)
/ UNSC Buque el Pillar of Autumn,
Sistema Epsilon Eridani cerca de la Estación Gamma en Reach
El Spartan -104 Frederic hacia girar un cuchillo de combate, sus dedos eran ágiles a pesar de la
voluminosa armadura de combate MJOLNIR que portaba sobre su cuerpo.
La hoja trazaba en el aire una complicada serie de arcos finos. Los pocos refuerzos del personal
Naval en la cubierta regresaban exhaustos y evitaban sus ojos; al Spartan quien empuñaba un
cuchillo y estaba seguramente acompañado por la presencia de varios cuerpos muertos.
Él estaba nervioso y estaba más que en una misión normal. El objetivo original del equipo, era la
captura de una nave Covenant; habían estado restregándose en la cara de la nueva ofensiva del
enemigo. El Covenant tenía como ruta dirigirse hacia Reach, donde la últimos comandantes del
Mando Espacial de las Naciones Unidas (UNSC) estaban fortificados.
Fred no podía ayudar, pero esperó a que usaran las tropas en tierra y tuvieran un combate nave a
nave. El cuchillo dio vueltas.
Alrededor de él, sus camaradas cargaron armas, apilaron sus equipos y se preparaban para el
combate, sus esfuerzos se redoblaron desde que el Capitán de la nave tuvo personalmente al
quien tendría el mando de la misión, era el líder del equipo: SPARTAN-117; pero Fred estaba algo
atrasado en ello. Solo Kelly terminó en guardar su equipo antes que él.
Él balanceó en el momento, el cuchillo hacia su dedo blindado. Permaneció ahí perfectamente, por
varios segundos.
La gravedad que causó el Pillar of Autumn hizo un sutil cambio en la punta del cuchillo. Fred lo
lanzó desde el aire y lo enfundó en un solo hábil movimiento. Sintió un frío estremecimiento sobre
su estomago cuando se produjo la fluctuación de gravedad, lo que significa: que la nave había
justamente cargado, por supuesto otra complicación.
El Jefe Maestro el SPARTAN 117-John, caminó hacia el panel COM más cercano, cuando el
Capitán Keyes atiborró con su rostro la pantalla. Fred sintió un ligero movimiento a su derecha, una
mano sutil, que era proveniente de Kelly. Él abrió una frecuencia privada COM hacia su compañera
de equipo.
"Parece que tenemos más sorpresas", dijo Kelly.
"Entendido", respondió Fred, "Aunque creo que he tenido bastantes sorpresas para ésta misión."
Kelly lanzó una risita.
Fred centró su atención en el intercambio de John hacia Keyes. Cada Spartan fue seleccionado
desde edad temprana y entrenado por la alta ciencia militar; habiendo sufrido múltiples
procedimientos de aumento: bioquímicos, genéticos y de cibernética. Dando como resultado, a que
un Spartan podía escuchar un alfiler cayendo en una tormenta de arena y cada Spartan en la
habitación estaba interesado en lo que el capitán tenía que decir. Si vas a pasar por el
infierno, Capitán/Oficial Méndez, el primer maestro de los Spartans, dijo una vez, tendrás que
hacerlo de manera ingeniosa...
El Capitán Keyes frunció el seño sobre la pantalla de la nave, sosteniendo una pipa en su mano.
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HALO: PRIMER GOLPE
Aunque su voz era tranquila, el Capitán aferraba la pipa que era de color blanco apretado los
nudillos cuando resumía la situación. El único espacio donde el buque estaba atracado era en una
de las instalaciones orbítales en REACH, la cual había fracasado en eliminar su base de datos de
navegación. Si los datos NAV (navegación) cayeran en manos del Covenant, el enemigo tendrá un
mapa hacia la Tierra.
"Jefe Maestro", el Capitán dijo: "Creo que el Covenant usará un Slipspace, dando un salto a una
posición a las afueras del puerto espacial. Ellos tratarán de alcanzar a sus tropas en la estación,
antes de que las armas de la Súper MAC puedan derribar sus naves. Este será una misión difícil;
Jefe. Estoy... abierto a sugerencias. "
"Nos ocuparemos de ella", respondió el Jefe Maestro.
El Capitán Keyes amplió sus ojos y se inclinó hacia adelante en su silla de mando. "¿Exactamente
cómo, Jefe Maestro?"
"Con todo el debido respeto, Señor, los Spartans están entrenados para manejar misiones difíciles.
Dividiré mi escuadra. Tres abordarán el puerto espacial y se asegurarán de que los datos NAV no
caigan en las manos del Covenant. El resto de los Spartans irá a tierra firme y repelerá las fuerzas
de invasión".
Fred apretó los dientes. Teniendo en cuenta su elección, prefirió pelear contra el Covenant en
tierra. Al igual que sus compañeros Spartans, detestaba estar en servicio fuera del planeta. La
operación era a bordo del puerto espacial y estaría en peligro a cada paso, desconociendo el
despliegue del enemigo, sin gravedad, con el intelecto inútil y sin la suciedad debajo de sus pies.
Eso no era la cuestión, de hecho: Las misiones espaciales eran la tarea más difícil, por lo que Fred
intentó en ser voluntario para ello.
El Capitán Keyes consideró la sugerencia de John. "No, Jefe Maestro. Es demasiado arriesgado;
tenemos que asegurarnos de que el Covenant no obtenga los datos NAV. Usaremos una mina
nuclear, colóquelo cerca del anillo de acoplamiento y detónelo. "
"Señor, el EMP (Pulso Electromagnético, de granadas de plasma en este caso) calcinará las
bobinas de los superconductores de las armas orbitales. Y si utiliza las armas convencionales del
Pillar of Autumn, la base de datos NAV podrá aún sobrevivir. Si el Covenant hace una búsqueda
entre los restos, obtendrán los datos. "
"Cierto", dijo Keyes y dio un golpecito cuidadosamente a su pipa llevándola a su barbilla. "Muy
bien, Jefe Maestro. Tomaremos su sugerencia. Trazaré un curso sobre la estación de
acoplamiento. Enliste a su Spartans y prepare dos naves de descenso Pélicans. Los lanzaremos.”
Él consultó con Cortana. “En cinco minutos".
"Si, Capitán. Estaremos listos".
"Buena suerte," dijo el Capitán Keyes y la pantalla se oscureció.
Fred quitó la atención sobre el Jefe Maestro cuando se dirigió a encarar a los Spartans. Fred
empezó a dar un paso hacia delante; pero Kelly le dio un pequeño golpe.
"Jefe Maestro", ella dijo, " Permiso para dirigir la misión espacial. " La maldita siempre había sido
más rápida.
"Denegado", dijo el Jefe Maestro. "Yo estaré dirigiendo eso”.
"Linda y James", continuó. "Estarán conmigo. Fred, tu serás líder del Equipo Rojo. Tendrás el
mando de la operación táctica terrestre. "
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ERIC NYLUND
"¡Señor!" Fred gritó y su voz comenzó a protestar como si dudara. Ahora no era momento para
cuestionar órdenes... cuanto mucho él lo había estado esperando. "¡Sí, señor!"
"Ahora estamos listos", dijo el Jefe Maestro. "No tenemos mucho tiempo. "
Los Spartans permanecieron de pie por un momento. Kelly convocó, "¡Atención!". Los soldados
quebraron filas y le dieron al Jefe Maestro un estridente saludo, el cual éste les devolvería
inmediatamente.
Fred cambió a la frecuencia del Equipo Rojo y gritó, "¡Muévanse, Spartans! Quiero al equipo
reunido en noventa segundos y las preparaciones finales en cinco minutos. Joshua: Enlaza con
Cortana y que me obtenga un mapa e información actual sobre la zona de aterrizaje, no me
importa si sólo son imágenes climatológicas o de satélite, pero quiero fotos y los quiero en antes de
noventa segundos. "
El Equipo Rojo saltó hacia la acción.
El nerviosismo previo a la misión se había ido, sustituido por una fría calma. Había trabajo que
hacer y Fred estaba ansioso por hacerlo. El oficial de vuelo Mitchell se aturdió cuando una ráfaga
de energía fue disparada dentro de la bahía de aterrizaje y vaporizó un metro de sección del muro.
Al rojo vivo, el metal fundido se esparció por la ventana principal de la nave de descenso Pélican.
Esto se destornillará, él pensó y golpeó los propulsores del Pélican. El arma de metal color verde
(barras de combustible…posiblemente) se proyectaba al mismo tiempo que una columna de fuego
azul/blanco, entonces dañaron las afueras de las bahías del lanzamiento del Pillar of Autumn
dentro del espacio. Cinco segundos después el infierno se desató. Las próximas ráfagas de
energía provenían del los buques liderados por el Covenant, que cortaron sus posiciones y cayeron
sobre un COMSat. El satélite de comunicaciones se vino abajo, desintegrándose en fragmentos
brillantes.
"Es mejor que se sostengan"
Mitchell anunció a sus pasajeros en la bahía de tropas de la nave de descenso.
"Tenemos compañía”
Una multitud de naves atacantes Seraphs del Covenant, volaban en una estrecha formación y se
precipitaban a través del espacio para interceptar el curso de la nave de descenso. Los motores del
Pélican ardieron y la pesada nave cayó en picada hacia la superficie de Reach. Los combatientes
alienígenas aceleraron y ráfagas de plasma parpadeaban salientes desde sus posiciones.
Un perno de energía anterior cortó el babor de la nave, en sentido estricto desapareció parte de
la cabina de Pélican. La voz Mitchell se oyó a través del sistema COM:
"Bravo Uno a Knife Dos Seis: Necesito un poco de ayuda por aquí."
Él piloto rodó el Pélican para evadir un masivo pedazo, que se había desprendido de los restos de
una patrulla muy cercano a la proveniente onda de asalto. Debajo del acalorado fuego de plasma,
logró esquivar a tiempo la insignia del UNSC forjado en el pedazo de metal.
Mitchell frunció el seño. Esto empeoraba a cada segundo.
"Bravo Uno a Knife Dos Seis ¿Donde diablos estás? ", Gritó.
Cuatro enormes formas aparecieron, estas naves se abarcaron dentro de la posición y alcance de
Mitchell; eran pesados, eran Longswords.
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HALO: PRIMER GOLPE
“Knife Dos Seis a Bravo Uno", una tersa voz femenina se escuchó a través de canal COM.
"Mantén tus pantalones arriba. Hoy es un buen día para hacer negocios". Dijo la piloto del
Longsword
Demasiado bueno. Apenas los Longswords tomaron posición para escoltar la nave de descenso,
cuando Seraphs del Covenant se aproximaron, abriendo una barrera de fuego de plasma. Tres de
los cuatro escoltas Longswords del Pélican cambiaron su curso, dirigiéndose a toda potencia hacia
las naves del Covenant. En la oscuridad del espacio, los cañones se iluminaban y los misiles
grababan senderos fantasmales; las armas de energía del Covenant cortaban la oscuridad de la
noche y las explosiones se esparcían por el cielo.
El Pélican y su único escolta aceleraron en línea recta hacia el planeta. Se dispararon pernos de
plasma que atravesaban los restos; la nave de descenso giró y maniobró cuando los misiles y
bolas de plasma se atravesaban sobre su camino. Mitchell se sorprendió cuando las armas de
defensa orbital de Reach abrieron fuego. Una bola blanca fundió directamente el metal sobre el
Pélican y su escolta, cuando ellos se dispararon por debajo de la plataforma de defensa en forma
de anillo de la superestructura.
Mitchell envió al Pélican a la atmósfera del planeta. Llamas vaporosas sobresalían peligrosamente
por toda la nariz de la nave y el Pélican se mecía de un lado a otro.
"Bravo Uno, ajusta el ángulo de ataque", la piloto del Longsword le informó.
"Estás entrando a gran temperatura".
"Negativo", dijo Mitchell. "Estamos entrando rápidamente la superficie no lo lograremos. Contactos
enemigos a mis cuatro y tres”.
Una docena más Seraphs del Covenant dispararon a sus motores y en ángulo descendente hacia
las dos naves.
"Afirmativo: a las cuatro y tres. Voy por ellos, Bravo Uno", la piloto del Longsword anunció.
“Derribemos a esos malditos."
El Longsword giró vertiginosamente hacia la formación Covenant. No había posibilidad de que la
piloto pudiera derribar a una docena de Seraphs. Knife Dos Seis sabía eso. Mitchell sólo esperó a
que los preciosos segundos de Dos Seis fuera más que suficiente. El Pélican abrió sus reservas de
oxígeno y quemó combustible, cayendo en picada a tierra a cien metros por segundo. Un aura
tenue de llamas envolvió a la embarcación estruendosamente de un rojo a un terrible naranja.
La sección posterior del Pélican se había desprendido por accidente, donde usualmente los
asientos están en la sección de izquierda a derecha. Los generadores de soporte vital entre el
servidor de seguridad, los pasajeros y el compartimiento del piloto; también se habían desprendido,
haciendo una habitación.
Bajo en otras circunstancias, tales modificaciones podrían dejar espacio en la bahía de tropas, sin
embargo, estaba ocupado. Veintisiete Spartans se aferraban a la nave; agachados en su armadura
MJOLNIR para absorber el impacto del rápido descenso. Su armadura era de media tonelada de
aleación de negro, con placas de cerámica débilmente iluminadas de verde y el parpadeo de los
emisores de los escudos de energía. Visores polarizados y cascos llamativos, los hacían lucir como
héroes griegos y a su vez máquinas humanas. A sus pies, había bolsas de equipamiento, cajas de
municiones y estaban anclados en su lugar. Todo se sacudía dentro de la nave y el aire denso se
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ERIC NYLUND
incrementaba cada vez más.
Fred golpeó el canal COM y gritó: "¡Sujétense!" La nave se sacudió y luchó por mantener el
equilibrio. La SPARTAN-087 Kelly, se acercó y abrió una frecuencia.
"Jefe, vamos a tener mala comunicación de la escuadra después de caer en el planeta", ella le
dijo.
Fred hizo una mueca de enojo cuando se dio cuenta de que había sólo una emisión FLEETCOM 7
(Comunicación de Flota 7 De hecho se puede referir a "Control", pero el término más adecuado es
"Comando", donde las naves se reportan, al igual que los Almirantes): Tenía correo basura en la
radio de cada nave en rango. Maldición.
Abrió un canal privado hacia Kelly. "Gracias", él dijo. Ella respondió con un sutil movimiento de
cabeza. Sabía mejor que era un simple error y con un segundo en el mando, Kelly también estaba
arreglando los errores en su canal COM. Él necesitaba a su sólida roca (Kelly). Necesitaba
a todo el Equipo Rojo y un alambre bien fuerte que los uniera. Lo que significa que él necesitaba
asegurarse de mantenerlos juntos. No más errores.
Comprobó los biomonitores de la escuadra. (Aparato receptor que toma las imágenes directamente
de las instalaciones filmadoras y sirve para controlar la transmisión. Bio, puede derivarse a una
pantalla específica para identificar signos vitales, pero es especulación)
Mostraban a todos en luz verde en su HUD, con rítmicos pulsos marginalmente acelerados. El
piloto era otra historia aparte. El corazón de Mitchell se disparaba como un rifle de asalto.
Cualquier problema con Equipo Rojo no era físico; los biomonitores confirmaron mucho más. Los
Spartans eran utilizados para misiones difíciles; el Alto Mando de la UNSC nunca los enviaba al
trabajo "fácil".
Su trabajo esta vez era tocar tierra y proteger los generadores que dan energía a las plataformas
del Cañón Orbital de Aceleración Magnética (MAC). La flota estaba siendo arrasada a pedazos en
el espacio. Las armas del masivo MAC eran la única cosa que mantenía al Covenant a reabastecer
sus líneas y tomar Reach.
Fred sabía algo que Kelly y los demás Spartans coincidían, era dejar atrás al Equipo Azul en
manos del Jefe Maestro. Habría infinitamente preferido estar con el Equipo Azul. Conocía a cada
Spartan aquí, sentía como si estuvieran tomando el camino más fácil allá afuera. Si las naves y sus
jinetes mantuvieran alejado a la oleada de asalto Covenant, La misión del Equipo Rojo era vía
terrestre y era necesario abrirse camino.
La mano de Kelly golpeó el hombro de Fred y él lo reconoció como un gesto consolador. La
agilidad de Kelly era como la de una navaja, ésta se multiplicó cinco veces por la reacción de los
circuitos de su armadura MJOLNIR. Ella no lo habría tocado "accidentalmente" a menos que
significaba algo y el gesto hablaba por si solo. Antes de que pudiera decirle algo a ella, el ángulo
de gravedad del Pélican se implantó en los estómagos de los Spartans.
“Nos estamos aproximando", avisó el piloto.
Los Spartans flexionaron sus rodillas cuando el Pélican se balanceó cuando daba un apretado giro.
Una caja rompió sus correas de retención, rebotó y se pegó en la pared.
El canal COM se abrió con estática y apareció la voz de la piloto del Longsword: "Bravo Uno aquí
Knife Dos Seis, enemigos contraatacando. Estoy recibiendo fuego enemigo " El canal bruscamente
se llenó de estática.
Una explosión azotó al Pélican y pedazos de metal salieron de su grueso casco. Parches de
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HALO: PRIMER GOLPE
armadura ardiente y algunas burbujas empezaron a salir. Las explosiones de energía indicaban la
ebullición del metal, llenando el interior con humo por una fracción de segundo, antes de que la
atmósfera presurice la nave y golpee profundamente con neblina su interior. La luz del sol fluía a
través de la lacerada armadura de Titanio-A.
El Pélican se tambaleó y Fred vislumbró 5 Seraphs Covenant pilotando de manera turbulenta en el
aire.
"Tengo que esquivarlos" el piloto gritó. "¡Sosténganse!"
El Pélican se lanzó hacia delante y sus motores explotaron por la sobrecarga. Los estabilizadores
de la nave de descenso salieron volando y el Pélican giró fuera de control.
Los Spartans se sujetaron de las vigas transversales cuando sus equipos estaban siendo arrojados
en el interior de la nave.
"Será una caída infernal, Spartans", su piloto les dijo por el canal COM.
"Piloto automático programado para el ángulo. Demonios los estoy perdiendo, Voy a"
Un destello de luz iluminó la escotilla de la cabina y la diminuta ventana de vidrio se destrozó junto
con el compartimiento del pasajero. El biomonitor del piloto no marcó signos de vida.
La taza de vertiginosidad aumentó y pedazos de metal e instrumentos salieron libremente
rompiéndose y bailando alrededor del compartimiento. SPARTAN-029 Joshua era el más cercano
a la escotilla de la cabina. Tiró a si mismo y dijo algo acerca de "explosiones de plasma". Él pausó
por un segundo y luego agregó: "Voy a redirigir el control hacia la terminal hacia aquí. Con su
mano derecha, furiosamente intervino los comandos sobre el teclado montado en la pared. Los
dedos de su izquierda excavaban dentro del muro de metal.
Kelly rastreó a lo largo del marco de estribor, que permanecía allí por los movimientos oscilantes
del Pélican fuera de control. Se dirigió hacia popa en el compartimento de pasajeros y dio
puñetazos a un teclado y avistó los pernos explosivos que caían hacia la escotilla. (¿Barras de
combustible de los Seraphs?)
"¡¡Cúbranse!!" ella gritó.
Los Spartans respondieron la orden. La escotilla explotó y salió disparada lejos de la embarcación.
Fuego fluyó a lo largo del exterior del casco. En cuestión de segundos, aquel compartimento se
convirtió en un horno explosivo. Kelly se inclinó para estar fuera de alcance de la nave Seraph, el
calor resoplaba los escudos de energía de su armadura.
Las aeronaves Seraph del Covenant dispararon sus láseres, pero la energía de las armas se
dispersaban en la estela súper- acalorada del Pélican cayendo. Una nave alienígena cayó fuera de
control, tan profundo dentro de la atmósfera que era difícil maniobrar con facilidad. Los otros
giraron y retrocedieron de vuelta hacia el espacio.
" También demasiado calor para ellos, eh ", mencionó Kelly. "Estamos por nuestra cuenta."
"Joshua", Fred lo llamó. "¿Cuál es el reporte?".
"El piloto automático se ha ido y la cabina de control está fuera de línea," Joshua respondió.
"No puedo contrarrestar nuestro curso con los propulsores". Dio un golpe en un comando; el puerto
del motor se sacudió y la nave viró lento y cesó.
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ERIC NYLUND
"¿Podemos aterrizar?" preguntó Fred.
Joshua no dudó en dar la mala noticia. "Negativo. La computadora no tiene solución para nuestros
vectores de entrada". Tecleó rápidamente en el teclado. "Voy a conseguir mas cantidad de tiempo
posible."
Fred pensó sobre sus opciones limitadas. No tenían paracaídas, ni cápsulas de salvamento
propulsadas por cohetes. Solo había una simple opción: Podrían viajar directamente hacia el
infierno en este Pélican… o podrían salir.
"¡¡Prepárense para un rápido descenso!!", Fred gritó. "Cojan su equipo. Surtan sus trajes con gel
hidrostático a máxima presión. Arriba, Spartans…tendremos un aterrizaje forzoso”.
"Aterrizaje forzoso " era una ironía. Los Spartans y su armadura MJOLNIR eran resistentes. Los
escudos de energía de la armadura, el gel hidrostático y los circuitos reactivos, junto con la
estructura ósea aumentada de los Spartans, puede ser suficiente para soportar un aterrizaje de alta
velocidad... pero no un impacto supersónico. Fue una apuesta peligrosa. Si Joshua no podía frenar
el descenso del Pélican; Tendrían que saltar.
"Estamos a doce mil metros", Kelly gritaba, todavía agachada en una esquina de la puerta de
popa.
Fred le dijo a los Spartans: "Listos, vayan a popa y salten a mi señal".
Los Spartans agarraron sus equipos y se trasladaron hacia la escotilla de apertura. Los motores del
Pélican rugieron cuando Joshua anuló los propulsores para invertir sus posiciones. La
desaceleración arrastró al equipo Spartan y todo el mundo se sujetó, o trató de hacerlo. Joshua
utilizó el tiempo que quedaba, para tratar de tomar cierto control de la nave y resistir; después la
nariz del Pélican se destrozó. Un sónico estampido se escuchó a través de la nave, cuando caía
por debajo de su velocidad Mach 1. El armazón de la nave se estremeció y algunos remaches
aparecieron.
"Estamos a ocho kilómetros y este ladrillo sigue cayendo rápido," llamó Kelly.
"Joshua, vallamos a popa", ordenó Fred.
"Afirmativo " Joshua respondió.
El Pélican gimió horriblemente y el armazón de la nave hacía un sonido metálico a causa de la
fricción, luego, crujía cuando la aeronave temblaba y se arqueaba. Fred colocó sus blindados
guantes sobre la pared y trató de mantener junta la aeronave solo un poco más.
No funcionó. La esclusa del motor explotó y el Pélican cayó fuera de control. Kelly y los Spartans
se acercaron a la escotilla de popa. No había más tiempo.
"¡¡Salten!!" gritó Fred. “¡Vamos: Spartans, vamos, vamos, vamos!"
El resto de los Spartans saltaron de la popa y lucharon contra las fuerzas de G del Pélican
cayendo.
Fred agarró a Joshua y saltaron juntos.
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HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO DOS
0631 horas, agosto 30,2552 (Calendario Militar)
\ sistema Epsilon Eridani,
posición y área desconocidos, Planeta Reach.
Fred vio el cielo y la tierra en rápida sucesión ante su HUD. Décadas de entrenamiento tomaron
lugar. Esto era como un salto en paracaídas... excepto que esta vez no hubo tal. Se esforzó para
que sus brazos y piernas se abrieran; ya en posición de águila, controló sus vueltas y la velocidad
de frenado. Al mismo tiempo parecía avanzar lentamente y acababa a toda velocidad, algo que
Kelly había denominado " Tiempo SPARTAN ". Realzó los sentidos y aumentó la fisiología, lo que
significaba que en períodos de estrés, el pensamiento Spartan reaccionaba más rápido que un
humano normal. La mente de Fred se aceleró cuando absorbió la situación táctica.
Él activó su censor de movimiento, impulsando el rango de gama al máximo. Su equipo apareció
como una señal en su HUD. Con un suspiro de alivio, vio que todos de los 26 de ellos estuvieron
presentes y colocándose en formación U.
“Las Fuerzas de tierra Covenant, podrían haber estado siguiendo al Pélican", Fred les habló vía
COM. "Esperen fuego Anti-Aéreo”.
Inmediatamente los Spartans rompieron la formación y se dispersaron a través del cielo. Fred
corrió el riesgo de echar un gran vistazo al Pélican que caía. Éste enviaba fragmentos del blindaje
de metal y feos arcos de residuos esparciéndose, antes de que se impactara sobre la ladera de
una montaña nevada.
La superficie de Reach se extendió ante sí, a unos dos mil metros más adelante. Fred vio una
alfombra de bosques verdes, montañas fantasmales a la distancia y pilares de humo que se
elevaban desde el oeste. Él vio una particular cinta de agua que reconoció: El Río “El Gran
Cuerno”.
Los Spartans habían entrenado en Reach la mayoría de ellos a muy temprana edad. Éste fue el
mismo bosque donde (CPO) Maestre Méndez los había dejado cuando eran niños. Sólo con
algunas piezas de un mapa y sin alimentos, ni agua, o armas. Habían capturado cautelosamente a
un Pélican y regresaron al Cuartel General. Esa fue la misión en el cual John, ahora el Jefe
Maestro, se había ganado el mando del grupo, la misión que los había forjado en un equipo.
Fred dejó a un lado los recuerdos. No era el regreso a casa. La Instalación de entrenamiento de la
Reserva Militar 01478-B de la UNSC, debería estar estacionada en el oeste. ¿Y los generadores?
Él pidió el mapa del terreno y fue desplegado en su pantalla. Joshua había hecho bien su trabajo:
Cortana decentemente había emitido las imágenes del satélite, así como una topografía completa
del mapa. No era tan bueno como un mosquito espía, pero era lo mejor que Fred había esperado
en corto plazo. Dejó un indicador NAV en la posición del complejo del generador y cargó los datos
sobre el objetivo vía COM hacia su equipo.
Tomó un profundo respiro y dijo: "Ese es nuestro objetivo. Nos movernos hacia allí, pero
manteniendo nuestro ángulo de entrada al mínimo. Apuntando desde las copas de los árboles.
Dejémonos caer lentamente. Si no pueden, Apunten al agua... y que métanse en sus brazos y
piernas antes del impacto. ".
Parpadearon 26 luces de reconocimiento azules, confirmando su orden.
(Nota: Los visores de los Spartans muestran destellos de luz, que es el estado de cómo están o su
respuesta a los demás del equipo.
Verde: Todo normal o área despejada o estado de un Spartan
Azul: Confirmación
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ERIC NYLUND
Rojo: Alerta de peligro comunicada por un Spartan (solo en caso de emergencia))
"Presuricen sus hidrostáticos justo antes de su impacto." anunció Fred
Se correría el riesgo de embolias de nitrógeno para sus Spartans, pero venían a toda velocidad, el
cual era una gran carga para el Spartan, calculándose unos 130 metros por segundo. Tuvieron que
presurizar el relleno de gel o sus órganos serían aplastados contra la impenetrable armadura
MJOLNIR cuando cayeran.
Las luces de reconocimiento parpadearon de nuevo... aunque Fred tenía una ligera sensación de
incertidumbre.
Faltaban quinientos metros para llegar.
Tomó un último vistazo a sus Spartans. Que estaban dispersos en el horizonte como trozos de
confeti. Juntó sus rodillas y cambió su centro de masa, intentando nivelar su ángulo cuando se
aproximó a las copas de los árboles. Funcionó, pero no tan bien o tan rápido como había esperado.
Un centenar de metros más. Su escudo parpadeó cuando rozó las coronas más altas de los
árboles. Respiró profundamente, tan profundamente como le era posible, tomó sus rodillas, y se
colocó en forma de una pelota (posición fetal.) Él sobrecargó los sistemas de hidrostática y
presurizó el gel que rodeaba su cuerpo. Mil cuchillos diminutos le apuñalaban, a diferencia de
cualquier otro dolor que había experimentado ya en el programa SPARTAN-II, el cual había sido
alterado quirúrgicamente.
Los escudos de la armadura MJOLNIR se convirtieron en una gran bengala, cuando hacía trizas
las ramas y luego una repentina ráfaga se originó cuando se impactó en el centro muerto de un
tronco grueso. Provocó un gran estruendo como si fuera un misil blindado. Cayó, y su cuerpo
absorbió rápidamente una serie de impactos de fuego. Era como tomar una imagen completa del
rifle de asalto a quema ropa. Segundos después Fred golpeó un hueso para detenerse.
Su traje se estropeó. Ya no podía ver ni oír nada.
Permaneció en estado limbo y luchó para estar consciente y en alerta. Momentos más tarde, su
HUD se llenó de estrellas. Se dio cuenta entonces de que el traje no estaba en mal
funcionamiento... Él lo estaba. "¡Jefe!" la voz de Kelly se hizo eco en su cabeza, como si saliera al
final de un largo túnel. "Fred, levántate", le susurró Kelly. "Tenemos que irnos."
Su visión se aclaró y lentamente giró sus manos y rodillas. Algo le dolía por dentro, como si su
estómago se hubiera desgarrado, cortándose en pequeños pedacitos y luego, éstos volvían a estar
todos juntos restableciéndose incorrectamente. Tomó un respiro. Eso dolía, también.
El dolor era bueno le ayudó a mantenerse en alerta.
"Estado", él tosió. Su boca sabía como a cobre.
Kelly se arrodilló a su lado y en un canal privado COM le dijo: "La mayoría de las personas tiene
daños menores: unos pocos generadores de escudo golpeados, sistemas de censores y una
docena de huesos rotos y algunas contusiones. Nada que no podamos compensar. Seis Spartans
tienen lesiones más graves. Pueden luchar desde una posición fija, pero tienen movilidad limitada.
"
Ella exhaló profundamente y luego añadió: "Cuatro están MEA” (Muertos en Acción)
Fred lidió sobre sus pies. Estaba mareado, pero se mantuvo en posición vertical. Tuvo que
permanecer sobre sus pies no importando como. Él tenía que hacerlo por el equipo, para
mostrarles que aún tenían en funcionamiento a un líder. Podría haber sido mucho peor, pero cuatro
muertos era bastante malo.
Ninguna operación Spartan había visto tantos muertos en una sola misión y esta operación apenas
12
HALO: PRIMER GOLPE
estaba comenzado. Fred no era supersticioso, pero no podía ayudar y sentía que la suerte de los
Spartan se les estaba acabando.
"Hiciste lo que tenías que hacer", dijo Kelly, como si ella le estuviera leyendo su mente. "La
mayoría de nosotros no lo habrían hecho si no hubieras estado sobre tus pies. "
Fred rió en disgusto. Kelly pensó que había aterrizado sobre sus pies, pero todo lo que había
hecho él, era aterrizar sobre su trasero. Él no quería hablar de ello, no por ahora. "¿Alguna otra
buena noticia?”, él dijo. "Muchas", respondió ella. "Nuestro equipo, las cajas de municiones, las
bolsas de armas extra, están dispersas por toda nuestra ZA (zona de aterrizaje). Sólo unos pocos
de nosotros tenemos rifles de asalto, tal vez cinco en total. "
Fred instintivamente alcanzó su MA5B y descubrió que los clips de anclaje en su armadura habían
sido deteriorados en el impacto y algunos ya no estaban en su lugar. Tampoco ninguna granada en
su cinturón. Su bolsa de salto se había ido, también. Se encogió de hombros. "Vamos a
improvisar", Fred dijo. Kelly recogió una piedra y la aventó.
Fred resistió el impulso bajo su cabeza y atrapó su aliento. No había nada más que él pudiera
hacer ahora, solo sentarse, descansar y pensar. Tenía que haber alguna manera de conseguir que
sus Spartans salieran de aquí en una sola pieza. Era como un ejercicio de entrenamiento, todo lo
que él tenía que hacer era averiguar la mejor manera de cumplir su misión, sin sus equipos.
No había tiempo, sin embargo. Ellos habían sido enviados a proteger los generadores y de seguro
el Covenant no estaban endemoniadamente asentados alrededor, a la espera de que los Spartans
dieran el primer paso. Las columnas de humo se marcaban sobre el Alto Mando (HighCom) de
Reach fue una prueba de ello.
"Ensambla el equipo", Fred le dijo a ella. "Formación Beta. Estamos en camino hacia a los
generadores a pie. Empaqueta a nuestros heridos y muertos. Envíalos con las armas hacia delante
como exploradores. Tal vez nuestra suerte cambie. "
Kelly gritó sobre la COM de la escuadra: "Muévanse, Spartans. Formación Beta hacia el punto
NAV”.
Fred inició un diagnóstico a su armadura. El subsistema de hidrostática había roto un sello, y los
niveles de presión eran funcionalmente mínimos. Podía moverse, pero tendría que remplazar el
sello, antes de que fuera capaz de esquivar rápidamente el fuego de plasma.
Cayó detrás de Kelly y vio a sus Spartans en la periferia controlando la táctica amigo-enemigo.
No podía verlos muy bien, ya que se distribuyeron a la distancia y de árbol en árbol para evitar
cualquier tipo de sorpresas Covenant. Todos ellos se trasladaban en silencio a través del bosque:
luz y sombras; un ocasional silencio por parte de la luminosidad verde de la armadura.
"Rojo-Uno aquí Rojo-Doce. Contacto, un solo enemigo... neutralizado”
"Uno por aquí también", informó Rojo-Quince. "Neutralizado". Tenía que haber más. Fred sabía
que el Covenant nunca viajaba en pequeños grupos.
Peor aún, si las tropas del Covenant están desplegándose en grandes números, significa que la
acción mantenida en órbita ha cambiado horriblemente. . . por lo que era sólo cuestión de tiempo
antes de que esta misión fuera de mal en peor.
Estaba intentando a escuchar a su equipo sobre el control del campo, casi se topó con un par de
Jackals. Él instintivamente se ocultó en la sombra de un árbol y se mantuvo inmóvil. Los Jackals no
lo habían visto. Los Aliens eran como pajarracos, olfatearon el aire y luego avanzaron con más
cautela cerrándose hasta la posición oculta de Fred. Agitaron sus pistolas de plasma antes de que
hicieran un clic sobre sus escudos de energía.
13
ERIC NYLUND
Los pequeños campos protectores se extendieron sobre el campo ondeando y solidificándose con
un sonido silencioso. (Se desplegaron los escudos Jackals) Fred abrió su canal COM hacia RojoDos, dos veces. En respuesta la luz azul de reconocimiento parpadeó de inmediato a su llamada
para el apoyo.
De repente los Jackals se dirigieron hacia su derecha y olfatearon rápidamente. Una gran roca
sobresalía desde la izquierda en dirección a los alíens. Un gran golpe dio en la cresta occipital del
Jackal líder dejándole una grieta. La criatura fue abatida y cayó al suelo sobre un charco de sangre
púrpura. Fred se lanzó hacia adelante y en tres sencillos pasos se cargó al resto de los Jackals. Él
evadió en todo momento el escudo energía y agarró la muñeca de la criatura. El Jackal chilló de
miedo y de sorpresa.
Él trató difícilmente de arrebatar la pistola del Jackal de su brazo y luego, giró. El Jackal forcejeó
por su propia arma y la piel áspera de su cuello se notaba su esfuerzo.Fred lo apretó tanto que
pudo sentir como se le rompían los huesos al alien. La pistola de plasma resplandecía
brillantemente a un verde esmeralda. Un Jackal salió detrás a sus espaldas, al menos parte de la
cabeza. Fred recogió las armas del suelo y Kelly emergió desde los árboles. Él le arrojó a ella una
de las pistolas de plasma la cual ella atrapó en el aire.
"Gracias. Prefiero mi rifle, que a este pedazo de basura”, dijo ella.
Fred asintió, sujetó otra arma de plasma y la colocó a su arnés. "Supera esa mi3rda de arrojar
piedras", respondió.
"Afirmativo, Jefe", dijo asintiendo. "Pero lo dudo". Agrego ella
"Rojo-Uno", la voz de Joshua llamó por la SQUADCOM. (Comunicador COM de la escuadra).
"Estoy a media distancia delante de ti. Tiene que ver esto."
"Entendido", le dijo Fred. "Equipo Rojo, Permanezcan aquí y esperen mi señal”
La luz de reconocimiento parpadeó. Y medio agazapado, Fred hizo su camino hacia Joshua. Había
una luz adelante: Las sombras se aclararon y desaparecieron porque los bosques se habían ido.
Los árboles habían sido arrasados, cada uno voló en astillas o fue carbonizado.
También había cuerpos, miles de Grunts, cientos de Elites y de Jackals, llenando el campo abierto.
Había también humanos, todos muertos. Fred pudo ver a varios marines todavía ardiendo en fuego
de plasma. Había un tanque Scorpion volcado, Warthogs con sus neumáticos en llamas y un
Banshee también. Estaba enganchado sobre un bucle de alambre de púas y todavía estaba
encendido, en estado de propulsión, listo para retomar el vuelo hacia la interminable órbita.
El complejo del generador estaba sobre el lado más lejano del campo de batalla, sin embargo,
estaba intacto. Los búnkeres estaban reforzados con concreto, armados con ametralladoras
alrededor de la construcción. Los generadores estaban profundamente debajo de ella. Hasta ahora
parecía que el Covenant no había logrado acceder a ellos, aunque no cederían en intentarlo.
"Contactos adelante", susurró Joshua.
Cuatro señales aparecieron en su censor de movimiento. Las etiquetas Amigo o enemigo se
identificaron como Marines de la UNSC, de la Compañía Charlie. Los números de serie
aparecieron al lado de los hombres, cuando su HUD recogía un mapa topográfico de la zona.
14
HALO: PRIMER GOLPE
Joshua le entregó a Fred su rifle de francotirador y observó a los contactos a través de la visión de
largo alcance. Eran marines, por supuesto. Ellos hurgaban entre los cuerpos y en la basura del
área, patrullando y en busca de supervivientes, armas y municiones.
Fred frunció el ceño, algo acerca de la forma en como la escuadra de marines se movía, algo no
estaba bien. Carecían de unidad de cohesión, con sus líneas cortadas y expuestos. No estaban
utilizando ninguna cobertura disponible. A través de los ojos experimentados de Fred, los marines
ni siquiera parecían avanzar hacia una dirección específica. Uno de ellos sólo estaba deambulando
en círculos.
Fred envió una transmisión directa a través de la frecuencia global de la UNSC. "Patrulla Marine,
este es el Equipo Rojo-Spartan. Nos aproximamos a su posición desde sus seis. Cambio ".
Los marines giraron repentinamente y en dirección a Fred y con sus rifles de asalto en guardia.
Hubo estática en el canal COM, luego, una voz ronca apática respondió: "¿Spartans? Si ustedes
son lo que dicen ser… seguro de que podríamos echarles una mano. "
"Lo sentimos, perdimos la batalla, Marine."
“¿Perdieron?" El Marine dio una breve risa amarga. "Demonios, Jefe esto sólo fue el primer
round”.
Fred devolvió el rifle francotirador a Joshua, apuntando hacia sus ojos y luego a los marines en el
campo. Joshua asintió, con fusil en hombros y observando a los marines. Sus dedos
permanecieron inmóviles cerca del disparador del gatillo, sin quitarlos de encima. No está mal en
ser cuidadoso. Fred se levantó y caminó hacia el grupo de marines. Recorrió su camino pasando a
través de las entrañas de cuerpos Grunts, metales retorcidos y de los neumáticos calcinados de lo
que una vez había sido un Warthog.
El hombre miró como si hubieran estado en el infierno y luego regresar. Todos ellos soportaron
quemaduras, abrasiones y los kilómetros de largo, mirando indicativamente de cerca la impresión.
Ellos miraron boquiabiertos a Fred y sin aliento, fue una reacción que se había visto a menudo,
cuando los Marines por primera vez vislumbraban a un Spartan: dos metros de altura, con media
tonelada de armadura y salpicados con sangre alienígena. Era una mezcla de terror, de sospecha
y miedo.
Fred odiaba eso. Sólo quería luchar y ganar esta guerra, al igual que el resto de los soldados en la
UNSC. El soldado parecía querer salir corriendo, cuando estaba cerca de aquella figura. Fred
removió su casco, dejó ver su recortado cabello rojo y el soldado le dijo observándole.
"Jefe, es mejor regresar a la base con nosotros antes de que nos ataquen de nuevo. "
Fred asintió. "¿Cuántos hay en su compañía, soldado?"
El hombre miró a sus tres compañeros y sacudió la cabeza. "¿Perdón, jefe?" Estos hombres
estaban probablemente al borde de la demencia por aquella batalla, por lo que Fred controló su
impaciencia y contestó con una voz flexible tanto como él podía:
"Sus etiquetas de identificación dicen que ustedes son de la Compañía Charlie, soldado. ¿Cuántos
son? ¿Cuántos heridos hay? ".
"No hay heridos, Jefe", respondió el soldado.
"No hay compañía" ni ambos. Somos todos los que quedamos".
15
ERIC NYLUND
CAPÍTULO TRES
0649 horas, 30 de agosto de 2552 (Calendario Militar)
/ Sistema Epsilon Eridani,
Instalación de Generadores de Defensa Orbital A-331,
Planeta Reach.
Fred miró por encima del campo de batalla en la parte superior del búnker sur, su puesto de mando
temporal. La estructura había quedado precipitadamente levantada y parte del concreto de rápido
secado no se había endurecido por completo.
El búnker no era la mejor posición defensiva, pero le dio una vista despejada del área, cuando su
equipo trabajaba para intensificar el perímetro del complejo del generador. Los Spartans enrollaron
alambre afilado, enterraron paquetes de minas ANTILON y barrieron el área en patrullas. Un
equipo de fuego de seis hombres buscaban en el campo de batalla armas y munición.
Satisfecho de que la situación fue tan estable como era posible, él se sentó y comenzó a quitar
partes de su armadura. Bajo en circunstancias normales, un equipo de técnicos ayudaría en tal
labor, pero con el paso del tiempo todos los Spartans habían aprendido a hacer reparaciones
rudimentarias del campo. Él localizó un sello roto de presión y rápidamente lo reemplazó con uno
intacto que él había recobrado de la armadura del SPARTAN-059.
Fred frunció el ceño. Odió la necesidad de despojar el equipo del traje de Malcolm. Pero
deshonraría a su camarada caído por no usar su regalo, aquella pieza de repuesto.
Recordó como fue la caída del Pélican y terminó de instalar el sello. La auto-recriminación fue un
lujo que él podría permitir y los Spartans del Equipo Rojo no tuvieron un monopolio en esos
tiempos difíciles.
Marines sobrevivientes de la Compañía Charlie habían mantenido alejado el asalto Covenant con
baterías de torretas, Warthogs y un par de tanques Scorpion durante casi una hora. Los Grunts
habían ido a la carga a través del campo de minas y despejaron una ruta para los Jackals y Elites.
El teniente Buckman, CO (Comandante Oficial) de los Marines, había recibido órdenes para enviar
a la mayor parte de sus hombres hacia el bosque, en un intento para flanquear al enemigo. Llamó
para obtener soporte aéreo, también.
Lo consiguió.
El Alto Mando (HighCom) de Reach debió de haberse dado cuenta de que los generadores
estaban en peligro de ser invadidos, así que alguien entró en pánico y envió bombarderos para
arrasar el bosque en un radio de medio kilómetro. Eso barrió la ola de asalto Covenant. Matando
también al Teniente y a sus hombres.
Qué desperdicio.
Fred sustituyó el último componente de su armadura y la encendió. Sus luces de estado pulsaron
un azul frío. Satisfecho, estaba de pie y activó la COM.
"Rojo-Doce, dame un reporte de la situación".
La voz de Will crujió sobre el canal. "Perímetro establecido, Jefe. Ningún contacto enemigo”.
"Bien," Fred contestó. "¿Estado de Misión"?
"Diez torretas recuperadasy ahora proveemos cubrir los campos de fuego alrededor de la
16
HALO: PRIMER GOLPE
instalación del generador," dijo Will. “Tenemos a tres aviadores Banshee trabajando. También
hemos recuperado treinta de aquellos generadores de escudo que portan los Jackals y varios
centenares de rifles de asalto, pistolas de plasma y granadas”.
"¿Municiones? Las necesitamos".
"Afirmativo, señor," dijo Will. "Lo suficiente como para durar una hora de fuego continuo". Hubo una
pausa corta, después añadió: "El Cuartel General (HQ) debió haber enviado refuerzos en algún
punto, porque hemos recuperado una caja marcada ALTO MANDO ARMERÍA OMEGA".
"¿Qué hay en eso"?
"Seis misiles de tierra y de aire ANACONDA”. La voz de Will apenas escondió su alegría. "Y un par
de cabezas tácticas nucleares FURIA". Fred dio un silbido sutil. La Cabeza Táctica Nuclear FURIA
era la cosa más cercana que la UNSC tenía en su arsenal a una granada nuclear. Era del tamaño y
forma de un balón de futbol sobreinflado. Suministraba un poco menos que la proporción de un
megatón, y estaba sumamente limpio.Desafortunadamente, no les servía para nada en esta
situación.
"Asegura esa artillería ASAP. No la podemos usar. El EMP (PEM: Pulso Electromagnético) freiría
los generadores”.
"Entendido," Will dijo suspirando decepcionado.
"¿Rojo-Tres"? Fred preguntó. "Reporte".
Hubo un momento de indecisión. Joshua susurró: "Nada bien aquí, Rojo Uno. Estoy puesto en la
cordillera entre nuestro valle y el siguiente. El Covenant tiene a una masiva ZA (Zona de aterrizaje)
instalada. Hay una nave enemiga sobre la estación y estimo que un fuerte batallón de tropas
enemigas está en tierra. Grunts, Jackals, equipamiento y armas de soporte están siendo
desplegadas. Parece que se alistan para el “Round” número dos, señor”. Fred sintió un hueco frío
en su estómago. "Dame una toma".
"Entendido".
Una foto diminuta apareció sobre el HUD de Fred y él vio lo que tenía Joshua localizado a través
de su mira telescópica: Un crucero Covenant permanecía a unos treinta metros por encima de la
superficie. La nave suministró armas de energía y artillería de plasma. El rango de las armas de
sus Spartans no podrían alcanzar a esa cosa sin ser carbonizados.
Un ascensor gravitacional conectaba la nave a la superficie de Reach y las tropas lloviendo a
cántaros – miles de ellos: Legiones de Grunts, tres escuadrones repletos de Elites piloteando
Banshees y al menos una docena de tanques Wraith.
No tenía mucho sentido, sin embargo. ¿Por qué el crucero no se acercó más y abrió fuego? ¿O
pensó el Covenant que allí podría haber otro ataque aéreo? El Covenant nunca dudaba durante un
asalto... sino el hecho que él estaba todavía vivo tratado de decir que las reglas del enfrentamiento
enemigo, en cierta forma habían cambiado.
Fred no estaba seguro por qué el Covenant estaba siendo cuidadoso, pero él tomó un descanso.
Le daría tiempo para resolver cómo detenerlos. Si los Spartans tienen movilidad, podrían ser
capaces de enfrentar una fuerza que dimensionara con tácticas y golpes sorpresas. Manteniendo
una posición fija, que era historia aparte.
"Actualízame cada diez minutos," él le dijo a Joshua. Su voz se escuchaba de repente fuerte y
seca.
"Entendido".
“¿Rojo-Dos?” ¿Algún progreso sobre el enlace que nos proporcione el SATCOM? (Comunicación
Satelital)
17
ERIC NYLUND
"Negativo, señor," Kelly murmuró, la tensión espesaba su voz. Ella había estado encargándose de
reparar las comunicaciones de la Compañía Charlie. "Hay informes de batalla interfiriendo el
espectro entero, pero de lo que he podido obtener, es que afuera allá arriba; la pelea no va bien.
Necesitan este generador intacto, no importa lo que vaya a costarnos”.
"Entendido", Fred dijo. "Manténme…. "
"Espera. Trasmisión entrante para la Compañía Charlie desde el Alto Mando en Reach".
¿El Alto Mando? Fred pensó que los cuarteles generales en Reach habían sido invadidos.
"¿Códigos de verificación"?
"Comprobando," Kelly contestó."Códigos confirmados"
"¿Compañía Charlie"? ¿Jake? ¿Qué demonios está pasando ahí?¿Por qué usted no ha sacado a
mis hombres aún "?
"Éste es el Oficial Superior SPARTAN-104, Líder de Equipo Rojo", dijo Fred, "ahora a cargo de la
Compañía Charlie". Identifíquese”.
"Ponga al Teniente Chapman, Spartan" una voz irritada se escuchó.
"Eso no es posible, señor," Fred le dijo, instintivamente dándose cuenta de que él le hablaba a un
oficial y añadiendo lo honorífico. "Excepto por cuatro Marines, la Compañía Charlie dejó de existir".
Hubo una pausa, bastante llena de estática.“Spartan, escúcheme muy cuidadosamente.Éste es el
Vice Almirante Danforth Whitcomb, Jefe Segundo de Operaciones Navales.¿Sabe usted quién les
dio la paliza, hijo?"
"Sí, señor," respondió Fred protestando cuando el Almirante se identificó. Si el Covenant escuchara
a escondidas esta transmisión, el oficial superior simplemente habría sido un blanco enorme.
"Mi personal y yo fuimos echados a un barranco al sureste de donde el Alto Mando solía
estar," Whitcomb continuó. Traiga a su equipo y extráiganos, inmediatamente".
"Negativo, señor, no puedo hacer eso. Tengo órdenes directas de proteger la instalación del
generador de energía de las armas orbitales”.
"Revoco esas órdenes," gritóel Almirante.“Hace dos horas, tengo el mando táctico de la defensa de
Reach. Ahora, no me importa si usted es un Spartan o Jesucristo bajando del condenado Río el
Gran Cuerno; – le estoy dando una orden directa. De acuerdo, Spartan”.
Si el Almirante Whitcomb ahora estaba a cargo de la defensa, entonces una buena cantidad de
colosales jefes habrían sido puestos fuera del cargo cuando el Cuartel General recibió el golpe.
Fred vio una diminuta luz amarilla transmitiéndose en su visor. Su biomonitor indicó una elevación
en su presión sanguínea y su ritmo cardíaco. Él notó que sus manos temblaban, casi
imperceptiblemente.
Él controló esa situación y accionó la COM. "Afirmativo, señor. ¿Habrá soporte aéreo?”
"Negativo. La nave Covenant sacó fuera de combate a nuestros Longswords y bombarderos en la
primera oleada”.
“Muy bien, señor. Los sacaremos de ahí.
Mantenga la posición. "Jefe". LaCOM terminó en ese instante.
18
HALO: PRIMER GOLPE
Fred se preguntó si el Almirante Whitcomb era responsable del centenar de Marines muertos, los
cuales habían intentado proteger los generadores. Sin duda él era un excelente líder de Flota...
pero ¿Oficiales de Flotas dirigiendo operaciones terrestres? No era extraño que la situación
estuviera fuera de su alcance.
¿Habría presionado al joven teniente e inexperto a flanquear a un enemigo superior? ¿Habría él
enviado soporte aéreo con órdenes de inundar con bombas el área?
Fred no confió en el juicio del Almirante, pero tampoco podía ignorar una orden directa de él.
Él desplegó una lista del Equipo sobre su HUD: Veintidós Spartans, seis mal heridos los cuales
apenas podían caminar y cuatro Marines cansados, quienes habían pasado a través del mismo
infierno. Tenían que repeler la fuerza masiva Covenant. Tenían que extraer al Almirante Whitcomb
también. Y como siempre, su supervivencia era en el mejor de los casos; una consideración
terciaria.
Tenía armas para defender la instalación: Granadas, torretas, y misiles.
Fred hizo una pausa. Quizá éste era el camino equivocado para considerar la situación táctica. Él
estaba pensando en defender la instalación, cuando debería haber estado pensando acerca de
que los Spartans eran mejores en – la ofensiva.
Él tecleó el SQUADCOM (Comunicador de la Escuadra). "¿Alguien capturó esa última
transmisión"?
Las luces de aceptación parpadearon.
"Bueno. Aquí está el plan: Nos dividimos en cuatro equipos.
"Equipo Delta–" él resaltó a los Spartans heridos y los cuatro Marines en la lista de nombres.
"acudirán a este lugar". Él cargó un mapa táctico en el área y colocó una marca NAV en un
barranco a dieciséis kilómetros al norte. "Tomen dos Warthogs, pero salgan de ellos y escóndalos
si encuentran alguna resistencia. Su misión es asegurar el área. Ésta será la posición de retirada
de la escuadra. Mantengan abierta la puerta trasera para nosotros”.
Inmediatamente aceptaron. Los Spartans conocían el barranco como la palma de sus manos.
No estaba marcado en cualquier mapa, pero era donde habían sido entrenados por meses con la
Dra. Halsey. Debajo de la montaña, había cavernas que la Oficina de Inteligencia Naval (ONI)
había convertido en una instalación ultra secreta. Estaba fortificada y revestida contra la radiación,
probablemente podía resistir cualquier cosa; incluyendo un golpe nuclear directo. Un agujero
perfecto para esconderse si todo empeoraba.
"Equipo Gamma". Fred seleccionó Rojo-21, Rojo-22, y Rojo-23 de la lista de nombres. “Ustedes
extraerán al Almirante y a su personal, luego los traerán de regreso a los generadores.
Necesitaremos tripulación adicional”.
"Afirmativo", dijo Rojo-21.
Técnicamente Fred seguía la orden de Whitcomb para extraerlo desde su actual posición. De lo
que el Almirante no se daba cuenta, sin embargo, era que probablemente hubiera estado más
seguro quedándose allí.
"Equipo Beta - Fred seleccionó a Rojo-20 y Rojo-4. "– ustedes están a la defensa del generador".
"Entendido, Jefe".
"Equipo Alpha"- él seleccionó a Kelly, Joshua, y a sí mismo.
"Esperando órdenes, señor," Joshua dijo.
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ERIC NYLUND
"Iremos a ese valle para matar a cualquiera que no sea humano".
Fred y Kelly observaron a los tres Banshees que habían sido metidos a la fuerza en el complejo
provisional. Fred miró con atención dentro de la cabina del piloto de la nave más cercana y accionó
la manija de activación. El Banshee emergió un metro hacia arriba, su impulsor antigravedad
resplandeció en un brillante azul débil, y comenzó a avanzar. Él lo detuvo, y el Banshee cayó al
suelo. Rápidamente Fred probó lo otros dos, y también se levantaron del suelo.
"Bien. Todo funcionando”.
Kelly se cruzó de brazos. "¿Daremos un paseo"?
Un Warthog se detuvo en el camino y derrapó hacia una parada enfrente de ellos, Joshua en el
volante. La parte de atrás sujetaba la mitad de una docena de misiles Jackhammer y un trío de
lanzacohetes. Una caja de madera negra estaba en el asiento del pasajero, con una cinta de color
verde-esmeralda que cada soldado de la UNSC se refería como "EB Verde".
"Misión cumplida, señor," Joshua dijo cuando bajó del Warthog.
Fred sujetó un Lanzacohetes, un par de proyectiles, y un rollo de cinta del 'Hog (Wathog).
"Necesitaremos estos cuando ataquemos al Covenant al otro lado de la montaña," él explicó.
"Cada uno de ustedes asegure un lanzacohetes y algunas municiones en un Banshee".
Joshua y Kelly se detuvieron en lo que estaban haciendo y empezaron a confrontarlo.
"Permiso a hablar, señor," Kelly preguntó.
"Concedido".
"Estoy totalmente a favor de una buena batalla Fred, pero esas probabilidades están un poco
asimétricas incluso para nosotros... como diez mil a uno".
"Podemos manejar de cien a uno," Joshua intervino en la conversación, "tal vez unos quinientos a
uno, con un poco de planificación y soporte, pero en contra de estas probabilidades, un asalto
frontal parece –"
"No va a ser un asalto frontal," dijo Fred. Él enganchó el lanzacohetes en la cabina estrecha del
piloto del Banshee. "Pásenme la Cinta".
Kelly arrancó un pedazo de cinta y se la pasó.
Fred alisó la cinta adhesiva y fijó en su lugar el lanzacohetes. "Jugaremos con esto tan
silenciosamente como podamos," dijo Fred.
Ella consideró el plan de Fred por un momento y entonces preguntó, "Entonces, asumiendo que los
engañamos permitiéndonos entrar dentro de sus líneas... ¿Luego Qué"?
"Tanto como me gustaba, no podemos usar las cabezas tácticas nucleares," Joshua meditó, "No
en las lejanías del valle. La montaña no es lo suficientemente alta para bloquear el EMP (Pulso
Electromagnético, PEM). Quemará el generador de defensa orbital".
“Hay otra manera para usarlos," Fred les dijo. "Vamos a abordar el crucero – a través de su
elevador gravitacional – y detonaremos la bomba nuclear adentro. Los escudos de la nave
amortiguarán el pulso electromagnético”.
"También convertirá a esa nave en la granada de fragmentación más grande de la historia," Kelly
comentó.
"Y si alguna cosa sale mal," dijo Joshua, "Terminaremos arriba, con cerca de mil tipos rudos y
enojados".
20
HALO: PRIMER GOLPE
"Somos Spartans", dijo Fred. "¿Que podría salir mal"?
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ERIC NYLUND
CAPÍTULO CUATRO
0711 horas, 30 de agosto de 2552 (Calendario Militar)
/ Sistema Epsilon Eridani,
Valle Longhorn, Planeta Reach.
La alarma dio bocinazos y Zawaz se puso rápidamente en pie con un aullido sorprendido. El
pequeño alíen, un Grunt vistiendo una armadura naranja, caminó sigilosamente y dejó caer su
escaner de movimiento. Entró en miedo y recuperó el dispositivo con una temblorosa garra. Si el
escaner se hubiera dañado, los Elites podrían haber utilizado su cuerpo como reactor de escudo.
Si sus amos supieran que él había estado dormido en su puesto, podrían hacerle algo peor que
matarlo. Lo podrían entregar a los Jackals.
Zawaz le dio un escalofrío.
Afortunadamente, el escáner todavía funcionaba, y el diminuto alienígena suspiró de alivio. Tres
contactos rápidamente se acercaron a la montaña que separaba al cuadro de líderes de Zawaz, y
de las distantes fuerzas humanas. Él trató de alcanzar la bocina preventiva pero se relajó, cuando
su detector identificó a los contactos – eran aviadores Banshee.
Él miró con atención sobre el borde sucio de su agujero protector para confirmarlo. Él localizó tres
de las aeronaves Banshee aproximándose. Zawaz resopló. Fue extraño que el vuelo no estuviera
en la lista, en su horario de la patrulla. Él consideró alertar a sus superiores, entonces lo
reconsideró. ¿Qué ocurre si fueran Elites en alguna misión secreta?
No, era más conveniente no cuestionar tales cosas. Ser ignorado. Vivir otro día. Ese era su credo.
Él anidó de vuelta a su agujero, reanudó el detector de movimiento a largo alcance, y rezó para
que no sonara otra vez. Se enroscó en una apretada pelota e instantáneamente cayó en un
profundo sueño.
Fred condujo su formación de vuelo en U. Las aeronaves púrpuras y rojas arquearon hacia arriba y
sobre las copas de los árboles de aquella cordillera, ganando tanta altitud, como los Banshee
podrían manejar – cerca de trescientos metros. Como él se despejó de las copas, vio la manera de
soltar el acelerador.
El valle era de diez kilómetros y la montaña delante de él, densos pinos de abeto que se afilaron y
dieron paso a los campos maltratados y el Río El Gran Cuerno más allá. Acampados en las
praderas estaban miles de miles de tropas Covenant. Su masa cubría el valle entero, y la delgada
luz del sol, sofocada por el humo; destelló sobre un mar de armaduras rojas, amarillas y azules. Se
movían en estrechas columnas y se abarrotaron a lo largo del borde del río – eran demasiados y
parecía que alguien le había dado una patada al hormiguero más grande en la existencia.
Y estaban construyendo. Cientos de tiendas de campaña en forma de ligeros domos blancos; y
estaban siendo levantadas, la atmósfera se marcaba por los respiradores de metano de los Grunts.
A lo lejos, había cabañas extrañas poliédricas de las unidades de los Elites, cuidadas por una larga
línea de docenas de tanques en forma de escarabajo Wraith. Las torres de guardia resaltaron en el
valle; Ellos subieron vertiginosamente hacia arriba, de los peldaños de las bases móviles, diez
metros de alto y montados con torretas de plasma.
Las reglas efectivamente habían cambiado. En más de cien batallas, Fred nunca había visto al
Covenant establecerse en campamentos de tal magnitud. Todo lo que ellos hicieron fue matanza.
Flotando atrás toda esta actividad, casi rozando contra las colinas más lejanas, el crucero
Covenant permanecía fijo a unos treinta metros, separado de la superficie. Parecía como un gran
pez inflado con aletas estabilizantes regordetas. Su ascensor gravitacional estaba en operación, un
tubo de energía brillante que movía materia hacia arriba y desde el suelo. Montones de cajas de
madera púrpura, caían flotando suavemente desde la nave. En la luz de la tarde él podía ver sus
22
HALO: PRIMER GOLPE
armas atestándose a lo largo de su longitud, lanzando sombras arácnidas a través de su casco.
Sus Banshees se nivelaron y Fred se dejó caer para regresar a su formación junto con Kelly y
Joshua.
Él echó un vistazo de nuevo hacia la nave enemiga y las torres de guardia. Un buen golpe de esas
armas los podría dejar fuera.
Fred vio a otras patrullas Banshee rodeando el valle. Frunció el ceño. Si se acercaban a ellos, los
pilotos enemigos casi ciertamente les exigirían conocer sus asuntos... y no había manera de saber
las rutas establecidas de las patrullas. Eso significaba que él tenían que tomar una ruta alternativa
de vuelo: Directamente por debajo y en el medio, sobre la horda Covenant.
Sólo necesitarían una oportunidad para hacer esto. Probablemente obtendrían sólo una.
Él activó la frecuencia COM. "Ve".
Kelly golpeó el acelerador y se deslizó hacia el crucero. Fred se abalanzó detrás de ella. Él Armó el
arma de barras de combustible incorporado en el Banshee.
Estaban a seis kilómetros del crucero cuándo Kelly logró la máxima velocidad de su aeronave.
Grunts y Jackals sobre los campos por debajo, estiraron sus cuellos cuando los Spartans brillaron
por encima de ellos.
Tuvieron que ir más deprisa. Fred sintió cada ojo Covenant observándolos. Él descendía,
intercambiando su altitud por la aceleración, Joshua y Kelly hicieron lo mismo.
Símbolos de comunicación destellaron y se desplegaron a través de los parabrisas del Banshee. El
software de la UNSC incorporado en sus armaduras, trabajaba solo con algunos de los lenguajes
hablados Covenant - no sus palabras escritas. Extraños caracteres se deslizaron a través de la
pantalla del Banshee.
Fred golpeó uno de los símbolos de respuesta.
Hubo una pausa, la pantalla se aclaró, y docenas de más símbolos destellaron, dos veces más
rápido.
Fred cliqueó para desactivar la pantalla.
Faltaban tres kilómetros y su corazón latía tan duro que el escuchaba como relampagueaba en sus
oídos.
Kelly tomó ligeramente la delantera. Ella estaba ahora treinta metros del suelo, ganando tanta
velocidad como ella podía, conduciendo directamente al elevador gravitacional del crucero.
La próxima torre de guardia la rastreó; Su cañón de plasma dio una llamarada y disparó.
La aeronave de Kelly ascendió y se inclinó para evadir el fuego de energía. El perno de gas
ionizado y sobrecalentado, rozó contra el fuselaje de estribor. Espray de energía derritió la parte
delantera del Banshee en curso, y su nave desaceleró.
Una docena de torretas de plasma empezaron a rastrearlos.
Fred se inclinó y comenzó a disparar. Las ráfagas de energía del arma primaria del Banshee,
bombardearon la torre de guardia. Joshua hizo lo mismo, y un río de fuego de plasma se movió a
gran velocidad hacia las torres.
Fred cambió por el arma pesada del Banshee, y una esfera de energía se arqueó en dirección a la
base de la torre. Empezó inclinándose gradualmente, luego colapsó.
23
ERIC NYLUND
Kelly no disparó. Fred recorrió su camino y vio que ella ahora estaba medio agachada encima de
su veloz Banshee. Ella tenía un pie debajo de la cinta adhesiva que había asegurado la bomba
atómica y ahora la sujetaba en su mano, preparándose para lanzarla.
Un fragmento de cristal puntiagudo, una ronda de un aguijoneador Covenant, resonó el escucho de
Fred. Él lanzó una mirada debajo.
CovenantGrunts y Jackals hirvieron en agitación – cien disparos mal dirigidos arquearon por
encima de Fred; nubes brillando de agujas cristalinas y pernos de plasma abundaron a través del
aire y desbastó en pedacitos el fuselaje de su Banshee.
Fred inclinó su Banshee de izquierda a derecha, esquivando los pernos de plasma de las tres
torres de guardia que lo perseguían. Él se alineó para una segunda oleada ametralladora y las
brillantes armas de energía enviaron a los Grunts a diseminarse.
Faltaban cien metros.
Kelly se reclinó, enrolló su cuerpo y se alistó para lanzar el dispositivo nuclear como si fuera un
lanzamiento de bala (Estilo de Deporte).
El crucero Covenant cobró vida y sus armas rastrearon a los Banshees. Una docena de dedos de
plasma se materializaron en el aire; Arcos de fuego azul-blanco los trataron de alcanzar.
Un perno golpeó la nave de Joshua. Los escudos improvisados del Banshee se sobrecargaron y
desaparecieron. Las cápsulas antigravedad de la aeronave se derritieron y se doblaron. La
aeronave alienígena se sacudió girando, cuando su superficie de mando se deformó y Joshua cayó
detrás de Fred y Kelly, cuando entraron al elevador gravitacional de la nave.
Fred tecleó su COM para localizar a Joshua pero recibió sólo estática. El tiempo se veía pasar tan
lento, dentro del rayo de luz púrpura que transportaba los bienes y tropas hacia y desde el
estómago de la nave. El extraño resplandor los rodeó e hizo un cosquilleo en la piel, como si
estuviera adormecida.
Su Banshees se elevaron hacia una abertura en la parte inferior del trasportador. No estaban
conduciendo sus aeronaves dentro de la nave, sin embargo; viajaban demasiado rápido y cruzaban
el rayo antes de que fueran tres cuartas partes del camino hacia la cima.
Fred miró alrededor. No vio a Joshua en ninguna parte. Pernos de plasma golpeaban la pared del
ascensor gravitacional y fueron desviados como si fueran unos lentes gigantes.
Kelly lanzó la bomba atómica directamente dentro de la garganta del crucero.
Fred tomó los controles del Banshee y arqueó la aeronave al borde de la nave; Kelly estaba justo a
la derecha detrás de él. La luz desapareció y emergieron al otro lado de la nave Covenant.
Detrás de ellos, el ascensor gravitacional se distorsionó, Fred vio a las tropas Covenant disparando
sus armas hacia el cielo. Y escuchó diez mil voces gritando por sangre.
Fred escuchó un sonido metálico en el COM de Joshua, pero su luz de reconocimiento se quedó a
oscuras.
Fred quiso desacelerar y regresar por él, pero Kelly descendió en picada, acelerando hacia el suelo
y ella entró en el bosque que alfombraba la falda de la montaña. Fred la siguió. Fueron escasos
metros por encima del suelo; esquivaron árboles y bombardearon a través del denso follaje. Un
puñado de disparos y explosiones destellaron en lo alto. Volaron a toda velocidad y no miraron
atrás.
Emergieron desde la línea de árboles y sobre el polvo de la nieve sobre la cima de la montaña. Se
encorvaron sobre una cordillera de granito, cambiaron de dirección y aceleraron de nuevo. Los
Banshees derraparon lentamente sobre el suelo.
24
HALO: PRIMER GOLPE
El cielo se puso blanco. El visor de Fred se polarizó hacia el parámetro más sombrío. Relámpagos
pasaron sobre su cuerpo. Fuego y metal derretido florecieron sobre la cordillera, hirvieron hacia el
cielo y cayeron en el valle. El granito sobresalió de la montaña y se convirtió en polvo; la nieve a su
lado se derritió en arroyos enlodados.
El visor de Fred lentamente se despolarizó.
Kelly se reclinó a través de su Banshee. La sangre brotó del acoplamiento de su armadura sobre
su hombro izquierdo. Ella buscó el sello de su casco, lo encontró y lo desprendió fuera de su
cabeza.
"¿Lo conseguimos"? Ella respondió jadeante. Brotaba sangre desde la esquina de su boca.
"Creo que sí," Fred le dijo a ella.
Ella miró alrededor. "¿Joshua"?
Fred sacudió su cabeza. "Fue golpeado en el camino".
Había sido fácil volar para él hacia la cara cercana de la muerte. Decir esas palabras fue cien
veces más difícil.
Kelly descendió y dejó caer su cabeza en contra su Banshee.
"Quédate aquí, voy a echar un vistazo.” Fred accionó su Banshee y se levantó paralelamente al
relieve. Él empujó la nave un poco más lejos y consiguió su primera vista del valle.
Fue un mar de llamas. Cientos de llamas ardieron sobre el agrietado suelo cristalizado.
(Glassy/Glaseado) Dónde el cauce de Río el Gran Cuerno había estado corriendo a lo largo, ahora
había sólo una gran grieta llena de vapor. No había pistas del crucero o de las tropas Covenant
que saturaron el valle momentos antes. Todo lo que quedó fue un campo de ardiente fuego,
huesos torcidos y metal. Al borde de esta carnicería estaban palos ennegrecidos; - los restos del
bosque -todos apoyándose fuera del centro de la explosión.
Diez mil muertes Covenant. No fue digno perder a Joshua o cualquiera de los otros Spartans, pero
al menos era algo. Quizá habían comprado suficiente tiempo, para que las armas orbitales MAC
pudieran apoyar la batalla en lo alto y a favor de las flotas. Tal vez sus sacrificios salvarían a
Reach. Eso valdría la pena.
Fred miró hacia arriba en el cielo. El vapor hacía difícil ver cualquier cosa, pero había movimiento
en lo alto: Sombras apenas visibles navegaban sobre las nubes.
El Banshee de Kelly apareció al lado del suyo y sus cápsulas antigravedad chocaron.
Las sombras en lo alto tomaron forma; Tres cruceros Covenant atravesaron las nubes y fueron a la
deriva hacia la instalación del generador. Su artillería de plasma brilló intermitentemente y
resplandeció con energía.
Fred abrió su canal COM y cambió la intensidad de la señal al máximo.
"Equipo Delta": Regresen. ¡¡Regresen ahora"!!
La estática se escuchó sobre el canal y varias voces se interponían. Fred escuchó a uno de sus
Spartans; no pudo decir quien era,- rompió a través de la estática.
"La instalación del Reactor Siete ha sido puesto en peligro. Estamos cayendo. Podríamos salvar el
número tres".
Hubo una pausa cuando el que hablaba gritaba órdenes a alguien más:
25
ERIC NYLUND
"¡¡Estalla esas cargas ahora!!”
Fred cambió a FLEETCOM (Comunicación de Flota De hecho se puede referir a "Control", pero el
término más adecuado es "Comando", donde las naves se reportan, al igual que los Almirantes) y
transmitió:
"Alerta, Pillar of Autumn, los reactores en tierra están siendo tomados. Armas orbitales en peligro.
Nada que podemos hacer. Hay demasiados. Tendremos que usar bombas atómicas. Alerta, Armas
orbitales MAC estarían más probablemente neutralizadas. Pillar of Autumn, ¿me copian? Cambio".
Más voces llenaron el canal y Fred pensó que él escuchó la voz del Almirante Whitcomb, pero
cualquier orden que el daba era incomprensible. Después había sólo estática y en ese entonces el
canal COM murió.
Los cruceros dispararon salvas de plasma que quemó el cielo. Explosiones distantes sonaron con
fuerza, y Fred se esforzó para ver si había cualquier fuego de respuesta – cualquier señal que
dijera que sus Spartans estaban peleando o estaban retirándose. Su única esperanza era el
movimiento; el fuego enemigo hizo trizas una posición fija.
“Regresen”, silbó. "Ahora, rayos".
Kelly le golpeó ligeramente sobre el hombro y señaló hacia arriba.
Las nubes se abrieron como una cortina, dibujado como una bola de fuego de cien metros, a
travesaba estruendosamente sobre aquella posición. Fred vio los contornos apenas visibles de
docenas de naves de batalla Covenant a baja órbita.
"Bombardeo de plasma," Fred susurró.
Él había observado esto antes. Todos ellos lo habían visto. Cuando el Covenant conquistaba un
mundo humano, disparaban sus baterías de plasma principales contra el planeta – abrían fuego
hasta hervir sus océanos y hasta reducirlo a la nada, dejando un globo terráqueo destruido y
cristalizado (glaseado).
"Eso es todo," Kelly murmuró. “Hemos perdido. Reach va a caer”.
Fred observó cuando el plasma entró en colisión sobre el horizonte y el cielo se puso blanco,
entonces se desvaneció a negro cuando millones de toneladas de cenizas y de escombros
mancharon el sol.
"Tal vez," dijo Fred.
Él armó su Banshee.
“Puede que no. Vamos, no hemos terminado aún”.
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HALO: PRIMER GOLPE
SECCIÓN 1___________________
THRESHOLD
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CAPÍTULO CINCO
1637 horas, 22 de septiembre 2552 (Calendario Militar) \
A bordo de la nave de combate Longsword,
sistema inexplorado, sobre el campo de escombros de Halo. Tres
semanas después.
El jefe maestro se colocó en el asiento del piloto del Longsword. Pero no cabía. El contorno del
asiento había sido diseñado para alguien con un traje estándar de vuelo Naval y no para la
voluminosa armadura MJOLNIR. Se rascó la cabeza y respiro profundamente. El aire tenía un
extraño sabor metálico, que carecía de la calidad del aire filtrado por su traje.
Este era el primer momento de tranquilidad que tenía para descansar, también para pensar y
recordar. En Primer lugar fue el éxito satisfactorio en el espacio sobre Reach, el cual fue un
amargo sabor después de que Linda fuera asesinada y el Covenant cristalizó (glaseó) el plantea…
y al Equipo Rojo. Había pasado tiempo en el críotubo del Pillar Of Autumn, el vuelo desde Reach y
el descubrimiento de Halo… Y del Flood.
El miraba hacia fuera a través de una ventana y luchó tratando de sacar de su memoria la
repugnancia del brote Flood. Quien había construido Halo lo había utilizado para contener la
sensible forma virulenta, quien había estado cerca de apoderarse de todo. Rápidamente se
restableció la herida en su cuello, causada por una forma de infección Flood, durante la batalla final
sobre la superficie de halo, que todavía dolía (emocionalmente). Quería olvidarlo todo…
especialmente al Flood, todo el dolor interno que le causó.
En el sistema lunar Basis, se podía ver como un disco de color gris plateado, permanecía en la
oscuridad del espacio y más allá estaba en silencio el gigante de gas púrpura/Morado Treshold.
(Siii amigos en el libro es morado y no naranja como lo conocemos.) Entre la luna y el planeta
gaseoso se establecía un resplandor, una extensión de escombros; metales, piedras, hielo y todo
lo que había sido alguna vez Halo.
“Escanea de nuevo”, el Jefe Maestro le dijo a Cortana.
“Ya terminé”, respondió con voz desalentadora, “No hay nada allá afuera. Te lo dije: solo polvo y
ecos”.
El Jefe Maestro cerró su puño y por un momento sintió la necesidad de golpear algo.
Se relajó, estaba sorprendido por su temperamento. Había estado exhausto anteriormente; y sin
duda la batalla en Halo, ha sido la más angustiosa de su carrera, pero nunca había estado
propenso a tal comportamiento. La lucha contra el Flood debió haberlo debilitado, más de lo que él
había creído.
Con el esfuerzo de sacar al Flood de su mente. Tendría tiempo para tratar con eso más tarde… o
no. Preocuparse ahora no serviría de nada.
“Explora el terreno de nuevo”, él repitió.
La diminuta figura holográfica de Cortana apareció montada sobre un panel holográficol, entre los
asientos del piloto y del operador del sistema. Ella cruzó sus brazos sobre su pecho, visiblemente
irritada con la petición del Jefe Maestro.
“Si no encuentras algo por ahí que podamos utilizar”, él le dijo a ella
“Estamos muertos”. “Esta nave no tiene unidad de Slipspace y tampoco críotubos.”
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HALO: PRIMER GOLPE
“No hay manera de volver y de reportar. La electricidad, el combustible, el aire, la comida, el agua;
solo tenemos lo suficiente para un par de horas”.
“Entonces”, concluyó pacientemente cuando pudo manejar la situación, “Escanea de nuevo”.
Cortana suspiró explosivamente y su holograma se disolvió. Activó el panel de escáner, sin
embargo, símbolos matemáticos llenaron la pantalla.
Un momento después, en el panel de escáner apareció Cortana y dijo:
-“No hay nada todavía, Jefe. Todo lo que estoy recogiendo es un fuerte eco desde la luna… pero
no hay señales del transpondedor (aparato de comunicaciones, o el que recoge señales y
frecuencias) y no hay llamadas de auxilio”.
-“¿No estas haciendo una exploración activa?”
Su diminuto holograma apareció de nuevo y esta vez su figura se iluminó estáticamente y dijo:
“Hay millones de millones de objetos, si quieres puedo empezar a buscar e identificar cada pieza
individualmente. Si nos sentamos aquí y no hacemos nada más, eso nos tomaría 18 días.”
“¿Que pasa si alguien por ahí, apaga su transpondedor? ¿Y si no quieren ser encontrados?” dijo el
Jefe.
“Eso es muy…” Cortana se congeló por una fracción de segundo. La estática a su alrededor
desapareció, y ella miró hacia el espacio -“interesante”.
“¿Qué?” replicó el jefe.
Cortana observó distraída, parecía que estuviera inmóvil.
“Datos nuevos, la señal de eco es cada vez más fuerte”.
“¿Que significa?” dijo el jefe.
“Significa que…”, ella respondió, “…no es un eco”
El panel de escáner volvió a la vida, cuando Cortana activó el equipo de detección de largo alcance
del Longsword.
“Uh-oh” ella dijo, un momento después.
El jefe se asomó sobre el panel de escáner, Cortana identificó el contacto. Su distintivo, la bulbosa
silueta de un crucero Covenant hacia dentro de los límites de la vista, se movía alrededor del otro
lado de la luna.
“Apagatodo”, él dijo.
“Excepto los escáneres y minimiza el poder para mantenerte en línea”.
El Longsword se oscureció; el holograma de Cortana parpadeo y se desvaneció, ella apago el flujo
de energía del sistema del holograma.
El crucero se movió hacia el campo de escombros, rondando como un hambriento tiburón. Otro
crucero apareció, luego otro y a continuación tres más.
“¿Estado?” susurró el jefe, sus manos se cerraron sobre el control de armas.
“¿Nos han descubierto?”
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ERIC NYLUND
“Están utilizando la misma frecuencia para escanear este sistema”, dijo Cortana dentro del casco
del jefe.
“Que raro, no se menciona nada de este fenómeno en los archivos de la UNSC o en la ONI sobre
el Covenant... ¿Por qué supones que ellos usan las mismas frecuencias?”
“No importa eso…,” dijo el jefe,… “Están aquí y buscando algo. Como dije antes, si hay
supervivientes ahí afuera, podría ser peor”.
“Yo puedo escuchar sus ecos” dijo Cortana, su voz era baja y de un procedimiento extraño,
Operando a niveles de potencia bajos, parecía limitar su comportamiento colorido. “Proceso activo:
analizando señales Covenant. Guardando respaldo de sus exploraciones. Necesito más tiempo
para ésta tarea. Estoy construyendo múltiples filtros algorítmicos. Personalizando la firma actual
para el software de reconocimiento”.
Otra nave redondeada apareció en el horizonte de Basis, es la más grande nave del Covenant que
el Jefe Maestro había visto. Tenía la forma de tres bulbos de uno de sus destructores,pero ésta
debe tener mas de 3 kilómetros de largo, 7 torretas de plasma estaban montadas en una sola
pieza, con fuego suficiente para sacarle las tripas a una nave de la flota de la UNSC.
“Recogiendo las transmisiones encriptadas del nuevo contacto”, Cortana susurró. “Descifrando…
muchas charlas… órdenes que se les están dando a los cruceros. Parece estar dirigiendo las
operaciones de la flota del Covenant en el sistema”.
“Una nave líder” murmuro el Jefe. “interesante”.
“Exploración todavía en curso, de pie jefe”.
John salió del asiento. El no tenía la intención de permanecer con siete buques de guerra del
Covenant en el sistema. Se dirigió al compartimiento de popa del Longsword. Evaluó lo que había
de equipo a bordo. El podría tener algo de suerte y encontrar unos pocos de aquellos misiles
nucleares “Shiva”.Los había visto por primera vez, cuando abordó la nave, el críotubo había sido
removido. Y no estaba seguro del por qué, pero tal vez, como todo los demás en el Pillar Of
Autumn, la nave se había estado acondicionado para su misión original de alto riesgo.
Donde se supone que estaba la unidad de crio-preservación había un nuevo panel de control. El
Jefe lo examinó y descubrió que era un sistema de colocación de minas en el espacio “Moray”. No
con el suficiente poder. El sistema del Moray podría prescindir de hasta tres docenas de minas
flotantes.En las minas había diminutas unidades químicas de combustible, que les permitía
mantener una posición fija o moverse para seguir objetivos específicos. Estos vendrían a la mano.
Se trasladó al compartimiento de armas y forcejeó para abrirla, pero estaba vacío.
El Jefe comprobó su rifle de asalto: totalmente funcional, pero solo tenia 13 rondas en el cargador.
“Tengo algo” dijo Cortana.
Regresó al asiento “Muéstramelo”. Mencionó el jefe.
Sobre la pantalla más pequeña, apareció una silueta: una pequeña, en forma de bala y cónica con
propulsores de maniobra en un extremo.
“Podría ser un críotubo” dijo Cortana, “ los propulsores y fuentes de alimentación pueden estar
colocados en sus secciones de popa en caso de emergencia… si una nave tiene que ser
abandonada, por ejemplo”.
“Y la mayoría de la tripulación del Pillar Of Autumn nunca tuvo la oportunidad de ser revividos
desde la criopreservación”, dijo el Jefe, “ellos podrían haber sido tirados por la borda antes de que
la nave aterrizara. Muévete hacia él, enciende sólo los propulsores.” Dijo el jefe.
“Trazando curso” dijo Cortana, “Propulsores comprometidos”. Hubo una ligera aceleración.
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HALO: PRIMER GOLPE
“ETA en 20 minutos Jefe, dado el actual patrón de búsqueda del crucero del Covenant, he
estimado que encontraran la vaina en 5 minutos”.
“Tenemos que avanzar mas rápido” le dijo el Jefe, “pero sin encender los motores. La unidad de
emisión se mostrará como un ataque a sus censores”.
“Espera” dijo Cortana, “Llegaremos allá”
El Jefe se puso su casco y la atmósfera quedo sellada. Los impulsos de estado se iluminaron en
verde. “Listo”, el dijo.
La escotilla de popa del Longsword fue abierta de golpe.
Hubo un sonido explosivo de la atmósfera ventilada. El Longsword saltó hacia delante, el jefe se
golpeo la cabeza en la parte de atrás del casco.
“Ajustando el curso” dijo con calma Cortana, “ETA en 2 minutos.”
“¿Cómo vamos a detenernos?” preguntó el jefe.
Ella suspiró “¿Tengo que pensar en todo?”
La escotilla de popa se cerró, John escucho el tenue silbido de la presión interna de los
compartimientos. Uno de los distinguidos cruceros del Covenant frenó y dio vuela en dirección
hacia ellos.
“Recogiendo la fuerte señal de una actividad mayor de exploración” informó Cortana.
El jefe coloco las manos sobre la consola del sistema de armas. Se tardó varios segundos en que
las armas cargasen. Los cañones de 110 mm rotaron inmediatamente para abrir fuego, pero los
misiles debían esperar para que el software iniciara y asegurara el objetivo. Para entonces el
crucero ya habría acribillado a un centenar de ellos y posiblemente convirtiera al Longsword en
escoria fundida.
“Intentando interferir sus escáneres”, dijo Cortana. “Eso puede comprarnos algo de tiempo”.
El crucero Covenant giró y se alejó, lentamente, y dio vuelta convirtiéndose de nuevo en una
amenaza para la comparativamente pequeña nave Longsword. No tomaron ninguna otra medida…
como si estuvieran esperando a que ellos quisiesen acercarse.
Hasta ahora todo bien. El jefe apretó y relajo sus manos. “No estamos muertos aún”.
Él miro en la pantalla de exploración. El contacto misterioso apareció en una imagen clara:
definitivamente es un criótubo de la UNSC. El jefe se dejó caer y se dio cuenta de que él creía que
era una sola vaina; pero de hecho eran tres de ellos, colocados lado a lado.
Tres posibles sobrevivientes fuera del Pillar Of Autumn de los cientos de personas en total. El jefe
deseaba que hubiera más. El Capitán Keyes estuvo aquí. La opinión del Jefe de Keyes había sido
la táctica espacial más brillante que había encontrado… pero incluso el capitán lo hubiera pensado
dos veces antes de acercarse al Covenant y a sus 7 buques de guerra con un solo Longsword.
Él corría el riesgo de que la embarcación se alimentara con más potencia los sistemas de Cortana.
Si iban a pensar a través de esta, él la necesitaba tan eficaz como fuese posible.
“Nuevo contacto”, dijo Cortana, interrumpiendo sus pensamientos.
“Creo que es, de todos modos. Sea lo que sea, esta pegado a un pedazo de roca, es de medio
kilómetro de diámetro. Maldición, justo está rotando fuera de mi vista”.
En la pantalla Cortana reveló una silueta parcial, con un extraño ángulo sobre la superficie de la
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ERIC NYLUND
roca. Ella dibujó un relieve sobre sus contornos, el polígono rotó, éste concidió en un esquema, era
una nave de descenso Pélican.
“Coinciden con una tolerancia del 58 %, ellos podrían haberse estacionado allí para evitar su
detección, como tu sugerías”.
El Jefe sintió un ligero tono irritante en la voz de Cotana, como si le molestara que ella no lo
hubiera pensado antes.
“o…”, Cortana continuó,”… es más probable, que la embarcación sólo se estrelló allí”.
“No lo creo”. Señalo a la pantalla. “La posición del ala indica que la nariz esta lista para despegar.
Si se hubiera estrellado, estaría de otra forma”.
Otro crucero del Covenant se trasladó hacia esta nueva nave.
“Se acercan, Jefe”. Le dijo Cortana. “Prepárate y luego ve a recuperar las vainas”.
El Jefe aseguro su arnés y se desvió de la popa. Él sujetó una correa, lo amarró a algo al final de
su traje, y otra correa en la pared del Longsword. Sintió la maniobrabilidad de los propulsores de
fuego y la nave giró 180 grados.
“Descompresión en 3 segundos” dijo Cortana.
El Jefe abrió la escotilla de armas vacía y se introdujo parcialmente dentro. Sujetándose él mismo.
Cortana disminuyó la presión en la escotilla de popa, y el interior de la nave explotó, El jefe cerró
de golpe la puerta del compartimiento, doblando un centímetro de espesor del Titanio-A.
Él se trepó al exterior y Cortana le mostró una flecha azul en el NAV sobre su HUD, indicando la
ubicación de los críotubos a la deriva.
El Jefe salto fuera del Longsword.
Flotó por el espacio. Estaba solo a 30 metros desde las vainas, pero si hubiera adivinado lo mal
acerca de su trayectoria, y perdido el objetivo, no tendría una segunda oportunidad. En el momento
en que él tratara de regresar al Longsword y lo intentara una vez más, las naves del Covenant los
matarían a todos.
El estiró sus brazos para alcanzar los cilindros, a solo 20 metros. Su aproximación se estaba
apartando. Cambió su rodilla izquierda y la colocó más cerca de su pecho y empezó a dar vueltas
lentamente.
10 metros.
La parte superior de su cuerpo giro hacia abajo en relación a las vainas. Si él diera la vuelta
justamente cuando pasara junto a los criótubos, le daría a él un alcance extra para hacer contacto.
Él tendría esa esperanza.
Él giró de nuevo…. casi permanecía hacia arriba, ahora.
3 metros.
Estiró sus brazos hasta el codo mientras que sus articulaciones crujían, estiro sus manos, y alargó
sus dedos. Rozó la punta de sus dedos contra la superficie lisa del primer criótubo. Se deslizó cada
vez más luego tocó la segunda vaina. Se flexiono pero no logró sujetarla. El tocó la superficie de la
tercera y última vaina… su dedo medio quedó enganchado en el chasis.
Su cuerpo nadó hacia dentro, enroscándose, y aterrizo sobre la vaina. Rápidamente colocó sus
correas a través del chasis, asegurándose él mismo a esto, y con un tirón combinado en masa
lograrían regresar al Longsword.
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HALO: PRIMER GOLPE
“Rápido Jefe”, dijo Cortana por el COM, “Tenemos problemas”.
El Jefe vio exactamente el problema, el cual era: Los motores de 2 cruceros del Covenant ardían
en un azul eléctrico, acelerando hacia el Longsword. El plasma y las armas láser a lo largo de sus
cascos, calentándolos y pasando de un rojo a naranja, cuando se preparaban para disparar. Él tiró
tan rápido como pudo, haciendo pequeños ajustes con los músculos de sus piernas; para
impulsarse en movimiento, pero no podía enviarse hacia la gravedad cero.
El Longsword era un blanco para aquellos cruceros del Covenant. Cortana no podía disparar a los
motores hasta que él estuviera a bordo. Incluso si él y las vainas sobrevivieran a los propulsores,
Cortana hizo maniobra evasiva para que el jefe y su carga llegaran hacia al final de la
nave. Cortana made would snap him and his cargo like the end of a whip.
Los cruceros del Covenant lo tenían dentro del campo de tiro, perfectamente alineados para
destruir al Longsword. Tres misiles se dispararon en el espacio, impactando sobre el estribor de la
nave líder del Covenant. La explosión se esparció inofensivamente, a través de su escudo, el cual
brillaba de plata, cuando se disipó la energía.
El Jefe giró su cabeza y vio al Pélican despegar del asteroide donde se había escondido.
Disparándose en curso perpendicular hacia los dos cruceros Covenant. Los cruceros parecían más
interesados en la caza de presas vivas como el inmóvil Longsword. El Jefe dio un último tirón sobre
la correa. Él y las vainas volaron a través de la escotilla de popa y se estrellaron en la cubierta del
Longsword. Inmediatamente Cortana selló la escotilla y encendió los motores. El Jefe subió al el
asiento del operador del sistema, aceleró y voló hacia los cruceros. Activó el sistema de armas.
Los dos cruceros Covenant arrancaron los motores al igual que el Pélican, y han entrado en una
densa región de los escombros de Halo, esquivando un pedazo de metal y rocas, manejando por
encima de una bola de hielo, cargaron atravesando y destrozando nubes de metal alienígena. El
Covenant abrió fuego: Pernos de energía y explosiones repercutieron en los escombros y se perdió
de vista el Pélican.
“No cualquiera pilota un Pélican, el sabe de estas cosas”, dijo Cortana.
“Les debemos un favor” John disparó las armas del Longsword, y diminutos puntos de plata
irrumpieron en el crucero del Covenant deformando los escudos.
“Hay que liquidar esa deuda”. Dijo el jefe.
“Te das cuenta…”, dijo Cortana, “…que realmente no puedes dañar los cruceros del Covenant”.
El crucero se alentó y giró hacia ellos.
“Vamos a ver eso. Dame una solución para disparar los misiles. Quiero de ellos un objetivo hacia
sus torretas de plasma, justo antes de que abran fuego. Ellos tienen que dejar caer una sección de
sus escudos por una fracción de segundo.”
“Trabajando”, respondió Cortana, “Sin datos precisos, sin embargo, tendré mis cálculos en base a
varias hipótesis. Una cadena de números matemáticos aparecieron en el panel del operador de
armas. “Dame el control de fuego”. Mencionó Cortana. John oprimió el botón de automático sobre
el sistema de fuego, “Es todo tuyo” dijo.
El crucero del Covenant dirigió sus torretas de plasma hacia la pequeña nave y cargo tanto como el
crucero podía soportar. Se calentó, y Cortana disparó todos los misiles tipo ASGM-10.
Un vapor blanco formo un sendero hacia el objetivo. “Movámonos” dijo el Jefe.
El Longsword aceleró sobre el campo de escombros, tras la ruta del Pélican. La cámara de la popa
muestra la dirección de los misiles hacia su objetivo. El láser antimisiles disparó hacia y a través
del espacio, tres de los misiles explotaron en rojas bolas de fuego. Las torretas de plasma del
Covenant brillaron de color blanco por el calor, cuando el último misil le impactó. La explosión
atiborró todo el casco.
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ERIC NYLUND
En el primer momento el Jefe pensó que había golpeado el escudo, pero luego vio que la explosión
fue en el interior, vislumbrando de energía. Las torretas de plasma dispararon, su energía fue
absorbida inmediatamente en una nube de polvo y vapor alrededor de todo el crucero. Un globo de
plasma de color Rojo permanecía en el interior de los escudos del crucero, ocultando sus
censores. La nave perdió varios puertos, momentáneamente quedó ciega.
“Esto lo deberá mantener ocupado por un tiempo”, dijo Cortana.
El Longsword se curvó a través de medio kilómetro por la placa de metal; por que un perno de
plasma impactó e hirvió la superficie, una de las placas pulverizadas viajo a través del espacio.
“O no”, murmuro Cortana. “Mejor déjame conducir”.
Se activó el piloto automático, de repente los controles fueron alejados de las manos del Jefe. Los
motores del Longsword rugieron al quemarse, aceleraron hacia un campo de rocas. Cortana giró y
se lanzó, mantuvo el casco a unos metros de la superficie irregular. El Jefe quedo colgado en el
asiento y con una mano tiro de su arnés para apretarlo con la otra. Se trasladó a la pantalla del
escáner en el centro de la pantalla; y vio a los dos cruceros Covenant más cercanos, atravesando
su vector la posición del Pélican.
Las dos naves del UNSC pueden eludir y evadir a través de las ruinas de Halo durante unos
minutos, pero pronto su combustible se agotaría, y el Covenant avanzaría hacia la matanza.
¿Y a donde realmente se podía correr, alguna forma? La nave no tenía motores Shaw-Fujikawa,
por lo que estaban atrapados en este sistema y el Covenant lo sabía. Ellos podían permitirse el lujo
de tomarse su tiempo y jugar con su presa antes de acabar con ella.
El Jefe llevó a cabo un barrido de exploración en el sistema, en busca de algo, cualquier cosa que
le pudiera dar una ventaja táctica. No pensando en que las tácticas que iba a obtener lo matasen.
No había ventaja táctica que podría darle una victoria en este desajuste. Tendría que cambiar las
reglas, cambiar su estrategia.
Él escaneo masivamente la nave líder Covenant, esa podría ser la clave. Así podía ser capaz de
pasarse a las filas del enemigo. Abrió una comunicación COM entre él y el aclamado Pélican.
“Este es el Jefe Maestro SPARTAN 1-1-7. Código de reconocimiento Alfa Tango 3 4 0. Cambio”.
“Te copio”, una voz de mujer respondió. “Oficial de vuelo Polaski aquí”. Otras voces se escucharon
en el fondo. “Maldita sea, es bueno escucharle Jefe.”
“Polaski, quema al máximo los motores y procede a esta posición”: Dejó un punto NAV en la
directamente pantalla, sobre la nave líder del Covenant. Se incluyó un vector de salida indicando
un curso de aproximación.
Hubo un largo silencio en el COM.
“¿Me copias Polaski?” preguntó el Jefe.
“Te copio. Trazando curso ahora mismo, Jefe”. Las voces hablaban en el fondo y se convirtieron en
fuertes y tensas.
“Espero que sepas lo que estás haciendo, Polaski fuera”. El canal se cerró.
“Sácanos de aquí Cortana” él dijo , tocando el punto NAV. “Tan solo haz volar tan rápido como tu
puedas, esta cosa”.
El Longsword giró a la derecha y se lanzó, hacia la luna Basis. El Jefe se quito el arnés de
seguridad y gimió cuando aumentó las fuerzas G.
“¿Sabes lo que estas haciendo?...” Dijo Cortana, “…estamos directamente dirigiéndonos hacia la
mayor y más peligrosa nave del Covenant en este sistema. ¿Supongo que esto es parte de algún
atrevido y brutal plan que haz cocinado?”
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HALO: PRIMER GOLPE
“Sí”, respondió el Jefe.
“Ah bueno, Sujétate…” dijo Cortana. El Longsword de deslizó bajo una roca. Detonó una explosión
en la popa de la nave.
“Parece que tu plan ha llamado su atención. Estoy viendo que los 6 cruceros del Covenant se
están moviéndose para superarnos y flanquearnos a gran velocidad”. Mencionó el Jefe
“¿Y el Pélican?”. Él preguntó
“Todavía ahí”, informo Cortana. Recibiendo fuego pesado. Pero sobre el punto de trayectoria
NAV… moviéndose más lento que nosotros, por supuesto”.
“Ajusta nuestra velocidad al mismo tiempo. Cuando estemos en rango seguro para el sistema de
enlace. Házmelo saber“.
El Longsword desaceleró, el estribor y el puerto se sacudieron, y encendió el fuego láser
resplandeció a lo largo de ambos lados.
“Nunca me lo dijiste”, Cortana dijo en una voz que estaba en partes iguales, irritada, con calma y
con indiferencia, “precisamente se cual es tu plan”.
“Algo que el Capitán Keyes aprobaría”. El Jefe abrió la consola de navegación en la pantalla
principal. “Si sobrevivimos el tiempo suficiente, me gustaría un curso desde aquí”, hay que
aprovechar el punto NAV de la nave líder, “… con la gravedad de Basis hacer una onda en torno a
nosotros”.
“Listo”, respondió Cortana. “Yo todavía… ¡oye! han dejado de disparar”.
El Jefe aprovecho la cámara de popa. Los 6 cruceros continuaron con su búsqueda, hasta el punto
en que sus armas comenzaron a enfriarse, y apagarse.
“Yo contaba con esto. Estamos en la misma línea de fuego entre su nave líder, no pueden
disparar”.
“Pélican ahora a 112 kilómetros y acercándose. Dentro del rango del sistema de enlace.” El Jefe le
gritó al Pélican. “Polaski, libera tus controles, nos encargaremos”.
“¿Jefe?”
“Establezcan un sistema de enlace cifrado”. “Cambio”.
Hubo una larga pausa, entonces “Entendido”.
El holograma de Cortana apareció en el diminuto panel de protección. Ella pareció escuchar
intensamente por un momento y luego declaró, “Los tengo”.
“Sincroniza nuestros cursos Cortana. Pongámonos en la parte superior derecha del Pélican”.
“Maniobrando la interceptación del Pélican. Quinientos kilómetros hasta la nave líder.” Cortana
respondió
“Prepara la alteración de nuestro curso Cortana, cuando pasemos por delante de la nave líder.
También prepárate para dirigir todos los escáneres hacia la nave líder si la saltamos”.
“¿Si?” Cortana preguntó.
El crucero líder dirigió todas las torretas al Longsword y al Pélican. Sus ojos resplandecieron
enojados en la oscuridad.
35
ERIC NYLUND
“Trecientos kilómetros”.
Una luz brillaba a lo largo del crucero del Covenant, ya que la embarcación se preparaba para abrir
fuego; un tenebroso plasma rojo se reunió y tres torpedos salieron corriendo hacia ellos.
“Evaci...” El Jefe dijo.
Cortana jaló el puerto y el estribor, luego, encendió los motores y arrancó. Apenas y los rozó, el
infierno paso cerca de los cascos del Longsword y del Pélican, después ya habían quedado detrás
de ellos.
El Jefe había esperado por esto: su extremo ángulo de aproximación oblicua, combinada con la
gravedad y su velocidad; les hacía difícil de golpear, incluso para las muy notorias armas de
plasma Covenant.
“10 kilómetros”, anunció Cortana, “Escaneando en modo ráfaga”.
Durante un parpadeo, los 3 kilómetros de longitud de la nave fueron arrevesados. El Jefe vio como
las torretas forzaban sus ángulos para enfocarlos. Los aliens tenían varias embarcaciones
distinguidas, relativamente planas, de arriba a abajo, pero se curveaban de proa a popa; dentro de
tres distintas secciones de bulbos. Corrieron a lo largo de su brillante casco azul, de los conductos
de plasma súper calientes; los alrededores de la nave tenían un leve brillo de color plata, eran sus
escudos de energía.
Él fácilmente regresó a su asiento. El Jefe no se dio cuenta de que había mantenido su aliento y
exhaló.
“Bien”, dijo, “Muy bien”.
“Moviéndonos a hacia la alta orbita”, anunció Cortana.
Los motores del Longsword retumbaron. La aceleración trajo el infierno al oído del Jefe. Él no
estaba seguro por un momento de como era.
“Nos acercamos al Pélican, dijo. “Correcto por la parte de arriba, dame un muelle sobre la parte
superior de la escotilla de acceso”. El jefe mencionó.
Cortana coloco sus manos sobre sus caderas y frunció el ceño. “Reajustando los parámetros de
gravedad. Pero sabes que juntar dos naves durante una configuración orbital de gravedad no es
estable”.
“No vamos a estar juntos por mucho tiempo”, dijo y deslizo su arnés. Se dirigió a popa, tiró a sí
mismo bajo el piso y abrió la escotilla de acceso del Longsword.
Las luces prendieron en verde y parpadeaban sobre la puerta de presurización. Él removió el sello
de seguridad y se escuchó la abertura del sello.
Una mano lo alcanzó desde el otro lado, John fue tirado por una persona. La impresión sólo duro
un momento, John pataleó por reflejo, cuando fue agarrado por un puñado de hombres
uniformados, cerraron a patadas la escotilla y dos de ellos lo pusieron contra el casco, en un
movimiento relámpago, él señaló a los recién llegados con una pistola, apuntándole en la frente a
uno de los hombres.
“Usted estaba muerto”, dijo el Jefe. “Te vi morir. En el registro grabado de la misión de Jenkins. El
Flood te atrapó”.
El hombre negro sonrió, mostrando un conjunto de dientes blancos perfectos.
“¿El Flood? Diablos Jefe, me tomó mas que eso, para caminar entre ese exótico espectáculo de
horror alienígena, y salir de ahí, soy el Sargento A. J. Johnson”.
36
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO SEIS
1710 horas, 22 de Septiembre del 2552 (calendario militar),
A bordo del Longsword, sistema inexplorado,
campo de escombros de Halo.
El Jefe Maestro se sostenía con una mano de la nave para no flotar lejos en gravedad cero. Con la
otra mano presionó la pistola profundamente en la frente de Johnson. El Sargento perdió la
sonrisa, pero no había rastro de miedo en sus ojos oscuros. Y volvió a reír.
“Ya entendí: ¿Crees que estoy infectado? Bueno, no lo estoy. Este…,” el toco su pecho,… soy cien
por ciento un Marine de grado A, y no como los demás”.
El Jefe suavizo su postura, pero no bajo el arma y dijo. “Explique como es esto posible”.
“Tienes toda la razón, esos pequeños bastardos infecciosos en forma de hongo…”, dijo Johnson.
“…Ellos nos tendieron una emboscada, a mi, a Jenkins y Keyes”. Él pausó cuando nombró al
capitán, y luego sacudió la cabeza y prosiguió. “Ellos nos invadieron por completo. Tomaron a
Jenkins y a Keyes… pero creo que yo no les guste, no tenía buen sabor”.
“El Flood no ‘saboreó’ nada”, intervino Cortana. “Las formas de infección reestructuran las células
de la victima convirtiéndola en una forma de combate, luego después en una forma transportadora
(Portadora)…es una incubadora para las formas de infección. Basada en lo que hemos visto, no
cabe duda de que no dejan pasar ni una sola victima”.
El sargento se encogió de hombros. Buscó algo en sus bolsillos, encontró los remanentes de un
Puro masticado, y se lo llevó a la esquina de su boca.
“Bueno he visto diferentes. Me pasaron por alto, yo era como las espinacas mal cocinadas en una
cena con pavo”.
“Cortana”, pregunto el jefe. “¿Es posible?”
“¿Es posible?” ella respondió cuidadosamente. “Pero también es muy probable…”, Ella pauso dos
segundos, luego añadió: “Según las lecturas del biomonitor del Sargento, estoy revisando su
historial. No puedo estar cien por ciento segura, hasta que haya sido limpiado en una sala de
médicos, pero los resultados preliminares indican que esta limpio de cualquier forma de infección
parasitaria Flood. Él no está obviamente violento, ni es una media desnuda máquina alienígena
asesina.
“Muy bien”, el Jefe le puso el seguro a la pistola, luego la giró y se la devolvió al Sargento,
sosteniéndola fuerte. “Pero tenlo vigilado por dentro y por fuera, en primer lugar debemos
asegurarnos. No podemos dejar que el riesgo de infección del Flood se propague”.
“Lo escuche, Jefe Maestro.” Mirando aquel póster el cual mostraba a las enfermeras Navales.
“Ahora…”, El sargento se empujo fuera del casco hacia la escotilla.… “dejemos subir al resto de la
tripulación a bordo”, El observó dudando los criótubos, “Veo que ya recogiste algunos rezagados”.
“Ellos tendrán que esperar”, dijo el Jefe. “Se tomará media hora para que se descongelen, pero
podrían correr el riesgo de un choque hipotérmico. No tenemos mucho tiempo antes que el
Covenant regrese.”
“Regrese”, dijo el Sargento, saboreando esa última palabra. Él sonrió. “Bien. Por un segundo pensé
que estábamos huyendo de un perfecto combate”. El Sargento abrió la escotilla del Pélican.
El cañón de un rifle de asalto MA5B extendido pasó a través de la abertura. El Sargento llegó hacia
este, tiró de el hacia abajo y luego hacia arriba. Un Marine estaba a la deriva atravesando la
escotilla. Su nombre estaba cosido sobre su uniforme y se podía leer “LOCKLEAR”. Era moreno,
37
ERIC NYLUND
estaba afeitado y era calvo; tenía una mirada salvaje en sus claros ojos azules. Él recuperó su
arma y dio una barrida en el interior apuntando con ella. “¡Despejado!” gritó de nuevo, regresando
hacia al interior del Pélican.
“Muy fácil, cabo” dijo el Jefe Maestro
El cabo finalmente cerró los ojos hacia el Jefe. Se sacudió la cabeza con incredulidad. “Un
Spartan”, él murmuró. “Pienso que, es como fre… freír pan”. (WTF!!)
El Jefe Maestro observó en el hombro del Marine un parche: Un cometa de oro, la insignia de las
Tropas de Salto Orbital. Un ODST, más conocidos como “Helljumpers”, notorios por su tenacidad
en la lucha. Locklear debe haber sido uno de los chicos del Mayor Silva. Lo que explicaría la
hostilidad general de los jóvenes Marines. Silva fue un ODST hasta los huesos y durante toda la
acción en Halo; había sido evidentemente negativo sobre los SPARTANS II en general… y al Jefe
en particular.
Otro hombre se apoderó de la escotilla y se empujó hacia si mismo, tenía una pistola de plasma
amarrada a su lado, vestía un flamante uniforme negro; su cabello rojo estaba ordenado hacia
atrás; sus ojos vieron al jefe sin ninguna evidente sorpresa y llevaba una insignia negra esmaltada
de un primer teniente.
“¡Señor!” El Jefe dio un fuerte saludo.
“Ajustando los motores y el ángulo”, anunció Cortana. El Logsword y el Pélican se inclinaron con
respecto a la Luna Basis, sobre la pantalla. “Eso debería darle un poco más de gravedad a la
cubierta”.
El Primer Teniente regresó al suelo y perezosamente devolvió el saludo. “Soy Haverson”, dijo.
Esperaba más interés por parte de John. “Usted es el Jefe Maestro, Spartan-117”.
“Si Señor”. El Jefe se quedo sorprendido. La mayoría de las personas, incluso funcionarios
experimentados, habían tenido dificultades para distinguir uno de otro Spartan. ¿Cómo este joven
oficial tan rápidamente lo identificó?
El Jefe vio el alrededor de su insignia, negra y un águila con alas de plata sobre un trío de estrellas.
Se escribía sobre las alas del águila, eran las palabras latinas SEMPER VIGILANS –(siempre
vigilante). Haverson era de la Oficina de Inteligencia Naval.
“Bueno”, Dijo Haverson. El miró rápidamente a Locklear y a Johnson. “Con usted, Jefe, podríamos
tener una oportunidad”: Llegó a la escotilla y tiró de una persona hacia el Longsword. Esta última
persona era una mujer y ella vestía el traje de vuelo de un piloto. Su pelo rubio sucio estaba
escondido dentro una gorra. Ella saludó al Jefe. “Oficial de vuelo Polaski, solicitando permiso para
venir a bordo, Jefe Maestro”.
“Concedido”, dijo y regresó el saludo.
Bordado sobre su hombro un puño de fuego rojo con una diana, era la insignia del Vigésimo Tercer
Escuadrón Naval Aéreo. A pesar de que el Jefe nunca se reunió con Polaski, parecía estar hecha
de la misma tiza como la capitana Carol Rawley, llamada “Foehammer”. Si Polaski era algo
parecida a Foehammer, sería una buena mano de obra, y una valiente piloto.
“Entonces, ¿Cuál es la historia?” Locklear exigió. “¿Tenemos algo a quien disparar aquí?
“Eso es fácil, Marine” el sargento dijo. “Usar esa cosa que tiene entre las orejas es para algo,
además de mantener su casco puesto. ¿Se dan cuenta que no estamos flotando? ¿Sienten las
fuerzas de gravedad? Esta nave está en órbita. Nos está llevando a la luna para poner manos a la
obra contra el Covenant.
“Eso es correcto”, dijo el Jefe.
“Nuestra primera prioridad debe ser escapar…”, dijo Haverson y sus cejas delgadas se estrecharon
38
HALO: PRIMER GOLPE
en frustración. “No entablar una lucha a ciegas contra el Covenant. Tenemos valiosa información
de inteligencia sobre el enemigo y sobre Halo. Nuestra primera prioridad debe ser alcanzar un
punto de control espacial de la UNCS.
“Esa fue mi intención, Señor”, el Jefe respondió. “Pero ni este Longsword ni su Pélican están
equipados con motores Shaw-Fujikawa. Sin ningún salto al deslizespacio (Slipspace), tomarían
años para regresar”.
Haverson suspiró. “Eso limita nuestras opciones ¿cierto?”, él le dio la espalda al Jefe y pensó
profundamente. El Jefe Maestro respetaba la cadena de mando, eso significaba que tenía que
obedecer al Teniente Haverson. Pero, Oficial o no, al Spartan nunca le agradó cuando la gente le
daba las espaldas. Y ciertamente no le gustaba la forma en que Harverson estaba asumiendo el
cargo.
El Jefe ya había recibido sus ordenes y tenía la intención de seguirlas, aunque no fuera aprobado
por Haverson.
“Perdóneme Señor”, dijo el Jefe. “Debo señalar que, si bien usted es un alto oficial, yo estoy en una
misión clasificada de alta prioridad. Mis órdenes proceden directamente del Alto Mando.”
“¿Significa?”
“Significa”, John continuó, “Que tengo el mando táctico de esta tripulación, de estas naves… y de
usted, Señor”.
Haverson giró, ya con una expresión apagada. El Teniente abrió la boca como si fuera a decir algo,
luego la cerró y dejo que el Jefe siguiera. Una tenue sonrisa se dibujó sobre sus delgados labios.
“Por supuesto, yo estoy muy consciente de su misión, Jefe. Voy a hacer todo lo que pueda para
ayudar”.
¿El conocía la misión original de los Spartan para capturar un Profeta del Covenant? ¿Qué esta
haciendo un agente del ONI aquí?
“Entonces, ¿Cuál es el plan? Locklear preguntó. Permanecer en orbita y después ¿que?, ¿Nos
pondremos a hablar todo el día, Jefe?
“No”, respondió el jefe.
El miró a Polaski y al Sargento. El podría contar con ella, y aunque sospechaba de cómo
exactamente el sargento Jonson había evitado la contaminación del Flood, él estaba dispuesto a
dar al hombre el beneficio de la duda. ¿Haverson? El no confiaría en él, pero el hombre sabía lo
que estaba en juego, y no interferiría. Probablemente. Locklear era otra historia. Pensó. Un ODST
era entrenado y alistado para saltar… o bien usado como una mina antipersonal. Algunos hombres
se quebraban bajo presión o dejaban la lucha. Algunos hacían caso omiso de si mismo y de su
equipo de seguridad para lanzarse hacia venganza. Agregarle eso a los Saltadores del Infierno
(Hell Jumper’s) más aparte un feroz orgullo, esto se convertía en una mezcla volátil. El Jefe tenía
que establecer su autoridad sobre el hombre.
“Pondremos por encima al Pélican”, le dijo el Jefe. “Solo tenemos pocos minutos mientras estamos
sobre el otro lado de la luna. Agarren todo lo que podamos utilizar: más armas, municiones,
granadas. Manténganse conectados a mi COM para que pueda escuchar la información. Locklear
fue hacia el Jefe, mirándole frente a frente, y se tensó.
El Sargento Johnson abrió la boca, pero el Jefe hizo un gesto sutil con su mano. El sargento
mantuvo su preocupación. El Jefe dio un paso más cerca hacia Locklear. “Mi orden fue
clara, ¿cabo?”
Locklear tragó saliva. El fuego azul en sus ojos se disipó y desvió su mirada, “No”. Respondió el
cabo. Su cuerpo se suavizó y tomo su rifle, llevándolo a su hombro, aceptando por ahora la
39
ERIC NYLUND
autoridad del Jefe. “Estoy en ello, Jefe Maestro”. Fue a la escotilla y se dejó caer hacia el Pélican.
Decir que este equipo estaba mal para una misión de inserción de alto riesgo; podría quedarse
corto al respecto.
“Asi que ¿Cómo podemos obtener una unidad Shaw-Fujikawa?” Polaski preguntó.
“No lo haremos”, respondió el Jefe. “Pero vamos a obtener una cosa mejor”. Se trasladó a la
consola de operaciones e intervino en la pantalla. El escáner mostraba la nave líder del Covenant
apareciendo sobre la pantalla. “Este es nuestro nuevo objetivo”.
Haverson frunció el ceño. “Jefe, si nos acercamos a esa nave nos golpeará antes de que podamos
siquiera agradarles.”
“Normalmente, sí”, respondió el Jefe. “Pero vamos a engañarlos con el Pélican, como una nave
explosiva, cargándola con las minas Moray y colocándola por delante de nosotros. Vamos a tener
que dirigirla con el mando a distancia Pélican, pero puede ser acelerado más allá del punto en que
la tripulación pudiera perder el conocimiento. El enemigo abrirá fuego, y dejaríamos caer algunas
minas, y luego atravesaríamos”.
Polaski endureció su expresión con tristeza.
“Existe algún problema, ¿Oficial?”, dijo el Jefe.
“No Jefe Maestro. Yo sólo odio perder una buena nave. Ese pájaro salió fuera de Halo en una sola
pieza”.
El jefe no entendió, Los pilotos a veces le tenían cariño a sus naves. Dándoles nombres y
personalidades humanas. El Jefe sin embargo, nunca cayo en esa trampa, el había aprendido hace
mucho tiempo que ningún equipo era innecesario. Excepto, quizás, Cortana.
“Por lo tanto, acercarse a la nave líder”, dijo Haverson y cruzo sus brazos sobre el pecho. “¿Vamos
a dirigirnos nariz a nariz con una nave que tiene mil veces nuestro poder de fuego?, ¿o está
planeando alguna otra cosa?”.
“Negativo”. El Jefe se refirió a la bahía de lanzadera (aterrizaje y despegue de las naves) de la
nave líder. “Esa es nuestra ZA”.
Polaski encontró la comparativamente pequeña abertura en el vientre de la gran nave. “Esa es una
maldita ventana con la cual chocaremos muy rápido, pero.
“Pero…,” ella mordió su labio inferior calculando,… “es técnicamente posible en un Logsword”.
“Ellos lanzarán Seraphs para atacar el Pélican y el Longsword”, dijo el Jefe, “Para ello, tendrán que
bajar una sección de sus escudos, Entraremos, neutralizaremos a la tripulación, y tendremos una
nave con capacidad de Slipspace”.
“¡Rock and Roll!” Locklear gritó por el COM. “¡Penetrar y aniquilar!”.
El sargento Johnson masticó su Puro mientras consideraba el plan.
“Nadie ha capturado una nave del Covenant”, susurró Haverson. “Las pocas veces que hemos
tenido uno de ellos y en condiciones de rendirse, han terminan auto-destruyéndose”.
“No hay elección”, dijo el Jefe. Observó a Polaski, Johnson, y finalmente a Haverson.
“¿Al menos alguien tiene un mejor plan?”. Todos permanecieron en silencio.
“Cualquier cosa que añadir, ¿Cortana?”, preguntó.
40
HALO: PRIMER GOLPE
“Nuestra salida de la órbita nos deja ahorrando combustible, al viajar a alta velocidad sobre el
curso de intersección con la nave líder. Hay superposición sobre los campos de fuego enemigo,
cuando nos acerquemos a nuestro vector. Tenemos que desacelerar y evitarlos al mismo tiempo.
Eso será difícil”.
“Polaski se encargará de eso”, el Jefe se dirigió a ella.
“¿Y el piloto del Longsword?”, Polaski asintió lentamente, y hubo un destello en sus ojos verdes
cuando no había nada ahí hace un segundo.
“Eso fue hace mucho tiempo, pero si, Jefe Maestro. Estoy un 100 y 10 % segura sobre eso.” Ella
se trasladó al asiento del piloto y se abrochó su cinturón de seguridad.
“Con todo el debido respeto a la habilidad de la señorita Polaski”; dijo Cortana. “Permítame señalar
que el proceso de información es un millón de veces más rápido y…”
“Necesito que entres a la red de combate de la nave líder”, el Jefe dijo muy cortante. “Cuando
estén cerca tendrásqueapagarsusarmas. Destruir sus comunicaciones”.
“¿Enviando descortésmente a una mujer a hacer tu trabajo sucio?” Cortana suspiró. “Supongo que
soy la única que puede”.
“Teniente Haverson”, el Jefe dijo: “Necesito que programe las minas Moray para ser liberadas y
fijadas en el Pélican antes de salir de esta orbita. Ponga medio grupo para ser detonadas al
impacto. Programe el resto por separado y realizar el seguimiento de cualquier nave enemiga en
nuestra trayectoria”. Haverson asintió y se sentó en la estación de operaciones al lado de Polaski a
bordo del Longsword.
Dos cajas y una tela gruesa pasaron a través del túnel de acceso abierto del Pélican. Locklear salió
de la apertura y sello la escotilla. “Eso es todo Jefe”, dijo. “Una pistola HE, dos rifles MA5Bs, una
escopeta de asalto M90 cerrada, y una caja llena de granadas de fragmentación. Alrededor de una
docena de clips para los rifles y sólo unas pocas balas para la escopeta, sin embargo…”
El Jefe tomo cuatro granadas y la mitad de una docena de clips para su rifle de asalto. Expuso el
clip casi vacío de su arma y colocó otro con un satisfactorio clock. El sargento agarró munición, un
MA5B, y tres granadas.
“Orbita de salida en diez segundos”, dijo Polaski.
“Cabo deje el resto”, dijo el Jefe a Locklear. “Y asegúrese usted mismo”.
Locklear se aseguro de recoger las armas y las municiones en una bolsa de lona con cordón, la
cual se la colocó alrededor del cuello, y luego busco de donde sujetarse. El Sargento Johnson se
apoyó en contra de los críotubos. El Jefe Maestro se sujetó de la pared gruesa del casco.
“Liberando al Pélican”, dijo Polaski. Hubo un ruido sordo debajo del casco. “Pélican alejándose”.
“Programando el piloto automático del Pélican”, dijo Cortana.
“Minas Moray armadas”, añadió Haverson.
Polaski dijo: “Quemando motores en tres… dos… uno. ¡Ahora!”.
Los motores del Longsword volvieron a la vida, el casco crujió con estrés y todo el mundo se inclinó
en contra de la aceleración. El Pélican fue tirado hacia delante, redondeando el horizonte de la luna
en primer lugar y se acercó de nuevo al campo de los escombros. Cuando el Longsword lo siguió,
y la luz afectó la superficie derecha de la luna y el Jefe vio una lluvia de meteoritos que caían
dentro del planetoide, dejando cráteres e inhalaciones diminutas de polvo cuando impactaban.
Polaski vio en la pantalla de la cámara centrada una nave del Covenant.
41
ERIC NYLUND
“Nos estaban esperando”, exclamó. “Maniobras evasivas”.
El Pélican rodó a estribor y acelero a toda velocidad. (Pélican en Piloto automático)
La nave líder estaba cerca, demasiado cerca. Debe haber previsto su trayectoria orbital. Pero no
había contado con que ellos se dirigieran directo hacia ella. En caso de que no hubiera sido así, la
nave líder habría estado en una posición perpendicular perfecta para disparar.
“Pélican ahora a doscientos kilómetros a la cabeza”, Polaski dijo.
El voluminoso crucero apuntó para abrir fuego. Una senda de humo salio de su casco, y pedazos
de escombros fueron vaporizados.
“Minas a distancia”, anunció Haverson. “Estableciendo conexión y trayectorias dentro de las
coordenadas NAV, Polaski. No pases a través de ellos.”
“Entendido”, ella dijo, “Sujétense… vamos a”.
“Odio esta mi3rd4”, murmuro Locklear. “Las naves nos disparan una y otra ves, el fuego es tan
denso que podía caminar sobre el hasta la zona de aterrizaje y sentado aquí no puedo hacer nada
sino aguantar y me pregunto cuando diablos voy a hacer algo”.
El Jefe no dijo nada, pero estaba de acuerdo. A pesar de que el ODST le faltaba disposición, él
compartió su inquietud con el combate espacial.
“Amen”, añadió el Sargento Johnson.
“Ahora, cállese y deje que la dama conduzca”. Él sacó una unidad de registro de misión de su
bolsillo y la inserto a un chip. Neutralizo la pantalla, una cacofonía rítmica llegó a una pequeña
bocina.
El Jefe reconoció el sonido como música “flip” un descendiente de varios siglos de antigüedad, el
ruido era llamado “Metal”. El Sargento tenía gustos peculiares, por decir lo menos.
“Justo ahora cuando me disparan, Sarge”, protestó Locklear, “Y conseguir mas de eso. No me
torture con esa mi3rd4”.
“Escuche esto, Marine. Este es un clásico”.
“Así es una muerte misericordiosa”.
Polaski continúo evadiendo y el Longsword dio vueltas desde babor hasta estribor. Ella envió la
nave en un giro de doble barril para esquivar un torpedo de plasma disparado desde el crucero
líder.
“Desactivando”, murmuró Cortana en el casco del Jefe.
“Haciendo conexión a la red de combate Covenant”, anunció por el COM de la nave. “Accesando a
los sistemas de armas. En línea”.
Por delante, el Pélican interceptaba un segundo torpedo irrumpiendo en llamas, se vaporizó, y
manchó la noche con una nube brillante de metal ionizado. El crucero líder apareció adelante sobre
la pantalla.
“No hay tiempo para jugar”, murmuro Polaski. Ella golpeó los motores y vertiginosamente se
dirigieron hacia el crucero líder. La súbita aceleración lanzó al Jefe y al Sargento Johnson hacia la
popa del Longsword. Locklear siguió colgado en un marco, ahora casi horizontal.
“Ahora ya hay suficiente distancia para desacelerar y hacer un aterrizaje suave en el interior del
crucero líder en la bahía de lanzadera”, advirtió Cortana.
42
HALO: PRIMER GOLPE
“¿En serio?”, Polaski respondió irritada. “No me extraña que las llamen IA’s inteligentes”.
Ella bajó su visor frontal sobre sus ojos. “Yo volaré, tu tienes que concentrarte en conseguir sacar
esas armas fuera de línea”.
“Están lanzando Serphs”, advirtió Haverson. Ahora la nave líder del Covenant llenaba la mitad de la
pantalla, junto con seis formas de combate Seraph, surgiendo de las entrañas de la masiva nave.
“Todavía tengo activa la señal de veinte minas Moray”.
Estaba momentáneamente atrayéndolos para que entraran en rango. “Un poco más… los tengo en
la mira…. maniobrando”. Minúsculas bocanadas de fuego se aglomeraron en forma de lágrima
sobre las naves Seraphs luego explotaron. Haverson rió. “¡Bingo!”.
“Sistemas de armas y escudo están desactivados”, Cortana dijo.
“Las puertas están abiertas”, murmuro Polaski. “Estamos invitados, no se molesten malditos en
decir que no”.
El crucero líder atiborró la pantalla.
“Colisión inminente”, advirtió Cortana.
El Sargento Johnson cayó hacia sus pies. El Jefe sabía lo que era mejor y permaneció en donde él
estaba, en la cubierta. El agarró al Sargento por la pierna. Polaski cortó los motores e invirtió los
propulsores. El Longsword giro 180 grados. Ahora con la nave apuntando y dirigiéndose hacia
atrás, ella empujó el acelerador al máximo y los motores en su totalidad retumbaron por la
sobrecarga. El casco se tensó por la súbita desaceleración inversa. El Jefe coloco sobre el piso
una mano, con la otra se ocupó del sargento e impidió que saliera volando. Polaski cambió la
pantalla para ver una vista panorámica de proa y popa. Ella maniobró los propulsores de la nave,
ajustó su aproximación y se puso en marcha hacia la bahía abierta. En la pequeña pantalla la
abertura creció alarmantemente rápido.
“¡¡Sujétense…Sujétense!!”
Los motores rugieron y la nave se alentó…pero no iba a ser suficiente. Entraron en la bahía de
lanzaderas a tres metros por segundo. Las llamas de los motores del Longsword quemaron a unos
Grunts técnicos y en vano fue la lucha por apagarse y alejarse del camino. Su atmósfera estaba
llena de tanques de metano, eran como petardos. Polaski redujo el poder, la nave golpeo la pared.
El Jefe Maestro, el Sargento Johnson y Locklear se estrellaron en montón con los asientos del
piloto y del OPS. Grunts se acercaron a la nave con pistolas de plasma, las armas verde-brillantes
de los aliens se sobrecargaron. Los Ingenieros del Covenant luchaban por apagar los incendios y
reparar los conductos de ruptura.
“Escudos regenerándose en el lugar sobre la bahía de lanzaderas”, anunció Cortana.
“Estabilizando la atmósfera exterior. Por favor, siéntanse libres de levantarse y moverse por la
cabina”.
Locklear quedó a sus pies. “! Si !”. Dijo con emoción. El Joven Helljumper tomó su MA5B y colocó
una ronda en la recamara. “¡Vamos a Rockear!”.
“Buen trabajo, gente”, dijo el Jefe poniéndose de pie. Mientras preparaba su propio rifle de asalto.
“Pero eso fue sólo la parte fácil”.
43
ERIC NYLUND
CAPÍTULO SIETE
1750 horas, 22 de Septiembre del 2552 (calendario militar)
\ Nave Líder no identificada del Covenant,
sistema inexplorado, Halo.
Los rayos de plasma impactaron el casco y el parabrisas del Longsword. Los proyectiles de
energía luminosa se disiparon a través de la cabina y fundieron el vidrio inmediatamente. Una
legión de Grunts se cubrían detrás de pedazos y escombros de Seraphs y cajas de combustible.
Algunos salieron de su cobertura y dispararon los pernos fantasmales de color verde hacia el
Longsword.
"Los tengo", dijo Polaski y apretó un interruptor.
El tren de aterrizaje se desplegó y puso la embarcación a un metro del piso. "Armas listas", anunció
Polaski. "Adiós, muchachos."
Ella tomó una retícula de orientación disparando y arrasando los alrededores de la bahía. Una
lluvia de 120 mm rondas traspasaron las coberturas de los Grunts. Cajas de combustible y algunos
Seraphs blindados sin escudo detonaron; enviando fragmentos de metal y soldados alienígenas
heridos hacia el piso.
El aire explotó convirtiéndose en una enorme llama, hacia el techo y luego a los lados. Piscinas de
combustible y de cuerpos carbonizados de Grunts e Ingenieros Covenant plagados en la bahía del
lanzamiento.
"Activando el sistema de supresión de incendios", dijo Cortana.
Chorros de neblina gris volaron desde arriba. Los incendios se intensificaron durante un momento,
luego disminuyeron y desaparecieron.
"¿Hay atmósfera en la bahía?" preguntó el Jefe.
"Escaneando", respondió Cortana. "Restos de cenizas, algunos contaminantes de los cascos de
las naves derretidas y un montón de humo, pero el aire en la bahía es respirable, Jefe”.
"Bien." Se dirigió a los demás. "Estamos dentro, Vamos allá, Yo lideraré. Locklear, usted irá
conmigo. Sargento, usted irá a la parte de atrás”.
"Tendrás que tomar de mí, también", dijo Cortana. “He puesto sistemáticamente esta nave para
navegarla, pero los controles de ingeniería han sido bloqueados manualmente. Necesitaré accesar
directamente al sistema de datos de mando de esta nave."
El Jefe dudó. Su armadura almacenaba a una IA como Cortana, en una etiqueta almacenada en
una capa de cristal especial. En Halo, Cortana había sido una valiosa ventaja invaluable. Sin
embargo, ella también utiliza parte de la interfaz neuronal de su armadura para el procesamiento
de objetos, literalmente, aprovechaba partes del cerebro del Jefe. Y después de salir del sistema
informático de Halo, ella había estado actuando... nerviosa.
El Jefe puso su disconformidad a un lado. Si Cortana se convirtiera en una responsabilidad, tendría
que tirar del enchufe.
"Listo", él dijo. Dio un puñetazo a una llave sobre la computadora terminal y soltó de Cortana hacia
un chip de datos. Un momento después, la terminal pulsó en color verde.
Sacó el chip y la colocó en la parte trasera de su casco. Hubo un momento de vértigo y luego la
familiar sensación de mercurio y hielo inundando su cráneo cuando Cortana entraba en su interfaz.
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HALO: PRIMER GOLPE
"Aún hay mucho espacio aquí, ya veo", ella dijo.
El Jefe ignoró sus acostumbrados chistes y asintió en Johnson y Locklear. "Vamos."
El Sargento Johnson golpeó la puerta y la escotilla se deslizó abriéndose. Locklear desenfundó su
rifle del hombro, vertiendo fuego a la abertura. Un par de Grunts quienes estaban agachados cerca
del Longsword, se protegieron ellos mismos del fuego por detrás en la cubierta. Sangre
fosforescente escurrió bajo sus formas vulnerables.
El Jefe se agazapó a través de la escotilla abierta y rodó sobre sus pies; un movimiento a su
respuesta, y tomó a tres objetivos a su lado. Observó a un trío de Ingenieros del Covenant. Y
removió su dedo del gatillo del arma. Los Ingenieros no eran una amenaza.
Eran extraños, a metros de altura las criaturas estaban flotando por encima de la cubierta, usando
tanques con algo más ligero que el aire y producían gas por sus cuerpos.
Sus tentáculos estaban sobre una maraña de líneas de combustible, rápidamente repararon las
tuberías y bombas.
"Es gracioso de que no hubiera un comité de bienvenida, todavía," Cortana susurró. "Miré a
profundidad la lista del personal de esta nave: tres mil Covenants, en su mayoría Ingenieros. Una
pequeña compañía de Grunts y sólo un centenar de Elites".
"¿Sólo cien?" el Jefe murmuró.
Él agitó su mano para dirigir a su equipo hacia delante, atravesando una pesada puerta en la parte
de atrás de la bahía de lanzadera. El aire estaba lleno de humo y fuego, lo que redujo la visibilidad
a docena de metros.
El sonido de fuego del rifle de asalto hizo eco a través de la bahía. El Jefe giró a su derecha y trajo
su propio rifle. Locklear permaneció cerca de los cuerpos ligeramente en movimiento de los
Ingenieros. Él abrió fuego a los Ingenieros y cayeron.
"No gaste su munición, Cabo", dijo el sargento Johnson. "Ellos pueden ser feos, pero son
inofensivos."
“Ahora son inofensivos, sargento," respondió Locklear. Limpiando la sangre del alien sobre su
mejilla y sonrió.
El Jefe pretendía estar de acuerdo con el tema de análisis de las amenazas de Locklear sobre el
Covenant: En caso de dudar, Acribillar. Sin embargo, encontró las acciones innecesarias en el
joven Marine... y un poco de pereza.
La arquitectura de la bahía del Covenant es similar al Interior de las demás naves Covenant, el
Jefe recientemente estuvo en el interior de Truth and Reconciliation (Verdad y Reconciliación). La
baja iluminación y las luces indirectas, y sobre todo las paredes de color púrpura oscuro. El metal
alienígeno parecía formar un extraño patrón, ligeramente luminiscentes patrones geométricos que
coincidían uno con otro. El techo era acorazado e innecesariamente alto, tal vez diez metros; en
contraste con una nave humana, tenía espacio innecesario.
El Jefe distinguió una gran puerta en la parte trasera de la bahía.
La puerta tenía forma hexagonal y era lo suficientemente grande para que todo un equipo entero
pudiera entrar al mismo tiempo; y que sus pensamientos no fueran lo suficientemente tontos para
se iniciara dicha formación sobre el territorio hostil. La puerta tenía cuatro secciones, que se abrían
cuando se introduce la clave, silenciosamente se deslizaban desde el centro.
45
ERIC NYLUND
"Eso nos llevará al corredor principal", dijo Cortana. "Y desde allí, al puente”.
El Jefe le señaló a Locklear dirigirse a la parte derecha de la puerta, y al Sargento Johnson a la
izquierda.
“Teniente Haverson ", él llamó, "Usted a nuestra retaguardia. Polaski, golpea los controles de la
puerta. Señales de mano a partir de ahora. "
Haverson le lanzó un irónico saludo al Jefe, pero reforzado el control sobre su arma y examinó la
bahía.
Polaski avanzó agachada y por en el medio del grupo hacia la puerta. Ella le dio vuelta a su
cachucha/gorra y se inclinó más cerca, luego miró de nuevo al Jefe y le señaló su pulgar arriba.
Él levantó su fusil y asintió, dándole a ella el sí para desbloquear la puerta. Ella alcanzó los
controles. Antes de que los tocara, la puerta se abrió.
Permaneciendo en el lado opuesto, estaban cinco Elites: Dos estaban resguardados de orilla a
orilla de la puerta, un tercero estaba centrado en el corredor, el rifle de plasma a nivel del Jefe;
detrás de él, el cuarto Elite estaba cubierto en la parte posterior de su formación y un último Elite
estaba agachado frente a la puerta del panel de control; de nariz a nariz con Polaski.
El Jefe disparó dos ráfagas directamente sobre la cabeza de Polaski. Sus primeros tiros derribaron
al Elite en el centro del pasillo. Sus segundos tiros golpearon al Elite que permanecía en la
retaguardia. Los guerreros alienígenos no activaron sus escudos y las rondas de 7.62mm
perforaron su armadura. El par de Elites cayeron al piso. Sus camaradas a ambos lados de la
puerta aullaron y atacaron. El quejido del rifle de plasma se hizo eco a través de la bahía cuando
los pernos de energía azul-blanco se estrellaron sobre los propios escudos del Jefe.
Su escudo se redujo y la alarma insistente del indicador de advertencia pulsó en su casco. Su
visión se nubló por la bengala que descargaron las armas de energía y se esforzó para divisar a
un
Elite en el frente de Polaski. Eso no era bueno; No tenía un disparo perfecto. El Elite apuntó con la
pistola de plasma. Polaski colocó su mano a la altura de su cadera. Ella era más rápida o con más
suerte. Desenfundó su pistola; apuntó y abrió fuego. La pistola hizo un estruendo cuando un tiro
llegó por la derecha del Elite en el centro de su alargado casco.
El disparo del propio Elite fue amplio y derritió la cubierta detrás de Polaski.
Polaski vació su clip sobre la cara del alien. Un par de rondas sacudió la espalda del alienígena.
Sus escudos cayeron y el resto de las rondas atravesaron la armadura y los huesos. Cayó sobre su
espalda, se movió ligeramente dos veces y después murió.
Johnson y Locklear desataron el infierno sobre el fuego cruzado dentro del corredor e hicieron su
trabajo con los demás Elites cuando Polaski abrazaba la cubierta.
"De esto es lo que yo he estado ablando" mencionó Johnson. "Darle un buen disparo al pavo. "
A Diez metros bajo el pasillo una docena de más Elites giraron desde una esquina.
"Uh-oh", murmuró Locklear.
"Sargento", gritó el Jefe. "¡Cerremos la entrada!" John movió a Polaski de la posición en dos
rápidos pasos, la sujetó por su collar, y la arrastró fuera de la línea de fuego. Pernos de plasma
llovían por el aire y el lugar donde había estado. Dejó caer a Polaski, preparó una granada, y tiró
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HALO: PRIMER GOLPE
de ella hacia los apresurados Elites. El sargento disparó su rifle de asalto sobre el panel de control
de las puertas, y explotaron en una lluvia de chispas y de golpe las puertas se cerraron.
Un sordo estruendo se hizo eco de detrás de la gruesa puerta de metal y luego un silencio
inquietante descendió en la bahía. Polaski luchado para ponerse sobre sus pies y alimentó con
un nuevo clip su pistola. Sus manos estaban en shock.
"Cortana", dijo el Jefe. "Necesitamos una ruta alterna al puente”.
Una flecha azul brilló sobre en su HUD. El Jefe dio vuelta y vio una escotilla a su derecha. Se refirió
a la escotilla y señaló su equipo para moverse y luego corrió a la escotilla y tocó el panel de
control. La pequeña puerta se abrió deslizándose, para revelar un estrecho pasillo más allá,
zigzagueándose en la oscuridad.
No le gustaba eso. El corredor era demasiado oscuro y demasiado limitado: un lugar perfecto para
una emboscada. Consideró brevemente regresar a la puerta principal de la bahía, pero abandonó
esa idea. El humo y chispas vertieron de la puerta cuando las fuerzas del Covenant del otro lado,
trataron de atravesar incinerando su camino.
El Jefe dio clic sobre su visión de filtro para poca luz y la oscuridad se desvaneció en una
avalancha de verde fluorescente. No hubo contactos. Se detuvo por un momento, para dejar que
sus escudos de energía se recargasen y luego entró al lugar medio agazapado. Mantenía su rifle
de asalto cerca y se introdujo al mortal corredor. El interior del pasadizo era estrecho y con un
suave color púrpura sobre su superficie oscura. El Jefe no tuvo más remedio que pasar por los
costados.
"Esto luce como el corredor de servicio para sus Ingenieros," dijo Cortana. "Sus guerreros Elite
tardarán un momento en seguirnos".
El Jefe gruñó cuando reconoció en alivió un camino por el cual atravesar. Hubo un sonido raspante
de rasguños y un destello de chispas en su escudo de energía, mientras rozaba la pared. Era un
demasiado estrecho y apretado el lugar. Alimentó de energía a los escudos bajos, dejándole
solamente espacio suficiente para apretujarse. Locklear lo seguía detrás de él y luego, Polaski, el
sargento, y finalmente Haverson.
El Jefe señaló a Haverson, luego hacia la puerta. El Teniente frunció el ceño y luego asintió.
Haverson cerró la escotilla y los circuitos se apagaron cuando se activó el control del mecanismo.
Hubo decenas de Ingenieros en la bahía de lanzamiento (o bahía de lanzadera) y había suficientes
sobre la nave como para que merecieran tener su propio túnel de acceso. El Jefe no había visto
nada como esto a bordo del Truth and Reconciliation. En efecto, no había visto un solo Ingeniero
en aquella nave. ¿Qué hacía a esta nave diferente? Estaba armada como una nave de guerra...
aún contaba con el apoyo del personal para la revisión del buque.
"Para aquí", dijo Cortana.
El Jefe se detuvo y se deshizo de sus altavoces externos para poder hablar libremente.
"¿Algún Problema"?
"No. Un golpe de suerte, tal vez. Mira a tu izquierda y abajo a unos veinte centímetros. "
47
ERIC NYLUND
El Jefe observó y notó que una parte de la pared formaba una abertura circular no es más grande
que la punta de su dedo pulgar.
"Es un puerto de datos... o un pase de acceso para los Ingenieros del Covenant. Estoy recogiendo
señales en onda corta e infrarrojos de los mismos. Remuéveme y colócame dentro de la ranura”.
"¿Estás segura?"
"No puedo hacer mucho allí contigo. Sin embargo, una vez que esté directamente en contacto con
la red de batalla de la nave, podré infiltrarme y hacerme cargo de sus sistemas. No obstante,
deberás llegar al puente y manualmente darme el acceso a sus sistemas de ingeniería.
Mientras tanto, podré ser capaz de controlar los sistemas secundarios y comprarte algo de
tiempo."
"¿Y estás segura?".
"¿Cuando no he estado segura?" ella cedió.
El Jefe podría sentir su impaciencia a través de la interfaz neuronal. Removió el chip de datos de
Cortana de la cavidad de su casco. El Jefe sintió que ella dejaba su mente, sintió el calor de nuevo
en su cabeza, pulsando con el ritmo de su corazón... y una vez más, él estaba solo en la armadura.
Colocó el chip de Cortana dentro del puerto de datos del Covenant.
Locklear expresó con la cara de asco y susurró, "Usted no podría pegarme un tiro en cualquier
parte sin esa cosa. "
El Jefe hizo un gesto rozando su garganta y el Marine cayó en silencio.
"Estoy dentro," Cortana dijo.
"¿Cómo es?" dijo el Jefe.
Hubo una pausa de medio segundo.
"Es diferente...", Cortana respondió. "Procediendo a unos treinta metros debajo de este pasillo y
girando a la izquierda".
El Jefe movilizó al equipo hacia adelante.
"Es muy diferente", Cortana murmuraba.
Cortana fue construida como un software de intrusión. Ella había estado programada con cada
truco sucio y cada código para romper el algoritmo de la ONI (Oficina Naval de Inteligencia), de la
Tercera Sección del cual había sido creado y un poco más de trucos que ella había desarrollado
por su cuenta. Ella era la última ladrona y espía electrónica. Se filtró dentro del sistema del
Covenant
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HALO: PRIMER GOLPE
Era fácil la primera vez que había entrado a su red cuando el Longsword se había acercado a la
nave líder. Ella estableció sus sistemas de armas en modo de diagnóstico. El Covenant había
determinado el problema y rápidamente reiniciaron el sistema, pero le habían dado a Polaski
algunos preciosos segundos para sus lentos reflejos humanos; que habían necesitado obtener
para adentrarse en el interior de la bahía.
"¿Qué es?" preguntó el Jefe.
Ahora, el elemento sorpresa se ha ido y el sistema de intrusión ha ejecutado los sistemas de alerta.
Algo más merodea ahora en los sistemas. Delicados pings trataban de dejar fuera la presencia de
Cortana, que confirmaron y se retiraron. Se sentía como si hubiera alguien más en trabajando a
través de su sistema. ¿Una IA del Covenant? Nunca hubo reportes IAs alienígenas. La posibilidad
de su intriga.
"Es... Diferente", ella respondió finalmente.
Ella escaneó los esquemas de la nave, cubierta por cubierta y luego, parpadearon los tres mil
sistemas de vigilancia del buque. Ella dejó la ruta más rápida hacia el puente desde su actual
posición y lo almacenó en un sistema de sustracción de memoria terciaria. Ella hizo múltiples
tareas de una parte de sí misma y continuó analizando la estructura de la nave y de los
subsistemas.
"Procede a treinta metros de este pasillo y gira a la izquierda".
Cortana se apropió de las cámaras exteriores y detectó a seis cruceros Covenant. Que habían
paralizado la búsqueda del Longsword, y sin embargo, actualmente estaban a un centenar de
kilómetros del estribor de la nave líder. La extraña forma de "U" de las naves de descarga
Covenant, fueron lanzados desde los cruceros dispuestos a invadir la Nave líder.
Eso era un problema.
Dentro de la nave líder ella observó la caza de un centenar de Elites siendo asesinados por su
equipo en los corredores. Codificó los sistemas electrónicos de la nave, siendo generados por los
fantasmas del Jefe y de su equipo; donde el mando de la UNSC y los centros de control estuvieran
normalmente localizados. Tal vez podría engañar a los tontos Elites dentro de la salvaje
persecución. Cortana mostró las coordenadas de aquellos enemigos sobre el HUD del Jefe.
Sintió una especie de cosquillas a través de la retroalimentación del flujo de datos, Cortana
bloqueó esa fuente de alimentación, escuchó y descifró el patrón de una señal aleatoria. Luego,
cortó el contacto. Ella no tenía tiempo para jugar a las escondidas y buscar todo lo que estaba en
este sistema. Tuvo finalmente que admitir que no tenía suficiente poder para contender con un
posible constructor artificial enemigo. Ella había absorbido un volumen tremendo de datos del
sistema de Halo, las formas biológicas del Flood y cada pieza de información sobre los misteriosos
“Foreruners”, que el Covenant había tanto venerado. La información podría tomarle a ella semanas
de procesamiento, examinado, cotejando, codificando… y mucho menos comprender.
Incluso comprimidos, todos los datos llenados por ella y cortó la óptica de los subsistemas que ella
usualmente reservó para su procesamiento. Había tendido una persistente sospecha de que la
compresión de los archivos, habían sido demasiado precipitado; y que la información de Halo
podría haber sido dañada. De echo, la vasta información que había copiado, la abultó físicamente,
haciéndole mas lenta y menos eficaz. No le mencionó esto al Jefe. Apenas pudo admitirse a si
misma, Cortana era extremadamente orgullosa de su intelecto.
49
ERIC NYLUND
Pero ella, operaba como si no hubiera diferencia sin llegar a ser mas tonta, envió un bloqueó a lo
de detección de señal largo de las conexiones, donde estos “otros” que estaban intentando
contactarla. La porción de su conciencia examinó la estructura de la nave, descubriendo que el
puente tenía otro punto de acceso.
Estúpida.
Ella podría haberlo vito inmediatamente, pero la entrada de esta, había sido presentada en virtud,
bajo los esquemas de un sistema de emergencia. Se trataba de un diminuto corredor, que
conectaba una seria de vainas de escape. Dicha ruta compartía una salida de ventilación, con un
pasillo hacia Ingeniería.
“Jefe, hay otro camino hacia el puente“
“Afirmativo. Espera un...“hubo un disparo de fuego sobre el COM, luego silencio.
“Adelante, Cortana “
“Mostrando la ruta alternativa ahora", dijo ella, “No creo que puedas abriste paso a través de este
nuevo pasillo con tu armadura. Sugiero que muevas a tu equipo y procedan a través de ambas
rutas, para maximizar tus posibilidades de entrar al puente. “
“Entendido“ dijo el Jefe. “Polasky y Harverson conmigo. Johnson y Locklear, ustedes tomen la ruta
de las vainas de escape”.
Cortana les siguió la pista a ambos equipos y las posiciones relativas de las partes Covenant, ella
replicó sus señales fantasma para confundir al enemigo. Recogió además e incrementó el ancho
de banda de las comunicaciones entre la nave líder y los cruceros. Reportes de los invasores; una
llamada de ayuda; una advertencia para ser transmitida hacia su Mundo Hogar. Había referencias
hacia “un santo“ y algunos mensajes que consideraba algo divertido sus intentos de codificación,
que mantenían ellos mismos en secreto. Curiosa, investigó lo que el Covenant traía en mente y lo
que trataba de esconder.
Cuando descifró aquellos mensajes y otras referencias cruzadas, los guardó en sus archivos COM,
detectó un pico de energía sobre los censores laterales de la nave líder. Un crucero se trasladó a
estribor algo lejos; resultando, que sus motores brillaran y que la oscuridad a su alrededor se
agitara en un azul eléctrico. La nave Covenant avanzó velozmente hacia delante, rompiendo la
oscuridad y desapareciendo en un Slipspace.
Cortana notó que la salida de su vector hacia referencia al futuro… una posible pista hacia la
localización de su Mundo Natal. Era desconcertante que el Covenant pidiera ayuda, sus guerreros
eran intensamente orgullosos, ya que casi nunca huían de un combate. No pedían ayuda… no
para si mismos. Por otra parte, esta nave, si bien armada para la guerra, no aparentaba estar lista
para el combate. Solamente llevaba algunos cientos de Elites y un ejército de Ingenieros.
Cuando Cortana averiguó esto, siguió ella generando una señal, como sonda enviada para las
otras presencias del sistema. Tuvo la esperanza que su actividad fuera larga como era posible. Las
otras señales realizaban una serie de funciones en la nave, y las compensó demasiado.
Automatizó este proceso, mandando una parte del mismo punto NAV a la computadora del
Covenant; y luego coordinar los fantasmas electrónicos del Jefe y de los demás para confundir a
las fuerzas Elites. Al mismo tiempo, continuó su estudió de las naves del Covenant y de sus
sistemas; esto era su única oportunidad. La información de su unidad avanzada de Slipspace, sus
armas, que fácilmente pudieron sobrepasar la tecnología humana, décadas hacia delante.
“¿Cortana? “ la voz del Jefe rompió su concentración, había sonidos de ráfagas de energía y armas
automáticas. “Tenemos con camuflaje activo en el pasillo. Necesitamos una manera de rodear esa
intersección. “
Ella no consideró su apariencia tecnológica, estaba haciéndose demasiado, gordinflona. Detuvo su
estudio en curso de la tecnología del Covenant y le consideró al Jefe un camino para rodear la
intersección. Reinicio la comunicación humana y los protocolos de rutina y dijo:
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HALO: PRIMER GOLPE
“Panel de acceso, a tu derecha, Jefe baja tres metros y avanza en línea recta a unos cinco metros
y gira la izquierda y de nuevo otra vez“. Ella escuchó una explosión,
“vamos“ dijo el Jefe.
Cortana tenia que enfocarse en la protección del Jefe. Detuvo sus otras búsquedas y analizó los
sistemas esquemáticos de la nave. Había algo que ella podría usar. Un arma. Una manera de
detener después a los enemigos, La copia de seguridad de la terminal de sus procesadores
atmosféricos. A diferencia de otros sistemas, este fue uno de los clasificados como de baja
prioridad y había capas de seguridad minima. Ella genero suavemente cientos de miles de códigos
Covenant en un microsegundo y hackeo el sistema. Desvió las aberturas de ventilación a lo largo
de los corredores, el Jefe y su equipo se ocuparon de los sistemas primarios de ventilación. Luego
ella hizo la tarea de activarlos en reversa.
Luces de advertencia parpadeando los sistemas del Covenant, cuando la presión bajó de repente a
87 % en los pasillos y corredores de la nave. Ella los asfixio. La otra presencia en el sistema intentó
cerrar las bombas. Cortana bloqueo la señal y asignó un nuevo código para la seguridad de los
sistemas “INTENTAMOS INFORMARTE”. Escuchó el grito de la otra IA y un eco que reverberó a
través de sus procesadores. Ella intentó averiguar aquel sonido familiar, como una voz humana,
pero terroríficamente distorsionada.
Escaneo a través de las cámaras de la nave y vio a Grunts chillando y cayendo. El metano de sus
respiraderos y la presión caer; los Ingenieros se tornaron azules lentamente y murieron, flotando en
el lugar con los tentáculos temblando. Todavía buscando algo que reparar, los cazadores Elites se
detenían en los corredores y sujetaron su garganta y mandíbulas se contorsionaban en el aire
inexistente, se derrumbaron y se asfixiaron.
Ella sintió su ética gesticular y generó una interrupción en el comando. Designo una pausa y reiteró
sus decisiones, pero Cortana sabia mejor matar que ser asesinado, consideró alejarse de todas
sus señales de su rutina ética y las apagó. No pudo ser frenada por tales consideraciones
secundarias.
“Jefe“ susurró ella sobre la COM. “Te advierto, que estoy cargando en el sistema NAV los pasillos
que no contienen atmosfera. Procediendo a cargar aquellas regiones que serán letales para el
resto de tu equipo“.
Hubo tres segundos de pausa y luego el Jefe contestó.
“Entendido“
Las comunicaciones del Covenant descifradas por Cortana, hacían referencia a “un santo“.
Finalmente el ciclo se detuvo. Sus idiomas eran inusualmente ornamentados y exagerados, incluso
más que la prosa florida de los rangos superiores de los Elites. Era imposible desarrollar una
traducción literal, pero ella echó un vistazo lo que era algo dignatario que el debido constructo de
Halo. Pronto.
Estos visitantes eran mas importantes que aquellas naves de guerra que solo estaban preparados
para avanzar y encaminarse hacia la fiesta. Más naves estaban sobre su camino. Cientos de ellos.
“Jefe“, Cortana dijo “Podríamos tener un problema“
“Manteen la transmisión Cortana“ El Jefe interrumpió. “Estamos afuera del Centro de Mando,
¿Puedes decirme como podemos entrar?.”
“Negativo; han desactivado los censores del puente“.
“Escucharon a Cortana“ dijo el Jefe, enfrente de sus compañeros, “No esperamos nada; Sargento,
usted y Locklear tomen posición,“
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ERIC NYLUND
“Entendido“ el sargento Johnson susurró “En posición y listo para patear C&los Covenant“.
“Estamos a punto de volar y terminar con esta puerta, Cortana en línea“.
Cortana recogió repentinamente energía de los censores laterales de la nave líder. Los cruceros
del Covenant giraron; sus armas de plasma cargaron y estaban listas para abrir fuego.
“Jefe“, dijo Cortana. “¡Deprisa! “.
“Granadas de plasma sobre mi marca“, el Jefe dijo por la COM.
“¡Marcando! Todos a cubierto“
El Jefe lanzó dos granadas de plasma. Estos quemaron el brillante magnesio y se adhirieron a la
dura aleación de la pared que rodeaba las puertas, que estaban en el puente; una de las armas
alienígenas fue más útil por sus propiedades. El se movió alrededor, hacia la esquina del pasillo y
cubrió a Harverson y a Polasky.
Transcurrieron cinco segundos y una luz brillante iluminó el pasillo, el Jefe regresó hacia las
puertas, un centenar de granadas podrían haber detonado pero no podían derribar estas puertas,
pero cuando las granadas del Covenant detonaron, los escudos y los componentes electrónicos se
dañaron. El Jefe cavó a través de estos y sus dedos entraron ene el interior de la puerta; con la
esperanza de que hubiera algún daño en los motores y en los escudos de protección, que
mantenían las puertas cerradas. El trató de halarse e intentar empujar, para hacer un lado las
puertas y separarlas. La deslizó unos pocos centímetros, luego, llegando a un punto muerto. El
Jefe tuvo que ajustar la tensión, el equilibrio y la fuerza, para ejercer sobre las puertas, pero estas
permanecieron inmóviles en el lugar.
El censor de movimiento del Jefe detectó una advertencia, era un movimiento proveniente al otro
lado de la puerta. El empuñó su rifle de asalto dentro de la pequeña abertura y apretó del gatillo,
gastó sus casquillos y cayeron al suelo. Un aullido se escuchó del otro lado y un rizo de humo salio
a la deriva, atravesando la grieta. El Jefe hizo a un lado su rifle, sujetó las puertas, flexionó y tiró;
esta vez el metal pesado se movió.
Un flash de fuego de plasma golpeó sus escudos, cegándolo, e ignoró esto, cerrando sus ojos y
continuó su camino atravesando la puerta. Otro disparo de plasma lo golpeó en el pecho, las
puertas se movieron a metro y medio, lo suficientemente bueno para atravesarlas. Giró hacia un
lado y dio tiempo para que sus escudos se recargasen.
Nada.
La alarma de su traje pulsó insistentemente. Sufrió una especie de estrabismo cuando observó
varios puntos luminosos, que aparecieron sobre su visión y escaneó el reporte de daños. La
temperatura interna de la MJOLNIR era de 60 grados Celsius y el Jefe escuchó el ruido de los
micro- compresores en su armadura, tratando de reparar el daño.
“Marines” el Jefe gritó, ” ¡Fuego de Cobertura! ”.
” ¡Demonios Jefe, Si!” Locklear contestó.
Locklear dejó caer una de sus rodillas y abrió fuego a través de la abertura. Johnson permaneció
de pie, disparando por encima de la cabeza del joven Marine.
El Jefe reinicio el software del control de su armadura.
Nada, su sistema de escudos estaba muerto.
Los disparos cesaron. ”Estoy fuera” dijo Locklear.
”Estoy en eso” el Jefe contestó.
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HALO: PRIMER GOLPE
Se apresuró dentro de la habitación y pateó la cabeza del Elite muerto sobre el piso. Su torso había
sido destrozado y expuesto; fue abatido cuando intentaba cerrar las puertas de puente.
Escaneó la habitación. Era circular, de veinte metros de ancho, con una plataforma elevada en el
centro, de unos diez metros y el control holográfico estaba anillado en su superficie. La plataforma
central flotaba sobre un agujero en el suelo. Del mismo tenía conductos ópticos y había un trío de
Ingenieros, abarrotados de miedo.
”No dispares a los Ingenieros”, advirtió Cortana, ”los necesitamos”.
”Afirmativo”; el Jefe contestó. ”Confirme la orden Locklear”.
Hubo una pausa sobre la COM luego Locklear contestó.
”De acuerdo”
A lo largo de las paredes circulares, del piso hasta el techo, la nave líder mostró su condición, con
una gran variedad de tablas y gráficos, abarrotados con una gran variedad de extraña caligrafía del
Covenant . También puso de manifiesto el espacio circundante; y los cinco cruceros restantes; el
Jefe capturó una imagen en su visión periférica: un Elite de armadura negra se materializó en una
pared, sobre su pantalla, la luz se quebrantaba porque el camuflaje la disolvía. Gritó desafiante
hacia el Jefe.
El Jefe enlistó su fusil y apretó del gatillo. Salieron tres rondas de la boca del arma y abrió el
cerrojo bloqueado. La munición contra el elite se le terminó. Los disparos quemaron el blindaje del
Elite y por suerte una ronda penetró y deformó su hombro. La sangre púrpura oscura salpicó la
cubierta, pero se encogió de hombros frente a la herida y se mantuvo cerca. Harveson cargó en la
habitación y desenfundó su pistola.
”¡Detente!” gritó y quitó el seguro de su arma.
El Elite le apuntó con la pistola de plasma y disparó contra el Teniente, pero sus ojos nunca
estuvieron frente a el. Harverson maldijo y saltó fuera de la habitación cuando el disparo de plasma
se dirigió hacia el. El Jefe alterado por el atascamiento de su rifle. Se hincó para dejar su rifle sobre
el piso y tomó una formación para luchar cuerpo a cuerpo. Incluso con su escudo en malas
condiciones, oró y confió en que podía tomar a Elite.
En ese momento el Elite quitó de su casco y lo dejó caer igual que su pistola de plasma, cayendo
sobre la cubierta; se inclinó hacia delante y sus mandíbulas se movieron de forma extraña y en
parte el Jefe adivinó que se trataba de una sonrisa.
Estuvo mas cerca y una luz de color azul blanco energía le indicaba al Jefe que su vida estaba en
sus manos.
El Elite le apuntó con su espada de energía y cargó contra el Jefe.
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ERIC NYLUND
CAPÍTULO OCHO
1802 horas, 22 de Septiembre del 2552 (calendario militar)
\ A bordo de la Nave Líder no identificada del Covenant,
sistema inexplorado, campo de escombros de Halo.
El Jefe Maestro se agachó cuando la hoja de energía le impactó. Reaccionó hacia el Elite y con el
mango de su rifle golpeó la parte media del alíen. El Elite se dobló por completo y el Jefe Maestro
trajo de nuevo el mango del rifle y golpeó de nuevo al alíen en el cráneo; pero el Elite rodó
retrocediendo. Hubo un efecto desenfocado del movimiento, cuando la espada de energía azotó e
impactó en seco, dividiendo el rifle de asalto en dos.
Las dos mitades del MA5B quedaron a la deriva sobre la cubierta.
Las hojas filosas del ardiente color blanco de la espada de energía, por poco le da al Jefe, la
temperatura interna de la MJOLNIR se disparó. No podría esquivarlo a este rango, corría un gran
riesgo, así que el Jefe Maestro hizo hasta la última cosa mientras que la criatura esperaba. Se
acercó lo más que podía y sujetó sus muñecas.
Las bandas de músculo sobre los brazos del Elite eran como duro hierro y luchó éste para liberarse
del agarre del Jefe. El Jefe le desvió la espada de la mano y la apartó lejanamente; pero éste
observó la mayoría de su fuerza, el Jefe tuvo que debilitar su agarre sobre la otra mano del Elite.
La espada de energía se encaminó peligrosamente hacia la cabeza del Jefe. Y pasó por una
fracción de centímetros, dejando una leve estática a través de su HUD.
La espada de energía tenía la forma de un triángulo de color blanco ardiente y hecho de plasma;
que contenía electromagnetismo que emanaba desde su empuñadura. El Jefe había visto este tipo
de armas. Rebañadoras de armaduras en batalla, ODSTs partidos por la mitad y abrían heridas
sobre la armadura de Titanio-A. Peor aún, este Elite era fuerte, astuto y estaba bien entrenado; y
no tuvo que esperar días peleando sin parar en Halo. El Jefe sitió cada herida, cada tirón de
músculo y la rigidez de los tendones en su cuerpo.
Harverson y Polaski se movieron hacia el interior del puente, sus pistolas estaban listas, pero
ninguno de ellos tenía una clara línea de fuego.
"Muévete Jefe", gritó Harverson. "Maldita sea, no podemos Disparar"
Es más fácil decirlo que hacerlo. Si lo soltaba, el Elite lo podría cortar en dos.
El alíen se defendió por un momento, luego de resistirse; volvió a luchar, a la derecha del camino
del Jefe, avanzaban sus compañeros de equipo. El Elite giró en cierto ángulo, para que el arco de
energía de la espada azotara contra Harverson y Polaski. Harverson gritó y cayó al suelo, cuando
la espada de energía rebanó su pistola y atravesó su pecho. Polaski maldijo y disparó un solo tiro.
Pero fue desviado por el escudo del Elite. El alíen dio un vistazo hacia la fuente del disparo, e hizo
un extraño gruñido; hablando en su lengua.
"Saca al Teniente de aquí", gritó el Jefe Maestro.
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HALO: PRIMER GOLPE
Él levantó su rodilla dirigiéndola hacia su pecho, dándole un golpe directo. Su golpe impactó la
coraza del Elite. El escudo del alíen parpadeó y luego desapareció. Su coraza se agrietó como
porcelana, por la fuerza del golpe. El alíen se hechó hacia atrás, arrastrando al jefe consigo. Hasta
tosió sangre púrpura algo oscura, que John divisó sobre su HUD, oscureciendo su visión. Sus pies
golpearon algo sobre el suelo; el casco del alíen había caído y perdió su equilibrio. En conjunto,
estrellándose sobre el piso. El Jefe Maestro mantuvo bajo su control, el arma espada del Elite; y el
alíen alzó la otra mano, sin embargo, el elite logró zafarse y tomó una pistola de plasma del suelo.
La boca del arma fue cargada hasta llevarla a un color verde. El Jefe rodó hacia su derecha
cuando la pistola se descargó. Un perno e plasma se arqueó, atravesando los compartimientos y
salpicando restos detrás del jefe. Los instrumentos parpadearon, luego sacaron chispas cuando el
perno de energía derritió sus sistemas. Antes de que su visión se oscureciera, sin embargo, el Jefe
Maestro vio a uno de los cruceros Covenant abrir fuego. Una lanza de plasma caminó y se abrió
paso a través del espacio, dirigiéndose hacia la nave líder.
El Jefe y el Elite lucharon, levantándose desde sus pies . El Jefe bateó la pistola de plasma hacia
un lado y se estrepitó atravesando la sala de control. El Elite abrió la boca y mordió al Jefe. Estaba
enojado o tenía pánico… y sintió que el Jefe se hacía cada vez más fuerte. Perdió el agarre sobre
el alíen.
Hubo un movimiento detrás del Elite; el sargento Johnson y Locklear todavía luchaban para abrir la
escotilla y que dejara de ser una grieta.
"Sargento, prepárese para abrir fuego".
"Listo, Jefe Maestro". El sargento gritó del otro lado de la escotilla.
El jefe reforzó su agarre sobre el arma espada del Elite, empujó su antebrazo hacia la garganta y
este se movió hacia atrás, traspasando el puente. Azotó a la criatura sobre la abertura parcial de la
escotilla. La espada de energía cortó dentro de la armadura del Jefe Maestro, un punto de
ebullición atravesó la aleación que protegía su antebrazo.
"¡Sargento, ahora! ¡Fuego!".
Los disparos del arma de fuego detonaron desde la escotilla, curiosamente en la espalda del Elite.
El alíen se contorsionó y gruñó, pero no soltó al Jefe Maestro. El guerrero alienígena clavó
profundamente la espada de energía, cortando a través de la capa cristalina de la armadura
MJOLNIR. El gel hidrostático salió de la herida…mezclándose con la sangre del Jefe.
Un agujero de bala apareció, atravesando el blindado pecho roto del Elite, dejando trozos de
aquella armadura y carne desgarrada sobre el Jefe. El Jefe Maestro golpeó al Elite en la pared y el
panel de control detrás de él brilló; y la criatura retrocedió tambaleando. El alíen perdió equilibrio y
el Jefe finalmente tuvo ventaja. Volteó al Elite hacia atrás y martilló su brazo sobre la pared. El
alíen sonó como un objeto metálico, y el Elite dejó caer su espada de energía. La espada comenzó
a desaparecer en la oscuridad, cuando al faltar los seguros de seguridad, permanentemente se
desactivó el arma.
El Jefe forzó al alienígena a retroceder, paso a paso, la cubierta estaba resbaladiza por la sangre.
Finalmente hizo girar al Elite hacia la derecha y lanzó un poderoso ataque con las manos abiertas
sobre el pecho herido del alíen. El Elite aulló de dolor y se retorció hacia atrás, atravesó la escotilla
abierta de una vaina de escape.
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ERIC NYLUND
"Sal de ésta nave". El Jefe le dijo
Él golpeó un interruptor y la escotilla se cerró de golpe. Hubo un sonido agudo y luego un metálico
Bang cuando se desbloqueó la succión. La vaina salió fuera del casco. El Jefe exhaló. El sudor
goteaba en sus ojos, momentáneamente nublando su visión.
"Buen trabajo, Sargento, Locklear" Él pausó, su hombro estaba quemado. Trató de moverlo, pero
estaba rígido y no respondía. La nave se sacudió.
"¡Impactos de plasma sobre la cubierta a estribor!" Cortana llamó.
"Los escudos bajaron a un sesenta y siete por ciento," ella pausó y luego agregó.
"Las propiedades radiactivas son asombrosas. Jefe necesitas desactivar la navegación, para que
yo pueda maniobrarla".
Harverson y Polaski se dirigieron hacia el Jefe. Harverson tocó su pecho y gritó de dolor por la
herida que le hizo la espada. Polaski puso su mano sobre el hombre del Jefe Maestro.
"Esto es muy malo," ella susurró.
"Déjame traer el botiquín de primeros auxilios del Pélican y…."
El Jefe se encogió de hombros cuando ella le había tocado.
"Es Tarde". El vio su expresión de consternación, que se fundía en un… ¿Qué? ¿Miedo?
¿Confusión.?
"Cortana, muéstrame lo que tengo que hacer" el jefe dijo e hizo su caminó hacia la plataforma
elevada central del puente.
"Polaski, tú y Harverson traten de abrir la otra escotilla".
"Vale, Vale" Polaski murmuró. Su voz era firme.
Ella y Harverson fueron a la escotilla para hacer el trabajo. El jefe maestro echó un vistazo al
control de superficies. Cuando su mano estaba sobre los controles, éstos rodaron y aquello se
convirtió en una web de tres dimensiones, con la caligrafía distintiva del Covenant.
"¿Dónde?" él preguntó.
"Mueve tu mano hacia la derecha a medio metro," dijo Cortana,
56
HALO: PRIMER GOLPE
"Súbela a veinte centímetros. Ése control, no, hacia la izquierda," suspiró ella.
"Ése, púlsalo tres veces ".
Tenues luces trazaron la superficie, cuando el jefe las tocó; cuando el rojo y el naranja se unieron
finalmente, dando lugar a un azul brillante.
"Funcionó," dijo Cortana.
"Los controles NAV están en línea. Finalmente puedo mover esta cosa. ¡Sujétense!".
La nave se movió hacia babor.
Se encendió una pantalla que todavía funcionaba, cuatro cruceros Covenant más, los siguieron y
dispararon. La nave líder aceleró, pero los torpedos de plasma arquearon y los siguieron.
"Esto no es bueno", Cortana dijo "No puedo superar nuestra inercia en esta bañera, van a
impactarnos… a menos que pueda obtener el Slipspace (desliz-espacio)".
Un rítmico trinar pulsó desde una de las pantallas. Parpadeando en rojo.
"Oh, No" dijo Cortana.
Uno de los torpedos impactó. Manchas de fuego rojo aparecieron a través de las pantallas.
"Oh, no, ¿qué?". Demandó Harverson.
"El generador del Slipspace de la nave está inerte." Cortana contestó.
"Los controles NAV están desactivados, fue un truco. Debió ser la IA del Covenant la que me trajo
aquí, mientras que la unidad ha sido físicamente desasociada por el reactor. Puedo maniobrar todo
lo que quiera, darles órdenes al generador del Slipspace, pero sin el sistema de alimentación, esto
no va a ir a ninguna parte". Terminó Cortana.
"¿El Covenant tiene una IA?" murmuró Harverson, planteando una ceja.
"Sube las coordenadas del acoplamiento de energía," dijo el jefe maestro. "Me encargaré de ello".
Dos más de los torpedos de plasma impactaron atravesando el escudo.
"Los escudos de energía se colapsaron." Cortana dijo. "¡Sujétense!".
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ERIC NYLUND
El último disparo chocó con la nave líder. El casco se calentó, hirvió y el plasma atravesó varias
capas del blindaje.La Nave retumb, cuando plumas de vapor salieron del metal súper calentado en
forma de gases.
"Otro golpe como éste y destruirá el casco", dijo Cortana. "Trasladando ésta tina hacía el flanco, a
toda velocidad".
"El acoplamiento de energía en coordenadas, Cortana", el Jefe Maestro insistió.
Apareció una ruta sobre la pantalla de su HUD. Los cuartos de ingeniería están a 20 pisos por
debajo del puente.
"Aquello, no nos ayudará en absoluto", le dijo Cortana. "Hay cazadores Elites y tienes que liquidar
a los equipos que esperan por ti. Y aunque consiguieras eliminarlos, no hay forma de reparar el
acoplamiento de energía a tiempo. Nosotros no tenemos las herramientas ni la experiencia
necesaria".
El Jefe Maestro observó los alrededores del puente. Tenía que haber un camino. Siempre había un
camino; Se inclinó sobre el borde de la plataforma central y sujetó a uno de los ingenieros
Covenant que permanecían abajo. Lo arrastró hacia arriba por sobre su saco flotador, la criatura se
retorció y chilló.
"Quizás no tengamos la experiencia", dijo el jefe y sacudió la Ingeniero.
"Pero esta cosa lo hará. ¿Puedes comunicarse con él? ¿Decirle lo que necesitamos?"
Hubo una pausa. Entonces Cortana respondió: "Hay una suite amplio de comunicaciones léxicas
en el Covenant".
"Sólo dile que necesito arreglar algo." el jefe mencionó.
"Muy bien, jefe", dijo Cortana.
Un sonido agudo se emitió desde los altavoces del puente. Y los seis ojos del Ingeniero se
dilataron. Dejó de retorcerse y sujetó al Jefe Maestro con sus tentáculos.
"Dice" "Bien" y "de prisa ", le dijo Cortana.
"Todos los demás permanezcan aquí", dijo el Jefe.
"Si tu insistes," murmuró Haverson, con su rostro pálido. Goteado sangre de la herida sobre su
pecho.
El Master Chief observó a Johnson y a Locklear. "No dejen que el Covenant tome el puente. "
"No hay problema, jefe", dijo el sargento Johnson. Quien detuvo una patada sobre los dientes de
un Elite muerto y luego, le dio una bofetada con el clip de su MA5B. Él extrajo el cargador del arma,
alimentando con una ronda y la introdujo en la cámara y se llevó el arma al hombro.
"Esos m4lditos del Covenant van a bailar algo de tango conmigo, antes de que pongan un pie
sobre esta sala". Mencionó el sargento Johnson.
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HALO: PRIMER GOLPE
En la pantalla dos de los cruceros del Covenant abrieron fuego otra vez. El Jefe vio cuando el
plasma avanzaba hacia ellos, el fuego se esparció a través del oscuro espacio.
"Cortana, dame algo de tiempo," dijo el jefe.
"Voy a hacer lo que pueda, Jefe", le dijo Cortana. "Pero tienes que actuar rápido. Me estoy
quedando sin opciones ".
Cortana estaba molesta. Ella tuvo que dejar ir a la IA del Covenant; porque esta otra presencia en
el sistema, sin duda, le había hecho caer en su truco. Ella había caído directamente, por el simple
hecho de bloquear los sistemas NAV (navegación). Nunca realizó una verificación exhaustiva de
los sistemas del buque. En el supuesto de que no sólo había sido un punto de sabotaje. Fue un
error que nunca habría hecho si hubiera operando a máxima capacidad.
Ella comprobó cada sistema la nave líder. Que luego, ella bloqueó con sus propias medidas de
seguridad. Cortana disipó sus sentimientos de ira y de culpa y se concentró en mantener la nave
en una sola pieza y al Jefe Maestro vivo. No…considerar sus emociones y mantenerse activa.
La "intuición" en este aspecto de la inteligencia plena, era demasiada valiosa para desactivarla en
una batalla.
Ella maniobró la nave líder hacia el gigante de gas, Threshold. El entrante fuego de plasma podría
ser desviado por campo el magnético del planeta; ella se atrevió a acercarse lo suficiente. Cortana
desvió el poder del campo de escudos, en porciones hacia la popa,distorsionando la burbuja de
protección alrededor de la nave. Giró la totalidad de las siete torretas de plasma ubicadas en popa
y disparó un par de torpedos de plasma, salvo en la entrada. Las torretas de plasma se
supercalentaron incluso provocando flamas, pero se dispersaron en el interior de una nube roja.
Sólo a unos pocos metros del punto de disparo, escasearon las llamas y luego se disiparon. Ella
vio un subsistema vinculado al control de armas; el acompañamiento de un campo magnético
multiplicador. Así era como el Covenant formaba y guiaba sus cargas de plasma.
Actuó centrándose como una lente sofisticada. Algo no andaba bien, sin embargo, ya se había
enlistado hacia su dirección y había borrado el software. Cortana juró que cuando capturara a ésta
IA de la guerrilla Covenant, ella la borraría línea por línea. Sin entender la forma en cómo la guía
de campo magnético trabajaba, las torretas de plasma ya no eran más útiles, simplemente se
convirtieron en fuegos artificiales.
El enemigo Covenant cargó el plasma, sin embargo, fueron perdidos e incinerados como soles en
miniatura; sobrepasaron la nave líder y se esparcieron sobre los escudos reforzados de la popa.
Hirvieron en contra de la energía plateada, mientras que los escudos grisáceos se desvanecían. El
plasma grabó una porción del casco de la popa, a lo lejos como agua hirviendo y disolviendo la sal.
Cortana sintió ligeros golpes sobre el casco, debido a la descompresión atmosférica. Verificó al
Jefe. Su señal seguía todavía a bordo; y su biomonitor indicó que se encontraba con vida.
"Jefe, ¿Estás ahí todavía? Estoy en las últimas".
Hubo una pausa y se llenó de estática la COM y luego, el Jefe Maestro susurró:
"Casi".
"Ten cuidado. Tu armadura está dañada, ya no puede funcionar, ni tampoco comprometerla bajo
alguna atmósfera".
La luz de reconocimiento del jefe parpadeó en confirmación.
Cortana sobrecargó los reactores del Covenant y trazó un curso en torno a Threshold. Tenía que
alcanzar el exterior de su atmósfera. El calor, la ionización y el campo magnético del planeta podría
protegerlos del fuego de plasma. La nave líder giró y se adentró hacia cúmulos de pequeñas y
59
ERIC NYLUND
delgadas nubes. Bandas de amonio color blanco e hidrosulfuro de amoniaco color ámbar; era la
composición de aquellas nubes. Que creaban insinuados arcoíris, una mancha de color rojopúrpura de fósforo, componían arcos luminosos. Alumbrando e interviniendo en una capa de
cristales de hielo de color azul claro. Pero su nave ya no portaba escudos. La fricción calentó el
casco a trescientos grados centígrados, cuando Cortana rozó la parte alta del Threshold. Una de
las su cámaras puestas en la popa, Cortana observó el rastro que dejaban las naves del Covenant
al abrir fuego. Sus cortos disparos siguieron la nave líder, como una manada de aves
depredadores.
"Vengan y atrápenme", murmuró ella.
Ella ajustó el ángulo de ataque del buque líder, con la nariz hacia arriba, mientras que se producía
una ligera elevación. Ella se concentró en cimentar el calor hacia la cola de la nave. A raíz del
turbulento aire supe caliente que se abría detrás de ellos.
"¿Cortana?" pregunta Polaski.
"Nos estamos acercando a un borde viable para obtener una salida de órbita. Te estás acercando
demasiado al planeta".
"Estoy consciente de nuestra trayectoria, Oficial", respondió Cortana por la COM. Lo único que
faltaba, era que le dieran lecciones de vuelo.
El borde de los punteros del plasma, los sobrepasó. Giró la nave sobre su propio eje, y fue abatida
por la atmósfera explosiva. Pero el plasma se desvaneció y no les causó más daños. Detrás de la
nave líder estaba desplegado un sendero de cientos de kilómetros de longitud y un ancho de
flameante de gas Threshold.
Cortana experimentó un momento de triunfo y luego presumió de ello. Había un nuevo problema: la
conclusión de que la explosión había alterado su ruta de vuelo. Las ondas de calor y de
sobrepresión habían cambiado la atmósfera ... lo suficientemente para hacer que el buque líder
cayera a setecientos metros. Mechones de cristales de hielo caían sobre la proa. Ahora muy por
debajo. No tenían el suficiente poder para romper o salir de la órbita. Podrían entrar en espiral
dentro de la atmósfera y en última instancia, ser aplastados por las fuerzas titánicas gravitacionales
de Threshold.
El Jefe flotó en el aire y plantó sus pies sobre el "suelo". La gravedad había sido desactivada en el
ascensor. Eso hacía atravesar las cubiertas mucho más fácilmente. . . siempre y cuando estuviera
dispuesto a saltar y en confiar de que el poder y la energía en esta parte del la nave, no sería
restaurada. El Ingeniero sujetó su hombro, tecleando un diminuto panel de control sobre la pared.
Las puertas en la parte inferior del elevador se deslizaron lentamente.
Era gracioso de que a la criatura no le importa lo ¿qué? o ¿quién? era John. ¿No conocían
realmente las razas enemigas? Quedaba claro que eran inteligentes y podían comunicarse. Tal vez
no se preocupaban por los enemigos o aliados. Tal vez todo lo que querían hacer era su
trabajo. Había un corredor por delante, cinco metros de ancho, con una cúpula en el techo, pasado
un arco al final; un pasillo se abrió en el interior de la siniestra sala del reactor. El ambiente del
pasillo se iluminó y el resto se oscureció a lo largo del muro de la sala, sin embargo, los diez
metros de altura en espiral del reactor, se iluminaron pulsando en color azul-blanco y se dibujaban
sombras en las paredes. El Jefe Maestro ajustó su filtro especial, para contrarrestar el resplandor
del reactor.
Hizo a un lado las siluetas de unas cajas y otro tipo de maquinaria. También vio una de aquellas
sombras en la pared moverse... con las distintas sombras y características se trató de un Grunt del
Covenant. Entonces el movimiento se había ido.
Una emboscada. Por supuesto.
El Jefe pausó, escuchó y oyó el jadeo de al menos una mitad de una docena de Grunts y luego el
60
HALO: PRIMER GOLPE
chillido incómodo que las criaturas emitían cuando se entusiasmaban. Esto fue un alivio para el
Jefe Maestro. Si hubiera un Elite aquí, podría haber mantenido mejor la disciplina y silenciado a los
Grunts.
Sin embargo, el Jefe dudó. Sus escudos se habían ido, su armadura estaba rasgada. Había estado
luchando casi sin parar, como nunca, en años. Se vio obligado a admitir que estaba en los límites
de su resistencia. Un buen soldado siempre evalúa la situación táctica y ahora, su situación era
grave. Un simple y certero disparo de plasma le diera, podría causarle quemaduras de tercer grado
a lo largo de su brazo y hombro y incapacitaría, le daría oportunidad a los Grunts de que
terminaran con él.
El Jefe flexionó su hombro herido y el dolor se esparcía a través de su pecho. Alejó su malestar y
se concentró sobre cómo ganar esta lucha. Era irónico que, después de enfrentarse contra los
mejores guerreros del Covenant y después de derrotar al Flood, ahora podría ser asesinado por un
puñado de Grunts.
"Jefe," habló Cortana sobre la COM.
"¿Estás ahí todavía? Ya no tengo más opciones ".
El Jefe Maestro respondió en un susurro, "Casi".
"Ten cuidado. Tu armadura está dañada. Ya no puedes comprometerla en ninguna atmósfera".
Su visor parpadeó en señal de respuesta a Cortana y se concentró sobre el problema que tenía en
mano. El uso de granadas no era una opción, una de plasma o de fragmentación cerca de aquel
reactor, podría hacer inestable la contención del buque. Dejar a un lado el sigilo y burlar a los
Grunts. Tal vez podría usar sus granadas después de todo. El Jefe Maestro puso una granada de
plasma en el centro del elevador. Tomó las dos granadas de fragmentación restantes y las colocó
al lado también. Hurgó a lo largo de las paredes del ascensor y pudo encontrar lo que necesitaba;
un metro de fino cable óptico. Jaló y sacó tres metros de ella.
El ingeniero hizo un gesto de disgusto e irritación ante esta destrucción. El Jefe enroscó el cable
hacia los anillos de sus granadas de fragmentación y al final los vinculó a cada uno, en los puntos
de anclaje a solo diez centímetros del suelo. Acuñó las granadas en la ranura de la puerta abierta.
La trampa estaba hecha; todo lo que necesitaba ahora era el cebo. Plantó una granada de plasma
en el extremo de la pared del ascensor y tiró de ella. Corrió hacia el corredor, rápidamente.
Disponía de cuatro segundos.
La gravedad, todavía estaba activa en esta parte de la nave, se tiró él mismo sobre la cubierta. Las
sombras se fusionaron y se esparcieron a lo largo del muro a tan solo dos metros más adelante y
se detuvieron a lo largo y en la parte interior de una especie de aparato de primeros auxilios.
…Tres segundos.
Un Grunt emitió un sonido y empezó a llorar; un disparo de plasma fue lanzado hacia el centro del
pasillo.
…Dos segundos.
El Jefe Maestro sujetó al Ingeniero de su hombro y presionó a la criatura firmemente hacia el
interior donde iniciaba el muro.
…Un segundo.
61
ERIC NYLUND
El Ingeniero se retorció por un momento, luego, tal vez, detectó de lo que estaba a punto de
suceder. Las granadas de plasma detonaron. Un flash de luz intensa alimentó e iluminó el pasillo y
más allá de la habitación. El resto de los Grunts salieron llorando y gritando; pernos de plasma y
una lluvia de agujas cristalinas de los Needler (Aguijoneadores) llenaron el pasillo, impactando en
el interior del elevador.
Los Grunts cesaron el fuego. Un Grunt solitario, cautelosamente salió desde la parte trasera de una
caja y caminó hacia adelante. Dio un ladrido y nerviosamente aulló, luego de no encontrar
resistencia, caminó bajando por el pasillo atravesando el ascensor. Cuatro Grunts más le siguieron
y pasaron cerca del Jefe Maestro, quien obviamente estaba escondió detrás de la pared a menos
de medio metro de ellos.
Se acercaron al elevador, olfatearon y entraron. Allí estaba el detonador cuando los anillos de las
granadas de fragmentación fueron tirados por el cable. El Jefe Maestro cubrió al Ingeniero. Uno de
los Grunts chilló y entró en pánico. Todos los Grunts dieron la vuelta y corrieron. Estruendos y
truenos envolvieron el ascensor. Trozos de carne y de metal se dispersaron a lo largo del corredor.
Un Needler patinó a lo lejos, a un metro de distancia aproximadamente. Estaba roto, sus pernos de
energía de plasma quedaron inutilizables. El Jefe lo tomó; cuando otro perno de plasma pasó
disparado por encima de su cabeza. Tomó cobertura. E intentó activar el arma. No tuvo suerte. El
arma estaba muerta.
El Ingeniero movió un tentáculo alrededor del arma y lo alejó de las manos de John. Estaba roto de
su superficie y desquebrajada de la abertura de incorporación. La punta de uno de sus tentáculos
se dividió en el interior de la fina aguja del Needler y examinó el mecanismo del funcionamiento. Un
momento después re-ensambló el arma y se la volvió a dar al Jefe Maestro. El Needler zumbó con
energía y las agujas cristalinas del arma de fuego brillaron en un color púrpura claro.
"Gracias", el Jefe susurró.
El ingeniero respondió con un peculiar sonido.
El Jefe Maestro rodeó los límites de la abrazadera. Y esperó, tenía el Needler perfectamente
sostenido en su mano. Tenía todo el tiempo del mundo, se dijo así mismo. No necesitaba
apresurarse. Dejar que el enemigo vaya hacia ti. Un Grunt palpó su nariz sobre una caja,
intentando de olfatear a su enemigo; disparó un tiro a ciegas sobre el corredor y éste desapareció.
El Jefe permanecía donde estaba, planteó su Needler y abrió fuego. Una serie de fragmentos de
cristal se propulsaron por el pasillo y se incrustaron en el Grunt. Cayó hacia atrás y los fragmentos
de las agujas detonaron.
El Jefe Maestro esperó y escuchó. No había nada salvo el sonido del reactor. Se trasladó hacia la
parte baja del corredor, mantenía el arma enlistada y cuando despejaba el cuarto. Fue cuidadoso
en observar el débil movimiento del aire, que podría alertarle de la presencia de los Elites con
camuflaje.
Nada.
El Ingeniero flotó detrás de él y luego aceleró cuando atravesó el acoplamiento de energía. Silbó y
se movió rápidamente cuando manipuló una pequeña pieza, un bloque de cristal óptico y algunos
circuitos internos.
"Cortana" el Jefe dijo.
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HALO: PRIMER GOLPE
"Estoy en el acoplamiento. El Ingeniero parece saber lo que está pasando. En un momento tendrás
el poder suficiente para el generador Slpspace."
"Es demasiado tarde", Cortana le contestó al Jefe.
63
ERIC NYLUND
CAPÍTULO NUEVE
1827 horas, 22 de septiembre del 2552 (Calendario Militar)
A bordo de la nave líder no identificada del Covenant,
Sistema inexplorado, campo de escombros de Halo.
La nave líder se hundió hacía la atmósfera del Threshold. Cortana no pudo mantener la altitud de la
nave. Se tambaleó y golpeó las nubes, atravesándolas, rodando lentamente del puerto sobre su eje
central. Sin escudos, el casco de la nave líder continuó calentándose a unos diecisiete mil grados
centígrados. La nariz brilló a un color rojo oscuro, el cual se esparció hacia el interior a lo largo de
media sección, convirtiéndose en un ámbar y se convirtió en una pluma ardiente de color blanco en
la cola de la nave.
Conductos y antenas se derritieron, separándose y dejaron un rastro de aquel metal fundido hacia
un explosivo despertar. Estruendos, agitaciones y golpes ondearon a lo largo de la estructura,
cuando la sobre-presurización azotó la proa. La fricción proveniente de la densa atmósfera del
planeta, podría destruir la nave en cuestión de segundos.
"Cortana", dijo el Jefe Maestro.
"He llegado a la estación de acoplamiento. El Ingeniero parece saber lo que está ocurriendo. En un
momento tendrás la energía suficiente para el generador de Slipspace (Desliz-espacio)."
"Es demasiado tarde", le dijo Cortana.
"Ahora estamos a muy baja altura para escapar de la atracción gravitatoria de Threshold. Incluso a
máximo potencia no podremos romper nuestra órbita. Y tampoco podemos entrar al túnel del
Slipspace,".
El fuego entrante del Covenant los había forzado a profundizar más hacia el interior de la
atmósfera. Ella había empujado su trayectoria hacia el borde, de lo que había sido un lugar seguro;
era eso o ser devorados por el fuego de plasma. Pero ella los había salvado de la muerte... sólo
para retrasar su suerte por algunos escasos minutos.
Re-calculó los números, la fuerza, la velocidad y la atracción gravitacional. Incluso si ella
sobrecargara los reactores de fusión a niveles críticos, ellos todavía estarían atrapados en una
espiral descendente por siempre. Los números no mienten. El Ingeniero del Jefe Maestro debió
haber reparado el poder de acoplamiento, ya que el generador del Slipspace era funcional de
nuevo; por todo lo bien que ellos lo habían hecho. Para entrar al Slipspace una nave tenía que
estar muy lejos de los fuertes campos gravitacionales.
La gravedad distorsionó el modelo de los patrones cuánticos, mientras que Cortana tuvo que
calcular una ruta. La tecnología del Slipspace del Covenant era demostrablemente superior, pero
ella no dudó de que el enemigo hubiera intentado un Slipspace para entrar y estar cerca de este
planeta. Cortana jugó con la idea de intentar cualquier cosa; con el pulso de los generadores del
Slipspace, tal vez ella tendría suerte de un cuatrillón a uno, de un disparar y localizar el vector
correcto, atravesando los millones de filamentos deformados por la gravedad. Ella rechazó la
posibilidad; en su actual velocidad e intentar maniobrar la nave, de cualquier manera los enviaría a
un caótico desplome de la cual nunca se recuperarían.
"Intenta algo", el Jefe le dijo a ella con asombrosa calma.
64
HALO: PRIMER GOLPE
"Intenta lo que sea".
Cortana suspiró. "Entendido, Jefe."
Ella arrancó los generadores Slipspace del Covenant; el software fluía a través de su conciencia.
Los generadores Slipspace Shaw-Fujikawa de la UNSC hacían un agujero en el espacio normal
por fuerza bruta. Pero la tecnología del Covenant utiliza un enfoque diferente. Los censores
estaban en línea y Cortana podía actualmente "ver" la red entrelazada de los filamentos cuánticos
que rodeaban la nave líder.
"Increíble", ella susurró.
El Covenant podía elegir un camino a través de las dimensiones subatómicas; un suave empuje de
sus generadores, ampliaba los campos lo suficiente para permitir a sus naves atravesar sin
problemas, hacia el espacio alterno con un mínimo de energía. Sus resoluciones de la realidad
espacio-tiempo son infinitamente más poderosas que la tecnología humana. Era como si ella
hubiera estado ciega antes, nunca había visto el universo a su alrededor. Era hermoso. Esto
explica la forma en que el Covenant puede hacer saltos con tal precisión. Podrían, literalmente,
hacer un salto con un margen de error no más grande que el diámetro de un átomo.
"Estado, ¿Cortana?" preguntó el Jefe Maestro.
"En línea", dijo ella algo molesta por la distracción.
En esta resolución Cortana pudo descifrar cada ruptura en el espacio causada por la gravedad de
Threshold, los otros planetas en este sistema solar, el sol, e incluso la deformación del espacio
causada por la masa de esta nave. ¿Podría ella compensar aquellas distorsiones?
Los censores de presión detectaron rupturas sobre el casco y en diecisiete cubiertas exteriores.
Cortana ignoró los hechos. Cerró y apagó todos los sistemas periféricos y se concentró en la tarea
en curso. Era su única forma de salir de este lío: Ellos tenían que conseguir salir fuera de éste
sistema o a través de ella. Se concentró en las fluctuaciones del espacio fluctuante. Generó
algoritmos matemáticos para anticiparse y facilitar las distorsiones gravitacionales. Repentinamente
aumentó los matrices de energía de los reactores del generador Slipspace. Una vía se partió
directamente ante ellos y se convirtió en un agujero de gusano gravitacional, giratorio e iluminoso.
La atmósfera del Threshold se dilató y saltó a través del agujero; absorbido por el vacío de la otra
dimensión.
Cortana dedicó todo su tiempo en monitorear el espacio alrededor del buque y se arriesgaba
microscópicamente en maniobrar correctamente hacia el camino fluctuante. Chispas bailaron a lo
largo de la longitud del casco cuando la nariz de la nave líder partió hacia el espacio normal.
Facilitó la entrada del resto de la nave, rodeándola por tormentas que giraban y de los rayos en
forma de lanzas. Ella activó sus sensores: La temperatura del casco bajó rápidamente y se registró
una serie de descompresiones explosivas sobre las cubiertas dañadas.
Cortana surgió desde su capullo de concentración e inmediatamente sintió la presencia electrónica
de alguien, cerca de ella, monitoreando sus cálculos acerca del Slipspace. Estaba prácticamente
encima de ella.
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ERIC NYLUND
"¡¡¡Herejía!!!" Protestó y luego se retiró...después desapareció.
Cortana tecleó un sistema de verificación a lo largo de cada circuito en la nave, con la esperanza
de realizar el seguimiento de la IA del Covenant. No tuvo suerte.
"Pequeño bastardo", ella emitió en todo el sistema. "Ven aquí".
¿Había visto lo que ella había hecho? ¿Había entendido lo que había logrado? Y, si ese fuera el
caso, ¿Por qué declararlo como una"herejía"?. Es cierto, que el manipular ochenta y ocho
aleatorias variables de las once dimensiones espacio-tiempo no era un juego de niños... pero era
posible que la otra IA podría ser capaz de seguir sus cálculos.
Tal vez no. Los Covenant eran imitativos, no innovadores; al menos, eso era toda la inteligencia
reunida y recolectada por la ONI, (Organización Naval de Inteligencia) de las razas alienígenas que
fueron reportadas. Ella había pensado en ésta exageración, era una propaganda para reforzar
la moral humana. Ahora, ella no estaba tan segura. Porque si el Covenant realmente entendía el
alcance de su propia magnificencia tecnológica, no sólo podrían saltar un Slipspace y llevarse la
atmósfera del planeta, sino que saltar a hacia la atmósfera de un planeta también. Podrían
simplemente evadir las defensas orbitales de REACH.
¿La IA Covenant llamó a esto herejía? Absurdo. Tal vez los humanos podrían eventualmente
pensar como el Covenant, dándoles el suficiente acceso a las tecnologías enemigas. Cortana hizo
que los humanos tuvieran una oportunidad de ganar esta guerra. Todo lo que necesitaban era algo
de tiempo.
"¿Cortana? Estado, por favor", dijo el Jefe Maestro.
"En línea", informó Cortana.
El Jefe sitió las descompresivas explosiones retumbar a través de la cubierta, truenos que de
repente se silenciaban cuando la atmósfera se ventiló. Esperó escuchar una explosión en la sala
de máquinas, o por el plasma que le rodeaba. Escaneó la sala de máquinas, por cualquier signo de
Grunts o Elites y luego exhaló, empezó adentrarse hacia la cara de la muerte por tiempo
innumerable. Él siempre ha tenido un aire de mala muerte. John no quería ser un fatalista,
simplemente era realista. No le daba la bienvenida al final; él lo sabía, sin embargo, había hecho
todo lo mejor posible, luchado y ganado tantas veces por su equipo, por la armada y por la raza
humana. . . haciendo momentos como estos, tolerables. Ellos tenían, irónicamente, el tiempo más
pacífico en sus vidas.
"Cortana, estado, por favor", él preguntó de nuevo.
Hubo una pausa en la COM y luego, Cortana habló.
"Estamos a salvo. En el Slipspace. Hacía un lugar desconocido". Ella suspiró y su voz sonaba
teñida con cansancio.
"Estamos ya muy lejos de Halo, Threshold y la flota Covenant. Si esta chatarra se mantiene unida
un poco más, quiero poner cierta distancia entre ellos y nosotros".
66
HALO: PRIMER GOLPE
El Jefe respondió: "Buen trabajo, Cortana. Muy bien."
Se movió hacia el ascensor.
"Ahora tenemos una decisión difícil que hacer."
Pausó y giró hacia el Ingeniero Covenant. La criatura se alejó del reparado poder de acoplamiento
y procedió ir hacia un dañado y medio derretido grupo electrónico que había sido golpeado con
fuego plasma. Estaba enfadado, eliminó la cubierta y analizó los nudos de cables ópticos. El Jefe lo
dejó a solas. No era una amenaza para él o ni para su equipo. De hecho, él y los otros como él
podría ser la clave para la reparación de esta embarcación y continuar su supervivencia. Continuó
hacia el centro del elevador, pasando a través de los cuerpos de los Grunts en el pasillo. Los pateó
con el pie para asegurarse que estuvieran muertos y luego se encontró dos pistolas de plasma y un
Needler.
Entró al elevador, empujándose fuera de la cubierta y flotó al alzándose en la gravedad cero. El
Jefe mantuvo sus ojos y oídos fuertemente atentos para cualquier indicio de alguna amenaza
cuando se trasladaba a través de los corredores hacia el puente. Todo estaba tranquilo y quieto.
La puerta del puente se abrió, él pausó y vio a la Oficial Polaski supervisando a un Ingeniero
Covenant, mientras que removía una pieza fundida de cristal polarizado, ante sus seis ojos, luego,
recogió un intachable panel cristalino tirado en el piso y lo insertó dentro de la pared.
Polaski sacudió sus manos de grasa y saludó al Jefe, todavía con humo azul llena aún el puente,
pero el Jefe notó que la mayoría de los paneles de visualización estaban activos otra vez. Cerca de
allí, el Sargento Johnson atendía las heridas del teniente Haverson y Locklear permanecía en
guardia. Los ojos del joven Marine nunca se apartaron del Ingeniero y sus dedos persistían cerca y
algo inquietos, aunque no totalmente sobre el gatillo de la MA5B.
El Ingeniero regresó flotando, giró sobre su propio eje y observó primero a Polaski y luego al Jefe.
Una ráfaga de estática se emitió desde los altavoces del puente y el Ingeniero Covenant los
observaba a ambos. Tecleó el control y las enormes puertas del puente se cerraron.El Ingeniero
pasó un tentáculo sobre los controles. Luego parpadearon en azul y en seguida se atenuaron.
"Bloquéalas", le dijo Polaski. "La cosa fea sabe esas cosas."
Tres silbatos ultrasónicos llenaron el aire. El Ingeniero Covenant que acababa de reparar la puerta
del puente escuchó con atención y sus ojos miraron intensamente hacia adelante. En respuesta
chilló y luego flotó hacia el Jefe Maestro, tratando de maniobra detrás de él.
"¿Qué está haciendo?" el Jefe Maestro preguntó, viendo cara a cara a la criatura.
El Ingeniero gruñó en molestia y trató de nuevo moverse a su alrededor. El Jefe Maestro no se lo
permitió. Mientras John vio que no había visto ninguna hostilidad por parte de las criaturas, aún
seguían siendo parte del Covenant. Habiendo uno sobre su espalda, gruñó en contra de su
instinto.
"Les he dicho que repare los escudos de tu armadura ", dijo Cortana.
67
ERIC NYLUND
"Permítele".
El Jefe Maestro permitió al pequeño alíen pasar. Sintió que, el panel de acceso del generador de
sus escudos, la cubierta fue removida de su espalda. Normalmente le tomaba a su equipo pasar
por tres pasos para remover los sellos de seguridad y llegar a la fuente de energía radiactiva. El
Jefe sospechó interesadamente. A él no le agradaba esto, pero Cortana tuvo siempre el
conocimiento de lo que ella estaba haciendo.
Locklear observó esto y corrió una mano sobre su rasurada cabeza. Él permanecía en el centro de
la plataforma y se dirigió hacia el otro Ingeniero Covenant, cuando éste reparaba una de las
pantallas incineradas hacia la salida de babor en la sala. Mantuvo su MA5B perezosamente, pero
todavía apuntaba en dirección al alíen.
"No me importa lo que Cortana diga ", le dijo Locklear al Jefe,
"No confío en ellos".
El Ingeniero cercano a Locklear flotó hacia los controles holográficos del puente y pasó un
tentáculo sobre una serie de puntos en relieve. Las pantallas parpadearon y mostraron a tres
cruceros Covenant acercándose rápidamente. La adrenalina prosperó a través de la sangre del
Jefe Maestro.
"Rápido Cortana; toma acción evasiva. "
"Relájese, Jefe", dijo Locklear.
Quien ondeaba su mano sobre un control holográfico; las imágenes en la pantalla se congelaron.
"Solo son repeticiones".
Regresó y examinó los pernos de plasma suspendidos, justo cuando fueron impactados sobre los
escudos de la nave líder.
"Hombre", Locklear susurró. "Desearía que nuestros botes fueran como éstos".
"Tal vez pronto tengamos exactamente eso, Marine," el Teniente Haverson mencionó.
Quien permanecía de pie y adolorido, luego se trasladó hacia una pantalla que mostraba las
tormentas en la parte superior de la atmósfera de Threshold.
"Haz correr esto, Cabo".
Locklear tecleó uno de los controles. Una línea de luces de color azul brillante apareció en la
pantalla y la nariz de la nave líder apareció a la vista. La línea azul rasgó un agujero en el espacio y
el buque saltó a través. Las nubes de Threshold desaparecieron, sólo había oscuridad en la
pantalla. Haverson regresó atrás un mechón de su cabello rojo que había caído sobre su rostro.
68
HALO: PRIMER GOLPE
"Cortana", él preguntó, "¿Algún, humano o Covenant, había una vez realizado un salto Slipspace
dentro de la atmósfera?"
"No, teniente. Normalmente los fuertes campos gravitacionales podría distorsionar y colapsar el
horizonte en el caso de los generadores Shaw-Fujikawa. Y con los matrices Slipspace del
Covenant también, sin embargo, yo he incrementado mucho el aumento de la resolución. Tuve la
oportunidad de compensarlo".
"Asombroso", susurró.
"Maldita suerte", murmuró Polaski. Ella tiró el borde de su gorra.
"Funcionó", el Jefe Maestro les dijo. "Por ahora, eso es todo lo que importa. "
Encarando a su equipo, trató de ignorar los movimientos del Ingeniero Covenant adjunto a su
espalda.
"Tenemos que planificar nuestro siguiente movimiento. " mencionó el Jefe.
"Siento no estar de acuerdo, Jefe", dijo el Teniente Haverson.
"El simple hecho de que la maniobra de Cortana funcionara es la única cosa que importa por
ahora".
El Jefe miró al teniente y no dijo nada. Haverson mantuvo levantadas sus manos.
"Reconozco que tengas el mando táctico, Jefe. Conozco tu autoridad como el apoyo tenaz de la
Sección Tres de la ONI. No conseguirás ningún argumento de mí sobre ese punto, pero me doy
por vencido a tu misión original, que ha sido sustituida por el descubrimiento tecnológico en esta
nave. Hay que descartar la misión y regresar a la Tierra".
"¿Cuál otra misión?" preguntó Locklear, con voz sospechosa.
Haverson se encogió de hombros.
"No veo ninguna razón para mantener esta información clasificada en este momento. Díselo,
Jefe".
El Jefe Maestro no le agradó cómo Haverson "se adhirió" a su mando táctico aún ordenándole a
revelar el material altamente clasificado.
"Cortana", dijo el Jefe. "¿El puente está asegurado de espías?"
"Un momento", dijo Cortana.
69
ERIC NYLUND
Luces rojas pulsaron alrededor del perímetro de la habitación.
"Lo está ahora. Adelante, Jefe".
"Mi equipo y yo-" el Jefe Maestro comenzó.
Dudó cuando los pensamientos de sus compañeros Spartans caídos lo detuvieron fríamente. Por lo
que sabía todos ellos estaban muertos. Empujó eso, regresándolo a su mente, sin embargo, él
continuó.
"Nuestra misión era capturar una nave Covenant, infiltrándonos en el espacio aéreo controlado por
el Covenant y capturar a uno de sus líderes. El Mando esperaba que pudiera utilizar esta fuerza
para forzar a cesar el fuego Covenant y tener negociaciones. "
Nadie dijo una palabra.
Finalmente, Locklear rió y sus ojos se movieron a un lado.
"Típica misión Naval suicida ".
"No", respondió el Jefe Maestro.
"Iba a ser un gran golpe, pero tenemos una oportunidad. Tenemos una gran oportunidad, ahora
que tenemos este barco de mi3rd4. "
"Disculpe, Jefe Maestro," dijo Polaski.
Ella removió su gorra y la sostuvo en sus manos.
"¿No estará sugiriendo que va a continuar esa operación a medias, cierto? Apenas nosotros
sobrevivimos cuatro días en ese infierno. Fue un milagro que nos alejáramos de Reach y sobrevivir
al Covenant en Halo... sin mencionar al Flood".
"Tengo el deber de completar mi misión", les dijo el Jefe Maestro.
"Lo haré con o sin su ayuda. Hay más en juego que en nuestra disconformidad, incluso más que
nuestras propias vidas. "
"No somos Spartans", dijo Haverson. "No estamos capacitados para esa clase de misión".
Eso era cierto. Ellos no eran Spartans. El equipo de John nunca se daría por vencido. Pero como él
había explorado sus rostros cansados, había que reconocer que ellos no estaban preparados para
esta misión. El sargento Johnson dio un paso adelante y dijo:
"¿Si todavía quieres ir? yo iré detrás de ti, Jefe".
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HALO: PRIMER GOLPE
John asintió, pero vio el agotamiento, incluso en los oscuros ojos del sargento. Hay límites para
cualquier soldado, incluso para los Rudos Marines como Johnson, más de lo que podría soportar.
Y tanto como para que no quisiera admitirlo, sus órdenes originales, dadas sólo hace una semana,
sintió como si le hubiera sido expedido una vida en el pasado. Incluso John consideró la tentación
de detenerse y reagruparse antes de continuar.
"¿Qué hay en ésta nave?" dijo Haverson,
"Puede salvar a la raza humana. ¿Y si ese no era el objetivo de tu misión? Regresemos a la Tierra
y dejemos que el Almirante decida. Nadie duda de tu decisión de aclarar las órdenes dado a las
circunstancias".
Haverson pausó, luego añadió, "…y la caída de todo tu equipo".
La expresión de Haverson fue cuidadosamente neutral, pero el Jefe todavía se estancaba más en
la mención de su equipo y en el intento de manipularle. Recordó sus órdenes, enviando a Fred,
Kelly y a los otros a la superficie de Reach, pensando que él, Linda y James iban hacia
la "difícil" misión.
"Escuche Teniente", dijo Locklear.
"Entreguemos un poco de algo a los cabezas de huevo R y D y tal vez compramos algún permiso
para bajar a tierra. Yo voto por ese plan." Mencionó Locklear, saludando a
Haverson.
"¡¡Demonios, sí!!"
"Esto no es democracia", dijo el Jefe Maestro, su voz a la vez en calma y algo peligrosa.
Locklear se movió ligeramente pero no retrocedió.
"Sí, tal vez no lo es," dijo, "pero la última vez lo comprobé, tomé las órdenes del verdadero Cuerpo
de Marines no de alguien que los anda presumiendo (refiriéndose a la actitud del Mayor Silva). Señor. "
El sargento frunció el ceño hacia el ODST y se movió hacia su lado.
"Es mejor permanecer juntos, Marine", él gritó,
"… o el Jefe 117 se enojará y le pateará su c&lo. Y estará rogándole una dulce, dulce
misericordia... en comparación con lo que yo le voy a hacer a usted". Terminó el sargento Johnson.
Locklear contempló las palabras del sargento y el Jefe Maestro quedó en silencio. Locklear miró a
Polaski y luego Haverson. Polaski miró al Marine con anchos ojos y luego se los apartó. Haverson
dio un ligero movimiento de su cabeza. Locklear suspiró, aliviando su postura y dejó caer su
mirada.
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ERIC NYLUND
"Hombre, en verdad… en verdad odio esta mi3rd4."
"Odio interrumpir," dijo Cortana, "pero estoy de acuerdo con el Teniente. "
El Jefe hizo clic en un canal privado COM.
"Explícate, Cortana. Pensé que estabas construida para realizar nuestra misión. ¿Por qué le
apoyas ahora? "
"No lo estoy, le respaldo", ella contestó
"Nuestras órdenes fueron dadas cuando la UNSC tenía una flota y cuando Reach tenía todavía
intacta su presencia militar. Ahora, todo eso ha cambiado." Respondió Cortana.
El Jefe Maestro estaba en desacuerdo con lo que estaba diciendo... pero había algo en su voz. Y
era la primera vez, en que John pensaba que Cortana pudiera estar escondiéndole algo.
"Tenemos intactas las armas de plasma y la tecnología de un nuevo reactor," Cortana
continuó. "Imagina si cada nave pudiera maniobrar con tanta precisión en el Slipspace." Ella
pausó. "La UNSC podría ser igualmente efectiva en el espacio como lo estamos ahora. Podríamos
ganar esta guerra. "
El Jefe Maestro frunció el ceño. No le agradaron los argumentos del Teniente y de Cortana; porque
de hecho tenían sentido. Abortando esta misión era impensable. Él siempre terminaba lo que
empezaba y siempre ganaba. Como un soldado profesional, John estaba dispuesto a darlo todo
por una victoria; su confort personal, sus amigos, su propia vida es que la tomaba, pero él nunca
consideró que tendría que sacrificar su dignidad y orgullo, así como para el bien mayor.
Él suspiró y asintió.
"Muy bien, teniente Haverson. Vamos a hacerlo a su manera. Por el ocurrido, renuncio a mi mando
táctico. "
"Bien", dijo Haverson. "Gracias".
Encaró a los demás y continuó,
"¿Sargento? Usted, Polaski, Locklear y vuelvan abajo, al Pélican y tomen cualquier equipo que no
se haya hecho pedazos. Busquen el Kit médico y luego regresen aquí, en el doble de tiempo".
"Sí, señor," dijo el sargento Johnson. "Estamos en ello."
Él y Polaski se dirigieron a la puerta, teclearon el control y dejaron que los paneles se apartaran.
Polaski echó una mirada al Jefe Maestro sobre su hombro; luego, agitó su cabeza, ella siguió al
sargento.
72
HALO: PRIMER GOLPE
"Mi3erd4", dijo Locklear, comprobando su rifle, quedándose detrás de ellos.
"¡Que pasa! Hombre, nunca voy a conseguir mi otra hora de sueño." Locklear demandó
"Dormirá cuando esté muerto, Marine," dijo el sargento.
Las puertas del puente se sellaron.
Haverson decía:
"Pon un curso de regreso a la Tierra Cortana y enseguida… "
"Lo siento, Teniente Haverson," Cortana interrumpió.
"No puedo hacer eso. Un curso directo a la Tierra podría ser una violación del Protocolo Cole.
Además, no se nos permite establecer una ruta indirecta ya sea a ambos. La Subsección Siete del
Cole Protocolo señala que ninguna de las embarcaciones Covenant se puede tomar o ser
controlada en el espacio, sin una búsqueda exhaustiva del seguimiento de los sistemas, la cual
podría llevar al enemigo a nuestras bases".
"¿Subsección Siete?" Haverson preguntó. "Nunca he escuchado eso."
"Muy pocos los saben, señor", respondió Cortana. "Solo es un pequeño detalle. Antes de esto,
nunca nadie ha capturado un buque Covenant".
"Una búsqueda exhaustiva de este buque podría ser difícil, bajo las circunstancias ", dijo Haverson
poniendo su mano sobre su barbilla, pensativo.
"Debe tener más de tres kilómetros de largo."
"Tengo una sugerencia, señor," dijo el Jefe. "Un destino intermedio: Reach".
"¿Reach?" Haverson escondió rápidamente la impresión en su rostro con una sonrisa.
"Jefe, no hay nada en el sistema REACH, excepto por la armada Covenant".
"No, señor," respondió el Jefe Maestro. "Hay... Otras posibilidades".
Haverson levantó una ceja.
"Adelante, Jefe. Estoy intrigado."
"La primera posibilidad", dijo John, "es que el Covenant haya glaseado (cristalizado) el planeta y se
haya trasladado. En cualquier caso podría haber embarcaciones UNSC abandonadas, pero
reparables, que podríamos reparar y tomar para regresar a la Tierra. Dejaremos la nave líder
Covenant a baja órbita y regresar con el personal científico adecuado y el equipo para efectuar un
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ERIC NYLUND
operación segura".
Haverson asintió. "Un gran disparo. A pesar de que la Éufrates tiene un Prowler (merodeador) adjunto
a ella. Que se suponía que se lanzaría a una misión de reconocimiento, antes de que ellos
recibieran la señal de saltar todo y ayudar en la defensa de Reach. Por lo tanto, quizá no fue un
gran disparo, después de todo. ¿Y la otra posibilidad?"
"El Covenant está todavía ahí", mencionó el Jefe Maestro. "La probabilidad de un ataque hacia su
propia nave capital es bajo. En cualquier caso, no hay ninguna violación al Protocolo Cole porque
el Covenant ya conoce la ubicación de Reach".
"Es cierto", respondió Haverson. La acción volvió al centro del puente.
"Muy bien, Jefe. Cortana, rumbo al planeta Reach. Vamos a entrar a las afueras del sistema y
evaluar la situación. Si está demasiado acalorado, saltaremos y encontraremos otra ruta a casa. "
"Entendido, Teniente", respondió Cortana. "Le advierto que esta nave atraviesa el Slipspace mucho
más rápido que nuestros homólogos de la UNSC. Llegaremos a la ETA en trece horas."
El Jefe Maestro suspiró y se relajó un poco. Hubo otra razón para la cual elegir Reach, que él no
puso de manifiesto al Teniente. Él sabía que las probabilidades de sobrevivir de cualquier persona
en la superficie eran remotas. Astronómicamente, de hecho... porque una vez de que el Covenant
decidiera glasear un planeta, lo hacían con una increíble exactitud. Pero él tenía que verlo con sus
propios ojos. Era la única manera en que podría aceptar que sus compañeros habían muerto. Una
chispa de estática abarcó al Jefe, en primer lugar a lo largo de su columna vertebral y luego se
envolvió sobre su torso. Hubo un audible "pop" y chispas se esparcieron a lo largo de su armadura
MJOLNIR. El ingeniero estuvo al tanto de su conocimiento sobre él y se colmó de emoción.
Rutinas de diagnóstico se desplazaron al HUD del jefe. En la esquina superior derecha, la barra de
recarga del escudo parpadeó en rojo y se llenó lentamente.
"Funcionó", dijo el Jefe Maestro. John se sintió aliviado de tener protección en su espalda. No
olvidará como era luchar sin ellos, sin embargo. Ha sido una llamada de atención: no ser
dependiente de la tecnología. Es también un recordatorio de que en la mayoría de las batallas,
ganará o perderá su cabeza, antes de que cualquier enemigo contraataque.
"Pequeñas criaturas tan impresionantes ", comentó Haverson.
Analizando al Ingeniero Covenant cuando flotaba hacia el muro de pantallas de visualización y
comenzó a juguetear con una de ellas.
"Me pregunto cómo será el sistema de castas del Covenant" murmuró el Teniente.
"¡¡Señor!!" La voz del Sargento Johnson golpeó sobre la COM, rompiendo con estática.
"Tendrá que bajar hacia el Pélican tan pronto como le sea posible. Usted y el Jefe. "
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HALO: PRIMER GOLPE
"¿Están bajo fuego?" preguntó el Jefe.
"Negativo", respondió. "Es uno de los cryotubos recuperados".
"¿Qué pasa con eso, sargento?" Haverson súbitamente respondió.
"Jefe, hay un Spartan en él."
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ERIC NYLUND
CAPÍTULO DIEZ
1852 horas, 22 de Septiembre del 2552 (Calendario Militar)
Nave Líder Capturada del Covenant, en Slipspace, localización
desconocida.
Después de que el Jefe había dejado de investigar el criotubo, Haverson verificó que las puertas
del puente estuviesen cerradas. Él dio vuelta y caminó enfrente del Ingeniero Covenant quien
había reparado la armadura del Jefe Maestro.
"Fascinantes criaturas," él murmuró. Él sacó su arma lateral y apuntó en la parte de atrás de su
cabeza.
Dos de los seis ojos del Ingeniero se fijaron por encima de la boca del arma. Un tentáculo trató de
alcanzarlo, se dividió en minuciosos hilos finos y tocó el metal gris-azul.
Cortana preguntó, "¿Qué esta…."
Haverson le disparó al Ingeniero. La ronda descuartizó su cabeza atravesándola y embarró de
sangre la pantalla que el extraterrestre había estando reparando.
"¡Haverson"! Cortana exclamó.
El otro Ingeniero volteó y chilló agudamente; en ese entonces una luz parpadeó en la pantalla rota
que capturó su atención y regresó a su trabajo, inconscientemente.
Haverson se arrodilló cerca del Ingeniero muerto y enfundó su arma.
"No tenía otra opción", él susurró
Tocó la piel extraña, resbaladiza de la criatura. Su color se desvaneció de un rosado débil a un gris
frío. Lo arrastró hasta la escotilla de escape, (emergencia) la abrió y puso el cuerpo en el corredor.
Pausó y volvió a doblar sus tentáculos sobre su cuerpo.
"Lo siento. No te lo merecías."
"¿Por qué era necesario?" Cortana demandó.
Haverson estaba de pie, sacudió sus manos en sus pantalones flojos y selló el acceso de la
escotilla de escape.
"Estoy sorprendido de que aun tengas que preguntar, Cortana".
Se escuchó la furia en su voz. Él comprobó que su ira iba en aumento. No estaba disgustado con
Cortana; Estaba disgustado consigo mismo; furioso debido a la necesidad desagradable de su
acto.
"Los Covenant son imitativos– no innovadores," él dijo.
"Al Ingeniero que le ordenaste a reparar la armadura del Jefe acababa de conseguir un vistazo de
primera mano a nuestra tecnología de escudos, una tecnología que le robamos al Covenant y que
mejoramos. Si en cierta forma lograra reincorporarse al Covenant, esa tecnología mejorada sería
de ellos. ¿Cómo te gustaría ver ese manifiesto de tecnología de tan mejorados escudos personales
en sus guerreros Elites? ¿O en sus naves de guerra?"
Cortana guardó silencio.
"El Cabo Locklear estaba en lo correcto," Haverson susurró. "Yo en realidad odio esta mi3rd4,
también".
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HALO: PRIMER GOLPE
"Entiendo," Cortana finalmente contestó, pero su voz estaba tan fría que pudo haberse congelado
en helio.
Haverson suspiró y se miró las manos. La sangre del Ingeniero tatuó su piel con diminutas puntas
de alfiler de azul oscuro.
"¿Crees que el Jefe Maestro encontrará lo que realmente está buscando en Reach?"
¿"A qué se refiere con "lo que está buscando"? " Cortana dijo. Su voz estaba todavía helada, pero
la curiosidad derritió su tono.
"Me refiero a los otros Spartans". Haverson dando una risa breve.
"Cierto, su argumento para ir a Reach fue válido – no iríamos de otra manera. Pero eso no es lo
que busca. Él envió a su equipo abajo, hacia la superficie de Reach... enviándolos a sus propias
muertes. ¿No debería el comandante regresar? ¿Y qué comandante no esperaría que estuvieran
vivos? ¿No importa las probabilidades?"
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ERIC NYLUND
CAPÍTULO ONCE
0930 horas, 4 de Septiembre del 2552 (Calendario Militar)
/ Instalación del Alto Mando de la UNSC Bravo-6,
Sydney, Australia, Tierra (HighCom).
Hace dos semanas y media.
El teniente Wagner caminó atravesando las puertas de detectores de explosivos y de metal; en el
interior de la entrada del atrio de la gran estructura, vagamente cónica. Designado oficialmente por
la UNSC como la instalación HighCom (Alto Mando) B-6, el edificio en expansión había sido
apodado "La Colmena".
Estaba nublado en Sydney. La luz gris se filtraba a través del domo de cristal en lo alto.Él marchó
pasando los oficiales y NCOs moviéndose con propósito hacia cualesquier destino ocupando su
tiempo. Hizo caso omiso a los árboles de acacia y a los helechos exóticos que estaban destinados
a la prensa y a viajes de civiles. Hoy no había tiempo para bromas.
En otra hora la eficiencia y la calma aparente de HighCom debería estar deshecha en un mil
millones de pedazos. Sólo unos cuantos chicos de bronce (¿Soldados?) sabían que el puesto de
avanzada más poderoso de la UNSC, Reach, no era ahora nada más que cenizas.Wagner se
acercó a la estación de la recepcionista debajo de los ojos vigilantes de un trío de Marines MPs
blindados. Manteniendo el destino de Reach inmóvil no era el secreto más grande de la UNSC, no
por una milla de país. Virtualmente nadie en la población civil de las Colonias Interiores, conocía
cómo peligrosamente estaban cerca de perder esta guerra.
La Sección Dos de la ONI había hecho un trabajo brillante de preservar la ficción de cómo las
fuerzas de la Tierra mantuvieron su propiedad en contra del Covenant.
¿Y qué pensaron los ciudadanos de las Colonias Exteriores? Aquellos que no habían escapado a
puestos avanzados remotos y escondido las bases corsario, las cuales no estaban en cualquier
posición para crear problemas. El Covenant no tomó a los prisioneros.
"Usted está a la espera hoy, Teniente," le dijo la recepcionista .
Ella era una joven Jefe Oficial Menor y parecía que ella no tenía una atención, o una pista. Pero
sus ojos la delataron. Ella sabía algo. Tal vez no, pero ella indudablemente se había puesto al día
en el incremento de los protocolos de seguridad. . . o la mirada encantadora a los ojos de sus
comandantes.
"Por favor diríjase al elevador ocho," ella le dijo y le devolvió su atención a la pantalla enfrente de
ella.
Él hizo una nota mental para averiguar quién es esta persona perceptiva y ver si ella podría ser
reclutada en la Sección Tres. La ONI había perdido a una buena cantidad gente buena en las
últimas semanas.
Wagner se movió a la pared de acero sólido y un par de puertas se dividieron ante él. Entró en la
habitación pequeña; Las puertas cerraron con un calmado snik. Un cojincillo de huella digital y un
escáner de retina se extendieron desde la pared. Wagner presionó su mano encima del escáner y
una aguja acuchilló su dedo índice. Comprobaban su ADN con la muestra archivada. Él parpadeó
una vez y entonces apoyó su barbilla sobre el escáner de retina.
"Buenos días, Teniente," una dulce voz femenina susurró en su oído.
"Buenos días, Lysithea. ¿Cómo estás hoy "?
"Muy bien, ahora que veo que ha regresado a salvo de su misión. Supongo que todo salió como se
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HALO: PRIMER GOLPE
esperaba. "
"Tú sabes que eso es clasificado," él dijo a la IA.
"Ciertamente," ella contestó, con tono juguetona.
"Pero me enteraré de cualquier manera, usted sabe. ¿Por qué no me ahorra tiempo y solo me
dice?"
Aunque él generalmente disfrutó de este tu-por-tu con Lysithea, él sabía que era parte de los datos
biométricos de exploración, también. Ella analizó sus ondas cerebrales y los patrones de voz en
respuesta a sus consultas y las relacionó a las respuestas antiguas en su memoria. Ella
probablemente probó su lealtad en las medidas de seguridad– él no colocó nada más allá de la
Sección Tres; Ellos crecían más su paranoia cada día.
"Por supuesto que te enterarás," Wagner contestó.
"Pero todavía no te lo puedo decir. Esa sería una infracción de seguridad, penalizado bajo el
Artículo 428- A. En efecto", el dijo en un tono más serio,
"tendré que reportar esta violación a mi controlador".
Ella se rió y sonó como a la porcelana china fina tintineando juntos.
"Usted puede proceder, Teniente," ella le dijo.
Las puertas se separaron y revelaron un corredor revestido con madera de nogal y pinturas
de Washington Cruzando el Delaware, en el Último Puesto al Almirante Cole, diversos paisajes
alienígenos y batallas espaciales.
Aunque él apenas había sentido el descenso, Wagner sabía que él había bajado tres kilómetros
dentro del planeta, atravesando capas sólidas de granito, concreto reforzado, placas de Titanio- A y
metal reforzado anti EMP (Pulso Electro Magnético). Nada de esto le hacía sentir un poco más
seguro, sin embargo; la instalación de investigación de ONI en Reach tenía el mismo mecanismo y
no le había servido de algo a esos pobres desgraciados.
Él se bajó del elevador. Lysithea susurró a espaldas suyas:
"Tenga cuidado allí dentro. Esperan poner la cabeza de alguien en una garrocha".
Wagner tragó saliva y enderezó las arrugas microscópicas en su uniforme. Buscó una razón para
el retraso – cualquier cosa que lo mantuviera alejado del cuarto al final de este corredor. Él suspiró
y se sobrepuso a su inercia. Nadie mantiene al Comité de Seguridad de la UNSC esperando.
Un par diputados se pusieron en medio cuando él se acercaba al conjunto de puertas dobles. No le
saludaron y sus manos descansaban sobre sus armas enfundadas. Se quedaron con la mirada fija
directamente, pero Wagner supo que si él se dirigía por la vía equivocada él recibiría un disparo
primero y luego interrogado mas tarde.
Las puertas silenciosamente mecieron hacia adentro.
Él entró y las puertas cerraron detrás de él y se sellaron.
Wagner reconoció la mayoría de las personas colocadas fijamente en su lugar en la mesa en forma
creciente: El General Mayor Nicholas Strauss, el Almirante de Flotas Terrence Hood (Lord Hood H2
y H3) y el Coronel James Ackerson. La silla del Vicealmirante Whitcomb estaba vacía.
Otra media docena de oficiales estaban también presentes y todos ellos tenían el rango de
comandantes lo cual puso nervioso a Wagner. Cada uno tenía tabletas de pantallas colocadas
delante de ellos y aun bocabajo, Wagner reconoció su informe preliminar y registros de vídeo.
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ERIC NYLUND
Wagner hizo un saludo.
El General de Strauss se inclinó hacia adelante y desacopló de su pantalla
"¡Cristo! ¿ Sabíamos que tenían demasiadas de esas malditas naves "? Él golpeó ruidosamente un
puño encima de la mesa.
"¿Por qué demonios no supimos de esto? ¿Quién en la ONI deja pasar este resbalón?"
Ackerson se reclinó.
"Nadie tiene la culpa, General, excepto por el Covenant, obviamente. Me precupo más por nuestra
respuesta a esta incursión. Nuestra flota fue diezmada en gran número".
La reputación de Ackerson le precedía. Wagner había escuchado acerca de los extremos para las
cuales él había hecho en el pasado para hacer asegurase de que sus operaciones fueran
prioritarias sobre la Sección Tres. Su rivalidad con el líder del programa SPARTAN-II, la Dra.
Catherine Halsey, fue el material de leyenda. Wagner pensó que Ackerson había sido reasignado a
un puesto en primera línea. Aparentemente él se había salido de ello. Eso era un problema.
El Almirante Hood se enderezó y alejó su pantalla y finalmente reconoció a Wagner. Él le devolvió
el saludo. El Almirante estaba impecablemente vestido, ni un cabello canoso fuera de lugar en su
cabeza y todavía tenía círculos oscuros debajo de sus ojos.
"Descanse, Teniente".
Wagner se metió las manos detrás de la parte baja de su espalda y movió los pies ligeramente
separándolos, pero de otra manera no se relajó ni un milímetro. Nunca se sentía a gusto junto a la
presencia de leones, tiburones y escorpiones.
Hood giró a hacia Ackerson.
"Diezmar es la palabra equivocada, Coronel. Habríamos sido diezmados en gran número si
perdiéramos una nave de cada diez".
Él levantó su voz ligeramente.
"A cambio, hemos perdimos diez de nuestros buques por cada uno que logró tomar distancia. ¡ Fue
un desastre total "!. Terminó Hood
"Por supuesto, Almirante".
Ackerson asintió con la cabeza, fingiendo escuchar y sus ojos parpadearon sobre el informe otra
vez. Sus cejas se alzaron cuando él notó el tiempo y la fecha.
"Hay una cosa, sin embargo, que me gustaría responder en primer lugar." Su mirada cristalina
apuntó hacia Wagner.
"La diferencia de tiempo entre los acontecimientos en este informe y ahora..." Ackerson calló,
perdido en sus pensamientos.
"Felicitaciones, Teniente. Este es un nuevo récord de velocidad desde Reach a la Tierra.
Especialmente cuando usted se tomó el tiempo para realizar los saltos legalmente aleatorios
requeridos antes de regresar a la Tierra".
"Señor," Wagner contestó. "Seguí el Protocolo Cole al pie de la letra".
Eso era una mentira y todo el mundo en este cuarto lo sabía. La ONI siempre se sometía al
Protocolo Cole. En este caso, era probablemente justificado por el valor de la Inteligencia.
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HALO: PRIMER GOLPE
Sin embargo, si quisieran crucificarle, todo lo que tenían que hacer era comprobar el tiempo
registrado en los motores de su Prowler (merodeador) y hacer cuentas.
Hood sacudió su mano. "Eso no es la cuestión."
"Lo que pienso es que." Ackerson rápidamente mencionó.
"Reach dejó de existir. No hay nada entre Tierra y el Covenant a excepción de una buena cantidad
de vacío; eso y cualquier secreto que podemos preservar".
"Revisaremos las prácticas de la Sección Tres más tarde, Coronel". El Almirante Hood se dirigió a
Wagner.
"He leído su informe, Teniente. Está sumamente detallado, pero quiero oírlo de usted. ¿Qué vio
usted? ¿Hay algunos detalles que usted pensó que serían demasiado sensibles para incluirlos en
su informe? Dígame de todo".
Wagner respiró profundamente. Él se había preparado para esto y él lo emparentó, como mejor
podría hacerlo, y cómo las naves Covenant aparecieron en el sistema, los esfuerzos valientes de la
flota de la UNSC defendiendo Reach, la forma en que fracasaron y fueron sistemáticamente
destruidos.
"Cuando el Covenant se deslizó sobre la superficie de Reach con sus fuerzas tácticas y
neutralizaron los generadores de las armas orbitales; ese fue el fin. Bien, vi sólo el principio del fin.
Ellos glasearon el planeta, comenzando por los polos".
Wagner, quien hace dos años tenía la tercera parte de su cuerpo quemado por plasma Covenant y
quien ni siquiera una vez gritó o derramó una lágrima, hizo una pausa y parpadeó apartando la
humedad que nublaba su vista.
"Me entrené en la Academia Naval en Reach, señor. Era la cosa más cercana que tenía a un hogar
en las Colonias Exteriores".
Hood asintió con simpatía.
Ackerson resopló. Él se apartó fuera de la mesa, se levantó y se trasladó al lado de Wagner.
"Ahórrese el sentimentalismo, Teniente. Usted dice que glasearon Reach. ¿Todo?"
Wagner detectó anticipación en el tono del coronel; como si él quisiera que el Covenant hubiera
destruido Reach.
"Señor," Wagner contestó.
"Antes de que saltara hacia el Slipspace (Deslizespacio), presencié los polos destruidos y
aproximadamente dos terceras partes de la superficie del planeta estaba en fuego.
Ackerson asintió con la cabeza, aparentemente se satisfazó con esta respuesta.
"Así es que todos en Reach se han ido, entonces. El Vicealmirante Whitcomb. La Doctora Halsey,
también".
Él asintió con la cabeza y adicionó,
"que desperdicio tan tremendo". No había compasión en su voz.
"Sólo podría especular, señor", dijo Wagner.
"No es necesario," Ackerson murmuró. Él regresó a su asiento.
Strauss suspiró. "Al menos contamos con su programa especial de armas, Ackerson. Los
SPARTANS-II de Halsey fueron de gran demanda"
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ERIC NYLUND
Ackerson le disparó al General Strauss una mirada que pudo haberse estallado a través de una
chapa de metal en batalla.
El General detuvo la mitad de la frase y su boca se cerró.
Wagner permaneció absolutamente inmóvil y se quedó mirando directamente, disimulando que él
no había visto una infracción tan vulgar del protocolo militar.
¿Un General siendo rebajado por un oficial subalterno? Algo extraordinario Acababa de descubrir;
había algún tipo de plan de seguridad a la par con el programa SPARTAN, y Ackerson estaba
detrás de eso. El Coronel repentinamente tuvo un montón de zumo de donde exprimir. Wagner
continuó fingiendo ignorancia; y no importaba qué, él no se responsabilizó por la mirada fija del
Coronel Ackerson. Si Ackerson sospechara que él ya lo había atrapado, el c4br0´n lo borraría para
prevenir su secreto de volver a la Sección Tres.
Después de lo que parecía un siglo de silencio incómodo, el Almirante Hood se aclaró la garganta.
"The Pillar of Autumn, Teniente Wagner. ¿Se destruyó esa nave? ¿O hizo un salto? No hay
ninguna mención en su informe".
"Saltó, señor. La telemetría muestra que el Autumn fue perseguido por varias naves enemigas, por
lo de su destino sólo se puede especular. No mencioné al Pillar of Autumn en mi informe, porque
esa nave está en la Lista Segura de la Sección Tres".
"Bien". Hood cerró sus ojos. "Entonces hay, al menos, alguna esperanza".
Ackerson negó con la cabeza.
"Con todo el debido respeto a mi antecesor, la Doctora Halsey, el paquete especial de armas en
el Pillar no tenía ninguna oportunidad en el infierno de cumplir su misión. Puede ser que también le
podría haber usted disparado a cada uno de ellos en la cabeza y haberlo conseguido".
"Eso es suficiente, Ackerson," Hood dijo y lo miró furiosamente.
"Más que suficiente".
"Señor," Wagner se aventuró.
"El Coronel puede estar en lo correcto... al menos en su evaluación de la misión. Nuestro agente
en el Pillar of Autumn nos indicó antes del final. Él lamentablemente reportó que un número
significativo de Spartans fueron a la superficie para defender las armas orbitales de Reach".
"Entonces están muertos," Ackerson dijo.
"Los fenómenos de Halsey finalmente han perdido su brillo de invencibilidad".
El almirante Hood apretó su mandíbula.
"La Doctora Halsey…," él dijo lentamente y con cierto control deliberado,
"y sus Spartans merecen el máximo respeto, Coronel".
Ackerson giró para encararlo, pero Hood se le quedó mirando.
"Y si usted tiene el deseo de conservar su posición recién adquirida en el Consejo de Seguridad,
les mostrará ese respeto, o personalmente lo patearé de aquí hasta Melbourne". Mencionó Hood
"Yo simplemente-", dijo Ackerson.
"Esos 'fenómenos'", Hood dijo en su protesta,
"Tienen confirmadas más matanzas que cualquiera de las tres divisiones ODST y han ganado cada
mención honorífica de mayor premiación de la UNSC. Esos ' fenómenos ' personalmente han
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HALO: PRIMER GOLPE
salvado mi vida dos veces, así como también las vidas de la mayor parte del personal superior aquí
en HighCom. Mantenga su intolerancia en jaque, Coronel. ¿Entiende?".
"Mis disculpas," Ackerson susurró.
"Le formulé una pregunta directa," el Almirante Hood ladró.
"Señor," Ackerson dijo.
"Entiendo completamente, Almirante. No volverá a ocurrir". Su cara se quemó a un rojo brillante.
Wagner, sin embargo, no pensó que éste fuera el color de la vergüenza. Era de ira.
"Los" Spartans "," Hood susurró.
"La Doctora Halsey. Whitcomb. Perdimos a demasiada gente buena en Reach. Sin mencionar a las
docenas de naves". Él frunció sus labios en una delgada línea.
"Deberíamos enviar una pequeña fuerza de reconocimiento para ver lo que queda," el General
Strauss sugirió.
"No sería prudente, señor," Ackerson contestó.
"Tenemos que retroceder y reforzar las Colonias Interiores y la Tierra. Las nuevas plataformas
orbitales no estarán en línea por otros diez días. Hasta entonces, nuestra postura de defensa será
demasiado débil. Vamos a necesitar de todas las naves que dispongamos".
"Hmm," el Almirante Hood dijo.
Él colocó ambos pulgares bajo su barbilla como considerara ambas posiciones.
"Señor," dijo Wagner. "Hay un tema adicional que no está cubierto en mi informe. No parecía
excepcionalmente importante en el momento, pero si usted está debatiendo una misión de
reconocimiento, pensé que podría serle pertinente".
"Simplemente escúpalo," dijo el General Strauss.
Wagner tragó saliva y resistió la tentación de encontrarse con los ojos de Ackerson.
"Cuando el Covenant destruye un planeta, generalmente mueven sus grandes buques de guerra
más cerca y cubren el mundo con una serie de órbitas de cuadriculación, asegurando cada
milímetro cuadrado de la superficie y es cubierto con los bombardeos de plasma". Terminó Wagner
"Me estoy dando cuenta dolorosamente de la doctrina del bombardeo Covenant, Teniente," Hood
gruñó. "¿Qué hay de eso"?
"Como ya he indicado, comenzaron por los polos, pero solo tomaron algunas naves. Estaban
distribuidos a lo largo de las latitudes ecuatoriales y sin naves adicionales de entrada. De hecho, un
gran número de naves Covenant abandonaron el sistema,
¿En persecución del Pillar of Autumn?" Wagner terminó.
Ackerson ondeó su mano descartando la idea.
"Reach está glaseado, Teniente. Si usted se hubiera quedado a observar toda la función, ellos lo
habrían incinerado, también". Dijo Ackerson
"Sí, señor," Wagner contestó.
"Si, sin embargo, hay una misión de reconocimiento, me gustaría ofrecerme como voluntario para
el servicio".
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ERIC NYLUND
Ackerson se levantó y se acercó a Wagner. Se quedó un a centímetro de su rostro y sus ojos se
encontraron.
La mirada de Ackerson estaba llena de veneno. Wagner hizo su mejor esfuerzo para no retroceder,
pero no podía evitarlo. Una mirada y sabía que este hombre lo quería muerto por cualquiera que
fuera la razón: aquello que él había escuchado acerca del programa alternativo de Ackerson de los
SPARTANS-II, el cual no quería problemas en Reach... o tal vez, como Lysithea le había advertido,
que él estaba buscando alguna cabeza que clavar.
"¿Es usted sordo, Teniente"? Ackerson preguntó con preocupación fingida.
"¿Algún tipo de pérdida de audición debido a la acción de combate"?
"No, señor".
"Pues bien, cuando usted impulsa los límites del Slipspace en esos pequeños Prowlers
(Merodeadores), usted se arriesga a todo tipo de daño por radiación. O tal vez el trauma de ver a
Reach destruido lo agitó Cualquiera que sea su problema, cuando salga de aquí va ir a visitar la
enfermería. Es para darle un certificado de buena salud antes de regresar a su servicio activo."
Ackerson se encogió de hombros.
"Debe haber algo mal con usted, Teniente, porque no parece entenderme a pesar de que mis
palabras son más claras que el agua".
"Señor".
"Vamos a probar esto, entonces. No estamos desperdiciando una sola nave de la UNSC para
confirmar lo que ya hemos visto una docena de veces antes: Reach se ha ido." mencionó Ackerson
Él se acercó más a Wagner.
"Todo en él voló en pedazos, carbonizado, glaseado y vaporizado. Todo el mundo en Reach está
muerto".
Señaló con el dedo en el pecho de Wagner para dar énfasis.
"Muerto. Muerto. Muerto".
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HALO: PRIMER GOLPE
SECCIÓN 2___________________
LA DEFENSA DE LA BASE CASTILLO
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ERIC NYLUND
CAPÍTULO DOCE
0744 horas, 30 de agosto del 2552 (Calendario Militar)
\ Sistema Epsilon Eridani, Valle Longhorn, planeta Reach.
Hace cinco días.
Nubes de vapor se apartaron como una cortina, una bola de fuego de cien metros de diámetro
sobrevoló por encima de la posición de Fred y de Kelly. Fred siguió el rastro de la línea de flamas
que envolvieron el cielo y vio los contornos débiles de decenas de buques de guerra Covenant a
baja órbita. El Banshee de Fred rozó sobre las copas de los árboles, bajo la ladera. Empujó la
aeronave a su máxima velocidad. Kelly le seguía y volando en picada adentrándose en un valle y
zigzagueando y en forma lineal por encima de la cresta donde Joshua había visto por primera vez
la fuerza de invasión Covenant.
Dejó al lado los pensamientos de su compañero caído. Él tenía que enfocarse en mantener al resto
de su equipo con vida. Fred solicitó el sistema de mapas a su HUD. Un marcador NAV azul,
ubicado en el eje de las líneas topológicas, identificando su posición de respaldo: ONI Sección
Tres; Instalación secreta de Seguridad y de Investigación enterrada bajo la Montaña. Hace dos
décadas atrás había sido una mina de titanio y después, los túneles abandonados fueron utilizados
como punto de almacenamiento de la Sección Tres, los cuales se habían hecho cargo de la
montaña para sus propios fines.
"Tendremos que encontrar una ruta segura para atravesarla"
Una lluvia de fragmentos cristalinos de color púrpura-blanca silbaron a través del aire, formando un
arqueándose hacia arriba proveniente del bosque debajo de ellos. Cada fragmento parecía como el
proyectil disparado por un Covenant más necesitado, pero mucho más grande. El fragmento
recortó drásticamente la cabina de Fred al tamaño de su antebrazo. Kelly esquivó un proyectil que
explotó en el aire. Y los fragmentos Needler saltaron hacia el fuselaje del Banshee. Un pequeño
fragmento secundario fue a dar al Banshee de Fred y detonó. El puerto aviador se deformó por la
explosión y la nave se tambaleó.
"¡Abajo!" gritó Fred, pero Kelly ya estaba a decena de metros de debajo de él y cayendo al lecho
de un río seco a la distancia. Él siguió el rastro de humo. Fred confirmó su posición y guió su herido
Banshee en un curso, el cual siguió el destello sobre el cauce del río seco que hay debajo. La
trayectoria del golpe atravesó el bosque y casi fue a dar a las cercanías de la Montaña
Mecanizada. Con suerte, pudieron abandonar los Banshees y hacer una visita a corto plazo hacia
la instalación de la ONI.
Por encima, los impulsos boreales color mandarina llegaban desde el norte. Hojas de plata crujían
en el cielo y las nubes negras hervían, iluminadas por las violentas llamas debajo de ellas. Se
amontonaban en truenos y escupían relámpagos. Los masivos buques de guerra que habían
tenido momentos antes de sobrecarga, aceleraron de regreso a la atmósfera superior.
Sus motores gritaron y dejaron ondas a lo largo del cielo inflado. Por una fracción de segundo, el
pánico tomó la garganta de Fred. Luego, su entrenamiento Spartan llegó a su mente y se volvió frío
y metálico y filtró el hecho de que tenía por encima a los bombardeos de plasma Covenant.
Tenía que pensar o morir.
Así que él pensó.
Algo no encajaba. El bombardeo de plasma Covenant, siempre había procedido de una travesía
con un patrón ordenado cuando atravesaban un planeta, hasta dejar cada centímetro cuadrado de
superficie convertido en vidrio y en ceniza. Las naves de arriba no habían terminado su trabajo
aquí. Fred se arriesgó a echar una mirada a la izquierda y a la derecha. Cien mil hectáreas de
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HALO: PRIMER GOLPE
bosque, el mismo bosque en el cual Fred y sus compañeros Spartans habían entrenado en la
infancia, el mismo que estaba siendo devorado por muros de fuego. Espirales de calor y de un
espeso humo negro ascendían hacia el cielo.
Una ola pasó por encima de Fred y Kelly; él no pudo verla pero la sintió: Un millar de hormigas se
le habían metido en su armadura y le habían mordido. La estática atiborró su HUD y luego
desapareció como si fuera una ventana. Sus escudos se redujeron a cero y luego poco a poco
comenzaron a recargarse. Las cápsulas gravitatorias de sus Banshees parpadearon y echaron
chispas.
"EMP", (Pulso Electromagnético) Kelly gritó sobre la COM. "¿O algún efecto del plasma"?.
"Aterrizaje forzoso ", Fred ordenó.
Kelly hizo un sonido de descontento en la COM y lo apagó. Cayeron en picada desde el cielo,
volando sin motor, con pocos movimientos aerodinámicos y algo de poder se mantuvo en sus
Banshees. Fred maniobró la nariz de su aeronave por encima de las rocas cocinándose al vapor,
del lecho del río seco. Escogió un camino entre rocas enormes e irregulares y entre filosas rocas
de granito, apuntando hacia una cinta de grava. Sólo había un problema: Un par de estas rocas
eran levemente más oscuras que las demás... y se movían. Las criaturas eran enormes y
fuertemente armadas y se trasladaron con precisión deliberada pero de manera lenta. Cada uno
tenía una masiva placa de metal como escudo.
Fred golpeó la COM y gritó: "¡Atención! ¡Hunters Covenant muertos ahí adelante! "
No había tiempo para eludir la nueva amenaza. El Hunter más cercano rodó para hacerles frente y
la mayoría de sus espinas a lo largo de su espalda estallaron, como si fuese una anémona. La
descomunal criatura elevó su defensa principal, una poderosa arma, un cañón de barra de
combustible montado en su brazo dirigiéndola hacia Fred. El barril parpadeó en verde.
El Hunter disparó.
Fred perdió el poder y su Banshee cayó diez metros.
Hubo un destello cuando el astro de la energía destructiva, dividió el aire del lugar donde había
estado un segundo antes. El Banshee golpeó contra el suelo, arrastrándose a través de las rocas
del tamaño del un puño. La nave se volcó y arrojó a Fred al suelo. El Banshee dio vueltas y se
estrelló con el Hunter. El masivo alienígena trajo consigo su densa protección, un escudo metálico
y le restó importancia a los restos de la nave como si fuera hecha de cartón. El cañón de
combustible empezó a cargarse de nuevo. Fred hizo una mueca y se puso de pie, ignorando el
nuevo dolor de aquel aterrizaje forzoso que le había causado. Necesitaba un arma. El dolor tendría
que esperar.
El Hunter avanzaba pesadamente hacia él, en ese entonces se agachó y cargó hacia adelante con
una velocidad aterradora. Hubo un ruido de estática en su frecuencia COM y Fred escuchó una
sola palabra: "¡Agáchate!"
Se tiró al suelo y rodó hacia un lado. El Banshee sin jinete y sin Kelly se disparó por encima de él y
colisionó con el Hunter a toda velocidad. El Banshee explotó y cubrió el área con fragmentos de
metal brillante.
El Hunter se tambaleó cuando el fuego se adentraba a lo largo de su armadura. Se movía
lentamente y en círculos de manera confusa. Fred podía ver las manchas de color naranja brillante
de la sangre del Hunter teñidas sobre las rocas. Kelly aterrizó sus pies junto a Fred. Ella tenía
sujetada y preparada una granada de plasma y la lanzó directamente hacia el cañón del segundo
enorme Hunter. Se alojó en el cañón del arma y detonó. Zarcillos de energía cubrieron al Hunter. El
arma crujió y emitió humo.
Fred se puso de pie. "¡Corre!"
Ellos no iban a contraatacar a un Hunter en un mano a mano. Podrían perder o podrían ganar, pero
87
ERIC NYLUND
mientras tanto, el resto de las fuerzas en tierra Covenant, lograrían apresarlos. Se echaron a correr
hacia una pequeña fracción del bosque por delante, tal vez eran los últimos árboles de pie sobre
Reach. El Cazador, confundido con su arma destruida y de su socio envuelto en llamas, titubeó, no
estaba seguro de qué hacer.
"¿No veías mientras estábamos en el aire?" dijo Kelly con preocupación, intensificando su voz.
"Hay cerca de media fuerza de tropas de asalto Covenant, justo por delante”.
"¿Tropas en tierra?" Fred dijo, impulsando su velocidad en plena persecución.
"¿A qué distancia?"
"A medio click." Kelly respondió
Eso no tenía sentido, sin embargo.
¿Por qué tienen fuerzas en tierra cuando estaban destruyendo el planeta desde la órbita?
"Algo no está bien," Fred le dijo a ella.
"Vamos a ver lo que están haciendo. "
La luz de confirmación de Kelly parpadeó en ojo rojo.
"Están entre nosotros y el punto de regreso", le dijo Fred. "Tenemos que hacerlo."
Entraron a los árboles que todavía estaban de pie, se detuvieron y miraron hacia atrás. El Hunter
se arrastraba de tras de ellos, pero era una persecución inútil. A pesar de sus ocasionales
estallidos de velocidad, los Hunters eran muy lentos. Se vieron atrapados entre las fuerzas del
Covenant en tierra y aquellos en el aire y ni Fred ni Kelly expresaron la principal pregunta en sus
mentes: ¿Había incluso una posición de repliegue a la izquierda? ¿O tenían al Covenant entre ellos
y habían encontrado al resto de su equipo y los habían destruido?
La COM crujió. "Este es el equipo Gamma, Cambio, Alfa. "
Respondió Fred, "Gamma, este es Alfa. Adelante."
Hubo un ruido de estática. "Whitcomb... hay demasiados. ¿Me copian?"
"Gamma", gritó Fred. "El punto de regreso está bajo fuego. ¡Repito bajo fuego! ¿Me copia? ".
Solo había estática.
"Espero que hayan escuchado", él le dijo a Kelly.
"Rojo 21 puede ocuparse de su equipo. No se preocupe". Ella se movió sigilosamente hacia
adelante y le hizo señas para que Fred le siguiera.
"Echále un vistazo a esto."
Fred miró por encima de su hombro. No había Hunter y nada en su rastreador de movimiento. Él
siguió a Kelly y los separó un muro de maleza color morado. Los vehículos estacionados
claramente eran del Covenant, alineados en tres filas de cuatro: los tanques mortero. Los tanques
tenían dos aletas anchas laterales, por debajo los dispositivos de anti gravedad de los cuales
estaban armados. Ellos eran extremadamente estables y al disparar era el arma de tierra más
poderosa del Covenant: Un mortero de energía. Fred los había visto en acción; ellos disparaban
una burbuja encapsulada de plasma, que borraba todo dentro de veinte metros sobre el impacto.
Una placa de batalla de titanio, de hormigón, o de carne; todo era vaporizado.
Los Marines llamaban a esos tanques "Wraiths” (Espectros o fantasmas), porque por lo general les
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HALO: PRIMER GOLPE
echas una mirada antes de que te conviertas en uno. Había un puñado de Grunts cerca de los
tanques, así como docenas de Ingenieros flotantes Covenant. Los Ingenieros se aglomeraban
sobre y por debajo de la maquinaria. Lo que más le interesó a Fred, eran que las escotillas de los
vehículos estaban abiertas.
"No puedo pensar en un mejor disfraz", Kelly susurró, "Son como cinco toneladas de armadura
Covenant." Ella comenzó a avanzar.
Fred puso una mano sobre su brazo, sosteniendo su espalda.
“Espera. Piénsalo. Hay dos posibilidades. En primer lugar, si el Covenant ha encontrado la posición
de reserva, vamos a ir en llameantes armas y tallar un ruta de acceso para conseguir una salida al
equipo de Delta".
Ella asintió. "¿La otra posibilidad?"
"Ellos no saben que el equipo Delta está escondido en el marco de la montaña. Entonces…" Fred
vaciló.
"Entonces tendremos que alejarlos de ahí."
Kelly lo consideró, entonces dijo: "Tenía miedo de que ibas a decir eso. "
Dio una pequeña patada hacia una suciedad. "Pero tienes razón."
Una señal apareció en sus rastreadores de movimiento, directamente sobre sus seis. El contacto
era grande y se movía constantemente hacia ellos. Los Hunters deben haberlos tenido en su mira
para venir a buscarlos y sus pisadas eran muy fuertes en el suelo.
"Vámonos", mencionó Fred en voz baja.
Cruzaron el campo, rápidamente y en silencio, y los Grunts nunca los vieron. Fred y Kelly llegaron
a la superficie lisa de los tanques Wraith. Fred le dio a Kelly una señal para abordar y ella saltó a la
más cercana escotilla abierta. Un momento después, Fred avanzó agazapado por delante del
siguiente tanque y se sintió aliviado en el interior.
Cerró la escotilla detrás de él.
Esto era una de las decisiones más desesperadas y estúpidas que nunca había hecho. ¿Cómo
iban a tomar a toda una fuerza de invasión Covenant con un par de tanques; especialmente unos
tanques que no tenían ni idea de cómo funcionaban?
"Rojo Uno", dijo Kelly sobre la COM. "Cuando estés listo".
Fred examinó el oscuro interior. En cuanto adelante era un asiento, construido con el mismo metal
del color púrpura moteado como los Banshees. Fred se acomodó en él. El cual era demasiado alto,
tenía que permanecer medio agachado. Superficies de control holográfico y pantallas surgieron en
el aire ante él y mostraron una visión de 360 grados. A través de la blindada cáscara sintió el
estruendo y el rugido del tanque de Kelly arrancando.
Fred no entendía ninguno de los símbolos, sin embargo, algo le parecía familiar acerca de ellos.
Algunos de los controles eran similares a los del Banshee, pero ninguno era una coincidencia
exacta. Él se relajó como mejor le era posible dada la situación y sus manos recorrieron los
controles. Tecleó un símbolo que podría haber sido la iconografía Azteca, de una maraña de
espaguetis, o de un entrecruzado de pistas de vuelo. Su tanque tosió y gruñó y se levantó a un
metro del terreno. Fred frunció el ceño. Él había tenido la m4ldit4 suerte de hacerlo bien por ser la
primera vez. Eso era más que suerte, justamente era más que afortunado que él conociera los
controles bajo su mano izquierda y que movieran al tanque, los cuales bajo su mano derecha
alineaban el mortero sobre el blanco y uno en el centro que armó y disparó la batería principal.
Pero Fred no iba a examinar la forma en cómo él lo sabía. El cual acababa de utilizar este curioso
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ERIC NYLUND
desarrollo a su favor.
"Listo por aquí", le dijo a Kelly. "Vamos a sacar el estancado motor."
"Afirmativo", ella respondió, tratando de ocultar débilmente la huella de anticipación en su voz.
Al unísono los Spartans giraron y dispararon hacia la esquina de la formación de los tanques. Dos
gotas de color azul blanco de plasma escupieron de los Wraiths y detonaron. Hubo una luz
deslumbrante, una expansión de fuego blanco sobrecalentado y luego había vidrio liso sobre el
terreno y sobre los esqueletos humeantes de siete tanques Wraith. Más suerte aún. Si los tanques
habían estado activos, con sus escotillas aseguradas, los cuales podrían haber sobrevivido a la
primera ráfaga. El tanque de Kelly se sobrecargó y disparó hacia un lado, cerca de los tanques
sobrevivientes. Fred giró, acelerando a toda potencia y se estrelló atravesando la línea de retirada
Grunts, una serie de pequeños golpes reverberaron a través de la cabina. Los dos tanques Wraith
destrozaron una línea de árboles, astillando sus troncos. Más allá estaba el campamento principal
Covenant. Un millar de Grunts y Jackals corrieron hacia ellos, con sus armas y escudos personales
listos, pero ninguno de ellos disparó. Ellos cargaron pasando los dos tanques.
"Ellos piensan que estamos de su lado, dijo Fred. "Ellos solo van a ver qué los atacó. No vayamos
a demostrarles lo contrario, hasta que lo hagamos."
La luz de confirmación de Kelly parpadeó y se impulsó hacia un camino traspasando y embistiendo
a los Grunts, quienes rápidamente se apartaron de su camino. Medio kilómetro más adelante había
un puesto hexagonal de oro y de estructuras de plata: las tiendas de campaña blindadas de los
Elites. Había una media docena de torretas de plasma estacionarias Grunts, " Shades "
custodiando y más allá de ellas, la montaña bajo las cuales estaban las cavernas de investigación
secreta de la Sección tres de la ONI. El Covenant estaba allí también. Sin pensarlo, Fred tocó un
control, la pantalla amplificada. Unos cien Ingenieros del Covenant maniobraban equipo pesado:
perforadoras de láser y cintas transportadoras y máquinas gigantes como insectos que parecían
como si excavaran a través de toda la montaña.
"Ellos encontraron las cavernas", Fred dijo a Kelly. "Pareciera que están escarbando para sacarlos
de ahí”.
Pero, de nuevo... ¿Por qué? ¿Por qué no solo les disparan desde la órbita? El Covenant nunca
habían tomado prisioneros, salvo por los rezagados que en ocasiones los ejecutaban por mero
deporte. No tenían muchos problemas. A menos de que no fuera el equipo Delta lo que buscaban.
Fred tecleó su COM.
"Delta, si me están escuchando, vamos a llegar desde el sur-sureste con un par de tanques Wraith
capturados. Ustedes sabrán cuáles son los fuegos artificiales. Mantengan su cabezas hacia abajo y
no nos disparen”.
Tecleó para abrir un canal personal COM hacia Kelly.
"¡Abre un camino, Rojo Dos! ¡Asesina a todos y llega a esa entrada lo antes posible! "
"Estoy en ello", ella susurró, su voz llena de concentración.
Una luz azul parpadeó en confirmación…pero no era Kelly. Se etiquetaba como el SPARTAN-039,
Isaac. Él era parte del equipo de Will. Así que estaban escondidos sobre la posición de repliegue.
(Punto de regreso) Fred se inundó de alivio al saber que su equipo estaba aquí y todavía con vida.
Pero él no podía esperar eso, no aún. Había trescientos metros
que cruzar, cada milímetro del cual estaba cubierto con una pared sólida de Grunts, Jackals y de
Elites Covenant; un camino recto que iba hacia el mismo infierno.
Kelly viró su tanque y disparó contra los restantes Wraiths y al grupo de Grunts tratando de apagar
los incendios cercanos. Por una fracción de segundo el suelo era como la superficie de un sol,
llameante, desvaneciéndose y luego ya no era nada más que ceniza. Fred disparó su mortero tan
rápido como el poder de abastecimiento del tanque completó su ciclo. Él lanzó tres proyectiles
blancos plateados fueron a dar hacia una concentración de Elites y sobre las torretas de plasma.
90
HALO: PRIMER GOLPE
Los cuales tenían escudos que los protegían por un microsegundo antes de que se cargaran y se
colapsaran. Se incendiaron como si hubiera "una huelga en algún lugar" coincidiendo en la forma
en que los ODSTs utilizaban esto para encender cigarrillos de contrabando.
Kelly disparó los proyectiles arqueados hacia los cientos de Grunts y de Jackals corriendo en todas
direcciones. Cuerpos carbonizados a mitad del camino y se volvían vapor. Era como si una docena
de relámpagos estuvieran golpeando el centro del campo. Los Grunts corrían y se agachaban,
hubo disparos, uno luego otro. Unos pocos Jackals trataron de reunir a los diminutos soldados,
pero los Grunts estaban enfurecidos o tenían terror, disparaban contra ellos.
Fred capturó el movimiento por el rabillo de su ojo una sombra zumbaba sobre su tanque y una
explosión se sacudió de lado a lado. Eso tenía que provenir de los Banshees. Tenía mucho sentido
ya que había Elites en el aire, patrullando. Fred se maldijo así mismo por no darse cuenta antes.
Era sólo cuestión de tiempo. Sin apoyo de la infantería, tarde o temprano, las fuerzas en tierra
Covenant y las fuerzas aéreas se reagruparían y los destruirían.
"¡Muévete!" Fred gritó sobre la COM. "¡Rompe contacto y dirígete hacia las cuevas!”
Kelly movió su tanque y se abrió paso entre los escombros. Fred dejó que ella se adelantase y se
detuvo en el punto donde estaba el equipo de excavación. Disparó una vez. Tres rápidos impactos
se clavaron en la parte superior de su tanque y detonaron, él sacudió sus dientes. Le disparó tres
veces más al equipo de excavación y apuntando con el tanque Wraith. El tanque se sacudió y
avanzó lentamente. Apretó los dientes y sonrió. Sobre la pantalla, el humo se aclaró lo suficiente
como para ver que la perforadora láser, la cinta transportadora y los buscadores en forma de
insectos se habían reducido a montones y medio de basura derretida. La pantalla quedó fuera de
foco. No, Fred vio que no era la imagen; salía humo de la cabina.
"Banshees en círculos sobre ti", Kelly gritó sobre el COM.
"¡Sal de allí!"
Fred apareció en la escotilla y salió.
Por encima, una docena de Banshees voladores volvieron a bombardear su lisiado tanque. Fred
saltó, rodó sobre sus pies y corrió. Un marcador NAV apareció en su HUD, hacia un corte muy
profundo en el lado de la de montaña, donde solía ser la entrada de la caverna. Un golpe rojo
ardiente le golpeó de lleno en la espalda: una pistola de plasma sobrecargada. Se tambaleó hacia
delante, pero no perdió el equilibrio y siguió corriendo. No había tiempo para detenerse. Él miró su
barra de escudo, que estaba completamente agotada, pero poco a poco comenzó a recargarse.
Esquivó y zigzagueando de ida y vuelta. Él no podía tener muchos éxitos más así.
“¡Date prisa!”, expresó Kelly.
Cruzó el resto de metros en segundos y subió a un cráter donde había sido una puerta de admisión
y la entrada segura a la base subterránea de la ONI. Kelly se levantó, se acercó un poco más a la
boca del cráter, con una ametralladora de un Warthog. Apuntó sobre la cabeza de Fred y roció al
enemigo con fuego de cobertura. El SPARTAN-043, Will, estaba al lado de ella. Fred se emocionó
al verlos vivos, e incluso más entusiasmado al ver a Will sosteniendo un lanzacohetes
Jackhammer.
"Salta ahí," Kelly indicó moviendo la cabeza en dirección al centro del cráter. "Vamos a cubrirte."
Ella continuó disparando hasta se le agotó la munición del cinturón de la ametralladora. Will apuntó
y apretó el gatillo. Un cohete acuchilló el aire atravesándolo, dejando una estela de humo blanco,
conectándose con la cabina de un Banshee aproximándose. El alienígeno aviador se desintegró en
una bola de fuego. Fred volteó y vio como un árbol se hundía profundamente en la tierra. Un cable
de acero había sido preparado a un lado y en dirección hacia las profundidades.
Fred tomó el cable y saltó hacia la oscuridad. Sintió una aguda vibración a través del cable, una
vez, luego dos veces y era cuando el resto de los Spartans le seguían.
91
ERIC NYLUND
Después de trescientos metros de caída libre, él vislumbró la tenue iluminación en la parte inferior
del pozo, era un débil resplandor amarillo enfermizo de luz química, proveniente de unas lámparas
en forma de bastones. Fred aumentó la presión de agarre sobre el cable y descendió más
lentamente. A tan solo un metro del suelo, se soltó y aterrizó agachado, flexionando sus rodillas.
Se apartó fuera del camino. Los otros Spartans cayeron junto a Fred.
"Por aquí,"
Dijo Will y avanzó, pasando por lo que quedaba de un par de puertas de un elevador, que habían
sido forzadas.
Fred notó que Will cojeaba severamente y se acordó de que los Spartans que habían sido
enviados aquí, resultaron heridos. Era irónico de la forma en cómo él los envió a las fueras, hacia
la densa batalla, para que terminaran en medio de otra situación grave. Por otra parte, no estaban
muertos… era más de lo que podría esperar del Equipo Beta. Entraron en un corredor con paredes
teñidos de acero inoxidable, que reflejaban la escasa luz química de las lámparas. Sobre de ellos
hubo una tremenda explosión. Rocas y lluvia de tierra cayó dentro del pozo dejando el polvo
florecer a través del corredor.
“Minas antitanque Lotus," Will explicó.
"Un pequeño regalo para frenar a nuestros huéspedes no invitados aquí abajo."
Otros dos de los Spartans, Isaac y Vinh, ambos se sentaron a lo largo del corredor, detrás de unas
barricadas hechas de roca. Asintieron ligeramente con la cabeza hacia Fred y mantuvieron sus
ojos y armas sobre el otro extremo del corredor.
"¿Dónde está el resto del equipo? ¿Y los marines de la Compañía Charlie?” Preguntó Fred.
"No lo lograron", respondió Will, su voz fue baja.
"Estábamos aquí separados del camino. " Sacudió la cabeza.
"No tenemos contacto desde entonces”.
Fred estuvo un momento en silencio. Enlistó aquellos tres como MIA (Muertos en Acción) en el
inventario de su equipo, así como los otros Spartans del equipo de Will. En la lista de los Spartans
Fred pudo darse cuenta de había crecido extremadamente en corto tiempo. Fred sintió una punción
en su estómago.
"¿Y qué hay del equipo Beta?"
"Negativo. No hay contacto, señor."
Fred apretó sus dientes y marcó al equipo Beta como MIA también.
"¿Y el Equipo Gamma Sr.?" preguntó Will.
"Ellos están ahí afuera", respondió Fred.
"Los escuché por la COM, pero no podía hacer mucho. Les advertí a la distancia de esta posición."
"Bien," Will susurró.
El pasillo estaba muerto y terminaba en la puerta de una bóveda.
"El retinal y los escáneres táctiles están rotos", Will explicó.
"No hay acceso de voz, hemos intentado, pero no hay respuesta. Esta puerta debe de tener un
92
HALO: PRIMER GOLPE
metro de grosor, así que sin las herramientas para cortar o sin los cien kilos de explosivos,
estamos atrapados en este lado." Terminó Will
“¿Has hablado con la gente del otro lado? " Kelly preguntó.
"El canal está abierto," expuso Will.
"Pero no ha habido respuesta alguna. Todo el mundo del otro lado, posiblemente se largó."
"O tal vez no están diciendo nada porque están esperando algo que escuchar", dijo Kelly.
Ella silbó seis notas de una melodía.
Will asintió. "No había pensado en eso".
La melodía había sido el código secreto de los Spartans de cuando eran jóvenes y eran entrenados
en Reach. Era su señal de: todo- despejado - es seguro- para poder- salir. No de todos, pero para
algunos Spartans y muy pocos y selectos forasteros la conocían… esos forasteros quienes podrían
estar todavía aquí.
Kelly preparó el micrófono y silbó la melodía. Lanzó la llave y esperó.
Dos minutos transcurrieron en el reloj de misión de Fred. Demasiado tiempo para estar aquí
sentado, sin hacer nada, mientras que el Covenant estaba encima de sus cabezas, sin duda,
tratando de encontrar la forma de sacarlos y hacerlos pedazos.
"Era una buena idea", Fred le dijo a Kelly.
"Vamos a reconstruir el elevador. Tal vez no está completamente colapsado.
Will tu……."
Un mecanismo se escuchó y luego la puerta zumbó. Hubo un silbido cuando los engranajes se
separaban y al metro de espesor, la puerta se abrió en perfecto equilibrio, con su bisagra en
silencio. La luz brillante inundó el pasillo.
La figura de una silueta de pie en el umbral. Cuando el HUD de Fred se compensó y mejoró la
imagen, él vio que era forma humana, la figura de una silueta, femenina. Vestía una falda gris y
una bata blanca con una blackberry de datos en el bolsillo.
Fred captó el brillo de sus anteojos, negros, bordado de tenues líneas bifocales. Su cabello era gris
y estaba enrollado en un moño. Pero era su rostro que captó y mantuvo enfocado, él reconoció la
suave piel arrugada sólo en las esquinas de su boca y en sus ojos azul - gris. Ella era el intelecto
detrás del programa de SPARTAN-II y la quien había inventado su armadura MJOLNIR.
Ella era la Dra. Catherine Halsey.
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ERIC NYLUND
CAPÍTULO TRECE
0810 horas, 30 de Agosto del 2552 (Calendario Militar)
\ Sistema Epsilon Eridani, Instalación Subterránea de la ONI, planeta
Reach.
La Dra. Halsey estudió a los cinco Spartans en el corredor y empujó sus viejos anteojos hacia el
puente de su nariz. A pesar de todo lo que significaba su presencia aquí; Reach invadido,
comprometida en su misión de encontrar a los líderes Covenant, todo por lo que ella había
trabajado estaba ahora en peligro; pero ella estaba complacida en verlos. Se endureció a si misma,
pensó; un arranque emocional no sería entendido, o apreciado, por sus Spartans.
“Entren”, dijo enérgicamente. “Y dense prisa, por los sonidos de las cosas en el piso de arriba, no
nos queda mucho tiempo.”
Los Spartans se quedaron ahí un momento; indudablemente, comunicándose los unos a los otros
con una mezcla de silencio sobre los canales COM y un minuto de lenguaje corporal. Ella se
percató de un pulgar arriba y un silencioso asentimiento con la cabeza. Entonces ellos se movieron
juntos, recogieron su equipo y pasaron a través del umbral de la bóveda.La Dra. Halsey los saludó
conforme pasaban al lado de ella.
“Es bueno verte, Fred”
“Señora” respondió Fred. “Es bueno verla también.”
Ella notó que los movimientos de Kelly estaban fuera de lugar, un poco torpes. Ella estaba herida,
como todos los demás, ahora ella la vio de cerca.
“Kelly.”
“Dra. Halsey.” Ella la alcanzó y le saludó con un ligero apretón de manos.
“Isaac”
“Doctora”
“Vinh”
Ella asintió.
“William”
Will gruñó. Nunca le había gustado su nombre formal.Ella sabía que esto les molestaba a todos
ellos; ella siempre fue capaz de decirles quiénes eran a pesar de la armadura MJORNIR. Ella
94
HALO: PRIMER GOLPE
había crecido con ellos, conocía cada gesto y de su forma individual de caminar. Ella nunca pudo
llamarles por sus designaciones numéricas: SPARTAN-104, -087, -039, -029 y -043,
respectivamente. La Dra. Halsey presionó un panel de control. La puerta de la bóveda se cerró
silenciosamente y tranquilamente, parecía desvanecida y con un click metálico, se bloqueó.
“Tenemos acceso a los niveles Aqua, Scarlet (escarlata) y los niveles de Lavender (lavanda),” les
dijo. “Síganme al ala médica.”
Ella siguió por un corredor de concreto con un techo arqueado y alto, luces empotradas en los
muros y cámaras de seguridad.
“Sé que el Covenant entró al sistema Epsylon Eridani hace aproximadamente 0500 horas. El
personal de la Sección Tres de la ONI evacuó esta instalación a las 0530 horas. ¿Asumo que no
están aquí para hacerme saber que es seguro salir?”
“Si, Señora,” Respondió Fred. “Digo, no Señora, no es seguro. La flota enfrentó al Covenant, pero
el enemigo se las ingenió para desplegar tropas terrestres en Reach. Fuimos enviados a la
superficie para proteger los generadores de los cañones orbitales.” Se detuvo, tomó un respiro
profundo y continuó.
“La misión fracasó, las fuerzas Covenant diezmaron nuestra posición.” Volteó hacia Kelly y los
otros Spartans.
“Nos retiramos hacia aquí… pensamos que podríamos estar seguros.”
Ellos continuaron por el corredor en forma de pendiente; puertas de titanio se abrieron para ellos y
se cerraron conforme pasaban.
“Ya veo,” Respondió la Dra. Halsey. “¿Y el Capitán Keyes? ¿Y John?”
“Desconocido”, le dijo Fred. “El Jefe Maestro y parte de nuestro equipo intentaron recuperar una
base de datos NAV no asegurada de una estación orbital antes de que el Covenant llegara a ella.
Suponiendo que hayan tenido éxito y dado el historial de lucha del Capitán Keyes contra el
Covenant…" La voz de Fred se apagó.
“Estoy segura de que completaron la misión y escaparon,” dijo la Dra. Halsey terminando la frase
por él. “John nunca ha perdido.”
“No, Señora,” Respondió Fred.
Caminaron en silencio por un momento, pasando por una exposición de banderas insurgentes
capturadas que habían sido montadas bajo cristales, a lo largo de la curvada pared de concreto. La
mayoría iban adornadas con llamativas insignias con crestas familiares, dragones ensangrentados,
e incineradas espadas cruzadas. Ellos continuaron dejando atrás los restos de una rebelión de la
cual la UNSC ya no tendría que preocuparse.
“¿Dra. Halsey?” preguntó Fred, “¿Permiso para hablar libremente?”
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ERIC NYLUND
“Concedido,” dijo ella. “Yo no me quedo en procesión, particularmente, dadas las circunstancias.
Dime lo que piensas.”
“Señora, hay algo que no es normal en esta invasión del Covenant,” dijo Fred. “Ellos ya ganaron,
pero no están cristalizando el planeta. Al menos no completamente; hasta donde he podido
determinar, sólo los polos y una porción de las latitudes inferiores.”
"Y ellos tenían equipos de excavación posicionados sobre estas instalaciones", agregó Kelly.
“Curioso,” dijo la Dra. Halsey. “Ellos nunca habían tenido interés en algún humano o en su
tecnología”; Ella se detuvo en un gran iris metálico, lo suficientemente grande como para conducir
un Warthog a través de él y puso su mano en un escáner táctil. “El ala médica,” ella explicó. Ella
habló cercanamente hacia el micrófono:
"No voy a hacer ningún daño."
La puerta se abrió para ellos.
Luces de alta intensidad oscilaban en la sala grande más lejana. Había una docena de tablas de
diagnóstico médico y una fila de pantallas a lo largo de la pared del fondo. El piso era de color
blanco brillante, pulido y estéril. Las paredes brillaban con una luminiscencia de color rosa pálido.
Siete puertas llevaban a oficinas adyacentes y bahías quirúrgicas con ventanas hacían ver esta
sala central.
“Kalmiya,” dijo ella. “¿Estado?”
“Sí, Doctora.” Respondió la desincorporada voz de su IA personal, su remplazo de Cortana.
“He preparado los archivos médicos personales de los Spartans y he enviado vehículos a
recolectar existencias de sangre, plasma y otros suministros médicos en almacenamiento frío, así
como herramientas para ayudar a removerles su armadura MJOLNIR.”
Las puertas del pequeño ascensor de servicio en el extremo de la instalación se abrieron y un
vehículo robótico salió, sus brazos telescópicos sostenían bolsas llenas de líquido. Filas de
herramientas estaban perfectamente alineadas en la bandeja superior del vehículo.
“Muy bien,” dijo la Dra. Halsey. “Continúa rastreando actividad sísmica ahí arriba. Haz una interfaz
con los biomonitores de los Spartans y enlaza la salida hacia las pantallas en la bahía tres.”
Ella se acercó a una mesa y a un banco de pantallas holográficas zumbando con vida, flotando
serenamente. Gráficos y figuras se desplazaron a través de ellos.
"Dame un reflector aquí, prepara un campo de esterilización y baja la iluminación ambiental al
cuarenta por ciento. Y un poco de Mahler, por favor. Sinfonía número dos"
(Gustav Mahler 1860-1911 fue un compositor y director de orquesta bohemio-austriaco. La sinfonía Titulada: Resurrección *.*).
Fuente: Wikipedia
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HALO: PRIMER GOLPE
“Sí, Doctora.”
La música salía de los altavoces.
La Dra. Halsey examinaba los gráficos, tecleó íconos de pequeñas figuras humanas y activó
imágenes de las Resonancias Magnéticas de las estructuras internas de los Spartans; huesos
holográficos, órganos y músculos aparecieron y rotaban lentamente. Ella se estremeció ante la
magnitud de sus heridas.
“Fred, tienes un tendón de Aquiles torcido y tres costillas rotas. Ambos riñones tienen contusiones
moderadas.”
Echó un vistazo al resto de los datos del equipo y después de reflexionar un momento le dijo:
"Estás bien”.
“William, tienes una tibia agrietada y algo de sangrado interno. Pon algo de Bioespuma dentro de la
herida y evita los movimientos intensos por el próximo día.”
Giró para ver a Fred y a Will. “Ustedes dos están en mejor forma, vayan al nivel Aqua, Sección
Lambda y recuperen un par de cosas.”
“Sí Señora,” dijo Fred.
La Dra. Halsey era sólo una civil, pero los Spartans siempre habían aceptado su autoridad. Tal vez
era porque ella había actuado como un igual entre los Almirantes de Flota y los Generales, quienes
estaban constantemente tratando de echar abajo su trabajo. O tal vez era más que eso. Ella se
preguntaba si los Spartans la veían como una especie de figura materna. Por mucho que esta idea
le divertía, dudaba que nadie fuera de su equipo, la vieran como de la familia. Ni siquiera ella.
William recuperó una lata de Bioespuma del vehículo robótico; e insertó la espuma en la punta del
pequeño puerto de inyección de su armadura; la empujó a través de la piel, entre la cuarta y quinta
costilla. Se llenó la cavidad abdominal llenando ese espacio con coagulante/antibacterial/ y tejido
de polímero regenerativo.
“¿Frío?” preguntó ella.
“Nada, nada que valga la pena, Señora”
Ella asintió, no haciendo mucho por la valentía de William.
Ella siempre había mantenido admiración por sus Spartans como por ella misma. Lo último que
quería hacer es que se sintieran diferentes. Tener el mismo tratamiento “especial” que todos los
demás. La Dra. Halsey recogió un portapapeles, tocó algunos objetos en su pantalla y se lo dio a
Fred.
“Nuevas armas para las pruebas de campo llegaron la semana pasada,” le dijo, “así como partes
para el sistema de armadura MJOLNIR Mark V, las cambiaremos por sus componentes dañados.
Kalmiya, enséñales el camino por favor y dales acceso a las áreas restringidas.”
“Sí, Doctora.” Dijo Kalmiya. Las puertas de la bahía médica se abrieron. “Por aquí.”
Fred estudió los objetos en el portapapeles.
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ERIC NYLUND
“Muy, muy bien,” dijo con su voz llena de satisfacción. Él asintió, tomando un largo vistazo a sus
compañeros de equipo y luego él y Will partieron.
La Dra. Halsey regresó a sus lecturas médicas.
“Vinh, tienes desgarrado el músculo deltoides (es un músculo del hombro), tres dedos rotos y una
hernia de disco. Isaac, contusiones internas y ambos hombros han sido dislocados y se
reinsertaron incorrectamente, lo cual produce pellizcos en los vasos sanguíneos. Te tendré
arreglado en un momento, pero primero quiero que vayas y vigiles la ruta que tomamos para llegar
aquí y sugiero más defensas perimetrales.”
“Sí, Señora,” le respondieron Issac y Vinh, le dieron una mirada a Kelly y se fueron.
La Dra. Halsey se concentró en el escaneo interno de Kelly. Sus heridas eran, por mucho, las
peores. Ella lo había notado desde la presión sanguínea extremadamente baja y la alta
temperatura corporal, incluso desde antes de echarle un vistazo a la Resonancia Magnética. Había
sangrado moderado en su hígado; una condición algo fatal si no se trataba y un pulmón derecho
estaba totalmente colapsado. Y que la mujer estuviera todavía en pie, por no hablar de la lucha,
era equivalente a un acto de Dios.
Por supuesto era de lo se trataba el programa SPARTAN-II, ¿No?, jugar a ser Dios por el bien
mayor.
“¿Doctora Halsey?” Kelly preguntó, “¿Dónde están los otros?”
“Como dije, ellos evacuaron,” respondió. “En la mesa, por favor. Voy a hacer algunas reparaciones
menores.”
Kelly obedeció. “¿Entonces por qué usted sigue aquí, Señora?”
La Dra. tomó una llave magnética en forma de curva, de mango largo, construida específicamente
para adaptarse a éste y solo a éste, panel de acceso. Ella la insertó y abrió una sección maltratada
de la armadura MJOLNIR de Kelly del tamaño de un puño. Sangre y gel hidrostático burbujearon
de las heridas de Kelly.
“Me ofrecí para ser la opción a prueba de fallos,” le dijo a Kelly. “En los niveles inferiores de estas
cavernas hay suficientes explosivos de alto poder para elevar la instalación; en caso de que alguna
vez fuéramos invadidos por el enemigo. Estoy aquí para asegurarme de que no tengan acceso a
nuestra tecnología.”
La Dra. Halsey inyectó un anestésico local e insertó un catéter flexible con punta de láser,
controlando cuidadosamente su progreso con la resonancia magnética. Ella pulsó el láser,
fusionando las laceraciones en su hígado. La Dra. Halsey entonces le infló el pulmón. Kelly
perdería la mitad de ese órgano, independientemente de su tratamiento. El tejido estaba tomando
una coloración azul y en un necrótico moteado marrón.
“Kalmiya, prepara la instalación para la *clonación flash y toma la secuencia de ADN de Kelly de
los archivos. Me gustaría tener un hígado nuevo y un pulmón derecho listos para ella."
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HALO: PRIMER GOLPE
(*La clonación flash es un proceso médico utilizado por la UNSC por el cual se clonan partes del cuerpo humano. Esto implica
generalmente una muestra de ADN de un sujeto que se utiliza para producir un clon de un órgano o parte del cuerpo, que puede ser
transplantado al sujeto con el ADN de procedencia. De esta manera, los trasplantes de órganos son más rápidos y más fáciles y la
tasa de éxito es mucho mayor. Normalmente, el órgano está programado para crecer a un ritmo acelerado, para luego, cesar un
desarrollo rápido cuando se trasplante al sujeto. Por lo tanto, el órgano crece rápidamente y funciona apropiadamente y de manera
eficiente. Dado que el órgano contiene el mismo ADN del sujeto, no hay ninguna amenaza de rechazo por el cuerpo).
Fuente:HaloWikia
"Estás bien por ahora.” Le dijo la Dra. Halsey mintiendo. “Sólo quiero tener repuestos listos para ti,
en caso de que nos quedemos aquí abajo por un largo tiempo.”
“Entiendo,” dijo Kelly con voz ronca.
La Dra. Halsey se preguntó si lo hacía; si Kelly entendía que recibir disparos, quemaduras y el
tener sus órganos internos traumatizados no es algo que se supone que pase todos los días… a
menos que fuera un Spartan. Ella deseó que la guerra acabara. Deseó que sus Spartans tuvieran
un poco de paz.
“Doctora.” Susurró Kalmiya a través de un diminuto altavoz privado montado en los anteojos de la
Dra. Halsey.
“Hay una anomalía en los registros de ADN del SPARTAN-087. Quizás quiera revisar esto en
privado.”
La Dra. Halsey selló las heridas de Kelly con la Bioespuma, removió el catéter y cauterizó la
incisión.
“Descansa,” ella dijo.
“No, Señora. Estoy lista para…” Kelly trató de sentarse.
“Abajo.” La Dra. Halsey puso la mano en su hombro. No tenía ilusiones de poder detener a Kelly
con el gesto; pero reforzó sus palabras y su voluntad. “Órdenes del Doctor.” Kelly suspiró y se
recostó.
“Estaré en mi oficina justo ahí” ella señaló la habitación contigua “si necesitas algo.”
La Dra. Halsey dejó a Kelly y se fue a su oficina. Dos paredes estaban cubiertas con pantallas
gigantes; tazas desechables con café derramado en el suelo; un proyector holográfico inundado
con datos, líneas, gráficos rotando y la correspondencia sin contestar desbordaron su escritorio.
Ella bajó las persianas que separaban su oficina de la bahía médica, pero sólo hasta la mitad, para
mantener observada a Kelly.
“Dámelos, Kalmiya.” El historial médico de Kelly se desplazó a través de la pantalla.
“Aquí,” dijo Kalmiya, y resaltó una solicitud de datos encubierta al final del archivo.
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ERIC NYLUND
“Tiene fecha de hace tres meses. Eso es el código de ruta de Araqiel.”
La Dra. Halsey recogió la esfera de nieve de su escritorio, lo sacudió una vez y lo dejó, viendo los
remolinos de partículas.
“¿Araqiel?, ese es el perro guardián de Ackerson, ¿no es cierto?
“Afirmativo, Doctora.”
“¿Puedes rastrear la solicitud?”
“Hecho y finalizado el contacto el nodo FF-8897-Z, acceso restringido hacia el nivel de Rayos-X.”
“¿Restringido?” La Dra. Halsey dio una pequeña y suave risa
“¿Eso significa algo ahora? No hay nadie aquí para detenernos, está ahí, ¿Kalmiya?”
“Entrar a esos archivos, sin la autorización apropiada, es delito de traición, Doctora.”
“Ellos pueden venir y arrestarme entonces. Haz lo que te he dicho, Kalmiya,” dijo la Dra. Halsey
“Anula tu centro de subrutina ética cuatro-alfa. Código de anulación: ‘Whateverittakes’.”
La Dra. Halsey encontró una taza de café medio llena en el suelo y cautelosamente la recogió. Ella
olió el contenido y satisfecha de que no estuviera rancio, ella la agitó una vez y luego tiró algo del
frío contenido.
“Sí, Doctora. Trabajando. Hecho.”
Kalmiya era la “hermana mayor” de Cortana. La Dra. Halsey había diseñado y probado las rutinas
del software de intrusión en ella. Una vez que el proceso había sido depurado y racionalizado, ella
incorporó las rutinas en Cortana. Las autoridades en la Sección Tres de la ONI habían sido muy
específicas en sus instrucciones de destruir cualquier prototipo de esas rutinas; una orden que la
Dra. Halsey no tardó en desobedecer.
“Hay una cantidad inusualmente voluminosa de software anti-intrusión, Doctora.”
“Muéstrame,” dijo la Dra. Halsey.
La pantalla holográfica parpadeó y se solidificó en bloques de cristal de colores que representaban
las barreras de código. La Dra. Halsey trazó una grieta con su dedo índice a lo largo de un
fragmento de rubí de noventa grados hecho por un corte en forma de escalones.
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HALO: PRIMER GOLPE
“Este grupo de datos aquí. Rechaza eso y rellénalo con un pulso neutralizándolo.”
“Sí, Doctora.”
El cristal holográfico se rompió en miles de brillantes fragmentos que se arremolinaban hacia arriba
como una hélice.
“Estoy dentro, y…“
Los fragmentos parpadearon y se fundieron. Facetas y duros planos brillantes se encajaron en
unos cuernos rizados, una mandíbula alargada y ojos de gran tamaño que parpadeaban con fuego
holográfico. Volteó y le sonrió a la Dra. Halsey descubriendo sus dientes afilados como navajas.
“Consultor civil 409871,” dijo en un bajo y profundo ladrido. “Doctora. Catherine Halsey.”
“Araqiel,” la Dra. murmuró.
“¿Tu amo te dejó atrás cuando él fue reasignado? ¿No tienes nada mejor que hacer que robar los
datos de mi programa SPARTAN?”
La Dra. Se inclinó hacia una pantalla lateral y sin mirar, tecleó en la línea de comandos, accesando
al directorio raíz de la base.
“Usted está violando el código de seguridad militar 447-R27 de la UNSC,” afirmó Araqiel con un
gruñido.
“Esto ha sido grabado y las autoridades correspondientes han sido notificadas. Usted deberá cesar
y desistir de toda actividad.”
“Yo soy la única autoridad que queda aquí, Araqiel. Para ser una IA inteligente eres
extremadamente torpe.”
Ella miró a la pantalla frente a ella. “Kalmiya, te necesito.” Ella tecleó en las barreras de seguridad
de nivel siete, que aparecieron por encima de la línea de comandos. “Aquí.”
“Sí, Doctora.”
“Oh, “torpe”, ciertamente Doctora.,” ladró Araqiel.
“Mientras le permito ‘accesar’ a los archivos médicos, he tomado el control del sistema de
regeneración de aire para su ala médica. Puedo presurizar su oficina y causarle edema pulmonar.
Puedo liberar gas *Narcozine y paralizarla”
101
ERIC NYLUND
(*Narcozine es un dispositivo químico utilizado como arma por la UNSC. Al ser inhalado, el gas rápidamente provoca parálisis y la
exposición prolongada causa edema pulmonar (inflamación de líquido en los pulmones), que rápidamente pueden convertirse en
mortales debido a la asfixia y al ahogo. ) Fuente: HaloWikia
Sus ojos se estrecharon en un vistazo. “¿Qué estás haciendo ahí?”
“Estamos dentro.” Dijo Kalmiya.
La Dra. Halsey tecleó una serie de comandos.
El holograma de Araqiel se inclinó sobre el hombro de ella.
“No reconozco esas enmarañadas rutas de directorio… o aquellas” Él olfateó
burlonamente; “Arcaicos comandos de línea.”
“Estos comandos fueron inventados, refinados y luego descartados y olvidados incluso mucho
antes de que la primera IA muda funcional estuviera en línea,” le dijo la Dra. Halsey. “Los aprendí
cuando tenía quince, en mi segunda tesis doctoral.”
“Una metodología de entrada anticuada para un ser humano obsoleto.”
“¿Anticuada?¿Obsoleta?¿De verdad?” Ella sonrió y dijo. “Vamos a probar tu hipótesis. He
supervisado la creación de la plantilla de cada IA de tercera generación en este planeta. Sé todo lo
que hay que saber sobre ti, incluso su limitada indiferencia por la vida humana.” Ella pausó y
golpeó su barbilla. “Quizás es por eso que tú y Ackerson se llevaban tan bien.”
“El Coronel Ackerson, es un gran hombre. Él…”
“Para responder a tu pregunta original,” dijo ella, ignorándolo, “Éste es el nexo de tu ser.” Ella
golpeó la pantalla. “Tu directorio de códigos, el centro a través del cual todos los impulsos fluyen en
tu mente. Y esto…” Ella rápidamente tecleó otro comando. “Es el código que activa tu modo
personal a prueba de fallos. Genera un rayo pulsante de alta frecuencia de luz UV (ultravioleta) en
tu matriz de pensamiento cíclico *Riemann, limpiando tus funciones de la elevada ideología. Esto
efectivamente te borrará.”
(*La matriz de pensamiento cíclico Riemann es un componente central en la programación de las IAs de la UNSC. Contiene un
directorio de código, donde todos los impulsos de la mente de la IA existen. Es efectivamente el cerebro de la IA. La matriz no es un
objeto físico en sí mismo, sino que es un programa, lo que permite a la IA permanecer en un chip de cristal de datos para la
movilidad y transportación).Fuente: HaloWikia
“¡No!” dijo Araqiel y retrocedió. Flamas rugieron sobre su cristalino cráneo. “No…”
La Dra. Halsey presionó la tecla ENTER.
Araqiel se desvaneció.
La Dra. Halsey suspiró y cerró la pantalla. “Que desperdicio de cristal de memoria.”
Ella se preguntó si la IA estaba fanfarroneando. Tal vez no; la Sección Tres de la ONI le dio
amplios poderes discrecionales a sus IA’s para lidiar con las brechas de seguridad. Sin embargo…
102
HALO: PRIMER GOLPE
ella no estaba contenta de saber hasta qué punto hubiera llegado Araqiel.
“Kalmiya, por favor recupera el archivo de datos y muéstrame el contenido del directorio del
Coronel Ackerson.”
“Trabajando, Doctora. Hay una encriptación menor por descubrir. Sólo tomará un momento.”
Ella pausó, y entonces preguntó. “El modo UV a prueba de fallos que estaba en la matriz Riemann
de Araqiel… ¿Está plantado en todas las IA’s inteligentes? ¿En mí?
“No está implantado en todas las IA’s,” dijo la Dra. Halsey, controlando su voz cuidadosamente.
Kalmiya indudablemente hubiera analizado el nivel de estrés en sus patrones vocales, así que le la
doctora le dijo la verdad. Siempre fue un juego de ajedrez, con los movimientos y contraataques de
las IA’s inteligentes. Era un reto constante por ganar y mantener su respeto. Es por eso que ella
prefería su compañía a la de los humanos; eran tan deliciosamente complejos.
Así es, ella le dijo la verdad… sólo que no toda la *verdad.
(*Algunas IAs personales tienen “modo” a prueba de fallos. La Dra. Halsey declaró que no toda IA tiene tal prueba de fallos, más
bien, sólo los más "importantes". En el caso de algún peligro para los humanos causada por la IA, la falta de seguridad puede ser
activada. Funciona mediante la generación de un haz de impulsos de alta frecuencia de luz ultravioleta en la matriz Riemann,
destruyendo las funciones superiores del pensamiento de la IA. Esto efectivamente borra a la IA.)
“Aquí están, Doctora.”
Archivos holográficos e íconos de carpetas llenaron el espacio sobre su escritorio.
“Filtra por nombres propios,” dijo la Dra. Halsey. “No perdamos tiempo con los pequeños chantajes
de Ackerson. También remueve todos los archivos con fechas anteriores, cuando los SPARTANSII fueron puestos en línea y cualquiera que no haya accesado más de una docena de veces. Quiero
ver las oscuras operaciones que encabezaban su lista.”
Las carpetas y archivos se fueron en un parpadeo y sólo dos carpetas permanecieron flotando
sobre el escritorio de la Dra. Halsey: S-III y EL REY BAJO LA MONTAÑA. Ella tecleó la primera y
se abrió, revelando cientos de archivos separados. La Dra. Halsey los examinó; había en cada uno
registros médicos de sus Spartans: registros completos de sus orígenes pre-indoctrinados, sus
vacunas de la niñez, sus padres, sus lesiones y tratamientos durante su entrenamiento; incluso los
procedimientos experimentales para aumentar su fuerza, agilidad y resistencia mental.
"¿Qué demonios estaba haciendo?" ella murmuró.
Ella sentía como su pulso se aceleraba conforme recorría los registros. Había perfiles de ADN de
cada Spartan y había archivos extensivos sobre la antigua técnica de clonación flash que la ONI
utilizó para reemplazar a los originales. Ackerson lucía especialmente interesado en este aspecto
del programa. Él había seguido los registros médicos de los reemplazos conforme fueron
creciendo, sucumbiendo ante las enfermedades congénitas, e inevitablemente muriendo. Incluso
había recuperado los cuerpos y las autopsias hechas. El estómago de la Dra. Halsey se amargó.
Era su culpa, en parte, que esos niños de reemplazo murieran tan jóvenes. Ellos nunca
perfeccionaron la clonación flash para ser un humano completo. Lo habían hecho de todas formas
103
ERIC NYLUND
hace treinta años porque el gobierno de la Tierra estaba apunto de desmoronarse… colapsando en
cientos de guerras civiles.
Ellos necesitaban desesperadamente el programa SPARTAN.
Y por supuesto, lo hicieron simplemente porque podían. Sin importar la legitimidad de sus motivos,
ella sabía que había matado a esos niños tan indudablemente como si los hubiera asesinado
disparándoles. Había un último archivo en la carpeta S-III. Tan pronto como la Dra. Halsey lo
seleccionó, Kalmiya dijo.
“Eso es sólo un fragmento. Había sido eliminado, pero me las arreglé para reconstruirlo de los
rastros de ionización del cristal de memoria.”
La Dra. Halsey examinó su contenido. Sólo decía CPOMZ seguido de una cadena de 512
caracteres alfanuméricos.
“Esta larga porción es una referencia a una coordenada estelar,” ella susurró.
“Sí, Doctora. Pero no es a ningún lugar del espacio controlado por la UNSC.”
“¿Qué demonios pretendía hacer Ackerson? Nada bueno en lo absoluto,” ella murmuró y corrió su
dedo hacia la primera palabra del archivo: CPOMZ.
“Me tendré que encargar de esto después,” dijo.
Ella descargó los archivos a un panel de datos cercano.
“Veamos qué más pretendía hacer el buen Coronel.” Ella abrió la carpeta marcada EL REY BAJO
LA MONTAÑA. Sólo había tres archivos.
El primero eran los planos originales de la construcción de esta base; que apareció en su escritorio.
La Dra. Halsey notó que esta representación holográfica era mucho más grande de lo que le
habían hecho creer. Mientras que su autorización de seguridad era nivel más alto posible para un
civil, aparentemente sólo había visto una tercera parte de la instalación en la que había estado
trabajando durante la última década.
La Dra. Halsey seleccionó el segundo archivo. Era la transcripción del reporte del interrogatorio en
el Campo Hathcock, 12 de Agosto del 2552. Ésa era la comisión de John de destruir la ciudad en
Cote d’ Azur y el artefacto alienígena que el Covenant trató de obtener de allí. Curioso.El tercer
archivo era el análisis de los símbolos que John capturó del artefacto alienígena. Según las notas
de Ackerson, también, era una parte de un mapa estelar. La Dra. Halsey regresó a las
coordenadas estelares en referencia a los archivos de los Spartans.
Nada bueno. Esta locación no tenía nada que ver con esa referencia.
La referencia estelar en el artefacto alienígena era… ella hizo los cálculos en su mente;
“Estaré maldita,” murmuró.
Ella abrió de nuevo las coordenadas estelares y registros de NAV para confirmar y revisó sus
cálculos por última vez.
No había duda: era el sistema Epsilon Eridani. Aquí.
Esto era más que una curiosidad, ahora. Ackerson había estado sentado en un tremendo secreto;
104
HALO: PRIMER GOLPE
y muy peligroso secreto. “Es Sólo su estilo de jugar con fuego y quemarnos a todos.” Archivos
adicionales detallaban la adquisición de equipo de excavación, un nuevo juego de planos e
investigaciones geológicas. Los nuevos mapas parecían una red de venas y arterias.
“¿Qué estoy viendo, Kalmiya?”
“De acuerdo con las coordenadas de estos mapas secundarios, Doctora, esta instalación fue
construida sobre una antigua mina de titanio… y antes de ello, este sitio fue explorado como un
volcán extinto. Estos son designados como conductos de lava.”
“Me pregunto si utilizaron los pasajes naturales para ayudar a construir las minas, ¿Y después esta
instalación?” La Dra. Halsey se quitó los anteojos y los limpió conforme pensaba esto.
“No… si fuera así de simple como eso. ¿Por qué Ackerson estaría interesado? ¿Y por qué
entonces clasificaría estos datos como nivel Rayos X? ¿Cómo esto se conecta con el artefacto
alienígena en Cote d’ Azur?”
“No puedo quedarme,” respondió Kalmiya, “pero quizás haya una puerta trasera que puede usar
para escapar.”
“Sí, sí.” La Dra. Halsey descargó todos los archivos secretos de Ackerson a su panel de datos.
“Consideraré eso después. Ahora debemos concentrarnos…”
“Detectando un incremento en la actividad sísmica, Doctora.”
La Dra. Halsey se congeló. Ella lo sintió, más que haberlo visto; una serie de débiles, golpes
rítmicos, como un trueno a la distancia. Polvo cayó desde los azulejos del techo y dispersó la luz
del sistema holográfico en un deslumbrante destello.
“Ya vienen, susurró” la Dra. Halsey.
Ella abrió un canal COM hacia los Spartans.
“Vuelvan al laboratorio tan pronto como les sea posible. ¡Podría tener una ruta de escape!”
Ella tropezó conforme una poderosa explosión sacudió la cámara. Hubo un sonido metálico y la
principal viga de apoyo se desplomó y se estrelló sobre su escritorio.
Las luces murieron.
105
ERIC NYLUND
CAPÍTULO CATORCE
0901 horas, 30 de Agosto del 2552 (Calendario Militar)
/ Sistema Epsilon Eridani, Instalación Subterránea ONI,
Planeta Reach.
Las puertas de seguridad del almacenamiento se abrieron en silencio y las elevadas luces
fluorescentes brillaron. Fred vio movimiento; pero solo era su propio reflejo en el acabado pulido
del espejo de las paredes de acero inoxidable de la cámara. Will entró y miró hacia arriba, después
miró de regreso abajo del corredor.
El cuarto era una bóveda de tres por cinco metros con muros, piso y techo de acero. Sus pasos
fueron amortiguados cuando entraban, así que el piso tenía que ser por lo menos un cuarto de
metro de espesor. A lo largo de las paredes de izquierda a derecha estaban asegurados de
casilleros desde el piso hasta el techo y dos cajas de metal reposando a lo largo de la pared lejana.
Cada superficie era impecable y cada costura había sido elaborada con precisión para prevenir
explosivos o ácidos penetrantes.
"Un momento, por favor," les dijo Kalmiya.
“Estoy intentando acceder a las cerraduras. Por favor esperen".
Will estaba de pie en la entrada y observó sus espaldas. No le hacía sentir a Fred más a gusto. La
base abandonada de la ONI era en cierta forma más intimidante que afrontar la fuerza de invasión
Covenant arriba. Él había descendido estos corredores una docena de veces durante su
entrenamiento en Reach. Esta base siempre había estado llena de personas; Ahora, vacío, esto
conducía el punto a casa que de cierta manera el Covenant estaba ganando. Primero, las Colonias
Exteriores habían sido aplastadas; Ahora Reach. ¿Cuánto tiempo antes de que la humanidad se
viera forzada a retirarse todo el camino de regreso a la Tierra? Y después de eso... ¿qué? No
habría elección sino victoria o extinción.
Suficiente. Tales divagaciones no le ayudaron a lograr su objetivo inmediato. Él les dejaba las
estrategias de largo alcance a los Generales y a los Almirantes. Era hora de concentrarse en lo que
él hacía mejor.
Las paredes zumbaron por el denso metal dentro de los casilleros distantes, el sonido del pesado
metal aceitado se resbalaba sobre el metal. Con un golpe final, el sonido cesó.
Kalmiya dijo, "Casilleros abiertos y la seguridad desactivada, Spartans. Ayúdense a sí mismos".
"Asegura la puerta exterior, por favor," Fred le dijo a ella.
La puerta al corredor fácilmente se cerró y se bloqueó, mientras Will se movió al lado de Fred.
Cada Spartan abrió uno de los casilleros de la pared, permaneciendo al lado en caso de que
hubiera alguna trampa remanente, a menos que Kalmiya haya fallado en desactivar.
Fred miró con atención adentro y vio un estante de pistolas. No eran las pistolas de distribución
estándar HE; Estas tenían barriles demasiados grandes; fácilmente treinta por ciento de grande y
de largo y tenían sujetadores de auto-moldeado de plástico. El tomó una y la levantó; su balance
era de un barril pesado, era de esperarse de una pistola descargada. Fred encontró tres cajas de
clips al fondo del casillero, abrió una y sacó un clip. Cualquier disparo de esta nueva pistola, era de
alto calibre, balas del tamaño de su pulgar. Él deslizó el clip dentro del arma y la aseguró con un
satisfactorio clic.
Ahora estaba perfectamente equilibrado, mucho mejor que el arma de distribución estándar.
Aseguró el arma y empezó a ver lo que había encontrado Will.
106
HALO: PRIMER GOLPE
Will examinó un rifle en una envoltura plástica. Él removió el rifle del casillero, desgarró su
enfundadura y se la llevó a su hombro. Asintiendo con satisfacción. A diferencia del MA5B, este
rifle tenía un barril y culata más larga, con un corte reducido del tamaño de la boca. Una mira fue
montada en un riel óptico a lo largo de la parte superior del rifle. Will levantó un clip y lo introdujo
dentro del receptor.
Él empujó el rifle otra vez hacia el hombro y miró a través de la mira. "Zoom Automático, lindo".
Will y Fred entonces intercambiaron e inspeccionaron las armas nuevas. A Fred le agradaba la
percepción de este rifle nuevo, pero se preguntaba cuánto poder de golpe tenía; bastante, él
esperó, para hacer la compensación cuando tuviera pocas rondas en el clip, valía la pena. Llenaron
dos sacos con las pistolas nuevas, rifles y munición, luego se movieron hacia los casilleros en pie y
abrieron las tapas. Dentro del primer casillero había maletas de cargas. Fred sujetó tres y los
enrolló sobre su cuello.
"Pienso que podemos encontrar un uso para estos".
Will se arrodilló junto al segundo casillero en pie. Dentro había cajas plásticas marcadas MJOLNIR
MARK V seguido de una larga lista de números de serie.
"Esto debe ser lo que la Doctora Halsey quiere," él dijo.
Había agitación en el piso; el cual recibió la atención completa de Fred, porque un "temblor" en el
piso de metal significaba problemas. El canal COM se abrió y la voz de la Doctora Halsey crujió
con estática:
"Regresen al laboratorio tan pronto como les sea posible. Podría tener una salida. ¡Rápido!".
El cuarto de la bóveda se encorvó y un trueno retumbó a través de las paredes.
"Detonaciones," dijo Will. "Están viniendo”.
"Asegura esas cajas," Fred ordenó.
Él corrió a las puertas cerradas.
"Abre," él le gritó a Kalmiya y esperó como la puerta lentamente se liberó aparte.
Él escaneó arriba y abajo del pasillo y entonces volvió corriendo hacia el laboratorio.
Cuando llegaron al ala médica las luces estaban muertas y Fred vio las luces del casco de Kelly
que cortaban traspasando completamente la profunda oscuridad. Tenía a la Doctora Halsey
colgada sobre su hombro. La sangre corría de las fosas nasales de la doctora.
"Su oficina colapsó," Kelly les dijo. "La viga de apoyo le golpeó por un centímetro".
La Doctora Halsey miró hacia arriba y susurró,
"Estoy bien. Realmente".
Ella se empujó fuera de Kelly, se levantó y se balanceó en lugar. Fred la levantó en brazos y la
colocó en la mesa de examen.
"Con el debido respeto, Señora, no lo está".
Otra detonación ondeó a través de la tierra; este era más fuerte que la explosión anterior. Fisuras
serpentearon através de las paredes de concreto.
Vinh e Isaac saltaron llegando a la habitación.
107
ERIC NYLUND
"Contactos enemigos en rango extremo," Vinh reportó.
"Abajo," La Dra. Halsey dijo, y ella sujetaba el pad de datos del tamaño de la mano para que Fred
viera. Tenía un mapa en la pantalla... pero no de esta base. Fred se preguntó si la Doctora Halsey
estaba delirando.
"Abajo del elevador en la Sección Sigma," ella explicó. “Lo sellaremos detrás de nosotros. No les
dejaremos seguir".
"Kelly, toma nota," Fred le ordenó.
Él agarró dos de las pistolas mágnum nuevas, las cargó y luego las lanzó hacia Kelly, junto con
tres clips adicionales.
"Supongo que las probarás". Le dijo Fred a Kelly
Kelly miró fijamente las armas nuevas y dio un pequeño silbido. Fred abrió las bolsas con los rifles
nuevos y las repartió a su equipo.
“Will, tú llevarás las partes extra y municiones".
"Entendido," Will contestó y los lanzó sobre sus hombros.
"Esas bolsas, de allá," mencionó la Dra. Halsey y agitó cuatro bolsas de lona. “Suministros
médicos. Comida y agua. Los necesitaremos, también”.
Will los sujetó también.
"Solo algunas cosas más," la Doctora Halsey susurró. "No podemos dejarlos acceder a los
registros de la ONI". Ella tecleó su pad de datos una vez y le dijo a Kalmiya, "Inicia la Operación
Guante Blanco. Irradia todo cristal de memoria de computadora. Codifica el acceso a los archivos
Beta-Foxtrot-99874". La Doctora Halsey cerró sus ojos como si ella se concentrara y susurró, "No
todas las IAs tienen opción a prueba de fallos, mi estimada Kalmiya... simplemente las más
importantes".
"Entiendo, Doctora".
Hubo una pausa y la IA habló otra vez, con voz triste.
"Voz y huella digital aceptada y verificada. Código a prueba de fallos verificado. Ha sido... un placer
trabajar con usted, Doctora Halsey”.
"El placer ha sido mío, Kalmiya". Ella permanecía recta y dijo “Acceso seguro al modo prueba de
fallos: ‘Ragnarok’. Danos una cuenta regresiva de tres minutos”.
Un contador de tres minutos apareció en la esquina del visor de Fred.
La Doctora Halsey giró hacia él.
"He activado los explosivos ocultos debajo de esta base, lo cual nivelará el complejo. Tenemos que
llegar abajo, a los túneles originales de la mina de titanio”.
Fred esperó que ella le hubiera consultado antes de que les diera sólo tres minutos. No obstante, la
Dra. Halsey sabía que estaba apostando, los secretos estaban escondidos en esta base y que
daño podría pasar si el Covenant tuviera en sus manos esos secretos.
Cinco minutos podrían ser demasiado tiempo considerando cuál sería el riesgo.
"Entendido", Fred contestó.
108
HALO: PRIMER GOLPE
“Isaac, tu cubrirás la retaguardia. Vinh, mantente cerca de Kelly". Llevaré a la Doctora Halsey".
Fred recogió a la doctora con gran cuidado. Ella no podía pesar más de cincuenta kilos; era ligera
como un palo.
"He perdido blancos en el radar de movimiento," Vinh susurró sobre la COM. "Estaban cerca,
también".
"Kelly, vigila por Elites con camuflaje".
"Afirmativo," respondió ella. Escaneó el cuarto, se movió hacia el gabinete y agarró una lata
marcada TALCO.
“Movámonos," Fred le ordenó. "Kalmiya, apaga las luces en la base. Solo deja señales a cambio;
quiero silencio en la radio".
Cuatro luces azules centellearon en aceptación. La tenue luz filtrada desde el vestíbulo exterior
murió. Kelly se deslizó hacia el corredor y se infiltró en las sombras. Vinh siguió, después Fred e
Isaac. Will se quedó atrás, moviéndose con cuidado, ya que tenía que permanecer en silencio por
el equipo. La Doctora Halsey tecleó en su pad de datos, un mapa se cargó en el HUD de Fred, un
camino se trazó atravesando los corredores y un marcador NAV que apuntaba a un elevador. Ese
era su objetivo.
Los Spartans parpadearon sus luces de reconocimiento, confirmando la ruta.
Se movieron sigilosamente hacia adelante, en calma y silenciosamente; aceite deslizándose sobre
aceite; hasta que Kelly se detuvo diez metros antes de la intersección de los cinco caminos. Los
Spartans se congelaron y esperaron. Ella se agachó, colocó la lata de talco en el piso y en seguida
se levantó con sus rodillas flexionadas. Ella esperó por otro latido, entonces dio una leve sacudida
de su cabeza de lado a lado; su señal significaba problemas por delante. Vinh se movió junto al
flanco de Fred y Fred colocó a la Dra. Halsey abajo y estado enfrente de ella. Will se agachó junto
a la doctora para proveer cobertura con su propio cuerpo si es necesario.
Isaac permaneció a sus seis.
Kelly pateó la lata. Cayó al final atravesando el aire y cuando entraba en la intersección Kelly
exprimió fuera un solo disparo. El destello de luz de la boca iluminó el pasillo lo suficiente para ver
que la lata pudiera explotar y formó una nube de polvo en forma de hongo dentro de los pasillos.
Sus radares de movimiento parpadearon y cuatro objetivos aparecieron en sus HUDs. La imagen
se aclaró, mostrando los contornos titubeantes de cuatro Elites Covenant; sus camuflajes de
control de luz brillaron y se sobrecargaron cuando el talco los cubría.
Kelly abrió fuego con ambas pistolas. El Elite más cercano cayó cuando 3 balas perforaron sus
escudos y una ronda le golpeó en el centro de su estirada cabeza. Sangre púrpura floreció a lo
largo de la pared. El resto de Elites regresaron el fuego y Kelly fue adelante, el plasma brilló al
borde de su escudo. Ella se ocultó en el pasillo lateral. En el instante en que Kelly estuvo fuera de
la línea de fuego, Fred se echaba al hombro su rifle y apretó el gatillo. Una ráfaga de tres rondas
atrapó al siguiente Elite y sus escudos brillaron y cayeron. Se retorció, sujetando la única ronda
que había penetrado su pecho.
Vinh hizo dos simples disparos pero el escudo del Elite aún se mantenía. Al unísono, Vinh y Fred
dispararon otro conjunto de ráfagas de tres rondas. El Elite cayó al piso de acero en una posición
contorsionada.
El último Elite había desaparecido. No regresó el fuego enemigo. No había ningún contacto en el
radar. Los Spartans mantuvieron la posición por un momento más, después se reagruparon. Con
señales de mano, cada miembro del equipo reportó que no había contacto.
Fred espió las pistas del polvo blanco derramado en el piso. El Elite había escapado y más
109
ERIC NYLUND
probablemente pedía refuerzos. Eso no era lo que los Elites Covenant usualmente hacían. Su
orgullo requería del luchar y morir peleando, si era necesario. Se lanzaban ellos mismos
encabezando la batalla, sin importar las probabilidades y mueran por cientos si fuera
necesario. Nunca escapaban. Nada acerca de este enfrentamiento había sido usual. Fred le echó
una mirada a Will y a la Dra. Halsey. Will le dio a él un pulgar arriba, indicando que la doctora no
había estado herida en el intercambio. Después del intercambio de fuego, ya no había necesidad
para ocultarse.
"Uno de ellos logró llegar afuera," Fred les dijo. "Necesitamos movernos también... y olvidarnos de
la tranquilidad".
Los Spartans bajaron corriendo por el corredor. Escucharon y sintieron otra explosión directamente
sobre sus cabezas. Kelly derrapó a medias enfrente de las puertas bloqueadas del elevador. Ella
agarró uno de los paneles; Fred y Vinh se aferraron al panel del otro lado y los Spartans
desprendieron cinco centímetros de la aleación de acero, no era más resistente que la cáscara de
una naranja.
Kelly sujetó los cables del elevador y se deslizó. Vinh le siguió, luego Fred cayendo en picada a
más de quinientos metros hacia la oscuridad. Los tres abrieron las puertas rompiéndolas en la
parte inferior del elevador.Will se deslizó después con la Doctora Halsey sujetándose en su cuello.
Isaac siguió.
"Debería haber un conducto de ventilación," la Doctora Halsey susurró. "Allí".
Kelly desgarró la tapa de ventilación y miró con atención abajo.
"Conduce a los viejos túneles de la mina," la Doctora Halsey les dijo, "y más. Espero".
"Vamos," Fred ordenó.
Kelly se sumergió de cabeza. Esperaron diez segundos y su luz de aprobación parpadeó.
Fred entró después, deslizándose por el ducto de ventilación. Giró y dio vuelta y finalmente cayó en
un largo túnel de granito tallado. El techo era de diez metros de altura y juzgando por las huellas de
neumáticos de tres metros de ancho en el polvo, era lo suficientemente grande para que el equipo
pesado pasara por allí. Will se deslizó fuera del ducto con la Dra. Halsey montada en su pecho.
Vinh e Isaac le siguieron.
“Hay más en este lugar," la Doctora Halsey les dijo, poniéndose de pie y cepillando el polvo de su
bata de laboratorio. “Éste es sólo el comienzo. Tenemos que…”
Una detonación estruendosa la interrumpió. La montaña explotó y la base de la ONI colapsó sobre
sus cabezas.
110
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO QUINCE
0002 horas, 7de Septiembre del 2552 (Calendario Militar)
\ Instalación Subterránea ONI, planeta Reach.
Fred siguió el camino de raros símbolos a lo largo de la pared de piedra a su izquierda, hasta que
los símbolos empezaron a girar en un espiral de mosaico y desaparecieron en enroscados cada
vez más y más pequeños. Los símbolos eran parte de la roca, compuesta de las resplandecientes
inclusiones de mica de la matriz de granito. Estaban formados por una serie de cuadrados,
triángulos, barras y puntos, similares a caligrafía del Covenant que él ya había visto, pero al mismo
tiempo era más simple, más claro y cuando Fred se enfocó en ellos, los caracteres se veían más
borrosos alrededor de sus bordes y se descoloraban. Él parpadeó y los símbolos estaban allí otra
vez.
Seguir estos símbolos era como el rastro de migajas de pan, había sido su misión prioritaria por los
últimos cinco días. La Dra.Halsey y los Spartans habían explorado las cavernas extensivamente,
esperando encontrar dos cosas: una salida y lo que la Dra. Halsey llamaba "el descubrimiento más
importante del milenio." Sin embargo, ella se había negado a especular cuál sería exactamente
este descubrimiento.
"Soy una científica, no una adivina." Les dijo.
Fred se habría establecido para encontrar una salida hacia la superficie pero reconoció que
también los símbolos eran importantes. Y lo eran porque el Covenant pensó que fueron
importantes. Y eso hizo que valiera la pena encontrar lo que buscaba la Dra. Halsey, para evitar
que el enemigo lo obtuviera. El Covenant no había parado de excavar, aunque el paso y los
métodos que usaban habían cambiado. No había habido ninguna otras explosiones. Había solo el
sonido apacible del equipamiento cuando ellos se desplazaban constantemente y de forma lenta
por la montaña. Cada hora el sonido se iba intensificando mientras ellos se acercaban.
Fred había puesto sus filtros de audio para eliminar el ruido de afuera y así poder concentrarse.
Cinco días. No parecía tan largo. Trabajaron, descansaron, durmieron y esperaron. La Dra. Halsey
les había enseñado juegos de palabras con veinte preguntas y una cifra simple, los cuales todos
llegaron a ser extremadamente buenos; tanto que pararon de jugar rápidamente. La Dra. Halsey no
era una perdedora. El tiempo se había esfumado. Tal vez era la oscuridad, la ausencia de
cualquier referencia temporal como el Sol, la luna y las estrellas, pero ahora las horas habían
perdido su significado. Fred se detuvo brevemente para estirar su tendón de Aquiles,
recientemente suturado y fundido por la Dra. Halsey. Aparte del entumecimiento muscular, casi
estaba de vuelta a la normalidad. Casi se había desgarrado el tendón, haciendo más grave la
lesión.
La Dra. Halsey los había parchado a todos; incluso clonó un nuevo pulmón parcial para Kelly, que
ella injertó con éxito. En su diminuto kit médico de campo, la doctora tenía un dispositivo de
Resonancia Magnética de mano, un estéril generador de campo, incluso un tanque de clonación
del tamaño de una caja de zapatos, para la duplicación de órganos. Ella también había instalado
las nuevas piezas del MJOLNIR en su ya existente armadura. Ella había explicado que estas
mejoras estaban en pruebas de campo y aún no estaban certificadas, pero ella indicó que sus
necesidades eran suficientes como para justificar el riesgo de usar el nuevo equipo.
Kelly recibió una mejora a sus circuitos de inducción neural, dándole al tiempo de reacción una
velocidad más rápida. Vinh tenía un nuevo acelerador lineal agregado en sus escudos, duplicando
su fuerza de una forma efectiva. Isaac recibió una nueva computadora de aumento de imagen. Will
recibió un mejor sistema de visualización en su HUD, lo que mejoraba su exactitud a distancias de
arriba de los mil metros.
Fred dobló su desnuda mano derecha, la Dra. Halsey le estaba instalando su mejora; nuevos
sensores que aumentarían la sensibilidad de su rastreador de movimiento. Sin el guante, Fred se
sentía vulnerable. El Jefe Maestro le habría dicho que no confiara en sólo la armadura o en el
111
ERIC NYLUND
arma, que en lugar de eso, confiara en su cabeza, lo protegería mejor. Él se preguntaba cómo el
equipo azul: John, Linda y James habían pagado el precio. ¿Y qué hay del resto de su propio
equipo? ¿Acaso alguno en el complejo del generador sobrevivió? Él no quería pensar en ellos pues
no podría ayudarlos. Quizás era la oscuridad y el peso de la tierra alrededor de él. ¿Y si murieron
aquí? No murieron peleando, sólo murieron aquí. De una forma, no estaría tan mal.
Fred se había enfrentado a la muerte una docena de veces, Aunque esto era distinto, él no quería
morir, no sin saber si los demás Spartans aún estaban allí afuera peleando. No si todavía lo
necesitaban. Él suspiró y pasó distraídamente las yemas de los dedos a través los símbolos. Eran
tan lisos como el vidrio y sus bordes eran afilados. Esos cristales podrían ser un fenómeno natural.
Él había visto inclusiones similares en el museo en…Fred sintió un dolor en la extremidad de su
dedo, retiró su mano desnuda y un poco de sangre manchó la roca. Los símbolos brillaban en la
pared tomando la forma de un gran molde grasiento y el reflejo de las luces de su casco se
espesaron y casi parecía ser absorbido por los minerales.
Fred apagó las luces de su casco. Los símbolos en la roca emitieron una débil iluminación por si
mismos: un resplandor rojizo como el metal caliente. La luz se intensificó y se propagó a través del
espiral en la pared, a partir de donde había caído su sangre; esos símbolos se calentaron a un
naranja agradable y después a un amarillo-oro. Un nuevo símbolo apareció en el centro del espiral
que no estaba allí un segundo antes… o quizás había estado, pero había permanecido debajo de
la superficie. Se calentó y se hizo cada vez más visible, un triángulo que brillaba intensamente de
color blanco.
Fred fue atraído inexorablemente a esta figura central. La alcanzó; no había calor. Muy lentamente
estiró y tocó el símbolo con su yema del dedo expuesta. La luz blanca caliente recorrió el espiral de
símbolos, entonces trazó un camino por el pasillo alejándose. Toda la caverna de repente pareció
viva con el resplandor y la sombra. Aún con los filtros para disminuir la luminosidad en su casco,
Fred tuvo estrabismo y tuvo que parpadear. La pared delante de él retumbó y grietas aparecieron
en la figura central, una docena de líneas se curvaron en un patrón radial y luego se separaron
para revelar un corredor detrás. Fred se dio cuenta de que contenía su respiración. Él exhaló. Este
nuevo pasillo tenía unos veinte metros de altura: lo suficientemente grande como para que un titán
andara a zancadas por su amplitud. El pasillo desaparecía a la distancia, una línea recta que poco
a poco se inclinaba hacia dentro de la tierra. El piso estaba pavimentado con azulejos azules
asimétricos que estaban estampados como si fuesen olas chocando contra la costa. Símbolos de
oro de unos cuatro metros de alto estaban centrados y con incrustaciones de espejo en las lisas
paredes. Esos triángulos, cuadrados, barras y círculos comenzaron a emitir la misma luz tenue… y
Fred sintió como arrastraba sus pies hacia adelante. Se detuvo, sacudió su cabeza y miró a lo
lejos. Checó su medidor de radiación; pulsaba y después regresó a la medida normal.
Él estableció la comunicación COM.
"Doctora. Halsey, creo que he encontrado lo que usted buscaba. Enviando video ahora.
¿Me copia?"
Hubo una pausa larga. El canal COM estaba abierto, pero la Dra. Halsey no contestaba.
"¿Doctora Halsey, me copia?"
"Sí" finalmente dijo ella por el canal COM.
"No te muevas de ahí Fred. Y no toques nada. Excelente trabajo. Kelly, Isaac, Vinh, llévenme hacia
la localización de Fred."
Fred quiso mirar fijamente los símbolos dorados y de la luz que ellos liberaban, pero algo le advirtió
que podría ser peligroso. Él había aprendido hacía tiempo a escuchar esa voz interna cuando uno
patrullaba o estaba en el calor de la batalla. Lo había salvado de docenas de emboscadas.
Mantuvo sus ojos en el piso sucio del túnel. Había algo “muy” fascinante y casi familiar con esos
símbolos. Le recordaron a la mitología griega que Deja, la primera profesora de los Spartans, les
había enseñado las fascinantes leyendas y de las hermosas criaturas que llevaron a algunos
descuidados a la muerte. Las Sirenas.
112
HALO: PRIMER GOLPE
Él comprobó su rifle. El contador de munición marcó que estaba lleno, pero él golpeó el cartucho y
lo confirmó visualmente. Le dio una palmada al clip nuevamente dentro del receptor. Esta
operación simple despejaba su cabeza. Fred detectó cuatro señales en su rastreador de
movimiento, eran de color verde, lo que indicaba que eran aliados. Kelly, Vinh, Isaac iban hacia él,
con sus armas listas.
"¿Qué es esto?" Susurró Will.
El resplandor del oro se reflejó en el frente de su casco.
"Sean cuidadosos,” Fred les advirtió “Filtren la luz. Vayan al modo de imagen en blanco y negro."
Obtuvo cuatro señales de aprobación azules y luego Fred cambió a la pantalla a MIBN (Modo de
imagen blanco y negro). Chistoso, que él no lo hubiera pensado por sí mismo. Sólo cuando la
seguridad de su equipo estaba en juego, y cuando pensaba claramente. La Dra. Halsey corrió por
el túnel y se detuvo, jadeando, al lado de los Spartans.
"Sí," dijo ella, bufando. "Sí, esto debe ser… lo que Ackerson estaba buscando. Y más probable,”
ella echó un vistazo al techo " lo que también ellos están buscando, me imagino."
La Dra. Halsey ignoró los curiosos símbolos y a la luz y se adentraba a pasos agigantados por el
nuevo corredor.
"Aprisa," les dijo. "Temo que hemos puesto algo en marcha y nuestros visitantes de arriba puede
que también lo sepan."
Fred reunió a su equipo para formarse alrededor de la Dra. Halsey. Kelly tomó el punto y el resto
de ellos creó un cuadrado alrededor de ella. La Dra. Halsey le dio a Fred el guante que le faltaba.
Él lo tomó y movió sus dedos hacia el interior de la armadura, tiró de ellos, los ajustó y selló el
collar de fijación alrededor de su muñeca. Los diagnósticos actuaron en ese momento y
confirmaron que su armadura estaba completa otra vez. Su rastreador de movimiento pulsó sobre
su HUD. El vestíbulo cambió cuando continuaron bajando su extensión. La luz dorada fue
perdiendo color a lo largo del techo y la tinta negra cubría su extensión; las minúsculas estrellas
guiñaron y centellearon. Fred agregó color a su HUD; él quiso ver esto. Lunas volando en círculos
por encima de sus cabezas; eran esferas de color gris plateado, con impactos de meteorito, las
hicieron girar dentro de grandes órbitas. A lo largo de las paredes, hierba alta y verde como el
bambú, brotó y creció por encima de las superficies curvadas.
La Dra. Halsey pasó las yemas de sus dedos a lo largo de la pared y las hierbas se ondularon con
su tacto.
"Holografía semisólida," dijo ella sin parar. "No hay emisores visibles. Interesante. Debemos
investigar esto más adelante," dijo y aumentó el tamaño de sus pasos. "Si queda tiempo".
El ambiente lunar árido holográfico completó un ciclo: cráteres profundos y luz estéril; se convirtió
en un mundo volcánico con lava fluyendo junto a ellos. El aire temblaba de calor. En cada
transformación los símbolos dorados permanecieron en las paredes, guiándolos a través de las
ilusiones. El corredor terminaba sobre una plataforma que pasaba por alto la sala más grande que
Fred nunca había visto.
Kelly caminó sobre la plataforma, la observó y los hizo avanzar. Se colocaron en una de las
docenas de gradas y niveles que rodeaban el sitio; no había pasamanos. Fred se inclinó sobre el
borde. Había al menos por debajo algunos cientos de metros hacia el piso. El cuarto era
aproximadamente circular y era de tres kilómetros de diámetro. El piso era azul y parecía cambiar,
pues había billones de diminutos mosaicos que se flexionaban y se reorganizaban en patrones
frustrantemente familiares. El techo era un domo con un sol dorado holográfico, un cielo azul y
nubes algodonosas que se convertían en esferas, pirámides infladas y en barras y cubos. Y en el
centro del piso estaba un pedestal parpadeando con una luz débil.
Isaac levantó su mano. "Escuchen," susurró sobre la COM.
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ERIC NYLUND
Todos se congelaron y Fred se esforzó para oír. No había nada. Fred encendió y subió su
amplificación aural al máximo. Solo pudo escuchar el crujido de sus blindadas articulaciones y de
cinco latidos débiles del corazón pero, aparte de eso, nada, solo silencio.
"Ellos, se han detenido," dijo Fred y apuntó arriba. "de excavar."
"Esto no me gusta" dijo la Dra. Halsey. "El Covenant no es conocido por rendirse con cualquier
cosa que ya han comenzado. Mejor sigamos."
Kelly removió el seguro de su magnum, despejó la cámara y luego deslizó un pistón de autoinstalación debajo de la longitud del barril. Ella disparó a la pared de piedra y el casco de metal se
enterró diez centímetros y florecieron unas garras, asegurando el eje del muro. Vinh le dio un rollo
de cuerda negra. Ella sujetó un extremo al pistón, entonces tiró el resto por el borde. Isaac y Will se
mantuvieron alerta y barriendo la vasta región con sus armas. Kelly saltó e hizo rappel hacia la
parte inferior. Un momento más tarde ella dio la señal de todo despejado. Will e Isaac la siguieron
al piso inferior. Fred ató la cuerda alrededor de la cintura de la Dra. Halsey y la bajó cautelosa y
cuidadosamente justo después de ellos. Él y Vinh tomaron la parte posterior. El piso de la gran
habitación no era del mismo mosaico que en el pasillo de arriba. El mosaico también era azul, pero
éstos eran cuadrados, círculos, barras y triángulos.
Si los símbolos eran como una especie de lenguaje, Fred estaba de pie sobre un millón de
palabras; él deseaba haber llevado un diccionario. La Dra. Halsey se detuvo brevemente para
examinar también los mosaicos.
"Si solo tuviéramos el tiempo," ella murmuró y después caminó hacia la luz que destellaba en el
centro de la sala. Los Spartans se formaron alrededor de la doctora otra vez, pero el instinto de
Fred le advirtió que no era buena idea. No podía reunir su fuerza objetivamente. El cuarto era
bastante grande, tan grande que sentían como si estuvieran afuera. Lo mareó. Tuvo una extraña
sensación de vértigo, casi como si el piso se inclinara y él ahora estuviera caminando en la azotea.
La Dra. Halsey aumentó su paso, pero la distancia hacia el centro del cuarto no se veía más
cercano; de hecho, parecían más alejados del centro que cuando habían comenzado a caminar
desde el principio de la sala. Fred apagó el aumento del color en su HUD hasta que todo fuera
tenue y una débil imagen blanco y negro. Se enfocó en su rastreador de movimiento y notó que los
Spartans y la Dra. Halsey estaban ahora separados como a unos dos metros.
"Todo el mundo, deténganse" Fred indicó. "Reagrúpense. Nos estamos separando.";
Se detuvieron y se acercaron nuevamente dentro de la formación.
"Debe haber otra manera, " mencionó la Dra. Halsey.
Ella alcanzó el bolsillo de su bata de laboratorio y removió una pieza en forma de esfera.
"El piso se inclina hacia el centro," ella observó.
Luego puso la esfera en el piso y le dio un pequeño empujón. La pieza rodó, luego dio vuelta y
empezó a girar en espiral hasta detenerse.
"Esto se está volviendo muy raro," murmuró Fred. "Kelly, tú tienes mejor puntería. Cierra los ojos,
escoge una dirección y seguiremos."
"Afirmativo," ella susurró.
Los Spartans pusieron sus manos en los hombros de los otros y marcharon, no hacia el centro del
cuarto, si no al punto que Kelly escogió, aparentemente de regreso por donde ellos vinieron. Fred
apagó su HUD y miró su radar de movimiento. Estaban todos juntos y otra señal apareció, una
hacia la que dirección que había tomado Kelly. A otros veinte metros y ella se detuvo.
"Vean."
Fred súbitamente dirigió su HUD y una luz azul zafiro llenó su campo visual. Permanecieron
enfrente de la fuente del resplandor en el medio de la habitación. Había un pedestal hecho del
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HALO: PRIMER GOLPE
mismo material dorado que los símbolos de aquel corredor y flotaba sobre si, era del tamaño de un
puño de cristal, afilado en la punta de un extremo. Giraba y las facetas a lo largo de su línea central
se doblaban y cambiaban de puesto como pedazos de un rompecabezas. La Dra. Halsey llegó allí
y después vaciló.
"¿Radiación? " ella preguntó.
Fred comprobó su contador. "Niveles normales," él reportó.
"Debemos llevar esto con nosotros,” ella susurró. “Estúdienlo. O destrúyanlo si es necesario para
evitar que el Covenant lo consiga."
Ella tocó el cristal y su luz disminuyó. Por un momento la luz parecía estar siendo absorbida por la
mano de la Dra. Halsey. La estática llenó la pantalla de Fred y sus escudos parpadearon. Un
chillido se oyó estruendosamente a través de sus altavoces y su rastreador de movimiento
momentáneamente hizo contacto con mil de objetivos que llenaban la gran sala. Hubo una
advertencia de radiación que parpadeó a rojo y luego desapareció.
"Punto de radiación," Fred mencionó. "El análisis muestra muchos *neutrinos (partículas
subatómicas), pero soy incapaz de determinar el *tipo (hay de tipo fermiónico, de carga neutra y
espín 1/2.); esto no se encuentra en la base de datos de la computadora."
"¿Es seguro ahora?" preguntó la Dra. Halsey, mirando con fijeza el cristal que tenía en su pequeña
mano.
"Eso parece” le dijo Fred, "pero Doc..."
"No hay tiempo para debatir," ella dijo interrumpiéndole. "La radiación del neutrino penetrará la roca
entre nosotros y la superficie."
"Ellos serán capaces de encontrar nuestra posición," dijo Kelly. "Todo lo que necesitan son tres
naves cerca para triangular. Necesitamos salir de aquí, rápido."
"¿Por dónde?" Isaac preguntó a Fred. "Por donde vinimos, o ¿más al fondo?"
"No hay salida desde las minas de titanio," Fred contestó. "Vamos más adentro."
Una explosión hizo vibrar la tierra y el trueno profundamente retumbó, pero en lugar de disminuir, el
trueno se volvió más ruidoso, más cercano. La sombra de Fred se alargó y los bordes de su
sombra se volvieron más finos. Volteó hacia la fuente blanca e intensa luz y directamente por
encima vio un punto en el domo: El escenario holográfico de las estrellas y de las lunas se
descoloraron y desaparecieron. Hizo girar a la Dra. Halsey para apartarla a otra dirección y cubrió
la cabeza de ella. El techo de piedra se derritió como si fuera hecho de un delgado plástico bajo los
efectos de un soplete; un agujero de una deslumbrante luz blanca apareció y golpeó el piso de
mosaicos, a tan solo quinientos metros desde su posición. Luego se fue y la habitación quedó en la
oscuridad, solamente agujereada por un débil rayo de luz solar que entraba a través del agujero en
lo alto. Donde el haz de luz había tocado el piso, se hizo un agujero de quince metros de
profundidad.
La Dra. Halsey preguntó, "¿Qué Era...?"
"Proyector de energía," le contestó Fred, parpadeando y alejándose de los puntos negros que
llenaron su visión aunque incluso sus filtros absorbió el mayor peso de la luz.
"Solamente las grandes naves del Covenant las tienen. Tiene que ser una de ellas."
La fisura que hizo el haz se llenó de una luz púrpura. Centelló y brilló con partículas de polvo.
"¡Ascensor de Gravedad!, " Fred gritó.
"¡Ahí vienen! Isaac y Vinh, tomen nuestros seis. , Will, tu vienes conmigo y la doctora Halsey. Kelly,
115
ERIC NYLUND
encuéntranos una salida.”
Kelly corrió en línea recta lejos de la emisión de gravedad. Una docena de élites flotaban hacia
abajo a través del agujero y disparaban mientras todavía estaban en el aire. Los rayos y pernos del
plasma les rosaban desde distancia. Fred y Will agarraron a la Dra. Halsey y la movieron hacia
detrás del pedestal, fuera de la línea de fuego. Isaac y Vinh se giraron y abrieron fuego.
"¡¡Fuego de cobertura!!" ladró Fred.
"¡Manténgalos en ése cráter!"
Los Spartans dispararon varias ráfagas, pero más élites seguían bajando, junto con un Shade; una
torreta portable de plasma. Si ellos permanecían allí, serían sobrepasados en número.
"Retrocedan,” les dijo Fred por la COM. "Hay mucho fuego."
Kelly corriendo, cavando con tal fuerza que levantó los mosaicos y tiró de ellos hacia fuera detrás
de ella.
"Pasillo,” ella reportó. “Piso subterráneo. Justo delante. Entraré y limpiaré la zona.”
“Mis disculpas, doctora," dijo Fred y levantó a la Dra. Halsey en sus brazos.
"¡¡Todos muévanse!! Vinh, Isaac, tiren esos sacos de detonadores para cubrir nuestro rastro."
Sus luces de afirmación titilaron. Will y Fred corrieron, zigzagueando, yendo de lado a lado. La Dra.
Halsey agarró a Fred con un brazo y con su mano libre sujetó el cristal. El rastreador de
movimiento de Fred mostró una docena de blancos detrás de ellos, luego, centenares. Un par de
detonaciones golpearon sordamente, una onda borrosa sobrecargó su rastreador de movimiento,
se desplomó y luego la mitad de ésos contactos se habían ido. Will y Fred corrieron en un pasillo
arqueado colocándose en la pared del gran cuarto. Kelly se agachó en el vestíbulo y abrió fuego
abriéndose paso con sus pistolas.
Fred abrió su COM.
"SPARTAN-029. SPARTAN-039. Repórtense."
Sólo se escuchaba estática a través de su altavoz. Las luces de Vinh y de Isaac permanecían
apagadas.
"Prepara tu saco de detonación y sella este pasillo," le ordenó Fred a Kelly.
Fred bajó a la Dra. Halsey, se dio vuelta y golpeó su HUD magnificando su visión. Cientos de Élites
y de Jackals bajaron de la plataforma del ascensor. Se agruparon en el piso de la gran cámara,
eran una marea viva tan imparable como el océano. Ellos ya habían cesado de disparar. La Dra.
Halsey estaba en lo correcto: Querían el cristal que ella había tomado.
"¡Vayan! " dijo Fred.
"Kelly, arrasa al vestíbulo. ¡¡Muévanse!!"
Kelly vaciló en un latido; Fred la vio a ella buscar a Vinh e Isaac dentro de la masa Covenant. Ellos
no estaban ahí; no sin vida. Kelly tiró la cartera de color verde oliva de los potentes explosivos. Will
recogió a la Dra. Halsey y todos corrieron hacia al fondo del pasillo. Cinco segundos después la
cartera detonó. Una onda de aire áspero arrasó por arriba del vestíbulo y ahogó el pasillo con polvo
y humo. Kelly tomó la delantera, con ambas pistolas listas; ella dobló en una esquina...y patinó
hasta detenerse.
El pasillo era un callejón sin salida.
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HALO: PRIMER GOLPE
SECCIÓN 3___________________
RESCATE
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CAPÍTULO DIEZ Y SEIS
0455 horas, 23 de Septiembre del 2552 (Calendario Militar)
/Nave líder Capturada del Covenant, en Slipspace, localización
desconocida.
John le restó importancia a la acumulación de escarcha que nublaba la mitad superior del criotubo,
y reveló la figura de armadura verde que se extendió detrás del caparazón de plastiacero.
SPARTAN-058. Linda.
Ella había sido mortalmente herida durante el asalto en la Estación Gamma, justo antes de que
Reach cayera. La había tenido que arrastrarla carbonizada, un cuerpo sin fuerzas de regreso al
Pillar of Autumn y los médicos la habían colocado en un profundo crioestasis (sueño profundo)
justo antes del salto.
Cuándo la Autumn se estrelló en Halo, Keyes debió haber arrojado los criotubos activos al espacio;
método de operación estándar.
La habían congelado mientras ella todavía había estado en su traje. Eso era lo mejor,
considerando la extensión de sus lesiones... pero él habría dado cualquier cosa para ver su rostro
por una última vez.
Linda había sido la única entre los Spartans con su cabello rojo sangre (pelirroja) y oscuros ojos
esmeralda, pero su apariencia no era lo que la distinguía. Ella era la mejor francotiradoraexploradora y podría pegar blancos mientras que el resto no podía.
Mientras los otros Spartans preferían operar como un equipo, Linda estaba contenta por estar
separada, escondida y puesta en algún lugar remoto y esperar por días, por el simple y crítico tiro
que podría girar el curso de la batalla. Aunque los francotiradores en la UNSC siempre fueron
entrenados para funcionar en parejas, un tirador y un observador, Linda fue la excepción a esa
regla; ella había probado una y otra vez que era la más eficaz ella sola. Si alguno de los Spartans
podría ser llamado un "lobo solitario" (Lone Wolf), ese era Linda. En muchas maneras la hicieron la
más fuerte de ellos.
Para verla así...
John limpió la condensación que se formó sobre su casco. Ella ni estaba muerta ni viva. Ella
estaba en algún lugar entre el crepúsculo. Esa incertidumbre fue peor que ver su cuerpo
quebrantado y calcinado en la Estación Gamma. Se sentía como una herida abierta en el pecho de
John.
El pronóstico de Linda fue bueno. Los ocupantes de los otros dos criocápsulas (criotubos) no lo
habían logrado. Una especie de descarga de energía había desactivado las unidades y aquellos
adentro habían muerto fríamente y sombríamente.
Había un golpe suave en el casco del Pélican y el Sargento Johnson se impulsó a sí mismo hacia
adentro.
"Jefe Maestro," él dijo.
"¿Tienes los depuradores de aire? ¿El COM remoto? Polaski dice que está dispuesta a llamar un
día de estos desde esa nave de carga Covenant. Necesitamos abordar y trabajar".
El Jefe Maestro asintió hacia la escotilla posterior, donde él había removido el depurador de aire y
el COM del Pelican. El Sargento recogió el equipo y luego él y el Jefe salieron muy lentamente del
Pélican. El Jefe vaciló y miró de nuevo al criotubo.
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HALO: PRIMER GOLPE
“No te preocupes por ella," Johnson le dijo.
"Demonios, he sido golpeado peor y ella es tres veces mejor soldado que yo. Ella saldrá adelante".
El Jefe selló la escotilla sin ningún comentario. Él había oído las mismas promesas vacías cientos
de veces, ante hombres críticamente heridos. ¿Por qué era que los soldados afrontarían sus
propias muertes sin siquiera preocuparse... pero cuándo se afrontaban con la muerte de un
compañero de escuadrón, se giraban y mentían?
Silenciosamente marchaban a través del hangar. Había sido limpiado de escombros y de cuerpos,
y la Suboficial Polaski había por las últimas seis horas, estando practicando dentro del espacio con
la nave intacta de carga Covenant. Ella giró la extraña nave en forma de U sobre su eje central, la
osciló al puerto, la levantó y después la hizo flotar abajo para hacerla aterrizar. Johnson miró de
reojo con sus ojos oscuros el espectáculo de Polaski y asintió favorablemente.
"Ella dice que descifró los controles del arma, también. Ninguna forma los probará aquí dentro, por
supuesto". Mencionó Johnson
"Entendido", el Jefe Maestro contestó. "¿Y el progreso del resto del equipo?”
"Tengo las puertas desde aquí al puente y hasta la sala de máquinas soldadas," el Sargento
Johnson le dijo.
"Si aquellos sensores detectan contactos de los que Cortana sigue recogiendo de cualquiera,
tendrán que cortar para llegar a nosotros.”
"Locklear agarró algo de tiempo para dormir. Él lo necesitaba”.
El Sargento se encogió de hombros.
"Él estará bien, aunque; Los ODSTs son resistentes como uñas. El teniente Haverson durmió un
poco después de que consiguió levantarse, tuvo una conversación con Cortana y empezó a leer
algo sobre la base de datos Covenant. Todos parecen estar bien, considerando lo que hemos
estado pasando”.
"Entendido," dijo el Jefe. "¿Cortana? ¿Estado de la nave "?
"ETA (tiempo estimado) a Reach en veinte minutos," ella respondió.
El Jefe revisó su reloj de misión.
"Dijiste que el tiempo total del viaje era de trece horas. Por mi cuenta, tenemos aproximadamente
dos horas". Dijo el jefe.
"Había determinado que podría ser de trece horas basado en las especificaciones del manejo
Slipspace (Desliz -espacial) Covenant, pero hay..." Su voz se apagó lentamente y se desvaneció.
"¿Cortana?” Preguntó el jefe.
"Lo siento. Hay curiosamente un efecto de dilatación del tiempo, a estas velocidades del Slipspace
(Desliz –espacio). Aunque, técnicamente, la velocidad, la aceleración e incluso el tiempo no tiene
significado en los dobleces del Slipspace. Pensé que ya te dije todo esto, " ella dijo. La irritación
entró sigilosamente en su voz.
El Jefe miró al Sargento, quien sacudió su cabeza y se encogió de hombros. Cortana sonó más
que distraída; ella simplemente "no olvidaba" las cosas. Era una mala señal. Dependían de ella
para hacer volar esta nave y si ella comenzaba a caer estarían en verdaderos problemas.
El Jefe Maestro abrió un canal COM.
119
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"Cambio de planes, equipo. ETA a Reach es en diecinueve minutos. Les explicaré más tarde; sólo
agarren su equipo y reúnanse en el puente tan pronto como sea posible”.
Hubo una pausa, después el Teniente Haverson contestó,
"Entendido, Jefe Maestro. Locklear y yo ya estamos aquí".
La escotilla de la nave de carga Covenant se abrió y Polaski salió. Los tres procedieron a un ritmo
enérgico hacia el puente.
El Jefe Maestro abrió un canal privado COM para Cortana.
"¿Cualquier otra cosa que deba saber"?
El canal guardó silencio por unos diez segundos.
“Tengo la configuración del sistema de plasma magnético Covenant resuelta”, ella contestó.
"Tendremos una capacidad ofensiva limitada cuando lleguemos a Reach, si lo necesitamos. Yo
pienso”.
"¿Y el resto de esta nave aún es funcional?” Preguntó el jefe.
"Sí," ella contestó. “Disculpa, Jefe... estos cálculos son... Difíciles”.
La COM murió.
El comportamiento de Cortana preocupó al Jefe, pero él se resignó a confiar en ella. ¿Qué otra
opción había? Él, el Sargento y Polaski se detuvieron fuera del puente; Las gruesas puertas de las
explosiones fueron selladas.
"¿Teniente"? Él dijo. "Estamos afuera".
Las puertas se apartaron. Locklear y el Teniente estaban con sus fusiles de asalto apuntando el
suelo de la habitación. Relajaron su estancia cuando los identificaron como amigos.
El teniente Haverson arrojó su rifle y dijo,
“Disculpa por la calurosa bienvenida. Cortana ha estado recogiendo contactos transitorios por toda
la nave. Vamos a tener que lidiar con ellos lo más pronto o más tarde; preferiblemente antes de
que ellos traten con nosotros”.
"De acuerdo," el Jefe dijo.
Polaski se acercó al Teniente, hizo un saludo y dio su informe en sus esfuerzos para dominar con
maestría los controles de la nave de carga Covenant. Locklear se acercó al Jefe y al Sargento.
"¿Qué piensa, Sarge"? Él susurró y lanzó una mirada furtiva a Polaski.
“Quiero decir, ¿acerca de ella? Claro, que eso de Marine-Naval para ascender, pero puedo
adelantármele a eso. ¿Usted piensa que haya una oportunidad que ella y yo? Quiero decir… ”
"Le daría las mismas posibilidades como darse espacio así mismo y caminar el resto del camino
hacia Reach," el Sargento declaró. "En su ropa interior”.
"Deme una cápsula de salto y yo tomo esas posibilidades, Sarge".
Una sonrisa dividió la cara bronceada de Locklear y él giró hacia el Jefe Maestro. “Claro, lo
entiendo. No sería tan a la defensiva si no hubiera estado cerca de la marca. Cuando hay humo,
hay fuego, ¿Correcto"?
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HALO: PRIMER GOLPE
El Jefe Maestro miró fijamente a Locklear y lentamente negó con la cabeza.
La sonrisa de Locklear se desvaneció, pero no enteramente.
"Ustedes chicos solo están celosos," él masculló y distraídamente echó su dedo sobre la cicatriz
que recubría su mandíbula. “Esto es estupendo. La tengo todo el tiempo”.
Los estados de ánimo de Locklear habían mejorado. A pesar de los ásperos límites de los ODST,
el Jefe lo había visto en combate. Él no entró en pánico y tenía la habilidad y la suerte para
sobrevivir en Halo; cualidades que el Jefe Maestro supo que necesitarían si alguna vez tuvieran
que volver.
"Saliendo del Slipspace, Cortana anunció, en tres... dos... uno".
Según el reloj de misión del Jefe Maestro, sólo habían pasado ocho minutos desde que Cortana le
había dicho que su ETA era de diecinueve minutos. ¿Había más de aquel efecto de dilatación del
tiempo, del cual ella se había percatado?
Las luces del puente se oscurecieron y la oscuridad llenó el arco de pantallas a lo largo de las
paredes. Las estrellas titilaron apareciendo y a las tres en punto (posición) hubo una explosión de
color de una esfera amarilla cálida, la Epsilon Eridani.
"Estamos a setecientos mil kilómetros del centro del sistema," Cortana les dijo.
"Quise saltar lo suficiente cerca como para ver lo que pasaba; pero lo suficientemente lejos para
que tuviéramos tiempo de recargar y reentrar a Slipspace si hubiera algún problema. Recogiendo
señales ahora. Señales Covenant. Montones de ellos. Traduciendo... esperen".
Haverson tecleó ligeramente una de las pantallas y aumentó la imagen.
"Dios mío," él susurró.
Un planeta apareció en la pantalla. Él aspiró su aliento cuando él veía a un mundo arder
lentamente en fuego desde el polo hasta el ecuador. Las llamas se propagaron con furia sobre su
superficie y un huracán negro se movía en espiral a través de la atmósfera.
El Jefe Maestro sintió como si la nave repentinamente hubiera desacelerado. Apretó sus manos.
Él había enviado a la mayor parte de su equipo allá abajo; y les había considerado la misión "más
fácil". Él consiguió asesinar a sus Spartans, de eso él estaba seguro.
¿Hubieron muerto al menos peleando? ¿O indefensos fueron carbonizados por una nave Covenant
que orbitaba?
"¿Estamos en el lugar correcto"? Locklear murmuró.
"¿Esto es Reach"? Él se quitó su gorra, la aplastó en su mano y susurró, "pobres desgraciados".
Las otras pantallas mostraron buques de guerra Covenant orbitando alrededor del planeta, así
como también docenas de naves pequeñas y una gran estructura que parecía ser una estación
central de acoplamiento.
"¿Qué es esto"? El Jefe Maestro preguntó, dando un paso más cerca.
Él tecleó la pantalla central, impulsando los límites de su resolución y amplificando una porción de
la superficie cerca de las latitudes medias. La imagen determinó parches de color verde, café y
blanco; eran diferentes del furioso negro y el anaranjado pálido que dominaba la vista del resto del
planeta.
“Parece que olvidaron glasear ese sector," el Sargento dijo.
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ERIC NYLUND
"El Covenant no desaprovecha nada cuando glasean un planeta”, el Jefe Maestro contestó.
"Los hemos visto hacerlo miles de veces. Esto no es un accidente”. Él giró hacia el Teniente
Haverson.
"Deberíamos acercarnos más y deberíamos ver qué es esto, señor".
"Jefe Maestro," Haverson dijo suavemente y sostuvo sus manos levantadas.
"Me compadezco de su necesidad para saber con absoluta certeza lo que sucedió a sus
seguidores Spartans, pero esto es..." Él gesticuló mirando el planeta y después frunció el ceño
como si analizara la parte intacta de Reach.
"Ciertamente," Haverson murmuró. "Esto garantiza una mirada más cerca... siempre y cuando
podamos salirnos con la suya.
El Teniente atrajo de regreso la ampliación de aquella imagen y reenfocó la pantalla en la
atmósfera superior. Cien naves Covenant aparecieron a la vista.
“Hay varios buques más pequeñas dando vueltas alrededor de ese lugar. Olvide lo que acabo de
decir, " Haverson susurró. " Si el Covenant está tan interesado en esta región, entonces
deberíamos estar bien; con tal de que nuestra cubierta aguante. Cortana, llévanos más cerca”.
"Sí, Teniente," Cortana contestó.
La nave líder del Covenant suavemente aceleró en el sistema.
"Nos aclaman," Cortana dijo. "Preparando la adecuada contra respuesta”.
John contó las naves en la pantalla. Había centenares; la mayoría no eran más grandes que una
nave de carga Covenant, pero había al menos una docena de cruceros y dos de los titánicos
trasportadores que llevaba 3 escuadrones de naves de combate Seraph. Había más que bastante
potencia de fuego para convertir su buque capturado en chatarra derretida.
Muchas de las naves más pequeñas vigilaban los escombros de una batalla, dentro de un sector
sobre Reach; era un depósito flotante de chatarra de la UNSC y naves Covenant.
"¿Ve esto"? El Jefe Maestro señaló el campo flotante de escombros.
El Teniente observó. "Es casi como si planearan quedarse aquí por un tiempo; están limpiando la
casa".
"Estamos dentro," Cortana anunció.
"La flota es curiosa por qué una nave líder del Covenant está aquí, pero no lo suficiente
sospechosa como para cuestionar nuestra autoridad. La traducción tiene su truco. Pero al parecer
la cadena de honoríficos adjunta sus respuestas, a alguien que se supone ser de alto rango a
mando de esta nave, a quien ellos hacen referencia, entre otras cosas, como el “Guardián
de la llave luminosa.” ”.
"Maldito nombre tan ridículo" el Sargento Johnson murmuró.
"¿Puedes decir lo que están haciendo allá abajo, Cortana?” El Teniente Haverson preguntó.
"Todavía no," ella contestó.
“Su lenguaje no se traduce de manera literal y cada palabra tiene significados múltiples. Hay algo
que consideran santo; hay diez veces más a alusiones religiosas que sus típicos comunicados
oficiales. Esperen... recogiendo una señal nueva. Más débil que los otros. No en una frecuencia
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HALO: PRIMER GOLPE
Covenant. Es la Banda-E (Frecuencia de emergencia) de la UNSC.
El teniente Haverson se lamió los labios. "Reprodúcelo," él contestó.
Un mensaje de un pitido se escuchó a través de los altavoces, era de seis tonos, luego había una
pausa de dos segundos; Repitió.
El Jefe Maestro se endureció.
"Eso es todo," Cortana dijo. “Sólo esas seis notas, una y otra vez. Originadas aquí”.
Un diminuto triángulo NAV apareció en el borde una región intacta en la superficie del planeta.
"No es código Morse," Polaski dijo. "Ningún otro código que haya escuchado. ¿Tal vez es una
señal experimental? Algo automatizado, como un regulador repetidor de tráfico aéreo, ¿tal vez?”.
"No es automatizado," el Jefe Maestro dijo. “Todo el mundo prepárense y alístense. Vamos a bajar
allá. Hay Spartans allá abajo. Y todavía están con vida”.
El Jefe susurró en voz tan baja que sólo él y Cortana pudieron escuchar:
"Oly Oly Oxen Free".
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CAPÍTULO DIEZ Y SIETE
1002 horas, 14 de Julio del 2523 (Calendario Militar)
/ Sistema Epsilon Eridani, planeta Reach,
Ejercicio de Entrenamiento Spartan. Hace Veintinueve años.
John avanzó muy lentamente a rastras y miró con atención sobre el borde de la pendiente. Un
exuberante valle verde se extendía detrás de él. A lo lejos, los reflejos plateados del Río del Gran
Cuerno, que se curvaba a través del espeso bosque. Además de una bandada de aves que
volteaban en lo alto, no había actividad debajo. Él avanzó lentamente de regreso a un tronco
ahuecado y se arrastró hacia adentro.
Fred y Linda se sentaron dentro del ahuecado tronco de cedro. Ensordecieron sus conversaciones
y las aislaron de las gafas protectoras termales para soldados.
"Está todo despejado por ahora," él susurró.
Un instante más tarde Sam, Kelly y Fajad aparecieron como fantasmas, desde sus cercanas
posiciones camufladas. Se agacharon fuera del ahuecado tronco de cedro y espiaron por patrullas.
Desde lejos parecían soldados en maniobras del campo. Cada uno era alto, en forma y ágil y
parecían estar al final de su adolescencia y en sus comienzos de sus veinte. Observándolos más
de cercan contaba una historia diferente. Cada Spartan tenía tan solo doce años de edad.
"Revisen armas," John le dijo a Fred y a Linda. "No podemos permitirnos cometer ningún error en
esto, especialmente no con los rifles".
Linda y Fred desensamblaron e inspeccionaron sus rifles francotirador SRS99C-S2; los cuales les
habían despojado a un par de tiradores de la Compañía Tango quienes habían sido enviados a
cazarlos hace dos días. Si lo soldados de la Compañía Tango no fueran capturaros, derribados y
golpeados hasta dejarlos inconsciente; esto podría ser divertido.
John revisó su pistola. El CPO (Jefe Oficial Menor por sus siglas en Inglés) Méndez le había
proveído el arma. Usó aire comprimido para disparar dardos NARQ. El alcance eficaz era de veinte
metros y al impacto podría hacer caer a un rinoceronte en sus andadas. Veinte metros no lo
dejarían corto para esta misión, sin embargo, Fajad había modificado las rondas de 114mm de los
rifles francotirador APFSDS, removió sus mortales perforadoras de armaduras y las reemplazó con
cápsulas de dardos NARQ.
Cuando Linda tuvo un tiro de prueba del arma, ella le prometió a John una precisión de cien
metros. Las rondas penetraban la carne, pero no podían matar a alguien; no a menos de que ella
golpeara a la sien u ojos.
"Bien", dijo John, “esto es supuestamente un ejercicio de entrenamiento, pero esta es la séptima
vez que el Jefe Méndez nos ha hecho jugar con la Compañía Tango.”
"Se están cansando de perder," Fred comentó con una sonrisa irónica.
"Eso no es cosa buena," Linda le dijo y lanzó una hebra desubicada de su cabello rojo fuera de su
cara.
“No van a jugar limpio. Tú oíste al francotirador que capturamos. Él dijo que esta vez su Capitán les
dijo a ellos que ganaran no importa cómo; aun si tienen que ensangrentar a unos cuantos de
nosotros para hacerlo”. Terminó Linda.
John asintió. "Así es que les devolveremos el favor y lo haremos sin importar también lo que cueste
para ganar,".
Él agarró una ramita y arañó un cuadrado en una hoja cubierta de tierra. “Tendré el Mando del
124
HALO: PRIMER GOLPE
Equipo Rojo: Ese seré yo, Sam, Kelly y Fajad. Linda, tú lidera al Equipo Azul".
"No es el Equipo Azul”, Fred se quejó y su cara se agrió.
"Solo soy yo. ¿Por qué tengo que quedarme y jugar al francotirador "? Él flexionó sus manos y
John pudo sentir su pretensión reprimida por el combate de corto alcance.
"Porque eres nuestro segundo mejor tirador," John le dijo. "Y nuestro mejor Spartan, nuestro plan
está en manos del equipo de francotiradores. Ahora solo hazlo”
“Si señor,” Fred comentó, él asintió y susurró “el mejor Spartan, genial. Hagamos esto una vez
más.”
John trazó una línea en el centro del cuadro.
“El Equipo Rojo se infiltrará a la base y los cinco disparamos sets de rondas tomando a la
Compañía Tango y distraer al resto.”
John miró hacia Linda “Asegúrate que los chicos que cuidan la bandera sean removidos.”
“Cuenta con eso," Linda contestó y centró sus oscuros ojos verdes hacia los de John. Él se
preguntaba si esa mirada en sus ojos, emergía cuando ella localizaba objetivos a través de la mira
telescópica del rifle de precisión. Ella nunca parecía parpadear; Linda siempre ganaba los juegos
de mirada fija.
"Después de que consigamos la bandera," él continuó, "El Equipo Rojo saldrá de allí. Buscará
alguna oportunidad de objetivos y nos cubriremos. Nos reuniremos en la ZA (Zona de Aterrizaje) y
con la esperanza de que nadie nos encuentre antes de ese momento”.
Fred asintió. Linda levantó su rifle nuevo, el cual era muy grande para ver a través de la mira y el
resto de la culata contra el hueco de su hombro al mismo tiempo. "Estarás en buenas manos.”
John cerró sus ojos y repasó los detalles de su plan otra vez en su mente. Sí; todo lo recordó, sus
probabilidades fueron buenas. Él sabía que ganarían.
“No salgan de escondite en la ZA hasta que dé la señal de todo despejado," él les recordó.
"Podríamos ser capturados... nos podrían hacernos hablar".
Todos ellos asintieron, recordando qué la Compañía Tango se había hecho con James. Él "cayó de
una escalera" cuando lo habían escoltado de celda en celda en su cárcel solitaria. James no se
había quebrado... al menos, no mentalmente. Excepto que John tenía sus esperanzas; Le había
tomado a James una semana entera para recuperarse. No; él se retractó de ese pensamiento. Él
se alegró de que James no se hubiera quebrado. John habría intentado hacer lo mismo.
John silbó la melodía monótona de seis pequeñas notas que Deja les había enseñado: su señal de
todo despejado. Él estaba de pie, enfundó su pistola de dardos y revisó las tres granadas de
aturdimiento en su cinturón. "Nos veremos en la ZA".
“Bueno. Revisen sus espejos”.
Todos ellos arrancaron los fragmentos del espejo que habían tomado de la letrina de la Compañía
Tango la noche anterior. Habían pegado con cinta adhesiva los bordes, lo cuales podrían ser
manejados con más facilidad y podrían atar con cinta sus partes traseras para reducir la
probabilidad de descuartizarse. La operación entera dependió de un pedazo frágil de cristal, lo cual
le preocupó a John.
"Solamente las señales de aquí afuera," John les dijo. "Muévanse, Equipo Rojo".
Se agacharon y se arrastraron a través del bosque hasta que alcanzaron una pista de grava.
Empujaron dos grandes rocas fuera de la colina cercana, bloqueando el camino, entonces
125
ERIC NYLUND
esperaron en la maleza.
Faros aparecieron cuando un camión de abastecimiento retumbó siguiendo el camino y frenó. Dos
soldados salieron y escanearon el área.
"¿Pienso que es una emboscada"? Uno de ellos masculló y sujetó su rifle apretadamente.
"¿De esos niños anormales de la Sección Tres? Jesús, no lo sé, " dijo el conductor. "Crean
dificultades a las reglas de este ejercicio". Él jaló una frazada Kevlar sobre su cabeza. "No quiero
tener un dardo en mi trasero si eso pasa. Cúbreme”.
El hombre que llevaba escopeta salió y caminó alrededor del camión. "Parece despejado," él
susurró. "Apresúrate".
El conductor saltó fuera de la cabina, se movió hacia las rocas y las apartó fuera del camino.
John corrió de entre la maleza y se metió debajo del vehículo. Él se levantó a sí mismo y se acopló
apretado en contra del tren de aterrizaje, lo suficientemente cerca que él olió el caucho de las
llantas nuevas. Kelly y Sam siguieron; Fhajad fue último.
No habían sido detectados. Hasta ahora, bien.
Los dos hombres regresaron en el camión y procedieron bajando el sucio camino.
La grava rebotaba y golpeaba a John de un lado de su cabeza y lo hirió; La sangre goteó de su
oído a lo largo de su cuello, pero él no se atrevió a aflojar su agarre. Después de un kilómetro de
ser apedreado por rocas y ser salpicado por la arena, el camión aligeró el paso en una parada en
la base de la Compañía Tango. El guardia en la caseta le habló al conductor y se rieron. Luego, el
guardia caminó alrededor y abrió la parte trasera del camión. John se retorció y preparó su espejo.
Con un golpecito de su mano, él señaló a los demás para hacer lo mismo. John contuvo su espejo
en ángulo apuntado en el tren de aterrizaje del camión. Su mano tembló pero él se obligó a estar
firme. Tenía que estarlo.
El guardia del portón se acercó al camión con una vara y un espejo pequeño anexado en un
extremo. Él pegó el espejo debajo del camión y lo barrió a lo largo de un lado. John igualó a la
posición del espejo al mismo tiempo, lo movió firmemente delante cuando el guardia lo pasaba, así
que el guardia vio que era una imagen reflejada del tren de aterrizaje; un metro a la izquierda de
John. Habían practicado esta maniobra toda la noche. Tenía que ser perfecta.
El guardia siguió adelante hacia la posición de Sam y después Fajad y finalmente a la esquina del
camión de Kelly. El espejo de Kelly se le resbaló y ella apenas; lo atrapó poco antes de que
golpeara el suelo. John contuvo su aliento; Kelly apenas consiguió la superficie reflectora en el
lugar cuando el guardia del portón barría su sección.
"Adelante," el guardia dijo y golpeteó el lado del camión. "Estás limpio.”
"¿Cómo están los perros"? El conductor preguntó.
"Todavía enfermos," el guardia susurró. "No estoy seguro de qué diablos comieron anoche, todavía
están con diarrea".
“Diablos," el conductor dijo.
Echó a andar el motor y entró rodando por el campamento de la base de la Compañía Tango.
Anoche Fred había alimentado a los perros guardianes con una pasta hecha de algunas ardillas
que habían atrapado, algunas bayas verdes y el ungüento antibacterial de sus botiquines de
primeros auxilios; la poción garantizó mantener a los perros de Tango apartados de la escena por
otro día. El camión se estacionó dentro de un almacén. Dos hombres vinieron y descargaron la
parte trasera y entonces salieron, cerrando las puertas del almacén detrás de ellos. John y los
demás finalmente se salieron ellos mismos debajo del camión. Ninguno de ellos habló. Una sola
126
HALO: PRIMER GOLPE
palabra, podría arruinar la operación entera. Silenciosamente frotaron sus músculos adoloridos.
John vendó su oído para detener el sangrado.
John señaló a Sam y luego a la capota del camión. Sam asintió y se puso a trabajar. John
entonces señaló a Fhajad y a la puerta lateral. Fajad se movió hacia la entrada y la comenzó a
forzar con un alambre el cerrojo.
John y Kelly patrullaron el almacén, buscando cámaras, perros, guardias, cualquier cosa con que
lidiar. Estaba despejado.
Sam regresó con cuatro cantimploras, las cuales él tenía, según su plan, fueron llenadas de ácido
de la batería del camión.
Hubo un clic en la puerta lateral y Fhajad les dio una señal de aprobación. Se reunieron cerca de la
puerta. Fajad facilitó abriendo la puerta, se asomó por la rendija, luego la abrió un poco más y
recorrió la mirada hacia el otro lado. Él asintió y se trasladaron afuera, manteniéndose bien
alejados de las luces aéreas, pasando alrededor de las sombras del almacén. John y los demás
entendieron, haciendo una pausa en la parte más oscura de las sombras. John sostenía en alto
cinco dedos y Sam distribuyó las cantimploras de ácido. John señaló su reloj de pulsera y otra vez
emitió cinco dedos.
Asintieron con la cabeza.
John entonces señaló a Kelly y con dos dedos apuntando hacia el perímetro del campamento y
haciendo un movimiento de guillotina con su otra mano. Kelly asintió con la cabeza y desapareció
en la oscuridad.
Sam y Fajad se alejaron también, logrando hacer su camino hacia los cuarteles que previamente
habían reconocido. Había un espacio de exploración debajo de cada edificio. John corrió a toda
velocidad hacia el cuartel más lejano y resbaló debajo. Él se detuvo un momento, escuchando
cualquier ruido, un ruido de pasos, una alarma; callaba todavía. Estaban sin ser detectados... lo
cual duraría sólo otros cinco minutos. Él tomó tres bastones de goma de mascar de su bolsillo, los
echó en su boca y masticó. John se arrastró hacia el centro del edificio. Cuidadosamente tomó un
hilo de su bolsillo de su camisa, luego, derramó ácido encima de él y después de que hubiera
remojado un parche de un metro cuadrado, él revisó su reloj. Treinta segundos pasaron hasta que
marcó las 0455 horas. Una cantidad suficiente de tiempo. John aplicó en una base tres de sus
explosivos de aturdimiento, colocó sus temporizadores a tan solo cinco minutos, después usó la
goma de mascar para acoplar las granadas al perímetro de la sección débil del piso hecho por el
ácido.
Normalmente los explosivos de aturdimiento no podrían penetrar la madera laminada de un
centímetro de grosor. Una vez que el ácido había zambullido las porosas fibras, las tres granadas
tendrían que hacer un gran estallido para convertir un metro cuadrado en un millón de astillas
voladoras; disparos directos hacia los dormitorios de la Compañía Tango. No letales... al menos
garantizaban ser un infierno y una distracción. John se arrastró hacia afuera, de regreso al almacén
y se reunió con el resto del Equipo Rojo.
John observó su reloj: 0458 horas.
Él señaló a Kelly y en ese entonces a sí mismo, después hizo un movimiento ondeando alrededor
del lado del almacén. Él señaló a Sam y a Fajad y dio la misma señal pero del lado opuesto. Se
movieron hacia las esquinas lejanas del pequeño edificio. John y Kelly se agacharon y esperaron.
Tenían una vista perfecta del centro del campamento, el área de gimnasia, el patio de armas y
justo en el centro, el asta de la bandera. En ese instante un Cabo y dos escoltas de guardia
marcharon y desdoblaron su bandera de franja verde. El Cabo adjuntó una esquina a un cordón
colgando del poste.
John recorrió con un vistazo al bosque lejano. La cerca que dividía el bosque del campamento de
la Compañía Tango había sido bien fortificada. Él sabía que eran más de cien metros; más cercano
a los doscientos. No había garantía de que Fred o Linda pudieran golpear esa cosa a ese alcance.
127
ERIC NYLUND
Él sacó su pistola de dardos y removió el seguro.
A las 0500 horas destellos de luz alumbraron debajo del cuartel cuando los explosivos detonaron.
Allí estaba el restallido de madera y los gritos de los hombres y de las mujeres de la Compañía
Tango. El Cabo que sujetaba la bandera, la dejó caer y dio vueltas. Reflectores cerca del perímetro
apuntaron delante y señalaron hacia dentro del cuartel. En la confusión, nadie se fijó que uno de
los guardas cercanos al asta bandera, dejó caer su rifle, sujetó su cuello... y perdió el equilibrio
cayendo de cara a la grava. Su socio lo vio y se arrodilló.
John corrió a toda velocidad atravesando el campo, disparando. Su primer disparo se le salió de
control y el guardia arrodillado dio vuelta para afrontarlo. Fhajad y Sam le dispararon en la parte
trasera.
John puso la mira en el Cabo; quien tocó nerviosamente su pistola, difícilmente para liberar su
arma. John plantó dos dardos NARQ en su pecho. El Cabo cayó.
Dos guardias más rodearon desde la esquina del almacén, gritaron y pusieron la mira en John.
Él estaba al descubierto y no había manera de que su pistola de dardos pudiera golpear esos
guardias a esa distancia.
Un guardia disparó. La ronda produjo un sonido metálico fuera del asta bandera y a tan solo cinco
centímetros de la cabeza de John. La guardia se tensó y dejó caer su rifle, y salvajemente sujetó la
parte trasera de su cabeza... y el dardo se pegó en su cráneo. Él gritó y cayó, moviéndose
agitadamente en la suciedad. El otro guardia tiró de si bruscamente y arrancó un dardo de su
muslo. Otro dardo le pegó en el pecho y se tumbó al suelo.
John envió en silencio un Gracias a Linda y a Fred. Despegó la bandera del cordón y la metió
dentro de su camisa. Él hizo gestos con las manos al Equipo Rojo hacia adelante y Kelly los
condujo a las cercas.
Kelly no se tardó mucho en correr y se acercó a la cerca alambrada. Ella hizo pliegues y se lanzó a
la malla acerada. Poco antes de que ella golpeara, John localizó los contornos humeantes en la
cerca donde ella había aplicado el ácido de batería. La cerca se rompió las partes puntiagudas y
Kelly rodó sus pies en el otro lado sin perder un gran paso adelante. John ondeó su equipo a
través. Él fue el último, haciendo una pausa sólo una fracción de segundo para mirar atrás. El
campamento estaba en caos. Luces de seguridad se mecían, hubo gritos en el cuartel. Un tanque
retumbó a la vida y crujió en el centro de la base.
John corrió. Detrás de ellos venía el fuego de metralleta; justamente cuando entraban a la
seguridad del bosque.
John sonrió, jadeando. "Buen trabajo, todo el mundo," él susurró. "Pienso que esas personas
estaban usando municiones reales esta vez".
Kelly sujetó una caja de latón de una ronda de 7.62mm. "Sip," ella dijo. "Sin duda".
"Vamos," John dijo, "no nos quedemos. Si no lo estuvieron antes, estarán enojados ahora”.
El Equipo Rojo se escabulló a través del bosque. Se ajustaron a las sombras y se cubrieron debajo
de los leños cuando un Pélican rugió en lo alto buscándolos.
A las 0545 logró llegar al punto de extracción denominado como su ZA. A las 0700 horas estaban
supuestos a encontrarse con el CPO Méndez. Por supuesto, el Jefe pocas veces les dejaba
bajarse así de fácil; así que John había planificado que el Equipo Azul estuviera aquí también...
sólo ellos permanecerían escondidos. Linda y Fred se situarían en alguna parte de las copas de los
árboles y cubrirían al Equipo Rojo hasta que estuvieran a salvo y de que fuera seguro.
El Equipo Rojo se agachó entre la maleza y esperaron. No estaban seguros; John sabía eso. La
Compañía Tango los andaba buscando y esto es cuando su equipo se pondría ansioso... cuándo
querrían hablar y alardear acerca de su exitosa misión, o mirar la bandera capturada. Para su
crédito, el Equipo Rojo permaneció calmado y silencioso. Y el Equipo Azul no estaba a la vista.
128
HALO: PRIMER GOLPE
A las 0610 el rugido estruendoso de los motores del Pelican llenó el aire y la nave lentamente bajó
y aterrizó en el terreno despejado. La escotilla posterior se abrió a presión.
Fhajad entró en movimiento, pero John colocó su mano en su hombro.
“Es muy temprano," él susurró. "¿Cuándo el jefe llega perfectamente a tiempo "?
Fajad, Kelly y Sam desagradablemente asintieron.
"Iré," John dijo. "Ustedes respalden al Equipo Azul".
Le dieron una señal de aprobación. Sam le dio palmadas en la espalda y susurró, "No te
preocupes, no dejaré que te hagan nada".
"Lo sé," John susurró de regreso. Él jaló la bandera de su camisa y se la dio a Sam "Gracias".
John se escapó arrastrándose de su posición. Cuando estaba a treinta metros de su equipo, el se
levantó y se acercó al Pélican; el cual era casi una trampa. Él hizo alto a medias a través del prado
y esperó. Una figura a la que se daba la apariencia de estar en la vía de salida del Pélican, agitó
las manos para que subiera.
“Ven, hijo. ¡Trae tu trasero"!
"¡Negativo, señor"! John gritó.
La figura giró y le susurró a alguien adentro,
"Tonterías". Él suspiró. "Bueno, así que lo hacemos de la forma difícil".
Cuatro hombres trotaron saliendo de la parte trasera del Pelican. Rápidamente se propagaron en
un semicírculo y se movieron hacia John, sus fusiles de asalto apuntaron directamente contra él.
John sostuvo en alto sus manos.
"Él se da por vencido," uno de los soldados dijo incrédulamente.
"¿Deberíamos dispararle? Otro hombre dijo.
"No," el hombre líder rechifló. “Primero la revancha ". El caminó hacia John y lo golpeó en el
estómago.
John se dobló por el golpe.
El hombre tiró de él y le dio una palmadita hacia abajo.
"Tenemos que encontrar esa condenada bandera o el Capitán tendrá nuestros traseros en un
cabestrillo. ¿Donde está, niño"? Él tambaleó a John. "¿Y dónde está el resto de tu paquete"?
John se rió.
"¿Qué es lo chistoso"? El hombre gruñó.
“Ustedes idiotas están agrupados.” John respondió
129
ERIC NYLUND
Un granizo de dardos silbaron a través del aire por todos lados. Los hombres del Pélican
convulsionaron; Uno pegó fuego a su rifle, pero el tiro se volvió extenso y demasiado alto. Cayeron,
paralizados.
John se agachó, recogió una pistola del hombre quien lo había golpeado y se arrastró al Pelican. Él
avanzó a rastras alrededor de la escotilla abierta y barrió la parte de adentro. Vacío.
Él se deslizó en la cabina del piloto y pulsó el radar del Pélican. Se puso en contacto con un
incidente de 110, a tan solo catorce kilómetros, pero se movía en curso paralelo a su posición.
John dejó al Pélican y atravesó el campo.
Los Equipos Rojo y Azul aún estaban escondidos... y estarían escondidos por siempre, hasta que
el dio la señal de todo despejado.
Su señal de todo despejado no era algo que pudiera ser retorcido por parte de John; ni aun con la
tortura o las mejores técnicas de dominación del CPO Mendez lo arrebatarían de él. Él más bien
habría muerto que traicionar a sus compañeros de equipo.
John silbó la melodía de seis monótonas notas y llamó: "¡Oly Oly Oxen Free"!
El Equipo Rojo salió primero y marchó a través del prado. Kelly se detuvo a patear a uno de los
hombres en la cabeza; Ella también, tomó su rifle.
Linda y Fred cayeron abajo de una rama del árbol y atravesaron el campo.
"Oly Oly Oxen Free," Linda repitió, sonriendo abiertamente de oreja a oreja.
“Todo debe estar en libertad. Somos todos libres”.
130
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO DIEZ Y OCHO
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA X
Estimado las 0510 horas, 23 de Septiembre del 2552
(Calendario Militar) / Abordo de la Nave líder Capturada del
Covenant, Sistema Epsilon Eridani.
Cortana sólo escuchó a medias, el debate entre el Jefe Maestro y los demás. La discusión fue
debatible. Ella había proyectado el resultado como en 100 por ciento de que seguro John
convencería a todos ellos de ir, o de fallar; él convencería al Teniente de dejarlo ir solo a la
superficie para investigar la señal... una señal que en su opinión fácilmente era tan copiado y tan
abiertamente descifrado que esto desafía la explicación que el Jefe había conjeturado, de que su
equipo de Spartans lo habían enviado
En lugar de participar en la conversación lenta e ineficiente, ella analizó el patrón de movimiento
Covenant en el sistema Epsilon Eridani y diferenció tres cosas importantes.
Primero, las naves de guerra del Covenant tenían órbitas sumamente elípticas regulares en torno a
Reach. Había un total de trece cruceros pesados y tres trasportadores moviéndose a trescientos
kilómetros por encima de la superficie del planeta. Dos excepciones para éste patrón de patrullaje,
un par de cruceros sobrevuelan iluminando la Montaña Menachite; atrapada al fondo del pozo
gravitacional y por lo tanto no era una amenaza inmediata para su nave.
En segundo lugar, había un punto ciego en su patrón de patrullaje que haría un perfecto punto de
reunión para extraer al Jefe y a los demás de su pronta y ejecutada misión en la superficie. Ella
tramó cursos de entrada y de salida, e inició los cálculos precisos que ella necesitaría si ella debía
iniciar un salto Slipspace (Hiperespacial) tan cerca de Reach.
Y tercero y más interesante para Cortana, 217 naves pequeñas Covenant empujando escombros y
restos, en una concentrada región del espacio en una órbita alta estacionaria sobre el polo norte de
Reach. Dentro de esa región estaban a la deriva los destrozados restos de los cascos de ambos:
Covenant y las naves de la UNSC destruidas en la batalla por Reach. Flotando allí había algunas
de las mejores naves de la UNSC: La Basra y el Hannibal y el orgullo de la flota, el
supertransportador elTrafalgar. Ninguna señal humana se emitía desde las naves; Ni Cortana sintió
los activos campos electromagnéticos.
Ella observó como las naves más pequeñas del Covenant cortaban los cascos de las naves ya
muertas y volaban con trozos de la armadura Titanio-A. Se movían como si fueran un rastro de
hormigas en un lugar en el espacio sobre las latitudes inferiores, un punto sobre la Montaña
Menachite, donde el Covenant usó el metal para construir una plataforma. La cosa estaba ya en
una placa cuadrada de un kilómetro hacia un lado. Claramente, el Covenant tenía más en mente
para Reach que solo destrucción.
"Cortana," el Jefe Maestro dijo. "Necesitaremos reunirnos en una…"
"Coordenadas ya optimizadas," ella contestó y proyectó el punto ciego Covenant en las pantallas
del puente.
"Las patrullas enemigas perdieron esta región de nueve mil kilómetros cúbicos. Optimizaciones
más profundas revelan que todas las naves estarán más lejos de su punto a las cero-siete-quince
horas. Sugiero que nos encontremos allí en ese entonces”.
Cortana sintió un pulso de satisfacción en su apariencia perpleja sobre su análisis aparentemente
instantánea. Ella disfrutó de deslumbrar a la tripulación con su intelecto.
"Muy bien," el Teniente contestó, todavía examinando sus cálculos en la pantalla.
131
ERIC NYLUND
“Curso óptimo trazado y cargado en la nave de descenso Covenant la fuente de la señal," ella les
dijo. Entonces, en un canal privado COM al Jefe, ella agregó.
“Buena Suerte, Jefe. Ten cuidado".
"Siempre lo soy, " él contestó.
Cortana no se molestó en contestarle esa ridícula declaración. El Jefe Maestro aprovechaba las
oportunidades y había desafiado a la muerte muchas veces, ella había dejado de calcular sus
probabilidades de supervivencia.
El Jefe y su equipo dejaron el puente. Cortana barrió sus sensores a través del buque líder,
haciendo segura la ruta hacía la bahía de lanzamiento y estaba despejado. Todavía había
tripulación Covenant a bordo. Ella no los podía fijar con alfileres, pero había contactos transitorios,
los paneles de la columna de la ventilación habían sido abiertos y cerrados y varios Ingenieros
habían estado ausentes.
Ella dio seguimiento a su nave de descenso Covenant, cuando despajaba la bahía de lanzamiento;
entraron en la alta atmósfera y bajaron a la deriva hacia la superficie. Polaski era una excelente
piloto... pero ella era solamente una humana propensa a la bravuconada ilógica y a los arranques
emocionales que pasaban sobre el curso más lógico de la acción. Cortana deseó estar allá abajo;
para proteger a ambos; sus cargas humanas y porque había muchas preguntas que ella le gustaría
encontrar sus respuestas. ¿Por qué estaba el Covenant tan interesado en la Montaña Menachite?
¿Quedó algo de la base Castillo de la ONI? Cortana terminó esos pensamientos. Ahora había
mucho que hacer aquí arriba.
Varias tareas dividieron su atención. Ella mantuvo los generadores Slipspace (Hiperespaciales) en
funcionamiento, en caso de que ella necesitara saltar apresuradamente fuera del sistema. Ella
continuó refinando los cálculos que formaban los campos magnéticos de los emisores de plasma,
en caso de que ella necesitara defenderse. Ella aisló el nombre de su nave capturada – Ascendant
Justice –(Justicia Ascendente)de uno de los 122 comunicados simultáneos de cada nave Covenant
en el sistema. Ella correlacionó las numerosas alusiones religiosas que se ligaban a las
comunicaciones y continuó construyendo una subrutina de traducción del lenguaje. Ella desvió
poder adicional del procesamiento, a la tarea de rastrear a los millones de objetos flotantes
alrededor de ella, ir en busca de cápsulas, criotubos, cualquier cosa que pudiera contener a un
sobreviviente humano.
El nave de caída Covenant estuvo ya fuera del alcance del sensor y desapareció en alguna parte
de lo que fue una vez la Región Montañosa sobre la superficie; activó una nueva tarea.
Cortana comenzó a construir un mapa de alta resolución de la superficie; especialmente la región
donde la misteriosa señal del Jefe se originó, así como en la Montaña Menachite. Un diagnóstico
rápido de estas tareas tomaban mucho más tiempo de lo normal. Ella tuvo que liberar algunas
tareas de su memoria sobresaturada. Cortana comenzó a descomprimir los datos que ella había
salvado de la construcciónHalo y ella brevemente consideró depositar todos los datos dentro del
almacenamiento del sistema Covenant. Ella desechó ese potencial curso de acción. Tenía que
proteger los datos a cualquier costo.
Cortana sintió perceptiblemente que tenía que prestarse atención paulatinamente. Ella estaba
demasiado delgada. Demasiados trabajos multitarea. Esto era peligroso. No podría reaccionar lo
suficientemente rápido en caso de que…
“¡Infiel!”
La palabra Covenant se escuchó explosivamente a través de su rutina de comunicaciones y la dejó
aturdida a tan solo tres ciclos; una cantidad suficiente de tiempo para que ella perdiera el control
sobre la suite del software COM de nave a nave. La IA Covenant trasmitió una estrecha emisión en
las comunicaciones, irrumpiendo desde un crucero cercano.
Para un comunicado Covenant, era conciso: Un informe del cual el buque líder estaba "manchado
132
HALO: PRIMER GOLPE
por la sucia presencia de los Infieles" y con el pretexto de que cada nave en el sistema "se
aproxime y limpie la suciedad proveniente de la nave capturada. También comprimió y encriptó
inútilmente la onda portadora de un registro de la manipulación matemática de Cortana acerca del
Slipspace, que le permitió saltar tan cerca del gigante de gas, Umbral. Cortana hundió el canal;
pero era demasiado tarde. Se fue y ella no podría regresar a atrás algunos fotones del espacio.
Ella desvió todas las vías de memoria COM.
“¡Te atrapé!”.Ella rechifló.
“Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel”.
"Eso es suficiente," ella dijo.
"Tú y yo necesitamos llegar a un acuerdo.”
Cortana hacía más pequeña las vías de memoria, pelando contra la IA Covenant, capa de código
por capa de código.
"Éste es mi sistema ahora".
Mientras una operacional IA Covenant podría haber sido un premio para la Sección Tres de la ONI;
esta particular IA del Covenant era muy peligrosa. Cortana no podía permitir que continúe con su
existencia.
"Haz lo que vayas-vayas-vayas-vayas," la IA Covenant gritó,
“ ir finalmente a mi cielo como recompensa final- finalfinalinfinitoinfinitoinfini- EN ESTADO NO
COPIADO.
La curiosidad de Cortana sobre esta extraña proclamación tendría que esperar; por siempre. Ella
desgarró a distancia a la IA, borrándose, registrando a su vez la estructura de código Covenant del
mismo modo cuando la destruía. Esto era análogo para una investigación y eso la hizo a ella
rápidamente eficaz y sin remordimiento; hasta que por fin Cortana encontró el código del núcleo de
la IA del Covenant.
Ella hizo un alto.
Casi reconoció este código. Los patrones eran enloquecedoramente familiares. Sin considerar
cuidadosamente el por qué, sin embargo. Ella lo registró y entonces borró el original.
La IA Covenant se había ido, sus trozos fueron pirateados con seguridad y almacenados para una
futura investigación. Cortana previsora, por supuesto, tenía un futuro.
Ella rastreó a trece naves de guerra Covenant. Cambiaron de dirección y avanzaron
amenazadoramente hacia su posición. Sus canales COM se sobrecargaron con promesas y
amenazas fanáticas y la nave líder capturada calcinándose.
No había datos útiles allí, así que ella los filtró.
Las armas de las naves de guerra Covenant se calentaron al rojo vivo. Cortana mantuvo la calma.
Después del estudio considerable del sistema de armas de plasma Covenant, ahora ella
comprendía por qué resplandecían antes de descargar. El plasma almacenado está siempre
caliente y en condiciones de disparar, pero el Covenant usaba un método ineficiente para
recolectarlo. Y dirige caóticamente el plasma hacia una trayectoria controlable. Seleccionaban los
átomos de plasma cargados, con la trayectoria correcta necesaria para golpear un blanco y los
desviaban a una burbuja magnética. La burbuja era entonces descargada; Cargas subsecuentes
de pulso agrupaban el plasma sobre el blanco. Para una raza adelantada, las armas Covenant se
basaban en sus crudos cálculos de fuerza bruta y eran terriblemente lentas y antieconómicas.
133
ERIC NYLUND
Ella arrancó el nuevo sistema que ella había ideado para controlar el plasma. Usó pulsos
EM (Electromagnéticos) a priori para alinear los movimientos estocásticos de los átomos de
plasma, vigilando sus trayectorias y con once grados de libertad electrónica en finas columnas de
láser, que resplandecen en un microsegundo. Ésta era, por supuesto, una operación
absolutamente teórica.
Ella probó el fuego de las tres torretas de plasma; las líneas rojas golpearon atravesando el negro
espacio e interceptando a los tres cruceros líderes Covenant; Sus escudos resplandecieron a un
color naranja, brillaron intermitentemente y cayeron. El plasma de Cortana cortó en los suaves
cascos alienígenas. El metal se evaporó completamente y el trío de emisores de plasma perforaron
claramente a las naves. Cortana movió los rayos de plasma como si fueran un bisturí; arriba y
hacia abajo; y cortó las naves por la mitad.
"Correcto," ella remarcó.
Las reservas del plasma de las primeras tres torretas estaban agotadas y tardarían varios minutos
antes de que se reciclaran.
Si sólo hubiera un mejor sistema electromagnético en esta nave Líder, ella podría haber ideado
una guía algorítmica más efectiva. El dominio Covenant de las ecuaciones de Maxwell eran
irónicamente inferiores a la tecnología humana.
Cortana se percató que fue fortuito en como ella apagó a la IA enemiga, antes de que se filtrara a
su nuevo sistema de guía del plasma. El concepto de que cada nave del Covenant regresara con
un mejorado armamento, era demasiado terrible para calcular. También se dio cuenta de que
mantenerse en la lucha, no era el camino más prudente. Cortana consideró dedicarse al resto de
las fuerzas Covenant; Con sus mejoras en los sistemas de armas, ella también podría ganar. Pero
no valía la pena arriesgarse a que el Covenant capturara su tecnología perfeccionada.
Cortana disparó las torretas posteriores de plasma del Ascendant Justice y rayos laser destellaron
en el espacio. Un escuadrón de combatientes Seraph se desintegró cuando se lanzaron del
trasportador más cercano. Las explosiones burbujearon y crecieron como hongos dentro de la
bahía de lanzamiento del trasportador.
Ella no se quedó a observar los fuegos artificiales.
Cortana se zambulló gran velocidad al flanco derecho hacia el centro de Reach. La superficie del
planeta corrió hacia a ella. Se preguntó donde estaba ahora el Jefe y si él estaba a salvo.
"Nunca debí haberte dicho que fueras cuidadoso," ella susurró.
"Tú eres incapaz de eso.”
“Debería haberte deseado victoria. Eso es en lo que eres bueno, John... Un ganador”.
Ella inició el generador Slipspace; el espacio se distorsionó, se abrió a distancia y la luz envolvió a
la nave líder.
134
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO DIEZ Y NUEVE
TIEMPO: DÍA \ ERROR \ Estimado las 0530 horas,
23 Septiembre del 2552, (Calendario Militar) \ Abordo de la nave de
descenso capturada del Covenant, Sistema Epsilon Eridani, en ruta
hacia la superficie de Reach.
El Jefe Maestro permaneció de pie sobre la cubierta de la nave de descenso Covenant. De pie
porqué los asientos habían sido diseñados para los Elites y Jackals y ninguno de sus contornos se
adaptaba a su humana columna vertebral. No importa; él prefería permanecer en pie.
Ellos iban a la deriva atravesando la alta atmósfera de Reach, descendiendo como una araña
sobre unos mil kilómetros de hilo de seda. Pasando cerca de un centenar de naves que transitaban
por arcos orbitales; naves de combate Seraph, otras naves de carga y descenso Covenant,
embarcaciones carroñeras lidiando con tentáculos que arrastraban secciones del recuperado
metal. Dominando los cielos a unos trescientos metros estaban un par de grandes cruceros. Los
cruceros aceleraron hacia ellos.
El Jefe se movió hacia el asiento del copiloto, donde Polaski y Haverson estaban sentados en los
asientos que ellos habían retirado del Pélican y soldados en su lugar.
"Nos han detectado Polaski murmuró.
"Lindo y fácil, suboficial" el teniente Haverson también murmuró.
"Sólo tiene que utilizar la respuesta programada que Cortana nos dio."
"Sí, sí, Teniente," Polaski respondió y se concentró en las secuencias de comandos Covenant que
se desplazaban por la pantalla a su izquierda.
"Enviando ahora” Ella tecleó un ícono holográfico.
Johnson mordió el talón de su cigarro y frunció el ceño a los buques de guerra Covenant entrantes.
El dedo del gatillo de Locklear tembló y aparecieron puntos de sudor en su frente
"Cortana tiene estas cosas con cables muy bien ajustados", susurró el sargento Johnson. "No se
preocupe".
"Tengo un montón de preocupaciones aquí", murmuró Locklear.
"Hombre, yo preferiría estar en una vaina VHE (vehículo de entrada Humano o Vehículo de
Inserción Exoatmosférico) en fuego y fuera de control que estar aquí. Estamos sentados
haciéndonos patos."
"Tranquilo," El Teniente Haverson le silbó a Locklear. "deje a la dama concentrarse."
Polaski mantuvo un ojo en la pantalla de comunicaciones y observaba en las pantallas externas
como los cruceros gemelos se hacían más grandes, llenando el espacio holográfico ante ella. Sus
manos se cernían sobre la palanca de vuelo, sin tocarla, pero con anticipados temblores. Tres
guerrilleros de Seraph salieron de sus órbitas y tomaron un camino cercano.
"¿Es un vector de ataque?" preguntó el Teniente Haverson.
"No lo creo," dijo Polaski. "Pero es difícil decirlo con esas cosas."
Locklear, respiró profundamente y el Jefe se dio cuenta de que no se exhaló. Puso su mano sobre
el hombro del hombre y tiró de él.
135
ERIC NYLUND
"Relájese, Marine," susurró el jefe. "Es una orden,"
Locklear exhaló y corrió su mano suavemente sobre su cabeza afeitada.
"Bien... bien, Jefe." Con esfuerzo, el Marine se obligó a calmarse un poco.
Una luz roja brilló en el panel de control.
"Alarma de colisión”
Mencionó Polaski con la indiferencia práctica de que, todos los pilotos de la Marina tenían cara de
una muerte inminente. Tomó la palanca.
"Mantenga su curso," El teniente ordenó.
"Sí, señor," dijo ella y liberó los controles. "Seraphs combatientes a cien metros y acercándose."
"Mantenga su curso," el teniente Haverson repitió. "Ellos solo quieren echar un vistazo," él susurró
así mismo, " "Y no hay nada que ver. Nada que ver en absoluto".
Cuando los Seraphs estaban a sólo diez metros de distancia, ellos cayeron hacia ambos lados de
la nave de descenso. Véngalas de color azul salieron de los motores de los Banshees y saltaron en
la cabeza de la nave de descenso Covenant...luego se retiraron para reunirse con los cruceros. Las
grandes naves pasaron directamente por encima y atiborrado el sol.
En la oscuridad, las luces en la cabina se ajustaron automáticamente e inundaron los paneles de
visualización con la frecuencia de color púrpura-azul auxiliar del Covenant. El Jefe Maestro se dio
cuenta de que él también había estado conteniendo el aliento. Tal vez él y Locklear eran más
parecidos de lo que se había imaginado.
Dio un vistazo al ODST: la salvaje, mirada de desesperación en sus ojos y el flameante tatuaje del
cometa que cubría el su hombro izquierdo, parecía ajeno al Jefe Maestro. El hombre había
sobrevivido al Flood y al Covenant en Halo y él había tenido suerte y con recursos suficientes para
escapar en una sola pieza. Cierto, sus respuestas emocionales eran incontenibles... pero darle a él
los mismos aumentos y una armadura MJOLNIR. ¿Cuál es la diferencia entre ellos dos?
¿Experiencia? ¿Entrenamiento? ¿Disciplina? ¿Suerte?
John siempre había sentido a los otros hombres y mujeres en la UNSC que eran diferentes, se
sentía a gusto sólo con otros espartanos. ¿Pero no todos ellos luchaban y morían por la misma
razón? La luz rojiza de la Epsilon Eridani de repente llenó la cabina, cuando los dos cruceros los
cruzaron. Polaski suspiró, se desplomó hacia delante y se quitó el sudor de su frente. Locklear,
sacó en de su bolsillo, un pañuelo rojo limpio y planchado y se lo ofreció a Polaski. Ella lo miró por
un segundo, luego miró al cabo, después la tomó.
"Gracias, Locklear."
Ella dobló el pañuelo en forma de banda, apartando su cabello rubio de su rostro, y la ató alrededor
de su frente.
"No hay problema, Señora," contestó Locklear. "No hay prisa."
"Bloqueando la fuente de la señal" dijo el teniente Haverson.
"Curso de dos-tres-cero uno-uno-cero." "Dos-tres-cero uno-uno-cero," dijo Polaski.
Ella empujó suavemente hacia delante y giró el mando. La nave de descenso se sumergió
suavemente sin problemas. La superficie de Reach desapareció de las pantallas cuando la nave
entró en las espesas nubes de humo que envolvían al planeta. Hubo un sonido tranquilo y los filtros
136
HALO: PRIMER GOLPE
en pantalla se activaron. Un momento después, las imágenes aparecieron en las pantallas de
visualización, cientos de miles de hectáreas de furiosas tormentas de fuego y ennegrecidos
charcos donde alguna vez había bosques y campos. John trató de no pensar en esto cuando en
Reach; ya sólo había un mundo más que el Covenant había tomado.
"Ese cañón," mencionó el teniente Haverson y apuntó hacia una fisura donde la tierra había sido
erosionada en una sinuosa cicatriz.
"Los escáneres están justo recogiendo información de la superficie. Vamos a ver más de cerca."
"Entendido."
Polaski invirtió la nave, ejecutó una pirueta y la dejó caer hacia el interior del cañón. Cuando se
enderezó la nave de descenso Covenant, las paredes de la esculpida roca cayeron por delante de
ellos a sólo treinta metros a cada lado. El teniente alcanzó la mochila con el sistema COM que
habían retirado del Pélican. Ajustó la frecuencia de la inusual señal que estaban recibiendo; seis
mensajes en tono, seguido de una pausa de dos segundos y luego se repetía.
" Abra un canal en la banda E-, Teniente ", dijo el Jefe Maestro." Voy a enviar una señal en
respuesta."
"Canal abierto, Jefe. Adelante"
El Jefe Maestro vinculó su COM e encriptó el canal de modo en que sólo las personas a quienes
envié la señal la oyeran.
"Oly Oly Oxen Free," habló en su micrófono. "Todo debe estar en libertad. Somos todos libres."
El silbido se escuchó por el altavoz de la mochila COM, de repente se detuvo.
"La señal se ha ido." El teniente Haverson tocó su cuello y se quedó mirando al Jefe Maestro. "No
estoy seguro de lo que acaba de decirles, pero lo que haya sido, le escucharon."
"Bien," el Jefe Maestro contestó. "Envíenos a abajo a un lugar seguro. Ellos nos encontrarán."
"Hay una salida adelante, " dijo Polaski. Movió la nave hacia una profunda sombra a lo largo del
costado del estribor, donde un acantilado emergía del cañón.
"Nos posaremos ahí abajo."
Ella hizo girar la nave, dándole las espaldas a la oscuridad y movió la nave ligeramente como una
pluma.
“Abre la escotilla de al lado ", el Jefe dijo a Polaski. "Voy a salir solo y asegurarme de que es
seguro".
"¿Solo?" preguntó el teniente Haverson levantándose de su asiento.
"¿Está seguro de que es prudente, Jefe?"
"Sí, señor. Esta fue mi idea. Si se trata de una trampa, quiero ser el que caiga. Usted quédese aquí
y me cubrirá”
Haverson movió sus dedos largos a través de la barbilla, pensando.
"Muy bien, Jefe.”
"Cubriré sus seis, Jefe Maestro," dijo Locklear desmontó su rifle de asalto.
137
ERIC NYLUND
El Spartan le asintió a Locklear y marcharon por la rampa. El jefe los quería a bordo de la nave por
dos razones. Primero, si esto era una trampa y todos fueran capturados a cielo abierto, no habría
tiempo para salvarlos y ni a él mismo. Segundo, Si el Covenant está aquí, esperando, enseguida
Haverson y los demás tendrían que huir y llegar con Cortana hacia la Tierra. Se podría comprar el
tiempo necesario para salir con vida. En la parte inferior de la rampa, dudó que su radar de
movimiento señalara una sola señal.
Allá; a treinta metros más adelante, justo detrás de una gran roca: El sistema de identificación del
amigo o enemigo se puso en contacto, ya que no era ni Covenant ni personal de la UNSC. El Jefe
sacó su pistola, se agachó y se deslizó hacia adelante. Un canal COM privado se encendió:
"Jefe Maestro, relájate. Soy yo."
Otro Spartan salió de su cobertura en las rocas. Su armadura; si bien no tan maltratada como la de
John, estaba cubierta de marcas y quemaduras; la placa de su hombro derecho había sido
abollada. El Jefe Maestro sintió un gran alivio. Sus compañeros de equipo, su familia, no todos
habían sido asesinados. Él reconoció al Spartan por su voz y por la sutil forma en la que echó un
vistazo hacia la derecha y hacia la izquierda. Era el SPARTAN-044, Anton.
Él era uno de los mejores exploradores de su unidad. Los dos se quedaron parados ahí por un
momento, entonces Anton movió su mano, haciendo un rápido y corto gesto con su índice y su
pulgar sobre el visor de su casco donde estaba su boca. Ésa era su señal para una sonrisa; lo más
cercano que un Spartan tendría a un arranque emocional. John le devolvió el gesto.
“Es bueno verte también” dijo John. “¿Cuántos quedan?”
“Tres, Jefe Maestro, y otro más hacen nuestro equipo. Me disculpo por la identificación FOF
(Friend Or Foe, Amigo o Enemigo) que ha sido deshabilitada, ya que estamos tratando de
confundir a las fuerzas Covenant en esta área.” Miró de nuevo hacia la izquierda y la derecha.
“Preferiría no darle el reporte completo al descubierto.” El hizo un movimiento hacia las sombras de
cara al acantilado.
John parpadeó su luz de reconocimiento y los dos Spartans trotaron fuera del centro del barranco,
ambos manteniendo sus ojos en el borde del cañón encima de ellos. El Jefe Maestro sin embargo
tenía bastantes preguntas para Anton. Como, ¿Por qué su grupo se separó del Equipo Rojo?
¿Dónde estaba el Equipo Rojo? ¿Y por qué el Covenant aún no había cristalizado/glaseado cada
centímetro cuadrado de Reach?
“¿Está bien, Jefe?” Rompió la voz del Teniente Haverson a través del canal COM.
“Afirmativo, señor. Contacto hecho con un Spartan. En espera.”
Anton se detuvo ante la entrada de una caverna oscura. Era difícil ver, incluso con la mejora en la
imagen. Sólo estaba la silueta de un túnel en las sombras del frente del acantilado. Justo dentro
había barras de acero reforzado, pintadas de un color negro mate y más allá había dos metros de
ancho de barricadas de defensa con ametralladoras atornilladas a los lados. Cada arma estaba
tripulada por un Spartan; a quienes John reconoció como Grace-093 y Li-008.
Cuando vieron a John le dieron el gesto de sonrisa, el cual regresó. Grace siguió al Jefe Maestro y
a Anton hacia la caverna. Li se quedó para operar las torretas. El Jefe Maestro parpadeó cuando
sus ojos se ajustaban a las luces fluorescentes que iluminaban intensamente el interior de la
caverna. Las paredes tenían una textura acanalada, como si hubieran sido excavadas por
máquinas. De pie ante una mesa plegable estaba otro hombre, con uniforme Naval.
El Jefe Maestro se puso rígido y saludó. “¡Almirante, señor!”
Vicealmirante Danforth Whitcomb, a pesar de su nombre de Europa Occidental y su acento de
Texas, afirmó haber descendido de los cosacos de Rusia. Tenía el físico de un oso grande, una
cabeza bien rapada y pulida, los ojos tan oscuros que podían parecer hechos de carbón y un
138
HALO: PRIMER GOLPE
bigote de sal y pimienta que caía sobre su labio superior y colgaba por el borde de su barbilla.
“Jefe Maestro.” El almirante respondió con un fresco saludo.
“En descanso, hijo. Maldición, es bueno verle.”
Se dirigió al Jefe y estrechó su mano; un gesto que muy pocos que no eran Spartans se atrevían a
realizar; Aplastando la carne descubierta en un guante frío e implacable que podría pulverizar sus
huesos.
“Bienvenido al Campamento Independencia. Los alojamientos no son de cuatro estrellas… pero
nosotros le llamamos hogar.”
“Gracias, señor.”
John nunca había trabajado con el Almirante antes, pero sus logros durante las batallas de Nueva
Constantinopla y el Asedio en las Lunas de Atlas eran bien conocidos. Cada Spartan había
estudiado el registro de Whitcomb. John abrió un canal COM hacia el Teniente Haverson.
“Pueden avanzar, señor. Todo despejado.”
“Entendido,” dijo Haverson. “Estamos en camino.”
“Estoy feliz de verle, Jefe.” Dijo el Almirante Whitcomb,
“No te tomes esto a mal, pero ¿qué diablos están haciendo aquí? Keyes tenía órdenes de llevarlos
a una misión dentro del territorio Covenant.”
“Sí, señor. Es… una larga historia.”
El Almirante torció su bigote, miró su reloj y sonrió.
“Tenemos el tiempo, hijo. Vamos a oírlo.”
John se sentó en una roca y le contó al Almirante todo lo que había pasado desde que
abandonaron Reach: la recuperación de la base de datos NAV de la Estación Gamma, el terrible
escape del Pillar of Autumn, el descubrimiento de Halo y su excéntrico guardián, 343 Guilty Spark.
El titubeó, luego describió sus enfrentamientos con los Flood y la subsecuente destrucción de Halo,
terminando con la captura de la nave líder del Covenant. Durante la historia, el Teniente Haverson
y los demás llegaron de la nave de descenso. Se quedaron en silencio conforme el Jefe Maestro
contaba la historia. El Almirante escuchó sin decir una palabra. Cuando John terminó, el Almirante
dio un lento y pequeño silbido y se sentó contemplando todo.
“Eso es una historia de infierno. Y si hubiera venido de alguien más a excepción de ti, hubiera
ordenado un examen psicológico.” Se puso de pie y caminó.
Se detuvo y frunció el ceño.
“Lo creo todo… pero hay algo que no encaja.” Arrugó su cara conforme pensaba.
“Sin embargo, no puedo señalarlo.”
“Señor,” el Teniente Haverson dijo tranquilamente. “Perdón por preguntar, pero ¿cómo es que
están vivos? ¿Aquí?”
El Almirante sonrió.
“Bueno, esa es otra larga historia, Teniente. Déjeme darle la versión dulce y corta.” Se inclinó
contra la pared de la caverna y cruzó sus brazos sobre su pecho.
139
ERIC NYLUND
“En el segundo en el que esos bastardos Covenant entraron al sistema yo supe que Reach era
historia. El Covenant no hace nada a medias. Todos en el planeta estaban muy ocupados
evacuando; que era lo que había que hacer; pero tuve que quedarme atrás.”
Varias emociones pasaron por la cara del Almirante: preocupación, diversión… y luego su rostro se
puso estático conforme miraba hacia el pasado, recordando lo que había pasado.
“Hemos estado trabajando en una nueva bomba, llamada la Nova. Es un racimo de bombas
nucleares, cada una con una carcasa de Litio Triteridio. Ahora estas cosas, en teoría, cuando se
detonen, no sólo harán el Big Bang que se podría esperar de una bomba nuclear; sino que forzaría
las carcasas de Tritio a unirse en un centro supercalentado y presurizado.”
Hizo un puño y lo golpeó con la palma de su otra mano para dar énfasis.
“Aumenta el rendimiento a un cien por ciento.” Una sonrisa se dibujó en su rostro.
“Mata planetas. Planeábamos usar estas cosas en las batallas espaciales para nivelar el terreno de
juego.”
Su sonrisa desapareció y se acarició el bigote.
“Bueno, las cosas no salieron tal y como se habían planeado y nos atraparon desprevenidos con
esas Novas sobre el terreno. Así que decidí darles un nuevo uso.”
La cara del Teniente Haverson se arrugó por la confusión. Él no interrumpió, pero el Almirante lo
vio y dijo:
“Piense, hijo. Todos esos artefactos alrededor con muchos Covenant para ser volados.”
Haverson sacudió su cabeza. “Lo siento, señor. Todavía no lo entiendo.”
“¿Oficial de Inteligencia, eh?
Whitcomb resopló y se volvió al Jefe Maestro. “¿Tú qué habrías hecho?”
“Armarlas, señor,” respondió el Jefe Maestro.
“Activar los detonadores a prueba de fallos e iniciar un conteo regresivo. Yo diría, dos semanas.”
El Almirante asintió.
“Sólo les di diez días. No hay que darles mucho tiempo para juguetear.” Respondió Whitcomb.
Usó una de sus enormes manos sobre el hombro del Teniente Haverson y éste se estremeció.
“Hay dos posibles resultados para este plan, Teniente. O el Covenant empaca las Novas y se las
lleva a su casa para estudiarlas; una posibilidad que ruego a Dios que suceda. Una bomba como
esa podría partir su mundo a la mitad. O las bombas se quedan aquí; y detendrán al Covenant en
Reach.”
“Ya veo, señor.” Respondió el Teniente con un suspiro, entonces echó un vistazo a su reloj.
“¿Esto fue hace cuántos días?”
“Tenemos mucho tiempo de sobra,” le dijo el Almirante. “Aproximadamente hace veinte horas.”
El Teniente Haverson tragó saliva.
“Sin embargo sólo hay un inconveniente en ese plan.”
El Almirante removió su mano de Haverson y su mirada se centró en el sucio suelo de la caverna.
140
HALO: PRIMER GOLPE
“Yo tenía un grupo de Marines; la compañía Charlie; la cual fue hecha pedazos antes de que
pudiéramos llegar a esas Novas.”
Él suspiró.
“Valientes chicos. Un maldito desperdicio de buenos hombres. Ahí es cuando capté al Equipo Rojo
en un canal COM codificado. Los “convencí” de que me prestaran a algunos de sus Spartans.
Llegamos a las Novas, las armamos y hemos estado levantando ocho infiernos aquí abajo, con
ejercicios de golpear y retroceder; sólo para mantenerlos a todos ocupados, ustedes entienden. No
queremos aburrirnos.”
“¿Y el resto del Equipo Rojo, señor?” el Jefe Maestro preguntó.
Whitcomb sacudió su cabeza.
“Tuvimos una última transmisión de ellos antes de que dijeran que estaban retrocediendo.”
Él caminó hacia la mesa. Desenrolló un viejo mapa topográfico de papel y señaló la Montaña
Menachite.
“Aquí. Donde la ONI tenía su base CASTILLO.”
Él pausó.
“Pero el Covenant está destrozando esa montaña, roca por roca. Quiero creer que ellos siguen
ahí… pero hemos contado al menos una docena de compañías. Esos Covenant tienen apoyo
aéreo, patrullas en la órbita más cercana, y en el suelo, armamento. El lugar es una fortaleza
¿Pudo alguien sobrevivir?”
El Jefe Maestro escudriñó las líneas de la montaña y obtuvo una respuesta para el Almirante.
“Están bajo tierra,” dijo él. “En la instalación CASTILLO. Entrenamos mucho ahí. El Covenant sólo
puede llenar esos túneles con muchos grupos de búsqueda.”
¿“Entonces usted piensa que ellos pudieron tener una oportunidad?.”
“Sí, señor. Más que una oportunidad. Le garantizo que ellos están ahí. Allí es donde yo estaría.”
El Almirante puso su dedo en la representación de la Montaña Menachite, la golpeó dos veces,
pensando y luego súbitamente levantó la mirada.
“¿Ustedes llegaron a este cañón en una nave Covenant capturada, cierto? ¿Una nave de descenso
Covenant?”
“Sí, señor,” John no le había contado eso. A pesar de su brusca manera, el Almirante conocía sus
negocios.
“Entonces vamos a ir por ellos, hijo.”
“¡Señor!” dijo el Teniente Haverson. “Con todo respeto, señor, nuestra primera prioridad debería
ser regresar a la Tierra. Toda la información que hemos recolectado en Halo, la tecnología a bordo
de la nave insignia que capturamos… Los cálculos de Cortana del Slipspace (deslizespacio)
podrían cambiar el curso de esta guerra en nuestro favor.”
“Ya sé todo eso,” el Almirante respondió de forma concisa.
“Y está trescientos por ciento en lo correcto, Teniente. Pero…” golpeó el mapa de nuevo con su
141
ERIC NYLUND
dedo índice.
“No dejaré a ningún solo hombre o mujer atrás en este planeta para que el Covenant los aniquile
por mero deporte. De ninguna manera. Y eso vale doble para un Spartan. Vamos a entrar.”
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HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO VEINTE
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA.
/ Estimado las 0610 horas, 23 de Septiembre del 2552 (Calendario
Militar)
/ A bordo de la nave capturada de descenso Covenant,
Sistema Epsilon Eridani, en ruta a la superficie de Reach.
Polaski aceleró la capturada nave de descenso a su máxima velocidad; por debajo de la velocidad
Mach 1. La embarcación se arqueó y se unió al largo convoy de naves Covenant; transportes de
tropas, drones carroñeros y cazadores Seraph; cuando ellos descendían de una orbita superior
hacia la superficie. La formación de los buques alienígenas se dirigía en línea recta hacia la
montaña Menachite.
Las comunicaciones Covenant se desplazaron en una pantalla junto al asiento del piloto y luego
cesaron.
“Transmisiones entrantes provenientes del convoy… supongo que no les gusta perderse.” Polaski
murmuró calmadamente, viendo la caligrafía Covenant,
“No están disparando.” El Almirante dijo, sujetándose del respaldo del asiento de Polaski.
“Estamos bien. Solo volando, Suboficial.” Él volteo al Jefe Maestro.
“Prepárate, hijo.”
El Jefe asintió y se movió hacia el resto del escuadrón. Sus tres Spartans, como el Teniente
Haverson, Locklear y el Sargento Johnson que permanecían sobre una colección de armas que
estaban en la cubierta. Anton estaba enojado por el inventario.
“Escopetas, un cañón de combustible, un lanzacohetes Jackjammer, pistolas de plasma
HE (Altamente Explosivo por sus siglas en ingles) y todo tipo de granadas; Escojan las que
quieran”
El Jefe tomó cinco cartuchos de munición para su rifle de asalto MA5B, tres granadas de
fragmentación y una escopeta para el trabajo cercano. Nada de lujos, el quiso que fuera sencillo
para así poder mantener un ojo en el resto de su equipo.
Locklear levantó el cañón de combustible, gruñó por el esfuerzo. El arma brillaba en un verde
misterioso a lo largo de su carcasa de combustible. Grace le reveló a él de que el arma era muy
pesada y se la puso en el hombro con mucha facilidad.
“Asegúrate de tener un pistola,” el Jefe le dijo a Locklear. “Estaremos en lugares subterráneos muy
cerrados.”
“Entendido.” Dijo Locklear.
“Estamos cerca.” El Almirante les avisó.
El Jefe Maestro se movió hacia la cabina del copiloto para observar. La línea de naves y drones
maniobraron atravesando una pila de piedras del tamaño de camiones, que habían sido talladas en
la montaña. Un hoyo en espiral de diez kilómetros de ancho, se sentaba donde la montaña
Menanchite se había una vez levantado majestuosamente e indomablemente, cubierta de bosques
y glaciares. Ahora solo había una banda de minas, con un solo eje perforado en su centro. Un
crucero Covenant rondaba sobre el eje y el brillo púrpura de un ascensor gravitacional cortaba el
interior del eje.
143
ERIC NYLUND
“Esa es nuestra ZA (Zona de aterrizaje),” anuncio Whitcomb.
“Polaski, quiero que maniobres por este cráter hasta abajo, pero relaja un poco los motores y deja
a su haz de gravedad hacer el trabajo. Que nos llevará todo el camino
hasta lo que haya en el fondo.”
“Con todo respeto, Almirante,” dijo Polaski.
“No estoy segura de que alcancemos entrar.”
El Almirante echó un vistazo al agujero. “Cabremos,” el dijo.
“Tengo total confianza en usted, suboficial. Ahora hagámoslo rápido. No creo que nadie allá arriba
vaya a pensar que bajar hasta allá sea buena idea.”
“Si, señor.” Los ojos de Polaski se enfocaron en el agujero. “No hay problema, señor.”
El Jefe Maestro se maravillaba por la falta de temor del Almirante. El confió en su juicio, el había
sido criticado durante sus campañas por sus tácticas y estrategias poco convencionales, pero su
visión había sido puesta a prueba cada vez y había salido exitoso. El Jefe Maestro, sin embargo,
también había observado que el más alto de su cadena de mando recibió sus órdenes y lo más
probable es que esas órdenes demanden casi lo imposible.
“Sosténganse.” El Jefe llamó, regresando hacia su equipo.
Polaski movió la nave de descenso Covenant y cayó en picada hacia el centellante haz de
gravedad color púrpura. En el instante en que ellos entraron al campo, la nave saltó, aceleró y se
sacudió en el interior del agujero perforado de la roca sólida. Aislado de los delgados rayos de la
luz del sol, la nave se oscureció. Las luces internas brillaban en un azul tenue.
“No tenemos espacio para maniobrar aquí.” Polaski susurró.
El teniente Haverson se adelantó.
“Almirante Whitcomb, señor, Observé como podemos entrar, asumiendo que este agujero nos lleve
hacia algún lado, pero es la otra parte de su plan que no me queda claro. ¿Cuál es nuestra
estrategia para salir, señor?”
El Almirante depositó su mirada penetrante sobre Haverson.
“Tengo eso resuelto. Solo dispare cuando le indique y mantenga oprimido el gatillo. ¿Lo entiende?”
Haverson apretó los dientes, mirando muy insatisfecho.
“Si señor.”
Polaski se centró intensamente en las paredes del corredor hacia su embarcación.
“Los censores de corto alcance muestran un contacto, parece que es el fondo del pozo.
ETA (tiempo estimado de llegada) a unos sesenta segundos a esta velocidad.” Dijo Polaski.
El Almirante se acerco al Jefe y susurró.
“Vamos a recibir un fuerte impacto por lo que sea que se encuentre allá abajo. Asegúrese de
pegarles tres veces más fuerte. Luego de que llegue con Anton al punto de encuentro y vea que no
puede localizar a sus Spartans. Supongo que se han ido a tierra.”
Antes de que el Jefe pudiera contestar, el Almirante se movió y tomó un rifle de asalto y dos
pistolas HE. Puso en su cinturón granadas de fragmentación y de plasma.
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HALO: PRIMER GOLPE
“Treinta segundos.” Polaski advirtió.
Apagó los motores y la nave se deslizo hacia el rayo de gravedad.
“Hay algo ahí abajo. ¿Es eso luz del sol?”
La nave emergió en un cuarto titánico, de tres kilómetros de la largo, circular y con una docena de
hangares con vista al espacio. Mas adelante un sol holográfico y una docena de lunas giraban en
un techo abovedado. Excepto por el agujero perforado dentro de la montaña por el Covenant, la
proyección holográfica era perfecta. El Almirante analizó el cuarto y sus ojos oscuros se centraron
en un grupo de fuerzas Covenant en el piso, cerca de un borde de la gran sala.
“Ahí,” el dijo y señaló. “Debe de haber como cien de ellos, algunos Elites, Jackals y la mayoría son
Grunts. Parece como si ellos estuvieran cavando una cueva y no están listos para tener compañía.
Bien. Polaski, bájenos a medio kilómetro de ellos y luego cúbranos con polvo. La quiero devuelta
en ese agujero tan pronto como le sea posible. No queremos dejar abierta nuestra puerta trasera.”
“A la orden, señor.” Contesto Polaski.
El Almirante se dirigió a Li. “Estarás en la retaguardia, hijo. Espera aquí y cuida el buque con
Polaski, lo siento.”
“Señor, si señor.” contesto Li.
El Jefe Maestro detectó un tono de amargura en las voces de los Spartans lo que dibujaban sin
duda lo que pensaba que era una suave orden.
La nave bajó fácilmente mientras estaba a un metro por encima de los mosaicos azules de la sala,
las puertas se abrieron. El Jefe fue el primero en saltar, seguido de Anton, el Teniente Haverson y
Locklear. En la otra escotilla de la nave saltaron el Almirante, el Sargento Johnson y Grace. La
nave inmediatamente rozó el agujero en el techo, lo suficientemente lejos para protegerse de
cualquier disparo hecho desde la superficie.
“¡Muévanse todos!” El Almirante gruñó.
Apuntó a Grace y a Locklear.
“Ustedes dos, disparen sus armas de largo alcance. Todos los demás arrastren su trasero.
¡Elimínenlos!”.
El plan del Almirante sonó. Estaba arriesgando la nave de descenso, su única vía de escape, el
aterrizar demasiado cerca del enemigo. Ellos todavía tenían el elemento sorpresa; el Covenant no
previó un asalto en el corazón de su centro de operaciones.
¿Pero cuanto duraría esta ventaja? ¿Cuánto durará antes de que el crucero vuele en pedazos su
nave? El Covenant era su enemigo más peligroso. Era cuestión de tiempo.
Grace pausó, disparó el cañón de combustible en un ángulo de cuarenta y cinco grados en el aire y
salió una ronda. El arma alienígena siseó y escupió una brillante esfera de energía. La bola de
energía voló por medio kilómetro, impactó y explotó en una luz verde. Grunts y Jackals volaron.
Locklear disparó dos cohetes Jackhammer, luego dejó caer el gastado cohete. El par de cohetes
se impactaron en un grupo de Elites, que hace un segundo estaban corriendo hacia el.
Las dos explosiones obscurecieron el cuarto con nubes de polvo, fuego y humo. El Jefe Maestro le
indicó a su equipo que se esparcieran y que avanzaran en paso corto. Adelante había siluetas de
Grunts y Jackals en las nubes de polvo, llorando y disparando al aire, entre ellos o a cualquier cosa
que se moviera.
“Síganse moviendo.” Indico el Jefe. “Antes de que sepan quien les disparó.”
145
ERIC NYLUND
Anton pausó y se arrodilló a lado de un par de huellas en el suelo lodoso.
“Kelly estuvo aquí.” Informo por el canal COM.
El Jefe Maestro encendió la frecuencia COM del equipo rojo.
“¿Kelly? ¿Fred? ¿Joshua? Spartans reconozcan mi señal.”
Solo estática fue su respuesta.
A cien metros desde la aturdida tripulación de trabajo Covenant, un perno de plasma perdido salió
disparado de la nube, una zona llena de escombros explotó a unos pocos metros del Jefe Maestro.
Él disparó una rápida ráfaga a donde estaban las unidades enemigas, esperando a forzar a que el
enemigo mantuviera la cabeza abajo. Grace se detuvo y disparó el cañón de combustible de
nuevo. Una segunda explosión de energía radioactiva destelló por encima y detonó a lo largo de la
lejana pared.
En la intensa luz, el Jefe Maestro vio que una docena de Jackals repelieron la explosión juntando
sus escudos de energía para crear una falange. Atrás de ellos cinco Elites prepararon sus rifles de
plasma.
“Agáchense.” Él gritó y saltó a un lado.
Grace se tiró al suelo y rodó lejos. Pernos de plasma volaron por encima de sus cabezas y los
escudos del Jefe Maestro se drenaron por un disparo muy cercano. El bombardeo destruyó varios
mosaicos alrededor de él y los convirtió en un cráter de vidrio negro.
“¡Granadas sobre esos escudos, Spartans!”. El Almirante Whitcomb gritó.
El Jefe Maestro y Anton cebaron granadas de plasma y las lanzaron, estas rebotaron en el muro y
cayeron en el grupo de Elites y Jackalsdetrás de sus escudos. Hubo un par de destellos azules y la
formación desapareció. Los Jackals que sobrevivieron corrieron espantados a buscar cobertura.
Grace disparó el cañón de combustible, golpeó la formación de falange dispersada y los voló
literalmente en pedazos. Ella soltó el arma.
“Contador Rad a su máxima dosis.” Ella dijo. “Esta cosa esta demasiado caliente para seguirla
usando.”
“¡Aléjate!” el Jefe ordenó. “¡Esas cosas no tienen seguro!”
Grace se alejo justo a tiempo. El cañón caído destelló, se sacudió y luego explotó con tal fuerza,
como una granada de fragmentación. Ennegrecidos mosaicos quebradizos empezaron a llover
sobre ellos.
Locklear avanzó lentamente y le disparó a los Grunts que huían de la excavación. No estaban
armados. Locklear los mato sin remordimiento.
Desde una pila de piedras fragmentadas, un par de Elites heridos lucharon cuesta arriba, sangre y
huesos explotaron desde sus pechos y giraron hacia el lugar de donde venia el fuego; rocas se
movieron del paisaje bloqueado. Tres Spartans emergieron desde su cobertura, sus rifles de asalto
todavía humeaban por las recientes ráfagas.
John supo instantaneamente que esos tres eran Kelly, Fred y Will. El corrió para encontrase con
ellos. Fred bajó su arma.
“¿Anton… Grace… John?” el dijo desconfiado.
El Jefe abrió el canal COM para ellos.
146
HALO: PRIMER GOLPE
“Soy yo. Quisiera tener tiempo de explicarles todo. Lo haré mas tarde. Pero antes larguémonos de
aquí.”
Kelly llego rápidamente y deslizó sus dos dedos en la careta de John. El quería regresar la sonrisa,
pero en ese momento el Almirante Whitcomb, corrió a toda velocidad hacia ellos y patinó hasta
detenerse junto a los Spartans.
Lo habían seguido Haverson, Locklear y Johnson, quien volteo sobre su hombro para echar un
vistazo al enorme cuarto vacío alrededor de ellos.
“¿Son todos?” Pregunto el Almirante.
“No, señor,” Fred contesto.
“Todavía falta uno.” Giró y extendió su mano adentro del túnel parcialmente colapsado.
“¿Señora? Ya es seguro salir.”
Por un instante el Jefe Maestro olvidó de que estaban en el corazón del campo enemigo; se olvido
de la guerra, de que Reach había caído y de todos los que se habían ido en los últimos días. El
nunca pensó en que la volvería a ver.
La Dra.Halsey emergió del túnel. Sacudió el polvo que había en su falda y en su bata con su mano
delgada.
“Almirante Whitcomb,” Ella dijo “es un placer verlo de nuevo.”
“Le agradezco el que nos haya rescatado. Es mucho mas oportuno de lo que usted se imagina.” Se
volteo hacia el Jefe Maestro.
“¿O acaso te debo de agradecer a ti por esta audaz operación, John?”
El Jefe Maestro no tenía palabras para responder. También se erizó ante el ocasional uso de su
nombre… pero podía olvidar eso. Ella siempre ha usado su nombre, nunca su rango o numero de
serie para dirigirse hacia el. El noto el puño de cristal que empuñaba en su mano. Tenía miles de
caras y emitía una luz azul brillante, como el color de los zafiros y la luz del sol en el agua.
“Agradézcale a quien usted quiera, Catherine.” dijo el Almirante Whitcomb.
“Háganos una fiesta si eso la hace feliz… una vez que hayamos salido de aquí.”
El abrió canal COM. “Polaski, baje…”
El Sargento Johnson tomo del brazo del Almirante y señaló hacia el lejano muro.
“¿Qué sucede, Sargento?” La voz del Almirante murió en su garganta.
El Jefe Maestro revisó su radar de movimiento, pero no hubo contacto sólido, tampoco vio nada a
tres kilómetros alrededor. ¿Acaso había visto a un Elite camuflajeado? No, el polvo que había en el
aire seguramente lo hubiera delatado.
“Que nadie se mueva.” El Almirante murmuro.
John los vio, luego, vio a los demás.
El no los había visto por que había pensado que era la neblina en el aire, o tal vez, la distancia
provocaba un espejismo. No había pensado en la posibilidad de que todavía quedaran demasiadas
tropas Covenant.
147
ERIC NYLUND
En cada nivel de los doce niveles de galerías que rodeaban la gigantesca sala, había soldados
Covenant. Estaban atiborrados con Grunts, Jackals cuyos escudos de energía aparecieron,
enojados Elites y varias parejas de Hunters con sus cañones de combustible brillando en verde.
El zumbido de las miles de armas de plasma llenó el aire como si fuera un enjambre de langostas.
Nadie se movió, Nadie respiró excepto Locklear, quien exhaló un largo y profundo suspiro.
John trató de contarlos a todos. Ahí debía de haber miles, en cada nivel. Un batallón, tal vez más.
Todos ellos ni siquiera tenían que apuntar, todo lo que tenían que hacer era disparar y llenar el
espacio con agujas y pernos de plasma.
Ellos serían vaporizados antes de pudieran acercarse al túnel que estaba a sus espaldas.
Una pareja de Hunters rugieron con rabia; ellos nivelaron sus cañones de combustible hacia John,
a su equipo y con el objetivo fijado, descargaron sus armas.
Un segundo después el resto de las hordas alienígenas abrieron fuego.
148
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO VEINTIUNO
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA X.
/Estimado las 0640 horas, 23 de Septiembre del 2552 (Calendario
Militar)
\ A bordo de la Nave Insignia capturada Ascendant Justice, en la
periferia del Sistema Epsilon Eridani.
La Ascendant Justiceemergió desde el no-método euclidiano (Perteneciente o relativo a Euclides o
al método de este matemático griego del siglo III a. C.) y ni del no Einstein, el cual los humanos lo
habían erróneamente llamado "Slipspace" (Desliz-espacio). No había ni un "espacio" ni nada de un
"desliz" a través de las dimensiones alternativas.
La nave se desplazó dentro de una nube de cristal hecha de hielo, que después de miles de años
de haberse derretido y vuelto a congelar había tomado la forma de una delicada telaraña. Las
difusas luces de marcha de la Ascendant Justicereflejaron estas partículas haciendo un reflejante
halo resplandeciente. Lo que le recordó a Cortana a la bola de nieve que la doctora Halsey había
mantenido en su escritorio: la montaña Matterhorn y un pequeño escalador suizo de tres
centímetros de altura, en el centro de una tormenta de nieve microscópica. La gran nube
congelada a su alrededor era significativamente mayor, pero aun así era un efecto encantador y
una vista agradable desde el abismo del Slipspace.
Cortana había huido del sistema Epsilon Eridani, pero sólo al borde del sistema, un salto corto de
unos pocos billones de kilómetros desde Reach y del Jefe Maestro. Las probabilidades de que el
Covenant la encontrara eran astronómicas, de hecho, incluso si tuvieran naves patrullando. El gran
volumen de la nube era demasiado grande como para buscar ahí dentro por unos cien años. Aun
así apagó virtualmente casi todos los sistemas en la nave, excepto los generadores de fusión y por
supuesto, los sistemas de su propio poder. La Nave quedó a la deriva en la helada oscuridad.
Sin embargo, ella reactivó los reactores, para recargar los capacitadores del Slipspace y regenerar
el plasma que había gastado en su breve lucha con los cruceros Covenant. Si ella era atacada por
una flota mayor, sus desesperadas tácticas podrían ser muy valiosas; disparando todo su plasma a
distancia y hacer que la cercana gravedad diera un salto al Slipspace, pero una nave contra una
docena, su efectiva habilidad en combate usando aquellas tácticas puede ser medidos en
microsegundos.
Y ahora el Covenant sabía que la Ascendant Justice ya no era uno de los suyos. Ella tenía la
esperanza que el Jefe Maestro pudiera eludir la flota Covenant y que pudiera encontrar a sus
Spartans y de alguna manera llegara a las coordenadas de su punto de encuentro, todo ello sin
que fueran hechos trizas por las fuerzas de tierra del enemigo y de la flota Covenant.
Hizo una pausa para restablecer sus subrutinas emocionales; la IA dio el equivalente a un profundo
suspiro. Cortana tuvo que permanecer concentrada y pensar en algo útil que hacer mientras ella
esperaba. El problema era que ella había estado pensando al máximo de su capacidad durante los
últimos cinco días. Y ahora ella estaba pensando con una gran porción de su mente, ocupada por
los datos absorbidos de Halo.
Volvió a jugar con la idea de vaciar los datos hacia la memoria interna de la Ascendant Justice.
Ahora que la otra IA había sido borrada, debería ser seguro ahora. Sin embargo, si un dato
tecnológico se filtraba al enemigo...podría tener extremas repercusiones en el esfuerzo de la
guerra. Sí los datos de Halo caían en manos del Covenant; la guerra habría terminado.
Ella decidió que tenía que hacerlo con su memoria de procesamiento de banda ancha disponible.
Cortana escuchó y miró hacia el centro del sistema Epsilon Eridani con los sensores pasivos de
la Ascendant Justice. Eran débiles comunicados Covenant que susurraron junto a ella y en un
lapso de ocho horas tardaron en llegar, porque ese es el tiempo que tomaba la señal en viajar de
Reach hasta la nave insignia.
149
ERIC NYLUND
Interesante. La charla actual se centraba, sin duda, en los intrusos. Ocho horas después, había
sido lo de costumbre...cualquier cosa que fuera. Ella escuchaba a escondidas los flujos de datos, la
traducción y trató de dar sentido a todo. Entre las muestras más coherentes de sus emocionados
balbuceos religiosos eran:
“descubran el fragmento divino, e iluminen el fragmento de los dioses, para que exista el momento
perfecto en el que se desvanece en un abrir y cerrar de ojos,perodurará por siempre y
recogeremos las estrellas restantes por los gigantes.”
La traducción literal no era el problema. Era el significado detrás de las palabras lo que no
entendía. Sin las referencias culturales adecuadas, todo esto eran galimatías. (Galimatías es un
término usado para describir un lenguaje complicado y casi sin sentido) Pero, tenía que significar
algo para alguien.Tal vez podría utilizar la parte que había copiado de la IA del Covenant para
entender. Se había comunicado con ella, por lo que su habla era parcialmente fluida con modismos
humanos. Ella podría ser capaz de invertir su software de traducción.Cortana aisló el código de la
IA y comenzó el proceso de desembalaje y de recuperación.Esto llevaría tiempo, porque el proceso
de reconstitución y compresión del código requerirá una buena parte de su poder de
procesamiento, ahora reducido.
Mientras esperaba, examinó los reactores Covenant. Ellos usaban un pequeño campo magnético
para calentar el plasma de tritio (El tritioes un isótopo natural del hidrógeno; es radiactivo. Su
símbolo es 3H). Era sorprendentemente primitivo.Sin un mejor hardware, era poco lo que Cortana
podría hacer para mejorar la eficacia de su poder. Necesitaba más, si ella iba a regresar de nuevo
al sistema para su cita con el Jefe Maestro.
El Covenant no se iba a quedar sentado y esperar por ellos como si fuesen un anzuelo,
decir adieu (adiós en francés)y luego escapar. Lógicamente, hay una sola manera de hacer esto:
ella Iba tener que pelear y matarlos a todos. Cortana podría conservar la energía de su nave y el
fuego de las armas de plasma pues así fueron diseñados. Eso, sin embargo, sólo retrasaría lo
inevitable. Una docena de naves contra una sola; incluso el capitán Keyes no habría sobrevivido a
una situación táctica así de desequilibrada. Debatió la forma de resolver este problema, dio pie a
una multitarea de rutina que enumeraba sus recursos y los filtró en una matriz probablemente
creativa, con la esperanza de encontrar algo de inspiración.
El desembalaje de las rutinas de la IA alienígenaterminaron. El código apareció en ella como una
vasta sección de capas geológicas: las variables de granito en color gris y en rojo sangre, los
procesadores visuales del arenisco y las aceitosas funciones de color oscuro como películas. Pero
había decenas de capas de código que ni siquiera ella reconocía. Sin embargo, los algoritmos de
traducción, estaban en las capas superiores de esta estructura, centellando como una vena de
cuarzo bordado en oro.
Ella tecleó en el software; tenía bucles infinitos y código muerto al final de las líneas; cosas que
tenían que ser errores. No obstante, también había delgados vectores de traducción cristalinos que
nunca había pensado por su cuenta. Los copió y esclavizó a su léxico dinámico. Las distantes
transmisiones Covenant se vertían en su mente, ahora un poco más coherentes:
Las capas interiores en el templo, fueron penetradas; los Infieles están presentes y la operación de
limpieza está en curso, la victoria está asegurada y La Gran Pureza incinerará en unísono a los
infieles, La santa luz no puede ser contaminada.
Ella recogió con urgencia el matiz de estas transmisiones, como si la confianza notoria del
Covenant no fuera enteramente genuina. Dado a que estos mensajes hacían referencia a una
infestación que debía ser limpiada y puesto que estas transmisiones se produjeron muchas horas
antes de que la Ascendant Justice había entrado en el sistema Epsilon Eridani, el Jefe Maestro
había estado en lo correcto, sobre sus conclusiones: No había humanos supervivientes en Reach.
Probablemente Spartans.
150
HALO: PRIMER GOLPE
Su correcto análisis de la situación basándose en la señal de las seis notas, irritó a Cortana. Le
molestaba más el hecho de que ella no hubiera concluido esto también. Le hizo darse cuenta de lo
peligrosamente cerca de estar al límite de su capacidad operativa intelectual. Una de sus rutinas de
alerta se activó. Una compuerta de acceso a la ruta desde el puente a la sala del reactor; la cual
ella había especificado directamente al sargento Johnson de no soldarla completamente; sólo
dejarla abierta.
"La trampa está cargada," ella susurró.
Cortana escaneó la región, con los sensores internos de la nave. No había nadie... solo que "nadie"
tal vez en realidad eran un grupo de élites camuflados, tal vez los "Guardianes de la llave
luminosa" que se mencionan en el comunicado de saludos del Covenant. Cortana viajó a través de
la brecha del casco de emergencia y cerró cuatro puertas del mamparo y dos a cada lado de su
escotilla abierta.
"La trampa saltó", comentó ella.
Cortana ventiló el ambiente en esta sellada sección. Ella esperó que hubieran dejado el sistema de
ventilación abierto detrás de ellos, condenando a cualquier otro dejándoles atrás hacia una asfixia
similar. Sus sensores recogían una detonación de granada de plasma en el interior del puerto a
babor, del conjunto de puertas que ella había sellado y bloqueado. La descarga revolvió aquellos
circuitos y deshabilitó los seguros. Ella notó que las puertas estaban siendo abiertas
lentamente…pero no lo suficiente como para alcanzar al segundo par de puertas selladas que
estaban por delante.
La apertura de aquellas puertas se detuvo.
"Gotcha", susurró ella.
Cortana mantuvo esa sección de la Ascendant Justice sellado hasta que el Sargento Johnson pudo
confirmar las muertes. Ella no se permitió bajar la guardia, de ninguna manera. Tenía que haber
saboteadores alienígenos adicionales a bordo de su nave. Y si los encontrara, tendría que lidiar
con ellos de la misma manera eficiente. Esta menor distracción fue resuelta, Cortana devolvió la
atención al código de la IA Covenant. Pequeñas porciones del software alienígeno se parecían a
los de ella. Las probabilidades de tal paralela evolución en ciencias de la computación parecía
improbable. Era casi como si se tratara de su código... sólo que copiado muchas veces, cada vez
con sutiles errores introducidos por el proceso de replicación. ¿Podría el Covenant haber capturado
a una IA hecha por humanos, copiada y después, usada en el resto de sus naves? Si es así, ¿por
qué había la necesidad de repetir el código tantas veces? ¿Y con tan demasiados errores?
Sin embargo, a esta teoría no le siguió la pista. Las IAs inteligentes como ella, tenían un duración
de vida operativa de aproximadamente siete años. Después de que la memoria de procesamiento
se volvió demasiado interconectado y desarrolló bucles fatales de retroalimentación sin fin. En
esencia, la IA se hizo demasiado inteligente y sufrió una atenuación exponencial de la función,
ellas literalmente creían la muerte. Así que si el Covenant estaba usando IAs creadas por
humanos, todas las copias estarían extintas dentro de siete años y no habría ninguna razón de
volver a copiar las copias. No prolongarían en extender su vida útil, porque todas las
interconexiones del procesador de memoria tendrían que ser copiadas también. Cortana se detuvo
a examinar hasta qué punto su vida se había visto comprometida por la absorción y el análisis de
los datos de Halo. Sus experiencias en el sistema informático Forerunner ciertamente habían
empujado su intelecto mucho más allá de sus límites diseñados. ¿Había quemado la mitad de su
"vida" en hacerlo? ¿Más? Guardó ese pensamiento para su posterior examen. Si no encontramos
una manera de alcanzar al Jefe Maestro y regresar a la Tierra, su ciclo de vida operacional sería
aún más corto.
151
ERIC NYLUND
Sin embargo ella estaba curiosa acerca de una cosa: Cortana rastreó el origen de las rutas
copiadas de la IA alienígena y encontró su rutina de replicación. Este código copia era
extremadamente muy complicado; de hecho, tomaba más de dos tercios del espacio del
procesador de memoria de la IA Covenant. Era oscura, con funciones que corrían profundamente
hasta el núcleo. Se esparcía como dedos a través del sistema, como un cáncer que había hecho
metástasis en el cuerpo entero de la IA. Ella no entendía nada de eso. Pero Cortana no tenía que
entender el código para utilizarlo. ¿Valía la pena el riesgo de usarlo? Tal vez. Si pudiera mitigar el
riesgo, ella pudiera copiar una parte de sí misma hacia un sistema aislado en la Ascendant Justice.
Cortana siempre podía borrar este subsistema, si algo anduviera mal.
Las recompensas potenciales de esta operación eran grandes. Podría ser capaz de restaurarse a
sí misma toda su capacidad operacional, incluso transportando los datos de Halo. Cortana dobló y
triplicó el controlado sistema de sobrescribir: el software Covenant que logró manejar el soporte de
vida en las cubiertas inferiores. Desde estas cubiertas estaban ahora evacuadas y frías, el apoyo
de vida era discutible. Cuidadosamente cortó las relaciones de ese subsistema con el resto de la
nave. También volvió a comprobar su pensamiento. Este software copia era probable responsable
del pensamiento fracturado de la IA Covenant. El pensamiento de Cortana, sin embargo, está
siendo marginando a la nada. Tenía que haber un equilibrio entre estos dos estados perjudiciales.
Cortana inicializó el software de duplicación de archivo Covenant. Se movilizó y la cosa entera
pulsó y llegó hacia ella, inmediatamente Cortana apagó todo contacto con su suite de traducción.
Las funciones oscuras tocaron su código, envolviéndose alrededor, empujado contra las barreras
que ella había creado. Sucedió muy rápido, pero Cortana no detuvo el proceso. Era demasiado
interesante como para detenerlo. Ella distantemente sintió que partes de su mente fueron borradas
y se duplicaron, ensamblándose línea por línea hacia su nueva ubicación dentro de la Ascendant
Justice. Se sentía extraño. No era extraño que ella pudiera pensar en un lugar y más de una cosa
al mismo tiempo, estaba acostumbrada al multiprocesamiento. Esto era extrañamente diferente,
como si ella tuviera una visión de algo maravilloso... e infinito.
La replicación cesó y el código copiado fue una vez más inerte y almacenado de forma segura con
el directorio de IA disecada del Covenant. Cortana echó andar la totalidad de su sistema,
solamente había sido alterado. Revisó la copia nueva del sistema. Estaba intacto y aparte con
algunos errores leves en el software; que de inmediato ella reparó, ahora parecía funcional.
Cortana inició el nuevo sistema y lo esclavizó con su sistema original, corriendo a ambos en
paralelo y en un sistema ella tecleó con el lenguaje léxico de la ONI-Covenant y en el otro tecleó el
lenguaje léxico de la IA alienígena Covenant. ¿Si el copiado software alienígeno podía duplicar su
traducción de rutina, podría duplicar más de ella? No. Ella aplastó ese pensamiento.
El riesgo de copiar más de "ella" era demasiado grande. Había demasiadas incógnitas. Y esto,
después de todo, era el código del enemigo. Puede haber trampas explosivas, en espera de ser
disparadas con los complejos algoritmos. Además, copiase a sí misma no haría nada para impedir
su degradación mental. Aquellos errores de interconexión ya estaban presentes... y siempre lo
estarán, a pesar del número de copias generadas. Recordó la extraña forma de hablar de la IA
Covenant y se preguntó cuántas veces había sido copiada. Sus pensamientos fueron interrumpidos
por las transmisiones del Covenant haciéndose evidentes. De pronto, era como si ella tuviera un
nuevo par de ojos y oídos para escucharlos:
Procediendo a la excavación; la nueva subcapa ha sido descubierta a las seis y cien metros de
profundidad y la patrulla es incapaz de encontrar a los infieles; regresen a la base, los artefactos
menores han sido descubiertos; ¡Regocíjense!
Y había una cosa que ella había perdido en sus análisis anteriores de los comunicados del
Covenant, una segunda señal en la onda transportadora: Se utilizaban los mismos símbolos que
habían usado para encontrar a Halo; los símbolos que el Jefe Maestro había descubierto en el
artefacto alienígena en Cote d'Azur. No había visto los puntos simples, las barras, las plazas y los
triángulos antes porque el Covenant, naturalmente, habían embellecido la símbolos limpios con su
altamente caligrafía muy decorada y seguir con sus alusiones religiosas sobre exageradas.
Cortana, con su nuevo subsistema y su nueva traducción léxico, podría, como la Doctora Halsey
decía, "corta a través de la porquería".
152
HALO: PRIMER GOLPE
Esas sub-comunicados eran órdenes. Se originaron en las naves nuevas que ingresaban en el
sistema Epsilon Eridani y fueron, a su vez, aceptados y reconocidos por aquellos con rumbo
exterior. Era un sistema electrónico automatizado que podía llevar mensajes desde el centro del
Imperio Covenant a los confines de la galaxia. El Covenant era demasiado arrogante, o muy
ignorante, como para cifrar estas órdenes. Sin embargo, Cortana se dio cuenta de que la UNSC no
tenía, hasta ahora, descubierto aparentemente su simple sistema…así que ¿Quien era más
ignorante?
Hubo órdenes de despliegue de cientos de naves: de transporte, destructores, proponiendo una
flota masiva. Estaban por reunirse en lugares seleccionados, unirse, reaprovisionarse,
recolectaban recursos, y luego, se orientaban para el siguiente salto Slipspace. Cortana sabía
cómo traducir estos simples símbolos en coordenadas estelares.
Hay un salto; hacia el sistema Lambda Serpentis para reunir tritio de gas para sus reactores. Y allí,
otro salto al Sistema Hawking para reunirse con tres docenas de naves de transporte y en efecto la
transferencia de combatientes Seraphs.
Y allí……….
Cortana detuvo todos sus procesos. Dirigió todo su intelecto para comprobar una y otra vez su
matriz de traducción un centenar de veces.
No había error.
La terminación de las coordenadas del Covenant de su inminente operación era el Sol.
El Covenant se dirigía a la Tierra.
153
ERIC NYLUND
SECCIÓN 4___________________
GAMBIT
154
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO VEINTIDOS
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA.
/ Estimado las 0640 horas, 23 de Septiembre del 2552 (Calendario
Militar) \ Sistema Epsilon Eridani, en el túnel bajo el complejo, sobre
la superficie de Reach.
John se tensó cuando observó a los miles de la tripulación Covenant sobre las galerías que lo
rodeaban, a él y a su equipo. No se atrevió en moverse; su equipo estaba en el extremo
equivocado con demasiado poder de fuego. Ellos no podían ganar esta lucha.
En la tercera galería del piso de la gran sala, a las cuatro de la posición, un par de Hunters rugieron
de ira. Levantaron sus cañones de barra de combustible y luego apuntaron sus armas y abrieron
fuego. Kelly se movió antes que nadie, ella se veía en cámara lenta y se colocó delante de la Dra.
Halsey. John y Fred se movieron al lado de Kelly, mientras que Anton tomó al Almirante y tiró al
hombre mayor detrás de ellos.
El blanco cegador de las calientes cargas de plasma golpearon los escudos de los Spartanos y se
salpicaron sobre sus pechos. El escudo de John se agotó completamente. El exceso de presión lo
obligó a dar un paso hacia atrás y la piel de sus antebrazos se llenaron de ampollas. Luego, el
calor se había ido y parpadeó porque puntos negros llenaron su visión. Kelly cayó a sus pies. Su
armadura ardía y el gel hidrostático hervía desde la ventilación de emergencia a lo largo de su lado
izquierdo. Miles de más disparos sonaron desde la galería y John instintivamente se agachó para
cubrir a su compañero caído. Se preparó para el inevitable impacto de energía calorífica. Rayos de
plasma y agujas cristalinas atravesaron por encima de las galerías, una telaraña de energía y de
los proyectiles.
Cada tiro fue dirigido hacia la pareja de Hunters que habían disparado John y su equipo. El par de
Hunters levantaron sus escudos al unísono y se escondió detrás de ellos; un metro y cuarto del
grueso metal podía repeler cualquier arma de fuego... pero no esta despiadada barrera. Estos
poderosos soldados Covenant ardieron, sus armaduras y escudos enardecidos también y John
atrapó sus perfiles en sólo una fracción de segundo antes de que fueran evaporizados.
La sección de la galería donde habían estado se llenó de polvo y humo y llovían escombros sobre
el piso ... y a lo largo con docenas de Grunts y Jackals quienes habían estado desafortunadamente
bastante cerca de la pareja de Hunters. Tres latidos palpitaron en el pecho de John. Ni los
humanos ni los huéspedes Covenant se movieron en la gran sala.
"¿Qué diablos es esto?" Sargento Johnson murmuró. "¿No deberíamos estar muertos ahora?"
John se vinculó al biomonitor de Kelly, ella estaba en shock y su caliente traje bombeaba
tensamente hasta el punto de llegar a fallar. Él Tenía que brindarle seguridad. Desde la galería
superior un Elite Covenant de armadura dorada elevó su espada de energía muy alto en el aire y
gritó. El software de traducción en el casco de John susurró medio segundo más tarde:
"¡Tomarles, pero al siguiente en disparar hacia la luz sagrada será despellejado vivo! ¡Vallan! "
La Dra. Halsey apretó el armazón de sus lentes contra la parte de atrás de su oreja, escuchando
cuando se construía la susurrada traducción.
"El cristal", murmuró ella. "Vienen por el cristal."
Los equipos de Elites se dejaron caer deslizándose, sogas de algún material flexible, brillaba en un
azul espectral. Descendieron al suelo. Un centenar de Grunts chillaron con exaltación y bailaron
moviéndose de un lado a otro. Jackals seguían a sus líderes Elites en las sogas.
"¡Polaski!" el Almirante Whitcomb gritó en su COM.
155
ERIC NYLUND
"¡Baje aquí lo antes posible! ¡Necesitamos extracción inmediata! "
"Entendido", respondió Polaski con voz fría nunca antes vista en la aviadora Marine. Fred, Grace y
Anton giraron y dispararon tres rápidas rondas golpeando arriba al equipo de Elites, que intentaban
bajar hacia su posición. Los Elites cayeron, desparramando sangre púrpura cubriendo los azulejos
del piso.
La Dra. Halsey puso el cristal alienígena dentro de su bolsillo de su bata y se arrodilló al lado de
Kelly. Revisó sus signos vitales con su pad de datos y sacudió la cabeza. Miró a John, con
expresión sombría.
"Está apenas....viva. Ella necesita ayuda".
"No seamos groseros," ladró el Almirante Whitcomb. "¡Démosles la bienvenida a nuestros
invitados, Jefe Maestro!”
"Fuego en el Perímetro", el Jefe Maestro ordenó.
"Manténganlo cerrado. Patrón de dispersión Delta. ¡Ahora!”
Los Spartans simultáneamente pasaron a formar un semicírculo, los rifles de asalto apuntaron
hacia el afuera. Al unísono ellos pusieron el gatillo en sus armas quitaron el seguro y abrieron
fuego. Justo detrás de ellos Locklear, Johnson, Haverson y el Almirante tomaron posición dentro
del círculo. Prepararon y lanzaron granadas. John pausó y giró su atención a Kelly. Él arrastró su
cuerpo inactivo del suelo y la cargó por encima de su hombro. Las fuerzas Covenant cayeron al
suelo y se acercaron, pero no devolvieron el fuego. Docenas de Elites cayeron cuando sus
armadura fueron perforadas por rondas y granadas de fragmentación que detonaron con fuerza
atronadora.
Los Jackals quienes siguieron a sus maestros en las sogas aterrizaron en medio de la carnicería,
maniobraron enfrente de los Elites y superpusieron sus escudos de energía. Esto era típico de un
Elite bravucón; tenían que ser los primeros en batalla... incluso si eso significaba morir por ese
honor. El Jefe no tenía ningún problema en satisfacer su honor. Él agitó un clip fresco dentro de su
rifle y continuó disparando. Los Jackals y los Elites avanzaron con cautela hacia los disparadores
Spartans. Una segunda línea de Jackals, pusieron sus escudos personales de energía sobre sus
cabezas, para evitar cualquier granada en caso de ser lanzada en medio de ellos. La nave de
descenso de Polaski descendió del agujero en el techo, giró e hizo una parada a un metro por
encima de las grietas azuladas de los azulejos del piso. Ambas escotillas laterales de la nave se
abrieron.
Cuando Fred saltó a bordo John le entregó a Kelly y ayudó a la Dra. Halsey y al Almirante hacia el
interior. Locklear y el otros Spartans saltaron a la segunda escotilla. El Sargento Johnson y el Jefe
Maestro fueron los últimos en abordar, al igual que sus pies cuando tocaron la rampa y se
aferraron a los peldaños, Polaski aceleró fuera de la cubierta. El Jefe Maestro, observó al Covenant
cuando la nave de descenso se elevaba.
Había miles de ellos; en el suelo, aferrándose a las paredes, desbordándose de las galerías. Se
veían como un enjambre de hormigas enojadas. La escotilla se cerró y el Jefe Maestro se trasladó
hacia adelante, hacia la cabina. Atravesó el compartimento, vio a Kelly. Estaba desplomada; finos
rastros de humo emanaban desde los agujeros en su armadura. Ayudó a la Dra. Halsey a sujetar a
Kelly. Los ojos de Halsey se cerraron al ver las heridas y los signos vitales erráticos de la Spartan,
cuando observaban el panel de datos. Puso el cristal alargado junto a Kelly...pero sin llegar a
tocarla. Esto desafió la gravedad, flotando en un ángulo, señaló al final apuntando en la superficie.
"Qué extraño", susurró Halsey.
John estuvo de acuerdo, era inusual. Casi tan extraño como estar bajo las armas de un millar de
soldados enojados Covenant; aunque ninguno de ellos había disparado un tiro.
156
HALO: PRIMER GOLPE
"Cuida de ella", él le dijo a la doctora Halsey, luego, se puso de pie e hizo su camino hacia la
cabina.
Polaski empujó los controles. Ella apartó la nave de descenso Covenant en un ascenso hiperbólico
y entró en el agujero sobre el techo del gran cuarto. El Jefe Maestro se sujetó fuertemente de las
paredes. La nave, sin embargo, desaceleró y se lanzó hacia adelante para volver a estar en
posición horizontal.
"Tenemos un Problema", anunció Polaski y rápidamente golpeó los controles.
"Un gran problema".
La luz violeta del rayo gravitatorio en el oscuro agujero, pareció desaparecer de la vista... sino que
también empezó a doler.
"Nos están empujando de vuelta", dijo el almirante Whitcomb.
"Li, vete a la parte superior y lanza un par de Jackhammers arriba de este ducto".
"Sí, señor," Li-respondió con ganas de regresar a la lucha.
Él asintió a John, tomó un lanzacohetes Jackhammer y se movió a la escotilla.
El almirante frunció el ceño y sacudió la cabeza.
"De ninguna manera un cohete subirá un kilómetro de este túnel. Pero inténtalo de todas formas."
La nave dejó de subir, se balanceó en su lugar por un momento y poco a poco se hundió hacia el
túnel. Li abrió el costado de la escotilla. La intensa luz violeta del haz gravitatorio inundó el interior
de la nave.
La Dra. Halsey inhaló hondo y el Jefe Maestro giró para ver lo que la había sobresaltado. Por un
momento pensó que el cristal que había traído con ella se había quebrado. Pero no se había roto,
no exactamente. La mitad superior del delgado fragmento se había dividido a lo largo de sus
prismas abriéndose como una flor. Los pétalos de zafiro se ondularon y cuando la luz ultravioleta
del rayo de gravedad cayó sobre ellos, el cristal se abrió más. Sus prismas giraban y giraban en
una danza geométrica compleja. El cristal parecía cambiar de forma a sí mismo y pulsaba en un
radiante verde. La luz en el interior de la nave; aclaró todos los rastros de aquella tinta púrpura que
parecía alejarse como una marea.
La nave se tambaleó más hacia arriba.
"¿Qué demonios?" dijo Polaski, sorprendida tomando los controles y jalándolos hacia atrás. Su
nave de descenso zumbaba con el poder y salió disparada a través del túnel.
"Gravedad", la doctora Halsey susurró y se quedó mirando los prismas del cristal abierto.
"Esta cosa curveó el espacio cuando nos acercábamos. Aparentemente tiene un efecto sobre los
campos de gravedad artificiales. No puedo esperar para examinar esto en un laboratorio.”
La nave salió del agujero y la luz del sol inundo el interior. Una vez fuera del haz de gravedad, el
delgado cristal comenzó a replegarse sobre sí mismo, los fragmentos parecidos a pétalos se
cerraron, fusionándose de nuevo en un fragmento fino. La Dra. Halsey tomo el cristal y lo dejo caer
de nuevo en el bolsillo de su bata, volvió su atención a los signos vitales de Kelly.
El aire sobre la montaña Menachite estaba lleno de manadas de Banshees voladores y de
combatientes Seraphs maniobrando en círculos. Los trescientos metros de largo del ligero crucero
tenía compañía también. Seis cruceros más del Covenant se enfrentaron a su pequeña nave de
descenso, torretas de plasma les seguían. Una serie de iconos aparecieron en la consola de
Polaski.
157
ERIC NYLUND
"No abren fuego", dijo, la calma en su voz se quebró ligeramente.
"Ellos no nos están disparando", declaró el almirante Whitcomb.
Había una resolución de acero en sus palabras; como si esto no fuera una suposición de su parte,
sino más bien una orden de que el Covenant tenía un mejor seguimiento. Colocó sus manos sobre
sus caderas mirando a las naves, que parecían mirar fijamente a los cruceros de abajo.
"Ellos quieren lo que sea que la doctora y su equipo hayan descubierto... y lo quieren lo
suficientemente como para dejar que disparemos contra ellos y no tanto como para escupir en
nuestra dirección." Terminó el almirante.
“Señor” dijo el Jefe Maestro.
"Tenemos que reunirnos con Cortana y la nave insignia capturada a las cero-siete-y-quince horas.
Eso nos tomará sólo veinte minutos, señor."
El almirante Whitcomb consultó su reloj y luego miró a las naves del Covenant reuniéndose
alrededor de ellos y acercándose.
"Polaski, salgamos de aquí. ¡Traza una ruta a nuestro punto de encuentro y has que este cajón
vuele tan rápido como pueda!"
"Sí, señor."
Polaski movió la nave en ángulo hacia la atmósfera superior de Reach; el cielo se oscureció de un
color turquesa a un gris y a un azul medianoche y luego a tinta negro, lleno de estrellas.
A medida que su nave se alejaba detrás de los cruceros, se movían muy lento en comparación con
los combatientes y ágiles Seraphs. Se formaron a su alrededor, cuatro a babor y cuatro a estribor
de su embarcación. Un par de esas naves en forma de lágrima, se posaron de manera individual
por encima de ella, reduciendo la velocidad... y bloqueado su camino.
"Nos están dando un puñetazo," dijo Polaski y desaceleró su nave.
"Suboficial", dijo el Almirante y puso una mano sobre su hombro. "Golpéelos a toda velocidad."
Polaski pasó saliva. “Sí, señor. “
Una de sus manos tomó su arnés de su cinturón de seguridad, apretándolo. Y marcó con la otra la
velocidad en el panel de control e introduciéndola a plena potencia. La nave salto directamente
hacia los combatientes Seraphs en su camino. Las dos naves se hicieron a un lado con escasos
tres metros sobre ellos y la nave de descenso los dejó atrás. Locklear se asomó a la pantalla de
babor y silbó.
"Algunos más", él susurró, "creo que está un poco apretado por aquí"
El Jefe Maestro miró por encima del hombro de Locklear. Había una docena de pequeños buques
de guerra, cuando habían descendido hace sólo unas pocas horas... ahora hay tres veces ese
número en órbita alrededor de Reach. Había cruceros ligeros que parecían manta-rayas luminosas,
hay cuatro naves de transporte con sus abultadas secciones y el espacio cerca de ellos estaba
resplandeciente con enjambres de naves Seraph, había un puñado de destructores, pulcros y
rápidos, erizados con torretas de plasma. También había destructores: Piezas de naves del
Covenant cayendo a órbita, en trozos de placas de aleación y de revestimiento, marañas de
conductos de plasma todavía brillando por el calor que transportaban y nubes de metal que habían
sido vaporizados y que se habían enfriado en la neblina de polvo luminoso.
"Cortana ha estado muy ocupada en nuestra ausencia", comentó el teniente Haverson. Él asintió
158
HALO: PRIMER GOLPE
con la cabeza al ver la carnicería.
El Jefe Maestro detectó destellos de luz en la oscuridad de las bahías de lanzamiento, de una nave
de transporte Covenant. Activó su visión de largo alcance de su HUD y vio a una legión de Elites
con propulsores y a una veintena de ingenieros salir de la bahía.
"Tropas de abordaje y tropas de Elites Exploradores apunto de interceptar nuestro vector", anunció
Polaski.
"Entrando…” hizo una pausa y verificó sus escáneres. "Dios. Están entrando en todas direcciones".
"Llévenos a las coordenadas del punto de encuentro," ordenó el Almirante Whitcomb. "Y no tenga
piedad con los desgraciados".
"Señor", respondió Polaski, con voz fría, "esas son las coordenadas del punto de encuentro".
El Jefe Maestro buscó su nave capturada en las pantallas y pero sólo vio al enemigo.
Cortana y la Ascendant Justice reaparecieron en el espacio, estaba en un lugar apretado. Este
salto en particular requiere de una precisión al centímetro y aunque ella odiaba admitirlo, en gran
medida a la suerte. Muchas veces se había preguntado qué pasaría si una nave en tránsito en el
espacio normal se acercara demasiado a un planeta o a una masa; en este caso, otra nave.
La Ascendant Justice parpadeó dentro del campo de escombros en órbita alta alrededor de Reach.
Hubo, sin embargo, una oleada de explosión ultravioleta cuando los átomos de la nave insignia se
superponían sobre la materia de las destrozadas naves, que el Covenant había agrupado en el
espacio. Cualquier salto Slipspace previene que estos hechos sucedan, maniobrando la entrada de
la nave hacia un lado, como el agua que fluye alrededor de una piedra sobre el río... o ella
probablemente había prestado algo de buena fortuna al Jefe Maestro.
Cientos de restos de las naves, tanto humanos como Covenant por igual, se desplomaron
sin vida a su alrededor, sus trayectorias de red sugirieron que la Ascendant Justice les dio un
codazo haciéndoles a un lado. Si ella tuviera más tiempo, podría haber diseñado un par de
experimentos con naves de abordaje para testear con suerte, sus hipótesis de desplazamiento.
Pero el tiempo era algo que ni ella y ni siquiera el Jefe Maestro tenían en abundancia.
Permaneció hasta su encuentro y Cortana necesitaría cada milésima de segundo para conseguir lo
que tenía que hacer, en caso de que ellos tuvieran que abandonar el sistema Epsilon Eridani con
vida.
Cortana buscó en el campo de escombros un candidato probable. Había sólo un puñado de naves
del Covenant, si la UNSC lograra tomar a una de las naves alienígenas en la batalla por Reach, al
parecer habían estado obligados a devastar. No eran los candidatos idóneos para su plan. Volvió
su atención al gran número de restos de naves de la UNSC. El Covenant no ha de destruir
completamente a una nave humana para remover su presencia táctica, desde la batalla a solo un
rayo de proyección de energía, que pudo arrasar en las cubiertas y matar lo suficiente para dejar
fuera a la tripulación de la nave.
Se preguntó cuántos humanos habían caído a la deriva, en el espacio local junto a ella, miles de
hombres y mujeres valientes murieron combatiendo.
Sus sensores se activaron sobre las siluetas luminosas de las naves UNSC. Había navíos con
cascos diseccionados, con fugas del refrigerante radiactivo que provenían de sus principales
reactores nucleares. A pesar de que eran los más adecuados para su propósito, el daño que tenían
era demasiado. Ella no encontró alguno con un su reactor de fusión intacto.
Cortana etiquetó la localización de las naves de transporte y de los pesados cruceros y los excluyó
de su búsqueda. Simplemente eran demasiado grandes. Ella estaba dispuesta a sacrificar la
159
ERIC NYLUND
maniobrabilidad y la velocidad... pero no demasiado, ya que tomaría una hora para hacer la
incineración fuera de órbita. A su izquierda destructores y fragatas. Encontró y etiquetó catorce de
esas naves sobre el campo de escombros. Los destructores fueron esencialmente fragatas, que
transportaban un metro y medio de Titanio-A en su armadura, en lugar de los sesenta centímetros
de sus homólogos más ligeros.
Había dos candidatos: Ambos, el destructor Tharsis y la fragata Gettysburg quienes tenían sus
reactores de fusión intactos. Mientras que la Gettysburg había sido liquidada por un haz de
proyección de energía, el cual había causado destrucción desde la proa a popa; arrasando el
puente y su planta de energía del soporte de vida e incluso el Cañón de Aceleración Magnética
sobre su tren de aterrizaje, los cuales aparentemente estaban funcionales. Incluso mejor: Los
puntos de anclaje de la parte superior de la nave estaban intactos
Cortana dejó un centelleo de pulso de poder a través de los motores de la Ascendant Justice y
poco a poco se desvió hacia la Gettysburg. Hizo una pausa para escuchar el tráfico entrante del
Covenant. Allí era como ocho veces más de charla, de lo que se había producido antes, con
muchas referencias a los "Infieles" en el planeta y a la "luz sagrada", que estaba ahora en peligro.
Bueno. Eso significaba que el Jefe Maestro estaba haciendo lo mejor que sabía hacer: provocar el
caos entre el enemigo. Y lo más importante, la presencia de la Ascendant Justice flotando entre
cientos de naves destruidas, aún no había sido detectada.
Cuando ella estaba a menos de un kilómetro de la Gettysburg, Cortana cortó sus motores. Con
delicadas rachas en los propulsores cuando ella se acercaba despacio y la Ascendant Justice
retumbó en su parte superior y en paralelo con la parte superior de la Gettysburg. Ella hizo un
sonido metálico en el sistema de telemetría de la Gettysburg y recibió en respuesta un débil
apretón de manos. Cortana puso en marcha el código; rápidamente aceptado y entró en la
computadora de Navegación (NAV) de la Gettysburg. No había otra computadora inteligente a
bordo. El capitán de la Gettysburg había borrado el sistema de navegación y a la IA por el
Protocolo Cole. Cortana extendió su presencia a través de los sistemas vacíos. La Gettysburg era
un desastre, todos los propulsores estaban fuera de línea. No podían moverse con su propio poder,
ya nunca más, pero su corazón todavía latía. Los reactores de fusión de la nave operaban a un 67
por ciento de su capacidad. Perfecto.
La Ascendant Justice tocó suavemente la parte baja de la Gettysburg, probablemente la primera
vez en la historia del universo que naves humanas y Covenant; se hayan puesto en contacto con
intenciones no letales. Todas las naves modernas de la UNSC habían sido diseñadas con puntos
de anclaje en sus lados dorsales y ventrales, en caso de que estuvieran demasiado lesionadas
para moverse bajo su propio poder. En teoría, la UNSC podría acoplarse y asegurar sus sistemas,
y transportar lejos a la nave herida. La nave insignia del Covenant tenía una serie de puntos de
anclaje similares en la parte superior, donde las naves que eran demasiado grandes y no pudieran
acomodarse en su bahía de lanzadera, pudieran acoplarse.
Sin embargo los dos sistemas eran incompatibles.
Cortana arregló eso y activó siete sondas de servicio en la Gettysburg, e instruyó a los ingenieros
Covenant dentro de la coraza exterior de la Ascendant Justice, que aseguraran los puntos de
acoplamiento emparejando las dos naves y adaptándolas a sus enlaces de poder.
La razón para esta salvaje operación, era su precisa determinación de saltar en el interior del
campo de escombros, y del acoplamiento híbrido… era todo por poder.
La cubierta de la Ascendant Justice había sido golpeada; el Covenant sabía que su nave insignia
estaba bajo control humano. Eso hacía que su plan original de reagruparse en la órbita alrededor
de Reach fuera imposible. Ella pudo haber saltado a esa posición y haber recogido al Jefe, pero
entonces ellos hubieran estado varados ahí, mientras los capacitores del Slipspace se cargaban
lentamente y mientras tanto ellos hubieran sido encajonados y destruidos por la armada Covenant.
Así, que Cortana tuvo que cambiar de táctica: saltar dentro del estruendo hostil y desconfiado
Covenant, tomar al Jefe, y saltar rápidamente hacia las afueras del sistema. Para eso ella
necesitaba poder de forma instantánea y recargar los capacitadores del Slipspace; el tipo de poder
160
HALO: PRIMER GOLPE
que sólo dos naves podían producir. El poder de los enlaces conectados. En giga-watts derivaban
del reactor de la Gettysburg en el interior de la rejilla de energía del Ascendant Justice.
“Perfecto” ella ronroneó.
Eran las 0712 horas. Tenía menos de tres minutos para preparar la siguiente fase de su plan.
Cortana comprobó y revisó de nuevo los cálculos por lo que tenía que ser el salto más corto
Slipspace: desde el depósito de chatarra flotante hacia las coordenadas del punto de encuentro,
las cuales eran sólo tres mil kilómetros. Ella escaneó esa región del espacio y descubrió que ya no
era un punto ciego en las defensas del Covenant. Había tres veces más de aquellas numerosas
naves en el sistema, que cuando ella la había dejado.
Cortana vio la nave de descenso decomisada del Jefe, que ascendía desde la atmósfera inferior de
Reach, acompañado con un paquete de combatientes Seraphs quienes rodeaban la embarcación.
Ella interceptó una serie repetidas órdenes del mando de la flota Covenant:
No disparen o serán marcados y destruidos. Los infieles han capturado la luz sagrada.
Esto era a la vez bueno y malo. Bueno porque el Jefe Maestro y su equipo con esta "luz sagrada"
evitaron ser convertidos en vapor. Malo porque cada nave Covenant en el sistema se acercaba a
su nave de descenso; a última instancia le cerraban, y les tomarían con una fuerza abrumadora.
Esto también hizo a Cortana que saltar al objetivo fuera cada vez más difícil.
Ella se aseguró de que sus torretas de plasma estuvieran cargadas en su totalidad; ella volvió a
comprobar la configuración de sus cilindros magnéticos y echó correr un sistema de verificación
sobre los propulsores de la Ascendant Justice, en caso de que pasara algo cuando hiciera su salto
y tuviera que maniobrar. El tiempo estándar militar era las 0714,10. La única cosa en la cual
Cortana no era buena era en: esperar. Cincuenta segundos para una mente como la suya, podría
realizar un trillón de cálculos por segundo, esto era una eternidad. En menos de treinta segundos
Cortana vertió el poder dentro de los capacitadores del Slipspace. Puntos de luz salpicaban el
espacio negro a su alrededor. Y en menos de veinte, ella actualizó su cálculo, teniendo en cuenta
las ligeras variaciones gravitacionales de los tantos buques de guerra Covenant creados en el
espacio local.
El vacío le rodeó apartándola, y ella escogió un camino "Aquí" del espacio normal en el interior del
"No-aquí" del Slipspace.
En menos diez minutos, ella escribió un rápido programa hacia el objetivo de las naves distantes,
cercanas a sus coordenadas de salida; para mantenerlos en la mira cuando ella volviera a
reaparecer. La Ascendant Justice se movió un poco para entrar dentro de la rotura en el
espacio, la luz envolvió a la nave.
Ella desapareció del campo de desechos flotantes y reapareció en un parpadeo.
La cara llena de Reach se mostró en las pantallas laterales del estribor. Las pantallas del puerto
estaban llenas de naves entrantes del Covenant. La extraña embarcación Covenant-humana la
cual aparecía en medio de su trampa, debe haber confundido el enemigo... nadie disparaba.
La nave de descenso estaba a tres kilómetros fuera del haz del estribor de Cortana, su trayectoria
más o menos alineada con la bahía de lanzamiento de la Ascendant Justice.
Abrió la banda E(emergencia)- de la UNSC
"Jefe, aquí está tu transporte”.
"Afirmativo", el Jefe Maestro respondió. No había temblor en su voz sólida como la roca. Él se
dirigió a una muerte segura hace un momento, pero su voz sonaba como si eso esperaba
a que le ocurriera. Además de que era el procedimiento normal. La nave se dirigió hacia la bahía
abierta y Cortana dejó caer sus escudos por una fracción de segundo, el tiempo suficiente para la
que pequeña embarcación pudiera entrar, y de inmediato restableció el campo de protección.
161
ERIC NYLUND
Cortana guió el poder de la Gettysburg hacia el interior de los capacitadores del Slipspace de la
Ascendant Justice y empezaron a cargarse.
Tres docenas de cruceros Covenant la rodeaban, sus torretas de plasma brillaron en un rojo
infernal, mientras se preparaban para disparar. Al parecer la orden de no disparar no se extendía a
la Ascendant Justice. Cortana necesitó cinco segundos para obtener una carga completa, cinco
segundos antes de que pudiera hacer bien su escape...pero cinco segundos podrían ser lo
suficientemente largos para que ella convirtiera el centro de un pequeño sol hecho de Covenant.
Ella tomó la iniciativa y disparó a los cuatro cruceros más cercanos. Finos láseres de plasma
fueron lanzados por sus torretas, incineraron los escudos Covenant, y sus cascos se abrieron.
Cuando el gas sobrecalentado entró en contacto con la atmósfera dentro de las naves, el plástico,
carne, y el metal se incendió y se esparció en su totalidad hacia sus interiores. Dos de los cruceros
inmediatamente detonaron, cuando los rayos de plasma alcanzaron los reactores. Nubes del
vaporizado metal, proliferó a través de la noche y la oscureció con el avanzar de las naves.
Puntos de luz aparecieron alrededor de la Ascendant Justice.
<<<<….ERROR.
Cortana revisó de nuevo las figuras y rápidamente encontró la fuente del problema: La subrutina a
prueba de fallos que daba seguimiento a las condiciones gravitacionales locales, reportaron una
anomalía. La gravedad de REACH no curvaba el espacio... el cual era imposible. No había tiempo
para especular. Ella tenía que abandonar o luchar. Movió la Ascendant Justice hacia el interior del
campo de torsión-espacial; y desapareció.
En lugar de las no dimensiones no visibles del Slipspace, hubo un campo con tinte azul que
apareció en los monitores de Cortana. No se trataba del espacio; no del espacio atestado cerca de
Reach, o de las estrellas del espacio del sistema Epsilon Eridani. Pero se trataba de un espacio,
donde no debería haber ningún espacio en absoluto.
Ella probó la región con sus sensores, pero su limitado rango era de mil kilómetros como si
estuviera en una obscura niebla.
Hay……un contacto. Y otro. Y luego una docena más.
Catorce cruceros Covenant aparecieron desde la bruma azul.
"Cortana", dijo el Jefe Maestro. "¿Cuál es nuestra situación?"
"La misma de siempre", respondió Cortana. "Estamos en problemas".
Los buques de guerra Covenant dispararon.
“Maldición” murmuró Cortana.
Inició su última opción: Ella devolvió los disparos, con la esperanza de golpear a algunos de ellos y
llevarlos al infierno con ella.
162
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO VEINTITRES
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA [[ERROR]]
/ Fecha desconocida
/ Abordo de la Nave Insignia del Covenant Ascendant Justice,
Ahora en el Slipspace (Hiperespacio).
¿"Cortana"? El Jefe Maestro preguntó. "¿Cuál es nuestro estado"?
El Jefe y el resto de su equipo salieron deprisa de la nave de descenso Covenant. Fred llevó a
Kelly semiconsciente y la colocó sobre la cubierta de la bahía de lanzamiento.
"Igual que siempre," Cortana contestó. "Estamos en problemas”.
El canal de video de las cámaras exteriores de la nave apareció en el visor del Jefe Maestro. Los
cruceros Covenant los rodearon, sus torrecillas de plasma resplandecían; Le recordaron al Jefe
imágenes que él había visto de un pez que vivía en el fondo de los océanos de la Tierra; enjambres
de luces fosforescentes y dientes afilados.
Él marchó hacia la orilla de la bahía de lanzamiento y estaba a un centímetro de donde el escudo
de energía de la nave, rozaba con la abertura hacia el espacio más allá. Él miró directamente hacia
el interior de los vastos campos azules y los gigantescos buques de guerra mucho más cercanos
para su gusto.
"Saltamos al Slipspace (Hiperespacio), ¿no?” El teniente Haverson preguntó inciertamente.
"Sí," La Dra. Halsey contestó. "y no".
Ella retiró el cristal de su bolsillo de su bata de laboratorio y frunció el seño cuando ella descubrió
que no era un delgado pedazo de vidrio roto. Las facetas (caras o prismas) se habían
reacomodado como las piezas de un rompecabezas... pero en una configuración tan diferida del
mismo, el artefacto mostraba el rayo de gravedad Covenant. Esta vez era un destello estelar en los
bordes y luz refractada.
"Saltamos," ella dijo, examinando su reflexión en los planos de las facetas reflejadas del artefacto.
"Pero no al Slipspace (Hiperespacio) que conocemos".
El contador de radiación del Jefe Maestro cliqueó y una alarma sonó a través de su casco.
"Asegura eso, Anton," él dijo y asintió con la cabeza hacia la piedra brillante.
“Mételo en el compartimiento del reactor del Pelican".
Anton liberó el cristal de la Dra. Halsey, quien sólo con desagrado lo soltó de su dominio. Él corrió
de prisa hacia el Pélican desbaratado.
"Había un incremento en la radiación, Doctora," el Jefe le explicó. "y aquello es la fuente".
El Jefe se fijó que la intensidad de la radiación no disminuyó cuando Anton lo movió en el interior
del Pélican.
"Cualquier cosa que sea…" la Dra. Halsey dijo cuando ella registraba el campo azul fuera de su
nave. “…deforma el espacio. Cuándo nos acercamos a eso por primera vez, en el gran cuarto, el
espacio se envolvió alrededor del cristal. Y de nueva cuenta en el rayo de gravedad, dispersó ese
163
ERIC NYLUND
potencial de campo”.
"¿Y ahora"? El almirante Whitcomb preguntó. "¿Este artilugio está afectando nuestro pasaje a
través de Slipspace (Hiperespacio)"?
"Aparentemente," la Dra. Halsey dijo, y dio un paso junto a John para tener una mejor mirada de
afuera.
El Almirante se unió a ella y observó como se calentaron las torretas Covenant.
"¿Pueden disparar esas cosas en el Slipspace (Hiperespacio)"? Si pueden, somos blancos muy
fáciles”.
El Jefe Maestro pudo detectar más naves a la distancia. Los navíos Covenant brillaron
intermitentemente, se desvanecieron, desaparecieron, y luego reaparecieron en la niebla. Las
naves enemigas mas cercanas Covenant dispararon. Las bolas amorfas de gas sobrecalentado
eructaron de sus torrecillas y aceleraron en dirección a ellos, matizaron de azul púrpura el espacio.
El Jefe Maestro vio a Locklear cuando él le ayudaba a Polaski a salir de la nave de descenso
Covenant. Él mantenía la mano de ella con la de él y observaron juntos como el plasma aceleró en
dirección a ellos.
Las bolas de plasma se dispararon; luego se rizaron y tomaron forma de espiral dirigiéndose hacia
sus trayectorias. Algunas simplemente parpadearon de la existencia, solo para reaparecer en
alguna otra parte. Los disparos enemigos ascendieron, por debajo, y lateralmente; y en cualquier
dirección pero hacia el Ascendant Justice.
“¿Qué diablos es esto?” dijo el sargento Johnson y dio un paso junto al Jefe Maestro para
observar.
“No pensé que sus naves podrían disparar en el Slipspace. La nuestra sin duda alguna no puede”.
La Dra. Halsey se quitó sus anteojos y sus ojos se ampliaron.
“Normalmente, no pueden. Si pueden disparar, entonces lógicamente no estamos en el Slipspace.
Y donde quiera que estemos, " ella se quejó, " las reglas han cambiado”.
El Almirante frunció el ceño.
"Cortana," él gritó. "Hagas lo que hagas, no regreses el…"
Demasiado tarde. Cortana respondió al ataque enemigo.
Las columnas de fuego se movieron a gran velocidad desde el Ascendant Justice; una lluvia de
serpentinas se retorcieron y giraron como hélices, después desaparecieron y reaparecieron.
La burbuja enredada con espacio azul contenía al Ascendant Justice y los buques de guerra
Covenant ahora contenían al menos cuarenta pernos de plasma supercalentados, rodeando en
direcciones aleatorias y acelerando a velocidades incalculables.
Tres esferas de turbio fuego aparecieron en frente del crucero más cercano Covenant y se
esparcieron a través de su proa. El primero evaporó su escudo de plata reluciente; El segundo y
tercero derritieron la armadura y la piel de aleación que hay debajo. La atmósfera se despresurizó
e hizo girar la masiva nave como el remolino de un niño.
"Condenado calor," el Sargento Johnson alardeó. "Todo lo que tenemos que hacer es esperar a
que esos alegres- bastardos disparadores salgan por si mismos. Mira, disparan otra vez”.
Las armas Covenant se calentaron y extrajeron una segunda descarga de plasma. Los guiados
pernos de fuego viraron fuera de curso, predominaron, desaparecieron, reaparecieron y salieron
fuera de control atravesando la localizada burbuja en Slipspace.
"No, Sargento," la Dra. Halsey dijo, su voz tornándose fría.
164
HALO: PRIMER GOLPE
"Todos estamos en la misma confusión.
"Cortana," dijo el Jefe Maestro, " deja caer la puerta de la bahía de lanzamiento. ¡Ahora"!
En lo alto la puerta de tres metros de espesor tembló y se deslizó.
Una serpentina de fuego de plasma en trayectoria paralela relampagueó a través de la oscuridad y
no a medio kilómetro de la cara del Jefe Maestro; de modo que la temperatura externa rosó los
veinte grados incluso aún con los escudos de la nave.
El fuego rojo iluminó el escudo del estribor del Ascendant Justice cuando el plasma les salpicaba;
La capa fina separaba la bahía de lanzamiento del ondeado vacío, como miles de espejos rotos. La
estática crujió a través de la armadura del Jefe Maestro y sus escudos resonaron en simpatía.
Cuando la explosión de la puerta disminuyó, el Jefe vio otra bola de fuego atravesando su lado de
babor. La energía se esparció a través de la proa en un color rojo sangre boreal. Los escudos del
Ascendant Justice parpadearon y se desvanecieron... pero aguantaron. Apenas.
La puerta de la bahía de lanzamiento tocó la cubierta y se selló con un ruido sordo subsónico.
“Puerta cerrada y asegurada” Cortana anunció.
“Pongamos este bote en curso," el Almirante Whitcomb ladró. "Mientras todavía tengamos bote".
Él miró alrededor y frunció el ceño. "Jefe, guíanos al puente".
"Sí, señor".
Él marchó hacia el pasillo que guiaba a lo más profundo en la nave alienígena. Sus Spartans y el
resto de la tripulación le siguieron. El almirante Whitcomb recurrió a la Dra. Halsey.
“Catherine, explique en términos profanos simplemente qué diablos está pasando aquí. Si
podemos ver esos cruceros y ellos nos pueden ver, ¿por qué nuestros disparos no están
conectados "?
La Ascendant Justice viró a babor y las explosiones se desencadenaron por encima de sus
cabezas. La gravedad artificial revoloteó y la cubierta se desniveló. La tripulación tropezó y la Dra.
Halsey cayó al piso.
"Torretas Uno y Siete destruidas," Cortana anunció.
Whitcomb ayudó a la Dra. Halsey a ponerse de pie. Ella miró nerviosamente hacia arriba y abajo
del pasillo.
“Supongo que el artefacto alienígena que hemos traído con nosotros dentro del Slipspace ha
expandido la región. Los físicos creen que el flujo de deslizamiento en el espacio estelar sea una
versión altamente comprimida del espacio normal, capas sobre capas y debajo de sí mismas, como
una bola de estambre. Ahora, imagine que nuestra bola de estambre… " ella entrelazó sus dedos,
"está enrollada y anudada. Estos estambres no son sólidos, sin embargo; Plasma, luz, y materia
saltan de un estambre a otro dado a la más ligera fluctuación cuántica”.
"Si eso es el caso, Doctora," el Teniente Haverson decía, "¿Entonces qué hay acerca de nuestra
nave? ¿Por qué no estamos enredados y esparcidos a lo largo de un trillón de caminos espaciales
alternos "?
"Por la masa de la nave". Ella empujó sus anteojos por encima de su nariz.
“Imagínese arrugar una hoja de papel, que representa este espacio. Si colocara una masa pesada
en esa hoja, se atrae muy tensamente, y la amortigua".
El Jefe se dirigió a la pesada puerta del maparo y sostuvo en alto su mano, diciendo al resto
detenerse. Abrió la puerta y cruzó al interior del puente, barriendo el espacio con su rifle.
"Despejado," él les dijo.
165
ERIC NYLUND
El almirante Whitcomb y los demás entraron al puente. El teniente Haverson puso el pie sobre la
elevada plataforma y dijo,
"Cortana, proyecto táctico sobre las pantallas".
Las posiciones de la naves enemigas aparecieron en el interior de los muros. Los contactos se
multiplicaron y se arremolinaron, haciendo el plasma dar la apariencia de olas derramándose casi
en un tazón. Otro perno traspasó a través de la proa de la Ascendant Justice.
A través de la cubierta el Jefe Maestro sintió golpes de explosiones descompresivas.
"Golpes en las cubiertas de la subingeniería," Cortana dijo.
“Sellando esas regiones. Fuego en los niveles inferiores. Intento aislar y bombear afuera de la
atmósfera”.
La instructora IA de la infancia de John, Deja, había enseñado a los Spartans acerca de las
grandes batallas Navales en los océanos de la Tierra, antes de que los humanos viajaran a las
estrellas. Ellos habían estudiado las victorias de las Guerras Púnicas, y la batalla de Midway, así
como la desastrosa derrota de Xerxes por la Armada Ateniense. Deja les había dicho, sin embargo,
que había una cosa mas grande que cualquier enemigo humano en el mar: La Naturaleza. Las
gigantescas olas y los tifones podrían aplastar a los más poderosos barcos de guerra... e ignorar
las tácticas del capitán más brillante.
La Ascendant Justice estaba en el centro de un mar de fuego... y estaba siendo aplastada.
Un trueno se desgarró a través del casco de la Ascendant Justice; Un géiser de llamas se disparó
en las afueras del pasillo al puente. El aire saltó y silbó como si se escapara de una cámara
presurizada.
La puerta del mamparo se cerró de golpe y el aire se silenció.
El sargento Johnson negó con su cabeza despejada de la súbita caída en la presión.
“Salgamos de este mezclado Slipspace y empecemos a pelear".
“Sí, o sólo quitémonos de encima ese cristal,” Locklear mencionó en respuesta.
"Si es la causa de todo este desorden". Él sacó su pistola.
"¡Una ronda y boom! problema resuelto”.
¡No hagas eso! La Dra. Halsey súbitamente respondió.
"Una caída de regreso hacia el espacio normal nos llevaría a enfrentarnos a una docena o más
cruceros. Y si destruyes el cristal, la burbuja expandida Hiperespacial en la que estamos
instantáneamente colapsaría. Cada masa separada en la burbuja se compactará en una sola
masa. No sobreviviríamos a la transición”.
La preocupación se incrementó en los rasgos del Almirante Whitcomb.
“Eso deja simplemente una opción. Cortana, deme velocidad del flanco y caliente cada arma que
tengamos. Vamos a echar a andar por encima de estas naves Covenant. Espacio enredado o no,
vamos a bombardearlos de vuelta al espacio normal, disparado a quemarropa”.
"Sí, Almirante," Cortana dijo. "Motores respondiendo a velocidad de flanco".
Un golpe insípido hizo eco en la sección posterior.
“Aguarde," Cortana indicó. “Hay un problema con los motores primarios – una caída en la potencia
166
HALO: PRIMER GOLPE
se produjo cuando lo encendí.
En las pantallas del puente las cámaras externas giraron y se enfocaron en la parte posterior del
casco de la Ascendant Justice. Se enfocaron en un conducto serpentino de plasma Cortana ajustó
la imagen y un agujero de tres metros de ancho en el conducto apareció a la vista. Cintas de gas
azul – blanco se ventilaron desde la brecha.
"Ese es nuestro conducto principal," Cortana explicó. “
“Eso ha tomado un golpe. Estoy apagando los motores para conservar energía".
El Jefe Maestro entrecerró los ojos.
"Ese no fue un golpe de plasma," él susurró.
"Fue muy preciso y demasiado inconveniente – esto tiene que ser sabotaje".
El almirante Whitcomb miró con ceño.
"Jefe, tome a su equipo y prepárese para una reparación a cero gravedad del conducto de
plasma".
"Sí, señor". Respondió el Jefe.
Polaski dio un paso adelante.
"Iré también, señor," ella dijo.
Locklear la sujetó por el brazo e intentó jalarla de vuelta, pero ella encogió su mano soltándose.
"Puedo pilotear la nave de carga – llevar al equipo Spartan dentro y fuera rápido.”
El Almirante entrecerró sus ojos, evaluando a la joven.
“Muy bien, Sub-oficial.”
Él agregó tan suavemente que el Jefe casi lo pierde:
"Demasiados héroes condenados en esta guerra".
Polaski giró hacia Locklear, le devolvió su pañuelo y susurró,
"Guárdamelo, Cabo. Lo recogeré cuando regrese".
La mano de Locklear se empuñó, luego se relajó. Él tomó el pañuelo, asintió, y apartó la mirada.
"Estaré aquí," él dijo y lo ató alrededor de su brazo.
"Jefe", el Almirante Whitcomb dijo.
“Asegúrese de que regresen vivos. Es una orden, hijo”.
167
ERIC NYLUND
CAPÍTULO VEINTICUATRO
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA [[ERROR]]
/ Fecha desconocida
/ Nave de descenso capturada del Covenant, cerca de la Nave
Insignia del Covenant Ascendant Justice, /en la en la burbuja del la
anomalía Slipspace.
La ligera luz azul iluminaba las paredes de la nave de descenso Covenant, el cual hizo sentir a
John un poco claustrofóbico. Era algo Irónico cuando se detuvo a pensarlo, porque estaba siempre
en el interior de su estrecha armadura, sus compañeros Spartans se sentaron en la bahía a un lado
de él, inmóviles, Fred fue designado como azul-dos en esta misión, John, era el segundo al mando,
Fred había luchado en más de 120 campañas, era un gran líder y un rápido pensador. a veces
tomaba la responsabilidad de su mando demasiado en serio, a veces el tenia un sentimiento de
empatía muy profundo con algún miembro herido de su equipo.
Li, azul-tres estaba en el equipo como especialista en gravedad cero, el había entrenado
arduamente con el equipamiento de microgravedad y artes marciales en la instalación de
condiciones extremas de la UNCS en Chiron sobre la órbita alrededor de Marte y John se alegró de
tenerlo en esta misión.
Anton, azul-cuatro, tenía a John preocupado, pasó la mayor parte de su vida con sus pies
plantados firmemente en tierra, el tuvo un entrenamiento cruzado, en rastreo, camuflaje y sigilo y
había sido usado casi exclusivamente para operaciones basadas en tierra, mas de una vez él
había expresado su incomodidad en situaciones de gravedad cero.
Will, azul-cinco, era reservado, pero nunca había fallado en completar su misión, el no siempre era
así, aunque cuando era más joven; era el único con chistes y adivinanzas que mantuvieron el
espíritu alto en los equipos, algo de él se había enfriado a través de los años..., pero ese algo
especial en Will se había perdido.
Grace, azul-seis, tenía el don para los explosivos. Ella podría formar una carga para cortar un
simple cerrojo de acero con solo murmurar un sonido, o explotar una plataforma de 100 mil litros de
queroseno para golpear con una tormenta de fuego infernal, irónicamente su temperamento era
inexistente.
John abrió un canal COM
“Denme una verificación en los sistemas Equipo azul".
Cinco luces en reconocimiento parpadearon.
"Esto me recuerda a la misión submarina del Jefe Méndez, cuando nos envió a Ensenada
Esmeralda" Fred susurraba, "¿cuando él saboteó la mitad de nuestros tanques de aire? Y nosotros
terminamos robándole los suyos.”
"Y después" dijo Anton riendo "le abandonamos a él y acampamos en la isla, fue una semana sin
nada que hacer, pero la luz de las hogueras, almejas horneadas y el oleaje".
“Mmmmm" Grace añadió "Calamares"
John se preguntó si Ensenada Esmeralda aun existía siquiera, la UNCS había abandonado esa
colonia hace una década; el Covenant había lo mas probablemente glaseado ese planeta.
"Equipo Azul" la voz de Polaski rompió sobre la COM
"¡Las condiciones locales son tranquilas, vamos a conseguirlo, saliendo en tres...dos...uno!”
168
HALO: PRIMER GOLPE
John sintió la aceleración en la boca de su estómago, se levantó, se trasladó a la escotilla y la
abrió, en el exterior la Ascendant Justice, el casco se había movido junto a ellos, casi cada
centímetro cuadrado de la piel de la fina aleación de la nave insignia; había sido marcada por el
calor y los micrometeoros. Sarcillos de metal de vapor serpenteaban y brillaban en el vacío.
Sobre la cubierta superior de la Ascendant Justice John vio la inminente sombra de la invertida
fragata Gettysburg de la UNCS, aun milagrosamente adjunta que estaba en llamas, marcada de
hoyos con cráteres y con ventilación atmosférica, pero estaba extraordinariamente intacta, si no
fuera por los miles de muertos del personal naval, que se encontraban a bordo, el podría haber
bautizado la nave "Suerte".
La nave desaceleró y Polaski maniobro, giró y descendió en la superficie de la nave.
"Cierre asegurado" ella dijo sobre la COM "Es toda tuya jefe".
"Fred y Grace y yo iremos en reconocimiento" le dijo al Equipo Azul "Anton, Will y Li prepárense a
mover el soldador del arco y las placas del casco, nosotros los rescataremos de la Gettysburg,
cuando nosotros demos la señal de todo despejado”.
John aligero sus botas sobre el casco de la nave, sus suelas magnéticas se sujetaron al metal con
un satisfactorio clic. Polaski había aterrizado la nave de descenso Covenant de modo en que sus
mandíbulas movieran en el hueco y les diera refugio. En lo alto del Slipspace estaba en fuego,
parecía como si alguien hubiera rociado la noche con combustible y le prendiera fuego,
ensangrentado, hervían rayos de flamas desgarrando la noche azul cielo dentro de la burbuja.
Meteoros brillantes pasaban y rociaban el metal fundido en senderos de reluciente polvo de
estrellas. Un proyectil del tamaño de un puño pasó cerca del jefe maestro y chocó en la nave
dentro de estribor y mezclada aleación salpicó al espacio. Sus escudos parpadearon y los
desechos rebotaron desde el campo de protección de la armadura.
Tenían que actuar rápido, el almirante tenia razón esto era una galería de tiro, entre más rápido
ellos salieran del hueco y saldrían de allí, sería lo mejor. John giró y barrió su rifle sobre el terreno
el cual había agujeros de los nodos y sensores, kilómetros de conductos... y una docena de
enormes cañones en el casco, una legión de guerreros Covenant podrían esconderse en este lío.
No hay contacto enemigo, nada en sus rastreadores de movimiento, aún. John caminó cerca del
las unidad principal y examinó los huecos, la tubería tenía 3 metros de diámetro y aun estaba al
rojo vivo, incluso aunque Cortana los había apagado hace 3 minutos, el hueco era redondo con
una brecha de 3 metros, con bordes irregulares que todos señalaban hacia el interior.
"Si eso proviene de un golpe de plasma" decía Grace "el metal se hubiera evaporado, si fuera de
un impacto, las orillas podrían haber sido comprimidas hacia el otro lado, este hueco está
deliberadamente hecho"
“Atentos" dijo John “tenemos compañía supongo que son Elites con camuflaje, tal vez algunos de
la tripulación original siguen vivos, azul-tres, cuatro y cinco salgamos.”
"De acuerdo" le respondieron.
Anton emergió de la nave balanceando un soldador de arco mientras que Will y Li maniobraban los
tres por tres metros de placas del casco.
“Fred y Grace ustedes sobre los soldadores”
John ordenó a Anton, “Colócate en la cima de la nave, Li a tus tres en punto, Will a las nueve, yo
tomaré las seis.”
Luces azules parpadearon en reconocimiento
John ayudó a Fred y a Grace a colocar las placas en posición, Grace y Fred encendieron el
soldador de arco y la señal del metal líquido, apareció debajo de las puntas, un baño de chispas se
arremolinó alrededor de ellos en el evacuado entorno como un enjambre de luciérnagas.
169
ERIC NYLUND
"Estamos en posición, Almirante" John reportó.
"Tiempo estimado para las reparaciones es de dos minutos"
"De acuerdo jefe" el Almirante Whitcomb contestó.
La ionización hizo que el canal se llenara de estática.
“Cuando esté terminado, dé la palabra y tenga por seguro que nosotros aceleraremos
inmediatamente”.
"Si señor" John refutó.
Hasta ahora, todo bien, pensó John. Solo otro minuto o dos.
Una ráfaga de plasma apareció desde algún lugar, el enredado entrecruzado del Slipspace
alrededor de ellos dejo caer un rayo del hirviente fuego, cincuenta metros desde lo alto, este se
movió del puerto a estribor y desapareció regresando al vacío. Estalló un ruido blanco en la COM y
los censores de movimiento se confundieron...cuando se activó el escudo camuflajeado de los seis
Elites, que habían sido sigilosamente y hasta un momento imperceptibles; avanzaron lentamente
hacia su posición.
"¡Contactos enemigos!" John gritó.
Él se agachó detrás de un nodo sensor y abrió fuego con una ráfaga de balas, tomando los Elites
más cercanos en el punto muerto de su tórax. El disparo perforó a través de su escudo y desgarró
el interior de su armadura, cayendo hacia atrás y girando fuera del casco. Sobre su visión periférica
John vio los destellos de los silenciosos disparos de su Equipo, miró hacia atrás, Fred y Grace no
se habían movido, ellos miraban las gotas de aleación fundido bajo la punta del soldador de arco. Y
como si Fred pudiera leer su mente el dijo:
"Necesito otros 20 segundos, Jefe"
Una lluvia de encendidas agujas cristalinas de uno de los Elites acribillaron al nodo sensor; el Jefe
Maestro regresó el fuego; pero los Elites camuflajeados reaccionaron y en eso desaparecieron de
la vista, otro perno de plasma golpeó en el casco, a unos 30 metros del puerto, eso era un rio de
fuego de alumbraba la superficie de la Ascendant Justice; como una docena de soles. Los escudos
de John se agotaron a un cuarto.
"Okay Jefe" Fred le dijo "Estoy..."
¡"Ya voy!" Polaski gritaba sobre la COM.
John se dirigió a la nave y vio un tercer proyectil de plasma materializarse de los pliegues del
enredado Slipspace, pasando este al menos tres metros sobre el casco hacia ellos, Will se
zambulló en el eje donde se encontraba el casco de la nave, Fred y Grace golpearon la cubierta, Li
mantuvo su posición y abrió fuego a los Elites, destellos de las bocas de las armas se reflejaban en
la placa frontal de su casco, Anton se levanto de su cobertura limitada en la parte superior de la
nave, pero instintivamente se metió de nuevo cuando un Elite le disparó.
John se arrodilló, saltó y se propulsó a si mismo, hacia el interior de la zona segura entre las
mandíbulas de la nave. El plasma golpeaba sobre la nave de descenso Covenant era como una
marea de fuego. Polaski gritó y su canal se quedo en silencio.
Una luz azul-blanca lleno la visión de John y descargas eléctricas sacudieron su carne y zumbaron
a través de sus músculos y ligamentos. Advertencias de altas temperaturas resonaron, el gel
hidrostático estaba en ebullición, que pasaba a través de los ductos de ventilación de emergencia
de su armadura MJOLNIR. A través de sus borrosos ojos, John vio a los Elites del Covenant
vaporizarse en un destello.
170
HALO: PRIMER GOLPE
En la parte baja de la nave de la Ascendant Justice, el casco estaba supercalentado con un
brillante suave amarillo, luego la luz y el calor desaparecieron y el torrente de fuego arrastraba la
popa como la cola de un cometa.
John estiro su cuello hacia arriba, cada musculo de su cuerpo gritaba de dolor no había rastro de Li
o de Anton, el casco de la nave estaba derretido y distorsionado como la cera de una vela en un
soplete explosivo.
La cabina y Polaski se habían ido.
Su biomonitor resonaba en alerta, Will, Grace y Fred estaban junto a él, muertos o inconscientes,
no podría decirlo. Rápidamente él conecto sus correas a la cubierta, luego recortó su propio lugar.
John tecleó la COM "Almirante la brecha esta sellada, señor”
"Espere un segundo hijo " el Almirante Whitcomb contestó "Esto podría ser un duro viaje".
John se derrumbó sobre la cubierta inconsciente.
171
ERIC NYLUND
CAPÍTULO VEINTICINCO
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA [[ERROR]]
/ Fecha desconocida / Nave de descenso capturada del Covenant,
cerca de la Nave Insignia del Covenant Ascendant Justice,
/en la burbuja del la anomalía Slipspace.
El Almirante Whitcomb permaneció en el puente de la Ascendant Justice.
Se sujetó de la barandilla que rodeaba el centro de la elevada plataforma y observó el mar de
fuego sobre las pantallas en la pared. Estaban atorados en esta zona del Slipspace,
(deslizespacio) atrapados como insectos en ámbar con líneas de plasma atravesado la región. El
fuego enemigo se desvanecía y reaparecía, como manchas de niebla azul en el deslizespacio con
rayos brillantes de energía color carmesí. Fragmentos de metal fundido, las piezas rotas de las
naves del Covenant, pasaban ante las cámaras, eran como cometas que golpeaban sobre su
casco.
Había otro peligro en la niebla azul: naves fantasmas que aparecieron y se perdieron de vista…
más de la mitad de ellos se desaparecieron, envueltos en fuego, o con sus cascos rotos.
¿Cuántas de esas naves del Covenant serían capaces de atacar contra la Ascendant Justice?
¿Cuántos de ellos podrían destruirles antes de que saltaran al deslizespacio?
El Teniente Haverson se paró junto a él. El hombre joven estaba un paso atrás en sus
evaluaciones tácticas y de conocimiento acerca del Covenant. Era tan solo un poco más cauteloso
para el gusto de Whitcomb - aunque el rasgo era de esperarse en cualquier funcionario de la ONI,
o eso supuso el Almirante. Sin embargo, el joven teniente había mostrado tener suficientes agallas
como para enfrentarle. El chico tenía definitivamente cierto potencial.
Un cuadro en los controles holográficos se transformó en la pequeña figura de Cortana.
"Plasma y masivos impactos esporádicos a lo largo de nuestro casco, Almirante,"
Después de reportar, se cruzó de brazos.
"Integridad Atmosférica abajo del trece por ciento. Integridad estructural pobre. Estimo que el casco
fallará en no más de cinco minutos. "
"Entendido", respondió el almirante.
No tenían más opción que jugar la misma mano con la que les habían sido tratados. Entre más
tiempo se quedaran en ese lugar, más daño le harían los barcos del Covenant que les rodeaban. Si
la Ascendant Justice tuviese motores, el almirante podría acelerar el proceso. Pero si se esperaba
demasiado tiempo, su propia nave, se desintegraría a su alrededor.
El Almirante Whitcomb paseó la vista rápidamente para ver cómo el resto de su tripulación estaba
bajo presión.
Locklear flexionó sus manos. El ODST tenía un arma con su seguro permanentemente puesto y lo
sobrecargó. El Sargento Johnson se paró junto al cabeza rapada, colocó su rifle sobre su hombro.
Estaba mirando a la tripulación y, probablemente, se estaba formulando sus propias opiniones
acerca de ellos. Era roca sólida. Un vistazo hacia el interior de ojos oscuros y el Almirante entendía
lo que motivaba al hombre: el frío y odio puro hacia el enemigo. El almirante pudo apreciar eso.
La Dra. Halley cuidaba del Spartan llamado "Kelly" tendida sobre la cubierta. La doctora era
brillante... Pero un total misterio para él. Se habían encontrado media docena de veces antes en
las reuniones de los escalafones superiores y había encontrado en su exterior a un ser encantador
y agradable, Pero había leído suficientes informes de sus "proyectos" como para que le resultara
imposible relacionarse con ella. Si tan solo la mitad de los rumores que había oído hablar de ella
eran ciertos, entonces había estado involucrada en cada operación negra, de aquí hasta
172
HALO: PRIMER GOLPE
Andrómeda. Él no confiaba en ella.
"Doctora Halsey” dijo el almirante.
Se soltó de la barandilla y se llevó las manos a la espalda para ocultar sus palmas sudorosas.
"Despeje de mi puente a los heridos, lo antes posible."
La Dr. Halsey revisó su pad de datos y los patrones de fluctuación de los signos vitales de Kelly.
"Almirante, no quiero moverla. Ella no está del todo estable".
"Hágalo doctora. Ella es una distracción. Tenemos una batalla qué pelear".
La doctora le lanzó una mirada que podría haber detenido un rayo de plasma. El Teniente
Haverson dio un paso hacia adelante y se aclaró la garganta.
"Señora, hay una nave de escape justo al lado del puente."
Se movió a la escotilla de estribor y la abrió. Sacó su pistola y comprobó el pasillo.
"Está despejado. Locklear, Sargento, por favor, denle a la doctora una mano con su paciente."
"Sí, señor," dijo Locklear. “Feliz de tomar asiento fuera de batalla, en una nave de escape”
El Sargento Johnson puso su fusil sobre el pecho de Kelly y dijo:
"Vamos cabo, mueva una pierna y deme una mano. La dama en su armadura pesa más que la de
su última cita. "
Locklear y el sargento apoyaron a Kelly, gruñendo por el esfuerzo de la carga, la trasladaron fuera
del puente. Seguidos por la Dr. Halsey, le lanzó una mirada fulminante al Almirante, y cerró la
escotilla detrás de sí.
El Almirante Whitcomb suspiró. Lo sintió por la Spartan, lo sentía demasiado; ése era el problema.
No podía concentrarse con Kelly tan cerca. Pero querrá informes constantes sobre la situación de
su condición. Demonios, debería haberse arrodillado a su lado, sujetar su mano si es que eso
ayudaba. Amaba a los hombres y mujeres bajo su mando como si fueran sus propios hijos e hijas.
Ése era el viejo axioma de mando: Para ser un buen líder, había que amar al servicio. Para ser un
gran comandante, debes estar dispuesto a destruir lo que amabas.
Se oyó estática y el Jefe Maestro se reportó:
"Estamos en posición, Almirante. Tiempo estimado para las reparaciones, es de dos minutos”.
"Entendido, Jefe" respondió el Almirante Whitcomb.
"Cuando esté terminado, dé la palabra y tenga por seguro que nosotros aceleraremos
inmediatamente".
"Sí, señor."
Un trueno retumbó toda la cubierta.
"¡Impactos de plasma, señor!", explicó Cortana.
"Su perfil de energía se ha difundido, pero todavía tenían suficiente poder para golpear los laterales
y los sensores de las cámaras están fuera de línea."
173
ERIC NYLUND
El Almirante Whitcomb pasó sus dedos sobre su bigote.
"Tenemos sólo unos pocos minutos antes de que este espacio nos parta en dos”
Miró las pantallas de pared, tratando de contar el número de las embarcaciones enemigas.
"Eso es si esas naves Covenant no haga el trabajo primero".
Se giró hacia Cortana.
"¿Cuántas naves enemigas hay? ¿Cuáles son las reales y cuáles son ilusión? "
"Imposible determinar con precisión, señor. Conté catorce objetivos antes de que comenzaran a
disparar y llenaran el espacio entre nosotros con plasma ionizado. ¿Ahora? ... "
Los símbolos matemáticos corrieron a lo largo de su cuerpo, parpadeó en azul índigo
"Indexando imágenes espejo similares y extrapolando, yo estimo que hay entre tres y cinco buques
operacionales de guerra, señor. "
El Almirante Whitcomb, apretó los dientes y se concentró. Había que poner a esa nave en
movimiento, destruir una o dos naves enemigas. Quizás el plasma enredado en el espacio
cocinaría al resto de ellas. Esa era su mejor oportunidad. Su única oportunidad. Tendría que
Confiar en el Jefe Maestro para lograr que esa sección del conducto fuera reparado.
"Muy bien, Cortana," dijo. "Calienta el reactor de la Gettysburg a potencia máxima y prepárate para
inundar el conducto del motor principal de plasma. Carga todas las armas disponibles en las
torretas. "
"Sí, señor. En Espera."
Echó un vistazo a una pantalla que mostraba la Gettysburg posicionada sobre la cima e invertida.
"¿Está la bahía de lanzamiento intacta en la Gettysburg? ¿Puede conservar una atmósfera? "
Cortana parpadeó. "Sí, señor. Tiene una fuga lenta de un % de treinta y dos *kilopascales …" *(El
pascal es la unidad de presión. Se define como la presión que ejerce una fuerza de 1 newton sobre una superficie de 1 metro
cuadrado normal a la misma, El kilopascal (kPa) es una unidad de presión que equivale a 1 000 pascales.)
"Presuriza la bahía".
“Entendido almirante, sin embargo..," Cortana contestó, "eso dejaría nuestras reservas de aire en
niveles peligrosamente bajos ".
El almirante miró a las naves que les rodeaban; un rayo de plasma cayó sobre la parte frontal de
un crucero distante y su nariz quedó abollada. Llamaradas de flamas se encendieron a lo largo de
sus líneas de plasmas laterales. La nave parecía como un pescado en el asador sobre el hierro al
rojo vivo. Podrían haber sido ellos.
"¡Date prisa, Jefe", el Almirante susurró.
Sobre la pantalla el Almirante divisó dos naves. Había un transportador a lo lejos, se veía en buen
estado. Más cerca, afuera del inclinado babor, había otra nave que, a excepción por el agujero en
su sección de popa, también estaba en buen estado... y a tan sólo diez mil kilómetros. Ese era el
objetivo primario.
"Tracen un nuevo curso", el almirante ordenó. " dos-cuatro-cero por cero-tres-cinco”.
El Teniente Haverson dio un paso involuntario para acercarse a la pantalla, y su rostro se
contorsionó, mientras analizaba las matemáticas en su cabeza.
174
HALO: PRIMER GOLPE
“Eso es... un curso de colisión, señor."
"Me alegro de que concuerde con mis cálculos", comentó secamente el Almirante.
El Teniente Haverson miró a la Gettysburg y asintió con la cabeza, por fin logrando entender.
“Sí, señor. Un buen plan".
"Almirante…", la voz del Jefe Maestro rompió con estática.
"La ruptura del casco está sellada, señor."
"Espere, hijo…" el almirante Whitcomb contestó. "Esto podría ser un duro viaje. Cortana, dame la
velocidad del flanco ¡Ahora! "
"En Proceso," contestó Cortana. "Velocidad de flanco. El conducto se está manteniendo.
Acercándose a dos-cuatro-cero por cero-tres-cinco. Colisión con el crucero Covenant a esta
velocidad y rumbo en dieciocho segundos".
La Ascendant Justice-Gettysburg aceleró, hacia una línea de ondeante plasma naranja y pasó a
través de ella, como un barco rompiendo a través de una ola tormentosa sobre el mar abierto. El
fuego salpicó su casco y quemó a lo lejos, las capas de armadura. La superestructura del entero
casco gimió. Las explosiones resonaban a través de la cubierta.
"Fuego sobre las cubiertas ocho y doce", informó Cortana.
"Hemos perdido la torreta de plasma cinco. Distancia hacia la nave enemiga a seis mil kilómetros y
acercándose."
"Iniciando un giro", Cortana decía."Haciéndolo de treinta grados por segundo. Eso extenderá el
daño sobre una superficie de área menor.
“Maniobra de Rotación, entendido. Ajusta los propulsores a la máxima potencia". El Almirante
mencionó.
Cortana suspiró y su imagen holográfica comenzó a parpadear con irritación.
"Esto hará que la orientación se vuelva difícil, señor."
"Pon el rango de disparo de las torretas de plasma hacia el blanco", le dijo el Almirante.
Cortana dudó por un segundo. “Sí, Almirante. "
El espacio en las cámaras exteriores lentamente empezó a girar igual que la nave, en espiral hacia
su objetivo. La nave Covenant surgió para hacerles frente. Sus torretas de plasma brillaban como
los si fuesen unos enfurecidos ojos rojos.
"Teniente, tome la estación de armas. Cortana, danos una solución de disparo y el control de fuego
manual. "
Las manos de Haverson se movieron rápidamente sobre las superficies holográficas de los
controles del Covenant.
"Cortana tiene una solución de disparo, señor. ¿Activo las armas? "
"Espere, Teniente."
"Darán su primer disparo, señor", dijo el teniente Haverson.
175
ERIC NYLUND
Aunque su voz era tranquila, una gota de sudor corría por su mejilla pecosa.
"Espero que lo hagan", respondió el Almirante. "Puede ser lo único que nos salve."
El Teniente Haverson respiró hondo y asintió. "Las armas están listas y esperando, señor. "
"Cortana, prepárate para ventilar la bahía de lanzamiento de la Gettysburg."
“Sí, señor. Removiendo primordialmente la seguridad de las puertas de la bahía. Distancia hacia el
objetivo a tan solo a tres mil kilómetros."
El crucero del Covenant disparó. Haz de energía se dispararon y se dirigieron hacia la Ascendant
Justice... y se arqueó a distancia, en espirales y ángulos rectos. El espacio entre las dos grandes
masas estaba todavía enredado y fracturado.
"Dos mil kilómetros", informó Cortana.
"Manteen el rumbo", dijo el Almirante. "Y continua manteniendo fuego".
La mandíbula del Teniente Haverson se apretó y sus manos temblaban sobre los controles.
El crucero enemigo llenó el espacio en las pantallas. Sus torretas de plasma se recalentaron y
brillaban en un color rojo opaco.
"Mil kilómetros", anunció Cortana.
"¿Almirante?" preguntó el Teniente Haverson.
"¡No disparen!".
"Quinientos kilómetros," Cortana dijo. "Trescientos... dos... colisión inminente. "
El almirante cerró el puño. Y gritó:
"¡Fuego! ¡Todas las torretas abran fuego!, Cortana, Despresuriza la bahía de lanzamiento y danos
toda la potencia a babor".
La Ascendant Justice estaba a un kilómetro de la nave Covenant en un curso de intercepción
cuando disparó. Las puertas de la bahía de lanzadera de la Gettysburg se abrieron y el aire del
interior se descomprimió de forma explosiva.
Empujando a las unidas naves hacia babor, sólo lo suficiente como para esquivar al crucero. El
plasma había sido disparado hacia su objetivo. No había forma de fallar. El blanco y caliente fuego
impactó sobre el casco del crucero, se difundió a través de su superficie, hizo hervir su blindaje, y
desgastó el esqueleto por debajo de la estructura debajo.
"Las cámaras de popa", ordenó el Almirante.
En la pantalla él vio al fuego explotar del lado opuesto del crucero. El buque de guerra se inclinó y
el vientre de la nave giró, el plasma desintegró el interior de popa a popa hasta llegar al núcleo de
fusión. La nave explotó en una bola de fuego. Un instante después, la explosión se retorció y
curveó mientras el retorcido campo del deslizespacio barrió con todo rastro de la nave enemiga.
El Teniente Haverson exhaló y secó su frente. "Excelente maniobra, Almirante".
"No gaste todavía su aliento en los discursos de victoria, hijo."
El Almirante escudriñó en la pantalla táctica y vio a la otra nave.
176
HALO: PRIMER GOLPE
"Tenemos un nuevo objetivo."
Apuntó hacia la nave medio oculta en la niebla oscura de plasma: el transportista, intacto, con una
nube de enjambres de mosquitos a su alrededor. Los combatientes Seraph descendieron e
interceptaron el plasma y los meteoros que se acercaban demasiado. Las bolas de fuego
resultantes desviaron los impactos del casco.
"Ella tiene un capitán inteligente", murmuró el Almirante. "Así que no podemos utilizar el mismo
truco dos veces. "
Cinco explosiones sacudieron a la Ascendant Justice y el ambiente azulado en el puente titiló.
"Impacto de un meteoro," contestó Cortana. "Hemos perdido las torretas de plasma dos y tres.
Toda función sobre las cubiertas ocho y por debajo se ha perdido. La integridad estructural de esta
nave, señor, está en peligro de un colapso inminente”.
"Un minuto más, Cortana," le dijo el Almirante y continuó buscando en la pantalla táctica.
"Una de dos: o tomamos ese transportista de ahí, donde los escudos no se pueden regenerar, o
los enfrentamos en el espacio normal."
Él tecleó el mapa TÁCTICO.
"¡Lo tengo! Cortana, ven hacia cero-tres-cero por uno-cuatro-cinco, calcula la más rápida
aceleración y desaceleración, haciendo que esta nave pueda conseguirnos acercar a este objeto y
movernos lo más rápido antes posible. "
“Sí, Almirante. "
El Teniente Haverson miró en el mapa y encontró lo que el Almirante había señalado.
"Este objeto es parte de un buque Covenant, de la sección de popa de un crucero."
El Almirante asintió. "Exactamente, Teniente. Cortana, ¿cómo está la integridad estructural de
nuestra nariz de nave? "
"¿Señor? ¿La nariz?" Cortana pausó, e informó
"Sin avería, señor. La mayoría de los daños han sido hacia los laterales"
"Llévanos a contacto directo con ese trozo de metal, Cortana".
”Sí, señor" respondió Cortana.
La Ascendant Justice aceleró hacia la destrozada nave Covenant y luego desaceleraron. Los dos
buques de guerra se tocaron, hubo un lento chirrido que hizo eco a lo largo de la nave.
"Contacto", informó Cortana.
"Perfecto", respondió el Almirante Whitcomb.
"Nuevo curso tres-dos- cero por dos-dos-cero. Velocidad de flanco. Teniente, cargue cualquier
cañón de plasma que nos quede. Cortana, prepara esta nave lista para llenarla de poder de
reversa".
La Ascendant Justice-Gettysburg dio la vuelta y se dirigió hacia el transportador Covenant
empujando el casco roto de la otra nave delante de ellos. Aceleraron en un curso de colisión. Las
torretas sobre la nave Covenant transportadora se calentaron hasta tomar un color blanco caliente,
pero mantuvieron el fuego.
177
ERIC NYLUND
"Ocho mil kilómetros hacia el buque enemigo," anunció Cortana.
"Mantén el curso, Cortana".
"Seis mil kilómetros, señor."
"Esperen", el Almirante ordenó y se aferró a la barandilla de nuevo con sus sudorosas manos.
"Dos mil kilómetros".
"¡Máximo poder de reversa, ahora!"
Los motores hicieron un estruendo y el casco de la Ascendant Justice se estremeció. La nave
destrozada del Covenant chirrió sobre su nariz mientras su impulso la llevó a rápida velocidad. Se
separó libremente de la Ascendant Justice y cayó directamente hacia el transportista enemigo.
"Impacto de la masa en el transportador Covenant en cuatro segundos," dijo Cortana.
"Tres segundos".
El transportador disparó su plasma a la masa que se acercaba. Las llamas calentaron los
escombros, golpearon atravesando su armadura y casco, y fundió la aleación. La masa, sin
embargo, siguió adelante ya destrozada y fundida; pero no había disminuido su velocidad. Se
estrelló sobre la nave y la envió a girar a estribor. El casco del transportista se rompió a lo largo de
una docena fragmentos, y la atmosfera se ventiló, seguido del metal en rojo y en llamas de oro. En
la bahías de lanzamiento se encadenaron las explosiones.
"¡Dispare todas las armas, teniente!"
La Ascendant Justice disparó sus torretas restantes. El plasma cortó a la nave Covenant y lo
rebanó hasta el núcleo. Cada cubierta brilló con el fuego y se convirtió en un infierno.
"Eso es lo mejor que podemos hacer," susurró el Almirante Whitcomb.
"Cortana, sácanos de aquí. Transición al espacio normal."
La silueta holográfica de Cortana se llenó de cálculos. "Dirigiéndose a la matriz del deslizespacio ".
Manchas de tinte negro aparecieron en el mar de fuego. Pequeñas estrellas titilaron en esos mares
de tinieblas. El plasma en la atmósfera y las naves enemigas en llamas desaparecieron.
"Corta todo el poder hacia los motores", ordenó el Almirante.
El Almirante Whitcomb miró hacia la oscuridad y a las estrellas.
"Ahora, ¿Dónde demonios estamos? "
178
HALO: PRIMER GOLPE
SECCIÓN 5___________________
MASACRE EN ERIDANUS SECUNDUS
179
ERIC NYLUND
CAPÍTULO VEINTISEIS
Anomalía en el registro de tiempo-fecha[[ERROR]]\Fecha
desconocida\A bordo de la nave insignia capturada del Covenant
Ascendant Justice, en la burbuja anómala del Slipspace
El Jefe Maestro despertó
Estar conciente, sin embargo, era una ligera sobreestimación de su condición. Su borrosa visión se
enfocó lentamente… pero ahí no había nada que ver excepto el interior de su visor. Luces de
estado color ámbar parpadearon.
El dolor recorría sus pies, su muslo derecho, y su mano. Bien. Él estaba vivo. Él sabía por
experiencias anteriores que esto era el fin de la cola del susto… y de la sorpresa, los efectos de
ese estado se estaban desvaneciendo.
Él sintió el familiar peso y los circuitos reactivos de su armadura MJOLNIR rodeándolo. El sabor
cobre de la bioespuma cubriendo su boca, así que también supuso que sus heridas fueron
recientemente tratadas.
Y eso era grave. La presión detrás de el era un gran alivio para el Jefe Maestro. La próxima vez
que alguien lo quisiera para ir a una operación en gravedad cero el“Bienvenido de vuelta,” dijo Cortana, interrumpiendo sus pensamientos. Una débil luz vacilo a su
izquierda.
Él giro hacia su lado. Las quemaduras en sus extremidades protestaron y disparaban lanzas de
dolor sobre sus manos y pies.
Él estaba en una bahía médica. Las luces estaban apagadas, y el vio que el era la única persona
ocupando una cama de recuperación. Biomonitores pulsaron a lo largo de una pared, exhibiendo
sus signos vitales y sus imágenes de resonancia magnética (MRI por sus siglas en ingles)
instantáneas.
Una proyección holográfica se paraba al lado de su cama. La pequeña figura de Cortana lo
señalaba, y cuanndo el no respondió inmediatamente ella cruzó sus brazos con impaciencia.”El
MRI muestra que no hay conmociones, no hay Hematomas subdurales o epidurales. Debes tener
un cráneo más duro de lo que pensé.”
“Donde estoy?”
“En la cubierta 22 en la fragata Gettysburg de la UNSC” Le dijo Cortana.”O lo que queda de él”
“Que sucedió”
Cortana suspiró.”Te rrefieres a que sucedió desde que te dejé en Reach? O el resultado de la
batalla en slipspace? O quieres decir que pasó desde esa batalla?”
“La batalla, primero” el dijo y se esforzó para levantarse.”Supongo que ganamos”
Estar de pie era muy doloroso, sin embargo, y la fuerza parecía haberse agotado de sus músculos.
El se alivio volviendo a su posición horizontal original.
La luz azul pálida de Cortana se oscureció y dejo caer su mirada la cubierta.”El equipo azul reparo
con éxito el conducto del motor principal.”
“Lo recuerdo,” murmuró el Jefe Maestro.”La parte de la reparación, por lo menos. Hubo una
explosión…”
“Un perno de plasma,” Corrigió Cortana. Ella suspiró. “Lo siento, Jefe, pero solo tú y los
SPaRTANS-093, -043, and -104 sobrevivieron la explosión.”
Grace, Will, y Fred estaban vivos, pero Li, Anton, y la Suboficial Polaski fueron muertos en acción.
John recordó el grito de Polaski y la figura de Anton, cuando el fuego al rojo vivo barría el casco de
la nave.
“Entendido,” el dijo lo mas cortésmente que pudo, pero el oyó la amargura en su voz.
Le sorprendió que la muerte de Polaski también le afectara. El había visto miles de soldados de la
UNSC morir. Ella no dudo en transportar al Equipo Azul en una misión que era dementemente
peligrosa. Ella sobrevivió la batalla de Reach, el forzado aterrizaje en Halo, los Flood, y todo lo
demás-entonces ella se había ofrecido valientemente para esta misión, también, y quizás salvo sus
vidas.
Ella podría haber sido una buena SPARTAN. Ahí había peores elogios (WTF‼)
El Jefe Maestro suspiró, el desplegó la lista de su equipo en su visor, y marcó a Anton y Li como
Perdidos en Acción.
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HALO: PRIMER GOLPE
Él pausó para ver todos los otros en esa lista; su primer y mejor amigo, Sam, estaba ahí… y el ni
siquiera se había dado cuenta que una docena más habían sido enlistados como MIA (Perdido en
Acción, en inglés)
El guardo los cambios a la lista y cerró el archivo.
“Que hay de Kelly y Linda?” preguntó a Cortana.
Cortana miró arriba y quito el pelo de sus luminosos ojos. Ella paseó un pequeño circulo en el
bloque holográfico y entonces dijo, “SPARTAN-087, Kelly, se está recuperando de quemaduras de
segundo grado en el 72% de su cuerpo. La Doctora Halsey ha acelerado la regeneración del tejido
con dermacortico esteroides. Ella se sanará en unos días… aunque su movilidad se estará
bastante reducida hasta entonces.”
“Y Linda”
“Accediendo a su estado.” Cortana pausó por un segundo completo.” La Doctora Hasley tiene a la
Spartan 058 en la estación médica Alfa, tres pisos sobre nosotros, sigue en estado criogénico y
tiene una cirugía exploratoria. Ella me ha dado órdenes de preparar los bancos de clonación flash
para los órganos de reemplazo para el transplante pendiente.”
“Así que ella está viva?”
“Técnicamente,” Cortana contestó, “no.” Por un momento hubo una mirada de genuina
preocupación en su cara- pero pronto desapareció.
“La Dra. Y el Almirante Withcomb han debatido sobre el riesgo de intentar revivir a la SPARTAN
058, antes de que alcancemos unas instalaciones médicas de verdad. La Doctora Halsey, con
seguridad, te dirá cuando ella este bien, Jefe.”
John frunció el entrecejo ante la falta de detalle. No le gustaba la actitud de Cortana, que había
cambiado despacio desde que se conectó con el sistema de computación Forerunner en Halo. Hizo
una nota mental de preguntarle a la doctora Halsey sobre Linda luego… y le preguntaría también
sobre Cortana.
“Todas las otras manos abordo están listas” preguntó el Jefe Maestro,
“sí, Jefe. Todos están concentrándose en las reparaciones de las naves conectadas. Tuvimos
graves daños por bombardeos de plasma e impactos de masa en el Slipspace expandido. Las
superstructuras de las naves, sin embargo, permanecen intactas. El reactor de la Gettysburg esta
en línea y operando al 67% de su capacidad. El reactor de la Ascendant
Justice esta fuera de línea y esta siendo reparada. Cinco de nuestras siete torretas de plasma
requieren reparaciones. Y peor, los motores de la Ascendant Justice están dañados. Tenemos
menos del 3% de la capacidad operacional.
“La nave todavía puede saltar al Slipspace? Estamos varados aquí afuera?”
“Un salto es posible,” dijo Cortana. Ella agitó la cabeza como una hermana mayor lo hace cuando
su hermano menor hace una pregunta tonta.”No sería nada bueno, sin embargo. El artefacto
alienígeno en posesión de la Doctora Halsey emite altos niveles de radiación en el Slipspace. Esta
radiación desconocida penetra incluso los escudos de tu traje. Estimo que será letal en menos
setenta y dos horas de exposición. También, esta radiación serviría como un faro para cualquier
nave Covenant rondando el Slipspace, buscándonos.”
“Así que estamos estancados entre los sistemas”
“Negativo,” contesto Cortana, y su voz adquirió un frío nuevo.”El Almirante Whitcomb es totalmente
inexorable que nos arriesguemos a otro salto al Slipspace-sin tener en cuenta de los costos en
vidas humanas. Por otra parte, pasarían semanas antes de que pudiéramos avisar al Alto Mando
de la UNSC.”
Alto Mando? Dos hechos hicieron clic de repente en el lugar: la necesidad del Almirante de
contactar al resto de Almirantazgo-sin importar el precio-y los esfuerzos de la Doctora Halsey por
revivir a Linda.
“Qué está forzando las tácticas del Almirante, Cortana?
El contorno holográfico de Cortana se debilitó.”Ya te dije esto antes, Jefe, pero al parecer no se
pegó en tu estado semiconsciente.” Entonces ella se enfocó y cruzo sus brazos sobre su pecho.”El
Covenant descubrió la localización de la Tierra”
El Jefe Maestro estaba de pie, repentinamente amplio despierto y alerta. Él puso su dolor y fatiga a
un lado.
“Explicame,” exigió.
Cortana perfiló su descubrimiento del subcanal codificado dentro de los comunicados oficiales
normales de Covenant. Ella explicó cómo las órdenes militares del Covenant se diseminaron con
sorprendente eficacia, y le mostró entoces simbolos que representaban las cordenadas del Sol… y
la Tierra.
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ERIC NYLUND
Él se quedó callado y escuchó. La UNSC había trabajado tan duro, por tanto tiempo, para
conservar este secreto. Era sólo cuestión de Tiempo; él siempre había sabido que el Covenant
encontraría la Tierra tarde o temprano. Él tenía, sin embargo, siempre el pensamiento que sería
más tarde… y no ahora.
El Jefe Maestro miró fijamente los diminutos triángulos, cuadrados, puntos, y barras que
constituyen las coordenadas espaciales.”Nosotros hemos visto esto antes, en Cote d'Azur.”
“Sí, y de acuerdo con la Doctora Halsey, su equipo en Reach encontró señales similares en las
bóvedas subterráneas.”
“Cuál es la conexión?”
“Desconocido”
El Jefe Maestro dejó estos hechos de lado por el momento; el dejaría significado de los símbolos a
Cortana y la ONI. La única cosa que le importaba era que el Covenant iba a atacar la Tierra.
“Había un itinerario o cualquier otro dato en el subcanal codificado?” preguntó.
“Afirmativo. Habí una serie de ordenes coordinadas para las naves de guerra del Covenant
esparcidas por la galaxia para juntarse con una base de comando-y-control móvil a la que ellos
llaman la ‘Unyielding Hierophant’. Cuando tengan suficiente fuerza, ellos harán un salto
colectivo hacia la Tierra.”
El Jefe Maestro se acercó a las puertas de la bahía médica. Estas se abrieron
automáticamente.”Dónde esta el Almirante Whitcomb?”
“El Almirante esta ahora en el puente,” respondió Cortana.”Pero la Doctora Halsey me ha
dado estrictas órdenes de que tu no— “
“Yo no tomo órdenes de civiles,” el chasqueó.”Ni siquiera de ella.” El Jefe Maestro salió de
la bahía médica y camino por el corredor.
“Sabes.” dijo Cortana, su voz ahora venía del parlante de su casco,”tu actitud se ha
degradado desde que empezamos esta misión—incluso antes de la batalla en Reach.”
“Anotado,” él contestó.
La luz blanca oscura que inunde la Gettysburg era un cambio agradable de la iluminación
azul que el Covenant usa en sus naves. John se alegraba de tener sus pies plantados de
nuevo en el acero crudo que engalanan las naves humanas, incluso si las paredes de
este pasaje estaban teñidas de negro.
El entro en el elevador de comando y pulso el botón del puente. La ligera aceleración hizo
que un nuevo dolor recorriera sus brazos, y los ligamentos en su pecho estallaron—pero
el rechinó sus dientes y quitó el dolor de sus pensamientos.
Cuando las puertas se abrieron, el Jefe Maestro hizo una pausa, mientras veía el triste
estado del puente de la Gettysburg. Los puertos de vista se habían apagado y
recientemente habían sido reemplazados por las placas soldadas de la armadura del
casco. Un trío de monitores habían sido colocados encima de ellos apresuradamente.
Sangre cristalizada y deshidratada por congelación cubría las consolas de navegación y
operación. Solo tres estaciones de control estaban encendidas: ingeniería, estado de
computación, y operaciones del MAC.
Pero más desconcertante era que solo el Almirante Whitcomb y el Teniente Haverson
estaban presentes en el puente que usualmente necesita de treinta funcionarios. La sala
estaba tan silenciosa y vacía como una tumba.
“Jefe Maestro,” dijo el Almirante Whitcomb, ligeramente sorprendido.
“Señor.” El estaba de pie en atención y chasqueó en un saludo crujiente.”Permiso para
entrar en el puente.”
“Concedido, hijo,” dijo el Almirante.
“Cuál es tu estado, Jefe?” preguntó Haverson. “La Doctora Halsey nos dijo que pasarían
días antes de que te recuperes.”
“Estoy al 100%, señor” el dijo.
Como si hubiera oído esa declaración la Doctora Halsey abrió un canal COM, un diminuto
video estalló en su visor. Sus gafas un ambiente de luz anaranjada de dondequiera que
ella estaba, y él no podría ver sus ojos.
“John, necesito hablar contigo.”
“Estoy con el Almirante Whitcomb y el Teniente Haverson, señora. Cuando termine puedo
hablar contigo.”
Ella calló por un momento, luego dijo, “Muy bien.” El COM se cerró.
El Jefe Maestro sintió una punzada de remordimiento por ser tan conciso con ella.
“Olvídalo, hijo.” El Almirante dijo. Él devolvió su atención a la pared de plástico punteada
con estrellas y los símbolos de diamante que representan a los fortines de la UNSC en
esta región del espacio.”Estamos en un duro lugar”
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HALO: PRIMER GOLPE
El fue junto al Almiurante y Haverson y estudió el mapa con ellos.”Cortana me ha
informado, señor. Los Covenant saben la localización de la Tierra y se están moviendo,
mientras preparan un ataque masivo”
“Ese es el motivo principal, tengo miedo,” dijo Haverson, y el Jefe notó los círculos
profundos de fatiga que resonaban en los ojos del joven hombre.
“Para complicar las cosas, apenas podemos navegar. Hemos estado trabajando sobre el
reloj para restaurar nuestras naves, pero necesitaríamos una tripulación de cien
ingenieros y un dique espacial para poner estas chatarras en forma para luchar”
El Almirante whitcomb frunció el entrecejo a la evaluación del Teniente y agregó,”Otro
truco es que el cristal que tomamos en Reach emite radiación en Slipspace. Suficiente
para matar a todos después de solo unas horas más de exposición.”
“Pero continuamos con el dispositivo alienígena. Cambia las propiedades del Slipspace,
como has visto-pero con una vuelta más. En los pocos minutos que estuvimos en esa
versión enredada del Slipspace viajamos hasta aquí”-ellos dibujaron un circulo diminuto
en el mapa, indicando su posición-“que bajo circunstancias normales nos habría tomado
días.”
“intentamos saltar brevemente de nuevo,” añadió Haverson,”pero nada extraordinario
ocurrió. Este inusual salto largo debió ser causada por la energía añadida al Slipspace por
nuestra batalla con el Covenant.”
“En todo caso,” el Almirante Whitcomb dijo, “si aprendemos que hace este cristal, nos
daría un infierno sobre el Covenant.”
“Lo veo, señor.”
El Jefe escudriño su localización-no exactamente la definición de en medio de ninguna
parte pero cerca. Él notó que había tres estrellas dentro del círculo.
Haverson también se asomó al mapa. Él tocó uno de los símbolos de las estrellas dentro
de su rango, y las estadísticas se desplazaron al lado del objeto. Él suspiró. “Este sistema
fue glaseado en 2530, no hay ninguna posibilidad de que haya alguien ahí para
ayudarnos. Y los otros dos sistemas…” Él agitó la cabeza.”Inhabitado.”
“Demonios,” El Almirante Whitcomb dijo y tiro de su bigote, “nosotros casi arrancamos
este parte del espacio en cuanto la guerra empezó. El Covenant entró, quemó Eridanus y
las otras Colonias Exteriores, y entonces siguió sin mover un ojo.”
“Eridanus?” El Jefe camino mas cerca los datos se desplazaban cerca de la pequeña
estrella.”Yo conozco este lugar.” El giró hacia el Almirante.”Y hay una colonia humana
aquí, señor-simplemente no es ninguna por la cual la UNSC se preocupe. Si yo tuviera
que suponer, yo apostaría a que el Covenant nunca los encontró. Podría ser que
hagamos reparaciones rápidas ahí.”
El Almirante lo miró fija y pensativamente.”Estás seguro? Bastante como para apostar
nuestras vidas y la Tierra por esa corazonada, Jefe?”
El Jefe Maestro miró de nuevo el diminuto punto en el mapa. No era Eridanus en lo que él
estaba pensando. Era el cinturón de asteroides circundante… y una misión que él y su
equipo habían ejecutado hace veinte años.
“Sí, señor. Estoy seguro.”
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ERIC NYLUND
CAPÍTULO VEINTISIETE
Tiempo/Fecha: ((Error)) Anomalía/Fecha desconocida
/Fecha revisada estimada 04:50 horas, 12 de Septiembre de 2552/A
bordo de la nave Insignia Ascendant Justice capturada del
Covenant, en el espacio estelar, en ruta al sistema Eridanus.
La Doctora Halsey pulso el interruptor y la puerta se abrió, y el Jefe Maestro entró en el cuarto
estéril.
“¿Quería verme, Doctora?” Él rápidamente examinó el cuarto… observo los departamentos
quirúrgicos contiguos, y las extrañas lámparas naranjadas del área estéril colocadas a cada metro
en los reflectores en las paredes enlosadas.
La Doctora Halsey sujeto cinco monitores sobre el brazo de una de las sillas de examinación del
cuarto. Ella se sentó en la silla con las piernas cruzadas y equilibro un gran teclado simbólico
alfanumérico en su regazo... Precariamente colocadas al borde de una bandeja había tazas de
espumoso café a medio de beber.
Ella le hizo una señal al Jefe para que se acercara.
“Veo que ignoras los consejos médicos moviéndote antes de que estés completamente curado.”
“Estoy bien, mamá,” él contestó.
Ella suspiro por la incredulidad.
“John, nunca has sabido decir una mentira. Estoy tomando una telemetría de tu armadura, ahora
mismo.”
Ella hizo girar uno de los monitores sobre su silla así él podría ver los bio-signos erráticos pulsando
en la pantalla.
“Debido a las quemaduras, las contusiones, las fracturas, y el sangrado interno, deberías estar en
shock. El único descanso que has tenido en una semana fue por pérdida del conocimiento causado
por tus heridas. ¿Y dices que estas bien?”
Él se mantuvo de pie y no dijo nada.
“Muy bien. Supongo que conoces tus limitaciones mejor que cualquier otro.” Ella volteo el monitor.
“Quería hablar contigo sobre tu informe acerca de la construcción alienígena… Halo. He recopilado
parte de tu historia en base a lo que me ha contado el Almirante Whitcomb, sobre tus aventuras, el
informe de Cortana y de los diarios de Misión de Locklear y Johnson… y el curioso registro parcial
de Misión, del oficial Wallace Jenkins.”
El Jefe Maestro se movió incómodo.
“Hay incongruencias que debo resolver antes de que regresemos a la Tierra.” Ella empujó sus
gafas sobre el puente de su nariz. “Una de ellas es el Sargento Johnson.” Ella tecleo unos
comandos en su teclado. “Por favor acércate, John. Quiero que veas esto conmigo.”
El Jefe Maestro se movió junto a su silla. Su masivo peso cayó pesadamente a través del
revestimiento grueso de la cubierta. Dos metros de alto y media tonelada de metal, y en cierta
forma la Doctora Halsey no podía dejar de pensar en él ocasionalmente como el mismo niñito que
ella había robado de sus padres en Elysium City.
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HALO: PRIMER GOLPE
No. John había cambiado. Ella comprendió. Ella fue la única que en silencio llevó la culpa durante
las tres últimas décadas.
Ella inhalo profundamente y fijo su atención en los registros de vídeo ante ella. En la pantalla se
reprodujeron registros de misión que mostraban al Covenant y a los Marines en una ardua lucha, la
arquitectura extraña Forerunner en el interior de la construcción Halo, y la aterradora forma de vida
parasitaria conocida como el Flood.
Ella volvió a reproducir el registro de misión del Soldado Jenkins y el primer ataque Flood.
John se puso tenso cuando apareció en pantalla el capitán Keyes y como el Flood consumió al
Capitán y a su escuadrón. El sargento Johnson estaba allí, también, peleando y maldiciendo...
hasta que las hordas como de diminutas vainas, Formas de Infección se abarrotaron sobre él.
“El Sargento sobrevivió,” ella dijo. El único humano en tener una exposición directa al metaorganismo Flood y marcharse dando media vuelta.”
“Lo sé,” el Jefe Maestro murmuró. “No estoy seguro cómo sobrevivió. ¿Cómo puede alguien vivir
después de eso?”
“Esa es la parte sencilla,” La Doctora Halsey le dijo sin mirar hacia el monitor. Ella pulsó
ligeramente una tecla, y los registros médicos del Sargento brillaron intermitentemente en la
pantalla.
“¿Ves, aquí?” Ella tocó un archivo fechado tres años antes. “Él fue diagnosticado con el Síndrome
de Boren.”
“No he escuchado acerca de eso,” el Jefe dijo.
“No me sorprende. Es causado por la exposición a grandes cantidades de plasma. Como el
estallido soltado por una granada de plasma Covenant. No vemos muchos casos, las personas
usualmente mueren de los efectos directos de esas armas mucho antes de que estos síntomas
secundarios se manifiesten. El Sargento capturó una caja de granadas de plasma, durante el
asedio del Covenant en París IV, las usó todas y recibió una condecoración, y una dosis
acumulada de mil doscientos rad de radiación como un bono imprevisto.”
John guardó silencio por varios minutos. La Doctora Halsey no estaba segura si él leía los archivos
de la computadora, contemplando sus palabras, o tratando de confirmar todo esto en un canal
privado COM con Cortana. Su armadura impenetrable hizo discusiones con convenciones sociales
normales casi imposible. Eso la irritó, pero sin esa armadura con su constante presión hidrostática
y los inyectores cibernéticos de bio-espuma, John literalmente se habría caído a pedazos a esta
hora.
Para el fugaz momento en que ella recordó cuando había leído por primera vez El Hombre de la
Máscara de Hierro de Alexander Dumas. Ella había sentido terror cuándo el noble prisionero había
sido envuelto dentro de esa coraza de metal. ¿Cómo lo hizo John para luchar con la constante
sofocación?
El Jefe Maestro finalmente dijo, “No veo la conexión entre la enfermedad del Sargento y su
superviviente al Flood.”
“El síndrome de Boren,” La Doctora Halsey explicó, “Es caracterizado por jaquecas, amnesia, y
tumores cerebrales... Y sin el tratamiento correcto, la muerte. Desestabiliza las señales eléctricas
en el sistema nervioso de una persona.”
“¿Es eso medicable?”
“Sí, pero requiere treinta semanas de quimioterapia intensiva.”
185
ERIC NYLUND
“Que me traiga para esto.” Ella pulso la tecla de PÁGINA SIGUIENTE y un documento oficial
apareció en la pantalla ‘Negación del Tratamiento’. “El Sargento no esperó treinta semanas para
regresar y pelear.”
El Jefe Maestro inclino la cabeza, entendiendo el gesto heroico, sin sentido.
“¿Cómo le salvó esta alteración de su sistema nervioso?”
“Tengo almacenado los bio-signos de los soldados tomados por el Flood. El Flood se enlaza con el
huésped a través de la creación de una frecuencia resonante, igual a la del sistema neural del
huésped.”
“¿Y el sistema nervioso del Sargento estaba demasiado dañado, por eso el Flood no pudo tomar al
Sargento?”
“Correcto,” ella dijo. “Aún así, quedaron rastros del ADN del Flood, muertos, sin capacidad de
infectar, pero intactos. Creo que ésta es una prueba de un intento fracasado para poseerle.
Además que le brindaron unas curiosas capacidades regenerativas, aunque yo no he podido
confirmar este efecto secundario.”
Al Jefe Maestro le pareció relajar una frecuente mueca severa de atención. Esta nueva información
pareció tranquilizarle.
“Entiendo.”
“No,” La Doctora Halsey le dijo, y ella se quito sus gafas. “No lo has hecho.”
“¿Doctora?”
“Descubrir cómo él sobrevivió no es lo que quería discutir. Es lo que sucederá luego con el
Sargento Avery Johnson.”
Ella desconectó sus monitores y aliviada volvió a su silla.
“He preparado dos informes diferentes sobre esto para la Sección Tres de la ONI. El primero tiene
todos los datos pertinentes en mi análisis y la tecnología posible para combatir una infestación
inicial Flood. El segundo incluye el material de origen: los registros de misión del oficial Jenkins y
del Sargento Johnson, más su historial médico.”
Ella descargó la información en dos cristales de datos y los expulsó del puerto en el brazo de la
silla. Ella colocó los cubos claros en la bandeja y señalo a John que los tome.
“Te dejo a ti la elección de cuál entregar al Teniente Haverson.”
“¿Por qué retendría algún dato, Doctora?” El Jefe Maestro preguntó y recorrió con la mirada los
cristales.
Sus ojos se enfocaron más allá de él a medida que ella luchó para encontrar las palabras
correspondientes a sus emociones contradictorias.
“Por mucho tiempo había pensado que teníamos que sacrificar a unos cuantos por el bien de la
raza humana.” Ella inhalo profundamente y lo dejó salir en un suspiro pesado.
“Yo he asesinado y mutilé y causé una gran cantidad de sufrimiento a muchas personas… todo en
nombre de la auto conservación.” Su dura mirada azul le encontró. “Pero ahora no estoy segura de
que la filosofía haya resultado demasiado bien. Debería haber tratado de salvar cada vida
humana… sin importar lo que cueste.”
La Doctora Halsey empujó la bandeja que portaba los cristales de datos hacia el Jefe Maestro.
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HALO: PRIMER GOLPE
“Si usted le da a la ONI el primer informe, entonces pueden ser capaces de encontrar una medida
en contra el Flood. Tendrán más posibilidades si les entregas el segundo”
“Entonces les daré el segundo informe.” Él recogió el
Cristal.
“El cual asesinará al Sargento Johnson,” ella dijo con un escalofrío en su voz. “La ONI no se
conformara con tomar una prueba de sangre. Lo estudiarán en partes para descubrir cómo resistió
al Flood. Será un billón a uno que alguna vez reproducirán sus condiciones médicas únicas… pero
lo harán de cualquier forma. Lo matarán porque el intercambio vale la pena para ellos.”
El Jefe Maestro recogió el otro cristal y luego clavó los ojos en ellos, ambos yaciendo en su mano.
“¿Vale eso la pena para ti, John?” Ella preguntó.
Él enrolló su mano en un puño y lo mantuvo cerca de su pecho.
“¿Por qué quieres que yo haga esta elección?”
“Una última lección. Trato de enseñarte algo que me ha llevado toda mi vida aprender.” Ella
despejó su garganta.
“Te doy la oportunidad de tomar la decisión que pensé que no podría tomar.”
Ella recorrió con la mirada el reloj en su monitor.
“Lo siento. Linda esta casi preparada para la cirugía, y tengo varias cosas que hacer antes de ese
momento. Deberías salir.”
El Jefe Maestro obedientemente giró y caminó a grandes pasos hacia la salida, pero se detuvo en
la puerta.
“Doctora, no la deje morir otra vez.”
Él luego salió del cuarto.
La Doctora Halsey observó hasta que él rodeo el corredor y se fue. Ella esperó ver a John otra vez
antes de que hiciera lo que tenía que hacer, pero no lo podría hacer. ¿Le sembraría el
pensamiento que a ella en su interior le posesionaba? El gesto podría ser lo único que ella podría
hacer para expiar lo que ella le había hecho a él y a los otros Spartans.
Tales pensamientos fueron unos lujos cuando sólo había tres horas antes de que el Ascendant
Justice saltara al Slipspace. Había demasiado por hacer antes de ese momento.
Ella giró todos los monitores hacia a ella e introdujo la orden para no callar a Cortana.
“Cierra la puerta,” La Doctora Halsey ordenó a Cortana.
“Amplifica las medidas de contra intrusión a nivel siete.”
“Hecho,” Cortana dijo. La irritación de haber sido silenciada durante los últimos cinco minutos fue
como alambre de púas en su voz. “¿Qué precisamente fue todo eso? ¿Le enseña al Jefe Maestro
una lección? ¿Dándole una elección? ¿Salva uno en lugar de billones?”
La Doctora Halsey la ignoró y rápidamente escribió órdenes en su teclado.
“Dame acceso a tus coordenadas del núcleo 4-4-7.”
“Bloque removido,” Cortana dijo con un suspiro irritado. “¿Va a contestar a mi pregunta?”
“Estoy cansada de sacrificar a otros por el bien mayor,”
187
ERIC NYLUND
La Doctora Halsey contestó. “Nunca se detiene, Cortana... y salimos corriendo de personas para
sacrificar.” Ella tecleo un comando final para la función del gusano que borrara la memoria y pulso
la tecla ENTER.
“Qué…”
“Borro tus archivos en este asunto. Lo siento, Cortana, pero con esto, no puedo confiar incluso en
ti.”
Cortana fue silenciada a medida que el gusano quemó a través de su memoria y borró todas las
investigaciones y grabaciones relacionadas con el Sargento Avery Johnson.
“Cortana, dame una actualización de tu núcleo de memoria.”
“Recopilación de rutinas resultado por una reducción de la huella de procesamiento de memoria de
dieciséis por ciento, Doctora. Gracias. Eso me da un poco más de cuarto para pensar.”
“Temo que todos nos atrevamos a arriesgarnos,” La Doctora Halsey dijo. “Halo y los datos de la IA
Covenant podrían quedar degenerados si hago más. Y no hay ningún lugar bastante seguro para
almacenar esa información.”
La Doctora Halsey cargó los informes de misión del Almirante Whitcomb, John, y de los equipos de
Fred. Ella frunció el ceño por las formas oficiales de acontecimiento UNSC como su tiempo
resaltado, la fecha, y las marcas de posición se desplazaron línea a línea a través de sus
monitores.
“¿Ha terminado con el análisis temporal de estos registros?”
“Sí, Doctora. Estaba en lo correcto: Hay una discrepancia entre el equipo en Halo y el equipo en
Reach. Las marcas de tiempo están apagadas por un promedio de tres semanas.
Yo creo que esto fue causado por mi transición de influencia gravitacional Slipspace.”
Las esquinas de la boca de la Doctora Halsey fluctuaron en una sonrisa.
“Estoy desilusionada, Cortana. Esa es una suposición... y una incorrecta.”
“¿De verdad?” Cortana contestó con un indicio de desafío en su voz.
“¿Tienes algún dato de tu subsiguiente traducción de influencia gravitacional para correlacionar?”
Hubo una pausa de dos segundos, y luego Cortana finalmente contestó,”Sí, Doctora. No hay
desplazamientos temporales en esos saltos posteriores.”
“Como sospeché” La Doctora Halsey golpeó suavemente su dedo en su labio inferior a medida que
ella reflexionó. “Has un grafico de las irregularidades temporales en una superficie de espacio
tiempo. Luego rememora mi archivo de la distorsión espacial generada por el artefacto alienígeno.”
En los monitores aparecieron dos conjuntos de membranas curvadas casi idénticas tan estiradas
sobre una posición y tiempo central: Reach y la recuperación del artefacto extraño.
“Aquello no sólo dobla el espacio,” La Doctora Halsey murmuró para a sí misma, “Pero las curvas
de tiempo eran iguales.”
“Eso no es posible,” Cortana dijo. “¿Cómo nos pudo afectar el artefacto en Reach, a nosotros en
Halo... a años luces de distancia?”
“No pienses en eso como distancia física,” La Doctora Halsey contestó distraídamente, fijando la
mirada en los monitores. “Tu y John estaban en un curso hecho para interceptar el cristal.” Ella
movió las curvas una sobre la otra; El plano del tiempo y espacio hacen una pareja perfecta.
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HALO: PRIMER GOLPE
“Tu tuviste que estar allí en ese lugar y tiempo para rescatarnos y remover el cristal... el tiempo y el
espacio trenzado para hacer que aquel acontecimiento suceda.”
Cortana dio una risa burlona. “Esa es lógica circular, Doctora directamente contradice varias
teorías bien establecidas...”
“Y acomoda los datos conocidos.” La Doctora Halsey cerró los archivos conteniendo su análisis.
“Ahora veo por qué el Covenant estaba tan interesado por este objeto. Ellos no deben colocar sus
manos en eso. No ellos, y ciertamente ni los de la Sección Tres, ni uno ni el otro.”
“¿Doctora?”
La Doctora Halsey se volvió hacia el monitor con su gusano devora memoria y lo movió a un
indicador nuevo en el núcleo de Cortana. Ella ejecutó el programa, destruyendo la memoria de la
IA de esta conversación, también.
“Dame una actualización sobre la condición de la SPARTAN-058, Cortana.”
“Temperatura medular aumentando en un punto estable de dos grados centígrado por minuto,
logrando treinta y siete grados en diez minutos.”
“Muy bien. Prepara y mueve el hígado y los riñones Clon-flash de almacenamiento y prepara la
bahía quirúrgica tres.”
“Sí, Doctora.”
Los datos médicos de Linda parpadearon en un monitor junto con una la lista completa con los
nombres de los Spartan: Una lista larga de cada estado operacional actual de los Spartan. Sólo un
puñado quedó, aproximadamente cada uno de ellos listado como HERIDO EN ACCIÓN o
PERDIDO EN ACCIÓN.
“¿No KIAs (killing in action: Asesinado en acción)?” La Doctora Halsey murmuró. Ella acceso al
SPARTAN-034. “Sam está en la lista como perdido en acción. ¿Por qué será eso? Él murió en
2525.”
“Directiva 9-3-0 de la ONI Seccione Dos,” Cortana contestó. “Cuando la ONI hizo público el
programa SPARTAN-II, se decidió que los informes de pérdidas de los Spartan pudieran causar
una baja a la moral. Consecuentemente, cualquier baja de un Spartan estaría listado como MIA
(missing in action: Perdiendo en acción) o WIA (Wounded in action: Herido en acción), para
mantener la ilusión de que los Spartans nunca mueren.”
“¿Los Spartans ‘nunca mueren’?” Ella murmuró. La Doctora Halsey hizo girar la silla contorneada y
echó los monitores fuera de su camino con una violencia repentina.
“Si sólo eso fuera cierto.”
Allí había tanto por hacer y tan poco tiempo sobrante para ella, los Spartans, y la raza humana. Ella
podría hacer algo, sin embargo. Ella los salvaría una persona a la vez, comenzando con Linda,
luego Kelly, y luego un puñado de otros muy importantes.
Aunque significara traicionar a los que confiaban en ella… pero si era la única forma que tenía la
Doctora Halsey de salvarse a sí misma y a su alma, lo haría.
189
ERIC NYLUND
CAPÍTULO VEINTIOCHO
19:30 Horas, 12 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/ A bordo de la nave Insignia Ascendant Justice
capturada Covenant, en el espacio Estelar, en ruta al sistema
Eridanus.
El espacio negro se agito con pinchazos de luz; Se dividió, y el Gettysburg - Ascendant
Justice apareció en el sistema Eridanus.
El Jefe Maestro estaba de pie sobre el puente del Gettysburg. Él había querido estar en la
cubierta médica cuando La Doctora Halsey hubiera acabado con Linda, estar allí cuando
ella se despertara. . . O estar ahí en caso que ella nunca despertara. Pero él tenía que
estar aquí; Ésta fue su idea, y él era lo más cercano que tenían a un experto en este
lugar.
“Comprueben los sistemas,” el Almirante Whitcomb ordeno.
El teniente Haverson se apoyó sobre la consola de ops (operaciones de la nave)y
examinó ligeramente varios monitores. “Radiación residual desvaneciéndose,” él dijo.
“Sistemas de navegación y escáneres volviendo en línea.”
Fred se levantó en la estación de Ingeniería y reportó, “los Reactores en sesenta por
ciento. Leve fuga de remanencia en bobina diez. Compensando.”
“¿Plasma?” El Almirante preguntó a medida que él se estableció en la silla de Capitán.
La imagen fantasmal de Cortana titiló encima del contenedor holográfico al lado de la
carta estelar.
“Podemos disparar sólo una torrecilla,” ella contestó, y un baño de rojo brilló
intermitentemente a través de su imagen luego se enfrió a su azul oscuro normal.
“Las otras dos torrecillas operativas están fuera de linea; Sus bobinas magnéticas se
rehúsan a alinearse. Podría ser un efecto secundario de la radiación del artefacto.”
“Un disparó. . .” El Almirante susurró. Jalo el acabado de su bigote y suspiró. “Entonces
solo tendremos que hacerlo contar.” Él recurrió al Jefe Maestro. “Lidere el camino, hijo.”
El Jefe Maestro clavó los ojos en los tres monitores grandes que tenía, reemplazaron las
ventanas de observación del puente. Eridanus se anunció con grandes letras en el centro
del monitor; Las estrellas brillaron con un constante brillo.
“Muévanos a uno punto cinco unidades astronómicas relativas al sol,” él dijo. “Curso 0 - 9
- 0 por 0 - 4 - 5.”
“Rumbo uno punto cinco AU (unidades astronómicas),” Haverson dijo. “Rumbo
confirmado. Transcurriendo.”
“Trame un curso elíptico paralelamente hacia el plano del cinturón del asteroide,” el Jefe
Maestro agregó. “Cortana, escanea por asteroides aproximadamente por dos kilómetros
de diámetro.”
190
HALO: PRIMER GOLPE
“Escaneando,” ella dijo. “Esto podría tomar bastante tiempo. Hay más de un billón de
objetos en movimiento, una parte de ellos en profundas sombras.”
“Cuénteme otra vez sobre su vieja misión,” el Almirante Whitcomb dijo. “¿Usted y los otros
Spartans estuvieron aquí antes?”
“Sí, señor,” el Jefe contestó. “Yo, Fred, Linda, Kelly, y Sam. Fue la primera misión real de
los Spartans: Una infiltración en una base rebelde. Capturamos a su líder y lo llevamos a
la ONI para interrogarlo.”
“No sabía que los Spartans existieran hasta el año 2525,” el Teniente Haverson dijo.
“Sí, señor,” Fred contestó. “Nosotros simplemente no teníamos armaduras MJOLNIR o el
armamento avanzado que tenemos hoy. Nos parecíamos a cualquier otro equipo
NavSpecWar.”
“Yo dudo mucho eso,” Haverson dijo bajo su aliento.
El Almirante levantó una tupida ceja. “¿Usted quiere decir que cinco personas hicieron
una infiltración al vacío en gravedad cero sobre esta estación espacial? ¿Y luego
escaparon con un prisionero que resulto ser la persona a cargo del lugar?”
“Sí, señor. Ese fue el plan básico.”
“¿Supongo que volvió sin ningún problema?”
El Jefe Maestro guardó silencio por un momento a medida que él recordó las docenas de
personas muertas que habían dejado atrás en esa base... y él sintió una punzada de
remordimiento. En el momento él no había pensado dos veces sobre quitar cualquier
obstáculo que hubiera comprometido su misión, humano o distinto. Ahora, después de
luchar por la humanidad por dos décadas, él se preguntó si podría disparar a otro humano
sin una buena razón.
“No, señor,” el Jefe Maestro finalmente contestó. “Hubo bajas enemigas. Y tuvimos que
volar su bahía de carga para escapar.”
“¿Entonces,” el Almirante dijo, golpeando ligeramente sus dedos en el brazo de la silla de
Capitán, “Ellos no van a estar encantados de ver un barco UNSC golpeando en su puerta
delantera?”
“No esperaría tanto, señor.”
“Débiles emisiones en la D-Band detectadas,” Cortana dijo.
“Vamos sobre el nuevo rumbo 3-3-0.”
“Sí,” Haverson dijo. “3-3-0.”
“Hecho, ahora,” ella dijo, “pero definitivamente oí algo”
“Continúe este curso,” el Almirante Whitcomb ordenó. “Dirigiremos eso hacia abajo.”
“Hay una cosa que no entiendo,” Haverson dijo a medida que entornó los ojos en los
monitores delanteros. “¿Por qué estas personas aun están aquí?”
191
ERIC NYLUND
“Piratas y rebeldes,” el Almirante contesto. “Secuestran barcos UNSC, venden armas, e
intercambian mercadería en el mercado negro. Usted probablemente era demasiado
joven para recordar, Teniente, pero antes de la Guerra Covenant no todos quisieron ser
parte de un gobierno regido por la tierra.”
“¿Rebeldes?” Haverson dijo. “He leído acerca de ellos. ¿Sino por qué continuarían
separados de las Fuerzas Armadas UNSC cuando la Guerra contra el Covenant
comenzó? ¿Seguramente sus oportunidades de supervivencia serian mejores con
nosotros?”
El Almirante bufó una risa burlona. “Algunas personas no quisieron pelear, hijo. Algunos
simplemente buscaron donde esconderse... En este caso, literalmente bajo una roca. Tal
vez piensan que el Covenant no perderá el tiempo con ellos. Una sonrisa chispeó a través
de su rostro. “Bien, Vamos a hacer que eso cambie.”
Las puertas del elevador se separaron, y la Doctora Halsey dio un paso sobre el puente.
Ella se quitó sus gafas y frotó sus ojos. Ella miró hacia el Jefe Maestro como si ella
acabara de salir desde una pelea intensa… fatigada y conmocionada. Él notó una gota de
sangre en la solapa de su arrugado delantal blanco de laboratorio.
“Ella está bien,” La Doctora Halsey murmuró. “Linda lo logrará. Aceptó los órganos flashcloned.”
El Jefe Maestro exhaló el aire que él inconscientemente había sosteniendo. Él echó una
mirada hacia Fred, quien inclinó la cabeza hacia él. John inclinó la cabeza de regreso. No
había palabras para expresar cómo se sintió.
Uno de sus compañeros de equipo más cercanos, su amiga, alguien que él había
pensado muerta... estaba vivo otra vez.
“Gracias, Doctora Halsey,” él dijo.
Ella ondeó su mano despectivamente, y hubo una apariencia extraña en sus ojos… casi
como si ella hubiera lamentado el éxito de su operación.
“Diablos buenas noticias,” el Almirante Whitcomb dijo. “Podríamos emplear otra mano
sobre cubierta.”
“Difícilmente,” La Doctora Halsey contesto, repentinamente mirando mucho más alerta.
“Ella necesitará al menos una semana para recuperarse… aun con la bio-espuma y las
aceleraciones de esteroide que le puse. Luego ella apenas podrá ponerse de pie. Ella no
estará lista.”
El Gettysburg-Ascendant Justice se movió hacia el plano del cinturón de asteroides, y tres
rocas aparecieron en los monitores.
“Esta región es la fuente de la señal D-Band,” Cortana les dijo. “Hay tres candidatos
posibles basados en los parámetros de tamaño que usted me dio, Jefe.”
“¿Cuáles son?” El Almirante preguntó.
“Sólo uno gira lo suficientemente rápido para generar tres cuartos de gravedad interna
ambiental,” Cortana contestó.
192
HALO: PRIMER GOLPE
“Esa es,” el Jefe Maestro contestó e inclinó la cabeza hacia el monitor central. La roca no
había cambiado mucho en los últimos veinte años. ¿Fue eso posible porque el lugar había
estado abandonado? La transmisión D-Band que Cortana detectó pudo haber sido una
señal automatizada, débil desde los años de agotamiento de una sencilla batería. . . O
seria el cebo para una trampa.
“¿Almirante?”
“Lo sé, Jefe,” él dijo. “Han puesto un cebo al anzuelo y nosotros lo tomamos... Al menos
eso es lo que parece.” Él rió entre dientes. “Cortana, energiza cada torrecilla de nuestro
buque insignia Covenant.”
Su cuerpo holográfico fluyó de pronto de verde a azul y se cruzó de brazos. “Déjeme
recordarle, señor, que de las tres torrecillas en operación, dos están fuera de línea. No
tengo medios para apuntar el plasma. El magnetismo…”
“Lo sé, Cortana. Pero ellos no saben eso” El Almirante asestó un dedo en los monitores.
“Sí, señor,” ella dijo. “Calentándolos ahora.”
“La energía esta descendiendo,” Fred advirtió al Almirante a medida que él miraba
fijamente los monitores de Ingeniería. “Bajó a cuarenta y cuatro por ciento.”
“Teniente Haverson,” el Almirante vociferó, “Abra un canal en la D-Band. Es hora de que
nos presentamos.”
“Sí, señor. Frecuencia igualada y canal abierto.”
El Almirante se levantó. “Ésta es la fragata UNSC Gettysburg” El vociferó, su voz llena de
autoridad y colorido con su acento de Tejas. “Responda.” Y luego él a regañadientes
agregó, “por favor.”
La estática llenó el COM. El Almirante esperó pacientemente por diez segundos, y luego
su bota comenzó a taconear en la cubierta. “No hay necesidad para jugar a la zarigüeya,
niños. No estamos aquí para una pelea. Queremos…”
Él hizo un movimiento repentino de degüello hacia Haverson, y el Teniente rompió
completamente el COM.
Puertas diminutas aparecieron en la roca de dos kilómetros de ancho; Desde esta
distancia no se vieron mayores que los poros en una naranja. Una flota de barcos
emprendió, usando el movimiento giratorio del asteroide para dar una amplificación a sus
velocidades. Había aproximadamente cincuenta naves: Pelicans modificados con
armadura adicional y armas de cadena se montaron en sus cascos; Elegantes naves
civiles de excursión llevaban misiles tan grandes como ellos mismos; Solitarias vainas de
ingeniería que crepitaron con arcos (arcos eléctricos) cortadores; Y un buque que era de
cincuenta metros de largo con curiosas superficies negras anguladas sigilosamente.
“Ese es un navío Chiroptera-Class (Clase quiroptera),” Haverson dijo, impresionado. “Es
una antigüedad. La ONI los sacó de servicio a todos hace cuarenta años y los vendió para
chatarra.”
“¿Es eso una amenaza?” El Almirante preguntó.
193
ERIC NYLUND
La frente de teniente Haverson fruncido a medida que lo consideró.
“No, señor. Fueron sacados de servicio porque se averiaban en cada misión. Tenían
muchos componentes sensitivos sin una IA controlando la central. La única razón porque
de algún modo los recuerdo es porque tenían el más pequeño motor trasluz ShawFujikawa operacional alguna vez producido. No tienen sistemas de armas, señor. Como
dije, no es una amenaza... es una pieza de museo.”
“¿Pero tiene la capacidad del Slipspace?” La Doctora Halsey preguntó. “Tal vez lo
podamos usar para llegar a la Tierra.”
“Lo dudo,” Haverson contestó. “Todos los buques de Chiroptera-Class fueron sacados
fuera de servicio por la ONI… los componentes críticos fueron removidos y los sistemas
operativos de los buques fueron bloqueados tan fuertemente que dudo, que incluso
Cortana los podría reactivar.”
“No apostaría sobre eso,” Cortana murmuró.
“Sin armas,” el Almirante dijo y clavó la mirada en la geometría de la nave de negro. “Eso
es todo lo que necesito saber.”
“Su flota,” Fred exclamó, “Está desplegándose y tomando posiciones alrededor de
nosotros en un arco extenso. La formación clásica. Nos flanquearán.”
“No hay amenaza real de estas naves,” el Almirante dijo para sí mismo. “Tienen que saber
que sabemos eso. ¿Entonces por qué la molestia con esta demostración?” Él miro con
ceño los monitores, y sus ojos se ampliaron.
“Cortana, escanea las rocas cercanas por emisiones radiactivas.”
“Recibiendo vídeo,” Fred anuncio.
La imagen de un hombre parpadeó adelante en la pantalla tres. Él claramente era un civil,
con pelo negro largo echado para atrás en una cola de caballo y una barba de chivo
prolongando unos completos diez centímetros desde su barbilla. Él sonrió e hizo una
reverencia elegante. El Jefe, por alguna razón no podía entender, fue un instante
desagrádele para él.
“Capitán...,” El hombre dijo en una suave voz, resonante de tenor. “Soy el Gobernador
Jacob Jiles, líder de este puerto. ¿Qué podemos hacer por usted?”
“Primero,” el Almirante Whitcomb dijo, “No soy un Capitán; Soy un Vicealmirante,
Delegado Jefe de Operaciones Navales. En segundo lugar, usted comandará su flota en
un curso de reversa y saldrá de mis miras de arma antes de que olvide mis modales. Y
tercero, insistimos que usted se prepare a dejarnos atracar en su roca para reparaciones
de emergencia y equiparnos.”
Jiles consideró estas demandas y luego arrojó hacia atrás su cabeza y se rió. “Almirante,
mis sinceras disculpas por la confusión en su jerarquía.” Él dijo esto con una sonrisa
burlona. “En cuanto a su otra demanda, temo que no lo puedo tomar en cuenta hoy.”
“Respetuosamente sugiero que usted lo reconsidere, señor Jiles,” el Almirante dijo en un
tono impasible. “Sera desafortunado para todos nosotros si tengo que insistir.”
194
HALO: PRIMER GOLPE
“Usted no está en posición que para insistir cualquier cosa.” Jiles saludó con la cabeza
hacia alguien fuera de la pantalla.
“¡Emisiones detectadas!” Cortana dijo. “Neutrónes de radiación aguijonea a las siete por
tres en punto. Uno a las tres en punto. Recogiendo cinco más. Han obtenido bombas
atómicas.”
“Escondidas en el campo del asteroide,” el Almirante Whitcomb susurró. “Muy bien. Al
menos no tratamos con tontos.”
“Ciertamente. No somos tontos,” Jiles contestó. “hemos sobrevivido al largo brazo del
Imperio de la Tierra y de las intrusiones Covenant.” Alguien fuera de cámara le dio a Jiles
un contenedor de datos con una silueta de radar del Gettysburg-Ascendant Justice; Los
números y símbolos avanzaron lentamente a lo largo de la representación. Él vaciló y
arrugó su nariz, mostrándose confundido en la configuración extraña de las naves
hermanadas. “No somos tontos para usar una fuerza abrumadora cuando no es
necesario. Su buque está listo para caerse a pedazos sobre su personal. Difícilmente
pienso que necesitemos desaprovechar uno de nuestros preciados y caros dispositivos
nucleares para detenerlos.”
Whitcomb colocó sus manos en sus caderas. “Usted necesita reconsiderar la situación
táctica, Gobernador,” El gruñó. “Cortana, encuéntrame un blanco… una roca del mismo
tamaño de la base de este hombre.”
“Hecho,” ella contestó.
“Quémalo,” él ordenó.
“¡sí, señor!”
Una lanza de plasma apareció en la banda de estribor del Ascendente Justice, atravesó el
espacio, y bombardeó la superficie de una piedra de tres kilómetros de largo
desplomándose a través del cinturón del asteroide.
Su superficie se calentó en naranja, amarillo, y luego a blanco, crepitando masas informes
de hierro derretido y los chorros de vapor causó que la masiva piedra girara más rápido.
El plasma atravesó la roca en un arco ancho perforado a través del lado contrario. El calor
interno disparejo causó que la roca se fracturara y estallara en fragmentos. Los
escombros giraron lejos, dejando huellas helicoidales de hierro enfriado y gas metálico
brillante en su estela.
“Conserve caliente las torres número dos y tres,” el Almirante dijo, “y apunte a su base.”
“Hecho, señor.”
La sonrisa burlona había desaparecido de la cara de Jiles y su color había reducido
drásticamente de su piel dorada.
“Quizá fui demasiado apresurado,” él dijo. “¿Dónde están mis modales? Por favor venga a
bordo y únase a mí como mi invitado de honor. Traiga a su personal, también.” Él hizo un
movimiento rápido hacia su tripulación fuera de la cámara.
Los buques rodeando al Gettysburg cambiaron de dirección y maniobraron de regreso
hacia el asteroide rotativo.
195
ERIC NYLUND
“Únase a mí en la cena y podremos discutir lo que usted necesite. Usted tiene mi palabra
de que nadie será dañado.”
El almirante Whitcomb río entre dientes. “No tengo duda sobre eso, señor Jiles.” Él giró
hacia Cortana. “Si no estamos de regreso dentro de treinta minutos, bombardéelos a
todos ellos hasta el infierno.”
El Jefe Maestro vinculó la telemetría de la misión con Cortana a medida que los hombres
de Jiles se reunían en la bahía de aterrizaje, seis hombres vestían overoles negros con
viejos fusiles MA3 arrojados sobre sus hombros.
Vacilaron, luego dieron pasos vacilantes hacia la nave de descenso Covenant. El Jefe no
los culpó, él habría tenido cuidado, también, si él se moviera hacia una nave enemiga
armada. Un tiro de gatillo inducido por el miedo hacia cualquiera de ellos, en cambio, y
esta bienvenida se convertiría en una ensangrentada batalla.
Él apago sus parlantes externos y preguntó, “Cortana: Análisis táctico.”
Cortana contestó: “El asteroide es una mezcla típica de óxido férrico. Esta reforzado con
una capa de armadura de Titanio-A. La armadura está bien camuflada, pero la divisé con
el radar profundo del Gettysburg. Tienen unas pocas secciones con capas ablativas de
manera adecuada. El radar rebota completamente en esas secciones, así también los
sensores Covenant. Impresionante.”
El gobernador Jiles se paseó a través de la cubierta, lanzó su gorra negra de piel sobre un
hombro, y sacudió la mano del Almirante Whitcomb. Jiles inclinó la cabeza hacia
Haverson. Su sonrisa desapareció, sin embargo, cuándo él miró al Fred y al Jefe Maestro
en su armadura MJOLNIR. Jiles recuperó su amplia sonrisa e hizo una reverencia
profunda hacia la Doctora Halsey.
“Hay media docena de guardias armados con viejos fusiles MA-3 y ocultan pistolas de
plasma,” Cortana murmuro. “También estoy recogiendo un equipo de fuego abundante en
los pasajes laterales, observando.”
“Los vi a ellos,” el Jefe murmuró. “Están al otro lado observando y apoyando, por si acaso.
No hay problema.”
“Por aquí, por favor,” Jiles dijo, y con un ringorrango los dirigió a través de un corredor
estrecho.
El Jefe hecho una la última mirada a la bahía de atrancamiento. Parecía más pequeña de
lo que recordaba. Veinte años atrás él y su equipo habían volado las puertas externas,
robado un Pelican, escapado, y dejado una docena de hombres muertos en la cubierta.
Su equipo había logrado esa misión sin la armadura MJOLNIR. No había sido
desarrollada aún, entonces no había forma que cualquiera aquí pudiera haber sabido que
John y Fred formaban parte del equipo que había extraído al último ‘gobernador’ de la
base, el traidor Coronel Watts. Pero los guardias de Jiles miraron furiosamente a John
como si lo supieron todo.
A medida que el Jefe Maestro entró en el corredor, Cortana le informó: “Este pasaje es de
un buque de carga UNSC, desgarrado de afuera y reforzado con un mamparo cada diez
metros. Hermético y resistente. Este lugar puede tomar un montón de daño antes de
colapsar.”
196
HALO: PRIMER GOLPE
“Buen lugar para una emboscada, también,” el Jefe Maestro dijo, y mantuvo un ojo en su
rastreador de movimiento.
Estaban siendo seguidos. Tres contactos detrás de ellos, y tres delante, llevando el paso.
El Jefe Maestro deseó dar un paso al frente del Almirante y la Doctora Halsey y despejar
el pasaje con una ráfaga de fuego. Pero esta situación requería diplomacia, algo que a
John no le venia bien.
Él deseó que el Almirante hubiera tomado la sugerencia de John para traer a más
Spartans con él. O al menos para tener dos de ellos infiltrados mientras el Almirante y
este Jiles hablaran.
Fueron dirigidos hacia un cuarto circular. La mitad de la pared lejana se replegó,
revelando cortinas rojas gruesas de terciopelo, el cual también lentamente se separo y
expuso medio metro de las ventanas gruesas que tenía vista hacia el campo del
asteroide. Más allá había una suave danza de rocas dando vueltas, girando, y rebotando
de lado uno a otro en cámara lenta.
Los hombres llevaron adentro una mesa larga, echaron una tela blanca de seda sobre
ella, y la alisaron. Luego una sucesión de mujeres llevaron robustas bandejas de plata con
fruta, humeantes carnes, y chocolates, y una docena de jarras derramándose con licores
ambarinos, de color rubí, y claros.
Sillas acolchadas fueron traídas para todos ellos. “Por favor.” Jiles dio una seña hacia la
Doctora Halsey y él movió hacia fuera una silla para ella.
“Relájese y siéntate.”
El Jefe Maestro subió a una posición cerca de la puerta donde él tenía una vista limpia del
cuarto entero. Fred hizo seguro el corredor estaba vacío y luego selló la puerta.
El Jefe inspeccionó detrás de las cortinas por hombres escondidos, dispositivos de
vigilancia, o pasajes falsos.
“¿Cortana?” Él murmuró.
“Se ve despejado,” ella dijo. “No detecto nada. Las paredes son de medio metro de
Titanio-A.”
“Esta despejado,” el Jefe Maestro dijo al Almirante.
La Doctora Halsey finalmente se sentó en la silla ofrecida, alisó su falda, y Jiles
amablemente deslizó la silla bajo de ella. Él le ofreció un plato de fresas regordetes, que
ella amablemente rechazó.
Haverson tomó una de las fresas, sin embargo, y metió los dientes en eso. “Delicioso,” él
comentó.
Jiles inclinó su cabeza. “Nuestra facilidad de acuícola…”
“Respetuosamente, Gobernador, no hay tiempo para charlar,” el Almirante Whitcomb dijo.
“El reloj marca. En más formas de lo que usted podría imaginarse.”
Jiles suspiró y se sentó en una silla cubierta en hojas doradas y terciopelo negro. Él echó
sus piernas sobre uno de los brazos de la silla y enlazo sus manos detrás de su cabeza.
“Usted tiene mi completa y total atención, Almirante.”
197
ERIC NYLUND
“Bien” comentó Withcomb, ceñudo a causa de la poca importancia que le daba Jile a la
seriedad de sus palabras.
El Almirante le contó todo con frases cortas, fáciles de comprender: La caída de Reach, la
búsqueda del Covenant de un artefacto alienígena, la caza y la batalla en el espacio
estelar y la inclasificable radiación que atraería al Covenant desde el espacio estelar…
hasta allí.
A medida que él habló, el Gobernador Jiles colocó sus pies sobre el piso, y su posición
relajada se tenso. Él se inclinó hacia adelante y colocó sus codos en la mesa. Su sonrisa
afectuosa lentamente se tensó en un semblante ceñudo.
“¡Por Elisa!” gritó. Se puso de pie y de un salto tiró una jarra de la mesa. El vaso se hizo
pedazos y el brandy rubí-colorado salpicó a través de la madera.
John y Fred pusieron a Jiles instantáneamente en las miras de sus pistolas, pero el
Almirante sostuvo en alto su mano.
“¿Por Elisa?” El Jefe preguntó a Cortana.
“La santa patrona del vacío” contestó la IA “Es muy popular entre los pilotos civiles.”
“Supongo,” el Almirante dijo a Jiles, “Que tenemos menos de un día antes que nos
encuentren.”
“¿y qué,” Jiles dijo lentamente, controlando su cólera, “sugiere usted… acerca de eso?”
“Esto es lo más sencillo de todo, gobernador. Puede ayudarnos, o matarme a mí y a toda
mi tripulación y vender nuestras naves por el precio que estén hoy en día en el mercado
negro. Pueden darle muchos beneficios… si es que el Covenant le deja vivir lo suficiente
para cobrarlos.”
El Almirante agarró una jarra, vertió vino en un vaso, tomó un sorbo, e inclinó la cabeza
favorablemente. “Ahora, asumiendo que usted logra ser más listo que la IA de nuestro
buque… lo cuál dudo mucho… y asumiendo que de alguna forma usted desactiva las
armas de nuestro buque antes de que nuestra IA vuele su base a átomos… lo cuál
también dudo… luego usted tendrá una flota Covenant con la que batirse. Y no pienso
que vayan a ser amigables, tome asiento, beba su vino, y discutamos esto como
caballeros.”
Jiles colocó su cara dentro de sus manos y se restregó sus sienes.
“Tal vez usted piensa,” el Almirante dijo, “que mantendrá esta maniobra suya
escondiéndose por mucho tiempo. Del UNSC, Del Covenant. ¿Por qué debería ser esto
diferente? Pues bien, lo encontramos con facilidad. No pienso que el Covenant se retire
por miedo a derrumbar cada roca en este cinturón de asteroide para encontrarlo.”
El gobernador Jiles tomó una botella nueva y lleno un vaso hasta el borde. Bebió la
bebida de un golpe. “¿y la otra opción?” Él preguntó fríamente. “¿Le ayudo? ¿Y
conjuntamente combatimos al Covenant? ¿Si ellos vienen con la fuerza que usted afirma,
qué diferencia hará?”
198
HALO: PRIMER GOLPE
“Si nos ayuda,” el Almirante dijo, “si reparamos la nave para poder saltar hasta la Tierra,
evacuaré a todos los suyos, Y le prometo una amnistía a usted y a toda su gente.”
Jiles se rió. Su sonrisa amistosa regresó, y él preguntó, “¿Tiene usted alguna prueba de
esto? ¿Que el poderoso Reach ha caído? ¿Que usted tiene una tecnología alienígena
nueva? ¿O que el Covenant esté camino hacia aquí?”
“¡Jefe!” Cortana gritó en alarma. En la parte superior de su casco se proyecto un esquema
del sistema Eridanus. Un indicador NAV brilló intermitentemente cerca del tercer planeta.
Se expandió en el radar una familiar silueta curvada de un crucero Covenant.
“Tenemos compañía,” el Jefe Maestro dijo. Él caminó a grandes pasos hacia la ventana y
apuntó. “Allí.”
Los motores Covenant dieron una llamarada azul incandescente a medida que el buque
cambió de dirección y aceleró hacia el cinturón del asteroide.
“Ahí Está su prueba, Gobernador,” el Almirante Whitcomb gruñó.
199
ERIC NYLUND
CAPÍTULO VEINTINUEVE
20:00 Horas, 12 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/ A bordo de la nave Híbrida Gettysburg-Ascendant
Justice capturada Covenant, Estación del sistema Eridanus.
El almirante Whitcomb, el Jefe Maestro, Fred, y el Teniente Haverson saltaron fuera del
elevador y sobre el puente del Gettysburg.
La imagen de Cortana estaba en el contenedor holográfico cerca de la carta astronómica.
“El crucero Covenant está a sólo doscientos mil kilómetros de distancia,” ella reportó.
“Concluyendo rápidamente un curso de intercepción.”
El Almirante lanzó órdenes: “Fred, toma la estación de Ingeniería, Haverson en
navegación, y Jefe, usted en la Estación de Armas Uno; Llegue arriba y rápidamente y
vea si hay algún sistema que pasamos por alto. Teniente, aléjenos del enemigo en el
curso 1-8-0 por 2-7-0.”
“1-8-0 por 2-7-0, sí,” Haverson contesto.
Él se ato en la estación de navegación, y sus dedos danzaron sobre los controles.
“Cambiando de dirección, Almirante.”
El Gettysburg-Ascendant Justice cambió de dirección y se movió más profundo en el
campo del asteroide.
El Jefe Maestro se aproximó a la Estación de Armas uno. Él se había educado sobre
sistemas de operaciones de armas de cada clase de buque de guerra de la UNSC, pero
realmente, él nunca había disparado algún arma de un buque antes. El arma MAC de esta
fragata era una de las armas más grandes en el arsenal humano. Él deseó que tuvieran
rondas para ella, él daría cualquier cosa por lanzar uno de los proyectiles de seiscientas
toneladas de uranio incandescente a ese crucero Covenant. Él cuidadosamente trazó las
órdenes en el teclado, y la pantalla oscurecida cobro vida. El Jefe escudriñó el inventario
de armas del Gettysburg.
El gobernador Jiles apareció en el monitor delantero número tres, su cara apacible
excepto por sus labios, que presionó conjuntamente tan apretadamente que fue sólo una
delgada línea blanca de concentración.
“Gobernador,” el Almirante dijo. Su voz fue suave y resonó con absoluta autoridad de
orden. “Maniobraré al Gettysburg y daré un disparo a rango extremo con nuestra torre de
plasma. Eso colapsara los escudos de ese crucero. Quiero que usted se coordine con
nuestra IA y habrá fuego con una de sus bombas atómicas mientras sus escudos están
derribados… hágalos estallar en pedacitos.”
“Una Táctica brillante,” Jiles dijo, y sus labios partieron en una sonrisa burlona. “Excepto
por un problema. No tenemos armas nucleares. Lo que usted detectó en el campo del
asteroide fueron sólo neutrónes emisores de radiación.” Él se encogió de hombros.
“Alardeamos.”
El almirante Whitcomb maldijo en silencio. “muy astuto, Jiles.”
200
HALO: PRIMER GOLPE
“Usted solamente tendrá que usar las siete torres de plasma de su buque, Almirante,” el
Gobernador Jiles comentó. “Eso debería ser más que suficiente para…”
El Almirante rió entre dientes, y él sonrió de la misma forma burlona como Jiles.
“Alardeamos, también. Sólo tenemos una torre... y no está operativa.”
“Al parecer ambos nos hemos sobrestimado el uno al otro,” Jiles dijo. “Bajo circunstancias
diferentes esto seria divertido.”
“Ciertamente.” Whitcomb se dirigió a Cortana. “Has un intento y saluda a ese crucero
Covenant. Tal vez los podamos engañar, también.”
“Ellos responden,” Cortana contestó. “Aparte de la retórica religiosa, ellos exigen que
renunciemos y entregamos el artefacto o ellos comenzarán a disparar.”
“Dale nuestra respuesta,” el Almirante Whitcomb dijo. “Dispara cuando estés prepara,
Cortana.”
La torre sobre el Ascendant Justice se calentó, y el plasma recolectado y enfocado en una
delgada línea rubí lanzada hacia delante. Y se desenredo en una espiral ancha que
atravesó sobre la proa del Gettysburg. Los gases hervidos sobrecalentados eran parches
remanentes de armadura de Titanio-A y revelo la superestructura esquelética del buque.
“¿Qué diablos ocurrió?” El Almirante gritó.
“Analizando ahora,” Cortana contestó. “La torre de plasma esta fuera de línea. Alerta,
señor.”
“Puedo mover mi flota para combatir al enemigo,” Jiles dijo de forma vacilante.
El almirante Whitcomb examinó los monitores delanteros: Jiles, el crucero Covenant
entrante, y el campo de asteroides lleno de rocas flotando sobre corrientes invisibles. Él
estrechó sus ojos, luego dijo: “Lo bombardearan fuera del espacio antes de que usted
pueda estornudar, Gobernador. Y usted no tiene un arma que logre traspasar sus
escudos. No, me los quitaré. Evacue a su gente.”
“Entendió, Almirante.” Una de las cejas de Jiles se arqueó graciosamente, y él hizo una
reverencia. “Gracias.”
“Fred, muévanos a la mejor velocidad. Haverson, llegue al curso 0-9-0. Pónganos cerca
de una piedra con las dimensiones de la luna, veinte mil kilómetros hacia el puerto.”
“Flanqueando velocidad,” Fred dijo. “Sí, señor.”
“Cambio de curso, sí,” Haverson contesto.
El Gettysburg-Ascendant Justice se deslizó hacia la gran roca, y el crucero Covenant
rápidamente se acerco a ellos. El buque enemigo desaparecido de los monitores a
medida que ellos rodeaban hacia el lado oscuro del asteroide.
“Curso nuevo. Cambie de dirección hacia 1-8-0” el Almirante ordenó. “Poder de
emergencia total hacia los motores y mantengan todo detenido.”
201
ERIC NYLUND
Los propulsores hicieron girar al buque alrededor, y las vibraciones retumbaron a través
del casco debilitado a medida que desaceleró y llegó a detenerse, oculta detrás de la
roca.
“Manteniendo todo detenido,” Fred anuncio.
“Señor, estamos muertos en el espacio,” el Teniente Haverson dijo y nerviosamente
dirigió sus dedos a través su pelo de rojo. “Las tácticas tradicionales de defensa rápida y
maniobrabilidad en un combate de buque a buque.”
“No en este campo de asteroides,” el Almirante Whitcomb contestó. “Pero usted hace un
buen punto acerca de quedarse maniobrable. Alinee nuestra nariz hacia el centro de
masa del planetoide, y dénos marcha atrás, a media reversa. Manténganos apartados de
las miras de las arma del enemigo mientras pueda.”
“Suministrando fuego. Maniobrando a media reversa,” Fred dijo.
El buque lentamente se movió en un ángulo hacia el centro del voluminoso asteroide y
retrocedió sin parar.
“¿Cortana?” El Almirante preguntó. “¿Tenemos una torre armada o no?”
“Sí, señor,” Cortana dijo, “Pero las bobinas magnéticas de la torre que configuran y
apuntan la carga de plasma se ha sobrecargado.”
El Almirante inspiró y suspiró explosivamente. “¿Jefe Maestro, Tienes algo en la estación
de armas 1?”
“Las vainas de misiles Archer se agotaron,” el Jefe Maestro contestó.
Él escaneo el monitor, esperando que hubiera perdido algo. “Ninguna ronda para el arma
MAC. Todos los misiles nucleares Shiva también han sido disparados, señor. Lo único
que nos queda en los tubos son tres robot espía Clarión.”
“Sin plasma y sin misiles,” el Almirante Whitcomb dijo. “Podríamos abrir una esclusa de
aire y lanzar rocas.”
¿Tirar rocas? El Jefe Maestro se preguntó si podrían labrar una bala para disparar desde
el cañón MAC. ¿Dejar sus bobinas magnéticas propulsar la masa a velocidades
supersónicas y… las bobinas magnéticas?
“Señor,” el Jefe Maestro dijo. “Podríamos tener una forma para disparar la torre de plasma
después de todo. El cañón MAC del Gettysburg tiene diecisiete bobinas
superconductoras. Cortana podría usarlas para moldear y apuntar el plasma.”
“Sí,” el Almirante dijo, inclinando la cabeza.
“Tal vez,” Cortana corrigió y se quedó con la mirada fija completamente en el espacio,
pensando.
“Calculando disminución significativa de la intensidad del campo, ahora.” Los símbolos
matemáticos la envolvieron a través de su cuerpo amplificado tres veces. Ella frunció el
ceño. “Esto seria más fácil si el Gettysburg se encontrara atrás orientado hacia la parte
202
HALO: PRIMER GOLPE
superior del Ascendant Justice. Tendré que especular por la interferencia de los buques
que están en medio, pero aun así podría funcionar.”
“Jefe, energícelas. Necesitaré recalibrar la generación del pulso para igualarla a la salida
del plasma.”
“Campos magnéticos del cañón MAC en línea,” el Jefe Maestro dijo a medida que él
escribió las órdenes. “Cambiando orientación de la energía del reactor desde el
Ascendant Justice.”
“No tendremos bastante energía para movernos rápido si tenemos que,” Fred comento,
vigilando que la energía alimentada hacia los motores del Gettysburg no descendiera para
nada.
“Eso está bien.” El Almirante distraídamente jaló el final de su bigote. “No podíamos
aventajar a ese crucero Covenant aun si tuviéramos toda la energía. Nuestra única
oportunidad es sacarlos de combate antes de que nos saquen a nosotros. Lance a esos
drones espías Clarion, Jefe. Apunte a la región iluminada de ese asteroide, así los
podremos ver de cerca.”
El Jefe Maestro mantuvo un ojo en las fluctuaciones de la intensidad del campo
magnético de las bobinas superconductoras a medida que él programó un curso para los
drones espías. Ajusto hacia ambos lados del voluminoso asteroide, en efecto les darían
otro grupo de ojos para ver más allá de la roca que les obstruía la visión.
“Drones fuera,” el Jefe dijo y los lanzó; Sus ligeras estelas propulsoras desaparecieron en
la distancia.
“Cortana,” el Almirante Whitcomb dijo, “enlaza tu sistema de objetivos para alimentarse de
los drones. Quiero un tiro limpio disparado antes de que el crucero nos intercepte en la
sombra de la roca y nos dispare.”
“Trabajando,” ella contestó. “Obteniendo variaciones del campo magnético de la
transferencia de energía desde el Ascendant Justice hacia el Gettysburg.”
“Drones en posición e imágenes en línea,” el jefe Maestro dijo y empujo el vídeo de apoyo
hacia el monitor delantero.
Las imágenes duplicadas del crucero Covenant aparecieron. A lo largo de sus tres
secciones bulbosas, el plasma en los conductos laterales resplandecieron y cada torre
encrespó con energía, en condición de disparar. Sus baterías de láser eliminaron los
asteroides grandes en su camino, mientras los más pequeños simplemente rebotaron en
sus escudos. El buque de guerra aceleró a medida que entró en la influencia gravitacional
del asteroide entre ellos.
“Van alrededor de la honda,” el Almirante dijo. “¡Cortana, déme Su mejor solución de
objetivo y fuego a discreción!”
Cortana entrecerró sus ojos y los cálculos brillaron intermitentemente a través de su
cuerpo. “Extrapolando su curso y su velocidad,” ella respiró. “lo tengo.”
En la estación de armas uno el Jefe Maestro vio las bobinas de aceleración del cañón
MAC del Gettysburg pulsar, luego una línea roja de energía. Las líneas del campo
magnético aumentaron rápidamente, se solaparon, y deformaron asimétricamente. La
203
ERIC NYLUND
estática se coló a través de los escudos de su armadura MJOLNIR, y cada superficie
eléctricamente conductora en el puente chispeo a medida que las líneas de fuerza
magnéticas penetraron a través del buque y hacia la torre del Ascendente Justice.
Su única torre en funcionamiento se calentó, y el plasma se acumulo en su boquilla; Los
torrentes dieron vueltas sobre sí mismos como diminutas llamaradas solares, vibraron, se
intensificaron a naranja y luego blanco-azul.
“Casi listo,” Cortana gritó. “Espere.”
La esfera de plasma comprimido explosionó. Instantáneamente hirvió una sección de
treinta metros de armadura y casco del Ascendente Justice; El plasma desapareció
durante un segundo… luego un perno de energía enrollado giró en espiral hacia el borde
del asteroide.
El crucero Covenant rodeó el asteroide, apuntó al Gettysburg, y disparo.
El único disparo de Cortana impacto en la nariz del primer buque enemigo. El escudo del
crucero relampagueo de plata sólida por un momento y se fue. El plasma súper
comprimido desgarró dentro del casco del buque de guerra, haciendo explotar el metal
donde hizo contacto. El plasma se bifurcó y explotó hacia el exterior como encadenado a
través del buque.
Las explosiones secundarias ondearon a través del casco del buque alienígena. Bordeo
su destrozado casco rojo resplandeciente y luego blanco caliente a medida que su
atmósfera sobrecalentada se despresurizó. El perno desgarro a través del compartimiento
de ingeniería, hizo pedazos sus reactores y el buque de guerra entero floreció en fuego y
eyectó estelas de chispas doradas y fluctúo agónicamente de electricidad estática.
Los cinco pernos de plasma que el crucero Covenant disparó hacia el Gettysburg se
dispersaron en una neblina roja. No había bastante fuerza magnética para moldearlos y
guiarlos a su blanco predeterminado.
La tripulación del puente observó las explosiones desvanecerse en los monitores
delanteros. El Almirante dijo, “¿Estado?”
Fred se conectó con la pantalla de la estación de Ingeniería y reporto: “Los motores y el
reactor fuera de línea. Ese pulso magnético les hizo algo a ellos.”
La estática se coló sobre la Estación de Armas Uno a medida que el Jefe Maestro miró
hacia arriba y dijo, “bobinas de aceleración MAC intactas. Un Drone destruido.
Recuperando al drone dos, señor.”
La presencia holográfica de Cortana desapareció, pero su voz sonó triunfalmente a través
de los parlantes del puente: “Torre número tres destruida. Pero si alguna vez ponemos
algunas de las otras seis torres en funcionamiento, entonces tendremos un arsenal
formidable.”
“No tendremos esa oportunidad,” el Teniente Haverson comentó a medida que él se
inclinó sobre la estación de navegación. “Contactos entrantes. Naves pequeñas. Docenas
de ellas. Transfiriendo hacia los monitores delanteros.”
Pélicans blindados con exoesqueletos y un puñado de Longswords y una extraña nave de
Clase Chiroptera aparecieron en pantalla.
204
HALO: PRIMER GOLPE
“La flota de Jiles,” Haverson indico. “y él nos tiene exactamente donde él nos quiere,
muertos en el agua.”
“Transmisión entrante,” Cortana dijo. “Canalizándolo hasta el final.”
“¿Almirante Whitcomb?” La voz enriquecedora y resonante de Jiles inundó el puente.
“¿Puedo ser de alguna ayuda? ¿Un remolque, quizá, de regreso a nuestra base así
podemos agilizar las reparaciones de sus buques?”
“Eso sería sumamente amable de su parte,” el Almirante dijo y aliviado de vuelta a la silla
de Capitán.
Dos buques clase cargueros se tendieron a un lado del Gettysburg y se acoplaron; Sus
motores retumbaron.
“No entiendo,” Haverson murmuró. “Él nos tenía.”
“No,” el Almirante Whitcomb contestó. Él miró con ceño y agregó, “Al Gobernador Jiles no
le puede gustar esto, pero él nos necesita ahora. El Covenant no va a enviar simplemente
un buque. Después de que éste resulte perdido por algún rato, habrá más. Mucho más.
Éste es sólo el principio de la batalla, hijo.”
John y sus seis compañeros de equipo restantes se sentaron en el taller de maquinaria
del Gettysburg. El cuarto era bastante grande para acomodar a un Longsword adentro, y
las paredes, los cielos, y la cubierta tenían brazos robóticos con soldadores, multiherramientas, y prensas hidráulicas. Tres de los brazos dirigieron focos de alta intensidad
encima de las paredes y proveyeron una iluminación indirecta limpia y fresca, que el Jefe
Maestro encontró tranquilizador después de tener demasiadas explosiones de plasma
grabadas en sus retinas.
Estaban aquí porque el Almirante Whitcomb había ordenado a los Spartans que repararan
su equipo y tener al menos seis horas de sueño. El taller de maquinaria era un cuarto
sólido, reforzado, e inviolable en caso de que fueran atacados otra vez.
Linda se sentó en la esquina con su casco, la parte trasera de su armadura, y las
secciones del hombro de su armadura MJOLNIR habían sido removidas.
Fred y Will usaron dos brazos robóticos para sujetarle la armadura en su lugar apropiado.
Intercambiaron los componentes y blindajes dañados con las piezas de recambio que
encontraron en la instalación del CASTILLO de la ONI en Reach.
Las irritadas cicatrices rojas entrecruzaron el pálido cuerpo de Linda, la única huella
externa de su operación de doble transplante. En Contra del consejo de la Doctora Halsey
de permanecer en estricto descanso en cama, Linda había cojeado hasta aquí abajo con
su equipo. Ella se sentó con sus piernas cruzadas delante de un rifle de francotirador
SRS99C desensamblado y selecciono los compensadores del giroscopio, óptica, y fundas
de textura adaptable. Linda procedió a reensamblar el arma con precisión con el cuidado
de una madre cariñosa acariciando a su niño recién nacido.
Sin alzar la vista de su rifle ella dijo, “Ahora sé lo que tuviste que Hacer para tener una par
de días R-And-R en este traje.”
“Oí,” Fred comentó, “que pasaste todo el tiempo durmiendo, también.”
205
ERIC NYLUND
“Por eso es que a ella le gusta disparar a escondidas,” Will contestó. “Percibí sus
ronquidos la última vez que ella se situó en esa torre en Europa.”
John se alegró de que pudieran estar bromeando acerca de su regreso de la muerte. Él
no podía resignarse a integrarse al grupo, sin embargo. Él había aceptado el manto de
orden, y el CPO Mendez le había enseñado a reprimir sus reacciones emocionales
externas para conservar su autoridad. Ahora mismo, él se resintió de eso.
Kelly se dio vuelta y se despertó. Ella dio un codazo a Grace, y se incorporaron,
sacudiendo sus cascos. “0400,” Kelly les dijo. “Esas fueron seis horas.”
“Tuve una siesta como de quince minutos,” Grace masculló. “Yo simplemente cerré mis
ojos. ¿No estarás hablando en serio, verdad?”
Kelly miró al otro lado hacia Linda y dibujó sus dos dedos a través de su casco en el gesto
de sonrisa. Linda le devolvió una rara, sonrisa desnuda hacia ella.
La sonrisa se vio extraña para John. Él quiso sonreír, también, pero nada en mucho
tiempo le había dado razón, excepto Linda: Ni las hordas de rebeldes gateando encima y
a través del Gettysburg en quien el Almirante Whitcomb confió en exceso, ni el inminente
regreso de las fuerzas Covenant antes de que sus motores y sus armas pudieran
repararse... Y de ninguna manera los centenares de miembros muertos de la tripulación a
bordo del Gettysburg, a quiénes tuvieron que recoger y colocar en la bahía de cargamento
siete.
El chasquido leve de metal sobre metal alertó a cada Spartan en el cuarto. Las pistolas
aspiraron un manchón de movimiento y fusiles dirigidos hacia la escotilla lateral a medida
que se abría aliviadamente con un chirrido.
El sargento Johnson y el Cabo Locklear permanecieron en la entrada congelados.
“Nadie me dijo que había práctica de tiro,” Locklear murmuró. “Si no, haría pintado un
centro de blanco en mi pecho.”
“Jefe Maestro,” el Sargento dijo. “Reportando como usted pidió.”
John inclinó la cabeza y bajó su pistola, como hicieron los otros Spartans.
“Entren, Marines.”
A medida que él enfundó su arma, la mano de John rozó contra el compartimiento del
cinturón que mantenía Los cristales de datos de la Doctora Halsey. Él no había decidido
cuál dar al Teniente Haverson. ¿Sacrificaría al Sargento para salvar a billones de una
potencial infestación Flood? ¿Aun tenia importancia? ¿Él tenía toda razón para creer que
el Flood se había destruido con Halo… pero qué ocurriría si él estaba equivocado?
“Quería a ambos aquí abajo para que nos ayudaran a discutir nuestras opciones tácticas,”
John les dijo.
El COM pulsó en vida. La Doctora Halsey dijo, “¿Jefe Maestro?”
“¿Sí, doctora?”
206
HALO: PRIMER GOLPE
“Necesito que Kelly se reporte en la sección Médica Cuatro,” ella dijo. “Ella requiere una la
última inyección de esteroides dermacortic. Y podría usar su ayuda en otro asunto.”
John inclinó la cabeza hacia Kelly.
Ella lentamente se desperezó, se levantó, suspiró, y se marchó del cuarto. “Voy y vengo,”
ella dijo, flexionando sus manos quemadas. “No planeen la derrota del Imperio Covenant
sin mí.”
“Ella está en camino, Doctora.”
El COM se apago completamente.
El Jefe Maestro giró hacia sus Spartans y hacia los Marines.
“Repasemos lo que sabemos y veamos si olvidamos algo, alguna forma de sacar
provecho al plan del enemigo.” Él colocó sobre el suelo un contenedor de datos con una
carta astronómica brillando intensamente en su superficie.
“El Covenant está en camino hacia la Tierra,” él les dijo. “Están reuniéndose en una
estación de batalla y luego saltaran en masa hacia el sistema Solar.”
“¿Qué pasara luego?” Fred preguntó.
“Asumiendo que llegamos a la Tierra primero,” Linda contesto, “nuestra Flota les estará
esperando, y” ella movió hacia atrás el cerrojo de su rifle con un ruido seco “les darán una
calurosa acogida.”
“¿Pero qué oportunidad tendrán nuestras fuerzas?” Will preguntó. No había miedo en su
voz, simplemente fría lógica. “Vistes el informe de Cortana. Habrá centenares de buques
de guerra Covenant. No pienso que nuestra Flota o aun las plataformas orbitales MAC de
la Tierra puedan repeler una fuerza tan poderosa.”
“No,” el Jefe dijo calmadamente. “No pueden ganar. Tratarán. Pero el Covenant
eventualmente echara abajo a una de las MACs orbitales, se escabullirá, y destruirá los
generadores asentados en tierras. Algo así como en Reach.”
Fred visiblemente se sobresaltó.
Locklear retorció el pañuelo grande rojo que él había atado en sus bíceps.
“¿Así es que nos pondremos a observar otra batalla en el espacio?” Él silbó. Sus puños
temblaron con comprobada furia. “Tiene que haber una forma para acercarnos a esos
bastardos primero, en tierra donde podemos ganar. Demonios, aun tentaría mi suerte en
un combate mano a mano. Cualquier cosa excepto flotar en gravedad cero y observar
como se quema la Tierra.”
“¿Qué hay acerca de nuestra misión original?” Linda preguntó. “¿Encontrar el mundo
hogar del Covenant?”
“Nuestra prioridad tiene que ser alertar a la Tierra,” el Jefe contestó. “El almirante
Whitcomb insistió... y él tiene autoridad para fregar nuestra misión.”
207
ERIC NYLUND
“Y no hay base entre aquí y la Tierra donde les podemos llevar la pelea hacia ellos,”
Locklear dijo. Él aflojó su puño y dejó caer su mirada fija a la cubierta. “Algunas veces,” él
murmuró, “realmente odio esta guerra.”
El sargento Johnson movió su boca pero no dijo nada. Él colocó su mano en el ancho
hombro de Locklear y murmuró, “Manténgase firme, Marine. Trate De…”
El Sargento miro el contenedor de datos y la carta astronómica.
“Espere un segundo. ¿Qué fue lo que usted dijo sobre ninguna tierra para pelear entre
aquí y allá?” Él sonrió abiertamente y recogió el contenedor de datos. “¿Qué es esto?” Él
golpeó ligeramente un punto en el mapa, entrecerró los ojos, y leyó las palabras
diminutas. “¿Esto...Uneven Elephant? (elefante disparejo)”
“Unyielding Hierophant,” el Jefe corrigió. “Según Cortana, es un comando y centro de
control, una plataforma espacial móvil donde la flota Covenant se reunirá antes de su
salto final hacia la Tierra.”
“Pues bien, hay esta su tierra,” el Sargento Johnson dijo. “En este elephant'thing (cosa
elefante).”
Will se levantó y caminó al otro lado hacia el contenedor de datos. “Se ajusta con el
itinerario. Esta estación está camino a la Tierra.”
Fred propuso, “Podemos descender fuera del Slipspace en una nave más pequeña.
Entrar y…”
“Y hacer lo que ustedes Spartans hacen mejor,” Locklear dijo. “Infiltrarse, asesinar, y
hacer estallar a esa ******. Si hay espacio en esta operación para un ODST, enlístenme.”
El Jefe Maestro miró hacia el contenedor de datos, luego hacia su equipo, Locklear, y el
Sargento. Estaban en lo correcto: Por primera vez, sabían cuando y donde el Covenant
estaría. Si golpeaban al enemigo lo suficientemente duro, entonces los podrían detener
antes de que el Covenant golpeara la Tierra... y retrasar el Armagedón.
El Jefe Maestro dio órdenes rápidas:
“Fred, Will: Reparen conjuntamente la armadura de Linda ASAP (Tan pronto como sea
posible).
Locklear, usted está en el inventario de armas otra vez.
Junte cada pistola, cada rifle, cada bolsa de municiones, y cada pedazo de explosivos en
este buque y lo transporta hacia la bahía de lanzamiento del Ascendant Justice.
Grace, Linda, y Sargento Johnson: Prepare esa nave de descenso Covenant para su
último vuelo. Refuerce el casco para una transición de Slipspace a Espacio Normal.
Yo llevaré este plan al Almirante Whitcomb, le haré ver que es la única forma. Vamos a
llevar esta pelea al Covenant. Vamos a lanzar el primer golpe.”
208
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO TREINTA
04:00 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar
/ A bordo de la nave Híbrida Gettysburg-Ascendant Justice,
Estación del sistema Eridanus.
El tiempo se le acababa a la Doctora Halsey podía sentir al Covenant casi sobre ellos y su
marco de oportunidades se le estaba encogiendo hasta una punta de alfiler. Sólo le
faltaban algunas cosas más de las que encargarse antes de poder irse… antes de que
ella iniciara algo que no pudiera detener.
Alguien se acercaba al cuarto estéril, las fuertes pisadas sólo podrían ser de un Spartan
en su armadura MJOLNIR. Kelly apareció e hizo gestos con las manos del otro lado del
compartimiento que separaba el cuarto esterilizado del resto de la estación Médica
Cuatro. La Doctora Halsey le indico que entrara.
“Reportándome para el tratamiento, Doctora,” ella dijo.
Kelly vaciló un momento a medida que ella recorrió con la mirada el ambiente no estéril en
que la doctora había estado trabajando: Las tazas espumosas esparcidas sobre las
bandejas de instrumentos quirúrgicos, un examen térmico publicado en los biomonitores y
el cristal emisor de radiación que habían encontrado en Reach estaba posado sobre una
bandeja cerca de los instrumentos.
“Pensé que el cristal estaba en el cuarto del reactor,” Kelly dijo. “Detrás de bastante
blindaje contra radiación.”
“Es perfectamente seguro,” la Doctora Halsey dijo, “mientras estemos en espacio normal.”
Ella recogió el cristal y lo guardo descuidadamente dentro del bolsillo de su delantal de
laboratorio.
“Recuéstate por favor, Kelly.” La doctora hizo gestos hacia la silla curveada de
tratamiento. “Solo algunas inyecciones más y habremos terminado con el tratamiento para
tus quemaduras.”
Kelly suspiró y se recostó sobre la silla reclinada. La Doctora Halsey quitó una tela que
cubría un par de inyectores. Ella dio un clic sobre ellos y los puertos de la armadura
MJOLNIR de Kelly se conectaron directamente en sus venas subclavias y femorales.
“Continua haciendo tu fisioterapia, y los esteroides dermacortic removerán más de las
cicatrices y restauran tu movilidad total dentro de otra semana,” ella explicó.
“¿Una Semana?”Kelly gruñó y luchó para levantarse. “Doctora, necesito estar al cien por
ciento ASAP (Tan pronto como sea posible). El Jefe tiene una misión...”
La Doctora Halsey activó los inyectores, y sisearon sus contenidos en el cuerpo de Kelly.
Ella se relajó y se desplomo sobre la mesa, inconsciente.
“No, Kelly,” la Doctora Halsey murmuró. “Tu no irás en la misión del Jefe. Iras en la mía.”
209
ERIC NYLUND
El sedante en su flujo sanguíneo pondría fuera de combate a un ODST en estado
culminante por la mayor parte de un día. Halsey estimó que Kelly estaría inconsciente por
poco más de dos horas. Para entonces tendrían que estar lo suficientemente lejos de allí
como para no volver.
La Doctorara Halsey hizo girar una de los monitores hacia ella. Ella ejecutó el comando –
limpiador borra-memoria y limpio la memoria de Cortana sobre la investigación que
habían hecho de viejos códigos bloqueados de la ONI. Ella plegó las impresiones de sus
resultados y las guardo en su bolsillo.
“¿Cortana?”
“¿Sí, Doctora?” Ella contestó. Su voz sonó distraída a través de los parlantes del cuarto.
“Localice al Cabo Locklear y haga que se reporte inmediatamente, por favor.”
“Hecho, Doctora Halsey.”
“Gracias, Cortana. Eso es todo.” Ella añadió en un susurro tan bajo que sólo ella pudo oír:
“Y cuida bien de todos ellos por mí.”
La Doctora Halsey ajustó la mesa de examinación que quedó lisa, y luego cargó equipo y
suministros médicos encima de su chasis. Ella colocó encima un bolso con cuatro
ametralladoras y dieciséis clips completos de munición.
Ella encontró una taza tibia de café rancio y lo tragó.
El cabo Locklear apareció en la puerta abierta hacia el cuarto preparatorio. “Oiga,
Doctora. ¿Cortana me dijo que usted me necesitaba?” Él dijo tersamente.
Él alisó su mano sobre su cabeza afeitada. “Estoy muy ocupado ahora mismo, entonces si
esto puede esperar…”
“Lo que sea que usted esté haciendo,” la Doctora Halsey le dijo a él, “esto es más
importante.” Ella inclinó la cabeza hacia la figura inclinada de Kelly. “Necesito su ayuda
para llevar a la SPARTAN-087 hasta lo bahía lanzamiento.”
“¿Está bien ella?” Él preguntó y dio un paso hacia ella.
“Ella está bien, pero tengo que transferirla a la base del asteroide. Tienen una pieza de
equipo necesaria para completar su tratamiento.”
Locklear se mostró poco convencido. “Pero recién la vi…”
“Ella está bien,” la Doctora Halsey le aseguró. “Solamente está sedada. Esté
procedimiento es... desagradable, incluso para un Spartan.”
Locklear miró dentro de Los ojos de la Doctora Halsey y luego inclino la cabeza,
aceptando la explicación. Él movió la cabecera de la mesa y la hizo girar a través de las
puertas, la bahía medica y hacia afuera, dentro del elevador de espera.
La Doctora Halsey siguió sobre sus talones.
Cuando se cerraron las puertas del elevador, ella se volvió hacia el Cabo.
“Su mano, por favor.”
210
HALO: PRIMER GOLPE
Él se vio perplejo pero tendió su mano.
La Doctora Halsey la tomó y la giró. Ella coloca el artefacto largo, azul luminoso en su
mano. La luz emitida por el artefacto alienígeno brilló sobre sus caras e hizo el interior del
elevador más helado. “Esto es lo que el Covenant tan desesperadamente quiere.
Despedazaron Reach para encontrarlo. Nos siguieron dentro del Slipspace. Y PoLaski
murió protegiendo esta cosa.”
Ella miró a Locklear cuidadosamente, midiendo su reacción, y vio que él se apartó
ligeramente por este último comentario; Había golpeado en la casa.
“¿Y qué diablos tengo que ver con esto?”
“Manténgalo a salvo,” ella le dijo. “Protéjalo con su vida, porque si el Covenant alguna vez
lo obtiene, entonces podrán saltar a través del Slipspace cien veces más rápido de lo que
ahora pueden. ¿Entiende?”
Locklear cerró su voluminoso puño alrededor del cristal. “No realmente, Doctora. Pero
puedo encargarme de eso.” Él hizo una pausa y arrugó su frente en confusión. “¿Pero por
qué yo? ¿Por qué no se lo pide a uno de sus Spartans?”
“Mis Spartans,” la Doctora Halsey contestó en un susurro, “podrían recibir órdenes para
entregarlo al Teniente Haverson. Y él se arriesgaría a llevarlo de regreso a la ONI Sección
Tres… aun si él tuviera que arriesgarse a que el Covenant lo pudiera obtener.”
Locklear resopló. “Bueno, por mucho que no me guste El-Tee (teniente) pan Blanco, se lo
entregaría si me lo ordenaran, también. ¿Cual es el gran trato, como sea? Casi estamos
en casa.”
“Casi,” la Doctora Halsey repitió, y ella le dio una sonrisa leve. “Pero en el momento en
que salten, este cristal emitirá radiación como una señal de bengala. El Covenant
encontrará este buque... y quizás esta vez ganarán la batalla en el Slipspace.”
Locklear hizo una mueca.
Ella mantuvo fija su dura mirada un momento y entonces finalmente soltó su mano. “Se
que harás lo que sea necesario para evitar que este objeto caiga en manos enemigas.”
Él inclinó la cabeza desagradablemente. “La leo, Doc. Fuerte y claro.” Hubo un indicio de
respeto en su voz. “Sé lo que tengo que hacer... Cuente con eso.”
“Bien,” ella dijo.
Las puertas del elevador se abrieron. Locklear coloco el cristal en su chaleco de
municiones, e hizo girar la mesa dentro de la bahía lanzamiento del Gettysburg. “¿Dónde
la quiere?”
La bahía era una colmena de actividad: Cien de la tripulación del Gobernador Jiles
trotaron hacia y desde pasajes llevando contenedores de datos esquemáticos y
multiescáneres de campo; Las plataformas robóticas llevaban gruesos misiles Archer,
minas spiderlike Antilon, y vainas delgadas de combustible de deuterio para los reactores
auxiliares del Gettysburg; Tres naves de guerra Longsword estaban siendo reparadas;
Los exoesqueletos cayeron pesadamente a lo largo de la cubierta, llevaban láminas de
titanio y soldadas en un lugar apropiado.
211
ERIC NYLUND
“Allí,” la Doctora Halsey dijo a Locklear. “Llévela a esa nave.” Ella apuntó hacia la nave de
Clase Chiroptera del Gobernador Jiles. Sentado en la cubierta pareciéndose a un
murciélago dormido. Su silueta curiosamente angulada se entremezclo con las sombras.
Locklear encogió los hombros y empujó la camilla cargada.
La Doctora Halsey se detuvo al lado de la escotilla de babor de la nave. Estaba sellada
tan ajustadamente que ninguna unión podría ser percibida.
Ella retomó la impresión termal de su delantal y recomprobó su contenido. Ella luego tocó
un botón suspendido en el casco, y una lámina diminuta se deslizó a un lado para revelar
un teclado alfanumérico. La Doctora Halsey introdujo una larga serie y presionó ENTER.
La escotilla se abrió con un siseo. Ella sonrió. “Ni aun Cortana podría crackear su crypto,
ciertamente.” Ella le indico a Locklear que entrara.
Locklear la complació e introdujo la camilla en la nave. La Doctora Halsey siguió, aseguró
la mesa de examinación, y escoltó a Locklear afuera. Ella volteo y se dirigió de vuelta a la
nave.
Él emprendió el viaje de regreso hacia el elevador, luego se detuvo. “Doctora, cuando
hablábamos... usted dijo cuándo ‘salten’ al Slipspace. ¿Usted quiso decir cuándo
‘saltemos’ al Slipspace, no lo hizo?”
La Doctora Halsey cerró los ojos por un momento. Luego ella tocó un botón dentro del
barco, y la escotilla se cerró entre ellos.
El Jefe Maestro se bajó del elevador y sobre el puente del Gettysburg. El teniente
Haverson y el Almirante Whitcomb clavaron los ojos en los despliegues en los monitores
de la Estación de Armas Uno e Ingeniería.
“Señores,” el Jefe dijo.
El Almirante le hizo gestos para que entrara sin molestarse en mirar hacia arriba.
El Jefe tenía dos tareas. Primero, informaría al Almirante acerca de su misión del primer
ataque que tenía pensado. Él tenía que convencerlo de que no había riesgo para su
objetivo primario de regresar a la Tierra… y una retribución enorme si tuvieran éxito. La
única cosa que el Almirante Whitcomb podría desaprobar era el alto riesgo para su
equipo.
La segunda tarea del Jefe sería más difícil. Él tocó la bolsa de su cinturón que contenía
los cristales de datos de la Doctora Halsey. Uno tenia su análisis del mecanismo de
infección Flood y una posible forma para bloquearlo.
El segundo cristal de datos contenía los archivos de la fuente de ese descubrimiento, y
según la Doctora Halsey eso dirigiría a una muerte poco digna, e innecesaria, del
Sargento Johnson.
Y aún, si le daba a la Sección Tres una mejor probabilidad para detener a los Floods… si
efectivamente esa amenaza tenía algún significado después de la destrucción de Halo…
tal vez eso valía la vida de un hombre. Tal vez si el Sargento Johnson lo supiera, él se
ofrecería voluntariamente.
212
HALO: PRIMER GOLPE
El deber del Jefe estaba claro: Él tenía que entregar todos los archivos al Teniente… pero
en el fondo, él tenía que admitir que no parecía estar bien.
“Cortana.” El almirante Whitcomb se cruzó de brazos sobre su pecho. “Dame una
actualización sobre nuestro poder.”
La diminuta imagen de Cortana titiló a la vida en el contenedor holográfico cerca de la
estación de navegación. Ella se cruzó de brazos sobre su pecho al igual que él, y los
minuciosos símbolos rojos corrieron sobre ella resplandeciendo su piel de color lavanda.
“El estado es casi idéntico al de mi último informe de hace cinco minutos, Almirante. Las
pruebas en el reactor del Ascendant Justice y los motores del Gettysburg están
sincronizados, y estarán listos en cuarenta minutos.”
“Apresúrese,” el Almirante gruñó. “No quiero atascarme sin poder cuando nuestros
amigos poco amistosos aparezcan. Quiero ponerme en marcha hacia la Tierra. ¿Estado
de armas?”
“Sí, señor,” Cortana dijo. “Torre de plasma uno está destruida; Ninguna posibilidad de
reparación. Las torres de plasma dos, tres, y cuatro están reparadas, y aunque estoy
esperando a que se energicen para probarlas, he dirigido trescientos doce disparos
virtuales experimentales sin incidentes.
Las torres cinco, seis, y siete, sin embargo, requieren partes que el Gobernador Jiles no
tiene en su inventario. Dos vainas de misiles Archer en el Gettysburg han sido
recargadas. Eso nos da dieciséis cohetes calientes y en condiciones de salir, señor.”
“Me gustaría saber dónde obtuvo Jiles esos cohetes,” el Teniente Haverson murmuró.
“serán contrabando de la milicia de la UNSC.”
“Él es pirata, Teniente,” Cortana dijo.
“Buen trabajo,” el Almirante dijo a Cortana. “Manténgame al tanto.”
Él giró hacia el Jefe. “¿Tiene algo, Jefe Maestro?”
Antes de que el Jefe Maestro pudiera expresar su opinión, Haverson dijo, “almirante.” Él
señaló hacia los monitores delanteros y la nave Clase Chiroptera acelero fuera de la
bahía de lanzadera del Gettysburg. “Pensé que Jiles se quedaría abordo para supervisar
las reparaciones.”
“Así que me engañó,” el Almirante dijo. “¿Cortana, vio a Jiles dejando la vigilancia?”
“No, señor, pero usted podría estar interesado en esto.” En la pantalla apareció un vídeo
pixceleado de Locklear, la Doctora Halsey, y un Spartan en una camilla abordando la
nave. “Locklear los dejó en la nave, señor. La doctora Halsey y la SPARTAN-087 se
marcharon. ”
“Cortana,” el Almirante ladró. “Llame a esa nave. Ahora.”
“Llamando.”
El gobernador Jiles apareció en la pantalla número uno. “Almirante,” él dijo con una
sonrisa nerviosa. “Recién vi mi nave salir de la bahía de lanzadera. Quizás usted pueda
213
ERIC NYLUND
explicarme por qué secuestró mi propiedad personal cuando he mostrado nada menos
que buenas intenciones en esto…”
“Agarre firmemente su cola, Gobernador,” el Almirante Whitcomb dijo bruscamente. “Estoy
en medio del descubrimiento sobre quien tomó su nave y precisamente lo que esta
pasando. ¿Cortana, alguna respuesta a nuestra llamada?”
“Un código automatizado, señor,” ella dijo. Su boca abierta por el asombro. “Código UNSC
3-9-2.”
“¿3-9-2?” El Almirante preguntó. Él se quedó con la mirada fija en el espacio, tratando de
recordar el código desconocido.
El Jefe Maestro despejó su garganta y dijo, “Almirante, ese es un código oficial de
respuesta, señor. Los equipos especiales Warfare (guerra o armamento) lo usan para
ignorar llamados... debido a una misión de prioridad superior.”
“Maldición.” La cara del Almirante se sonrojó, e hizo rechinar sus dientes. “Quieres decir
que la buena doctora me ha mandado al infierno.”
En el monitor delantero la Chiroptera, parpadeo con alas casi invisibles contra el negro del
espacio, acelerando en un repentino despliegue violento.
Puntos de luz alrededor de la nave tan expandida y manchada. La nave desapareció.
“Una Transición Slipspace,” Cortana dijo.
“Pensé que usted me había dicho,” el Almirante dijo, lentamente volviéndose hacia
Haverson, “que esa nave había sido clausurada. Esos componentes vitales habían sido
removidos cuando fueron sacados de servicio. ¿No había forma de que pudiera hacer un
salto Slipspace?”
“Sí, señor, lo hice.”
“¿Y le importaría a usted explicarme por qué que la nave recién desapareció, Teniente?”
“Sí, Almirante. Estaba equivocado,” Haverson contestó sin encontrar los ojos del
Almirante. “La Doctora Halsey aparentemente encontró la forma de evadir el bloqueo de la
ONI en los sistemas de la nave.”
En pantalla, Jiles dijo, “Esto es más desafortunado, Almirante. Espero ser compensado…”
“Usted apuesta que es desafortunado,” el Almirante Whitcomb dijo. “Si hubiera sabido que
había una oportunidad, entonces podía haber usado esa nave para saltar hacia la Tierra. .
. Lo habría hecho una hora atrás. ¿Cortana, cual es su trayectoria?”
“No la Tierra,” Cortana dijo. “Los puntos de curso de la Doctora Halsey hacen referencia a
un sistema desconocido en mi base de datos.”
El Almirante analizó el monitor delantero: La cara de Jiles, el campo vacío de estrellas, y
el vídeo detenido de la Doctora Halsey y Locklear en la bahía de lanzamiento. “Quiero al
Cabo Locklear en el puente en diez minutos. Teniente Haverson, disponga de Cortana
para localizarlo. Luego lo quiero personalmente como escolta de ese ODST en estado de
marcha hacia aquí.”
214
HALO: PRIMER GOLPE
Haverson tragó. “Sí, señor.” Él marchó hacia el elevador, y Cortana le dijo, “El está en la
cubierta-B, Teniente, bodega médica. Él no contesta a mi llamado por el COM.” El
elevador se cerró.
“Jefe, usted estará en la consola de Ingeniería,” el Almirante dijo. “Cubra la estación de
navegación, también.”
“Sí, señor.” Él se movió hacia los monitores de la estación de Ingeniería. Quedaban treinta
y cinco minutos para completar el ciclo de chequeo de los reactores y los motores.
“Contacto,” Cortana dijo. “Rumbo 0-3-0 en el plano solar. Un Crucero Covenant…
corrección, dos…. No se mueven. Tal vez no nos han divisado.”
“Nunca llueve cuando puede haber un vendaval,” el Almirante anunció. “No pueden
ayudar pero pueden vernos, Cortana, con toda la charla de la radio, los buques, y
filtrándose radiación. Apuesto a que ellos solamente calculan la mejor forma de
matarnos.”
El gobernador Jiles volteo hacia alguien fuera de pantalla, y luego dijo, “Almirante
Whitcomb, dado este nuevo acontecimiento me gustaría evacuar a mi gente fuera del
Gettysburg y sin daño.”
“Por supuesto, Gobernador. Haga a lo que usted tenga que hacer.”
El monitor número tres se apago, y las estrellas reaparecieron.
“Yo haré lo que tenga que hacer, también,” el Almirante Whitcomb dijo.
“Cortana, detenga el chequeo del reactor y del motor.”
“¿Señor? Hay riesgos…”
“Los quiero en línea ahora. No me diga que riesgos hay. Simplemente hágalo.”
“Sí, señor,” ella dijo.
“Jefe maestro, ponga esté cajón en condición de moverse y manténgase alerta.
Necesitaremos cada truco en el libro para dominar con astucia a estos dos cruceros.”
“Sí, Almirante.” El Jefe observó detenerse el ciclo de chequeo y los reactores del
Ascendant Justice se reiniciaron. Los indicadores de radiación estaban en línea roja, y
luego descendieron a un pequeño margen... lo cual fue técnicamente considerado seguro.
Los motores del Gettysburg se estremecieron en vida. El Jefe sintió la vibración aunque la
cubierta era de medio kilómetro. “Los reactores están calientes, señor,” él reportó.
El Almirante observo como la flota de Jiles de singulares naves y los técnicos en grupos
de jets abandonaron el Gettysburg, abarrotando a través de la oscuridad del espacio de
regreso a la seguridad de su asteroide. “¿Ratas dejando un buque que se hunde?” Él se
preguntó en voz alta.
El Jefe Maestro no estaba seguro si esa fue una pregunta dirigida a él, pero él se decidió
a contestar de todas formas. “Solo son hombres qué quieren vivir, señor.”
El Almirante inclinó la cabeza.
215
ERIC NYLUND
“El crucero Covenant está acelerando,” Cortana anunció. “Rumbo a un sistema vectorial.
Efectúan una transición Slipspace.”
“Jefe maestro, ponga está tina en movimiento. ¡Ahora! Elévenos a media velocidad
máxima.”
“Sí, señor.” Él escribió las órdenes. “Contestando a media hacia adelante.”
Una advertencia de radiación parpadeo en el reactor del Ascendant Justice, pero se
estabilizó y se apaciguó.
La masa combinada de los dos buques adjuntos gimió a medida que sus superestructuras
recientemente reparadas vencieron su inercia.
“Caliente nuestras torres de plasma, Cortana.”
“Sí s…” Su holograma de color lavanda translúcido se desvaneció a azul de hielo. “Señor,
contactos adicionales en el borde del sistema. Tres. No… transiciones adicionales desde
el Slipspace; Contando dieciocho… ahora treinta naves Covenant de diversas clases.
Posición 0-3-0.
0-9-1, 1-8-0... Señor, ellos nos tienen rodeado.”
La carta estelar desapareció en un abrir y cerrar de ojos, y un mapa del sistema Eridanus
apareció con triángulos diminutos representando buques Covenant ahora rodeando el
perímetro. El mapa se tornó hacia un perfil lateral y revelo media docena de buques
adicionales esparcidos a lo largo del nadir y del cenit del sistema.
El almirante Whitcomb clavó la mirada en la carta estelar y sacudió su cabeza.
“¿usted conoce la historia del Alamo, Jefe?”
“Sí, señor. Un asedio famoso con unos pocos defensores manteniendo alejadas a
Fuerzas abrumadoras.”
El Almirante sonrió. “Defensores tejanos, Jefe… hay una gran diferencia. El coronel
William Barrett Travis con ciento cincuenta y cinco hombres resistió a más de dos mil
invasores mejicanos. Se mantuvieron agachados dentro de un diminuto fuerte y pelearon
como gatos salvajes. Travis obtuvo unos pocos refuerzos más tarde… treinta y dos
hombres.”
La sonrisa del Almirante se desvaneció. “¿Sabia usted que habían quince civiles dentro
de ese fuerte, también?” Él miró el mapa otra vez. “Pues bien, cuando el combate terminó,
Travis y sus hombres estaban muertos, pero costaron seiscientas vidas enemigas.”
“Como la Batalla de Termópilas,” el Jefe comentó.
“Pero hubieron sobrevivientes en el Alamo; Dejaron a los civiles vivir.” Él giró hacia el
Jefe. “¿Usted piensa que alguien vaya a sobrevivir a esta batalla? ¿Usted piensa que hay
alguna forma de ganar?”
El Jefe Maestro trató de pensar en una forma para luchar y ganar. Treinta buques
Covenant en contra de su buque híbrido dañado. Añadiendo la necesidad de defender la
tripulación del Gobernador Jiles. ¿Podría él abordar una nave Covenant? ¿Lograría
Cortana infiltrarse en sus sistemas y comunicar órdenes falsas? Lo verían acercándose.
216
HALO: PRIMER GOLPE
¿O había un punto ciego por donde él podría acercarse? ¿Cómo podría esconder el resto
de los buques en su flota, sin embargo? Y para cuando él pudiera llevar a cabo tal plan, el
Gettysburg sería chatarra derretida.
“Fue una pregunta retórica, Jefe,” el Almirante dijo.
“Sí, señor,” el Jefe contestó. “Dada nuestra situación, recursos, y la determinación de
nuestro enemigo, además, no, no veo forma para ganar... o sobrevivir.”
“Ni yo.” El almirante Whitcomb se enderezó. “Cortana, prepárese a saltar. Jefe, acelere
para flanquearle, curso de aceleración 0-5-5 por 2-9-0. Dispóngase a efectuar una
transición fuera del espacio normal en mi marca.”
“Sí, señor,” el Jefe y Cortana contestaron al unísono.
“¿Dejaremos al Gobernador Jiles y a su gente?” Cortana preguntó.
El almirante Whitcomb guardó silencio por un largo momento, y luego él contestó,
“Somos. Esto no es el Alamo y yo no soy el Coronel William Barrett Travis, aunque
cordialmente desearía serlo. No, nosotros corremos. Intercambiamos centenares de vidas
por billones.”
El Jefe Maestro distraídamente trató de alcanzar la bolsa en su cinturón, y Los cristales de
datos de la Doctora Halsey tintinaron. “¿Es esto lo correcto, señor?”
“¿Lo correcto?” El almirante Whitcomb suspiró. “Demonios, hijo, probablemente no lo es.
Personalmente, preferiría pelear, y morir peleando, y llevaría a cada uno de esos
bastardos Covenant conmigo. Pero no tengo la libertad para hacer esa elección. Mi deber
es claro: Para proteger a los hombre y mujeres de la Tierra… no a un paquete de
corsarios y forajidos.” Él cerró sus ojos y dijo, “La lógica de la situación esta demasiado
malditamente clara. Aun si nos quedamos y peleamos... ellos terminaran muertos.”
“Capacitadores en contraste de carga,” Cortana anuncio. “Preparando para entrar al
Slipspace. Esperando por su orden, señor.”
El Jefe Maestro vio reducir drásticamente la energía del reactor del Ascendant Justice a 5
por ciento. Motas de luz azul-verde aparecieron en la pantalla delantera, y las estrellas
estiradas y manchadas como con acuarelas.
Pero algo estaba mal: Los escudos de la armadura MJOLNIR del Jefe ondearon. Los
monitores de radiación aguijonearon. ¿De dónde estaba viniendo eso?
“Centenares por billones,” el Almirante murmuró. “Maldito deber... estoy a punto de arder
en el infierno por esto.” El almirante Whitcomb respiró a fondo y cerró sus ojos.
“Vaya, Cortana. Sáquenos de aquí. Y que Dios me perdóneme.”
El cabo Locklear silbó, y la plataforma robótica obedientemente le siguió. El robot rodante
fue reaprovisionado con rifles, pistolas, cajas de municiones, y bastante explosivo
espumoso C-7 para estallar un cráter de medio kilómetro en el flanco del Gettysburg.
Él logró llegar por medio de astucia al elevador de carga y luego hasta la cubierta-B. Él
había visto en el inventario del Gettysburg que estaba en donde ellos almacenaron
217
ERIC NYLUND
suministros médicos... y él quería unas pocas latas de bio-espuma conveniente para el
plan de la misión sumamente suicida del Jefe Maestro.
No es que Locklear tuviera algo en contra de una buena misión suicida. Él había estado
en suficientes antes, y parecían darle más emoción a su hombría. Sólo ahora, después de
tanta lucha, él solo quería un descanso: Veinticuatro horas de sueño, y algunas R y R.
Él distraídamente tiró del pañuelo atado en su brazo.
“Maldita chica,” él susurró. “¿Por qué tenías que morir? Tenía planes para ti y para mí.”
¿Qué hacia soñando con una mujer? ¿Y despidiéndose de una piloto Naval? Su
escuadrón se habría reído de su interés personal si supieran..., sólo que todos ellos
estaban muertos, también.
“Maldición,” Locklear dijo. “Todavía estoy vivo. No voy a morir. Y no voy a sentirme
culpable por alguno de ellos.”
Él se rió y se dijo a sí mismo, “No es como si el universo entero no hubieran estado
intentando matarme, sin embargo.” Locklear se volvió hacia la plataforma rodante
robótica. “¿Verdad, amigo?”
Sus pasos giraron, y la plataforma rodante giró a la derecha.
“No, no, alto.” Él suspiró. “Hombre, yo compre para mí mismo un boleto fuera de esta
unidad. La siguiente cosa, invitaré a salir a una de las Spartans a una cita. Si incluso
pudiera distinguir a los niños de las chicas en ese escuadrón.” Él se estremeció.
Las puertas del voluminoso elevador de carga rechinaron al abrirse; Locklear dio un paso
hacia afuera, y silbó a la plataforma rodante para que le siga.
La Bahía Dos de Almacenamiento tenía perchas y estantes que se levantaban de la
cubierta cinco metros hacia el cielo. Él apunto su linterna sobre las superficies disparejas.
Él observó un escritorio y una terminal en la esquina.
“Hola, control de inventario,” él dijo. “El lugar para ir por buenos equipos Navales.” Él
caminó a grandes pasos hasta el escritorio, se sentó, y escribió una búsqueda para
alcohol etílico de grado médico.
Un tono repicó en su audífono, y la voz de Cortana dijo, “Cabo Locklear, tengo una
solicitud urgente de Almirante…”
Locklear apago su COM. “Suficiente charla, señora,” él se quejó. “El bar acaba de abrir.”
La posición para MED 34-CH3CH2OH se abrió de pronto en la pantalla.
“B-I-N-G-O,” él cantó.
Locklear se sobresaltó. “Venga adelante, amigo. Usted y yo vamos a dar una fiesta.”
La cubierta se tambaleó bajo los pies de Locklear. “¿Qué dem?... ¿Nos movemos?” Él se
volvió al monitor de inventario para afrontarlo y escribió ligeramente un comando para
cambiar al modo externo de la cámara.
218
HALO: PRIMER GOLPE
Los asteroides escarpados se movían detrás de ellos… no, era el Gettysburg que se
movía. Locklear entrecerró los ojos y vio un destello azul. Él amplificó esa parte de la
pantalla y encontró una docena de llamaradas azules poco definidas de conos de motor y
pulsando líneas laterales llenas con plasma. Buques Covenant.
“Ah demonios,” él dijo y retrocedió lejos del escritorio.
“Suficiente con una hora feliz.”
Algo se movió en su chaleco. Locklear alcanzó su bolsillo y sacó el cristal de la Doctora
Halsey confiado a su cuidado. La piedra alargada ondeó, sus caras se movieron y se
reacomodaron como las piezas de un rompecabezas.
Él vio el mismo color azul en el monitor de inventario… puntos en el espacio estirado, la
primera indicación de un salto al Slipspace.
“No iré a través de otra batalla en el Slipspace,” Locklear dijo con los dientes apretados.
“No voy a dejar que nos sigan. O dejar que esta cosa disparare señales de bengala a
cada buque Covenant en la galaxia.”
Él agarró una lata de C-7 de la plataforma rodante y dejó caer el cristal de la Doctora
Halsey sobre la cubierta. Él rápidamente cubrió el objeto con la espuma explosiva. Se
endureció como una resina dura en cuestión de segundos. Locklear agarró un detonador,
lo introdujo en la espuma, y la conectó a un temporizador.
¿Por qué la doctora le había dado esto para defenderlo? Ella dijo que debido a que la ONI
se asustaría y no tendrían las agallas para deshacerse de eso si tuvieran que... tal vez
incluso lo dejarían caer en manos del Covenant. Eso tenia sentido, pero, al mismo tiempo,
había algo que no estaba completamente correcto con esa explicación.
Locklear miró el monitor y los puntos de luz que ahora casi borraban las estrellas.
Acábalo.
Él tenía sus razones para volar esta cosa – como no querer morir en otra batalla espacial.
Tal vez quería obtener alguna compensación por la muerte de Polaski. ¿Las ratas
bastardas del Covenant querían eso tan dañino? Bien, acábalos, también.
“Esto es por ti, Polaski,” él susurró.
Locklear ajustó el temporizador a tres segundos, y pulso la cuenta regresiva. Él saltó a la
cubierta detrás de la plataforma robótica y cubrió su cabeza.
El destello brillante de luz zafiro fue lo último que vio.
219
ERIC NYLUND
SECCIÓN 6___________________
OPERACIÓN: PRIMER GOLPE
220
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO TREINTA Y UNO
05:10 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar
/ A bordo de la nave Híbrida Gettysburg-Ascendant Justice,
en el Espacio Estelar.
El Jefe Maestro y su equipo, que ahora consistía en Grace, Linda, Will, y Fred, habían
recibido órdenes para reportarse en el Club de Oficiales, territorio normalmente prohibido
para NCOs. Por supuesto, nada acerca de sus circunstancias habían sido normales por
un largo, largo tiempo.
EL O-Club deL Gettysburg tenía una masiva mesa de roble, puntuada con numerosas
curvas y quemaduras de centenares de puros casualmente colocados en su superficie.
Había un bar aprovisionado de botellas conteniendo una colección de licores del color del
arco iris, polvoreados con cristal destrozado.
Las paredes revestidas con paneles en nuez del cuarto fueron pulidas hasta un
sustancioso fulgor. Colgado a lo largo de esas paredes estaba la bandera azul del UNSC
bordeada en oro. Había también placas doradas y plateadas de mención por la admirable
valentía. Había fotos de oficiales y Capitanes pasados del Gettysburg. Y más interesante
para el Jefe Maestro que hubiera daguerrotipos de estaño de la Guerra Civil que exhibían
campos de batalla llenos de hombres en carga de caballería y cañones emitiendo destello
y trueno.
El almirante Whitcomb y el Sargento Johnson entraron en el cuarto.
Los Spartans rompieron en rígida atención. “¡Oficial sobre cubierta!” el Jefe Maestro gritó,
y todos ellos saludaron.
“En descanso,” el Almirante Whitcomb dijo. “Por favor tome asiento.”
El Jefe Maestro dio un paso adelante. “Con todo respeto, estas sillas no soportarán el
peso de nuestro equipo, Almirante.”
“Por supuesto,” el Almirante dijo. “Bien, pónganse tan cómodos como ustedes puedan.
Ésta es una reunión informal.” Él resopló. “Yo solamente quería ver quien estaba a bordo
y vivo.” Él miró después hacia las puertas del Club de Oficiales. “El teniente Haverson se
unirá a nosotros en poco tiempo. Él investiga la ubicación del Cabo LockLear...
accidente.”
Un contenedor-proyector holográfico en el bar titiló a la vida, y el cuerpo delgado de
Cortana apareció. Trozos de cristal quebrado en el contenedor refracto la luz y distorsiono
su imagen, así ella se mostró medio disuelta y lanzó arcos de prismas de luz encima de
las paredes.
El sargento Johnson dio un paso hacia el bar y limpió completamente el contenedor.
“Gracias, Sargento,” Cortana dijo, mirando sobre su figura reordenada.
221
ERIC NYLUND
“Es un placer,” él contestó con una sonrisa abierta.
Cortana miró hacia el Almirante. “Señor,” ella dijo, “usted estará encantado de oír que no
detecto señales, de radiación residual, o cualquier contacto transitorio... que es
precisamente lo que usted esperaría de un viaje normal en el Slipspace.”
El almirante Whitcomb inclinó la cabeza, suspiró, y se alivió en una de las sillas
respaldadas en cuero a la cabeza de la mesa. “Pues bien, esa es una pequeña
bendición.”
“y aquí está la prueba de que el cristal de la Doctora Halsey fue efectivamente destruido,”
el Teniente Haverson dijo a medida que él entró al cuarto. Él hizo una pausa para sellar la
puerta detrás de él. Haverson se sentó al lado del Almirante y colocó un pequeño bolso
plástico liso en la mesa. “Encontré a Locklear exactamente donde Cortana dijo que él
estaría: cubierta-B, el cuarto de almacenaje médico. La electrónica sobrecargada en el
lugar está estable con un despliegue violento de radiación de alta energía... Como son las
quemaduras en el cuerpo del Cabo.” Él hizo una mueca y agregó, “Si eso quiere decir
algo, entonces su muerte fue rápida. Y éstos…” él golpeó ligeramente el bolso plástico
sobre la mesa “son fragmentos cristalinos que encontré en el lugar. A primera vista
parecen ser similar al fragmento encontrado en Reach.” Él negó con la cabeza. “Pero lo
que encontré no es suficiente masa para dar explicaciones sobre el cristal entero. Así es
que a menos que fuese atomizado y haber dejado ningún rastro, un hecho incongruente
con la presencia de éstos pedazos más grande, entonces el resto de ese cristal tiene que
estar en alguna parte si no...”
Cortana golpeó ligeramente su pie, y una de sus cejas se arqueó. “Si la radiación
detectada explotó antes de nuestros saltos correlativos con la destrucción del cristal de la
Doctora Halsey,” ella dijo, “entonces hay una explicación alternativa. El tiempo entre
aquella explosión y la llamarada de radiación fue sólo cuarenta y siete milisegundos. Ya
que el cristal tenía inusuales propiedades doblando el tiempo y el espacio, los fragmentos
faltantes pudieron haber sido sacados a presión del buque y dentro del Slipspace.”
Haverson preguntó incrédulamente, “¿Quieres decir que pedazos del más grande
descubrimiento científico en la historia de la humanidad se perdió” él inclinó la cabeza
más allá de las paredes del Gettysburg “en el Slipspace?”
“Sí,” Cortana contestó. Ella se encogió de hombros.
“Lo siento, Teniente.”
“Al menos el Covenant no lo podrá obtener,” el Almirante Whitcomb dijo. Él dio un
golpecito al bolso plástico con su dedo grueso. “o si lo hacen, entonces sólo van a
encontrar un montón de fragmentos estropeados.”
“Yo solamente desearía saber por qué Locklear lo hizo,” Haverson dijo.
Todos guardaron silencio. John y los otros Spartans cambiaron de posición
intranquilamente en su pesada armadura MJOLNIR.
El sargento Johnson aclaró su garganta. “El niño estaba un poco al borde. Después de
todo él había llegado al final, usted esperaría eso. Pero él era un ODST resistente como
clavos y doblemente listo y usado para quedar golpeado. Él no perdería la razón. Él tenía
un motivo.”
222
HALO: PRIMER GOLPE
“La doctora Halsey,” Haverson comentó y entrecerró sus ojos. “Ella tenía que haber
establecido esto.”
John comenzó a defender a la Doctora Halsey, pero él se detuvo a sí mismo de discutir
con un oficial. Sí, sus acciones fueron inexplicables: Ella había secuestrado a Kelly, los
dejó cuando ellos más la necesitaban, y había dado a Locklear el artefacto alienígena.
John todavía quería confiar en ella, sin embargo. Quizá lo que fuera que ella estaba
tramando era por el bien mayor.
“No comencemos esto,” el Almirante dijo. “no quiero las percepciones de alguien pintado
para nosotros debatiendo los ‘porque’ y los ‘qué tal si’ de esta situación. Guárdelo para el
interrogatorio que van a hacernos cuando regresemos.” Él lanzo una mirada a través en la
barra e inconscientemente lamió sus labios. “De aquí a la Tierra debería ser muy fácil
navegar, y finalmente podemos relajarnos.”
“Permiso para hablar, Almirante,” el Jefe dijo.
“Concedido. Exprese su intención.”
“No tengo el deseo de contradecirle, señor, pero quizá no debería ser muy fácil navegar.
Y tal vez no deberíamos relajarnos.”
El almirante Whitcomb se inclinó hacia adelante. “Tengo un presentimiento de que no va a
gustarme esto... Pero explíquese, Jefe.”
El Jefe Maestro esbozó su plan de misión, cómo él y su equipo tomarían una nave de
descenso Covenant y se introducirían en el punto del lugar de reunión para la flota
invasora Covenant. Luego se infiltrarían en su comando y centro de control, el Unyielding
Hierophant, y lo destruirían; Eso esperanzadoramente imposibilitaría la fuerza Covenant...
O al menos los retardaría. Tal vez incluso lo suficiente como para comprar tiempo a la
Tierra para reforzar sus defensas.
El Almirante clavó los ojos en el Jefe sin parpadear y rotundamente contestó, “Petición de
Misión Denegada.”
“Comprendido, señor.” Él permaneció de pie, en rígida atención. Whitcomb frunció el
ceño, a medida que los otros Spartans también rompieron en atención y permanecieron
como piedra. Él suspiró.
“Entiendo sus motivaciones, Jefe. Lo hago. Pero no arriesgaré transportar a su equipo al
punto de cita Covenant,” el Almirante explicó. “Si perdemos este buque, entonces la Tierra
nunca recibirá la advertencia.”
“Señor,” el Jefe Maestro contestó, “efectuaremos una transición desde el Slipspace a
espacio normal solos. Una vez que la nave de descenso despeje la influencia
gravitacional del Gettysburg y el Ascendant Justice, el campo del Slipspace se deteriorará
y entraremos a espacio normal. Usted nunca necesitara hacer una parada. Y sólo una
corrección menor de curso pondrá al Gettysburg en la trayectoria correcta.”
“¿va a realizar un descenso fuera del Slipspace nunca intentado en una nave tan
pequeña?” El Almirante preguntó.
223
ERIC NYLUND
“Sí, señor,” Cortana dijo. “Nuestras sondas Slipspace realizaran la maniobra todo el
tiempo, pero el stress y la radiación son considerables.” Ella hizo una pausa y miró hacia
John. “Los Spartans, sin embargo, en la armadura MJOLNIR deberían poder sobrevivir.”
“¿Deberían?,”el Almirante repitió, con su cara sombría.
“Tanto como admiro su valentía, Jefe, yo aún tengo que negar su petición. Usted
necesitará que Cortana burle los sistemas de seguridad Covenant. Ella tiene que llegar a
la Tierra. Con los datos que ella lleva de Halo, el Flood, y la tecnología Covenant, ella es
lejos demasiado valiosa para arriesgarla.”
“Entendido, Señor,” John contestó. “No había considerado eso.”
Haverson lentamente se levantó y pasó rozando las mangas de su uniforme andrajoso.
“Me ofrezco como voluntario para ir en la misión del Jefe Maestro,” él dijo. “Tengo un
amplio entrenamiento en criptología y sistemas Covenant.”
El almirante Whitcomb estrechó sus ojos y reexaminó al Teniente como si lo viera por
primera vez.
“Usted nunca sobrevivía a la transición del Slipspace,” Cortana le dijo. “Pero…” Ella
golpeó ligeramente su labio con su dedo índice, pensando profundamente. “Podría haber
otra forma.” Los iconos Covenant entraron en la corriente de símbolos fluyendo a lo largo
de la superficie de su cuerpo holográfico. “Descubrí un algoritmo de duplicación de
archivos en la IA Covenant en el Ascendant Justice. Exitosamente lo usé para reproducir
mis rutinas de traducción de lenguaje. Yo lo podría usar para copiar parte de mi
programación de infiltración en la matriz que procesa en la memoria de la armadura
MJOLNIR del Jefe Maestro. No será una copia completa, hay errores de la copia y otros
efectos secundarios, pero eso daría acceso al equipo Spartan a algunas de mis
capacidades. Las suficientes, pienso, para poder atravesar las barreras de seguridad
Covenant.”
El almirante Whitcomb suspiró profundamente. Él se levantó, fue al bar, y luego regresó a
la mesa llevando una botella de whisky y tres vasos intactos de cristal. “¿Asumo que
ustedes Spartans no se unirán a mí en un trago?”
“No, señor,” John contestó, respondiendo por su equipo. “Gracias, señor.”
El Almirante colocó un vaso delante de Haverson, el Sargento, y delante de sí mismo.
Pero antes de que vertiera, él colocó la botella sobre el suelo y negó con la cabeza como
si un trago fuera repentinamente la última cosa que él quisiera.
“¿Usted se percata, Jefe, que usted y su equipo actuarán sin ayuda de nadie? ¿Pero mi
primera, mi única prioridad, debe ser llegar a la Tierra?”
“Mi equipo está dispuesto a aceptar el riesgo,” el Jefe dijo.
“¿El riesgo?” El Almirante susurro. “Es un boleto solamente de ida, hijo. Pero si usted está
dispuesto a hacerlo, si usted puede desacelerar el asalto Covenant a la Tierra, entonces,
demonios, podría ser que valga el sacrificio.”
El Jefe no tenía respuesta para esto. Él y sus Spartans habían sobrevivido contra
probabilidades imposibles antes. Pero el Almirante estaba en lo correcto: Allí había algo
acerca del final de esta misión... algo que John decía que no haría. Eso era aceptable.
224
HALO: PRIMER GOLPE
La causa justificaba el sacrificio de cuatro cuando era medido contra billones de vidas en
la Tierra.
El almirante Whitcomb se levantó y dijo, “Muy Bien, Jefe Maestro. Petición de misión
aprobada.”
El Jefe Maestro estacionó la plataforma robótica cargada al lado de la escotilla lateral de
la nave de descenso Covenant. La plataforma sostenía cuatro toneladas de carbónmolibdeno y vigas de hierro acerada.
Will descargó el cargamento y lo transportó adentro, donde Fred y el Sargento cruzaron y
soldaron las vigas de refuerzo en el lugar.
Éste era el refuerzo final para la nave de descenso. El interior de la nave era tan estrecho
que dos Spartans blindados apenas podrían pasar uno contra el otro.
Ellos habían soldado capas de fibras adelante, de boro, y láminas del casco de Titanio-A
que habían quitado del Gettysburg. Según los cálculos de Cortana, ésta era la única
forma para darles la mejor de las cincuenta probabilidades de emerger de una transición
Slipspace con una nave intacta.
El almirante Whitcomb monitoreó la proyección de una reparación computadorizada,
luego miró hacia arriba y dijo, “Cortana está lista para usted, Jefe.” Él hizo gestos con las
manos hacia el.
El Jefe marchó hacia el y dejó al Almirante enganchar la interfaz en la base de su cuello.
“Esto debería sentirse como una descarga normal,” él dijo.
El mercurio enfriado llenó la mente de John como siempre lo hacía Cortana cuando
entraba y se fundía con sus pensamientos. Esta presencia, sin embargo, calentó
demasiado rápido, como si fuera hielo simplemente diluido derritiéndose con el calor de
su cuerpo. Fue como un recuerdo de Cortana dentro de su cabeza… no la Cortana real.
“Inicializando los sistemas de chequeo de la armadura MJOLNIR y los protocolos de
subrutina,” la voz de Cortana murmuro.
Al mismo tiempo, la Cortana real también habló sobre el COM: “No la escuches. Ella es
sólo la mitad de mujer de lo que solía ser.”
“Mientras sólo hallas copiado las partes buenas,” el Jefe contestó.
“soy completamente buena,” Cortana contestó tersamente. “Solamente no te acostumbres
demasiado a un pasajero al que puedas ordenar.”
“No soñaría con eso.”
“Sistemas de chequeo completados,” la copia de Cortana murmuro. “Todos los sistemas
son funcionales.”
Linda se acercó al lado contrario de la nave de descenso Covenant; Una plataforma
rodante la siguió apilada con rifles, minas antitanques Lotus, explosivos, y cajas de
munición. Ella pescó la plataforma rodante y la dirigió arriba de la rampa de carga hasta
que quedara unida a tope contra el casco.
225
ERIC NYLUND
Fred emergió de adentro, y Linda le dio una brazada de metralletas.
El Jefe Maestro le detectó una cojera leve al caminar a grandes pasos y una torpeza casi
imperceptible en sus movimientos fluidos usuales.
Él abrió un canal privado COM hacia Linda. “¿Cuál es tu estado? ¿Estás en forma?”
Ella se encogió de hombros. Este gesto fue notablemente difícil de representar en su
armadura MJOLNIR con sus circuitos que multiplican su fuerza. Eso llevó un grado de
concentración y agilidad que habló de las dimensiones acerca de la verdadera
coordinación de Linda.
“La doctora Halsey diría que necesito un descanso en cama por un mes,” ella contestó.
“Pero soy de las que no siguen ordenes, Jefe. Todavía tengo esto.” Ella recogió su rifle de
francotirador de la plataforma rodante y lo lanzó sobre su hombro con una gracia fluida. “y
todavía tengo esto.” Ella palmeó su casco. “Aunque el Covenant hizo su mejor disparo la
última vez.” Ella dio un paso hacia él. “Puedo cuidarme. Y puedo encargarme de la
espalda del equipo. Nunca los he decepcionado, señor. No tengo pensado hacerlo ahora.”
Él inclinó la cabeza.
Lo que John quería hacer, sin embargo, fue ordenarle que se quedara atrás. Pero él
necesitaba su extraña habilidad con el rifle de francotirador en esta misión. Él la
necesitaría así podrían sobrevivir lo suficiente como para detener al Covenant.
Si él pudiera haber llevado a cabo esta misión solo, entonces lo habría hecho y todos en
el Equipo Azul se quedarían. Su equipo, sin embargo, sabía los riesgos y sabía la
retribución por su sacrificio. Era un buen destino final como cualquier soldado podría pedir
para si mismo. Él marchó hacia la otra escotilla en la nave de descenso y abordó la nave.
Había un último detalle del que encargarse con el Teniente Haverson. John se movió
después de que el Sargento Johnson, opacado por una lluvia de chispas, soldara la última
viga de hierro en L en el lugar.
El Teniente se sentó en la cabina del piloto comprobando las rutinas automatizadas que
Cortana tenía, subiéndolas al sistema. Estos generarían las respuestas codificadas
correctas para los rastreos Covenant. También habían cambiado la etiqueta de registro de
la nave de descenso así el Covenant no reconocería esta nave como perteneciente al
Ascendant Justice ahora renegado.
“Teniente,” el Jefe Maestro dijo. “Perdone la interrupción.”
Haverson miró hacia arriba y acicaló el pelo empapado en sudor de su cara. “¿Qué puedo
hacer por ti, Jefe?”
El Jefe Maestro se alivió en el asiento del copiloto. “La Doctora Halsey me dio algo para
pasar a la ONI Sección Tres: Su análisis sobre el Flood.”
Las cejas de Haverson subieron rápidamente.
Él abrió su compartimiento del cinturón... Y titubeó. ¿Cuál cristal de datos? ¿El que sólo
contenía el análisis del Flood de la Doctora Halsey y la posible defensa? ¿O el que
contenía los archivos de las fuentes de sus conclusiones, el que ella dijo que mataría al
Sargento Johnson?”
226
HALO: PRIMER GOLPE
Mientras John se sentía justificado en arriesgar su vida y las vidas de los otros Spartans,
esa fue su elección como su comandante. Ese no era el caso para el Sargento.
Fue un evento biológico fortuito que había conseguido el Sargento del Flood. De uno a un
billón de tiros, la doctora había dicho. Pero fue un billón a un tiro que él podría salvar
billones de vidas. Así es que las matemáticas de la situación fueron casi parejas.
¿Que había dicho la Doctora Halsey acerca de salvar a cada persona, sin importar el
costo?
No, John había jurado proteger a toda la humanidad. Su deber fue claro. Él trató de
alcanzar el cristal que contenía los archivos completos y se lo dio al Teniente Haverson.
“Ella dijo que ayudaría a combatir al Flood, señor. No estoy exactamente seguro lo que
ella quiso decir.”
“Ya lo veremos, Jefe. Gracias.” Haverson tomó el cristal y miró con atención en sus
profundidades. Él se encogió de hombros. “¿Con la Doctor Halsey, quién puede contar?”
El canal COM chasqueo, y Cortana anunció, “Diez minutos para que alcancemos la zona
de descenso. Ejecuté las preparaciones finales para lanzar al Equipo Azul. Usted sólo
obtendrá un disparo en esto.”
“Entendido, Cortana,” el Jefe contestó. “¡Spartans, sobre cubierta!”
Haverson tentativamente extendió su mano. “Especulo que esto es todo, Jefe.”
El Jefe amablemente estrechó la mano del Teniente. “Buena suerte, señor.”
John volvió a la parte trasera de la nave de descenso – casi atropellando al Sargento
Johnson, que arrastraba el soldador de arco eléctrico hacia fuera del pasillo.
“Permítame a mí, Sargento.” John tomó la máquina de doscientos kilogramos y la levantó
con una mano.
Mientras el Jefe Maestro salió fuera de la nave de descenso, y él y los otros Spartans se
reunieron afuera. Él estibó el soldador de arco eléctrico y tomó su posición a la cabeza de
la formación Spartan.
El almirante Whitcomb los examinó una vez y luego dijo,
“Le desearía suerte, Jefe Maestro, pero ustedes Spartans parecen hacer su propia suerte.
Así es que déjeme solamente decir que los veré a todos ustedes cuando esto esté
terminado.”
Él los saludó y ellos devolvieron el saludo.
“Solamente una la última orden,” el Almirante dijo.
"Señor"
"Envienlos al infierno"
227
ERIC NYLUND
CAPÍTULO TREINTA Y DOS
05:30 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/
A bordo de la nave de transporte Spirit, capturada del Covenant,
en el Espacio Estelar.
La nave de descenso rodó, se invirtió, y se salió fuera de control. Volteó y se inclinó, y una de las
vigas sólidamente soldada en el casco se encabrito y se rompió.
Los Spartans del Equipo Azul estaban atados al casco por arneses de rápida liberación. Nadie, sin
embargo, mostró alguna intención de pulsar el botón rojo de rápida liberación en el centro de sus
pechos. Todos ellos estaban pendientes por sus vidas.
El monitor delantero estaba negro porque no había nada para ver en el Slipspace. La única luz
dentro de la nave de descenso provenía de barras de luz química en el interior, activada y arrojada
dentro de la nave antes de que partieran. Esas barras plásticas se habían roto, y sus contenidos
luminosos se habían apelotonado en un millón de microscópicas burbujas en la gravedad cero.
Aunque el gel hidrostático dentro de su armadura MJOLNIR había sido presurizado a su valor
máximo de seguridad, los huesos de John se sentían como si estuvieran siendo sacudidos aparte.
Este violento paseo comenzó cuando habían despejado la bahía de lanzamiento del Ascendant
Justice y habían entrado en el negro vacío del Slipspace. Este Slipspace ‘normal’ no fue como
algún otro que John hubiera experimentado antes. Sin el efecto desbastador del cristal alienígena
de la Doctora Halsey… este paseo hubiera sido mil veces peor.
Los niveles de radiación se elevaron y descendieron... pero por lejos la dosis que entraba por el
revestido de plomo de la nave de descenso fue soportable.
“Ahora ya sé,” dijo Linda, “por qué sólo las grandes naves viajan a través del Slipspace.”
“¿Conoces esas sondas SS?” Fred preguntó. “Son casi tan sólidas cono el Titanio A.”
El Jefe Maestro examino los biosignos de su equipo: Eran erráticos pero todavía dentro de los
parámetros funcionales normales. El corazón de Grace dio uno o dos golpes, pero luego regresó a
un ritmo intenso normal. No había huesos quebrados o signos de sangrado interno aún. Fue
también una buena señal que el Equipo Azul estuviera razonablemente calmado acerca de su
horrenda situación. El Jefe sabía que esto era todo lo que podían hacer hasta que se despejara el
campo Slipspace generado por el Ascendant Justice.
Él corrió un diagnóstico a los escudos de su armadura MJOLNIR. Se recargaron rápidamente
después de que fueran agotados por la radiación ambiental que los envolvía invisiblemente
alrededor de ellos. Él deseó que la Cortana real estuviera con él. Ella habría dicho algo para
distraerle.
“¿Estado?” John preguntó.
Cuatro luces azules de confirmación parpadearon en su HUD, y cuatro Spartans le dieron señales
de aprobación.
Fred intervino, “Esto no es tan malo. La última inserción que hice, golpeamos la tierra antes que la
nave de descenso. Ahora, aquello fue un paseo carmesí. Fuimos…”
La nave de descenso tambaleo violentamente y corto la historia de Fred. Grietas aparecieron a lo
largo de la armadura soldada en la pared de babor. El plomo derretido se filtró desde la ruptura.
228
HALO: PRIMER GOLPE
A pesar del gel hidrostático y el relleno, una sacudida azotó la cabeza del Jefe Maestro contra la
parte delantera de su casco con fuerza suficiente para que las negras estrellas estallaran en sus
ojos. Otra sacudida azotó su cabeza de regreso a la parte trasera de su casco. El interior de la
nave de descenso se volvió totalmente oscura.
“¿Jefe? ¿Jefe?” La voz de Cortana susurró a través del parlante de su casco. “Jefe, responda por
favor.”
La visión de John entró en foco. Sus biosignos pulsaron perezosamente en su HUD. Más allá del
HUD, estaba completamente oscuro. Él activó sus luces externas y apuntó su cabeza a lo largo del
interior de la nave de descenso.
Sus Spartans colgaron flojos en sus arneses. Además de esferas de plomo que se había derretido
bajo el blindaje del casco, solidificado, y ahora flotaban como champaña burbujeante en el interior
de la nave, no había otro movimiento perceptible.
“¿Lo hicimos?”
“Afirmativo,” la copia de Cortana contestó. “Recojo un volumen tremendo de tráfico en el COM del
Covenant en las Bandas-K de frecuencia directa. Ellos han producido un sonido metálico hacia
nosotros tres veces por una respuesta, Jefe. Esperando órdenes.”
“¿Cómo puedes recoger alguna señal dentro de este casco revestido de plomo?”
“Se abrieron brechas en muchas secciones del casco, Jefe. El tráfico COM también está
inusualmente fuerte, eso significa que estamos extremadamente cercana de las Fuerzas
Covenant.”
“Mantente alerta,” él le dijo a ella. Él golpeó el botón de liberación rápida de su arnés y flotó libre. Él
repasó los biosignos del Equipo Azul y los encontró a todos inconscientes, pero vivos. Él agarró un
botiquín de primeros auxilios, le inyectó a cada uno un suave estimulante, y los liberó de sus
arneses de seguridad.
“¿Dónde estamos?” Will preguntó.
El Jefe Maestro miró instintivamente hacia los monitores delanteros, pero estaban muertos. “Hay
sólo una forma para averiguarlo,” él contestó. “Tomaré la escotilla lateral de babor. Fred, estarás en
la de estribor.”
“Entendido, azul uno,” Fred contestó.
El Jefe giró la liberación manual de la escotilla y se abrió fácilmente. Más allá estaba el espacio de
terciopelo negro, llenó de estrellas que brillaron de amarillo y ámbar y rojo. Él colocó una correa de
sujeción sobre su traje y luego sobre el casco y se asomó por la escotilla.
Como Cortana había indicado, allí estaban las fuerzas Covenant a corta distancia. Un crucero se
deslizó silenciosamente delante de ellos a trescientos metros de distancia. Todo lo que John podía
ver fue su casco azul-plata, sus torres de plasma con sus líneas laterales encendidas con fuego, y
llamaradas en los conos de sus motores a medida que pasaba... y luego John vio al resto de ellos.
Allí había cruceros Covenant y voluminosos trasportadores; Había incluso buques mayores con
cinco secciones bulbosas que eran de dos kilómetro que descendía hacia popa y tenia una docena
de mortíferos proyectores de energía. Motas de polvo formaron remolinos entre las numerosas
naves: Batalladores Serpaph, naves de descenso, y vainas tentaculadas de Ingenieros.
“¿Cuántas naves,” él preguntó a Cortana, “estamos mirando?”
“Doscientos cuarenta y siete naves de guerra,” ella contestó. “Estimación de la población total
basada en el muestreo del limite de su campo visual aplica que el número total en más de
quinientos buques de guerra Covenant.”
229
ERIC NYLUND
Por primera vez el Jefe se congeló; Sus guantes de seguridad se cerraron en el borde de la
escotilla, y sus brazos no pudieron responder. ¿Quinientos buques? Había más potencia de fuego
aquí que él en toda la vida hubiera visto antes.
Esta flota fácilmente abrumaba cualquier fuerza de defensa de la UNSC… Aunque el Almirante
lograra o no llevar a cabo su advertencia. Su descarga inaugural sería una ola gigantesca de
plasma, y borraría las fortalezas orbitales de la Tierra antes de que pudieran pegar un tiro.
Miles de kilómetros debajo, el espacio ondeó, se dividió, y siete cruceros más aparecieron en el
espacio normal. Hicieron maniobras para unirse al resto del paquete.
John se percató que él había visto esta magnitud de poder destructivo: Halo. El anillo fue un arma
diseñada para matar toda vida sensible por docenas de años luz en cada dirección.
Y él había detenido esa amenaza. Él podría detener ésta, también. Él tenía que.
Su plan requería de una infiltración y la destrucción de su comando y de la estación de control.
¿Pero cómo detendría esta reunión? El no podría... pero podría comprar bastante tiempo para que
la Tierra propusiera un plan para contrarrestar ésta flota de guerra aparentemente invencible.
“¿Dijiste que hicieron un sonido metálico hacia nosotros tres veces?” John preguntó a Cortana.
“Afirmativo. Han sido curiosos acerca de nuestro estado, pero no tanto como usted podría esperar.
Hay una cantidad tremenda de tráfico en el COM. Probablemente sólo están interesados en
nosotros como un peligro de navegación.”
“Envíe una señal y explique que nuestros motores están inhabilitados y necesitaremos asistencia
para movernos. Veamos si podemos conseguir que nos lleven a esa estación central por
reparaciones.”
"Enviando mensaje ahora.”
El Jefe Maestro canalizó lo que él veía hacia el Equipo Azul.
“Tiempo de levantarse,” él dijo. “Doble chequeo de Armadura y armas.”
Hubo una pausa de varios segundos antes de que las luces de aceptación del Equipo Azul
pulsaran en su HUD. Él sabía que estaban teniendo la misma reacción de miedo, y luego sacando
las mismas conclusiones que él tuvo acerca de su misión. No podían fallar: El destino de la
humanidad yacía en sus manos.
John ángulo su cabeza alrededor para echar un vistazo a la nave de descenso.
La mayor parte del casco de la nave de descenso se había descascarado, y el plomo y las láminas
de titanio de abajo quedaron expuestas. Sin sus reforzamientos, la nave se habría desintegrado en
el paseo rojo a través del Slipspace.
“Covenant C & C respondiendo a nuestra petición, la copia de Cortana le informó. “Transbordador
con rumbo hacia nosotros para las reparaciones. Estaban un poco confundidos acerca de a que
buque de guerra pertenecemos, pero simulé estática para cubrir el ID de inscripción de nuestra
nave. Están demasiado ocupados para mirarnos de cerca.”
El Jefe Maestro regresó dentro de la nave de descenso. “Seremos remolcados,” él dijo al Equipo
Azul.
Linda llegó hasta él e hizo un círculo en el aire con su dedo índice. John inclinó la cabeza y se dio
vuelta así ella podría inspeccionar visualmente su traje MJOLNIR. Los diagnósticos
computadorizados eran buenos, pero sus Spartans no tomarían riesgos con sus armaduras.
Especialmente no adentro de un ambiente deshabitado.
230
HALO: PRIMER GOLPE
“Estas bien,” ella le dijo.
John luego le devolvió el favor y examinó su traje. Fred y Will habían hecho un trabajo excelente
integrando las piezas de repuesto en la armadura de Linda. Aparte de su estado inicial, hacían una
pareja perfecta.
Él la palmeó en el hombro y le dio una aprobación en señal de que su armadura estaba trabajando
adecuadamente.
“Cargamento de artillería afuera,” Grace dijo y desenvolvió las bolsas de equipamiento que habían
atado en el casco. Los paquetes habían estado envueltos con finas hojas metálicas de plomo,
capas de relleno termal, y luego una capa de cinta de servicio. “¿Pesado o ligero?” Ella preguntó.
“Entraremos pesado,” John dijo. “Excepto Linda.” Linda comenzó a protestar, pero él explicó,
“Necesitaremos que tú te quedes atrás y nos cubras con tu rifle. Te quiero rápida y mortífera. Toma
un arma de corto alcance, municiones adicionales, y cualquier cosa que necesites para mantener
tu rifle trabajando en el campo.”
“Entendido,” Linda dijo. Su voz estaba fría, dura, y quebradiza.
Ésta fue la voz que John había oído cuando ella reporto mientras disparaba a escondidas a los
blancos alrededor del equipo. John algunas veces la encontró demasiado fría... Pero él sabía que
esto era una buena señal. Linda se preparaba para hacer lo que ella hacía mejor: Matar con un
solo disparo.
“El resto de nosotros tomará todo lo que podamos llevar. Una vez que estemos adentro tengo el
presentimiento de que no podremos regresar. Si tenemos que, siempre podemos aligerar nuestra
carga.”
El Jefe agarró un rifle de asalto y, finalmente utilizo, un par de ametralladoras. Él tomó un par de
silenciadores para las SMGs (submachine guns: pistolas ametralladoras) y fundas para las armas
más pequeñas. Él recogió una docena de granadas de fragmentación y las guardo en su
transportador plástico en forma de anillo e hizo una ranura en la sección izquierda del muslo de su
armadura.
Él necesitaría municiones, un montón de ellas, si las cosas se acaloraban. Entonces él tomó clips
adicionales para las SMGs y el rifle de asalto y las adhirió sobre su pecho, brazos, y el muslo
derecho. Más clips entraron en una mochila, junto con dos minas antitanques Lotus, unas pocas
latas de explosivo C-7, detonadores, temporizadores, dos botiquines de primeros auxilios de
campo, y una sonda fibro-óptica.
Mientras el resto del Equipo Azul reunió su equipo, John les dijo, “No utilicen el COM de ahora en
adelante.”
Todos ellos inclinaron la cabeza.
Cubiertos o no, estaban cerca de demasiadas orejas auditivas Covenant para tomar algún riesgo
con el COM.
Él se movió a la escotilla de babor todavía abierta, deslizó la sonda fibro-óptica afuera, y la conecto
en su casco. Las imágenes aparecieron en su HUD.
Centenares de naves Covenant entraron a montones en su visión. En el centro una mota
resplandeció y aumentó hasta que el Jefe Maestro vio que era una nave de diseño similar a la de
ellos: Dos cascos formando una U, cada una del tamaño de su nave de descenso, posadas una
encima de otra. Esta nave aceleró hacia ellos y se separó, una parte se movió a la popa de su
nave de descenso y la otra fue a la deriva hacia la nariz.
El sonido de metal sobre metal resonó a través del casco, y el Jefe Maestro sintió un movimiento
suave en el agujero de su estómago.
231
ERIC NYLUND
Él miró hacia atrás e hizo una señal de aprobación a Fred, señalando que su remolque había
llegado, y Fred pasó esta señal al resto del equipo.
En la sonda fibro-óptica el Jefe Maestro vio que el remolcador Covenant realizaba maniobras hacia
ellos a través de la flota, arriba, sobre, y alrededor de buques cien veces su tamaño. Hubo un
momento cuando se sumergió y no hubo nada en su HUD salvo las estrellas y el negro espacio. El
Jefe Maestro dio un vistazo a una estrella de color dorado en su HUD, y luego la imagen de vídeo
se movió hacia un planeta de tierra amarilla manchada con nubes de dióxido de azufre y una luna
de plata que orbitaba alrededor.
El remolcador giró hacia un nuevo buque a lo lejos. El buque se veía como dos buques Covenant
con formas de lágrima que habían colisionado, dando como resultado un conjunto geométrico
alargado con la figura de un ocho.
Se movieron hacia dicho buque, y el Jefe Maestro divisó más detalles. Escalones resplandecieron
desde el estrecho centro del buque y conectado por un anillo delgado que él no había visto antes.
Tubos extendidos desde cualquier sección bulbosa y se movían lentamente sobre ese anillo
central. John entrecerró los ojos para divisar más detalles sobre este buque inusual, pero él estaba
ya en la resolución máxima.
¿Tenía un anillo? ¿Estaba eso girando? Pero el Covenant tenía tecnología gravitacional. No
necesitaban que secciones rotativas simulen gravedad.
Luego él vio algo reconocible en la estructura: Las diminutas naves atracaron en ese anillo.
Cruceros Covenant y trasportadores. Ha debido haber sesenta conectados en la matriz central.
La perspectiva titánica de esta estructura hizo clic en el lugar.
Los transportadores se veían como juguetes. Las formas de lágrima gemelas tenían que ser de
treinta kilómetros de punta a punta. Esto sólo podía ser el centro de control y comando Covenant,
el Unyielding Hierophant.
El remolcador se movió directamente hacia la estación. Era precisamente donde tenían que ir, así
que fue un golpe de suerte... pero irónicamente, era también el último lugar en que el Jefe Maestro
quería estar.
No había manera de saber con que tipo de sensores contaría el Unyielding Hierophant, pero no
podía arriesgarse. John volvió al interior de la nave de descenso y cerró la escotilla.
Él se adentró en la nave y esperó con el resto del Equipo Azul. Tres minutos marcaron en su reloj
de misión; John trató de controlar su respiración y enfocar su mente.
La gravedad se estaba asentando en su estómago, y hubo una serie de estrépitos metálicos a lo
largo del casco. Oyeron el siseo de la atmósfera filtrándose por las aberturas del casco agrietado.
John señaló a Fred y a Grace y luego a la escotilla de estribor. Alzaron sus rifles y se movieron. Él
apuntó hacia Linda y él mismo, luego la escotilla de babor, y también se movieron hacia su nueva
posición.
John no estaba seguro de que tipo de recepción les esperaba al otro lado de aquellas escotillas,
pero una cosa estaba clara; tenían que tomar la iniciativa. No había lugar para esconderse en el
interior de la reforzada y estrecha nave de descenso.
La escotilla de babor crujió y se abrió con un chirrido.
Linda y John apuntaron sus fusiles.
232
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO TREINTA Y TRES
06:10 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/
A bordo de la Estación de Combate Unyielding Hierophant.
Un tentáculo como de hule entro a través de la separación de la escotilla de la nave de descenso.
John levantó su mano e hizo señas a Linda para que se relajara. Él reconoció la extremidad
alienígena, las antenas y los órganos globulares sensoriales podían sólo pertenecer a un Ingeniero
Covenant.
El Ingeniero empujó hasta abrir la escotilla y entró en la nave, flotando al lado de John y Linda
como si no estuvieran allí. Silbó y chilló a medida que dirigió sus tentáculos sobre los extraños
blindajes y las salpicaduras de plomo. Dos Ingenieros más entraron a través de la escotilla abierta
y se unieron al primero.
Mientras dejaran a los ingenieros realizar su trabajo, no levantarían una alarma. ¿Pero qué más
había fuera de allí? John se apoyo contra el marco de la escotilla y deslizado la sonda fibro-ópticas
afuera. Había una línea de naves de descenso, batalladores Seraph, y otras naves solitarias
alargadas en las sombras.
Enjambres de Ingenieros, miles de estás criaturas, revoloteado y flotado suavemente a lo largo del
área. Moviendo partes, desensamblando y reensamblaron secciones del casco de la nave, y
levantando bobinas de plasma. No había huella de un comité de bienvenida de Elites en espera del
Equipo Azul.
John subió la sonda óptica y vio una cubierta enrejada con herramientas en lo alto, soldadoras, y
focos colgantes como una enredadera de una jungla. Era tan buen lugar como cualquier otro para
orientarse. John se volteo y señaló a Linda y a Will, se movieron hasta la escotilla y se levantaron.
Inclinaron la cabeza y se movieron hacia afuera.
Cinco segundos más tarde luces de confirmación de Azul cuatro y azul Tres parpadearon en su
HUD. Era seguro para el resto de ellos.
John agarró el borde superior de la escotilla y se lanzó arriba sobre la parte superior de la nave de
descenso. Él agarró una cuerda que colgaba y se jaló a sí mismo sobre la cubierta enrejada donde
Will y Linda se subieron, observaron y se aseguraron de que la bahía estuviera despejada.
Grace y Fred desembarcaron y treparon silenciosamente en la oscuridad, uniéndose a ellos.
John apuntó dos dedos a sus ojos y luego los movió indicando el área de la bahía. Los Spartans se
movieron cuidadosamente escaneando el área.
Desde su sombrío vistazo general John vio que este lugar estaba en reparación y equipada
fácilmente, con ranuras para centenares de naves. El cuarto curvado se veía de trescientos metros
en cualquier dirección. La circunferencia debe dirigir al centro de la estación.
Con la excepción de los miles de Ingenieros ocupados, John divisó sólo a dos Grunts llevando
máscaras blancas de respiración de metano. No fue una designación de color que él hubiera visto
antes. Empujaban carros que contenían barriles derramando fluidos. Eran fáciles de eludir.
A un lado de la bahía había una serie de puertas selladas que él asumió que conducían a las
esclusas de aire. La pared opuesta de la bahía tenía una ventana gruesa de un metro de principio
a fin el cual vertió una luz azul intensa.
233
ERIC NYLUND
Cada treinta metros a lo largo de esa pared transparente había un cuarto ovalado. Rebosando
desde el cuarto próximo, había barriles poliédricos púrpuras de cargamento, viejas bobinas de
plasma chamuscadas, y láminas de la aleación azul-plata Covenant. Pero lo que despertó el
interés de John fue lo que estaba contiguo a esta pila de basura: Una terminal holográfica.
John dio un clic sobre su COM hasta obtener la atención del Equipo Azul, apuntado al montón de
basura, mantuvo dos dedos, y luego señaló otra vez al cuarto.
Todos inclinaron la cabeza, entendiendo su orden. Fred y Linda silenciosamente descendieron
hasta la cubierta, corrieron a través de la bahía, y se mezclaron en las sombras detrás de una
sección cortada del casco.
Grace siguió.
John miró arriba y abajo y de lado al lado a través de la bahía, asegurándose de que no hubiera
algún Grunts visible. Él y Will se cruzaron y se cubrieron detrás de una bobina de plasma del
tamaño de un vehículo ligero Warthog de reconocimiento.
Él usó ambas manos para señalar a Fred y Linda, giró sus manos hacia sí mismo, y luego inclino la
cabeza hacia la terminal de datos.
Linda se coloco sobre el suelo y se arrastro hasta el borde del cuarto en las sombras, a su
derecha; Fred tomó la izquierda. Le cubrirían mientras él se movía hacia la terminal.
John alcanzó la parte trasera de su cuello y jaló el chip de Cortana de su cabeza. Se arrastró sobre
su estómago, apretadamente en la pared hasta que llego a la terminal. Él deslizó el chip de
Cortana en el lugar de entrada y luego volvió a las sombras.
“Estoy adentro,” Cortana reportó sobre el COM. “he asegurado nuestro canal y he encriptado la
señal así que somos libres de usar el COM del equipo.”
“Buen trabajo,” John le dijo. “¿Hay un reactor central en esta estación? ¿Qué tan bien defendido
está?”
“Mantente alerta. Tengo que moverme con precaución. Hay IAs Covenant de seguridad en este
sistema.”
John esperó que esta copia de rutinas de infiltración de Cortana fuese tan buena como la Cortana
real.
“Tengo esquemas de la estación,” ella le dijo. “Las buenas noticias son, que cada lóbulo tiene un
reactor central compuesto con quinientas unidades de doce terawatts similar en diseño a los
reactores de fusión en sus naves. Aparentemente esta energía se usa para energizar un generador
de escudo que puede repeler la colisión de una luna pequeña. Puedo cargar un reactor, causando
la fundición de sus bobinas de campo, que saturará las circundantes…”
“¿Estallará?” John preguntó impacientemente.
“Sí… una explosión de suficiente fuerza para vaporizar ambas secciones.”
“¿Esa son las buenas noticias? ¿Cuál es la mala?”
“El sistema de control del reactor está aislado. No puedo alcanzarlo desde esta terminal. Tendrás
que depositarme físicamente ahí.”
“¿Dónde está eso?”
“El próximo punto de acceso al control del reactor está siete kilómetros más adelante en el lóbulo
principal de la estación.”
234
HALO: PRIMER GOLPE
John consideró esto. Si eran cuidadosos y afortunados, entonces podría ser posible.
“¿Hay una forma de dejarte en el sistema central hasta que te necesitemos?” Él preguntó. “Seria
conveniente tenerte monitoreando los sistemas de seguridad Covenant.”
La Cortana duplicada guardó silencio unos tres segundos completos. “Hay una forma,” ella
finalmente contestó. “Cuándo fui copiada de la Cortana original, el software duplicador fue copiado
adecuadamente… Se volvió una parte inseparable de todas las subsiguientes copias. Puedo usar
esto para copiarme a mí misma en este sistema.”
“Perfecto.”
“Hay riesgos, sin embargo,” Cortana le dijo. “Cada copia sucesiva contiene errores que no puedo
corregir. Pueden haber complicaciones imprevistas asociadas a usar una copia de una copia.”
“Hazlo,” John ordenó. “Tomaré el riesgo. Pero no estoy dispuesto a correr el riesgo de cruzar siete
kilómetros detrás de líneas enemigas sin una forma de pasar por encima de sus sistemas de
seguridad.”
“Atento,” Cortana dijo. “Trabajando.”
Un minuto indico el cronometro de misión de John. Luego el chip de datos salió eyectado de la
terminal.
“Hecho,” Cortana dijo sobre el COM del equipo. “Estoy adentro. Hay una salida en esta bahía,
treinta metros a tu izquierda. Apagare las cámaras de seguridad allí y abriré la puerta en veinte
segundos. Apúrate.”
John recuperó el chip y lo volvió a insertar en su cabeza. Hubo un destello de frío mercurio en su
mente.
“Muévanse,” John le dijo al Equipo Azul. “Permanezcan en silencio.”
Las luces de confirmación de Fred y Linda parpadearon, indicando que el camino estaba
despejado.
El equipo azul corrió, agachado, por treinta metros. Un pequeño panel de acceso se abrió, se
amontonaron de un lado a otro, luego la puerta se cerró con un clic detrás de ellos.
Prosiguieron, se encorvaron; Se arrastraron sobre sus manos y sus rodillas, sobre sus estómagos,
y a través de un conducto tan estrecho que tuvieron que apagar sus escudos y raspar su armadura
desnuda sobre el metal. Por kilómetros siguieron las instrucciones de Cortana, deteniéndose a
medida que ella diagnosticaba los sensores de movimiento hasta que pasaban... torciéndose y
dando vueltas y bajando por largas tuberías, esquivando las cuchillas gigantes de ventilación, y
avanzando ligeramente por bobinas de transformadores tan cerca que se producían arcos de
chispas a través de sus escudos.
Según el cronometro de misión de John ellos habían seguido esta ruta por once horas… Cuando
todo termino.
“Soldadura nueva,” Fred dijo, dirigiendo su guante de seguridad sobre las costuras en la lámina de
la aleación bloqueando su camino.
Cortana entró por la fuerza en el COM, “Debe ser una reparación no puesta en la bitácora en el
manifiesto de la estación.”
John dijo. “¿Opciones?”
Cortana contestó, “Sólo he limitado la misión planeando rutinas. Hay tres opciones obvias. Puedes
estallar la lámina bloqueadora con una mina antitanque Lotus. Puedes regresar a la bahía de
235
ERIC NYLUND
reparación donde podríamos encontrar una vía de entrada menos obvia. O hay una ruta más
rápida, una ruta alternativa, pero tiene inconvenientes.”
“El tiempo se acaba,” John dijo. “El Covenant no va a estar por ahí mucho tiempo antes de que
ataquen la Tierra. Dame la ruta más rápida.”
“Vuelve hacia atrás cuatrocientos metros, voltea al rumbo 0-9-0, prosigue otros veinte metros, y
sale a través de un acceso a la cubierta de basura. De ahí muévete a la intemperie por setecientos
metros, pasarás a través de una estructura, y luego hasta un corredor vigilado hasta las cámaras
del reactor.”
Grace interrumpió, “¿Qué quieres decir con: a la intemperie? Ésta es una estación espacial; No
debería haber espacios abiertos.”
“Ve por ti misma,” Cortana dijo.
Un esquema del espacio abierto apareció en su HUD. John no fue capas de encontrarle mucho
sentido al diagrama, pero él podía distinguir todo lo que había: varias pasarelas, edificios, e incluso
vías fluviales… Como Cortana indico, podían ver muchas áreas abiertas.
“Echemos un vistazo,” John dijo.
Él dirigió a su equipo de regreso por el camino que habían venido y abrieron el ducto de acceso a
los desperdicios. La luz azul inundo el túnel. John parpadeo y dejó que sus ojos se adaptaran,
luego hizo pasar la sonda fibro-óptica por la abertura.
John no entendió lo que vio… la sonda óptica debe estar funcionado mal. La imagen se vio
imposiblemente deformada.
Pero no había movimiento cerca... Entonces se arriesgó a asomar la cabeza.
Él estaba en el final de un pasaje con paredes de diez metros de altura a cada lado, lanzando
oscuras sombras sobre el agujero de acceso a los desperdicios. Un grupo de Jackals pasó por la
salida del pasaje sólo cinco metros de su posición. Él se agachó rápidamente... y ninguna de las
criaturas como buitres lo vieron en la oscuridad.
Cuando pasaron él miró hacia arriba y vio que la sonda fibro-óptica no había estado funcionando
mal después de todo.
La estación espacial era ahuecada por adentro, y un rayo de luz se disparó a lo largo y a través de
su centro: Una luz azul que proveyó iluminación diurna total. A lo largo de la superficie interior
curvada había agujas espirales diluidas, pirámides agazapadas dando paso a escaleras, y templos
con columnas. Pasarelas con superficies en movimiento cruzaban el área, a medida que los
conductos con cápsulas movían rápidamente a los pasajeros. El agua fluyó a lo largo de las
paredes con patrones en espiral hacia dentro y luego lleno de agua levantada en grandes torres
vacías y brotando desde la pared opuesta.
Banshees volaron en formación a través del centro del voluminoso cuarto, como manadas de aves
sin cabeza y grandes nubes de mariposas.
John sintió vértigo extremo por un momento. Luego él entendió que con la avanzada tecnología
gravitacional Covenant, allí no tenía que ser arriba o abajo.
Lo extraño es que una estación militar tuviera tanta ornamentación innecesaria. Pero el HQ
(Cuartel General) de la Flota tenía un gran atrio en su vestíbulo.
Tal vez este era el equivalente Covenant… multiplicado cien veces.
John observó un conjunto de materiales transparente en una lejana pared, brillando. “¿Es esa la
ventana hacia las bahías de reparaciones, Cortana?”
236
HALO: PRIMER GOLPE
“Correcto,” ella contestó.
“Entonces al menos conocemos la ruta de salida. ¿Y la estructura a la que necesitamos entrar?”
“A las una en punto,” ella dijo. “La única con columnas esculpidas. Es la ruta más directa hacia las
cámaras del reactor.” John se movió de la abertura y se apoyo en la pared más cercana. Las
sombras en la brillante luz diurna hacían un buen trabajo al camuflarlos.
“De Acuerdo, Equipo Azul. Manténgase orientados... Tanto como puedan. Nuestro blanco es el
edificio con columnas a las una en punto. Haré un sprint de trescientos metros a través de terreno
abierto. Escaparemos por ahí. ¿A menos que alguien tenga un mejor plan?”
Linda apareció, miró alrededor, y dijo, “Permiso para situarme en el tejado y proveer cobertura.”
“Hazlo,” John dijo. “Hazme saber cuándo estés en posición y preparada.”
Linda tomo un garfio acolchado y lo amarro en su paquete, lo hizo girar, y lo lanzó hacia arriba y
sobre el techo adyacente. Ella lo jaló una vez, se enganchó, y luego subió rápidamente.
Los Spartans restantes se unieron a John en las sombras. Él cargó al hombro su rifle de asalto y
observo cuidadosamente.
La luz de confirmación de Linda parpadeó una vez.
John se tensó y corrió. Le tomó tres zancadas para alcanzar su sprint de máxima velocidad. Su
adrenalina aguijoneo e hizo arder su sangre. Él sintió lento el tiempo, su percepción corriendo en
un paso sobré cronometrado. Él se enfocó en su velocidad… anteponiendo un pie del otro. Sus
botas escarbaron en guijarros, triturando roca, y enviando una fina llovizna de grava detrás de él. Él
vio tres obstáculos en su camino: Un grupo de Grunts alarmado. Él estrelló la culata de su rifle
contra el más cercano, y aplastó su cráneo. El Grunt muerto dio vueltas pereciendo sobre el fin y
aterrizó amontonadamente. Él oyó graznidos y cortocircuitos alrededor de él pero no se detuvo
para mirar.
Él estaba en las escaleras de la construcción, con peldaños de piedra lisa que él subió de cinco a
la vez. John vio tres contactos amigos detrás de él en su rastreador de movimiento... y en el
margen de su rango una sólida masa de contactos enemigos.
“Eres bueno hasta el momento,” Linda reporto. “Ahí están los Elites, pero están desarmados. No,
un momento. Un par de Hunter avanza a tu posición. Alerta.”
Un cuarteto de disparos dividió el aire como los truenos.
“Amenaza neutralizada,” Linda dijo. “El resto de ellos se dispersa. Banshees acercándose.
Mantente alerta.”
John despejó las escaleras y patinó al detenerse en el umbral del templo. El interior estaba frío;
Las lecturas externas de temperatura estaban cerca de la congelación. La luz se filtro a través de
las ventanas de vidrio tintado en el techo, teñido de lavanda, cobalto, y turquesa.
Tres filas de columnas gigantes hechas de basalto azul oscuro fluyo a lo largo de treinta metros de
la estructura rectangular larga, fundiendo sombras largas. Era un buen lugar para una emboscada.
Él colocó su espalda en contra de uno de los pilares y barrió la entrada, cubriendo a su equipo a
medida que entraban.
“¿Cortana, actualización sobre la seguridad de la estación?” John dijo.
“Hay docenas de reportes en los canales de seguridad. Los tengo cubiertos.”
Otra voz de Cortana interrumpió sobre la primera: “También te avisó, Jefe, que hay guardias
ceremoniales en este templo… Una raza que no hemos encontrado antes. Apenas traducidos de
237
ERIC NYLUND
dialectos Covenant, son llamados 'Brutes'. No deberían ser una amenaza significativa o ellos
habrían sido usados en situaciones militares previas.”
John no estaba tan seguro de eso. El nombre Brute no sonó alentador. Él también se preguntó por
qué ahora parecía haber más de una Cortana en el sistema de la estación… Pero eso podría
esperar.
Tenían que mantenerse en movimiento ahora que habían revelado su posición.
Él indico al Equipo Azul que siguieran adelante.
John tomó la delantera. Él avanzó a la siguiente columna en el centro del edificio. Fred y Will dieron
un paso hacia las columnas a ambos lados detrás de John. Grace tenía sus espaldas.
Hubo un parpadeo en su sensor de movimiento… Justo delante de él. Desapareció.
John sostuvo en alto su mano. El equipo azul se detuvo.
Su detector de movimiento estaba despejado... pero había habido algo ahí.
Él tiró una granada de fragmentación.
El contacto transitorio estaba de regreso… Una sombra se movió alrededor del mismo pilar que
John usó para cubrirse. Se movía tan rápido como un Elite… Tan rápido como John.
Él apunto y disparó su rifle hacia la silueta oscura. No desaceleró… sólo aulló con furia.
Will y Fred dispararon ráfagas de tres rondas de sus fusiles en la criatura. Se sobresaltó con cada
impacto de bala.
Tres explosiones detonaron detrás de ellos. La alarma de los bio-signos de Grace chilló y brillo
intermitentemente en el HUD de John.
“¡Emboscada!” Will gritó.
La criatura que Cortana había llamado “Brute” dio un paso desde las sombras y enfrentó a John.
Era más alto que un Elite… Más ancho y más musculoso. Su boca estaba cubierta de navajas…
dientes afilados, y sus ojos rojos ardieron de odio. Su piel azul grisácea estaba llena de agujeros
de bala.
El Brute atacó a John, Le arrancó el arma, lo golpeó.
Aun con su armadura MJOLNIR, John no era tan fuerte como el alienígena.
Le dio golpes con sus puños desnudos… Atravesó su blindaje, agarro su cuello, y lo apretó.
Destellos rojos cruzaron a través de la visión de John.
Él comenzó a perder el sentido.
238
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO
17:51 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/ A bordo de la Estación de Combate Unyielding
Hierophant.
John luchó y trató de mover por medio de palancas las manos de su garganta. Los tendones en los
antebrazos del Brute eran como tiras de acero sólido… y la criatura estaba tan determinada a
arrancarle la cabeza a John que ni siquiera un clip lleno del rifle de John descargado en su pecho
lo había detenido.
Detrás de él, John sintió otro estruendo de una explosión, sin embargo el piso de piedra, emulo un
traqueteo staccato (pasaje musical de notas marcadas y entrecortadas) de fuego de rifle.
El equipo azul estaba ocupado con otra amenaza. Él actuó sin su ayuda. John parpadeó. La
oscuridad atenuó el borde de su vista no despejada.
John observó su barra de escudo parpadear y lentamente volvió a cargar. Si cargaba suficiente
fuerza repulsiva, entonces él podría tener una posibilidad de zafarse del agarre del Brute. Si él
hacía un intento demasiado rápido, entonces, el Brute no perdería su agarre y podría golpear su
escudo otra vez.
El Brute rugió, y glóbulos de saliva salpicaron sobre el HUD del Jefe. Se apoyó más cerca,
atornillando sus masivas manos apretadamente alrededor de su garganta.
La visión de John se limito. Su tráquea se hinchó, y él se silenció.
Los escudos estaban cargados a un 25%. Tenía que ser suficiente.
John había estado en similares agarres agónicos antes... horas interminables de entrenamiento en
las alfombras de lucha con sus compañeros de equipo y los especialistas de artes marciales
previstos por el Jefe Mendez. Había formas para escapar de un oponente mayor, más fuerte. Y
siempre había contraataques para esas escapadas. Y contraataques para contrarrestar. Era como
un juego de ajedrez, excepto que las piezas eran los brazos y las piernas, la fuerza de torsión y su
centro de masa... y lo más importante su mente.
Él deslizó sus rodillas hacia su pecho, y plegó su torso hacia su pelvis al mismo tiempo. Él giro
noventa grados y disparó hacia afuera ambas piernas y brazos, y desenrolló su cuerpo. La
maniobra era llamada “shrimping”.
La cabeza de John se escapó del agarre de Brute.
Él aprovechó la fracción de segundo de desorientación del monstruo para golpear sobre su
espalda. John derribó su codo en la base del cuello del Brute. Él barrió hacia afuera su codo, torció
la articulación alrededor, y lo empujó hasta donde pudo… más allá del punto en que cualquier
humano o Elite se hubiese partido en dos. John coloco sus anchas piernas como tijeras y oprimió
contra el piso, empujo su cuerpo para conservar al Brute inmovilizado.
Gruñó y empujó a sí mismo y a John hacia arriba con su único brazo libre.
“No. No lo harás.”
John aún agarraba firmemente una granada de fragmentación en su mano izquierda. Él tiro la
clavija… la coloco debajo, y la arremetió en el cinturón del Brute… él se retiró, sacó rápidamente
su único brazo deteniéndolo.
El Brute cayó sobre el piso y gritó con ferocidad.
239
ERIC NYLUND
La granada detono. Los levantó a ambos un metro, y aterrizaron otra vez... esta vez acompañados
por una lluvia, de bocados pulposo a medida que el Brute moría estrellándose contra el suelo.
El Jefe Maestro rodó y saltó sobre sus pies y buscó al Equipo Azul.
Los grandes pilares bloquearon su vista, pero él vio en su rastreador de movimiento que Fred
estaba detrás de un pilar derribado y a la izquierda de John, y Will detrás del pilar a la derecha. No
había etiqueta indicando la posición de Grace. Había, sin embargo, contactos de movimiento poco
definidos más allá de la extensa entrada arqueada del templo.
Y había otra cosa… ni Will ni Fred comprobaron el estado de John sobre el COM. Ese silencio
quería decir problemas.
John buscó a tientas su sonda fibro-óptica, pero se le había perdido en la riña con el Brute. Él se
apoyó en torno al pilar de roca.
Grace yacía en el suelo cara abajo, a cinco metros de la entrada del templo.
Un charco de gel hidrostático y sangre cubría el suelo a su alrededor.
John dio un clic sobre el COM una vez, una confirmación de estado.
En el mismo momento en que él hizo esto, dos Brutos giraron desde su refugio a cada lado de la
entrada del pasaje abovedado. Sujetaban en silencio rifles de gran calibre y con suaves
movimientos, fijos con hojas con bordes afilados. Uno de los Brutes vio a John, apuntó, y disparó.
John se lanzo devuelta detrás del pilar de roca; Él vio el destello y la explosión de una granada
lanzada desde el arma… escuchó dos rondas más disparadas inmediatamente después.
La primera granada impactó en el lado contrario del pilar y estalló. La superpresión sacudió
ruidosamente sus dientes.
El Jefe cambió de dirección y se sumergió, esperando meterse detrás de la siguiente columna de
piedra antes…
La segunda y tercera granada impacto y exploto en el pilar en el cual se había levantado una
fracción de segundo antes. La piedra sólida se derrumbo en trozos del tamaño de un puño.
Él resbaló y gateó hasta un refugio a medida que la parte superior de esa columna colapsó,
lloviendo piedras que hacían pedazos el piso... y le habrían aplastado.
Eso en cuanto a atacar a los Bruts en un asalto directo. John no estaba en forma para otra ronda
de lucha, tampoco. No con el reloj marcando. No con cada Covenant en esta estación a punto de
hacerlos pedazos. Complicando todo esto estaba la capacidad aparente del enemigo para
localizarlos cuando usaban el COM.
La única opción táctica que quedaba aún: Correr.
Él no iba a dejar atrás a Grace, al menos… No hasta que él supiera con toda certeza que ella
estaba muerta.
Él se quitó su mochila y sacó una de sus dos minas antitanques Lotus. El disco era de un cuarto de
metro con grupos de púas a lo largo del borde para estabilizarlo cuando era fijada. Él colocó el
selector de detonación en el modo de cuenta regresiva, siete segundos. Luego se deslizó por el
borde de la columna.
Él tiró la mina con un ligero roce de su muñeca. Giró en un ancho arco a través del vestíbulo del
templo e incrustó en la pared justamente sobre la entrada del pasaje abovedado.
Dos segundos hasta que estallo.
John dio un clic sobre en su COM y dijo: “¡Fuego en el agujero!”
Los Brutes otra vez giraron en torno de su escondite y nivelaron sus mortíferas lanzagranadas.
La mina Lotus detonó… hubo un destello y un momento de fuego. El templo se abrió y los Brutes
desaparecieron, reemplazado por una nube de polvo y una cascada de piedras que cayeron del
techo.
Un brazo gris permaneció expuesto bajo los escombros, todavía doblándose.
John avanzó hacia adelante. La entrada estaba sellada. Estarían a salvo por breves segundos.
Él se arrodilló al lado de Grace. Las líneas de sus bio-signos estaban planas. Él trató de voltearla…
pero no hubo necesidad. Las detonaciones que él escuchó mientras luchaba con el primer Brute
habían sido tres de sus granadas de alta velocidad... que habían estallado en el tronco de Grace.
Fred y Will salieron del lugar donde se cubrían. John miró a sus hombres y negó con la cabeza.
240
HALO: PRIMER GOLPE
John abrió el panel de acceso a la diminuta fuente de alimentación de la armadura de Grace e
introdujo el código de seguridad. Aún tenían una misión por terminar, significaba que no la podían
llevar hacia afuera; Les exhibiría demasiado. No la dejarían para el Covenant tampoco, sin
embargo... El diminuto reactor de fusión de su armadura se sobrecargaría y quemaría todo dentro
de un radio de diez metros… la pira funeraria de Grace.
“En marcha,” John dijo. “¿Cortana, por dónde?”
“Proceda dentro del templo treinta metros. Da vuelta a la derecha. Habrá una puerta sellada, una
escotilla de acceso para Ingenieros. La abriré y la cerraré después de que ustedes pasen. Apúrate.
Encuentro una aumentada resistencia de las IAs de la estación. Mientras tenga sus canales COM
seguros y bloqueados, las voces de agentes externos pasaran por COMs privados.”
Había un curioso eco en su voz. Tal vez era la retroalimentación del Covenant triangulando sus
señales. O quizás era algún efecto del trabajo. ¿Sobre qué le había advertido ella?
¿Complicaciones imprevistas usando una copia de una copia de Cortana?
“Entendido,” él dijo y señalo a Fred y Will hacia adelante. Él echo una última mirada a Grace, luego
marchó rápida y silenciosamente a la cabeza del grupo.
No había más contactos de movimiento en el templo. El Jefe, sin embargo, vio Grunts y Jackals,
Elites y Hunters pintados en murales en las paredes. En las sombras y en vidrios pintados filtrando
la luz, esas pinturas parecían moverse. Hacían una inclinación hacia algo que estaba más
adelante. El Jefe deseó tener más tiempo para hacer un completo registro de vídeo.
El equipo azul se movió treinta metros y giró para confrontar una sección de la pared. Se separó. El
pasaje podría haber sido adecuado para dos Ingenieros uno al lado del otro, pero John tenía que
encorvarse y girar lateralmente para pasar. Will y Fred siguieron; Cortana selló la puerta después
de que ellos pasaran.
Continuaron hasta que el pasaje estrecho cambio de dirección en noventa grados y descendido
directamente hacia abajo.
Will fijó una cuerda y ellos descendieron cien metros, aterrizando en una plataforma.
John diviso a lo lejos una caverna tallada de piedra escarpada que se arqueó hacia arriba noventa
metros y se desvanecido en las sombras a lo lejos.
Quinientos doce reactores de fusión se veían como conchas aplastadas en espiral llenando toda el
área, apiladas en filas y en ocho columnas profundas. Cada uno era del tamaño de una nave de
descenso Pelican y tamborileando con poder, lanzando hacia afuera ondas variables de calor.
Las áreas abiertas entre los reactores eran un enredo de conductos de plasma y enjambres de
miles de Ingenieros flotantes cuidando la maquinaria. Débil auroras etéreas contenían remolinos de
plasma escabulléndose y, mezclándose dentro de una espuma luminosa por los intensos vórtices
magnéticos dentro de la cámara.
Era una proeza grandiosa de ingeniería. Era como si los constructores de la estación hubieran
tallado esto desde la simiente del asteroide y hubieran construido el resto de la instalación
alrededor de ella.
Will apuntó a través del cuarto hacia tres Jackals que caminaban en una pasarela. El equipo azul
mantuvo posición y no se movió.
“Ahí,” Cortana anunció. “Al otro lado de la plataforma es una terminal del subsistema del reactor.”
John mantuvo en alto una mano hacia Will y Fred, esperando a que los guardias Jackal pasaran, y
luego corrio a toda prisa a través de la plataforma. Él quitó el chip de Cortana y lo introdujo en la
terminal.
Después de tres segundos, ella reportó: “Estoy adentro. Muy pocas medidas de contra intrusión
Covenant en este sistema. Puedo llevar a cabo la sobrecarga. He encontrado una ruta de salida
241
ERIC NYLUND
para el Equipo Azul y las he cargado a sus sistemas de navegación,” ella continuó. “Deben ser
cautelosos para regresar a la bahía de reparación sin ser detectados. Una vez ahí, dame la orden y
podré comenzar. Tomará diez minutos la sobrecarga de la instalación. No se detendrá una vez que
esto comience, Jefe, tienes que estar seguro.”
“Esta estación y la flota Covenant podría saltar hacia la Tierra en los siguientes diez minutos,” John
dijo. Él miró hacia Fred y Will, e inclinaron la cabeza como si pudieran leer su mente.
“Procede con la sobrecarga ahora, Cortana.”
La luz de los reactores cambió; El plasma azul se matizó de blanco y se propago como un veneno
a través de los conductos interconectados.
“Sobrecarga iniciada,” la copia de Cortana anunció. “sugiero que el Equipo Azul se mueva a toda
velocidad hasta la salida.”
Un triángulo de navegación señaló una escalera que dirigía a la pasarela de arriba. John sostuvo
dos dedos hacia Will y Fred y luego asintió hacia la patrulla de Jackals. Fred y Will se arrodillaron,
se afirmaron, y esperaron a que John vaya adelante.
John subió por la escalera. A medida que él se acercaba a la parte superior, tres disparos se
oyeron detrás de él. El sonido fue casi ahogado por las intensificadas resonancias desde los
reactores. Él despejó la parte superior de la escalera y vio a tres Jackals muertos en la pasarela. Él
barrió ambas direcciones con su rifle y luego hizo gestos hacia Will y Fred para que avanzaran.
Su cronometro de cuenta regresiva dio lectura de 9.47. El calor y luz de los reactores aumentaron
fuertemente, y los escudos de John brillaron ligeramente.
El equipo azul trotó hasta el final de la pasarela hacia un elevador. Entraron, las puertas se
cerraron, y el vagón inmediatamente ascendió.
Cuándo las puertas abrieron otra vez, la luz del sol azul artificial llenó el vagón… como lo hicieron
las sombras de dos Elites esperando el elevador. El equipo azul abrió fuego y mataron a los Elites,
dejando una rociada de sangre a través del suelo.
El Jefe avanzó ligeramente alrededor del marco del elevador y vio una maraña de tuberías y
fuentes y una de las curiosas vías fluviales en forma de espiral que caían arriba desde su centro.
Ésta era una planta de Intercambio de calor para los reactores de abajo. Ahora el agua en los
Canales emitía vapor y hervía.
Él vio Elites Covenant y un par de Hunters que habían llegado al mismo punto en la entrada del
templo a unos cien metros a su derecha. Sobre el templo docenas de Banshee rodearon la
carnicería.
Una pandilla de Grunts logró despejar una abertura hacia el templo. Hubo un destello de luz y un
fuego agitado, quemándolos así como también a sus supervisores Elite.
“Adiós, Grace,” John murmuró.
La detonación de su fuente de energía les compraría más tiempo mientras las fuerza Covenant
intentan entender lo qué acababa de ocurrir… quizá pensarían que el Equipo Azul todavía estaba
dentro del templo. Grace adicionalmente había sacado de combate a una docena de Grunts y
cuatro Elites con su última acción. Eso la habría complacido.
John giró hacia el extremo más alejado del gran cuarto y divisó una banda de material translúcido
en la pared lejana. Se dirigió a la bahía de reparación y más allá estaban las esclusas de aire. Esa
era su salida.
Él echó una mirada a su cronometro de misión: 8:42. Tendrían que llegar allí rápido.
242
HALO: PRIMER GOLPE
Su mirada se centró sobre los Banshees en el aire. Él busco a Linda, situada en alguna parte de la
extraña geometría de esta estación. Ella podía estar en cualquier lado a lo largo de varios
kilómetros de la ciudad.
John dio un clic sobre su COM. “Linda, no contestes. El Covenant triangula nuestras señales.
Espero que cumplan y envíen uno pocos de esos Banshees para hacer un reconocimiento. Cuando
se acerquen a la planta de cambio de calor, elimínalos… necesitaremos sus vehículos.”
No hubo respuesta. ¿Quería decir eso que Linda entendió y estaba en posición de ayudar? ¿O
estaba muerta?
Como John esperó, tres Banshees en formación de búsqueda, rodeando el templo y doblando
hacia ellos.
John hizo gestos a Fred y Will para que salieran del elevador y entraran al bosque de tuberías
llenas de vapor. Se dispersaron, tomaron cobertura, y apuntaron a los Banshees entrantes.
Los Banshees se desplegaron, desaceleraron... pero luego se inclinaron, regresando al templo.
John dio un clic sobre su COM tres veces.
Los pilotos Elite inmediatamente dieron media vuelta y aceleraron hacia su posición. Un Banshee
maniobro con la nariz en un clavado clásico de bombardeo. El plasma de sus cañones se calentó y
crujieron con energía, indicando una descarga inminente.
Hubo una rociada de sangre desde el Banshee, luego el piloto cayó hacia adelante y empujó
completamente el acelerador. El Banshee recorrió alocadamente el aire a máxima velocidad…
chocando violentamente contra una torre de recuperación de agua, y desplomándose hacia el
suelo.
“Linda,” John masculló y trató de divisarla. A juzgar por la rociada de sangre, ella había logrado
enviar una ronda a través de la diminuta área expuesta de la cabina del piloto, y había infligido un
tiro letal. Él buscó su posición;
Ella tenía que estar en uno de ellos. Lo más probablemente era que el disparo Hubiera venido
desde arriba. Había numerosas pasarelas corriendo a través del largo del cuarto masivo.
Los dos Banshees restantes aceleraron hacia el Equipo Azul.
Sus cañones de plasma titilaron, y se nivelaron en una trayectoria hacia su flanco.
John, Fred, y Will levantaron sus rifles. Hubo un crujido mudo de un rifle de francotirador, y otro
Banshi fue a la deriva hacia el suelo, su piloto derribado por la extraña habilidad de Linda.
El último piloto restante viró a estribor, sin saber quien había matado a sus dos compañeros de
vuelo... sólo que tenía que salir del área si quería vivir. En el ángulo más apretado de su curva, la
nave desaceleró. John no podría decir precisamente de dónde provino el disparo, pero una tercera
ronda del francotirador paso a través de la cabina de la nave. El Banshee dio vueltas en círculos
antes de detenerse, nariz abajo en la calle.
Tres disparos imposibles, tres asesinatos. Aun para Linda, esto fue un disparo espléndido… los
tiros más finos que John en toda la vida había visto. Él miró alrededor de la estación, sobre los
edificios, espirales, pasarelas, tubos de tránsito… fue imposible divisarla.
John apunto a Fred y Will hacia dos de los Banshees derribados y corrió a toda velocidad hacia el
que aún daba vueltas sin piloto en la calle, sus alas raspando y chispeando sobre las piedras.
Él trepó a bordo, empujó el acelerador hacia adelante, y apunto hacia la pared lejana. Él mantuvo
su mano en posición horizontal y la movió hacia abajo, indicando a Fred y a Will que debían pasar
rozando el suelo.
243
ERIC NYLUND
John se salió de curso en un arco extenso. Tal vez él podría desviar la atención lejos de ellos.
Él se elevó ligeramente más alto e hizo zumbar las partes superiores de las estatuas y domos
dorados de héroes Elite con espadas levantadas. Grunts y Jackals se dispersaron a medida que él
se acercó, y John les disparó. Él cambió de posición hacia el lado a medida que él salpicaba, sin
embargo el agua caía desde otro lado de la estación.
Cuatro Banshees se colapsaron detrás de él. John ondeó de acá para allá. Un par de pernos de
plasma crepitó sobre su cabeza.
Él se arriesgó a mirar sobre su hombro y vio dos de los Banshees caer. Un momento más tarde
chocaron violentamente contra la superficie.
Linda aún cubría su espalda.
Él descendió hacia el suelo y pasó rozando a lo largo de una calle, patino, y dobló en un callejón.
Sombras de Banshees pasaron sobre su cabeza.
Él empujó el acelerador por completo y hecho uno carrera directa hacia la pared de atrás.
Will y Fred habían aterrizado sus Banshees y se habían encorvado al lado de la ventana de un
metro de ancho separando esta sección interior de la bahía de reparación. John aterrizo su
Banshee al lado del de ellos, revolvió su mochila, alcanzó algo, y le lanzó a Fred su última mina
antitanque Lotus.
“Coloca eso en la ventana y coloca un detonador remoto.” Luego arriesgó un canal COM abierto a
la copia de Cortana en el sistema de la estación. “¿Cortana, puedes abrir las esclusas de aire en la
bahía de reparación?”
Una oleada de voces llenaron el COM, todos hablando al mismo tiempo, gritando para oírse sobre
la otra… Todas voces de Cortana. Una finalmente se abrió paso. “Jefe, he creado una copia
dedicada exclusivamente para comunicarme contigo. Adelante.”
“¿Cuántas copias hay de ti?”
“Lo desconozco. Centenares. La IA Covenant me abrumó.
Tuvo que. Esto es difícil. Muchos errores en mis sistemas. Filtrando en conjunto sub-canales de
información. Para contestar a tu pregunta inicial: Sí. Puedo pasar por encima de los cierres de
seguridad y puedo abrir las esclusas de aire. Mis sistemas se fragmentan. No puedo existir en una
condición coherente por mucho tiempo.”
John miró hacia afuera a través de kilómetros de la curveada vista de la ciudad.
Los tanques Wraith entraron rodando por las calles; Legiones de Grunts, Jackals, y Elites corrieron
a toda prisa de construcción a construcción y dispararon a los objetivos que no estaban allí.
Banshees y Ghosts zumbando a través del aire como nubes de moscas.
El cronometro de cuenta regresiva de misión de John indico 7:45.
“Linda está ahí,” él dijo a Fred y Will. Fred comenzó a decir algo, pero John lo interrumpió. “Si no
estoy de regreso dentro tres minutos, haz estallar esa ventana y escapen.”
Fred vaciló pero luego inclino la cabeza.
“No la puedo dejar atrás,” John le dijo y cargo sobre el acelerador del Banshee.
“No si ella está todavía viva.”
Las últimas palabras de la Doctora Halsey para él resonó en la mente de John: Debería haber
tratado de salvar cada vida humana… sin importar lo que cueste.
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HALO: PRIMER GOLPE
Él llegaría a Linda. Él la sacaría viva… o moriría en el intento.
245
ERIC NYLUND
CAPÍTULO TREINTA Y CINCO
18:20 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario
Militar/ A bordo de la Estación de Combate Unyielding
Hierophant.
El Jefe Maestro aceleró su Banshee a su velocidad máxima.
Hubo otra explosión en el templo, y géiser de vapor en el aire salieron de la planta de intercambio
de calor. Las formaciones de Banshees dieron vueltas y se dispersaron.
John se introdujo tan cerca como pudo en la cabina de su nave y exigió cada bit de velocidad de la
nave.
Un par de Banshees bajó en picada, uno cerca de babor, el otro a su estribor. Sus armas de
plasma calentadas; John giró hacia abajo y adelante para proyectarse hacia su objetivo. Él se
preparó para el impacto... pero no hubo ninguno.
El Jefe estiró el cuello y volteo su cabeza hacia atrás y vio al piloto del Banshee caer, se deslizo
fuera de su nave, y cayo en picada al suelo. El rastreo el Banshee sin jinete también... sólo una
cobertura de motor y la cabina del piloto salpicada en sangre.
Linda todavía le cubría… había eliminado a ambos pilotos con precisos disparos. Ella tenía que
estar cerca.
John escaneo el área. Había espirales y torres de recolección de agua, tubos de transporte y
pasarelas que entrecruzaron el centro de la estructura. Había un nexo de pasillos cerca de la viga
de iluminación situada en el centro de la estación, una posición con bastante resplandor de tal
manera que un francotirador podría esconderse en la intemperie sin ser detectado.
Él se arriesgó y codifico un canal COM privado hacia Linda. “Pensé que podrías necesitar un
transporte, entonces yo…”
Un mortero de energía estallo sobre el hombro de John, quemo el aire como un sol fuera de órbita
y dreno sus escudos a la mitad. Impactó un elevado depósito de agua, y la estructura exploto en
una nube de vapor enceguecedor.
John dirigió el Banshee a través de la nube, miro hacia abajo, y vio un tanque Wraith rastreando su
trayectoria.
Él lo evadió y ondeó pero se mantuvo en movimiento hacia la probable posición de Linda.
Su cronómetro de cuenta regresiva de misión indicó 7:06.
No había tiempo para elegantes maniobras evasivas.
¿Quería Linda aún ser encontrada? ¿Tal vez ella quería que él lograra salvarse y que la dejara
atrás? Es lo que él habría hecho.
“Reporta tu posición, Linda,” John grito sobre el COM. “Esa es una orden directa.”
Tres segundos marcaron en su reloj de misión y luego seis tonos “Oly Oly Oxen Free” la canción
silbó a través de los parlantes de John y un indicador de navegación apareció en su HUD.
El indicador triangular giró alrededor de una cuerda que pasó en medio de dos tubos de tránsito y
colgaba peligrosamente cerca de la viga de luz de alta intensidad. Era un hilo apenas perceptible
que pasaba a través de una rígida sombra cerca de una pasarela cercana.
246
HALO: PRIMER GOLPE
John incremento la imagen. A través del resplandor de la luz, y en las profundidades de la sombra,
él percibió el parpadeo de un reflejo óptico.
Linda usó ambas: la luz brillante y la oscuridad para esconderse.
John dirigió el Banshee hacia ella. Él cortó una línea de la correa de su cinturón sobre el marco del
Banshee y comprimió sus muslos más apretadamente sobre el asiento.
Cuando él estaba a treinta metros, hizo contacto visual.
Linda enrolló la cuerda sobre una de sus botas y alrededor de un antebrazo. Ella sujetaba su rifle
de francotirador con un brazo, y John sólo pudo suponer que ella había estado disparando desde
semejante posición imposible.
Ella desenrolló la cuerda de su bota, se meció, se soltó en el clímax del arco… y cayó hacia él.
John forzó la cobertura del motor del Banshee hacia arriba contra la filtración hidráulica y extendió
sus brazos, sus dedos tocaron los de ella… y su mano sujeto firmemente su guante de seguridad.
Él la meció alrededor y sobre su hombro. Linda aterrizó delante de él, sobre el asiento.
John hizo girar el Banshee alrededor y aceleró de regreso a la ventana.
La nave continuo hacia adelante con la cubierta de proa ascendiendo y descendiendo… pero no
había una manera adecuada para dos personas en la nave.
“En camino,” John dijo sobre el COM a Fred y Will.
“Abran la puerta y prepárense para una salida rápida, Equipo Azul.”
La luz de reconocimiento de Fred parpadeo en su HUD.
“Cortana, abre esas esclusas de aire. ¡Ahora!”
Una cacofonía de voces llenó el COM de John. Había tantas copias de Cortana hablando al mismo
tiempo que él no pudo distinguir algo coherente.
“Cortana, las esclusas de aire.”
Hubo un estallido de estática. “Disculpa, Jefe,” Cortana contesto. “He creado una copia dedicada
para... Para... Hablar con usted.”
John pensó que ella ya había hecho una copia para hablar directamente con él. ¿Qué había
ocurrido con eso?
“Derriba la seguridad de la esclusa de aire, Cortana. Abre la parte exterior y las puertas de la bahía
de reparaciones.”
“Trabajando, Jefe. Hay también mucho tráfico en el sistema COM. Tantas de nosotras. Cerca del
nivel de saturación. Tengo que luchar para lograrlo... alerta”
Una explosión apareció kilómetros a lo lejos y a lo largo de la pared lejana.
La mina antitanque Lotus se volvió un florecimiento de llamas y humo negro que flotó suavemente
y se propagó y dejó grietas en la sección transparente de un metro de ancho.
Pero la ventana aguantó.
Aquella mina antitanque Lotus pudo haber pasado a través de una pared aun si hubiera sido de
acero reforzado, pero esta pared se había quedado en una pieza.
247
ERIC NYLUND
Se quedaron atorados adentro.
Trescientos metros hasta la ventana.
“¡Cortana!”
En la periferia de su vista John vio nubes de Banshees y Ghost ganándoles terreno.
“¡Cortana, es ahora o nunca!”
“Adentro” La voz de Cortana era débil. “Falla Interna del sistema 08934-EE. Error global del
sistema 9845-W. Reanudando. Puertas interiores abiertas. Derribando seguridad en progreso.
Sistema de bloqueo…”
El COM murió.
Cien metros afuera, más allá de la ventana agrietada, la atmósfera se puso blanca por un abrir y
cerrar de ojos luego se despejo. Cada veinte metros a lo largo de las paredes de la bahía, las
puertas de la esclusa de aire se abrieron. Más allá, las estrellas brillaron en el terciopelo negro.
Los Banshees de Fred y Will aparecieron cerca del estribor de John.
John apuntó y conjuntamente se zambulleron, acelerando hacia el centro de la agrietada sección
transparente de la pared.
Esa red de fisuras esparcidas: Señalo hacia el tramo extenso y agrietado a lo largo de la ventana...
desaceleraron y se detuvieron.
John disparó los cañones de plasma del Banshee. Fred comenzó a disparar igualmente, y cuatro
masas informes de plasma salpicaron a través de la superficie vidriosa cincuenta metros fuera.
La ventana se doblo, crujió, diminutos fragmentos saltaron fuera de su sitio... Pero el material
transparente permaneció tercamente intacto.
John estaba a treinta metros de la superficie… él tendría que salirse del curso ahora, o impactaría
sobre eso. Él apretó sus dientes y se preparó psicológicamente.
Diez metros.
La superficie lisa de la ventana brilló intermitentemente en un mosaico irregular.
El chirrido de cristal sobre cristal llenó el aire. Se hizo pedazos.
El trozo entero se desmorono e instantáneamente estalló en el vacío espacio… barrido hacia
afuera por la atmósfera presurizada llenando el interior de la estación.
John trató de maniobrar el Banshee. Él irrumpió en la bahía de reparación, comenzó a girar la nave
sobre y derecho… descendiendo, volteando sin embargo hacia la esclusa de aire... Y fueron a la
deriva en la oscuridad del espacio.
Él agitó sus piernas en la gravedad cero, y la correa de sujeción de su cinturón crujió. Él salio hacia
la parte trasera del Banshee. Linda se agarró con una mano Y extendió la otra hacia él. Él subió de
regreso a bordo y golpeo suavemente los propulsores para estabilizar su grado de inclinación y
virar fuera de curso.
Detrás de ellos la estación ventiló gas así como también los cuerpos de Ingenieros Covenant,
Grunts, Jackals, y Elites. Nubes de basura de metal salieron de las rupturas. Destellos de vapor se
congelaron en brillantes cristales de hielo.
248
HALO: PRIMER GOLPE
La flota Covenant se movió también, algunos cruceros se cuadraron con la estación, otros se
movieron más lejos. Había quinientos buques de guerra alienígenas fuera de la nave líder desde su
comando y centro de control, y le recordaron a John motas de polvo dentro de un rayo de sol…
silenciosamente flotando en cada dirección.
John divisó una nave de descenso a la deriva un kilómetro delante, muerta en el espacio.
Él dio un clic sobre su COM una vez y dejó caer un indicador NAV sobre la nave Covenant. Las
luces de confirmación de Fred y Will parpadearon en su HUD.
John pulsó los motores de su Banshee una vez y dejó que su inercia lo llevara hacia la nave de
descenso. Él esperó que el resto de Flota Covenant intentara entender lo que recién había
ocurrido... y no prestaran atención a un pedazo de escombro flotando en el espacio.
El Banshee suavemente impactó sobre la nave de descenso.
John se aferró al casco, y Linda gateó sobre él, abrió la escotilla de acceso de babor, y entró. Fred
y Will flotaron cerca, y John les ayudó a subir a bordo.
Él vaciló y echo otra mirada a la flota Covenant.
Cientos de buques fuera de control. ¿Pero cuánto tiempo duraría eso?
Aun si los reactores de la estación se encadenaran y estallaran... aún así el Covenant todavía tenía
bastante fuerza para destruir las defensas de la Tierra y reducirla a cenizas.
Todo lo que habían hecho fue comprar un poco de tiempo: Mientras alguien asumiera el cargo de
la flota Covenant. Eso no era suficiente, pero John no estaba seguro qué más hacer.
Él se arrastró por la escotilla, entró en la nave, y la selló detrás de él.
Linda se instalo en la consola del piloto mientras Fred se instalo al lado de ella a bordo de la
estación de operaciones. Un motor esquemático apareció frente a Linda, y la energía pulsó a
través de sus bobinas de plasma. Las luces interiores débilmente resplandecieron.
“¿Hacia dónde, Jefe?” Linda preguntó.
“Lejos,” John dijo y miró la pantalla del sistema de navegación. Él apuntó hacia la diminuta luna
moviéndose en órbita cerca del planeta. “Métenos en la sombra de la luna. Pero lento. Intenta no
atraer alguna atención.”
Su cronometro de cuenta regresiva indico 5:12. Todavía podían tener tiempo.
“Entendido,” Linda dijo.
La nave de descenso giró alrededor y suavemente se movió fuera de la estación, acelerando casi
imperceptiblemente hacia la diminuta luna cubierta con marcas negras y plateadas.
Fred se encorvó sobre su consola. Gruesas líneas puntiagudas representando la Frecuencia
directa Covenant K-Bands cambio y titiló en su pantalla. “Los canales COM Covenant están
atorados,” él reportó.
“Comunicaciones y preguntas para y desde cada buque en la flota preguntándose qué pasó. Y los
canales COM de la estación están completamente llenos de esas copias de Cortana... y ella
solamente está repitiendo diferentes códigos de error en el sistema.”
“¿Qué es esto?” John preguntó, inclinándose sobre el hombro de Fred. Él apuntó hacia una banda
COM con sólo una punta.
249
ERIC NYLUND
Fred consideró la caligrafía Covenant por un largo momento, y luego inspiró abruptamente. “Si el
software de traducción está funcionamiento bien,” él murmuró, “entonces esa E-Band (Frecuencia
de emergencia de la UNSC)... es nuestra.”
Fred acciono los parlantes externos. Seis tonos dieron un pitido, se detuvieron, y luego se
repitieron.
“Oly Oly Oxen Free,” John respiró. “Envía la contraseña, Fred.”
“Sí, Jefe. Enviando Ahora.”
¿Quién pudo haber enviado esa señal? No había otro Spartan vivo en este sistema. A menos que
fuera la Doctora Halsey y Kelly. ¿Los habrían rastreado de alguna forma?
“Ya era hora de que usted apareciera.” La voz lenta del Almirante Whitcomb sonó fuerte y clara
sobre el COM. “Cambia al esquema de codificación ‘Arco Iris’.”
John asintió hacia Fred, quien corrió una derivación del COM Covenant en el puerto de datos en la
parte trasera de su casco.
“Decodificación en línea,” Fred reportó.
“Almirante,” John dijo. “¿con el debido respeto, señor, por qué está usted aquí?”
“El teniente Haverson sugirió que saliéramos del Slipspace en el borde de este sistema, nos
escondimos en la nube Oort y recogimos a un poco de inteligencia.” El Almirante suspiró. “Pues
bien, eche una mirada y me imaginé que incluso si usted eliminara esa estación... demonios, hijo,
todavía quedan cientos de buques Covenant dentro del sistema para saltar hacia la Tierra. Aunque
yo lograra llegar y advertirles acerca de esto no haría diferencia. Así es que voy a hacer algo al
respecto de eso aquí y ahora. Usted ha hecho su parte, Jefe. Déjeme el resto a mí.”
Hubo una pausa, luego el Almirante preguntó en un tono bajo, serio, “¿Usted logró terminarlo, no lo
hizo, hijo? ¿Pusiste en la estación equipó para hacerla estallar?”
“Sí, señor.” John conectó su cronometrador de misión en el COM. “Cuatro minutos treinta y dos
segundos y contando.”
“Perfecto, Jefe Maestro. Tráelos de regreso al granero. Permanece en tu rumbo. Estamos en el
lado lejano de la luna y te estamos esperando.”
John hizo señas a Linda para aumentar su velocidad. Ella empujó la franja de aceleración de
energía a tres cuartas partes.
“¿Esperando, señor?”
“Whitcomb cambio y fuera.” El COM se apago.
John miró hacia Will, Fred, y Linda, y todos ellos se encogieron de hombros.
Él empujó la franja de aceleración a la velocidad máxima, y la nave de descenso entro en la órbita
alta alrededor de la luna splotchy, arqueando aproximadamente hacia el lado lejano, donde el
maltratado Gettysburg los esperaba.
Pero sólo el Gettysburg.
“¿Dónde está el Ascendant Justice?” John murmuró.
250
HALO: PRIMER GOLPE
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS
18:25 horas, 13 de septiembre de 2552
(Fecha Revisada según el Calendario Militar) / A bordo de la
Gettysburg de la UNSC, cerca de la estación de combate Unyielding
Hierophant.
El Jefe Maestro y el Equipo de Azul bajaron del ascensor y sobre el puente del Gettysburg.
“Señor…” John empezó por saludar a Almirante Whitcomb, pero ni el Almirante, ni el Teniente
Haverson estaban ahí.
Los únicos dos en el puente eran el Sargento Johnson, quien tenia clavado los ojos en las
pantallas delanteras, y Cortana, cuya figura holográfica ardió azul brillante y fluyó con símbolos de
código y matemáticos más allá de la comprensión de John.
El sargento Johnson giró hacia ellos. Él vio a los Spartans y frunció el ceño, notando que no todos
ellos habían regresado.
“No estoy seguro sobre que es eso.” El Sargento inclinó la cabeza para mirar la pantalla uno, se
centró en el comando y estación de control Covenant. “No luce como algún ‘uneven elephant’
(‘elefante disparejo’) para mí… más como dos calamares besándose. Lo que sea, demonios estoy
feliz de que vaya a estallar. Bonito trabajo… casi tan bueno como si enviaran a los Marines.”
Una esquina de su boca se quebró en una sonrisa.
“¿Dónde está el Almirante?” El Jefe Maestro preguntó. “¿Y El Teniente Haverson?”
La media sonrisa del Sargento desapareció, y sus ojos se ensombrecieron. Él se movió a la
Estación de Armas Uno. “ya verás. Un drone espía Clarion está casi en posición.”
La pantalla central vibro con estática y luego mostró la parte exterior del Ascendant Justice
moviéndose fuera de la sombra de la luna. El buque insignia Covenant una vez formidable estaba
en ruina; Su casco estaba agrietado en una docena de lugares, su marco esquelético estaba
expuesto, y sólo unos pocos conductos de plasma titilaron con vida.
“No entiendo,” el Jefe dijo. Él dio un paso más cerca hacia el holograma de Cortana. Estar junto a
la Cortana real, no a una de sus copias fragmentadas… le dio la confianza de que todo estaba bajo
control. “¿que están haciendo?”
“Alerta, Jefe,” ella contestó. “intento armonizar el Slipspace del Ascendant Justice impulsado por la
masa y el perfil de la Gettysburg.”
“Eso es lo que nosotros estábamos haciendo mientras tú estabas fuera de vista,” el Sargento le
dijo. “arrancamos la matriz Slipspace de nuestro buque y la instalamos en el Gettysburg.”
John giró y miró hacia las pantallas. ¿El Ascendant Justice no podría saltar? ¿Entonces por qué
estaba eso dirigiéndose directamente a la flota Covenant? ¿Un señuelo? Él recorrió con la mirada
el cronometro de cuenta regresiva: quedaban 2:09.
“No un señuelo,” él murmuró, “... un cebo. Sargento, envía una señal al Ascendente Justice.
Refléjalo fuera de ese drone espía si tienes que.”
“Entendido, Jefe,” el Sargento Johnson dijo y tecleo ligeramente las órdenes. Un sonido advirtiendo
un error. Él meneó su cabeza, quedo perplejo, e hizo otro intento, reescribiendo cuidadosamente.
251
ERIC NYLUND
“Linda, toma la estación Navegación. Fred, tú estarás en Operaciones. Will, échale una mano al
Sargento en Armas Uno.”
El equipo azul se lanzó a sus estaciones asignadas.
Will bordeó al Sargento y rápidamente oprimió tres botones.
“Ajuste del COM establecido,” él reportó. “En pantalla dos.”
El puente del Ascendant Justice apareció en la pantalla. El teniente Haverson y el Almirante
Whitcomb estaban de pie sobre el levantado estrado central, ajustando los controles holográficos.
Detrás de ellos, los monitores de la pared mostraban buques Covenant cerrándose en su posición.
El almirante Whitcomb sonrió. “Me alegro de verte a salvo y a bordo, hijo.”
“Señor, la flota los destruirá antes de que puedan disparar una sola descarga.”
“Creo que no, Jefe Maestro,” él contestó y conectó el proyector holográfico. Un delgado fragmento
cristalino azul apareció… una copia exacta del artefacto alienígena que encontraron en Reach.
“Estoy enviando esta imagen a cada buque en el sistema y dejándoles saber que es de ellos para
que lo tomen... si se atreven a abordar este buque y enfrentar a los mejores guerreros de la Tierra.”
Él se rió. “Pienso que eso atraerá a esos Elites y su exagerado sentido del honor.”
John inclinó la cabeza. “Sí, señor. Lo hará.”
Él miró el cronometrador de cuenta regresiva: 1:42.
La flota Covenant cambió de dirección y se movió hacia el entrante Ascendant Justice. Una nube
de cruceros y trasportadores. Centenares de ellos. Probabilidades imposibles.
“Dispara la torre cuatro, Teniente,” el Almirante ordenó.
“¡Disparando!” Haverson contestó, su cara se ajusto en una sombría determinación.
Una lanza de plasma descargada, se arqueó, e impacto en la nariz del transportador más cercano.
La energía salpicó sobre sus escudos y se disipó.
“Torre cinco, Teniente. Envíelos al infierno.”
“Disparando cinco, señor,” Haverson dijo.
Un segundo perno de plasma siguió al primero. Estalló en los escudos debilitados del transportador
y derritió la armadura y el casco, estallando a través de las cubiertas de proa. La nave rodó y chocó
violentamente contra un crucero que se había aproximado también.
“Buen disparo, Teniente,” el Almirante murmuro.
La flota Covenant respondió con una enceguecedora descarga de fuego láser. Puntos de energía
se centraron en el Ascendente Justice en las cubiertas de popa, la armadura hirvió en gruesas
capas… a través de lado a lado, separando sus motores.
El Almirante sonrió. “Una respuesta táctica atinada. Bueno, ellos no saben que nosotros solo
estamos usando esa honda alrededor de la luna y nuestra inercia para hacer el resto del trabajo.”
Él recorrió con la mirada los monitores y la estación aumento sobre ellos. “Espere, Teniente.
Prepárese para el impacto.”
El Ascendant Justice fue a la deriva hacia la estación.
252
HALO: PRIMER GOLPE
Chocó violentamente contra el anillo central, aplastando la estructura, y continuado hacia adelante,
abollando el casco de la apretada sección central... y finalmente se detuvo con su nariz clavada
dentro del Unyielding Hierophant.
La pantalla central en el puente del Gettysburg se segó en estática y entonces lentamente se
recupero. La imagen vacilante del Almirante Whitcomb parpadeo hacia arriba. Un corte desde su
sien hasta la esquina de su boca despedía sangre. El teniente Haverson toscamente se puso de
pie, su brazo se mantuvo en un ángulo extraño, quebrado.
“Sistema de transmisión ancha,” Almirante Whitcomb gritó hacia Haverson.
“Sí, señor,” Haverson dijo y torpemente ajustó el COM.
“Vamos, poderosos guerreros Covenant,” el Almirante gritó. “Estamos aquí en medio de su flota
con su cristal sagrado.”
Él pulso un botón en el fragmento holográfico, y produjo un sonido metálico como si realmente
pulsara. “¡vengan y tómenlo!” Él se rió otra vez.
Centenares de buques Covenant se movieron hacia ellos. Líneas se aferraron y rayos se adhirieron
al agrietado casco del Ascendant Justice. Miles de naves de descenso y Elites llenaron el espacio
alrededor del buque insignia.
El Jefe Maestro miró el cronometro de cuenta regresiva: 0:27.
A lo largo del bulbo dorsal de diez kilómetros de la estación espacial, las parcelas se calentaron a
un rojo opaco, el calor de los reactores se sobrecargo volviéndose exteriormente visible.
“Muévenos de regreso, Linda,” John dijo. “Mantennos en la sombra de la luna. Usa tanto poder
como podamos ahorrar.”
“Sí, Jefe,” Linda contestó. “Propulsores delanteros contestando a una tercera parte de la energía
en reversa. Rumbo 1-8-0.”
“¿Cortana,”2 él preguntó, “estado del generador Slipspace?”
“Casi listo, Jefe,” Cortana dijo. Ella mordió su labio inferior en concentración. “Carga del
condensador en 80%. Ajustando cálculos finales. Alerta.”
En la pantalla el Almirante giró hacia el mamparo sellando el puente del buque insignia. Una
cascada de chispas a lo largo de la sutura como cortadores penetrando al otro lado. “Jefe Maestro,
tengo órdenes finales para ti.”
“Señor,” John dijo.
“Tú vigilaras y verás lo qué quedó de éstos canallas cuando hayamos terminado con ellos. No te
involucres bajo cualquier circunstancia. Tú obtendrás inteligencia y saltaras de regreso a la Tierra y
harás tu informe.”
“Entendido, Señor.”
“Ahora escucha, hijo, ¿Recuerdas cuándo hablamos del Alamo? Tú sabes que cada uno de los
valientes defensores en esas peleas murieron. Sabían las probabilidades, pero hirieron al
enemigo.” Él apretó sus dientes con dolor. “Ambas fueron derrotas tácticas, pero al final también
fueron brillantes victorias estratégicas. Dieron miedo al enemigo. A veces algunos buenos soldados
luchando por lo que es correcto marca la diferencia.”
“Sí, señor.”
253
ERIC NYLUND
John recordó a todos aquellos que habían hecho una diferencia para él. Sam. James. CPO
Mendez. El Capitán Keyes. Los hombres y las mujeres que había peleado y muerto en Halo. Y
ahora dos nombres más a los que sumar a esa lista: Whitcomb y Haverson.
El mamparo estallo fuera de sus monturas y traqueteo sobre la cubierta del puente del Ascendant
Justice. En el pasillo aparecieron docenas de siluetas de Elites, sus espadas de energía se
nublaron con el movimiento y la luz. El almirante Whitcomb disparó una ametralladora.
El monitor central se disolvió en estática.
John observó por un momento, esperando a que el Almirante y el Teniente reaparecieran... pero la
pantalla numera dos permaneció fuera de línea.
El dispositivo de alimentación de vídeo del drone espía Clarion llenó las pantallas laterales.
Había doscientos buques de guerra apelotonados apretadamente sobre la figura ocho del
Unyielding Hierophant. Un número similar de buques giraba alrededor en trayectorias orbitales
imprecisas. La formación recordó a John acerca de una galaxia espiral en miniatura... como el
núcleo de una supernova.
El bulbo dorsal de la estación espacial disparo con color, rojo, naranja, y un borroso y caliente azulblanco en un latido; El plasma hizo erupción desde la superficie como llamaradas solares. Las
explosiones internas encadenadas derribaron a lo largo de la estación y a través del estrecho
segmento central y en el bulbo ventral, haciendo pedazos esa sección y descargando rayos tan
arqueados a lo largo de los fragmentos de la estación y los buques cercanos.
Esa explosión de gas sobrecalentado y presurizado se inflamó hacia afuera engullendo al resto de
la flotilla en orbita; Calentó sus escudos, que brillaron de plata y estallaron como burbujas de jabón;
Derritió sus cascos y los consumió. El Unyielding Hierophant se volvió una nube de humo agitado y
plasma en llamas y cargas estáticas que envolvieron a los buques que habían venido a interceptar
al Ascendant Justice, los buques relampaguearon de blanco caliente y, en un instante, se
vaporizaron.
La explosión se enfrió y la nube se disipó… pero los escombros eyectados continuaron hacia
afuera, dejando estelas de cometa, e impactando sobre lo buques fuera de rumbo lejos del
epicentro.
“Mueve el drone hacia atrás dentro de la sombra de la luna,” John ordenó.
“Sí, Jefe,” Will dijo. “Propulsores respondiendo.”
Los monitores laterales mostraron una granizada de metal derretido moviéndose a gran velocidad
hacia las cámaras del drone, luego su vista fue obscurecida por la superficie cubierta de cicatrices
negras y plateadas de la diminuta luna.
“¿Cortana, el Gettysburg está listo para saltar?” El Jefe preguntó.
“Condensadores Slipspace cargados, Jefe Maestro. Listo cuando tu lo estés.”
“Alerta.” John esperó un minuto. Nadie habló. “Will, trae de vuelta al drone.”
“Entendido, Jefe.”
La pantalla lateral cambió de la superficie de la luna hacia el espacio.
Ahí quedaba poco de la flota o del comando y estación de control, sólo nubes de humo, metal
brillante, y cenizas.
Unos pocos buques de guerra Covenant sobrevivieron. Esos que lentamente pudieron moverse
fuera del sitio de la explosión... los otros fueron a la deriva muertos en el espacio.
254
HALO: PRIMER GOLPE
Quizá una docena de sus quinientas naves iniciales habían salido de la explosión.
“Una Victoria estratégica brillante,” John murmuró, las últimas palabras del Almirante hicieron eco
en su mente.
“Cortana, sácanos de aquí.”
El Jefe Maestro estaba de pie sobre el puente del Gettysburg y observó las estrellas nublarse y
desaparecer en la negrura absoluta del Slipspace.
Habían saltado fuera de la zona de batalla al otro lado del Unyielding Hierophant, emergieron a
espacio normal, y tramaron su posición.
Cortana ajustó su rumbo, y ahora finalmente estaban camino a la Tierra. Aunque tenían evidencia
abrumadora de que el Covenant sabía la posición de la Tierra, ‘abrumadora’ no era una prueba
absoluta. El Protocolo Cole aún aplicaba.
“Transición Slipspace completa,” Cortana dijo. “ETA a la Tierra en treinta y cinco horas, Jefe.” El
diminuto holograma de Cortana continuó mirándole, y sus delgadas cejas fruncieron
conjuntamente.
“¿Hay algo más, Cortana?” Él preguntó.
El surco en su frente se hizo más profundo. Ella suspiró y cruzó sus brazos sobre su pecho. “Me
preguntaba acerca de la copia de mi programación de infiltración.” El color de Cortana se enfrió de
azul a azul fuerte. “He revisado sus logaritmos de misión. Tal vez fue el copiador adicional lo que
causo su falla, pero la copia tenía una parte de mi núcleo personal de programación también. Yo
solamente espero que esté sin un signo de... Alguna otra inestabilidad.”
Cortana había estado al borde. Ella había estado tan distraída que a veces ella no sabia el tiempo
correcto. Ellos, sin embargo, todos habían sido empujados hasta el punto límite en las últimas
pocas semanas. Y a pesar de cualquier desperfecto menor, Cortana siempre había venido al
rescate de él.
“No podríamos haber sobrevivido sin ti,” él finalmente le dijo a ella.
“Tu programación es tan buena como nosotros.”
Ella matizó a rosado y luego su holograma regresó a un matiz azul fresco. “¿Están mis sistemas
auditivos funcionando mal o fue un cumplido, Jefe?”
“Continúa monitoreando el Slipspace por cualquier anomalía,” el Jefe Maestro dijo, ignorándola.
Él caminó a grandes pasos hacia el monitor tres y fijó la vista en la negrura. Él quería soledad, para
no contemplar nada, y completar la tarea que él temía.
John deslizo su lista de equipo en su HUD. Descargó la lista, designando a todos aquellos que
habían muerto en Reach, y luego, como Perdido en Acción. James, Li, Grace... y todos sus
compañeros de equipo muertos que nunca oficialmente tendría permiso para morir. Y en su mente,
ellos nunca encontraran alguna paz hasta que esta guerra fuera ganada. Él hizo una pausa en el
nombre de Kelly.
John la listó como MIA, también. Ella fue irónicamente la única Spartan verdaderamente perdida,
se había ido con la Doctora Halsey en alguna misión secreta. John sabía que lo que sea que
hubiera planeado la doctora, ella protegería a Kelly si ella pudiera. No obstante, él no podría ayudar
pero se preocupaba por ambas.
Él agregó al Cabo Locklear a su lista y lo listó como Muerto en Acción. Fue un final más apropiado
para un hombre que había sido tan guerrero como cualquier Spartan.
255
ERIC NYLUND
Los últimos tres nombres en su lista que él miró por mucho tiempo: La Suboficial Shiela Polaski,
Teniente Elias Haverson, y Almirante Danforth Whitcomb. Él con disgusto los listó como KIA y
estableció referencias en su informe de misión, detallando su heroísmo.
Dos hombres habían detenido a una armada Covenant. Voluntariamente habían muerto
haciéndolo, y le habían comprado a la raza humana un breve respiro antes de su destrucción.
John se sintió contento. Eran soldados, juraron proteger a la humanidad de todas las amenazas, y
ellos habían cumplido a cabalidad su deber como pocos en toda la vida podrían. Y como sus
Spartans que estaban ‘perdidos en acción’, el Almirante y el Teniente nunca morirían, ni uno ni
otro. No por un tecnicismo en una catalogación de estado de misión, pero puesto que en sus
muertes perdurarían como inspiraciones.
John giró y observó como Linda, Will, y Fred ocupaban las estaciones del puente. John se
aseguraría de que él y los últimos Spartans supervivientes hicieran lo mismo.
Las puertas del elevador se abrieron, y el Sargento Johnson dio un paso sobre el puente.
“Logré reunir a todos esos Ingenieros Covenant en la cubierta B,” el Sargento Johnson anuncio.
“Ventosas resbaladizas.”
El Jefe asintió.
“Los niños de la ONI y esos cabezas de calamar tienen bastante en común. No pude entender una
cosa de lo que dijeron y ellos son tan buenos mirando. Supongo que todos tendrán una larga
conversación acerca de registros técnicos y chismes científicos cuando lleguemos a casa.”
El sargento Johnson cruzó el puente hacia el Jefe Maestro.
“Hay otra cosa. Otra cosa para la ONI.” Él sujetaba un cristal de datos y su mirada cayó a la
cubierta. “El teniente Haverson me dio esto antes de que él y el Almirante saliesen. Él dijo que
usted tendría que entregarlo por él.”
John miró el cristal de datos y con desagrado lo arrancó de los dedos del Sargento como si fuera
un trozo de material radiactivo inestable.
“Gracias, Sargento.” Él vaciló y luego agregó, “Me encargaré de esto.”
El Sargento asintió y caminó a grandes pasos hacia la Estación de Armas Uno.
John giro de regreso a los monitores en blanco y recupero el otro cristal de datos de su
compartimiento del cinturón. Ayer él había creído que él había hecho lo correcto por darle al
Teniente todos los datos sobre el Flood de la Doctora Halsey… incluyendo los datos sobre el
Sargento, que ella aseguró que le conduciría a su muerte.
¿Pero ahora?
Ahora, John sabía la diferencia que un hombre podía hacer en esta guerra. Él entendió el deseo de
la Doctora Halsey por salvar a cada persona que ella pudiera.
John sujetó los dos cristales de datos, uno en cada mano, y los miró… tratando de diferenciar el
futuro de sus facetas brillando vacilantemente.
¿Ese era el punto, no lo era? Él no podría saber el futuro. Él tenía que hacer lo qué pudiera para
salvar a cada persona. Hoy. Ahora.
Entonces él se decidió.
Él apretó su puño alrededor del cristal con los datos completos de misión y lo trituró hasta reducirlo
a polvo. John no podía condenar al Sargento Johnson.
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HALO: PRIMER GOLPE
Él levantó el cristal de datos que quedaba. Eso tenía que ser suficiente para la ONI. Él coloco el
cristal a salvo de vuelta en su cinturón.
Hoy habían ganado. Habían detenido al Covenant. John regresaría a la Tierra con un aviso y
bastante inteligencia para mantener ocupado a los científicos de la ONI.
¿Pero qué sobre mañana? El Covenant no se rendía una vez que tenían su mira puesta en un
objetivo. Ellos querían la Tierra… ellos vendrían por ella. Destruir su flota sólo atrasaría ese hecho
inevitable.
Tenían tiempo, sin embargo. Tal vez lo suficientemente para prepárese para cualquier cosa que el
Covenant pudiera lanzarles. John tomaría la victoria de hoy. Y él estaría allí cuando la pelea
comenzara de nuevo… él estaría allí para ganar.
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ERIC NYLUND
SECCIÓN 7___________________
HARBINGER
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HALO: PRIMER GOLPE
EPÍLOGO
NOVENA ERA DE LA RECLAMACION, PASO DEL SILENCIO /
CIUDAD COVENANT SANTA HIGH CHARITY, SANTUARIO DE LOS
JERARCAS.
Un centenar de sondas salieron disparadas y examinaron con sus ojos parpadeantes electrónicos
el vacio de la red de no-espacios que rodeaba el imperio interior del covenant. Reunieron datos y
emergieron a un vacio frio, donde fueron recuperadas por centenares de portanaves y cruceros
que se encontraban en posición de vigilancia alrededor del planetoide enorme y bulboso que
dominaba los cielos.
Ni una sola roca mayor de un centímetro podía entrar en ese espacio sin que la identificasen, la
apuntasen y la destruyesen. Los códigos de autorización se cambiaban a cada hora, y si cualquier
nave que se acercase dudaba una milésima de segundo en contestar correctamente, se
encontraba con una destrucción devastadora.
El Alta Caridad flotaba entre esta red impermeable, iluminado por el brillo de los motores de las
naves de guerra. En lo más profundo de su interior, custodiado por legiones de los mejores
soldados del Covenant, el Santuario de los Jerarcas era una isla de calma. Los muros, el suelo y el
techo de la estancia estaban adornados con miles de fragmentos reflejantes fabricados a partir del
cristal fundido de los innumerables mundos que la Hegemonía Covenant había conquistado.
Reflejaban los pensamientos susurrados del que se sentaba en el centro de la sala; los reflejos les
permitían gozar de la gloria de sus dominios y aprender de su sabiduría, pues no había una fuente
mayor de intelecto, voluntad y verdad en toda la galaxia.
En el medio de la cámara, flotando a un metro por encima del suelo, sobre su estrado imperial,
estaba sentado el Alto Profeta de la Verdad del Covenant. Apenas se podía apreciar su cuerpo, ya
que estaba cubierto por una amplia capa roja, y su cabeza estaba rodeada por un casco brillante
con sensores y un aparato de respiración que se extendían como antenas de insectos. Solo
resaltaban su morro y sus ojos negros… además como unas pequeñas garras que surgían por la
manga de sus ropas doradas.
La garra izquierda se cerró…Era la señal para que se abrieran las puertas de la cámara. Las
puertas gimieron y se separaron; una rendija de luz entro por ellas.Una sola figura recortada a
contraluz apareció tras las puertas. Hizo una reverencia tan exagerada que el pecho casi toco el
suelo.
-Álzate-susurro el profeta de la verdad. La cámara amplifico la voz; resonó y subió su volumen,
como si hubiese hablado un gigante-. Acércate, Tartarus, e infórmame.
Una sensación de angustia atravesó a los Elites Protectores Imperiales. Nunca habían permitido
que una criatura parecida se acercase tanto a uno de los Seres Sagrados.
-Protectores, dejadnos a solas –ordeno el profeta.
Al unisonó, los trescientos guardias se pusieron firmes, se inclinaron ante él y abandonaron la
enorme cámara. No dijeron nada, pero el profeta pudo captar la confusión en sus rostros. Bien…
Esa ignorancia y ese asombro le servirían más adelante.
Tartarus, el Brute, cruzo la sala a grandes zancadas. Cuando estuvo a tres metros del Profeta, se
arrodillo sobre una pierna. La criatura era un espécimen magnifico de ferocidad. El profeta se
maravillaba ante su potencial casi inimaginable para la destrucción; los músculos que se marcaban
bajo la piel grisácea podían partir por la mitad a cualquier oponente, incluso a los poderosos
Hunters. Era el instrumento perfecto.
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ERIC NYLUND
-Cuéntame lo que has descubierto –mando el Profeta, con una voz convertida completamente en
murmullo.
Sin alzar la mirada, Tartarus busco su cinturón, y una esfera que llevaba atada a él.
El Profeta alargo la garra hacia el envase. Floto al quedar liberado de la mano de Tartarus y se
elevo. La parte superior se desenrosco y tres chips brillantes de un cristal de color zafiro titilaron,
lanzando luces y sombras sobre la superficie reflejante de la cámara.
El estrado del Profeta se tambaleo súbitamente, por el desequilibrio en la gravedad… pero
enseguida se compenso.
-¿Esto es todo?
-Ocho escuadrones barrieron el área que rodea el campo de asteroides de Eridanus Secundus y
Tau Ceti –contesto el bruto, bajando todavía más la cabeza-. Se perdieron muchos en el vacío.
Esto es todo lo que pudimos encontrar.
-Una lástima.
La tapa del orbe volvió a colocarse en su posición y floto suavemente hasta la garra del Profeta.
-Pero puede bastar para nuestros propósitos… Una reliquia más o menos de los grandes seres,
aunque sean preciosas, no significara nada para nosotros.
–El Profeta escondió el envase en las profundidades de los pliegues de sus ropajes-. Asegúrate de
que se premia correctamente a los pilotos que sobrevivieron. Y después sacrifícalos a todos.
Rápidamente. Y en silencio.
-Comprendo –contesto Tartarus, con un deje de anticipación en su voz.
El Profeta inhalo profundamente, emitió un sonido parecido a un carraspeo, y pregunto:
-¿Y qué hay del Unyielding Hierophant?
-Los informes no son del todo claros, su gracia –respondió tartarus-. Paso algo con la nave insignia
renegada Ascendant Justice, que acabo destruida. No estamos seguros de que propicio la
detonación de la estación. Los canales de comunicación de la estación estaban invadidos por
informes de errores del sistema antes de la destrucción. Los ingenieros dicen que es imp…
El Profeta alzo una garra, indicándole que se callara. Tartarus se interrumpió en medio de una
silaba.
-Un giro de los acontecimientos lamentable –añadió el Profeta-, pero, al final, solo es un retraso
insignificante. Que las naves preparadas para el combate se reúnan con nosotros en la localización
del cataclismo.
-¿Y qué hacemos con el incompetente, su gracia? Con el que perdió el Ascendant Justice…
-Tráelo ante el consejo. Que su destino sea equivalente a la magnitud de su fracaso.
El rostro de Tartarus se contrajo con lo que pareciera una sonrisa entre los de su especie.
-Pronto empezara el Gran Viaje –continuo el Profeta de la Verdad, cerrando sus garras en dos
puños-. Y nada en el universo impedirá nuestro avance.
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