1. El autoconcepto y la autoestima El autoconcepto : es la imagen que tiene uno sobre sí mismo. La autoestima: es una autovaloración, es decir, se trata de un conjunto de percepciones, pensamientos y sentimientos sobre nosotros mismos que determinará nuestra manera de comportarnos y relacionarnos con los demás 2. Autoestima frase de William Shakespeare “La autoestima no es tan vil pecado como la desestimación de uno mismo” Poseer autoestima no es algo malo lo malo sería la falta de estima propia ya que esto puede llevar a actos autodestructivos y conductas negativas que traerán cosas negativas a la vida y las personas que te rodean. 3. La autoestima en la adolescencia La adolescencia es una etapa que se caracteriza por muchos cambios en diferentes esferas: a nivel psicológico, fisiológico y corporal. En esta etapa se da la transición de la niñez hacia la adultez, y, por ende, de la dependencia de los padres a la independencia donde se va forjando la identidad, por eso resulta ser una etapa bastante crítica e importante. El hecho de que sea la etapa en la que se forja la identidad es lo que hace tan importante que el adolescente se sienta cómodo consigo mismo y que pueda desarrollarse dentro y fuera de su entorno teniendo en cuenta sus circunstancias. Debido a la cantidad de cambios hormonales, psicológicos, emocionales y físicos puede ser un proceso bastante difícil no solo para el adolescente sino también para sus padres, familiares, profesores y el resto de las personas a su alrededor. 4. Importancia de la autoestima La autoestima nos permite a sentirnos bien con nosotros mismos y esto influye en nuestro comportamiento. Así, una buena autoestima puede ayudarnos a: Aceptarnos y querernos tal y como somos. Estar bien con nosotros mismos. Confiados, seguros y sobretodo, estar en sintonía con uno mismo. Cuando nos conocemos a la perfección, sabemos cuáles son nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles. Por lo tanto, esto nos permite trabajar nuestras virtudes hasta el punto de desarrollar lo mejor que tenemos de nosotros mismos. Consiguiendo así autorealizarnos como personas. Además, cuando afrontamos el mundo con una visión totalmente positiva, somos mucho más capaces de conseguir nuestras metas y nuestros objetivos. Muchas veces sucede lo que los psicólogos llamamos: “La profecía del autocumplimiento”. Por ejemplo, si crees que no vas a ser capaz de conseguir algo, seguramente no lo vas a conseguir (porque no vas a realizar muchas de las cosas que tendrías que hacer para poder conseguirlo); de lo contrario con una visión mucho más positiva y proactiva, podemos llegar a conseguir todo lo que nos proponemos. Cuando uno está bien con uno mismo, se verá reflejado en su comportamiento y relación con el entorno. Por lo tanto, una persona con una buena autoestima podrá relacionarse mucho mejor con gente nueva, interaccionar mucho más positivamente, establecer relaciones más duraderas. 5. Una persona con autoestima - Saben qué cosas pueden hacer bien y cuáles pueden mejorar: “creo en mis posibilidades, y no en otras”. - Se sienten bien consigo mismo. - Expresan sus opiniones. - No temen hablar con otras personas. - Saben identificar y expresar sus emociones de forma correcta. - Participan de forma habitual en actividades grupales que puedan desarrollarse en sus centros de estudio o de trabajo. - Se valen por sí mismas ante diferentes situaciones del día a día, lo que implica dar y pedir apoyo. - Les gustan los retos y no les temen: “confío en superar un problema, no en que no existan los problemas”. - Son personas creativas y originales, inventan cosas, se interesan por realizar tareas desconocidas, aprenden de las actividades nuevas. - Luchan por alcanzar lo que quieren. - Disfrutan de las cosas divertidas de la vida, tanto de las propias, como de las de los demás.